Nizetich (Pp. 126-129)

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[Observaciones sobre la Isla de BracAndrea Ciccarelli; pp.

126-129]

Nos Esteban Turtko por la gracia de Dios Rey de Rascia, Bosnia y


Martima

A todos los fieles cristianos, tanto los presentes cuanto los futuros que
tendrn conocimiento de las presentes, salud. De hecho, en la tierra
fueron erigidos los tronos de los que reinan; la eminente grandeza
real del derecho Divino y la de la Ley humana, por las autnticas
autoridades que emanan de los Reyes y de los Principales de los
reinos, debe disponer, no solo sobre el orden del Estado del reino y de
la disposicin de las Ciudades y de las Islas, sino el diferente fin para
la Repblica, y tambin proveer la buena fe, ofrecer consejo y ayuda
a la repblica; lo que significa adquirir fama de gran virtud para
siempre. Si es cierto, sera encomiable que las antiguas buenas
costumbres y las leyes municipales estimen de igual grado consolidar
las anteriores usadas por una nueva jurisdiccin, tal que disfrutando
de buenas leyes y aprobadas las costumbres las Ciudades y las Islas
de los Reinos puedan crecer con felicidad; a lo que queremos arribar
para el conocimiento de todos.

Que han llegado a nuestra presencia los nobles varones Jorge Doymi,
Nixa Petrulli y Miguel Baloy Embajadores y Sndicos de la Isla de Brac
enviados por la referida Comunidad de Brac con letras del magnfico
varn seor Jons Bani Macua, Vicario General de nuestros Reinos, las
que en la persona de nuestra Majestad, en la previsin infrascripta
concedi por nuestra autoridad a ellos mismos y a toda la Isla,
tambin a todo el pueblo y el distrito de la propia Isla de Brac; a su
vez, en nombre de la antedicha Isla nos las ofrecen con fidelidad y a
nuestros herederos legtimos, para que conste en su Sindicato, por la
mano del Magnfico Radn Dragote ciudadano de Sibenic, Notario
Pblico por autoridad imperial y, tambin, Canciller jurado de la
Comunidad de Brac; besando el crucifijo juraron en persona rendirnos
homenaje y a nuestros herederos y sucesores, y observar perpetua
fidelidad, reconocindonos por el Seor natural de ellos, y que no han
admitido nunca ningn otro Seor ni tienen, salvo a nosotros y a
nuestros herederos, confindose ellos y sus hijos, los sucesores y los
que vendrn y toda la Isla con todo su pueblo y con todo su distrito
para siempre bajo la guarda y proteccin de nuestra Majestad, como
consta, por los Privilegios de ellos mismos hechos bajo un nico tenor,
uno en lengua original, otro en lengua eslava, con el autntico sello
que pende de ellos propio de la Comunidad.

Por cierto, estos Embajadores y Sndicos de la referida Isla nos


rogaron atentamente que todos los privilegios, libertades y gracias
conferidas en otro tiempo por los mismos Ilustrsimos Reyes,
principalmente por el seor Ludovico de feliz recordacin, Rey del
Reino de Hungra, querido hermano nuestro, que nos dignramos
confirmarles nuestro Privilegio, tambin a sus herederos, y permitirles
usar las gracias, las libertades, los Estatutos, las Reformas y las
Costumbres propias como fueron usadas en el tiempo del referido Rey
seor Ludovico.

Nosotros atentos a la fe y legalidad de la referida Comunidad y con el


habitual Consejo de nuestros Barones, considerando con madura
deliberacin la utilidad, el progreso y el buen estado de todo nuestro
Reino, a partir de un buen gobierno, en favor de lo cual con la ayuda
de Dios nos esforzamos permanentemente en perseguir y alcanzar
para las fidelidades de la antedicha Comunidad de Brac, en virtud de
un bien protector, que permanezcan en la tranquilidad de la paz,
abunden y se congratulen en las facultades; queriendo que nuestra
misma Comunidad de Brac exaltada por las intenciones reales, se
consolide en los dichos Privilegios y Gracias; habiendo escuchado
favorablemente la propuesta con las peticiones de los propios
Sndicos y de los antedichos Embajadores de parte de toda la
Comunidad de la ya dicha Isla de Brac, quienes tienen pleno
mandato, a todos y cada uno de los Privilegios, libertades y gracias y
las dems letras emanadas en favor de dicha Isla, los Estatutos,
Reformas y costumbres de la misma Comunidad de Brac dadas en
otro tiempo por los mismos Reyes de Hungra, principalmente por el
clebre seor Ludovico, habiendo tocado los Santos Evangelios
juramento mediante, aceptamos, ratificamos y aprobamos por
nuestra Real autoridad; en pro de nuestros mismos fieles de la
Comunidad de Brac, para ellos, para sus herederos y sucesores y para
toda la posteridad, lo confirmamos a perpetuidad, ratificamos y
aprobamos y prometemos observar inviolablemente; sin embargo,
reservando la Cmara de Sal, incluso 30, en favor de nuestra
Majestad sin ofrecer nada ms a los Dacios salvo lo que se utiliz en
tiempos del referido Rey Ludovico, y que la Sal de nuestra antedicha
Isla se venda a ese precio por el cual se vende en otras Cmaras
nuestras de Dalmacia.

Adems agregamos, tambin para los mismos fieles nuestros de la


Comunidad de Brac, para mayor consuelo de ellos, por una gracia
nuestra especial, que ah mismo la Comunidad pueda elegir
libremente un Conde de entre nuestros fieles, sin embargo, con la
confirmacin de nuestra Majestad, no queriendo tampoco infringir en
absoluto ninguna gracia conferida a ellos por nuestra Majestad sino
tenerla para siempre como firme y vlida. Prometindoles y a todos
mantenerlos en paz y tranquilidad, defenderlos y protegerlos
valientemente y proporcionadamente de acuerdo a nuestras fuerzas
contra todos los hombres que quieran oprimirlos. Respecto de todo
ello, de este hecho, de la estabilidad perpetua, de las presentes
concesiones, queremos que nuestras privilegiadas letras sean
corroboradas por la fuerza de nuestro doble sello autntico y
pendiente.

Dadas en nuestra Sala Real de Gotestra por mano de Toms de Lusaa


dilecto Vice Canciller de la referida Corte, a los fieles y presentes
Magnficos y Egregios varones seores Condes, el Conde Barissa, el
Conde Stipoe Harvatone, Paulo Radini, Trifn de Cattaro Protovestiario
de nuestra Corte, Vuladone Voivoda, el Conde Uhoia, Pribeo
Masnorcich Bubano, Biliaco Sencovich y nuestro Sladihuio Masnovich
Pincerna, tambin fieles nuestros y dilectos. 22 de julio de 1390 ao
del Seor. Indiccin 13.

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