La Palabra de Dios puede dirigir nuestros pasos

En mi corazn he guardado tus dichos, para no pecar contra ti (Salmo 119:11).

Un aspecto difcil de envejecer es el temor a padecer demencia senil y a perder la memoria de corto plazo. Sin embargo, el Dr.
Benjamin Mast, experto en la enfermedad de Alzheimer, brinda cierto nimo. Dice que el cerebro de los pacientes suele estar tan
bien trabajado y habituado que estas personas pueden escuchar canciones antiguas y cantar toda la letra. Tambin sugiere
que las disciplinas espirituales, tales como la lectura bblica, la oracin y el cantar himnos hacen que la verdad se entreteja en
nuestro cerebro y que est lista para resurgir cuando se la estimula.
En el Salmo 119:11, leemos que esconder las palabras de Dios en nuestro corazn nos da poder para que no pequemos. Puede
fortalecernos, ensearnos a obedecer y dirigir nuestros pasos (vv. 28, 67, 133). Esto, a su vez, nos da esperanza y entendimiento
(vv. 49, 130). Aun cuando empecemos a notar prdidas de memoria en nosotros mismos o en algn ser querido, la Palabra de
Dios, aprendida tiempo atrs, sigue estando all, guardada o atesorada en el corazn (v. 11). Aunque nuestra mente deje de ser
joven, sabemos que las palabras de Dios, escondidas en nuestro corazn, seguirn hablndonos.
Nada, ni siquiera la prdida de la memoria, puede separarnos del amor y el cuidado de Dios.
Sus planes o los nuestros?
Seor Dios, quin soy yo [] para que me hayas trado hasta este lugar? (v. 16).
Lectura: 1 Crnicas 17:1-20
Cuando mi esposo tena 18 aos, abri un lavadero de vehculos. Alquil un garaje, contrat ayudantes e imprimi folletos
publicitarios. El negocio prosper. Su intencin era venderlo y usar las ganancias para pagarse los estudios; por eso, se
entusiasm cuando apareci un comprador. Tras algunas negociaciones, pareca que haran la transaccin, pero, justo antes de
concretarse, la venta se frustr. Pasaron varios meses antes de que su plan tuviera xito.
Es normal decepcionarse cuando el tiempo y el plan de Dios para nuestra vida no coinciden con nuestras expectativas. Cuando
David quiso edificar el templo, tena la motivacin correcta, la capacidad de liderazgo y los recursos, pero el Seor le dijo que no
podra llevar a cabo el proyecto porque haba matado a demasiadas personas en guerras (1 Crnicas 22:8).
David podra haberse rebelado y enojado contra el cielo, y haber seguido con sus planes. Sin embargo, declar con humildad:
Seor Dios, quin soy yo [] para que me hayas trado hasta este lugar? (1 Crnicas 17:16). Entonces, continu alabando a
Dios y reafirmando su devocin a l. Su relacin con el Seor era ms importante que su ambicin.
Qu nos importa ms: lograr nuestros sueos o amar a Dios?
No seas aptico

lo hicisteis a uno de estos mis hermanos ms pequeos, a m lo hicisteis (Mateo 25:40).

El saln estaba inundado de una gama de colores mientras las mujeres indias en hermosos saris iban de un lado a otro dando los
ltimos toques para el evento. Aunque ahora viven en otro pas, con muchas comodidades, estas mujeres siguen interesadas en
tu tierra natal. Tras or sobre las necesidades financieras de una escuela cristiana para nios autistas en India, pusieron manos a
la obra y organizaron una actividad para reunir fondos y ayudarlos.
Nehemas tampoco permiti que su posicin como copero y consejero del hombre ms poderoso de su poca le hiciera perder el
inters en sus conciudadanos. Cuando pregunt cmo estaban ellos y la ciudad de Jerusaln (Nehemas 1:2), se enter de que
los que quedaron de la cautividad, all en la provincia, [estaban] en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusaln derribado, y sus
puertas quemadas a fuego (v. 3).
La noticia le rompi el corazn. Entonces, hizo luto, ayun, y or pidindole a Dios que hiciera algo ante semejante tragedia (v. 4).
El Seor le permiti volver a Jerusaln para liderar la reconstruccin (2:1-8).
Nehemas tuvo grandes logros porque actu dependiendo de un Dios grande. Que abramos nuestros ojos a las necesidades de
otros y procuremos resolver sus problemas con la ayuda del Seor.
Seor, aydame a no desanimarme ni ser aptico.
Lgrimas de una joven
tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazn (v. 2).
Lectura: Romanos 9:1-5
Mientras estaba sentado en un comedor para indigentes en Alaska con cuatro adolescentes y un hombre de unos veintitantos
aos, el cual viva en la calle, me conmovi la compasin de aquellos jvenes. Escucharon lo que l deca sobre sus creencias y,
luego, le presentaron amablemente el evangelio, ofrecindole esperanza en Jess. Lamentablemente, el hombre se neg a
considerar con seriedad el mensaje.
Cuando nos bamos, una de las chicas expres entre lgrimas cunto deseaba que ese hombre no muriera sin conocer a Cristo. De
corazn, lamentaba que aquel joven rechazara en ese momento el amor del Salvador.
Las lgrimas de esta joven me recuerdan al apstol Pablo, quien serva al Seor con humildad y, profundamente angustiado por
sus conciudadanos, deseaba que estos confiaran en Cristo (Romanos 9:1-5). Es probable que su compasin y preocupacin lo
hayan hecho llorar en muchas ocasiones.
Si estamos realmente interesados en aquellos que an no han aceptado el perdn de Dios por medio de Jesucristo, encontraremos
maneras de testificarles. Confiados en nuestra fe y con lgrimas de compasin, llevemos la buena noticia a los que necesitan
conocer al Salvador. Hay alguien a quien necesitas hablarle hoy de Jess?

Compartir el evangelio significa que una persona le da a otra una buena noticia.
La Claves para Ganar la Batalla...Fe con Accin

David gan en la batalla contra Goliat porque haba desarrollado algunos hbitos correctos mucho antes de su batalla con Goliat.
En los montes de Beln pas muchas horas tocando su arpa y desarrollando su relacin con Dios. Este don especial le dio entrada
a la corte ms alta en la tierra. Fue escogido a fin de que tocara para Sal, sencillamente porque los criados del rey buscaron al
mejor arpista disponible. Tambin pas horas y horas practicando con su honda, donde pilas de rocas haban sido usadas como
blancos de prctica. Confiar en Dios para las cosas pequeas hizo ms fcil creer cuando lleg la crisis que amenazaba su vida.
Haba muchos soldados en Israel, pero David tena algo que ellos desconocan, y era que l entenda los aspectos espirituales del
conflicto. Detrs del muy visible gigante se ocultaban algunas fuerzas poderosas. Es por esa razn que aquella batalla slo poda
ser ganada por medio de la fe en Dios. Qu clase de fe mata gigantes?
Fe con Accin
Despus de que David se ofreci como voluntario para esa designacin militar, Sal sugiri que el joven se vistiera la armadura del
rey. As que David se prob el casco de bronce, la larga espada y la pesada armadura. Pero concluy: . . . Yo no puedo andar con
esto, porque nunca lo practiqu (1 S. 17:39), y se las quit. Sal quera que David luciera tan rudo como Goliat. Si podan
encontrarse al mismo nivel en el campo de juego, habra una oportunidad externa de que David ganara. La razn natural sugerira
que podemos ganar una batalla slo cuando somos tan, o ms fuertes que nuestro enemigo. Sin embargo, David escogi
encontrarse con el gigante en condiciones diferentes. S, l estaba en buena forma fsica; s, haba usado una lanza antes; y s,
tena sentido vestir una gruesa armadura. Pero eso no era suficiente para vencer al hombre que tena una enorme fortaleza fsica,
y muchos aos de prctica en el lanzamiento de una lanza. Pero David saba algunas cosas que le daran la victoria:
- David entendi correctamente que esa batalla era principalmente espiritual; no un simple conflicto entre dos hombres, sino entre
Dios y el dios de los filisteos. As que David escogi enfrentar ese desafo con un mtodo de lucha que haba usado antes. Se
senta ms cmodo con una honda que con una armadura que no se haba probado. Le poda creer a Dios ms fcilmente con algo
que l ya haba utilizado con xito, que con un incmodo equipo que le perteneca a otro. Aqu vemos una hermosa mezcla entre
la fe y las obras, la fe y nuestro mejor esfuerzo. Algunas personas piensan que como la batalla es del Seor no debemos hacer
nada.
- David saba que la fe no excluye la lucha. La fe significa, sencillamente, que luchamos confiadamente.
- David saba con qu precisin poda disparar, y qu tan cerca de su objetivo deba ir. Tambin saba que sin Dios no poda ganar.
La sola habilidad no le poda ganar a ese aguerrido guerrero. La piedra poda no dar en la frente de Goliat, sino solamente rozarlo,
o poda eludirla simplemente moviendo la cabeza.
- David tambin saba que no tendra muchas oportunidades porque el gigante era hbil arrojando su lanza. Quiz esto explica por
qu David tom solamente cinco piedras; pues no tendra ms de cinco oportunidades para usar su honda. No coloquemos a todo
el mundo en el mismo molde. Algunos pueden tener xito con una honda, otros con una espada, pero ningn arma humana puede
ganar en una batalla espiritual. Cualesquiera que sean nuestros dones y talentos, si no son activados por Dios, fallaremos. Con
qu frecuencia caemos en la trampa de pensar que el xito viene por comportarnos como los dems. Docenas de libros se han
escrito sobre cmo fulano y zutano construyeron una iglesia exitosa, o acerca de cmo un hombre estableci unnegocio productivo
. La implicacin es que cuando seguimos las tcnicas de otros, podemos duplicar su xito.
- David saba que, si usaba la armadura de Sal, o su propia honda, finalmente, era un asunto de fe; fe en que Dios bendecira los
mejores recursos para l. Si realmente era una batalla entre Dios y el dios de los filisteos, solamente la intervencin del Dios
verdadero poda resolver el conflicto.
No importa que tan excelente sea nuestra estrategia, Dios nos permitir fallar si ponemos la fe en sta, antes que en l. A pesar
de nuestras habilidades personales, las fuerzas espirituales slo pueden ser combatidas con armas espirituales. Satans no puede
ser atacado con recursos humanos, por muy impresionantes que sean. Debe haber fe en el poder del Todopoderoso detrs del
esfuerzo humano. La fe en Dios sobrepasa las intimidaciones y la persistente voz del enemigo.
La incredulidad deca que Goliat era demasiado grande para golpearlo. La fe deca que era demasiado grande para fallar! Pero
David saba que la fe no es esttica, razn por la cual tena que estar personalmente involucrado en esa aventura que
humanamente hablando, inclua un gran riesgo personal.
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A Dios no le importa?

"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo el Seor" (Isaas 55:8).
Lectura: Habacuc 1:1-11
Por qu al conductor borracho no le pasa nada, mientras que la vctima, sobria, queda gravemente herida? Por qu los malos
prosperan y los buenos sufren? Cuntas veces te preguntaste: A Dios no le importa?, tras experimentar situaciones que te
generaron mucha confusin?
Habacuc luchaba con esta misma pregunta al ver la angustiosa situacin de Jud, donde la maldad y la injusticia desbordaban (vv.
1-4). Y la respuesta fue sumamente sorprendente: para disciplinarlos, usara a los caldeos, quienes eran famosos por su crueldad
(v. 7), y propensos a actuar con violencia (v. 9) y reverenciar solamente su podero militar y a dioses falsos (vv. 10-11).
Cuando no entendemos los caminos de Dios, debemos confiar en su carcter inmutable. Y eso fue exactamente lo que hizo
Habacuc: confi en el Dios de justicia, misericordia y verdad (Salmo 89:14). Al hacerlo, aprendi que las circunstancias estn
bajo el control del Seor y no a la inversa. Por eso, concluy: el Seor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y
en mis alturas me hace andar (Habacuc 3:19).
Nuestra situacin puede verse muy diferente desde la perspectiva de Dios.
Oremos as: Seor, es fcil dejar que las circunstancias me hagan dudar de ti. Aydame a recordar que eres bueno y fiel, aunque

yo no pueda ver todo ni cmo ests obrando.

Reparar un corazn roto

me ha enviado [] a vendar a los quebrantados de corazn (v. 1).

Lectura: Isaas 61:1-3
El Museo de las Relaciones Rotas, en Zagreb, Croacia,, est lleno de donaciones annimas de recordatorios de amores que no
funcionaron. Animales de peluche, cartas de amor enmarcadas en vidrios rotos y vestidos de novia hablan claramente de
corazones partidos. Algunos visitantes se van llorando al pensar en lo que perdieron, mientras que otras parejas salen abrazadas y
prometindose cumplir con lo que esperan uno del otro.
Isaas, el profeta del Antiguo Testamento, escribi: El Espritu de Dios el Seor est sobre m, porque me ungi el Seor; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazn (Isaas 61:1). Cuando Jess ley este
pasaje en la sinagoga de Nazaret, seal: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros (Lucas 4:21). Mucho ms all
de sanar una herida emocional, las palabras del profeta hablan de un corazn transformado y un espritu renovado que nacen al
recibir el regalo de Dios de gloria en lugar de ceniza, leo de gozo en lugar de luto, manto de alegra en lugar del espritu
angustiado (Isaas 61:3).
Todos hemos experimentado remordimientos y promesas incumplidas. Sin importar lo que haya sucedido, el Seor nos invita a
hallar sanidad, esperanza y nueva vida en l.
Dios puede transformar las tragedias en triunfos.
Se inicia la Conquista!

Consideremos los factores decisivos involucrados en la victoria de Josu:

El temor del Seor - Josu 6:1.
La tierra de Canan estaba dividida entre varias "ciudades-estados", cada una gobernada por un rey (vase 12:9-34). Estas
ciudades no eran grandes; Hai era ms pequea que Jeric (7:2, 3) y tena unas 12.000 personas (8:25). Excavaciones
arqueolgicas hechas en Jeric indican que la ciudad ocupaba quiz unas tres o cuatro hectreas y estaba protegida por dos altos
muros paralelos que rodeaban toda la ciudad, distanciados unos seis metros entre s. Fue el ver a ciudades como Jeric lo que
convenci a diez de los espas judos de que Israel nunca podra conquistar la tierra (Nm. 13:28). Pero la noticia del xodo de
Israel desde Egipto y de sus recientes victorias al oriente del Jordn ya se haban difundido por todo Canan, y esto llen de
pnico a la gente (Jos. 2:9-11; vanse Dt. 2:25; 7:23; 11:25; 32:30). "Yo enviar mi terror delante de ti", haba prometido Dios,
"y consternar a todo pueblo donde entres, y te dar la cerviz de todos tus enemigos" (Ex. 23:27).
Se ha dicho que la reina Mara de los escoceses tema las oraciones de Juan Knox ms que a cualquier ejrcito enemigo. Pero,
acaso la sociedad de hoy tiene temor de lo que pueda hacer el pueblo de Dios? Probablemente no, y esto se debe principalmente
a que la iglesia no ha hecho gran cosa para mostrar el poder de Dios a un mundo escptico. La iglesia ha dejado de ser
"imponente como ejrcitos en orden" (Cnt. 6:4, 10). De hecho, la iglesia se parece tanto al mundo que este ni se da por enterado
de lo que hacemos. Imitamos los mtodos del mundo, complacemos los apetitos del mundo, demandamos la aprobacin del
mundo, y medimos lo que hacemos de acuerdo a los patrones del mundo. Acaso es de extraarse que no nos hayamos ganado el
respeto del mundo?
Pero no fue as con Josu e Israel! Ellos fueron un pueblo conquistador que no hizo componendas con el enemigo, sino que confi
en Dios para darles la victoria. La suya fue una marcha triunfal que pona el temor de Dios en el corazn de todos sus enemigos.
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Cuando Dios calla

Y echndose [Elas] debajo del enebro, se qued dormido; y he aqu luego un ngel le toc, y le dijo: Levntate, come. 1 Reyes
19:5
Me encanta tomar fotografas de puestas de sol en los lagos. Algunas tienen tonalidades pasteles sublimes, mientras que otras
presentan destellos intensos de colores brillantes. Algunas veces, el sol se esconde delicadamente detrs del espejo de agua; y
otras, se pone en lo que parece ser una llameante explosin.
Tanto en las fotos como en las personas, prefiero esto ltimo, pero ambas situaciones muestran la obra de Dios. Cuando se trata
de la obra del Seor en el mundo, me sucede lo mismo. Me gusta ms ver respuestas sorprendentes a la oracin que provisiones
comunes y corrientes de pan cotidiano. Pero ambas son obras divinas.
Quiz Elas tena preferencias similares. Haba crecido en medio de demostraciones extraordinarias del poder de Dios. Cuando or,
el Seor apareci de una manera espectacular: primero, derrotando milagrosamente a los profetas de Baal; y despus, al final de
una larga y devastadora hambruna (1 Reyes 18). Pero, luego, Elas tuvo miedo y huy. Entonces, Dios mand un ngel para que
lo alimentara y fortaleciera en el viaje. Despus de 40 das, lleg a Horeb; y, all, el Seor se comunic con l mediante una voz
suave y apacible, en lugar de hacerlo con milagros extraordinarios (19:11-12).
Si ests desanimado porque Dios no ha aparecido en un destello de gloria, tal vez est manifestndose mediante su presencia
silenciosa.
Sonre!

El Seor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia. Nmeros 6:25
Le sobre un estudio reciente, cuya conclusin indicaba que sonrer puede ser bueno para la salud. La investigacin muestra que
sonrerse disminuye la frecuencia cardaca y reduce el estrs.

No obstante, una sonrisa no solo te hace bien a ti, sino que, al darla con sinceridad, bendice tambin a quienes la reciben. Sin
pronunciar palabra, puede transmitirles a los dems que te agradan y que ests contento con ellos. Una sonrisa es capaz de
abrazar a una persona con amor, sin siquiera tocarla.
La vida no siempre nos da motivos para sonrer, pero, cuando vemos una sonrisa de corazn en el rostro de un nio o a travs de
arrugas producidas por los aos, nos estimula.
Las sonrisas tambin son una seal de la imagen de Dios en nosotros. En la antigua bendicin registrada en el libro de Nmeros,
vemos un indicio de que el Seor sonre: El Seor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Seor
alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz (Nmeros 6:25-26). Estas palabras son una expresin idiomtica del favor de Dios
sobre la vida de una persona, al pedirle que les sonra a sus hijos.
Por eso, recuerda hoy que Cristo te ama, que le agrada derramar su gracia y hacer resplandecer su rostro sobre ti.
Tu sonrisa puede ser un mensaje de nimo de parte de Dios a alguien necesitado

Mantener la calma y seguir

Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra Esdras 5:11
Mantn la calma y llama a mam, mantn la calma y pon el agua a hervir, mantn la calma y avanza a paso firme. Estos
dichos se originaron en la frase mantn la calma y sigue adelante, que apareci por primera vez en Gran Bretaa en 1939, al
comenzar la Segunda Guerra Mundial. Los oficiales britnicos la imprimieron en carteles para quitar el pnico y el desnimo de la
gente durante esa poca.
Al volver a su tierra, tras un perodo de cautiverio, los israelitas tuvieron que vencer sus temores y la interferencia del enemigo
cuando empezaron a reconstruir el templo (Esdras 3:3). Despus de terminar los cimientos, sus enemigos sobornaron adems
contra ellos a los consejeros para frustrar sus propsitos (4:5). Tambin escribieron cartas acusadoras a los funcionarios del
gobierno, y consiguieron retrasar el proyecto (vv. 6, 24). A pesar de todo, el rey Daro finalmente promulg un decreto que les
permiti terminar el templo (6:12-14).
Cuando estamos comprometidos en la obra de Dios y enfrentamos dificultades, podemos seguir adelante con calma porque, como
suceda con los israelitas, somos siervos del Dios del cielo y de la tierra (5:11). Los obstculos y las demoras tal vez nos
desanimen, pero podemos descansar en la promesa de Jess: edificar mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecern
contra ella (Mateo 16:18). Es el poder de Dios lo que nos capacita para su obra, no el nuestro.
El Espritu de Dios nos da poder para testificar.

Una salida

fiel es Dios, que no os dejar ser tentados ms de lo que podis resistir, sino que dar tambin [] la
salida 1 Corintios 10:13
Hace poco, mientras estaba en Londres, decid tomar el metro hasta mi destino. As que, pagu la tarifa y
descend a las profundidades de la ciudad para tomarlo. Pero salir de la estacin puede ser una experiencia
aterradora para alguien que no conoce el sistema. Si no encuentras la salida, es fcil perderse en los
tneles.
Estar solo en un tnel subterrneo desierto produce una sensacin estremecedora, as que, creme, no
hay que perderse. De ms est decir que me alegr divisar el cartel de SALIDA, y me encamin hacia
donde estara a salvo.
Pablo nos recuerda que cuando somos vulnerables a caer en pecado, fiel es Dios, que no [nos] dejar
ser tentados ms de lo que [podamos] resistir, sino que dar tambin juntamente con la tentacin la
salida (1 Corintios 10:13). Es fcil suponer que el Seor no est con nosotros cuando somos tentados a
pecar. Pero este versculo nos asegura que s est presente y que no permanece impasible. En cambio, nos
proporciona una salida para que podamos resistir.
Por eso, la prxima vez que te sientas tentado, recuerda que no ests indefenso. El Seor proporciona una
salida! Busca el cartel, y sguelo hacia lo seguro.

Dios obra de manera activa para alejarte del peligro de perderte en el pecado.