El Arte de Las Sombras

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j ESTAMPAS DE VIDA Y ARTE

Colecc.in seleccionada y come.ntada por MANUEL ABRIL

'
'

1
ES PROPIEDAD

Bolaos y Aguilar (S. L.). Talleres Grficos. Altamirano, SO. Madrid.


ESTAMPAS DE VIDA Y ARTE
COLECCIN SELECCIO:-.ADA Y COMENTADA
P o R ~\ A N U E L A B R l L

~1. AGUILAR EDITOR


.Marqus J~ Urquijo, 4.3 - Apando 801,
MADRID
EL ARTE DE LAS SILUE1~AS

-1

E L a:rte de ta sil1teta es <trte de abolengo. Ofrece al iwvestigcidor c1tatita


debe ofrecer cualquier tenia de i'niportctncia: antigiiedad, prosapia y
?nativos de discusi&n. Sin. antigiiedad no puede el erudito 1emontarse a la
noche de los tie,npos, que es Za ni.ca noche en lo. que el erudito est des
pierto. Sin prosapia no hay d:iynl<id, no ha11 1notivo para que t, el ent-
cli.to, pase en vela 111ui noche tan lctrga.. Sin discusin no hay encanto. Y
ne hay erudicin. Si el eru,dito encuent?ci los oryenes de aqttello que le
1n1teve a investiga1 1io p11.ede ya seguir in1)e.~tigndose, y no pu,ecle el en,-
dito .~egwir sindolo. Para que ha.ya enulioin es necesa,1io, puee, no en
contrar nu.nca 'liada, tos: concltiyente q1ie d, por concluida la cttesti.n. Es
preci.so descubrir, desr:u,b1ir siem.pre; vero es preciso, iuiem, que lo que
se e11.cu-entre deje lugctr a d1tdao al 111.en(>S a disensin. De ese modo
habr Utigio: agiuiarn el i-ngen.io unos y otros a f vor de sus tesis respec-
tivas, y unos 1J otros segi1rirn-con tesn cada vez nis atamoso=la. bs-
queda, de datos a favor y de co,roboracin de lo que afir,,,ui'ti, ansia tanto
,neis y con tanto mauor eni>efio y ansia. cu,anto que la sed de verdc1,d se
<te1ecienU1, en el hombre ron la de apabHllar al contrario.
Eso es lo 1uitural, despns de todo. La irimest>igaciti vive de bnscar la
't'Grdad; por eso prefiere no encontrarla: po1que no podr<i bu,sca:rlc si la
encuentra,. Para el iwcesiiqador no est la dicha en encontrar la, Verda,d,
s-ino en bu.scarla, en seg~tirla ... No es la meta, es ei camino.
Apasiona de ta.l 1nodo el jue!Jo de encpntrttr lo escondido, que defrauda
encontrarlo y decepciona. Entonces, y por eso, el erudito, cu.ando deBcttbre
itna verdad. o parte ele euo; coniplica el problema iin poco y desea, que el
1nisterio se resista pa1a. plantearse otra, vez el problenui y hacer com.o
q1ie se dedica a resolverlo. As, aquel pescador de Oourtene tena i,1i 1,ez
arn.igoJ amaeetrado, q'!.te a Za sola vo:.1 del diteo que le llaml,(l,ba- Teo-
aorctv=se colgab(J, del anzuelo pant d,ejarse pescar, et fin de que su dieio
le pescara y volviese a echarlo al ro, para repetir 1<t, s11erte.
EZ ju.ego avas-iona,nte de l( investig(Lcin se 001npZicci y se hace doble-
mente s-u.gesti.vo cuando hay un pleito entre eruditos, porque e~tonoes al
7
placer de encontrar Za, uerdsui y a.z deliq1Lio de seouivta y rast rearlu se
aadeco1no decionossel acicate imcompuroote de i:encer a los demcis com-
petidores.


Pues bien: la silueta o f reoc az erndito Zas tres cos,is: Za a.ntig iiedad, [(I
prosapia y la conjetura.
La anti[Jitedad, poi'que en la noche de la historia y ei1 la noche de las
cavernas ciparecen, con los vrmeros dibu io, las prini&1as slliietas. Oas
todo el arte 'rttpest,e es de sueta.
Las ['igu,ras ele los va.so.'i (Jriegos son, en !Jtan parte, siluetas.
En Za Persia 1nedieval dicen que ewistian. ya tae silu.etas, pnes e11 alyu
nas bibliotecas alemanas g1iardctn, a lo que pasece, texto persas co or-
11arnentaoin de silueta.
En la Oonsta.nHnopla. del siylo XVI existia,,(e.(Jtn aseg71rrtn autores
'nn gremio de recortadores en silueta. Y e,~ el siglo XVTI-1681-for,n.aba
nn lbum de siluetas suua.s Hn tal Schae] er, y veihte aos 1ns tarde un
tal Hu.
Era.n esta siluetas a ti.tera., cortadas en papel blanco y pega.dct.~ en. pa
peles de colores.
Ta1nl?itn es an.tic1ufsimio el teCTt10 de scnnb1a.s chincsca8. En Ohin y en
Jama es ele abolengo sec1tlcir ese teatro. Y ha,y 11t1if.ecos del voe del Nilfl
que eran usados en los tiem,vos niedievales.
El teatro de sombras chinescas alcanz di/nsin en Eurovr,1,, y a co
?1~.ienzos d1l siglo .Y.VIII, qtte fii llevado de Londres, se inaug11raba en
Harnburgo un teatro de sombro chinescas.
J F1i el teatro de esta ctase el que motiv en Eu,ro11ci la boga de la
;,;ilitetu? Lo fuero, o no lo f nero.., la silueta triunf y estii,vo en moda por
los Si{Jlos XVII y XVIII. En salones cortesanos y en casas pa1t1culares
buscaban. y cortoban sihtetas. Incluso en la iglesict rnisrna, sobre todo e
io conventos, tueroii usculas conio adorno y conio irn,genes eiluetccs de
Santos y de Vrgenes.
Se hiciero11, escenas enteras de traza contplicadsi?na: tal una caoeria de
cien:os que con.w~rv<t el Museo Nrtciona,Z de Mnnich, toda. ella en silueta ..
:,; en la que se ha p1ocn1'ado consegiir la verspectiva oracias a la especi.al
colocacin y al tanut.fio y relacin. de tinas silu,eta,s con. otras.
Pero la, boga 1nayor del arte ele lfl,S soinbras correspondi al retrato.
I11glaterra y Aleniania acogieron el arte <1!J la tijera con apc1.sio,1uuniento.
Hubo coleccionistas de si,lnetas co1no en la act11alidad ele sellos de correos,
y ccimbictbctn silu.etas e1itre s co1no hoy los filatlicos canjean senos in
ternacionotmem.
Pasc1, a Norteemrico. la molla) y el propio Benjamn F'ranlclin enva,
c1,1no regalo selecto, o df! oportunidail, itti retrato en silueta (, persone eu
rope a quien esti1na.
Al. otro lado del 11ui1, a los Bsttulos Unidos, fn un.o de los .siluetisto:c,
3
l

franceses (le nuis fama: Edouard. Oumto no trabajara, que aJ 1Joh2er de


Anirica a. Europa tra.a catorce tomos de obra,<; en silueta, retratos de las
principales perscmalukuies de A1nrica, tesoro que pudo sal't,ar en un ,uu~
,agio en el quo perdi lo dems clel eq1iipaje.
Si1i dnda, ento111:;es curn ,Hc~n las silneta.s Za misin que hoy los retratos,
111es habiendo este 1nisn10 Erlonn1d reaueaao uncr. sil11cta que gust al
obi.~po de 'Banao,, ste le hi.:o e,ncargo de ouarenta eiemptaree el@ la 1nis
1na, a. cinco cheli?1es cada una.
Hubo, por ello, a. rn<ls de los artistas creadores, 1n1ichos profesionclles
<i~l [Jnero. In1;enturon para ello art'ilugios 1ns o n1enos cornplicaclos.,
pa~c, hacer siluetae sin necesidad de aptitud e~ecial. a.<11 corno pwl'a rea
l1zal' por s 1ni.s?'no cada cua; las sUuetas en SH propio domicilio. Bastab
pctr(( ello prcnjectar con una luz la .~onib1n de un. pP.rfil sobre una 1Jantallc
tdomcu: de vapel .. en donde se dibujaba el contorno.
Ftt tanta la c~fici6n r,i la .'lil1ieta-se llef}cffo1t et pctylir fj.000 irtmoos por
i1na silnetn) que adquiri ca,acte,es de verdadera, chiffruli,rci, coi1, ,io,n-
bre propio y todo: 1:on1bror,ir.1.n,a.
Vendr de ah, tat ,;ez. lo ele tener b H,en.r,t sombra o malo. sornbrci?
Los retratos de so1nb1n. por lo 1nenos, si.rvieron pa,rci auscultar el alnia
de las personas. De ah; el yran inte1s de Goethe por el ci1te de las soin
bras. No le i,1teresaban por arte, sino por lo que ctyudaa al esisuiio de Za
[renolopia, .se91in el te.stinioni.o del propio Iuvoater.
Lacarer habla, en oiecto, acogido et la sa.z6n con entu.~ias1n,o el a?te de
l,i silueia, poroue, destacando el verfil escneto del crneo, quedabrtn ms
evidenciados que de cualquier otro ?noilo los 1a.sgos caractersticos que et
la incipente ciencia, interesa /Jan.
1.To avasion tanto el juer10 de Zas sueta a los franceses co1no <.t in
yZeses y alerna11es, pero, en carnbio, fii francs el oriyen del CfLlificativo,
1nu3F; los sombras recortadas recibierow el nombre de siluetne, por :
marse un poltico [romcs del si..<7lo XVIII Etien1ie de Za SiZouette. Gtan
tipo y g>YL.n historiao hietovieta rns hiende este persona,1e. Ilit ins
vectoro nii,wistro<le Hacievula, por infhie.acia de Madanie Pompa
cZ.ni1, y estu uo 1nny e11 pri1a11::::a. Pero un dc1 se volvi contra. l let s1ierte
y se torn impop11lar, blanco de Zas i,as de los grandes, porque t1,vo el
pobre hombre una idea que entonce&. pa,eci inslita y que hoy es plato
del da, en todas partes del 1n1nuto. Se le ocurri al pobre honibre que para
sanear el ErctiriC>el E1 cuio, por lo visto, necesita sanearniento en todas
partes del 1nunclo y en todos los periodos de la historia, que para sanectr
el Erario deban Zos nobles de entonces de prescindi, de stt,9 joyas y s1.(..S lu
.1os .. en beneficio, por lo visto, dei Estcido. Deban Iuicer sr1.c1ifcios. Oal
c1lese lo. temeruuia del desyracktdo! SL ho11con R11s-i<t a Za puert~no se
puede tuiolar et u,i. 1ic" de que presoinda ni de cuatro pena.s chicas,. , qu
sucede,;t. en aquel tiernz>o, ot1<1.ndo el pobre Siliieta estaba solo y su pere
grina idea 1:wa a ta sazn i11s67.ita r ... Tn'l.;O que retirarse de la Vida. pblica,
entre la reohiflo: general y la 1ns popular de las i1npopularid(J.des. Sali e,n
coplas, en dibujos, en teatros ... La nobleza. se hizo joyas de niadera para.
9
pone, en i.;igencia 1ni s'inii/.lacro de vida 4:a la SUouette, en donde todas
las alhajas quedaran: proscritas. Se lleg a ioortoa pantalones en los que
Isabian. sido .suprimidos los bolsillos.
Pues bien: por este seor tomaron las figuras recortadas o ele sombras
el 1101nbre de siluetas.


Y aqu viene el 1nom.ento en que Zas sonibras, no slo ofrecen inosapia
-puesto qne interesar()n aZ artista y al cientfico en toa partes del
rr~1"ndo -, y 110 slo antigii.eda<lpnesto qu.e naceti en Zas rocas caverna-
rias, sino ig1ial1nente litigio, controversia, d-iscusin, rnotitios pa1a l<t du
da y par la conietura;
Debido a q1t, nuestro Esteban Sil11eta pt.ul0 legar sit apellido al arte
de pcipeles reoortados t Hliy, por lo ntenos, tres gntpos, de/ ensores de
sendas hiptesis.
La casa del seor de la, Siluetct estaba llena de dilnc,1os reoortados, obra,
del provio ex niinistro, que f1i 11,1t hbil y [ervtente aficionado al arte de
la tijera. De ah que para al[tunos se deba a esta circiinstcincia el q1i0;
1,a.sara el cvpellido del ministro a cal'ifioar las obras de que hablamos, y
quedara ye;, despus el sustantivo desligado y si?i alndr para nada. a s1
origen, lo rn:is1no q1.ie las 1nignardises~. por ejempto, no indican ya cosa
alg1.ina q1ie se refiera a Mign<trd, ni el cordobn a Crdoba, ni los perga-
minos a Prgarr,,(), i1i los mausoleos o, Mansolo.
Parece esta versi61i Za ni,~ eeecui; pel'o hay otras. Una, 1,n s'i, es no
(:).S conoept?osu, y otra, un si es divertid<L. 8eg1hi la pri?nera, conio los di
Lnjos a mancha de que habla?'lios er<.in ligeros y esnoros, se les cl.i el
nombre del Sr. de Silueta, por ser l ta1nbin, segn varios, ir,1u1nentc
ligero, s-i:n resistencia y emero. Segf,n Za segunda versin, se di a los di
b'c.ijos en cuestin. el nombre del ministro, porque, como los d,ib-itjos ercin
sobrios, despro,,'istos de ador'fl.os y no requeran dispe'tidios, eran<t juicio
de los satricos de la Jocaverda.cleros retratos de poca (le criS'is-, como
diramos hoy: retratos de au,ste1idad y en. plan de economa,<;, co>t arreqlo
a los man<lc,tos del bueno de D. Esteban. Retratos a la silueta quera de-
ci1 entonces retratos swietos a las condiciones de peni.tenoiti o de sacri
ficio pblico en niateria de coononia, segn. toe prescripciones o deseos
~el hacendista Etienne de la Silo,uette.
Qi1, 1;ersi6n es la verdadera? All los er1iditos investiguen y los con-
jetnrado1es hagan ooala! Nosotros nos limitarnos a citar Zas tres ver-
siones, cotigratuZttidonos de que este gnero de arte pueda a?iadir a las
muohas circ11nsta11cias atractivas, esta de oirecer un haz de titubeos y de
enigmas al misterio de s1i umbrio territorio.
No ya los eruditos; Zas psiclogos de la historia pod?an, aqu hallar
rtcotivo para, vrofundizar en, el mister.fo de esoe cristalizaciones histricas
q1.1e amo-no opi,iin,~. pnpiilaridad, gloria, fama... Por qu si
entono.es era, f recuente llamar a los retratos de so1nbra perfiles a lo Pom
Io
padoitr no se llam a stos .pompadures) si ett era rn,s famosa que el
1ni1.tistro, y, no obstante, fu l, uamaao a ser olvidado como personaje
hist,ico, el elegido para perpetu,ar s1t no'lnbre, sobreuivit as, de esta 1na
ne, .a. in
. d'irect a." ...


Por u,na u otra. rClz-n, pasado casi un siglo, en 1885, da la Ac~demia
Francesa entrada en. ql Dicoionari a la, palabra silueta.
Las sueias un. sido rea.li.<1a..dc1.s de difere'l'ltes maneras: a mancha, a ti
jera. con velo, y en la. act1,alidcuL, alg.wna que otra, vez, fotogr/ica/rnente.
El arte de Za sil1-1,eta, en ,inor, va 1tnido al de la tijera. La silu.eta a pin
cel puede, en efecto, ser i,nc;i, s-ileta; pero lo tivico de una estilizaci6n
.si11,etistci proi,iene del carticter obl9ctdo qi,e im.pone al trazo el materia.l
por 1in. lado y el instrwniento por orro. La moestria clel siluetista no ha de
ser de dibu..fante tan slo: ha ile ser de cortador, de decowpeur, y no
por 9anas de buscar dificultades, sino por la ra;;n, dicha de que e1nplectn
do et papelo el -nietal-y lct tijeia adquere la diccin peculiaridades es
'f6Cficas que no .se dan ilibt1,ja.ndo.
Por 1tna razn anlogct, no dejan de tener tarnbin su. araosa las .;;ilne-
tas de pelo: porque hay 1.oi pr.eciosi.smo minttcioso que corresponde a 1,n
extrao sisterna de e:rpresin, tan ridici~lzculo rnuchas veces, pero tan cu
rioso no pocas.
Esta clase de siluetas f u aplicada a medallones, gua,rdapelos y sortijas.
1

Se fabrica101i tanibin bobina.~ o cabuchones de niadera,, torneados en


las cuales el galbo o perfil del moldurado d,aba, por som.bra, la sili{.etlt d6l
rey o de -personajee con.ocidos. Los partidarios de Napolen 1t.san, cado s-
te, puf.os de bastn o tobaqueras, que ser-v<.tn igt{al,nente para proyecta1
e1~ la pared la sombra del corso.
Para la 01"11.am.entacin Ita sido utilizada la silueta, ya en ceramso,
pintada la, silueta o en calcomasa, ya como lipliques de metal. al mobi-
lia >'1-0.
Las eleta no han sido otra cosa n11.nca que suetas, y en Za poca
moderna Juin dedicado al_qunos su atencin a esa clase de siluetismo,:,.
En el cinematgrafo tambin hay varias pelculas a base de persona~
jes y de escenoqrafta siluetada:

"lt!ANUEL ABRIL

r 'I
EL ARTE DE LAS SOMBRAS
------------------~----. ----- .... - ., .

, A ltima asamblea de exploradores y sabios del In1-


~~~~ perio Britnico se celebr en frica del Sur. Fu
~Wl ' invitado el alemn Leo Frobenius: suya fu la co-
leccin de dibujos rupestres ms notable del Con-
,.@ 1 greso, coleccin que ocup dos grandes salas, con
ms ele 500 dibujos, todos ellos encontrados, ya en rocas, ya
en cavernas, de la Unin Sudafricana y de la Rodesia.
Muchos de estos trabajos estn realizados a todo color;
pero otros varios-entre ellos los que reproducimos-e-fueron
pintados con u.11 solo color o fueron convertidos por el tiem-
po en mancha de color uniforme constituyendo, por tanto,
verdaderas siluetas. Como tales las considera Frobenius en
un artculo suyo, al que llama "El arte de la silueta".
Las que reproducimos, hombre corriendo sobre rocas y
hombre muerto, pertenecen a la Rodesia meridional, zona de
Af rica entre el Zambeque y Limpopo,

14
1~(1 '- l'
~UE'\.A de Rernigia ... Ares del 1Vfaestre, Escena de la
caza del ciervo y escena de la caza ele una cabra.
~ :'2>: .
t.
b--:s::~~
m Observen el movimiento en escorzo del hombre que
tira la flecha. Este hombre se encontraba en acecho
con las piernas abiertas mirando venir la cabra o
esperando su llegada. La cabra ha pasado, y el hombre la
ha ido siguiendo con la vista, sin cambiar la posicin de los
pies, pero girando sobre la cintura. casi r8oti, y sornetien-
clo a igual tor in la pierna izquierda .. ~\1 menos el dibujo ex-
presa el proceso de este n10,Ti.111iento con una perfeccin
asombrosa.
F] acreditado pintor Antonio Perca ha descubierto en es-
tos ltimo aos estas pinturas y ha publicado acerca de
ellas una monografa.

16
t\

2 17
la silueta griega- cmo no, tratndose de grie-
MAU./Jl~lE)E
gos !-su leyenda mitolgica: esa leyenda que otros

i
~ v atribuyen-generalizndola-al origen del dibujo.
Una joven, para conservar el recuerdo de su amado,
s.l.UU!~"' que se va a la guerra, traza sobre el muro, con un
carbn, el contorno de su figura, y despus la rellena de
obscuro.
No sabemos si el amor de aquellos novios sera duradero.
La ocurrencia de la joven hizo escuela, y as, por silueta,
est decorada casi toda la cermica griega.

18
19
1
~~~~!l
?l~~i\~~\ '' de la poca-tales corno J ordn,
ARTOs "perfilistas

~ ;(l~~
' .f ~\ ~} Herdson, Roscnbcrg-pintarun sobre cristal las si
~ ~\, , ; j~luetas. El grupo ele artistas, desconocido, que aqu
t_ 2;11 .,_
,:> d . l .
lti.;~}j~~lf repro ucuuos, pertenece a esa clase e e trabajos.
i\Y(i~ Debajo-y tambin de autor clesconocido-Ja si-
lueta ele Lord Eyron.
Desde 1785 trabajaba en su estudio de la calle ele Flcct, de
Londres, Mrs. Bectham, una de las primeras y mejor es si-
lueiistas de Inglaterra.
Retrataba a los jvenes y los embelleca; retrataba a los ni-
os, pintando el traje, silueteando la cabeza y colocndolos,
por lo general, en compaia del perrito.

10
LGCNAS siluetas pintadas sobre cristal combado deja-

~ 1 ban vislumbrar partes del vestido. El perfil de esa


! dama desconocida de 1830 es particularmente nota-
~ ~ ble por su delicadeza exquisita.
~
~.' El grupo superior-concierto-, de fina intencin
satrica, es una silueta debida a M. von Schwind ( 1838).
-. '

1
., j

L
;8;~\\Jfifl/ .?

~11,,~JAClN:\ goethiana. Indispensable, en una coleccicn c.)


!1,. ~ mo la presente, recordar al hombre ilustre que-e)-
~.~~~~~ 1110 decirnos en el prlogo-se interes por las siluc-
i.i~',~
~~~~~ tas y cuvo museo guarda varias en las que aparece
7,~\~}1 f ~
t;1:d911i~. su figura: otras en las que aparecen sus amigos
o sus amarlas. Aqu darnos dos del propio Goethe. De nio. la
pr irnera ; interesado l mismo en hacer sombras chinescas
con las manos. De hombre, y arrogante, la segunda. Abajo,
Herder, su maestro y amigo, factor el 111s importante, antes
de Schillcr, en la formacin goethiana; y arriba, Carlota
Stein, la amada del "Jpiter ele Wimar ": amores, a lo que
dicen, meramen te ideales; '' ngel' tutelar ele Goethe, segn
declaracin propia, en ciertos aos, y dif amadora de Coethe,
segn suposiciones ele bigrafos. cuando Goet he se entreg
a ciertos amores, no solamente ideales. en su viaje por Italia.
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artificio simplista para obtener siluetas. La obra
tJ
N
e 1.1 es de poca-de J ohann Rud-; es, por lo tanto, un
documento tornado del natural probablemente.
En el sellito de abajo, el sabio I .. avater, que-segn
decirnos en el prlogo-se interes grandemente por
las siluetas, aunque no por su inters artstico, sino por su
inters f isiognrnico o frenolgico.

26
i::i:.-;.

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1 :
i---- :
-='\=-'"~
~~
de pintor siluetista, Profesional, probable-
~....,~%'-.,~STU1110
W ~~ mente, del arte de la silueta. El dccumento=-de che-
~ =
~~ nan-Ouvrier-, documento de la poca, nos hace

~k,
_... -~ ~
:'!,>< ~

~~ ver hasta qu extremo "hizo fa,or" la tal moda ele


siluetas y sombras. El pintor siluetea, la clama se
sornet e, dcil, a <Jnietucl-que ya es sometimiento !- ; la
abuela contempla, absorta, la operacin, y los nios se ejer-
citan en el arte ele hacer sombras con las manos. El iluctis-
ta-algo as corno fotgrafo ele la poca-ha retratado, por
lo que vemos en la pared, a varios clientes, asno inclusive.

2S

~,l '

~-_;_
t.~,.
... :-, .... --

. ,." .~~;f:f\Y:~"; '


.
~ .
UGO Mochi, el italiano siluetista, de quien daremos
luego otros ejemplos ms modernos de su arte, ha
realizado, a la manera antigua, varias siluetas de
msicos de ayer y de hoy. De izquierda a derecha
y de arriba a abajo: Debussy, Berlioz, Mahler, Bel-
lini, Beethoven, Porpora y Lully.
C .... ~ 7
;
?a;i~'.)
~ , ,'. t:1\N I-f ubcr,. el ~aba11ero
"' fr
':
.
I-:uhcr, ha .. co1:seg;u1cl~
sar a la historia con el titulo nobiliario de HJJr1J1-
1~Kl9~nJ cipe de los recortadorcs". Fu siluetista a tijera a
111s de dibujante, grabador, pintor y pastelista. 1:11
el pastel casi ig;n.:il a Liotard. Conserva el privi-
.egio ele haber sido el 111s asiduo retratista de Voltaire y el
honor de haber siclo calificado por Goncourt de "el \\'attcau,
el Callot, el Paul Potter del recorte improvisado", arte en el
que fu-segn el mismo Goncourt--"gran hombre y ge-
nio". Diirase, ha escrito Marmontcl, que tena ojos en las
puntas ele los dedos.

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del Fligenden B!at~ern del ao 1884. Sabido
JLUETA
~. ~~))\:\ es que por entonces se hizo moda entre el seor:o
~~ ~ suplantar a los cocheros. El cochero iba detrs; el
~\irl seor, en e.1 pescante. ~l exc~sivo acic~lan1iento del
Vci\Jil\tl.~ dandy, nacido a la sazn, habia producido, por reac-
cin, el tipo ele seor que hacia gala de varonil 111020 ele cu:i-
dra, jurando con10 un carretero, pasndose la vida entre ca-
ballos y "escupiendo por e1 colmillo". Determinadas seoras
-las antepasadas ele las sufragistas actuales=-, antes ele que-
rer tornar las riendas del Estado, tomaron=-como se ve-la:;
de sus coches.

4
,)

~
r:f , ~;t~ 11:::-,:E \ lernania en curso de publicacin una biblio-
~ ~ teca ele ternas variadisimos : desde los cdices mi-

~. r~ esa coleccinesta dedicado al siluetista Rndolf Koch.


~ Es hombre que une al sentido moderno de los ternas
el carcter tradicional de la factura. Patente ese equilibrio
en esta escena familiar, al que da sabor clsico y magni ico
la utilizacin de los caracteres gticos gertnanos.

,~(,
t'?,t\f%~~ . '
~~UEVA muestra del mismo autor. Es un holands de 'a
: v.,;,~ silueta: da sensacin de f arniliar intimidad con po-
Vi ~~-:;1~ : cos recursos v medios; a veces, sin ms=-como aho-
?. \1 ~'tfj >:
if~f~"' : 7. ra-que unos cuantos muebles familiares.
/,';',/2"';;-'
r,JL..l .
RA~ honra para el autor la amplitud de que li\J:- da
muestras of recindonos esta afiligranada ejecucin.
despus de los otros ejemplo . Los negros eran tan
profundos .v la composicin tan slida y maciza, que
pareca concebida para que fuese realizada en hie-
rro. En c. ta obra. en cambio, la inspiracin va a la natura
leza, la factura se hace delicada, y el autor logra el acierto,
lo mismo que en los casos anteriores.

40
1
~oNsf:RVANSE en la biblioteca del Senado unas sorn-
~ bras o per Iiles de varones esclarecidos de la Corte
. . del 111s inocente <le los Borbones de Espaa, el buen
~- Carlos IV, que son poco conocidas, pues slo e..nn
motivo de la Exposicin del Centenario del 2 de ina-
yo de 1808 salieron a la vista pblica, al conjuro del organi-
zador de la misma, el prestigioso historiador y acadn .ico
don Juan Prez de Guzmn y Gallo."
Esto escriba el buen catador de escondrijos artsticos Ioa-
quin Ezquerra del Bayo, en la revista Arte Espaol, el
ao 1926.
\\\\':'~\!~
: ~TuJ
1 se
~~~~(/' observan atentamente estas siluetas, no se sabe
qu admirar 111s, si la naturalidad de las actitude-.
~i,~~~~
\~
~- @>~ e! gran parecido ele las cabezas o la sencillez -v gran-
~~~"@ uiosidad de lneas ele la indumentaria, e instintiva-
:ese1U~\\\~
lgj ~ mente se interroga uno: quin podr ser el autur ?

"oe separan los nombres de los pintores de aquel tiempo.


manicristas ti rutinarios en su totalidad, incapaces de sentir
el realismo de que estn impregnadas, y slo se detiene Ja
imaginacin ante el de Goya.
Nada tenernos nosotros que aadir: la apreciacin es certe-
ra. No ya por razones extrinsccas que Ezqucrra cita, a ma-
yor abundamiento, sino por el carcter magnifico de todas
las cabezas y. en general, ele los tipos. Despreocupado el
autor de hacer virtuosismo ele tijera, consigue, en cambio,
con sencillez suma de trazo un carcter ..,v un estilo ele maestro .
Ezqucrra supone-y con razn-e-que. de haber hecho Goya
los dibujos. otra mano. ms segura. se encargase del re
cortado.

44
~~
~~~Nlos armarios ele Palacio, entre polvo y olvido, :,~. 1
~ f~-~ uescubierto los devotos celadores del tesoro del J)_
~ ,<: ~ trimonio una coleccin de trabajos de papel-n1uy
f~ffl
-- ~'_~ -

cerca del centenar-, dedicados todos ellos al Oui-


~~ jote. Q11i011 es el autor? No sabernos. Todos d~ ~2
misma mano. llevan muchos corno nica firma las inicia-
les F. V. Detrs de no pocos, en la madera donde van 111011-
tados, hay a pluma dos lineas, que dicen: "A S. :.\l. D. J\!-
fonso XII. Recuerde, ele la visita de S. A. a la Casa de Cer-
vantes, de Valladolid, en 17 de marzo de 1876." Firma: Ma-
riano Luis de Reymoro.
fl
ti E
r~I la misma coleccin - basta ahora completameru
que nos referirnos en La pgina anteri,
r~
~~ vi indita-a
es este otro ejemplar.
: 'l.~ 'J!. 2 No son, probablemeute, papeles recortados a tijer:
~~}''.l~ .
~GJ~~<...""4.1 s.1110 pape l es ta 11 ac1 os. recortac 1 os a mcision,
. . . , corno 1
talla en madera. El sombreado y algunos otros pormenores:
indican as claramente, no slo por su minuciosidad, sir.
tambin por su tcnica.
El dibujo es, en general, correcto, y la habilidad de la mar
al manejar la cuchilla, extraordinaria. Los efectos, sin en
bargo, del arte del papel recortado no aparecen en estos tr:
bajos, por no haberse atrevido el autor a la tijera y sus m
dios de expresin. Tallar papel a fin de que resulte el misn
efecto que pueda darnos la tal1a del boj, no tiene, esttic
mente, inters grande.
Los trabajos estn montados sobre raso carmes, pegado s
a una tabla, y con marco.

I
-~1~01TA y espaola esta obra de la pgina de enfrente.

r
~~ ~ fines del siglo pasado, por efecto de la moda a que
A...
crlJ ya nos hemos referido, convocaban a concurso de-
l ] ~ terminados peridicos de la poca. En uno de estos
1

~~ =su~ concursos gan e] primer premio la madre del que


hoy escribe estas lneas, con el trabajo a tijera que aqu pre-
sentamos, El pequeo desperf ecto de uno de ellos-efectos
del tic111po-no alcanza a la integridad del trabajo.

50
~'\'~:l~l~(
~1' . .1((~12:_:l-.UTZAS' no l raya act 11a l mente pais, a 1 r;u110 en e 1 que <e
iJ\ff:;. ~ encuentre el nmero enorme de siluetist as que ha-
~;.., , i'1;r,,r{~~, ,lli\ 11 amos en r \l. <~111ar11a.
,.:1i . I I ay pu bl. icacos
1 ca 1 en d ar .ros
)t~II .'.;;:_~! de siluetas, para cada da del ao, una hoja, y, en
. :,'le'''
;,\~'!r, ~~/.'/,,
,, ~~~
=-"\i1/~' cada hoja, una silueta distinta, ele alemanes todas
ellas, y en donde puede decirse que casi no se repiten las f ir-
mas. Esto implica la existencia ele unos trescientos autores
que pueden presentar siluetas. algunas excelentes, todas dig--
nas. Una, sta, de Luisa Buchsel Schmidt.
~~ffJ11
t~~ t~ la escenita presente es su autora Carlota Hcrbig.
t ,~?s J,a .n1itad de _los autores .1le111anc~ del presente son
f ~~ /} mujeres, f enomeno que no habr ele sorprender :t
tli1~~ nadie. Es natural cine el arte de la tijera sea f eme-
l~ili~ nino, pero entre nosotros no es frecuente, y seri.t
bonito aadir al arte de la tijera la sensibilidad de una mu-
jer dedicada a calar en el papel escenas y delicadezas de vida,
de arte y de gracia.

':"~' .
-r~Li)~~~~
\?~~---2.Ji~
~~~~L candor pastoril de la escena-pese al zapato de

~ :m
s < ~__ ~

~~
tacn, nito y bien alto, de la dama, pelo al vienro-
denota el afn, por parte del autor, de seguir la t ra-
dicin del xvur. Advirtase la excelente calidad
~~,g
,~:"= obtenida evidentemente a tijera-del ramaje sin bo-
jas del fresno. Es obra de Toni Christrnann.
esa labor casi de insecto! El hombre antes, para su
bien y para bien de no pocas obras grandes, no tena prisi
en el mundo. El Primor se desposaba con la Paciencia. No te-
miau, as unidos, ni al trabajo ni al tiempo. Y los hijos na-
can, con frecuencia, pacientes y primorosos.
~~~ BR:\ de Karl-H einz Dobste. La gracia y, sobre todo
.
fl~fl;:;J
'
i el grarisn1<:i, salvan lo que ?uclier~ ten~r. ;le sentimen-
~~~\,'. j tal consabido y hasta cur si la disposicin y el terna.
~.f:?I~,ij
No hay aqui cursiler ia, porque la diccin no es re-
~~~l~ dicha ni efectista. La simplicidad de los negros dan
sobriedad, y la notita del pjaro-n1ancha de intermediaria
intensidad entre la gran mancha ele ella y la pulverizacin
de gotas negras del arbolillo ii1grviclo-convicrten la escena
en una especie de caligrafia musical, pentagrarna para los
ojos de discrecin pulqucr rima .

..

6()
\,,i'-!.::l:"~ij1:J1~R, Edith Eiden, la autora ele esa obra. No poda
ser por meno . La delicadeza es femenina, y el acier-
to, de simplicidad notabilsima. Noten cmo a cada
arte corresponde un dominio inalienable. Qu otro
arte hubiera nunca ejecutado un tema como ste?
J Ia sido la ti jera la que ha trado al alma la ocurrencia de
ese encaje, natural y de arte a un tiempo.

62
no 111c-

de manos de n1njer- Juana 13eck111:inn-y superi, rr


quizs a la otra por la calidad, 111;1gnfica ele deci-
sin y carcter.

(,4
.
~ '""' '":.~I
- ~

STA la silueta primorosa, no es casi un ex-voto? De-


1
~ vocin hay en el tenia, pues vernos en la pared dt~l
~
~ ~ fondo una alusin a emblemas pasionarios. Por el
~-~ ambiente se impone asimismo corno poesa o cn-
~ ~ .
, . . tico, mitad de recogimiento y de virtud hogarea,
mitad de uncin y plegaria. El nio que trae el jarro no pa-
rece ms bien ngel que nio; ngel que atender a los 111e-
nesteres caseros, a falta de Marta, mientras Maria reza 1)
lee o ambas cosas? Y el picoteado de toda la labor de punta
de tijera no parece una ofrenda paciente de fervor de un
frayangelismo de silueta?
\~
~ OR algunos, actualmente, es practicada la silueta foto-
~ ,@ ~ gr!ica. El fotgrafo de ~ei:zig, Frank ~ugenio
. e~~ ~ Smith, es autor de este ex libris, a base de 1 otogra-
~ , fa y siluetas, en donde aparece el autor con una
~~ '!!E de sus hiias.
'
fJf~ESPUS ele Jo alemn, lo italiano. Ugo Mochi pertenc-
~ , ~~ ~ ce a una ele las familias 111s aejamente nobles
~ :: J de Florencia, que comenz su carrera de artista
~ ~ ~~ corno escultor, pero que despus, al acudir a la Aca-
~,.a demia de Bellas Artes, de Florencia, se sinti atrai
do por esta especialidad singular, en la cual ha sobresalidr
desde entonces.

70
~~~RES obras ms del italiano Ugo Mochi. En ellas pue-
~t f[ de verse la variedad de ternas y la originalidad na
~, ~(1~ tural de su observacin, unida a la d~st1~eza d~ ~~1
~({A ~~1 mano. Alguna~ ele sus obras-panoram.1cas ~1lu~-
~ i ~A tas de Florencia y Roma-alcanzaron dimensiones
no conocidas anteriormente en esta clase de trabajos. 1'..u11
bin le distingue la singularidad de usar para fondos pape-
les <le medias tintas y celajes que atenan el contraste usual
entre lo blanco y lo negro.

72
,,,
.,, .. ,.~.,.
. ~,:. . -~~ .--, " , ... - ...

.. , ,+: ;
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..........
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~ \. ijECOJA.M:os en esta revisin
~'~ . ' .
e.1e111pl os ce
l 1 1 ueta ap 1-
1

. ,~~1 cadas a la ilustracin de libros. Fernando Stlac-


; ~' ger es uno de los dibujantes ms conocidos y afa-
ij}~r~ n1~dos c~1no ilustrador en la .,.,Alen1ania . de_ hace
>1~~\."'~ veinte anos. Obra suya es la vieta y el d1bt1JO que
damos en la pgina de enfrente.
Alrededor del r 4 lanz una casa editorial alemana una colec-
cin de libritos, que pronto fueron difundidos y admirados
por el mundo. Cuentos infantiles, poesas, leyendas, ilustra-
das por los dibujantes mejores de la poca y editadas con es-
mero. De esa coleccin: es el Ebro que Stlaeger ilustr con
dibujos en silueta.

i4
~ ARL V rigt es el autor de esta ilustracin de cuento
~4J..1ar.,::_ infantil, particularmente feliz por la novedad de JJ
composicin, que distribuye expresivamente el ara-
besco. Apropiadisima factura para la realizacin a
tijera y composicin feliz, no por sencilla menos
afortunada.
~)) ~'fYD
~~ ~ h ' . .
~ .. , .. o son mue as las si netas cormcas, y no es cierta
gY.:., ; : mente el gnero en que se lucen ms las siluetas.
~ i~u; 6 Este s es fenmeno extrao, porque el gnero se
~~ presta a la arbitrariedad y descomposicin de los
)'Ir~~ trazos. La sombra es ya ele suyo gesticulador fan
tasma que parece burlarse de nosotros, aspaventeando corno
un espantapjaros. Este .11niigo de las flores} de Schulze 1-I er-
zog, est bien de mancha y negros, pero rarnploncete de trazo
y vulgar de comicidad.

-s

~--
-~7--~- ,._
glo XIX.

So
W.//!;~
~~ OTR0 tanto podernos decir de este grupo ele murjru:
"i:~J\..~ tas, de Martin Ritter. 1~ una comicidad del tienu
'fi:;r .liil
"v.~
de las murgas. Muy p~ica Madrid C'.nico, dir_i,
~}f.~ mos nosotros en Es pana. En ~.i\ lemania, no se.
!J~ Muy Fligcnden Bltrern, acaso.
~~
~ ~~lt N esta serie de sombras que aqu vemos ha tratad
Errna Paul Allen de clasificar unos cuantos tipc
de maridos. Tom, el deportivo, es una de esas cr i:
turas enrgicas y activas que lleva a su pobre mt
jer a cazar, a subir rnontes, ya con nieve, ya si
ella; cargados de morral o sin cargar, pero agotando a la ir
feliz ele la mujer, que 110 puede seguirle. Dick es un carnp-
chano camarada, que e11 cuanto ve a un amigote, le abraz:
le da palmadas, le acoge con alborozo y ... se va con l al caf I
dejando a la mujer que bufe y rabie. H arry es uh mozo atra:
tivo y hasta fascinador; a su mujer le atrae y le fascina, pi
ro ... tambin a las otras. Y Harry, tan delicioso con su mi
jer, no deja de ser delicioso cuando est fuera de casa. jac
sera excelente sin los celos. Pero celoso corno es, no ha
quien le aguante.,; Su mujer no puede dar ni un paso--i
paso del onc step-sin que Jack se sienta al instantc=corn
el otro Jack famoso--clestripador y energmeno. Ned, e
cambio, rene las tres condiciones de todo marido perf ectc
cheques en el libro ele cheques, dinero en la cuenta corriente
tinta en la estilogrfica, para f irrnar con una mano los ch.
ques, que entrega con la otra a su mujercita querida.

Nota nu.-estra.-Estos maridos son de N orteamrica, cuy


es el pas de la autora. Nosotros no aludimos para nada- h:
ya paz !-ni a esposos ni a esposas ele Espaa.
&~ ~f,2
~~.
o Q r7),
~ verdadero maestro de la silueta moderna es En-
.... 1. ,,,,_ 11' gert. Emplea la ti jera, corno se advierte en los tro-

. ';:. r. $ zos de sus obras, y sabe obtener, corno nadie, ef ec-


~~~i~
0

tos tpicos por la sola virtud exclusiva de la cali-


~ .. -, ~ \ dad del corte, de la expresin natural que de !:i
materia resulta cuando no se la contrara, sino que se le da,
por el contrario, lo que es propio del papel y la tijera. En
pocos casos, c0n10 en este de Engert, queda patente en la
obra la consistencia del rnater ial, la calidad de la materia
e11 que est hecha y del instrumento con que ha sido realizada.
g[fui ~
~~~~ E ha dicho ya que una de las caractersticas excelen-
~ ~~
1
tes del grJ.n siluetista Engcrt es la adecuacin del
~ o estilo a las condiciones tpicas del oficio empleado:
~~"'"''
'
')
la concepcin, la gracia, el humor de la estilizacin,
son n1agnficas, pero 110 lo es menos el acierto de
haber llegado a eso hacindonos ver y sentir la tijera que bus-
ca las curvaturas.

SS
~~fl'i~TRO maestro extraordinario de la silueta moderna.
VV. Repsold, es bueno como humorista y es buen
corno estilizador de la tijera. Esa expresin se debe
a la tijera, y slo con la tijera puede obtenerse una
1 diccin ele ese tipo. Repsold merece doble atencin
nuestra, por haber hecho en silueta ilustraciones al Quijote.
de los verdaderos maestros
rno a tijera.

~~-
. .
~

.',
,.r

.A

.'

..

93
v0 UEGOS de humor y destreza con estilo: de Otto Bl
\\l.!.'Ul.~'

mel, rnuniqus, la obra de abajo; de Elisa Reina Mi-


chael, ta obra de Ta parte superior; ex-libris, en
silueta. de autor desconocido; o ignorado (ignorado
por nosotros) la de en medio,

94
~~~As sombras en el teatro: en el cine. Las siluetas
. , movirniento han sido utilizadas en el cine para ,
r ias pelculas. Los espaoles vieron-y admiraron
hace aos la pelcula Sombras, en la cual aparee
episdicamente, una representacin de siluetas, pr
bablernente de Engert, por lo que recordamos del estilo .
Aqui darnos dos muestras: una, la inferior, del film L
celos de Barbouille, de Cavalcanti ; otra, la superior, ele A
lequin, de Lotte Reinigers.
,, .
'
'

'.;
+,'
'.
'
, EN' esta otra lmina vemos, por el envs. las mue
~'Jrif/a,
cas recortadas y articuladas que Lotte Reinizerl::,

ha confeccionado para la pelcula <le sombras a qui


hemos aludido; y de la que hemos dado una mues
tra en la pgina precedente.

98
de Las siluetas a la fabricacin de veletas
PLlCACIN
o giraldas. La lnea es di vertida, y la solucin, inge-
niosa. No basta en esta clase de obras el acierto del
dibujante: es preciso que, adems, se distribuya la
masa total corno requ icre la finalidad prctica a que
han de ser destinados. Distribucin del peso, superficie sufi-
ciente que oponer al empuje del viento y desproporcin de
masas entre las dos mitades de la chapa.
Los adjuntos proyectos de veleta son originales ele John Held
(Junior).

100
JSTORIET1\ en figuras . iluetadas. Notable por la e sti-
lizacin decorativa de la composicin, por la esque
matizacin expresiva de los animales y por ser de
autor nobiliario nada menos: William, conde de
Hardenberg.

102
cin. para salpicar de tinta y travesura las revistas
mundanas de estos tiempos ha tenido un intrprete
feliz en este siluetista.
----0

-o
~r,r N
pastor y ganadero salmantino, Santiago Snchez, ha
0
:~ ...,,
}~ 0practicado el arte del dibujo y el arte de la tijera

f r~
,11, , ; , _ con toda espontaneidad y sin que nadie le haya en-
aii seriado .. A. solas en el aisla1~iento del c~n1po,_ ha id?
~~ : ~ \ llevando al papel lo que vera, con pref erencia, am
niales: los toros, los perros de su propiedad. Incluimos aqu
unas cuantas obras de este siluetista espaol y "folklrico",
si se nos permite la palabra. (Vase Juan Cabra: EZ arte
plstico y las siluetas de los campesinos aciuales.y

106
;''l,i">t ~:s;t:i
~..,~;~.,~

~::~tr~ \Xl.EL y Antonio Machado, los ilustres dramaturuos


{, ,l'~Jli Y_ poetas que todos-para nuestro bien+-ccnocernos,
i f fJi. tienen un tercer hermano, que conocemos 111uy po-
cos. Retirado del exhibicionismo= y hasta del expo
s1c1011isn10--, dibuja y pinta, pero rara vez mues-
tra sus obras.
Sin exponer toda via, inditas por completo, guarda cua-
renta o cincuenta obras de papel recortado, de las cuales nos-
otros entresacamos sta., ciue" of recemos a nuestros lector e .
Pierden con la reproduccin estas siluetas de Machado
gran parte ele su :,;ingulariclad caracterisrica. Estn hechas
ton papeles de colores y papeles de distinta calidad: la ade-
cuada en cada caso. Un papel ba to. en ocasiones: corriente
y aun humilde casi siempre, adquiere con frecuencia un . a-
bor pictrico ele fuerza inusitada y sorprendente. Un papel
ele envolver da valor plstico a una valla; un papel de es-
traza a una trapera; un papel de barba a la nieve. La repro-
duccin de. truye estos efectos. Pero no hemos querido, pese
a todo. dejar de incluir aqu una obra-e-aunque di. minuida.
de un autor espaol ele ahora, que aplica al tradicional arte
tina innovacin personal y realizada muy a la espaola.

108
~(O)~I
~~- ,nti ER.:.TINAiros. P. ero J a t1 Jera

sigue, e1ispuesta a lanzar
1
~ 1, al mundo criaturas. De quin es esta silueta? No

t_,,~7\. ~,. ~ cin del arte de los recortes: el anuncio. No es el


~,lt@ , mismo caso: en las revistas mundiales de hoy ve-
mos a veces aprovechado para anuncios la mancha llamativa
de la silueta, combinada, e11 ocasiones, con la fotografa.

110
/

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