Diaguita
Diaguita
Diaguita
Diaguita
Otros nombres
calchaqu,
pazioca,
cacn
Ubicacin
cacn (extinto)
espaol (actualmente)
quichua (actualmente en Santiago del Estero).
Etnias relacionadas
quilmes
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ndice [ocultar]
1 Diaguitas de Argentina
1.1 Comunidades
2 Diaguitas de Chile
3 Cultura diaguita
3.1 Idioma
3.2 Sociedad
3.2.1 Parcialidades
3.2.2 Organizacin
3.3 Vivienda
3.4 Agricultura
3.5 Ganadera
3.6 Alfarera y metales
3.6.1 Cermicas y metalurgia de los diaguitas en Chile
3.6.1.1 Diaguita I o transicin
3.6.1.2 Diaguita II o clsica
3.6.1.3 Diaguita III o diaguita-inca
3.7 Religin
3.8 Mitologa
3.9 Leyendas
3.9.1 Los Ptalos de la Rodocrosita
3.9.2 Chaya y Pujillay
3.10 Espiritualidad y cementerios
4 Referencias
5 Enlaces externos
Diaguitas de Argentina[editar]
Comunidades[editar]
En la provincia de Catamarca se halla la comunidad Los Morteritos-Las Cuevas,
dentro del municipio de Villa Vil, en el norte del departamento Beln, que
cuenta con 246 integrantes.4
En el Departamento Atamisqui:
Ayllu de Codo, incluye a las comunidades de Codo y Toro Uman.
Ayllu de Puncu Atun, incluye a Puerta Grande y Vinal Pozo.
Ayllu de Atamisqui, incluye a zona rural de Villa Atamisqui y Cortadera.
Ayllu Cacn de Mochimo.
La vida diaguita se mantuvo estable hasta la llegada de las tropas del Imperio
incaico de Tpac Yupanqui, en 1470, bajo el mando del general Sinchi Roca,
quien tena a disposicin 10 000 hombres, segn lo comentado por el Inca
Garcilaso. La conquista probablemente no se realiz de norte a sur como fuese
lo esperable, las cermicas incaicas encontradas en los valles de Elqui y de
Limar, anteriores a las encontradas en Copiap, hacen suponer que los incas
cruzaron desde Tucumn hacia estos valles y desde ah expandi sus
conquistas hacia los valles aledaos. La ausencia de estructuras defensivas,
pucars y el rpido cambio estilstico de las cermicas locales hacia estilos
propios del Cuzco hacen creer que la invasin incaica no tuvo mucha
resistencia. La presencia de ciertas cermicas (vasijas pakcha) destinadas para
ritos exclusivos incaicos y otras vasijas destinadas a los jefes locales de claro
diseo cuzqueo hacen suponer una fuerte alianza poltica entre ambos
pueblos.7 Por medio de esta alianza los diaguitas tuvieron una situacin de
privilegio en el Collasuyu, se cree que muchos de ellos formaron parte de las
huestes incas que conquistaron todo el territorio chileno y parte de Argentina.
Junto a los incas, la influencia de la cultura diaguita se expandi hasta el lmite
norte de la cultura Copiap y hasta el Rio Cachapoal en el sur, limite de la
Cultura Aconcagua. Esta aculturacin diaguita-inka conforma un nuevo periodo
llamado "Fase III". Es durante este nuevo periodo cuando el Imperio Inca
designa un Apunchic llamado "Anien" en el "Wamani de Coquimbo",
instalndose en el valle del mismo nombre, posiblemente en el actual poblado
de Altovalsol. Se observa en este valle la caracterstica andina de subdividir el
territorio en dos mitades o "sayas", llamadas Hanansaya y Hurinsaya. Los
lmites del "wamani de Coquimbo", que tena un claro origen diaguita,
abarcaban desde el Valle de Copiap por el norte hasta el Valle del Choapa por
el sur.
Cultura diaguita[editar]
Los orgenes de los diaguitas difieren de los pueblos andinos ya que los
diaguitas tienen linajes hurpidos, pmpidos y andinos.
Idioma[editar]
El idioma del pueblo diaguita era el kacn, que segn las fuentes se lo llama
tambin kakn, kak, caca, kaka y chaka. Es una lengua actualmente extinta,
de la que se conservan topnimos y otras escasas palabras en el habla
coloquial de los habitantes de las zonas del norte de Chile, Argentina y sur de
Bolivia.
Parcialidades[editar]
En el siglo XVI los diaguitas se encontraban divididos en tribus o parcialidades
las cuales muchas veces llevaban el nombre de su linaje principal, linaje que
ejerca el seoro. Los grupos que aparecen mencionados en por diferentes
autores y cronistas son:
abaucanes
aconquijas
aimogastas
amaichas
ambargastas
anchapa
andalgals
anguinahao
autigastas
belichas
calchaques
capayanes
casminchango
chilis
choyanos
coipe
collagastas (colalao)
colpeos
culampajaos
fiambalaos
guandacoles
hualfines
huasanes
huaschaschis
huatungastas
ingamanas (incamanas o encamanas).
kilme (Quilmes).
mayupucas
motimogastas
mutquines
olongastas
ovantas
palcipas (paccipas)
paquilin
pituiles
polcos
pomanes
pulares
sahuiles (saujiles)
sijanes
sitguagastas
taji
tinogastas
tocpo
malatura
tolombones
tucumangastas (tucumanahos)
upingascha
wamatinaj (famatinas o famaifiles)
yocaviles
Al este de los Andes, es decir en el actual noroeste argentino, cobraron fama
las siguientes parcialidades paziocas (usualmente llamadas diaguitas):
Amaichas
Calchaques
Capayanes
Hualfines
Olongastas
Quilmes
Tolombones
Yacampis
Organizacin[editar]
Antes de la invasin incaica, los diaguitas se establecan en pequeas aldeas,
cada cual era totalmente independiente de la otra, por lo que cada una posea
un jefe. Posterior a la llegada de los incas los valles fueron divididos
generalmente en dos seoros o sectores llamados "saya", Hanansaya o
sector de arriba, y Hurinsaya o sector de abajo bajo el mandato de un
Curaca designado por los incas.
Vivienda[editar]
Las formas de las viviendas de los diaguitas iban de lo rectangular a lo
cuadrangular. Se componan de varias habitaciones comunicadas entre s, con
angostas puertas para su salida al exterior. Utilizaron, en su construccin, el
mtodo pirca (superposicin de piedras) el techo, a dos aguas, era de paja o
torta (mezcla de paja, ramas y barro).
Agricultura[editar]
El jefe diaguita reparta las tierras y organizaba la construccin y el cuidado de
las terrazas de cultivo en las laderas de las montaas. Se trabajaba la tierra en
comn y se guardaba parte de la cosecha en los depsitos comunales.
Cultivaban el maz, fruto que constitua la base de su alimentacin, el zapallo,
Ganadera[editar]
Los diaguitas practicaron la ganadera de tipo trashumante. Criaban llamas,
alpacas y tarucas, sobre todo en las zonas altas y fras. La mayor parte del ao
se dedicaban a la ganadera, pastoreo de auqunidos, de los cuales obtenan
carne (la cual era secada al sol para obtener charqui, un tipo de carne
deshidratada), lana y huesos que usaban en la confeccin de herramientas,
tambin eran usados para el transporte de carga. El pastoreo era realizado casi
todo el ao en las orillas del valle y en verano, al retirarse las nieves, solan
ocupar los pastizales cordilleranos.
Alfarera y metales[editar]
Los diaguitas eran diestros alfareros. Cada familia fabricaba sus ollas, cntaros
y vasijas. Adems, haba artesanos especializados que realizaban, por ejemplo,
las urnas funerarias, donde los diaguitas enterraban a sus muertos. Algunas de
estas urnas decoradas, se han conservado y son expuestas en museos, en la
zona actualmente chilena su cermica recibi influjos culturales procedentes
de culturas que habitaron el actual litoral al norte de la regin, por este motivo
su cermica suele tener formas antropomorfas y zoomorfas ("nforas-pato",
etc.).
Diaguita I o transicin[editar]
En su mayora son escudillas (platos semiesfricos achatados) con lneas y
figuras geomtricas por los lados, desde simples escalas rojo-negro a rojas y
negro sobre fondo blanco, divididas por una figura antropomorfa o zoomorfa.
Se observan rasgos del Complejo Las nimas presentes en esta primera fase
de transicin. En esta fase y en la II aparecen los jarros patos y jarros zapatos.
Vasijas asimtricas cuya forma recuerda a un pato. La metalurgia es simple y
escasa.
Diaguita II o clsica[editar]
Platos con borde cilndrico ascendente, el cual puede abrirse a medida que
aumenta la altura. Al centro de este cilindro suele ir dibujado un felino cuya
boca es destacada mediante un relieve, la cola tambin es destacada de la
misma manera.
Religin[editar]
Las cermicas duales de los diaguitas apuntan hacia la creencia de la
existencia de dos mundos en las cuales los chamanes son el nexo.
Mitologa[editar]
Leyendas[editar]
Los Ptalos de la Rodocrosita[editar]
Tras largos das y noches de andar, el chasqui alcanz el ltimo tramo del
camino que conduca a la morada del rey Inca. Llevaba una singular ofrenda
destinada al gobernante: tres gotas de sangre petrificadas, el precioso hallazgo
fue recibido con mucha emotividad. En el Lago Titicaca, en tiempos pasados,
se haba construido el templo de las acllas: las vrgenes sacerdotisas del Inti.
Sin embargo, jams lograron deshacerse del hechizo de los shamanes incaicos.
Ella falleci y su cuerpo fue sepultado en la alta cumbre de la montaa, l
muri poco tiempo despus, ahogado en su triste soledad. Una tarde, el
chasqui andalgal descubri la tumba de la usta aclla impresionado por ver
cmo floreca, en ptalos de sangre, la piedra que la cubra.
Rpidamente sali del estupor y arranc una de las rosas para ofrendar al rey
incaico. El jefe del imperio, aceptando con emocin la flor de la rodocrosita,
perdon a aquellos antiguos amantes furtivos. En adelante, las princesas de
Tiahuanaco lucieron con orgullo trozos de la piedra rosa del inca, smbolo de
paz, perdn y amor profundo.
Chaya y Pujillay[editar]
Cuenta la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india, que se
enamor perdidamente del Prncipe de la tribu: Pujllay, un joven alegre, pcaro
y mujeriego que ignor los requerimientos amorosos de la hermosa indiecita.
Fue as como aquella, al no ser debidamente correspondida, se intern en las
montaas a llorar sus penas y desventuras amorosas, fue tan alto a llorar que
Tiempo despus, enterado el joven del regreso de la joven a la tribu con la luna
de febrero, volvi el tambin al lugar para continuar la bsqueda pero fue
intil. All, la gente que festejaba la anhelada cosecha, lo reciba con muecas
de alegra; el por su parte, entre la algaraba de los circundantes, prosigui la
bsqueda con profunda desesperacin, aunque el resultado totalmente
negativo. Por ello, derrotado, termin ahogando en chicha su soledad, hasta
que luego, ya muy ebrio, lo sorprendi la muerte. Punto final de un acontecer
que se repite todos los aos, a mediados de febrero...
Espiritualidad y cementerios[editar]
Los diaguitas tallaban menhires o monumentos monolticos colocados en forma
vertical, para rendir culto a sus antepasados. Los menhires del noroeste
argentino, como otras construcciones similares son itiflicos y se asociaban con
cultos estacionales de la fertilidad, estos monumentos ya eran erigidos por la
precedente cultura taf.
Los diaguitas, mostraban una preocupacin en sus entierros por una vida postmuerte en la cual el alma tiene un papel primordial. Con la llegada de los incas
se trajo la tradicin de hacer altares en los cerros ms altos del valle, como es
el caso del cerro Las Trtolas (6.332 msnm).
Los entierros diaguitas son la mayor fuente de informacin sobre esta cultura.
Los cuerpos eran colocados en espacios rectangulares protegidos por cinco
piedras lajas en cada costado y en la parte superior. Es habitual encontrar a los
cuerpos acompaados de llamas o guanacos sacrificado -signo evidente de la
importancia de la ganadera-, sus pertenencias, utensilios de cermicas, metal
o hueso, y en casos especiales eran enterrados con sus esposas y con parte de
los dedos de otras personas. La deformacin craneal era una prctica
extendida dentro de la etnia, pero no provoc efectos tan negativos.
Referencias[editar]
Volver arriba INDEC. Censo 2001 - Encuesta Complementaria de Pueblos
Indgenas
Volver arriba Los principales autores (Lizondo Borda, Lafone Quevedo, Eric
Boman, Juan Bautista Ambrosetti, Ana Mara Lorandi, Bertonio, etc.) que han
estudiado la etnonimia de esta poblacin concuerdan en que la denominacin
diaguitas es una castellanizacin del nombre que les daban los quechuas en
el siglo XVI, y que estos, por su parte, usaban el nombre con el cual
previamente les apelaban los aymara, probablemente constituido por la fusin
de palabras parofnicas: tha kita (de una regin apartada), da kita (hombre
cimarrn), tiya kita (habitante remoto).
Volver arriba INDEC. Censo 2001 - Encuesta Complementaria de Pueblos
Indgenas.
Volver arriba Reconocen derechos a comunidad indgena en Catamarca.
Volver arriba COMUNIDADES INDIGENAS DE TUCUMAN. PUEBLOS
calchaquies. Tucumn, febrero de 2006.
Volver arriba Algunos autores destacan ciertas divergencias respecto a la
situacin de los valles Copiap y Huasco respecto de los valles diaguitas ms
nucleares como Elqui y Limar hasta el punto de establecer una nueva cultura
en aquellos valles, la Cultura Copiap.
Volver arriba Hidalgo, Jorge, Carlos Aldunate, Francisco Gallardo, Flora
Vilches, Carole Sinclaire y Diego Sala (2001). Tras la huella del inka en Chile
(ZIP). www.precolombino.cl. pp. 7581.