El Concepto de Protoinfancia
El Concepto de Protoinfancia
El Concepto de Protoinfancia
Cmo puede ese nio nombrado El de la Parlisis Cerebral, trasponer el ser ese padecimiento a slo tenerlo
apariencia.
Por qu decir que el cuerpo se construye?...Cmo se anuda la construccin del cuerpo con la constitucin
subjetiva?...Qu ocurre cundo un nio que presenta un cuerpo daado, no logra adecuarse a la imagen
3. Para construirse un cuerpo y advenir un sujeto se hace necesario un Otro que a travs del lenguaje le
presente el cuerpo al nio.
Pretendemos, desde la disciplina de la psicomotricidad y el psicoanlisis, lograr una articulacin entre lo que
psicomotricidad, la cual es comprendida por l desde una lectura psicoanaltica, lo que le ha permitido
profundizar sobre el desarrollo psicomotor del nio, desde una perspectiva estructural. Es decir, en la
dialctica del deseo que se enuncia desde el campo del Otro, buscando centralizar su atencin en el sujeto
Para este autor, La psicomotricidad es una articulacin, a partir de un orden simblico (el lenguaje) que
posibilita tomar el cuerpo, los gestos, el movimiento, el tono, el espacio, las posturas, los objetos y el tiempo
como el decir corporal de un sujeto; decir que se mira y se dice(). De este modo, la psicomotricidad se
aleja, por un lado, del discurso que toma al cuerpo como objeto en y por s mismo, el cuerpo como cosa; y
por otro lado se aleja de la teraputica del juego corporal por el juego corporal mismo, para constituirse,
entonces, en la clnica que se ocupa de las perturbaciones psicomotoras del sujeto.[2]
El devenir de un sujeto tiene su origen antes de que el nio nazca; para los padres, antes del parto, el nio es
ya una hiptesis, una promesa y un proyecto. El hijo no nacido an, soporta ya el ideal de sus padres,
inventandocreando, un hijo de acuerdo con ese ideal, anudndolo al deseo. Posibilitando tambin, una
An cundo no haya nacido biolgicamente, hay ya un cuerpo orgnicamente formado, sexuado, pero a la
vez, entrecruzado por palabras y smbolos, que nombran e interpelan un sujeto y, no exclusivamente a sus
rganos.
Antecedido de expectativas, el nio al nacer, es tan solo un organismo vivo que produce tono, movimientos
reflejos, miradas, sonrisas reflejas, prensin, sonido, posturas, coordinaciones, etc. que requiere de Otro que a
travs del lenguaje posibilite junto con dichas producciones, lograr un cuerpo subjetivado, anudando el
En una primera fase, la del cuerpo tnico, las primeras emociones se manifiestan por el tono muscular; ste se
integra en la estructura de movimientos reflejos, los cuales son siempre particulares, singulares y propios de
Al nacer, el cuerpo esta fragmentado, la unificacin proviene del Otro, dndole significacin.[3]
Es a partir del Otro que el tono muscular toma sentido al erotizar su cuerpo tornndose un recorrido del
Para que la funcin motriz se instaure en el registro del placer deber inscribirse una marca simblica que la
anude con la estructura, es decir, con la dialctica del deseo. Es necesario ser deseado para poder investir el
simblico que permita que el bebe se constituya en tanto sujeto. Es as como el nio podr habitar, apropiarse
Al interrogar la madre al bebe acerca de qu le pasa. Creando un dilogo que ella establece, suponiendo un
interlocutor: el nio. A quin le adjudica un saber y ella le pregunta. ste le responde a travs de reflejos
(motricidad), y ella le da sentido humanizndolo al articularlo al universo del lenguaje y, re- inventndose
mutuamente.
La madre funciona como espejo, reconocindose a la vez en el nio y prestndole su cuerpo para que l
pueda igualmente reconocerse a travs de ella, funcionando como un doble espejo y constituyndose una
imagen que otorga unidad al beb. Doble espejo que a su vez, tambin a la madre le devuelve ahora una
nueva imagen: ser la madre de ese bebe que la imita en sus movimientos, que la re-conoce, que la mira, le
sonre y la llama.
Es a partir de la imagen de la madre en tanto espejo, que el nio alcanza la unificacin de su imagen. La
imagen del cuerpo est del lado del deseo.[4]
El tono vehiculiza la primera modalidad de ser en su cuerpo y de ser en el Otro (dilogo tnico). Y a propsito,
Esteban Levin seala: No hay sujeto sin cuerpo y sin Otro, enlazados y anudados por la dimensin de la falta
de objeto, que no es otra cosa que la puesta en acto del deseo del Otro en el cuerpo.[5]
A medida que el bebe va integrando su imagen, los movimientos se alejan cada vez mas del carcter reflejo y,
comienzan a aparecer en tanto autnticos encuentros de miradas y dilogos pre-verbales que permiten el
El anudamiento del lenguaje en el cuerpo supone inscripciones simblicas que hacen de la funcin motriz un
instrumento del sujeto con el cual podr desear hacer, desear moverse.
El movimiento se desenvuelve desde el estatismo a una progresiva conquista de lo dinmico, del recibir al
tomar a travs de la prensin voluntaria y el desarrollo postural que accede de lo horizontal a lo vertical
Sus movimientos cobran sentido a partir de las palabras del Otro, evolucionando de lo reflejo a lo social. Entre
Progresivamente el nio va adquiriendo apoyar menos su cuerpo en el otro lo cual supone una vivencia de
unidad corporal y un acceso del nio a la representacin, colocndole en la fase llamada Cognitiva. Misma en
razonamiento y deduccin. Que le permita preguntarse sobre lo que quiere y sobre el camino para
De las experiencias emocionales resulta una imagen inconsciente ligada a su historia, en donde el cuerpo
pasa a ser un significante, regido e incluido en lo simblico, logrndose un giro que inici del cuerpo de la
necesidad, al sujeto que desea a travs de su cuerpo. Hablamos ya, de un cuerpo subjetivado.
El cuerpo es mediador entre el sujeto y el mundo, donde nuestras experiencias de la realidad dependen de la
Vemos as, la importancia del papel que desde antes del nacimiento juega el deseo de los padres, quienes
van preparando el camino para el advenimiento de un sujeto, anudndolo posteriormente a travs de las
Sin embargo, entre el deseo anticipado de los padres y el recin nacido hay un desacople, una diferencia.
nombre, llega a convertirse en un hijo annimo, sin filiacin con los padres, pero s en un hijo del sndrome.
De ser fijado al diagnstico, el nio quedar anclado, a la misma posicin siempre: la del cuerpo-rgano
discapacitndolo ms all de los limites del cuerpo. El cuerporgano fallido permanece en muchos casos, en
lo real, sin poder simbolizarse, sin poder constituirse en tanto cuerpo ergeno.
Desde esta fijacin el nio soporta el espejo mortal de la organicidad en el cuerpo, que determinar su hacer,
su existir e incluso la existencia de los dems. El diagnstico implica un plan de vida que le condena, le anula
como sujeto y lo convierte en una sola posibilidad: ser, parecer y padecer la discapacidad. [7]
Atrapado en esta rigidez, el nio queda con la potencialidad adormecida de poder simbolizar una imagen de
su cuerpo, necesaria para acceder a un cuerpo simblico que le permita pasar del cuerpo de la necesidad, a
convertirse en sujeto deseante. Nos surge preguntarnosser que la imagen cuerpo queda congelada en la
En ese encuentro-desencuentro entre ese cuerpo con defectos y la confrontacin con las imgenes
idealizadas de los padres, sern con las que el nio deber transitar para conformar su propio universo
imaginario sobre el cual construir un cuerpo ergeno y su subjetividad. La falla en lo orgnico implicar de los
padres y luego del nio, el hacer un duelo por el cuerpo imaginado perdido.
Esta presencia del rgano lesionado en lo real, que presentifica su cuerpo sin anudamiento significante,
dificulta y entorpece, cuando no anula, la constitucin subjetiva. De este modo, comprobamos que si la
problemtica orgnica no se simboliza, se corre el riesgo de crear una imagen fija e inamovible que podramos
denominar como imagen corporal en lo real, o una imagen rgano no especularizable.[8]
Por el contrario, cundo hablamos de que un cuerpo se ha subjetivado, y si por alguna complicacin orgnica
neuromotriz, el desarrollo psicomotor se viera comprometido, podra pensarse que el nio accedera a una
imagen y esquema corporal, aunque fallara en su ejecucin. l podra desear mover su cuerpo y no poder
hacerlo, quedando confrontado con su propio lmite, el lmite que le impone el cuerpo mismo, y sin embargo,
no ser el mismo lmite que impone la imagen y la palabra. Lo estructural y el desarrollo no son lo mismo
Lo madurativo se mantiene simplemente como lmite, pero no cmo causa, refiere Alfredo Jerusalinsky[9]
Catalina es una chica de 13 aos que asiste a tratamiento psicoteraputico desde hace 4 aos. Inicialmente
fue derivada al servicio de Psicologa clnica en la institucin en la que reciba diferentes rehabilitaciones dado
su padecimiento. Catalina presenta un sndrome metablico degenerativo, mismo que le fue diagnosticado
cuando tena 4 aos. Hasta ese momento, Catalina presentaba un desarrollo somtico y psicomotor
correspondiente con su edad. Los padres refieren que era una bebe sana y sonriente. Nada de su desarrollo
les haca parecer que algo del orden de lo orgnico estuviera presente. Catalina fue una nia que no present
problema alguno en su desarrollo psicomotor: su lenguaje se present antes de los 3 aos; las diferentes
habilidades sensorio-motrices, del lenguaje y cognitivas hacan parecer un desarrollo sano. Alrededor de los
cuatro aos, los padres y el mdico tratante observaron una detencin generalizada de su desarrollo: Catalina
general. Se le practicaron un sin nmero de estudios hasta finalmente dar con el dx: se trataba de un
sndrome metablico degenerativo y comenzaba a mostrar sus efectos. Lo ms evidente para Catalina y sus
padres, fue la prdida de la marcha, as como la fuerza, el tono muscular y sus movimientos en todos sus
miembros. La masa muscular se fue perdiendo, lo que impeda al msculo desarrollarse. Poco a poco fue
dejando de realizar todas aquellas actividades psicomotoras propias de una nia de esa edad. Se le
practicaron varias cirugas ortopdicas con el fin de evitar la prdida de la marcha; se utilizaron aparatos
ortopdicos con el mismo fin, y diversas rehabilitaciones fsicas indicadas por los mdicos. Sin embargo, a los
padres desde el momento en que el dx les fue dado, se les refiri que se trataba de un padecimiento
degenerativo y sin cura alguna. Que las terapias sugeridas slo seran con el fin de conseguir un
mantenimiento fsico y que no perdiera ms funciones. Y, buscar desarrollar lo que no estaba comprometido:
su potencial intelectual. El cual, dado las caractersticas del sndrome; ste ataca fundamentalmente funciones
Catalina estuvo expuesta por varios aos a diferentes cirugas y tratamientos ortopdicos sin poder evitar de
manera significativa el desarrollo deteriorante del padecimiento. Aprendi a leer; la escritura la consigui con
grandes dificultades, dada la enorme limitacin en el movimiento. Su aprendizaje y su insercin escolar han
sido exitosas, con ayuda de las diferentes terapias rehabilitatorias que ha recibido, as como toda una serie
de adecuaciones curriculares que le han facilitado el aprendizaje. Fue integrada a un jardn de nios regulares,
Catalina fue referida al servicio, posteriormente de habrsele practicado la ltima ciruga ortopdica, la cual no
tuvo xito. Los padres al presentarse a la entrevista clnica mostraban, -principalmente la madre-, una franca
angustia, de ver la gran tristeza que abata a Catalina, quin pareca da a da perder el movimiento que hasta
ese momento no haba estado comprometido: su sonrisa. As como su entusiasmo para salir adelante y
continuar con las terapias de mantenimiento (trmino empleado en rehabilitacin fsica). Se arrancaba las
uas de raz y de un da a otro, dej de hablar, pero especialmente a la madre. Catalina presentaba un cuadro
depresivo importante y ameritaba una intervencin. Tanto as como la contencin y el trabajo con los padres,
quines a su vez, vctimas de la tristeza y la desilusin ante tanto intento fallido por ayudar a Catalina a
recuperar-se, ellos tambin estaban a punto de no seguir ms. Sentan que ya no podan dar un paso
ms. Era mucha la frustracin a la que haban estado expuestos al paso del tiempo y, contados los logros.
El tratamiento psicoteraputico fue y sigue siendo de vital importancia para Catalina y sus padres. Ha jugado
un papel importante a lo largo de los diferentes pocas y retos que se le (s) han presentado. Durante el
proceso ha sido de suma importancia trabajar con ellos pero sobre todo con Catalina, alrededor de todo lo que
para ellos al paso del tiempo ha significado encararse con el padecimiento que presenta, el cual da a da, se
expresa de manera severa. Re-encontrarse los padres en su relacin con esa hija en un cuerpo que
desconocan con todo cunto ellos, antes del dx, haban fantaseado, idealizado e incluso desarrollado en
Catalina. Hacer el duelo por el cuerpo sano que un da Catalina tuvo y perdi; por todas aquellas actividades y
funciones que ella tena y no tiene ms; actividades que evoca y puede describir con facilidad. Recuerdos
junto con sus padres y su terapeuta, el que, a pesar de su padecimiento, presentaba s, grandes
potencialidades a desarrollar. Una de ellas, el lenguaje. Catalina a la fecha, es una gran oradora y gusta de
escribir discursos sobre los nios con Capacidades Diferentes y la importancia de ser aceptados e integrados
socialmente. Es una buena alumna acadmicamente, socialmente aceptada y entusiasta para continuar con
su rehabilitacin. Hoy sabe que no volver a tener aquel cuerpo que tuvo, pero que eso no le impide realizar
muchas otras actividades que tambin desea. Por ejemplo: en su graduacin de la primaria, particip en el
baile, sentada en su silla de ruedas. Y fue la encargada de crear y leer el discurso de despedida,
representando a su generacin.
Situacin que permite inferir la importancia de los primeros aos de Catalina, en particular la relacin
temprana con la madre, la cual seguramente estuvo baada por un ro de significantes a esa pequea bebe
sobre la que los padres depositaron expectativas, sueos e ilusiones. Un cuerpo-rgano sobre el que fueron
construyendo gestos y deseos, a partir de esos primeros movimientos reflejos que parecan responder a esas
primeras preguntas de los padres, favoreciendo una construccin de un cuerpo ergeno, para ser habitado por
Las inscripciones que los padres de Catalina realizaron en ella a travs del lenguaje, han servido para
adaptarse a su entorno, pudiendo decirse que la cultura ha quedado definitivamente escrita en su cuerpo.
Actualmente Catalina se encuentra ante una nueva aventura, un nuevo reto: la adolescencia, edad en que la
sexualidad es vivida en forma manifiesta; esta chica de 13 aos enfrenta un nuevo reto: hacer un duelo por la
imagen inconsciente del cuerpo infantil que le posibilite vivir la creacin de una nueva imagen acorde a su
edad.
En esta tarea entra en juego tanto su propia subjetividad como el vaco simblico de una cultura que no le
Al nacer, la cultura nos acoge y nos vuelve personas promoviendo las potencialidades que valora
significativamente y decidiendo que tipo de individuo humano necesita o desea articulando el orden de lo
biolgico con lo psquico.
El cuerpo de Catalina confronta esta promocin del ideal por la excepcin de su forma, ante la cual se ha
erigido una red institucional, que estructurada entre la medicina y la justicia, seala, clasifica e interviene a
travs de una disciplina cultural que implica la domesticacin del cuerpo, del comportamiento y de las
aptitudes bajo la justificacin social y moral de una supuesta defensa de la sociedad y sus ideales culturales.
(Foucault, M.[10])
El cuerpo de Catalina y su sexualidad combinan lo imposible y lo prohibido de aquello que la cultura busca
aos, un cuerpo asimtrico en lo que se refiere al trax y miembros superiores en relacin a su cabeza, que
corresponde con su edad cronolgica , sin marcha, con grandes dificultades en tono y fuerza muscular; con un
desarrollo intelectual adecuado; con un desempeo acadmico y social bueno; una linda sonrisa, una charla
agradable y simptica, un arreglo personal que cuida, pero tambin con mucha incertidumbre hacia donde
Es a partir de la imagen del cuerpo que un nio y en este caso, esta nia-joven, que podr armar, jugar y
La imagen corporal es la presentacin imaginaria y simblica del cuerpo, siendo justamente lo que le
de dicha imagen. Por lo tanto, no hay duda de que sin imagen (presentacin) no se constituye el esquema (re-
presentacin).
Cmo hacer para que Catalina vaya estructurando una nueva imagen (la de adolescente) en la que esa
imagen primaria que pudo constituir no quede congelada, detenida, fija y limitada a la de una niita chiquita
(tal como es su cuerpo real), que no repita el mismo escenario, estereotipndose, y que no se transforme en la
E. Levin refiere que repetir la misma representacin limitadamente, no slo empobrece el universo
representacional sino que lleva al sujeto a gozar sin salida de ella.
Donde est su deseo?...El deseo del terapeuta es que se sostenga el deseo de Catalina, apoyado en la
transferencia, el psicomotricista actuara en tanto puente entre la imagen corporal actual y la imagen corporal
pasada, perdida. Imagen a tomarse en cuenta, desplegndola, permitiendo as, poder simbolizarla.
Y para ello, tendr que ponerse en escena con toda su enigmtica fuerza, sustentando el escenario que
Como transformar esa inmovilidad ?...Desde la terapia psicomotriz decimos, Ayudando a Catalina a transitar
del movimiento esttico a gestos significantes. Buscando en cada sutil movimiento lo mejor para su
funcionalidad.
Catalina est toda ella investida de lenguaje; es en l, en el que se deber anclar para crear otra imagen:
crear una nueva superficie de proyeccin acorde con su edad y tambin con todo el peso de su subjetividad.
Para terminar, nada mejor que unas palabras de F. Dolto[11], para cerrar nuestro trabajo: La imagen -
deca-, responde al deseo de ser; y del Otro el espacio simblico que lo potencializa.
[1]Artculo presentado en el Primer Congreso Psicoanaltico CIES, Las Prcticas Psicoanalticas en el Mxico
Contemporneo, 27, 28y 29 de octubre de 2006, Mxico DF.
* Psicoanalista. Miembro fundador de REDES (Equipo interdisciplinario para la Atencin de los Problemas del
desarrollo)
* Psicoterapeuta. Miembro fundador de REDES (Equipo interdisciplinario para la Atencin de los Problemas
del desarrollo).
* Psicomotricista. Miembro fundador de REDES (Equipo interdisciplinario para la Atencin de los Problemas
del desarrollo)
[2] Levin, E. (1991), La clnica psicomotriz. El lenguaje del cuerpo. Ed. Nueva Visin, Argentina. pp. 44-45
[4] Dolto, F. (1984), La imagen inconsciente del cuerpo, Paids, Barcelona, 1986. pp. 33
[5] Levin, E. (1995), La infancia en Escena, Nueva Visin, 2 ed. Argentina, 1977. pp. 31
[8] Levin, E. (1994), Los estigmas del cuerpo, en Escrito de la Infancia, Ao II, no. 3, FEPI, Argentina.
[9] Jerusalinsky, A. (1988); Psicoanlisis de los problemas del desarrollo infantil, Nva. Visin, Bs. As., pp. 32
ortada del sitio > Revista Carta Psicoanaltica > Nmero 11. Octubre de 2007. > La construccin del
Cuerpo; la Constitucin Subjetiva en el campo de los (...)
Estamos pensando a Pikler, y no podemos dejar de analizar y profundizar las ideas de Wallon y
Winnicott. La riqueza de la obra de la Doctora nos exige un trabajo profundo de relacin con la
mayora de los grandes pensadores del Desarrollo Infantil del siglo pasado.Estamos frente a
maestros y resulta muy difcil elegir por cul comenzar. Hoy es el homenaje a Emmi Pikler, pero
necesitamos entender el paralelismo entre sus ideas y la enorme relacin que existe entre el
pensar de unos y el hacer de otros. En cada momento de nuestra actividad tenemos presentes a
cada uno de quienes nos ayudaron a hacer, a sentir y a continuar su obra.
Desde mucho tiempo antes de conocer los trabajos del Instituto Loczy ya habamos estudiado a
Wallon y Winnicott, conocamos sus ideas, pero slo pudimos entender la riqueza de su puesta en
prctica, cuando nos acercamos a las ideas de Emmy Pikler que nos hizo realmente repensar
aquello conocido y estudiado desde lo terico.Posiblemente estas ideas surjan de la necesidad de
contar las dificultades, pero a su vez el enorme placer del cambio que nos produjo el acercarnos a
la prctica sugerida por la Dra. Pikler.
En estos momentos intento compartir experiencias de placer, Fundamentalmente del inmenso
placer que nos brinda el poner en prctica sus ideas renovadoras.Las experiencias del Instituto
Emmi Pikler posiblemente sean una de las gestiones ms pertinentes y coherentes que nos han
permitido definir una serie de posibilidades de aprendizajes futuros.
Muchas veces al hablar de ella se nos dice que es fcil, que con slo dejar a los nios en el suelo
sus ideas estn cumplidas. Tambin escuchamos que para los nios sin problemas no hay
contradiccin, si no hay problemas todo es posible, repiten amantes del mecanicismo, pero para
aquellos que necesitan estimulacin, para aquellos considerados diferentes sus ideas ya no son
posibles.
Por su parte, la prctica que Emmi Pikler nos mostr con los nios del Instituto Loczy de
Budapest nos permiti presentar una experiencia indita en nuestra tarea: es por ello que
abandonamos las viejas prcticas de la mal llamada Estimulacin Temprana, para embarcarnos en
otra perspectiva y en otra praxis: debemos y queremos repensar a los nios en su proceso de
construccin no como simples objetos en evolucin motriz, lingstica y/o grafomotora
predeterminada.Hemos aprendido de todos: Wallon, Winnicott y Pikler a abordar nuestra tarea
con determinada actitud, o sea a observar la realidad con su complejidad y simpleza, con sus
acuerdos y contradicciones, como nica forma valiosa de acercamiento y acompaamiento de
cada nio y sus padres. Hemos aprendido tambin el sentido de la observacin: de la realidad
visible, de lo que aparece ante nuestros ojos, que no es ms que la gnesis de lo que est siendo.
Hemos entendido el principio de la contradiccin y jugamos, aceptamos, proponemos,
observamos. distintas formas de contradicciones en el proceso de construccin psquica de cada
nio y este es precisamente nuestro mtodo.
En los escritos de Wallon, en las ideas de Winnicott, en la prctica de Pikler encontramos algunas
respuestas: todos nos enfrentan a la estrecha relacin entre lo biolgico y lo social, entre el afuera
que contiene y el adentro que evoluciona. El movimiento autnomo, luego gesto, se hace expresin
para y por el otro, toma significacin, es lenguaje, es social, jams es para el individuo solo. La
emocin profundamente individual, hecho biolgico perturbador y necesario para la sobrevida,
introduce al nio en el mundo social, pero este mundo social se torna algo continuamente
modificado por las emociones, por el sujeto naciente, por el Otro complementario.
Es en la praxis donde encontramos el porqu de la oposicin y el valor de la misma. Cul es el rol
del movimiento en este proceso? Cul es el rol de la emocin en la toma de conciencia de si y el
de sus efectos sobre el otro? Cul es el rol de la presencia y de la separacin del adulto
significante?
o Wallon: como el movimiento pura agitacin al principio, como los gritos y los
llantos puras descargas motrices se hacen psquicas, cmo emerge la representacin de la
emocin y del gesto, como el sentimiento del YO se desprende de la simbiosis inicial.
o Winnicott: En las primeras semanas de vida todas las experiencias de sostn y
contacto no slo intervienen en los procesos madurativos sino en lo que denominamos el proceso
de integracin.
Winnicott: Sostn es todo lo que la madre hace y representa en las primeras etapas de
vida: se trata de una experiencia basada en el contacto, no hay accionar, sino el profundo
sentimiento de conocimiento entre el uno y el otro
Winnicott: Sostn es el prototipo del cuidado del beb. Por ello sostn se une a lo que
denomina : provisin ambiental.
El nio bien sostenido est en condiciones de llevar a cabo una correcta inscripcin interna de las
experiencias interactivas previas y esto es abstraccin.
Por ello, por los principios del sostn y su relacin con la abstraccin y las propias
protorepresentaciones,, entendemos que no es slo la cognicin o la motricidad las que deben
ponerse en marcha durante los momentos de relacin , sino que es el afecto y la emocin quienes
debern estar en el centro del trabajo, para que el nio pueda llegar a la representacin.
Deca Zazzo que Wallon fue un modo de abordar las cosas. Emmi Pikler tambin y aqu y ahora
seguimos plantendonos cmo abordar el desarrollo de un nio y mas aun si este presenta algn
problema en el mismo. Alguien dijo que en estos das el cuerpo vuelve a estar de moda, en nuestro
caso es el cuerpo de un nio. Pero seguimos repitiendo la misma pregunta de hace tiempo: QU
CUERPO? el de la motricidad? el de la emocin?... el cuerpo vivido?.. el histrico?... el
sobrellevado? Cul es la necesidad fundamental de un cuerpo? el alimento?.. los cuidados?
el otro?
Lo cierto es que no podemos aislar (estimulando) el aparato neuromotor del medio ambiente
afectivo. Cmo unimos en nuestra tarea lo orgnico y lo psquico? Es que alguno puede quedar
reducido al otro? Cmo se organiza la relacin entre el cuerpo y el psiquismo? Quin nos ayuda
en esta dicotoma de siglos? Es posible reducirla y mostrar en la prctica que no necesitamos
plantearnos instancias diferentes sino que el sujeto es uno y exclusivo y que es en su relacin con
ese otro significante que llega a su despliegue posible.
Cuando Wallon describe la emocin como condicionante del carcter y la representacin y como
preludio del lenguaje Qu est diciendo? O no se est refiriendo ya a la actividad cortical?
Cundo Pikler nos muestra las maneras de tomar el cuerpo de un nio, de dejarlo en libertad y de
acercarnos a l de determinada manera Qu nos quiere demostrar? Que el sostn es el prototipo
del cuidado del beb, es lo que le protege de la cada interminable.
Por ello Winnicott describe a ese ser inmaduro que est constantemente al borde de una angustia
inconcebible y describe la funcin vital del adulto, la capacidad de ponerse en el lugar del beb y
darse cuenta de lo que ste necesita en el manejo general del cuerpo. El amor queda demostrado
a travs del cuidado del mismo.
Si la emocin es un preludio del razonamiento: es lenguaje? desde cuando lo es?
El movimiento: nico testigo de la vida psquica pero continente del tono y la postura" ha
tomado forma del y en el movimiento del otro. Es con el otro, en el afuera donde toman forma las
primeras actitudes No se trata entonces de analizar un simple mecanismo de ejecucin.(La
importancia del movimiento en el desarrollo psicolgico del nio. Enfance, nmero especial
1959/1963).
Deca Zazzo: "Wallon fue alrgico a todo lo que pareciese fijo, a aquello que se presentara como
estructura inmutable".
Aqu y ahora: Cmo podramos entonces hablar del nio de 6 meses o el de 1 ao, o el de quien
sabe cuantos meses o cuales trastornos de desarrollo? Lo haramos para crear un listado de
acciones y ejercicios a aplicar en determinada fecha para lograr a su vez determinado resultado y
de esa manera conseguir que el nio se acerque a dichas tablas?
Es cierto y por eso partimos de la observacin que aquello accesible a nuestros sentidos es la
parte fsica de un nio, es su cuerpo, pero es un cuerpo singular. No es un cuerpo que responde
simplemente a los estmulos externos, sino que vive, sufre un proceso interior que ha sido
provocado tal vez por el placer, o por el dolor o por el deseo, que ha vivido la necesidad y recibe
satisfaccin Entonces recordamos las palabras de Rudolf Steiner que sostena que la vida
entera escomo una planta que contiene no slo lo que ofrece al ojo, sino que oculto en
su entraa contiene su estado futuro: quien la contempla hoy con hojas sabr que en cierto
tiempo tendr flores y frutos.Pero as como cada planta es nica, lo es tambin cada
vida humana. En cada sujeto estn los grmenes de su propia transformacin (Rudolf
Steiner, La educacin del Nio, Edit. Antroposfica ).
Wallon nos ense a entender al nio como un ser fisiolgico y como un ser social, dos
perspectivas opuestas en su dialctica pero que coinciden en un punto que es el de la emocin,
que une desde el principio de la vida la propioceptividad, la motricidad y las relaciones con el
afuera. Por eso nuestro trabajo de Acompaamiento debe poder entender estas dos instancias del
desarrollo: debemos saber que estamos frente a un cuerpo, pero ello no nos permitir un trabajo
mecanicista, pues debemos entender que ese sujeto que se despliega en la oposicin y
complementariedad absoluta de lo biolgico y lo social, necesita ser entendido como siendo ese
cuerpo en desarrollo pero a su vez sintiendo que l en su cuerpo es el mismo Sujeto en su proceso
de construccin.
En nuestro Acompaamiento del Desarrollo y a partir de datos wallonianos, winnicotteanos y
piklerianos; defendemos al cuerpo como lugar del placer, como lugar fundante para el nacimiento
de la identidad.
La antigua divisin mente - cuerpo sera absolutamente incompatible con los principios de la
comunicacin, con los principios de la motricidad autnoma y los principios del dilogo tnico : El
cuerpo no es un simple conjunto de mecanismos yuxtapuestoas. (La vida mental, Tomo
VIII, Enciclopedia Francesa).
Retomo las ideas de Pikler, Wallon y Winnicott: los tres nos ensearon a no disociar jams lo
biolgico de lo social, porque el Otro y mi cuerpo, la relacin y la emocin son tan estrechamente
complementarios que no es posible contemplar la vida psquica sino a travs de sus relaciones
recprocas (Post scriptum en respuesta a Piaget. Cahiers International Sociolog. 1951) Por ello no
hablamos de tono como de un elemento cuantitativo, insistimos en la funcin tnica que flucta
entre los estados de tensin/distensin y placer/displacer. Y que resulta la base, el principio de todo
sistema comunicante o sea del lenguaje.
Ponemos la mirada en el primer sistema de relaciones entre el tono y la emocin, pero repito: no
en el aspecto cuantitativo, sino entendindolo como una funcin que flucta entre estados de
placer y displacer Cmo abordamos la funcin tnico postural, la funcin tnico emocional? Slo
podremos hacerlo dentro del marco de la relacin y la comunicacin. Cada organismo, cada sujeto,
cada nio, tiene la capacidad de seleccionar los indicios e informaciones que recibe del afuera y de
su propio cuerpo. Esto le permite crear, organizar y guiar el sistema actitudinal que decida, que
pueda y que necesite en ese momento.Slo poniendo en marcha el proceso de imaginacin y
creacin, podr avanzar hacia acciones futuras, diferentes, renovadas y seguras. Podr dar
respuestas adecuadas y tener una verdadera conciencia de ellas. Cada nio debe poder ser el
dueo de aquellas informaciones que reciba para poder participar libre y activamente en el mundo
Cul es el valor de ese Otro en el Acompaamiento del Desarrollo?
En la medida que un nio crece y madura, experimenta acuerdos y desacuerdos con el mundo
externo. Por eso nos preguntamos constantemente y respondemos desde la prctica:
Cmo lo hacemos?
Aprendimos de qu manera llevarlos al bao de manera progresiva y lenta desde los primeros
contactos hasta cubrir toda la superficie corporal con placer Por qu lo hacemos? Evidentemente
para evitar el peligro de desintegracin o disolucin Winnicott describi el sistema de relaciones
con esa madre suficientemente buena, Wallon nos dio respuestas y Emmi Pikler nos ense la
tcnica: Incapaz de efectuar nada por si mismo, el Recin Nacido es manipulado por otro y
sus primeras actitudes toman forma a travs del movimiento del otro (H.Wallon La
importancia del movimiento en el desarrollo psicolgico del nio). El nio entra en relacin con el
mundo externo por ejemplo y por imitacin. El gesto del adulto, la mano que acaricia, el sostn y el
aviso previo a cada contacto, crean en lo profundo un gesto que queda estructurado en cada nio
tratado de esa manera. No se trata del consejo, ni del ejercicio de cada gesto significante sino de
aquello que el adulto hace frente a l y que el nio siente en su cuerpo.
El nio imita, es un imitador nato : por placer, por conveniencia, o por necesidad de integrarse a
ese mundo en el que vive. Si aquello que vemos es el movimiento, es el hacer y eso es lo que
evaluamos y valoramos, pues el nio es un ser de imitacin, que significa que cerca de un nio no
debe suceder nada que l no deba imitar? Desde el gesto de dar, de entregar un objeto, al de
aceptar, al de solicitar, desde las actividades del vestido al de la alimentacin que nos sorprenden
en nios tan pequeos. Cmo fue aprendido eso?
El gesto es el mediador anterior a la palabra: lo sostenemos como la transicin definitiva en la
forma de comunicacin adulto/ nio.Cada acto entre ellos debe ser negociado. El sistema
interactivo es un sistema que va desplegndose, ningn acto est estructurado desde el comienzo,
debe existir una negociacin que ser el soporte de las nuevas acciones conjuntas. Por ello
insistimos: al usar su cuerpo el nio aprende que puede transformarlo en social: sus movimientos
se convierten en actos significantes. Por ello para Wallon el acto est al servicio del pensamiento,
no tiene razn de ser por l mismo- Es a partir de este principio que estamos en contra de las
series de ejercicios trabajados, corregidos, sin contenido afectivo.El movimiento comienza
siempre en el interior del cuerpo. Por ello nuestro acompaamiento insiste en la intencionalidad y
en su pasaje a la toma de conciencia.
Emmi Pikler insisti en dejar a los nios en libertad y en el suelo. Tal vez ese sea en nuestro
medio uno de los lugares cuestionados. Insistimos en l pues el nio tiene una profunda necesidad
de reaseguramiento por el contacto, por la firmeza de los apoyos.
Slo all, el nio se balancea, juega con los cambios de postura, desafa la gravedad y hasta se
anima a perderla, cuando est seguro de controlarla. Ponerse en movimiento es tener sensaciones
para sentirse viviente, sera la prueba indispensable del nacimiento del placer de hacernos
funcionar como personas. Pero adems, en esos momentos en soledad el nio va desplegando su
capacidad de estar solo, puede vivir sus primeras experiencias de soledad en presencia del
adulto y como deca Winnicott recin cuando el objeto est absolutamente interiorizado estar
solo sin l.
Agregaba Winnicott: Necesitamos permitir que cada nio despliegue la capacidad de estar
solo, de esa manera podr descubrir la propia persona, porque el estar solo presupone que
hay alguien mas presente" (Escritos de Pediatra y Psicoanlisis. Paids).
Pensar en la sola maduracin neurolgica y en la integracin de funciones olvida el rol
estructurante que tiene la realidad exterior. La presencia y la ausencia de sujetos y objetos
permiten al beb organizar la distincin entre fuentes internas y externas de la excitacin:
pensamos en la relacin cara a cara con el nio despierto y bien sostenido, en el valor de los
rituales de alimentacin, bao y cambiado, pero tambin en los momentos estructurantes que
brinda la motricidad autnoma. Pues cada ritual incluye turnos de intervencin que es una de las
caractersticas tpicas del dilogo, para convertirse en memorias, recuerdos cuando el adulto se
separa. Esto considera como fundamental la comprensin de las primeras acciones de un nio,
porque entre l y su adulto significante se ha convenido el significado y todo se lleva a cabo
durante el intercambio comunicativo. Ninguno de los tres maestros vive, pero la obra de todos
subsiste cada da con ms fuerza.
Ellos nos han dejado una nueva concepcin de la motricidad, de la emotividad, de la gnesis del
Sujeto humano. Pero fundamentalmente nos han hecho pensar el desarrollo del nio y la praxis del
Acompaamiento de manera original, separndonos de prcticas mecanicistas.Sostenemos
que cada nio en cada edad y con sus caractersticas propias es un ser original y como tal debe
ser respetado. Sostenemos tambin que el nio est orientado a lo social desde antes de nacer.
Tiene necesidad del otro para casi todo: esa debilidad o inmadurez fsica es lo que le da al
pequeo la dimensin social. El nio y el otro, su adulto, se encuentran en relacin y oposicin
desde el inicio y es la emocin y son las fluctuaciones tnicas las que inscriben al infante en el
mundo social y le apoyan en la toma de conciencia de Si, pero sostenemos tambin el valor
fundante de la presencia y la ausencia del adulto.
Las hiptesis de Wallon y Winnicott, la prctica de Pikler acerca del desarrollo emocional
temprano del beb y su facilitacin por los adultos que acompaan, han influido sobre la prctica
mdica y educativa y lo seguirn haciendo. El beb se va preparando para el movimiento que
sorprende al mundo y a su vez, el nio que va descubriendo al mundo se va preparando con su
tiempo para recibir las sorpresas que el mundo le tiene reservadas.
Desde el Acompaamiento del Desarrollo cuidamos que el mundo no irrumpa antes que el nio
lo haya descubierto. No se trata por lo tanto de cambiar una tcnica por otra tcnica. Se trata de un
cambio de paradigma, de una actitud nueva y diferente. Consideramos, pues as lo aprendimos de
nuestros maestros, que una tcnica sin actitud mental no sirve para nada. Slo la Motricidad
Autnoma permite captar la enorme relacin que existe entre sensacin, emocin, accin y
representacin. Slo all el nio podr manejar su cuerpo como fuente de placer aun antes o sin
conocer el nombre de los segmentos.
Pero necesitamos determinada actitud del adulto que permita y facilite que el nio sienta el valor
social positivo de sus experiencias agradables. El estilo, la intensidad, las repercusiones de cada
experiencia estarn siempre ligadas a las vivencias iniciales: Cada accin de hoy es la memoria
corporal del pasado. Por ello nuestro cuestionamiento a determinados tratamientos que obvian la
relacin, pues la motricidad pura sin significado no pone en marcha procesos mentales.
Alteran lo que Vctor Guerra llamase la coreografa de la presencia y la ausencia del otro humano
en la constitucin de la subjetividad. Es por ello que nuestro trabajo debe centrarse en el
acompaamiento de los adultos para que puedan ser ese OTRO confiable y seguro Para poder
romper muchas veces el crculo vicioso en el que muchas familias se encuentran encerradas: a
mayor estimulacin que se propicia a un pequeo, mayor rechazo, mayor negacin y menor falta
de respuesta por parte de l, lo que exige a su vez: mayor estimulacin.
Cmo hacemos para que crean que el nio que siente puede crear y hacer suyos
pensamientos e imgenes? Por qu insistimos en permitirle reunir sensaciones e imgenes,
disfrutar verdaderas vivencias corporales?
Consideramos que el nio que puede moverse en libertad, de la forma que pueda, pero en la
seguridad de que es aquello que quiere, va realizando lentamente un pasaje de lo corporal a lo
psquico en una ida y vuelta constante en la que el nio no permanece en el yo siento sino que
puede llegar al yo soy. Y este es el trabajo profundo que nos facilita la motricidad autnoma:
pues es el nio el que da el sentido a su motricidad y no la motricidad la que califica al nio.
Henri Wallon nos sostuvo en la idea de que todo nio est abierto al Mundo Externo por una
profunda necesidad, pues lo social resulta para l una necesidad al mismo nivel que la
alimentacin. Toda su obra fue la muestra de que todo el desarrollo se inscribe entre estas dos
necesidades: desarrollo orgnico-medio social, el de las personas, el de los otros y sin los cuales
jams podra transformarse en humano. Winnicott nos mostr el valor del adulto significante
y Pikler nos ense el CMO hacerlo.
A partir de los principios de Wallon y Winnicott y de la prctica de Emmi Pikler entendimos que lo
biolgico y lo social desempean un papel decisivo en el desarrollo. Emmi Pikler nos ha permitido
afinar la mirada, nos ha permitido que lleguemos a una cierta fascinacin al ser testigos del ser,
estar y hacer en el mundo de un nio. Nos ha mostrado que el nio encuentra por si mismo, sin
que le sean enseadas las diferentes posturas y los nuevos desplazamientos. Pero tambin ha
sealado que existe una enorme desconfianza por parte de los adultos, en las capacidades de
cada nio para construir su evolucin motriz, es a esto a lo que me refiero cuando hablo de un
adulto que tenga confianza en l, que sepa esperar y acompaar en cada etapa de su desarrollo.
Este es el momento en que ya sabemos que podemos confiar en la autonoma de nuestros nios y
en los paps que sostienen y en los principios de un verdadero Acompaamiento del
Desarrollo. Tenemos las pruebas, hemos hecho la experiencia, por lo tanto podemos decir, gracias
a nuestros maestros por todo lo que nos han dado.
https://didacticaeducacioninfantil.wikispaces.com/Desde
+Wallon+y+Winnicott+hasta+Pikler
El vasto campo de incumbencia de la psicomotricidad nos exige a los psicomotricistas ser cada vez
ms rigurosos al especificar los alcances y limitaciones en los diferentes mbitos y especificidades.
Al quedar asociada nicamente, la intervencin temprana en Psicomotricidad a la Estimulacin
Temprana (como abordaje teraputico con bebs con problemas del desarrollo), se pierde la
diversidad de intervenciones sea en el mbito teraputico como educativo o en sus alcances en
prevencin primaria, secundaria o terciaria , tal cual intenta reflejarlo la conformacin de esta mesa.
Si lo temprano en las intervenciones en Psicomotricidad nos ubica con relacin a los primeros
tiempos de la constructividad corporal, estos son los tiempos cuyo protagonista es el beb. Pero al
decir de Winnicott, " los bebs no existen", o mejor dicho no existen sin sus padres. Tampoco
existe el cuerpo para el beb si no es por la mediacin y donacin por parte de los padres. Qu
significa esto? Que la prctica psicomotriz con bebs nos obliga a tomar una posicin terico
clnica que se refiere a la ntima imbricacin entre lo biolgico y lo psquico, esto es, que no hay
cuerpo sin ligazn al otro, sin ligazn al lenguaje. Sucede que en estos primeros tiempos el cuerpo
del beb bascula entre lo biolgico -a travs de los engramas constitucionales- y la instancia
deseante encarnada en los padres (o quien est a cargo del ejercicio de la funcin materna). Sin
esta captura de lo orgnico por el placer y el deseo del Otro, no hay desarrollo psicomotor posible,
no hay inscripcin del cuerpo en el campo del lenguaje.
Sabemos que la mayor intrincacin del cuerpo con el lenguaje se da en los primeros meses, as lo
corroboran las observaciones de bebs y sus madres donde el beb queda alienado a las
posturas, a los gestos y a los decires de su mam (como formas de alienacin al campo simblico),
sostenido por la identificacin de la madre con su hijo a partir de su historia y su vivencia corporal.
Por estas vas es que el beb se va anoticiando sobre su cuerpo y sobre cul es su lugar, dnde se
lo espera y para qu.
Entonces al vnculo dialctico entre maduracin de las estructuras y la evolucin de las funciones
es indispensable incluir la dimensin relacional (en lo que esta tiene de concreto y de simblico), ya
que la puesta en funcionamiento acontece bajo la mirada del otro, es decir que la realizacin tiene
que ver no slo con la calidad del equipo neurobiolgico sino con el deseo del otro. Dicho de otro
modo: para el beb es tan fuerte la impronta de lo orgnico (lo pulsional como concepto lmite entre
lo somtico y lo psquico), como la impronta del lenguaje (el orden simblico)
Estos retrasos madurativos que a veces son imposibles de diagnosticar o encuentran nombre y
apellido en un sndrome estaran justificando la intervencin temprana,... Y me pregunto: en
Psicomotricidad? En Estimulacin Temprana?.... Por qu insiste esta confusin, o la necesidad
de marcar claramente sus fronteras. Se trata de un sntoma de la Psicomotricidad? Qu de la
historia se hace presente?
Esta es una cuestin que se plantea especialmente en la Argentina ya que desde sus orgenes
ambas disciplinas estuvieron emparentadas de la mano de la Dra. Lydia Coriat, quien se encarg
con su equipo de desarrollar los ejes de la clnica de la Estimulacin Temprana (desde la dcada
del 60, en el Htal de Nios Dr R Gutirrez) 1 a la vez que solicitaba a las autoridades educativas la
necesidad de la existencia en la Universidad de Buenos Aires de la carrera de Psicomotricidad
(aproximadamente en 1975) 2. Por su parte algunos miembros de su equipo fueron abriendo de
manera fecunda el campo de la Clnica Psicomotriz. Hoy en da podemos decir que cada una de
estas especificidades ha ganado un lugar dentro de las disciplinas terico-clnicas; por ello frente a
la demanda por un beb o nio pequeo con trastornos en el desarrollo es necesario pensar
las intervenciones tempranas en el campo de la interdisciplina, siendo enriquecedor para la
reflexin y la prctica misma considerar tanto los aportes que la Psicomotricidad le ofrece a la
Estimulacin Temprana como los aportes que sta le brinda a la primera.
-Cul es la especificidad que deriva de la prctica psicomotriz cuando se trata de bebs con
problemas en el desarrollo?
-Qu nos exige a los psicomotricistas esta intervencin particular en el tiempo de los orgenes de
la estructuracin psicomotriz?
En principio diremos que se trata del cuerpo del beb, pero tambin del beb del cuerpo. El beb
an sin conocer ni saber sobre lo propio del cuerpo, va accediendo a lo que violenta o
silenciosamente le impone su soma. Tambin va recibiendo las marcas, los trazos, las
inscripciones de la presencia del cuerpo del otro en su cuerpo, destacando como esencial en este
punto tanto la ligazn como la separacin de los cuerpos (dialctica de la presencia-ausencia).
Desde esta perspectiva el cuerpo es receptculo, pero tambin constituye el sitio o lugar donde se
va gestionando, a partir de los engramas constitucionales y la puesta en funcionamiento de las
funciones corporales la relacin con el otro. La puesta en funcionamiento de las competencias
tempranas de un sujeto es un hecho del "entre dos", o como lo expresa la Lic. Gonzlez "del deseo
de otro que imagina un suceder y que espera que suceda"... "no slo se trata de que el nio se
alimente (y podramos agregar todos los hechos de crianza que acontecen entre la madre y el
hijo),sino de que pueda escuchar en su cuerpo, a travs del cuerpo del otro, un "alimntate, mi hijo"
" 3. As el cuerpo se va constituyendo en el espacio donde circula y se conserva el placer y el
deseo del otro en la transmisin del cuerpo y los objetos.
-Pero, cules son los instrumentos para que la escucha se vehiculice en el cuerpo? J de
Ajuriaguerra se refera al "dilogo tnico", a la armona de los ritmos (entre la madre y el nio)
vividos en el campo tnico-postural, a travs de la fluctuacin tnica. Las formas corporales que
manifiesta el beb a travs de las posturas y los estados de tensin o distensin (ligados al circuito
de placer-displacer) se constituyen en signo, en un llamado al otro, que si lo convocan, si ste
escucha y le responde provee las condiciones para que lo que es signo/forma se constituya en
smbolo/contenido.
Se trata de diferentes operaciones: que la madre sea sensible y signifique el accionar de su hijo,
que ponga en juego su saber, su gusto y su placer (para ms adelante renunciar a ellos) y que el
nio habilite su receptculo corporal. Ahora bien, habitualmente nos encontramos con que el efecto
del diagnstico o la patologa, en su doble dimensin real y fantasmtica obtura ese primer circuito
transferencial entre una madre y su hijo.
-Qu direccin, qu valor, qu sentido le otorga la madre a las caractersticas del funcionamiento
del cuerpo del nio?
-cmo nombra las acciones y el accionar de su hijo? cules son las palabras? o el dolor por no
reconocerlo como hijo y no reconocerse en l la enmudece y le hace desfallecer en su propio
receptculo corporal?
-Qu quiere, qu muestra, qu hace o no hace el beb, cmo despliega en transferencia sus
modos de ser y de estar en su cuerpo y con el otro?
Se trata de intervenir estimulando o creando las condiciones para que el cuerpo tenga un lugar?
Lugar en el hacer, en el jugar, en el lenguaje. Tambin lugar como ordenamiento, como legalidad,
como acceso a lo simblico, a la manera en que los actos de palabra se inscriben en lo orgnico
donde lejos de hacer algn tipo de rehabilitacin, lo que se pone en juego es la habilitacin a las
funciones y al funcionamiento.
As es que en los tiempos de ser beb el cuerpo va siendo tomado por la palabra y luego cuando
pase a una posicin de nene ser su propia palabra la que ir tomando cuerpo.
Por otro lado, no se trata de una oferta teraputica ms, dentro de lo que sera un dispositivo
multidisciplinario, sino de una posicin clnica en transferencia, dispuesta a sostener e intervenir en
las vicisitudes que al beb se le van presentando en su desarrollo y la apropiacin de los aspectos
instrumentales, sea con relacin a lo que le impone la patologa o en el sostn de la funcin
materna. Trabajo artesanal que nos exige las continuas interconsultas, haciendo trabajar la
interdisciplinariedad de los diferentes discursos (neuropeditrico, kinsico, psicoanaltico,
fonoaudiolgico entre otros), siendo conveniente que sea un solo terapeuta el encargado de dirigir
las intervenciones.
En este sentido pienso las intervenciones ligadas a la posicin clnica, ms que a la ostentacin de
un saber o de un dispositivo tcnico. Se trata de una posicin en la que vamos acompaando e
interviniendo para que el desarrollo se vaya presentando con los modos particulares propios de
cada beb y su familia (a diferencia de la clnica psicomotriz con nios y adolescentes, donde
vamos esperando la manera en que la cura se va presentando), donde las tcnicas instrumentales
necesarias para producir el despliegue ldico-corporal se irn implementando acordes a la
problemtica y la singularidad de ese sujeto porvenir-viniendo.
Abril de 2001
Notas
O tal vez, ser que a partir de la diferencia sexual como identidad subjetiva, podamos
pensar la discapacidad en la infancia?
Sabemos que la sexualidad no es cualquier categora para el cuerpo, sino justamente la que
le otorga identidad y diferencia. El cuerpo subjetivado se divide y diferencia por lo sexual.
El problema sera cuando el cuerpo de un nio discapacitado, se clasificara y diferenciara
por el sndrome o por la problemtica que el nio aporta y porta.
Si se intenta anular la diferencia sexual (como si esta siniestra posibilidad fuera posible),
siempre estar en juego la subjetividad.
Cuando una madre le habla, le juega, le canta, lo interroga a un beb, lo hace suponindole
un saber sexuado como sujeto. Por eso le habla diferente, le canta diferente, lo toca
diferente si el beb es varn, o si el beb es mujer.
Es siempre sexuado el saber materno acerca de ese recin venido. Si es su beb, es porque
es un nene o una nena que se torna suyo y del padre.
Desde el nacimiento el cuerpo es habitado por palabras, imgenes, colores, sonidos, voces,
toques, ritmos, texturas, smbolos. Todos ellos justamente no son ni el rgano, ni lo carnal
del cuerpo, sino que lo remiten al nio a su filiacin originaria.
La caricia en ese sutil dilogo tnico entre la madre y su beb, se sostiene en lo que hemos
denominado lo intocable del toque (1), lo que torna a ese instante como un acto singular
e irrepetible.
No hay una tcnica de la caricia, como no hay una tecnologa para la imagen corporal.
No hay objetivo o meta ni finalidad, es del orden de la sensibilidad que habita el cuerpo.
La caricia del dilogo tnico crea la promesa e irrealidad y el recin venido es habitado por
ella. En esa intimidad nunca se acaricia un fragmento, ni un conjunto de secciones o de
partes corporales, es un toque desinteresado de s, por eso es asimtrico.
Para el Otro el nio siempre es una unidad singular que se produce en ese toque
evanescente de presencias y ausencias. Ese contacto sensible e intangible habita al nio,
poetizndolo, sexualizndolo.
Las tcnicas y mtodos que en nombre de los cientficos se ejercen sobre los ms
pequeos desconociendo la originaria subjetividad que subyace en ellos, pulverizan la
ficcin escnica del poeta que hay en cada nio.
Una de las cualidades del lenguaje cientfico - tcnico es no dar cabida al dolor y la
sexualidad como representante de la subjetividad naciente, sino que para ellos el dolor
duele sin sujeto, como un estmulo cuantitativo que rpidamente hay que eliminar y
desterrar del cuerpo, as como la sexualidad como mucho, es mera genitalidad.
Este recorrido est mechado por silencios significantes, que van conformando la sncopa de
su propia historia narrativa contada en las producciones y realizaciones, donde poco a poco
l se va reconociendo y existiendo en ese acontecer infantil y ciertamente sexualizado (ese
ha sido de los grandes descubrimientos freudianos).
Uno de los graves peligros del nio tomado como discapacitado es que est ubicado en una
posicin de eterno beb. Esta discapacidad eterna le impide habitar su cuerpo
poticamente. Es habitado, entonces, por ese Otro madre - eterna, ese Otro ciencia, ese
Otro pedagoga, ese Otro especial.
Todas ellas se instituyen como respuestas clonadas, siempre iguales y anticipadas desde un
saber hacer des - realizado de singularidad.
Cada vez ms, el eterno beb se torna hiper-real, seduciendo en su goce imposible la sed
de saber y de poder de la voracidad del Otro en su goce, donde la esencia potica no
existe. De ese modo se in-diferencia la sexualidad naciente del nio tomado como dis
-capacitado.
Dnde est el deseo del nio que no puede ser poeta habitando su cuerpo?
Los nios tomados y nombrados como discapacidad tienen la enorme dificultad de no poder
modificar su lugar, de no poder cambiarlo; de este modo, son piezas de un museo negro
(en tanto mortal) y vivo (en tanto apariencia de monstruosidad, de debilidad).
Si un nio, por la discapacidad que porta y por la posicin simblica que ocupa, est
siempre en un mismo lugar frente a esa realidad inamovible, frente a lo imposible de
modificar, l no podr ms que reproducir siempre lo mismo.
Justamente para producir un nuevo sentido, una diferencia, una alteridad, algo
tendr que no estar en su lugar.
Los nios nos ensean ese mgico encanto de no estar nunca en un solo lugar, de producir
lugares diferentes donde reconocerse distinto. De all que la infancia nunca encaja del todo
en un molde, ni en una escena, pues lo infantil por serlo nunca est en un solo lugar.
Peleamos para producir nuevos sentidos y que el destino no sea el rgano o el sndrome
sino ese transitar que produce la infancia.
Solo cuando para el nio no todo tiene el mismo sentido (el sin-sentido), puede entonces
algo, tener un nuevo sentido y ser sensible a l.
El nio discapacitado (tenga la discapacidad que tenga) siempre es algo diferente que la
discapacidad en s.
1. Vease, Levin, Esteban. La infancia en escena. Constitucin del sujeto y desarrollo psicomotor.
Editorial Nueva Visin.
2. Vease, Levin, Esteban. La funcin del hijo. Espejos y laberintos de la infancia. Editorial Nueva
Visin.
Bibliografa:
Freud, S. Tres ensayos de una teora sexual O.C. Editorial Amorrortu. 1988
Freud, S. Proyecto de una psicologa para neurlogos O.C. Editorial Amorrortu. 1988
Levin, E. La funcin del hijo. Espejos y laberintos en la infancia. Editorial Nueva Visin. 2000.
Expresin
Corporal y
Psicomotricidad
Esquema Corporal. Eje Corporal. Plexo Solar
5. EL ESQUEMA CORPORAL
5.1 CONCEPTO
El esquema corporal es la imagen mental que tenemos de nuestro cuerpo,
primero esttica y despues en movimiento, con sus segmentos y limites y su
relacin con el espacio y los objetos.
M. FROSTIG afirma que l conciencia corporal (esquema corporal) es esencial
para el desarrollo psicologico y fsico normal. Sin ella el nio no puede
comprender que es un esr independiente, separado del mundo que lo rodea, que
es un yo.
Segn esta autora el esquema o conciencia corporal se basa en tres conceptos.
1. Imagen corporal
2. Esquema corporal
3. Concepto corporal
El esquema corporal, como imagen mental se construye siguiendo la evolucin
del pensamiento: un esquema de accin, con la capacidad de la funcin
simblica (lenguaje, imitacin, juego simblico) se convierte en representacin o
accin interiorizada, despues deriva a una intuicin (interiorizacin de las
percepciones y movimientos sin coordinacin) rigida e irreversible, para dar paso
por ultimo a la imagen corporal como operacin concreta y despues formal.
El esquema corporal hasta convertirse en imagen mental evoluciona siguiendo
unas etapas, que segn Le Boulch son:
Despus del tercer mes aparecen de forma clara, la primera manifestacin del
inters del nio por una parte de su cuerpo: la mano.
Campo visual , el nio mira su mano durante largos periodos de tiempo, la
relacin entre la vista y la mano es sumamente importante ya que esta es la
primera vez que el nio pone en relacin una parte de si mismo con la vista. La
coordinacin entre la visin y el juego de las manos propicia el que se
establezca una relacin entre las sensaciones visuales y las propioceptivas,
relacin que lleva a la bsqueda de nuevas relaciones sensitivas.
Hasta el quinto mes el inters por el cuerpo se limita a las extremidades
superiores siendo la mano la que va a permitir al nio la siguiente adquisicin de
su esquema corporal. A partir de aqu el nio va a hacer toda una serie de
adquisiciones como son: el explorar una mano con la otra, su pie con la boca,
etc. Aparece as una nueva actividad creadora de nuevos enlaces msculo-
tctiles .
Adquiere la experiencia de su cuerpo a travs de los datos propioceptivos de las
actividad cintica y tnica, tambin tienen importancia los datos auditivos y
tctiles. La piel sirve de transmisora de mensajes que la madre comunica al nio
al coger, lavar, vestir, etc. La sensibilidad articular en el nio, asociada a la
sensibilidad cutnea, parece ser el nico medio perceptivo en el cual l se sita
en el curso de los primeros meses.
Lo ms importante de esta etapa es que los datos propioceptivos van perdiendo
importancia en la adquisicin del esquema corporal para irla ganando
progresivamente el movimiento y la accin del propio sujeto.
A partir de los seis meses el nio ve el mundo de forma diferente, ya que lo ve
en posicin vertical, y puede de esta manera adquirir una mayor posibilidad de
accin, ya que puede alcanzar con su mano los objetos cercanos a l, es decir,
que puede ejercer su accin en el espacio prximo.
Aun al comienzo de este periodo el nio no reconoce sus miembros como parte
de l mismo; hacia el octavo mes y acostado de espaldas, mira con mucha
atencin sus miembros superiores levantados y parece considerarlos como
objetos exteriores. Es durante el noveno mes cuando el nio comienza a
distinguir sus manos de los objetos que ellas cogen.
Gesell ha seguido de manera extremadamente precisa las diferentes etapas de la
toma de conciencia del esquema corporal:
Hacia los cinco aos el nio tena una imagen mental del propio cuerpo,. pero
ms como esquema corporal o como imagen esttica. En este nivel la imagen del
cuerpo se compone de dos imgenes: el esquema postural, que es seal de
estabilidad y equilibrio, y la imagen dinmica que corresponde al esquema de
accin.
Desde el punto de vista neuro-afectivo con la maduracin cortical el
nio, a partir de un esquema postural consciente a los 9 aos, es capaz de
relajar voluntariamente tal o cual grupo muscular sin variar la postura global. EL
control de las reacciones emocionales se mejora y se pasa de la expresin
espontanea a la socializada y convencional. Se instala la independencia de los
brazos y piernas con relacin al tronco, de la derecha respecto a la izquierda y se
transpone el conocimiento de s a los dems.
En relacin con la estructuracin espacio temporal a partir de los siete aos
puede traspasar las nociones de derecha a izquierda a otros y entre los 8 y los 12
aos se convierte en un esquema general de pensamiento.
A los once o doce aos el esquema corporal est elaborado, pasando a formar
parte de los esquemas generales de pensamiento y posibilitando una adecuada
relacin del sujeto con los otros y con el mundo.
Al conocimiento del propio cuerpo se llega dando al nio el conocimiento de su
partes del cuerpo y llegando a la idea de que tiene dos partes simtricas. El
educador debe llamar la atencin del nio sobre las acciones que efecta y sobre
las partes del cuerpo que interviene. En los nio pequeos es de gran utilidad
encubrir sus acciones en forma de cuentos. pasamos por encima de una piedra,
levantamos mucho la pierna y la extendemos... vamos a coger una fruta:
estiramos mucho la mano y el brazo hacia arriba...
La localizacin denominativa y designativa, se efecta mostrando y nombrando al
nio las diferentes partes del cuerpo (se recomienda trabajar frente a un espejo).
Despus lo hace sobre un compaero, una mueca. Imita las diferentes
posiciones del educador, obedeciendo sus rdenes sin efectuar, este, ninguna
demostracin: levantar la pierna, poner la mano sobre la cabeza... En un
segundo momento los ejercicios irn encaminados a adquirir o precisar las
nociones de simetra del cuerpo: un medio-cuerpo derecho y un medio-cuerpo
izquierdo, primero se especfica que se trata de la mano derecha... Acciones que
precisan poner en movimiento un solo lado del cuerpo.
Insistir que la mano, oreja, ojo, pie estn a un mismo lado del cuerpo.
Posteriormente los ejercicios se complican, pues exigen un ademan cruzado: ojo
izquierdo mano derecha. Estos ejercicios se realizan, la mayor parte de las
veces, con mucha lentitud Ejercicios de tocar por ejemplo, la mano al nio que
teniendo los ojos cerrado tiene que reconocerla y enunciarla. Juegos de la
estatua.. Juegos en que se distribuyen cartones con siluetas que el nio debe
imitar, son otros medios de llegar a este conocimiento.
Cualquier movimiento, por pequeo que sea, requiere una coordinacin psquica
y motriz. La flexin de una falange viene dada por una accin activa de los
flexores de los dedos (msculos agonistas) y por una accin pasiva de los
extensores (msculos antagonistas), es decir, siempre que realicemos una accin
se le opondr otra coordinada. Todo esto est controlado por el S.N.C.
El S.N.C. debe mandar infinidad de impulsos a un sinnmero de msculos que
intervienen en cualquier gesto, por ejemplo un lanzamiento. En l, debemos
colocar en una mano el objeto (pelota, peso, etc.) mientras que la otra quedar
libre para equilibrar; una pierna se utilizar de apoyo y la otra quedar igual-
mente libre para equilibrar; el tronco se balancear hacia adelante y hacia atrs,
y todos a la vez se contraern para que ese movimiento tan complejo se
convierta en una realidad efectiva y positiva.
Cuando los gestos dejan de ser torpes y poco precisos, podemos empezar a
hablar de movimientos coordinados. Estos dependern de:
Coordinacin visomotora
- Manipuleo:
Equilibrio
Los factores que intervienen en el equilibrio de una forma especial son los
sensoriales, es decir, los propios sentidos, la vista, el odo, el tacto y los rganos
kinstesicos.
La vista: a travs del ojo podemos observar las distancias de los objetos y
establecer referencias, contrastes, etc. interviniendo con ello de lleno en el
equilibrio.
El tacto: este sentido al igual que los otros interviene informando de las
diferentes posiciones que experimentamos a travs de las presiones,
distensiones, etc.
Centro de gravedad: es el punto por donde pasan todas las fuerzas que
actan sobre el cuerpo. Est situado en un punto que es el 55~27Z de la altura
del sujeto.
Lnea de gravedad: es una lnea imaginaria que debe pasar siempre por la
base de sustentacin para que el equilibrio se mantenga. Es la lnea que une el
centro de gravedad con el centro de la tierra
Clases de equilibrio
Relajacin
Tecnica de sapir
Relajacin psicotnica de Ajuriagerra
1. Su fin, que es obtener una relajacin total que comprenda la abolicin de las
actividades musculares y la quietud psicolgica.
2. La necesidad de esfuerzo personal del sujeto, ya que los ejercicios son
activos.
3. Su aprendizaje comprende la repeticin frecuente de ejercicios progresivos.
4. Un ambiente de calma es, al comienzo, un elemento importante.
Esquema corporal
Adems sta no slo es la primera percepcin que la persona tiene sino que es la
base para todas las dems, por eso, de su riqueza, claridad y perfeccin depende
la calidad de las nuevas percepciones que se vayan incorporando a su
psiquismo.
Lo que parece estar claro es que la imagen corporal est en nosotros y que tiene
aspectos geogrficos y espaciales. Es un esquema del cuerpo en
funcionamiento. Es un esquema postural.
Etapas de Estructuracin.
El eje corporal
Nuestra columna est formada por 34 vrtebras separadas entre s por unos
discos cartilaginosos que funcionan como amortiguadores. Una de las funciones
fundamentales, aparte de sostener el cuerpo, fijar msculos y costillas, dar
movimiento y absorber golpes, es que lleva protegiendo dentro suyo la medula
espinal, la que transporta nervios que se ramifican al cerebro y al resto del
cuerpo, involucrando los rganos internos.
As, los ejes del cuerpo humano pueden definirse como las lneas imaginarias
que atraviesan el cuerpo en las tres dimensiones del espacio, por lo que los tres
son perpendiculares entre s.
Plexo solar
El plexo solar o celiaco es una densa red nerviosa que rodea a la arteria aorta
ventral en el punto de donde salen la arteria mesentrica superior y el tronco
celaco, a nivel de la primera vrtebra lumbar, detrs del estmago.
[1] Procede especialmente del gran simptico y del nervio vago derecho. En l se
combinan las fibras nerviosas del sistema nervioso simptico y del
parasimptico.
Los ganglios aorticorrenales son tambin ovoides y estn ubicados por delante
del origen de la arteria renal de cada lado.El plexo solar dirige todas las funciones
del cuerpo fsico; de l dependen la respiracin, la nutricin, el crecimiento, la
circulacin, el sistema nervioso. A travz del plexo solar el hombre comunica
realmente con el universo, por que el plexo solar est unido con el cosmos.
As como el plexo solar se puede vaciar, tambin se puede llenar, y esto es lo que
debe aprender el disipulo como llenarlo, existen varias tcnicas como la de la
respiracin alternativamente la que voy a ensear es una de las alternativas para
reforzar el plexo solar.
Eje Corporal
Todos los autores coinciden en la importancia que tiene el eje corporal en el
conocimiento del esquema corporal y el espacio que rodea al nio.
Este eje corporal se materializa en la linea media que est representada desde la
nuca a travs de toda la columna vertebral a la que competen funciones tnicas
motrices y de orientacin en el espacio.
Como sealan Furth y Wachs el nio, para manejarse con eficacia en su
medio, debe saber coordinar tanto los dos lados de su cuerpo como la parte
superior e inferior del mismo. El cuerpo humano, por tanto, est subdividido en
cuadrantes y la integraci n intelectual de estos, nos d el conocimiento interno
de un esquema espacial corporal.
Podemos decir que antes de que el nio pueda trabajar con el espacio
tridimensional y con las coordenadas espaciales debe de haber reconocido
intuitivamente los ejes corporales.
Debido a la importancia que tienen los ejes corporales, la educacin
psicomotriz, se ocupa de la toma dc conciencia de estos ejes y de la funcin de
referencia espacial que representan. Tanto la espalda como la nuca, debido a
su localizacin son inaccesibles a la percepcin por parte del sujeto y la
denominacin dc estos segmentos ser el inicio de esta educacin. El
contacto cutneo de esta zona con el suelo y la pared
Tonicidad
Podemos definir el tono muscular como la tensin ligera a la que se haya
sometido todo msculo en estado de reposo y que acompaa tambin a cualquier
actividad postural o cintica. Esta tensin puede ir desde una contraccin
exagerada (hipertona o catatona) hasta la decontraccin (hipotona) y no es
constante sino sumamente variable en cada msculo.
La base neurolgica de la funcin tnica se haya en la inervacin de la
musculatura estriada, que son los msculos de la va de relacin, encargados de
asegurar el movimiento a los diferentes segmentos corporales. Este msculo de
fibra estriada es sensible al estiramiento, ya que al ser estriado tiende a volver a
su posicin original, es decir, tiende a contraerse de nuevo.
Para la realizacin de una contraccin muscular, el SNC, por medio de las vas
eferentes, manda las seales oportunas hasta el msculo a travs de la placa
motora, que responde provocando un movimiento.
Desde el msculo, y por medio de unos receptores especializados situados en
tendones, articulaciones y en el propio msculo, se enva informacin al SNC
sobre el estado de tensin muscular y velocidad de contraccin de agonistas y
antagonistas, para que sta sea valorada.
En base a estas informaciones perifricas, recibidas en el SNC a travs de las
vas eferentes, se modifican los impulsos enviados para la contraccin muscular,
verificndolos de nuevo y corrigindolos hasta lograr el movimiento correcto.
Los msculos pueden contraerse para dar fuerza al movimiento o bien para
ofrecer resistencia o control. Segn esto tenemos tres tipos de contraccin
muscular:
http://www.dgt.es/Galerias/la-dgt/empleo-
publico/contratacion-temporal-y-becas/2016/TEMA-
20.pdf esto es de uno que esta afuwer atema 20
EL CONCEPTO DE GLOBALIDAD DE LA PERSONA.
Una mirada desde la Psicomotricidad. (Por Miguel
Sassano, ARG)
25 de agosto de 2015 a las 8:33
...Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos Eduardo
Galeano
Este aporte no es mejor ni peor, slo quiere agregar una nueva mirada, que
desestructure pensamientos cerrados y descubra nuevos paradigmas de apertura
hacia otras perspectivas.
Con l se pretendi dar cuenta, por un lado de los efectos que la prctica
psicomotriz genera, como a su vez de un modo de funcionamiento de la persona,
en un intento de superar el dualismo imperante en los modelos explicativos
cientficos que se imponan hasta hace poco tiempo.
En tanto las respuestas del medio frente a los primeros registros de necesidad del
beb resulten adecuadas, el monto de insatisfaccin aumentar o decrecer,
trocndose en registro de satisfaccin. Ambas relaciones conllevan una respuesta
tnico - postural, que es decodificada y respondida con la modulacin tnico -
emocional del adulto a cargo del beb.
C) El eje Prxico / Cognitivo pretende dar cuenta del proceso por el cual la
persona en desarrollo, tomando como punto departida su capacidad de
movimiento como instrumento, logra armar estructuras complejas de accin,
llamadas praxias, con las que enfrenta los problemas que se le presentan con
progresiva complejidad, en la medida que crece y se desarrolla.
Heinz Von Foerster, en un breve texto de 1968, haba sealado desde el principio
la paradoja de la auto - organizacin.
Sistema Familiar
Sistema Institucional
Sistema Ecolgico
As replanteado el concepto de globalidad de la personase hace necesario
explayarnos un poco en relacin con el por qu de la eleccin de los sistemas que
conforman este esquema.
Por un lado este est tomado en la concepcin clsica del trmino, o sea aqulla
que destaca la relacin que guarda todo ser vivo con su entorno natural; y por el
otro dela dimensin ampliada que Bateson diera a dicho trmino, destacando
la dimensin de interdependencia que existe entre la persona y el entorno en que
se desarrolla.
Bajo esta concepcin estaramos hablando de un enfoque ecosociolgico que,
coherentemente con lo planteado hasta el momento, considera las relaciones
recprocas entre los fenmenos de la naturaleza y las organizaciones sociales.
Ahora bien, Podramos pensar en este acto hace cien aos atrs?.
No . Sencillamente el objeto zapatilla no exista.
Los hermanos burlan al nio por su imposibilidad y los padres lo presionan para
que logre atarse slo los cordones, cosa que su vecino logra desde los cuatro aos
(Sistema Familiar).
Bibliografa
Bottini, Pablo: (1998). Psicomotricidad y autismo: una praxis compleja para
un complejo trastorno, en Autismo infantil: lejos de los dogmas, Jaime Tallis
(comp.). Mio y Dvila. Madrid.
https://es-es.facebook.com/notes/editorial-stadium/el-concepto-de-globalidad-de-
la-persona-una-mirada-desde-la-psicomotricidad-por-/1049167148434839/
El concepto de protoinfancia
Editar 0 5
El concepto de protoinfancia.
Myrtha Hebe Chokler
El concepto de protoinfancia. Dra. Myrtha CHOKLER
Publicado por IFRA (Istituto per la Formazione e per la Ricerca Applicata) Italia .Distribuido para
Euskal Herriko Pikler-Lczy Sarea por cortesa de la autora
El trmino protoinfancia designa entonces el perodo previo a los tres aos, en el que
se operan cambios vertiginosos, y en el que, al mismo tiempo, se constituyen los
cimientos de la personalidad presente y futura. Se integra por la existencia de ejes
Organizadores del Desarrollo 3
que, interactuando dialcticamente entre s, aseguran y determinan la constitucin de
la Persona como sujeto de la humanidad, en un proceso de adaptacin activa y de
intercambio entre lo interno y lo externo.
Inmerso en sus propios cambios rpidos, entre ruidos, presiones y movimientos del
cuerpo que lo alberga, nutre y contiene, a una temperatura ms o menos constante,
registra confusamente en su propio cuerpo la presin o el roce de los rganos, las
impresiones labernticas, las tensiones y crispaciones musculares producto de las
propias oleadas tnicas y los cambios espaciales y la aceleracin de los latidos de la
madre a causa de su excitacin, angustia o ansiedad, o bien vive la distensin de la
pared abdominal de ella y las fluctuaciones de los ritmos en las situaciones de
placidez, tranquilidad o desaliento. Est tambin sometido permanentemente a
cambios hormonales y metablicos, producidos por las emociones, la calidad de la
alimentacin y/o por los txicos. Acciona y reacciona movindose y reacomodndose
en un espacio cada vez ms exiguo, inaugurando el intercambio entre el adentro y el
afuera.
Existe en esa etapa una indiferenciacin entre las diversas modalidades sensoriales
que registran sostn, envoltura, interpenetracin de las miradas, contacto del pezn
en la boca, palabras melodiosas y plenitud interna. El registro tnico-visceral, de la
sensibilidad protoptica, inevitablemente emocional, se carga por ello de significacin
transformndose en afecto. Esta experiencia de satisfaccin, ligada al proceso
semitico que le da sentido, proporciona al beb una intensa vivencia de unidad
interna, que constituye un esbozo de sentimiento yoico de existencia y promueve una
primera organizacin todava inestable de la imagen del cuerpo pero que aun as
funda las bases de la identidad.
Esta envoltura continente del entorno, al ser internalizada, opera como una piel, como
una frontera que establece un adentro y un afuera, delimitando, poco a poco, los
espacios psquicos interno y externo, que sostendrn el proceso de personalizacin.
Es el concepto de Yo-piel de Anzieu. Yo-piel que acta como membrana protectora
y continente, como frontera que limita y como interfaz que conecta y facilita la
comunicacin entre lo interno y lo externo.
La presencia indispensable del otro unifica la sensualidad, la sensorialidad y la
motricidad dispersa. As, el espejo de placer o de inquietud que el adulto le devuelve,
bordea y da formacreando signo, sentido y significacin. El estado mental
inicialmente catico del protoinfante oscila entre estados de desorganizacin,
disociacin y dispersin y estados en los que se siente precariamente reunificado en
su persona, en su vivencia corporal y psquica, ambas indisociables en esta etapa.
Este preciso ajuste del gesto con su efecto instaura entre el movimiento y las
impresiones de las aferencias externas -entre las sensibilidades propio y
exteroceptivas- unos sistemas de relaciones que los diferencian y los oponen en la
medida en que se combinan en series minuciosamente unidas. 14
La reaccin circular es, para Wallon, primero un acto que se explica por la ley del
efecto, pero tambin por el gusto de la repeticin, por el placer de reencontrar las
cosas. El acto y su motivacin presentan luego diferentes niveles. Los primersimos
actos impulsivos no tienen motivacin psquica. Slo se producen como actividad
orgnica. Luego aparecen los actos emotivos cuando los actos impulsivos se registran
unidos a estados de bienestar, de malestar o sufrimiento a partir de las
sensibilidades ntero y propioceptivas tambin ligadas al mundo externo a travs de
las sensibilidades exteroceptivas y kinestsicas. Sin stas el movimiento no
podra entrar en la vida psquica transformndose en accin.
El nio no busca hasta esa edad, caerse, arrojarse al vaco. Ni tolera fcilmente ver
que el adulto lo haga. Lo llega a soportar en la medida que un otro lo acompae,
consolndolo...
Es cierto que en el acto compartido con el otro la emocin, el placer del otro, del
adulto, contagia al nio por resonancia tnico-emocional. Esta resonancia inevitable
se encuentran en la base de poderosos y necesarios para el nio- procesos de
identificacin. Por lo tanto las fuertes sensaciones propioceptivas que provocan
emociones displacenteras de desorientacin, inseguridad y/o de pnico se confunden
con las emociones irradiadas por el otro. En consecuencia se producen gestos y
mmicas que, en la excitacin, esconden frecuentemente complejos y contradictorios
afectos, a veces difciles de codificar o comprender, pero que dejan huellas en el
proceso de construccin de la personalidad.
Luego, hacia el cuarto mes, la mano atrae la mirada cuando se pone en contacto con
un objeto. Las diferencias de sensibilidad tctil, kinestsica provistas por ese objeto
sobre su mano parecen estar inicialmente disociadas de la visin hasta que sta es
atrada por el objeto en la mano y poco tiempo despus gua la mano hacia el objeto.
A partir de entonces el nio palpa, tantea, agarra los objetos a su alcance, los choca
entre s, los frota contra su rostro, sus labios, los lleva a la boca, los sacude, etc.,
como para experimentar todos los efectos posibles en el campo de todas sus
sensibilidades. La relacin entre la visin y la prensin se precisa, para Wallon,
alrededor del final del primer ao cuando los campos sensoriales y motores de la
corteza cerebral han sido conectados entre s y la mielinizacin piramidal permite el
control cortical sobre la actividad motriz. Es entonces, por lo tanto, que la accin
voluntaria de los msculos extensores de la mano, ajustando el tomar y el soltar,
apoya la posibilidad psquica de desaferrarse, de dejar ir de s, de alejar de s.
Alrededor de los 18/20 meses, los saltos cualitativos que se operan desde el punto de
vista psquico se expresan en actitudes mentales ms elaboradas. La actividad
sensoriomotora vena siendo ya vertida paulatinamente hacia el mundo exterior luego
de la fase inicial
autoplstica del estadio emocional. A partir de ahora empieza a reflejarse en actitudes
que implican una representacin de s ms consistente, una mayor diferenciacin del
otro como la imitacin diferida y el juego simblico. La preponderancia intelectual y
afectiva da paso a un tipo diferente de socializacin, en la que el nio aprende a
abordar las relaciones en el mundo, siendo uno con otro o contra otro, pero donde el
otro empieza a configurarse como sujeto autnomo, y no como una mera
prolongacin o en funcin del mismo nio. Ya puede, a veces, concebir al otro no slo
como una emanacin de s mismo ni slo para s mismo.
Este primer cierre del continente psquico 18 sealado por indicadores relevantes: el
acceso al control esfinteriano voluntario, la enunciacin de s mismo en primera
persona del singular -YO y la maduracin grafomotriz que permite el cierre en el
grafismo circular- marcara la finalizacin de la protoinfancia.
1. Se puede pensar tambin en prototipo: modelo original o primer molde de un producto industrial,
o en protosol: masa csmica que dio origen a un sistema planetario, o en protozoo, protovnculo,
protorrepresentaciones.
2. Diccionario Enciclopdico de Educacin Especial. Madrid, Editorial Diagonal /Santillana, 1985,
p.1142
3. El vnculo de apego, la exploracin y apropiacin del mundo externo, la comunicacin, la
seguridad postural y el orden simblico. Teora de los Organizadores del Desarrollo, en Chokler,
M. Los Organizadores del Desarrollo Psicomotor, del mecanicismo a la Psicomotricidad Operativa,
Buenos Aires, Ediciones Cinco 1988.
4. Protoptica: sensibilidad profunda, confusa, difusa, visceral, ligada siempre a un carcter
afectivo, se acompaa a menudo de euforia o de angustia. H. Wallon, Los orgenes del carcter en
el nio. Los
preludios del sentimiento de personalidad. Trad. Mabel Arruada. Ed. Nueva Visin., p. 75, 1979.
5. Epicrtica: sensibilidad predominantemente ligada a la exteroceptividad, a travs de la cual se
diferencian las cualidades y se conocen las cosas. (Ibidem)
6. Concepto formulado por el Dr. Julin de Ajuriaguerra en sus cursos de Neuropsicologa del
Desarrollo dictados en el Collge de France entre 1977-1978. Publicado en castellano en La
Hamaca N 3-4. Buenos Aires, 1992.
7. Wallon, H., Lenfant turbulent. Stades et troubles du dveloppement psychomoteur et mental
chez lenfant, Paris, F.Alcan, P.U.F., 1925, passim
8. Para H. Wallon tono muscular y emocin son las dos caras de la misma moneda. La emocin es
la bisagra, que anclada en lo orgnico se engrampa en lo social, en el Otro, para dar origen a los
afectos y
al psiquismo. (N. de A.)
9. D. W. Winnicott, El proceso de maduracin en el nio, Editorial Laia, Barcelona, 1975, cap 4,
p.67.
10. E.Bick, The experience of the skin in early object-relations, 25 International Congress of
Psychoanalisis, Copenhague, 1967. Publicado in International Psychoanalisis, 49,p.484-486.
Se trata de un perodo fundamental donde se forman las bases de la personalidad, bases sobre las
que se construyen las experiencias futuras, donde la funcin postural y la posibilidad de
manipulacin juegan un importante papel y operan en la gnesis de los primeros tipos de
actitudes y su transformacin en operaciones mentales, que se desarrollarn en las edades
siguientes.
Perodo donde el contacto corporal, el vnculo, la comunicacin que se establecen en los primeros
meses de la vida del beb con adultos en posicin de disponibilidad y escucha, son importantes
organizadores que posibilitan la conquista de su cuerpo y del mundo que habita,
explorndolo a travs de su propia accin. (Nota de Euskal Herriko Pikler-Lczy Sarea
https://didacticaeducacioninfantil.wikispaces.com/El+concepto+de+protoinfancia
http://www.psiquiatria.com/bibliopsiquis/assetstore/15/30/66/1530666175203728814580187468216
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