Mi Padre No Fue Un Gran Hombre
Mi Padre No Fue Un Gran Hombre
Mi Padre No Fue Un Gran Hombre
regalo. Y yo, que amaba las historietas, tuve como profesores a Hugo Pratt,
a Alberto Breccia y a otros as.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero cuando me acariciaba, y me acariciaba
mucho, tena las manos tibias; y cuando me besaba, y me besaba mucho, tena
los labios suaves y hmedos.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero un da, cuando un chico ms grande que
yo, uno de los pesados de la cuadra, me estaba dando una paliza en plena
calle, l apareci de la nada y cag a patadas en el culo a mi enemigo.
Mi padre no fue un gran hombre. No me ense a manejar, pero result lo
bastante confiado como para dejar las llaves del auto a mi alcance, de
manera que una siesta las agarr, sub al Fiat 1500 verde y debut por mi
cuenta paseando durante dos horas, maravillado de que semejante artefacto
respondiera a mis movimientos. Cuando se lo cont, mi padre sonri casi
complacido, casi aliviado.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero vena a verme cuando yo jugaba al
basquet en los infantiles y en los cadetes del Club Olmpico y, al
principio, me llevaba a los entrenamientos, y a mi hermano tambin. Y aunque
l era un patadura, yo, creo, jugaba para l, para que l me admirara.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero, aunque jams aprendi a andar en
bicicleta, me sostuvo en la ma y no me solt hasta que pude mantener el
equilibrio por m mismo. Y yo saba que no me iba a dejar caer.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero lagrimeaba de orgullo cuando nos
presentaba a Horacio y a m y deca Estos son mis hijos. Lo deca con el
mismo nfasis cuando ramos chicos y cuando nos hicimos hombres.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero nadie saba contar El patito feo como
l. Y nadie tuvo su paciencia para narrrmelo una y otra vez, siempre con el
mismo entusiasmo, cada siesta y cada noche de mi niez temprana, respetando
mi necesidad de volver a or mi cuento favorito.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero todava a sus ochenta y pico era capaz
de poner inyecciones como nadie, sin que sintieras ni el pinchazo ni el
dolor. Muchas veces prefer inyecciones a otro remedio, porque saba que
estaba l para ponerlas.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero descubra siempre los mejores
chocolates.
Mi padre no fue un gran hombre. Pero hasta el ltimo domingo de su vida ley