Primero Llegarás A Las Sirenas
Primero Llegarás A Las Sirenas
Primero Llegarás A Las Sirenas
Herclito de feso
antes que agotarse su estela mitolgica, el halo de fascinacin que mantienen en los
hombres las ha hecho eternizarse infinitamente como las aguas marinas de las que son
variante pisciforme, con su cola de pez mecindose en las olas y su tronco de mujer
una fuente del jardn principal, la Tlanchana, coronada de flores, se erige como un
recordatorio de una antigua divinidad lacustre mitad serpiente o pez y mitad mujer, (su cola
mantiene entre sus manos una caracola de la que brota agua, en otras representaciones tae
Colima, con el nombre de gentiles, son conocidas unas criaturas que el folclor se ha
reflejan la luz de la luna, pues su naturaleza es nocturna; estas criaturas emergen de las olas
cobijadas por la oscuridad en busca de sus presas: baistas que deambulan por la playa;
acuticos que viven en aguas tropicales, estuarios y ros. Dentro de los manates
(triququidos) se reconocen tres especies: amaznico, del Caribe y africano; los dugongos
(dugnguidos) habitan sobre todo en el ocano ndico y el mar Rojo. Aunque es muy
discutible que sea a partir de la realidad (entendida como entorno), como en este caso los
sirenios (que existen fsicamente), que el mito comience a tejerse, s resultan interesantes
los nombres con los que se refirieron las antiguas culturas a estos animales y que todava
con sus designaciones actuales infieren el mito de las sirenas. 1As podra continuar en una
cadena interminable de ejemplos que evocan a las tres hermanas desde los ms fijados en la
del mismo relato en diversos formatos, El pescador y su alma de Oscar Wilde, las muchas
referencias poticas en distintas lenguas, slo por mencionar la textualidad, hasta las
reescrituras del mito menos evidentes en muchsimos productos no slo culturales sino de
consumo cotidiano.
Las lneas anteriores me sirven solamente para dejar claro que nuestras vidas estn
realiz y bastante documentado Meri Lao en Las sirenas (1985); por ellono voy a abundar
en la relacin contempornea que tenemos con ellas, prefiero, en cambio, en este apartado
centrarme en el anlisis de las diferentes versiones del mito del que son protagonistas ya
1 Dugongo proviene de la palabra tagala dugong, que significa seora del mar.
Manat proviene del tano que hace referencia a las mamas de estos seres.
Generalmente los nombres con los que se les ha identificado apuestan por
referirse a ellos como mujeres del mar.
sea que se cubran con sus escamas y se impulsen con cola de pescado, muy relacionadas
con las serpientes, o que se envuelvancon plumas, hagan jirones la carne con sus garras y
las rode un aura funesta, y es que justamente es esto segundo lo que me interesa rescatar
Antes de ser erticas mujeres peces, seductoras de hombres, que muestran sin pena su
pecho desnudo a los navegantes, las sirenas eran temidas y respetadas. Mujeres pjaro en
calderos palestinos se presentan desde el siglo XI A.C. (Lao 21) y aunque realmente no se
puede saber si esos seres tenan las mismas funciones que posteriormente tienen las sirenas,
cultivarse varios relatos posteriores, ya que tan slo en las regiones que rodean al
Mediterrneo se constituyeron diversos mitos sobre mujeres que tenan alguna relacin con
las aves. La Esfinge, Nik, Progne, Filomena, las Erinias, etctera, son algunas personajes y
2 La Esfinge es un daimon maligno, su origen difiere de los autores, tiene rostro y busto de mujer, patas de
len, cuerpo de perro, cola de dragn y alas de ave, adems su boca siempre contiene veneno. Asesinaba por
asfixia a quien no adivinara sus acertijos, lo cual posiblemente provoc que su iconografa fuese utilizada
funerariamente. Nik, la diosa de la victoria en Roma, era una mujer alada, casi siempre representada de
pequeo tamao en las manos de otro dios como Zeus o Atenea. Progne esposa del rey Tereo, se enter que
ste le cort la lengua y torturaba a su hermana Filomena, como castigo, ambas, madre y ta descuartizaron a
Itis, hijo de Procne y Tereo y sobrino de Filomena, lo cocinaron y lo dieron a su padre como alimento, l
enfurecido las persigui, pero los dioses los transformaron a los tres, a l en abubilla, a Filomena en ruiseor
y a Procne en golondrina. Las Erinias son tres deidades femeninas con alas de murcilago, cabellos de
serpientes, y de sus ojos mana sangre, castigan los pecados de los hombres y estn asociadas al infierno.
El mito de las Sirenas slo puede ser construido a partir de diferentes versiones, ya
que la religin griega no era dogmtica y la oralidad y las tradiciones locales la nutran
incesantemente, por ello recurrir a algunas textualizaciones del mito que aparecen en siete
tejido mtico que tomar como base de este captulo. Comenzar con Hesodo 3, que en
Sirenas y las nombra como Telxope (Telsone), Molpe y Aglaofono (226) y les concede el
hbridas mujeres, como es un relato anterior a los otros que considero posiblemente es el
ms antiguo no revela los nombres de las hbridas divinas, antes bien las menciona como
Primero llegars a las Sirenas, las que hechizan a todos los hombres que se acercan
a ellas. Quien acerca su nave sin saberlo y escucha la voz de las Sirenas ya nunca se
ver rodeado de su esposa y tiernos hijos, llenos de alegra porque ha vuelto a casa;
antes bien, lo hechizan stas con su sonoro canto sentadas en un prado donde las
rodea un gran montn de huesos humanos putrefactos, cubiertos de piel seca (221)
Otro aspecto que diferencia el relato que conforma la Odisea,de estas canbales funestas, es
que precisa su nmero en dos: haz que te amarren de pies y manos, firme junto al mstil
3Hesodo fue un poeta griego que vivi en una fecha an no precisada, posiblemente en el siglo
VII, lo que se conoce acerca de l, es lo que aparentemente escribi de s mismo, lo cual abre la
posibilidad sobre la imprecisin de datos importantes que pudieran ser slo elementos inventados
por el poeta, y es autor de Los trabajos y los das.
5 Llamo Homero al autor que la tradicin ha dejado pervivir, sin entrar en la polmica de la
verdadera autora de la Odisea y la Ilada.
que sujeten a ste las amarras, para que escuches complacido la voz de las dos Sirenas
(221). Adems, se infiere que no es slo en la belleza del canto donde reside el poder
atrayente que conlleva un destino funesto, sino en el conocimiento que emerge de sus
Vamos, famoso Odiseo, gran honra de los aqueos, ven aqu y haz detener tu nave
para que puedas or nuestra voz. Que nadie ha pasado de largo con su negra nave sin
escuchar la dulce voz de nuestras bocas, sino que ha regresado despus de gozar con
ella y saber ms cosas. Pues sabemos todo cuanto los argivos y troyanos trajinaron
en la vasta Troya por voluntad de los dioses. Sabemos cuanto sucede sobre la tierra
fecunda (226)
beocia de Coronea, en la cual existi un gora que tena un altar a Hermes Epimelio,
Un poco ms abajo hay un santuario de Hera y una imagen antigua, obra del tebano
Pitodoro, que lleva sirenas en su mano, pues dicen que las hijas de Aqueloo fueron
convencidas por Hera para competir en el canto con las Musas; y dicen que, cuando
las Musas vencieron, arrancaron las alas de las sirenas y se hicieron coronas con
ellas (322).
Tres datos que no recupera Homeroquizs por ser un relato ms arcaico o porque al estar
ms vivo un mito, menos necesidad se tiene de profundizar en detalles ya que se dan por
Aqueloo, dios ro de suma importancia para el mundo griego el cual, en Las traquinias,
Sfocles lo hace enfrentar en forma de toro con Heracles y con ello no slo las hace tener
un origen divino sino tambin ligado al agua. El segundo es un concurso de canto que
departieron con las Musas y del cual no salieron victoriosas. Y el tercero, que es
determinante: son mujeres aladas, poseen plumas, lo que inmediatamente las relaciona con
Al igual que a Homero, a Apolodoro le rodea una aura enigmtica,la cual inicia por
obra, al parecer como propone Javier Arce (Biblioteca 13), esta confusin la debemos a San
Focio ya que este patriarca ley un texto, al parecer la Biblioteca de Apolodoro,del cual
hizo un resumenque no concuerda con el contenido del texto que me ocupa, puede haber
sido uno distinto y esta falta de claridad se ha extendido hasta el da de hoy;con todo, es
fundamental citarlo en este apartado; entonces prosigo con esta obra en la cual tambin se
concuerda con la tradicin mayoritaria de considerar a las sirenas hijas de un dios ro: de
Tala y Apolo nacieron los Coribantes; de Melpmene y Aqueloo, las Sirenas (46).
Cuandoel autor relata el viaje que hicieron los Argonautas acompaados de Orfeo dice que
cuando pasaron cerca de las Sirenasste retuvo a los Argonautas entonando un canto
relatado por Homero, lo que les resultar como un destino funesto como se expone en otro
Estas eran: Pisnoe, Aglope y Telxiepia, hijas de Aqueloo y Melpmene, una de las
musas. Una tocaba la lira, otra cantaba y la tercera tocaba la flauta, y as persuadan
a los navegantes a quedarse. Tenan forma de pjaros desde los muslos. Cuando
Odiseo navegaba cerca de ellas quiso escuchar su canto y, por consejo de Circe, tap
con cera los odos de sus compaeros y les orden que a l lo atasen al mstil.
Incitado a quedarse por las Sirenas peda que lo desatasen, pero ellos lo ataron ms y
as continu de viaje. Estaba predicho a las Sirenas que moriran cuando una nave
pasara de largo; por eso perecieron (244).
Por su parte, Cayo Julio Higinio ofrece en Fabulaun origen genealgico de estas divinas
(72), aunque cambia a Aglope por Molpe; as mismo,describe a la Harpas muy parecidas
a las sirenas las Harpas habitaban las islas Estrfades, que son llamadas Plotas, en el
mar Egeo. Se dice que tenan cabeza de ave, estaban dotadas de plumas y alas; y posean
brazos humanos, con grandes garras, patas de ave, pero pecho, vientre y muslos humanos
(96), aqu es posible atender entonces un poco el fsico primordial de las sirenas, similares a
otras deidades y daimones alados con los cuales comparten un evidente o sutil aspecto
funeral.
al cual tambin acude Apolodoro, recin revisado: el episodio de Butes que aparece
tambin en Las Argonuticas de Apolonio de Rodas, los cuales cruzan cerca de la isla de
las Sirenas pero Orfeo con su habilidad musical logra evitar que los navegantes flaqueen
anteel melodioso canto de las divinidades seductoras, peroButes, hijo de Teleonte, aunque
era atrado por los cantos y la citara de Orfeo, sucumbi no obstante al encanto de las
Sirenas, y se precipito al mar para nadar hacia ellas. Arrastrado por las olas, Venus lo puso a
salvo en Lilibeo. (98). De esta manera, este grupo de hombres es uno ms que logra
evadirlas, adems del de Odiseo, el cual tambin aparece registrado por el autor latino en la
forma siguiente:
hasta nuestros das, Higinio da una respuesta a el porqu de la doble metamorfosis de las
1. Las Sirenas, hijas del rio Aqueloo y de la musa Melpomene, errantes desde el
rapto de Proserpina, haban llegado a la tierra de Apolo. All, por no haber prestado
auxilio a Proserpina, fueron transformadas en aves por voluntad de Ceres.
2. Se les haba vaticinado que viviran tanto tiempo cuanto lograran que nadie que
las escuchara cantar pasara de largo. (231)
Ulises fue funesto para ellas pues, gracias a su astucia, paso navegando por delante
de los arrecifes en los que vivan, y ellas se precipitaron al mar.
3. A partir de ellas el lugar es llamado de las Sirenas, y se encuentra entre
Sicilia e Italia. (232)
como castigo (impiedad) y la segunda, aunque nefasta pues pierden ante los hombres, da
una pista del cambio fsico con el que se cobijan en la actualidad, ya que al ingresar al mar
y volverse ms acuticas, pudieron obtener la cola de pez, esto lo infiero slo como una
posibilidad.
En el caso de las sirenas, sin ir ms lejos, unos las asientan en el Cabo Peloriade
(actual estrecho de Mesina, Sicilia) y otros en las Sirenusas (hoy Sorrento, frente a
Capri), que distan de all ms de dos mil estadios; y afirman que son un escollo de
tres picos que separa los golfos de Cumas y de Posidonia. Pero ni dicho escollo es
de tres picos, ni apunta plenamente hacia lo alto, sino que desde los territorios de
Sirrento hacia el Estrecho de Capria sobresale una especie de recodo largo y
estrecho, que tiene tras una parte, en la ladera, el templo de las Sirenas y, por otra, a
lo largo del Golfo de Posidonia, tres islotes desiertos y pedregosos situados frente a
la costa, a los que llaman Sirenas; y en el propio estrecho est el Ateneo, con cuya
denominacin coincide tambin dicho recodo. (268)
libro quinto de Las Metamorfosis relata cmo Hades rapta a Persfone, hija de la gran diosa
de la fertilidad y los cereales Ceres. Afrodita, que desprecia la virginidad y a las doncellas,
no est dispuesta a permitir que Proserpina tambin siga el camino de Atenea, Artemisa,
Dafne, etctera, y le pide a Cupido que aseste una flecha al dios del inframundo para que se
labradores. Pero cuando sabe que su hija se encuentra en el inframundo le pide ayuda a
Zeus para que sea devuelta. La condicin para la libertad de la joven diosa es no haber
probado fruto infernal, pero Persfone consume siete granos de granada y el nico testigo
es Ascfalo, hijo del ro Aqueronte y la ninfa Orfne mismo que denunci el hecho que
consumida por la furia lo castiga; aqu es donde las Sirenas se revelan en el entramado
Inici desde el famoso rapto de Persfone, esposa de Hades y por consiguiente deidad del
inframundo para lograr percibir la relacin entre la fertilidad terrena y los territorios
infernales, pues justamente por ese hecho es que Proserpina se convierte en funeral figura y
al ser hija de Ceres se crea un vnculo entre ambos territorios. Las Sirenas son las
sepulcros, quizs por una evolucin de ser slo ninfas acuticas a psicopompos; esta
para analizar la rica tradicin grecolatina que se asienta en Guerra en el paraso tanto
porque el autor fue un preconizado clasicista, como por el hecho natural de que tanto l
como todos los hombres occidentales nos hemos nutrido durante siglos de la vasta tradicin
paraso.
En el Captulo I trac un esbozo de la situacin compleja que viva Mxico en las dcadas
de los aos sesenta y setenta; especficamente en el estado de Guerrero este procesofue por
supuesto una respuesta natural al ambiente internacional que logr permear las conciencias
de algunos grupos, que orillados por las lagunas de poder y la enorme desigualdad e
Estado, en la misma poca, son posteriormente sustancia nutricia de una gran cantidad de
Aceves fue esencia del primer captulo, si lo menciono de nuevo es para hacer nfasis de
que parto de que este conocimiento que el autor posea, es materia o evocacin en muchas
de sus obras. Podra decir que el efluvio de la literatura grecolatina penetra demanera
las culturas mediterrneas ya mencionadas, aunque claro est, no slo de stas, basta
mexicanas. Lo que quiero decir con esto es que no voy a justificar que slo porque existe
una influencia de la literatura griega o latina en Guerra en el paraso (a la que por cierto el
mismo autor la llama un producto helnico)es que puedo rastrear alguna sugerencia de
mitos, sino porque creo que siglos de tradicin occidental (griega, romana, a la que se suma
manera especial por su erudicin clsica desplegar en sus letras, no slo su preocupacin
por la situacin histrica ficcionalmente verbalizada, sino tambin el numendel que tanto l
como todos nosotros nos hemos nutrido: las tradiciones clsica y mesoamericanas.
Dice Meri Lao que las Sirenas esto est comprobado son las entidades femeninas
y aladas del mar que, seduciendo al hombre con un cntico sin igual, lo desvan de su
derrotero (21) y aade que es necesario ver a las Sirenas como un smbolo de tradicin
otros (21), quizs sea por esto que existe una vastsima cantidad de textos de la antigedad
donde stas erigen sus promontorios. En las pginas anteriores hice un recorrido somero
por algunos textos donde se hace explcita su presencia pero es necesario aqu hacer
hincapi que lo que pervive del mito son las unidades icnicas o mitologemas y los
smbolos reducidos a frases complejas o mitemas, por los cuales es posible hacer lo
despliegue de formas de contar lo mismo. Se puede reescribir el relato en dos frases como
se seguir trasladando sern las mismas unidades, claro que enriquecidas con la apropiacin
femeninas.
desde la ficcin un marco histrico y poltico complejo, reivindica una lucha o al menos
un conflicto continua contra la injusticia y la violencia ejercida por el Estado. Los bandos
Ovidio. Ya que la obra explcitamente por comentarios del propio autor, reivindica, al igual
que gran parte de su produccin, sobre todo la ensaystica, el pensamiento griego contenido
Las Sirenas han sido tratadas en multiplicidad de discursosy, aunque han llegado a nosotros
con sus senos turgentes, desnudos, cola de pez o serpiente, apresadas en cuerpos de agua
hombres que terminaron por simbolizar la peligrosidad femenina (sobre todo la relacionada
a la lujuria), como ya se revis en los autores clsicos, en su origen remoto no fueron as. Y,
aunque he enfatizado que la fijacin textual de un mito es nicamente una hebra de un tapiz
que no es posible conocer, sino slo puede ser supuesto, tambin debo aceptar que como
Debo entonces a partir de las voces de los grandes autores clsicos vislumbrar a las
Sirenas que percibo en Guerra en el paraso, lo que enuncio a continuacin. Puesto que el
nmero de Sirenas no queda claro en ningn autor yo tampoco baso en la cantidad de seres
posteriormente), aun cuando algunas fuentes no dan cuenta de su aspecto, otras como
los dioses las alas, como en Ovidio para buscar a su eterna compaera Persfone, diosa del
hijasus cuerpos troc en mujeres-ave para que la localizaran; lo que queda manifiesto es
otro aspecto que s se pervive en el mito: son hbridas de ave y sufrieron una mutacin (por
impiedad o piedad segn las versiones). Otro atributo que logr permanecer invariable en
se reconoce a Aqueloo como su padre, la madre es variable aunque son nietas de Ocano.
Como por su habitad que les reconoce el mito: el mar. Pero para los antiguos griegos donde
navegaban los barcos era Ocano, lo que inmediatamente las relaciona con una ltima
Los aspectos a los que he referido son justamente las secuencias mnimas en las que
puede ser contado un mito, entendidas esas secuencias como mitemas que no son otra cosa
compendio que puede contener, pero tambin convoca a la accin (del relatar mtico) ms
sustancia en el texto, al respecto dice Garca Pea que el mito es un relato de factura oral y
colectiva, puede hallarse oral o textualizado y, en esta ltima forma: explcito o sugerido
(44); en este sentido los mitologemas que voy a perseguir y que orientan mi lectura a pensar
en la evocacin mtica de las sirenas son: el viaje a travs de las aguas, la mujer-hbrida-
psicopompos y la embarcacin.
Guerra en el paraso est dividida en doce captulos, cada uno de los cuales lleva
como ttulo una fecha que puede abarcar un lapso de algunos meses, un mes solamente, o
febrero de 1972. El que la distribucin de la novela obedezca a fechas que recuerdan los
sucesos que la novela narra, los cuales a su vez, tienen sus paralelos en la historia de
nuestro pas, evoca adems de abordar una historia alternativa de los sucesos violentos en
Guerrero en la dcada de los 70 a la crnica, pero una crnica que queda inconclusa, como
lo revela la ausencia de punto de final en la novela y la muerte de Lucio Cabaas que lanza
un grito final que se reproduce como ecos que continan fluyendo. Tambin sugiere la
cronicidad del viaje, semejante al que hacen los miembros del Partido de los Pobres al
escapar del Ejrcito que busca anularlos. El desplazamiento se inicia desde la primera
Al amanecer, la camioneta verde olivo sali del campo militar, escoltada por dos
vehculos. Descendi por el Anillo Perifrico, en ese momento, oscurecido por la
neblina. Avanz con el Viaducto de la Piedad. En el interior miraban a travs de los
vidrios escarchados la imagen neblinosa de la ciudad. (7)
Arroyos, montes, sierra, la ciudad de Acapulco, Chilpancingo, son algunos espacios en los
que ocurren eventos de persecucin; pero adems de estos, tambin est presente una
traslacin distinta que se aleja del violento perseguir de los soldados, del Estado persecutor,
me refiero al viaje, especficamente el que ocurre a travs de las aguas, en este caso las
El agua y la isotopa de este lquido vital: sangre, lodo, lgrimas, lluvia, niebla,
importancia que adquiere el agua es La fuga, donde el mar que rodea a las carcelarias Islas
Maras tiene una funcin doble: por un lado es el muro que separa de la libertad a los
presos, pero por otro en los protagonistas es tambin el medio por el cual pueden escapar,
que es justo lo que sucede, ya que los dos protagonistas Mono Blanco y Ramn construyen
una barca que les permite llegar a la costa continental. El valor de las aguas se evidencia
Para m, el mar y los ros son lo ms seguro. El agua sabe dnde est su nivel. O sea,
el nivel del mundo. Yo creo que es el verdadero nivel precisamente de las cosas. A la
mejor por eso he sufrido tantas veces. En los ros o en el mar no hay elevaciones;
Estas aguas marinas no tienen un sentido funeral estricto pues no son conducidos Mono
Blanco y Ramn a un destino funesto, incluso podra sugerir que es un renacimiento, pues
al llegar a tierra y sortear mltiples obstculos logran obtener una segunda oportunidad
tanto ellos como individuos, como el movimiento ideolgico, del que Ramn es parte. Pero
s podra evocar la inversin del viaje, no el que navega las aguas fnebres hasta llegar al
inframundo, sino el que regresa de ellas, con el inherente conocimiento adquirido por la
experiencia.
personajes sobre las aguas, encuentro la sugerencia del mismo primero porque la voz
narrativa cuando presenta a los personajes agrupados, por ejemplo en alguna reunin con
lquido es agua (178) y todo lo que corre es agua (178), lo que me lleva a pensar no slo
en la fluidez acuosa de los personajes, sino en la sangre que est presente en casi toda la
obra como un componente isotpico que orienta a leer la liquidez del agua. En el mismo
bajo el ruido de las descargas de pistolas y ametralladoras (17). Estos eventos ocurren
cuando Lucio Cabaas convoca a la poblacin de Atoyac en la escuela Juan lvarez para
exponerles el porqu de su lucha, pero agentes judiciales dispararon con las personas que
asisten a escucharlo. Una mujer embarazada intenta defender a su esposo pero es asesinada:
Las palabras elegidas con las que la voz narrativa presenta a personajes agrupados
inevitablemente aluden a las propiedades liquidas que se reconocen al agua, en este caso al
vuelve fnebre, y permite pensar en el mitologema del viaje a travs de las aguas, porque
inframundo que tomaba lugar por muertos y vivos en los mitos de la cultura grecolatina.
La vida puede entenderse como una traslacin continua que inicia cuando a travs
en un cruce, una navegacin por las aguas que cubren a la matriz del mundo, a la que
volvemos, al morir. Quizs sea por esto que el nacimiento de los grandes hroes de la
antigedad clsica conlleve generalmente una prueba relacionada con el agua, Otto Rank
en El nacimiento del hroe hace un anlisis sobre esta relacin agua-nacimiento: Sargn,
Moiss, Karna, Edipo, por mencionar algunos, tienen en comn que fueron puestos en
cestas y colocados en algn cuerpo de agua, despus son rescatados y su devenir heroico
comienza a fraguarse.
como una partida que sucede generalmente navegando las aguas fnebres que recubren al
Hades. Paolo Xella en Arqueologa del infierno expone que el inframundo, tal como era
concebido por el mundo griego, sesituaba de muy diversos modos ms all del mundo que
poblaban los vivos. Ya en Homero, ste aparece ms all del Ocano, aqulla extensin de
agua que la cosmologa griega conceba, en la mayor parte de los casos, como un ro que
circundaba la tierra(226), por ello se entiende como una respuesta natural que el ingreso al
mundo inferior ocurra despus de cruzar una masa de agua como ocurre en la Odisea:
Ulises atendiendo los consejos de Circe tiene que navegar el Ocano, llega a sus confines
para ingresar al reino de los muertos; pero el mismo Hades posee una complicada red
hdrica, varios afluentes de Ocano son otros cuerpos de agua que los muertos deben
sortear. Sean los vivos quienes lleguen a las puertas del inframundo surcando el agua que
separa ambos planos: el de los vivos y el de los muertos; o se trate de las almas que por el
natural proceso de la muerte sean llevadas al inexorable destino, en ambos casos se trata de
un umbral acuoso. Estigia responde perfectamente para ltimo caso, Jean Pierre Vernan al
respecto dice que sus aguas representan esta boca original, donde el mundo organizado
hunde sus races, no slo mediante el kma que envuelve a los dioses perjuros o la muerte
que castiga a los vivos, sino tambin mediante el panorama del lugar por donde fluyen (La
muerte en los ojos 91), Estigia es un afluente del Ocano (que separa el mundo superior y el
inferior) que funciona como un cuerpo de agua que enlaza a la vida y la muerte pues por
los dos extremos, as como las Greas conjuran lo joven y lo viejo, las Gorgonas lo mortal y
lo inmortal(92). En este sentido tiene una ntima relacin con el rbol, el cual a su vez
ocupar el cuarto captulo de este trabajo, pero adelanto que es posible entenderlo tambin
como parte de la isotopa del agua y como un enlazadorde distintos planos (muerte-vida).
como los mltiples ros que aparecen en el proceso de persecucin por parte del Ejrcito
hacia los guerrilleros, as como los nombres de las comunidades que la narracin expone,
Rio Chiquito, Ro Santiago, Las Cataratas, Atoyac (que en Nhuatl significa agua que
funcionan como elementos isotpicos del agua. El tiempo tiene un trnsito paralelo con el
movimiento del vital lquido: avanzaba septiembre, lento como la inmensidad de las
lluvias y del ro (151), en este mismo fluir Lucio Cabaas reflexiona al encontrarse frente
a un ro, recuerda su infancia justo en el mismo lugar, e intenta reconocer algo que brotaba
en su vida hecho de nuevo. Era a veces un ruido lquido y gil, como la risa de su abuela.
Una risa de mujeres ancianas. Un sentimiento ancho y tranquilo en el que caban la gente,
los recuerdos, los aos que ya se haban vivido (151), el tiempo representado por la fecha
(septiembre) tiene el mismo sentido de inquebrantable trnsito que posee el de la
del ro contraria a la que se encuentra l, a los hombres que lo precedieron como un largo
rosario de difuntos, una larga letana de gritos, de nombres desesperados, de rboles que
volvan a crecer, a reverdecerse (152) y,como si se tratara de Ulises que, atendiendo las
instrucciones de Circe para poder abrir una entrada a Hades cuando llega al final de
Cabaas cavila sobre aqullos primeros guerrilleros, sobre la posibilidad de morir y parece
crear con la oportunidad que ofrecen los recuerdos la entrada a su propio inframundo,
Adems de evocar el pasaje de la Odisea, del encuentro con los hroes muertos, sugiere
tambin el trnsito sobre las aguas fnebres, que el personaje deber navegar alguna vez,
pues as como siente en el fluir de memoria, que del otro lado del ro, se encuentran sus
predecesores, que lo llaman, asimismo algn da desde ese misma ribera que separa el agua,
l tambin tendra despus que llamar a otros, que recordar a otros que desde la orilla
otro lado no es otra sino a travs de la muerte, la cual definitivamente es el inalterable final
que puede poseer casi cualquier cosa, no solo explcitamente en la verbalizacin del agua,
sino tambin como los recuerdos, las cualidades. Cuando los guerrilleros deciden tener un
momento de paz y conviven con algunos pobladores en Tecpan, el narrador deja saber que
en la tregua brotaba la dulzura como una sola corriente de una vasta poza, de muchos ros
encontrados (327).
Lucio Cabaas para acordar un encuentro con su sobrino, esto sucede en Chapultepec,
especficamente muy cerca de la fuente de Tlloc, al menos lo suficiente como para que se
pueda escuchar el rumor que genera, pues mientras se planea la entrevista las fuentes de
Tlloc seguan mandando sus aguas y su murmullo (179), ambos personajes se mueven
por el espacio, no permanecen inmviles, fluyen como el sonido acuoso, pues caminaban
ya entre los rboles, junto al rumor de las fuentes (179). La razn por la que traigo a
colacin este pasaje es sencilla: Carlos Montemayor, adems de su erudicin por la cultura
de las divinidades acuticas griegas, esto no genera un conflicto, pues para Montemayor
ambas tradiciones son eslabones de una cadena que origina lo que podra denominarse
tradicin mexicana. Pongo atencin a este espacio verbalizado en la novela, porque no creo
que fuera elegido al azar, por lo ya referido del autor, la fuente de Tlloc adems de la
connotacin simblica de la deidad del agua (lluvia y rayo, mas no de las que se encuentran
Pascual, por un lado que representa al grupo guerrillero, en desventaja, frgil: Te ves
muy jodido, Pascual. Qu te pasa? (178); por el otro Rubn Figueroa: gordo, con una
mirada intensa, con la boca sonriente y oscura, con los ojos rodeados por ojeras (178). La
fuente, el referente real, funciona, adems de un monumento que se erige para evidenciar la
modernidad, como un memorial, una placa en dicho recinto expresa: En memoria de los
trabajadores que cumpliendo con su deber, murieron en la construccin de las obras del
sistema del Lerma 1943-1951, irnicamente Tlloc es una de las deidades que participa en
la muerte, rige al Tlalocn, especie de paraso para los muertos por el agua. La fuente
cuerpo de agua, ya que toda la novela tiene una sugerencia constante de lo acuoso, el
Sinti otro golpe en la garganta. Era un dolor como la oscuridad que doblegaba las
rocas, que perforaba la luz, como el cristal que caa suave y brutalmente con el
reventar del agua cuando se estrellaba contra los peascos o cae precipitada, libre,
con toda su agua, hasta su propio cuerpo que al fondo vuelve a fluir en su cauce,
estrellndose sobre s misma, rompindose el agua con un estallido sin dolor, de
espuma arrojada un instante a la cspide del aire, de la luz. (377)
fatalmente lo conduce al umbral que lleva a la muerte, al mismo tiempo, permite que exhale
en su agona, sus ltimas palabras: gritando por hacerlo, gritando que falta mucho por
hacer, por hacer, por hacer, por hacer, con lo que finaliza la novela, sin un punto final,
evoca el viaje de los personajes mitolgicos grecolatinos. Ulises es el hroe que logra llegar
a los territorios de Hades en una embarcacin, sorteando en el camino a las Sirenas, pero
perdiendo seis hombres al ser arrebatados por Caribdis. Como ya expuse en la parte
primera de este apartado, el mito versionado por Homero es ms antiguo, y las otras
debe de perder de vista: un mito al pasar el tiempo, o al ser aprehendido por otra cultura
tejido, las cuales indudablemente deben de sanar, de llenarse, y lo hacen a partir de nuevos
mtico, sino que lo enriquece y lo transforma. Hice este pausa para exponer que los
conjugan los tres, la evocacin de dicho mito, con sus naturales divergencias y reescrituras,
pues no se debe olvidar que estn insertos en una novela de literatura mexicana.
las aguas fnebres, al punto de no existir sin l, la barca, la canoa, la cesta, e inclusive una
tumba, un sarcfago, funcionan como el vehculo que, en el viaje que ya haba expuesto
anteriormente y que comienza en el parto, lleva al ser, alma, personaje, a las profundidades
del Hades cuando termina el recorrido de la vida. El viaje al ms all emprendido por
empresa que no tiene viaje de vuelta; es decir, el mito odisiaco no se completa en el sentido
de la narracin homrica (aunque lo que importa para este trabajo es el pasaje en el que
participan las Sirenas), adems de que no se est presenciando una reescritura, sino una
reformulacin como ya observ antes, resultado de rehabilitar las fisuras que sufre el mito
al ser transmitido. El viaje a travs de las agua, es una partida sin retorno, el objetivo de
Como si se hubiera roto de pronto un frgil muro, o un cordel que la ataba, al llegar
al cementerio la muchedumbre se precipit destrozando sepulcros, ramas, arbustos.
El impulso incontrolable se esparci hasta las primeras lneas del cortejo. Los
cordones policiacos y de seguridad fueron rebasados por la multitud que se mova,
que se derramaba. [] Una fina lluva caa desde haca varios minutos. Los
paraguas, las gabardinas, estaban ya hmedos.
Colocaron el fretro junto a la cripta, bajo el templete de los oradores. Cuando
terminaba de hablar el segundo, la lluvia cay con fuerza, abundante. (160)
Nuevamente en el proceso final del trnsito por el arroyo de la existencia, el personaje que
he reflexionado en estos prrafos. Adems de Ulises que logr llegar al Hades al recorrer el
barco, una canoa, justamente porque puede entenderse el transcurso de la vida, como un
proceso anlogo a la navegacin, pero adems a la fluidez del agua que se encuentra en
movimiento, quizs porque el mar y las diferentes culturas humanas, muy visiblemente en
las culturas mediterrneas, ocenicas o lacustres como la nuestra, etctera, han estado
entorno acutico. Ese vehculo termina su curso cuando nuevamente la corriente regresa a
personaje. Este ejemplo y otro, que abordar a continuacin y que aparece en las primeras
pginas de la novela evocan el viaje de Ulises; sin embargo, se trata de personajes que
y el lder guerrillero del siguiente ejemplo, a los perseguidos. El que la fuerza femenina-
psicopompos de las aguas que arropan al muerto sea presentada en ambos casos, otorga
el mar de la muerte; pero dado que el agua puede representar los poderes de la vida y de la
muerte, del mismo modo puede separar o unir (11), pero adems distingue entre las aguas
profundas como el mar que relaciona con las inferiores, y que estn ligadas con la matriz
del mundo con la Gran Madre. Pero adems seala que los animales hbridos entre otros
seres, como monstruos o serpientes, representan los dos poderes del agua: dar o destruir
(12).
proceso del trnsito en las aguas, el vehculo puede tomar casi cualquier forma, en el
cristianismo la iglesia como institucin lleva a los hombres a travs de las aguas de la vida,
la virgen Mara porta la divinidad de Cristo, en la religin egipcia la nave de Isis es anloga
tumba, el sarcfago, en fin, todo objeto cuyo principio sea contener al viajero en su regreso
a la tierra, remite como lugar cerrado y como principio femenino (Cooper 179) a el
tero de la tierra y de la Madre Tierra; el cuerpo como prisin del alma (180).
Pero adems de una embarcacin se debe tomar en cuanto al viajero (alma, aves,
tumbas)
las Sirenas: atraccin y angustia por el mar que mata al hombre al tiempo que lo acuna
maternalmente. Analoga con la atraccin y angustia por el vientre femenino (257), meter
Adems de la bsqueda del mitologema del viaje a travs de las aguas que me
novela que me ocupa, vale la pena destacar la relacin que en La fuga existe del agua con
los reptiles, cuando se describe el encuentro con una serpiente se muestra esta
correspondencia:
esclarecedoramente por Flix Bez-Jorge en Las voces del agua, la amplitud que representa
como ya repas por los mitos clsicos de las que son protagonistas, desde la antigedad. La
placer (vida) y de destruccin (Baez-Jorge 146), sobran ejemplos en los que el reptil
reptante con una reescritura del mito de la sirena, de Luis Arturo Ramos con el cuento A
quien pueda interesarle, en el cual tres mujeres deambulan entre los restos de accidentes
colas de saurio que surga de sus cinturas (Del tiempo y otro lugares 89), poseen adems
en miradas de soledad. Es un mar de arena, con tres sirenas clsicas en una reescritura
debera haber una laguna, a pesar de la sorpresa inicial, decido recorrerlo, llega a una
carnicera donde compra carne, a veces se dice que lomo de cerdo; despus sale del pueblo,
y cuando quiere revisar su adquisicin descubre que lo que lleva son serpientes. En La
fuga iguanas y vboras forman parte del vnculo al que me he referido, quizs no tiene una
referencia directa con la Sirena pero s es vidente que responden a la misma naturaleza
mitologmica, adems ayudan a conformar la evocacin de un posible retorno de las aguas
fnebres (Hades-Crcel).
Traer a Colacin a Luis Arturo Ramos y adems la relacin entre los ofidios y las aguas,
sirenas de feliz baez
+++++++++++++++recorrer por la figura de la sirena con baez, lao, y las citas que saqu,
hacer mencin del mito explcito en luis Arturo ramos y su diferencia cn montemayor
Dejando claro eso, me resta pensar que la reformulacin de un mito tiene una funcin, al
Hades como lugar germinativo. La segunda como una deidad enteramente infernal.
Por ltimo establecer la relacin entre El Hades, Hades o infierno y Oceano, es decir
relacionar el rio- agua- muerte, entrada al infierno, para puntualizar a las sirenas como
musas infernales.
Las sirenas como hijas de Aqueloo, son nietas de Oeano y nietas de Zeus y Mnemsine
A veces Persfone es hija de Estigia, por lo tanto siempre del inframundo. Relacin con
En el anlisis justificar que los mitos estn vivos y siempre variantes por ello adquiere
nuevo significado
Homero
Pag. 35 de la fuga
Para m, el mar y los ros son lo ms seguro. El agua sabe dnde est su nivel. O sea, el
nivel del mundo. Yo creo que es el verdadero nivel precisamente de las cosas. A la mejor
por eso he sufrido tantas veces. En los ros o en el mar no hay elevaciones; son un cuerpo
extendido y maleable, pero poderoso y a veces indomable. 39 esto lo dice Mono Blanco y
el otro personaje es Ramn
Citas importantes de la odisea
La multitud se contrara, se agitaba como un oleaje, sin salir, sin derramarse. El hombre
cay al suelo, con la camisa rota y ensangrentada. Uno de los agentes intent pasar por
encima de l, pero el hombre tena ya elevado su brazo, detenido en lo alto, como si se
aferrara al cinturn del agente. Resbal sangre por el brazo, por el suelo. Vieron una masa
de sangre y excremento en la ropa del agente que empez a convulsionarse, a caer, a querer
detener con sus manaos el dolor, gritando, mirndose el vientre donde en vano quera
metrsela sangre, guardrsela, detenerla p. 16
Logr la multitud hacer un espacio alrededor del cuerpo. El hombre trataba de levantarse
del suelo, sujetando an la navaja. El otro agente se volvi a descargar su M-1 sobre l. Los
impactos hicieron saltar pedazos de tierra, de ropa; se abri el trax bajo la rfaga cerrada,
borboteando sangre; sobre los despojos desmenuzados sigui cayendo la descarga
completa. El hombre era ya irreconocible, un montn de trapo, huesos, sangre todava
brotando, dientes destrozados que no perdan su blancura. P 17
Cuidado profesor! alcanz a or Lucio en medio de la ondulante multitud que gritaba
desordenada bajo el ruido de las descargas de pistolas y ametralladoras. 17
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