El Vinculo Arcano - Edición (Nombres e Idiomas)

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El Vnculo Arcano
(Intermezzo del silencio)
VOLUMEN I

J.D. Simahan
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La magia solo dura mientras persiste el deseo

Jorge Bucay

If you believe in magic, come along with me


We'll dance until morning 'til there's just you and me
And maybe, if the music is right Ill meet you tomorrow, sort of
late at night
And well go dancing, baby, then youll see
How the magics in the music and the musics in me

The Lovings Spoonful

Bogot, D. C., diciembre 3 de 2012


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RECOMENDACIN

Yo Jorge Mario Karam Rozo, Psiclogo, magster en Tecnologas De La Informacin


Aplicadas A La Educacin de Universidad Pedaggica Nacional y Coordinador de
investigacin de la Linea institucional Pedagogas, medios y mediaciones de la fundacin
Universitaria Los Libertadores; me permito recomendar la obra El vnculo arcano de JAIRO
DAVID SIMAHAN LASTRA, una obra que denota el enorme talento en produccin escrita
y literaria que caracteriza a este autor.

el autor ha sabido abordar el neo conceptismo, una interesante conjuncin narrativa entre la
escritura barroca y la narrativa moderna, la apuesta por encarar una historia de tipo
fantstico con toques conceptistas, que llevar al lector a un viaje adictivo por los linderos
de la imaginacin.
Entre sus pginas encontraremos gran nmero de metforas, analogas y descripciones que
detonan un mundo fantstico de corte neo-burgus , barroco o neoclsico fielmente ligado a
una representacin europea y superpuesta a batallas picas y personajes coloridos acorde
a la literatura moderna; el Vnculo Arcano busca llevar a personas y situaciones a un
fascinante nivel cercano a los estamentos de la magia, luchas encarnizadas, honor familiar
y pasin artstica, todo en un conjunto inolvidable del que la retina del lector disfrutar al
mximo.

Nos enorgullece contar con un escritor de su talla de como uno de nuestros talentos, Jairo
es miembro de grupo de investigacin Nipon estudio anime, grupo inscrito en Colciencias
y avalado institucionalmente. Es un verdadero honor disfrutar de todas y cada uno de sus
siempre novedosos productos literarios, el vinculo arcano es una prueba ms de su enorme
produccin, pero estamos seguros que es uno ms de todos sus xitos.

Cordialmente.

JORGE MARIO KARAM ROZO


C.C. No. 85452405 de Santa Marta
Psiclogo, Aud. Magister
Celular: 313 8638595
[email protected]
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Estimados amigos de la Editorial

Mi nombre es Jairo David Simahan y me honro en presentar ante ustedes el primer


tomo de una saga que he llamado El Vinculo Arcano, donde he invertido gran
entusiasmo y dedicacin.

Entre sus pginas comparecen dos fuerzas literarias en un gnero hbrido que he
denominado Neo Conceptismo (o Post Barroco Fantstico) con fines culturales,
educativos y, por supuesto, literarios, que lleven a los lineamientos narrativos a un
nuevo nivel. Por un lado, el conceptismo tradicional de Lus de Gngora y el
Culteranismo de Baltasar Gracin, que influyen en la dinmica refinada y metafrica de
la obra a fuero que el lector, mediante el ejercicio de la sintaxis e intuicin
epistemolgica, logre identificar las ideas establecidas y aprenda nuevo vocabulario,
mejore su expresin personal y habilidades lecto-escritoras sumado al mensaje positivo
que dejan los valores de antao, la lrica y potica envueltas en cada prrafo. Por otro
lado, la soltura del mbito literario moderno, que imprime su dosis de fantasa, batallas
picas, criaturas msticasaunque algunas bastante satirizadas y aventuras
fantsticas en cuyos linderos los personajes conviven o libran todo tipo de situaciones.

El texto est basado en una supuesta y ucrnica europa, cuyos nombres han sido
ligeramente variados, de modo que las personas en su escrutinio los descubran o se
hagan ideas diferentes de estos lugares. Gracias a su concepcin narrativa algo
laberntica existirn muchas perspectivas que enriquecern a la obra y aspiro, de todo
corazn, a sus poseedores.

Otro detalle a resaltar es el estilo expresivo de ciertos personajes, pues su acento se


representa mediante aparentes errores de redaccin, pero se han implementado en
busca de dar fidelidad a la forma cmo se escucha cuanto ellos dicen o generar ligeros
indicios de su procedencia que el lector sepa identificar o tomar en cuenta.

A ustedes agradezco su tiempo por analizar esta obra (la primera de muchas otras que
en mi corazn y mente reposan) y aspiro sea de su agrado en aras de pretender su
apoyo, para que juntos hagamos este sueo realidad. Trayendo elementos positivos al
mundo literario y al pblico en general un nuevo aire que genere innovacin,
aprendizaje y gran entretenimiento.

Les deseo Feliz da.

Atentamente.

Jairo David Simahan

C.C. 92641682

Calle 23 B2 #30-41/ Barrio Florencia

Telfono: 2801446/3006231610

Ciudad: Sincelejo/Sucre

Correo electrnico: [email protected]


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Prologo

La esencia del Conjurador

A expensas del aliento vespertino tapiaba sus ojos la meca ancestral,


galanteada en su senectud mosqueteada aun de encantos rapaces que
al fulguroso tribunal celeste causase debilidad so orqudeas adornadas
en su estrellado cabello.

Galenos siseaban a Pizzicato versos sin linaje, negaba la historia de


reconocerle abolengo o dar posada a sus peregrinos fraseos recogidos
por leyendas clandestinas con que los viejos tejieran en gloria el lecho
de sus retoos; herederos de un mundo donde la Magia galopa sin apear
y la fantasa libre de ventores retoza, mas se forja y duela por sostener
la vida tal cual ignora ella su increble encanto.

Cautivo en ucronismos gime Viejo Arrabal, sonsacado por un coqueto


progreso tecncrata a espaldas de su principio tradicionalista, consorte
desde siempre pero amante hasta entonces, cuando del fuego cenizas
quedara y el esplendor Arcano herido de muerte lo diese el clero.

Bajo el anonimato agonizan los magos, trillada su cosecha en mal clima


y plagas de miedo a fenecer; sin embargo, crece en los resquicios
infecundos la esencia del conjurador; brindando sombra a la insolada
voluntad y nimos al viento quien aun compone trovas entre soplidos
esperanzados y pasin sibilantezarzuelas a la memoria de un gremio
rectando en las sombras.
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I
Un mundo de ilusiones

Ahora, estimados colegas sinodalesexpresbase un hombre de


apariencia octogenaria y una voz renca, sometida por maltratos del
tiempo y la extensiva reunin en curso. Pido su total y vehemente
atencin para abordar el tema final de la noche. Un asunto bastante
serio!

Recaudada la cuota de silencio correspondiente por parte de los treinta


asistentes, cada uno de ellos, revestidos por un largo capuz de tela
gruesa y pespuntes dorados, el vetusto predicador se acical la larga
barba entrecana, recogida con aros en zigzag como un relmpago de
felpa, y revis con cuidado los muchos apuntes yacidos en el soporte de
su atril bruido, retomando pronto la charla.

Se nos ha informado del movimiento dudoso perpetrado por una


congregacin en tierras del estese aclar la garganta en una pausa
meditativa e inclin la cabeza a cortesa por breves accesos de tos, junto
al cual se uni en una cuidadosa mirada sutil hacia el final de la sala,
lugar ntimo para la discreta compaa del pesado y enorme prtico de
madera, tallado con leyendas y sedimentos rnicos. All, entre la sombra
y la quietud, encontr a quien buscaba.

Aun no sabemos si se trata de un fraude o treta publicitariaAclar


y, poco a poco, su expresin oral se hizo ms grave e inclume.Sin
embargo, estamos seguros que existe participacin de la familia
Baptista en este asunto

La declaracin se condens en un milagro de intrigas que devolvi la


vida a una multitud inerte, ahora atascados en gigantescos trficos de
opiniones cruzadas. La revolucin opac al anciano moderador de tal
forma que se vio obligado a recurrir al martillo de sentencias para
aportillar el casco de la conferencia, por donde un caudal verborreico se
filtraba hasta ahogar la muda atmosfera.
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Silencio!Azot el mazo contra el atril repetidamente Silencio, he


dicho!

La calma fue reconstruida por la consensuada ayuda humanitaria al


cabo de unos minutos, momento que el viejo aprovech para ordenar a
su escaso sentido de la vista una segunda labor de exploracin hacia el
fondo del recinto. Esta vez, su tenue evaluacin del entorno fue puesta a
prueba por un hombre joven de tez clara, cuyos ojos verdes parecan
resplandecer en la oscuridad, tan penetrantes, que al marchar por su
mismo carril oblig al orador a ejecutar aparatosas maniobras evasivas
en aras de evitar una incmoda colisin visual. A su favor, tuvo la
revitalizada honra de la tertulia, certificada por el auspicio del gora
expectante.

Es menester averiguar que acontece en ese lugar y cul es su


propsito, puesto que, como ya saben, la familia Baptista ha amenazado
nuestra existencia durante largas generaciones, como personas y
practicantes de las artes mgicas.

Con el debido respeto, Gran LerinxiIntervino un sujeto alto y


elegante, sentado en la primera fila del auditorio.Entorpecer sus
planes sera suicidio. La constante opresin de morar bajo sombras de
la sociedad ha agotado y eliminado a nuestros magos ms instruidos y
hoy por hoy solo contamos con aprendices y gente humilde que se
aferra a una vida medianamente normalaun en el anonimato.

Es muy cierto lo que dice, Sinodal NolmenAdmiti Lerinxi, en un aire


de cansina nostalgia. Por eso, en contadas horas, la Magna cpula de
sabios se reunir para deliberar sobre este asunto. No obstante, he sido
encomendado para enterarlos sobre estos sucesos, en caso que
necesitemos su colaboracin. Recuerden: Lo que se levanta contra el
Snodo mgico tambin asume feudo contra cada uno de ustedesLas
semillas se esparcieron con solemnidad sobre el recinto tras su ltima
frase; mas entonces, Lerinxi reg con un inters especial la humanidad
del mancebo privilegiado por su tacto subjetivoesperando germinara
en l la motivacin que buscaba.

No siendo ms, esta reunin se da por terminadafinaliz, tras un


golpe decisorio del martillo y, respondiendo a la sonora despedida, la
muchedumbre se retir de inmediato.
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Fuera del aula, la abada del Viejo Arrabal esperaba a los suyos
brindando a la vista poco ms que un cario entraable por sus largas
temporadas al servicio de la congregacin local, puesto que las
constantes revueltas y la necesidad de un bajo perfil haban deteriorado
su atvico fulgor, reducindolo a un conglomerado de pasillos anublados
por las memorias del holln y la suciedad que escriban a diario nuevos
captulos percudidos sobre las paredes de hormign armado pero
vencido, donde se evidenciaban las ruinas de tiempos benignos. A
contados metros del umbral que daba con los torrentes vasculares del
pueblo, la divisin de un derrotero sostenido por columnas arqueadas de
marfil cincelado y esculturas de taumaturgos inscritos al gremio, orgullo
y ejemplo entre relatos antiguos que reconvertan en parodias de piedra
desgastada y corroda ante lo que alguna vez representaron para su
comunidad. Un chiste que la mugre se daba el lujo de contar en una
poca difcil cuando rer era ms lujo que posibilidad.

La noche estaba en su mximo apogeo y el joven seminarista de ojos


jade eluda con prisa a sus semejantes de grupo, hechos una tenue ola
de telas refinadas abalanzada sin prisa contra la costa de la abada;
esperando refugiarse bajo el fuliginoso decreto del cielo estrellado
llegando pronto a su hogar, ms conocido por el vulgo como Los
Viedos de Larrarte.

Para algunos, una parcela de tierra y braa desposeda por la gracia


fugaz de los aos pasados y la reciente influencia del ponzooso
almizcle contemporneo; para otros, un hermoso mosaico de flora
abundante y deleite parroquial, una suntuosidad del pasado aun al ristre
contra el urbano minimalismo que azuza las buenas costumbres.

Al llegar, la larga verja de hierro templado, labrada con ondulaciones y


curvas manieristas, en cuya cima enarbolbase un gran ducado de
bronce adornado por una letra cursiva L, tallada con filigrana de
malaquita y cromoun gesto honorario para el vstago de sus
propietarios se abri en lentos y placenteros gemidos metlicos, como
venia especial para su amo cuyo andar se hizo presuroso al atravesar el
espacioso jardn de piedra donde se exhiba la variopinta gloria
naturalista a flor de piel, a contados metros del sembrado y las higueras
en lactancia de las estaciones; todo ello, rendido en un dechado virtuoso
a su composicin sin igual.

Maravillado por la inmensa pompa que le preceda, el refulgente prtico


de caoba rojiza cay rendido a sus pies, hacindose a un lado en estado
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de silenciosa bienvenida. Y, as, una vez dentro, el zagun reluca de


gozo. Exquisito y pulcro para su arribo: El gran tapete azul que
descenda desde la amplia y celeste escalera bipartitacontigua a las
habitaciones superiores, adosada a delgados y vistosos barandales de
arce pulido hasta la tierra a redencin de la puerta, inmersa en un
sentimiento cohibido de vanidad. Los candelabros plateados se
resguardaban tras el borde externo de las balaustras, adornados con
amatistas lustrosas, preparados para emprender una justa suntuosa
contra los no muy concurrentes invitados de la familia y las gruesas
cortinas sedeas que pedan bajo frisos fornidos grabados en roble,
cascadas hilares contoneadas por la tenue brisa que los hermosos
ventanales ocultos tras su altivo regazo, adjudicados con los ms
elaborados y abstractos vitrales cromticos, dejaban pasar de vez en
cuando, juguetona y traviesa, para hacerse, por un corto puerperio,
miembro implcito del linaje, hacan sentir al advenedizo en casa.

Se despoj de su capucha, colgndola en el perchero de cara a la


entrada y a privilegio del silencioso mbito hogareo, revel su
apariencia como hombre esbelto, de cabello castao, cortado en capas
de risos y finas cerdas, cuidadosamente desordenado. Su cuerpo doncel,
ataviado de pantalones blancos y suaves, hechos a medida; camisa de
lana oscurecida con una corta capa de bolados en frente y un saco
liviano bordado en shifn, con puos cerrados, color gris profundo,
articulado por botones dorados y rematado a la base de la espalda en un
largo escote. Sobre su pecho, bajo el alto cuello de pico, reposaba,
taimado y agraciado, un dije de cuarzo, resguardado dentro una delicada
figura en forma de L, baada en oro. Al igual que la delicada leontina
que le sostena y abrazaba con pasin y delicadeza a su propietario.

Sus largos y elegantes dedos, constaban de varios anillos de corte


sencillo y material ostentoso, diferentes entre s: En el dedo pulgar tena
uno de zircn, en el meique de bronce, plata en el anular, oro en el
cordial y diamante para el ndice; orden que imperaba en ambas manos.

El eco de sus blancos zapatos repujados con cuero sinttico retumb en


la mansedumbre circundante, siendo el pregonero de su regreso al cabo
que fuera bien recibido. A razn del anuncio involuntario, una mujer de
mediana estatura y ojos miel baj lentamente por la escalera, vestida
con una extensa ropa talar rojiza. En sus manos sostena un jarrn de
porcelana de dimetro ancho y cuello delgado. Se apreciaban en l
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pinceladas torpes y garabatos desopilantes, discordantes al tipo y


relieve del utensilio.

Es bueno verte en casa, IlridasLe salud la gentil fmina,


acercndose prudentemente.

Salve mi madre y con ella su hijo maravillado en verlarespondi, un


tanto sobrecogidopens que dormas.

Esperaba por ti, y como no llegabas, me dispuse a buscar petunias


frescas para adornar este viejo florero.

Apenas pronunciado, aparecieron del recipiente un par de ojos ptreos,


oblicuos, consecuentes a un seo molesto por el comentario citado.

Muy graciosa, KumayriaContest el jarrn, articulando los rocosos


labios superiores a una voz nasal, reverberante, como salida de su
interior. Y bien, hijo Cmo tfue hoy? No tves1 muy animado.

Ilridas se sent en los primeros peldaos de la escalinata y levant la


cabeza, suspirando con ingrato malestar.

Los Baptista se ven reacios a dividir la primera planamencion. Y


en otros titulares, tuve limpresin dser observado constantemente por
Lerinxi durante la reunio.

Naturalmentese expresaba el jarrn, con un halo donairosoeres el


famoso Ilridas Larrarte, uno de los magos ms talentosos del Viejo
Arrabal, y tambin el orgullo desta familia. A tu edad muy pocos en la
historia han alcanzado tus logros o privilegio dportar la gloria que en
cada dedo llevas.

La usanza pronuncia un Gran previo a la renombrada identidad del


sabio Lerinxi , padre. Nada inspira entrecejos en retinas que han visto
todo desminti con dejadez. Mas Pienso, dada su iniciativa por
ubicarme, que buscaba algo en especial.

Kumayria se sent a su lado, dejando el recipiente paternal en manos de


Ilridas para brindarse en un clido abrazo que derritiera su helado

1
En las lneas que comparten Ilridas y Sebastin se ve marcado su acento de
provincia mediante una simulacin representada con errores gramaticales u
ortogrficos expuestos adrede en aras de maximizar la pronunciacin de sus
expresiones.
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humor y evaporara desalientos a distancia del mal momento ya


superado, barrido bajo el tapete de la compaa familiar.

Sebastin tiene razn, hijoajust su tono a una sintona armoniosa y


afectiva. Se que prefieres el sigilo, a diferencia de tus hermanos. Pero
una vez sobresales es difcil desaparecer a la luz pblica. Lerinxi es un
anciano instruido y si ha puesto los ojos sobre ti ha de ser buena seal.

Permiteme discrepar, dulce madreresopl, apagando la


incandescente iniciativa compensatoria. Tomando el verso sin levantar
papel entre los anales del Snodo, aquellos llamados por lmagna cpula
de sabios han sido material para cruentos destinos; algunos ya no tan, y
los que s se cuentan han sufrido maldiciones, comoSe retuvo en una
brusca pausa, haciendo conciencia de la casi implcita presencia del
perol animado.

Sebastin entendi el mensaje y mir con cierta pena a su hijo; le


complaca que se interesara en su bienestar; sin embargo, no se senta
agradado siendo referente de un hecho desastroso y esperaba que la
trgica experiencia no mermara su condicin emocional.

Hijo, eso pas hace mucho tiempo. Fui distrado y nada m. T eres
diferente y mucho habilidoso. Recuerda que en tiempos de crisis el
snodo necesita nuestra colaboraci; despus dtodo, a ellos debemos
una vida medianamente norm gracias a los esfuerzos que hacen por
esconder las prcticas mgicas. No podemos ser egostas.

Supongo que noacepto, no muy convencido.

Ni t ni yo nacimos en esta provincia, Ilridasagreg Sebastin. No


obstante, aprendimos a amarla como nuestro pueblo natal; hemos
pasado hermosos momentos aqu; t creciendo vertiginosamente en
lpractica del Ilusionismo y yo disfrutando la dicha de compartir mvida
con tu madre. No crees que sean buenos motivos para servir a esta
comunidad?

Para Iliridas los buenos recuerdos en el Viejo arrabal realmente no


importaban tanto como el resto de su existencia; ms aun, en algo si
estaban de acuerdo; exista una causa relevante para bregar en pos de
la villa para magos cados en desgracia: Su padre.

S, esa obstinada y presuntuosa vasija parlanchina guardaba en su


interior mucho ms que la memoria del principal en la estirpe; tambin,
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en el recndito y opaco interior de su pueril circunstancia, brillaba un


pice de esperanza que encegueca a la cruda realidad con espectros
dadivosos, puros y benignos. Un destello con nombre propio y una
fulgurosa responsabilidad que le obligaba a extenderse por fuera de la
alabastrina prisin del espritu y dejarle en libertad a la vivencia de su
propio hijo, a quien, incluso en sus sueos ms inefables, vea hondearse
por encima del fracaso y la adversidadcomo el estandarte y emblema
supremo para su familia.

La razn va contigo, padreaccedi, haciendo acopio en su deber


ser como hijo y figura del hogar. Si Lerinxi y el snodo se sirven de
aguardarme con deberes irrevocables, cuando menos he de escuchar.

Kumayria y Sebastin sonrieron, conmovidos por su entrega; solo que,


en el fondo de sus corazones saban que parte de esa gallarda
declaracin era perpetrada por ideales ajenos a su propia conciencia y la
induccin a veces necesaria para vincular a Ilridas en un desdeoso
juego de obligaciones donde, escaseando jugadores diestros, se vea
inmerso en avances vertiginoso expresados en turnos inagotables y
casillas que por concepto no le era menester recorrer. De cualquier
forma, a sus veinticinco aos de edad, Ilridas ya haba ido y venido a
favor y en contra de su destino muchas veces; y en cada viajes de
crecimiento emocional aprendi la diferencia entre el precio tazado por
lo bueno y la tentacin gratuita y perjudicial estimada en las arcas de lo
malocaminos que, bajo los sofisticados principios de la magia, suelen
entreverarse e incluso acabar donde menos se espera: En un inicio
injustificado, puesto en perspectiva o, en su caso, tras finales contiguos
a una carga emocional que, si bien al llevar a cuestas sobre la eterna
competencia librada contra s mismo, nunca merm su instinto ni opac
su sed de triunfo, proyectada su determinacin fuera de la mente, frente
a un mundo de ilusiones tanto menos condescendiente que la vida real.

Se despidi, subi las escaleras rumbo a su habitacin y permaneci ah.


Este, una cuarto amplio y ordenado, pero olvidado por las dadivas
luminosas, reemplazada por un giratorio candelero ornamentado por
lagrimeos de cristales multicolor que desde las alturas ahuyentaba la
parquedad de las paredes con una ronda constante y frecuentes matices
fluorescentes; ellas, que en el secreto de la penumbra agujerada por los
raudos espectros esplendentes revelaban la existencia de una marea
secreta, surcada por libros pesados alojados sobre repisas de vidrio
grueso, matizado en colores distintos; en su idioma cromtico,
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distensible solo para Ilridas, como referente temtico o clasificacin


categrica.

A la diestra de su amplia cama con marco roblizo, cautiva tras un toldo


de niln azul, penda un espejo oblongo y ovalado, puesto de pie, que,
en su vtrea concepcin, mora de pasin lacnica por el anchuroso tomo
de gruesa solapa instalado enfrente sobre un cimborrio de mimbre,
protegido por enchapes argentos; en conjunto, algo menoscabado por el
uso constante y los innumerables entuertos donde su sabidura
prevaleci para asistir a Ilridas en todo momento, sacrificando su
belleza y la mocedad ya expirada en sus cientos de pginas.

Agradecido, Ilridas honraba su apoyo abnegado, puesto a prueba en


todos los desafos conquistados otrora, cada noche con una lectura
instructiva a su buena labor, bajo la precaria y arriesgada lumbre
clamando al calor entre un pequeo grupo de velas, dedicado solo para
tal fin. Esta vez no fue la excepcin y como un fiel amante entregado, su
seguro de castidad se abri sin excusas ni reprimendas; seducido con los
clidos dedos inquietos que se deslizaban por su piel acartonada,
desnuda, despojada de aspavientos pudorosos o tapujos que revistieran
sus ms recnditos y exuberantes secretos.

La noche se crey joven y curiosa, espectadora atrevida del idilio de


lectura y conocimiento; hasta que el cansancio les atac por sorpresa,
arrastrndolos hacia un sueo repentino y pesado, inconsciente de la
efmera y falsa juventud que ostenta la luna a bruces de sus ltimas
horas.
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II
Riesgo necesario

La maana rompi en un clmax sonoro, tarareado en aguda sincrona


por las aves agrumadas en el balcn a visos del fresco da; un
conservatorio privado constituido a la salud del bello durmiente, liberado
poco a poco de su hechizo.

El dulce trinar, escurrido bajo el biombo corredizo que separaba los


linderos entre la realidad y su cuarto, se extendi, inmarcesible,
acompaado por una plida luz polvorosa; desterrando los vestigios de
la noche que aun se rehusaba a marcharse.

Ilridas se puso en pie, duchndose y acicalndose apropiadamente para


salir. Sus padres aun dorman, acostumbrados a un itinerario poco
apretado, cosa que omiti con antelacin la despedida. Asido del largo
manteo y el robusto libro de prcticas se hizo uno con las calles ptreas,
de corte colonial y antpodas manifestaciones contemporneas que bien
le conocan. Distinguido, adems, por un consorcio de ojos melindrosos
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que le seguan camino a la abada: Ojos de pueblo, de murmurio, gente


enterada de cuanto desconoca a priori, pero intua desde la noche
anterior. Algunos con respeto y estima, otros preocupacin y
resignacin; cuanto ms eran, ms ratificaba sus sospechas.

Aun a la distancia la abada no se haca de rogar: esperaba con sus


puertas abiertas, refulgentes, convenientemente decorada por antorchas
y alfarjes engravados. Lujos y detalles brindados solo a consecuencia de
fallos gremiales. A discrecin del aula acostumbrada se escuchaba la
desgastada voz de Lerinxi; asumindose iniciado el comit momentos
antes. Intuyndolo as, Ilridas estaba listo para mezclarse en la fronda
humana dentro del auditorio y as aprovechar el foco de atencin
irradiando hacia otros azares. Por desgracia, su llegada fue advertida de
inmediato, siendo la gota restante para una tensa calma a rebosar que
continu escurrindose hasta que el viejo lider, adepto del protocolo
grupal, diera vuelta a la pgina y finiquitara el asunto de turno.

Ya que el joven Larrarte nos complace con su participacinhablaba


Lerinxi, extrayendo racimos dulces entre su cosecha verbal plagada de
acritudquisiera pedirle, en nombre de la junta de sabios, que se
acerque.

Ilridas obedeci, sin mucha disposicin, impulsado por un suspiro fruto


de longanimidad. Cuatro hombres entrados en aos, menudos, de
cabello escaso y ojos hundidos; vestidos de tnicas blancas, penachos
moteados con runas onduladas, diademas incrustadas con gemas
iridiscentes, aguardaban junto a Lerinxi; absortos y porfiados, como
atrincherados en su propia autoridad; reconocimiento que inspiraba para
ellos un puado de dudas sobre el recin convocado.

El da de ayerLerinxi dio inicio a la explicacinfuiste orientado con


las ltimas noticias sobre la familia Baptista, igual que tus aliados
sinodales. Sin embargo, el peligro crece cada minuto y nuestra
comunidad mgica de Viejo arrabal necesita de tus habilidades para
sobrellevar las dificultades contradas en esta poca aciaga.

Ilridas frunci el seo. Retribuyendo a la peticin un enjambre de dudas


que revoloteaban hacia Lerinxi entre raudos parpadeos absortos y
miradas inexorables. Cautivando de lleno su atencin, el decano sigui
pronuncindose.
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La informacin recaudada por parte de parroquianos, pregoneros y


anuncios publicitarios sugieren que la familia Baptista ha invitado a
adolescentes de todo el mundo con habilidades especiales para la
ciencia, el arte y aptitudes fsicas a ser participes de su organizacin
Hizo una pausa para aclararse la garganta, azogada por el abuso
prosdico de la oratoria y continu en un instante.Se dice que buscan
a los chicos ms dotados para dicho fin; ms aun, ignoramos cuales
sean sus verdaderos objetivos.

Lerinxi y sus acompaantes se tomaron un minuto para analizar a


Ilridas, quien no comprenda su participacin en el incidente. Su rostro
inmutable y su postura estoica eran el mejor recurso para mantener las
bases de su mente aferradas a tierra firme en contra de los vendavales
enfrente, auspiciados por el deber adquirido y un orgullo temerario que
repudiaba toda manifestacin negativa. Tanto l como los congregados
estaban al tanto del riesgo que contraa salir y enfrentar las filosas
fauces enemigas; pero, en su mayora, estaban seguros que entre todos
los cartlagos ah presentes, Ilridas era por mucho uno de los huesos
ms duros de roer y no imaginaban otros asumiendo su posicin
incluso el mismo Ilridas, en un derroche de herosmo, inspirado por la
pausa meditativa, prefera ser quien tomara cartas en el asunto;
acostumbrado a su altruismo casi mecnico y la posicin de mrtir
honorario que no le eran desconocidas por amor a su familia.

Cul es mi misi?pregunt, para alarde y regocijo de Lerinxi.

Como sabes, en una confrontacin directa los Baptista nos destruiran


con su superioridad numrica y unciones especialesUn anciano relev
a Lerinxi, convencido de su carcterpor lo tanto, debemos averiguar
que traman y estar un paso adelante.

Asumimos queParticip otro de ellos en la encomienda, algo menos


renco y no del todo pintando canasSiendo t un ilusionista tan
consagrado, portador de los cinco anillos de aspersin astral, ya has
aprendido a modificar tu apariencia. Por ende, es menester para la
operacin que adjures sobre ti una identidad infantil, de modo que pases
desapercibido entre los aspirantes y la seguridad Baptista.

El encargo blandi su confianza y expuso una sarta de adoquines flojos,


sueltos bajo la sombra hecha su fortificada reputacin. El talante cambio
de inmediato, amenazado por un grupo insurgente de malos recuerdos
que con inclemencia revelaba viejas heridas, dadas por perdidas;
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olvidadas en los poros de la piel y refundidas junto a infecundas


experiencias, puestas tras las rejas debido a innumerables crmenes
contra sus aos rapaces ahora dados en libertad condicional a causa de
un tecnicismo reprimido una sed histrica por catarsis.

Su reciente enfermedad contagi a los asistentes de la junta en calidad


de observadores, con claros sntomas contrados por la exposicin a
susurros insalubres e intolerantes. A proximidad de la debacle viral, un
cierzo acogedor resopl al rescate. Emergiendo desde el almizcle
caliente desperdigado a mar abierto en palabras inocuas como un
refrescante apoyo moral.

Si cabe aqu un puado de este servidor y los maeses crean prudente


mi humilde hablarSe escuch al buen Nolmen decir, altsono, cortando
de un tajo la frondosa incertidumbre pululante con su recio carcter, la
personalidad adaptada a la vida en la vorgine parlamentariaEs bien
sabido que tales hechizos metamrficos pueden generar influencias
irreversibles. Siendo Ilridas, a la larga, el mejor entre los reducidos
ilusionistas, leyenda en los anales donde no se ha escrito ninguna ms,
carezco de mitridatismo a la moral y aspiro no se arriesgue integridad
fsica, pues que envenenado con este corazn colectivo, tambin a mi
me desfigure.

Maravillado por su tenacidad y diligencia argumental, gladiadora


ideolgica en plena batalla por la supremaca verbal, Ilridas ofrend a
Nolmen un sutil gesto agradecido. Era consciente que la buena obra no
evitara su inmolacin pblica a cual no estaba reusndose por
completo; no obstante, infunda para s una bocanada de aliento, aun
cuando el su criterio no daba visos de importar demasiado.

Asimismose mantuvo Nolmen en la defensa tutelar, sabemos lo


desesperados que a la locura servimos siempre que pidamos militar a un
solo hombre en territorio hostil

Es un riesgo necesario que estamos dispuestos a correrintervino


Lerinxi; anmicamente afectado por las posibles consecuencias, pero ya
encaminado y sin mirar atrs Lo ests t, Ilridas?aadi,
tornndose hacia l.

Cree que lo est?se refugi en la retorica, como ltimo recurso.

Lerinxi sonri. Su influencia haba postrado al mozo de ojos verdes a


admitir las condiciones que le impusieran; sin embargo, Lerinxi, como
18

erudito renombrado y lder del consenso local, saba que, en aras de


prospectar el mximo potencial de cada sinodal, deba infundir sobre s
un acervo de valor e iniciativa; para Ilridas, tocar frente a l una
concertina armoniosa, acariciando las fibras ms sensibles encajadas en
su corazn.

Tu padre tambin se lo pregunt alguna vezsu voz se hizo familiar y


accesible. Pero las dudas nunca le impidieron bregar por lo que era
correcto. S lo mucho que te esfuerzas por mantener vigente la
memoria humana de Sebastin por medio de tu progresoy cremese
extendi, posando sus manos en los hombros de Ilridas l estara
orgulloso de verte triunfar a favor de nuestra comunidad, igual que
nosotros! Es tu oportunidad para probar quien eres, jovencito: ms all
de los conocimientos y los galardones adquiridosesto es una muestro
favor, todos nosotros aqu reunidos, es la manifestacin de tu vala
como miembro honorario para Viejo arrabal!

El auditorio enmudeci, exhortado por razones prolferas no del todo


escrupulosas. No era el mtodo favorito del aoso legatario, pero en
momentos difciles la persuasin es un trago salado con sabor a gloria,
preferiblemente acompaado a un banquete de esperanza que, a la
hora, se esmeraba por preparar a los invitados de culto, as debiera
ensuciarse las manos. La mesa estaba servida, y los parroquianos
aguardaban en sus puestos, preparados para dar larga a la verbena una
vez el invitado especial se uniera al evento, cosa que, luego de tanta
insistencia y sugestin, ocurri.

Muy bien, lo hareconsinti, heptico, tras una prolongada meditacin


sin salida.

A su valor, Nolmen ofreci un fuerte aplauso en solitario. Y lo que


comenz como una llovizna conmemorativa se convirti en un diluvio de
adulaciones y manos batidas. Ilridas, un poco abochornado, se pregunt
si su perfeccionismo no haba llegado demasiado lejos; llevndolo de la
abundancia a la condena un da para otro, cuando y si no que lo dijera el
grueso libro sujetado en los sudorosos dedos que, dotado de tantos
trucos y sortilegios envidiables, nada poda hacer para rescatarlo.

No tan rpido!Se Hizo notar un hombre de cabello largo, grisceo, y


cejas pobladas. Revestido con un leotardo carmn enterizo ceido de
cintos y pencas de pieles lobeznas ajustadas en el antebrazo y las
pantorrillas. En sus manos desnudas, solo el dedo ndice y el cordial
19

carecan de anillos; por lo dems, el orden se haca similar al de Ilridas,


a quien miraba con grandes ojos claros, llenos de ansiedad y furia
Como miembro del Snodo mgico soy consciente, tanto como deberan
serlo ustedes, de los incalculables tormentos que le esperan. Por lo
tanto, pido a la magna cpula de sabios me concedan retarlo a un
desafo y as aclaremos si es apto o no para dicha tarea.

A dnde fue a parar tu seso, Marnoz?!Le reprendi Nolmen


Ilridas no necesita verificacin, es la diferencia numrica aquello que
contrapesa la balanza.

Yo no estara tan seguro!Marnoz desmenta la consideracin del


vulgo Y apuesto que muchos de los presentes tampoco! tal como el
gran Lerinxi acaba de decir: no es cosa de ttulos ni fastuosidades, se
trata del futuro de Viejo Arrabal y sus habitantesuna encomienda que
no podemos dejar en manos cualquieras.

Ilridas qued perplejo. Estaba al tanto que Marnoz parafraseaba a


Lerinxi a fe de conseguir una pelea innecesaria; este desafo que le
enseaba cuan largo fue su camino y en cuyo andar vertiginoso haba
arrollado el orgullo de personas perfiladas hacia el mismo fin; ahora
vencidas, arrastrndose sobre la calzada por un bocado de venganza.
Preso en el ojo del huracn, solo esperaba que los viejos y sabios
titiriteros le concediesen una pausa a merced de sus hilos protocolarios,
y no emprendieran un ridculo espectculo donde alguien pudiera salir
gravemente lastimado por complacencias ampulosas que subestimaran
el valor de la vida misma.

La revolucin y el cuchicheo se apoderaron del recinto. Si bien no era


propio de la comunidad mgica levantar combates en plena junta
parlamentaria, Lerinxi y los veteranos regentes analizaron la propuesta
con cierto inters, concibiendo la responsabilidad que recaa sobre ellos
y su credibilidad sopesada bajo la figura de Ilridas, en quien, era
evidente, la muchedumbre deseaba invertir su confianza para recaudar
luego dividendos positivos, acordes a lo esperado. La premisa tambin
acoga la valoracin del selecto grupo de sabios que inmersos en sus
afanes respectivos fueron testigos fehacientes frente a las proezas
acometidas por el joven Larrarte un par de ocasiones.

La cpula deliber y lleg a una conclusin.


20

Sinodal MarnozComent uno de ellos, al cabo que el bisbiseo se


dilua tras el peor de los escenarios posibles. Autorizamos el combate
a funcin de este auditorio. Tengan, pues, la bondad de prepararse hasta
que Lerinxi de la seal.

Entregadas las instrucciones, el ms cercano a Lerinxi dio una fuerte


palmada al atril, orden que precedi un espontaneo alargamiento del
auditorio, como tratndose de un espacio hecho de hule. La gente
admiraba el fenmeno, partcipes en el ensanchamiento desde la
plataforma principaldonde los sabios e Ilridas debatanhasta las
gradas que daba a luz un apndice de treinta metros cuadrados.

Ms que hecho maravilloso, lo ocurrido significaba para Ilridas poco


menos que un sinapismo exagerado: No bastaba con las penurias en
que, a las malas, permita el reavivamiento fantasmal de su niez.
Adems, era preciso medirse en batalla a suerte de emprender dicha
gesta. Por un segundo, justo antes de comenzar, consider perder a
propsito y as forzar la bsqueda de segundas opciones; pero ese era
un lujo que su avaro orgullo no poda regalarse, incluso con sus bolsillos
a rebozar.

Los contendores se acercaron al rea descubierta; uno claramente ms


motivado que el otro, y asumieron sus posiciones de batalla: por un lado,
Marnoz frotaba sus manos con tal rapidez que la friccin les cubri en
llamas dciles y afables ante su creador, listas para acatar sus
mandamientos; mientras que Ilridas sostena el libro en la mano
izquierda, abierto a la mitad, tendido el dedo cordial derecho a medio
levantar, encorvado, a corto alcance del compendio mgico del cual
emanaban imgenes y figuras alfabticas proyectadas por encima del
papel: Vocales y consonantes que emergan y desvanecan en un siclo
astral ascendente, amparadas en su efmera aparicin con gemidos de
ultratumba.

Lerinxi extendi el puo cerrado en direccin al lugar de la disputa,


abrindolo lentamente, hasta que un inmenso bombo de cristal recubri
hermticamente a los magos a bruces de luchar, como una medida
preventiva hacia las butacas llenas y segura seal de inicio.

Sin el dedo ndice?Advirti Marnoz, examinando la posicin de


Ilridas; ser mejor que no me subestimes.
21

No lo hagoreplic sin msser como lltima vez que lidiamos La


recuerdas?

Fuego!Evadi el tema, profiriendo una exclamacin que enardeci


la densidad fogosa manifestada en sus manos.

Con los dedos prestos al calor, Marnoz moldeo masivas bolas de fuego y
las arroj hacia Ilridas con tal potencia que su proyeccin se
borroneaban ante el rango visual comn.

Itzal erantsitadeletre maquinalmente, justo antes de ser


embestido por los meteoros abrasadores que, para sorpresa de Marnoz,
apenas atinaron al lmite de contencin, donde reventaron con mpetu.

Marnoz repeta el proceso, cada vez ms rpido e impaciente al no poder


impactar la envergadura del oponente, evadiendo ste su asecho con
inalcanzables desplazamientos evanescentes.

Desesperado, el conjurador incandescente cruz los brazos sobre el


pecho, con las palmas descotadas al contacto de los hombros encogidos
a la altura del rostro, flexionadas las piernas con las rodillas separadas
en lo posible.

no Importa que tan gil seas, no escaparas de esto!grit,


enceguecido por la ira Eruzin Ruzien!

Al tiempo que vociferaba su siguiente movimiento, afloj los brazos;


liberando una rfaga explosiva a lo largo del permetro autorizado por la
barrera vtrea, azas irrompible. La magnitud fue tal que el efecto del
choque removi de sus lugares los auditores sentados en las tres
primeras filas, generando gran expectativa por la ria.

Una costra de humo empa el vitral protector, esparcida sobre el suelo


quemado. A razn de breves segundos, la fosca caliente desapareci
junto a todo rastro de Ilridas. Entonces Marnoz, feliz y extenuado, se
dejo caer con la espalda arrimada en el muro cristalino, percatndose
pronto de un cosquilleo ardoroso dilatndose en el borde de sus
muecas.

No es realno es realse deca a s mismo, esforzndose por


tranquilizar la nacin de su humanidad, presa de un holocausto
incinerador, cuanto ms se propagaban las brazases solo una ilusin
es solo una ilusin es una!
22

Su conviccin mntrica se redujo a un estridente quejido de dolor,


irresistible, lacerado por las llamas que deforestaban las extremidades
superiores cual anatmico efecto invernadero. Se propuso rodar en
crculos, buscando aplacar la vulcanizacin marchante que de momento
fustigaba las llanuras claviculares, cercanas al golfo del cuello, sin xito,
pues en el delirum mortis solo atinaba a lastimar las ampollas
purulentas que las tropas gneas dejaban a su paso, en un terreno ya
conquistado, sometido bajo un rgimen incendiario y palabra de ley
acogida con puo abrasador.

Suficiente!Lerinxi puso fin a la agona, retirando la barrera


transparente con un rictus particular. El desafi ha terminado.

La brisa ligera reuni en un revoloteo pululante aquellas cenizas


desperdigadas en la zona a disputarse que se aglomeraron hasta formar
un vrtice con letras deformes, recuerdo de las prendas quemadas y las
capas cutneas tostadas, regadas como reprimenda al retador cado y
galardn del vencedor que surgi en medio del tenue torbellino
alfabtico, ileso, inexplicablemente intacto.

Estupefactos ante semejante proeza, la embarcacin cesionaria se parti


en dos, rasgada por un contraste de ovaciones y condescendencias a
nombre del contrito evocadoro lo que quedaba de lsumergiendo a
la numerosa tripulacin en el fro y nefasto suspenso que la mente diera
por profundidad.

Lerinxi acudi al saneamiento, imponiendo las manos sobre Marnoz,


brillantes cual sol desrtico, Tacto meticuloso que aplacaba la hoguera
infernal y desvaneca sus mltiples heridas.

Gracias por sanarmeGran Lerinxivocaliz el mendrugo que le


permiti el cansancio, elevndose con rumbo a un merecido descanso.

No ests herido le hiso saber el buen ochentn. Despierto tus


sentidos del trance al que Ilridas te someti, a ti y a la mayor parte del
grupo.

La congregacin se uni a una interjeccin aterrada, remecida con


estupor; todos excepto los ms sabios, Nolmen y un par de hombres a
su ladoen producto, no ms de ocho personasque aplaudieron
agasajados por el impecable resultado. Asimismo, los eruditos regentes,
usualmente ecunimes e impasibles, retiraron de su tez la dura mscara
aptica, liberando un semblante cariacontecido auspiciado no solo por la
23

calidad del espectculo, sino tambin la satisfaccin que apremia


cuando se elige bien y se hace lo correcto.

Entonces era una ilusin despus de todo?Marnoz no se enteraba.

S. Debes saber que existe una lnea que separa la realidad de la


fantasa y, a merced de un estado irracional, ese lmite suele encogerse
o esfumarse. Ilridas jug con tu percepcin enmaraada por la rabia, sin
mucho esfuerzo en realidad; hacindote creer que eluda tus ataques,
cuando estuvo detrs de ti desde el principio. El resto de la gente
aadi una risilla placentera, un tanto inapropiada para el estado
anmico del convaleciente, bien merecida, desde luego, por su
impertinenciaobserv la reaccin espasmdica sufrida por tu cerebro,
potenciada gracias al campo neurokinetico desplazado por Ilridas
hacia el contorno entero del aula que transform t tormento en un
hecho verdico.

Lerinxi se detuvo a analizar el cotilln exacerbado, atrayendo a Ilridas


en su cercana con una sea afable.

Mis queridos Sinodales!Continu diciendo, en recio tenor. Vivimos


a despensas de malas horas, y por eso la inteligencia y la astucia son
recursos indispensables para seguir adelante. Como magos tenemos la
capacidad de doblegar a nuestros enemigos haciendo uso del poder
elemental; sin embargo, de nada sirve el dominio de las artes Arcanas si
nuestra mente es incapaz de mantener la calma frente a las dificultades.

Apenado por el sermn que tanteaba sin piedad las llagas frescas e
indelebles en la carbonizada autoestima de Marnoz, Ilridas se arrim a
l, esperando se hiciera la luz en las penumbras de su conciencia
desolada por la derrota.

Diste buena pelea, Marnozle consolaba, tendindole la mano


amistosamente.

Me humillaste nuevamente! alej su buena intencin, con


desprecio. Cuida bien esos anillos que tienes, sern mos la prxima.

Sentando las supuestas bases del futuro, Marnoz se retir del lugar a
grandes zancadas para olvidar las ruinas del pasado. Sin mirar atrs,
sabiendo que no encontrara nada ms que la vergenza aferrada a sus
tobillos con un grillete emocional del cual no podra liberarse en mucho
tiempo.
24

En nombre de la cpula de sabiosRetom Lerinxi la palabra. Doy


por terminada esta reunin. Estn listos a escuchar noticias el da de
maana.

Guiado por su pastor, el rebao camin rumbo a la salida. Ilridas estaba


por marcharse cuando, de sbito, la voz de Lerinxi refren sus pasos.

Ilridasllam el aejado seminarista. He de pedirte que vengas


conmigo.

El menor de los Larrarte intuy que la cesin segua en pleno apogeo


para l; apenas por deshacerse de la curiosidad, se animo a preguntar:

No hemos concluido ya?

Tranquilopropuso un trato ms cordial.me gustara invitarte a


almorzar. Pronto ser medio da e imagino que preferiras reposar y
alimentarte bien. Qu dices?

De haber sido otro el panorama, la negativa sera inmediata;


lastimosamente estaba atorado en el truculento tmulo del deber,
constreido por arenas movedizas que le abducan sin tregua por ms
que intentara zafarse.

Qu hay dlos sabios? les mir de reojo.

Ellos se quedaran aqu estudiando algunos tratados. La visita del


ayuntamiento ser en una semana y tienen que renovar sus votos como
instructores de catecismo gui el ojo, enseando la trampaNo te
preocupes, estarn bien. Vamos, el carruaje espera.

La soledad tomo prestada el saln de conferencias, aguardando la


llegada de la tarde. Tras la vacuidad en derredor se compartan sordos
relatos y prosas quedas a virtud del triunfador en la reyerta ms que
un practicante de las artes mgicas, la ofrenda viviente para los
herederos de una civilizacin ponderada en secreto.El futuro es incierto,
pero el destino le conoce mejor de que nadie.

III
25

Recuerdos de una poca

Tal como prometi Lerinxi, un hermoso carruaje, majestuoso, de capota


y toldos blanquecinos, ruedas con ejes soldados en aluminio y leos
delgados, castaos, que adornaban al chasis y el fuelle con un toque
Silvano, roblizo, salido de alguna copla maravillosa, aparc ante ellos. El
asiento del cochero servase con marcos revestidos en cuerina y telas
bordadas con semilluelas azules, en juego con el uniforme aguamarina
que el conductor llevaba consigo; a todas estas, un hombre fornido, de
copioso vello facial y ojos extraviados, escondidos en la lejana reserva
de una boina verdosa.

Subieron uno tras otro, y el corcel robusto de negro pelaje ech a andar
la exuberancia rodante a paso elegante y majestuoso; ambientando el
recorrido con un zapate glamoroso, clidas percusiones que evocaban
los hermosos aos del pavimento clasicista, cuando en su piel,
admirable y ntida, geminaba la flor de la juventud; preciosa dadiva
desfigurada tras el maltrato desconsiderado en que la poblacin vida
de cuidado marchit sus sueos inexpresivos por una urbe mejor.

En las entraas del coche, los pasajeros se bamboleaban por el trayecto


empedrado; callados, exhortados por la tensin que implicaba la
cercana, la novedad sin convenciones naturales, ni esa espontaneidad
requerida de un encuentro social. En su calidad de anfitrin, Lerinxi se
vio incitado a derretir el reconcomio con el calor gesticular que sus
ilustradas palabras acostumbraban brindar.

Esa zona Neurokinetica que ejecutas es algo muy especialopin,


como eligiendo un tema al azar. Haca mucho no vea un movimiento
tan poderoso.

Graciasexpreso, con la mirada perdida a travs de la ventana.

Lo cierto es quedesde la era del claustro ya no tenemos grandes


ilusionistas. Prueba de ello es que no naciste en Viejo Arrabal y tu estilo
difiere con singularidad y gracia de la estancia local.

Ilridas escuchaba, fingiendo inters. Pretendiendo no lesionar la buena


actitud del charlista con los filosos y desdeosos aspavientos pesados
26

que por breves segundos se desprendan sin control, rodando cuesta


abajo desde la cima del rostro apartado en un lacnico mutis.

No madule tanto, Gran Lerinxiobjet, dndole cuerda a la charla


.Una leyenda como usted no ha dagasajarse con mis mendrugos
desabridos.

El viejo compaero de viajes le miro, tratando de descifrar el cdigo de


seguridad que denegaba el acceso a un dialogo ms fluido. Iniciada la
marcha previamente, entendi que con paciencia poda recaudar cada
gota y conformar una rivera privada, selecta, donde los formalismos se
refregaran al sol, despercudiendo las reservas suspicaces prendidas de
la solapa.

Solo soy el ocaso de la historia, muchachodijo con nostalgia. Un


guijarro del tiempo en que las cosas eran ms difciles. Por eso, me place
que grandes magos como t tengan la posibilidad para alcanzar su
mximo potencial y mantengan el curso de la actualidad.

Ilridas call, desplazando su mirada hacia el celoso horizonte, encendido


en un follaje colrico que, descarado e insoluble, le amonestaba a boga
de un candil enceguecedor por ser permisivo con el pasajero contiguo,
propio de su mal carcter. Con todo, lejos de su hogar, era necesario
brindar un ejemplo de pleitesa, como representante de los all situados.

y Cmo han logrado mantener el snodo nsecreto por tantos aos?


desenvain una excusa para proteger la conversacin.

Bueno, es cuestin de cuidado. Aunque tambin un conjunto de varias


actividades. Los miembros del ayuntamiento llegan cierto da al mes
para verificar el estado cvico de Viejo Arrabal: infraestructura,
educacin, sistema econmico, etctera. Los sabios en general adoptan
la identidad de funcionarios pblicos y, mediante un viga refugiado a las
afueras del pueblo, sumado a cierto conjuro de transmigracin bastante
interesante, les percibimos extrasensorialmente para efectos de una
visita sorpresa.

Ilridas se torno hacia l. Sin darse cuenta, su felina curiosidad lo arrastr


lentamente hacia aguas ms rpidas, empapndolo del tema.

Y qu hay dlos particulares? No todos en Viejo Arrabal son magos.


27

La clave es un poco de ingeniose tanteo la sien con el dedo ndice


Los habitantes de la comarca quizs son anticuados, pero no son tontos.
El snodo es una especie de campaa poltica que ha mantenido al
pueblo a salvo de litigios innecesarios y con nuestra influencia
econmica dotamos a los necesitados con bienes bsicos o bienes
races. Las personas son agradecidas y por lo general ignoran lo que
hagamos mientras puedan vivir en paz.

El corcel se desvi por un terreno con pavimento de nogal,


desembocando en una hermosa y ampulosa vivienda abacial y, a su
diestra, una ranchera con establos extensos, colmados de vigorosos
semovientes puestos al cuidado de hombres y mujeres aliados con
prendas similares al cochero, teidas de heno y ocre, emblema que la
tierra asigna a sus arduos trabajadores y curadores de la bella honra
campirana.

En cuanto a miagregsoy un hombre de feudo que se beneficia


con la ganadera. Nada ms sencillo que eso No crees?

El carruaje se detuvo en el seno de un cobertizo con azulejos labrados


en mrmol, al cabo que un sujeto musculoso, de tez morena, tostada por
el constante abraso del sol y las jornadas extenuantes, acudi a
recibirles.

Seor Clemente, estimado doncel, gusto en tenerlos aqules


saludaba, agitado. La seorita Nancy espera por ustedes.

Muchas gracias, Mauricio. Puedes retirarte.

Dedicando una venia respetuosa para ambos, Mauricio se fue a atender


sus quehaceres. Ilridas le observ, intrigado. Preguntndose si el mago
maestro haba predispuesto su advenimiento con antelacin; en el
fondo, tal escenario le haca sentir usado, movido en un tablero de fichas
que la impertrrita seguridad del viejo usaba para ganar sus batallas o
evidenciar simpata al delegar. Lerinxi, un polglota emocional, interpret
el jeroglfico tallado en su semblante, rescatando en el contenido una
pcara sonrisa, cuan guio apenado de flagrancia.

No lo tomes a mal, muchachose excusaba, dando merito a sus


sospechas. Aqu soy Rodrigo Clemente, un hombre sin muchas
pretensiones. Vamos, el almuerzo se enfra.
28

Por obvias razones, Ilridas dejo pasar el incidente. Le era ms fcil


dejarse llevar por la corriente que nadar a casa; y condicionado por tal
inferencia, haca lo que era menester: figurar que la amabilidad de
Lerinxi careca de intenciones subrepticias, hecho bastante incierto.

A par palmos del dintel el camino luca pomposo, con largos arcos de
caas y enredaderas, subidos al tope de mamparos sucesivos,
transgredidos criminalmente por gruesas sogas que iban y volvan sobre
el eje ornamental en pos de bienvenida, a disposicin de un
rompevientos replegable; de momento, agazapado en la seccin ms
tangible a la puerta de una sola pieza, rubricada con cristal cortado,
denso, de relieves moldeados como tpicos de cascadas descendentes.

Lerinxi gir el fino picaporte romboide y continuaron al espacioso


zagun, recorrido por un mosaico de baldosas blanquinegras sin fin,
sirvindose al estrado de anaqueles envejecidos; renacentistas;
colmados por trofeos de ganadera y vinos en su punto. Posterior a ello
aguardaba el comedor, venerado por un squito de sillas rojizas, con
espaldar de algodn, rendido en pleitesa de una lmpara en espirales
cnicas, triunfo de la orfebrera refinada, con surcos ovalados de
esmeralda y remaches plsticos, imbuidos slidamente en la base
perpendicular prendida de un mordisco al techo entablado y dividido
entre canalillos intercalados como una sonrisa desdentada. En las
paredes barnizadas una sucesin de cuadros saludaban a la lejana:
lienzos acariciados por un ducho pincel, poderoso, como un aliento de
vida vertido en grandes vendimias al oleo y miradas oblicuas, posedas
por una manifestacin artstica superior.

Su recorrido fue advertido por una muchacha atractiva, de dieciocho


aos, cubierta con zarapes delgados alrededor de una rosada abaya
transparente, que haca ostensible la impecable zona abdominal y las
torneadas piernas cual muestra gratis de las muchas bondades prestas a
la fuga imaginativa, vadeada con cuidado en las curvas truculentas del
carril corporal, agraciado y simtrico. Los ojos negros, a la par del
cabello trenzado en tersos eslabones azabaches, convenan como toque
de misticismo refutado por la sensibilidad exaltada en la piel rosada y los
labios carnosos, pasionales; propensos a la ardiente inocencia de un
beso.

Al fin llegan!deca ellaempezaba a impacientarme.


29

Hola Nancy, abriles van tantos los que no te ven. Le salud, con la
tranquilidad del caso.

Ily, querido, aqu puedes llamarme por mi verdadero nombre, o no


abuelo?

Lerinxi asinti, pacienzudo, Reclinado en uno de los asientos, seguido


por ilridas, al instante que Nancy se retirara hacia la cocina. El invitado
tante su entorno, reputndose a s mismo por exgeno, inmerso en un
ecosistema alevoso, ilusorio como su propio arte de lucha. No le fue
difcil entender que, siendo Lerinxi icono meditico del pueblo, le era
menester bordar para s todas las excusas disuasivas que tuviera a la
mano, mas no entenda la necesidad del perfil tan obscenamente alto
con que disimulaba su cargo real.

Rodrigo Clemente ha de ser muy famosoConsider Ilridas, paseando


la mirada por el boulevard de preseas y galardones.

Lo estrictamente necesario, es verdadse justific. Es algo similar al


Viedo de tus padres, pero ms llamativo a las masas. Prefiero que la
atencin se concentre en esta propiedad y no en otras zonas del pueblo
cuya actividad no pueda explicarse. Adems, Aleka merece todos los
gustos que su abuelo pueda brindarle.

Ha crecido muchoentendi la sustentacin a sugerir un cambio de


tema. Recuerdo cuando asista a la academia antes que las
instrucciones de ilusionismo fueran clausuradas.

Tena un gran potencialcoincidi y los dedos entre la larga barba


serpenteada se deslizaban escudriando en ella vestigios del pasado.
Desafortunadamente, se suele perder los estribos cuando la sensacin
de morir se hace inminente; y la verdad, prefiero que Aleka tenga una
vida feliz, sin contratiempos. De haber sido otro el resultado nunca me lo
hubiera perdonado

Culpa que a usted no pida cuentas, Gran Lerinxi. Nadie esperaba a un


brujo infiltrado en las clases de canalizacin etrea mientras a millas
distase el corazn dej prestado a la comarca.

Fue una suerte que Nolmen y t estuvieran ahel alivio regocij su


holgado rostro, almidonando las rebeldes arrugas de su frente. S que
no acostumbramos hablar al respecto, pero con ambos estoy muy
30

agradecido y es por eso que he esperado para recompensarlos, en tu


caso, ahora que ms lo necesitas.

Lerinxi junt las manos en una seca palmada, revelando un estuche


rectangular forrado en terciopelo negro y descubierto a medida que
separaba los dedos rugosos como un capullo entreabierto, dejndolo en
manos de Ilridas, cuya impresin refren su curiosidad.

Anda, brelole alent Lerinxi.

Ilridas levant la tapa con sumo cuidado, encontrando en el interior un


precioso monculo de bordes dorados, rodeado por pequeas aristas
onduladas, que emulaba la intensidad radiante de un diminuto sol hecho
de vidrio cromtico, de tonalidad divergente segn fuese el contacto con
la luz o la falta de ella. Al reverso descansaba la primorosa leontina
acerina, baada en relucientes capas rubiceas, reticulada de forma a
una cola escarlata.

Ese accesorio perteneci a Mrivan De la TundraLerinxi intercedi


sobre la ida por las lneas que concernan a Ilridas, pasmado, con los
ojos voraginosos rendidos en el artilugio. Era su favorito y siempre lo
llevaba consigoal menos, mientras pudo hacerloconcluy a modo de
duelo.

Resistiendo la tentacin, Ilridas cerr la caja, dejndola encima de la


mesa. Si era cierto que se lo entreg a ttulo de propiedad, no pretenda
tocarlo a menos que aadiera su sello de garanta o una constancia que
borrara las lneas pequeas tan acostumbradas a la celebracin de sus
buenos propsitos.

De alguna forma Lerinxi se haba adaptado a su juego defensivo,


entendiendo que una correcta y elaborada estrategia dialctica arrojara
los resultados que la mera sugestin solcita no consegua y, en dichos
casos, mil palabras pueden valer ms que cualquier imagen.

A su conveniencia, Aleka regresaba de sus oficios, con una bandeja


redonda, ocupada por faisanes cocidos, consoms de hierbas y tapiocas,
de lado a una charola con albndigas en salsa de arndano y dos jarras
de limonada. Ms all de su compaa, el ruco maestro de la propiedad
rescataba en ella la fuerza de atraccin coercitiva que guiara a Ilridas a
un contexto reflexivo, fcil de convencer.
31

Aqu tienen queridos moscanturreaba Aleka en derroches de cario


. A comer!

Aguarda, tesoro Por qu no te quedas con nosotros? Justamente


estaba por contarle a Ilridas la historia de mi buen amigo Mrivan.

Oh, sse sent en el acto, con la emocin a flor de piel Es


importante que la escuches, Ily!

Ilridas se dej llevar por su buena fe y disposicin. Cualidades


catalizadoras que a las trgicas historias transformaba en manjares
auditivos. No esperaba menos por la artfice de tal verbena con sabor a
cario y olor a hogar, provechosa a la digestin del cuerpo y el alma.
Inquira en su rostro, animado por recovecos de dicha y membretes
ajustados a su mocedad eterna, reconociendo la forma en que todas las
mentiras y fachadas, bloques y soportes armados en el slido castillo de
naipes, probaban vala al resguardar su felicidad intacta; fresca; vitalicia,
en su mximo esplendor, a calidad de verdad absoluta.

Hace muchos aosel terrateniente echaba a andar la memoria


vivimos en pleno apogeo de revueltas sociales; una inmensa guerra
ideolgica dada a luz entre brechas que separaban nuestra nacin.
Mrivan y yo sufrimos las consecuencias de una rivalidad que nuestro
gremio, en ese entonces con ms integrantes, sostena con los brujos
del norte.

Recostado en el asiento, apenas sostenido sobre las dos patas traseras,


el senil narrador dejo caer su cabeza en el tope acolchado de la silla, con
los ojos cerrados, fundido en la remembranza extendida con su viva
imagen.

Al buen Mrivan la revolucin le arrebat su familiaRetom la


palabrasu esposa y sus dos hijos; motivos por los cuales, en su
depresin, se entreg a las apuestas y el alcohol. Era un mago brillante,
a pesar de todo, que a cada cosa encontraba su utilidad. Y en medio de
sus vicios y virtudes se hizo un gran experto en la Cartomancia,
convirtindose en nuestro mayor consejero y la pesadilla de muchsimos
jugadoresentre ellos, el verdadero propietario del monculo, a quien se
lo extrajo una noche de juerga.

El charlista estir las manos y tom la funda de pelaje oscuro, rotndola


sobre el eje armilar de los dedos y en rbita a la expectativa de sus
32

muchachos, escogiendo en la meditabunda pausa el orden de las


prximas palabras.

Desde lueg nadie, salvo nosotros, sospechaba de sus habilidades para


predecir el futuro cercano mediante los naipes, sin importar su estilo o
diseo. Y valindose de ello, absorbi al sujeto a una ronda extenuante
donde finga perder algunas partidas para infundir deseos de seguir la
sesinal punto que lo arruino por completo.

Cmo pudo acabar un tesoro sin igual junto al tahr ms comn?


Ilridas quiso saber.

El hombre era un poltico algo cuestionado por sus tendencias


separatistasdijo, despus de un prolongado sorbo de limonada. A
veces se esconda en el pueblo para pasar de incognito frente a sus
perseguidores. No creas que es un trozo de vidrio ordinario: Mrivan
encant y personaliz su apariencia durante das, aprovechando la
resistencia con que el durable cristal soportaba la radiacin mgica;
usndolo luego como potenciador de percepcin futura y dotes de
adivinacin. Le tomo arduo trabajo encontrar las piezas del marco para
dar el contorno solar. Pero esa era su aficinantes que aquella
tormentosa guerra devorara nuestra agrupacin con los sucesos de un
amanecer truculento.
33

IV
Alborada Sangrienta

Aleka e Ilridas perdieron la nocin del tiempo, recortados del plano


material, con los pensamientos adjuntos en la crnica que Lerinxi
transmita de forma tan palpable que podan disolverse en ella. La loza,
cumpliendo con su deber, se haca parte desapercibida de tal atmosfera
tecnicolor, sirvindose de mementos y aperitivos memoriales.

Aconteci que, una madrugadala corriente dialctica segua su curso


a vsperas de las fiestas locales, algo contritas por la crisis que
soliviantaba a la multitud, un gran censo de brujos adelantaba sus filas
desde las costas por el viejo y abandonado puerto de pescadores;
aprovechando la soledad de los muelles y el descuido de la guardia que
se encargaba de sus propios asuntos. Mrivan, ya lo haba advertido,
echando suerte con la baraja, y eso nos permiti ir un paso al frente,
asegurando la zona por medio de conjuros defensivos. Por desgracia, era
una vasta y portentosa cuadrillaalgunos, grandes ilusionistas como t,
Ilridas.

Aleka le mir, emocionada, regalndole un pcaro guio. l lo recibi con


prudencia, intercambindolo por una sonrisa simptica, iniciando as una
34

retroalimentacin afectiva que iluminaba el circuito labial en torno a la


dulce nieta de Lerinxi; ella, que desde siempre asumi una polaridad
positiva, con deseos de evocar un potente magnetismo que les uniera
por siempre.

Lerinxi roci en precaucin su ajada risilla, fertilizada por un carcter


homogneo al de Aleka, con quien se conectaba anmicamente. Esa
chica, su posesin ms valiosa, la reencarnacin sobresaliente de abriles
al viento, viva sembrada en su corazn, cuan bello girasol erguido hacia
un soleado amor platnico que a pesar de su lejana conceda esa
esperanza trrida nutriendo sus pistilos, en secreto, aun cuando el clima
sofocaba sus emociones tal cual vez; abandonndole mediante un
bochorno sencillamente notorio, mucho ms delante de su abuelo que,
en aparente lasitud, le observaba evaporarse y subir al cielo a seas de
tempestades pasionales, derramada alrededor de Ilridas.

El, por su parte, no era de lleno ajeno a esos encantos madurados por
los aos y el cuidado casero, mas estaba entendido de la peligrosa
altura a la que pendan las ramas portadoras de tal belleza, a menudo
prohibidas. No pretendiendo acercarse demasiado, tema verse
incriminado por los hechos circunstanciales y la celosa vigilancia de
Lerinxi, a su juicio, atento al menor movimiento para castigarle tras
algn arranque paternal. Injustificado, pero comprensible a cierto punto.

Y claro, el ducho director mgico se regodeaba tras su posicin habitual,


donde reconoca al actor protagnico de la improvisada novela
dramatizada ridculamente en funcin a un almuerzo cualquiera,
acompaado por personajes que apreciarle ms no podan.
Irnicamente, le gustaba su sobredosis de respeto y beneficio de la duda
siempre apartndole de atribuciones que todava no le correspondan
igual si poco o nada faltase para ello.

Y ah estbamosarranc a las carreras, despabilndoles a su


llamado.Los hechizos volaban por doquier, esparciendo remedos de
cuerpos mutilados y gritos adoloridos; algunos sonidos y estertores, en
efecto, brillaban por su ausencia, confiscados a causa de muertes
sbitas e intempestivas. Mis conjuros centellantes se incrustaban en el
pecho de los enemigos, hirvindoles a un altsimo grado visceral, hechos
pedazos unos tras otros, victimas del fuego cruzado y los mortferos
fogonazos que galopaban imponentes encima de una contrita alfombra
de sangre. Nuestros cofrades ms incautossu referencia luca
desalentadora, fueron domeados por los embates antagonistas,
35

cautivos en un holocausto de sufrimiento nauseabundo al regurgitar sus


rganos vitales.

El desconcertado ilusionista frunci el seo, inquieto por tanta


informacin sin censura. A diferencia de la nbil fmina a su lado
conservando en su impermeable ecuanimidad cursiva esa tpica alegra
en funcin a l: la atraccin principal de la mesa. Si se admiraba de
Aleka la decencia, su trato afable y sencillo, tambin era verdad que
incluso la mente ms educada e inocente no es indiferente a los
estmulos rencorosos; para ella, las ancdotas del abuelo, vivo para
contarlo, eran ms que suficiente.

Entonces Mrivan puso en riesgo sus vidas?Pregunto, irresoluto.

Entiendo tu argumento. En realidad no haba escapatoria; ya que, si no


acudamos el escuadrn de brujos se propagara dentro de la ciudad y
los resultados fuesen peores. Por otra parte, Mrivan perfeccion el arte
de lo que hoy conocemos como La defensa astral hasta la enceguecida
arrogancia, y se jactaba tanto de ello que se atreva a desafiar sus
propios pronsticospor malos que fueran. Ese hombre, sin nada ms
que perder excepto su propia confianzaemita una sonrisa austera que
entre sus anales visti de actualidadluchaba a menudo por corroborar
que el futuro se frunce ante el espritu humanoy cada quin se esmera
puede tornarlo a su favor.

Cmo funciona La defensa astral?intervino Aleka, demostrando


inters para no sentirse excluida.

Era algo magnifico. La tcnica original consiste en generar paneles y


barreras protectoras mediante psiquis avanzada. Mrivan, adepto de lo
extra sensorial, los creaba a manera de naipes gigantescos, slidos y
flexibles, usndolos tambin en un despliegue ofensivo espectacular
capaces de potentes envestidas, como cuchillas filosas que, a su orden,
destazaban la piel quirrgicamente. En esa contienda, diluviaban ases
de corazones, trboles y picasalgunas a favor de nuestra seguridad y
otras cual guillotinas voladoras, segadoras de cabezas desprevenidas.

A las afueras el cielo chismoso sudaba fro, acaso azorado por el


tremendo clmax del relato, respondiendo con gruidos sibilantes y
lgrimas conmovidas sin fin, poco a poco, estrelladas sobre el tejado en
estentreos aplausos.
36

Agasajado por la aclamacin, Lerinxi se levant a la cercana del balcn


y su hmedo ministerio ambiental, en constante aumento. Ese veteado
millar descendente que borroneaba la tierra y su plenitud llenaba sus
benignos ojos negros, engatusados con percusiones discordantes
aparcadas en la cuadrada marquesina de arce ceida a la balaustra
mojada. La larga barba al viento, reculndose a labores de inspeccin,
enviaba saludos a los muchachos sentados a espaldas del longevo
mago, en pleno uso de sus facultades.

El efecto que causaba era indescriptiblesigui, sin darse vuelta. Lo


ms aterrador de esa alborada sangrienta. Claro est, todos tenemos un
lmite y Mrivan estaba por desmoronarse. Encima, a las tropas
enemigas se unan nuevos cohortes. Haban planeado el golpe durante
das y no estaban dispuestos a ceder terreno. l y yo estbamos
exhaustos y nuestro grupo considerablemente disminuidopronto sera
imposible mantenernos en batalla. Entonces, tomamos una difcil
decisin.

Aleka le tom la mano y gui en pos de Lerinxi, inmerso en el sereno


orgsmico que refrescaba su memoria, materializndola entre siluetas
bordadas a puntadas de humedad reticulada, al alcance del rostro
vetusto entregado a las nimas flotantes. Ilridas se percat en la
naturalidad con que participaba del rea sensitiva asociada ntimamente
al balcn y la tormenta, deducindolo como costumbre familiar donde, a
momento, l se vea inmiscuido.

Dadas las complicaciones de aquel periodo, la congregacin sinodal se


haba separado en varios flancos fronterizos. Mrivan se ofreci a resistir
la amenaza siempre y cuando yo acudiera a ellos por refuerzos. No
haba mucho tiempo para pensar, as que me alej para enarbolar un
enlace psquico entre los magos distantes y nosotros. Tal movimiento
toma cierto tiempo en encauzarse, pero no tenamos otra opcin: Nunca
mencion que el flanco enemigo sera tan numeroso o que doblaran
nuestras unidadesquizs err su conteo o simplemente lo omiti por
dar rienda suelta a su carcter obstinado. Lo cierto era que, aun
lesionndoles de gravedad se mantenan al ristre.

Lerinxi inclin su cabeza, anclando la mirada al suelo mojado y las aguas


dciles escurridas al final del plano recodo, con lo restante del suceso
tremebundo atesorado en intimidad sigilosa, presta a despedidas
despreciadas y retomadas en el fatigado ritmo de su respiracin.
37

Merivn levant una colosal barricada de cartas que nos mantuvo


seguros poco tiempo, lo haba dejado todo all, pero era evidente que
nos daba por vencidos. Intentaba concentrarme, no obstante, los
sortilegios opositores eran destemplados y abollaban la resistencia golpe
a golpe. Con paciencia, Mrivan de la Tundra se quit el monculo y la
capa, dejndolos en mis manos junto a sus ltimas palabras

Cules fueron?...La intriga embarg a Ilridas.

Que nuestros sucesores se vistan de mi legado y amparen en tu


sabiduraeso dijo, antes que en su impaciencia ignorara mis esfuerzos
y se entregara a su acto final: El abrazo del inframundo

Los dos a su lado dilataron sus ojos, perplejos. La reaccin lo explicaba


todo.

En laplac de inmediato el suspenso. Su cuerpo se imprimi en


una gran sota de trboles oscuros, corrodo pronto por el huracn
transversal que succion a cada alma enemiga hasta no quedar nada.
Casi nos absorbe con ellos, si mi memoria no me falla de no ser gracias
a la rpida reaccin que me saque bajo la manga para afirmar un muro
de cristal, parecido al que palpaste contra Marnoz, aprovechando la
afliccin del enemigo para as no fuera este fcilmente contrarrestado.
De todos modos, muchas vidas aliadas se perdieron. Yo no conoca tal
tcnica. Si lo hubiera imaginado sera distintoy a la fecha, solo se me
ocurre pensar cmo la ocult hasta entonces, sabiendo de antemano
que morira.

Aleka les abraz, expectorando los pesares con el ungento de su


cario, y rodendolos de la cintura, les condujo de regreso al comedor.
Bajo el cobijo de sus delicadas alas nada podra daarlesni siquiera los
fantasmas de las tragedias pasadas que luchaban por adjudicarse
lugares de privilegio en el presente.

El mbito domestico volvi a ser noticia: Aleka recogi la vajilla de


camino a la cocina y lerinxi, con el joyerillo nuevamente en su poder,
pretendi el aval de Ilridas, empapado por emotividad circunscrita.

Nolmen, gran admirador y seguidor del estilo perfeccionado por


Mrivan, se qued con su capa. Y es bueno que t portes su monculo,
como seguramente l lo hubiera querido. Ustedes dos son los indicados
para exaltar su memoria, ms ahora que afrontaras duras pruebas por el
bien de Viejo Arrabal.
38

Finalmente sucumbi Ilridas a sus demandas, recibiendo el estuche en


conciso sentido de pertenencia. El jarabe para indecisiones y temores,
surtidos a cuentagotas en esa resea, surti efecto. Curando la porfa
crnica como base vitamnica del tratamiento ambulatorio que arrojara
los mejores resultados apenas se ajustara el bello lente en su ojo
derechoy el cambio fuera visible.

Excelente!exclam Lerinxi. Dime notas algo en especial?

No tiene aumentoDedujo, comparndolo en diferentes distancias a


cercana del globo ocular.

Es un objeto mgico. No amplificar tu campo visual sino tu


anticipacin perceptiva. Intenta enfocar tu mirada solo mediante el
lente.

Tomando nota, Ilridas entrecerr su ojo izquierdo y desplaz la vista


hasta el pasillo que daba a las despensas culinarias, topndose con la
figura de Aleka que retornaba a prontitud y se desvaneca en la visin
perifrica, tras un pestaeo, cuando levantaba el parpado desnudo. El
asombro fue tal que retir dicho espejuelo, balancendose en su
leontina asegurada a la oreja.

Ah, Esto es!Emiti confundido.

Antes que se expresara de lleno, Aleka regresaba a la integracin,


reconociendo enseguida la llamativa joya ufanada bajo sus cejas
curvadas de asombro.

Luces Genial, Ily!aplaudi con rapidez alegrica.Djame


acomodarlo para ti.

La pieza fue ajustada entre sus dedos en el lugar correspondiente,


justificando una corta y sustanciosa caricia alrededor de las mejillas,
fcil de suponer por su inocencia.

Listo. Aun ms guapo que antesconcret, alargando el, no tan


discreto, tacto facial; a ciencia cierta, razonable y sin incordios.

Y bien?Lerinxi esperaba su conclusin.

Mdoy cuenta: Vi a Aleka volver poco antes que sucediera en verdad.

As esasinti, lejos del menor sobresaltoNo eres un vidente o


testigo de las suertes como lo fue Mrivan. Sin embargo, las aptitudes
39

impresas en su alhaja predilecta te beneficiaran conforme te adaptes a


ella. Por lo pronto tienes a tu disposicin un elemento de incalculable
valor y s que te ayudara cuando ms lo necesites.

A la sombra de la situacin, Aleka retroceda entretmida, liberando al


mancebo de la apacible prisin de sus mimos. Una condena que,
paradjicamente, era ella quien pagaba al expirar el mvil que
ameritaba las caricias reforzadas y retirar los delicados barrotes
dactilares, acostumbrados a la placentera retencin que aspiraba fuese
perpetua. La resignacin fue tan anunciada e incmoda que Ilridas se
vio obligado a intervenir y amortiguar un incomodo tropiezo delante de
Lerinxi.

Gracias Aleka, se ve mucho mejor. Homenaje su pasin encriptado.

Ella sonri, feliz por la aprobacin y el resultado de la fugaz y atrevida


hazaa donde se dio por bien librada. Le era familiar cuan pronto Lerinxi
cobij al adorado Ilridas bajo su seno, pero del afn acaso conseguira
poco ms que un fatdico espejismo de aceptacin, ya que nada
aseguraba si su abuelo estara preparado para compartirla con alguien
ms o si Ilridas dejara de verla como la chica que una vez salv de la
muertemas no de las garras de un romance, por lo pronto, imposible.

Hablando de eso, hay detalles de tu misin que debes saberla


verdad sali a luz y removi a Aleka a un segundo plano, para bien suyo
. Hallaras la confederacin de los Baptista en las palmas del este. No
tendrs problemas para unirte a su competencia Circense pues tus
cualidades bastan y sobran, pero no las uses con entereza o
sospecharan de inmediato. La discrecin ser tu mejor arma.

quiere que mhaga pasar por un miembro de feria?Le mir


extraado.

De ninguna maneraaclar apenas pudo.Existe en ese lugar una


seccin dedicada a personas con talentos y expresin corporal. T te
presentaras como un prestidigitador, conquistndolos con trucos
sencillos. Veras: Desde la era del claustro, la familia Baptista ha
encontrado los medios para borrar nuestro rastro de las crnicas escritas
para el mbito social, vendiendo la definicin de magia cuan si fueran
maas baratas actos tpicos para cualquier persona.

No es eso favorable para nuestra condicin annima?


40

Seguro, si as lo dieran por sentado. Dicha nocin es la fachada que


oculta sus verdaderos propsitos y temo vayas directo a una trampa. No
descartemos una emboscada o un movimiento sospechoso.

Peor si consideramos lo que llevo puestose revis rpidamente,


haciendo nfasis especial en los anillos y el cristal ocular, resaltndole
por medio de ademanes bsicos para acotejarloy dejar las prendas
tampoco es buena opcin.

Eso tiene remediodijo, en un sonsonete pomposo !

Cuan si fuera un decreto verbal, la integridad de Lerinxi se acurruc en


el interior de un fulgurante brillo plasmtico, verdoso, que en la
oscuridad patrocinada por el ambiente lluvioso aun en nomina,
acaparaba la atencin de Ilridas ah estampado con el sopor
infranqueable. Aleka bosquejaba sonrisas de veneracin, deleitada por el
truco que haba visto otrora y no se cansaba de admirar.

La claridad se cort a la mitad, esfumndose luego que el viejo prefecto


emergiera de ella, ataviado de garnachas de lino y sobrehombros de
acero virgen, granizado en oro puro. Al largo y liso cabello enjalbegado,
recogido tras ganchillos plateados, sumbase la imponente diadema
ondulada; enramada entre bucles y enjuagadas con escarchas gloriosas
que crecan y ensanchaban de camino a la frente, donde desembocaban
en una magistral pretina convexa, glifada por un signo infinito tallado
con zafiros sobrios, y de cual se desprendan rumbo a la cerviz penachos
plumferos blancos y azules. Los dedos arrugados, repasados por doble
hilera de anillos preciososen el orden previamente establecido. Se
acorazaban con dedales espirlicos de vinil, cargados de energa a los
ndices cuan diminutas bobinas elctricas polvoreadas en escarchas
prismticas. Y detrs, un par de alminas pulseras calizas, delineadas a
travs de franjas vtreas en relieve espirlico, escoltaban el contorno
rotatorio de la mueca.

Desde el pecho hasta la regin abdominal figuraba un tabardo tinturado


por la imagen de relmpagos oscuros que encontrados en el mismo
punto abranse cual florecilla delineada en impulsos elctricos, con
aspecto de trbol. El emblema adoptado por la confederacin mgica
como homenaje subyacente a Mrivan, o eso se prestaba a entender
despus de la triste e inusitada leyenda que el gran Lerinxi atestiguaba
con fervor: la inclemente alborada sangrienta.
41

No te aflijasPidi en culta sobradesEs un medio sencillo para


camuflar o equipar tus prendas sin bajar la guardia en caso de alguna
confrontacin.

Cmolo hizo?Pregunt, consternado. Ms all del acontecimiento


era el magnificente ropaje lo que apretaba su pecho abruptamente.
Tiempo atrs tuvo la oportunidad de asistir a eventos de exhibicin
donde el erudito hacendado derrochaba proezas sobrehumanas, pero
nunca tan de cerca para sintiese avergonzado de si mismohasta esa
hora inolvidable.

Mustrame tu libro de hechizosextendi la mano hacia l.

El texto fue cedido a Lerinxi, lustrando ste su cubierta con fulgores


exorbitantes al frotarlo con las palmas abiertas, manifestndose un lindo
estrecho en ciclos presurosos tan pronto como en el recorrido los dedos
se apartaban de la gruesa cubierta, a visos de crecimiento espordico.

Ya hace parte de tu glosariodijo, regresando el tomo a su dueo


.Proclamando revelar y ocultar en tu cdice lingstico los
accesorios mgicos que llevas puestos sern visibles o invisibles
respectivamente. Ten en cuenta que no recibirs sus virtudes si estn
escondidos; por ende, usa el conjuro sabiamente.

Constatando el aporte de Lerinxi, encontr dos nuevas hojas en el


baluarte litogrfico, huspedes de cortesa en su abundante familia
gramatical de austeros y firmes principios versados por emociones
privadas, triunfos y reseas poetizadas como biogrfica superacin
donde solo las huellas de Ilridas prevalecan sobre la arena de grafito y
tinta abisal, amen a olas alfabticas que al llegar a las costas, exhaustas
y disminuidas, traan las buenas nuevas para su desarrollo personal en
lugar de diluir su legado, palabras de honra fragante a favor del
propietario que, cual padre alcahuete y mimador, complaca su glotona
paginacin insaciable.

Intntalo, Ilyse escuch la voz de Aleka, vertida a travs de un


resquicio inadvertido en la reflexin del invitado.

ah, s!reaccion de golpeveamos Ezkutatu!

La gesticulacin feromnica atrajo una hondonada de letras en negrilla


provenientes del libro; tal enjambre ortogrfico le cerc en un transitorio
ovillo huracanado que al retirarse llev consigo los anillos, el monculo,
42

la capa y el collar con dije de cuarzo dentro del panal ilustrado,


cerrndose la dura pasta tras ello.

Perfecto! congratul Lerinxi al laureado taumaturgo, instado por el


evento reciente. Lo has hecho bien. Ahora has que regresen.

Muy bien, aqu voy: Agerianfarfull, con delicadeza.

Convocados a nueva cuenta, los caracteres lxicos emprendieron a


recubrir y regresar a Ilridas sus efectos personales, en orden y posicin
precisa, antes de evaporarse en la colmena de papel. Aleka vitore el
suceso correspondiendo al gusto introvertido propio de Lerinxi, quien lo
almacenaba para sortear esos duros inviernos del alma con sus
ventiscas mentales que congelaban su deseo de sonrer bajo bloques
lgidos y retentivas antiguas, extinguiendo las dbiles lumbres labiales,
apenas arrimada a la yesca cuando la vspera de nuevos inicios y
razones para existir rea y se regodeaba, trrida y ascia como la
primavera en persona, apegada a l por mucho ms que lazos
consanguneos: los hilos del amor verdadero.

Ms claro imposibleOpin Lerinxi, despacio. Previo a aprovechar los


residuos sobrantes en el tintero.Escucha Ilridas: Estamos retrasados
unos das por cuestiones de logstica e investigacin y cada minuto
perdido virar en nuestra contra. Crees estar listo maana a primera
hora?

No estoy segurovacil.Nunca antes intent modificar mi


apariencia. Sugiero los objetivos de la misin sean reevaluados
dependiendo del resultado.

Eres una promesa hecha realidad por estos lares, chico. Todo saldr
bien!Elidi las dudas con buen humor, tomando prestada la chispa de
su nieta, a manera de suplemento vitamnico, algo ttrico viniendo del
aejo semblante.

Eso esperoConcluy, satisfecho y sin aspirar a ms.

La confianza es indispensable. No te apartes de ella y lograras lo que


te propongas. Bueno, tal parece que la lluvia se ha disipadoconcluy,
mirando hacia la ventana por el rabillo del ojoapuesto a que deseas
regresar al viedo y descansar. Ir a preparar la carrosa para ti, no tardo.
43

Al tanto que el viejo se alejaba, la fmina se aproximaba a Ilridas


vibrando a barlovento, tan cerca que el menor desliz arrastrara sus
proas a una colisin apasionada, casi inminente en las aguas del deseo
en cuya inexorable corriente Aleka zarpaba con esperas de atracar en la
comisura portuaria a las costas por cuales suspiraba a diario, a la deriva
y la pesca de oportunidades.

IlyPromteme que estars bienle rog, mediante un susurro


sincero y mortificadoyo no soportara tu perdida Lo entiendes,
querido mo?

Aleka. Es que

Promtelo, por favor!Le interrumpi de un grito melanclico, una


tronada exhortadora, advertencia de precipitaciones y sollozos
desconsolados.

Lo prometose rindi ante ella, calmando su desconsuelo.

GraciasRecompens la buena accin con abrazos fervientes y un


suave beso en la barbilla.Recuerda que no tienes que arriesgarte as si
no quieres. Es un hroe quien vela por sobrevivir y no el que muere por
causas intiles.

He dado mpalabra y con ella la dmis padresreplic, programado y


listo, lejos de acatar sugerencias disuasivas.S que no deseis ms
muertes ni conflictos, e incluso abandonaste el aprendizaje mgico para
encontrar la paz. Es por eso que debo ir y garantizar la seguridad de
Viejo Arrabal. Si maporte ayuda que as sea.

No podra estar ms orgullosa de tidijo, despidiendo cada palabra


con el exquisito aliento perfumado de dulce flirteo.Eres brillante y
zagas, y temo que esas cualidades desnuden mis verdaderos
sentimientos ante ti.

Aleka se dio vuelta y agacho la mirada, apoyada en sus adentros sobre


un paredn levantado por el pesar. Resignada a la voluntad de Ilridas,
conferido con la potestad para indultar su amor en cautiverio o
fulminarle por siempre con una simple despedida definitiva. Al menos la
confesin aligero su carga, garantizando su tranquilidad por si fuera este
el ltimo viaje a la vega del corazn.
44

Ilridas gir a Aleka sobre los hombros, tornndola hacia l e izando su


cabeza en alto, al tirar de las poleas enredadas con apocamiento del fino
mentn, con los dedos complacientes y agiles.

Por mculpa no reprendas tu vivaz sonrisa, soy yo quien se aflige de no


corresponder

Me conformo con tu pronto regreso. Siempre que ests aqu existir la


posibilidad

Respuestas no fueron menester cuando el lenguaje corporal expresaba


sus condolencias para esa oportunidad difcil de acontecer a manera de
caricias unilaterales, interpretadas por la bisoa muchacha y su
soliloquio efusivo inspirado en la efigie permisiva que sus pulcras manos
palpaban con premura y clausurado poco antes que, en la aparicin de
Lerinxi, se dejase caer el teln.

Todo en orden, IlridasAvis lerinxi, analizando de reojo la escena del


crimen, sin dar con la menor evidencia de arrumacos consensuados;
desde luego, con su fachada ms humilde y corriente tambin resurga
la sobreprotectora figura paternal. Si quieres puedo acompaarte en el
viaje a casa.

Ahorre usted cuidado para el que a gritos pida, puedo guiar al jinete.
Aleka, ha sido un placer, la comiday la charla.

IgualmenteEstrech su mano, captando el mensaje.No olvides lo


que te dije.

Tranquila. Estar al pendiente.

Poco despus, Ilridas se perdi tras la esquina que daba a la puerta,


escoltado por el dueo de casa, distante a los hmedos ojos de Aleka,
pero nunca ms cerca de sus pensamientos y plegarias como
representante de un mundo de aoranzas, dedicado a su aguerrida
determinacin e insoportable ausencia.
45

V
Como volver a nacer

La maana siguiente toco las puertas del calendario, pregonando la


promesa tan demandada, el acto decisivo, aguardado con calma
atribulada y sudor frio entre el selectivo grupo apostado alrededor de
Ilridas, cual si fueran azucenas o lirios plantados prado adentro en los
Viedos de Larrarte; en cuyos predios el mistral era bueno y la fe
indispensable.

Lerinxi, Kumayria, Nolmen y el portable Sebastin, sujeto en manos de


su esposa, flanqueaban a Ilridas a media distancia, de espaldas al sol
que apenas y despertaba, por las malas, con el canto de las cigarras y el
titilante acto coreogrfico que montaban las lucirnagas en el teatro del
alba, rasgando el final de la noche.

Los detalles fueron revelados y las cartas estaban sobre la mesa,


echadas a la vista de los Larrarte, razonables al punto que el
compromiso lo requiriera y la seguridad de su hijo dirase por sentada.
Para s y sus criterios, se guardaron las dudas o sugerencias; con la
peste amenazando el porvenir comunitario no era bien visto reservarse
la panacea tras los estantes del amor y la sobreproteccindeban
compartirla y dejarla ir si as era preciso.

Y ah estaba l, con los ojos cerrados en sintona a introversiones


concentradas y las manos aferradas a una botella ahumada, llena a
rebosar con licor de maltay algunos toques adulterantes que causaban
reacciones inestables en la espuma, a veces borbotendose despacio y
otras tantas disparndose bajo presin. El libro de hechizos se sostena
por fuerzas autnomas frente a l; abierto en apuntes determinados y a
la espera de rdenes respectivas.

Ojal los reactivos sean correctos, cielo. Deca Kumayria, algo


escpticaNo encontr suficientes buganvilias porque tu padre se las
come todas.
46

Son mi debilidopin Sebastin, en su defensa. Vas a estar bien,


hijo?

Siempre y cuando contenga lcantidad adecuada de Amanita


Muscaria, no habr inconvenientescontest, sin mirar siquiera.

Menos mal.Se despreocup Sebastin cuando revelaba una


buganvilia enroscada por su larga lengua bpeda que se asomaba entre
el delgadisimo cuello a lo ms alto del cuerpo, acaso salida desde su
cabezaNo me canso dellas.

Percibiendo la escena, a Lerinxi se le escap una sonrisa sobrecogedora,


admirado por la actitud positiva con que Sebastin ajoraba su estado
fsico, incluso con prosperidad envidiable para personas sin la mitad de
sus limitaciones o incapacidades. Pasada la tribulacin Cuntos se
daban el lujo de conservar a la mujer ms incondicional del mundo y a
un hijo talentoso y agradecido a disposicin permanente? No obstante,
sobre l vadeaban las antiguas culpas y consecuencias de los das
aciagos que condicionaron su desventurada apariencia y ahora ni la
conmiseracin, ni los golpes de pecho, podan regresarlo a la
normalidadagradeciendo al menos no haberle robado el respeto
familiar.

No lo entiendoParticip Nolmen del encuentro, hablndole a Lerinxi


No es la Amanita Muscaria un ingrediente de brujos?

Es verdadratificaba Lerinxi. Es una seta alucingena muy comn


en la brujera, empleada para distenderse del plano corporal y
maximizar los sortilegios a travs de experiencias psicotrpicas y
visiones paganas. El arte del ilusionismo planta sus races en las ramas
ms oscuras, por eso Ilridas necesita elevar la mente a un estado de
soltura que le permita modificar su constitucin fsica.

Pero No es peligroso? Qu tal si se lastimao a los dems?

Ilridas sabe lo que hace. De lo contrario, estamos aqu para ayudar.

Ya es horamencion Ilridas, atisbando las hendiduras anaranjadas


en el cielo grisceo y la luz arrumada en el vientre celestial, marcado de
estras que a dentelladas pronosticaban una perentoria explosin
matinal.Pase lo que pase, no detengan el procedimiento.
47

Finalizada su advertencia, se llev el embase a la boca, bebindolo casi


entero, a grandes tragos sin descanso que causaron en l un inmediato
efecto psicotrpico, entorpeciendo su motricidad y dilatando las pupilas
verdosas tizones ardientes que, al balancear la cabeza, dejaban secuelas
luminiscentes o parches borroneados, difusos a la vista de los
congregados.

Gako-hitzpronunci, aletargado, levantando el puo derecho con


floja e indispuesta postura Gaztealdi!

Un relmpago de letras maysculas sali disparado del libro,


clausurando el espectculo de grillos y mtines silvestres e intimidando
el permetro bajo estridentes descargas elctricas que se estrellaban en
la humanidad de Ilridas, rubricndose sobre l chispas de vocales y
consonantes reducidas a formato minsculo a medida que el plexo
magntico ocultaba y comprima su estatura a un comps influenciado
por destellos estroboscpicos. En esa instancia, Nolmen estaba listo para
intervenir, pero el semblante de Lerinxi, a quien la edad y la experiencia
le abirritaron la capacidad de asombro, vaticinaba la viabilidad del
proceso; un efecto residual que tranquilizaba a Kumayria, desquitando,
adems, su impotencia y temor rasgando a Sebastin constantemente, y
l, a su vez, engredo y confiado de su hijo, no perda detalle alguno,
mucho menos del toqueteo ansioso sobre la giba, mimando su piel
cermica.

A continuacin, se impuso un sonido efervescente, armado de alto valor


deciblico y un cmulo de vapores expiatorios, como espritus
exhumados de la esttica ya extinta, batindose en pena sobre el aire
pesado lleno de incgnitas y preocupaciones.

Un tosido maltrecho emergi de las entraas polvorosas, intrincando la


labor de un par de pequeas manos meticulosas que luchaban por
apartar la cortina brumosa y dar a conocer a un niato, a lo sumo de
unos quince aos de edad, alcorzado con prendas particulares
adaptadas a su talla y rasgos fisiolgicos rejuvenecidos que delataban
su identidad.

Los labios lapidados, sellados puntada a puntada, bloque a bloque con


extraeza irresoluta, retenan interjecciones impropias que mancharan la
reverencia debida a semejante transformacin, salvo por Kumayria cuyo
48

sentido maternal se adjudic la opinin a nombre y derecho de cada uno


de los presentes, a base de elocuencias extraamente inspiradas en una
felicidad que desestimaba un poco el sentimiento colectivo para dicho
puerperio.

Ah, que ternurita!!.Vocifer con un sonsonete meloso, al tiempo


que masajeaba y pellizcaba las mejillas rosadas de su hijo adolescente.

Madre, basta ya!Rogaba, en tono agudo y encogido, defendiendo


los restos de la adultez perdida.

Por su lado, Nolmen y Lerinxi convinieron en una mirada circunspectiva.


Era un hecho que se ubicaba frente al curso propicio de sus planes; sin
embargo, jams imaginaron cuan increble sera el producto o cmo
reaccionar ante l. Muestra de ello era el movedizo rostro de Lerinxi,
despedido de su habitual constancia y serenidad con relacin a la idea
de vivir tanto y no haberlo visto todo.

Para tal empresa la eternidad no es suficiente

Y Sebastin, jugando al rol que la primera impresin sugera, se hizo un


objeto inanimado, recogido en el brazo diestro de Kumayria, ella, a quien
la felicidad le alcanzaba por los dos. No estaba seguro si Ilridas mereca
regresar a los primeros mdulos, tan complicados y sufridos, en el curso
lento e intensivo para adquirir el certificado de la madurez. Mucho ms
identificando l mejor que nadie los grandes traspis ponderados en su
mocedadque, por defecto, no volva sola.

Un abrupto e incontenible periodo de tos mortific a Ilridas, postrndolo


de rodillas; confirmando los temores de Sebastin y alertando la
preocupacin en los dems.

Cario, que te ocurre?Kumayria saltaba en ascuas.

Son ataques de asmarespondi Sebastinlos padeca de nio. Esa


cantidad de humo debi provocarlo, hay que darle espacio.

Yo me encargoLerinxi acudi a la ayuda !

Su voz claudic tras un aire salubre, emanado desde sus falanges


apuntadas hacia delante mientras unga a Ilridas desde las piernas
hacia el interior de sus fosas nasales con autoridad y jerarqua para
ajusticiar el malestar y echarlo fuera de su jurisdiccin, imponiendo
orden en las vas respiratorias por lo pronto, pues los mal nunca duerme.
49

El sosiego no se dio a rogar; no obstante, el dao ya estaba hecho e


Ilridas encontr la paz al desplomarse en el suelo tapizado con petunias
y belladonas, que en su conjunto de versos florales aminoraron su cada
como un lecho potico alagado de acogerle por un rato en el bastin de
microcosmos metafricos, cdigos de belleza redactados en cada ptalo
circundante.

Nolmen fue a socorrerlo, llevndole en brazos a prontitud de su madre


asustada y el padre exange, pero con mucho por decir.

Kumayria. Guanos dentroSolicit Sebastin.Tenemos que hablar.

Cumpliendo rdenes y luego de hospedar al nio desfallecido en su


habitacin, los visitantes pasaron junto a Sebastin y su esposa hasta el
zagun. Lerinxi, Nolmen se sentaron en torno al expresivo jarrn,
acomodado por Kumayria en un monolito de vidrio donde encajaba a la
perfeccin poco antes de subir las escaleras a velar por su hijo. Ya era
difcil descifrar su contorno satricamente ilustrado cuando la quietud
refrenaba su extraordinaria elocuencia para, adems, verse en la
necesidad de comprender la gramtica facial hecha ms difusa e ilegible
por la seriedad; aunque, claro estaba, con la falta de las sonrisas llegan
malas noticias.

Gran Lerinxi, Sinodal NolmenLa introduccin se propuso


adecuadamente.Supongo que se han hecho a la idea dcul es el
punto negativo en este procedimiento. La verdad es que la niez
dIlridas fue algo tortuosa; era un chico con frgil condicin fsica que
desde temprana edad contrajo problemas respiratorios, deteriorando sus
actividades motrices.

Ahora entiendo por qu era tan reticente con respecto a su pasado


.Lerinxi sac la cuenta, obteniendo un remordimiento incmodo.Si
tan solo me lo hubiera dicho antes

Aqu no hay culpablescorrigi Sebastin.El orgullo de Ilridas le


impide hablar sobre esas cosas, con mayor raon luego de llegar tan
lejos y amasar tantos privilegios.

Tenemos que abortar la operacinSugiri Nolmen, guardando los


dedos en la amplia sotana color ocre. Lo estamos enviando a la
muertea l y a nosotros.
50

No lo subestime, sinodal Nolmenle retuvo Sebastin, alevoso.


Como compensacin por sus dificultades dsalud, Ilridas desarrollo un
enorme intelecto, dotado por una creatividad prodigiosa que hasta el da
de hoy conserva. Siempre supe que posea el talento para convertirse en
un gran magoy estoy seguro que no nos defraudar.

Lerinxi asinti, comprando el discurso de Sebastan mediante el sistema


crediticio de la fe. Obviamente la primera impresin sembr ciertas
dudas en las llanuras analticas extendidas hasta los confines de su
mente, en donde el razonamiento argumentativo provocaba milagros
inesperados e incluso transformaba las hiedras venenosas en claveles
hermosos, tratados por la redencin de una segunda oportunidad.
Nolmen haba visto ese gesto antes, sonriendo y acatando en silencio
como el entorno se reuna en una larga sombra de gloria tras el mayor
de los conjuradores, en cuya posicin al resto le bastaba con asentir.

Ni ms faltabamusit Lerinxi. Su pericia es indiscutible. Ahora


bien, Sebastin. Estamos al tanto de lo mucho que significa la
trayectoria de tu hijo para ti; solo te pido que seas objetivo y nos digas,
de todo corazn, si crees que Ilridas lo lograr.

Los ojos peascosos de Sebastin se ensancharon, concientizando la


importante labor que recaa sobre l para que el orgullo no tomara
control de sus palabras y respondiera neciamente, como era de
suponerse. Asimismo, el orden circunstancial le asign un lugar de dura
importancia y mayorazgo indeseado. Su respuesta marcara la seal
hacia un futuro puesto en incertidumbre tras las sayas de un gran
dilema, tan insidioso que incluso ignoraba la inamovible inmodestia y
confianza enceguecida hacia su hijo: Por un lado, podra indultar a
Ilridas de arrastrar el yugo y la responsabilidad a costa de manchar su
expediente intachable en un acto que su conducta natural les
recriminara a la postre. Por el otro; cocinarle a fuego lento en nombre
de la enteca comunidad local, famlica por migajas de esperanza y
buenas noticias. No era una decisin sencillamenos cuando los
minutos dispersos en el pensamiento caan pesados y toscos bajo su
carcter confuso, azuzando sospechas negativas a poco en manifestarse
con el desasosiego de un sbito despertar, y el sueo eterno para un
ideal perdido en el fracaso.

No hallaran a nadie mejorSebastin fue contundente.Sin importar


su condicin, Ilridas superar cualquier desafo.
51

Lerinxi miro a Nolmen, quien se remeti a una sonrisa excluyente,


dejando la conclusin pertinente en sus capacitadas manos.

Eso es lo nico que requeramos saberdijo Lerinxi, bastante


convencido.De todas formas, nos vendra bien tomar ciertas
precauciones para tratar el asma que le agobia.

Descuiden, no es tn grave como pareceExplicaba Sebastin,


suavizando la situacin. Un buen descanso podr

El aporte de Sebastin se vio interrumpido por un par de pasos que al


unsono descendan por las escaleras, divulgando el rumor de Ilridas y
su madre escoltndole en la seguridad recelosa de un abrazo, prendida
a sus espaldas, inclinndose ella para adaptarse a la nueva estatura del
imberbe muchacho atrapado a la intemperia en un salvaje fronda
calamitosa y la encogida adultez enmaraada en los menesteres del
deber.

Lamento lo que pasIlridas se disculpaba.No pretenda


preocuparles.

Nolmen se puso en pie, acercndose al adolescente para constatar su


estado y disposicin, rodendole en crculos mediante un anlisis asiduo
y reservado. Impedido por su gran estatura, se apoy en las rodillas
para permitir el contacto visual y documentar mejor su diagnostico.

Ilridas Cmo te sientes?la pregunta sobraba, pero causaba inters.

Mucho mejor Nolmen, graciassu voz juvenil disimulaba la congoja


interior.

Escucha: Sebastin nos ha expresado cuanto confa en tu potencial y


nosotros le creemos Qu me dices t? Te sientes listo?

Ilridas sonri, repar sus manos y luego regres la mirada a Nolmen, no


sin antes toparse con la expresin agridulce de Kumayria, quien aun le
empollaba con calor materno y mimos constantes. Ansiosa y feliz al
mismo tiempo por tener de regreso a su hijo con una etapa en que su
cario incondicional poda marcar la diferencia, pero la incongruencia
moral del crio con mentalidad adulta tergiversaba el curso comn con
riesgos bastante altos para su labor de progenitora y tambin a s mismo
como volver a nacer y sentir aquello que la costumbre haba olvidado: el
peligro, la incertidumbrey el caprichoso afecto de los primeros abriles.
52

Lo estoyasinti. Cambia la edad sin que pasen los aos por mi


cabeza o reculen segn el caso. El mismo hallarn de m.

Tampoco se redujo tu valentaopin agradecidoY por eso, deduzco


me conceders una lucha de entrenamiento. No lo tomes mal, solo
quiero constatar tus habilidades luego de estatransformacin.

Sebastian y Kumayria se alertaron de golpe y Lerinxi, curioso y atento,


dio su permiso mediante un ademn afirmativo. La conducta de Nolmen
era intachable, reconocida por su prudencia y el ms apto de los
sinodales comprenda el propsito de dicha invitacin, dedicndose a la
pesca por una mirada decidida que saltara fuera del estanque, rumbo al
firmamento triunfal, donde su chispa interior irradiara las dianas
luminosas para nuevos das de esplendor, derritiendo con su calor la
privativa lnea del horizonte.

Lo se NolmenIliridas contestaba.Hay demasiado en juego y no


podemos fracasar. Voy por llibro de hechizos.

Hijo ests seguro de esto?Kumayria mostro su descontento.No


quiero que resultes herido, tu padre y yo no lo soportaramos.

Ilridas tom la mano de su madre y la estrech entre las suyas,


guindola con Sebastin ni bien Nolmen y Lerinxi atravesaban el frontn,
va a la huerta, escenario a reventar donde las palmas herbceas
batanse con locura, propensas a los sordos comentarios de la brisa en
calidad de cronista y acomodadora, que con su pululante intromisin e
influencia transform la noticia del amistoso fogueo a un acto
morbosamente aorado.

No pasara nada, padrestaimaba sus miedos.Es vital ponerme en


forma para lo que ha dvenir. Nolmen y yo somos adultosuna pausa
fue requerida a este punto de la oracin, insinuando replanteamientos
de ideasquiero decir, seremos sensatos. Solo desenme suerte.

Nunca la has necesitadoLe anim Sebastin, confirmados en su


criterio ve y mustrale el poder de los Larrarte! Ah, eso s, vayan a los
campos de centeno o a tu madre le dar un infarto.

Kumayria ri, sin oponerse a tal premisa. Ella misma no lo hubiera dicho
mejor y sus hermosas y silenciosas plantas mucho menos, partiendo del
hecho que la herboristera esculpa su rotulo psicolgico con la suavidad
53

y el aroma de las rosas tratadas por su buena mano, a imagen y


semejanza de su carcter.

El tri familiar no se prest a los rodeos o al suspenso, apareciendo


pronto en escena, cautivados por la gentileza de Nolmen al asumir su
posicin, sin instruccin previa, en el segmento escalpado del trigal,
segado das antes. Lerinxi se ubic fuera del sembrado, seguido por
Sebastin y Kumayria, observando a Ilridas juntarse con el retador en el
lugar de la batalla.

Preparado?Pregunt Nolmen.

Srespondi, acreditndose por los siniestros balbuceos y letras


espectrales asomadas desde el texto adimentado con acordes elctricos
y centellas que pigmentaban el entorno cercano, oscurecido por la
pesadez de la madrugada.

siendo as, comencemos.

Nolmen desat el cordel del largo abrigo presbiteriano que al caer dejo a
simple vista un conjunto de fina sastrera, con losanges y mangas
abombadas, recorridas por alternaciones a franjas rojas y blancas que se
encausaban en los puos cuidadosamente bordados cual capullo con
punto en cruz, naciendo luego mitones en vacar y los dedos flacos y
elegantes, dotados por la joyera correspondiente, salvo por su mano
derecha donde ya no exista el dedo meique, carencia que pasaba por
alto con el tiempo. La maravillosa gorguera dorada, bordada en una
retahla alongada descansaba, baada en gloria, bajo un par de largos
sarcillos elpticos hechos mancuerna desde el capirote, plateados y
pulidos a igualdad de sus pulseras cnicas y las tobilleras cilndricas, el
sello lujoso que adornaba las sayas en capas simtricas entre racimos
telares metalizados, ajustadas sobre un ancho pantaln de botas
anchas, empatados con las extremidades superiores como aportndole
merecidos toques refinados, conexo y realzado delante de las gracias
contoneadas al aire prendido en la magnfica capa rojiza de Merivn
recortada a la base por un diseo trptico y hombros cortos de horqueta
cruzadas en hilos carmn.

Da rienda suelta a tus artes con el primer movimientoconcedi en su


mejor humor.

Itzal erantsitasfarfull Ilridas, elevndose a veinte centmetros del


terreno arenoso, evaporndose a pleno vuelo.
54

Sorpresas que nunca llegandijo Nolmen, no muy sorprendido.Las


mismas gotas descienden cada tanto y llueve, Escuts sagrats!

Cinco vitrales gruesos, estimados como fluorescencias romboides de


temas anagoges, surgieron al patrullaje de Nolmen, tres de estos
abiertos en amplia rotacin y los otros dos ms prximos y a menor
distancia, construyendo un doble anillo mstico y defensivo. En su faceta
de compaeros las reservas y restricciones denotbanles cuan extraos
que por ventura cruzaron caminos similares. Como sinodales, y
ocasionalmente contendores, se conocan mejor que nadie y en esa
ocasin, igual a tantas otras, la verdad se haban acostumbrado a su
desnudezaunque para algunos la revestida ignorancia causaba
vergenza.

Qu es eso?A Sebastin le asalto la duda Son ventanales?

No precisamentedocumentaba Lerinxi. Es un sistema de


proteccin basado en escudos mgicos. Adems de repeler los embates
enemigos, tambin absorbe y filtra la esencia refrenada, convirtindola
en Deutero-energa

No es esta la tcnica de Merivn?Kumauria presenta lo peor.

Un noble hechizo inspirado en laclar.Le tomara dcadas emular


a Merivn perfectamente. Nolmen es un gran adepto de la magia y sus
ejecuciones son intensas, suficiente para medirse a Ilridas en combates
parejos y emocionantes. Esa es la motivacin que adquieres cuando
personalizas y modificas las tcnicas a tu medida.

Por eso no son naipesdedujo Kumayria. Ojal Ilridas maneje la


situacin.

Est en desventaja. Las nuevas facciones redujeron su nivel Deutero-


energico. Sin embargo, cuando las apuestas van en contra suya, el
hace su mejor trabajo.

Nolmen e Ilridas, escondido en las hebras intangibles del soplo frio y


alevoso, sustento de las cosechas a vsperas del da por nacer, se
enfrascaban en una determinacin analtica, introspectiva y preventiva;
incluso los juegos y desafos en camaradera mantienen su grado de
seriedad y por ley sus participantes prefieren no dejarlo al azar.
55

Orratz itzala!Exclam en la ilusoria clandestinidad, evocando


caliginosas y ensombrecidas estalactitas protuberantes con direccin a
Nolmen, tomando sus escudos el recado sin muchos problemas,
adsorbidas tras una ondulacin acuosa que surga de los ataques
directos.

A bien te lleve tu ingenio en sus mejores recursos, pues tus hechizos


ha disminuido ante mis ojos llenos de expectativaNolmen reprob su
esfuerzo.A ver si superas esto Puniment del leial!

El espejo lateral derecho ense la cara y con ella la ilustracin de un


hombre con aureola postrado en penitencia que cambiaba su postura
lentamente, movido por las palabras de Nolmen, girando la cabeza y
despidiendo de sus boca, abierta y amenazante, un rayo conformado por
partculas de cristal, aparentemente apuntado hacia la nada donde
impact a Ilridas, reaparecido y derribado en el suelo.

El error a mi viniese en ocasin diferenteExplic Nolmen Cmo


pagar con lo que no tienes? Brilla el sol aun en esta contienda, mas
debes mostrar que hars con la noche a tus espaldas! Podrs
sobreponerte a esta situacin?

Aturdido por el golpe, Ilridas se puso en pie, apretando la cubierta del


libro entre los dedos para no manifestar su enojo. La sobrades de
Nolmen mancillaba su autoestima cuan letra que entra con sangre, estilo
doloroso con que la vida y su injusta metodologa pedaggica castiga el
idealismo del rebelde y apremia la subordinacin del humildeel exilio
creativo donde a regaadientes la creatividad produce las razones que
rompen el silencio y dignifican al hombre con el derecho a adquirir su
respeto.

Ilridas regres a la justa, levantndose esta vez tan solo a 2 metros y a


la entrega de varias rondas de ataques fallidos, flotando en crculos
sobre el permetro adueado por Nolmen y la slida fortaleza que le
resguardaba. La ofensiva apenas y era un leve piquete infructfero, lo
haba calculado con antelacin. Su persistencia se amparaba en la
bsqueda de grietas o puntos ciegos, midiendo el tiempo y calculando la
colocacin de los paneles para as infligir un dao considerable en el
momento propicio. Antpoda, la imagen vtrea calcada en el escudo
jugaba con sus mismas reglas, arrojando rpidos rocos de escarcha
afilada que entorpecan la expedicin de Ilridas.
56

No tiene casoNolmen advirtiJams pasaras Crit ferotge!

Llamado a las armas, el vitral central volvi su rostro hacia Ilridas,


dibujndose la figura cubista de un Len colrico, emisor de rugidos tan
escandalosos que las ondas sonoras se haca visible; abatiendo y
doblndolo de dolor a su objetivo en el arenal, con los tmpanos al rojo
vivo.

Mi nio, voy para all!Kumayria se exasperaba

No!Le detuvo Lerinxi. Si interfieres no ayudaras a Ilridas.

Nuestro muchacho va a lograrloSebastin le conforto, trasmitindole


buenos pronsticos. Cualquier moretn en la piel sana, son los golpes
a la honra los que nunca desaparecen.

Aguardare un poco msemiti un resoplido, conteniendo las lagrimas


.Si las cosas empeoran detendr esta locura, no importa lo que
piensen.

Ilridas se puso en pie; agitado y con los odos sangrantes. Afectados por
un chirrido residual arraigado en su cabeza que le sacaba de balance,
dando tumbos por la fatiga y el deterioro auditivo. Afortunadamente
rescat un detalle positivo de esa riesgosa e ineficaz campaa: Not que
los broqueles romboides alternaban la transicin ofensiva-defensiva a
expensas de rpidos giros, ocultando y exponiendo los conceptos
artsticos respectivamenteel abad y la fiera. Por desgracia, dispona
de fracciones de segundo para tal hombrada, lo cual descartaba en
principio dicha posibilidad hasta que la variante principal de la ecuacin
se despej frente a sus ojosen el derecho, para ser exactos.

S, su equilibrio flaqueaba y el cuerpo fue colonizado por fragmentos de


cristal, apoderados del antebrazo izquierdo y parte de la regin
meridional bajo una sujecin de incrustaciones dolorosas. Pero en su
rostro el instinto de lucha segua imbatido tras el lente de Merivn,
atisbando la ruta del triunfo empinada y remota, donde la utopa
desmiente al optimismo

No esperaba menostampoco necesitaba ms.


57

VI
El fuego interior

Una nueva pausa de tanteo y especulacin sigilosa verti los nimos en


un bucle infinito, un tazn batido en reservas, vistazos amargos,
estratagemas pre cosidas y conjeturas crudas que ninguno de los dos
quera saborear primero. Ni siquiera Nolmen, que en la resolucin del
asalto llevaba la sartn por el mango y las estadsticas parciales
claramente favorecan. La apacibilidad siempre fue su credo, mas su
ansiedad, si bien maquillada, invisible en esa tez angulosa o en el monte
58

de la abundante frente que cortaba las minucias del cabello negro en un


zigzagueo con entradas pronunciadas o el sosiego acuoso y melanclico
en su mirada casual, de opaco terracota, exista. Como una mancha en
los expedientes de otras luchas impredecibles protagonizadas contra
Ilridasun duro contendor, aun ms terrible estratega.

Atento a su propsito, el pequeo hechicero se enfocaba en una


maniobra de contraataque, predispuesto segn la anticipacin que el
lente, preparado para el mnimo movimiento contrario, le permitiese. No
sera tarea sencilla, considerando a Nolmen y su esquema
ultraconservador, pero tena un plan.

Buscando escapar del trfico de tenciones y precauciones, Ilridas vir


hacia una sbita curva de avance, deslizndose a centmetros del
centeno, a vaga impresin, descoordinado e impropio. Anzuelo que
Nolmen mordi al ensear un ademn de salvaguardia, detectado
eficientemente por el ojo avizor tras el monculo ya anticipado a tal
reaccin y sus adargas mgicas.

La juventud te ha brindado su locura?Nolmen acariciaba la victoria


Crit fero!

azkar erritmoa!Profiri Ilridas antes que diera fin a la historia.

En un parpadeo, Ilridas se desplaz dos metros al frente, filtrndose por


las rendijas del espejo delantero, ladeado por la orden a medio acabar y
abierto a un insospechado margen de error o el ms grande acierto a
favor del ilusionista, cara a cara con Nolmen y la suerte de remontar en
la contienda.

talka-uhina!sum otra declaracin al ataque, cuando expulsaba


desde las pginas del libro un desmedido y oscuro pulso
electromagntico derrapado en un arco sonoro, argollado por letras
chispeantes que diluidas por el calor y la friccin contra la anatoma de
Nolmen, marcronle en el pecho dolorosos surcos entreverados por
cuales las puntadas fibriladas de smbolos lxicos rasgaban las callejas
cutnea en su estampida hacia la libertad para dejar poco ms que
huellas y vestigios teidos de sangre.

Cuando el estruendo ces, la violenta arremetida se encogi a la


simpleza de un susurro, caricias que acicalaban los rubios cabellos del
trigal y los higos, escondidos, lejos de tanta violencia, enmascaraban la
iracundia con cosquillas y arrumacos remordidos; compensaciones
59

insuficientes para la conciencia dolida de los inmaculados pastizales,


tarde que temprano, perdiendo su inocencia; forzados a comprender en
prematura y traumada madurez la rudeza entre los seres humanos.

El terrorfico avance concluy con un merecido y atronador aplauso,


emitido por el insensible compendio movido a la censura de su
blanquiplida y curvilnea paginacin de saberes impresos, robando la
atencin que por derecho perteneciera a Nolmen y su aparatosa cada
donde rod a lo largo de la inercia producida por semejante golpe fsico
y moral, sentido tras bastidores cuando la tmida solidaridad se
rehusaba a ocupar su lugar, considerando la maleza de sensaciones
enmaraadas alrededor sofocando la opinin de la audiencia perpleja
con tanto para decir y ninguna manera inteligible.

En su delirio, Nolmen objetaba la quietud anonadada, revolcndose de


angustia por el supuesto acoso de letras danzarinas fantasmagricas
que zapateaban sobre l al como una Polka puntiaguda y dolorosa.
Inoportuna para la procesin concertada por la finada calma, ya pasada
a mejor vida.

Y si bien Nolmen padeca con alucinaciones postraumticas, Ilridas no


celebraba su condicin. El sofoco y la agitacin exagerada agravaron sus
sntomas asmticos, la conmocin enfermiza que le recordaba cmo su
peor enemigo se agazapaba en los barrios bajos de sus pulmones,
mancillados por pocas de crisis y precaria rentabilidad anmica cuyas
repercusiones todava desmejoraban su patrimonio respiratorio.

He visto suficiente!Estall KumayriaNo permitir que mi hijo


pague por esta masacre sin sentido.

CieloSebastin llamo su atencin, eufrico y resultadista Es que


no te alegra por Ilridas? Lo pararas en su mejor momento? Est
ganando!

No somos un par de salvajes, Sebastin. Amo a Ilridas y lo que hace


me vislumbra, pero esto ha ido demasiado lejos.

Kumayria desligo de la guardia de Lerinxi, ahora concentrado en el


dramtico clmax sazonado con piscas de morbo y harina de otro costal.
Por encima de todo, no dejara a su hijo menor a merced de un
espectculo innecesariamente riesgoso y menos cuando la finalidad del
mismo estaba aclarada por el buen desempeo de ambos participantes;
asunto que, consecuente con lo notorio, encendi la corta mecha de una
60

tensin explosiva, generando los estragos y daos colaterales tpicos en


cada propuesta indecente.

No estaba al alcance del complejo duelstico cuando insospechadamente


una de las contenciones mgicas detuvo su andar, interponindose en
medio de ella y los combatientes. Entretanto, Nolmen, entregado al
piqueteo ilusorio, fue embalado por su propia capa, unida de las tres
puntas inferiores como un capullo triangular que, al abrirse, aflor
espectros de luces y auras curativas, desvaneciendo la ilusoria iniquidad
y algunas de las heridas ms profundas.

El calentamiento terminDijo Lerinxi, a la distancia, presupuestando


la tendencia de dicha trama, inslita a menos que los ojos opinasen lo
contrario.El entrenamiento en s todava tiene qu ofrecer.

Qu significa esto?Sebastin increpaba la inconcebible


recuperacin de Nolmen Es imposible!

El manto del sosiego, nombrado as por MerivnLerinxi despejaba


toda inquietud, atena parte de las lesiones que de alguna forma u
otra fuesen consideradas letales. Una cualidad as encaja perfectamente
con el perfil de Nolmen. Hace tiempo que estos dos magos expertos no
median sus fuerzas, y de momento, agregando el ingrediente adicional
que surten los artculos de Merivn a su conveniencia, descubrirn que,
muy en el fondo, estn luchando por algo ms que el triunfo y poco
menos que el xito de un simple entrenamiento.

Nolmen se volvi a su postura supina, sacudiendo el polvo impregnado


en sus ropas considerablemente desgastadas y las esquirlas del ataque
recin, apenas recordado por los pocos edemas sobrevivientes que
mantenan en el recuerdo las contusiones cuestionadas por falta de
pruebas. Documentacin corporal inconclusa archivada junto a las
leyendas urbanas gestadas en la memoria a corto plazo.

Gran ataque, no lo vi venirse sincer Nolmen, sopesando el


cansancio y la desilusin de Ilridas, bastante bien disimulada para su
estado deleznable, pendiendo de un hilo templado y arroganteTu
inventiva se yergue imbatida, cuan buitre astuto sin plumas para aletear.
sala sabiamente y firmemos tu rendicin.

Dudo brindases un honroso altar a quien busques ver de rodillas


replic su voluntad ardorosa, encendida por el fuego interior que hierve
61

la sangre y calienta el espritu a temperaturas solo conocidas por los


ganadores.De m se hable mal si regreso sin siquiera tocar la puerta.

No esperaba menos de ti, Ilridassonri gratificado, reagrupando de


un chasquido el rebao defensivo que divagaba como ovejas sin pastor
Mustrame a este tu intrigado testigo cuanto aun los ciegos
venderan su odo por presenciar!

El texto gua reapareci en escena, descubrindose en las primeras


hojas resaltadas con una tinta de un relieve viscoso donde Ilridas,
encontrando lo que su buen proveedor de hechizos le sugera, desliz su
dedo ndice sobre el transcurso del encabezando y sus primeros
renglones, mientras que, en su recorrido, el suave derrape humectado
por la mezcla de grafitocuriosamente fresco y voluble, propici una
diminuta ignicin en el puntero y la huella dactilar.

Gako-hitzdeletre, sealando hacia arriba con el dedo encendido


Armiarma!

La ltima silaba se repleg en ecos que provocaban galeras en torno a


su mano, brisas tormentosas que desgarraban la presin atmosfrica a
tal suerte que una oscura brecha espacial se abra, induciendo la nada
desde un dimetro en aumento constante. Una dinmica que ces
cuando las patas delanteras de un gigantesco ente arcnido se dieron a
conocer, embajadoras de la grotesca y desproporcionada aparicin
entomolgica, convocada hacia la luz y el sobresaltado plano corpreo.

El espcimen ostentaba una armazn blindado, remachado en el


abdomen y las patas de inclinacin rectilnea acabadas en puntas finas y
filosas. Al reverso de la coraza, un conjunto de alas negras, angulosas y
delgadas, distribuanse un segmento en particular; reposando un par a
sus espaldas, colgando a figura de cola escotada y otro ms alcorzando
sus patas ulteriores cuan prendas enterizas en quitina. Su faz, de ojos
poblados y variopintos, dibujaba dicientes gestos maliciosos encarnados
tras sonrisas perversas con toques del ms all que revelaban sin querer
piezas dentales enormes.

Y mientras la maana comparta su belleza laureada y serena por las


horas maduras, el rostro de Nolmen se ensombreca, sometido por una
senectud prematura; acelerada por escalofros que agotaban su tiempo
a cambio de acrecentar sus temores.
62

Aun contra la irrefutable pero increble verdad, el juego de apariencias y


falsos dotes de confianza sostena la continuidad de la discusin
combativa: A Nolmen como un campen seguro de s mismo y a los
padres de Ilridas, en un estado suspendido de incentivo moral que
apoyaba el fin por encima de los medios.

No s si alegrarme por ver esa cosa de nuevo o sentir pavorLa


apreciacin de Kumayria abarc la mayor de la expectativas, para bien o
para mal.Esto es una seal de cun lejos ha ido esta hecatombe,
detngalos por favor!

Ten paciencia KumayriaLerinxi se mantuvo en sus trece. Incluso si


la situacin se aproxima al lmite nadie cruzara la lnea.

El esbirro espectral, catador designado de todas las miradas melindrosas


y curiosas, asuma los gajes de su oficio armado de valor y fortaleza
indiferente versada en su fisionoma blasonada; lista para afrontar
cruzadas curtidas y criticas indeseables y regresar con las arcas llenas
del vaco dejado en sus detractores.

Los seis globos oculares de la araa liberaron un sondeo luminiscente,


pasendose de arriba a abajo como un escaneo alucingeno que
Nolmen, en su perplejidad, permiti sin bajar la guardia. Atento a los
movimientos del vigoroso insecto y de Ilridas, entumido por achaques
fatigosos.

Humano, te ves diferentedeca el arcnido curiosamente, en un


ceceo carrasposo. Me he perdido de algo importante?

No te acongoje lo incognito siendo lo notorio a distancia de tus ojos y


temo a mi has no has de conocerme jams, Odomorotcontesto con
cierta alevosa. Cul es tu diagnostico?

Signos vitales ptimos; Deutero-energia al menos un setenta por


cierto de su totalidad. Deseas conocer tu estado?concret una
pregunta capciosa.

Dbil voy y flaco favor me haras. Odomorot, flanquea al objetivo y


mantente preparado. Conoces el procedimiento de la pgina doscientos
treinta y siete.

Tus demandas son mi propsito, mientras recompenses mi adicin a tu


lucha con crecesse resumi a sus deberes.
63

Ilridas y Odomorot corrieron hacia zonas distintas, buscando desdoblar


la atencin de Nolmen y as cargar con ataques furtivos; sin contar con
su pericia para apercibirse dentro de su estoicismo mstico, cada tanto
encarndoles con el envs ilustrado y eclctico de retratos animados. Al
tanto del astuto merodeador que en etapa terminal, abandonado por la
buena suerte pero ingrata suerte, se negaba a ir hacia la luz. Se aferraba
a la vida misma cuan eufemismo preconizado para un titulo inexistente
que seduca a los practicantes envueltos en la apoteosis hasta que la
competencia dejaba de ser sanasi lo fue alguna vez.

Y cuando la muralla de hechizos controlaba el asecho dese afuera, un


dilema se infiltraba por la puerta trasera que la lgica mental procuraba
cerrar lo antes posible: A su derecha, el necio instigador, agotado segn
los clculos pero con un repertorio de sorpresas que trascendan la
calidad fsica. Y a su izquierda, la criatura intimidante, que en su
desplazamiento gil y diestro contrastaba su tosca envergadura,
eludiendo la amenaza proveniente de la saga vtrea no con suficiente
franqueza para alcanzar a Nolmen, pero cuidadosamente sincronizada
con el plan de accin tcitamente propuesto por Ilridas, cuya mente era
mucho ms veloz que su cuerpo a soplo de vela. Ese detalle inclinaba al
conjurador defensivo a despacharle con prioridad, desligando
primordialmente la punta de lanza en dicha cadena anillada por la
desesperacin agresiva donde su posicin protagnica tambin le
transformaban en el eslabn ms dbil y as seducir el sentido comn
del mago hacia la va fcil.

Malbaratando tus ltimos trucos, Ilridas?Nolmen procur hacerle


entenderTu sirviente nunca pasar por mi defensa, me subestimas si
crees que caer nuevamente en ese error! Si te vistes de bufon en tu
propio funeral?

Que la raon agite su bandera, Nolmense precipit hacia l con el


libro apresado entre los dedos y un sbito arranque de adrenalina Y
lganador cruce la metaaqu y ahora!

A medida que Ilridas se disparaba en cada libre contra el suicidio, y


cuando la formacin sobre protectora saboreaba su arrojo temerario,
preparando las imgenes para ajusticiar su imprudencia, Ilridas
aprovech el disturbio estratgico y entonces lanzar el texto con destino
a su propia aventura y a cercana de Nolmen.
64

transferentzia gorputza!resopl el grito lastimero de su dueo,


castigado y reducido metros atrs por un nuevo rayo prismtico.

De este modo, lo que Nolmen y su escuadra regente entendieron por


pifia, ajust la plataforma de entrada para Odomorot que
milagrosamente surgi entre las pginas del libro a espaldas de la
guardia romboide y frente a su presa, desasistida como un blanco
abierto. Sin pensarlo dos veces, hinc en sus brazos y su vientre las
picudas patas ponzoosas, congelando el sistema nervioso y motriz de
Nolmen cuyo rostro petrificado denotaba el sufrimiento interior.

Las corrientes benficas provenientes del manto echaron manos a la


obra, desarraigando a Odomorot y obligndole a ser el primero entre los
impotentes espectadores del siclo regenerativo; empresa
desnaturalizada con el ambiente positivo casi en va de extincin,
sostenido apenas por apoyos sobrevaluados y fe en lo que no se ve.

Tal cual haba advertido, Kumayria lo dejo todo en pos de Ilridas y el


amor ridiculiz a la autonoma para demostrar que crecer no hace a las
personas ms fuertes o invulnerables, porque tal cosa es una nocin que
solo a un nio puede ocurrrsele, mas una idea perseguida aun por los
ms viejos, ignorando que el dolor es cosa de adultos y que ser
arrapiezo es padecer del dolor de no sufrir lo suficiente.

No hubo intervencin esta vez; ni por parte de Lerinxi, in


concebiblemente ecunime ante tantas emociones juntas; ni objeciones
de Nolmen o su guardia, perpleja y remecida por la hemorragia
emocional que su tegumento ya restaurado se impeda a admitir;
tampoco por Odomorot, bastante satisfecho, extasiado en las mieles del
mal ajeno, dulce y adictivo. Mientras tanto Sebastin, de momento
delegado a Lerinxi, se amparaba a las malas del derecho inalienable a la
protesta y el deber cvico a permanecer en silenciodesdibujado y lleno
de impotencia, una severa propensin a autocriticas con toques
masoquistas, singularizada en su conciencia a partir del final a la
debacle y las secuelas de su minusvala.

Ilridas perdi? No cre que vivira lo suficiente para ver esto y sin
poder siquiera apoyarle o estar con l como e debidoSebastan se
vesta de congoja.

Nunca te precipites, SebastanDisinti Lerinxi su juicio atribulado


.La pasin que has depositado en ese muchacho es tan grande como
65

el orgullo que ha gestado dentro de ti. Y hoy, no hay perdedoressolo


dos grandes dignatarios de la magia que sobreabunda con su entrega.

Lerinxi y Sebastin se unieron a la celebracin del cese al fuego,


reencontrndose con los participes de dicha historia que esclaviz a la
tranquilidad a una corta era de crisis nerviosa y repercusiones frescas en
la respectiva apreciacin concluyente. Nolmen, aparentemente bien
librado, replicaba su entereza con la ausencia del victorioso grito
autrquico de la victoria y con la sntesis de un dolor perenne, capturado
en el espasmo muscular y la parlisis crnico con la cual Odomorot le
pas factura a su sobrades, congelando sus aspiraciones a visos de
bancarrota.

Brindele usted su mejor ojo, Gran Lerinxibalbuca Nolmen con la


vista entregada a la dulce agona reflexiva donde Ilridas, acogido en el
seno de su madre se adjudicaba un lugar especial.Golpeado, herido,
desahuciado esty dilubia sobre mi el mayor resquebrajo. Mis respetos
a este hijo digno de su casa, que este, igual lumbrera con la ma, no
sabe cmo lo hizo

Lerinxi se inclin frente a l remendando su autoestima resquebrajada y


transmitindole su serenidad y paciencia. Lo menos que un guerrero
merece luego de soportar la guerra y sobreponerse como aquello que
resta de un hombre; un pedazo de ejemplo; un trozo de valor propio o la
mitad de un sueo que desea volver a dormir, despertar y encontrarse
con que nunca existi.

Detalles. Incluso ellos mismos se componen de detalles ms pequeos


Filosofaba Lerinxi. Es cierto que el manto cura tus dolencias
considerablemente; sin embargo, te cerraste tanto en tu defensa que
olvidaste cual era el objetivo fundamental de Ilridas: Cuando not que le
sera imposible vencerte por fuerza en sus circunstancias, decidi
llevarte a un punto de sumisin en que, sin importar cun vigorosos te
sintieses, no pudieras moverte.

Sebastin recibi una dosis estrafalaria y casi ilegal de alegra inyectada


conforme las explicaciones objetivas se acentuaban a ltima hora,
reduciendo la inflamacin moral al primitivo punto compacto e
incorregible de su bien reconocida exaltacin singular por el nombre de
su familia.
66

Acertaste al deducir que Odomorot era un seuelo para distender tu


mtrica defensivaLerinxi dilataba su ojo crticopero lo cierto es que,
tanto Ilridas como su sirviente, fueron los elementos de distraccin, a
tal ventura que olvidaste por completo el libro de hechizos, la verdadera
clave del xito.

Y as Odomorot flanqueo los espejos y constri mis articulaciones,


envenenando mi sistema nervioso, cosa que el manto del sosiego no
puede tratarNolmen admiti su error basado en bosquejos admirables
de humildad y una que otra mirada complaciente hacia Sebastin.Es
bueno saber que el amor no trunc su juicio, seor Larrarte. Ilridas es
todo lo que usted y nosotros esperamos de l.

Laerdad era necesaria esta magnfica lucha para constatarlo


Sebastin fue condescendiente, con justa raznMerivan estara
orgulloso de usted, Sinodal Nolmen.

Gracias, dista gran trecho por recorrer. Ruego se encarguen de Ilridas.


Yo me repondr en breve y espero el tambin lo haga.

Lerinxi y Sebastin se despidieron de Nolmen y se detuvieron a observar


al pequeo lirn reposar en el seno de su madre, a varios cuerpos para
no sufrir zarpazos recriminatorios o feroces reprensiones que
estropearan esa bella y entraable ecuacin de afectos conformada por
asntotas de cario y limites expresados al infinito.

Pero nadie llena grandes frascos con raudos placeres

Espero estn felicesChist Kumayria, sin separar la mirada de su cro


en reposo. Ustedes los hombres cada cosa la solucionan a las malas!

KumayriaLerinxi rebusc los arpegios ms suaves entre sus cuerdas


vocales, forzando a improvisar una indemnizacin apropiada o en su
defecto una tarjeta para escapar de su ira. Tu muchacho estar bien,
igual que Nolmen, no te aflijas por algo que tiene remedio. Ahora, si me
permites acercarme

No. Ya no ms de estoEnse los dientes, obligndole a retroceder.


El hielo todava era bastante slido.

Quiero ayudar, mujerdeclar, tocando el dorso de Sebastin para


pedirle relevo. La salud de Ilridas tambin me concierne.
67

S, tesoro. Sebastian acudi al auxilioEl gran Lerinxi sabe lo que


hace. Deja que trate a Ilridas.

Kumayria cedi, despus de algunas peticiones revocadas, al


intercambio de Ilridas por Sebastin, trueque algo disparejo y en donde
el nico perdedor fue el seor Larrarte, acreedor de la leche derramada
y los platos rotos.

Cmo permitiste que llegaran a estos extremos?La amonestacin


no aguard suspensos Nuestro hijo padece de asma! A caso te
volviste loco!

Ya entend mujer, ya entend.De pronto los brazos del buen Lerinxi le


parecieron el paraso y sus ausentes piernas una bendicin remota que
la vida le neg para el recreo de su esposa. Saber escuchar y tener que
escuchar son conceptos muy diferentes. Tienes razn, siempre la
tienes.

Ni siquiera me prestas atencin!--la complacencia no ayudaba


tampoco.

Creme querida, no tengo otra opciAsumi su condicin, con una


pizca de humor una cuarta de pesar.

A su vez, Lerinxi plant au mano derecha en la frente de Ilridas,


germinada en este gesto una delicada luz de intervencin florecida a
partir del toque primaveral en su cerviz rumbo al interior de la mente
mente, reavivndole poco a poco.

Gran LerinxiIlridas volvi en s, adormilado Qu ha sucedido?...


Dnde est Nolmen?

Tranquilo. Nolmen est bienAtenu sus pesares, presionado por un


repentino cansancio indiferente que rob los briznas de su impecable
postura.Hiciste un maravilloso trabajo.

Hijo!Kumayria se adhiri a la bienvenida con el tpico arranque


materno que ignoraba cualquier vestigio de autoridad o principio de
ordendime que te encuentras bien, por favor!

S, lo estoyrepuso, arrojando al aire una mueca entre burlesca y


avergonzada, configurada para el buen entendimiento de Lerinxi.Me
esforc cuanto pude en esta condicin morfolgica, lamento haberlos
decepcionado.
68

Disparatescorrigi Lerinxi y su buena fe levanto sus nimos.Tu


actuacin fue fabulosa: Encontraste la forma de neutralizar a Nolmen en
amplia desventaja y sabes lo duro que es siquiera tocarle, para muchos
dirase que es una utopa siquiera pensar en ello. Nadie en el mundo
podra desestimar ese logro o no, Kumaurya?Aprovech la
conversacin para desarmar sus reproches y reconocer la valides en el
otro lado de la moneda.

S, hijo. No tengo palabras.Coincidi, segundos ms tarde en lo


que descifraba la justificacin del sabio y vivaz octogenario.Pero que
no se repita!

Ganaste dramticamente, campenSebastin opin a carta abierta,


en su diciente jubileo.Ese es el espritu de los Larrarte.

Gracias por sus palabras.Se recuper parsimonioso.Madre Podras


llevar dentro al Gran Lerinxi? Comparti conmigo parte de su energa y
se ha debilitado. No aceptes un no por respuesta.

De verdad?su voz trin en un cantar melodioso y conmovido.

Bueno, solo un poco. No es grave. A su edad los achaques son ms


difciles de disimular.El aire fresco no me matar.

Nada de eso, Gran tercoKumayria enfund su enojo y en su


melisma se esgrimi un tratado de paz.El medio da viene ya y tanto
calor puede afectarle Sgame de una vez!

La convidada glif el libreto belicista y la cada del acto final,


cuestionado por discusiones y alegatos que el sembrado no vio jams,
quedndose con la primera impresin y el saludo reverente a favor del
ganador, en su escala objetiva, del intenso fogueo, a quien pagaron por
siempre un tributo de respeto en soledad, austero y lozano; coreado a
nombre de las acacias; alabado en el redoble de los frondosos helechos
con sus abundantes hojillas batidas en dichosa genuflexin, y sin ms,
apenas ensordecido en el estribillo marcado por su propia gloria y el
crujir de los imperiosos pasos en la desolada senda agraria prximos y
prximos nuevamente a Nolmen y Odomorot, ambos concernidos en una
charla hipcrita en tiempos de conflicto encarnizado y precisa a
puerperios de paz.

Atiende, pues. Que me he enterado lo que va diciendo esta criatura


tuyaNolmen se percat del recin llegado, hablndole cual si hubiera
69

hecho parte de la conversacin desde un principio.Segn cree es


sumamente hilarante tu reduccin corporal y el libro te lleve donde
cuan largas las pginas se plieguen.

Y qu piensas al respecto?No se opuso a los comentarios.

CoincidoLo dijo con honestidad y de buen humorIncluso tu voz de


cro me plisa el seo como los solo los labios se estiren. No obstante, tu
hombra no est en discusin. Lo probaste con creces. Un nio es la
figura que ve en los otrosun hombre es el ejemplo que otros ven en l.

Tampoco la tuve fcilse unt de nimos puros.Me has hecho sudar


el alma.

Pudo serlo de llamarme en un principio!Odomorot Intervino,


indignado y frvolo.

No saba si poda quemar la Deutero-energa a saco y zoco con mis


aptitudes reducidas y el vigor empeado en un manojo de cuentas quel
cansancio me cobre luegoCompens el reclamo explicando su
proceder.Tiempo prudente hay para cada cosa.

Si es as, que sea este el mo y me regreses al lugar donde pertenezco


declar, hastiado.Odio este sitio tan brillante y colorido

Bendito aquello que no odies, nunca tuve el placer de verlo?La


irona sobraba.

Porque no lo hayhumano.Fue descaradamente tajante, insertando


su amplia mirada en Ilridas.

Muy bienreplic sereno, restando crdito al directo mensaje bajo


un pronunciar paciente!Xahutzen!

Una sonrisa macabra e indiferente se dibuj en el rostro circular de


Odomorot justo antes de evaporarse entro de cilindro brumoso,
redirigido en zigzagueos al interior de la brecha dimensional, reabierta
para su pronto regreso y reagrupacin de la armona, que lenta y
desconfiada sali de su refugio para integrarse al derredor.

Pardiz, con esos amigos!Objet Nolmen su impasible aceptacin


con tal picarda que la frase quedo implcita.

Trmino romo para esta sociedad de doble filocorrigi atentamente


Permito a Odomorot moverse entre los planos y a cambio dispongo de
70

sus servicios que, bien habrs notado en nuestros encuentros, me son


favorables.

S. Ese bicho infernal s que cumple su parteapoy su mano al suelo


para al fin levantarse.Y si no lo conociera dira que se preocupa por tu
salud, a su modo, claro est.

Ilridas frunci los labios en ademn austero, a medio camino de la


escptica burla y el placer de reencontrarse con un recuerdo escondido
en su memoria; extemporneo seguramente, verdadero para l y quizs
al malcriado de ocho patas y un corazn refundido, turbio, pero latente.

VII
Una luz al final del maana

La tarde atrac pronto en los viedos de Larrarte. Por costumbre su


lugar de reposo favorito, pues la bella y seductora flora le esperaba con
sus mltiples ptalos abiertos datados ms all de los hemisferios que la
vista no comprende, sin reproches ni compromisos, entregndose a su
calor apasionado hasta que, en esa ambivalencia claroscura del albor,
cansados por tanto amar, se despidieran con promesas de un nuevo
affaire al da siguiente; libre y sincero, dejado de toda formalidad.

Por lo pronto, en la bicspide de tan soleado idilio candoroso, la familia


Larrarte y sus allegados convenan en su propio encuentro decisorio, ya
entrado en materia luego del excitante prlogo que despert ms
sensaciones de lo presupuestado.

Como has de estar enteradoLerinxi platicaba exclusivamente con


IlridasLas actividades de los Baptista han comenzado hace al menos
una semana; significa que llegaras entre los ltimos y tendrs encima
algunas miradas inquietas. En aras asegurar tu permanencia he enviado
un comunicado que excuse tu retraso para explicar la ayuda que has
brindado a Rodrigo Clementese seal a s mismo y luego torn su
mano en un gesto de cobertura pluralizada para sus oyentesy los
supuestos proyectos de recreacin cultural a favor de Viejo Arrabal.

No creo que esa declaracin me haga pasar desapercibidoIlridas no


vea futuro en el contexto.
71

La gran mayora de los aspirantes a la organizacin Baptista son


jvenes de alta sociedad o elevados ingresosDetall sus acciones
.Los Baptista sufrieron un duro periodo de recesin econmica a
principios de siglo que con el tiempo han intentado dejar atrs al admitir
personal con los recursos suficientes y cierto nivel de intelectual para
permitirse comodidades dentro del complejo institucional. Antes que
nada, son la imagen de su logia ante el mundo entero.

Eso est muy bien, Gran LerinxiKumayria present su voto en la


reunin. Sin embargo, ahora nuestro hijo es menor de edadsacudi
los cabellos de Ilridas como anexo probatorio de su perpetuo amor hacia
l, nunca puesto en duday existir ciertas cosas en las que no podr
valerse por s mismo.

S a qu te refieresLerinxi acat atento y jovial.Nolmen y yo


arreglamos una reservacin con el hotel ms prestigioso en la palma del
este. El personal se encargara de ofrecerle lo que necesite sin la
autorizacin previa de un adulto. Acorde a estos servicios y su registro
en la entidad Baptista, Ilridas corresponder al nombre de Fermn
Adagio, identidad a cual debe acoplarse desde el primer instante
devolva con ello la mirada al nio de facto mgico.

Algo ms que deba saber?La pregunta anunciaba el final de la


charla y el inicio de acciones definitivas.

Nolmen y Lerinxi se encontraron con una mirada asertiva y asintieron a


una, seal con que propusieron exponer las condiciones mnimas del
contrato antes que Ilridas firmase con su partida rumbo a lo
desconocido, sin trucos que revocasen la licitacin para un mejor
porvenir o al menos una guerra avisada carente de incautos dados de
baja.

Sfue el turno de Nolmen. Creo sobra a millares emplazar que cada


miembro de lite en el grupo Baptista estar ungido bajo el Martillo de
las Brujas hecho que reducir tus dotes mgicos contra ellos

La advertencia provoc en Kumayria y Sebastin diversos gestos


cabalistas a muestra de auto conservacin frente a las malas energas, a
fin de cuentas, simblicamente rechazada por medio de escupitajos y
guios trabajosos. Ilridas y Lerinxi acogieron una aptitud incrdula, sin
comentarios, acostumbrada a rebuscar comedia en semejante
interpretacin de pavor. Uno por su raso conocimiento y el otro debido a
72

amplia experiencia, pero, a la larga, la penosa paradoja de esconderse


en la libertad de su propio pueblo les recordaba que el miedo es
atemporal y ningn mtodo preventivo sobra.

Por otra partereafirm las riendas del coloquio, despus de ver


pasar el desfile y distraerse con sus muecas sin fundamento o mitos
gesticulares alegricos, ardua labor se dice al enviarte como oveja
entre jauras; as que evita cualquier enfrentamiento. A favor de tu
integridad fsica y emocional, iras de paso en lo posible. Indagaras los
objetivos del enemigo y saldrs sin levantar sospechas.

Ilridas turnaba su mirada de un lado a otro, en ciclos que se hacan ms


cortos dada la prisa de los interlocutores por abordar los detalles
perentorios y sus vicisitudes, ilustradas con claridad a guisa de evitar
que su cordero inmolado sirviese al sacrificio en manos equivocadas,
tributos inicuos entre cnticos y salterios por su propia muerte.
Comprenda la gravedad de su pronta audacia sin par, solo que en su
paladar quedaba ese sin sabor de no inspirar plena confianza incluso
demostrada su vala frente a la adversidad.

Sers un chico de unos quince aosLerinxi intercambiaba lneas con


Nolmen .As que debes comportarte a la altura. No des seales de suma
madurez; en el papel buscan gente subordinable e ingenua con talentos
especiales. Lo que nos lleva al siguiente punto: Debes moderar tus
facultades. Sers parte de la franja de espectculos y escenas circenses;
tras algunos actos sencillos calificaras. No intentes excederte.

Ah, Gran LerinxiNolmen reaccion por osmosisIlridas necesitar


nuevas prendas que usar. Con su estatura no podr ponerse el resto de
su ropa.

Qu bueno que lo mencionas, NolmenDe momento la charla se


resumi solo a ellos dos.No nos queda mucho tiempo, pero creo Aleka
nos puede ayudar. Est acostumbrada a tratar los vestuarios de gala e
iniciacin para los aprendices en la Cpula y apuesto descubrir qu
ser til a Ilridas con su edad actual.

No se diga ms y echemos manos a la obra!Se consum la reuni


con esta ltima expresin, puestos ambos en pie asumiendo la
aceptacin total de Ilridas y sus progenitores recin enterados;
perplejos, digiriendo palabras previamente masticadas para el buen
entendimiento.Estimados, el Gran Lerinxi y yo nos ocuparemos de los
73

detalles, solo te pedimos, Ilridas, que ests listo para el viaje. Un


carruaje te escoltar a la hacienda Clemente dentro de una hora.

All estarconfirm su asistencia, inclinndose levemente en una


venia respetuosa.

La logstica culmin su repertorio y el excedente fue puesto a cargo con


despedidas, actos finales del cronograma previo a la entrega del menor
de los Larrate al mayor de los peligros, a un mal por vencer o un heroico
y morboso destino.

Se march junto a los Sinodales de paso a la elocuencia, quedando poco


menos en la interpretacin triste y reservada sobre el divn cinzoln,
acolchado con felpa y algodn binado, un lamento profundo compreso
en susurros y ayes anestesiados por la misma congoja.

En la parquedad, las fras brisas del limbo removan los abundantes rizos
en el cabello rubio de Kumayria, mientras que en sus ojos miel se
dibujaba la amarga figura del barquero encomendado a incautar su
felicidad, bateleando con los segundos perdidos en su depresiva
meditacin. Y, a merced de semejante angustia, Kumayria se aferr con
fuerza a Ilridas y Sebastin, unindose a ellos para concederse la
oportunidad de reinstaurar su dicha y evitar que partiese al ms all.

Hijo mo, no quiero que te vayas!... y menos a bregar tantos


desmanes. Viejo Arrabal te necesita con vidaigual que nosotros.

Temer pronostica desconfianzas, madre, mas la pe en mi familia


profetiza el xito con cada andar donde en mi mente los lleve y mi
corazn cargue sus mejores deseosIntent consolarle, pero la lluvia de
sus ojos no sera aplacada por paos tibios ni cantaros huecos.Volver
antes que me extraes.

Eso es imposible, porque todava no partes y ya te extrao!.La


tristeza diluviaba sobre el hombro de Ilridas, donde los nubarrones
oculares de la inconsolable Kumayria se cernan junto a los pertrechos
humedecidos en su rostro y una leve posibilidad de mantener a su
muchacho consigo, dentro de una prisin de lagrimas y melancola.

Entonces he de regresar antes que parta tu esperanza aun ms lejos


prometi con fundamento, recogiendo los segmentos del semblante
cuya belleza natural perdi su lustre al cabo que la hermosura de su
74

corazn sala a flote, coronada por las gracias que adornan al ms puro y
sincero amor.

Yo nunca dejar de creer en ti, Ilridas. Entiende que no es fcil para


nosotros.

Lo s, madre.Se puso en lugar, fundindose con ella en un sentido


abrazo, frotando su espalda a modo de disculpa por un mal que no
cometi o una tragedia que aun no ocurra.Amante del deber parezco,
si bien no me roba el sueo. Pintas muchas hay en la baraja, mas de ella
solo cuento con una: Su bienestar mi obligacin, mi mejor jugada Mi
carta de triunfo. Si voy sabremos lo que trama la familia Baptista y si no
lo hago quizs nos sorprendan descubriendo nuestra comunidad. Ms
vale de mi morir antes que tal da llegue.

Y crees que nosotros no nos importa que sufras el cruel destino de


un mrtir?Kumayria no ceda. No obstante, la madurez de Ilridas
contuvo la mayor parte de su afluente llanto, sonsacndole del duelo
premeditado nada alentador con que el pesimismo de la madre pareca
darle por muerto y enterrarle en vida.

Somos miembros del Sinodo, y eso contrae responsabilidades que


tarde o temprano nos alcanzan.Mir a su padre usando su lgica para
discurrirse en tal frase que homenajeara su sacrificio tiempo atrs y
adjudicara una opinin oportuna a quoy siendo mhora al menos deseo
respalden mi decisin. Que reciban esta audacia y su implicacin con
orgullo y no con el corazn de luto.

Sebastin, elogiado mediante la rpida distincin de su hijo, dada por


sentada en alternativa exclamatoria, sonri como remuneracin
supeditada a dichas palabras portadoras de claridad tan aprehensibles
que el reflejo de Ilridas, relucido por su significado cristalino y sincero,
divisaba y reconoca el suyo por igual. Unidad, pertenencia, familia
tanto como poda brindarle y que no adquirira de nadie ms. Un
pequeo obsequio a cambio de nacer por segunda instancia y vivir a
travs de sus ojos.

Seca tus lgrimas, amada maSebastin sum sus fuerzas a Ilridas


para vencer la nefasta tristeza apostado sobre su esposa.Es a los
Baptista a quienes corresponder llorar cuando Ilridas se pasee por esos
lares. Todava no han conocido la perseverancia de los Larrarte y,
75

llegado el momento, rogaran a sus patticas figuras menonitas que los


salven.

Como recompensa a la seguridad que borboteaba por cada poro de su


entereza artificial, Kumayria segreg en lentos diminuendos los acordes
sollozantes y las precipitaciones desconsoladas, paso a paso,
desvanecidas tras el arcoris de su sonrisa, tmida y vulnerada por la fra
temporada en pesimismos que no daban tregua a la regular candidez
guarnecida en su alegra primaveral.

Soy tan afortunada por tenerlosseal entre espiraciones plausibles,


flotando en los humedales que la cruenta tempestad dejo antes de
marcharse fuera del cenit de sus parpados.Es por eso que sufro
cuando imagino su abandono.

Eso no pasarAsegur Ilridas, estrechando las manos de Kumayria


entre las suyas.Ser cosa de unos das, y cuando regresesu voz
consinti delicadas texturas arialesespero tenga listo el terreno para el
arado, seorita, porque le ayudar a plantar esos tulipanes celestes que
tanto le gustan.

Lo dices en serio, querido mo?recobr sus nimos y con ellos la


radiante firmeza femenina.Eres un bombn. Ah, eso s: cuidado con las
jovencitas eh?el consejo son a estilo de chiste.Si caes en manos
de una nia traviesa te aseguro que la pasaras mejor con los Baptista.

Madrri, calmoso, siguiendo el cauce natural de ideas y as


consolidar su rehabilitado buen humor.Nias han de ser por demasa;
asmismo, tiempo que no tengo incluso para a mi labor debo sumar.

Mejor as, hijo. O no sobrevivirs a la furia de AlekaSebastin reforz


el momento jocoso desde su ptica personalTe lo digo por experiencia
Tu madre me cela con sus vasijas de porcelana!

Eso no es verdad!Liber una carcajada catrtica.No quiero que


las eches a perder. Son muy costosas.

Y yerras en cuanto a Aleka aseveras, padrese defendi con notoria


vergenza.Se preocupa por mi y eso es todo.

Claro, claroles mostro la palma del sarcasmo.Oigan soy un jarrn


parlanchn! Si soy posible, todo lo dems tambin lo es.
76

Al son de las risas y corrientes apacibles bajo el dique fraternal, un fino


galope emul el crujir de las quebradas que dulcemente envuelven a las
rocas en su refrescante cario. En efecto, la carrosa esperaba por Ilridas
y l, a su vez, por la conviccin de Kumayria que liberara el exceso de
equipaje en su corazn remordido.

Promete que escribirsfue cuanto pudo decir, resignada a dejarle ir


y no olvides que estaremos esperndote.

Buena suerte, hijoSe despidi Sebastin, con sentida altivez para


ocultar su pesar.Lleva con fuerza el nombre de nuestra casa.

As ser.Les abraz y beso por ltima vez.Hasta pronto.

Apenas fuera del hogar, el cochero mostro un acto de gentileza y abri


la puerta para l. Ilridas not que, tanto el vehculo como su conductor,
eran los mismos de la vez anterior y que sin dudas Lerinxi haba
ordenado los mejores elementos a su servicio. Los privilegios bien
podian provocar brotes insalubres de nerviosismo; no obstante, Ilridas
se hizo inmune a ese sentimiento nocivo desde que asumi los
compromisos y pesquisas inherentes a la figura de Sebastin y la
responsabilidad por mantener su legado vigente.

Por otra parte, las dificultades por venir iran ms all que los placeres
del padre o la emocin cimbreante del coloquio que tantas hazaas
suyas presencio. Su nueva aventura sera por mucho lo ms alto y
avanzado que hubiese enfrentado, irnicamente, en la apariencia de un
nio indefenso. Quedando entredicho que se puede ser un pez gordo
entre las truchas del lago y tambin una presa fcil en el inmenso
ocanoo un excepcional mago de provincia desaparecido y dado por
muerto en la gran ciudad.En un suceso breve pero invencible, sin mayor
soporte que la marcha rtmica del fino potro azabache, sinti debilidad y
permiti al pesimismo una mala jugada. Crey que su orgullo, en
supuesto acto de gallarda, en realidad aburrido por tanto escalar sin ver
una cima en el rea limtrofe, le entreg al suspiro ulterior previo a la
eternidad incorprea; reducida de metas o luchas, a fin de conseguir lo
que no se busca pero tanto se desea: La vida despus de la muerteo la
eterna defuncin luego de la rauda existencia para quienes le es
imposible determinarse cohibidos de propsitos u objetivos.

Cavilaba, reabriendo los sarcfagos donde reposaban sus actos entre


epitafios enmaraados con el polvo atvico e ilusorio a la concepcin
77

temporal, que elongbase y encoga en sentidos abruptos y arbitrarios


pagando mal a quien bien le sirve y tolera sus caprichos. Impelido el
erudito a la eterna sed por conocimiento insaciable y el necio a la vana
tranquilidad y veranos efmeros, cuando el buen sembrador pocas veces
llega a ver la cosecha.

Menospreciado por la velocidad del pensamiento, Ilridas encontr su


segundo aire en el vivaz recibimiento a cargo de Aleka quien le abraz y
bes en la frente, sin tapujos ni restricciones, al pie de la meta como
premio por mantenerse en curso y atender la realidad, esa minscula
voz que le exhortaba a concentrarse y dejar los malos augurios en
manos de los escpticos.

Hola AlekaDijo Ilridas, sorprendido dentro del coche.Gusto n


verte de nuevo.

Ah, eres la cosita ms adorable que haya visto!proclam


emocionadsima, convirtiendo el abrazo en un amoroso estrujo asfixiante
.Espero no te moleste que te salude tan pronto, es que mora por ver
si era cierto

S que lo essonri resignado.

Aleka, narcotizada por su apariencia juvenil, le repar con ternura.


Uniendo los puntos compuestos en la constelacin de su rostro doncel,
para ella, el ms brillante del firmamento y, a su vez, el ms esquivo.
Oculto entre la bruma sideral y nimbostratos abultados con deberes
inevitables cuya fuerza coercitiva no rejuveneci a su amado, lo alej a
tal suerte que la distancia lo redujo ante su percepcin discriminada por
un anhelo infinito.

Sabes?vocaliz entretmida, hurgando en las nuevas facciones de


Ilridas con sus ojos meticulosos.Es irnico que ahora seas t el nio.
Ojala en esta condicin llegues a comprender lo que sientoaunque sea
transitorio.

l le mir con cierto pesar, dignado a liberar un resoplido inocuo, de


mayor sinceridad que cualquier pretexto improvisado o concepcin
mentirosa. Al menos alguien realmente conoca el enorme peso de una
minscula encarnacin imberbe, delegada a llevar ms de lo que puede
cargar y devengar menos de lo merecidoy eso, para el efebo por
abjuracin significaba pura y fsica adolescencia. Una etapa para dejar
en el olvido o un olvido del cual escapar en cada etapa.
78

Es obvio que no tienes nada para decir, de lo contrario actuaras como


adulto.ri, disipando el suspenso sin nimos de presionarle.Vamos,
abuelo espera por nosotros

A la sombra de un abedul florecido, supino y elegante, Lerinxi


aguardaba, recostado en una butaca de mimbre con flequillos de
algodn, bordado en puntos desalineados. La cara gacha, enclaustrada
bajo un sombrero de paja, viejo y arrugado, en concordancia con la
barba oblonga para captar la motivacin del tpico y pintoresco aspecto
campirano. Algo bizarro, s, teniendo en cuenta la etiqueta del buen
anciano y el acervo de lujos abarrotados a su cercana. Estaba claro que
su rol le impona mojarse los pies en la zupia estereotpica, y al cabo de
repetir y salpicarse a diario encontr la satisfaccin de zambullirse
entero dentro del mundo ficticio; a veces, menos fantstico que la
verdad y liberador si bien la belleza tiene jurisdiccin en lo simple.

Ah estn mis muchachos!Les saludo con la voz retenida en los


labios tupidos, aferrados a una ramita de heno de acuerdo a su
prontuario ficticio hasta que la buena postura y acento modulado le
delatasen.Cuanto me alegro Algn cabo suelto que atar antes de tu
gran viaje, Ilridas?

Mi madre se hizo a la idea, as que todo en orden.

Fantstico. Oh, por ciertoa travs de la corta pausa, Lerinxi busco


tras el asiento por una maleta de cuero con cierre a botones y chapas
metlicas que entreg a Ilridas junto a dos palmadas de emocin en su
antebrazo.Aleka y yo

nos tomamos la libertad de conseguirte algunos elementos que te sern


tiles y trajes propicios para esta ocasin.

Yo misma los escog para ti, chiquitnMencion de mil amores,


motivo por cual Ilridas oculto su descontento ante esa vilipendio
inocente.Mi abuelo tiene muy buena percepcin con respecto a las
personas, y yo, claro, no tuve problemas una vez me diera tus medidas
estimadas.

Puesmuchas graciasContest para deleite de Aleka, encantada y


lista a su complacencia. Dnde est Nolmen?

Reagrupando la tripulacin que te llevar a destinodijo Lerinxi,


favorecido en la satisfaccin que contrae el buen desempeoHace
79

meses que La bella Nancy no zarpa a mejores parajes y hoy es un


hermoso da.

Ilridas mir a Aleka, confundido al relacionar su pseudnimo con la


asociacin expuesta por Lerinxi, obteniendo risillas simpticas y quios
afectuosos.

Se refiere a la embarcacin, Ily. La bella Nancy es el nombre que le


dio mi abuelo cuando la compr al consorcio fluvial.

Deb imaginarlomanifest una sonrisa conservadora en funcin al


buen humor de Lerinxi y el esmero de Aleka. Espero no sea un
trayecto extenuante.

La bella Nancy es muy veloz y sutil, el viaje tardara tres horas


mximo. Una vez all es cuando comenzara tu verdadera aventura y,
segn tu desempeo, tambin la nuestra.

Revestido por la autoridad conferida en su propio predio, Lerinxi bati los


dedos al aire, atrayendo as al cochero bien instruido en los designios
de la ley local y su soberano, principal responsable en la armona que
abarcaba su sociedad amparada bajo una magistral legislacin
gesticular.

La siguiente parada te llevar al puerto de Viejo ArrabalLerinxi


anunci el fin de la instruccin, temiendo resentir el buen tino de Aleka,
a quien la polucin despedida por sus deseos envueltos en llamas
percuda su corazn.Nolmen te dar las ltimas indicaciones.

Bien, fue nplacer volver a verloscomparti su gratitud, con un pie


sobre el pedal bajo la puerta del carruaje.No los defraudar.

Hijo, solo con esto has hecho ms que cualquiera de nosotros. No hay
modo en que puedas decepcionarnos. Aleka y yo te escribiremos
seguidola rode con el brazo, avivando sus moribundas ilusionesy
esperamos tambin lo hagas para nosotros.

Bien. Le encargo mucho a mi familia, Gran Lerinxi. Tenga usted la


bondad de perpetuar su confianza, no importa cun turbia se torne esta
tarea.

Pierde cuidado, IlyAleka particip del discurso pstumo.Al regresar


encontraras todo tal cual lo dejaste, tienes nuestra palabra.
80

Un portazo separ a Ilridas de aquellos rostros usualmente dispares,


heterogneos por la edad y la metodologa sentimental, absolutamente
compatibles ese da. Demostrando que la aspiracin positiva no es cosa
de duchos o viejos sino de quien tiene la certeza impoluta para creer en
lo que no se ve y por cuyo principio su espirito se mantiene joven para
siempre.

La refulgente carroza cumpli con su cometido a eso de diez minutos


asombase el inmarcesible ambiente de rivera atestado de personas y
pequeos negocios relativos a la escena portuaria: Carpas peregrinas,
miscelneas gremiales y tiendas administradas por pescadores que
distribuan al populo las bondades de la gastronoma marina, cuidando
sus productos de las marrulleras gaviotas que, a su manera exigan
igualdad de derechos, refugindose en tales tugurios de las brisas
saladas provenientes desde el barullo de las olas al besar la costa
entelerida en su vaivn cclico de amor y odio. Al fondo, justo en la
lnea de embarcaciones donde el suelo labrado en tablas cruja entec
por su humedad, se distingua a Nolmen de cara a un bote blanco con
amplia puente de mrmol y un largo cuerno dorado como mascarn de
proa; el mstil desplegaba un conglomerado profuso en perspectiva
horizontal, recreando el efecto de un par de alas en lo que, abarcado con
la primera impresin se deduca segn la imagen de un Pegaso. Si bien
La bella Nancy no alcanzaba la longitud que otros barcos en el rea
limtrofe podan ostentar, su hermoso contorno y armazn de acero
templado tanto en el casco como en la cabina comprendida entre dos
aros plateados con morrillos en puntas finas y curvas, asemejados a las
orejas del respectivo semental, avergonzaba de s mismos a sus vecinos
prestos a la flota. Incluso Nolmen, sin proponrselo, apartaba para s las
lisonjas del viento embelesado con su hbito y porte exquisito, una
novedad entre tanto roco disperso sobre el vulgo, oculto a plena vista
de sus inspidos recursos incoloros, colmados en llanto de clima tropical
lluvioso y gruidos salpicados por la impotencia de no tenerle.

Llegas a tiempo, IlridasLe tendi la mano y ocup del equipaje junto


al pesado libro mgico, en proporcin, trabajosos para el pequeo gran
muchacho.La tripulacin est lista para zarpar Lo ests t?

De existir algn otro asunto mejor que espere aqu mientras zarpamos
contest amablemente, esforzando la voz sobre la recelosa brisa
marina.
81

Ya que lo mencionasNolmen se detuvo ah, aprovechando la


camaradera e invitndole a acuarse junto a l al barandal de
contencin; apoyados los brazos y la mirada columpiada en el cielo
zarcoSe que el Gran Lerinxi y yo demandamos encarecidamente tu
austeridad para mantenerte en lo secreto. Sencillo baja el agua por la
cascada, pero hasta el otro lado no queda sino nadary no ser nada
fcil.

Estoy al tanto de elloconsider los hechos, con serenidad


inapropiada para tal infortunio.No bajare la guardia ni un segundo.

Fijo conmigo la incrdula prevencin, que en mi avaricia por


contenerla ya nada me es suficiente. No dude de ti!aclar de
inmediato.Es solo que en nuestro precario conocimiento del
movimiento enemigo puede que omitamos impropiamente peligros
importantes. Deleita mi calma recibiendo este presente

Nolmen puso la mano derecha dentro de la amplia faltriquera bordada


en la toga antepuesta al atuendo principal solo revelado en modalidad
combativa, descubriendo un broche dentado con motivo de pernos
enroscados y zigzagueantes como descargas elctricas talladas en
cristal alrededor de un ncleo moldeado en zircn, a su vez, incubando
una esfera de hierro en su interior. Un gravado especial sobresala del
artculo garabateado segn dialectos mayormente corrodo durante los
aos y descuidos atribuidos a su anterior propietario, con un anlisis
exhaustivo a la escritura poda deducirse: La herldica por la magia

Esto esel rostro patidifuso tradujo su opinin al lenguaje


corporal, resumiendo la entera sorpresa y sus derivaciones gramaticales
mucho mejor que cualquier oralidad sagaz o labia prolifera para armar
palabras coherentes.

El vnculo siempre afine tu buena memoriaratific Nolmen,


entrecerrando los ojos para atisbar dentro de la mente hacia un tiempo
ya lejano.Tan aguda sea a par de ese da cuando a una volcamos las
mesas enemigas.

No lo he olvidadoCentr su mirada en el seductor objeto.Es el sello


Herldico que tomaste de aquel brujo por trofeo. Pens que no lo tenas
contigo.
82

Bromeas?inclin la cabeza para atrs, impactado.Empuo de l


mis manos llenas un hito en mi desempeo mgico, sin mencionar cuan
provechosos sus efectos son.

Verdades son?Ilridas no reservo sus dudas, curioso e intrigado


asaz posedo por su cuerpo impber y su mente en constante
crecimiento, nio y adulto conectados en un solo circuito de cargas
absurdamente opuestas.Historias nunca acallan, pero tan raros y
esquivos los instrumentos se tornan que dudara de su existencia si la
tuya con ella no juntasen conmigo en un dilogo ameno.

Nolmen empu el prendedor, escudrindole con la yema de los dedos


y dejando que el espeso aire empapado con reverberaciones nuticas le
arrullara con su paciencia en pleno apogeo, llevando la apreciacin a
Ilridas conquistada por la misma humedad afable que sazonaba con
sabor a dicha el silencio simpliforme.

Segn entiendoProsigui Ilridasel Sello Herldico es un conductor


creado para imprimir Deutero-energa a un objeto seleccionado y
producirla en el.

En efectoLe dio la razn, deslizando la vista a lo profundo de las


aguas cristalinas adornadas por admirables repliegues espumosos.La
transmisin de poder no solo te permite depositar su flujo dentro del
receptculo. Tambin puedes moldearlo segn lo requiera la sintona
entre tus ondas cerebrales y la energa subjetiva que se desplaza a
travs de ti. En pocas palabras, adaptar un elemento a tu estilo bsico
de conjuracin.

Pretendes decir que puede convertir cualquier cosa en una


herramienta encantada?

O un armarespondi su pregunta real.Claro, preferiblemente


materiales que no aslen la conductividad, despus de todo, la Deutero-
energa es una fuerza en expansin que necesita libertad para
reproducir tus ordenes. As como tu mente es el catalizador que te
permite sentir y administrar la Deutero-energa a lo largo de tu cuerpo,
el sello se instala a un objetivo inanimado otorgndole esa misma
propiedad.

Una chispa de asombro ceg a Ilridas, viniendo de l, gran practicante


de las ilusiones y engaos, sorprendido por ese fantstico, pero real
elemento, era una apreciacin para tener en cuenta. No buscndolo
83

seriamente, Nolmen descubri la combinacin a la plena cordialidad con


Iridas; extrayendo de l un botn mayor a la simple conversacin ya
planificada. Una amistad contante y sonante sumada a grandes fondos y
admiraciones ahorradas desde das ya ocurridos, mas nunca antes
reclamados a nombre del portador o a la espera que, en medio de la
crisis, los intereses amortizaran el valor neto conservado durante la
estima recproca y el respeto ilimitado.

Sobra decir queRetom la palabrano he explotado sus


innumerables aplicaciones, dado que, para m, su mayor bondad
consiste en recordar que sirvo al Snodo y defiendo la comunidad donde
vive mi suerte al conocerlosa quienes debo lo que soy ahorarefren
la declaracin y as extendi el dispositivo a cercana del compaeroY
factible como solo esto deseo lo portes y su poder desprenda la
heroicidad que solo un espritu como el tuyo sabr usar aprovechar para
el bien.

Tu perseverancia y disciplina es lque te ha convertido en lexcelente


mago que eresexplic, abstenido a recibir el regalo.Malagas en
vano, pues, nada voy figurando en tus merecidos logros.

Por el contrarioLe corrigi, sobrio y seguro.Prominente inspiracin


nuestros combates rasgan en los campos que aun se estremecen o mi
memoria donde cada uno vivir eternamente y s que, de algn modo u
otro, la sana competencia ha aguzado tus destrezas a este nivel. En lo
habitual vamos d contendientesen lo personal siempre seremos
amigos.

Ilridas se rindi frente a su sincera solidaridad, aceptando el presente


con una mano y apretando la otra con Nolmen, aquella carente de un
pulgar pero nunca de firmeza o garanta impresa en su compromiso y
lealtad.

Mejor sube al boterecomend, esquivando cualquier sensacin


incmodamente empalagosaantes que el alcohol a estos marineros
esconda el rumbo.

Es lo mejorri por el comentario, marchando a la rampa de entrada a


La bella Nancy, detenindose justo a la mitad y de este modo volverse
en compensacin a la incondicionalidad de Nolmen y su rostro capturado
por la emotividad justa en el momento preciso.
84

Supongo que este es el adisIlridas trato de suavizar el impacto


armado de humor no muy terminante.

Un hasta pronto para nosotros y un cordial saludo a la grandeza que te


espera, pues volveremos a saber de ti y t de nosotros. Cudate buen
amigo!Bati las manos en seal de despedida.

El desprendido misionero premi la creencia del squito representado en


la figura de quien a la distancia irradiaba sus mejores deseos,
mezclndose en la oscuridad retenida tras la escotilla entreabierta al
cabo que la nao avanzaba con destino a la lnea donde muere el da y
renace una luz al final del maana.
85

VIII
Sonata Nocturna de Ultramar

La bitcora de viajes iniciado apenas una hora se escriba al transcurrir


de cuchicheos sibilantes que avanzaban y reculaban cuan si refregaran
la marea extensa y uniforme a gratitud de los navegantes para quienes
la mar luca sus mejores prendas de gala, embellecida por las
lentejuelas que la noche le prestaba y retocaba en su reflejo cristalino
luego que, en el trayecto la sutil nao ajustara sus refajos a medida a
travs de puntadas onduladas, tan cuidadosas, que tendan a
desaparecer o quedar atrs, escondidas tras los pliegues y costuras
voltiles, cambiantes conforme a su narcisismo. Terrible encanto por el
cual muchos mueren y otros viven con ilusin de conquistar.

Al pie de la popa, sentenciada bajo la ordenanza penumbral que da lugar


al mandato de la luna, la mirada de Ilridas pagaba por el delito de
aoranza, esperando que la gran dama noctvaga y su luz de indulgencia
le guiaran de regreso a casa, impedido por la opresin que obliga el
cumplimiento del deber.

Mientras tanto, la quietud espiritual y el jugueteo de las olas con La


bella Nancy, hecha un barquillo de papel en sus grandes y fras manos,
le orientaban a descubrir la calma en medio de la desgracia, infundiendo
el deseo de jams dar por concluido ese viajey que las brisas
acogedoras, con su suntuosidad y dulces fragancias perduraran
eternamente al relegar las penurias en puerperios indeterminados por el
futuro distante.

con sus antecedentes, era demasiado pedir para Ilridas y su mala


suerte
86

Lindo clima! No te parece?La voz de un mancebo de aspecto jovial


interrumpi sus pensamientos.

Ilridas se volvi para reconocer al individuo, a quien la oscuridad


mantuvo en reservado enigma, mas no atin a responder, regresando a
su primitiva postura, de cara al camino ya recorrido por el Pegaso
navegante.

Mi padre sola decir: El que mucho piensa poco hace.Aadi, al


tiempo que llevaba un cigarro a la boca y le prenda fuego, revelando los
ojos verdes y el mostacho delgado y rectilneo que tornbase
puntiagudo sobre las comisuras de los labios. El cabello cubierto tras un
gorro ancho y anticuado escapaba entre los resquicios dejados por el
uso y el abuso, suponindose abundante y de color castao.Pero es
inevitable meditar cuando ests rodeado de este hermoso paraje y no
lidiando con el molesto ruido de la maquinaria.

En vista que el monlogo persista y alcanzaba pronto el estado de


caducidad, el solitario hablante os por intimar con un acercamiento
sutil, no lo suficiente para sorprender la recia muralla ensimismada a
fuerza del instinto conservador incluido en la psiquis de Ilridas, ladrillo
por ladrillo, ajustado en incorruptible desconfianza propia de su
voluntario ostracismo. Su mejor aliado en trminos de autonoma contra
las procedencias mal habidas y compaas dudosas.

Entiendo si no quieres hablar, muchachocuid el sentido y orden


verbal.Yo tampoco estara feliz si tuviera que unirme a los Baptista y
sus procedimientos reprochables.

Sobresaltado, Ilridas le retuvo con miradas speras, como sensores de


privacidad activados en consecuencia a la invasin inesperada y la
soltura arbitraria con informacin clasificada, no muy bien protegida si
un simple marinero pudo deducirla sin inconvenientes.

Reprochables? No s de qu est usted hablandobreg por cubrir


las vergenzas del secreto al desnudo.Su comunidad es respetada y
de gran renombre.

No tienes por qu mentirdijo, afinndose el bigote a mera suspicacia


.Tambin soy miembro del Snodo Mgicoal menos cuando estoy en
tierra firme. Mientras tanto puedes llamarme Marcos.
87

Tu pseudnimo civil?se interes de pronto, arraigado a sus


reservas.

Sse anim al sentir el dbil pulso en la conversacin, rehabilitada


luego de tan largo silencio comatoso.Los nuestros me conocen por
Adrel maestre de La bella Nancy Cul es el tuyo?

La pregunta le extrao, dado su criterio hacia la familia Baptista y


aparente relacin al gremio local. Entonces comprendi que Adrel saba
lo estrictamente necesario y no morda ms de lo que poda digerir.

Fermn Adagiose present, segn lo acordado.

Adrel se abstrajo un breve instante, reemplazando la colilla casi


desgastada por un nuevo cigarro, so pretexto, adems, para estudiar al
viajero a Ilridas. Necesitaba enunciarse como buen anfitrin o la laconia
extinguira la frgil llama conversacional tras un soplido sin inters.

Es ese un libro de ilusionismo?Lanz la pregunta trivial, indicando


curiosidad.Es enorme para un aprendiz de tu edad.

Hago lo que puedo.Replic inspidamente, tolerando la denigracin


entonada en su etiqueta juvenil.

Es fascinante. Lstima que los magos no seamos tan diestros en dicha


prcticaArrug los labios, dando largos sorbos al cigarro.

Formalmente es una disciplina de brujosEngros el dictamen de


Adrel, acaso para finiquitar el tema.Del modo en que ellos no poseen
elementalitas en su haber.

Naturalmente. En lo personal he escuchado sobre alguien excepcional


.Arguy exhalando el denso aire atabacado, absorbido por las texturas
negruzcas del ocaso.Un taumaturgo en nuestra comunidad maestro en
esa rama, su nombre es Ilridas Larrarte. Nolmen me habl de l en
alguna oportunidad y apuesto que lo has odo nombrar en tus tutoras.

Ilridas se mantuvo en los lineamientos oficiales, preconizando un ahto


de supuesto inters por escuchar el panegrico relacionado a esa figura a
la que fue despojado momentneamente. En lo que a l respectaba, la
conjugacin de su esencia en tercera persona preservaba su reciente
pronombre desprendido de adjetivos, artculos y tiempos gramaticales
incorrectos en la expresin tcita enfatizada como su estricto
anonimato.
88

Nada distinto a las ancdotas de un hombre normal.La modestia


habl por l en seguida, antepuesta a cualquier sobrada declaracin
dilatoria.

Eso cre yo tambin hasta que Nolmen relat para m la forma como
adquiri toda una lnea de anillos aspersores. Pocos lo han logrado y
entre ellos es el primer ilusionista con dicho galardn.

La euforia le hizo olvidar la barrera espacial entre l y su interlocutor, a


quien acogi con una mano apoyada en su hombro y la otra sobre el
texto mgico; un callado pero notable participante en la tertulia de flujo
racionado que Ilridas tampoco pretenda extender a afluentes narrativos
donde pudiera ahogarse divagando en concesiones y desvos
accidentales.

Se requiere mucho ms que estudio para ser grande.Aadi,


animado y jovial.Es la valenta el factor determinante para sobresalir
entre los dems. Te aseguro, pequeo amigo, que tu arrojo te tornara
igual a l o incluso mejor !Ya lo veras!

Eso esperoReparose a s mismo, midiendo con la mirada la distancia


entre esa personalidad mgica, tan conocida y apartada a la vez, y su
encarnacin subestimada y pueril, eso espero.

Desde la cabina, refundida en el espeso alquitrn nocturno, el sonido de


una corneta llam su atencin. Vociferndose durante un discontinuo y
estentreo chisme monoslabo el avistamiento de las bellas luces
titilante, acurrucadas a placer en la neblina cuan si fuera un secreto a
voces, comentado antes de tiempo; regodeado en el impacto causado
sobre los viajeros ansiosos por confirmar los rumores levantados por su
pronta llegada.

Adrel convid a Ilridas a la proa, donde el colorido sarao con sus


ilimitados destellos iluminaban el cuadrante sin permiso del alba,
creciendo y reproducindose rpidamente en el rango visual
bombardeado por despampanante hermosura casi letal a la crtica
conformista, cincelada en poesas arquitectnicas modernas y
esculpidas callejas de piedra en cuyos versos era imposible escapar sin
esbozar sonrisas ruborizadas tras su asomo o salir ileso de la danza
hipntica bajo cual las palmeras traan a sus presas prximas a sufrir
redencin absoluta frente a una ciudad que jams se piensa dejar atrs.
89

La vacuidad patrullaba delegada con algidez climtica, a esas horas,


establecida cuan si fuera un toque de queda expuesto
consuetudinariamente. Pocos audaces levantados hacia la resistencia
merodeaban las plataformas calizas y elegantes donde el puerto de
Palma del Este sostena su harem de magnnimas farolas y mamparas
centellantes; una tras otra, guardndose cupo a la grandeza,
desapareciendo pueblo adentro en senderos ilustrados con detalles que
transgredan la imaginacin de los turistas: Bancas pintorescas caladas
con hierro y soportes roblizos; escalinatas bien preservadas que
undanse en el costal de la playa y sus granos refinados; pilastras
rocosas arqueadas bajo las calzadas con pasaporte de antao y espritu
moderno infundidas por sus habitantes y el estilo cosmopolita que
borboteaba de las hendiduras hasta el final de la avenida, mientras
vehculos de ltima generacin y tecnologa de punta iban y venan
reapareciendo entre enrejados luminiscentes alusivos al mbito
publicitario con rumbo a parajes desconocidos.

Aunque dejaron Viejo Arrabal apenas contadas horas. Parecan haber


viajado aos luz a una meca tan civilizada que se sintieron pioneros
descubriendo un mundo reinventado, guarnecido de vanguardia, sin
adolecer de la clsica fastuosidad colonial; facultad provechosa para
recordar que aun seguan en la tierra y no en algn planeta distante.

Hela ah, la majestuosa Palma del esteenunci Adrel, mostrando el


punto de destino. Ve por tus cosas, Fermn. Atracaremos en breve.

Recogidas las velas y echado el lastre va intravenosa a la circulacin de


la valiente mar que emiti poco menos a un ceceo de leve dolor, el
esplendido bote aparc como un sueo. Dos personas de abundante
vello facial, muy similares entre s, bajaron a puerto junto a Ilridas y
Adrel, detenindose cerca a la plataforma de abordaje para no
comprometer la simbiosis slidamente entrelazada con la Bella Nancy
y las apacibles aguas que esperaban por nuevas rutas de navegacin
para no sentirse sola en su inmensa perfeccin inmarcesible compartida
a los aventureros, cronistas letrados que tras las jornadas nuticas se
untan de nobleza en su ntegra sencillez.

Como parte de tan glamoroso saludo citadino, un individuo vestido con


el estamento y los colores de la guardia costera se interpuso en su
camino, consultando los apuntes respectivos del registro turstico y la
reaccin concerniente a Ilridas y Adrel vertidos en nuevos odres y
embriagantes placeres visuales.
90

Buenas nochesdijo el vigilante, con tono recio para ser notado


.Identificaciones, por favor.

Adrel desenfund la suya en un santiamn. Mientras que a Ilridas la


insulsa retentiva le jug una treta. Por fortuna, no persisti en demasa y
se apiad de l cuando por consideracin parafrase las
recomendaciones de Lerinxi en la mente que procesaba a sobre marcha
con tantas tareas y cuentas en cola.

Oh, s. Disculpe usted.Actu con naturalidad, maquillando la primera


impresin, extrayendo del equipaje los documentos respectivos.

El custodio los analiz durante un rato, denotando decisin irresoluta.


Ilridas presenta lo peor, pero estaba listo a proceder por la va del pleito
si era necesario. La noche estaba de su lado y bastaba un toque de su
amplia influencia para convertir cualquier rincn en una coartada y la
mar en esa hmeda alfombra bajo la cual reposan turbios secretos y
victimas desventuradas. Esta, en su bendita ignorancia, tuvo mejor
suerte y se ajusto a lo presupuestado.

Aunque no hay fotografa creo que con el sello gubernamental es


aceptableconcluy benignamente.Bienvenido a Palma del Este,
joven Adagio.

Graciasrespir apaciguado.Y que su vigilia sea llevadera.

Un momentoLlamo su atencin otra vez, ya listos para vadear la ruta


Viene Usted, joven Adagio, a la convencin Baptista?

S Por qu la pregunta?.Ilridas olfate sospecha, restituyendo el


poco ortodoxo y escabroso plan B.

Hijos de alcurnia o dotados fsica y mentalmente han llegado entre


todo el mundo a concederse oportunidades inigualables. Asumo que es
su caso.

S, as es.Se aferr al guin del cual esperaba un final feliz, luego


que sorteara insufribles latrocinios y requisas interrogativas.

Entonces le deseo suerte y concentracin si gusta ponerse al da con


los instalados previamente.

Oh, por ciertoIlridas aprovech la afable conversacin. Sabe


usted dnde encontrar el Hotel Condal?
91

Desde luego. De igual forma cualquier conductor en servicio puede


llevarlo. Le llamare uno de inmediato.

Amablemente, el oficial tom su transistor telefnico, asido a su cintura


en un compartimiento especial, y se remiti a un operador en cdigos
numricos describiendo adems su paradero y direccin actual; detalles
que permitieron al vehculo llegar a prontitud. Haca mucho que Ilridas
no vea un automvil, este en particular, era menudo y de estilizada
estructura sea, color naranja y franjas blanquinegras alrededor,
coronado con un faro plstico que exhiba la palabra Taxi, bronceada y
reluciente.

El chofer, a semejanza de una pieza ms del mvil acabado tecnolgico,


persisti desde el asiento delantero, sonando el claxon sin soltar el
manubrio o establecer contacto visual con quien sera su pasajero.
Prximo a subir al coche, Adrel se despidi con un apretn de manos y
dio marcha atrs, desendole la mejor de todas las beatitudes.

Con el viento a favor y ya nada que dejar atrs, el auto emprendi el


recorrido; deslizndose sobre las losas, maniobrando entre filones
pavimentados de historia preservacin patrimonial y avenidas
encomendadas a la seduccin vanguardista hasta detenerse en la cima
de un promontorio llano, engramado y bien manutenido, donde se eriga
un alto edificio de talla barroca, deleitndose en la gloria de una fuente
tallada con figuras celestiales y peces en porcelana, adornando en el
estrado de sus pies, cuyas bocas despedan el caudal a manera de
surcos parablicos, correctamente posicionados para no verterse fuera
del estanque.

Al fondo, justo antes que el frontn metlico de dos piezas y relieves


sobrios diseados como un elegante escudo de armas corredizo en
mancuernas de arce y bronce se diera por entendido, cuatro largos
faroles con tope redondo y placas cobrizas, curvilneas cuan si fueran
aureolas sobre su testa de cristal, perfilbanse en pares, a lado y lado, al
estilo de guas luminosos a travs de la escalera cromada con escalones
ovalados reducidos cuando la puerta se haca prxima y la redencin
para las almas cansadas un sueo casi palpable que supera la
imaginacin del subconsciente ms inspirado y el cuerpo en perfecto
reposo, acogido por los adjetivos deficos en este Olimpo de paso
exitosa simulacin del paraso.
92

Ilridas pag la tarifa y despach al conductor, este ltimo, descendido


rpidamente a la tierra de los mortales, preguntndose si muri
intempestivamente o su vida apenas empezaba migrando de una
hibernacin consciente a una experiencia onrica; y por lo pronto la
peregrinacin se hizo impasible y el viacrucis agradable.

La llenura de sus ojos reemplazaba el vaci traillado en el alma.

Erguido en el umbral, los pies sobre la fibrosa felpuda cuadrada y la


mano a disposicin de la aljaba alongada al estrado de una firma
esgrimida sobre el blasn del prtico, de caligrafa tan exquisita que
resultaba difusa, a la cual compadeca como un rengln articulado y
movedizo. Ilridas esperaba contestacin. Un crujir de llaves y cerrojos
antecedi a la aparicin de un hombre vestido de tuxido a rayas y
corbata sedea. De mediana estatura y cabello rubio, engominado y a
estilo de copete. Sus ojos terracota recorrieron la anatoma de Ilridas,
trepidando en el atuendo desgastado con repudio diciente y apreciacin
superficial.

Qu se le ofrece, muchacho?Pregunt, altivo y directo.

Vengo por una reservacin arreglada hace una semana.Paso por alto
la atencin despectiva, acuando su buen tino.Mllamo Fermn Adagio.

Su actitud cambio en un segundo, dada la informacin computada a la


velocidad de la avaricia, exudando deleznables sonrisas y ademanes
artificiosos para escapar del craso error perpetrado por sus propios
prejuicios.

Oh. Disculpe usted, joven Adagio, es difcil distinguir su linaje por tanta
oscuridadLa excusa se derriti bajo la luz de las farolas; para su
fortuna, Ilridas fue bastante indulgente.Pase usted.

Por dentro, el hotel era digno representante del magnfico exterior.


Largas alfombras con exquisitos bordados e hilares del oriente,
tapizaban la senda rumbo a la pulcra y refinada escalera en espiral de
cara a las habitaciones superiores. En las paredes impecables, absueltas
de todo asbesto se pavoneaban guirnaldas y ventanales de carr
exhibidos en la suntuosa luz blanca provenida de un candelabro
surrealmente decorado con lluvias cristalinas de circn y estao que
descendan en inflexiones cnicas. A contados metros de la entrada
desfilaban cuadros con marco de plata alusivos a tropas medievales y
hazaas picas, seguidos por la sintona de varios relojes a pndulo,
93

arcaicos pero perfectamente conservados, aportando su cuota magistral


al condominio insensatamente lujoso.

Ilridas senta la altiva alevosa con solo respirar dentro, mas entendi la
posicin del custodio apenas desglosada la periferia, centmetro a
centmetro y sorpresa por sorpresa, pues vino en busca de un sitio de
paso y recibi una membreca a los atrios celestiales quizs para
bienaventurados altruistas en vidas pasadas o querubines de lite. Nada
que esperar por l habitante del vergel que en microcosmos distantes
crey bendito como ninguna otra cosa en la tierra.

Tras sonoros crujidos reverberantes, hechos rugidos envolventes,


remecedores de calma la lujosa vorgine y sus pmpanos cargados con
alcurnia, el portn cerr tras Ilridas y el engalanado espcimen
encargado de su ecosistema materialista restringido a los insulsos
depredadores sin causa y reservado a hijodalgos de conducta
intachable, casi en va de extincin.

Es un honor para m tenerlo en nuestra humilde moradaenunci,


haciendo mella en su postura doncel, pulsando repetidas veces la
campanilla alojada en el mostradorHe escuchado mucho sobre la
estirpe Adagio, y usted, seorito, hacer honra a tan atendido nombre
con su buen gusto.

A Ilridas le costaba seguirle el durante ese accidentado trayecto


adulatorio lleno de baches e incoherencias risibles y menos cuando el
andar se empinaba sobre una mentira armada en casa y reanimada por
el aliento zalamero de un hombre que intentaba cumplir con su trabajo.
Deseando vadear cualquier signo xenofbico a causa de objeciones,
Ilridas guardo luto por la saliva derramada en vano.

Donde encontrar lugar igual o mejor anfitrin. Concedi entre


simulaciones culposas, aprendiendo su pomposo dialecto.

A lo lejos, etreas cortinas religadas dibujaban la silueta encorvada de


un anciano, apresurado el cansino andar por el impaciente tintineo.
Pareca pieza perdida, migrada de otro rompecabezas acaso ms
mundano y pintoresco ganndose su espacio con denigrante labor
insipiente y, por su aspecto, poco recompensado donde figuraba el
deterioro natural adverso a la locacin detenida en el tiempo y la
vanagloria. Los ojos hundidos en lo profundo de varias capas arrugadas
sustraanse mediante lneas que extrapolaban sus expresiones ms de la
94

cuenta, dejando caer sus mejillas por el trazo desgastado. Vesta de


uniforme y boina rojiza, puos remangados, zapatos de goma, atuendo
que departa veterana y herosmo de hospedaje en tantos frentes como
su dueo a quien pesaba el dejar morir los aos a su servicio y ser leal a
su servicio durante aos.

Pedro, lleva el equipaje y prepara la habitacin de nuestro husped


.le ordeno, poco antes que llegase.

S, seor Iriarte.Interpel desganado.

Io puedo con esto Pedro, graciasDijo Ilridas, conmovido por su


aspecto deleznable, reteniendo la valija y el libro en sus manos.

Ni siquiera lo pienseGrazno malhumorado, apenas adivinara sus


intenciones caritativas, tergiversndolas en sentido denigrativo basado
en su lxico acoplado a trabajos forzosos.

El mozo Larrarte qued asombrado ante tal insolencia, de modo que


Pedro tomase el equipaje sin interjeccin alguna y subiera por las
escaleras hasta la planta superior, Ilridas conserv el libro por obvias
razones.

No le haga casoIriarte pretendi recapitular la situacin,


convirtindose en el centro de atencin y as evitar que aquella castidad
ofendida volase tras impresiones erradas y su buen nombre tomara
ejemplo marchndose a mejores tratos, dignos de su compostura
.Mientras Pedro prepara la alcoba tenga usted la bondad de pasar a
nuestro comedor. La cena pronto estar servida.

Precedido por Ilridas, Iriarte ingres a un saln primaveral, de extensin


circular, poblado por trinitarias, azucenas y agapantos, repartidos en
grandes cuencos como un bello collage naturista, homenajeado al
resplandor de los pequeos candeleros que, sobre las mesas victorianas
y sus excelsos manteles vinotinto, inspiraban veladas placenteras con la
frescura de praderas florales.

Espere aqu.Pidi Iriarte, arrimando un asiento en el comedor


respectivo para Ilridas. Volver en seguida.

Abandonado a merced del alabastro y la galante concordia, Ilridas fue


aprisionado por la remarcable sazn a alta ralea si bien la comida aun
no estaba prxima. Acto seguido, la melodiosa armona de un violn,
95

distante pero sonoro, inspir en l estados encontrados por la


perplejidad reverente, puesta la piel erizada y el velo hirsuto. Tal
interpretacin rasgaba su testuz con suaves toques de arpegios y verta
su contenido en el calor de esa inspiracin ajena cocinndole a fuego
lento y bajo continuo.

La tonada revoloteaba en su cercana aprovechando su estupor para


robarle el alma y danzar con ella mientras perdurara esa pieza magistral
que mora y renaca constantemente como un milagro musical; suave
que pareciera interminable; hermosa que la vida no alcanzara para
seguir escuchndola.

Veo que disfruta de la ambientacinIriarte acert los pensamientos


del husped reagrupando su semblante disperso entre la sonora libertad
narctica, trayendo consigo una bandeja de canelones recin horneados,
cruasanes frescos y una copa de vino blanco, que dej a provecho de
Ilridas. Es, sin lugar a dudas, un deleite para nuestro hotel, al menos
mientras aqu se hospede.

Entonces se trata de un inquilino?Ilridas desmenuz cada palabra


para su buen entendimiento.

Una inquilina, scorrigi Iriarte. Es sumamente talentosa para su


corta edad. Un prodigio.

Puede llevarme con ella?Tent su suerte en boga a lo favorable.

Tranquilo, mi estimado.Dijo riendo con formal privilegio propio


.Tenemos tiempo para eso. Su cesin de prcticas comienza desde las
ocho hasta las diez, hora en la cual concilia el sueo. Cuando acabe su
cena la llevar lo ms cerca que pueda.

Lo apreciara, en verdadagradeci con la copa en la mano y dando


inicio a la verbena.

Aquella suculenta merienda se consum ante sus ansias e Iriarte no tuvo


inconveniente en cumplir, llevndole de expedicin a los aposentos
superiores. Un nuevo mundo conquistado por el rgimen musical
pblicamente aceptado en la concepcin del inquilinato reaparecido con
la imparticin con el absolutismo resonante, salidos al cotilln entre sus
refinadas madrigueras para unirse al primitivo y silvestre acto social o
un simple saludo encogido a textos indiferentes, despotricados por el
ego circundante en todo rincn y cada persona.
96

Tres niveles escalaron de travesa. El primero elucubrado por baldosas


barnizadas y paredes de hormign, perfiladas en direccin al ancho
balcn y lugar de reunin donde los hospedados, algunos all entonces,
departiendo en los tantos enceres estilizados en atribuciones
geomtricas, arqueados de base y espaldar circular, y mesas de t con
marco cristalino dibujadas en temtica pintorescas.

Docenas de esculturas labradas con tcnica esnobista comprendan el


segundo, intercaladas entre las habitaciones. Varias a medio acabar o
finiquitadas al trazo de aficionados. Iriarte explic someramente que,
agradecidos por el buen trato, artistas reconocidos y en potencia de
serlo donaron sus obras al hotel en calidad de un pronto regreso.

Arriba, en el Sanctasanctrum de la posada, alzbase el tercer piso,


acotado con minuciosas piezas orfbricas y el delicado ritmo que
escuchbase a mayor intensidad haciendo dueto con la brisa retocada
por seductores melismas noctvagos y espritu rebelde que desobedeca
el tiempo y se fugaba junto al espacio tras el permiso de aquel vate
musical.

La aventura concluy con el descubrimiento de la fuente sonora,


truncada su completa esencia hacia la humanidad nutrida por las
migajas escurridas hacia la libertad entre razones de intimidad y
egosmo no intencional por aquella puerta repujada en teca, marcada
con el nmero setenta y cinco y las mismas funciones exnimes
impartidas a sus compaeros de noguera centuria.

Aqu esDijo Iriarte, asegurando hechos que la instruida audicin ya


diera por sentado.Es bastante reservada, pero si gustas puedo pedir
nos conceda un segundo.

No hace faltarechaz la propuesta, agradeciendo la buena


propsito.Sera injusto interrumpirle. Me conformo con saber donde
reposa su mente creativa y cmo deleita la posada con su estada.

Es usted un caballero, joven AdagioSonri como si dicho alago fuera


para s mismo o la reputacin de su afamada hostera.Si lo desea
saber, suele llamar a esa meloda Sonata nocturna de Ultramar. Afirma
no estar completa y que practica porque comete errores en su
desarrollollmeme ignorante Pues para mi es perfecta!

Ilridas desglos esas palabras y las rearm en acrsticos argumentados


en su posible personalidad mediante instantes introspectivos, enervados
97

a la par del melodioso mbito interpretativo que hacia sus parpados


pesados y la voluntad ligera: Perfeccionista, sin duda alguna, todo artista
necesita serlo. Altiva, seguramente, que su ego y su talento no pudiese
convivir en la misma alcoba, pequea para los dos, y as este ltimo
saliera a pavonearse por estancias contiguas y odos desconocidos,
igualmente maravillados. Madura, de la forma en que solo un adulto
sabe moldear la imaginacin de un nioparecida a l, pero distante de
lo que el mismo sola ser.

Yo s en que estas pensandose le arrim pcaro acento coloquial.


Ni suee que le arruinare la sorpresa! Ya la conocer en persona cuando
el tiempo apremie.

Como cree!repost abochornado, evitando por los medios precisos


darle la razn Qu tal si me ensea mi habitaci? Shace tarde y me
gustara descansaradjunt un bostezo ficticio a la afirmacin de por s
no muy convincente.

Si bien Iriarte no pico ese anzuelode carnadas mejor acidas sali airoso
, la grata compostura de Ilridas, algo desprolija dada la ardua
competencia con Nolmen, le pesc sin darse cuenta ora a causa de su
edad, ora la alcurnia que luciera su supuesto apellido, para entonces ya
haba saltado a su red de encantos y simpatas personales.

A guisa que el expedito instrumento artstico orlara la va hacia sus


aposentos, Ilrdas guard para s la apariencia de quien despertase en l
congoja por no haberle visto y dicha de conocerla entera a travs de la
puerta que impidi su acceso, mas no reprimi su fantasa.

Y la Sonata Nocturna de Ultramar segua su impecable marcha.


98

IX
Como pez en las Sombras

Sobre el cristalino baldosn de un amplio corredor gtico, tapiado de


ventanales con arco de cola y parteluces, se desplazaban dos siluetas a
proporciones supersnicas. Ambas desfiguradas a la vista corriente,
rompiendo el viento en su prisa intransigente y descomunal a tal suerte
que no supiera ni que le golpeo o provoc en l dolorosos zumbidos
pasajeros, menguados por la tranquilidad que sucediera a tales entes
velocistas al marcharse. Ellos, segundo a segundo, diezmados por el
cansancio del primero y el inmisericorde acoso del segundo que,
arrojado sobre este, refren su huida, derrapndole contra el suelo con
tal violencia que la friccin, abismada por la gravedad de la lesin,
describi el incidente con dramticos chirridos y surcos sangrientos
99

ante la luz interventora inmiscuida entre los cortes finos de la gran


vidriera desde la cual analizaba la escena detenida tras el truculento
impacto y sus partcipes, en especial al afrentado, pues el agresor
escapaba a su juicio unilateral salvo por sus zarpas robustas y
faunescamente velludas que, no incriminndole por completo, dejaban
entredicha la feroz y bestial morfologa resguardada tras el oscuro teln,
puesto previo a la alborada.

Qutame las garras de encima, patn insensible!Gema el delgado y


plido mozuelo, alcorzado con peluca nobiliaria de risos blancos, abrigo
con hombreras de shifn y mallas ajustadsimas, prendido del cuello por
el inhumano cazador furtivo quien repostaba con caninos gruidos
irascibles a su delicada voz de damisela en apurosNo ves cuanto me
lastimas?

Calla, afeminado!Tron estridentemente y su orden se cumpli


entre lagrimas y precipitaciones nerviosas donde solo llueve cuando la
naturaleza llama Dime como entrar a la nave interior o romper tu
esculido cuerpo mujeril aqu y ahora!

Tununca losabrsIntent sobreponerse, revelando clera en sus


ojos rojizos y agudeza combativa en un inminente y largo par de
colmillos que con desespero trato de encajar sobre la firme garra
templada, acertando solo a enfurecer ms al captor en pleno dominio y
superioridad.

Con la extremidad libre, la masiva criatura le estamp un terrible


puetazo, rompiendo el tabique nasal y el canino derecho con el sello
imperioso que otorgara durante dicha postal de salvajismo un doloroso
mensaje al destinatario empapado, empapado en sus propios fluidos
corporales.

Si has de ser t quien prive al mundo de mi bellezabalbuce,


desfallecido.Que quede la lealtad hacia mis hermanos y su sociedad
perfecta.

La lealtad y la estupidez son cosas muy distintas!Repuso,


silencindole para siempre en un colorido carnaval de sangre, tutanos y
rganos que volaban a granel sin control ni restricciones al comps de
zarpazos letales y fugaces dentelladas, impregnando con sufrimientos y
gritos estertores una vida pasada a mejor muerte.
100

Con ms dolor que fortuna, la caravana de alaridos agonizantes recogi


sus cruentas estacas y se march en el preludio que va a la madrugada.
Entonces, el cielo de Palma amaneci, frotndose los pesados
nubarrones y lustrando su soleada sonrisa en el reflejo del ventanal
doble con vista al puerto, ubicado en la fastuosa recamara donde Ilridas
apenas despertaba envuelto dentro de tersas frazadas de lino y toscas
responsabilidades que acarreara su primer da de actividades. Apart el
grueso toldo bordado en seda oscura y paos aterciopelados,
levantndose de la cama reforzada con arcn de hierro rumbo al fino
aparador de amplio torso y manufactura ondulada. Ensortijado a la
cabeza con perchas de satn y el gran oval al frente que mimetizaba su
adormecida entereza tras relucientes soplos luminiscentes. Bajo sus
faltriqueras corredizas, bandida trinchera para el pabelln donde las
pertenenciasel libro y la valijase formaban a la espera de nuevas
rdenes. Refugibase segmento debajo una butaca con tope pentagonal
acolchado y delgadas patas cabras, torcidas artsticamente a merced
del ebanista que escatimo cada detalle en el grifado fungoso y
envejecido.

IIridas lo arrim para s y se sent delante del espejo instalado en la


robusta escribana, repudiando la pereza con las ltimas fuerzas de sus
parpados asaeteados entre el sopor y la confortable tentacin apostada
a su servicio pero alineada en su contra; opuesta a los principios que
demandara una mente despierta y provocaran bostezos a traicin un
sueo instantneo, rpido y sin objecin.

Horneada ya la mezcla y endurecido el molde con trazos ferales, guindas


y chirlos de violencia pura, sopl finalmente las velas para extinguir su
luz bajo agnicos estertores rebanados a fin de invitados prximos de
tomar parte en esta cruenta celebracin que no se haran esperar:
Armados con ms valor que indumentaria llegaba un escuadrn
batiendo sus cotas y musleras metlicas cantando a canon los versos de
la autoridad tras cada paso en gesta. Sin embargo, el depredador
sombro no develaba mayor misterio que el mismo enigma frente a sus
ojos: la noche brumosa y papiriforme, erguida con furia destructiva.

En nombre de los estamentos sagrados, la uncin divina y la justicia


por Ley eclesistica, el destacamento Baptista ordena el pago por tus
crmenes!Vocifer el lder, resguardado con una cofia de acero y jubn
blasonado entre placas frreas y grabados plateados rectando
serpentinamente hasta los fuelles que acorazaban su loriga, donde
101

descenda un trptico telar amarillo unido entre argollas delgadas


Avanza hacia la luz o muerte hemos de darte tras las sombras!

La mocin fue denegada en el acto, deslegitimizada y controvertida por


un inmenso aullido, extendido mediante un cono de accin que a su
paso desajustaba las paredes con vibraciones punzantes y calaba hondo
bajo la cavidad auditiva hasta reventar en el cerebro sobresaturado
previo a un colapso permanente.

Toda humanidad se desmoronaba, convulsa y vencida; delirante y


sumisos entre su agnico sufrimiento mayor al que la vida misma llega
a ofrecer puerta a puerta por un minuto imposible de recuperar luego,
pues la sumatoria causa en dficit a la existencia, nmeros rojos y
tmpanos en bancarrota lo dems, patrimonio material de la noche,
nica mujer sincera que no llora a sus muertos.

No obstante, tras el mortal efecto domin una ficha segua en pie, la


ms robusta y desafiante, aferrada al soporte de su incorruptible fe. Sin
ms advertencias que mediar, desenvain una lmina filosa amoldada a
manera de espada larga, dorada y resplandeciente bajo los ligeros
fotones lunares: El mango curvo y de ejes romboides afirmaban las
coyunturas bajo tal lengeta filosa tendida a saborear a lado y lado sus
mudas insinuaciones asesinas. El borde cortante sobresala con
refulgencia diamantina en posicin a la estrecha perspectiva luminosa
del astro nocturno, dejando siluetas rutilantes entre su impredecible
trayectoria.

Tazado ha sido su castigo y revocada tu existencia! Grit el lder


guardin, replegando su capacete para liberar la cerviz aria y fornida de
cabello rojizo y puntiagudo, descendiendo bajo canaletes faciales que
atados a un circuito capilar simtrico y bien acicalado conformaban la
barba carmn al ras sobre su busto imponente. Todo esto a fin que sus
ojos a raudo cambio de luces despejasen la fosca lbrega sobre el
camino obstaculizado por un pelotn fusilado y pilastras omisas al delito,
imparciales con el dolor humano o la dicha demoniaca que retumbaba
cada tanto como placa Obtutuque Iustitiae!

A tal expresin chocaron la luz y la oscuridad frente a sus ojos,


concluyendo en una espiral etrea naciendo desde su esclertica; un
repliegue visual que a modo de torbellino horizontal sacuda todo recodo
percudido por el polvorn nocturno y tras su paso magistral tinta
102

azabache volaba disparatada, pero sin rastros de la mancha principal


que segua escondida bajo las mangas del pasillo.

La masa velada, tildada como malas prcticas, hua a esta inquisicin


paulatina que condenaba la ms leve falta a cada tonalidad circunscrita
al comn de los videntes, presas por siempre bajo decreto luminoso. Mas
an, al margen que tamaa Ley representase, creca la actividad
umbrosa a sus espaldas hilvanando un trfico de conspiraciones
asesinas unidas bajo esta terrorfica y membruda morfologa canina,
lentamente agolpado cada fragmento en una sola revolucin salvaje y
el primero de muchos otros zarpazos contra la tirana bienhechora.

Gimi el sobrehombro frreo con una herida abierta sin nimos de


cicatrizar y nimbando su singular cuchilla a manos rpidas, balance su
cuerpo en descenso, flexionando las rodillas, para eludir el siguiente
ataque mientras cargaba el impulso suficiente desde la mano armada.
La potencia increment su efecto, aleteando como pez en las sombras
que rompa en ligeros surcos vivos los grciles e inesperados
desplazamientos cuando estirando y aflojndose refractaba tantas
irisaciones lunares segn el monstruoso enemigo flaco favor se hiciera al
pretender eludirlos.

Retroceda la negra cerrazn, descompuesto su contorno animal tras


cada sablazo cuyas lumnicas pinceladas permanecan grabadas en el
efmero recuerdo circundante, desvaneciendo cualquier rastro oponente.
Lidiaba con una criatura inteligente, que dotada con suma precaucin,
inhabilit la energa elctrica para as imponer las reglas sobre este
juego peligroso, solo para profesionales, suicidas o ambos.

El cruzado levanto su puo derecho en alto, abierto cuidadosamente


mientras, proeza suya, un pequeo gorrin dorado, radiante y
fluorescente estiraba sus ligeras alas ya puesto en libertad para
sobrevolar el permetro. Anidaba con rastrojos o piquetes donde la
penumbra se acentuaba, al cabo que engulla lo incognito en un deleite
inspirado por su dulce trinar y recortes briosos escalpando las nieblas
noctvaga; los restos cutneos que pronto saba la hora mudar sus
vergenzas o aplacar sendos alaridos atormentados, requiebros para
tremenda fiera agazapada.

La justicia reclama tu cabeza, monstruo comparece y el tajo ser


indoloro!Ret el tenaz guerrero a los pliegues distantes que, sin
103

atreverse su pequea ave a explorar, sugeran la manifestacin malfica


agazapada tras un ltimo rincn sospechoso.

Rondaba la claridad limpia y vaca que al celaje umbro someta en


ayunas; negaba el menor bocado sobre el corredor sin aplacar el
hambre homicida que a inmensos borborigmos furibundos le instaban a
buscar migajas obscurecidas, intimidando al brioso emplumado para, al
menos, saborearse en su aun inmenso poder.

Toda esa palabrera te hace sentir muy hombre verdad?apostrofaba


la bestia tras un tornadizo efecto sonoro de modo que la voz se
desplazaba a voluntad y refugiaba tras arcos huecos cuando el
acorazado detectaba su progreso menguante y Qu hars si no
puedes hablar?

Por manifiesto a la gran autoridad que le confiere, el agresor emiti un


nuevo alarido estridente, puesta toda objecin en desacato y la defensa
en descanso, siendo este sonoro mandato suficiente para revocar los
cargos en su contra. Los ayees faltaron a la cita y plantaron al cuerpo
sano quien se preguntaba por tal ausencia, extraado y sin extraarlos.
En su lugar constricciones musculares acudieron bajo el llamado
ensordecedor a fe de trabajar presurosas sobre el caballero, perdiendo
gradualmente dominio en esta contienda.

Moverse le fue vetado, excomulgada azas de su propia voz y al


purgatorio blanquinegro el cuerpo descendi en silencio junto al
destacamento que ya negociaba boleto al infierno. Al que mejor sus
recursos atesora figura la clase turista, ahorrando durante extensas y
tortuosas millas descalfadas cuanto a destino llegaran juntando cenizas
por un tiquete de regreso no existe viaje ms largo que esperar
sentado.

X
104

Avernos Mentales

La atmsfera drmica dejaba a su rbita dos mundos cristalinos


contemplando un tortuoso sistema sin sol que irradie optimismo a esta
desventurada galaxia de astros colapsados mediante alguna gran
explosin, una catica singularidad espacio-temporal basada entre
lgicas nulas, el inicio tras la expansin cuantificable para dicho universo
grotesco.

Sucursales mortuorias; las cien almas laborando en pena por sus


cuerpos mutilados, pagados a pedazos que los buitres obviasen con su
cuantioso festn funesto: la tierra arda cosquilleando pies descalzos y
desgarrados; sus dolorosas caricias hervan de pasin contra la piel en
carne viva, retorcida en total entrega a tal fogosidad abrasadora.

Aquellos ejemplares, orgullo del suplicio confeccionado al aire libre,


pendan crucificados sobre lienzos donde la sangre descenda
artsticamente cuan acuarela carmes, diciente, expresiva y poseda por
un auge estilista. Caa a cascadas desde sus muchos receptculos en
agona para satisfacer su macabra creatividad entre versos,
abstracciones y homenajes al ms all de momento, bastante
palpable.

El viento ululaba desagravios, amenazas de muerte que soplaban con


furia sobre las llamas y crecan as como rostros colosales, gneos y
lastimeros, brotados por fervores tpicos en la adolescencia, efmera
cuando entre el terror sofocante espiraba contra extases reducidos a
cenizas, residuos corporales difuminados sobre oleos gaseosos, coloridos
segn moldeasen almas elevndose hacia el cielo; este mismo, una
infinita losa de mrmol por cuyas grietas voceaban luces celestiales y
los densos humos estrujaban su sendero al paraso.

Los contritos aun en tierra, juguetes descompuestos que la muerte


malcriada azot hasta el hartazgo, llegaban a rastras con el recin
extrado de su realidad para protagonizar esta fantasa demoniaca y su
aroma virgen pronto desflorado por el azufre.

Pavor te invade a ti, hoscosa abominacin, que recurres a atenazar los


ojos de este justiciero a quien su corazn gua malum vincere!
105

Proclam, con los brazos cruzados sobre su frente, atenuando la


atrocidad que corrompa su bravura.

Unironse estos vrtices en enorme corte radiante que el grito valeroso


empuj con potencia sonora y los platos se ondularon tras su impulso,
perdiendo por raudos instantes la composicin de su materia a estados
relativamente lquidos, deleznables hasta perder fuerza dicha ordenanza
contra la friccin molecular que apenas concedi setenta pies de
longitud.

Las placas volvan a su composicin regular; sin embargo, su osada


soliviant de golpe las energas negativas sacudidas tras la mortandad
inquieta, lloviendo un constelar de lpidas pesadas que desde el
pedrusco firmamento aboyaban todo collado maldito con epitafios
sucesivamente deshechas o sumergidas en la marisma de fuego cuando
gritaba adolorida bajo chirridos monstruosos desde instancias donde
erguanse gigantescas sierpes llameantes, incandescentes cual el mismo
infierno cobrando vida.

Ya acercaban sus cuerpos de pira perpetua a inquirir respuestas,


desenvainaban vibrtiles lenguas viperinas a par que la espada flexible
y reluciente salaba desde su funda para blandirse en justa.

Perversin desmesurada! Ni siquiera la suma autoridad bendita logra


pesarte. Bien en centmetros tajarte debo y que los hambrientos de
justicia traigan bonanzas a su alma contrita huya la inanicin espiritual
ignorada ante atisbos jactanciosos. Pero este bastin hecho templo por
bondad todo resistir Exclam as el poder de su credo, plantando
fuerte los pies en suelo maldito y las manos juntas en splica celestial;
mientras con esta postura su cuerpo rebosaba esplendoroso,
alebrestado por concusiones divinas.

El cervatillo saltaba de pie en pie, eludiendo las fauces calurosas al cabo


que en giros sutiles y atlticas heroicidades revertiera la calicula
dentada con fros mandobles, espirlicos y zigzagueantes, superpuestos
al cazador frustrado y sus leales colaboradores perdidos a sablazos entre
su propia manigua. Aquellos magnficos movimientos tejan una
poderosa circunferencia mediante cortes sin punto ciego, iluminada tras
repliegues estticos desafiando la fsica en este mundo vido de reglas
donde aun la muerte sufra padecimiento ingnito a los vivos.

Y que el Seor se apiade de su miserable estirpeserenaban los


encendidos leviatanes por doquier que la misma parca recoga para
106

velar en inmenso pesar desde los muchos vrtices donde sus desollados
brazos, lnguidos y desfigurados, aparaban tamaa carnicera
eclesistica y desaparecan bajo juramento de pronta venganza.

Enfundaba la peculiar espada tan pronto una nueva oleada contaminada


adverta arrollador mpetu contra sus costas cristalinas, puesta en sobre
aviso la consciencia automatizada para encarar esta crisis inminente al
evacuar sus confianza y volver en posicin de batalla.

Al gran cielo pido licencia y contra el mal conduzca malquerencias por


los bordes de mi fiel alfanje y tras sus curvas caigan al castigo eternoA
manos prestas empuaba dicha arma consagrada, con ambos brazos
reposados sobre la cintura y su pierna derecha un pie delante,
aumentando nuevos bros sobre su armadura santificada por gracia
.Vengan a m quien me gua les har descansar!

Receta dems genrica, pero efectiva, supo aplicar al tratamiento


prolongado que sostena sus defensas en trminos saludables; no
obstante, aquel ligero virus exceda pronto al simple resfriado casual y
tornbase como epidemia continua sobreviviendo a todo diagnstico
pertinente. El tro draconico se hizo un quinteto y con la fama a cuestas
regresaba cuan gran filarmnica voraz a un concierto de tornarse un
fenmeno cultural entre la masas mil; un oleaje hirviente, fiel a los
infames interpretes con quienes crecieron hasta dicha generacin
pirgena e inextinguible.

Hasta entonces brindaba lo propio para aplacar las multitudes, mas el


discurso estaba por concluir, igual que su esmerada campaa debido a
resultados inesperados y un plan estricto, casi predecible, con tanta
turba a pie de protesta.

Tras las ltimas, vientos de cambio inclinaron las balanzas. Fluctuaron


sus probabilidades de triunfo, reducidas desde su primera apuesta, y con
el fuerte giro la ruleta le brindaba una sensacin victoriosa cuando bien
convena retirarse con su vida ilesa. El susurro templado escondido entre
la brisa hizo maletas para delegar a otro totalmente distinto; este
derrochaba amparo y cierto asilo provisto de un tono conocido
inmejorable dadas estas condiciones sin libre albedrio excepto luchas
contra la muerte.

Siga mi voz seor Baptista, le guiar fuera de los avernos mentales


Recomendaba con diligencia salvadora!Su uncin divina ha sido
107

dividida y los peligros multiplicados, pues no se haya usted en los


presidios corporales

Cautivo soy de mero embrujo y tales golpes que doy no abren mis
ojos!?Pregunt sin acoquinarse, alentado por albricias de compaa
batallo a esta sed que me sojuzga, porque en alfaguaras demoniacas no
busco tomar ni un trago.

Con el chafarote arpado en reposo los pies comenzaron a trabajar;


sustituir su funcin no era labor sencilla menos si a pisada atafagada el
mismo seol ruga por un abraz, persiguindole con sus muchas
extremidades serpentinas todas ellas unidas a ejes concntricos cual si
de un mangual colosal se tratase.

Resplandezca ahora el tesn que anuncia la maana y brinde un


nuevo amanecer a pasos ligeros en pos del deber templario porque aun
rocines envidiarn mi veloz galope!y bajo tan fiel semntica
proyecciones briosa abandonaron su armadura para moldearse a imagen
de un rozagante palafrn etreo en cuyo lomo cabalgaba a prisa tras la
locucin viga.

Reflejos de antologa. Un adjetivo hechos jinete y caballo, poder y


habilidad trabajando como mancuerna simtrica, a toda mquina
sobre la fronda perversa sin tronchar sus espinas. Vapores beatficos
despeda el desesperado trote, cuan piquetes al mezquino globo
terrqueo cuya densidad desorientaba a sus perseguidores inmediatos.

El ajetreado xodo le encamin a un gran agujero negro que asomaba


sus bruces suturando cierto moquillo ectoplasmtico entre las sayas de
una montaa temblorosa. Zarzas y peascos rodaban cuesta abajo,
congestionada por su yerma cimiente. Una suerte similar a un viaducto
dimensional, ltimo destino para aquellas almas condenadas al deterioro
y putrefaccin inevitable.

A matacaballos contra la brecha sin titubeos, que no creo


mantenerla por muchorecomendaban los susurros aliados al escape.

No veo salida a las fauces de tan horrenda cloacaSe detuvo a pensar


mientras a prisa sorteaba todo desmn por el camino Sirve a tu
palabra y mi existencia que no yerres en procurarme asilo.

La abertura segrega los estmulos del subconsciente y va conectada


a tu parte cognitiva, pero despide figuras sin configuracin dada tu
108

incapacidad para reaccionar en cuerpo presenteentonces solo vers


residuos.

--Cmo sabes todo eso?Cuestion por un instante sus intenciones.

Menos charla, seor Baptista Respiran en su nuca!le evadi con


xito

La ansiedad alcanz nuevas velocidades y sus revoluciones recientes


osadas, pues de tomar su opinin por base factible a otra direccin
tirase del cabestro; mxime con su juicio que aprendi a acatar rdenes
en tiempo record, si bien el delegar trae consigo deberes para exigirse a
s mismo.

Un gran salto separ la cal de la arena y en nuevo costal pesaban su


vida; este, una red fuertemente tejida con ligamentos luminosos, cerdas
gruesas que en su descenso se ramificaban tenazmente hasta
convertirse en plataformas lizas donde rodaba hacia el infinito. El raudo
y leal equino transparente desapareci, tal cual vino, dejando en su
lugar al cruzado bajo fuerzas transicionales. Tan largo fue el
deslizamiento los destellos rondaban y se esfumaban mediante un titileo
por momentos llamativo y otros cuantos ignoto, constriendo al pez en
su atarraya ultravioleta, curva, prolongada como la incertidumbre
encarnada con libertad para elegir qu hacer de los aos ajenos,
recuerdos usurpados cobrando forma entre los anexos fulgentes
venideros y las reminiscencias atrs abandonadas.

Conos moteados por bros multicolor prosiguieron a deshilachar el


desfiladero a cruentos caprichos de cada libre sobre los mrgenes que
el oscuro cilindro daba por sentada la nada; no obstante, reducido
escalonadamente, un halo luminoso resaltaba el abismo, creciendo,
desarrollndose y muriendo junto con las penurias que el Caballero
Baptista llevara consigo cuando al caer en este mar emblanquecido
despertara con el credo en la boca:

Vlgame el cielo y todos los suyos!!Vocifer en su brusco arrebato


Muerto estoy?

Los muertos no se hacen en sus pantalonesRi el hablante que, una


vez restablecida su vista borrosa, se transfigur en un hombre conocido,
fornido y de rasgos adnicos adaptados a su rudeza fsica.
109

Mientes como un canallaContestaba apenas revisaba sus zonas


calumniadas de incontinencia y miedo tenaz, an si fuese por broma
A dnde se ha ido el monstruo y cmo he dado con ese maldito
lugar!?

Una cosa a la vez, seor Baptista y la primera es reponerse.


Asegrese de estar despierto previo a hablar sobe pesadilla inclinose
de modo que el atolondrado guerrero pudiese escuchar las advertencias
desde su posicin reclinada.

Tiraba las cuerdas su voluntad membruda que por proeza propia erigi
al combatiente del bien donde cada rengln nocturno escribiese sobre
l. Encuarteladas sus fuerzas ante cualquier circunstancia, atiz sus ojos
y pein la zona de atrs a delante al mejor estilo y usanza del
desconfiado comn, moda entre los designios sociales ms aceptados. A
ello dispona sospechas sutiles bajo la manga por si corriese ms riesgos
en su casa que fuera de ella: Esa calma rebobinando la cinta con sus
camaradas cados y penurias extra corporales en cual no esperaba una
segunda parte que improvisase del nico personaje restante un villano
con quin jugar al hroe en tpica desventaja, pero sin la victoria
predispuesta tras bambalinas.

Le deba la vida, mas el sentido comn y especular es tan fcil como


respirar.

Que sepas Blume de la muerte cernida sobre mis hombres y bien


entendido con la ma estars. No tengo tiempo para rodeosdevel su
mal carcter a tono mediado por la serenidad de seguir viviendo.

Tambin asesin a mis compaeros tiempo atrstom su afn en


cuenta, en un acto de sinceridad colectiva. Soy cuanto queda de su
legado, y gracias a ello venc el tranque que hoy tambin tu lograste
superar.

Pudo matarme antes de reaccionar, gracias a tu ayuda, cabe


mencionar Por qu marcharse sin culminar su urdimbre? Se interes
en los pequeos detalles, resuelto en ceder crdito a Blume mientras
tuviese las manos donde pudiera verlas.

Goza de provocar intenso sufrimiento a los que considere una


amenaza inmediata, sin duda morir mediante un parpadeo es una dicha
antes que retorcerse en el eterno suplicio. Sin embargo, peca en
110

subestimar la grandeza del ser humano y gracias a ello seguimos aqu


un vil animal despus de todo.

Blume se adjudic las ligeras filigranas lunares cayendo de su limadura a


horas que el cielo esculpa con ella una delgada diadema diamantina
asida al brumoso cabello trenzado. Bajo la suave estantera de la noche
exhibi su largo y algo rodo manteo, hasta la vista aguzada, azuloso y
dorado en abotonaduras. Despertaba la sensacin efmera que va con el
orden impuesto sobre la existencia; un largo harapo donde hubo grandes
pocas y mejores prendas.

Hombre de mucho cavilar a compases verbales fuese este luchador


hiertico cuyo hueso flaco alojbase en su corazn impulsivo e ingenuo
quien diera al reverso con un nio acorazado entre los espritus nobles,
ligero a encarar las aventuras y conmovido por leer su propia trama
segn aquellos hombres all honrados siguiesen sus ideales.

Los Protectores del Kaisercontinu brindando explicacionesUn


ejrcito del mismo parecer que la casa Bapista a quienes hoy solo
hallaras en sus tumbas. Fuimos entrenados para librar nuestra tierra de
actividad demoniaca pero un da estos ideales superaron nuestras
fuerzas. Debido a la muerte siempre tomando nota y los cambios
culturales tras cada dcada, este tipo de fuerzas se han extinguido bajo
un escepticismo socialpero el suyo an permanece: Es por eso que
estoy aqu.

Vienes a enrolarte a la divisin Baptista? Confianza, digo yo, que has


hecho un viaje tan largo sin garantas positivasSe haca entender
amablementeSe de los Protectores del Kaiser y sus batallas
legendarias no de jvenes que usan su nombre para tomar prestada
tal fama.

Fui un recluta relativamente nuevo del ltimo escuadrn que aun


luchaba por mantener la dinasta a floteadmiti con suma seriedad y
visos de orgullo mi edad no te dir ms que la habilidad adquirida
con el tiempo, o sino ya estaras muerto.

Aquello hizo acto de presencia en su memoria a quin cobraban por los


servicios prestados. Se consideraba un hombre generoso y con potestad
para retribuir labores significativas a su favor. Ahora deba cuanto no le
era factible pagar y esta situacin le recriminaba. Al respecto reviso sus
111

cuentas y rebalanceo cada cifra para encontrar excedentes que ofrecer


a cambio por una jornada justa.

A varios das vamos de estas lluvias caer, Blume, y espero no anegues


en cenagales sin salida. No soy el oficial a cargo. Sin embargo he
condecorarte digno de mi confianza y recomendar tu buen proceder al
superior Baptista. Por lo pronto srvete con mis respetos y que el tiempo
aporte su parte.

--Entonces tenemos un trato, FreudBlume Tendi su mano con el


mayor respetoy tambin mutuas refriegas que ganar.

Puedes llamarme Baltasar y que as seaAceptaba el gesto


complacido.

El choque amistoso se pregon entre el gran pasillo puesto al tanto


frente a un acontecimiento memorable que honraba a los fallecidos bajo
justas ambiciones y a la noche feliz cuando le fuese posible abrir sus
ojos y ver con la claridad de un nuevo da a quienes narran en silencio
las sergas que toda rectitud atesora y los bellacos pretenden gastar a
sus espaldas trocando fechoras por insobornables sentencia.

XI
Solo palabras mgicas

El da recin dejaba su cascarn aprendiendo a dar los primeros pasos,


superada la etapa de madrugada. Ilridas haca lo propio, ajustndose el
personaje a medida luego de varias putadas pensativas y posturas
forzosas. Conforme a dicha labor, esculc sus facciones privadas:
Primero, la imberbe fisionoma; el cabello poco ms brioso y abundante,
dibujado a celebres pinceladas aleatorias, inclinadas hacia atrs; los ojos
cardos, relucientes dado el fulgor de la juventud, contrastaban la tenue
capa oscurecida alrededor que en otras primaveras inspiraba su
semblante con toques congnitos de misterio o lejana. La mayor parte
estaba ah, incluso los detalles por los que no diera a preocuparse y a
momento evidenciaban un todo inconcluso y una nada completa.
112

Acto seguido esculc su equipaje. Detect en l un seguro particular


sobre el compartimiento principal; un sello pequeo con bordes
rectangulares, sin rendijas ni hormas huecas, solo grabados en surcos
delgados, unidos al centro en forma de huella digital. Sigui con su
ejemplo la ilustracin, llevando el dedo a la chapa que entreabriese en
su proximidad y crujiera como un roce de engranado cuando, ya
adentrado el ndice a la mitad, el sello era removido, dejando
pulsaciones abductoras que se volcaron contra Ilridas, escurrindose en
el nuevo orificio a semejanza de un pequeo tifn en crecimiento
alarmante, y a medida que fuese atrado hacia el diminuto, pero
poderoso, corazn del vrtice, perda la constitucin material de su
cuerpo, haciendo parte de esa energa furiosa desembocada pronto en
el ojo del huracn y al interior de lo que fuese un ombligo para el mstico
maletn.

La sensacin era comparable a volar dentro de un tnel lbrego, dirigido


a prisa por influencias misteriosas a lo largo de ribazos y fluctuaciones
transitivas al encuentro de una luz cuyo dimetro creca hasta quemar
cada rincn con su abrasivo esplendor. Ilridas recibi la experiencia de
buena gana al contemplar el inmenso destino que deparara ese viaje al
centro de su maleta luego que el resplandor dimitiera y un largo pasillo
provisto por barandales isomtricos donde colgaban elegantes ropajes
burgueses. Exploraba el inconcebible lugar, al menos tres veces ms
amplio que su habitacin, reparando en el trayecto las prendas y
conjuntos dignos de su gusto personal: Abrigos con largo espaldar, de
cola escotada o enteriza; camisas bordadas en telas suaves con volados
en la solapa en azul, purpura y derivados oscurecidos; en su diversidad,
zapatos de goma, cuero fino o botines con punta de hierro, entre otras
parafernalias para vestir.

Pasos delante, Ilridas regres la mirada al punto de origen y tambin al


nicho donde convivan sus memorias, extrayendo entre tantos legajos
reminiscentes una pequea nota magullada por los aos, acuada al
llamado por un momento oportuno o acto para justificar su existencia; la
tinta neuronal con que fuese escrita a largo plazo y a presente cobrara
vida frente a sus ojos, narrando para s pasajes de antao cuando
apenas era un mozalbete lactando instrucciones y balbuceando sus
primeros conjuros en la abada, dentro del viejo saln, austero y
silencioso, como el tutor; un sujeto de mediana edad, cabello escaso y
mirada penetrante, no bien reconocido por la pasin hacia la magia sino
113

por la magia de la pasin con cual trasmutaba su parquedad conceptual


a una afluencia emocional, envidiable para cualquiera de sus colegas.

M querido Ilridasreconstrua la voz pausada del buen catequista,


sentado a su lado de cara a un pizarrn que a caso daba uso por
cuestiones metodolgicas.La magia es un juego entre apreciaciones y
juicios valorativos. Quien pudiera convertir falacias en verdades
absolutas podra llamarse mago a si mismo, pero solo los ms grandes
saben hacer de la realidad una gran mentira, pues el arte del conjurador
no conoce lmites ni conceptos preestablecidos.

Temo no entender, seor Lisarzoaleg el chiquitn, patidifuso


Podra explicarme?

Es simple, estimado prvuloRecompuso el tono bonachn el estribillo


versado sobre su entregada docencia.T y yo hacemos de este sitio un
aula para la enseanza prestando atencin cuan gran truco dirigido a
nuestros sentidos enfocados en busca de conocimiento; no obstante, el
Gran Lerinxi puede recrear un recinto bien construido sobre la nada a
travs de los segmentos que flotan entre las ligaduras dimensionales y
malearlo contra la proporcin espacial; guardar la Biblioteca Arcana bajo
la cubierta de un libro o recrear fiordos dentro de botellas vacas
.Lisarzo sonri, enfriando el discurso con pronunciados silbidos de
admiracin y entusiasmo, cosa que Ilridas no fuese a quemar sus
nimos tragando entero un hervidero de imposibles.Cuando sea tu
turno entenders que no hay absurdos ni anomalas, solo palabras
mgicas.

Solo palabras mgicasIlridas parafrase a su instructor y sus


palabras se encontraron con las de aquel entonces a fin que la epifana
se diera por cumplida y regresara en el hemisferio ulterior de sus
recuerdosuna comarca perdida pero nunca olvidada.

Ilridas despert de la reflexin para notar que segua soando dadas las
caractersticas hiperblicas saltando y bramando, una y otra vez, el
cerco de su cordura, hallando en se rpido tanteo un impecable
escritorio maleado en oro blanco y marco de acero donde ubicbanse
elementos referentes a la escritura y la imprenta, hojas de papel,
recipientes para tinta y plumas de pelicano. Asimismo, objetos para
situaciones varias igualmente tiles, entre ellos un inhalador con
cubierta trasparente, dotado de toques msticos y un brillo particular
proveniente del aire compreso en el interior; un reloj de pulso, romboide,
114

con montura de platino y una caja arqueada, de abertura perpendicular.


Ilridas dedujo pronto que se trataba de un buzn hipernexo como los
que oyera nombrar tiempo atrs para mensajeras directas, sostenidas a
lo largo de enlaces telekineticos que permitiesen entregas prescindiendo
de terceros. Famosos fueron en tiempos de revolucin, cuando los
magosy algunos brujosimpedidos por empadronamientos de
calamidades y cruentos entuertos, carecan de medios para la
comunicacin convencional. En su exigua soltura sobre crnicas de ayer,
a tal sistema dio por extinto, descomulgado entre los hechos histricos
cuan si fuera un antecedente sacrlego, producto de eras tonsuradas con
simona cicatriz que todava punga la piel de los sobrevivientes
rasgados con marcas indisolubles para no dejar atrs lo que delante
aconteciere el da menos pensado.

Y as, A mitad de tantos sabores y dulces sorpresas, el abstrado


congratulado prob la guinda del pastel, degustando su fina caligrafa y
cordiales salutaciones que se deshacan en la engolosinada vista. Esta
misiva comprenda lo siguiente:

Querido Ilridas

Esperamos ests recibiendo un trato merecido en el hotel


condal. Si ese no fuera el caso, Aleka y yo preparamos para ti
este espacio junto a los accesorios que te prometimos antes
de marcharte. Estamos seguros te familiarizaras con ellos sin
problemas; No obstante, nos placemos de servir a tu causa
instruyndote en lo mnimo para que explotes su potencial a
lo mximo.

Hallaras sin falta el inhalador perpetuo, palpado por la


bendicin del Mistral que nunca se agota; el reloj Adarga,
manufacturado con materiales resistentes y dotes defensivos
de uso prctico. Te ser til para repeler ciertos ataques
arrojadizos o proyectiles filosos. salo como ltimo recurso o
podra romperse; y finalmente el Buzon Hipernexo con cual
115

nos mantendremos en contacto sin riesgo de espionaje o


perdida de informacin.

Con respecto al anexo, podrs acceder a l libremente


apenas asimiles el conjuro adecuado: La transferencia
Dimensional; Asimismo, cuando le domines por completo
sers competente para remover y plasmar objetos a puntos
de tu eleccin. No resultara sencillo, mas diestro eres y lo
conseguirs. Ten presente que el Snodo Mgico de Viejo
Arrabal te lleva en sus pensamientos y nosotros en nuestros
corazones.

Atentamente.

Lerinxi Lunargenta.

Recreado hasta la letra final del florfero paraje gramatical, cultivado con
amor y rocos hogareos, el joven mago vir al encuentro de su nueva
propiedad. Adquirida a comodato por un convenio entre la encantacin y
el apoyo inseparable, inconcebible para la lejana y sus rigurosos
paradigmas fronterizos ignorantes de aquello que hay despus de la
lnea o antes de su hermtico conservacionismo, esos que tampoco
comprendieran el puro y simple regocijo de un chico jugando con la
envoltura en lugar de sus regalos o a Ilridas quien absorto por el interior
del equipaje dejara rezagadas sus pertenencias all aseguradas.

En nombre de los remitentes y su buena fe impresa sobre el papel,


fotografa escrita del alma, Ilridas se visti con nuevas telas
escondiendo los artculos mgicos invocando el conjuro preventivo,
guard el inhalador bajo su abrigo y ajust el reloj en la mueca
izquierda poco antes de dirigirse a la gruta que le sustrajera de regreso
al hostal. Se crey solo, hasta atisbar su libro aguardando por l con las
pginas abiertas y una luz suave, intermitente, que palpitaba con los
nervios trafagados.
116

Ilridas ces su delirio, acallndole con las caricias de un amante


literario, un lector asiduo que releyera en sus detalles evidentes un
epilogo de pasiones poetizadas desde alocuciones profundas. Era su
dueo y no cavia duda alguna porque en l compilaba su vida a hogao
con elocuencia insonora y alabanzas mudas que, de momento,
ofrendaran recientes entregas de cantares nunca antes pronunciados y
versos admitidos en el sumario convertido en su escudo y espada, la
hojilla de parra cubriendo su frgil desnudez entre vocablos que el
viento no se llevara.

Efectivamente la Transferencia Dimensional figuraba en el texto gua,


acuado con recomendaciones de uso como Mucha prctica y
distribucin cuidadosa para la Deutero-energa, entre tantas que
llenasen dos cuartillas enteras con renglones que aguardaban por un
acto ambicioso. Novedoso entre su repertorio y anticipo a bsquedas
postreras en boga de ese elemento esencial para abismar publico ms
difcil y enemigos exigentes.

Al salir, Pedro le encamin al comedor. No cruz palabra con l ni


pretendi hacerlo; el sigilo pareca la mejor forma de robar su aprecio, o,
al menos mantener en neutro la tensin que amenazaba
constantemente a la reversa en carriles contrarios y choques previstos
por fuertes personalidades.

Cumplido el servicio, Pedro desapareci de inmediato, relevado por


Iriarte y una charola de panqueque con miel y jugo de arndano puestos
luego frente a Ilridas, ya acomodado en su sitio habitual.

Muy buenos das.Se expres cuan fanfarria anuncia la presencia real


.Espero haya dormido bien.

Ilridas paus su comentario, aludiendo en la capciosa mirada el agetreo


matinal despertado junto a l, adornado con los colores patrios de un
nuevo amanecer y el himno compuesto por el murmurio levantado entre
los dems huspedes, armonizando con el rechinar de los cubiertos al
extraer sobre la loza notas agudas con provecho alimenticio y forneos
toques pintorescos que condujo su cuidado a un puerperio casero,
hogareo si se quiere, inesperadamente coloquial y autentico, expuesto
al encontrar el hotel con su pomposa guardia baja a tempranas horas,
maquinando, quizs, la casualidad del impropio atavo como recurso
seductor para quien buscase echar al aire una cana de simplicidad
liberadora.
117

S, tuve buena nocheContest, volviendo en s cuando Iriarte


provocase a posta el contacto visual.Me haca falta.

Cuanto me alegro, doncel Adagio!.Exclam, juntando las palmas en


seal de alegra.Y, si me permite decirlo, el descanso le sent de
maravilla. Luce radiante y su atuendo es formidable!

Graciastremol al decir, incordiado por la adulacin excesiva


Alguna novedad?

S Ha escuchado usted sobre la congregacin de los Baptista?

Algo.Mencion someramente, sin comprometer detalles.

BienIriarte acerc su asiento a Ilridas e inclinndose a l, con los


codos sobre la mesa y una voz queda, aadi.Es rutina de la artista
que ayer escucharas el presentarse en su auditorio poco antes al medio
da. Dicen compite por lugares de prestigio pero, para m, est fuera de
concurso.

Afirmando con un dedicado gesto retrctil de su mueca derecha, Ilridas


solt el tenedor y aprehendi las noticias para incrementar el valor
nutricional del amanecer reciente y el desayuno a medio acabar.
Divisaba ahora un oasis de camino a sus ocupaciones hidratando la
calurosa jornada en vigencia y haciendo genuino lo que fuese un
espejismo la noche anterior.

Vale lpena escuchar esa tersa meloda nuevamenteManifest,


perdido en la tonada sobrescrita en su recuerdo.Sospecho hoy estar
bastante ocupado y me sea difcil asistir a ese evento.

Est bien si va a la organizacin Baptistahabl cordialmente,


incitndole al floreo.No requiere usted tanta reserva. Varios de
nuestros clientes tambin asisten en pos de una oportunidad, pues a
veces el dinero o el talento no alcanzan para ser famoso. Ese es deseo
capital para los seres humanos que algunos cohben o cargan como un
cepo sobre la honra. Yo solo agradezco a esa familia por traer turistas y
clientes para el hotel.

Lo imagino. Seal, echando otro vistazo a la accin tumultuosa en


las mesas aledaas.Es preciso que llueva de tanto en tanto.

Oh, no malinterpretes mis palabras, estimado Fermnobjet con la


dignidad por delante.Aqu nunca ha escaseado el mosto; sin embargo,
118

no todos pueden costear nuestros beneficios y admito cuanto nos


perjudica la sustraccin al centro de la ciudad o destinos tursticos. Por
eso, gente como usted, que aprecia la tranquilidad suburbana y el estilo
formal es siempre bienvenida.

Sabe a que se dedican los aspirantes aqu instalados?pidi


detalles, sacando ventaja del asunto.

No suelo entrometerme en la vida de los dems.Verbaliz a duras


penas, delatado por una mueca socarrona, seguida de risas
desvergonzadas.Bueno: Hay dos hermanos dotados para el clculo y la
fsica; tres chicas gimnastas, no hay parentesco entre ellas, aunque en
su oficio se han vuelto amigas. Se la pasan a menudo en el quinto piso,
donde est la piscina; dos msicos, la joven que ya escuch tocar y un
muchacho no tan afinado que el buen seor ampare en su desdicha.

Tan malo es?frunci el seo, sobresaltado a causa del severo juicio.

Con decirle que le prohibimos ensayar a horas pico luego de las


muchas quejas por su desafinado lady pensar que yo estrech esas
torpes manazas.Aguant un crudo gesto repulsivo al reparar la escena
.Pero esa es harina de otro costal. Por cierto Cul es su propsito en
la entidad Baptista?

Un palmo de rubor corri su maquillaje juvenil, arriesgando cada poro


de la verdadera tonalidad frente a una simple pregunta que enarbolara
respuestas complejas. Poda esquivar la bala, pero no estara seguro de
la prxima descarga que Iriarte replegara al haber errado; entonces
recurri a la honestidad, o parte de ella, para negociando as la intimidad
personal a cambio de una charla amena.

Ir a hacer trucos dmagiaArguy despacio, analizando la


consecuencia de sus actos.Al menos eso intentar.

Iriarte le mir estupefacto. Segregando el horror que acaso poda


contener sobre la mueca en sus labios, usualmente lista para alardear.

De modo que es usted mago.Verificaba en su espasmo lo


previamente citado.

Tengo algunas rutinas, sSe apeg a la pasiva modestia de su


perspectiva infantil.Aspiro a sobresalir entre los seleccionados para su
serie de espectculos. No parece muy convencido.
119

Todo lo contrariodisimul el desacuerdo con su solapado protocolo


de servicio, su arma predilecta para atraer invitados de buen devengar
Es maravilloso! Si haya halla usted sorpresa en m ser por no conocer
gentilhombres practicantes de dicha disciplina. Asumo es bastante
diestro con las cartas y el movimiento de manos.

Clarodijo casi instantneamente, un agradecido reflejo a la


contemplacin desmesurada de Iriarte que facilitaba su escapismo,
siguiendo en crculos las pistas equivocadas.Al seor Clemente y su
casa fascinaron. Espero la competencia no sea muy dura.

Si le sirve mi opininmencion confianzudo, con la mirada fija en una


mancha sobre el mantel que procuraba sacar rasgando repetidamente
.Dudo sean lo bastante selectivos. Si Armando y su toque desafinado
tienen oportunidad, seguro usted tambin. En estos casos el dinero s
compra lo que el nfimo talento aspiray los avaros no distinguen una
cosa de la otra.

Sin saberlo, su concepcin ech por tierra la proposicin bicondiconal


Talento-dinero de los Baptista como un viciado sistema calificativo,
dificultando a Ilridas identificar la verdad o falsedad de la funcin lgica
asociada con sus malficas intenciones. Enfrentaba un enunciado
complicado, vido de conectores que brindaran cohesin a la premisa
escondida tras misterios sin resolver, y cualquier ayuda, consciente o
inconsciente, era bien recibida.

Quizs Armando solo est nerviosocruz los brazos, replicando


supuesta indignacin por la crtica como recurso para ondear el tema
.Taseguro no siempre lo hace tan mal y eres t quien exagera.

Ya quisiera yomantuvo su posicin al respecto llevndose la mano


derecha al rostro, incrdulo e irnico.Aunque recuerdo tocaba bien el
primer da y fue en declive los siguientes. Si usted tiene razn y el miedo
trunca su habilidad musical, crame que esta bastante asustado
acab extendiendo satricamente las silabas de ambas palabras.

Ilridas sonri por cortesa, favoreciendo el chascarrillo cuyas serias


repercusiones no eran motivo de burla, teniendo en cuenta la
accidentada trayectoria sobre la cual Iriarte daba tumbos y traspis
hacia el meollo del asunto; unas hablando de ms y describiendo lo
menos posible y otras aplomndose a lo ftil y riendo de lo crucial,
120

dejando huellas en la arena difciles para seguir luego de varias oleajes


disidentes.

Eso no me lhabias contado.Subray el pargrafo antes que


escapara cabalgando su labia adulatoria Acaso lpaso algo malo? Un
accidente o lesin?

Para nada. Solo se ve retrado y torpe actualmente; algo normal s


pierdes tu talento o descubres que nunca lo has tenido.Par rpido
como volvi a preguntar: Importa todo esto?

Norespondi en seguida, levantndose del comedorEs hora dirme,


gracias por ldesayuno y lcharla.

Sali a prisa, tomando un taxi entre el escuadr privado al servicio del


hotel, estacionado en una zona especial. Fij la ruta con su conductor,
familiarizado en esas indicaciones y nombres, y marcharon a destino.

El camino se hizo largo en sus pensamientos, perdiendo la nocin


espacial combatida por su sistema inmunolgico, prevenido con dosis
informativas que causaron un efecto inmediato. Por desgracia, solo
sobre su mente esterilizada a peligros y engaos corra el antdoto a la
enfermedad propagada previamente mientras chicos como Armando
sufran las secuelas y malestares. Tema estrellarse en un inmenso
pabelln de quemados, ver fracasar su misin antes de empezar y
volver con las manos vacas.

La aguja del gran monasterio Baptista sealaba a la distancia el final del


camino, pinchando la espesa nube abultada con pensamientos de cargas
contrarias, despachada por la gigantesca edificacin que desde el
asiento trasero pareca rasgar el cielo con el agudo fulgor del alto
pinculo, las ventanas de claraboya y el hermoso rosetn cincelado por
la categora de un ngeldemostrando que aun los santos no saben
para quin trabajan.

El auto se estacion al pie del frontn armado con vitrales y grficos


religiosos sobre un marco de madera gruesa custodiado por dos
leogrifos alados, esculpidos en piedra, junto a un par de guardias
equipados con cotas de anillas sueltas, musleras metalizadas y un
morrin de penachos naranjas a la cabeza. Aunque sus armaduras
hacan parte de la indumentaria con abolengo medieval, sus portadores
eran lo bastante robustos para elegir participantes y dar cumplimiento a
121

las reglas de un juego sinuoso y ensortijado incluso antes de lanzar la


primera pinta.

Ilridas despidi el medio de transporte, llevando en mano el mgico


latifolio junto a los documentos respectivos. Se tom un minuto para
tantear la alquera eclesistica y su opulencia de texturas con el amorfo
bullicio que se fugaba entre la omisin de las ventanas y sus arcadas
falsas, prestas a la vista gorda. Un sonido garabateado sobre la
cadenciosa partitura ornamental con altibajos exticos; el mismo
sufrimiento que agobia la alegra reprimida; el claro y vaco sonoro
surgido entre la colectividad de gamas perdidas en su discordancia;
tonalidades y degradaciones de la brillante libertad opacadas al ocre
afn de triunfar en la vida.

A este ronquido, araado por un minuto de silencio que luchaba por


subsistir con las sobras del aliento derrochado, unanse cuatro laureles
acoplados a son de panderos y cascabeles afinados con las verdes
hojillas prestadas por la madre tierra con carcter devolutivo hasta el
otoo.

Bajo su sombra acallaba la historia del extenso canalete ferruginoso que


se jactaba presumiendo la elegancia ostensible por los coches sobre l
estacionados, en recuadros cuidadosamente medidos, mientras chicos
de diversas razas y caracteres intercambiaban saludos a su cercana, a
lo sumo, inmiscuyndoles engredamente en sus plticas fugaces,
finiquitadas por lo general con despedidas poco ceremoniosas, dignas de
conversaciones insensatas.

Deduciendo que los guardias se percataban de su llegada, Ilridas


apresur el examen y ech a andar hacia ellos. Atusndose el carcter
para no ser presa fcil.

NombreInst el primero, speramente.

Fermn Adagioconcedi, adosando los papeles necesarios.

El segundo a cargo recogi las licencias, corroborando su legalidad


frente a los datos escritos en su planilla de admisiones, de modo que las
funciones realizadas entre ambos coincidieran en un mutualismo
oblicuo, una expresin artstica de vigilancia consolidada que pareca
seguir a Ilridas sobre el lienzo de recepcin con abstracta desconfianza.
122

Nunca antes escuch sobre Viejo ArrabalComent, retador y


punzante Dnde se encuentra?

Al otro lado de lcostaindic, precisando la mayor naturalidad posible


.Es un pueblo pequeo con tradiciones bien marcadas que luchamos
para conservar contra lreciente urbanismo. A lo mejor relacionen el
poblado si conocen a Rodrigo Clemente.

S de l, sRese aquel revisando los manuscritos pronto devueltos


a su dueo, mantuvo las sospechas, pero no haba mucha tela que
cortar para vestir de impostor a un mancebo claramente bien atendido y
la obstruccin innecesaria estaba por levantar tumulto entre los recin
arribados, ameritados tambin a su porcin de requisa.Tu seccin es el
anfiteatro, camino al este desde la nave central. No te desves.

Ilridas atendi la sugerencia, mas fue Fermn Adagio quien cruz la


puerta a crecer y desarrollarse aferrado al conocimiento de un hombre
real y la novicia experiencia de un nio ficticio, perdiendo su inocencia
antes de nacer para adquirir valenta si le tocase morir como un
personaje de fabulas que con sus actos se convierte en hroe por su
propia leyendael mrtir con cuya sangre se escribe un final feliz.
123

XII
Oda a la masacre

De camino al inmaculado ocano blanquinegro zarpaba la ilustre Nave


central, paso obligado para Ilridas y sus peores presentimientos que
viajaban con l a sotavento a travs del ancho pasillo servido con
deleites herldicos: escudos redondos y paveses izados en murales
salpicados de reseas gloriosas, glifados en verso y prosa con baos de
oro y enjuagues brocinos. Espadas que congeniaban en abrazos
protuberantes, sealando tesoros de bravura sobre el apacible mapa
decorativo; pendones de tela gruesa acomodados bajo las ventanas
perpendiculares donde la incauta claridad colapsaba en un accidente
con espectros briosos tras el emblema de un voluminoso libro que con
su espesor aplastaba imperiosamente vboras y alimaas cornudas
descritas mediante aspectos demoniacos; entreabierto por tres dagas
cuyas hojas se escondan su vasta dimensin dejando los finos mangos
de oro, plata y bronce a la vista.

A lo largo del firmamento arquitectnico diversas figuras deficas


rondaban las alturas con miradas labradas en cristal traslucido que
durante el da bajaban al seglar mortal como cascadas luminosas,
pasendose desde su cauce hasta la puesta del sol cuando parecan
cerrarse con la penumbra exterior, ingeniosamente aprovechada por el
artista.
124

El safari ornamental concluy con una rproba estampida de jvenes


que bramaba por el mal ajeno, afanados a pastar donde el morbo se
haca fresco y la cerca inaccesible copiosamente reforzada por un
enramado de alguaciles ceidos con armaduras enterizas y un
puntiagudo hermetismo que relegaba el balneario indecoroso a la vista
ensanchada con un festn de restos jironados en incisiones rectas y
profundas; rendijas abiertas sobre el abdomen allanado de sus
miembros, algunos, desparramados como un violento bodegn inspirado
en la matanza pica de una oda a la masacre entonada entre murmullos
y espantos guturales.

Ilridas sigui a la multitud a donde fue posible, pues el permetro fue


rpidamente empadronado por la seguridad en labor de salvar el
ambiente de tantos desechos ensangrentados, recogiendo el salvaje
rompecabezas visceral fuera del alcance de los nios aun no aptos para
concebir piezas demacradas ni eventos desastrosos.

No hay nada que ver aqu!. Aseguro el ms fornido de los


defensores; de cejas bestialmente pobladas, mentn quebrado y nariz
chata; el gran yelmo soldado de acero crudo, las hombreras redondas y
el emblema institucional descansaban encima de su jubn brocado con
remaches de bronce y escamas ferrosas que descendan en gruesas
picas hasta la regin plvica, acorazaban el resto de sus rasgos fsicos
con el recio carcter exteriorizado sobre la pesada armaduraEsto es
solo un simulacro para ensear a los nuevos reclutas como dar santa
sepultura a este tipo de cuerpos mutilados! Sigan su camino y no
perturben nuestro trabajo!

Como era de esperarse, el ladrido amenazante disperso las ovejas sin


pastor rumbo a sus respectivos rebaos apartando el gape acribillado
de sus inquietas narices. La explicacin imperativa basto para mitigar
temporalmente el rumoreo desahuciado con su insalubre ponzoa, pero
Ilridas, reacio a su influenza inescrupulosa, se auto medic con el
beneficio de la duda, consultando una segunda opinin con los marcos
de sangre sobre la pintura valorada en ms de mil palabras o al menos
un par de cabos sueltos refugiados bajo los gritos aun vivos sobre el
lienzo inerte y el trazado furioso.

Poco a poco la impunidad de la masa escaseaba e Iliridas migr hacia el


anfiteatro al encuentro de su especie a bruces de alcanzar la primavera
o lo que fuese de ella entre tanta penumbra y zozobra. La arenga le
desvi a predios occidentales, cerca al Coro con bveda perpendicular,
125

antiqusimo, poblado de velas derretidas que vertan sus almas dentro


de una espesa bruma de incienso revoloteada cerca al presbiterio con
amplio transepto y bside rodeado por la girola superior, emparejado por
toldos corredizos ajustados a marquesinas de oro puro donde la
confidencia se atrincheraba dentro de las cmaras hechas con cedro
robusto y secretos secuestrados por el tiempo. El destacamento
caballeresco no era novedad, pasendose a lado y lado con rutinas
marciales y rondas cerradas. La constante despejo toda incgnita e
Ilridas corrobor el resultado ya conocido basndose en la
contemplacin numrica y minuciosos razonamientos aritmticos: Por un
lado, tena una operacin simplemente alarmante donde la base del
conflicto por la altura digna a la improvisada excusa recibida sobre dos
frentes de vigilancia repartidos en el complejo religioso deduca el
amplio dimetro de su desconfianza, sustentada hasta hallar al culpable
oculto tras un rea sombreada y variables desconocidas que
complicaban a Ilridas significativamente, sustrayendo su valor primerizo
al vrtice bajo una hipotenusa de sospechosos.

La academia y la historia le ensearon que los Baptista no requeran del


disipador para cobrarse su deuda, a cumplimiento sesgado de justicia y
cnones estratosfricos que los inocentes no dieran a pagar como
alcabala por su derecho a un trato equitativo. Dependa de su instinto
encontrar aquel por cuyos actos barbricos lloveran reprimendas y
segaran cabezas; quien arriesgara su misin ahora en cuidados
intensivos, velada por maitines de estricta vigilancia, ruegos con furia
vengativa a causa del asaltante que obrara de maneras misteriosas y
brutalidad sobrehumana.

Gracias al corto pero conciso anlisis Ilridas coligi su procedencia


bestial, basado en las hendiduras estriadas que una persona seria
incapaz de emular. Su simpata con lo fantstico le ayudaba a contener
el pnico abordado por un mal augurio que daba tracera a su
deliberacin dubitativa. Aliado o enemigo; hroe o villano, estaba
causndole serios problemas aun si en el fondo disfrutase la baja sufrida
por la escuadra rival.

Incluso quien mal obra castigo recibe, pues el mal premia a quien no se
arrepiente

Volvi a la nave central y de ah rumbo al anfiteatro. Escociese del


galeno de palmadas y dicciones recientes como el apndice de una
borrasca ensordecedora, avecinada de dientes para afuera tras la puerta
126

con vidrieras oblongas, alusivas al smbolo Baptista. La imagen


empezaba a fastidiarle; ya era bastante molesto merodear por regiones
opositoras para verse obligado, adems, a retener repetidamente el
motivo por cual debiera caminar descalzo sobre las brasas recin
atizadas con el sofocante asesinato; reducir a cenizas aos de
entrenamiento calcinados por un instante de impotencia cada que el
Martillo de las brujas con su encandilador apogeo.

Finalmente se decidi a entraren la sala bulliciosa, constada de gradas


arqueadas y con asientos cuadrados y tapizados en telares azules que
descendan escalonadamente hasta el escenario trptico, coronado bajo
una gigantesca diadema de hierro donde pendan reflectores y
contrapesos para el teln abierto para un dueto malabarista, vestido de
trusas naranja y antifaces pristinos; exhibiendo sobre el tabln de coa un
remolino sincronizado de pinos y esferas cuyo siclo invertan y
enderezaban a placer segn el clima avistado desde la audiencia
aceptable, no demasiado numerosa, conformada por adultos en su
mayora, cuales ribetes y estampados dorados en el alto cuello y puos
cerrados descorchaban el nctar de la autoridad institucional, amargo
para Ilridas que en su avezada degustacin cautelosa no pudo tragar
entero el sabor a uncin de Maleus Maleficarum impartida sobre ellos
como una leve aura purpura y hacia l en sorbos de repulsiva acritud,
exclusivos a la alta costura de su formacin mgica, donde aprendi a
no dar puntada sin dedal.

Aunque la suerte no favoreca su mano, las novedades o secretos no


hacan parte de la apuesta. Tretas similares engaaron al gremio mgico
tiempo atrs, cuan do esmerados en jugar agresivo arriesgaron a
perdida causando poco dao, retirados de la mesa cedidas las victimas a
ensanchar su infame acumulado con almas cadas. Sola especularse
entre los Sinodales como la vislumbre morada arraigada en los Baptista
significaba la muerte y el diligente mejor huyera por los medios que el
necio pereciera luego al querer luchar. Algunos sugeran correr de
inmediato, sin importar las condiciones del enemigo si bien los
aprendices, rasos conjuradores y personas sin la instruccin requerida
no detectaran la uncino lo hicieran demasiado tarde.

Su presencia fue advertida por el gregario despabilado del trance,


cuando el vendaval de objetos voladores se difuminase en el
agotamiento de un respiro reparador. La funcin recay sobre Ilridas,
seguido y estudiado con ojos de alinde a la espera por cualquier
127

movimiento o monoslabo instructivo que documentase su dossier en


blanco, fichado a placer entre conjeturas apresuradas.

El juicio a Ilridas colaps en un burbujeante amasijo figurativo, denso


que el color diese por incierto y el aspecto poco apetitoso, con un olor a
intriga para no pensar siquiera en el postre. Al extremo superior, los
hombres de clero azocbanle con silencio mientras en la zona inferior los
jvenes alistados con trajes teatrales, disimiles entre los cinco
presentes, incluidos los malabaristas, daban alas al bisbiseo para volar
lejos hasta la especulacin ms alta.

Una mujer triguea, de estatura considerable y cabello terracota


trenzado como el vestido de vinilo asido a su adecuada figura, resurgi
tras bambalinas reciclando la motivacin desperdiciada con un llamado
a preservar el entorno en su cauce natural. Sostena un micrfono y el
cronograma de ingredientes y pasos ordenados para la velada al gusto
del coloquio, donde su avezada retentiva espacial descubriera al nuevo
comensal, recibido con abrebocas y aperitivos de chisme.

y estos fueron Marcel y Pierre. Dmosle un merecido aplausoSe


aperson de la colecta en ovaciones recogidas a espuertas con su propio
ejemplo, a lo que encuadrara al reciente cohorte en el panorama cuando
las atronadoras palmas aparcasen tras un silente arcoris.veo que hay
alguien ms en la tribuna Nos honraras con una breve presentacin?

Ilridas se sinti deformado aumentativamente bajo la lupa de tantos


inspectores recurrentes indagando sobre la escena anatmica su
criminal retraso, por cual debiere dosificar coartada o apostillas de
impunidad.

Soy Fermn Adagio, dViejo ArrabalSonri contenidamente,


esperando el semblante afable compensara la lasitud de sus palabras.
Presentare para el certamen algunos trucos dmgia.

La disposicin fue el soplido que antecediera al silencio glacial posado


en los rostrostreinta y dos entre muchachos y adultoscongeniados
por una indiferencia invernal hasta el pronunciamiento de la anfitriona y
su voz veraniega.

Siendo tu primer da estars fuera de competencia, as que prepara tu


repertorio para maana. Recomend, sosteniendo mecnicamente el
alto y audible de su funcin narrativa.Como has llegado tarde tendrs
que esforzarte al mximo Alguna duda?
128

No, ver estar listoasumi el reto, reproduciendo mordazmente el


nerviosismo que el vulgo esperase de l: Un chico despalomado de
quien poco supiesen.

Siendo as, se libre de observar los actos de hoy y conocer la


competenciaSe interrumpi dando dos fuertes palmadas, redirigiendo
el curso elocutivo hacia el carril principal. Continuemos con las
funciones!

A peticin de la ponente el flujo cesionario volvi a su cuenca original,


ya sumergido el escoyo en la profunda rutina donde fuesen disueltos
sus quince minutos de infamia so efervescente y efectivo placer
diastlico, refundido en el cerdoso y escalonado mar azul.

Llamada a coalicin, una muchacha menuda, plida y de ojos rasgados,


subi a la tarima y a su seal la ambientacin musical, influenciada de
ritmos orientales, envolvi a la asamblea cuando las majaderas miradas,
antes carrondose de Ilridas, aletearon hacia ella buscando hablilla
fresca. Pese a ello, senta un piqueteo tortuoso tan directo que no
disimulaba su repudio; ojos de sorna y disgusto, de furia o alevosa
asecho inapropiado para un hombre fornido y curado, albarazado el
rostro con rasgos fuertes, bien marcados, largos labios y nariz serrana;
cabellos salvajes de higueruelas rubias, profusos quien quisiera
domarlos.

Nada era demerito que del mancebo de avade mosquetes almizclados


con estirpe transpirara su curiosa faz y sus pupilas imperiosas, teidas
en leja color azul egosmo que bosquejasen su genio inflamable;
simptico a su modo; postema y landre con sus muecas ms hirientes;
atractivo en el amplio sentido opuesto la estrechez del corazn.

Ilridas elev el lastre ocular y su mirada evito el abordaje para aquel


corsario de imponente presencia listo a batirse en polvorn,
desenvainada la feroz actitud y el verbo ley al pie del can. Pronto le
fuese a Ilridas el azuzar bribones en mar abierto, expuesto sin flotilla de
respaldo e izadas banderas por ninguna patria ortodoxay a remo bajo
y velas cerradas sobrepuso el inicuo oleaje, amansado leguas siguientes.

La sagaz bayadera contone el cuerpo, seguida por trapisondistas


inspidos para Ilridas atendido en otra orbita de impresionismo
inteligible. Repas los tpicos del libro sepultando el tiempo bajo vueltas
de pginas hasta que, muy hondo el tedio, se escabullera junto a los
129

quince minutos que dieran para las once y el pensamiento que Iriarte
oscilara con vestigios pendulares de su ltima charla.

Con premura alcanzo el corredor y posteriormente el ala Oeste, gracias a


las indicaciones de un guardia que le gui a travs del crucero
favorecido por estatuas de marfil esculpidas a semejanza de Santos y
devotos en la fe y pasillos pilastrados en capiteles lotiformes unidos bajo
un techo decorado con pinturas del linaje Baptista como reverencia a la
precepcin visual, separados los unos con los otros con el arquitrabe en
cada punta.

Reconociera de rondn algunos ah encasillados, otros resultaban


incongruencia irresoluta: Complexin ambigua y atuendos exagerados
les discurran el humor desbocado, recreados con un trazo pobre en
comparacin a los primeros. Eran adjetivos autctonos del arte baptista
los amplios torsos, rostros rectilneos y poses de reflexin o temeraria
combatividad por estos ridiculizados, con alhajas, mallas pastel, pelajes
engominados y presencia delicada, indignas a la masculinidad
convencional, sumados a la fijacin por las pestaas risadas, labios
delineados y situaciones comprometedoras en acuarela y oleo cursivo
que a sus predecesores provocaran revolcar en su tumba o salir de ella a
cobrar venganza; enderezar su patrimonio cultural profanado segn la
tinta seca con ms pena que gloria.

Los conceptos tutoriales sobre el ardid Baptista nunca fueron lo


suficientemente concisos, alimentados segn las migajas extradas
desde su amplia despensa por atolondrados roedores como hroes
recibidos en la madriguera Sinodal; pero era claro cuan flexible y
dadivosos llegasen a ser en cuestiones econmicas no extraando la
genealoga afianzada entre lasos onerosos o emolumentos de una
burocracia cesible, corriendo por sus venas mediante tarifas razonables.

Subvalorado es un hogar y sobrevaluada la familia

Aqu esafirm el acorazado recluta, cuando la puerta excoriada por


fuerza musical borboteara la funcin por un costado.Los intrpretes de
primersima estarn presentndose, se discreto y no interrumpas el
rond por nada en el mundo.

No sentirn mpresencia, solo la afici por el arte en par de aplausos


oportunosadvirti, pausado y conmovido.Si no es mucha molestia,
hay algo ms que quisiera saber.
130

Adelantepermiti, frotndose el seo grumoso y vagamente poblado.

Esos hombres atrs retratados Son todos miembros de la familia


Baptista?se hizo el desentendido, esta vez con el verbo fluido y
manejable.Como interesado en la titularidad he ledo textos
biogrficos sobre la estirpe, pero algunos no se me hacen conocidos.

Eres buen observadorcongratulo es escolta, agitando dcilmente la


cabeza.Los chavales que vienen a buscar fortuna poco o nada les
importa la historia de nuestra organizacinLe invit a retroceder unos
pasos con las fuentes en el cielo raso, continuando la explicacin: el
general de Jubn negro y arns en tonelete con hojas roblizas es el
general Ismael Baptista, precursor familiar y campen contra las
fuerzas paganas. Seguro ya has odo hablar sobre l, as como el abad
finamente tonsurado con cuya mitra por su iluminacin religiosa y ese
otroapunt con el dedo, desplazndole segn describiera los cuadros
sentado en la piedra junto al rebao trashumante sosteniendo el
Martillo de las Brujas, son San Fernn del llano y el predicador Tiburcio
respectivamente. Aquellos tresresopl disgustado.En la figura de
bajo acabado son Jean Paolo el esbelto, Eduardo Perfumo y Emiro Piel
tersa !No me mires de esa formaResping, avergonzado por la
extraez de Fermnas se hacen llamar y yo solo cumplo rdenes!

Entonces son figuras de nuestros tiempos?orden las piezas en


ascendencia a la verdad Viven todos?

Todos hasta hace pocola ltima son mudamente, apaada entre


los dientes apretados para acallar el rechinar en su boca floja a hora en
que sus mecieranse de msbueno, ya sabes lo necesario, adis y
buena suerte.

Ya juntaba los talones y giraba a retorno hasta que Ilridas le prendiera


de la mueca, retenindole mediante una fuerza hipntica como
corrientes alfabticas nacida desde sus manos, infligiendo poderosos
efectos narcticos como letras bermejas fundidas lentamente sobre la
zona arterial y el atolondrado flujo sanguneo.

No tan rpido.Inst Ilridas al vigilante revocado de su voluntad y


dominio propio, olfateando intrigas en el aire.Cuntame al respecto.

S, seor. Habl con deje desganado y sumiso, perdida la vivacidad


del rostro esclavizadSe rumora que la reciente muerte de Emiro Piel
tersa fue causada por una criatura monstruosa a cual que nadie ha
131

visto o sobrevivido para contarlodesconocemos el nmero exacto de


sus vctimas. Es todo cuanto s, mi seor

Ilridas removi los dedos parsimoniosamente, pendidos cada uno en


rotaciones elpticas a lo mejor moldeando el amorfo dato recibido a
identidad inteligible; una verdad en bruto difcil de pulir e implausible a
sacar brillo como muestra de bisutera inductiva con valor relativo al
ingenio que a su fuente de extraccin: la palabra de un soldado raso.

Ahora vas a regresar a tu ronda habitualdecret, precisando el


cumplimiento inmediatoy dados los diez primeros pasos sentirs
despertar de una siesta ligera, olvidando todo cuanto hemos hablado
Vamos!le despach con un manotazo en el codo.

Se marchaba el subyugado de andar obtuso y poca cuerda vuelto Ilridas


a garabatear especulaciones, remojando la inquietud en el tintero.
Irnicamente la lobotoma explicativa produjo ms interrogantes que
respuestas, muchas respecto al agresor de quien saba menos cada vez;
un pescador que madrug a picar las rmoras nutridas en rio revuelto
mientras l deba apaarse con cardmenes de guardias y crustceos
ungidos por el clero.

El caso quedo en espera, reabierto si nuevas pistas la pesquisa arrojase


dado el compromiso de fuerza mayor en cual su odo ya buscaba butaca.
Gir la manija y tras la puerta una explosin sinfnica encendi sus
nervios, lanzando alegros en llamas a espuertas del llano saln con
alfombrado rojizo y asientos ovales de madera y brazos con extremos en
mrmol que arda en medio de aplausos y vociferaciones positivas
perdidas bajo calurosas humarascas de agradecimiento.

Despejada la vibracin y expectativa, el amplio y bien constituido


pblico esperaba la siguiente sonata que los cuatro jvenes msicos
interpretaran para su deleite. Inquiran rpidamente en sus partituras,
adueados del escenario sobre plataformas circulares con motivos
astrales que les separaban a corta medida, brindando a cada uno
singularidad e importancia.

Las luces se apagaron poco antes que Ilridas apartase cupo e


identificara a los intrpretes, cuando a turnos predeterminados los
reflectores acompaasen su meloda en cadenza, enfocando en primer
plano al baterista que con su marcacin apaciguada sostena primero a
132

un mozo pianista de toque grcil y luego al prodigioso bajista, veloz y


dinmico, llegado su turno, imprimiendo un nuevo curso al repertorio.

Ilridas fue sorbido por la meloda, deslizndose a travs del concierto


progresivo y cambiante hasta zambullirse en el xtasis de una pica
aventura musical donde su deutero-energa creciera irrevocablemente,
vindose a menudo en mella por un gramo de autocontrol; un clamor
interior vencido sin remedio ni misericordia luego que emergiera sobre la
nochumbre artificial una hermossima princesa beatificada de tez
rozagante con el favor de los reflectores rendidos a sus pies, colmndola
entre halagos y galanteras fulgurantes. Los ojos zarcos y felinos
brillaban con autoridad desde las penumbras sometidas a su encanto
cuan rendicin voluntaria y enamoradiza, dulce tentacin a perderse
entero tras el arco de sus tersos y delicados labios o el croquis curvilneo
donde la belleza era una colonia ms entre los tantos adjetivos glorioso
que conformaban su confederacin anatmica, la verdadera tierra
prometida.

Ladeaba su cabeza sutilmente, siguiendo el exttico rond del violn con


acordes preconizados desde sus finas, abundantes y ebanizas cerdas
capilares que afinaban la tonada con una acstica selectiva para quienes
vieran en ella la ms preciosa composicin hecha mujer y el talento una
extensin de tal magnificencia.

Las notas flotaban a granel e Ilridas atrapaba las suyas en el aire para
replicar la doncella concertista con la sonata nocturna de ultramar y
su desconocida intrprete, ahora encarnada a la perfeccin en esa
melmana de larga bufanda ail, ajustado atuendo prpura de juego a
larga falda escotada al frente y shorts oscuros al interior por encima de
las aquilatadas piernas que afluan en sus botines de velcro.

Diecisis de esos abriles bastaron para deducir la inexistencia de


beldad comparable entre todas sus estaciones

Sendas metrallas de enaltecimientos asesinaron el silencio y en su


memoria encendieron luces y brindaron los artistas caravanas y
reverencias de gratitud, esfumndose a turnos tras el teln violeta y la
amplia figura musical en el trazado telar. El moderador reemplaz a la
agrupacin, aplacando las llamas levantadas sobre el gora y su
combustin ovacional. Ilridas evitaba el contacto con la prominencia
masiva de impresin y sentimientos colapsados en su interior por una
revolucin de ideas entre su adulta posicin centrada y el corpus juvenil
133

dispuesto a sublevarse inspirado en el impacto escnico de semejante


doncella violinista.

A todos, muchas gracias por asistirdeca el presentador, luciendo las


prendas de la institucin y la uncin espiritual que solo Ilridas notara
.Quien no haya participado la presente jornada, maana ser su turno.
A la audiencia en general, les esperamos pronto; su juicio es importante
para valorar a nuestros participantes.

Alzada la marea de gentes buscando la costa, Ilridas permaneca en su


asiento reposando el alma llena con arpegios y arreglos del festn
sinfnico, auspiciado por la gula artstica y pomposidad insaciable. No lo
propuso a primera intencin, mas la pausa dio oportunidad a un segundo
atisbo hacia los antes batidos a muerte en admirables espectculos
sonoroslos que no viera llegando casi cumplida la actividad y el
cuarteto de clausura con cual la visto marc el nfasis.Marchaban
rompiendo filas; desledos y preocupados por sus propios afanes y la
salida apreciable despus de la melodiosa masacre que cobr el nimo
de sus rostros decepcionados y sus instrumentos marchitos. Los
vencedores partan detrs aplaudidos aun por los encargados del
auditorio que les acogan como hroes de guerra, ya temidos por su
talento de avanzada.

Disperso cual polen que lleva la brisa, la agrupacin se reparti a


atender comentarios y solicitudes, muchas por parte de becarios
similares a los que viera en el anfiteatro. Ilridas guardo la calma,
levantndose aplacado el enjambre y la dulce miel al alcance de un
saludo.

Disculpa, podras concederme un minuto?Hablaba a la chica,


atravesando el dintel rumbo al pasillo principal. Siguiendo el curso para
no verse envuelto con sus compaeros o aduladores inoportunos.

Adelanteacept, sin dedicar un soslayo o refrenar la caminata,


rodeando con sus brazos el estuche del violn.Pero s breve.

No es gran cosa, en realidadFarfull con precaucin, evitando el


choque contra su estoica altivez en la ceguera que llega con la falta de
ideas.Ayer escuch tu fantstica sonata y bien no tconociera, tu estilo
y habilidad me es inconfundible: No hay duda que eres la misma
persona.
134

Ilridas dio un paso en falso y cay presa de su adusta mirada celeste,


atractiva trampa infalible para castigar a los paganos osados en profanar
su sagrada atencin, guarecida tras minaretes de santificada perfeccin
femenina donde su belleza era el creo y su presuncin ley divina.

Me confundes con alguien msaclar esquiva y reservada, con aire


distinguido, caracterstico de su acento refinado y dicciones sobrias
.Soy profesional y algo de fama me precede, pero hay otros violinistas
en esta ciudad.

No lo discutoResolvi a su favor, pretendiendo enlazar con su


persistente tolerancia la indmita charla; sin embargo, lmsica es un
amplio lenguaje y cada qui lexpresa con su dialecto particular.

La joven le miro nuevamente, esta vez con atractiva perspicacia y cierta


hesitacin, pausando su urgido andar y el aptico ego apercibido por ese
disparo en la oscuridad que nunca vio venir ni supo esperar jams.

Contina.Dio luz verde a la sospecha, comprobando si el


relmpago pegaba dos veces sobre la misma hiptesis o fuese cosa de
un fugaz acierto accidental.

cuando alguien toca un instrumento, describe bajo lcadenza sus


sentimientos y aquellos matices que al alma ilustranExplicaba Fermn,
dejndose llevar por la emotividad ideolgicadefinindola con
exactitud envidiable a cualquier palabra o contexto fsico si bien se
siente deleitado el oyente por la sinceridad del artista que con su mente
acaricia las fibras sonoras del coraz.

La frugal acompaante parpade a raudales, pues la calurosa efusin


del hablante empaaba sus ojos, derretida someramente la sobrades
castrativa que soplaba, conspicua y alterada, por preservar su frgido
radicalismo repelente, todava fuerte para negarse al placer engaoso
de la confianza.

No es muy comn ver a un nio como t hablar aspremi su valor,


pero reproch su audacia mirndole por encima del hombro, siendo ella
poco ms alta que Fermnsi tanto lo deseas con gusto te dar un
autgrafo, puede ser en el libro que traes.

Disculpa?!vocaliz, profundamente ofendido gracias al apelativo,


desacoplado el orgullo averiado por subir a toda mquina sobre la
empinada y casi interminable egolatra de la radiante madona.
135

Bien, aqu lo tienesseal, luego de pasar por alto el reclamo de


Ilridas y marcar arbitrariamente la contraportada del tomo mgico, con
excelsa pulcritud.No lo pierdas porque los brindo muy rara vez, hasta
pronto.

Un pcaro guio fue cuanto quedo de ella, hallndose Ilridas naufrago en


el largo pasillo, sujeto a los escombros flotantes de su autoestima, con la
mirada hundida y la querella ahogada; arrastrado por el pensamiento y
los estragos del mal tiempo que le mostraron la diferencia entre
imaginar un huracn y ser arrastrado ser sacudido en su indolente paso,
a visos que los atolondrados pescadores vuelven a casa con redes vacas
pero los ms intrpidos aun sardinas roban a la tempestad.

Eithne NightingalePronunci para s, repasando con el dedo la firma


por cual la indignacin valiera la pena.

XIII
La Sociedad del Terciopelo
136

Sonaban las campanas zapateando a la calma con histrinica oscilacin


y timbrado estridente, bosquejando el crepsculo a cuentagotas que los
cuervos empapaban en su aleteo incesante a graznar acorde al crudo
monoslabo de la conspicua espadaa, ya anunciada la hora para
criaturas nocturnas.

No quedaba un alma en el templo Baptista, pero s turgentes feligreses


desposedos de la suya; andando pesados y mohnos a estancias
suroestes, lugar de sotos y matorrales brcteos que devoraban el
trayecto hasta una torre desatacada por su frondoso anonimato.

Las bisagras del portn gimoteaban a demanda de jubilacin y sobre las


paredes y el suelo desnivelado creca un desagradable y barbrico vello
herbal que aparentaba un estado prdigo cuan si fuera dicho sitio la
oveja negra entre las lujas instalaciones de la catedral. No obstante,
sudado el ascenso en escalones y levantada una cortina de aluminio, el
desgarbado mandracho mostraba su lado prolijo y carismtico: Bancos
armados de roble y plata rotulada se formaban frente a un
deambulatorio colmados de arreglos florales y balaustras pulidas,
relucientes como la tracera de vidrio grueso y el altar satinado justo
frente a un atad alfombrado de telas rosas e hilachas bordadas con el
aspecto de un murcilago y dos claveles cruzados entre sus colmillos.

Cada quien ocup su plaza y el fretro fue abierto, liberando a un sujeto


alto de rasgos delicados y enjalbegados, amplificados por su exceso de
maquillaje y la abundante peluca blanca con risos burgueses y ribetes
fucsias. Vesta de unitardo, mantas de velln y pantalones de vinilo
cruelmente asidos a la entrepierna acarreada por un suspensorio dorado
a la imagen de un corazn glaseado con lentejuelas. Las pestaas
risadas y los labios largos acataban los deseos de sus ojos rojizos cuya
perspectiva masculina muri bajo un alud de rubores y coloretes;
indemnizada la prdida con una innata falta de vergenza, pomposidad
ambivalente, con cual su squito sentase identificado, siendo ellos, en
amplia mayora, practicantes del abusivo retoque facial y dolientes del
equilibrio sexual tras la concepcin personal abatida, reducida a
estereotipos censurables.

Buenas noches a todos!Se pronunci el recin incorporado,


apoyado al atril en condicin de anfitrin para los treinta y cuatro ah
presentes.Como saben, nosotros, la Sociedad del Terciopelo hemos
137

sido artfices de la moda y el buen gusto desde tiempos inmemorables,


sirviendo como ejemplo de belleza esttica para los menos favorecidos y
los que no sienten pena de salir a ensear entre la gente la oscuridad
albergada en sus cuerpecitos perfectosAlong la expresin, mientras
se frotaba el lunar contiguo a la boca con obsceno placer.Pero hoy
afrontamos la baja de ese hombre hermoso que nos brindo
innumerables emociones y ms de una experiencia traviesase
interrumpi, cerrados los ojos, abierto el clmax para un suspiro ideal de
quien recuerda vivencias entraables; prendida al lbum de
arrobamiento que la memoria llena con aoranza por mejores momentos
y cuadros vivos donde la mente persiste en eterno luto y que ese vil
monstruo nos arrebat sin piedad!

Dicho esto, dos hombres y una mujer, tambin adornados con pelucas y
alta costura, rompiendo en onomatopeyas dolidas que con su aguda
tensin depresiva talaron los nimos de un solo tajo, deforestado el
gregario en sentido psame.

Oh! piel tersaProrrumpi el primero, agitando en su lamento el


manto geminado con plumas de pavorreal Quin har mi manicura
con amor y cuidado si no ests?!

Calla, Jean Paolo!Le reprendi el homnimo a su ladocon


pantalones y chaleco de frac con cual secaba sus lgrimas y remova el
almidn corrido.Fui yo quien se neg a prestarle la base de colgeno y
el delineador. Si tan solo lo hubiese sabido

T siempre envidiaste su bellezaparticip la mujer, sollozando.


Ajustndose la pelcula rasgada por cuyas descomposturas brotaba el
cauce carmn y desgreado del cabello opaco, colgados los lentes en el
escote poco agraciado pero acogedor despus de la sequa o la
hambruna lbica que no distingue entre el mendrugo o el manjar Los
quieres a todos para ti!

Culpable!!Admiti Eduardo con su irritante timbre bartono,


quebrado en llanto como penitencia a su mal proceder.

Inspirado por los minutos callados que en su oficio redactaron la


entristecedora escena, el director se tom un hondo respiro para evaluar
a los actores; identificado con su sincero dolor pese a la pobre
interpretacin de duelo a veces desmedida tras impulsos narcisistas
fuera de contexto, mas imprescindibles dentro del superficial guin
138

donde estos personajes sintiranse a gusto incluso impuesta la mayor


congoja o la peor crtica.

Esta baja ha cobrado incontables lgrimas, infinitos pesares e


incalculables gastos cosmticosEnfrentaba los hechos el charlista
golpeando el atril con el puo cerrado, cargado de ineficacia Por la fe
de mis estilistas, juro ante ustedes venganza!

A su seal ladr el tribunal entero, enardecidos con furia y mal de rabia;


atusados los colmillos sin gracia, por defecto, agazapados del verdadero
depredador furtivo con la confianza numrica que amilanaba la avidez
de pericia defensiva aun si la cantidad distaba de la calidad y el tumulto
un blanco ancho si discrecin faltase.

Ya casi es hora de su transformacinRatific el lder, levantando un


cliz casi a rebosar trada por uno de sus sbditosY mientras nos
busca en vano honraremos a piel tersa con nuestra mejor cidra salud
a todos!

Salud!Correspondi la multitud a una, suministrados ya con su


correspondiente copa y actitud positiva.

Sencido el momento para deleite ya asueto a la garganta seca a


cuidados sorbos festivos, un varn alto y maduro, macilento y de cejos
sombros se puso en pie, ajustndose la larga capa con los dedos
avejentados con cuales, adems, desech la bebida sin ningn decoro
frente a la multitud atnita.

Qu es esta porquera?apostrof furibundo, denunciando la prdida


de una antigua costumbre Dnde est la sangre?!

Tal irrupcin fustig al maestro, que puesta la tez en guardia estoc al


inconforme con su afilada mirada pese ser l herido en su infame honor,
suturando la clera a borbotones.

Quin es este troglodita?!Exigi detalle, tirando de los bucles en


su peluca burguesa.

Es nuevo en nuestra sociedad y no est adaptado a nuestras prcticas,


seor LombardiniContesto el sirviente a su disposicin, recomendando
prudencia con el alborotador.

A ver, Bicho raroescogi el termino al azar de su moderado


vocabulario despectivo.Tomar sangre es de brbaros, nuestros
139

paladares son sensibles; adems, estas prendas son de diseador y esas


manchas son duras de sacar Te qued claro?

Lombardini esper la paga que de palabras asalariara su autoridad


pasmosamente sobrevaluada; mas de disculpas no hubo un solo denario
y su paciencia perdi toda esperanza, cobrada por colricas
indiferencias que desfalcaran su rostro almidonado, nunca antes
preparado para repostar hostilidades.

Te qued claro?!insisti, imperativamente, amparado en el cobijo


le que confiriese la asamblea sumisa y leal, inconforme con el
indisciplinado recluta.

Sreplic, decido e irnico Entiendo que todos son un montn


de enclenques mimados!

Y t sers un vejete muy fornido, no?contrapuso la sintona sobre


el mismo dial irrespetuoso, donde la aguja marcase fuera de sus casillas
Que lo azoten a ver si todava se cree muy rudo!

Hecho el mandato y dispuestos los forcejeos intiles, al avieso palomino


le cieron macuto, momificado entre cintillos y serpentinas pastel por
una decena de adeptos al glamur, levado en brazos fuera del recinto a
pagar su penitenciano sin antes adjuntarse mocin a la sentencia:

Qu pasa Eduardo?Pregunt Lombardini, atrado por su mano


levantada con urgencia.

Donatole llam cndidamente.Silvana y yo acabamos de


remodelar la sala de los azotes, hasta instalamos los pompones y las
guirnaldas de crochet que pediste.

Siendo asacometi presuroso, dictaminando la pausa a los ocho


escoltas mediante el puo en alto, entrecerrado, integrando al
escuadrn el refuerzo de sus ojos inquietos, armados con mortfera
picardallvenlo al primer piso y denle ah lo suyo!

S, seorContestaron a una, avanzando saltarina y


desenfadadamente.

Oculta la luna pendenciera por los nubarrones de franela importada y


charol colorido, baj la marea y el caudal volvi al lucero donde piel
tersa brillaba por su ausencia y ensombreca en abundancia el pesar de
no tenerle, remembrada su quintaescencia pstuma con la reunin
140

organizada en su nombre por un presente llevadero y un regocijo futuro,


si en rutas de dolor llegasen a cantar Tierra a la vista.

As como el lgebra y las lenguas romances, sufrir es cosa de gente


fea!Comparti el regente para los suyos, fraguando los nimos y
forjando el discurso.Por eso, yo, Donato Lombardini, para quien las
lneas de expresin y las arrugas son solo ilusin, prometo hallar el
mancebo ideal que supla con carisma el vaco que Emiro llenaba en
nosotrosconsinti el lunar nuevamente, invocado de tal placer el
memento que supliese sus mas culposos deseos.

Aplausos y loores incuantificables deificaron a Lombardini como mximo


arquetipo en su comunidad voluble y as lo que fuese un espacio
velatorio tornase desconsideradamente al son de sus promesas
danzadas tres metros sobre el pasado y los aradores ya royendo los
efmeros recuerdos.

Emiro es irremplazable!Profiri la mujer en primera fila, con el


difunto vivo entre sus llantos Y qu caso tiene si esa bestia nos
atrapa antes de lo previsto? Nos matar a todos!

A fe del mal agero, el comit, subidas y bajadas las pendientes a gran


velocidad durante el indeciso trayecto en esa tmbola de reconcomios
que, entre giros y vueltas, emocin y angustia, une las almas en comn
incongruencia.

Calma, Silvanaagit las manos para apaciguar el horrsono concierto,


descoordinado e improvisado con percusiones pasionales ya
distorsionadas las partituras para un sazonamiento provechoso.El
recuerdo de Emiro seguir, pero nosotros tambin lo haremosy cuando
mi plan este completo, esa alimaa no podr daarnos pues lo
convertir en un abrigo sobre mis hombrosconcluy con cierta ira
estilizada y feliflua, sonando el olifante para la caballera auditoral que
no tard en llegar.

Ay, Donato! Tu sentido de la moda es mi inspiracinConfes Jean


Paolo, sin tapujos.

Y a fin que los alfa se regodearan en el cubil, sus cros afrontaban la


peligrosa intemperie y el nepotismo de la cadena alimenticia tejida a
eslabones por la ley del ms fuerte; ese al cual los recodos nocturnos
ennegrecan su apariencia pero no rebatan su inmenso poder.
141

No nos lastimes!Suplic uno de los retenidos bajo sus aguzadas


zarpas, acudiendo al lado afable que su camarada diese por muerto con
alegatos de lloriqueos y pataletas desesperadas Solo somos tteres en
este teatro!

Pues si no hablan les sacar el relleno!Amenazo, con todas las de


ganar.

La sentencia fue contundente y los demandados buscaron llegar a un


acuerdo que les exonerara de pagar con su vida, juntndose con la vista
oprimida entre la espada y la pared.

Ya te lo dije, solo somos aclitos de poca monta!replic,


mordisquendose los labios embadurnados de brillo rosado, con los ojos
vislumbrados por la muerte a bruces de arrollarleno sabemos ms que
t sobre la infraestructura de la catedral

adems nunca pasaras por la puerta del bienaventurado ni usando


toda tu fuerzaIntervino el otro aprisionado, temerariamente; premiada
su disposicin con aspavientos irascibles con que su compaero de
angustias homenajeara tal torpeza en un momento nunca menos
oportuno.

Sabes cantar despus de todo, eh?exhal un nefasto y pesado aire


frio que entrelazado a sus ojos ardientes e infernales enarbolaran un
tornado de temores y pesadillas en torno a los agobiados damnificados
por su arrojo imparable Pues qu esperan para soltar un buen
verso?!

Por segunda instancia, compararon sus opciones mediante una mirada


reciproca, equivalente a una amonestacin semitica en vilo a la feroz
criatura y su incorruptible tendencia a las devastadoras desinencias.

Ehsolo lo escuchamos en una charla informal, no tenemos idea de


qu se trata o donde estInsisti el primero, haciendo piruetas sobre la
cuerda floja.

Y si te decimos lo que sabemos el Seor Lombardini nos odiar!


irrumpi nuevamente, con la torpeza por delante y el fastidio de su
compaero que vio sus esfuerzos derrumbarse con la ms leve y
estpida brisa.
142

Estamos muertos por culpa tuya, feliz ahora?! Grit desasosegado


al sopln, con desdn absoluto. Al fin y al cabo, sabra a poco
desahogarse en el ms all.

No seas tan duro con tu consorteaflojo un poco la voz, agasajado por


su falta de empata y ridiculez casi suicida. Para ser justos, estaban
muertos de cualquier modo.

La agudeza de tal chiste se incrust tan fuerte y lastimera en los


desesperanzados cautivos que su reaccin adversa, a peso de lloriqueos
y reprimendas, llam la atencin de tres custodios en vigilia que, al ser
determinados por el comediante, se hicieron participes de su insensible
jocosidad; una rutina para su propio deleite.

Para qu rer al ltimo, si es posible de principio a fin?

Peste abominable!Desafi el vocero de la cuadrilla armada


adecuadamente para la situacin nunca novedosa pero siempre
alarmante. Libera a los rehenes y sal donde podamos verte, o
morirs!

Morir?cuestion con suma desfachatezUstedes no saben qu


significa esa palabra, sino ya estaran corriendo. Veamos si esto les
ensea de que se trata

Recluyndose con sus vctimas penumbra adentro el enigmtico


provocador respald sus palabras con hechos, lloviendo segmentos de
intestinos, huesos descarnados y extremidades cruelmente amputadas a
la luz y frente a los aterrorizados retadores baados de asombro cuyos
ojos nunca presenciaron tanta violencia reunida en un solo lugar ni sus
odos tanto dolor descrito como en esa balada de gemidos agnicos y
pieles desgarradas que, aun sin lrica descifrable, dejaba claro el
mensaje en los pensamientos petrificados por el pnico a convertirse en
su siguiente estrofa.

En nombre del altsimo sers juzgado!Rezong anonadado y


pvido, desenfundando un viejo manuscrito y un par de versos
enmaraados con el nudo en su gargantay la justicia borrara tu
iniquidad de la tierra

Dada la insolencia inconvincente del guarda pasillos, el fiero destripador


eman una inmensa proyeccin ensombrecida, asemejada a un
demencial y corpulento mastn, hacia el pauprrimo pelotn desecho de
143

su entrenamiento, credo y moralidad combativa al pretender


infructferas tentativas de escape; vapuleado el primero con tal fuerza
que su morrin abollado contra la superficie del crneo acabase
incrustado a milmetros de la clavcula, hundido el cuello en la caja
torcica y las vertebras accidentadas trgicamente en relieves cutneos
sobre el hombro derecho, mientras, a base de rpidas dentelladas y
zarpazos, cayesen sus camaradas amputados y con los msculos
colgados de filamentos y fibras nerviosas conmocionadas a prisa por el
derramamiento de sangre y convulsiones estertoras que retorcan sus
cadveres desfigurados a revoluciones aceleradas por un dolor
inmensurable.

La insensatez hace que cualquier gaznpiro se crea un guerrero


Aleg sin objeciones ni querellas, si bien la defensa descans para
siempre y el silenci no hizo preguntas al nico testigo en pie favorecido
por la unanimidad singular respaldando su cuestionable inocencia, al
cabo que su cmplice fuliginoso escondiera la prueba del delito
regresando a las penumbras; quedando del siniestro oblongas manchas
de sangre que al margen de la ley engrosaran su temido expediente
criminal al da siguiente, cuando la luz diurna tomara cartas en el asunto
y denunciara la negligencia de la noche y su omisin culposa para no
dar explicaciones o testimonios a favor de un caso abierto por cuyos
interrogantes el delincuente huyera rumbo a su prximo golpe.

De la tinta derramada no quedan hroes ni villanossolo pedazos de


historias cercenadas en finales abruptos; un parpadeo entre la
calamidad que deshoja una secuela de experiencias y sagas ya nunca
ms ledas; solo referidas si cabe lugar, o desentendidas con la
inferencia de nuevos relatos, con el tiempo, fiduciarios del mismo
resultado. Pues, en la continuidad temporal, no solo muere lo que vivo
est, tambin desaparece aquello que nadie tom molestia en conocer.
144

XIII
El Evocador de Sentimientos

Estimado Seor Lerinxi Lunargenta

Escribo a usted para reportarme en ptimas condiciones y facultades. He


realizado un barrido panormico dentro del complejo Baptista mediante
los ojos de Fermn Adagio sin ser tomado por amenaza o sospecha, de lo
cual comparto con usted mi breve experiencia.

Como era de esperarse, movimientos turbios envuelven sus


procedimientos; me dispongo intuir cual es el propsito de los fines
publicitarios, y aunque es muy pronto para confiar en mis instintos y
brindar a usted un reporte detallado, es lo bastante tarde para refrenar
el asecho de una criatura que ha perpetrado la fortaleza religiosa y
perjudicado algunos de sus miembros. No tuve la oportunidad de verla
en accin, mas s de contemplar la violenta demolicin que deja a su
paso. Perjuicio o beneficio para nuestros planes? El tiempo lo dir.

Segn mis recientes pesquisas, la formacin Baptista se ha nutrido de


nuevos integrantes sin linaje correspondiente o caractersticas
requeridas para sus cargos de renombre; no cabe duda que existe una
145

conexin alrededor del asunto y una vez descubierta ser usted el


primero en saber.

Si la suerte nos acompaa aspiro desenmaraar este tejido de intrigas y


volver junto al Snodo lo antes posiblecon mi familia, de cual espero
cuidara como lo acordamos. Le ruego le trasmita de mi parte mis
mejores deseos y omita para ellos las lneas complicadas de esta carta.

Que tenga usted un buen da, y muchas venturas para Aleka y Nolmen.

Atentamente.

Ilridas Larrarte

Vaya, que consideradoOpin Nolmen complacido por los saludos,


luego que Lerinxi leyera el documento a voz alta para l, Aleka y un
miembro en la Cpula de sabios, reunidos en la sala de Casa Clemente
al calor de las buenas noticias y el espritu hogareo que vio la
oportunidad para hacerse invitar y arrebujar su reunin en confianzudos
detalles amistosos.Ojala no tenga mayores inconvenientes, pero me
engaara de esperar tan buen augurio.

Mi Ily sortear cualquier obstculoAport Aleka de corazn hacia


fuera cierto abuelo?

Lerinxi asinti, agitando la cabeza segn le llevara el grato viento que


soplaba la dulce nieta con sus comentarios positivos. Devolviendo la
frescura a la pltica hasta entonces sedienta de buenos nimos fruto de
un sofocante y sesudo silenci, pronstico de reflexiones caliginosas en
torno a Ilridas a quin el incrdulo pensamiento comn le insolara en
plena noche.

Nada me dara ms gusto, Alekaconserv la imparcialidad,


frotando la nota con la yema de los dedos por si tal ventura liberase al
mgico convencimiento que cumpliese sus deseos.Por el momento sus
palabras nos devuelven el aliento y hemos de corresponder aportando a
su causa toda nuestra confianza.

Qu cree usted sea esa Criatura descrita tan peligrosamente en la


carta?Intervino el anciano invitado, pasando por alto a Aleka con su
falta de tacto y frivolidad dignatariaSi ataca al joven Larrarte mermado
de sus habilidades el resultado sera desastroso
146

l ser cautelosodiscurri la posibilidad por la va de su nieta; un


tramo siempre despejado y seguro para los que ven de la vida un viaje
acogedor.Su objetivo es de reconocimiento y no le fue ordenado
enfrentarse a los Baptista olo que all more.

La discusin cay en un estado comatoso luego que Aleka dejara de


producir su benfico apoyo moral y debilitase el ambiente sin defensas
ante la insidiosa maledicencia comn, un sndrome recurrente entre los
auto medicados con objetividad e ignorancia de las bondades curativas
que ofrece la fe hasta cuando es demasiado tarde para creer imposibles
y se diagnostica el nihilismo en estado avanzado.

Entonces la fe pierde toda esperanza

Si los Baptista otorgan asilo a miembros improvisados, su


estratificacin y orden ya no ser igual que antesopin Nolmen,
tirando del cabestro hacia lo evidente en aras de recuperar el curso y la
concentracin de los pasajeros sacudidos en un pedregoso sendero
dubitativo. Quizs presenciemos el final de su organizacin tal cual la
conocemos.

Lo dudo muchorefut Lerinxi su aporte, entrecerrando los ojos y


tensando los labios a manera de gesto complaciente.Seguro han
renovado sus filas desde siempre ya que su ideologa se sostiene de
principios humanos y no pueden ganarle al tiempo sin embargo, nunca
hemos estado a salvo. Si bien este llamado masivo es una prctica
inusual, no nos conviene asumirlo como un signo de debilidadhay
mucho ms detrs de esto

Dos golpecitos en el marco previo al zagun, de puerta extraviada y


contorno ovalado, interrumpieron la sana discusin, anunciando a un
sujeto de rostro pecoso y barbitaheo, ofuscado por menesteres que no
vea la hora de comunicar a Lerinxi en privado ante la pronta amenaza
de una explosin angustiosa que arrastrara a todos a un holocausto
depresivo.

Daro, espero esta vez preguntases por m adecuadamente


Mencionaba Lerinxi, frotndose las arrugas de la frente yendo a pensar
en la torpeza del atolondrado visitante.

S, por favor el seor Rodrigo Clemente, eso dijecorrobor a prisa,


admitiendo sus anteriores equivocaciones. Necesito ponerlo al tanto
de un serio incidente!
147

Adelantepidi, sin levantarse o incentivar el carcter confidencial.


Ellos son de mi entera confianza.

Muy biencedi a razn de unos segundos, vacilando lo ms que el


afn le permitiese: Los brujos atacan la ensenada Atalaya y la guardia
no resistir lo suficiente.

Por la instruccin Arcana!Exclam, dando un arisco salto del


asiento que imitaron los suyos en el acto Cmo dudas compartir
pblicamente un suceso de tanta importancia?!

Daro ladeo la cabeza avergonzado, pretendiendo de tal ademan eludir


las severas miradas listas a dardear su negligencia al menor detalle
omiso o la peor excusa posible para justificar su exceso de prudencia.
Por fortuna, la noticia dio un paso al frente y recibi la descarga en su
lugar a guisa que se diera por bien servido en su oficio secundario,
cuando delegar o combatir comparasen la mediocre simplicidad con un
sueo hecho realidad.

Perdone usted Gran LerinxiSe adjudic la culpa, detallando el


derredor por si su nombre corriese peligro.Este es un asedio distinto, lo
constituyen solamente dos brujos: un hombre y una mujer que causan
los como si fueran decenas.

Puedes describirlos?Pidi Lerinxi para saciar sus sospechas, si bien


la mirada de Nolmen refrescaba su memoria.

No pude detallarlos a dedillo dadas las circunstanciasconfes,


temiendo reprimendas y nuevos disparos oculares, elevando la mirada al
cielo raso para acarrear la horripilada retentiva. Tienen cabello rubio,
largo y rizado, y llevan las mismas prendas oscurasespero sea
suficiente.

Las caractersticas descritas se condensaron en un aire espeso difcil de


inhalar con la presin a la altura de los mayores problemas y el peor
presentimiento sobre el nivel del mar, nocivo a quien careciera de la
costumbre para morar en la inhspita cordillera a las fronteras de la
valenta e riesgos intempestivos.

DalAdon y DantalIane!Liber Nolmen la respuesta contenida bajo


censura de ira impulsiva.No es usual que vengan por estas fechas
Qu estarn tramando?
148

Encararles es el nico modo de averiguarlo.Aport el anciano, con


cabeza fra. Apenas inmutado por el suceso.Sin el Joven Larrarte, la
atalaya necesitara toda la ayuda posible.

Y la tendr!resolvi, ajustndose la sotana con decisin. Seor


Galedo, Aleka, Gran Lerinxiles ruego disculpen mi ausencia.

Ya izado el Sinodal tremolando en alto su bravura, escuch un melodioso


himno a la preocupacin refrenando su desfile antes que el peligroso
festival celebrara su acto de presencia con cronogramas de fuertes
reyertas y atroces resultados, si bien una tradicin, nunca costumbre.

Nolmen, ten cuidado por favor!Suplic Aleka, reteniendo su brazo


izquierdo a cambio de un argumento convincente No te expongas
demasiado!

No te preocupes, Aleka. Volver antes de la cenaSell su palabra


levantando la mano derecha, cuyo dedo faltante y expresin
descomedida le refutaban jocosamente a modo de irnica confianza en
s mismo.

En absoluto tacharamos tu impecable destreza, NolmenLerinxi se


uni a las contraindicaciones.Pero si necesitas ayuda estaremos listos.
Da la orden al cochero para llevarte al pie de la ensenada, no ms all o
podra enterarse del acontecimiento.

Gracias, Gran Lerinxi. Y descuide Nadie le incitar a mover un dedo


mientras yo est aqu!Advirti con suma seriedad y disposicin
templada.Mucho menos ese do de majaderos insulsos. Nos veremos
pronto

Apenas puesto en libertad por Aleka, Nolmen volvi a las andadas.


Escarmentando poco de la corta y dulce penitencia donde, lejos a
rehabilitar sus impulsos, aliment la ansiedad de regresar a atender
asuntos pendientes y recuperar la satisfaccin apropiada por otros,
justificndose con su aislamiento forzado y el pasar de la vida que nada
sabe sobre bajas pasiones.

Nolmen acudi a las caballerizas a par de zancadas y en nombre del


seor Clemente pidi ser transportado de urgencia y con carcter
privado, atendido en el acto por Mauricio y el conductor que gozase de
mayor confianza.
149

Corran rumores sobre la ensenada a velocidades olmpicas en el


indiscreto ovalo social de Viejo Arrabal, algunos carreras contra la
credibilidad de los que a prisa lideraban las especulaciones para aspirar
a nada y morder el polvo una vez finalizada la competencia y las plazas
desocupadas amn a la gran prudencia y limpieza sobrenatural del
Snodo y, paradjicamente, de las lneas enemigas debidamente
versadas en el cdigo del litigio mgico:

Tras los duros baldones sostenidos desde tiempos remotos y por


constante acoso del poder clerical exhalando repudio sobre su nuca;
Lerinxi Lunargenta y Simaro Walduende celebraron un acuerdo para las
contiendas entre sus gremios donde las hostilidades se centrasen lejos
de terceros y a espaldas de la luz pblica. Como aspectos derivados del
tratado y su preciso cumplimiento, se recomendaba en el cdigo
preparar las locaciones con sortilegios de aislamiento para
merodeadores y contiendas sostenidas a horas nocturnas. No obstante,
DalAdon y DantalIane transgredan los incisos a sabiendas, basados en
tecnicismos y agujeros legales que esta vez Nolmen no estaba dispuesto
a tolerar.

El carruaje naveg a barlovento, diligente y seguro hasta el punto de


desembarque para el nico soldado que descendiera por labores de
reconocimiento y despeje del permetro, a momento, domeado bajo sus
dos objetivos a vencer: Ambos de copiosos y lisos cabellos dorados, ojos
blanquiazules y rasgos finamente acabados, emulados respectivamente
a su sexualidad que pese a su palidez, perfil sardnico y postura
estevada subyaca de dichas faces un hilar de belleza entretejida con
atraccin inigualable. Vestan con abrigos de lana oscura, abultados al
espaldar de los hombros como un arco abierto sobre el pecho e
interpuesto al tabardo que descolgabase en figuras trapezoides sobre su
Kilt negro rallado con aros blancos y runas referentes a la simbologa de
las artes oscuras.

Aun cuando sus atuendos eran exactamente iguales, despertaban


perspectivas muy distintas; DalAdon, esbelto y nimio, lo lucia con
elegancia y distincin; mientras que en el cuerpo bien dotado, ejemplar
y generoso de DantalIane las seductoras costuras empujaban la cordura
tras un desfiladero lujurioso donde la imaginacin caa ms y ms bajo
apenas lastimada del golpe contra la objetividad en su imperturbable
descenso libidinoso.
150

Impalpables, traslcidas y juguetonas llamas prpuras se contornaban


en un radio de diez metros metros, reculando su grosor y
ensanchndose en rondas movedizas segn sus caprichos malficos y
los ayees opositores derribados a merced de la pareja invasora,
destilados desde el interior de las fisuras y cicatrices frescas sobre la
piel vencida vapores rojizos que en su sanguinolento xodo alimentaban
la fogata incorprea para agrado del adusto brujo y decepcin de la
hermosa hechicera que observaba la abatida cercana con menosprecio.

De camino a la cuesta, Nolmen escuch el clamor manifiesto de un


camarada apenas dado al escape, retenido pronto entre dolores
imperiosos y reiteradas heridas en su contra por cuales fuese confinado
a un descaso desfallecido. Suturaba a serones el vaho carmes exhalado
de su carne apabullada y los huesos rotos asomados a travs de los
portillos abiertos al exterior ventanas hacia el mundo cruel que no
volveran a ver de nuevo.

Triango!Llam Nolmen al desecho colega, intentando reanimarle al


sostener su cabeza sobre el brazo izquierdo y tantear las heridas en el
trax ajironado con la mano derecha Resiste, te llevare a un lugar
seguro!

Ya no existen en nuestros dasRespondi, dbil e interrumpido por


accesos de tos y achaques insoportablessi incluso en pueblos chicos
te evaporan la sangre

Nolmen guard silencio y dejo que su rostro hablase por l, apadrinado


de una rebelde furia melanclica que creca para convertirse en toda
una causa justificada, hecha y derecha, fruto de la mejor educacin e
idealismo al cual un sentimiento comn pudiese aspirar siquiera,
resignndose a verle marchar una vez contrajera nupcias con el buen
deseo de justicia y en su semblante la prudencia envejeciera sola y
triste.

Callas para no otorgarme la razn?insisti Triango, procurando


adivinar el proceder de Nolmen.

No, callo porque ya la tienesAdmiti doblando los labios con gran


pesar.

entonces veteNolmenle apret de la sotana con sus ltimas


reservasnunca es tarde para valorar la vida, a menos que ests
muerto
151

Traicionado a causa del aliento perforado por la borrasca relente que a


rfagas insalvables relame las pginas de un relato hasta aplastarlo bajo
su cubierta, Triango se rindi al letargo meritorio ganado a pulso con su
pico sufrimiento y as la dermis maldecida dejase de suspirar sangre
hecha polvo lanzado a la suerte. Parte de Nolmen se fue con Triango,
atesorada entre sus manos inertes bajo tanto recelo que fuese incapaz
de impedirlo; un halo de zozobra envidiosa del fnebre reposo prjimo a
causa de la insomne penuria de amanecer en un mundo oscuro.

los vivos debemos pelear las batallas que los fallecidos dejan atrs
Entrecerr los ojos de Triango con una dolida caricia.Descansa,
compaero

Se incorpor y el hmedo soplo que rob aquel pstumo resuello apart


los sotos enfrente, sealando el sendero que sigue mientras el de otros
termina en condolencias y cantilenas enramadas bajo su incapacidad
paliada como superacin y sustentada por una ira de armas tomar: la
motivacin de Nolmen para desempear su papel en escena y a
distancia prudencial de sus antagonistas a orillas del accidente
geogrfico ensayando sus lneas con la dbil defensa que aun
apabullada bregaba por hacerse de un nombre al combatirles sin
cuartely sin probabilidad de triunfo.

Mira quin viene ah, hermanaavisaba DalAdon regodeado de porfa


ante la apreciacin indiferente de DantalIane, sealando el contorno
pintarrajeado de Nolmen sobre la fronda, materializndose a la distancia
con el vaivn de las plantas que ajustaban cada fibra de su iracunda
figura. Ya estaba tardando.

Ah, s: es el bufn malcriado del aquelarre y su hermana


Contrapuso con dicterios falaces apenas brindado prudencialmente
fuera del fuego trasparente al rencilloso acto de presentacin endmico
entre ellos. Causando problemas para variar?

Ven y toma cuanto buscas, monaguilloreplic al examinar


rpidamente sus prendas de civil y satirizar la finalidad del atuendo.
Trae tus lgrimas al alfol es eso lo que quieres?

Hay muchas cosas que quierofonde su mirada en DalAdon y se


desentendi de DantalIane, relegada a un nivel bajo y reservado por
cuenta propia, y algunas tristemente coinciden con las que no deseo:
152

pelear me entusiasma poco pero gustan los sabios su propio criterio y


los necios los nudillos de alguien ms!

La inquisidora confesin choc devastadoramente contra el rostro del


ario brujo, levantando finas abolladuras en su recio y bien pulido
acabado custico por cuyos daos se viera en la obligacin de notificar a
su hermana quien apenas y notara las consecuencias del accidente.

Y nosotrosContest trayendo a DantalIane del brazoTodo aqu


urna y voto somos eligiendo solo a nuestra familia. Si se interponen nos
defendemos, como es natural.

Esa excusa no te va a servir ahora!asent su inconformidad, con la


mano lista en el cordel acido a su tnica y el instinto presto para
desenfundar las prendas de batalla Vas a sufrir el destino que diste
egostamente a estos hombres indefensos!

De modo que incumplirs las pautas del Cdice por batirte conmigo
en duelo?Quiso exhortarle a recapacitar sus impulsos en un tono
alevoso y burlesco que desmenta sus propias palabras.Nolmen el
correcto infringir la Ley que nos da todo el derecho para venir a Viejo
Arrabal Lo puedes creer DantalIane?

La agraciada adjuradora hizo caso omiso a dichas insolencias, haciendo


de una roca a proximidad con las mansas aguas su trono y de la
ecuanimidad la normativa que le otorgara un receso a su obligacin
como hermana para un hombre irracional y rival de otro particularmente
justo, plegando galas de inmunidad diplomtica para sostener en sus
hombros el gran peso de la obligacin imparcial.

Acaba pronto, quiero ver a mi buen chicodijo DantalIane en


fonemas desalentados y quedos, aguardando sentada en el pedrusco
asiento.

Parece que ests soloConcluy Nolmen al interpretar la equitativa


postura de DantalIane, elevando para ella un fugaz vistazo preventivo
.A ver si tu magia es tan grande como tu boca.

T lo pediste Emozionala Sua!Apostrof DalAdon desenfundando


un cetro esculpido en arce con pomo metlico moldeado a imagen de
luna menguante y, a continuacin, las brasas extendieron las estacas al
triple de su dimetro original sobre la fronda distorsionada entre sus
153

fuliginosas caricias malintencionadas, opiado el derredor marchito y


mustiottrico si se quiere, macabro aun si no.

Escuts sagrats!repost de inmediato.

Los escudos ejecutaron suntuosas coreografas defensivas en torno a


Nolmen y a las lumbres sinuosas solo pudieron aplaudir sus destrezas,
apostadas lo ms cerca al nmero ampliamente reconocido por su
impecable desempeo donde apaasen la sotana que el buen director
de orquesta dejase caer como suvenir del memorable acto
impenetrable.

No lograras tocarme siquiera ligui esperital! aadi, fiel a la


confianza en s mismo y el apoyo del comando defensivo que
resplandeci a venia de su voz aguerrida.

En efectoacept DalAdon su afirmacin, levantando las manos vaga


y desahogadamenteNo corresponde a mi dicha labor psikikoa
irudikapen!

Sustrajo el fuego etreo un apndice calorfero que, acto seguido,


moldeo hasta dar forma a una membruda criatura gargolezca, de largas
alas puntiagudas y rostro ptreo, inexpresivo exceptuando sus ojos
tizoneados, encendidos con rencor despreciativo. Yaca encadenado al
subsuelo de auras negras por grilletes envueltos en llamas, estrilando
desgarradoramente a splica de libertad.

Es tan hermoso lo que nace de un sentimiento tan crudo como la ira


Sigui diciendo con su toque sornado, conmovido por el monstruoso
neonato aprisionado y sus primeros lloriqueos vidos de lactancia y
cuidados demoniacos, instrucciones que forjasen su carcter y simpata
hacia la maldadla tuya en particular, doliente a tan asuela sed,
perfecta dentro de su naturaleza asilada por causas nobles y propsitos
honestos. Haca mucho no se levantaba frente a mi semejante fuerza y
me corresponde agradecrtelo.

Guarda los cumplidos para el fallo que esta, mi encarnada justicia,


depara a tu captura!Profiri enceguecido de rabiaAhora no van a
servirte.

Por el contrariocorrigi bajo la sombra de aquellos altos decibeles


frenticos y aleteos ansiosos, avivados con el imprudente pasar de los
burlescos aspavientos que sin mirar ni prestar atencin iban y volvan a
154

sus anchas. Brota contigo tempestuosa soberbia que alimenta a mi


muchacho y al milagro tuyo bien rendirle homenaje en vida antes en
muerte se haga el mo sol y acero, leal esbirro!

A peso de forcejeos y chirridos el engendro quebrant sus amarras,


abalanzndose sobre Nolmen y sus vitrales bien posicionados para
exponer su reflejo de ineficacia ofensiva, arietndolos sin causar mayor
dao pese al alarde de fuerza descomunal arrojado a la nada. Sin
embargo, el repliegue de sus golpes se haca cada vez ms veloz,
inspirados en la frustracin de no dar en el blanco, dejando a Nolmen sin
tiempo para responder a las zarposas misivas cuya lectura de corrido ya
tomaba demasiada pericia y duchas ojeadas.

Una Grgola no va a penetrar mis adargas!Declaraba Nolmen a


manera de estimulo anmico a su prodigiosa postura en guardia y como
una afrenta hacia DalAdon y sus intenciones frustradas a primera
inspeccin Necesitas ms que eso, brujo!

DalAdon dent maquiavlicamente la placidez que despertase en l


aquellas denotaciones portentosas acaso salidas de su mente maquinal
rumbo a los labios de Nolmen, tras provocar en el ataque repentino las
expresiones convenientes y sentimientos adecuados segn lo requiriese
la sugestin y la tcnica oportunista.

Tienes toda la raznconfiri a posta, alzando el cetro


horizontalmente Qu te parecen tres ms? Hirukoiztu
Sufrimendua!

Lejos de concebir resultados, el problemas se multiplicaban y las


soluciones sustraanse ante su procedimiento y los escudos que aprisa
sacaban todo tipo de clculos para no errar con el valor sustancial de los
ataques elevados a la mxima potencia. En su momento optara por
recular mientras pudiera defenderse, sin contar con el ensanchamiento
del campo flamgero extendido por cada paso suyo y anticipado por
DalAdon, acostumbrado al modus operandi de sus rivales.

Que premien con semilla al herbajeroDeca el confiado hechicero


asumiendo la imposibilidad de Nolmen para objetar sus mtodos, hecho
un ovillo hacinado entre sus espejos pavesesPues brindas a servidor
mixturas para mi arte emocional; puedes tomarlo como un cumplido
para m es ciertamente un deleite.
155

Veamos si esto tambin te causa gracia!Rugi el contestario, airosa


su lrica opositora sobre el solo de percusiones sonoras afinadas contra
sus protecciones mgicas y una bulliciosa pista superliminal. Refs
de l'aunorat!

Con su voz a la alza ces todo embate y sus fieles resguardos vtreos se
cargaron de tal fulgor que despidieron a los horrorosos secuaces a los
pies de su instigador, adoloridos e intimidados luego de tanto ladrar y
nada morder.

Salve proeza ms fascinanteSe remiti a comentar, inclinndose en


pos de sus sirvientes malficos apergaminados en grietas por la
magnitud del impacto. Y viva la catarsis que de rojo al blanco repuja!
Pero Correcto es rechazar tus sentimientos?

Apropiado al alegato retrico de DalAdon, la respuesta lleg como un


tirn desgarrador sobre la faz de Nolmen, tan punzante que sus vitrales
bloqueadores se estremecieron por un momento junto con su postura ya
encorvada para atemperar el dao interior, una mstica e inesperada
pualada trapera.

Desde luego que noaadi, filosofando en tributo al desesperado


anfitrin que procuraba rascarse las penas y lamerse la autoestima
marcada por el parasitismo y un sarpullido de sorpresas Ejemplo eres
de los que sufren por repelerse a s mismos en pro de las circunstancias
y en contra de su integridad personal

Deja de hablar estupideces!le reprendi amargamente, como si el


espasmo tomase las palabra que no aparearan con su acostumbrado
talante taimadoNo compares la dinmica de la vida con tus trucos
rastreros, ni iguales el osco acto de la ira a los infinitos matices que tu
percepcin retorcida no puede captar.

DalAdon abri un parntesis en la contienda para releer la actitud de su


acompaante entre comillas, redactada sta sobre puntos suspensivos y
diresis retradas en laconias de un prrafo aparte. No demostraba
DantalIane sobresalto que distorsionara su intervalo combativo,
denotado en el silencio lo que DalAdon tomase por total confianza hacia
l, a esas alturas, con grandes posibilidades de triunfo.

subestimas, por ende, cuanto valor posee la exaltacin en el


ejercicio continuo que lleva a cabo nuestro mundo de canbales y
desolladoresProsigui, habindose apersonado de los acres en
156

comunin con sus sirvientes, revitalizados lentamente por el fuego


espiritual. La furia es inferior a un acto y superior a un motivo; es un
proceder instintivo que la razn avala en su propia irracionalidad; un
error de clculos que entre retrocesos reprochables encuentra el
resultado adecuado, inesperadamente correcto, insospechadamente
certero. La vida es furia, la furia es cosa de vivir y saber que no ests
furioso contigo mismoy si es as, entender que tus actos estn
privados de motivos.

Subestimar es propio de quien sabe corroborar su grandezarepuso


Nolmen, al momento que el manto de tres puntas le recubra en su
amparo mstico para tratar las dolenciassobrestimar algo inherente al
que solo conocen su propia mediocridady t, muchacho, sobrestimas
esos trucos a cuales vagamente llamas talento.

Absorto en su sorpresa, DalAdon retrocedi varios pasos y cancel el


comando de avance a cual sus grgolas dieron prioridad entre sus no
tan diversos procesos y tareas en desarrollo. El ahora ajorado entre aros
y esporas luminosas redujo a cenizas su inalcanzable postura con los
fogonazos de un giro inesperado segn sus planes.

El Manto del Sosiego?! Expeli su descontento Como osas


interponer el artculo de Merivan frente a una herida introspectiva? A
nada sabe el jarabe a un pobre lisiado.

Veo que no prestaste atencinDijo, abierta la crislida para liberar al


nuevo y rejuvenecido Nolmen, aleteando su seguridad suavemente
.Apenas ajustada la defensa lanc un conjuro especial para absorber
gran parte los daos causados a mis escudos, teniendo en cuenta que
todo ataque efectivo contra mi psiquis tambin les deteriora
considerablemente. No obstante la parte nociva que sustraigo de ellos la
convierto en castigo fsico, donde el Manto del Sosiego juega su mejor
rol.

Tal mrito de excelencia le valieron las rencillas de DalAdon y el


reconocimiento de DantalIane que, a lo lejos, apremi sus logros con
una delicada y conmemorativa sea estupefacta, dentro a lo
remilgadamente brindado por la rcana costumbre, ms sonora que
cualquier aplauso o dedicacin honoraria.

Sabes que haces ruido si aun las paredes te escuchan


157

Asumo que ya has sacado las cuentasNolmen extenda el monlogo


e imaginaras cuan larga va tornarse esta contienda: Tus artimaas
apenas causara en m leves disgustos y no podrs convocar esbirros
malignos por siemprealcanzaras tu lmite antes de acabar conmigo y
yo dejare el enojo una vez me apropie de la situacin y la maneje a mi
antojo.

Muy listoAplauda el acometido invasor con aire jocoso, tratando


de recuperar su auto determinacin y control del encuentro en manos
mejor capacitadas.Me alegra saber que Viejo Arrabal tienen otro mago
medianamente instruidoy as lo concibo pues no tendrs mi completa
aprobacin con los detalles que has pasado por alto

Que tratas de decir?!desafi Nolmen la veracidad de sus palabras,

Solo esto: Zigilatu Psikikoa!Lanz la expresin girando la mueca


con el dedo ndice y el anular supinos.

Espetadas instrucciones, las brasas etreas plegaron ojivas


incandescentes articuladas y ensambladas a base de un odio que
Nolmen daba por desmontado y oculto en el desvn, pero creca y se
atornillaba rgidamente sobre sus expectativas de triunfo hasta ese
preciso momento llanas y despejadas. Ni siquiera los vitrales protectores
evitaron el paso del torrente gneo rumbo al contacto contra su amo al
cual mecieron con carcter aparentemente inofensivo, pues el evocador
de sentimientos ninguna apuesta daba al azar.

Pero Qu significa esto?!Aspaba Nolmen la disyuncin de su


vigilancia, invadido por un enojo incontrolable.

No lo has notado ya?Insinu el mezquino mancebo cruzndose de


brazos, reconfortado por la desgracia de NolmenCuando entras en
contacto con mis creaciones o sufres perjuicio a razn de ellas caes
cautivo de los sentimientos que llevan impresos. En pocas palabras:
sers prisionero de tu propia ira en lo que resta del combate; huelga
decir que el choque de sensaciones y mis influencias mgicas actuando
en tu sistema nervioso reducir el periodo de reaccin correspondiente a
cada uno de tus movimientos. Tienes razn, hice muy bien mis deberes
concluy riendo con autoridad.

Ya veopugn a conservar la calma, mas le fue imposible negociar


con las interferencias colricas que embargaban su mente y entregaban
al remate sus aspiraciones por remontar la adversidad Espero sepas lo
158

que haces. Dotarme de ms furia eliminar todo rastro de piedad en m


y rogaras por un pice cuando te atrape!

Y qu me dices de ellos?Seal a sus siniestras esculturas


vivientes que a progresivamente adquiran mayor vigor y estaturaNo
creo estn de acuerdo contigo.

Aunque, si tienes dudas, Por qu no se los preguntas directamente?...


Vayan por l!

A su seal volaron las gigantescas alondras haciendo gala de sus


mejores coreografas a la rapia, enarboladas en piruetas y maniobras
entreveradas como espirales concntricas con la rapidez y potencia
suficiente para impregnar al viento de una combustin espontanea e
incontenible por cuya incandescencia viese Nolmen incineradas sus
fuerzas y cremada la expectativas de vida, cuando sus adargas abrieran
brechas al dolor y cerrados los ojos esfumase el inmediato cataclismo un
segundo previo que las sombras supeditaran la paz antes de la
tormenta.
159

XV
El Snodo Prevalece

Como el soplo divino que da vida a lo inanimado, la respiracin


acelerada e impaciencia traspirada por la tencin del terruo despej la
madeja polvorina donde virase Nolmen acorralado por sus captores, sin
ms que los brazos para optar protegerse y su complexin corporal que
guard cada golpe en los estantes vacos de su caja torcica, si bien las
manos no fueron ms rpidas que la vista y la casa cay desbancada por
el remoto apostador y su agudo instinto para invertir sus fichas.

La polucin hizo su trabajo y por factores que no demanda ni desea la


naturaleza, el roble bruido de Viejo Arrabal, Centurin inamovible del
Snodo Mgico, fue talado y derribado sin generar ms que el sonido de
su prestigioso pasado, cuando los necios apenas pudiesen ver entre sus
ramas o soar con tallar iniciales sobre su legendaria epidermis.

No tiene casoSe regodeaba DalAdon con su deliquioNi la defensa


ms grande puede refrenar al mayor de los ataques: A quienes basta
con el facilismo de no perder les espera el arrojo inherente de los que
solo pensamos en ganar. Esa es la diferencia entre t y yoy tambin la
consecuencia de este resultado nada favorable para ti.

Acorde a su cordialidad samaritana, el manto del sosiego se dispuso a


vendar las heridas de Nolmen; mientras DalAdon, adensado contra la
filantropa servil, divisando con desprecio tales bondades tergiversadas
en fechoras por el insano criterio que la megalomana inculc en su
proceder basndose de la favorabilidad parcial de los hechos.

Solo hubo un hombre que supo dominar la disciplina defensiva hasta


tornarlo en verdadero renombre pero ya no camina entre ustedes
reseaba DalAdon la diferencia entre el camino y los viandantes,
avanzando tres pasos al frente con el dedo ndice adormecido en la ceja
derecha.T no eres digno de llevar esa prenda Terminen con l,
leales sirvientes!

Sus palabras prepararon la mesa servida a la carroa y los famlicos


parroquianos se abarrotaron sobre las minucias recubiertas de un
hombre batallador; un mendrugo seco y endurecido que sus filosos
160

dientes no lograron hincar, ni sus garras dieran a desprender bocado,


tornndose en molinetes dispares como indicio de la indigesta catarsis e
inanicin resultadista. Entonces, finalizado el simulacro, los escudos
regresaron a sus labores apuntando directo a los intrusos, solicitando
mediante tintineos particulares permiso para disparar.

Aumenatge a la bontatmstra-lor ti beutat!Proclam


Nolmen, despertando tras un descuido inducido en la resinacin
enemiga, seguido del abad y el felino de cristal que, alojados en los
escudos superiores, concordaron a arrojar sus ataques pivotados en
trayectorias zigzagueantes hacia el vitral ms bajo, producindose un
poderoso rayo amplificado prismticamente rumbo a las huestes
malvolas evaporadas en segundos como pleitesa a su esplendorosa
potestad.

A partir de ese suceso los minutos pretendieron ser horas, despojados


de su juventud e inocencia para comprender a madurez impuesta un
escenario montado con eventualidades reversibles y giros dramticos
que marcaran sus efmeras vidas tras el ansioso suspenso esperando
por lo inesperado.

No puede ser!Inst DalAdon por una explicacin, sobresaltado a


causa de tan prolifera maniobra que incluso DantalIane, aun recluida en
su recndita y reservada mazmorra introspectiva, contempl con
atnito pundonor entre los barrotes donde se fugaba su exaltacin
reprimida Deberas estar muerto despus de eso!

Es desilusionante que un hombre decidido a ganar ignore la diversidad


de medios para lograr tal finDijo Nolmen plenamente recompuesto,
sacudindose el losange y acomodando la fina gorguera a su cuello. La
defensa es la parte analtica del ataque. Toma las precauciones que ste
ltimo omite y reposta la reaccin del oponente prematuramente
subestimado. Una gran ofensiva nunca yace completa sin el instinto de
auto preservacin que el peligro trasmuta en sentido comn y la
experiencia en una gran defensa.

Un fuerte sismo introspectivo remeci a DalAdon desde sus cimientos,


alcanzando una escala iracunda con registros de erupcin inmediata al
cabo que siendo que los peascos sardnicos desprendanse bajo su
rostro en zona de peligro, evacuado cuanto antes por el buen humor y
las nfulas de grandeza.
161

No me vengas con esa retahla barata!Advirti enfurecido. Ni


aun la capa de Merivan podra subsanar el dao que debiste recibir al
vulnerar una carga sentimental tan alta...mucho menos con esa fuerza!

No te culpo por deducir los sucesos de ese modofue prudente a su


conmocin, retirndose con las ganancias de la partida, sin apostar ms
dicterios al acumulado.Es bien sabido que el este artculo reduce
considerablemente las heridas fsicas, pero muy pocos saben que
tambin reconforta el alma de quien lo porta, removiendo las
sensaciones adversas y resarciendo los nimos entregados a la derrota.
Esas emociones destruidas ya no eran las mas.

S es as Por qu fuiste afectado por mi conjuro de restriccin luego


de regenerarte la primera vez?DalAdon no emerga de su asombro.

Al principio adopt la comunin con mis escudos creyendo que tu


finalidad era perjudicarme por el conducto natural, segn ha ocurrido en
la mayora de los encuentros que he librado. Entonces, al dividirlos
golpes recibidos con mis escudos tambin compartimos un nexo
emocional que viciaste con la intervencin de tus criaturas. Muy astuto,
por cierto.

As que no te defendiste a propsito para neutralizar el enlace con


tus escudos y recuperar tu estado anmico mediante el Manto del
Sosiego?su exasperacin llegaba a niveles crticos.

Eso sera alardear demasiadoesgrimi una sonrisa extraadaDado


que no estuve completamente seguro si funcionara; sin embargo, tome
el riesgo para adelantar los escudos a posicin ventajosa sobre las
criaturas y en direccin al espejo inferior que triangulara el fortsimo
repliegue en su contra, destruyndolas en un santiamn.

Nolmen se tom un ligero descanso para recobrar entre las ascuas


prpuras un segmento a homenaje y memoria de las grgolas cadas en
una pueril empresa enceguecida, a lo sumo, buscando ganar un lugar en
el panten edificado por los ejemplos a lo que no debe hacerse.

El amor y el odio, junto con cada reconcomio que se desprende de


ellos conforme a sus vicisitudes, son inmarcesibles, y cuando crees
aniquilar esos sentimientosAlarg la explicacin, apretando fragmento
hasta romperse en su mano derecha, firmemente empuada Solo se
van a otro lugar!
162

Redirigiendo el curso a aguas tormentosas, el dolor descubri nuevas


tierras, pinchando sin clemencia a DalAdon con su estandarte de
conquista firmemente incrustado bajo su tegumento, a visos que
Nolmen rompiese el extracto rocoso y ensease al brujo cmo agobia el
fin cuando los medios no son suficientes.

InteresanteClaudic, magullado de gravedad, filtrndose de sus


labios un leve pero diciente reguerillo de sangre.Haca mucho nadie
me causaba tantos problemas. Eres un digno adversario

Agradado correspondera a ese cumplido, adoleciendo de la ira que


cultivaste en m. Por desgracia hoy has segado muchas vidas inocentes
fij una pausa para acoger en nostlgico pesar los cuerpos ah
tendidos y dar digna sepultura en su mente a los espritus errantes que
peregrinaban en busca de quien justificase su dbil sacrificio con actos
de lozana inquebrantabley eso no lo puedo dejar pasar.

No esperaba menosLe brind una risilla cmplice, tatuada


secretamente bajo la funesta catadura donde se arqueaba en pequeo
relieve smbolos abstractos de humanidad y pasin borroneada con
graficas expresiones a la dureza incomprendida; la rebelda que pide a
gritos un halo de estabilidad.Cada quien defiende su verdad y es as
cmo desaparece toda objetividad sobre ella nadie requiere que sea
verdica, solo necesaria para nosotros mismos.

Con la muerte de personas indefensas no cabe concurso a la


diversidad relativaRefut Nolmen su incoherente justificacin, firme y
tenaz; la maldad no conoce el color rosa y la justicia solo un rostro
posee, aun si muchas mscaras usa y a distintos patrones se acopla, su
nombre es inconfundible. Atestiguando la veracidad unilateral de este
argumento nuestro duelo terminar ahora Reviure!

Tras sus dicciones finales, los vitrales se resquebrajaron en delgados


filamentos relucientes, rearmados al instante, sin resquicio ni rasgadura,
poco antes de tocar el suelo y a la vista estupefacta de Dalladn cuyo
rostro intranquilo se fotografi en el reflejo de los nuevos lentes
protectores que le robaban el espritu combativo bastando una toma a
baja profundidad.

Jutjament divin!Agreg imperioso, tan pronto cabalgaba fuera del


escudo intermedio la imagen de un aguerrido campeador repujado de
163

cortes rectilneos y cubistas, desplazndose a travs de siluetas


secuenciales que brotaba y desvanecan a toda prisa.

Bast un atnito parpadeo para que el caballero vtreo perpetrara la


zona de DalAdon y quebrara la jabalina contra su pecho; generando,
inesperadamente, menos dao del que el mismo DalAdon imaginase
previamente entregado al impacto con la mirada desviada y los brazos
antepuestos sin expectativas.

De modo que anuncias un temible movimiento y es esto cuanto


puedes dar?Resping apenas regresara el alma a cuerpo y con ella su
toxica mordacidad.Mira que darme menudo susto por nada es cosa
ingrata para un hechicero de mi altura y Magos de tu supuesta vala.

Tambin es la presuncin un acervo de huesos sin mdula, pero la roes


y mordisqueas distrayendo el hambre que agobia a tu madurez
desnutridaInterpelaba el protector del apacible litoral, reagrupando las
placas flotantes a su mxima cercana. La estatura moral de un
hombre es medida con su prudencia, no por la cantidad de sus palabras.

Lo que frente a m est es todo cuanto necesito ver.Se hizo con un


llamado al coraje y la seleccin para un arresto retador dentro de un
tumulto hacinado con bravura sobrepoblada, donde su temor pasase
desapercibido a DantalIane segn si fuera otro civil ms en una ciudad
de sucesos cambiantes que iban y venan sin descanso. Un tigre
domesticado por su jaula de cristal que si malla cree rugir, divirtiendo
al pblico con pantomimas de rudeza.

La seductora y ensimismada dama sigui financiando el oficio del


silencio, ese turbio agente entrenado a su lado desde la clandestinidad
para hacerse notar sin el menor rastro segn la cualidad intrnseca de su
musa inspiradora y el absorbente impacto escnico que traduca los
dictmenes redactados en su idioma distante e insonoro; respetados, a
todas luces, por los partcipes del conflicto que vieran en la menor
afrenta su diligente intervencin.

En efecto, DantalIane segua el patibulario desenlace a su enlucido


estilo, buscando bajo el tapete la llave del xito para no irrumpir
bribonamente si bien DalAdon no ensayaba entradas alternativas.
Deseaba mantenerse imparcial; No obstante, la desconfianza de Nolmen
y la aprobacin requerida por su hermano le incluan ms de lo previsto,
temiendo, a la postr, perder el juicio y desquitar sin piedad la traicin
164

de sus principios por causa de los sentimientos...parcos pero


entraables.

Los enclaustrados son preservados entre prisiones a fin que no sufran


la intempestiva casualidad vengativa del mundo librerepis en la
oposicin a su insultante ontologaPor eso, donde no hay castigo,
justos perecen y bribones aparecen. Suerte que en nuestro oficio la
infinidad confirme los limites y el valeroso campen que mora en el
escudo interior juzgara tu conducta punible con la franqueza que la ley
humana no pueda departir desde su auto confinamiento ideolgico, pues
ella conoce la parcialidad del azar.

Nolmen rot el puo derecho hacia arriba en grcil movimiento,


sosteniendo un pergamino luminoso con rodelas de cristal cuyo texto se
escriba por s solo a medida que el portador extendiera el lienzo segn
lo requerido. El garabateo surrealista y autnomo se propagaba
sonoramente acompaado por el murmullo de las plantas remecidas en
la brisa levantada tras su inmenso poder y libertad, polinizando la
atmosfera con benignidad al germinar aguardos de prosperidad entre la
infecunda mortandad limtrofe.

Tres sentencias te sern impuestas por tu conducta punibleReanud


la voluble partida, gesticulando con los dedos la serie de pasos por
desatar.La primera ser hacia tu cuerpo, la herramienta que usas para
fustigar a la justicia: perders gradualmente la motricidad hasta ser
confinado a una parlisis represiva. La segunda se emplazar sobre tu
mente promotora de misantropa, despojndote del raciocinio y los
impulsos sensoriales Y finalmente, hallado culpable de todo cargo,
recibirs un tercer fallo contra tu almaacot la narracin para saborear
la dulce tragedia en el rostro de DalAdonQue ser embargada hasta
obtener el perdn y la absolucin de tus faltaso se extinguir para
siempre.

Taa DalAdon la zozobra en carne viva, citado a responder con


anterioridad frente al consejo superior de esos ojos claros y fisgones
idnticos a los suyos, con autoridad soberana para allanar su cabeza y
hurgar los temores que su solida fachada disuadiera a la luz pblica; a
Nolmen, incluso, a quien el custico gonfaln no le permita observar el
profundo deterioro del perchero.
165

Todo eso suena muy bonitose encogi de brazos, ensayando


recursos para restar importancia al duro revs.Pero sigo en buena
forma y te pesar amenazarme con tintnelas sin fundamento.

Si vas a hacer algn movimiento te recomiendo darte prisale sugiri,


concentrndose de lleno en el papiro.No dispondrs de mucho tiempo
una vez comience a leer los dictmenes.

Largo trecho te falta para subir al podio No caer sin antes vencerte!
Contrajo la apelacin para sealarle con el bastn a fin que su extremo
cambiase por osmosis a figura de cuarto creciente envuelto en un reflujo
de auras purpuras y ventarrones violentos azotaran la flora a su
cercana, lloviendo escaramuzas botnicas por esa fuerza centrifuga en
aumento. psikikoa irudikapen!

A diferencia de la conjuracin anterior, el siniestro verbo construy un


inofensivo sustantivo; antnimo de un contraste conflictivo moldeado
como blanca liebre de pelaje frondoso y ojos enigmticos, acuosos y
esmeraldinos. Llevaba una ligera gabardina a medida, corbata sedea,
botines marrones acordonados y sombrero de arlequn cruzado en cada
punta el por una red de inmensos alfileres. Bajo los largos y
descendentes bigotes compareca la jovial sonrisa, infiel al contexto de
la intensa ria mgica pero apropiado al maestro y su sarcstico
procederirnico aun golpeado y arrojado contra las cuerdas.

Veamos si puedes retener la inmensa agilidad que tu buen humor ha


concedido a este feroz animaldesafiaba DalAdon sospechosamente,
sealando el destino de ataque a su nuevo sirviente.

Imbuido con velocidad sobrexcitada, el velludo esbirro se desplaz tras


rebotes disparatados y arrtmicos que no lograse Nolmen encasillar en
patrones de movimiento fijo, por cuanto errase al predecir su acelerado
avance. Extraa y empuaba los pinchos coronados en su cabeza,
punzando la oportunidad para un ataque certero, mas tomaba impulsos
enfrentando un muro imposible de saltar o conmover mediante su
pattica ternura si al blindado defensor bastaba con cruzarse de brazos
y permitir que la osada siguiera lanzando piedras a la montaa.

Debo admitir que este conejo tiene coraznDenot su pena por el


insistente acometedor sin visos de herirle o caer en sus ansiosas patas
. Lstima que su dueo no posea uno y le fuerce a compadecer, sin
166

piedad, sus fracasos. Ya entiendo por qu te esmeras en despertar la ira


de los adversarios; su tranquilidad ridiculiza tu tcnica.

Ah, eres un buen observadorSe llev el haz de la mano al mentn,


con los nudillos frotndose entre s un tanto cerrados, produciendo una
friccin enrgica de ideas que encendan los pistones instalados en su
mente maquinal a su mximo rendimiento. Y ahora que estas
predispuesto a guardar la calma y no mancillar a mi intil servidor para
impedirme sellar tus sentimientos otra vez, me has desfalcadotu zona
de seguridad va ms all de mis lmites.

Nolmen prens los labios hacia dentro con la certidumbre en astillero,


despus que las penurias psicolgicas socavaran su temple y
afinamiento con dilemas no cobijados por la garanta de un triunfo,
sobre lo ideal, seguro, pero fruncida por las altas exigencias que a juicio
postraban su presunta calidad. Se bifurcaba DalAdon con caterva de
engaos apostados frente a Nolmen y su radical transparencia, a quien
debiese la integridad para conocer lo malo y la sincera ingenuidad que
ignora las artimaas ocultas tras lo bueno; pues no toda bestia
acorralada tiende cargar a mordiscos y pocos cazadores tampoco lo
esperan.

A qu jugars ahora?Pregunt, contemplando los impulsos


masoquistas de la liebre al chocar contra los inamovibles vitrales,
cayendo de espaldas graciosamente en repetidas ocasiones Tratas de
incentivar mi confianza para dar algn atributo especial a este pobre
guiapo? Reorganiza tus ideas, DalAdon, y adptate a trabajar bajo
presin.

No te ensearon que es craso error subestimar la urdimbre de un


conjurador?retoric al calor de la cizaa.En especial a nosotros los
brujos que regresamos de donde ustedes apenas llegarn. Desabrida es
la inteligencia si no se sazona con astucia, mucho ms para la vida y su
fino paladar, quien escupir en tu plato y tomara tu cruda receta por
saja.

Antes, creo, te he sobrestimadoContrapuso su manifiesto al


comprimir la mano contra el escudo delantero, sin moverlo un
centmetro, a muestra de slido asentamiento. Prometiste con
insinuaciones alguna tcnica fascinante, mas son solo tretas en que te
amparas y a m poco o nada parecieran de no atenderlas.
167

Anda, entoncesapart el rostro y arroj una grosera insinuacin de


manos, Baja la guardia y deja trabajar al chiquitn, si tan confiado
ests y desahucias sus fuerzas.

La usanza previno elecciones indebidas y en torno a Nolmen y su


radiante bagaje rotaron los escudos concntrica y redobladamente,
orbitando su sistema defensivo sobre el oscuro espacio de flamas cual
manifiesto a una amplia galaxia mgica de supernovas legendarias y
pequeos cmulos estelares extinguindose con premura en ese
universo salvaje donde los mundos iguales suelen chocar por sus
diferencias.

Grato es que estos espejos no oyen y pasan de tus mentirosas seales


de auxilioContestaba luego de redoblar la fornida celada en rondas
rpidas de avance y retroceso modulado. A Quienes de veras se
ahogan, el agua, con su hmeda mordaza, impide entonar clamores
desesperados. T audicionas por representar lo obvio y no sufrir yo
falacia de vctima o estocadas de victimario a horas que las sentencias
tasen tu suerte.

No tienes la autoridad moral para echar sobre mi semejante vilipendio,


incurriendo t en lo evidente y de cierto predecibleTrill la decisin
tomada por Nolmen una sonrisa funesta en su tez arada y labrada de
triquiuelas maduras. Te crees a salvo pero tus vitrales no te
resguardan a ti sino al destemplado temor de ser herido, desconociendo,
por tanto, que la duda es otro modo de sentir pesar, el punto destinado
para un dolor mayor

Con el bastn izado verticalmente, arqueado el torso y la mano izquierda


a la altura de las rodillas, absorbi la ornamenta lunar las ascuas negras
a su prontitud, disparando una potente proyeccin cnica que encerr
al conejillo en un cubo sombro, denso y grumoso. Los quejidos se
aplacaba cuando desbordaba el perverso placer que traa a DalAdon
cuesta arriba luego que desapareciera del mapa, brillando por la breve
ausencia del constante sarcasmo y deslustrndose Nolmen con su
inevitable regreso al desafo.

Los rostros son, a menudo, fundas de sus verdaderas mascaras

Los padecimientos corporales son pasajerosse extendi en su nueva


postura, Pero el mal psicolgico y emocional perdura. Predispone la
168

mente y as tambin al cuerpo con inseguridad. Ahora contempla cuan


ciertas son tus dudas: bihurtu sentikizun!

Pronunciado el arrastrante mandato, brot la oscuridad a cntaros que


desde su cenit gesticular impregn de un ruidoso impacto aquella
prisin cubica colapsada pronto por su inexorable flujo acaso retenido
por Nolmen a dura dificultad, ya considerado el arresto de los escudos
alimentados con el despliegue Deutero-enrgico baando cada
centmetro dentro del abrasivo campo fuliginoso que, minutos ms
tarde, se drenara por si mismo hacia la perforada caja ensombrecida y
su interior nubloso, de donde emergera el conejo afectado por
mutaciones citoplasmticas; de cuerpo gelatinoso y traslcido, expuesto
el esqueleto fluorescente y escolioso. Llevaba gruesas cuchillas
encajadas sobre la cabeza, como amoldadas a horma de sus corridas
orejas, y un par adicional bajo los labios ajustadas en la cavidad
destinada paras los extintos dientes incisivos.

Este hermoso ejemplar es ms de lo que merecemosDijo DalAdon,


satisfecho con la inestabilidad molecular del sirviente. El vnculo
perfecto entre la incertidumbre y la plena confianza, proporcionado por
el factor reversible codificado dentro de su volatilidad circunstancial. La
certeza que acarrea la duda; la verdad induciendo a la mentira y, una
vez indefenso bajo su fuerza, la dicha tornada al requiebro. Este es el
verdadero objeto de sentir: libertad, espontaneidad, diversidad anmica.
Cuando lo has probado todo, solo resta morir.

Has revertido la motivacin infundada sobre m en un instante de


indecisin hacia tu siguiente objetivoMantuvo la celosa vigilia y sus
candiles encendidos, intuyendo el advenimiento de la noche. Tu mente
y el hampa viven unidas, pero tu corazn solo es padrino en su boda,
pues su latir no es correspondido. Da la orden, que mis adargas
comern donde tus planes ayunen!

Tus guardaespaldas de cristal no conocen el miedo, y no por tanto es


su impavidez de admirar que les decomisa el ceso para darlo a ti,
irnicamente, acurrucado bajo su tosca inopia. La duda es incontenible,
inesperada; no hay mente inmune o respuesta absoluta capaz de
contenerle, mucho menos tus sumisos vitrales.

DalAdon apunt el cayado con firmeza y el gatillo de su voz dispar al


deforme vasallo a gran velocidad y efecto rotatorio, afirmadas en la ojiva
cuchillas envueltas bajo esencias luminiscentes, encendidas camino a
169

Nolmen y su defensa atnita ante el atentado que vieron venir pero no


pudieron detener, conocido el tirador y estimada la trayectoria del
proyectil.

Ya lo ves?Carg el can de la misma municin que trajo a su


regres una macabra sonrisa y las filosas orejas manchadas con sangre
tomada por fuerza y maldad. No importa si levantas cordilleras o
edificas murallas, la duda te perseguir; te atrapar y tomar por
sorpresa.

Has arriesgado todas tus fichas por un simple jaqueMusit como


himno al valor despus del sufrimiento, un triunfo moral pero una
derrota simblica contra la dignidad que viera su monumento corporal
desgajado por los embates enemigos y en su ideologa una hemorragia
apenas tratable, no muy distinta a la vertiente sanguinolenta
atravesando su represa abdominal de cuyo flujo la historia se tea con
colores nada gloriososy con tu plan revelado te ubicas en mala
posicin, de modo que controle yo el centro del tablero.

Te tomas por autoridad para contar las desavenencias ajenasrepuso


DalAdon, cruzndose de brazos, pero bien las tuyas te guardas en la
escarcela. Los hombres como t se crecen con el triunfo fcil y reducen
tras la dificultad a cuestas, entonces la gallarda renuncia por no ser
sahumada de madurez y queda la infantil impotencia. Presta atencin,
porque ensean ms los muertos en su mudez que los vivos con su
ceguera!

Desbocado zigzagueaba el plasmtico metrnomo espectral


expandiendo horrsonos chillidos contra Nolmen, perdido l en ese tic tac
destructivo que ensordeca a sus escudos ya sufrientes de la vista gorda
y los filosos punteros surcndole a cada lado, manteniendo el constante
tempo demoledor ingeniosamente afinado con la incapacidad del manto
sanador para seguir el ritmo dada la fluida y complicada rfaga de
punzadas tocadas entre ayees sonoros.

Nolmen cay al suelo, pintarrajeado con la delicadeza de un infante al


sostener sus crayones por vez primera y dibujar en el papel los deseos
ms inverosmiles que la mocedad trae consigo; espesos y carmeses
eran tales sueos manchados por un dolor solo calculable a la
imaginacin ms infame e inmadura para explicar las siglas trazadas
sobre ese pecho punzado y contrito de tanto sudar la grana pena.
170

Las prximas embestidas te aniquilarn!Habl a gusto, echando


flores al rpido rejoneador saltarn que volva de su exitosa faena
cuando cortara la honra de Nolmen y le arrastrara por el ruedoMi
querido conejito te atravesar antes que tu capa levante sus pliegues
siquiera, y sin ventanales para guardarte no tienes salvacin

Tu estrategia se fundamenta en la certeza trasmutada en duda


manifest Nolmen, tratando de incorporarsey no hay sorpresa que
atrape dos veces si se ha revelado con reiteracin

La memoria humana es frgil y lo que olvidas se torna, por defecto, en


novedadReplic, mientras afirmaba el cetro hacia el oyentesino
recordaras esto: Buruzco Zildaia!

Jayanes llamaradas volvieron a ser noticia a momento que Nolmen se


viera rodeado por su calicular murmullo sobre un relato ya antes
escuchado; reledo adems, y reseado impropiamente del mismo modo
en que los efmeros aos saltan los errores y la historia solo tiende a
repetirse tras muletillas vitalicias.

Nuevamente sellas mis sentimientosMencion, con las manos


cubriendo las heridas y la boca su vergenzaEsta incredulidad ma
verifica tu fe para revivir ese hechizo ante mis ojos.

Que me place, porque ahorramos en sinopsis cuanto mejor al


argumento se engrosaFluctuaba el peso de ambas balanzas a mesura
de sus circunstancias en plena discordancia dada la robusta y obesa risa
del brujo que la bascula ya no pudiera medir sin arar sobre hiprboles
custicas.Son las buenas tramas quienes pintan nuestras horas de
minutos y a las noches todas adulan por si fueran jvenes hasta mal
llegado sea el final. En guardia, que se acaba el cuento y mi abisal
partidario aqu presente dar vuelta a la pgina final!

Anclarme tras la duda perpetua no significa que se extrave la verdad


colgada en el percheroSe aferraba a las esquinas secas de su criterio
manchado por los artificios de DalAdonY si ahora no s a dnde va el
viento me guiara su rose contra mi piel cautelosa.

Del dicho al hechohay un hablador maltrechoCondujo la frase


modificada mediante agravios almidonados con mofas y dedos tirados
bruscamente a la brisa irresponsable, oculta desde las hojas y tallos que
se agitaban buscando sacudirse su temor a exhalar la calma en
momentos asfixiantes, menesterosos de oxgeno, seal asumida por el
171

diablico conejo como rplica para su nefasta labor Ojal sirva tu


semntica en lo profundo del infierno!

A contados saltos del descorazonado lacayo y briznas auto


complacientes, DalAdon se vio acometido por una influencia
insospechada, poderossima, que enlaz sus brazos, torso y piernas
hasta punto de abatirlo sin inconvenientes. Las cadenas doradas refulga
y ensanchaban cada que el brujo se sacuda por orden de zafarse,
imposible, por lo dems, librarse de esa mquina de ataduras pesadas
enroscados en su cuerpo con una vigilia permanente.

No obstante, nublbase el cielo para ambas secciones de tierra, que


desde el aprehendido sufrimiento aledao llegaban las noticias al otro
predio pasada su suerte a nueva cuenta

por mal trago y filo crudo para yantar, dieta severa que el hostigado
metabolismo de Nolmen regurgitaba de sus heridas abiertas y
continuamente aleccionadas a la vergenza de los ilustres escudos
inhabilitados para recetar una cura a su hemorragia.

En el rellano descalzo que a los dos separaba brotaba un ser femenino


radiante, trajeado por los espectros solares envueltos en su figura
esttica con tiros largos y telas holgadas bordadas de la fina luz
rematada a sus pies como una larga cola de capas y encajes extendidos
hacia el cielo, por donde la luz brotaba a chorros de alta costura para
engalanar su belleza. Los cabellos inquietos, dorados y lacios,
caminaban despacio por su elegante cuello y descansaban luego tras la
espalda cruzados los ojos hmedos color ndigo donde refrescbanse
una vez cansados de tanto deleite al aire libre.

Nunca cuestionesa lajusticia Refunfua Nolmen picoteado en el


nido de la agona. El tiempo que tarda no se compara al castigo
impuesto al llegar. No importa si hace falta rodela o espada a empuar,
en rectitud el Snodo prevalece y con la maldad caen sus enemigos

A concepcin de oratoria, el sublime ente celestial descuadern legajos


de hojas asidas por argollas abrillantadas que al leer en dialectos
angelicales se derretan tras una purificacin luminosa, resurgiendo
como nuevos yugos para el apresado ovillo de culpas y lamentos donde
antes sola divisarse al metdico DalAdon y de momento solo eslabones
cascabeleaban en su nombre.
172

La tragedia se disipaba y al fin pudo el manto abrazar a su amado para


cesar su llanto escarlata, zurcidos sus tantos ojos, testigos del pnico
causado por la muerte pululante; ella, que de tanto insistir acab
cansada y desconsolada, desaforando tamaa mquina de vituperios
enmendados bajo la fra galera de las aguas revueltas en mal tiempo
avecinado. No obstante, fue tal el estado menesteroso que la generosa
ayuda del finsimo manteo no deshizo su miseria y a la postre segua
Nolmen mendigando la calma en la efmera penumbra comprendida por
las nubes al pasar, donde tambin colgaba los guantes el infame agresor
cuya animosidad cay tendida junto a su maestro sin instrucciones a
seguir ni razones para continuar.

Con esto la mansedumbre se colaba por la inactividad entreabierta y su


atrevimiento despert a DantalIane de la expectacin apaciguada al
reconocer la crtica situacin que describa a Nolmen y su hermano con
tranquilas alegoras y letras menudas, versadas con el permiso del ser
celestial ah dedicado a su buena labor y dispuesto de la siguiente fase
ya anunciada con una insinuacin desde su mano encendida para disipar
las tenebrosas brazas de DalAdon y apuntar directo a la cabeza
aprisionada.

Rector de justicia, libraloDijo DantalIane a la manifestacin divina


. Tu protegido se recuperar y de su primitiva angustia no quedar
sino el sufrimiento que a mi hermano azora.

No hay redencin sin castigoReplic en fonemas femeninos, con el


dedo cargado de calor celestial frente a DantalIane. Los malignos
recusan el sufrimiento de otros hasta verse resignados al suyo, entonces
nace la supuesta vctima educada por la tribulacin que en violenta
ctedra a los indefensos turb y a su cruel urdimbre han de volver.

La equidad es una simulacin de entereza que pactan los hombres


para fingir su rectitud cuando no cabe lugar a la conveniencia individual;
libera a mi hermano y yo tratar las heridas de tu invocadoras
realmente veras justicia.

Conmovido e impresionado, baj despacio su arma dactilar a guisa que


DantalIane se desprendiera de su retcula y enfundara la predisposicin
al blanco sin resistencia pero cubierto en el radio donde la
autosuficiencia afirmaba sus barracas y las palabras ah posicionadas
gozaran con un amplio y certero margen de tiro. Maravillaba
sobremanera que la casta divina no infundiera temor en la osada
173

retadora, pues su resolucin tctica no inclua la retirada y cuanto


mucho ola a respeto la plvora gastada entre sus labios.

Hace falta mucho valor o demasiado poder para encarar a un Rector


de Justicia.Reclam a DantalIane su actitud, sin escapar de su
asombroy veo en ti la slida comunin de ambas denominaciones

Haz de ver primordialmenteEmpalm la cua al retal ms necesario


y de all comenz a bordarque el Manto del Sosiego solo opera durante
ciertos intervalos de dao consecutivo, sin llegar a atenuar la magnitud
completa, mucho menos las toxinas que el esbirro de DalAdon libera por
cada acierto contra la piel rasgada; de modo que sufre el tuyo tanto
como el mo y sus penurias los unirn aun si la razone les divide.

Hablas con arrojo pero no has sahumado a la verdadEmpu


nuevamente la autoridad consagrada al bien, apuntando directo a su
insolencia.Rindes encomio a tus fuerzas en nombre del que ac perece
y dices defender para probar que puedes y no necesariamente debes.
Bien mi merced es suficiente a la hora de enmendar los huesos rotos y la
moral carcomida, tu atrevimiento no inhabilitar mi labor.

Yerras porque todo sabes de los hombres y nada de la humanidadse


mantuvo en vilo de discusin. Si buscas alocucin a la grandeza
angelical srvete con la abada ms prxima, que aqu brazos fuertes
tendrs de pulsear y mentes agiles para discernir tus falencias: puedes
sanar heridas pero deshacer maldiciones jams y los nuestro no regalan
rosas sin espinas o elogio falto de disemia. En efecto, no desmiento tu
funcin Ahora cumple con ella!

Sus cuerpos guardaban distancia; no obstante las miradas se enredaron


en un baldn establecido con animadversiones y fogosas estocadas que
cesaban si la rodela de los parpados protega la esclertica merced y as
a la carga volvieran tras sortear crticos atisbos. DantalIane echaba gala
a la depuracin lacnica: bastbale con no perder para bien fuera ganar
y en su permetro no quedaba cuarta pared que algn deber animase a
imponer a excepcin de DalAdon por quien sintiera el placer de
abanderar los pleitos.

Por tu propia cuenta y la ma ya esperaremos el buen da con su mala


hora. Hoy firmamos el epilogo de esta indecorosa promesa que los cielos
no quieren ver cumplida, pero vale la palabra si es bien el puente del
divino y el mundano para entenderse en un mismo sentir.
174

Dicho esto, tornse al acongojado prisionero y le liber, desprendiendo


de sus cuantiosas amarras un candado de cobre y bronce reforzado pon
placas frreas en derredor a la rendija que rompi tras un leve toquecito
contra el argollado. Cascada la pulpa emergi la semilluela empapada
en sus propios jugos, absorta y desvalida; no obstante con el orgullo
deshidratado y bajos los sumos por la opresin extractora que exprimi
hasta la ltima gota de su aliento.

La debilidad qued rezagada en tanto que la rabia tomase la delantera y


el temerario brujo arrojara a fondo un vago golpe errtico contra su
antiguo carcelero, a falta de Deutero-energa bsica para conjurar una
curva cerrada de traccin esquema ofensiva, casi desgastado en su
totalidad por la abrupta y extensiva carrera frente a Nolmen. Pese su
admirable y suicida de terminacin, fue DantalIane quien retuvo la
contesta para trazar la lnea de llegada antes que suscitase una terrible
colisin.

Hazte a un lado, DantalIane!El cansancio y la imprudencia


hablaban por lQue a sta afrenta todos pagaran tributo y horrendas
alcabalas mientras reine yo sobre mi propia vida.

Justa ser tu paga al no hallarte desterrado de ellaSe interpuso, con


los brazos extendidos y la mirada fija.Los hombres instruidos no
cargan ms de lo que sus bolsas llevan.

Bast poco para hacer desistir a su hermano de socavar lo que quedase


de l y dar diana a retirada con su clera atragantada cuan
consecuencia apenas gestndose en el vientre de una actuacin
inmadura.

No era habitual ver a DantalIane mediar en sus asuntos porque a


DalAdon entregaba la usanza triunfos a tiro de ballesta, pero esta vez la
excepcin nubl su puntera y el blanco se hizo esquivo ante sus ojos.

Sin tantas prendas ni bastillas ganar se asemeja a salir con vida. Solo
los muertos estn verdaderamente perdidos
175

XVI
Lazos inquebrantables

Tal como prometi, DantalIane extirp de Nolmen mediante una larga


inhalacin todas las huestes negativas que DalAdon y su desvanecido
sirviente vertieron en l, aspirndolas cuando estas salieran entre las
heridas que el manto del sosiego todava no dispona a cerrar como un
denso celaje azuloso. El rector de Justicia no se march hasta darse por
enterado del proceso revitalizador e incluso dud sobre el resultado una
vez concluido. Tanta incredulidad oblig a DantalIane entrar en detalles,
bien entendindose que los guardianes del firmamento legos en
prcticas malficas no son.

Debe mantenerse en reposo un par de horasExplic DantalIaneA


guisa que sus sentidos se restablezcan. El artculo de Merivn ha
176

amortizado la mayor parte del peligro y hecho yo lo propio no habr


inconvenientes postreros.

A esa actitud estrechara las manos si tu aptitud no buscase lo blando


de mis rodillas y el duro suelo donde postrarles. Ahora vive el justo a
cambio de un infractor ansiosamente aguardado en los barbechos que
van tras el ms frio suspiro y ah remanecen hasta su llegada.

No te fes de lo que pudo haber sido y no ser jamsLe interrumpi


DalAdon, apaado a la corteza de un rbol para sofocar el cansancio y
la decepcin.Que la suerte es el recurso donde los endebles infunden
su fuerza. A DantalIane no rias, que ser yo quien traiga lea para
verte arder.

Sonriera el Rector sin mucho afn al rabioso ventor en su arbusto


encadenado y a su ama que con suma paciencia fuese garante por l,
rictus ameno pero agudamente notable pese al advenimiento de una
llovizna en cesura a cual respondi el altsimo ser levantando una
enramada para Nolmen con el favor de las plantas que a su voluntad
acomodaban y retorcan para edificar un repentino mausoleo herbceo.

Dejadle descansar y seguid ustedes otro caminoponder el buen


regente.Porque el mo empieza donde el infame maquina y all raidos
sus calzados van.

Hablas de la mal llamada infamia a la ligera, si as a la astucia tratas


de emplazar mote. Ni siquiera la espuma persiste cuando las olas tocan
la arena, ya que la suprema mar a estas da rdenes de retirada.

Conforme a estas palabras se fiara, el visitante celestial baj la guardia y


se apart de los mortales en discordia mientras se recortaba su figura en
el punto de fuga luminoso trazado sobre la perenne bveda nubosa,
absorbiendo gradualmente a los aguerridos espectros solares que la
lluvia no pudo contener con su ligera artillera y por quienes descociese
el gran talante angelical como hilachas vivaces y fatuas que se peleaban
las brisas para vestir su ambicioso egosmo.

El cielo te dote de amor y a ti con pacienciaDese para DalAdon y


DantalIane respectivamente, poco antes de esfumarse por completoY
as no hinquen agujones en las flores marchitas que agua y no punzadas
demandan a la vida y por ellas no busquen ustedes la muerte. Nos
volveremos a ver
177

Segua Nolmen inconsciente, y siendo que aun con la posibilidad de


acarrearse pesadillas no hubiera rival de estas en comparacin a la vida
misma provecho fuera para el seguir dormido. DalAdon se incorpor de
su penitencia y con el instinto agresivo perdonado y libre de culpa vio la
suerte de volver a pecar.

Mralo nada msDijo DalAdon, empuando el bastn cuya voluta


haba regresado a su primitiva figura de luna creciente. No hay mayor
irona que sufrir el destino del camino ancho por la puerta angosta.
Saque ese beato mis fuerzas y remuner con la dicha que por su
necedad luego le har falta y por mi parte no pienso devolver.

DantalIane frunci su oportunidad, tronchada adems la raz de sus


malos propsitos al interponerse entre Nolmen y l imposibilitado el
albor de otra temporada para sembrar la muerte aun si el clima lo
favoreciera y abonado con desmayo el terreno carnoso pudiese en un
instante trillar. Su disgust fue osmtico y a los ojos de DantalIane
herva indiscretamente con el semblante sereno y la sangre burbujeante
que a la caldera interior sobrecargaban de injurias reprimidas.

A extracto de unos jugosos segundos verti Daladon su enojo, tras


endulzarlo moderadamente al gusto de su hermana quien conociendo el
brebaje no se precipitaba a tomarlo entero a menos que la urgencia por
partir suavizara el sabor con el deleite del caso omiso.

Bajo la trrida discusin cualquier chisguete afable es bienvenido a la


garganta

esa bella costumbre de reprocharme sin esbozar palabrasonri


aparcado por la longanimidad y la llovizna indecisa, afirmando el bculo
en la grama. Ciertamente no toca al mancebo menos de lo que puede
apaarse ni a la doncella ms que con aquello soado. Plceme el
destino con tu compaa al no tomarme por hombre ordinario.

Favor que a m me toca y, por don de esas pretenciosas ideas, mi


calamitoso hermano nace de las pesadillas que por costumbre alumbran
las madonas y en el amor debe la institutriz acoger sus nieras
interpel a pugna de la armona y con ello desapareciera la ansiedad
vengativa de DalAdonSoy poco seora al tenerte y mucho madura al
soportarte.
178

y yo lo ratificoRepuso con buenos nimosque aquilatadas damas


atisbarme apenas pueden y sobre ellas tu abolengo te distingue cuando
a m llamas hermano y a ti acato con templanza.

Desvi la hermosa hechicera su mirada hacia el aplacado opositor.


Dorma exorbitado de toda agona y pesadumbre, desconociendo el raro
fenmeno que entre los astros consanguneos provocase para l un
eclipse de salvacin. Le Contempl durante el acelerado segundo que en
la trayectoria hacia su amplia paciencia se retrasara varias veces a
razn de una admiracin desviada al coraje pendenciero. No era a causa
de Nolmen por objeto, mas en esencia le cautivaba la justa caducidad
que conlleva al desecho; el descanso inducido por fuerza y aceptado a
falta de ellaese notable concurso de sucesos donde se acepta lo que a
mal se adquiere y bien se necesita.

Oh Cuanto diera el que te conoce por dejar de hacerlo y en la duda


creyese saber de ti?pregunt con un toque de irona, por simple
capricho, apartndose de Nolmen garantizada su seguridad. Sacdete
el polvo, retomemos el curso y al llegar podrs hablarme de templanza.

Antes que la claridad tendiera en velo al mundo con sus prpados


cerrados, el firmamento escarchaba los bosquejos despiertos
borroneados por las tinieblas, preparado a resoplar al azar sus infinitas
cuentas diamantinas recin fraguado el oleo nocturno con bajo espesor.
Respir satisfecha la vegetacin, saliendo ligera de su madriguera a la
intemperie cuando los hermanos se perdan de vista reducidos a
pequeas tildes que al derredor no volveran a acentuarse.

Sobre Viejo Arrabal sonaba ya un celeste bolero vino tinto que las nubes
tarareaban al moverse rtmica y pacienzudamente, la misma clase de
canto al pesar que ante el negro pasado pierden todo lustre y malbarata
su peso en lgrimas, pero a la noche solo importa reinar cuando los
vivos descansan en paz y en su regencia ningn valor le satisface para
aceptar pesadillas despiertas, entonces carga la loriga percudida con
sombras de las horas vencidas y extiende su epopeya a los andurriales
donde enfilen sus aventuras.

Los Viedos de Larrarte pagaron tamaa afrenta, vindose a merced de


sus pendencias sin razn ni motivo digno para derramar oscuridad sobre
el prado inocente y sus vivos colores ennegrecidos de pnico por la
noche encima, al cabo que sabe la gran ceguera encontrar en los inicuos
sus lazarillos.
179

A la estela opaca que daba al prtico del Vergel volvieron luces de


visitas, sucintas en par de toques reminiscentes que perduraban en la
longeva caoba como gravamen al reencuentro familiar y, fuese ms la
expectativa que el mero silencio, hubo pronta respuesta.

Muchachos, que grato verlosKumayria fragu un gran abrazo en su


alegra.Debieron avisarnos antes y hubiese preparado todo para su
llegada, miren nada ms en las fachas que me han hallado.

Cualquier prenda es indigna de calzar tu belleza, madreAfirm


DalAdon luego de besar su mano con respeto. Que sientan pena los
sastres porque ha reyes podrn vestir pero a diosas solo admirar.

Tan galante como siempreri con timidez.Pasen a prisa, este


pueblo no es seguro para ustedes.

Unidos desde el umbral y antes que el tiempo raptara la costumbre de


sus rostros ms no hiciera girones los lazos inquebrantables, la madre y
sus dos hijos llenaron el mbito con un inescrutable cmulo de afectos
que conjugaban las identidades a su mxima expresin: DalAdon y esa
afinada elocuencia que perfumaba la narrativa de sus turbias aventuras
con frases frescas y halagos recin cortados que amortizaron la
cicatrices y menoscabos en su vestimenta; la dcil ternura de Kumayria
esbozaba al escuchar por mucho y asentir sin ms y en su respectivo
trato a DantalIane cual comedimiento dejaba hablar al imponente porte
suyo, temido en la antologa impresa en las comarcas aledaas.

El tiempo ha echado races en tu morada, madremencion de repaso


para encaminar la charla, sentndose junto a DantalIane en el sofNo
veo un solo ptalo proclive a marchitarse.

Sebastin y yo cuidamos bien del viedo, tambin de esta casa y cada


elemento dentro de ellaDijo Kumayria bastante conforme.Es un poco
difcil desde aquel da, pero somos felices y no hay maldicin que nos
arrebate ese sentimiento.

Loablerepuso a secas.Abordado el manifiesto Dnde est esa


zafra de fortunas?

Sebastin sali a realizar sus ejercicios nocturnosrespondi, tanto


incmoda por la desgreada forma de referirse a su esposo, efecto
notable al recalcar su nombre encarecidamente.Puede que no tarde en
llegar.
180

Mea culpaProcur excusarse, intuyendo la recesin expresiva de


Kumayria, Y que de este plato me des a repetir porque no me basta
con solo uno.

Kumayria le mir extraada, desorientada en el laberinto que su grrulo


hijo construa mientras hablaba en su ms alto y fornido aire
conceptista, mas apoy su mano en la costumbre para encontrar la
salida, evitando los recodos cerrados sin la luz de una respuesta
aceptable.

te refieres a sus ejercicios?se arriesg a confirmar.Practica la


levitacin para desplazarse por poco tiempo. Bien que yo no chisto de
atenderlo o llevarle donde guste. Es el orgullo la razn de su reciente
entrenamiento.

Y mi buen chico dnde se encuentra?Pregunt DantalIane,


apenada por la intromisin.

No est en el momento, queridaContest gustosa por el dulce trato


hacia IlridasTuvo que salir a atender recados importantes.

Regresar pronto?Aflor inmensa inocencia y dulzura en su


esperanza.

Temo que no, hijase entristeci al instante, sonsacando a DantalIane


en el mismo parco sentimiento que ambas enarbolaban por razones
diferentes, al cabo que sobre dicho tema no conviniera ser licenciosa
.Pero estoy segura que le hubiese encantado verte.

Agotados los vocablos y los nimos de improvisar, se cobij Kumayria


con un rugoso silencio que a su incapacidad de mentir causo cierta
comezn y despert esa ansiosa alergia a permanecer sentada, factor
hereditario impreso sobre DantalIane de quien viera avanzadas las
secuelas de su estado anmico y, desafortunadamente, a riesgo por
descubrirse en ella y caer descubierta frente al no tan impasible
DalAdon, siempre avizor y oportunista.

Ah, maleducada de m!cit regresando en s, con la planta del puo


derecho sobre la palma izquierda. Han viajado de tan lejos y aun no les
ofrezco nada, deben estar agotados.
181

Hgase tu merced a nueva cuenta en su lugar, porque deferencias


otras a la grata compaa no hacen falta Pidi respetuoso, tomndole
suavemente de la mueca.

Insisto, querido mo. Permitan que su madre les brinde un poco de


atencinSonri y retorn las manos de DalAdon a su respectivo regazo
.Regreso en breve.

Ya se alejaba Kumayria lo suficiente para propiciar un cotilleo de


inspeccin entre los hermanos, a razn de ajustar los detalles detrs de
escena y no as entorpecieran la calidad del reencuentro con malas
crticas ni errores pasados por alto en su apresurada edicin que a ojos
rigurosos saltasen a la vista y atentaran contra la credibilidad creativa
de las buenas excusas. Desvisti DantalIane a medias y sobre la franja
del hombro el pecho de DalAdon soltando los broches que esconda
vendajes recientes como resea al combate horas atrs, encabezados
por ligeros gemidos al contacto de sus manos y subttulos en rojo fresco.

Sigues suturandoLe examinaba a tientas.Sera mejor retirarnos


pronto. Los dems no tardarn en buscarnos.

El brillo del diamante no respinga sino en rasguos superfluos del


pertrecho astillado que osa cortarle y en su ruin empresa se pliega
Replic, con su cara de quejumbre.

Pudiste morir y lo sabesobjet.Favorecido eres, que en mi guardia


no hubo vacancia para un atad.

El sueo eterno a l hubiera acontecido con prioridadSe cubri el


pecho bruscamente y las heridas descansaron en secreto. Y a m me
rindiera entereza ara sepultarle luego.

Cruji pausada la puerta y un halo de luz multicolor convinieron como


eco a los disparates de DalAdon y la leve sorpresa que DantalIane
despert al mirar por asomo hacia el vestbulo, donde Sebastin vena
envuelto en un hlito con matices ascendentes que flotaban a lo largo
del corredor; tenue si el Jarrn viviente tomaba receso y fulguroso al
remontar el vuelo y pulsearle a la fatiga contrada en su jornada de
entrenamiento.

Esa no es forma dhablarle a tu hermana, Leandroparticip de la


charla sin esperar aprobacin alguna.Menos si, segn entiendo, tha
salvado lpellejo.
182

Ah, Sebastin! se sazonaba este saln con el silencio al gusto, pero


tu imprudencia roca acritud con su atrevido salero. Ahora charlar ya no
me resulta apetitosoy, por el respeto que confiere la morada de mi
exaltada madre, te exhorto a no llamarme Leandro y no participar en
concursos distantes a tu conocimiento.

Nunca pierdes esa petulancia expresiva, no?Pregunt con irona y


se acomod en el pedestal instalado para su uso personal. Privarme de
lmotricidad corporal mha sido recompensado con un odo que a
muchos metros atiende bien; tu mala energa, desde luego, cualquiera la
discierne a kilmetros.

No da usted la ida por la venida, seor moRepost jactancioso,


abotonndose los cordeles sobre el pecho.Considrese bien dotado,
porque es cualidad nata del oyente que pasa por entendido comparar el
triunfo con su fracaso. Una via necesita mancebos laboriosos, no
adminculos de ornamenta.

Basta con que Ilridas lleve mantorchaExtrajo una risilla en su


rocoso semblante y alarg la reyerta verbal.No hay necesidad de
trotamundos vividores que renuncian a los amables tratos de la humilde
Hesperia para luego volver y fingir ser profeta en su tierra.

Si fuera la nacin amiga con los patriotas y azote de sus detractores


bien llamara esta mi tierraDefenda el atrevido evocador su
argumento, manteniendo la compostura o la fiel imitacin de ella, pues
DantalIane le segua de cercamas solo el amor viviente hacia mi
madre y hermana tiene de mi ciudadana. Lo dems, soberano del
mismsimo averno sea.

Contrajo la palabra Sebastin a modo de identificar el motivo


galvanizado en la superficie de dicho vocabulario, cuya alta carga y
compleja proporcin envolva sus razones con rodeos, preservado el
pensamiento contra la oxidacin y el deterioro una vez si fuera expuesto
a los malos comentarios. No obstante, familiarizado el modesto jarrn
en las verdes y maduras con tales artes, viose en la necesidad por
compartir su parecer, que no siendo mucho a la vista, pusiera a prueba
dicha cobertura hermtica de intrigas.

Aibalaostia! Asumo que dmi esposa echas glorias con esa pedantera
Sebastin Adivinaba sus intencionesy tanta pena como alegra me
da, ste, tu esquivo modo dhablar, que rocas con jazmines el rabo dlas
183

mofetas y as las dieras por bien presentadas. Por el respeto a tu madre


no me vas a hacer mella, que yo he de soportarte y llevar a cuestas este
karma viciado con nuestro parentesco, aunque no bien delegado a m,
aceptable pensando en la calamidad de otros al imaginar tomar de
nuestro mal trago.

Vaya apostilla insustancial!Afirmaba el versado brujo,


desentendiendo la mirada de Sebastin.Mejor pactara la mano en la
tizona y no esas despticas palabras tuyasrot despacio el pulso
derecho y la mano invertida hacia arriba para instaurar altivamente un
paralelo entre los dossobra la condolencia de esta muerte en vida que
llevas y para mi legitimo obrar no siendo yo solitario de este trocar
provincial, cuando los suyos visitan tambin a los nuestros. Hace falta
mejor excusa para bizmar al justo derecho aqu emplazado con mi sano
advenimiento, si donde sus paisanos brujos anidan a los viajeros del
Snodo les dan calabazas, bien ser porque tampoco hay lecho sin
reyerta que nos espere en Viejo Arrabal.

A esto quiso contarse DantalIane, pero los rpidos discusivos


empapaban su valor con pena y, a suerte que la corriente contra filosas
repostas rompa a cada lado de la costa, no avistando oportunidad para
navegar segura cuesta abajo sin hallarse zarandeada y mal habida y
peor porfiada. No obstante, era as la inquietud que a remo o brazo
vadeo camino a la orillaentonces se atrevi a preguntar:

Disculpe, Seor Larrarte. Cort la espesa nata de reveces y agravios


Y no tome usted a mal si a furtas tergiverso est acostumbrada
pendencia entre los dos. Pero Tendra usted la buena atencin de
brindarme nuevas sobre Ilridas? Tardar en llegar segn entiendo y
psame la menudencia nocturna porque al remanso propio he de volver
antes que el alba a mi hermano y esta servidora nos descubra en otros
afanes. Vive l y aun molido vaMir a DalAdon, de quien apenas
recibi reprimendas silenciosas causa de su aplomada sinceridad.
Porque la ira no pudo entrenar mejor pgil ni el destino otorgarle
compaera aceptable

Sebastin le escuch agradecido: unas por disipar con su incomprensible


ternura el aroma a plvora disparado sobre el ambiente en disputa que,
todava con los caones prestos y la municin al alcance, supieron
sosegar la mecha en su honor; y otras a propsito de la confianza
entregada a DantalIane por cuenta del gran cario despertado hacia
Ilridas, trocado por parte suya en respeto hacia el anfitrin de casa,
184

quien no firmara gustoso tratados de paz como alocucin a Kumayria.


No obstante, las negociaciones seguan inconclusas con su hermano por
tiempo indefinido y a consecuencia no cesaban los debates mal
encaminados, dada la negligencia de aquel rencor barbrico contra
Sebastan a causa de su posicin parental que a la sazn defenda
ideales errneos...mas bastaba al orgulloso conjurador que fuesen
propios.

Calla, dulce LucreciaPidi Sebastan de buenas maneras, o


tcrecer esa linda nar. Si tuviera este muchacho una poca dcristiano
estara elevando al cielo paternostres dgratitud por el lazo que los une.
Incluso yo, no admitido en cuantiosa relacin consangunea, mhallo
dichoso por compartir aunque sea la rplica duna familia contigo y me
atreva a aspirar tu aprobaci.

Un privilegio que no luce con la imitacin y en verdadero parentesco


destacaAclar DantalIane. Pues somos saetas que apuntan al
cuidado de madre y mi buen chico cuando por nosotros esperan en el
carcaj y volamos, disparados o no, en nombre de sus buenos deseos a
perforar dificultad cualquiera. Y quede manifiesto que al marcharnos en
humo de pajas no ser sino por el fuego famlico de nuestras carnes
ardiendo en este puebloal cual hemos avivado con creces.

DalAdon tha dado problemas, eh?Dedujo al instante.Eso explica


las heridas y el mal carcterbueno, la cara de conscripto no es
novedacontrajo la explicacin con gracia y gestos jocosos moderados
que no levantaran la espuma que burbujeando desde tempranas
palabras a trueque y, desde la precaucin de DantalIane, haba
mermado a buen cocer y baja temperatura, al gusto del dialogo.
Asumo Kumayria te cont sobre lindisposicin de Iliridas para este
encuentro, siendo repentino e imprevisible, est justificado y yo de ms
comprometido si nada hay en mi morada para pretender tu estada.

Mucho me temo, Seor Larrartese sincer, dulce y nefastamente.A


sabiendas de nuestro estado en esta urbe y que basta con el riesgo que
a venir acaece para demostrar devocin a nuestra madre y de mi parte
a usted y al buen chico. Soy mujer de poco parecer al sentimiento y
voz desapercibidaal cabo que as perdurar y no muy grata compaa
de mi se sirviese usted a la postre, ni siquiera madre, ahora que no doy
con quien vine a buscar.
185

Acallado pero no excluido se levant de su asiento DalAdon, sumando


peso a DantalIane y su disposicin por marcharse a prisa. A ella deba
vivir para elegir no contar y a tal deuda pago con su apoyo moral, que
para efectos de su impertrrita oposicin al patrn de la casa cay como
anillo al dedo.

Gracias al dilogo previo, Sebastin y Kumayria aseguraron a Ilridas con


plizas contra preguntas casuales que incluan adems prevencin a la
curiosidad de sus hermanastros. Por desgracia, y siendo el mundo
mgico tan susceptible a infortunios y calamidades invencibles, la
vigencia poda espirar con cualquier resquicio a su habitual montaje
poco diligenciado en detalles. De su afn por partir gozaba el secreto
otro da para dormir tranquilo sin un plan B bajo la almohada. Solo
tema Sebastin que dicha condicin hiriera la ya convaleciente relacin
espacial entre Kumayria y sus hijos a quienes sin llegar a querer
profusamentemucho decir en cuanto a DalAdon se refiere, guardaba
estima como simientes del amor vibrante en su tierna esposa y adorada
compaera.

Y deleznable va la rueca que no dispone de buen hiloAgreg


DalAdon, erguido y con la vista apostada en la puerta. Sus ejes no dan
sino desparpajos como precarios hilvanes para zurcir nfulas sobre la
pena descalza.

No s a dnde va todo esoSe extra Sebastin, apenas


digiriendo el espeso menjunje enunciativo.Pero por la forma en que
sostienes tu pecho apuesto esas heridas no dan espera. Kumayria es
maestra herborista, cosa bien sabida por ustedes, podra tratarte en un
periquete.

Ver a madre reprende mi dolor y mi alma descansaObjet de


inmediatoMas incordio no espero delegarle o tropel que empae su
beldad inclume. Se buen alabastro y ten sus flores al remojo
Adjuntaba la alevosa con sonrisas irnicas. En lo que en cielo aguarda
a Ilridas y en la tierra toca conmigo, recurdale que no hay casacin a
su afrentay he de volver.

Las miradas se cruzaron a guijarros y narvales en un muladar


camorrista, galopando una contra la otra al protagonismo de atisbos
centellantes, esquivos al buen humor pero en vilo de no importunar la
bondadosa pretensin que DantalIane a su magnnimo encanto vio
prosperar. Entonces a dichos roses no hubo sino silencio y quejidos
186

mitigados por ese anexo donde convinieran los litigantes por primera y
quizs ltima vez.

Sintete libre de regresarAparej un trato cordial.Pero no


dmarcharte sin dar recado a las responsabilidades a cuales debes
mucho ms que esos ligeros rasguos abonados por lexcusa siempre
fiadora de tus promesas sin fondo. Recuerda, Leandro, que a Kumayria
dedicaste un voto de mansedumbre que infringes con libertino reparo.
Soslayas las lneas para meterte en sus agujeros porque temes a la letra
menuda.

Que no le asalten nfulas de alcabalero, seor LarrarteIntrodujo las


manos lentamente al reabierto debate para no salpicar a DantalIane.
De mis finanzas soy justo servidor y s tazar con cada quien lo debido.
Mis referencias las sostiene la constancia, que aqu estoy yo y los otros
all dividindose su respectiva parte de mis actos.

DalAdon, ya es horale susurr DantalIane, tambin prendindose


grcilmente de su brazo derecho para efectos de un efectivo
convencimiento. Si vienen refuerzos por nosotros, tendremos
problema. No queremos espectculos deplorables en casa de madre y el
buen chico.

No tomes incordio en acotar tu voz, hermana maDeca DalAdon de


ms indignado.Con el viento vecino el seor Larrarte tiene parangn y
en nuestra alcurnia los secretos se especulan por ensalmo. Razones
sobran siempre que los hechos son suficientes porque del polvo a
nuestro andar levantamos vendavales para aplacan el ardiente apetito
de los cotillas.

Naturalmente, muchachoConcluy Sebastin, en aras de finiquitar el


asunto. Por Kumayria pierdan cuidado, no contar a ella cuanto de
esta charla he de entender, que es muy poco, en todo caso. No espero
su aprehensin aun si grave la falta fuese, entonces sigan su camino y
los arreglos pertinentes aqu vendrn por mi cuenta.

DantalIane remolc a DalAdon para zafarle de la convalecencia


atascndole al inconfortable dialog pendenciero a caso por probar su
entereza con el rostro airoso, perfilado al disimulo. Un propsito
encabezado por el favorable momento para salir con la moral intacta y
que su consangunea supo acoger como suyo al sugerir la digna retirada
187

y factible despedidaesa que no se dice pero bien se expresa con el


silencio al salir.
Con el crujir de la puerta pas la resea a mejor vida y Sebastin dio
inicio a un nuevo prrafo para la noche imberbe que pululaba
insatisfecha sin nada a ms contar, redactando lneas especiales sobre
su esposa all acentuada en la cocina con el verbo y sustantivo
mesclados entre jerigonzas culinarias para sus dos hijos; tan absorbente
era la labor que aun perdiendo el tiempo la paciencia no se percat de
su despedida, tampoco del jarrn flotante que la admiraba sigiloso;
maravillado por tenerla y desalentado al no tenerse; de poseerlo todo y
ser l mismo nada; all con los ojos dotados de las piezas para el amor
que un par brazos clidos pudiesen edificar, ajustar, pulir y mantener
erguido por siempre. Eran los suyos un recuerdo lejano que los aos
lanzaban al fuego para mantener tibio el diario pesar y quizs as
tambin la devocin de Kumayria, amando a un nombre sin hombre que
en su congoja solo brindase un ptreo estafermo de conyugue atascado
en glorias aejadas, refinadas para su esposa pero echadas a perder con
su contrariada mente vida de un cuerpo puesto al da con las caricias
abultadas en un rincn del corazn y los bellos momentos que a su
destino no pudieron llegar.

Lloraban las ansias en secreto para beber sus sollozos y aplacar los
lamentos sedientos de mejor ventura con la forzosa autonoma de verse
desamparadas por todo albur que a la vida venga sujeta y a los
desaguisados niega por simple capricho como debe favorecer al
atributado del infortunio comn que incluso a los entendidos en
ensalmos y encantamientos caza y a caldo disfruta.

Se han ido, cierto?Pregunt Kumayria, aparentemente percatada


de Sebastin con precedencia, desalentada y medrosa.

S, querida, lo lamentoProcur una disculpa innecesaria a un tuerto


no cometidoLlevaban prisa y temo no daran por m tres ardites ni un
minuto dsobra. Al menos lpuerta retiene o los enseres confortanyo
soy solo un jarrn.

Kumayria se acerc delicadamente y le tom en sus brazos. Contrajo al


esposo en su pecho de tal modo que aquellas palabras no pudieran
infringir su autoestima y tras la mente permisiva al desengao perdieran
188

amnista por un decreto de cario entre los dos. All fundidos,


intercambiando hados acongojados desde su ptica unida sobre las
discrepancias apenas legibles a la luz del amor, que de gneros y
especies mejor ctedra brinda el chorlito, mas vive y cuenta memorias
que la finada inteligencia se lleva con el canijo prejuicio. Ah rendidos,
esquivando traspis que al mismo destino a zancas rotas provocara
maldecir su suerte, pero aun urgidos por la necesidad de saltar
callejones sin salida y al otro lado seguir querindose.

Calla, tontomusito embadurnada por la pasin.Que hombre tan


distinguido no tiene cabida con castros de piel y los que en ellos la vida
aasca apenas saben cmo ser humanos.

Qu grandea hay en parecer el hombre ms querido y distar del


requerido?Pregunt desanimado. Lirona que mal membroma se
lleva esa noble sobrestima entre sus risas, y otra no tengo sino
mendigar por minucias de carne y hueso para revestir este espritu
contrito.

Ni a brisas de desidia ruegues por lo que no te hace faltainst


KumayriaQue soy yo tu piel y tus huesos, y tambin tu espritu cuando
bajo el sol de mi verano tiendes a tiritar. Pero insistes en venir a
manguear el amor que te doy sin costo y pagar por deudas disimiles de
ti mientras los morosos se van sin siquiera despedirse. Ahsufre la
madre de mis hijos con sus contubernios para dejarla sola, pero dichosa
soy porque tus piernas vayan por extenso al pasado y tu corazn se
quede conmigo.

No pudo visarse ms conmovido y maravillado Sebastin que al roco


carioso entreabri sus cianidinos ptalos labiales para depositar en su
corola la ternura de un beso polinizado por el romance imbatido contra
gneros y especies. Senta renovado el pigmento para rer cuando sus
papilas probaban la vida que esa antigua maldicin pod y dio por
marchita, sin imaginar que Kumayria sembrara su desventura en una
amorosa perspectiva para seguir adelante y florecer juntos.

Aun si mis pensamientos alas tuvieran anidaran aqu a tu lado


Comparti con franqueza. No hay mundo para m sino ese donde me
189

llevas en el pensamiento; uno inmenso que lgente no puede recorrer y


tan pequeo que solo cabemos los dos.

Ah, mi poeta de porcelana!Dijo encantada y risuea por sus


cumplidosNo avives mas fuego al parloteo o tomaras el florido habito
retrico de Leandro. Vaya si trato, por el vinculo Arcano que s! Y solo
entiendo la mitad o incluso menos. Me enorgullece su buen aspecto y
porte literato, pero de mi esposo procuro acatar sin dilapidar inventiva.

Dmelo a m, que soy como la yesca para sus inflamables palabras


Compar en conjunto con Kumayria, arqueando los labios con irnica
jocosidad. Hay momentos que me tomo los dicterios por elogios y sabe
estocarme si no mantengo firme la guardia. Somos muy obstinados y
espero ese comn denominador de discusiones nos lleve a un buen
acuerdo cuando no quede nada que descargar en el arsenal.

Si se trata de ceder ya veo el problema desde aquOpinaba


Kumayria, agradada y extraamente recompuestay es que Leandro
saque provecho de la situacin a coplas y zarzas inevitables.

A caso porfas o doy seal de flaqueza con ese muchacho tuyo?


pregunt sin brasa para el caldo, que ms satisfaccin no poda sentirse.

Al menor contacto arque dulcemente los labios Kumayria y la trampa


dej a Sebastin con el engreimiento de cabeza, pendiendo de su risa a
escasos pies sobre la spera realidad que ella sabra tapizar para su
consorte una vez puesto en libertad del flagelante pensamiento
contrariado por la desdicha fsica y la bonanza sentimental.

Nomencion, alargando la vocal con un soniquete hilarantepero ya


sabes lo que dicen: Tanto va el cntaro al agua hasta que se rompe.

Chistosita no?Recrimin el jarrn. Que valga esto a deuda


saldada si algn mal he cometido contra ti, mujer perfecta, y nuestro
valiente hijo Ilridaspor ustedes todo lo quiero, he y s de merecerlo!

Incluyendo el afecto que nunca te va a faltar. Eres la bendicin de mi


vida e inspiracin para Iliridas. Si no ests, entonces, nada hemos de
merecer nosotros, porque no existir motivo que nos reconforte.
190

Sebastin dej un reproche apergaminado en su jocoso camino que


fuera plegando en poco la sonrisa a tres cuartas del rostro redondo,
conquistado aunque no del todo descubierto por Kumayria cuando a
razn de su plana depresin vea los monstruos agolparse por ella bajo
semejante aventura y estados anmicos cuya terraformacin
transfiguraba la atmosfera de su matrimonio.

Hay costumbres tomadas por sorpresa y entendimientos


incomprensibles siempre que el amor genere en el planeta romance
fuera de este mundo.

XVII
Dos luceros en la noche

Llegaba tarde la noche a Palma del Este prendada de jolgorios en tierras


lejanas previo que los cielos reprocharan su retraso y descargaran su
celoso descontento con una reprimenda torrencial, fra y sonora,
manteniendo a unos acoquinados en los aposentos y otros, pocos para
emprender la cuenta, a trazo de merodeo y cacera de rumores.
Durbales dicha aventura lo largo que no toparan lugar con Pedro, cuyo
candil titilaba agobiado con sus ltimas fuerzas en boca de la borrasca
picada por sermonear al primer vestigio luminoso que excusara a la
bribona hora vespertina, segn el rechinante farol se las arreglara y
disfrazara como un fuego fatuo sin ley ni gobierno que a juicio de su
libertad asustara a los curiosos huspedes ante las ecunimes e
imparciales esculturas entre la segunda planta, descritas como seres
luctuosos cuando en la esquiva claridad iban y venan sobre esa
admirable imaginacin de los cobardes.

En el rellano del da hasta pronta hora apart el anexo Ilridas en su


entrenamiento. La transferencia dimensional oscilaba de lado a lado
frente a sus ojos, adormecindole en su complicado trance misterioso,
lleno de intentos fallidos y estupor frustrante. No obstante, le alcanz el
buen tino para afianzarse con los conceptos bsicos y alguna corta
resea a cual llamar descubrimiento: Ilridas reuni la cal junto a la
arena basndose en transportar pequeos objetos de su alcoba hacia el
191

interior de sus bolsillos o a la estantera de sauco con sus posesiones


ms cercanas; pero hall un oasis en el desierto cuando luego de tantas
minucias e induccin a la prctica intuy que la misma corriente
Deutero-energica que flua a lo largo del desplazamiento molecular en
los elementos adyacentes tambin poda dirigir un efecto sobre l.
Mocin interesante y aviesa para correr tras ella sin siquiera aprender
propiamente a caminar. Causa mater fuera la mente copada segn las
delegaciones fuesen a ella morando; sus padres, la organizacin
Baptista y su consorcio de irregularidades; sin mencionar la condicin
infantil que a Fermn Adagio apocaban integralmente con actitudes
menguadas y antiguas debilidades reconciliadas.

Desfallecido como le viera al pie de la cama, con muchas ideas y pocas


ganas, no encontraba el sueo modo certero para vencerlo, aun
descargada toda la confortable artillera en esa noche fresca que
entregada al resultado disparaba sobre el tejado entre ligeras tronadas
canoras y resuellos distrados de la brisa, interceptados por las persianas
espas del insomnio siempre un paso adelante.

De sta suerte sali al pasillo, reapareciendo por las hendeduras briosas


que los relmpagos dejaban fichando la oscuridad con aguafuertes
delebles, huidizos y espordicos como guiados por una lnea recortada a
mano medrosa donde las acciones perdan paridad secuencial y Pedro
aprovechaba para deducir a conveniencia de su desconfianza las
escenas perdidas bajo la nfima y no menos voluble claridad de su vieja
lmpara, leyenda temible entre nocherniegos sin fortuna.

A dnde vas, niato?Apareci el borroneado rostro de Pedro


apenas distensible tras la dbil lumbre que se extraviaba en las reas
ms arrugadas por la edad y el mal carcter. No es correcto andar
husmeando por ah y menos con esta tempestad!

Perdone ustedrespondi a la imagen difusa y la voz malhumorada


que hablaban por la identidad del sombro vigilante. El da se vio
enclaustrado en mi alcoba y quise salir a despejar un poco la mente.

A las once y cincuenta?Desconfiaba, movido por su poltica


inadmisible. Eres de esos mozalbetes que van a hacer su ruido
infernal en el balcn? Fuera de la seorita Nightingale ninguno tiene
perdn de Dios Ah, ms afinado fuera el rayo que cayere ahora y los
partiera en dos!
192

Basado en la lgica del transente precavido, esper la luz roja para


cruzar al otro lado del pretexto y su motivacin tom un curso antes no
advertido, pero dado el embotellamiento interrogativo que se vea venir
tras el prximo carril, se atrevi a improvisar rpidamente.

Por supuestoAfirm encarrilado en audicin a la oportunidad


suscitada, presto a mano afinada sobre su mejor terreno: el buen
discurso.Lnoche provee alforjas llenas de ideas que humedecen mi
incitacin como las nubes refrescan lmundo terrenal descorchando su
mejor Monastrell y embriagndole con placer imperturbable.

Vive Dios, que eres uno de esos revoltosos!Lanzaba Pedro agravios


sorprendidos de dichas razones sin lad ni cuerda para sus odos
.Motivos tengas y mejor te de la noche que difieran de tomar cuanto
no sea tuyo o hurgar en la propiedad ajena. Ve pues, sobra advertirte
que mis colegas tambin van de vigilia, porque, hijodalgo o no, todos los
cros solo viven para dar problemas.

Pierda usted cuidado, pues yo he ganado una advertenciaBrind


total gentileza al candelero y su desconfiado portadory mejor mis
manos guardo sin malicia en los bolsillos que preocupado lleve despus
a lcabeza.

A esto quiso Pedro vender opuesto, y faltando el verso no se aventur a


componer estribillo. Son el silencio correteado por el temporal antes de
retomar su rutina con la autoridad inclume, lo ms librada de hacerse
un cisne con tanta escama por delante y dientes que esta vez se fueron
sin morder.

La diferencia entre perder y ganar se deduce de lo apostado al entrar y


cunto se lleva al salir

Con la va libre y el curso fijado emprendi Iliridas la busca de un tesoro


basado en la informacin que Pedro, aun de malas maneras, se dign en
trazar con su brjula incandescente y ruidosa. No haban mayores
tranzas por la ruta, eran los pasos precisos y la direccin exacta detalles
a cuidar. Asuma un simple desliz o el taln desubicado para perderse en
el recorrido que da a una terrible segunda impresin, siendo ya la
primera, probablemente, en coordenadas fuera de su memoria.

La msica sera el por qu; la noche probablemente cuando; para


qu resultaba un completo misterio, pues no haba garanta de nutrir su
Deutero-Energa de no poder hallarla, o quizs hacerlo sin orle tocar.
193

Pero su cuerpo doncel rompa las olas de silencio motivado por brisas
extraas, a lo sumo, provenientes de latitudes nunca antes vistas,
mucho menos conocidas en cada puerto aparcado por su vida donde sin
dejar amores o prender tuertos hubo quien remembrara su huella.

Formbanse los diez escalones frontales con pliegue lizos y pestaas


metlicas rio arriba con la corriente ociosa, deliberadamente
encaminada a desbordarse bajo el cauce del hmedo acto previo a la
madrugada; no ms que un puado imberbe y algo pretencioso bajo esa
presteza rebatida por su vida calidad; ora fuera el aluvin en potencia,
ora el mismo desvelo, mas el arte reciba un trapero mal tercio por su
permisiva confianza hacia el mal gusto de la prctica abierta. No
obstante, fuera el riesgo propicio a la recompensa, que sobre ellos
distinguiese la pulcritud santificada a fuero con esa muchacha silente;
acariciando las cuerdas del violn con la cubierta puesta en el arco, como
quien brinda serenata a sus propios pensamientos y la suave luz del
candelabro ms prximo a ella, ondulado y con flores veraniegas,
penduleando con la msica propuesta mas no dispuesta, sesgada ante
el jbilo embalado junto a su risa refundida en algn memento
desafortunado o hatillos del aliento inmerso en el claroscuro alucinante
creado a su complacencia.

El secreto es precipitarse lo menos; estudiar el rea divisada y planear la


casualidad antes que ella se atribuya ms de lo debido. Cargar completa
la excusa, apuntando en respuesta al objetivo, o interponer
oportunamente fuego de cobertura para ganar terreno adversario al
cabo que la resistencia se intensifique y escaseen municiones, avanzada
la refriega con los vestigios de una conversacin cualquiera... una
batalla importante.

Desde luego, no se puede proponer sin pretender, ni es provechoso


perder sin haber considerado ganar.

Est vaco este asiento?preguntaba Ilridas escoltado por


relmpagos que desenvainaron su brillo ante el nulo inters de la bella
joven para responder siquiera, propiciando un puente quebradizo entre
sus miradas donde solo osados o desfachatados se atreviese a cortar
caminosi es as podra llenarlo de compaa, salvo que cause yo
alguna molestia.
194

Sus ojos celestes refulgieron por ensearle a tientas el espectculo que


aquel soplo lluvioso brindaba al tocar estrofas de susurros con sus
afinados cabellos moldeados cuan pentagramas dinmicos para
melmanos de beldades, seguidores incluso con sus crueles
displicencias. No hubo fuerte o ligero sonido, pues era ella toda la
msica inspiradora; la consonancia atrayente, y vapuleados tras su
ritmo indiferente llevaba a rastras las loas que no senta decoro en
rechazar y a sus dicientes nacidos solo para aplaudir.

Si menos gallardo al silencio vieses te dira que ese es su sitiogorje


a fin de s misma, vuelta inadmisiblemente hacia el violno fuera el
valor y le ensease dicterios para as callar al mismo barullo cuanto ms
marrulleros volvieran a l enmudecidos.

Para eso ha dcontar contigoresponda con gracia al sutil rechazo


porque hace falta bravura para lanz monedas todas al mismo estanque
sin pedir con ellas deseo alguno, cuando otras manos con simples
remojos lleven a casa un verdadero tesoro.
Sonri, no necesariamente complacida, sino por las sensaciones mil del
despertar indefectible, sbita nocin suscrita al derredor y sus finos
componentes reaparecidos por la consciencia de los ojos adaptados a lo
que no se quiere ver y es ms preciso aprender a escuchar. No obstante,
le sobraba autonoma y faltaba inters para atender cmo se mueve un
mundo tan lascivo mientras se hallase atrapada en l hasta enmendar el
trance y volar de vuelta a su propia mente.

Ahora estaba libre y de mal humor

Eres el chico del otro da, no?paus la simulacin musical para


apuntarle ligeramente con el arco, puesto su brazo izquierdo sobre la
mesa de cristal tatuado en flores cascarrinadas bajo el grueso marco
redondoAtiende y vers contigo almas distintas arrastradas por la
misma corriente la vergenza es un don esquivo a los que afinan su
lengua o cierran los puos en pos de un capricho imposible.

Y sin duda has dser la victimaria del texto que a sangre fra fue
rasgado con tu nombre
195

Quiso jugar al indignado, pero verdaderamente disfrutaba del


prembulo en la historia, pretendiendo envelar un final infeliz o
verdaderos cuentos para no dormirEn l dejaste firmada la prueba del
delito en cual soy coautor frugal y omiso por no detenerte.

La discusin se tornaba hoscosa y el temporal, perdiendo por parte de


ambos cualquier cuidado, decidi tomar partido levantando
soberbiamente el trueno de su voz y un parpadear histrinico deliberado
a llamar la atencin a como diera lugar esa apretada cita competitiva
que no daba indicios de concluir, menos cuando creca un tifn
vituperante desde los finos labios que la fmina violinista enarcaba con
mal humor.

Del tiovivo torrencial bajaban pronto desde cantantes aficionados hasta


grafistas rasos, extenuados por tantos altibajos y vueltas en el clima que
enfermaban su inspiracin, de por s enteca con sol testigo. Sin
embargo, las lmparas tanteadas sobre la brisa columpiaban la nfima
claridad que de extremo a punta pareca llevarse rostros casuales y traer
algunos nuevos cuando desistiera de alimentar a las sombras va
intravenosa.

Con esa lengua a muchas zagalas pesaras en oroSe pronunciaba con


prisa y poco cuidado como contrapunto para una accidentada despedida
, pero el favor de una abadesa lo has de mendigar y donde hablar no
es tasa de cambio los elocuentes mueren con la palabra en la boca.

Sabia reflexin de un precepto errticoSe defenda al fin, casada una


mano en la barbilla y dos pasos al frente. No es el artista vocero del
sonido y las dicciones armonas con que compone sus pensamientos? Y
depuestos los vocablos No hablan las canciones sobre aquellas reseas
grabadas en el corazn?

Algunas hablan sobre gente insulsaLe mir con irisada sorna y, sin
contraorden perentoria, procedi su particular acento refinado a cargar
contra el intrusoo envites que los promiscuos arman para azuzar
damiselas.

Apenas y vio pasar el notable revs a centmetros del asombro para


hacerse a la idea, pero no expres ninguna objecin en conceder el
196

punto, salvo por una risa simptica que aluda la posibilidad de ser
tomado por sorpresa o malentenderse ante situaciones heterogneas a
su objetivo actual: El ingenuo Fermn Adagio, carente de la maa que la
adultez anexa al expediente humano, hurtsela a Ilridas para trocarla,
sin proponrselo, por un coqueteo involuntario que caus a s mismo
extraeza; un sopapo por parte y parte recibido sin escarmiento o
componente correctivo, impuesto el juicio retrocesivo sobre el error a
plena juventud que en la adultez se asienta irreversible.

Ilridas haba recorrido las pampas del ridculo libertinaje que a su edad
psicolgica las fronteras recortaban con aspectos restrictivos, y pareca
haberse extraviado entre un lindero y otro, pisando tierras conocidas con
nombres diferentes donde su ordenado discurso despertase desprolijas
displicencias.

A dnde haba ido el mundo luego de abandonarle desde muy nio


junto a la buena costumbre que le cri con esmero? Tena la madurez
suficiente para preguntar sin conformarse con una excusa o mentiras
piadosas antes de ir a dormir?
la mocedad es una ilusin vuelta realidad en el momento que se
va

Qu te causa tanta gracia?amonestaba su divagacin risuea.

Oh, mis sinceras disculpas!Removi el fretro donde yaca su


consciencia y del letargo sepulcral despert un Fermn calmoso, cuyos
ojos volvieron a abrirse al pudor parsimonioso.Si dalgo soy culpable
es del malentendido que causase mi admaci por tu habilidad musical y
con este, mi inapropiado acercamiento, temo importunarte sin una razn
pertinente.

Su semblante cambio de inmediato; era la total entrega del obstinado


dialogante su fundamento para discutir y, dada esa falta de oposicin,
se extingua la escaza polmica pretendiendo avivar su ardiente genio
intratable y tambin arrojar en ascuas a Fermn por iniciar el fuego y
esconder las manos; un acto inaceptable hasta verle reducido a cenizas.
Con todo, tal gesto acomedido trajo nuevos colores a la paleta con que
pintara a todos los hombres aventureros y sinti curiosidad por esa
197

nueva combinacin de gamas distintas aun si perforase el retrato con su


agresivo pincelar.

Entonces esperas compensarme con una simple disculpa?Se


levant de su asiento, con las manos en la cintura, dejado el violn a un
lado para tocar regaos con el desconsuelo del retractadoAntes muy
seguro vas que yo acepte y te vayas mangndome el tiempomucho
menos luego de llevarte mi aire en tus pulmones.

Mal viniera conmigo que de tu deshonra esperase lotra mejilla


Explicaba a consciencia, pausada y gentilmenteAqu somos dos
ofendidos y un contrito hacindote feriar con excusas, sin marcharse en
vilipendios.

Sigue sin apetecerme esa aparente intencin tuyalade el rostro y el


aparente desenfoque hacia Fermn sobrexcit su acelerada altivez, como
retndole a seguir el paso

.No es la excusa costurera para zurcir un buen vestido de estos


harapos, menos desfachatada yo que me atreva a cermelo.

Correctobrinda Fermn cordial atencin y junta el denuedo con una


leve reverenciaargumentos slidos ablandan pretextos ftiles.
Lacerado de mi si me quedo; y laureada seas t, porque ya me voy

Ofrendada en holocausto al incmodo mutismo llev Ilridas su opinin


desconforme, dada Fermn la media vuelta con los pasos que al final de
la charla aportaron una voz sin voto y rtmica parquedad aletargada para
sufragar en aquella distinguida damisela una picara sonrisa pisiforme
que propiciase insercin al tendn altivezco sobre el lozano rostro,
plenamente articulado para arrojar lejos cuanto asiese su atractiva
apariencia.

Adis Chico del otro dadijo para s y el violn del cual desprendi
un pizzicato de sonrisas por otro aventurero con las manos vacas.

Los pocos noctmbulos exiliados volvan al encuentro con su patria de


cuatro paredes y un entraable sueo con los brazos abiertos, all
esperando desde entonces. Fermin sinti la necesidad de tornarse a la
198

aptica moza luego desmotivada por la posibilidad de convertirse en sal


bajo su mirada indolente desde aquel recodo oscuro donde fueron a
parar consumidas las mercedes con los incautos escarnecedores. Y l,
nico honesto en arribar, pag injustamente la merecida suerte de los
pecadores. Peor fuera guion aparte y redactbase incesante su mala
fortuna humectando el lbrego puntero con tintas derramadas bajo la
celeste escribana justo donde tantas ideas inconclusas, arrugadas y
olvidadas, fingan ser grandes historias entre hombres de papel.
Bajaba las escaleras recogiendo sus pasos, ellos ms felices a por la ida
que el regreso; no eran los mismos quizs, solo un aire conocido o un
tal vez te vi desde la direccin donde sola vivir el respeto y ahora solo
sus despojos amoblaban el baldo. No hubo un alma propicia a ayudarle
con la mudanza de su cuerpo cansino, y pese al vaco que vesta el
pasillo de gua a la segunda planta, no estaba solo:

A travs de las cortinas movedizas como dunas resurgentes sobre los


muros desrticos, a metros varios frente al recodo oreado con
esculturas, crey divisar una silueta que creca progresivamente a
contraluz; un par de retculas rojizas llameaban su frente, supuesta su
gran altura dado el ngulo estrecho con cual las rfagas celestes
maximizaban el sombreado ampuloso con abrebocas ligeros. En
definitiva, lucia semejante a una gran bestia de ojos iridiscentes cuyo
enfoque se reproduca entre ondillas escarlata que seguan fielmente su
trayecto derrapando sobre el aire hacia su principal objetivoel
cabizbajo, y de momento muy sorprendido, Fermn Adagio.

Extraas sensaciones acamparon en su cuerpo a la intemperie junto al


peligro acechante; daba giros inesperados desde la abundante orfebrera
y se refunda tras el suspenso cuan viviente historia de intenso terror.
Casi poda el mago doncel palpar esa bestial respiracin ajetreada que
cada instante y centmetros ms cercanos aumentaba su tenebrosa
intensidad, repartida segn los sentidos humanos entre ubicaciones
diversas como desaparecieran pronto las pupilas resplandecientes y
pareciese agazapado en cada rincn o en ninguno a su vez.

Gracias a la soledad humana a tales horas y dicha tormenta, encontr


lugar Ilridas para encender un pequeo palo de fuego violeta
conjurado mediante rpidos juegos de manos frente a la inexplicable
falla elctrica que anulaba otras fuentes esclarecedoras. Generar
199

refulgencia no era su especialidad, pero urgido por desvelar al espectro


y a falta de sus accesorios mgicoso tiempo para ordenarlosrecurri
a esta tenue luz acaso tan azorada como l, pues nada hallaba sino
desconsuelos del flanqueo invisible.

A este hoscoso merodeo sumaron torrentes de espesa sangre que


corran por las paredes; su textura era distinguible y resaltaba sobre los
planos fsicos aun sin la claridad pertinente, a tal suerte que,
apoderados del corredor, el contorno se ti de rojo ocultando las canas
que trae consigo la realidad. Tan pronto se aproximaba el flujo sanguneo
a los pies de Ilridas emergan extremidades huesudas y restos humanos
en descomposicin que, uniendo su anatoma con los despojos ah
desperdigados, se reanimaban en un falso llamado a la vida en aras de
aprehenderle. Sus nervios imberbes aceleraban a fondo, mas su mente
segua en neutro esperando partir apenas diese oportunidad. Mientras
tanto segua rodeado, no exactamente por los decados acosadores
cercanos; fuese causa mayor la incertidumbre por releer recados
familiares, propiamente a firma suya, de remitentes desconocidos.

Barreiatu!apostrof, analizada la raz del problema y la ttrica


excentricidad procedi a desgranarse gota por gota sobre un portillo
espacial que naci tras su fuerte declaracin y creca succionando el
nefasto escenario hasta no dejar rastro de l. No caba la menor duda:
Aquello fue una ilusin semejante a las suyas, pero cargada bajo un
gigantesco rencor del cual pudo leer su lnea temporal y los elementos
que enriquecieron el suceso paranormal con donaciones rencorosas a
favor de la mala obra.

Impasible se hizo la calma que luego de la depredacin mesmerica


volva sin cuartada; Todo se qued atrs excepto la intranquilidad
abordando pocos nudos leguas mil a en el pensamiento constreido de
Ilridas. En verdad hubiera deseado ser dos personas para compartir el
asombro y engalanarse sus muchas dudas, pero era grande la talla aun
con sus dos egos que tampoco caban en el asombro y llegaba la verdad
sin prenda en que contar para asistir a ella.

Fueron dos luceros en la noche quienes combatieron por brillar en una


noche sin estrellas, apoderada por un manto sinuoso ahora tendido
sobre los tonos ms oscuros del rugoso proemio al amanecer. Era ya
200

tarde pretender canjearse temores por preguntas y muy temprano para


seguir el canto de las respuestas que, a efectos custicos desde las
causas aleatorias, dorman plcidamente en cualquier momento y algn
lugar aledao a su ferviente locura.

XVIII
Halos y espejos

Tocaba la hora primera las puertas en la habitacin de Ilridas con


recuerdos que retumbaban en su mente aun de noche, lbrega y
amordazada. Dormir es uno de esos pequeos placeres que los grandes
aventureros no pueden regalarse, y cuando el cuerpo cae a ronquidos
sigue el Animus transgrediendo valladares del consciente pensativo.
201

Era imperativo el riesgo acogido que la seguridad desprovista y antes


que la maana acabase de envolver el pasado Ilridas reciba su
presente, cumpliendo un da ms en labor de sacrificio sin felicitaciones
ni buenos deseos, excepto por Iriarte que se desplegaba en salutaciones
apenas verlo llegar al zagun.

Buenos das, seorito Adagio!acomod su ambigua al gusto y le


invit sentarse consinti su merced los mejores olivos con sus
parpados?

Querer y poder son dos productos por separadoExplicaba


apesadumbrado, frotndose la nuca con la mano descubierta y la otra
dentro del largo abrigo grisceo, hilvanado en cuello de gamuza y puos
enlanados, que portaba en buen conjunto aunque no mejor postura dado
su cansancioA mha tocado la muestra gratis, que de dormir a lo sumo
una hora

problemas con las instalaciones?!Saltaba en su asombro y


marrulleraSolo dgamelo y hare que Pedro u otro encargado lo
revise

Cosa nimia fuera esadispuso una seleccin de confianza que por


descarte tomo al que sin variedad dejara de ser una opciny ella me
produjera poco incordio por delante de una noche algo complicada.

Iriarte exhalo aliviado al saber que su castillo de naipes segua siendo


resistente y confortable. Preocupbase en tanto que los dems
conocieran dichos estndares predefinidos o morira por su boca si sobre
ripias la espina del husped en su buen pago mal partido tomase.

Favor que me haces, mozo estimadoatrajo el canalete a su siembra,


y el agua comenz a fluir para s mismo.Me realizo y distiendo porque
no haya aqu espanto azuzndole el sueopor las fminas hermosas
temo sea imposible atenderle, siendo el peligro suficiente cordialidad
Sonrisas sospechosas sealaron un ardid bajo la frase mcula.

A qu viene eso?el nimo subi la guardia sintindose hurgado.


Rumores vienen de donde yo no he ido?

Algunos recorremos el mundo antes que nos demos cuenta, buen


FermnSorte con apostura los embates que comanda la consternacin
.Para entonces sabemos tanto como ignorsemos posible en esos
202

viejos tiempos cuando errar no implicaba aprender. Y contando que


nadie aqu se ha equivocado Qu te har caer si no tropiezas?

Hay momentos donde la casualidad olvida ser detallista y pierde la


costumbre de sorprender y otros que en plena asiduidad por asombrar
toma constancias sin novedad. Desde lo comn hablaba Ilridas hecho
parte en las conversaciones; ser nica razn de ellas figurbase hacia lo
corriente incluso para causalidades que aplican y no predican
sobornando coincidencias.

Como viene ese dicho al hecho?Cuestion esa labia que por larga
no dejaba de ser delgada y a travs colgaban las pretensiones bien
alineadas, remecidas con el aliento impulsado para saltar a la vista
Hay algo que yo no sepa?

Se me ocurre que no hay nadie mejor entendido sobre la vida adems


de quien la est viviendoProsegua, compartiendo explicaciones
laberinticasPor ende ensearte a ser t mismo es una arbitrariedad
descriptiva que solo acepto al hablar sobre ti si es necesariocosa, por
cierto, sencilla para estos mi letrados labios.

Ilridas se dio un asueto a la memoria para sumar las muchas cifras


abarrotadas por Iriarte, l mismo, sabiendo ya la respuesta, sonri con la
frescura que los buenos momentos emprenden y dejan a ms de un
inocente a medio acabar sobre cimientos adoquinados bajo las
decepciones.

Y este, tan afortunado seor entre los ricohombresLe acogi con la


palma derecha y extrajo un tono pomposo desde su garganta adiestrada
para adularQue las futuras estrellas bajan a preguntarle antes de
brillar en el firmamento.

Podra ser ms especifico, Iriarte?Tema Ilridas por la seguridad de


su compostura en cuidados intensivos dadas las heridas propiciadas una
noche atrsAun madruga y veo la tarde antes que termines.

Tragar sin saborear no es igual a comer, jovial FermnAfirm la


intriga como contrapunto de ese saludo informativo y prosigui solo
hasta asegurar a Iliridas atento y acomodado propiamente en el
acolchado divn color salmn de brazos frreos, envejecidos segn la
alcurnia del saln principal prximo a su locala. Apuesto mis doblones
203

de la suerte a que voy a levantarte ese nimo O no es ese mi mayor


placer y el de mis asistentes bien remunerados?

Una inquietud introspectivavino a vocalizar Ilridas, apoyando un


codo sobre el robusto extremo del canap y all la mano entrecerrada
conoci su sienque no debe estimar comentarios al colectivo, pero
puede si no basta lopinin privada; siendo as estara dacuerdo con
dicha pregunta sino dudara por la innecesaria prioridad de su
planteamiento.

Lo que detrs queda estima el tiempo cuanto hay delanteAt los


extremos y asegur su encomienda aun a manos del destinatario que a
dos entrecejos pasada la calma llegase hora de narrar a tan
deambulador epistolario el hato y el garabato, la tilde tan humilde o la
consonante ms arrogante a fuero de confluir en este su trabucado
relato...Que paren esos ojos bribones de extorsionar al santo pues en
breve tendr la sea.
A peticin bien supuesta por la vejez prematura de la esquiva
anfibologa fugndose por un callejn sin salida, Iriarte inhalo el discurso
para respirar nociones concretas a posta de un humor pronto sofocado
a expensas del destilar con cual asista al cotilleo una pipa tipo manzana
extrada desde su abrigo hacia los labios veloces a acariciar la cnula y
adormecerla ante el inmediato cosquilleo de esos dientes que, tras
sonrisas, retena un relato ansioso de libertad.

No institua el hostelero la concesin del fumador avezado y trepidaba


por sus vallados notoria indecisin, que avistada la trampa all mismo
saltase al perjuicio el cervatillo inmolado para un vientre social sin fondo,
de cuando al cuanto, con breve jactancia. Al respecto nada claudicaba
ese aire denso en derredor...ni aquel husped flexible a su lado.

Aconteci que comprometido a la fiel contabilidad matutinaensancho


en su pecho un parntesis de aoranzaRecib una meldica invitacin
seducindome a hecho de traicionar por un momento los votos jurados a
mis amadas finanzas. Eran arpegios de magna exuberancia con olor a
talento y sabor glorioso, para gustar sin saciarse jams. Qu otra sino
nuestra artista en ascenso podra disponer entre lo sonoro un deleite al
paladar?

Iriarte acot la cortesa notando la reanimacin del compaero por una


efectiva dosis de inters y fue de un segundo que viene y va el
204

arrimarse certeramente a l. Su buena labor samaritana unga con


paos frescos la confianza caldeada por sus tantas insinuaciones y el frio
desprecio noche atrs que le congestionaron la dicha.

La Seorita Nightingale, claro esthurt las lneas del silencioso


Fermn para salvar la dinmica extinta de su guin casi en blanco. Es
una damita de hierro, hace falta un avezado tacto con las doncellas si
deseas saber pesares que le agobian, tal es el moCalaba la pipa con
nfulas de sofisticacin, mas su parvulez en el tabaco paso por stira su
tan pica compostura pronto desmentida entre la tos

Algn talento para fumar sin perjuicio no viene mal al que se priva dla
vida sanadijo, rociando una pisca de jocosidad. Pero la noche no
atrapa a lmuerte lenta por largo sea el camino.

Spalo ahora, querido muchachoVolva a su primitiva sensacin de


holgura. No hay vicio que pase por alto al placer porque la vida es el
mayor entre todos ellos. La felicidad es rauda y esquiva de ah que se
pierda la alegra de contar abriles cuando tu cuerpo se hace marchito en
plena primavera. Corta pero sustanciosa, eso debe ser, y a ella
aventarse a temprana edad. Carcome la prevencin tu existencia mucho
ms pronto que un mal hbito en siquiera ser notadoContuvose para
acentuar su argumento enseando el cigarro hervido en el hornillo y su
rostro reapareci desde el ojo del humeral.

A qu viene este llamado de ser infiel a la compostura?Despej


Iliridas las brumas envueltas en el mensaje cuidadosamente
seleccionado. Existe virtud sin disciplina o amor dentro del
desengao? Un hombre dbaco y cuentas aprende siendo derecho o sus
cifras se van a lizquierdaPaus la respuesta anexando un gesto similar
a Iriarte con cual le seal a palma expuesta y ligeramente extendida.

Que me has atrapado hoy, chaval!Asumi la culpa del que predica


pero no aplica tras risas abismadasCautivado desde siempre, admito
adems. Que puesto pie en la recepcin cre verme a m mismo entrar
por primera vez y no fue hasta hablarte cuando comprend este efecto
sin defectoeste doncel que eres: maduro; laureado, a quin el tiempo
le exoner de borrones y cuentas nuevas que en la niez tronchan al
rbol erecto, dando peras los manzanales. Pero aqu estamos, correctos.
Tu al principio y yo a mediados del caminopor sabio no por viejo, claro
estGui el ojo derecho y los labios se arquearon con pillera.
205

El bosque era infinito e Iriarte solo iba por las ramas sin cesar; no
obstante, ense a Ilridas la oportunidad un hemisferio suyo,
desconocido hasta entonces. Un hombre con deseos reprimidos,
sedientos de experiencia o quizs caudillo prominente en la puerta
trasera al conservacionismo. No exista tal Fermn Adagio y su
descripcin despeda el soplo de la vida sobre Ilridas para devolverle la
realidad que el mismo no saba asumir por breves instantes. No poda
culparle por mentir; pues un imposible permita esta conversacin donde
brillaba por ser quin no erasin importar lo que en verdad fue. Otro
yo en un el, a la vista de Iriarte y su pintoresca forma de hurtar el
tiempo con autorizacin y derecho del personaje a cual el mismo daba
formay eventualmente un objeto que robar.

Un bribn comn se va con tus pertenenciasel verdadero ladrn


vuelve por tu sonrisa.

Vas adosando a mi cuenta ms crdito del que puedo costearDijo


con modestia aparte para enderezar el dialogo al asunto puntual
.Bachiller soy en cuanto mucho ignoro y no pago la novatez del jurado
por maestro. De saber quin sabe? Como es muestra es sabido y de
esta charla nada s.

Que sabr, se lo digoY el antdoto surti efecto. Contaba qu,


despus de un adecuado saludo, temas bien abordados y cortesa
siempre al tino, me cont el motivo de su deleitosa pero triste tonada:
La feroz competencia ha sesgado la agrupacin donde sola tocar para el
recinto Baptista. El pianista es ahora un garbanzo al que no extraeras
una nota aun exprimindolo se ha ido la habilidad, dejando las manos
patosas de un arriero al quirfano.

Ilridas regres en s y con la consigna del misterio alrededor del


complejo Baptista hizo relevar a Fermn con su recelo a charlar. No caba
lugar a las casualidades; la desventura jams fue fortuitase acababa el
tiempo junto al talento de los damnificados por este huracn a voz
menguada que creca y aplastaba los ideales con cuanto mozo tuviese
enfrente. Cerr los ojos buscando un plano detallado en su mente pero
hall solo piezas sueltas un inmenso rompecabezas sin cotejo ni encaje:
Los Baptista, armada clerical contra las artes mgicas y su misteriosa
convocatoria, jvenes diestros desprendidos de sus dotes innatos; Una
bestia sanguinaria sin afiliacin definida, fuese la Gran Alquimia a saber
206

si la misma que le indujo menudo trauma ilusorio Cmo llegar al final


de un camino sin inicio?

Motivos vuelan y surcan los mares para llegar a esa caraasinti


ensombrecidoy sobre ella corren las emociones que han cedido la
calmay constada esta la prdida de lo valioso tras otro semblante
jadeante dos millas a pie.

Trufas en estrofas cantan y engaado lcorazn cree recitar poesa


recobraba Ilridas el habla, con la mirada difusa en el pensamiento
Tanto talento en vida tuve fortuna dgustar por un instante poco menor
al que tard en morir. Que ha soliviantado esta rolla cargada con dones
asfixiados y a ms ver fredos por esta sofocante vergenza al gusto del
comensal Baptista?

No hay ser humano que tolere tamaa sal, Fermnreplic Iriarte para
enterrar especulaciones y esconder la pala. Ni quien espere carbn
por cena. Sucede que la institucin es muy exigente y poco fierro hay
que soporte el fuego entre tanto leo. Usted, mi distinguido compaero,
podra aislar esas llamas con su temple manifiesto y ruego al cielo a la
seorita Nightingale calor no toque sus benignas manos sin embargo,
ser el mejor implica expeler aun a los buenos.

Por lo que saben mis odos sus cuerdas van bien afinadas; es lmano
que sostiene al arco quien proclama los ahora tristes versos sonoros de
su coran. Un buen msico sabe extraer arte de sus penurias no siendo
esto homenaje a tanta desdicha ni concierto con alegra, solo solvida de
su oficio y se transforma en el placer de llevarlo a cabo.

Vlgame el hablaVino a decir, anudado con fuerza en su buena


impresin sobre Fermnpues no hay saldo aparte que cubra tus
pensamientos. Parceme y dos tercios esa soltura virgen adorada por los
adultos a la rasa altura de bisooscon sus rodillas arando pena. Como
fuese a mi mismo contarme un profundo relato, a ti lo comparto sin
mella: Un hombre de larga talla y fino aspecto habl con ella previo a la
catarsis musical y mi jovial intervencin a mella de reconquistar su buen
humor.

Iliridas tir del cabestro y en el borde del risco rodaron las pequeas
piedras al vacio despeadas a un dialogo ms profundo que el supuesto
minutos atrs. Deba saberlo, las respuestas escaseaban y a este caballo
regalado hacia mal en mirarle el colmillo que de ensear viva. Ambrosa
207

de heno creca de tanto hablar y en l tuvo la suerte de ver la aguja


brillar antes que al pajar volcase a trillar.

Algn familiar dhogar o alameda?Aventurose a indagar, simulando


un aire desentendidoUn brazo fuerte y un hombro suave siempre son
bienvenidos en tiempos aciagos.

De eso pocoJuzg a ojos cerrados y la pipa giro entre sus dedos


cuando hay apenas nada y s ms de dos con los que pueden valer por
tresque si me toco hoy de nmero uno tampoco me importara ser el
cuatro. Ella lo justifica y los Baptista parecen creer lo mismo A que vino
este mancebo sino a confortarla?

Luego ha sido un encargado de linstituci?Las luces de alarma se


encendieron en silencio para no despertar sospechas o insinuaciones
anodinas. A qu se debe este cateo inesperado? Amainan as la
borrasca que a matacaballos lleva al ganado?

Oh, si el temporal apenas llegaDej del todo su hbito prefabricado y


mal manufacturado a su prospecto intachable, acogido al hogar
narrativo que avivaba con informacin robusta y, para Ilridas, altamente
inflamable.Se siente en el aire que va dejando su mensajeuna
invitacin a bailar bajo la lluvia y empaparse de gloria, pues los
perdedores secos se van. Fese de m: pronto es y est el apartado
musical en su etapa final, el mensaje recibido por la Seorita Nightingale
fue un estimulo a tan consistente participacin y ahora asumo ha de
exigirse al mximo.

Las maletas seguan plantadas por una respuesta que haba partido sin
l. Al contrario, bajo el puente de sus dudas viajaban los sucesos que sin
seales preventivas apretaban paso para no dejar huella mientras el
tiempo hacia con el derrape costumbres sobre un largo camino brotado
por socavones a media recompostura. El solo nombre institucional
garantizaba la obra que no se haca, o la invertida entre manos llenas
con los planos y materiales para un magnifico fraude.

A los que saben se les va la vida tratando de comprender lo que no


saben, pero es parte del saber que los dems no sepan cuan ingrata es
la decepcin de saber demasiado. Y, sin saberlo, tornase el saber un
valor agregado a la responsabilidad de quien ya nada quiere saber al
respecto, a sabiendas de no poder huir o saber al menos si supiera
hacerlo
208

Luego, tiene este heraldo un nombre, algn rasgo particular?


Exprima al limite la generosidad expresiva de Iriarte.

De turno estaban Pedro y Joseba, yo solo tome nota a su partida y un


saludo casual. Llevaba un abrigo naval bastante gastado que disociaba
al resto de las telas con l prensadas. Me hizo recordar cuando llegaste.
Escosen las liberales tendencias contempornea al buen vestir o yace
la jungla all afuera?Expuso la pregunta fundada de broma casual, sin
pies, pero con cabeza, porque esa duda se aloj en su hotel sin pagar la
cuenta y al rozagante Fermn, reivindicado con su grata prosa, no
corresponda correr con tan mala primera impresin. Lo pienso y me
preocupo, de veras.

No veo el objeto de tachar a un hombre por su cubierta cuando tiene


tanto que contarReplic su actitud fascista, denunciada con
amabilidadY tras solapas ajadas sueles encontrar las mejores
historias o no hay tras todo este insalubre celaje un humano por
antonomasia?

Amordazado voy contigoAdmita ciertamente asombradoUna pena


mxima para tanto prejuicio que da el desdn a primera vista. Quien
calla reconoce; mas esta elocuente conversacin es mi manera de
admitir el error. Que en mi oficio he visto robustas mesas puestas a
mantel mustioy hoy luces de maravilla.

Cumplidos iban y venan con el libre comercio de cortesas para el


sistema cambiario que capitaliza a un ameno dialogo matinal. La
diferencia consista ser uno con la corriente o solo ir a favor de ella e
Ilridas no vea sino chapotear hasta encallar en alguna pronta
despedida. Sin embargo, sus precisas palmadas haban cambiado el
curso del agua ms de la cuenta y, no proponindolo nunca, estaba
influenciando las tendencias de Iriarte para asumir una posicin ms
clida al contorno humano. Nadie le encarg eludir el contacto visual o
arremeter contra miradas amistosasel carril es siempre concurrido de
luces curiosas y raudas desviaciones despreciativas e iluminado el
camino con sus agudos candiles fuera el bro bajo un buen recurso para
evitar choques de alto riesgo.

Por lo pronto se serva de la calidad que a cualquier ser humano hace


distinto en una muestra de individuos parcialmente homogneos, mas el
orden de sus factores afecta un producto cuyo resultado suele ser
209

negativo; exponencial si dos encuentran la ecuacin para debatir


derivativo si ya no hay nada que agregar. Fermn daba a Ilridas el lugar
que le corresponda y este lo remuneraba permitindole existir lejos del
rgimen impuesto a una simple fachada juvenil.

y tal su buen aspecto vislumbra, que esa magia tuya aparezca un


centenar de aplausos. Si la academia musical ya apuesta por escoger a
los representantes destacados, no dudes que la meta atisbaras a la
vuelta de la esquinaComparti Iriarte sus mejores anhelos, anunciando
su despedida al ponerse de pie y tenderle la mano. Ve y mustrales
como se hace.

El dialogo concluy en buenos trminos con Iriarte desalojando el


zagun y en su lugar, un inefable sentimiento tom la palabra,
constriendo a Ilridas en el asiento, expectante ahora de una funcin en
retrospectiva: La ilusin hostil; la nueva y desconocida parentela
Baptista; el imprudente, pero til, chismorreo de Iriarte que soliviant la
peor de sus sospechas so pena del vertiginoso campo selectivo que a
Eithne Nightingale cordialmente invitaban a un pabelln urgido por un
talento previamente desvanecido. Mucho que pensar, nada para hacer
excepto seguir jugando a Fermn Adagiouno de esos chistes que llevan
siempre algo verdadero entre lneas. Sobre todo en el smmun de todo
gran acontecimiento. Su momento llegaray con esta broma de si
mismo ser el primero en rer y no el ltimo en entender por qu.

Soando despierto con este rompecabezas de piezas virales y ranuras


incompatibles rearmo su cuerpo de valor para salir en a la refriega
silenciosa. Su mente hermetiz el tiempo lateral y subsiguiente al
momento de pisar el complejo Baptista con tanto cuidado que, una vez
puesto en libertad, el recorrido cay de golpe sobre su frente. Entonces
sinti ese ligero cosquilleo desalentador que todo chaval aventurero
siente sobre la idea de acatar un horario y desempear tareas que
sugieran algn incordio. No estaba asistiendo a una escuela ni mucho
menos, era la desidia a imprimir su marca en un certamen desigual.
Competencia, vaya palabra grande para jvenes tan pequeos, y tan
ambigua que los jerarcas ah en lo subrepticio maleaban a gusto:
Diversin, explotaciny quien sabe cuntas otras migajas bajo el
mantel de estos galgos sin escrpulos.

Pero este postre les sentara mal


210

Malos augurios merodeaban en el aire con un recinto de ovejas puestas


al matadero; sus ojos mustios, redibujados por un editor triste y sin
miramientos; herramientas bsicas para reaniman una tragedia rodada
con poca ambicin pero con la fuerza de cautivar masas en pro por una
frivolidad comn.

En sus butacas se servan la amarga zupia que brotaba a cada frente


angustiada por un ambiente poco festivo y vitoreos aletargados,
desacoplados a las fintas coloridas de aquellos actos sedientos de
aprobacin cuyos desplazamientos cortaban la tencin en el aire por
audaces segundos, un parpadeo con signos vitales que develaban
sobrevivientes entre ojos inertes anclados sobre el recin ingresado y los
llamativas tonalidades del exterior que a la adaptacin ocular se
escurriran en una paleta colectiva a blanco y negro.

Un genuino da de tensin, donde colapsan placas tectnicas entre


emociones y maremgnums fisiolgicos que desmejoran la constitucin
anmica segn los lineamientos valorativos reservados en simple papel.
Bosquejos tericos a calumniar sin piedad al practicante aplomado por la
vidanmeros crudos denigrando personalidades bien cocidas
durante aos, repentinamente calificados con un mal sabor de boca.

Su turno, Joven AdagioAnuncia la usual anfitriona del plantel y el


morbo popular arras el suspenso desde sus estanteras, vendida la
mala maa como pan clienteNo creo haga falta recordarle su
compromiso para este recinto. La institucin Baptista ha sido generosa
en omitir su retraso, ahora sea tan gentil retribyalo con un buen
trabajo.

Delo por hecho!Su entusiasmo tomo partida para reanimar el


desdichado ambiente mortuorio que aguardaba su mortal fracaso y un
funesto deseo por lapidarle a rechiflas.

Conforme suba Fermn al escenario borboteaban oleajes de murmullos


disonantes, creciente cuan manantial percudido con aguas turbias
desbordndose en un flujo desbocado a humedecer el tablado completo.
Victimas de su torrente desmotivador flotaban ah los nmeros
saboteados y sus almas en pena prestaban su saliva para aumentar este
caudal envidioso y malintencionado.

Tuvo el instinto maternal de cumplir con su pequeo pero importante


trabajo la anfitriona de escamada escafandras ocre al llevarse el mal
211

nimo en brazos y arrullarle con su voz cantante; autoritaria, obedecida


por el mimado auditorio y sus caprichos que no conmovieron la dura
reprensin impuesta para una mejor crianza eso si no hubiese un lucro
interpuesto sobre el duro papel y desconocidos camorristas a granel
batidos en contienda contra cualquier aspirante virtuoso.

Silencio!vocifer la moderadora, aadiendo unas cuantas palmadas


al micrfono. Tuvo la mayora ocasin para presentar su funcin;
Sigue el participante Adagio y pido su entera atencin o el desalojo
inmediato del anfiteatro! Mientras tanto, puedes comenzar Fermn
volviose al afrentado novicio con un tono ms suave que de costumbre.

Muchas graciasFue solcito a su respetuosa recepcin, extendiendo


esta intencin amistosa al pblico guarnecido de frivolidad. Ante
ustedes traigo un acto dmagia que he perfeccionado desde hace unos
aos, espero sea de su agrado.

Tras santificar el cuadriltero con esta simptica reverencia, el gladiador


ense sus armas para enfrentar a las fieras ignominiosas; sus manos
libres, las mangas vacas y esa mirada llena con agudeza. Factores que
ense con detalles para la justa ejecucin ante el ojo comn y la
percepcin corriente, cuando basado en su juventud inducida les
abismara con juegos de nios para el adulto galvanizado bajo la piel
imberbe, un tanto inestable por raudos lapsos segn los temores
impberes ejerciendo presin sobre su nuevo l.

Contrastes en momentos inoportunos; decisin e inseguridad batindose


un cuerpo muy chico para las dos donde su encarnizada lucha
ralentizaba al pobre estado de carne y hueso socavado por sus conflictos
internos, sin pie a mediaciones diplomticas o intervenciones externas
para una solucin pacfica. Frente a un creciente repudio colectivo
reagrupndose al atentado de su moral participativa, postrada por s
misma con algn pnico escnico ambulante, se dispuso a tomar justicia
usando sus propias manos, cuando, extrayendo el inhalador entre los
bolsillos, atac mediante un disparo de aire fresco para recobrar nimos
y levantarse a plena lucha.

Mumuy bien!Se ci de valor y las palabras fluyeron


nuevamente.Ya demostrado que no traigo ningn apoyo, vamos a
empezar.
212

Los brazos cruzados en vertical llevaron sus respectivas manos al


bolsillos opuestos del pantaln y as, la cabeza inclinada en reverencia
ante este rictus, tir del nudo invisible donde toda atencin queda
cautiva entre los espectadores y l justo al despacio primer doblegar,
rendida hacia las tablas puestas previamente bajo sus pies como una
servidumbre mutua y consensuada para comedimientos honrosos que
merece el arte en su pluralidad extensiva.

Obedientes, transados con la colacin interpretativa al silencio, los ah


acordados a sabotear aportaron si verdadera intencin su granito de
arena hasta que dunas hizo la curiosidad de ellos y desrtica su injuria
clamo por un respiro a tan insolada faena para egos quebrantados. Era
esta la competencia a cual pensamiento maduro daba por muerta,
sobrada especulacin y escaseada investigacin? Viva o rasgaba sus
tobillos desde el pabelln de aspirantes al aire y poco ms?...ese aire
que le faltaba y recuperaba por osmosis autoanalizando sus
oportunidades como un verdadero artista tras bambalinas que a novatos
conviene en feudos estadsticamente accesibles, probablemente
sencillosmas realmente complicados.

Y siendo la vida un suspiro y muerto est quin no aspira a ella, rompi


Fermn su postura con los brazos en alto, de cual abrupto dentello
trinch un motn furioso conformado por sagaces colores enlazados en
espirales y mancuernas fluorescentes que saltaban al ojo humano, una
tras otra, adolecidas a cualquier descanso, hasta ese minuto preciso,
cuando las partculas primarias estallaron como un centenar de figuras
alfabticas y caracteres gaseosos. Pequeas molculas despedazadas
segn chocasen unas con otras para dejar a su desliz accidentes
luminosos; brumas hervidas contra el primer contacto expidiendo
nebulosidades vistosas reproducindose hasta donde hubo lugar
mgicas mitosis y milagrosas partenognesis, pronto moldeadas, y a tan
abismal suspenso bendito desde la tribuna infartada, con la
insospechada aparicin de!!

Una pequea y mansa paloma

A cinco cromas con sesenta sobresaltos se fueron reuniendo pestaeos


pasmados, miradas derretidas en el mar esclertico y huesos
articulados rgidamente para un aplauso progresivo, tmido hasta
alcanzar la pubertad sonora donde dio rienda suelta a toda juerga de
ovaciones desinhibidas, maduras ya para admitir el elogio y darle un da
213

libre en que poder agasajar su maravillada mente incapaz para procesar


tantas sorpresas juntas. Nenfares paseados por nuevas corrientes,
ondas que chocan contra la calma imperando en el montono estanque
remecido a tiro de monedas otrora, pero pisa fuerte el talento a ms
invaluableque la verdadera satisfaccin es invaluable.

Las masas de pie, matices al aire, abducidos por los rayos maaneros
que desde la claraboya estiraban las manos para tocar su manto y
codearse con Fermn en esta momentnea ascensin a los cielos, tan
ufana grandeza que algunos sin soplo de vida entre aplausos se
formaron mediante el barro y otro, solo uno en especial, con su amplio
capote marcial, abandon el tabernculo quizs por algn mesas
diferenteo una religin menos voluble.

Una gota que se escurri en el roco adulador, llevndose su fro carcter


lejos de tanta agua salada, y en su inestabilidad bandeaba esta envidia
hirviendo las olas hasta evaporarse con el ltimo chapoteo por manos
alzadas tras sensaciones requebradas al su debacle sentimental:
vitorear o abuchear? Admitir o rechazar? No hay respuesta sin
pregunta y aquel prodigio sobre las tablas no arrojaba menor duda.

Con una reverencia suya se abrieron las puertas al libre paso de un


temor glido que arremeti su cuerpo con alivio y respecto merecido.
Miedo no ululaba este vendaval interino directo al corazn, mas fueran
fuerzas externas removiendo pajillas esos ojos jade, lustrados como
nunca antes para as, a lumbre de aclamaciones, reflectaran ante s la
ruta a senderos vrgenes para sus dotes mgicos:

Pasin, maravillaun tesoro que haba lanzado a sus rivales desde su


gran hallazgo y donde descubriera su sentido en la vida, espaciados los
doblones para momentos desmritos por recompensas a otros mejor
concedidas. Por primera vez senta invertir a plenitud su fortuna y la
magia volva al predio suyo por derecho, pues la atronadora bienvenida
despej toda oscura tensin con su aclamacin infinita.

Bueno hay solo el escenario ganar-ganar, donde los actores a color de


rosa asolan estrabismos monomaniacos y levantan un final feliz en
comn. Fue la Transferencia Dimensional expuesta sobre dicho anaquel
tan flamgero que paso desapercibida a diversos ojos reducidos a
cenizas bajo las cuales Ilridas tuvo tiempo para transportar una tierna
sisella desde sus despensas en Hotel Central hasta las lneas frontales
214

de la batahola, quieran o no, a salutacin honrosa por su arduo


entrenamiento si bien no separ las aguas ni mucho menos, sus pies
pisaron la victoria en seco.

Cuanta suntuosidad y dechado msticotoda esa regresin y


evolucin cclica de hados llamativos, adjurando con habilidad
exorbitante para recrear la compleja belleza que toda simplicidad
depara! Vocifer la animadora, mascullando por tan medroso abismo
creciente en su garganta. Una bella cubierta que trajo el mejor
presente a nosotros tan pronto nuestros ojos lo desenvolva y hallaban
en su interior el gran acto que fue! Enhorabuena, Fermn, continas
con nosotros!

Muchas gracias!vertido el hielo suba la espuma, murmurando a


rebosar por un sorbo de atencin Y vuelva la suerte a conciliar un
sueo similar a este, donde hagamos parte en su fastuoso espectculo!

Pero qu encantador!Fue embaucada por l bribn cumplido que


robo las perlas bajo sus labios, expuestas a cal y canto. Ensanos
sos dotes de poeta el prximo martes, bien? El siguiente
concursante, preparado tan pronto escuche su nombre!

Cerrada una puerta fue abierto otro umbral, cuando sus bagatelas
pesaban el oro de las nforas incautas y desde la ventana llen sus ojos
entusiasmados con novedad, entonces regateado con par de risas y
jubileos tazados para su sobresaliente actuacin, vendi una muestra
segn quin al tanto fuera y por otros no quisiera ser, quedndose con
alguna para recordarse tal cual es. Una exponente cercano a la realidad
instantnea, impropio sobre entendimiento humanopero dueo de sus
corazones.

La creciente batera de preguntas levant el tapete bajo sus pies y a


esta suerte emergieron motas anudadas con dudas que a la mnima
brisa irritaron las bruces del pulcro fugitivo, cuyo plan para pegar y
correr fue pospuesto por estmulos sensibles para pasar por uno ms
del cien. Mucha harina y poco costal, espolvoreada al garete bajo un
acceso con estornudos responsivos al acto brindado, osmticos, de
accin preventiva ante el forzado ataque viral contrayendo los
msculos faciales y los ojos cerrados a respuestas nada puntuales:

Halos y espejos, tintas y bengalas, abalorios que el razonamiento


practico no poda empalmar ni por ensalmo, pues eso era
215

exactamente. Entonces llegaron los refuerzos ms reforzados y con un


mago no revela sus secretos la horda desert mandando mamporros a
la nada para acallar la impotencia arrumada tras brizas de decencia y
una frondosa fronda crecida por acaecimientos inconcebibles. Y quien
con honores ahora dentro en competencia estaba, fuera iba dejando el
tabernculo donde, luego de tal milagro, al resto solo quedaba rezar.

Erase el ala oeste despejada hacia a los balcones, petimetre fiel del
molde callejero estilo meridional. Gozaban peas con expresividad
convincente, impecable aun con los canalillos que nacan paso al frente
conformando una gran familia arquitectnica que presentaba su hogar
de aulas mamposteadas con sumo detalle colonial. Los portones a
piedra y cemento dejaban caer sobre el arco risueo su rozagante
melena floral y largos alfeizares, delgados como este anacrnico surco
villareo, reposaban en tejas de grafito, yendo a parar a subdivisiones
entre la senda y sus casa apcrifas. Una postal tomada en Viejo Arrabal,
pareciera, antes dejado atrs por tanta suntuosidad sobre nuevo mundo
o aleaciones posmodernistas, pero vale a buena hora encontrar donde
ubicar su franquiciapues su casual visitante fue seducido cuan primo
comprador, deslizando los ojos a crdito por cuanto vio en venta.

Tan flamante de replica histrica que arda el pensamiento maravillado.


Ascuas saltaban comprometidas a la vista y un par adicional fue testigo
de su unin al asombro. Ojos con doble faz, vuelta oscura y amplia
solapa. Reencarnados sobre el mosaico inhabitado segundos atrs una
poblacin pronto muy chica para los dos.
216

XIX
Holstica de un encuentro inusual

Detuvo Ilridas el paso y detalles pictricos comenzaron a resurgir en un


cuadro con reverso, donde una mirada sigilosa le dispar a bocajarro sin
dejar tatuajes ennegrecidos de rencor o pelculas de suma irritacin; no
obstante, la tranquilidad le fue hurtada tras esa tentativa silente por
llamar su atencin y el criminal segua ahgerminando de las sombras
a batirse en justa mientras a palos roanse en competencia el casi monto
total de la institucin Baptista que, no inclinado a tal intencin, propici
ese ambiente solitario cuando los duelos inician y una palabra
desenfundada a tiempo puede otorgarles fin.

Quin va?Ilridas fue el primero, sin tornarse al sujeto puesto de


rondn en escena.

El que pregunta, pues no tiento a moverme! Dijo aquel como por


ensalmo ah presente, de brazos cruzados, reposados sobre un rstico
barandal y las piernas inclinadas, casi ocultas tras el largo abrigo naval,
mustio pero imponente.

Estamosrepost sobresaltado, cuando aun con su percepcin


sobrehumana no pudo verlo veniry de esta intriga tuya no tenga no
ms uno que salir en pie.
217

Lentamente viro a saludo con algn punto de partida y entonces,


concertando casos revistos, llegaron las respuestas para una
investigacin dejada a un lado por motivos ms urgentes. Rasgos
conocidos en un extrao ya avistado quizs fe delante tras este
acontecimiento aparentemente casual o adalid boca en loas y
consecuciones como crnicas. Recreando canalillos para perspectivas en
afluencia, derivadas desde el primer soslayo... un sol distinto para cada
da exactamente igual.

Componentes fsicos tan fuertes como viera solo una vez a la rotonda:
cabellos dorados indmitos, rostro anguloso, floreado bajo un raso y
elegante vello facial; mirada esmeraldina cortada y afilada, puesta a
contraluz de una ira verdosa, esta ocasin un poco desenfadada, funcin
intimidante suplida por su preponderante altura y complexin robusta. El
abrigo nutico, carcomido en las puntas y pliegues ulteriores mantena
inmarcesible el vivo azul rey donde la brisa llevaba puestas las olas de
su largo espaldar ocenico y al otro lado zarpaban borlas y grabados en
hilo amarillo por los diques de la abotonadura, navegando tranquila
sobre una solapa a mar abierto hasta as surgiera el monoltico pecho de
las profundidades telares como un nuevo continente que descubrir.
Trabillas gruesas hacan fiordos tras puos desnudos, fornidos, que
amasaban una pequea pelota roja, algo arrugada por el constante
ejercicio avasallador exprimiendo al lmite su textura acolchada.

En efecto era l, ese sujeto que le plant mirada el primer da de


audiciones y quin se retir finiquitado su acto inaugural ante valiosos
calificativos con los cuales no luca muy de acuerdo o fuera este muro
bandeado y membrudo armado a una sola pieza que el agua misma
forcejeara por humectar sus labios. Espetn caldeado de especias
ardientes, hervidos los condimentos para una mezcla que Ilridas no
lograba discernir. Bastaba nada algn anlisis visual si bien sintiera
adicionada una explosiva inquina tras el corpulento efebo, que plausible
volara la mala impresin por su apariencia, no con este fin portada en el
carcaj, mas con su tono vocal lanzaba saetas por palabras.

Cuanta ferocidad, Freund!Elev una ceja a tiro de sarcasmo, y la


diana sufra su precisa amenaza de acento fuerte entreverado por la
pronunciacin enftica sobre las consonantes con vibracin lingual.
Los cros de hoy visualizan un mundo tan frgil como el cascarn que
acaban de romper y las fieras inclinadas a sus famlicos gemidos.
218

No por chico merecen los descredos tomarme como un peleleDijo,


con su apuesta echada y seguridad de un buen juego entre manosO
Es esa tal impresin que lleva quien al nido ataca cuando lmadre sala a
dejar e plumaje por los suyos?

Tras estos albores de guerra, un ejrcito dental rearmo mercenarias


carcajadas desde el portn entreabierto para tamaa tctica de
avanzada irrisoria que, aprovechando los nimos unilaterales, rompieron
las filas argumentativas por un golpe tangente, provocando confusin en
las cejas reculadas por la sorpresa.

Sin lanzarse el primer disparo los nimos ya haban cado liquidados a


manos impredecibles que sobresaltaban la cabeza avivada, expuesta
contra carnganos que le carcoman a risotadas y una insoportable
picazn de incertidumbre a cual no supo responder si cabe a eso
farfullar coherencia.

Calma, grumetefue solcito a responder, pausado de humorY


guarda esa conflictividad para el que venga y tome de tan mala leche.
No me malinterpretes, me agradan las palabras que buscan herir cuan si
fueran golpes siempre que sean necesarias.

Y qu frente a mi sino un medrado infructuoso emporndome el


ceo para buscarme las cosquillas?Afront Ilridas al, a modo bastante
particular, simptico rufin, en aras de cuidar la distancia.

Un nuevo fuego bajo de carcajadas volvi a perforar la tenacidad para


una aparente lucha vocal, que sin la menor insidia maleficente calcul al
suelo con el blanco a proximidad del menor insulto. Y tras el polvorn se
dibujaba un galgo cachorro dando caza a su propia cola.

Pero que cro ms respingadoAsever con audacia y sorna A


caso intentas Reirme o seducirme? Buen intento con ese porte de
burgus y toda esa poesa de bolsillopero prefiero las chicas, gracias!

La ignicin fue instantnea, acelerado el enojo de cero a cien a por


segundo; la pista despejada consenta escocer a fondo y quemar las
lenguas con arranques soeces. Pero frenar a tiempo es sostener a la vida
en alto con una mano al volante y su mirada puesta donde no hubo
accidente, mientras aprieta la marcha quien a ganar se desvive y ve
pasar la vida ante sus ojos rumbo al umbral donde termina la carrera e
inicia la eternidad.
219

Sers pardillo, sigiloso!Le devolvi la contesta, con suficiente


madurez para identificar, luego de algn ingrato mosqueo, que le
estaban jugando una broma algo desenfocada y pendenciera, pero no
mayor a un remoquete atrevido y sin malicia. O mal versado he de mi
y los hembros macizos tienden a husmear mozuelos, a que s.

Se te da bien de hacerte el prncipe azul, o me ests tomando el


pelo?fue a rer antes de entender el chiste y tenderle la mano por
buena voluntad.Ya nos divertimos bastante, ahora venga ese saludo!

Se vieron las caras amenas con intenciones policentricas. Los dedos


visibles, puestos claros sobre mantel y los otros, antpoda y simtricos,
rosando el gatillo para desenfundar agravios a mansalva bajo la mesa.
Ilridas, encaminado en dar fin a un duelo no iniciado, meda los tiempos
y de la cuerda ms corta esperaba prender por mecha, a son que el
disparo fuese rpido si a ello cabe el sexto sentido o un aura extraa de
intimidacin endgena, como no hubiese percibido antes ya, no
expuesta aclaracin alguna, datase la acostumbrada perspectiva de su
talla mermada hacia un mundo agigantadoy que all la paranoia dejase
de dar la brasa.

Caso no he visto destrechar palmas con un hombre sin nombre


Mantuvo la cortesa recluida hasta nuevo aviso.

Caso alguno dudo hayas visto siquiera, Grnschnabel. Los nios


jugando a ser adultos sern ancianos aorando su infancia. No importa
la edad, nadie nunca est conforme con lo que tienepermaneci en su
audacia.

Lo trae a mencin el chelo que entona cuan si fuese mandolina? se


acerc al objetivo, empinando la vista para avistar el impacto.

Ms bien el nio que habla mohoso como mi abuelo!insta as el


hercleo incitador e inclina el torso para forzar contacto visual,
abanderado su rostro por tan amena sonrisa de dientes parejos y claros.

Largo y tendido llevaron la refriega a los ojos Un duelo tenso donde los
prpados fueron privados de convenir al saneamiento por el seo
interdicto, entre enojado y entretenido, que pregonaba el morbo a los
sentidos. A todo hubo plaza vacante entonces: Solos, dado el horario de
convivencia competitiva y el escueto tratado firmado de mano alzada
por dos escuelas distintas; extremidades a espera definitiva para rasgar
220

o firmar sus pautas traslcidas donde cada parte obstinada evaluase su


vigencia.

Un hidalgo letrado cuya decencia djayanes hubiese puesto al tiro su


honra en astilleroCompuso, antes de soltar la mano a fin de toda
suerte y casualidad.

Que en paz descanse ese buen hombre, que sin tratar con esta
juventud insolente librose de mil quebraderos de cabezacontest de
inmediato y sin dar asueto a la mandbula.

Los ojos alardeando su tozuda resistencia a un mundo de parpados


sobre sus lomos permanecan ligando las cargas tras heroico acto
infantil y ridculo que fuese, ver para creer, eje temtico para tan
aguerrida epopeya ocular, digna de ser contada o mejor vista a quienes
la tencin no imponga parpadear perdiendo detalle al decisivo abrir y
cerrar de ojos.

Podrs nominarte el vetusto, mas parceme tu faz bastante nbil


Cedi por ensalmo, tomada las riendas de una aviesa discusin
indmita.

Y no te imagino con las destrezas bigarda de mi abuelo, freud


Brome por ltima vez, poco antes que las manos fuesen finalmente
estrechadas.

Y as a la plancha saltaron estos prisioneros de un nuevo compaerismo


disparejo. No era el mar o las bestias marinas esperando su cada, ah
las discordancias que sin acuerdo de voluntades ahogan los malos ratos
con variedad de oleajes y climas impredecibles bamboleaban la quilla. El
trpico de la amistad, un paraso en constante amenaza donde
malversado el propsito solo se salva quien puede a la huracanada
desilusin que sumerge incluso al mejor de los hombres o naufraga el
corazn femenil.

El futuro no tiene amigos duraderos, pues no hay presente dispuesto


a girarle sobre sus hombros por un verdadero abrazo en alta definicin
cuando viven perennes pasiones irremplazables a escala de grises e
insuperables aventuras en tecnicolor

Nadie gusta saber de las diezmadas cenizas al viento por venir mientras
a quo el colosal fulgor queme al mismo cielo y lluevan momentos que
221

abrasen corazones unidos a contemplar el fenmenos de la autentica


vida.

Mi nombre es Karl BlumerPresentose el barbin dialogante.


Mensajero y comendador de la familia Baptista.

Iliridas sinti gran inquietud con su impactante presencia. Tuvo ocasin


para adjurar algn hechizo sobre su mente y as forzarle a confesar por
si fuera una letra en este alfabeto ininteligible de misterios pendientes.
No obstante, iba el inoportuno transente una y otra vez pasados ya
minutos de hermetismo discursivo, notando solo hasta recuperado el
ritmo administrativo y procedente en tan concurrido sitio los peligros
que contraera un sortilegio avistado en tierras enemigas, sin mencionar
la corpulenta bveda donde los secretos o especulaciones arrojadas
descansaban seguros ante el menesteroso ladronzuelo puesto enfrente,
abandonado a toda suerte y sin sus mejores ganzas.

Leyendo los acontecimientos en voz baja capt la firma de Iriarte como


testigo del indexado contribuyente a presentacin, junto a un folio
argumentado con posibilidades inciertas cuyas pautas daban libertad a
ms lneas por sumar. Desde su aporte personal fueron seleccionados
retazos para enriquecer aquella enmienda redactada a chismes,
brindadas las caractersticas que horas atrs fueron expedidas. Las
letras todas en conjuncin por su nombre antes detallado sin ser
llamado, y definido por asociacin descriptiva, si se quiere, vino a
engrosar su diccionario para quedarse en l como sinnimo de buen
amigo.

Por supuestoconfirmaba sus sospechas. El heraldo de capa rada


que dejo caer la decencia y su aspecto hurao en Hotel Central. Se
tha extraviado el buen gusto?

No me digas que t lo encontraste, princesitase tom la libertad


de ajustarle los bordes del finsimo abrigo, a ojos de Blume, buen
material para vestir un gran repertorio de chistes. Esperas al
caballero que te lleve al baile o la bruja malvada se te adelant?

Y va tu ego siempre ajorado de ese sucio mantn?Volvi


nuevamente a la refriega, pero sus balas iban cargadas con sonrisas.
Un estado anmico bastante abusado y vapuleado segn la vista asume
en soliloquios, compaero.
222

Hey cuidado con soltar ese ribete de lentejuelas y escarcha que


algn gitanillo te vendi por lengua! .Al santo no lo hace el hbito, sino
estos brazales divinosagreg un movimiento particular para plegar el
brazo y ensear sus abultados bceps.

Call morigerado Fermn, de manos llenas con semejante accsit a las


carcajadas. Pudo ms la prudencia, que en silencio gui sus pisadas por
la cornisa frente a un bucle infinito de denuestos custicos. No obstante,
sinuoso el camino, sus comisuras resbalaron entre el desbarrancadero
jocoso y una risilla disconforme escapo a los tupidos labios.

La verdad no es motivo de risa rezong de nuevo, entendido de su


incontinencia por desaguar las risas al fregadero.Adems, la presencia
es importante en mi trabajo. Estos hijodalgos necesitan un autentico
efebo que lleve el recado con imponencia, o sino Quin va a lidiar con
un sabelotodo latoso como t?

Y as es como los petimetres hierticos sacan de paseo a su rabioso


ventorcomplementaba a pulso de prosopopeya Y quin responder
por los mitones rodos o la dermis grabada por su dentada violencia?

Eso ms bien quisieras, probando tus destrezas con ese aspecto


ambivalenteEl revs de Blume fue contundente. Una pena no lleves
contigo un bolso que combine a ese vestido.

Las fuerzas se equipararon y el menosprecio fue otro inciso de burla al


exceso preventivo con todas sus absurdas formalidades donde,
apostadas las rgidas normas, ronda, fenecido pero rampante, el
fantasma del buen humor que gracias a estos intercambios jocosos
recuerda haber vivido tras labios tensados y gratos puerperios a la
memoria de su espordico y contagioso positivismo, por pretender un
nuevo viaje hacia el sepulcro con una agradable sonrisa en su epitafio.

Tanto insistes por vivir de escalfador que escalfado morirs algn da


concedi con una sonrisa a la postre Trae noticias el heraldo Baptista
o solo se detiene hablar por asueto?

Mensaje nocorrigi y tomose el asunto seriamente con el gesto jovial


guardado en el abrigo.Realmente detesto las formalidades y eso
smale apata por ir a las carreras, son tan remilgados estos pomposos
eclesisticos que escatiman sobre todos mis viticos, razn que no me
inspira a llevar correspondencia cuando simplemente puedo esperar al
momento y la persona destinada.
223

Disuena a verdadero compromisoechaba Fermn su roa al caldero,


cocinndose una segunda intencin bajo el burbujeante sentido del
humor.

Y tanto, si no veo por qu invertir a un montn de pequeos


cantantes que de grandes perdern su voz o niatos deportistas luego
perdidos en estimulantesreplic Blume y su escolio retrajo algn
incordio pendiente. Sin mencionar que no tengo mayor expectativa
sobre sus recientes proyectos.

Sonaba fuerte el vinilo para dicha holstica de un encuentro inusual bajo


una aguja minuciosa que salt a primera lnea de expresin insatisfecha,
rompiendo desentonada y rugosa por ruidos blancos interpuesto a toda
frecuencia constante tras las dudas mil. Mientras tanto los rostros
quedos se oyen, sintonizados en silencio a decibeles solo audibles a
quien sospecha.

Se hizo con un nuevo amigo, consciente an que los conocidos a priori


en su quinta aguardaban por buenas nuevas y sus recados positivos ah
en la bolsa esperndole de alguna otra forma tras el lomo cargado de
restricciones. Tema ser delatado por su misma boca y esta vez Fermn
pasase a bajo plano excepto medir las distancias. Convivir con este
adulto poco paciente urgido de volver a casa y as la prisa no llevase sus
pies al matadero cuando fuese a balar puesta encima la piel lobezna.

No es igual brindarse en sacrificio que entregarse a la muerte

Problemas con el auxilio a pequeos visionarios?mantuvo su


apariencia, igual que supuso del diligente emisario que por algn plpito
simulado arremeta contra su labor y, a sabiendas, con un desconocido
enfrente. No eel beneficio social la causa Baptista?

Seguro. Los que engrosarn sus filas mejor y finjan agradecimiento


desde ahoraconvino, luego de reparar a Fermn con un sistema
mtrico desestimado por la lgica que a adiciones exponenciales
cuajaban por conjuncin las cifras en dicho anlisis altanero, fcilmente
calculado a su talante nervudo cuan si fuera su operacin base para
incidir en resultados suspicaces, maana lo necesitarn.

Fue tal apreciacin descontenta algn indicio de buenas noticiasSe


mantuvo en los zapatos de Fermn que de tanto pulir ya poda ver all la
casta Larrarte reflejada bajo la piel remendada y los cordeles
224

desatacadosO es tu mtodo para llevar la dicha a un destinatario sin


tu parentela.

Por m bien, me has ahorrado dar explicaciones y eso ya es ganancia


dijo mientras relajando los msculos faciales regresaba a sus races
despreocupadas por segundas o terceras opiniones. Mantn el ritmo y
estars dentroah, pero no vayas por ah alardeando, que despus de
hoy estoy seguro que tu competencia se esforzar para plantar pelea.
En caso tal no sucumbas a la presin, como estos repipis privados de la
facultad para seguir en competencia, te ver en un par de das sino
pdele a esa pomposa lengua tuya que pague un taxi de vuelta a casa.

E imagino tal esmerado consejo has puesto al remate por los dems
seleccionados, Karlri, ozonizando su aparente agresividad para beber
la buena intencin como a la seorita Nightingalequizs?

Muy buen observadorasenta el oscilante seuelo para preparar la


prxima envestida sarcstica o un gran chismoso. El cascanueces
del Hotel Central ha de pasarla cuchichendose el tiempo contigo, y
cuando el mensajero no va, cual es su tema Maquillaje? Productos de
limpieza facial?

o la ineficacia del nuncio para entregar recadoSe vea forzado a


contraatacar, tabla cantada y brazos encogidos efectividad tcticano
creo precisar dermatlogo si deseo ir directo al grano, tampoco un
mensajero que recete todo un tratamiento penoso y maledicente por
prescribir rodeos.

Blume tens los labios jocosamente; mueca rebelde a cualquier


esquema o escuela del sentimiento humano que adoctrinada al
parcialismo bien hubiese hecho expulsar para vagabundear tras chistes
y chanzas. Candidatos a la hidalgua, su mejor material a horas de
poliformarse, propuesta a ello un duelo sin formalidades ni galardones al
triunfo salvo la ira azas justificada del retado y el placer que con su
mojiganga llevase siempre consigodeshechas las consecuencias.

Un autntico postre letrado le fue servido y su gesto cobr vida entre las
dicciones recalentadas, cuando pretendiendo hincar al movedizo
tentempi fue masticando cada palabra puesta a la dulce crema como
clavos y espinas bajo su elegante cubierta.

Sabores disociados de almbar y pimienta con un toque de horneo


excesivo, poco gusto que inters hecho un manjar a hilarante vista. De
225

ello tuvo ms que suficiente y tema no encontrar un envoltorio


apropiado con cual asfixiarlo y empacarlo para llevar.

Bien jugado, WurmRefreg su cabello con un raudo huracn de


mano gil y pesada que elev el humor de Fermn al cielo cuando los
restos articulados por aquella desconfianza revoloteaban despedazados,
rumbo a ningn lugarAparte me tomas de buen humor y te llevo
dictado, que luego no sers t quien pase toda mi ctedra en limpio.

Siempre dispuesto a opparas tertuliasresping con acepto refinado


a fin de soliviantar al oyente y la misma transicin perfilada entre dichos
y trechos con dobladillo y puntillas para no salpicar prendas vestidas de
oposicin al clan Baptista o, por asociacin residual, su inconforme
pregoneroms cuando roza el choque monda la lengua y brotan las
jugosas declamaciones que al paladar incrustan con sus propios
saboresnicos como cada persona y manera de hablar.

Alguien gusta una ensalada de nudillos, eh? Ensea Blume sus


puos con un ademn chusco, simulando la intencin de sestarle un
golpe.Buena suerte, Freud. Eres apto y al paso de tu faccin ests casi
dentro, igual no te confes por estos lares nunca sabes que puede
pasar.

Tanta losa y poco faisnse encogi de hombros con las palmas


exclamativas, moviendo la cabeza para pasear su gesto burlesco Y a la
mesa no trae este metre sino promesas gravosas que grue el vientre
por no pagar.

Que tal maana a las tres treinta?propuso de repenteCreo


permitirme algo de mi preciado tiempo para otra perspicaz y poco usual
charla. Adems como fuerte candidato al proceso de seleccin, me
gustara realizar un breve seguimiento a tus destrezas.

Cuenta con elloFreudla adaptacin del acento forneo alter la


reproduccin en su voz limitada a cierto formato peculiar agudizado por
la presente edad y remasterizado con el lxico acopiado bajo toda
experiencia especfica a soltura verbal. Burlesco y espontaneo. Hacen
falta dos para labrar dilogos con palabras, o las piezas sueltas
sugerirn un monlogo.

Con un nos vemos basta y sobra. Guarda un poco de atole locuaz a


los de famlica escucha y a m solo haz llamar la facturaretribuy la
rplica a su persona mediante el cmico intercambio de roles.
226

No est maltens los labios y apunt las comisuras flexionadas al


blanco de tan certero mohn festivo. Error fuese armar el molde sin
verterle muestra y cuajen sino obscurantismos.

No veo en enrarecer mi habla las pruebas castizas que saltan de solo


verme llegary ahora admrame mientras me voyEmiti un cloqueo
picaresco ramificado sobre gacetas de parfrasis modernas y belfos
enigmticos que crecen miles en las vias coetneas.

Llega la luz rutilando el circunloquio con las horas a prado de su efmero


dominio que oprime los pies cargando desplazamiento forzado. Condena
paso a paso, fuera toda absolucin que a sombra no siempre llegan y en
su afn las plantas traen resea sin autor y el suelo para de contar.

Marchbase el espigado conversador y las preguntas recularon tras sus


espaldas con la certidumbre en reversa, volviendo hacia Ilridas donde
se fue un amigo y qued un aptico cuestionario, trivio, con intrincadas
respuestas mltiples por enunciados a cuales tuvo precaucin de
estudiar previamente. Obreras iban y venan con el enjambre entero
mientras Fermn polinizaba sus reflexiones a pocas horas la primavera
alunizada enfrente por gravamen de volver a la tierra.

Las causas tomaban atribuciones que no les correspondan, sentadas a


la mesa con la sensatez indispuesta por su intromisin dudosa armada
con tenedor en mano y el periodo analtico convertido en su cena;
bocado le vino el tiempo un deleite gustativo durante las dietas de
saludo incipiente, finsimas lozas vidas y por haber fregadas a lengua
sptica bajo aromas pulcros y desinteresados.

Quin lo iba a decir? Que pensar vale sino remar directo a las fauces de
una cascada y las peas cuesta abajo inducen al memento arrepentido
cuando cae la nao con el casco expuesto y sus tripulantes elevando
plegarias patidifusas. Ruta mortfera en vertical, un flujo sanguneo
corriendo con toda prisa por las vertientes opuestas a la gravedad. Esa
es la identidad propicia de la mente que espera lo inesperado, mas
sorprende la descarada obviedad, pavonendose cual si vivir sin
repercusiones fuese lo suyo cuando mortales vienen y van con su butaca
a cuestas cargado el peso muerto del vivo pesar.

La casualidad disfrazada, al menos no de rostro enmascarado con


rodeos y adulaciones, brind estebada un pulgar arriba a medida que los
dichos tieran al camuflado hecho con fluorescencias y el mismo sol
227

encob su abyeccin calicular ante su delacin calorfica, elevada la


temperatura a nuevos grados de cinismo como el ardor alcanzase las
risas. No obstante, la sensacin proyectada desde sus dedos envueltos
sobre el reservado saludo arrojaba cubos de cabeza fra para aclimatar
la conversacin acbar con ligeros y dulces toques semnticos.

Y la parbola quiso ser una elipse, derivando a un esferoide simtrico


los puntos homnimos unidos en su fortuita curvatura

Segn lo acordado a horas neonatas, la expectativa creci rpidamente


y aprendi a caminar rumbo al conservatorio musical previo a saber
gatear por precaucin. Aquello pasaba menor a un dos por tres y tal
vez te vi para el turno sin casilla prspera que por contrario lanzar de a
pintas recorre lejos de ganar frente al que mira el juego desde arriba y
en ello se adjudica el tablero. No obstante Existe mayor vergenza que
perder con ventaja?

A ms correr Ilridas va reacio a averiguarlo prxima ya esta estrella en


un cielo despejado y quedo a cual se le vino la triste noche con sol
mediante. Negra hora, estatuas erigidas donde hubo arte en manifiesto.
Autoproclama desdicha y afona por antonomasia la partitura en blanco
como nuevo himno colectivo, entre las cuerdas penden caras largas que
entonan nimos publicitarios para semejante abacera lder en
decepciones e ideales comestibles donde muchos se tragaron su orgullo.

Los acorazados Baptista circulaban pomposos con sus adargas


blasonadas y la loriga reforzada por gruesas anillas que descendan en
picos simtricos hacia el costado de las rodillas puestas bajo custodia
por placas cobrizas a honor y confeccin de su imponente logo
institucional. La firma clerical cerraba el trato y sentenciado por mera
suposicin a su propio bien, le fue a terminantemente prohibido
acercarse siquiera a un metro frente a la bendicin espiritual que solo
Ilridas pudiese observary temer.

Un soslayo puesto a oteo y descambio por los ojos claros en perspectiva


desigual que sobrepuso rostros pasivos bajo la fuente ocular enfocada a
su menguada actuacin, rodando a prisa un documental de
sobrevivencia con los crditos por delante y crticas de amor-odio a su
bfido papel, no siempre muy convincente.

Disculpa, buen compaeroAcercose a un joven seminarista en el


gora musical, de piel bronceada y cabello crespo, apenas tanto mayor
228

que Fermn, emperifollado con elegante esmoquin blanco de puos


plateados Gustas parlar con la bondad de ponerme ltanto?

Haces parte del conservatorio?pregunt el mancebo de voz rugosa,


desgastada a la sazn por las exigentes sesiones meldicas.No me
suena tu cara.

Son mudos los forneos pensamientos hasta que el verso toca la boca
y abreSe presentaba cordialmente.As discierno en mi memoria las
vias de inspiracin donde solo mercamos los artistas.

Vlgame, compaero elocuente!Compr su discurso, sin derecho a


asumir devoluciones con la garanta de una salutacin afableTienes
mucha razn, estamos aqu en nombre del artepero pesa en mi
corazn y aligera mi mente que ya no somos los que entramos.

Tampoco los mismos que salieron o a notas abigarradas el sonido


multiplicara sus panes a saciar tamaa hambruna de triunfo. Gozamos
los persistentes el festn sinfnico de sus sueos desafinados. Al fiero
competidor inspiran armnicos fracaso comn y con ellos toma partido
su banda sonora.

Freg la zafra el bronceado concertista para engullir con la vista sus


residuos, esos pocos que deslizaban su penuria en el fondo con la
decepcin aun caliente y los dientes friccionndose contra la ardiente
sesin a estridencia de una irritante sonrisa.

Mozalbetes rompen su pudor para alquilar viejas urdimbres con sancos


enclenques y mostachos de esparto, pero abarca la madurez hasta que
son realmente adultos con la noche ahogada en la leche.

Y no vinimos sino a ganar?Justific su posicin mezquinaEl eco


que arroja esta competencia en su recta final es msica para mis odos y
la ma es msica para el deleite de nuestra competencia Consuelo por
los vencidos? Que se cuelgue el merito a los exigidos cuellos
triunfadores; los perdedores ya ganaron la dicha de volver a casa con
algn souvenir para sus familias.

Ganar solo el coraon puedeRefut el frvolo comentario, a tono


taimado que no soplase las clidas velas por una discusin a oscuras,
derrotar es la litis de la mente pancista operado el cuerpo indeciso por
sus dos seores, abarca maa desleal con latir impedido a escalar
229

rendidos peldaos humanos enfilados y as el zanguango pronto cae que


subi.

Y caigo, cierto esse encogi de hombros y las palmas arriba se


rindieron sin clamar a la salud de tan buen hablar, si bien lealtad a
qu? A rompenecios con tu maleta en mano y la sala abierta? Luego
cual arte a su umbral te condujo?

Por mi fe, mago soyempu la mano contra el pecho, presto de


cierto orgullouna ronda dhumildes maravillas siempre hay a mi
cuenta. Que Brinden, quiero yo y embriaguen el alma con la mejor
cosecha de fantasas.

El vuelo descendi en planicies silenciosas y sus viajantes compartieron


una mirada al horizonte bajo las nubes la gente tan pequea a lo lejos,
ms diminuta de cerca. Risas esperando alguna ruta en especial,
atrasada por las turbulencias mil. A esperar por otra vida en su itinerario
cuando amaine el temporal y sin fronteras vuelva el alma al cuerpo.

Sirven las cuerdas llenas de sal y trajeron al msico carbn Acaso


obraron mal?

Llenas de sal obraron y acaso trajeron mal cuerdas Sirven msico al


carbn?

Obraron el carbn y sirven cuerdas llenas del mal msico Acaso


trajeron sal?

Al msico acaso de sal obraron y carbn sirven llenas de mal las


cuerdas trajeron?

Un triste visaje, tantas preguntas

Me da que no hay calza tras tus talonesdedujo el mancebo con las


manos en sus bolsillos, guardado quizs la perorata gestual por si la
lengua fallaQue ni s si mago eres y ya te aplaudo el truco. Aqu va
nos medimos con la misma vara y el que a veces viene bien, maana
cae mal cantante soy, y por momentos la afinacin me traiciona. Ms
con tantos de salida y uno todava en ascuas. Yo vine a lo mo, eso lo
llevo claro.

Ilridas inhal un dscolo temor en los vocablos entonados por el decente


cantor que estrib del alma potica; sin rimas ni coros fastuosos; con
230

escozor profuso, si cabe del lado derecho, pues ese himno a la


supervivencia conmueve al tuerto y al derecho. Huellas prensaron sus
labios sedientos de triunfo, estirados tan pendenciero es y ya no habla
sino dolor.

Un lirio metlico su tallo troncha, inclinndose al plomo entre los


ptalos

Por qu culparlo si en procura de un sueo colectivo afrontaba


pesadillas? De primera mano se enter que asumira su posicin al
suscribirse en una aventura concerniente a rivales eclesisticos y
ricohombres adolescentes con cierta habilidad para aparselas en
ciencias o aptitudes fsicas en ello, acusbase a s mismo cuando el
tiempo cobraba segundos por vctimas. Algunas no iban a casa
necesariamente y a tal concusin no precis ningn hechizo. Prendas
con linaje rentado y lustre sahumado en remiendos vistiendo el fiero
carcter de segunda mano cuyas posturas no escapan al detalle que por
la misma ventura es fuente a resear su testimoniosin pasarlo
desapercibido.

Iriarte no le insisti jams por sus ropas en astillero. Los ojos le


impidieron el paso la noche primera donde solo lo vieron entrar con la
criba en boca y la bolsa creciendo, a fin de tener cuanto contar entre
grilletes o billetes; pena o verbena tras su dichoso primor a servidumbre
asidua del que fascin leer entre gratos dilogos bajo esa desprolija
cubierta, obviada con el saludo diario.

El corazn viste ideales; paga en fantasas el consumo de sus latidos y a


casa provee cuanto amor recicla por las calles, en los rincones
abarrotados con esperanzas rotas que el humilde artfice sabe sacar
brillo; de hinojos, pulindole a sudor bajo el sol naciendo en manos
lejanas, donde al soador le esperan.

Y Quin sigue los tuyos?Fermn instauraba su retrica deductiva


Vas tan lento que corres y no te alcanzas?

A su acierto premi con sonrisas de un seo desvanecido, gir la cabeza


a la velocidad del sentimiento y la fuerza centrfuga arroj su tristeza por
los aires.

Alguien me espera
231

Familia es?

Frente a mi tumba, quizs

Horado de ingratosrefunfuaba en abogo del atribulado.

Y tanto! que no conoces y as lo piensasdemostr alegra por su


condescendencia

Del artista habla su obra, pues sus palabras yacen donde el viento
las lleveTrajo al coloquio esta frase a medida y el oyente la ci
encantado.

Ante la rosa interceden sus espinas hiriendo al ms desaforado por


tenerla y en efuso afn cuenta por defecto la hermosa defensa que en la
mano inquieta deja hendida su delicada advertencia, obviada por los
necios llegados a pincharse y culpando a otros se van. Los riesgos
demandan gentileza o cobran la tozudez.

Los bellacos no saben firmar, claro est.

Y nosotros, de cursiva prolfera, rubricamos nada sino promesasSe


identificaba con sus predicamentos, an si fuese un baile de mscaras.

La pasin, amigo mola cabeza gacha y su voz trmula confesaron


por lEl origen de todas nuestras locuras. Te has enamorado el da
que muere tu cordura y solo su tumba aparcas cuando te han roto el
orgullo Qu seres malignos somos si el mismo amor nos hace dao?

El hampa lleve al que lhaga finta y no a nosotros. A palo seco viajan


los frvolos descalzos y Hala, dichoso seas! Que sobre el alma entonada
marchas a todo suspiro y te apae tu feliz destino, no la casualidad
gua indecisa de los incrdulos.

Hasta poco antes Ilridas prestidigitaba trminos en lo habitual; un


alquimista de nimos, transmutando asperezas en brazos abiertos con
desenvolver el regalo de sus versos al personado en permuta por
informacin eficaz. Acaeca con Fermn, poco menos pragmtico, algn
sentimiento sincero y al dilogo se renda conmovido. Tarea pavorosa es
conceder avante al amor, mejor lo sabe el hechicero que a este acude
embelesado o huye despavorido para hacerse de inspiracin, si bien
procura ceirse el seso y no llorar luego sobre la mente derramada.
Tema que aquellos anhelos tan grandes y majestuosos encallaran contra
232

estas costas dudosas: la ficcin propuesta en una playa tras cubos de


arena y charcas fangosas Cmo testificarlo, adems, cuando l mismo
desconoca los objetivos bajo el nombre Batista? Fieros aniquiladores
otrora andrginos post modernistas ahora, segn el arte retratado
entre las bvedas sugera.

O qu escoger a cara y cruz por estos macizos soldados de jubn


espesado con acero fro y colores pastel? Airones emplumados hirviendo
a fuego lento al guerrero en su honra casi lista para saborear entre
carcajadas. Unos llevan rostro ligero en procura por salir a flote y el peso
no sumerja en cuitas mayores su diaria penitenciaotros, jugndose un
ojo o las cabezas, apostaban al esforzado brazo que en alto, y sin
arandelas reprochables, llevaban puestos los grabados vitalicios de esta
organizacin respetada. Contados ellos, con rango o humildad, vaya el
creyente a saber tras un destacamento atrapado en su mismo bastin
como seal de cuarentena ante tan deleznable porte. Combatan la
enfermedad los muchos bajo seos opacos efectos irreversibles
cobraban avanzadas risillas febriles del prximo a ver pasar su hombra.

Todo rifa el caos. Remate de buenos y malos perfiles; promociones que


nadie desaprovecha a prisa por comprar primero si el ltimo en llegar lo
suplica a horas donde menos sombra le guarde estante y sea su moral
vendida al mejor postor. El mrito lleve en brazos al partido con las
manos vacas.

Dios ampare lo dicho, que al cielo voy si me da licenciaall mi ngel


esperaAseveraba el ilusionado con sentido anhelo y el alma en vilo.

De cita importante te has hechoLa ancdota brindaba a ambos


cobijo en sus idealesY galante arribes cuan piensas llegar o
encomiende la realidad tu ingenio afinando euritmias del deseo ms
puro No vale, pues, tu sacramento el hbito a todo llevar?

Segn el agua al Borbnse hizo admitir, desconsolado A dnde va


a parar el nctar sin alcornoque? A ella mantiene a flote sobre los mares
de Brucios y a mi aplastado bajo la triste Hesperia.

Existe barquero sin esfuerzo en remar o aguas que al bajel no


salpiquen?posando una mano sobre su hombro, Fermn le concedi un
ttulo honorario a la excelencia del sentimiento sincero, la presea
colgada por su valerosa confianzael mar siempre trae tierra tras sus
cristalinas uas como cualquier jornalero a sus metas languidecido de
233

ver en ello el tesoro con cual no cuenta. Espera al segundo aire pues
de rodillas no ganaras la maratn.

Acatando consejo se recost en la pared, frente a las desrticas gradas


donde la luz aguardaba sentada por espectculos finiquitados antes de
tiempo. La res escasa y el matadero urgido aun por flacas que gordas
fueron, pero al condenado no embellece la horca ni si ajusta faja al
garguero Justicia divina o implosin premeditada? No hay equidad
involucrando sendas labios desfasados ni estallido donde nadie ve volar
los corazones en mil pedazos. Con todo, viva el momento para sembrar
un propsito entre los campos a la refriega y retozar, con futuro
favorable, junto a su amada bajo la sombra de tan alta y esmerada
empresa.

Aun de cabezainsisti, sin nada que ocultarSi previo a la recta final


no ha rodado ya o la pierda rematando cuanto no tengo. Por lo pronto
aqu me planto y hazaa grande ser sacarme. Ahora dime Qu ritmo
escucha un mago entre msicos?

No toda meloda sus versos exponeacept su turno de sincerarse,


hasta cierto punto. O all prestos atendieran las verdades aqu
entonadas. Hay tanta poesa por las gradas que las masas esperan hasta
claudicado el verdadero maremgnum sigiloso. Todo este comps
d'sensaciones traen la msica a nuestras dicciones... y yo he venido a
escuchar el silencio.

Es cuestin de los prestidigitadores embellecer sus excusas?


estiraba los labios a modo de mueca jocosa, con las manos estrechadas
tras la nuca

...La bocas es ms rpida que la vista fue su declaracin cuando


lade la cabeza con distincin agradable y esquivara a fina gracia todo
tipo de explicacionesY por ella me llaman Fermn Adagioextendi la
mano hacia el aguerrido participante.

Cuentan mis padres que soy Horaciomasaje su frente mediante un


reflejo de incordioYo prefiero no hablar de ello pero no siempre hay
opcin... y de existir lejos daran conmigo.

Entrambos hace el andar con los lastres que van arrastrndose a paso
exhausto, porque el cansancio no tiene edad... como tantos otros
desmanes. La vida misma, distribuyendo buenas y malas venturas entre
234

perfiles arbitrarios para equilibrar sus cuentas, si bien merece desfalcar


al jornalero jovial o financiar los sueos del que solo ronca. El da de
paga an la casualidad llega puntual.

El aula se haca ms libre de culpas cada minuto que los resignados se


escurran por el fregadero y sus hijos prdigos, emancipados por
sonrisas con derecho a todo sentir o proceder, partan y regresaban de
instrumentos al hombro, listos para reanudar la guerra abusando tras la
autoridad con el contrito a veces, en gesto respetuoso, dirigindo
sinceras felicitaciones.

Horacio negoci su boleto, segn lo dio a entender su carcter renegado


a la gentileza de Fermn antes de entreabrir puertas y convidarlo a
entrar en confesiones... o bien a degustar las suyas al calor que la
ansiedad exuda. Un ardor despedido tras aoranzas y no reprimendas
que a cohercin arrastran los cados a la fosa comn abierta en su
autoestima.

...Admirable a quien el hambre no conduce su mano al pan ajeno...

Atiende bien, compaerose expresaba Ilridas mediante su voz


rejuvenecida grandes hazaas s'han escrito sobre Horacios visionarios
y cabe que tus padres a dicha antologa esmeren vincularte.

Y esta, la ma Quin la narrar?levant la cabeza y cerr los ojos


tras un vaivn de manos al cogotede todos ellos exequias brinda la
memoria, a mi un desparpajo y vale que te vi...

Cuenta que no te da por malos clculos de sustraer si n'has sumado


la perspicacia tomo sorbo con las cristalinas y frescas consideraciones,
volviendo pronto a su escondite entre cada expresin ensombrecida por
la prxima. En tu amigo el reciente tambin has ganado un juglar y
cante, los das mediante, del esmero las grandes aventuras donde el
paladn sopes su honra ante l'amor que inspira su musa y de m las
adargas brocadas tras tu empinado galope... as al verso final no m'halle
reacio, pues no pesa un Fermn lo que vale un Horacio.

Con la edad se configuran sentimientos acorde al menester de su poca


y entonces los amantes a la antigua sobreviven de la misma amistad
para querer con indolencia. A Compaeros zumban metrallas sus odos y
convienen como hermanos de armas, forjando al novicio creciente
admiracin y al aventajado un instinto paternal emulado al
235

entendimiento fraternal. Fermn le estrech la mano, pero Ilridas en su


mutua ideologa y dual platonismo lo acogi bajo su custodia.

La aoranza crea oasis en los desiertos, alucinados por cuanta avidez se


cierne a cada paso hundido sobre la arena y ficciones de un caudal que
hidratan mentes anhelosas. Tormentas salinas nublando la vista que no
se usa y cubriendo huellas a calzado distinto, mientras en brazos
solidarios se suea el proscripto por la oscuridad en sus ojos un
firmamento de estrella tantas como sus deseos a pedir y del estante
desciendan a este ideal andante con las manos en los cielos y los pies
bebiendo tierra.

XX
La Soadora

Tensaba su nuboso mostacho aquel taimado claro de luna

Sudaba frio y palideca a nota venir duradera

Tan fiera la mano dulce calaba amante la fiel madera

Tan dulce claudica beldades como ninguna

Deleita la mano pronta y escalante

Que a sus finas cerdas planta con denuedo

Adustos corren y vienen de nuevo

En tamaa pieza asaz impresionante

Se apaa el cielo con cuanto cae


236

Mil estrellas de pie sobre sus pestaas

A la noche ya no hay cosas que parezcan extraas

Batiendo palmas luego que sus trinos trae

Hela aqu, por quien tamborilean los hmedos aplausos

Aquella hermosa matrona imberbe

Quin hace del tugurio remansos

Doncella virtuosa e incandescente

Una mujer a bellos retazos

Una diosa adolescente

Puja apasionado un idilio nocturno

Dando a luz a una quimera

A gatas anda paciente, mas ya pondera

Que pronto amanezca y ser su turno

Y tras su galope corre avieso quien le adora

Besa sus pies la huerta del pobre y el hidalgo

Con cuya mirada al cielo provoca letargo

Soando las horas en vela con la Soadora

Saetas caen traslucidas a millar contar, truenos gimen a nombre del


cielo mudo, pero nunca sordo, cuyos llantos segregan las horas y el
237

contoneo meldico se cierne atemporal y cuentan las malas lluvias cmo


osa los diez mortales blasfemar bellezas desde una que se planta al
firmamento sempiterno.

A imagen del creador ella es, de sus manos a las suyas va el arte y con
imperecedera belleza se hizo ejemplo. Una obra que a otras tantas
recrea sin nombrarse en los labios que tanto le vociferan intensamente.

Descabalado se sostiene el techo celeste con las costuras del nuevo da,
depauperada y lista para ir a la cama antes que su talentosa interprete,
all en la azotea especialmente ajustada a sus demandas personales:
Orqudeas de Albin debidamente cuidadas en recipientes cristalinos,
perforados con toques quirrgicos para el gil transito del agua fuente o
la llovizna al regar; una pequea rplica cvea y ambulacro donde
sentados los osados espectadores, Iriarte, el ms constante de ellos,
emplazaban loas a sus destrezas y otros aun ms temerarios al panten
exponen las suyas como entrems precocidos ante el plato fuerte.

Pan duro y huesos romos diera al comensal probar, pues msicos en una
mano cuenta y puede que sobre. A guisa de mantener su status, el
agraciado hotel que aloja artistas para el deleite de un pblico selecto,
sin desinflar la bolsa ya algo aludida cuando invirtiera en este pequeo
auditorio donde solo la entrpica musa hiciera honor a su sentido gasto,
an velado por las faltriqueras del hostelero.

A quin las partituras usted embelesa, mi estimada artista?


Pregunt Iriarte desde la primera filaLos muchos por su vara obedecen
y al lecho se hacen uno, sondole y que en viajes apacibles sean dos.
Lo que queda es de mi, gustoso de orle sin parpadear.

Y no canta las dichas el instrumento que nadie escucha? Su tonada


se hizo retrica y la interpretacin tomo un respiro para dignarse a
hablar. Si as da la hora, salve que te da el insomnio y esperas al sonar
de las campanas.

El primero en llegar, sea se aparej la camisa, a mucho honorNo


siempre el ltimo en salir mas hoy me toca y al ngel quien la vea
suplo su ronda de buen talante.

La hermosa violinista destempl el pizzicato con los dedos al filo de una


cuerda floja, donde cayeran de yemas a la escotadura y en su abismo
resonante elucidar huecas percusiones tras su dulce impactar. La furtiva
238

prerrogativa que rob al alba su melodioso cuento antes de ir a la cama


bajo zarcos mantones y la viva luz para dormir sin temor a la silenciosa
oscuridad apostada tras cada muro que ante el sol se levanta, le asalt
con nfulas de una duda que hasta el calendario no se decida y ahora
amenazaba armada de valor y una punzante curiosidad debidamente
envainada en su vergenza por si la usual indiferencia se opone.

Aun los guardianes celestiales tienen nombrereflexion, de ojos


entrecerrados mientras reposaba su cabeza en el regazo de la brisa
servil, jugueteando con sus cabellos a paga extra por semejante honor
Es vlido claudicar al aire y baje de tal clamor cualquier nube?

Para Usted, Seorita Nightingale, mejor sean estrellasSu adulacin


fue constantey puede fiarse de mis pupilas que el mismo Orin se
ajusta el cinturn cuando entonando la parla comienza a brillar.

Menuda estima te enceguece y aspiro no te prive del placer que en ti


respalda el saber contarSonri de labios tersos, rozagantes;
lentamente amoldados a sus concretas expresioneso cada chispa
encender hogueras para encandilarte la sana duda sobre el mismo oro
que simulan algunos al hablar y pronto, desmentidas sus lenguas
cobrizas, no alcanza la boca a pronunciar palabra con honor o siquiera
letra de cambio.

Iriarte se vio por descontado en el saldo que deja su acreditada fama. De


sus bolsillos no poda extraer mejor defensa, pues la vergenza es
inocente y no conoce cunto cuesta su silencio, mucho menos quien
espera pagar por l. A nada tema el intendente excepto una estampida
en tiempo de vacas gordas hacia pastos ms verdes, usualmente
resguardados al otro lado de la cerca. Pero la suya era asaz gigantesca,
sobre ella apuntaba con notoria sobrades y la excusa en el gatillo si
algn galgo atreviese a curiosear o sus propias ovejas a rebatir.

Conoca las consecuencias de ser financiado por egos tan profusos y con
palmadas a la lumbre ordenaran brillar sin lea que traer consigo. Lo
servil no quita lo galante si viste mejor el consejero las alhajas del rey y
entre sus decretos va inmiscuida su firma.

Servir implica la eleccin del diligente que no busca someterse sino


tomar por fuerza los favores cuando no existe un proceder emptico,
pero s la astucia para tener amigos.
239

Srvase de conocerme usted mejor, mi estimada doncellapeda


Iriarte respeto a su valiosa labor y descubrir las crnicas de sendos
momentos que a mis arcas bendicen sin echar mano al saco o trocarme
una compaa sincera.

Data la nuestra ahora que compartimos albores o tus pesada vista


ya no releva a este ngel irresponsable, delegando a un mortal a su
bendito merodeo?frot las cuerdas con terso tacto y rieron sonoras
para terciarle el sarcasmo.

Desde luego que noSe frot los ojos con disimuloNadie me fuerza
ms que el xtasi vibrante de sus finas cuerdas y mejor talento. En ello
somos una voz el maese Fermn y su servidor, siguiendo sus pasos an
mientras gatea.

Un nombre familiar sin ningn parentesco conmigoSe levantaba del


asiento amoldado similar a un trono, con amplio y recto espaldar para
quienes gozan excelente postura, Largos soportes a las patas traseras
cuan pilares cincelados como las torres de un lujoso castillo de cedro y
lino, construido segn su reina as lo deseara, filiado a toda tu
confianza y vecino por dems al que le brinde una noche en su regazo.
Eso me conmueve como se espere conmigo la misma indignacin,
porque el mundo goza carios de alquiler y sus mercenarios cordialidad
reparten cuando pronto lo esperas la sorpresa ms obvia.

Menuda diatriba sin encabezado, pero suficientemente autoreferencial


para gozar al menos una cuartilla en boca comn y a menudo la portada
entre los pensamientos de Iriarte. Apenas verla fluan columnas con
especulaciones positivas, buenas fuentes inspiradas en su pericia
concertista. La enalteca a grandes legajos, temindole pronto lejana y
famosa que sobre sus crnicas redacte el recuerdo por renglones en
blanco. Evidentemente buscaba una dedicatoria por cada pgina de
servicio, y en su destreza, musical y expresiva, vea la oportunidad de
firmar en retribucin a tan destacado futuro donde alguna carta jugase
para tomarle la mano y leer su prominente fortuna.

Nunca esboce usted mentira, seorita, ellas cuajan con la edad y el


itinerario de un mundo ms viejo que la misma genteAgradeci su
sinceridad, adaptado a los agudos usos que Eithne saba aprovechar
para pinchar sin causar dolor.La noche habla falacias de trabajar al
240

da siguiente, e ingenua es nuestra mente al crecer, pues sin creatividad


asiente tras bostezos.

Adelante, Buen Iriartele enseaba la puerta con un grcil gesto de


manosQue no hace falta ver pasar los abriles pasar para sentirse
cansado.y a los tuyos no pierdas trazo siguiendo los mos, o no tendr
veranos que compensarte.

Mediaba este debate de comparaciones, casi monlogo segn vena a


Iriarte las premisas que de inmediato condensaba en halagos, gracias a
su filtro narrativo hecho a medida por cada cliente y segn ciertos
estandares de calidad, no muy a sus reservas. Purg el cansancio del
rostro para dejar a sus labios reposar en esa benigna mano todava
armada con el arco por si la inspiracin atacase nuevamente y a
cuadradas las cuentas entre complacer y ser complacido, se despidi.

No existe la imparcialidad cuando todo es cuestin de mrito

A la curvatura de la luna, recortada de un mordisco voraz cuando la


hambrienta hora matutina saltaba y se esconda bajo el inmenso mar
nuboso que en su vaivn csmico se bata tras la luz y la oscuridad, se
refugiaba la aspirante a su propio reino, labrando el sonoro camino a
casa su verdadera naturaleza; sin abrigos porque el frio se va, sin
coronas pues vasallos no llegan a rendir tributo ni estrado, un butaco
que prob las texturas de grandeza y se hizo con poder para sostener
tan agraciada, pero bisoa, monarca desafiando la senectud hecha
admiracin a mayores imperios, a cuales solo los locos aspiran y los
cuerdos respiran aliviados sobre un turno no cedido en lo visible, con
el indic apuntado a quin los lleva antes de lanzarlos y rueden las caras
entre los valores nunca arrojados por cuenta propia.

Pero la soledad no viene solatrae consigo cuanto te hace sentir solo

Con la paloma en mano, dos figuras se rearmaron con los vestigios de


las mil en vuelo, dos hombres con aspecto joven, vestidos de franela
pastel y bufandas con grabados; pantalones de cuero y vinil que
reafirmaban la delgadez en sus piernas. En sus cabellos, flecados por las
malas, los productos capilares ganaban la campaa a la gravedad,
elegidos por voto unnime para imperar en sus estrafalarios peinados de
comba hacia delante, apenas entrevistos los ojos carmes y esas cejas
delineadas que causaban sensacin no precisamente positiva.
241

Sus zapatos de planta alta y punta estrecha crujan sobre la saliva que el
suelo abierto al manjar sonoro derram en mero asombro, a l seguan
el silencioso testigo secaba sus lgrimas de incontrolables y atronadoras
carcajadas iluminando el follaje y las plidas teces cuya insolente
particularidad mrbida desobedeca las fieras intenciones para todo
asechador nocturno.

Impactada, Eithne les vea llegar. Enfund rpidamente el instrumento,


permitindose el arco por si la situacin exiga tocar un rpido
crescendo sobre sus respingadas narices. No pronunci slaba a esta
escena muda, subtitulada quizs con los gestos retenidos en un rostro
impecable para no despertar pnico, ni la sorpresa que fue a parar al
lugar equivocado.

Oh, Mon Dieu, es la nia del conservatoriogimi desconcertado el


primero, con un ademn exageradsimo para cubrir los labios estirados y
las comisuras plegadas hacia dentro Me juraste que bamos tras un
apuesto doncel!

No s cmo ha sucedido, chery. Mi instinto nunca falla cuando se trata


de mancebos apuestosse disculpo el acompaante con finsimo tono
Tu bien lo sabes

Entonces explcame esto!?Fue instado por su aparente descuido,


al cabo que Eithne, algo confundida por la aparente sorpresa de quienes
a sorprender vena, bajo un tanto la guardiaO al seor Lombardini al
tris que volvamos al Chateau.

Claro, ahora eres intimo de Monsieur Lombardini! Y yo qu?


Qu hay de mis sentimientos!?Chisteaba agudamente el ofendido y
apartaba la mirada entre pucheros exagerados.

A los marineros de agua dulce les pescan sus propias redes o naufragan
al interior de un vaso con agua que el espectador bebe ligero para
apaciguar las carcajadas en lugar de buscar ayuda o Son las risas
suficiente socorro a tan vergonzoso predicamento?

La lbrega impresin pas pronto. A momento vivi el comn sobresalto


de ser pretendida por los tantos fieles de su toque habilidoso;
irnicamente, pese a conservar la entereza, senta cierta desazn dada
su busca como un total desacierto. Rea Eithne tras los exquisitos labios
discretos, armada dicha discusin de cables sueltos y chispazos
242

sobrecargados captando la atencin a quien nada al respecto quisiese


saber; no obstante, los prejuicios infundados bajo altivez autoritaria y
unilateral acusaban al par merodeador de traicin a su soberana, en
suelo apoderado, indisputable.

Ustedes dos Atiendan y su nombre blandan a m y puede que tome tal


irrupcin por causa leveAs ordenaba la agraciada violinista, pero el
orgullo no tiene estamento punitivo en sinvergenzas reincidentes.

Los acusados compartieron un entrecejo recriminador, una objecin que


la jueza de turno deneg con una mano firme en el arco y la otra cuan
soporte por su leve azote autoritario; golpecillos amenazantes pasados a
caso inconcluso cuando encontrados en un mismo sentir, apelaron a
declarar nuevamente en su propia contra.

Tus chantajes emocionales no te sacaran de sta, no seorNeg a


pie de extraa delicadezaComo si no te conociera y tu bien sabes lo
que hemos pasado juntos!

Eso te recomiendo yo, Benit, y mantengas fresca nuestra


experiencia, que bien vas con los otros y se te olvida no?Replicaba
con sonsonetes recelososUno de estos das pedirs recados mos y ni
sabrs a donde y con quien me fui.

Contengan su ignominia o bsquense un garito en sequa donde regar


tanto sollozoIntervino, cansada de ser ignoradaO que venga el
custodio prximo y lleve su pantomima a donde corresponde.

No medies en esto, muchachita porque!

Benit engull su desprecio apenas reparase en el magnfico vestido


abierto en V bajo los hombros, donde naca un bello listn negro que
bordeaba los pliegues sometidos a las demandas de su agraciado busto,
ciertamente laureado para su edad, donde aguardaba su cenit tras un
sendero de botones briosos, iluminando el firmamento curvilneo hasta
descender en combas los pincelazos telares desde sus caderas entre un
rayado blanquiazul enterizo mientras, de frente a la fastuosa doncella,
rasgbase el paraso en un largo escote, revelando los botines de belcro
y las altas mallas trepando por sus esbeltas piernas justo antes de
refrenarse el escote y dar rienda suelta a la imaginacin.
243

Desde su cuello penda rumbo a la cintura su larga bufanda purpura,


cuyas inscripciones doradas, basadas en estrellitas, ponis, cerditos y
garabatos, sumaban un valor agregado de inocente belleza que adverta
su crislida infantil, si bien la aguzada mente ya volaba como mariposa.

Uh lala, MademoiselleAbstrajo un suspiro que hua con parte de su


alma para pedir asilo a la muza digna de las mejores pasarelas, y ganar
la ciudadana entre sus finas costuras No es ese un Sunshine
Dreams, coleccin de Otoo? Por mis mallas satn, que son
absurdamente exclusivos!

Yo me prob uno cierta vezContest el reprendido compaero, casi


recortado del plano tan pronto el hallazgo cop todas las dimensiones
Cmo te envidio, muchacha!

Eithne capt cierta sevicia desde su posicin exnime y a guisa de no


contarse por blanco fcil se vio forzada a desplazarse a gatas tras sus
lneas expresivas, y dicientemente cargadas con mortal recelo, para
cambiar el objetivo actual o provocar la autodestruccin que muy a su
desconcierto ya planificaban desde un principio.

Me da que impera por demasa su situacin y no un simple vestidoLa


beldad violinista sugiere a su favor, echo el miedo a un lado del camino
a la espera por quien un aventn le brinde y llegue as a causar temor
Cmo mora tanta discordia bajo seres tanApart el rostro en
reflexiva astucia meditativa para no dejar huella a sus conclusiones
mordaces segn lo elementos a disponer desde un estante colmado de
jocosidad y aversin, una mezcla altamente inflamable si a palabras
sinceras pensase mezclarCompatibles?

Ya y por qu pasar un informe de nuestras vidas a una


desconocida? Benit se hace el difcil, si bien la indigencia afectiva
escurre de su rostro retocadoNuestra discusin no tiene que ver
contigo.

Me permito corregir y a usted rectificar Oscil ligeramente su dedo


ndice, sentada a placer en el acogedor estrado, de piernas cruzadas y
conviccin absoluta sobre la marcha que llevaba tal conversacin,
usualmente, sin excepcin presente, domeadas bajo su inmenso
carismaY de las cifras halle cuanto los conocidos no han logrado.
244

Los noctmbulos se miraron mutuamente. Eithne les una en un lazo


audaz y firmemente anudado; poderoso, que les cortaba la respiracin o
la soltura para despepitar su ardid de sugestiones; sedoso, Que la soga
al cuello reconfortase las areas obstruidas, con los suspiros de alivio
devueltos al moribundo remitente.

Su revs impactaba la sensibilidad incauta, y con plena autonoma


tomaba nota mental del resultado tan pronto los cobayos sufriesen los
efectos que conlleva imbuir una dosis de la sutil manipulacin, receta
patentada tras sus mejores rasgos y palabras amables.

Yo no s explicarlo con palabras. Los bellos no necesitamos devanar


el seso pensandoExplic Benit, sin la menor depuracin a su
autoestima.

Basta con intentarloSugera la damiselaSi la lengua no tiene


ritmo para seguir tus sentimientos, un poco de msica siempre viene
bien. Y aun los que guardan luto tras sus labios se hacen fiestas de gran
elocuencia.

Con dos toques precisos emergi el maestro sonoro del letargo, abierto
el atad y un aura mstica bordada en lino que desnudaba su palidez
las ansias por hincar las notas apasionadas al gemir tras cosquilleos
joviales como una risa oportuna, plenamente satisfecha.

Yo te guiar tu solo ve hacia la luz y cuenta tus pasosy seguidas a


su recomendacin, las consonancias meldicas modulaban el plano
auditivo mientras las formas y figuras onduladas mediante surcos
retrocesivos rasgaban las dimensiones tangibles armadas de melancola,
cmica por vestigios sueltos que en su irona por servir a posibles
asechadores, se brindaba solcito pero reticente.

El violn agudamente ambientado al apocamiento moral cal hondo en el


endeble flanco que Benit descuid dado el fuego amigo de su
compaero, una mirada suntuosa y delicada que rogaba a gritos
refuerzos y en su lugar convino por una sutil rival

En la mejores guerras mueren los ideales opuestos y las balas esperan


sentadas

Oh Danilo Benit se remita al ntimo acompaanteentiendo


que mi atractiva apariencia te intimide y temo que no siempre podamos
estar juntos porque soy un ser oscuro y peligroso, poco tolerante con tus
incompetencias perosu voz se desliz por las humedecidas losetas
que al caer sin medida gorjearon gemidos lastimerost sabes lo que
trato de decirte
245

No, la verdad no lo srespondi Danilo sin mrito al sarcasmo ni a la


inteligencia, un ttulo improductivo totalmente suyoEs que eres tan
misterioso y me pierdo en tus ojos bermelln. No lo puedo evitar

Un zumo batido con razones sin dulzor arrugaba el rostro blancuzco del
ambiguo neo burgus, quien apretaba los labios y comprima su seo en
descontento, tentado a escupir mil acritudes con toda pulpa o semillas
que no tomara la molestia de retirar los brumos en la lengua en llamas,
inmolada contra los labios prensados por un sonsonete represivo que la
delicada, y astuta, intrprete refrescaba los nimos para evitar un
incendio.

No, no, no, nole recomendaba y a ello emita rtmicos


chasquidos con la lenguaCanaliza esa ira en creatividad positiva; se
uno con la msica y el arte, plasma tus pensamientos bajo la sombra
potica; sobrios y elegantes; incoloros y radiantes

Vale, no me presionesAcomodndose el flequillo teido de


fluorescencias pastel con un soplido resignadoQue algo de ayuda no
me vendra malDirigi una mordaz insinuacin a Danilo, cuyas
terminales auditivas no alcanzaban los requerimientos para lenguajes
sarcsticos de programacin actitudinalMe sacas de quicio con tus
errores, como ahora a dar con esta renacuajaIndignada, Eithne
soslay por encima del agudo en advertencia y evidente asistencia a su
conversacin, mas fuera tan profesional su violn al mantener la sentida
meloda luego de aclararse sonoramente la garganta, pero la verdad
es que

Dimelo, Benit No te contengasSostuvo sus manos y las miradas


se encontraron en una explosin osmtica, pasional, hundida en sus
lagunas rojizas cual tesoro espera ser descubierto y emergido a la
superficie. nico dueo, muchas miradas y al final la misma perspectiva
que se dilata con el hallazgo todo el tiempo frente a sus ojosdmelo
todo de ti

Despert la pausa, abrindose paso por maniguas silenciosas donde la


naturaleza versaba monlogos desde la oscuridad y los insomnes
sintonizaban sus alusiones a la nada cuando el viento encantado
propuls su carrera solitaria rumbo a la civilizacin donde los
noctmbulos indecisos meditan al son del faunesco parloteo monoslabo.

Venga a los amantes homogneos su reino y hgase su voluntad en la


tierra, su nico y verdadero cielo

es que eres el caos que complementa mi vida. Cuando te vas, la


calma me enloquece; el xito me sabe a fracasoPenetrante fue su
confesin y corri el gemir a borbotones, la sangre traslucida del
sentimiento.
246

Oh, eso es lo ms bello que he escuchado jamsDanilo se rindi a


sus piesVen, aqu pimpollo Dame un abrazo!

A esta ternura ensortijada en extremidades conjuntas poticamente


incorruptible ante el tab que se desliza sobre la tabula rasa,
desbarajuste moral que a toda carne juzga contrayendo corazones
ptreos y huesos de papel blancos por igual, a extenso llegue tierra y
los hombres recorran.

Eithne valid su tesis mientras a su xito convenan los jueces en


abrazos que la exposicin supo propiciar entre los objetivos generales y
justificaciones a esta amenazante problemtica bien abordada y dirigida
hacia una muestra social desfavorecida ante su ingenio. Solo excelencias
le dieran por bien servida cuando se juntaban los cuerpos mezquinos e
intacto surgiera el suyo o eso tuvo en mente previo a revisiones para
los tpicos restantes, la ausencia del plan B.

Vaya experiencia ms catrtica no recuerdo sentirme tan vivo en


ninguna de nuestras terapias de parejaaceptaba convencido, asimismo
giraba la cabeza en torno a Eithne mediante un movimiento oscilador
ttricamente errtico que propici una anamorfosis como antesala al
agudo dilatar de los ojos encendidos en tono sanguinolento y los
pronunciados colmillos animalescos, curvados hacia delante cuan
peligroso marfil poseen los paquidermos en su respaldo preventivo
ahora a lo que vinimos!

A tan tremebundo milagro la doncella concertista cay postrada en


comunin al inmenso temor avivado en su espritu lejos de adorar al
creador. Diezm su sentido comn como ofrenda viva, mas la uncin
intelectual guiaba sus pasos para no caer en la tentacin de gritar y
sufrir el destino de los mrtires, inmortalizada en el temor comn de
aquellos luego encomendados por presagio a su maltrecho nombre, vivo
acaso en las escrituras sensacionalistas.

Pero Benitrefrenaba Danilo, impvido ante la transformacin


maliciosa que denotaba compartir de alguna forma u otra. Recuerda
que prometimos no tomarla aparte es una chicapronunci este
apelativo con reprimenda cantarina, pausada y enftica para ambas
slabas.

Monseur Lombardini se har un abrigo de nuestra piel si volvemos con


las manos vacas y No ves ese vestido!? Es suficiente compensacin
por traerme aqu en vano.

Bueno, si lo pones de ese modoDanilo se desinhibi en una rplica


transformista y se uni al concierto para apropiarse de lo ajeno
Hagmoslo!
247

Vena el primer zarpazo, las uas cuidadas con barnices rosa y satn
marcaban una colorida trayectoria parablica rasgando el fro y albo
escenario que dej la llovizna, montado entero an con el siguiente acto
que necesitaba su propio espacio y arremeta por entrar en calor. El arco
vol inmolado, herido de muerte a sacrificio por su bella maestra y una
noche desconsiderada que sin pretensin de avisar a la maana se
jactaba con el asalto, omisa y morbosa. La siguiente estocada seg las
clavijas del violn, gimiendo con dulzura para infundir valor y sosiego aun
en la tribulacin mayor y as repos en el regazo de su dulce amante
hasta perder toda consciencia como instrumento y morir cuan madera
rada, un alma que se pudre en el desvn, un juguete sometido a malos
tratos e insolencias infantiles.

Uno ms llegaba a intermediar por tanta sobrestima de la excusa ante


cada error, arguyndose la tercera es la vencida y a este paso no
hay quinto malo ni siete sin ocho. Eithne se deslizaba lentamente con
los talones para ayudarse contra esas garras imprecisas o lo bastante
cuidadosas para no rasgar el codiciado atuendo an bajo aparente
frenes y delicados rugidos felinos tras cada molinete embravecido. Por
el momento agradeca su incompetencia pero supo que su suerte
espiraba una vez apresaron su tobillo derecho y flanquearon sus
movimientos entorpecidos bajo la presa. Ahora la roma idea de gritar
cobraba filo, mas el pnico le emboz con ligas gruesas que se
ajustaban acorde a su acelerado ritmo cardiaco.

Ya sonaban trompetas, despedidas crnicas en su mente atribulada que


succionaba la toxina expandida por el cuerpo paralizado y a su esmero
la talentosa violinista reparta sopapos entre chapoteos desesperados,
aferrada a vivir con fuerza tal que rompiera la tencin superficial de los
rostros en marea alta y enfurecida. No obstante, flotaban ya inmersas
en este agresivo bamboleo sus energas prontas de sumergirse bajo la
maligna corriente que bregaba por deshojar su virtuosa anatoma
hasta la intervencin de los mismos hados csmicos conmovidos para
evitar semejante sacrilegio.

Fueros de sombras amasaron un pice del lbrego umbral tras la bveda


a menor escala, se desplazaban como fatuo celaje autnomo, avivado y
gaseoso. En su delicado planear descenda sobre las extremidades que
aquellos agresores empleaban a su mal obrar y, de momento, sacudan
presurosas para lidiar contra el aparente embrujo aspavientos
efectivos solo al instante cuando, calando cada articulacin importante,
resurgi moldeado a imagen humana sombra e inexpresiva, slida
pero intangible.

Eithne no atinaba a sentir alivio o mayor escalofro, pues ambas


nociones distaban con la diana y arrojar descripciones le inducira a
248

fallar un disparo casi acusativo, hiriendo sensibilidades adversas, pues


no exista por lo pronto indicio de hallarse a salvo.

Criaturas paganasrezongaba este ser sombro entre un compendio


de voces reverberadas y envolventes dotndole, producido el ttrico
efecto, con ubicuidad, pleno dominio sobre el derredor, vergenza de
su propio vstago polvo son y en polvo los convertir!

Pero que bicho ms atrevidoContest Benit, desafiante pero


pavoroso Y vienes aqu a interferir en nuestros asuntos? Nuestra
sociedad es poderosa, si eres quin nos ha perseguido y dado caza
entoncesDanilo le retuvo tras un rotundo gesto negativo que su
compaero supo precisar sin ms complementosvolvemos otro da y
bien puedes quedarte con todo el crdito por desmantelar esta
operacin tan, pero tan, importante Qu dices, sobrita bonita?

Benit hablaba ladeando la cabeza en reposo sobre la guillotina y corts


sera el verdugo al aceptar menudo presente. Toda retribucin a su
terrorfica trayectoria recompensada en bandeja de plata y ramillas de
laurel que emergan entre sus labios mientras hablaba sandeces para
asegurar el cepo a medida y la hoja letalmente apropiada al jugoso
cuello, previamente delineada el rea donde un corte quirrgico, rpido
y limpio segara su desdichada existencia.

La expectativa luce bien con algunas copas de ms mientras que la


realidad se ha bebido todo el bar para encontrarte atractivo. Una puede
rechazarte suavemente, la otra te arrastra por las malas

Procedi el humeante a encarar su primer objetivo; gir sobre los


talones en un ngulo de ciento ochenta grados de modo que, una vez
con las espaldas frente al blanco designado, se dio a la rauda empresa
para un leve salto vertical, aferr sus brazos alrededor de Benit y su
nuca atraa por impresionante peso que la masa sombra adquiri a
efectos de dicha maniobra junto con la extremidad presta como palanca,
mientras al descenso la frente prensada reposaba en el hombro
nebuloso hasta desvanecerse en el mismo instante que el crneo
colapsaba estrepitosamente contra el suelo y la sangre brotase
incontenible tras el crujido que acabara con su vida

Sacrebleu fue su epitafio todo cuanto qued tras una muerte


instantnea que Danilo vio pasar ralentizada y eterna ante sus ojos
desbordados tras un vrtice de dolor tempestivo, damnificando los
recuerdos ya sumergidos bajo la espesa laguna terracota subyacente en
los canalillos entre las losetas de mrmol y el tiempo que hua tras su
mala fortuna.

Vaya modo truculento de viajar rumbo al sueo perpetuo porque no


todo lo gratuito conviene.
249

De facto sufra la piel nocturna un brusco pinchazo y tras el leve


espirculo espacio-temporal escapaba la sobra fugitiva que se haca de
pes para correr y manos con cuales restringir a su nueva vctima,
anmicamente disminuida. Desde el imperio dorsal dominado mediante
la tctica sorpresa; los brumosos antebrazos extendieron la soberana
sobre el pecho de Danilo y desde all soltaron su pesada artillera,
catapultado el enclenque terruo humano a nuevas alturas cuan largas
las oscuras extremidades fueron para tirarle de regreso al trujal con
potencia y gravedad mediante un perfecto pliegue lumbar asistido en
posicin transversal gracias a precisos impulsos desde las extremidades
inferiores y la cabeza del aprehendido bajo sus poderosos bceps
negruzcos a fin para dejarse caer hacia atrs y aterrizarle con profusa
carga contra el barandal gua hacia el pequeo ambulacro, fruncido tras
semejante impacto.

Apenas digera el doloroso jarabe cuando reciba una segunda dosis a


expectorar su anatoma humanoide y convertirle en una flema
sangrante, expulsada contra las baldosas constipadas por el escupitajo
virulento de huesos rotos, secuelas que congestionaban sus vas
respiratorias para atafagar todo sosiego a temperatura ambiente,
ardiendo como el mismo infierno.

La barbarie deton el irresponsivo circuito nervioso de la angustiada


damisela cuya plvora fue retenida por los dedos fuliginosos hasta
implotar tras labios sellados segn, disparado todo canguelo interno,
emitiese ligeros suspiros medrosos y reprimidos. Miraba la hora el
tiempo mismo cuyas manecillas olvidaron rotar guardia cuando a sus
expensas figuraba la eternidad carpanta blandida sobre un instante
silencioso inmerso en ojos zarcos, delicuescentes; ajorados con los
eptetos abarrotados bajo claustro vocal.

No tema, mi sacra doncella Reconfortaba el Demiurgo vaporoso,


encallado su ndice sobre los puertos pulcros y delicados nunca ante
descubiertos por tacto incorpreoEl peligro ya ces...

Aun frente al proyector plantado en anexos vaco que el fugaz rodaje


emparch con los fluidos del elenco, cada violento desafuero a las
convenciones narrativas amparadas en dilogos inspiradores o
vendettas amparadas en argumentos propicios quedara tatuado en su
mirada crtica; conmovida la perspectiva identificada, por leves
momentos, con los sufridos papeles antagnicos que bien merecido
recibi ese reparto, si bien tan mala recepcin no hizo justicia, y desde
su director, cuyas declaraciones encontraba sumamente familiares.

Deje a estos desmanotados sufrir su destino y no sienta usted la


piedad que ellos no guardaran por ustedAgreg, adivinando sus
pensamientos. Empero soy diligente a este bello semblante opacado
250

tras tantas emociones y estropicios juntos. Srvase el debido puerperio


para reconciliarse con su cordura.

Desde su simiente particular, recurso renovable para cualquier


reticencia caracterstica que al sediento diese a beber orgullo y al
indigente ardites sobrevaluados segn la condicin del pobre, msero
trmite caritativo para ganarse el paraso tatuado en su piel por quien
solo brindase a s misma obediencia, la acrpolis y toda su juvenil
historia amurallada extinguase entre escombros tras un asalto sorpresa,
inimaginable que no precis ejercer dominio en aras de reescribir su
historia, pues la desazn perturbada de lo imperturbable fue suficiente
para caer de rodillas.

Cuanta naturalidad y abolengo distinguan al mercenario sin nombre


luego que sus actos describiesen la misteriosa identidad a modo muy
dismil; de ello conclua la intrprete que el peligro segua latente, si bien
agradeca su rescate y la voz de aliento, a quo ms clara y conocida. A
estos bruscos bailes jams asisti en vida y no vea siquiera como
improvisar los pasos para seguir su ritmo.

Pero cmo es que?Balbuce retazos interrogativos, acongojada


entre tantas circunstancias juntas acasoeres?

Su interlocutor asinti para deleite de las muchas dudas all acampadas


desde su arribo, creciendo paulatinamente con semejante gala difcil de
describir; mas pudiese l, basado en un instinto protector, simplificarlo
bajo este singular gesto humanolo que supona ataviarse tras el velo
sombro: Un hombre, Qu ms sino Un nombre? Varios murieron
minutos antes de preguntrselo recibiendo a cambio su feroz carta de
presentacin.

Si lo sabe no adolezca usted de fiarse en miLe tendi la mano para


invitarle a incorporarse. Le explicare cuanto desee por el camino

Vamos a algn lado en especial?acat sin ms remedio, pues


ninguna desventaja cubre objeciones para episodios de pavura crnica.

Donde el hampa huye, pero no se esconde: En busca de la verdad.

Y como clama la abada por los suyos llegada la hora

Batiendo la vula con gritos a garganta herida

cirnese laboriosa proeza del ser que reta a la realidad entelerida

Cuando en negras galeras se marcha junto a la Soadora


251

Glosario de Hechizos
(Primera Parte)

Itzal Erantsita (Unido con las permite al taumaturgo


sombras): Un campo mgico rejuvenecer tantos aos como lo
propio de los ilusionistas. desee, afectando sus patrones
Mediante este conjuro el emocionales y motrices segn la
lanzador disminuye la percepcin edad designada pero sin
y precisin de sus rivales o deteriorar su raciocinio.
cualquier ser vivo a discrecin,
Gako-hitz (Palabra Clave): Los
potenciando grandemente sus
Lanzadores de hechizos ms
habilidades, a cuales sumar
habilidosos pueden potenciar
efectos adicionales de acuerdo a
sus tcnicas mediante esta
su pericia.
proclamacin cuando su pico de
Puniment del leial (Castigo inspiracin es alto. Gracias a ello
del leal): Mediante este conjuro, el radio de efecto y la duracin
los Arcanistas del Orden de tal conjuro son mayores, del
reprenden las intenciones que mismo modo los costos en
porten sus enemigos a la hora de Deuterio-Energa.
combatir. Causa un dao
Reviure (Revivir): Este conjuro
constante ms cierta cantidad
puede afectar a las formas
que afecta al corazn desdeoso
corporales o las figuras etereas
y maligno. Dado su roco
unidas en un mismo ser. Tambien
prismtico, merma la motricidad
es posible dotar de vida a las
del afectado en valores que
nimas o huestes espirituales
aumentan dependiendo de la
asignadas con este a un estado
cantidad recibida hasta caer
tangible. Reanima los seres
inhabilitado por completo.
caidas en las peores
Gazteria (Juventud): Los desventuras, desprovistos de su
ilusionistas tienen la habilidad de vida misma o incluso cuanto no
modificar su apariencia ante los se ve, pero existe en la Deutero-
dems por breves instantes, pero Energa del lanzador.
solo los mejores saben
Crit ferotge (Grito Feroz): Su
mantenerlas permanentemente o
incidencia vara de acuerdo al
hasta cumplida ciertas metas
lanzador. El Arcanista de Orden
emocionales. Este hechizo
repele la asechanza del enemigo
252

y diversos tipos de ataques que Fuego: Un conjuro frontal pero


contrarrestan las energas poderoso de donde se colige
oponentes. Tras cada voz de gran incandescencia. Pese a ser
autoridad, la intensidad, dao y conocido como uno de los
fortificacin defensiva aumentan ataques ms sencillos, es capaz
con premura. de acabar con sus rivales de un
solo impacto; asimismo, el
Armiarma (Araa) Un conjuro
taumaturgo habilidoso sabe
inherente al arte de los
aprovechar su rpida
conjuradores. Los planos son
manifestacin para lanzar
expuestos a una sobre-excitacin
diversos del mismo contra un
que causa una brecha entre sus
solo objetivo.
dimensiones, de donde los
diestros taumaturgos pueden Ezkar erritmoa (Ritmo
elegir criaturas terriblemente rpido): Permite un
alteradas y con poderes desplazamiento fugaz hacia
inigualables. La aceptacin de cualquier direccin en cuya
tales aliados depende del poder fraccin de segundo el lanzador
que el conjurador retribuya a sus se hace uno con la fuerza etrea
servicios o la debida prctica de e invulnerable a la mayor parte
un pacto previamente de los ataques o hechizos. No
establecido entre ellos, con obstante, y debido a su
dichas proeza, un Mago/Brujo restriccin de diez segundos por
puede desdoblar su poder para lanzamiento, es pericia del
adquirir ventajas tcticas. conjurador medir el momento y
distancia precisa para no caer
Hirukoiztu Sufrimendua
expuesto.
(Sufrimiento Multiplicado):
Luego de influir negativamente Escuts sagrats (Escudos
en la psiquis del adversario, los Sagrados): Este conjuro
evocadores pueden maximizar el defensivo ha sido personalizado
dolor causado a la faccin por ciertos magos defensivos,
emocional mediante este cuya figura, uso y efectos varan
conjuro, del mismo modo que en la particularidad de cada
existen aquellos que causan un caso, as tambin el nombre que
efecto totalmente adverso. identifica a tal hechizo. El
Asimismo, el numero de criaturas conjurador se refugia entre
conjuradas aumenta y el impacto poderosas fuerzas defensivas
a la moral es mayor. prestas a contraatacar cada
embate oponente y, con tal
presteza, recuperar parte de las
253

energas invertidas al detener debido a la poderosa reprensin


cada ataque. retumbando en su
subconsciente.
Orratz Itzala (Aguja de
sombras): El filo ensombrecido Eruzin Ruzien (Erupcin
se incrusta en el alma de la naciente): Un conjuro de fuego
vctima, esparciendo su toxina extremadamente poderoso. No
soporfera hasta que esta cae es posible contrarrestarlo salvo
presa de una ilusin permanente. con cierto tipo de contenciones o
Su aplicabilidad requiere suma cargas elementales opuestas de
precisin, pues es ampliamente gran nivel. Cualquier cuerpo u
visible a los contendores ms elemento alcanzado por su radio
diestros, pero una vez de accin perece entre sus
impactados, an ellos brazas instantneamente.
sucumbirn en cuestin de Debido a su inmenso poder,
minutos. El lanzador puede suele propagarse lentamente.
remover la aguja en cualquier
Psikikoa Irudikapen
momentodifcilmente podr as
(Representacin mental/
el afectado.
reflejo psquico): Los
Refs de l'aunorat (Rechazo convocadores oscuros son
del Honrado): nico de los capaces de levantar criaturas
Arcanistas de Orden. Luego de animadas proporcionales a los
cargar sus defensas con los sentimientos del adversario. De
embates enemigos, el hechizo es esta forma el factor emocional
capaz de retribuir hasta tres juega un papel fundamental para
veces todo dao causado sobre el lanzador, por cual es preciso
las contenciones para as influir en el carcter del objetivo
despedir una poderosa rfaga de a replicar. Por lo general, y
castigo y justa reprensin. gracias al soporte Emozionala
Sua, causan una inmensa
Malum Vincere (Vencer el
presencia escnica que infunde
mal): El poderoso conjuro disipa
un terror inmediato y dobla las
todo estado infundido por
fuerzas del ser adjurado.
movimientos malignos o
influencias negativas; daa las Sentitzeko bi Aldeetako (Las
criaturas malignas en un amplio dos caras del
radio cuyo repliegue tambin sentimiento/Ambos lados
infunde pnico en todos los sienten): Ejerciendo la presin
objetivos cercanos o un psicolgica adecuada o eligiendo
inminente estado de locura un receptculo indeciso, el
254

evocador tiene la habilidad de del afectado, generando un


causar un reflujo entre esta fuerte colapso entre la psiquis y
conmocin interior e imprimirla la energa corporal tras causar
en sus criaturas a fe de procrear inmenso dao a las terminales
un sirviente impredecible y de nerviosas. Es una de las oscuras
gran poder. Con la confusin en representaciones elementales
el nimo enemigo, este es que los brujos e ilusionistas
incapaz de detener su avance y pueden generar para emular
el dao es duplicado. Unido a parcialmente el poder que
otros elementos similares, este ostentan las fuerzas naturales.
hechizo es absolutamente letal y
Emozionala Sua (Fuego
definitivo.
emocional): La incandescencia
(Revelar): Se usa del derredor envuelto en llamas
para descubrir lugares u objetos etreas aflora los sentimientos
ocultos a la vista; sus ms fuertes de los enemigos a
aplicaciones pueden varias favor del conjurador, de quienes
dependiendo de las se alimentan sus creaciones.
circunstancias y del lanzador. Gracias al campo mgico el
lanzador no necesita una
Zigilatu Psikikoa (Sello
distancia prudente para asestar
mental): El poderoso hechizo
sus ataques oscuros ni los
liga al oponente con un clase de
detrimentos a la moral rival. Las
sentimiento particular del cual no
habilidades exotricas adquieren
pueda desprenderse hasta
propiedades nicas que sofocan
cumplida cierta condicin o los
las contramedidas de sus
receptculos sean vencidos
vctimas.
mediante voluntad o fuerza
emocional. Su radio y duracin Ligui Esperital (Liga
se ven fuertemente afectados Espiritual): Un conjuro adicional
por Emozionala Sua y la de refuerzo para los Arcanistas
incapacidad del afectado para de Orden. Fortifica las defensas
luchar en contra del maleficio. ya sea generando mayor numero
Los mejores evocadores saben de muros espirituales o
cmo sacar provecho de tal maximizando sus propiedades.
habilidad para recrear temibles Una vez declarado el hechizo es
criaturas a su servicio. imposible disiparlo y cualquier
intento de ello puede regresar en
talka-uhina (Onda de
contra del ms incauto o
Choque): Este poderoso ataque
temerario taumaturgo.
neutraliza las funciones motrices
255

Jutjament Divin (Juicio o inspiracin sobrenatural. El


Divino): Cuando el arcanista de poder vara de acuerdo a cada
Orden evoca la justicia contra el lanzador o la energa a disipar.
impo, esta se manificiesta
transferentzia gorputza
mendiante la intencin de un
(Cuerpo de Transferencia): El
cruzado por mantener la paridad
lanzador puede elegir una
entre los vivos o los muertos. Su
criatura, persona u elemento
efecto es vertido mediante fases
tangible como objeto de
a modo de juicios que privan al
transferencia molecular para
afectado de su libertad fsica y
proyectarle a la distancia que
espiritual hasta un punto de
requiera precisa en diversas
restriccin absoluta. Entre ms
circunstancias. Es posible
malignos los designios del
realizarse consigo mismo, pero la
maligno sean, ms severas
visibilidad y mtrica se ven
recaeran dichas sentencias.
afectadas por la proporcin de la
Obtutuque Iustitiae (Mirada masa, en cuyo caso, ser mayor
de Justicia): Los cruzados o menor de acuerdo al poder del
bachilleres en las artes de la luz conjuro.
pueden emplear la potestad de
Ezkutatu (Ocultar): Su
sus ojos consagrados para
propsito es mantener en secreto
repeler las sombras y cierta
diversos elementos. Desde
cantidad de influencias malignas
prendas hasta edificaciones,
por un periodo de tiempo
puede ser firmemente
determinado. Los ms poderosos
contrarrestado mediante
son capaces de ejecutar a los
Revelar
rivales malignos con un
parpadeo. Agerian (Revelar): Ver

Xahutzen (Disipar): Un contra
conjuro que desvanece las
fuerzas creadas mediante magia
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