Resumen Complexivo de Nefando

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Mnica Ojeda

Nefando
Candaya Narrativa 40
ISBN: 978-84-15934-23-3
214 pgs.; 21 x 14 cm
PVP 16

Nefando era un juego


de horror para frikis,
una puesta en escena
inmoral o un ejercicio
potico?

La obra: Nefando
Nefando, Viaje a las entraas de una habitacin, fue un videojuego en lnea
poco conocido y pronto eliminado de la red a causa de su polmico
contenido sensible. Las experiencias de sus jugadores son, ahora ,el centro
de los debates gamers en los foros ms profundos de la deep web, pero sus
usuarios no parecen ponerse de acuerdo: era un juego de horror para frikis,
una puesta en escena inmoral o un ejercicio potico? Son tan hondas y
retorcidas como parecen las entraas de esa habitacin?
Seis jvenes comparten un piso en Barcelona y sus habitaciones laten como
colmenas. En cada una de ellas se cuecen actividades tan inquietantes y
turbias como la escritura de una novela pornogrfica, el deseo frustrado de
autocastracin o el desarrollo de diseos para la demoscene. Sus espacios
privados son arquitecturas blancas donde se explora el territorio de los
cuerpos, de la mente y de la infancia. Mirillas hacia lo abyecto y hacia el
decir, que los conecta al proceso de creacin de un videojuego de culto.

La autora: Mnica Ojeda

Mnica Ojeda (Guayaquil, Ecuador, 1988). Master en Creacin Literaria y en


Teora y Crtica de la Cultura, da clases de Literatura en la Universidad
Catlica de Santiago de Guayaquil. Actualmente cursa un Doctorado en
Humanidades sobre literatura pornoertica latinoamericana.
Con su primera novela La desfiguracin Silva obtuvo el Premio Alba
Narrativa 2014 y con su primer libro de poesa El ciclo de las piedras , el
Premio Nacional de Poesa Desembarco 2015. Forma parte de la antologa
Emergencias. Doce cuentos iberoamericanos (Candaya, 2013).

La visin de la autora
La infancia es el tiempo de la locura de dios; la edad del dolor primero, el
ms blanco, que slo puede ocurrir cuando somos incapaces de contar
nuestra propia experiencia con la fragilidad. Nefando est en las antpodas
de la infancia, pero insiste en la imposible tarea de hablar desde ese rastro:
es una novela sobre seis personajes vinculados a la creacin de un
videojuego de culto, a diseos de la demoscene, a la piratera informtica y
a una nouvelle pornogrfica. Pero, sobre todo, es la escritura de ese
imposible: un mosaico de ecos del primer golpe y su huella en la carne y en
la conciencia de unos jvenes estudiantes que comparten piso en
Barcelona. Sus habitaciones, convertidas en campos de batallas personales,
son los escenarios en donde se gestan sus creaciones y mi escritura. Con
Nefando, el lector deber convertirse en un detective que vaya desvelando
el contenido abyecto de un videojuego, pero tambin el mundo interior de
seis personajes mucho ms violentos y peligrosos que sus creaciones.

De sus otros libros la crtica ha dicho


La desfiguracin Silva (2014)
La desfiguracin Silva de Mnica Ojeda es una novela que reflexiona sobre
el poder de las palabras para rescribir la Historia, sobre la capacidad que
tienen

los

relatos

los

falsos

relatos

para

imponerse

sobre

los

acontecimientos reales, sobre la verdadera Historia. Aunque parece, se


extrae de la novela, que a veces se hace necesario inventarse un pasado. La
novela de Ojeda parece una llamada de auxilio, una solicitud o una
advertencia, para que los artistas e investigadores artsticos del Ecuador del
futuro y acaso tambin del presente no tengan que volver a inventar un
pasado, una tradicin. (Diario El Telgrafo, Ecuador)

La novela contiene captulos que son parte de entrevistas, un cuaderno de


rodaje, un guin de cortometraje, poemas, un ensayo literario, una
biografa. Los personajes discuten y reflexionan sobre arte, porque es el
mundo en el que se mueven: son estudiantes de literatura, de teatro,
profesores de guin cinematogrfico, periodistas. La novela apuesta por una

escritura que interroga los alcances de su propia expansin discursiva, en


tanto la narracin va tejiendo nexos entre pelculas y recuerdos. () Los
autores de estas novelas son, ante todo, lectores de una tradicin cultural:
escriben desde una biblioteca compartida, cuyos catlogos se desordenan y
cobran una nueva fisonoma en virtud de una particular relacin afectiva
con personajes, libros y escritores que pueblan nuestra memoria literaria.
(Diario El Telgrafo, Ecuador)
Duboc, cuento antologado en Emergencias (Candaya, 2013)
Su cuento Duboc, el director de escritores, puede que tenga algo de
biogrfico o no. No importa. Es tal la pericia narrativa que al tercer prrafo
uno se entrega a su lectura como si no tuviera nada ms importante que
hacer. Unas leves pinceladas (las que permite el gnero) bastan para
establecer una galera pequea, pero absorbente, de personajes. (Revista
cultural Verlanga, Espaa)

Algunos fragmentos de Nefando.

Kiki Ortega, 23 aos. Becaria FONCA. Habitacin # 1.


Por qu una novela pornogrfica? Por qu Nella? Por qu Diego? Por
qu Eduardo? Tena que ser posible crear un lenguaje que no se remordiera.
Su intencin, la ms honesta de todas, era la de explorar lo inquietante; la
de decir lo que no poda decirse. Hay algo ms humano que los deseos y
los temores y la indiferencia a los deseos y a los temores de otros? En lo
prohibido estaba todo principio creador. La literatura no puede distraerse
con elefantes, tiene que apartarlos y ver al acrbata cado, interesarse por
su sufrimiento, por la mueca de dolor con la que lo llevan tras bambalinas
porque desentona, porque rompe la armona, porque obsceniza el
espectculo. En lo prohibido se acurrucaba, temerosa, la sintaxis social.
Escribir slo tiene sentido, se repiti, si es para ver a travs de los
elefantes. Y, sin embargo, la habitacin era un refugio-reptil-muro donde
resonaba su voz indiferente a otras miles de voces, donde su voz apagaba
las dems de un slo soplo, donde era sorda y ciega, pero no muda, y su
condicin la haca balbucear a la nada y remorderse las uas y saberse sola
sin poder escucharse, sin poder saber si las palabras salan de su boca o

corran como trenes dentro de su imaginacin. Tres golpes contra la puerta


la hicieron cerrarse como una ostra.
Quin?
La voz de Ivn: una mano agarrndola del pelo.
Sal de tu baticueva, gey. Madrearon al Cuco .
(Pgs. 14-15)

Ivn

Herrera,

25

aos.

Mster

en

Creacin

Literaria.

Habitacin #2.
Te metiste a la ducha y restregaste tu cuerpo con fuerza, como si lo
golpearas, que era, quizs, lo que en el fondo hacas. Deseaste que el agua
desprendiera tus msculos y quebrara tus huesos, pero t seguas all,
David, Quetzalcalt, espejo negro humeante, inclume a la rigidez de la
naturaleza. Cuando al fin dejaste la habitacin te encontraste slo con
puertas cerradas. Un espacio minsculo, desierto, una zona comn con
revistas, diarios, una lima de uas, un DVD de Pink Flamingos, un par de
zapatillas a rayas, una camisa negra de Joy Division, el retrato de Laura
Palmer, dos novelas de Diamela Eltit, una de Jorge Enrique Adoum, tres
paquetes de galletas Oreo, un cigarrillo ahogado en cenizas, un envoltorio
de caramelo, una vela cuadrada de color rosa, un rastro de migajas
alrededor de la mesita, tres manchas de vino sobre el sof gris, cuatro
copas vacas con marcas de dedos y labios, una servilleta arrugada, y t le
diste la espalda al caos. No ibas, por nada del mundo, a limpiar el desastre
de otros. Saliste sin desayunar y tomaste el bus que te dejara al pie de la
universidad. Tu pene intent erguirse dos veces durante el camino, primero
apuntando hacia un hombre con un tatuaje que le cubra el rostro, despus
hacia uno con barba y abundante pelo en los brazos, pero te concentraste
en las lneas del libro de Onetti y en lo que le haras a tu miembro rebelde
cuando llegara la noche y tu excitacin languideci. A veces, sobre todo
cuando viajabas en bus, tenas la impresin de tener senos fantasmas
rebotndote sobre las costillas y la sensacin te causaba un hormigueo de
placer que te recorra el pecho. Tu cuerpo estaba lleno de prtesis
imaginarias. Te faltaban rganos y nadie lo saba.

(Pg. 24-25)
Entrevistado: El Cuco Martnez Lugar: Sor Rita Bar, Merc 27,
08002, Barcelona
La primera vez que me hablaron de Nefando, y esto es lo que recuerdo, lo
hicieron como si fuera un proyecto ms de los muchos que se les ocurran,
de esos que no tenan la menor intencin de llevar a cabo, ya sabes: eran
entusiastas de la boca para afuera, como la mayora de la gente. Bah: como
todos. No se poda saber cundo estaban hablando en serio. Me lo
explicaron sin mayores detalles y yo recuerdo que les dije que me pareca
una idea interesante y, sobre todo, extraa. S, era una idea extraa para un
videojuego. Despus se me meti el gusanillo de la curiosidad y les ped que
me contaran todo lo que tenan pensado y, to, yo alucin. Cuando me
dijeron que iban en serio con el proyecto, que de verdad lo iban a hacer, les
dije: aqu estoy, nenes, yo puedo hacerlo. Yo puedo crear eso que tanto
queris.
(Pg. 88)
Emilio Tern, 17 aos. Escritor de rectngulos. Navegante en foros
de profundos hoyos. Habitacin azul con un agujero de bala.
Es el cumpleaos de mam. Irene le hace el desayuno y Cecilia mira a Gog
flotando sobre el agua espumada. Hay que tirarlo, le dice pap. Pero yo
quiero conservar el muerto, dice Cecilia. Un cadver que flota es como un
sueo. Pap pone un regalo sobre la mesa y lleva a mam de la mano.
Parece que se quisieran. Tal vez se quieren. El sol golpea la ventana y la
torta de chocolate que nos llevamos a la boca es amarga. Planeamos un da
de bosque y picnic. Planeamos divertirnos aunque eso sea imposible. Irene y
yo intercambiamos miradas que irritan a mam. Un cadver que flota es
como un sueo. Nos reconfortamos en el absurdo, en la amargura y en la
estupidez, pero a ella no le gusta. Quisiera que mirramos todo con un
balazo en la frente, que tuviramos ojos de estatua. En cambio estamos
vivos y soamos puentes porque en nuestra casa un cadver que flota es
como un sueo. Descubrimos que la inteligencia de pap tiene muletas. No
nos alcanza. Corremos cada vez ms rpido con los prpados cerrados. La
estupidez es malvada, dice Irene. Ella cree que somos libres porque somos
inteligentes, pero slo Gog muerto es libre. Cuando muramos ser
maravilloso, digo. Nuestro cuerpo seguir sin nosotros y se marchitar entre

las flores. Cecilia amplifica sus ojos y dice que slo un cadver que flota es
como un sueo. Mam abre el regalo y llora. No es de felicidad.
(Pgs. 130 y 131)

También podría gustarte