Tácticas Antiguerrilla
Tácticas Antiguerrilla
Tácticas Antiguerrilla
Mientras un grupo interroga a un nio, otro puede hablar con sus padres.
As se emplea su miedo convergente para llegar a un resultado prctico.
Para el soldado, un dato oportuno podra significar el xito.
Contrainformacin
Un Selous Scout Rodesiano patrulla armado con una ametraladora PK de
origen sovitico durante la Guerra CIvil de Rodesia
El sentido comn tambin dicta la norma de que no se deben dar pistas que
puedan alertar al enemigo sobre una operacin inminente. La realidad de
cometer errores estpidos desafa lo imaginable.
Prdida de tiempo
Para sorpresa mayscula de los soldados, se les traslad a sus posiciones
al atardecer, a plena vista de los curiosos porteadores. Algunos de stos se
encaminaron al pueblo para pasar la noche. Pues, a pesar de todo, la
operacin sigui adelante y la sorprendida unidad pas la glida noche en
estado de alerta para no hacer nada. Como suponan los soldados, los
porteadores haban pasado la informacin sobre la emboscada que se
preparaba.
Hay que limitar las preguntas a aquellas que afecten a la situacin tctica
inmediata. Por ejemplo:
1- Identificar al prisionero.
PRINCIPIOS DE ACCIN
Debe tenerse en cuenta que no se puede ganar la guerra si se socava la
posicin del Gobierno desencadenando acciones ofensivas contra la
poblacin indefensa o si se fracasa en el empeo de proteger a sta de la
influencia de los guerrilleros. En ambas situaciones, las fuentes de
informacin sobre la que se basan las operaciones sern necesariamente
limitadas. Las operaciones militares debern estar guiadas por los
siguientes principios:
Tcticas Antiguerrilla n4
OPERACIONES ANTIGUERRILLA
Hay que estudiar al enemigo para descubrir sus puntos dbiles, pero, como
en cualquier otra guerra, nunca jams hay que menospreciarle.
Desgraciadamente, demasiados soldados en Africa han demostrado poco
respeto por sus adversarios y lo han pagado con el pellejo.
El guerrillero africano puede ser tanto un hombre como una mujer. Los
combatientes suelen ser bastante jvenes, de 16 a 30 aos. Por lo general,
son pocos los que reciben un entrenamiento que pueda decirse
especialmente bueno. Sin embargo, todos ellos saben apuntar y disparar un
fusil o ametralladora y lanzar una granada. Lo que le falta en aptitudes
militares, el guerrillero lo compensa con su conocimiento natural del
entorno, el bosque y el chaparral. Suele estar en una estupenda forma fsica
y es capaz de desplazarse a pie a un paso increble. Pero su mayor ventaja
es, quiz, su posibilidad de mezclarse con la poblacin local, en otras
palabras, de desaparecer.
El guerrillero rural suele estar bastante bien equipado, con carabinas SKS o
fusiles de asalto AK. Las ametralladoras acostumbran ser las RPD y RPK.
Muchos grupos llevan tambin lanzagranadas RPG-7. Las granadas son
abundantes.
Los militares
El jefe, que sola ser un suboficial, llevaba un mapa y una radio, y reciba las
rdenes de un oficial que sobrevolaba el rea en un helicptero. El
suboficial y dos de sus hombres estaban armados con fusiles FN de 7,62
mm. Los dos fusileros se turnaban para llevar el botiqun de la unidad (que,
como la radio, era algo de lo que a veces carecian los grupos guerrilleros).
El cuarto infante cargaba con una ametralladora FN MAG de 7,62 mm. Era,
invariablemente, el hombre ms corpulento del grupo, toda vez que deba
de ser capaz de llevar el arma durante cuatro horas seguidas sin descanso
y todava poder proporcionar la principal potencia de fuego de la unidad. A
veces tena que disparar la MAG desde la cadera, e incluso desde el
hombro. Los dems miembros del grupo llevaban municin adicional para la
ametralladora. Todos llevaban granadas. La mayora de los soldados
preferan una mezcla de granadas rompedoras y de fsforo blanco adems
de las fumgenas.
Uniformes informales
En el chaparral africano no exista uniformidad. Se usaban las prendas ms
cmodas y funcionales. No eran raras las combinaciones de pantalones
cortos, camisetas y zapatillas deportivas, aunque haba quien optaba por
prendas mimticas y un calzado algo ms robusto. Tambin los correajes
eran de eleccin personal. Casi nadie llevaba los reglamentarios, pues la
mayora tenda a usar los de chaleco o pectorales. Estos ltimos estaban
basados en los excelentes correajes empleados por el enemigo. Asimismo,
haba muchos soldados que adaptaban equipo tomado al enemigo para
confeccionarse cinturones y cinchas ms de su gusto.
Mando y Control
Debido a su naturaleza tan particular, las operaciones antiguerrilla exigan
mucho ms de los mandos inferiores que las guerras ms convencionales.
En las misiones de bsqueda y destruccin de un enemigo tan esquivo se
usaba un esquema de pequeas unidades cuya tarea era localizar y/o
eliminar al contrario. Muchas veces se peda que estos grupos reducidos
operasen aisladamente, lejos de su base, durante largos perodos. En
consecuencia, los mandos interiores tenan que tomar decisiones sobre la
marcha.
Tcticas Antiguerrilla n3
SIGUIENDO EL RASTRO
Las Fuerzas Armadas Sudafricanas utilizan el reconocimiento y la
observacin area para obtener informacin acerca del movimiento de
bandas guerrilleras, pero a veces deben recurrir al rastreo. y no se nace
siendo un buen rastreador. Esta seccin, que est basada en el Manual de
Operaciones Antiguerrilla de las FAS sudafricanas, explica cmo encontrar
huellas e indicios, la manera de interpretarlos y cmo seguirlos.
Pisadas
Las huellas de pisadas son la principal fuente de informacin. No puede
asumirse que los perseguidos anden en la direccin de sus huellas pues
puede que se hayan atado las botas al revs o que, sencillamente, anden
hacia atrs. La direccin de la marcha puede comprobarse mediante la
profundidad de la impronta: la parte ms honda indica hacia dnde se dirige
el perseguido. Esa misma profundidad, as como la longitud de su zancada,
permitir saber si los guerrilleros van muy cargados: de ser as, la distancia
entre huellas es ms corta.
Vegetacin aplastada
Es muy difcil moverse a travs del chaparral africano sin dejar rastro.
Hierbas, juncos u otros vegetales rotos o aplastados pueden revelar no slo
en la direccin en que se mueve el enemigo, sino cunto hace que ha
pasado. La hierba aplastada o arrancada permanece verde al principio, pero
se torna marrn al cabo de un da. La vegetacin ms resistente puede
tardar ms tiempo en cambiar de color. Adems, debe recordarse que el sol
acelera el proceso y la sombra lo retrasa. La lluvia afecta tambin el tiempo
de secado de las plantas muertas.
Dificultades
Muchos factores inciden en la eficacia de una operacin de rastreo. El tipo
del terreno, el carcter de la regin, la meteorologa y la direccin del sol
(una sombra bien definida puede ayudar al rastreador), el tipo de calzado
que lleve el enemigo, la cantidad de trfico que pueda haber por la zona y la
mayor o menor cautela de los perseguidores, pueden facilitar o dificultar la
labor.
La comida
Tambin el enemigo necesita comer. Si no est preparado para una
operacin duradera sin duda procurar vivir del terreno, quiz robando o
comprando alimentos a los nativos del lugar. Incluso cuando stos digan
que les han robado la comida, es posible que intenten proteger a los
guerrilleros. Y si afirman que el enemigo ha partido en tal o cual direccin, lo
conveniente es cerciorarse por uno mismo. Acta siempre con precaucin y
una dosis conveniente de desconfianza. Deben buscarse evidencias como
rboles frutales y plantas comestibles despojados, colmenas abiertas y
trampas para animales. La fruta verde no cae de los rboles por
casualidad.
Conservar la ventaja
Debe tenerse presente que, por ms cauto que sea, el enemigo siempre
dejar signos de su paso: piedras desplazadas, astilladas o vueltas del
revs, arena removida o tierra suelta y seca, cualquier indicio puede ser una
informacin valiosa. Borrar las huellas es laborioso, y el enemigo lo sabe.
Cuanto ms se le presione, ms se le inducir a cometer errores, pero en la
excitacin de una persecucin "en caliente" tambin el rastreador puede
caer en ellos. Todo requiere su tiempo. Las pistas deben examinarse
cuidadosamente. Si se dispone de perros el trabajo es mucho, ms fcil,
pero de ello hablaremos en otro captulo de las tcticas antiguerrilla.
PATRONES DE BSQUEDA Y
FORMACIONES
Un equipo de persecucin se desplaza con el rastreador a la cabeza, un
hombre en cada flanco y el lder detrs. Si se encuentran en vanguardia de
tropas propias, el jefe de equipo estar al mando de todos los miembros
hasta entrar en contacto. Los flanqueadores proporcionan seguridad al
rastreador y deben estar dispuestos para la accin: deben descubrir al
enemigo primero.
Formacin en Y
La formacin normal de rastreo es la de Y. con los flanqueadores como
brazos abiertos de la Y y el rastreador en la unin, con el jefe del equipo
directamente detrs, a unos cinco metros de distancia Los flanqueadores
permanecen siempre delante y a los lados, de acuerdo con el terrero y la
vegetacin.
cticas Antiguerrilla n2
EMBOSCAR A LA GUERRILLA
Entre el monte bajo y la hierba alta, cerca de un recodo de la abrupta pista
que conduce a una zona de descanso de la guerrilla, casi puedes or la
cada de una hoja, pero es un silencio artificial Toda el rea est ocupada
por los hombres de la Compaa Y del 5. Batalln de Infantera
sudafricana, que esperan, emboscados, al grupo guerrillero del que saben
que incluye a un jefe local. Su tarea es capturarlo vivo y eliminar a cuantos
de sus escoltas puedan. En la retaguardia han quedado los rastreadores y
sus perros, listos para perseguir en caliente a cualquier guerrillero que
escape. Los helicpteros esperan para transportar a la fuerza de ataque.
Todo un arte
En esta seccin sobre las tcticas antiguerrilla tomada del manual de
operaciones antiguerrilla de las Fuerzas de Defensa de Africa del Sur
(FDAS), descubrirs cmo montar y ejecutar operaciones de emboscada.
Desde 1985, fecha en la que las FDAS comenzaron tales operaciones
(denominadas oficialmente ATOPS, por AntiTerrorist Operations), los
sudafricanos han convertido la emboscada en todo un arte.
La mayora de ellas se tienden como resultado de la informacin recibida de
confidentes, de guerrilleros capturados a los que se doblega en los
interrogatorios, o de agentes infiltrados. Tambin es posible que la
emboscada sea el resultado de meses de cuidadoso anlisis de los
movimientos de la guerrilla, establecidos por medio de distintas fuentes.
Los hombres han de ser los mejores de que se disponga, incluso si para ello
es necesario separar equipos ya consolidados. No es extrao encontrar a
un jefe de compaa encabezando un grupo de emboscada de seis
hombres, si as se tiene la mejor oportunidad de xito. Dado que una
emboscada perfecta depende ms que nada de un preciso horario, las
tropas han de ser muy disciplinadas. Su instruccin ha de ser soberbia, ya
que habrn de trasladarse hasta sus posiciones sin dejar ni rastro.
Planeamiento
Dado que las emboscadas se planean con bastante anticipacin, el jefe de
la fuerza de ataque puede decidir exactamente lo que se ha de hacer e
incluso ensayarlo, si puede encontrar un lugar parecido lo suficientemente
lejos de la zona real de emboscada. Sin embargo, esta demora entre la
planificacin y la ejecucin crea algunos problemas de seguridad. Unas
cuantas palabras de ms en un bar, o incluso en los barracones, donde
puedan orlas empleados civiles que puedan ser simpatizantes de la
guerrilla, pueden arruinar la operacin. O, peor an, pueden servir para que
el enemigo les tienda a su vez una contraemboscada. Las rdenes tajantes
han de ser no hablar sobre la operacin. Ni entre los compaeros, ni por
telfono, ni siquiera en las cartas a casa.
Seales y rdenes
Slo un buen sistema de seales permite al jefe mantener el control
absoluto de la operacin y ello es esencial. Cada miembro de la partida
debe saber instantneamente cundo comenzar a disparar, cesar el fuego,
cambiar a blancos secundarios, reagruparse, iniciar las operaciones de
explotacin y concluir.
Con frecuencia, las rdenes se darn mediante seales, lo que implica que
el jefe ha de estar situado donde todos sus hombres puedan verle. Esta
posicin ha de ser a la cabeza o a la cola de la emboscada. Si es a la
cabeza, el comandante puede decidir cundo dar la muy importante orden
de abrir fuego. Pero como esta posicin no es la mejor para controlar el
resto de la accin, se sita a la cola y deja esa tarea a su segundo en el
mando.
Vivaques
Si el perodo de espera es de das, es preciso organizar la vida de forma
ms compleja. Si es posible, se establecer una zona de descanso lejos del
lugar de emboscada. Se limpiarn senderos entre esta zona y la de
emboscada, de modo que los desplazamientos puedan hacerse en silencio.
Incluso en una emboscada a largo plazo, todos los alimentos han de ser
precocinados y se ha de contar con un adecuado suministro de agua.
Emboscadas nocturnas
Los guerrilleros prefieren moverse de noche, por lo que esas sern las
horas en que se les atacar con mayor frecuencia. Es relativamente fcil
permanecer ocultos durante la noche, pero es bastante ms difcil el tiro de
precisin sin iluminacin, cosa que el jefe ha de considerar a la hora de
planificar.
Comunicaciones nocturnas
El sistema de comunicaciones habr de cambiarse, obviamente, ya que las
seales visuales son imposibles y tampoco pueden utilizarse linternas.
Tanto el contacto manual como las cuerdas de seales son eficaces,
aunque engorrosos. Para facilitar la comunicacin, los tiradores estarn ms
prximos entre s que durante las operaciones diurnas.
Limpieza profunda
2- Planificacin cuidadosa.
4- Buen ocultamiento.
7- Tiro preciso.
Tcticas Antiguerrilla n1
TCTICAS DE ASALTO HELIPORTADO
Saber su trabajo
La instruccin en esta clase de operaciones tiene dos propsitos: reducir el
tiempo que se desperdicia a causa de las equivocaciones y asegurar en
todo momento la supervivencia del aparato y del personal que transporta.
No hay lugar para el error. Cada hombre debe actuar como se espera que lo
haga. Cuando se da la orden de iniciar una operacin heliportada, el jefe del
grupo debe asegurarse de que cada miembro del mismo conozca su sitio y
qu debe hacer una vez abandone el aparato. Forma sus hombres en el
orden inverso al que deben desembarcar. Despus aguarda la seal del
piloto para subir a bordo (por ejemplo, un pulgar hacia arriba). Una vez en el
aparato, es vital que ningn infante interfiera en el trabajo de los pilotos ni
toque ningn control, pues ello podra poner en peligro la seguridad de los
dems.
Ruido Insoportable
El ruido en en el Interior de un helicptero es ensordecedor. El jefe del
grupo deber utilizar siempre los auriculares para comunicarse con el piloto
y con los dems miembros de la tripulacin.
El Responsable
El piloto est al mando del helicptero en todo momento. Es el mximo
responsable del mismo y de todo aquel que haya a bordo. Sus rdenes
deben ser obedecidas inmediatamente. Es l quien decide cuntos hombres
deben viajar a bordo, y cundo y cmo pueden entrar y salir del helicptero.
Por razones operacionales, transmite las rdenes a travs del jefe de la
tropa.
Contacto!
La razn de ser de las operaciones heliportadas antiguerrilla reside en la
velocidad con que pueden ser lanzadas. La experiencia obtenida en el curso
de muchas acciones de este tipo ha demostrado a las Fuerzas Armadas
Sudafricanas que los puestos estticos de observacin son mucho ms
eficaces que las patrullas mviles a la hora de recoger informacin acerca
de los movimientos del enemigo. Una patrulla desplazndose campo a
travs puede ser localizada con facilidad, especialmente si es observada
por simpatizantes de la guerrilla, a la que comunicarn su posicin. Los
puestos estticos camuflados pueden estar en constante contacto por radio
con la base de operaciones.
Todo esto debe llevarse a cabo al tiempo que el personal de vuelo calienta
motores y realiza la inspeccin previa de sus aparatos. En cuestin de
minutos, los grupos de asalto se renen en las reas de dispersin, a la
espera de la seal de embarque.
El Jefe de la Operacin
El comandante de las tropas de asalto viaja siempre en el helicptero
artillado. Pero si este aparato no es necesario, el jefe ir en el transporte
que vaya en vanguardia. Cuando en la operacin toma parte un helicptero
artillado, es importante que las tropas en tierra sepan en todo momento
dnde se encuentra. La mejor forma de conseguirlo es mediante una serie
de granadas fumgenas sujetas a los patines o atomizadores del aparato y
detonadas por el jefe de la operacin.
Aterrizaje
Cuando las fuerzas de asalto llegan al PR, el contacto con las fuerzas que
han localizado al enemigo proporcionar al comandante informacin de
ltima hora sobre la conducta de los guerrilleros. Mientras los helicpteros
de transporte de tropas sobrevuelan el PR a una altitud prudencial, el
aparato en el que viaja el jefe de las fuerzas vuela bajo para que ste pueda
juzgar por si mismo la disposicin del enemigo. Los observadores habrn
informado de la presencia de posibles armas antiareas en poder de los
guerrilleros, y el jefe de las tropas de asalto deber tenerlo en consideracin
cuando deba decidir hasta dnde puede aproximarse al enemigo. Siempre
que sea posible, el helicptero artillado debe estar lo ms cerca posible para
ablandar la resistencia del enemigo antes que los infantes desembarquen
de sus aparatos.
Tratar de Ocultarse
Es posible que los guerrilleros intenten esconderse, ocultarse en el terreno
en vez de echar a correr ante el asalto heliportado. Esto, que puede
producirse sobre todo en reas despejadas, obliga a las fuerzas
antiguerrilleras a estar preparadas para montar amplias operaciones de
bsqueda all donde hayan sido enviadas a eliminar a un grupo guerrillero.
Ello comporta una sede de problemas: obliga a reabastecer a las tropas con
raciones de combate, equipos de supervivencia y la suficiente cantidad de
armas y municiones para hacer frente a cualquier eventualidad.
4- Verificar que las presillas y hebillas de las mochilas y equipos estn bien
cerradas.
DESEMBARCO
La tropa debe abandonar el helicptero rpidamente, arrojando sus
mochilas por la puerta y formando una posicin defensiva alrededor del
mismo. Los dos equipos de ametralladoras deben salir en primer lugar para
proporcionar fuego de cobertura al resto del grupo. Normalmente, el
helicptero aterrizar para recoger o depositar a los infantes, pero cuando el
terreno est cubierto de hierba alta o matorrales, o sea muy accidentado, se
arrojarn los equipos y la tropa saltar del aparato, que se mantendr en
estacionario a unos 2 rn del suelo. Para prevenir que el helicptero se
balancee demasiado, los infantes no deben saltar directamente desde la
cubierta del mismo, sino desde los estribos.
Fuerza de Fuego
La Fuerza de Fuego emplea tropas heliportadas para lanzar ataques por
sorpresa contra los grupos guerrilleros. Los soldados estn dispuestos en
todo momento. de tal forma que cuando se detecta un grupo enemigo en la
zona de operaciones puedan ser trasladados rpidamente. Los aviones y
helicpteros artillados ayudan a despejar la zonas de aterrizaje antes de
que se posen en ellas los vulnerables helicpteros de transporte.
PROCEDIMIENTOS EN LA ZONA DE
ATERRIZAJE
Del mismo modo que la tropa confa en que el helicptero les llevar al
campo de batalla y les sacar del mismo con seguridad. La tripulacin del
aparato depende en cierta medida del personal en tierra
Sin embargo, una de las ventajas de los helicpteros respecto a los aviones
de ala fija est en que se ven menos afectados por la direccin del viento al
aterrizar y despegar. En lugar de tener que situarse a sotavento para
despegar, el piloto del helicptero tiene otras opciones: slo debe
preocuparse por la direccin del viento cuando ste sea realmente fuerte.
Ello, a su vez. facilita la tarea del personal de tierra, pues una misma ZA
puede utilizarse en todo tipo de condiciones.
De noche las ZA deben sealizarse con luces. De ser posible, estas deben
ser cinco y dispuesta en -T- con la barra superior a sotavento.
Las linternas elctricas son una buena fuente de luz. Pueden emplazarse a
un intervalo de unos 10 m, con los haces enfocados en un ngulo de entre
30 y 40 grados. Debido a que el rotor ( principal del helicptero provoca un
poderoso torbellino hacia abajo, tales linternas deben estar parcialmente
enterradas,. para prevenir que salgan despedidas.
Si se dispone de ms de cinco linternas. no debe incrementarse el nmero
de puntos de luz. En lugar de ello se situarn dos de ellas en cada posicin,
una en el ngulo mencionado y la otra apuntando verticalmente hacia el
cielo.