El Mariscal Quintanilla PDF
El Mariscal Quintanilla PDF
El Mariscal Quintanilla PDF
QUINTANILLA
MARISCAL
UIiNTANI
(UN CNTABRO, LTIMO DEFENSOR
GOBIERNO D E CANTABRIA
CONSEJERA DE CULTURA,
TURISMO Y DEPORTE
. ..
. .
..
J e s ~ sCanales Ruiz
Introduccin
mentos que intuyes, ms que conoces. Tengo que dejar constancia de estas personas que siempre han estado dispuestas a la ayuda y preocupadas por un buen
servicio, ellas son: Rosa Fernndez Lera y Andrs del Rey Sayagus, que desde
su puesto en la Biblioteca Menndez Pelayo tanto me han ayudado, pues no es
poca la documentacin que se guarda en ese archivo, que es la Biblioteca. No
olvido a Jos Manuel Pardal, siempre atento y servicial.
En ese captulo de gracias no puedo olvidar el apoyo recibido por D.
Isidoro Pando Perojo, cnsul de Chile en Santander; gracias a sus gestiones les
ofrecemos los retratos del matrimonio Quintanilla lvarez.
Y quiero terminar agradeciendo su colaboracin a dos amigos, Jess
Sopelana, autor de la composicin de la Portada y a Fernando Norea, autor de
los mapas que acompaan el trabajo.
"Doncle no se conserva piadosnmente la herencia de lo pasado, pobre o rica grande o pequea; no esperes que brote una idea original ni
urza idea dominadora"
M. Menndez Pelayo
Ante la peticin de Jess Canales para que prologase este libro, me asaltan dos sentimientos dispares. Por una lado, la alegra de su peticin y, por otro,
el temor de no estar a la altura que se merece el trabajo.
La profunda amistad que nos une desde muy jvenes, puede hacer que
pierda la ecuanimidad deseable para ello. Por otro lado, estoy restando a su libro
un marco ms brillante para si1 presentacin. Desde Iiace mucho tiempo han
sido innumerables los esfiierzos realizados por Jess Canales en su labor investigadora, por conocer los hechos de tantos montaeses que fueron a Amrica y
dejaron all su huella.
Muchos de ellos no cruzaron los mares slo en busca de fortuna y de
nuevos horizontes, sino que algunos de ellos fueron unos empleados mhs de la
Administracin, solamente que allende los mares, Las buenas cualidades y su
nobleza, no slo de sangre, sino de espritu, lograron dejar la impronta en tierras americanas.
Sin el concienzudo trabajo de Canales, muchos de estos cntabros, seran desconocidos para la mayora de sus paisanos.
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En esta obra, el autor estudia con todo detalle la biografa de un montas que naci en Pmanes, que defendi la presencia de Espaa en Amrica en
unos momentos muy difciles. Destaca la buena situacin econmica y la buena
preparacin de Quintanilla, que aunque fue orientada, en un principio, al sacerdocio segn el deseo de sus padres, pronto demostr que su vocacin era muy
diferente. Siguiendo el ejemplo de muchos montaeses, fue enviado a Chile con
a penas 14 aos, para que con la ayuda de unos familiares, se abriese camino.
El autor resalta la preparacin que recibi Quintanilla, que unida a otras
cualidades, hace que destaque rpidamente, hasta que la muerte de su pariente
le llev a ocuparse del negocio familiar. Su honradez y sus habilidades para el
comercio, le fueron abriendo nuevos horizontes; asocindose con D. Juan
Maza, nacido en Penagos, con el que lleg a tener un barco en coopropiedad.
Quintanilla adquiri los conocimientos necesarios para el buen desarrollo de su nuevo negocio, pero su destino estaba escrito y no precisamente para
el comercio. Escribi el mismo su biografa, dedicndosela a su propio hijo
Antonio Quintanilla y lvarez. En ella traza, a travs de los acontecimientos,
los rasgos de su carcter. En uno de los viajes de Lima, al llegar a su ciudad
Concepcin, se encontr con una Junta revolucionaria, se quera expandir a
otras provincias. Estos primeros movimientos revolucionarios de Chile haran
cambiar radicalmente el futuro del joven cntabro. Pronto se vio involucrado en
los sucesos del momento y ello supuso un cambio de vida, hubo de abandonar
sus negocios y dedicarse a la vida militar.
Pronto se vio perseguido por las nuevas autoridades y a punto estuvo de
tener que exiliarse fuera de Chile, solamente la llegada del general Pareja le
libr. Sin quererlo y por circunstancias ajenas a su voluntad se vio incorporado
a las milicias que venan a poner orden en este conato de independencia. El
nombramiento de ayudante de Pareja, haba de terminar con el joven
Quintanilla en un destacado militar en el campo de los realistas.
Pronto se vio incurso en acciones militares, tales como la de Yerbas
Buenas el 13 de abril de 1813 y donde comenz la carrera imparable de ascensos. En su autobiografa relata con todo detalle cmo fue herido en la batalla de
San Carlos, tambin perdi toda su fortuna sindole confiscadas por los patriotas todas las inercancas depositadas en Concepcin. En muchas y difciles ocasiones, sinti la tentacin d abandonar el ejrcito y volver a su primer trabajo
en los negocios comerciales, como l mismo confiesa, pero el honor pudo ms
Prlogo
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que sus deseos. Se revel como excelente estratega en varias acciones, que con
pocos hombres y mucho ingenio hizo creer al enemigo tener mucha ms fuerza, con lo que posiblemente se libr de ser derrotado en caso de haber sido atacado por el enemigo. La mayora de los xitos de Quintanilla, no fueron reconocidos por la cpula militar, quiz porque sus superiores inmediatos se atribuan los xitos.
Tuvo graves enfrentamientos con sus superiores, especialmente con
Maroto y Osorio, ms por celos que por haber dejado de cumplir alguna de sus
muchas obligaciones; a la larga los acontecimientos militares posteriores,
hubieron de dar la razn a Quintanilla, aunque sus superiores obviaron bien
ante el alto mando sus carencias y su mala direccin. Quiz donde ms haya que
incidir es en su labor en Chilo, que ha merecido el respeto, incluso, de los vencedores. Tras la firma del Tratado de capitulacin, pudo seguir viviendo en San
Carlos, junto a los padres de su esposa hasta que regres a Espaa, compartiendo muchas veces mesa y mantel con las nuevas autoridades. Cien aos ms
tarde el ejrcito chileno homenajea su memoria, levantando un monolito en su
recuerdo en el Fuerte de San Antonio en Ancud.
Quintanilla, a pesar de los ofrecimientos hechos por los vencedores,
decidi regresar a Espaa, donde su vida militar, excepto cortos perodos, transcurri en el cuartel, sin que nadie reconociese los grandes mritos acumulados
en defensa de esa Espaa, que ahora le pretera. Esta biografa de Jess Canales
resalta de manera notable las cualidades que adornaban a Quintanilla y nos da
a conocer la trayectoria vital de un destacado militar cntabro en tierras de
Amrica.
El afecto se demuestra con los hechos, slo el que ama de verdad a su
tierra trata de adentrarse en el conocimiento de su historia para su mejor conocimiento. Esta ha sido la tarea de Jess Canales, buscar esos personajes olvidados, por desconocidos, pero que deben de figurar por derecho propio en la
Historia de Cantabria. Por otro lado, ni la figura, ni los libros de Jess Canales
necesitan presentacin, tan slo la constatacin de unos hechos: "mis obras dan
a conocer a personajes cntabros en Amrica".
INTRODUCCI~N
(pg. 7-pg 9)
PRLOGO
(Adela Pelln Gmez de Rueda)
CAPTULO I
(pg. 19-pg 22)
Lugar y fecha de nacimiento de Antonio Quintanilla. Sus estudios. Emigra al
Reino de Chile.
CAP~TULO11
(pg. 23-pg 26)
Primeros aos de Antonio Quintanilla en Chile. Entra como dependiente en un
comercio de la ciudad de Santiago.
CAPTULO 111
(pg. 27-pg 31)
Comienzan las dificultades. Chile se divide en dos facciones, realistas y patriotas. Dificultades del virrey del Per para mantener su autoridad en el Reino de Chile.
(pg. 33-pg 38)
CAPTULO IV
Los acontecimientos polticos obligan a Quintanilla a cambiar de profesin. Se
hace militar.
CAPTULO v
(pg. 39-pg 41)
Antonio Quintanilla pasa a formar parte del ejrcito realista. Primeros das
como militar.
CAPTULO VI
(pg. 42-pg 48)
Reaccin de los patriotas. Revs naval. Organizan su ejrcito. Batalla de
Yerbas Buenas. Retirada a Chilln.
CAPTULO VII
(pg. 49-pg 53)
Antonio Quintanilla a las rdenes del nuevo General Jefe, D. Francisco
Snchez. Batalla de San Carlos. Quintanilla es herido de gravedad.
CAPTULO VIII
(pg. 54-pg 57)
Reconquista de Concepcin y Talcahuano por los patriotas. Quintanilla pierde
todos sus bienes. Batalla de Areagada.
CAPTULO IX
(pg. 58-pg 61)
Ascenso de Quintanilla a capitn. Batalla de Chilln.
CAPTULO x
(pg. 62-pg 65)
Nuevos hechos de guerra. Quintanilla a punto de abandonar el ejrcito. Batalla
del Roble.
CAPTULO XI
(pg. 66-pg 70)
Nueva Junta en Santiago. Quintanilla sufre una nueva decepcin.
CAP~TULOXII
(pg. 71-pg 75)
F. Snchez es sustituido del mando. El general Gabino Ganza nuevo Jefe de
Chile.
CAP~TULOXIII
(pg. 76-pg 82)
Quintanilla en Chilln. Preparativos para la reunin entre Ganza y O'Higgins.
Gainza firma el Tratado de Lircay. Quintanilla vuelve a solicitar la baja del ejrcito.
Nombramiento de Lastra como Director Supremo de Chile.
CAP~TULOXIV
(pg. 83-pg 86)
Nombramiento de Quintanilla como gobernador de Talcahuano. El virrey no
acepta el Tratado de Lircay y sustituye a Ganza. Nombramiento y llegada a Chile de
Mariano Osorio. Quintanilla al mando de los llamados Carabineros de Abascal.
CAPTULO xv
(pg. 87-pg 90)
Batalla de Rancagua. Participacin de Quintanilla.
(pg. 91-pg 96)
CAPTULO XVI
Enfrentamiento entre el coronel Asenjo y Quintanilla. Quintanilla se adelanta
a Osorio en la entrada en la ciudad de Santiago, causando un gran disgusto a Osorio.
CAPTULO XVII
(pg. 97-pg 101)
Osorio amenaza a Quintanilla con fusilarle. ltimos das de Osorio en Chile.
Juicio sobre su persona.
CAP~TULOXVIII
(pg. 102-pg 107)
Marc del Pont Capitn General de Chile. Nuevos hechos de guerra de
Quintanilla. Escaramuzas previas a la batalla de Chacabuco. Derrota de Quintanilla en
Las Comas.
CAPITULOXIX
(pg. 109-pg 113)
Diferentes actitudes de Marc del Pont y San Martn ante los acontecinlientos
que se avecinaban. Estratagema de San Martn para conocer las fuerzas realistas y
engaar a Marc del Pont sobre sus verdaderas intenciones.
(pg. 1 14-pg 123)
CAP~TULOxx
Antecedentes dc la batalla de Chacabuco. Derrota realista y huda de Jefes, oficiales y tropa realista.
CAP~TULOXXI
(pg. 124-pg 129)
El Gobernador de Chile Marc del Pont es hecho prisionero por los patriotas.
CAP~TULOXXII
(pg. 130-pg 133)
Llegada a El Callao de los hudos de Chile. Nombramiento de Quintanilla
como Gobernador y Comandante General de Chilo. Batalla de El Gaviln. Quintanilla
llega a la isla de Chilo.
a
CAP~TULOXXIII
(pg. 134-pg 140)
Quintanilla toma posesin de su cargo de Gobernador y Comandante General
de la Provincia de Chilo con residencia en la isla del mismo nombre.
(pg. 141-pg 151)
CAPTULO XXIV
Ingresos en las Cajas Reales de Chilo: procedencia. Ataque y desembarco de
las tropas de Lord Cochrane. Derrota del Lord.
CAPTULO xxv
(pg. 152-pg 155)
Quintanilla solicita al virrey el relevo como Gobernador de Chilo. Esfuerzos
por defender las posiciones realistas en el continente. Levantamiento en San Carlos
contra Quintanilla.
CAPTULO XXVI
(pg. 156-pg 161)
Bloqueo de la isla de Chilo. La corbeta Tres Hermanas se convierte en el corsario General Quintanilla.
CAPTULO XXVII
(pg. 162-pg 165)
Nuevo barco corsario al servicio de Quintanilla. Ataque a Chilo por parte del
Comandante Ramn Freire.
(pg. 166-pg 169)
CAPTULO XXVIII
Llegan a San Carlos los buques espaoles Asia y Aquiles. Quintanilla asciende a Brigadier y se le nombra Comendador de la Orden de Isabel la Catlica.
CAPITULO XXIX
CAPITULO XXXII
CAP~TULOXXXIII
(pg. 196-pg 199)
Quintanilla es destinado provisionalmente en Santander. Nombramiento como
Subdelegado de Polica en La Mancha. Cesa en La Mancha y es destinado a Madrid.
CAP~TULOXXXIV
(pg. 200-pg 204)
Quintanilla pasa a Tarragona a las rdenes del Capitn General de Catalua.
De nuevo es destinado al cuartel de Madrid. Quintanilla en el Palacio Real durante la
sublevacin de 1854.
CAP~TULOxxxv
(pg. 205-pg 209)
ltimos servicios militares de Quintanilla. Se retira a Almera a vivir en casa
de su hijo, donde muere el ao 1863. Juicio crtico sobre la personalidad de Antonio
Quintanilla.
SNTESIS BIOGRFICA DE PERSONAJES
QUE INTERVINIERON EN
LA INDEPENDENCIA DE CHILE
CAPITULO 1
Lugar y fecha de nacimiento de Antonio Quintanilla. Sus estudios. Emigra
al Reino de Chile.
Nuestro personaje Antonio Quintanilla naci en el pueblo de Pmanes,
Cantabria, el da 14 de noviembre de 1787, "hijo de padres nobles y honrados".
Sus padres D. Francisco Quintanilla y Herrera y Doa Teresa Santiago
y Santiago haca poco tiempo que haban contrado matrimonio, siendo an
muy jvenes, y fruto del cual ya tenan una hija, Mara.
Ese da fue de especial alegra en la familia pues el nuevo miembro era
un varn, preferencia especial para los primeros hijos de un matrimonio. Como
era costumbre, al da siguiente de su nacimiento, fue bautizado en la parroquia1
de San Lorenzo.
Se le impusieron los nombres de Antonio Lorenzo, el primero por su
abuelo paterno y el segundo, suponemos, por el patrono religioso del pueblo,
San Lorenzo.
La familia Quintanilla estaba enraizada en Pmanes desde siempre,
mientras que su madre Teresa de Santiago era natural del vecino pueblo de
Santiago de Heras, cuyo apellido es originario de dicho pueblo
Su infancia transcurri en Pmanes al calor de una familia con los
medios suficientes para no pasar penurias, hay indicios razonables que nos
hacen pensar que econmicamente se desenvolvan bien. As sabemos que
cuando sus hermanos Mara, Josefa, Clara y Jos contrajeron matrimonio, sus
padres les dotaron "por mitad para llevar las cargas del matrimonio, y les entregamos bienes, efectos y cantidades en metlico". (1)
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Jess C a r d e s Ruiz
El marsical Quintanilln
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ch a Santiago, cosa extraa, ya que en primera instancia iba para llevar los
negocios de su pariente no demasiado preparado para ponerse al frente de ellos.
Buscaba su pariente una buena preparacin de Quintanilla antes de ponerle
como responsable d e sus negocios? Quintanilla, como otros muchos jvenes
emigrantes, comenz su vida laboral tras un mostrador de simple dependiente,
atendiendo al pblico bajo la siempre atenta mirada de su dueo.
Apenas ha cumplido 15 aos, pero tiene muchas ilusiones y ansias de
triunfar para llegar a ser uno ms del grupo de emigrantes escogidos por la diosa
fortuna, pero para ello ha de pasar por la dura experiencia de aprendiz. Durante
un ao aproximadamente estuvo en la ciudad de Santiago como dependiente, lo
que le sirvi no slo de aprendizaje de su humilde oficio, sino que debi destacarse como tal, y como posible hbil hombre de negocios pues los principales
comerciantes de la ciudad se disputaban sus servicios.
NOTAS
(1). Testamento de su padre. Apndice.
(2) Prellezo Garca, Jos Manuel. Utopa de un indiano lehaniego.
Institucin Cultural de cantabria y Centro de Estudios Montaeses, Santander,
1984.
(3). Autobiografa.
(4). AHRC. Protocolos. 333. La fragata La Esperanza, cuyo porte era de
300 Tns., y su propietario el naviero bilbano Don Manuel Bergareche, nor~nalmente haca la ruta Santander-Montevideo con "diferentes frutos y efectos". Dicha
fragata estaba valorada en 120.00 reales de velln. Su capitn y primer piloto era
don Miguel de Torre y entre su tripulacin estaba como segundo piloto Andrs
Flexo, como pilotn Pedro de Echezarraga, adems llevaba de contramaestre a
Mateo Garca, dos cocineros, ocho marineros y ocho pajes, casi todos vascos. Sus
sueldos oscilaban entre los 25 pesos del segundo piloto, los 20 del contramaestre,
19 los carpinteros y los marineros, 8 los grumetes y 6 los pajes. (AHRC.
Protocolos. 333).
CAPITULO 11
Primeros aos de Antonio Quintanilla en Chile. Entra en un comercio
como dependiente en la ciudad de Santiago.
Contra toda lgica familiar y ms en las circunstancias en las que l se
haba embarcado, al llegar a Chile no fue empleado en el comercio de sus
parientes, stos le enviaron a la ciudad de Santiago a servir en el comercio de
unos conocidos, sin la proteccin directa de sus familiares, lo que conociendo
su trayectoria comercial parece fue un gran acierto. Este joven de apenas quince aos de edad, se fue formando en el duro oficio de servir al pblico y a la
frrea disciplina impuesta por los dueos. Para un joven inteligente como era l
y con afn de aprender, aquello le iba a servir para desarrollar una serie de cualidades y aptitudes que le abriran un futuro esperanzador.
De su rpido y buen aprendizaje es muestra fehaciente el que los comerciantes de la ciudad se disputasen sus servicios, pero que l, fiel a su patrono,
no acept las ofertas que se le hacan por parte de otros comerciantes apesar de
mejorar sus condiciones econmicas.
Al morir su pariente don Antonio Quintana, hered el negocio y haciendas su sobrina doa Andrea, por lo que su marido don Juan Jos de la Maza y
Quintana se vio de pronto al frente de una actividad comercial que no conoca
y para la que no estaba preparado.
La herencia no era una simple tienda o pequeo comercio donde se venda al por menor, sino un negocio que adems llevaba aparejado la compraventa de productos del Per y Chile, para un mercado interprovincial entonces, hoy
sera internacional.
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Jes12.sCanales Ruiz
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total a su vida futura. Hubo de cambiar los libros de contabilidad, el manejo del
timn y el astrolabio por el f~isil,una vida afortunada por la incgnita que supone el campo de batalla, la abundancia por la escasez, la libertad por la rgida disciplina militar, el poder optar se troc en obediencia ciega y a veces irracional.
Todas las ilusiones que se haba forjado de prosperidad y bienestar se
iban a convertir en tristes hechos de enfrentamiento entre hermanos, el cambio
de su vida iba a ser radical, ni en los ms psimos presagios se contemplaba.
NOTAS
(1). Lorenzo de la Maza y Quintanilla naci en Penagos (Cantabria) el da
13 de diciembre de 1770. Hijo de Juan Antonio de la Maza y de Francisca
Quintanilla Liao, hermana del abuelo paterno de Antonio Quintanilla. Haba emigrado a Chile junto a su pariente Juan Jos de Quintana.
CAPITULO 111
Comienzan las dificultades. Chile se divide en dos facciones: realistas y
patriotas. Dificultades del virrey del Per para mantener su autoridad en
el Reino de Chile.
A pesar de que las condiciones de vida en Chile haban tomado un sesgo
desfavorable para la autoridad de Espaa, y por ello, para los que seguan en su
obediencia, conocidos por realistas, Antonio Quintanilla segua transportando
mercancas en su barco desde Lima a Concepcin.
Desde Chile transportaba hacia el Per: patatas, semillas, y especialmente, madera; del Per importaba: granos, sebos, carnes saladas y "otras especies", entre ellas, "azcares y frutos".
Los nuevos acontecimientos polticos de Chile sorprendieron a las autoridades virreinales, y un buen virrey como fue don Fernando de Abascal, quiz
por gobernar el virreinato ms fiel a Espaa, no se apercibi de que los cambios
polticos que se estaban produciendo en el cercano del Ro de la Plata, salpicaran muy pronto al suyo.
Para l la palabra mgica era concordia, pues deberan desaparecer
todos los resentimientos entre criollos y espaoles y debera renacer de nuevo
la armona, y con ello pensaba que su parcela de poder no corra peligro.
Respondiendo a esta inquietud fund el "Regimiento de la concordia
espaola del Per, para que unidos fraternalmente europeos y americanos, se
disipen rivalidades perjudiciales e impropias entre vasallos de un mismo soberano y como en una misma nacin con iguales intereses y obligaciones". El
decreto de fundacin tiene fecha de 26 de enero de 1811, siendo el virrey su
coronel jefe. Entre sus mandos estaban conspiradores como Jos de la Riva
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Jess Canales R L L ~ Z
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Antonio Quintanilla. En primera instancia le sac del apuro y le libr de la sospecha una carta del piloto del barco llena de insultos hacia Quintanilla y afirmando que l haba obrado as por su propia iniciativa y de acuerdo con los prisioneros.
Conocido el contenido de la carta por los miembros de la Junta, no les
satisfizo la explicacin, sobre manera a los ms exaltados que seguan creyendo que haba sido un acuerdo entre piloto y Quintanilla, tanto la puesta en libertad de los prisioneros como la inculpacin del piloto.
Como es lgico Quintanilla tema la reaccin de la Junta de Concepcin
y ser represaliado por lo que tom la decisin de redondear sus negocios y dirigirse a Lima en barco, donde esperaba encontrar el suyo.
Los acontecimientos se precipitan, los realistas se imponen en Valdivia
y el 1 de diciembre de 1811 nombran Presidente de la Junta a D. Ventura
Carvallo en nombre de Fernando VI1 y de Jos Miguel Carrera, pues de lo que
se trataba era, no tanto de restablecer la legalidad, sino de apartar a Juan
Martnez Rozas del gobierno, especialmente por Carrera; Martnez Rozas se
retir a Concepcin en espera de ocasin ms propicia para llevar adelante sus
planes.
NOTAS
(1). Compendio de la Revolucin.. . Manuscrito 1 (2), fol. 188. 2).
(2). Id, Id, Id.
El peridico La Aurora cle Chile fue fundado por Camilo Enrquez (17691824), fraile profeso de la Orden de la Buena Muerte de San Camilo de Lelis; este
fraile haba sido perseguido por la Inquisicin como lector de libros prohibidos. Era
un escritor ampuloso, un orador fcil y un revolucionario de club.
(3). Alejandro Eager, era de origen irlands. Todas las frases entrecomilladas sin nota a pie de pgina, estin tomadas de la Autobiogrnfia de Quintanilla.
L A
'[AURORA
D E
533
C H I L E "
AURORA DE CHILE
PERIODICO
MIIINJI$EIE~AJL, SY POJLIITHCQ.
"JI
No.
1.
Jueves. 13 de Febrero, de i 8 i 2.
Tomo I P
--
-+-
FIG.
444.-EL
PRIMER NMERO.
CAPITULO IV
Los acontecimientos polticos obligan a Quintanilla cambiar de profesin.
Se hace militar.
El comportamiento seguido por Quintanilla le pone en contra de la
Junta de Chile, lo que le impide llevar con normalidad su negocio
Incluso su labor humanitaria-patritica en favor del Gobernador Eager
y del ingeniero Atero le iba a producir quebraderos de cabeza y ms de un disgusto. Los dos, alegando falta de dinero, se negaron a pagar los gastos derivados de su traslado, primero a Chilo y despus a Lima, y que supuso su libertad.
Quintanilla, ni corto ni perezoso, defendiendo su negocio y con el aval
de haber hecho un ejercicio de patriotismo, se present ante el virrey D.
Fernando de Abascal para poner en su conocimiento el comportamiento de sus
altos administrados.
El virrey, no slo afe la conducta del Gobernador y del Coronel, sino
que orden pagar por la Tesorera virreinal, los gastos pactados por el piloto y
los dos prisioneros, dinero que se descontara de su sueldo en tres pagas sucesivas. Alejandro Eager fue destinado al ejrcito de Quito donde muri en la primera accin de guerra. El coronel Miguel Atero, que intervino en la guerra de
Chile, a cuyas rdenes estuvo en ocasiones Quintanilla, morira en Barcelona
siendo general.
Quintanilla, ante la imposibilidad de seguir con su negocio y, sobre todo
con el transporte de mercancas entre Per y Chile, vendi su barco, lo que le
produjo muchas prdidas y que segn l le caus "bastante detrimento en mis
(SUS)intereses".
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A pesar de haber vendido su barco, en barcos fletados sigui transportando gneros entre Lima y Concepcin hasta el ao 1813, ao en el que se
apercibi de que las cosas se ponan muy difciles para los partidarios del dominio espaol; la insumisin al poder espaol se perciba en gran parte de la burguesa criolla y en algunos miembros de la Administracin virreinal.
En su ltimo viaje a Lima, Quintanilla haba comprado gnero por valor
de 10.000 pesos, todo su capital disponible, y que en previsin de encontrarse
con dificultades ante las nuevas autoridades, registr la mercanca a nombre de
otro comerciante Juan Jos de la Maza?, embarcndose l en el mismo barco
hasta el puerto de Talcahuano, desde donde se traslad a Concepcin.
A los pocos das de haber llegado a la ciudad, fue intimado por el
Presidente de la Junta de Concepcin, D. Pedro Benavente para que abandonase inmediatamente Chile con la prohibicin de volver; clara muestra de que las
cosas haban cambiado substancialmente y a l se le consideraba un cualificado realista.
La entrada en la ciudad de Valdivia de D. Antonio Pareja evit el destierro de Quintanilla, que, quiz precipitadamente, trat de recuperar las mercancas que haba trado en su ltimo viaje y que tena almacenadas en el puerto de Talcahuano, lo que hizo que su "estratagema fue descubierta y la misma
publicidad fue causa de perder todo su capital", segn l mismo manifiesta.
Ante el cariz que tomaban los acontecimientos polticos en Chile, el
virrey Abascal crey "llegada la ocasin oportuna de hacer una tentativa para
ver si poda restablecer el orden y govierno legtimo. Con este objeto y con la
disposicin que se adverta en la Provincia de Concepcin, dispuso que el
Governador el Brigadier D. Antonio Pareja que se hallaba detenido en Lima,
pasase con una plana mayor y el numerario necesario, y los artculos de guerra
y voca precisos a la Isla de Chilo para formar en ella y en la inmediata Plaza
de Valdivia, una fuerza de 1.500 a 2.000 hombres con la cual se dirigiera a la
Provincia de Concepcin, a fin de fomentar el Partido del Rey, y adelantar sus
operaciones segn lo que diesen de s las circunstancias; anteponiendo siempre
las exhortaciones y medios polticos a la guerra". (1)
Desde la isla de Chilo, Pareja envi a Valdivia al Tesorero D. Juan
Toms Vergara, con el fin de convencer a los miembros de la Junta para que se
sometiesen de nuevo a los dictmenes del Gobierno del rey Fernando VII;
Vergara, hombre sagaz y de talento, consigui su propsito, lo que hizo que
Quintanilla
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primera necesidad pero que capturaron los insurgentes", que a pesar de todo
seguan siendo un peligro.
El desconocimiento de la verdadera situacin de Chile por parte del
virrey Abascal le hace cometer errores y as, convencido de la plena victoria de
Pareja, le recomienda que una vez tomada la ciudad de Santiago, procure preparar una expedicin para que "doblando la Cordillera, y amenazando a
Mendoza llamase por aquel punto la atencin a los de Buenos Ayres". (7)
Plan que era "ms lisongero que realizable" pues no contaba Pareja con
fuerzas suficientes para llevarlo a cabo.
Desde el 31 de marzo de 1813 la Junta estaba formada por Don Juan
Jos Carrera, Don Jos Miguel Infante y Don Francisco Antonio Prez; el 13 de
abril fue sustituido Carrera, que se incorpor al frente de batalla, por Don
Agustn Eyzaguirre.
NOTAS
(1). Diario de P e z ~ ~ e lCuaderno
a.
1, 2, fol. 191
(2).
Id
Id
Id
fol. 230.
(3).
Id
Id
Id
fol. 191.
(4). El gobernador Pedro Benavente fue desterrado a la isla Juan
Fernndez, donde permaneci hasta el 28 de marzo de 1817, fecha en la que fue
repatriado a bordo de la fragata el guila.
( 5 ) . Diego Antonio Martn de Villodres naci en el pueblo de Moclin,
Granada, el da 9 de febrero de 1759. Estudi Humanidades en la Escuela Pa de
Archidona y Derecho en Granada, gradundose de Bachiller en leyes en 1780,
Doctor en cnones en 1783 en Osuna y Abogado en la Chancillera de Granada en
1784; Provisor y Vicario de Mlaga y Examinador sinodal en 1786. Pas a Crdoba
de Vicario el ao 1789 y al ao siguiente fue Gobernador. Le fue concedida la Cruz
de Carlos 111 en 1794 y en marzo de 1806 fue presentado como obispo de
Concepcin siendo preconizado ese mismo ao. En 1809 solicit permiso para consagrarse en Espaa. En febrero de 1810 lleg a Santiago de Chile. Combati con
ardor las ideas independentistas siendo clebre su pastoral, de tal manera que
Carrera lleg a decir: "a este obispo le espera la suerte que al de Buenos Aires".
Despus de la accin de San Carlos se refugi en Talcahuano, desde donde se
embarc a Lima el da 25. All fue encargado del curato de Pisco.
Regres a su dicesis de Concepcin el 17 de diciembre de 18 15, consagrando el 19 de junio en Santiago al obispo D. Jos Santiago Rodrguez Zorrilla. El
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19 de diciembre sali hacia Lima para hacerse cargo de la Sede de La Paz, siendo
promovido al arzobispado de Charcas el 16 de marzo de 1818. Tuvo como den al
independentista D, Matas Terrazas, obispo de Dorila y profesor que fue de Manuel
Moreno, Secretario de la primera Junta de Buenos Aires, originario de Santillana
del Mar donde haba nacido su padre.
Villodres muri en 1827, nombrando provisor a su sobrino Diego Mara
Martn de Villodres, siendo solamente clrigo de menores y tambin nacido en
Mocln en 1775. Diego Mara lleg al puerto de El Callao a bordo de la fragata
Candelaria el da 20 de junio de 1817, acompaado del Dr. Villagr, 8 frailes, un
misionero y su sndico Juan Ortiz; en esa misma fragata desembarcaron los capitanes del Talavera Arenas y Arbs, 5 familias y dos paisanos. Su obispo auxiliar el
Dr. Rafael Andreu y Guerrero y Carrera, fue un ferviente independentista y, por las
burlas de Carrera y el vaco que le hizo el clero, hubo de exiliarse en Inglaterra.
(6). Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fols. 190 y 191.Id
Id
Id
fol. 230-231.
(7)
El obispo Villodres.
CAPITULO V
Antonio Quintanilla pasa a formar parte del ejrcito realista. Primeros
das como militar.
Cuando Antonio Quintanilla se haba abierto ya camino en el difcil oficio de los manejos comerciales, y apenas cumplidos los 20 aos de edad, no
slo era un experto y hbil hombre de negocios, sino que tena ante s abierto el
camino de un futuro lleno de perspectivas econmicas y sociales, y todo ello se
trunc por los acontecimientos polticos que sacudan los virreinatos de La
Plata y del Per que en pocos aos les habran de llevar a la independencia.
Estos mismos acontecimientos polticos le iban a llevar a triunfar en un
campo tan diferente y ajeno a su quehacer habitual, como el militar. El mismo
confiesa que estaba "muy ajeno a ser militar". Que Antonio Quintanilla, a pesar
de su juventud, era conocido por las fuerzas vivas de la ciudad de Concepcin,
lo demuestra la llamada del obispo Villodres y del general Pareja.
Quiz ms preocupado por lo que iba a suceder de ah en adelante con
su negocio, que cmo arreglar aquella situacin poltica, inesperadamente un
da recibi en su casa la visita de un emisario del obispo para que se acercara al
Palacio episcopal con el fin de mantener una entrevista con el general D.
Antonio Pareja y el obispo.
Sorprendido por la llamada no pudo menos de preguntar el mensajero
para que me quieren? La respuesta fue clara y tajante: para nombrarte oficial
y ayudante del General; es de suponer la cara de sorpresa, desconcierto y perplejidad de Quintanilla ante tal anuncio, l mismo dice que "no pude por menos
de echarme a reir de que me queran enganchar y me propuse resistirlo a toda
40
costa", tena muy claras las razones a esgrimir para declinar la oferta pues
"nunca haba pasado por su imaginacin ser militar y menos entonces que tena
capital, buen crdito y libertad para hacer y residir donde me pareciere".
Si bien solamente por cortesa y curiosidad haba acudido a Palacio, fue
tanta la insistencia del obispo Villodres y del general Pareja, que Quintanilla
termin por aceptar el cargo de ayudante del general, aunque con la condicin
de que solamente sera hasta la toma de la capital Santiago, y que segn la apreciacin de Pareja, era obra de unos dos meses.
Anteriormente ya haban sido nombrados dos sobrinos del obispo, pues
Pareja quera tener a su lado espaoles europeos; el da 5 de abril de 1813
Quintanilla fue nombrado subteniente de infantera del Batalln de Valdivia y
Ayudante de rdenes del general Pareja.
Una vez recibido el nombramiento mand hacer el uniforme, compr el
sable, pistolas y el caballo, tom un soldado por ayudante y as se convirti "a
los dos das de un hombre libre en un obediente militar". Esa prisa, no exenta
de satisfaccin, en procurarse los elementos como miembro del ejkrcito, nos
hace pensar que Quintanilla vio satisfecho su ego y dada su juventud se encontr a gusto con su vistoso uniforme de oficial del ejrcito .
Quintanilla, cumpliendo su compromiso, se present uniformado ante
Pareja que le destin a Yumbel y Los ngeles a poner en marcha los regimientos de caballera que habran de unirse a las dems tropas en la ciudad de
Chilln.
La misin de los tres ayudantes de Pareja era acompaarle a todas horas
del da, comiendo, incluso, a su mesa y mientras el General descansaba, uno de
ellos habra de hacer guardia junto a su habitacin o tienda de campaa; reciban los partes y pliegos, que ledos, si eran importantes, despertaban al General
para que l tomase la decisin pertinente, eran sus secretarios y confidentes.
El ejrcito al mando de Pareja con andar cansino debido a su mucha
impedimenta, emprende la marcha hacia la ribera del ro Maule, enterndose en
Linares que el ejrcito patriota, compuesto por 8 a 10.000 hombres, al mando
de Carrera estaba de guarnicin en Talca.
El general Pareja propuso una entrevista al general Carrera, quien le
seal la isla del ro Maule; como condicin Pareja haba impuesto tener "en
reenes al General D. Luis Carrera a peticin de sus oficiales". El general Jos
Miguel Carrera, le contest acerca de dicha peticin que era "tanto ms estraa
NOTAS
( 1 ) . El Monitor Araucano No. 16. Jueves, 13 de Mayo de 1813.
CAPITULO VI
Reaccin de los Patriotas. Revs naval. Organizan su ejrcito. Batalla de
Yerbas Buenas. Retirada a Chilln.
Conocido el desembarco del general Pareja por D. Jos Miguel Carrera,
reuni la Junta y emiti una proclama en lo siguientes trminos, lo que vena a
ser un declaracin de guerra al virrey: "Ciudadanos, invaden nuestras costas
cinco miserables embarcaciones que, conduciendo de Chilo y Valdivia cuatro
forzados mercenarios, provocan ms la compasin que la venganza". (1) El
ambiente en la ciudad era el de rechazar por la fuerza lo que se crea era una
agresin.
Apesar de la bravata de Carrera, con perspicacia estratgica los miembros del Senado comprendieron que la ciudad de Concepcin estaba perdida y
que la defensa haba que hacerla en las riberas del ro Maule.
Para organizar dicha defensa se design a D. Jos Miguel Carrera que
parti como Brigadier y Jefe del ejrcito patriota, cubriendo su vacante en la
Junta su hermano D. Juan Jos, en la que permaneci solamente 14 das, pues
el da 13 de abril parti para el frente de batalla junto a su hermano.
La Junta, ahora presidida por D. Agustn Eyzaguirre, inici los preparativos de defensa, incluso apel a la amenaza con el fin de atemorizar a los partidarios realistas; levant un horca en la Plaza de Talca para ejecutar a los traidores, pidi donativos a los simpatizantes e impuso un impuesto a los sarracenos (2) por valor de 200.000 pesos para pagar a sus soldados.
Con el fin de impedir la llegada de refuerzos para los realistas desde
Lima, la Junta arm un pequea flota para bloquear el puerto de Talcahuano, y
como no tenan barcos propios, arrendaron a los norteamericanos la fragata
Quintanilla
43
Perla y les compraron el bergantn Potrillo, cuyo precio fue de 16.000 pesos.
Dichos barcos no pudieron hacer realidad los deseos de los patriotas.
El da 2 de mayo de 1813, el bergantn realista Warren, (3) armado de
corso se acerc a Valparaso; el Potrillo y La Perla salieron a su encuentro y
persecucin para impedir su entrada en Valparaso. Los habitantes de la ciudad,
llenos de curiosidad, se aprestaban a ser testigos de un combate naval, pero lo
fueron de algo inesperado, presenciaron cmo La Perla y el Warren se volvan
contra el Potrillo y le apresaban sin resistencia.
Aconsejado por el cnsul norteamericano Poinsett, que tena fama de
ser gran estratega militar, el brigadier Jos Miguel Carrera concentr al norte
del ro Maule 4.600 hombres de los que pocos ms de 1.000 podan titularse soldados. El da 20 de abril el coronel D. Juan Mackenna tom posesin de la
Jefatura de Estado Mayor, mostrndose contrario a la estrategia diseada por
Poinsett. El ejrcito patriota compuesto por unos 8 a 10.000 hombres al mando
del brigadier Jos Miguel Carrera acampaba en la ciudad de Talca en espera del
ataque del ejrcito realista formado por parecido nmero de soldados.
El general Antonio Pareja envi, como hemos visto, al capitn Ildefonso
Elorriaga con 200 hombres a reconocer los vados del ro Maule, ponindose,
poco despus, en marcha en la misma direccin el resto de las tropas.
Unos 5 kilmetros antes de llegar a la comuna de Yerbas Buenas,
encontraron la patrulla de Elorriaga que, en retirada, era perseguida por la caballera enemiga, por lo que Pareja determin acampar en dicha comuna cerca de
la villa de Linares.
Levantado el campamento por Pareja y pasada la comuna de Yerbas
Buenas, la caballera tom posiciones a ambos lados del camino; la artillera lo
hizo en ngulo y la infantera en el centro, quedando a la derecha una capilla
donde se podan guarecer de la lluvia. El general Pareja y sus ayudantes, entre
ellos Quintanilla que el da 15 haba ascendido a teniente, y el Mayor general
Justis se alojaron en una casa a cuya espalda haba una laguna que le serva de
defensa natural. La disposicin estratgica de las tropas de Pareja pareca inexpugnable ante un posible ataque.
A las 3 de la maana del da 27 de abril, 200 granaderos, 100 nacionales y 300 milicianos de caballera, se acercaron, sin ser sentidos, hasta el quien
vive de los centinelas, contestando el alfrez patriota Rencoret la Patria y
muera el Rey, seguida de una descarga cerrada. Los granaderos a las rdenes
11
Quiiztanilla
45
46
sucesos particulares que le han sucedido... tengo presente los hechos referidos
por V.S. de haberlo puesto el punto de dispararle un fusilazo en Talca por haber
querido impedir el robo o saqueo de una tienda por la tropa". (8)
Julian Pinuer lleg el 9 de mayo a Linares donde dice que el brigadier
Pareja le "cont reservadamente y casi con lgrimas en los ojos, lleno de la
mayor confusin, que en la orilla del Maule se haba plantado la tropa a no querer pasar para adelante y que habiendo opustose pblicamente el batalln de
voluntarios del centro, se vea muy bien que era combinado con otros batallones y movido todo por ciertos principales jefes a quien hasta aquel da haba
tenido sus esperanzas...
Este paso terrible y otros parecidos en la fatigosa marcha llen de cuidados a este jefe y le oprimieron de tal modo, que atacndole una fiebre interior, sin que hubiese una causa natural, cay en cama y a los pocos das muri
de solo este resultado". (9)
Era tal la debilidad de Pareja que desde Linares era transportado en
parihuelas por sus soldados y atendido por el nico de sus ayudantes que quedaba, Antonio Quintanilla.
Pareja, "quien por desgracia se fue empeorando por momentos y por
ltimo falleci el 24 del mismo mayo, habiendo acreditado en el corto tiempo
de su mando el mismo valor con que se haba distinguido en el Argonauta en el
Combate de Trafalgar". (10)
Miller, por su parte, en sus Memorias dice: "donde muri (Chilln)
aunque de edad avanzada, generalmente se supone, de sentimiento por sus inesperados reveses".
No cabe duda que no era un marino el mejor mando para un ejrcito
compuesto de un conglomerado de soldados con escasa formacin militar y sin
ningun inters por la causa por la que luchaban.
Segn el Parte enviado por el General Carrera a su Gobierno: "Ayer (7
de junio) se avist la fragata Sto Domingo (alias) la Toms del dominio de D.
Xavier Manzano. Anoche se me avis por el Comandante de este Puerto
(Talcahuano), que por un oficial y quatro marineros, que haban desembarcado
en Tumbes sava venian a bordo treinta y ocho oficiales, y 100 mil pesos para
el refuerzo del ejrcito de Pareja. En aquella hora mont a caballo y vine a montar todas las Providencias necesarias para que no se volviese a Tom donde estaba fondeada. Ya haban salido las Caoneras y varias falas armadas. Hoy al
47
Quintanilln
J. R. Poinsett.
NOTAS
(1) Compendio de Historia de Chile. F. Encina. T. II., pg 541.
(2) La palabra sarraceno era empleada como despectiva para denominar a
los espaoles por los criollos.
(3) El comerciante Javier de los Ros tuvo una fragata con este nombre, que
durante un tiempo tuvo patente de corso.
(4) Santiago Bueras fue ascendido a teniente coronel el 14 de enero de
1814 por Decreto de la Junta. (Monitor Araucano).
( 5 ) EL Monitor Araucano Extraordinario. Santiago 2 de mayo de 1813.
Parte del General del ejrcito Restaurador.
( 6 ) El Monitor ... Santiago 2 de mayo de 1813.
(7) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, Fols. 231-232.
(8) Coleccin de Historiadores ...Tomo XV, pgs. 349.
(9).
Id
Id
Id
353.
(10) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, Fols. 232. Mendiburu en su
Diccionario dice que muri el da 21 de mayo.
(1 1) Simn Daz de Rbago era natural de Hoz de Abiada (Cantabria). Fue
secretario de cmara del virrey O'Higgins hasta 1812 que Abascal le relev.
Regidor de Lima y Brigadier. Cas con Doa Josefa Avellafuerte y Quejerazu.
Ascendi a coronel en 1810 y a brigadier en 1812, empleo que solicit al
dejar la secretara. En 1813, como hemos visto fue apresado por Carrera, aunque
posteriormente fue liberado. Su hija Manuela cas en 1821 con el bonaerense Jos
Riglos, Rosa, ms tarde, con Pedro de la Puente Quejerazu, hermano del marqus
de Villafuerte. Como curiosidad digamos que Daz Rbago sustituy al virrey
Pezuela como padrino, en la consagracin del obispo de Huainanga D. Pedro
Gutirrez de Cos, el 2 de febrero de 1819, hijo de un cntabro natural de
Barcenillas.
(12) El Monitor Araucano No 30. Martes 30 de Mayo de 1813.
CAPITULO VI1
Antonio Quintanilla a las rdenes del nuevo General Jefe D. Francisco
Snchez. Batalla de San Carlos. Quintanilla herido de gravedad. Se iza por
primera vez la bandera de Chile.
La situacin de las tropas realistas cada da era ms difcil y desesperada; en su precipitada retirada haban perdido casi todos sus pertrechos, los
"Dragones, los jefes y todos los que tenan caballos, excepto unos pocos, todos
escaparon", de tal manera que solamente quedaban los cuatro caballos del
General, el de su ayudante Quintanilla y los de algunos jefes, si bien conservaban unos 80 caones.
Los realistas hicieron un pequeo alto en el camino para descansar,
escogiendo un pequeo altozano desde el que dominaba la llanura.
El general Pareja, atacado por la fiebre y postracin, era incapaz de percibir el peligro, peligro del que se dio cuenta su ayudante Quintanilla quien
acerchndose a su catre le dijo: "Mi General, estamos circunvalados por el enemigo jqu dispone Vd.?" A lo que Pareja contest: "Defenderse hasta morir".
Quintanilla le hizo saber la desercin del comandante Ignacio Justis, del coronel Ballesteros y de otros jefes, as como de la necesidad de que nombrase un
sustituto para ponerse al frente del ejrcito.
El da 15 de mayo, pocos das antes de morir, nombr al teniente coronel D. Juan Francisco Snchez su sustituto, como segundo de ste, al teniente
coronel Pedro Cabaas y como mayor del ejrcito a D. Julin Pinuer.
Segn el propio Quintanilla, el teniente coronel Snchez, natural de
Galicia, "no tena conocimientos militares, y no pasaba de ser un oficial de filas;
Quintanilla
51
casco de metralla, por debajo de la oreja izquierda, que me dej sin sentido y se
me tuvo por muerto hasta el extremo de quitarme la casaca los soldados y empezar a desnudarme como acostumbraban con los muertos; el Mayor General
Pinuer me sac el reloj (que despus me devolvi).
Ya fuese por la frialdad de la tierra, pues haba llovido, o porque el
casco no penetr mucho, yo deba hacer algn movimiento que advirtieron los
que me desnudaban y limpindome la sangre de que tena llena la cara, conocieron estaba vivo y me condujeron al centro del cuadro donde ya haba otros y
entre ellos un amigo y compaero el Teniente D. Flix Molina. All recobr
enteramente el sentido y yo mismo extraje el pedazo de hierro que se haba
introducido entre la quijada y el pescuezo y me at a la herida el pauelo de
seda que tena al cuello, con lo cual se resta la sangre que haba salido copiosamente. Entonces comenc a sentir dolores ms intensos y la debilidad ms
extrema.
En todo este intermedio segua el fuego de nuestra artillera y fusilera
rechazando las cargas enemigas sobre el cuadro. Mi amigo Molina herido en un
muslo fue herido por segunda vez en el otro, en la situacin en que se hallaba
echado conmigo, y por cierto la bala que recibi a no haber parado en su muslo
me habra dado a m en la cabeza pues estbamos juntos pies con cabeza. Seran
las cinco de la tarde, que an continuaban los enemigos con cargas de caballera sobre nuestro cuadro, cuando llam a los jefes y oficiales a deliberar sobre
lo que debera hacerse en circunstancias tan crticas, siendo la principal el
haberse agotado los cartuchos y no quedar nada ms que dos o tres por pieza de
can y 4 a 6 por cada soldado de fusil. Como esta junta se reuniese donde estbamos los heridos, observ y o el parecer de cada uno.
El mayor Pinuer opinaba que deberan capitular; ante tal propuesta el
comandante del Batalln de Valdivia, Flix Molina dijo: "dos hijos he trado al
ejrcito, el uno ha sido prisionero y quizs muerto, el otro est ah con dos heridas, mi vida es una carga y opino por antes morir que capitular". Todos siguieron este dictamen de que an capitulando, seran muertos por el General enemigo y, en su consecuencia, se determin abandonar la artillera, que ya era intil por falta de municiones y formando el ejrcito en columnas, abrirse paso a la
bayoneta.
Mi situacin era desesperada, yo haca esfuerzos por incorporarme y
ver si poda seguir la marcha de la columna, porque era corriente que la caba-
llera lanceara a todos los heridos que no pudiesen andar con la columna, pero
me era imposible, la debilidad, con lo que me haba desangrado, y sin tomar alimento desde la noche anterior me impedan apararme y cuantas veces lo intent ca al suelo. El padre de ini amigo Molina, Comandante de Valdivia, trajo dos
soldados de su batalln para que cargasen a su hijo y siguiesen la columna. Yo
le supliqu igual auxilio a l as como otro amigo mo don Ildefonso Elorriaga,
Capitn del mismo batalln y ambos se negaron dicindome que no podan protegerme y que me encomendara a Dios. Buen consuelo. Se iba a formar la
columna de ataque cuando se nota que toda la caballera enemiga vena en distintas columnas sobre el cuadro y que llegando a estar muy inmediata a l, con
objeto de romperlo, hizo un fuego general nuestra artillera y fusilera en tales
trminos que dejando sembrado el suelo de hombres y caballos, el enemigo
retrocediendo en el mayor desorden y saliendo nuestros soldados de su formacin haciendo fuego y persiguindolos. Esto bast para despejar la situacin. El
enemigo se retir sobre la villa de San Carlos y el ejrcito real qued victorioso.
Amaneci sin enemigos a la vista aunque a una legua de distancia, se
puso el ejrcito real en marcha. Los bueyes que arrastraban los caones as
como las mulas de carga y pocos caballos se haban dejado fuera del cuadro,
como era consiguiente se haban ido al campo enemigo. Slo dos o tres caballos, entre ellos el mo, estaban cerca de nuestro cuadro paciendo en las orillas
del estero. Tan luego como le vi y reconoc hice me subiesen en l, pero el
General me exigi que deba llevar un herido en anca y quien parece a Vd que
fue?, pues fue el joven Molina, hijo del Comandante que no se prest a salvarme a m, minutos antes. Los cafiones fueron arrastrados por los soldados. Cada
diez o doce soldados tiraban de las cuerdas y dos marchaban a su lado con los
fusiles de los que llevaban cada can. La noche era obscura y marchando en
el mayor silencio, llegamos antes de amanecer al ro uble que, sin embargo de
venir muy crecido, se pas con el auxilio de bueyes que ya encontramos remitidos desde Chilln a cuya ciudad arribamos a las 10 de la maana y en la cual
encontramos a todos los jefes, oficiales y soldados fugitivos el da anterior.
Como en el ejrcito no qued facultativo alguno por hallarse stos en
Chilln, fui curado entonces de mi herida, que si bien no era de peligro, me inutiliz toda la parte de la cara (es decir, el odo izquierdo por el cual no oigo, el
ojo izquierdo, que no lo cierro desde entonces, y la boca torcida sobre el lado
Quintanilla
53
derecho). Sea sto o una operacin que ejecut el cirujano para sacar las materias que se formaban al cerrar la herida, lo cierto es que yo he quedado como
llevo dicho lo que en verdad no me molesta ni siento otra novedad el aparecer
a la vista pblica con una imperfeccin en la boca que me afea pero que me
honra para los que saben de lo que proviene".
Esta ha sido la descripcin de la batalla de San Carlos, del comportamiento de algunos de los jefes y oficiales realistas y de la grave herida sufrida
por Antonio Quintanilla contada por l mismo. El da 13 de junio por la tarde
entr en Santiago una Divisin de Caballera patriota. "Que se hall en la
accin de S. Carlos, y su presencia aterr al enemigo, que no se atrevi a salir
del quadro de su formacin de miedo de nuestra numerosa y terrible caballera.
Entr entre un concurso inmenso, y brillante, cuya alegra no puede explicarse,
pas por arcos triunfales, formados a la rstica a la usanza de los primitivos
Romanos, y de los Araucanos antiguos. Se les recibi con msica en el trnsito
y repique general de campanas. La divisin traa en retaguardia un gran nmero de prisioneros".(3)
Segn la Junta de Santiago como la "impotente Regencia de Cdiz",
decreta expediciones contra Chile y le declara la guerra, ella, tambien por
Decreto establece la nueva bandera de Chile: "En su consequencia en lugar de
la vandera espaola que se ha usado hasta hoy, se sustituir la tricolor, en la
forma del modelo que se ha puesto en la secretara, que para los buques mercantes ser sin escudo. El jueves 17 del corriente (1813), da en que se acostumbra a formar todas las tropas en celebridad de la festividad del Corpus, se
har tremolar en la Plaza mayor esta vandera". Con este motivo se recitaron
algunos versos, algunos de los cuales decan as: "De LIBERTAD el smbolo
aparece1 el Estandarte tricolor se eleva./ Al mirarlo del Maule en las orillad desmay la pirtica caterva/ Tiembla al verlo en Itata; y en San Carlos1 lo mir y
su memoria le tormenta". (4)
NOTAS
(1) Quintanilla, A. Apuntes sobre la Guerra. Coleccin de documentos.
(2) Es el mismo cura, Jos de Elezegui, que apres a Eager y Atero,
despus de la misa.
(3) El Monitor Araucano No 30. Martes 15 de Junio de 1813.
(4) El Monitor Araucano N" 31. Jueves 17 de Junio de 1813.
CAPITULO VI11
Reconquista de Concepcin y Talcahuano por los patriotas. Quintanilla
pierde todos sus bienes. Batalla de la Arreagada.
Tras la batalla de San Carlos el ejrcito patriota pas aquel mismo da
el ro y se dirigi a la ciudad de Concepcin en la que entr sin encontrar resistencia; segn la versin oficial se debi a que "la concentracin del Exto del
Rey en Chilln, dej descubierta la ciudad de Concepcin de la cual y del puerto de Talcahuano se apoderaron los Carreras". (1) El da 20 de mayo Jos Miguel
Carrera envi un ultimtum a las autoridades de Concepcin y stas, temiendo
lo peor, huyeron al puerto de Talcahuano. El obispo D. Diego Antonio Martn
de Villodres que ejerca de Gobernador, su provisor y sobrino D. Diego Mara
y los vecinos ms significados como realistas, embarcaron rumbo a Lima. El
da 25 el Cabildo y el Conde de Mancera rindieron la Plaza a Jos Miguel
Carrera. La toma de la ciudad de Concepcin la llev a cabo Carrera por consejo de Poinsett en contra del parecer de Mackenna, partidario de poner cerco a
la ciudad de Chilln, defendida por el coronel Snchez y a sus tropas.
As comunicaba Carrera la toma de la ciudad: "Hoy he tomado posesin
del mando de esta Ciudad con singular complacencia de los amantes de la
sagrada causa que defienden las armas de la Patria, de que estoy encargado; en
ella he hallado muchos fusiles, plvora, municiones, algunas piezas de
Artillera y cantidad de bestuarios que el terror de la cercana de mis tropas hizo
olvidar al enemigo ... Vencido este punto me dirigir a Chilln donde se abrigan
Quintanilla
55
56
se rendira pues prefera antes morir. El coronel Elorriaga crey que la nica
manera de vencer la resistencia de Victoriano, era prender fuego la casa, por lo
que orden a uno de sus soldados que subiese al tejado con una tea, tarea harto
difcil y peligrosa, pues al mismo tiempo que acceda al tejado, tena que disparar su fusil para defenderse de los disparos que le hacan desde el interior.
La casa comenz a arder y el humo ahogaba a los que se encontraban
dentro, pero Victoriano y sus soldados seguan disparando. Cuando la casa arda
por los cuatro costados, los soldados salieron y se entregaron como prisioneros;
Victoriano qued adentro, prefera morir abrasado antes que entregarse al enemigo. Quintanilla, viendo que iba a morir, entr por l y le encontr recostado
sobre un tabique resignado a morir y tomndole por el brazo y le hizo salir.
Victoriano y Quintanilla ya se conocan anteriormente. Este comportamiento de
Quintanilla es difcil juzgarle, desde luego fue temerario y valiente, pero le
movi ms la amistad en aquel momento que la rivalidad y quiz ms que la
humanidad. Llegados a Chilln los oficiales y los soldados fueron puestos en
libertad para que marchasen a sus domicilios, algunos de ellos se quedaron en
el ejrcito realista.
El coronel Luis de la Cruz y Victoriano fiieron llevados prisioneros a
Lima para ponerlos bajo la autoridad del virrey. Diego Barros Arana, cita esta
accin, Francisco Encina le da bastante importancia pero no destaca como
merece la accin de Victoriano, que bien podra aadirse a lista de hroes de la
independencia. La guerra se haba hecho an ms cruel en la retaguardia, donde
la venganza, no solo de las tropas azuzadas por sus oficiales saqueaban y vejaban a los ciudadanos, incluso los asesinaban, sino que sus mismos gobernantes
estimulaban la denuncia, la delacin y la persecucin a los realistas. La Junta
de Santiago, en una proclama a los vecinos, entre otras cosas les recomienda:
"fiscalizad a los negligentes, acusadlos y abandonadlos al eterno desprecio de
la patria y de los hombres benemritos", tal y como se recoge en el Monitor del
da 10 de julio de 1813.
NOTAS
(1) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2. Fol. 232.
(2) El Monitor Araucano No 25. Jueves 3 de junio de 1813.
Los entrecomillados sin nota o sin especificar de donde son tomados,
son prrafos recogidos de la Autobiografia.
CAPITULO IX
Ascenso de Quintanilla a capitn. Batalla de Chilln.
El prestigio militar de Antonio Quintanilla haba crecido con sus actuaciones en los diferentes frentes y as, el da 2 de julio de 1813, ascendi a capitn.
Miller en sus Memorias dice que el coronel Snchez "despleg una actividad extraordinaria en fortificar con obras de campaa, todos los puntos alrededor de la ciudad de Chilln".
Entretanto los Carrera se divertan en la ciudad de Concepcin en bailes y "desrdenes", de tal manera, que los realistas extendan sus partidas hasta
la estacin terma1 de Cauquenes (1) y de las riberas del Bo-Bo.
Por su parte la Junta de Santiago deseaba conseguir una victoria sobre
las tropas del Rey acantonadas en Chilln antes de que recibiesen auxilio por
parte de Pareja, pues an ignoraban su muerte.
Chilln era una ciudad de unos 4.000 habitantes que haba crecido hasta
alcanzar la cifra de 9.000 al guarnecer en ella las fuerzas del coronel Juan
Francisco Snchez y ser el refugio de hacendados y campesinos de las cercanas que huan de los saqueos de la soldadesca y buscaban en ella la seguridad
para sus personas que en el campo corran serios peligros.
El coronel Snchez fue emplazando la artillera en los lugares ms
estratgicos alrededor de la ciudad, para poder resistir un hipottico ataque enemigo.
Carrera no se senta satisfecho, el tiempo de lluvias no era el ms propicio para un ataque a Chilln, vea que mientras sus tiendas eran destruidas por
Quintanilla
el temporal, los realistas tenan grandes edificios para cobijarse, e incluso, podan abastecerse y atacar con sus guerrillas; mientras tanto su ejrcito era minado
por las enfermedades al tener que permanecer entre el lodo das y das; uno de
los muertos durante el sitio fue el coronel realista Gamero.
Carrera y Snchez comenzaron una guerra dialctica, ms gramatical
que militar, pues se reduca a pura palabrera cruzada entre ambos queriendo
meter el miedo en su rival.
Las bateras de los insurgentes emplazadas alrededor de la ciudad, disparaban sobre sus calles causando apenas dao, pues al ser las casas de adobes
y los disparos prcticamente slo hacan un agujero en sus paredes.
El coronel Elorriaga recibi rdenes del Comandante general Snchez
de proseguir la guerra de guerrillas y, unas veces con la caballera y otras con
la infantera, atacaba los emplazamientos de las bateras que molestaban la ciudad tratando de anular su escasa eficacia.
En estas salidas era acompaado por su segundo el capitn Quintanilla;
en una de ellas Elorriaga trat de engaar al enemigo con una estratagema.
Sali portando un pauelo blanco en la mano y sus soldados con los fusiles
bajos, dejando la retaguardia a los hombres de Quintanilla; los enemigos creyeron que eran desertores que se pasaban a sus filas y les esperaban subidos en
las trincheras; una vez que se haban acercado lo suficiente, comenzaron a disparar a quemarropa, muriendo algunos oficiales y muchos soldados; pero tras la
sorpresa, fueron atacados hasta hacerlos refugiarse en la ciudad. En una de estas
salidas muri el coronel D. Lucas Molina que mandaba el Batalln Valdivia.
Segn el historiador Encina, el coronel Carlos Spano (2) que mandaba
la batera, no se dej sorprender por dicha estratagema, sino que esper a que
estuvieran lo suficientemente cerca para ametrallarles y causarles el mayor
nmero de bajas.
Nos queda una gran duda, pues mientras historiadores de la categora de
Barros Arana y Encina, dan una gran importancia a esta batalla de Chilln, nos
extraa que Quintanilla solamente tenga un leve recuerdo para ella, no dndole
tanta importancia.
Dada la sinceridad de Quintanilla en todos sus papeles, creemos que la
verdad est de parte de Quintanilla, as la vio l: "trataron de cortarnos la retirada saliendo por nuestros flancos hacindonos retirar ms que de prisa y
habiendo sido perseguidos hasta tener que meternos en la plaza".
NOTAS
(1) Cauquenes, villa de la provincia de Maule, con unos 21.000 habitantes hoy, tiene una estacin terma1 situada en la ribera sur del Cachapoal a 779
m. sobre el nivel del mar. Posee cuatro manantiales cuya temperatura es desde
los 27" a los 40" centgrados en el manantial denominado Pelunzbre, llamado as
porque la alta temperatura quema la piel. Sus aguas son alcalino gaseosas, con
cloruro de calcio, sodio, magnesio, sulfato de sal, slice, hierro y almina. A
mediados del ao 1819, el general Jos de San Mastn que haba llegado a Chile
desde Mendoza en parihuelas transportado por sus soldados a causa de un fuerte ataque de reuma, por consejo de O'Higgins fue a esta estacin a tomar los
baos.
(2) Al coronel Carlos Spano se le extendi "Carta de ciudadana" en
junio de 1813.
CAPITULO X
Nuevos hechos de guerra. Quintanilla a punto de abandonar el ejrcito.
Batalla del Roble.
Pasado el invierno y libre del acoso patriota, el ejrcito real estaba en
disposicin de dispersarse por toda la provincia de Concepcin en pequeos
grupos de guerrillas al mando de diferentes oficiales. Una de esas columnas era
la mandada por el coronel Elorriaga, cuyo segundo era el capitn Quintanilla
que abri la comunicacin con Arauco a donde haba llegado el cura Bulnes,
enviado por el virrey para conocer la verdadera situacin del ejrcito realista;
por este conducto inform al virrey el coronel Snchez de sus consignas, pero
al mismo tiempo por Bulnes, sus mulos pidieron al virrey el relevo del coronel Snchez. En una de sus descubiertas al otro del ro Laja en direccin a
Yumbel, en Rere, tuvieron un encuentro con una columna al mando del coronel
D. Bernardo O'Higgins, que derrotada busc refugio en la villa de Quilacoya.
No cita Quintanilla el segundo de los encuentros en Quilacoya del que
dan cuenta Barros Arana y Encina y en el que fue derrotado Elorriaga. Acaso
es verdad el episodio nada edificante que circul y del que se haca responsable
directo a Quintanilla de haber degollado a un prisionero que arrastraban en retirada? Un oficial patriota lo pone en duda pues: "El ntimo conocimiento que
desde mi juventud tuve de este sujeto me hace dudar de este hecho, que a ser
cierto, sera una prueba ms de lo que la guerra civil desnaturaliza el corazn
humano". Este episodio es recogido por los historiadores Barros Arana y
Encina, lo citamos, junto a la opinin del oficial, tambin recogida por los mismos historiadores sin poder afirmar o negar tal imputacin.
Quintanilla
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vos, no percibido an por Quintanilla, era que los militares europeos se sentan
superiores ante los americanos.
En dicha reunin se acord que Asenjo pasase el ro Itata por un vado
situado unos cinco kms ms abajo y que solamente era conocido por los naturales enrolados en la compaa; desde all habra de caer por sorpresa sobre los
patriotas a primeras horas del da siguiente y obligarles a abandonar la posicin, que solamente era fuerte por los flancos. As opinaba Mackenna sobre la
situacin estratgica de esta posicin escogida por Carrera: "era psima, cubierta de rboles y rodeada de barrancos que facilitaban la sorpresa" por lo que censura a Carrera.
Este al verse atacado, huy por el nico camino que le quedaba libre y
se dirigi a Coganco donde estaba su hermano Juan Jos acampado con la divisin a su mando.
A unas cuatro leguas se hallaba O'Higgins, que durante ms de cuatro
horas sostuvo una fuerte batalla que termin con la retirada realista sin orden ni
formacin alguna. En dicha batalla O'Higgins que se distingui por su valor y
serenidad, fue herido en una pierna; su ayudante el cadete Jos Mara de la Cruz
le vend la herida con su propio pauelo, y a pesar de los fuertes dolores,
07Higgins sigui al frente de sus tropas. Viendo la actuacin de los dos jefes
patriotas Carrera y O'Higgins, hay un juicio emitido por Quintanilla que debera ser suficiente para zanjar de una vez para siempre la polmica entre los historiadores partidarios de uno y otro. Segn Quintanilla, Carrera "era un emprendedor y organizador de guerra del ejrcito, pero careca de valor en las acciones, no as O'Higgins, que careciendo de las cualidades que asistan a Carrera,
era valiente y hasta el caso de ser temerario". (1)
Quintanilla presinti la desbandada realista en caso de derrota, cuyas
soldados, para salvarse tenan que volver a cruzar el ro por un vado difcil, por
lo que junt varios soldados con el fin de distraer y detener a sus perseguidores. Y sin que los "enemigos nos molestaran considerablemente", pudieron
pasar los "dispersos" el ro con menos precipitacin y dirigirse al Cuartel general en Chilltn.
Tal hecho se coment entre los soldados y enterado el general Snchez,
le llam para felicitarle, ocasin que aprovech Quintanilla para solicitar permiso para licenciarse, pues se senta humillado y preterido habiendo recibido
numerosos desaires, especialmente con el nombramiento del coronel Asenjo
como Comandante General del Batalln; Snchez por fin reconoce la vala
demostrada por Quintanilla y le nombra teniente coronel el da 1 de noviembre
de 1813, siendo confirmado el 25 de enero de 1814; tena Antonio Quintanilla
27 aos. Creemos que la queja de Quintanilla estaba justificada, lo que pretenda era ms el ascenso que la posibilidad de licenciarse, puesto que le era imposible volver a rehacer su vida de negocios dada la situacin poltica de Chile,
fue una manera indirecta de pcdir dicho ascenso .
En una guerra que podemos considerar como civil, no slo se combata
en las trincheras, sino tambin en la retaguardia por medio de crueles e innecesarias represalias contra los ms indefensos, se trataba de hacer el mayor dao
posible al enemigo, incluso al que se pensaba lo podra ser en el futuro, se trataba, muchas veces, de crear situaciones emocionalmente fuertes, especialmente con familiares de los jefes y, tanto un bando como otro, aprovechaba la
coyuntura.
En la ciudad de Concepcin el general Jos Miguel Carrera encarcel a
doa Ramona Antonia Lozano, esposa del tambin general Juan Francisco
Snchez, a la que acompaaban sus hijos, y junto a la familia del general
Snchez, a todas las esposas y parientes de los jefes realistas.
Por su parte Juan Francisco Snchez, apres en Los ngeles a doa
Isabel Riquelme y a doa Rosa Rodrguez, madre y hermana de 07Higgins,
trasladndoles a Chilln. Cuando se trataba de familiares tan directos de quienes tenan en sus manos el poder de decisin, se iniciaban negociaciones que
terminaban con el canje de dichos prisioneros, ms que fruto de una accin
humanitaria, era fruto del inters propio.
El panorama al finalizar el ao 1813 era desolador, las secuelas de la
guerra fraticida se dejaban ver mucho ms en villas y ciudades que en el frente
de batalla, el premio de una victoria era el saqueo, que normalmente se acompaaba de la muerte.
NOTAS
(1). Quintanilla, Antonio. Autobiografa.
CAPITULO XI
Nueva Junta en Santiago. Quintanilla sufre otra decepcin.
La Junta de Santiago, en la que los hermanos Carrera estaban representados por su amigo Juan Mackenna, se traslad a Talca. El nuevo poder ejecutivo le formaban los siguientes vocales, todos ellos personajes de la vida econmica y social de Chile: D. Juan Enrique Rosales, D. Juan Martnez Rozas, D.
Martn Calvo Encalada, D. Jos Gaspar Marn y el citado D. Juan Mackenna.
Por iniciativa de D. Carlos Correa de Saa, fue separado de su cargo el
Procurador de la ciudad D. Manuel Rodrguez, por el solo delito de ser enemigo de la familia Correa.
La falta de tacto de la nueva Junta hizo que sus rivales fueran represaliados, y as, por justificar la conquista espaola, le sucedi a D. Juan Antonio
Ovalle y, por el solo hecho de ser testarudo en la defensa de sus opiniones, lo
fue D. Miguel Infante; fueron las primeras vctimas de dicha Junta. Infante, con
gran entereza, hizo frente a las amenazas y arrogancia de la Junta.
El da 20 de octubre de 1813 la Junta se dirigi a D. Juan Francisco
Snchez, Jefe realista, con el fin de entablar conversaciones para una firma de
la paz. La Junta propona el licenciamiento del ejrcito realista, una amnista
general e indemnizar a los que han sido vctimas de los saqueos.
Jos Miguel Carrera pens que el traslado de la Junta a Talca, tena
como nico objetivo apartarle de ella y no se equivocaba. En una nota emitida
por el Secretario de la Junta D. Mariano Egaa, se le echaban en cara sus graves errores y se le planteaba la necesidad de que dimitiera. Carrera no se dign
contestar al requerinliento de la Junta, para sta era una simple formalidad su
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tiempo para que Jos Miguel Carrera, hasta el da 1 de febrero de 1814, reconociera a D. Bernardo O'Higgins como su sustituto y jefe.
Como consecuencia de esta contumacia de Jos Miguel Carrera y de sus
hermanos de mantener el mando a toda costa, hubo algunas conspiraciones para
derrocarlos, que ahora los miembros de la Junta de Santiago quieren justificar,
a tenor del comportamiento ante sus dictmenes, indultando a los conspiradores. "El Supremo Gobierno del Estado teniendo en consideracin el mrito, y
circunstancias de las conspiraciones, que se dixeron intentadas en veinte y siete
de Noviembre de Mil ochocientos once, primero de abril de mil ochocientos
doce, y veinte y ocho de Enero de mil ochocientos trece contra la prepotencia
Militar del Brigadier D. Jos Miguel, D. Juan Jos y D. Luis Carrera, viene en
anular las sentencias, que se pronunciaron en las causas seguidas con motivo de
dichas conspiraciones, no obstante que conoce que nunca es el camino legtimo
para evitar los males de esta naturaleza, un desorden, y que los Ciudadanos que
aman su libertad, y nada miran superior a ella, deben producirse descubiertamente, y con la energa y carcter de hombres libres". (2)
La bancarrota era la nota predominante en el bando patriota, aunque la
economa tampoco era boyante en el bando realista, pues su ejrcito estaba al
borde de la miseria, ni oficiales ni soldados cobraban haca meses, sus uniformes eran harapos hmedos y mal olientes; un ejemplo le ofreci su comandante Ildefonso Elorriaga, que cuando se present ante el nuevo General Jefe D.
Gabino Ganza, vesta una rada chaqueta de campesino de la que colgaban sus
galones y que cubra con un poncho.
O'Higgins, desde su nuevo cargo, opt por no sitiar la ciudad de
Chilln, por lo que los realistas volvieron a emplear el sistema de guerrillas
como medida de desgaste para el enemigo. Elorriaga situ su columna al otro
lado del ro Laja y Quintanilla volva a ser su segundo. Un nuevo hecho de discriminacin volvi a desazonarle, no sabemos si por celos o por verse infravalorado. A dicha columna llegaron dos desertores del bando patriota, Manuel
Jos Baraao (3) y ngel Calvo y, segn Quintanilla, los dos, especialmente
Calvo "sujeto de intriga y talento", fueron apoderndose del aprecio y voluntad
de Elorriaga, "valiente pero no del talento de los dos que se haban agregado",
lo que hizo que a partir de entonces, Elorriaga obrara bajo su dictamen.
Mientras Quintanilla persegua las partidas patriotas y se expona, ellos
permanecan al lado de Elorriaga. Ante esta nueva situacin opt por enfrentar-
Q~4intanilla
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CAPITULO XII
Snchez es sustituido del mando. El general Gabino Ganza nuevo Jefe de
Chile.
Informado el virrey don Fernando de Abascal de la difcil situacin del
llamado Reino de Chile por el Gobernador de Chilo y Valdivia D. Ignacio
Justis, quiso conocer de primera mano lo que aconteca para lo que "dispuso el
Virrey que saliese el bergantn Potrillo en direccin a las Playa de Arauco conduciendo un sugeto de confianza y prctico del Pas que penetrase hasta
Chilln, y examinando la situacin de Snchez, le asegurase y a su baliente
Tropa y habitantes del Pas, la buena disposicin del Govierno para auxiliarlos".
Este hombre de confianza no fue otro que el sacerdote Bulnes.
Segn los informes oficiales "el Potrillo y el confidente desempearon
puntualmente su misin, y con los conocimientos que adquirieron tom el
Virrey los necesarios para fixar sus ideas, y resolverse a nombrar un nuebo Gefe
que con algunos refuerzos pasase a hacerse cargo de aquel mando; pues aunque
el Coronel Snchez, haba manifestado una constancia, y valor admirable; las
noticias confidenciales convenan en la necesidad de un Gefe de ms carcter,
graduacin, y conocimientos militares, como al fin se verific, destinando para
ello al Brigadier Ganza". (1)
Gabino Ganza ya haba sido Gobernador en Chile anteriormente y esa
fue la baza que ms jug a su favor.
El coronel Juan Francisco Snchez haba llevado bastante bien hasta
entonces la guerra, pero los informes desfavorables sobre su actuacin dados a
Bulnes por algunos de sus oficiales, llevaron a Abascal a sustituirle.
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aclara las cosas: "El 6 de marzo exig de Ganza que me oyese un rato y me lo
concedi. Luis habl primero, y le dijo que me escuchase a m. Era reducido mi
plan a que me pusiese en libertad con mi hermano y dems compaeros y que
oficiase conmigo al gobierno de la capital convidndolo a una composicin
amistosa, en la que no haba duda si yo influa, como se lo ofreca, porque veamos que ni los chilenos ramos capaces de hacer nuestra felicidad, ni era posible evitar una guerra civil en el caso de vencer, porque las cosas haban tomado un aspecto horroroso. Ganza pareca consentir, pero el tunante me pidi que
hiciese la proposicin por escrito, para lo que mand a Tirapegui con tintero y
papel. No tuve inconveniente en repetir lo dicho, y la contestacin fue negarse
a pretexto de que los papeles pblicos de Santiago manifestaban el odio con que
me mirara el gobierno sin que pudiese sacar partido". (2)
Puede ser una prueba ms del carcter sinuoso de Ganza y de su labor,
especialmente poltica, en Chile. Los realistas, en mayor o menor grado, nunca
haban regateado su simpata por Carrera. En el peor de los casos nunca suscit el odio de O'Higgins, Mackenna, Eyzag~iirreo el P. Larrain, no es as pues
extrao que el coronel Luis Urrejola pusiera en libertad a los hermanos Jos
Miguel y Luis Carrera, con el fin de que depusieran la Junta de Santiago y rompieran el Tratado de Lircay. Hemos dejado a Quintanilla dispuesto a cruzar el
ro con el propsito de atacar a la ciudad para lo que dispona entre otras armas
de un mortero. Las pruebas que hizo, por desconocimiento de su manejo, resultaron desconsoladoras, pues el mortero explosion causando un gran susto en la
tropa.
Sin embargo su otra estratagema le sali bien, coloc un can sobre
una balsa, que protegida por otra ocupada por algunos soldados, se acercaba a
la orilla disparando causando temor y nerviosismo en las filas enemigas; haba
inventado una tcnica especial para que el can en su retroceso no daara la
balsa manejada por dos soldados. La novedad sorprendi a los patriotas.
La ciudad no era el mejor lugar para el ejrcito de O'Higgins, por lo que
decidi abandonar Concepcin y pasar al otro lado del ro Maule; el general
Ganza sigui sus movimientos con el fin de atacarle cuando cruzase el ro.
Mientras tanto, Quintanilla tuvo un encuentro con los patriotas en el
lugar del Gomero del que sali vencedor.
A pesar del abandono de la ciudad de Concepcin por O'Higgins, qued
defendida por unos 500 hombres al mando de la Junta; adeinhs Concepcin
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Quintanilla
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En esta situacin se encontraba Quintanilla, cuando una misin enemiga solicit parlamentar. Recibida por el mismo Quintanilla, le manifestaron que
queran parlamentar para tratar de entregar la plaza al Comandante en Jefe D.
Matas La Fuente.
Una de las condiciones impuestas por los patriotas, era que se permitiera a los soldados que defendan la ciudad se incorporaran a las tropas de
Bernardo O'Higgins, a lo que Quintanilla se opuso, pues no admita otro trato
"que no fuera rendirse y quedar prisioneros de guerra".
El parlamentario ante esta propuesta volvi a la ciudad a comunicar la
propuesta hecha por Quintanilla a la Junta, volviendo con la respuesta de que se
rendan. Una vez abandonadas las armas por los defensores, entr en ella
Quintanilla.
Quintanilla se sinti despus muy dolido y afectado pues su actuacin
no mereci mencin alguna ni tampoco por lo actuado en la plaza de San Pedro;
achaca este olvido de Ganza por estar entonces preocupado por la firma del
Tratado de Lircay.
Ocasiones de menosprecio hacia Quintanilla las venimos observando en
diferentes ocasiones y su origen hay que buscarle en la discriminacin que
sufran los militares americanos frente a los espaoles, no en una persona determinada; a los americanos se les juzgaba como de segunda clase, incluso en sus
sueldos eran discriminados. As un coronel del Talavera cobraba 250 pesos
mensuales y una americano 50. Quintanilla como americano cobraba de capitn entonces 35 pesos frente a los 85 que cobraba un capitn del Talavera.
Los historiadores Barros Arana y Encina, dan otra versin muy diferente de la que acabamos de conocer por lo escrito por Quintanilla. Estos afirman
que la rendicin fue condicionada, no siendo respetado lo acordado por los realistas. Damos a conocer las dos, pues no nos es dado saber la verdad pues cualquiera puede ser parcial.
NOTAS
(1) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2. Compendio ... fols. 233 y 234.
(2) Encina, Francisco. Compendio de Historia ...T. 11 pg. 564.
CAPITULO XIII
Quintanilla en Chilln. Preparativos para la reunin entre Ganza y
O'Higgins. Ganza firma el Tratado de Lircay. Quintanilla vuelve a solicitar la baja en el ejrcito. Nombramiento de Lastra como Director Supremo
de Chile.
Una vez tomadas Concepcin y Talcahuano, Quintanilla se dirigi a
Talca acompaado de su batalln de infantera dejando en la ciudad los soldados indgenas. De camino hacia Talca recibi la orden de pasar a Chilln, a
donde dirigi sus pasos mientras sus soldados, al mando de uno de sus oficiales, sigui la marcha hacia Talca.
Apenas llegado a la ciudad se enter que en el Tratado de Lircay, uno
de los acuerdos, determinaba que los batallones de Valdivia y Chilo deberan
regresar a sus respectivas plazas y todos los jefes y oficiales que no eran militares de profesin, caso de Elorriaga y Quintanilla, deberan abandonar el ejrcito y volver a su condicin de ciudadanos civiles; los que eran militares profesionales, habran de volver al grado que tenan antes de comenzar la guerra, artculo que los afectados se negaban a aceptar.
Sin embargo, por lo que a l le concerna, no parece que Quintanilla
estuviese disgustado, y aunque ya comenzaba a tener cierto gusto por la vida
militar, se hallaba dispuesto a volver a ejercer su profesin de comerciante aunque tuviera que comenzar de cero y sin un solo peso, pero confiaba seguir
teniendo el crdito anterior para volver a resarcirse de las prdidas y del tiempo pasado en el ejrcito. Con el fin de manifestar que era uno de los que se acogan al Tratado, Quintanilla se present al general Ganza para solicitar la baja
en el ejrcito y el permiso necesario para trasladarse a Lima con el correspondiente salvoconducto y certificado de los servicios prestados en el ejrcito.
Ganza se neg a esta solicitud poniendo como excusa que el Tratado no se
cumplira. El virrey Abascal an confiaba en que las aguas volvieran a su cauce,
crea que lo que estaba sucediendo en Chile, era producto de unos cuantos criollos descontentos. El da 11 de enero de 1814, zarpaba de El Callao con direccin Valparaso la fragata inglesa Phoebe mandada por el comandante James
Hillyard. La fragata Phoebe y la corbeta Chenlb, estaban en el Pacfico con la
misin de defender a los barcos ingleses de los ataques de los de Estados
Unidos, entonces en guerra con Inglaterra.
"El da ocho de Febrero fonde en Valparaso la fragata de guerra inglesa la Phoebe, la corveta Echrub (sic): la primera con 300 hombres de tripulacin, y la segunda con 130 siendo el Capitn de la fragata Santiago Hillegar y
de la corveta M. Tomas Jurker. Salieron del puerto del Callao, y fondearon en
Valparaso a los 28 das de navegacin y Conduce los prisioneros Oficiales de
guerra y Mayores de la Perla y el Potrillo; los prisioneros de la Perla son los
siguientes, D. Vicente Barba, D. Vicente Guzman, D. Francisco Lasterra, D.
Jos Rodrguez, D. Jos Ovalle y Manuel Molina; los que condujo el bergantn
Potrillo de Arauco son los siguientes, D. Lorenzo Rengife, D. Juan Manuel
Lopetegui, D. Mariano Alvarez, D. Juan Pablo Paredes y D. N. Sandoval". (1)
El da 11 de enero de 1814, el virrey Abascal comunica al general
Gabino Ganza, el ofrecimiento hecho por el comodoro ingls Santiago
Hillyard: "por pura bondad de su corazn amante de la humanidad, me ha ofrecido practicar con la junta de Chile los oficios ms eficaces para reducirla a
entrar en una composicin justa y razonable, decorosa a este gobierno, y que
concilie los intereses del reyno con los de FERNANDO VII, y nuestra nacin
espaola de que es y no puede dexar de ser parte. Este pensamiento benfico
del Sr Hillyar coincide perfectamente con mi modo de pensar opuesto a la discordia y al derramamiento de sangre" (2). En las "apuntaciones" dadas por el
virrey Abascal al comodoro James Hillyard, le manifiesta, entre otras cosas;
"que la bondad de su corazn propenda a hacer por su parte, cuantos buenos
afectos pudiera poner en prctica, para conciliar los nimos de la junta gubernativa de Chile ... el horror con que mira (el virrey) el derramamiento de sangre,
y el dolor de que esta penetrado ... por tener que emplear contra ellos la guerra
con toda la energa que exige el deber". La misin de Hillyard, es poner de
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Quintanilla
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el nico capaz de enfrentarse a Rodrguez Aldea. Zudhiez ya se haba distinguido en su ciudad como independentista, habiendo estado encarcelado. El
debate entablado, nada ms comenzar, dej bien a las claras por qu la presencia de Zudez estorbaba a los realistas. Zudez a "tropezones y con detencin" iba haciendo su papel, cada palabra era analizada por Rodrguez Aldea y
replicada por Zudez, resultando una discusin acaloradsima, siendo la ms
reida la expresin "derechos imprescriptibles".
En la sala de discusin haca un fro intenso, estaban en el invierno austral, y como aquello se alargaba ya durante varias horas, Ganza invit a
O'Higgins a salir a la calle a tomar el sol, quedando ste atnito de las ideas de
Ganza en favor de los americanos. Al final terminaron por salir todos y seguir
debatiendo en la calle, terminando dicho debate en una fuerte discusin: "Esto
no es proceder de buena fe" manifest O'Higgins. La discusin no termin
hasta bien entrada la noche. Entre los testimonios de Rodrguez Aldea y Ganza
hay serias discrepancias, manifestando Rodrguez Aldea al general Ganza que
no debera aceptar aquellas capitulaciones, l no las quiso firmar.
Las concesiones hechas a Espaa eran: Reconocer la autoridad de
Fernando VI1 y se declaraba que la comarca era integrante de la Monarqua
espaola. Los oficiales veteranos de infantera y dragones de Concepcin que
quisieran seguir gozaran de empleo y sueldo. El Gobierno de Chile satisfara a
varios vecinos de Concepcin 30.000 pesos, como pago a lo gastado por el ejrcito de Ganza.
Enviaran diputados a las Cortes, se mantendra el gobierno interior y el
comercio con las naciones aliadas y neutrales. El ejrcito real debera abandonar Talca a las 30 horas de ser ratificado el Tratado y el de Concepcin a los 30
das. Entre otras clusulas, haba una que hablaba del intercambio de prisioneros, restituir las propiedades que tenan antes del 13 de septiembre de 1810 los
particulares. Los patriotas quedaron altamente satisfechos del Tratado. Los testimonios de Rodrguez Aldea y de Ganza acerca de su intervencin en l, son
dispares.
En el juicio que se le sigui por esta causa, Ganza manifest que
sabiendo Rodrguez Aldea que las instituciones se oponan al Tratado, no le
aconsej ni le insinu siquiera, que se abstuviese de firmarlo. Por su parte
Rodrguez Aldea, afirm haber dicho al General que bajo ningn pretexto deba
aceptar aquella capitulacin; lo que est claro es que Rodrguez Aldea declin
CAPITULO XIV
Quintanilla es nombrado Gobernador del puerto de Talcahuano. El virrey
no acepta el Tratado de Lircay y sustituye a Gabino Ganza.
Nombramiento y llegada de Mariano Osorio a Chile. Quintanilla al mando
de los denominados Carabineros de Abascal.
El Tratado produjo en las filas realistas una conspiracin contra el coronel Ganza; jefes y oficiales reunidos en junta se negaron a cumplirlo, como as
sucedi.
Conocido por el virrey Abascal "desaprob inmediatamente que tuvo la
noticia su tratado y conducta, y se resolvi a relevarlo del Mando". (1)
Se dispuso que "el General Osorio pasara a Chile para continuar las
operaciones de aquel Exto, habindose desaprobado el tratado que el Brigadier
Ganza haba celebrado con los Chilenos en Lircay el 3 de Mayo anterior". (2)
El da 3 de agosto fue nombrado como sustituto el coronel de Artillera
Don Mariano Osorio, zarpando de El Callao ese mismo da a bordo del Asia,
cuyo comandante era el capitn de navo Pedro Palencia, y acompaado de
varios transportes que trasladaban las siguientes fuerzas, el Batalln Veterano
de Talavera que acababa de llegar de Espaa que contaba con 700 soldados y
era mandado por el coronel Rafael Maroto, dos compaas de artillera y un
escuadrn de caballera denominado Carabineros de Abascal, cuyo armamento,
monturas y dems equipo haba sido pagado por quien vena a su frente, el
comandante Amzaga que quera ostentar su mando y que se haba gastado
16.000 pesos, para el que consideraba su escuadrn estuviera formado por tres
compaas.
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Jess C m a l e s R~riz
El virrey les di para la "caja militar" 50.000 pesos y una cantidad considerable de azcar y tabaco para que su "producto sirviese de auxilio a los gastos de comisara". Como Ayudantes de Campo le acompaaban el teniente coronel de caballera Bernardino de la Torre, el capitn del Talavera, Juan Valds, el
de Milicia de Concepcin, Jos Martnez, el de los Dragones de Concepcin,
Joaqun MagallUn y como Jefe del Estado Mayor, Joaqun Primo de Rivera,
comandante del Infante.
El costo de esta operacin, contando los auxilios remitidos a
Talcahuano hasta ese da, fue de 1.297.296 pesos.
En este nterin, Ganza, para convencer a Quintanilla de que no abandonase el ejrcito como haba solicitado, le ofreci el Gobierno militar del puerto de Talcahuano y ste, satisfecho su ego, acept el cargo en el que permaneci dos meses, hasta la llegada de Osorio.
Como primera autoridad militar, Quintanilla recibi a Osorio a su llegada a Talcahuano el da 13 de agosto. Al da siguiente de haber desembarcado,
Osorio con su cuerpo de ejrcito, unos 600 hombres, se puso en marcha en
direccin a Concepcin.
Una nueva circunstancia favorable vino a colniar las apetencias de
Quintanilla; el comandante Amzaga que vena enfermo de gravedad muri a
los dos das de llegar a Concepcin, por lo que Osorio nombr a Quintanilla
nuevo comandante del escuadrn de caballera Carabineros de Abascal y, al
frente de los dos batallones de hsares, puso al comandante Manuel Baraao.
Como medida previa, para ponerse al frente del escuadrn, Quintanilla
debia desencajonas los caballos, reclutar los jinetes y pscpararlos para dirigirse
a Talca e incorporarse al ejrcito.
La orden dada a Quintanilla era imposible de cumplir en el plazo fijado
y cuando ste quiso informar a Osorio de esta imposibilidad, ya haba abaiidonado Talcahuano; ante ese contratiempo ofici al Coronel para solicitarle oficiales y soldados que hubieran servido antes en caballera, sindole remitidos
algunos sargentos y cabos, pero del arma de artillera.
Ante la imposibilidad de reclutar hombres capaces de montar bien para
formar el escuadrn de caballera, fij una serie de bandos para encontrar jinetes, y como aliciente para atraerlos, ofreci un equipo de gala y otro de cuartel
a cada futuro jinete. Los pretendientes llovieron en la residencia del
Gobernador, la mayora ya haban formado parte del ejrcito patriota, pero para
Quintanilla no era obstculo si su talla y robustez eran las adecuadas. Entre las
condiciones exigidas para formar parte de dicho escuadrn, una sine qua non,
era ser dado de alta por el mdico por lo que todos se pusieron manos a la obra:
"el cirujano, l o los peluqueros cortndolos el pelo y los cabos lavndoles en
la acequia as como otros vistindolos y pasar el ejercicio de posicin era obra
de un momento y que no paraba". (3)
A los cuatro das ya haba formado los escuadrones de caballera, a
cuyos voluntarios se haban agregado alguno soldados y marineros del Asia que
haban desertado y hacia los cuales haba cierta reserva de confianza entre los
dems componentes de dichos escuadrones. Una semana despus de haber partido Osorio de Talcahuano lo haca Quintanilla al frente de su escuadrn de
caballera formado por tres compaas. Mientras iban de camino, cuatro de sus
hombres se dedicaban a robar caballos y conducirlos al encuentro del esciladrn, y tal fue la maa que se dieron, que cuando Quintanilla entr en Talca,
todo el escuadrn iba montado, aunque los caballos no eran todo lo buenos que
desearan como tomados a toda prisa y sobre la marcha. Cuando Quintanilla
lleg a Talca, parte de las tropas haban salido en direccin a Santiago.
Sobre el Regimiento Talavera, el historiador Encina escribe: "Para darse
cuenta de lo que representaban los 600 soldados espaoles de lnea, es necesario recordar, una vez ms el juicio de un juez tan competente como imparcial ...,
el General Antonio Quintanilla". El Talavera era un regimiento formado por
soldados temerarios, valientes, osados, atrevidos y poco escrpulos, que se
hicieron temer entre los habitantes de Chile.
La prdida de Talca por los patriotas, enfri el nimo de los ms entusiastas independentistas, si bien Irisarri consigui levantar un poco el espritu
ciudadano con sus encendidas cartas a Cayo Vinicio, desde el Semanario
Republicano de Chile que l mismo diriga.
Mariano Osorio determin salir de Talca con sus divisiones, acompaado de Quintanilla al mando de la caballera; pero al llegar con sus tropas a orillas del ro Lircay, la crecida, a causa de las intensas lluvias, haca imposible
vadearle. Osorio tema que alguna unidades que haban tomado la delantera fueran atacadas, lo que le tena impaciente y por ello quera cruzar el ro como
fuera. Ante la imposibilidad de vadearlo, determin construir una balsa con
barriles y tableros con lo que pudieron cruzarle l y su Estado Mayor, y poco a
poco, lo fue haciendo la infantera. Sin embargo, los escuadrones de caballera,
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el de hsares y algunos dragones, deberan cruzarlo a nado con el correspondiente peligro y temor de ser arrastrados por la riada caballos y jinetes.
Para encontrar la posibilidad y la mejor manera de cruzarlo, Quintanilla
hizo la prueba a lomos de su caballo; quitndole el bocado se introdujo en el ro
hasta llegar a la mitad de su cauce donde se dio cuenta que la nica manera de
llegar a la otra orilla, era dejar ir al caballo a favor de la corriente. Volvi de
nuevo donde esperaban sus soldados y puesto al frente, les orden seguirle con
sus tercerolas levantadas en una mano y con la otra dirigir su caballo. Por fin,
las tropas de Osorio se reunieron al otro lado del ro, en la hacienda Requinoa,
otros autores citan la hacienda Valdivielso, a unos 10 kms de Rancagua en cuya
villa se encontraba el ejrcito de Bernardo O'Higgins.
En dicha hacienda, Osorio recibi una orden del virrey Abascal para
que con prontitud ajustase un convenio lo ms ventajoso que pudiese; el general estuvo dispuesto a cumplir la orden, pero la Junta de Guerra ante las dificultades y la posibilidad de funestas consecuencias, determin desobedecer
dicha orden y traz el plan estratgico para atacar Rancagua, determinando que
Quintanilla fuera a la avanzadilla del ro Cachopoal que les separaba de la villa.
Cuando Osorio se preparaba para atacar Rancagua, recibe la orden del
virrey de que se reembarque con su Batalln Talavera y se dirija a los puertos
intermedios para reforzar el ejrcito real en Per, pues tema que los argentinos,
tras la toma de Montevideo, se dirigieran al Per.
Gran perplejidad le caus a Osorio la orden, pues retirndose el
Talavera, debera hacerlo todo el ejrcito, ante lo que decidi desobedecer y en
vez de retroceder pas el Cachoapal con sus 3.500 hombres: "El Exto vadi el
Ro de noche, y al amanecer del lo de Octubre se dirigi sobre Rancagua, distante dos leguas. Los Enemigos disputaron el paso, pero siendo batidos se replegaron a aquella Villa que tenan atrincherada y fortificada con 12 piezas en
diversas baterias". (4)
NOTAS
(1) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fol. 245.
(2)
Id
Id
Id
fols. 244 y 245.
(3) Quintanilla, Antonio. Autobiografia.
(4) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fol. 273.
CAPITULO XV
Batalla de Rancagua. Participacin de Quintanilla.
La Batalla de Rancagua fue la primera batalla importante librada en tierras de Chile entre el ejrcito real y el insurgente. "O'Higgins atac a los realistas en la orilla del ro Cachopoal pero no teniendo ms que 900 hombres consigo fue batido y tuvo que refugiarse en la ciudad de Rancagua". (1) Dispuso
que las entradas de las calles se cerraran, y adopt cuantas medidas eran posibles para hacer de aquel punto la ms difcil accesibilidad posible.
Hasta ahora los encuentros entre los dos ejrcitos, no haban pasado de
simples escaramuzas, algunas bastante violentas, pero no podan considerarse
como batallas entre ejrcitos organizados con tcticas y estrategias bien estudiadas. Rancagua iba a ser el inicio de lo que al final llevara al Reino de Chile
a la independencia.
Se pueden conocer varias versiones dadas por diferentes historiadores,
una breve y lacnica tal como la que qued de resea oficial: "Las Tropas del
Rey despus de sostener un fuego terrible de metralla y Fusil, se arrojaron a la
balloneta y sable, sobre la poblacin y penetraron hasta la Plaza principal de la
que escaparon los Caudillos Carrera y O'Higgins; a la sombra de la conspiracin del humo y del polvo; dexando sobre 400 muertos, 900 prisioneros, entre
ellos a su mayor General Caldern y 31 oficiales; toda su artillera; 12 caxas de
guerra y 5 banderas con divisas negras; en seal de que estaban resueltos a no
dar Quartel". (2)
El escuadrn de Quintanilla marchaba en vanguardia persiguiendo a las
tropas patriotas atrincheradas en Rancagua: "El Ejrcito real pas a atacarlo en
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sus trincheras y la accin dur todos el da 1" de octubre y 2 del mismo, que fueson disputadas a palmos las casas para aproximarse nuestras tropas lo ms posible a la plaza de la villa", manifiesta Quintanilla.
Ante la llegada de Carrera con la caballera, Osorio determin retirarse,
lo que comunic a Quintanilla para que, con su escuadrn, cubriese la retirada.
Sorprendi por esta decisin, Quintanilla le dijo que si pona en ejecucin la
orden, la mayor parte de los soldados chilenos desertaran, incluso los de su
esc~iadrnde caballera, pues ya haba ejemplos de haber sucedido en ocasiones precedentes. Adems le hizo saber, que a la caballera de Carrera compuesta en su mayora por tropas de milicia, era ficil batirla con la propia; Osorio
recapacit y no cumpli la orden de retirada. Tal como haba pronosticado
Quintanilla, a penas se present con su escuadrn, Carrera y sus soldados salieron huyendo desordenadamente; en este ataque los Carabineros de Abascal, al
mando de Quintanilla, fueron apoyados, por las partidas de Clemente Lantao
y Pedro Asenjo.
07Higginsse haba atrincherado en la villa de Rancagua con 1.750 hombres y, desde la atalaya que supona la torre de la Merced, observaba los movimientos realistas. Para la defensa de la villa, en cada una de las calles que daban
a la Plaza, haba colocado otros tantos caones, aden~sde tener apostados tiradores en las torres de las iglesias y en los tejados de las casas; tambin hizo
ondear la bandera chilena con un crespn negro, seal de que estaban dispuestos a morir.
El da 1 de octubre iniciaron la marcha los realistas, entrando el
Regimiento Talavera, al mando de los coroneles Maroto y Morgado, por la calle
de San Francisco a pecho descubierto; una cortina de disparos clare sus filas
y, tras el desconcierto, se refugiaron en las calles adyacentes, abriendo fuego
desde ellas; "cuando crean abatida la resistencia, se lanzaron de nuevo al ataque, clavando las bayonetas en las trincheras para trepar a ellas; una nueva descarga y los culatazos en los crneos de los ms intrpidos los rechazaron. Fue
entonces cuando Osorio perdiendo el control, orden cargar a los Hsares de la
Concordia mandados por Manuel Baraao y Rafael Maroto, quienes tapndose
los ojos, cumplieron las rdenes, y Baraao al grito dirigido a sus soldados de
Vean cmo se pelea en Amrica!, se precipit corno un alud sobre el bastin
patriota. En la mitad de la carga, un casco de metralla lo dej fuera de combate". (3) Osorio no particip personalmente en la batalla, se limit a dar rdenes.
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escapado de las llamas". Los Talavera, en venganza mataron los heridos, fusilaron los prisioneros, saquearon la villa y cometieron toda clase de tropelas;
cost mucho a Osorio restablecer el orden, castigando a los culpables, entre los
que se encontraba un "cataln Molina". Segn Miller "los dos batallones del
regimiento de Talavera se componan de la gente peor de la Pennsula". (4)
Entre los prisioneros que hizo Quintanilla estaba el coronel Blanco.
La actuacin del Batalln Talavera, adems de sembrar el terror, dej en
muy mal lugar a Mariano Osorio: "El furor de estos Corifeos lleg al extremo
de ofrecer 12.000 pesos por la Cabeza del General Osorio y 6.000 por la de su
segundo". (5)
El 25 de septiembre de 1814 La Junta de Gobierno encabezada por Jos
Miguel Carrera publica en el nmero 80 del Monitor Araucano, un Bando en el
que entre otras cosas se deca: "Por tanto se declara a Osorio y a todos los que
sigan su campo, traidores al Rey y a la patria. El que presentase la cabeza de
aquel ser premiado con 12.000 pesos; por la de los caudillos subalternos darn
6.000; 50 pesos ser el premio de los soldados fieles que pasen el fusil a nuestro ejrcito, y 25 a los que vengan sin l". En este mismo documento se llama
"infame" a Osorio. Tambin fue publicado por la Gaceta de Lima.
Antonio Jos de Irisarri, haba dimitido como miembro de la Junta el
da 25 de junio de 1814.
NOTAS
(1) Miller, J. Memorias. T. 1, pgs. 104 y 105.
(2) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fol. 273.
Id
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(3)
(4) Miller, J. Memorias. T. 1, pgs, 106 y 108.
(5) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fol, 272.
CAPITULO XVI
Enfrentamiento entre el coronel Asenjo y Quintanilla. Quintanilla se adelanta a Osorio en la entrada en Santiago, causndole un gran disgusto.
A pesar de la participacin directa de Quintanilla en Rancagua, no parece darle demasiada importancia, lo relata como si solamente hubiese sido un
leve tropiezo con el enemigo y, que una vez superado pierde su importancia,
adems su trabajo se haba terminado, pues como l mismo dice: "El que escribe al frente de la caballera entr a la capital" y con "la divisin continu su
marcha" por orden del general Osorio, para perseguir a los que huan y se refugiaban en las Angosturas de Paine donde tenan instalada una batera y a donde
se encaminaban las tropas de Carrera".
En contra de los previsto no encontr tropas patriotas en el Paine
hacindose10 saber al general Osorio y comunicndole que segua adelante
hasta orillas del ro Maip, a unos 50 km de Rancagua donde presuma estaban
acampados, para impedir que lo vadearan, pero tampoco encontr all patriotas
y dispuso acampar all hasta recibir nuevas rdenes.
Carrera, desobedecido por todos, decidi no ir a Coquimbo donde tena
pensado dirigirse a priori, sino que decidi dirigirse al otro lado de los Andes,
concretamente a Mendoza.
Un piquete al mando de Quintanilla persigui a los fugitivos y el da 6
tuvo un encuentro con las fuerzas patriotas que le fue favorable y lleg hasta
Ojos del Agua, al pie de los Andes y, en espera de las rdenes de Osorio, acamp en aquella zona. Muchos de los soldados patriotas que hubieron de cruzar los
Andes se salvaron de la muerte por el fro y por hambre gracias a la ayuda pres-
tada por San Martn desde Mendoza donde preparaba la invasin de Chile. De
nuevo iba a tener un enfrentamiento con su compaero el coronel Pedro Asenjo,
no era la disciplina la mejor virtud del ejrcito, los batallones estaban mlis sujetos al capricho de sus mandos que a tcticas y estrategias; tambin haba que
tener en cuenta que los militares americanos deban una especie de sumisin a
los espaoles aunque fueran de la misma graduacin, pues los consideraban de
segunda.
Quintanilla, sin peligro y temor a una accin enemiga, desaparej sus
caballos y sus jinetes se tomaban un merecido descanso. En ese intervalo lleg
al campamento el coronel Asenjo y, apenas salud a Quintanilla, sigui su marcha, por lo que ste le reconvino manifestndole que su escuadrn de caballera era la vanguardia del ejrcito realista segn orden del general Osorio. Le
hizo saber que estaba all montando guardia, y que sin recibir una nueva orden
en contra, no pasara nadie adelante.
La tirantez entre los dos jefes subi de tono al llegar al campamento el
comandante Leandro Castilla con sus 150jinetes, quien manifest que l seguira a Asenjo, si decida seguir adelante.
Pero an le quedaba por ver a Quintanilla algo increble para l, en su
mismo escuadrn apareci un foco de indisciplina y desobediencia fomentado
por el capitn ngel Calvo y algn otro oficial que se adhirieron a la actitud
adoptada por Asenjo y Castilla.
Convencido de su autoridad y que le asista la razn, hizo saber con toda
su energa a sus compaeros que estaba decidido a todo, incluso a enfrentarse a
ellos con las armas, para hacerse obedecer.
La habilidad de sus rivales en el planteamiento del por qu de aquella
decisin, le hizo cambiar de opinin; no se le discuta su derecho a ser la vanguardia del ejrcito, sino que veladamente se le acusaba de cobarda por no querer seguir adelante y tomar la ciudad de Santiago.
Asumiendo su responsabilidad de desobedecer a Osorio, levant el
campamento y al frente de sus tropas comenz la marcha, comunicando a
Osorio su decisin.
Este recibi la noticia con sorpresa e indignacin, pues tena pensamiento de permanecer en Rancagua para recomponer el armamento entre los
que se encontraban algunas cureas y caones; ademlis si Quintanilla avanzaba, le privara de-ser l el primero en tomar la ciudad de Santiago .
Miller escribe en sus Memorias: "las depredaciones y excesos cometidos por sus tropas (Carrera) irritaron de tal modo al vecindario, que enviaron a
Osorio una diputacin rogndole fuese a Santiago". (1)
En pocas horas, el populacho haba acabado con todo, la ciudad estaba
completamente arrasada, incluso fueron robadas las puertas de la viviendas y
las rejas que protegan las ventanas. Los rivales de Carrera criticaron con dureza que ste presidiera el saqueo de la ciudad.
Al anocher Carrera abandon la ciudad, pero antes haba nombrado
gobernador militar de la plaza al coronel Eugenio Muoz, quien design una
diputacin formada por los varones notables de la ciudad para rogar a Mariano
Osorio no entrase en la ciudad hostilmente.
Esta diputacin enviada por la ciudad de Santiago, fue recibida primero por Antonio Quintanilla, pues "como a eso de las 12 (noche) encontr una
dil~utacino comisin de personas respetables de la capital que instaba apresurase la marcha porque los enemigos, sabiendo nuestra proximidad, haban
desistido de organizarse y, hacer la resistencia, a cuyo efecto haban pensado
fortificar la Casa de la Moneda y otras y que a su salida trataban de retirarse
saqueando antes las casas y tiendas, etc ..." (2)
Despus de haber hablado con ellos les dijo que continuasen su marcha
hasta Rancagua para comunicrselo a Osorio y que le dijeran que l ya saba el
por qu de su venida y que, accediendo a sus ruegos, se haba puesto en marcha
hacia Santiago.
Al amanecer del da 5 de octubre lleg Quintanilla a los arrabales de la
ciudad, y una vez hubo amanecido, envi diferentes piquetes a explorar si haba
o no soldados enemigos, cuyos piquetes le notificaron que la caballera se haba
retirado hasta la Plaza Mayor y que la ciudad la "haban evacuado ya los principales facciosos llevando consigo todos los fondos pblicos, y mucha plata
labrada de aquellas iglesias, incendiando la Fbrica y Almacenes de Plvora y
autorizando el saqueo que algunos Forajidos hicieron en muchas Casas y
Almacenes con lo cual qued la ciudad sin defensores". (3)
Las tropas de Quintanilla entraron en Santiago siendo recibidas con
entusiasmo y alegra por sus habitantes y ste, como seal de su posesin, iz
una bandera espaola en el mstil de la Audiencia Real, cuyas llaves, as como
las de los dems edificios pblicos, le fueron entregadas por los ciudadanos
principales.
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Quintanilln
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tanta gente, daba a Santiago el aspecto de una ciudad deshabitada, por lo que
Osorio el da 11 de octubre dict un bando a su Gobernador Pisano en este sentido: "Puede usa llamar indistintamente a todos los que han abandonado sus
hogares, seguros de que la clase de su arrepentimiento dir el aprecio que le
merezcan, y que no se atentar de ningn modo a sus vidas, como se ha observado hasta ahora; y lo digo a usa en contestacin a su oficio de esta fecha". (7)
No dejaba contentos a nadie, pues la nota estaba redactada de una manera sibilina, desde luego a nadie se le condenara a muerte, pero dejaba al aprecio de
las autoridades su mayor o menor implicacin, algunos creyeron ver una trampa para incautos. Lo que no niega ningn historiador son los buenos sentimientos de Osorio, aunque le achacan ser dbil de carcter.
NOTAS
(1) Miller, J. Menzorias. T. 1, pg. 106.
(2) Quintanilla,Antonio. Autobiografia.
(3) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fol. 273 y 274.
(4) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fol. 273 y 274.
( 5 ) Miller. J. Memorias. T. 1. pig. 591 y Amuntegui M. Luis y G.
Vctor. La Recoi~quistaespaola, pgs. 168 y 169.
(6) Miller. J. Memorias, pg. 106.
( 7 ) Amuntegui, M. Luis y G. Vctor. La Reconquista eslmola, pgs.
170 y 171.
CAPITULO XVII
Osorio amenaza a Quintanilla con fusilarle. ltimos das de Osorio en
Chile. Juicio sobre su persona.
No fueron felicitaciones y parabienes lo que recibi Quintanilla de su
superior el general Mariano Osorio por la toma de la ciudad de Santiago.
Juzgando la conducta de Quintanilla con el Cdigo militar en la mano,
su falta fue muy grave; dejando de lado su labor, no cabe duda que haba desobedecido una orden de su superior, aunque tuviera como excusa para cometer
esta infraccin, que fue para no ser acusado de cobarde por su inmediato superior y, adems, exhiba como atenuante la toma de la capital sin prdidas en el
ejrcito.
Quintanilla creyendo que con la toma de Santiago haba hecho algo
merecedor de elogio por parte de sus superiores, no esper a que Osorio entrase en Santiago, sino que sali eufrico a su encuentro, helndosele la sangre por
los bruscos modales y con la cara de pocos amigos con que fue recibido por
Osorio; pero no par ah la cosa, sino que delante de jefes y oficiales, le espet
lleno de rabia y furioso: Lo he de fusilar a Vd. Ante tal amenaza, Quintanilla se
qued de piedra y temiendo que fuera ms que slo una amenaza, producto de
un acaloramiento momentneo, call y no supo cmo reaccionar: Tras unos
minutos de silencio, trat de justificar su accin pero, no convenca ni suavizaba el lenguaje y los ademanes de Osorio, al contrario, iban subiendo de tono y
ponindose cada vez ms furioso y, dirigindose de nuevo a Quintanilla, le
recrimin diciendo: "ni las invectivas de los oficiales ni que la ciudad fuese
saqueada y quemada deben a un militar hacerle dejar de cumplir las rdenes de
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Quintanilla
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1814; menos mal que en el mes de octubre comenz a cobrar su paga, pues
desde el da 5 de abril del ao anterior, que haba ingresado en e1 ejrcito, no
haba cobrado sueldo alguno.
Durante su permanencia en Aconcagua se dedic a la instruccin y
organizacin de su escuadrn, aunque l mismo reconoce no tener los conocimientos, ni tan siquiera motivos para ello, pues desde su ingreso en el ejrcito
no haba parado de luchar, por lo que haba carecido de tiempo para su formacin militar. Para la instruccin, especialmente de ataque y defensa con sable y
lanza, se haba guiado de un tratado escrito por el general espaol .Manuel
Freire.
El mismo da que cumpla 27 aos, Quintanilla recibi el nombramiento de Coronel, un gran alivio para su persona, pues ya tena la misma graduacin que sus inmediatos superiores. Quintanilla que haba querido abandonar
reiteradas veces el ejrcito, tena ahora la gran ocasin de hacer de la carrera
militar su definitiva profesin y demostrar sus grandes cualidades, hasta entonces apropiadas por sus superiores. Los hechos nos van a demostrar que sus
intentos de abandonar el ejrcito, eran desahogos naturales ante el orgullo herido, en este tiempo haba tomado gusto a aquella vida que se le presentaba como
una aventura.
Tras lo que Osorio crea ya como la pacificacin de Chile, trat de cumplir la orden del virrey de enviar al Batalln Talavera al Per, por lo que embarc dicho batalln y el de Voluntarios de Castro a las rdenes de Maroto y
Ballesteros en Valparaso para Arica; y cuando esperaba como recompensa por
sus servicios la Capitana General de Chile, se encontr con la desagradable
sorpresa que era sustituido por Marc de Pont.
Parece ser que esta sustitucin, ms que por no haber llevado bien las
cosas de Chile, fue producto de un incidente ridculo entre el celoso virrey D.
Fernando Abascal y el puntilloso D. Mariano Osorio, donde juega un papel
importante el orgullo y la soberbia, pero que al fin iba a ser una decisin caprichosa y lo que es peor errnea; uno de los muchos y transcendentales errores
cometidos por las autoridades virreinales, que terminaran dando motivo a los
americanos para luchar por la independencia.
En una nota de la Gaceta de Lima, apareca el virrey Abascal como el
artfice de tanta victoria, y que en lo referente a Chile, molest mucho a Osorio
protagonista directo, que contest al virrey con una nota insolente, lo que deter-
100
Jes~isCanales Ruiz
min su sustitucin inmediata del mando del ejrcito realista en Chile. Mariano
Osorio no es maltratado por los historiadores chilenos y as Encina escribi de
l, que a pesar de encontrar "un pueblo reducido a la ltima miseria, en su ao
y cuatro meses de gobierno, consigui no concitar el odio colectivo" y que atribuye a su mando suave, la bondad y el espritu conciliador y hasta su gracia
zumbona. Una prueba de ese humor fue la coletilla que puso a la solicitud de D.
Juan Mastn de Luco y Aragn que peda ser eximido de impuestos: "Como
Luco y Aragn/ libre de contribucin/ como vecino y pudiente/ pagar al da
siguiente". (2)
Dicen de l que era un soldado que no descollaba precisamente por su
capacidad, y que su ciencia militar se reduca a conocimientos prcticos de artillera. Estaba acostumbrado a obedecer sin replicar las rdenes de sus superiores, no importaba que fuese lo contrario que l haba dispuesto y se mostraba
muy cauto a la hora de tomar una decisin.
Era muy precavido, de pocas palabras, de aspecto y carcter desabrido,
con maneras bruscas como cabe a un hombre de cuartel, aunque no se puede
decir que era valiente, era tan ordinario como cualquiera de sus soldados aunque era un hombre de buen corazn. Su suegro el virrey Pezuela dice de l entre
otras cosas, que era " L I ~honrado y cristiano espaol, as como un pundonoroso
militar" ... y que sufri mucho por su "delicadeza".
En circunstancias normales y con buenos consejeros, hubiera sido un
buen Capitn General; su principal defecto era la debilidad de carcter por lo
que fue dominado por sus asesores, mezquinos y ansiosos de venganza.
El da 15 de diciembre de 1815 recibi Osorio las felicitaciones del
Monarca y los despachos de Brigadier, con la antigedad de 2 de octubre de
1814, y la noticia que converta aquel da en uno de los ms grandes de su vida
militar, le vino acompaada de otro despacho del virrey Abascal con la de que
era sustituido por Francisco C. Marc del Pont, que le produjo un gran gusto y
que determin que no quisiera seguir en Per y solicitara ser trasladado a
Espaa, siendo atendida su peticin.
Mariano Osorio lleg al puerto de El Callao, procedente de Chile, a
bordo de la fragata guila el 11 de junio de 1816 y tal como era su deseo,
embarc para Espaa el ao 1819 con su esposa Joaquina de la Pezuela y
Ceballos y sus dos hijos Juan y Jos, llegando a La Habana el da 29 de septiembre, donde cay enfermo de vmito negro, muriendo el da 7 de octubre (3).
NOTAS
(1) Quintanilla, Antonio. Autobiografia.
(2) Encina, Francisco... T. TI, pgs. 596 y 597.
(3) Mariano Osorio haba "estrado" de la iglesia de Rancagua un crucifijo que regal al virrey Pczuela, pues "era la nica inestimable presa que
haba cabido en la ocupacin de aquella ciudad". Para que la colocase en el altar
de la Virgen del Rosario patrona de las armas realistas y de la que era devoto
Osorio.
Segn M. Luis y G. Vctor Amuntegui en La Reconquista de Chile
(pg. 165), Osorio en Aconcagua haba capturado "cuatro bandcras y diez y
nueve cargas y media de oro y plata". El dinero fue al Tesoro Piblico y las banderas fueron remitidas a Lima siendo recibidas con gran pompa el da 6 de
noviembre y despus colocadas a los pies de la Virgen del Rosario a quien atribuy Osorio el triunfo y de la que era un gran devoto. El ao 1821 fueron recuperadas y el general Pedro Antonio Borgoo las remiti a Santiago.
( 3 ) Los capitanes Manuel Velzquez y Fermn Prez, seran los que
posteriormente se levantaran contra Quintanilla y le apresaran siendo
Gobernador de Chilo.
( 5 ) Diario de Pezuela. Cuaderno 1, 2, fol 182.
CAPITULO XVIII
Marc del Pont Capitn General de Chile. Nuevos hechos de guerra de
Quintanilla. Escaramuzas antes de la batalla de Chacabuco. Derrota de
Quintanilla en Las Comas.
En la tarde del da 19 de diciembre de 1815, a bordo de la fragata
Javiera lleg al puerto de Valparaso D. Francisco Ciriaco Marc del Pont "con
un enjambre de criados", ms de 80 cajas y baules, su tarjeta de presentacin
era una sucesin de apellidos, cargos y medallas; tras una larga charla, Osorio
le entrega el mando el da 26 en la chacra de Prado donde le haba recibido.
Encina escribi sobre el nombramiento de Marc del Pont: "los buenos
padrinos y la descomposicin poltica espaola produjeron el nombramiento a
pesar de los estigmas de su torpeza e ineptitud", alguno de esos padrinos fueron Urrejola y Elizalde.
Inmisericorde es el juicio de Quintanilla sobre este nombramiento:
"lleg a Chile con ms fausto e ignorancia del medio de gobernar que el que
corresponda a un general remitido de Espaa". Mariano Osorio hizo entrega
del mando a Marc del Pont el 26 de diciembre de 1815.
Aunque su figura y modales eran afeminados, era cruel a sangre fra,
slo se ocupaba del lujo y del ornato personal, gustaba del fausto y el oropel,
vanaglorindose de sus ttulos. Blasonaba de noble, ensartaba apellido tras apellido, aunque era hijo de un pescador de Vigo, enriquecido por el contrabando
durante la guerra con los ingleses, como vemos, Nada nuevo bajo el sol. Para
montar su caballo, su diminuto cuerpo era aupado por un asistente, era fanfarrn y presuntuoso y carente de inteligencia y valor.
Quintanilla
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Este General afeminado se rode de hombres que le adulaban cuya catadura moral era un descrdito para el Gobierno del Rey, su cobarda se tapaba
con instituciones creadas para defenderse de los que crea sus enemigos. As,
apenas llegado a Santiago, el da 17 de enero form el Tribunal de vigilancia y
seguridad pblica. Como presidente nombr al Mayor del ejrcito Vicente San
Bruno, (1) como vocales a Manuel Antonio Figueroa, Agustn de Olavarsieta,
Jos Barrera y Jos Santiago Solo de Saldvar, como secretario Andrs Carlos
de Vildsola y como asesor a Jos Mara Lujn.
Tal era la confusin que tena que an no haba ni decidido a quien iba
a poner al frente del Real Ejrcito. Sus temores le llevaban a expedir decreto
tras decreto amenazando, incluso con la pena de muerte, a los agitadores; pero
su crueldad no se quedaba en amenazas, as el da 5 de diciembre, apenas haba
transcurrido un ao de su llegada, hizo levantar en Santiago el patbulo para
ahorcar a tres patriotas sorprendidos en manejos independentistas, Juan Jos
Traslavia, Pedro Regalado Hernndez y a La Rosa sargento de Hsares de la
Concordia, apresados en Aconcagua. l y su Junta de Vigilancia llegaron a
prohibir cosas tan peregrinas como montar a caballo a los chilenos y llegando a
quitarles los que tenan.
El da 28 de agosto el Gobernador de Concepcin, el coronel de ingenieros Miguel Mara Atero, enva por la goleta Los Perros, al virrey Pezuela la
notificacin que haba recibido de Marc del Pont. En ella se le comunica que:
"Hace muchos das que se halla barloventeando, a tres o cuatro leguas de
Valparaiso, cuatro velas con indicantes de corsarias, y entretanto se queda habilitado el bergantn guila, de mucho andar, para acercarse a reconocerlas,
detendr V.S. al Santo Cristo de la Salud, y cualquiera otra embarcacin que
intente venir de Talcahuano, y promover que salga cuanto antes, alguna de los
que hubiese con destino al Callao, para que lleve all esta, que de Valparaso no
puede comunicarse por hallarse cerrado el puerto con este motivo, y deber el
Justiniano ir tambien a cruzar la altura de recalada para avisar a los buques que
puedan venir de Lima, que varien su destino, en caso de ser enemigos los bloq~leadores".(2) Su ingenuidad o ms bien ineptitud, le llev a no conocer nada
de lo que se tramaba al otro lado de los Andes, era engaado y burlado por San
Mastn, aunque ste no esconda sus propsitos, y avisaba de ellos enviando a
travs de la frontera que suponan los Andes, partidas de guerrilleros que incordiaban la vanguardia del ejrcito realista.
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Quintanilla
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volvi al lugar donde haba sido atacado, recuperando el sable y el sombrero que
haba perdido en el desgraciado lance.
Miguel Atero que haba observado la refriega, orden la retirada de la
infantera hacia San Felipe, llevando 6 heridos; pas al sur del ro Aconcagua,
destruyendo despus su puente, siendo protegida dicha retirada por la caballera
de Quintanilla, que poco a poco fue retrocediendo hasta Curic donde acampaba el otro cuerpo de ejrcito, con el fin de reconocer la villa de San Felipe en la
que permanecan algunos soldados de San Martn.
A media noche, tras vadear el ro, entraron en San Felipe, y ni uno solo
de sus vecinos quiso dar la noticia de la posicin de los patriotas. No obstante,
Quintanilla lleg hasta Putaendo donde tuvo un encuentro con una compaa de
caballera patriota con la que entabl un tiroteo mientras hua.
NOTAS
(1) Vicente San Bruno, era un fraile carmelita de Zaragoza, secularizado
durante el sitio de la ciudad por las tropas de Napolen pues se haba incorporado a los tropas sitiadas alcanzando el grado de teniente. Abandon el convento y la ciudad de Zaragoza y se traslad a Chile como capitn del temible
Batalln de Cazadores Talavera, cuyo nombre causaba pavor entre los chilenos.
Fue el prototipo de hombre sanguinario, de maneras groseras y de carcter brutal, pero demasiado casto y sobrio para un soldado, lo que le quedaba como
reminiscencia de su paso por el convento. Fue ajusticiado en Santiago y su cabeza qued pendida en un poste ms de un ao como escarmiento.
(2) Gaceta Extraordinaria del Gobierno de Lima. Jueves 19 de
Septiembre de 1816.
(3) Diario de Pezuela. Cuaderno 3 (1). fol. 124.
(4) Quintanilla, Antonio. Autobiografia.
( 5 ) Buenaventura o Ventura Lagunas, de las dos maneras se le denomina, fue repatriado de la isla de Juan Fernndez por el navo guila, al mando del
capitn Morris, con los dems presos de la isla.
(6) Quintanilla, Antonio. Autobiografia.
CAPITULO XIX
Diferentes actitudes de Marc del Pont y San Martn ante los acontecimientos que se avecinaban. Estratagemas de San Martn para conocer las
fuerzas realistas y engaar a Marc sobre sus verdaderas intenciones.
Marc del Pont ms dado a fiestas y saraos que a reuniones militares y
polticas, al boato que al sacrificio, presuntuoso y fanfarrn, pues sus veneras y
medallas eran, ms fruto de la amistad y la casualidad, que derivados de hechos
militares, pero le mostraban ante los dems como un gran militar lleno de proezas y actos hericos en los campos de batalla. La realidad era otra, todo ello no
era nada ms que la estampa de un cursi afeminado, lleno de necia vanidad.
Que no era el hombre adecuado para dirigir los destinos de Chile en una
situacin tan delicada como compleja, agitada y difcil, lo iban a demostrar muy
pronto los hechos.
Ante los tumultos sediciosos en las ciudades, la presencia de partidas
rebeldes que recorran Chile hostilizando al ejrcito y las noticias que se filtraban a travs de los Andes de lo que suceda al otro lado, Marc del Pont perda
la cabeza, no saba cual era la actitud a tomar, no saba por donde poda ser atacado, lo que le haca mover las tropas de un punto a otro sin ton ni son, queriendo estar en todas partes, y por ello, dejando desguarnecidas la mayora; ese
miedo cerval le llev a implantar el terror entre los ciudadanos, creando un descontento general y dando motivos a la conspiracin.
El 8 de febrero de 1817, en carta confidencial a D. Jos Villegas,
Gobernador de Valparaso, entre otras cosas, le deca: "Los enemigos por todas
partes asoman en grupos considerables, y cada da descubren ms sus ideas de
comprometernos, llamndonos la atencin por todas partes para apoderarse del
110
J e s h Canales R~iiz
reino todo ..., pudiera desde luego contrarrestar la (fuerza) de los invasores, si los
pueblos estuvieran en nuestro favor, pero levantado el reino en masa contra
nosotros, y obrando de acuerdo con el enemigo, toda convinacin es aventurada y todo resultado incierto". (1)
Por su parte San Martn, Gobernador de Cuyo entonces, preparaba concienzudamente la invasin de Chile en la ciudad de Mendoza, lejos de ojos
indiscretos. San Martn sin prisas, con la calma suficiente para preparar bien
todo lo necesario para una operacin tan compleja y difcil, se vali de varias
estrategemas para confundir a sus enemigos y trazar su plan estratgico.
El destino quiso que la Independencia de la Argentina la proclamase en
Mendoza el da 20 de julio de 1816 el brigadier chileno Bernardo O'Higgins, el
Mroe de las derrotas como le llama Santiago Estrada, y que precisamente se
encontraba en Mendoza a causa de la derrota de Rancagua. Fueron dos das de
fiesta en los que se celebr, entre otros actos, una "Accin de gracias". Pocos
das despus, el da 31, lleg San Martn a Mendoza y dispuso otra ceremonia
de jura de la Independencia.
Para la invasin de Chile era indispensable el conocimiento exacto de
los caminos y los pasos de la cordillera, para decidir por cual de ellos habra de
conducir al Ejrcito Libertador, pues aunque posea algunos datos e informaciones no lo juzgaba suficiente para una operacin tan compleja.
Una intriga le haba permitido acreditar ante el gobierno chileno a Ios
mismos que le espiaban y otra, no menos ingeniosa, le permiti una relacin
directa con Marc de Pont, hacindole comulgar, como vulgarmente se dice, con
ruedas de molino. Huyendo de los patriotas haban salido de Chile muchos realistas acomodados que haban buscado refugio tras Los Andes. San Martn,
temiendo que conocieran sus planes y le delataran, los hizo trasladar a la Punta
de San Luis, a unos 400 kms de su campamento
Uno de estos exiliados era D. Felipe Castillo Albo, comerciante acaudalado, honrado y realista hasta la mdula. Su casa haba sido lugar de reunin de
los realistas y su dinero haba servido para pagar muchos de los gastos ocasionados por la tensin que se viva. Jos Miguel Carrera le haba desterrado de
Santiago y confinado en Mendoza por sarraceno incorregible y sujeto a vigilar,
siendo trasladado con los dems a la Punta de San Luis. San Martn pens que
era la persona idnea para llevar a cabo su plan. Orden volverle a Mendoza y
que uno de sus oficiales se granjeara su confianza, cosa no demasiado difcil
dado su carcter afable. Se tomaron informes rigurosos de sus negocios, y despus de conocidos, la persona que se haba ganado su confianza, le diriga cartas con cualquier pretexto, cortando las firmas a sus contestaciones. As el agente de San Martn escriba a su esposa, deudos, Marc del Pont y a amigos polticos, largas cartas en las que, entre los asuntos domsticos, relataba lo sucedido en Mendoza segn la conveniencia de San Martn, por lo que las noticias
eran una tergiversacin de la realidad.
Segn le haban comentado, no deba ser D. Felipe Castillo quien las
escribiera ni firmara, pues podan caer en manos de San Martn, y que por ello
no se preocupara, pues el cartero las entregara
con un papel con su firma, firma, que como
hemos visto, se consegua con medios engaosos.
Marc de Pont estaba encantado con esta
correspondencia, creyendo todas las patraas que
en ella se insertaban. Daba rdenes de toda clase,
expeda decretos amenazando con la pena de
muerte a los agitadores, en anteriores captulos
hemos visto como fueron ejecutados algunos de
stos el 5 de diciembre en la Plaza de Santiago. Al
recibir la noticia por el alfrez de Carabineros
Antonio Gutirrez de la Fuente de haber cruzado
el emisario de San Martn el paso de los Andes,
crey que ste no poda venir sino con la misiva
de sumisin y paz. (2) "El pblico dio por cierto
que San Martn y los pueblos de su mando,
desengaados por llegar al logro de su soada
Marc del Pont. Museo
independencia y deseosos de evitar el golpe mor- Histrico Nacional de Chile.
tal que se acerca, dirigen este mensaje con miras
pacficas y juiciosas; que intentasen volver a la debida obediencia del monarca".
(3)
Segn el propio San Martn "lo que no me deja dormir no es la operacin que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes". Por lo que quera tener un conocimiento exacto de cada uno de los obstculos de los pasos y para ello tena el hombre adecuado, el ingeniero y experto
dibujante Jos Antonio lvarez Condarco.
112
Jes~isCanales Ruiz
Cada visita de lvarez Condarco al otro lado de los Andes, era motivo
de zozobra y angustia para San Martn pues todos los sospechosos de ser espas
eran fusilados.
Pero la imaginacin de San Martn no tena lmites a la hora de preparar
estratagemas y lvarez Condarco era el hombre idneo para encargarle de tan
delicada, necesaria y vital misin para sus planes de invasin, y qu mejor que
la misin de parlamentario para pasar al otro lado de los Andes sin grandes problemas. Se le proporcion como pasaporte y salvoconducto un oficio en el que
se notificaba a Marc del Pont la declaracin de la Independencia de Argentina,
proclamada pocos meses antes en el Congreso de Tucumh. No cabe duda que
lo que figuraba como salvoconducto, poda trocarse en sentencia de muerte si
era descubierto el ardiz. lvarez Condarco llevaba la promesa de San Martn,
que si a l le tocaban un solo cabello, ahorcara a todos los realistas que tena de
rehenes. Vaya consuelo para lvarez Condarco! de qu le serva a l que les
castigasen a los realistas con la muerte?
lvarez de Condarco, con su ttulo de parlamentario y varias cartas de
presentacin de destacados vecinos de Mendoza, entre otros Felipe del Castillo
Albo, se preparaba para partir hacia Santiago de Chile. En dichas cartas era presentado ante los familiares de los exiliados en Mendoza, como un hombre bondadoso "que aunque estaba al servicio del Rey de Espaa, se haba dispuesto a
servir a los espaoles perseguidos".
El da 20 de diciembre de 1816, parti de Mendoza y por el camino de
Los Patos lleg hasta la primera guardia realista en el lado chileno; la compaa
que haca de avanzadilla estaba al mando del alfrez de carabineros Antonio
Gutirrez de la Fuente, quien le dio el alto, y aunque respet su misin de parlamentario le orden seguir su camino de inmediato, lo que desconcert a lvarez Condarco, pues en medio de la oscuridad no poda observar el camino para
su conocimiento y que era su principal misin. No le qued otra salida que fingirse enfermo para poder permanecer all hasta el amanecer, que acompaado
del alfrez la Fuente inici de nuevo la marcha hacia Santiago. Marc de Pont
dispuso un recibimiento fastuoso para deslumbrar al emisario y hacerle creer
que los recursos del Gobierno le hacan poderoso. En los suburbios de la ciudad
esperaba a lvarez Condarco una compaa de caballera lujosamente ataviada.
El oficial que mandaba la compaa vend los ojos al parlamentario y le condujo a uno de los salones de su palacio cercano a la Plaza de Armas.
La Gnzetn del Rey narra este acto y dice: "Cuando nuestro dignsimo
Jefe no vio que no contena sino una indecente acta de independencia formada
entre los desvaros del crimen y la desesperacin, en la ciudad de Tucumn, en
celo impetuoso e irreflexivo a vista de rebelin tan declarada y provocacin tan
insultante, haba tomados providencias ejecutivas que hubiesen sido sensibles y
capaces de escarmentar al conductor del pliego y a su remitente; pero nuestro
jefe supo temperar sus impulsos de fidelidad; y atendiendo a que el moderno
derecho de gentes consagra la persona de los enviados, an casos de esta clase,
dispuso que don Jos Antonio lvarez Condarco fuese recibido en casa del
seor coronel y comandante de dragones don Antonio Morgado, y all tratado y
hospedado con afabilidad, aseo y cortesa". (4) El da 13 de diciembre recibi
una orden de Marc del Pont de partir inmediatamente hacia Mendoza acompaado de un escolta. Se le envi por el camino ms corto, el de Uspallata, lo que
permiti al parlamentario conocerlo. El da 21 de diciembre lleg a Mendoza
donde inform a San Martn acerca de los pasos de los Andes y de los caminos
hasta Santiago y le hizo entrega del pliego de Marc del Pont. En l comunicaba a San Martn, que slo su urbanidad y moderacin le haban contenido de
devolver el documento y que estimaba "frvolo y especioso este motivo para la
venida de un parlamentario".
"Esto me oblig a manifestar a V.S. que cualquier otro de igual clase
merecera la inviolabilidad y atencin con que dejo regresar de esta misin". El
pliego de San Martn fue quemado por el verdugo en la Plaza delante de las tropas realistas.
Estamos en los preliminares de la decisiva campaa de 1817.
NOTAS
(1) Amuntegui, Vctor. La Reconquistn de Clzile en 1814.
(2) El alfrez realista Antonio Gutirrez de la Fuente, peruano de origen,
pas despus a formar parte del ejrcito independentista donde alcanz el grado
de Mariscal, llegando a ser Presidente de la Repblica.
(3) Biblioteca Nacional de Chile. Coleccin de Antiguos peridicos chilenos. T. 11, pg. 290. Gaceta del Gobierno de Clzile.
(4) Biblioteca Nacional de Chile. Coleccin de Antiguos pericrlicos clzilenos. T. 11, p5g. 290.
CAPITULO XX
Antecedentes de la batalla de Chacabuco. Derrota realista y huida en desbandada de jefes, oficiales y soldados.
Los intereses de Espaa en el Reino de Chile no iban bien, sus habitantes cada da estaban ms cerca de las tesis de los llamados patriotas que del Rey
de Espaa. El da 29 de enero de 1817 informaba Marc del Pont al virrey se
senta muy inquieto "or haber advertido un fomento extraordinario en los espritus dscolos que hasta entonces lo haban reprimido".
Le informaba que los papeles descubiertos le haban puesto al corriente
de "que eran muchos y caracterizados los vecinos de Chile que mantenan
correspondencia y conformidad de ideas con los rebeldes del Ro de la Plata".
(1)
Marc de Pont determin detener a los ms caracterizados de ellos, "43
individuos, entre Religiosos y Particulares que deca servirle de estorbo para la
tranquilidad del aquel Reyno" (2) los envi a Lima, siendo encarcelados por el
virrey en El Callao en el castillo de Casas Matas; otros fueron desterrados a la
isla de Juan Fernndez, entre los que "estaban aquellos individuos que se haban decidido por el partido de la revolucin y excedido durante ella, las primeras
Plazas de la administracin pblica y cuya influencia poda ser peligrosa hasta
que recobren los nimos aquella calma y sosiego que disfrutaban en el antiguo
orden". (3) Miller escribe en sus Memorias que eran "Cuarenta y seis padres de
familia, parte en el ltimo tercio de su vida, algunos en edad decrpita y dos
paralticos". (4)
Hacinados en la corbeta La Sebastiana, tras una semana de navegacin,
llegaban la isla donde les dejaban en la costa "sin ms auxilio que la racin de
soldado". Uno de aquellos ancianos, era D. Enrique Rosales, que gracias a la
Quintanilla
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intervencin y a los ruegos de Sir Thomas Staines, pudo ser acompaado por su
hija doa Rosario de Rosales, aunque tambin al mismo tiempo estuvo preso su
hijo Santiago. El da 5 de enero un incendi destruy varias de las casetas donde
vivan, entre ellas la que habitaba la familia Rosales.
Marc del Pont, sin saber qu postura definitiva adoptar, le pareca que
con seguir desterrando a unos pocos iba a acabar con aquel fermento de independencia y de descontento, por lo que sigui mandando fuera de Chile a aquellos que crea eran un estorbo para su gobierno; un nuevo turno sali para El
Callao el da 29 de febrero en la fragata Sacramento entre ellos: un cura, 16 frayles, y 26 Particulares decentes, con encargo de aquel a este Gobierno de que
sean mantenidos en prisin segura y a racin de Presidio durante las actuales
turbulencias". ( 5 )
Quintanilla estaba ajeno a lo que suceda en la retaguardia y se iba a
encontrar como sus superiores decidan retirarse a posiciones que ellos consideraban ms seguras.
Mientras el Gobernador de Chile encarcelaba y desterraba sbditos
como remedio a los males que detectaba en aquella sociedad pero sin tomar las
medidas adecuadas, San Martn preparaba la invasin de Chile en la ciudad de
Mendoza, de cuyos preparativos informaba peridicamente a Puyrredn,
Director Supremo, quien en carta de fecha de 24 de enero de 1817, entre otras
cosas le deca: "He visto el plano, pero no he tenido tiempo de arreglarlo al detalle que me hace de sus marchas. Es preciso que Dios sea godo para que no ayude
nuestra empresa".
El paso de los Andes se mostraba como una empresa muy difcil, no slo
por los obstculos naturales sino por la ingente y mltiple operacin de conducir hombres, unos 4.000 animales, entre ellos 10.600 mulas, 1.600 caballos y
700 reses; de stos animales consiguieron pasar a Chile, 4.300 mulas y 511
caballos en muy mal estado.
La marcha comenz el da 12 de enero desde La Rioja y San Juan, formada por sendas columnas en direccin a La Serena, provincia de Coquimbo.
El da 14 partieron dos compaas al mando de los capitanes Ramn Freire y
Jos Len Lemos, para por los pasos del Planchn y el Portillo, dirigirse a
Arauco con el fin de insurreccionar el Sur de Chile. El da 20 abandon el campamento del Plumerillo, el general Juan Gregorio de las Heras, que con su divisin se diriga a la provincia de Aconcagua por el paso de Uspallata. Al da
116
siguiente emprendi la marcha el resto del ejrcito, cuya vanguardia era mandada por el general Miguel Estanislao Soler y la retaguardia por Bernardo
O'Higgins, que por el paso de los Patos se dirigan a Liqua. La capital de Cuyo
con apenas 6.000 habitantes, con la marcha de las tropas, queda triste y silenciosa, los bailes, las tertulias
y el bullicio de los soldados
han terminado, queda la
esperanza de un triunfo.
El avance de todos ellos
deba de ir sincronizado para
que todos llegasen el da 8
de febrero al Valle de
Aconcagua. En este paso de
TALCAHUAN
CONCEPCIO
los Andes, el soroche, o mal
de altura, atac a la mayora
de los soldados, por lo que
algunos murieron durante la
marcha.
Del cumplimiento estricto de lo ordenado por San
Martn lo dice bien a las claras, el que Las Heras con su divisin llego a Santa Rosa a media tarde del da 8,
mientras a la misma hora lo haca su entrada en San Antonio de Putaendo el
grueso del ejrcito. La artillera y el parque, al cuidado del fraile-soldado fray
Luis Beltrn lleg sin prdida de un solo can al Valle de Aconcagua.
El general Jos de San Martn dirigi esta abigarrada caravana desde su
puesto de observacin, una mula cuyos arreos era u11a silla al uso chileno con
los caractersticos grandes estribos de madera que llaman bailes, ni su vestimenta, capotn, botas y falucho denuncian su alto mando.
El coronel de ingenieros Miguel Atero, al conocer la noticia de que el
general San Martn haba pasado los Andes, dirigi sus pasos a Santiago, pretextando, que siendo el Jefe de Estado Mayor, debera estar cerca del General.
Bonita excusa! Los informes oficiales son explcitos y duros con esta actitud de
Atero, pues la atribuyen a que "valindose del favor de Marc, luego que vio
que la cosa iba formal dex el mando al capitn del Talavera graduado de
Quintanilla
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Ni Quintanilla ni Elorriaga pensaban que podan ser escuchada su conversacin por el general Maroto que descansaba en una habitacin prxima.
Pronto conocieron la respuesta a sus opiniones. El general Maroto llam a su
ayudante y "con aquella voz ronca que tena" le orden colocar una "Orden
general de pena de la vida al que dijera que convena retirarse". Quintanilla call
y no volvi a hablar hasta, que al da siguiente, al ver avanzar al ejrcito patriota por la Cuesta se dirigi a Maroto para recibir sus rdenes. Maroto le mand
que tomase la altura con su caballera antes que lo hiciese el enemigo y a
Elorriaga que se dirigiera tambin all con el Valdivia; pero la orden era ya tarda, la Cuesta haba sido tomada por el enemigo.
Quintanilla
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portunos mostrando la cara real, retratada para la posteridad en los informes oficiales, quiz demasiado guardados en los archivos.
Cada uno de los mandos militares o de las autoridades civiles, hizo lo
que estuvo en sus manos para salir lo mejor librados posible de aquella derrota,
sin otra preocupacin que no fuera la de salvarse ellos. El Mayor Manuel Feli
y Olaguer, jefe de ingenieros que haba llegado a Valparaso con 100 zapadores
el da 9, no haba tomado ninguna decisin, aunque su misin era la de fortificar la ciudad; "el Coronel Atero hablando con Marc secretamente y llegado
Maroto con algunos fugitivos de la desgraciada accin de su vanguardia, se volvi a la ciudad desde la corta distancia de que se hallaba y en contra de la voluntad de sus tropas que deseaban batirse con el Enemigo". (9)
Aunque muy cuidadores de las formas, nos encontramos con datos
como "que el primer Gefe que lleg a Valparaso con sus muger y equipage fue
el Brigadier Maroto quien en aquel momento pas un Oficio a Villegas referente a Orden del Presidente p(ara) q(ue) le entregase el mando como lo hizo". (10)
Maroto estaba casado con doa Antonia Corts, del Marquesado de Caada
Hermosa.
En pequeos grupos, desorientados, temerosos, desordenados y sin oficiales a su frente, fueron llegando al puerto de Valparaso 1.400 soldados que trataban de tomar alguna de las lanchas para poder embarcar en los buques surtos
en el puerto. Sus jefes tuvieron ms suerte, pues segn fueron llegando "se
embarcaron asaltando por la fuerza las lanchas habindolo executado antes
Feli, Maroto y Villegas, y una considerable porcin de paisanos, inugeres y
nios en nuebe buques mercantes que haba embarazndolos y en pribndolos
no solo de recibir Tropa sino de hacer viage por falta de vveres y aguada". (11)
Cuando Quintanilla lleg a Valparaso a las 12 de la noche del da 13, ya
haban embarcado sus jefes, l lo hizo en el bergantn San Miguel. La mitad de
los soldados, unos 700 y muchos civiles quedaron en los muelles donde el temor
haba concentrado miles de personas ansiosas por embarcar, pero en esa espera
"eran atacados por las compaas de la Concordia compuestas por los paisanos
de Valparaso, que por no haber desarmado su gobernador Villegas, empezaron
a hacer fuego contra los grupos de soldados que no pudieron embarcar" (12).
As opina Quintanilla: "en mi concepto los jefes Villegas, Atero, Feli y
Maroto son los culpables en este escandoloso abandono, por el desorden del
embarque. Villegas como Gobernador del puerto, en haberlo abandonado y per-
Quintanilla
NOTAS
(1) Diario de Pezuela. Documento 103, cuaderno 4 (l), fol 36.
(2) Obra citada. fol. 41.
(3) Obra citada. Cuaderno 1, 2, fols. 274-275.
(4) Miller, J. Memorias. T. 1. Pg 107.
(5) Diario de Pezuela. Documento 103. Cuaderno 4 (l), fol. 365.
(6) Obra citada. Cuaderno 3 (l), fol. 124.
(7) Quintanilla, Antonio. Autobiografia.
(8) Diario de Pezuela. Documento 103. Cuaderno 3 (l), fols 124, 125 y
126.
(9) Diario de Pezuela.
(10) Obra citada.
(11) Id
Id
(12) Id
Id
Id
(13) Id
(14) Id
Id
NOTA: Dentro del cuerpo de los Granaderos a caballo, figura el voluntario Pascua1 Meneses, es un joven imberbe de 19 aos, mendocino de nacimiento y que va bajo las rdenes de Las Heras. En Uspallata, se descubre que
no hay tal granadero, sino que se trata de una muchacha criolla que responde por
Pascuala Meneses. Las rdenes de Las Heras son duras y severas, no se admiten mujeres-soldado, ordenando que devuelva el uniforme y regrese a su casa de
Mendoza, aunque l comprenda los sentimientos de la joven.
CAPITULO XXI
El Gobernador de Chile D. Francisco C. Marc del Pont es hecho prisionero por los insurgentes.
La derrota realista en Chacabuco fue conocida por el virrey D. Joaqun
de la Pezuela el da 27 de febrero por la maana, y no por un pliego oficial, sino
de boca del comerciante D. Jos Incln, que procedente de Valparaso haba llegado al Chorrillo en la corbeta francesa Bordelais; en la misma corbeta llegaron
los oidores de Valparaso Antonio Caspe, Antonio Pereira, el comerciante
Bernardo Sofa, el cirujano Justo Aparicio, el capitn de la Wild inglesa Hear
Hery y su esposa y el Dependiente de rentas Manuel Blanco.
Marc del Pont para abandonar la ciudad ms libre y ligero de equipaje
y sin ms preocupacin que evitar un encuentro con el enemigo, dispuso el
mismo da 12 que "el caudal de las Caxas de Santiago que ascenda en Plata y
Oro a unos 250.000 pesos saliera para Valparaso a cargo del oficial Real
Arangua con una partida de Tropa fue robado totalmente por los Soldados de
esta y por los prfugos que pasaron". (1)
Pero no se olvid, ni mucho menos, de sus pertenencias que trat de salvarlas a toda costa; en la ya citada carta dirigida al Gobernador de Valparaso,
D. Jos Villegas, le manifestaba lo siguiente: "atendiendo al mucho equipaje con
que me hallo, y que me sera tanto ms doloroso perderlo en la ltima desgracia
cuanto que se aprovechasen de l estos infames rebeldes, he resuelto remitir una
pequea parte a ese puerto, a cargo del portador, que es mi mayordomo, a quien
estimar a Vd le franquee una pieza en su casa donde pueda depositarlo con lo
dems que vaya remitiendo en lo sucesivo". Aunque quiere justificar esta decisin, manifestando que no quiere que los rebeldes se hagan con sus cosas, la ver-
dad es que no quera perder nada de lo suyo, anteponiendo el lograr salvar sus
cosas a cualquier otra preocupacin, como organizar la defensa ante lo que pareca inminente, un ataque rebelde y que l estaba demostsando, conoca y tema.
No terminaba ah su recomendacin acerca de cmo salvar su equipaje,
en caso de que los patriotas con sus acciones militares pusieran ms dificultades
que las habituales, pues "en caso desgraciado, que no lo espero, sin embargo de
la maldita sublevacin del reino, me haga favor de embarcarlo con su persona
en uno de los buques mejores que haiga (sic) en ese puerto, o en el Justiniani,
como que es de la real hacienda, Procurando salvarlo a toda costa, para que esta
canalla no se divierta a costa de Marc". La verdad es que San Martn ya se estaba divirtiendo a su costa y ms lo habra de hacer en cuanto entrase en Chile.
Con sto nos evita opinar acerca de su nefasta actuacin, l mismo
muestra bien a las claras cual era su principal preocupacin en aquellos momentos, en los que Espaa tanto se jugaba en Chile, donde l era el mximo representante. Pero, como es lgico, tambin se preocupaba de su persona, para qu
enviar si no por delante sus pertenencias?, precisamente para que no pudieran
impedirle marchar con desahogo y en caso de apuro ponerlas a salvo; por lo que
pudiera suceder, rogaba al Gobernador de Valparaso, que asegurase el puerto
para poder embarcar, pues era el punto determinado para retirar sus tropas, tal y
como se lo haba comunicado al coronel Olaguer y Feli. "Por las mismas razones deber Vd. embargar todos los buques que se hallen en ese puerto y los que
vayan viniendo, sin permitirles la salida, y reservando siempre el objeto de esta
providencia, que no conviene se traduzca por ahora. Para lo cual ser siempre
bueno el cohonestar la prohibicin de su salida con la recalada de la escuadrilla
enemiga". (2)
La claridad con la que expone sus principales preocupaciones, nos evita
el comentario sobre cual era su cuidado principal en aquellas circunstancias;
nada le importaba, a no ser su persona y pertenencias, sus alhajas y los dijes que
adornaban los salones, eran ms importantes que sus obligaciones como gobernante y militar. Los informes llegados a Lima el da 7 de marzo sobre la suerte
corrida por Marc del Pont eran confusos, "pues no asom al Puerto, ni se sabe
el rumbo que tom despus de la evacuacin de Santiago". (2) Sin embargo en
otra parte del mismo documento se puede leer: "Marc llego a Valparaso sin ser
perseguido, sin la precipitacin y desorden que las tropas con el Mayor General
Bernedo, el Comandante de Artillera Cacho y algunos oficiales; pero desde
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Jes~isCanales Ruiz
alturas del puerto tubo el desconsuelo ver los buques a la vela y tirando por otro
camino fue hecho prisionero con los que le acompaaban". (3)
Qu es lo que en realidad sucedi con el Capitn General? La respuesta la encontramos conociendo a Marc del Pont; el miedo, mejor el pavor que le
invadi y que solamente le dej pensar en la huida, es el que al final le traicion. Para disculpar su miedo y no quedar como un desertor, deleg su mando en
el general Rafael Maroto y se dirigi a la villa de San Antonio situada al sur de
Valparaso. Sospechando que le estuvieran buscando, como as era, desde la
hacienda Las Tablas donde se esconda, envi a Valparaso varios emisarios para
saber si haba cado en poder de los insurgentes y si haba algn barco en el
puerto. Reconocido por uno de los criados de la hacienda, le denunci a su
patrn, que con la ayuda del capitn Francisco Aldo le hicieron prisionero junto
con el coronel Bernedo el da 17 de febrero. El da 22 Francisco Marc del Pont
fue presentado al general Jos San Martn que le recibi con este saludo lleno
de intencin: "iOh seor General, venga esa blanca mano!". Irnico y sarcstico saludo, pues San Martn le recordaba con ello una carta que le haba enviado
Marc en la que una de las cosas que le deca era: "Yo firmo con mano blanca
no como San Martn que la suya es negra". (4)
Marc de Pont fue enviado provisionalmente a Mendoza como prisionero y poco despus fue confinado en la Punta de San Luis. Muri el ao 1819
en la Villa de Lujn, cerca de Buenos Aires, famosa hoy y muy visitada por el
Santuario de la Virgen del mismo nombre. ( 5 ) Al percatarse los santiaguinos de
la huida de su Gobernador y dems autoridades realistas, el da 13 a las 10 de la
maana se reuni el Cabildo y designo como Gobernador a D. Francisco Ruiz
de Tagle. (6)
La contundente victoria de los insurgentes en Chacabuco tuvo su lado
festivo con la celebracin hecha por los partidarios de San Martn. La fiesta se
celebr en casa de D. Juan Enrique Rosales, preso en la isla de Juan Fernndez,
en donde estaba acompaado de su hija Rosario y uno de sus hijos, Santiago. La
fiesta fue organizada por su hija Mercedes casada con Felipe Santiago del Solar,
agente secreto de San Martn; dicha fiesta comenz con la interpretacin del
Himno argentino cuyas notas finales fueron seguidas de 21 caonazos. (7)
Segn el nieto de Juan Enrique Rosales, Vicente Prez Rosales se sirvieron
"cochinillos rellenos, con naranjas en el hocico, jamones de Chilo, almendras
de las monjas, coronillas, manjar blanco, huevos Quimbes y mil y otras golosi-
NOTAS
(1) Diario de Pez~rela.Documento 103. Cuaderno 3 ( l ) ,fol. 128. Jos de
Arangua formaba parte del Estado Mayor del general Osorio como Contador y
Oficial de las Cajas Reales de Chile.
(2) Diario de P e z d a . Documento, 103. Cuaderno 3 (l), fol. 10.
(3)
Id
Id
Id
fol. 128.
(4) Berdiales, Germn. El Primer Soldado de la Libertad, pg. 43.
(5) El 25 de febrero, enterado Puyrredn de la victoria de Chacabuco,
escribi a San Mastn quien despus de felicitarle le dice: "Si por accidente cae
en nuestra poder, (Marc) trtelo V. como caballero y mndemelo aqu sin
demora, para ensearle yo tambin que lo somos mds que l".
(6) Francisco Ruiz de Tagle y Portales, era nieto de Bernardo Ruiz de
Tagle natural de Ruiloba, Cantabria. Fue heredero del mayorazgo fundado en
Chile por su abuelo. Fue Presidente de la Junta de Chile, senador y ministro.
Muri en Chile el 23 de marzo de 1830.
(7) El autor de la letra del Himno de la Argentina fue Vicente Lpez
Planes. Su padre Domingo Lpez Cantero haba nacido en Bedoya, Cantabria.
En 1827 sustituy a Rivadavia en la Presidencia de la Repblica.
(8) Berdiales, Germin. El Primer Soldado de la Libertad pg. 57.
( 9 ) Diario de Pezuela. Documento 103. Cuaderno 4 (l), fol. 38
(10) Id
Cuaderno Histrico, fol. 173.
(11) Amuntegui, M. Luis y G. Vctor. La reconquista de Chile. pdgs.
446 y 447. En el Apndice est la lista de los prisioneros liberados y de algunos
personajes ms.
(12) Diario de Pezuela. Cuaderno 1 , fol. 259.
NOTA: Juan Fernndez es un archipilago en el Ocano Pacfico, perteneciente a Chile a unos 667 kms al O de Valparaso. Tiene 185 kilmetros cuadrados y unos 250 habitantes. Las islas eran Ms a Tierra, Ms a Fuera y Santa
Clara. Hoy, Robinson Crusoe, tambin llamada Juan Fernndez y Alejandro
Selkirk.
CAPITULO XXII
Llegada a El Callao de los huidos de Chile. Quintanilla es nombrado
Gobernador y Comandante General de Chilo. Batalla de El Gaviln.
Quintanilla llega a la isla de Chilo.
Despus de la derrota de Chacabuco y del desastre del ejrcito realista
qued prcticamente diezmado en sus efectivos; de los 5.267 hombres que le
compona, 4.137 con guarnicin en la capital Santiago y 1.130 en Valparaso y
Concepcin, solamente llegaron a Lima 501. El coronel Ordez se haba retirado al puerto de Talcahuano, y unos meses despus contaba con "1.700 hombres de Tropa, incluidos 150 enfermos", los dems haban muerto, desertado o
haban sido hechos prisioneros.
Los jefes y oficiales que llegaron a El Callao, fueron retenidos en los
diferentes castillos del puerto hasta aclarar su actuacin en la guerra y el por qu
de su huida de Chile.
El virrey D. Joaqun de la Pezuela, enterado por su yerno el brigadier
Mariano Osorio que entre los que haban llegado a El Callao estaba Antonio
Quintanilla, quien haba destacado por su valenta en diferentes hechos de guerra, fue llamado a su presencia; quiz sto fuera razn suficiente para llamarle a
su Palacio de Lima, pero queremos imaginar que tambin habra jugado un tanto
por ciento la curiosidad por conocer, no slo a un paisano, sino a un vecino, pues
recordamos que Pezuela tena su casa solariega en Entrambasaguas, pueblo cercano a Pmanes donde haba nacido Quintanilla.
Sea la razn que fuere, el caso es que adems de encargarle una relacin
de las acciones de guerra en las que haba intervenido hasta entonces, cosa que
hizo, el da 20 de marzo de 1817 le nombr Gobernador y Comandante General
Quintanilla
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132
Jess Car~alesRuiz
pleto, lo que fue aprovechado por la caballera enemiga para obligar a las tropas
realistas a volver sobre sus pasos y repasar el malecn tomando el camino a
Talcaliuano. Quintanilla, aprovechando que la caballera enemiga se replegaba
para perseguir a la columna de Morgado derrotada y deshecha, se propuso detener la dispersin de las tropas realistas desde su posicin en la ribera del ro
Agua Negra.
Ordez volvi a pasar el malecn con la infantera completamente en
desorden, por lo que fue facilmente batida. La misin de Quintanilla se redujo a
poner un poco de orden en los que se retiraban. La jornada fue funesta para los
realistas pues dejaron en el campo de batalla 124 muertos, 58 heridos y 6 prisioneros.
La imprudencia, el desconocimiento de las fuerzas enemigas, la falta de
preparacin y de disciplina de sus tropas, llev a Ordez a este descalabro en
una operacin temeraria e injustificada, pues an habiendo vencido, su victoria
hubiera sido prrica y momentnea.
Tras poco mBs de un mes y medio de estancia en el Continente a instancias de Ordez, Quintanilla vio llegada la hora de partir para Chilo y tomar
posesin de su cargo de Gobernador y Comandante General; abandon
Talcahuano el da 20 de junio a bordo de La Pnlafox.
NOTAS
(1) Antonio Morgado perteneca a la Sociedad masnica Lautaro, fundada por el general insurgente Jos de San Martn, a la que pertenecan del lado
realista, entre otros Marqueli y Cacho. Morgado f ~ i euno de los informantes de
lvarez Condarco y, si no se sublev contra Marc de Pont, fue porque conoca
muy bien las cartas de Castillo Albo, llenas de falsedades sobre las tropas insurgentes de Mendoza.
El buque Pezuela se arm de guerra en 1817, primero se llam San
Felipe Neri y Brillante.
CAPITULO XXIII
Quintanilla toma posesin de su cargo de Gobernador y Comandante
General de la Provincia de Chilo con residencia en la isla del mismo nombre.
La isla de Chilo que da nombre al archipilago y a la Provincia que se
extiende en el Continente, es la mayor de las islas.
Su capital fue Santiago de Castro situada en el centro de la costa de esta
isla, aunque nunca fue residencia del Gobernador, si bien tena Ayuntamiento
formado por la nobleza indgena y que gozaba de muchas prerrogativas dispensadas por los reyes espaoles, su Cabildo tena el ttulo de ilustre y muyfiel.
El Gobernador, la Guarnicin y las oficinas de la Administracin, en los
primeros tiempos, estuvieron en el puerto de Chacao, situado en la canal del
mismo nombre. Pero Chacao era un puerto muy difcil por lo que el virrey D.
Jos Antonio Manso de Velasco y Snchez Samaniego, traslad la capitalidad e
hizo de San Carlos la capital administrativa de la Provincia. Desde Lima el
virrey enviaba anualmente 50.000 pesos para los gastas administrativos.
El cuerpo de ejrcito de la isla estaba formado por una compaa de artillera, dos de infantera y una de dragones, a los que haba que aadir un regimiento de infantera y un escuadrn de caballera, titulado Milicias de Castro,
que estaban formados por espaoles y criollos, siendo su misin defender la isla
de los ataques corsarios.
El ao 1788 fue nombrado Gobernador el brigadier Juan Antonio
Montes, con un sueldo anual de 6.000 duros, cargo que se consideraba como
peldao para alcanzar la Capitana de Chile e incluso, el virreinato del Per. El
13 de noviembre de 1811, el virrey Fernando Abascal, orden la formacin del
Quintanilla
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136
Jess Cunules R ~ l i z
era un punto neurLlgico para la navegacin entre Espaa y los puertos del
Pacfico, adems de tierra de excelentes soldados.
No era fcil, ni mucho menos, la tarea que le esperaba a Quintanilla
como Gobernador, prcticamente ahora ya solamente de unas islas a tiro de piedra del ejrcito insurgente, sin casi recursos propios para poder subsistir y con
una poblacin desmoralizada, pues era patente la sangra de sus hombres, para
ellos incomprensible, que les haba dejado en la inopia. Ni los soldados mutilados que volvan a la isla ni las viudas tenan subsidio alguno.
Prueba de ese desnimo en que se hallaban sumidos la tenemos en esta
queja oficial: "Las Islas de Chilo que han sido hasta aqu un semillero fecundo
de excelentes soldados, parece que se han negado ya a concurrir con sus brazos
a la defensa de los derechos del Monarca, mirando a Chile como un sepulcro
que se ha absorbido centenares de sus Paysanos; y la ltima requisitoria que se
crea muy abundante, solo ha producido 42 hombres que de antemano estaban
reclutados". (2) Una vez terminada la misin encomendada por Ordez en
Concepcin, Antonio Quintanilla se dispuso a tomar posesin de su cargo de
Gobernador y Capitn General de Chilo. "El 20 de junio de 1817 La Pnklfox
haba salido para Chilo con el Governador Quintanilla quedndose con las
armas y derns pertrechos que embia a Chilo, excepto 10.000 pesos de 20.000
que embiaba a aquellas Yslas". (3)
Haba llegado acompaado, entre otros, por el Contador Hiplito
Romero y por el Interventor Manuel Fernndez lvarez.
Los primeros problemas los tuvo al querer tomar posesin de su cargo
de Gobernador, y esos problemas se los iba a procurar su antecesor Ignacio
Justis, que arrepentido de haber solicitado el relevo, no quera ahora dejar su
puesto de Gobernador.
Justis, trat por todos los medios, que Quintanilla desistiera de su pretensin o perdiera los nervios y cometiera algn acto reprobable del que pudiera ser acusado; su recibimiento fueron insultos y amenazas, incluso le ret en
desafo; as, en caso de ser agredido poder acusar a Quintanilla de desacato y
agresin y tener un motivo para apresarle y enviarle a Lima.
Quintanilla, apercibindose de la intencin de Justis, armndose dc
paciencia, pero insistente en su reclamacin, cort cualquier motivo de escndalo o accin que le incriminase. Pero viendo que el dilogo no convenca a su
antecesor para que abandonase el cargo obedeciendo la orden del virrey, le envi
un oficio para que contestara, si obedeca a la entrega del gobierno y si se negaba a regresar a Lima.
Ignacio Justis, percatindose que sus amenazas e insultos, no hacan perder la compostura a Quintanilla, termin por hacer entrega del cargo. Una vez
tomada posesin de dicho cargo, Quintanilla devolvi los insultos y vejaciones,
e incluso acept el desafo que Justis obvi para terminar pidiendo perdn y
dindole una satisfaccin ante las personas que haban sido testigos de sus insultos y desafos; haba terminado una semana de gran tensin.
Justis abandon Chilo a bordo de la misma fragata que haba trado a
Quintanilla, La Palafox,y despus de haber tocado en Talcahuano, lleg a El
Callao "El da 2 de julio entro la Fragata Palafox procedente de Talcahuano de
donde sali el 26 del anterior y baxo de pasageros al Gobernador de Chilo D.
Ignacio Justis". (4)
Pocos das despus de haber tomado posesin reciba una remesa de 13
bultos con medicinas y ropas que haban sido descargadas en Concepcin el da
19 de julio.
El material de guerra de las tropas de Chilo era poco y malo, los fusiles que no llegaban a 200, eran muy viejos, y para que las tropas dispusieran de
mejor armamento, el da 7 de septiembre zarp de El Callao el bergantn
Justiniani con destino a Chilo con 200 fusiles completos, 100 pistolas, 100.000
cartuchos de fusil con plvora y balas, 12.000 piedras de chispa para fusil y 600
para pistola, 200 cartuchos, 200 portafusiles, 50 portaespadas y 10.000 pesos
fuertes de plata. En el mismo barco llegaron los tenientes de artillera Tomis
Herrera y Tomhs Daz y 11 artilleros. (5)
Las levas llevadas a cabo para reclutar los Iiornbres suficientes para formar dos batallones para el ejrcito de Chile, dejaron la isla sin hombres para
reclutar, pues los indgenas estaban libres.
Quintanilla se encontraba en una situacin muy delicada, en el
Continente prjcticamente dominaban los insurgentes y l no poda contar con
un cuerpo de ejrcito para defender la plaza en caso de ataque y adems las arcas
del Tesoro estaban vacas: "no haba ni un solo real en tesorera"; los sueldos se
pagaban en bonos que eran canjeados por los comerciantes por un valor entre
uno y dos reales cada bono, cuando su valor real era de un duro, dinero que despus era canjeado por dichos comerciantes en las Cajas de Lima y, que dado el
exceso de libramientos, dej de canjearlos para disgusto de unos pocos usureros
138
que se hubiesen enriquecido en muy poco tiempo. De vez en cuando nos encontramos con hechos protagonizados por Quintanilla que nos permiten dibujar un
perfil bien marcado de su carcter. Hay un hecho, que aunque pudiera ser juzgado como anecdtico, nos da a conocer su personalidad firme y nos recuerda
otro caso semejante y que pas a la historia como acto de herosmo, el de
Hernn Corts.
Su antecesor Ignacio Justis, viendo el cariz que tomaban los acontecimientos con tiempos muy difciles para los realistas, haba mandado construir
una goleta para huir en caso de ser atacado por los insurgentes; no quera correr
el riesgo de que hubiera o no algn barco en el surgidero de San Carlos en caso
de emergencia, lo mejor era tenerle propio y exclusivamente para esa misin.
Quintanilla, enterado de la finalidad para la que se estaba construyendo
dicho barco, orden quemarle, protestando y jurando que morira antes de abandonar a los ciudadanos, gesto que le vali el aprecio y la confianza de sus sbditos y subordinados. Para Hernn Corts este gesto le vali fama de heroicidad,
en Quintanilla pasa de soslayo como una simple ancdota.
Apurando todas las posibilidades y ganando los nimos de los ciudadanos, consigui formar un batalln para reemplazar al que haba ido a luchar a
Chile bajo el mando del comandante Francisco Arenas y que prcticamente
haba sido aniquilado.
A peticin del coronel Jos Ordez, envi dos compaas a Arauco a
las rdenes de Vicente Benavides para continuar la guerra en aquella frontera, e
incluso lleg a enviar un escuadrn al Per. Aunque desde Lima reciba alguna
ayuda de ropa, alimentos y dinero, la situacin en Chilo era de gran carencia y
precariedad por lo que hubo de recurrir a medidas excepcionales, tales como
donativos, que, aunque en pocas cantidades, sirvieran para sostener las tropas en
lnea, procurando "un duro al mes por plaza, seis a los subtenientes, ocho a los
Tenientes, doce a los capitanes, y quince a los Jefes, incluso al Comandante
General y mantenindose las Compaas de Milicias con vveres a su costo". (6)
El mayor peligro para Chilo provena de Chile y se haca patente en la
posibilidad de una invasin por mar, por lo que Quintanilla procur reforzar la
defensa de las costas de la isla, no muy accesibles y con pocos surgideros para
llegar a ella. Con este fin, a sugerencia de Quintanilla, construyeron "los partidos de la provincia siete lanchas caoneras a costa de los vecinos de ellas" (7).
En la villa de Castro se construy una lancha de 14 varas de quilla para
Quintanilla
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NOTAS
(1) Papeles de Pezuela Carpeta 1. fol. 97.
Id
Documento 103. Cuad.-d., fol. 95.
(2)
Id
Id
Doc. 3 (l), fol. 163.
(3)
(4)
Id
Id
Id
fol. 170.
(5)
Id
Id
Id
fols. 189 y 190.
(6) Archivo Histrico del Ejrcito. Hoja de Servicios, fol. 4.
(7)
Id
Id
Id.
NOTA: El da 18 de marzo de 1818 "Fonde en el Callao la Fragata Iiita
procedente de Santander, con escala en la costa africana, donde tom 341 negros
esclavos de ambos sesos". (Diario de Pezuela. Cuaderno 3 fol. 103).
CAPITULO XXIV
Ingresos en las Cajas Reales de Chilo: procedencia. Ataque y desembarco
de las tropas de Lord Cocrhane. Derrota del Lord.
Ya henios visto que las finanzas en Chilo estaban en bancarrota, los
gastos eran niuchos y los ingresos muy pocos, pues la mayora precedan de las
ayudas recibidas de Lima.
Desde que se agravaron los incidentes entre realistas y patriotas y stos
fueron tomando parte importante de Chile, las dificultades para las autoridades
del virreinato eran mayores, los gastos crecan desmesuradamente y los ingresos decaan en la misma proporcin, que en el caso de Chilo se agravaba por
su insularidad y la dificultad que entraaba enviar suministros de cualquier clase
que estos fueran.
Con menos frecuencia de la necesaria llegaba algn buque con pertrechos y dinero; el 18 de mayo de 1820 sali de El Callao "el bergantn ingls
Nitingale con armas, municiones, ropas, tabaco, vveres, medicinas, Plata y
otros ausilios que tanta falta hacan". Esta era su carga y su valor: Armas, municiones y pertrechos: 12.552 pesos, en Plata que adelant el sobrecargo 25.000
pesos, en 2.600 varas de pao azul 8.450, en 8.000 varas de brin 7.000, en
Tabaco, Azcar, Sal, etc. 3.000 y en Medicinas 2.000, en total el valor era de
48.002 pesos. (1)
A medida que los insurgentes iban aduendose de Chile, los ingresos
de las Cajas Reales de Chilo dependan casi exclusivamente de los derechos de
Aduana pagados por los buques extranjeros que hacan escala en alguno de los
puertos de la Provincia y de la venta de terrenos de realengo.
Con objeto de tener ms ingresos, Quintanilla abri el comercio a los
barcos extranjeros, hasta entonces prohibido, fijando un 30% y que era pagado
142
De los barcos que entraron en Chilo entre los aos 1823 a 1826, perodo crtico para las finanzas de la Provincia, podemos destacar los siguientes: el
da 15 de junio de 1823, lleg procedente de Quilca el bergantn Chilote, que
traa el nombramiento de Brigadier para Quintanilla y 12.000 pesos de ayuda.
Consignado por el comerciante Murrieta procedente de Ro Janeiro atrac el bergantn La Puy al mando del capitn ingls Michel, desembarcando 23
pasajeros, entre ellos varios oficiales fugados del presidio Las Bruscas de
Buenos Aires, dos inquisidores de Lima que haban emigrado a la entrada de
San Martn y algunos paisanos. El da 23 de agosto enarbol la bandera espaola con 21 disparos de can, siendo rebautizado con el nombre de General
Valds.
Procedente de Lima la fragata inglesa Hurn con la siguiente carga:
3.000 botijas de aguardiente de Pisco y 75.000 pesos; adems conduca al capitn de la fragata Arabia que haba sido
apresada. Trajo la noticia de que se preparaba en Chile la invasin de la isla. Dicho
barco fue devuelto por orden del general
Jos Canterac.
Desde Arica atrac la fragata
Neptuno "con buen cargamento de efectos y
correspondencia til".
De Guayaquil con 7.000 pesos,
lleg el bergantn Cinco Hermanas; "llevaba a su bordo a Martelini". En otros lugares
se habla de la goleta Tres hermanas y de
Magneri.
El barco corsario General Valds
condujo a Chilo a dos fragatas que haba
hecho prisioneras; una, de la que no dice el
nombre, fue capturada a la salida del puerLord Cochrane.
to de Iquique con 300 hombres del escuade Desmadryl.
drn de Hsares de Sucre que se dirigan a
Arica a unirse con los chilenos; la otra fragata se denominaba la Genovesa que proceda de Montevideo con un cargamento de fusiles para el ejrcito del Gobierno independiente de Lima. Esta fragata fue devuelta ante la reclamacin hecha por el Gobierno de Lima.
Presa del General Quintanilla, atrac la goleta Guadalupe propiedad
"americana espaola", que transportaba un buen cargamento y tabaco, cuyo precio antes de ser apresada esta goleta era la de 50 duros el mazo. Para hacer el
inventario de las mercaderas que traa fue nombrado Jos Hurtado, segundo
comandante del Batalln de Veteranos de Chilo. Sin decir la procedencia, ni de
la goleta ni del dinero, lleg la goleta armada de corso General Quintanilla, con
80.000 pesos.
,*A
144
A mediados del mes de marzo de 1824 lleg la fragata de guen-a inglesa La Mersey mandada por el Comandante Ferguson, que trajo la noticia de la
expedicin que preparaba el general Ramn Freire contra Chilo. Zarp de San
Carlos junto a las fragatas Estrenzor y Catalina que haban sido apresadas por el
Gerzer-al Quintanilla y que reclamadas, fueron devueltas por Quintanilla.
La fragata Catalina, procedente de Quilca haba sido declarada "buena
presa con cargamento til para la provincia".
Dejamos constancia de la entrada de los navos Asia y Aquiles, de los
hablaremos ampliamente en captulos posteriores.
La goleta Doris, comisionada para notificar a los buques peninsulares
que se dirigiesen a El Callao, evitando el encuentro con buque insurgentes desde
Chilo hasta llegar a su destino.
Procedente del Chosrillo ancl el bergantn francs Aguililla con la
orden del virrey La Serna, de que se pagase o sino se entregase la fragata Vija,
apresada por el General Quintanilla, por no contar con dinero la Tesorera de
Cl-iilo para pagar la carga. La fragata de guerra francesa Garsola, que trajo un
oficio del Contralmirante francs para el Gobierno de Quintanilla sobre el barco
General Quintanilla y otro oficio del Gobierno chileno, fechado en Ro de
Janeiro el da 24 de mayo de su emisario Adriasola.
Entr, tambin, la fragata de guerra chilena Cllabacuco, que como veremos llevaba misin del Gobierno chileno. Mientras tanto el virrey Pezuela estaba preparando un cuerpo de ejrcito con el que enfrentarse a San Martn con
garantas de triunfo y para tan atrevido proyecto, ya tena el jefe idneo, el vencedor de Rancagua, pero no advirti que las circunstancias haban cambiado y
que ahora Mariano Osorio tena enfrente a Jos San Martn, un general experimentado y que haba preparado la expedicin con todo mimo .
El 11 de diciembre de 1817 zarp de El Callao el convoy bajo la vigilancia de la fragata Esmeralda formado por los navos de transporte guila,
Milagro, Begoiia, y San Juan Bautista, las fragatas Gobernadora, Comercio,
Castilla, Viagarrena y Presidente, fondeando en Talcahuano el 18 de enero,
Haba por parte realista ms voluntariedad que acierto.
El da 18 de enero, desde el mismo puerto de Talcahuano, el brigadier
Mariano Osorio se dirigi a los chilenos, diciendo, entre otras cosas: "Otra vez
arribo a vuestras costas al frente de un poderoso exrcito a romper las cadenas
con que una desmoralizada turba de facciosos enemiga de vuestra felicidad
146
Quintnnilla
147
Ayudante de Campo del general Osorio, teniente coronel Juan Valds con la
"coi-respondencia oficial que tanto anhelaba para saber lo cierto del desgraciado
suceso del Maip el 5 de abril, anunciado por la corbeta Ontario y, con efecto,
sali cierto cuanto dixo el Com(andante) Bridle, a excepcin de haberse libertado Osorio con una 6" parte de sus tropas que fueron llegando poco a poco a
Talcahuano ... Dice Osorio que la batalla la tena ya ganada, arrollada la infantera enemiga y tomado cinco caones ... pero que desobedeciendo los jefes
Coroneles D. Joaqun Primo, de la Infantera y el citado Morgado de la
Caball(era) .... dejando el flanco izquierdo por donde penetr la fuerza enemiga". (8)
A medida que el ejrcito real perda hombres y posiciones en el continente, ms peligro se cerna en la Provincia de Chilo, de la que prcticamente
slo quedaba la parte insular.
Quintanilla trataba de fortificar la costa, preparar un cuerpo de ejrcito
y al mismo tiempo, paliar las carencias de sus habitantes.
La toma de Valdivia por las tropas de Lord Cocrhane en los inicios del
ao 1820, fue un mazazo para las aspiraciones de Chilo, el peligro para Chilo
aumentaba, una invasin pareca inminente.
Esta prdida de Valdivia se describe como una operacin por parte de las
autoridades virreinales de "indecente e innominiosa. Que a la guarnicin de
Chilo, compuesta de 750 Soldados de las tres armas fue aumentada con tres
Compaas de Granaderos, luego que su Gobernador supo la prdida de
Valdivia, proclam a los habitantes de la Provincia y a sus naturales que all
prontos para servir al Rey incluso los Yndios ... hizo salir para el interior las
familias de San Carlos con sus intereses y los auxilios del Gobierno y Caxa
Real". (9)
Lord Cocrhane envalentonado por la victoria de Valdivia, mucho ms
fcil de lo previsto, pens que era llegada la hora de la conquista de la Provincia
insular de Chilo. Para ello dispuso que el capitn Carter tripulase la fragata
Dolores, capturada a los realistas, y embarcando marinera y tropas argentinas
del Intrpido, que haba sido varado en los bajos de Mansera en la baha de
Valdivia, acompaada de la goleta Moctezuma con 200 hombres, se dirigieran
Chilo.
"En tal estado el 17 de Feb(i-eso) al anochecer desembarc el Caudillo
Cocrhane sus tropas en no de unos 300 a dos leguas de la Batera de la Corona
148
Quintanilla
149
dante del Batalln Veterano, Saturnino Garca, no por temor a que el fuerte de
Ag fuese tomado por los invasores, pues confiaba en sus defensores, sino para
que desembarcando en "la casa de Nez", cortara la retirada y el reembarque
por el camino del monte, pero lleg tarde, pues antes de su llegada "tres
Compaas cargando al Enemigo a la bayoneta al mando del Teniente D. AntO
Rubio y el subteniente D. AntOCalvet, les oblig a ponerse en desordenada fuga
dexando 20 muertos, 40 fusiles, tres caxas de Guerra, un clarn y 17 prisioneros
habiendo retirado con anticipacin los Eridos entre ellos el Mayor Miller que
mandaba su fuerza". (11)
Tuvo una actuacin destacada la caonera del puerto, armada con una
culebrina de a 8 y al mando de Cayetano Fernhndez. El Mayor Miller haba dado
orden de atacar a las 12 del medioda y en poco mes de una hora, era obligado a
reembarcar por las tropas de Garay. El nmero de heridos no se conoci, pero
debi ser grande por los rastros de sangre detectados en las proximidades del
punto donde se reembarcaron. La fragata Dolores y la goleta Motezuma se dieron a la vela inmediatamente "sin esperar an a recoger los muchos dispersos
que quedaron por los montes, pudiendo asegurar a V.S. que entre muertos, heridos y prisioneros llevan la mitad de la fuerza menos", pero antes haban quemado "quarteles, explanadas, barbetas y la casa de un labrador". Antonio
Manuel Garay, capitn del fuerte de Ag es a quien se debe de manera directa
este triunfo, conocedor del desembarco desde las 17 de la noche por la informacin recibida de una avanzadilla de caballera que tena en el camino de
Guapilacui y, a la 1 de la madrugada, un sargento de los invasores, que haba
desertado le inform del nmero de soldados desembarcados, unos 300. Antes
de comenzar el reembarque lleg el comandante del Batalln Veterano,
Saturnino Garca quien se hizo, desde entonces, con el mando. Se contabilizaron 20 muertos y 17 prisioneros, amn de los dispersos por los bosques, y los
heridos, entre ellos el Mayor Miller, quien se expresa as en sus Memorias:
"Durante el asalto se vieron en la muralla dos frayles, que con lanza en una
mano y el crucifijo en la otra animaban a la tropa a defenderse". (12)
Los frailes a los que se refiere Miller eran el capelln del Batalln
Veterano, el Padre Jos Barrutia y el Padre Alcalde, ya octogenario y retirado en
el convento, por lo que los historiadores de estos hechos dicen que no haba un
slo individuo pueda asegurarlo; siguiendo Miller: "al primer ataque el mayor
Miller y treinta y ocho individuos de sesenta, que formaban el cuerpo de asalto
150
quedaran inmediatamente fuera de combate de una descarga general de metralla y fusilera. Veinte hombres quedaron en el sitio, y la mayor parte de los otros
fueron heridos mortalmente. El capitn Erscano, que sucedi en el mando,
conociendo la importancia de realizar el objeto deseado, dispuso oportunamente la retirada". (13) En esta accin el mayor Guillermo Miller fue retirado por
sus ayudantes herido en el muslo izquierdo y en el pie derecho.
Los oficiales que mandaban los diferentes cuerpos que detuvieron el ataque merecen un recuerdo. La batera de Agii estaba al mando del capitn
Antonio Manuel Garay, que recomienda al virrey para una distincin a los capitanes Andrs lvarez y Nicols Lpez, a los subtenientes Cristbal Ojeda,
Manuel Prez Mansilla y Antonio Calvet, al Sargento primero graduado de
subteniente Diego Herrera y Manuel Oresqui, Jos Garay y varios sargentos,
cabos y soldados.
Este informe acerca de este ataque sobre Chilo fue recibido por Pezuela
el da 10 de abril de manos de D Gregorio Gordillo, capitn de la piraga
Victoria. "Son las ocho y media y acaba de fondear el bergantn francs telgrafo Capitn Balley (el mismo de q(ue) hablaban las ltimas noticias de Chile).
Dice q(ue) sali de Burdeos 4 meses hace y ha estado en Valparaso 22 das,
habiendo ssalido de all 11 das; q(ue) Cochrane fue a Chilo en la Dolores
desde Valdivia q(ue) desembarc las Tropas y habiendo hallado resist(enci)a
tuvo tubo q(ue) reembarcarlas y regresar a Valdivia donde se embarc el en la
goleta Motezuma y se vino a Valp(aras)o donde lleg pocos das antes de su
salida: que all quedaban el S. Martn y Lautaro, aunq(ue) el lo iba a salir con
Prisioneros y sospechosos a Juan Fernndez: y q(ue) dos das antes de sus salida entr en el mismo Valparaso una corveta de G(ue)rra Ynglesa proced(en)te
del Ro de la Plata con la noticia de haber las tropas de Artigas apodaradose de
la Capital de Buenos Ayres; y q(ue) las mismas o la montonera tenan enteramente cerrada la comunicacin con Chile con Buenos Ayres. Dios gu(ard)e a Vs
muchos aos. Callao 27 de marzo de 1826.
Es la copia de un "remitido al Sr. Ram(ire)zV y que a Pezuela le confirma el ataque de Lord Cochrane a Chilo. (14)
NOTAS
(1) Diario de Pezuela. Cuaderno 3. fol. 103.
(2) Gaceta del Gobierno de Lima. Lunes, 23 de Febrero de 1818.
(3) Diario de Pezuela. Manuscrito 1, 9. Carpeta 1 fol ... 86. Gazeta
Ministerial de Chile.
(4) El coronel Jos Mara Beza estaba enfermo y fue sustituido por el
coronel Morla, que fue enviado por los patriotas a Punta de San Luis en calidad
de prisionero y donde muri el 8 de febrero de 1819. Beza,procedente de Cdiz,
de donde haba zarpado el 6 de mayo, haba llegado a bordo de la fragata de guerra Esmeralda a El Callao en agosto de 1816 al frente del del Regimiento
Burgos. El coronel Primo se suicid
(5) Diario de Pezuela. Manuscrito 1, 9. fol. 79. Gazeta de Lima, jueves
28-5-1818.
Id
Id
Id
3 fol. 64 y 65.
(6)
(7) Diario de Pezuela. Manuscrito 109. Cuaderno 3 (3), fol. 94.
Suplemente del No 22 de la Gaceta del Gobierno de Lima de 18 de abril de
1820.
(8) Diario de Pezuela Cuaderno 3 fol, 223 y 224.
Documento 103. Cuaderno 3 (3), fols. 86 y 87.
Id
(9)
(10) Id
Id
Id
fols. 87 y 88.
Id
Id
Id.
(11) Id
(12) Miller, John. Memorias. T. 1. pg. 230.
Id
Id.
(13) Id
(14) Diario de Pezuela. Documento 1, 9. Carpeta 4 (8), fol. 205.
CAPITULO XXV
Quintanilla solicita al virrey su relevo como Gobernador de Chilo.
Esfuerzos por defender las posiciones realistas en el Continente.
Levantamiento en San Carlos contra Quintanilla.
El da 1 de mayo de 1820 fonde en el puerto de El Callao la fragata
mercante Margarita procedente de Chilo de donde haba zarpado el da 6 de
abril. Entre el pasaje que desembarc, se encontraba Francisco Narvez, primer
ayudante del Cantabria, 16 oficiales, un cadete y 2 dos sargentos; el capitn de
dicha fragata era portador de un pliego con la sorprendente peticin del
Gobernador Antonio Quintanilla de ser relevado de su cargo.
ste, cansado de luchar contra toda clase de adversidades y obstculos
para poder ejercer su cargo y misin con la suficiente eficacia y conservar la
Provincia en la obediencia del Rey careciendo de todo recurso y ayuda le llev
a tomar tan drstica decisin. Por otra parte, los oficiales del ejrcito del Per,
obtenan ascensos ms rpidos y con servicios menos peligrosos y, desde luego,
ms fciles que la lucha perenne contra la miseria y la carencia absoluta de dinero. Quintanilla basaba esta operacin de relevo, en su precaria salud, prhctica
habitual en esta clase de peticiones.
As queda sentada oficialmente esta peticin: "El Gobernador que estaba preparando p(ara) recibir a los Enemigos que decan sus espas trataban de
repetir por mar y tierra el ataque, y pide prontos socorros, aadiendo que se halla
tan enfermo que no puede continuar con el mando, solicitando que se le embe
su relevo, p(ero) no combiniendo p(or) q(ue) es baliente, honrrado, lleno de
herid as,^ apreciado de aquellos avitantes, le invitamos a su continuacin, y prevendr q(ue) embe a esta Plaza todos los oficiales sobrantes (incluso Gefes)
Quintanilla
153
154
Quintanilla
155
p(ara) q(ue) formase una sumaria informacin que comprobase los hechos y justificase su providencia" (4). Por su parte, Quintanilla eufrico por el triunfo
logrado sobre las tropas de Lord Cocrhane por unos soldados jvenes e inexpertos, llevaban solamente un ao de formacin, se crey casi invencible.
Mientras Lord Cocrhane atacaba Chilo, el mayor Jorge Beauchef con
200 hombres sali en persecucin de los soldados huidos de Valdivia y que
Quintanilla no quiso admitir en Chilo. Derrot por completo a estos desorientados soldados haciendo prisioneros a 17 oficiales y 220 soldados, habiendo
sido muertos el resto.
El Gobernador Montoya en las noticias que enva al virrey por medio de
D. Gregorio Gordillo, capitn de la piragua Victoria, le comunicaba que las tropas haban quedado al mando del comandante Bobadilla y que el teniente
Rodrigo Noguera y dos soldados haban sido heridos de lanza y un cabo muerto; adems en dicha piragua le enviaba a Vicente Guardi para que por infidente,
le ponga en seguridad.
Tambin le informa "de lo que le ocurri hasta aquel punto y desgraciada accin que tuvo en el Toro con las fuerzas que sac de Valdivia; se queja de
desmayo y cobarda de la tropa a pesar de los esfuerzos de sus oficiales". (5)
Pasa as mismo una relacin de bajas: un capitn, un subteniente y tres cadetes
prisioneros.
Santalla y Bobadilla se retiraron a Chilo acompaados de varios jefes,
oficiales y soldados, en total 223 personas, a los que se sumaron otros 39 Ilegados un poco ms tarde. Quintanilla avergonzado e indignado por su comportamiento no los quiso en la isla, por lo que los embarc a Lima; se qued con los
67 soldados de la compaa de caballera a los que envi a formar parte de la
guarnicin de Carelmapu.
NOTAS
(1) Diario de Pezuela. Documento 103. Cuaderno 3 (2), fols. 101 y 102.
Id
Id
Id
fols. 298 y 299.
(2)
(3) Coleccin de Documentos e Historiadores de Chile. T. XXXIV,
pgs. 245 y 246.
(4) Diario de Pezuela. Documento 103. Cuaderno 3 (3), fol. 90.
(5)
Id
Id
Id
fol. 91.
CAPITULO XXVI
Bloqueo de la isla de Chilo. La corbeta Tres Hermanas se convierte en el
corsario General Quintanilla.
El ejrcito realista en Chile haba quedado reducido casi a la nada y el
dominio de Espaa se ciscunscriba ahora a dos pequeos reductos.
Al sitio constante que sufra la villa de Osorno, sigui el bloqueo de la
isla de Chilo por los barcos patriotas anclados en ambas bocas de los surgideros de la isla, con el fin de evitar la entrada de barcos con suministros y paralizar el poco comercio que sostena la isla con Lima.
Aunque el bloqueo naval se llevaba a cabo en la primavera y verano, el
efectivo y de hecho, era todo el ao, pues en otoo y en invierno, el viento y el
oleaje hacan imposible la navegacin por aquellas costas, aunque tambin
supona una defensa natural, pues solo un navegante muy experto y con un buen
barco poda entrar en sus puertos.
Otro inconveniente surga para su defensa, y era la gran extensin de
costa que durante el buen tiempo la haca indefendible, por lo que eran frecuentes los desembarcos de espas que repartan pasquines y proclamas a favor de los
insurgentes entre los habitantes, y soldados que hacan continuos abigeatos en
las chacras cercanas a la costa.
El Director de Chile D. Bernardo O'Higgins, trat de reducir la resistencia de los habitantes de Chilo muy unidos a su Gobernador Quintanilla,
mediante promesas que eran una y otra vez rechazadas. Con motivo de la conquista de Lima, a mediados de 1820, O'Higgins se dirigi a Quintanilla ofrecindole un armisticio honroso. Quintanilla, tras consultar la oferta con los principales jefes y funcionarios, comunic a O'Higgins en una carta llena de mesu-
ra, atenta y tranquila, que contrasta con la literatura usada entonces en ambos
bandos, su decisin irrenunciable a la defensa.
En ella, entre otras cosas le deca: "Es verdad que los asuntos de
Amrica tal como Vd. los anuncia se hallan favorabilsimos al sistema de independencia; pero tambin lo es que el Gobierno espaol ha de hacer el ltimo
esfuerzo a su restauracin. Esta guerra es demasiado dilatada, y es muy sensible
que no se haya efectuado un tratado que conciliase los intereses de ambos
hemisferios, para que, cesando los horrores de ella, pudisemos unirnos con la
mayor fraternidad". (1)
La guerra, y menos cuando es civil, es muy difcil que los tratados acaben con ella hasta que alguno de los bandos sea vencido. La situacin en la isla
cada vez era ms delicada y crtica, aunque desde Lima enviaran algunos socorros y desde Espaa se prometiera una ayuda imposible.
Pero a veces llegaba alguna ayuda y ahora iba a ser en forma de alimentos. El capitn de navo, el ingls John Worthu, haba firmado un contrato
con el virrey para trasladar a Valdivia y Chilo 200 qq. de garbanzos y frijoles,
100 de lentejas, charque (cecina) y 10 qq. de arroz. El valor de la mercanca era
de 6 pesos el quintal de garbanzos y frijoles; ademas habra de dejar miles de
varas de lienzo para ropas de la tropa; la mitad la habra de dejar en Valdivia
(conquistada ya por los insurgentes) y el resto llevarlo a Chilo.
Mediado el ao de 1821 parti de Chilo hacia Lima, el coronel Jos
Ballesteros con la finalidad de notificar al virrey La Serna, la situacin y solicitarle ayuda urgente, ayuda que llegara un ao despus en forma de 10.000
pesos.
Reducida la guarnicin y los habitantes de Chilo a sus propios recursos, hubieron de aguzar el ingenio para encontrar alguna solucin para aquella
grave penuria.
As por ejemplo, para vestir usaron durante aos los tejidos ordinarios y
burdos, conocidos como carros, y como alimento slo patatas, aunque dicen que
las de Chilo eran las mejores, y pescado. Escaseaba el pan y la carne, as como
empedernidos.
el tabaco, sustituido por hojas de manzano por los f~~madores
Para que las pocas rentas de que disponan pudieran cubrir las necesidades ms perentorias de sus habitantes, se dispuso que los soldados gozaran de
licencias temporales en las estaciones ms rigurosas, con lo que adems de
abandonar por un tiempo el duro servicio militar, se consegua dotarlos de ves-
158
Jes~isCunales Ruiz
tido y alimento. Se fij la paga de los componentes de los diferentes cuerpos del
ejrcito: los jefes cobraban 15 duros mensuales, 12 los capitanes, 10 los
tenientes y 8 los alfreces; as pudieron llegar menos mal al ao 1822.
La guarnicin de Chilo entonces se compona de 727 hombres "sobre
las armas". En uno de los partes que Quintanilla envi al virrey le comunicaba
que estaba "escassimo de Plata y vveres" y pide auxilios prontamente de estos
artculos para mantener la fuerza siguiente: una compaa de artillera compuesta de 92 hombres y el Batalln Veterano de Chilo con 407 "toda esta Tropa
esta en bastante buen estado de instruccin y maniobra". (2)
El Regimiento de Castro constaba de tres batallones repartidos entre
Castro, Lemui y Quinchao. El coronel y sus jefes residan con sus tropas en la
capital San Carlos; se haba suprimido la plaza de teniente coronel, pero en sustitucin se nombr un comandante en cada batalln. En Calbuco, se cre un
batalln escogido, en San Carlos un batalln de artillera y en Carelmapu y
Maulln en el Chile continental, se formaron otras cuatro compaas con dos
escuadrones de caballera.
El ao 1823, un suceso, mts para argumento de novela de intriga que de
un hecho histrico, vino a aliviar la situacin de Quintanilla y sus sbditos.
El comerciante de origen vasco, simpatizante de los insurgentes y capitn del puerto de Guayaquil, haba despacliado la goleta de su propiedad Tres
Hernznnns a California con una carga valorada en 25.000 pesos (otros los reducen a 7.000); como contramaestre iba el genovs Mateo Magneri (Martelini,
Reineri, Maineri, tambin as denominado en los documentos).
Magneri haba sido capitn de caballera de Vicente Benavides, y con l
fue hecho prisionero en Topocalma, cuando pilotaba la lancha en la que
Benavides trataba de llegar a Per.
Fueron trasladados a Valparaso y el da 13 de febrero de 1823, el ladino Benavides entraba en la ciudad montado en un asno y vestido de payaso
camino de la crcel. Diez das despus era arrastrado en un sern desde la crcel a la plaza, donde fue ahorcado, siendo descuartizado por la noche y repartidos sus restos "por el escenario de sus atrocidades". Un ao despus an colgaba su cabeza dentro de una jaula en los suburbios de Concepcin.
Mejor suerte le cupo a su compaero de crcel Magneri quien consigui
escaparse y llegar hasta Guayaquil, donde pronto se dio a conocer como un
experto marinero. Con esa buena fama y la de haber servido en las filas insur-
Quintanilla
159
160
Tales haban sido los xitos obtenidos por el General Quintanilla, que
su vista produca terror en sus posibles presas, lo que envalenton a Magneri y
le hizo cometer graves errores por su falta de tino y prudencia, de la que careca tanto como abundaba de talento y temeridad.
Quejoso el comodoro angloamericano de los perjuicios que le causaba
el corsario General Quintanilla, dedic todo su afn a perseguirlo con el navo
Franklin. Por un lado el respeto al pabelln espaol, y por otro el que impona
el mismo corsario, hizo que el comandante ingls en vez de atacarlo, envi la
corbeta francesa Merci a pedirle satisfaccin por sus tropelas y abordajes y,
adems, para separar del mando a Magneri.
Una nueva imprudencia iba a terminar con el brillante palmars de corsario el 15 de mayo de 1824: los inarineros de la Merci apresaron al General
Quintanilla y a su capitn siendo enviado prisionero a Francia. Este apresamiento fue un golpe definitivo para las finanzas de Chilo, pues era casi la nica
fuente de ingresos.
A la pregunta cmo pudo sostenerse Chilo, sin apenas recibir auxilios
por parte del virrey? La respuesta habr que encontrarla en otras fuentes de
ingresos procedentes de los derechos de aduana cobrado a los barcos que atracaban en la isla o del otro corso General Valds. Ya hemos tratado anteriormente la procedencia de estos ingresos.
NOTAS
(1) Encina, Francisco A. Conipendio de Historia de Chile. T. I., pg. 736.
(2) Papeles de Pezuela. Documento 103. Cuaderno 3 (2), fol 248.
CAPITULO XXVII
Nuevo barco corsario al servicio de Quintanilla. Ataque a Chilo por parte
del comandante Ramn Freire.
A mediados del mes de agosto de 1823 arrib al puerto de San Carlos
procedente de Ro de Janeiro el bergantn de 18 caones La Puy, al mando del
comandante ingls Michel.
El barco haba sido negociado por el comerciante de Arequipa D.
Luciano Murrieta; lleg con 23 pasajeros a bordo; entre ellos varios oficiales
realistas fugados del presidio de Las Bruscas en Buenos Aires, algunos paisanos
y dos inquisidores de Tribunal de Lima que haban huido a la entrada del general San Martn en la ciudad.
El da 23 de agosto enarbol la bandera espaola en el puerto de San
Carlos con el protocolo de los 21 disparos de can, ahora con el nombre de
General Valds.
Quintanilla le haba habilitado provisionalmente de corso hasta recibir
la licencia definitiva ya solicitada al virrey. En el mes de septiembre se hizo a la
mar y su primera presa fue la fragata Mackennn, antes Carlota Bilbao, que fue
sorprendida a la salida de la caleta de Quilca (Iquique) en el Per con 300 soldados del Escuadrn de Hsares de Sucre que se dirigan a Arica a unirse con la
expedicin chilena y con la Plana Mayor del general Santa Cruz derrotado en
Moquegua por los realistas.
Otra de las presas fue la fragata La Genovesu, procedente de
Montevideo con un cargamento de fusiles destinado al ejrcito insurgente de
guarnicin en Lima. Ante la reclamacin hecha por su Gobierno fue devuelta.
El da 22 de noviembre de 1823, el bergantn General Valds se diriga a Chilo,
162
Quintnnilla
163
especialmente en la isla mayor del archipilago de Chilo hasta entonces bastin inexpugnable del poder realista, gracias a la labor de organizacin de su
Gobernador Antonio Quintanilla, que haba conseguido, lo casi imposible en
aquellas circunstancias, elevar el nivel de vida de los chilotes por encima de sus
hermanos y vecinos continentales, a lo que no haba sido ajeno el barco corsario General Quintanilla. Este barco, no slo suministraba de los bienes precisos,
sino que atemorizaba a la incipiente escuadra chilena y a los buques extranjeros
que comerciaban en aquellas costas.
Ramn Freire hizo todos los preparativos para invadir la isla para lo que
contaba con un cuerpo de ejrcito de 3.000 hombres, 2.149 segn Encina.
El lo de marzo de 1824 zarparon del puerto de Talcahuano, el convoy
formado por la fragata Lautaro armada de 48 caones y al mando del capitn
Guise, las corbetas Chacabuco armada con 20 caones, a las cuales se unieron
los transportes Valparaso, Ceres, Tucapor y Pacfico. Poco despus se unieron
la corbeta Voltaire y el bergantn Galvarino. Mandaba el convoy el general D.
Ramn Freire, Director de Chile, llevando como Jefe de Estado Mayor al general D. Luis de la Cruz. Los 3.000 hombres embarcados formaban tres divisiones
al mando de los coroneles Beauchef, Pereira y Rondizzoni.
El 24 de marzo fueron avistados los buques por la asustada poblacin de
Chilo, convoy que poco despus hara la entrada en la canal fondeando en el
surgidero de Chacao, tomando los pequeos fuertes que defendan el puerto
como medida precautoria. En el puerto de San Carlos se encontraba atracado el
bergantn Chilote, armado con un can giratorio del 12 largo; al ver la flota
insurgente, se dio a la vela, y temiendo su capitn ser abordado, abandon el
barco, dejando una mecha encendida en un barril de plvora que hizo saltar por
los aires al bergantn.
Quintanilla orden que todos los habitantes de las islas pequeas pasasen con sus ganados y bienes a la isla grande para que el enemigo no pudiera
abastecerse.
La estrategia diseada por Freire, era sitiar la capital San Carlos defendida por el Batalln Veterano al mando del comandante Saturnino Garca, algunos artilleros y por el vecindario que haba sido armado; para ello envi dos fragatas al puerto de Dalcaque (Dalcahue) situado entre San Carlos y Castro, en el
que desembarc dos batallones para cortar el camino entre los dos puertos, adems situ algunas lanchas en la ensenada de San Carlos para entorpecer el sumi-
164
CAPITULO XXVIII
Llegan a San Carlos los buques espaoles Asia y Aquiles. Quintanilla
asciende a Brigadier y se le nombra Comendador de la Orden de Isabel la
Catlica.
El da 24 de abril de 1824 atracaron en el puerto de San Carlos el navo
Asia al ,mando de Roque Guruceta, llevando de segundo al capitn de fragata
Miguel Funes, y el bergantn Aquiles al del capitn Jos Fermn Pava procedentes de Cdiz con despachos de reconocimientos para los habitantes de
Chilo, una Real Orden por lo que se le ascenda a Quintanilla a Brigadier, grado
que ya tena por Despacho emitido por el virrey D. Joaqun de la Pezuela y el
Diploma de Comendador de Isabel la Catlica, y que le fueron entregados por
Roque Guruceta, el capitn del Asia. El Despacho de Brigadier le haba recibido con la llegada del bergantn Chilote el da 15 de junio de 1823,junto a 12.000
pesos.
Lo que verdaderamente traa Roque Guruceta para el Gobernador
Antonio Quintanilla, era una Real Orden, de fecha 19 de diciembre de 1823, que
es una demostracin clara del desconocimiento que haba en Espaa de lo que
aconteca en Amrica. Se limitaba, casi en exclusiva,a notificar la restauracin
de Fernando VIL "Restituido el Rey N.S. a la plenitud de los derechos soberanos de los que le haba despojado una faccin revolucionaria ... que restablezca
(Quintanilla) en todo el distrito de ese Gobierno el orden que exista antes del
desgraciado da 7 de enero de 1820, procediendo si las circunstancias lo exigieran con el tino, prudencia y cordura que requiera su estado, en el concepto que
todo debe volver al ser y estado que tena en aquella poca". La nota es un acopio de lugares comunes, palpable muestra de la ignorancia que tenan las auto-
Quintanilln
167
Magneri pas a borde del Diligente en actitud desafiante, siendo hecho prisionero, versin m i s creble dada su inaneia habitual de proceder.
Volviendo al relato principal sobre los acontecimientos que afectaban
directamente a Chilo, podemos ver como Per, Chile y Argentina han declarado su independencia, aunque quedan pequeos reductos, ms simblicos que
efectivos, de resistencia realista. Uno de esos reductos, fue vencido en Ayacucho
el 9 de diciembre de 1824, y los restos del ejrcito realista buscaban refugio all
donde an ondeaba el pabelln espaol; as el 6 de febrero arribaron a San
Carlos la fragata de transporte Trinidad y la goleta de guerra Real Felipe procedentes de Quilca, con los militares que haban tomado parte en la sublevacin
de El Callao en favor del Rey y que no se podan acogerse a ninguno de los artculos de la capitulacin.
Al conocer los chilotes el motivo de su arribada a la isla, cundi la desmoralizacin en la guarnicin.
CAPITULO XXIX
Quintanilla contrae matrimonio. Levantamiento militar. Triunfo de
Quintanilla sobre la sublevacin.
No pasaba Antonio Quintanilla por lo mejores momentos de su gobierno, al contrario, eran los ms difciles y cruciales de su vida militar, se aproximaba su fin como gobernante de Chilo y que l intua cercano, lo que suceda
es que era un militar y eso le haca mantener con cierta altivez su postura de primer jefe de la isla.
Esta situacin de peligro que le haca entregarse de lleno a su labor de
administrador, casi nico, de los poderes del Rey de Espaa en Sudamrica, le
haba hecho olvidarse de s mismo, que bajo el ttulo de Gobernador y
Comandante General haba un hombre con sus propios sentimientos hasta
entonces ocultos por un uniforme militar y tambien que una joven de 17 aos
esperaba ser la esposa de Antonio Quintanilla.
Quiz viendo la imposibilidad de prolongar mucho ms tiempo su resistencia ante los ataques patriotas y su cercano abandono de la isla, quiso dar un
toque romntico a su vida y llevarse un trozo de ella, como iba a ser su esposa
y por ello decidi contraer matrimonio; haba cumplido los 37 aos de edad, su
ajetreada vida de militar no le haba dejado un resquicio para pensar en el amor,
pero una vez asentado en San Carlos, a pesar de su responsabilidad, le qued
tiempo para enamorar a una joven nativa de 17 aos.
El da 10 de agosto de 1824 solicit licencia para contraer matrimonio
al virrey D. Jos de la Serna como estaba establecido por las normas. Quiz'a convenga hacer un inciso y sealar que el 10 de agosto se celebra la fiesta de San
Lorenzo, cuyo santo es el Patrono de la parsoquia de Pmanes, su lugar de naci-
fueran muestras de contento, agradecimiento y fidelidad de las tropas a su persona; pero entre esos militares haba un grupsculo disidente encabezado por
algunos oficiales que vean prximo el final y por ello procuraban salvar sus cargos en caso de que los patriotas tomasen la isla.
El capithn Fermn Prez, cabeza de la conspiracin, y su cuado Manuel
Velzquez, tambin capitn, se haban reunido previamente en casa del
Habilitado Alvarado para ultimar los detalles de la sublevacin.
Para no levantar sospechas acordaron que el capitn Fermn Prez fuese
a protestar fidelidal y adhesin al Gobernador y notificarle, que el descuento
acordado de medio duro para la merienda programada, se hara al recibir la
paga. La merienda era la tapadera que haban buscado los oficiales rebeldes para
hacer creer que la reunin solamente tena aquel fin de camaradera. Durante
esta merienda, segn haban acordado, daran a conocer a los asistentes el plan
de sublevacin. Para 110 ser descubiertos, tuvieron gran cuidado de no
Iii
invitar a dicha merienda al comandante Saturnino Garca, Ayudante
Mayor de Quintanilla, al coronel
Jos Hurtado y a los tenientes coroneles Juan Manuel Ulloa y Jos
Ayala.
La merienda no se celebr, no
era nada ms que la disculpa para
reunirse sin levantar sospechas y Ilevar a cabo su plan; en ella Fermn
Prez se autonombr Gobernador, a
su cuado Velzquez le ascendi a
coronel y los demts militares asistentes fueron ascendidos un grado
mis del que tenan. Tras terminar
esta confiisa ceremonia que era el
objeto de la reunin, fiieron llevados
al cuartel a punta de pistola, queDoia Antorii:i Alv,iier G I I J ~ .
dando encerrados en l todos los
mujer de Quintanilla, a la edad de 36
aos. Atencin de D. Isidoro Pando.
asistentes.
I
i
176
El da 21 de junio anclaba en el puerto de San Carlos la fragata de guerra francesa Garsola, que entre otras cosas traa un oficio de Adriasola fechado
el 24 de mayo de 1825 en Ro Janeiro en el que le comunicaba que el polvillo
nicamente le pagaban a 12 reales de plata. As daba la noticia Quintanilla a
Jos Ballesteros el da 25 de octubre: "Estimado amigo, ha fondeado la goleta
Garsola, francesa de guerra, procedente de los Chorrillos, con 22 das de navegacin. He recibido un oficio del Cnsul jeneral espaol en Janeiro i otro de
Adriasola, fechas 24 i 30 de Mayo. Adriasola dice: que si cuando estuviese pronto el buque para sta no hubiese recibido las ltimas noticias de la Corte, remitir los productos de los polvillos i se ir a Espaa para saber lo cierto. El polvillo no hubo quien lo pagase a ms de 12 reales de plata, en fin algo es algo".
(2)
En carta fechada el 27 de septiembre, le agradece la oferta de ayudarle
si tiene que trasladarse a Espaa, pues "puede ser que las circunstancias me obliguen a aceptar su generosa oferta". El capitn Juan Francisco Adriasola regres
a Chilo el da 4 de noviembre de ese de 1825.
NOTAS
(1) Estos dos oficiales fueron nombrados por Pareja, al salir de Chilo,
sargentos mayores.
(2) Coleccin de Historinclores de Chile y de Documentos relativos a la
Independencia de Chile. T. X I , pg. 312.
CAPITULO XXX
Actitud dubitativa de Quintanilla sobre la decisin a tomar ante la inminente invasin de los tropas insurgentes.
La victoria que obtuvieron ante las fuerzas de Freire en su anterior invasin de la isla, la mejora de recursos, especialmente por los barcos apresados
por el corso General Quintanilla y la esperanza de recibir auxilios desde
Espaa, haban hecho renacer las esperanzas de los chilotes. Esa especie de rgimen comunal que le proporcionaba un cierto bienestar frente al caos y la miseria que se viva en Chile, haca que los chilotes mantuvieran el nimo fuerte y
an esperaran una posible reaccin realista si los chilenos no encontraban motivos que les entusiasmaran para luchar por una libertad que tantos problemas les
traa.
Ahora, en 1825, las circunstancias eran muy diferentes, los reveses de
los realistas en Chile y en Per haban ido debilitando el poder de Espaa hasta
prcticamente hacerle desaparecer, lo que haba debilitado la moral de los defensores de Chilo y sus habitantes comerizaban a pensar que la resistencia sera
infructuosa e intil, pues an volviendo a rechazar un nueva invasin que vean
inminente, no sera nada ms que prolongar en el tiempo una situacin insostenible y una derrota inevitable, por la pura lgica geofsica.
Despus de la batalla de Ayacucho y la toma del poder por Simn
Bolvar, era u n desafo intolerable para El Libertador, que un puado de realistas, por muy valientes que fueran, se resistiesen en Chilo.
Don Ramn Freire, para adelantarse a los propsitos de Bolvar de conquistar Chilo por cuenta de Per, se dispuso a organizar una expedicin para
llevarla a cabo l mismo, y para estar libre de otros compromisos de gobernan-
Quintunilla
179
te, el 13 de noviembre dej el Directorio en manos de un Consejo a cuyo frente puso a D. Jos Infante al que acompaaban en dicho Consejo tres ministros.
La guarnicin de Chilo estaba formada por 1.702 hombres, de los que
1.232 pertenecan a la infantera, repartidos entre el Batalln Veterano, 650 soldados al mando del coronel toledano Saturnino Garca, las tres compaas de
cazadores con 285 y otras tres compaas de granaderos con 293.
La caballera estaba formada por un Escuadrn de Maulln compuesto
por 200 hombres con 68 fusiles y la compaa de Quinchao con 80.
La artillera estaba compuesta por una compaa de veteranos formada
por 90 hombres y otra de milicias por 100 hombres.
El peridico El Hispano dirigido por Torrente, asegura que Quintanilla
dispona de 2.400 hombres distribuidos en el Batalln Veterano, seis compaas
de Granaderos y Cazadores de Milicias, un escuadrn desmontado de Dragones
de la Frontera y otras compaas de infantera y caballera armadas con 1.300
fusiles repartidos en los cuerpos de mayor confianza, los dems estaban armados con lanzas y sables.
Tanto el puerto de San Carlos, como el castillo de Ag, estaban defendidos por algunas bateras y lanchas caoneras.los atisbos de una nueva invasin eran patentes. Ante esta situacin, el da 12 de agosto, Quintanilla convoc
la Junta de Guerra para decidir la conveniencia del traslado del Gobierno a la
villa de Castro, desde donde se podra hacer mejor la defensa de la isla. Tras una
gran discusin y debate entre los asistentes, sometida a votacin la decisin, se
acord por 9 votos contra 7 permanecer en San Carlos, y aunque Quintanilla
poda decidir sin consulta alguna donde residir, pero como a su decisin se le
podan "dar mil interpretaciones", comodidad, miedo, etc. prefiri someterse a
votacin y aceptar el resultado de la votacin.
El da 16 de octubre llega de Valdivia a Maulln, donde fue detenido, un
emisario del Gobierno de Chile con un oficio intimando a la rendicin. Al da
siguiente Quintanilla comunica a Jos Ballesteros el contenido esencial de dicho
oficio: "El objeto es la cantinela de que Chilo se entregue a Chile, ofreciendo
el Gobierno de Valdivia, en caso de acceder, que se cumplir la oferta que hizo
el Director cuando vino la Chacabuco, que fue el que los funcionarios pblicos,
polticos i militares quedaran en sus empleos, ser necesario que para aquella
fecha (Enero) este l bastante autorizado con amplios poderes para ajustar i ratificar el tratado". (1)
180
lar antes que invadan la isla. Le dice que no importa falte alguno a la cita por
enfermedad o por ausencia de la villa para llevar a cabo la consulta, pues el
tiempo apremia.
Reunidos en la maana del da 28 en casa del coronel Ballesteros y enterados del oficio y de la situacin, votaron por la capitulacin. El acuerdo fue firmado por el coronel Jos Ramn Vargas, tres capitanes y 18 subalternos.
Todo iba a cambiar en pocos das, el da 7 de noviembre Quintanilla
comunica al Coronel Ballesteros su cambio de parecer Qu Iiaba sucedido
para un cambio de postura tan radical? El capitn Juan Francisco Adriasola que
haba regresado de Ro Janeiro le comunic que haba salido de Espaa una
expedicin para la Amrica Meridional, que conocida por el Gobierno, oblig a
ste a desistir de la capitulacin, pues segn Quintanilla "andan locos los hoinbres de contento en virtud de la noticia"; Quintanilla oficia a Ballesteros para
coinunicarle que "estamos en el caso de hacer el ltimo esfuerzo" por lo que
debe de reunir la Junta el da 15 para que "imparta rdenes a la milicia de estar
listos y prontos a la reunin, y a los granaderos y cazadores con la caballera,
que desde luego vengaban con quince o veinte das de vveres a tomar las armas
a Castro, donde esperarn rdenes para venir a San Carlos, pues el ataque es
aqu sin falta". (3)
Quintanilla estaba segura que el ataque patriota haba de realizarse por
la ensenada de San Carlos y por ello trataba de reunir todo su ejrcito all.
Las noticias. no sabemos si engaosas o de buena voluntad, de
Adriasola, levantaron el nimo de Quintanilla y por ello se aprest a resistir un
nuevo ataque chileno, confiando en la llegada de auxilios de Espaa en forma
de tropas y municiones.
NOTAS
(1) Coleccin de... T. XI. pg. 391 y T. XXXIV, pg. 400.
(2)
Id
Id
Id
307 y 308.
Id
Id
Id
308.
(3)
CAPITULO XXXI
Invasin de Chilo por las tropas de Ramn Freire. Capitulacin de
Quintanilla.
El general insurgente Ramn Freire, antes de atacar Chilo, quiso hacer
los ltimos intentos para convencer a Quintanilla de que capitulara dada su precaria situacin militar y la imposibilidad de poder resistir un nuevo ataque.
Quintanilla no saldra mal parado de la operacin pues se le hacan varios ofrecimientos tales como: nombrarle General de la Repblica de Chile, donarle una
hacienda y hasta la cifra de 50.000 pesos.
El 24 de noviembre ancl en el surgidero de San Carlos la fragata de
guerra chilena Chacabuco y a las 5 de la maana, "en las oraciones", lanz un
bote al agua con bandera blanca que lleg hasta el muelle donde se le dio el alto.
Al conocer que el parlamentario por parte del Gobierno chileno era el
capitn Manuel Velzquez, uno de los sublevados que hicieron prisionero a
Quintanilla, no slo no se le recibi sino que se le manifest que si tomaba tierra en algn punto de la Provincia como parlamentario o no, sera fusilado de
inmediato.
En un bote del puerto de San Carlos fue devuelto a bordo de la
Chacabuco, que se dio a la vela hacia Valparaso. Pocos das despus el
Comandante de la Plaza de Castro, el coronel Jos Ballesteros envi a San
Carlos las pistolas que haba en los almacenes para armar a los soldados de las
lanchas caoneras. El 6 de diciembre Quintanilla comunica a Ballesteros, que el
domingo 3 haba pasado revista general y "se ha hecho que parezca algo ... no
hay medio de sostener tanta hambre, como va a verse dentro de poco". (1)
Quintanilla
183
184
Jos Manuel Aldunate con dos compaas del Batalln No 6 y 40 hombres del
N" 8, se dirigieran por tierra a tomar la batera de Balcacura defendida por caones de a 24 y 12, y que fue tomada por sorpresa.
En la retaguardia de las tropas de Aldunate, marchaba el comandante
Godoy con el Batalln No 1 por si fuera necesaria su ayuda. Mientras las tropas
de tierra se dirigan a Balcacura la maana del da 11, el general Freire dispuso
que los barcos de guerra Independeilcia, Aquiles, Chacabuco y Galvniino,
hicieran su entrada en el fondeadero frente a Balcacura para que desembarcase
el ejrcito en la punta de Lechagua. El convoy, al mando de Blanco Encalada
pudo haces esta maniobra con toda
facilidad pues los caones del fuerte de Ag, no necesitaron el ataque
enemigo, ellos slos se inutilizaron
despus de unos pocos disparos al
romper las cureas y desmontarse
de ellas los caones, todo fueron
averas dado su mal estado, y no
fue sto slo, las 6 lanchas caoneras ancladas en dicha ensenada,
viendo la superioridad enemiga,
huyeron a buscar refugio en San
Carlos.
Una vez realizada esta maniobra, el general Freire hizo una
nueva tentativa de pactar con
Quintanilla y acabar con aquella
pesadilla mediante un armisticio.
Con tal fin, el da 11 de enero ofici a Quintanilla como Gobernador
Intendente de la Provincia de
Chilo y entre otras cosas le dice:
"que faltara a los deberes humanitarios sino le indicase que haba
Don Ramn Freire (lco de Gil dc Cabtro, que tratar de evitar los horrores de
Museo Histrico Nacional de Chile).
la guerra como la funestas conse-
cuencias que resultaran de una lid que todas las ventajas se presentan de mi
parte", le sigue haciendo una serie de consideraciones, como que lo natural es
que Chilo pertenezca a Chile, y como una prueba ms de su amor a los chilotes economice "la sangre de los infelices habitantes" y si no acepta esta proposicin quedar5 "expuesto a todos los resultados de esta contienda". (2)
Quintanilla contest a Freire ese mismo da haciendo un ejercicio de
autocomplacencia y de una suficiencia de la que ni l mismo estaba seguro,
solamente un arsanque de soberbia temeraria o de amor propio, a juzgar por su
posicin durante todo el ao 1825 proclive a la capitulacin, pudo ser capaz de
dictarle esta contestacin. "No hay razn que me pueda obligar a dejar de cumplir con mis deberes para con el Rey", para terminar con una frase que suena a
arrogancia: "Excsese V.E. de amenazas que mira muy lejos de que pueda curnplirlas". Qu llev a Quintanilla a rechazar el arnlisticio, cuando durante todo
el ao 1825 haba estado contemplando la posibilidad de una capitulacin? Su
situacin militar no slo no haba mejorado, sino todo lo contrario, la moral de
las tropas y de los habitantes era muy baja y muchos de sus oficiales estaban en
su contra.
La destemplada y desafiante respuesta, hizo que el general Freire pusiera en marcha la maquinaria de guerra. Al amanecer del da 13, el ejrcito patriota se puso en marcha hacia San Carlos. La vanguardia mandada por Aldunate
estaba formada por dos columnas, una compuesta de dos compaas de
Cazadores al mando del mayor Azagra y otras dos de Granaderos a las rdenes
del mayor Young.
La segunda de las columnas se compona de los Cazadores de los batallones 1 y 7 mandados por el mayor Maruri y de los Granaderos de los batallones 6 y 8 al mando del mayor Tupper. Les segua a unos 100 metros de distancia la l a Divisin compuesta por los batallones 4 y 8 con su coronel jefe Jorge
Beauchef a la cabeza, y tras ellos, otra Divisin formada por los batallones 1 y
7 a las rdenes de Jos Rondizzoni. La retaguardia la formaba el Batalln y un
Escuadrn de Guas a las rdenes del comandante Riquelme.
La artillera estaba compuesta por cuatro caones de a 4, de los que dos
marchaban a la cabeza de la 1" Divisin al mando del mayor An-iuntegui, y los
otros dos al mando del capitn Martnez, entre las dos columnas.
Sin resistencia alguna por parte de las fuerzas realistas, llegaron a las 6
de la tarde de ese da 13 a unos 3 Km. de San Carlos. Quintanilla se haba des-
186
JESS
Canales Ritiz
plazado con sus tropas a una pequea cota llamada Poquillahui, en la que haba
instalada una batera y creyendo que desde all podra hacer frente al ataque de
los patriotas. A su frente tena el ejrcito patriota, a su izquierda un bosque impenetrable que le serva de parapeto y a la derecha la batera; la colina era fcilmente defendible pues como barrera defensiva haba colocado en la cercana
playa cuatro lanchas caoneras y 300 soldados de infantera
El general Freire dispuso como primera medida tctica atacar a las lanchas caoneras que suponan un estorbo para desarrollar su plan de ataque, para
ello a las 2 de la madrugada del da 14 envi 14 botes de la escuadra al mando
del Capitn Bell, que sorprendieron a los soldados y marineros de las lanchas,
cuatro por cada una, y a unos pocos indios a los que hicieron prisioneros al no
darles tiempo para embarcarse; estas lanchas serviran despus para atacar a las
fuerzas realistas. Torrente escribe que las lanchas atacantes fueron 22 y
Quintanilla incluso habla de 50, lo que puede explicar el por qu los 300 soldados apostados en la playa no hicieran ni un amago de defensa, aunque tambin
pudiera haber sucedido que sus oficiales hubieran temido el enfsentamiento.
Poco ms tarde de las 4 de la madrugada, el ejrcito chileno levant el
campamento y avanz por una camino estrecho y montuoso para librarse del
posible fuego de los realistas, cubriendo con la artillera la entrada del desfiladero. Con la ayuda de 6 caones y algunas lanchas caoneras que hacan "fuego
certero" a pesar de ser contestadas por los chilotes "no obtenan ninguna ventaja"; las balas enemigas eran tan certeras, que Quintanilla no poda permanecer
ms tiempo en aquella posicin "sin sufrir impunemente gran prdida".
Una vez pasado el desfiladero, el ejrcito patriota acamp en grupos.
distantes unos de otros unos 200 metros. Quintanilla, ante la evidencia de su
indefensin, la muerte de un soldado y la prdida de una mano el oficial
Olivares a causa de un balazo, se alej con sus soldados de la costa y se dirigi
a la cota de Bellavista distante unos dos km. y donde la armada chilena no poda
alcanzarlos con sus disparos.
Dejando en ella al Batalln Veterano al mando del comandante Jos
Hurtado, Quintanilla tom el camino de San Carlos a Castro marchando en la
vanguardia, seguido por su segundo el coronel Saturnino Garca.
Para evitar el avance de las tropas patriotas, Quintanilla envi al comandante Isla con su escuadrn de caballera, pero ste hubo de retirarse a posiciones ms retrasadas a causa del fuerte tiroteo al que no poda contestar sin tener
188
Jess Cur~ulesRuiz
190
NOTAS
(1). Coleccin de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la
Independencia de Chile. Tomo XI, pg. 315, Tomo XXIV, pg. 395.
(2). Obra citada. Tomo XI, pg. 325; Tomo XXXIV, pg. 407.
(3). San Carlos pas a llamarse Ancud, como homenaje a un "dios" indgena.
(4). Coleccin de lzistoriadores... Tomo XXXIV, pg. 428.
(5). Montoro, Jos. Virreyes espaiioles en Amrica. pg 298.
CAPITULO XXXII
Quintanilla regresa a Espaa. Llega a Pnianes con su esposa e hijo y dos
cuados. Es destinado al acuartelamiento de Santander.
Tras la firma del Tratado de Tantauco, Quintanilla respetado por los vencedores, sigui viviendo en su casa de San Carlos y, mientras permaneci en
Chilo, sola comer con el Estado Mayor del ejrcito chileno, comentando en la
sobremesa las incidencias de la guerra de independencia.
Acogindose a lo estipulado en el artculo 4 del Tratado de Paz de
Tantauco, Quintanilla se dispuso a regresar a Espaa. Segn dicho Tratado, los
jefes, oficiales y tropa podran fijar su residencia en el destino que quisieren, y
se les concedan dos meses para abandonar el archipilago; les seran respetados
todo sus bienes, y si lo solicitan antes de un mes, podran salir por cuenta del
Gobierno de Chile acompaados de su familiares a cualquiera de sus puertos.
Quintanilla no acept la clusula del Tratado en la que se le exiga no
volver a tomar las armas contra cualquier nacin americana, argumento por lo
que el Gobierno chileno no quiso pagar su pasaje, como lo hizo con otros jefes
y oficiales en el barco francs que les devolvera a Espaa, por lo que hubo de
pagar su pasaje y el de los familiares que le acompaaron, esposa, hijo y dos
hermanos de su esposa.
Segn manifiesta Quintanilla se gast todos sus ahorros en el pago de
dichos pasajes, ahorros que haba podido hacer en los ltimos aos por los sueldos recibidos de las presas, como los dems militares y empleados. Recordemos
que gracias a los los ingresos habidos por los barcos apresados por el buque
corso General Quintanilla haban podido sobrevivir los ltimos aos, a lo que
sum algunos otros ingresos debidos a los derechos de aduana.
194
Quirztanilla
195
se dice remitido en el ao 1824". Tan ciegos estn los burcratas, que no paran
mientes en las difciles circunstancias que se desenvolva en aquellos momentos la Administracin virreinal, pues incluso dicho expediente pudo no haber
sido enviado a Espaa".
Nueva solicitud con nuevos documentos, y nueva contestacin que
expresa bien a las claras la cerrazn de los burcratas para los que solamente
exista el Reglamento. Por ltimo Quintanilla recibe un oficio sobre el acuerdo
tornado por el Consejo, y no puede ser ms descorazonador. Sus documentos
"no estan conforme a lo que previene el Monte Po Militar, pero atenindose a
que los sugetos abonan las buenas circunstancias de su Esposa Doa Antonia
lvarez Garay, son de clase distinguida y que acredita as mismo por certificacin del Virrey del Per, Conde los Andes haber obtenido interinamente por
dicho Superior Gefe licencia para contraer matrimonio, no encuentra reparo el
que suscribe para que se le conceda la aprovacin de dicho matrimonio; pero
hacindole entender al espresado Gefe, que su Esposa no tendr derecho a los
beneficios del citado Monte, intern no presente los documentos que exige el
reglamento". (2)
NOTAS
(1) Mendiburu, M. Diccionario Histrico biogrfico del Per.
(2).AGM. Documentacin sobre Antonio Quintanilla. fol. 11.
CAPITULO XXXIII
Quintanilla es destinado al acuartelamiento de Santander. Es nombrado
Subdelegado de Polica en la Mancha. Cesa en La Mancha y es destinado a
Madrid.
Un ao aproximadamente hubo de esperar Quintanilla a que se le asignase un nuevo destino en la Pennsula, tiempo que ocup en la desagradable
tarea de aclarar su situacin militar as como la de su esposa; fue una lucha obscura y poco efectiva contra la cerrazn de la burocracia militar en la que solamente se impona el reglamento, sin dar cabida a cualquier otra cosa que pudiera dar solucin a problemas no contemplados en l.
Aunque la mayora de sus solicitudes a los superiores fueron con el fin
de aclarar la situacin de su esposa, no se olvid de l, saba que haba llegado
a Espaa con el grado de Brigadier, pero saba asimismo que S. M. le haba concedido el grado superior de Mariscal de Campo, al mismo tiempo que a Ramn
Rodil, defensor de El Callao quien capitul el mismo da que Quintanilla.
Comenzaba para Quintanilla la serie de olvidos, mientras Rodil fue
ascendido y l tena ya ms de tres aos de brigadier segn Real Orden por lo
que el ascenso al grado superior era inmediato, sin embargo l tuvo que esperar
an 9 aos, una prueba ms de discriminacin que sufran los militares americanos.
Por fin en agosto de 1827 se le asigna destino en el cuartel de Santander
con el grado de brigadier y un sueldo de 24.000 reales anuales, aunque nunca
recibi ms de 20.000 que era el sueldo real, pues los otros 4.000 era una concesin graciosa de S. M. y sin que sepamos la causa, nunca recibi. Su labor en
Santander se limit a llevar a cabo algunas comisiones de poca importancia; el
Entre los que figuraban en ella estaba Antonio Quintanilla, viendo con
sorpresa e indignacin, como se presentaba en la Subdelegacin un oficial con
orden de detencin, a lo que Quintanilla le contest que como Comandante
General que era de la Provincia proceda a su detencin y que mientras no fuese
cesado por el Capitn General no obedecera ni la orden del ministro, pues no
era el conducto reglamentario.
Como es lgico el oficial desisti de la detencin de Quintanilla quien
inmediatamente ofici al Capitn General dndole a conocer lo ocurrido y
poniendo su cargo militar a su disposicin. Quintanilla no fue detenido, pero s
lo fueron los dems.
El Capitn General contest a Quintanilla para manifestarle que l no
haba tenido conocimiento de lo ocurrido y que por su parte no tena motivo
alguno para dudar de su lealtad y fidelidad y por ello aprobaba la resistencia a
su detencin.
Pero no pudo evitar su cese como Subdelegado de Polica, quedando
una vez ms en expectativa de destino, siendo esta vez destinado a un cuartel de
La Corua. Al pasar por Madrid camino de su nuevo destino, el Capitn General
D. Manuel Freire y el subsecretario del Ministerio de la Guerra Quirs que sustitua al Ministro, le concedieron quedarse en el cuartel de Madrid. El matrimonio Quintanilla lvarez con su hijo an nifio, se domiciliaron en la calle Atocha
no 24. Aunque en un principio no se sospech de su simpata por D. Carlos,
qued la duda sobre su lealtad a la reina, una vez ms fue pospuesto y relegado.
Durante los muchos aos de cuartel en Madrid tuvo ocasin de comprobar la convulsin poltica que viva Espaa y la comezn que se viva en el el
estamento militar. Sublevaciones militares, cuartelazos como el de del 18 de
enero de 1835 protagonizado por el ayudante del Regimiento Aragn, Bernardo
Cordero y que durante las operaciones para reducir a los insurrectos muri cl
general Jos Canterac uno de los llamados ayacuchos (1); la guerra del Norte
iba de mal en peor, el general Jernimo Valds, tambien nyacucho, sufri un
desastre, quedando los carlistas dueos de las montaas vasco-navarras.
El ao 1836 no pudo comenzar peor, matanza de 133 prisioneros en
Barcelona (4 de enero) y el brigadier Nogueras fusila a la madre de Cabrera por
el mero hecho de ser madre del general carlista, lo que haba de ser seguido por
Cabrera con un reguero de sangre producto de una razn ofuscada por el dolor
y el odio. El 12 de agosto un nuevo motn, el de la Granja. Es de suponer que
Quintanilla
199
NOTAS
(1) Jos Canterac y Donesau naci en Guiene, Francia (1787). En 1801
era cadete de Walonas. El ao 1803 ingres en Artillera,ascendiendo a brigadier
en 1815 y pasando a Per en 1816.Tras la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de ao 1824 donde fue derrotado por Sucre y firmado el Tratado de paz del
mismo nombre, volvi a Espaa siendo nombrado Capitn General de Castilla
la Nueva en 1833. Muri en Madrid en la sublevacin de Cordero el ao 1835 .
Jernimo Valds y Sierra, Conde de Torata y vizconde de Villarn, naci
en Villarn, Asturias,en 1784. Siendo Bachiller en Derecho, tom las armas y
combati en la Guerra de Independencia y despus pas a Per el ao 1816,
ascendiendo a coronel en 1818. Luch contra San Martn y Sucre, volviendo a
Espaa despus del Tratado de Ayacucho en 1824 fue Capitn General de
Catalua y posteriormente Gobernador de Cuba en 1841, donde destac por su
persecucin contra el trfico de esclavos. Quintanilla di su nombre al barco
corso General Valds. Muri en Oviedo en 1855.
CAPITULO XXXIV
Quintanilla pasa a Tarragona a las rdenes del Capitn General de
Catalua. De nuevo es destinado al cuartel de Madrid. Quintanilla en el
Palacio Real en la sublevacin de 1854.
En la persona de Antonio Quintanilla se va a dar una paradoja; se le ha
considerado por algunos como simpatizante del aspirante D. Carlos, quiz esta
apreciacin tuviera su fundamento en que su hijo Antonio se habra de convertir en un destacado colaborador y miembro del squito de D. Carlos, aunque l
haba luchado en varias ocasiones contra los carlistas. Lo que no cabe duda es
que hubo de tener, sino problemas de conciencia, s un choque emocional y su
razn tendra muchas veces una lucha interna acerca de cual haba de ser su postura a seguir.
El Capitn General de Catalua el Barn de Meer se extralimitaba en
sus funciones dictando medidas administrativas en perjuicio del Gobierno, por
lo que ste hubo de poner coto a la autocracia del Barn, que facilit la labor de
sustitucin al presentar su dimisin como Capitn General de Catalua, cargo
en el que fue reemplazado por el general Jernimo Valds.
El general Espartero era dueo tanto de la situacin poltica como de la
militar; todos los puestos de importancia fueron ocupados por jefes militares
procedentes del Per, los llamados ayacuchos, como era el general Jernimo
Valds.
Estos militares que haban pasado por el virreinato del Per, los conocidos como ayacuchos, iban a formar una especie de grupo muy poderoso dentro
del estamento militar que se defendan y ayudaban entre s; Quintanilla haba
participado con alguno de ellos directamente en la guerra en Chile, tales como
Maroto, Narviiez, Valds, etc. nombres bien conocidos en la Espaa del siglo
XIX. El general Jernimo Valds dio nombre a la fsagata La Puy, armada de
corso y rebautizada por Quintanilla con el nombre de General Valds.
Una de las pocas satisfacciones profesionales de Quintanilla en Espaa
fue este recuerdo que tuvo el general Valds con l. Por Real Orden, Antonio
Quintanilla pasa a Catalua a las rdenes del Capitn General.
Presentado en el Cuartel General del Ejrcito en la ciudad de Martorell,
fue destinado a la provincia de Tarragona como Gobernador de la Plaza y
Comandante General de la Provincia; ocupaba la cartera del Ministerio de la
Guerra el general Isidro Alaix.
El ejrcito de Catalua estaba formado por unos 23.000 soldados la
mayor parte empleados en guarniciones y situados en puntos estratgicos con el
fin de mantener las comunicaciones, por lo que apenas se poda disponer de la
tercera parte. No pudo hacer demasiado Valds, pero s evitar que el Conde de
Espaa, D. Carlos Espignac pudiese sitiar Berga como era su propsito.
Espartero sali en ayuda de Valds con 4 batallones al mando del general
Francisco J. Azpiroz.
Antonio Quintanilla resume su actuacin militar en su primer mandato
en Tarragona as: "consigui por medio de su actividad y disposiciones en la
direccin de las tropas que tena a sus inmediatas rdenes, evitar el que los carlistas tomasen o quemasen algunos de los treinta y tantos pueblos de la provincia que haba fortificado".
Si la guerra ya de por s era difcil y peligrosa para los dos bandos
enfrentados por el sistema de guei-rillas empleado, era an ms cruel, dolorosa
y triste para los pueblos que alternativamente se vean invadidos por partidas de
ambos bandos. No haba para aquellos labriegos reposo, propiedad o vida a
salvo; tenan que contribuir a los impuestos exigidos por cada uno de los bandos.
Deban cumplir las rdenes de los jefes de aquellas bandas de ladrones
y asesinos, ms que militares, y cuyo incumplimiento supona la pena de muerte. Manlleu y nada digamos de Ripoll, donde los carlistas llegaron a poner un
cartel con la insolente inscripcin: Aquifile Ripoll, son claras muestras de la
barbarie y de la crueldad con que se producan unos y otros.
El 23 de abril de 1840 Quintanilla fue relevado de su cargo en Tarragona
siendo sustituido por el brigadier Juan Vanaler, hermano del Comandante
202
Jess Car~ulesRuiz
General del Ejrcito de Catalua, volviendo una vez ms a Madrid donde permaneci hasta el 10 de julio de 1846 que volvi de nuevo a Tarragona a ocupar
el mismo puesto del que haba sido cesado pocos aos antes.
"Por cuanto atendiendo al mrito y servicios de vos el Mariscal de
Campo Don Antonio Quintanilla. he venido en conferiros, por mi resolucin de
ocho del actual, el Gobierno militar de la plaza de Tarragona, en relevo del de
la misma clase Don Jos Trillo. En dicho despacho se recoge el sueldo de
Quintanilla en dicho cargo: "con el sueldo de cuarenta y cinco mil reales de
velln anuales". As se recoge en el Despacho de la Reina Isabel 11 de fecha de
10 de julio de 1846.
A partir de 1845, una vez perdida la esperanza de ocupar el trono va
matrimonio, se encendi de nuevo la guerra civil, teniendo a Catalua como
principal escenario.
Reaparece el clebre sacerdote Tristany, clrigo de misa y olla, que apenas saba leer y escribir pero era un iluminado que crea que l o derechos
~
de D.
Carlos emanaban directamente de Dios. Tristany como otros muchos hroes de
su jaez fue fusilado el 17 de mayo de 1847, siendo Capitn General , Pava. Las
muertes de Tristany y Ros Eroles no dieron fin a la guerra de bandas, aparecieron nuevos caudillos que hasta por sus apodos, fueron unos seres singulares:
Tintoret de Igualada, Tuerto de la Ratera, etc, son ejemplos de ellos. Aunque las
partidas carlistas no sumaban ms de dos mil hombres, favorecidos y amparados por la poblacin por inercia, simpata o miedo, era muy difcil acabar con
ellos, trayendo en jaque al ejrcito real.
En pocas palabras resume Quintanilla su actividad en Tarragona esta
segunda vez: "ha perseguido constante y personalmente al frente de columnas a
las partidas de carlistas que recorran la provincia", seguro que le eran familiares los nombres de: Boquica, Caletrus, Grabat de Morea, Sobrevas, Hern de
Laudre, etc, con cuyas partidas habra tenido algn encuentro o le habran hecho
andar muchos kilmetros en su persecucin.
Despus de poco ms de ao y medio en el cargo, al tomar posesin de
la Capitana General de Catalua el general Pava es cesado de nuevo el 12 de
marzo de 1847 y destinado a Madrid. Su actividad en el cuartel prcticamente
se reduce los servicios en los Consejos de Guerra, tiene 59 aos de edad y quiz
est pensando ya en su retiro. Pero eso no quiere decir que hubiera calma en las
filas del ejrcito, haba en l dos bandos muy definidos, conservadores y libera-
Jess C~znalesRuiz
CAPITULO XXXV
Ultimos servicios militares de Quintanilla. Se retira a vivir a Almera junto
a su hijo, donde muere el ao 1863. Juicio crtico de la personalidad de
Antonio Quintanilla.
Quintanilla es relevado de su cargo de Comandante General de la
Provincia de Tarragona y Gobernador de dicha Plaza, volviendo una vez ins a
la vida montona como militar de cuartel a Madrid, contaba 60 aos de edad.
Puede parecer una paradoja, pero en su propia patria, donde ms aos
estuvo de militar, fue donde desarroll una labor ms oscura y anodina, donde
menos se reconocieron sus capacidades, aunque ocasiones hubo para poder ser
protagonista en alguno de los hechos acaecidos. Los militares de origen americano, aunque fueran espaoles de nacimiento, no contaban con el aprecio de sus
superiores, ni tan siquiera entre sus iguales; tras la independencia americana, los
militares que volvieron a Espaa, solamente algunos de los formados en la
Pennsula, bien en los cuarteles que eran las Academias de entonces, o en los
frentes de batalla, destacaron en el panorama militar espaol, aunque sus Hojas
de servicios no fueran muy brillantes. Entre ellos podemos citar a algunos que
ocuparon cargos de responsabilidad, como: Canterac, Valds; Maroto, Olaguer
y Feli, etc. Especialmente afortunados fueron los conocidos como ayacuchos.
Los pocos empleos fuera del cuartel que desempe Quintanilla fue,
cuando uno de los militares americanos, ocup algn cargo de relevancia, casos
de Valds o Maroto. La vida militar de Quintanilla en la Pennsula transcurri
en el anonimato, en la atona y en la vulgaridad montona de la vida de cuartel;
10 meses permaneci en Santander en espera de destino definitivo y esos largos
33 aos que estuvo en diferentes etapas destinado en Madrid, de nada le sirvie-
206
Quintanilla
208
de sacar adelante una de las provincias del virreinato, la de Chilo, casi toda ella
insular, y le nombr Gobernador y Comandante General de dicha provincia,
cuando apenas contaba con 30 aos de edad y en el virreinato haba muchos
militares espaoles que haban ido al Per a hacer carrera, tales como: Maroto,
Valds, Canterac, Atero, Olaguer y Feli, Primo de Rivera, Snchez, etc. que la
mayora hubieran aceptado de buen grado el desempear tal misin. Quiz sea
la mejor tarjeta que puede presentar ante la historia para demostrar su vala.
Que el virrey Pezuela, aunque le hubieran movido otros motivos que los
de su vala, tuvo un gran acierto con el nombramiento de Quintanilla, lo dicen
y lo ratifican los 8 aos de buen gobierno, luchando contra los imponderables
de un tiempo muy difcil para el dominio de Espaa en Amrica, que agravaban,
an ms, las muchas dificultades derivadas de la situacin geopoltica de la isla
de Chilo.
Durante todo el perodo que dur su gobierno, tuvo a tiro de piedra a sus
enemigos, que prcticamente se haban apoderado de todo lo que fue el prspero y fiel virreinato del Per.
Hizo de la isla de Chilo un remanso de paz y, en lo que cabe, de prosperidad, pues sus habitantes vivan mejor que sus vecinos libres del Continente.
Fue recto, justo, probo y desinteresado en el ejercicio del poder y, en los
momentos difciles, supo ser magnnimo con sus enemigos.
En lo militar, cindonos solamente a su tiempo de gobernador en
Chilo qu ms que rechazar dos invasiones!, que si no fueron ms, se debi al
respeto que impuso con sus bien disciplinados soldados chilotes, mal armados
pero bien instruidos. En su carrera militar aparecen algunas sombras de hechos
concretos, que queremos pensar que fueron producto de situaciones lmite, en
las que se decida su propia vida o la del adversario, por lo que se vio obligado
a obrar con dureza en propia defensa.
Cuando comparamos su labor en Chile, y ms concretamente en Chilo,
con la llevada a cabo en El Callao por Ramn Rodil, odiosa o no la comparacin, ms se percibe la injusticia cometida por sus superiores en la persona de
Quintanilla.
Heroica fue la defensa de la plaza de El Callao por D. Ramn Rodil, y
la Historia se lo premia con el recuerdo permanente, pero no menos importante
fue la desarrollada por Quintanilla en Chilo. Por qu uno alcanz la fama y
honores y el otro, el olvido, cuando no el menosprecio?
NOTAS
(1) Ver Apndice.
VIRREYES
214
responsabilidad de que el Per se pierda para Espaa entre mis manos". Las
Cortes de Cdiz le concedieron el ttulo de Marqus de la Concordia. Termin
el Panten General de Lima diseado por el arquitecto y sacerdote Matas
Maestro cuyo costo fue de 110.000 pesos.
Abascal fue destituido por Fernando VI1 el 14 de octubre de 1815, entregando el bastn de mando a Pezuela el 7 de junio de 18 16. En Espaa fue ascendido a capitn general, muri en Madrid el ao 1827.
a Joaquina, muy joven y con dos hijos, Juan (Lima 15 mayo de 1809) y Jos de
apenas un ao. Sali de La Habana hacia Cdiz el 14 de octubre en la corbeta
de guerra Mara Francisca. Su otra hija Carmen cas con el coronel Rafael
Cevallos Escalera, quienes vinieron a Espaa con el virrey.
MILITARES INSURGENTES
mos este perodo. El 10 de febrero de 1824 sali de Buenos Aires con su hija
Merceditas hacia el puerto francs del Havre, su esposa Mercedes Escalada
haba muerto el 3 de agosto de 1823.
Embarcaron en La Josephine, para tomar en Ro de Janeiro la fragata
Bayonnais que ancl en El Havre el 23 de abril, donde es requisado su pasaporte y le ordenan salir por lo que se dirigi a Londres lo que hizo el 4 de mayo. En
Inglaterra encontr algunos amigos hechos en Espaa, pero se traslad a
Bruselas. El 6 de febrero de 1829 a bordo del Contess of Chichester y con pasaporte a nombre de Jos Matorras lleg a Buenos Aires, donde supo de la revolucin de Lavalle, por lo que no desembarc y volvi a Europa y en Pars va a
vivir a casa de su hermano Justo Rufino, coronel del ejrcito espaol, en la rue
de Provences.
El 13 de diciembre se casa su hija Merceditas con Mariano Balcarce
Buchardo. Durante parte de su destierro en Pars, San Martn fue ayudado econmicamente por Alejandro Aguado Ramrez, conde de Montelirios. Muere en
Boulogne sur Mer el 13 de agosto de 1850. El ao 1880 fueron repatriados sus
restos y reposan en una capilla lateral de la Catedral de Buenos Aires, con permanente guardia de soldados de la Guardia del cercano Palacio de Gobierno.
Mercedes Escalada y de la Quintana, era hija de Antonio Jos Escalada
y Sarra y de Tomasa de la Quintana y Aoz. Su abuelo paterno, Manuel de
Escalada y Bustillo, natural de Corvera de Toranzo, ocup varios cargos en
Buenos Aires, donde adems hizo una gran fortuna. Tuvo dos hijos ilegtimos
con Luisa Sarri, Francisco Antonio y Antonio Jos, que si bien fueron legitimados, sus diferencias con el padre, les llev a que ste les desheredase. Un
largo pleito les devolvi la herencia. Tanto el padre como los hijos ocuparon cargos importantes en la Administracin bonaerense y argentina.
Los hermanos de Jos de San Martn fueron: Mara Elena nacida en
1771, y quien contrajo matrimonio en 1802 con el capitn Rafael Gonzlez y
lvarez de Menchaca. En su testamento San Martn dej dicho que se le diese
"una pensin de mil francos anuales y, a su fallecimiento, se contine pagando
a su hija Petronila, una de doscientos cincuenta hasta su muerte".
Juan Fermn naci en 1774, alcanzando el grado de Teniente Coronel;
muri en Manila en 1822. Justo Rufino naci en 1776, siendo coronel, muri en
Madrid 1852.
Quintanilla
219
220
Guillermo Miller
Guillermo Miller nace en Vinghan, Inglaterra, el 2 de diciembre de 1795.
A los 16 aos ya guerrea en Espaa y Portugal contra los ejrcitos de Napolen.
El ao 1817 arrib a Buenos Aires y tanto San Martn como Bolvar, le distinguen en sus respectivos ejrcitos. Le hemos encontrado en los ltimos aos de
Quintanilla en Chilo, participando activamente en el ejrcito chileno. Tras la
independencia dej el ejrcito y escribi sus Memorias. Separado del ejrcito
posteriormente,se present en Lima el ao 1861 reclamando su grado de mariscal al que se crea merecedor. Muri el 31 de octubre de ese mismo ao de 1861.
Alejandro Toms Cochrane, Lord Coclirane
Lord Cocrhane naci en Escocia en 1775. Sirvi en la Armada inglesa
luchando contra Espaa y Francia, cayendo prisionero. Liberado lucha de nuevo
contra Francia, pero esta vez en la Armada espaola. En 1814 es dado de baja
en la marina tras unas turbias operaciones de bolsa, incluso en su vida poltica
sufri por esta operacin. Present dos cuentas a San Martn, una de 130.000
pesos que fue aceptada y otra de ms de 200.000 pesos del Gobierno chileno,
que no asuma el Per. Poco despus se apoder de de 536.000 pesos, de los que
solamente 153.000 eran del Gobierno, los dems eran de particulares. Se traslad a Chile para ponerse al frente de su Armada. Su carkter le llev a enfrentarse con San Martn y con los argentinos pasando al servicio del Brasil. No son
precisamente alabanzas lo que han dejado escrito San Martn y Lord Cocrhane
sobre sus respectivas personas. Muere en Londres el 11 de octubre de 1864.
Ramn Freire y Serrano
Ramn Freire naci en la ciudad de
Santiago de Chile el ao 1787, luch en la
diversas campaas de la independencia americana. A la cada de Bernardo O'Higgins fue
nombrado Director interino (Presidente) de
Chile 1823-1826. El ao 1824 asumi poderes
dictatoriales y, su principal campaa militar,
ya hemos visto que fue la toma de Chilo. El
ao 1827 volvi a la Presidencia y, siendo pre-
222
Jorge Beauchef
Jorge Beauchef naci en Puy-en-Velay (Alto Loira), Francia, en 1787.
Entr en el Regimiento de Hsares en 1805 con el que hizo las campaas de
Austria, Prusia y Polonia y ms tarde en la guerra de Espaa con Napeolen. Cay prisionero y
fue encerrado en un pontn durante 13 meses de
donde se escap a nado a un barco ingls. Vivi
en Malta donde estuvo 3 aos de comerciante.
Tras muchas vicisitudes se incorpor al ejrcito
de nuevo y, en Nueva York, suscribi un convenio y paso a la Argentina donde se incorpor al
ejrcito de San Martn. Trabaj en la Academia
Militar fundada por O'Higgins, pasando despus
a las ordenes del coronel Miguel Brayer, tambin
francs. Despues de la campaa de Chilo el ao
1827 se retir. Contrajo matrimonio con doa
Teresa Manso de Velasco y Rojas, alguno de sus descendientes ocup diversos
cargos polticos. Muri en Santiago el 10 de junio de 1840.
Alberto Bacler D'Albe, naci en Solanches, Saboya, hijo de un ingeniero francs, y vino a Chile desde Norteamrica de la mano de Jos Miguel
Carrera. Como teniente coronel de ingenieros hizo la campaa del sur. Freire le
designo "acadmico7' e hizo la campaa de Chilo. Volvi a Francia donde parece que muri.
Ambrosio Cramer, tambin haba servido en el ejrcito de Napolen,
se distingui en Chacabuco siendo designado a comandar el batalln No 8, parece ser que su conducta un poco alegre fue la causa de ser apartado del ejrcito,
por lo que volvi a Buenos Aires. Muri durante la tirana de Rosas luchando en
el ejrcito revolucionario en 1839.
Quintanilla
223
MILITARES ESPAOLES
Antonio Pareja
Brigadier de Marina el ao 1805 intervino en la Batalla de Trafalgar al
mando del Argonauta siendo Capitn de navo. El ao 1811, fue nombrado por
el Consejo de Regencia, Gobernador de la Provincia Concepcin siendo ya brigadier. Estaba casado con doa Josefa Septien. El virrey Abascal dispuso que
pasase a Chile saliendo de El Callao el 12 de diciembre de 1812. Ya hemos estudiado su campaa en Chile y sealado como nombr a Quintanilla su ayudante.
Su hijo Jos Pareja Septien, nacido en Lima, sigui la carrera militar llegando a
Jefe de Escuadra. Estuvo en el Pacfico en 1864 teniendo a sus rdenes 6 fragatas de guerra. Se suicid a bordo de la Villa de Madrid sin saberse la causa verdadera.
Gabino Gainza
Gabino Gainza naci en Vizcaya el ao 1750; antes de ir al Per en 1814
poco se sabe de su carrera militar. En Amrica sirvi en varios destinos, contrayendo matrimonio en Guayaquil con Doa Gregoria Rocafuerte, hermana del
que fue Presidente de Ecuador el ao 1835. Sirviendo en el Real de Lima fue
ascendido a coronel el ao 1809 y en 1811 ascendi a brigadier. Abascal le nombr sustituto del general Pareja en Chile, pero pronto demostr que no era la
persona adecuada para llevar a cabo y a buen fin aquella misin que le enco-
Quintarzilla
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mendara el virrey Abascal. En 1814 fue sustituido por Osorio. Vuelto a Espaa
fue nombrado Jefe superior de Guatemala, declarando la independencia en 1821
y anexionada Guatemala por Mxico fue destituido en 1822.
Mariano Osorio
Mariano Osorio naci en Sevilla el ao 1770. Estudi en la Academia de
Artillera de Segovia y en esta arma hizo las diferentes campaas contra los
franceses. Siendo capitin fue herido en una pierna en el primer sitio de
Zaragoza. Fue trasladado a Lima como comandante de artillera y Director de la
Maestranza y Fbrica del plvora; era coronel del ejrcito y teniente coronel en
el Cuerpo facultativo. Fue nombrado para sustituir al coronel Gainza en Chile
en 1814. Ya hemos estudiado su actuacin en Chile. Con la felicitacin a
Fernando VI1 por su vuelta al trono, solicit el indulto de los prisioneros de Juan
Fernndez que le fue concedido. El 2 de octubre de 1814 se le expidi el grado
de brigadier.
Mariano Osorio contrajo matrimonio el 15 de agosto de 1817 con Doa
Joaquina de la Pezuela Ceballos, hija del virrey, recibiendo ese mismo ao la
Cruz de San Hermenegildo.
La derrota de Maip, que l atribuy a la cobarda de Morgado y Primo
de Rivera, hiri tanto su honor que pidi a su suegro que le sacase de Per. En
esta batalla intervino el comandante Jos Ramn Rodil quien lleg a Talcahuano
solamente con 100 hombres; Rodil habra de defender El Callao hasta el 19 de
nero de 1826 que capitul; el mismo da lo haca Quintanilla en Chilo.
El ao 1819 sali de El Callao con su esposa y sus dos hijos para
Espaa, llegando a La Habana el 29 de septiembre donde cay enfermo de
vmito negro el da 6 de octubre y muriendo el 9 a las 7 de la tarde. A los pocos
das su joven esposa Joaquina y los nios, acompaados de un criado, embarcaron para Cdiz.
Saturnino Garca
Naci en el pueblo toledano de Alcabn, que se hara famoso por el guerrillero carlista, El cura de Alcabn, Vicente Dueas. Ingres en el ejrcito y fue
destinado al Per. En los ltimos das del mes de mayo del ao 1820, a bordo
del bergantn Nitingale lleg a San Carlos el capitn del Cantabria don
Saturnino Garca, que a las rdenes de Quintanilla haba de tener una destacada
226
Rafael Maroto
Rafael Maroto naci en Lorca, Murcia, el ao 1783. Tom parte en la
Guerra de la Independencia siendo herido en el sitio de Zaragoza y hecho prisionero por los franceses al capitular la ciudad. El ao 1813 pas al Per con el
Batalln Talavera, desde donde al frente de este batalln pas a Chile cuya
actuacin hemos contemplado en captulos anteriores. Se adhiri al bando de D.
Carlos haciendo la primera guerra carlista como general. En 1839 pone fin a esta
guerra con el Convenio de Vergara, ms conocido como el Abrazo de Vergara
entre l y el general Espartero. Muri en 1847.
Francisco Casimiro Marc del Pont
Francisco C. Marc del Pont naci en Vigo el ao 1765, hijo de un pescador enriquecido con el contrabando con los ingleses. Sirvi a las rdenes de
Palafox en Zaragoza, siendo ascendido a Mariscal de Campo. Pas a Chile de
Capitn General donde ya hemos visto que tuvo una actuacin nefasta; derrotado por San Martn y hecho prisionero, despues de pasar por diferentes prisiones
fue trasladado a la villa de Lujn, cerca de Buenos Aires, donde muri el ao
1819.
Manuel Olaguer y Feli
Originario del Bierzo en la provincia de Len, sigui la carrera militar
como era costumbre en su familia. Fue trasalado a Amrica sirviendo en la plaza
de Valdivia en la que hizo algunas fortificaciones, pues era ingeniero, como
comandante de ingenieros intervino en los sucesos de Santiago, en donde nombr una Junta para gobernar en nombre de Fernando VI1 en 1810. Volvi al Per,
regresando a Chile en la fragata Toms, y fue hecho prisionero en Talcahuano.
En 181.5 era brigadier y despus de la batalla de Chacabuco embarc para Lima.
Fue subispector hasta el ao 1821. Al capitular El Callao el 17 de septiembre de
1821 ante San Martn, volvi a Espaa.
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todos n(uest)ros bienes sin inervencion alguna judicial mas que su aprovacion
deliberando en forma, y en falta de n(uest)ro Seor D. Antonio ausente, o la de
otro lo verifiquen los presentes, y que d(ic)ha facultad sea estensiva la practica
de la cuenta y particion entre si de bienes sin que recurran a trivunal alguno en
obiacion de gastos y discordias; sino que antes bien poniendo sus dudas o peticiones de cada cual p(o)r escrito a su satisfacion las consultas de tres letrados
que nombren o decida la suerte nombrando un p(o)r cada parte estandose al
Dictamen de los dos en discordia, y para evitar parcialidades en las valuaciones,
o tasaciones de bienes nombramos, p(o)r tasadores de ellos a D. Jos Lino de
Hermosa y D. Ebaristo de Liao n(uest)ros convecinos a quienes encargarnos lo
verifiquen segun su conciencia y en falta de alguno de estos nombren otro los
herederos de conformidad, o a disposicion de la suerte proponiendo cada parte
como, sin que le opongan a esta medida de paz ninguno de n(uest)ros hijos ni
quien los represente, y si lo verifican como informamos los obedientes asibien
en lo que la Ley permite.
Por la presente revocamos Cuales quiera otro testamento, codicilo o
memoria que hayamos hecho ante p(o)r escrito de palabra o en cualq(uier)a otra
manera; pues lo solicite queremos sea susistente y valedero como n(uest)ra ultima deliberando voluntad testemento ... o como mas haya lugar en contra. As
bien en testimonio lo otorgan y firma el que que save y p(o)r la que no uno de
los testigos llamados y rogados que los son Juan de Llarena, Alejandro de la
Sierra y Manuel de Quintanilla todos vecinos de este pueblo de todo los cual y
del conocimiento de los otorgantes que se hallan en su cabal juicio doy fe. En
Pmanes y Septiembre veinte y siete de mi01 ochoz(ento)s teinta y uno.
Arruego por la otorgante
Francisco Quintanilla
Alejandro de la Sierra
Manuel de Quintana
Ante m
D. Pedro Ortiz de la Cantolla
234
efecto testimonio de los documentos que arguyen contra l y, si es de ejecutarse, se le suspenda entre tanto el ejercicio de la plaza de oidor que obtiene en la
real audiencia de Santiago, hacindose, por ltimo, entender a los coroneles don
Juan Antonio Olate y don Clemente Lantao, que suscribieron con Rodrguez
los recursos referidos lo estrao que ha sido este paso, contrario de lo que su
majestad previene en sus ordenanzas, que deban ser enterados y que, por consideracin a su ignorancia y al servicio que hicieron en la guerra del reino de
Chile, siguiendo la justa causa, no se les impone el castigo que merecan. Simn
Rvago.
"A los diez y nueve dias del mes de junio de mil ochocientos diez y seis,
el seor fiscal, habiendo recibido ante m, de mano del seor Presidente, el proceso con la sentencia pronunciada, paso conmigo a la casa del seor brigadier
don Gabino Gainza, al que se la notific, habindose10 ledo literalmente y
qued enterado en todas sus partes.
1 para que conste lo firm dicho seor fiscal con el presente secretario
de que doi f. Gali. Vicente Garn".
Coleccin de documentos relativos a la Independencia de Chile. Tomo
X,. pgs, 180, 181 y 182.
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Brigadieres Maroto y Feliu, se dirigirn al Callao, o a Concepcin para procurar la conservacin y defensa de aquella Provincia q(ue) tiene en su Capital,
segn dicen, como 700 hombres; y en Chillan el Regimiento del Comandante
Snchez; q(ue) es el mismo q(ue) desde la primera revolucin de Chile hasta el
presente se ha sostenido en aquel punto; mandando en Xefe las Tropas del REY
a los principios de ella contra los sublevados, y luego a las rdenes de los
Generales Ganza, Osorio y Marc en las poca en que sucesivamente han mandado aquel Reyno y el Exrcito Real. Estas noticias aunque dadas con el sobresalto de una fuga y que pueden por consiguiente tener alguna variacin, bastan
a formar un concepto aproximado del suceso y del estado en q(ue) qued de
aquel Reyno; y ellas me han determinado a tomar las providencias que estan
inmediatamente en la posivilidad de mis presentes recursos, tanto para conservar qualesquiera puestos o Plazas Martimas de l, q(ue) aun se mantengan en
obediencia, especialm(en)te Concepcin y su Provincia, como para impedir
q(ue) de los que tienen a su debocion despachar algunos Barcos a los de la Costa
de este Virreynato con el fin de sembrar la seduccin y alentar las aspiraciones
de los mal intencionados, q(ue) por desgracia no son pocos en todas partes. Las
ms eficaces son las q(ue) a continuacin se expresan. lo Declarar en estado de
bloqueo todos los Puertos de la Costa, de aquel Reyno y prohivir la entrada de
los Buques Extrangeros en los de este (excepto en el Callao) a fin de q(ue) cortadas las comunicaciones p(o)r mar con di(c)hos Extrangeros, de quienes se
valen para sostener su rebolucin, y estrechados en los lmites de los terrenos
q(ue) ocupan, se le imposibilite el llebar sus progresos adelante, y acaso el poder
sostener el q(ue) han ocupado, siempre q(ue) se conserve la Provincia de
Concepcin hasta el Ro Maule al amparo de las expresados fuerzas propias y
de las Tropa que) reunir a las de que) han salvado en los precitados Buques. 2"
Que la Fragata Veloz y Vergantn el Angel ultimamente armados en Guerra y
que deben estar prontos para dar la vela dentro de quatro das bajan a reunirse
con la Venganza, Sebastiana y Potrillo q(ue) se hallan de antemano cruzando en
las Costas de Concepcin; afin de q(ue) toda la Divisin de los 5 Buques de
Guerra,cuya fuerza detalla la razn adjunta No lo, puede deshacer la Esquadrilla
de Buenos Ayres, si es q(ue) parece y sostener el Bloqueo citado. 3" Que dichos
dos Buques conduzcan a su Bordo todos los Militares prfugos de Valparayso
q(ue) han arribado a este del Callao, ya sea al de Concepcin, si se mantuviere
firme o a Chilo si hubiese sucumbido afin de q(ue) se empleen en el destino y
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objetos ms convenientes al servicio del REY, lo mismo que se executar sucesivamente en quantyos aporten fugitivos al Callao. 4" Que las propias
Embarcaciones lleven al Gobernador de Concepcin 2.000 pesos y los dems
artculos de la adjunta NOTA no 3 y otros 2.000 al de Chilo, sobre los q(ue)
pocos das ha le despach expresados en la NOTA 4, con prevencion de q(ue)
en el caso de haberse perdido Concepcin, los reciba todos el ltimo, auxilio
importantisimo que me parece imposible poder facilitar en punto a moneda y
armamento. 5" He despachado un Extraordinario al General del Exrcito instruyndole de la desgracia de esta operaciones y previnindole vea como hace el
ltimo esfuerzo para desde Jujui donde se halla su vanguardia, echarse si posible fuese con un movimiento rpido sobre el Exrcito Enemigo de 3.000 hombres situado en Tucumn a las rdenes del Caudillo Belgrano, deshacerlo;
ponerse en observacin de las Provincias de su espalda y de las operaciones del
Exrcito Portugus por la vanda oriental del Ro de la Plata, para determinar lo
ms conveniente a causar una til alarma en Buenos Ayres, y en Chile mismo.
6" He dispuesto que se active la formacin de un Batalln mandado ltimamente crear en Arica, para resguardo de esta interesantsima y expuesta Plaza, y prevenido por extraordinario a los Gefes de las Provincias de Cuzco y Puno, para
q(ue) a toda prisa manden 1.000 hombras cada uno para aumentar la fuerza del
expresado cuerpo, cuyos Oficiales, Sargentos y Cabos fueron remitidos a aquel
punto por el G(ene)ral del Exe(rci)to y el armamento posible saldr de aqu
embarcada en unos pocos das. Finalmente he mandado venir de las Provincias
de Tarna y Huamanga 300 hombres de sus Milicias, para q(ue) con otros tantos
del R(ea)l de Lima q(ue) se hallan aqu y 400 que ya llegaron por la va de
Panam, y 250 que) estan prxin~osa llegar, se organice el Ynfante D. Carlos y
se ponga en la f ~ ~ e r de
z a unos 1.200 hombres, que es a quanto puedo extenderme con la destitucin de fusiles. Me prometo que estas prontas providencias
merecern la aprovacin de S. M. y q(ue) bastarn para neutraizar los posteriores designios de los imbasores de Chile por el poco tiempo q(ue) deben ya tardar el arribo de la anunciada Expedicin al mando del G(ene)ral Conde Abisbal
(sic) para el Ro de la Plata y la subsiguiente caida de su obstinada y orgullosa
Capital.
De este golpe, por tanto tiempo deseado dependen unicamente la suinisin de las Provincias de esta actual dominacin; la subsiguiente, de las q(ue) se
mantienen en la obediencia del REY, la nueva reconquista del Reyno de Chile;
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A. de Quintanilla
S.Carlos de Chilo, septiembre 27 de 1825.
Sr. D. Jos Delavat y Rincn, Cnsul General Espaol en el Ro de
Janeiro".
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Oficio Adjunto
Un sello. "Gobierno de Chilo. Por una balandra que ha fondeado ayer
tarde, procedente de Valparaso, he sabido se est aprontando en Chile una espedicin de tropas contra esta provincia. La cual debe salir de Valparaso muy
pronto, de cuya noticia estoy bastante cierto y no me cabe la menor duda. Para
el acierto de mis operaciones convoqu inmediatamente una Junta de Guerra de
jefes y comandantes de compaas de la guarnicin y por unanimidad fueron de
parecer: que consultase el voto de los jefes, oficiales y dems corporaciones de
la provincia, para decidir si ha de hacer o no una vigorosa defensa, o si se debe
a capitular. En consecuencia de esto haga V.S. que inmediatamente se reunan los
jefes y oficiales de ese partido y manifestndoles esta noticia por el contenido
de este oficio, les pedir su parecer decisivo de si conviene y estn prontos a
defender la provincia con sus compaas y a concurrir con sus bienes para los
gastos de la guerra, pues que el erario se halla exhausto y con slo 10 12 mil
pesos en aguardientes y otros efectos de muy poca estimacin, o si se deber
capitular con el jeneral de la espedicin antes de llegar a este puerto. Aunque
falte uno u otro oficial por hallarse ausentes o enfermos, ni importa ni es del
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Coleccirz de documentos ... Tomo XI, pg. 323. Tomo XXXIV, pg.
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Sobre su liberacin
"Reunidos los convocados en esta Junta y faltando el seor coronel don
Jos Ballesteros, se le hizo llamar, y en el acto de presentarse dijo: que en aquella Junta no tena voz ni voto, pues la reconoca ilegtima y revolucionaria. Se
le contest que era por el Rei, y como ms caracterizado pas a presidirla. Se
form un acta, se ley a las tropas, pasando el que suscribe, por orden del seor
coronel, a bordo de la balandra para conducir a tierra al seor Comandante
Jeneral y dems que se hallaban presos, que fueron recibidos por un numeroso
pueblo con todas las demostraciones del mayor jbilo; quedando, por las disposiciones del seor coronel restablecida la autoridad lejtima. Es cuanto tengo que
esponer bajo la integridad y honor con que debo espresarme. Santiago de Chile,
Agosto 17 de 1827. Juan Manuel Ulloa. Seor Coronel sub-inspector don Jos
Ballesteros".
Coleccin de documentos relativos a la Independencia de Chile. Tomo
XI, pgs, 296 y 297.
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7.
nei-reto.
Talca 18 de Febrero de 181.1..
1
, Supremo Gobierno del Estndo tcnicndo cn considcy ~ircunstnncinsde las censpiruciones que se
rnciori el mcrito,
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SUPLEMENTO
A L NUMERO
ag.
19
DE ABRlL DE r83a
E l 14 se avist una goleta sondando l a costa al S. del puerto: el 16 se reuni a esta una fragata: y el 17 al anochecer desembarcaron tropas al. N. de la
punta de Guachucucuy. El subteniente D Antonio Calvert que mandaba la batera de la Corona y costa de Guapacho con 40 hombres de infantera, igual nmero de caballera, y un can de montaa, no pudo impedirlo porque la distancia
de dos leguas que haba de donde este estaba situado al de el desembarco, no le
permiti llegar a tiempo, y as despus de muy corto tiroteo en la playa, se reciro la Corona, clav la artillera de esta y del puerto del Ingls, replegndose en
la misma noche con su tropa la de Agy segn le tena ordenado para un caso
tal, por la ninguna ventaja que proporcionan estas baterias para ser defendidas
por retaguardia. Ocupadas estas en la misma noche poc el enemigo sin resistencia alguna, emprehendi su marcha al siguiente sobre la de Agy, en l a qual
tena puestas tres compaas de infantera, una de milicias para sirvientes de
artillera, y los artilleros muy necesarios para su manejo. Me hallaba i las doce
del mismo da embarcado el resto tropa .que tena en esta plaza para pasar atacar al enemigo, reunida ella la fuerza de Agy por. la nticipada noticia que
haba tenido por un pasado, de componerse esta solo de trescientos hombres, la
misma que haba tomado Valdivia, en cuya plaza solo haban dexado unos cincuenta de guarnicin, quando veo que es atacada por ellos la batera de Agy:
hice apresurase la marcha con el auxilio de doscientos hombres el 20.
Comandante de este batalln vetetano D. Saturnino Garcia, no por temor de que
fuesen capaces de tomarse la batera, porque tena satisfaccin en los SS. oficiales y tropa que la guarneca; sino para que desembarcando dicho comandante en la casa de Nez, y tomando el camino del monte, les cayese por la retaguardia. cortndoles la retrada y embarque. Lleg tarde esta fuerza: los enemigos no pudieron sufrir el activo fuego que se les haca desde la batera; tanto de
fusil, como de can metralla, el de una lancha caonera con una culebrina de
8 y un obus de 12 situada al flanco derecho de Agy,. Esto, y.la salida que
hizo parte de la guarnicin de la batera a la bayoneta al mando del teniente D.
Antonio Rubio y subteniente D. Antonio Calvert, les oblig dexando 20 muetos, 40 fusiles, tres caxas de guerra, un clarn, y 17 prisioneros, entre ellos el que
los mandaba nombrado Millerd 2" de Cochrane, quien estaba embarcado. El
nmero de estos, es que no por una de las avanzadas de caballera que haba
colocado. en el camino de Guapilacui, de que los enemigos se hallaban en bastante nmero en la capilla de este nombre, y que seguan su movimiento cor
Quintnnilla
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de sacarlo. Los cohetes de Congreve que han tirado a la batera, no han causado ningn efecto, y se les ha quedado uno que conservo.
Interin efectuaban su reembarque los enemigos en el puerto del Ingls,
echaron un bote tierra, y. quemaron. los quarteles, explanadas, barbetas y cureas de aquella batera, las de Yustis y una casa de labrador. Todo lo que comunico V. E. para su superior inteligencia.= Dios guarde V. E. muchos aos S.
Carlos de Chiloe 20 de Febrero de 1820. Excmo.Sr. =Antonio de Quintanilla. =
Excmo. Sr. virey del Per.
P. D. El cornandante de las fuerzas sutiles de este puerto, piloto D.
Cayetano Fernndez que mandaba la caonera en e l ataque, ha cumplido con
sus deberes, y tiene una gran parte en la victoria conseguida por el vivo fuego
que esta le hizo, segn expreso arriba: es tambin digno de la superior consideracin de V. E.
268
ABONOS
' /
2 70
D O N F E R N A N D O S E P T I M O P O R LA G R A C I A D E D I O S ,
REYde Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilins, de Jcrusalen, dc Navarra ,de Granada, de Toledo, de Valencia, dc Galicia de Mallorca, de Sevilla,
de Cerdeia, de C6rdoba, de Cdrccga ,dc Murcia, de Jaen ,de los Algnrbcs ,de
hlgccira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias Orientales y Occidentales, Islas y Tierra-firme del mar Ockano; Archiduque de Austria, Duque de Borgoia, de Brabnnte y de Milnn; Conde de Abspiirg, Flandes, Tiro1
y Barcelona; Sefior de Vizcaya y de Molina &c. Por cuanto e
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wW,'.&e
h e venido en elegiros
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5'- &&
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Por tanto os doy y concedo toda la autoridad, accion d incumbencia que corresponde 5
este empleo; y mando al Capitan general 6 Comandante general de la Provincia 6 Ejercito donde sirvikreis os reconozca y haga reconocer por Brigadier de
y como L tal os tengan y respeten 103 demas Cabos mayores y menores==
dados, de cualqnier grado b calidad que sean, y os guarden y hagan guardar las honras, gracias, preeminencias y exenciones que por este empleo os tocan bien y cumplidamente, sin que os falte cosa alguna : que asi es mi voluntad ; y que el lnteiidente
de la Provincia 6 Ejercito Q quien perteneciere db la orden necesaria para que se tome
razon de estea13. Contadura principal, donde se os formara asiento, con el
sueldo de doscientos escudos de vellon, que es el que se os ha de librar y pagar al mes
por el tiempo que en virtud de las letras de servicio que Yo os concediere estuviereis
y
8
9
W
sin ellas&stando
sirviendo el cuartel 6 en la arte
que
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fuere servido sealaros; y para que se cumpla y ejecute todo lo referido mandb despachar el presente tltulo , firmado de mi Real mano, sellado con el sello secreto, y refrendado del infrascrito mi Secretario de Estado y dcl Despacho de la Guerra, de que
se toniarh tambien razon en la Contaduria general de la Uistribucion de la Real Hacienda dentro de dos meses d e su fecha; y iio ejecutndose 3si quednrl nulo. Dado
A ir/
de -&e
mil ochocientos
en FAACIL.&
veinte y Q/
Quintanilla
ESPAOLA,
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LAS ESPAAS,
Por tanto os doy y concedo toda la autoridad, accion 6 incumbencia que corresponde este empleo; y mando
al Capitan general Comandante general de la Provincia 6 Ejrcito donde sirvireis , que precedido el juramento que delieis prestar conforme lo prescrito por la Constitucion, si ya no lo huliikeis hecho, os reconozca y haga reconocer por Mariscal de Campo, y qtie como tal os tengan y respeten los demas Cabos mayores y menores, Oficiales y soldados, de cualquier grado calidad que sean, y os guarden y lugan guardar
las Iionras, gracias, preeminencias y exenciones que por este empleo os tocan bien y cumplidamente, sin que
os falte cosa algunn: que asi es mi voluntad; y que el Ordenador de la Provincia 6 Ejrcito quien p e r t e
nmiere d 12 Ardcn nec~sarisuaraaue se tome r a m n d e e s t e ~ t e r x e n C i o n _ n d n c i ~ d . . d o n d e ~
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formar asiento, con el sueldo de quinientos escudos de vellon, que es el que se os ha de librar y pagar por
cl tieriipo que en virtud de letras de servicio que Yo os concediere estuviheis en campana, porque sin ellag
y estando sirviendo en cuartel, en la parte que Yo os destinare, solo os ha de pagar y librar en cada mes
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; y para que recnmpla y ejecu e lo referido mnnd despachar el presente rmado de mi Real mano, sellado con el sello secreto de
mis armas, y refrendado del infrascrito m i Secretario de G t a d o y del Despacho de la Guerra, de que se
tomari tambien razon en la Intervencion eneral del Ejrcito dentro de dos mesa de su fecha; y no ejecutndose asi. quedar nulo. Dado en
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de mil ochocientos treinta y U P
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ESPANOLA
IIEINA DE L a ESI>ANAS.
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scis hecho, y la solcrnnidad del pleito bomenage que debeis hacer en sus manos, de que habcis de
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los que debieren obedeecros por grado y razon militar, que cumplan, guarden y ejecuten las di.denes del servicio qiie les dircis por cserito y dc palabra, sin rplica ni dilacion alguna; y vos y
cllos habcis de estar las del referido Capitan Coniandante general, 6 dc la persona que le
soccdicrc en su cargo; y tcndreis particiilar cuidado de avisailc lo que convinicre la scguridad
y defensa de In ieFeriila Plaza, para que d cuenta de lo que sc ofrecierc, y se provea lo quc mas
convenga; y que el Iotcriden~crriili~ardel distrito de ~ & c L L------..-=
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d6 asiniisnio la idcn corr.cspondieii~epara que se tome razon de este Despacho en la In~ervencion
del mismo, dondc se os formar asiento del refei.ido empleo con el sucldo ~ L S C C S L C - ~
y el goce de tl desde el dia que (precediendo c s 8
dY&,
IP7i.i~cquisitos)toinircis posesioo, segun c s d e 1 1 primera revista. Y para que se cumpla y cjecute i d o lo referido, mando despachar el presente Tkiilo, riruiado de m i I\eal hlano, sellado con
el scllo secreto, y rcriwdado dcl hliriislro de I:i Guerra. Dado cn m--cdi
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d.- -de --<-/1.- de iriil ochocientos cuareiita / /
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Quintanilla
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e &den comunirad~por tl Sr.h h r t r o d c la
Manuscritos
AHC. Seccin Protocolos. Testamento de Francisco Quintanilla.
AHM. Documentacin militar de Antonio Quintanilla.
BMP. Memorial de Gobierno. Diario de las ocurrencias que han habido
en el mando del Exmo Seor D. Joaqun de la Pezuela desde el 7 julio de 1816
hasta el 29 de enero de 1821.
Documentacin impresa
Amuntegui, Vctor. La reconquista espaola de Chile 1814.
Barros Arana, Diego. Historia de Chile. Santiago de Chile.
Berdiales, Germn. El primer soldado de la Libertad. Buenos Aires,
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Compendio de documentos relativos a la independencia de Chile.
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Encina, Francisco A. Resmen de la Historia de Chile. Redaccin, iconografa y apndices de Leopoldo Castedo. Tres Volmenes (1879- 1891).
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Mendiburu, Manuel. Diccionario histrico-biogrfico del Perz. Lima
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Miller, John. Memorias de guerra de Guillermo Miller: Traducidas por
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Prellezo Garca, Jos Manuel. Utopa de un indiano lebaniego.
Institucin Cultural de Cantabria, Centro de Estudios Montaeses, Santander,
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Quintanilla y Santiago, Antonio. Autobiografia (1854). Prlogo y transcripcin de Carlos Besa Lyn, Tercer Secretario de la Embajada de Chile en
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Gobierno de Cantabria
Consejera de Cultura,
Turismo y Deporte