Angel Gonzalez Tratado de Urbanismo Col El Barbo Barcelona 1967

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vocablos, derivndolos del latn y del griego, que conoca a la perfeccin.

As noluntad (del latino nolo, no querer), paralelo de voluntad (de vol, querer): el vocablo es de notable fuerza. Casi siempre
recurre a la etimologa de las palabras; fjese el lector en cmo desentraa el sentido de la palabra pordiosero: En Espaa, el mendigo
pide una limosna por amor de Dios, y cuando no se le da la limosna,
se le contesta: Perdone, por Dios, hermano! Y como el mendigo
pide por Dios, se le llama pordiosero. Y como el otro, el supuesto rico,
le pide perdn por Dios, podra llamrsele tambin pordiosero. Y por
dioseros los dos. (p. 62). El lenguaje de Unamuno es siempre entraable, prstino, balbuciente, como si asistiramos al nacimiento de las
palabras, como si se nos descubriera su entraa.ROMANO GARCA.

NGEL GONZLEZ:

Tratado de urbanismo. Col. El Bardo. Barcelo-

na, 1967.
La poesa social, caracterizada como movimiento literario definido, si bien cumpli un objetivo, adoleca de ciertos defectos que motivaron su desaparicin en favor de otras inquietudes posteriores, distintas de aqulla ciertamente, pero vaciadas en su propio molde.
Comparto con el poeta Luis Feria (1) el criterio de que, debido
a la escasa difusin que la poesa tiene, las posibilidades de insercin
plena de la poesa social en el mundo y, consecuentemente, de su
funcin en l, quedaron notablemente disminuidas. Lo mismo, dice
Luis Feria, el prescindir de elementos esenciales como la muerte, el
tiempo o el amor, fue nefasto para que se lograra ese pretendido acercamiento. Ahora bien, me parece imprescindible este movimiento potico, considerando lo social en sentido amplio, para la formacin y
toma de carcter de una inquietud potica como la presente.
Y digo esto por ngel Gonzlez. Este esquema pasa a su haber
de poeta de forma caracterstica y peculiar. ngel Gonzlez toma lo
social analtica y crticamente, dndole su matiz, apuntndolo en sus
resquebrajaduras esenciales.
Nacido en Oviedo en 1925, es uno de los de ms edad entre los
poetas jvenes espaoles. Su perspectiva histrica, por tanto, es algo
ms definida que en el resto de sus compaeros de generacin. Gonzlez, como la mayora de ellos, es un poeta universitario: curs De(1) Diario de Las Palmas. Cartel de las Artes y las Letras. Dilogo
la nueva poesa espaola: Luis Feria. J. R. P. Las Palmas, 10 mayo 1967.

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con

recho en la Universidad de Oviedo. Tambin, como muchos, viaja


por Europa.
Tiene publicados en la actualidad cinco libros de poesa (2) y ha
obtenido un accsit del premio Adonais de 1955 y el premio Antonio Machado de 1962.
De lo que nos dicen estas notas podemos deducir que la conciencia de grupo, la conciencia generacional incluso, de estos poetas, dados a conocer en los aos cincuenta, surge espontnea desde su propio
condicionamiento vital y de sus peculiares circunstancias entre las
cuales son de destacar la formacin universitaria, su contacto con el
mundo literario del continente (contacto directo, se entiende) y la
obtencin de unos premios caractersticos como pueda serlo el Adonais. No obsta esto, naturalmente, para que escritores muy interesantes de nuestra poesa actual dejen de caracterizarse por algunas
de esas circunstancias. Apuntamos una lnea general que puede ayudarnos a ir centrando sus peculiaridades como miembros que son de
un momento potico preciso y definido. Lo cierto es que, en cualquiera de ellos, lo social no aparece ya como algo concebido a pori
dentro de unos cnones fijos ya vecesde unos tpicos que, sin
duda, lo perjudicaron. Lo social ahora, aparte su concepcin amplia,
es tambin analizado y vertido en el poema de modo peculiar, de
forma ms personal, y particularmente elaborado en cada circunstancia. Sin embargo, su base de protesta, de acusacin, a veces con irona, a veces hasta con violencia, surge aqu y all apenas nos fijemos
con cierto detenimiento.

FRENTE A UN SPERO MUNDO

Desde un primer contacto con la poesa de ngel Gonzlez, destaca su dramatismo, su planteamiento desde y para el hombre; la
presencia viva, y sensorial incluso, de ste, aupado por la ciega fe
que el poeta deposita en l. El hombre se sita frente a un mundo
cuyo spero contacto siente muy cerca, y callada y firmemente va
dando al traste con sus torcidas intenciones, aprovechando las mismas
armas que lo cercan: la irona, la violencia, el lenguaje simple pero
contundente...
No existe, creo yo, un nivel especial de captacin para la poesa
de Gonzlez. Lo popular es elemento importante en la valoracin so(2) spero mundo. Col. Adonais. Madrid, 1956, 62 pp. Sin esperanza, con
convencimiento, CoL Collmre. Barcelona, 1961. 71 pp. Grado elementis Col, Ruedo Ibrico. Pars, 1962. Palabra sobre palabra. Col. Poesa para todos. Madrid,
1965, 26 pp. Tratado de urbanismo. Col. El Bardo. Barcelona, 1967, 74 pp.

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cial de su escritura; no slo en la forma de cancioncilla popular que


toma a veces, sino en su inters sealadsimo por plantear temas, situaciones, lugares y tiempos que todos conocemos y vivimos y, adems, acercarnos sensorialmente a ellos. De ah su constante y abundosa adjetivacin, su deseo de calificacin precisa;
A veces tropieza
de improviso
contra otro cuerpo
Y es el amor.

inevitable.

Jams pudo
ser de otra forma, compacto
y duro,
esteperfecto en su cadenciamundo.

dice en su primer libro, que va a ser el punto de partida de todo un


conjunto potico ulterior. En este contacto, fsico y squico a la vez,
reside la contundente fuerza social de la poesa de ngel Gonzlez:
el reconocimiento emprico de la aspereza del mundo, de su acuciante presencia.
Pero hasta aqu slo hay un ngulo nuevo desde el que se plantea un mismo tema ya conocido. Lo verdaderamente original est
en la insercin de esos nuevos elementos a los que al principio aludamos En ngel Gonzlez toma importancia meridiana esa triloga,
amor, tiempo, muerte.
Es a travs de ella que se desenvolver toda su temtica esencial.
La estructura ideolgica de nuestro poeta se desarrolla paulatinamente en estos tres caminos, formando un soloy slidobloque de actuacin. Por ello, insisto, su primer libro encierra la clave de su obra
posterior. Que sta va a ser la recreacin, el desarrollo y la ulterior
plenitud de esa temtica base, ya deslindada y definida en aquel Aspero mundo de 1955.
Sin esperanza, con convencimiento, primero, y Tratado de urbanismo, su ltima y reciente obra, luego, definen y concluyen el camino trazado por ngel Gonzlez en aquel libro primero. Desde la
misma estructura y divisin del volumen, hasta el contenido de cada
una de sus partes, sin olvidar el tratamiento pico-histrico que se
da a la narracin potica. Y, como ejemplo, intentemos unas calas en
esas lneas que se me aparecen fundamentales dentro de. su quehacer
potico.
Amor. Hay una situacin agobiante que cierra el paso ai desarrollo del amor en este mundo inhspito. Descubierta la causa, la hipo
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cresa, el cinismo, la apariencia falsa, Gonzlez inicia la lucha en su


primer libro. Todos ustedes parecen felices..., se titula el poema:
... y sonren, a veces, cuando
Y se dicen, incluso,
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para
odiar de mil
en mil.

hablan.

Aunque su segundo libro se aparta un poconecesariamentede


la estructura general de su obra, tambin deja algunos jalones de
orientacin, algunos respiraderos por donde surge su preocupacin.
As el poema que titula De dos palabras ntidas ahora:
Destruirse o amar... Qu significa
esa cruel disyuntiva o amenaza,
ese pavor cuyo final aplaza
la incertidumbre?...

Para acabar y redondear la idea con compleja explicitacin, en su


ltimo libro, el largo y revelador poema Lecciones de buen amor.
Tiempo. Lo existencial, el momento histrico de ngel Gonzlez
no est solamente considerado desde el punto de vista pico, como
pueden mostramos los primeros poemas de spero mundo, Para que
yo me llame ngel Gonzlez o Aqu, Madrid, mil novecientos,
sino que su misma idea de tiempo se ahonda, se hace metafsica, se
complica tambin, cargndose de otros grados de valoracin. En Sin
esperanza, con convencimiento:
Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman; porvenir,
y esperan que t llegues
como un animal manso
a comer en su mano.

Pero su verdadera idea del tiempo es la del acabamiento, la del


da finalizado, la de la semana y el ao muriendo sin siquiera sentirse. Dice en Tratado de urbanismo:
A ltima hora haba pasado un da,
y al sentirlo hecho sombra, y polvo, y nada,

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Es un rasgo de ngel Gonzlez que nos acerca a algn poema de


Salvatore Quasimodo. Tambin el poeta italiano habla del curso de un
tiempo cumplido que no ha reportado nada y que inevitablemente
se ha de repetir.
Muerte. As, en el camino del tiempo nos topamos con la idea de
la muerte que para Gonzlez, como su propio nacimiento, tiene algo
de pluralidad, algo de necesaria pluralidad para obtener valor:
Para vivir un ao es necesario
morirse muchas veces mucho.

dice en el poema Cumpleaos, de su primer libro. Esa pluralidad


de entonces tambin se va ahondando y toma cuerpo en otras interpretaciones de finitud temporal en poemas similares de los libros ltimamente citados. Porque en ellos hay un camino cumplido, sin esperanza^ con convencimiento, que conduce a esa nada posterior que
el hombre puede desvelar si abriga nobles sentimientos, pureza, y no
se escuda en lo aparencial y falso.
El fuego
igualar las ruedas y los vastagos,
confundir los muelles y los mbolos,
devolver las tuercas gastadas
a la inercia y la nada minerales,
a la materia original
de donde
surgirn otras formas limpias, puras,
. libres acaso para siempre
del estigma fatal de la chatarra*

Aleccionador poema este de su ltimo libro. No hay algo de humanidad en ese montn de chatarra retorcida que espera el fuego?
Y en esas otras formas limpias* y puras del devenir?

LA PALABRA

Intencionadamente he dejado este tema para el final porque, adems de poder ir rastrando su identidad a lo largo de sus libros, dedica uno entero a este rasgo ideolgico.
Qu mgica atraccin, qu poder penetrativo de la idea puede
tener la palabra! Este elemento puro, simple y embrionario, sencillo
y a la vez de inigualable altura como lo pueda ser el amorde hecho
Palabra sobre palabra es un libro amorosotambin, y en funcin
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de su misma dificultad para desarrollarse en un medi en que ha perdido, y sigue perdiendo, su fundamental valor, tambin la palabra,
digo, se hace intil, difcil u olvidada. Y se llega a un momento de
la obra en que sta falta, en que sta huye, en que sta se resiste.
Y este momento, curiosamente, llega siempre a la misma altura del
camino.
Me falta una palabra, una palabra
slo.

Y en su segundo libro:
Todo ocurra asi, hasta que un da
la dije bien, y no entend su cntico.
La grit clara, la repet dura,
y esper vidamente,
y percib, lejano,
un eco inexplicable, infiel
reflejo
que en vez de iluminar, oscureca,
que en, vez de revelar, cubri la tierra
la imprecisa nostalgia de su antiguo mensaje.

En este camino aparece su cuarto volumen explicndonos claramente la continua y voluble fluidez de la palabra. Sus ttulos son
ms que reveladores: Palabras casi olvidadas, Las palabras intiles?). Y cuando ya pareca haberse descubierto la entraa de esta dificultad, cuando el dominio ya parece logrado, a la altura misma, en
su ltimo libro, aparece ((Prembulo a un silencio, donde la futilidad
de la palabra se confirma explcitamente. Por ms que hable y hable, el hombre siente el vaco que lo circunda.
ngel,
me dicen,
y yo wie levanto
disciplinado y recto
con las alas mordidas
quiero decir: las uas
y sonro y me callo, porque, en ltimo
uno tiene conciencia
de la inutilidad de todas las palabras,

extremo,

Y por aqu nos plantea ngel Gonzlez el problema del lenguaje.


Esa paradjica disyuntiva entre ser el nico vehculo, la nica materia para la expresin, y su inutilidad, su olvido en cuanto se emite
ordenadamente. Qu hacer cuando no nos entendemos? Cmo decir al hombre, te equivocas, yerras, cambia de camino, huye de tu
ficticia estructura exterior? Qu hacer entonces con las palabras?
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Gastados los tpicos, usado el lenguaje en toda su mltiple disposicin, las palabras se resisten a mostrar su verdadero rostro. Y aun
desentraando su origen, remontndonos a su primiciangel Gonzlez nos lo ensea-slo se logra la certeza de su inutilidad.

VALORACIN FORMAL

La hechura poemtica de ngel Gonzlez es realmente sorprendente. El poema se construye y desarrolla dentro de una estructura
firme y adems pensada perfectamente. La idea se distribuye progresivamente hasta un colofn o conclusin final que encierra lo
esencial de su contenido.
La materia poetizable es lo cotidiano, tanto externa como internamente considerado. Las palabras son siempre las justas; el sentido
denso que adquiere el poema, admirable. Con precisin y certeza notables aparecen trminos de notoria raigambre clsica junto a palabras y concepciones completamente actuales. Y como queriendo ahondar ms en la entraa de las cosas, ngel Gonzlez tiende a la glosa. En su poema, el comentario, la idea va avalada por un inciso
anterior o posterior al tiempo en que escribe y que nos conduce
a la misma entraa de su propsito.
Como ltima nota destacable en esta construccin verdaderamente arquitectnica del poema quisiera sealar el orden que se da a las
diferentes materias en cada uno de los libros. Tambin desde Aspero mundo se descubre una lnea de disposicin temtica que podra sealarse con esta gradacin: lo dramtico, lo popular y lo lrico.
Es una escala que se conserva incluso en Sin esperanza, con convencimiento, sin duda el libro que alcanza una tesitura ms grave,
y que en Tratado de urbanismo vara en la ltima parte introduciendo la evocacin y el recuerdo. Esas tres coordenadas toman forma fsica con la narracin, lo musical y rtmico o con el verso corto
e intimista, respectivamente.
Es, pues, todo un complejo arquitectnico que intuimos ha costado un serio y profundo trabajo a nuestro poeta, quien con Tratado
de urbanismo logra completar una etapa, o un ciclo, mejor, profundo y complejo, iniciado en su primer libro y que adquiri su punto
lgido en Sin esperanza, con convencimiento.
Hemos de confiar, por tanto, en su haber potico y en su serio y
denso conocimiento del verso y en ese trabajo intelectual y gramatical, firme y consciente, que le ha permitido dar fin a esta primera
etapa en ese Tratado de urbanismo que acaba de aparecer.JORGE
RODRGUEZ PADRN.

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