1) La señorita Imelda Zapata Solís se unió a la procesión del Rosario de Aurora liderada por Doña Petrita Abreu Lima, pero se dio cuenta que nadie la conocía.
2) Ella entró con la procesión a la iglesia y dejó su ramo de flores, pero cuando salió la procesión ya había terminado.
3) Más tarde, se unió a otra procesión liderada por Doña Petrita y le preguntó sobre las dos procesiones, a lo que Doña Petrita se sorprend
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1) La señorita Imelda Zapata Solís se unió a la procesión del Rosario de Aurora liderada por Doña Petrita Abreu Lima, pero se dio cuenta que nadie la conocía.
2) Ella entró con la procesión a la iglesia y dejó su ramo de flores, pero cuando salió la procesión ya había terminado.
3) Más tarde, se unió a otra procesión liderada por Doña Petrita y le preguntó sobre las dos procesiones, a lo que Doña Petrita se sorprend
1) La señorita Imelda Zapata Solís se unió a la procesión del Rosario de Aurora liderada por Doña Petrita Abreu Lima, pero se dio cuenta que nadie la conocía.
2) Ella entró con la procesión a la iglesia y dejó su ramo de flores, pero cuando salió la procesión ya había terminado.
3) Más tarde, se unió a otra procesión liderada por Doña Petrita y le preguntó sobre las dos procesiones, a lo que Doña Petrita se sorprend
1) La señorita Imelda Zapata Solís se unió a la procesión del Rosario de Aurora liderada por Doña Petrita Abreu Lima, pero se dio cuenta que nadie la conocía.
2) Ella entró con la procesión a la iglesia y dejó su ramo de flores, pero cuando salió la procesión ya había terminado.
3) Más tarde, se unió a otra procesión liderada por Doña Petrita y le preguntó sobre las dos procesiones, a lo que Doña Petrita se sorprend
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LA PROCESION FANTASMA
Puede decirse que, en relacin a nuestro tiempo y a las narraciones
anteriores, esta es muy reciente, tiene lugar en el mes de junio de 1960, se preparaba la festividad de Nuestra Seora del Perpetuo Socorro. Procesin Fantasma Doa Petrita Abreu Lima, a quien la gente recuerda con cario, era la encargada de solemnizar esta festividad que tiene lugar el da 27 de junio. Para esto ella invitaba a sus vecinos, amistades y dems personas, para que asistieran al Rosario de Aurora, que se iniciaba a las cinco de la maana a la salida del templo, se recorran varias calles rezando el rosario y poco a poco se iban agregando a la procesin ms y ms personas. Para que los que an estaban descansando en su cama se dieran cuenta que ya era hora de sumarse a la romera, Doa Petrita iba al frente haciendo sonar una campanita y se detena un momento en las esquinas donde se entonaba algn himno alusivo, dando as tiempo a que llegasen sus invitados. La gente acuda. Decan que era una forma bonita de comenzar el da. En una de estas madrugadas, la seorita Imelda Zapata Sols, estando profundamente dormida, un rumor extrao la despert, crey or la campanita de Doa Petrita y se visti de prisa. Cuando sali de su casa la procesin ya estaba terminando de pasar por la esquina y se apresur para alcanzarla. No haba luz elctrica, pero algunas personas llevaban ceras encendidas. Le pareci muy extrao que no conociera a nadie, aunque eran personas no del todo desconocidas, alguna vez las haba visto. Quiso ir ms de prisa para alcanzar a doa Petrita y hacerse de su compaa, pero no pudo localizarla. La procesin cruzo la plaza y entro al templo. Ella pens que ya haban recorrido la otra parte del pueblo, aunque segua con la inquietud de que era muy de madrugada. Entro con las personas al templo, casi al entrar pusieron su imagen en el piso, y ella fue a dejar su ramo de flores a los pies de la imagen. La gente daba impresin de marcharse y tambin ella se sali del templo y se dirigi su casa, preguntndose: Por qu Doa Petrita hara la procesin del rosario tan temprano? No teniendo la respuesta se fue derecho a su cama a dormir otro rato mientras llegaba el amanecer. A poco de haber conciliado el sueo, nuevamente la despert el insistente sonar de la campanita. Como se haba acostado vestida, sali de inmediato. Las personas alegremente en la esquina cantaban: - Ho Mara, Madre ma, Ho consuelo del mortal
Con extraa inquietud y muchos interrogantes se uni al grupo. Esta
vez muy cerca de doa Petrita, a quien en cuanto tuvo oportunidad en la siguiente esquina le pegunto: - Y hora por que hizo dos procesiones? Hace rato una y horita otra? -Hora, como crees. Apenas horita venimos. - No! Si hace un rato paso la procesin! Yo les acompae! Como ya se reanudaba el recorrido no pudieron seguir platicando, pero doa Petrita haba quedado muy intrigada y cuando haba terminado el rosario y con himnos se acercaban al templo, pregunto -Dices que viniste a otra procesin? S, yo vine. Hasta traje mi ramo de flores. Por eso horita no traigo nada. Cuando entraron al templo, antes de llegar al primer arco, Imelda tomo del brazo a doa Petrita y le sealo a la izquierda del pacillo: maltrecho por las pisadas de las personas, estaba su ramo de flores. Ya en el atrio Doa Petrita la alcanzo y le dijo: muchacha yo ahora recuerdo que cuando era nia, mis padres me contaron tambin de esa procesin, pero cre que solo era un cuento, ahora s que fue verdad. Fin