Formas Incipientes Del Trabajo

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FORMAS INCIPIENTES DEL TRABAJO

El estudio del instinto gregario en los antropoides actuales muestra que muy difcilmente nuestros
antepasados del mioceno formaran grandes manadas. Posiblemente, al pasar stos a vivir en el suelo la
horda se hizo algo mayor, lo cual le permiti afrontar ms exitosamente la dificultades propias del campo
abierto, y en particular la lucha contra nuevos enemigos como los grandes felinos y otros carniceros.
Nuestros predecesores carecan de medios naturales especficos de defensa o ataque: ni garfas afiladas, ni
comillos sobresalientes, ni menos an, cuernos o cascos: vale decir, ninguno de los rganos especiales
con los que se defienden de los enemigos los dems mamferos. No es de suponer que pudieran correr
velozmente.
De modo, pues, que, como subray Darwin, nuestros antepasados eran animales relativamente
dbiles. El desarrollo de su instinto gregario fue un factor que los favoreci, de manera desdeable, en la
lucha por la existencia. Los instintos gregario y social desempearon un papel capitalsimo en la
evolucin posterior del mono al hombre, en el proceso cualitativamente especfico de la formacin de los
homnidos primigenios y de los que inmediatamente los siguieron, los cuales terminaron por
transformarse en los seres humanos del tipo actual.
La idea, cientficamente fundada, de Marx y Engels respecto a la importancia primordial del
instinto social en la evolucin de la humanidad, se encuentran tambin en las obras de Lenin, que subray
la trascendencia de la estructura interna en los grupos de prehomnidos y de los hombres primitivos. En
El Estado y la Revolucin habla Lenin de la organizacin primitiva de la manada de monos que
manejan el palo, o de la del hombre primitivo, o de los hombres agrupados en clanes. Seala as las
etapas en el desenvolvimiento de formas sociales hasta la transformacin de la estructura pre-tribual,
propia de la manada primitiva de homnidos neandertalenses, en los grupos sociales de hombres fsiles
como los de Cro Magnon y sus descendientes.
En los lejanos das de la Era Terciaria se inici en el sur de Asia el desarrollo progresivo de
antropoides que vivan en manada y que haban trocado su modo arbreo por el terrestre. El
desenvolvimiento posterior del instinto gregario y de la locomocin bpeda se intensifico al pasar
nuestros antepasados a regiones ms desprovistas de rboles. Sus extremidades delanteras se liberaron de
sus funciones locomotivas y, de este modo, nuestros predecesores pudieron emplear objetos naturales
-palos y piedras- como herramientas y armas. El proceso de transicin a las formas elementales de
trabajo acaeci en muchas manadas, no en una sola; algunas antes, otras despus. La idea de que el
trabajo comenz independientemente en muchas manadas de nuestros antepasados constituye una
conclusin lgica de la doctrina antropognica darviniana y de la concepcin ntegra que Engels se
form respecto a este proceso.
Sera inverosmil, en efecto, que las formas laborales primitivas se hubieran concentrado en una
sola manada. La idea de que el uso de instrumentos pudo originarse en una sola horda, y de ella
difundirse a otras, es tan absurda como la de que una sola pareja de antecesores superdotados ense a la
humanidad la fabricacin y empleo de herramientas, idea esta ltima que es tan slo una variante del mito
bblico. Por otra parte, no se trataba de verdadero trabajo humano.
Una forma completamente nueva de actividad, que comprenda el uso de instrumentos en carcter
de rganos artificiales capaces de aumentar el poder de los naturales, era tan inslita para una animal que
mal poda afianzarse en un perodo breve. Los primeros hombres, empero, aparecieron en aquellas
manadas en las cuales el uso de instrumentos para la obtencin de medios de subsistencia se convirti en
un rasgo especfico. El nuevo mtodo de conseguir comida tuvo que desarrollarse y arraigarse
firmemente en un gran nmero de manadas antes de que se volviera una necesidad vital de la especie. Es
muy difcil, sin embargo, que el uso de los instrumentos se haya desarrollado en todas las manadas de
nuestros antepasados. Algunas de stas probablemente nunca alcanzaron el estadio de la actividad
laboral y se extinguieron, quizs despus de coexistir prolongadamente con hordas que empleaban
instrumentos y en las cuales las formas incipientes de trabajo condujeron a la aparicin en la Tierra de los
primeros hombres, bajo la forma de hombres monos o pitecntropos.
El pasaje de la locomocin erecta, la liberacin de las extremidades anteriores de su funcin de
sostn, un cerebro altamente desarrollado y un modo social de vida: he aqu las principales premisas del
surgimiento del trabajo entre los antepasados del hombre. Al principio, naturalmente, los antropoides del
plioceno superior empleaban piedras y palos como herramientas y armas, impelidos por la imperiosa
necesidad vital de obtener comida y defenderse contra los enemigos. Los actos que se realizaban con
ayuda de objetos naturales fueron al principio instintivos, evidentemente, y an despus de convertirse en
un rasgo regular de la vida, por un largo tiempo siguieron siendo semi-instintivos.

Imaginemos una pequea banda de nuestros antepasados que se desplaza en procura de alimento.
De vez en cuando diversos miembros de la misma cogen piedras o palos para desenterrar una raz
comestible, matar algn animal pequeo o ahuyentar una fiera. Luego del pasaje de la locomocin
erguida, nuestros predecesores, que superaban largamente en inteligencia y adaptabilidad a todos los
dems monos, no podan contentarse con el uso de instrumentos naturales y pasaron a hacer utensilios.
Los procesos laborales, biolgicamente ventajosos, intensificaron la adaptacin ecolgica de nuestros
antepasados, adquirieron un carcter masivo en las hordas y provocaron el desarrollo de leyes nuevas,
sociales. De este modo, la aparicin del trabajo, la fabricacin de instrumentos y su empleo en una
sociedad de semejantes, sealaron el comienzo de una era nueva en la evolucin del reino animal:
emergi un ser que difera cualitativamente de todos los dems animales, surgi el hombre.
Podemos admitir, en el desenvolvimiento del trabajo, la existencia de una serie de etapas
transicionales. Los seres humanos primigenios comenzaron a formarse como animales que trabajaban
socialmente. En su anlisis de los estadios fundamentales de la antropogenia, Engels habla de hombres
en formacin que, de resultas de una evolucin prolongada, se transformaron en hombres acabados al
surgir un elemento nuevo de capitalsima importancia para la historia posterior de la humanidad; la
verdadera sociedad humana.
La mano, la locomocin erecta, el trabajo primero con ayuda de herramientas naturales y luego
de artificiales-, el lenguaje articulado, el cerebro y la conciencia, la capacidad de abstraccin y la de
extraer conclusiones, todo esto formose durante un periodo prolongadsimo de desarrollo, una poca de
unos 900.000 aos en la cual los hombres primitivos, viviendo en sociedad con sus congneres,
influyeron unos sobre los otros.
Una aguda intensificacin en el ritmo de desarrollo de las peculiaridades humanas se produjo
durante el periodo formativo de un elemento nuevo, esto es, de la comunidad primitiva, que surgi a
causa del perfeccionamiento de los factores arriba indicados. La horda humana primitiva, en cuyas
entraas haban surgido los hombres acabados, comenz a desintegrarse.
Un rasgo especfico de la sociedad humana, que la diferencia de la manada smica, es
precisamente el trabajo colectivo realizado con la ayuda de herramientas fabricadas, trabajo que se inici
en la etapa de transicin del mono en hombre.
La actividad laboral debe ser considerada como la lnea divisoria entre los antropoides fsiles y
los hombres primigenios, que se hallaban an en formacin; la estructura corporal es estos hombres, no
obstante, era igual a de los grandes antropoides bpedos, tal como sus herramientas pertenecientes a otras
hordas de la misma especie que todava no haban recurrido al trabajo.
En las primeras etapas evolutivas recorridas por el hombre, posea ste una singular combinacin
de rasgos smicos y humanos. El materialismo dialctico, una vez ms, nos ayuda a comprender esta
unin de elementos contradictorios en los antiguos homnidos: los primeros representantes de la
humanidad podan ser hombres-monos en cuanto a su constitucin fsica, pero en lo referente a sus
cualidades sociales eran ya seres humanos, aunque en el peldao ms bajo de desarrollo.
No sera acertado considerar la antropogenia como un proceso evolutivo gradual, desprovisto de
un viraje decisivo, de un salto adelante. El proceso de formacin que produjo los homnidos no debe ser
visto como un simple desarrollo del mono en hombre, ni como un mero aumento cuantitativo de algunos
rasgos y reduccin de otros.
Tales concepciones son antidialcticas, tpicas de quienes procuran empequeecer las diferencias
entre el mono y el hombre con vistas a facilitar la comprensin del pasaje del primero al segundo.
Tambin Darwin incurri en este error, llegando a afirmar que la naturaleza nunca da saltos. Aunque el
cientfico britnico comprenda que el hombre difiere cualitativamente de los animales, no lleg a
apreciar el papel decisivo del trabajo y de otros factores sociales en la antropogenia.
La concepcin correcta se halla en la teora antropognica del trabaja sustentada por Engels, en la
cual el desarrollo espontneo desempea un papel esencial. Locomocin ortgrafa, pie y mano, cerebro,
trabajo e instinto social: todos estos elementos de la antropogenia se entrelazan en una unidad
interactuante. Influyen unos sobre los otros en estrecha conexin y dependencias recprocas y se
modifican al evolucionar la sociedad y la naturaleza. En el curso del prolongado y complejo proceso de
formacin experimentado por los homnidos, surgieron el tpico fsico del hombre actual y una cultura
material y espiritual inconmensurablemente ms rica que la de los seres humanos ms antiguos, sus
antepasados y precursores.
Mijail Niesturj: El origen del Hombre. Academia de ciencias de la URSS. Ediciones Pueblos Unidos,
Montevideo, Uruguay 1966

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