Fonología y Fonética Históricas Ejercicios Prácticos Paso A Paso
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ENRIQUE E. CORRALES
INTRODUCCIN
Mediante el presente trabajo, pretendemos facilitar al alumno de Fontica y
fonologa histricas unas orientaciones bsicas con las que dar de forma segura los
primeros pasos en la constitucin del esquema del proceso fnico evolutivo
experimentado por una forma latina hasta su resultado espaol actual. Debe quedar
bien claro desde este momento que un esquema no es ni un anlisis ni un
comentario fontico y fonolgico. El esquema es, en realidad, la presentacin
sinttica y secuenciada que, bien a modo de prtico, bien a modo de cierre,
acompaar a nuestro comentario y anlisis, junto a los que, por otra parte, servir de
gua y orientacin a la persona que los leyere. En otras palabras: de cuantos cambios
y variaciones mostremos en un esquema riguroso y detallado, tendremos asimismo
que haber dado cuenta en el texto de nuestro anlisis y comentario mediante el
empleo preciso y exacto de la terminologa lingstica y notacin que proceda.
Un buen esquema del proceso evolutivo fontico y fonolgico experimentado
por una forma lxica desde la lengua madre hasta la lengua romance considerada
requiere metodolgicamente una distincin grfica de los sucesivos estados, distincin
que, en lo que sigue, ordenaremos de forma numrica.
Esta distincin y delimitacin es especialmente importante, en primer lugar, en
los estados que aqu numeraremos como 1 y 2, los correspondientes al lat. cls. y lat.
vulg. respectivamente, toda vez que en el primero partimos de un subsistema voclico
de diez unidades en oposicin fonolgica de cantidad (con cierre o abertura
concomitantes a ella), unos diptongos normativos propios y un acento de tipo meldico
o musical cuya posicin queda condicionada a la cantidad de la penltima slaba. Por
el contrario, en el segundo encontramos ya un subsistema de siete unidades tnicas y
cinco tonas -pues // y // (< , tnicas) solo tienen realizacin fonolgica como
tnicas-, en oposicin de grado de abertura, donde la cantidad es ahora un hecho
fontico, no fonolgico. Por otra parte, los antiguos diptongos lat. cls. AE y OE sern
ahora monoptongos integrados en el nuevo subsistema respectivamente como // y
/e/, mientras que los antiguos hiatos lat. cls. constituirn por su parte nuevos
diptongos, origen a su vez de importantes cambios fnicos, entre ellos, todos los
asociados a la yod que han de generar. En el nuevo acento predomina ahora el rasgo
de fuerza y, aunque en el resultado romance ser habitual la conservacin del lugar
acentual de la antigua forma, no faltarn casos de desplazamiento como los
ocurridos tras la diptongacin de hiatos con I o E tnicas como primer elemento,
FLLU > hijuelo, o los de los casos de muta cum liquida: NTGRUM > entero-.
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Fcilmente se comprende, por tanto, que nos hallamos ante dos sistemas lingsticos
muy diferentes en lo fonolgico, esto es, en lo que respecta al inters primordial y
ltimo de nuestro estudio y nivel de anlisis.
La separacin mediante estados acotados (1. lat. cls., 2. lat. vulg.) implica,
asimismo, unas diferencias de notacin metalingstica en cada caso. En 1. lat. cls.,
usaremos las versales -p. ej., FMNAM, LPREM-, para el uso metalingstico
general (es decir, del mismo modo en que usamos la cursiva en el resto de las
lenguas, p. ej., esp. hembra, liebre; fr. femme, livre, etc.); dicho de otro modo:
siempre que en el uso metalingstico del signo no nos sea necesario tratar con
precisin sobre aspectos del plano del significante (para lo que usaremos las
transcripciones fnicas) o del plano del significado (uso de las comillas de valor ()).
A continuacin de la notacin en versales, en la expresin grfica de este primer
estado vendr siempre la transcripcin fonolgica correspondiente: FMNAM
/feminaN/, LPREM /leporeN/
En 2. lat. vulg., por su parte, prescindiremos de la notacin metalingstica
general, puesto que, aun en el supuesto de que existan testimonios grficos de alguna
de las fases de la forma lat. vulg. que estemos considerando, lo ms habitual, sin
embargo, ser que el alumno no tenga conocimiento de ellos; bastar, por tanto, con
la transcripcin fontica:
1. lat. cls. FMNAM /feminaN/ > 2. lat. vulg. [femena]
1. lat. cls. LPREM /leporeN/ > 2. lat. vulg. [lpore]
En este segundo estado, puesto que tenemos un nuevo subsistema voclico
de siete unidades tnicas, ya no se usar el diacrtco // [] con que notamos fonolgica
y fonticamente las vocales largas de 1. lat. cls. (cfr. /e:/, larga, en FMINAM frente
a /e/, breve, en LPOREM). La oposicin de grado de abertura que ahora funciona se
muestra por la propia figura de los respectivos smbolos (recordemos: [] y [] solo
como tnicas funcionan fonolgicamente):
[i] : [e], [e] : [], [] : [a] : [], [] : [o], [o] : [u]
De tal modo, en 2. lat. vulg., estado en el que la cantidad ya no es pertinente,
encontramos ahora [e] cerrada en [femena] frente a [] abierta en [lpore]. Lo propio
se aplicar a los pares de correlacin 1. lat. cls. /o:/ : /o/ <larga : breve> y 2.
lat. vulg. [o] : [] <abierta : cerrada>. El uso de un mismo smbolo [e], [o] para notar
la vocal breve en lat. cls. y para la cerrada en lat. vulg. no debe originar confusiones,
toda vez que se trata de oposiciones de diferente naturaleza operantes en estados de
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lengua debidamente diferenciados. Por otra parte, dicho uso redunda en la deseada
economa del mtodo.
Para la aplicacin del cual, nos serviremos de la siguiente tabla integrada por
cuarenta y nueve formas lat. cls. propuestas para su comentario y anlisis en las
pruebas presenciales de los ltimos cursos. En dichas formas hemos notado
inicialmente como largas o como breves aquellas vocales cuya cantidad es necesario
conocer para la determinacin de la vocal tnica y, en su caso, para poder llevar a
trmino el estudio del vocalismo de las tonas iniciales; sobre las vocales no notadas,
hay que decir que, o bien su cantidad es indiferente, o bien que, no sindolo,
consideramos que debe ser de sobra conocida por el alumno a estas alturas del curso:
ALTARIUM
APCLAM
AUDTUM
AUGRIUM
BASIUM
COAGLUM
CONDCTUM
CONSLIARE
CSCLIUM
DESPCTUM
DMNAM
DRTIAM
ERCIUM
FASTDIUM / FASTDIUM (M. Pidal)
FAUCEM
FMNAM
FENCLUM
FERRARIUM
FCARIAM
FOETBNDUM
FGIO
FMIGARE
FSTIGARE
HDIE
MPGNUM
MPLSARE
LENTCLAM
LPREM
LTIGARE
LTEAM
MATRIAM
MNTUM
RPHNUM
OVCLAM
PELLICICARE
PTTIAM
PGRTIAM
PLCARE
PDIUM
PRAECNEM
PLGIUM / PLGIUM (M. Pidal)
PTEUM
REPDIUM
SCRAM
STRCTUM
TAXUM
TCTUM / TCTUM (Vid. PROFECTUM)
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c) HDIE yod 3.
c) PDIU yod 3.
c) PLGIU yod 3.
c) REPDIU yod 3.
c) ALTARIU yod 4.
c) AUGRIU yod 4.
c) BASIU yod 4.
c) FERRARIU yod 4.
c) FCARIA yod 4.
c) MATRIA yod 4.
De las cuarenta y nueve formas de la tabla, vemos que el desarrollo del acento
de fuerza va a producir reduccin de hiato en veinte.
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1. lat. cls. CONDCTU /koNduktu/ > 2. lat. vulg. [kodoxto] > [kodoxjto] >
[kodoi tjo]
1. lat. cls. MPLSRE /iNpuls:re/ > 2. lat. vulg. [empoljsare] > [empoi sjare]
1. lat. cls. MPGNU /iNpignu/ > 2. lat. cls. [empejno] > [empei njo]
e) En c) hemos visto cmo la yod surge inmediatamente tras la diptongacin del hiato,
y en d), sucesivamente, con la vocalizacin de una velar o de una lquida- agrupada
que se ha fricatizado y palatalizado. El proceso siguiente presupone un cambio ms:
sncopa de vocal postnica, fricatizacin de velar agrupada subsiguiente a la sncopa,
palatalizacin y vocalizacin, como veremos en las seis formas siguientes:
e) APCLA yod 2. [kl]
e) COAGLU yod 2. [gl]
e) FENCLU yod 2. [kl]
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Todava podr surgir otra yod, la ms tarda de todas por lo que a su aparicin
respecta: la yod por sncopa consonntica. Debemos recordar ahora que el orden de
las clases de yod segn la clasificacin pidalina no supone necesariamente
anterioridad en la aparicin cronolgica, sino en la consolidacin de la
palatalizacin consonntica; ahora bien, cuanto mayor sea este nmero de orden, ms
inflexionante ser la yod (vase la tabla). As, de la llamada yod 3. [gj], [dj], por
ejemplo, se sabe que inici el proceso de palatalizacin de la consonante antes que la
yod 1. [tj], [kj]; sin embargo, ser esta la primera en palatalizar las consonantes latinas
/t/ y /k/, y formar las nuevas consonantes lat. vulg. // y // (y por eso esta yod 1. no
va a inflexionar ninguna vocal precedente). La yod 4., por su parte, es cuarta por ser
la ms tarda en producir sus efectos, no necesariamente por su momento de
aparicin. As, si tomamos, por ejemplo, yod 4. [rj], [sj], [pj], es de pura lgica pensar
que la diptongacin de hiatos en CRIU, BASIU, CAPIAT y, por tanto, la aparicin de
la yod, hubo de producirse simultneamente con la de los hiatos de FORTIA, PUTEU,
etc., los que originaron la yod 1.. Sin embargo, esta yod semiconsonntica de [rj], [sj],
[pj] se mantendr largo tiempo en el diptongo creciente, sin palatalizar la consonante
-algo que solo poda suceder en [sj], si bien no parece haber sucedido nunca-, hasta
que, ya en poca muy tarda, metatiza, [basjo] > [bai so], y forma una nueva yod
semivoclica al constituir un nuevo diptongo decreciente [ai ]. Esta [ i ], por tanto, ser
la yod que verdaderamente inflexione la tnica, al cerrarla un grado en el proceso de
reduccin del diptongo: [basjo] > [bai so] > [bei so] > [beso] beso.
Pues bien: lo que llamamos yod por sncopa consonntica es, por lo que a los
entornos consonnticos se refiere, una especie de cajn de sastre que, a diferencia de
las anteriores, s podemos considerar como la yod ms tarda en su aparicin, dado
que los diptongos secundarios que la originan, tanto crecientes como decrecientes,
solo podrn surgir cuando el proceso de la lenicin toque a su fin tras la vocalizacin y
prdida de las oclusivas sonoras fricatizadas. Por eso, porque es la ms tarda y por
tanto la ltima en consolidar sus efectos de inflexin voclica y palatalizacin si es
que esta ocurre-, es por lo que la incluimos con la yod 4.
La deteccin a priori sobre una forma lat. cls. de una posible sncopa
consonntica ulterior requiere la toma en consideracin simultneamente de los
fenmenos propios de la sncopa voclica y de los de consonantismo asociados a la
lenicin. En efecto, una vez que las geminadas se simplifican, que las sordas se
sonorizan y que las oclusivas sonoras se fricatizan, podr suceder que una vocal
intertnica, que por la inviabilidad del grupo consonntico resultante resisti la sncopa
de la primera poca, se encuentre ahora junto a una antigua oclusiva sonora ya
fricatizada y muy debilitada, la cual, tras el debilitamiento articulatorio total, terminar
perdindose en beneficio de la intertnica que se conservar. Para poder verlo con
ms claridad, reagrupemos las formas que an nos quedan en la tabla original:
AUDTU
DMNA
FAUCE
FMNA
FOETBNDU
FMIGARE
FSTIGARE
LPRE
LTIGARE
MNTU
RPHNU
PELLICICARE
PLCARE
PRAECNE
SCRAM
TPDU / TPDU (M. Pidal)
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f) De esta que resulta vamos ahora a excluir todas las formas paroxtonas de dos o
tres slabas, pues, segn sabemos, en ellas no hay intertnicas. Tenemos, as, la
siguiente tabla con aquellas unidades en las que no cabe posibilidad ni de sncopa ni
de yod, para las cuales podremos ya dejar iniciado el esquema:
f) AUDTU
f) FAUCE
f) MNTU
f) PLCARE
f) PRAECNE
g) Nos quedan, de tal modo, solo las formas en teora sincopables: palabras
proparoxtonas, en las que puede ocurrir sncopa de la postnica, y paroxtonas de
cuatro o ms slabas, en las que puede ocurrir sncopa de la protnica. Seleccionamos
las primeras y tenemos:
g) DMNA
g) FMNA
g) LPRE
g) RPHNU
g) SCRA
g) TPDU / TPDU (M. Pidal)
1. lat. cls. DMNA /domina/ > 2. lat. vulg. [dm(e)na] > [dmna]
1. lat. cls. LPRE /lepore/ > 2. lat. vulg. [lp(o)re]
1. lat. cls. SCRA /sokera/ > 2. lat. vulg. [sk(e)ra]
1. lat. cls. RPHNU /orfanu/ > 2. lat. vulg. [rfano]
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LTIGRE
PELLICICRE
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Sobre PLLCCRE, para que podamos llegar al resultado esp. act., debemos
aclarar que tomamos como larga la primera i ( /i:/), a pesar de que tanto PLLE (con
nom. y gen. PLLS) como su derivado PLLCLA > pelleja tienen i breve; sin
embargo, esp. pelliza reclama un timo PLLCEA con i larga que apoya nuestro
anlisis (con breve habra dado *pelleza).
i) Para el estudio de la sncopa consonntica, finalmente, nos queda la siguiente tabla
con las formas que hemos ido descartando, por un motivo o por otro, de la posible
ocurrencia de sncopa voclica (postnica en TPDU, protnica en el resto):
FOETBNDUM
FMGRE
FSTGRE
LTGRE
TPDU
Para proceder al anlisis, separaremos los tres infinitivos de los dos adjetivos;
de estos dos, comenzamos por la forma en la que no pudo ocurrir sncopa de la
postnica de primera poca, TPDU. La notacin como larga o como breve que
damos en la tabla inicial obedece a que, segn Menndez Pidal, esta E tena cantidad
larga, mientras que segn los diccionarios latinos y los etimolgicos, esta E era breve.
Sin entrar, por ahora, en esa discusin y dado que el proceso TPDU > tibio es ms
difcil de explicar para el estudiante que se inicia en el anlisis fontico diacrnico, nos
quedamos, de momento, con la forma propuesta por el padre de la filologa hispnica:
1. lat. cls. TPDU /tepidu/ > 2. lat. vulg. [tepedo] > [tebeo] > [teeo] > [tejo]
Entre las fases [tebeo] > [teeo] es cuando la dental fricatizada y debilitada
termina por caer ante la vocal intertnica que en su momento resisti la accin de la
sncopa voclica (cfr. esp. act. dedo > esp. vulg. deo). Formado el hiato [eo]
secundario a la sncopa consonntica, lo siguiente es la diptongacin del mismo y la
formacin de la yod.
Veamos el otro adjetivo:
1. lat. cls. FOETBNDU /foetibuNdu/ > 2. lat. vulg. [fetebodo] > [fedeodo] >
[fedeodo] > [fedeodo] > [fedjodo]
Como vemos, un proceso similar al anterior, solo que en TPDU, al haber
ocurrido la sncopa de una consonante a la derecha de la vocal tnica, TPDU >
[tejo], la yod resultante queda en posicin postnica, por lo que an podr inflexionar
la tnica que queda a su izquierda. En FOETBNDU, por su parte, la sncopa de la
bilabial pone en contacto a la yod recin creada con la vocal tnica, FOETBNDU >
[fedjodo]; esta yod, por tanto, al quedar en posicin antetnica, ya no podr afectar a
la tnica, pero s es posible an que en no pocos casos inflexione la vocal tona que
se encuentre a su izquierda (cfr. esp. med. fidiondo).
Para finalizar estos primeros pasos en la constitucin del esquema evolutivo
directo, veamos cmo se realiza el estudio de la sncopa consonntica en estos
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Al llegar aqu, no podemos dejarnos llevar por la euforia del hallazgo y razonar
de forma apresurada que, tras la prdida de f- < F- y la apcope de e, tendramos
como resultado esp. humear. Del mismo modo que, para LTGRE, desde la fase
[lideare] se contina por [lidjare], el proceso de FMGRE tendra que pasar de
*[fumeare] a *[fumjare] para llegar a un resultado esp. estndar *humiar, como
LTGRE > lidiar y RMGRE > rumiar. Hemos de concluir, por tanto, que
FMGRE no ha dejado resultado patrimonial en espaol; humear, en consecuencia,
es forma obtenida por derivacin a partir de la base esp. humo (< FMU). Fumigar,
obviamente, es cultismo. Para FSTGRE, por ltimo, vale en muy buena medida lo
dicho sobre FMGRE, por lo que no es preciso proceder al anlisis en lo que
respecta a la secuencia -GRE que, de acuerdo con la evolucin, debe llegar a esp.
iar. Quiere decir, por tanto, que la forma hostigar es semiculta, ya que en parte
(FST- > host-) ha experimentado la evolucin esperable y en parte ha mantenido la
forma latina (-GRE > -igar). Fustigar, al igual que fumigar, es culta, y la forma del
esp. coloq. hostiar, a la que por convergencia evolutiva se habra llegado desde
FSTGRE, es formacin neolgica popular a partir de la base culta hostia (lat.
HSTIA).
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RESUMEN Y CONCLUSIN
Con las debidas reservas sobre el valor estadstico que a una recopilacin de
cuarenta y nueve formas le podamos otorgar, vemos que la divisin de la tabla inicial
en tablas sucesivas, determinada cada una de ellas por la presencia en todos y cada
uno de sus timos de un hecho fontico ocurrido en las primeras fases del latn vulgar,
nos da los siguientes resultados:
Esto significa, por tanto, que, para cualquier timo lat. cls. que hayamos de
analizar, una vez expresados los pasos fijos a) y b) correspondientes al primer estado
lingstico, lat. cls., tendremos que expresar a continuacin, ya en el anlisis del
segundo estado, lat. vulg., alguno de los pasos c) a h). A partir de aqu, ya ser
necesario expresar -siguiendo, claro est, la cronologa relativa-, los diferentes hechos
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