Los Vedas, Ensayos de Traducción y Exegesis - PDF 138
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LOS VEDAS
ENSAYOS DE TRADUCCIN
Y
EXGESIS
Por
ANANDA K. COOMARASWAMY
CONTENIDO
PREFACIO .................................................................................... III
UNA NUEVA APROXIMACIN A LOS VEDAS
I
II
III
INTRODUCCIN .......................................................................... V
BHADRAYAKA UPANIAD, 1, 2 ....................................... 1
PORCIONES DE LA MAITRI UPANIAD ................................ 59
TRES HIMNOS VDICOS .......................................................... 63
APNDICE ................................................................................... 95
EL G VEDA COMO LIBRO DE LA TOMA DE LA TIERRA
INTRODUCCIN ....................................................................... 105
ILUSTRACIONES
FIG. 1: R SRYDAYA, LA SAGRADA SALIDA DEL SOL ................ 104
FIG. 2: EL BARCO DE LA VIDA, O EL BARCO DEL SOL,
Y EL RO DE LA VIDA CON SUS DOS ORILLAS ................... 113
FIG. 3: EL ENCENDIDO DEL FUEGO DEL PRIMER SACRIFICIO ............. 130
II
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PREFACIO
III
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den no ser ni posibilidades de manifestacin ni posibilidades formales en ningn sentido, as como conjuntos de posibilidad que pueden realizarse en un mundo dado. La
realidad ltima de la metafsica es una Identidad Suprema en la que se resuelve la
oposicin de todos los contrarios, incluida la del ser y el no-ser; sus mundos y sus
dioses son niveles de referencia y entidades simblicas, que no son lugares ni individuos sino estados del ser realizables dentro de vosotros.
(De El Vednta y la Tradicin Occidental, The American Scholar, VIII
(1939), pp. 226-227).
IV
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INTRODUCCIN
Las traducciones existentes de los textos vdicos, por muy exactas que sean
etimolgicamente, a menudo son demasiado ininteligibles o implausibles, y algunas
veces son tambin admitidamente ininteligibles para el traductor mismo. Por ejemplo, ni los Sacred Books of the East, ni las traducciones de las Upaniads tales como las de R. E. Hume, o las de Mitra, Roer y Cowell, recientemente reimpresas, ni
siquiera se acercan a las pautas establecidas por obras tales como la versin de las
Enadas de Plotino por Thomas Taylor, o la de la Guide for the Perplexed de
Maimnides por Friedlnder. Los traductores de los Vedas no parecen haber posedo
ningn conocimiento previo de metafsica, sino que ms bien hubieran extrado sus
primeras y nicas nociones de ontologa de las fuentes snscritas mismas. Como observaba Jung, en Psychological Types, p. 263, con referencia al estudio de las Upaniads bajo las condiciones existentes, una verdadera percepcin de la profundidad
completamente extraordinaria de esas ideas y de su pasmosa exactitud psicolgica
todava no es sino una posibilidad remota.
Es muy evidente que para una comprensin de los Vedas, un conocimiento del
snscrito, por muy profundo que sea, es insuficiente. Los indios mismos, en lo que
concierne a los Vedas, no confan en su conocimiento del snscrito, e insisten en la
necesidad absoluta del estudio a los pies de un gur. Eso no es posible en el mismo
sentido para los estudiosos europeos. Sin embargo, Europa posee tambin una tradicin fundada en los principios primeros. Aquella mentalidad que, en los siglos XII y
XIII, dio nacimiento a un cristianismo intelectual que debe tanto a Maimnides, a
Aristteles1 y a los rabes como a la Biblia misma, no habra encontrado difciles
los Vedas. Por ejemplo, aquellos que comprendan que La paternidad y la filiacin son propiedades dependientes, o que Dios no puede ser una Persona sin una
Naturaleza, ni su Naturaleza puede ser sin una Persona, Maestro Eckhart I.268 y
3942, o que hubieran ledo ms tarde estas palabras de Dante Oh Virgen Madre, hija
1
Uno de nuestros filsofos ms antiguos que encontr la verdad mucho, mucho antes del nacimiento de Dios, mucho antes de que hubiera fe cristiana como ella es ahora, Maestro Eckhart I.103.
Cf. nota 58.
2
Excepto donde se diga otra cosa, las referencias al Maestro Eckhart son a la admirable versin
de C. de B. Evans en dos volmenes, Londres, 1924.
V
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Por una parte, el erudito profesional, que tiene acceso directo a las fuentes, funciona en aislado;
por otra, el propagandista aficionado del pensamiento indio disemina nociones errneas. Y entre los
dos, no se hace ninguna provisin para el hombre educado de buena voluntad.
4
Langdon S., Tammuz and Ishtar, Oxford, 1914, p. V.
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No es sin una buena razn que Jahngr habla de la ciencia del Vedanta, que es la ciencia del
Sufismo. Tuzuk-i-Jahngr, traducido por Rogers and Beveridge, I, p. 356. Desde la teologa islmica podran aducirse paralelos a casi todas las ideas examinadas abajo; ver especialmente R. A. Nicholson, Studies in Islamic mysticism, 1921, y D. B. Macdonald, The development of the idea of spirit in
Islam, Acta Orientalia, IX, 1931. Puede observarse que estos autores han examinado completamente la
ontologa de una tradicin no cristiana, de una manera que nunca haba sido intentada por ningn erudito europeo profesional de los Vedas.
VII
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I
BHADRAYAKA UPANIAD, I.2
(= ATAPATHA BRHMAA X.6.5)
En el comienzo (agre) nada de todo esto estaba aqu. Este-todo (idam) estaba velado por la Muerte (mtyu), por la Privacin (aany): pues la Privacin es la Muerte. Eso (tad) asumi (akuruta) el Intelecto (manas), Sea yo Smismado (tmanv sym). l (sa), el S mismo, la Luz manifestada (arcan
acarat). De l, mientras brillaba, nacieron (jyanta) las Aguas (pa). Ciertamente, mientras yo brillaba, haba Delectacin (kam), dijo-l (iti). Esto es
el Brillo (arkatva) del Brillo (arka). Ciertamente, hay delectacin para el que
conoce as el brillo del brillo. 1.
Nuestro texto trata del origen de la Luz desde la Obscuridad, de la Vida desde la
Muerte, de la Actualidad desde la Posibilidad, del S mismo desde lo No-s mismado,
del Brahman sagua desde el Brahman nirgua, de Yo soy desde la Inconsciencia,
de Dios desde la Divinidad, La primera asumicin formal en la Divinidad es el
ser Dios, Maestro Eckhart I.267. La Nada se introdujo a s misma dentro de una
Voluntad, Boehme XL Questions concerning the Soule I.178: una voluntad eterna
surge en la nada, para introducir la nada dentro de algo, a fin de que la voluntad se
encuentre, se sienta, y se contemple a s misma, Signatura Rerum I.8. El Tao devino el Uno, Tao T Ching II.426.
6
La distincin entre la existencia y el ser puro se hace fcilmente: el ser en s mismo en sin modelo, la existencia es el ser en un modo. La esencia y la naturaleza, per se, son evidentemente no
existentes; no es necesario agregar que esta no existencia, a saber, la ausencia de propiedades, no
tiene nada en comn con la no existencia de lo absurdo o de lo autocontradictorio, como por ejemplo,
un crculo cuadrado; esta no existencia no es ilgica, sino algica, o inefable, y todo lo que puede
decirse de ella es puramente analgico. Sin embargo, el uso prctico de los trminos No Ser, Ser, y
Existencia, presenta dificultades reales.
Nosotros comprendemos el No Ser y el Ser como los aspectos correlativos, a saber, la Naturaleza
y la Esencia inseparables, del Brahman, de la Identidad Suprema, todava no existente, antecedente a
1
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Comprese Taittirya Up. II.7 svayam akurut tmnam, por s mismo asumi el
S mismo, y svayambh, auto-devenido, Upaniads passim: Maitri Up. V.2 y II.5,
En el comienzo este mundo era una Obscuridad inerte (tamas) eso procede a la
diferenciacin (viamatva) como el despertar de un durmiente. Eso es la emanacin pasiva del Maestro Eckhart: el comienzo del Padre es antes de todo, no procedente, el Padre es la manifestacin de la Divinidad I.268, 267 y 135. De la misma
manera que, microcsmicamente, Sin ninguna duda, la consciencia se deriva de lo
inconsciente (Wilhelm and Jung).
Ahora bien, en cuanto al Uno: puede hacerse una distincin inteligible entre la
inconnumerable Unidad de Dios sin un segundo, la Mismidad de la Divinidad, y la
Identidad, la Deidad, de Dios y la Divinidad, mrta y amrta Brahman: entre los pilares de lo consciente y lo inconsciente todos los seres y todos los mundos, Kabr,
ed. Bolpur, II.59; Uno y Uno en unin, tal es el Ser Supremo, Maestro Eckhart
I.368. Que aqu stas son distinciones racionales, no reales (Maestro Eckhart
I.268), es patente en el hecho de que el Uno puede llamarse igualmente Unidad,
Mismidad e Identidad: Dios, Divinidad, y Deidad, no es una distincin de Personas.
Por otra parte, de la Trinidad como tal no puede decirse Uno. Estas distinciones,
la procesin, solus ante principium, apravartin, Kautaki Up. IV.8; y comprendemos que la Existencia incluye toda la multiplicidad, ya sea nominal e informal, o real y formal. El No ser es el principio
permisivo, la primera causa, del Ser; el Ser es el principio permisivo, la primera causa, de la Existencia. De donde:
Se sigue que asat no puede traducirse correctamente como No Ser ni como No Existencia, y que
sat puede traducirse como Ser o como Existencia, segn convenga al contexto. El problema surge slo
en relacin con Ser; si traducimos asat como No ser y sat como Ser, entonces sat debe cubrir a la
vez al Ser en s mismo y al Ser en un modo. Los trminos se examinan ms extensamente en la pg.
79.
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que se hacen necesaria y claramente en la exgesis, cuando se interpretan literalmente, devienen definiciones de puntos de vista sectarios, ya sean testas, nihilistas, o metafsicos7: en la bhakti-vda la Unidad, en la nya-vda la Mismidad, y en la jnavda la Identidad son respectivamente paramrthika, es decir, la significacin ltima.
En los cultos ktas sobrevive una ontologa anterior a los modos de pensamiento patriarcal, y la relacin de los principios conjuntos est invertida (viparita) en gnero:
aqu, iva, inerte, no efectuando nada por s mismo, representa a la Divinidad, mientras que akti, la Madre de Todas las Cosas, es el poder activo, que engendra, preserva, y resuelve; de manera que la ll no es de l sino de ella. En el misticismo
hay una realizacin emocional de todos o de alguno de estos puntos de vista. En realidad, la va que los hombres emprenden, desde cualquier lado que sea, es Ma,
Bhagavad Gt IV.11; En cualquier va que encuentres mejor a Dios y que seas ms
consciente de l, prosigue esa va, Maestro Eckhart I.482.
Adems, debe observarse que aunque en la teologa8 hablamos de la Primera, la
Segunda y la Tercera Personas, puesto que las Personas se relacionan (bandhu, g
Veda X.129.4, Bhadrayaka Up. I.1.2) por relacin opuesta9, el orden numrico de
No se trata de que estos trminos sean conmensurables: los puntos de vista testa y nihilista son
parciales, y por lo tanto estn en una oposicin aparente, como, por ejemplo, en el caso del aivismo y
del budismo; mientras que la metafsica, jna-vda, subyace, justifica, y abarca todos los dems puntos de vista.
8
Desde el punto de vista vdico, sera ms exacto decir angelologa.
9
De este parentesco depende el carcter incestuoso de tantos mitos de la creacin. Debe observarse que el trmino mito implica propiamente la representacin simblica (ya sea verbal, iconogrfica o dramtica) de la operacin del poder o la energa: en este sentido, los protones y los electrones son seres mticos. Un mito, tal como el mito del Grial, o como el Nacimiento de Brahm, no
es un cuento de hadas ni un misterio en el sentido moderno de las palabras, sino simplemente una
representacin. El que considera el mito o el icono como una declaracin de hecho, y el que los considera como una fantasa, estn igualmente equivocados: el mito es a la historia como lo universal es a
lo particular, como la razn de ser es al ser; el icono es a la especie como el ejemplar al ejemplo. El
simbolismo y la imaginera (pratika, pratibimba, etc.), a saber, la forma de arte ms pura, es el lenguaje propio de la metafsica: el smbolo presupone siempre que la expresin elegida es la mejor descripcin posible, o la mejor frmula posible, de un hecho relativamente desconocido el cual no se
postula menos, o no se conoce menos, como un hecho existente (C. G. Jung). El simbolismo tradicional, ms que cualquier otro, es un lenguaje universal; la mayor parte de su idioma, es la propiedad y la
herencia comn de casi todos los pueblos, y puede segursele el rastro al menos hasta el milenio V o
VI a. C. (cf. Winckler, Die babylonische Geisteskultur, 1907, A. Jeremias, Handbuch des altorienta-
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lischen geisteskultur, 1929, y Langdon, Semitic mythology, 1931), y hasta el comienzo de la agricultura o ms all.
10
Cf. l me haba dado a luz como Su hijo en la imagen de Su paternidad eterna, para que yo
fuera tambin un padre y le diera a luz a l, Maestro Eckhart, edic. Claud Field, Sermones, p. 26; cf.
Jl, citado por Nicholson, Studies in Islamic Mysticism, p. 112. Yo soy el hijo cuyo padre es su hijo,
y la via cuyo vino es su jarro yo encontr a las madres que me parieron, y las ped en matrimonio,
y ellas me concedieron desposarlas. El Toro-Padre de la Serpiente La Serpiente-Padre del Toro,
lo cita Harrison, Prolegomena pg. 495, de un fragmento ap. de Clemente de Alejandra, Protr.
I.2.12. O tambin, se dice de Agni, siendo el Hijo de los ngeles, t has devenido su Padre, g Veda I.69.1; Agni es el padre de su padre, dem VI.16.35, y quienquiera que comprende esto (yast
vijnat) es el padre de su padre, es decir, sobrepasa a su padre.
11
Y tambin, por supuesto, en la filosofa, en la psicologa, y en todas las disciplinas prcticas.
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De aqu el uso constante de nombres esenciales comunes a ambos, es decir, una cierta indistincin entre el Padre y el Hijo, puesto que la distincin de las Personas se pierde en la unidad de su Divinidad, a saber, de su naturaleza comn.
13
As, antecedente a la procesin:
Persona (Padre) Espritu (Voluntad) Naturaleza (Madre)
y posterior a la procesin:
14
Ver Boehme, Mysterium Pansophicum I-III. Slo cuando la Voluntad se personifica dualmente
como Kmadeva y Rati puede decirse que la Voluntad-espritu y el Deseo-insaciable se distinguen
efectivamente: en otras partes, o bien kma representa la Voluntad como un principio indiviso, o bien
nosotros debemos comprender por el contexto que voluntad es la que se implica. En nuestro texto, especialmente VV.1 y 4, donde es la Muerte, la Privacin, la Divinidad, la que quiere (sym akmayat)
algo que slo puede concebirse analgicamente en el No S mismo nosotros debemos comprender
que no se trata de la Voluntad-espritu (kma, libido, lubet), sino del Deseo-insaciable (ta, codicia, fatalidad, eso que mueve a un hombre cuando est moribundo); es decir, el deseo de la Naturaleza (prakti) por la forma intrnseca (svarpa), el ardor de las Aguas en su sazn, Pacavia
Brhmaa VII.8.1, una voluntad de vivir oscura, funcional e inconsciente. Por otra parte, en X.129.4
(p. 55), donde kma se identifica con la semilla primordial (retas) del Intelecto (manas) es decir,
no la fuente germinal del Intelecto, sino el aspecto germinal del Intelecto, el logos spermatikos, el rasa de g Veda I.164.8 lo que se implica claramente es la luz de la Voluntad-espritu. Las dos volun-
5
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Apy, X.13.4, Kmadeva y Rat, Eros y Psique; cf. Viu Pura I.8.20 y 33, donde
Nryana es amor (kma, lobha, rga) y r-Lakm es deseo (icch, t, rat).
Estos dos aspectos de la Voluntad se ven llanamente en la leyenda vdica del
Nacimiento de Vasiha15, y en el pasaje del Pacavia Brhmaa que se cita abatades se correlacionan inmediatamente y se equilibran perfectamente en el ser unitario, donde representan Su conocimiento de s mismo (en los dos sentidos del verbo conocer). En otras palabras, el
movimiento de la Voluntad-espritu hacia su objeto es la respuesta al deseo inefable de lo inconsciente, como en g Veda I.164.8, l, por el Intelecto, la precedi. Estas consideraciones parecen resolver las dificultades que senta Keith, Religion and Philosophy of the Veda, p. 436.
15
g Veda VII.33.11, Bhad Devat V.148 y 149, y Sarvnukrama I.166: el nio engendrado
de Mitra-Varuau y las Aguas es Vasiha, que, como Brahm, hace su aparicin sobre un loto, es decir, es establecido en las Aguas, en la posibilidad de existencia, y que, de hecho, es el mismo que
Brahm-Prajpati, como acertadamente se identifica en el atapatha Brhmaa II.4.4.2, cf. Nirukta
V.14. Y de aqu el patronmico de Vasiha, Maitr-varui. Tambin en el Aitareya rayaka II.2.1 y
2, Vasiha y otros sabios son identificados de varias maneras con la Persona progenitiva y la existencia positiva de todas las cosas. En Atharva Veda X.8.20, la expresin batido (nirmanthate) propia de Agni, se usa tambin de Vasu (= Vasiha). El nombre Vasiha (superlativo de vasu) parece
que los Comentadores entienden acertadamente que significa el primero de aquellos que moran, existen, o viven, ya sea que provenga de la raz vas, asumir una forma, o de la raz vas, vivir o morar en una condicin dada. Vasu tambin es derivable de la raz vas, brillar, lo que le da el significado secundario de riqueza. Cualquiera que sea la raz, los significados no son incompatibles, puesto que ser inindigente de vida o de existencia es el bien primordial. Cf. Vasudh, Vasudhar, la Tierra como Seora de la Riqueza, Abundia, o Porteadora de la Vida (Vasudh tambin =
Lakm); y Vasudhara, Ka como Seor de la Vida en relacin a Rdh, donde estn implcitos
ambos significados.
Como Vasiha, Agni (Vaivnara) nace de un loto (literalmente es batido de un loto), es decir,
de la Tierra, g Veda VI.16.13. Es decir, como el elemento Fuego y como el Fuego Sacrificial en los
Tres Mundos: pues Agni, en tanto que la Deidad Suprema, es el Padre, y como Mitra-Varua es seducido por las Aguas, Taittirya Brhmaa I.1.3.8, y atapatha Brhmaa II.1.1.4 y 5. No hay necesidad de sealar que Mitra-Varua, el Sol, el Fuego, el Espritu, etc., son todas denotaciones de uno y el
mismo primer principio de la manifestacin, y que las Aguas, a quienes se llama a menudo las esposas
de Varua, o madres en relacin al Hijo (Kumra, Agni, Vaivnara), son las posibilidades de manifestacin.
Paralelo a los pasajes citados arriba, tenemos el mito de Purravas y Urva, g Veda X.95 (tambin IV.2.12 y 18), y atapatha Brhmaa XI.5.1; su hijo yu, la Vida es identificado, en el
Vjasaney Sahit V.2, con Agni, el Fuego. Purravas corresponde evidentemente a Prajpati, el
primer sacrificador; cf. como en el pasaje de Br., trae el fuego a la tierra al celebrar el (primer) sacrificio, que tiene lugar despus de haber yacido nuevamente con Urva en la ltima noche del ao
subsecuente a su primer intercurso, ao que significa un ao del tiempo supernal, a saber, la duracin
de un ciclo de manifestacin, el Ao de nuestra Upaniad. Por el sacrificio, el que haba sido cam-
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biado en la forma y caminado entre los mortales, y que estaba as separado de Urva (pues la manifestacin, o la existencia implica necesariamente una separacin entre la esencia y la naturaleza) deviene un Gandharva, y se rene con Urva, es decir, deviene nuevamente la pura Voluntad-espritu en
unin con su objeto. As pues, l haba procedido en el tiempo, y ahora retorna a lo inmanifestado al
final del tiempo. Y as mismo, tambin, Purravas corresponde a ditya (Vivasvat), y yu puede
compararse al Manu Vaivasvata. La mortalidad de Purravas no significa que Purravas fuera un
hombre, sino que pertenece a su existencia como el Hombre Universal, el Brahman sagua, el Brahman martya. Que todo esto se comprenda claramente se muestra en conexin con el sacrificio de Soma, cuando en el ritual de hacer el fuego, a los palos giratorios superior e inferior se les llama
Purravas y Urva, y al cuenco de gh (que es el alimento del fuego sacrificial, por el cual el fuego
existe) se le llama yu, pues Urva era la Apsaras, Purravas su Seor, y de su intercurso naci yu,
y ahora, de la misma manera, l (el sacrificador) pare al sacrificio desde su unin, atapatha
Brhmaa III.4.1.22.
Las relaciones entre Vivasvant (el Sol mortal) y Saray (en persona o representada por una savarn) son las mismas que las de Purravas y Urva; yu corresponde a Yama-Yami, a Manu, y a los
Avins.
Puede agregarse que ravas en Purravas, y Ravi, Sol, son de la misma r, rugir; la nocin
es la del rugido del Fuego Csmico (g Veda V.2.10), que es el zumbido de la Rueda del Mundo, la
Msica de las Esferas. Cf. Maitri Up. II.6 (c).
Obsrvese que la designacin del palo de fuego superior , pramantha, corresponde a Prometeo.
La correspondencia entre los mitos de Purravas y Urva y Eros y Psique es evidente. Prometeo es
posthomrico, y el mito de Eros y Psique slo est en Apuleyo: pra- math aparece primero en la
Smti, y corresponde a nir- math en el uso vdico. La importancia del Fuego y del Agua en la primitiva filosofa griega puede reflejar influencias persas, es decir, inmediatamente orientales, cf. Harrison,
Themis, 1927, p. 461. Puede observarse que la correspondencia de Prometeo con pramantha es mucho
ms que meramente etimolgica. Prometeo, como Agni, es el hijo de la Tierra, y los Okenidas que
simpatizan con l ( en el prometeo de Esquilo) son sus parientes de sangre, pues el nacimiento del fuego en la tierra no es sino una mudanza de su fuente en las Aguas. Como Urva, estos Okanidas se le
aparecen en la forma de pjaros; y Okeanos es mucho ms que Ocano.
En cuanto a la separacin de la esencia y la naturaleza (representadas en nuestros mitos por
Purravas y Urva, Eros y Psique), cf. Taittirya Brhmaa I.1.3.2, El Cielo y la Tierra estaban juntos. Al separarse, dijeron, etc., con el famoso fragmento de Eurpides (Nauck, frg. 484): Cf. RV
I.164, 8-9, X.124, 8 y JUB 111.14.)
El Cielo y la Tierra fueron una vez un forma, pero se movieron
Y se esforzaron y moraron separados lejos:
Y entonces volvieron a casarse, y parieron el da
Y la luz de la vida de todas las cosas que son
cada una en su tipo y ley,
y el eco posterior en Apollonius Rhodius I.494, as se separaron, despus de letal lucha, divididos,
etc..
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jo, pg. 12. En el primer caso Mitra-Varuau es seducido literalmente por las fascinaciones de la Apsaras Urva; en el segundo, las Aguas estn literalmente en celo.
Dios se afirma a s mismo as, porque es su naturaleza proceder as: la existencia es
su conocimiento de s mismo, es decir, su comer del fruto del rbol, pues comer es
existir. En otras palabras, la posibilidad de la existencia implica necesariamente el
hecho de la existencia, es decir, implica precisamente Su omnipotencia, que es sin
potencialidades (no realizadas) y que nunca est ociosa aunque nunca trabaja. Tampoco acta sin saber, pues bebe el veneno (via) y la objetividad (viamata) de la
existencia as como sus deleites; con lo cual su garganta se abrasa y se ennegrece.
Se ver que en principio no puede trazarse ninguna distincin real entre la Cada
de Dios y la del Hombre; ambas son las consecuencias necesarias de una naturaleza
divina comn a ambos. El pecado y la culpa, la virtud y la gloria de la existencia son
de Dios tanto como nuestros16. La diferencia entre nosotros es que l permanece
cognitivamente dentro al mismo tiempo que procede S-mismadamente afuera, mientras que nosotros slo somos conscientes en nuestro s mismo. l es una marea a la
Para un tratamiento comparativo de todo el tema, ver E. Siecke, Die Liebesgeschichte des Himmels, Strassburg, 1892.
Entre las derivaciones propuestas de apsaras, ha de preferirse la que da el sentido de movimiento
sobre las Aguas, pero tambin es posible la derivacin apsu-rasa, el sabor de las Aguas, y no carece
de inters una tercera derivacin, sugerida por Yska, de a-ps, que implica alimento prohibido. La
Apsaras y el Gandharva vdicos son una simple pareja, donde la primera, por nombre Urva (omnipenetrante) es una persona de Aditi, a quien se represent ms tarde como r-Lakm, y donde el segundo es equivalente a Kandarpa, Kmadeva. En cualquier caso, la Apsaras representa la fascinacin
de las posibilidades de existencia, a las cuales responde la Voluntad, es decir, el Gandharva: su relacin mutua es la causa causans del movimiento del mundo. Es tambin como Voluntad como el
Gandharva sujeta la brida del caballo csmico, es decir, Varua, Taittirya Sahit IV.6.7 y g Veda
I.163.3.
Obsrvese que el nirukta no es una etimologa, sino una interpretacin,
. Yska
nunca tuvo en vista la ciencia especial de la filologa, y es meramente incientfico hablar de sus derivaciones como etimologas falsas. El nirukta tampoco es meramente exgesis (interpretacin
concreta), sino ms bien interpretacin anaggica. Ejemplos de interpretacin nairukta, o de interpretacin hermenutica, seran (1) correlacionar el griego
con el latn probare, en el
sentido de probar, validar, (2) comparar A y OM con Alpha y Omega, y (3) explicar amor como
a-mor = amta. Al mismo tiempo, nada se opone a que el nirukta concuerde en algunos casos con la
verdadera etimologa.
16
O como lo expresaba Jl, mientras que la religin (a saber, el dualismo) distingue entre el hielo
(el universo) y el agua (Dios), la comprensin (a saber, el monismo) verifica su identidad (Nicholson,
Studies p. 99).
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vez fluente y refluente, mientras que nosotros somos sus olas, olvidados de que la ola
tambin es agua. Nuestro nico error es ver una distincin aqu: pues el Comprehensor, ya eva vidvn, que ya no se conoce a s mismo como una ola, sino como el mar
Mismo, retorna con la marea a su fuente, que ni l ni el S mismo Supremo han dejado jams realmente, sino slo lgicamente.
La Voluntad procede como Amor, por la va de la Voluntad como Amor, Santo
Toms, Sum Theol. I.Q.36.A.2; esa mutua efusin de amor es la espiracin
comn del Padre y el Hijo, Maestro Eckhart I.269. Nosotros deseamos una cosa
mientras todava no la poseemos. Cuando la tenemos, la amamos, y entonces el deseo
se esfuma, Maestro Eckhart I.8217: pero, como en quien no procede desde la potencialidad al acto no hay nada que no posea en s mismo, puesto que todo en l es acto,
su voluntad es su amor. la Eternidad est enamorada de las producciones del tiempo, Blake, cf. g Veda, VII.87.2. Tal es su afirmacin y delectacin, kam, nanda,
Dios se saborea a s mismo en todas las cosas y encuentra su reflejo sumamente
delectable, Maestro Eckhart I.243, y 425, cf. pramuda prayti, akarcrya,
Svtmanirpaa, 95.
El Veda no afirma un comienzo en el tiempo, ni una creacin ex nihilo18. En el
comienzo no significa en un tiempo dado, ni en un tiempo nico, sino en un
ahora siempre-presente, cuya experiencia emprica es imposible, puesto que el conocimiento humano es slo del pasado, y la expectacin humana es slo del futuro: as
pues, agre es primero en el orden, primordial, in principio, ms bien que primero en
el tiempo. En el comienzo, este mundo era meramente Agua, Bhadrayaka Up.
V.5.1: es decir, todas las posibilidades de existencia, aunque todava no existentes;
pero no una imposibilidad de existencia, no una verdadera nada, a comparar con los
cuernos de una liebre o con el hijo de una mujer estril. Decir que el mundo no era,
que ninguna cosa era, o, como en el Gnesis, que todo era sin forma y vaco, no es
decir que nada era. A lo que era se le llama pradhna, mla-prakti, las Aguas, la
Obscuridad-Inerte (tamas), y por muchos otros nombres: lo que no era es el mundo,
17
Cf. las palabras de Jl, las nueve fases de la voluntad, que comienzan con la inclinacin (mayl)
y que acaban con el amor ms alto y ms puro (ishq) en el que no hay ninguna distincin de amante o
amado, Nicholson, Studies p. 102.
18
Cf. Bhagavad Gt II.12 y XIII.19; akarcrya, Commentary on the Vednta Stra II.1.35,
anditvtsasrasya; y Dante ni antes ni despus fue la procesin de la efusin de Dios sobre estas
aguas, sino donde todo donde y todo cuando tienen su foco, Paradiso XXIX.13, 20 y 21.
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Mtyu como la Muerte absoluta, la ltima muerte del alma, mors janua vitae, ha de distinguirse
de la muerte temporal, mtyu o punar mtyu; distincin que, por ejemplo, se establece tajantemente en
la sptima estrofa de nuestro brhmaa.
En la pg. 41 hemos desarrollado que la relacin entre la Divinidad y Dios, entre el nirgua
Brahman (Mtyu en nuestro texto) y el sagua Brahman es, por as decir, como si fuera maternal, como una relacin entre Aditi y ditya. Obsrvese entonces que a la concepcin de nuestro texto del
nirgua Brahman, o del antmya Brahman, como Muerte absoluta, corresponde la concepcin de Aditi como Nirti, como en g Veda VII.58.1, donde los Maruts surgen, y crecen, en las regiones de la
angeleidad (daivasya dhmna), desde el abismo de Nrti (nirteravat) la metfora contrasta
dhman, en sentido de morada, habitculo, con una estructura implcita, con eso que no es una
morada, que no es un habitculo, sino que es sin estructura, literalmente desprovisto de toda viga,
ava, y no soportado por ningn pilar, askambha.
Daivasya dhman corresponde aqu a akaradhma parama, morada imperecedera y trascendente, Bhagavad Gt VIII.21.
20
El S mismo no es ni esto ni eso (neti, neti): inaprehensible, indestructible, incomparable, etc.,
Bhadrayaka Up. IV.4.22.
Cf. tambin Dante, Convivio III.15, ciertas cosas que nuestro intelecto no puede contemplar
nosotros no podemos comprender lo que son excepto negando cosas de ellas.
El mismo argumento se desarroll en Maimnides, Guide for the Perplexed I.59.
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profunda quietud, est vacante, y no efecta ni esto ni eso; es tan pobre, tan
desnuda, y tan vaca como si no fuera; ella no tiene, no quiere, no anhela; ella es
oscuridad inmutable, Maestro Eckhart I.267-270, 368, 369, 38121.
Aany, anhelo, es privacin de alimento, el medio de la existencia. As pues,
en el lenguaje de las Upaniads, comer alimento, annam ad, es vivir, existir,
funcionar, energizar, ser modi-ficado (-maya), o naturado. A diferencia de la
Divinidad, es decir, de la Muerte, Dios vive, pues todas las cosas son su alimento.
As pues, el alimento es la forma suprema (rpa) del S mismo, el alimento es el
modo (-maya) del Espritu (prna, aqu soplo de vida) del alimento nacen
(prajyante) los engendrados (praj) por el alimento viven (jvanti), y al alimento
retornan finalmente, Maitri Up. VI.11: y l es incluso la Luz manifestada: oscuridad inmutable esta oscuridad es la naturaleza incomprensible de Dios lo primero que surge en ella es la Luz (y) este esplendor supremamente puro de la esencia impartible ilumina todas las cosas a la vez la patente de su poder, resplandeciente en luminoso detalle, Maestro Eckhart I.369, 373, 366, 399. Ahora bien, como
lo expresa nuestro texto, de l, cuando brillaba, nacieron las Aguas, es decir, precisamente, fueron dadas a luz; l ilumina (bhsayati) estos mundos l encarna
(rajayati) las existencias aqu, Maitri Up. VI.7.
Pues el que conoce as, ya eva vidvn, el Comprehensor: con este estibrillo
constante, las Upaniads introducen invariablemente una afirmacin de los valores
inmediato y trascendental del conocimiento impartido previamente. De la misma manera que el Maestro Eckhart, por ejemplo, despus de describir la procesin del Espritu como Vida, ella est fluyendo desde el Espritu y es enteramente espiritual, y en
este poder Dios procede en la plenitud de la flor de su jbilo y de su gloria, como l
es en s mismo, agrega si un hombre estuviera recogido siempre en este poder,
nunca envejecera, I.291; o en las palabras de Boehme, El mago tiene poder en este
Misterio, Sex Puncta Mystica, VI.2. El profesor Edgerton ha demostrado admirablemente que los Vedas nunca buscan el conocimiento por el conocimiento mismo,
sino en tanto que la Comprensin se considera como sinnimo de plenitud, poder, y
liberacin22.
21
Todo esto corresponde exactamente a la concepcin Muhammediana de la Divinidad como alAm, niebla oscura, ceguera, inconsciencia, negatividad inmanente, potencialidad, no
existencia, etc., todo ello lgicamente en contraste con al-Aaddiya, la unidad trascendental de Allh
(Nicholson, Studies pp.83-97).
22
Franklin Edgerton, The Upanisads: what do they teach, and why?, J.A.O.S., 49, pp. 97-121.
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23
In extenso, No por obtener para s mismo bien alguno, lo que no es posible, sino para que su
esplendor, resplandeciendo, pudiese decir: Yo soy. Cf. Plotino, Enadas V.3.8, un esplendor dirigido a s mismo, que, a la vez y al mismo tiempo, ilumina, y es l mismo iluminado.
24
Arpitam, infijo, proyectado, geomtricamente, pictricamente, y espacialmente en el rbol
de la Vida. Cf. las palabras de Dante trina luce, che in unica stella scintillando. Paradiso, XXXI.28;
Maestro Eckhart I.282, Cada cosa est pintada en su providencia. El Hijo es vivarpa.
25
En correspondencia con todo esto, tenemos la doctrina o la metfora islmica de que Allh
crea por contemplacin (nazar), pues hacia todo lo que Allh ha creado, Allh tiene un aspecto
(wajh = faz) especial, en virtud del cual l lo contempla y lo preserva en su lugar sealado en el or-
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sus adoradores (Kailya-malai, Ceylon National Review, enero de 1907, pg. 285),
que sus formas se determinan por la relacin que subsiste entre el adorado y el adorador (ukrantisra IV.4.159), da al hombre el derecho a adorarle en cualquier apariencia con la que sea mximamente consciente de l; y al mismo tiempo niega al
hombre el derecho a hablar como falso de cualquier otro dios.
Las Aguas y la Tierra han de comprenderse no slo con referencia a nuestros mares y continentes terrestres, sino, respectivamente, como las posibilidades de existencia en cualquiera de los Tres Mundos, y el soporte de los seres vivos existentes en
cualquiera de ellos segn los trminos de sus posibilidades: en otras palabras, la
Aguas son literalmente peut tre (puede ser, quizs), bhaviya, y la Tierra es cualquier plano o esfera (loka, dhtu, ketra, bhmi) o soporte (pratih) de experiencia
correspondiente27: y cualquiera de tales Tierras flota como un loto, o como espuma, o
como un barco, sobre la superficie de las Aguas en las que est establecida. El movimiento del Espritu, por el que las Aguas son movidas, no es en s mismo un movimiento local, sino local slo en el efecto, de manera que la superficie de las Aguas
se levanta en olas, y con ello el reflejo de la Luz se multiplica, se contrae y se identifica en la variedad. Aitareya rayaka II.1.7, En cuanto a las Aguas, se extienden
hasta donde se extiende Varua, hasta donde se extiende Su mundo, afirma la doctrina fundamental de la identidad de lo posible y lo real.
El esfuerzo y la intensin no son fciles de explicar: ambos implican un conato, y
esto (tapas) es precisamente el zimzum hebreo. Tapas no es una penitencia, ya que no
es expiatorio, sino ms bien una angustia y una pasin: un calor oscuro de la consciencia, un encendido, pero todava no una llama, o para tomar una analoga de la
fsica, una subida del potencial hasta el punto de ignicin28. Aqu estn implcitas las
27
Cf. Boehme, tu propia tierra tambin (es decir, tu cuerpo), Supersensual Life; Syaa, sobre
g Veda VI.16.13, bhmica sarvajagatdhra-bhtti, La tierra es el soporte de todos los mundos;
y Bhadrayaka Up. II.5.1, Esta tierra es miel para todas las criaturas, es decir, el soporte de su
existencia, cada una segn su tipo.
En g Veda I.108.9 y X.59.4, respectivamente, a los Tres Mundos, y al Cielo y la Tierra, se les
llama Tierras.
28
La raz tap puede emplearse tambin transitivamente, como en Aitareya rayaka II.4, donde
tmpuruamabhyatapat, donde abhyatapat ha sido traducido por Max Mller y otros como
empollado, sin duda con referencia a la idea de una gallina que empolla. Aqu hay implcito algo
como una transformacin de la energa en calor por la interposicin de una resistencia. Con tapas puede compararse no slo el hebreo zimzum, sino tambin el alemn sude como lo usa Boehme, y como lo
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En el arte cristiano el rbol de Jes corresponde a las descripciones vdicas del rbol de la Vida (g Veda I.24.7, Atharva Veda X.7.38, Kaha Up., Y Maitri Up., como se citan aqu), y a las representaciones posteriores del Nacimiento de Brahm. Ver mi Tree of Jesse, Art Bulletin, XI.2, 1929,
y Yakas, II, 1931; ver tambin Strzygowski, Asiatische Miniaturmalerei, 1932, p. 167.
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(sarpa jyoti), consustancial con el Brahman real y sin imagen (amrta, nirbhsa),
que es la Luz verdadera (jyoti), pues esa Luz es lo mismo que el Sol Supernal,
Maitri Up. VI.3; el nombre personal es Viu, sattva-naturado, pues l mantiene a las
cosas en el ser. Vyu, el Viento, es el S mismo hipostasiado como el Soplo de Vida,
consustancial con el Brahman, el Spiritus, pra, cuyo soplo est en s mismo, no
suspirado (avta, g Veda X.129.2), despirado (el nirvta budista)32; aqu el nombre
personal es Brahm (Prajpati33, etc.), que es rajas-naturado, y que es la Persona progenitiva, que da a cada existencia su extensin en el espacio. Agni es aqu especficamente la naturaleza gnea, llamada a veces la Clera de Dios, el devorador y transformador de todas las existencias: cuyo nombre personal es Rudra, iva, tamasnaturado, pues todo cambio es un morir, una salida de la forma individual adentro de
la noche oscura de la no existencia. Al mismo tiempo esta Trinidad es un nico Ser,
a quien como tal puede aplicrsele directamente uno u otro de estos nombres personales; es decir, las funciones, ms bien se describen, que se dividen entre las Personas. Aunque separadamente laudados, estos tres Seores del Mundo son de una nica S-mismidad y de una nica Naturaleza comn (Bhad Devat I.70-74): esa unidad de los Distintos ngeles es Agni (g Veda V.3.1); o cualquier miembro de la
Trinidad puede representar a todos, como cuando en g Veda I.115.1, al Sol Supernal (Srya) se le llama el S mismo del Universo, o a Vyu similarmente en
X.168.434.
ao de nuestra Upaniad. El Sol Supernal es el Padre de las Luces en los Tres Mundos. Como la
Deidad, a saber, la luz divina, es el centro de toda la vida, as tambin en la manifestacin de Dios, a
saber, en la figura (es decir, pratka), el sol es el centro de toda la vida, Boehme, Signatura Rerum
IV.8, cf. Maitri Up. VI.30. Como lo expresa Swedenborg, es evidente que en el mundo espiritual hay
un sol diferente del sol del mundo natural.
32
Nuestra traduccin de nirva, nirvta, como despiracin, etc., se basa sobre fundamentos
etimolgicos, cf. avta, sin espiracin, y sobre la connotacin fundamental. Pero no debe olvidarse
que en el uso posterior, y especialmente budista, lo que se denota es una extincin de la llama de la vida ms bien que una extincin del soplo de la vida. La distincin es ms bien lgica que real, puesto
que kma y pra son movimientos inseparables, simultneos igualmente en la originacin y en la
cesacin. Deflagracin podra haber sido una traduccin mejor para el nirva budista, pero el uso
de deflagracin en fsica como prcticamente equivalente a conflagracin hace esto difcil. As pues,
las traducciones del nirva y del parinirva budistas que han de preferirse, parecen ser Extincin
y Extincin Total, a saber, con referencia a la llama de la vida.
33
Prajpati aparece en el g Veda, a saber, en IV.53.2, como un epteto de Savit en tanto que
el Movedor Universal, y en X.121.10, nuevamente como un epteto del Sol Supernal.
34
g Veda X.168.4, tm devnm, bhuvanasya garbha.
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Cf. Jaiminya Brhmaa II.77, Quin es el uno y solo ngel?. El Espritu (pra), y Jaiminya
Upaniad Brhmaa III.1.1, Slo hay un ngel entero (a saber, Vyu), los otros son slo semingeles.
35
Para Vyu como el viento de la aurora de la creacin ver especialmente g Veda I.134, donde
es evidente que el viento se considera como precediendo a la aurora, puesto que, ciertamente, se le
llama para que despierte a la aurora. Puede agregarse que, en los himnos vdicos, Aurora (Uas,
etc.) se refiere generalmente a la aurora de un ciclo de manifestacin, y no meramente a una aurora
(puesto que las auroras humanas slo son en la analoga de las auroras csmicas, de la misma manera
que los aos humanos son slo analogas de los aos supernales).
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es o menos que el que es, y tampoco puede hacer que lo que ha sido no haya sido,
pues todo lo que ha sido es en l mismo y de l mismo, y todo lo futuro tambin36.
No es muy difcil comprender que la voluntad de Dios hacia la criatura fuera
slo una, a saber, una manifestacin general del espritu, Boehme, Signatura Rerum,
XVI.25, el T slo me mandaste ser de Swinburne. Pero el don de la vida, en su
explicacin y manifestacin, procede desde la eternidad hacia la eternidad en dos
esencias, a saber, en el mal y hacia el bien, Boehme, dem, 20; ninguna manifestacin (vyajana) es concebible excepto en los trminos de los pares de opuestos,
dvandvau. Pero cmo es la distribucin del bien y el mal en el mundo determinado?.
Este es un problema difcil, pues nosotros no podemos imaginar que la energa eterna
tenga predilecciones o favoritos entre las figuras de su espectculo de marionetas: ni
tampoco, por otra parte, que algo existente haya llegado a ser justamente lo que es
por mero azar, puesto que existencia y causalidad son conceptos connascentes
del intelecto.
Quizs para nuestra sorpresa encontraremos que el problema ha sido tratado similarmente por los telogos hindes y cristianos. En todas sus formas, la tradicin india
mantiene que slo el individuo es responsable de todo el bien o el mal que le acontece; como nosotros decimos coloquialmente, tiene justamente lo que se merece, es decir, lo que pide. Como se expresa en el Aitareya rayaka II.3.2, yathpraja hi
sambhav, ellos nacen acordemente a la medida de su comprensin, cf. Kautaki
Up. I.2, yathvidyam. El tiempo, la naturaleza intrnseca, la necesidad, el accidente,
los elementos, y la alcurnia (yoni, purua) pueden proponerse (como causas de las
especies naturales); pero, puesto que la naturaleza del S mismo no es una combinacin de stos, el S mismo no es el Regidor (a) de la causa del placer y del dolor
ese S mismo que inviste cada forma no es tambin el modelador de las formas,
vetvatara Up. I.2 y 9. La Chndogya Up. VIII.1.4 seala tambin que las existencias engendradas (praj) reciben sus merecimientos anusana (literalmente segn
lo que se decreta, pues sana tiene aqu la fuerza de ley natural, a saber, la ley
del cielo, dharma, ta): puesto que las existencias individuales viven-dependiendode (upajvanti) sus deseados fines tales y cuales (ya yamantam-abhikma). Similarmente en nuestra Upaniad IV.4.5-7 y 22, resumido, acordemente a las obras de
un hombre, las cuales son actuadas por su voluntad, buenas o malas, segn sea el caComo lo expresa akarcrya, Su naturaleza es inescrutable, na ca svabhva paryanuyoktum akyate, Comentario sobre Brahma Stra I.2.33.
36
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so, y aunque pueda alcanzar sus fines, debe retornar de nuevo desde el otro mundo a
este mundo: slo quien es sin deseo, cuyo deseo est cumplido, cuyo deseo es su S
mismo, alcanza el Brahman, donde ni el bien ni el mal que pueda haber hecho le
afectan: all, escapa del mrito y del demrito, puya-ppa, dharmdharmau.
Similarmente akarcrya, Vednta Stra II.1.32-35, Comentario, mantiene que
no puede acusarse de injusticia al Brahman, puesto que el Brahman no acta independientemente, sino con respecto (speka) al mrito y al demrito (dharmdharmau): el Brahman es la causa comn del devenir de todas las cosas, pero no de las
distinciones entre ellas, distinciones que se determinan por las cambiantes obras inherentes a las respectivas personalidades37.
Completamente de acuerdo con esto, Santo Toms, al distinguir entre Destino y
Providencia, dice que es manifiesto que el destino est en las causas creadas mismas, Sum. Th. I.Q.116.A.2. Boehme es an ms taxativo: como es la armona, es
decir, la forma de la vida en cada cosa, as es tambin el sonido o el tono de la voz
eterna en ella; en el santo, santo, en el perverso, perverso, y eso lo determina la turba que Adam recogi en su imaginacin y que viene al mundo con cada forma individual del espritu, colgada de l y por consiguiente, ninguna criatura puede
culpar a su creador, como si l la hiciera mala, Signatura Rerum XVI.6 y 7, y XL
Questions concerning the Soule VIII.14. Comprese tambin Dante, Paradiso
XVII.37-42, La contingencia, que no se extiende ms all de la pgina de vuestro
material, est pintada toda en el aspecto eterno; aunque no toma su necesidad de all,
de la misma manera que un barco que flota corriente abajo no depende de esa imagen
de l que refleja la corriente.
Todo eso se desprende naturalmente de la conclusin de que ni el bien ni el mal,
como tales, pueden tener ningn lugar en el ser puro: este punto de vista se mantiene
tan constantemente en las Upaniads, la Bhagavad Gt, y el budismo, que la cita de
un par de pasajes bastar ampliamente. l, el Brahman, es otro que lo justo y lo injusto (dharm-dharmau), y cuando un mortal ha cercenado lo que es justo (dharm37
Segn las palabras de Blake El hombre nace como un jardn, ya plantado y sembrado; o como
las de Jung, el individuo psicolgico tiene una existencia inconsciente a priori, Psychological types, p. 560.
La concepcin de Boehme de la nica armona y de sus manifestaciones necesariamente diversas,
tiene su equivalente en la teologa de Jl, donde cada atributo divino tiene su efecto (thr) en el que
se manifiesta su jaml o su jall o su kaml, de manera que el Paraso es el espejo del jaml absoluto, y el Infierno es el espejo de su jall absoluto, Nicholson, Studies p. 100.
21
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ya) y Le recibe como indimensionado (anu), entonces se regocija, Kaha Up. II-13 y
14: El Seor del mundo no emana ni la agencia ni las acciones, ni la conjuncin de
la accin y de la recompensa, sino que lo que opera es la naturaleza de cada cosa37a .
El Seor no acepta ni lo mal hecho ni lo bien hecho de ningn hombre, Bhagavad
Gt V.14-15. En el cristianismo, adems de que l hace que su sol brille igualmente sobre el justo y el injusto, encontramos estas firmsimas palabras en el Maestro
Eckhart: Debo dejar marchar la virtud si quiero ver a Dios cara a cara, Dios no es
ni bueno ni verdadero, la visin de Dios trasciende las virtudes, las alegras y las
aflicciones no se muestran en el terreno de la verdad eterna, all no hay ningn rastro de vicio ni de virtud; no hay nada libre excepto la primera causa, I.144, 272,
273, 467, 374, 146. As pues, el viento de la aurora de la creacin debe considerarse
como de un origen doble: uno del Espritu, que se mueve sin mocin y sin ningn
porqu, el otro movido por y a causa de los eventos pasados.
No nos proponemos examinar aqu en detalle la doctrina de la reencarnacin, punar apdana, punar vtti. Daremos por sentado que en su forma original y pura38 esLa causalidad primordial de la naturaleza intrnseca (svabhva) se niega categricamente en
vetsvatara Up. I.2 y VI.1. La contradiccin que implica esto es ms aparente que real, y depende de
37a
la distincin entre la causa y los medios. Ciertamente es por la Omnipotencia del ngel (a saber,
el Padre) por lo que esta Rueda de Brahma rota; pero la posicin de cada cosa existente (sthita =
avypaka), es decir, su modalidad especfica, la determinan las cualidades inherentes a la cosa misma.
Esta naturaleza intrnseca, por la que cada cosa es lo que es, constituye la medida privada del libre
albedro de cada cosa, aunque su autonoma est limitada por la coexistencia de otras cosas,
La pregunta de si Dios, como l es en s mismo, conoce el bien y el mal como los conocemos nosotros, puede responderse, con certeza, negativamente, por la consideracin de que Dios no puede
pensarse como sujeto a las limitaciones de la individualidad; el conocimiento del bien y del mal pertenece a avydy, es decir, la ignorancia, la relatividad. Ocurre de la misma manera con respecto a la
operacin causal, puesto que una separacin temporal entre la causa y el efecto es inconcebible desde
el punto de vista de la comprensin absoluta (vidy). Cf. g Veda I.164.32, El que le ha hecho (Agni
Vaivnara) no le conoce.
Puede observarse que Gnesis 3.22, traducido ahora El Seor Dios dijo, He aqu que el hombre
ha devenido como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal, deba haberse traducido He
aqu que el hombre, que haba sido como uno de nosotros, ha venido a conocer el bien a travs del
mal, cf. Ogden y Richards, The Meaning of meaning, 3 ed. 1930, p. 224, nota 1, y cf. tambin nuestra nota 109 infra.
38
En el caso de que la doctrina de la reencarnacin fuera originalmente de origen popular, esto
significara primera formulacin intelectual, dondequiera que ello pueda haber sido. La liberacin y
el renacimiento ya se distinguen y se contrastan en g Veda V.46.1, en la frase vimuca na vttam
puna, ni liberacin ni vuelta atrs de nuevo.
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ta doctrina implicaba simplemente un retorno desde un estado anglico a la existencia corporal, de-acuerdo-con-una-ley-natural (sita, tvya, dharmya)39 que afecta a
todos aquellos que no han logrado ya por la gnosis (jna, vidy) una emancipacin
total (ati-mukti), y que no estn embarcados en el viaje anglico (devayna) de la
emancipacin progresiva (krama mukti), y que as, ni han escapado, ni estn en la va
de escape de la esclavitud a las obras movidas por el deseo (kmya karma) que son
las determinantes del mrito y del demrito (dharm-dharmau, puya-ppa). Daremos por sentado tambin, lo que quizs es menos cierto, que el retorno (punar
vartana, avasarpaa, etc.) se consideraba originalmente como no teniendo lugar
inmediatamente, sino en otro en, y bajo una nueva dispensacin: ya fuera en otro
manvantara, o yuga, o kalpa, o incluso en otro para, con la resurreccin del caballo
csmico, a saber, el nacimiento de otro Brahm-Prajpati40.
Lo que nos interesa aqu principalmente es este ltimo retorno y resurreccin.
Admitidas las anteriores premisas, es abundantemente evidente que BrahmPrajpati, Purua, el Hijo, el Primer Sacrificador, el Caballo Csmico y rbol de la
Vida, en la medida en que existen en los Tres Mundos, no podan haberse considerado como exentos de la ley universal de la causalidad latente, prva o ada karma.
Las obras de Prajpati, sus sacrificios (yaja) gemelos, son preeminentemente kmya,
movidos por el deseo: Prajpati, deseando hijos (praj-kmya), sacrific,
Esta Ley, cuyas ordenanzas (dharmni) se establecen por el primer sacrificio, g Veda X.90.16,
podra formularse como sigue: Dentro del reino de la causalidad, la causalidad opera uniformemente,
repetidamente a travs del tiempo. Adems, como la creacin (el sacrificio) es sin comienzo ni fin, as
tambin la Ley es sin comienzo ni fin.
40
Maestro Eckhart I.379, Algo est suspendido de la esencia divina; su progresin es materia, en
la cual el alma viste formas nuevas y se desviste las viejas. El cambio de una a otra es su muerte: la
que se desviste, a ella muere; y la que se viste, en ella vive, presenta una notable semejanza a Bhagavad Gt II.22, Como un hombre se quita sus vestidos usados, y se pone otros nuevos, as el ser incorporado, quitndose los cuerpos usados, entra en otros nuevos. Yo no infiero que el Maestro Eckhart est hablando de reencarnacin, en el sentido aceptado de la palabra, sino ms bien que est refirindose a un progreso en la sabidura del S mismo individual, como en la Bhadrayaka Up. IV.4.4,
justamente as este S mismo, abatiendo este cuerpo y arrojando su ignorancia, se hace por s mismo
otro ms nuevo y de forma ms hermosa, tal como el de los Patriarcas, los Cantores, los ngeles,
Prajpati, Brahm, u otros seres vivos. Tanto este pasaje, como el citado de la Bhagavad Gt no deben comprenderse como significando una reencarnacin del individuo, sino la reencarnacin continua
del Espritu, en formas determinadas causalmente por los actos pasados, y heredadas as, no por los
mismos individuos, sino por otros. De la misma manera que nosotros invocamos nombres tales como
los genes o el plasma germinal para explicar el carcter y las especies.
39
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presenta una contradiccin en los trminos: como lo expresa la Upaniad, citada arriba, y como el budista lo siente tambin intensamente, las existencias son dependientes (upajvanti), es decir, son esclavas, de sus deseos, y esto es igualmente vlido para los deseos buenos y para los deseos malos, igualmente vlido para el hombre y para el Dios encarnado. El libre albedro del hombre consiste slo en una libertad para
no querer, en una libertad para volver al centro de su ser, para identificar su propia
voluntad con Su Voluntad que obra voluntariamente pero no por voluntad, naturalmente pero no por naturaleza, Maestro Eckhart I.225. La voluntad ordinaria se extiende slo a los bienes particulares; pero la potencialidad de la voluntad se extiende
al bien universal justamente de la misma manera que el objeto del intelecto se extiende al ser universal, Santo Toms Sum. Th. I.Q.105.A.4: de aqu que, como lo
expresa Rm, Quienquiera que no ha sometido su voluntad, no tiene ninguna voluntad. El libre albedro no est en el orden de la naturaleza: slo es autnomo
(svarj) el que conoce al S mismo (tman), pero aquellos cuyo conocimiento es
otro que ste son heternomos (anyarj), los suyos son mundos perecederos, y en
ninguno de todos los mundos son movedores-a-voluntad (kmacr), Chndogya
Up. VII.25.2
Si hemos parecido comprometer la libertad (adititva), el seoro (aivarya) o la
gran-S-mismidad (mahtmya) de la Persona cuando est en el mundo, tanto ms
mayesttica, tanto ms deseable, deviene esa Voluntad que es ciertamente libre, la
voluntad de Aquel cuya Voluntad es l Mismo, como l es slo con-SigoMismo, k j pai p, Kabr: absorto en s mismo, y amante slo de s mismo,
Maestro Eckhart44. Pues con el Ojo que acompaa a esa Voluntad, l, como presenciador del karma, y nosotros, desnudos de nuestras virtudes, indistintos de l y unnimes con l, estamos en posibilidad de presenciar la pintura del mundo y de tener
una delectacin infinita en ella45: pues esa pintura es su juego y delectacin eterno,
de l y nuestro, su ll, que es inherente a l Mismo, nuestro-S mismo Siempre
ha habido este juego en la naturaleza del Padre jugado eternamente antes de todas
las criaturas juego y jugadores son lo mismo, Maestro Eckhart I.148 no que
esta delectacin diera comienzo con la creacin, no, pues era desde la eternidad en el
44
Esa absorcin en S mismo es su conocimiento de S mismo, como si fuera un maithuna, un conocimiento carnal, de la Sabidura, de vc: es la causa del devenir del mundo, pues lo que es concepto ah es una cosa engendrada, una cosa que procede, segn la manera de las cosas concebidas.
45
akarcrya, Svtmanirpana 95. El concepto de una pintura del mundo est implcito en g
Veda I.164.44, vivam abhicae.
25
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gran misterio, pero slo como una meloda y un juego espiritual en s mismo. La
creacin es el mismo juego de s mismo, es decir, una plataforma o instrumento del
Espritu Eterno, Boehme, Signatura Rerum XVI.2-346.
Se mencionan dos Trinidades (tridh): aqu ha de comprenderse que ambas son
manifestadas (vyakta) e inteligibles (jeya), pero la primera (el Fuego, el Sol Supernal, y el Espritu) es informal (arpa), y la segunda (los Tres Mundos, a saber, la Tierra, el Cielo, y el Firmamento) es aspectual (rpa) y perceptible (dya). Aqu, a la
Trinidad se le llama un ordenamiento (dh). En la Taittirya Up. I.3.1-4, donde se
explican cinco aspectos de la Trinidad fundamental, se emplea el trmino sahit, a
saber, agrupamiento. El Maestro Eckhart habla similarmente de la Trinidad como
un ordenamiento y como un lenguaje articulado, donde las Personas son iluminaciones de la comprensin47.
En nuestro texto, el cuerpo de la Trinidad aspectual se concibe en la semejanza de
un caballo. Me parece que t eres Varua, oh caballo movindote con alas en
sendas hermosas y sin polvo, g Veda I.163.4 y 5, y Taittirya Sahit IV.6.7. Pues
Varua era el antiguo nombre del Ser Supremo, ditya, el Sol Supernal, Hijo de la
Libertad. El caballo csmico se describe ms plenamente en el primer adhyya de
nuestra Upaniad, que corresponde a Atharva Veda X.7.32-34. El Sol es su ojo, el
Viento es el soplo en sus narices, el Fuego Universal es su boca abierta, el Ao es su
cuerpo, las estrellas son sus huesos, las nubes son su carne, y lleva ngeles, coros, titanes y hombres igualmente a travs del mar inferior (apara)48 de las posibilidades de
46
Cf. tambin Jl, como lo cita Nicholson, Studies p. 113: Allh cre a Adam en su propia
imagen y Adam era uno de los teatros en los que yo me exhiba en m mismo, e dem, 108, Yo soy
ese todo, y el todo es mi teatro. Sobre la ll india, ver akarcrya sobre Vednta Stra II.1.33.
47
Debe observarse la articulacin (a + u + m) de la palabra imperecedera, OM. Ver nota 109;
cf. tambin Bhagavan Ds, The science of peace, 1904.
48
Apara se comprende a menudo como occidental, pero aqu se usa ciertamente en su sentido
primario, es decir, como cuando hablamos de para Brahman y de apara Brahman. Para las Aguas superiores y las Aguas inferiores en la tradicin india, ver, e.g., g Veda III.22.3, y Taittirya Sahit
IV.2.4, donde a las Aguas del Sol se les llama parastt, y las de debajo son avastt (= aparastt o apara), y g Veda X.136.5, donde los dos mares son prva y apara, lo que se comprende comnmente
como oriental y occidental. Si no se olvida que stos son mares csmicos, de los que la Baha de Bengala y el mar de Arabia son meros smbolos, es completamente inteligible que superior e inferior se
hayan tomado alternativamente como oriental y occidental; pues de la misma manera que el sol sideral
sale por un este efectivo y se pone por un oeste efectivo, as el Sol Supernal debe salir analgicamente
por unas aguas orientales y debe ponerse analgicamente por unas aguas occidentales.
26
oct-98
Ambos mares eran originalmente de Varua (cf. p. 42). Por qu, entonces, se relaciona a Varua
posteriormente con el oeste, la noche, la Luna, y no siempre con el este y el oeste, con el Sol y la Luna,
y con el da y la noche?. Porque el dual Mitra-Varuau haba sido originalmente el nombre personal de
la deidad manifestada concebida bajo dos aspectos, a saber, como Varua al nacer (jyase) y como
Mitra cuando se enciende (samiddhva), g Veda V.3.1 y III.5.4: al nacer, es decir, como la
Energa gnea (tejas, mahi) de intensin (tapas), cf. g Veda X.129.2, tapasa, mahin, ajvat;
cuando se enciende, es decir, en la procesin como la Luz (praka) manifestada por el calor obscuro (ua), Maitri Up. VII.11, samrae praka-prakepauyasthnya. En el dual Mitra-Varuau,
Mitra, el Amigo, designa al Agni terrestre, de quien se habla a menudo como el Amigo del hombre, pues este Agni terrestre es el Hijo o la forma manifestada de Varua mismo; en el nico himno
dedicado slo a Mitra, Mitra es el Portavoz (bhuvna), el Ojo omnividente en el mundo (animi
abhicae, cf. el Buddha como cakkhu loke, Dgha Nikya II.158), el denominador comn de todos
los hombres porque los une (ytayati), y el que sostiene (dadhra askambhayat) el cielo y la tierra.
El hecho de que Mitra se considere comnmente como un aspecto celestial, es decir, solar, como tambin ocurre en el Avesta, aunque se describa como terrestre en g Veda III.59, no representa ninguna
dificultad; pues el nacimiento dual (dvijanma) de Agni es en el cielo y en la tierra (dyv-pthivya), a
la vez arriba y aqu abajo, y los dos fuegos son un nico ngel, como en nuestro texto (ver pg. 47);
de la misma manera que en la fraseologa cristiana, Yo y mi Padre somos Uno, donde el Hijo es
tambin el Sol (ver pg. 49, y cf., notas 10 y 48).
27
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tacin49 de la pasin y de la regeneracin divina: y el que comprende, el Comprehensor de este drama, ya eva vidvn, verdaderamente ha hecho el sacrificio, y por ello
participa en una vida ms abundante, a la vez aqu y ahora en la carne, y ms all en
la eternidad.
l, Muerte, Privacin, quiso (akmayat) Que nazca (jyet) de M un segundo S mismo (dvityatman). Por medio del Intelecto (manas) tuvo un
conocimiento carnal (mithuna) de la Palabra (vc) inhablada50. Lo que era la
semilla (retas), eso devino el Ao (savatsara). Antes de eso no haba ningn
Ao. Le gest durante tanto como dura el Ao, y despus de eso le derram
(asjata).
Cuando naci (jta), Muerte (mtyu) suspir por l. l dio un grito (bh):
eso devino la Palabra (vc) hablada50. 4.
Es decir, la Divinidad ya S mismada como Intelecto, quiso proceder a la existencia. Pues, por s mismo y en s mismo, el Padre es un Intelecto vaco de inteleccin,
una Energa que no energiza: su paternidad se actualiza slo por la filiacin de un
Hijo. El Ao, Prajpati, el Caballo, es el Hijo engendrado de Dios. Es decir, la comprensin de s mismo de Dios, de que yo soy lo que yo soy, la concepcin por parte
del Intelecto paternal de la Palabra maternal; la comprehensin pertenece a este poder paternal, Maestro Eckhart, I.364. El engendrado (praj) es la combinacin
(sandhi) de estos principios conjuntos, que engendran (prajanana = maithuna) los
medios (sandhna), Taittirya Up. I.3.3.
Que el Ao51, Brahm-Prajpati, el Yaka en el rbol de la Vida, el Caballo
Csmico, que es mortal por naturaleza e inmortal en su esencia, son uno y el mismo
que el nico Hijo de Dios engendrado y encarnado, que muri como Jess pero que
es eternamente Cristo y Logos en el seno del Padre, es un a priori evidente desde
muchos puntos de vista, por ejemplo, en la procesin por generacin, y en los actos
49
En este sentido todo el ritual puede considerarse como un Misterio y una Mimesis, y la cuestin de si un himno vdico particular debe considerarse como dramtico o no pierde su significado.
50
Este Brahman eterno es a la vez la Palabra Imperecedera (akara) y la Palabra que puede
hablarse (vcya), Bhad Devat I.62. La Pronunciacin (vyhti) se examina ms abajo, nota 62. Bhn
= Fiat Lux.
51
Es decir, lo que puede llamarse en griego, el Eniautos-Daimon.
28
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del sacrificio voluntario, de s mismo a s mismo. Quien Me ve, ve al Padre puede compararse a Maitri Up. VI.4 y VII.11, donde al nico Iluminador (eka sambodhayit), al nico rbol (eka avattha), se le llama una base sempiterna para la visin del Brahman. Desde el punto de vista de la religin comparada, desde el punto
de vista de Quien no se ha dejado a s mismo sin un testigo, Hechos XIV.17, y por
muy disgustante que pueda ser esto para una persuasin individual, el Mesas es una
nica Persona.
Por ejemplo, que la equivalencia de los Hijos de Dios vdico y cristiano, del Caballo y del Cordero, no sea an ms evidente, depende principalmente de la diversidad de la escala en la imaginera. La encarnacin india del nico Hijo engendrado es
csmica: humana (pauruya) slo idealmente, como el Hombre Eterno, el nico espejo de todas las existencias, no humana (mnia) como un hombre entre los hombres. Mientras que el Hijo de Dios cristiano se presenta histricamente precisamente
en la guisa de un hombre entre los hombres, nacido de una mujer entre las mujeres, a
la manera de los avatras terrestres, que tienen nombres dados, tales como Rma o
Gautama. Lo mismo se aplica en cada caso en el que una religin parece haber sido
establecida por un nico Fundador; por ejemplo, en el budismo, donde se nos da a
entender que el hombre Gautama, Siddhrtha, devino Comprehensor (Buddha) en un
tiempo y lugar dados. Estos puntos de vista histricos y locales han de trascenderse
despus: y cuando ha llegado a comprenderse que el nacimiento de Cristo es eterno,
que la iluminacin del Tathgata data desde el comienzo del tiempo, entonces deviene no slo evidente, sino que adems puede aceptarse sin angustia, que todas las
formulaciones-alternativas (paryya) son pronunciamientos de una y la misma Palabra o Sabidura52.
Estas consideraciones son de primersima importancia para una correcta teologa
comparada. Pues, por una parte, el Ao, Brahm-Prajpati, lo mismo que CristoLogos, es un demiurgo que causa toda la emanacin y que efecta todas las cosas, Maestro Eckhart, I.130 y 38253: y por otra, se afirma la concepcin de este Cristo, de este Brahm, como el nico engendrado jams pudo haber tenido sino un
52
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nico Hijo, pues el Hijo no es otro que su comprensin. Si tuviera un millar de hijos,
necesariamente todos deben ser el mismo Hijo, Maestro Eckhart, I.131; y esto es
vlido para los Prajpatis y los Buddhas de incontables eones, para el Prajpati, el
Tammuz, el Herakles, el Horus, el Cristo, o la Idea de Muammad en cualquier
en. Se ha insistido muchsimo en la humanidad de Jess: hubiera sido mejor recordar su perfeccin54. Lo que Cristo invisti no era el hombre, sino la naturaleza
humana: no la naturaleza del vir, sino la del homo, no ms masculina que femenina.
T eres mujer, t eres hombre las estaciones y los mares, vetvatara Up. IV.34 (cf. Aitareya rayaka II.3.8.5): Este campen o len no es hombre ni mujer, sino
que es ambos, Boehme, Signatura Rerum XI.43. Se ha insistido muchsimo en su
nacimiento en Galilea: en realidad no hay ningn tiempo donde acontece este nacimiento, este nacimiento permanece en el Padre eternamente que pronuncia en
una nica Palabra la totalidad de lo que sabe, la totalidad de lo que puede dar, en un
nico instante, y ese instante es eterno, Maestro Eckhart I.81 y 132: Ciertamente,
Ello se conoci a S mismo, a saber, que Yo soy Brahman; con lo cual devino el
Todo, Bhadrayaka Up. I.4.10. As pues, es menester concebir-Le, no como un
hombre, sino como el Hombre Universal, la Persona, el Fuego, o la Luz: o para una
comparacin ms fcil, como el Cordero de Dios, pues puede ser ms fcil ver que el
cordero sacrificial o el caballo o el toro sacrificial son iluminaciones equivalentes de
la comprensin. Agnus Dei, Agni Deva.
En cuanto a mithuna, par progenitivo, y maithuna, engendrar: slo puede
hablarse de generacin con referencia a la interaccin de dos principios conjuntos, y
aqu estos principios son, como tambin en la teologa cristiana, el Conocedor y lo
Conocido, el Acto y la Potencialidad de Comprender: El Espritu Santo fue engendrado en la Palabra con este mismo Intelecto, Maestro Eckhart I.381 y 407, eso por
lo que el Padre engendra es la naturaleza divina que es eso por lo que el generador
genera, Santo Toms, Sum. Th. I.Q.41.A.5. Nuestro texto da por establecido el segundo de los principios conjuntos, a saber, la Palabra no-pronunciada o la Comprensin, vc: pero nosotros sabemos por otras abundantes fuentes que Ella es la Naturaleza divina, Prakti, Aditi, Virj, las Aguas. Ella es el silencio en la Divinidad, toda
54
Hay almas buenas y piadosas, a quienes retiene de su propio objeto su dilacin en el santo gozo de la forma humana de nuestro Seor Jesucristo Para ellas, su humanidad es un obstculo, mientras se aferran a ella con placer mortal; deben seguir a Dios en todas sus vas, y no guardarse slo para
la va de la humanidad, que nos revela la va de la Divinidad, Maestro Eckhart I.187.
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posibilidad y promesa de existencia, sus medios [de operacin], el inagotable manantial de su abundancia. Pero en tanto que el Dios y la Divinidad, el Cielo y la Tierra, la
esencia y la naturaleza son uno en l, lo que ha de comprenderse no es slo una emisin de semilla por parte del Intelecto, no es slo una preez en la Palabra: es la Deidad misma, no alguna de las Personas preadas por separado, lo que l emite.
Retas, semilla, no slo se vierte, sino que deviene el hijo engendrado, y as, por
ejemplo, nosotros hablamos de la semilla de Abraham: comprese cmo se cuenta
la generacin en el Aitareya rayaka II.5; la Auto-identidad (consustancialidad) del
padre y el hijo se afirma aqu y en otras partes. El nio no es una cosa nueva, sino la
semilla misma del hombre y la mujer, y slo se procrea en la mezcla, y slo as una
ramita brot del rbol, Boehme, XL Questions concerning the Soule VIII.18. En la
Aitareya Up. IV.1, retas, semilla, se identifica con tejas, la Energa gnea: en otras
partes, por ejemplo, en Mnava Dharmastra I.8, es sinnimo de vrya, virilidad,
virtud. Probablemente, la semilla se consideraba como el vehculo del Espritu,
pra, pues es pra, ciertamente el S mismo como Inteligencia pura, el que sujeta
y anima a la carne, Kautaki Up. III.3: esto se acerca mucho al punto de vista cristiano, la formacin del cuerpo tomado por el Hijo se atribuye al Espritu Santo de
la misma manera que el poder del alma que est en el semen, por medio del espritu
encerrado en l, da forma al cuerpo en la generacin de otros hombres, Santo
Toms, Sum. Th. III.Q.32.A.154a .
O bien las Personas de la Trinidad se nombran correctamente: aunque no es una
relacin real, sino slo una relacin posible de las Personas en la Deidad, antecedente a la procesin, solus ante principium, toda la tradicin est de acuerdo en que
la nocin de generacin, tomada de nuestro conocimiento de las cosas vivas, es apropiada analgicamente con respecto al Hijo55. Ahora bien, la congruencia requiere la
diversidad de sexo en los principios conjuntos invocados: como ello es explcito en
nuestra Upaniad I.5.7, El Padre es el Intelecto (manas), la Madre es la Sabidura
(vc), y el Hijo es el Espritu (pra)56. La Sabidura, vc, es justamente femenina
Sobre la significacin de engendrar a un hijo, ver Aitareya Brhmaa VII.13 (HOS., Vol. 25,
pp. 299, 300).
55
Por ejemplo, el habla de Dios es su parto, San Agustn; A la Palabra que procede se le llama
apropiadamente engendrada e Hijo concepcin y nacimiento, Santo Toms de Aquino, Sum. Th.
I.Q.27.A.2. Solus ante principium = pra apravartin, Kautaki Up. IV.5.
56
Tambin Bhadrayaka Up. I.4.17, pra praj; y Taittirya Up. I.3.3.
54a
31
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en el pensamiento vdico, pues Ella es la naturaleza divina, las Aguas en tanto que
anteceden a su contra-brillo, mla-prakti, la oscuridad indiferenciada, la Divinidad
pasiva: no distinta del Padre en la Unidad, pero distinguida de l en el acto de generacin eterno, como el mar se distingue del sol. As pues, la Madre es la segunda Persona de la Trinidad vdica, como el Hijo, el Ao, Prajpati, es lgicamente la tercera.
Aqu el Espritu, pra, no es una Persona distinta, sino primariamente un nombre
esencial del Padre; y en la hipstasis, un nombre esencial del Hijo. La procesin del
Espritu es naturalmente una espiracin (samraa): pero cuando el Espritu, la Vida,
deviene un nombre esencial del Hijo, entonces la procesin, ipso facto, debe llamarse
una filiacin. En este sentido el nacimiento del Hijo es un acto divisivo, Yo procedo
de la boca del Altsimo, es decir, de la concepcin natural de la palabra esencial del
Padre divino, Maestro Eckhart I.269: y en la teologa islmica, la Idea de
Muammad es a la vez el Espritu de Allh y su hijo57.
La doctrina vdica del Logos se refleja mejor en la doctrina griega que en la doctrina ortodoxa cristiana58. El problema es demasiado complejo para que lo examineTraducir vc congruentemente por una y la misma palabra inglesa [o espaola] sera imposible.
Debe reconocerse claramente una distincin entre Vc, sinnimo de Sarasvat en g Veda I.3.12, y que
representa un aspecto de My, Prakti, akti, y Omnipotencia, y vc, palabra o lenguaje. En el
comienzo, como principio conjunto del Intelecto, Vc es Sophia, la Sabidura de Dante: en altsima
alabanza de la Sabidura, digo que ella es la madre de todos los principios primeros, afirmando que
ella estaba con Dios cuando en el comienzo Dios hizo el mundo, y especialmente el movimiento del
cielo que engendra todas las cosas, movimiento por el que todo otro movimiento se origina y se mueve; y al agregar, ella era el pensamiento de El que pone en mocin el universo, entiendo que ella estaba en el pensamiento divino, que es verdadero intelecto, cuando l hizo el mundo. De donde se sigue que ella lo hizo; y por consiguiente, Salomn, en el libro de los Proverbios, dice as hablando en
la persona de la Sabidura, Cuando Dios prepar los cielos, yo estaba all, cuando hendi las profundidades con una ley fija y con un crculo fijo, cuando estableci el firmamento arriba, cuando suspendi de lo alto las fuentes de las aguas, cuando circund el mar con su frontera, y estableci un decreto
para que las aguas no traspasaran sus bordes, cuando sent los cimientos de la tierra, yo estaba con l
disponiendo todas las cosas, y tena mi placer cada da, Convivio III.15; cf. g Veda X.71 y X.95.
57
Jl, sobre Qurn II.23 sig., citado por Nicholson, Studies p. 113.
58
Para Herclito (a quien San Agustn consideraba un cristiano antes de Cristo) el Logos, manifestndose como el Fuego, es ese principio universal que anima y que gobierna el mundo. Este punto
de vista no dualista, los estoicos lo desarrollaron ms plenamente, de una manera que sugiere de nuevo
los contactos indios: segn ellos Dios no hizo el mundo como un artesano hace su obra, sino que es
por penetracin integral de toda la materia como Dios es el demiurgo del universo (Galeno, De qual.
Incorp. En Fr. Stoic. ed. von Arnim, II.6); Dios penetra el mundo como la miel penetra el panal
(Tertuliano, Adv. Hermogenem, 44); este Dios tan ntimamente mezclado con el mundo es fuego o aire
32
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mos completamente aqu, pero puede sealarse que los vdicos tam y dharman son
neutros (aliga, sin gnero especfico, pero sin excluir la posibilidad del gnero),
y que han de considerarse como nombres esenciales equivalentes al Brahman ms alto y a Palabra-Imperecedera (akaram) OM, que es tambin un epiceno: en otras palabras, la doctrina del Logos india ni excluye la unidad de la Esencia y la Naturaleza,
ni su distincin en tanto que principios conjuntos unidos en procesin a modo de generacin o de pronunciacin.
Se comprender que la teologa vdica considere dos Trinidades distintas. En
un ordenamiento (a saber, Agni, ditya, Vyu; Rudra, Viu, Brahm) las Personas
se distinguen por sus naturalezas (los guas caractersticos son tamas, sattva y rajas);
los nombres son esenciales y las relaciones son mutuas y reversibles, de manera que
dos cualesquiera pueden considerarse como aspectos o emanaciones del primero,
pues no hay ningn orden de manifestacin lgico. En el otro ordenamiento (a saber,
el Sol Supernal y las Aguas o el Cielo y la Tierra y Agni Vaivnara o yus;
iva, akti, Kumra; Manas, Vc, Pra, etc.), las Personas se distinguen por relaciones naturalmente progenitivas, es decir, en tanto que Padre, Madre e Hijo: los
nombres toman un carcter ms personal, y hay un orden de procesin lgico. Las
Trinidades cristiana e india slo pueden compararse adecuadamente cuando se comprende que mientras que el Padre, el Hijo y Espritu Santo cristianos corresponden directamente a ditya, Agni Vaivnara, y Vyu (pues la procesin es a modo de pronunciacin o de espiracin, y no una generacin), el Padre y el Hijo, cuando se habla
del Hijo como engendrado por generacin desde principios conjuntos (Santo
Toms, Sum. Th. I.Q.27.A.), o como su comprensin de S mismo [del Padre], corresponden tambin a Manas y Pra, y a Agni y Agni Vaivnara (nacido de las
Aguas o nacido de la Tierra, y cuya naturaleza es ejemplaria). As pues, en la
gneo; en tanto que l es el principio que controla el universo, se Le llama Logos; y en tanto que l es
el germen desde donde se desarrolla todo lo dems, se Le llama el Logos seminal (Logos spermatikos). Este Logos es al mismo tiempo una fuerza y una ley, una fuerza irresistible que lleva consigo al
mundo entero y a todas las criaturas hacia un fin comn, y una ley inevitable y sagrada de la que nada
puede sustraerse, y que todo hombre razonable debe seguir voluntariamente (Cleanthus, Hymn to Zeus
en Frag. Stoic. I.527 cf. 537). De acuerdo con sus hbitos exegticos, los estoicos hicieron de los
diferentes dioses personificaciones del Logos, e.g. de Zeus, y sobre todo de Hermes, Catholic Encyclopedia, s.v. Logos.
La correspondencia y la probable relacin de esta ideologa con la de las Upaniads es evidente.
La aplicacin ms especial de Cleanthus puede relacionarse con el concepto budista del dharmacakra-pravartana.
33
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El Maestro Eckhart habla de los nombres maternales de Dios en dos sentidos diferentes:
cuando le llama la Madre de todas las cosas, eso no es en el sentido presente de madre natural, sino en el sentido de que l permanece en todas las criaturas para mantenerlas en el ser, I.1427. En los
trminos indios, eso sera en su Persona como Viu, o como en nuestro texto, 7, donde l recuerda
(manyata) todas las existencias mientras dura el tiempo: en la fraseologa cientfica, eso es la conservacin de la energa, cf. nota 75.
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los que se representa a los ngeles buscando al Sol o al Fuego oculto, y encontrndolo reflejado o nacido en las Aguas. Igualmente Dante, Virgen Madre, hija de tu
Hijo meta fijada del consejo eterno en tu vientre se encendi el amor, por cuyo
calor, en la paz eterna, germin esta flor, Paradiso XXXIII. Una ideologa tntrica de este tipo, se desarrolla caractersticamente en la concepcin gnstica de Sophia como un En primordial, y especialmente en el gnosticismo valentiniano, donde
el Propater Bythos tiene como su akti a Ennoia, Pensamiento, o Sige, Silencio, de quien son engendrados Nous y Aletheia como los primeros principios de la
manifestacin. Finalmente, puede observarse que en el lenguaje sistemtico del
Bhad Devat y del Nirukta, al Padre se le llamara una divinidad celestial, a la Madre una divinidad chtnica, y al Hijo una divinidad area.
Durante tanto como dura el ao: ese largo tiempo sera lo mismo que la noche del sueo profundo del Brahman, en tanto que se distingue del da o del ao
siguiente de la vigilia del Brahman, durante el cual el caballo corre libre, como se
explica en la sptima estrofa. Cf. Mnava Dharmastra, I.12, tasminae sa bhagavnuitv parivatsaram.
El Ao es Prajpati, Maitri Up. I.5.14: Ciertamente, el Ao es Prajpati, es el
Tiempo (kla)60, el lugar de anidada (na) del Brahman, del S mismo este Tiempo formal es el gran ocano de las existencias engendradas (praj) es la totalidad
de este universo de aqu, y es tambin cualquier felicidad o afliccin que puede verse
en l el que ofrece e igualmente el que recibe las ofrendas Viu, Prajpati,
Maitri Up. VI.15-16, pues el Brahman tiene dos formas, a saber, el Tiempo (kla) y
lo Sin Tiempo (akla), dem.
Es decir, mientras el Hijo permanece dentro como esencia y sale fuera como
Persona las cosas fluyen fuera finitas dentro del tiempo mientras moran infinitas en
la eternidad en esta imagen, todo es Dios; lo amargo y lo dulce, lo bueno y lo malo, todo es uno es esta imagen, Maestro Eckhart I.271, 285, 286.
La Muerte suspir por l61, es decir, por el Ao recin nacido, pues ahora Dios
ha investido la mortalidad, nirtim vivea, g Veda I.164.32: la existencia, la vida,
es una modalidad del ser que est sujeta naturalmente a la mortalidad, cierta es la
60
Kla, nuestro Padre Tiempo, pero aqu esencialmente, no como ahora slo alegricamente.
Representada en la iconografa posterior por los demonios Madhu y Kaiabha, que amenazan a
Brahm, sedente en el loto y nacido del ombligo de Nryana.
61
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Aqu podemos ilustrar un poco ms los trminos que corresponden al Este y al Oeste, a lo Superior y a lo Inferior, examinados atrs en la nota 48. En la narrativa pica del Batimiento del Ocano, al
corcel Uccairavas, que es el mismo que nuestro Caballo Csmico, se le llama Vaab-bhartri, el
Marido de la Yegua; cf. el mito vdico de Saray = Apy, en quien el Sol (Vivasvant), en la forma
de un caballo, engendra a los Avins (g Veda X.13.4, etc., ver Bloomfied en J.A.O.S., vol. 15, pp.
172 sigs.). Se sigue que la boca de la Yegua (vaabmukha) y el Fuego debajo de las Aguas en el polo
sur (nadir) deben corresponder a la boca gnea del Caballo en nuestra Upaniad I.1.1 y I.2.3. En el
primero de estos pasajes su parte frontal (prva) es udya, su parte trasera (apara) es nimlocan, en el
segundo la cabeza es prc, la cola es pratc. No se perder de vista la correspondencia de prva y
prc, y la equivalencia de sus distintos significados en otros contextos. En g Veda X.72.9, prva es,
ms all de duda, arriba, as como primordial y antiguo, o incluso eterno. Adems, cualquier
trmino que represente la anttesis de apara debe ser equivalente a para. Ciertamente, udya y nimlocan implican los lugares de la salida y de la puesta del Sol, y con respecto a las condiciones terrestres pueden traducirse acertadamente como este y oeste. Pero por las correspondencias enunciadas
arriba, y en la nota anterior, est claro que el Sol Supernal, ditya, se considera que sale por el cenit, y que se pone por el nadir, como, ciertamente, se requiere en la doctrina de la luz y el reflejo,
praksa-vimara, como en Kautaki Up. IV.2, ditye mahat dare pratirpah, y como se examina
en la pg. 12. Se sigue que nuestros trminos, que denotan el este y el oeste aqu, significan Superior e
Inferior all. Uttara es el superlativo de ud, arriba.
Se sigue tambin que uttara y dakia, respectivamente septentrional y meridional aqu significan Superior e Inferior all. As pues, si la boca de la Yegua es dakia, la boca del Caballo debe ser uttara. Eso no slo arroja luz sobre el uso de estos trminos en relacin con el devayna y el
pityna, sino que muestra que uttara yuga en g Veda X.72.1 = prva yuga en g Veda 72.9, y que
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Gt XI.32, klomi loknsamhartum iha pravtta, Yo procedo como el Tiempo, para la destruccin de los mundos, y g Veda I.164.44, uno de estos (Agni)
siega al final del ao.
En cuanto a la Libertad, adititva, de Aditi: ste es el significado fundamental
del nombre Aditi, la antigua Diosa-Madre, el poder femenino supremo en los Vedas
(e.g., g Veda I.89.10), la segunda Persona de la Trinidad, Mahdev y akti en los
textos ms recientes. Aditi es la madre-cnyuge de Varua, quien, en tanto que brotado de Ella, aunque no por generacin, es pre-eminentemente ditya, Hijo de lo Infinito, y Sol Supernal: Aditi es la Madre-Naturaleza, lo mismo que Virj, LuzSoberana, de quien todas las cosas maman sus virtudes especficas y su operacin
propia, Atharva Veda VII.1, VIII.9-10, y IX.1: es Vc, los medios de pronunciacin:
es pa, las Aguas, todas las posibilidades de existencia, i-limitada (a-diti) por condicionamientos particulares: es Mahmy, la Magia de Boehme, una madre en los
tres mundos, y hace cada cosa segn el modelo de la intencin de esa cosa una
creadora acorde con la comprensin, y que se presta tanto al bien como al mal el
terreno y el soporte de todas las cosas, Sex Puncta Mystica V.II y 20: es el Tao, en
tanto que la Madre de todas las cosas, Tao T Ching I.1. Contenida en el Padre
como naturaleza por cuyo motivo l es omnipotente pues la Divinidad tiene todas las cosas como posibilidad (y) fluye en las criaturas. Da a cada criatura tanto
se entiende no es ciertamente el Sol fsico, sino el Sol Supernal cuyas vas son dobles, una interior y
otra exterior, como en Maitri Up. VI.1, traducida abajo. Todas estas salidas y puestas tienen lugar
antarbhtasya khe, hdayke, es decir, dentro de vosotros, en el espacio del corazn, que es al
mismo tiempo en las Aguas, en el Mar (g Veda IV.58.1, samudre hdi, cf., Chndogya Up.
VIII.1.3, todo lo que hay aqu esta contenido dentro); y todos los esfuerzos (e.g., Speyers en
J.R.A.S., 1906, 723 sigs.) para interpretarlo cientficamente yerran el blanco: la ciencia aqu no es
astronmica, sino psicolgica y ontolgica. Nada puede ser menos cientfico que asumir en los liturgistas vdicos un inters en los hechos naturales como pueda ser el nuestro. Por el mismo precio, se
podra intentar explicar tambin los rdenes estilsticos del arte asitico en los trminos de una observacin de la naturaleza ms o menos exacta.
Un problema precisamente anlogo se presenta en la cosmologa china, cf. L. de Saussure, La
srie septnaire, cosmologique et plantaire, Journ. Asiatique, XXIV, 1924, pp. 333 sigs., esp. Pg.
335, El levante y el occidente representan tambin el nacimiento y la muerte, el yang y el yin, como
lo hacen igualmente el sur y el norte. Con la cosmologa de la Chndogya Up. III.1-11, cf., la Circulacin de la Luz segn su propia ley de L Tz (Wilhelm and Jung, Secret of the Golden Flower,
p. 57). Aqu, como ocurre en la India, hay un simbolismo metafsico que se basa en los movimientos
diurno y anual del sol, pero con la diferencia de que en la China el norte corresponde a la naturaleza, y
el sur a la esencia. Ver tambin el Apndice.
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como la criatura puede acoger; a las piedras su existencia, a los rboles su crecimiento, a los pjaros su vuelo, a los animales sus placeres, a los ngeles la razn (? sc. intelecto), al hombre la naturaleza libre (sc. el libre albedro), Maestro Eckhart I.371372: es decir, da a cada existencia su virtud e idiosincrasia propia.
As pues, el Brahman nirgua, el Brahman amrta, son lo mismo que Aditi,
Virj, y las Aguas; y la Bhagavad Gt est completamente de acuerdo con la tradicin vdica cuando declara Mi matriz (yoni) es el Gran (mahat = para = nirgua)
Brahman; en l deposito el germen (garbha), de donde viene el devenir (sabhava)
de todas las existencias, XIV.3; y tambin, cuando Ka, despus de enumerar los
elementos de la naturaleza material, agrega, Esa es mi Naturaleza (prakti) emprica
(apara). Conoce mi Naturaleza (prakti) trascendental (para) como otra (anya), como los elementos de la vida (jiva-) por los que el universo se mantiene en el ser
(dhrayate), sabe que esto es la matriz (yoni) de todas las existencias, VII.5 y 6. De
la misma manera que en Bhadrayaka Up. I.1.2, encontramos amudro yoni, que
corresponde a Muaka Up. III.1.3, brahma-yoni, respectivamente cuya matriz es el
mar y cuya matriz es el (para-) Brahman. La exposicin por parte de Ka de sus
dos naturalezas es perfectamente correcta (pramiti)66. Para y apara prakti son
lo mismo que las Aguas Superiores (parastt) e Inferiores (avastt) de g Veda
III.2.3, etc.; que los dos mares de Varua67, que son sus vientres o matrices,
66
As pues, ninguna extraa fatalidad ha vencido aqu al Brahman upanisdico, como crea el
profesor Edgerton, The Bhagavad Gita, 1925, p. 53.
67
Con respecto a para y apara, y sus equivalentes, ver pg. 27. En nuestra Upaniad I.1.2, a cada
una de las dos Aguas, a saber, prva y apara samudrau, se le llama una omnipotencia, mahim (femenino), lo que constituye un paralelo muy estrecho al por cuyo motivo l es omnipotente del Maestro Eckhart I.371, citado arriba. Eso no excluye en modo alguno la interpretacin de mahim como
vaso sacrificial tambin, cf. el doble significado de dhia, a menudo en el dual dhiae: para lo
cual ver el admirable panfleto de Johansson, Die altindische Gttin Dhisa und Verwandtes, Uppsala, 1910. Cf. g Veda III.45.3, Como aguas profundas, como ganado, t haces crecer (puyati) tu voluntad (kratum), y X.75.1, donde el artesano, en la sede de Vivasvant, contar, oh vosotras, Aguas,
vuestra incomparable omnipotencia (mahimnam uttamam). De aqu tambin la designacin de los
Ros como revat, ros de plenitud, X.19.1, etc.
Con toda probabilidad, la concha y el loto eran originalmente smbolos de las dos Aguas: esto explicara su asociacin, como fuentes de riqueza inagotable, con el avattha, en el caso del capitel bien
conocido de Besnagar (ver mi Yakas II, lm. I, derecha): y su supervivencia como los principales tesoros (nidhi) de Kubera, Dhanapati, en quien se conservan tan claramente los elementos progenitivos
y plutocrticos del carcter de Varua.
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udara, kuki 68, Atharva Veda IV.16.3; que las dos tetas de Aditi, Madre y Flagelo
de Miel, que manan refresco,vida, dem IX.1.7.
68
As, en las deidades progenitivas, especialmente Varua, Brahm, Kubera, y Gaapati, y tambin en el caso del Patriarca y Profeta Agastya (que es gemelo de Vasiha, y como l probablemente
= Prajpati), el gran vientre es un smbolo de preez: tales tipos incorporan simultneamente los poderes chtnicos (femeninos) y celestiales (masculinos). Cuando a Prakti no se la representa as, como
Ella es en l, nityayutau, sino como Ella es en s misma, ayuta, a saber, en una forma completamente
femenina, entonces la promesa de sus infinitas maternidades se revela ms explcitamente en sus pesados pechos y en sus anchas caderas, que se cantan en sus letanas y que se ven en sus imgenes desde
los tiempos prehistricos hasta el presente da. Indicaciones claras de la preez se reconocen similarmente en la iconografa de la Mariolatra medieval.
68a
Sobre la relacin entre el Intelecto (manas) y la vida del cuerpo, ver g Veda X.58, una encantacin que se emplea para hacer volver al Intelecto de un hombre a punto de morir para que vivas y
mores aqu.
69
Aqu a los poderes del alma se les llama ngeles, y todos stos, al dejar (utkram) el cuerpo al
morir, junto con los cinco soplos (pra), retornan a su fuente.
La raz kram puede usarse en relacin con cualquier cambio de estado (todo cambio es un morir); no slo con respecto a la procesin, sino tambin con respecto a la recesin, como en Maitri Up.
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poste, a saber, la base, el medio, y la cresta, corresponden a los Tres Mundos (Br. III.7.1.14 y 25), cf.
Bhadrayaka Up. II.2.1, donde al nio recin nacido ( iu = el Ao de nuestro texto) se le
compara al poste sacrificial, su base (dhna, es decir, la parte establecida en el corazn) es esta tierra, su cima (pratydhna) es (el Cielo), su tronco (stha) medio (madhyama) es el Espritu (pra),
la cadena (dma) es el alimento (anna). El mismo smil est implcito en Aitareya rayaka II.1.6,
donde el lenguaje (vc) es la cuerda (tanti), los nombres son sus nudos (dma) con los cuales estn
atadas todas las cosas. La cuerda y su nudo, con el que se ata a la vctima, se describen ms completamente en Br. III.7.1.19 y 20 como triple y como alimento: la cuerda se ata alrededor del ombligo del poste (nbhidaghme, Taittirya Sahit VI.3.4.5) y se considera como la vestidura del poste.
En Br., loc. cit. y en Kautaki Br. X.1, al poste se le llama vajra. Tomados juntos, estos pasajes bastan para mostrar que el poste sacrificial se consideraba como el rbol de la Vida, el cuerpo de
Prajpati, su tronco como el eje del universo, es decir, el soporte de todas las existencias, pues, ciertamente, el objeto mismo del sacrificio es soportar la existencia; y eso que es el soporte de todas las
existencias es tambin el lugar de su extincin, lugar en el que los soplos de la vida se devuelven a su
fuente, pr a pra, como los Vedas y las Upaniads expresan lo que implica nuestro polvo al
polvo. A los brazos de la Cruz corresponde la cuerda del Poste sacrificial; y ambos corresponden a la
llanta en el simbolismo de la Rueda del Mundo. Los detalles de estos simbolismos se examinan ms
plenamente en mi Elements of Buddhist Iconography.
Para las representaciones de la Cruz cristiana como el rbol de la Vida, ver W. L. Hildburg, A
mediaeval brass pectoral Cross, Art Bulletin, XIV, 1932, pp. 79-102.
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La eficacia del sacrificio ritual (karma, yaja), a saber, que el ritual que se lleva a
cabo con una finalidad dada en vista, procura ciertamente ese fin, no se niega en modo alguno en las Upaniads. Sin embargo, el fin en vista es una renovacin y magnificacin de la vida, no una emancipacin absoluta de la mortalidad. Slo el conocimiento, Eso eres t, es la realizacin de la inmortalidad, aqu y ahora o independientemente de todo aqu o ahora. As pues, hay un sacrificio ms alto, a saber, el de
quien comprende el ritual, ya eva veda, no slo en su operacin imitativa aqu, como una cosa que se hace formalmente72, sino en su forma intrnseca, como una cosa
que se despoja de la forma, como una cosa que se devuelve, all, en el Empreo supremo, en el loto del corazn. Y eso no slo se aplica a los rituales especficos, tales
como el sacrificio del caballo o la ofrenda de soma, sino a todas las funciones de la
vida, que si se llevan a cabo ciegamente y movidas por el deseo aumentan la suma de
nuestra mortalidad, pero que si se llevan a cabo no movidas por el deseo, y no egticamente, sino en-S mismadamente, y con una comprensin de sus equivalentes transubstanciales y espirituales, no son en modo alguno obstculos, sino ms bien vas de
iluminacin. Lo que hay implcito aqu es la transformacin (parvtti, abhisambhava)73, o en los trminos de la psicologa, la sublimacin: en la extensin religiosa, A
no ser que un hombre nazca de nuevo. Todo esto se desarrolla ms en la Bhagavad
Gt, e.g., IV.27.32 y 33, Otros vierten como su sacrificio todo el funcionamiento de
los sentidos (indriya-karmi) y todos los funcionamientos de la vida (prakarmi) en el fuego de la disciplina de la auto-contencin (tmasayoggnau), lo
72
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cual enciende la sabidura (jana-dpite) son muchos y muy distintos los sacrificios extendidos as ante la faz de Dios (el Brahman), pero todos stos son a modo de
obras, que son tu liberacin si t comprendes; mejor que el sacrificio de los objetos
es el de la sabidura, con la cual las obras se deshacen en la gnosis (jane parisampyate), donde no queda nada.
Volviendo ms directamente a nuestro texto, lo que era el cuerpo del caballo sufre
la corrupcin y se hincha74; ya no es un caballo vivo, sino un caballo desnaturalizado, puesto que su equinidad (avatta) ha partido de l. La carne deviene alimento
y vida para otras existencias, como ya se ha explicado. Slo permanece encarnado,
aunque en otra naturaleza y en otras existencias o permutaciones individuales (parima), el Intelecto, el Principio de la existencia, que es por S mismo en el Padre y
el Hijo: pues Eso es indestructible, perpetuo, no nacido, no dimensionado, no matado cuando se mata el cuerpo, Bhagavad Gt II.20 y 21. As pues, de la misma manera que hemos visto anteriormente que el universo vivo no tena ningn primer
comienzo, as se afirma ahora, de otra manera, que el universo es sin fin, sicut erat in
principio, et nunc et semper, in saecula saeculorum.
l quiso, Que este cuerpo mo se renueve (medhya), que con ello sea yo S
mismado (tmanv) de nuevo. Con lo cual devino nuevamente (samabhavat)
un caballo (ava). Ese caballo (ava) ha-sido-hecho-entero (madhyamabhd), pens (iti). Eso es ciertamente el caballo-todo-naturaleza
(avamedhatva) del caballo del sacrificio (amamedha). Quien le conoce as,
conoce ciertamente el Avamedha.
l le contempl intelectualmente (tam manyata), sin retenerle. Despus
de tanto como dura un ao, le sacrific a S mismo (es decir, al Purusha en
tanto que se distingue del pavah). Entreg animales sacrificiales (pau) a los
ngeles. Por consiguiente, los ngeles sacrificaron la vctima dedicada a
Prajpati como si fuera a los Distintos ngeles (sarva devatyam).
Aqu no debe darse ninguna importancia a la etimologa por la que la palabra ava, caballo,
se relaciona con la raz va, hincharse. Sus derivaciones ms plausibles son de a, penetrar, vagar extensamente, recorrer; o menos probablemente, a, comer, y de aqu preeminentemente vivir.
74
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El Sacrificio-que-es-el-caballo (avamedha) es ciertamente el que intensifica (tapati): l Mismo es el Ao, Prajpati. Este fuego sacrificial es el Fulgor
(arka): los tres Mundos (lok) son sus Hipstasis (tmna).
l deviene estos gemelos, el Fulgor y el Sacrifico-que-es-el-Caballo
(avamedha). Sin embargo, son un nico ngel, a saber, Muerte (mtyu). El
que conoce esto, ahuyenta la mortalidad (punar mtyu), la muerte (mtyu) no le
alcanza, l Mismo deviene Muerte (mtyu), l Mismo deviene la Unidad de estos ngeles.
Esta ltima seccin del adhyya describe la resurreccin del Caballo, la perpetuacin de la vida. Aqu, la significacin de medhya es de primersima importancia. La
palabra medhya se traduce comnmente por sacrificial, adecuado para el sacrificio, pero estos significados son secundarios con respecto al sentido principal de apto, fuerte, vigoroso, completo, viril, limpio de mancha. Estos sentidos
principales son los vlidos en nuestro contexto, pues el sacrificio ya se ha hecho, y
ahora la vida se renueva: hay una resurreccin y un redevenir del caballo, hay un caballo-naturaleza nuevo, un caballo-naturaleza re-novado; la equinidad se ha hecho
entera nuevamente.
Le contempl intelectualmente, es decir, le record durante tanto como dura
un ao: eso significa que le mantuvo, a estos Tres Mundos, en el ser vivo durante el
ciclo del tiempo anglico, es decir, durante el tiempo de la vida de un BrahmPrajpati, a saber, un da del tiempo supernal, durante el cual el Brahman est
despierto. Su recordacin es nuestra existencia75. Pero como el alma honra mximamente a Dios al librarse de Dios, como a ella le queda este ser algo que l no
es, es la plena intencin de Dios que ella abandone su existencia, lo cual significa la muerte del espritu76; de manera que, en palabras extraas, ella ora Seor,
mi bienestar est en que t no me recuerdes nunca, Maestro Eckhart I.274 y 376.
Ese punto de vista est implcito en la conclusin del adhyya, donde el Comprehen75
Y as ocurre con las obras en Dios; l las piensa y ellas son l permanece con las criaturas
para mantenerlas siendo, Maestro Eckhart I.238 y 427. Cf. Agni lokasmta, que recuerda los mundos, Maitri Up. VI.35. Ver tambin la nota 59.
76
En snscrito, eso sera literalmente prasya nirva, despiracin del soplo de la vida: es decir, un retorno (nivtti) al modo sin modo de El que sopla sin soplar, nt avta, g Veda X.129.2.
Cf. apra, sin espritu o despirituado, Muaka Up. II.1.2.
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nocimiento de la existencia. Slo l es, sin un segundo a quien pueda conocer, o por
quien l pueda ser conocido. As pues, slo el que sabe yo soy el Brahman deviene este Todo quienquiera que adora a algn ngel (Dios) otro que S mismo, pensando l es uno y yo otro, ese no sabe, y slo puede igualarse a un animal sacrificial dispuesto para ser ofrendado a los ngeles, Bhadrayaka Up. I.4.1078.
Lo que hay ms all del orden de la naturaleza, en la otra orilla del tiempo, donde
el tiempo no es, se compara en el Veda ya sea al sueo sin sueos, o a un cuarto estado de sueo sin sueos y de vigilia simultneos; en la fraseologa cristiana, eso corresponde a la vacuidad o al silencio, y a la simultaneidad del descanso y del
trabajo eterno. Ninguno de stos es inteligible para la razn, pues es inexpresable en
los trminos de la tesis y de la anttesis. No obstante, veamos lo que han dicho los videntes vdicos y cristianos de ese estado de ser primordial y que no tiene modelo.
Est implcito en la doctrina del reflejo, que el S mismo est presente en el mundo siempre, y que la pintura del mundo y todo cuanto hay en l est similarmente
presente al S mismo siempre; l, Varua, cuenta los parpadeos de los ojos de los
hombres, Atharva Veda IV.16.4, ni un solo gorrin cae al suelo sin el conocimiento de vuestro Padre. Lo que implica esto para el individuo, se explica muy claramente en nuestra Upaniad II.2.12, donde se dice que, cuando un hombre muere, lo que
no sale de l es el nombre (nma, noumenon), que es sin fin (ananta), y puesto que
lo que es sin fin es los Distintos ngeles, con ello gana, acordemente, el mundo sin
fin. Los Distintos ngeles es la Trinidad de las Personas, como se explica despus,
pgs. 80-81. La nocin de nombre ha de comprenderse en conexin con la doctrina
de la Palabra, vc, y con la de la pronunciacin, vyhti, de las palabras: nombre es
idea y lo que se entiende por la sin-finitud de los nombres, es su persistencia como
prototipos de los actos79 en la consciencia que es el S mismo, cuya recordacin (maYa eva vedha brahmsmti sa ida bhavati yonya devatmupstenyo
svanyohamasmti na sa veda, yath paureva sa devnm.
79
Las ideas vdicas no son tipos de cosas, sino de actos; as pues, no son exactamente lo
mismo que las ideas platnicas, sino que corresponden a los tipos de Aristteles como los comprenden
los escolsticos. Todos los nombres se derivan de la accin, Bhad Devat I.31, y Nirukta VII.14.
Porque l crea la actividad de todo (viva), se le llama Vivakarma, Bhad Devat II.50. Keith observa la identidad de nma y karma, como factor transmigrador, en Rel. and Phil. of the Veda, p. 507;
cf. tambin la oposicin de nma y gua en el sistema del Mms. Para el punto de vista de que una
cosa es lo que ella hace, ver tambin Vasubandhu, Abhidharmakoa II.56 d, Poussin, p. 289, y cf.
dharm (plural) como principios y dharma-cakra-pravartana como equivalente a la pronunciacin
de la Palabra, Saddharma Pudarka, passim.
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nana) es nuestra existencia (sthiti). Es a esa persistencia, como si fuera la del arte en
el artista (Maestro Eckhart I.285), en el Intelecto Triuno, o el laya-vijna budista,
a lo que el Maestro Eckhart llama nuestro almacn de ideas y de formas incorporales, I.402, el arte de Dios, I.461, todas las criaturas en su modo natural se ejemplifican en la esencia divina, I.253. Esa eternidad de los prototipos individuales de
todos los accidentes del ser, no es en modo alguno la misma cosa que una inmortalidad individual del alma, como se concibe ahora, y no es en modo alguno una recompensa, sino puramente abstracta y nominal. Esto se expone muy claramente en la
Kautaki Up. II.12-15, donde la inmortalidad de los poderes anglicos del alma no es
con respecto a su integracin especfica como un individuo dado, sino con respecto al
retorno de los distintos poderes o elementos de la consciencia a su nica fuente en el
S mismo cognoscitivo, lo cual equivale casi literalmente a las palabras del Maestro
Eckhart al juntarse con cada poder divino, el alma es ese poder en Dios, I.380. A
esa prdida de la criatureidad, y, junto con ella, a la prdida de Dios como un objeto
de devocin externa, el Maestro Eckhart la llama la muerte ms baja del alma en su
va a la divinidad, I.274.
Aqu no queremos decir que una perpetuidad (sthayit) de la consciencia individual, sin ningn otro cambio de estado durante una parte o la totalidad del tiempo, y
que corresponda ms o menos cercanamente a la idea popular de la inmortalidad, est
excluida de las posibilidades de la existencia. Por el contrario, tales perpetuidades se
consideran como alcanzables por aquellos que todava no son Comprehensores, pero
que estn en la va de la comprensin, o que han adquirido mrito por las buenas
obras. Una tal perpetuidad est en uno u otro de los planos ms bajos de la existencia
anglica, donde los ngeles-por-las obras gozan de los frutos de las obras. Aqu, coNma-rpa, que constituyen la unidad del individuo, se traducen a menudo por nombre y forma,
pero nma es aqu la forma verdadera; la combinacin nma-rpa corresponde realmente a alma y
cuerpo, como cuando, al distinguir entre forma y substancia, decimos que el alma es la forma del
cuerpo. Nma = latn forma, griego eidos; rpa = latn figra. Cf. Maimnides, Guide III.8, La
forma slo puede ser destruida accidentalmente, es decir, debido a su relacin con la substancia, cuya
verdadera naturaleza consiste en la propiedad de no carecer nunca de una disposicin a recibir forma.
Keith, Aitareya rayaka, p. 239, nota 2, observa, El rpam budista no es una concepcin preante.
Ciertamente no lo es; la concepcin preante es nma, y rpa es meramente el aspecto sensible. Es
cierto que rpa, como el ingls y el espaol forma, puede usarse refirindose a objetos inteligibles o
a objetos sensibles, pero cuando lo que se quiere decir es forma informadora, rpa se distingue generalmente con un determinante apropiado, como en sva-rpa, forma intrnseca, o antarjeya rpa,
imagen mental. Nma es noumeno, rpa fenmeno.
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Los smiles indios de la Rueda de la Palabra y de la Rueda del Mundo, una imagen mecnica
pero viva, equivalente a la del Caballo Csmico y a la del rbol del Mundo, y que representa ms especficamente la revolucin del ao, requieren un tratamiento ms detallado del que puede darse
aqu. Brevemente, nosotros le comprendemos como una rueda que tiene un nico crculo, con una
llanta triple, vetvatara Up. I.4: es decir, una rueda cuyo cubo es la esencia y la llanta la naturaleza, triple con respecto a los tres guas. Cf. Eckhart I.357, Este crculo es todo lo que la Trinidad
ha hecho. Por qu se llama un crculo a la obra de la Trinidad?. Porque la Trinidad es el origen de
todas las cosas y todas las cosas vuelven a su origen. ste es el crculo que el alma recorre As, ella
va en crculo en una cadena sin fin Cuando acaba su gesta se arroja a s misma dentro del centro. Este punto es el poder de la Trinidad donde inmutablemente hace todo su trabajo. En l el alma deviene
omnipotente ste es el punto sin mocin y la unidad de la Trinidad. La circunferencia es el trabajo
incomprensible de las Tres Personas La unin de las Personas es la esencia del punto. En este punto
Dios traspasa el cambio sin otreidad, envuelto en la unidad de la esencia, y el alma, en tanto que una
con este punto fijo, es capaz de todas las cosas. O nuevamente, el Maestro Eckhart I.56, El cielo adjunto al ahora eterno, donde los ngeles son, es sin mocin, inmutable En el cielo el sol, movido por
la fuerza anglica, gira una vez en un ao. En el cielo la luna, es llevada por la fuerza anglica y gira
una vez en un mes. Cuanto ms cerca estn del ahora eterno, ms inmutables son; y cuanto ms lejos y
ms desemejantes son del ahora eterno, tanto ms fciles de moverse son, de manera que giran alrede-
52
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Pero por muy glorioso y por muy deseable que sea un tal estado, sea cual fuere
esa felicidad ms all de la imaginacin (Bhadrayaka Up. IV.3.33, Taittirya Up.
II.8), como esto no es la sumidad de la unin divina, as no es tampoco el lugar de la
morada del alma, Maestro Eckhart I.276, cf. 410, eso es un lugar de reposo
(virma), no un re-torno (nivti); pues, en realidad no hay ninguna extincin
(nirva) sin omnisciencia (sarvaja), Saddharma Puarka, V.74.75, hasta que
no conoce todo lo que ha de conocerse, el alma no cruza al bien no conocido, Maestro Eckhart I.385. As pues, esto no es un fin final, ni desde el punto de vista cristiano, ni desde el punto de vista indio. Pues esa naturaleza eterna, donde el alma se encuentra ahora a s misma, en su ejemplar, se caracteriza por la multiplicidad puesto
que las Personas slo son en la separacin Cristo dice: Ningn hombre viene al
Padre sino a travs de m. Aunque el lugar de morada del alma no est en l, sin
embargo, como l dice, el alma debe pasar a travs de l. Este paso es la segunda
muerte del alma, y es mucho ms trascendental que la primera, Maestro Eckhart
I.275: l nos invita a entrar por la puerta de su emanacin y a retornar adentro de la
fuente de donde salimos la puerta a cuyo travs todas las cosas retornan perfectamente libres a su felicidad suprema, Maestro Eckhart I.400. Esto responde a la imagen vdica del Sol Supernal, ditya, como la puerta de los mundos (loka-dvra), por
la cual hay una entrada (prapadana) para el Comprehensor adentro del Paraso
(prrma, el terreno de actividad del Espritu), pero que es una barrera (nirodha)
para el ignorante (avid), Chndogya Up. VIII.6.881: Aqu, en el mundo, no hay nindor de este ahora temporal todas las cosas obtienen su vida y su ser de la mocin que imparte el
ahora eterno.
81
Cf. Bhadrayaka Up. V.15, donde se dice que la entrada (mukha) a la verdad (satya) est cerrada por el orbe de oro (ptra) y se hace a Pan la plegaria de que descubra esa entrada a aquel cuyo
principio (dharma) es la Verdad (satya); y Chndogya Up. V.10.2, donde una Persona Sobrehumana
(amnava purua), que es Agni-vaidyuta, del Rayo, les conduce al Brahman, (y) ste es el viaje
anglico.
Similarmente, en la Jaiminya Upaniad Brhmaa I.5, el pasaje se representa primero como cerrado al alma en los terrenos ticos, pero cuando el alma responde al ngel (Agni, o Agni-Rudra),
Eras t, no yo, quien haca las obras, el alma se prueba a s misma un Comprehensor del S mismo, prueba que est emancipada de la individualidad, prueba que como su gua ella es amnava, que
ya no piensa en modos humanos, y la va se abre. La doctrina de la Bhagavad Gt en lo que concierne
a las Obras es idntica, aunque se presenta con cierto tinte devocional: as, III.30, Al deponer todas
tus obras en M, IV.13, Yo (Dios) soy entonces el hacedor de las obras, pero ellas no Me manchan,
a M que no tengo fines que hayan de ser alcanzados, IV.36, Aunque t seas el mayor de todos los
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guna salida por un atajo, Maitri Up. VI.30; Slo conociendo a ese Purua, de la
casta del Sol pasa uno la muerte, vetavatara Up. III.8. Es tambin en tanto que
el Sol Supernal, como a Viu se le llama el Portero de los ngeles; y, al sacrificador que comprende, le abre esta puerta, Aitareya Brhmaa I.36. El hecho de que
Agni subi altsimo, hasta tocar el cielo: abri la puerta del mundo del cielo, ciertamente Agni es el seor del mundo del cielo, dem III.42, corresponde al mito de la
ascensin de Cristo y a su sedencia en condominio a la diestra del Padre. Kristos y
Agni, el Hijo de Dios, y el Sacrificio reflejado en el Sol Supernal, son ese ngel de la
Espada Flamgera que guarda las puertas del Paraso, y el Gua en la va estrecha que
cruza las Aguas Superiores y las Aguas Inferiores hasta el Reino del Grial. All, verificado por grados, el hombre perfecto (sukta), emancipado de la modalidad individual, finalmente ocupa su sede con el Brahman en la ctedra Brillantsima que
es la Sabidura (praj) y el trono de la La Vida Inmensurable y el Brahman le dice, Las Aguas, ciertamente, son mi mundo, y (ahora) son tuyas,
Kautaki Up. I.3-7. As pues, el hombre perfecto entra adentro del Dominio
(aivarya) sobre todas las posibilidades de la existencia.
Pero ese Plenum (pra), esa Sabidura (praj), ese S mismo (tman), y ese
Espritu (pra) no son el fin82. Al alma que as se ha perdido en el Padre y que es
pecadores, con el barco de la Comprensin, puedes cruzar todo el mal, V.10, El que al hacer las
obras depone sus obras en el Brahman y se ve sin apego es inmaculado, VI.9, Para el que Me ve en
todas las cosas, y todas las cosas en M, para l yo no estoy perdido ni l est perdido para m. Estos
son equivalentes metafsicos de las doctrinas religiosas del perdn y de la remisin de los pecados, de
la salvacin por la fe, etc.: Venid a M, los que estis cansados y pesadamente cargados (a saber, con
el peso del pecado) y yo os dar descanso. Si desde el punto de vista religioso o tico se objetara que
en la formulacin metafsica no se dice nada sobre el arrepentimiento, la respuesta es que esa Comprensin misma, por la que se transforma la nocin de la individualidad (abhimna, etc.), es, en s
misma y por completo literalmente, un arrepentimiento, una recesin (nivtti) de estos Mundos que es
donde nicamente son vlidos los valores morales.
82
La unin con Brahm, o con el Buddha en Gloria (Sambhogakya), aunque implica una participacin del trono y de la soberana de Dios, siempre se distingue claramente de la emancipacin (mukti,
nirva), cf. Syaa sobre Aitareya rayaka II.3.7 (que cita tambin Bhadrayaka Up., IV.1.2) y
akarcrya sobre Brahma Stra IV.4.22.
Eso tambin se hace muy claro en Maitri Up. VI.30, donde el Comprehensor pasa a travs de la
regin Solar al mundo de Brahma, y ms all a la estacin ltima, para gati. En el budismo, se seala que incluso el ms alto de los parasos del Buddha (el plano del Sambhogakya), es slo un lugar
de descanso (virma), no un Retorno (nivti) Saddharma Puarka V.74.75. Similarmente para el
Maestro Eckhart I.274, 276, el alma en el cielo todava no est muerta y entrada en eso que contem-
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una con (syujya) el Padre le queda todava una ltima muerte, parimara, parinirva, fan al-fan, la Anegacin y la Despiracin: all donde Dios mismo
entrega el espritu donde mora desconocido para s mismo, en agnosia y apercepcin, el alma debe abandonarse a S misma y a Dios mismo, en una anonadacin de su nombre comn y de su aspecto intrnseco coincidente, all debe abandonar nombre y aspecto, por otra parte slo concebidos idealmente. Todo debe
partir. El alma debe subsistir en la nada absoluta La tercera naturaleza de la que
escapa el alma es la exuberante naturaleza divina que energiza en el Padre el alma
tiene que morir a toda la actividad de que denota la naturaleza divina si ha de entrar
en la esencia divina donde Dios es enteramente vacuidad83. Esta imagen supernal es
el paradigma a donde le lleva al alma su (ltima) muerte muerta y enterrada en la
Divinidad, y la Divinidad no vive para ningn otro que s mismo84, Maestro Eckhart
I.274-278: as tambin Blake, Descender hasta la auto-aniquilacin y la Muerte
Eterna, no sea que venga el Juicio Final y me encuentre sin aniquilar, y yo sea agarrado y puesto en manos de mi propia Ego-ismidad. Estos dichos no son ms confortadores que los dichos ms duros que se encuentran en la escritura india, y corresponden a lo que se dice cuando nuestra Upaniad habla de la Muerte como el fin y el
significado ltimo de nuestra vida, o cuando el nyavdin agota las categoras de la
negacin a la hora de definir la meta verdadera del hombre. Eso es la Libertad de lo
In-finito, aditer-adititva, Bhadrayaka Up. I.2.5, libre como la Divinidad en su
no-existencia, Maestro Eckhart I.382: Cuando receda adentro del terreno, adentro
de las profundidades, adentro del manantial de la Divinidad, nadie me preguntar de
dnde vine ni a dnde fui, Maestro Eckhart I.143.
Este fin est oculto en la obscuridad de la Divinidad sempiterna, y no es conocido, y nunca se ha conocido, y nunca ser conocido, Maestro Eckhart85, puesto que,
pla la existencia creada y como esto no es la cima de la unin divina, no es tampoco el lugar de morada del alma.
83
He aqu, Dios despirituado (apra, nir-vta), Maestro Eckhart I.469. Tirumlar, ellos se
pierden a s mismos y devienen vacuidad.
84
Cf. Bhadrayaka Up. II.4.1, slo por amor del S mismo son queridas todas las cosas; es
decir, En el amor donde Dios se ama a s mismo, en ese amor ama a todas las cosas en la felicidad
donde Dios se saborea a s mismo, en esa felicidad saborea a todas las criaturas: Dios se ama a s
mismo en todas las cosas, de manera que el hombre bueno formado a imagen de Dios ama por
amor de s mismo, Maestro Eckhart I.142, 380 y 66, el amor es del amante y vuelve en su mayor
parte a l slo el amor mismo satisface finalmente al alma, Walt Whitman.
85
De la versin por Claude Field de los Selected Sermons, p. 28.
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los ngeles no son los ngeles; los Vedas no son los Vedas; un ladrn no es un
ladrn all no se sigue a nadie por el mrito, ni se le persigue por el demrito, pues
ha cruzado ms all de todas las angustias del corazn ve aunque no ve saborea
aunque no saborea, habla aunque no habla, siente aunque no siente, Bhadrayaka
Up. IV.3.21-2987: all, como el Maestro Eckhart I.360, cita del Libro del Amor,
all yo escuchaba sin sonido, all yo vea sin luz, all yo alentaba sin mocin, all yo
saboreaba que no saboreaba, all yo tocaba que no tocaba. Entonces mi corazn era el
abismo insondable, mi alma era sin amor, mi mente sin forma, y mi naturaleza sin
naturaleza. All donde el Vaco brilla en el Vaco, el Abismo responde al Abismo,
inaccesible al pensamiento pero omnicontenido en el loto del corazn; all es la Identidad Suprema, la fuente y el fin de la vida, un nico ngel, la Muerte, el Padre de la
Vida.
Los susurros del murmullo de la muerte celestial yo escuchaba
Te atreves ahora, oh alma ma,
A caminar conmmigo hacia la regin desconocida,
Donde no hay ningn terreno para los pies ni ninguna senda
que seguir?.
Todo espera jams soado en esa regin, en esa tierra inaccesible.
Ese uno sopla sin soplo, ant avta, g Veda X.129.2; ve sin ojos, payatyacaku,
vetvatara Up. III.19; ve sin ver, payaty apayanay, Saddharma Puarka, prosa, p. 317.
Podran citarse otros paralelos.
87
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II
PORCIONES DE LA MAITRI UPANIAD
La siguiente traduccin de partes de la Maitri Upaniad, que describe la procesin del rbol de la Vida como un Arbusto Ardiente, se ofrece sin comentario:
58
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59
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Brahman tiene su raz arriba; sus ramas son el espacio, el aire, el fuego, el
agua, la tierra y los otros elementos92. A ste se la llama la nica Higuera (eka
avattha); y la Energa gnea (tejas), que es el Sol Supernal, le es inherente, y
lo es igualmente del OM. Por consiguiente, uno debe laudar siempre con OM,
a quien es el nico Iluminador (eka sambodhayit).
Pues es as como se ha dicho, Esta Palabra Imperecedera es por as decir
provechosa, esta Palabra Imperecedera es transcendente; para el que sabe esto,
lo que desea es suyo92a .
SPTIMO PRAPHAKA, 11
Cf. g Veda IV.13.5, Sin soporte, sin amarre, abierto y vuelto hacia abajo; e dem I.24.7, el
Rey Varua sostiene en el Abismo (abudhna, firmamento, cf. VIII.77.5) como Acto Puro (Daka) la
cima (stpa) del rbol (vana), el terreno (budhna) est arriba: que sus flamgeras ramas (ketava)
vueltas hacia abajo se planten profundamente (nihita) en nosotros.
92a
La nocin de una Palabra Imperecedera (akara), por la que se mide la tierra, aparece en g
Veda X.13.3.
92
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SEXTO PRAPHAKA, 35
92b
Las nociones del rbol de la Vida, del Pilar de Humo, y del Eje del Universo se relacionan todas estrechamente. Cf. por ejemplo, g Veda IV.6.2, metaiva dhuma stabhyat upa dhym, l
(Agni), como un pilar de humo, sostiene los cielos (Syaa explica met como sth). De Agni,
nuevamente, se habla a menudo como Vanaspati, en cuyo caso sus ramas son llamas.
61
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III
TRES HIMNOS VDICOS
Como nosotros los tenemos, los Vedas encarnan una tradicin de antigedad inmemorial, desarrollada ya en idiomas caractersticos, pero que no son en modo alguno originales o exclusivos en s mismos: el Veda es anterior a los Vedas. Sin embargo, aqu no tenemos intencin de recalcar este argumento, sino ms bien de sealar
que hay poco o nada en la metafsica de las Upaniads que implique necesariamente
un progreso con respecto a los libros vdicos ms antiguos. Los tres Vedas se interesan principalmente en las Obras (karma, yaja) y en el Gnesis (bhva-vtta,
Bhad Devat II.12093; quizs tambin jta vidy, g Veda X.71.11, y Nirukta I.8); el
material exegtico, tal como aparece abundantemente en el Atharva veda, los
Brhmaas, las Upaniads y el nirukta, se incluye entre las liturgias vdicas, por as
decir, slo por accidente e incidentalmente. El hecho de que el lenguaje de las Upaniads sea menos arcaico que el de los tres Vedas slo prueba una publicacin posterior de la exgesis tradicional, pero no prueba, y ni siquiera sugiere a aquellos que reconocen la congruencia de una nica tradicin en los Vedas y las Upaniads, que las
doctrinas esenciales de las Upaniads no se hubieran enseado siempre a aquellos
que posean las cualificaciones necesarias94. Esto estara plenamente de acuerdo con
93
De que modo en el comienzo este mundo no era, ni como no existente ni como existente; de
qu modo naci (jaje) todo esto?, a eso (es decir, un himno de este tipo) ellos lo llamaron el movimiento del ser (bhva vtta) (himno). Vtta que implica tambin crculo, ciclo, transformacin, apariencia, eventualidad, actividad, etc., es la raz vt, mover, rotar, proceder,
existir, etc. (o causativamente con sentidos similares), raz que tambin est presente en vartana y
cakravartin, que hacen referencia a la puesta en movimiento de la rueda del mundo, y en pravtti y
nivtti, extroversin e introversin o evolucin e involucin. Algunos de los himnos del g
Veda, e.g. X.129, son bhva vttni, cf. Bhad Devat II.86, VII.123, VIII.46 y 91; en VIII.56, a g
Veda X.145, se lo llama un himno aupaniada bhva vtta, que Macdonell traduce como himno
esotrico evolutivo.
94
Upaniad, como un verbo con el sentido de sentarse cerca (con miras a escuchar una proposicin) puede encontrarse en Jaiminya Upaniad Brhmaa III.3.7, y Aitareya Brhmaa II.2.3.
En J.A.O.S. XV.144, Bloomfield argumenta que mantra y brhmaa son en una parte mnima
distinciones cronolgicas; que representan dos modos de actividad literaria, y dos modos de lenguaje
literario, que son en gran medida contemporneos. Por lo que sabemos, ambas formas existan jun-
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la interpretacin tradicional de Upaniad como doctrina secreta o misterio, rahasya, sin contradecir la connotacin tradicional de doctrina con respecto al Brahman. En cualquier caso, la historia de la tradicin, y la historia de la literatura, son
dos cosas diferentes; y esto es especialmente verdadero en el India, donde, incluso en
el da presente, se siente que nadie excepto un maestro vivo puede comunicar la verdad ltima.
Adems, es un punto de vista errneo el que describe los comienzos de la filosofa india como un proceso de pensamiento sincretista, como una tendencia a
ver que todos los ngeles son realmente Uno. Antes al contrario, la mitologa
vdica, segn la poseemos, representa ya una etapa reciente y sofisticada en la historia del simbolismo, un empleo de similitudes e imgenes incesantemente creciente,
y de nombres y eptetos esenciales recin fundados, acompaado por una tendencia
hacia una concepcin de estos nombres como los de poderes independientes, de manera que se haba suscitado un aspecto de politesmo superficial, del mismo tipo que
el que puede reconocerse en el cristianismo cuando se dijo con respecto a la Trinidad
Nosotros no decimos el nico Dios, pues la deidad es comn a varios, Santo
Toms, Sum. Th. I.Q.31.A.295. Estas elaboraciones pueden considerarse desde algutas desde los tiempos ms antiguos. No hay necesidad de observar que, hasta un cierto grado,
brhmaa incluye upaniad.
Puede afirmarse como una ley, que un texto tradicional dado no representa ms que una fijacin y
una publicacin, comparativamente posterior, de doctrinas que se enseaban oralmente desde mucho
antes. Cf. atapatha Brhmaa XIV.1.1.26 y 27, y Muaka Up. I.2.12 y 13; y la lista de los maestros
en la sucesin pupilaria, e.g. Bhadrayaka Up. II.6.
Con la distincin entre los sahits vdicos por una parte y los Brhmaas y Upaniads por otra,
puede compararse la distincin entre las liturgias babilnicas repetidas en los templos y la literatura de la sabidura no escrita para ser repetida en los templos; esta literatura de la sabidura muestra un creciente escepticismo en lo que concierne al valor de esta vida; y mientras la vida hasta los
das distantes puede haber significado, en las liturgias babilnicas, como amta en g Veda X.129.2,
es decir, ms bien la plenitud y la totalidad de los das que la inmortalidad, fue precisamente en la literatura de la sabidura y especialmente hacia el fin del imperio babilnico, donde se desarroll una
doctrina del escape final de la mortalidad, S. Langdon, Tammuz and Ishtar, pp. 11, 14, 38, 41.
95
La apariencia de politesmo es un desarrollo secundario en la tradicin, y este desarrollo ya
haba tenido lugar antecedentemente a los Vedas como nosotros los poseemos. Lo que el profesor
Langdon tiene que decir del panten sumerio-acadio es absolutamente pertinente, a saber, El complicado panten sumerio fue obviamente la obra de los telogos y del crecimiento gradual. Casi todos los
nombres de las deidades expresan alguna personificacin de los poderes naturales, de las funciones
culturales o ticas, perfectamente inteligibles para el sumerlogo nombres dados a concepciones de-
64
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nos puntos de vista como un progreso en la ciencia teolgica, pero desde ese punto de
vista que tiene en consideracin que los ngeles tienen menos ideas y usan menos
medios que los hombres, y que sostiene que en una nica visin y en una nica idea
l se contempla a s mismo y a todas las cosas simultneamente, y que con el conocimiento de Ese Uno todo este universo entero deviene conocido, Muaka Up.
I.1.3, estas elaboraciones pueden considerarse ms bien como un declive. En realidad, la nocin de un progreso o de un declive est fuera de lugar, puesto que un progreso o un declive absoluto no puede concebirse en metafsica en mayor medida que
en el arte: la cosa que se conoce slo puede estar en el conocedor segn el modo del
conocedor96, y es por eso por lo que, bajo unas condiciones que cambian, las formulaciones alternativas (paryya) se presentan por s mismas necesariamente; y cada
una de stas, en la medida en que es correcta, y no en la medida de su complejidad
o de su simplicidad, expresa una y la misma verdad. Todo eso concierne al historiador del estilo, ms bien que al expositor del significado de los significados, paramrtha: y ya eva vidvn podra haberse dicho en cualquier tiempo precisamente
con respecto a esa significacin ltima, y no slo la primera vez que las Upaniads se
publicaron finalmente. Puede citarse una simple ilustracin de esto en el hecho de
la equivalencia de Varua, Brahm-Prajpati, Vivakarma, y Nryaa-Viu, equivalencia que puede demostrarse fcilmente desde muchos puntos de vista (Cf. Yakas
II, p. 36). Que el kavi 97 vdico era de hecho vidvn se muestra por aserciones bien
finidamente mitolgicas por el claro pensamiento de los telogos y aceptados en la religin popular
Puesto que en su mitologa todos los dioses descienden de An, el dios Cielo, es extremadamente probable que los sacerdotes que construyeron el panten fueran monotestas en una etapa ms antigua, en
la que solo tenan el dios An, una palabra que significa efectivamente alto (es decir) no una mitologa que brotaba de una religin primitiva, sino una especulacin basada en valores naturales, espirituales y ticos, Semitic mythology, p. 89. Cf. el mundo de los dioses (a saber, el ditya-mandala) relativamente homogneo en el origen, se ha diferenciado ms tarde, Przyluski, Brahm Sahmpati,
Journal Asiatique, CCV, 1924, pp. 155-163.
Las deidades abstractas de la erudicin vdica, por ejemplo, representan nombres esenciales todava no divididos de su fuente y personalizados independientemente: la multiplicacin de las deidades, o ms bien de los ngeles, tienen lugar por un tratamiento gradual de los nombres esenciales como
si stos hubieran sido designaciones personales, como por ejemplo en el caso de Kma, Vivakarma,
Tva, Prajpati.
96
Todos los smbolos son segn la iluminacin de la razn del que los da forma y los muestra,
Ruysbroeck.
97
Kavi, de la raz k, vocear, pronunciar (= kav, describir), es en el uso vdico casi sinnimo de
palabras tales como i, sumedha, dhra, rebha, profeta, sabio, cantor. La referencia profesional
65
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a uno que hace literatura, y la aplicacin del trmino kvya a las bellas letras, pertenece a una
poca posterior. Si traducimos la palabra kavi por poeta, debemos hacerlo teniendo presente el significado original de poiein, hacer, crear, y sin considerar al poeta como un lrico, sino como un
dador de forma, un hacedor, un profeta, un orculo, o como el latn vates, o incluso como un mago en
el sentido propio. La poesa vdica no es ni fina ni decorativa, sino simplemente de una ejecucin
altamente exacta; el poeta compara acertadamente su propia artesana a la del tejedor o a la del alfarero, es decir, en los trminos modernos, podramos decir que la compara a la ingeniera ms bien que
al arte. Los versos (c) o los metros (chandas) se consideran como frmulas, hechizos, encantaciones, centros de fuerza o palabras de poder (mantra). No son comparables de ninguna manera a los
himnos o a las plegarias que ahora se consideran como las expresiones naturales de la aspiracin religiosa: pues la operacin de un rito o de un himno vdico depende de su cumplimiento exacto, no de
un estado emocional por parte del celebrante, ni de una respuesta emocional por parte del objeto del
culto. Lo que conmueve verdaderamente en la poesa vdica no es una cualidad lrica, sino una
cualidad de profundidad; la intencin de los laudes es la felicidad mucho ms que el placer, y sera una
afectacin hablar de ellos como literatura. Lo que se expone en los Vedas , eso es la Verdad Esencial. Por lo que dicen los Vedas, los hombres sabios viven su vida, Maitri Up. VII.10.
Los Vedas no son de origen humano, sino aupaurueya, akarcrya sobre el Vednta Stra
I.2.2. Por una parte, la pronunciacin de los mantras y la ordenacin del ritual (la observancia de su
regla es lo mismo que en la creacin, atapatha Brhmaa XIV.1.2.26 y XIV.3.1.36) por los
ngeles o por los Profetas, los Poetas o los Veedores no individuales, representa una actividad cocreativa por la que la Pronunciacin nica y singular del Espritu se contrae y se identifica (vi dh, g Veda X.73.3) en la variedad (vivam); puesto que la discriminacin de las cosas por el nombre (nmadheya, g Veda X.71.1, ver nota 62) es la causa inmediata de su distincin como tal, cf. la afirmacin
de akarcrya, Vednta Stra I.1.3, de que el Veda es la causa de la distincin (paribhga-hetu) de
las castas y los estados de los ngeles, de los animales y de los hombres. As pues, tenemos en g
Veda X.5.2, Los poetas (kavi) guardan las huellas (pada) de la Ley del Cielo (ta), y en lo ms interior (guh) estn preados de (dh) las ideas (nma) ltimas (para); X.71.1, Entonces lo que era mejor y sin mcula en ellos, lo que estaba oculto en lo ms interior, por su amor ellos lo sacaron a la luz.
El Nirukta XII.13, con referencia a la designacin de Savit, el ngel Solar, como kavi, en g Veda
V.81.2, explica, l es kavi puesto que muestra (o revela, literalmente, libera) las diferentes formas de
las cosas (viv rpi prati mucate) kavi, ya sea porque su presencia es deseada ( kam), o porque la palabra se deriva de la kav, describir, alabar o pintar. As pues, la designacin kavi es apropiada al Sol y al profeta igualmente, puesto que ambos revelan o iluminan, es decir, en tanto que traen
al campo de la percepcin, lo que previamente era invisible o latente.
Por otra parte, por el proceso inverso implcito en la frase para el que comprende, los mantras
constituyen un medio de reunin con los estados de consciencia ms altos. En la fraseologa vdica,
podramos expresar esto diciendo que el hilado del tejido potico puede rastrearse intelectualmente
hasta su fuente unitaria, o que los metros son los rastros de las huellas de la Ley, y que pueden seguirse
en una va de vuelta a casa, de la misma manera que se rastrea a un animal perdido. Es desde este punto de vista de un retorno desde la existencia a su fuente en el Ser y el No Ser puro, como se consideran
en las Upaniads los textos vdicos.
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conocidas tales como Los sacerdotes hablan de diversas maneras de eso que es slo
uno: ellos le llaman Agni, Yama, Mtarivan, g Veda I.164.46; Sacerdotes y
cantores hacen mltiple el nacimiento (del Sol) que es nico, dem X.114.5; o como
cuando Aditi o Prajpati son identificados con todo lo que es, dem I.89.10 y X.121.
En los Vedas se encuentran las ideas y a menudo las locuciones mismas de las Upaniads, e.g., VI.16.35, yast vijnat, equivalente a ya evam vidvn; y an ms llamativo, V.46.1, na asyh vami vimuca na vtta puna, vidvn patha pura et ju
neati, Yo no codicio ni la liberacin ni una vuelta atrs de nuevo; que l que es sabio sea mi gua y me conduzca derecho, donde punar avttam difcilmente puede
comprenderse de otro modo que en la literatura posterior.
Sigue ahora una traduccin del famoso bhva vtta, o Himno de la Creacin,
g Veda X.129:
g Veda, X.129
Entonces la No Existencia (asat) no era, ni la Existencia
(sat) tampoco; no era el cielo (rajas), ni tampoco el
Empreo (vyoman) de ms all:
Qu cubra todo (varvar) y dnde, o qu era
ese lugar de reposo (arman)? Qu eran
las Aguas (ambha)?. El Abismo Insondable
(gahana gabhram). 1.
Entonces no era ni la muerte (mtyu) ni la vida (amta),
ni ningn advenimiento (praketa) de la noche o del da:
Ese Uno respiraba (nt) sin soplo (avta) por
poder intrnseco (svadh), ningn otro era, ni
nada ms all. 2.
En el comienzo (agre), la Obscuridad Inerte (tamas) estaba
oculta (gha) por la Obscuridad Inerte (tamas). Este todo
era fluido (salila), indeterminado (apraketa):
El vaco (tucchi) estaba cubierto (apihita) por el vaco
67
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68
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tas, manas, hd, tad-eka, nt = priti, vta = vyu, avta = nirvta, visi, visarjana, etc.), en parte de sentido verbal (ambha, salila = pah, tapasa-mahi = tejas,
svadh = my, akt, svabhva)98, y en parte de expresin total. Bandhu (= sajta),
pariente, como de relacin de sangre, es una expresin notoriamente bien fundada
para la relacin opuesta entre la Existencia y lo No existente, entre Dios y la Divinidad, entre la Esencia y la Naturaleza99; como ocurre tambin en Bhadrayaka
Up. I.1.2. En cuanto a rajas, una vez concedido que aqu no se implica directamente
ms que el firmamento o el espacio, y que, como un sistema formulado, el
Sakhya es de publicacin posterior100, todava sigue siendo significativo que en
nuestro himno (para no hablar de otras fuentes vdicas) tenemos una trinidad de
trminos (tamas, rajas, y tapasa-mahi = tejas = sattva)101 que se emplea en sus sentidos factoriales (gaua) correctos para denotar los principios de la pasividad, el movimiento y la esencialidad, principios que se representan ms tarde, y ms explcitamente, por los tres guas, y por la correspondiente Trinidad de Viu, Brahm y
Cf. Viu Pura I.8.23, padm svadh vatapuid, la Seora del Loto (= r-Lakm =
Prakti = My) es el poder intrnseco, el dador de crecimiento constante; cf. tambin el examen de
Aditi, My y Virj, arriba, pg. 41 sigs. g Veda X.129.5 corresponde exactamente a Dante, Paradiso XXIX.31-36, Concreado y labrado con las substancias fue el Orden; que estaba en la cima del
mundo, donde se produjo el Acto puro. La Potencialidad pura tena el lugar ms bajo; en el medio la
Potencialidad trenzada con tal trenza con el Acto puro que nunca ser desatada, donde tambin nel
cima del mondo, mezzo, e infima parte, corresponde a los vdicos celestial, atmosfrico y terrestre; Sustanzie, substancias, se refiere aqu a los ngeles, cf. Paradiso XXIX.76-78, quienes primeramente cumplen el acto de ser; concreato y construtto corresponden a ekajtatva, slokyatva, etc., del
Bhad Devat, citado arriba, pgs. 81, 82, y nota 113.
99
Ninguno puede existir sin el otro, de manera que ninguno puede originar al otro, Maestro Eckhart I.479.
Cf. Jl, Estoy convencido de que Ello es no existencia, puesto que por la existencia Ello fue manifestado, aunque lo haba contemplado desde lejos como un poder que se ejerca a s mismo en la
existencia Ello es el tesoro oculto, Nicholson, Studies p. 89.
100
Cf. Keith, Religion and Philosophy of the Veda, pp. 539, 540. Para el punto de vista de que la
teora de los gunas es sustancialmente de mucha ms antigedad, y de origen extravdico, ver J. Przyluski, La thorie des gua, Bull. Sch. Or. Studies, VI, pp. 24-35.
Rajas en Pacavia Brhmaa XVIII.7.11, es nuevamente slo antarika; Syaa habla muy
acertadamente del significado aqu como evidente, y el examen de Caland en su Pacavia
Brhmaa, 1931, p. 488 es completamente superfluo. En g Veda V.47.3, rajas es incuestionablemente antarika: pues el Cielo y la Tierra son sus lmites (ant).
101
Para tejas = sattva, ver E. Senart, La thorie des guas, tudes Asiatiques II, pp. 287-292.
Adems, como ha mostrado Hertel en particular, tejas = vareya (= hvarena) = brahma.
98
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Ver arriba, pp. 41, 70, y mi On translation: maya, deva, tapas, en Isis, n 55. La Divinidad
est contenida en el Padre como esencia, por lo cual es omnipotente la potencialidad de la esencia
est en no ser un Persona racional: es decir, en persistir en su unidad esencial, Maestro Eckhart I.373
y 393, las bastardillas son mas. No se pasar por alto la pertinencia de estas consideraciones a la psicologa teraputica moderna y a la solucin de los conflictos. El virtuosismo y la espontaneidad en
la accin (agibile y factibile , snscrito karma), mejor que la obediencia a las reglas impuestas externamente, mejor que obedecer a los dictados de la consciencia, se ejemplifican comnmente en el
70
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71
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Qu cubra?. Es decir, qu era y dnde estaba el mundo?, pues varvar viene de var, forma intensiva reduplicada de v, cubrir, velar. El mundo se considera como velando la realidad ltima, cf. g Veda V.191, estado tras estado se generan, velo (vavri) tras velo aparecen, y de aqu tambin la plegaria, Maitri Up. VI.35,
con respecto al Sol, Esa faz, desvlanos (apvu) o Esa puerta, brenos.
Nuestro himno no es necesariamente una expresin de escepticismo: lo que se sugiere es ms bien una pregunta que una admiracin. Quin lo conoce? no es ms
escptico que tsuk soi santa jnai, quin es el Comprehensor de ello? de Kabr
o que el que hizo al cordero no te hizo a ti? de Blake. l conoce o no conoce, si
se comprende como l conoce y no conoce, sonara a teologa. En la ltima estancia, se proponen las teoras alternativas de la emanacin y de la creacin por designio103. En cualquier caso, la forma misma de las diferentes afirmaciones y preguntas prueba que la especulacin ontolgica sana no era en modo alguno una cosa
nueva, pues es inconcebible que tales cuestiones se hubieran formulado correctamente slo una semana o un ao antes de que se publicara este himno particular.
Los trminos e implicaciones de nuestro himno no slo son todos formalmente
correctos (pramiti), sino que tambin concuerdan en la forma y en el contenido con
los de las Upaniads. Sin embargo, se nos pide que creamos que el pensamiento
vdico era primitivo104 es decir, que los sabios-cantores de los himnos vdicos
Con dadhe en este sentido activo de designio, cf. dharmni dadhie g Veda IX.64.1; tambin X.81.5, vidhr.
104
Comparar (la primera cosa existente, cosa que se describe como soplando sin viento) con
la deidad de Aristteles, el movedor inmutable, es falsificar enteramente el pensamiento primitivo:
similarmente, la asercin de que los sabios eran capaces de discriminar entre la cosa en s misma y el
mundo fenomnico, entra la natura naturans y la natura naturata es innatural y forzado, Keith, Religion and philosophy of the Veda, p. 436. El profesor Keith mismo no comprende el tipo de pensamiento que est examinando. Pama na jnsi, Jtaka, II.254; cikitue janya, m gm angm
aditi vadhia, g Veda VIII.101.15.
Cuando el erudito moderno afirma con todo atrevimiento que el mtodo de interpretar las ideas
antiguas desde un punto de vista ms amplio, es decir, a la luz de nuestra propia comprensin ms
profunda, puede ser muy til al expositor de una filosofa o al exhortador de una religin pero
que el erudito ha de discriminar cuidadosamente entre una exgesis histricamente correcta y las afirmaciones de los primitivos (Hume, Thirteen Upanishads, p. 299, nota 2), viene a nuestro recuerdo
una observacin del pthgjana que se repite muy a menudo en los museos en presencia de los primitivos italianos, a saber, Eso era antes de que supieran algo de anatoma. De hecho, la nocin de
progreso halaga tanto a nuestro orgullo, que no podemos contenernos de aplicarla incluso donde es
inaplicable, es decir, en los campos del arte y de la metafsica. Las propias versiones e introduccin de
103
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las Upaniads por el profesor Hume suscitan en nuestras mentes serias dudas de su propio punto de
vista ms amplio.
105
Cuando el profesor Keith habla de nuestro deseo natural de modernizar y de encontrar la
razn prevaleciente en una edad brbara, est prejuzgando toda la cuestin, y nosotros sugerimos, citando nuevamente sus propias palabras, que debemos estar preparados para despojarnos de nuestras
propias predilecciones y para aceptar la conclusin que indica la evidencia (Buddhist philosophy, p.
26). Aquellos que piensan que en un pas como ste no debemos esperar descubrir nada que atraiga a
la mente o al sentimiento profundo (Baden-Powell, Panjab manufactures, 1872, II.III) probablemente no sern frustrados por el resultado de sus investigaciones, aunque uno podra preguntarles por qu
las emprenden. En el caso de aquellos que dedican sus vidas a un estudio de los Vedas, a pesar de su
conviccin a priori de que su contenido es espiritualmente desdeable, uno puede preguntar yastanna veda kic kariyati? (g Veda, I.164.39 = vetvatara Up. IV.8). De hecho, qu puede significar el Veda para stos?. Ta ete vcam abhipadya ppay sirstantra tanvate aprajajaya, g Veda X.71.9.
Apenas resulta posible que el erudito occidental se d cuenta de que los mismos trminos que l
aplica a los textos vdicos (e.g., pueriles, ridos e inanes, dicho de los Brhmaas por Lanmmann,
Sanskrit Reader, p. 357) son precisamente los trminos que emplean para evaluar sus propias producciones exegticas los eruditos indios ms competentes, que o bien son demasiado corteses para decir
lo que piensan, o bien suficientemente cautos para jugar el juego de la erudicin occidental a modo de
condescendencia hacia los pratyaka-priyata de la poca presente.
El erudito occidental (e.g., Lanmann, dem 356, 357) se queja de que lo que nosotros consideramos las realidades de la vida son para el pensador brahmnico meras sombras (y as, al menos, pone al brahman en una misma escala junto con Platn y otros de su rango); y de que para el brahman
cada cosa no es slo eso que es, sino tambin lo que significa (y as coloca al brahman junto con la
Deidad o el Buddha, para cuya omnisciencia todos los principios son el mismo). El pensador indio
puede no ser suficientemente arrogante como para aceptar esta alabanza, pero al menos es suficientemente intelectual como para comprender que uno en quien la lnea de demarcacin entre es y significa se ha borrado casi por completo no puede estar lejos de Su omnipotencia y salvacin, es
decir, de Eso en Quien la distincin entre la Esencia y la Naturaleza es enteramente inexistente.
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puestas en el pasado por aquellos que saban lo que estaban diciendo, y que desde entonces haban llegado a repetirse mecnicamente sin comprensin: pero, por una parte, eso sera hacer retroceder los comienzos de la sabidura demasiado lejos para el
confort de aquellos que aman creer que la sabidura vino al mundo slo en sus propios das, y por otra se necesitara probar con alguna evidencia interna la presunta incomprensin. Yo prefiero creer que, siempre que y dondequiera que se ha expuesto
correcta e inteligiblemente una proposicin (y esto cubre los simbolismos tanto verbales como visuales, es decir, tanto la escritura como el arte), la proposicin era
comprendida sin ninguna duda. Los problemas de la ontologa no son tan simples que
puedan resolverse por azar o por inspiracin: antes al contrario, no hay ningn
tipo de trabajo ms arduo que la audicin, y aqu un hombre tiene necesidad de todo el poder del intelecto puro.
Ahora sigue una versin de otro himno de la creacin, g Veda X.72:
g Veda X.72
Ahora hablaremos claramente del linaje (jn)
de los ngeles (deva),
Como puede verse en los cantos cantados, y de un
en trascendental (uttare yuge). 1.
El Seor del crecimiento (Brahmaaspati), como un herrero
con sus fuelles, lo forj (adhamat);
En el en primordial (pruye yuge) de los
ngeles, la Existencia (sat) naci (ajyat)
de lo No Existente (asat). 2.
En el en primordial (prathame yuge) de los
ngeles, lo Existente naci de lo
Jung confiesa no sin razn que nuestro aire de superioridad occidental en la presencia de la comprensin india es una parte de nuestra barbarie esencial (Psychological types, p. 263), o como observa Salmony, Man darf ruhig sagen: Das europische Urteil wurde bisher durch den Drang nach
Selbstbehauptung verflscht (Die Rassenfrage in der Indienforschung, Sozialistische Monatsheften,
8, 1926).
74
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No Existente,
Y con ello las Direcciones (), que eran
del Yacente (uttnapad). 3.
Del Yacente naci la Tierra
(bhr), de la Tierra nacieron las Direcciones:
Daka (el Acto Puro) naci de Aditi (lo Infinito),
y Aditi de Daka. 4.
Aditi naci, ciertamente; Ella es tu hija,
Daka.
De ti tambin nacieron los ngeles, el Bendito,
el Rey de la Inmortalidad. 5.
En tanto que ngeles, estabais firmes (atistha) all en la
Inundacin (salila), cada uno enlazado con los otros
(susarabdha).
Y como si fuera de los pies de las danzarinas (ntyatm)
surgi el pujante (tvra) polvo (reu). 6.
Cuando vosotros, oh ngeles, junto con los Dispositores
(yataya), expandisteis (apinvata) los
Tres Mundos (bhuvanni),
Entonces hiciste nacer en el Mar (samudra)
al Sol (srya) oculto (gha). 7.
Ocho son los hijos de lo Infinito (Aditi) de
nacimiento incorporado (jta tanva):
Con siete Ella elev a los ngeles, al
Pjaro-Sol (Mrta) lo dej aqu. 8.
Con siete Hijos lo Infinito (Aditi) llev
hacia arriba el en primordial (prvya
yugam),
Al Pjaro Sol lo lleva aqu (bharat) en
nacimiento y muerte repetidos (prajyai mtyave). 9.
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No que cada uno origina al otro, sino ms bien que ninguno de ambos puede ser sin el otro.
77
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Arka, etc., es decir, con Dios como es en s mismo y como se manifiesta: e.g. Maitri
Up. VI.6, donde Prajpati como satya procede desde ah a la pronunciacin de las
formas del mundo ms grosero. El smbolo satya tiene as una referencia completamente distinta del de sat; pero se encontrar que su referencia incluye e ilumina ms
la de sat109. Eso es evidente en Bhadrayaka Up. V.5.1, donde Las Aguas (pa)
El mismo tema se desarrolla ms en Aitareya rayaka II.1.5, donde satya se trata como triple,
de la misma manera que el OM es a + u + m: aqu sat es el Espritu, ti es el Alimento (el medio de ser
en un modo), y tya es el Sol Supernal all: eso (satya) es triple. La sentencia siguiente, que suscita la
indignacin moral de Keith (Aitareya rayaka, 1909, p. 207, nota 8), es perfectamente inteligible a
la luz de la parte conclusiva de la Bhadrayaka Up. V.5.1, que ha de traducirse como sigue: (1) El
que conoce esta Vericidad de la Verdad (satyasya satyattvam), aunque hable mal (m), no obstante
habla la Verdad (satya), y (2) La primera y la ltima slabas son la Verdad, y en el medio est la No
Verdad (anta). Esta No Verdad es comprehendida por ambos lados por la Verdad, de manera que
prepondera la Verdad. La No Verdad no hace dao al que conoce esto. Ninguno de ambos pasajes
considera un problema tico de ningn tipo: ambos tratan de lo que es metafsicamente Verdadero y
No Verdadero, a saber, de Vidy y Avidy. El que comprende que el Brahman es todo esto, que la
Multiplicidad es meramente el devenir, el trmino medio de la Unidad, aunque pueda usar el lenguaje
del empirismo (como ciertamente debe hacerlo), no resulta engaado, ni extraviado, ni perjudicado
por ello, pues conoce las cosas contingentes en el modo eterno; y no es realmente, sino slo aparentemente, un materialista, pues todos sus hechos son transformados por su comprensin de ellos.
En cuanto a la encrucijada moral que representan pasajes tales como Kautaki Up. III.1, ver arriba, p. 54. Puesto que, por hiptesis, el jvanmukta no tiene motivos, no pueden achacrsele propsitos
buenos ni malos; ciertamente, tales no hacen nada por s mismos, Prem Sgar, cap. XXXIV. O
segn la aguda y concisa interpretacin de Deussen (Hume), ignorada por Keith, Para quien ha alcanzado el conocimiento del tman y su unidad con l, y con ello se ha liberado de la ilusin de la
existencia individual, sus obras buenas y malas se acaban: ya no son sus obras, simplemente porque l
ya no es un individuo (Sechzig Upanisads des Veda, p. 144, nota 1).
Aristteles tambin tena el punto de vista de que el que sobrepasa a sus congneres ms all de
toda comparacin en virtud es una ley para s mismo, y no ha de ser juzgado por otras leyes. La perfeccin y la moralidad son trminos inconmensurables. Si algunos se alarman por esta proposicin,
que reflexionen que esta doctrina no excusa en modo alguno de sus obligaciones al Viajero, pues
mientras nosotros estamos en la va no estamos all, y que un hombre que declara ser un Comprehensor, o estar en un estado de Gracia, lo hace bajo su propia responsabilidad. El hecho de que puede
haber falsos profetas, no afecta a la doctrina en tanto que la forma intrnseca de la Perfeccin; forma
que, por su naturaleza misma, es inexpresable en los trminos de la tesis y de la anttesis, del bien o del
mal.
Como dice el Maestro Eckhart, Al justo no se le da ninguna ley, porque el justo cumple la ley interiormente, y la lleva en s mismo (Claud Fields selected Sermons, p. 35); cf. San Agustn, Ama a
Dios, y haz lo que quieras.
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se acenta por el uso de la expresin satyasya satyam, e.g. dem II.3.6 y Aitareya
rayaka II.1.5 y II.3.8, donde Eso (el Brahman) en lo que est unida la realidad
ltima, all es donde todos los ngeles devienen Uno. As pues, parece que sat no
debe distinguirse de asat como el Ser del No Ser, sino ms bien como la Existencia de la No Existencia; es decir, del Ser y el No Ser, que no son existentes, sino las posibilidades de la Existencia.
La doctrina vdica de los ngeles nunca se ha estudiado seriamente112. Debido a
Su gran Plenitud y Majestad (mah-bhgya) ellos aplican muchos nombres a quien es
slo uno (ekaika), Nirukta VII.4. Debido a su Gran S Mismidad (mahtmya) se da
una diversidad de nombres a los tres ngeles, a saber, Agni, Indra-y-Vyu, y Srya,
aqu, en el mundo intermediario, y en el Empreo, visibles en ste o aquel (mundo),
segn la ordenacin de sus estaciones (sthna-vibhga). Es decir, ellos son poderes
(vibhti), y slo sus nombres son diferentes. Sin embargo, los sabios cantores dicen
en sus frmulas que ellos (los tres ngeles) tienen un origen mutuo (anyonyayonit,
cf. itaretarajanmna en Nirukta VII.4)113. A estos ngeles se les llama por nombres
diferentes segn sus esferas. Algunos dicen que pertenecen (bhakta) a ellos y que su
inters est principalmente en ellos: pero el S mismo (el tman, es decir, la Persona)
se predica acertadamente slo como la totalidad de la asumicin distributiva (bhakta)
por parte de estos tres Seores del Mundo, que se han mencionado por separado arriba. Se dice que el arma (ayudha) o el vehculo (vhana) de cualquiera de estos (ngeles) es su energa gnea (tejas)114. Igualmente, a la Sabidura (vc) se le lauda por separado como de esta (esfera), como (de la esfera intermediaria) de Indra, y como ce-
112
Ver mi On translation: maya, deva, tapas, en Isis, 55. La calificacin mnima para un estudio
profundo de este aspecto de la ontologa vdica no sera meramente un conocimiento de los Vedas y
Upaniads, sino estar familiarizado adems con la concepcin gnstica del Pleroma y de los Eones, y
con la teora cristiana de los ngeles segn se esboza en las secciones de la Summa Theologica que tratan del Gobierno Divino (I.QQ.103-119). El examen de arriba se ofrece meramente como un ensayo
dirigido a comprender mejor el problema implicado.
113
Cf. tambin Bhad devat I.98, la divinidad (devatva) de cada ngel es de su ser-de-unaesfera (slokyatva) y de uno y el mismo origen (ekajtatva), y a causa de la inmanencia (vyptimatva)
de la energa gnea (tejas) en ellos, aunque se ve que se les lauda individualmente. En la susamrabdha de nuestro texto hay implcita como una interdependencia de los ngeles. Los ngeles son
aqu las Personas de la Trinidad.
114
Inversamente, el ngel es el s mismo (tman) del arma o vehculo, Bhad Devat IV.143.
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115
Es decir, cada uno de los S mismos o Personas tiene su propia naturaleza, su propia potencialidad, su propia akti.
81
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Este examen cubre slo una de las numerosas clases de los ngeles; ciertamente, las huestes
(gana) de los ngeles incluyen, adems de los Vive Dev, a los dityas, a los Vasus, a los
Mahrjikas, a los Sdhyas, y a otros. En Taittirya Up. II.8, se hace alusin a tres jerarquas de ngeles, de quienes los ms altos son simplemente los ngeles (dev) y los que siguen a stos son los
ngeles con respecto a las obras (karma-dev), que alcanzan a los ngeles por sus obras (ye karman devnapyanti), y que, evidentemente, son lo mismo que los ngeles cuyo s mismo es obras
(karmtman dev) del Mnava Dharmastra I.22; los terceros en rango son los ngeles engendrados (jnaj dev), y todos stos son superiores a los Patriarcas (pitara). En palabras de Dionisio, nuestro conocimiento de los ngeles es imperfecto (Coel. Hier., VI).
Apenas puede dudarse de que Williams Jackson, J.A.O.S., Vol. 21, pp. 168 y 181, interpreta acertadamente el avesta vitha como derivado de vispa (snscrito viva) todo, y que los Omnidioses
que se mencionan a menudo en relacin con Ahura Mazda eran precisamente los Distintos Dioses
de los textos vdicos.
117
Con referencia adicional a Daka: los dos viajes pstumos, el devayna y el pityna, se describen en las Upaniads como respectivamente septentrional (uttara) y meridional (dakina).
Obsrvese tambin que uttara significa primariamente all, ms alto, trascendente, etc., y que
dakina significa primariamente de o perteneciente a Daka, donde los significados septentrional y
meridional son secundarios. La va de Daka es precisamente la del pityna (en tanto que l mismo
es, por sus obras y por su sacrificio, la causa de su propio retorno a la existencia incorporada en la aurora de cada creacin), y por eso es por lo que al pityna se le llama dakina, es decir, meridional.
118
Obsrvese que yaja = dulia, pj = latria. Yaja, sacrificio, es, hablando propiamente, un
rito metafsico (o como lo expresan los antroplogos, un rito mgico), no un rito devocional. El sa-
82
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En el relato pico del Batimiento del Ocano, en lugar de los Yatis encontramos a
los ngeles y a los Asuras tirando en direcciones opuestas. Eso no implica en modo
alguno una igualacin de los Yatis con los Asuras, sino ms bien una imaginera diferente, en la que los Yatis, en tanto que portadores de la herencia, son reemplazados
por ngeles y Demonios: puesto que stos, colectivamente, representan los factores
buenos y malos (dharmdharmau) y todos los dems pares de opuestos (dvandvau)119 que son esenciales a la existencia de un universo perceptible, aunque, como
tales opuestos, no tienen ningn lugar en lo invisible. Como hemos visto arriba, el
Seor de la Vida (na amtasya, g Veda X.90.2), acta como causa permisiva,
no como causa inmediata de la operacin de los principios opuestos120: estas glorias
contendientes, los hijos y los discpulos de Prajpati (Bhadrayaka Up. V.2), son la
causa inmediata de la idiosincrasia en los seres vivos. Todo eso corresponde a lo que
en el cristianismo se llama el pecado original, la turba de Boehme: pues no debe
olvidarse que la consecuencia del pecado original, a saber, la prdida de la inocencia, no es especialmente el conocimiento del mal slo, sino precisamente el conocimiento del bien y del mal.
crificio del toro en Atlantis, descrito por Platn (Kritias 119 D y E) ilustra bien lo que se entiende por
un rito metafsico. El griego Bouphonia (para el que, con su significacin, ver Harrison, Themis, 2
edic., pp. 141 sigs.) es un paralelo estrecho del indio Avamedha: ambos son representaciones mimticas, apomimema. Y de la misma manera que el Avamedha fue reclamado ms tarde por Indra, as
la Bouphonia fue reclamada por Zeus, aunque, en realidad, ambos sacrificios son anteriores a las concepciones antropomrficas de la deidad. Si el trmino cristiano dulia implica ahora devocin, eso es
slo lo que tuvo lugar en otras partes, en Grecia y la India igualmente, una vez que la figura de una
deidad antropomrfica se hubo sobreimpuesto, por as decir, sobre la frmula original, de acuerdo con
los requerimientos de la extensin religiosa (devocional) del misterio original.
Un excelente ejemplo de un rito metafsico (ciertamente no de un rito religioso), puede encontrarse en las ceremonias de Vjapeya, donde tiene lugar la carrera ritual, y el sacrificador sube al poste
sacrificial, cf. Pacavia Brhmaa XVIII.7.9 y 10, Ellos corren una carrera, y hacen que el Sacrificador gane; con ello le hacen ganar el mundo del cielo. l sube hasta la cima; y con ello asciende al
mundo del cielo. Todos los ritos vdicos son de este tipo, es decir, los que los antroplogos describen
como mgicos.
Puede encontrarse un admirable relato de un rito metafsico en H. Blodget, The worship of Heaven and Earth by the Emperor of China, J.A.O.S., XX.58 sigs.
119
Qu son los opuestos?. Dios y el mal, lo blanco y lo negro estn en oposicin, una cosa que
no tiene ningn lugar en el ser real, Maestro Eckhart I.207.
120
As, l usa a los demonios para S mismo, Santo Toms, Sum. Th. I.Q.109.A.1.
83
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Entonces hiciste nacer en el Mar al Sol oculto: esto sera lo mismo que el nacimiento de Agni en las Aguas, donde yace oculto (es decir, sin reflejar todava en un
contrabrillo) hasta que es buscado y descubierto por los Distintos ngeles. Las innumerables alusiones vdicas al hallazgo del Sol o del Fuego, perdido en las Aguas,
en las Profundidades (guh), o en la Obscuridad (tamas) e.g., g Veda V.40.6,
gha srya tamaspavratena hacen referencia primeramente al oscurecimiento de la Luz que antecede a la Aurora de un ciclo del Mundo, y al hallazgo de esta
Luz por medio de los himnos o de los ritos cantados o celebrados por los ngeles o
los hombres. Naturalmente, en la aurora de cada da, o durante un eclipse, se llevan a
cabo los ritos anlogos y se cantan los mismos himnos, para efectuar el retorno de la
luz oculta. Pero no debe olvidarse que las Aguas, las Profundidades, y la Obscuridad,
son tambin las Profundidades del Corazn, y que para el que comprende, los mismos himnos y los mismos ritos son medios para la visin interior de ese Sol Supernal
cuyo brillo y cuya obscuridad son sin sucesin, y no estn sujetos a ningn accidente
del tiempo.
De los engendrados de Aditi, los hijos de la Libertad, es decir, el grupo bien
conocido de los Ocho dityas, se dice que siete retornan va arriba, por lo que sera
el devayna, hacia la fuente de su ser: mientras que uno permanece en el mundo, a
saber, el Sol manifestado en cada uno de los Tres Mundos, sujeto a la mortalidad121.
As pues, aqu se dice que un octavo de la deidad, invistiendo la mortalidad, permanece encarnado en el universo: en otras partes encontramos una afirmacin de que
slo un cuarto de la deidad est presente aqu. No debe comprenderse que tales expresiones impliquen una partibilidad del ser, sino slo la inconmensurabilidad de la
totalidad incalculable de las existencias en el tiempo respecto a la unidad infinita del
ser en la eternidad.
Hemos traducido yuga como en en consideracin intencional al significado
dual de esta palabra, a saber, (1) como un gran perodo de tiempo, y (2) como un
poder que existe desde la eternidad en el Pleroma y que es del Pleroma122. Pero en
Cf. g Veda II.5.2, manuvt daivyam aamm, el octavo ser anglico es en figura humana;
I.35.6-9, donde es Savit quien ilumina el mundo y las ocho direcciones. La mejor lista de los ocho
dityas aparece en Taittirya rayaka I.13.3, donde el octavo (Vivasvat) se identifica con Marta,
es decir, ditya en tanto que deidad manifestada y existente, y donde los otros parecen ser Mitra, Varua, Aryamn, Daka, Bhga, ma, y Agni o Soma, cf. S.B.E. XXXII, 252 sig.
122
En, un poder que existe desde la eternidad fase de la deidad suprema que toma parte en la
creacin y gobierno del universo, New English Dictionary. En el Nuevo Testamento, Pleroma es la
121
84
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nuestros tres himnos, prvya yuga, uttara yuga, etc., denotan tanto un lugar ms all
del lugar, es decir, la Eternidad qua locus, como un linaje antiqusimo (la alt Geschlecht de Charpentier), o un tiempo ms all del tiempo: prvya yuga es realmente
vyoman, el cielo sin mocin, este firmamento es la morada del bienaventurado,
Maestro Eckhart I.170; y ese ms all est en el loto del corazn, el locus del espacio en s mismo (ka, Maitri Up. VI.2), todo est contenido en l, Chndogya
Up. VIII.3, el que conoce al Brahman oculto (nihitam) en la caverna del corazn
(guhyam), en el Empreo Supremo (parame vyoman), obtiene todos los deseos y con
ello tambin al Brahman, Taittirya Up. II.1, cf. brahma prvyam, vetvatara
Up. II.5 y 7. Otros trminos que tienen una referencia similar a la de Pleroma incluyen pura y purin en g Veda I.163.1 y I.164.12; bhman en Chndogya Up.
VII.23 y 24; y pra apravartin en Kautaki Up. IV.8.
Ese lugar, esa afinidad, y ese tiempo antiqusimo y supracelestial, se contrastan
con los reinos del nacimiento y de la muerte, los tres Mundos, no como durando meramente por un tiempo, sino hasta el fin del tiempo; las Personas, los ngeles y los
Santos, un linaje inmortal, amta-bhandava, estn all desde donde no hay ningn
retorno (punar vtti), ningn deslizamiento hacia abajo (avaprabhraaa, avasarpaa); aunque esto no es la Unidad de las Personas, no es una inmortalidad absoluta,
sino ms bien una sthayit de incalculable duracin, no fuera del tiempo, sino de una
duracin de todo el tiempo. De hecho, esto es un Paraso, el Paraso ms all del Sol,
accesible slo a los Comprehensores: originalmente el Paraso de Varua (Jaiminya
Brhmaa I.42-44), ms tarde el Paraso de Brahm (Kautaki Up. I.2-7), y an ms
tarde tambin el Paraso de Amitbha (Sukhvat Stra).
Por consiguiente, al menos en los pasajes donde se implica claramente por el contexto esta esfera primordial, debemos traducir trminos tales como vyoman, dyau,
divi, nka, e incluso yuga123 por Empreo, Paraso o Pleroma, ms bien que
como cielo. Pues mientras que el Paraso de Brahm est ms all del Sol, ms all
plenitud de la Deidad, cf. pra y ktsna en las Upaniads, y aktsna, no entero, como caracterizando a la existencia individual, e.g., Bhadrayaka Up. I.4.7; en el gnosticismo valentiniano, igualmente, el Pleroma es la morada de los ngeles.
Cf. la exgesis de de la Valle Poussin sobre el Dharmakya y el Sambhogakya en tanto que
Eones primario y secundario, J.R.A.S., 1906, p. 967.
123
Similarmente el chino yu tien.
El retorno de los siete dityas al Empreo recuerda a Ireneo III.11.1, Cristo desde arriba continu impasible (y despus de descender sobre Jess) retorn adentro de su Pleroma.
85
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de la puerta de los mundos (loka-dvra, Chandogya Up. VIII.6.5) por la cual slo hay
admisin para el Comprehensor (vidu), dem, el cielo de Indra es slo el ms elevado
de los Tres Mundos, un cielo accesible a todos aquellos que han hecho buenas obras,
independientemente de la comprensin, y desde donde hay para ellos un constante retorno a las condiciones terrestres.
g Veda X.90
La Persona (Purua) tiene un millar de ojos, un
millar de cabezas, un millar de pies:
Envolviendo (vtv) a la Tierra (bhmim) por todos
lados, gobierna (vtv) firmemente establecido (atyatiat)
en el corazn (daagulam). 1.
La Persona es tambin todo Esto, a la vez lo que ha sido
(bhtam) y lo que ha de venir (bhavyam),
Incluso el Seor (na) de la Vida (amtasya) cuando
se levanta (atirohati) por el alimento (annena). 2.
Por grande que sea su Omnipotencia (mahim), sin embargo,
ms grande es la de la Persona:
Un cuarto de l es todas las existencias (viva-bhtni),
tres cuartos en el Empreo (divi) inmortal (amtam). 3.
Con tres partes la Persona est arriba (rdhva), pero
una parte vino a la existencia (abhavat) aqu:
Desde ese momento procedi (vyakrmat) por todas partes,
considerando animar e inanimar (sannaane). 4.
De l naci (ajyat) la Naturaleza (Virj), de
la Naturaleza naci la Persona:
Cuando naci, extendi (atyaricyat) la Tierra (bhmi)
desde el Este (pacd) al Oeste (pura). 5.
86
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Cuando los ngeles prepararon el sacrificio (yajamatanvat) con la Persona para su ofrenda (havi),
La Primavera era el aceite, el Verano el combustible, el Otoo
la ofrenda. 6.
A l, a la Persona primognita, lo rociaron sobre el
esparcido (barhii):
Los ngeles, los Santos (sdhy) y los Profetas (aya)
hicieron por l el sacrificio. 7.
Cuando toda la ofrenda se hubo consumado, de ese sacrificio,
se recogi el aceite esparcido:
Eso lo hicieron los pjaros y los animales del campo
y del bosque. 8.
Cuando la ofrenda se hubo consumado, de ese sacrificio,
nacieron (jajire) los Versos (g) y las
Liturgias (Sma),
Y los Metros, y los Formularios (Yajur) nacieron (ajyat)
tambin de l. 9.
De ah nacieron los caballos, y todos los animales
que tienen dientes cortantes en ambas mandbulas.
De ah nacieron las vacas, e igualmente las cabras
y las ovejas. 10.
Cuando dividieron (vyadadhu) a la Persona, cun
mltiplemente (katidh) le dividieron (vyakalpayan)?124
Qu era (ucyate) su boca? Qu eran sus brazos?
cmo se nombraron sus muslos y sus pies?. 11.
Cf. g Veda X.13.4, Por el bien (kam) de los ngeles, l eligi la muerte (mtyu), y por el
bien de su progenie no eligi la inmortalidad (amta): ellos sacrificaron al Profeta, Bhaspati; Yama
entreg su propio cuerpo amado.
Cf. la transformacin creativa de Dionisos descrita como una particin y desgarro miembro a
miembro, Plutarco, de Ei ap. Delph, IX. Una escena de este tipo ha de reconocerse en el sello sumerio ilustrado por Legrain, Museum Journal, Sep.-Dic., 1929, Lm. XL, N 111.
124
87
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88
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exacta de las huellas exteriores e interiores del S mismo; y esto tiende a confirmar la
explicacin tradicional de daagulam como corazn125. Con este curioso trmino
pueden compararse varias medidas del S mismo en el corazn, que se mencionan en
las Upaniads. Por ejemplo, la segunda mitad de nuestro verso 1 se repite literalmente en vetvatara Up. III.14, precedida por estancias en la que l, el Purua y S
mismo interno, se dice que es aguhamtr, de la medida de un pulgar, cf. Kaha
Up. IV.12 y VI.17, y Chndogya Up. V.18. Nuevamente, en la vetvatara Up.
III.20 y V.9, encontramos anoray mahatomahiyt, menos que atmico, ms
grande que la magnitud, y vlgra-atabhgasya atadh, combinado con ananta, es
decir una centsima parte de la centsima parte de la punta de un cabello, y sin
embargo sin fin. Todas estas medidas imaginarias, aplicadas al S mismo que mora
en el corazn, son equivalentes a indimensionado, y eso es lo que significa realmente: la naturaleza del alma es tan sutil que no podra existir espacio para todo lo
que la perturba, Maestro Eckhart I.279.
En cuanto a los Perfectos, los Santos, sdhy, los siddh de los textos posteriores: como lo explica acertadamente Syaa126, stos han de comprenderse como los
que, por el conocimiento o por la devocin, hace mucho que han pasado a travs de
la puerta de los Tres Mundos adentro del Paraso Empreo de ms all, desde donde
no hay ningn retorno127, y que ahora moran all como Poderes Anglicos: quizs
hayan de ser identificados con los Yatis de X.72.7, y en cualquier caso participan en
la obra de la creacin. De la misma manera que en el cristianismo, los hombres pueden merecer la gloria en tal grado como para igualar a los ngeles, en cada uno de los
grados anglicos; y esto implica que los hombres han de abarcar dentro los rdenes
de los ngeles, Santo Toms, Sum. Th. I.Q.108.A.8: y el hombre que es exaltado
por encima del tiempo adentro de la eternidad, har con Dios lo que Dios hizo en el
Quizs podra desarrollarse un argumento adicional a partir del hecho de que en el ulbastra,
uttara yuga representa una medida particular, a saber, trayodaa gulam.
126
All, en esa forma omniposesiva y omnipenetrante (prpti-) de Virj, en el Empreo primordial (nke prve), los Santos (sdhy), que eran desde antiguo (purtan) adoradores (sdhak) de
la Virj, moran ahora (santi tihanti): moran (sacanta) en ese Empreo, en la forma omniposesiva y
omnipenetrante de Virj, en el Paraso (svargam), como Poderes asistentes (mahimnastadupsak),
como Poderosos S mismos (mahtmna, Mahatmas), cf. Chandogya Up. III.10, y Bhagavad Gt
X.15.
127
Ningn deslizamiento hacia abajo, avaprabhraana en el Atharva Veda XIX.39.8, avasarpaa en el atapatha Brhmaa I.8.1.7, punar avtti y punar apdana, Upaniads, passim, vttam
puna, g Veda V.46.1.
125
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pasado y tambin lo que har en los prximos mil aos entendiendo que en la eternidad, exaltada por encima del tiempo, el hombre hace una nica obra con Dios la
obras hechas por ti all estn todas vivas, Maestro Eckhart I.150.151, Dios hizo el
universo y yo (lo hice) con l, estando como yo estaba todo indefinido, aunque sustancial, en el Padre, I.398. En g Veda I.164.50, los Sdhyas son prve dev,
ngeles desde antiguo; y como se explica en el Apndice, sdhya = muni. El
Sdhya es as ms que un santo: son Sdhyas quienes en un en anterior han devenido la Luz del mundo, el Pilar del Universo. La nocin corresponde a la de los
Buddhas anteriores, o a la de los hermanos mayores de Agni en X.51.6.
Se observar que aqu el brahman (verso 12) tiene precedencia sobre el katriya.
Sabemos que en la India antigua existi un conflicto sobre este punto. Una solucin
muy apreciable se ofrece en la Bhadrayaka Up. I.4.11, donde se dice que el espritu-poder (brahma) es la fuente (yoni) del poder temporal, ms alto que el cual no hay
nada: en otras palabras, el poder espiritual es al poder temporal lo que el Ser es a la
Existencia, o lo que lo Inconsciente (supraconsciente) es a lo consciente, aunque lo
consciente tiene naturalmente la precedencia en el mundo. Cf. El corazn ms bajo
se mueve como un fuerte y poderoso comandante que desdea al gobernante celestial
por causa de su debilidad, y se ha adueado de la jefatura de los asuntos del estado,
L Tz en Wilhelm and Jung, Secret of the Golden Flower, p. 27. Precisamente desde este punto de vista puede explicarse mejor el carcter de Indra: el Indra original
(un aspecto de Agni, g Veda V.3.1, y nacido de la Verdad, dem IV.19.2) representa
el Poder Temporal legtimo (katra), en relacin a Agni o a Vyu (Pra) como el
Poder Espiritual (brahma); sin embargo, el Indra cado (engaado, Bhad Devat
VII.54) y egoinfatuado, confunde su posicin y afirma su independencia, como en g
Veda IV.142 y X.124.
Hemos traducido Indra como rey a modo de prueba, asumiendo que indra,
devnm indra, era originalmente, es decir, antes de los Vedas como nosotros los poseemos, un nombre esencial128 del que es slo Uno, no una deidad independiente de
un origen tnico extranjero como se ha pensado generalmente129. Su tratamiento como una deidad separada y rival, que a menudo desplaza a Varua, proporcionara as
En Aitareya Brhmaa II.4.3 (Ait. Up. I.3.13 y 14), a Indra (Idamdra) se le llama llanamente
un epteto (un nombre esencial) del S mismo (tman). Cf. g Veda V.3.1, T (Agni, Varua, Mitra)
eres Indra para el adorador mortal.
129
Cf. mi Yakas II, pp. 26, 27.
128
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un paralelo antiguo a casos tales como los de Kmadeva que son, hablando propiamente, poderes de Varua o del Brahman, y que slo ms tarde, o slo popularmente, se les ha rendido culto como deidades independientes; r-Lakm representa
un caso similar por el lado de la Madre. Es notable que en el Bhad Devat I.69, y en
Nirukta VII.5, donde la Trinidad consiste en Agni, Indra y Vyu, y ditya, Indra y
Vyu cuenten como una nica persona130; en la Bhadrayaka Up. IV.2.2, a Indra se
le interpreta como el Incitador y como correlativo de Virj, pues su lugar de conjuncin es el espacio en el corazn, dem 3; en Taittirya Up. I.6.1.
Indra es la individualidad. La etimologa aceptada conecta indra con ind, gotear, y con indu, gota (especialmente una gota de soma131), o punto matemtico,
cf. bindu, parabindu, punto que en el simbolismo yantra132 representa la yoidad, yo soy, ahakra, abhimnatva, la egoidad en la Deidad, y subjetivamente
en general. Indra, y ms an el carcter pueril de Indra, deviene sumamente inteligible cuando se le considera as como una personificacin del ego-principio, aham,
abhimna. Ese ego-principio en la Deidad, erigido como una persona independiente,
y usurpando muchas de las funciones divinas, slo podra haberse desarrollado (1)
como el rey de un cielo inferior, o (2) como un demonio que reclama deliberadamente el trono supernal. El segundo desarrollo parece haber tenido lugar en el cristianismo, en el caso de Lucifer-Satn, e igualmente en el Avesta, donde Indra y daeva
son poderes demonacos133 (cf. Bhad Devat VII.54, habiendo obtenido la soberanComo a menudo es el caso en el g Veda, e.g. III.23.2 y 3. Cf. Indra identificado con Prajpati
y con la Persona en el Sol, Kautaki Br. VIII.3; e Indra como Gloria (yaas) y Seor de las Existencias (bhtanm-adhipati), Aitareya rayaka II.3.7.
131
Que las gotas de soma pueden significar las individualidades se sugiere en el Pacavia
Brhmaa VI.9.19.
132
Cf. Avalon, Garland of Letters, cap. XIII, Maestro Eckhart I.464, la lnea fronteriza entre las
criaturas unidas y separadas All mora su nada, enmarcada en un punto. Con lnea fronteriza, cf.
nuevamente el islmico jidriyya, la muridad de la Exterioridad en contraste con la Interioridad, ver
Nicholson, Studies p. 95.
Sobre el punto, cf. tambin Dante, Paradiso XVII.18 y XXVIII.16 y 41-42, il punto, a cui tutti
li tempi son presenti Un punto vidi che raggiava lume Da qual punto depende il cielo, e tutti.
133
Puede sugerirse que el magianismo pre-zoroastriano tuvo que hacer frente a la posibilidad de
una decadencia, similar a la que tuvo lugar efectivamente en Grecia, por la humanizacin y la desvitalizacin concomitante de los antiguos poderes del Ao, poderes elementales, no inmortales. Fue el
orfismo un movimiento en Grecia, comparable al movimiento zoroastriano en Persia, o relacionado
con l (cf. Harrison, Themis, 1927, pp. 465, 466), pero que fracas a la hora de alejar una victoria
olmpica efectiva?. En este caso, la derogacin de los daevas (incluso a costa de la introduccin de
130
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una apariencia de dualidad, que en el maniquesmo se desarroll todava ms) debe considerarse como
el logro supremo de Zoroastro, y la causa principal de la supervivencia del zoroastrismo como una religin viva hoy. La victoria olmpica en Grecia sell el destino de la religin griega: Jess repiti ms
tarde lo que Zoroastro haba llevado a cabo en Persia, y el cristianismo ha sobrevivido hasta ahora, en
que una vez ms la religin occidental est en peligro de ser racionalizada y reemplazada por un cdigo moral (las comparaciones modernas del cristianismo y el estoicismo no carecen de una buena
razn).
Es cierto que en la India la antigua designacin de Asura (Titn) adquiri gradualmente un sentido de mal augurio, y que la de Deva (Olmpico) ocup su lugar como la designacin preferida de
los poderes brillantes; pero aquellos a quienes se hizo Devas de esta manera (cf. W. N. Brown, Proselytising the Asuras, J.A.O.S., vol. 39, 1919) devinieron Olmpicos slo de nombre (excepto en el caso de Indra), y siguen siendo de hecho los antiguos Titanes. As, la victoria Olmpica es meramente
nominal; el hecho de que los conquistadores sean derrotados por los conquistados, corresponde a la
derrota de la cultura aria por la cultura indgena, nuevamente en todo excepto en el nombre. Es
cierto que a Indra, que en los tiempos vdicos haba sido un poder equiparado a Varua y Agni y en
competicin con ellos, se le releg, junto con los Gandharvas y Apsarases, una vez elementales, a un
cielo Olmpico de placeres durables; pero la importancia espiritual de Indra, que nunca fue comparable a la de Varua, haba decrecido rpidamente, hasta que en la literatura budista y otras literaturas
postvdicas, apenas es ms que una figura literaria y deus ex machina. As pues, en la India, el peligro
del olimpismo parece haber pasado sin una crisis definida. El desarrollo postvdico es ms bien devocional que racionalista. Viu y iva, aunque ahora se les concibe algo ms personalmente, son herederos directos de sus prototipos vdicos. El hecho de que iva beba el veneno producido en el Batimiento del Ocano y su iconografa, bastan para revelarle como un Dios vivo: y si Lakm es a veces
poco ms que una figura de retrica, eso nunca es cierto de Durg. Si Viu estuvo alguna vez en peligro, eso se previno con la doctrina de sus encarnaciones y pasiones, sobre todo por su avataraa como
Ka.
134
La nocin de phthonos (ver nota siguiente) aparece primero en Bhadrayaka Up. I.4.10.
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este mundo135. En efecto, en la mitologa brahmnica, Indra representa esa parte que
se le asigna a Mra (Kmadeva) en el budismo.
135
El desarrollo de Indra, el nico de los ngeles vdicos que se humaniz completamente en los
tiempos posteriores, corresponde exactamente al de las deidades olmpicas en Grecia, que al renunciar
a la incesante actividad, a las procesiones y recesiones de los antiguos Daimones del Ao, seran athanatos = amta, inmortales e inmutables, con lo que, de hecho, salen de la existencia sin lograr la no
existencia. En la India se comprendi claramente que Indra y sus afines deban renacer como mortales
antes de que pudieran lograr o realizar la no existencia, es decir, la inmortalidad verdadera y absoluta
del S mismo. Segn todas las apariencias, el amtatva, el no morir vdico, es equivalente al
drgham yu, la plena duracin de los das, y no a una inmortalidad absoluta, que, como tal, slo
poda predicarse de aquellos que no son nacidos; el hecho de que Agni mismo es nava navo jayamna, nacido una y otra vez, bhrijanma, de muchos nacimientos, implica necesariamente que
tambin muere una y otra vez (cf. prajyai mtyave, del Sol en X.72.9) y esto debe aplicarse a fortiori
a todos los otros ngeles nacidos, que son sus partes y sus poderes. El hecho de que Indra es un
ngel celoso de su trono es un aspecto especialmente llamativo del paralelo psicolgico: pues son
precisamente los dioses olmpicos quienes envidian al hombre una gloria que puede eclipsar su propio esplendor, envidia que para el dios de los misterios, Dionisos phthonos, es desconocida (Harrison, Themis, p. 469). De aqu la necesidad espiritual de la derrota y desplazamiento de Indra por
Ksa en el episodio Govardhanadhara del Bhgavata Pura, y el acento budista sobre el demrito
relativo de una vida en el cielo de Indra.
Cf. Jeremias, Der Kosmos von Sumer, p. 9: Im onischen Kreislauf der das Weltgeschick ausmacht, kann die anti-polarische Strmung so stark wirksam werden, dass die gesamte stoffliche Welt
von ihr durchimpft zu sein scheint, so dass man den geistigen Fhrer der Gegenschpfung der Frsten
dieser Welt nennen kann, was er in Wirklichkeit nie ist. Dann erscheint die wirkliche Welt als die
bse Welt schlechthin und Erlsung wird zur Uberwindung der Welt.
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APNDICE
EL MOVIMIENTO APARENTE DEL SOL
COMO SE EXAMINA EN LA NOTA 65
El Eje vertical es tambin el tronco del rbol de la Vida, y cada radio de cada Rueda del Mundo
es una rama del rbol, y entre estas ramas estn los nidos de la consciencia individual.
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Obsrvese, por supuesto, que la direccin de la salida del Sol (ya sea en el Este, el
Sur, el Oeste, o el Norte espiritualmente) se llama siempre el Este (el Levante, el
Oriente) empricamente (pues todas nuestras imgenes se derivan de la experiencia
sensible): de aqu que cuando el Bodhisattva ocupa su sede en el Trono Adamantino,
a punto de realizar el Gran Despertar, se dice que est de cara al Este, a saber, cara
al Este localmente con respecto a su sesin efectiva en Gay, pero espiritualmente
cara al Norte. De la misma manera han de explicarse las diferentes orientaciones
de los templos; por ejemplo, normalmente se debe esperar que el adorador entre desde el Sur al Devayna (el chino Shn-tao, el japons Shinto) que conduce directamente al santuario (garbha) que va de Sur a Norte; pero si la imagen adorada fuera
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de este Eje, l sube y baja por estos mundos, comiendo lo que desea, asumiendo
cualquier aspecto que quiere, Taittirya Up. III.10.5. Al mismo tiempo, es evidente
que desde el punto de vista de cualquier estacin en el Eje, la fuente de la Luz, el
Oriente, el Este, se ve arriba, es decir, que el Sol Supernal sale en el cenit; y su
oscurecimiento es abajo, es decir, que se pone en el nadir; y esto debe mantenerse y se mantendr mientras persista en l alguna consciencia de la dualidad o alguna consciencia de la Filiacin en la relacin, cualquiera que sea el nivel de la manifestacin. Hablando figurativamente, este mientras ser durante los cien aos de
la vida de Brahm, es decir, hasta el fin del tiempo. Slo cuando ha desaparecido toda consciencia de dualidad, amauna ca mauna ca nirvidya atha brhmaa, deponiendo a la vez la manifestacin y la no manifestacin, entonces l es el
brhmaa*****, brahmavid, el que conoce al Brahman en identidad,
Bhadrayaka Up. III.5. Entonces el Eje del Universo se contrae en un punto, ese
punto al cui la prima rota va dintorno, donde todas las formas subsisten en una forma simple; slo entonces, el Sol Supernal, salido para siempre, ya no sale ni se pone
ms; l es ciertamente Uno (ekada), en el Lugar del Medio****** (madhye sthane =
nbh amtasya, en el ombligo de la no mortalidad), sin dualidad, advaita.
Las aplicaciones de un diagrama tal como el que se ilustra aqu son indefinidamente numerosas. Por ejemplo, la lnea que se extiende desde el Sol meridional en el
mundo, hasta la Luz central del Mundo, y que contina desde all por una recta hasta
el Sol Supernal, representa esa va nica, de entre las muchas vas, que Agni conoce,
y que conduce a travs de la Puerta Solar de los Mundos (loka-dvra, cf. JUB. I.3 y
Juan 10.1-18) al Empreo (parama vyoman), al Pleroma Inmutable. Agni es el Pastor
de los Rebaos, que va errante en los mundos sin vacilacin, y que permanece como
sabio en la encrucijada de las vas (g Veda I.164.31; X.5.6; X.19; y X.177.3). No
hay ningn atajo aqu en el mundo (Maitri Up. VI.30), ningn Radio ni Va que
conduzca desde una posicin en el mundo directamente al Sol Supernal: el Sol Supernal slo es visible desde el centro del mundo, un centro sin posicin en el espacio, pero donde est la Luz del Mundo, el Ojo del Mundo, el cakkhuloke budista.
Para este uso especial de la palabra brhmana, cf. en g Veda, X.71.11, brahm, el brahman, es decir, de los cuatro sacerdotes sacrificiales ese que vadati jtavidym, que pronuncia la
ciencia del gnesis; el comentario de Syaa es brahma hi sarva veditu yogy bhavati khalu, el
brahman se refiere aqu al asociado por el hecho de que conoce todo pero slo est meramente presente. De aqu el epteto Jtavedas de Agni.
******
O Lugar Dentro, es decir, guh nihitam, antarbhtasya khe.
*****
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En otras palabras, es a travs del medio del Sol Supernal como uno escapa
(ditya samay atimucyate, JUB. I.3; Ningn hombre va al Padre sino a travs de
M).
En una representacin ms detallada, el nmero de ruedas o de crculos (cakra) puede aumentar indefinidamente. En particular, un gran crculo pasa a travs del
Sol Supernal y de su reflejo en las Aguas Inferiores; este crculo significa el Mundo o
Universo en su entereidad, y su revolucin es el Brahma. Por otra parte, la consciencia individual A debe representarse por otro crculo, en un plano en ngulo recto con ese en el que subsiste la consciencia, y cada uno de tales mundos es a imagen
(anurpam) del otro. En el mundo individual se vern tambin Soles reflejados, a
saber, uno central, virtualmente sin posicin, pero situado efectivamente en el
punto de interseccin con el rayo solar en el mundo del que ya hemos hablado, y representado por la lnea de trazos; y el otro perifrico. Esos Soles central y perifrico de la consciencia individual son la Luz Interior y la Luz de la Naturaleza del
individuo. Al mirar dentro el individuo ve esta Luz Interior, salida en el Norte; y al
centrarse en ella, ha entrado en la Va general que se representa por la lnea de trazos en el diagrama. El hecho de que la direccin de esta Va est en ngulo recto
con la de su eje anterior, corresponde a esa rectificacin******* de la personalidad
que se llama comnmente conversin y regeneracin (A no ser que el hombre
nazca de nuevo, no puede ver el Reino de Dios). Entonces debe proceder a lo largo
de esta Va recin ganada hasta que alcanza y se centra en la Luz del Mundo********;
entonces ve por primera vez directamente, skt aparokt, al Sol Supernal, salido
en el Cenit, cuya Faz es el Fuego (g Veda VII.88.2) per tal modo che ci
chio dice un semplice lume, Paradiso XXXIII.90.
Cf. Kautaki Brhmaa VII.6, donde se dice que el Cenit fue lo primero que discerni
Aditi; y se debe a Aditi, cuya Libertad (adititva) es de todas las ataduras, que todas las cosas, las
plantas, los rboles, los hombres y el fuego estn derechos, puesto que la rectitud de las cosas es
su aspiracin.
Por otra parte, con respecto a la procesin, puesto que la extensin de cualquier mundo est en un
plano en ngulo recto con el eje del universo (cf. JUB. I.29, rami asumaya tira pratihata)
cualquier venida a la existencia se representa por una ramificacin hacia fuera horizontalmente desde
el tronco del rbol de la Vida o el Poste vertical de la Cruz. Por lo tanto, se dice que los Distintos
ngeles nacen transversalmente, del costado (g Veda IV.18.1-2), y esta imagen sobrevive en la leyenda budista del nacimiento de Siddhrtha del costado de Mydev.
********
Por cuya causa es el Esplendor (r), el S mismo (tman) salido del Mar (samudrha),
es decir, el Sol Supernal (ditya), JUB. III.3.
*******
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Fig. 1. r Srydaya, la Sagrada Salida del Sol. De un manuscrito del Kalpa Stra del siglo
XVI, Museum of Fine Arts, Boston, ver Brown, Miniature paintings of the Jaina Kalpastra, 1934,
fig. 38.
La Aurora que se pinta es la del da siguiente al anuncio de Trila de sus sueos de preez a
Siddhrtha, y por consiguiente la del da de la concepcin del Mahva. Puesto que el Mahva es, no
menos que el Buddha, el Mesas Solar, la Salida del Sol en la maana de su concepcin es virtualmente, y si ignoramos la presentacin pseudohistrica de los elementos milagrosos en la vida del Jina, la
Salida de la Luz Oculta en el Comienzo.
La designacin de rSrydaya aparece como una leyenda en caracteres ngar junto a la ilustracin en la pgina del manuscrito. El texto, 59, describe la salida del Sol como sigue: Cuando acababa la noche surgi el Sol intensamente rojo l, el Hacedor del Da iluminado de mil rayos
brillante de energa gnea, despert los enramados de lotos con las palmas de sus manos se disip la
obscuridad.
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INTRODUCCIN
Se dice en el g Veda que los Cinco parientes arios son inmigrantes; han venido
de otro lugar a travs de las aguas, y han poblado y cultivado las tierras de esta orilla.
Este proceso de toma de tierra se ha interpretado generalmente como haciendo referencia a la inmigracin histrica de un pueblo de lengua aria que, de un color claro y
tajantemente distinto de los obscuros dasyus paganos, cruz la Sarasvat en el Punjab
y se estableci en Bharatavara. Esto es una interpretacin evemerista de la literatura
tradicional que, hablando estrictamente, est desprovista de todo contenido histrico,
cualquiera que sea. Con esto no queremos decir que no pueda haber habido acontecimientos histricos anlogos a los aludidos en los mitos vdicos; antes al contrario, asumimos que la historia tiene lugar siempre de acuerdo con el modelo de la realidad ltima que se enuncia en la tradicin metafsica, o en la fraseologa bblica,
para que pueda cumplirse lo que fue anunciado por los profetas (aya). Por consiguiente, puede ser acertado que la tradicin metafsica misma se emplee, por un
proceso de inversin, como un material fuente por el historiador, de la misma manera
que el esteta puede usar un icono como una pieza de adorno, o el antroplogo puede
usarlo para sus fines propios. En este sentido, por ejemplo, podemos estar ciertos de
que las gentes que hacan el ritual vdico y que cantaban los mantras en su forma registrada, posean efectivamente caballos y carros, tenan la experiencia del cruce de
mares y de ros, y cultivaban el terreno. De ello no se sigue que el mito csmico
mismo originale Geistesschpfung allerersten Ranges1 hubiera sido desconocido antes de esta ltima etapa de la cultura neoltica, que se refleja en el simbolismo
de los mantras en los que se expresa. Algunos de los smbolos no pueden ser fechados; en cualquier tiempo puede haberse aludido al Sol como un pjaro, y no cabe
duda de que en la edad paleoltica ya exista un culto de la nica Madonna. Los
smbolos que implican un nivel cultural especfico, pueden haberse desarrollado desde prototipos ms antiguos simultneamente con su invencin efectiva; as, antes del
pilar, el rbol; antes de la rueda, el swastika; antes del arado, el palo de plantar2. Es
1
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slo durante milenios, sino de que, como todava aprenderemos, pueda volver a la vida de nuevo despus de un intervalo de miles de aos, debera recordar que el poder del mundo espiritual, que forma
una parte del smbolo, es sempiterno. Cf. Ren Gunon, Du prtendu empirisme des ancients, en
Le Voile dIsis, n 175, 1934.
3
Las abreviaturas se emplean como sigue: RV., g Veda Sahit; AV., Atharva Veda Sahit;
TS., Taittirya Sahit; VS., Vjasaneyi Sahit; TB., Taittirya Brhmaa; PB., Pacavia
Brhmaa; AB., Aitareya Brhmaa; JB., Jaiminya Brhmaa; JUB., Jaiminya Upaniad
Brhmaa; AA., Aitareya rayaka; BU., Bhadrayaka Upaniad; CU., Chndogya Upaniad;
Mai. Up., Maitri Upaniad; MU., Muaka Upaniad; SN., Samyutta Nikya; J., Jtaka.
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rya, noble o gentil (como en gentilhombre) es de la raz , ir, subir, alcanzar, obtener; son formas afines ariya, airya, Irn, Erin, y el alemn Ehre; para la raz,
cf. el avesta ir, el lituano ir-ti (remar, cf. el snscrito aritra, remo), el griego run-mi, ar-o, etc., y el latn or-ior, or-iens. Puede dudarse cualquier conexin con el
latn ar, arar. Los significados races dan el sentido de ir hacia delante y de tomar posesin. El significado raz de rya es el de pionero, en el sentido americano, donde
a los primeros colonos se les honra muy exaltadamente (y en conexin con esto casi
se podra hablar de un culto ancestral), y donde descender de estos primeros llegados del otro lado representa la cumbre de la distincin social. Partiendo de este punto
de vista, se desarrolla tambin el significado de noble y el de justo, cf. ta, ley,
y ari, leal; el procedimiento de los primeros colonos se considera as como un establecimiento de la ley y el orden donde anteriormente haba prevalecido el salvajismo (anta)4. As pues, Agni, que prvam rta (RV. IV.1.12) no es slo taj y tyus,
Los Comprehensores (vidvsa) de la Ley (tavna, que aqu son los Primeros Sacrificadores) cuando hubieron descubierto las cosas que eran de quienes no conocan ninguna Ley (ant), se
volvieron; ellos, los autores del canto (kavaya, griego
) emprendieron su gloriosa va, RV.
II.24.6-7; Los Patriarcas (pitara), a quienes en tanto que ngeles, los ngeles han otorgado su Providencia (kratu) han recorrido las regiones, estableciendo las antiguas moradas sin medida derramando su progenie diversamente, X.56.4-5; Los generosos (a saber, los vivedev) han hecho
que el Sol suba al cielo, y han esparcido las ordenanzas arias (ry vrat) sobre el mundo, X.65.11
(Syaa glosa rya como rehni y kalynni, mejor y bello). Per contra, El Pastor de la Ley
(tasya gop), el Comprehensor que presencia los distintos mundos (es decir, el Sol), introduce dentro
del pozo a los que no estn cualificados (ajun) ni iniciados (avratn). Los hombres de visin
(dhra, aqu los Primeros Sacrificadores) pasan el cedazo de la Ley ( tasya tantur vitata) por la criba purificadora, la lengua del pozo de Varua, con la Magia (myay); pero el que no es capaz de ello
(aprabhu) cae en el pozo (kartam ava padti), RV. IX.73.9; obsrvese el contraste entre ste ltimo y
el Pastor que se mueve en las vas, y que nunca cae (gopm anipadyamnam pathibi carantam,
I.164.31 y X.177.3, JUB. III.37). El Pastor del Universo (bhuvanasya gop, I.164.21, II.27.4,
VII.70.2, JUB. I.1 y III.12, etc.) es el Buen Pastor de la tradicin semtica. A Indra se le designa
tpicamente como vratap, Defensor de los Fieles, que es su funcin natural en tanto que representa el
poder temporal (katra) en alianza con el poder espiritual (brahma) que es representado por Agni, que
4
105
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sino tambin tavn y tvij, o brevemente y en todos los sentidos de la palabra, rya o
arya5.
Apenas necesita sealarse que el trmino rya se aplica por los arios a s mismos
en este sentido laudatorio, y a modo de distincin de otros cuyo linaje y comportamiento se abominan relativamente, y de cuyo punto de vista sabemos poco6.
CARA Y KI
Carai, errante, un nmada, y ki, arador y arar, o labrador y labranza, son ambos secundariamente el pueblo, en tanto que especficamente agricultor. De la misma manera el pali kassaka, arador, y kasi o kas, arar, cultivo,
son secundariamente campesino y pueblo. En muchos pasajes paca caraaya
o kraya reemplaza al ms usual paca jan, por ejemplo RV. V.86.2; VII.15.2; y
IX.101.9, donde la primera de estas referencias nos da Hagamos una oblacin a
Indrgn por amor de los Cinco Parientes (paca carair-abhi). Agni o Indra es
rja o pati knm o caranm, IV.17.5 y V.39.4, etc.7, y estas expresiones equivalen a las mismas cosas que vipati en otras partes; Varua es rja carai-dhta, es
decir, rey y soporte del pueblo, IV.1.2; Agni ocupa su sede en los hogares como
ghapati por amor de los Cinco Parientes, paca carair-abhi, VII.15.2. Agni
pone el rayo en las manos de Indra, X.52.5, y que le elige para que lleve a cabo hazaas heroicas,
VIII.100.1-2.
5
En RV. IV.1.7, donde Agni es arya, la glosa de Syaa es svmi vaiyayor, lo que equivale a
vipati.
6
Cf., no obstante, los reproches que Namuci dirige a Indra, T, oh traidor de un amigo, TB.
I.7.1.7-8. Ciertamente, hay evidencias abundantes en el g Veda de que el acto de la toma de posesin
de lo que no era originalmente de ellos, sino perteneciente a los obscuros Asuras algo as como los
pieles rojas en nuestra analoga americana se comprenda que haba sido de alguna manera un pecado que requera una expiacin y una restitucin simblica, e.g., RV. X.109; los kilbii son tpicamente de Indra, mientras que el Redentor, kilbia-spt, es tpicamente Agni, RV. X.71.10; puede observarse tambin con respecto a RV. I.164.32, donde se dice que Agni asume la destruccin
(nirtim), que si aceptamos la designacin de Syaa de Nirsti como ppa-devat, esto tambin implica una asumicin de nuestra culpa. Sin embargo, nosotros no estamos interesados ahora en este punto
de vista, sino slo en la actitud afirmativa que prevalece naturalmente en el karma ka.
7
En RV. I.177.1, Indra, y en III.62.6, Bhaspati, es vabha caranm.
106
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tente una divisin del trabajo, aunque slo en acto y no en la esencia del individuo
(por ejemplo, el dual Indrgn representa la unin de los poderes espiritual y temporal
en una nica persona, de lo cual han sobrevivido huellas en el orden social humano
donde no se han roto los lazos de la tradicin) muestra que estamos tratando un
tiempo que antecede a la historia.
NAU
Se ver abajo (s.v. Sarasvat) que el suelo del Carro de la Luz (jyoti-ratha aplicado a Agni, a Soma, a los Vivedev, RV. I.140.1; IX.86.44; X.63.4), que es de substancia intelectual (manas-niaya, X.85.2), y del que tiran corceles que no son nacidos
de caballos (anavo jto IV.36.1) sino ahormados intelectualmente (tatakur manas,
I.20.2), es l mismo un Terreno (budhna, X.135.6) que reposa sobre las Aguas; y, en
este respecto, es como cualquier otra Tierra (pthiv = dyv-pthiv = dyv) o plataforma del Ser. Segn otra imagen familiar, cualquier Terreno puede ser representado
por el loto, ya sea por la flor o por la hoja, y en este sentido (TS IV.1.4; IV.2.8;
V.2.6.5: B VII.4.1.7-11) se dice que Agni fue batido desde el loto (pukart,
VI.16.13) y que Vasiha, hijo de Mitrvaruau y de Urva, nace en el loto (jta
pukare, VII.33.11), donde tambin se revelan los Vivedev.
De la misma manera, cualquier Terreno soportado as, en y por el ocano primordial de la posibilidad infinita, puede considerarse como un barco o arca (nau) o balandro o balsa (prkha) de vida, cf. el kau-nau de las estancias invocatorias del
Daakumracarita. As Vasiha, en RV VII.88, cuando se siente alejado de Varua
Dios mo, por qu me has abandonado? mira atrs, al comienzo, con un ardiente anhelo, como el de Adam por el Paraso: Donde, embarcado ( ruhva) con
Varua, botbamos nuestro barco (nvam rayva) en medio del ocano, donde cabalgbamos sobre las crestas de las olas, all querra que todava nos balanceramos
en el suave balanceo (prkha) de la felicidad, donde (nvi) Varua estableci a Vasiha, en la ausencia de los das, cuando el Cielo y la Tierra, las Auroras y los Ocasos estaban abrazados (tatanan). Ciertamente, el Sabio Rey Varua hizo en el Cielo este Balandro de Oro de suave bogar para la delectacin slo, VII.87.5; se trata
del reflejo del Sol en el Mar, a saber, el barco del Sol de la tradicin mltiple.
108
oct-98
Del Barco de la Vida puede hablarse igualmente como botado y guiado por todos
o por alguno de los primeros ngeles; as, X.63.10, Embarquemos ( ruhema) hacia
la felicidad en el bajel anglico (daiv nvam). Nuevamente, Los Barcos de la
Verdad (satyasya nva) han hecho la buena travesa (suktam apparan, IX.73.1);
Llvanos a travs del Mar como en un barco, oh t, Comprehensor (nv na sindhum ati para vidvn, IX.70.10, dirigido a Soma); Como en un barco, llvanos sobre
la corriente (I.97.8, dirigido a Agni, cf. I.99.1, a travs del peligro, como en un barco a travs de un ro); Ascendamos al bajel del pasaje seguro, por cuyo medio podemos pasar mltiples y dainos peligros (VIII.42.3, dirigido a los ngeles colectivamente); Transportadnos a salvo sobre los mltiples peligros, oh vosotros Aurigas
de la Ley, como si fuera en barcos a travs de las Aguas (VIII.83.3); y Como en un
barco sobre las olas, as a travs de los diversos estados del ser (pradia pthvy, literalmente regiones terrenales, donde, como es usual, la tierra es cualquier terreno o plataforma del ser) sobre los mltiples y dainos peligros lleve a ( adadhat)
sus hijos (prajm) el Poderoso Laude (bhadakika, es decir, Agni), por estas y aquellas orillas (avariu, pareu, X.56.7). En JB I.125 (ver J.A.O.S. XXVIII, 1, pg. 84)
el barco es una ciudad barco (nau-nagara), a saber, la del Gandharva tricfalo (el
Sol, cf. IX.85.12) que nada en medio de las Aguas; o, como podramos decir en
trminos modernos, un gran transatlntico.
Segn otra formulacin, bastante a menudo son los Avins8 gemelos de nacimiento diverso (RV I.181.4 y V.73.4), los cuales representan as una dualidad principial que es esencial a la existencia, y que, por lo tanto, estn naturalmente liberados
de las cosas que todava no estn en acto, y son curadores de todas las cosas imperfectas9 quienes sacan de las Aguas en sus barcos vivos a aquellos que no son bue8
El origen de los Avins ha de buscarse en el perodo prevdico originalmente puede habrseles considerado como descubridores y restauradores o rescatadores de la luz del sol desvanecida
(Macdonell, Vedic Mythology, pp. 49, 51, cf. von Scrder, en W.Z.K.M., IX, 131).
9
RV. X.39.3: Vosotros sois la alegra de la que envejece en casa (soltera), los promotores del
que no tiene caballo y se queda atrs, curadores del ciego, de la estril y del imperfecto. Cf. B.
IV.1.5.16: Los Avins son exteriormente (pratyakam) estos dos, a saber, el Cielo y la Tierra, pues
son stos quienes han obtenido la posesin de todas las cosas aqu. Se les llama los coronados de loto; Agni es ciertamente el loto de esta tierra, y el Sol de aquel cielo. Las implicaciones ontolgicas
son evidentes; el Cielo y la Tierra son los curadores de todas las cosas porque proporcionan la base
necesaria de la operacin en uno u otro de los modos contrastados, ya sea terrestre o celeste. Interiormente, no hay ninguna duda, los Avins son los hermanos, mortal e inmortal, Mitrruau, o Agni y
Varua, I.164.30 y 38, y X.85.18.
109
oct-98
nos nadadores, pero que se debaten en el Mar que es sin comienzo ni plataforma ni
amarre (anrambhne ansthne agrabhae samudre, I.116.5)10. En particular,
los Avins son los curadores del decrpito Cyavna, que es Prajpati o en la semejanza de Prajpati, cuando es vencido por la vejez (ver s.v. Sarasvat), y los salvadores
de Bhujyu (el Hombre en tanto que el buscador del disfrute o la experiencia11, o
posiblemente tambin en tanto que serpiente, ante principium).
Desde el punto de vista del karma ka la liberacin (moka, de la raz muc) es una salida de las
potencialidades a la operacin (RV. I.112.8), donde los Avins liberan (amucatam) al pjaro tragado; I.140.4, donde los corceles de Agni son mumuka, como en X.III.9, donde los Ros de la Vida
son mumuk; V.81.2, donde el Sol como kavi, viv rpi prati mucate, cf. I.42.1, donde Pan
es vimuco napt; VII.59.2, bandhant mtyor mukya na amtt; pero desde el punto de vista del
jna ka, es una liberacin de la operacin (este sentido es naturalmente raro en el RV., pero cf.
V.46.1, donde se contrastan vimucam y vttam puna). En el budismo, el concepto del Tathgata como el encontrador de una medicina para la vejez y la muerte (jar-maraa) slo pude considerarse
como una adaptacin (upya) a unas circunstancias mundanas posteriores del antiguo concepto del
Mesas en tanto que con su despertar (Gautama, buddha = Agni, uarbudh) lleva a cabo la conmocin
del Infierno, cf. J. I.76, cakkavlantaresu ekobhs ahesu jaccandh rpi passisu,
jtibhadir sadda sunisu, jtiphasapppadas gacchisu, andubandhandni chinditv patisu,
Brill Una Luz a travs de los vacos entre los mundos (es decir, los infiernos, en trminos de espacio
ms bien que de tiempo), y los naturalmente ciegos vieron las formas de las cosas, y los naturalmente
sordos oyeron los sonidos, y los naturalmente cojos salieron andando, y los barrotes y las cadenas se
rompieron y cayeron.
10
Este Mar es el abismo insondable, cubierto de obscuridad, fluido e indeterminado, de RV.
X.129. Cf. San Agustn, Confessionum, XIII.5, el abismo obscuro, obscuro en lo que concierne al flujo inconstante de su informalidad (informitas) espiritual, donde las Aguas, como en el Gnesis y en el
RV., son una substancia indeterminada e infinita, aunque una mera potencialidad, ante principium; e
dem XIII.7, aguas desprovistas de todo fondo (sine substantia), donde por una extensin natural del
significado, y como ocurre tambin tpicamente en el budismo, el abismo es el mar inconstante de la
vida, con todos sus peligros y sus imperfecciones, que ahora (post principium) han de considerarse
como deformidades, es decir, como privaciones de forma ms bien que como antes, una privacin total
de forma y de ser. El Mar que ha de cruzarse es continuo e insubstancial (como lo expresa San
Agustn, loc. cit., neque enim loca sunt, quibus mergimur et emergimus); el fin que ha de alcanzarse
es el de una posesin plena y consciente de su propia forma intrnseca (svarpa) por cada potencialidad individual que se ha considerado como embarcada en el barco de la vida. Una vez comenzado, el
viaje no acaba cuando se alcanza un puerto, sino que prosigue por el devayna hacia un puerto ms
all de nuestra comprensin, o por el pityna ac y all de un puerto a otro.
11
Desde el punto de vista del karma ka, el Barco de la Vida se construye y se bota para el
transporte por el Primer Sacrificio (RV. X.101.2); pero desde el punto de vista del jna ka, las
110
oct-98
formas sacrificiales son barcos inseguros; Muaka Up. I.2.7, y es en el bajel del poder espiritual
(brahma) donde el Comprehensor debe cruzar todos los pavorosos ros, vetvatra Upaniad, II.8.
111
oct-98
Al rescate de Bhujyu u otros Profetas por los Avins del medio del ocano, y a su
retorno sano y salvo a puerto se alude en RV. I.116.3-5; I.182.5-7; I.160.3 y en otras
partes. En el primero de estos pasajes encontramos Vosotros le llevasteis de retorno
en barcos vivos (tmanvan-naubhi, atravesando el espacio intermediario (antarika), sobre las olas hasta la orilla del mar (samudrasya dhanvan) hasta su casa
(astam, cf. X.14.8, punar astam ehi), vivo (tasthivsam, cf. de la raz sth, nacer,
subsistir, existir) en un barco (navam). En I.160.3, al barco se le llama una balsa
(peru) que est bien equipada (yukta) y que boga en el mar abierto (madhye araso
dhyi); en I.182, los barcos, que aqu son cuatro, son tmanvat y alados (es decir,
anglicos), y aqu tambin se representa la imagen alternativa del rbol de la Vida
(vka) de pie en medio del ocano (madhya araso) ante el que se inclina el suplicante Bhujyu13.
Los ltimos pasajes recuerdan el barco que viaja por el cielo de AV. XIX.39.7-8,
barco que est provisto con una maroma de oro (bandhana), y donde, para sus pasajeros que ven la vida (amta)14, no hay ningn deslizamiento atrs de nuevo15; el
tmanvat es hipostasiado, y consciente, cf. sarvtmanvat, AV. X.8.2; tmanvat yaka, la
esencia o el s mismo humano, dem X.3.43; tmanv en BU. I.2.1.
13
De acuerdo con otra formulacin, los seres que moran en el mundo de la Luz, aunque salen de
un solo nido (vio sana, RV. I.69.3) y finalmente deben reunirse all (yatra vivam bhavaty
ekanam, RV. IV.10.1, y vs. XXXII.8), son incubados individualmente en las ramas del rbol de la
Vida, cf. PB. XI.15.1, el nido (kulya) es progenie, el nido es ganado, el nido es morada, y RV.
III.54.5-6, avam sadsi sadana yath ve.
14
La vida, ms bien que la inmortalidad, cf. Hopkins en J.A.O.S., XXVI, p. 37, una larga
vida sin decrepitud antes de la muerte esperada. La mejor traduccin de amta, segn se le atribuye a
los devas, sera aeviternidad, que es un trmino medio entre la eternidad y el tiempo, ver Santo
Toms, Sum. Theol. I.q.10, a.5; los ngeles son medidos por el tiempo en lo que concierne a sus afecciones e inteligencias, que son cambiables; por la aeviternidad en lo que concierne a su naturaleza; y
en lo que concierne a la visin de la gloria poseen una parte de la eternidad.
15
Na avaprabhraana, donde avaprabhraana = avasarpaa en B. I.8.1.7. En lo que concierne al prefijo ava, literalmente abajo aunque aqu se ha traducido por atrs de nuevo, obsrvese
que la salida se expresa siempre en los trminos de un movimiento hacia arriba (a saber, con formas
verbales con el prefijo ut o upa), o lo que equivale a la misma cosa, con un movimiento hacia delante
(arvc) o hacia el este (prvam). La entrada en la existencia es un ascenso, una emergencia, una subida (rohaa, en tanto que se opone a pratyac en RV. passim, AV. XIX.6.4 y JUB. I.36) desde la
potencialidad al acto. Un deslizamiento hacia atrs (avasarpaa) a un estado de no ser, al pozo del
que somos dragados, es, desde el punto de vista del encarnado, un summum malum; sin embargo, un
12
112
oct-98
rbol de RV. I.182, sugiere ese rbol al que est atado el arca de Manu en B. I.8.1.6.
En cualquier caso est claro que el modelo del Primer Viaje se refleja en, y en principio es idntico al modelo de los viajes recurrentes de Manu, que son coincidentes con
cada pralaya menor; pues aqu tambin, aunque desde una distancia menor, los principios generativos destinados a prolongar su linaje en el manvantara siguiente son
transportados desde el pasado y trados a la tierra. Hay que observar tambin que las
aguas del Diluvio suben y que a su debido tiempo bajan (de la misma manera que en
RV. I.164.51, uniformemente con los das16 esta agua sube y baja (uc ca ety ava
ca), y en cuanto a esta bajada, de la misma manera que en III.33.10, el Ro se inclina
como una madre que amamanta, se entrega como una doncella a su amante.
Por lo que toca a mi conocimiento, hasta ahora ningn erudito haba propuesto
nunca, por muy histricamente versado que est, que el viaje de Manu, o lo que es lo
mismo el viaje de No, representa la memoria legendaria de una migracin histri-
retorno desde la existencia al no ser, cuando se efecta por la va de la integracin (saskaraa), es,
desde el punto de vista intelectual o espiritual, el summum bonum. El hecho que de esta recesin e integracin pueda hablarse a la vez como movimientos de descenso o de inmersin debe comprenderse
en este sentido, pues mientras que la potencialidad asume el aspecto de un mal cuando se contrasta
con el acto, todo es bueno o bien en la Identidad Suprema donde no hay ninguna distincin entre
la potencialidad y el acto. En otras palabras, nuestra salida tiene lugar como aquellos que no pueden
nadar (asnt), y nuestro retorno a casa en las aguas tiene lugar como nadadores cumplidos (snt). Estas concepciones constituyen el fondo del simbolismo cristiano y de otros simbolismos del Redentor
como un Pez, y de los redimidos como pequeos peces, cf. Tertuliano, De Bapt. I, Pero nosotros, pequeos peces (pisciculi) siguiendo el ejemplo de nuestro
, Jesucristo, nacemos en el agua, y no
estamos a salvo de ninguna otra manera que morando permanentemente en el agua; de donde que el
bautismo (y mucho ms cuando es por inmersin total) prefigure la salvacin; pues aquellos a quienes
la inundacin del mundo al cierre de un en (el Da del Juicio) no causa ningn dao son precisamente esos que son buenos nadadores. Y de la misma manera Rm, Yo soy un gran pez, y deseo el
Ocano de Omn (XVI, en Nicholson, Sams-i-Tabrz).
16
Das que aqu es anlogo a lo que son en el Gnesis, y posiblemente ya en el sentido de eones. La nocin de las jerarquas temporales no era menos familiar para los antiguos que la de la jerarqua espacial, cf. Jeremias, Handbuch der altorientalischen Geisteskultur, p. 295 sig. Al mismo tiempo y en tanto que toda extensin, ya sea en el tiempo o ya sea en el espacio, es en principio una y la
misma cosa, la bajada y la subida de las mareas ocenicas, al exponer y al sumergir de nuevo una orilla (dhanva), es un reflejo, una analoga, o una huella (vestigium pedis en el sentido escolstico,
snscrito pada, ver mi Elements of Buddhist Iconography, nota 146) de la submersin y emergencia de
las fuentes de la tierra en el comienzo y el fin de cada Da csmico.
113
oct-98
ca17. A fortiori, en el caso del primero de todos los viajes, es un defecto de comprensin grave, no encontrar en el Barco de la Vida nada ms que la reminiscencia de
algn arbusto prehistrico. Qu ocurre entonces con el capitn, y los pasajeros, el
periplo y la tierra del desembarco?. A no ser las mentes ms neciamente profanas
(pratyaka-priy), quin podra no ver aqu nada ms que el registro de un Volkerwanderung tnico, o un mapa de una geografa terrestre?.
La arribada a la cima del Himalaya estara de acuerdo con la teora de una migracin por el ro
Indo. Sin embargo, el hecho de hacer tierra sobre la cima del monte Ararat difcilmente puede haber
sido un hecho histrico.
18
Cf. la lista similar de aquellos que son llevados por el caballo csmico (cuyo parentesco y lugar
son el ocano primordial), BU. I.1.2; a saber, dev, gandharv, asur, que con la adicin de pitara completaran una cuenta de Cinco Parientes. Incidentalmente, puede reconocerse aqu el prototipo
de Avalokitvara como salvador del nufrago y patrn de los marineros, como por ejemplo en el
Valhassa Jtaka, cf. Goloubew, Le Cheval Balha, B..F.E.O., 1927, p. 235 sig.
19
Keith ha observado que AA. II.2, muestra que los nombres de los veedores del g Veda pueden deducirse de las acciones del pra; en otras palabras, los veedores no son individuos (sino los
siete rayos de la Luz de Agni, cf. RV. II.5.2 y X.62.5-6).
A los asociados de Indra en la Primera Incursin se les llama constantemente hombres (e.g. RV.
I.15, nara uija). El Agni humano (manuvat), en tanto que el octavo ditya, impele toda la
operacin anglica (daivyam vivam invati, RV. II.5.2). Agni tiene intelecto de hombre
(nmana, RV. X.45.1 y 2, es decir, es de naturaleza humana), cf. Maestro Eckhart I.236, que cita a
114
oct-98
proporciona textos ampliamente suficientes para probar que los Cinco Parientes que
participan en el Primer Sacrificio son clases o categoras de seres o de principios divinos, que son ciertamente antepasados de la humanidad, pero que sin embargo no
son meramente humanos en un sentido biolgico. En RV. X.53, a los Cinco Parientes, paca jana, que comen el Pan de la Vida, se les convoca a cruzar la
Amanvat, se habla de ellos como de un daivya jana, de un Parentesco Celestial, y
como yajiysa, propios para que se les adore sacrificialmente, expresiones que
no pueden aplicarse a miembros vivos del gnero Homo sapiens. En AV. X.7.21,
donde los Parientes (jan, sc. paca jan) tienen una comprensin superior, se les
contrasta con los de abajo (avare), cuya comprensin es profana20. Los Cinco Parientes son adems sinnimos de los ante-pobladores (via) y sus gobernantes
(vipati); pues Los queridos Cinco han hecho su casa en la querida Luz anteengendrada (sam avianta, RV. X.55.2), y eso est en el Cielo (divva paca
kraya, X.60.4). A todos igualmente los hace prosperar la Sarasvat (RV.
VI.61.12).
SARASVAT
En el g Veda no se hace referencia al acto de la creacin bajo ningn aspecto
ms fundamental que el de la liberacin de las Aguas (pa) que haban estado confinadas dentro de las profundas oquedades (kha) de la Roca o la Montaa (ama,
adri, budhna, himavat) donde Vtra las represaba. Cuando a las Aguas se les llama
los filsofos al efecto de que la naturaleza humana no tiene nada que ver con el tiempo, y Santo
Toms, Sum. Theol. I.q.3, a.3, Esta carne, estos huesos, y las cualidades accidentales que distinguen a
esta materia particular, no estn incluidas en la humanidad la humanidad y un hombre no son enteramente idnticos, puesto que por humanidad se entiende la parte formal del hombre. Esta forma
humanitatis nunquam perit (Thierry of Chartres). El vdico narya es equivalente a daivya en tanto que
se distingue de asurya. Los devas son afines al hombre por lo que es comn a los ngeles y a los hombres, a saber, el intelecto (manas), pero no son hombres. Mientras que de los asuras (que son devas
en potentia) podemos decir que su naturaleza es informal, sin afinidad, e inamistosa o inquietante,
usando estas ltimas palabras en su sentido bsico de racialmente extraos, e incognoscible (puesto que lo que es informal es ipso facto incognoscible). En cualquier caso, el uso vdico del hombre, o
de lo humano, no prueba en modo alguno que las referencias sean al homo sapiens del taxonomista.
20
Los trminos del contraste sugieren que los Parientes estn en posesin de una sabidura transmitida por una transmisin iniciatoria (guru-parampar), que sera caracterstica de los arios.
115
oct-98
figurativamente Vacas21, entonces la Montaa es el redil rocoso en el que estn aprisionadas. La liberacin de las Aguas o de las Vacas es tambin el Hallazgo de la Luz
Oculta22. La Roca es igualmente el lugar de nacimiento de Agni (RV. II.12.3), y de
aqu obtiene sus corceles chthonicos (budhnya) y otros tesoros (RV. VII.6.7, y
X.8.3). El rbol de la Vida est enraizado en el mismo Terreno (budhna, RV.
I.24.7)23. El Manantial inagotable (utsa akita, RV. VIII.17.16, en otras partes simplemente utsa, y a veces avata) de donde brota el Ro de la Vida, a saber, la Sarasvat, con sus siete hermanos afluentes, es tambin la sede de Varua, cuya morada
est en la fuente de los ros (sindhnm updaye, RV. VIII.41.8); ah est tambin
la huella de Agni (utsasya madhye pada ve, X.5.1, cf. el tesoro oculto, como si
fuera el germen del Pjaro en la Roca Sempiterna, amany anante, I.130.3). Si
hubiera necesidad de justificar la designacin de Sarasvat, o a veces de Amanvat
(obviamente un nombre esencial de la corriente que mana de la Roca, amano hy
apa prabhavanti, B. IX.1.2.4 = vantu pa adre, RV. V.41.12), como el Ro
de la Vida (o en plural cuando se mencionan las siete hermanas ros), podemos aludir
a expresiones tales como las Aguas empaparon (sarayante) las tierras yermas
(dhanvni), RV. IV.17.2 el motivo del Grial y ms especficamente En ti, oh
Sarasvat, anglica, est inherente toda la vida anglica, concdenos progenie (tve
viv sarasvatrit ysi devyn praj devdidihi na, RV. II.41.17);
21
La posesin de las vacas es la posesin o la realizacin efectiva de las posibilidades del propio
ser de uno, y desde este punto de vista al hombre anhelante que, bajo la gua de Indra, pasa la barrera ptrea de las vacas aprisionadas, se le llama inclinado hacia el ganado (gavyanta, IV.17.16, gavya grma III.33.11, gavyat manas, IV.1.15, cf. s.v. Yaja, el centenar que deviene un millar
cuando se ha celebrado todo el curso del sacrificio).
22
Las referencias para las afirmaciones resumidas arriba son demasiado numerosas para citarlas
aqu en extenso. Las siguientes son tpicas: RV. I.56.5, yan mada indra hary han vtram nir apm
aubjo aravam; I.62.3, Bhaspati bhinad adrim vidad gh; I.130.3, nihita guh nidhi ver na
garbham amany anate; II.12.3, Indra jajna agnim amanor anta; II.16.3, Indra vajrea khni
atan nadnm; IV.3.11, tena adri vi bhidanta agirasa; V.41.12, vantv pa adre;
X.89.4, apa sagarasya budhnt; X.133.4, Indra avcad adrim ava sasyada sjat.
23
Puesto que el rbol de la Vida tiene sus races en el mismo Terreno o Montaa donde se origina
el Ro o los Ros de la Vida (cf. Soma como girija), de ello se sigue que, como en las dems tradiciones, la fuente de los Ros de la Vida est en la races del rbol de la Vida.
116
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117
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Refluye, puesto que el Ro de la Vida est siempre fluyendo y refluyendo a la vez, y nunca
fluyendo hacia fuera slo, como se explica en J.U.B., I.2. Cf. Jeremias, Der Antichrist in Geschichte
und Gegenwart, 1930, p. 4, Der Abendlnder denkt linienhaft in die Ferne, darum mechanisch, areligis, faustisch (esto puede verse en el concepto de una evolucin o progreso absoluto) Das Morgenland und die Bibel denken nicht linienhaft sondern zaitraumlich, spiralisch, kreislaufig. Das Weltgeschehen geht in Spiralen, die sich bis in die Vollendung fortsetzen. Puesto que la marea de la vida fluye y refluye al mismo tiempo, a veces se tienen como dos los Ros de la Vida, e.g., Vips y Sutudri en
RV. III.33, cf. X.30.10, varvtat dvidhar, dos corrientes refluentes.
26
En la formulacin metafsica, una travesa del agua implica siempre un cambio de estado y de
estatuto, por ejemplo en el caso de los viajes al otromundo (cf. el Viaje de Bran, y tambin la historia india de Mabb, ver mi Khwj Khadir, Ars Islamica, I, pp. 174-5, 1934), en el caso de Caronte y la laguna Estigia, y en las nociones del cruce del Jordn y de cruzar ms de un ro. La
Primera Travesa es una salida hacia un hogar aqu; la travesa del retorno, como la del Ro Vijar
(sin edad), Kautaki Up. I.3, efectuada con el intelecto slo, y donde el viajero deja ahora tras de l
todo el fardo de sus obras buenas o malas (y tambin todos sus recuerdos), es el retorno del hijo
prdigo al hogar del Padre all.
Los aspectos formales de la tradicin, en lo que concierne a la travesa del agua, han sido tratados admirablemente por Brown, The Indian and Christian Miracles of Walking on the Water, Chicago, 1928. Puede agregarse a las referencias examinadas JB. II.439, donde la Ras se hace a s misma
vadeable para el mensajero de Indra, Saram.
118
oct-98
los Ocho dityas y los Cinco Parientes, cf. III.33, donde quienes cruzan el ro maternalsimo (sindhu, vip) son los Bharatas amantes del ganado. En ambos casos la
Primera Travesa se lleva a cabo en el carro celeste (el carro de fuego bblico), y en
la de los Bharatas el Ro, obediente a la encantacin de Vivmitra, se inclina y baja
para que la corriente no discurra con mayor profundidad que el eje del carro, de manera que Tus olas toquen los clavos de los yugos (amy), pero borren las huellas
(III.33.13)27. Al hacer tierra, los pioneros toman posesin por la ereccin de un altar
del fuego, y debido a la labranza que se requiere para esto y para su propia subsistencia se les llama labradores o campesinos28; l llev al pueblo que no poda nadar (asntn aprayat), y habiendo desembarcado obtuvieron las riquezas (rayim =
latn rem), RV. II.15.5, cf. VII.60.7.
SETU
El medio de paso que enlaza el mundo de la Luz y el mundo de la Obscuridad
puede concebirse tambin, no como un barco o un carro, sino como un puente o un
dique (setu), que puede ser fcil (suvita) o difcil de cruzar (durvya, RV. IX.41.2, y
27
Esto implica que el suelo (budhna, terreno, RV. X.135.6) no se moja; es decir, que aunque
estn en route, los viajeros estn soportados sobre seguro por una plataforma que les sustenta, como
cualquier otra tierra, o la hoja de loto que simboliza la tierra, sobre la superficie del mar. Cf.
prkha en RV. VII.83.3, y naunagara (arca) en JB. I.125.
En RV. VII.18 el Ro cruzado es la in-finito (aditi) Parun (turbulenta), o Yamun (Griffiths
observa ingenuamente que no es fcil ver como la expedicin lleg tan lejos). Aqu tambin las
aguas otorgan un paso fcil (supr) a la faccin aria bajo la gua de Indra. El paralelo con el xodo es
aqu especialmente estrecho, en tanto que la faccin opuesta es anonadada por el retorno de las aguas,
despus del paso de los arios.
Que el xodo es un mito de la creacin, ms bien que un acontecimiento histrico, es por supuesto
el punto de vista cabalista. Obsrvese que al Faran se le describe como el gran dragn (tanim, babilonio tiamat) que yace en medio de sus ros, que ha dicho, Mi ro es mo, y yo lo he hecho para m
mismo (Ezequiel XXIX.3); el expolio de los egipcios corresponde a la toma de posesin por los
Devas del ganado y otros tesoros de los Asuras, e.g., RV. II.24.6; y Moiss corresponde a Indra, no
slo como el gua del pueblo elegido, sino en el hecho de que golpea la Roca y encuentra Agua para
ellos en el desierto.
Segn el Zohar (Shela Lecha y Vaethhanan) Moiss era el Sol Moiss hizo ciertamente un
nuevo comienzo en el mundo haba en Moiss eso que no hay en ningn otro hombre, puesto que su
perfeccin irradiaba a muchos miles y miradas.
28
Ver las secciones sobre Carai y Vpa-magala.
119
oct-98
esta ltima designacin es el equivalente del Brig oDread de las baladas escocesas
y de la tradicin artrica): el puente lo cruza originalmente el Rey Sabio, y es suyo propio (rj apa ca vipras tarati svasetu, RV. X.61.16), y es as, evidentemente, un puente de luz, a saber, la senda del Sol. Es la Esencia en su modo discriminativo lo que separa los mundos (BU. IV.4.22 y CU. VIII.4.2)28a. Desde el punto
de vista del jna ka, el puente es una va de vuelta, o lo que es la misma cosa,
una va de retorno (en el sentido positivo), por ejemplo en KU. III.2, ms bien que
una va de primera salida; y esto significa que caminar por ella es la misma cosa que
continuar en el barco de la vida durante el viaje anglico (devayna); de aqu que se
le llame el puente de la aeviternidad (amtasya setu, MU. II.2.5), y que se diga
Como puede no ser perfectamente claro en que sentido puede decirse que la Esencia ( tman)
separa los mundos, debe observarse que BU. IV.4.22 pone cuidado en especificar el aspecto de la
Esencia que funciona as como vijna-maya en el modo de discriminacin, es decir, como el manomaya tman, o como lo glosa el Comentario, como el jvtman. Est claro que al nanda-maya tman,
o al paramtman, slo podra considerrseles como uniendo los mundos.
Al Puente a menudo se le llama simplemente la Senda (pantha), e.g., Bhadrayaka Up.
IV.4.8, La antigua senda recta extendida por la que los Comprehensores del Poder espiritual liberados ascienden al Paraso, y Kaha Up. III.14, El afilado corte de una navaja, difcil de atravesar,
que los Veedores llaman una senda difcil; este ltimo pasaje corresponde tambin a dem III.2, Ese
puente (setu) que es para los sacrificadores, el Poder espiritual imperecedero y ltimo, la Senda
(pram) de aquellos que quieren cruzar al lugar del No-temor, oh Naciketas!, es eso lo que nosotros
debemos dominar.
En RV. X.67.4, donde se dice que Bhaspati tir de las vacas ocultas de pie sobre el puente del
caos (antasya setau), evidentemente el puente es llamado as con respecto a su punta obscura,
desde donde se inicia la procesin de la luz; aqu amta caracteriza el mundo inordenado, indiscriminado, potencial y obscuro de los Asuras, y ta el mundo ordenado, actual y luminoso de los Devas. Es
con respecto a su punta luminosa, y en tanto que es la va de la procesin anglica (devayna), como
el puente es amtasya, el puente de la aeviternidad, como en MU. II.2.5. Se comprender, por supuesto, que aqu, como siempre, la estacin ltima del Comprehensor (vidvn) est en el lugar medio (madhye sthne, CU.III.2), puesto que el puente, que es tambin el eje del universo, y que
mantiene apartados a los mundos, ya no tiene ningn significado ni extensin para aquel en quien
los mundos de la luz y de la obscuridad ya no estn separados.
Desde el punto de vista del Viajero, la travesa es el paso del no-ser a la plenitud del ser, del infierno al cielo, de la obscuridad a la luz, del peligro a la seguridad; pero debido a que el lugar de la seguridad, considerado slo como el cielo de la luz manifestada, no es la meta final del Comprehensor,
en KU. II.11 se dice que Naciketas ha renunciado enteramente a esa meta celeste hasta la cual se extiende el puente; pues su meta es la Identidad Suprema, tad ekam en RV. I.129.2, donde, siendo sin
otreidad, no hay ninguna distincin entre la obscuridad y la luz, entre la muerte y la vida aeviternal, y
por consiguiente ningn abismo que haya de pasarse por una travesa.
28a
120
oct-98
Puesto que el Puente aparece en la tradicin ms a menudo como el medio de una travesa en
recesin al otro mundo que como el medio de salida, no hemos considerado necesario dar ms referencias en el texto. Pero debe observarse otra mencin a la va que enlaza los mundos devaico y asurico en el puente de Rma, y aunque nuestra conclusin viene dada por caminos diferentes, ciertamente estamos de acuerdo con Charpentier (Bull. Sch. Or. Studies, VII, 682) en que No hay la ms mnima razn que sugiera que el Rmyaa contenga la historia de la expansin del arianismo hacia el
121
oct-98
VPA-MA GALA
En la India, y ciertamente por todo el mundo, se ha observado un festival del arado, o hablando ms estrictamente una Fiesta de la estacin de la Siembra, como un
ritual agrcola indispensable desde tiempos inmemoriales29. Por ejemplo, en J. I.57,
El rey observaba la Fiesta de la Siembra. Ese da adornan el poblado como la morada de los ngeles En esa ocasin el rey toma un arado de oro (nagala, cf.
lgala), los ministros asistentes toman ciento siete arados de plata, y los campesinos
(kassaka) toman los otros arados. Con ellos, aran aqu y all. El rey va de un lado a
otro y vuelve atrs de nuevo. Es en esta ocasin cuando tiene lugar el milagro de la
detencin y permanencia del sol sobre el rbol Jambu, bajo el que el Bodhisattva ha
sido colocado por su padre. Esto representa un solsticio, o hablando ms estrictamente el punto de inflexin del equinoccio de primavera, el comienzo del Ao, y al
mismo tiempo la relacin del Comprehensor con el Sol Supernal, como en CU.
III.10.4, donde para el que ha alcanzado el estado de Sdhya (= Muni), de Brahm, el
Sol sale en el cenit y se pone en el nadir y as, como en el caso del milagro del
rbol Jambu, no arroja ninguna sombra mvil30. Nuevamente en SN., texto I, 172, el
sur, y en que los monos no son ciertamente dravidianos. Si Lak est en el sur, es ciertamente
como nadir con respecto al cenit.
Para el puente Cinvad ver S.B.E., IV.212, nota 3; y para otro material, Scherman, Materialen zur
Geschichte der indischen Visionsliteratur, 1892, p. 105, y Hull, Cuchullin Saga, 1898, pp. 72-76 y
291.
29
E. G. para China, ser L Ch, IV.1.1.13 sig., XXI.2.5-7, XXI.4-5 (S.B.E., vols. XXVII,
XXVIII), y tambin Granet, Danses et Lgendes de la China ancienne, pp. 328-332. En el rito chino
es significativo (1) que el arado se lleva a cabo especficamente a fin de proveer el alimento requerido
para la ofrenda en el sacrificio, cf. VII.2.27, citado abajo, (2) que hay una cooperacin de los principios macho y hembra, puesto que la emperatriz y sus damas hacen las prendas de seda que se llevarn
en el sacrificio, (3) que la abertura del terreno, como la toma de la virginidad, se considera como peligrosa, y que es el emperador qua sacerdote quien toma sobre s esta tarea, y (4) que en el equinoccio
de otoo se observaba un ritual correspondiente con una significacin inversa.
30
El rbol Jambu prefigura y es virtualmente el rbol Bodhi; en relacin con esto, es significativo
que aqu tambin hay un despertar al Bodhisattva su padre lo ha colocado en un lecho (sayana)
rodeado por una cortina que lo envuelve, es decir, no est manifestado, pero el Bodhisattva se levanta (uhya, es decir, procede desde la potencialidad al acto) para ocupar su sede en jhna. Este
levantarse tiene lugar al menos cuatro veces en el curso de la vida del Bodhisattva, a saber, al nacer
(ithako pahaviyam patihaya, J. I.53), en la presente ocasin del primer jhna, en la salida (del
122
oct-98
123
oct-98
surcos, que definen las direcciones especiales; el arado es en el sentido de la direccin del sol, evitando un movimiento hacia el sur.
En lo que concierne al surco, st, se recordar que en el Rmyaa, cap. LXVI, la
hija de Janaka no es engendrada a la manera habitual: Cuando yo estaba arando el
prado, surgi una doncella; y puesto que le tuve cuando estaba consagrando el campo, ella ha llegado a ser conocida como el Surco (st). En este caso, el acto de arar
tiene en s mismo una significacin directamente sexual, y de hecho, el uso de ki,
literalmente eso que se levanta para significar hombre, iguala la mocin del acto
sexual con el acto de arar, implcito en la nocin de la mujer como un campo33.
Comprese tambin AV. XI.5.12, Rugiendo, tronando, el obrador rubi-blanco (presumiblemente Agni-Rudra) ha introducido en la tierra un gran miembro viril; el erudito vdico vierte semilla en la superficie, en la tierra, con lo cual viven los cuatro
cuadrantes; y tambin el establecimiento del Hakevara ligam en las entraas de
la tierra, como se cuenta en las diferentes versiones de la leyenda de Devadruvana34.
VIA, VIPATI
habido ninguna manifestacin pblica de su persona; se comprender, por supuesto, que toda la vida
como Bodhisattva Siddhrtha, antecedente al Gran Despertar, pertenece a la operacin ab intra, mientras que la vida subsecuente como Buddha, el Despertado, y hasta el Parinirva, a la operacin ab
extra. El Hijo del Hombre viene comiendo y bebiendo; Agni es el ms voraz de los comedores.
Cf. BU. I.2.5, l (la Muerte) comenz a comer.
33
Cf. P. C. Bagchi, Pre-Aryan and pre-Dravidian in Indian, 1929, pp. 10-15 (asocia liga y
lagala como teniendo ambos el significado primitivo de miembro viril); Langdon, Semitic Mythology, p. 99, cita a Ebbeling, Keilinschrife aus Assur, p. 319, Oh seor mo, t has hecho que la reja
del arado impregne la tierra; Jeremias, Old Testament in the Light of the Ancient East, p. 59 (En la
edad babilnica el planeta Jpiter se designaba como Toro del Sol, y su lugar en los cielos como
Surco del Cielo un arado era el atributo de Osiris Nabucodonosor se llamaba a s mismo el marido (ikkaru) de Babilonia); y Sfocles, Antigona, 569.
Ms sorprendente todava es el texto sumerio, El Arador astral ha uncido en la Llanura (del Cielo) el Arado viertesemillas, citado por Frankfort en Gods and myths in Sargonid seals, Iraq, I,
1934, p. 19, en relacin con su Lmina III, fig. h. Este sello proporciona una buena base a la proposicin de que los textos vdicos podran ser ilustrados admirablemente no solo por el arte tradicional
posterior de la India, tal como se ha usado en nuestras ilustraciones, sino tambin por los sellos sumerios y babilnicos; cf. en la misma Revista, la lmina I, fig. a, que puede decirse que representa a un
mismo tiempo la matanza de Tiamat, a Herakles matando a la Hydra, y a Indra matando a Vtra.
34
Ver mi Yakas II, pp. 43-45, y referencias, dem p. 43, nota 2.
124
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Ya se han citado textos en los que se hace referencia como via y vipati al primer
colono o a los primeros habitantes, y a sus guas y gobernantes; el ms importante de
stos, RV. X.55.2, se relaciona con la ocupacin colectiva (sam-avasna) del mundo
de la Luz por los Cinco Parientes. Una tal ocupacin implica un procedimiento desde
la obscuridad a la luz, desde la operacin interior a la operacin exterior, desde la potencialidad al acto, desde la asuratva (o sarpatva) a la devatva. Los primeros habitantes son inmigrantes, que han salido en busca de un hogar donde vivir, ryur viam,
RV. II.24.6, cf. AV. VII.41 (42).1, donde el Halcn (Agni)35 que cuida del hombre
(es decir, por causa de los Parientes) abre camino en yermos y aguas, cruzando todos los espacios inferiores, en busca de una casa (avasna-dara). Agni no es slo
el precursor (prvam rta, RV. IV.1.12), y el encontrador del camino (passim) en
esta expedicin, sino tambin un caudillo (vipati, RV. X.4.4 y X.92.1); o puede ser
Yama (que de hecho es un aspecto particular de Agni, cf. RV. I.164.46) quien encuentra una casa para los Parientes, en primer lugar aqu en los mundos (RV. X.14.2,
yamo no gtum prathamo viveda, na e gavyutir apabhartav u, y 9, ahobhir adbhir
aktubhir vyakta yamo dadhty avasnam asmai, o nuevamente X.18.3 yama sadan te minotu), y en segundo lugar all en el ms all36. As tambin en B.
VII.1.1.1 y 4, donde est claro que Yama es el gobernador de aquellos que son los
primeros colonos o los primeros habitantes (via) que construyen un altar del fuego
en cualquier tierra, y que el cumplimiento de este rito constituye el acto legal de la
toma de la tierra37: Uno se establece (avasyati) cuando construye el ghapatya, y
35
125
oct-98
quienesquiera que son constructores de altares del fuego estn establecidos (avasit). Los Patriarcas (pitara) han hecho este mundo para l (akrann imam pitaro
lokam asm)38; Yama es el poder temporal (katra), y los Patriarcas son los colonos
(vi).
En lo que concierne al establecimiento del grhapatya, puede observarse que el
sitio efectivo se determina arrojando hacia el este o hacia delante (y habida cuenta de
esta condicin, evidentemente al azar) un yugo o un clavo del yugo (amy), como
se prescribe en PB. XXV.10.4 y 13.2. Hay una alusin a esta prctica en SN., texto I.
p. 76, donde encontramos la expresin sammpsam, sitio de la cua arrojada.
YAJA
Es para que haya Luz por lo que los deseosos ngeles y los Cinco Parientes llevan a cabo el Primer Sacrificio: cuando los Cinco sacrificaron a Agni (VS. XII.23),
eso fue como si se dijera Sal, pues el hombre (manu), que tiene espritu de ngel,
quiere sacrificar, etc. (RV. X.5.1). De hecho, fue por medio de esta Sesin (sattra)
como Agni entr en el estado de poner todas las cosas en mocin (sarvasya
prsravaam agacchat); o, alternativamente, fue por su medio como Prajpati39 estupidificado por la edad (jryy mra), se sacudi su decrepitud (jarm aphata) y
entr en el estado de poner todas las cosas en mocin; y de la misma manera, fue
par B..F.E.O., 1928, pp. 252-253). Debi considerrseles como pequeos hogares, que guardaban por as decir un destello de las grandes fuerzas activas concentradas en los santuarios privilegiados
de antao; cf. Jeremias, The Old Testament in the Light of the Ancient East, p. 58.
38
Lo que corresponde a RV. X.14.9, asm etam pitaro lokam akran; ambos pasajes implican el
establecimiento de un culto aqu y que Yama no es un Dios de los muertos sino de los vivos. Ntese
que el aqu y el este vdicos se refieren generalmente al mundo de la Luz, y no especialmente o
exclusivamente a nuestro planeta.
Cf. RV. VIII.101.14, Tres razas se apartaron de la va, las otras se establecieron (vivire) en torno a la Luz (arkam) en los mundos: II.1.1, al citar este texto, agrega, esos se establecieron (nivis) en torno a la Luz, es decir, en torno a Agni en tanto que es aquel Sol de all, donde es especfica la aplicacin de vi al establecimiento en el mundo de la Luz.
39
Desde el punto de vista de los Brhmaas al menos, Agni y Prajpati, a saber, el Ao, son uno y
el mismo Demiurgo, anusadht.
La misma idea se expresa en el cristianismo cuando se habla de Cristo como causa mediata,
como en Santo Toms, Sum. Theol. I.q.45, a.6, ad 2, donde el Hijo recibe el poder de creacin del
Padre y donde se dice del Hijo (Juan 1.3) que a travs de l se hicieron todas las cosas.
126
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por medio de esta Sesin como Mitrvaruau obtuvo estos mundos (PB. XXV.9.2;
10.10; y 17.2 y 3). Debemos asumir tambin que la Sesin de la Serpiente (sarpasattra) formaba una etapa esencial, y ciertamente una primera etapa en el cumplimiento de la totalidad del rito, pues fue por su medio como las Serpientes ganaron
un soporte firme en estos mundos (eu lokeu pratyatiham), por su medio como las
Serpientes vencieron a la Muerte (el estado de mera potencialidad, ante principium)
cambiando sus pieles y reptando ms all (hitv jrn tacam ati sarpante), para
manifestarse plenamente en acto como los dityas, pues los dityas son (una transformacin) de las Serpientes (PB. XXV.15.2 y 4)40. Aunque nos hemos referido al
Primer Sacrifico en singular, se comprender que esto es en un sentido colectivo,
pues el sacrificio efectivo consta de muchas partes y de distintas celebraciones. En
cualquier caso, es por medio de esta Sesin de mil aos como los Omniemanadores
(vivasja, es decir, todos los poderes que participan en el acto de creacin) emanaron todo el Universo (vivam asjanta), PB. XXV. 18.1-2.
Que los Devas son Asuras y Serpientes transformados o vueltos sobre s (paryvtta) sacrificialmente, es el tema de un artculo separado titulado Angel and Titan, an essay in Vedic ontology,
que ha de aparecer en J.A.O.S. este ao.
El hecho de que las Serpientes cambien sus pieles se representa en la tradicin india en el poder
atribuido a los Ngas de asumir una forma serpentina o humana a voluntad. Reptar ms all recuerda vi ca sarpata atas en RV. X.14.9, que, segn nuestra comprensin, se dice con referencia a la
procesin anglica, y al alargamiento de los das y a la prolongacin del propio linaje de uno, como en
X.18.3 y 6; contrstese avasarpaa en B. I.8.1.7, cf. nota.
40
127
oct-98
FIG. 3.- EL ENCENDIDO DEL FUEGO DEL PRIMER SACRIFICIO: El Fuego que se hizo arder sobre la Roca, RV. II.24.7. De un manuscrito del Kalpa Stra perteneciente a Mr. N. M. Heeramaneck, New York, ver Brown, Miniature paintings of the Kalpastra, 1934, fig. 33.
La miniatura ilustra uno de los Cuatro Sueos de Trial, ver la descripcin de nuestra Fig. 2. Para
la descripcin de este sueo, ver el Kalpa Stra, texto 46, en el que pueden observarse los significativos trminos ujjvala y madhu-ghta; y la traduccin, SBE., XXII, pg. 238.
La ocasin del Primer Sacrifico jan yad agnim ayajanta paca, VS. XII.23
es agre, in principio, en el comienzo de un en, el natalicio del Sol Supernal, la Primavera del Ao Csmico, cuando la Aurora brill por primera vez para el Hombre
(u uvsa manave, RV. X.5.3), cuando las puertas de los mundos se abrieron para
ti con sus meses y sus aos, y antiguas son todas estas cosas (RV. II.24.5). Su lugar est en aquella otra orilla, que es tambin la fuente rocosa de la SarasvatAmavant, de donde salen los argonautas para encontrar un hogar (viam), cuando,
una vez que se hubo encendido la antorcha csmica, dejaron atrs el Fuego que con
128
oct-98
sus brazos hicieron arder sobre la Roca (te bhubhy dhamitam agnim amani
jahu, RV. II.24.7). Cuando se hace tierra, la primera operacin del colono es establecer el igual del ritual en la tierra, a saber, en las orillas del Ro de la Vida, donde acaba la Sarasvat (sarasvaty vinaane, es decir, donde las aguas tocan las orillas de los mundos habitables, cf. RV. IV.17.2, dhanvni sarayante p); es un viaje de cuarenta das desde aqu corriente arriba a lomos de caballo hasta la Fuente
(aiava), fuente que es de hecho la Fuente de la Vida, e igualmente lejos est el
Cielo de la Tierra, PB. XXV.10.1 y 1641.
Al plaka prravaa tambin se lo llama una laguna, hrada. En los distintos relatos del rejuvenecimiento de Cyavna (RV. I.116.10, PB. XXV.6.1, B. IV.1.5, JUB. III.120 y 125, etc.), a la laguna en que los Avins le renuevan su juventud, se le llama o bien laguna (hrada), o bien las Aguas
(apa), o bien la infancia (aiava) de la Sarasvat, que debe considerarse como lo mismo que la
fuente (prsravaa) de la Sarasvat que se menciona en PB. XXV.10.16, y utsa akita y sindhnm
upodaya de RV. VIII.17.16 y 41.8. Parece seguirse tambin que Cyavna, en declive, debe considerarse como una designacin de Prajpati, cuando est estupidificado por la edad, jryya mra (PB.
XXV.17.3). Cf. PB. XXV.15.4, hitv jrn tacam (de lo cual hay una reminiscencia en Bhagavad
Gt II.22, vsnsi jrni yath vihya).
Agni, a quien se identifica comnmente (como en B.) y acertadamente con Prajpati, est sujeto
similarmente a la inveteracin al final de una edad del mundo, cf. RV. II.4.5, Siendo viejo, l devino
instantneamente un joven de nuevo (jujurvn yo muhur yuv bht), y AA. II.1.7, donde se dice que
los poderes (vibhtayak, sc. devas) del Purua duran mientras no envejece (na jryate) el mundo del
Fuego y de la Tierra. En la doctrina tradicional de la sucesin enica, se implica necesariamente un
envejecimiento de los mundos y del principio de la vida manifestado por el que estos mundos son
animados.
As pues, Cyavna puede tomarse como un epteto de Agni-Prajpati al final de un en: cf. RV.
V.74.5, Vosotros (oh Avins) quitad su piel al envejecido Cyavna (jujuruso cyavnt) como si fuera
un vestido (vavrim atkam na mucatha), y cuando le hagis joven nuevamente (yuv puna), le
mover el deseo de la Esposa ( kma ve vadhva): Nosotros podemos decir, le hacen una vez
ms ese potente pati a quien la mujer deseosa busca en la inundacin, JUB. I.56; y todo esto corresponde a RV. VII.101.3, Ora l es impotente, y ora deviene progenitivo, pues l conforma su semejanza como l quiere. Por consiguiente, en la aurora de una nueva edad se dice que los poderes anteriores desfallecen (cyu), como en RV. X.124.4, agni somo varuas te cyavante; o que, alternativamente, habiendo desfallecido (cyavna), cambian sus pieles, y proceden en una juventud renovada.
As pues, y de la misma manera que en otras tradiciones, aqu tambin reconocemos el concepto de un
Dios que muere y de una Resurreccin siempre recurrente; un nico Principio, sujeto exteriormente a
una inveteracin aeviternal (jar), pero que al mismo tiempo tiene en S mismo una vida que no envejece (yu ajaram, X.51.7) y enteramente independiente del tiempo (ajuryam, X.88.13); mortal e inmortal, manifestado y no manifestado, mvil e inmutable. Sol Invictus: Todo lo que se mueve se detiene, slo las Aguas corren siempre, slo el Sol sale siempre Sol que con tu Luz dispersas la Obs41
129
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130
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43
De la misma manera X.56, se relaciona primariamente con la procesin de Agni y los Patriarcas, a saber, con un viaje en el barco de la vida dentro de los mundos, ya sea por stas o por aquellas
orillas (avariu, pareu).
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Los abigarrados Perros de Yama (sin duda el Sol y la Luna, de cuatro ojos
puesto que presencian los cuatro Cuadrantes) que guardan la Va son los protectores
del hombre contra los poderes demonacos, a saber, el lobo (vka) y otros; en tanto
que cuidadores del hombre44 estos Perros pueden identificarse con los espas
cuidadores del hombre de RV. IX.73.5-6, que echan atrs al ciego y al sordo (pues,
ciertamente), dado que son malformados, no pasan a la Va de la ley (tasya
panth na taranti dukta). A los deformados, a los informes, no se les echa atrs
meramente como tales, sino que tambin se les repele por amor de los hombres, pues,
desde el punto de vista dualista del karma kda, los principios del mundo de la Obscuridad se consideran necesariamente como hostiles (aiva, atru, rti) a los principios del mundo de la Luz; tal es ciertamente, la oposicin eternal entre el Asura y el
Deva, como se considera desde el punto de vista mundano.
Cul es la significacin de esta exclusin del ciego y del sordo, o del malformado de cualquier otro modo que sea?. Ser ciego y sordo es lo mismo que no estar despierto, que no ser inteligente, que ser estpido (abudhyamna, acetasa, mra), es decir, estar desprovisto de intelecto humano (nmanas), tal como lo est Agni. Esta es
la condicin de sarpattva45, cf. Ah-Vtra abudhyam, suupm, aynam, RV.
IV.19.3; y la de Agni, en tanto que Ahi Budhnya, ante principium, cf. apd ar
guhamno ant, RV. IV.1.11, seguido por pra rta en el verso siguiente, y AB. III.36,
donde se afirma que Ah Budhnya es metafsicamente (parokea) lo que Agni
Grhapatya es exteriormente (pratyaka), cf. Ahi Budhnya como el grhapaty, viejo y Aja Ekapd (el Sol) como el ghapaty nuevo, PB. I.4.11-12. Con el mandato
al avanzado, hitv avadyam vi sarpata atas, etc., en X.14.9, comprese PB.
XXV.15, donde las Serpientes, venciendo a la Muerte (mtyum ajayan), arrojando
sus pieles envejecidas (hitv jrn tacam) y reptando ms all (ati sarpanti) devienen los dityas, y as, en el caso de quien imita su rito, deviene un brillante como
estos dityas46.
Cuidador del hombre, ncaka, RV. X.14.11, lo que en otras partes del RV. se dice de Savit,
de Agni, de Soma, de los vivedev, de los pitara, etc., siempre en un sentido favorable, cf. Syaa
sobre X.158.8, ncaka = daino para los enemigos de los hombres.
45
Cf. las expresiones populares (tradicionales) gusano ciego y serpiente sorda.
46
Visarpaa y atisarpaa, implcitos en los pasajes citados, son lo opuesto de avasarpaa en B.
I.8.1.7 = avaprabhraana en AV. XIX.39.8. Cf. el caso de Apl, a quien Indra otorg una piel solar (srya-tvacam) en lugar de las pieles escamosas que le son quitadas cuando se hace que pase a
travs de los agujeros del carro celestial, los cuales representan la puerta de la procesin (RV. VIII.91,
44
132
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con la glosa de Syaa). An ms significativo, en vista de la conocida relacin entre Ahi Budhnya, la
Serpiente Chtnica (cf. RV. VII.34.16, ahim abjm budhne nadnm rajasu idan) y Agni
Ghapatya, el Fuego del Hogar (cf. AB. III.36), es el hallazgo de Agni sobre una hoja de loto a donde haba subido reptando desde las Aguas (adbhya updsptam pukarapare, B. VII.3.2.14); el
uso de sp aqu ilustra admirablemente la precisin infalible de los textos tradicionales.
Obsrvese tambin que en el budismo, la lista de quienes estn descualificados para la admisin al
Sagha, la comunidad aria, incluye a los eunucos (en RV., los poderes de la obscuridad derrotados
y excluidos son tpicamente vadhri, mra, y stari) y a las serpientes; lo que, evidentemente, preserva el
modelo de la distincin vdica original entre rya y anrya.
En relacin con esto puede observarse adems que el budismo prosigue desde el g Veda con la
nocin de arhatta, idoneidad, cualificacin o proficiencia. La designacin de arhat se aplica a
Agni en II.3.1 y 3 y X.2.2, a Indrgn en V.86.5, a Indra en X.99.7, a Rudra en II.33.10, a los Maruts
en V.52.5, y a los Primeros Sacrificadores en V.7.2, mientras que en X.63.4, se dice que es por su
arhatta como los dityas obtienen su aeviternidad (amtatvam nau), mientras que la huella de
su estado anterior permanece en la designacin de ah-my, poseedores de la magia de la serpiente;
aqu, como generalmente, my pertenece a la asuratva que permanece en los devas, por la cual ellos
operan.
El paralelo en Mateo 10.16, estote ergo prudentes sicut serpentes, et simplices sicut columbae representa ms que una simple figura de lenguaje.
A propsito de nuestras tres ilustraciones, derivadas de fuentes jainas, puede agregarse que el jainismo, no menos que el budismo, conserva el arhat vdico, ver la descripcin de la Fig.2. Y si la
designacin de Hacedor de un vado (trthakara) no aparece como tal en el g Veda, en cualquier
caso la nocin implcita corresponde a lo que es una funcin esencial del vipati, que conduce a los
parientes a travs de las Aguas fluentes a las tierras prometidas; cf. tambin X.30.14, donde se dirige
la siguiente plegaria a los Avins, Haced un vado (ktam trtham), y muchos otros pasajes en los que
aparece la palabra trtha. Puede observarse, tambin, que de la misma manera que el Mahvra es concebido por una madre y criado por otra, as en el budismo, Siddhrtha nace de una madre que muere
inmediatamente, y es criado por su hermana, y que stas dos madres tienen los significativos nombres
de My y Pajpati, los cuales representan de hecho los nombres de la Madonna respectivamente en la
eternidad, y en la aeviternidad o el tiempo, de noche y de da. Este nacimiento dual refleja inmediatamente al de Agni de dos madres (dvimt) del g Veda, como por ejemplo en III.55.4, donde
Una madre tiene al Ternero (snscrito vatsa = nio, como cuando al hablar en el vernacular nosotros
llamamos a veces a un nio justamente un ternero), la otra reposa (keti = permanece ab intra, como en III.55.7, y X.51.5); mientras que en V.2.2, vemos que de estas dos madres, es la Reina madre
(mahi, que corresponde a la My budista) la que engendra al Prncipe (kumr = Agni), y la asistenta (pe, que corresponde a Pajpati en la leyenda budista) la que ahora le tiene. Un paralelo casi
literal a los acontecimientos de la natividad del Mahvra aparece en RV. I.113.1, donde la Noche,
cuando hubo concebido para la vivificacin de Savitr (prast savitu savya) pasa la matriz a la Aurora (yonim raik), cf. I.124.8, La hermana pasa la matriz a la hermana ms poderosa.
En mi Elements of Buddhist Iconography, Cambridge, 1935, se demuestran otras correspondencias entre el Buddha y Agni. A los materiales reunidos all pueden agregarse que el Buddhacarita, I.16
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por ejemplo en RV. I.105, donde se describen los sufrimientos de Agni como Trita
ptya en el Foso (kpe)48.
Pero ahora se encuentra y se libera la Luz Oculta, hay una Conmocin del Infierno, y lo incompleto se hace completo: cuando le has hecho viable (ritam), oh
Jtavedas49, expdele entonces con prontitud a los Patriarcas (para hiutt pitbhya),
llvale al mundo de lo bien hecho (suktm, opuesto a dukta en IX.73.6, citado
arriba) Agni, reemana (ava sja puna) a quien, ahora que t le has convocado,
procede con sus poderes intrnsecos (yas ta hta carati svadhbhi); invistiendo la
vida, que proceda in statu pupillaris (es, Syaa iyamah); cualquiera que sea
la herida que hayan infligido el mirlo, la hormiga, la culebra o el chacal, t, oh Agni,
el omnidevorador, crala, y Soma tambin, que mora con los brahmanes, RV.
X.16.1-650.
Por otra parte, la aplicacin de los textos en un sentido inverso es perfectamente
legtima, puesto que la muerte recurrente es a su vez un paso a otro mundo, a otra viA menudo se ha observado que para el g Veda es desconocida una doctrina del Infierno. De
hecho, sin embargo, el Infierno del g Veda es precisamente la tumba ante-natal de la que se considera que escapan los principios deseosos de vida, o dentro de la cual pueden hundirse de nuevo aquellos
que han cado en el pecado metafsico o que son enemigos de los Parientes arios. Por otra parte, el estado de latencia (de privacin) intermedio, es un estado futuro slo desde el punto de vista de aquellos
ya manifestados en otro en, y que, al estar inclinados progenitivamente (praj-kmya) y ocupados de
las obras, todava no han subido como Comprehensores (vidvn) por encima de la vorgine de la corriente del mundo. Siempre que la evolucin y la involucin de los mundos se considera como un ciclo eterno, el Infierno o la restriccin es necesariamente un estado pasado; y es igualmente un estado
futuro, cuando se contrasta con el estado de los mundos mismos, en los que se persigue libremente la
satisfaccin de los deseos.
Al mismo tiempo, slo desde el punto de vista mundano (laukika) el estado de privacin puede y
debe considerarse como un estado de falta; hablando ms estrictamente, la privacin es una ausencia
de todas las condiciones limitativas, una libertad (adititva) que no es en algn modo (nti, nti), sino
potencialmente en todos los modos (vivatas, etc.), pues Lo que es silente (tum = maunam) es inexpuesto (aniruktam), y lo que es inexpuesto es todo (sarvam), B. VII.2.2.14, cf. Maestro Eckhart,
Esta impotencia de la esencia es su potencialidad principal.
49
Este nombre esencial de Agni, como el que akhyat devnm janim, RV. IV.2.18, y viva veda
janim, VI.15.13, es aqu especialmente apropiado.
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La ltima referencia es a las torturas del infierno, en los sentidos que ya hemos dicho, cf. por
ejemplo RV. IV.19.9, donde se habla del Hijo de la Doncella (Agni) como ciego y devorado por
las hormigas. De Agni como octavo ditya, Martda, Agni Vaivnara, Agni-Prajpati, puede decirse ciertamente que desciende al Infierno y que resucita de entre los muertos, puna puna
jyamna.
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da, aunque todava dentro de los mundos; en RV. X.58, Yama es evidentemente el
gobernador de los muertos en este sentido. Aqu es inevitable una ambigedad de
aplicacin51, aunque slo sea porque una extroversin debe implicar (siempre que el
proceso csmico se concibe como cclico, kresilaufig) una introversin correspondiente y anloga. Justamente de la misma manera, por ejemplo, la revolucin de la
rueda solar, que desde el punto de vista del karma ka es hacia la vida en los mundos, desde el punto de vista del jna ka y del budismo es una revolucin hacia la
muerte, a saber, la muerte ltima del alma. No puede haber una espiracin sin una
despiracin (nir-va) correspondiente. La mayora de los textos que examinamos
aqu se relacionan principalmente con el pityna, es decir, la Va de los Patriarcas.
Slo aquellos cuyo viaje transcurre en el devayna, es decir, la Va de los ngeles,
retornan de nuevo all donde la salida y la entrada no son alternas, sino una y la misma cosa; nicamente puede decirse del Comprehensor, como de Agni, que Si bien
procede el primero, sin embargo mora siempre en su Terreno (anu agra carati
keti budhna, RV. III.55.7).
Aunque la va de Yama es la temida va de la muerte (RV. I.38.5) y Agni es el
principio de la vida mismo (yu, ekyu, vivyu, passim), el g Veda identifica a
Yama con Agni (I.164.46), o llama a Agni el querido amigo (kmya, X.21.5) o el sacerdote (hot, X.52.3) de Yama, y hay un aspecto significativo en el que sus funciones coinciden, a saber, como juntador de los parientes (en I.59.1, Agni jann yayantha, en X.14.1, Yama es sagamano jannm), cf. ekam bh, devenir uno, es
decir, morir. Las funciones contrastadas estn unidas de hecho en el Germen de oro
cuya semejanza es la de la vida, y cuya semejanza es la de la muerte (X.121.2), en
el Ao que separa a algunos seres y unifica a otros (AA. III.2.3). Cmo stos dos,
que son el mismo, juegan cada uno en las manos del otro, puede verse en RV.
51
Una ambigedad que aparece en relacin con todas las representaciones simblicas del ciclo
csmico. Por ejemplo, el rbol de la Vida es un rbol que ha de alimentarse o de talarse segn nuestro
punto de vista, ver los textos citados en mi Elements of Buddhist Iconography. Y sin multiplicar los
ejemplos indios, puede sealarse que como ocurre en el caso de los himnos funerarios del g Veda, as
tambin ocurre en los textos funerarios del culto solar en el antiguo Egipto, donde es muy evidente que
estos se redactaron originalmente con respecto a la procesin divina, y que solo secundariamente se
adaptaron inversamente. Esto se hace especialmente evidente cuando encontramos que se invocaba al
Faran (Teti) para que acudiera a rescatar al Sol (Atum) de la obscuridad el glam sryam vdico, V.40.6, etc. a encender para l la luz y a protegerle, ver J. H. Breasted, The Dawn of Conscience, 1934, p. 87.
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I.163.2-3, donde el caballo sacrificial (entregado a la Muerte por Agni como sacerdote y fuego sacrificial del Avamedha) es entregado por Yama a su vez a Trita, que es
Agni mismo ab intra, es enyugado por Trita, cabalgado por Indra, e identificado con
Yama, con Varua (ditya) y con Trita. Todos stos son Uno para el Comprehensor,
absolutamente unificado (ekadh bhtv, BU. V.5.12), es decir, muerto y enterrado
en la Divinidad. Podemos decir, entonces, que es como Yama como el hombre moribundo contempla a Agni cuando alcanza el reino de los dos reyes, Yama y Varua
(X.14.17); y que para el Comprehensor (vidvn), y para cualquier hombre que ha
hecho el bien, ese nico principio, que algunos desean como vida y otros temen como
muerte, puede ser visto en el aspecto del Amigo (mitra), del lugar de Encuentro
(sagamana), y del Seor de los Colonos (vipati); para l, las vas de Agni y de
Yama son uno y el mismo devayna.
Hemos buscado mostrar que el g Veda no tiene nada que ver con los acontecimientos en el tiempo, sino con la entrada del tiempo desde los vestbulos del cielo
exterior, es decir, agre, en el comienzo, in principio. Esa entrada del tiempo no
puede considerarse tampoco como un acontecimiento en el tiempo; es primero y un
comienzo slo en el orden del pensamiento lgico. La vida es cruzar todo el
tiempo, desde el por todas partes a este aqu dentro, y una mocin adelante hasta el
fin ltimo (pururtha, param padam)52. Sicut erat in principio, est nunc, et semper erit, in saecula saeculorum. Estos son, por supuesto, puntos de vista Prva
Mmsaka; pero aqu se han desarrollado independientemente.
Algunos han sido impresionados por la sorprendente variedad de la mitologa,
el ritual y el arte indios: estara ms cerca de la verdad hablar de su mismidad o monotona53, pues de hecho nunca se aparta del tema fundamental del Comienzo de ToNo hay necesidad de decir que desde el punto de vista del jna ka, tan familiar en la formulacin budista, la travesa que ha de llevar a cabo el Comprehensor, o que ha de llevar a cabo por l
el ngel de su devocin ngel de quien l participa (bhakti = participacin), no es como era en el
comienzo desde all, sino desde aqu; pues como lo expresa el maestro Eckhart, el fin ltimo es lo
mismo que el primer comienzo.
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La monotona de la implicacin (ekavttatva) o de la mismidad (samat), no carece de variedad
en la explicacin (vivttatva) , sino que es comparable a la del agua que fluye desde una fuente perenne, o a las de las estaciones que recurren. Si a nosotros no nos cansa nunca el recital de lo que es
siempre la misma historia, esto es en el mismo sentido en que nunca nos cansa la salida y la puesta diaria del sol: a menudo pedimos novedad cuando nuestra atencin se distrae, pero siempre que consideramos las realidades de la vida, reconocemos que lo que necesitamos realmente no es una experiencia perpetuamente nueva, sino una experiencia constantemente original (ex fonte).
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