Manual de Apreciacion Cinematográfica
Manual de Apreciacion Cinematográfica
Manual de Apreciacion Cinematográfica
Mxico, DF
2012
A Rafael Vargas
1. Objetivo.
NUESTRO
OBJETIVO
ES
INTENSIFICAR
2. Etimologa
SEGUN LOS DICCIONARIOS, LA PALABRA apreciar significa "poner precio" o
"reconocer el mrito de las personas o las cosas".
El enunciado precio, en su primera acepcin expresa "el valor de una mercanca en
unidad monetaria"; pero tambin refiere "la estima en que se tiene algo" o "el
sacrificio o dolor con que se consigue algo". Y mrito es "la accin de la persona que la
hace digna de elogio o de censura", "el resultado de un acto loable" o "lo que
autnticamente da valor a las cosas".
Todos estos campos semnticos determinan el sentido de este Manual, aunque de
inmediato hemos distanciado la cuestin econmica en s. Consideramos primordial
establecer lo especfico de la Forma Cine, esto integra y entrega la clave "tcnica"
para pensar el cine como cine; pues deja ver y nombrar lo "propio" del cine como
objeto de nuestra reflexin sistemtica sobre la experiencia del sensorio humano:
escritura-lectura del texto, proliferacin de significancia.
Una actividad o trabajo hermenutico que sobredetermina el juego semntico que
genera la interrelacin de las palabras: trabajo, precio y pensamiento. Los hechos de
sentido que produce el trabajo del pensamiento que aprecia el valor del trabajo mismo
al interior de la "experiencia cinemtica".
El nuestro es un trabajo intelectual de carcter tico; a travs de un proceso de
descodificacin abstracta (semitica y retrica), se reconocen, descubren y proponen
valores para la recepcin crtica de la experiencia, se crean condiciones de
pensamiento (enunciados), para saber si tiene sentido tomar en serio el cine, o sea, si
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tiene sentido pagar dinero y hacer sacrificios de tiempo para acceder al goce ntimo
de la experiencia cinemtica.
El trabajo puesto en juego por la mquina textual que aqu nos interrelaciona
configura una constelacin de enunciados para hacer saber y saber hacer la reflexin
sobre la experiencia cinemtica. Para as ver y nombrar el acontecimiento espiritual
que le da precio al cine, el acontecimiento que nos hace apreciar el discurso
cinemtico, el mensaje general de las pelculas.
Trabajamos de este modo el valor intelectual y material del cine; su mejor razn
de ser un medio del pensar libre.
Es decir, con este Manual no tenemos el propsito de "hacer cine" ni simplemente
de "verlo bien". Aqu, de manera especfica, fija, lgica, antes que nada queremos
"apreciar lo cinemtico en y para s", la esencia sustancial de la mirada que nos otorga
la experiencia cinematogrfica, queremos ponerle precio a lo que vemos en y con la(s)
pelcula(s), saber lo que vale ver y pensar las pelculas --en todos sentidos. Y
reconocer de forma colectiva (con este gesto pblico) la necesidad de realizar un
sacrificio, el gasto de un exceso, es decir un trabajo; el sacrificio especfico de
cumplir el objetivo de este Manual-taller, la activacin de la maquinaria textual
concreta, a cambio de alcanzar voluntariamente el mayor placer posible en la
contemplacin de pelculas y, en general, del discurso cinemtico. Pues el objetivo
implica, despus de realizado el sacrificio, una donacin voluntaria, convertir el
trabajo en placer. Salir de uno, para ingresar en la cosa del cine, para apreciar el cine.
Gozar ms inteligentemente (con) el cine. Comprender la cosa plural (pblica) de la(s)
pelcula(s).
libertad(es). Deseo. Escopofilia. El gusto que causa el gesto de mirar el resplandor del
cine. El tierno fuego elctrico de Frankenstein, el monstruoso Prometeo moderno. Que
del lado postmoderno del cine ms actual, como en Orlando de Virginia Woolf, cambia
de gnero y sexo, deviene Pandora y su caja que no es caja sino nfora. Otro decir,
otro pensar. No por necesidad un pensar "nuevo" pero s en todos los casos un pensar
distinto, diferente, otro de hecho. Con sistema.
Por tanto, aunque aqu no evitamos analizar el cine como obra de arte y objeto de
entretenimiento, nuestro inters reflexivo siempre quiere ir ms lejos en la reflexin
crtica. Queremos estar ya incluso despus de la accin de resistencia contra la
sociedad del espectculo --y justo con un manual sobre el espectculo de moda!
Nuestra propuesta analtica se dirige hacia la plena autoconciencia del modelo de
representacin cinemtica de la imagen puesto en accin por el acontecimiento del
cine, la(s) pelcula(s), o sea, la forma general como el cine se (nos) comunica. La Forma
Pelcula --segn el orden simblico predominante todava en la globalizacin del
tardocapitalismo financiero.
Ver para nombrar de modo recursivo y as ejercer subjetividades otras, distintas
--segn esta figura de escritura y su episteme: la experiencia cinemtica.
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3. Lo cinemtico
EL CINE (LO CINEMATICO) ES un acontecimiento trascendental en todo sentido,
ya que, de hecho, todava no podemos imaginar ni racionalizar lo que habr de marcar
en la psique de la especie; apenas vemos aparecer el cine dentro de la existencia
mortal, no ha cumplido todava ni un siglo completo de prctica social, apenas deviene
completamente cotidiano por medio de la tv y la videograbadora; por ello hay que
pensar cada vez ms en comn y ms en serio el precio y aprecio que le debemos
otorgar a la experiencia cinemtica, o sea, su valor real, el valor que tiene en nuestra
vida personal y lo que significa en y para el siglo que la ve comenzar a existir como
nueva figura de la conciencia, el siglo que la conoci convertida casi nicamente en
mercanca hiperfetiche de la industria cultural del capitalismo tardo... un siempre
"gris" dispositivo mercantil para enajenar el sufrimiento real de todos y de todo, como
un etreo pero letal opio de la postmodernidad sin chiste, un soporfero para olvidar el
sufrimiento que impone la depauperacin creciente de la fuerza de trabajo, o sea,
como la mercanca cultural del mundo planetarizado a la fuerza por el capitalismo
tardo (fase donde el modo de produccin subsume el consumo, o sea, el valor de uso, y
determina para consumir sin consciencia la conciencia del consumidor; fase donde el
capital produce, transmite y consume la cultura colectiva). Y por eso mismo, por su
pertenencia ntima al capital, el cine tambin puede ser la mercanca que,
paradjicamente, deviene anti-mercantil, la mercanca que revela la parte maldita, lo
interdicto: arte y filosofa y al mismo tiempo la superacin del arte y la filosofa...
pensar el pensar... Un nuevo pensamiento, un comunicar(se) radicalmente diferente, la
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4. Un precio
HAY QUE PENSAR UN PRECIO del cine que tome en cuenta los muchos elementos
que deben darse para que de veras ocurra la experiencia cinemtica, para que, as, con
ese precio plural, realmente acordado en comn, quede clara la marca que deja el
hecho en s de ver una pelcula, es decir el trabajo personal de recibirla y trabajarla
en la conciencia, de percibir la mimesis y aspeccionar la digesis, activar el trabajo de
interpretar para ver la idea del cine. Un precio todava muy difcil de fijar y pagar,
porque es el precio de un acontecimiento en efecto inapreciable por completo. Un
precio "inapreciable", sin precio, porque, desde cierta perspectiva, la del opio y la
ilusin, puede ser despreciable, mnimo, nada de nada; y al mismo tiempo, desde otra
perspectiva, la que busca lo esencial, la que sigue el proyecto radical de indagar por el
deber ser ms ntimo de la existencia personal, el cine resulta ser de un valor e
inters incalculables, pues le da otra forma, una ms amplia, a la conciencia, la deja
pensar la aspeccin y percepcin del mundo, la deja ver la mirada... la razn de ser.
Si en los hechos el cinematgrafo logra anestesiar tanto dolor y sacrificio
innecesarios, tanto exceso explotador de la racionalidad instrumental administrativa
(que, por ejemplo, como estudio de tiempos y movimientos de trabajo en el taller y la
fbrica, regula visual, grfica y verbalmente la sustancia para s del proceso de
trabajo), entonces, en su contraparte, en su sombra burguesa, el cine tambin puede
comprenderse como un sntoma de utopa, el deseo de un deseo supremo, una zona de
roce(s) entre el deseo y la institucin. Desborde de precios. Muchos valores en
tensin inquieta. Inflacin idoltrica, inquisicin y mstica, la ltima hoguera de la
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ejemplo, a conocer la trama completa de una pelcula que todava no ha visto. Misma
entidad que considera desperdicio ver una pelcula ms de una vez.
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5. Pensar el cine
QUEREMOS APRENDER A PENSAR MEJOR el cine, volvernos ms conscientes de lo
que hacemos cuando vemos una pelcula y pensamos en las pelculas, con ese
aprendizaje buscamos superar el estado de ilusin que rodea al cine-espectculo y
obtener cada vez mayor placer consciente, o sea, mayor comprensin inteligente de la
existencia justa, sabia y feliz por medio de la recepcin crtica radical de pelculas.
Queremos pensar el significado actual de lo cinemtico elctrico (diaporama, pelcula,
televisin, video, computadora...), entendido muy especialmente en tanto expresin
histrica y nueva forma de practicar el conocimiento de la persona, la sociedad y el
cosmos, una manera nunca antes vista pero deseada por los ojos desde hace siglos
--para practicar en comn, con sentido, el camino de la sabidura; queremos ver y
nombrar el discurso cinemtico como ascenso en el proceso evolutivo de la conciencia
humana. Una forma nueva de emplear la conciencia, un cambio en la forma de la
memoria. Otro valor para los ojos.
Entonces, pensar el cine significa estar situados en el futuro con el conocimiento
del pasado, con las llaves de una tradicin. Habitar la crtica radical del presente,
gozar el cambio permanente.
Haca miles, si no millones de aos que no apareca una forma tan nueva de
comunicacin, una manera radicalmente diferente de transmitir la experiencia
esttica de lo sublime, un elevamiento general en la comprensin de la esencia de la
vida. Otra concepcin del estar ah, puestos en juego como existencia en el tiempo.
El encuentro de Oriente, representado por la quietud somtica del espectador en
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en la del cerebro humano, apenas comenzamos a vislumbrar lo que nos hace y har
pensar la experiencia cinemtica.
Como taller de apreciacin cinematogrfica trabajamos con la intencin de crear
mejores condiciones, condiciones ms ptimas para el ejercicio de la razn ilustrada, a
fin de alcanzar la situacin estable de espectadores autoconscientes del cine, es decir
conciencia(s) despierta(s) ante la experiencia cinemtica, conciencia(s) intrprete(s)
que goza(n) voluntariamente (desde/en/con/por/sobre) el mensaje cinemtico, o sea,
que obtiene(n) de la experiencia cinemtica el mayor placer efectivamente posible con
cada reflexin y cada nueva recepcin, porque realizan el deseo de pensar. A fin de
sublimar el cerco represivo de la institucin. Interpretar por cuenta propia, conocer.
Nuestro objetivo consiste en crear condiciones para que cada tallerista pueda
entender objetivamente mejor el acontecimiento del cine dentro de su propia
existencia pensante; la razn de ser de la comunicacin cinemtica en nuestras vidas
personales y colectivas. Trabajamos el mejor entendimiento de lo que el cine desea
comunicarnos a todos y cada una de nuestras personas al hacernos desear saber ms
sobre el cine en tanto cosa del pensamiento, ms desde todos los puntos de vista que
sea posible pensar, y siempre con la buena intencin de saber cada vez ms sobre el
sentido de la vida pensante, que es el punto donde el cine mejor nos pone a pensar en
serio.
Porque nos encontramos trabajando directamente la comprensin de un nuevo
medio de comunicacin, un medio verdaderamente moderno, esto es, nunca antes visto
por el hombre; un medio sin igual, un medio que nos convoca a imaginar visualmente el
futuro donde nos proyecta la civilizacin elctrica, un medio original, porque nos da un
nuevo porvenir a los mortales. Marca una nueva huella de existencia mortal consciente.
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"Una armona invisible es ms intensa que otra visible." Herclito, fragmento 54.
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nuestra propia existencia pensante tanto como individuos que como grupo y grupos; y
as el cine ha demostrado ser un vehculo trascendental para la festiva revuelta que
emancipa de las instituciones falogocntricas convocando a la comunidad feliz de los
individuos y los grupos y el grupo. Una vez tomado en serio, como reflexin que piensa
la verdad del ser, el discurso del cine, su significado, hace pensar por cuenta propia, y
as nos deja conocernos mejor a nosotros mismos y reconocer tambin mejor la
sagrada presencia diferente del otro. Funda comunidad de comunicacin y de
comunicaciones.
El trabajo de este Manual-taller deja ver de modo ilustrado, es decir sin ilusiones
inconscientes, de modo razonable, fcilmente comprensible para cualquier persona de
buena voluntad, o sea, de modo autnticamente cientfico, la experiencia cinemtica
en tanto objeto del deseo de la perversa mirada que busca el Afuera (justicia,
sabidura y felicidad), el comunismo solidario. Deja ver y nombrar la unidad de
conciencia libre sin sujeto individual encerrado en el Ego, sin sujeto por completo
aislado en s mismo; ver y nombrar la otredad en que se legitima y funda la presencia
de todo uno para s, ver y nombrar nuestra diferencia comn, nuestra reiterada
diferencia comn. Hacer que nuestros ojos y el cerebro conecten con la imagen del
placer cinemtico del cine, para realizar en comn, sin limitaciones ilusorias,
colectivamente, en silencio?, a oscuras?, el acceso a la sabidura por medio de la
apreciacin cinematogrfica, encontrar lo real de las pelculas, la esencia de la poesa.
La justicia social. Producir autoconciencia cinemtica. Bien visto, una sociedad donde
todos sean completamente libres y, por tanto, dichosos con su suerte personal.
Todo ello hace trabajar en nuestra mente y praxis un manual de apreciacin del
cine.
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Ahora debe ser ms claro para quien lea esto de corrido el por qu de la
abstraccin y el alejamiento semitico, retrico, informtico. Creemos necesario ese
alejamiento, tal abstraccin, para integrar una imagen sinttica sobre el mensaje
ontolgico del cine como sistema de escritura, con especial inters por el placer que
produce al conocimiento. El cine como complejo asidero para atravesar la oscura noche
del nihilismo. Queremos trabajar la razn del cine como objeto de sabidura, tanto en
la mimesis, el significante, como en la digesis, el significado. Lo nuevo del cine. Y sus
efectos como frmaco, veneno y anti-veneno al mismo tiempo. El cine en tanto cosa de
la memoria (personal, colectiva).
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6. Apreciar el cine
QUE HAY QUE APRECIAR EN el cine?
Lo que se puede y debe apreciar en el cine es una interrelacin muy amplia y compleja
de afectos y efectos materiales e ideales. Estos afectos y efectos ocurren sobre
(adentro/afuera) de un sensorio mortal personal o sntesis integral de cuerpo, mente
y espritu; un sensorio que percibe, aspecciona y comprende la experiencia. La
interrelacin total, por tanto, es de carcter existenciario (nos va de por medio la
vida en ello); pone un mundo en la unidad de la conciencia, y un modo de estar en
unidad dentro del mundo real; constituye una experiencia de vida racional, un modelo
de pensamiento, una praxis comunicativa. Aqu la llamamos "experiencia cinemtica". O
sea, el mensaje o sentido final de las pelculas para la conciencia humana. Y cuando
esta experiencia se encuentra enajenada en lo inconsciente falogocntrico, el
receptor renuncia por ignorancia (falta de informacin) a este modo de pensar, lo
pierde (por miedo a pensar) y no lo piensa, actuando en su propia contra sin darse
cuenta, reproduce el encierro.
Slo la conciencia humana es capaz de sintetizar la interrelacin de significancia
con sentido de(l) cine. La Cosa del Cine o experiencia cinemtica en s es un
acontecimiento del cerebro y la conciencia. No ocurre en realidad en la pantalla, ni en
el proyector, sino dentro de la cabeza de quien presencia la pelcula. Ello se logra
mediante el trabajo interpretativo consciente del/a sujeto espectador/a y esto mismo
convierte la comprensin del cine en un acontecimiento por completo espiritual. Un
asunto de mentalidades. La conciencia de la experiencia cinemtica implica ampliar la
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conciencia en s, ampliar la conciencia real pensante, algo que, obvio, no puede estar
encerrado nada ms en una cabeza y un cerebro. Hacer crecer el potencial de
pensamiento personal libre. Lo que nos comunica como utopa posible la cosa en s del
cinematgrafo.
En concreto, el trabajo de pensar (en) el cine (nos) vuelve ms autoconsciente la
experiencia existencial, es decir realiza en la identidad del/la sujeto el significado de
pensar. Por eso el cine, la experiencia en y para s, no puede ser puro opio para el
pueblo, no puede ser solamente un fetiche colectivo abstracto de la industria cultural,
pues, antes, resulta ser una base real para pensar el pensar sustancial de la mirada y
los deseos de la mirada (escopofilia), para pensar el pensar que desde la presencia de
los ojos decide en un cuerpo la tensin entre azar y destino, caos y orden, suerte y
voluntad que resulta ser cualquier pelcula... el pensar que fundamenta el sentido de
pensar, el pensar que da sentido al pensamiento del/la sujeto.
Entonces, al pensar en la clave de movimiento y tiempo del cine, el mensaje de este
nuevo medio de comunicacin se convierte en vehculo ideal para transmitir e
intensificar la accin libre del espritu libre de la poca elctrica. La metamorfosis
pop de Wakan Tanka --dira un piel roja elctrico liberal.
Porque trabajar el significado del cine quiere decir impulsar la reflexin en sentido
contrario al del espectculo, contra la enajenacin que encierra en la subjetividad;
apreciar el pensar integral que ocurre donde hay autoconciencia de la experiencia
cinemtica.
En s, la experiencia de la interrelacin de afectos y efectos que figura como
sentido (d)el mensaje de la(s) pelcula(s) est estructurada de acuerdo a tres ejes
direccionales
para
la
interpretacin.
Tres
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lneas
desde
donde
articular
la
interpretacin, es decir tres ejes topolgicos emplazados juntos para organizar con
significado el trabajo hermenutico que se hace con el fin de acceder al goce del cine
como
sabidura
sin
ms.
Una
trenza
comunica(c)tiva,
una
interactua(c)cin
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7. El plano
EL PLANO CONSTITUYE LA UNIDAD bsica (material y mental) de comunicacin
de experiencia cinematogrfica. A partir del plano se regula toda presencia fsica de
mimesis, en principio, y de digesis como resultado o retumbe de ello. El plano es un
elemento absolutamente necesario para que haya de verdad cine. El marco, fondo y
figura para expresar accin cinemtica, el objeto de la experiencia. Aquello necesario
que siempre debe estar presente para que exista(n) la(s) pelcula(s), la causa material.
Puede haber cine sin sonido y sin color, incluso cine abstracto, cine sin fotografa
(celuloide pintado o manipulado o etctera), cine sin sentido aparente, cine absurdo
por completo, aberrante, incomprensible; pero nunca puede haber cine sin la presencia
fundamental del plano en la pantalla.
Sin ser fenmenos en verdad equivalentes, puede compararse el valor semitico del
plano para el cine con el valor de las palabras para el lenguaje y el del comps para la
msica. Las tres son unidades completas, autosuficientes, elementos de sentido base;
articulan una unidad completa de significado. Aunque, por ejemplo, la informacin de
un plano de cine equivale ms bien a varias frases o enunciados, no cabe en una sola
proposicin; no es lo mismo decir o escribir la palabra "gato" que ver el plano
cinematogrfico de un gato. La in-formacin del plano tiende a ser mucho menos
ambigua que la de las palabras. Y con respecto a la msica, el plano es diferente del
comps porque no tiene valor temporal estable o fijo, los planos de cine pueden tener
duraciones temporales muy variadas, desde menos de un segundo hasta ms de hora y
media. Una pelcula normal, segn el modelo institucional, suele constituirse con un
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promedio que va de los cuatrocientos a los mil doscientos planos. Pero hay pelculas
hechas con un solo plano o con menos de diez.
El plano cinematogrfico puede definirse, ahora ms tcnicamente, como un corte
de pelcula filmada con significado. Es el resultado final de una "toma" de la cmara,
un efecto y afecto bsico de montaje, o sea, el trabajo mnimo bsico para hacer
saber significancia cinemtica y para articular el montaje. Lo que en la(s) pelcula(s)
materialmente va de uno a otro corte de edicin.
El montaje, trabajo trascendente de la comunicacin cinemtica, constituye la
esencia en s del cine, su cdigo de comunicacin; el montaje lo constituye la relacin
que se establece entre las partes de un mismo plano y la relacin de un plano con otros
planos para llegar a formar una pelcula. El mensaje de una pelcula lo constituye
precisamente el resultado que entrega el montaje, la articulacin de planos. Montaje
interno se denomina a la relacin de todo lo que aparece dentro del plano, es decir
todo aquello que un plano deja ver en la pantalla, el objeto fsico y psquico de la
proyeccin de una toma. Y el montaje externo, entonces, denomina la relacin que
establecen entre s los planos dentro de la pelcula (o sea, la secuencia o paradigma
sintagmtico).
A continuacin, se detallan algunas de las principales categoras que configura(n) el
montaje interno del plano:
1. Punto de fuga o profundidad de campo: distancia mxima que pueda verse dentro
de cuadro y sitio desde donde se organiza el esquema de las lneas de la perspectiva;
rango de la distancia en que la cmara da una definicin satisfactoria con la lente. En
lo especfico del cine, este punto puede ser mvil y cambiar de lugar y valor durante
un mismo plano.
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Estos
valores
fsicos
simblicos
de
los
movimientos
de
la
cmara,
vaco: los encuadres de sitios donde pudiera estar presente un ser humano pero no lo
est, ya sea porque acaba de salir de cuadro, ya sea porque todava no entra o porque
en todo el plano no se le ve directamente, ya que est fuera de cuadro. e incluso
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sentido real de cada pelcula, la razn de ser de su misma recepcin, lo que tiene que
comunicar(nos) la apreciacin cinematogrfica.
El plano est ah para activar el goce de la mirada, la escopofilia cinemtica. Un
acontecimiento feministamente diferente, libertario; pues hace pensar "con cuerpo".
En el plano se afirma por s misma la verdad del cine, se funda el estado de conciencia
cinemtica, la base que se interroga para saber cine.
Dice el momento histrico donde arranca la comunicacin que ve el acontecer del
tiempo, la esencia esencial de la existencia mortal que se pregunta por el ser en la
figura del cine, la existencia que interpreta, la existencia que piensa la mirada que el
cine comunica. Por eso, el despliegue del conocimiento que este anlisis genera resulta
radical en cuanto unifica y sintetiza la dispersin, en cuanto integra el mensaje del
cine. La causa o forma "formal". Aquello que puede ser visto y nombrado de principio
por todos los receptores de buena voluntad, la verdad ntima de la(s) pelcula(s), el
cinema como fenmeno de la duracin.
El acontecimiento, el documento, el texto y el archivo de la(s) pelcula(s).
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8. La secuencia
BASTA NADA MS CON QUE haya un plano para que exista la pelcula y ocurra la
experiencia cinemtica, el mensaje del cinematgrafo, el sentido de su grfica
novedosa. La posibilidad de pensar el pensar desde del cine, en el silencio que
"visiblemente" se trasmina por los mrgenes del discurso.
Pero lo que debe ser considerado como figura especfica de la comunicacin
cinemtica, aquello que la identifica como radicalmente diferente a todas las figuras
de comunicacin anteriores, es el agrupamiento intencional de varios planos: el
sintagma o secuencia de pelcula. El material grfico del cine, el montaje externo. Las
relaciones de sentido entre planos, la edicin de imgenes cinemticas. El trabajo
concreto de relatar con el cinematgrafo (siempre ms all del teatro, la novela y
prcticamente toda la literatura).
De hecho, siguiendo el orden matemtico, cualquier tipo de movimiento puede ser
interpretado y explicado como una "secuencia". O sea, como un conjunto de cantidades
u operaciones ordenadas de tal modo que cada una determina la siguiente. Por ah
debemos comenzar a pensar lo especfico de la secuencia cinemtica en tanto trabajo
de montaje de planos donde cada uno determina al siguiente.
Una secuencia, para seguir ahora el puro impulso metafrico, constituye un en-cade-na-mien-to (visual/mental) de actos, una actuacin con significancia: un movimiento,
el movimiento sustancial del cine, la esencia esencial de la cinematografa, la verdad
en comunicacin del cine. Su definicin tcnica lo presenta precisamente como un
conjunto de planos de pelcula que se desarrollan con un propsito en una unidad de
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relato y de tiempo.
La dominante estructural en el modelo institucional de representacin cinemtica
radica en cuidar que la secuencia concuerde con la estructura base de la realidad, el
mundo existenciario. Una secuencia debe generar la sensacin y el pensamiento de
haber testimoniado, mediante la representacin de algunas de sus partes, de un acto
de vida concreto. Pero hay otras, muchas otras posibilidades de generar sentido por
medio de secuencias cinemticas.
En semitica, sintagma es una combinatoria, en la cadena de signos, de dos, tres o
varias unidades de sentido pertenecientes a la primera articulacin, es decir una
interrelacin bsica de unidades significativas. Una transmisin sinttica de
enunciados con sentido. La secuencia articula una estructura mental, produce un
mensaje para la mirada receptora; hace pensar lo visto y odo como unidad de
significado. Produce sintaxis cinemtica, fabrica enunciados, combinaciones de signos
con sentido intencional. Comunicacin. Y as la secuencia de cine es lo que se conoce
como
un
proceso
semitico.
Una
linearizacin
del
mensaje.
Una
actuacin
"sueos", "recuerdos" y saltos hacia atrs (flash-back) o hacia adelante (flashforward y flash-ahead), son formas especiales de esta tercera clase.
4. Frecuentativa. Pone ante la vista lo que jams podremos ver ocurrir, tal cual, en
el teatro o la vida real: un proceso completo de agrupacin cinematogrfica,
virtualmente un nmero indefinido de acciones particulares que sera imposible
abarcar con la mirada no-cinematogrfica; pero que el cine comprime hasta ofrecerlo
en una forma casi unitaria. Es una sucesin apretada de imgenes repetitivas. 1) El
significado frecuentativo pleno o completo engloba todas las imgenes en una gran
sincrona, en cuyo interior deja de ser pertinente la vectorialidad del tiempo. 2) El
semi-frecuentativo integra una serie de pequeas sincronas, traduce una narracin
continua de evolucin lenta. 3) El sintagma-seriado consiste en la sucesin de breves
evocaciones de acontecimientos derivados de un mismo orden de realidades.
5. Descriptiva. Se opone a los cuatro tipos anteriores, porque en estos ltimos la
sucesin de las imgenes en la pantalla corresponde siempre a una forma de relacin
temporal en la digesis, y en este tipo de secuencia la sucesin de las imgenes
corresponde nicamente a series de co-existencias espaciales entre los hechos
presentados. O sea, de principio, "no transcurre el tiempo". Es el nico sintagma en
que los encadenamientos temporales del significante no corresponden a ningn
encadenamiento temporal del significado, sino a ordenamientos espaciales de este
significado.
6. Plano autnomo o plano secuencia. Una secuencia resuelta dentro de un solo
plano. El mximo de concentracin del montaje, une lo interno con lo externo de la
maquinaria narrativa hecha con planos de cine.
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9. La cmara
UNA MARCA DECISIVA DENTRO DE la recepcin de la experiencia cinemtica la
constituye el lugar que ocupa la cmara como punto de vista o mirada narradora.
Desde la cmara se integra la narracin o secuencializacin de los enunciados
cinematogrficos. La base mimtica del cine narrativo la otorga el trabajo de la
cmara.
Se puede sostener que todo en el cine ocurre a partir del lugar que ocupa (y
desocupa) la cmara. Ella es el agente activo de registro de la realidad material y de
creacin de la realidad cinematogrfica. El imposible sujeto trascendental de la
experiencia, un dispositivo que integra tcnicamente el relato. Una mirada imposible.
Hay cuatro tipos de mirada propuestos por el lugar de la cmara:
1. Objetiva. Cuando la cmara ocupa el sitio de una mirada humana prximodistante; ajena al interior del relato, porque lo integra desde la posicin de narrador.
La cmara se convierte en una observadora periodstica de las acciones.
2. Interpelativa. Cuando los actores se dirigen especficamente hacia la cmara,
interpelando de este modo al espectador.
3. Subjetiva. Cuando la cmara toma el punto de vista de uno de los actuantes, es
decir cuando funciona como la mirada de un ser situado al interior de la narracin. La
cmara deja de ser un objeto y deviene una identidad personal dentro de la accin.
Cmara-actuante, situada en representacin de la mirada de "alguien".
4. Irreal. Cuando la cmara est situada en un punto de vista generalmente
imposible de ser ocupado por un ser humano verdadero y consecuente con la accin.
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Incluye el micro y el macroscopio, la cmara lenta o rpida, los valores ms densos del
foco, efectos de luz y todo lo que slo el cine hace visible.
Para las pelculas del modelo institucional predominan las cmaras subjetiva e
irreal, que generan identificaciones y proyecciones en los receptores, los hacen salir
de s inconscientemente. Generan falsas situaciones, ilusiones, fantasmas. Estas
miradas facilitan la debilitacin del juicio y el involucramiento inconsciente de la
conciencia del espectador dentro de la digesis --hacen perder el principio de la
realidad, intensifican sin reflexin la libido visual, infantilizan fcilmente la recepcin.
Las posibilidades de emplazamiento simblico, real e imaginario que puede alcanzar la
cmara irreal son infinitas, tcnicamente omnipotentes.
La cmara interpelativa slo vale para el cine de la institucin en las pelculas
musicales, cuando un actuante canta para el pblico; y en las pelculas cmicas, como
un aparte teatral. Todos los otros casos donde alguien mira al objetivo de la cmara
son considerados como un error de construccin y se les llama "pajarear". La
televisin utiliza la cmara interpelativa en los comerciales, los noticieros y los
programas con maestro de ceremonias.
Un ejemplo modlico de cmara objetiva son los reportajes y documentales
periodsticos, montajes cinemticos donde la cmara toma precisamente el lugar
relativamente subjetivo del reportero. Tambin este tipo de mirada documental juega
un papel importante dentro del cine institucional, pero no intensifica la proyeccin ni
la identificacin, ms bien representa el lugar del narrador omnisciente. Provoca un
alejamiento que descompromete al espectador.
Para la theora feminista, la cmara provoca diferente tipo de recepcin segn la
identificacin sexual (real y simblica) del/la sujeto receptor. No es igual el efecto
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de la sujeto que critica con sistema el sentido de la(s) pelcula(s). Ni varn ni mujer
pero consciente de la diferencia y su problema, lo que demanda equidad y justicia. Ms
all de toda esttica y toda ficcin, pues ambas sirven justo para ello.
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Adems, por el tipo de relacin diegtica que provocan, los enlaces entre planos
producen un sistema de ejes de direccin del movimiento o dinmica cinemtica.
La pantalla est fija, es lo nico que en el cine no se mueve; por tanto, los
movimientos de la cmara y de los actuantes deben ser codificados en una
determinada forma para hacer comprensible el sentido del relato sobre la fijeza de la
pantalla. De otro modo, al menos segn la institucin, aparecen contradicciones
visuales, rupturas del eje normal de movimiento.
Como se dijo con anterioridad, hay dos direcciones bsicas en la edicin o
"raccord" de planos: 1) continuidad, cuando el plano que sigue contina la accin
narrativa espacio-temporal del plano anterior, y 2) discontinuidad, "elipsis", donde la
rompe o separa.
Los ejes que marcan la continuidad pueden tener los siguientes tipos de valor:
1. De movimiento natural . De un plano a otro cambia el tipo de encuadre pero
contina visiblemente el movimiento de personaje y/u objetos del plano anterior.
Raccord ntegro.
2. De direccin. Para marcar la misma linealidad de movimiento de un plano a otro,
todo actuante u objeto en movimiento debe entrar en pantalla siempre por el mismo
lado por donde entr en el plano anterior, y lo mismo vale para las salidas. Lo
contrario, verlo entrar de nuevo por donde acaba de salir, se entiende generalmente
como si el personaje u objeto en movimiento hubiera dado vuelta y caminado en
sentido contrario.
3. De mirada. Para construir idealmente la espacialidad de los dilogos o las
situaciones mediante la direccin que tienen la mirada de los actuantes. En los
dilogos, si en un plano aparece un rostro de frente mirando a su interlocutor en una
57
58
7. Plano de pausa. La imagen no tiene que ver directamente con el desarrollo del
relato, sirve precisamente para establecer una pausa entre una y otra secuencia o
unidad de la narracin.
En s, el dispositivo de los enlaces y transiciones genera el tiempo cinemtico. Un
tiempo especfico, diferente, sin igual. El tiempo que nos deja pensar el sentido y el
valor del tiempo. Un mundo existencial. La trama de un relato, una fase de espacio.
Porque la cuestin del tiempo y el espacio en el orden cinemtico manifiesta el enigma
de la esfinge, el punto crtico del cine, la otredad que nos comunica el juego narrativo
que acontece sobre la pantalla. El contexto trascendental de los juegos de
comunicacin cinematogrfica. El relato diegtico que se ve y se oye en la mimesis de
las pelculas. La sutura de cortes y partes con que se integra la trama, la historia, la
narracin cinemtica. Un tema que an est por ser pensado tal cual --aqu lo
indicamos nada ms.
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11. El sonido
LA PRESENCIA DEL SONIDO EN LA(S) pelcula(s) puede estar configurada segn
tres tipos diferentes de: 1) la voz humana, 2) los diversos sonidos del mundo y 3) la
msica. Estos tipos de sonido pueden provenir tanto de su grabacin directa en el
mundo real como de su representacin electrnica artificial.
Y las formas de presencia del sonido dentro del montaje diegtico son: 1) dentro
de cuadro, todos los sonidos se encuentran sincronizados (directa o indirectamente)
con los acontecimientos que vemos ocurrir en la pantalla; 2) fuera de cuadro, todos los
sonidos que sitan el contexto espacial de las imgenes que vemos en la pantalla; y 3)
irreal, que no corresponde para nada a lo que se ve ocurrir en la pantalla ni a su
contexto inmediato (por ejemplo, las voces en off y la msica de acompaamiento al
montaje). En esta ltima forma hay que considerar todas las posibilidades de
distorsin del sonido.
El sitio de la msica dentro del montaje de las pelculas constituye todo un recurso
narrativo que puede ser empleado de muy diversas maneras, con un papel tan
importante y significativo como el de la cmara. Las bandas sonoras de las pelculas se
han llegado a convertir en una creacin esttica por completo independiente, algo que
las sita ya afuera del cine mismo.
61
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12. La digesis
AHORA NOS DETENDREMOS A REFLEXIONAR sobre los elementos integrales de
la digesis del cine, es decir sobre el punto de vista que interpreta al cine en tanto
relato, o sea, como trama o tema. Este punto de vista viene de la epopeya, la tragedia,
la lrica, la novela y el teatro; viene, de hecho, del fondo de los tiempos y se aplica a
todas las artes, funciona como el hipertexto de las narraciones y no es algo especfico
del cine. Despus de todo, la digesis es comprensible desde un punto "de vista"
mental, interpretativo, existenciario. Vlido para cualquier forma de relato, para
cualquier tipo de narracin.
A continuacin presentamos un cuadro bsico de los elementos que estructuran la
apreciacin analtica de la digesis. Todos pueden ser de caracterstica material e
ideal, real (referida al presente), simblica (al pasado) o imaginaria (al futuro):
1. Personaje(s) o actuante(s). Son los "agonistas", activan el tiempo del relato, lo
actan como sujetos del sentido. Realiza(n), interpreta(n) o sufre(n) la trama del
relato, la accin general de la mquina textual, la interrelacin de acciones. Son un(os)
ser(es) o cosa(s) que por cualquier razn y de una u otra manera --incluso a ttulo de
simple(s) figurante(s) y del modo ms pasivo-- participa(n) "humanamente" en el
proceso narrativo; hace(n) que ocurra la ancdota narrativa, la razn del relato, y lo
hace(n) como nombre(s) propio(s) personalizante(s).
1.1. De la comunicacin
--Narrador/a. Quien(es) cuenta(n) y da(n) a ver el relato. Produccin/emisin,
director(es) de la exposicin de(l) sentido formal narrativo.
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65
66
encuentra
en
estado
de
fascinacin
absoluta,
sin
identidad
propia,
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principal
espectador/a
ventaja
del
proyectivo/a,
espectador/a
radica
en
identificativo
que
el/la
con
respecto
identificativo/a
al/a
utiliza
porque la(s) reconoce (el) juego de una re-presentacin donde doblar el presente
ocurre literalmente.
Uno/a puede ver-se efectivamente en un espejo distante, ver-se en el cine y verse el cine. En un espejo que deja entender lo que se hace en el espejo. Es decir, que no
slo lo refleja a uno/a, sino que lo/a recibe trascendentemente como (la) construccin
y ejecucin de una obra artstica, como la desconstruccin activa de la mercanca cine
en tanto perfeccionamiento de la vida. Como el trabajo semitico de hacer que el
espejo nos refleje como ese mismo trabajo semitico, sin semblante(s) de otra cosa.
Arte de un tiempo sin arte, arte que juzga el arte del siglo.
Reflexiona el cine como unidad y diferencia, practica el microanlisis del
mensaje/experiencia. Quiere la conciencia que da el placer cinemtico (escopofilia).
Trabaja mediante reconocimiento de estructuras bsicas comunes; trabaja apreciando
el mensaje del cine, el arte del cine... un llamado a la libertad colectiva, sin Dios y sin
amo... un espacio y un tiempo para pensar el pensar y descifrar la relacin secreta y
suprema entre los sueos y la vigilia, la relacin que separa de lo injusto y libera en lo
libre.
Estudia la puesta en escena, el montaje; toma el cine como ejemplo tico. Puede
distinguirse a s mismo de la historia y valora el artificio de la materia significante, la
esencia esencial, la mimesis cinemtica: ver el carcter cine del cine. Le preocupan en
todo sentido la factura y realizacin tcnica de la(s) pelcula(s). Goza interpretando el
trabajo que pone puentes comunicativos entre la emisin y recepcin del
acontecimiento cinemtico, la figura cine del cine para la conciencia.
Las reacciones y gestin que realiza este tipo de receptor son de carcter
intelectual, pues reconoce que el goce y el placer no son un resultado instintual de la
75
existencia contempornea. Es decir, del valor tico del modelo y los modelos de
representacin puestos en juego por y con el cine. La produccin de macroencuadres
de interpretacin para ampliar-nos la comprensin y seguir el impulso creciente del
significado del cine.
Sabe que de una pelcula obtendr: literalmente, placer esttico; alegricamente,
placer narrativo, goce del relato; ticamente, placer y saber filosfico; y, anaggica,
pragmticamente, la plena apreciacin del cine, el valor que el cine tiene para pensar la
vida, o sea, pensar el pensar: resolver La Muerte, las muertes y la muerte.
Comprender el ser del tiempo. Interpretar las pelculas.
Porque ya ninguna pelcula le parece excluible o indeseable, y mucho menos
incomprensible, ya que reconoce toda experiencia como comprensin real del cine,
puesto que puede ver y nombrar la sustantividad bsica de la sustancia cinemtica, la
llave comunicante del cine... pensar el tiempo... pensar... el tiempo.
El anlisis sistemtico del cine en tanto cine le sirve a este tipo de espectador
como un punto de apoyo lgico para transgredir, seguir transgrediendo sin conflicto, el
orden simblico falogocntrico, y para pensar, seguir pensando sin conflicto, por
cuenta propia, el nuevo acuerdo para la existencia.
Es un tipo de recepcin que internaliza el ser del sentido tico del discurso
cinemtico, su futuro absoluto. Acepta, reconoce y participa conscientemente (de) la
novedad total del cine, y al mismo tiempo valora su antigedad perfecta, su nunca
haber comenzado, su siempre estar siendo. La legitimacin de su goce interpretante
se funda en la reflexin y el juicio, o sea, en el distanciamiento planificado; pero ello
no excluye para nada el goce que provoca por eso mismo la extraeza del proceso
colectivo del cine, lo raro de todo lo que significa pensar el cine en abstracto, sin
79
del
cine
comercial,
este
espectador
autoconsciente
puede
actuar
comunismo diferente que nos permite desear el cine. Otra forma de sociedad, nuevas
familias de figuras, nuevas figuras de familia.
Por ltimo, este cuarto tipo de sujeto espectador/a de cine, al llevar a cabo la
autntica apreciacin cinematogrfica, vuelve posible el discurso metacinematogrfico
o, quiz, slo extracinematogrfico de la resea periodstica, la crtica especializada
y, sobre todo, la interpretacin acadmica, nuestro principal objetivo, el tema de la
maquinaria textual de este Manual. La escritura del saber del cine.
De modo que queda en situacin de liberacin feminista del/a sujeto.
***
Los cuatro tipos de espectador/a valen, como dijimos, para los dos tipos bsicos de
identificacin sexual: varn y mujer. De principio, la conciencia es falogocntrica:
"varonil".
Pensar el cine en forma radical significa iniciar el proceso para ganar la idea otra,
lo femenino, la mujer. Esto significa que las mujeres estn actualmente en clara
desventaja simblica ante los varones, pues los modelos enajenantes tienen estructura
varonil, masculina, flica; o sea, al enunciarlas segn el deseo del varn las convierten
inconscientemente en siervas voluntarias de la sociedad fundada en el control blico
de ese deseo, hacindolas perder ms conciencia libre que la que pierden los varones y
quedar en completa desventaja interpretante ante la(s) pelcula(s) como ante la vida
social.
Esta desventaja para quienes existen desde cuerpos y mentes femeninas, quiz sea
la seal de la injusticia, o sea, la "razn" de la sinrazn. Una forma de explicar y
desconstruir el abuso de poder (flico, econmico, poltico...). Tambin esto, al
81
cuatro tipos son nicamente modelos teorticos. Esquemas. Tal debe ser la funcin del
discurso que convoca a la apreciacin ilustrada del cine. Presentar imgenes modlicas,
vlidas para el estudio de muchos casos, vlidas para reunificar en lo esencial; y por
necesidad imgenes a las que nunca se acomoda ni adecua el caso particular en y para
s. Tal in-adecuacin ntica permanente constituye su grado de verdad, el lmite con lo
ontolgico, la otredad, la extraeza. Entonces, es tambin por dems obvio, lo de
veras importante del modelo y su aplicacin son las excepciones, lo que nuestro texto
desea hacer emerger por los intersticios del esquema. As esperamos que este
captulo manifieste, a pesar de la esquematicidad de las proposiciones, nuestro
discurso particular dentro del Manual, nuestro modo de entender y sintetizar otras
teoras radicales.
Las cuatro categoras significan un proceso evolutivo, el deseo de un crecimiento
en la comprensin crtica comunitaria de la experiencia cinemtica. Algo que ya
necesariamente ocurre cuando esta maquinaria textual puede ser posible.
Consideramos que toda categorizacin de la experiencia cinemtica, todo intento
de organizar sistemticamente la mejor apreciacin de pelcula(s), el aumento del
goce, implica reconocer que en la realidad concreta estas categoras identifican
idealmente rasgos comunes culturales, expresan el a-priori de que las individualidades
absolutas son imposibles. As, un mismo espectador puede experimentar al mismo
tiempo los cuatro tipos, porque los cuatro se confunden o, como en la cbala, cada uno
contiene a los otros y su propio contrario; aunque a la larga, si la mquina tiene
fundamento real como ciencia, predominar el mayor grado de elevacin que haya
alcanzado su interpretacin personal, porque todo retroceso seala la presencia de un
acto de violencia contra la voluntad de la persona, aun en los casos de senilidad
83
"natural". Tambin todo esto significa que el valor real de las pelculas est
sobredeterminado por la recepcin de los casos, porque esta recepcin organiza el uso
y los usos, y es la que debe afectar la teora crtica.
Y ticamente hablando, el ascenso evolutivo se realiza mejor, autntico, desde la
situacin conflictiva de las injusticias reales, cotidianas, inconscientes. Esto es, la
apreciacin cinematogrfica presenta una plataforma concreta para tejer el discurso
consensual de las libertades radicales, el discurso planetario de la liberacin
femenina, proletaria y poltica de la humanidad. Porque el cine, bien visto, hace
evolucionar a la persona.
84
cinemtico
significa
metfora,
relacionar,
humana,
simblica,
el inconsciente flico, lgico, cntrico, positivo, impide ver y nombrar, o sea, estar
ah).
subterrneo con ese afuera de las palabras que representa la mirada en y para el
pensamiento, el efecto real de los ojos en el acto de pensar. Cuando vemos y
nombramos la metfora del cine vemos y omos, de lejos, porque as est, lejos, el ser
del pensamiento, la razn: ver y nombrar en metfora, alteridad. El estado de
conciencia que emerge donde alcanzamos un mejor equilibrio metafrico entre la
informacin de los ojos, ver, y la informacin de la(s) metfora(s) de los ojos, mirada.
Una forma de encarar la existencia personal, pensante, metafrica. Morir en cuerpo y
alma. Porque participar de la recepcin cinemtica significa entrar en un estado fsico
y mental completamente nuevo. Un sueo nunca antes experimentado. Vemos la
metfora antes, despus y distinta de las palabras, la metfora del movimiento de las
metforas. Una novedad en la expresin.
La poesa es metfora y la metfora es "ms que poesa", pues, de principio, no hay
nada que se pueda pensar y entender afuera de la metfora; de hecho, todo aparece
como metfora de s. Prosa es metfora corriente, sentido comn metafrico. Teatro
es metfora de cuerpos. Periodismo, metfora de historia. Todo es metfora(s). Dios
es metfora. Metfora la ley. Todo es signo para el pensamiento; alejamiento, reflejo,
reflexin. "Negatividad". La distante unidad. Y el cine aparece como metfora
radicalmente nueva de todo. La metfora elctrica por excelencia (que se intensifica
por medio del video). El sueo elctrico. Esquizosemia figural.
Lo propio del cine consiste en hacer ver el movimiento de la metfora.
Expresionismo lrico. La fijeza en el cambio, el cambio de la fijeza. Desbarre. Ver el
proceso de pensar y pensar el proceso de ver, pensar. Transmisin del sentido
metafrico del existir potico como unidad de la conciencia. Comunicacin sin lmite.
Transmisin del reflejo. Reflejo del mensaje. Proceso. Cambio hacia la transparencia;
91
93
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encontrar y demostrar, los lmites del presente: el gran encierro planetario en el sexo,
el dinero y el Estado-Capital.
Dicta, objetivamente, segn las leyes del mercado, la fuerza organizadora del
modelo institucional y rige --"sobredetermina"-- la produccin y circulacin general
(industrial, marginal, contracultural, otra) de cine.
Hacer cine significa tomar posiciones ante el modelo, porque de principio nada
puede hacerse de otra manera; por tanto, la recepcin crtica debe arrancar
criticando el modelo, presentando elementos para juzgarlo con objetividad, como cosa
del mercado, para llegar a ser de veras una conciencia receptora crtica, apreciativa.
Desconstruir el modelo significa desenajenar al sujeto receptor de pelcula(s),
madurar interiormente la visin de cine, adquirir verdadera autoconciencia. Actuar
contra el sueo falso del modelo, contra el sueo del cine sin sujeto del modelo
institucional.
En s, el modelo institucional, demandado por el/la sujeto falogocntrico
(amo/siervo), lo explican de modo formal los captulos anteriores. De hecho, nuestro
discurso como Manual emerge directamente de la crtica permanente de tal modelo; lo
iluminamos para invitar a desconstruirlo, para considerar sus lmites y conflictos, por
eso lo venimos mencionando desde el principio dentro del texto.
Nuestro esquema terico para apreciar el cine emerge de lo que significa estudiar
desde un punto de vista feminista, comunista y libertario el modelo institucional de
cine, que es, adems, el modelo que desde el fin de la segunda guerra mundial se
ensea en todas las escuelas de cine del mundo. Queremos intensificar la
desconstruccin crtica de este modelo, expresar y explicar su carcter represivo.
Ser un cdigo sin sujeto, una objetividad tirnica, fascista.
97
el
enunciado
"modelo
institucional
de
representacin
cinemtica"
para
experimento. Pero sobre todo: la poesa. (Todo aquello que un Manual tan
intencionalmente prximo a la institucin nicamente puede indicar en este parntesis
de la exposicin.)
No se debe olvidar que el cine antes que arte o entretenimiento ha sido una
mercanca. Antes de contemplar la belleza o de pasar otro rato comiendo palomitas,
hay que pagar el boleto o rentar el video. Al cine no lo podemos entender y apreciar si
olvidamos la situacin problemtica del consumo permanente de pelculas dentro de la
trama institucional de la vida cotidiana. El cine industrial, casi todo el cine que
conocemos, es un aparato ideolgico reproductor del orden simblico falogocntrico,
un aparato para internalizar y reproducir el/la sujeto servil voluntario del capitalismo
tardo. Un dispositivo para "ocupar" el tiempo de ocio.
La contracultura debe enfriar el modelo institucional, para volver al cine de veras
rebelde, salvaje, autnomo, autoconsciente, autcrata. Hasta cierto grado, la
contracultura cinemtica la organiza la crtica, desconstruccin, sublimacin y
superacin del modelo institucional; primero que nada, ojo, la crtica, la reflexin
extensiva, comunitaria.
Lo radical de este medio de comunicacin colectiva consiste precisamente en no
tener inocencia. El problema del cine radica en nacer para el capital, funcionar como
dispositivo para impedir la transgresin.
Por eso hay que actuar conscientemente contra la institucin, derivar el cine, la
reflexin, el discurso, hacia afuera del orden simblico impuesto a la fuerza. Usar el
cine para salir de los cauces normales, para desbordar los cauces y salir a la
extraeza.
El cine, entonces, nos deja gozar de la parte maldita. Slo tiene sentido tomarlo en
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serio para desconstruirlo. Es decir, para juzgarlo. Para ponerlo a prueba. Sin titubeos,
con temor y temblor. Desde todas las posiciones posibles e imposibles.
100
16. Conclusin
EN CONCLUSION. APRECIAR EL CINE significa interpretar el mensaje de la(s)
pelcula(s). Pensar la imagen.
Crear transversales hermenuticas. Mientras ms objetivas mejor, es decir:
mientras ms mimticas. Hay que analizar con detalle lo que se ve, la verdad de la
mirada del cine. Tal vez el cine silente s era el umbral y el sonido fue un retroceso, la
prdida histrica crucial, una imposicin aburguesada y aburguesante. Porque lo
figural, lo ilegible es lo que vuelve al cine motivo de reflexin salvaje, motivo de
comunismo
feminista
libertario.
Alto
consumo
especulativo
de
pelcula(s),
lo que todava est por venir a ser ms cierto por medio de la comunicacin cinemtica.
El deseo utpico que expresa la experiencia cinemtica como forma de saber
diferente. Voluntad de Poesa. La filosofa pervertidora de la mirada real. El cine. Una
inflexin del tiempo
Un taller de apreciacin cinematogrfica trabaja dejando que cada persona integre
y exprese su saber de(l) cine, para manifiestamente hacer crecer el saber nuevo y
diferentede(l) cine. La Poesa del Porvenir, El Umbral del Futuro.
Todava no hay una forma, ni un mtodo; todava hay que pensar el cine desde
todos los puntos de vista posibles. Entender la trama figural del cine, el montaje,
aprender a saber descifrar con ms detalle lo que dice la construccin del relato
cinemtico y utilizar para la interpretacin crtica su propio cdigo, el cdigo nuevo
del cinematgrafo. Pasar al habla cinemtica, decir la experiencia. Comunicar(se)
de(sde) (el/la) theora radical del cine. Tener una clave ms justa para apreciar el
cine, es decir, para ver la(s) pelcula(s) y existir
Todava hay que pensar en voz alta con otra(s) persona(lidad-e)s la(s) pelcula(s).
Para saber hacer y hacer saber mejor lo que significa venir a pensar el cine; todava
hay que realizar en privado y en pblico lo que no puede estar dentro de un manual, y
que debe desear todo el tiempo la mquina textual del Manual: la diseminacin con
sentido de nuestra comunicacin interpretante del ser del cine. Lo que vueltos ms de
dos, los dos hemos hecho con la experiencia cinemtica para volver posible el Manual,
esta (nuestra) caja de herramientas. Resultado de una conversacin voluntariamente
diferente, por su seriedad, por su intensidad y por sus resultados.
Abrir la puerta. Cruzar el umbral.
Entonces...
102
quiebra del cine, su olvido. Entonces... hay que hacer lo contrario, volver conversacin
el ser del cine, hablar del cine, sacarlo de su olvido manifiesto en la crcel del
espectculo industrial, para aprender a ver lo que no sabemos decir todava sobre el
ser capitalista del cine, y as conocer en definitiva su funcin utpica tambin
manifiesta, lo que ms lo jalona gozosamente desde el fondo del futuro, nuestra
liberacin colectiva del encierro, el cambio de la vida y la historia por medio del uso
radical de la mirada (escopofilia).
Por eso, para encontrar de veras la inquieta libertad del cine, necesitamos pensarlo
cada vez ms en serio y ms en comn. Necesitamos abrir espacios y tiempos ms
autnticamente universitarios para pensar el cine como figura del conocimiento
contemporneo. Necesitamos espacios y tiempos desde donde apreciar ms en comn
el sitio acadmico en que nos pone el acontecer cinemtico, el resultado del cine en y
para la conciencia pensante viva. El cine como proyecto todava onrico de nueva
justicia, una forma ms sabia de interpretar los sueos, primero, para entender
despus la vigilia que fabrican, y resolver con madurez autnoma el enigma de la
muerte, el enredo egosta y culpable del sexo, el dinero y el poder poltico burgus.
Un manual para un taller de apreciacin cinematogrfica, un discurso en comn para
convocar un trabajo en comn. El trabajo permanente de la liberacin por la cultura.
Porque el cine ser colectivo o no ser. Trabajo artstico en conjunto. Fin de siglo, fin
de poca. Reproduccin colectiva de series y ambientes cada vez ms y ms
libertarios, sociedad del gozo justo de la vida breve.
El esfuerzo espiritual de todos nosotros los seres humanos.
Colectivo de razn. Razonamos en comn, con y por encima de todo sentido comn:
dentro de la cosa del cine. Razonamos. Colectivo de razn. Confiamiento hermenutico
104
radical, intercambiamos nuestra experiencia para conocer mejor lo que ocurre a cada
quien al ver pelculas. Nos conocemos en confianza, en ngulo recto, con otro objeto
comn. Resolvemos la experiencia en theora, visin distante, abstraccin, constante
alejamiento. Para reconocer de verdad la meta, el fin ltimo; el goce universal.
Escritura libre, en confianza de espritus amigos, pero conservando alejada, en lo
latente del texto, la intimidad; despus de todo, surreales. Nuestra conversacin
sistemtica sobre la(s)cinematografa potica. Palabras que explican su otredad, la
mirada. Taller. La visin indecible del cine.
Descifrar el mensaje del cine como disparador de acciones directas para
emancipar la fuerza de trabajo de la mirada, para encontrar en el acto de interpretar
la(s) pelcula(s) lo sagrado del arte de un tiempo sin poesa, el arte de un tiempo sin
Dios y sin amo; un tiempo de poetas y poemas, pero sin potica, sin razn de ser para
la poesa. Mirar la fuerza de trabajo de la conciencia.
Reanimar la voluntad potica, demandar la belleza perfecta, lo en efecto clsico, la
belleza que sabe emerger de la espesura siniestra, la afirmacin de estar ah con un
destino correcto. Un arte que llama a reconsiderar el estado de las cosas. Pensar.
Aqu, para crear condiciones de accin crtica con respecto a la experiencia
cinematogrfica hemos sintetizado un grupo de lecturas sistemticas de textos que
hablan acerca de la significancia formal del cine, muy en especial la deriva por la(s)
semitica(s) y la hermenutica; nuestra praxis gozosa de contemplacin y anlisis de
pelculas en tanto colectivo feminista de indagaciones sobre el cine que emerge de
entre los intersticios que encontramos en esos ejemplos intencionalmente silenciados
para escribir teorticamente, entre esas formas concretas de considerar la cosa del
cine al ver la(s) pelcula(s). Con la sntesis y los campos propios de los textos
105
sintetizados queremos darle valor libertario a nuestra pasin personal por el cine.
Queremos dejar apreciar lo libre del cine como acto de pensar nuestra pasin sin
lmites, con otros espritus, por la interpretacin intensiva del cine. La proliferacin
salvaje del discurso sobre el cine
Hemos creado un mecanismo therico para mejorar la apreciacin acadmica del
cine.
Este Manual deja pensar la profundidad del cine en tanto que nueva estructura de
la conciencia personal y colectiva, o sea, la hondura del cine como manifestacin de un
ntimo deseo csmico.
El cine como efecto cultural del ingreso en la fase superior de la existencia
pensante, la fase donde el hombre queda para siempre oculto en un pliegue de la
historia. Brilla la unidad de la conciencia. La trama de este escrito da luz y razn
sobre la cosa del amor por el cine. Nuestra conversacin.
Lo especfico del taller de reflexin que este Manual convoca, radica en la forma
como esta constelacin de enunciados escritos, el manual en y para s, se intercala
entre la contemplacin de pelculas y el trabajo de comentarlas en comunidad para
volverlas pensar libre. De ello crece el "ms" de esta comunicacin. Nuestra unidad
por encima y por debajo de lo escrito, el himen unitario de nuestros argumentos
crticos.
Porque ahora con este Manual podemos interpretar con ms detalle la(s)
estructura(s) que vuelven significativa(s) la(s) pelcula(s), la(s) estructura(s) que
produce(n) el/la sujeto que desea el significado puesto en cuestin sobre/desde la
pantalla. Interpretar lo propio del mensaje cinemtico.
Hemos renunciado a la locura de la unidad. Todo ha sido dicho, en definitiva, por
106
109
110
(Lema)
("SOLO EL ARTE ES CAPAZ de producir verdadero consuelo en un mundo sin religin;
mejor consuelo, en efecto, que cualquier religin; el arte es liturgia religiosa ilustrada,
sntesis de razn y religin: trasciende la inmanencia en su interrogacin sensible
acerca del misterio e ilumina de modo elptico esa trascendencia con ideas estticas
que en la obra se encarnan sin el concurso de conceptos." EUGENIO TRIAS, Lo bello
y lo siniestro.)
111
112
17. Escopofilia
Activamos un mecanismo. Para comprobar una idea. Una sola idea.
Elaboramos una teora.
Te ponemos en situacin de experimentar el sentido --ojo, mucho ojo, slo el
sentido-- de una mirada concreta. Unica. La mirada de un autntico sujeto por
completo instantneo, sin duracin, el efmero y para siempre aislado s mismo punto
de unin imaginario de todos los pensamientos que genera el acto de ver para una
persona. Un punto de vista, un solo punto de vista: la utilizacin intencional y
plenamente consciente de los ojos. La univocidad esencial de la mirada.
Imagen literal, el campo del espejo para la psique, la base material del desvo entre
el objeto y su reflejo. El reflejo y su objeto, la otredad absoluta, el vaivn del
reconocimiento por el reflejo. Reconocerse uno mismo desde la presencia visual del
cuerpo absoluto, individual, del otro, el sexo contrario, cambiante. Desear, los ojos y
los genitales, la boca y el ao, primero, y luego desear la deriva que corporiza en la
otredad el deseo por percibir las partes en parte(s). Sin gnero definitivo, deriva
perversa, la otredad absoluta, el vaivn, ni despus del parto que escinde, ni antes de
la muerte que sin resultado rene; en el smbolo lmite del hermafrodita, la topologa
polimorfa. La imagen. Deriva. Espiral que se anuda, clave gentica. Una mirada y un
acontecimiento visual. La mirada del grafos, de un grafos muy concreto, el grafos
cinemtico; la mirada del rasgo de las metamorfosis permanentes, el rasgo de la
duracin en el cambio, la ereccin de la hendidura, el pliegue que se despliega como
abismo supremo del exterior y el interior de la conciencia donde brota esta mirada.
113
De ah, segn los mitos que en este momento ms nos corresponden, sigue, ya
siempre igual, la semejanza.
La mirada hace estar ah la semejanza de los contrarios y la imagen de la unidad,
sin madre y sin padre. Una armona invisible. Este punto negro y sin embargo claro que
brilla en el centro de mi conciencia in-completa cuando miro debajo de tu vello del
pubis. Bajo las cejas. En la nuca. Bajo las axilas. Bajo el negro sol de la melancola, el
sol negro de los muertos, los locos y los poetas.
Sigue el deseo. Ahora s, el desear que genera una mirada. El trueno, la mirada que
da gnero y pone a pensar en este sitio que mira el sexo del otro, con extraeza, con
fuerte impulso libidinal. Sin gnero, con sexo. Sin sexo, con gnero. Con extraeza. En
la unin espiritual, pero en efecto corprea. Para de ah, en espiral retumbe continuo,
ver en el punto negro de la conciencia tu sexo. Que ahora, en realidad, deja de ser
tuyo, o mo, o de un sujeto, para ser solamente la extraeza con que se piensa esta
mirada desde estos ojos. Sale de s. Es el sitio intermedio, la referencia, la fijeza, la
duracin desde donde reverbera y reverbera sin parar en dos direcciones, campo y
contracampo, pantalla y receptor, campo y contracampo, interpretacin e intrprete,
y as sucesivamente, ver y ser visto, ver y ser vista, ser visto y ver, ser vista y ver,
ver ver, el sentido de desear la unidad en la diferencia, ahora, desde este cuadro, sin
abstracciones, el sentido de unir el deseo en lo diferente para la mirada, que siempre
es otro, todo otro, todo sexo, todo gnero, todo no sexo, todo no gnero, todo vaivn,
y as sucesivamente, que, luego, estalla, vuelve a estallar dentro del estallido, sigue y
sigue estallando en la conciencia que refleja la luz... imagen y semejanza. Dios. Su
supremo vaco. Nuestra identidad personal de ms que dos, ms que tres, ms que
cuatro, ms y ms indefinidamente. El puente, la escalera. El medio. El justo medio. La
114
rueda del cambio, el ojo del cosmos. Y todas las dems figuras de esa imagen, de esa
semejanza, de esa extraeza, ese negro silencio visual, objetivo. La hendidura, el
abismo.
Catarsis. La sorpresa de ascender.
A continuacin, un yo intermitente. El flujo que se interrumpe y contina, que fluye
a saltos, por intermitencias, en espasmos, la relacin de un no y un s fsicos,
pulsionales, la esquizosemia, la idea que permanece en y para s, que se piensa afuera
de quien la piensa en ti.
Un ente plural despliega los prpados en la mirada objeto de este relato.
Ests mirando el inicio del siguiente giro. La nobleza. Oigo tu nombre.
Tal como de este modo queda demostrado. pelcula(s) que vemos juntos y la razn
porque las vemos juntos como cine, nuestro dilogo sistemtico de ms de dos sobre el
cine como lugar ideal para reconsiderar la mejor forma de vivir en armona. Nuestro
aprecio microanaltico por el cine como medio alqumico del amor. Una razn colectiva,
nuestro trabajo periodstico, didctico, acadmico. Nuestro sagrado trabajo. Un
manual, el taller. Dar gracias por los privilegios, sagrados privilegios de la perversa,
perversa mirada. Ver con el ojo interior, el ojo csmico de la mente, el ojo del pensar
que sabe que piensa.
Ms puede ser todo el tiempo. Por eso todo el tiempo todo es tentativo; la palabra
taller es un homenaje a quien(es) lee(n) y participa(n) realmente en la produccin
escriturstica de este Manual, o sea, quienes hoy en da aprenden a apreciar mejor
la(s) pelcula(s) al poner a prueba nuestro escrito.
El medio, lo manifiesto, es el cine, la experiencia; y lo latente, el mensaje, ser
pensar la comunidad. De principio la comunidad de pensamiento que nos da la
115
116
Con este texto glosamos ocho enunciados del ensayo de Walter Benjamin sobre "La
obra de arte en la poca de su reproductibilidad tcnica".[ 1] En paralelo con la teora
del
texto
benjamineano
nos
hemos
propuesto
pensar
el
acontecimiento
1 En Discursos interrumpidos I, Taurus, Madrid, 1973, pp. 15-60. Traduccin de Jess Aguirre.
Sabemos que ahora esta versin resulta poco confiable; pero cuando estudiamos el ensayo de Benjamin
era la nica disponible en nuestra lengua, y nuestro conocimiento del alemn es prcticamente nulo.
117
imperialista, y nada ms. Lo real no existe. Y al menos as ser por un buen tiempo. En
esto
desemboca,
en
nada
por
todas
118
partes,
ruda
nada
inmisericorde,
la
pero muy cierto, como un autntico deseo radical supremo, El Deseo. La fuerza para
no olvidar desear ahora mismo y seguir deseando la justicia.
2. "Desde siempre ha venido siendo uno de los cometidos ms importantes del arte
provocar una demanda cuando todava no ha sonado la hora de su satisfaccin plena.
La demanda que presenta el cine es precisamente la de una sociedad comunista, una
formacin econmica planetaria donde cada quien aporte segn sus posibilidades y
reciba segn sus necesidades. Cosa que "tcnicamente" ya puede ocurrir todo el
tiempo. Despus de Dios y la poltica, despus del poder por medio de la civilizacin y
la cultura falogocntricas. Una insistencia en el cambio que trae mayor justicia para la
vida social.
Si la clave del tiempo presente radica en tener ontolgicamente negado el arte
clsico, la autntica funcin del artista tiene que ser transformar la sociedad sin arte,
cambiar la vida actual de los que van a morir, sacarla del encierro en que la tiene la
racionalidad avariciosa del capital. Si la unidad perfecta de la obra maestra se nos
niega, el impulso del arte ser pervertir el medio que impide la unidad. Renunciar
voluntariamente a la obra de arte y, por ende, a todo esteticismo, para transgredir las
fronteras egostas de la existencia personal cotidiana. Ya que todo est oscuro, hay
que trabajar para hacer pasar la luz de lo sublime al interior del encierro en el gran
bostezo; aunque al final lo sublime, junto con la belleza, nos deba entregar tambin,
por necesidad: lo siniestro. Nuestra verdad de reflejos sin sustancia.
Al demostrar con los hechos pero sin razones que el Estado-Capital slo era y ser
el Capital-Estado, el neoliberalismo del capital tardo hace creer eterno y funcional el
modo de produccin; por ello la contracultura liberal y tolerante tiene ahora la
suprema necesidad de reconocer cada vez con mayor amplitud y claridad la injusticia
120
que impone la violencia de la plusvala sobre la vida de todos, es decir, el dao que
sobre el mundo, es decir, sobre el cosmos, causa la explotacin tcnica de la fuerza de
trabajo. Ello significa recuperar en toda su intensidad el carcter utpico del deseo
comunista, el hecho de que este deseo, por ser el ms radical, expresa el deber ser de
la libertad. Deseo artstico, deseo cinemtico.
Vivir sin dinero, sin Estado, sin divisin social y sin divisin sexual del trabajo, nos
libera del encuadre impuesto por la usura avariciosa. Nos libera de la violencia flica y
del encierro demotecnocrtico en las nece(si)dades de la racionalidad instrumental
administrativa. Nos libera del bioprograma que hace negocio con la muerte, nuestra
muerte.
Cuando el neoliberalismo piensa en forma honesta, reconoce que su meta, su ideal
de libertad, desemboca necesariamente en una sociedad comunista[ 2]; de otra forma,
slo le queda reconocer que busca la autodestruccin total y ya. El proyecto del
comunismo sigue siendo el mejor modo posible de existir en armona, sin la guerra,
segn las leyes del amor y la paz. Nada debe estar en el centro vaco de la identidad,
lo ms ntimo debe estar de veras vaco: sin falo, sin dinero, sin poltica. Porque
materialmente ya podemos vivir todos y todas sin tener que trabajar ni meternos en
los por culpa del dinero. Ya podemos vivir sin policas y sin ejrcitos y sin armas y sin
2 Todava el cierre tico del capitalismo sigue siendo el mismo que muestra el arranque de Das Kapital.
Todava la mayor injusticia del kapital est en conservar la riqueza guardada en bodegas. El kapital
nunca produce para el consumo, el kapital slo produce para la valorizacin del kapital, el encierro de las
mercancas. La esencia del modo de produccin est en las crisis por escasez, puntos de destruccin
irracional del valor. La riqueza y la miseria del burgus emergen del hecho de que sus trabajadores no
puedan comprar con su salario todo lo que producen; y esto vale para todos los centros de produccin.
Siempre debe haber ms mercancas en bodega que en cualquier otra parte, porque nadie las puede
comprar, lejos del consumo, lejos de la satisfaccin de las necesidades, en los ceros avaros de los
billetes y las finanzas. Es un rasgo "estructural", dentro del capitalismo todo debe ser puro reflejo,
fetiche, cero. No hay cosas, tampoco ideas; slo los crueles ceros con que se valorizan los inventarios y
se miden las quiebras. La crisis por programa, la escasez por voluntad del fro egosmo.
121
impuestos y sin registro civil y sin tantas otras cosas de veras tontas.
Cuando en efecto todo, absolutamente todo es mercanca, o sea, violencia
inconsciente del capital, comenzando precisamente por el espritu de la humanidad,
entonces nada, absolutamente nada puede estar en el lugar ideal de la unidad que
devuelve lo humano a la armona. Ese lugar en la actualidad est y debe permanecer
definitivamente vaco, sealando con su manifiesta presencia vaca el horror de la
forma en que resolvemos el reparto del trabajo y la riqueza. La funcin artstica
entonces consiste en dejar desear el porvenir, permitir que haya futuro. Que haya
sentido.
Si el sitio ms sagrado permanece vaco, la accin del arte consiste en apuntar
hacia el afuera de donde habr de venir, con toda razn, la fuerza suprema, sobrehumana, potica, que llene ese vaco absoluto y absurdo. La accin del arte no tiene
objeto concreto, nicamente intencin, slo actividad, slo deseo de desear. Por ello el
cinematgrafo, un arte nuevo en un tiempo sin arte, una utopa perversa en el tiempo
de la demotecnocracia planetaria, manifiesta ser un modelo ejemplar para pensar la
actividad vital en que debe convertirse la creacin artstica contempornea. Porque el
cine manifiesta ser una expresin sinttica del mismo acontecimiento histrico que
vivimos. si el presente no tiene nada en el centro y es pura fragmentacin y dispersin
del sentido y la imagen, el mensaje del cine del presente, material, diegticamente,
est hecho de eso mismo, fragmentos visibles de sentido e imagen, planosfotogramas-puntos, etctera, y dispersin, veinticuatro cuadros por segundo, elipsis,
intersticios. Esta cualidad material concreta de ser la expresin que sintetiza el
presente, se la confiere a la experiencia cinemtica elctrica su situacin real de arte
completamente nuevo, sin centro, sin marco. Mismo hecho que lo hace ser, no un arte
122
ms entre las dems artes sino "el arte que marca el fin del arte, la conclusin", o sea,
su mximo cumplimiento posible.
Es cierto, arte absurdo, el cine borra la cualidad primordial del arte, clausura el
mundo del arte. Distrae la presencia. El cine hace olvidar los originales, los autores,
los centros. Ahora la clave de la experiencia cinemtica ocurre a travs de copias,
reflejo de otra cosa, siempre previa, y por eso en cierto sentido sobredeterminante,
siempre presente antes de cualquier principio visible, decible, pensable. Un mundo
vaco, sin centro, necesita un arte del reflejo sin objeto, un arte fantasmtico, en
serie, sin particularidades. El acontecimiento (experiencia interior) del cine --como
punto de cierre del mundo y del mensaje artstico-- significa contemplar en la pantalla
una re-presentacin, de algo generalmente re-presentado ante una cmara (cosa),
puesta sta en re-presentacin de la mirada re-presentativa de la Tcnica (qu
cosa?). Una presencia distante, una lejana ideal, un juego de luces y sombras que
estn en lugar de otras luces y sombras. Una re-produccin que re-presenta, vuelve
presente otra vez la esencia sin esencia del capitalismo tardo, el punto donde slo hay
ideas capitalistas, o sea, nada, nihilismo, puro egosmo, el fin en y para s del
capitalismo. El punto donde la idea del capital, un cero inmenso como la panza sin fondo
del padrecito Ub, hace aparecer la idea de ser, volver a ser, ser de nuevo, y aparece,
hace aparecer al sujeto, que, lgico, (se) cree ser el centro del mundo (un mundo).
Pues lo siguiente, el otro paso, implica, ya, salir del modo de produccin fundado en la
individualidad personal, o sea, en la represin, explotacin y dominacin total del otro
(aun dentro de la misma persona).
El cine hace ver la clave del presente, el hecho de que todo sea ilusin,
bsicamente. Interpretar de esta forma la experiencia cinemtica, como una ilusin,
123
para desmantelar la ilusin, significa dar un paso al comunismo por medio de la razn,
la
sublimacin
contracultural
del
fantasma
revolucionario:
hacer
teora
bien solo. El otro descubre la otredad del reflejo de los ojos. Esta era sin fundamento
ser buena hora para tratar de resolverlos, para elegir el narcisismo decisivo, crucial.
En ello, en el modo de tomar esa eleccin, el cine desempea un papel
sobredeterminante, porque ensea a pensar mejor lo que debe ser elegido. Lo que de
veras pone en juego el tiempo. Nuestro enamoramiento.
3. "El ojo es ms rpido captando que la mano dibujando; por eso se ha apresurado
tantsimo el proceso de reproduccin plstica que ya puede ir a paso con la palabra
hablada. Al rodar en el estudio, el operador de cine fija las imgenes con la misma
velocidad con la que el actor habla."
La mano era ms veloz que el ojo cuando escriba. Vino el cine y todo lo trastorn.
En sustancia, la escritura dice ms cosas con sentido que la pintura, la
arquitectura, la msica, la escultura, la danza, el teatro. Todo lo que da a pensar una
sola palabra, sea la que sea! Y cuntas cosas hay que decir para poder pintar una sola
cosa!
Lo especfico del cine est en su modo de adecuarse al fluir del tiempo, pasar con
el tiempo, estar en el tiempo, devenir el tiempo, el lugar del tiempo, ante los ojos, ante
la mirada; ya que, de hecho, la experiencia cinemtica es, en y para s, el
acontecimiento del tiempo. Ahora el ojo sobrehumano del cine, la cmara, puede ver y
or a la mano, lo que la mano no ve ni oye; porque la mano ya no puede ser ms rpida
que los ojos, siempre habr una "cmara lenta" que la pondr claramente en evidencia,
que la mostrar como es, en su sitio; por eso, por ser el tiempo, el efecto del cine
incluye y supera el marco del lenguaje, deja pensar el lenguaje y pensar por encima del
lenguaje, sin el lenguaje; el cine puede comunicar ms. Todava.
Tenemos que aprender a mirar desde el ojo in-humano del cine. Ese ojo
125
Pero la cosa no para ah, esta misma dominacin total de la conciencia del sujeto,
este desgaste brutal del pensar por parte del dispositivo capitalista, implica tambin
la reduccin de las conductas a los modelos bsicos, que son los ms fciles de
dominar: padre, madre e hijo/a, es decir, slo se puede ser los actuantes simblicos
de reducir a la servidumbre voluntaria, al orden simblico falogocntrico; otra
conducta slo puede ser efmera, transitiva, onrica --ms. El plusvalor de la sagrada
familia capitalista.
La civilizacin y la cultura del capital ahora son, deben ser, tienen que ser
efectivamente planetarias. Slo de esta manera sobrevive el capital sin desplomarse
ni disolverse en el aire, imponindose como (in)con(s)ciencia planetaria, fragmentacin
innecesaria, y por eso se mantiene en actividad la contracultura, contrarrestando con
sentido la dispersin enajenante.
Vivimos la desaparicin de lo nativo, ahora hasta las diferencias regionales y
personales ms especficas resultan efectos planetarios, nada volver a quedar
aparentemente aislado, todo se conecta. Somos un retumbe del cumplimiento futuro
del cosmopolitismo. Lo nacional y lo internacional de aqu en adelante debern
pensarse juntos todo el tiempo, hasta ver cmo se disuelven y se olvidan por completo.
Tal es ya la anomala salvaje que introduce en la cultura del planeta la experiencia
cinemtica elctrica como arte del capitalismo tardo, el impulso que supera los lmites
y las fronteras.
Por medio del discurso cinemtico, lo internacional deviene realidad, aunque slo
sea (de inmediato) en lo ms abstracto, es decir, en lo ms estructural de lo polticosocial contemporneo; pero all, en esa abstraccin que es la unidad planetaria de la
experiencia fragmentada y dispersa del cine, la contracultura ya tiene precisamente
127
135
136
19. Bibliografa
NO PODEMOS DECIR AQUI TODO lo que (con mucho gusto) hemos ledo para hacer
este Manual. De hecho, todo el dispositivo escrito es resultado de nuestra
manipulacin de libros y escritos sobre cine. Aqu nombramos los textos
indispensables. Los que sintetizamos con la mquina textual.
--Rudolph ARNHEIM, El cine como arte. Infinito, Buenos Aires, 1971 --versin
castellana de Enrique L. Revol.
--Jacques AUMONT, Alain BERGALA, Michel MARIE, Marc VERNET, Esttica del
cine (Espacio flmico, montaje, narracin, lenguaje). Paids, Barcelona, 1989
--traduccin de Nuria Vidal.
--Jacques AUMONT y Michel MARIE, Anlisis del film. Paids, Barcelona, 1990 --tr.
de Carlos Losilla.
--Walter BENJAMIN, "La obra de arte en la poca de su reproductibilidad tcnica",
en Discursos interrumpidos I. Taurus, Madrid, 1973 --tr. de Jess Aguirre.
--Helena BERISTAIN, Diccionario de retrica y potica. Porra, Mxico, 1985.
--Noel BRCH, Praxis del cine. Fundamentos, Madrid, 1986.
--Ana Mara CARDERO, Diccionario de trminos cinematogrficos usados en Mxico.
UNAM, Mxico, 1989.
--Francesco CASETTI, El film y su espectador. Ctedra, Madrid, 1989 --tr. de Anna L.
Giordano Gramegna.
--Francesco CASETTI y Federico DI CHIO, Cmo analizar un film. Paids, Barcelona,
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ndice
1. Objetivo............................................................................. 5
2. Etimologa........................................................................... 7
3. Lo cinemtico...................................................................... 15
4. Un precio.......................................................................... 17
5. Pensar el cine..................................................................... 21
6. Apreciar el cine....................................................,,,,,,,,,...... 29
7. El plano............................................................................ 35
8. La secuencia....................................................................... 43
9. La cmara......................................................................... 51
10. Enlaces y transiciones........................................................... 55
11. El sonido.......................................................................... 61
12. La digesis........................................................................63
13. El/la espactador/a............................................................... 67
14. La metfora en el cine.......................................................... 85
15. El modelo institucional de representacin cinematogrfica................... 95
16. Conclusin....................................................................... 101
(Lema)................................................................................ 111
17. Escopofilia...................................................................... 113
18. Glosas a un ensayo de Walter Benjamin...................................... 117
19. Bibliografa..................................................................... 137
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Esta es una edicin electrnica que est a la disposicin del pblico en general,
que no te la vendan, ni la puedes vender. Citar la fuente es de buena educacin.
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