El Principio Del Iceberg

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El principio del iceberg

Ernest Hemingway
(...) Usted me escribi en una ocasin que las sencillas circunstancias bajo las cuales
fueron escritas varias de sus obras podran ser instructivas. Podra usted aplicar eso a
Los asesinos usted dijo que haba escrito ese cuento, Diez indios y Hoy es viernes
en un solo da y tal vez a su primera novela, The Sun Also Rises?
Vamos a ver. The Sun Also Rises la comenc a escribir en Valencia, el da de mi
cumpleaos, el 21 de julio. Hadley, mi esposa, y yo habamos ido a Valencia temprano para
conseguir buenos boletos para la feria que empezaba all el 24 de julio. Todos los escritores
de mi edad haban escrito una novela y a m todava me costaba trabajo escribir un prrafo.
As que comenc el libro el da de mi cumpleaos, escrib durante toda la feria, sin salir de
mi cama, despus me fui a Madrid y segu escribiendo all. En Madrid no haba feria, de
modo que tomamos un cuarto con una mesa y yo escriba con gran lujo en la mesa y en una
cervecera a la vuelta de la esquina, en el Pasaje lvarez, donde haca fresco. Por ltimo, el
tiempo se hizo demasiado caluroso para poder escribir y nos fuimos a Hendaya. Haba un
hotelito barato en la playa grande, hermosa y larga, y yo trabaj muy bien all y despus
volvimos a Pars y termin la primera versin en el apartamento en los altos del aserradero
en el nmero 113 de la rue Notre DamedesChamps seis semanas despus de haberla
comenzado. Le mostr esa primera versin a Nathan Asch, el novelista, que entonces
hablaba el ingls con un acento muy marcado, y me dijo: Hem, vhat do you mean saying
you wrote a novel? A novel huh. Hem,you are riding a travel buch. No me sent demasiado
desalentado por lo que dijo Natham y rescrib el libro, conservando el viaje (que era la parte
sobre la excursin de pesca y Pamplona), en Shurns en el Voralberg en el Hotel Taube.
Los cuentos que usted menciona los escrib en un solo da en Madrid el diecisis y de
mayo, cuando una nevada cancel las corridas de San Isidro. Primero escrib Los
asesinos, que haba tratado de escribir antes y no haba podido. Despus de comer me met
en la cama para calentarme y escrib Hoy es viernes. Tena tanto jugo que pens que tal
vez me estaba volviendo loco y tena como seis cuentos ms que escribir, de modo que me
vest y me fui al Fornos, el viejo caf taurino, y tom caf y volv y escrib Diez indios.
Esto me puso muy triste y beb un poco de brandy y me dorm. Haba olvidado comer y uno
de los camareros me trajo un poco de bacalao y un pequeo bistec y papas fritas y una
botella de Valdepeas.

La mujer que administraba la pensin siempre estaba preocupada porque yo no coma


bastante y me haba enviado al camarero. Recuerdo que me sent en la cama y com y tom
el Valdepeas. El camarero dijo que traera otra botella. Dijo que la seora quera saber si
yo iba a escribir toda la noche. Le dije que no, que pensaba que iba a descansar un rato.
Por qu no escribe usted uno ms? pregunt el mesero. Se supone que slo escribo uno,
digo yo. Tonteras, dijo l: usted podra escribir seis. Lo intentar maana, le dije. Intntelo
esta noche, dijo l; para qu cree que mand la comida la seora? Estoy cansado, le dije.
Tonteras, dijo l (la palabra no fue tonteras). Cansarse despus de escribir tres
cuentecitos! Tradzcame uno.
Djeme solo, le dije. Cmo voy a escribir si usted no me deja solo? As que me sent en la
cama y me tom el Valdepeas y pens que formidable escritor era yo si el primer cuento
era tan bueno como yo esperaba que fuera.
Hasta qu punto est completa en su mente la concepcin de un cuento? El tema o la
trama o un personaje cambian a medida que usted escribe?
Algunas veces uno sabe la historia. Algunas veces uno la inventa a medida que escribe y no
tiene la menor idea de cmo va a salir. Todo cambia a medida que se mueve. Eso es lo que
produce el cuento. Algunas veces el movimiento es tan lento que no parece estarse
moviendo. Pero siempre hay cambio y siempre hay movimiento.
Sucede lo mismo con la novela, o formula el plan entero antes de empezar y se atiene a l
rigurosamente?
Por quin doblan las campanas fue un problema con el que tuve que bregar cada da. En
principio saba lo que iba a suceder. Pero invent cada da lo que iba sucediendo.
Las verdes colinas de frica, Tener o no tener, y A travs del ro y entre los
rboles fueron comenzadas todas ellas como cuentos y se desarrollaron hasta convertirse
en novelas? Si as fue, son tan similares los dos gneros que un escritor puede pasar de
uno a otro sin rehacer completamente su enfoque?
No, eso no es cierto. Las verdes colinas de frica no es una novela, pero fue escrita en un
intento de escribir un libro absolutamente verdadero para ver si la forma de un pas y la
pauta general de la accin de un mes podran competir, una vez presentadas como verdad,
con una obra de la imaginacin. Cuando acab de escribirlo, escrib dos cuentos Las
nieves del Kilimanjaro y La vida feliz de Francis Macomber sos fueron cuentos que
invent partiendo del conocimiento y la experiencia adquiridos durante la misma
prolongada excursin de caza de la que yo haba extrado un mes para intentar su
presentacin exacta en Las verdes colinas. Tener o no tener y A travs del ro y entre
los rboles fueron comenzadas ambas como cuentos.
Le resulta a usted fcil desplazarse de un proyecto literario a otro o prefiere continuar
hasta terminar lo que ha comenzado?

El hecho de que est interrumpiendo un trabajo serio para contestar estas preguntas
demuestra que soy tan estpido que debera ser castigado severamente. Y ser castigado,
no se preocupe.
Se concibe usted mismo en competencia con otros escritores?
Nunca. Yo sola tratar de escribir mejor que ciertos escritores ya muertos de cuyo valor yo
estaba seguro. Pero desde hace mucho tiempo he tratado simplemente de escribir lo mejor
que pueda. Algunas veces tengo suerte y escribo mejor de lo que puedo.
Cree usted que el poder de un escritor disminuye a medida que se hace viejo? En Las
verdes colinas de frica usted menciona que los escritores norteamericanos, al llegar a
cierta edad, se convierten en viejas madrecitas.
No s de eso. La gente que sabe lo que est haciendo debe durar mientras le dure la cabeza.
En ese libro que usted menciona ver, si lo repasa, que yo estaba desbarrando sobre la
literatura norteamericana con un personaje australiano desprovisto de humor que me estaba
obligando a hablar cuando yo quera hacer otra cosa. Yo escrib una versin fiel de la
conversacin, no para hacer pronunciamientos inmortales. Una porcin regular de los
pronunciamientos son bastante buenos.
No hemos discutido los personajes. Estn los personajes de sus obras sacados todos ellos
de la vida real?
Por supuesto que no. Slo algunos provienen de la vida real. Mayormente uno inventa
gente a partir del conocimiento y la comprensin y la experiencia de la gente.
Podra usted decir algo acerca del proceso de convertir un personaje de la vida real en
un personaje novelesco?
Si yo explicara cmo se hace eso algunas veces, sera un manual para los abogados
especializados en casos de difamacin.
Establece usted una distincin, como lo hace E.M. Forster, entre los personajes planos
y los personajes redondos?
Si uno describe a alguien, es plano, como una fotografa, y desde mi punto de vista es un
fracaso. Si uno lo compone a partir de lo que uno sabe, debe tener todas las dimensiones.
A cules de sus personajes recuerda usted con particular afecto?
La lista sera demasiado larga.
Entonces a usted le gusta releer sus propios libros, sin sentir que le gustara hacer
algunos cambios?
Los leo a veces para reanimarme cuando es difcil escribir, y entonces recuerdo siempre que
fue difcil y que en ocasiones fue imposible.
Cmo les pone usted nombre a sus personajes?

Lo mejor que puedo.


Se le ocurren a usted los ttulos durante el proceso de escribir la historia?
No. Hago una lista de nombres despus de terminar el cuento o el libro, a veces hasta cien.
Entonces empiezo a eliminarlos, en ocasiones a todos.
Y eso lo hace usted incluso con un cuento cuyo ttulo viene del texto Colinas como
elefantes blancos, por ejemplo?
S, el ttulo viene despus. Conoc a una muchacha en Pruniers, adonde yo haba ido para
comer ostras antes de la comida. Saba que ella haba tenido un aborto. Me le acerqu y
conversamos, no sobre eso, pero de regreso a casa pens en el cuento, omit la comida y
pas esa tarde escribindolo.
De manera que cuando usted no est escribiendo, sigue siendo un observador constante,
buscando algo que pueda usarse.
Seguro. Si un escritor deja de observar est liquidado. Pero no tiene que observar
conscientemente ni pensar cmo ser aprovechable lo observado. Eso tal vez sera cierto en
el comienzo. Pero ms adelante todo lo que l ve entra en la gran reserva de cosas que l
conoce o ha visto. Si usted considera provechoso que la gente se entere, yo siempre trato de
escribir de acuerdo con el principio del tmpano de hielo. El tmpano se conserva siete
octavas partes de su masa debajo del agua por cada parte que deja ver. Uno puede eliminar
cualquier cosa que conozca, y eso slo fortalece el tmpano de uno. Es la parte que no se
deja ver. Si un escritor omite algo porque no lo conoce, entonces hay un agujero en el
relato.
El viejo y el mar pudo haber tenido ms de mil pginas e incluir a cada uno de los
personajes de la aldea y todos los procesos de cmo se ganaban la vida, cmo nacan, se
educaban, tenan hijos, etc. Otros escritores hacen eso excelentemente. Al escribir, uno est
limitado por lo que ha se ha hecho satisfactoriamente. As que yo he tratado de aprender a
hacer algo distinto. Primero he tratado de eliminar todo lo que sea innecesario para
comunicarle una experiencia al lector, de modo que despus que l haya ledo algo, eso se
convierta en parte de su experiencia y parezca haber sucedido en realidad. Eso es muy
difcil de hacer y yo he intentado hacerlo con mucho esfuerzo.
De todos modos, para pasar por alto la manera como se hace, esa vez tuve una suerte
increble y pude comunicar la experiencia completamente y lograr que fuera una que nadie
haba comunicado antes. La suerte consisti en que tuve un buen hombre y un buen
muchacho y los escritores se han olvidado de que tales cosas existen todava. Por otra parte,
el ocano merece que se escriba sobre l tanto como lo merece el hombre. As que tuve
suerte ah. Yo he visto al pez vela aparearse y s de eso, de modo que lo dej fuera. He visto
un cardumen de ms de cincuenta cachalotes en ese mismo pedazo de mar y una vez
arpone uno de casi sesenta pies de largo y lo perd, de modo que dej eso fuera. Todas las
historias de la aldea de pescadores que conozco las dej fuera. Pero el conocimiento es lo
que constituye la parte del tmpano que est bajo el agua.

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