Arte Rupestre en Colombia
Arte Rupestre en Colombia
Arte Rupestre en Colombia
MAESTRA EN HISTORIA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
(2014)
PRESENTADO POR
OSCAR HERNNDEZ MEDINA
Yo, Oscar Hernndez Medina, declaro que este trabajo de grado, elaborado como requisito
parcial para obtener el ttulo de Maestra en historia, en la Facultad de Ciencias Sociales de
la Universidad Javeriana, es de mi entera autora, excepto en donde se indique lo contrario.
Este documento no ha sido sometido para su calificacin en ninguna otra institucin
acadmica.
Firma
31 de enero de 2014
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Contenido
2
Pg.
Introduccin 8
1. El Arte Rupestre. 11
1.1.El desarrollo del Arte Rupestre 11
Pictografas 12
Petroglifos 13
Geoglifos 14
Arte Mobiliar 15
Pulidores o Afiladores 15
Cpulas 16
1.2.Los primeros datos en Arte Rupestre. 17
1.3.El Arte Rupestre en Colombia. 21
1.4.Los trabajos ms recientes en el pas (GIPRI) 32
2. Miguel Triana 40
2.1.El contexto de Miguel Triana. 40
2.2.La obra de Miguel Triana. 42
2.3.Triana y su forma de ver lo Indgena en Colombia. 44
2.4.Miguel Triana y el Arte Rupestre 50
2.5.Las cartografas, los lmites de etnias en el arte rupestre. 51
2.6.Donde aparecen las piedras pintadas 60
2.7.El Jeroglfico Chibcha 66
4. Conclusiones 106
5. Anexos 118
6. Bibliografa 150
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Tabla de figuras
4
Pg.
Figura 15. Ficha GIPRI Colombia. Diferentes fichas de registro componen el Modelo
metodolgico de Registro y Conservacin del Arte Rupestre desarrollados por GIPRI 37
Colombia.
Figura 16. Simpata indgena: or Nicasio y su esposa. Imagen de Miguel Triana. La
5
41
civilizacin chibcha.
Figura 17. Simpata indgena. Imagen de Miguel Triana. La civilizacin chibcha. 44
Figura 18. Configuracin fsica del chibcha. Dibujo del maestro Acebedo Bernal.
48
Imagen de Miguel Triana. La civilizacin chibcha.
Figura 19. Con su gorra descopada en la mano y en humilde actitud. Imagen de Miguel
50
Triana. La civilizacin chibcha.
Figura 20. Mapa El pas de los Chibchas. Imagen de Miguel Triana. La civilizacin
60
chibcha
Figura 21. Transformaciones sucesivas de la rana en la grfica chibcha. Imagen de
68
Miguel Triana. La civilizacin chibcha.
Figura 22. Representacin de la conquista espaola. Imagen de Miguel Triana. La
68
civilizacin chibcha.
Figura 23. Conmemora las abluciones del Soberano. Imagen de Miguel Triana. La
69
civilizacin chibcha.
Figura 24. Letras griegas del jeroglfico de Pandi. Imagen de Miguel Triana. La
70
civilizacin chibcha.
Figura 25. Descomposicin alfabtica del mono. Imagen de Miguel Triana. La
70
civilizacin chibcha.
Figura 26. Imagen del P. Cabrera cuando es felicitado por el Seor Ministro de
Educacin Nacional Dr. Arciniegas, al serle impuesta la medalla de la fiesta de la 74
juventud colombiana. En. Revista Bartolina Nov. 1942 # 149-50.
Figura 27. Transcripcin del Monolito Panche que realizo Cabrera para la publicacin
77
de la revista Bartolina de 1942.
Figura 28. Reconstruccin que realiza el equipo de GIPRI 1998. 78
Figura 29. Detalle de las condiciones actuales del Monolito Panche. Sasaima
79
Cundinamarca. Fotografa de Ricardo Prado.
Figura 30. Fragmento Tabla. Toponimia Chibcha de Boyac propuesta por Cabrera en
86
1949.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Figura 31. Piedra del Sol. Pandi Cundinamarca. Archivo GIPRI Colombia. 93
Figura 32. Roca ubicada en la Vereda Mondoedo. Madrid Cundinamarca. Archivo
95
personal Oscar Hernndez.
Figura 33. Tabla de registro y documentacin de Cabrera, as como su cdigo. 103 6
Anexos 118
1. Plancha Numero XXIV Miguel Triana. Piedra del Diablo en Sutatausa 118
2. Lmina 31 Registro Wenceslao Cabrera Ortiz 119
3. Fotografas actuales Piedra del Diablo .Sutatausa Cundinamarca.
Retoque digital, saturacin y seleccin de colores que permite apreciar 119-120
otros elementos dentro de la roca. Archivo Oscar Hernndez M
4. Plancha LIII Miguel Triana Bojaca 121
5. Lmina 17 Wenceslao Cabrera Ortiz Bojaca 121
6. Lmina 17a Wenceslao Cabrera Bojaca 122
7. Vista Panormica de Chivo Negro. Fotografa Oscar Hernndez M. 122
8. Piedras de Chivo Negro 123
9. Detalle de las piedras de chivo Negro Bojaca 123
10. Plancha XVI Miguel Triana Facatativ 124
11. Lmina 10 Wenceslao Cabrera Facatativ 125
12. Fotogrfica de GIPRI Colombia Facatativ 125
13. Sistema de Registro del Equipo GIPRI Colombia 126
14. Plancha IX Miguel Triana Soacha San Benito 127
15. Lmina 25 Wenceslao Cabrera. Zona Tequendama Esta lmina contiene
128
varias rocas
16. Plancha XXVI Miguel Triana - Piedra de Saboya Boyac 128
17. Piedra de Saboya Boyac. Fotografa de yacimiento. 129
18. Piedra de Saboya Boyac Retoque Digital, saturacin y seleccin de colores. 130
19. Plancha XXXIX Miguel Triana. Puente de Boyac Piedra de Barreiro. 131
20. Vista Panormica Piedras de Barreiro Puente de Boyac 132
21. Detalles de las Pictografas de la Piedra de Barreiro Puente de Boyac Cara 1 132
22. Retoque digital, saturacin y seleccin de colores. 133
23. Detalles de las Pictografas de la Piedra de Barreiro Puente de Boyac Cara 2.
133
Retoque digital, saturacin y seleccin de colores.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Introduccin
En la presente tesis nos hemos propuesto abordar los trabajos de dos pioneros de la
8
investigacin del Arte Rupestre colombiano, ellos son Miguel Triana (1859-1931) y
Wenceslao Cabrera Ortiz (1919-1993), considerando que sus propuestas de trabajo se
constituyen en dos de los estudios ms representativos adelantados en el pas durante la
primera mitad del siglo XX.
Ahora bien, el arte rupestre debe entenderse de forma general como el conjunto de
manifestaciones culturales y estructuras estticas (pictografas, petroglifos, geoglifos)
producidas esencialmente sobre rocas, las cuales fueron elaboradas por distintos grupos
tnicos, en distintos perodos de la historia humana. Desde esta definicin del arte rupestre,
los trabajos de Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz representaran dos momentos
distintos en la construccin del conocimiento del Arte Rupestre en nuestro pas y por
consiguiente remiten a la caracterizacin y diferenciacin de las formas en que se ha
sistematizado y organizado dicho proceso.
Es por ello que el arte rupestre y las formas en las que se construy dicho tema en nuestro
pas remiten a los diferentes tipos de hacer ciencia que hemos construido y por ello se hace
pertinente la comparacin entre dos de los ms significativos trabajos que se realizaron sobre
el altiplano colombiano.
Lo que se pretende en este trabajo es hacer un balance histrico de la forma como estos
autores, Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz, desarrollaron sus trabajos en torno al Arte
Rupestre cundiboyacense. Partimos de la hiptesis de que se trata de dos etapas de registro
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
distintas; y nos proponemos develar las caractersticas y particularidades de cada uno de estos
dos investigadores, as como el mostrar el modo en que construyeron sus propuestas de
anlisis y de documentacin y registro.
9
En tal sentido, vale la pena aclarar que para comienzos del siglo XX no existan ms que
algunas descripciones rupestres y la mayora de estos documentos tenan problemas de
registro, entendible tanto por la falta de criterios modernos, rigurosos, para la documentacin
como porque se detenan ms en la descripcin del paisaje y descuidaban el Arte Rupestre.
Es as como el ingeniero Miguel Triana, ocupado en la construccin de carreteras e
infraestructura nacional, tropieza con el arte rupestre, y se inicia en l una inquietud en torno
a quines fueron los autores de dichas manifestaciones estticas.
Esta inquietud e inters dio as comienzo a la documentacin del Arte Rupestre nacional,
hecho que lo llevara a revalorar el sentido de detenerse juiciosamente en este objeto y a que
en 1922 publicara el texto La Civilizacin Chibcha, documento donde hace las primeras
reproducciones sistemticas de las imgenes halladas en las rocas, y resea el carcter no
accidental de estas manifestaciones, por lo cual desarrollar su propuesta de interpretacin
as como la de sentar las bases de la sociologa colombiana.
Por otro lado, Wenceslao Cabrera Ortiz inicia su labor de investigacin en 1942 con la
documentacin y registro del monolito Panche y que culminara con su trabajo ms citado
Monumentos Rupestres de Colombia. Cuaderno primero: Generalidades. Algunos conjuntos
Pictricos de Cundinamarca que fue publicado en 1968 en la Revista del Instituto
Colombiano de Antropologa, donde presenta sus versiones sobre las rocas de Cundinamarca,
corrigiendo algunas de las zonas supuestamente trabajadas exhaustivamente por Triana.
En tal sentido, la propuesta metodolgica aqu desarrollada, busca realizar reflexiones sobre 10
los resultados de la investigacin, es decir, sobre la ciencia histrica interpretada como una
serie de afirmaciones sobre el rea de la investigacin (Topolski 1982:26)
Este trabajo mostrar las caractersticas, los procesos, las etapas del registro, as como las
tcnicas y metodologas utilizadas para el anlisis, estudio y registro del arte rupestre por
parte de Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz, para ello se realiz el anlisis de los
textos producidos en este periodo; buscando con ello poder mostrar dos etapas de registro
distintas.
Esta tesis abordo ensayo un ejercicio de lo que podra denominarse estudios de la historia de
la ciencia, para as poder mostrar las caractersticas y algunos de los procesos que han llevado
a la configuracin de los temas de discusin, en el Arte Rupestre. El trabajo de investigacin
consisti en una investigacin de historia de la ciencia, que analiza los procesos y los
elementos que se articularon en las discusiones que en un periodo determinado se dan.
Para el desarrollo de esta propuesta, se realiz la lectura de los textos producidos por Miguel
Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz, donde se resean cules eran los referentes tericos y
metodolgicos que dieron inicio a las explicaciones e interpretaciones sobre el arte rupestre
cundiboyacense.. En tal sentido, ponemos a su consideracin los resultados encontrados en
dicho proceso, advirtiendo que no por ello, el proceso de comprensin de los mecanismos y
estrategias por los cuales se gesta la ciencia en el pas, es una tarea que nunca termina, sino
que tan solo muestra una pequea parte de cmo se dieron dichos procesos. De hecho,
terminamos nuestras conclusiones refirindonos al estado actual de las investigaciones
rupestres en Colombia, y a sus distancias y herencias con los trabajos de estos dos dismiles
pioneros,
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
1. El Arte Rupestre
El arte rupestre1 es una manifestacin esttica y cultural que se presenta en casi todas partes
del mundo. Sus temas y formas son muy diversos, aunque guardan algunas semejanzas,
respecto a las modalidades como a sus tcnicas, al tipo de sustratos utilizados, e incluso, a la
recurrencia de ciertas formas. Pero en general, el sentido y funcin de estas manifestaciones
para los grupos que las realizaron an es un tema de estudio en la actualidad (Trujillo
2008:61).
1
En el Congreso Internacional de Arte Rupestre, Ripon (Wisconsin, USA), 1999 se estableci la denominacin
de Arte Rupestre para designar las manifestaciones estticas plasmadas en la roca, ya que no pueden ser
catalogadas y restringidas a un periodo especfico de la historia del ser humano. En la actualidad existen grupos
humanos en Australia que continan realizando este tipo de manifestaciones, situacin que muestra cmo este
tipo de expresiones siguen estando presentes dentro del devenir histrico del hombre.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Desde el punto de vista de su forma material, que es la nica a nuestro alcance actual, existen
varias tcnicas de elaboracin que permiten clasificar diferentes modalidades; se desprenden
actualmente cuatro modalidades (acuerdo de Vancouver) (GIPRI 1997:6-7), las cuales se
clasifican dependiendo el modo como estas manifestaciones se han realizado, es decir, segn 12
Por otra parte, estas grafas tienen a su vez la virtud de estar en los sitios exactos donde
expresamente un grupo humano en forma intencional las plasm. Tambin se incluyen ah
mismo, las derivaciones que de estas formas arcaicas se produjeran en otras reas de la
actividad humana. Bajo la denominacin de Arte Mobiliar con tradicin rupestre, se reconoce
el conjunto de expresiones que prolongan estos lenguajes.
Pictografas
introduce en el sustrato y se adhiere d tal manera que podra decirse que queda incorporado en
la misma (Gipri 1997:8-9).
Dadas las condiciones de las rocas en las que se encuentran las pictografas, stas slo presentan 13
dibujos en sus caras laterales. Para encontrarlas, en la mayora de los casos, basta con observar
desde lejos que las que no estn escondidas entre el matorral se ven algo rosadas a la distancia;
la explicacin es simple, la pasta de xido ferroso se ha desvanecido desde la parte superior;
escurrindose en todo el plano del mural. El Profesor Dubelaar tambin define las
pictografas como:
Las pictografas son dibujos hechos sobre la superficie de la roca usando pintura
generalmente roja, amarilla, blanca o negra (algunos casos de pictografas en
policroma han sido reportados). La pintura se aplica por medio de un tipo de
brocha, una pieza de madera, o simplemente con los dedos del pintor. Con
frecuencia se encuentra en lugares protegidos: cuevas y abrigos. Aunque
tambin existen en posiciones expuestas, sujetas a la luz del sol lluvia viento y
otras influencias atmosfricas (Dubelaar 1984:64-81).
Piedra del Fraile. San Francisco Cundinamarca. Archivo personal Oscar Hernndez.
Petroglifo
prospeccin rigurosa de cada una de las rocas que se halle en la zona, realizando una
cuidadosa limpieza en uno de los sectores de la superficie cubierta para poder dar con ellos.
(Gipri 1997:9).
Geoglifo
En la elaboracin de los geoglifos existen tres tcnicas bsicas: 1. Se remueve el suelo con
la vegetacin; la figura se forma por contraste del subsuelo rojo-caf con su contexto ms
oscuro. 2. Sobre un terreno con piedras oscuras, filas de piedras son removidas; la figura se
forma por el contraste del subsuelo ms claro con su ambiente ms oscuro. 3. La figura se
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
forma sobre un subsuelo claro poniendo abajo filas de piedras oscuras (Krickeberg 1994: 54-
56; Dubelaar 1984:64-81).
Arte Mobiliar 15
Objetos de uso cotidiano, que poseen decorados anlogos o las que se encuentran en las rocas,
son considerados prolongaciones de esta tradicin artstica. Volantes de huso para hilar,
objetos producidos para distintas labores domsticas (cermica, orfebrera), componen, entre
otros, un conjunto amplio de instrumentos y utensilios que guardan algunas relaciones con la
tradicin cultural de los pueblos pintores.
Pulidores o Afiladores
(Rodrguez 1998:43).
Cpulas
Se les ha denominado cazoletas, huecos de taza, entre otros. Tambin se encuentran distintas
interpretaciones respecto del sentido y funcin de stos. Desde calendarios astronmicos,
escritura hemisfrica, demarcacin territorial, sitios de juegos, hasta caminos hacia otros
mundos2. Sin embargo, no es posible hasta el momento determinar qu papel jugaban estos
elementos en las concepciones de mundo de los pueblos que los elaboraron en el rea de
estudio.
2 El Centro de Estudios Arqueolgicos de EE.UU. dice que los Seppa (Sipapu) consideran los huecos con una
entrada (Hopi) al mundo inferior.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
inters generado por el descubrimiento de restos humanos y fsiles que se hallan en las
excavaciones producidas por la minera y la construccin del ferrocarril, permiten los
primeros reportes sobre el hallazgo de piezas lticas antiguas, que en un primer momento no
pudieron ser asociadas a ninguna cultura en particular (Dyson, 2008:10).
El arte rupestre se encuentra en este preciso momento del desarrollo de la ciencia, donde se
fundamenta tambin la fsica, la biologa, y donde surgen las preguntas de investigacin sobre
cules fueron los poblamientos ms tempranos de seres humanos, es decir, a los primeros
pobladores prehistricos paleolticos.
Los primeros datos que se tiene de la antigedad del hombre fueron proporcionados por
exploradores o los anticuarios que trajeron objetos de los pueblos que se estaban conociendo,
y ciertos estudiosos enseguida se percataron de que otros objetos, muy parecidos, podan
encontrarse entre las ruinas antiguas de la propia Europa -herramientas talladas en piedra,
armas de cobre, joyas, etc.- elementos que para la poca no haba sido contemplados en el
proceso de formacin de las sociedades europeas y que ahora aparecan como componentes
importantes del proceso de configuracin de las sociedades del viejo mundo (Lumley,
1984:87-88).
Las culturas recin descubiertas eran consideradas primitivas, y por tanto menospreciadas.
No obstante, algunos europeos se dieron cuenta que en Europa, forzosamente, hubo una fase
pretrita en la que la cultura tambin era primitiva. Los primeros datos que se tienen sobre la
existencia de pinturas rupestres se remontan a 1575 cuando Franois de Belleforest publica
su texto Cosmografa universal de todo el mundo en donde describe por primera vez la
existencia de una cueva ubicada en la gran gruta de Rouffignac, que a
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
local, y su alcance limitado, lo que da como resultado que el Arte Rupestre siga siendo un
asunto de curiosos y aficionados a la prehistoria. Es as como, por asunto del azar, en el curso
de unas obras al pie de Salve es descubierto, a finales de 1833, una gruta en la cual se
recogen los primeros objetos prehistricos adornados y grabados: un bastn perforado de
cuerno de reno, y otro bastn con la imagen de un pjaro (Nougier 1968:4). Unos meses
ms tarde aparecer la gruta de Chaffaud, en Savign (Vienne) con un cuerno de reno con
dos ciervas grabadas. Estos descubrimientos sern presentados en el Congreso de
Antropologa de Copenhague, y mostrarn por primera vez que este arte abre las perspectivas
sobre los orgenes de la Humanidad, y sobre el remoto nacimiento del sentido esttico entre
los hombres de la Prehistoria. Pero
permanecern desapercibidos an por
muchos aos ms, y solo sern
aceptados cuando el cmulo de
descubrimientos sobrepase todas las
explicaciones posibles.
El rechazo y la hostilidad hacia estos descubrimientos deben entenderse dentro del contexto
de perspectivas evolucionistas que imperaban en el momento, pues imaginar que un hombre,
para ellos incompleto en la escala del desarrollo mental e intelectual, hubiese realizado
figuras con tal grado de perfeccin y belleza como las que se haban descubierto era
imposible. La creencia en aquellos momentos de que la capacidad artstica e intelectual del
hombre primitivo no era equiparable a la del hombre moderno, no permiti que se
reconociera la validez y la autenticidad de Altamira (Pascua, 2005:3).
este les ense a hilar algodn y tejer mantas, porque antes de esto slo se
cubran los indios con unas planchas que hacan de algodn en rama, atadas
con unas cordezuelas de fique unas con otras, todo mal aliado y an como a
gente ruda. Cuando sala de un pueblo les dejaba los telares pintados en alguna
piedra liza y bruida, como hoy se ven en algunas partes, por si se les olvidaba
lo que les enseaba; como se olvidaron de otras muchas cosas buenas que dicen
les predicaba en su misma lengua a cada pueblo, con que quedaban
admirados(Simn, 1985, III:375)
Adoraban por Dioses a todas las piedras, que decan que todas haban sido
primeros hombres, y que todos los hombres en muriendo se convirtieran en
piedras, y haba de llegar el da en que todas las piedras resucitasen hechas
hombres (Piedrahita 1688, I: 10).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Estas son algunas de las primeras referencias a Arte Rupestre a la vez que una de las primeras
versiones sobre el sentido y funcin de estas manifestaciones estticas.
Durante la Colonia las referencias escritas y que den cuenta del arte rupestre son eventuales 22
y espordicas, esto debido a que muchas tradiciones en las artes y en los sistemas de
representacin desaparecieron. Algunas tradiciones mticas fueron suprimidas y otras se
fusionaron con aquellas que traan los espaoles, solo basta recordar el documento de la visita
Juan de Valcrcel (1637) (Ruiz 1975:48-53) a la zona Muisca y el tipo de recomendaciones
que este visitador produjo, para comprender que las polticas coloniales fueron muy precisas
para descomponer todas las instituciones precolombinas y desdibujar los lugares culturales
donde stas se reproducan (Mojica 1946:173-177).
Dentro de esas pocas referencias que existen se encuentra el texto de Jos Domingo
Duquesne Disertacin Sobre El Origen Del Calendario Y Jeroglficos De Los Mosca (1795),
quien recibe una piedra (matriz de orfebrera) de un campesino el cual le muestra cmo se
entenda y lea en ella. Con este documento se haca una explicacin del sentido de los
smbolos y se realizaba una lectura del modo como esta cultura contaba el tiempo y el sistema
grfico que era utilizado. Aunque no aparecen datos sobre zonas de pintura rupestre ni un
estudio sobre diferentes rocas en este trabajo, en l podemos encontrar algunos elementos
tiles para la investigacin en arte rupestre (Muoz 1997:15-27)
Despus de estos informes iniciales slo hasta el siglo XIX se vuelven a presentar algunas
referencias adicionales a aquellas que se hicieron en el periodo colonial. As mismo debe
recordarse que, ya con intereses nacionalistas, la Comisin Corogrfica (1850-59) (Restrepo
1993:203-220) dirigida por Agustn Codazzi y su secretario Manuel Anczar, realizan el
intento de comprender la vida cultural de los pueblos precolombinos del pas, pero diversos
motivos polticos llevan finalmente al fracaso dicha empresa.
Acuarelas de la Comisin
Corogrfica. Piedras de
Facatativ (Manuel Mara Paz)
y Gmeza (Carmelo Fernndez).
En: Libro Patrimonio Rupestre.
Historia y Hallazgos. Mesitas
del Colegio. 2006. Equipo
GIPRI Colombia.
En el ao de 1881, el Gobierno
Nacional, presidido por Rafael
Nez, cre la Comisin
Cientfica que se encargara de
estudiar los territorios
colombianos en lo referente a
Ciencias Naturales y a la
Geografa, y continuar con ello
la tarea de la Comisin
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Corogrfica. La Expedicin estaba dirigida por el argelino Man y como secretario Jorge
Issacs, la cual inicio trabajos por los Estados de Bolvar y el Magdalena, pero debido las
diferencias personales entre sus integrantes est se fracciona e Issacs inicia su propio
recorrido por el occidente del Estado de Magdalena, entre los ros Aracataca y Fundacin 24
(Valencia 2007:196).
Durante sus exploraciones descubri yacimientos de carbn cuyas muestras fueron enviadas
a Bogot, pero como muestra del poco inters del Gobierno Nacional este olvida dicha
iniciativa, situacin por la cual Issacs tiene que sobrevivir durante onces meses don $200
pesos que la haba suministrado el gobierno al iniciar su comisin. De ello son muestra
fehaciente la correspondencia en la cual relata que vivi ao y medio sin recibir sueldo alguno
(Valencia 2007:196). Pero pese a todas estas adversidades publica en la revista Anales de la
Instruccin Pblica, su texto Estudio sobre las Tribus Indgenas del Estado del
Magdalena, antes Provincia de Santa Marta (1884). En este texto resea algunas de las
obras rupestres, y segn su interpretacin, existe una figura en ella la cual se puede
corresponder al homnido que debi originar a los pobladores de esta zona. Usando la teora
de Darwin, Isaacs piensa que esta es una prueba del origen de estos pueblos, ahora indgenas.
Esta interpretacin gener toda clase de objeciones que se sumaron a las crticas que l mismo
haca sobre el estado de atraso en que se encontraba la nacin y sobre la forma como era
mirada y pensada la ciencia por parte de los ms ilustres hombres del pas (Rodrguez
2012:173)
El hallazgo de Isaacs gener un debate con Miguel Antonio Caro pues este consideraba que
los indios eran buena materia prima para la tarea misionera, l era no solo defensor de la
educacin religiosa, sino del gran valor de la herencia hispana (Langebaek, 2009:326),
por ello pensar lo indgena fuera de los mrgenes tradicionales era imposible, en palabras del
uruguayo Miguel Can, Caro representa el tipo ms acabado del conservador, dando a esa
palabra toda la extensin de que es susceptible (Can, 1992:214-5) (Langebaek, 2009:326).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Este debate pone en evidencia dos visiones encontradas sobre la naturaleza del hombre y que
condujeron a que la investigacin del tema quedara aplazada por aos, pues su desarrollo
pona en peligro las tradicionales maneras de pensar el origen y fundamento de la
nacionalidad, es decir cuestionaba y pona en entre dicho los postulados y los valores de la 25
Imagen de Isaacs que enciende el debate sobre el origen del hombre. En: Equipo GIPRI
Libro Patrimonio Rupestre. Historia y Hallazgos. Mesitas del Colegio. 2006. Equipo GIPRI
Colombia
Otra de esas referencias de la forma como es entendido el pas, ser la obra de Vicente
Restrepo y Ernesto Restrepo Tirado quienes en 1892 realizan uno de los trabajos ms
sistemticos sobre los Chibchas antes de la conquista espaola. Las influencias de los
estudios realizados por Vicente Restrepo en la Escuela de Minas en Pars, le dieron una nueva
orientacin a los estudios de las culturas prehispnicas en Colombia. Este personaje, que
haba recibido una formacin en ciencias bsicas, y muy seguramente la influencia del
positivismo, llevo a que su trabajo fuera poco a poco desmontando las seguridades de los
pioneros en relacin con la denominacin de culturas muiscas o civilizaciones chibchas
(Muoz 1995:21).
Otras referencias de finales del siglo XIX fue efectuada por Lzaro Mara Girn, quien en
1892 realiza un trabajo sobre las Piedras Grabadas de Chinauta y Anacut (hoy Municipio
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
de Tibacuy), este documento fue parte de un informe gubernamental que se present sobre
dicha regin, ante el congreso de la Repblica y en el cual se da cuenta de existencia de siete
yacimientos con arte rupestres, as mismo, este trabajo viene acompaado de una serie de
lminas donde se registran las motivos rupestres. Girn termina su trabajo diciendo 26
Para esta misma poca se publica el texto de Liborio Zerda (1893): lbum de Antigedades
Neogranadinas, el cual realiz mientras se desempeaba como ministro de Instruccin
Pblica. El texto es una coleccin de 125 ilustraciones donde hay una serie de copias a la
tmpera de los escudos de armas que la corona espaola otorg a las principales ciudades de
Colombia, se destaca entre ellos una herldica el Escudo del territorio chibcha un escudo
ideado por Zerda, en el que agrupa ilustraciones de piezas precolombinas, ideogramas y
lugares ceremoniales de los chibchas as mismo existe unas lminas en acuarela y tmpera
que hacen referencia a piezas precolombinas Muisca, Tairona y de los indgenas de Marmato
y Antioquia. Finalmente y tal vez el mayor inters de este lbum por su valor histrico y
artstico, est la serie de veinte acuarelas inditas que representan pictografas y petroglifos
de distintas zonas del interior de Colombia. Muchas de estas inscripciones y grabados han
desaparecido, por lo cual estas acuarelas resultan ser el nico testimonio de su existencia
(Museo Nacional 2013).
En los primeros aos del siglo XX, el investigador Alemn Theodor Koch-Grnberg,
adelanta algunas investigaciones en el suroccidente brasileo y en gran parte del Vaups
colombiano. El texto describe el inicio de su carrera como etnlogo y resalta algunos apartes
especficos de su experiencia en las expediciones del ro Xing (1899), el alto Ro Negro
(1903) y en el territorio de Roraima (1911), y donde dar a conocer algunas referencias al
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Arte Rupestre de dichas zonas (Kraus 2010:13.-36). Otros trabajos sobre esta misma zona y
en los que tambin se mencionan estaciones rupestres corresponden a los informes de
Constand Tastevin, Theodor Konrad Preuss, Helmut Schindler, Johann Spix y Carl Martius
(Trujillo 2008:57). 27
Entre 1910-1920 ingeniero Miguel Triana se interesar por las culturas indgenas del
altiplano a las que llama Civilizacin Chibcha, trabajo en el cual se realiza una recoleccin
etnolgica de textos antiguos y costumbres actuales, el autor se dedica a incluir en su obra
distintas referencias de piedras con pinturas y algunas con grabados. Su teora sobre la
interpretacin del arte rupestre se dirige a la relacin que existe entre los sitios donde se
encuentran las pinturas y/o grabados, y el tipo de etnia a la que corresponden. Segn esta
idea, los sitios rupestres no eran otra cosa que lmites territoriales y con ello sus variaciones
estticas mostraban las diferencias lingsticas o la variedad administrativa de los territorios
que diferenciaban los Muiscas de la zona norte con los del sur de los departamentos de
Cundinamarca y Boyac. Este trabajo resulta ser uno de los ms interesantes materiales que
inician la descripcin e interpretacin del arte
rupestre del altiplano cundiboyacense. Sin
embargo buena parte de los futuros trabajos que
se adelantaron sobre el tema tomar estas
interpretaciones y se pensar que no existan ms
zonas de arte rupestre que las descritas en el
trabajo del Jeroglfico Chibcha
revista de Ingeniera The Highway Magazine (1931) un trabajo en el cual mostraba sus
estudios sobre la Sierra Nevada y donde mostraba la coleccin de material cultural Tairona
que haba recogido para el Field Museum of Natural History de Chicago. Durante las
exploraciones el autor confirm la existencia de una compleja y extendida red de caminos,
as como la de grandes aldeas construidas en piedra en el noroeste de la Sierra Nevada
(Donama) (Mason, 1931 en Oyuela 1990:48)).
Luego de esto en 1936 llegar el pas el arquelogo espaol Jos Prez de Barradas, por
invitacin de Ministerio de Educacin Nacional con el objeto de realizar excavaciones en la
zona arqueolgica de San Agustn. Durante su estada en el pas buscara reivindicar el papel 29
de Espaa, as como el de resaltar el papel de las misiones religiosas en Colombia, por tal
motivo, en lo concerniente a las investigaciones sobre los chibchas su autor preferido sea
Vicente Restrepo, quien a finales de siglo XIX haba logrado elaborar una visin totalmente
denigrante del pasado prehispnico colombiano. Con Prez de Barradas se consolida, pues,
la visin anticuarista del pasado indgena, y aunque como arquelogo est problematizando
con diferentes teoras propias de su tiempo, le resta solucin de continuidad al elemento
indgena en la actual constitucin de la nacin (Arguello 2003:79).
El texto de Prez ser publicado en 1941, y en lo concerniente a arte rupestre seguir la lnea
trazada por Vicente Restrepo que las considera
infantiles y carcter de sentido, pero discrepa
de este en cuanto a que si considera que
puedan llegar a ser objeto de interpretacin, y
a poner de relieve el papel que tuvieron en la
formacin de las culturas indgenas los
pueblos arawacos (Prez de Barradas 1941:8).
Otro de los trabajos de esta poca sern los de Wenceslao Cabrera Ortiz, quien inicia su labor
de investigacin en 1942 en el sur de Colombia (Departamento de Nario) y que culminar
con su trabajo ms citado que fue publicado en 1970 en la Revista del Instituto Colombiano
de Antropologa, donde presenta sus versiones sobre las rocas de Cundinamarca, corrigiendo
algunas de las zonas supuestamente trabajadas exhaustivamente por Triana. Buena parte de
su tesis est amparada en algunas de las afirmaciones de los trabajos de Triana segn la cual
fueron procesos migratorios los que hacen posible la distincin entre pinturas y grabados;
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
pero se distancia de este al considerar que estas manifestaciones fueron elaboradas por los
chibchas, y considera que estas son producto de grupos arawacos, idea propuesta por Prez
de Barradas. Para Cabrera realizar cualquier proceso de interpretacin es aventurado y
peligroso, pues reconoce la importancia de trabajar previamente sobre un registro que permita 30
En 1952 Jos de Vinalesa publica en la revista del Instituto Etnolgico Nacional nuevas
referencias de arte rupestre de la zona Arahuaca, y en 1954 aparece el trabajo de Louis
Ghisletti en el cual se denuncia 92 zonas en los territorios de Cundinamarca y Boyac que
contienen pinturas y/o grabados, con un nmero de rocas sin especificar pero que podran
estar en un promedio de 410 rocas. Este trabajo muestra una fuerte influencia de los
postulados de Paul Rivet, ya que se fundamente en un anlisis lingstico complementndolo
con aspectos de la antropologa fsica y las semejanzas en la cultura material con base en los
datos provenientes de melanesia y polinesia. Es por ello que sus interpretaciones sobre el arte
rupestre estn basadas en comparaciones con la iconografa y la mitologa de lugares como
la isla de Pascua (Ghisletti 1954:36).
En 1959 el investigador cubano Antonio Nez Jimnez publica su trabajo Facatativ, como
un texto de interpretacin fundamentalmente para las rocas del parque de Facatativ, en
donde ampla algunas de las ideas ya presentadas por Miguel Triana. Tambin Fray Miguel
Santa Mara Puerto en 1983 incluye algunas descripciones de rocas pintadas y grabadas en
Boyac dentro de sus estudios del lenguaje escrito de los aborgenes de Colombia (Trujillo
2008:58).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Para la dcada del sesenta aparece Elicer Silva Celis quien en 1961 publica un artculo en
la Revista Colombiana de Antropologa, titulado Pintura Rupestre Precolombina De
Schica. Valle De Leiva en el cual esboza sus opiniones generales sobre la interpretacin del 31
arte rupestre, ellas se vern finalmente expuestas en su informe sobre los petroglifos del
Encanto (Caquet) en 1963 y resumidas posteriormente en un texto titulado Arqueologa y
Prehistoria de Colombia en 1968.
En 1965 Luis Duque Gmez para la publicacin Historia Extensa de Colombia realiza un
texto sobre los trabajos producidos en etno-historia y arqueologa en Colombia y en lo
concerniente a Arte Rupestre solo realiza la descripcin de algunos de ellos y los tipos de
representaciones all expuestos. Por esto solo se atreve a decir que sobre el arte rupestre
prehistrico colombiano, nada se puede afirmar, pues en definitiva, en relacin con el
significado de sus smbolos y con la poca en que fueron labrados o pintados tales signos en
las rocas y acantilados de varias regiones del pas (Duque 1965:221).
As mismo, dentro de este anlisis sobre el cmo se ha ido configurando el tema de lo rupestre
en el pas, debe citarse al trabajo de Gonzalo Correal, quien en 1970 adelanta excavaciones
arqueolgicas en el Abra y los Abrigos Rocosos del Tequendama donde se encontraron
Artefactos lticos y materiales orgnicos asociados que al ser datados mediante carbono 14
(C-14), dieron una cronologa aproximada de entre 7.390 A.C. y 10.460 A.C, que demuestran
la presencia humana en el altiplano y entre los cuales haba material rupestre asociado a las
excavaciones, lo que genera la posibilidad de inferir que este tenga una edad similar a los
objetos hallados en dichos lugares, sin bien este trabajo no hace alusin a las pinturas
rupestres de la zona, si resulta ser un punto importante en la discusin de la antigedad de
estas manifestaciones.
Otro trabajo de esta misma poca es el de Thomas Van der Hammen quien en 1975 adelant
una investigacin en torno a la cronologa del Pleistoceno y Holoceno de Colombia, donde
demostr una larga secuencia de etapas glaciares e interglaciares, en las cuales se ha podido
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Desde la dcada de 1970 el grupo GIPRI, dirigido por Guillermo Muoz, ha venido
realizando trabajos en torno a la investigacin del Arte Rupestre. Las reflexiones tericas y
las labores de registro y documentacin hoy permiten entender lo complejo del tema rupestre.
En este sentido, busca eliminar las simples opiniones y el sentido comn, y desarrollar un
trabajo sistemtico de documentacin rigurosa y una continua divulgacin (simposios,
conferencias, congresos nacionales e internacionales, la revista RUPESTRE y el libro de El
Colegio) hacen parte de los resultados de la investigacin de este grupo.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Dentro de las tareas desarrolladas por el equipo GIPRI en las ltimas dcadas se deben
destacar 3 categoras de trabajo: Investigacin, Conservacin y Divulgacin. Los trabajos
desarrollados en el proceso investigativo durante estos aos han girado en torno a la 33
3
Las trascripciones que aparecen en "El jeroglfico Chibcha" son dibujos en los cuales faltan algunas de las
caractersticas que la investigacin moderna hace indispensables para el trabajo de sistematizacin de la labor
rupestre, tales como ubicacin geogrfica del yacimiento, posicin del dibujo en la roca, formas y tamaos de
las rocas, tamaos de surco o ancho de trazos, entre otras manifestaciones. Estas caractersticas son de especial
importancia pues determinan eventos especficos que podran arrojar luz sobre la funcin o el sentido que tena
para un aborigen una obra de este tipo. La omisin de estos detalles marca la precariedad de la poca en el
trabajo de documentacin, hoy se hace urgente solventar tales deficiencias. La importancia de las
particularidades de cada yacimiento podran ayudar a interpretar el diseo teniendo en cuenta su relacin con
el contexto que lo rodea. Comunicacin Personal Guillermo Muoz.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Dicha situacin llev a concluir a este investigador que las interpretaciones construidas a
partir de estas descripciones tendran serios problemas ya que fueron realizadas bajo premisas
y fundamentos poco confiables. En tal sentido, estas discusiones se han ido incorporando
dentro de los temas de anlisis del equipo que lidera, dando lugar a la articulacin de estas 34
dentro una perspectiva de investigacin muchos ms amplia, pues como este mismo
intelectual advierte:
En este sentido, el equipo de trabajo ha visto la necesidad de formular una ficha de registro
donde se expongan todas las posibilidades de anlisis que se pudieran llevar a cabo sobre el
arte rupestre. En esta medida se empezaron a formular las primeras fichas de registro en la
dcada de 1970 y 804, que con la ayuda de los nuevos medios tecnolgicos han permitido un
mayor rigor documental, dando como resultado que cada da se consolide y se avance en los
procesos de trascripcin de los materiales rupestres. A lo largo de estos aos se elaboraron
diferentes fichas de registro que fueron cambiando en la medida que el registro sistemtico
de lugares iban mostrando las falencias de los procesos de documentacin.
4
Las fichas de registro elaboradas por GIPRI han intentado establecer un parmetro grfico para unificar los
criterios con los cuales se aborda el tema del registro de los yacimientos rupestres. En un primer momento se
trabaj con base en mediciones de rocas y dibujos en hojas blancas donde se describa la roca en sus tres vistas
principales: planta (arriba), alzado (frente) y lateral. Durante muchos aos se hizo nfasis en la forma de la roca
con lo cual se posibilitaba (a diferencia de los investigadores anteriores) la ubicacin de los grabados en la
superficie de la roca y, dada la oportunidad, comenz a ser posible la localizacin de la roca por parte de otros
investigadores interesados, gracias a la visualizacin total de la misma. Lo anterior, junto con el registro
fotogrfico, permiti desde entonces tener una visin parcial del evento rupestre. Por otra parte comenz a ser
necesaria su ubicacin geogrfica y una descripcin de los motivos de manera ms detallada, pues cuando se
hace nfasis en la visual del yacimiento los motivos quedan subordinados al tamao total de la roca. Documento
GIPRI. 2003 texto sin publicar)
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Este trabajo de documentacin llev a que en 1998 el equipo, a travs del Ministerio de
Cultura y su programa de Becas Nacionales realizara el Modelo Metodolgico para rescatar
y documentar el patrimonio rupestre inmueble colombiano. Este trabajo mostr la necesidad
de pensar lo metodolgico como un elemento importante y determinante dentro de la
investigacin del arte rupestre, toda vez que
con arte rupestre, pues son ellos los que en primera instancia han de conservar y mantener a
salvo el patrimonio rupestre nacional. Si bien se advierte que no es posible intervenir y
controlar todos los factores de deterioro y destruccin del arte rupestre, si se puede generar
una cultura que colabore en el cuidado de los predios. El mundo campesino en su relacin
con el arte rupestre ha creado formas de explicacin frente a estas manifestaciones que van
desde la suposicin generalizada para el pas de la existencia de guacas dejadas por los
indgenas, pero que slo en ciertas pocas del ao se muestran, hasta la creencia en el carcter
sagrado o maligno de estas zonas y la importancia de no daarlas pues podran generar
estragos a la persona o la familia de quien atente contra ellas.
Por ello la investigacin ha venido recogiendo la tradicin oral de las distintas zonas que han
venido trabajando, esto le permite comprender con mayor precisin la forma como los
pobladores se apropian de estas manifestaciones estticas. De igual manera, se han realizado
una serie de trabajos en la ciudad, entendiendo que buena parte de los habitantes de los
actuales espacios urbanos provienen del campo y, por lo tanto, poseen informacin que puede
ser valiosa a la hora de reconstruir el mundo del lenguaje del pas.
La importancia de estos estudios y su relacin con el tema del arte rupestre est en la
conciencia de que buena parte de los habitantes de las grandes urbes desconocen la existencia
de dichas manifestaciones, entonces cuando viajan a fincas de recreo o a zonas rurales no se
percatan de la presencia de las manifestaciones rupestres y la mayora de las veces terminan
destruyendo los yacimientos o generando procesos de alteracin radicales e irreversibles.
Esto se ha notado en los procesos de registro y documentacin del arte rupestre: en muchas
ocasiones se ha llegado a predios donde han aplicado vinilo al conjunto general de rocas, y
en otras se han destruido los bloques rocosos con el fin de ser usados en la construccin de
viviendas y cercados.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
5
Es importante aclarar que esto concierne sobre todo al arte rupestre a la intemperie, pues en Francia y Espaa
se han venido desarrollando estudios, investigaciones y polticas de proteccin para el arte rupestre en cuevas.
Los tipos de deterioro que se presentan en ellas son muy diferentes a los presentados en el arte rupestre al aire
libre, los factores de alteracin que intervienen en cada una de estas modalidades son muy diferentes, pues las
condiciones climticas en cada uno de ellos difiere enormemente.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
el equipo de trabajo ha generado una serie de estrategias para mostrar a un pblico cada vez
ms amplio los resultados y conclusiones parciales de la investigacin, entendiendo
previamente que sin una labor sistemtica y rigurosa no es posible generar procesos de
divulgacin, pues la importancia del estudio y preservacin de las manifestaciones rupestres
presentes en el territorio colombiano pasa primero por su estudio cuidadoso. Esta actividad
de divulgacin y educacin se ha llevado a cabo en Colegios, Universidades, Congresos y
Seminarios en los cuales ha participado el equipo. Si bien dichos espacios han sido de gran
ayuda, tambin se cuenta con una publicacin continua, el equipo desde 1995 viene
realizando la publicacin de una revista Rupestre: Arte Rupestre en Colombia que a la
fecha ha editado un total de 6 nmeros, las cuales han sido posible en algunos casos gracias
a la colaboracin prestada por algunas universidades, pero que en la mayora de los casos es
realizada por cuenta del equipo.
Esta revista es el medio por el cual el equipo muestra los trabajos de investigacin
adelantados en el pas a lo largo del tiempo, as como el espacio para la publicacin de los
trabajos de colegas nacionales e internacionales.
situacin ha permitido en que desde el ao 2010 hasta la fecha se vengan adelantando trabajos
de registro y documentacin en nuevos municipio de Cundinamarca, tales como Sutatausa,
San Francisco, Facatativ, Mesitas del Colegio, entre otros, donde se han podido aplicar
nuevos procedimientos y tcnicas de investigacin que han contado con la colaboracin de 39
2. Miguel Triana
A los 22 aos de edad entra a trabajar al servicio del gegrafo M. Rottel, quien en ese
momento (1877-1884) estaba realizando los levantamientos de la hoya del Orinoco; esta
experiencia de trabajo de campo le permiti adquirir una disciplina y una rigurosidad a la
hora de realizar las descripciones de los espacios por los cuales se desplazara a lo largo del
pas.
Desde esta formacin establece relaciones entre el carcter fsico del territorio y el carcter
cultural de los pueblos que lo habitan. Sus explicaciones deterministas muestran la estrecha
relacin entre estos dos elementos que l considera cruciales al momento de poder entender
el pas. Ejemplo de ello es la forma como registra y describe al gegrafo francs desde la
perspectiva de los Bogotanos de su poca:
Esta descripcin revela cmo se estructuran estereotipos e idealizaciones sobre lo que deba
41
o no debera ser un acadmico, as como el estereotipo sobre personas carentes de un nivel
cultural y social elevado. Triana se interes entonces en describir las formas como se
construyen los lenguajes y la historia de los sitios, pues para l el registro de estas categoras,
junto con las descripciones del mundo fsico y material, permitira entender las
particularidades de los grupos culturales que habitan el pas (Rodrguez, 2012:130)
Por ello, Triana en su esfuerzo por describir el pas afirmara que puedo decir que a los
viajes en Colombia debo ms conocimientos que a mis escasas lecturas, ms sentido
indgena que a mis atavismos y ms ntima nocin patritica que a mi Escuela. (Triana,
1913:11). En tal sentido, los conocimientos de Triana, en la tradicin de la ciencia viajera
humboldtiana, estn relacionados de manera directa con el trabajo de campo, pues en este
esfuerzo por moverse por el pas y observar va construyendo y articulando su visin del
territorio y de sus habitantes.
Para Triana, no se trataba de recategorizar a las comunidades aborgenes que haban sido
denominadas de mltiples maneras, casi todas asociadas a lo demonaco y salvaje, si no de
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
lo que se trata es de mostrar y poner en evidencia los elementos culturales que estos pueblos
posean y que aportaron en la construccin de lo nacional.
En tal sentido, para Triana, las manifestaciones culturales y materiales de esos grupos tenan 42
Entender la obra de Miguel Triana, pasa por entender la forma como construye unas
prcticas, unas representaciones frente al trmino indgena, ya que sern ellos sobre los que
pretende como objeto inmediato de su libro: poner de manifiesto la gnesis propia de las
ideas matrices del pueblo Chibcha, y tambin como segundo objetivo de obra y fin
inmediato,
echar las bases positivas de la Sociologa nacional modeladas sobre la raza
autctona formada aqu por la geologa y el clima, raza que se impondr en
nuestra demografa con los atavismos hereditarios, mediante el mestizaje, y por
la colaboracin de aquel troquel, persistente y eterno (Triana, 1972:VI).
En tal sentido, la forma como concibe lo indgena, y las maneras como articula tales criterios,
permitirn entender el rol y la funcin que ocupan estos dentro de su obra.
Lo que entendemos por indgena en Colombia ha sido distinto a lo largo del tiempo. La
construccin de imaginarios y representaciones de lo que son los otros es variado y diverso,
pues las sociedades producen un conocimiento valorativo sobre s mismas y edifican a su vez
un acervo calificativo de lo que son los otros y de la forma en que deben ser entendidos,
imaginados y representados esos otros. En tal sentido, el pensamiento antropolgico de
Occidente, y buena parte de su legado cientfico, se basan en una visin peyorativa del otro
(Langebaek, 2009:11) por esto, la forma como se ha pensado al indgena en Colombia ha
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
El presente se imagina como un autntico residuo del pasado, y no como una plataforma
desde la cual se inventa el pasado. En su afn por establecer una poltica de autenticidad, rara
vez ofrece reconstrucciones histricas en las cuales el pasado sea superado, o como mnimo
distinto; ms bien, por lo general, se concentra en imaginar el devenir cronolgico como un
escenario en el cual se repiten acontecimientos similares que se deben juzgar desde la ptica
de lo moral (Langebaek, 2009:19).
En tal sentido, acercarse a las condiciones que hicieron posible la modernizacin del pas,
conlleva el examen de los intelectuales que forjaron dicho proceso y que imprimieron sus
conceptos y categoras dentro del quehacer nacional. Por ello, la revisin de la vida y obra
de estos precursores as como la de sus trabajos se hace necesario. Lo que se pretende, es dar
cuenta de los diferentes caminos cursados dentro de la investigacin, advertir las
contradicciones que se dan de forma consciente e inconsciente en una poca, as como, los
procesos sociales alcanzados y los conflictos que siguen an vigentes.
Por lo tanto, la forma como Miguel Triana construye y configura el concepto de lo indgena
dentro de su obra resulta de especial inters, toda vez que pone de manifiesto una serie de
representaciones y prcticas en torno a lo que significa lo indgena en funcin de la
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
construccin de un proyecto nacional y que nos servir de marco de referencia para entender
cmo se construyeron las categoras de anlisis que utiliz para leer el arte rupestre muisca.
Chartier (1992) donde se propone tres tipos de indagaciones; la primera hace referencia al
anlisis de textos, descifrados en sus estructuras, motivo y objetivo, el segundo al estudio de
los objetos impresos, de su distribucin, de su fabricacin y de sus formas y el tercero a la
historia de las prcticas que, al tomar contacto con lo escrito, le conceden un significado
particular a los textos y las imgenes que ellos llevan. Esta discriminacin permitir entender
que las representaciones no pueden ser una copia simple de la realidad,
que tiene que afrontar, y que l determina como pintorescas y cientficas en su travesa al
Putumayo. En este primer texto comienza a mostrar un distanciamiento con la versin que se
tena del indgena, empieza a revalorar las destrezas y habilidades que antes haban sido
consideradas como smbolos del atraso. Para replantear esta nueva situacin expresa que: 45
de los deficientes informes que dan los libros, nos habamos forjado una fantasa
geogrfica: la costa plana hasta el pie de la cordillera, cubierta de cinagas, donde
no haba quedado un hombre despus del exterminio indgena que hizo en 1621 don
Pedro Martn Navarro (Triana, 1907:45).
Pero al realizar el viaje a estos sitios observa de primera mano que dichas descripciones
distaban mucho de la realidad. As mismo tambin hallaba problemticas las valoraciones
heredadas sobre las comunidades que habitan estos lugares, de los que se hablaba de una
densa poblacin de indios estpidos, insectvoros y cristalizados en su atraso y nada de ello
le pareca acertado. Triana ahora representa al indgena de una forma distinta,
ellos son los poderosos, son ellos los conquistadores, ellos son los sabios; porque
la lucha fisiolgica les dio corazn fuerte, msculo recio y voluntad de acero. Bajo
la apariencia sufrida y humilde del indio de la altiplanicie, se oculta la energa
paciente, seora del mundo, la que esclaviza la tierra y fecunda la industria, para
mediante ella convertir en sus tributarios a los amantes del oro engaoso (Triana,
1907:81).
Por esto, dice, los procesos de usurpacin que han sufrido desde la conquista de Amrica, no
han reducido su condicin de seres humanos civilizados. Y para mostrar dicha situacin
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
expresa que este indio fue, es y ser la materia, el vehculo y el objeto de la civilizacin de
los pases ecuatoriales. (Triana, 1907:89).
Durante su recorrido al Meta en 1913 dir que no pueda ser gobernante ni legislador ni 46
enviado internacional quien no haya siquiera estudiado el pas Eso si deba consignarse
en la Constitucin (Triana, 1913:5). Con esta afirmacin sostiene que la estructura poltica
no conoce las realidades de cada una de las provincias de Colombia, y que se contina todava
imaginando la nacin desde la Capital, y que pasados cien aos de la independencia la
periferia sea un gran espacio vaco, por ello parecera que para gobernar este pas no se
necesita conocerlo! Y solo viajando por el pas se le ama y se deplora que est subyugado
por una aristocracia de polticos que lo desprecian (Triana, 1913:6).
Esta crtica va a ser una constante dentro de toda su obra, ya que durante todos sus aos de
profesin no va a encontrar una respuesta a sus innumerables planteamientos. En el texto Al
Meta expresa que una de las tareas ms apremiantes es la configuracin de una identidad
nacional y dicha propuesta se halla consagrada en este libro, el cual est abierto a la crtica y
sabe que hallar,
opositores que por desgracia levanta todo plan patritico, a ttulo de que pudiera
hacerse algo mejor. A falta de otro cualquiera que no se ha siquiera planteado en
cien aos, no parece juicioso seguir indefinidamente el de no hacer nada (Triana,
1913:9).
quienes creen abstractos y sin aplicacin actual los estudios prehistricos de que
se ocupa este libro, no se han puesto a pensar que los indgenas de esta altiplanicie,
pasados, presentes y futuros, son el fruto indefectible de la tierra y que hacia su
forma fsica, intelectual y moral van en lucha ms o menos dolorosa de adaptacin
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
y modificndose por el mestizaje los elementos de raza blanca que les disputa el
campo (Triana, 1972:21)
Afirmacin esta que cuestiona la valoracin de lo que se considera importante, y que muestra
47
como la nacionalidad se ha construido sobre el legado europeo, ya que la sociedad
colombiana se considera heredera de las tradiciones espaolas.
Entender las motivaciones que llevan a Triana a la realizacin de sus obras, permite entender
la forma en que fueron producidas, impresas y distribuidas estas. Por el sur de Colombia,
excursin pintoresca y cientfica al Putumayo (1907), es el resultado de la misin oficial que
le encomendara el presidente de la Repblica General Rafael Reyes, y que haca parte de los
planes estatales para ampliar las redes de caminos y carreteras del pas, con el fin de hacer
ms productivos y cercanos los diversos espacios del territorio, luego de la cruenta guerra de
Los Mil Das, la cual haba dejado al pas en la bancarrota (Rodrguez, 2012:131).
Miguel Triana fue contratado como ingeniero civil para recorrer, cartografiar y planear un
camino en la zona del Putumayo, entre sus obligaciones estaba el entregar un informe oficial
sobre el camino de Nario al puerto de La Sofa, en el ro Putumayo. Dicho informe fue
entregado, pero adicionalmente, redact un libro de casi cuatrocientas pginas que en opinin
de Santiago Prez recoge los viajes realizados por un hombre de corazn entero e
inquebrantable buena fe (Rodrguez, 2012:131-132).
El texto Al Meta (1913) representa el retorno a los lugares por los cuales haba iniciado sus
labores como ingeniero, pero esta vez, los propsitos de su viaje sern distintos 36 aos
despus de sus primeros recorridos por esta zona. Ahora intenta cumplir con la promesa de
levantar mi dbil voz en la Prensa para pedirle a Colombia, a su Parlamento, a su Gobierno,
a su pueblo, un simple paso hacia el Destino. El destino misterioso de la Patria est all!
En el centro de la pampa sin lmites (Triana, 1913:3). Triana se propone con esta obra
formular un plan concreto que sirva de base para que el Congreso expida una ley que le
permita a este rincn del pas salir del atraso en la cual se encuentra, eco que nunca encontr.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En esta descripcin de los chibchas, Triana intenta argumentar por qu pueden ser
considerados civilizados, y por qu son fundamento nuestra nacionalidad. Considera que este
pueblo que logr establecer elementos culturales, polticos, sociales en su quehacer diario y
que aunque no estuvo influenciado por el contacto directo con las grandes civilizaciones,
tiene las condiciones necesarias para dicho reconocimiento.
Por otra parte, dentro de la obra de Triana se pueden encontrar referencias a las versiones que
dan sus contemporneos de los indgenas y de las cuales no logra desprenderse del todo, pues
l es producto de esa poca, de su formacin social, y le es imposible no caer en
tradicionalismos y en estereotipos frente a ese otro; por eso se hallan descripciones e
imgenes donde el estereotipo del indgena se ve reflejado, ejemplo de ello es el siguiente:
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
poblacin Chibcha, pues Triana considera que sobre este grupo en particular se deben fundar
la sociologa nacional, as como el desarrollo social, econmico y poltico del pas.
El texto inicia estudiando las posibles corrientes migratorias que pudieron llegar a Amrica, 51
luego contina con un anlisis de la complexin fsica de los Chibchas, as como el estudio
de las condiciones fsicas del paisaje, los diferentes mitos, las caractersticas sociales y
polticas del pueblo Chibcha.
Luego de esto realiza un estudio sobre las condiciones tcnicas e industriales de este pueblo,
ya que analiza el desarrollo del trabajo en piedra, los tejidos y las diferentes formas textiles
que posean, la habilidad orfebre y las variantes metalrgicas a las cuales haba logrado
llegar, situacin que le permite ir configurando la idea sobre la existencia de una verdadera
civilizacin Chibcha.
Miguel Triana considera que el altiplano Cundiboyacense fue poblado por diversas
migraciones poblacionales que llegaron al territorio proveniente de varias zonas del pas; en
particular del valle del Ro Magdalena (grupos Caribes) y de los Llanos Orientales. En tal
sentido, plantea la existencia de una corriente migratoria que se mova por las estribaciones
del valle del Magdalena, las cuales fueron descritas por los cronistas espaoles con los
nombres de Agataes, Muzos, Colimas, Panches, y Pijaos, pero que normalmente eran
conocidos como grupos Caribes. Triana sostiene que dichas tipologas no pueden ser
corroboradas, ya que desaparecieron todos los idiomas, tradiciones y costumbres de estos
pueblos, pero en cambio, quedan como testimonio de su existencia ciertas piedras donde ellos
grabaron sus mitos y con las que conmemoraron acontecimientos indescriptibles de su xodo
(Triana, 1972:8).
Triana examina la existencia de dos corrientes martimas, una que tiene como punto de
partida el Ocano Indico y que permite navegar de forma rpida y segura hasta llegar a las
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
costas de frica y posteriormente arribar al ocano Atlntico. Otra corriente que analiza es
la de Humboldt en el Pacfico: ambas envuelven el globo y permiten la navegacin y
circulacin de los flujos migratorios, lo cual le permite plantar un segundo movimiento
migratorio por el Meta. En tal sentido, estas corrientes muy seguramente permitieron la 52
migracin de grupos asiticos; ya que considera que pudo ser por el Orinoco por donde
pudieron llegar estos grupos, debido a sus grandes ros y a que asalta la sospecha de que por
all se deslizaron los primeros pobladores de Amrica, procedentes del lejano Oriente
(Triana, 1972:11). Ejemplo de estos movimientos migratorios son los grabados que existen
en un promontorio de basalto inaccesible, donde se ven grabados a cincel un jeroglfico
imponente, el cual deba poner en pavor en el alma de los sucesivos inmigrantes y que
constituir para la eternidad de los siglos una incgnita sombra (14). Estas migraciones,
propone Triana, abandonan el Orinoco y tomaran la va del Meta, por lo cual se puede llegar
a concluir que si se comparase el jeroglfico de Maipures con los del Asia Menor, podra
mostrar indicios de dichas corrientes migratorias debido a ciertas similitudes estilsticas entre
ambas representaciones.
Apoyado en la hiptesis de estas corrientes migratorias, Triana considera que una forma de
iniciar el estudio de dichos pueblos es el lenguaje, y empieza a preguntarse por el nombre de
los espacios geogrficos y las posibles relaciones que puedan existir entre las distintas etnias
del territorio nacional. Triana propone que al estudiar y entender este dialecto se logra
comprender parte de la estructura cultural de dicho pueblo, y as emprende el anlisis del
idioma Chibcha, revisa la Gramtica en la lengua general del nuevo reyno, llamada mosca
(Lenguaje Muisca) vocabulario elaborado por el Padre Fray Bernardo de Lugo el cual haba
sido publicado en Madrid, en 1619, el cual constaba de una gramtica, un confesionario en
espaol y un confesionario en muisca, para uso era estrictamente misionero. Este trabajo le
permite llegar a la conclusin de la existencia de una partcula dialectal (gua) que es comn
desde la costa Caribe, hasta el Magdalena, Cauca y Atrato (Triana, 1972:153).
Diramos entonces, que el mtodo de Triana consiste en establecer una relacin entre los
nombres de los lugares y las tradiciones mticas, con el fin de ir generando un mapa del
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
territorio, as como posibles vas de explicacin a las manifestaciones rupestres que se hallan
en dichos lugares. Este acercamiento resulta interesante ya que va determinando cules
grabados pueden ser autora Chibcha, pues Triana determina basndose en el proceso de las
migraciones, los nombres de los lugares y la tcnica de elaboracin de las manifestaciones 53
rupestres, que los petroglifos, es decir los grabados no son de autora chibcha, sino que
corresponde a grupos caribes y que las pictografas o pinturas por hallarse en lugares donde
la toponimia de los sitios tiene referentes a dicho idioma si corresponden a los elaborados
por este grupo.
Triana asegura que los petroglifos son elaboraciones de grupos Caribes, los cuales demandan
un gran esfuerzo, y que los Chibchas poseedores de mayores recursos industriales e
intelectuales encontraron una forma ms rpida y refinada de pintar las piedras con tintas
indelebles. Segn Triana, los Chibchas escogieron las piedras sobre las cuales se realizaron
estos dibujos y que esta escogencia fue deliberada y reflexionada, ya que se aprecia como
todas son areniscas de cantera, y esto debido a su proces de configuracin hace que
presenten una exudacin de slice soluble que al contacto del aire forma un vidriado o barniz
brillante que las envuelve (Triana, 1972:186). Por otro lado, los pigmentos utilizados fueron
arcilla ferruginosa, y esto facilita su conservacin ya que al contacto con los slices se hacan
indelebles, situacin que muestra el grado de desarrollo intelectual de los Chibchas y su nivel
de conocimiento sobre cuales rocas deban escogidas, pues los criterios de seleccin no
podan ser arbitrarios al momento de hacer las pinturas.
En un segundo momento del desarrollo de su tesis sobre el espacio que ocupaban los
Chibchas, Triana realiza un minucioso recuento de los diferentes textos o fuentes en las que
se haca mencin al arte rupestre de zonas aledaas al altiplano y que dan cuenta de la
existencia de petroglifos. Considera que las zonas bajas fueron habitadas por grupos
diferentes de los Chibchas y que por ello, las manifestaciones rupestres que se hallan en estas
zonas son los petroglifos, mientras que los glifos pintados sern propios de las zonas altas.
En tal sentido, buscar en dichos textos aproximaciones que le lleven a poder ir estableciendo
cuales son los posibles significados, sentido y funcin de estas expresiones artsticas.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Con esta afirmacin, Triana demuestra que estas manifestaciones se encuentran a lo largo y
ancho del pas y que solo con hacer pequeas bsquedas empiezan a surgir dichos sitios. Es
por ello que Triana expone que estas rocas
Para Triana es un hecho contundente que estas manifestaciones son un lenguaje, pero que
debido a la falta de recursos tcnicos y a la no comprensin de su estructura no podemos
determinar su significado. As mismo, expresa que los hombres curiosos que en procura de
comprender en vano el misterio de la prehistoria de los pueblos, cuya vida representan en
las piedras, tejen hiptesis aventuradas interrogan sobre ellas candorosamente a los
actuales indios, creyendo encontrar dentro de los oscuros crneos vivos, cristalizado como
petrificada a travs de varias centurias, la idea que ilumin los crneos muertos (Triana
1972:164).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Por ello continua con la revisin de diferentes textos que le ayuden en la construccin de un
cuadro explicativo del arte rupestre, es por ello que estudia obras como las de Humboldt pero
ve en ella algunos elementos que cree problemticos, sealando que este investigador, en
busca de dar cuenta del significado y funcin de estas manifestaciones, Humboldt inquiere a 55
los habitantes del desecado lago que l conceba en el corazn de Amrica meridional, cmo
pudieron ser grabadas las figuras que aparecen en las rocas del Orinoco, y sus imbciles
interlocutores contestan con risa burlona que en tiempos de las grandes aguas sus padres
llegaron en canoas a las cimas de las montaas (Triana 1972:164).
En tal sentido, tambin dir que Julio Creveaux encuentra semejanzas entre el tatuaje de sus
guas y las pinturas de las rocas de la Guayana, pero referente a estos dos autores no
menciona ninguna obra en particular que haya estudiado (Triana, 1972:164). Para Triana es
problemtico interrogar a los actuales ocupantes del territorio, pues estos no son los autores
de dichas expresiones y por tanto no pueden aportar mucho en el proceso investigativo sobre
el significado de los mismos.
Un tercer trabajo consultado es el de Jorge Isaacs Estudio sobre las Tribus Indgenas del
Estado del Magdalena, antes Provincia de Santa Marta (1884) del que afirmar, que si bien
es riguroso en el registro de estos yacimientos, caer tambin en el error de preguntarle a los
lugareos por el significado de los grabados. Del trabajo de Lzaro Mara Girn Piedras
Grabadas de Chinauta y Anacut (1892) en el valle de Fusagasug, tambin observa la
tradicin de preguntar a los habitantes de la regin, quienes se inclinan ver en estos signos
la representacin de caminos o ms bien de cursos de agua, y agrega que este autor cree
corroborar sus datos con la presencia de ranas en la parte superior de las lneas y de la culebra
en su inferior (Triana, 1972:164)
Triana entonces considera que todas las observaciones que se han hecho de estos dibujos, ya
sea realizada por sabios o ignorantes, suponen que tienen una aplicacin simblica. As
mismo, llama la atencin sobre el grado de dificultad que se tiene en su elaboracin y en la
complejidad de dichas manifestaciones, pues la habilidad tcnica que exigieron a sus autores
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
por mil tribus distintas situacin que hace que al travs de generaciones y
peripecias sociolgicas angustiosas, les prestan gran importancia a dichos
monumentos e imponen al etngrafo la obligacin sagrada de estudiarlos
atentamente (Triana, 1972:165)
En tal sentido, Triana al intentar dar una respuesta sobre estas manifestaciones expresa que,
la falta de conocimiento sobre el orden, encadenamiento y valor convencional de las figuras
hace que establecer una explicacin sea una tarea compleja, ya que dentro de todo lenguaje
existe una estructura formal la cual por lo pronto se desconoce, y que sumado a que estas
figuras simblicas, por necesidad de simplificacin, el tipo primitivo va deformndose hasta
desaparecer casi enteramente la ley ideolgica que lo origin. (Triana, 1972:165). Con esto
lo que Triana intenta es mostrar otro de los elementos que hace difcil su comprensin, la
ignorancia de los idiomas indgenas y los cambios que hayan sufrido stos al vaivn de las
aventuras de los pueblos, hace que sea casi imposible comprender su objeto y el sentido de
los petroglifos.
Fue precisamente por estas mismas circunstancias que Vicente Restrepo lanz una
afirmacin que ha pesado mucho sobre los estudios de arte rupestre en el pas:
Esta condena que supone infructfera cual cualquier tarea que al respecto se intente, se
convertir en una constante dentro de muchos crculos sociales y acadmicos colombianos
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
de la poca y que harn que el inicio de cualquier trabajo en este campo, se demore mucho
ms en iniciar ya que su desvalorizacin hace que cualquier tipo de apoyo estatal no se
presente.
57
Ante tales sealamientos, Triana estima pertinente que los etngrafos se detuvieran como
paso preliminar, a coleccionar los dibujos que contienen, en orden geogrfico, con el objeto
de estudiar la posibilidad de que representen etapas centenarias de la marcha de las tribus
invasoras al territorio colombiano (Triana, 1972:166). Triana considera que es necesario, si
se quiere poder comprender el sentido y funcin del arte rupestre, que se realice una
catalogacin exhaustiva de todas y cada una de las rocas, que registren sus motivos de forma
individual, que se creen sistemas de informacin geogrfica que d cuenta de su ubicacin,
todo ello con el fin de poder corroborar su teora de las migraciones a la altiplanicie y que
haba formulado sobre el origen del pueblo Chibcha y de sus descendientes.
As, considera que como punto de partida ya se cuenta con las planchas realizadas por Jorge
Isaacs en el macizo de la Sierra Nevada de Santa Marta y las litografas que este investigador
presento en el nmero 45 de Anales de Instruccin Pblica en 1884, pero que
desafortunadamente estn en desorden y sin clasificacin alguna, situacin que hace que sea
complejo su estudio, pero al observar este trabajo se advierte sobre las posibles similitudes
que hay con los de otras zonas, por ello expresa desde luego se ve que all hay signos que se
repiten como una caracterstica en muchos otros dibujos grabados en piedras a centenares
de distancia (Triana, 1972:166).
Debido al trabajo de campo que ha realizado, Triana siente que ha logrado visitar un nmero
importante de piedras con grabados y pinturas, y ese hecho lo lleva poder encontrar
recurrencias estilsticas en diferentes zonas. Aunado a esto, la lectura juiciosa de cuanto
informe llega a sus manos le permite ir articulando con mayores argumentos su tesis sobre
las diferentes migraciones que se desplazaron por el territorio. Triana afirma, tambin, que
durante el trazado de la va del ferrocarril hacia Popayn tuvo noticia de la existencia de
piedras marcadas, muy similares a las del valle del ro Bogot.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Ejemplo de ello son los informes a los cuales logra tener acceso Triana,
encontr el seor Tulio Ortiz E., explorador de la hoya amaznica durante los diez 58
ltimos aos, una inmensa piedra grabada frente al caudal de La Pedrera, y en
la nica eminencia del terreno que se levanta en la llanura, llamada cerro de
Coupat. Segn informe que el seor Ortiz le dirige de Roldanillo, fechada el da 5
de febrero de 1920, al seor Guillermo Valencia, la piedra es una estrata grantica
plana, de enormes dimensiones, en la cual hay 1365 signos, cuyas fotografas
tambin le remiti en veinticinco planchas (Triana, 1972:169).
En el valle del Magdalena dar cuenta de la existencia de otros yacimientos rupestres a travs
de los informes de Enrique Isaacs, Piedra Pintada-Aipe, donde observa un muestrario de
tunjos y alhajas, y en otra roca muy cerca ve crculos concntricos, adems un cuadro
dividido por medianas y diagonales, con estos datos apuntala cada vez ms los elementos
necesarios que sustenten sus hiptesis sobre la forma de ocupacin del altiplano. Triana
afirma, tambin, que estas rocas presentan caractersticas que se repiten nuevamente a lo
largo de las caadas de los ros Bogot y Fusagasug que conducen a la altiplanicie Chibcha
(Triana, 1972:169-170).
quien haya coleccionado unas tantas de las grabadas y de las pintadas, puede
observar en el estilo de los dibujos de unas y otras un carcter bien distinto, tanto
en el conjunto como en cada una de las figuras, manifiesta que la diferencia entre
grabados y pinturas es de fcil observacin y anlisis pues descubre en esos dibujos
elementos tpicos que, por repetirse en numerosas variantes, pueden independizarse
para encontrar en ellos la base de una escritura ideolgica, como se nota a primera
vista (Triana, 1972:171-172).
En dos palabras, Triana sostiene la tesis de que estos grabados y pinturas chibchas
constituyen una verdadera escritura. Por tanto, para Triana queda justificada la realizacin
de estas investigaciones y la oportunidad de dar cuenta de cmo fue el proceso de ocupacin
y arribo de las diferentes migraciones al altiplano. Y propone que en dicho propsito se inicie
donde hay piedras pintadas con tinta roja, hay nombres geogrficos de etimologa
Chibcha, y recprocamentelo que hemos sacado como consecuencia de la
simultaneidad entre piedras y vocablos, es que los jeroglficos pintados con tinta
roja son obra exclusiva de los Chibchas, nica conclusin que es necesaria para el
desarrollo del presente estudio (Triana, 1972:177-178).
Y asegura que excepto las piedras de Pandi (adoratorio del Sol), todas las dems se hallan
en la parte plana de los Departamentos de Cundinamarca y Boyac que fue el lugar ocupado
por los Chibchas. As mismo,
asevera que las rocas se hallan
en los sectores de colindancia
con otras tribus y que podran
servir para marcar una
frontera o sentenciar un pleito
entre pueblos.
defensas naturales o porque existen fuertes alianzas. Seala que la regin de Soacha no tiene
una frontera natural fuerte, por ello abundan las piedras pintadas que sirven como lmites al
territorio. Por otro lado, al hacer referencia a las piedras del interior de territorio, se justifica
sobre ellas argumentando que lo que muestran son los lmites administrativos entre el Zipa, 61
el Zaque y Susa, una tercera capitana que se hallaba al norte, en lmites con los grupos
Guanes. Triana termina sosteniendo que queda comprobado:
Por otra parte, Triana considera que las inscripciones hechas por los Chibchas no son puras,
ya que en el proceso de contacto con otros grupos fueron asumiendo elementos de las culturas
extranjeras, y por tal motivo, es muy complejo el desciframiento y anlisis, de dichos
lenguajes. En tal sentido, seala que la infiltracin de otros mitos en las regiones que ocupaban
los Chibchas complejiza mucho ms su estudio, hasta hacerlo casi imposible.
A pesar de ello, nuestro ingeniero, intenta explicar el proceso por el cual los diferentes mitos
se empezaron a infiltrar en el altiplano, y las diferencias que se pueden establecer entre
petroglifos y pictografas. Para ello se vale de las rocas que estn en Fusagasug y de otra
que est a la entrada de Soacha llamada la Leona, a la cual el renombra como la de los
mitos. Ve en ellas
Triana propone que este mito es extrao a la zona y que aparece nuevamente en Facatativ
en la Piedra de las Nez, la cual haba sido ya documentada en el lbum de la Comisin
Corogrfica de 1850. Otras rocas donde vuelve a hallar dicho mito son: la Piedra del Diablo
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Otra autor que Triana consulta en procura de dar validez a sus postulados es Carlos Cuervo 62
Por ello, para Triana es necesario tener presente que entre estas dos tcnicas petroglifos y
pictografas otra diferencia radicara en que las lneas curvas son Caribes, mientras las formas
geomtricas son usadas por los Chibchas (Triana, 1972:189).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En su intento por mostrar las migraciones y los contactos entre diversos grupos, nuestro autor
recurre a visitar los diferentes sitios que son denunciados en los informes que existen sobre
el pas. Es as como visita la Piedra de Gmeza siguiendo las descripciones que se hallan en
el lbum de la Comisin Corogrfica; de esta va a concluir que ella representa una especie 63
de transaccin de mitos entre la nacin invasora y la invadida, y que esto se atestigua debido
a que en ella hay tanto figuras grabadas como pintadas, y que fueron elaboradas al mismo
tiempo, situacin que manifestara el carcter transaccional y de fiesta de esta sitio. Los dos
mitos fundamentales de los Chibchas, la rana, que es propio, y el mono sin cola, que
acogieron de los Panches, alternan y se mezclan en esta piedra que es simblica del
mestizaje (Triana, 1972:190) Al registrar la zona aledaa, Triana documenta otras rocas que
le se escaparon la Comisin Corogrfica, donde cree observar el complemento de los mitos,
y que considera pueden servir en posteriores estudios comparativos.
En el proceso de revisar las interpretaciones que se han hecho de esta roca, considera que la
interpretacin que realiz Manuel Anczar en la Peregrinacin del Alpha fue antojadiza, pues
este le asigna un carcter conmemorativo del desage de los lagos de Tundama, pero lo que
ella representa es la amistad entre dos naciones limtrofes.
es discutible y problemtica, pero sostiene que las poblaciones de las zonas clidas carecan
de los desarrollos culturales que s haban alcanzado los Chibchas por encontrarse en el
altiplano donde la temperatura y el clima era ms propicios para el desarrollo de estas.
Evidencia de esto es que en los motivos de fcil interpretacin de los petroglifos caribes que 64
grabaron los Panches slo se descubre escenas de la vida familiar (Triana, 1972:195),
mientras que las elaboraciones mticas de los Chibchas eran ms complejas y las pinturas
rupestres mostraban esa estrecha relacin entre los mitos y el origen de dicho pueblo.
Es por ello que sostiene que las migraciones que iban rumbo a la altiplanicie fueron tortuosas,
dolorosas y lentas, y que esto hizo que los mitos caribes expliquen el porqu de las piedras
grabadas, ya que los cadveres de los ancianos de las tribus migratorias marcaron el sendero
con sus huesos convertidos en piedras (Triana, 1972:196). Esta explicacin est en el mito
de Hunzahua, hijo de Sol y su hermana, que cometieron incesto y producto de sus amores
transgresores se haban convertido en piedras sagradas, lo cual explica el origen del culto a
las piedras6, y el porqu de la distincin entre grabados y pinturas.
Triana afirma que este culto por las piedras se halla en una tradicin entre los Chibchas que
consiste en ir hasta el salto del Tequendama y llevar
sobre sus hombros en procesin solemne al nio incontaminado que deba servir
al holocausto supremo para propiciar la divinidad cada quince aos. All sobre
aquella serrana erizada cresta, ante un escenario majestuoso en que se imitan los
ecos del rumor de la catarata, como un responsorio de los inmortales, se sacrificaba
al Moxa y con su sangre se rociaban las piedras sagradas para redimirlas del
pecado de Hunzahua y su hermana, los incestuosos hijos del sol (Triana 1972:197)
Con este rito, Triana explica el por qu son sagradas la piedras, y tambin que el Jeque es el
guardin absoluto y sobrio, verdadera alimaa humana que pasa la vida all haciendo
6
Como cosa contraria al trabajo que se hace actualmente en arte rupestre, Triana referencia que los guaqueros
suelen utilizar las piedras pintadas como puntos de referencia y que hacen hoyos al pie de estas y suelen
encontrar dijecillos de oro. (cita)
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
penitencia. La cifra aislada que en tinta roja seala estas piedras, se nos ocurre simbolizar
el nombre o la jerarqua del victimario (Triana, 1972:198).
Otros lugares en la Sabana de Bogot, que son considerados sitios especiales de adoracin 65
para los Chibchas, son las piedras de Bojaca y de Facatativ, ya que en los recorridos
efectuados por Triana en estas zonas pudo constatar el grado de refinamiento y complejidad
de las pinturas; por ello, cree que entre los Chibchas hay altares a ciertas divinidades. Y
sostiene que en el Cercado de los Zipas (Facatativ) estn las leyendas indescifrables de los
misterios del dogma de este grupo, y considera tambin que en ellas se registraron sacrificios
de carcter sanguinario, pero que en ellas existen otras ofrendas de carcter industrial (Triana,
1972:199).
Sobre las pinturas de Pandi, Triana puede observar en ellas mantas hermossimamente
decoradas, en tableros con cifras paleogrficas de semblanzas griegas, en estandartes
cubiertos de arabescos simtricamente colocados y en otras figuras que parecen representar
fraguas u hornillos de platera. As mismo considera que done aparecen la rana y el mono
sin cola, los cuales constituyen un orden de la mitologa. Situacin que le sugiere ofrendas
industriales tributadas al Sol, y que las representaciones de animales son el hombre, lo que
pondra evidencia la existencia de un sistema religioso entre los Chibchas (Triana, 1972:200).
La mayor parte de las piedras pintadas por los artistas Chibchas, siguiendo la
tradicin de Nemqueteba, slo exhiben dibujos y decoraciones en forma de
grecas y cenefas, ms o menos enredadas, que acusan en veces una divagacin
mental en sus autores (Triana, 1972:201).
Este conjunto le permite a Triana formular la hiptesis de la Rana como un smbolo del
hombre para los Chibchas mientras que en el caso de los grupos caribes el hombre es
representado a travs del Mono. Por ello, sin entrar en interpretaciones infundadas,
cualquiera encuentra en estos grupos una intencin representativa (Triana, 1972:201). Pero
al intentar realizar la interpretacin de las otras piedras pintadas que se hallan por miles en
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
todo el territorio, las considera como simplemente dibujos complejos, abstractos y de mero
efecto esttico, que adornan los altares
Es precisamente esta complejidad la que hace que Triana no pueda ubicar dentro de las
piedras pintadas los mitos sobre los diferentes dioses de los Chibchas, y por ello Triana
terminar concluyendo que fue debido a las fantasas y a la imaginacin de este pueblo que
se realiz todo tipo de representaciones, lo que hace que cualquier tipo de interpretacin sea
desafiante y compleja, y hara que las investigaciones no progresen en ningn sentido.
Hasta este punto, pareciera que su ambiciosa y compleja investigacin hubiese llegado, si no
al fracaso, al menos a un callejn sin salida: haba una lgica, un pensamiento coherente en
los grafismos chibchas, o eran fruto de los juegos de una mente infantil, incivilizada? Por
ello Triana, en procura de intentar dar respuesta a estos interrogantes formular dos
escenarios posibles de explicacin: el primero El Jeroglfico Chibcha y el segundo Dispersos
Indicios de Escritura espacios en los cuales intenta mostrar porque es posible hablar de una
civilizacin.
Hablar del jeroglfico Chibcha es posible para Triana, ya que considera que se est frente a
un lenguaje simblico de difcil comprensin pero con una lgica, por ello muestra la estrecha
relacin existente entre el agua y la mitologa Chibcha, ya que se pueden enumerar las
diferentes formas de asociacin de estas dos entidades.
7
Este ttulo corresponde al captulo seis, de la tercera parte del libro publicado en 1922 y en 1924 se publicara
un facsmil con las lminas que recogen toda sus transcripciones echas por Triana y que lleva el nombre captulo
y donde esgrimir 18 consideraciones por las cuales se puede llegar a considerar la necesidad de hacer
estudiados esta materia. Petroglifos De La Mesa Central De Colombia El Jeroglfico Chibcha.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Los escenarios donde se presentan dichas asociaciones son: 1) el mito de Bachu que da
cuenta de cmo la madre de este pueblo surge de las aguas, 2) la representacin de la rana
dentro de las pinturas es una constante, 3) las prcticas religiosas como el arrojar tunjos a las
lagunas o el mito del Dorado, 4) el sol se alimentaba de las ranas en la poca de verano. Estas 67
En tal sentido, Triana utiliza como documento-modelo las Piedras de Pandi y Facatativ,
pues en ellas ve ejemplificados estos smbolos, mostrando cmo la rana se convierte en las
pinturas en el alma humana, lo que sera equivalente en los grupos Caribes a los monos,
aunque al respecto no pueda profundizar toda vez que el conocimiento sobre los mitos de
estos grupos es muy escaso y no dispone de ningn registro al respecto.
Triana considera que la figura humana no se representa de forma directa dentro de las
pinturas, porque se tiene prohibido exhibirse la imagen del hombre de manera textual ante
los dioses dentro de este estos lugares, por ello los Chibchas recurren a la rana o a la
representacin de esqueletos, para no ser castigados, y esta idea se pude constatar en las
Piedras de Pandi, por ello el emblema del hombre estilizado desempea en las inscripciones
un papel de fcil interpretacin (Triana, 1972:208).
Debido a este refinamiento progresivo de los sistemas de representacin, Triana juzga que
existen todos los elementos necesarios para poder determinar que se ve claramente el
principio de escritura ideolgica por medio de los smbolos, y por esto hablar del Jeroglfico
no es errneo, porque las piedras pintadas que realizaron los Chibchas demuestran que este
pueblo usaba esa forma de escritura (Triana, 1972:211). Y como ejemplo de esta posible
lectura presenta dos rocas que se hallan en Facatativ, (las Piedras del Tunjo), donde segn
Triana se puede entender con facilidad el significado de cada una de ellas. Aunque, advierte,
la interpretacin que se pueda llegar a realizar de las piedras pintadas ser restringida, ya sea
por los elementos que all se registraron o por los elementos con que se cuenta para su anlisis
y estudio.
La primera piedra a la
que hace referencia se
halla en Facatativ y
propone que est fue
elaborada a la llegada
de los espaoles al
altiplano y que muestra
la aceptacin del pueblo Chibcha de los nuevos ocupantes del territorio, lo cual se puede ver
en la siguiente descripcin:
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Esta interpretacin lo que pretende, segn Triana, es corregir los recurrentes errores que se
han difundido sobre el significado de dichas pinturas y desarraigar la popular interpretacin
propuesta por el Cannigo Duquesne en su calendario Muisca sobre la rana como precursora
de las lluvias y la otra interpretacin elaborada por Manuel Anczar como seales del
desage del altiplano, a lo cual Triana dir que ambas propuestas no tienen ningn
fundamento (Triana, 1972:212).
En tal sentido, Triana partir del vocabulario Chibcha del Padre Lugo, en pro de demostrar
la existencia de un lenguaje y una escritura dentro de los Chibchas, pues considera que el
anlisis de los vocablos y races indgenas demuestran que los chibchas tena idea clara de
escritura, ejemplo de ellos es la palabra ioquezecubunsuca que significa escritura en
pergamino o yo hablo en pergamino, lo que denotara la habilidad de leer y escribir, y
que a esto se suman las palabras hyscua y chihyca, que significan pintar o pintor, por lo cual
la habilidad de dibujar en rocas estara demostrado.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
70
Triana propone que en la piedra de Pandi se pueden ver nueve de las veinticuatro letras del
alfabeto griego descubre all el ojo maravilloso del observador, y que frente a estos indicios
queda demostrada la habilidad que en algn tiempo tuvieron los Chibchas de escribir, pero
que podra ser que para el momento de la Conquista de los Espaoles, por un proceso
degenerativo, esta habilidad se haya perdido y se haya vuelto al sistema de los jeroglficos.
Por tal razn, sera una tarea que ahora deban emprender los arquelogos colombianos, el
de descifrar tales lenguajes y de reconstruir el pensamiento generador que elabor estas
pinturas (Triana, 1972:214).
Triana considera que la forma geomtrica de las pinturas constituye un elemento esencial
dentro de las inscripciones paleogrficas de los Chibchas y que ello es comparable y
observable con las antiguas escrituras de los
Chinos8, donde se pone de manifiesto tal nivel de
estilizacin. Y como evidencia de ello cita las
observaciones que realiza Jos Mara de Mier en
el museo de Pars, al observar como en un
antiguo manuscrito chino Kon-g Ham-gnia
Hazamita-ho, figuras semejantes a las
observables dentro de las pinturas Chibchas. Por
ello procede a demostrar a travs de las
transformaciones de un carcter, la figura del
8
Es pertinente observar que desde tiempos muy remotos se dio en llamar chinos en el Nuevo Reino a los
indiecillos de corta edad, probablemente por la semejanza fisionmica que hallaron los espaoles ente los
habitantes de esta altiplanicie y los sbditos del Celeste Imperio. En comprobacin puede verse a la pgina 303,
Vol. II de la Noticias Historiales, cmo el Padre Simn califica as a una joven favorita del Cacique Meicuchuca
de Bogot que lo tena encantado. La costumbre ha subsistido hasta nuestros das. (Triana; 1972:219)
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
mono y la rana, las evidencias para aceptar la hiptesis de que estos rasgos de apariencia
paleogrfica son meros jeroglficos de valores invalorables, son smbolos representativos
en un sistema rudimentario de escritura que tiende a evolucionar (Triana, 1972:216) y que
ejemplo de ello son las piedras que se hallan en las piedras de Ramiriqu y la de Casablanca 71
en Madrid (Serrezuela).
En pro de dar ms argumentos sobre su tesis de la escritura de los Chibchas, Triana se valdr
de las publicaciones del Cannigo Lenidas Peuela y de Narciso Alberti, quienes plantean
que existen semejanzas estilsticas entre las pinturas Chibchas y algunos jeroglficos de las
costas de frica, y que esta similitud sera posible si se tiene en cuenta para el anlisis la
posible relacin con los Fenicios. Y para tal caso realiza la siguiente descripcin:
Entre las varias confrontaciones del orden grfico que hace el Dr. Alberti, nada
que convenga tanto al propsito del presente captulo como la comparacin de la
figura del mono expuesta en las piedras chibchas con una perfectamente anloga
que aparece en la inscripcin nmero 188, lmina 28, Wadi el Chaerz, de la
Siria Central, reproducida por el conde Vogu en su libro. De lo cual se deduce
que aquel emblema antropomrfico, radcula de muchos signos usados por los
Chinos en sus inscripciones, tiene su filiacin entre aquellos pueblos que
inventaron el arte de la escritura fontica (Triana, 1972:218)
Termina Triana su obra La Civilizacin Chibcha con un relato acerca de una bolita de barro,
la cual fue pasada de generacin en generacin entre los ltimos descendientes de los
Chibchas, bolita que contena grabada una serie de jeroglficos que indicaban los secretos
de tan enigmtico pueblo, pero debido al desconocimiento de la forma de leer termin
perdindose en los rincones de la historia, dejando a su paso el enigma de una civilizacin
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
muerta, la cual quedar acaso sin resolver y sin entender que dicen los jeroglficos de los
Chibchas.
Wenceslao Cabrera Ortiz naci en Bogot el 9 de enero de 1919 y muri en San Andrs Islas
en 1996. Podemos ubicar su obra en tres diferentes etapas. En un primer perodo estn las
publicaciones que realiz como profesor del Colegio San Bartolom hasta 1942, seguidas de
una segunda etapa que inicia en 1946 cuando ya se encuentra como seminarista, firmando
sus publicaciones como miembro de la Compaa de Jess. Y una tercera etapa que
corresponde a las publicaciones que realizar despus de 1952, ao en que toma la decisin
de retirarse de su carrera sacerdotal y opta por una vida laica, sin que por ello signifique que
rompe sus lazos con dicha congregacin religiosa.
Cabrera realiz sus estudios de Bachillerato en el Liceo La Salle de Bogot, y durante sus
estudios en esta institucin se integr a los Boys-Scouts logrando ser reconocido como lder
de este grupo de muchachos y cuando los Colegios San Bartolom y la Salle deciden
organizar los Boys-Scouts Catlicos, este es nombrado el 18 de abril de 1937 como Jefe
Scout Catlico Nacional, situacin que le permitir impulsar el Escultismo a nivel Nacional
con la anuencia de otras instituciones como el Rosario, La Salle, el Gimnasio Moderno en
Bogot y la participacin del Colegio San Juan Berchmans de Cali, y San Luis Gonzaga de
Cali (Revista Juventud Bartolina 1937:73). Durante este periodo de su vida se formar como
autodidacta en geografa, impulsado por su actividad Scouts situacin que lo llev a forjar
estrechos lazos con el Colegio San Bartolom el cual posteriormente lo incorporar como
profesor de las ctedras de geografa y geometra.
la primera descripcin del Monolito Panche, con una nota aclaratoria de los editores pidiendo
excusas dado que el articulo debi aparecer en la edicin de noviembre del ao anterior. El
texto viene acompaado del primer registro formal de las figuras que fueron documentadas
en dicho proceso, as mismo se menciona que el profesor Paul Rivet tuvo la oportunidad de 74
visitar este lugar, (Cabrera 1942:4) pero solo aparece como un dato aislado.
Despus de esto y debido a sus fuertes lazos con la comunidad jesuita, el 10 de diciembre de
1942 ingresa al seminario de Santa Rosa de Viterbo en Boyac, a la edad de 23 aos, situacin
poco comn para los seminaristas ya que estos suelen entrar a edades ms tempranas. All
ser conocido como Chelao entre sus compaeros, sobrenombre que trae ya desde su poca
de scout en el colegio San Bartolom. Debido a su compromiso con la causa de los Scout
contina trabajando con ellos, y cuando regresa al colegio despus de haber permanecido 4
aos en el seminario, retoma las tareas dejadas de lado temporalmente por su ingreso a la
comunidad.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En esta nueva etapa de su vida, seguir interesndose por los temas de la geografa nacional,
as como tambin por el desarrollo de trabajos sobre el arte rupestre y su relacin con las
comunidades indgenas que posiblemente elaboraron dichas manifestaciones estticas,
publicando varios artculos en la revistas de la Universidad Javeriana y la Revista del Colegio 75
San Bartolom.
9
Archivo Histrico Javeriano. Juan Manuel Pacheco S. J. Catlogo General de la Provincia # 65-70.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En lneas generales, la obra de Cabrera inicia en 1942 y contina hasta 1970, cuando se
publica el ltimo de sus trabajos, sin que por ello signifique que su produccin acadmica
termine, ya que en la dcada de los 80 en conversacin personal con el investigador del arte
rupestre Guillermo Muoz (GIPRI Colombia), el autor menciona que tiene un importante 76
trabajo que publicar pero que debido a mltiples circunstancia no la ha podido hacer;
desafortunadamente a su muerte sus archivos personales, sus notas y dems documentos
desaparecen y no se han podido por el momento localizar dichos materiales que sin duda
aportaran al proceso de crecimiento y comprensin del arte rupestre en Colombia.
Como ya se mencion, la obra de Cabrera se public por primera vez en la Revista Juventud
Bartolina del Colegio de San Bartolom, all aparecen todas las actividades que se realizaban
en el colegio, orientadas a exaltar la actividad acadmica, deportiva, social y cultural de los
miembros de dicha comunidad. Siendo una publicacin dirigida a un sector social en
particular, es decir a los alumnos, padres de familia y exalumnos, en tal sentido su alcance es
restringido. Las publicaciones que Cabrera realiza en ella solo podrn ser ledas precisamente
por este grupo en particular, lo que hace que su alcance sea relativo y estrecho.
La lista de artculos que public Cabrera en esta Revista es la siguiente: # 146 abril de 1942;
Ttulo: Notable descubrimiento arqueolgico, # 149-150 noviembre de 1942; Ttulo: El
nacimiento del ro Magdalena, # 172-173 octubre y noviembre de 1946; Ttulo: Las costas
de Colombia, # 174-175 febrero-mayo de 1947; Ttulo: Tcnica Scout, #193 mayo-agosto de
1952; Ttulo: La Macarena. La revisin de esta revista en particular resulta de lo ms
interesante ya que es en ella donde mayores datos de su vida personal se logra obtener, as
mismo, se empieza ya a percibir cules son sus intereses y motivaciones intelectuales.
Durante estos aos como gegrafo en el Colegio San Bartolom realizar una serie de visitas
y recorridos por el territorio colombiano, lo que le permite ir estructurando un conocimiento
ms profundo sobre la arqueologa nacional. En este sentido, Cabrera publica su primer
artculo, Notable descubrimiento arqueolgico (El monolito Panche-Sasaima), en el que
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
16 metros de largo por 7 de ancho medio, lo que da una superficie para la cara
superior de aproximadamente de 110 metros cuadrados. Hasta el momento se
han descubierto de tierra 88 metros cuadrados ms o menos. Este monolito en
la parte que se le conoce, es una superficie plana y que presenta una inclinacin
aproximada de 20 grados. Se orienta de este a oeste, y en su extremidad
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
occidental termina sobre un lecho antiguo de una quebrada, la cual pasa ahora
un metro por encima debido a la inmensa cantidad de erosin transportados en
las grandes crecientes (Cabrera 1942:5).
Si se tiene presente esta descripcin, se entender por qu este trabajo resulta ser pionero en 78
el pas, as mismo, la imagen que acompaa la publicacin se presenta a escala de modo que
an hoy en da resulta ser una de las reproducciones ms exactas que se tienen del mismo.
Por otro lado, Cabrera, a diferencia de muchos otros investigadores no se atreve a proponer
ningn significado a dichos smbolos, debido a que consideraba que hasta el momento es
perfectamente indescifrable ya que su interpretacin requiere de bases cientficas que
nosotros no poseemos en el momento (Cabrera 1942:6), actitud poco comn para la poca, 79
pues otros investigadores (Triana 1922, Prez 1941) con menos rigor cientfico se haban
arriesgado a realizar dichas interpretaciones sin realizar siquiera la visita a los lugares y sobre
la base de publicaciones poco confiables en su registro.
Sin embargo, Cabrera considera que los dibujos de este yacimiento rupestre tienen un
profundo significado para los sus autores, as como reconoce que debe existir un orden, un
sentido y funcin para los mismos, por ello expresa que:
los dibujos y los signos especiales que se presentan agrupados con un cierto
orden y encadenamiento bien notorio, hacen pensar que todo aquel conjunto
grfico guarde un significado concreto de cuya interpretacin podr deducirse
beneficios inmensos para la prehistoria colombiana y para el conocimiento ms
perfecto de la vida de los antiguos pobladores de nuestro suelo (Cabrera
1942:5-6).
Detalle de las condiciones actuales del Monolito Panche. Sasaima Cundinamarca. Fotografa de Ricardo Prado
Este primer trabajo, publicado a sus 22 aos, es tan dedicado y juicioso en su anlisis que en
l se propone entender cul fue la tcnica de elaboracin de los petroglifos, planteando que
comprender la forma en que fueron realizados permitir corroborar las descripciones y
propuestas que han hecho Restrepo (1892) Zerda (1893) Triana (1922) entre otros, o en caso
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
contrario formular nuevas propuestas que permitan as poder vislumbrar la forma de vida de
los primeros pobladores del territorio. Es por ello que formula que estos dibujos debieron ser
hechos tal vez con punzones o cinceles muy finos como se puede constatar 80
fcilmente, forman una serie de dibujos y jeroglficos complicados, muchos de los
cuales es la primera vez que son observados en monumentos de esta clase, habiendo
igualmente algunos que s son conocidos ya en monolitos de origen Panche, rama
de los Caribes (Cabrera 1942a:6)
Luego de este primer artculo, en el mismo ao hace otra publicacin en la Revista del
Colegio de San Bartolom, desplegando esta vez sus habilidades como gegrafo e
investigador, se orienta a corregir errores frente a la geografa nacional y aportar en el
desarrollo cientfico del pas. Mapa en mano, decide visitar la zona del nacimiento del ro
Magdalena e ir corrigiendo cada una de las inexactitudes de las cartografas que en el pas
existen sobre esta zona, por ello es que escribe:
Luego de esto, Cabrera inicia su descripcin sobre el macizo colombiano exponiendo que
este fue camino nacional muy importante para las comunidades indgenas del pas desde
tiempos inmemoriales y que prueba de ello es que en tiempos de la conquista a don Sebastin
de Belalczar se le inform de la existencia de una provincia donde exista una ceremonia
El Dorado y que exista un camino que comunicaba dichas provincias, por ello Cabrera
expresa que lo que s es cierto es que este camino es conocido desde hace muchsimo tiempo,
o lo que es ms, no se tiene noticia de su no existencia; por all se han comunicado
eternamente los departamentos de Cundinamarca, Tolima y Huila, con el Cauca, Nario
y la Repblica del Ecuador (Cabrera 1942b:153).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En este texto Cabrera muestra los detalles de las condiciones fsicas del terreno, as como las
particularidades de quienes viven en esta zona de pas, pues para l es imposible no realizar
esta doble descripcin. El primer dato que aporta en pro del conocimiento de la geografa
nacional es: 81
existe un camino que de San Agustn conduce al macizo, pero ah otro que
tuerce hacia la derecha, otro secundario que conduce directamente al sitio ms
cercano del Magdalena, de donde se puede ir a un punto extraordinariamente
interesante como desconocido en nuestras geografas; se trata de un
angostamiento del ro debido a la interposicin en las orillas de grandes bloques
de roca que lo aprisionan por orilla y orilla hasta no dejarle sino una anchura
de 2 metros y 22 centmetros en la parte ms angosta, y en otra situada a poca
distancia de 2 metros y 40 centmetros. Este punto se denomina el estrecho
Este accidente geogrfico interesante no consta en el mapa particular del ro
Magdalena hecho por la oficina de longitudes en una escala de 3/2 1000.000 (1
cm:7 klms) que es uno de los ms precisos a pesar de algunos errores que iremos
dando cuenta a travs de estas lneas (Cabrera 1942b:154-155).
Luego de esto, Cabrera contina la descripcin de los sitios por los cuales su travesa lo lleva,
es as como al llegar al ro Quinchana expresa: es muy importante y los campesinos
ilustrados de esa regin se quejaban de que no figuraba en ninguna geografa; en verdad,
en el mapa de la oficina de longitudes no consta y eso que se trata de la mejor carta que
poseemos por el momento nosotros los colombianos (Cabrera 1942b:155) hecho que deja
ver su crtica a las instituciones encargadas de desarrollar dichas tareas.
En este artculo Cabrera tambin realiza un anlisis de los textos que se han escrito sobre el
pas y que gozan de prestigio nacional, y muestra cules son los errores de dichos trabajos.
Ejemplo de ello es la crtica que realiza a la obra de:
Por otro lado, no deja de sorprender tambin, cmo el texto es una auto-crtica a los
gegrafos, pues manifiesta que algunos de sus colegas siguen impartiendo ctedra de
geografa nacional sobre bases poco fiables, situacin preocupante respecto al progreso de la 82
La tercera publicacin que realiza la hace en 1947 sobre Tcnicas Scout. Texto donde a travs
de sencillos y prcticos consejos les ensea a los scout catlicos, cmo medir distancias
tomando como punto de referencia su propio cuerpo, elementos que les sern tiles durante
sus excursiones a los diferentes sitios a los cuales hacen patrulla regularmente.
La cuarta vez que publica lo har en 1952, y esta vez el texto est dedicado a la Sierra de la
Macarena. Este trabajo es una crtica a la situacin vial de la zona y a su total ineficiencia,
dando como resultado que los territorios nacionales queden apartados y aislados del resto del
pas. As mismo, el texto expone cmo los colombianos no conocen las maravillas
geogrficas del territorio colombiano, no porque la tarea sea ardua sino porque falta ese
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
anhelo de descubrir y visitar las bellezas naturales de nuestro privilegiado pas, y por ello
ignoramos las riquezas que este tiene.
Como es comn ya desde esta etapa, en las publicaciones de Cabrera el trabajo bibliogrfico 83
utilizado como apoyo es profundo y dedicado, mostrando con ello una preocupacin por la
exactitud y la rigurosidad en el uso de fuentes y herramientas que corroboren sus
afirmaciones. Es as como en este texto recurre a trabajos como: Worlds Highest Waterfalls
en la revista Natural History (vol 46); cita tambin a Mr. E.T. Gillard en su estudio The
Cordillera Macarena, Colombia, pblicado por The American Geographical Society of New
York, en 1942 (vol. 32 No 3), de donde dice textualmente: The total drop of the cascades is
thus at least 2.1oo feet, Making this not Only the highest falls in Colombia but the second
highest in the Word (p 469). Otros documentos utilizados en este escrito son los mapas de la
American Geographical Society, (mapa de Sud Amrica 1:1.000.000) y el mapa del Meta
Elaborado por la Tropical Oil Company y la Compaa Shell de Colombia en 1949 a escala
de 1: 500.000. Menciona al explorador Creveaux del siglo XIX, al norteamericano F.C.
Martn, al gelogo Vctor Oppenhein, (Rev. Academia Colombiana de Ciencias, vol. 4 No
14, 1941) y el otro No 4 del Vol. IX del Boletn de la Sociedad de Colombia (Cabrera
1952:47-49).
Nos parece importante mencionar estas citas para mostrar, de un lado, el estado de los
trabajos cientficos en geografa americana hacia la segunda guerra mundial, tanto como el
grado de actualizacin bibliogrfica internacional que Wenceslao Cabrera demuestra, a falta
de ms datos sobre su formacin como gegrafo, que parecera ser bastante autodidacta, hasta
donde nos alcanzan las informaciones.
nacional. Los textos aqu referenciados tienen una particularidad y es que para esta etapa de
su vida se encuentra bajo la condicin de escolar jesuita.
El primer texto publicado en esta Revista ser sobre La laguna de la Tota (1946), trabajo de 84
tipo descriptivo en el cual expresa las caractersticas del lugar, para lo cual utiliza una
pequea bibliografa y las observaciones que l mismo realizara en terreno, como lo expresa
al final del artculo. Las referencia a las comunidades indgenas en este texto son solo 4, en
la primera se aclara el significado de la partcula to pues tanto Miguel Triana y Ramn Correa
le asignan el significado de perro, a lo cual Cabrera aclara que este no puede ser ya que las
comunidades muiscas no conocieron este animal sino hasta la llegada de los espaoles, por
tanto dicha explicacin no es posible. La segunda vez que se refiere a los indgenas
(naturales) los describe como tmidos y supersticiosos, (lo mismo que deca Triana); la tercera
referencia dentro del texto hace alusin a que se encontraron dijes en la laguna producto de
las ofrendas que hacan los chibchas a sus dioses, y en la ltima utiliza a los indgenas para
decir que la laguna tiene una gran antigedad ya que se han encontrado sepulcros indgenas
aledaos a la misma.
En 1947 publicar su segundo trabajo sobre arte rupestre Pictgrafos y Petroglifos, texto de
especial importancia ya que inicia sealando la inquietud que produce la presencia en el
territorio de un nmero importante de dibujos hechos en las rocas y de los cuales muy pocos
tienen noticia sobre quien sera su autor ni tampoco cul es su significado.
poder llegar a hacer un proceso de interpretacin sin el acopio de una buena base documental,
tercero, formula ocho categoras sobre las cuales se han construido las interpretaciones del
arte rupestre, cuarto, formula cuatro categoras desde las cuales pueden ser estudiadas las
manifestaciones rupestres, y quinto, propone cuatro niveles en la investigacin del arte 85
rupestre, y sostiene que todas los anteriores intentos que se han realizado se han hecho sobre
bases poco cientficas, lo que significa a la postre ser elucubraciones de la mente que nada
aportan al conocimiento del mismo. Es por todo ello, que dedicaremos un apartado exclusivo
en pro de entender la propuesta de Cabrera en sus textos de 1947 y de 1968.
El siguiente artculo que Cabrera publica en la revista Javeriana, ser en 1949 en los nmeros
153 y 154, en coautora del padre Pedro Ortiz, titulado Toponimia chibcha de Boyac. Este
texto recoge una lista extensa de nombres chibchas, que aunque son de uso cotidiano, son un
completo enigma para la mayora en cuanto a su significado. Por ello emprende la tarea de
acopiar una lista de los nombres de los lugares geogrficos que tienen algn grado de
concordancia con la idiosincrasia de la lengua chibcha, con la inteligencia del sentido, y
donde fuera posible, con la topografa del lugar (Cabrera 1949:152). En tal sentido, los
autores advierten que es necesario tener presentes tres normas bsicas para poder entender
dichas palabras; la cuales son las siguientes:
El siguiente texto que publicar el jesuita ser Por Tierras Colombianas. La Cocha en 1952,
texto en el que emprende la tarea de describir algunos elementos que considera importantes
de la laguna, por ello utilizar una estructura similar a la ya usada en el artculo sobre las
pictografas y petroglifos, separando la informacin por subttulos, as: situacin, nombre,
origen, orografa, geologa, hidrografa, climatologa, caractersticas propias y aspecto
comercial. El artculo no contiene bibliografa que respalde las observaciones que realiza,
aunque en la introduccin del mismo se menciona que se realiz un exhaustivo balance
bibliogrfico de todos los textos donde se hace mencin a dicha laguna, por otro lado el
trabajo es una descripcin fsica del lugar as como una recoleccin sobre algunas tradiciones
que se tienen sobre esta.
Por ello, Cabrera describir como todava existen algunas tradiciones sobre como
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Este relato de Cabrera sobre la laguna muestra cul es la forma como los aborgenes y
naturales, construyen sus formas de pensar y entender estos lugares, es decir, se pone de
manifiesto cmo se estructura toda una serie de saberes, lenguajes, memoria e imaginario
sobre esos espacios sobre los cuales se desarrolla todo un estilo de vida.
Luego de esta presentacin, Cabrera estructura su texto, iniciando por mostrar cual es la
ubicacin de la laguna; se explica por qu paso de pertenecer a la comisara del Putumayo a
estar administrada por el departamento de Nario, as mismo, el texto hace una pequea
descripcin de donde se encuentra ubicada geogrficamente.
El siguiente elemento que Cabrera presenta es el recuento de los diversos nombres que ha
tenido la laguna y lo que en lengua kichua o quechua este vocablo significa, es decir
sencillamente laguna, por estos los indios o naturales simplemente la llaman la Cocha. Por
ello pasa a explicar cul es el Origen de la laguna, cules fueron los procesos orogrficos por
los cuales se form la laguna, as mismo, sobre cules son las explicaciones que dan los
naturales del origen de la laguna. El cual l presenta no por ser de su inters, o porque pueda
aportar una explicacin sobre su formacin, sino porque l se reconoce como cientfico y en
tal sentido el hacer la recoleccin de la explicacin mtica es una terea que tiene que realizar,
por ello dir,
amancebados los cuales dejaron regar un pilche (calabazo) donde haba agua y luego de esto
esta fue creciendo. La otra leyenda a que hace mencin es que en este lugar existi un valle
donde haba 7 ciudades las cuales fueron inundadas y de tales ciudades quedo solamente una
campana y una imagen, frente a lo cual el autor afirma que no tiene ningn fundamento, y 88
que a lo que se hace referencia es ms bien al traslado del pueblo La Laguna al nuevo lugar
en los aos 1800.
En torno a arte rupestre en la laguna, Cabrera menciona la existencia de tres rocas que son
muy importantes para los indios de esta regin:
Luego de esta descripcin menciona que Miguel Triana rese otra roca de esta regin, en
su texto Por el sur de Colombia, donde se describe la piedra sochita y que los indios crean
que en ella se haba convertido una mujer que intentaba destruir al pueblo de Santiago
(Cabrera 1952:171).
El tercer medio donde Cabrera pblica su obra es en La revista Hojas de Cultura Popular
Colombiana dirigidas por Jorge Luis Arango 10 (1956), publicacin del Ministerio de
Educacin Nacional, la cual eran unas hojas, de finsima y diferente textura, organizadas tipo
10
Las revistas literarias en Colombia e Hispanoamrica: una aproximacin a su historia. Por: Jorge Orlando
Melo http://www.jorgeorlandomelo.com/bajar/revistas_suplementos_literarios.pdf
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En esta revista Cabrera volver a publicar su texto de 1947 Pictgrafos y Petroglifos, pero
para esta edicin los cambios que se le hacen al texto son mnimos, pero para efectos
divulgativos se le suprimen las citas bibliogrficas, se elimina la ficha y las imgenes que
acompaaban el texto original, as mismo, el texto es presentado sin la bibliografa, y no se
incluye el cuadro con los nombres de los municipios donde existen arte rupestre, por otro
lado, el texto es firmado por Cabrera como miembro de la comunidad Jesuita.
En sta publicacin el entonces exsacerdote despliega todos sus conocimientos sobre arte 90
rupestre, dando a la luz una serie de lminas donde se muestran los principales sitios con arte
rupestre de Cundinamarca.
Este llamamiento que realiza Cabrera en pro de dar inicio a la investigacin en arte rupestre,
supone la puesta en marcha de su proyecto investigativo, el cual no logra cristalizar. Pero s
supone una nueva postura frente a posibles vas que han de emprenderse en el futuro en torno
al tema del arte rupestre nacional.
Por otro lado, ante lo complejo que Cabrera considera debi ser el trabajo elaboracin del
arte rupestre, considera que se impone ya un trabajo de investigacin y de estudio. Pues de
alguna forma se est siguiendo la huella de seres inteligentes que supieron encontrar un
medio perdurable de trasmitirnos un mensaje tal vez, por el momento enigmtico (Cabrera
1968:84).
sin salida, pues de un lado, piensa que los indgenas son infantiles, pero de otro no logra
dar cuenta del significado -que reconoce complejo- de dichas manifestaciones y termina
argumentando que el objeto de su investigacin ser el recoger todo el material rupestre de
Colombia y clasificarlo debidamente para luego si hacer un proceso de comparacin con 91
otros pases americanos, y poder as sentar los cimientos de una interpretacin futura
(Cabrera 1968:85).
A continuacin se presenta el anlisis a la obra de Cabrera en torno al tema del arte rupestre
y que se haba planteado someramente, cuando se realiz la descripcin de cada una de sus
publicaciones.
En tal sentido, Cabrera en su obra de 1947 presenta un texto dividido en siete partes: Estudios
Efectuados, Localizacin, Qu Representan, Edad de las Marcas, Cuadro Petroglifos y
piedras pintadas de Cundinamarca. Clasificacin rupestre No 7 y Bibliografa. En este
trabajo realiza un esfuerzo metodolgico sobre cada uno de los elementos que se deben tener
presentes en la investigacin del arte rupestre.
El segundo trabajo 1968 se encuentra divido en dos grandes apartados, en el primero hace un
anlisis sobre las generalidades del arte rupestre y nociones previas, es decir vuelve y hace
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
un balance documental de los trabajos existentes, para luego continuar con la distincin entre
piedras pintadas y piedras grabadas y cerrar esta primera parte con una serie de interrogantes
sobre el arte rupestre. El segundo apartado de este texto lo componen las descripciones que
har sobre los principales grupos pictricos de Cundinamarca, ellos son: Facatativ 1 y 2, 92
Cabrera inicia sus trabajos mostrando la inquietud que produce la presencia en el territorio
nacional de un nmero importante de dibujos hechos en las rocas y de los cuales muy pocos
han tenido noticia. Con esta preocupacin comienza por buscar las explicaciones que se
tienen hasta entonces en el pas, llegando a la conclusin de que tales explicaciones solo
puede ser posibles desde una investigacin cientfica, toda vez que juzga que lo que se ha
hecho hasta el momento carece de dicho rigor, por ello expresa que sus trabajos estarn
basados en el campo arqueolgico hasta donde lo permita no la simple aunque fecunda
imaginacin sino un criterio un poco ms cientfico es el objeto de este pequeo estudio
(Cabrera 1947:24).
Para Cabrera tambin como en Triana, se hace necesario hacer la distincin entre dos
modalidades: los grabados (petroglifos) y las pinturas (pictografas). De los primeros dir
que debieron ser hechos con un punzn metlico o en su defecto con otro de una dureza
extraordinaria, y el cual deja una marca punteada, corrugada, dispareja que sirve
precisamente para la identificacin, por el tacto del diestro, en los casos en que el aspecto
no es suficientemente claro (Cabrera 1947:24), de las segundas las pictografas afirma que
debieron ser elaboradas de algn compuesto vegetal tipo achiote y que presenta una
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
tonalidad rojiza como de sangre arterial, afirmacin que no sustenta con ninguna fuente
documental.
As mismo, explica que los trazos por lo general no sobrepasan el centmetro y que estos se 93
hallan incrustados a la roca, de tal forma que fueron cubiertos por una ptina que hoy los
integra dentro de la misma roca, y que debieron ser elaboradas de forma dactilar (dedo) ya
que los contornos de los mismos son muy
simtricos ya que no se observa la utilizacin de
pinceles (Cabrera 1947:25).
Cabrera considera que el descuido en que se encuentran los materiales rupestres se debe al
desconocimiento que existe sobre ellos en el pas, y a que los trabajos que se han hecho no
presentan una articulacin entre s, dando como resultado que se han hecho trabajos aislados.
As mismo expresa que el emprender un trabajo serio de investigacin de este tema es una
labor compleja y ardua, pues representa el realizar un acopio importante de materiales tales
como dibujos, fotografas, calcos y dems, esto con el fin de poder dar una explicacin parcial
sobre lo que pudieron significar estas manifestaciones rupestres.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En tal sentido, inicia por hacer un barrido bibliogrfico de cuales han sido los trabajos donde
se hace mencin exclusiva al arte rupestre, entre estos estn: (Duquesne (1848), Acosta
(1838), Humboldt (1824), Anczar (1835), Zerda (1883), Issacs (1884), Restrepo E (1892),
Restrepo V (1895), Triana (1922), Robledo (1923), Prez (1941) entre otros. As mismo, 94
Cabrera manifiesta que el mismo visit algunos lugares que aparecen en dichos trabajos y al
corroborar la informacin, es notable la diferencia con las grficas e imgenes de estos
documentos, pues estos no se acercan a la realidad de los yacimientos, situacin que amerita
con mayor razn la realizacin de un trabajo ms formal y riguroso.
Los primeros documentos que Cabrera revisa son los cronistas Juan de Castellanos, el Padre
Zamora, el Padre Fray Bernardo de Lugo y Fray Pedro Simn. 1619 y 1627, de estos trabajos
advertir que consideran que los pueblos americanos no tenan ningn tipo de escritura, pero
asombrado de que s vean en los petroglifos la interpretacin del paso del Apstol Santo
Toms por estas tierras,
conque de ese sagrado Apstol se verifican las seales que se hallan en todo
este Nuevo Reino de Granada (Zamora 1943)
El siguiente trabajo que revisar ser el producido por el Padre Duquesne en 1795 en
Tocancip, en el que este prroco se interesa por el idioma y las interpretaciones que se
pueden hacer de las manifestaciones artsticas de los indios, pues este sacerdote estudi una
matriz de orfebrera que le sirvi para redactar su texto sobre el calendario muisca y lanza
una interpretacin, pero como afirma Cabrera, el criterio cientfico deja bastante que desear
(Cabrera 1947:30).
Otros textos que revisar sern los de Joaqun Acosta Ortegn (El idioma chibcha o
cundinamarqus 1848), las publicaciones de Alejandro de Humboldt donde se mencionan
algunas piedras grabadas, el trabajo de Manuel Anczar (Peregrinacin del Alpha, 1853)
donde se constata la existencia de arte rupestre en Saboya Boyac, este plano est cubierto
de jeroglficos pintados como a pincel con tinta morada indeleble que desde el principio
penetr y llen los poros de la roca (Anczar 1842:72-297-327). Segn estas evidencias se
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
demostraba que Anczar haba propuesto que estas pinturas fueron hechas por grupos
Chibchas, as mismo, dentro de este trabajo se menciona que Codazzi realiz un texto titulado
Geografa fsica y poltica de la nueva Granada la cual es indita, y donde se dice que
existen jeroglficos, y que se observa en ella muchas ranas esculpidas a cincel, smbolo de 95
abundantes aguas, segn la explicacin que el erudito Duquesne hace del calendario Chibcha
(Cabrera 1947:31)
Posteriormente, Cabrera revisar el trabajo de Liborio Zerda (El Dorado 1883) el cual da
muy pocos datos en torno al arte rupestre; y el texto de Ernesto Restrepo Tirado (Tribus que
habitaban el territorio colombiano a la llegada de los espaoles 1892) el cual ve que entre
los chibchas observamos lo que no hemos visto en otras tribus, que todas las figuras, aun las
ms insignificantes, son simblicas en las piedras pintadas o esculpidas se repiten
frecuentemente las representaciones de ranas y de figuras cuya forma se deriva de ellas,
aunque Cabrera menciona que no logra encontrar los datos all referidos (Cabrera 1947:31).
Continuando con el
proceso de revisin de los
trabajos que se han escrito
en Colombia citar el de
Vicente Restrepo Los
chibchas antes de la
conquista (1895) en el cual
este autor considera que
estas expresiones son arcaicas y carentes de cualquier sentido y funcin y que perder tiempo
en su estudio no es necesario pues no aportaran nada al conocimiento del pas (Cabrera
1947:32).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Cabrera, por su parte, se percata de que existe tambin otra tendencia frente a las
explicaciones que se dan en torno a quienes son los autores del arte rupestre y su posible
significado. Por un lado estn algunos autores que consideran que fueron migraciones las que
fueron dejando pintadas y grabadas dichas manifestaciones estticas. En tal sentido menciona 96
Otro texto que Cabrera estudia es el de Eduardo Posada Petroglifos Colombianos (1926) del
cual dir que tan slo es un mero coleccionador. Del trabajo de Daro Rozo (1938) Mitologa
y escritura de los chibchas, expresa que est basado en las conclusiones de los fillogos
espaoles Cejador y Franca, y por ello expone que
Aunque Cabrera considera que el trabajo es interesante dir que habr otra serie de
interrogantes sobre los pueblos que habitaron Amrica, por ello el trabajo del ingeniero Rozo
es notable ciertamente pero tiene algunos puntos un tanto vulnerables (Cabrera 1947:35).
Luego de este analiza la obra de Prez de Barradas, Arte Rupestre en Colombia, Madrid
1941, de la cual tendr dos versiones distintas ya que en 1947 dir que
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
con documentacin muy retrasada, por lo cual no aparece ningn juicio sobre
los ltimos trabajos este autor es parco y juicioso en sus apreciaciones por lo
que merece gran confianza (Cabrera 1947:35). Pero en 1968 frente a este mismo
autor dir no es ni original ni medianamente completa pues desafortunadamente
sus lminas, copiadas en su gran mayora de las del ingeniero colombiano
97
Miguel Triana, lo fueron muy imperfectamente sin respetar en algunas el
magnfico original y aun dos o tres de ellas fueron impresas con figuras hacia
arriba (Cabrera 1968:86).
Segn Cabrera, entender y comprender quienes fueron los autores del arte rupestre, as como
cules son las posibles vas de explicacin del mismo, plantea la necesidad de discriminar
varias categoras indispensables antes de poder realizar cualquier formulacin.
El primer elemento que hay que tener en cuenta es su localizacin, por ello expresa que en
el caso colombiano este se halla a lo largo y ancho del territorio nacional y que son muy
escasos los lugares donde no se sepa que existen piedras grabadas o pintadas. Pero que para
el proceso de comprensin del mismo se hace necesario hacer la distincin entre Pictografas
y Petroglifos, pues cada una de estas dos modalidades ocupa regiones distintas.
en dos grupos: unos tomaron por el Guayabero y el Duda, y el otro grupo tom la cordillera
oriental por Sumapaz a caer a Pandi y Tibacuy y de all tom el rio Subia hasta llegar a la
zona del Charquito y Tequendama donde nuevamente se dividi. Una oleada tomo por Sibat,
Soacha, Bosa, Usme, La Calera, Cha y Suesca para seguir a Boyac y Ramiriqu, Tunja, 98
Sogamoso. El segundo grupo tomo por Canoas, Madrid, Bojaca, Facatativ, Subachoque,
Tenjo, Zipaquir, Nemocn, Sutatausa, Fquene, Schica, Jordn y Mesa de los Santos
(Cabrera 1968:95-96).
Por consiguiente la teora en torno a los pueblos pintores es que estos se posesionaron sobre
zonas de tierras altas del altiplano, donde dieron origen seguramente al pueblo chibcha y por
consiguiente el estudio de las pinturas no se pueda hacer de forma individual sino global,
pues Cabrera considera a
As mismo, nuestro autor sostiene que el estudio de una sola roca no es significativo, ya que
al igual que la historia, se construye con la utilizacin de variadas fuentes que sustenten y
den fuerza terica y emprica a las afirmaciones que sobre ellas se realizan. En tal sentido,
Cabrera considera que ya ha logrado documentar un 50% de las rocas con arte rupestre,
situacin que le permite formular la primera de sus hiptesis sobre el origen de los
misteriosos pueblos pintores (Cabrera 1968:95).
Sobre los petroglifos dir que se encuentran en cambio, en tierras bajas sin rebasar el lmite
de los 2600 metros (Cabrera 1947:26) y que estos se hallan por lo general en las vegas de los
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
ros o en las caadas, situacin contraria de lo que sucede con las pinturas que se hallan en
tierras altas y no prximas a corrientes de agua. Cabrera tambin expresa que su catlogo
cuenta con un total de 150 rocas, pero que dicho nmero puede ser mucho mayor si se tiene
en cuenta que no se ha realizado un registro ms detallado de las zonas, y a que muchas se 99
hallan cubiertas por la maleza, o por tierras rodadas, situacin por la cual su conocimiento
para la fecha (1947) es limitado.
Cabrera seala que este tipo de manifestaciones se encuentra a lo largo y ancho del pas,
situacin que al igual que las pinturas, evidencia corrientes migratorias. En tal sentido, los
petroglifos, al mantener ciertas relaciones de forma seran de ms fcil comprensin toda vez
que se hallan tambin en otros continentes como Europa, Asa y Oceana (Cabrera 1968:98),
afirmacin esta que Cabrera no respalda en el texto con ninguna referencia a investigaciones
al respecto, o con textos en los cuales se puedan hallar dichos elementos.
Cabrera propone que los autores de los petroglifos corresponden a migraciones de pueblos
grabadores que llegaron por el oriente hacia el centro del pas por los afluentes del Orinoco
y el Amazonas, aunque tambin lo hicieron por el Magdalena, pues las muestras en esta parte
del territorio son abundantes. Una corriente de estos pueblos grabadores ascendi por el ro
Magdalena y a lo largo de sus afluentes se establecieron en climas clidos en donde dejaron
numerosos petroglifos (Cabrera 1968:100).
Cabrera considera que las pictografas y los petroglifos son dos vestigios completamente
diferentes dejados por pueblos de muy diversa ndole, costumbres y caractersticas y que en
los sitios donde existe la presencia de ambos, cabe observar de paso que cada conjunto tnico
respet las marcas de los anteriores mirndolas con respeto. Estas inscripciones
rupestres fueron como libros sagrados, como altares (?) para pueblos posteriores y a este
respecto tenemos la actitud de los chibchas, los cuales ignorantes de o que representaban
las pinturas del altiplano, las respetaron mirndolas con temor y cierta veneracin; en
algunos contadsimos casos dejaron enterrados cerca pequeos tunjos o idolitos (Cabrera
1968:100).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
El segundo elemento en el proceso de comprensin del arte rupestre, para el exjesuita, sera
que representa, en tal sentido, independientemente del posible significado que encierren
las pinturas rupestres, cabe aqu considerar el aspecto esttico, y en este sentido el arte 100
Cabrera expone que son muchos los interrogantes que en torno a ellos surgen, y que esto se
debe a la imposibilidad de saber quin es el autor de los mismos, y que significan. Por ello,
menciona que la simple observacin hace que el investigador se cuestione por qu son
testigos mudos de antiguos acontecimientos, migraciones, sacrificios, fiestas o desarrollo
tranquilo de civilizaciones pretritas (Cabrera 1947:26).
Por ello Cabrera en tu texto de 1947 (27) propondr que ante tales cuestionamientos existen
ocho interpretaciones que son las ms utilizadas y que dan una explicacin en torno al arte
rupestre:
As mismo, Cabrera propone que para poder estudiar las manifestaciones rupestres se deben
tener presentes cuatro nuevas posibilidades:
Por tal motivo Cabrera (1947:27) propone que para llegar a poder descifrar el significado es
necesario realizar los siguientes pasos:
a. Acopio sistemtico y ordenado de todos los caracteres en varios pases de Sur, 101
Centro y Norte Amrica.
b. Clasificacin topogrfica completa de los petroglifos y pictografas.
c. Relacin y comparacin mutua de los signos teniendo en cuenta, regin, arte, etc.
d. Relaciones del problema con los datos etnolgicos y arqueolgicos y confeccin de
grficas, paralelos, mapas, correspondencia con otros signos en diversos pases del
mundo.
Temas que para Cabrera son necesarios para poder discutir el significado y funcin del Arte
Rupestre y sin los cuales l considera no se puede llevar a ninguna conclusin en torno a
dichas manifestaciones estticas,
Cabrera seala que es muy comn que a las piedras con arte rupestre se les denomine piedras
pintadas o marcadas, y que tambin existe la tradicin de considerar que en ellas existen
tesoros que los indios escondieron de los espaoles, por tal motivo es muy frecuente que
muchas hayan sido destruidas en busca de los supuestos tesoros.
El tercer elemento en la comprensin del arte rupestre sera la antigedad, Cabrera empieza
por intentar resolver el problema de la antigedad de las inscripciones en las rocas y por tanto
la civilizacin que las realiz. En tal sentido propone que tanto pictografas como petroglifos
son anteriores a los grupos Chibchas pues los naturales de la zona no pueden dar siquiera
explicacin alguna de lo que significan las mismas. Y que los hallazgos de monolitos tallados
en zonas como Ramiriqu, Tunja y Leiva as lo demuestran (Cabrera 1947:36).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Cabrera propone que las pictografas son de origen arawaco, ya que los chibchas nunca
llegaron hasta las zonas como Palermo o Pandi entre otros lugares donde se hallan pinturas,
y frente a los petroglifos considera que estos fueron hechos por grupos caribes, por ello
presenta un cuadro de cada uno de los lugares donde se ha mencionado la presencia de arte 102
El cuarto elemento seria la interpretacin, frente a lo cual propone que cualquier anlisis que
no se fundamente sobre bases cientficas, esto es sobre una profunda documentacin y
registro de los materiales rupestre sern ante todo pueriles y sin sentido. Y que en todo caso
hemos de tener siempre presente la mentalidad eminentemente sencilla y elemental de los
pintores o grabadores y por tanto no poder pedir ni esperar grandes descubrimientos
(Cabrera 1968:92). As mismo, cualquier interpretacin que se haga al respecto debe evitar
el error que se ha cometido y es el de aplicar categoras modernas a la mentalidad de dicha
poca.
de la realidad del arte rupestre de Cundinamarca. La base de datos, su cdigo, utilizar las
dos iniciales del departamento, siguiendo con las del municipio, el corregimiento, el orden y
nmero de piedras en la zona. Todo esto acompaado de una tabla donde se registran datos
como nombre de la roca (si la tiene), modalidad, localizacin, descubridor, datos que
permiten un orden y una secuencia en la clasificacin y ordenacin de las mismas, que podr
ser completada y luego comparada con la de otras regiones del pas y de Amrica.
Tabla de registro y
documentacin de
Cabrera, as como su
cdigo.
Por ltimo, Cabrera hace un balance de los principales grupos pictricos del Departamento
de Cundinamarca que es la zona del pas en la cual ms salidas de campo realizar. En tal
sentido, organiza y sintetiza una serie de grupos pictricos que le permiten establecer una
secuencia y un encadenamiento de las principales zonas donde existe arte rupestre en el 104
En cuanto al anlisis que podemos hacer de su trabajo, Cabrera presenta, por una parte, una
continuidad frente a la valoracin de lo indgena respecto de la tradicin, es decir, presenta
una mentalidad colonial que valora y entiende el arte rupestre y a los indgenas como sujetos
infantiles y primitivos. Pero por otra parte, realiza un esfuerzo de ponderacin racional que
hace que considere las manifestaciones rupestres como complejos lenguajes elaborados que
son dignos de investigacin cientfica; por ello Cabrera se posiciona ante el dilema del
estudio y la valoracin del pasado, situacin similar a la que presenta Triana en su obra.
en el pas. A pesar de ello, se queda corto frente a su anlisis de las migraciones que ocuparon
el territorio, pues no logra demostrar cuales seran precisamente los argumentos y las pruebas
que apuntalen dicha hiptesis.
105
Al final del presente documento se realiza una presentacin grfica de los materiales
producidos por Triana y Cabrera sobre algunas zonas del pas, as como con una muestra
fotogrfica de los sitios en la actualidad, que sirva de punto de comparacin entre los autores
sobre dichos sitios, y el estado actual que ponen en evidencia como se ha venido perdiendo
dichas manifestaciones estticas recogidas por los pioneros de la investigacin rupestre
nacional.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Conclusiones
Los elementos a resaltar de estos dos autores dentro del presente trabajo de investigacin
106
quedaran resumidos as:
Miguel Triana
1. La obra de Miguel Triana es el esfuerzo de un colombiano por construir desde bases
sociolgicas positivas (positivistas) la idea de unidad nacional.
2. Triana considera indispensable el desarrollo cientfico en el pas, tanto como unificar las
diversas culturas que han poblado el territorio patrio.
3. El desarrollo de la ciencia debe tomar como punto de partida a la misma poblacin
colombiana y en tal sentido, debe entender como est configurada, es decir debe desde
la sociologa comprender la forma como la sociedad colombiana en especial ciertos
grupos antiguos, que l entiende en trminos de razas- piensan y entienden su
cotidianidad y su idea de progreso.
4. Triana realiza un distanciamiento con la versin que se tena del indgena, y revalora las
destrezas y habilidades que antes haban sido consideradas como smbolos del atraso,
por ello considera que sobre (o con) ellos debe formularse el nacimiento de la sociologa
nacional.
5. Triana se ve enfrentado a una contradiccin constante, por un lado el pas que considera
que est en vas de alcanzar los ideales de progreso de Occidente (Bogot) y por otro, el
pas que el mismo recorre y en el cual dichas ideas no se ven reflejadas, pues observa
que se trata de un pas que no conoce los adelantos del progreso cientfico, es decir,
donde no existen las condiciones materiales ni intelectuales para que sea posible este
desarrollo. Ejemplo de esto es la no existencia de mapas viales, y mucho menos existen
las carreteras por las cuales el mismo progreso penetre a dichos sitios, en tal sentido, en
sus textos realiza una crtica constante a esos detentadores del poder que desde el centro
del pas piensan la nacin, pero que desconocen por entero la finca en la cual se hallan.
6. La obra de Triana, para el caso de las sociedades que habitaron el pas antes de la llegada
de los espaoles, propone que fueron corrientes migratorias llegadas de oriente, en tal
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
sentido recoge las ideas difusionistas imperantes es momento, y plantea que las
evidencias que corroboran esta propuesta son precisamente las manifestaciones
rupestres, por eso plantea la existencia de dos modalidades, petroglifos y pictografas,
como prueba material de dicho proceso. 107
7. Triana considera que otra forma que poder demostrar cmo se dio el poblamiento de
estas regiones es el estudio de los lenguajes, por ello intenta hacer una correlacin entre
el nombre de los lugares (toponimia), y la posible lgica y gramtica usada expresada en
las manifestaciones rupestres (procedimiento ideolgico), ya que en dicha distincin se
podr ir construyendo el sentido y funcin de las mismas, as como ir demostrando que
fueron migraciones las que poblaron el territorio antes de la llegada de los espaoles a
Amrica.
8. Triana propone que las manifestaciones rupestres son un lenguaje refinado y que debido
a esto el proceso de entendimiento se hace ms complejo, manifiestan que su elaboracin
no es azarosa, caprichosa y carente de significado como le era atribuida por algunos de
sus contemporneos, sino que ve recurrencias estilsticas que daran cuenta de la
existencia de una compleja forma de representacin, en ltimas de un lenguaje, y
adems, de una escritura.
9. Triana considera que la forma geomtrica de las pinturas constituye un elemento esencial
dentro de las inscripciones paleogrficas de los Chibchas y que ello es comparable y
observable con las antiguas escrituras de los chinos.
10. Triana en su afn de demostrar su teora de las migraciones asegura que los petroglifos
son elaboraciones de grupos Caribes, las cuales demandaban un gran esfuerzo, mientras
que los Chibchas, poseedores de mayores recursos industriales e intelectuales,
encontraron una forma ms rpida y refinada de pintar las piedras con tintas indelebles.
11. Debido su formacin como ingeniero, Triana expresa que la tcnica es una forma de
poder comprender la diferencia entre los grupos que realizaron las manifestaciones
rupestres, y anota que cuando se observan las mismas se aprecia que existen criterios de
seleccin y elaboracin y que es necesario tener presente que entre estas dos tcnicas,
petroglifos y pictografas, otra diferencia radicara en que las lneas curvas son Caribes,
mientras que las formas geomtricas seran usadas por los Chibchas (Triana, 1972:189).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
12. Triana propone que las manifestaciones rupestres se encuentran a lo largo y ancho del
pas y que slo bastara hacer pequeas bsquedas para que empiecen a surgir dichos
sitios, razn an mayor para dar inicio a la investigacin en arte rupestre.
13. Triana elabora un mapa de los lugares en los cuales se encuentran las rocas con arte 108
rupestre, y asevera que las rocas se hallan en los sectores de colindancia entre tribus y
que podran servir para marcar una frontera o sentenciar un pleito entre pueblos. Por ello
efecta un recuento de los diferentes sitios donde existen piedras pintadas y va asociando
estas con los nombres de los lugares, lo que le permite suponer que sus planteamientos
son correctos. As mismo, afirma que en los lugares donde no hay piedras, es porque se
presentan defensas naturales o porque existen fuertes alianzas. Triana termina
sosteniendo que quedan comprobados sus argumentos por tres condiciones: 1) Que las
piedras pintadas son obra de los Chibchas. 2) Que estn situadas en las fronteras, tanto
exteriores como interiores de la Nacin y algunos Cacicazgos, y 3) Que solamente se
encuentran frente a los boquerones y puntos estratgicos de defensa (Triana, 1972:184).
A pesar de la imprecisin en la reproduccin de los dibujos, y de lo improbable de sus
conclusiones; la idea de hacer una cartografa de las piedras pintadas, a la luz de una
hiptesis utilitaria (demarcacin de territorios), no deja de ser sugerente como ejercicio
de visin de conjunto.
14. Triana formula la hiptesis de la Rana como un smbolo para representar el hombre
para los Chibchas mientras que en el caso de los grupos caribes el hombre estara
representado a travs del Mono; esta propuesta parte de hacer el anlisis de los dibujos
de la Piedra de Pandi, que est fuera del territorio chibcha () pero que es una de las de
mayor importancia. Pero al intentar realizar la interpretacin de las otras piedras pintadas
que se hallan por miles en todo el territorio, las considera como simplemente dibujos
complejos, abstractos y de mero efecto esttico, que adornan los altares, y con ello sus
hiptesis se muestran finalmente muy dbiles.
15. Triana no puede ubicar dentro de las piedras pintadas los mitos heredados sobre los
diferentes dioses de los Chibchas, y por ello terminar concluyendo que fue debido a las
fantasas y a la imaginacin de este pueblo que se realiz todo tipo de representaciones,
lo que hace que cualquier tipo de interpretacin sea desafiante y compleja, y hara que
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
las investigaciones no progresen en ningn sentido, callejn sin salida que afronta con
la formulacin del jeroglfico chibcha como va de explicacin.
16. Triana utiliza como documento-modelo las Piedras de Pandi y Facatativ, pues en ellas
ve ejemplificados estos smbolos, mostrando cmo la rana se convierte en las pinturas 109
en el alma humana, lo que sera equivalente en los grupos Caribes a los monos. La rana
se convierte en la figura ms representativa de todas ya que debido a sus diversas
actuaciones dentro de las pinturas, sus transformaciones grficas se van complejizando
y esquematizando hasta convertirse en una entidad abstracta. Triana propone que el
rombo y sus diferentes derivaciones estn escenificando el alma muisca (rana) y el
alimento del Sol, y que dicha estilizacin se ve en el uso de lneas rectas y geomtricas.
17. La idea de Triana sobre la rana, as mismo busca demostrar que las propuestas de
Duquesne y Anczar sobre la rana son errores y as desmontar las tradiciones que sobre
ella se han creado.
donde publica o a que no era un requisito exigido por la ciencia colombiana en ese
momento.
5. Cabrera al referirse a los indgenas, les concede la condicin de verdaderos artistas,
que plasmaron sus ideas e inquietudes en las rocas de tal forma que hasta nuestros das
han podido llegar sus emociones, sentimientos, ideas religiosas, plegarias, etc., y que
estos artfices son tribus elementales, pueblos arcaicos, por lo cual no se puede esperar
mucho de estos monumentos. En tal sentido, Cabrera, al igual que sus antecesores llega
a un callejn sin salida, pues a pesar de sostener que hay un significado en dichas
manifestaciones, no logra escaparse de la tradicin que siempre ha visto con
desconfianza y suspicacia a los indgenas. Es de anotar que por ningn lado parece
interferir su formacin sacerdotal catlica con los intentos de hacer un estudio de la
mentalidad religiosa de los indgenas.
6. A Cabrera, al igual que Triana, le llama profundamente la atencin la existencia de arte
rupestre en el territorio nacional, y que este no haya sido asociado a las investigaciones
y trabajos que sobre el pasado precolombino se haban desarrollado.
7. Cabrera se percata de que existen dos tendencias frente a las explicaciones que se dan en
torno a quines son los autores del arte rupestre y su posible significado. Por un lado
estn algunos autores que siguiendo las consideraciones de los cronistas, juzgan que
estas manifestaciones son arcaicas y no representan ningn tipo de lenguaje, y los que
consideran que estas fueron hechas por migraciones que se desplazaron por el territorio
y que fueron dejando pintadas y grabadas dichas piedras. En tal sentido menciona a dos
autores que postularon dichas afirmaciones: Peregrino Senz Boletn de Historia y
antigedades, Bogot ao XIV, No. 158 mayo de 1922 pgina 82 y Miguel Triana en su
obra Civilizacin chibcha de 1922. De este ltimo dir que posea una extraordinaria
imaginacin que lo llevo a conclusiones francamente pueriles (Cabrera 1947:32).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
ello propone tambin que se tenga en cuenta: 1- el aspecto artstico de tales figuras, 2-
la valorizacin econmica, es decir, el trabajo, esfuerzo y tcnica desplegados en su
elaboracin, 3- el estudio comparativo, 4- el porqu de esos signos, su lectura, su
significacin a travs del continente americano (Cabrera 1947:27)
9. Cabrera, al igual que Triana, considera que las dos tcnicas -petroglifos y pictografas-
se hallan en lugares distintos, y que el proceso de poblamiento se realiz por corrientes
migratorias que ascendieron por los valles de los ros, pero a diferencia de Triana, no
considera que las pinturas hayan sido hechas por los Chibchas.
10. Cabrera considera tambin que las pictografas y los petroglifos son dos vestigios
completamente diferentes dejados por pueblos de muy diversa ndole, costumbres y
caractersticas: y que en los sitios donde existe la presencia de ambos, se dio por el
respeto mutuo entre los diferentes grupos tnicos (Cabrera 1968:100). Hiptesis, por
cierto, inverificable por ahora.
11. Cabrera considera que no se puede hacer un estudio individual de cada uno de los
yacimientos rupestres, sino que debe ser un estudio mucho ms global, que d cuenta de
las recurrencias y de las variaciones estilsticas, pero para ello se debe primero realizar
un proceso de documentacin sobre bases cientficas que garanticen la calidad de las
reconstrucciones de los registros y permitan as una comparacin posterior con los de
otras zonas del pas y de Amrica. En tal sentido propone: 1- acopio sistemtico y
ordenado de todos los caracteres en varios pases de Sur, Centro y Norte Amrica, 2-
Clasificacin topogrfica completa de los petroglifos y pictografas, 3- Relacin y
comparacin mutua de los signos teniendo en cuenta, regin, arte, etc., 4- Relaciones
del problema con los datos etnolgicos y arqueolgicos y confeccin de grficas,
paralelos, mapas, correspondencia con otros signos en diversos pases del mundo
(Cabrera 1947:27).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
13. El aporte que realiza Cabrera a la investigacin consiste en la ponderacin de cules son
los mtodos y tcnicas adecuados en el registro y documentacin del arte rupestre, pues
como el mismo lo seala, slo es posible realizar cualquier intento de interpretacin
sobre bases slidas, esto es recoleccin de todos los materiales rupestres presentes en el
pas.
El equipo de GIPRI ha venido registrando de forma sistemtica algunas regiones del altiplano
cundiboyacense, logrando generar criterios y estructuras metodolgicas para el registro,
estudio y conservacin de las estaciones rupestres (fichas), modelo que sirva para el 113
El modelo de documentacin lo que pretende por tanto es documentar los motivos, sus
contextos, tanto en los grupos pictricos como en sus caractersticas en el contexto:
Aportes de la tradicin oral en el estudio del arte rupestre del altiplano cundiboyacense
11
Colombia (Trujillo 1999), Mito, rito y petroglifo. A propsito del Arte Rupestre en el ro
Caquet, Amazonia colombiana (Urbina 2000).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
recategorizan, en pro de dar una explicacin a la presencia de las estaciones rupestres dentro
de sus espacios de vida.
Por otro lado, los ltimos trabajos que este grupo han desarrollado se centran en propuestas
de anlisis y reflexin sobre temas relacionados con la cadena operativa, la relacin de
caminos reales y arte rupestre y tecnologas lticas, es decir se han planteado alternativas de
investigacin que puedan mostrar los diferentes momentos y etapas de fabricacin,
manufactura, utilizacin y desecho de esos elementos que hicieron posible la elaboracin de
las estaciones rupestres, pues la comprensin de dicho proceso permitira dar pistas en torno
a su posible sentido y funcin, as mismo como tambin sobre las condiciones de vida de los
pueblos que llevaron acab estas manifestaciones estticas.
Por otro lado, en el pas se han formulado otras propuestas interpretativas desde distintas
orillas tericas, como es el caso de Carlos Castao Uribe, quien en su texto Tradicin
Cultural Chiribiquete (2008) plantea que el arte rupestre de esta zona
denota una serie de caractersticas que han servido para distinguir una
Tradicin Cultural de races, aparentemente muy antiguas, del paleoindio y, por
ende, asociado a grupos de cazadores recolectores de Selva Hmeda Tropical y
enclaves semisecos de las Guyanas y la Amazonia la iconografa demuestra
un rigor sorprendente respecto de las relaciones hombre-animales, el acceso al
intercambio de poderes y energas a travs de ritos chamnicos y se destaca
profundamente la prelacin de estos artfices por la figura del jaguar como uno
de los elementos icnogrficos ms importantes de la distincin del poder y el
conocimiento, as como las habilidades y la agudeza de los cazadores y los
guerreros (Castao 2008).
Universidad de Groningen (Holanda) (Castao-Uribe & Van der Hammen, 2005), afirma que
las excavaciones arqueolgicas realizadas parecen demostrar que los conjuntos pictogrficos
fueron elaborados in situ, y que es un sitio de carcter netamente simblico y sagrado que,
adems, no fue habitado en forma permanente y que no fue utilizado, hasta donde se sabe, 115
Otro referente en esta lnea interpretativa es Csar Velandia quien en 2007 publica un texto
titulado Prolegmenos a la construccin de una semasiologa prehispnica, quien propone
una discusin sobre la posibilidad de interpretar las iconografas prehispnicas y, en
particular, el arte rupestre. Luego de una crtica a las pretensiones de leer el arte rupestre
como si fuera una escritura alfabtica, lineal y occidental, este autor propone una alternativa
para construir un campo disciplinario, subordinado a la arqueologa: la semasiologa
prehispnica, que tendr por objeto de estudio los sistemas semasiogrficos prehispnicos.
En tal sentido, Velandia propone que si bien por el momento no se ha llegado a definir si el
arte rupestre es verdadera escritura o no, lo cierto es que ningn investigador contemporneo
niega el carcter de sistema de representacin o sistema de comunicacin grfica de los
petroglifos y pictografas (Velandia 2007).
Otro trabajo en busca de poder interpretar el arte rupestre es el de Diego Martnez Celis
Propuesta para un anlisis iconogrfico de petroglifos: La Piedra de Sasaima,
Cundinamarca (Colombia) (2007), en el que este autor propone realizar una clasificacin de
los motivos rupestres, as como establecer posibles estructuras formales que puedan dar
cuenta de patrones iconogrficos que al ser identificados abriran la posibilidad de
interpretarlos como marcadores culturales susceptibles de contrastacin arqueolgica.
As mismo, Martnez plantea que esta posibilidad es tan solo una clasificacin de los motivos
rupestres de acuerdo con su apariencia formal, es decir, tomando como referentes sus
propiedades grficas y compositivas segn algunas categoras geomtricas propias de nuestra
cultura occidental contempornea. Y aclara que no es posible hoy en da establecer nexos
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Para el caso del Per la pareja de investigadores Daniel Castillo Benites y Mara Susana
Barrau, El poder-saber de los ancestros mticos en las pinturas rupestres de Poro de Udima
distrito de Catache, Cajamarca, Per (2013) realizan un propuesta de anlisis e
interpretacin del arte rupestre en el que articulan tres elementos en dicho estudio como son:
los estudios iconogrficos, los datos arqueolgicos y los etnohistricos, situacin que les
permiti encontrar estrechas relaciones entre estos tres elementos y formular que dicho sitio
se trat de un lugar de peregrinaje y prcticas chamnicas, que funcion como orculo y
espacio sagrado dedicado al culto de antepasados mticos fundadores de linajes,
representados por una pareja antropomorfa que inicia la secuencia de expresiones rupestres
en el panel principal, orientado hacia una catarata (Castillo-Barrau 2012).
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
En Mxico el trabajo de William Breen Murray, El mundo simblico de los Chichimecas del
norte de Mxico (2009). Este investigador plantea que entender estas manifestaciones
estticas representa un reto dentro de las investigaciones arqueolgicas modernas, toda vez
que considera que los petroglifos y pictografas fueron elaborados por cazadores recolectores 117
Por ello, propone que para salir de esta situacin se deben realizar investigaciones
interdisciplinarias y el uso de la arqueologa experimental como complementos, que puedan
dar cuenta de las posibles vas de interpretacin. Situacin que podra mostrar como los
petroglifos y pinturas rupestres de la regin retratan el mundo de los cazadores, tanto el
mundo natural que los rodeaba como los artefactos que fabricaba (Murray 2009).
Ahora bien, la discusin en torno a las posibles vas de interpretacin sigue quedando abierta
al debate, pues las mltiples miradas y los diversos enfoques tericos muestran cmo el
abordaje del arte rupestre contina presentado espacios para la investigacin. En tal sentido,
el trabajo desarrollado por Triana y Cabrera representa un trabajo valioso para el pas, pues
han sido ellos los pioneros de las investigaciones rupestres en Colombia y un ejemplo de un
ejercicio de investigacin tendiente a comprender cul era el sentido y funcin de los mismos,
as como de registro y documentacin. Y con seguridad, su interpretacin de los grafismos
rupestres nos ha dicho mucho ms sobre las relaciones que estos precursores establecieron
con las sociedades en las que desarrollaron su trabajo, que sobre las propias sociedades
indgenas que fueron su objeto. Pensar qu instrumentos de informacin y mtodos de
anlisis diseamos para comprender estos signos venidos del pasado, tambin nos ilumina, a
veces mucho ms, sobre nuestros presentes.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
ANEXOS
La primera roca que se revisar en este apartado corresponde a la Piedra del Diablo ubicada
en la poblacin de Sutatausa Cundinamarca, este gran arenisca de formacin Guadalupe, se
encuentra a escasos metros del parque principal de dicha poblacin, y en ella se pueden
apreciar una serie de pictografas en rojo sobre dos costados de la roca.
La primera imagen que se presenta es el registro adelantado por Miguel Triana Plancha
Numero XXIV, del jeroglfico Chibcha (1922); en este dibujo se aprecia la existencia de dos
grupos pictricos, pero en
dicho registro no se puede
determinar el tamao de los
dibujos, as como el
contexto en el cual se
encuentra dicho yacimiento
rupestre. Por otro lado, la
imagen no viene
acompaada de un texto
donde se describan las
condiciones del lugar, as
como otro tipo de
informacin sobre la misma.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
han hecho que surjan formaciones calcreas sobre las pinturas. Su estado de
conservacin por consiguiente es precario y a esto se suma que los dueos de los
terrenos donde se encuentra este yacimiento estn usando este espacio como botadero
de basura, aumentando as el dao y deterioro de la misma roca. 120
El segundo modelo de comparacin son las piedras del Parque Arqueolgico de Chivo
Negro en Bojac Cundinamarca. Para la poca de registro de Miguel Triana (1922)
Plancha LIII, registra todas las rocas en una sola lmina, lo que no permite distinguir
que se trata de una serie de diferentes rocas que se hallan a poca distancia las unas de 121
las otras; por otro lado Triana considera que existen grupos incompletos, lo cual no es
de fcil distincin, toda
vez que no se tiene un
texto que acompae la
imagen y que
profundice sobre los
aspectos ms
importantes de este
yacimiento rupestre.
Las siguientes fotografas muestran una de las rocas de este parque arqueolgico, as
como tambin uno de los motivos que aparecen en las descripciones de Triana y
Cabrera.
123
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
125
Fotogrfica de GIPRI
Colombia (2013) Facatativa.
En esta imagen se puede
apreciar la pictografa
descrita por Triana y Cabrera
respectivamente en sus
propuestas de investigacin;
donde adems se puede ver
una ptina negra que ha
venido cubriendo los
pigmentos rojos y que hacen
que hoy da no se puedan apreciar en su totalidad los motivos all pintados.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Sistema de Registro del Equipo GIPRI Colombia (2013) del mismo yacimiento rupestre.
126
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
128
130
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
menciona Triana, por otro lado es de anotar que en este registro se coloca la imagen
de una persona al lado que sirve de referencia para entender el tamao de dicho
yacimiento; por ello y siguiendo con esta observacin la fotografa que se realiza el 10
de octubre de 2013 tiene tambin la figura de una persona de 1.67 cm de altura y que
sirve para ilustrar dicha situacin.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Detalles de las Pictografas de la Piedra de Barreiro Puente de Boyac Cara 1, esta roca
pose en total 3 rocas con pinturas rupestres, pero en la descripcin de Miguel Triana
solo se hace mencin a una de sus caras y motivos.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Para la presente tesis se presenta las caras no registradas por Miguel Triana. Piedra de
Barreiro. Puente de Boyac Cara No 2, detalle de las pinturas que aparecen en el
registro de Triana.
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
134
135
generado que los dueos del lugar, construyan una puerta que limita el ascenso a este
lugar, as como tambin que el lugar sea utilizado para arrojar escombros y diversos
materiales junto al mural. En tal sentido solo se presenta uno solo de los costados de
este yacimiento rupestre.
137
138
139
mural principal. Para el presente registro se presenta una imagen de los detalles de los
petroglifos.
140
el dibujo, lo que le permite ir copiando cada uno de los grabados; es decir realiza una
copia a escala, donde intenta no dejar ningn elemento sin copiar, pues como l mismo
lo dijera en su obra, ser precisamente la documentacin exhaustiva la que permitir
en el futuro poder establecer comparaciones con otras zonas de Amrica, y con ello
poder entender el sentido y funcin de estas manifestaciones estticas.
142
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
143
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
144
145
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
La ltima imagen que mostraremos del trabajo de Miguel Triana es la Plancha XVII
Adoratorio del Sol, ubicada en la poblacin de Pandi Cundinamarca, y a la cual
dedicara parte de su trabajo de anlisis e interpretacin, pues es en esta roca donde
Triana considera existen las evidencias de letras, en tal sentido es que propone la 146
147
148
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
149
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
Bibliografa
#183 abril 1952 tomo XXXVI. Ttulo: Por Tierras Colombianas. La Cocha
Revista Hojas de Cultura Popular de Colombia
No 61-62 Ao: 1956. Empresa Nacional de Publicaciones. Ttulo: Pictgrafos
y Petroglifos 152
Pgina 297.
Un informe colonial sobre los indios de Muzo, en BCB, XI, 4 (Bogot, 1968).
Los chibchas bajo la dominacin Espaola Ed. La Carreta Bogot 1974.
40. FRIEDEMANN Nina de: tica Y Poltica Del Antroplogo. Compromiso Profesional.
En Un Siglo De Investigacin Social. Antropologa En Colombia. Editado Por Jaime
Arocha Y Nina de Friedemann, Bogot 1984. Pp. 381-428.
41. GAMBLE, Clive. El poblamiento paleoltico en Europa, Editorial Crtica (Barcelona).
1990
42. GHISLETTI, Luis. Los Mwiscas una gran civilizacin precolombina. 2 Tomos.
Biblioteca de autores colombianos Ministerio de Educacin Nacional: Bogot. 1954
43. GIPRI: Grupo De Investigacin De La Pintura Rupestre Indgena. Rescatan 1000
Dibujos Chibchas. Cromos 1980. Historia De La Investigacin Del Arte Rupestre En
Colombia (Altiplano Cundiboyacense 1a. Versin 1985 Congreso De Americanistas).
Grupo de Investigacin de la Pintura Rupestre Indgena: Gua de
Documentacin de Arte Rupestre en Colombia. Alcalda Cvica de El Colegio.
Editorial Cultura de Pueblos Pintores. 1997.
44. GIRN Lzaro Mara. Las Piedras Grabadas De Chinauta Y Anacut. Bogot 1892.
45. GNECCO Cristbal Y Marta Zambrano (Editores). Memorias Hegemnicas,
Memorias Disidentes. El Pasado Como Poltica De La Historia. ICAHN-Universidad
Del Cauca, Bogot 2000
Praxis Cientfica En La Periferia: Notas Para Una Historia Social De La
Arqueologa Colombiana. Revista Espaola De Antropologa Americana.
1995. 25:9-22
Sobre el discurso arqueolgico en Colombia. Boletn de antropologa. 1999.
30:147-165
Miguel Triana y Wenceslao Cabrera Ortiz:
Dos momentos de la investigacin del Arte Rupestre en Colombia.
70. LUMLEY, Henri. Origen y evolucin del Hombre, Madrid: Ministerio de cultura,
Direccin General de Bellas Artes. Depsito Legal: M-35.674. 1984
71. MRQUEZ Ynez Francisco. Las Piedras De Tunja En Facatativ. Mimegrafo 1967,
72. MARTNEZ Celis Diego. Propuesta para un anlisis iconogrfico de petroglifos: La 160
Rock art in Colombia. Zone 2: Colombia In: Rock art in Latin American and
Caribbean. http://www.icomos.org/studies/rock-latinamerica.htm ICOMOS.
2006
81. MURRAY BREEN William. El Mundo simblico de los Chichimecas del norte de 162
108. SALDARRIAGA, Oscar; Juan Manuel Dvila. El giro experimental de los saberes
sobre lo social en Colombia, 1840-1903. Revista Electrnica da ANPHLAC. N. 13,
Jul.-Dez., 2012, p. 251-311.
http://revista.anphlac.org.br/index.php/revista/article/view/36/60 165