Psicoanálisis Con Niños - Teoría y Técnica - Hora de Juego - Aberastury
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V.
con uno de ellos. Ese entendimiento debe servir para la mejor compren
sin del problema y no para crear un nuevo conflicto.
Para formarnos un juicio aproximado sobre las relaciones del grupo
familiar y en especial de la pareja, nos apoyaremos en la impresin que
tengamos al reconsiderar todos los datos consignados en la entrevista.
Esta no debe parecerse a un interrogatorio, en el cual se sientan enjui
ciados. Por el contrario, Lhay que tender a aliviarles l a angustia y la
culpa que la enfermedad o conflicto de un hijo despiertan y para eso
debemos asumir desde el primer momento el papel de terapeutas del hijo
y hacernos cargo del problema o del sntoma:)
,
Los datos que nos dan los padres suelen ser inexactos, deformados
o muy superficiales, pues no suelen tener un conocimiento cabal de la
situacin y ldurante la entrevista olvidan parte de lo que saban debido a
la angustia que sta les provoca.JSuelen vivirla como un enjuiciamiento.
Adems, .no pueden, en un tiempo tan limitado, establecer una relacin tal
con el terapeuta -hasta entonces persona desconocida-, que les permita
profundizar en sus problemas.
No consideramos conveniente finalizar la entrevista sin haber logrado
los siguientes datos bsicos que necesitamos conocer antes de ver al nio:
a) motivo de la consulta; b) historia del nio; e) cmo s e desarrolla un
da de su vida diaria, un domingo o feriado y el da de su cumpleaos;
d) cmo es la relacin de los padres entre ellos, con sus hijos y con 1
75
'
76
AR:\IINDA AOERASTURY
.'
Motivo de la consulta
L)
alegra:J
les pregunto luego lcmo evolucionaron sus sentimicntos,J si lo acep
taron, se sintieron felices o se ilusionaron, porque desde que un mno
es concebido todo lo que acontece es importante en su evolucin posterior.
Todos los estudios actuals ponen su nfasis en In relacin de la madre
con el hijo y es un hecho comprobado que Lcl rechazo emocional de la
madre, ya sea al sexo de su hijo como a la idea de tenerlo deja huellas
profundas en el psiquismo de ste0 Por ejemplo, el nio que nace con
la misin de unir una pareja en trance de separarse, lle\a el sello de este
esfuerzo. El fracaso determinar en l una gran desconfianza en s mismo
y en su capacidad para realizarse en l a vida 1
La respuesta que brinda la madre n cmo sobrellev su embarazo nos
indica cul fue la iniciacin de la vida del hijo. No espero que la
respuesta sea un fiel reflejo de In verdad, pero, en cambio, lo que los
padres nos dicen confront:do con el material ofre.cido por el nio, ser
de gran utilidad en la imestigacin :!. En algunos casos hubo al principio
una ocultacin consciente de hechos imporlanles, sin embargo, la mayora
dr las veces se trata deLolvdos, omisiones o deformaciones de recuerdos por,
conflictos inconscientes 3.1 A veces este olvido fu e tan llamativo e incom
prensible que slo la frecuencia de hechos similares -en m experiencia y
en la de otros analistas--, me permiti aceptar que no se trataba de un enga
o consciente ni de una ocultacin voluntaria -me refiero a casos en los
cuales hubo abortos no mencionados, antes y despus del nacimicnlo del
paciente 8 o circunstancias de la vida familiar durante el embarazo comple
tamente olvidadas.
Aunque en realidad muchos nios no son deseados por sus padres
-por lo menos en el momento de la concepcin-, la respuesta. que obtene
mos en la mayora de los casos es que fueron deseados, y si aceptan el
rechazo lo atribuyen ni otro cnyuge. Similares dificultades se presentan
cuando interrogamos sobre el embarazo y parto. Es casi la norma que
e!l los antecedentes consignados en la primera entrevista leamos: "Hijo
deseado, embarazo y parto normales", y es en cambio muy poco frecuente
que estos datos se mantengan en la historia reconstruida.
Por ejemplo, nos consultaron por una nia de dos aos y medio a
quien se le haba diagnosticado una epilepsia primero y luego una oligo
frenia. En los antccodentes apareca como hija deseada de un matrimo
nio bien avenido; tena una hermana de tres meses y la madre no record
dificultades n i antes ni durante el embarazo.
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a)
77
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78
U:
J
j
79
--
IJO
ARMINOA ABERASTURY
SUSA;o/A L. Dt FtJtROI.
Con GnA H. DE RoSENTHAL.
Una mala rolacin de cabeza.
80
ARMINDA ADERASXURY
TEORA
1
81
EuZABETH C. nt GARMA.
en
!os
.r
83
parte de un supery censurador que lo trabar, o lo har caerse y lastimarsc cuando quiera caminar y no se sienta permitido ampliamente des
de dentro ..
Cuando interrogamos sobre este punto las respuestas de la madre
esclarecen mucho sobre t:' u capacidad de desprenderse bien del hijo:;
Pueden decirnos, por ejemplo, que siguen teniendo nostalgia de cuando
era un beb tan rico y tan limpito, o comentar que si bien les dio mucho
trabajo en ese momento, daba gusto verlo hacer un progreso cada da.
tPara el nio la marcha tiene el significado -entre muchos otrosde la separacin de la madre, iniciada ya con el nacimientO;.] Por lo tanto,
la madre comprensiva deja caminar a su niio sin apurarlo n i trabarlo
de modo que el desprendimiento sea apacible y gozoso, ofrecindole as
una pauta de conducta que lo guiar en sus pasos en el mundo .
Preguntamos Ji el beb tena tendencia a caerse al comenzar a caminar y si posteriormente sola golpearse, porque las respuestas nos aclaran
sobre el sentimiento de culpo y sobre In forma de elaboracin del com
piejo de Edipo La tendencia a golpearse o a los accidentes es ndice de
una mala relacin con los padres y equh:le a suicidios parciales por una /
maJa canalizacin de Jos impulsos destructivos.
En l a eegunda mitad del primer ao se intensifican en el nio ten
dencias expulsivas que se manifiestan en su cuerpo y en su mente. La
proyeccin y In expulsin son la forma de aliviar las tensiones y si estos
mecanismos se traban, las cargas emocionales se acumulan produciendo
.sntom:u.J
Uno de los ms frecuentes en ese perodo de la vida es elynsomnioJ
ste y muchos otros se incluyen en los cuadros patolgicos habituales del
nio durante el periodo de la denticin 12, que por lo tanto merece nuestra
;
}
,.
'
10
J
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TEORA
ARMil'iDA ABER.ASTURY
82
1:
84
r especial atencin. Nos interesar saber Lsi la a paricin' de las piezas den
1J
vida emocional
13
ARMINOA ABERASTURY
85
Las respuestas que la madre nos d sobre este punto no slo nos
orientan para valorar la neurosis del nio, sino para comprender el vnculo
que tiene con el hijo .
Son pocas las madres que recuerden con exactitud estos datos. Feliz
mente el material del anlisis de nios y en especial el de nios pequeos
nos ha permitido reconstruir posteriormente estas experiencias y las hemos
podido comparar ulteriormente con lo que los padres recordaron ms
tarde 16
Uno de los primeros casos que me orient en esta investigacin fue
el de una nia enurtica. La madre haba relatado en la entrevista inicial
que' el control de esfnteres se haba iniciado con mucha paciencia y
cuando la nia tena ms de un oo . Sabamos tericamente que un nio
ccn ese trastorno siempre haba sido sometido a un aprendizaje precoz :y
severo. Descubrimos luego a travs del material de esa nia que en su
caso tambin haba sido as. En una entrevista ulterior, luego de meses
de tratamiento gracias al cual mejor notablemente el sntoma, la madre
record con asombro que la hija haba recibido un aprendizaje en dos
tiempos y que ella en la entrevista inicial haba recordado solamente e l se
gundo. Haba olvidado en cambio que cuando su hija tena 15 das, la sue
gra, que viva con ellos, insisti en iniciar el control de esfnteres contra su
voluntad y con e l consentimiento del marido. Esta situacin fue una de
las tantas en que se expres el conflicto entre la pareja. Las circunstancias
en que se inici este primer control y el conflicto matrimonial subyacente
explican el olvido de la madre.
Cuando interrogamos sobre lenfermedades, operaciones o traumas,!)
consignamos en la historia no slo la gravedad sino tambin la reaccin
15
16
86
ARMINDA ABERASTURY
sean pobres.
[
0
)l
es comuo es
Las complicaciones que se presentan en l enfecdad
.
s
reg1
te
rtan
de la infancia son de por s u n ndice de neurosiS y es 1mpo
trarlas en la historia.
hijouelen
Cuando preguntamos a los padres sobre laexualidad del
con facilidad
asombrarse por la pregunta, pero generalmente nos informan
al del
sobre este punto, salvo cuando niegan cualquier actividad sexu
respecto:.} Y
hijo. Trataremos aqu de averiguarllo que han observado al
ores sor
es este.cnomento del interrogatorio el que nos depara las may
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sexualida
la
a
cto
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con
o
adult
del
ptos
conc.e
los
e
sobr
slo
no
s,
presa
os
del nio sino sobre la forma de responder a sus preguntas.En los grup
que
de orientacin tenemos muchos ejemplos de las graves dificultades
encuentran los padres para contestar la verdad.
.
v1da
a
l
a
frente
padres
los
de
La actitud consciente e inconsciente
zo
sexualde sus hijos tiene una influencia decisiva en la aceptacin o recha
87
ARMffiDA ADERASTURY
88
b.
conconadas
f
1
e) El da
de vida.
.
p reguntas concreta que nos orienten sore expencnc1s bas1s deepen
dencia e independencia, libertad o coaCCIn externas, mestabilidad o esta
19
examen.
h
1c1nes
h
1
Durante el anlisis de nios se ha comprobado que as m
de aprendizaje escolar y dificultades para ir a la escuela tenn sus rmces
.
en Jos primeros aos y que un nio que no ha ugao. b1en tampoco
L
aprende ben.:J La gravedad de las dificultades de aprend1zae no podemos
valorarlas a travs de.lo que los padres nos relatan. Es frente qu u
nio en apariencia muy buen escolar sen u n nio muy neurollco con mh1
. _
bciones parciales que ni siquiera son perc1b1das por los ?ades.
En otros casos los padres pintan un cuadro en apanencu1 muy grave
y se trato slo de dificultades momentnas o
por ellos
mismos como por ejemplo el haberlo env1ado al pnmer grado n los S
aos d edad. Por eso es importante interrogar sobre la edad en qu
nio ingres a la escuela y la t.!acilidad o dificultad en el apred1zaJe
de lectura y escritura, nsi como s le causaba place!, rechazo o SI mos
traba ansiedad o preocupacin exagerada para cumphr con sus deberesJ
89
d) Relaciones familiares.
Cuando llegamos al punto final de In entrevista suelen sentirse ya
poco dispuestos a hnccr confidencias sobre s mismos -como al principio
y en cambio inclinados a darnos una idea de su relacin afectiva con el
nio y de lo que ste significa para ellos.
Se comprende que muy poco podremos saber sobre las verdaderas
'
relaciones entre ellos y nos limitaremos por eso a consignar la
edad, la
ubicacin dentro de la constelacin familiar, a saber si los padres
viven
o no, profesin o trabajo que realizan, horas que estn fuera
de la casa,
condiciones generales d e vida, sociabilidad de ellos y de sus
hijos.
Es posible que sen necesario disponer de ms de una hora
para
complctor la historia, sobre todo para los principiantes, y conv
iene dedi
crsela, pues lo fundamental es qu'e hayamos consignado todos los
datos
que podamos obtener de los padres antes de iniciar nuestra labor
con el
nio, sea sta de diagnstico o de trotamiento.
He sealado que debernos esforzarnos por conocer el mxi
mo de
90
ARMINDA ABERASTURY
91
_
se mtc
to el trastorno de sueno -ya que haba apareci
do antes de la
convulsin- y nos dijeron que el pdmer pavor
surgi cuando tena 7 u
8 mes
Pre
gun
tmo_s si en esa poca dorma sola y contest
aron que
comparho el dormttono con ellos hasta el nacimiento
de la segunda hija.
Tenamos ya un panorama que nos confirmaba
lo que solemos ver
en los trastornos de sueo de esa edad : estimul
acin inadecuada, falta
de movimento, sobreestimulaci por dormir _:n
el cuarto de los padres.
.
TEORA
VI.
93
hasta 4/5 aos y con pocas modificaciones sirve tambin para nios de
P)Pel, lpice color, goma, goma de
ms edad; cubos, pla{finn,
pegar, algunos mujicos pequeos, trapitos, tijeras, piolin, al/os, tacitas,
platitos, cubiertos, cortaplumas y tijeras.
1,
ser grande
La habitacin donde se psicoanaliza a un nio no precisa
deben
porque la tcnica de juego no e:cige mucho e!pacio. Las paredes .
o Ilexplast;
ser lavables y conviene que el piso est recubierto de linoleum
a lo mesa ? al
debe disponerse de una plancha de amianto que se adopte
_
o
optim
piso, ya que puede ser necesario que el ni_o juege con fuego.
trabajo, de uso
si se dispone de un cuarto de bao comumcado con el de
corriene.
exclusivo del paciente, en el que haya un lavatorio con. agua .
ese b no
"'
1S
Desde este momento el terapeuta y su habitacin se ofrecen receptivamente al nio y el cajn ya preparado es un smbolo de esta situacin.
que deber mantenerse siempre.
-1 *
f
.b
As como nuestra permisibilidad para que juegue con agua no debe lle
gar a que le dejemos nundar
i
el consultorio, sino que regulamos el suminis
tro de sta -adems de interpretar los motivos que lo impulsan a inun
dar- del mismo modo administraremos los otros materiales. Creo que en
esto debcmosi.Eiferenciar los juguetes de los materiales que, como el agua.
deben estar siempre a su disposicinJu uso debe ser controlado por el
analista y en lneas generales dira que si se utilizan adccuaamente deben
estar siempre a su alcance, pero no si el nio los usn para una destruc
cin incontrolable;) Por ejemplo, si un nlo usa el block de papel para
quc:mar, luego de observar suficientemente las caractersticas del juego, se
le impedir y se le interpretar el significado de usar algo expresivo r
constructivo para hacer de ello materia intil y destruida. Los nios sin
grandes conflictos en el aprendizaje pedirn hojas de diario o inservibles
Ei necesitan quemar papel. LEI uso inadecuado de ese material tiene el
significado del maltrato a partes de s mismo, del terapeuta )' de su
vnculo con l. Un nio podr intentar tirar hojas de su block al inodoro.
Papel, lpices de colores y hpiccs, son los materiales con los que
preferentemente se comunica un nio entre 6 y 12 aos, y deben por lo
tanto estar siempre a su disposicin con tal fin; lo mismo acontece con
la plastilina. t!'ero si un nio pretende usarla slo para tirarla al suelo y
pisotearla, lo obsenaremos hasta comprender su accin en relacin con
el o los juegos anteriores -a veces con lo que aconteci al iniciarse la
sesin- y lo interpretaremosJ Si se repite In misma actividad compulsi
vomcnte :on el evidente intento de quedarse sin nada, lo frenaremos,
u
adems de interpretar:J Supongamos que el juego previo a la destruccin
Un paciente de Elizaheth Cnnnn tnjo unn vez una cotorra, con lo cual introdujo
d problema de qu e su madre hablaba demasiado.
95
fue modelar una cara que l juzg que le haba salido mal, el thar y
pisotear la plastilina ser una forma de mostrarnos su impotencia o des
consuelo por sentirse incapaz de crear 3
Puede suceder que luego de interpretrselo cambie la accin ; si por
el contrario, ella contina, I.Pejarlo sin poner lmites a su destructibilidad
_J,
aumentara su angustia y culpabilidad:J LSera adems un error interpro- --1
tar esta conducta como agresiva, pues la aparente actitud sdica encubre
atu un profundo masoquismo y culpabilidad que lo impulsan a quedar
despojado y destruido, siendo ste el punto de urgencia. Del mismo'
modo que si un nio pretende morirse, quemarse, arrojarse por una ventana, actitudes bastante frecuentes durante el curso del tratamiento de
r.ios neurticos o psicticos, tomamos las medidas de precaucin eficaces 1
p:na evitarlo, sin dejar por eso de interpretar el acto que hemos frenado;
igual debemos hacerlo con sus posesiones y con el vnculo que existe
entre l y nosotros, a travs de ellas.
Una nia de 6 aos us la goma de pegar para untar las paredes 4 :
el material que sigui a la interpretacin mostr que pnra ella vaciar el
frasco de goma no era en ese momento un acto masoquista, sino que
estaba ensayando las posibilidades de que "algo" sirviera para unir lo
que estaba destrozando. Este acto significaba su ensayo de cmo podra
arreglar dentro de ella las palabrns rotas y la goma era una sustancia
valiosa de la que deba disponer incondicionalmente; lo indicado entonces
era llenar su frasco cada vez que estuviese agotado. Si en cambio slo
lo hubiera usado para untar, untarme o untarse en una forma masoq uista,
no se lo hubiera renovado.
En resumen, determinados elementos que se ofrecen al nio para
facilitar la comunicacin preverba1 son bsicos y deben ser renovados
siempre que sean tiles para expresar algo. \..Evitamos la aniquilacin de
esas sustancias que simbolizan contenidos del paciente o del terapeuta
as como el vnculo entre ambos, del mismo modo que lo preservamos a
l:JLa reposicin de otros materiales: autos, aviones, platos, etc., se har
siempre que el nio lo pida y que las circunstancias lo aconsejen. Desde
ya es importante que el material que le ofrecemos sea simple y de buena
calidad y en lo posible no frgil.
Supongamos que un nitio organiza carreras de autos en las que
compite con hermanos y destroza durante el juego uno de ellos; si pide
que se lo repongamos es evidente que, adems de interpretar, debemos
accederle, Lde lo contrario puede sentir que consideramos irreparable la
destruccin realizada.:J
Aconsejo en ese caso no sacar el auto roto aunque el nio pida que
1;
TEORA
AllMINDA ADERASTUR\'
3 Es
un mecanismo sealado
pe}*
por
96
fl
1)
del nio.
4.)
'
lo roto aunque
los .
los toco, hoeo
lrbntos en actitud similar a la
un adulto consul
land n diccionario, y cuando encontr lo que buscaba
me Jo mostr.
La lanuna representaba a una niiia algo mayor que ella con
una manzana
en la mano. Al mismo tiempo pronunci el nombre
una de sus herma
nas, tambin algo nayor. Me mostr lu go otra nia con un globo
en la
mano
todas lus frg rras que selecctono tenan en comn representar a
luna nrua o a una muJer que posea algo; a todas les daba el nomb
re de .
su herran J Luego volvi a mostrarme la primera lmina. Coloc
su
?
lll&no rzqurerdn ahuecada como pidiendo algo y con la derecha
tom
libro abierto n la primera imagen y lo sacudi dando pequeiios golp
.
.obre su mano rzqrcrda, co o tratando de que los objetos cayeran
en
rda va
cr?
la irgura que representaba a su rival con la manzana en la mano,
::mdomc de un modo interrogati>o como pidindome una solucin. Ro
.
prtro lo mrsm
o con todas las imgenes que me haba mostrado dando
.
gs de impac encia rccicnte despus de cada fracaso. En esta
rimera .
.
...ccron n
e
Lmost.ro su r11alrdad con la hermana a la que vea poseyendo
lgo v lroso mrentras ella se senta con las manos vacas:) Su fantasa
mconscrente de enfermedad era que a consecuencia de tanta frustracin
acumlada necesit de la convulsin para descargar la rabi:. Es posibl
e
que srn los libritos de figuras hubiera encontrado otra forma de
expre
. o, pero .
lo nusrn
mdudablcmentc su presencia facilit la comunica
cron. La notable capacidad del niiio para expresar sus conflictos
en un
de
y el terapeuta lo abrir
de
crse
qe
Ese cajn con restos de juguetes, en desorden, sin nada que conser
vara su apariencia atractha o que le impulsarn a jugar era el cuadro
de rmo se senta a s mismo. Aceptar su cajn en esas condiciones signi
fic para l que lo aceptara tal cual era. sin exigirle el esfuerzo de mos
trarse bien y sano. Agregarle cosas atractivas haba significado para l
que le exiga mostrarse corno ellas, sin comprender que no poda hacerlo
estando tan enfermo.
1>
5)
) que todo cambio o entrevista con familiares se discutir con l y./
97
_Y
:rnc
TEORA
ARIJNOA ADERASTURY
98
'
un avin: con los brazos representa las alas y hace como si volase, lo
que en el lenguaje de un adulto sera: "yo me voy contigo".
es
'
l isis el nio
Es frecuente tambin que en algn momento del an
Lbusque un ntimo contacto con el terapeuta y sea conveniente actuar del
mismo modo que cuando nos agrede, interpretando su conducta, po
niendo lmites, derivando la accin a algo que nos represente.Jtn algu
nas situaciones muy excepcionales he encontrado til satisfacer algo
99
Esta nia tuvo un precocsimo desarrollo genital, por eso sus fantasas
de seduccin tomaron tan abierto cariz de unin genital. El xito del anli
sis 7, que la llev a la curacin del sntoma -bronquitis asmtica- se debi
o que en la relacin transferencia! pudo elaborar la prdida de sus objetos
originarios y surgieron los defensas contra la depresin; disminuyendo
-.
'
100
EORfA
AIThHNDA A,DERASTURY
enu
101
11
u.
Cf. e
s tudios de Angel Cannn robre las vestimentas y las membrnnns fetales.
"El origen de los vestidos". Rev. de Psicoanlisis, tomo VIl, N9 2, 1949.
102
ARMINDA ABERASTURY
dad ldica hace que el analista se limite a jugar y eso es slo entrar
en el juego pero no es asumir el papel de terapeuta.
Con frecuencia un nio pide 1.9ue el material con el que ha jugado
-* qued.e fuera del cajn sin que nadie lo toque hasta la sesin siguiente..:.)
En cada caso, este pedido tendr un significado diferente que debe ser
interpretado, pero adems, lno podemos acceder a su pedido porque si
bien la angustia subyacente suele ser el miedo a un cambio, no puode
imponerse a otros nios la visin de ese material, que despertar su cu
riosidad, quizs celos o rabia, complicando innecesariamente su vnculo
con el terapcuta;)Tampoco por l mimo podemos exponer sus posesiones
que estaran en peligro porque no podramos prohibir las reacciones que
' suscitaran. LJnterpretamos su necesidad de P?
_n.,rnos a prueba,J de saber
1 si 1 defenderemos de su compulsin a ser depujado. atacado, o de su
nt-cesidad de exhibirse y despertar en los otro t:clos o en\idin por sus
posesiones. A veces esle pedido oculta el dceo de que otros hagan lo
mjmo y ver as lo que tienen ; en ese ca$o, cuando nos negamos, suelen
insistir en que les abramos el cajn de otro nio para ver lo que tienen
adentro. Tampoco podemos acceder a este pedido, que traera una cadena
de complicncones, de difcil manejo tcnico y funtlamentalmente le qui
tara seguridad tle que mantendremos su propio cajn en absoluta re
serva. Sera similar 11 responder al pedido de un adulto que nos pregunta
se cules son los padecimientos de otro paciente que vio al salir o al
entrar del consultorio.
Conviene estar siempre atento a los detalles que pueden haber moti
vado C6te pedido en nios que hasta enlonces se manejaron bien con su
cajn individual. Puede haber sucedido que ese mismo dia vieron a
otro paciente o percibieron un detalle nuevo en el consultorio o en el
analista mismo y esto los inquiet porque no comprendieron su signfj.
cado. A veces una mancha o raspn que estaba hace mucho tiempo lo
descubren ese da, y quieren investigar quin fue el que nos da o
maltrat. En cualquier caso loUmportante es encontrar en el nio mismo
y no en lo externo lo que determin el p
edido j
.
Muchas veces un nio que ha dibujado d
urante muchas sesiones
pide que pongamos sus cuadros en las paredes como en una exposicin.
Imaginemos por un momento lo que podria pasar si accediramos a este
pedi<io. Alguien querra destruir todos los dibujos, enojado y celoso
que le hayan ocupado un lugar que en ese momento deba ser slo para
l, puede querer despegarlos y llevarlos a su casa, puede dibujar otros
y querer ponerlos encima de los anteriores para taparlos. Desde ya que
cualquiera de estos pedidos puede ser interpretado y prohibido o permi
tido, sin que esto sea un obstculo fundamental para que se prosiga el
tratamiento, pero traera siempre como consecuencia la tendencia a re
petir situaciones similares complicando e interfiriendo innecesariamente
su propio tratamiento y el de los otros. Si se considerase tcnicamente
-K
'
"
103
lO+
TEORA
105
que lleva aos analizando adultos y comienza a tratar nios, siente que
le es ms fcil despus de esta experiencia formular interpretaciones y
creo que esto se debe al esfuerzo que exige adaptar el pensamiento, que
h? ta hace yoco considerbamos privativo del adulto, al lenguaje de un
:
,
nmo pequeno.
Es frecuente que al comenzar el trabajo con niios se experimenten
stimients de molestia y pesadumbre cuando hny que aceptar que el
nmo perc1be, comprende., expresa y juzga en un nivel tnn cercano al
nuestro. Una de las ms fuertes frustraciones que hemos sufrido de
pequeos es el no encontrar respuesto a nuestra curiosidad y ms an
el no ser comprendidos cuando nuestra comunicacin era prcverbal 0
slo rudimentariamente verbal.
Al interpretar a un nio de 16/18 meses y comprob-ar la facilidad
con lo que comprende nuestras palabras y el alivio que experimenta se
hoce evidente el error del adulto que no slo habla cualquier cosa delante 1
de l -porque piensa que no entiende todava- sino que s i el nio
_
da s1gnos
de haber comprendido lo hace callar irritado o lo considera {
un nio excepcional. He analizado nios desde 14 meses y pienso que '
el perfeccionamiento de la tcnica llevar a poder hacerlo con nios ms
pcquenos.
accin debe aber el papel que le toca jugnr:J Si est jugando a preparar
comidas y el nio quiere que participemos, debemos preguntarle cmo
<!! la comida que debemos preparar, cmo la debemos dar y cundo.
Aunque el nio no hable comprende muy bien lo que le decimos y se
hace comprender en su lenguaje preverbal. Cuando se trata de un nio
de ms edad, puede explicamos cada detalle del papel que nos asigna.
Por ejemplo, si juega al colegio y nos toca ser alumnos, adems de
interpretar el cambio de papeles de adulto a nio, le pediremos que nos
indique qu clase de alumnos somos, qu hacemos; qu queremos de l
como profesor y qu quiere l como profesor de nosotros como alumnos.
Si se niega o resiste a hacerlo es necesario formular la interpretacin
que le de nuevamente conciencia de enfermedad, de que somos sus terapeu
tas y no estamos jugando con l sino psicoanalizndolo. Slo as po
dre111os comprenderlo y ayudarlo.\.Se alivia cuando ponemos ese lmite
y le ratificamos nuestro papel de terapeutas cada vez que l lo eludej
l!l En una
cart:t
sobreentendido
que al annhs111
se le pagan honoranos
. Es preferible que el nio no
conozca d monto de los honorarios porque ll<:guramenle le parecern exorbilantes.
f.:os padres deben ecirle al nio que es como pagar In escuela o algunn cosa as. De
mnguna mnoera p1enso que hay que hacerle creer al nio que al analista no se le
paga."
fr
106
ARli11NDA ABERASTURY
Con lllanuel
107
Kizzer.
TEORA
VII.
curacin.
DE
}
*
108
109
NIOS
IIO
'
ARMINDA ABERASTURY
Caso
l.
Roberto es un nio de
lll
que la ltima huella llegase h3sta su madre.J Subi entonces sobre ella
y la abraz con un gesto envolvente, como si quisiera llevrsela en los
contiguo al bao.
eso
se
teme como a
La universalidad de las figuras del hada y l.t bruja o del bueno y el malo
en los cuentos infantii.!S 'e explica por cstt: doble aspecto del objeto originario.
10 Las huellas perdidas y el deju hudbs duraderu para reencontrar el hogar
abandonado o JlCrdido. es tema de muchos cuentos infantiles.
1 1 la madre que se borraba cuando el terror por la mala imago lo inundaba.
tZ
Cf. captulo xr.
ARMJNDA ABEHASTURY
112
Caso
2.
13
o,
113
,!
Caso
3.
114
a los l l meses, coincidiendo esta vez con la prdida definitiva del pecho;)
Ya que en ese entonces se mova mucho y poda escaparse del orinal, lo
su significado.
A pesar de su corta edad no manifest dificultad en separarse do
la madre 16, entr con la terapeuta y la madre qued en la antesala.
Lo primero que tom fue un corralito y una cunita con un beb dentro.
Fue luego a la antesala a buscar a la madre y la trajo al consultorio.
Se sent en el suelo y se rode de l a cuna con el beb, del bao y de
un aparador con vajilla, sentndose la terapeuta junto a l.
Indic con alegra que un beb estaba sentado n el inodoro, lo
al da siguiente.
El que haya entrado sin su madre no obstante ser tan pequeo era
l:i
Elizabeth G. de Garma.
lG Esta reaccin, frecuen1e en nmos autistas, es ndice de serios tras1omos
afectivos.
17
Eran mueblee pequeos y livianos.
oJ beb
11
115
ARMINDA ABERASTURY
es
(
1
lo que haba padecido. Por eso se muestra tan feliz cuando vence el
temor y el beb acepta el orinal.
era el del control, ya que pudo manejar solo esa actividad 18, pero no
as con el devestir y el sacar el mosquitero, actividades parn las que pidi
c:a..co
116
ARIINDA ABEHASTURY
Casos 4 y S.
21
22
SIL<:na L. de Ferrer.
Cf. copitulo Xltr.
l
(
TEORA
ll7
118
s e; psese
J1
.
TEORA
ARMrNDA AOERASTURY
Virginia es una nia de dos aos y medio, que present desde los
tres ? cuatro meses bronquitis espasmdic.as febriles, cuadro que se
..
rep11Jo con m a frecuencia, acompaado de anorexia, prdida de peso,
marcado decaJmJento general e intensa palidez. Apenas repuesta volva
23 L4 identificacin con el objeto
perdido
es u.na
119
::
25
Jorge Rovatti.
Moiss Trnctemberg.
211 Dos avioncitos, dos nutitos, dos tnza.s, un espejito, dos juegos de cubiertos,
un ovillo de hilo, tijeras, tres bnrTas de pla.stilioa.
120
1(
ARMIND. ABERASTURY
J
l es
_
1
7'
121
pitulo TV.
ca
1
J
122
ARMINOA AOERASTURY
TEORA
123
SCSIOn.
J
1
124
ARMCNDA
TEOnA Y TCNICA
ABERA.STURY
Caso 7
nios, captulo
11.
DEL
PSICOAi'>LISIS DE NIOS
125
El recorrido del troley con los gruesos nudos -las pnradas- repre
sentaba para Erna el recorrido de la materia fecal o travs del intestino,
mostrando luego en el curso del tratamiento, lo que era su fantasa in
consciente del acto de defecar y de la materia fecal. Porn Erna la materia
fecal representaba el feto dentro del vientre de !a madre y particularmente
ella, corno bija mala, es decir, como materia fecal destructiva. Al decir,
mientras dibujaba, que la gente se baja un poco antes de la parada
final del troley mostraba su conocimiento de lo forma en que haba nacdo,
:lbandonando el cuerpo de su madre en forma abrupta, antes de que
sta muriera -se parara-. Al final, el troley quedaba completamente
vaco, del. mismo modo que su madre qued muerta. Quedarse hasta el
final hubiera significado morir con ella, pero el haberla abandonado antes
y vivir, la dej cargada de una intenso culpa, que pagaba en parte con su
126
AllaiiNDA ABEHA$TURY
} z'
;
Caso 8
En el caso anterior vimos cmo una nia de 5 aos, que sufra de un
pertinaz estreimiento, simboliz las dificultades para evacuar el intestino.
Mostrnremos ahora cmo Fernando, de 8 aos, represent el sntoma con
trario: la falta de control urinario y feeal. La primera hora de juego
fue diagnstico, no habindose, por lo tanto, interpretado el material.
32 Idcnlizacin que
FICURA )
es
un corol:uio de In persecucin.
cr. KLEIH, Mtt.AHJE: "Sorne theorctical conclusions rcgarding the emotionol
(jfc of the infant". Capitulo VI, Devtlopments in. PJychanaly.sis, Tbe Ho;nrth Pre!!.S
Ltd., 195. Traducido en la Reui.sta Uruguaya de PJ:oanlisi.s, tomo IJ, pg. 3, 1958
,_
..
.Ao\UELLE
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fua nA 3
01::
NIOS
127
3)
se
Caso 9
terapeuta supo, por la madre, que Beatriz naci luego de un parto pro
longado, sufri de asfixia, no respir en seguida y la mantuvieron veinte
das en incubadora, ayudndola con oxigeno para respirar. Cuando la
madre la puso
poda succionar.
En estas circunstancias
1l
1
33
34
Manuel Kiz:ter.
12H
Alt:\!H'>nt\ ABEIIASTUitY
Cuando sta volvi a la cn5a con el nue,o beb, Beatriz llor durante
horas. agarrndose de un modo dramtico a los barrotes de la cuna de
su hermanita.
Poco antes de la iniciacin del sntoma muri la abuela materna en
circunstancias particularmente traumticas para 13eatriz, pues dorma en
la misma cama que su nbueln. El fallecimiento aconteci durante In noche
y sbitamente, pero segn la madre la nia permaneci dormida y no
se enter de lo ocurrido. Cuamlo un tiempo despus le explicaron que su
abuelita se haba ido al ciclo, Beatriz pidi morir para ir a jugar con
ella. La fobia a los rcngos coincidi con el aprendizaje de la marcha tic
su hermana y se hizo realmente evidente el da que sta dio los primeros
pasos sola. De todos los d:tos que suiJ!inistr la madre me parece impor
tante sealar que una hermana de la abuela muerta es renga y que
Beatriz no la vea con frecuencia, ni antes ni despus de la muerte de
la abuela.
Be:llriz era una nia bonito, de mirada expresiva y simptica. F.u
su primera hora de juego, una ,ez dentro del consultorio, mir asu>tada
todo lo que la rodeaba. Luego de algunos momentos de \"acilncin tom
un muequito, luego otro y los mir alternativamente como comparndolos.
Los dej, torn un telfono y lo acerc a su cuerpo, tratando en seg uida
de parar una mueca.
Analicemos este fragmento: en la inspeccin ansiosa que hizo de la
habitacin mostr su desconfianza frente al analista y el temor de que
fuese corno los padres. El afn de comunicarse intensamente con l
lo expres en la observacin alternada de los rnuiecos. seguid:t ele la
aproximacin del telfono a su cuerpo. Cuando par la mueca e,idcnci
su preocupacin por la bipedestacin y anunci que su sntoma se rela
cionaba de algn modo con el ponerse de pie. Recordemos que la apari
cin del sntoma coincidi con los primeros pasos de su herrnona, y el
embarazo de la madre, con los primeros pasos de Beatriz.
Continu el juego tratando de introducir esa misma muieca en una
baiera, sin poder conseguirlo; par unos muiecos, tom luego una barra
de plastlina, la parti por el med., y pregunt: "Qu voy n hacer
con esto partido?" En este nuevo "ragmento de su juego e
tnmos ms
cercn de comprender el significado de su fobi.a. Expres el deseo de
que la hermana no hubiera nacido -la mueca que trata ele introducir
en la baera, smbolo del vientre materno- y esto lo hace inmediatamente
despus de haberla parado. Pero la hermana existe y se para -los mu
iecos que se ponen de pie- y entonces surgen sus impulsos destructivos
y parte en dos la barra de plastilina, con el significado de romperle las
piernas. Su problema es ahorn cmo arreglar lo que ha destruido: por
eso le pide al terapeuta que le enscic a reparar las piernas de los rengos,
que son un desplazamiento y eondcnsncin del dao n la hermana y a la
abuela. Mediante este desplnzarnicnto de los conflictos con su hcrnwna
129
130
ARMINDA ABERASTURY
Vlll.
Una vez que poseemos los elementos que consideramos tiles y sobre
ellos hemos elaborado nuestro diagnstico del caso, concertamos una
nueva entrevista con los padres.
r)
132
ARMINDA ABEI\ASTURY
133
de la relacin del niiio con sus objetos de acuerdo a su mvel. Los ulttmos
aportes tericos sobre la relacin del nio con la madre, la inclusin
del padre y hermanos en In vida cmciona! dl nio, 1 despertr de
.
intereses la iniciacin del proceso de stmboltzacton, permtteu la onenla
'
cin del lactante, orientacin que indudablemente ser la mejor profilaxis
de futuros trastornos. As, hemos visto que la orientacin temprana de
la madre es el mejor antdoto para la formacin de sintomas derivados
de dificultades no tan graves. Por ejemplo, madres cuyos hijos mayores
hnban tenido variadas alteraciones del sueo y de l a alimentacin pu
dieron comprobar que despus de su asistencia a un grupo de madres,
en sus hijos menores no se presento ron estas alteraciones ; y an cuadros
de caracteres ms graves tambin tuvieron una incidencia menor 3
En los nios de 1 a 5 aos las modificaciones en la actitud de la
2
134
ARMII'iDA ADERASTURY
madre, si bien no tan efectivas en todos los casos, siguen siendo muy
importantes: si el nio est en tratamiento lo favore1:cn y si no lo est,
el grupo lo ayuda a mejorar su conducta cuando disminuye el sentimiento
de culpa, que es el punto de urgencia de la interpretacin en el grupo.
Esta culpa surge invariablemente con mayor o menor intensidad, de
acuerdo a In gravedad de la enfermedad del hijo.
Fntoo, ANNA : Psicoanlisis del nio. Ed. Imn, Buenos Aires, 1951.
'
135
.
asignar a los padres para vencer las d1hcultades
que he senalado. Segun
pude ver estas surgan de una confusin de su papel con el dl terapeuta
_
_
creada en la tcnica anterior, en la que deb1an colaborar camb1ando s1tua
ciones o actitudes.
Uegu a la conviccin de que no conviene dar consejos a ls pdres
-siempre que el nio est en anlisis- aun cuando se trate de s1tC10Des
.
sumamente equivocadas, como colocho, castigos corporales, seducc10n, ct.c.
Sostengo que es slo la mejora del nio la que con
iona u real camb1o
en el medio ambiente familiar y por lo tanto trabaJO con el en una re
lacin bipersonal como en el anlisis de adultos.
El psicoanalista de nios se enfrenta con el doble problema de la
di
en el
nter
en el
inter-
AfiM
136
INDA ADF.RASTURY
TEOHA
1>1::
NINOS
137
propios conflictos 0 si su
todo este uego
por los sentimientos contradictorios que he sealado. Como
o por ellos, se
de transferencias no poda ser interpretado, no era elaborad
iencia absoluta
mantena reprimido y los llevaba a fluctuar entre una obed
y una rebelin sistemtica.
.
. .
.
e
man
el
tl
dtftc
? de
EsLa complicada y sutil red haca cada vez mas
r ;h.ada de Jdea:
las entrevistas en las que se manifestaba generalmente la ?
cJon, lo que lo:.
lizacin 0 de amor, y no el resentimiento .Y la frustr.
que otra parte
conduca con frecuencia a destruir el tratamtento del hto
rtante era_ qe
de su personalidad defenda y sostena. Otro hecho impo
o apurar la meona.
si el terapeuta del hijo les peda ambios pa.ra ayudar
se sentan fracasados si no podLan cumphrlos.
. .
d
d
arlos o solu
aliVI
La comprensin de estos problemas y el c..<:CO
que no era
:
cionarlos me llev a cambiar la tcnica, pues entcndta 1)
Cf. captulo V.
138
ARMINDA ADERASTURY
TEOIIA
l39
ps1co
1ento
trata
el
o
a d
13 L
. urn.1on de
porque puede ser que llore, se desespere, patalee gntc
'dad el que sea o no acces1ble de mod1f1cacJon me
<\ reacc10n, 1 a ntens1
1
- Y su
diante la interpretacin, nos ensea mucho sobre 1a ustona de1 mno
forma de actuar en el mundo.
.
..
la norma que
es
cas1
c1on,
separa
ta
abrup
Despus de esta primera y
1
1
)
l1
12
i de nios.
l<J.EtN, MELANIE: El psicoan4ls
Cf. C3ptulo V.
1s ce: caphulo
XI.
140
mondan a sus hijos a colegios religiosos o les hacen cumplir con determi a
das exigencias -generalmente los mjsmas que sus prpios padres les r_n
pusicron cuando nios-. Nado se ganara con cxJ.carles la olu_s10n
que se crea en la mente del hijo confrontando s ate1smo y In ehg10: 1dad
que le imponen; esta contradiccin deber solucionarlo 1 propo p_nc.ento.
La iniciacin del tratamiento debe hacere estableciendo prev111mente
las condiciones bsicas, de modo tal que el terapeuta pueda otuar co el
nio con la misma libertad que si se tratara de un a.dulto, sm neces1tar
nuevas entrevistas con los podres.
El tercer tema que es necesario aclarar con los padres la posicin
del terapeuta frente a la procedencia del l io: ?..?pcin, ilegitimidad, etc.
Es experiencia de los analistas que cuand? tos -nmos son adoptados saben
. . aun en aquellos casos en
inconscientemente la verdad de su cond1C1on
Jos cuaJes se les ha ocultado celosamente y el anlisis los llva a acer
consciente esa situacin. Al plantear el problema a sus padres, estos mas de
una vez se negaron a decirle In verdad o interrumpieron bruscamente_ 1
tratamiento. Actualmente se informa de todo esto a los padres y se 1111
ciar el tratamiento con la condicin de que estn dispuestos a aclararle
su origen cuando l se lo pregunte s no aceptan . esa condicin, bajo
ningn concepto puede llevarse con exto el trotam1ento: Cundo se va
acercando ese enfrentamiento del hijo con sus padres odoph1os, estos suelen
pedir una entrevista.
Al iniciar la sesin siguiente le comunicamos ni paciente el contnido
de aqulla, lo que facilitar el esclarecimiento, aliviando adems lo ans1edad
de los padres que as se sienten ayudados.
.
En muchas otras situaciones donde un sector importante de la verdad
ha sido eludido, sta tcnica de entrevistas facilita el esclarecimiento en
el momento en que el nio cst realnente peporado _ yara enfrent11r y
elaborar la verdad. No solamente el pac1ente, smo tmnhen los padres, ne
cesitan tjempo para aclarar algo que debi ser muy penoso para permanecer
secreto tanto Hempo.
Trajeron en consulta a una nia adoptada que sufra d? graves tras
_ adoptado.
tomos de aprendizaje, uno de los sntomas frecuentes del nmo
Cloria, de 9 aos, sola expresar sus problemas dibujando casas de depar
tomentos. Estas casas tenan 9 pisos -sus aos- y el problema que plan
teaba el dibujo ero el de las puertas cerradas de la planta baja -su
primer ao de vida-. En los pisos siguientes las ventanas tambin estaban
cerradas. En sus asociaciones era evidente la preocupacin de saber por
dnde se entraba a la casa. El signilicado latente de esta pregunta era el
averiguar si haba entrado por los genitales de su madre -la puerta de
entrada- o por la puerta de entrada de la casa en que habitaba.
Si la puerta permaneca _cerrada era poque le haban negad
es:
clarccimiento. Cuando la analista comenzo. a mterpretnr este matenal hablo
ron los padres para que confirmasen a la nia la verdad, pero no haban
es
1
1
es
J e
!e
141
ARIIt'\DA ADERASTURY
en
1
'
ese
14.2
ARMINDA AOERSTURY
143
144
AFIMJNI>A AIIERASTUFIY
que muchas veces vivan con eiJos relaciones de dependencia tan extrema
como la de un nio con sus padres. Los llevaremos a la independencia in
lernamenle y, si esto se logra, podrn recin llegar a desprenderse del
sea
necesario.
15
Cf. caphulo V.
el duelo.