Perú, País Plurinacional e Intercultural
Perú, País Plurinacional e Intercultural
Perú, País Plurinacional e Intercultural
plurinacional e
intercultural
Apuntes elaborados para la
discusin programtica del
Frente Amplio,
Febrero de 2014
Raphael Hoetmer, en
colaboracin con Vladimir
Pinto, Juan Carlos Giles, Mar
Daza, Juan Aste, Veronika
Mendoza y: Mario Palacios
El texto ha sido elaborado por Raphael Hoetmer, en colaboracin con Vladimir Pinto, Juan Carlos Giles, Mar Daza, Juan
Aste, Veronika Mendoza y: Mario Palacios. Fue enriquecido a partir de una mesa de discusin programtica en el Frente
Amplio, y una conversacin a profundidad con Rocio Muoz, aparte de consultas ms puntuales con Jos De Echave, Ydelso
Hernandez (CUNARC), Milton Sanchez (PIC), Jorge Prado (CCP), Javier Malpartida (Tarpurisunchis) y Ruth Luque (DHSF), y las
discusiones en torno del acuerdo programtico del Frente Amplio en el Grupo de Trabajo para la Campaa en defensa de la
vida, el agua y los territorios. El texto fue elaborado entre noviembre del 2013 y enero del 2014.
INTRODUCCIN
<<Por un pas de todas las sangres>>
Jos Maria Arguedas
<<Por un mundo donde quepan todos los mundos>>
Frase Zapatista
<<tenemos el derecho a ser iguales cuando la diferencia nos inferiorirza,
y tenemos el derecho a ser diferentes cuando la igualdad nos descaracteriza>>
Boaventura de Sousa Santos
Este texto parte de una discusin profunda e interpeladora sobre la utilidad poltica de la nocin de
plurinacionalidad en el contexto peruano. Pues, el Per es un pas donde de facto conviven distintos
pueblos y culturas, con distintas prcticas polticas, econmicas, culturales, espirituales y jurdicas,
dentro de un esquema de Estado-nacin mono-cultural que privilegia, promociona y a menudo
imponga una cultura, un idioma, un canon de conocimiento y un modelo de desarrollo como nico
vlido, como garanta del famoso progreso individual y nacional. Pese a ello, la demanda de
plurinacionalidad no tiene la presencia en el debate poltico y en los agendas de los actores sociales,
como si ocurre en los pases vecinos Ecuador y Bolivia, quienes terminaron de declarar su
refundacin como pases plurinacionales e interculturales. Inclusive desde una visin liberal en
Colombia se ha avanzado ms en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indgenas y afros
que en el Per.
Varios crticos de incorporar este mismo horizonte en el programa poltico del Frente Amplio
plantean por lo tanto, que el discurso de la plurinacionalidad en el Per no se sostiene en prcticas,
sujetos y agendas sociales reales. Adems, dentro de la izquierda peruana hay voces crticas frente a
la plurinacionalidad como horizonte de sentido, ya que sera justamente la falta de una nacin real
que sostiene la exclusin, discriminacin y desigualdad en el pas. Una transformacin haca una
refundacin plurinacional segn esta argumentacin podra debilitar el proyecto de un Per ms
democrtico y justo, que requiere justamente la conclusin del proceso de la construccin de una
nacin y de una repblica. Otr@s argumentan que un Per plurinacional podra inspirar autonomas
que podran crear condiciones para la vulneracin de derechos y libertades individuales en nombre
de derechos colectivos, como los de las mujeres y de lxs disidentes sexuales (cuyos derechos por
cierto tampoco estn al salvo en el catolicismo criollo hegemnico en el pas).
En las discusiones colectivas que sostienen este texto consideramos estos cuestionamientos,
y discutimos tambin si hay horizontes de sentido alternativos a la plurinacionalidad e
interculturalidad. Concluimos que la democracia y justicia social en el Per requieren de la
reconstruccin (o refundacin) del pas desde sus mltiples races, transformando las opresiones y
marginalizaciones histricas que siguen determinando a nuestra sociedad, y afirmando un proyecto
de vida propio que da justicia a las diversidades de historias, culturas, economas y polticas que
viven en ella. Ello implicara que las distintas culturas, racionalidades y visiones de vida deberan
poder buscar su propio destino en el marco del proyecto nacional (la plurinacionalidad), como
Gustavo Solis estima en el Atlas sociolingstico de pueblos indgenas en Amrica Latina y el Caribe (2009),
que habra mas que ocho millones de indgenas en el Per.
Amaru, que surgi en las tierras del viejo imperio incaico, como una insurgencia frente al rgimen
colonial. La brutal represin del levantamiento es ejemplar del modo particularmente violento (y
genocida) con lo cual los territorios ya conocidos como el Per fueron incorporados en la
modernidad capitalista-colonial-patriarcal e imperial. Para la propia izquierda peruana la persistencia
de culturas indgenas ha sido un desafo y debate constante, que inspir al pensamiento de Jose
Carlos Maritegui, Jos Mara Arguedas y Tito Flores Galindo, pero tambin a posiciones dogmticos
que desconocieron la importancia y potencia de las culturas ancestrales para la emancipacin.
La perspectiva terica ms til para comprender este proceso histrico, viene del peruano
Anbal Quijano 3, quien plantea que en la actualidad persiste la colonialidad del poder como matriz
organizador de la economa, la subjetividad y la poltica de nuestras sociedades. Analiza que la
invencin del concepto de raza ha permitido organizar las sociedades en funcin de una clasificacin
jerrquica, que equivale el Europa moderna, capitalista e imperial a la civilizacin, y los mundos de
los pueblos no-europeos como incivilizados y retrasados. La subjetividad producido en el matriz de la
colonialidad del poder presenta a la historia humana como un proceso de superacin del estado de la
naturaleza hasta la civilizacin, a lo cual se llama progreso o desarrollo, y que es dirigido por la
racionalidad de la ciencia moderna, el Estado-nacin y del mercado capitalista, que sirven para
transformar y disciplinar (y explotar, por cierto) a la naturaleza, los clases populares, los pueblos noeuropeos y a las mujeres.
Las propias nociones de pueblos indgenas y de afro-descendientes son coloniales, ya que
reduzcan la enorme diversidad de pueblos, perspectivas y historias a nociones homogeneizadores,
que producen una variedad enorme de prejuicios, estigmatizaciones, etiquetas que a su vez sirven
para descalificar sus saberes, espiritualidades, formas de decisin colectiva y relaciones de
produccin y distribucin como desafos para ser superados en el camino al progreso. De esta
manera, se invisibiliza las historias particulares de cada uno de estos pueblos, como su persistencia
en la actualidad. La inexistencia de una figura jurdica colectiva mayor a lo de comunidad hasta en la
legislacin peruana se fundamenta en ello; pues, as jurdicamente no existieran pueblos diversos con
territorios propios en el pas. En los ltimos tiempos, a raz de la legislacin internacional, el debate
provocado por la ley de consulta y la base de los pueblos indgenas, y de acciones de organizaciones
sociales y juristas afines, esta situacin ha empezado de cambiarse.
De todas maneras, el racismo es una lgica estructural y constituyente de la vida de los
peruanos, que bien es modificado en el tiempo, pero sigue inspirando la desigualdad y exclusin
social (expresado en los estadsticas de pobreza, analfabetismo y desnutricin en el pas), la
discriminacin cotidiana y estructural (en los medios de comunicacin, los calles y por los propios
polticos), y la ofensiva creciente para desarmar los espacios de relativa autodeterminacin como las
comunidades, afectando particularmente a las personas y pueblos afro-peruanos e indgenas. Es
importante, notar adems que las lgicas de opresin basados en las nociones de clase, raza y
genero estn interrelacionados, haciendo que las mujeres indgenas y afros sufren una doble o triple
discriminacin, por ser mujer, no-blanco y pobre a la vez, como seal Marisol de la Cadena.
El proyecto poltico y cultural de recrear al Per como pas plurinacional, busca transformar
progresivamente el conjunto de prcticas, imaginarios, estructuras y relaciones que sostienen a la
3
Aprovechemos la oportunidad para plantear que la obra del propio Quijano debera ser uno de los fuentes de
teora crtica para el Frente Amplio. Pese al enorme reconocimiento que recibe en el continente, en el Per la
obra de Quijano es sub-aprovechado en el espacio acadmico y poltico.
A la vez, por la incapacidad del Estado-nacin (y su dbil presencia en muchos partes del territorio
nacional) y el mercado capitalista, de resolver las problemas principales de poblaciones locales, se
mantuvieron prcticas, espacios e institucionalidades para enfrentar estas mismas problemas desde la
organizacin social y comunal, generando soberanas parciales locales. 4 Los procesos de migracin, y de
movilizacin y organizacin social, permitieron tambin conquistar derechos sociales de modo parcial, y
hasta recrearon desde los stanos y las periferias del propio estado espacios algo ms democrticos
(municipalidades rurales, experiencias de autogestin urbanas que impulsan la creacin de gobiernos
locales, etc.). Sin embargo, no lograron las transformaciones societales duraderas que pretendieron.
Hay que reconocer adems que los procesos de organizacin social, y en los espacios de soberana
parcial local, no eran libres de las mismas problemas y patrones que pretendieron combatir, como
son el economicismo, el desprecio a la democracia interna e inclusive la subestimacin de la
identidad y cultura como elemento clave en sus procesos de lucha. Consideramos que estas
caractersticas contribuyeron a las dificultades de consolidar estos procesos de transformacin social.
Esta devenir histrico ha sido transformado en las ltimas dcadas en el marco de las polticas del
llamado capitalismo neoliberal, que consiste del intento de los principales actores polticos del mundo
contemporneo aparte de los Estados ms poderosos del Norte global, instituciones multilaterales
como el FMI y el Banco Mundial, empresas transnacionales, y elites poltico-econmicas en el Sur
global de refundar el Estado, a travs de tratados de libre comercio, acuerdos con instituciones
multilaterales, polticas de privatizacin, y la creciente desregulacin de los servicios pblicos,
facilitando la inversin extranjera y la incorporacin de la economa peruana en el mercado global. Ya
que esta neoliberalizacin de la sociedad peruana se trataba principalmente de inversiones mineras y
de hidrocarburos, se confirm y profundiz la histrica dependencia econmica de la explotacin de
sus bienes comunes, consolidando al Per como una sociedad extractivista por excelencia. El Estado
juega un rol clave en este proceso que en esencia busca disciplinar sujetos y territorios para integrar
la sociedad mercantilizada y fragmentada, desarmando redes y mercados locales o regionales y afectando
las capacidades locales de decisin colectiva sobre el destino de territorios y poblaciones.
Todo ello evidencia la relacin simbitica entre el modelo de desarrollo extractivista y el
Estado nacin actual, que es muy dbil para dirigir la sociedad y la economa, pero muy fuerte para
promover un tipo de desarrollo por encima de todos los dems, reforzando la colonialidad del poder.
II.
Entendemos que no pueda existir una agenda o proyecto poltico si ello no se encarna en sujetos
concretos. En personas y colectividades que se organizan para ello, y que crean prcticas, conceptos
y propuestas que prefiguran la transformacin propuesta. En el caso de la nocin de
plurinacionalidad vemos tres fuentes principales.
La demanda y propuesta de plurinacionalidad se inspira de un lado en las rebeliones
histricas de los pueblos peruanos que buscaron refundar el pas, como tambin en la historia de los
movimientos indgenas en Bolivia y Ecuador, y su actual ola de movilizaciones que inici en 1990 con
la Marcha por la Dignidad y el Territorio en Bolivia y el primer levantamiento indgena en Ecuador. En
4
El proceso de construccin de la ciudadana en el Per ha sido descrito de manera amplia y precisa por Sinesio
Lopez (1997).
las dcadas posteriores las poblaciones indgenas organizadas y movilizadas no solo lograron hacer
caer a varios presidentes, cambiaron tambin las relaciones de poder y los imaginarios sociales
hegemnicos en sus pases, y prepararon el camino para gobiernos con un discurso crtico del
capitalismo neoliberal. Tambin nacieron de estos movimientos nuevas propuestas y lenguajes,
como el buen vivir como paradigma alternativa al desarrollo, y el Estado plurinacional como
alternativo al Estado monocultural actual, que fueron recogidos parcialmente en las Asambleas
Constituyente y las Constituciones que escribieron. 5 Particularmente el movimiento indgena
ecuatoriano dej muy claro que sus propuestas implicaran la transformacin del pas para todos y
todas los ecuatorianos, potenciando el dialogo intercultural y afianzando la autodeterminacin de los
distintos pueblos a la vez.
Sin lugar a duda, la historia peruana es distinta que la ecuatoriana y boliviana y no ha dado
luz, en las ltimas dos dcadas a un movimiento campesino e/o indgena centralizado en
organizaciones representativas fuertes y con capacidad de canalizar una diversidad de demandas y
luchas locales en una agenda coherente. El Pacto de Unidad, que junta a las principales organizaciones,
reivindica en el escenario nacional la implementacin de una Ley de la Consulta Previa, Libre e
Informada en el espritu del Convenio 169 de la OIT, y de otro lado, la refundacin de la
institucionalidad indgena en el pas. El Pacto de Unidad, no obstante, no tiene la capacidad de canalizar
o representar el conjunto de demandas desde las distintas regiones del pas, ni de construir una
agenda desde ellas, como en realidad tambin es el caso en mayor o menor medida- de sus
miembros. 6
Sin embargo, tambin en el Per ha crecido un conjunto de demandas y luchas en torno del
control del territorio y de los bienes comunes. 7 Aunque estos conflictos tienen diversos motivos y en
general no tienen vnculos mutuos orgnicos, a la vez, han ganado en difusin, fuerza e impacto
(Hoetmer 2013b). Adems, los actores protagnicos de ellos se han vuelto ms programticos, con
lenguajes y demandas ms compartidas, evidenciando los lmites del modelo actual de desarrollo y
su rgimen regulatorio del Estado. En algunos casos, como la lucha amaznica frente a los decretos
legislativos de Alan Garca, y la resistencia a megaproyectos mineros como Conga y: Rio Blanco, los
actores locales plantean de manera explcita la necesidad de transformar el modelo de desarrollo y/o
el accionar y la organizacin del Estado, y han logrado construir solidaridades en sectores de la
poblacin.
Son estas luchas que parecen dispersas, pero que estn conectadas por mltiples relaciones,
lenguajes compartidas, propuestas programticas y flujos de informacin, que en nuestra opinin
dan el marco de la plurinacionalidad como proyecto poltico de transformacin societal y estatal, y
que a la vez, en ello podra encontrar otro lenguaje y plataforma que permita conectar y politizar un
5
Las propuestas de la CONAIE en Ecuador y del Pacto de Unidad en Bolivia fueron las inspiraciones principales
en estos casos.
6
Para un anlisis de la situacin actual de las organizaciones y movimientos sociales en el Per se pueda
revisar: Hoetmer (2013a).
7
La confluencia entre la profundizacin del extractivismo y las reformas neoliberales ha generado un estrs
social y ambiental, que se expresa en el creciente nmero de conflictos como consecuencia de los daos
ambientales, sociales, culturales, polticos y de salud humana a lo largo del pas. Las luchas eco-territoriales
sobre el control y uso de los bienes comunes y territorios- se han expandido notablemente en el pas, convirtiendo a
stas en la principal fuente de conflicto social desde el inicio de 2008, llegando a representar el 66,5 por ciento del
total en marzo de 2013. http://www.defensoria.gob.pe/conflictos-sociales/home.php. Segn el informe 149 de
los 225 conflictos tenan relacin con cuestiones socio-ambientales.
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noventa, fue la expansin minera que provoc una transformacin y refortalecimiento de las rondas
campesinas, que los llev a ejercer el encargo de cuidar, vigilar y defender el territorio y los bienes comunes.
En este proceso las rondas campesinas han construido un discurso de la pluriculturaldiad, en lo cual se
reivindican como sujeto colectivo de derechos, reconocido por la legislacin peruana en las leyes referidos a
ellos, e incluido en la legislacin internacional sobre los derechos indgenas. 8
En el caso del campo cultural afro-peruano hay una situacin distinta, que adems difiera de varios
de los pases vecinos. La poblacin afro-peruana es relativamente pequea, y no cuenta con territorios
propios (como en Colombia, Ecuador o Brazil), su tejido organizativo es ms fragmentado an que en el caso
de los pueblos andinos y amaznicos. A la vez, es evidente el enorme aporte afro a la cultura y sociedad
peruana, y se pueda percibir en los ltimos aos una dinamizacin de sus expresiones e identidad propia. En
algunos sitios de Chincha, Caete o Lambayeque la cultura afro resulta ser lo hegemnico en el espacio local,
con capacidad de integrar a las poblaciones no-afros. Aunque jurdicamente no existen comunidades afros
como tal, si hay centros poblados en el norte del pas que refieren as a s mismo. Y en cuanto a sus
reivindicaciones de justicia histrica resulta importante el caso del pueblo de Zaa, que se auto-declar sitio
internacional de conmemoracin de la esclavitud. Todo ello evidencia que si bien no hay una identidad de
pueblo afro-peruano establecido, si hay nociones y prcticas que evidencian la necesidad de polticas
particulares, de reconocimiento como cultura propia, y de espacios de autodeterminacin. Actualmente, el
vice-ministerio de interculturalidad ha dado avances importantes en esta direccin.
Finalmente, los barrios populares de las ciudades peruanos fueron espacios de gran autoorganizacin, alimentados a menudo por las experiencias, tradiciones y culturas que trajeron sus habitantes
desde los andes y la Amazona peruana, y por los partidos de izquierda. Ello inspir experiencias como las
Comunidades Urbanas Autogestionarios de Villa el Salvador con el lema famoso Si nada tenemos, todo
haremos- y Huaycan, pero en la cotidianeidad ha estado presente alrededor de los principales ciudades del
pas. Las identidades andinos y amaznicos fueron evidentemente transformados en este proceso, y sus
expresiones en fiestas, rituales y prcticas se volvieron espacios propios de interculturalidad. El
debilitamiento del movimiento urbano-popular en las ltimas dcadas, en combinacin con la
individualizacin y el consumismo promovido por la neo liberalizacin, puedan haber hecho retroceder, pero
no extinguir a estas prcticas.
En este sentido, el Per plurinacional e intercultural tambin se encuentra en los espacios urbanos
del pas. Ms bien, las ciudades ms que todo en los barrios populares- han sido espacios de interaccin y
experimentacin intercultural que han producido nuevas culturas, identidades y lenguajes, al margen y a
pesar de las polticas estatales. A la vez, han sido los espacios donde los pobladores han llegado a ser objetos
(y no sujetos) de polticas pblicas, como tambin de la marginalizacin y exclusin social, que han incidido
en los trnsitos y reconfiguraciones de identidad y vida que han tenido.
De todos modos, los fuentes de la plurinacionalidad en realidad son mltiples, con diversos
significados y direcciones. La experiencia de las rondas campesinas expresa claramente que las identidades y
culturas no son homogneas ni estticas, ya que poblaciones en distintos contextos buscan poder definir su
propio destino. El asunto de fondo es que estas distintas experiencias, y la reaccin de rechazo o inclusive de
agresin por parte del Estado central, visibilizan que millones de peruanos y sus formas y proyecciones de
8
Ydelso Hernandez, el presidente de la organizacin representativa de las rondas campesinas CUNARC, fue
bastante explicito sobre el derecho a la autodeterminacin de las rondas campesinas, y sobre sus races en las
culturas ancestrales. Para la historia de las rondas campesinas vale la pena leer a Orin Starn (1999), mientras
que su realidad como sujeto colectivo de derechos ha sido analizado y defendido por Raquel Irigoyen en
numerosos trabajos.
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Desafios
Finalmente, quisiramos sealar algunos de los ejes que complejizan la discusin ante los escenarios
actuales en el pas, y en el continente. De un lado, hemos sido testigos como en Ecuador y Bolivia los
procesos constituyentes, poltica y socialmente, han empezado a derivar en su contrario cuando se
trata de los derechos de los pueblos indgenas. En ambos pases pero con mayor fuerza en Boliviahay intentos de intervencin y divisin directa en las organizaciones indgenas y campesinas
autnomas (las que no apoyan al gobierno), las autonomas indgenas y compromisos en temas de
consulta no han sido implementados, o de manera limitada, tras su incorporacin en la constitucin,
y en casos simblicos importantes como el Yasuni y el Tipnis se ha evidenciado la tendencia a
profundizar el extractivismo, al costo de la plurinacionalidad efectiva. En este sentido, vale
mencionar las dudas de autores como Ral Zibechi y Anbal Quijnao, o del movimiento zapatista,
sobre la posibilidad real de transformar desde el Estado actual en las direcciones descritas en este
documento.
En el caso peruano a ello se suma una tendencia creciente de complejizacin del
extractivismo. La expansin de la minera informal, particularmente en su forma ms ligado a la
comunidad en Apurimac y partes de Cusco, est inspirando un nuevo tipo de conflicto de comuneros
defendiendo su territorio contra empresas grandes para poder realizar la minera informal. En otros
casos, las empresas extractivas han logrado reemplazar de facto al estado como ente regulador de la
vida en los espacios locales, logrando acuerdos importantes con comunidades y pueblos sobre la
explotacin de los recursos naturales, y generando flujos financieros importantes haca las
economas comunales. Ms que rechazar estos casos, es importante reconocer que estos procesos
estn en marcha, y que requieren de polticas propias. En este sentido, los lmites y condiciones de
las actividades extractivas tambin tendran que ser determinados tanto a travs de espacios de
autodeterminacin, como de la democracia intercultural, siendo probablemente uno de los desafos
ms grandes por delante.
Finalmente, y no menos importante, es necesario una discusin ms profunda sobre la
plurinacionalidad e interculturalidad visto desde el pueblo afro-peruano, y los y las migrantes
andinos y amaznicos en las ciudades. En este texto, hemos tocado menos a estos espacios, por
tener menos experiencia y conocimiento de ellos, pero nos queda muy claro que son partes del Per,
pas plurinacional e intercultural, con problemticas, demandas y propuestas propias, importantes
para el Frente Amplio.
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