Kelsen, Hans - Teoria Pura Del Derecho
Kelsen, Hans - Teoria Pura Del Derecho
Kelsen, Hans - Teoria Pura Del Derecho
ESTUDIOS DOCTRINALES
20
HANS KELSEN
TEORIA PURA
DEL DERECHO
.1.~ u d u < r i ~ du
; n 1u
ISBN 968-58-0032-4
D R
DIRECGIN
GENERAL
DE PUBLICACIONES
Impreso y hecho en Mxico
Presentacin 5
Prlogo a la primera edicin
Prlogo a la segunda edicibn
9
13
1. Derecho y naturaleza
1. Ia "pureza"
15
15
4. La norma
17
17
b) Norma y produccin de normas 18
c) Validez y dominio de validez de la norma 23
d ) Regulacin positiva y negativa: obligar, facultar, permitir
e) Norma y valor M
5. El sistema social
28
38
38
b ) Existen sistemas sociales sin sanciones7 41
c) Sanciones trascendentes y sanciones socialmente inmanente 42
6. El orden jurdico 44
a) El derecho: orden de la conducta humana 44
b) El derecho: un orden coactivo 46
a) Los actos coactivos estatuidos por el orden jurdico como sanciones
48
8) El monopolio de la coacci6n por la comunidad jurdica 49
y ) Orden jurdico y seguridad colectiva 50
8) Actos coactivos carentes del carcter de sanciones 53
e) El mnimo de libertad 55
c) El derecho como orden coactivo normativo. Comunidad jurdica y
'%andas de ladrones" 57
d ) LObligacionesjurdicas sin sandn? 63
e) Normas jurdicas no independientes 67
a ) Sistemas sociales que estatuyen sanciones
4 ICE
157
168
174
V. Dinmica jurdica
34. El fundamento de validez de un orden normativo: la norma fundante bsica
201
a ) Sentido de la pregunta por el tundamento de validez 201
b) El principio esttico y el principio dinmico 203
232
La constitucin 232
Legislacin y costumbre 235
Ley y ordenanza reglamentaria 239
Derecho sustantivo y derecho formal 240
Las llamadas "fuentes del derecho" 242
Produccin, aplicacin y acatamiento del derecho 243
La funcin judicial 246
a) El carcter constitutivo de la sentencia judicial
246
6) La relacin entre la sentencia judicial y las normas generales aplicables
251
-.
y ) Las denominadas "lagunas" del derecho 254
6) La produccin de normas iurdicas eenerales Dor los tribunales. El
' jue;como
legislador. La flexibilidad del derecio y la seguridad jurdica
258
-....
El negocio jurdico 264
a) El negocio jurdico como hecho productor de derecho
264
8) El contrato 265
La administracin 269
Conflicto entre normas de diverso nivel 303
a) La sentencia contra ley
303
0) La ley inconstitucional 277
Nulidad y anulabilidad 283
-
h)
i)
j)
k)
285
286
289
287
290
42. La
a)
b)
c)
d)
345
VIII. J
k interpretacin
45. La esencia de la interpretacin. Interpretacin autkntica y no autentica
349
a) Indeterminacin relativa del acto de aplicacin de derecho 349
b) Indeterminacin intencional del acto de aplicacin de derecho 350
c) Indeterminacin no intencional del acto de aplicacin de derecho 350
d ) El derecho aplicable como un marco dentro del cual hay varias posibilidades de aplicacin 351
e) Las llamados mtodos de interpretacin 352
357
353
Op. cit.
e En 1933 apareci en Espaa La Teora pura del Derecho. Mtodo y conceptos fundamentales, Revista de Derecho Privado, Madrid 1933, obra que es una traduccin directa
del manusnito en alemhn que compendiaba algunos aspectos de la Teora pura que aparem(a
en 1934.
'"fr.
1,
enero-
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HANS KELSEN
del derecho un canibio de orientacin coinplcto, siiio que tenga la impertinencia de insistir en que mantenga una de las orientaciones, entre las cuales
oscila inseguramente de aqu para all; no es tanta la novedad, como ms bien
la consistencia de mi doctrina la que lo provoca. Y ya esto solo permite sospechar que en la luclia contra la Teora pura del derecho actan, no s610 motivaciones cientficas, sino sobre todo, polticas, altamente cargadas, por ende,
de emotividad. La cuestin de si se trata de una ciencia de la naturaleza O del
espritu no puede encender as los nimo?, puesto que la separacin de una
de la otra se ha cumplido casi sin oposicin. Aqu slo puede tratarse nicamente de poner en movimieiito iiis acelerado a la ciencia del derecho, esa
provincia alejada del centro del cspintu, que slo a los tumbos intenta seguir
lentamente el progreso, ponindola en coiitacto inmediato con la teora general de la ciencia. En verdad, el pleito no atae al lugar de la ciencia jurdica
en el marco de la ciencia, y las consecuencias resultantes, como pareciera ser
el caso; se trata d e la relacin de la ciencia del derecho con la poltica, de la
neta separacin eiikre ambas; de la renuncia a la arraigada costumbre de defender exigencias polticas en nombre de la ciencia del derecho, invocando, pues,
una instancia objetiva, exigencias polticas que slo poseen un carcter supremamente subjetivo aun cuando, con la iiiejor fe, aparezcan como el ideal de
una religin, una nacin o de uiia clase.
Este es el fundamento de la oposicin, lindante con el odio, contra la Teora
pura del derecho; ste, el teln de fondo de la lucha. conducitla contra ella
recurriendo a todos los medios. Puesto que la misma t o a a. los intereses ms
vitales de la sociedad, y as, tambin y no en ltima instancia, a los intereses
profesionales del jurista. Este, comprensiblemente, slo renunciar de mala
gana a la creencia ( y en hacer creer a los otros) de que, con su ciencia, posee
la respuesta al interrogante de cmo hayan de solucionarse "correctamente"
los conflictos de intereses en el seno de la sociedad; de que, por saber derecho,
tambin est llamado a configurarlo materialmente; de que l, en su esfuerzo
por influir en la produccin del derecho, tenga mayores ventajas, frente a otros
polticos, que un simplc tcnico social.
Frente a los efectos polticos -aunque sean slo negativos- que la liberacin propuesta de la poltica signifique; frente a esta autolimitacin de la
ciencia del derecho, que niuchos consideran una renuncia a su prestigio, es
comprensible que cl opositor se sienta poco inclinado a ser justo con una
teora que plantea tales pretensiones. Para poder combatirla, es menester desconocer su verdadera entidad. As sucede que los argumentos que contra ella
elevan de un lado y otro, dirigidos ms bien, no contra la Teora pura del derecho propiamente, sino contra un simulacro elaborado segn las necesidades del
ocasional contrincante, se anulan entre s, haciendo de esa suerte casi superflua una polmica. Los unos opinan despectivamente que se trata de una
teora enteramente vaca de contenido, un juego vacuo de conceptos huecos;
12
HANS KELSEN
ms hondo, y en que, por consiguiente, las oposiciones entre los Estados y las
oposiciones internas se han agudizado hasta el extremo. El ideal de una ciencia
objetiva del derecho y el Estado slo tiene perspectivas de un reconocimiento
general en un periodo de equilibrio social. De ah que nada parezca tan poco
correspondiente con su tiempo como una doctrina sobre el derecho que pretende mantener su pureza, cuando para los otros no hay, en general, poder
alguno al que no estn dispuestos a ofrecerse; cuando se ha perdido todo recato,
al punto de reclamarse abierta y sonoramente por una ciencia jurdica politizada,
pretendiendo para la misma el rtulo de "pura", elogiando as como virtud lo
que a lo sumo slo podna excusar una amarga necesidad personal.
Si, con todo, yo me atrevo en semejante tiempo a recoger el resultado de mi
previo trabajo en el problema del derecho, lo hago con la esperanza de que
el nmero de aquellos que valoran ms el espritu que el poder, sea mayor de
lo que hoy pareciera; y, sobre todo, con el deseo de que una generacin ms
joven no permanezca, en la salvaje batahola de nuestros das, sin fe en una
ciencia jurdica libre, con la firme conviccin de que sus hitos no se perdern
en un futuro lejano.
Ginebra, mayo de 1934.
La segunda edicin de mi Teora pura del derecho, cuya primera edicin aparcci hace ms de un cuarto de siglo, presenta una reelaboracin completa de los
temas tratados en la primera, y una significativa aiiipliacin de su campo ie
estudio. Mientras que me coiitent entonces en formular los resultados especialmente caractersticos de una doctriiia jurdica pura, intento hoy dar solucin
a los problemas ms importantes de una teora general del derecho conforme
con los principios fundamentales de la pureza metdica del conocimiento
jurdico-cientfico, precisando al hacerlo el lugar de la ciencia jurdica en el sistema de las ciencias, ms de lo que anteriormente se hiciera.
Va de suyo que una teora, cuyo primer esbozo se encuentra en mis Hauptprobleme der Staatsrechtslehre, aparecidos en 1911, no poda permanecer sin
cambios durante tanto tiempo. Muchas modificaciones aparecen ya en mi
General Theory of Law and State (Canibridge, Mass., 1945) y en mi Thorie
Pure du Droit (la traduccin francesa efectuada por el profesor Henri Tbvenaz
de la Reine Rechtslehre, Neuchitel, 1953). En la obra presente he Ilamafo la
atencin expresamente a las modificaciones ms importantes en notas al pie
de pgina. Se trata, en la mayora de los casos, de un desarrollo ms consecuente de los principios; en conjunto, como lo espero, de los frutos de una evolucin derivada de tendencias que son, ellas mismas, iumanentes a una doctrina
que, en lo esencial, permanece inclume.
Dado el curso del desarrollo cada vez ms multifactico del contenido de los
rdenes jurdicos positivos, una teora general del derecho corre siempre el
peligro de no abarcar, con sus especficos conceptos fundaiiientales, todos los
fenmenos jurdicos. Algunos de esos conceptos pueden revelarse como muy
estrechos, mientras otros aparecen como muy amplios. He sido plenamente
consciente, en la presentc tentativa, de ese peligro y, por consiguiente, estar
francamente agradecido a toda crtica en ese respecto. /Tampoco esta segunda
edicin de la Teora pura del derecho ha de ser considerada una exposicin de
resultados definitivos, sino como una empresa que ha menester de ser llevada
adelante, mediante complementos y otras mejoras. Habr logrado su propsito
si es considerada digna de esa continuacin -por otros, que no por su autor,
que se encuentra ya al fin de su vida.
He antepuesto al prlogo de la segunda edicin el de la primera. Puesto que
en l se muestra cul era la situacin cientfica y poltica en que surgi, en
tiempos de la Primera Guerra Mundial y durante las conmociones sociales por
ella provocadas, as como el eco quc encontr entonces en la literatura. En
14
HANS KELSEN
este respecto, la Segunda Guerra Mundial y los cambios polticos que la siguieron, no cambiaron gran cosa. Ahora como antes, una ciencia del derecho objetiva, que se limita a describir su objeto, enfrenta la terca oposicin de aquellos
que, menospreciando las fronteras entre ciencia y poltica, invocando sta
prescriben al derecho un determinada contenido; es decir: creen poder establecer el derecho justo y, as, el patrn axiolgico para el derecho positivo. En
especial, la renovada metafsica de la doctrina del derecho natural, es la que
enfrenta con esta pretensin al positivismo jurdico.
Puesto que el problema, como problema valorativo, escapa a una teora jurdica que se limita a un anlisis del derecho positivo como una realidad jurdica,
y que este problema es de decisiva significacin para la poltica jurdica, he intentado exponer en un apndice lo que cabe decir al respecto y, en especial sobre la
doctrina del derecho natural, desde un punto de vista cientfico.'
Agradezco al seor doctor Rudolf A. Mtall la confeccin del inventario de
mis escritos y la valiosa ayuda que me prest en la correccin de las prueba^.^
1 El apndice, denominado "Das Problem der Gerechtigkeit" existe ya eii traduccin castellana y no es reproducido en esta edicin (N. del T . ) .
2 El ndice de los escritos de H. Kelsen que figuran cii 1.1 edicin originnl ileiiiana, no se
rrprodiice en esta edicin (N. del T.).
1. Derecho y naturalem
1. Ia "pureza" 15
2. Lo que acontece y su significado jurdico 15
3. El sentido subjetivo y el sentido objetivo de los actos. La autoatribucin
de significado 16
4. La noma 17
a) La norma como esquema de explicitacin conceptual
17
b) Norma y produccin de nomas 18
c) Validez y dominio de validez de la norma
23
d) Regulacin positiva y negativa: obligar, facultar, permitir
e) Norma y valor M
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1. DERECHO Y NATURALEZA
1. Ld "pureza"
La Teora pura del derecho constituye una teora sobre el derecho positivo; se
trata de una teora sobre el derecho positivo en general, y no de una teora
sobre un orden jurdico especfico. Es una doctrina general sobre el derecho, y
no la interpretacin de normas jurdicas particulares, nacionales o internacionales. Ofrece, sin embargo, tambin una teora de la interpretacin.
En cuanto teora pretende, exclusiva y nicamente, distinguir su objeto.
Intenta dar respuesta a la pregunta de qu sea el derecho, y cmo sea; pero no,
en cambio, a la pregunta de cmo el derecho deba ser o deba ser hecho. Es
ciencia jurdica; no, en cambio, poltica jurdica.
Al caracterizarse como una doctrina "pura" con respecto del derecho, lo hace
porque quiere obtener solamente un conocimiento orientado hacia el derecho,
y porque deseara excluir de ese conocimiento lo que no pertenece al objeto
precisamente determinado como jurdico. Vale decir: quiere liberar a la ciencia
jurdica de todos los elementos que le son extraos. Este es su principio fundamental en cuanto al mtodo. Pareciera tratarse de algo comprensible de suyo.
Sin embargo, la consideracin de la ciencia jurdica tradicional, tal como se ha
desarrollado en el curso de los siglos XIX y xx, muestra claramente qu lejos
esa ciencia ha estado de satisfacer la exigencia de pureza. En manera enteramente acrtica, la jurispmdencia se ha confundido con la psicologa y la sociologa, con la ktica y la teora poltica. Esa confusin puede explicarse por refe
rirse esas ciencias a objetos que, indudablemente, se encuentran en estrecha
relacin con el derecho. Cuando la TeoM pura del derecho emprende la tarea
de delimitar el conocimiento del derecho frente a esas disciplinas, no lo hace, por
cierto, por ignorancia o rechazo de la relacin, sino porque busca evitar un
sincretismo metdico que oscurece la esencia de la ciencia jurdica y borra los
lmites que le traza la naturaleza de su objeto.
2. Lo que acontece y su significudo jurdico
Si se parte de la distincibn entre ciencias naturales y ciencias sociales, y, por
ende, de una distincin entre naturaleza y sociedad, como distincin entre los
diferentes objetos de esas ciencias, se plantea entonces, por de pronto, el i n t e
rrogante de si la ciencia jurdica es una ciencia natural o una ciencia social; de
si el derecho es un obieto natural o un objeto social. Pero esta contraposicin
16
HANS
DERECHO Y NATURAL=
17
considerado por ella como un traidor, lo que subjetivamente considera, y denomina, como una condena capital que hace cumplir por un hombre de confianza,
objetivamente, desde el punto de vista jurdico, no constituye la ejecucin de
una sentencia de muerte, sino un asesinato poltico, aunque en cuanto al
acontecer externo en nada se distinga del cumplimiento de una condena capital.
Un acto -en cuanto se expresa a travs de palabras verbalmente formuladas,
o escritas- puede l mismo enunciar algo sobre su significado jurdico. En ello
se encuentra una peculiaridad del material dado al conocimiento jurdico. Una
planta nada puede transmitir sobre s misma al investigador natural que la
determina cientficamente. No intenta en forma alguna explicarse a s niisma
desde un punto de vista cientfico natural. Pero un acto de conducta humana
puede llevar muy bien consigo una autoatribucin de significado jurdico; es
decir: contener enunciacin sobre lo que significa juridicamente. Los hombres
reunidos en un congreso pueden expresamente explicar que han dictado una
ley; un hombre puede describir literalmente sus disposiciones de ltima voluntad como testamento; dos personas pueden declarar que inician un negocio
jurdico. El conocimiento conceptual del derecho encuentra a veces ya una
autocaracterizacin jurdica del material, que se anticipa a la explicitacin que
cumplir el conocimiento jurdico.
4. Lo norma
a ) La norma como esquema de exHicitacin conceptual. El acontecimiento
externo que, por su significacin objetiva constituye un acto conforme a derecho
(o contrario a derecho), es, pues, en todos los casos, en cuanto suceso que se
desarrolla en el tiempo y en el espacio, sensiblemente perceptible, un trozo de
la naturaleza y, en cuanto tal, determinado por leyes causales. Slo que ese
suceso, en cuanto tal, como elemento del sistema de la naturaleza, no es objeto
de un conocimieiito especficamente jurdico, y, de esa suerte, no constituye
en general nada que sea derecho. Lo que hace de ese acontecimiento un acto
conforme a derecho (o contrario a derecho) no reside en su facticidad, en su
ser natural -es decir: en su ser determinado por leyes causales, encerrado en el
sistema de la naturaleza-, sino el sentido objetivo ligado al mismo, la significacin con que cuenta. El acontecimiento en cuestin logra su sentido
especficamente jurdico, su significacin propia en derecho, a travs de una
norma que se refiere a l con su contenido, que le otorga significacin en derecho, de suerte que el acto puede ser explicitado segn esa norma. La nomia
funciona como un esquema de explicitacin. En otras palabras: el enunciado
de que un acto de conducta humana situado en el tiempo y el espacio es un
acto de derecho (o, un acto contrario a derecho) es el resultado de una explicitacin especifica, a saber, una explicitacin normativa. Puesto que tambin en
la concepcin de que el acto exhibe un acontecer natural, s61o recibe expresin
una explicitacin determinada, diferente de la normativa, a saber: una explicitati6n causal. La norma, que otorga al acto el significado de un acto conforme a
derecho (o contrario a derecho), es ella misma producida mediante un acto
de derecho que, por su lado, nuevamente recibe su significacin jurdica de otra
norma. Que un hecho sea la ejecucin conforme a derecho de una sentencia de
muerte, y no un homicidio, es una cualidad sta -sensiblemente no perceptible- que aparece slo a travs de un proceso intelectual: a partir de la confrontacin con un cdigo penal y el cdigo de procedimientos penales. Que el
intercambio de cartas, antes referido, signifique haber celebrado un contrato,
proviene exclusiva y nicamente de que esa situacin fctica encaja en ciertas disposiciones del cdigo civil. Que un documento, ya no slo por su sentido
subjetivo, sino conforme a su sentido objetivo, sea un testamento vlido, deriva
de que satisface las condiciones bajo las cuales pueda valer como testamento,
conforme a las disposiciones de ese cdigo. Que una reunin de personas sea
un congreso y que el resultado de sus actividades constituya jurdicamente una
ley obligatoria; con otras palabras: que estos sucesos posean esa significacin,
expresa slo que el acontecimiento todo corresponde a las normas de la constitucin. Esto es: que el contenido de un suceso fctico coincide con el contenido de una norma tenida por vlida.
b) N o m y producci6n de norma-. El conocimiento jurdico est dirigido,
pues, hacia normas que poseen la caracterstica de ser normas jurdicas; que otorgan a ciertos acontecimientos el carcter de actos conforme a derecho (o
contrario a derecho). Puesto que el derecho, que constituye el objeto de ese
conocimiento, es una ordenacin normativa del comportamiento humano; lo
que significa: es un sistema de normas que regulan el comportamiento humano.
Con la palabra "norma" se alude a que algo deba ser o producirse; especialmente, a que un hombre deba comportarse de determinada manera. Este es el sentido que tienen ciertas acciones humanas dirigidas con intencin hacia el comportamiento de otros. Estn dirigidas con intencin hacia el comportamiento
de otms cuando, conforme a su sentido, proponen (ordenan) ese comportamiento; pero tambikn cuando lo permiten y, muy especialmente, cuando se le
otorga el poder de establecer kl mismo normas. Se trata -en este sentidode actos volitivos. Cuando un hombreva travs de una accin cualquiera, extenoriza la voluntad de que otro hombre acte en determinada manera: cuando
ordena, o permite o autoriza esa conducta, el sentido de su accin no puede ser
descrito con el enunciado que afirma que el otro as actuar, sino slo con
el enunciado de que el otro as debe actuar. Aquel que ordena o autoriza,
quiere; aquel que recibe la orden, o al que se da el permiso o la autorizacin,
debe. En esto la palabra "deber" es utilizada aqu en un significado ms extenso que el usual. Conforme a los usos comentes lingsticos, un "debe" slo
tiene correspondencia con el ordenar algo; el "est permitido", con una permi-
DERECHO Y NATURALEZA
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sin; el "puede", con una autorizacin. .4qu, empero, designaremos Con "deber"
el sentido normativo de un acko orientado intencionalmente al comportamiento
de otro. En el trmino "deber" est comprendido el "estar permitido" y el
"estar facultado". Puesto que una norma puede no slo mandar algo, sino
tambin permitirlo, y especialmente, autorizarlo. Cuando aquel al que se o[dena o permite una determinada conducta, aquel al que se faculta con respecto
de determinada conducta, quiera preguntar por el fundamento de encontrarse bajo una orden, tener una permisin o estar autorizado (y no, por la
causa del acto mediante el cual se ie ordena, permite o faculta), slo puede
preguntar: por qu debo? ( o tambin, en los usos lingisticos corrientes: jme
est permitido?, puedo comportarme as?). "Norma" es el sentido de un acto
con el cual se ordena o permite y, en especial, se autoriza, un cumportamientoi
Debe tenerse en cuenta con ello que la norma, como sentido especfico de uri
acto intencionalmente dirigido hacia el comportamiento de otro, es algo dis.
tinto del acto de voluntad cuyo sentido constituye. Dado que la norma es un
deber, mientras que el acto de voluntad, cuyo sentido constituye, es un ser. De
ah que la circunstancia de hecho que se presenta en el caso de un acto seme
jante, tendr que ser descrita mediante el enunciado: alguien quiere que
otro se deba comportar de determinada manera. La primera parte del enunciado se refiere a un ente existente, el hecho real del acto de voluntad; la s e
gunda parte, a un deber, a la norma como sentido del acto. Por ello no corresponde -como muchas veces se afirma- sostener que el emnciado: "un individuo debe algo", no significa nada diferente de: "otro individuo quiere algo";
es decir, que la enunciacin de un deber pudiera reducirse a la enunciacin
de que algo es.
La distincin entre ser y deber no puede ser explicada ms de cerca. Se
encuentra inmediatamente dada a nuestra mnciencia. '
Nadie puede negar que la afirmacin de que "algo es" -esto es, el enunciado
con el cual se describe un hecho real-, es esencialmente diferente del enunciado que dice que "algo debe producirse", esto es: del enunciado con el cual
se describe una norma: y que, en consecuencia, de que algo exista no puede
1 Con respecto al concepto de "deber" vale lo mismo que George Edward Moore
(Principia Ethica, Cambridge, 1922, pp. 7 y SS.) dice del concepto '%ueno": '"bueno' es
una nocin simple, as como 'amarillo' es una nocin simple". Un concepto simple no es definihle y -lo que conduce a lo m i s m e , no es analizable. Para evitar malos entendidos
debe recalcarse que In afirmacin de que la distincin entre ser y deber ser encuentra dada
en forma inmediata a nuestra conciencia, de ninguna manera significa que el contenido del
deber, lo debido, aquello que es debido y que, en ese sentido, es "bueno", pueda ser reconocido en forma inmediata a traves de una facultad espiritual especial; no significa que exista
una "intui"nW especfica para lo bueno y lo malo (cfr. Karl Menger. Moral, Wille und
Weltgestaltung, Grundlegung zur Logik der Sitten. Viena, 1934, p. 28.) El contenido del
deber consiste en aquello que un orden positivo. moral o jurdico, prescribe; es determinado
a travks de actos de voluntad y, cuando es as determinado, es reconocido.
20
HANS -EN
seguirse que algo deba existir, de igual modo a que de que algo deba ser, no
puede seguirse, que algo sea.
Este dualismo entre lo que es y lo debido no significa, con todo, que lo
que es y lo debido se encuentren lado a lado sin relacin alguna. Se sostiene que
"lo que es puede corresponder a lo debido"; vale decir: algo puede ser tal
como debe ser; tambin se dice que lo debido est "orientado" hacia un ser,
que algo debe "ser". La expresin: "algo que es corresponde a un deber" no
es enteramente correcta; puesto que no es lo que corresponde a lo debido,
'sino aquel "algo", que por un lado "es", corresponde al "algo" que, por el
otro lado, "debe ser", lo cual metafricamente, se designa como contenido
de lo que es, o como contenido del deber. Cabe expresar esto tambin diciendo;
cierta cusa, sobre todo, una determinada conducta, puede tener la propiedad de
existir, o la propiedad de deber existir. En ambas enunciaciones: "la puerta
ser cerrada", y "la puerta deber cerrarse", el hecho de "cenar la puerta" una
vez es afirmado como existente, como siendo, y la otra vez, como deb:do. La
conducta que es y la conducta debida no son idnticas; la conducta debida es
igual a la conducta real, difiriendo slo en la circunstancia (modalidad) de que
una tiene existencia, y la otra debe producirse. De ah que corresponda distinguir el comportamiento estatuido como debido en una norma, del comportamiento fctico correspondiente. Pero el comportamiento estatuido como debido
e n la norma, en cuanto contenido de la norma, puede cotejarse con el comportamiento correspondiente a la norma (lo que quiere decir: al contenido
d e la norma). La conducta debida en cuanto contenido de la norma no puede,
con todo, ser el comportamiento fctico, correspondiente a la norma.
E n todo caso, se caracteriza tambin esta conducta correspondiente a la
norma y, por lo tanto, una conducta real, como una conducta debida; querindose decir que ella es tal como debe ser. La expresin "conducta debida"
es ambigua. Puede referine a la conducta que, en la norma, como su coiitenido, debe ser, y que es debida aiin cuando no se haya producido; pero tambin
puede referirse a la conducta fcticamente producida que corresponde al contenido de la norma. Si se afirma que lo debido est "dirigido" hacia una realidad, que la norma est "dirigida" a una conducta real, se sostiene entonces
que la conducta fctica correspondiente al contenido de la norma, el contenido real, es equiparada al contenido del deber, y la conducta efectiva a la
conducta debida en razn de la noriiia, aun cuando, en mrito de la diferencia
modal: ser real en un caso, ser debida, en el otro, no sean idnticas.
Las acciones cuyo sentido es una norma pueden cumplirse de diversas maneras. Mmicamente, el agente de trnsito ordena con un determinado moviniiento
de sus brazos que nos detengamos; con otro movimiento, que debamos seguir
2Arthur N. Prior, Logic and the B k of Ethics. Gxford, 1944, p. 18, expresa este pensamiento en la frase: "Es imposible deducir una conclusi6n btica a partir de premisas mmpktamente no kticas."
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21
adelante. Otros smbolos: una luz roja significa una orden para el conductor
de un automvil de detenerse; una luz verde, que debe seguir circulando. A
travs de palabras, proniinciadas o escritas: puede darse una orden recnrriendo a la forma lingstica de un imperativo, por ejemplo "iCalla!" Pero tambin
utilizando una forma enunciativa: "Te ordeno que te calles."Mediante esta
forma pueden formularse tambin permisiones o autorizaciones. Se trata de
enunciados sobre el acto cuyo sentido es una orden, un permiso, una autorizacin; sin embargo, el sentido del enunciado no constituye una proposicin
sobre un hecho real, sino una norma que establece un deber; vale decir: una
orden, una permisin, una autorizacin. Una ley penal puede contener la
proposicin: "El hurto ser castigado con prisin." El sentido de esta oracin
no consiste, como su tenor literal pareciera mostrarlo, en enunciar algo sobre
un acontecer fctico, sino que es una norma: una orden o una autorizacin para
que el hurto sea castigado con prisin. El proceso legislativo es una serie de
acciones que, en su conjunto, tienen el sentido de normas. Cuando se afirma
que mediante uno de los actos amba mencionados, o a travs de los actos del
procedimiento legislativo, 3 se "produce" o "promulga" una norma, se trata solamente de una expresin figurada para decir que el sentido o el significado del
acto, o de los actos.que constituyen el procedimiento legislativo, es una norina.
Con todo, corresponde diferenciar el sentido subjetivo del objetivo. "Debido"
es el sentido subjetivo de todo acto de voluntad de un hombre orientado
intencionalmente hacia el comportamiento de otro. Slo que no todo acto posee
tambin objetivamente ese sentido. Slo cuando tambin cuenta, objetivamente, con el sentido de un deber, se caracteriza a lo debido como "norma".
As, al ser lo "debido" el sentido objetivo del acto, se expresa que la conducta,
hacia la cual el acto se orienta intencionalmente, es considerada como debida
no slo desde el punto de vista del individuo que cumple el acto, sino tambin desde el punto de vista de un tercero no participante; y ello incluso
cuando la voluntad, cuyo sentido subjetivo es el deber, haya cesado fcticamente de existir, en cuanto con la voluntad no desaparece el sentido, lo debido.
El deber "vale" aunque haya cesado el querer; mas vale inclusive cuando el
individuo, cuyo comportamiento segn el sentido subjetivo del acto de voluntad es debido, nada sepa de tal acto y de su sentido; vale cuando ese individuo es considerado como obligado, o facultado a actuar como se debe. Entonces ese deber, como un deber "objetivo", es una "norma vlida", que obliga
3 No puedo mantener la opinin, que anteriormente sostuviera, de que las votaciones
constitutivas de una decisibn mayoritaria, mediante la cual re sanciona una ley, no configuran necesariamente actos de voluntad, puesto que muchos de los votantes desconocen el
contenido de la ley que votan, o s610 lo conocen insuficientemente, y en cuanto a! contenido
del querer tiene que ser consciente para el agente volitivo. Cuando el miembro de! parlamento vota a favor de un proyecto de ley cuyo contenido ignora, el contenido de su voluntad es una suerte de autorizacin. El votante quiere que se convierta en ley aquello que
contenga el proyecto, sea lo que sea, por el cual vota.
a quien est dirigida. Tal es, p u s , el caso, cuando el acto de voluntad, cuyo
sentido subjetivo es un deber, ha recibido ese sentido objetivo a travs de una
noma; cuando ese acto ha sido autorizado por una norma que, por ello, vale
como una norma "superior". La orden de un gangster, de entregarle cierta suma
de dinero, tiene el mismo sentido subjetivo que la orden de un funcionario
del fisco; a saber: el sentido de que el individuo, al cual la orden se dirige,
entregue una determinada cantidad de dinero. Pero slo la orden del funcionario fiscal, y no la orden del gangster, tiene el sentido de ser una norma
vlida que obligue al receptor; slo una, y no la otra, es un acto productor de
una norma. Ello, en cuanto la accin del funcionario fiscal se encuentra autorizada por una ley impositiva, mientras que el acto del gangster no reposa en
ninguna norma que as lo faculte. Que el acto legislativo, que subjetivamente
tiene el sentido de lo debido, posea tambin objetivamente ese sentido, es
decir: el sentido de una norma vlida, proviene de que la constitucin otorga al
acto de legislar ese sentido objetivo. El acto constituyente no cuenta slo con
un sentido subjetivo, sino tambin con un sentido normativo objetivo, cuando
se presupone que corresponde actuar como lo prescribe el constituyente. Cuando una persona que se encuentra en peligro le pide a otra que la auxilie, el
sentido subjetivo de su exigencia es que la otra le debe prestar auxilio. Mas
s610 tenemos una norma objetivamente vlida, que obligue a la otra, si vale la
n o m a general de amar al prjimo, quizs establecida por un fundador de una
religih; y esa norma slo vale como objetivamente obligatoria si se admite
que uno debe comportarse como el fundador de la religin lo ha ordenado.
Una presuposicin semejante, fundante de la validez objetiva, ser designada
aqu como norma fundante. 6
No se trata, por lo tanto, del hecho real de un acto volitivo dirigido a un
comportamiento determinado de otro, sino nuevamente de una norma de deber,
a partir de la cual se sigue -en un sentido objetivo- la validez de la n o m a
'Cfr. infra. p. 40. Ernst Mally. Gmndgesetze des Sollens, Elemente &r Lo@ d a
Willens. Graz, 1926; caracteriza el d e b a como el sentido del querer (p. 10). Lo que aqu
es expuesto como distinci6n entre el deber como sentido subjetivo de un acto de voluntad,
y el d e b a como su sentido objetivo, lo expone Mally como la distincin entre el "deba" y
el deber "fctico". El d e b a "fctico" aparece, segn Mally, cuando se introduce el concepto de "justificaci6n". Que algo sea debido. no implica afirmar que "algo sea fctica.
mente debido". De ello depende toda justificaci6n. Una exigencia -inclusive en el sentido subjetivo de la palabra- justificada. es evidentemente de por si exigible, -esponde
a un deber; puede estar s61o justificada de hecho, cuando ese deber existe fcticamente
..Existe (por lo menos) una circunstancia de hecho que fcticamente es debida, p. 18.
Lo que yo designo como "deber" en sentido objetivo, lo designa Mally corno deber "fcti,
m". pero esta expresibn constituye una autowntradicci6n. si por "hecho" se entiende una
realidad. Si por valida "objetiva" de una norma no se entiende nada distinto de lo designado en el texto que antecede, la observacin de Alf Ross en "Imperatives and Logic".
P]lom#~hy of Science. vol. 11, 1944, p. 36, de que "la creencia de la validez objetiva p a k nece al depsito de trastos de la metafsica religiosa moral", no a pertinente.
0 Cfr. infra, p. 196 y s.
DERECHO Y NATURALEZA
23
segn la cual el otro debe comportarse conforme al sentido subjetivo del acto
de voluntad.
Los actos constituyentes del hecho de la costumbre pueden tambin establecer normas mediante las cuales un comportamiento queda determinado
como debido. Cuando los hombres, que conviven socialmente, actan durante
cierto tiempo bajo ciertas condiciones idnticas, de manera de algn modo
igual, surge en cada individuo la voluntad de actuar en la manera como los
miembros de la sociedad consuetudinariamente actan. El sentido subjetivo de
los actos constituyentes del hecho de la costumbre, no es, por de pronto, un
deber. Slo cuando tales actos se han sucedido durante cierto tiempo, aparece en cada individuo la representacin de que debe actuarse como los miembros de la sociedad suelen hacedo, y el querer que tambin los restantes
miembros de la sociedad se deban comportar as. Si un miembro de la sociedad no acta en la forma en que los otros miembros suelen hacerlo, su conducta es objeto de reproches por aqu4llos, puesto que no se conduce como
ellos lo quieren. As el Iieclio de la costumbre se convierte en una voluntad
colectiva, cuyo sentido subjetivo es un deber. Como norma objetivamente
vlida slo puede ser entendido el sentido subjetivo de los actos constituyentes de la costumbre, cuando la costumbre es introducida por una norma superior como una circunstancia productora de normas. Dado que el hecho de
la costumbre est constituido por actos de conducta humana, las normas
producidas por la costumbre son establecidas por actos de conducta humana,
y, de ese modo, de igual manera que las normas cuyo sentido subjetivo es ser
actos legislativos, son tambin normas impuestas, es decir: normas positivas.
La costumbre puede producir tanto normas morales, como normas jurdicas.
Las normas jurdicas son producidas consuetudinariamente cuando la constitucin d e la comunidad establece a la costumbre -y, ello, una costumbre especialmente caracterizada- como un hecho productor de derecho.
Finalmente corresponde advertir que una norma puede ser, no s610 el sentido
de un acto volitivo, sino tambin -como contenido significativo- contenido de
un acto de pensar. Una norma puede no s610 ser querida sino tambin meramente pensada sin ser querida. Entonces ya no es una norma impcesta, ya no
es una norma positiva. Es decir, no es necesario que una norma sea impuesta;
puede que sea supuesta solamente en el p e n ~ a m i e n t o . ~
p. 23.
24
HANS KELSEN
bra "deber" con un sentido que comprende todos esos significados, podemos
expresar la validez de una norma diciendo que algo debe ser o no; o debe
ser hecho o no. Si la existencia especfica de la norma es designada como su
"validez", recibe expresin as la modalidad particular en que se presenta, a
diferencia de la realidad de los hechos naturales. La "existencia" de una norma
positiva, su validez, es diferente de la existencia del acto de voluntad cuyo
sentido objetivo ella es. La norma puede valer aun cuando el acto de voluntad,
cuyo sentido constituye, haya dejado de existir. Ms: ella adquiere validez justamente cuando el acto de voluntad, cuyo sentido constituye, ha cesado de
existir. El individuo que con un acto suyo intencionalmente dirigido hacia el
comportamiento de otro, ha producido una norma jurdica, no tiene que continuar queriendo ese comportamiento para que valga la norma que constituye
el sentido de su acto. Cuando los hombra que actan como rganos legislativos,
deciden promulgar una ley que regule determinadas contingencias, y de esa
manera le otorgan validez, orientan luego sus decisiones a la regulacin de
otros objetos; y las leyes promulgadas por ellos pueden valer aun cuando
hayan muerto hace mucho y, por consiguiente, cuando de ninguna manera
pueden quererlas. Es inadecuado caracterizar a las normas, en general, y a la
norma jurdica en especial, como "voluntad", o "imperativo" -sea del legislador, sea del Estado-, si por "voluntad" o "imperativo" se entiende un acto
psquico de voluntad.
Puesto que la validez de una norma no es algo real, corresponde d:st'nguir
su validez de su eficacia, esto es, del hecho real de que ella sea aplicada y
obedecida en los hechos, de que se produzca fcticamente una conducta
humana correspondiente a la norma. Que una norma valga quiere decir algo
distinto a afirmar que ella es aplicada y obedecida en los hechos, aun cuando
entre la validez y la efectividad pueda constituirse cierta relacin. Una norma
jurdica slo es considerada como objetivamente vlida cuando el comportamiento humano que ella regula se le adeca en los hechos, por lo menos hasta
cierto grado. Una norma que en ningn lugar y nunca es aplicada y obedecida,
es decir, una norma que -como se suele decir- no alcanza cierto grado de
eficacia, no es considerada como una norma jurdica vlida. Un mnimo de la
llamada "efectividad" es una condicin de su validez. Mas la posibilidad de
una conducta que no corresponde a la norma tiene que darse tambin. La
norma que prescribiera algo que necesariamente, en razn de una ley natural,
siempre y por doquier debe producirse, sera tan insensata como la norma que
prescribiera algo que, en razn de una ley natural, d e ninguna manera puede
producirse. Validez y eficacia de una norma jurdica tampoco coinciden tempo7 Cfr. General Thory of Lmu and State, pp. 29 y 5s. La doctrina all expuesta, de que
la valida de la norma no es un hecho psicolgico y, por ende, no constituye una arden
-en cuanto acto pdquico y volitivw, y que la validez de la noma deba ser distinguida de
su efectividad, gana en claridad cuando, como en el texto, se caracteriza la norma mmo el
sentido de un acto de voluntad.
DERECHO Y NATURALEZA
25
ralmente. Una norma jurdica adquiere validez ya antes de ser eficaz; es decir,
antes de ser obedecida y aplicada; el tribunal que aplica en un caso concreto
una ley, inmediatamente despus de haber sido dictada, y, por ende, antes de
que haya podido ser efectiva, aplica una n o m a jurdica vlida. Pero una
norma jurdica deja de ser considerada como vlida, cuando permanece
sin eficacia duraderamente. La eficacia es condicin de la validez en aquella
medida en que la eficacia debe aparecer en la imposicin de la norma jurdica,
para que no pierda su validez. En ello corresponde prestar atencin a que,
bajo la nocin de eficacia de una norma jurdica, que enlaza a una determinada
conducta como condicin, una sancin como consecuencia, no ha de entenderse nicamente el hecho de que esa norma sea aplicada por brganos jurdicos y, en especial, por los tribunales -esto es, que la sancin sea ordenada
y cumplida en un caso concreto-, sino tambin el hecho de que esa norma
sea acatada por los sujetos sometidos al orden jurdico -es decir, que se realicen
los comportamientos mediante los cuales se evita la sancin. En la medida en que
el instituir sanciones tiene por finalidad impedir (prevenir) las conductas
que son condicin de la sancin -la ejecucin de delitos-, el caso ideal de
validez de una norma juridica se dara cuando la misma en ningn caso recibiera aplicacin, por cuanto la representacin de la sancin por cumplirse en
el caso de un delito se ha convertido en motivacin, en los sujetos sometidos
al orden jurdico, para abstenerse del delito. Entonces, la eficacia de la norma
jurdica se limitara a su acatamiento. Pero puede que el acatamiento de la
norma jurdica haya sido suscitado por otros motivos, de suerte que lo que
tiene "eficacia" no sea propiamente la representacin de la norma juridica,
sino la representacin de una norma religiosa o moral. Ms adelante nos referiremos a las muy significativas relaciones entre validez y la as llamada
eficacia de la norma jurdica.
Si con la expresin: la norma se refiere a una determinada conducta, se
alude a la conducta que constituye el coiitenido de la norma, corresponde
indicar que la norma puede referirse a otros contenidos objetivos distintos de
la conducta humana, pero slo en cuanto stos son condiciones o efectos de la
conducta humana. Una norma jurdica puede establecer que, en caso de una
catstrofe natural, los que no estuvieran directamente afectados quedan obli8 Cfr. infra, p. 215 y SS. D e que s61o la norma eficaz hasta cierto grado, es valida,
concluir que validez y eficacia son id6nticos. constituye el mismo error 16gico en qiie se
incurre cuando, a partir del supuesto de que el "placer" y s61o el "placer" es "bueno".
se concluye que lo "bueno" es id6ntiw al "placer". Moore op. cit., p. 10, llama a esta falta
lgica "falacia naturalista": "Puede que sea verdad que todas las cosas que son bueiias.
tambin sean algo mis (por ejemplo, placentexns) . . . Pero son demasiados los fildsofos que
han pensado que, tan pronto han designado esas otras propiedades, ya estaban efectivammte
definiendo lo bueno; que esas propiedades, en realidad, o eran simplemente 'otras', sino,
absoluta y completamente, lo mismo que el bien. Esta tesis propongo denominarla la
'falacia naturalista' . . ."
26
HANS KELSEN
gados, segn las posibilidades, a prestar auxilio a las vctimas. Cuando una
norma jurdicd pone el hon~icidiobajo pena de muerte, tanto el hecho tpico
antijurdico, as como la consecuencia del ilcito, no consiste nicamente en
una conducta humana especfica dirigida hacia la muerte de otro hombre, sino
tambin en una consecuencia especfica de esa conducta: la muerte de un
hombre, que es un acontecimiento fisiolgico, pero no una accin humana.
Dado que los comportamientos humanos, as como sus condiciones y efectos,
se cumplen en el espacio y en el tiempo, es necesario que tanto el espacio
como el tiempo en que se producen los acontecimientos determinados por la
norma, se encuentren determinados en el contenido de la norma. La valida
de normas que regulan conducta humana en general, y tambin en forma
especial, las normas jurdicas, es una valida espacio-temporal. en la medida
en que esas normas tienen como contenido sucesos espacio-temporales. Quc
la norma valga significa siempre que vale para algn espacio y para algn
tiempo; esto es, que ella se refiere a una conducta que slo puede producirse
en algn lugar y en algn momento (aun cuando quizs no se produzca en
la realidad).
La relacin de la norma al espacio y al tiempo constituye el dominio de
validez espacial y temporal de la norma. Este dominio de validez puede estar
limitado, pero tambin puede carecer de lmites. La norma puede valer slo
para un espacio y un tiempo determinados -es decir, determinados por ella
o por otra norma superior-, en cuanto s610 regula acontecimientos que se
producen dentro de determinado espacio y en determinado tiempo. Pero
puede tambin -por su sentido- valer para todo lugar y siempre; es decir,
referirse a acontecimientos dondequiera y cuando quiera se produzcan. Tal es
su sentido cuando no contiene determinaciones espacio-temporales particulares,
y cuando ninguna otra norma superior delimita su dominio de validez espacial
o temporal. No es que entonces ella valga ms all del espacio, y atemporalmente, sino slo que no vale para un espacio determinado y tampoco para
un tiempo determinado; su dominio de validez espacial y temporal permanecen
indefinidos. El dominio de la validez de una norma constituye un elemento
de su contenido, y ese contenido puede, como an lo veremos, estar predeterminado, hasta cierto grado, por otra norma ~ u p e r i o r . ~
En lo que hace al dominio de validez temporal de una norma positiva, es
menester distinguir el tiempo anterior y el tiempo posterior a su promulgacin.
En general las normas se refieren slo a comportamientos futuros; pero pueden
hacerlo tambin con respecto a pasados. As, una norma jurdica, que enlaza
un acto coactivo como sancin a una determinada conducta como condicin,
puede determinar que un hombre que ha realizado cierta accin, no con posterioridad a la promulgacin de la norma, sino ya antes de ello, deba ser sancie
9 Cfr. infra.
p. 228 y
SS.
DERECHO Y NATURNXZA
27
nado, con lo cual la conducta queda calificada como delito. lo Pero tambin
con el acto coactivo que ella estatuye como consecuencia, puede una norma
jurdica no referirse al futuro, sino tambin al pasado. Puede determinar no
slo que se cumpla, en el futuro, un acto coactivo bajo ciertas condiciones
producidas antes de su promulgaciii, sino tambin que el acto coactivo, que
de hecho ya fue cumplido en el pasado, sin ser debido (es decir, sin tener el
carcter de una sancin), debi ser eiecutado en el pasado, de suerte que. en
adelante valga como debido, esto es, como sancin. D e esa manera, por ejemplo, se legitim como sanciones, bajo el rgimen nacional socialista en Alemania,
ciertos actos de fuerza que, cuando fueron ejecutados constituan jurdicamente
homiadios, y esa legitimacin posterior con fuerza retroactiva calific, retroactivamente tambin, como delitos a las conductas que los condicionaron. Una
norma jurdica puede eliminar, con fuerza retroactiva, la validez de una norma
promulgada antes de su creacin, de modo que los actos de fuerza cumplidos,
como sanciones, bajo la norma anterior son privados de su carcter de penas, o
ejecuciones, y los hechos de conducta humana que fueron sus antecedentes
son privados retroactivamente de su carcter de delitos. Con semejante fuerza
retroactiva puede, por ejemplo, una ley dictada por un gobierno llegado al
poder revolucionariamente, suprimir la legislacin dictada por el gobierno
anterior, legislacin bajo la cual ciertas acciones, ejecutadas por los individuos
pertenecientes al partido revolucionario, eran castigadas como delitos polticos.
Cierto es que lo que ha acaecido, no puede transformarse en algo nunca acon.
tecido; pero el significado normativo de lo hace mucho sucedido puede, con
fundamento en normas promulgadas con posterioridad al acontecimiento a que
se refieren, modificarse retroactivamente.
Junto al dominio de validez espacial y temporal, cabe tambin distinguir un
dominio de validez personal y uno objetivo (o material). Puesto que la conducta que es regulada mediante las normas es un comportamiento humano,
conducta de hombres, tenemos que toda conducta determinada por una norma debe ser escindida en un elemento personal y uno material: el hombre que
debe actuar de determinada manera, y la forma y manera como debe hacerlo.
Ambos elementos se encuentran inescindiblemente entrelazados. Pero ha de
advertirse que no es el hombre en cuanto tal, abarcado por una norma, quien
se encuentra sujeto a la norma, sino siempre slo una conducta determinada
de ese hombre. El dominio de valida personal se refiere al elemento personal de la conducta determinada en la norma. Tambikn este dominio de validez
puede estar limitado o no. Un ordenamiento moral puede aparecer con la
pretensin de valer para todos los hombres; es decir, la conducta determinada
por las normas de ese ordenamiento es la conducta de todo hombre, y no
solamente la de los Iiombres especficamente determinados por el ordena'0
SS.
DERECHO Y NATURALEZA
29
DERECHO Y NATURALEZA
31
postre que: sin relacin con una norma fundante presupuesta, enuncian que
algo es y cmo lo es. I2
El comportamiento fctico a que se refiere el juicio de valor, que constituye
el objeto de la valoracibn, y que cuenta con un valor positivo o negativo, es
un hecho real existente en el tiempo y en el espacio, una parte de la realidad.
S610 un hecho real puede ser enjuiciado, cuando se le coteja oon una norma,
como valioso o devalioso; puede tener un valor positivo o negativo. Lo
que es valorado es la realidad. l3 E n la medida en que las normas, que constituyen el fundamento de los juicios de valor, son establecidas por actos de voluntad humana, y no por una voluntad sobrehumana, los valores que a travs
de ellos se constituyen son arbitrarios. Otros actos de voluntad humana pueden
producir otras normas, contradictorias con las primeras, que constituyen a
su vez otros valores, opuestos a los primeros. Lo que, conforme a aqullas,
sera bueno, puede ser malo segn stas. De ah que las normas establecidas
por los hombres, y no por una autoridad sobrehumana, constituyen slo valores
relativos. Es decir: la validez de semejante norma, que instituye como debida
una determinada conducta, y el valor constituido a travs de ella, no excluye
la posibilidad de la validez de una norma que instituya como debida a la con'aMoritz Schlick, el fundador de la escuela filosfica del positivismo lgico, afirma en
su escrito "Fragen der Ethik". Schriften rur wissenschaftlichen Weltauffassung, t. 4. Viena,
1930, p. 11, que una norma ( m cuyo respecto se refiere especialmente a una norma
moral) "no es nada distinto a la mera reproduccin de un hecho de la realidad;
formula efectivamente slo las condiciones bajo las cuales una accin, o un pensamiento,
o un carcter, es considerado 'bueno', es decir, como &ticamente estimado. La f o m u lacin de normas no es otra cosa que la determinacin del concepto de lo bueno, cuyo
conocimiento una tica emprende". El enunciado que dice que una conducta corresponde
a una norma es, por lo tanto, un enunciado fctico. Esto es incorrecto en cuanto el sentido
de la valoracin tica, es decir, el enunciado de que una conducta es buena, no consiste
en la afirmacin de un hecho real, esto es: de algo existente, sino de algo debido. Si la
norma expone las circunstancias bajo las cuales una conducta es buena, no determina as
cmo sea fcticamente una conducta, sino cmo debe ser. La norma no es un concepto
o, como tambin dice Schlick, una definicin. El concepto de algo apresa que, cuando algo
posee las propiedades determinadas en la definicin del concepto, cae bajo ese concepto. Es
decir, es aquello que el concepto delimita, y cuando no posee esas propiedades, no encaja
en ese mncepto, lo que equivale a decir, que no es lo que el concepto delimita. El concepto
no expresa que algo deba contar con las propiedades que la definicin determina. El
concepto de una buena conducta es: conducta que corresponde a una norma. Este concepto
contiene tres elementos: "norma", "conducta" y "correspondencid' en cuanto relacin entre
"norma" y "conducta". Este concepto no apresa que una conducta deba corresponder a
una norma, sino solamente que, cuando no corresponde a una norma, no encaja en el
mncepto de buena conducta y, por ende, que no es una conducta buena. Que la conducta
deba corresponder a la norma, es el sentido de la "norma", que junto con "conducta" y
"correspondencia". configura un elemento del concepto de buena conducta, pero no el
sentido del concepto. La conducta es buena, no por corresponder al concepto, sino por
corresponder a la norma. Puede contradecir la norma, pero no al concepto.
l3 Con respecto a la cuestin de si las normas pueden ser objeto de vsloracin mediante
normas y, en especial, con respecto a la cuestin de si el derecho positivo puede ser valorado como justo o injusto, cfr, del autor: Da. Problem der Gerechtigkeit.
DERECHO Y NATURALEZA
33
DERECHO Y NATURNSZA
35
16 Con
SS;
DERECHO Y N A T U R h W
37
1. Derecho y naturaleza
5. El sistema social 38
a) Sistemas sociales que estabyen sanciones 38
b ) Existen sistemas sociales sin sanciones7 41
c) Sanciones trascendentes y sanciones socialmente inmanentes 42
6. El orden jurdico 44
a ) El derecho: orden de la conducta humana 44
b) El derecho: un orden coactivo 46
a) Los actos coactivos estatuidos por el orden jurdico como sanciones
48
8) El monopolio de la coacci6n por la comunidad jurdica 49
y ) Orden jurdico y seguridad colectiva 50
8) Actos coactivos carentes del carcter de sanciones 53
S ) El mnimo de libertad
55
c) El derecho como orden coactivo normativo. Comunidad jurdica y
'%andas de ladrones" 57
d) Obligaciones jurdicas sin sandn? 63
e) Normas jurdicas no independientes 67
38
HANS KELSEN
5. El sistema social
a ) Sistemas sociales que estatuyen sanciones. El comportamiento de un hombre puede encontrarse -aunque no es necesario que as suceda- en relacin
con otro hombre, o con varios; es decir, un hombre puede actuar de determinada manera frente a otro hombre. Un hombre puede tambikn, por cierto,
comportarse de determinada manera frente a otros objetos que no son hombres:
animales, plantas y objetos inanimados. La relacin en que el comportamiento
de un hombre, frente a otro o varios hombres, se encuentra, puede ser una
relacin inmediata, o slo una relacin mediata. El homicidio es una accin
del homicida frente al muerto. Se trata de una relacin inmediata de hombre
a hombre. Quien destmye un objeto valioso, acta en forma inmediata con
respecto de una cosa, pero mediatamente con respecto de un hombre, o de
varios, que se interesan en la cosa, y, particularmente, con aquellos que son sus
propietarios. Un orden normativo que regula el comportamiento humano en
cuanto est en relacin inmediata o mediata con otros hoiiibres, constituye un
sistema social. La moral y el derecho son unos de esos sistemas sociales. La
lgica tiene como objeto un orden normativo, pero carece de carcter social.
Puesto que los actos intelectuales de los hombres, regidos por las nomas de ese
orden lgico, no se refieren a otros hombres; no se piensa "en relacin" a otro
hombre, al modo como se acta en relacin con otro hombre. La conducta
que un hombre exhibe frente a otro, o vanos otros hombres, puede ser, para
este segundo, u otros hombres, perjudicial o til. Considerada desde un punto
de vista psicolgico-sociol6gic0,sa es la funcin de todo sistema social: obtener
un determinado comportamiento del hombre sujeto a ese orden; provocar que
el hombre se abstenga de ciertas conductas consideradas perjudiciales -por malquier razn- socialmente, es decir, para los otros hombres, y en cambio realice
ciertas conductas mnsideradas como socialmente tiles. Esta funcin de motivacin la cumplen las representaciones de las normas que ordenan, o prohben,
determinadas conductas humanas.
Segn sea el tipo y manera en que las conductas humanas sean exigidas o
prohibidas, cabe distinguir diversos tipos -se trata de tipos ideales, no de tipos
empricos. El sistema social puede requerir un determinado comportamiento
humano sin enlazar al cumplimiento o incumplimiento de la orden consecuencia alguna. Pero tambin puede exigir determinada conducta humana y simultneamente ligar a ese comportamiento la concesin de una ventaja, de un
premio; o, a la conducta contraria, una desventaja, una pena (en el sentido ms
con el ser razonable; supone que actuar en forma moralmente buena es razonable, y que
lo moralmente malo es sinnimo de actuar inazonablemente. Habla de "acciones que mnsideramos correctas y de lo que debe hacerse como lo 'razonable"', y afirma que la
mnducta mala es esencialmente irracional". Esta identificacin es la mnsecuencia del
mncepto por l aceptado de una razn prctica, razn que prescribe cmo debemos actuar.
DERECHO Y NAITJEUEZA
41
v, 38
SS.
man el instintivo sentido de dignidad del hombre, que constituye uno de los
componentes ms importantes del instinto de conservacin. Debe tenerse en
cuenta, en ella, que la norma moral que ordena una determinada conducta, y
la norma moral que prescribe desaprobar la conducta que la contrare, se
encuentran en una relacin esencial, constituyendo una unidad en su validez.
Es, por eso, dudoso que, en general, sea posible establecer una distincin entre
sistemas sociales con sanciones y sin sanciones. La distincin nicamente relevante entre los sistemas sociales no radica en que unos estatuyan sanciones y los
otros no, sino en los diversos tipos de sanciones.
c ) Sanciones trascendentes y sanciones socialmente inmanentes. Las sanciones
estatuidas por un sistema social tienen o bien el carcter de trascendentes, o
bien el carcter de socialmente inmanentes. Son sanciones trascendentes aquellas que, segn las creencias de los hombres sujetos a ese orden, provienen de
una instancia sobrehumana. Creencia tal constituye un elemento especfico
de la mentalidad primitiva. El primitivo entiende los acontecimientos naturales, que lo afectan inmediatamente en &S intereses, segn el principio de
retribucin: los sucesos que le son favorables constituyen premio por haber
observado el orden social existente, y los sucesos nefastos, castigo por la falta
de observancia del mismo. le Son -prstinamente, por cierto- las almas de los
muertos las que, segn las representaciones religiosas de los hombres primitivos, premian el buen comportamiento social con xito en la caza, buenas cosechas, el triunfo en la lucha, la salud, la fecundidad, la vida prolongada; y castigan el comportamiento socialmente malo, con lo opuesto, en especial, con la
enfermedad y la muerte. La interpretacin social de la naturaleza la hace aparecer como un sistema social normativo que estatuye sanciones. Ese sistema
tiene un carcter enteramente religioso. Pero aun todava en la etapa de religiones altamente desarrolladas, en la judeo-cristiana, la interpretacin normativa de la naturaleza desempea un papel no desdeable. Aun el hombre civilizado de hoy se pregunta, instintivamente, al ser golpeado por una desgracia:
iQuk he hecho que merezca este castigo?, y se inclina a ver en su felicidad el
premio por el consciente cumplimiento de los mandamientos divinos. Las religiones altamente desarrolladas se distinguen, en este respecto, de las primitivas,
slo en cuanto a que las sanciones que se realizan en la tierra agregan otras
sanciones que son infligidas en el ms all por Dios, y no por las almas de los
muertos. Estas sanciones son trascendentes, no slo en el sentido de que provienen de una instancia sobrehumana, e inclusive, suprasocial, sino tambikn
en el sentido de que se producen fuera de la sociedad; ms, fuera de este
mundo inferior y en una esfera t~ascendente.~"
'e Cfr. infra, pp. 86 y
SS.
El sistema social religioso que establecen los Diez Mandamientos del Viejo Testamento
(Exodo xx, 1-11), es promulgado directamente por una autoridad hascendente, Jehovah.
Las palabras de las normas que integran este ordenamiento scn expuestas como pronuncia-
DERECHO Y NAlVRALEU
43
social un papel mucho mayor que la primera. Ello se advierte no slo en que
el derecho, de lejos el ms importante sistema social, recurre esencialmente a
esta sancin, sino con especial claridad all donde el sistema social preserva an
un puro carcter religioso, es decir, cuando es garantizado mediante sanciones
trascendentes. El comportamiento cunforme al orden social de los primitivos,
particularmente, la observancia de mltiples prohibiciones, los denominados
"tabs", est determinada en primera lnea por el temor ante los graves males
con que responde la instancia sobrehumana -das almas de los muertos- a las
violaciones del sistema tradicional. La esperanza en un premio slo tiene, en
relacin con el temor dominante en la vida de los primitivos, un significado
subordinado. Y tambien en las creencias religiosas de los civilizados, segn las
cuales la retribucin divina no es cumplida en la tierra, o no slo en la tierra,
sino que es relegada a un ms aU, aparece en primer trmino el temor ante
un castigo esperado despuh de la muerte. La representacin del infierno, como
lugar de castigo. es mucho ms vivaz que la imagen, generalmente vaga que
uno se hace de una vida en el cielo, vida que constituira el preniio a la piedad.
Inclusive cuando no se pone coto a una fantasa lanzada a satisfacer los deseos,
se produce slo un orden trascendente que no es esencialmente diferente de la
sociedad emprica.
6. El orden jurdico
a) El derecho: orden de la conducta humam. Una teora del derecho tiene,
ante todo, que determinar conceptualmente su objeto. Para alcanzar una definicin del derecho, se recomienda, por de pronto, partir del uso lingstico;
es decir, establecer el significado que la palabra Recht tiene en alemn, as
como sus equivalentes en otros lenguajes (kw,droit, diriffo, etcktera). Corresponde establecer si los fenmenos sociales designados con esa palabra exhiben
notas comunes, mediante las cuales puedan ser distinguidos de otros fenmenos
anlogos a ellos, y si esas notas son suficientemente significativas como para
servir de elementos de un concepto del conocimiento cientfico de la sociedad.
Ei resultado de esta investigacin podra ser, en definitiva, comprobar que la
palabra Recht y sus equivalentes en otros lenguaja, designan objetos tan diferentes, que no es posible abarcarlos bajo un concepto comn. Tal cosa, con
todo, no sucede con el uso de esta palabra y sus equivalentes. Puesto que si
comparamos entre s los objetos que, en los ms variados pueblos, y en los ms
distintos tiempos, fueron designados como "derecho", resulta por de prontc que
todos aparecen como ordenamientos de la conducta humana. Un "orden" es
un sistema de normas cuya unidad ha sido constituida en cuanto todas tienen
el mismo fundamento de valida; y el fundamento de valida de un orden normativo es -cuino veremos- una norma fundante de la cual deriva la validez
puesto que el Saior no dejar de castigar a quien abuse de su nombre. Deba honrar a tu
padre y madre, para que vivas mucho tiempo m la tierra que el Sefior, tu Dios te ha dado."
SS.
DERECHO Y NATURhLEW
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no debe ser confundida con el estatuir el acto obligatorio. 'Todo sistema social
eficaz ejerce, hasta cierto grado, coaccin psquica, y algunos, como por ejemplo,
el religioso, en medida aun mayor que el orden jurdico. Esta coaccin psquica
no constituye una nota que distinga al derecho de otros sistemas sociales. El
derecho es un orden coactivo, no en el sentido de que ejerce -o, ms correctamente: su representacin- coaccin psquica, sino en el sentido en que los
actos coactivos, a saber: la privacin coactiva de la vida, de la libertad, de
bienes econmicos y otros, son estatuidos por l como wnsecuencias de condiciones que 61 determina. Esas condiciones son, en primer tkrmino -aunque no,
como ya lo hemos observado y como lo veremos-ms de cerca, exclusivamenteuna determinada conducta humana que, por haber sido convertida en condicin
de un acto de coaccin dirigido contra el hombre que as se comporta (o contra
sus familiares), se convierte en prohibida, en contraria a derecho, para ser as
impedida y para que deba ser producida la contraria, la conducta socialmente
til, deseada, conforme a derecho.
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HANS KELSEN
buible a la comunidad jurdica ante una circunstancia de hecho considerada socialmente perjudicial, est prohibida por ese orden, tenga que ser considerada
contraria a derecho, un acto antijurdico o delito. En los rdenes jurdicos
primitivos, de ninguna manera est prohibido todo recurso a la fuerza que
no tenga el carcter de una reaccin atribuible a la comunidad jurdia frente
a una situacin fctica considerada socialmente perjudicial; hasta la matanza
de hombres se encuentra prohibida slo de manera limitada. S610 la matanza de
miembros libres de la comunidad, pero no la matanza de extraos o de esclavos, es vista como ilcita. La matanza de extraos y de esclavos est, en la
medida en que no se la prohbe, permitida en este sentido negativo; si bien no
est autorizada como sancin. Paulatinamente se va estableciendo el principio
de que todo recurso a la fuerza fsica est prohibido, cuando no ha sido
autorizado, como limitacin de ese principio, como una reaccin atribuible
a la comunidad frente a una situacin de hecho considerada socialmente
perjudicial. Entonces el orden jurdico determina de manera exhaustiva las
condiciones bajo las cuales ciertos individuos deben ejercer la coaccin fsica;
puesto que el individuo facultado por el orden jurdico para el ejercicio de la
coaccin, puede ser considerado rgano del orden jurdico, o lo que equivale
a lo mismo, de la comunidad constituida mediante el orden jurdico, puede
atribuirse la qecucin del acto de fuerza por ese individuo a la comunidad
constituida por el orden jurdico.Z6 Aparece as el monopolio de la coaccin
por la comunidad jurdica. Este monopolio de la coaccin es descentralizado
cuando los individuos, facultados a llevar a cabo los actos de coaccin estatuidos por el orden jurdico, no revisten el carcter de rganos especiales, de
rganos que funcionan mediante una divisin del trabajo, sino cuando el
orden juridico autoriza a los individuos que se consideran lesionados por el comportamiento antijurdico de otros individuos, a emplear la fuerza contra stos,
es decir, cuando an persiste el principio de la defensa propia.
y)Orden jurdico y seguridad colectiva.
Cuando el orden jurdico determina las condiciones bajo las cuales la coaccin, como fuerza fsica, debe ser
ejercida, as como los individuos que deben hacerlo, protege a los individuos
a l sometidos contra el uso de la fuerza por parte de otros individuos. Cuando
esa proteccin alcanza cierta medida mnima se habla de seguridad colectiva,
en cuanto es garantizada por el orden jurdico como orden social. Esta medida mnima de proteccin contra el recurso a la fuerza puede ya admitirse
cuando el orden jurdico ha logrado el monopolio de la coaccin por parte
de la comunidad, aunque se trate solamente de un monopolio descentralizado de la coaccin, es decir, inclusive, cuando subsiste el principio de la defensa
ZePara la cuestiln de bajo qu condiciones el acto ejmtado por un determinado
individuo, puede ser atribuido a la comunidad jurdica, cfr. infra, pp. 154 y SS.
27 Cfr. H. Kelsen. Collective Securiy under Internationa! h i v . U. S. Naval War Conege.
lnternational Law Studies Washington, 1957.
DERECHO Y NA-
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DERECHO Y NATURhLEZ.4
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jurdico. Reina el principio de la defensa propia. En el curso de la evolucin, esta reaccin sancionatoria ante la circunstancia antijurdica es centralizada en medida creciente, en cuanto la determinacin del hecho ilcito,
as como el cumplimiento de la sancin, son reservados a rganos que funcionan
dividikndose el trabajo: tribunales y funcionarios ejecutivos. El principio de la
defensa propia es limitado en todo lo posible. No puede ser enteramente
excluido. Inclusive en el Estado moderno, en que la centralizacin de la
reaccin sancionatoria ante la situacin ilcita, alcanza su grado mximo,
siempre permanece un mnimo de autodefensa. Tal el caso de la legtima
defensa. Pero aun en rdenes jurdicos modernos, altamente centralizados, aparecen otros casos, casi descuidados por la teora del derecho, en los cuales, si
bien slo en medida limitada, el ejercicio de la coaccin fsica no es reservado
a rganos especficos, sino dejado a los individuos inmediatamente interesados.
Se trata de casos como el derecho disciplinario que, aun en los regmenes jurdicos modernos, se atribuye a los padres para la educacin de sus hijos. Est
limitado en la medida en que su ejercicio no puede provocar un perjuicio en
la salud del nio, no puede llevar a maltratarlo. Pero la decisin sobre cul
sea el comportamiento del hijo que aparezca como condicin de su castigo,
corporal -es decir, cul sea la conducta que deba considerarse romo pedag4
gica o socialmente indeseable- queda reservada en principia a los padres, que
pueden transferir ese derecho a educadores profesionales.
de animales domsticos, cuando padecen de enfermedades contagiosas; la demolicin por la fuerza de edificios ante el peligro de dernunbamiento, o para
impedir la extensin de un incendio. Segn el derecho de los Estados totalitarios, el gobierno est facultado a encerrar en campos de concentracin a personas de ideologa, religin o raza indeseables, constrinndolos a cualquier labor,
y hasta a matarlos. Medidas semejantes pueden ser juzgadas moralmente con
la mxima severidad, pero no se puede considerarlas como externas al r k m e n
jurdico de esos Estados. Por sus circunstancias externas, todos esos actos
exhiben la misma privacin coactiva de la vida, la libertad y la propiedad, que
muestran sanciones como la pena capital, la pena de prisin o la ejecucin civil.
De esas sanciones se distinguen, como se ha sugerido ya, slo en cuanto se
trata de actos de coaccin que no estn ligados, como consecuencia, a una
accin u omisin determinada, jurdicamente establecida, y socialmente indeseada, de seres humanos determinados, en cuanto no tienen como condicin un
acto ilcito, o delito, cometido por un hombre determinado y jurdicamente
comprobado. Acto ilcito, o delito, es una determinada accin humana, o la
omisin de tal accin, que, por ser socialmente indeseada, es por ello prohibida,
de suerte que a la misma (o mejor: ante su comprobacin a travks de un proocedimiento jurdicamente determinado) se enlaza un acto coactivo; convirtindola el orden jurdico en condicin de uno de los actos cuactivos que el orden
estatuye. Y ese acto coactivo, como sancin (en el sentido de consecuencia de
una ilicitud), slo puede distinguirse de otros actos coactivos estatuidos por el
orden jurdico, en cuanto el hecho condicionante de esos actos coactivos es una
accin u omisin determinada por el orden jurdico, comprobada jurdicamente,
y socialmente indeseada, mientras que los actos coactivos que no constituyen
Sanciones en el sentido de consecuencias de una ilicitud, estn condicionados
por otros hechos. 3"gun~~ de esos actos pueden ser entendidos como sancin,
si no se restringe ese concepto al caso de la reaccin frente a determinada
conducta humana, cuya existencia haya sido jurdicamente comprobada -extendindolo en cambio a los casos en que el acto coactivo, como reaccin frente
a determinada conducta humana, se produce como consecuencia de un delito, y
tambin contra un delito cuya omisin por determinado individuo no haya
sido an jurdicamente comprobada, como en el caso de la detencin preventiva
coactiva por la polica del sospechoso de un delito; y a los casos en que el
acto coactivo se produce como reaccin contra un delito an no cometido, pero
cuya probable comisin futura se espera, como en el caso de la internacin
por fuerza de enfermos mentales socialmente peligrosos en hospicios, o de
personas de ideologa, religin o raza indeseables en campos de concentracin,
en la medida en que la internacin se produce para impedir un comportamiento perjudicial para la comunidad en cuyo respecto la autoridad jurldica,
80 Los conceptos de ilicitud y mnsmimcia de la ilicihid (sanciones) se desarrollan con
mayor detalle, infra, pp. 144 y ss.
con razn o no, los considere capaces. Este motivo sirve de fundamento evideatemente a las limitaciones a la libertad a que son sometidos, al declararse
una guerra, los ciudadanos de uno de los Estados beligerantes que viven en el
territorio del otro Estado. Si se extiende en este sentido el concepto de sancin,
ya no estar conectado con el de consecuencia de una ilicitud. La sancin, en
este sentido amplio, no es consecuencia necesariamente de nna ilicitud, puesto
que puede precededa. Por fin, cabe extenda el concepto de sancin a todos
los actos coactivos estatuidos por el orden jurdico si con ello no quiere expresarse ms sino que el orden jurdico reacciona con tal acto contra una situacin
social indeseada, expresando mediante esta reaccin la indeseabilidad de la sitnacibn. Efectivamente, sta sera una nota comn a todos los actos coactivos
estatuidos por el orden jurdico. Si se adopta este sentido amplsimo del concep
to de sancin, corresponder formular entonces la nocin de monopolio de la
coaccin por la comunidad jurdica en una alternativa: la coaccin del hombre
por el hombre es, o bien un delito, o bien una sancin (donde, por sobre todo,
por sancibn no ha de entenderse slo la reacoibu hente a un delito, es decir,
frente a una conducta humana determinada, sino tambin la reaccin ante
otras circunstancias objetivas socialmente indeseadas) .
& ) E l mnimo de libertad. Como sistema social que estatuye sanciones, el
derecho regula el comportamiento humano no slo en un sentido positivo, en
cuanto obliga a cierto comportamiento al ligar un acto coactivo a la conducta
contraria, prohibiendo esta segunda conducta, sino tambin de una manera
negativa, en cuanto no liga ningn acto coactivo a una determinada conducta
y, por ende, ni prohbe esa conducta, ni prohbe la conducta opuesta. La conduda que no est jurdicamente prohibida, se encuentra, en ese sentido negativo, permitida. Puesto que una determinada conducta humana o bien est
prohibida, o bien no est prohibida, y dado que, cuando no es prohibida, debe
vrsela como permitida por el orden jurdico, puede considerarse que toda conducta de los hombres sujetos a un orden jurdico estara regulada, en un sentido
positivo o negativo, por ese orden jundico. En la medida en que la conducta
de un hombre est permitida, en el sentido negativo, por el orden jurdico, en
cuanto la misma no est prohibida por el orden jurdico, es el hombre jurdicamente libre.
La libertad que as el orden jurdico deja simplemente en forma negativa al
hombre, en cuanto no le prohbe una determinada conducta, debe distinguirse
de la libertad que 61 mismo le garantiza positivamente. La libertad de un
hombre, consistente en que determinada conducta se le permite porque no le
est prohibida, slo es garantizada por el orden jurdico en la medida en que
obliga a los otros hombres a respetar esa libertad, prohibikndoles intervenir en
esa esfera de libertad; es decir, prohibiendo la conducta que podra impedir
la conducta que a uno no ha sido prohibida y, en ese sentido, permitida. S610
p. 130.
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que establecen la medida, como un tribunal. Hacemos tal cosa porque reconocemos en el acto del tibunal el cumplimiento de una ley; es decir, de normas
ms generales que estatuyen actos de coaccin, normas que no consideramos
solamente como el sentido subjetivo, sino como el sentido objetivo de un
acto efectuado por determinados hombres, que justamente por ello entendemos como un rgano legislativo. Hacemos esto porque vemos el acto legislativo
como el cumplimiento de la constitucin, es decir, de normas ms generales
que, segn su sentido subjetivo, justamente facultan a esos hombres a dictar
normas generales que estatuyen actos de coaccin. Consideramos, pues, a esos
hombres como el rgano legislativo. Dado que consideramos a las normas que
facultan al rgano legislativo no slo como el sentido subjetivo, sino tambin
mmo el sentido objetivo de actos efectuados por determinados hombres, entendemos esas normas como una constitucin. Si se trata de una primera constitucin histrica, ello slo es posible si presuponemos que, comportndose
conforme al sentido subjetivo de esos actos, deben cumplirse actos de coaccin
bajo las condiciones y en las maneras que determinen las normas designadas
mmo constituoin. Es decir, cuando presuponemos una norma cuya mnsecuencia es que el acto que deba ser entendido como acto constituyente sea
considerado como un acto productor de normas objetivamente vlidas, y los
hombres que lo producen como la autoridad constituyente. Esa norma es
-como ms adelante se expondr ms de cercala norma fundante de un
orden jurdico estatal. No ha sido establecida mediante un acto jurdico positivo, sino -como lo demuestra un anlisis de nuestros juicios jurdicos-, presupuesta cuando se interpreta al acto cuestionado como un acto constituyente, y
los actos ejecutados con fundamento en esa constitucin, como actos jurdicos.
Establecer este presupuesto es una funcin esencial de la ciencia del derecho.
En este presupuesto se encuentra el ltimo fundamento del orden jurdico, un
fundamento slo condicional segn su esencia, y, en ese sentido, hipottico.
En este contexto slo tomamos en cuenta un orden jurdico estatal o nacional, es decir, un orden jurdico limitado en su dominio de valida tenitonal
a un espacio determinado - e l llamado tenitorio del Estado. El fundamento
de validez del orden jurdico internacional, cuyo dominio de valida territorial
no est limitado as, y la relacin del orden jurdico internacional con los
rdenes jurdicos estatales permanece aqu, por el momento, sin
Ya en un contexto anterior se sefial que la validez de una norma -es decir,
que uno deba comportarse como la norma determina- no debe ser confundida
con el hecho de que uno fcticamente se comporte de esa manera; pero que,
sin embargo, puede darse una relacin esencial entre ambos; que un orden
coactivo que se presenta como derecho slo ser visto como vlido cuando,
a grandes rasgos, es efectivo. Esto significa: la norma undante que constituye
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del orden jurdico que estatuyen las sanciones, orden dentro de cuyo dominio
temtorial de validez la banda acta, son fcticamente aplicadas a esas adividades como conductas contrarias a derecho, privndose a los miembros de la
banda de la libertad, o inclusive de la vida, mediante actos de coaccin que
son interpretados como penas de prisin o muerte, poniendo as fin a la
actividad 'de la misma. Esto es: cuando el orden coactivo, considerado como
orden jurdico, es ms efectivo que el orden coactivo constitutivo de la banda
de ladrones.
Si este orden coactivo se encuentra limitado, en su dominio de validez
territorial, a determinado territorio, y es efectivo en ese temtorio de suerte de
excluir la validez de todo otro orden coactivo de ese tipo, puede ser visto
como un orden jurdico y la comunidad, por 61 constituida, muy bien como un
"Estado", aun cuando ste desarrolle hacia el exterior una actividad que, segin
el derecho internacional positivo, sea una actividad delictuosa. Ello lo demuestra la existencia de los denominados Estados piratas en la costa noroccidental
de Ainca (Argelia, Tnez, Trpoli), cuyos barcos, desde el siglo xvr hasta
comienzos del siglo XIX, hicieron poco seguro con la piratera el Mediterrneo.
Estas comunidades eran caracterizadas como "piratas" slo en relacin con el
recurso a la fuerza, codtrario al derecho internacional, que efectuaban contra
barcos de otros Estados. En sis brdenes internos, la prohibicin del uso recproco de la fuerza entre los miembros de la comunidad tena por cierto eficacia
en la medida en que garantizaba ese mnimo en seguridad colectiva que es la
condicin para la eficacia relativamente duradera del orden constitutivo de
la comunidad.
La seguridad colectiva o la paz son funciones que -como ya se establecilos rdenes coactivos designados como derecho poseen realmente en cierto
momento de la evolucin, si bien en grados diferentes. Esa funcin es un
hecho objetivamente verificable. La comprobacin, que la ciencia jurdica
efecte, de que un orden juridico pacifica a la comunidad jurdica p r 61
constituida, no involucra ningn juicio de valor; en especial no significa
el r&unocimiento de un valor de justicia, y, por ende, tampoco significa erigir
ese valor en un elemento del concepto de derecho, y, por lo tanto, tampoco en
un criterio que pueda semir para efectuar la distincin entre comunidad jurdica y banda de ladrones, como sucede en la teora de Agustn. En su Civitas
Dei, donde expone la cuestin de esta distincin, declara: "(Qu son los reinos
sin justicia sino grandes bandas de ladrones? (No son acaso las bandas de
ladrones sino pequeos reinos?" 3T Un Estado, esto es, para Agustn, una
comunidad jurdica, no puede constituirse sin justicia. Puesto que "ei derecho
no puede darse donde no hay la vadadera justicia. Lo que se produce con8%Cfr W6rter6uch des
a7 Civitas Dei, IV, 4 .
11.
p. 270.
H.
DERECHO Y NATURALEZA
6%
privada de los medios de produccin. Invocando esta razn, ha habido inclusive tribunales de los Estados Unidos de America que se negaron a reconocer
como actos jurdicos actos del gobierno mso establecido por la revolucin, con
el fundamento de que no se tratara de actos de un Estado, sino de una banda
de gangsters. Pero tan pronto como los rdenes coactivos establecidos revolucionariamente demostraron ser duraderamente eficaces, fueron reconocidos como
rdenes jundicos: los gobiernos de ias comunidades constituidas por ese orden,
como gobiernos de un Estado, y sus actos, como actos del Estado, y, por lo
tanto, como actos jurdicos.
d ) iObligaciones jurdicas sin sancin? Si el derecho es concebido como un
orden coactivo, la norma fundaute de un orden jurdico estatal reza en su
formulacin: la coaccin entre los hombres debe ser ejercida en la manera y
bajo las condiciones que se determinan en la primera constitucin histrica. La
norma fundante delega en la primera constitucin histrica el determinar el
procedimiento mediante el cual se dictarn las normas que estatuyen actos de
coaccin. Para poder ser interpretada objetivamente como una norma jurdica,
la norma tiene que ser el sentido subjetivo de un acto efectuado conforme con
ese procedimiento adecuado a la norma fundaute, y tiene que estatuir un acto
coactivo, o estar en relacin esencial con una norma semejante. Junto con la
notma fundaute se da por supuesta tambien la definicin, en ella contenida,
del derecho como norma coactiva.40 La definicin del derecho presupuesta
con la norma fundante tiene como consecuencia, que slo pueda considerarse
una conducta como jurdicamente obligatoria, o, lo que es lo mismo, como
contenido de una obligacin jurdica, cuando el comportamiento contrario
est normado como condicin de un acto coactivo dirigido contra el hombre
que as acta (o contra allegados del mismo). Debe advertirse, con todo, que
el acto coactivo mismo no tiene que ser obligatorio en este sentido, puesto
que tanto el disponerlo como el cumplirlo pueden ser slo facultativos.
Ahora bien: contra la definicin del derecho como orden coactivo, esto es,
contra la inclusin del momento de coaccin en el concepto de derecho, se
har valer que los rdenes jurdicos histricamente dados contienen de hecho
normas que no estatuyen ningn acto coactivo, normas que permiten cierta
conducta, o facultan; y tambin que ordenan cierta wnducta, que obligan
a cierta conducta, sin enlazar a la conducta contraria, como condicin, un
acto coactivo como consecuencia; y, especialmente, que frecuentemente la
falta de aplicacin de las normas que estatuyen actos coactivos no es convertida en wndicin de actos coactivos que funcionen como sanciones.
La ltima objecin no es sostenible, puesto que puede mantenerse la defi"PRO la. norma fundante no es idntica mn h definicin que wntime. En u i o
norma, no mnstitnye un mncepto. En lo tocante a h relacin enbe non^ y m q i o ,
cfr. mpra, p. 17.
n i a h del derecho como un orden coactivo, aun cuando la norma que estatuye
el acto coactivo no este ella misma en una relacin esencial con la norma que
enlaza a una sancin la falta de imposicin o la falta de ejecucin del acto
coactivo en un caso concreto; es decir, cuando la regulacin del acto coactivo
jurdicamente no ha de interpretarse como objetivamente obligatoria, sino
5610 como autorizada o permitida positivamente (aun cuando el sentido subjetivo
del acto, con el cual el acto coactivo estatuido genericamente, sea un obligar). La definicin del derecho como orden coactivo puede tambin sustentarse, pese a las normas que facultau una conducta carente del carcter de
acto coactivo, o que permiten positivamente tal conducta, en cuanto tales
normas son normas no independientes que se encuentran en unin esencial
con normas que estatuyen actos coactivos. Un ejemplo tpico de esas normas,
que han sido tradas a cuento como argumento contra la adopcin del momento
coactivo en el concepto de derecho, son las normas del derecho constitucional.
Las normas constitucionales -se argumenta-, que regulan los procedimientos
legislativos, no prevn sanciones para el caso de no S observadas. Un anlisis ms detenido muestra, empero, que se trata de normas no independientes
que s610 determinan ,una de las condiciones bajo las cuales han de dictarse y
cumplirse los actos coactivos por otras normas." Se trata de normas que facultan al rgano legislativo a producir normas, sin obligarlo a ello y, por lo tanto,
no aparecen coino sanciones necesarias. Si las disposiciones de la constitucin no
fueran guardadas, no se constituiran normas jurdicas vlidas y, por lo
tanto, las normas producidas seran nulas o anulables. Es decir, el sentido subjetivo de los actos realizados contrariando la constitucin y, por ende, actos
no conforme a la norma fundante, no ser interpretado como su sentido objetivo, o su interpretacin provisional ser posteriormente abolida.*
El caso ms significativo prcticamente en los rdenes jurdicos modernos,
en el cual la ciencia jurdica tradicional supone una norma sin sancin, pero
constitutiva, con todo, de una obligacin jurdia, es el caso de la denominada
obligacin natural. Es caracterizada como la obligacin de cumplir una prestacin, pero cuyo cumplimiento no puede ser exigido vlidamente mediante una
accin judicial, y cuyo incumplimiento no es condicin de una ejecucin civil.
El que, con todo, se hable de una obligacin jurdica con respecto de una
prestacin, reposa esencialmente en que, una vez la prestacin cumplida, la
misma no puede ser repetida invocando un enriquecimiento ilcito. Pero ello
no significa sino que guarda validez una norma general que establece que,
cuando quien r e c i i una prestacin, a la cual el que la otorga no est jurdicamente obligado, no devuelve lo recibido, debe cumplirse una ejecucin civil
sobre su patrimonio mediante demanda, y que la validez de a t a norma que
estatuye un acto coactivo se encuentra limitada p a n los casos que el orden
Cfr. infra, pp. 55 y s.
a Cfr. infra, pp. 271 v ss. 275 y
SS.
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bin decisiones administrativas que dispongan la concesin de ciudadana a determinado individuo, o la aprobacin de presupuesto del Estado, o ~ I I C ~ U S ~ M
sentencias penales, cuando el rgano legislativo, en ciertos casos, acta como
tribunal. Con todo, sera ms correcto, en lugar de hablar de ley en sentido
formal y de ley en sentido mataial, hablar de forma legal y contenido legal.
La terminologa, forma de derecho y materia jurdica, es con todo inexacta, y
hasta conducente a error cuando para ser interpretado objetivamente como
un acto jurdico no slo se requiere que el acto sea llevado a cabo conforme
a determinado procedimiento, sino tambien que el acto cuente con detenninado sentido subjetivo. Cul sea ese sentido depende de la definicin del
derecho presupuesta junto con la norma fundante. Si el derecho no u definido
como orden coactivo, sino slo como un orden establecido de acuerdo con
la norma fundante y, adems, cuando la norma fundante fuera formulada
como si uno debiera comportarse bajo las condiciones determinadas por la
pnmera constitucih histrica, como la primera constitucin histrica lo determina, podran entonces existir normas jurdicas sin sancin, es decir, normas
jurdicas que obligan, bajo ciertas condiciones, a una determinada conducta
humana, sin que otra norma estatuya una sancin para el caso de incumplimiento de la primera. Entonces, el sentido subjetivo de un acto producido
conforme a la norma fundante, que no es una norma, y que tampoco es puesto
en relacin con ninguna norma, sera jurdicamente irrelevante. En ese caso
s610 se podra distinguir por su origen la norma establecida por el legislador
constitucional, que obliga a una conducta humana determinada sin enlazar a
la conducta contraria un acto coactivo, de una norma moral; y en general, no
se podra distinguir en modo alguno la norma jurdica ptoducida por va de
la costumbre, de una norma moral tambin producida a travs de la costumbre.
Si la costumbre es uno de los hechos que la constitucin instituye como productor de normas jurdicas, entonces, toda la moral, en la medida en que de
hecho sus normas son producidas por va de la costumbre, sera una parte
integrante del orden jurdico.
De ah que deba rechazarse una definicin del derecho que no lo determine
como un orden coactivo. Sobre todo, porque slo adoptando el momento
coactivo como elemento del concepto de derecho se distingue a ste ntidamente
de otros sistemas sociales; el elemento coactivo es un factor mucho ms significativo para el conocimiento de las relaciones sociales, factor altamente caracterstico que as es elevado a criterio distintivo de los sistemas sociales designados como "derecho"; pero, adems especialmente, porque as se atiende a la
conexin que aparece, en el caso ms significativo para el atn8cimiento del
derecho, el moderno derecho estatal entre derecho y Estado, donde el Estado
es esencialmente un orden coactivo y, precisamente, un orden coactivo limitado en su dominio temtorial de validez. 43
a Ct. infra, pp. 289 y s.
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regulan la actividad legislativa, o establecen la costumbre como hecho productor de normas; y tambin las normas que regulan los procedimientos judiciales y administrativos mediante los cuales las normas generales introducidas
a travs de leyes o costumbres son aplicadas por normas individuales producidas por rganos autorizados para ello: las autoridades judiciales y administrativas. Un ejemplo ilustrar al respecto. Consideremos la situacin que se
presenta cuando un determinado orden jurdico estatal probbe legalmente el
hurto, imponindole pena de prisin. Condicin de la pena normada no es
nicamente el hecho de que un hombre incurra en hurto. Puesto que el hurto
tendr que ser establecido en un procedimiento determinado por las nonhas
de un orden jurdico, por un tribunal autorizado a ello por esas normas, el
tribunal tendr que ordenar la pena determinada por la ley, o por el derecho
consuetudinario, que ser ejecutada por otro rgano. El tribunal est facultado, mediante un determinado procedimiento, a imponer una pena al ladrn,
slo cuando a travs de un procedimiento constitucional se hubiere producido
una norma general que enlaza al hurto una pena determinada. La norma de la
constitucin que faculta a la produccin de esa norma general, establece una
condicin a la cual la sancin se encuentra ligada. El enunciado jurdico que
describe esa situacin reza: "Cuando los individuos autorizados a legislar hubiL
ren promulgado una norma general segn la cual quien cometiera hurto debe
ser penado de determinada manera, y cuando el tribunal autorizado al respecto en la legislacin procesal penal hubiere verificado, mediante uno de los
procedimientos especficos de la legislacin procesal penal, que un hombre
determinado ha incurrido en hurto y adems, cuando ese tribunal hubiere
impuesto la pena legalmente determinada, entonces, un rgano determinado
deber ejecutar la pena." Esta formulacin del enunciado jurdico que describe
el derecho muestra que las normas de la constitucin que autorizan la produccin de normas generales, al regular la organizacin y los procedimientos legislativos, y las normas de la legislacin procesal penal, que autorizan a las decisiones de los tribunales penales a producir normas individuales, al regular
la organizacin y los procedimientos de los tribunales penales, son normas no
independientes, puesto que slo determinan las condiciones bajo las cuales
se han de llevar a cabo las sanciones penales. La ejecycin de todos los actos
coactivos estatuidos por un orden jurdico -inclusive aquellos que son orde
nados en un procedimiento administrativo, y no en uno judicial-, y de aquellos
que no tienen el carcter de sanciones, queda condicionado de esta manera. La
produccin constitucional de las normas generales que han de aplicar los rganos de aplicacin, y la produccin legal de las normas individuales mediante
las cuales esos rganos aplican las normas generales, son tambin tan condiciones de la ejecucin del acto coactivo como la verificacin del hecho delictuoso, o de otras circunstancias que las normas jurdicas hayan convertido en
condiciones de los actos coactivos que no revistan el carcter de sanciones.
Pero la norma general que, bajo todas esas condiciones estatuye el acto coactivo, es una norma independiente de derecho, aun cuando el acto coactivo no
sea obligatorio, en cuanto a su incumplimiento no se ligue ningn acto coactivo posterior. Si se dice que el acto coactivo es facultativo, la palabra "facultativo" es empleada en un sentido extensivo. Puesto que designa no slo la concesin de una potestad jurdica, es decir, la capacidad de producir normas jurdicas,
sino tambin otorga capacidad de llevar a cabo los actos coactivos estatuidos
por las normas jurdicas. Si en esa capacidad se ve tambin un "poder", cabe
considerar que esa capacidad es designada corno un poder jurdico en el sentido amplio de esa palabra.
A las normas no independientes pertenecen, por fin, aquellas que determinan
con mayor especificidad el sentido de otras normas, en cuanto definen un
concepto utilizado en la formulacin de otra norma, o interpretan de otra
manera autnticamente una norma. Un cdigo penal, por ejemplo, puede contener un artculo que establezca que: "Homicidio es la accin de un hombre
mediante la cual ste produce intencionalmente la muerte de otro." Este
artculo es una definicin del homicidio; slo tiene carcter normativo en su
relacin con otro artculo, que dispone: "Si un hombre comete homicidio, el
tribunal competente le impondr pena de muerte"; y este segundo artculo
est a su vez en inseparable relacin con un tercero, que prescribe: "La pena
de muerte se aplicar en la horca."
De lo dicho resulta que un orden jurdico, aunque de ninguna manera todas
sus normas estatuyan actos coactivos, puede con todo ser caracterizado como
un orden coactivo, en cuanto todas las normas que de por s no estatuyen
actos coactivos, y que, por tanto, no imponen obligaciones, sino que s61o
facultan o permiten positivamente la produccin de normas, son normas noindependientes que slo valen en conexin con una nonna que estatuye un
acto coactivo. Pero tanipoco todas las normas que estatuyen actos coactivos
obligan, sino slo aquellas que estatuyen el acto coactivo como reaccin -es
decir, como sancin- contra determinada conducta humana, obligando, pues,
a la conducta contraria. De ah que el derecho, tambin por esta razn," no
tenga un carcter exclusivamente obligatorio e imperativo. En cuanto un orden
jurdico es un orden coactivo, en el sentido que se acaba de establecer, puede
ser descrito en enunciados que declaren que, bajo determinadas condiciones
(y ello quiere decir: determinadas por el orden jurdico), deben ejecutarse
determinados actos coactivos (y ello quiere decir: determinados por el orden
jurdico). La totalidad del material dado en las normas jurdicas de un orden jurdico se acomoda en este esquema de enunciado jurdiw formulado
por la ciencia del derecho, enunciado que corresponde distinguir de las normas
del derecho impuestas por la autoridad jurdica.46
44
46
SS.
una exigencia de la moral, la relacin entre moral y derecho queda comprendida en la relacin entre justicia y derecho." Hay que advertir, en ello, que
los usos lingsticos confunden frecuentemente la moral con la tica, as como
ocurre con el derecho y la ciencia jurdica. De suerte que muchas veces se
afirma de la tica lo que slo corresponde a la moral: que regula conducta
humana; que estatuye deberes y derechos, es decir, que impone autoritariamente normas, mientras que s610 puede conocer y describir las normas establecidas por alguna autoridad moral, o las normas morales surgidas consuetudinariamente. La pureza metdica de la ciencia jurdica es puesta en peligro, no
slo en cuanto no se respetan las vallas que la separan de la ciencia natural,
sino -en mayor medida- en cuanto no es distinguida suficientemente de la
tica; cuando no se distingue claramente entre derecho y moral.
El carcter social de la moral a veces es cuestionado sefialando que, junto
a las normas morales que estatuyen el comportamiento del hombre frente a
otros hombres, tambin existen normas morales que prescriben la conducta
del hombre con respecto de si mismo, tal como la norma que prohibe el suicidio, o las normas que obligan a la valentia o a la castidad. Pero tambikn esas
normas s61o aparecen en k conciencia de hombres que viven en sociedad, La
conducta de los hombres, que ellas determinan, se relaciona quizs inmediatamente con ellos mismos; en forma mediata, en cambio, se refiere a los restantes miembros de la comunidad. Puesto que slo en razn de los efectos
que esos comportamientos tienen sobre la comunidad, se convierten, en la
conciencia del miembro comunitario, en una norma moral. Tambin las Ilamadas obligaciones del hombre consigo mismo son obligaciones sociales. Carecedan de sentido para el individuo que viviera aislado.
DU
DERECHO Y MORAL
73
decir otra cosa sino "corresponder a una norma moral", ser necesario
afirmar con esta doctrina que la moral no prescribe otra cosa sino que, al
actuar, deben combatirse las propias inclinaciones, no satisfacer los propios
intereses egostas, debiendo actuarse en mrito a otros motivos. Es decir, la
norma moral s610 se refiere al motivo d e la conducta. Haciendo abstraccin
de que satisfacer la exigencia de actuar slo en mrito a motivos distintos de
las propias inclinaciones, o de los intereses egostas, es cosa psicolgicamente
imposible, la moral cuya norma se refiere exclusivamente a los motivos del
comportamiento implanta un orden social distinto al que prescribe una conducta externa. La norma de una moial que se refiera solamente al motivo de la
conducta externa es incompleta; slo puede tener validez junto con las normas
que prescriben la conducta extema y esas normas tambin kendran que ser
normas morales. Puesto que no cualquier comportamiento, s6lo porque se produce contra una inclinacin, o contra un inters egosta, ser moral. Si alguien
acata la orden de otro de matar a alguien, su accin no tendr valor moral,
aun cuando la cumpla contra sus inclinaciones o sus intereses egostas, en la
medida en que el homicidio se encuentre prohibido por el orden social que
es presupuesto como vlido; esto es, en la medida en que el homicidio sea
considerado desvalioso. Una conducta slo puede tener valor moral cuando
no slo su motivo, sino tambin la conducta misma corresponde a una norma
moral. No es posible, en el juicio moral, separar el motivo de la conducta
motivada. Tambin por esta raz6n no puede limitarse el concepto de la moral
que prescriba la lucha contra las inclinaciones, la negativa a satisfacer los propios intereses egostas. Pero s610 as, cuando se ha limitado de esa manera el
concepto, es posible diferenciar la moral del derecho. como si aqulla se refiriera nicaniente a una conducta interna, mientras que ste prescribe wnducta externa.
Tambidn, segn Kant, una acci6n, para tener valor moral. es decir, para s a 6ticamente buena, no s61o debe producirse 'par deber", sino que debe ser "en mrito a un
deber", es decir, corresponder a la ley moral. La norma moral: "no actes siguiendo tus
inclinaciones, sino por deber", supone, por lo tanto, la existencia de otras normas monles
que obligan a determinadas acciones. Una de las tesis mas esenciales de su dtica es que "el
concepto del bien y del mal no debe ser determinado previamente a la ley moral, . . . sino
solamente,. . . luego de ella y mediante eUa" (Kritik dm pmktisehen Vmunft. ed. de la
Akademie, v, p. 62-3).
Segn Kant, achia por "inclinacin", quien encuentra en su ami611 "un intimo plam"
al actuar como lo hace (Grundleeune der Metabhvsik dar Sitten.. D. 3981. Pero tambin
quien acta "por debd','es deeir,-"p& respcto 6 ley", acta por indinacibn,, puesto que
lo hace en cuanto encuentra un intimo placer en acatar la ley; su conciencia le depara "un
intimo placer" al actuar conforme a la ley. conforme a lo debido; es decir: por inclinacin a
actuar conforme al deber. Desde un punto de vista psiml6gim, ello no puede negarse; y la
pregunta de cules sean los motivos por los cuales un hombre acta, es una pregunh
psicolgica.
Kant distingue el derecho, mmo regulacin de la conducta externa, de la moral, como
regulacin de la conducta intuna (a saber. de los motivos de la conducta). En mnraumcia,
contrapone la "legalidad" a la "moralidad". Dice (MetaphyriL der Sittm, ed. de la Akadmiic,
DERECHO Y MORAL
morales. En cuanto se orientan s61o hacia meras acciones externas y su legalidad, se denominan leyes jurdica; si requieren tambien que ellas mismas (las Icyes) sean los fundamentos
determinantes de las acciones, son entonces leyes kticar; y en consecuencia se dice que la
mnformidad con las primeras es la legalidad, mientras la conformidad con las segundas mnstiiuye la mordidad d e la accin." Vale decir: tambin las normas jurdicas son normas morales; tambien las normas morales estan dirigidas a la accin externa; s61o una norma moral
presnibe que no se debe actuar por inclinacin, sino por respeto a la ley. Cuando Kant
sostiene que s610 la acci6n que corresponde a esta norma posee valor moral, distingue al
hacerlo un valor moral, en sentido especfico estricto - e s decir, correspondencia con esa
n o m a moral especial-, y un valor moral en sentido lato, que equivale a correspondencia
m n las restantes nomas morales. Tambin la legalidad es un valor moral, puesto que es
amar mnforme a normas "morales".
DERECHO Y MORAL
77
en diferentes pocas, en pueblos diferentes -y hasta en un mismo pueblo, dentro de diferentes estamentos, clases y profesiones- existen sistemas morales
vlidos muy distintos y entre s contradictorios; que puede considerarse, bajo
circunstancias distintas, bueno o malo, justo o injusto, a cosas diferentes, cosas
que no pueden considerarse en todas las circunstancias posibles buenas o malas,
justas o injustas; si se acepta que slo hay valores morales relativos, entonces
la afirmacin de que las normas sociales tienen que contar con un contenido
moral, de que tienen que ser justas para ser consideradas derecho, slo significa
que esas normas tienen que contener algo que sea comn a todos los sistemas
morales, en cuanto sistemas justos. Pero frente a la extraordinaria diferenciacin en lo que, de hecho, los hombres en distintas pocas y en distintos lugares
han considerado bueiio y malo, justo e injusto, no cabe establecer ningn elemento comn a los contenidos de los diferentes rdenes morales. Se ha sostenido que una exigencia comn a todos los sistemas morales es la que requiere
conservar la paz, no ejercer violencia contra nadie. Pero ya Herclito enseaba
que la guerra no slo es "padre" -a decir, causa originaria- de todas las cosas,
sino tambin el "rey" de ellas, es decir, la suprema autoridad normativa, el
supremo valor, siendo, por lo tanto, bueno que el derecho sea lucha y, por
ende, que la lucha sea justa. E inclusive Jess dice: "No he venido para traer
paz a la tierra, sino divisin, ea proclamando as, por lo menos con respecto del
orden moral de este mundo, que de ninguna manera la paz es el valor supremo.
Se podra negar que aun hoy, para las convicciones de muchos, la guerra sigue
teniendo valor moral, en tanto que permite la demostracin activa de virtudes, y
hace posible la realizacin de ideales que estn por encima del valor de la paz?
Acaso no se discute la moral del pacifismo? Acaso, la filosofa de la vida del
liberalismo, segn la cual la competencia, la lucha en la concurrencia, garantizaran el mejor de los estados posibles de la sociedad, corresponde al ideal de paz?
5 1 Este es el sentido de los fragmentos 53, 80 y 112 (Diels): "La guerra ( x6XEpoog ) es
de todo el padre ( x a i p ) y de todo el rey (3aar?,ci~).A unos designa como dioses, a los
otros como hombres; de unos hace esclavos, de otros, hombres libres." Es justo que
en la guara los triunfadores se conviertan en dioses, u hombres Iibm, y los vencidos en
hombres o esclavos. Puesto que "debe saberse que la guara a un principio ( bv6v )
general, y que el derecho es lucha ( 8o)v Eplv ). y que todo acaece en mrito de la
v = La 6tica de Herclito es una suerte de
lucha y la necesidad ( waf gptv xal x ~ I ~ ~ )".
doctrina del derecho natural: "La sabidura consiste en decir la verdad y achiar segGn la natu.
ralea, prestndole odos ( xorriv wmz& qarv Lxalowas )." De que la realidad de la
naturaleza mumtra la lucha y la guara como un fenmeno general, se sigue que la guerra
y la lucha son justas.
52 Lncas xrI. 5: "Desde ahora en adelante, cinco en una casa ya no sern uno: hes contra
dos y dos contra tres. El padre estar contra el hijo y el hijo mntra el padre; la madre contra la hija, y la hija mntra la madre, el cuado contra la nuera y la nuera contra el cuado."
Lnas xir, 52/3. Jess, por cierto tambin dijp: "Bienaventurados son los pacficos, puer sern
llamado hijos de Dios." (Matco v, 9); p a o oh.as afirmaciones que se le ahibuyen m los
Evaneelios. estn enhe s en conbadiccin Cf. H. Kelsen, W M ir W c e 7 , Berkeley. 1957,
78
BANS KELSEN
DERECHO Y MORAL
79
sistemas morales positivos; por lo comn, el ideal de paz como exigencia de una
moral absoluta o como contenido comn de todos los sistemas morales positivos.
De lo anteriormente dicho resulta que lo que aqu se denomina "valor jurdico" (Rechtwert) no constituye, en ese sentido, un mnimo moral y, en
especial, que el valor de la paz no configura un elemento esencial del concepto de derecho.
12. Separacin del derecho y la moral
Si se admite que el derccho, por su naturaleza, es moral, entonces carece
de sentido exigir, presuponiendo un valor moral absoluto, que el derecho deba
ser moral. Exigencia semejante slo tiene sentido -y slo entonces la moral
as presupuesta configura un patrn axiolgico para el derecho- si se acepta
la posibilidad de un derecho inmoral, moralmente malo; si la definicin del
derecho, por lo tanto, no incorpora el elemento de un contenido moral. Si
una teora del derecho positivo sustenta la exigencia de distinguir, en general,
el derecho de la moral, y en especial, el derecho de la justicia, de suerte de
no entremezclarlos, se dirige as contra la opinin tradicional, mantenida como
cosa de suyo por la mayora de los juristas, segn la cual, slo habra una
nica moral vlida; lo que implica: una inica moral absoluta, y, por ende,
una justicia absoluta. La exigencia de distinguir el derecho de la moral, el derecho de la justicia, significa que la validez de un orden jurdico positivo es
independiente de la validez de esa nica moral absoluta exclusivamente valida,
de esa moral de las morales, de la moral por excelencia. Si slo se presupone
uii valor moral relativo, la exigencia de que el derecho deba ser moral, lo que
implica: deba ser justo, slo puede significar que la configuracin del derecho
positivo debe corresponder a un determinado sistema moral, entre los muchos
posibles; con lo cual, con todo, no se excluye la posibilidad de la exigencia de
que la conformacin del derecho positivo deba corresponder a otro sistema
moral, con el cual posiblemente de hecho concuerda, aun contrariando alguno
de esos diferentes sistemas morales. Si, bajo el presupuesto de valores puramente relativos, se formula la exigencia de que, en general, se distinga al derecho
de la moral y, en especial, al derecho de la justicia, ello no quiere decir, por
acaso, que el derecho nada tenga que ver con la moral o con la justicia; no
quiere decir que el concepto de derecho no se subordine al concepto del bien.
Puesto que el concepto del "bien" no puede ser determinado sino como "lo
debido", lo correspondiente a una norma; y si se define al derecho como norma,
ello implica que lo conforme a derecho es bueno. L a exigencia, formulada
presuponiendo una doctrina relativista de los valores, de separar derecho y moral,
y tambin, derecho y justicia, slo significa que cuando se evala un orden
jurdico como moral o inmoral, justo o injusto, expresando as la relacin
del orden jurdico con uno de los muchos sistemas morales posibles, y no con
"
68 Dado que lo evaluado es algo real. la evaluaci6n moral del daecho positivo se refiere
inmediabmente a los actos productores de normas, y s61o mediatamente a las normas impkn.
m h mediante esos actos. Cf. mpra. p. 17, y H. Kelsen. Dio Normen da Gerechtigkeit.
M Cf, Kelxn, Dio Normen der Gerechtigkeit, prrafo 27.
DERECHO Y MORAL
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58
84
HANS K U S E N
Con todo, debe tenerse presente que ese proceso mismo se encuentra tambin
regulado por el derecho. Puesto que es una peculiaridad altamente significativa
del derecho, el que regule su propia produccin y uso. La produccin de normas
jurdicas generales, esto es, el procedimiento legislativo, se encuentra regulado
por la constitucin, mientras que leyes de forma o procesales regulan la aplicacin de las leyes materiales a travs de los tribunales y las autoridades administrativas. De ah que los actos de produccin y aplicacin del derecho, constitutivos del proceso jurdico (que, como veremos, tambin es produccin de
derecho), slo sean tomados en consideracin por el conocimiento jurdico en
cuanto constituyen el contenido de normas jurdicas; en cuanto estn determinados por normas de derecho; de suerte que tambin la teora dinmica del
derecbo apunta a normas jurdicas, a saber, a aquellas que regulan la produccin y aplicacin del derecho.
85
DERECHO Y CIENCIA
internacionales, suele formularse con la forma: "El jefe del Estado celebra 10s
tratados internacionales." No interesa, con todo, la forma lingstica adoptada,
sino el sentido del acto que instaura la norma, que produce derecho. Y el
sentido de ese acto es distinto del sentido del enunciado descriptivo del derecho. E n la diferenciacin entre enunciado jurdico y norma juridica se expresa
la distincin entre la funcin del conocimiento jurdico, y la funcin, enteramente distinta, que cuiiiple la autoridad jurdica representada p r rganos de
la comunidad jurdica.
La ciencia del derecho tiene que conocer el derecho
-por decir as, desde fuera-, y fundndose en ese conocimiento, describirlo.
Los rganos jurdicos tienen, como autoridad juridica, ante todo que producir
el derecho, para que pueda luego ser conocido y descrito por la ciencia jurdica. Es cierto que tambin los rganos de aplicacin del derecho tienen
que haber conocido previamente -desde dentro, por decir as- el derecho que
tienen que aplicar. El legislador que, en su actuar legislativo aplica la coiistitucin, debiera conocerla; el juez, que aplica las leyes, debiera conocerlas. Pero
ese conocimiento no es lo esencial; slo es la preparacin de su funcin que,
como lo mostraremos ms de cerca, consiste de consuno, no slo en el caso del
legislador, sino tambin en el caso del juez, en produccin de derecho: establecer una norma juridica individual, en el caso del juez.
Es tambin verdad que, en el sentido de la teora del conocimiento kantiana,
la ciencia jurdica, como conocimiento del derecho y al igua que todo conocimiento, posee un carcter constitutivo y, en consecuencia, "produce" su objeto
al concebirlo como una totalidad significativa. As como el caos de las percep
ciones sensoriales slo se convierte en un cosmos, es decir, en naturaleza como
un sistema unitario, mediante el conocimiento ordenador de la ciencia, tambin
la multiplicidad de normas jurdicas generales e individuales producidas por los
rganos jurdicos. que constituye el material dado a la ciencia del derecho, s61o
se convierte en un sistema unitario y consistente, en un orden juridico, mediante
el conocimiento de la ciencia juridica. Pero esta "produccin" tiene un carcter puramente epistemolgico. Es cosa enteramente distinta de la produccibn
de objetos mediante el trabajo humano, o la produccin de derecho por la
autoridad jurdica.
La distincin entre la funcin de la ciencia jurdica y,la funcin de la auto-
"
69 En la terminologa de la ciencia tradicional del derecho alemana, cabe sealar, con todo,
que las expresiones Rechtsnorm (norma jurdica) y Rechtssritz (enunciado juridico) son empieadas como sinnimas. Ello est en intima relacin con el hecho de que esa ciencia confunde
la funcibn normativa de la autoridad juridica con la funcin cognoscitiva de la ciencia
jurdica. Muy caracterstico en este contexto, es que el autor quizs ms representativo en el
terreno de la teora general del derecho, Adolf Merkel, en su obra tan influyente, /uristische
Encyclopadie (2Q ed., 1900), identifica expresamente, en el pargrafo 12, los conceptos de
Rechtsnorrn y Rechtssatr; en el pargrafo 22 define el derecho "como doctrina y un padef':
"Como doctrina en cuanto informa sobre cmo deben determinarse los limites de los dominios
humanos del poder. Como poder, en cuanto exige y consolida el respeto de esos lmites."
Cf. infra pp. 242 y SS.
86
HANS KELSEN
ridad jurdica -y, por ende, entre el producto de una y otra- frecuentemente es
ignorada; as en el uso lingstico "derecho" y "ciencia del derecho" aparecen
como expresiones sinnimas. Se habla, por ejemplo, del "derecho internacional
clsico", para aludir a una determinada teora sobre el derecho interiiacioiial; o
tambin, de que la ciencia del derecho constituye una fuente de derecho,
se utiliza esa cxprcsin en el sentido de que cabe esperar de ella uiia
decisin obligatoria para un caso jurdico. Pero la ciencia del derecho slo
puede describir cl derecho; no puede, a difereiicia dcl derecho producido, en
normas generales e individuales por la autoridad jurdica, prescribir algo."
Ningn jurista puede negar la diferencia eseiicial quc se da entre una ley publicada en un diario oficial legislativo y u11 coinentario jurdico cientfico de esa
ley; entre un cdigo penal y un tratado de derecho penal. La diferencia se
muestra en que los enunciados denticos fonnulados por la cieiicia del dereclio,
que describen el derecho y que no obligan ni facultan a nada ni a nadie, pueden ser verdaderos o falsos, mientras que las iioriiias producidas por 13.
autoridad jurdici, que obligan v facultan a los siijetos del dercclio, no son ni
verdaderas ni falsas, sino slo vlidas o invlidas, de igual suerte que los Iiechos
empricos no son ni vcrdadcros iii no verdaderos, siiio que existen o no existeii,
i i verdaderos o no
mientras que slo los enunciados sobre esos Iiechos ~ ~ u c d eser
verdaderos. La oracin quc ciicontramos eii un tratado de dereclio civil, segii
la cual quien, coiifomic al dercclio del Estado quc es objeto del tratado, no
01 Asi conio el dereclio cs identificado con la ciencia jurdica que lo describe, tanibibi
en los usos del lenguaje se idcritifica la moral, un orden normativo, roii la ciencia de la tica.
La ttica describe las normas de una determinada moral; nos informa sobre cmo debemos
comportarnos. conforme a esa moral; pero, en cuanto ciencia, ella misma no prescribe cmo
debemos comportarnos. El 6tico no CF la ai~toridadmoral qiic establece las normas que desnibi
en eniinciadas dciiticos. Pcro cs ~iosiblc,y a vcccs as si~ccdecn los Iiecltoc. qiie tina oraciii
debntica, que el autor de uiia tica foriiiuln cii sii olira. tenga cii 1.1 intciici~iidc cse autor.
no el sentido dc una descriociii. sino el d c una urescriociii: es decir. Que cl Cticu se
ahihu)e autoridad pJrd c\tdbl~lcrt ~ I nI I I I~I ~ . I .p.tr~f<~cu~ul.ir
~ K . . I ~ ~ ) C I I I I ulorill~\
II~
.\). ...~.d<
de su compctcncn como reprc<cntniitc de i i i i . ~ <iri:i.i. ipl.~iitr~iiJo.c
1 1 .iir\t:oii <Ic qii: .CI 1'
que la faclta a dictar normas morales, un interroganti al que no podria iii siquieri dar uiia
respuesta suficiente. Responder que es la misma ciencia 6tica la que lo facultl para dictar
una norma moral, en su nombre, seria en todos los casos falso. Puesto que la ciencia c\
funcin mgnoscitiva y descripcin, y no una funcin w1itii.a !; prescripcin. Muy tpico dc
la confusin entrc iiiaral y Ctica es cl lihru d r Cli;irlcs L. Stcveniioii. Etliics u t ~ dLn~~griilg
(h'ew Havcn, Yele Uniinsity Prcss, 194i), donde se afiriiia: "La itic:~ nornlativJ cs algr
ms que una ciencia" (p. v i l ) , y, a la preguntn: ''Qu distingue a los eniinciados eticos de
los cientficos!", responde: "Los enunciados ticos tienen u n significado quc. aproxiniad.imente, y en parte, es imperativo" ( p 26). "linperativas" son las normas de una iiior:il. Los
enunciados de la 6tica correspondiente son exclusivamente descriptivos.
62 La ciencia del derecho es conociniiento de &te, no conforniacin del iiiisnio. Pero eii
la jurisprudencia hadicional reina la tesis de que la ciencia del derecho puede y debe tambii
actuar como conformadora del derecho. Tpico de esa opinin es Knrl Engisi.11, Einfdiruri~
in d a junstische Denken, Stuttgart, 1956, p. 8: "Es casi un rasgo distintivo exclusivo entre
las ciencias de lo cultural, que la ciencia jurdica no vaya detrs del derecho. sino qiie
pueda actuar en la configuracin dcl dereclio inisi~io,y de la vida que sc da en rl dnrclio
I>ajo ste." ,\si se incurre cii tina roofi~~iii
cntre riencin ji~ridic;~
y poli tic:^ jiiridica.
DERECHO Y CIENCIA
87
cumple con una promesa de inatriinonio efectuada, debe reparar los daos as
provocados y, de no hacerlo, debe ser ejecutado coactivamente en sus bienes
patrimoniales, es falsa si en el derecho de ese Estado, objeto del tratado que lo
describe, no se ha prescrito obligacin alguna semejante, ni semejante ejecucin
forzosa. La respuesta a la pregunta de si, dentro de determinado orden jurdico,
esa norma jurdica vale o no, es -por cierto, no directamente, pero s indirectamente- verificable, puesto que esa norma, para tener validez, tiene que haber
sido producida mediante un acto eiiipricaniente comprobable. Pero la norma
estatuida por la autoridad jurdica, que prescribiera la reparacin de los daos
y la ejecucin forzosa ante el incumplimiento, no puede ser verdadera o no verdadera, puesto que no constituye ningn enunciado declarativo, ninguna descripcin de un objeto, sino una prescripcin y en cuanto tal, es ella el objeto
que ser descrito por la ciencia del derecho. La norma estatuida por el legislador, que prescribe la ejecucin patrimonial de quien no ha reparado los daos
provocados por su incumplimiento de la promesa matrimonial, y el enunciado
formulado por la ciencia del derecho describiendo esa norma, a saber: que
cuando alguien no ha reparado los dairos provocados por una promesa incumplida de matrimonio, debe ser objeto de una ejecucin coactiva de sus bienes
patrimoniales, tienen caractersticas lgicas diferentes. D e ah que sea conveniente distinguir, aun terminolgicamente, como "norma jurdica" y "enunciado jurdico", ambas expresiones. Los enunciados jurdicos formulados por la
ciencia del derecho no son, por lo tanto, simples repeticiones de las normas
jurdicas producidas por la autoridad jurdica. El reproche de que, entonces,
seran superfluas, no carece, con todo, tan evidentemente de fundamento como
l a tesis de que, dado el hecho de la naturaleza, la ciencia natural sera superflua. Puesto que la naturaleza no se manifiesta, como el derecho, en palabras
habladas y escritas. El reproche de que el enunciado jurdico formulado por la
ciencia jurdica fuera superfluo, junto a la norma jurdica, por l descrita, producida por la autoridad jurdica, slo puede ser objetada sealando que esa
tesis lleva a sostener que una ley penal sera superflua frente a su exposicin
jurdico-cientfica; que el derecho sera superfluo frente a una ciencia del
derecho.
Dado que las normas jurdicas, en cuanto prescripciones -es decir, en cuanto
mandamientos, permisiones, facultaniientos-, no pueden ser ni verdaderas, ni
no verdaderas, aparece la cuestin de cmo pudieran aplicarse los principios
lgicos, en especial, el principio de no contradiccin y las reglas de inferencia,
a las relaciones entre normas jurdicas (como la teora pura del derecho lo ha
efectuado siempre), si, conforme con la opinin tradicional, esos principios slo
se aplican a las expresiones que pueden ser verdaderas o no verdaderas. La
respuesta a este interrogante es la siguiente: los principios lgicos, si bien no
directamente, por lo menos indirectamente, pueden ser aplicados a las normas
jurdicas, en tanto y en cuanto esos principios sean aplicables a los enunciados
88
HANS KELSEN
jundicos que describen esas normas jurdicas, enunciados que pueden ser verdaderos o no verdaderos. Dos normas jurdicas se contradicen y, por ende, no
pueden ser afirmadas como simultneamente vlidas, cuando los dos enunciados
jurdicos que las describen se contradicen; y una norma jurdica puede ser
inferida de otra, cuando los enunciados jurdicos que las describen pueden artinilarse en un silogismo lgico..
A ello no se opone que esos enunciados sean proposiciones denticas, y que
tengan que serlo porque describen normas nidalizadas denticamente (Sollrunmen). El enunciado que describe la valida de una norma penal que prescribe
la pena de prisin para el hurto, sera falso si afirmara que, conforme a esa
norma, el hurto ser castigado con prisin; puesto que hay casos en que, pese
a la validez de la norma, el hurto no es de hecho castigado, por ejemplo, porque el autor evita la pena. El enunciado jurdico que describe esa norma
penal slo puede rezar: "Si alguien comete hurto, deber ser castigado." Pero
el verbo m d a l "deber" del enunciado jurdico no tiene, como el "deber" de la
norma jurdica, un sentido prescriptivo, sino un sentido descriptivo. La ambigedad de la palabra "deber" es pasada por alto cuando se identifican los enunciados modales denticos (SoIlsatze) con imperativos.
"
Christoph Sigwart, Logik, 38 edicin. Tbingen, 1904, pp. 17 y SS.. distingue enhe
imperativos, que no pueden ser verdaderos, sino que pretenden ser obedecidos y que, por
ende, no son ni verdaderos ni falsos, y proposiciones que. en manto oraciones declarativas o
enunciativas, quieren ser verdaderas, y, por ende, pueden ser verdaderas o falsas. Enke estas
proposiciones destaca Sigwart los enunciados sobre imperativos. Expone: "El imperativo . . .
no requiere fe m su verdad, sino obediencia. . . Este significado inmediato y mmente del
imperativo, mmo expresin de determinado querer individual en nada se modifica esencialmente mando aparece a m o forma de una ley general. Cuando el legislador enfrenta a los
ciudadanos, o a los miembros de una comunidad religiosa, m n un imperativo. se comporta
frente a ellos mmo un individuo frente a un individuo; no habla para transmitir una vadad
que haya de ser creda, sino para repetir un mandamiento qua debe ser acatado. Que el que
ordena aparezca como un individuo real, o mmo un ente colectivo; que el motivo previsto
para obedecer la subordinacin sea la autoridad personal o un orden estatal impersonal, no
interesa: el mntenido de lo dicho no reside en la notificacin d c una verdad, sino m la pretensin de que algo sea hecho, y obas msas d+das de hacer. Tambin la forma 't debes' que
tales mandamientos, mmo sucede en el Declogo, adoptan, no expresan inmediatamente otra
msa. El deber es el mmlato del querer. . . S610 que, m ese 't deba' aparece una ambigedad,
que no s encuentra en el simple imperativo. Puesto que "deben" es tambiki el significado
de un autentico predicado en un enunciado que pretende ser verdadero; significa estar obligado,
estar mmprometido a . . ; un predicado moda1 que expresa la relacin existente entre el
querer individual subjetivo con un poder que manda, o bien, una n o m a objetiva. El imperativo originario ha pasado ahora al significado del predicado . . . y la afirmacin de que yo
est obligado (es decir, de que yo deba mmportarme de detaminada manera) puede, con
fundamento en un orden jurdim o moral establecido previamente, ser verdadera o falsa.. .
Por fin, la misma ambigedad aparece en las oraciones que exhihn la forma gramatial de
una simple enunciacin. Los artculos del cdigo penal que rezan: quien h a a a t o o aquello,
sa castigado de tal o cual manera, no pretende mformar sobre lo que eectivamente acaece,
mmo formulacin de una ley natural, sino dar una presuipcin; la misma oracin sin embargo,
contiene una efectiva enunciacin mando r e p r m t a a la ley en su efectividad; enuncia
entonces lo que sucede regularmmte m un Estado." S i g ~ k n d oa la ciencia del derecho
DERECHO Y CIENCIA
90
HANS KELSEN
zable, no puede ser puesto en duda. En la medida en que una ciencia describe
y explica la conducta humana de esa manera y, en cuanto su objeto est constituido por la interaccin humana, puede ser considerada como ciencia social;
semejante ciencia social, sin embargo, no puede ser tenida como esencialmente
diferente de las ciencias naturales.
Pero si, entre tanto, analizamos nuestras enuiiciaciones sobre el comportamiento humano, resulta que no slo enlazamos actos de conducta humana
entre s y con otros hechos, segn el principio de causalidad, sino que tambin
lo hacemos con otro principio que es enteramente diferente del de causalidad,
un principio que no tiene an en la ciencia un nombre generalmente reconocido. Si es posible comprobar que semejante principio se presenta en nuestro
pensamiento y que es utilizado por ciencias que tienen p6r objeto la interacoin humana determinada por normas -es decir, las normas que determina11 la
conducta- estaremos justificados en distinguir a la sociedad como un orden
distinto de la naturalaa, y a las ciencias que recurren a ese otro principio ordenador en la descripcin de su objeto, como esencialmente diferente de las
ciencias naturales. Slo cuando la sociedad es entendida como un orden normativo de la interaccin humana, como un objeto concebido en forma distinta
del orden causal de la naturaleza, puede contraponerse la ciencia de la sociedad a la ciencia de la naturaleza. Slo en la medida en que el derecho es un
orden normativo del comportamiento recproco de los seres humanos, puede
diferenciarse, como fenmeno social, de la naturaleza, y puede diferenciarse la
ciencia del derecho, como una ciencia social, de la ciencia natural.
18. Causalidad e imputacin; ley natirral y ley jurdica
En la descripcin de un orden normativo de la interaccin humana se utiliza
un principio ordenador diferente de la causalidad, que puede ser denominado
principio de imputacin (atribucin). En el curso de un anlisis del pensamiento jurdico puede mostrarse que en los enunciados jurdicos - e s t o es, en
las oraciones mediante las cuales la ciencia del derecho describe su objeto, sea
un derecho nacional, o el derecho internacional-, de hecho se utiliza un principio que, aun siendo anlogo al de causalidad, con todo se diferencia de 61 en
manera caracterstica. La analoga reside en que el principio a que nos referimos
cumple, en los enunciados jurdicos, una funcin enteramente semejante al del
principio de causalidad en las leyes de la naturaleza, con las cual9 la ciencia
natural describe su objeto. Un enunciado jurdico es, por ejemplo, la oracin:
"Si un hombre comete un delito, debe sancionrsele con una pena"; o: "Si
alguien no paga sus deudas, debe procederse a ejecutar coactivamente sus bienes
patrimoniales"; o: "Si un hombre padece de una enfermedad contagiosa, debe
ser internado en un establecimiento detmiinado para esos casos." En trminos
generales, el enunciado jurdico dice que bajo determinadas condiciones -esto
DERECHO Y CIENCIA
91
es, condiciones determinadas por el orden jurdico-, debe producirse determinado acto de coaccin -a saber: el determinado por el orden jurdico. Es sta,
como ya se indic en pginas anteriores, la forma fundamental del enunciado
jurdico. D e igual modo que una ley natiiral, el enunciado jurdico enlaza tambin dos elementos. Pero la relacin que recibe expresin en el enunciado
jurdico tiene un significado enteramente diferente del que refiere la ley natural,
el causal. Parece evidente que el delito no est enlazado con la pena; el ilfcito
civil, con la ejecucin forzosa de bienes, la enfermedad contagiosa, con la internacin del enfermo, como una causa con su efecto. El enunciado jurdico no
dice, como la ley natural, que si sc produce el Iiecho A, entonces aparece el
liecho B, sino que si se produce el hecho A, el hecho B es debido, aunque quizs
B no se produzca en la realidad. Que el significado de la relacin de los elementos en el enunciado jurdico sea diferente del enlace de los elementos en la
ley natural, remite a que el enlace que se exprcsa en el enuniado jurdico
lia sido establecido por la autoridad jurdica, cs decir, por una norma instaurada mediante un acto de voluntad, micntras que la conexin entre la
causa y el efecto que se enuncia cii la le!; iiatural, cs independiente de toda
intervencin semejante.
Esta distincin se ~iierdeen el marco de una concepcin del mundo religiosometafsica. Segn sta, la conexin de causa a efecto es producida por la voluntad del creador divino. D e ah que tambin las leyes naturales describan normas en las quc se expresa la voluntad divina, normas que prescriben a la
naturaleza determinado coniportamiento. i de ah que la doctrina metafsica
del dereclio crea encontrar en la naturaleza un dereclio natural. En el marco
clc una concepcin cientfica del mundo, cn cambio, dentro dc la cual slo
puede darse una doctrina positivista del derecho, cs necesario mantener con
todo rigor la diferencia entre ley natural y enunciado jurdico. Si el enunciado
jurdico, en consecuencia, declara que, bajo determinadas condiciones, debe
producirse una determinada consecuencia, ello debe entenderse en el sentido
de que, cuando la conexin establecida por una norma jurdica entre los hechos
determinados como condicin y consecuencia es expresada en el enunciado
jurdico mediante el verbo copulativo "debcr", cste vcrbo, como ya se sefial
anteriormente, 64 y como debe ser subrayado con energa, no es utilizado en su
sentido corriente. Con el verbo "deber" se expresa usualmente el pensamiento
dc estar algo ordenado, pero no el estar algo autorizado o permitido. El verbo
"deber" en dereclio -ato es, el trmino copulativo que, en el enunciado jurdico, enlaza condicin con consecuencia- abarca los tres significados: el estar
ordeiiada, cl scr facultativa y el estar (yositivamente) permitida la consecuencia; vale decir: con el trmino "deber" se designan las tres funciones nonnativas que expresa el eiiunciado jurdico. Este verbo "deber" slo expresa el sentido
especfico en qiic se relacionan, iiiediante una norina jurdica -lo que quiere
64
Cf. supro., p.
5.
92
HANS KELSEN
decir: en una norma jurdica- ambos hechos. La ciencia del derecho no puede
expresar de otra manera la relacin cstablecida por la norma jurdica; en especial, la conexin entre el acto ilcito y la consecuencia del acto ilcito, sino
mediante la cpula verbal "deber". Para reproducir el sentido especfico con el
cual la norma jurdica se dirige a los rganos y sujetos del derecho, no puede formularse el enunciado juridico sino como una oracin que afirma que, conforme
a un determinado orden juridico positivo, bajn determinadas condiciones, debe
producirse determinada consecuencia. La tesis de que la ciencia del derecho no
enuncia otra cosa sino que una norma jurdica se encuentra, dentro de determinado orden jurdico, en determinado momento, "en vigencia", o "con validez",
no afirma sino la tesis incorrecta de que el enunciado -a diferencia de la norma
jurdica- no expresa un "deber", sino un hecho real. Dado que 1a.afirmacin
de que una norma, que ordena, autoriza o permite (positivamente) determinada
conducta se encuentra "en vigencia" o tiene "validez" no puede querer decir
que esa conducta efectivamente se produce, slo puede querer decir que esa
conducta debe producirse. En especial, la ciencia del derecho no puede afir"Anden Wedberg, en "Some Problems in tbe logical Analysis o Legal'Science", Theoria,
vol. xvii, Stockholm, 1951, p. 246, distingue entre dos tipos de oraciones jurdicas: "oraciones
internas y externas". Por "oraciones internas" entiende "las oraciones que formulan las
normas jurdicas mimas", es decir, la formulacin de normas de derecho; por "oraciones
externas", ':las oraciones que declaran que determinada norma se enmenha, o no se encuentra,
en vigencia en determinada sociedad en un momento dado" ( p p 252/3), es decir,, declaran
que cierta norma jurdica tiene, o no tiene, "vigencia" m determinado orden jurdico .psitivo.
Wedberg distingue tambien entre "oraciones fdcticas y normativas",, donde TI "oraciones
icticas" entiende enunciados sobre realidad, y por "oraciones normativas", 'pr&PC;ones,
prohibiciones y permisiones", esto es. normas de deber. p. 251. No distingue enhe una norma
que impone algo mmo debido y el enunciado dentim que la describe o la enuncia. Las
oraciones que caracteriza mmo "internas" son "oraciones normativa$', enunciados dentims;
las oraciones caracterizadas como "externas" son "oraciones ficticas' . La afirmacin de que
una norma jnrdica se encuentra ' k n vigencia" es, por lo tanto. en su opinin. una oracin
de hecho, un enunciado sobre una circunstancia real; el hecho de que la norma jurdica
haya sido establecida por-un acto del lcgisiador, o sea efectiva a travs de la mstnmbre. En
esos hechos ve 4 "el fundamento emprim de la ciencia jurdica". pp. 247/8. Afirma que los
enunciados de una ciencia jurdica s610 deberan tener m carcta de afimraciones empricas:
"Las b i s de una ciencia jurdica racionalmente mnstruida, deberan consistir principalmente
en formnlaciones de oraciones externas. Las oraciones internas, que expresan normas jurdicas,
no pueden s a afirmadas en forma global.. . sino s6l0 cuando: i ) son fcticas, y ii) s verdad
puede m empricamente saificada", p. 261.
Conha a t a mncep06n de W&g
sobre la naturaleza de la ciencia del derecho, debe
ualarse. como ya x ha desarrollado m n mayor detalle m el texto, que si el objeto de la
ciencia del daecbo a el derecho, y si el daecho --amo acepta Wedbag, p. 2 4 6 es
noma, los enunciados de la ciencia jurdica, es decir, los enunaados con los cuales esa
ciencia desaibe su objeto, no pueden scr enunciados dedarativos empricos, sino enunciados
dentiws; que afirmar que d e t e n n i d a noma jurdica se encuentra "vigente" (in forco)
significa lo mismo que decir que detenninada norma jurdica tiene validez, lo que a su v a ,
no quiae decir sino que uno debe mrnportarse mmo la norma jurdica lo presaibe. La afirmac i h de que una norma juddica ha sido de hecho establecida. no constituye una desaipin o
crporici6n d e la norma jurdica, sino de un hecho a y o sentido lo mnstituye la noma jnddiw, esa a h a c i n , por lo tanto, se refiere a un objeto distinto del derecho. Wedberg supone
que los enunciados de la ciencia del dcrecbo son enunciados emplrims, puesto que supone que
DERECHO Y CIENCIA
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HANS KELSEN
aprobacin de la norma jurdica que describe. El jurista cientfico, que describe el derecho, no se identifica con la autoridad jurdica que instaura la norma
de derecho. El enunciado jurdico permanece como una descripcin objetiva;
no se convierte en prescripcin. S610 afirma, como la ley natural, que la
conexin entre dos circunstancias de hecho, es una relacin funcional.
Si bien la ciencia del derecho tiene como objeto normas jurdicas y, por ende
los valores jurdicos que stas constituyen, los enunciados jurdicos que formulan
son, como las leyes naturales de las ciencias naturales, una descripcin axiolgicamente adifora de su objeto. Es decir, esa descripcin se cumple sin referencia a ningn valor metajurdico, y sin ninguna aprobacin o desaprobacin
emotiva. Quien, desde el punto de vista de la ciencia jurdica, afirma en su
descripan de un orden jurdico positivo, que en ese orden jurdico, bajo determinadas condiciones, debe llevarse a cabo cierto acto coactivo determinado
por aquel orden, efecta esa afirmacin aun cuando la atribucin del acto
coactivo a su condicin le parezca injusta y, por tanto, la desapruebe. Las
normas constitutivas de los valores jurdicos deben distinguirse de las normas
conforme a las cuales se evala la formacin del derecho. En la medida en que
la ciencia del derecho tiene, en general, que responder a la pregunta de si un
comportamiento concreto es lcito o ilcito, la respuesta slo puede consistir en
una declaracin con respecto a si esa conducta se encuentra ordenada o prohibida, facultada o no, permitida o no en el orden jurdico que ha de describirse,
con prescindencia de si quien formula la declaracin considera esa conducta
moralmente buena o mala, la aprueba o la desapmeba.
jurdica. y la ciencia jurdica que formula enunciados jurdicos; pero esa diferencia entre
noma jurdica y enunciado jurdico no x mantiene en forma taminolgicamente conse.
m e n b La tesis de que las normas. que constituyen el derecho no son imperativos. sino
proposiciones condicionales, h e expuesta primeramente. por Emst Zitelmann. en Intum
iind Rechisge~ehft. L+zig. 1189, pp. 200, 222/3. Las nomas jurdicas o -lo que e n
lo mismo para Ztelmann- los enunciados luridiws dechban, al igual que ias leys nahinls. "una wnari6n causal entre deteminados hechos y un deber, en el sentido de estar
obligada una persona". op. cit., p. 222. Pem 'la ley natural determina cnl efecto debe temer
un hsho; la ley natural apresa la ley", op. cit., p. 205. La causalidad afinnada en hs
n o m a jurdicas designada como enunciados de dersho, a denominada por Zitelmann, una "caudidad jurdica". ia coloca junto a la "causalidad natural". Tiene conciencia. al hacerlo, de que ia causalidad "jurdica" no a idntica a la "natural", y
que d l o se da una analoga. Observa: "Que hayamos dado (a la relaci6u afirmada
m la noma jurdica) el nombre de causalidad jurdica, que hablemos de causas y efectos
juridicoa. puede ser reprochado, y hay I i W pan elegir expresiones mepres: el hecho
de que aparece una relan nemaria de ndole propiamente juridia, no es afebado por
elb", op. at., p. 225. Zitelmann se aproxim mucho al conocimiento de una conexin
especficamente normativa, aniloga a la wnexi6n causal de los elementos. Pero, en lo
aaicial, no logr dar mn ella porque, siguiendo los cauces de la jurispmdencia tradicional,
no distingni6 entre la noma juridica, como hina6n de la autoridad a e a d m del deredio,
y el enunciado jurdico, mmo una funci6n de la ciencia jurdica que d m i k el d u d o : y al
no b a k r visto que este tipo de wnain de ekmentm. apnrcce no db en ia desnipci6n del
derecho. sino m ia desaipcin de todos los sistemas normativos. Cf. h m b i h H. Kelsen,
Hmiptproblame der St<l<rtnechislehre,pp. 255 y s.
DERECHO Y CIENCIA
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Dado que el enunciado jurdico, como la ley natural, formula una relacin
funcional, puede tambikn -atenindose a la analoga con la ley natural- ser
designado como una ley jurdica. Expresa, como se ha sealado y como debe
ser subrayado enfticamente, con la palabra "deber" slo el sentido especfico
en que, a travks de una norma, se entrelazan condicin y consecuencia, y, en
especial, acto ilcito y consencuencia de lo ilcito; donde ese enlace descrito
en la ley jurdica si bien es ciertamente anlogo a la conexin entre causa y
efecto expresada en la ley natural, con todo, es diferente de ella.
As como la ley natural es un enunciado que describe la naturaleza y no ella
misma el objeto descrito, de igual suerte la ley jurdica es el enunciado que
describe el derecho, en cuanto enunciado jurdico formulado por la ciencia
jurdica, pero no ella misma el objeto descrito, el derecho, la norma jurdica.
Esta ltima -aun cuando, de ser general, suela designrsela como "ley"- no
es ninguna ley, es decir, no es algo que, por alguna analoga con la ley natural,
puede designarse como "ley". Puesto que no es un enunciado declarativo en
que se describe una relacin entre hechos, una relacin funcional. No constituye
enunciado alguno, sino el sentido de un acto mediante el cual se prescribe algo,
y al hacerlo justamente se establece el enlace entre hechos, la relacin funcional que ser descrita por el enunciado jurdico, como ley jurdica.
Debe advertirse en ello que el enunciado jurdico que aparece como ley
jurdica tiene, como la ley natural, un carcter general, es decir, describe las
normas generala del orden jurdico y las relaciones que a travs de ellas se
constituyen. Las normas jurdicas individuales, establecidas mediante sentencias judiciales y resoluciones administrativas, son descritas por la ciencia jurdica de manera anloga a como lo hace la ciencia natural con un experimento
concreto, remitiendo a la ley natural que se manifiesta en esa situacin legal
particular. Un tratado de fsica, por ejemplo, contendra un trozo como el
siguiente: dado que, conforme a una ley natural, un cuerpo metlico se dilata
cuando es calentado, la esfera metlica utilizada por determinado fisico, que
pasaba libremente, antes de su calentamiento, por un am de madera, dejar de
pasar por el aro luego de su calentamiento. Un tratado de derecho penal alemn
dira: dado que, segn el derecho alemn, puede formularse una ley jurdica
conforme a la cual el individuo que ha cometido un hurto, debe ser sancionado
por un tribunal con prisin, el tribunal X de la localidad Y, luego de haber compmhdo que el sujeto A ha cometido un hurto, ha dispuesto que A debe ser
internado durante un afio coactivamente en la prisin de Z. Con la oracin
que afirma que A, que ha cometido determinado hurto, debe ser internado
coactivamente en la prisin Z, se describe la norma individual que ha dictado
el tribunal X de Y.
Al designar "imputacin" al enlace que, entre condicin y consecuencia, es
expresado en el enunciado jurdico, no se introduce una palabra indita en una
disciplina que desde hace mucho trabaja con el concepto de "imputabilidad".
96
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SS.
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tamiento es justo o bueno, y otro, injusto o malo; en otras palabras: que los
miembros del gmpo deben comportarse, bajo determinadas condiciones, de
determinada manera, y ello, por cierto, en un sentido objetivo, de suerte que
el tndividuo aislado que, en un caso concreto, desea llevar a cabo una conducta
contraria y que, de hecho, acta atenindose a su deseo, tenga conciencia de que
no est actuando como debe hacerlo. O sea, que en la conciencia de los hombres que viven en sociedad se constituye la representacin de las normas que
regulan las interacciones recprocas, de las normas que obligan a todos. Ade
ms, es tambin un dato que los hombres que conviven en un grupo juzgan
sus acciones recprocas conforme a esas normas que, fcticamente, surgen por
va de la costumbre, aun cuando sean tambin interpretadas como 6rdenCs de
una autoridad suprahumana. Las normas ms antiguas de la humanidad son,
probablemente, aquellas que tratan de poner coto a los instintos sexuales y de
agresin. El incesto y el homicidio son, por cierto, los delitos ms antiguos, y
el exilio (esto es, la exclusin del grupo) y la venganza de la sangre, las ms antiguas sanciones socialmente organizadas. Ellas reposan en una, regla que domina toda la vida social de los primitivos: la regla de la retribucin. Abarca tanto
las penas como los premios. Puede acaso formularse de esta manera: si te
comportas correctamente, debers ser premiado (es decir, dcber otorgrsete
algo bueno); si actas mal, debers ser castigado (es decir, se te infligir algo
'malo). En esta regla fundamental, la condicin y la consecuencia no estn
enlazadas segn el principio de causalidad, sino segn el de imputacin. En la
medida en que aparece en la conciencia de los priniitivos una necesidad de
explicar los fenmenos, la explicacin se cumple segn el principio de imputacin. Cuando un acontecimiento es percibido como malo, es interpretado
como un castigo por un mal comportamiento, por una ilicitud; cuando es percibido como beneficioso, es interpretado como recompensa por una buena conducta. En otros trminos: las desgracias, es decir, acontecimientos pejudiciales,
como una mala cosecha, una caza infructuosa, la derrota en la guerra, la enfermedad, la muerte, son imputadas (atribuidas) como castigos, al comportamiento contrario a las normas de los miembros del grupo; mientras que los aconte
cimientos beneficiosos, como una buena cosecha, una caza satisfactoria, el
triunfo en la guerra, la salud, la longevidad, son atribuidas, como premios,
al comportamiento conforme a las normas de los miembros del grupo. Cuando
se produce un hecho por cuya explicacin la conciencia del primitivo se inquie
ta, ste no se pregunta por la causa del hecho, sino que se preguntar acerca
de quin es responsable del hecho. Se trata de una interpretacin normativa de
la naturaleza, no de una causal; y puesto que la norma de retribucin intenta
ofrecer esa interpretacibn, siendo un principio especficamente social, regnlador del comportamiento recproco de los hombres, cabe denominar a este tipo
98
MNS
KE~SEN
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SS.,
y Society
mid
Nahire, pp.
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of
pero nada declaran con respecto de ellos, sino que los prescriben, los autorizan
O los permiten. En cambio, los enunciados jurdicos formulados por la ciencia
del derecho son efectivamente enunciados, pero no enunciados que afirmen,
como la ley natural, que algo suceder, sino, en cuanto las normas jurdicas
que ellos describen, prescriben, autorizan o permiten (positivamente) algo,
enunciados sobre algo que, conforme al derecho descrito por la ciencia
jurdica, debe suceder. El reproche de que las normas jurdicas slo son
considemdas vlidas por la ciencia del derecho cuando son efectivas, y que,
al describir los enunciados jurdicos slo normas jurdicas eficaces, aqullos
constituyen enunciados sobre sucesos fcticos, no es correcto. Puesto que la
valida y la eficacia no son, como se mostr, idnticos. Una norma jurdica
no adquiere slo validez cuando es plenamente eficaz, sino cuando lo es
en cierto grado; es decir, cuando es aplicada y acatada en cierta medida.
La posibilidad de su ineficacia, es decir, que en casos particulares no sea
aplicada y acatada, debe siempre aceptarse. Justamente en este punto se
revela la diferencia entre la ley jurdica y la ley natural. Si se descubriera un
hecho que estuviera en contradiccin mn una ley natural la misma tendra
que ser abandonada como falsa por la ciencia, sustituyndosela por otra que
correspondiera al hecho. El comportamiento contrario a una norma jurdica,
cuando no supera en su frecuencia cierta medida, no es. motivo para que la
ciencia jurdica mnsidere como carente de validez a la norma jurdica violada
por esa conducta, ni para remplazar por otro el enunciado jurdico que describe
ese derecho. Las leyes naturales formuladas por la ciencia natural deben
regirse por los hechos; los hechos consistentes en acciones u omisiones humanas deben, en cambio, regirse por las normas jurdicas descritas por la ciencia
del derecho. De ah que los enunciados jurdicos descriptivos del derecho
tengan que ser enunciados denticos.
La confusin existente en la llamada "jurisprudencia realista", entre derecho y ciencia jurdica, es sumamente caracterstica y seala claramente la
necesidad de distinguir un concepto de enunciado jurdim distinto del concepto
de norma jurdica; enunciado jurdico anlogo a la ley natural, pero con todo
diferente como ley jurdica. Por lo dems, cabe dudar que las leyes naturales
constituyan predicciones de acontecimientos futuros. Una ley natural es confirmada cuando, fundndose en ella, puede predecirse un acontecimiento futuro. En principio, sirve mis bien como explicacin de hechos ya producidos,
en cuanto efecto de la causa que ella propone. En ese respecto, se refiere al
pasado. Las leyes naturales reposan en nuestra experiencia, y nuestra q r i e n cia se encuentra en el pasado, no en el futuro. Como prediccin del futuro,
cabe recumr a una ley natural slo bajo el presupuesto problemtico de que
el pasado se repite en el futuro. Pero esta cuesti6n puede quedar en suspenso
aqu. La tarea de la ciencia del derecho no es, en todo caso, profetizar cmo
decidirn los tribunales. Sobre todo, ella no se dirige al conocimiento de las
DERECHO Y CIENCIA
103
normas individuales dictadas por los tribunales, sino a las normas jurdicas
generales producidas por los rganos legislativos y por la costumbre, en cuyo
respecto apenas si podra hablarse de prediccin, dado que, normalmente, la
constitucin slo determina el procedimiento legislativo, pero no el contenido de las leyes. lo La prediccin de una sentencia judicial reposa, en lo
esencial, en el hecho de que los tribunales suelen aplicar, por lo comn y a
grandes rasgos, las normas jurdicas generales producidas por el rgano legislativo o por la costumbre; esa prediccin se reducira, en el fondo, a nada ms
que a afirmar que los tribunales dictarn sentencias conforme a como deben
hacerlo segn las normas jurdicas generales que tienen validez. Las profecas
de la jurisprudencia realista se distinguen de los enunciados jurdicos de la
ciencia normativa del derecho slo en constituir enunciados declarativos, y no
enunciados denticos; mas, como tales no pueden reproducir el sentido especfico del derecho. En la medida en que los tribunales, en sus sentencias,
crean nuevo derecho, la prediccin es tan poco posible como una prediccin
de las normas generales que producir el rgano legislativo. Estas normas
generales constituyen, empero, la parte mayor del derecho que es objeto de la
ciencia jurdica. Pero aun en la medida en que la prediccin sea posible, ella
no es tarea de una ciencia del derecho que slo puede describir las normas
jurdicas individuales producidas por los tribunales, y las normas jurdicas
generales producidas por los rganos legisladores y la costumbre, una vez que
han adquirido validez. Las predicciones sobre una futura sentencia judicial
puede ser asunto propio de un abogado que ejerce su profesin y asesora a sus
clientes. Pero no debe confundirse el conocimiento jurdico con el asesoramiento jurdico. Aun cuando un orden jurdico, que en tkrminos generales
es eficaz, pueda ser descrito en oraciones que, como las leyes naturales, enuncien que bajo ciertas condiciones, efectivamente se producen determinadas
consecuencias; que, cuando acontece algo, que segn ese orden jurdico es calificado por los rganos de aplicacin del derecho como un delito, se produce
la consecuencia sancionatoria determinada por el orden jurdico, con todo
no es la ciencia del derecho la que aspira a esa descripcin. Pues mediante
los enunciados jurdicos que formula pretende mostrar, no las relaciones causales
que se dan entre los elementos de su objeto, sino las relaciones imputativas que
exhiba.
SS.
DERECHO Y CIENCIA
105
forma alguna una determinada conducta humana del hombre que la realiza.
Cuando, en el caso de que un hombre efecte una accin valiosa, cometa un
pecado o incurra en delito, se plantee la cuestin de la atribucin o imputacin,
el interrogante no radica en saber quin ha efectuado la accin valiosa, come
tido el pecado o el delito. Tal pregunta se refiere a un hecho. La pregunta,
moral o jurdica, por la imputacin es: quin es responsable de la accin
bajo consideracin? Y a t a pregunta significa: quin debe ser premiado por
esa accin?, quin debe hacer penitencia?, (quin debe ser penalmente sancionado? El premio, la penitencia y la sancin penal son las que se imputan,
como consecuencias especficas, a una condicin especfica. Y la condicin es
la conducta constituida por el servicio valioso, el pecado o el delito. La atribucin (imputacin) del premio al servicio, de la penitencia al pecado, y de
la pena al delito, comprende la atribucin (imputacin) a la persona, atribucin que aparece wmo nica en los usos correspondientes del lenguaje.
El problema de la responsabilidad moral o jundica est esencialmente ligado
con el de la retribucin; y retribucin es imputacin del premio al servicio, de
la penitencia al pecado, de la pena al delito. Cuando el principio de retribucin
enlaza una conducta conforme con la norma a un premio, y la conducta contraria a la norma, con penitencia o con sancin, presuponiendo as una norma que
ordena o prohbe esa conducta, o, una norma que justamente prohbe esa conducta, enlazndole una sancin; y cuando la conducta que constituye la condicin inmediata del premio, de la penitencia o de la pena, a su vez est ordenada
o prohibida bajo una determinada condicin, entonces cabe -si por imputacin se entiende aquel enlace de una conducta humana con la condicin bajo
atribuir la conducta a la
la cual est ordenada o prohibida en una noma-,
que, como condicin inmediata se atribuye el premio, la penitencia o la pena,
a la condicin bajo la cual es ordenada o prohibida. Por ejemplo; la moral
obliga a que cuando alguien se encuentra necesitado, se le preste auxilio; si
alguien acata este mandamiento, su conducta ser aprobada, y si no lo hace,
su conducta ser desaprobada. Las sanciones aprohatorias y desaprobatorias
se convierten en su condicin inmediata, son imputadas al auxilio ordenado, o
a la omisin de auxilio prohibida; el auxilio ordenado es imputado al hecho
inmediatamente condicionante, a saber: que alguien se encuentre en peligro.
Este hecho es la condicin mediata de la aprobacin del auxilio prestado; y
la desaprobacin, de la falta de auxilio, aprobacin o desaprobacin que funcionan como sanciones. El derecho ordena que, si alguien recibe un prstamo,
y no lo devuelve, deben ejecutarse coactivamente sus bienes. La sancin de la
ejecucin forzosa de bienes es imputada a la no devolucin del prstamo calificada como ilicitud; la devolucin ordenada del prstamo es la condicin
inmediata imputada a la recepcin del prstamo. Este hecho es la condicin
71
DERECHO Y CIENCIA
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mediata de la sancin de ejecucin forzosa. Ms all de esta condicin mediata de la sancin, no se efecta ninguna otra imputacin. Pero el premio,
la penitencia, la pena (en el sentido ms lato) no son imputadas a sus condiciones mediatas, sino solamente a sus condiciones inmediatas, al servicio
valioso prestado, al pecado, al delito. No es la condicin bajo la cual cierta
conducta es ordenada como un servicio, o prohibida como un pecado o delito,
la premiada, sujeta a penitencia o sancionada, sino el hombre que se comporta conforme a la orden, o en contra de lo ordenado. O ms correctamente:
se premia su conducta conforme con lo ordenado, y se castiga, con penitencia
O pena, su conducta contraria a lo ordenado. En esta conducta suya encuenbra la imputacin, que representa su responsabilidad moral o jurdica. su
trmino final. Cuando, en cambio, cierto hecho es efecto de una causa, y
esta causa, como sucede siempre, a su vez tiene tiene una causa, sta tambin
-como causa remota- es causa del hecho en niestin. Este es referido no slo
a su causa inmediata, sino tambin a todas sus causas mediatas, siendo considerado como el efecto de todas esas causas constitutivas de una serie infinita.
Decisivo es que la conducta que aparece como trmino final de una imputacin,
que presenta la responsabilidad derivada de un orden moral o jurdico, segii
la causalidad del orden natural, no constituye ni como causa, ni como efecto,
un punto final sino slo un eslabn en una cadena sin trmino.
Este es el verdadero significado de la representacin segn la cual el hombre,
como sujeto de un orden moral o jurdico -y ello quiere decir: como miembro de una sociedad- es "libre" como personalidad moral o jurdica. Que el
hombre sujeto a un orden moral o jurdico sea "libre", significa que l es
trmino final de una imputacin posible slo con base en ese orden normativo.
Segn las concepciones usuales, la libertad, por lo general, es entendida como
lo contrario de la determinacin causal. Libre es lo que no est sujeto a la
ley de la causalidad. Es corriente decir que, porque el hombre es libre, o
porque tiene una voluntad libre -lo que, segn la concepcin usual, significa
que no est sujeto en su conducta a la ley causal que la determina, en cuanto
su voluntad puede ser causa de efectos, pero no el efecto de causas-, es responsable, es decir, susceptible de una imputacin moral o jurdica. S610 porque el hombre es libre puede hacrcele responsable de su conduda; puede ser
premiado por sus servicios; puede esperarse que haga penitencia por sus pecados; puede castigrsele por sus delitos. El supuesto de que slo la libertad del
hombre, es decir, el hecho de no estar sometido a una ley causal, hace posible
la responsabilidad, y, por ende, la imputacin atribuida, se encuentra, empero,
en abierta contradiccin con los hechos de la vida social. La promulgacin
de un orden normativo que regula la conducta humana, fundndose en la cual
nicamente pueden efectuarse imputaciones, presupone justamente que la
voluntad humana, cuyo curso es as regulado, es causalmente determinable y:
por tanto, que no es libre. Dado que la funcin indubitable de un orden senie-
jante es provocar qqe los hombres acten conforme a la conducta que el orden
prescribe, es posibilitar que las normas que ordenan determinada wnducta
puedan convertirse en motivos determinantes de que la voluntad humana lleve
a cabo la conducta conforme a las normas; ello implica, sin embargo, que la
representacin de la norma que obliga a determinada conducta se convierta en
causa de la conducta conforme a esa norma. S610 en cuanto el orden normativo, como contenido de las representaciones de los hombres cuyo mmportamiento regula, se introduce en el proceso causal, en la corriente de causas
y efectos, cumple ese orden su funcin social. Y s610 fundndose en un orden
normativo cuya causalidad con respecto a la voluntad de los hombres a l
sujetos se presupone, puede darse una atribucin imputativa.
En lo anterior" se seal que la norma que prescribiera que algo debe producirse, en cuyo respecto de antemano se sabe que tiene que producirse necesariamente, siempre y por doquier, en mrito a una ley natural, caracera de
sentido. Con ello pareca aceptarse que normatividad y causalidad se excluyeran recprocamente. Pero tal cosa no sucede. La norma que ordena decir la
verdad, no carece de sentido, porque no tenemos ninguna ozn para suponer la existencia de una ley natural segn la cual los hombres tendran que decir
la verdad siempre y en todas partes; sabemos que los hombres a veces dicen
verdad y otras, mienten. Pero aun cuando un hombre dice verdad, o cuando
miente, su conducta, en ambos casos, esta determinada causalmente, es decir,
por una ley natural; pero no por una ley natural segn la cual tenga que
decir siempre y en todas partes la verdad, o tenga que mentir siempre y en
todas partes, sino por otra ley natural, acaso aqulla segn la cual el hombre
realiza la conducta que le promete la mayor cantidad de placer. La repre
sentacin de la norma segn la cual debe decirse la verdad puede ser, en
consonancia con esa ley natural, un motivo eficaz de la conducta normativamente correspondiente. 'la norma que prescribiera que el hombre no debe
morir, sera insensata, puesto que de antemano sabemos que todos.los hombres
tienen que morir, de acuerdo con una ley natural. La representacin de una
norma semejante no puede constituirse en ningn motivo eficaz de una ronducta correspondiente, s, a la norma, pero contiaria a una ley natural. Justamente es por la falta de esa posibilidad causal de eficacia, por lo que la norma
carece de sentido.
A veces no se niega efectivamente que la voluntad humana, como todo lo que
acaece, de hecho est causalmente determinada, pero se afirma, sin embargo,
que sera menester, para hacer posible la imputacin moral y jurdica, mnsiderar al hombre como si su voluntad fuera libre. Esto es: se cree que hay que
mantener, como una ficcin necesaria, la libertad de la voluntad, su indetermi"Cf. m/n4 pp. 10 y
SS.
DERECHO Y C~ENCIA
109
nacin causal.78 S610 que la atribucin imputativa, reconocida como un enlace de hechos, distinto del causal, pero no contradictorio con l, no necesita
imputacin, y el principio de una causalidad determinante de todos los acontecimientos: un hombre es moral o jurdicamente responsable de un hecho cuando ste ha sido causado por un acto de voluntad suyo, o por haber omitido
un acto volitivo suyo que habra impedido el hecho. No es responsable de un
hecho, cuando ste no ha sido causado notoriamente por un acto de voluntad
suyo, o por la omisin de un acto volitivo que impedira el hecho. Que el
hombre sea libre no significa ms que el tener conciencia de poder actuar
como quiere ( o desea). 7% Esta situacin es plenamente compatible con el ms
estricto determinismo, puesto que el acto de voluntad o su omisin trados a
colacin son considerados como determinados causalmente. La tentativa de
salvar as la libertad, interpretndola como la posibilidad de actuar como se
quiere, es equivocada, puesto que la conciencia de poder actuar como se quiere
es admitir conscientemente que nuestras acciones estn determinadas causalmente por nuestras voluntades. Pero la cuestin no es si nuestras acciones son
causadas por nuestras voluntades -cosa que el indeterminismo no niega-,
sino si la voluntad se encuentra causalmente determinada o no. Si la tentativa
mencionada no constituye simplemente usa negacin de la libertad de la
voluntad, sino una solucin del problema manteniendo el supuesto de que la responsabilidad slo es,posible bajo la condicin de que la voluntad sea libre,
Lo que quiere
no tenemos otra cosa que un desplazamiento del problem3.
probarse con la exposicin del problema discutido es que slo es posible, y de
hecho as resulta, una imputacin moral o jurdica si la voluntad est causalm h t e determinada.
La afirmacin o el supuesto de que el hombre cuenta con una voluntad
libre, es decir, causalmente no determinada, son muy frecuentemente considerados necesarios para explicar por qu uno responsabiliza moral o jurdicamente
slo a hombres, y no a cosas inanimadas, a acontecimientos naturales o a
animales; por qu slo el hombre es imputable. Pero slo se atribuye o imputa
algo a un hombre en la medida y en la extensin en que los rdenes moral
y jurdico nicamente formulan exigencias para la conducta humana; y slo
lo hacen con la conducta humana porque se admite que nicamente en los
hombres la representacin de las normas de aquellos rdenes puede causar en
ellos actos de voluntad que, a su v a , causarn la conducta requerida. La explicaoin no reside, pues, en la libertad, sino, a la inversa, en la determinabilidad
causal de la voluntad humana.
Otro argumento a favor del dogma de la libertad de la voluntad reside en
sealar que los rdenes jurdicos modernos, en ciertos casos, excluyen la resSchlick. op. cit., p. 114.
Isaiab Berlin, m HUtoticui Inmitability (Auguate Comte MemoMl Tmsi Lcmire
nm. 1, Londres, 1954, p. 26) lo seriala exactamente. Baln mismo acepta que la q m n .
sabilidad s61o n posible mediante la liicrtad de la voluntad, m el sentido de una indekrminaa6n causal.
74Ad.
77
DERECHO Y C W C V L
111
112
IWS WSEN
sable a un hombre por su conducta y sus efectos. De ah el dicho: wmprender todo significa perdonar todo. Comprender la conducta de un hombre quiere
decir: conocer sus causas; perdonarlo, renunciar a responsabilizarlo por esa
conducta, renunciar a reprocharlo o castigarlo; enlazar a su comportamiento
una sancin; es decir: hacerlo objeto de retribucin. Pero en muchsimos casos
en los cuales se conoce muy bien la causa de una conducta, y, por ende, en
que esa conducta es bien comprendida, de ninguna manera se renuncia a la
retribucin, ni de ninguna manera se perdona la conducta en cuestin. El dicho
mencionado reposa en el error de suponer que la causalidad excluye la imputacin.
De lo que antecede resulta que no es la libertad, es decir, la no determinacin causal de la voluntad, la que ha= posible la imputacin, sino justamente
al revs: es la determinabilidad de la voluntad la que la posibilita. El hombre
no es objeto de imputacin por ser libre, sino que el hombre es libre porque
es objeto de imputacin. Imputacin y libertad se encuentran, de hecho, esencialmente entrelazados. Pero esa libertad no puede excluir la causalidad, y,
en realidad, no lo hace. Si la afirmacin de que el hombre, como personalidad
moral o jurdica es libre, ha de tener algn sentido posible, esa libertad moral
o jurdica ha de poder conciliarse con la determinacin por leyes causales de su
conducta. El hombre es libre, en razn y en tanto y en cuanto a una determinada conducta humana, como condicin, puede imputarse un premio, una
penitencia o una sancin penal; no porque esa conducta no se encuentre causalmente determinada, sino aunque est causalmente determinada; ms, por estar
causalmente determinada. El hombre es libre porque su comportamiento es
trmino final de imputacin. Y puede ser trmino final de imputacin tambin cuando est causalmente determinado. De ah que no cxista, entre la
causalidad del orden natural y la libertad de los rdenes moral y jurdico, por
un lado, y los rdenes moral y jurdico, por el otro, contradiccin alguia; ni
puede producirse tal cosa, dado que el primero es un orden de la realidad,
mientras que el otro es un orden de lo debido, y slo entre lo real y lo real,
o entre lo debido y lo debido, pero no entre lo real y lo debido -como objetos
de enunciacin- puede aparecer una contradiccin lgica.
78 Otras disquisiciones sobre el problema de la libertad d e la voluntad, en su relacin
m n la ley de causalidad, se encuentran en H. Kelsen, "Kausalitit und Zurechnung"
(Osterreichische Zeitschrift fr tiffentliches Recht, t. VI, 1954, pp. 137 y SS.) La va
aqu emprendida para resolver el problema del conflicto entre la causalidad d e la naiur a l m y la libertad de la imputacin normativa, se aproxima a la solucin intentada por
Kant en tanto este supone tambien la existencia de dos rdenes (Kritik der reinen Vanunft.
ed. Akademie, 111, p. 373; Grundlegung zur Metaphysik d a Sitten, IV, p. 458), a saber,
uno causal, constitutivo de la necesidad natural, y otro nonnativo o moral, mnstitutivo d e
la necesidad del deber, sobre cuyo fundamento se realiza la imputacin que presupone la
libertad. Pero en cuanto Kant ve en la libertad una cauya incausada, esto es, una situacin
en que pierde validez la ley segn la cual toda causa tiene un efecto, y todo efecto, una
causa, debe admitir que esa ley causal rige sin excepciones en el mundo empirim, en el
11)
DERECHO Y CIENCIA
El
actos
principio de imputacin -en su significado originariode conducta humana: l a conducta de un individuo con
enlazaba dos
la conducta de
..
otro individuo, como, por ejemplo, en la ley moral se enlaza el premio con el
servicio, o en el enunciado jurdico se enlaza la pena con el delito; o bien, la
conducta de un individuo con otra conducta del mismo individuo, como, por
ejemplo, en la ley religiosa-moral que enlaza al pecado con la penitencia. En
tcdos estos casos la conducta humana prescnpta por una norma est condiciono pueden en general, y de por si, ser tenidos por reales, sino puestos problemticamente
como fundamento (dado que no podemos alcanzarlos mediante ningn concepto racional).
para poda considerar todas las relaciones de las cosas del mundo sensible, como si tuvieran
su fundamento en esos entes de razn.. ." Aqu l a cosa en si e m o tambihn la libertad,
en el lugar arriba citad*
es una ficcin. Pero no debe negarse que Kant, en contradiccin con el texto aqu citado. ha considerado necesario, para mantener la libertad de la
voluntad como el fundamento de su Ctica, considerar a m o efectivamente existente a la cosa
en si, o. mas precisamente: cosas en si como transubjetivamente existentes, y no como meras
ficciones. La remisin a dos rdenes diferentes, segn los cuales puedan interpretarse
los hechos, se encuentra en la Kritik der reinen Vernunft. pp. 372-73: "Atento este carcter
emprico. pues, no hay hbertad alguna. y es slo bajo ese carcter que podemos nicamente considerar al hombre. cuando nos limitamos a observarlo y, como sucede en la
antropologa, cuando queremos investigar fisiolgicamente las causas que lo mueven a actuar.
Pero si las mimas acciones fueran consideradas en relacin con la razn -y no slo
la razn especulativa, para tratar de explicm su origen. sino nicamente en cuanto, si la
tomramos en cuenta desde un punto de vista prctico (es decir. si consideramos el hombre
desde el punto de vista de la razn practica que presnibe la ley moral)- nos encontramos
con una regla y orden enteramente distintos del orden natural." Desde este ingulo de
visin. o considerado b a p este orden, el hombre. como cosa en si, es libre. P a o la pregunta
de si el hombre emprim. que se atiene a su voluntad emprica y acta conforme a ella,
tiene causalmente determinadas las acciones suyas que se producen en el mundo emprico,
a la mima pregunta que aparece cuando, imputndose al hombre su voluntad y sus
acciones, no se sabe si E& causalmente determinado, es decir. si, en el sentido Irantiano.
a Iibre. Y esta pregunta, atribyasele un sentido positivo o negativo. no puede ser contestada con una "observacin" de los hechos. es decir, por va de un conocimiento cien.
tfico natural (antropolgim); esto es, en el sentido kantiano, a tnv& de la razn terica.
La razn prctica. en la que aqu se refugia Kant, y a la que akibuye una funcin
volitiva como razn legisladora, no puede w ~ c e rsi el hombre 4 m O fenmeno, o cosa
en s- es libre; slo puede pretender que deba ser Iibe. aun cuando aparezca ante eUa.
como razn terica, como no libre, ni pudiendo sedo. Kant expresa en forma enteramente
pertinente que. tratndose de imputaciones. encontramos un orden enteramente diferente
"del orden natural", y que cuando interpretamos la conducta humana segn ex otro
orden, mnridaamos a1 hombre como "libre". Pero p a n poda considerarlo libre, tenanos
que relegar al hombrg o a su dudoso Doppelgiinger. el hombre como cosa en si. a un
mundo inteiipible, no accesble a nuesko conocimiento. en un mundo de cosas de las
que nada sabemos y de las que nada necesitamos saber. Ya que la libertad, que de hecho
at esencialmente ligada a la imputacin, no significa, como supone Kant bap el influjo
del dogma teolgico de la voluntad hhre, una supencin de la ley causal -es decir,
que la voluntad del hombre aeado a imagen y semejanza de Dios es causa, como h
voluntad de Dios, de efectos. sin SR efecto de ninguna cau-,
sino que el hombre. o,
m+r, una determinada conducta, a saber, una conducta determinada por el orden moral
o jurdico sea tnnino final de una imputacin efectuada fundndose en ese orden normativo, con respecto de otra conducta humana determinada por ere orden.
Esta concepcin, sin emhugo. eo imposible en razn del m n m supuesto de que la
imputacibn cumplida sobre un hombre slo es p o s i i ba@ el presupuesto de que la causaW, en su relaci6n con la voluntad humana, a superada. o tan limitada que aqudla slo
aparece como causa de efectos, sin poder sa efecto de una causa.
25. N o m a categricas
Pareciera, inclusive, que existen normas sociales que prescriben determinada
conducta humana en forma incundicionada, o, lo que es lo mismo, que la
prescriben bajo cualquier condicin, siendo, en este sentido, normas categricas, en contraposicin a las condicionales o hipotticas. As tenemos ciertas
normas que prescriben omisiones, como, por ejemplo, las normas: "No debes
matar; no debes robar; no debes mentir." Si estas normas tuvieran efectivamente el carcter de normas categricas, no sera posible interpretar norma7s
tivamente la situacin social creada mediante esas normas, mediante un enunciado en el que se enlazaran dos elementos, como condicin y consecuencia; no
podra aplicarse el principio de atribucin imputativa. Pero tampoco las normas
que prescriben una mera omisin pueden ser normas categricas. Es cosa evidente que no puede prescribirse incondicionalmente una accin positiva, puesto
que semejante accin slo es posible bajo determinadas condiciones. Y tampon, las omisiones pueden ser normadas incondicionadamente; de no ser ad, las
normas en cuestin podran ser acatadas o violadas incondicionalmente. Pero
un hombre no puede matar, robar o mentir en todas las circunstancias,
sino slo bajo muy determinadas circunstancias, y, por lo tanto, slo puede
bajo esas circunstancias omitir matar, robar o mentir. Cuando las normas
morales que prescriben omisiones, impusieran obligaciones que tuvieran que
ser cumplidas sin condiciones, es decir, impusieran obligaciones categricas,
las mismas seran satisfechas tambikn durante el sueo y el dormir sera el
estado moral ideal. La condicin bajo la cual se norma la omisin de una
determinada accin, es la suma de las circunstancias bajo las cuales la accin es posible. A ello se agrega que en una sociedad emprica no puede
darse ninguna presnipcin de omisin que no admita alguna excepcin.
Aun los mandamientos ms fundamentales, como el de no matar; el de
no sustraer a nadie un bien de su propiedad sin su consentimiento o su
conocimiento; el de no mentir, slo valen con ciertas limitaciones. Los sistemas
sociales positivos deben siempre establecer las condiciones bajo las cuales no
est prohibido matar, privar de la propiedad o mentir. Esto tambikn muestxa
que todas las normas generales de un sistema social emprico, inclusive las
normas generales que prescriben omisiones, slo pueden pdcribir determinada wnducta bajo muy especficas condiciones, y que, por lo tanto, toda
norma general establece una relacin entre dos hechos que puede ser descrita
en un enunciado segn el cual, bajo determinada condicin, debe producirse
determinada consecuencia. Esto es, como se seal, la expresin lingstia
del principio de imputacin, a diferencia de la del principio de causalidad.
WSchlid<, op. cit., p. 108, distingue la ley natural, es decir. una ley causal como "iina
f6rmula que desnibe cmo algo fcticamente se comporta - d e una ley moral o jurdica-,
en manto "prescripcin de cmo algo debe comportarse"; y observa: "Ambos tipos de 'leyes'
tienen 610 en mmn que suelen ser expresadas mediante una frmula. Por lo dems,
no tienen en realidad nada que hacer juntas y es altamente lamentable que para dos
S
tan diferentes se emplee la m i m a palabra." Esto es mrrecto s61o en cuanto bajo
"ley moral" o "jurdica" se entienda las normas de la moral o del derecho; no lo es,
m cambio, si se designaran as los enunciados de la 6tica y de la ciencia jurdica que
desaben la moral o el derecho. En el segundo caso. tendramos que es mmn a las leyes
natural~sy a las leyes morala o jurdicas, el enunciar una relacin entre hechos; y. con
este fundamento, ambas son designadas con justicia "leyes". Schlick pasa por alto que las
"ley&' morales y jurdicas son formuladas por las ciencias descriptivas de las normas
m a l - o jurdicas, como las leyes naturales lo son por la ciencia natural desaiptiva
de la natural=, p u o que slo las nomas dexlitas por las primeras, pero no las "leyes"
que las d e m i e n , son 'presaipciones". Cf. wpra, p. 84.
DERECHO Y CIENCIA
117
DERECHO Y CIENCIA
119
Equivoco semqante se produce efectivamente cuando con lo debido jurdicamente, se afirma tambi6n un valor moral absoluto. Pero no puede hablarse
aqu de un equvoco ideolgico, cuando el verbo "deber", en el enunciado
jurdico descriptivo del derecho, slo recibe el mero significado de una conexin
funcional especifica. Tal relacin funcional especfica, diferente del nexo causal,
aparece en la atribucin del premio al servicio, de la pena al delito, y desemp e a un papel significativo en el pensamiento humano y, especialmente, en
el pensamiento jurdico, como se ha demostrado anteriormente. La relacin
causal que describe una doctrina sociolgica del derecho, se configura -si por
acaso lo hace- entre cualesquiera hechos econmicos o polticos, y los actos
productores de derecho, por un lado, y entre esos actos y la conducta humana
hacia la cual ellos se orientan, por el otro. Y, en el ltimo caso, slo aparece
cuando esa conducta efectivamente est motivada por la representacin de la
intencin del acto, lo que, por cierto, no siempre suciede, dado que la conducta
conforme a derecho muy frecuentemente es causada por otros motivos. Pero,
por sobre todo, debe advertirse que la imputacin jurdica enlaza otros dos
hechos: no el acto productor de derecho con la conducta conforme a derecho,
sino el hecho determinado por el orden jurdico como condicin, con la consecuencia por 61 determinada. La atribuci6n imputativa es, como la causalidad,
un principio ordenador del pensamiento humano y, en consecuencia, tan paco
ilusin, o tan ilusin o ideologa como aquella que, para hablar con Hume
o Kant, s61o es un hbito del pensamiento, o una categora del intelecto.
Que el sentido subjetivo de los actos que establecen derecho sea un deber,
no puede negarse seriamente, cuando esos actos son vistos, segn su sentido como
actos de mando, imperativos. Cuestionable slo puede ser si asi puede tambin
interpretarse su sentido objetivo; si el deber que constituye el sentido subjetivo
del acto que establece derecho, puede ser considerado como una norma obje
tivamente vlida, que obliga y da derechos a los hombres. Cabe preguntar en
qu se distinguen de otros actos de mando los actos que establecen derecho,
como la orden impartida por un ladrn callejero. Anteriormente se seal6
cul es la condicin bajo la cual es posible efectuar la interpretacin en mesti6n: presuponer la norma fundante bsica.
Si se quita al "deber", que expresa la relaci6n mediante la cual la relacin
imputativa es establecida por la norma considerada objetivamente vlida, todo
sentido, carece entonces tambin de sentido afirmar que esto est jurdicamente
permitido, o que aquello est jurdicamente prohibido; que esto me pertenece
a m, y aquello a ti; que X time derecho a ello, y que Y est obligado a lo
mismo, etdtera. En suma, los miies de enunciados en los cuales la vida jurdica
se exterioriza diariamente, seran sin sentidos. Esta afirmacin es contradicha
por el hecho innegable de que cualquiera entiende, sin ms, que es cosa distinta
Cf. ruprd, pp. 6 y
SS.
DERECHO Y CIENCIA
121
dadera ciencia jurdica. Puesto que la ciencia como conocimiento tiene la tendencia inmanente a desencubrir su objeto. La "ideologa", en cambio, encubre
la realidad en cuanto, con el propsito de conservarla, defenderla, la transfigura,
o, con el propsito de atacarla, destmiria o remplazarla por otra, la desfigura.
Ideologa tal tiene sus races en un querer, no en un conocer; brota de ciertos
intereses, o mejor, brota de int~esesdistintos al del interks por la verdad, con
lo cual, naturalmente, nada se afirma sobre el valor o la dignidad de esos otros
intereses. La autoridad que crea el derecho, y que, por tanto, busca de mantenerlo, puede que se pregunte si es til un conocimiento, ideolgicamente libre,
de su produdo; y tambin las fuerzas que quieren destmir el orden existente,
para remplazarlo por otro, que consideran mejor, quizs no sepan qu hacer
con semejante ciencia del derecho. La ciencia del derecho, coh todo, no puede
preocuparse ni por aqul, ni por stos. La teora pura del dereoho pretende ser
semejante ciencia del derecho.
131
136
El deber de reparar el dao 137
La responsabilidad colectiva como responsabilidad por el resultado 138
derecho subjetivo: tener derecho y estar facultado 138
Derecho y obligacin 138
Derechos personales y reales 143
El derecho subjetivo como un inters jurdicamente protegido 145
d ) El derecho subjetivo como poder jurdico 146
e) El derecho subjetivo como una permisin (administrativa) positiva 150
f ) Los derechos polticos 150
f)
g)
29. El
a)
b)
c)
157
dirige esa sancin como reaccin. La llamada reparacin de la ilicitud consiste en que se pone tkrmino al estado provocado por la conducta ilcita
(situacin tambikn ilcita, en este sentido), restablecihdose un estado conforme al derecho. Este estado puede ser el mismo que debi haber sido
obtenido mediante el comportamiento lcito del delincuente; pero puede ser
otro, que sirva como sustituto, cuando el restablecimiento de ese estado ya
no sea posible. Ejemplos del caso mencionado son los siguientes: A deja de
cumplir su obligacin de entregar a B una cosa de su pertenencia. La sancin
de ejecucin civil, constituyente de esa obligacin, consiste en la privacin por
la coaccin a A de la cosa, que es entregada a B. O bien, A omite cumplir
su obligacin de comparecer como testigo ante el triiunal; la sancin de ejealcin, constituyente de esa obligacin, consiste en que A es llevado coactivamente ante el tribunal, es decir, en que, con ese fin, se le priva de su b i d .
Un ejemplo del segundo caso mencionado: A omite cumplir su obligacin
de entregar a B algo que no se encuentra en su posesin, o de efectuar determinado trabajo para B. La sancin de ejecucin constituyente de esa obligaan
consiste en que se sustrae coactivamente a A el valor de la cosa adeudada,
o un valor patrimonial correspondiente al trabajo, entregndose a B la suma
de dinero obtenida en una venta judicial. Si la conducta ilcita como en el
primero y en el itimo ejemplos, consiste en que se provoca un dao a un
tercero, la sancin de qecucin es la reparacin del dao ocasionado ilcitamente. Entonces encontramos cierta semejanza entre las penas patrimoniales
y la ejecucin civil. Ambas son cumplidas coactivamente y sobre un pattimonio. Se diferencian en que el valor patrimonial obtenido coadivamente
en el caso de la sancin penal patrimonial, que usualmente es dinero, pasa
a un fondo pblico (patrimonio del Estado o de la comunidad), mientras
que en el caso de la ejecucin, esa suma se dirige al perjudicado ilcitamente
para la reparacin de los daos materiales o morales; de suerte que aparece
expresada en el orden jurdico determinada finalidad, que no se da en el caso
de la sancin penal. No es casi posible determinar el concepto de una pena
(sancin penal) segn su finalidad. Puesto que la finalidad de la sancin
penal no proviene -o no proviene en forma inmediata- del contenido del
orden jurdico. Que esa finalidad sea prevenir mediante la aplicacin de penas,
las acciones u omisiones as sancionadas, es una interpretacin que tambikn
puede aplicarse a sistemas penales cuyo origen no fue conscientemente determinado por la idea de prevencin, sino simplemente por el principio de retribuir un mal con un mal. Las penas de privacin de la vida o de la libertad
se mantienen identicas, sea que al establecerlas se busque prevenir o no.
En este respecto, no hay ninguna diferencia esenaal enbe la sanan penal
y la sancin civil (ejecucin), dado que tambih esta itima puede tener
un efecto preventivo en cuanto un mal percibido por los que la sufren, de
suerte que aqu tenemos ligados la finalidad de reparacin con la finalidad
SS.
dicado en su existencia. Cuando un orden normativo ordena determinada conducta, slo eii cuanto enlaza a la contraria una sancin, la situacin de hecho es
esencialmente descrita, en forma completa, por una proposicin hipotktica (condicional) que enuncia que si se presenta determinada conducta, debe llevarse
a cabo determinado acto coactivo. En este enunciado aparece lo ilcito a m o
el antecedente o condicin, pero no como negacin del derecho; y, adems, se
muestra que lo ilcito no es algo exterior al derecho, que estuviera en contra
suyo, sino que se trata de un hecho interno al derecho, determinado por ste,
a cual el derecho, por su esencia, justa y muy particularmente, se refiere. Como
todo, tambin lo ilcito jurdico slo puede ser concebido conceptualmente como
derecho. Cuando se habla de una conducta "contraria" al derecho, se alude as
a la conducta condicionante del acto coactivo; cuando se habla de una conducta
"conforme" a derecho, se alude a la contraria, a la conducta que evita el acto
coactivo.
Cuando la ciencia del derecho desinterpreta el delito, representado en el pensamiento ingenuo, precientfico, como negacin del derecho, como ilcito, p y
sndolo como una condicin del derecho, efecta un paso anlogo al que efectua
la teologa con respecto del problema de la teodicea, esto es, el problema del
mal en un mundo creado por un dios perfectamente bueno y todopoderoso.
Puesto que todo lo que existe tiene que ser entendido como querido por dios,
surge la pregunta: cmo puede entenderse el mal como algo querido por el
dios bondadoso? La respuesta de una teologa monotesta coherente consiste el1
interpretar el mal como una condicin necesaria para la realizacin del bien.
La idea de que el mal no sea obra de dios, sino dirigida contra dios, obra del
diablo, no es conciliahle con la hiptesis monotesta, puesto que implicara la
representacin de un contradios, de un dios negativo.
Puesto que el delito, en cuanto accin u omisin humana determinadas por
el orden jurdico, no constituye la nica condicin a la que el orden jurdico
enlaza una sancin -puesto que el hecho condicionante, como veremos, puede
estar compuesto con muy diversas parta integrantes, entre las cuales pueden
aparecer otras conductas humanas que no son calificadas de delito, como por
ejemplo, el acto legislativo que produjo la norma general que determina el tipo
penal, as como el acto judicial, mediante el cual se ha verificado la existencia
del hecho delictivo concreto-, surge la cuestin de cmo pueda distinguirse la
conducta calificada de delito, de otras condiciones, en especial, de otros comportamientos humanos, que aparecen como partes integrantes del hecho condicionante. El delito es normalmente la conducta de aquel hombre contra el cual,
como consecuencia de su propio comportamiento, se dirige el acto coactivo que
sirve de sancin. Esta determinaci6n conceptual de delito, sin embargo, s61o
es aceptable cuando la sancin se dirige contra el delincuente, es decir, contra
aquel que mediante su propia conducta ha efectuado el delito. Se trata del caso,
que analizaremos ms adelante, de responsabilidad por la propia conducta.
132
HANS KELSEN
supra, p. 22.
Ross, op. cit., p. 75, reprocha a la Teora Pura del Derecho que su determinacin
del concepto de obligacin jurdica conduzca a un regreso al infinito. La obligacin jurdica
de determinada conducta es constituida por una norma, que obliga a un rgano jurldico a
reaccionar con una sancin en el caso de una conducta contraria; Pero esa obligacin del
rgano slo puede constituirse mediante una norma que obligue a otro rgano. en caso de
no cumplir el primer rgano con su obligacin, de reaccionar con una sancin, "y as
infinitamente". Pero de lo expuesto en el texto surge que una norma puede constituir una
obligacin jurldica de cumplir determinada conducta mientras slo faculta, y no obliga, a
un 6rgano jurdico a reaccionar con sancin para el caso de una conducta contraria; y que.
cuando el rgano es obligado a reaccionar con una sancin, a la postre, esa obligacin queda
constituida por una norma que faculta, y no obliga, a otro rgano. a reaccionar con una
sancin. Tambikn esta norma puede ser descrita con un enunciado jurldico que dice que,
bajo ciertas condiciones, debe producirse un acto coactivo, dado que el verbo "deber" n o
slo significa "estar ordenado", sino tambien "estar facultado". o "estar positivamente per.
mitido", y que el concepto de obligaa6n jurdica no es identico con el concepto de deber.
Cf. supla, pp. 4 y SS.
cin de un acto coactivo, sino slo objeto de una conducta determinada por el
orden jurdico como consecuencia, a saber, del acto coactivo dirigido contra
ese individuo. La diferentia radica, sin embargo, en que, en el caso de responsabilidad por delito ajeno, bajo las condiciones del acto coactivo aparece una
conducta determinada por el orden jurdico de un. determinado individuo,
mientras que en el segundo aso, los actos coactivos que no tienen carcter
de sancin, no se encuentran condicionados por ninguna conducta semejante.
d ) Responsabilidad individual y colectiva. La diferencia entre obligacin y
responsabilidad se expresa tambin verbalmente. Uno est obligado con respecto de una determinada conducta, a saber, siempre y solamente, la conducta
propia; no puede obligarse uno por la conducta de otro. En cambio, uno es
responsable tanto por determinada conducta propia, como tambin por la
conducta ajena. La responsabilidad por el delito cometido por un tercero
aparece cuando la sancin es dirigida contra alguien distinto al delincuente,
pudiendo tener slo un efecto preventivo si entre ambos existe alguna relacin
que permite suponer que el individuo obligado, el delincuente potencial, tambin percibe la accin de infligir la sancin como un mal, cuando est dirigida
contra otro individuo como objeto responsable, sea, por ejemplo, un miembro
de la propia familia, de la propia raza o del mismo Estado; es decir, contra un
miembro del grupo cuyos integrantes ms o menos se identifican entre s;
cuando el individuo obligado y el responsable pertenecen a la misma colectividad. Esta relacin es la que normalmente el derecho determina, cuando estatuye responsabilidad por el delito ajeno. En ese sentido, puede considerarse
la responsabilidad por delito ajeno como una responsabilidad colectiva; pero
puede hablarse tambin de responsabilidad colectiva slo cuando la sancin, la
consecuencia de lo ilcito, no est dirigida contra un individuo nico, sino
contra muchos, o todos los miembros de determinado gupo al que pertenece
el delincuente; como en el caso de la venganza de la sangre, en que pueden
ser objeto de la sancin todos los miembros de la familia a la que pertenece
el homicida; o en el caso de las sanciones del derecho internacional, la represalia y la guerra, que se dirigen contra los miembros de un Estado cuyo rgano
ha cometido el delito internacional.
La responsabilidad colectiva es un elemento caracterstico del orden jurdico
primitivo, y se encuentra en ntima relacin con el pensamiento y emotividad
identificadoras de los primitivos. Por carencia de una conciencia del yo suficientemente destacada, el primitivo se siente tan unido con los miembros de
su gmpo, que interpreta toda accin digna de alguna estima por parte de un
miembro del grupo, como una accin del grupo, como algo que "nosotros"
hemos hecho; y en consecuencia toma como correspondiente al grupo las
recompensas, as como acepta, como impuestas a todo el grupo, las penas.
En cambio, tenemos responsabilidad individual cuando la sancin se dirige
es un delito de omisin, para cuya comisin se ha estatuido una responsabilidad por el resultado.
f ) El deber de reparar el dano. Muchas veces la obligacin jurdica de un
individuo, de reparar los daos materiales o morales que hubiera causado, es
interpretada como una sancin y, en consecuencia, esa obligacin es designada
responsabilidad. Esta construccin confunde el concepto de obligacin, de responsabilidad y de saiicin. 1a sancin no es en s una obligacin -pucdc
serlo, pero no es necesario que as se la estatuya-, sino que es el acto coactivo
que una norma enlaza a determinada conducta, cuya opuesta queda as jurdicamente ordenada, en cuanto contenido de una obligacin jurdica. Cabe
expresar esto diciendo tambin que la sancin es el acto coactivo constitutivo
del deber jurdico. Tampoco la responsabilidad es, como se ha mostrado, una
obligacin jurdica, sino la relacin del iudividuo, contra el cual se dirige la
sancin, con el delito que l mismo hubiera cometido, o que un tercero cometiera; obligacin jurdica es la omisin del delito por parte del individuo cuya
conducta configura el delito. El orden jurdico puede obligar a ciertos individuos a no ocasionar daos a otros, sin estatuir la obligacin jurdica de reparar
los daos ocasionados violando esa obligacin. La obligacin de reparar el
dao slo aparece, no slo cuando el ocasionar el dao es convertida en condicin de una sancin, sino tambikn cuando la no reparacin del dao ocasionado contra derecho, es condicin de la sancin. El hecho de que el orden
jurdico obligue a la reparacin del dao, queda descrita correctamente as si
cuando un individuo ocasiona un dao a otro, y ese dao no es reparado, debe
dirigirse un acto coactivo como sancin contra el patrimonio de un individuo;
es decir, debe privarse coactivamente de su patrimonio a un iudividuo, entregndoselo para reparar el dao al individuo perjudicado. Un individuo podra,
como se seal, estar obligado a no ocasionar ningGn dao a otro, sin estar
obligado a reparar el dao ocasionado por incumplimiento de la obligacin.
As sucedera si la reparacin del dao no permitiera evitar la sancin. Segn
el derecho positivo, sin embargo, la sancin puede ser evitada normalmente
mediante la reparacin del dao; es decir, no slo es obligatorio no ocasionar
con la propia conducta daos a terceros, sino que tambin es obligatorio,
cuando con la conducta contraria a la obligacin se ha ocasionado un dao,
repararlo. La sancin de la ejecucin civil comprende dos obligaciones: la
obligacin de no ocasionar dao, como obligacin principal, y la obligacin de
reparar el dao ocasionado violando esa obligacin, como obligacin accesoria
que sustituye a la obligacin principal violada. La obligacin de reparar el dao
no es una sancin sino una obligacin accesoria. La sancin de ejecucin
civil, consistente en la reparacin coactiva por parte del rgano de aplicacin
del derecho, slo aparece cuando esa obligacin no es cumplida. Si la sancin
de ejecucin civil se dirige al patrimonio del individuo que ha ocasionado
el dao con su conducta, y que no lo ha reparado, ese individuo ser responsable de su propio delito, consistente en la falta de reparacin del dao por
provocado; pero por el mismo delito, es decir, por la falta de reparacin del
dao que provocara, puede tambin responder otro individuo; tal es el caso, cuando la sancin de ejecucin civil se dirige al patrimonio de otro individuo,
cuando el primero no cumple su obligacin de reparar. El segundo individuo
responde plenamente cuando no puede evitar la sancin, aun reparando el dao
ocasionado por el primer individuo. Normalmente puede sin embargo, segn el
derecho positivo, evitar as la sancin, ya que, normalmente, no slo responde
por la falta de reparacin del dao po; parte del individuo obligado en primera
lnea a la reparacin, sino que tambien se encuentra obligado, en segundo trmino a reparar el dao ocasionado por el primero, cuando ste no lo hace. Slo
como sujeto de esa obligacin, y no como objeto responsable, puede evitar
con su conducta la sancin; pero entonces no responde solamente por el incumplimiento en la reparacin por parte del individuo que no ha reparado el
dao que ocasion con su incumplimiento de la obligacin, sino tambien por
su propia falta de reparacin de ese dao; ni esa obligacin suya de reparar
el dao, ni su responsabilidad por el cumplimiento de su obligacin, es una
sancin. La sancin slo aparece cuando ninguno de los dos individuos r e
paran el dao.
g) Lo responsabilidad colectiva como responsabilidad por el resultado. Cuando
la sancin no se dirige contra el delincuente, sino como en el caso de la
responsabilidad colectiva, contra otro individuo que se encuentra con el delincuente en una relacin determinada por el orden jurdico, la responsabilidad
tiene siempre el carcter de una responsabilidad por el resultado, dado que
no se da ninguna relacin interna entre el individuo responsable del delito
y el acontecimiento, indeseable segn el orden jurdico, provocado, o no impedido por la conducta de un tercero. El sujeto responsable no tiene que
haber previsto, ni buscado intencionalmente el acontecimiento; pero es enteramente posible, que el orden jurdico slo estatuya responsabilidad por el delito
cometido por otro, cuando el delito ha sido cometido intencionalmente por
el delincuente. Entonces la responsabilidad tiene carcter de responsabilidad
intencional, en relacin con el deliricuente, y de responsabilidad por el resultado, en relacin con el sujeto responsable.
29. El derecho subjetivo: tener derecho y estar facultado
140
HANS ELSF.N
Debe observarse al respecto, que "sujeto", en este contexto, slo es el individuo obligado, es decir, aquel que mediante su conducta puede violar o
satisfacer la obligacin; el individuo con derecho, es decir, aquel en cuyo respecto ha de cumplirse aquella conducta, es slo objeto de la conducta que,
como correspondiente a la conducta obligatoria se encuentra codeterminada con
esta. Este concepto del derecho subjetivo, como un mero reflejo de una obligacin jurdica, como concepto de un derecho reflejo, puede simplificar como
concepto auxiliar, la exposicin de una situacin jurdica; pero desde el punto
de vista de una descripcin cientfica exacta de la situacin jurdica, es snperflua. Ello resulta, por de pronto, de la circunstancia de que no en todos los
casos de obligacin jurdica se supone la existencia de un derecho subjetivo
reflejo. Cuando la conducta obligatoria de un individuo no se refiere a otro
individuo especficamente determinado en cuanto tal; es decir, cuando aquella
conducta no ha de cumplirse frente a otro individuo determinado individualmente, sino que se la exige con respecto de la comunidad jurdica en cuanto
tal, se habla a veces, por cierto, de un derechq de la comunidad; en especial, de
un derecho del Estado, con respecto de esa conducta del individuo obligado,
como en el caso de la obligacin de cumplir el servicio militar; pero en otros
casos basta admitir una obligacin jurdica sin un derecho reflejo que le sea
correspondiente como, poniendo por caso, con respecto de las normas jurdicas
que prescriben bajo sancin penal determinada conducta humana frente a
cieitos animales, plantas y objetos inanimados. As, cuando est jurdicamente
prohibido matar, en general o en ciertas &pocas, ciertos animales, o cortar
ciertas flores, voltear ciertos rboles, o destruir ciertos edificios o monumentos
histricamente significativos. Son estas obligaciones que, mediatamente, se
constituyen con respecto de la comunidad jurdica interesada en esos obj&os.
No es necesario suponer derechos reflejos de los animales, las plantas y los
objetos inanimados. La tesis de que los animales, plantas y objetos inanimados
no son sujetos de los derechos reflejos, por no ser "personas", es equivocada,
puesto que "persona" significa, como hemos de ver, sujeto de derecho; y si
por sujeto de un derecho reflejo se entiende al hombre en cuyo respecto ha
de cumplirse la conducta del individuo obligado a ello, entonces los animales,
las plantas y los objetos inanimados, en cuyo respecto hay hombres obligados
87 Va de suyo que la conducta de un individuo tambin tiene que llevarse al cabo con
respecto de otro individuo, determinado individualmente, aun cuando ese tercero tenga que
ser posteriormente determinado en mrito a cualquier criterio; as, por ejemplo, cuando se
suscita entre A y B un litigio sobre quin de ellos est obligado a entregar determinada
cosa a C, y s610 luego d e la decisin judicial queda establecido quin sea el obligado n
dectuar la prestacin a C. Pero tambin es posible el caso que. segn el derecho existente,
exista la obligacin de cumplir determinada conducta. pero que no se determine el individuo humano que debe efectivamente realizarla; asl, por ejemplo, cuando el propietario
actual de un fundo est obligado a permitir el uso de un camino que ahaviese la propiedad.
Cf. t a m b i h el caso mencionado ms adelante (p. 165), de la sucesin vacante.
142
HANS KELSEN
imponer, con respecto de sus personas y sus bienes. S610 por abstraccin se
alcanz paulatinamente, a partir de la concepcin de derechos subjetivos prexistentes, el concepto de un orden jurdico. Es, por lo tanto, una concepcin
ahistrica y errnea, afirmar que los derechos en sentido subjetivo no sean sino
derivaciones del derecho en sentido objetivo." 88 Si se pone de lado la suposicin de derechos naturales, y slo se reconoce los derechos estatuidos por un
orden jurdico positivo, resulta entonces que el derecho subjetivo en el sentido
discutido, presupone una obligacin jurdica correspondiente; ms, consiste
en esa obligacin jurdica.
b) Derechos psrsonules y redes. Bajo la influencia de la antigua jurispmdencia romana se suele distinguir el derecho sobre una cosa (ius in rem), del
derecho sobre una persona (ius in personum). Esta distincin lleva a error.
Tambin el derecho sobre una cosa es un derecho con respecto de personas.
Cuando, para mantener en pie la distincin entre derechos reales y personales,
se definen aqullos como el derecho de un individuo a disponer de cualquier
manera de determinada cosa, se pasa por alto que ese derecho no consiste
sino en la obligacin de los otros individuos a consentir esos actos de disposicin; es decir, en la obligacin de no impedir esos actos, o de no intervenir en
ellos. Es decir, que tambin el ius in rem es, por de pronto, un ius in personam.
De importancia primera es la relacin entre hombres, que tambin en el caso
de los denominados derechos reales consiste en la obligacin de llevar al cabo
determinada conducta frente a determinado otro hombre. La relacin con la
cosa es de importancia secundaria, puesto que solo sirve para determinar ms
de cerca la relacin primaria. Se trata de la conducta de un individuo en relacin con una cosa determinada, conducta que todos los dems individuos estn
obligados a aceptar pasivamente del primero.
El derecho real por excelencia, para el cual se ha efectuado toda la distincin, es la propiedad. Es definido por la ciencia jurdica tradicional como el
dominio excluyente de una persona sobre una cosa, definicin mediante la
cual es distinguido de los derechos a exigir algo, fundantes solamente de las relaciones jurdicas personales. Esta distincin, importante para la sistemtica
del derecho burgus, tiene un notorio carcter ideolgico.
Dado que el derecho, como sistema social, regula la conducta de los hombres
en su relacin -inmediata o mediata- con otros hombres, la propiedad no
puede consistir, jurdicamente, sino en determinad: relacin de un hombre
frente a otros hombres, a saber: en la obligacin de stos en no impedir la
disposicin que ste haga de determinada asa, sin intervenir de ninguna mane
ra en sus actos de disposicin. Lo que se designa como dominio exclusivo de
8.8
1911, p. 6 5 ) .
mCf. aufira, pp. 25 y
SS..
33 y
SS.
una persona sobre una cosa, consiste en la exclusin estatuida por el orden
jurdico de todos los dems de la disposicin de la cosa. El "dominio" del primero no es jurdicamente ms que el reflejo de la exclusin de los otros. Es
una relacin entre los otros y el primero, es decir, en la terminologa usual: una
relacin que se da entre personas, y slo secundariamente, una relacibn con
una cosa, a saber: cierta relacin de los otros con respecto de la cosa, mediante la cual se media en la relacin con el primer individuo. Si pese a
ello, se insiste tercamente en la definicin tradicional de la propiedad, como
dominio excluyente de una persona sobre una cosa, pasando por alto la relacin jurdicamente esencial, ello sucede claramente porque la definicin de la
propiedad como una relacin entre persona y cosa sirve para ocultar su deasiva funcin socioeconmica, una funcin que, tratndose de la propiedad de
los medios de produccin, es caracterizada por la teora socialista, sin resolver
aqu si con razn o sin razn, como una "explotacin"; una funcin que, en
todo caso, consiste justamente en la relacin del propietario con todos los
restantes sujetos que quedan excluidos de la apropiacin de la cosa, en cuanto
al derecho objetivo los obliga a respetar el poder exclusivo de disposicin del
propietario. Por ello, la doctrina jurdica tradicional se levanta decididamente
contra la tesis que ve en el derecho subjetivo, es decir, en el derecho de un
individuo, slo el reflejo de las obligaciones jurdicas de otros, dado que, por
razones puramente ideolgicas, cree necesario destacar el carcter primario de
los derechos.
Las dos situaciones caracterizadas por la jurispmdencia tradicional, como
relaciones personales y reales, pueden distinguirse ms correctamente, sin incunir en ninguna tendencia ideolgica, como derechos reflejos relativos y absolutos. Puede ser obligacin de un individuo determinado el actuar de determinada manera frente a un individuo determinado; as sucede, por ejemplo, en
el caso, de la relacin entre el acreedor y el deudor, puesto que aqu slo el
deudor est obligado a cumplir determinada prestacin frente al acreedor, y,
por ende, slo el acreedor tiene derecho reflejo a esa prestacin. Como tanto la
obligacin del deudor, como el derecho reflejo del acreedor, slo se dan con
respecto de un individuo determinado, tenemos, en este sentido, un derecho
nicamente relativo. Cuando, en cambio, la conducta se refiere a una cosa
determinada, puede ser obligacin de todos los restantes individuos comportarse de determinada manera frente a un individuo determinado. Este es el
caso del derecho de propiedad, ya que aqu todos los dems estn obligados a
no impedir lo que determinado hombre disponga con respecto a determinada
cosa, y a no intervenir en esos actos de disposicin. El derecho reflejo consiste
en la obligacin de los dems; se dirige hacia todos los dems y es, en este
sentido, un derecho absoluto. Terminolgicamente la distincin entre derechos
reflejos relativos y absolutos no es muy feliz, puesto que tambin los denominados derechos "absolutos" son slo relativos, dado que consisten en la relacin
de muchos con respecto de uno. El derecho reflejo de propiedad no es, propiamente, un derecho absoluto; es el reflejo de la multiplicidad de obligaciones
de un nmero indeterminado de individuos, con Iespecto de un mismo individuo, en relacin a una y la misma cosa, a diferencia del derecho personal que
slo es el reflejo de la obligacin de determinado individuo frente a otro
individuo determinado. La relacin secundaria con una cosa determinada n o
est, de ningn modo, limitada a los denominados derechos reales, sino que
puede presentarse tambin en los denominados derechos personales. As sucede
en el caso en que el deudor est obligado a entregar un objeto individualmente
determiuado al acreedor, como cuando, por ejemplo, alguien se obliga por
contrato de compraventa, a transferir a otro en propiedad una cosa, mueble o
inmueble, bien determinada. El derecho del acreedor en este caso se diferencia de un derecho real, en que frente a su derecho slo se halla la obligacibn
de un sujeto determiuado.
En este anlisis slo se ha tomado en consideracin el derecho reflejo. Desempena en la teora tradicional un papel decisivo, aun cuando este "derecho" de
uno no sea otra cosa que la obligacin de otro, o de todos los dems, de comportarse en determinada manera en su respecto. Cuando, en cambio, se describe
el derecho de propiedad, como el poder jurdiw del propietario para excluir
a todos los dems de la disposicin de una cosa determinada, ya no est en
juego un mero derecho reflejo. Este poder slo lo tiene un individuo cuando
el orden jurdico lo faculta, no slo para impedir la violacin de la obligacin
de no obstaculizarlo en los actos de disposicin sobre determinada cosa, sino
para hacer valer con una accin ante la justicia el hecho de ese incumplimiento de la obligacin. Ms adelante se hablar de los derechos subjetivos en este
sentido.
c ) El derecho subjetivo como un interds jurdicomente Protegido. Al derecho
subjetivo como un derecho consistente en no ms que el reflejo de la obligacin
jurdica de otro, se refiere la definicin, muchas veces representada en la
jurisprudencia tradicional, segn la cual el derecho subjetivo es determinado
como un inters jurdicamente protegido. En esta determinacin se expresa, en
forma especialmente data, el dualismo caracterstico de la ciencia jurdica tra.
dicional, que contrapone al derecho en sentido subjetivo, al derecho en sentido
objetivo. Este dualismo involucra en s una indisoluble contradiccin. Si el derecho, en sentido objetivo, es norma, o un sistema de normas, un orden normativo, y si el derecho, en sentido subjetivo es algo enteramente diferente, a
saber: un inters, no cabe subsumir bajo el mismo concepto superior tanto al
derecho objetivo, como al subjetivo. Y esta contradiccin tampoco puede
ser puesta un lado admitiendo entre el derecho objetivo y subjetivo una relacin segn el cual ste quedara determinado por el inters que aqul protege
Desde el punto de vista de una consideracin orientada al derecho como norma,
146
HANS KELSEN
reflejo, un contenido idntico al de la obligacin jurdica. Pero una "pretensin", en un sentido jurdicamente relevante, slo se constituye en el ejercicio
del poder jurdico con que debe contar el derecho reflejo para ser un derecho
subjetivo en el sentido tcnico de la palabra. Cuando el individuo, obligado
frente a otro a determinada conducta, no cuenta con el poder jurdico de accionar en caso de incumplimiento de la obligacin, el acto por el que requiera el
cumplimiento de la obligacin, no tiene ningn efecto jurdico especfico, tratndose, por ende, de un acto jurdicamente irrelevante -haciendo abstraccin
adems, de que puede estar jurdicamente prohibido. De ah que s610 exista una
"pretensin", como acto jurdicamente eficaz, cuando existe un derecho subjetivo en sentido tcnico, es decir, el poder jurdim de un individuo de lograr
llevar adelante una accin en caso de incumplimiento de la obligacin jurdica
adoptada en su favor.
Este derecho subjetivo no se encuentra, como tampoco la obligacin jurdica,
situado frente al derecho objetivo como algo de l independiente. Se trata
tambin, como en la obligacin jurdica, de una norma jurdica, que otorga
un poder jurdico especfico; de una norma jurdica que faculta a determinado
individuo. Que ese individuo "tenga" un derecho subjetivo, es decir, que "tenga" determinado poder jurdico, significa solamente que una norma jurdica
hace de determinada conducta de ese individuo la condicin de determinadas
consecuencias. Cuando k teora tradicional caracteriza el derecho subjetivo
como un poder volitivo concedido por el orden jurdim, tiene presente el poder
jurdico que se ejerce en la accin judicial. Pero, por derecho subjetivo, no se
comprende solamente ese poder jurdico, sino tambin el poder jurdico en
unin con un derecho reflejo, es decir, con la obligacin cuyo incumplimiento
puede ser reclamado ejerciendo el poder jurdim. En otros trminos: se trata
de un derecho reflejo provisto de ese poder jurdico. El nfasis est en el derecho reflejo. PRO, com se mostr en lo anterior, la esencia del derecho subje
tivo, cuando es ms que el mero reflejo de una obligacin jurdica, se encuentra
en el hecho de que una norma jurdica otorga a un individuo el poder jurdico
de reclamar, mediante una accin, por el incumplimiento de la obligacin.
A esa norma jurdica se alude cuando, en lo que sigue y atenindonos a la terminologa tradicional, se habla de un derecho subjetivo en sentido tcnico,
como de un poder jurdico otorgado a un individuo.
No es funcin esencial del derecho objetivo estatuir tales derechos subjetivos en sentido tcnico, a diferencia de la funcin consistente en estatuir obligaciones jurdicas. Constituye una configuracin posible, pero no necesaria,
del contenido del derecho objetivo; una tkcnica particular de que puede servirse
el derecho, pero que de nipgn modo est obligado a hacerlo. Se trata de
la tcnica especfica del orden jurdico capitalista, en cuanto ste garantiza la
institucin de la propiedad privada, atendiendo, por lo tanto, en forma muy
especial al interk individual. Esta tkniica, por lo dems, no domina en todas
las partes del orden jurdico capitalista sino slo aparece plenamente desarrollada en el terreno del denominado "derecho privado", y en ciertas partes del
derecho administrativo. El derecho penal moderno no la emplea, o slo lo hace
excepcionalmente. No recurre a ella en caso de homicidio doloso o culposo,
cuando el individuo en cuyo respecto se ha llevado a cabo la conducta penalmente prohibida, ha cesado de existir, y, por ende, no puede iniciar querella
alguna; tambin en la mayor parte de los casos de conductas penalmente prohibidas, cuando en lugar del individuo afectado, aparece un rgano estatal que,
como acusador de oficio, pone en movimiento el procedimiento que lleva a la
aplicacin de la sancin. La esencia del derecho subjetivo, en el sentido tcnioo
especfico, tan caracterstico del derecho privado, reside en que el orden jurdico no confiere el poder jurdico a un "rgano" determinado de la comunidad,
sino a un individuo designado por la teora tradicional como "persona de
derecho privado", que normalmente es el individuo en cuyo respecto el otro
estaba obligado a cumplir determinada conducta, para reclamar mediante una
accin por el incumplimiento de esa obligacin; es decir, para poner en movimiento el procedimiento que lleve al dictado de la sentencia jurdica en la que
se estatuye una sancin concreta, como reaccin contra el incumplimiento de la
obligacin.
Como no es necesario que el sujeto de una obligacin sea solamente un
individuo, pueden ser sujetos de un derecho en el sentido tcnico, dos o ms
individuos, como titulares (sujetos) de un mismo derecho. Sujetos de un
derecho en sentido tcnico son dos o ms individuos, cuando en la obligacin
idntica al derecho reflejo, se trata de una conducta por cumplir con respecto
de dos o ms individuos, y cuando el poder jurdico de reclamar, mediante una
accin, por el incumplimiento de esa obligacin, puede ser ejercido por el uno
o el otro de esos individuos -es decir, alternativamente-, o bien solamente
mediante una accin comn de todos los individuos -es decir, cooperativamente.
En este poder jurdico conferido a un individuo, por regla general, est comprendida la facultad de introducir, por apelacin, un denominado recurso judicial en caso de que la sentencia judicial le fuera desfavorable, alegando que la
misma no se adecua al derecho; el procedimiento iniciado mediante ese acto
puede llevar a la revocacin de la sentencia recumda y a' su remplazo por otra.
Este poder jurdico no se restringe al individuo en cuyo favor existe la obligacin afirmada, sino que tambin se otorga al sujeto de la obligacin jurdica
mencionada. No slo el actor, sino tambin el demandado pueden apelar,
segn las disposiciones de los regmenes procesales modernos, contra una sentencia desfavorable. El ejercicio de este poder jurdico no se cumple, empero,
para lograr el cumplimiento de una obligacin jurdica, sino, al revs, para evitar
que se exija el cumplimiento de una obligacin pretendida pero que, en opinin
del demandado, no existe, o no existe en la medida pretendida. Como este
se trata del orden jurdico personificado como "voluntad estatal" -slo en las
formas de formulacin generales de las normas jurdicas constitutivas de ese
orden: en las leyes. La participacin de los sometidos a las normas en la legisiacin, es decir, en la produccin de normas jurdicas generales, es la caracte
rlstica esencial de la forma democrtica de Estado a diferencia de la forma
estatal autocrtica, en la cual los sbditos estn excluidos de toda intervencin
en la constitucin de la voluntad estatal, sin tener derechos polticos. La legislacin democrtica puede ser realizada en forma inmediata, por el "pueblo", es
decir, por los sometidos a las normas; a ello corresponde, en las denominadas
"democracias directas", el derecho subjetivo de cada cual a tomar parte en la
asamblea popular legisferante, tomando la palabra y votando en la misma.
O bien la actividad legislativa es efectuada por el pueblo slo mediatamente; es
decir, es ejercida por un parlamento elegido por el pueblo. Entonces, el proceso
de constitucin de la voluntad estatal se divide en dos etapas: la eleccin del
parlamento y la promulgacin de las leyes por los miembros electos del parlamento. En consecuencia, en este caso existe un derecho subjetivo de los electores, que configuran un crculo ms o menos grande, a saber, el derecho al voto;
y un derecho subjetivo de los electos -relativamente menos en nmero-, es
decir, el derecho a participar en las actividades parlamentarias, tomando la
palabra y votando. Se trata de derechos polticos.
Si se les caracteriza por el hecho de conceder a los derechohabientes una
participacin en la constitucin de la voluntad estatal, es decir, en la produccin de normas jurdicas, entonces tambikn el derecho subjetivo privado es un
derecho poltico, puesto que ste tambin permite participar al titular del derecho en la constitucin de la voluntad estatal. La misma se expresa en la
norma individual de la sentencia judicial, no menos que en la norma general
de la ley.
Junto al derecho de elegir un parlamento, cabe tomar en cuenta otros derechos de eleccibn tambin como derechos polticos. Segn las constituciones
democrticas, puede constituirse por eleccin, no slo el rgano legislativo, sino
tambin los rganos ejecutivos (administrativos) y judiciales. En tanto la funcin de esos rganos es una funcin de produccin de derechos, esos derechos
de eleccin otorgan un poder jurdico, que a m o el derecho de eleccibn de un
parlamento, impliu participar, no directamente, pero s indirectamente, en la
produccin de las normas que el rgano est facultado para producir.
El abarcar en un mismo concepto de derecho subjetivo al derecho subjetivo
privado, en sentido especfico -ese poder jurdico otorgado para reclamar por
el incumplimiento de una obligacin jurdica-, con el denominado derecho
subjetivo poltico, que tambin es un poder jurdico, slo es posible en la
medida en que ambos cumplen la misma funcin jurdica: la participacin de
los sometidos al derecho en la produccin del derecho; en cuanto en ambos se
expresa la funcin 3e produccin del derecho. Pero, al respecto, es necesario
152
HANS KELSEN
SS.
91 Cf.
E S T A ~ C AJUR~DICA
155
1-93
HANS KELSEN
legislativo facultado por el orden jurdico para producir normas jurdicas, y que
las funciones de los rganos judiciales y administrativos, facultados por el orden
jurdico para producir, en aplicacin de norma generales, nomas jurdicas individuales. En todos estos casos tenemos, como en el caso de la denominada
capacidad jurdica, una faoultad para producir normas jurdicas; en todos estos
casos, el orden jurdico otorga un poder jurdico a determinados individuos.
Pero no en todos los casos de concesin de un poder jurdico, es decir, de
facultamiento en el sentido estricto de la palabra, habla la teora tradicional
de capacidad jurdica. En cambio se habla en algunos casos, y sobre todo en
relacin con la funcin de ciertos rganos comunitarios, especialmente, de los
6rganos judiales y administrativos, de su "jurisdican" o "competencia". El
poder jurdico conferido a una "persona privada" de producir mediante un
negocio jurdico, nomas jurdicas, o de participer, mediante demanda, recursos.
quejas, o ejercicio del derecho a votar, en la produccin de normas jurdicas,
es decir, sus derechos subjetivos en el sentido tcnico de la palabra, no son
caracterizados como capacidad jurisdiccional o competencia.
En tanto se considera la funcin que se Configura mediante el ejercicio del
poder jurdico otorgado por el orden jurdico, no se justifica esta limitacin
del concepto de competencia. La capacidad contractual y el derecho subjetivo
-privado o politico- de un individuo son, en el mismo sentido, su "capacidad
jurisdiccional", o su "competencia", como la capacidad de determinados indivi- /
duos de hacer leyes, dictar sentencias judiciales o adoptar una resolucin admi-' 1
nistrativa. La terminologa tradicional oculta el parentesco esencial que se da
entre todas esas funciones, consistentes en el ejercicio de un poder judicial, en
lugar de expresarlas nltidamente. Cuando los individuos que celebran un negocio jurdico, cuando las personas que inician una demanda o queja en un procedimiento judicial o administrativo, que interponen recursos, que formulan apelaciones, son considerados "personas privadas", y no "rganos" de la comunidad
jurdica, negndose, con este fundamento, la designacin de "competencia" o
"jurisdiccin" al poder jurdico concedido, ello no puede provenir del contenido de sus funciones. Puesto que el contenido de la funcin es, en
ambos casos, el mismo, a saber: produccin de normas jurdicas. Debe advertirse, inclusive, que las "personas privadas" capacitadas para celebrar negocios
jurdicos, no slo pueden producir normas individuales, sino tambin normas
jurdicas gerierales, y que la produccin de normas generales por va contractual,
como los tratados que conforme al orden jurdico constitutivo de la comunidad
internacional, pueden ser celebrados por los Estados facultados al efecto por el
derecho internacional general, desempea un papel muy significativo. Sin
embargo, ni los Estados en el ejercicio de esa funcin, ni los individuos facultados por el derecho de un Estado, que celebran negocios jurdicos, son designados como "rganos" de la comunidad jurdica, y, por ende, no se considera
al poder jurdico conferido como su competencia o capacidad jurisdiccional.
Que en esos casos, los individuos que ejercen la funcin no sean designados
rganos de la comunidad jurdim, s610 puede provenir de que en el concepto
de rgano que aqu se utiliza, es decisivo otra cosa que el contenido de la
funcin.
c) 6 r g m jurdico. Organo de una comunidad es aquel individuo que ejerce
una funcin que puede ser atribuidaw a la comunidad, funcin, pues, de la
que se dice que la comunidad, pensada como una persona, la ejerce a travs
del individuo que acta como su rgano. Hay en esto una ficcin puesto que
no es la comunidad, sino un individuo humano el que ejercer la funcin. La
comunidad consiste en el orden normativo que regula el comportamiento de una
multiplicidad de individuos. Se dice, por lo tanto, que el orden constituye la
comunidad. Pero orden y comunidad no son dos objetos distintos. La comunidad formada por individuos - e s decir, lo que esos individuos tienen en comnse reduce solamente al orden que regula sus comportamientos. La conducta de
un individuo puede solamente ser atribuida a la comunidad constituida por el
orden normativo -y ello significa, sin incurrir en ficcin: ser refaida al orden
normativo constitutivo de la comunidad- cuando ese comportamiento se encuentra determinado, como condicin o consecuencia, en ese orden normativo.
Justamente es mediante la conducta del individuo atribuida a la comunidad,
interpretada como accin de una comunidad, que la comunidad es representada
como un sujeto actuante, como una persona. Es decir, la atribucin de una
funcin determinada por un orden normativo y cumplida por un individuo a la
comunidad constituida por ese orden, implica la personificacin de esa comunidad. Pero, con todo, en esa atribucin personificadora, no se expresa sino
que la conducta atribuida a la comunidad est determinada por el orden normativo constitutivo de ella, y en este sentido latsirno, autorizada por ella. Atribuir
un acto de conducta humana a la comunidad, no significa otra cosa sino referir
ese acto al orden constituyente de la comunidad, pensar el acto como un acto
autorizado por el orden normativo (en el sentido ms amplio de la palabra).
De ah que cualquiera conducta de un individuo, determinada por el orden
normativo, y autorizada por ste en ese sentido amplio, pueda ser atribuida a la
comunidad constituida por el orden normativo, e interpretada como funcin
de la comunidad; y todo individuo, cuya conducta el orden normativo determine,
y, en ese sentido, estk autorizada por aqul -es decir, todo miembro de la comunidad- puede ser considerado como rgano de la misma. Un individuo es
En &tos anteriores he designado a la operaci6n intelectual de que se trata como
"impntaci6n". Pero como con esa palabra sobre todo se dsigna la conexin normativa de
dos hechos, anloga a la connri6n causal, tnve que distinguir la imputati6n de una funti6n
a la comunidad como impntaci6n "cenbal", de la conexin normativa entre dos hechos,
como imputacin "perifQiaW. Esta terminologa no es muy satisfactoria, y lleva a equivoco~.Limito, pues, ahorn el nro de la palabra "imputacin" al enlace normativo entre
dos hechos.
84 Cf. tambih ia erporiti6n relativa al concepto de persona jurldia, infra, pp. 118 y SS.
14, 122.
normas jurdicas, as como la conducta obligatoria, pero no prohibida, y la conducta positivamente permitida, son atribuidas a la comunidad jurdica, considerndose nicamente al individuo rgano de esa comunidad en la medida en
que cumple la conducta "autorizada" por el orden juridico en los sentidos indicados. Con todo, como veremos, los usos lingsticos no son en a t e respecto
consecuentes. A veces se atribuye tambikn a la comunidad jurdica una ilicitud,
en especial cuando se considera a la comunidad sujeto de obligaciones, dado
que la capacidad de obligarse presupone la capacidad d e l i c t ~ a l .Pero
~ ~ la tesis
d e que la comunidad jurdica no puede incurrir en acto ilcito, implica que la
atribucin de ciertas conductas humanas a la comunidad jurdica est limitada,
en cuanto el ordm jurdico constitutivo de la comunidad jurdica, "faculta" a
esta a que el hecho ilcito, aun cuando se encuentre determinado en el orden
jurdico, no sea atribuido a la comunidad constituida por el orden jurdico, por
no tratarse de un acto "autorizado" en sentido estricto. Si se limita la atribucin a la comunidad en este sentido, el individuo que efecta el acto ilcito, sin
cumplir al hacerlo con una conducta "autorizada", es decir, al actuar fuera de
sus facultades, o fuera de su competencia, no es tenido por un rgano de la
comunidad, y su conducta no es interpretada como una funcin orgnica. S610
se atribuye a la comunidad jurdica aquella conducta a que se refiere el concepto
de capacidad jurdica, excluyendo el de capacidad delictual.
Si se elimina del concepto de funcin orgnica atribuible a la comunidad
jurdica, la realizacin de actos ilcitos, cabe entonces considerar funcin de
esa comunidad, y, en este amplio sentido, como funcin juridica, toda conducta determinada por el orden jurdico constitutivo de la comunidad, que no
sea realizar un acto ilcito, y no slo la conducta que, como funcin jurdica
en el sentido estrecho y especfico de la palabra, as cabe designar. A saber: no
slo la produccin y aplicacin de normas jurdicas, inclusive la participacin en
la produccin y aplicacin de esas normas a travs de la demanda judicial, los
recursos, querellas (incluyendo el ejercicio de un derecho subjetivo en el sentido tcnico de la palabra), as como la ejecucin de los actos de coaccin
estatuidos por el orden jurdico -es decir, las funciones de produccin y
aplicacin del derecho-, sino tambin el cumplimiento de obligaciones juridicas, el ejercicio de derechos reflejos y de derechos consistentes en una
permisin positiva, una funcin que podra ser denominada funcin de acatamiento al derecho. Como rgano jurdico, es decir, como rgano de la comunidad jurdica, aparecera entonces todo individuo que desempea una funcin
jurdica, en sentido estricto O lato. De ah que puede designarse al individuo
que ejerce un poder jurdico que le ha sido conferido, sea que inteiponga una
demanda judicial, o celebre un negocio jurdico, como rgano de derecho,
97 Cf. las exposiciones relativas a la capaadad delictual de las colectividades considendas
personas jurdicas, infra, p. 185 y SS.
9s Cf. infra, p. 304, lo dicho con respecto del problema de los actos ilcitos del Estado.
164
HANS gELSEN
constituyendo el poder jurdico que se le ha conferido, su competencia o capacidad jurisdiccional, y eiio en el mismo sentido en que se considera rgano
al legislador, al juez o al funcionario administrativo, y se denomina "competencia" al poder jurdico que se les otorga. Hasta el individuo que cumple con
su obligacin jurdica, que ejerce un derecho reflejo o utiliza una permisin
positiva, puede ser considerado rgano jurdico. En este concepto de funcin
orgnica no se expresa sino la relacin de la funcin con el orden normativo,
constitutivo de la comunidad, que la determina.
En los usos jurdicos del lenguaje, con todo, el concepto de rgano es empleado en un sentido ms limitado an del que se acaba de exponer. No toda
conducta determinada por el orden jurdico, no calificada como ilcita, es atribuida a la comunidad de derecho, es interpretada como funcin de la comunidad de derecho; no todo individuo que cumple semejante funcin, es den*
minado "rgano" en este sentido ms estricto. Su conducta solamente es
atribuida como funcin a la comunidad de derecho, y el individuo que cumple
la funcin slo es designado "&gano", cuando ese individuo est caracterizado
de determinada manera.
Cuando en un orden normativo ciertas funciones determinadas no pueden
ser desempeadas, conforme al orden, por cualquier individuo sujeto al mismo,
sino solamente por ciertos determinados individuos calificados, tenemos una
divisin funcional del trabajo. S610 en cuanto se trata de funciones, determinadas por el orden jurdico, desempefiadas mediante divisin del trabaja, es
decir, por determinados individuos calificados, las mismas son atribuidas a la
comunidad jurdica, y slo los individuos que actan mediante divisin del
t+ajo, es decir, determinados individuos calificados, son denominados "6rganos" en este sentido ms estricto. Las comunidades que cuentan con "rganos"
son denominadas comunidades "organizadas", entendindose por comunidades
"organizadas" aquellas que cuentan con rganos que funcionan conforme a
una divisin del trabajo. Toda comunidad necesita tener rganos, aunque no
funcionen con divisin del trabajo, puesto que una comunidad slo puede
funcionar a travs de sus rganos, a decir, mediante individuos determinados
por el orden normativo constitutivo de la comunidad. Cuando un orden normativo determina que ciertas funciones por l previstas pueden ser desempefiadas, bajo determinadas condiciones, por cualquiera de los individuos some
tidos a ese orden, todo individuo puede ser visto, al qercer la funcin para
que se le faculta, como rgano, y la funcin que ha de ser atribuida a la comunidad constituida por el orden, al no darse ninguna divisin del trabajo, podr
ser cumplida como la prevista por el orden. Pero en el uso lingstico dominante, los individuos que dempean funciones sin divisin del trabajo, no
son denominados "rganos", y la funcin desempeiada sin divisin-del trabajo no es atribuida a la comunidad.
Estado, en igual forma que la funcin del parlamento determinada por el orden
jurdico, o la del jefe del Estado en la comunidad jurdica. La distincin entre
la funcin del elector y la del rgano electo reposa en que el miembro del
parlamento, o la del individuo que acta como jefe de Estado, no debe satisfacer slo, como en el caso del elector, ciertas condiciones naturalmente dadas
-como sexo, edad, salud mental-, sino tambin haber sido nombrado mediaute un acto especfico para desempear sus funciones. Este es tambikn, evidentemente, el fundamento por el cual los negocios jurdicos celebrados por los
individuos facultados al efecto, es decir, las normas jurdicas individuales y
generales producidas mediante negocios jurdicos, no son vistas como establecidas por la comunidad jurdica, sino que se supone que los individuos que
desempean esas funciones lo hacen como "personas privadas", pese a que uno
se incline a considerar todo derecho (con exclusin del derecho internacional)
como derecho estatal, y, en consecuencia, debera verse a los individuos que
celebran negocios jurdicos como rganos del Estado. De ah que cuando los
procedimientos judiciales tienen que ser iniciados con un acto dirigido a ello.
en un caso ese acto es el acto de un querellante privado, mientras que en otro
caso, se trata del acto de un acusador pblico, el acto de un rgano estatal:
el fiscal del Estado, aunque la funcin de ambos sea esencialmente la misma;
de ah que el derecho internacional producido por la costumbre de los Estados
y por tratados interestatales, no sea visto como creacin de la comunidad internacional, sino como una creacin de los sujetos sometidos al orden intemacional, sin considerar a esos Estados, en su funcin de creacin y aplicacin del
derecho, como rganos de la comunidad internacional.
Junto al concepto de rgano, cuyo criterio -fuera de ciertas cualidades generalmente exigidas, naturalmente dadas, como edad, sexo, salud psquica o corporal-, reside en la designacin inmediata o mediata para desempear la
funcin determinada por el orden jurdico, en la terminologa tradicional se
recurre al concepto de rgano, agregando como criterio calificatorio un status
personal del individuo que ejerza la correspondiente funcin. El individuo as
calificado es designado "funcionario"; en qu consista esa calificacin particular, ese status personal del "funcionario", es cosa que ms adelante se investigar.08 Por cierto que existen rganos estatales con funcionarios y sin funcionarios. Los miembros electos de un cuerpo legislativo son rganos del Estado,
pero no son funcionarios del Estado. No s6l0 las funciones jurdicas, en el
sentido estricto de funcin de produccin y de aplicacin del derecho, sino
tambih las funciones de acatamiento del derecho, cuando son desempeadas
por individuos calificados como funcionarios estatales, son atribuidas al Estado
y consideradas funciones estatales. Se trata de funciones del ms variado tipo,
que constituyen el contenido de las obligaciones profesionales impuestas a esos
89
315 y s.
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174
315 y s.
tico. Si -como se ha supuesto en lo que antecede- un hombre est jurdicamente obligado a determinada conducta cuando su conducta contraria es condicin de una sanQ6n dirigida contra 61 (o contra sus allegados), es decir,
cuando con su conducta puede provocar una sancin, una consecuencia jurdica, tiene que ser capaz de hecho y, por lo tanto, capaz de cometer un delito,
para ser capaz de obligarse. Los nios y los enfermos mentales no tienen,
empero, capacidad delictual y, por ende, carecen de capacidad de obligarse.
Su conducta no es condicin de una sancin. Si la conducta de un nio o
de un enfermo mental produce la muerte de otro hombre, por tratarse de esa
conducta, y aunque la accin haya sido efectuada intencionalmente, no es castigado ni el autor ni ninguna otra persona. Ni el nio, ni el enfermo mental,
ni nadie es responsable del hecho. Si sucediera, en tal caso, que el padre del
nio fuera castigado, el delito penado ns es el homicidio, sino la violacin
de la obligacin del padre de cuidar del nio, impidiendo as los comportamientos socialmente perjudiciales de ste. La conducta del nio o del enfermo
mental, que en cuanto conducta de un hombre capaz de hecho constituira
el delito de homicidio, no es delito en cuanto conducta de un nio o un enfermo mental. El nio y el enfermo mental no tienen las obligaciones jurdicas
constituidas a travs de la sancin penal, en tanto sus conductas no son condicin de una sancin penal, y por cuanto no pueden comportarse en forma
de suscitar la sancin penal, siendo as incapaces delictivamente y, en ese sentido, incapaces de hecho.
No pareciera, con todo, aplicarse tal conclusin a los delitos que se configuran mediante una multa pecuniaria o una ejecucin civil. Puesto que esas
sanciones consisten en la privacin coactiva de valores patrimoniales, en especial, de la propiedad; y el incapaz de hecho puede, conforme a la teora tradicional, contar con derechos patrimoniales y, en especial, ser propietario. No
es capaz de hecho, pero s lo sera de derecho. As, un ni50 o un enfermo
mental puede, conforme a esta teora, ser propietario de una casa y de los
objetos que all se encuentran, como muebles, cuadros, platera, etctera; si
no se pagara el impuesto inmobiliario, puede llevarse a cabo una ejecucin
forzosa contra el patrimonio de propiedad del incapaz de hecho. De ah se
podra concluir que el incapaz de hecho, al ser sujeto de derechos patrimoniales, tambin es sujeto de la obligacin de pagar el impuesto inmobiliario.
Con argumentos anlogos podra considerarse al incapaz de hecho, en tanto
sujeto, en general, de derechos patrimoniales, como sujeto de todas las obligaciones jurdicas constituidas mediante una ejecucin civil. S610 si sujeto de
una obligacin jurdica es el individuo que, con su conducta, puede cumplir
o violar la obligacin, y si la obligacin a que aqu nos referimos slo puede
ser cumplida o violada por el r&resentante legal, el sujeto de la obligacin
sera el representante legal, y no el incapaz de hecho. De que el incapaz de
hecho pueda ser sujeto de derechos patrimoniales, slo puede extraerse la con-
clusin de que es responsable de la violacin de obligaciones jurdicas patrimoniales, y en cuanto el disponer de su patrimonio corresponde al representante
legal, slo sera patrimonialmente responsable, pero no personalmente responsable. Si se admite que un individuo, por ser incapaz de hecho, no puede ser
sujeto de una obligacin jurdica y, adems, si se acepta que un individuo
es sujeto de una obligacin jurdica patrimonial cuando la obligacin tiene
que ser cumplida con su propio patrimonio, y no con el patrimonio de otro,
rechazando tambin ver en el representante el sujeto de la obligacin referida,
dado que tiene que cumplir esa obligacin, como obligacin jurdica patimonial, no con su patrimonio, sino con el patrimonio que, conforme a la
teora tradicional, es del incapaz que representa, tendramos una obligacin
sin sujeto, en cuyo respecto, el representante legal, que dispone.del patrimonio
contra el cual se dirige la sancin, no sera responsable en caso de incumplimiento con su propio patrimonio, pero s con su persona. La teora tradicional
rehye considerar al representante sujeto de la obligacin que tiene que satisfacer con el patrimonio del incapaz, y que puede violar no cumplindola. Por
la otra parte, se intenta evitar el supuesto de una obligacin sin sujeto.lM
Considera como sujeto de la obligacin en cuestin al incapaz de hecho, es
decir, se atribuye esa obligacin al incapaz de hecho. La obligacin cuyo contenido lo constituye la conducta del representante, es atribuida al incapaz que
representa, dado que aqulla -como obligacin jurdica patrimonial- debe
ser cumplida en un patrimonio que, segn la teora tradicional, es patrimonio
del incapaz, y no patrimonio de su representante, y dado que la sancin, en
caso de incumplimiento, recae sobre ese patrimonio. Es decir, el representante
-presuponiendo que el patrimonio en cuestin sea considerado patrimonio
del incapaz de he&+ debe cumplir la obligacin en cuestin por el incapaz
de hecho, es decir, en inters del incapaz de hecho; puesto que por el hecho de
que sea el representante quien cumple la obligacin, evita la privacin coactiva de propiedades de un patrimonio que es considerado como patrimonio
del incapaz de hecho. La posibilidad de considerar la obligacin, en cuanto
tal, como obligacin del incapaz de hecho, reposa, por lo tanto, en la posibilidad de considerar al incapaz de hecho como sujeto de derechos.
Si se entiende por derecho subjetivo el poder jurdico, es decir, la capacidad
que el orden jurdico confiere a un individuo, para hacer valer en derecho,
mediante una accin, el incumplimiento de una obligacin jurdica que otro
individuo tiene en su respecto, entonces el incapaz de hecho no puede tener
ningn derecho subjetivo, dado que carece de esa capacidad de actuar. S610
su representante legal tiene esa capacidad. A l, al representante, y no al nio
o al enfermo mental, confiere el orden jurdico ese poder jurdico. Pem el
representante est obligado a ejercer ese poder jurdico segn el inters del
ia En h teora tradicional se plantea, en general. la cuestin de si puede haber derechos
sin sujeto. Cf. infia. p. 165.
incapaz que representa. Si se trata de un derecho de propiedad, las obligaciones cuya violacin el representante legal har valer mediante acciones, son
obligaciones relativas al representante legal, a quien corresponde la disposicin
de la cosa en propiedad. Admitir esos actos de disposicin, a decir, no impedir ni intervenir de alguna manera, es obligacin de todos los otros. Pero
el representante legal est obligado a disponer de la cosa slo en inters del
incapaz que representa, es decir, especialmente, dejar al incapaz de hecho el
uso y disfrute de la cosa, en la medida en que est en condiciones de hacerlo.
Si existe un derecho personal, como reflejo de una obligacin de hacer, la
misma debe ser cumplida a favor del representante legal, pero ste est obligado a hacer que la prestacin sea recibida por el incapaz de hecho que representa. Estas limitaciones impuestas al representante legal son la razn por la
mal la teora tradicional no acepta que el representante sea el sujeto de los
derechos aludidos, atribuyndoselos al incapaz de hecho. Si no se define, en
cambio, el derecho subjetivo como un poder jurdico, sino como un inters
jurdicamente protegido, cabe por cierto considerar al incapaz de hecho, en
cuyo inters el representante legal ejerce el poder jurdico delegado, sin ninguna atribucin ficticia, sujeto de un derecho subjetivo y, por ende, capaz de
derecho. El presupuesto de esta tesis, es decir, la definicin del derecho subjetivo como un inters jurdicamente protegido, no es admisible por las razones
aqu expuestas.
Si se sostiene firmemente que $610 est jurdicamente obligado a determinada conducta el individuo que mediante su propia conducta contraria, viola
la obligacin, teniendo que ser, por ende, capaz de hecho; si se sostiene adems
que un derecho subjetivo, como un poder jurdico especfico, slo puede corresponder a un capaz de hecho, la situacin objetiva existente slo puede ser
descrita, sin atribuciones ficticias, interpretando las obligaciones y derechos
en cuestin como obligaciones y derechos del representante legal, que ste debe
cumplir o ejercer en inters del incapaz de hecho que representa. De igual
ndole son las obligaciones y derechos que se producen mediante negocios
jurdicos, que el representante legal, mediante el poder jurdico que se le confiere, celebra en nombre del incapaz de derecho que representa. Si las obligaciones y derechos aqu aludidos, en razn de las limitaciones impn&s al
representante legal para cumplirlas o ejercerlos en inters del incapaz de hecho
que representa, no pueden ser interpretados como obligaciones y derechos de
este ltimo, slo pueden ser considerados obligaciones y derechos sin sujeto. 'Oa
'"El problema de los derechos sin sujeto se presenta, especialmente, en el caso de la
denominada herencia vacante. Segn el derecho sucesorio romano, los derechos constitutivos
del patrimonio del causante, s61o pasaban a los herederos testamentarios mediante una
declaracin de voluntad de &tos en este sentido. La herencia vacante (hereditas iacens)
esta constituida por los derechos patrimoniales en el lapso entre la muerte del causante y
la aceptacin voluntaria de los herederos, y fue vista por algunos como carente de titular,
como un conjunto de derechos sin sujeto. Para mantener la tesis de que no pueden dame
representante legal, quien efectivamente realiza la conducta jurdicamente relevante. S610 con el auxilio de esta ficcin puede verse a la comunidad como
una persona activa; puede considerarse al incapaz de derecho como capaz de
actuar y, por ende, como capaz de derecho, es decir, como sujeto de obligaciones y derechos.
Junto al representante legal de incapaces de hecho, existe tambin la as
llamada representacin convencional de individuos capaces de hecho. Esta se
distingue de aqulla por no ser obligatoria en el caso concreto; por no estar
inmediatamente establecida por ley, como en el caso de la representacin legal
que el padre ejerce con respecto del hijo, o el tutor designado de oficio,
administrativamente, para el incapaz de hecho, quienes deben cumplir la funcin asignada como representantes, sino que es libremente establecida mediante
un negocio jurdico en el cual un individuo capaz de derecho faculta a otro
(le otorga poder) para cumplir determinadas obligaciones, ejercer ciertos derechos y, en especial, para crear mediante ciertos negocios jurdicos, derechos
y obligaciones. En relacin con la concertacin de negocios jurdicos, se suele
distinguir a veces entre representacin mediata e inmediata. Se habla de una
representacin mediata cuando la realizacin dei negocio jurdico por el apoderado se efecta en f o ~ tal
a que las obligaciones y derechos producidos por
el negocio jurdico, son primeramente obligaciones y derechos del apoderado,
y slo despus, mediante posteriores transacciones son transferidos al poderdante. No tenemos aqu, en sentido especfico, una representacin, dado que
no se atribuye a otro ni los negocios jurdicos, ni las obligaciones y derechos
producidos por esos actos. El acto jurdico contractual, el negocio jurdico, es
considerado como efectuado por el apoderado, y no por el poderdante, y, las
obligaciones y derechos producidos por ese acto no son ficticiamente atnbudos
al poderdante, sino que le son transferidos efectivamente. Se habla de repre
sentacin inmediata cuando un negocio jurdico llevado al cabo con base en
un mandato (poder), tiene efectos jurdicos inmediatos, segn el derecho
aplicable, con respecto del poderdante, 'de suerte que las obligaciones producidas por el negocio jurdico slo pueden ser cumplidas, o violadas, por el poderdante; los derechos creados por el negocio jurdico s610 pueden ser ejercidos
por el poderdante. La representacin, en sentido especfico, slo aparece cuando
la situacin es entendida como si el poderdante actuara a travs del apoderado.
Si se rechaza esa atribucin como ficticia, no correspondera hablar de representacin, sino de un negocio jurdico, en especial, del negocio jurdico consistente en contratar en beneficio, o a cargo, de un tercero. El negocio jurdico
en favor de un tercero es un negocio jurdico mediante el cual se producen
obligaciones y derechos de un tercero distinto del individuo que intervino
en el negocio mismo; en donde ese tercero tiene que ser capaz de hecho para
poder ser sujeto de esas obligaciones y derechos. No hay ocasin aqu, pues,
para una atribucin, a diferencia del caso de la representacin legal, donde
facultad, constituyendo as tambin sujetos de derecho (en el sentido tradicional), cosa que no siempre es necesaria y que nunca se presenta en el caso
de los rganos legislativos, las relaciones entre esos individuos y los individuos
obligados o facultados por las normas que ellos producen o aplican, constituyen tambin relaciones entre sujetos de derecho; pero, en primer trmino, son
relacin entre sujetos obligados, a saber: los sujetos de la obligacin de producir o aplicar normas jurdicas y ios sujetos de las obligaciones estatuidas
por esas normas; y slo en segundo termino, relaciones entre los sujetos obligados a producir o aplicar normas jurdicas y los sujetos de los derechos
subjetivos estatuidos por esas normas. Estos derechos subjetivos no son reflejos de esas obligaciones, es decir, de las obligaciones del rgano de producir
o aplicar normas jurdicas, sino reflejos de las obligaciones que son establecidas mediante esas normas. Tampon, cabe hablar, en ese caso, de una relacin
de subordinacin y superioridad, dado que los individuos que producen o aplican
normas jurdicas, en tanto sujetos obligados a hacerlo, se encuentran al mismo
nivel que los sujetos obligadas o facultados por esas normas. Ello sucede
especialmente cuando se trata de la relacin en que -segn la forma usual
de exponerlo- el Estado, como sujeto de un negocio jurdico, sea como comprador o vendedor, se enfrenta a una persona privada; cuando el acto jurdico
de uno de los dos individuos que actan en el negocio jurdico, as como la
obligacin o el derecho reflejo producido por ese negocio jurdico, es atnbuido, por cualquier fundamento, al Estado como persona jurdica. S610 en el
ejercicio de un poder jurdico, esto es, en la produccin o aplicacin de
normas, puede verse a ciertos individuos como subordinados a otros, cuando
quedan obligados, o son facultados, por las normas que los otros producen
o aplican. S610 "supraordinadas" a los individuos obligados o facultados por
las normas jurdicas, son las normas mismas que estatuyen esos deberes y
derechos, y no los individuos que producen o aplican las normas, puesto que
stos se encuentran subordinados al orden jurdico mismo, en cuanto deben
acatar las normas jurdicas que los facultan a desempear su funcin. Cabe
advertir que cuando se representa a los individuos como "subordinados" a las
normas del orden jurdico, y las normas de ese orden como "supraordinadas",
se recurre a una metfora espacial con la cual no se expresa sino que las nomias
del orden jurdico ordenan, facultan o permiten positivamente la conducta de
individuos; que las normas del orden jurdico tienen como contenidos la conducta de individuos. Si se acepta literalmente la metfora espacial, parecera
darse una relacin entre el orden jurdico y los individuos cuya conducta las
normas del orden jurdico determina. Pero entre una norma y la conducta
humana que configura su contenido no puede darse relacin alguna, dado
que la norma constituye con su contenido una unidad inescindible.
Desde el punto de vista de un conocimiento orientado al derecho, es decir,
a las normas jurdicas, slo son consideradas relaciones entre normas jurdicas
econmica o poltica, relacin que, por decir as, el orden jurdico encontrara
en el material social, sufriendo slo su determinacin externa a travs del
orden jurdico. Pero asl como el derecho subjetivo no es un inters protegido
por las normas jurdicas, sino que consiste en la proteccin provista por esas
normas, la relacin jurdica no es una relacin vital que fuera determinada
externamente por las normas jurdicas, como si se tratara de un contenido
disfrazado, por decir as, bajo una forma jurdica, sino que es esa forma misma.
Es decir, la relacin establecida al configurarse justamente a travs de las
normas jurdicas. La relacin jurdica del matrimonio, por ejemplo, no constituye un complejo de relaciones sexuales y econmicas entre dos individuos
de sexo diferente, que recibe una forma especfica a travs del derecho. Sin
orden jurdico no hay cosa alguna que sea algo as como matrimonio. El matrimonio, como relacin jurdica, es una institucin jurdica, lo que significa:
un conjunto de obligaciones jurdicas y de derechos subletivos en su sentido
tcnico especfico y; por lo tanto, un conjunto de normas jurdicas. Las relaciones que aqu interesan, son relaciones entre normas jurdicas, o relaciones
entre ciertos hechos determinados por normas jurdicas. Para un conocimiento
orientado al derecho como sistema de normas, no existe ninguna otra relacin
jurdica. Pero tambin desde el punto de vista de una consideracin orientada
exclusivamente a la realidad fctica, debe aceptarse que el derecho -que aqu
quiere decir: las representaciones que los hombres tienen, provocadas por un
orden jurdico presupuesto como vlido- puede crear relacin fctica entre
los hombres, que, sin esas representaciones -como motivos de la conductano se habran originado, no podran constituirse sin 61.
ESTTXCA
jVR01ca
179
184
HANS XELSEN
del vendedor, el proceso penal del funcionario fiscal no se dirige contra 10s
miembros, sino contra la asociacin en cuanto tal; y la ejecucin coactiva no
se cumple sobre los patrimonios de los miembros, sino sobre el patrimonio
de la asociacin. Hay casos, por cierto, en que el patrimonio societario no
alcanza, pudiendo entonces dirigirse la ejecucin forzosa sobre el patrimonio
de los miembros, es decir, casos en que la responsabilidad por el delito no
queda limitada a1 patrimonio del grupo, sino en que tambin los miembros
responden con sus patrimonios del delito. Pero el caso de la responsabilidad
limitada de la asociacin es justamente aquel en que pareciera estar muy pr6xima la admisin de una personalidad juridica del grupo.
En la exposicin de las relaciones jurdicas de un grupo, como personalidad
jurdica, aparecen dos tipos diferentes de enunciados. Por un lado la afirmacin
de que el grupo, como persona actuante, efecta ciertos actos, en especial
actos jurdicos, lleva a cabo un negocio juridico, por ejemplo, celebrando un
contrato, presenta una demanda, cumple una obligacin jurdica, O lesiona
con su comportamiento una obligacin jurdica, es decir, incurre en un delito.
As como que es sujeto de obligaciones jurdicas y de derechos subjetivos, en
cuanto el orden jurdico le impone obligaciones y le confiere derechos subjetivos. Con un enunciado del primer tipo, que se refiere al grupo como una
persona activa, siempre se describe la conducta de un hombre determinado,
mediante la cual la persoiia jurdica acta. Se trata siempre de la accin u
omisin de un hombre determinado que es interpretada como la accin u omi:
sin del p p o , referida a la persona jurdica y atribuida a ella. El hombre,
a travs del cual el p p o acta como persona jurdica, y cuyo comportamiento
es atribuido al grupo, es designado como rgano de la asociacin. El problema
de la asociacin, como persona activa, es el problema, ya tratado aqu, del
rgano comunitario, es decir, e! problema de la atribucin de la funcin desempeada por determinado individuo a la comunidad. Referido este problema
a la persona jurdica de la asociacin, la cuestin radica en establecer bajo
qu condiciones se interpretar la conducta de un hombre como conducta de
un grupo como persona jurdica; bajo qu condiciones se podr referir esa
conducta y atribursela a la persona jurdica;lo8 bajo qu condiciones un
hombre, en su carcter de rgano de una asociacin, ejecuta u omite determinada accin. Estrechamente relacionado con ello se encuentra el problema de
la asociacin como sujeto de obligaciones y de derechos subjetivos. Dado que
las obligaciones y los derechos subjetivos slo pueden tener por contenido
conducta humana, el orden jurdico slo puede imponer obligaciones o conce
der derechos a seres humanos. Con la afirmacin de que la asociacin, como
persona juridica, es sujeto de obligaciones y derechos, se describen obligaciones
y derechos que siempre son obligaciones y derechos de determinados hombres,
108 Cf.
SS.
186
HANS KELSEN
SS.
pp. 289 y
SS.
palabra, esto es, un poder jurdico, sino tambin iina permisin positiva.
Estas obligaciones y derechos de la agrupacin son, en parte, los estatuidos
por el orden jurdico estatal, y en parte los estatuidos por el estatuto social,
fundndose en una autorizacin otorgada por el orden jurdico estatal. Los
primeros son obligaciones y derechos externos de la asociacin, los segundos,
internos. Pero el estatuto puede tambin normar obligaciones y derechos de
los miembros que no sern interpretados como propios de la asociacin, ni le
sern atribuidos. Externa, por ejemplo, es la obligacin de una asociacin de
pagar determinado impuesto, o el derecho de celebrar negocios jurdicos, O
de reclamar mediante una accin por el incumplimiento de obligaciona asumidas en su respecto, o el derecho a participar en una eleccin poltica, O de
dedicarse a ciertas actividades industriales. Interna, por ejemplo, es la obligacin de la asociacin de distribuir entre sus miembros las ganacias, el derecho
de obtener de sus miembros, como socios, determinada contribucin. El derecho correspondiente, el de obtener una participacin en las ganancias, y la
obligacin correspondiente, la de efectuar una contribucin como socio, son
considerados, con todo, derecho y obligacin de los miembros, no de la asociacin. En lo que hace a la cuestin de la esencia de la agrupacin como
persona jurdica slo se consideran las obligaciones y derechos que pueden ser
interpretados como propios de la asociacin.
Obligaciones y derechos tienen siempre, como ya se subray, como contenido la conducta de determinados hombres. Cuando el orden jurdico estatal
impone obligaciones o estatuye derechos, que sern entendidos como propios
de la asociacin; cuando se habla de las obligaciones y derechos de una asociacin, slo puede tratarse de obligaciones cuyo cumplimiento o violacin,
y de derechos cuyo ejercicio se efecta a traves del comportamiento de individuos pertenecientes a la asociacin. Y cuando se atribuyen a ella esas obligaciones y derechos, son esos individuos, en su calidad de rganos de la
misma, los que deben cumplir o violar las obligaciones en cuestin, o ejercer
los derechos referidos. De ah que sea el orden jurdico estatal, cuando -como
suele decirse- impone obligaciones a una sociedad, o le otorga derechos, el
que determina nicamente el elemento material de la conducta que es contenido de la obligacin o del derecho, dejando la determinacin del elemento
personal, es decir, del hombre que cumplir la obligacin o ejercer el derecho,
al estatuto, de suerte que la relacin entre el orden jurdico estatal y la persona
jurdica que l obliga o faculta, es la relacin entre dos rdenes jurdicos:
uno total y otro parcial. De esa manera se diferencia la manera en que el orden
jurdico estatal -hablando con la terminologa tradicional-, obliga o faculta
a una asociacin, como persona jurdica, de la manera en que ese mismo orden
jurdico estatal obliga o faculta a una persona fsica. En el ltimo caso, el
orden jurdico estatal determina inmediatamente no slo el elemento material,
p. 156.
jurdico estatal, y, fundndose en ese orden estatal, slo puede facultar para
el cumplimiento, pero no para la violacin de esas obligaciones, resultar
que la asociacin no tiene capacidad delictiva. Pero como nada impide atribuir a la asociacin el cumplimiento de la obligacin a que el rgano es estatutariamente facultado, es posible considerarla sujeto de una obligacin que
puede cumplir, pero que no puede violar, mnsiderndosela en un sentido limitativo, como capaz de obligarse sin que aparezca como capaz de delinquir.
El reproche de que tal cosa es inaceptable, habida cuenta del concepto aqu
desarrollado, de obligacin jurdica, segn el cual slo es capaz de obligarse
quien es capaz de delinquir, carece de objeto puesto que la situacin efectiva,
descrita sin recurrir a la operacin ficticia de atribucin, muestra que slo
el individuo, y no la asociacin, puede estar jurdicamente obligado y ser capaz
de obligarse, y que es su conducta la que puede cumplir o violar la obligacin.
D e que, en el primer caso, considerndosele rgano de la asociacin, se atribuya su conducta a la misnia, no se sigue necesariamente, de que tambin
deba considerrsele en igual foriiia eri el segundo caso, y que su conducta
tenga que ser atribuida a la asociacin. Esta atribucin siempre es posible,
pero nunca necesaria. De heclio, con todo, la asociacin es vista como capaz
de delinquir, es decir, efectivamente se le atribuyen, en los usos del lenguaje,
el incumplimiento de ciertas obligaciones estatuidas por el orden jurdico
estatal. Se afirma que una sociedad, como persona jurdica, ha dejado de pagar
un iiiipuesto que le corresponda, incurriendo as en un delito punible; se dice
que una sociedad, como persona jurdica, ha omitido pagar el alquiler de una
casa por ella alquilada, ha omitido pagar el precio de una cosa por ella comprada, incurriendo as en un delito civil; es decir, se atribuye a la asociacin
el correspondiente delito, se considera a la asociacin como autor del delito,
como delincuente, pudiendo scr considerada, en consecuencia, como sujeto
de las obligaciones violadas -o cumplidas- mediante esos actes delictuosos;
es decir, cabe tambin atribuirle esas obligaciones. Pero si se atribuye a la
asociacin no slo el cumplimiento de las obligaciones, sino tambin la violacin de las mismas, debe admitirse que el individuo facultado por el estatuto
para dar cumplimiento a esas obligaciones, tambin es rgano de la asociacin cuando acta fuera de esas facultades en sentido estricto, cuando no
cumple, sino que con su conducta viola, las obligaciones impuestas a la asociacin. Ello es perfectamente posible cuando se admite que mediante la atribucin de una conducta humana a una asociacin slo se expresa que esa
conducta de alguna manera est determinada por el estatuto constitutivo de
la asociacin; que la atribucin a la asociacin slo expresa la referencia a los
estatutos. Y que la conducta contraria a la obligacin, a la cual el orden jurdico estatal enlaza una sancin, est como se mostr en lo anterior, determinada por el estatuto, en cuanto ste determina cul sea el individuo que
con su conducta pueda cumplir o violar la obligacin. Cuando, por ejemplo,
192
M N S -EN
el estatuto estatuye que los impuestos que el orden jurdico estatal impone
a la asociacin deben ser pagados por determinado rgano societario, con dinero extrado de su patrimonio, slo ese rgano puede dejar de cumplir la obligacin de pagar el impuesto; y, por ende, esa conducta, que viola la obligacin de la sociedad, y que est directamente determinada por el orden jurdico
estatal, esta tambin indirectamente cudeterminada por el estatuto.
Cuando una conducta prohibida por el orden jurdico estatal, un delito,
no es atribuido a una asociacin, ello sucede porque el estatuto que facultara,
en el sentido estricto de la palabra, a tal conducta, sera, por regla general,
tan nulo o anulable, conforme al orden jurdico estatal, como un contrato
que obligara a una de las partes a llevar a cabo una conducta jurdicamente
prohibida. Pero no es necesario que las cosas as se presenten. No es imposible
que, conforme al orden jurdico estatal, tenga valida el estatuto que faculte
a una conducta prohibida segn aquel orden. Si el rgano social estuviera
facultado, o inclusive obligado, por el estatuto, a cumplir la conducta que el
orden jurdico estatal prohibe, es decir, en este segundo caso, que el estatuto
enlazara a la conducta contraria una obligacin, impuesta por el orden jurdico estatal, de reparar los daos provocados por esa conducta, se presentara
la situacin ya dichana en que tanto una conducta determinada, como su
contraria, son condiciones de una sancin, a saber: la primera conducta es
condicin de la sancin dirigida contra el rgano, y la segunda, condicin de
la dirigida contra la asociacin. 11' La situacin puede ser descrita en dos enunciados jurdicos que no se contradicen lgicamente. Pero la situacin que as
se describiera, es, desde un punto de vista poltico-jurdico, altamente indeseable. Para evitarla, el orden jurdico estatal puede determinar que la obligacin
estatutaria de llevar a cabo una conducta prohibida por el orden jurdico
estatal, sea considerada invilida; es decir, nula o anulable. Si tal cosa no pasa,
cabe que el delito cometido, de acuerdo con el estatuto, por el rgano social,
sea atribuido a la asociacin misma que el estatuto constituye, cuando la
atribucin queda limitada a una conducta autorizada, en sentido estricto,
por el estatuto. De hecho no corresponde considerar siempre como nulas o
anulables las normas de un estatuto social cuando facultan conductas antijurdicas. La asamblea de una sociedad annima por acciones puede resolver,
fundndose en el asesoramiento favorable de su consejero jurdico, no pagar
determinado impuesto, impartiendo al rgano social correspondiente las iiistmcciones pertinentes. Si, en consecuencia, el impuesto no es pagado, pero la
autoridad fiscal resuelve, en un proceso fiscal dirigido contra la sociedad
annima, que la falta de pago del impuesto constituye un delito, condenn118 Cf.
1%
HANS MLSEN
p) Responsablidad de la F r s o m jurdica. Si se excluye la responsabilidad delictiva de la persona colectiva, ello de ninguna manera excluye la posibilidad
de su responsabilidad; slo que no se trata de responsabilidad de la agrupacin
por un delito propio, es decir, atribuible a ella, sino de una respoiisabilidad por
delito ajeno, esto es: responsabilidad por el delito en que ha incurrido un
individuo determiaado por el estatuto para cuinplir esa obligacin. Responsable de un delito es el individuo contra el cual se dirige el acto coactivo que
funciona como sancin, acto condicionado por el delito. Cuando la sancin
consiste en la privacin coactiva de valores patrimoniales, responde el individuo, que tiene la disposicin de su patrimonio y contra el cual se dirige el
acto coactivo, con su persona; y el individuo, que es sujeto de los derechos
subjetivos en que el patrimonio consiste, con su patrimonio sobre el cual se
cumple la ejecucin forzosa. En el caso de una agrupacin, la disposicin sobre
el patrimonio que interesa corresponde a un rgano social. Si, como reaccin
frente al incumplimiento de una obligacin impuesta a la asociacin por el
orden jurdico estatal, se ejecuta coactivamente ese patrimonio, el acto coactivo se dirige contra el rgano que tambin responde con su persona por el
incumplimiento de la obligacin; en tanto la asociacin es vista mino sujeto
titular de ese patrimonio, puede decirse que la asociacin responde con su
patrimonio. De hecho la asociacin es considerada titular de ese patrimonio
en cuanto, en los usos corrientes del lenguaje, se le atribuyen los derechos que
constitiiyen ese patrimonio. Pero como veremos, tambin pueden interpretarse
esos derechos como derechos comunes o colectivos de los miembros de la asociacin, es decir, atriburselos a los miembros como derechos subjetivos colectivos. Se trata, en todo caso, de una interpretacin ms realista que aquella
que construye una persona ficticia como portadora de los derechos. Cabe decir
entonces que los miembros de la asociacin responden con su patrimonio
colectivo del incumplimiento, por parte de un rgano social, de una obligacin
impuesta a la asociacin por el orden jurdico estatal. Si se habla de responsabilidad social por incumplimiento de sus obligaciones constituidas mediante
una ejecucin civil, se alude a una situacin objetiva cunsistente en que el
rgano, al que corresponde disponer del patrimonio, patrimonio sobre el cual
ha de cumplirse la ejecucin forzosa, responde personalmente y la asociacin,
o los miembros de la misma, responden con aquel patrimonio que es considerado patrimonio social, o patrimonio colectivo de los miembros de la asociacin. Si se habla de responsabilidad de la asociacin, se atribuye as a ella
el sufrir el mal que importa la privacin coactiva de valores patrimoniales
correspondientes a un patrimonio que es visto como patrimonio social, o como
patrimonio colectivo de los miembros de la asociacin. Si el cumplimiento de
la obligacin estatuida por el orden jurdico estatal ha sido asumida por el
estatuto como contenido de una obligacin del rgano correspondiente, en
tanto el incumplimiento de esa obligacin del rgano acarrea tina pena que se
impone al rgano, esta responsabilidad individual penal del rgano se agrega
a la responsabilidad de la asociacin (en el sentido que acaba de indicarse).
Si la asociacin es considerada sujeto de derechos patrinioniales, la representacin de la responsabilidad social por delitos que son condicin de una
ejecucin forzosa en el patrimonio, no ofrece dificultad. Una dificultad aparece
cuando se formula la pregunta de si una sociedad puede ser responsabilizada
por delitos que sean condicin de otras sanciones, a saber: de penas de privacin de libertad o, inclusive, de la pena capital, cometidos por individuos facultados al efecto, en el sentido estricto de la palabra, por el estatuto pblico o
secreto, sea vlido o invlido, pero eficaz en los hechos. Parece, en realidad,
una representacin absurda pensar que pueda imponerse una pena de privacin
de libertad, o una pena de muerte, a una persona colectiva. Slo puede privarse,
coino pena coactiva, de la libertad o de la vida, a los hombres. Pareciera
iiiiposihle atribuir a una asociacin el tener que sufrir esos males. Pero si se
considera que de ninguna manera se tiene por absurdo decir que se impone
una multa a una corporacin, con lo cual no se dice ms sino que la ejecucin
forzosa se ha cumplido sobre el patrimonio de la asociacin, patrimonio que,
visto realistamente, no es sino el patrimonio colectivo de sus miembros; y, por
ende, que enunciar que una asociacin es penada por un delito slo significa
que sus miembros resposden colectivamente por el delito, entonces el pensa-
198
HANS KELSEN
cubrir los daos provocados por el incumplimiento de las obligaciones atribuidas a la asociacin, la responsabilidad individual de los miembros, es decir,
la responsabilidad de los niiembros con sus patrimonios individuales. En esto
reside la distincin entre asociaciones con responsabilidad limitada y sociedades
con responsabilidad ilimitada.
La atribucin de una obligacin que debe ser cumplida por un rgano social,
y de un derecho, que se ejerce mediante la interposicin de una demanda por
parte de uii rgano social, a la asociacin, es del mismo tipo que la atribucin
de obligaciones que deben ser cumplidas por el representante legal, y de derechos cuya efectivizacin se logra mediante la demanda del representante legal,
al incapaz de hecho representado. Se da una diferencia en tanto la atribucin
en casn de actuacin del rgano se efecta a la asociacin pensada mmo persona jurdica, y no a un individuo humano. El rgano social "aparece en lugar
de" (o representa) la persona jurdica de la asociacin. Si se reconoce que las
obligaciones y derechos en discusin pueden ser atribuidos a los miembros de
la asociacin, como obligaciones y derechos colectivos, entonces cabe mnsiderar el rgano social como el representante estatutariamente establecido de
los iiiiembros de la persona colectiva. La coiicertacin del estatuto es el negocio
jurdico con el cual se crea esta relacin entre rgano social y miembros asociados. La pregunta, miltiples veces planteada, por la diferencia entre rgano
jurdico y representante es un interrogante por la atribucin. La representacin
es, como el rgano, una forma de atribuciii; representante es un individuo en
tanto y en cuanto sus actos, y las obligaciones cumplidas mediante esos actos,
o los derechos ejercidos, son atribuidos a otro individuo, el rgano, en tanto
y en cuanto sus actos, y las obligaciones cumplidas mediante esos actos y los
derechos ejercidos son atribuidos a una asociacin como persona jurdica. Vale
decir: en cuanto son referidos a la unidad de un orden normativo que, mediante esa atribucin, es personificado.
f) La persona jurdica como concepto auxiliar de la ciencid del derecho. El
resultado del anlisis precedente de la persona jurdica es que sta, al igual que
la denominada persona fsica, es una construccin de la ciencia del derecho.
En cuanto tal, es tan poco una realidad social, como -lo que, con todo, a
veces, se supone- una creacin del derecho. Cuando se afirma que el orden
jurdico otorga a un hombre personalidad jurdica, slo se quiere decir que el
orden jurdico convierte ai comportamiento de un hombre en el contenido de
obligaciones y derechos. Es la ciencia del derecho la que da expresin a la
unidad de esas obligaciones y derechos mediante el concepto de persona fsica
diferente del concepto de hombre, concepto al que cabe recurrir, como concepto auxiliar, en la exposicin del derecho, sin que sea necesario hacedo,
puesto que la situacin creada por el orden jurdico tambin puede ser descrita
sin recurso a ese concepto. Cuando se dice que el orden jurdico concede a
una agrupacin personalidad jurdica, ello significa que el orden jurdico estatuye obligaciones y derechos cuyo contenido es la conducta de seres humanos
que son los rganos o los miembros de la asociacin constituida por los estatutos, y que esta compleja situacin puede ser descrita con ventajas, en cuanto
de una manera relativamente ms simple, mediante el recurso auxiliar de una
personificacin del estatuto constituyente de la asociacin; pero esta personificacin, y su resultado, el concepto auxiliar de persona jurdica, es un producto
de la ciencia que describe el derecho, y no un producto del derecho mismo.
Ello no se ve modificado por el hecho de que tambin la autoridad creadora
de derecho, el legislador, se puede s e ~ de
r ste, como de cualquier otro
concepto creado por la ciencia jurdica. Como ya se subray en lo anterior, todo
orden normativo que regule el comportamiento de un conjunto de individuos
puede ser personificado; cabe referir las conductas que ese orden determina,
as como las obligaciones que mediante esas conductas se cumplen, o los
derechos que con ellas se hacen valer, a la unidad de ese orden, atribuyndolas
a la persona jurdica as construida. Si, como sucede a veces, se distingue
entre asociaciones (sociedades) con personalidad jurdica, y aquellas que carecen de esa personalidad jurdica, ello deriva de que se utiliza un concepto
estrecho de personalidad jurdica, hablando slo de ella cuando el orden jurdico contiene disposiciones especiales, como, por ejemplo, cuando los miembros
slo responden con el patrimonio colectivo, o responden con l en primer trmino. Pero tambin un concepto ms estricto de este tipo de la persona jurdica es una constmccin de la ciencia del derecho, un concepto auxiliar al que
se puede recurrir en la exposicin del derecho, pero que no es de uso necesario.
El derecho crea obligaciones y derechos que tienen por contenido a la conducta
humana, pero no a personas. As como no corresponde reconocer a la ciencia
del derecho una funcin propia del derecho mismo, tampoco debe confundirse
una funcin de la ciencia jurdica con una funcin del derecho.
g) Superacin del dualismo entre el derecho m sentido objetivo y al derecho
en sentido subjetivo. Para la jurispmdencia tradicional, el sujeto de derecho
representa -en tanto persona fsica o jurdica-, con "sus" obligaciones y
derechos, el derecho en sentido subjetivo; el facultamiento caracterizado como
derecho subjetivo no es ms que un caso especial de esta representacin amplia. Y el derecho, en este sentido subjetivo amplio, se contrapone el derecho
objetivo, al orden jurdico, es decir, a un sistema de normas, como un dominio
distinto de aqul. La teora pura del derecho deja a un lado este dualismo, en
tanto disuelve el concepto de persona en el de personificacin de un conjunto
de normas jurdicas; reduce a norma jurdica la obligacin y el derecho subjetivo (en sentido subjetivo), norma que enlaza una sancin a determinada
conducta de un hombre, haciendo dependiente la ejecucin de la sancin de
una demanda que lo solicite; es decir, reduce el llamado derecho en sentido
V. Dinmica jurdica
34. El fundamento de validez de un orden normativo: la noma fundante bsica
201
u) Sentido de la pregunta por el tundamento de validez
b ) El principio esthtico y el principio dinamico 203
201
V. DINAMICA JURlDICA
202
HANS KELSEN
SS.
DINMICA
juba
203
b) El principio esttico y el principio dinmico. Segn la ndole del fundamento de validez cabe distinguir dos tipos diferentes de sistemas de normas:
un tipo esttico y uno dinmico. Las normas de un orden del primer tipo
valen -es decir, la conducta humana determinada por ellas es vista como debida- por su contenido; en tanto su contenido puede ser referido a una norma
bajo cuyo contenido el contenido de las normas que constituyen el orden
admite ser subsumido como lo particular bajo lo universal. As, por ejemplo,
las normas "no se debe mentir", "no se debe engaar", "se debe mantener la
palabra empeada", "no se debe prestar falso testimonio", pueden ser derivadas de la norma que ordena decir verdad. De la norma "se debe aniar al
prjimo", pueden derivarse las normas: no se debe ocasionar mal al prjimo, y
en especial, no se debe matarlo, ni daarlo fsica o moralmente, auxilindolo en
caso de necesidad. Quizs se crea poder referir la norma de veracidad o la
norma del amor al prjimo a una norma superior aGn mis general, sea, por
ejemplo, la norma de mantenerse en armona con el universo. A partir de ella
podrase entonces fundar un orden moral comprehensivo. Puesto que todas
las nomas de un orden de este tipo estn ya contenidas en el contenido de la
norma presupuesta, puede deducrselas mediante una operacin lgica, una
inferencia de lo general a lo particular. Esa norma, presupuesta como norma
fundante bsica, presta tanto el fundamento de valida, como el contenido
vlido de las normas inferidas de ella mediante una operacin lgica. Un
sistema de normas, cuyo fundamento de validez y cuyo fuiidamento vlido es
derivado de una norma propuesta como norma fundante bsica, es un sistema normativo esttico. El principio conforme al cual se Produce la fundamentacin de la valida de las normas de este sistema, es un principio esttico.
Pero la norma de cuyo contenido se derivan las restantes normas, como lo
particular de lo universal, tanto en cuanto a su fundamento de validez, como
tambin en cuanto a su contenido vlido, slo puede ser considerada norma
fundante bsica cuando su contenido es aceptado como inmediatamente evidente. De hecho muchas veces se refiere el fundamento de validez y el cantenido vlido de las normas de un sistema moral a una norma considerada como
inmediatamente evidente. Que lo sea significa que est dada en la razn, o
mediante la razn. El concepto de una norma inmediatamente evidente tiene
como presupuesto el concepto de una razn prctica, es decir, el concepto de
una razn legisladora; y este concepto, como se ver, es insostenible, dado que
la funcin de la razn es conocer y no querer, mientras que la imposicin de
normas es un acto de la voluntad. De ah que no pueda haber ninguna norma
inmediatamente evidente. Cuando se afirma una norma, de la que se derivan,
como fundamento de valida y contenido vlido, normas morales, conio inmediatamente evidente, ello sucede porque se a e e que ha sido establecida por la
voluntad divina, o por alguna otra autoridad sobrehumana; o por cuanto, al
haber sido producida por la costumbre, es tenida, corno todo lo acostumbrado.
204
HANS HELSEN
dad siempre se ha pagado un precio nupcial, es decir, porque existe la costumbre de pagar ese precio y porque se supone como evidente de suyo que todo
particular deba comportarse como todos los dems miembros del gmpo suelen
hacerlo. Esta es la norma fundante bsica del orden normativo constitutivo
de esa comunidad. Implanta la costumbre como un hecho productor de normas. Ambos ejemplos representan el tipo dinmico de sistema normativo.
El principio estticw y el dinmico se unifican en uno y el mismo sistema
normativo cuando la norma fundante presupuesta, conforme al principio dinmico, se reduce a facultar a una autondad normadora, y cuando esta autondad,
o una autondad establecida poc la primera, no 5610 implanta normas mediante
la cual se delega esa facultad en otras autoridades normadoras, sino tambin
dicta normas en que se ordena determinada conducta por parte de los sujetas
sometidos a la norma, a partir de las cuales -como lo particular de la univen
sal- pueden deducirse ms normas mediante una operacin lgica. Los Diez
Mandamientos no slo iustauran a los padres como autoridad normadora, sino
que tambin formulan normas generales de cuyos contenidos puede inferirse
Igicamente normas particulares, sin requerirse un acto de uormacin, como
por ejemplo la norma: "no hars imgenes", etdtera. A partir de la norma
de Cristo de amar al prjimo, pueden derivarse Igicamente una multitud de
normas morales particulares. Como fundamentacin de las normas lgicamente
derivadas de los Mandamientos divinos, y de las palabras de Cristo, se utiliza
el principio esttico; en la fundamentacin de la validez de los Mandamientos
divinos mediante la norma fundante: debe obedecerse lo que Dios manda, y
de la valida de las palabras de Cristo, en la norma fundante: debe obedecerse
lo que Cristo ordena, se utiliza el principio dinmico.
c) E1 fundamento & vdidez de un orden jurdico. El sistema normativo que
aparece como un orden jurdico, tiene esencialmente un carcter dinmico. Una
norma jurdica no vale por tener un contenido determinado; es decir, no vale
porque su contenido pueda inferirse, mediante un argumento deductivo lgico,
de una noma fundante bsica presupuesta, sino por haber sido producida de
determinada manera, y, en ultima instancia, por haber sido producida de la
manera determinada por una norma fundante bsica presupuesta. Por ello, y
slo por ello, pertenece la norma al orden jurdico, cuyas normas han sido
producidas conforme a esa norma fundante bsica. De ah que cualquier coutenido que sea, puede ser derecho. No hay comportamiento humano que, en
cuanto tal, por lo que es como contenido, est excluido de ser el contenido de
una noma jurdica. Ni la validez de una de ellas puede ser negada por contradecir su contenido a l de otra norma no perteneciente al orden jurdico cuya
norma fundante bsica es el fundamento de la validez de la norma cuestionada. La norma fundante de un orden jurdico no es una norma material que,
por considerarse inmediatamente evidente el contenido, sea presupuesta como
206
HANS KELSEN
Si se pregunta por el fundamento de validez de una norma jurdica perteneciente a determinado orden jurdico, la respuesta slo puede consistir en referir
a la norma fundante bsica de ese orden; es decir, consiste en la afirmacin de
que esa norma fue producida conforme a la norma fundante bsica. En lo que
sigue slo se considerar, por de pronto, un orden jurdico estatal, es decir, un
orden jurdico cuya validez est limitada a determinado espacio: el llamado temtono del Estado, y que es tenido por soberano, es decir, como no subordinado
a ningn orden jurdico superior. El problema del fundamento de validez de
las normas de un orden jurdico estatal ser explicado inicialmente sin tomar
en cuenta un orden internacional considerado como supraordinado o coordinado al orden estatal.
La pregunta por el fuiidamento de validez de una norma jurdica perteneciente a determinado orden jurdico estatal puede surgir -como se indic en
un contexto anterior- con ocasin de un acto coactivo, por ejemplo, cuando un
hombre priva por la fuerza de su vida a otro, provocndole la muerte en la
horca; se pregunta entonces por qu ese acto es un acto jurdico, la qecucin
de una pena, y no un homicidio. Como acto jurdico, y especficamente, como
ejecucin de una norma, y no como homicidio, el acto en custin slo puede
ser interpretado cuando ha sido estatuido por una norma juddica y, en especial, por una norma jurdica individual; es decir, cuando el acto es cumplido
como debido en merito a una norma que aparece como sentencia de un juez.
Con ello surgen las preguntas de cules sean las condiciones bajo las cuales
tal interpretacin es posible: por qu en ese caso se trata de una sentencia
judicial?; ippr qu vale la norma individual as estatuida?; (por qu es una
norma jurdica vlida, perteneciente a un orden jurdico que, en consecuencia,
debe ser aplicada? La respuesta a estas preguntas es: porque esa norma individual fue dictada en aplicacin del cdigo penal, cdigo que contiene una
norma general segn la mal, bajo condiciones verificadas en el caso dado, debe
aplicarse una pena capital. Si se preguntara por el fundamento de valida de
ese cdigo penal, se obtendra la respuesta: el cdigo penal vale por haber sido
promulgado por un organismo legislativo, organismo facultado por una norma
de la constitucin del Estado, a imponer normas generales. Si se pregunta
ahora por el fundamento de valida de la constitucin del Estado, sobre la
cual reposa la validez de todas las normas y la valida de las normas individuales
producidas con fundamento en esas normas generales, es decir, si se pregunta
por el fundamento de validez de las normas que regulan la produccin de
normas generales, en tanto determinan qu rganos y mediante que procedimientos se deben producir normas generales, se llegara quizs a una constitucin del Estado ms antigua. Esto es, se fundara la validez de la constitucibn
estatal existente en que se habra originado conforme a las disposiciones de una
mnstitucin estatal anterior, por va de una enmienda constitucional conforme
a la constitucin, es decir, conforme a una norma positiva establecida por una
autoridad jurdica. Y as se continuara hasta llegar por fin a una primera con*
titucin histrica del Estado, que no habra surgido por esa va y cuya validez,
en consecuencia, no puede ser referida a una norma positiva implantada por
una autoridad jurdica. Es decir, se llegara a una constitucin del Estado implantada revolucionariamente, esto es, mediante mptura con la constitucin
estatal prexistente, o cuya valida hubiera sido implantada en un dominio
que previamente no habra sido, en general, dominio de validez de ninguna
constitucin estatal, n i del orden jurdico estatal que en ella se sustenta. Si se
considera solamente el orden jurdico estatal -y no el derecho intemacionaly se pregunta por el fundamento de validez de una primera constitucin hi&
trica estatal, es decir, una constitucin no originada en una enmienda constitucional de una constitucin previa, la respuesta slo puede ser -si se renuncia
a referir la valida de la constitucin del Estado, y la validez de las normas
producidas de conformidad a ella, a una norma establecida por una autoridad
metajurdica, como dios o la naturaleza- que la valida de esa constitucin,
el suponer que es una norma obligatoria, tiene que ser presuwesta, si es que
debe ser posible interpretar los actos realizados de acuerdo con ella como actos de
produccin o de aplicacin de normas jurdicas generales vlidas, y los actos
realizados en aplicacin de esas normas jurdicas generales, como la produccin
o aplicacin de normas individuales vlidas. Puesto que el fundamento de
validez de una norma slo puede ser nuevamente una norma, el presupuesto
de esa norma no puede ser una norma impuesta por una autoridad jurdica,
sino una norma presupuesta. Es decir, una norma que es presupuesta cuando
el sentido subjetivo del hecho constituyente y el sentido subjetivo de los h e
chos productores de normas cumplidos conforme a la constitucin, son interpretados como su sentido objetivo. Como se trata de la norma fundante bsica de un orden jurdico, esto es, de un orden que estatuye actos coactivos, el
enunciado que describe esa norma, el enunciado bsico del orden jurdico estatal en cuestin, reza: los actos coactivos deben realizarse bajo las condiciones
y en la manera que estatuyen la primera constitucin histrica del Estado y
las normas impuestas de conformidad con ella (en forma abreviada: uno
debe comportarse como la constitucin lo prescribe). Las normas de un orden
jurdico, cuyo fundamento de validez comn lo constituye esta norma fundante bsica, - c o m o el regreso a la norma fundante bsica, expuesto en
lo que antecede, lo muestra-, no configuran un conjunto de normas vlidas
situadas una al lado de otra, sino una construccin escalonada de normas
supra y subordinadas. Esta estmctura del orden jurdico ser investigada ms
adelante con mayor detalle.
d ) La norma fundante bsica como presupueo 16gico-tr~scendentui.Si se
quiere conocer la esencia de la norma fundante bsica, es necesario ante todo
tener conciencia de que la misma se refiere, inmediatamente a una determinada
constitucin, efectivamente impuesta, producida por la costumbre o ~romulgada expresamente, eficaz en trminos generales, y mediatamente al orden
coactivo producido conforme a esa constitucin, tambin eficaz en trminos
generales, en tanto da fundamento a la valida de esa constitucin y ai orden
coactivo producido de conformidad con ella.
La norma fundante bsica,
por lo tanto, no es el producto de una libre invencin. Lo que presupone no
se produce arbitrariamente, en el sentido de que se tenga una opcin entre
normas fundantes bsicas distintas, cuando se interpreta el sentido subjetivo
de un acto constituyente, y los actos cumplidos conforme a esa constitucin,
como su sentido objetivo, es decir, como normas jurdicas vlidas objdvamente. S610 cuando se presupone una norma fundante bsica referida a una
constitucin bien determinada, es decir, slo cuando se presupone que uno
debe comportarse conforme con esa constitucin bien determinada, puede
interpretarse el sentido subjetivo de los actos constituyentes, y los actos realizados conforme a la constitucin, como su sentido objetivo, es decir, como
normas jurdicas vlidas objetivamente, y las relaciones constituidas mediante
esas normas, como relaciones jurdicas.
Cul sea el contenido de esa constitucin, y el del orden jurdim estatal
erigido con su fundamento; que ese orden sea justo o injusto, es cuestin
que aqu no se suscita; tampoco el de saber si ese orden jurdico efectivamente
garantiza, dentro de la comunidad por 61 constituida, un estado relativo de
paz. Con la presuposicin de la norma fundante bsica no se afirma ningn
valor trascendente al derecho positivo.
En tanto slo mediante la presuposicin de la norma fundante bsica se
hace posible interpretar el sentido subjetivo de los actos constituyentes, y de
los actos realizados conforme con la constitucin, como su sentido objetivo,
es decir, interpretados como normas jurdicas objetivamente vlidas, puede
designarse a la norma fundante bsica, tal como es representada por la ciencia
del derecho, y si cabe recurrir per anelogiam a un concepto de la teora kantiana del conocimiento, como la condicin lgico-trascendental de esa interpretacin. As como Kant pregunta cmo es posible una interpretacin, libre
de toda metafsica, de los hechos dados a nuestros sentidos en las leyes naturales formuladas por la ciencia natural, la teora pura del derecho pregunta:
cmo es posible la interpretacin, que no eche mano de autoridades metajurdicas, como dios o la naturaleza, del sentido subjetivo de ciertos hechos,
como un sistema de normas jurdicas vlidas objetivamente, describibles en
119 Ms adelante se hablar del caso particular de una norma fundante bsica, que no se
refiere inmediatamente a una constitucin, ni mediatamente al orden jurdico implantado
conforme a ella, sino que se refiere inmediatamente a ese orden juddico. Cf. infra, p. 231
y SS. Este caso especial no es tomado en cuenta en la exposicin que sigue. En ella s61o sc
atiende al caso normal: una norma fundante bsica. que se refiere inmediatamente a una
mnstitucin.
d e las normas impuestas por dios, dado que ella misma es una de esas normas que dios impone. 'Tampoco puede la tica teolgica, de por s, establecer
esa norma, es decir, ordenar que se obedezcan los mandamientos de dios,
puesto que, en ciianto conocimiento, no puede ser una autoridad normadora. La norma: "se deben obedecer las rdenes divinas", por ende, como
norma fundante bsica, no puede ser el sentido subjetivo del acto de voluntad de
ninguna persona. Pero si la norma fundante bsica no puede ser el sentido subjetivo de un acto de voluntad, slo le queda por ser el contenido de un
acto intelectual. En otros trminos: si la norma fundante bsica no puede
ser una norma querida, siendo sin embargo lgicamente imprescindible su
enunciacin en la premisa mayor de un silogismo que fundamente la validez
objetiva de nomas, slo puede ser entonces una norma pensada. Izo
Dado que una ciencia del derecho positivista considera al primer constituyente histrico como la suprema autoridad jurdica, no pudiendo afirmar,
en consecuencia, que la norma que dispone "deben obedecerse las rdenes
del constituyente" sea el sentido subjetivo del acto de voluntad de una instancia superior al constituyente -sea dios 0 la naturaleza-, no puede fundar la validez de esa norma en un procedimiento silogistico. Una ciencia
jurdica positivista slo puede establecer que esa norma -en el sentido que
se acaba de sealar-, como norma fundante bsica para la fundamentacin
de la validez objetiva de las normas jurdicas, y, por ende, para la interpretaun de un orden coactivo, eficaz en grandes trminos, como un sistema de
normas jurdicas objetivamente vlidas, tiene que ser presupuesta. "* Dado
que esa norma fundante bsica no es una norma querida y, por ende, tampoco una norma querida por la ciencia del derecho (es decir, por el sujeto
que profesa en la ciencia jurdica), y dado que esa norma (o mejor: su
enunciacin) es lgicamente imprescindible para la fundamentacin de la
""Una
"'
validez objetiva de las normas jurdicas positivas, s61o puede ser una norma
pensada. Y, por ende, una norma que es pensada como presupuesto cuando
se interpreta un orden coactivo, eficaz en trminos generales, como un sistema
de normas jurdicas vlidas.
Puesto que la norma fundante bsica no es una norma querida, ni tampoco una norma querida por la ciencia del derecho, sino solamente una norma
pensada, la ciencia jurdica no se arroga, al establecer la norma bsica, una
autoridad normadora. No prescribe ella que deban obedecerse las rdenes
del constituyente. Permanece siendo conocimiento, inclusive en su tesis gno"distingue" la norma bsica de la constitucin slo en tanto no la identifica con el documento denominado "constitucin". la constitucin en sentido formal; sino que denomina
"norma bsica" una norma jurdica positiva, esto es, lo que aqu llamamos una constitucin
en sentido material. E n mrito a ello rechaza una interpretacin "lgico-jurdica de la
norma bsica". Que la constitucin (en el sentido material de la palabra) sea el fundamento
del proceso de creacin de derecho -y esto es lo que significa la "norma bsica" que
Engisch considera- es una perogrullada, para cuya formulacin iio se requiere ninguna teo.
ra especfica de la norma bsica fundante. El problema que la teoria pura del derecho
intenta resolver con su teora de la norma bsica slo aparece cuando se f o m u l l la pregunta por el fundamento de validez de la constitucin jurdica positiva; y la norma que
constituya ese fundamento de validez, no puede ser una norma positiva, es decir, una
norma impuesta, sino nicamente, una norma presupuesta. Cuando se cierran los ojos ante
la necesidad terica de plantear esta pregunta, es claro que se permanece ciego tambin
m n respecto de la naturaleza "lgico-jurdica" de la norma fundante bsica en la teora
pura del derecho.
Tambin Ilmar Tammelo, en Drei rechisphilosophisclie Aufstiitze (Willsbach y Heidelberg,
1948, p. 13), dice: "No es conveniente considerar la norma bsica solamente como un dato
Igico.juridico, es decir, como un dato gnoseolgico, y no simultneamente como una norma
jurdica positiva, puesto que negarle esta ltima caracterstica conducira a la consecuencia
lgica de que a las normas jurdicas positivas y a los sistemas de normas que en ella se
basan. no les correspondera ninguna positividad." Este reproche no la afecta dado que la
positividad de un orden jurdico no reposa en la norma bsica, ni es derivada de ella. De
la norma fundante bsica slo se deriva la validez objetiva de un orden coactivo positivo,
es decir, fcticamente implantado y eficaz en grandes trminos. La positividad consiste en
la implantacin y eficacia fcticas de las normas. Tammelo supone que la norma bsica pertenece a las normas que "estn dadas implcitamente en los textos legales, as como en las
formas en que enuncia el derecho consuetudinario, pudiendo ser reconstruida mediante la
elaboracin del material jurdico positivo". La razn por la cual la norma bsica no pueda
ser vista como coimpuesta en los actos de voluntad normadores, y en especial, por que no
en los actos constituyentes. fue indicada en el texto amba. Slo es correcto que los rganos
normadores, cuando interpretan el sentido subjetivo de los actos constituyentes, y de los
actos cumplidos con basc en la constitucin, como normas objetivamente vlidas, presuponen
la norma fundante bsica.
Edwin W. Pattuson, en jurispiudence. Mcn and Ideas of tho Laii' (Brooklyn, The Foundation Press, Inc.. 1953, p. 262), reprocha a la teora de la norma bsica "suponer que la
constituci6n es vlida y que las leyrs aeadas conforme a ella tambiCn lo son.. . depends
a la postre sobre la autoridad poltica. no slo de los funcionarios que crearon la constitucin,
sino tambiin de aquellos que la mantienen y sostienen actualmente. Se trata de algo externo
a la mnstitucibn, o a las normas creadas conforme a ella". El supuesto de que la constitucin y de las normas producidas conforme con ella valen. no dcpende en forma alguna de
la autoridad d e l constituyente. Puesto que suponer que la consiitucin vale, es idntico a
D ~ A M I C AJURIDICA
213
por una legalidad causal, sino cuando interpretan su sentido subjetivo como
normas objetivamente vlidas, como un orden jurdico normativo, sin remitir
la valida de ese orden a una norma superior, metajurdica -es decir, a una
norma impuesta por una autoridad superior a la autoridad jurdica-; cuando
piensan conceptualmente el derecho como derecho positivo exclusivamente.
La doctrina de la norma fundante bsica es slo el resultado de un anlisis
del proceso que un conocimiento positivista del derecho siempre ha utilizado.
e) Ld unidad lgica del orden jurdico. Conflictos normativos. Puesto que
la norma fundante bsica es el fundamento de validez de todas las normas
pertenecientes a un mismo orden jurdico, constituye ella la unidad dentro
de la multiplicidad de esas nonnas. Esa unidad tambin se expresa diciendo
que el orden jurdico es descrito en enunciados jurdicos que no se contradicen.
Naturalmente no puede negarse la posibilidad de que los rganos jurdicos
de hecho implanten normas que se encuentren en conflicto entre s, es decir,
que efecten actos cuyo sentido subjetivo sea un deber, y que cuando ello
quiera ser interpretado tambin como su sentido objetivo, cuando esos actos
sean vistos como normas, las normas se encuentren recprocamente en conflicto. Semejante conflicto normativo aparece cuando una norma determina
una conducta como debida, y otra norma obliga a una conducta incompatible
con la primera. Por ejemplo, si una norma determina que el adulterio deber
ser castigado, y otra, que no deber serlo; o si una norma determina que el
hurto debe ser castigado con pena de muerte, mientras que otra dispone que
debe serlo con prisin (y, por tanto, no con muerte). Este conflicto no es,
como se mostr anteriormente,
una contradiccin Igica en el sentido
estricto de la palabra, aunque se suela decir que ambas normas se "contradicen". Puesto que los principios lgicos, y, en especial, el principio de contradiccin, slo se aplican a enunciados que puedan ser verdaderos o no
verdaderos; una contradiccin Igica entre dos enunciados consiste en que
s610 el uno o el otro de ellos puede ser verdadero, en tanto cuando uno es
verdadero, el otro tiene que ser falso. Pero una norma no es ni verdadera
ni falsa, sino vlida o invlida. El enunciado que desEribe un orden normativo, afirmando que conforme a ese orden una norma determinada vale, y
especialmente, el enunciado jurdico que describe ese orden jurdico, afirmando que, conforme a ese orden jurdico, debe o no debe realizarse determinado
acto coactivo, bajo determinadas condiciones, puede ser, como se mostr,
verdadero o falso. D e ah que los principios lgicos, en general, y por ende,
tambin el principio de contradiccin, en particular, puedan aplicarse a los
enunciados jurdicos que describen normas jurdicas y, tambin, indirectamente, a las normas jurdicas. Por cierto que no es de ninguna manera inslito sostener que dos nornias jurdicas se "contradicen" mutuameiiie. Y que,
ImCf. pupa, pp. 76 y
SS.
en consecuencia slo una de las dos pueda ser considerada como objetivamente vlida. Que A sea debido, y, simultneamente, que no lo sea, es tan
sinsentido, como afirmar que A es y, simultneamente, que A no es. Un conflicto normativo plantea, como una contradiccin lgica, algo sinsentido.
Mas como el conocimiento del derecho, como todo conocimiento, tiene
que pensar conceptualmente su objeto como un todo dotado de sentido, tratando de describirlo en oraciones no contradictorias, parte del supuesto que los
conflictos normativos que aparezcan dentro del material normativo que le
es dado (o ms correctamente: que le es propuesto) pueden y tienen que
ser disueltos por va de interpretacin. Como la estructura del orden jurdico
es una constmccin escalonada de normas recprocamente supra y subordinadas, donde la norma de nivel superior determina la produccin de la norma
de nivel inferior, se plantea el problema del conflicto normativo, dentro de
un orden jurdico, en formas diversas, sea que se trate de un conflicto entre
normas del mismo nivel, o de un conflicto entre una norma de nivel superior y una norma de nivel inferior. Aqu, por de pronto, slo se considcrarn los conflictos entre normas del mismo nivel. Si se trata de normas
generales, promulgadas por un mismo rgano en tiempos diferentes, la validez
de la norma posteriormente promulgada suprime la valida de la norma
anterior que la contradice, segn el principio lex posterior derogat priori. Como
el rgano normador -sea el monarca o el parlamento- est facultado normalmente para establecer normas modificables y, por ende, eliminables, el
principio lex posterior derogat priori puede admitirse como un principio
incluido en ese facultamiento. Este principio tambin recibe aplicacibn cuando
las normas que se encuentran recprocamente en conflicto han sido dictadas
por dos rganos diferentes; cuando, por ejemplo, la constitucin faculta al
monarca y al parlamento regular el mismo objeto mediante normas generales,
o cuando se instauran a la legi~lacin y la costumbre como hechos productores de derecho. Las normas que se encuentran recprocamente eii conflicto
pueden ser implantadas simultneamente, es decir, por un mismo acto de un
mismo rgano, de suerte que no pueda aplicarse el principio de la lex posterior;
as cuando en una misma ley se encuentran dos disposiciones entre s contradictorias, como por ejemplo, de que quien cometa adulterio deba ser castigado
y que quien lo cometa, no deba serlo; O que quien haya cometido un delito
determinado por la ley deba ser castigado, junto a la disposicin que eskablece que las personas menores de catorce aos no deben ser castigadas.
Aparecen entonces las siguientes posibilidades de solucionar el conflicto:
o bien ambas disposiciones pueden ser entendidas en el sentido de que el
rgano legalmente facultado para aplicarlas, un tribunal, por ejemplo, tenga
una opcin a escoger entre ambas normas; o cuando -como en el segundo
ejemplo- las dos normas slo se contradicen parcialmente, entender que una
norma limita la validez de la otra. El enunciado jurdico descriptivo del dere-
cho no reza: si alguien comete adulterio debe ser castigado y no debe ser
castigado, sino que dice: si alguien comete adulterio debe ser castigado O
no debe ser castigado; y, similarmente: todo el que comete un delito legalmente determinado, debe ser castigado y no lo deben ser las personas menores
de catorce aos, sino todo el que comete un de1i:o legalmente determinado,
debe ser castigado, con excepcin de las personas menores de catorce aos.
Si no es posible ni la una ni la otra interpretacin, el legislador habra prescnpto algo sin sentido; tendramos un acto de imposicin de una norma
carente de sentido como tal, y, por ende, en general, no tendramos pingn
acto cuyo sentido subjetivo pueda ser interpretado como su sentido objetivo,
de suerte que no aparecera ninguna norma jurdica objetivamente vlida,
aunque el acto hubiera sido realizado de conformidad con la norma fundante
bsica. Puesto que la norma fundante bsica no otorga a todo acto el sentido
objetivo de una norma vlida, sino solamente al acto que tiene un determinado sentido, a saber: el sentido subjetivo de que los hombres deban comportarse de determinada manera. El acto tiene que estar - e n este sentido normativo- dotado de sentido. Si tuviera otro sentido, como, por ejemplo, el sentido
de un enunciado declarativo (como, por caso, el de una teora expuesta en
la ley), o si, en general, careciera de sentido como cuando la ley contiene
palabras sin sentido, disposiciones entre s incompatibles, no entra en
juego ningn sentido subjetivo que pueda ser interpretado como sentido
objetivo; no tenemos ningn acto cuyo sentido subjetivo sea capaz de
ser legitimado por la norma bsica. Puede aparecer tambin un conflicto
entre dos normas individuales, como ser, dos sentencias judiciales, especialmente, cuando ambas normas han sido dictadas por rganos diferentes. Una
ley puede facultar a dos tribunales para resolver el mismo caso, sin otorgar
a la sentencia de uno de ellos el poder de eliminar la sentencia del otro.
Se trata, por cierto, de una tcnica jurdica muy inconveniente, pero no
imposible, que a veces se presenta. Puede entonces suceder que un litigante
sea condenado por un tribunal, mientras que el otro lo absuelve. Es decir,
una norma lo sanciona, mientras que, segn la otra, no debe ser penado;
o, un tribunal hace lugar a la demanda, mientras que otro la rechaza. O sea:
segn una norma debe ejecutarse civilmente el patrimonio del demandado,
mientras que segn la otra, no debe llevarse adelante esa ejecucin civil
sobre el patrimonio del demandado. El conflicto es solucionado en tanto
el rgano de ejecucin cuenta con la opcin de actuar coiiforme a una u
otra sentencia. Es decir, aplicar la pena, o llevar a cabo la ejecucin civil o no,
adecundose a una u otra norma individual. Si el acto coativo, que una de
las normas establece como debido, es ejecutado, la otra norma pennanece
duraderamente ineficaz y pierde as su validez; si el acto coativo no se ejecuta, se acta conforme a la norma que absuelve al procesado, o que rechaza
la demanda, y la otra norma, que estableca dicho acto coativo como debido,
permanece duraderamente ineficaz y pierde as su validez. Esta interpretacin se produce conforme a la norma fundante bsica. Puesto que sta determina que la coaccin debe ser ejercida bajo las condiciones y de la manera
como se establece en la constitucin que tiene eficacia en trminos generales, y conforme a las normas generales e individuales, establecidas de acuerdo con la constitucin, que son, en trminos generales, eficaces. La eficacia
se encuentra, como condicin de la validez, estatuida en la norma fundante
bsica. Si el conflicto apareciera en una misma sentencia judicial -lo que
slo sera posible si el juez padece de una perturbacin mental-, tendramos
un acto carente de sentido y, por ende, como se mostr en lo que antecede,
no contaramos con ninguna norma jurdica objetivamente vlida. As posibilita la norma fundante bsica interpretar el material propuesto al conocimiento jurdico, como un todo dotado de sentido, lo que significa que
puede ser descrito en oraciones que no se contradicen lgicamente entre si.
Entre una norma de nivel superior y una norma de nivel inferior -es
decir, entre una norma que determina la produccin de otra, y esta otrano puede suscitarse ningn conflicto, dado que la norma de nivel inferior
tiene en la n o m a de nivel superior su fundamento de validez. Si se considera
como vlida una norma de nivel inferior, ello quiere decir que es vista como
correspondiente a una norma de nivel superior. Cmo suceda el!o se mostrar en la exposicin de la construccin escalonada del orden jurdico.Iz4
SS.
generales e individuales que son producidas y aplicadas por el parlamento elegido conforme a la constitucin, y por los rganos delegados mediante esas
normas. La nueva norma fundante no permite considerar, como haca la antigua, a determinado individuo como el monarca absoluto, sino al parlamento
elegido por el pueblo como la autoridad jurdica. De acuerdo con la norma
fundante bsica de un orden jurdico estatal, es el gobierno efectivo, que impone fundndose en una constitucin eficaz, normas generales e individuales,
el gobierno legtimo del Estado.
La modificacin de la norma fundante bsica se sigue de la modificacin
de los hechos que han de ser interpretados como actos de produccin y de
aplicacin de normas jurdicas vlidas. La norma fundante bsica se refiere
solamente a una constitucin que de hecho ha sido establecida por un acto
legislativo o por la costumbre, y que tiene eficacia. Una constitucin es eficaz
cuando las normas establecidas conforme a ella son aplicadas y acatadas en
terminos generales. Desde el momento en que la antigua constitucin ha perdido su eficacia, y la nueva la ha adquirido -es decir, desde el momento en
que las normas generales no son producidas por el monarca competente segn
la vieja constitucin, sino por el parlamento competente segn la nueva, y
desde que las leyes dictadas, no por el monarca, sino s610 por el parlamento,
son aplicadas por los rganos designados por estas ltimas leyes, y no por los
designados por leyes dictadas por el monarca-, los actos que aparecen con el
sentido subjetivo de producir o aplicar normas jurdicas, no son interpretados
ya presuponiendo la antigua norma fundante bsica, sino la nueva. Las leyes
dictadas conforme a la vieja constitucin, pero no receptadas, dejan de tener
valida, y los rganos designados conforme a la vieja constitucin dejan de ser
con5iderados competentes. Si la revolucin no triunfara -es decir, si la constitucin revol~icionaria,no surgida conforme a la vieja constitucin, no lograra
eficacia- los rganos que designara no dictaran leyes que fueran efectivamente
aplicadas por los rganos previstos en ellas, sino que, en este sentido, la antigua
constitucin permanecera en vigencia, y no habra ocasin de presuponer, en
lugar de la antigua norma fundante bsica, una nueva. Entonces la revolucin
no sera entendida como un proceso de produccin de nuevo derecho, sino
como un delito de alta traicin, conforme a la vieja constitucin y a las leyes
penales fundadas en ella y consideradas vlidas. El principio que as se aplicara
se denomina principio de efectividad. El principio de legitimidad est limitado
por el principio de efectividad.
g) Validez y eficacia. En esta limitacin aparece la conexin entre validez y
eficacia del derecho, sumamente importante para una teora del derecho positivo, y que en pginas anteriores ya ha sido repetidamente subrayada. La determinacin correcta de esta relacin es de consuno uno de los problemas ms
importantes y ms difciles de una teora positivista del derecho. Se trata
z20
HANS KELSEN
solamente de un caso especial de la relacin entre el deber de la norma jurdica y el ser de la realidad natural. Puesto que el acto mediante el cual se instaura una norma jurdica positiva es -al igual que la eficacia de la norma
jurdica- un hecho real. Una teora positivista del derecho se encuentra ante
la tarea de buscar entre dos extremos, ambos insostenibles, la va media
correcta. Un extremo es la tesis de que entre la validez, como lo debido, y la
eficacia, como un hecho real, no existe relacin alguna; de que la validez del
derecho es enteramente independiente de su eficacia. El otro extremo es la
tesis de que la validez del derecho es idntica a su eficacia. La primera solucin
del problema se inclina a favor de una teora idealista, la segunda, a favor de
6 primera a falsa, puesto que no puede negarse que un
una realista.'"
125 Ejemplo dpim de semejante teoda realista es el escrito de Alf Ross, Towmda a
Realistic Jurispmdence (cf. supra, p. 9). Ross intenta superar el dualismo entre validez y
eficacia, como dualismo entre "realidad" y "validez". Pero esa tentativa conduce a una
teora contradictoria en s. Ross parte, como 61 mismo lo menciona, del supuesto de que la
ciencia jurdica apunta al conocimiento de la fctica conducta humana, siendo por ende
pimloga y sociologa. Dice: "Parto del supuesto de que la ciencia del derecho es una
rama de la d m i n a de la conducta humana, y, por lo tanto. que el fenmeno jurdico tiene
que ser encontrado en el terreno de la psicologia v la sociologa" (p. 78). As Ross ya pre.
supone lo que mediante su teora "realista" del derecho quiere demostrar: que en la desnip
cin del derecho -o, como el dice: del fenmeno juridicno puede darse un dualisiiio
entre ser y deber, entre realidad (redity) y validez (validity), puesto que teniend~el fenmeno jurdico exclusivamente el carcter de un ser real, reality, el derecho tiene que ser
conducta fctica. y no algo debido, una norma vlida. Dado que "validez" slo puede predicarse de una norma dentica, y no de un hecho real, puede Ross, bajo el supuesto por el
admitido -pero s61o bajo tal presupuest*.
que no existe cosa alguna que sea "validez",
como existencia especifica de normas. "Validez en el sentido de una categora o esfera
de existencia coordinada con la realidad, es un sin sentido en el sentido literal de la palabra:
la validez (valor o deber) no es nada objetivo o concebible de alguna manera; carece de
significado, es una mera palabra" (p. 77). Ross cree desentrafiar el concepto de una validez
dentica objetiva de las normas jurdicas como una radonalimcin "errnea" (erroneous).
"epistemolgicamente imposible" (epistemologically impossible), hasta "sin sentido" (mea.
ningless). de ciertos hechos psicolgicos (p. 89, 91. 9 5 ) , hechos que caracteriza como "actitudes de conducta" (behmiour uttitudes) o "impulsos para la accin" (impulsos to actian)
(p. 77, 81).
La inevitable consecuencia de esa concepcin es que el concepto de "validez" (vaiidity)
no pueda ser incorporado al concepto de derecho; que el derecho tenga que ser descrito, no
como un sistema de normas vlidas. sino cumo un conglomerado de actos reales de conducta
humana. como, ya mucho antes de la teora "realista" de Ross, muchos otros intentaron
h a d o en forma de teora que se autodesignahan como realistas. Pero Ross recham deadidamente esas tentativas. Dice de la tentativa terica de concebir el derecho como un mero
hecho: "ello lleva a una completa destruccin del mncepto de derecho. Puerto que se plan.
tearh la cuestin de cmo distinguir precisamente la conducta social que es derecho de
toda otra mnducta social. Esa delimitacin no puede efectuarse sin volver a la n&n de n.
lidez que se trataba de evitar" (p. 49). Ross llega a sostener que la supresin &l concepto
de validez, en el mncepto de derecho, eliminaria el elemento especificamente juridico; esto
es: suprimirla aquel elemento que propiamente constituye el criterio decisivo de aquella
mnducta que configura el objeto de la ciencia jurdica. "No es posible llegar a una teora
verdaderamente realista del derecho eliminando todas las nociones de validez del concepto de
derecho.
natural, puesto que la norma jurdica positiva, para tener valida, tiene que
ser implantada por u n acto real. La s e g u n d a solucin es falsa, porque, como se
conducta no es csa aeencia; puesto que la cuestin de si la instancia instauradora de derecho
a "competente" par lo general ni pasa por las mentes de los hombres que se comportan
conforme a derecho. En muchos casos se acta conforme a derecho s610 por temor
a las sanciones jurdicas (por una "interested behaviour attitude", se& Ross); m
muchos casos. k conducta conforrnc a dc~schono est motivada ni por la aeencia en la
autoridad de la instancia productora de derecho. ni por temor ante las sanciones jurdicas,
sino slo por temor a las sanciones que dios imponga; y m muchbimos casos la motivacibn
reside $610 en el deseo de viiar ciertos inconvenientes sociales que, de hecho estn liados
a la conducta ilicita, sin tener el carcter de sanciones jurdicas, como la +dida del crdito
m u s o de falta de pago de las deudis. o la estima social en caso de homicidio, hurto, estafa
y otros delitos. Pero si el derecho es conducta fctica, y, propiamente, conducta confome
a derecho, mientras que el motivo de la conducta conforme a derecho no es siempre el
e un elemento esencial
hecho real que koss denomina "validez", esa "validez" no ~ w d ser
del concepto de d e h . Como elemento esencial del concepto de derecho. la "validez" no
puede ser otra cosa que una validez "dentica" (SoU-Gelhing). Ross rechaza la propuesta
representada por la teora pura del derecho de que el concepto de derecho comprenda el
sentido con el cual el derecho x dirige a los individuos cuyo comportamiento rige, debiendo
f a determinado en consecuencia como norma dentica (Soll-Norm); puesto que -as
so&
tiene Ro"debido" no es el sentido verdadero. sino slo un sentido ficticio (pretended).
Pero simultneamente dice: "con ello. sin embargo, no quisiera decir que la proposicin
jurdica pueda ser reinterpretada *amo algunos han aeidccomo un enunciado en
modo indicativo con respecto de lo que (probablemente) suceda en el futuro. Ello sera,
de hecho, pasar por alto la tendencia de la proposicin jurdica hacia 'lo que es vlido' "
(p. 106). Pero si el derecho no es algo debido, no es norma, sino es una realidad, y por
mde, conducta fActica, los enunciados relativos al derecho, en tanto se refieren a la conducta determinada en las normas jurdicas. sern slo munciados sobre una conducta que
probablemente se producir en el futuro. "La tendencia de la proposicin jurdica" es justamente el sentido del enunciado sobre el derecho. Cuando el sentido de ese enunciado est
dirigido hacia "lo que es vilido", no puede ser un enunciado sobre un hecho. puesto que un
hecho real no es vlido. S610 puede ser un enunciado sobre una norma dentica, y no el
enunciado de que los hombres creen equivocadamente deber comportarse conforme a derecho. sino el enunciado de que deben comportarse conforme a derecho.
La tesis de que la validez dentica objetiva constituye un elemento esencial del concepto
de derecho. no significa. empero, que esa validez se dk en la realidad y que por lo tanto
pueda ser verificada como las propiedades sensiblemente perceptibles de un objeto. En este
punto, conesponde concordar con Ross. cuando. desde el punto de vista de una consideracin
de orientacin psimlgico-sociolgica, dice que k validity no es "algo objetivamente dado"
(p. 77). Pero con ello no dice lo que t a m p m afirma la teora pura del derecho, desde el
punto de vista de una consideracin orientada hacia lo debido (daSollen). Puesto que
sta subraya enfticamente que la afirmacin: el derecho tiene validez objetiva 4 s decir:
el sentido subjetivo de los actos instauradores de derecho5 constituye tambikn su sentido
objetivo- es slo una interpretacin posible. posible bajo determinados pesupuostos. pero
n o necesaria, de n o s actos, siendo enteramente posible no otorgar a los actos instauradora
de derecho ese sentido. Pero ello no constituye ninguna razn para descalificar el concepto de
validez dentica objetiva del derecho como una equvoca racionalizacin de la creencia
en la autoridad. o en la competencia de la autoridad instauradora de derecho. Este concepto
4 es un elemento esencial del concepto de d e r e c h e no es una racionalizaci6n de esa
aeencia. dado que semejante creencia, en la mayora de los casos en que se presente el
fenmeno jurdico. en el sentido que le da la teoria "realista", simplemente no se presenta.
Y la racionaliracin, si es que se trata en realidad de una racionalizacin, no es en6ne;l.
S610 lo serla cuando la creencia racionalizada fuera equivocada, cuando tuvibramos uril
DINMICA JUR~DICA
223
27.4
HANS KELSEN
decir: el orden jurdico tiene validez. Las normas de un orden jurdico positivo
valen porque la norma fundante bsica, que es regla de base de su produccin,
es presupuesta como vlida, y no por ser ella eficaz; pero aquellas normas solamente tienen valida mando (es decir, mientras) ese orden jurdico sea eficaz.
Tan pronto la constitucin, y ello significa: el orden jurdico instaurado sobre
esa base, pierde como un todo su eficacia, tanto el orden jurdico, como tambin cada una de sus normas, pierde su validez.
Pero el orden jurdico no pierde su validez porque una norma jurdica aislada pierda su validez, es decir, porque no sea aplicada en general, o en casos
particulares. Un orden jurdico es considerado vlido, cuando sus normas, en
trminos generales y a grandes rasgos, son eficaces, es decir, son fcticamente
acatadas y aplicadas. Y tampoco pierde su validez una norma jurdica aislada
cuando slo carece de eficacia en casos aislados, es decir, cuando entonces no es
acatada o aplicada, aunque deba serlo. Como ya se seal en otro contexto,
es inevitable la posibilidad de una oposicin entre lo que una norma estatuye
como debido y lo que de hecho acaece, siendo la norma que estatuyera como
debido slo aquello de lo cual de antemano se sabe que tiene que producirse
conforme a una ley natural, un sinsentido: semejante norma no sera considerada vlida. Por el otro lado, tampoco lo es, aquella que nunca es acatada
o aplicada. Y, de hecho, la norma jurdica, al ser duraderamente inaplicada o
no acatada, puede perder su valida mediante la llamada demetudo, o desuso.
La desuetudo es una suerte de costumbre negativa, cuya funcin esencial reside
en eliminar la validez de una norma existente. Si la costumbre, en general, es
un hecho productor de derecho, entonces tamhikn el derecho escrito puede ser
derogado por un derecho consuetudinario. Si la eficacia, en el sentido desarrollado arriba, es condicin de la validez, no slo del orden jurdico como un
todo, sino tambin de una norma jurdica aislada, entonces la funcin productora de derecho de la costumbre no puede ser excluida por la legislacin
escrita, por lo menos en la medida en que se tome en cuenta la funcin negativa de la desuetudo.
La relacin que se acaba de exponer entre validez y eficacia se refiere a
normas jurdicas generales. Pero tambin las normas jurdicas individuales,
mediante las cuales se ordena, como en el caso de una sentencia judicial o de
una resolucin administrativa, un acto nico de coaccin, pierden su validez
cuando son dejadas de cumplir duraderamente, permaneciendo as sin eficacia,
como ya se expuso en el caso anteriormente evocado de un conflicto entre dos
sentencias judiciales. 12'
La eficacia es una condicin de la validez, pero no se identifica con ella.
Esto debe sealarse con todo infasis, puesto que siempre se reincide en la tentativa de identificar la valida del derecho con su eficacia; uno se ve llevado a
esta identificacin porque la misma pareciera simplificar eseucialmcnte el
127 Cf.
wpra, pp. 21 1 y
SS.
SS.
226
HANS SELSEN
Establece los presupuestos bajo los cuales pueden considerarse como normas
jurdicas obligatorias para los Estados, las normas eficaces, en trminos generales, del llamado derecho intemacional general, que regula las relaciones
recprocas de todos los Estados. Estas normas son ~roducidaspor va de una
costumbre constituida por el comportamiento efectivo de los Estados, es
decir, por la conducta de los hombres que, segn los rdenes jurdicos estatales, actan como gobierno. Si cabe interpretarlas como normas jurdicas
obligatorias para los Estados, es porque se presupone una norma fundante
bsica que establece a la costumbre de los Estados como un hecho productor
de derecho. Reza: los Estados -es decir, los gobiernos estatales- deben comportarse en sus relaciones recprocas, o bien la coaccin de un Estado contra
otro, debe ejercerse bajo las condiciones y en la manera que corresponda
conforme a una costumbre interestatal dada.IZ9 Bsta es la constitucin lgicojurdica del derecho internacional. 130
Una de las normas del derecho internacional general, producida por la costumbre, faculta a los Estados a regular sus relaciones recprocas mediante
tratados. En esta norma, producida consuetudinariamente, encuentran las normas jurdicas, del derecho internacional, producidas convencionalmente su
fundamento de validez. Corrientemente se la formula diciendo: pacta sunt
servanda. En la norma funlante presupuesta del derecho internacional, que
establece a la costumbre de ios Estados como un hecho productor de derecho,
se expresa un principio que es el presupuesto fundante de todo derecho consuetudinario: el particular debe comportarse como los dems, considerando
que as deben hacedo, suelen comportarse, principio aplicado al comportamiento recproco de los Estados, es decir, a la conducta de los hombres que,
segn el orden jurdico del Estado, son calificados de alguna manera como
rganos, y, propiamente, como rganos gubernamentale~.'~~
Tampoco se encuentra en la norma fundante bsica del derecho internacional
la afirmacin de ningn valor trascendente al derecho positivo; ni siquiera
del valor de la paz que garantizara el derecho internacional general producido por va de la costumbre, y el derecho intemacional particular producido
con base en la n o m a jurdica que permite celebrar convenios. El derecho
internacional y, presuponiendo su primaca, los rdenes jurdicos de cada
Estado a l subordinado, valen porque y en tanto hacen efectivo el valor
de la paz. Pueden hacerlo efectivo, cuando y en tanto tcngan validez; pero
respecto del hecho de la costumbre interestatal, cf. infra, pp. 323 y ss.
la cuestin de por qu no puede admitirse ninguna norma jurdica positiva, producida consuetudinariamente, que instaure como hecho productor de derecho el hecho de la
costumbre interestatal, cf.. infra, p. 332.
131 La doctrina sustentada por algunos autores -y
originaln~ente tambiCn por mi- de
que debera considerarse a la norma Pacta sunt servanda como el fundamento del derecho
internacional, la rechazo puesto que s610 cabe mantennla recurriendo a la ficcin de que I;i
costumbre de los estados es un contrato tcito.
120 Con
130 Para
228
HANS KELSEN
segn la cual el sentido subjetivo de los actos productores de derecho, tambin sea su sentido objetivo. Caracteriza as esa interpretacin como una
interpretacin posible, no como una interpretacin necesaria, y plantea la
validez objetiva del derecho positivo como condicionada, condicionada por
el presupuesto de la norma fundante bsica. Decir que la norma fundante
de un orden jurdico positivo slo puede ser presupuesta, pero no que tenga
que ser presupuesta, significa que pueden interpretarse las relaciones que interesan entre los hombres, como obligaciones, facultamientos, derechos, cumpetencias, etcktera, constituidos mediante normas jurdicas objetivamente vlidas, pero
que no es necesario interpretarlos as. Cabe interpretarlos incondicionalmente,
a decir, sin presuponer la norma fundante bsica, como relaciones de poder,
como relaciones entre hombres que mandan, y hombres que obedecen o que
no obedecen; es decir, cabe interpretarlas sociolgicamente, no jurdicamente. '
"
Dado que la norma fundante bsica, como se mostr, en tanto norma pensada para fundar la valida del derecho positivo, slo es la condicin lgicotrascendental de esa interpretacin normativa, no desempea ninguna funcin
tico-poltica, sino una funcin terica de conocimiento.
Una doctrina iusuaturalista coherente se diferencia de una doctrina jurdica positivista en que busca el fundamento de validez del derecho positivo,
es decir, de un orden coactivo eficaz en trminos generales, en un derecho
natural diferente del derecho positivo, y, por lo tanto, en una norma u orden
normativo con el cual el derecho positivo puede, o no, corresponder en lo
que hace a su contenido; de suerte que cuando el derecho positivo no se adecua
a esa norma, o a ese orden normativo, tiene que ser visto como invlido.
Conforme a una autntica doctrina del derecho natural, por consiguiente,
no puede interpretarse a cualquier orden coactivo -a diferencia de lo que
188 El ejemplo que anteriormente elega para ejemplificar el presupuesto s610 posible y no
necesario, de la norma fundante, es equivoco. El anarquista rechaza al derecho, como orden
coactivo, emocionalmente, lo desprecia, aspira a una comnnidad constituida sin un orden coac.
tivo, una comunidad libre de coaccin. El anarquismo es una actitud poltica, fundada
en determinado deseo. La interpretacibn sociolgica, que no presupone la noma fundantc
bsica, es una actitud terica. Tambin un anarquista. como jurista, puede describir un
derecho positivo como un sistema de normas validas, sin aprobarlo. Algunos libros de texto
en que se desnibe un sistema de normas constitutivo de obligaciones, facultamientos, dere.
chos y competencias, fueron esaitos por juristas que menospreciaban polticamente esos
rdenes jurdicos.
134 De ah que la doctrina de la n o m a fundante bsica no sea -como a veces se la ha
pensado errneamente- una teora del reconocimiento. Esta sostiene que el derecho positivo
vale cuando es reconocido por los individuos a l sujetos, es decir, cuando esos individuos
quieren que uno deba comportarse conforme con las nomas del derecho positivo. Este reconocimiento es afirmado como facticamente dado, y, si no se puede verificarlo, se le mpone
como un reconocimiento "tcito". L a twra del reconocimiento presupone -consciente o
inconscientemente-- el ideal de la libertad individual como autodetaminacibn, es decir la
n o m a que dice: el individuo debe solamente, lo que l mismo quiere. Esta es la n o m a
bsica de esa teorla. La diferencia entre ella y la teoda de la norma fundante bsica de un
orden jurdico positivo, asumida por la Teora pura del d a d o , es mnegable.
230
AANS KELSEN
hace la teora pura del derecho como teora jurdica positivista-, eficaz en
trminos generales, como un orden normativo objetivamente vlido. La posibilidad de un conflicto entre el derecho natural y el derecho positivo, esto
es, entre el derecho natural y un orden coactivo eficaz, incluye la posibilidad
de tener que considerar ese orden coactivo como carente de validez. S610
en la medida en que el derecho positivo, es decir, un orden coactivo eficaz en
trminos generales, puede corresponder o no corresponder, por su contenido,
al derecho natural; esto es, en la medida en que el derecho positivo puede
ser no slo justo, sino tambin injusto y, por ende, invlido, puede el derecho
natural servir como patrn tico-poltico del derecho positivo, y, por lo tanto,
como una posible justificacin tico-poltica del derecho positivo. All reside
@amente la funcin esencial del derecho natural. La teora del derecho
que se caracteriza a s misma como iusnaturalista y que formula el fundamento de validez de la norma u orden normativo representativos del derecho
positivo, excluyendo un conflicto entre el derecho natural y el derecho positivo, en tanto, por ejemplo, afirma que la naturaleza ordena obedecer a todo
orden jurdico positivo, sea cual fuere el comportamiento que ese orden prescriba, se autoelimina como una doctrina del derecho natural, es decir, como
una doctrina sobre la justicia. Abandona as la funcin esencial al derecho
natural de constituir un patrn tic@poltico, y, tambin, una posible justificacin del derecho positivo.
En que, conforme a una doctrina jurdica positivista, la validez del derecho
positivo descanse en una norma fudante bsica, que no constituye una norma
impuesta, sino una norma presupuesta, es decir, en una norma que no es
n o m a alguna del derecho positivo cuya validez ella funda; y en tanto tambin la doctrina del derecho natural hace descansar la validez del derecho
positivo en una norma que no es norma del derecho positivo, en cuyo respecto
funciona como patrn axiolgico, puede verse cierto lmite trazado al principio del positivismo jurdico, pudiendo caracterizarse la distincin entre la
doctrina positivista del derecho, y una doctrina iusnaturalista, como una diferencia meramente relativa, y no absoluta. Pero la diferencia entre ambas es
lo suficientemente grande como para excluir la concepcin que ignora esa
diferencia y que sostiene que la teora positivista representada por la teora
pura del derecho, en relacin con la norma fundante bsica, sea una doctrina
iusnaturalista. lS5
j ) Lrr norma fundante del derecho natural. Dado que la teora pura del
derecho, como teora positivista del derecho, no da con su norma fundante
bsica del derecho positivo ningn patrn para la justicia o injusticia de ese
1aJAl utilizar ocasionalmente la expresi6n. no muy feliz, de "derecha natural I6gim.
jurldico" contemplaba la iunci6n gnoseol6gico-te6rica, y no la iunci6n 6tico-poltica, de la
noma bsica. En relacin nm la interpretacin de la teora pura del derecho como doctrina
iusnaturalista, cf. Die Nomien der Gorechtigkeit. pirrafo 51.
V. Dinmicd jurdica
232
a) La constitucin 232
b) Legislacin y costumbre 235
c ) Ley y ordenanza reglamentaria
239
d) Derecho sustantivo y derecho formal 240
e) Las llamadas "fuentes del derecho" 242
f ) Produccin, aplicacin y acatamiento del derecho 243
g) La funci6n judicial 246
246
a ) El carcter constitutivo de Ia sentencia judicial
g) La relacin entre la sentencia judicial y las normas generales aplicables
251
y ) Las denominadas "lagunas" del derecho 254
6) La produccin de normas jurdicas generales por los tribunales. El
juez como legislador. La flexibilidad del derecho y la seguridad jurdica 258
mediante un acto legislativo. Dado que, en este segundo caso, siempre queda
vertida en un documento, se suele hablar de una constitucin "escrita", para
distinguirla de la constitucin no escrita producida por la costumbre. La constitucin material puede estar formada tambin en parte por normas escritas,
y en parte, por normas de un derecho no escrito, producido consuetudinariamente. Las normas no escritas, producidas consuetudinariamente, de la constitucin, pueden ser codificadas, convirtindose, cuando esa codificacin es
efectuada por un rgano productor de derecho, teniendo as carcter obligatorio,
en una constitucin escrita.
De la constitucin en sentido material, corresponde distinguir la constitucin en sentido formal, esto es, el documento denominado "constitucin"
que, como constitucin escrita, no slo contiene normas que regulan la legislacin, esto es, la produccin de normas jurdicas generales, sino tambikn
normas que se refieren a otros objetos polticamene importantes, as como
disposiciones segn las cuales las normas contenidas en ese documento, la ley
constitucional, no pueden ser derogadas o modificadas como simples leyes, sino
slo bajo condiciones ms difciles mediante un procedimiento especial. Estas
disposiciones configuran la forma constitucin que, como forma, puede recibir
cualquier contenido, sirviendo en primer trmino para estabilizar las normas
que aqu designamos como constitucin material, y que constituyen el fundamento jurdico-positivo de todo el orden jurdico estatal.
La produccin de nomas jurdicas generales, reguladas por la constitucin en sentido material, tiene, dentro de los rdenes jurdicos estatales modemos, el carcter de una legis!acin. Su regulacin por la constitucin implica
la determinacin de los rganos facultados para la produccin de normas jurdicas generales, sean leyes u ordeiianzas. Si se considera que los tribunales
estn facultados tambin para aplicar el derecho consuetudinario, necesitan
estar autorizados a ello por la constitucin; de igual modo, que lo estn para
aplicar las leyes. Es decir; la constitucin tiene que instaturar a la costumbre,
constituida por el comportamiento habitual de los individuos -ciudadanos o
sbditos- sometidos al orden jurdico estatal, como un hecho productor de
derecho. Si la aplicacin de la costumbre por los tribunales es vista como
conforme a derecho, aunque la constitucin escrita no contenga facultamiento
alguno al respecto, resultar que esa autorizacin -como veremos ms adelante- 'SE no puede estar dada en una norma de la constitucin no escrita,
surgida consuetudinariamente, sino que tiene tambin que ser presupueda,
as como se presupone que la constitucin escrita reviste el carcter de norma
obligatoria, si se considera que las leyes y ordenanzas dictadas de conformidad
con ellas son normas jurdicas obligatorias. Entonces, la norma fundante bsica -m tanto constitucin en sentido lgiccl-jurdico- establece no slo el
acto del constituyente, como hecho productor de derecho, sino tambin a la
Cf. infra, p. 232.
234
HANS KELSEN
costumbre constituida por la conducta de los sujetos sometidos al orden jurdico producido conforme a la constitucin.
La constitucin del Estado puede aparecer, como constitucin escrita, en
la fonna constitucional especfica, es decir, como normas que no pueden ser
derogadas o modificadas mediante las leyes usuales, sino slo bajo condiciones
ms difciles. Pero tal cosa no es necesaria; as, no sucede cuando no hay constitucin escrita alguna, cuando la constitucin ha surgido por va de la costumbre, es decir, por el comportamiento consuetudinario de los individuos
sometidos al orden jurdico estatal y, tambin, cuando no est codificada.
Entonces tambien las normas que revisten el carcter de constitucin material
pueden ser derogadas o modificadas por simples leyes o por el derecho consuetudinario.
Es posible que el rgano competente para la promulgacin, derogacin y
enmienda de las leyes constitucionales en el especfico sentido formal, sea
diferente del rgano competente para promulgar, derogar y enmendar leyes
usuales. Para la primera funcin mencionada puede convocarse un rgano
competente particular, diferente, por una constitucin y por el procedimiento
de eleccin, del rgano competente para la segunda funcin mencionada, sea,
por ejemplo, una asamblea constituyente (o, ms correctamente: legisladora
cunstituyente). Pero, por lo comn, ambas funciones son desempeadas por el
mismo rgano.
La constitucin que regula la produccin de normas generales puede determinar tambien el contenido de las futuras leyes, y las constituciones positivas
lo hacen no poco frecuentemente, al prescribir, o excluir ciertos contenidos.
En el primer caso, s610 se da una promesa de promulgacin de leyes, sin existir
ninguna obligacin de hacerlo, dado que, inclusive por razones tcnico-jurdicas,
sera difcil enlazar una sancin a la falta de leyes del contenido prescripto.
Ms eficaz es, en cambio, excluir por la constitucin leyes de determinados
contenidos. El tpico catlogo de derechos y libertades fundamentales, que es
parte integrante de las constituciones modernas, no es, en lo esencial, sino
una tentativa de impedir que tales leyes puedan producirse. Tiene eficacia
cuando la promulgacin de una ley tal -sea una ley que lesione la denominada
libertad personal, o la libertad de conciencia o la igualdad- sea puesta bajo
la responsabilidad personal de determinados rganos intewenientes en la promulgacin: jefe del Estado, ministro; o bien, cuando cabe la posibilidad de cuestionar y anular semejante ley. Todo ello bajo el presupuesto de que la simple
ley no tenga fuerza como para derogar la norma constitucional que determina
su produccin y su contenido; es decir, cuando la norma constitucional slo
pudiera ser modificada o suprimida bajo condiciones ms difciles, como la de
contar con una mayora calificada, un qumm ms elevado, etctera; es decir,
que la constitucin prescriba para su modificacin o supresin un procedimiento distinto del procedimiento legislativo comente, un procedimiento ms
difcil; o sea, que junto a las formalidades legales propiamente dichas, existan
formalidades constitucionales.
b ) Legislacin y costumbre. El nivel siguiente a la constitucin est constituido por las normas jurdicas generales producidas por va legislativa o
consuetudinaria. Las constituciones de los Estados modernos establecen, casi
sin excepciones, rganos legislativos especiales, competentes para producir
normas generales aplicables por los tribunales y los rganismos administrativos,
de suerte que al escaln de los procedimientos constituyentes, sigue el escaln de
la legislacin, y a ste le sigue el de los procedimientos judiciales y administrativos. Con todo, esta articulacin en tres niveles no es inevitable. Es posible
que la constitucin no prevea ningn rgano legislativo especial, estando los
tribunales y organismos administrativos inmediatamente facultados por la
constitucin para producir ellos mismos las normas que aplicarn en los casos
concretos, por considerarla's adecuadas o justas. De esta posibilidad hablaremos
ms adelante. En lo que sigue, slo se considerar, por de pronto, el caso
normal: un orden jurdico que establece un rgano legislativo especial. La integracin y constitucin del rgano legislativo es uno de los factores ms importantes que determinan la denominada forma del Estado. Si tenemos a un individuo nico, sea un monarca hereditario o un dictador llegado al poder
revolucionariamente, contaremos con una autocracia; si se trata de la asamblea
de todo el pueblo, o de un parlamento elegido por el pueblo, tendremos una
democracia. Slo en el caso de una legislacin democrtica se necesita de disp*
siciones que regulen el procedimiento legislativo, lo que aqu significa, que
regulen la participacin en las asambleas populares, o en las elecciones parlamentarias, el nmero de sus componentes, la forma en que adopta sus decisiones, etctera. Todas estas disposiciones pertenecen a la constitucin en el
sentido material, aun cuando no siempre revisten la forma constitucional,
apareciendo como simples leyes. Si junto al rgano corriente de legislacin
existe un rgano distinto de aqul con competencia para dictar normas constitucionales, y si en una ley con fuerza constitucional de este ltimo rgano
-por ejemplo una ley que modifique el procedimiento legislativo- se factiltara al rgano legislativo corriente para establecer, mediante una simple ley,
los procedimientos electorales, tendramos que el escaln de la constitucin
material se dividira a su v a en dos gradas.
Las normas jurdicas generales producidas por va legislativa son normas
conscientemente impuestas, es decir, normas promulgadas por escrito. Los actos
constitutivos del hecho de la legislacin son actos de produccin de normas,
de instauracin de normas; es decir, su sentido subjetivo es un deber ser. La
constitucin erige ese sentido subjetivo en un significado objetivo, el hecho de la
legislacin es instaurado como un hecho productor de derecho. Pero la constitucin puede tambin establecer como hecho creador de derecho un hecho consuetudinario especficamente caracterizado. Ese hecho, como ya se expuso
blecida como hecho productor de derecho por la constitucin producida consuetudinariamente, en tanto constitucin consuetudinaria jurdico-positiva. Ello
constituira una petitw principii. Puesto que si la constitucin jurdico-positiva,
es decir, la norma que regula la produccin de normas generales, puede ser
producida por va de costumbre, tiene que presuponerse ya que la costumbre
es un hecbo productor de derecho. Pero este presupuesto slo puede ser la
norma fundante bsica misma, que es la constitucin en sentido lgico-jurdico.
Tenemos entonces el caso anteriormente mencionado, '89 de que la norma
fundante bsica, como constitucin en sentido lgico-jurdico, no se refiere
inmediatamente a una constitucin en sentido jurdico-positivo, y slo mediatamente al orden jurdico establecido conforme a ella, sino que se refiere
inmediatamente a ese orden jurdico producido consuetudinariamente. Ello
acaece especialmente en relacin con la norma fundante bsica del orden
jurdico internacional general, cuyas normas son producidas por va de la
costumbre de los Estados y son aplicadas por los rganos de cada Estado.140
El derecho legislado y el derecho consuetudinario se derogan recprocamente
segn el principio de la lex posterior. Mientras, sin embargo, que una norma
constitucional, en sentido formal, no puede ser eliminada o enmendada por
una ley simple, sino slo mediante una norma de nivel constitucional, el
derecho consuetudinario tiene efecto derogatorio tambikn con respecto de una
norma constitucional formal, hasta con respecto de la norma constitucional
que expresamente excluya la aplicacin del derecho consuetudinario.
La concepcin que ve en la costumbre un hecho productor de derecho
se sita frente a otra que no da a este hecbo un carcter constitutivo, sino
s610 un carcter declarativo. Como deca Savigny, "la costumbre es el rasgo
distintivo del derecho positivo, pero no el fundamento de su aparicin".?"
As se expresa la teora representada por la Escuela Histrica Alemana, de que
el derecho no es producido ni por la legislacin, ni por la costumbre, sino
por el espritu del pueblo, de suerte que tanto el uno camo el otro de esos
procedimientos de produccin de derecho slo permiten establecer la existencia
de un derecho que ya es vlido con anterioridad. La misma teora es tomada
por la teora sociolgica del derecho francs, con la diferencia que el derecho
no es producido por el espritu del pueblo, sino por la llamada solidarit
socidk. 14*
Segn ambas teoras, el derecho declarativamente establecido, y no producido, por la legislacin o la costumbre, puede pretender validez en tanto y en
cuanto es reproduccin de un derecho preexistente. Ambas teoras son, en el
fondo, variaciones de la doctrina del derecho natural, cuyo dualismo, entre
189 Cf.
140 Cf.
mpa, p. 204.
=@a.
pp. 221 y
SS.
F~iedrichKarl von Savigny, System des heutigen Romischen Rechts, 1840, p. 35.
141
142 Cf.
SS,
y 616.
p. 245.
SS.
Cf. suera, p p 53 y s.
rales. La produccin de normas jurdicas general- es tan aplicacin de la constitucin, como la aplicacin de las normas jurdicas generales por los tribunales
y los rganos administrativos, es produccin de normas jurdicas individuales.
As como las normas jurdicas generales producidas mediante promulgacin
expresa, o por costumbre, estn determinadas por las normas de la constitucin,
es decir, por normas de una grada superior, tanto formalmente, como, de ser
posible, materialmente, tambidn las normas individuales producidas en los
actos judiciales y administrativos se encuentran determinadas por las normas
generales producidas expresa o consuetudinariamente, es decir, por normas de
una grada superior, formal y materialmente. Pero la relacin entre el elemento
formal y material es distinto en ambos casos. La constitucin (en el sentido
material de la palabra) determina, por lo comn, slo el rgano y el procedimiento legislativos, dejando al rgano legislador la determinacin del conte
nido de las leyes. S610 acepcionalmente determina -y ello con eficacia nicamente en un sentido negativo- el contenido de la ley que se dictar al
excluir ciertos contenidos.
En tanto se considere la produccin consuetudinaria de derecho, la constitucin s610 puede efectuar la delegacion del procedimiento que se caracteriza
como costumbre. En este respecto, la constitucin no puede excluir determinado contenido de las normas producidas consuetudinariamente, puesto que
la constitucin misma -inclusive la constitucin escrita, en sentido formalpuede ser modificada por normas jurdicas producidas consuetudinariamente.
Las nonnas jurdicas generales producidas conforme a la constitucin no determinan por lo comn solamente al rgano y el procedimiento de su aplicacin,
sino tambin -aunque con todo en diferentes medidas- el contenido de las
normas individuales que expresan las sentencias judiciales y las resoluciones
administrativas. En el terreno del derecho penal la determinacin previa del
contenido de la sentencia judicial, por regla general, es tan extenso que slo
se deja un campo libre relativamente limitado a la libre apreciacin del tribunal penal en la produccin de la norma jurdica individual que su sentencia
representa. En el terreno del derecho administrativo, en cambio, este campo es
por lo comn bastante amplio. Con otras palabras: la constitucin representa
derecho de forma, derecho procesal, predominantemente, mientras que el escaln inmediatamente subordinado de produccin de derecho, representa tanto
derecho de forma, como derecho de fondo (material).
e) Ias Uamadds "fuentes del derecho". La legislacin y la costumbre frecuentemente son designados como las dos "fuentes" del derecho, donde por "derecho" se entiende solamente las normas generales del derecho de un Estado.
Pero tambin las normas jurdicas individuales pertenecen al derecho, son tan
parte integrante del orden jurdico como las normas generales con base en las
cuales han sido producidas. Y si se toma en consideracin el derecho interna-
cional general, habra que ver slo en la costumbre y en los tratados, pero no
en la legislacin, las "fuentes" de ese derecho.
Fuente de derecho es una expresin metafrica con ms de un significado.
Cabe designar as no slo los mtodos de produccin de derecho arriba mencionados, sino toda norma superior, en su relacin con la norma inferior cuya
produccin regula. De ah que por fuente de derecho pueda entenderse tambin al fundamento de validez y, especialmente, al ltimo fundamento de
validez, la norma fundante bsica de un orden jurdico. Pero, en la prctica,
slo se denomina "fuente" el fundamento de validez jundico-positivo de una
norma jurdica, es decir, la norma superior positiva que regula su produccin.
En este sentido, la constitucin es la fuente, por va de la legislacin o de la
costumbre, de las normas jurdicas generales producidas; la norma jurdica
general sera la fuente de la sentencia judicial que la aplica representada por
una norma individual; y ta~iibiiila sentencia judicial podra ser considerada
fuente de las obligaciones y derechos que estatuyen entre las partes litigantes,
o de la autorizacin otorgada al rgano que tiene que ejecutar esa sentencia.
En un sentido jurdico-positivo, fuente del derecho slo puede ser el derecho.
Pero la expresin es utilizada tambin en un sentido no jurdico, cuando
bajo ese nombre se designan todas las representaciones que de hecho influyan
sobre la funcin de produccin y de aplicacin de derecho, as, especialmente,
principios morales y polticos, teoras jurdicas, la opinin de expertos, etctera. Estas fuentes, con todo, deben ser claramente distinguidas de las fuentes
jurdico-positivas. La distincin entre ellas reposa en que stas son jurdicamente obligatorias, mientras que las otras no, en tanto no haya una norma
jurdica positiva que delegue en ellas como fuentes de derecho, es decir, que
les d fuerza obligatoria. Entonces adquieren el carcter de una n o n a jurdica
superior que determina la produccin de la norma jurdica inferior. La multiplicidad de sentidos del trmino "fuente de derecho" hace aparecerlo como
realmente inutilizable. Se recomienda emplear, en lugar de esa metfora fcilmente equvoca, una expresin que designe unvocamente el fenmeno jurdico
que se tiene en mira.
f) Produccin, aplicacin y acatamiento del derecho. Como ya se estableci
anteriormente, el orden jurdico es un sistema de normas generales e individuales entre s entrelazadas en cuanto la produccin de cada n o m a perteneciente a ese sistema se encuentra determinada por otra norma del sistema y,
en ltima instancia, por su norma fundante bsica. Una norma pertenece a
un orden jurdico solamente por haber sido instaurada conforme a lo que
determina otra norma de ese orden. Este regreso conduce, finalmeiite, a In
norma fundante bsica que no ha sido establecida conforme a lo determinado
por ninguna otra noxma, y que, por ende, tiene que ser presupuesta. Si se
habla no slo de un orden jurdico, sino tambin de una comunidad jurdica
constituida por aqul, puede decirse que una noma jurdica pertenece a deter-
minado orden jurdico cuando ha sido producida por un rgano de esa comunidad y, por ende, cuando ha sido producida por esa comunidad. Pero el individuo que ha prodlicido una norma es -como ya se dijorgano de la comunidad en tanto y en cuanto su funcin est determinada por una norma del
orden jurdico constitutivo de la comunidad, pudiendo, en consecuencia, atribursela a la comunidad. La referencia de la funcin de produccin de derecho
a la comunidad jurdica -o mejor: a la unidad del orden jurdico constitutivo
de la comunidad jurdica-, la operacin intelectual mediante la cual se atribuye la funcin a la comunidad, reposa en definitiva en la norma jurdica
determinante de esa funcin. As como la comunidad jurdica no consiste en
otra cosa sino en el orden jurdico, la oracin que enuncia que una norma pertenece a un orden jurdico por haber sido producida por un rgano de esa comunidad jurdica, no dice otra cosa sino que una norma pertenece a un orden
juridico por haber sido producida conforme a lo determinado por una norma
de ese orden jurdico y, en ltima instancia, conforme a lo determinado por la
norma fundante bsica de ese orden jurdico. Esta tesis es especialmente significativa cuando se trata de un orden juridico estatal y, por tanto, cuando se
tiene en mira la comunidad jurdica que es el Estado; cuando interesa comprender el verdadero sentido de la afirmacin corriente de que es el Estado
quien produce el derecho.
Una norma que determina la produccin de otra, es aplicada en la produccin por ella determinada de la otra norma. Aplicacin de derecho es de consuno produccin de derecho. Ambos conceptos no expresan, como supone la
teora tradicional, una oposicin absoluta. Es errneo distinguir entre actos de
produccin y actos de aplicacin de derecho. Puesto que si se hace abstraccin
d e los casos lmites -la presuposicin de la norma bsica y la ejecucin del acto
coactivo-, entre los cuales transcurre el proceso jurdico, todo acto jurdico
es simultneamente la aplicacin de una norma superior y la produccin, determinada por aqulla, de una nonna inferior. Si se considera el orden jurdico
estatal, sin atender a un derecho internacional supraordinado, entonces la norma
fundante bsica determina en los hechos la produccin de la constitucin, sin ser
ella misma aplicacin de una norma superior. Pero la produccin de la constitucin se efecta aplicando la norma fundante bsica. Aplicando la constitucin se producen las normas jurdicas generales, por legislacin y costumbre; y
es en aplicacin de estas normas generales que se efecta la produccin de las
normas individuales a travs de sentencias judiciales y resoluciones administrativas. Slo la ejecucin de los actos coactivos estatuidos por esas normas
individuales - e s t e acto postrero en los procesos de produccin de derechose efecta aplicando las normas individuales que los determinan, sin ser ella
misma produccin de una norma. La aplicacin del derecho es, pues, producl'*Cf. uprq pp. 154 y s.
cin de una norma inferior fundndose en una norma superior, o ejecucin del
acto coactivo estatuido en una norma.
Como se indicara ya, la produccin de una norma inferior a travis de una
superior, puede estar determinada en dos direcciones. La norma superior puede
determinar tanto el rgano que produzca la norma, como el procedimiento en
que se la produzca, pudiendo tambin determinar el contenido de la norma.
Inclusive cuando la norma superior slo determina el rgano, es decir, el individuo que producir la norma inferior, dejando a la apreciacin de ese rgano
la determinacin del procedimiento y la determinacin del contenido de la
norma que debe producirse, la norma superior es aplicada en la produccin de
la inferior: la determinacin del rgano es el mnimo de aquello que tiene que
determinarse en la relacin entre una norma superior y una inferior. Puesto
que la norma que no se encuentra determinada en manera alguna en cuanto a su
produccin por una norma superior, no puede valer como norma implantada
dentro del orden jurdico, no pertenecindole en consecuencia; y un individuo
no puede ser considerado rgano de la comunidad jurdica, sin que su funcin
pueda atribuirse a la comunidad, si no est determinado por una norma del
orden jurdico constituyente de la comunidad, lo que significa: cuando no est
autorizado a ejercer la funcin por una norma superior tal. Todo acto de produccin de derecho tiene que ser un acto de aplicacin de derecho: es decir,
tiene que ser aplicacin de una norma jurdica previa al acto, para que pueda
valer como un acto de la comunidad jurdica. De ah que deba concebirse la
produccin de derecho como aplicacin de derecho, inclusive cuando la norma
superior slo determina el elemento personal, el individuo, que tiene que
cumplir la funcin de produccin de derecho. Esta norma superior, determinante del rgano, es la que recibe aplicacin en todo acto de ese rgano. En el
Estado ideal de Platn, en el cual los jueces podan resolver todos los casos
segn su libre apreciacin, sin verse limitados por ninguna norma general dictada por el legislador, cada una de esas decisiones constituye, sin embargo, una
aplicacin de la norma general que determina bajo qu condiciones un individuo est facultado para actuar como juez. Slo con fundamento en esa norma
puede ser visto como juez del Estado ideal, puede atribuirse a ese Estado ideal
sus sentencias, como producidas dentro de ese Estado ideal.
La determinacin de la produccin de una norma inferior por una superior,
puede tener diversos grados. Nunca puede ser tan limitada que el acto en cuestin no pueda ser considerado ya como un acto de aplicacin de derecho, y
tampoco puede ampliarse tanto que el acto ya no pueda ser considerado como
un acto de produccin de derecho. Inclusive cuando -como sucede en el caso
de la sentencia judicial que ha de dictarse fundndose en leyes- no slo se
encuentra determinado el rgano y el procedimiento, sino tambin el contenido
de la sentencia correspondiente, aparece no slo una aplicacin de derecho,
sino tambin una produccin de derecho. La pregunta sobre si un acto tiene
dicional observa la aplicacin del derecho, sobre todo, aunque no exclusivamente, en las decisiones de los tribunales civiles o penales que, efectivamente,
cuando resuelven un litigio, o aplican una pena a un delincuente, por lo
comn aplican normas jurdicas generales producidas por va legislativa o consuetudinaria. Pero, como resulta de lo dicho anteriormente, tenemos tambien
aplicacin de derecho en un todo igual en la produccin de las normas jurdicas generales a travs de la legislacin y la costumbre, as como en las resoluciones de los organismos administrativos y, como veremos, en los negocios
jurdicos; los tribunales aplican las normas jurdicas generales al dictar normas
individuales, determinadas en su contenido por las normas generales, que estatuyen una sancin concreta, sea la ejecucin forzosa civil, sea una pena.
Desde el punto de vista de una consideracin orientada a la dinmica del
derecho, la implantacin de una norma individual por el tribunal constituye
una etapa intermedia en el proceso iniciado con la ereccin de la constitucin,
y que, pasando por la legislacin y la costumbre, lleva a la sentencia judicial y
de sta, a la ejecucin de la sancin. Este proceso, en el cual el derecho se
autorreproduce permanentemente, va de lo general (o abstracto) a lo individual (o concreto). Se trata de un proceso de una individualizacin o concretizacin en incremento inintemmpido.
Para individualizar la norma general que aplica, el tribunal tiene, por de
pronto, que establecer si en el caso que se le presenta aparecen las condiciones
que una norma general determina en abstracto para la aplicacin de la consecuencia sancionatoria, se dan en concreto. Esta verificacin del hecho condicionante de la consecuencia de lo ilcito, incluye el establecer la n o m a jurdica general aplicable, es decir, establecer que hay una norma general vlida
que enlace al hecho dado una sancin. El tribunal no tiene slo que responder a
una quuestio facti, a una cuestin de hecho, sino tambin a la quuestio iuris,
a la pregunta por el derecho. Luego de haberse cumplido estas dos comprobaciones, tiene el tribunal que ordenar in concreto la sancin estatuida in abstracto en la norma general. Estas comprobaciones y esta orden constituyen las
funciones esenciales de la sentencia judicial. Con todo, entre una sentencia
civil y una penal, aparece cierta diferencia en tanto en la primera, por lo comn, la sancin concreta slo es ordenada condicionalmente. El tribunal civil
condena al demandado a otorgar determinada prestacin a favor del actor, y
ordena la sancin slo bajo condicin de que esa prestacin no se efecte
dentro de determinado trmino. En cambio, la imposicin de la sancin penal
se produce, por lo comn, incondicionadamente. Pero tambin puede ser impuesta condicionadamente haciendo depender su ejecucin efectiva de la comisin por el condenado de un nuevo delito dentro de determinado tiempo.
La sentencia judicial no tiene, como se suele suponer, un carcter meramente declaratorio. El tribunal no tiene slo que descubrir y reformular un
derecho ya concluido como creacin y fijo, cerrado ya el proceso de su produccin. La funcin del tribunal no es mero descubrimiento y formulacin del
derecho, y en este sentido, declaratoria. El descubrir el derecho se da solaniente
en la determinacin de la norma general aplicable al caso concreto. Y tambin
esta determinacin tiene un carcter, no puramente declaratorio, sino constitutivo. El tribunal que tiene que aplicar en un caso concreto las normas generales vlidas de un orden jurdico, debe decidir la cuestin de si la norma que
aplicar fue producida constitucionalmente, es decir, por va de un proceso
legislativo determinado por la constitucin, o por va de la costumbre en que
la constitucin delegara. 14' Este Iiecho que el tribunal tiene que comprobar
es tan condicin de la sancin que estatuir en el caso concreto, como el hecho,
que tambin el tribunal tiene que comprobar, de que se ha cometido un delito.
El enunciado jurdico que describe esta situacin rezara, por ejemplo, en el
caso de aplicacin de una norma penal en un orden jurdico democrtico: si
el parlamento, elegido constitucionalmente, ha dictado una ley conforme al
procedimiento constitucionalmente determinado, en consecuencia de la cual
debe castigarse de cierta manera una determinada conducta como un delito,
y si el tribunal ha verificado que un hombre determinado ha incurrido en semejante conducta, entonces el tribunal debe aplicar la pena deteminada por
la ley. Esta formulacin del enunciado jurdico dilucida la posicin que el
147 En relaci6n con la limitacin jurdico-positiva de este derecho asi llamado de examen
de los tribunales y de otros rganos de aplicacin del derecho, cf. infra, pp. 275 y s.
denominado derecho constitucional -es decir, las normas que regulan la pr*
duccin de normas generales tiene en el marco de un orden jurdico. Se trata
de normas no independientes, incompletas, puesto que slo determinan una de
las condiciones de los actos coactivos que otras normas estatuyen. Slo se
configuran en conexin con esas normas jurdicas. De ah que la circunstancia
de que las normas del derecho constitucional no estatuyen ningn acto coactivo
no constituye razn suficiente - c o m o a veces se supone- para rechazar la
definicin del derecho como un orden coactivo. Justamente mediante la. comprobacin efectuada en la sentencia judicial de que la norma general que el
tribunal ha de aplicar al caso presente, tiene validez -y tiene validez si ha sido
producido constitucionalmente-, esa norma se hace aplicable al caso concreto,
crendose para ese caso una situacin jurdica que no exista antes de la sentencia.
No requiere una fundamentacin ms prxima la tesis de que la orden que
impone la sancin concreta tiene un carcter constitutivo. La norma individual
que estatuye que debe dirigirse una sancin bien especfica contra determinado
individuo, es recin creada por la sentencia judicial, no habiendo tenido validez anteriormente. Slo la comprensin defectuosa en la funcin normativa
de la sentencia judicial; el prejuicio de que el derecho slo est constituid por
normas generales; el ignorar las normas jurdicas individuales, ha oscurecido el
hecho de que la sentencia judicial slo es la continuacin del proceso de produccin de derecho, y llwado al error de ver en ella slo una funcin declarativa.
D e gran significacin es tambin reconocer que la verificacin del hecho delictuoso es plenamente una funcin constitutiva que cumple el tribunal. Cuando
el orden jurdico enlaza un hecho determinado, como condicin de determinada
consecuencia, tiene que determinar tambin el rgano que comprobar la
existencia del hecho condicionante en el caso concreto, as como el procedimiento. El orden jurdico puede facultar a ese rgano a determinar el procedimiento segn su propio criterio; pero rgano y procedimiento tienen que estar, directa o indirectamente, determinados por el orden jurdico, para que
la norma general, que enlaza a ese hecho una consecuencia, pueda ser aplicada
al caso concreto, es decir, pueda ser individualizada. Frente a un hecho determinado por el orden jurdico como condicin de una conseciiencia, la primera
pregunta del jurista tiene que ser: qu rgano es competente, conforme al
orden jurdico, para determinar el hecho en el caso concreto, y cul es el procedimiento, determinado tambin por el orden jurdico, en que ello se efecta?
Slo mediante esta determinacin inicial entra el hecho en el dominio del
derecho; slo mediante ella se convierte de hecho natural, en hecho jurdico;
justamente as es producido lurdicamente. Si se sostuviera en contra que el
instante temporal en que debe considerarse que el hecho jurdico se ha producido es idkntico con el instante en que el hecho naturalmente se ha dado,
cabe responder que la determinacin del hecho por el rgano de aplicacin
comete homicidio, deber ser sancionado con determinada pena, sino que reza:
cuando el tribunal competente, mediante el procedimiento determinado por
el orden jurdico, ha establecido con fuerza de cosa juzgada que determinado
hombre ha cometido un homicidio, el tribunal deber imponer a ese hombre
determinada pena. E n el pensamiento jurdico, en lugar del hecho condicionante del ac:o coactivo, como hecho en s, propio del pensar no jurdico, aparece el hecho establecido procesalmente. Slo esta comprobacin procesal es
ella misma un "hecho", y la pregunta de si se ha dado en un caso concreto, de
si la verificacin se produjo de alguna forma, si la efectu el rgano competente
y a traves del procedimiento prescrito, es susceptible igualmente de tantas opiniones diferentes como la pregunta de si la sentencia fue "correcta". As como
una sentencia judicial puede ser atacada fundndose en la falsedad de la determinacin del hecho por el cual se atribuye a determinado hombre haber cometido determinado delito, tambien puede atacarse la ejecucin de la sancin
fundndose en la inexistencia de una sentencia judicial, es decir, por incompetencia del rgano, o error en el procedimiento, recurriendo a instancias superiores. El caso en que, segn opinin de las partes, la orden que manda llevar
adelante la sancin ha sido dictada al margen de un proceso judicial previo, es
anlogo al caso en que el tribunal ha determinado que se ha cometido un
delito, aunque, en opinin de las partes, no hay delito alguno. En este caso,
mediante un procedimiento de segunda instancia, puede volver a establecerse
la comisin del delito, o, si el tribunal de segunda instancia establece la falta
de existencia del delito, puede anularse la orden que manda llevar adelante la
ejecucin de la sancin. En aquel caso, en el procedimiento de segunda instancia puede determinarse el hecho discutido por las partes, de si la orden de
llevar a cabo la sancin se ha producido en un procedimiento judicial, o,
en caso de no lograrse esa comprobacin, iniciarse un procedimiento judicial. El
caso en que, segn opinin de las partes, la sentencia judicial es un acto de un
tribunal incompetente, o resultado de un procedimiento defectuoso, es anlogo al caso en que el delito hubiera sido cometido por individuo distinto del
condenado, o de que el delito, que ste efectivamente hubiera cometido, sea
un delito distinto de aquel por el cual fue condenado. En todos estos casos,
el proceso judicial mismo es objeto de otro procedimiento judicial. Si este
recurrir de un procedimiento judicial a otro se encuentra limitado por el orden
jurdico positivo, tendremos entonces un procedimiento judicial que ya no
puede ser objeto de otro, y, por ende, no puede aparecer ya en lugar del hecho
de este proceso judicial realizado el hecho procesalmente verificado de ese
procedimiento, teniendo que aceptarse el caso lmite de un ltimo procedimiento judicial como un hecho en si. As sucede cuando la sentencia del tribunal de
ltima instancia adquiere fuerza de cosa juzgada. Ello significa que debe admitirse que el sentido subjetivo del acto de la sentencia de ltima instancia es
su sentido objetivo. Si en esa sentencia se afirma el hecho negado por las par-
reses que siempre aparecern como contrarios tienen que permanecer desprotegidos, siendo inevitable el conflicto entre la conducta permitida de un individuo con la conducta tambin permitida de otro, conflicto que siempre se da
cuando la demanda es rechazada, o el acusado es absuelto, slo por no encontrarse prohibida su conducta, sin que haya una norma general en el orden
jurdico que proteja el inters lesionado con su conducta, al enlazar una sancin
a la conducta contraria.
Pero tambin es posible que el orden jurdico autorice al tribunal, cuando
no puede establecer ninguna norma jurdica general que imponga al demandado
o acusado la obligacin cuya violacin afirma el demandante privado o el
acusador piiblico, a no rechazar la demanda, ni a absolver al acusado, sino a
hacer lugar a la primera o condenar al segundo, cuando tenga la falta de tal
norma jurdica general por cosa injusta, inaceptable, es decir, por cosa no satisfactoria. Ello significa que el tribunal queda facultado para producir una norma
jurdica individual para el caso que se le presenta, cuyo contenido de ninguna
manera est predeterminado por una norma general de derecho de fondo producida por va legislativa o consuetudinariamente. En ese caso, el tribunal
no aplica tal norma jurdica, sino la norma jurdica que lo faculta para crear
nuevo derecho de fondo. Se suele decir que el tribunal est facultado para
actuar como legislador. No es ello del todo exacto si por legislacin se entiende
la produccin de normas jurdicas generales. Puesto que el tribunal slo es
autorizado para producir una norma individual, vlida para el nico caso que
le es presentado. Esa norma individual es producida por el tribunal aplicando
una norma general que considera deseable, que estima "justa", pero que el
legislador positivo ha omitido promulgar. Slo como aplicacin de semejante
norma general no positiva, cabe justificar, como justa, la norma individual
impuesta por el tribunal.
La diferencia entre el caso en que el tribunal, como se dice, est facultado
para actuar como legislador, y el caso en que el tribunal, ante la falta de una
norma positiva general de derecho de fondo que predetermine el contenido de
la sentencia judicial tenga que rechazar la demanda o absolver al acusado, es
slo de grado. No s610 porque tambin en el primer caso el tribunal aplica una
norma general de fondo, aunque no positiva, sino especialmente porque tambin en el segundo caso la funcin del tribunal es produccin de derecho, a
saber: la produccin de una norma individual. Slo que la discrecionalidad del
tribunal es en este caso mucho menor que en aquel, en el cual, de hecho, se
encuentra tan poco limitado en su discrecionalidad como la que normalmente
la constitucin delimita a favor del legislador para la produccin de normas jurdicas generales. Pero inclusive en el caso en que el contenido de la norma
jurdica individual que deba producir el tribunal se encuentre predeterminado
por una norma jurdica positiva general, tiene que dejarse a la funcin productora de derecho del tribunal un cierto espacio de juego para su discrecionalidad.
256
HANS KELSEN
cia, que rechazar el tibunal la demanda dirigida contra el empresario, admitindola en cambio slo contra el dependiente, un socialista ver en la aplicacin del derecho vlido existente algo insatisfactorio, mientras que ello ser
considerado como enteramente satisfactorio por un liberal. La falta de una
norma jurdica general, que conduce al rechazo de una demanda o a la absolucin de un acusado, ser considerada por ste, o por el demandado, como un
hecho satisfactorio, y por tanto, aprobado o justo, mientras que el demandante
o el acusador lo considerarii insatisfactorio y, por ende, como digno de desaprobacin o injusto.
Pese a estos argumentos coritrarios, la teora de las lagunas -esto es, el
supuesto de que existen casos en que el derecho vlido existente no puede ser
aplicado por no contener ninguna norma general aplicable al caso- desempeia
un papel significativo en la tcnica de la legislacin moderna. Tpica al respecto
es la disposicin del Cdigo Civil suizo: "La ley se aplicar en todas las cuestiones jurdicas eii cuyo respecto contenga, segn su tenor literal o interpretacin,
una determinacin. Si no puede extraerse de la ley un precepto, el juez resolver segn el derecho consuetudinario y, de faltar ste tambin, segn la regla
que l mismo establecera como juez." Esta disposicin presupone la posibilidad
de que el derecho suizo no sea aplicable lgicamente a un caso concreto que
deba resolverse por el derecho civil suizo. Como ello, empero, no es de hecho
posible, puesto que un orden jurdico siempre es aplicable y efectivamente es
aplicado cuando el tribunal tiene que rechazar la demanda fundndose en que
el orden juridico no contiene ninguna norma general que imponga al demandado la obligacin pretendida por el demandante, resulta que el supuesto del
cual parte la disposicin citada es una ficcin. Consiste en que la falta de
determinada norma jurdica dentro de un orden jurdico, atribuida fundndose
en un juicio de valor subjetivo, poltico-moral, es representada como la imposibilidad lgica de su aplicacin.
El legislador puede verse llevado a hacer uso de esta ficcin por la conciencia de que la aplicacin de la norma general por 61 establecida puede llevar
en circunstancias no previstas y no previsibles, a un resultado insatisfactorio,
recomendndose entonces facultar al tribunal a imponer en esos casos, en
lugar de las normas generales que predeterminan el contenido de la sentencia,
una norma jurdica individual, producida por el tribunal mismo, que se adecua
a las circunstancias no previstas por el legislador. Si formulara esta autorizacin de manera tericamente correcta, es decir, sin recurrir a ficcin alguna,
tendra que disponer que, cuando la aplicacin del orden jurdico vlido existente sea insatisfactoria para la concepcin intuitiva moral-poltica del tribunal
en el caso que se le somete, podr resolver el caso segn su propia apreciacin.
Pero semejante formulacin otorgara al tribunal un poder evidentemente
demasiado extenso. El j u a estara facultado para resolver segn su propio
criterio discrecional toda vez que considere insatisfactoria la aplicacin del
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HANS KELSEN
sobre quien corra con el riesgo por la cosa comprada cuando sta es destruida
sin culpa de las partes, antes de la tradicin. S610 que no pasa que el legislador
"nada" baya determinado al respecto, sino que no determina que el comprador
quede liberado de la obligacin de entregar la cosa, o reparar el dao, determinacin que evidentemente considerar deseable quien sostenga aqu la existencia de una "laguna"; una determinacin que de ninguna manera tiene que
agregarse intelectualmente para hacer aplicable la ley; puesto que si la ley no
introduce excepcin, para el caso sealado, a la obligacin del vendedor de
entregar la cosa, o reparar el dano, determina que el vendedor soporta el riesgo.
Lo segundo aparece cuando la ley, por ejemplo, determina que debe crearse
cierto rgano mediante una eleccin, sin regular el procedimiento electoral.
Ello significa que cualquier tipo de eleccin -sea proporcional o pbr mayora,
con voto pblico o secreto, etcktera- es legal. El rgano competente para
llevar a cabo la eleccin puede establecer el procedimiento electoral a su discrecin. La determinacin del procedimiento electoral queda liberado a una
norma de nivel inferior. Otro ejemplo: una ley determina, entre otras cosas,
que un cuerpo colegiado, para poder actuar, tiene que ,ser convocado por su
presidente, disponiendo simultneamente, que le corresponde a 61 mismo elegir
al presidente. Si esta norma no recibe la interpretacin segn la cual, de
faltar presidente, todo tipo de convocatoria es legal, sino slo aquella segn
la cual tambin en caso tal el cuerpo tiene que ser convocado por su presidente,
tendremos que el cuerpo no podria funcionar de manera legal, es decir, aplicando la ley; pero tampoco tenemos aqu una "laguna", puesto que la ley
ciertamente quiere que el cuerpo, aun careciendo de presidente, deba ser convocado por ste. Si para ese caso nada prescribiera, toda forma de convocarse
sera conforme a la ley. La ley deterniina aqu algo carente de sentido. Ello,
dado que las leyes son obra huiiiaiia, no est excluido.
general. En ambos casos funciona el tribunal, que crea el caso con valor de
precedente, en forma idkntica al legislador, igual al rgano facultado por la
constitucin para legislar. La decisin judicial en un caso concreto se convierte as en obligatoria para la resolucin de casos iguales, en tanto la norma
individual que expone, es generalizada. Esta generalizacin -es decir, la formulacin de la norma general- puede ser efectuada por el tribunal mismo
que crea el caso con valor de precedente, pero puede ser realizada tambin
por otros tribunales que estn obligados por la sentencia con valor de precedente. Puesto que no est excluido que tribunales diferentes generalicen la
senteiicia que funciona como precedente de maneras distintas, lo que no sera
recomendable atento la finalidad de la institucin: alcanzar un poder judicial
uniforme. Como las sentencias con valor de precedente slo pueden ser obligatorias para la resolucin de casos iguales, la cuestin de si un caso es igual
al caso con valor de precedente, es de significacin decisiva. Pero como ningn
caso puede ser igual a otro en todo respecto, la "igualdad de dos casos que
aqu interesa slo puede consistir en su concordancia con respecto de ciertos
puntos esenciales, as como dos hechos que constituyen el mismo delito,
concuerdan slo en ciertos puntos esenciales, y no en todos. La pregunta, con
todo, de cules sean los puntos en que tienen que coincidir, para ser vistos
como "iguales", slo puede responderse fundndose en la norma general que
determina el hecho, en tanto ella fija sus elementos esenciales. De ah que slo
fundndose en la norma general, creada a travs de la sentencia con valor de
precedente, puedc decidirse si dos casos son iguales. La formulacin de esta
norma general es el presupuesto bajo el cual nicamente la solucin adoptada
en el precedente puede ser obligatoria para la resolucin de casos "iguales"
La funcin productora de derecho de los tribunales, presente bajo toda
circunstancia, aparece en forma especialmente ntida cuando el tribunal est
facultado, a travs de sentencias con valor de ~rccedente,tambin a producir
normas generales. Un tribunal, y particularmente un tribunal de ltima instancia, puede fcilmente recibir esta autorizacin cuando cuenta con competencia,
en determinadas circunstancias, para resolver un caso sin aplicar una norma
general ya vlida de derecho material, sino conforme a su discrecionalidad; es
decir, para producir una norma jurdica individual, cuyo contenido no est
predeterminado por ninguna norma general de derecho positivo. Otorgar a
semejante sentencia carcter de precedente, es slo una ampliacin consecuente de la funcin de produccin de derecho del tribunal.
Si los tribunales estn facultados para producir, no slo normas jurdicas
individuales, sino tambin generales, comienzan a competir con el rgano
legislativo establecido por la constitucin, lo cual significa una descentralizacin de la funcin legislativa. En este respecto, es decir, en lo tocante a la
relacin entre el rgano legislativo y los tribunales, cabe distinguir dos tipos
tcnicamente diferentes de sistemas jurdicos. Segn uno de esos tipos, la
produccin de normas jurdicas geiierales se encuentra plenamente centralizada, es decir, reservada a un nico rgano legislativo central, limitndose los
tribunales a aplicar las normas generales producidas por el rgano legislativo
a los casos concretos mediante las normas individuales que ellos produzcan.
Dado que el procedimiento legislativo, especialmente en las democracias parlamentarias, tiene que superar mltiples oposiciones para funcionar, puede ser
que el derecho, en semejante sistema, slo se adecue difcilmente a las cambiantes circunstancias. Este sistema tiene el inconveniente de una falta de
flexibilidad. En cambio, tiene la ventaja de la seguridad jurdica, consistente
en que las decisiones de los tribunales son previsibles hasta cierto grado, y
por ende, calculables, de suerte que los sujetos sometidos al derecho pueden
orientarse en su comportamiento segn las decisiones judiciales previsibles. El
principio de ligar la sentencia dictada en casos concretos a normas generaks
que han sido previameiitc producidas por un rgano legislativo central, podra
ampliarse coherentemente al funcionamiento de los rganos administrativos.
Expresa, en esta generalidad, el principio del estado de derecho que, en esencia, es el principio de la seguridad jurdica. En plena oposicin a este sistema
se encuentran aquellos donde no existe en absoluto un rgano legislativo
central, sino que los tribunales y los rganos administrativos tienen que resolver los casos individuales mediante su libre criterio. Su justificacin reposa
en la tesis de que ningn caso es enteramente igual a otro, y que, por lo
tanto, la aplicacin de normas jurdicas generales, que determinan de antemano
la sentencia judicial o el acto administrativo, impidiendo al rgano interesado
hacer justicia a las peculiaridades del caso individual, puede conducir a resultados insatisfactorios. Sc trata del sistema de la libre creacin de derecho, un
sistema que ya Platu recomendaba para su Estado ideal. Como cousetuencia
de la descentralizaciii radical de la produccin de derecho que acarrea, este
sistema se caracteriza por su gran flexibilidad, pero carece de toda seguridad
jurdica. Puesto que bajo semejante orden jurdico los individuos que se considere no pueden eii forma alguna prever las decisiones de los casos concretos
en los que tengan que participar como demandante o demandado, como acusado o como acusador. De ah que no puedan saber nada de antemano sobre
qu les est jurdicamente prohibido o permitido, con respecto de para qu
estn jurdicamente facultados o no. Slo podrn experimentarlo mediante la
sentencia que les impone una pena, o en la que son absueltos, o que rechaza
la demanda o hacer lugar a la misma.
La exigencia de una libre creacin del derecho, que garantice la flexibilidad
de ste, es formulada a veces en nombre de la justicia, como una justicia absoluta presupuesta. En este sentido, justa slo es la sentencia de un caso concreto
cuando atiende a todas las peculiaridades del caso. Como, sin embargo, ningn
caso es enteramente idntico a otro, dado que todo caso de alguna manera se
distingue de todos los restantes casos, la aplicacin de una norma general a un
caso concreto no puede conducir jams a una sentencia justa. Puesto que una
norma general presupone necesariamente la identidad de los casos, identidad
que en la realidad no se presenta. Y como todo derecho slo tiene un carcter
individual, la resolucin judicial de casos concretos no debera en forma alguna
estar ligada a normas generales.
Contra esta fundainentacin de la libre creacin de derecho cabe replicar lo
siguiente: lo que efectivarnentc se produce cuando la decisin de casos concretos no est ligada a normas jurdicas generales, producidas legislativa o consuetudinariamente, no es de ninguna mancra la exclusin total de las normas generales del procedimiento dc protlucciii de derecho; si el rgano al que se presenta el caso concreto para resolver, dehc dictar una sentencia "justa", slo
puede hacerlo en tanto aplica una norma general que l mismo considera justa;
como semejante nonna general no ha sido producida previamente por va legislativa o de la costumbre, el rgaiio llainado a crear derecho debe proceder de
la misma manera que un legislador que, al formular las normas generales, se
orienta por u11 determinado ideal de justicia; como distintos legisladores pueden
orientarse por muy clifercntcs idcales de justicia, el valor de justicia que consigue realizar slo pucde ser relativo; v por ende. iio menos relativa ser la
justicia de la norma general quc orienta al rgano llamado a decidir el caso
concreto. Dcsdc el punto de vista de iin idcal de justicia -posible slo como
un valor relativo-, la difereiicia eritrc cl sistema dc libre creacin dc derecho,
la creacin ligada a la producciOn Icgislativa o consuetudinaria, se encuentra
en que en lugar de la norma gciicral dc dereclio positivo, y de la norma general
que sil ideal de justicia propone al legislador, aparece la norma general del
ideal de justicia del rgano llamado a crear dcreclio.
Presupoiicr esta iiornra general es- como va se apuntara- inevitable si
la sentencia dictada en el caso concrcto debe valer como "justa". Puesto que la
pregunta sobre si determinada sentencia es justa, es inencionada por la necesidad de justificarla, de dar fundanlento a la validez dc la norma individual
que instaura. Y tal jiistificaci6ii o fiindamentacin de la validez no cs posible
sino mediante la dernostraciii dc quc la norma individual corresponde a una
norma general siipcrior quc se presupone como justa. nado que la norma constitutiva del valor de justicia tieiic que tcncr, por su esencia, un carcter general. '*"
Una variante particular en que aparece recientemente la exigencia de una
libre creacin de dereclio, no ligada a ninguna norma general, es la doctrina
desarrollada bajo influencia de la filosofa existencialista. I5"egn
ella, la
realidad concreta, por su esencia, no puede ser captada mediante conceplos
Ci. H. Kelsen, Die Normen der Cerechtigkeit 5 SS.
Georg Cohn, Eristenzialisntus und Rechtswissenschaft. Basilea, 1955; cf. tambin, H. Kelsen, "Existcnzialiamus in der Rechhvissensdiaft", en Archiv fur Rechts-iind
Soziolphilosophie, t. 43, cuaderno 2, 1957, pp. 161 y SS.
34'
130 Cf.
262
HANS KELSEN
abstractos, ni regulada con normas generales, sino que tiene que ser slo "vivenciada". Dado que los casos concretos que los tribunales tienen que resolver son
totalmente diferentes entre s, la sentencia justa, es decir, aquella que atienda
a todas las peculiaridades del caso, no puede fundarse en una norma general
trada de afuera, sino en una norma encontrada en la realidad del caso concreto
mismo. El derecho justo es inmanente a la realidad social y slo puede ser encontrado mediante un cuidadoso anlisis de esa realidad, y no en ninguna legislacin estatal. En este respecto, la doctrina existencialista del derecho es slo
una especie de la doctriiia del derecho natural, y como sta, una tentativa sin
perspectivas de lograr una conclusin, lgicamente imposible, dentica a partir
de una realidad.
Entre los dos tipos ideales de una creacin de derecho, ligada a la legislacin
estatal, o libre de esa legislacin, se encuentran aquellos en que se constituye
efectivamente un rgano legislativo central, pero dondc los tribunales estn
facultados no slo para dictar normas individuales en el marco de las normas
generales producidas por el rgano legislativo, sino tambin -bajo ciertas circunstancias aniba determinadas-, para dictarlas fuera de ese marco; y, por fin,
aquel sistema en que los tribunales estn facultados para crear normas jurdicas
generales bajo la forma de casos con valor de precedente. Estos sistemas distintos representan diversos grados de centralizacin o descentralizacin de la
funcin de produccin de derecho, y, por ende, dan diferente realizacin al
principio de la flexibilidad del derecho, que se encuentra en relacin inversa
con el de seguridad jurdica.
Un sistema particular es aquel en que las normas jurdicas geiierales no son
producidas en absoluto, o fundamentalmente, por un rgano legislativo central,
sino que resultan de la costumbre, sicndo aplicadas por los tribunales. Dado
que la adecuacin, tratndose de normas jurdicas generales, producidas consuetudinariamente y que los tribunales deben aplicar, del derecho a circunstancias
cambiantes, es an ms difcil que en el caso de la produccin de normas
jurdicas generales por un rgano legislativo central, el sistema del derecho
consuetudinario es especialmente favorable a la introduccin de un sistema
judicial que funciona con precedentes. Cabe comprender, por lo tanto, que
ste se haya desarrollado especialmente en el terreno del commn-law anglonorteamericano, que, en lo esencial, es un derecho consuetudinario.
La aplicacin de una norma jurdica general producida consuetudinariamente por un tribunal se diferencia -como ya se sealde la aplicacin de
una norma jurdica general producida por un rgano legislativo, en que la determinacin de la validez de la norma aplicable, es decir, la determinacin de la
existencia de una costumbre productora de derecho, desempea un papel mucho
ms prominente, y ms claro en la conciencia del juez, que la determinacin
de la validez de una norma producida por el legislador y publicada en un diario
'5'
oficial. Se explica as quc a veces haya surgido la idea de que el dercclio consuetudinario es un derecho creado por los tribunales. Si los tribunales, como sucede
en el terreno del common-iaw angloamericano, tienen que aplicar principalmente derecho consuetudinario, contando adems con el poder de resolver casos con
valor de precedente, es fcil que sobre semejante suelo brote la teoria de que
todo derecho es derecho judicial, es decir, derecho creado por los tribunales;
de que, antes de la sentencia judicial, no existe derecho alguno; de que una
norma slo se convierte en norma jurdica, cuando es aplicada por un tribunal.I6% Semejante teora slo puede mantenerse en tanto se considere a las
normas que los tribunales aplican, no como derecho, sino como una mera
"fuente" de derecho, donde esta expresin metafrica es utilizada para designar todos los factores que efectivamente influyen sobre la sentencia judicial,
as como los juicios de valor moral-polticos, dictmenes profesionales y cosas
semejantes. Bajo la impresin de la importancia predomiiiante que el tribunal
tiene en un sistema de derecho consuetudinario y de precedentes, esta teora
pasa por alto la diferencia esencial que se da entre las "fuentes" del derecho
jurdicamente obligatorias y las que no lo son. Se equivoca al 110 reconocer
que fuente de derecho, es decir, origen del derecho, aquello de donde el derecho
proviene, aquello que produce derecho, slo puede ser derecho, puesto que es
el derecho el que regula sil propia prodiiccin.
I a teora surgida en el terreno del common-lav anglonorteaniericano, de
que slo los tribunales producen derecho, es tan unilateral como la teora surgida en el terreno del derecho legislado continental europeo, de que los tribunales no producen absolutamente ningn derecho, sino s610 aplican un derecho
ya creado. Esta teora lleva a sostener que slo hay normas generales; aqulla,
que slo hay normas individuales. La verdad se encuentra a mitad de camino.
Los tribunales producen derecho y, por cierto, como regla, derecho individual;
pero al hacerlo dentro de un orden jurdico que ha establecido un rgano legislativo, o que reconoce en la costumbre un hecho productor de derecho,
aplican un derecho general creado previamente por va legislativa o consuetudinaria. La sentencia judicial es la continiiacin, no el comienzo, del proceso
de produccin de derecho.
Si, desde un punto de vista poltico-jurdico, se viera en la diferencia entre
la creacin de derecho, cumplida a travs de normas generales producidas legislativa o consuetudinariamente, o bien mediante una creacin libre no ligada
a esas nomas, una oposiciii de principio entre dos sistemas jurdicos, tendra
que observarse que esta oposicin se debilita notablemente a travs de la institucin de la cosa juzgada de las sentencias judiciales. En qu medida as sucede,
se mostrar ms adelante.
16% Esta teora es desarrollada en el lihro de John Chipmaii Gray, The Nature cnd
Sotirces of the Lmv, 2a. edicin, 1927; cf.H. Kelsen General Theory o f Law aitd State, pi).
150 y SS.
163 Cf. inf~a,pp. 272 y SS
V. Dinmica jurdica
264
264
HANS ELSW
h ) El negocio jurdico
a ) El negocio jurdico como hecho productor de derecho. La norma jurdica individual que la sentencia judicial representa, estatuye la sancin que,
en caso de una sentencia penal, tendr carcter de pena, o en caso de una
sentencia civil, el de una ejecucin c i d . La finalidad de la sancin civil es
la reparacin, especiaimente: la reparacin de un dao. lMLa conducta que
provoca un dao es ilcita, constituye un delito cid, en tanto es condicin
de una ejecucin civil. Pueden distinguirse dos tipos de causa de daos, segn
se encuentren en conexin con un negocio jurdico precedente, o se produzcan
sin esa relacin. Daos causados en la segunda forma aparecen, por ejemplo,
cuando alguien, deliberada o negligentemente, daa o destruye un objeto de
propiedad de otro, o cuando alguien infiere un dao a otro mediante un delito
penal, como lesiones o hurto. En el ltimo caso mencionado, la sancin civil
se suma a la sancin penal. Daos causados en la primera forma aparecen, por
ejemplo, cuando dos personas han celebrado un contrato, ocasionando una de
las partes en el contrato un dao a la otra al no cumplir con su obligacin contractual. En este caso, el hecho condicionante de la sancin civil se compone
de dos partes: la celebracin de un contrato y de una conducta violatoria del
contrato. O expresndole en trminos ms generales: de la realizacin de un
negocio jurdico y de una conducta contraria a lo convenido.
Una conducta puede considerarse contraria a lo convenido slo en tanto el
sentido subjetivo de los actos, o dcl acto que configuran un negocio jurdico,
es una norma; slo en tanto el negocio jurdico es un hecho productor de normas. En la terminologa jundica tradicional, la expresin "negocio jurdico"
siwe tanto para designar cl acto productor de la noma, como la norma producida por el acto. El negocio jurdico tpico es el contrato. En un contrato acuerdan las partes contratantes deber comportarse recprocamente de determinada
manera. Este deber es el sentido subjetivo del acto en que se da el negocio
jurdico, pero tambin constituye su sentido objetivo, es decir, este acto es un
hecho productor de normas jundicas, en tanto y en cuanto el orden jurdico
otorgue a ese hecho esa calidad, y se la otorga en tanto hace de la realizacin
del hecho del negocio jurdico, junto con una conducta contraria a l, condicin de una sancin civil. Al establecer el orden jrdico al negocio jurdico
como un hecho productor de derecho, autoriza a los individuos sujetos al negocio a regular sus relaciones recprocas, en el marco de las normas jundicas generales producidas por va de legislacin o costumbre, por las normas que son
producidas mediante el negocio jurdico. Estas normas convencionalmente producidas, que no estatuyen sanciones, sino una conducta cuyo opuesto es una
coiidicin de la sancin estatuida por las normas jurdicas generales, no son
normas jurdicas independientes. Constitiiyen normas jurdicas s610 en su rela-
cin con las normas jurdicas generales que estatuyen sanciones. El tribunal
civil que resuelve un litigio surgido de un negocio juridico, tiene que establecer
no slo la validez de la norma jurdica general sobre cuya base se llev a cabo
el negocio, sino tambin el hecho de que el negocio jurdico efectivamente se
realiz, que se da una conducta contraria a lo pactado y que el dao as causado
no ha sido reparado, para dictar, e11 mrito a esas comprobaciones, la norma
individual, conforme a la cual, si el daiio detcrmiiiado por el tribunal no es
reparado dentro de un plazo determinado, se deber llevar a cabo una sancin
estatuida en la norma jurdica general. La sancin estatuida en la norma jurdica general constituye en obligacin principal a la obligacin de omitir la
conducta contraria al pacto, y de causar as un dao, y como obligacin accesoria, la de reparar el dao provocado por el incumplimiento de la obligacin principal. La sancin puede ser evitada mediante el cumplimiento de
la obligacin que el negocio jurdico inmediatamente estatuye, o, en caso
de su incumplimiento, mediante el cumplimiento de la obligacin sustitutiva de reparar el dao que, en este caso, es una obligacin accesoria. Lo
mismo sucede cuando el dao no es causado por una conducta contraria a la
convencin negociada, sino es causada por una conducta que tampoco es punible. Si, en cambio, el dao resulta de una conducta que ella misma es condicin de una sancin penal -como una lesin corporal grave-, entonces
no puede evitarse esa sancin mediante el cumplimiento de la obligacin de
reparar el dao causado por el delito ~unible;en esos casos, la obligacin constitutiva de la sancin civil se agrega a la sancin penal, consisteiite en ka obligacin de omitir el delito punible. En relacin con esta obligacin, la obligacin de reparar el dao no constituye una obligacin sustitutiva.
El negocio jurdico es, igualmente como el delito consistente en el coinportamiento contrario a la convencin, y el delito de no reparar los daiios provocados de esa manera, condicin de la saiicin civil. Se distingue del delito e11
que, conforme al orden jurdico, produce la norma que constitu\e si1 sentido,
mientras que el delito no es un hecho que el orden jurdico establezca como
productor de normas. El acto coactivo de la sancin civil no est dirigido contra el individuo que ha efectuado un negocio juridico, sino slo contra el
individuo que, luego de haber realizado u11 negocio jurdico, se comporta contra
lo convenido, u omite reparar el daiio causado por la conducta contraria a lo
pactado.
p) El contrato. Segii que el hecho del negocio jurdico est constituido por
el acto de un individuo, o por los actos de dos o ms individuos, se distingue
entre negocios jurdicos unilaterales, y negocios bi o multilaterales. El negocio
'jurdico de lejos ms importante en el derecho moderno es el negocio jurdico,
bi o multilatal, el contrato.
El hecho del contrato se configura con las declaraciones concordantes de
voluntad de dos o ms individuos, dirigida a una determinada conducta de los
266
HANS KELSEN
mismos. El orden juridico puedc, auiiquc iio necesita liaceiio, prescribir determinada forma para esas declaraciones, de suerte que constituyan un contrato
con fuerza obligatoria - e s decir, para producir normas que obliguen y faculten
a los individuos contratantes-, por ejemplo, estableciendo que ha de celebrarse por escrito, y no slo verbalmente o a travs de gestos. En todo caso
las partes tienen que expresar de alguna manera slt voluntad, es decir,
darle alguna exteriorizacin. D e no ser as, el hecho de que el contrato ha sido
celebrado no podra comprobarse en Iin procedimiento de aplicacin de derecho y, especialmente, en un procedimiento judicial.
Entre la voluntad efectiva de una parte, y su expresin efectuada en alguna
forma, puede aparecer una discrepancia en tanto la formulacin puede ser
interpretada por la otra parte coiitractual, o por el rgano de aplicacin, en
sentido distiiito del que la parte pretenda expresar con esa formulacin. Cules sean las consecuencias de tal discrepaiicia slo puede determinarse por el
mismo orden jurdico, y no por la ciencia del derecho. El orden jurdico puede
determinar que no se considerar realizado un contrato cuando una parte pueda
demostrar que el sentido que pretenda dar a la formulacin de su voluntad,
es distinto del que le otorga la otra. Pero el orden jurdico puedc tambin
~stableccrque tal discrepancia carezca de significado para la validez de la norma
producida convencionalmente; que la niisma es jurdicameiite irrelevante; que
slo interesa el sentido quc la formulacin, eii caso de litigio, podra atribuirse
normalmente a la otra parte en opinin del rgano de aplicacin. El orden
juridico puede dar ms peso a la formulacin exteriia que a la voluntad efectiva,
o, al revs, dar ins peso a la voluntad efectiva que a la formulacin externa.
Cual sea, entre ambas soluciones de este problema, la preferible, depende de
los priiicipios jurdico-polticos que determinan al legislador. El ideal de la
seguridad de las traiisacciones puede conducir a una, mieiitras que el ideal de
la libertad individual puede llevar a la otra solucin.
Para que se produzca el contrato, la declaraciii de voluntad dc una parte
tiene que estar dirigida a la otra, y sta tiene que aceptar la declaracin que
se le formula. El contrato se configura, como se suele decir, en una oferta y
en su aceptacin. La oferta es un ofrecimiento cuya aceptacin otorga validez
a una norma que regula el comportamieiito recproco de las partes contratantes.
Cuaiido esa norma estatuye una obligacin de la parte oferente, la oferta reviste
cl carcter de una promesa. La distincin entre oferta y aceptacin supone
quc ambas declaraciones de voluntad no se producen simultneamente. La
oferta tiene que preceder a la aceptacin. Surge as la pregunta si la voluntad
exteriorizada por la parte oferente en su declaracin, tiene que mantenerse
hasta el instante de la aceptacin, de suerte que en el momento d e la aceptacin las voluntades de ambas partes tengan quc coincidir, y, por ende, si as
iio es el caso, porque el oferente ha modificado en el nterin su voluntad, manifcstando ese cambio de voluntad mediante el retiro de la oferta, no se produce
268
IIANS KELSEN
no han participado en el hecho productor de derecho. La norma contractualmente producida puede imponer a las partes en el contrato iguales obligaciones
y otorgar iguales derechos. Pero puede tambin imponer obligaciones distintas
a las distintas partes en el contrato, o slo imponer una obligacin a una de
las partes del contrato, otorgando a la otra slo un derecho. Pero tal contenido
tiene que haber sido querido siempre por todas las partes en el contrato, O
bien estar contenido en la declaracin concordante de voluntades de todas las
partes. La norma producida contractualme~~te
tiene carcter individual, como
en caso de una compraventa, mediante la cual una parte se obliga a entregar
una nica vez una determinada cosa, y la otra se obliga a pagar una nica vez
determinada suma de dinero.
Pero el contrato puede tener tambin carcter general, es decir, obligar, no
a una prestacin nica, o a una nica prestacin y nica contraprestacin,
sino a un nmero indeterminado de prestaciones, o prestaciones y contraprestaciones; como, por ejemplo, el contrato en el cual una sociedad de seguros se
obliga con respecto de un individuo a pagarle los costos del tratamiento medico
en cada caso de enfermedad, obligndose el individuo asegurado a pagar menmalmente a la sociedad de seguros cierta contribucin en dinero.
En el derecho internacional, la clusula de admisin desempea en algunos
convenios cierto papel. Por esa clusula cualquier Estado, o ciertos Estados,
quedan facultados para ingresar a un convenio. El ingreso al pacto puede producirse mediante una declaracin unilateral, o mediante una solicitud que tiene
que ser aceptada por las partes contratantes existentes, su mayora, o por uno
de los rganos establecidos por la norma pactada. En este ltimo caso, la
admisin se produce mediante un nuevo contrato; en el primer caso, mediante
la aceptacin unilateral a la norma del tratado. Mediante la admisin, la norma
convencional adquiere validez para el ingresante.
Un tipo especial de contratos mediante los cuales se producen normas generales son aquellos mediante los cuales se instaura, conforme al derecho interno
de un Estado, un estatuto social, o, segn el derecho internacional general, la
carta de una organizacin internacional, como la Sociedad de las Naciones o
las Naciones Unidas. Se habla entonces de una asociacin. La admisin a la
sociedad, o la organizacin internacional, es ingresar a la asociacin mediante
la cual se estableci la sociedad o la organizacin intemacional. Si el ingreso
a la sociedad o a la organizacin internacional sblo es posible con el acuerdo
de un rgano social, o de la organizacin internacional, entonces la admisin
depende de un contrato celebrado entre la sociedad o la organizacin y el miembro ingresante, contrato cuyo contcnido constituye el estatuto de la sociedad o
la carta de la organizacin intemacional. Si la admisin puede producirse por la
declaracin unilateral del iqgresante, tenemos la aceptacin de un orden
juridico parcial vlido. Mediante el acto del ingreso toman validez para el
sujeto adriiitido las norinas del estatuto social, o la carta de la organizacin
internacional, lo que significa que esas normas son producidas con validez
para ese sujeto.
Ese ingreso de una penoiia privada eii uiia sociedad, o de un Estado a uiia
organizacin internacional es -a diferencia de un contrato- un negocio jurdico
unilateral. En el terreno del derecho privado tenemos algo semejante en la
llamada promesa de premio, esto es, la proniesa pblicamente notificada de
otorgar un premio por determinada prestacin. Eii ambos casos el acto de u11
sujeto produce una norma, o normas, inediaiite la cual el sujeto quc instaura
la norma queda obligado. Por ello se distinguen los negocios jurdicos unilaterales de los actos legislativos, las sentencias judiciales y los actos administrativos, que produce11 normas que obligaii a sujetos diferentes de los que las
establecieron.
i) Lo adininistracin. Junto a la legislacin y la jurisdicciii, la adniinistraciii
es designada como una de las tres funciones que la teora tradicional considera
como las fuiiciones esenciales del Estado. La legislacin y la jurisdiccin son
funciones jurdicas en sentido estricto, es decir, funciones mediante las cuales
se producen y aplican las normas del orden jurdico estatal, doiide la aplicaci~i
de una norma jurdica consiste en la produccin de otra noma, o eii la ejecucin del acto coactivo estatuido por una uoniia. '" 5 s individuos que desempeian esas funciones son rganos de derecho. Que tales sean rgaiios del
Estado, es decir pues, que su fiincin sea atribuida al "Estado", es decir, a la
comunidad jurdica constituida por el orden jurdico estatal, significa que son
referidos a la unidad del orden coactivo conrtituycnte de esa comuiiidad. Estc
orden coactivo es un orden jurdico "estatal" en tanto y en la me<licla en que
establece rganos que funcionan mediante uiia divisi~idel trabajo, habiendo
sido designados, mediata o inmediatamente, para el desempeo de sus hncioiies, es decir, como rganos relativamente ceiitrales, limitados eii su domiiiio
de validez territorial a un espacio firmemente delimitado -el Ilainado territorio
del Estado-, supuesto como orden supremo, o s610 subordinado al ordeii
jurdico internacional. Pero debe advertirse que las funciones jurdicas -esto
es, la produccin y aplicacin de normas del orden jurdico estatal- no se
cumplen nicamente en rganos centrales, sino tambitn mediante procediiiiiriitos descentralizados; as, la produccin de normas jurdicas generales a travks
de la costumbre, y la de nomas jurdicas individuales y generales niediaiitc
negocios jurdicos. Los individuos que desempean esas funciones j~iridicasson
tan rganos jurdicos coino el rgano legislativo, o los tribunales, su funcin
puede igualmente bien ser referida, como la legislacin y la jurisdiccin, a la
unidad del orden jurdico estatal, como atribuida a la comunidad coiistituida
mediantc ese ordeii jurdico, el Estado. I,a teriiiiiiologia tradicioiial -coino se
mostr8 anteriormente en otro contexto- no se adecua a esto. Las normas jur-
270
HANS KELSEN
158 Cf.
272
HANS ~ E L S W
Cf. &a,
p. 304.
274
HANS PELSEN
276
HANS KELSEN
0) ui ley "imnstitucionai". La afirmacin de que una ley vlida es "inconstitucional" constituye una contradictio in adjedo. Puesto que una ley slo puede
ser vlida Fundndose en la constitucin. Si hay alguna razn para suponer que
una ley es vlida, el fundamento de su validez se encuentra en la constitucin.
De una ley invlida no podra sostenerse que es inconstitucional, puesto que ley
invlida no es ley alguna, siendo jurdicamente inexistente, sin que sobre ella
sea posible formular ningn enunciado jurdico. Si la afirmacin corriente en la
jurisprudencia tradicional sobre una ley inconstitucioual, puede tener algn
sentido jurdico posible, no habra que tomarla al pie de la letra. Su significado slo puede ser que la ley en custin puede ser derogada, conforme a la
constitucin, no slo por el procedimiento acostumbrado, es decir, mediante
otra ley de acuerdo con el principio lex posterior derogat priori, sino mediante un procedimiento especial previsto por la constitucin. Mientras no sea derogada, tiene que ser considerada vlida, y mientras sea vlida, no puede ser
inconstitucional.
k ) Nulidad y anulabilidad
De lo anterior resulta tambin que, dentro de un orden jurdico, no puede
haber algo as como nulidad; que una norma juridica perteneciente a un orden
jurdico no puede ser nula, sino s610 anulable. Mas esta anulabilidad prevista
en el orden jurdico puede tener distintos grados. Por lo comn, una norma
juridica slo es suprimida con efecto para el futuro, de suerte que los efectos
jurdicos ya producidos bajo ella permanecen intocados. Pero puede ser suprimida con efecto retroactivo al pasado, de suerte que todos los efectos jurdicos
producidos bajo ella son anulados; como, por ejemplo, la derogacin de una ley
penal con revocacin de todas las sentencias judiciales dictadas con fundamento en ella, o la de una ley civil con revocacin de todos los negocios jurdicos y sentencias judiciales civiles dictadas con fundamento en ella. Pero la
ley fue vlida hasta su supresin; no fue nula desde el comienzo. Es, por ello,
incorrecto cuando la sentencia que suprime la ley es designada como una "de
claracin de nulidad", cuando el rgano que anula la ley declara a la misma
como "nula ab initio". La sentencia no tiene un mero carcter declarativo sino
uno constitutivo. El sentido del acto por el cual se anula una norma, es decir,
se la priva de validez, es, al igual que el sentido del acto por el cual se produce
una norma, tambin una norma. El orden jurdico puede facultar slo a determinado rgano para anular la norma producida por otro brgano, pero tambin
puede facultar a todos a resolver si aquello que se presenta con pretensin
de ser una norma jurdica, tiene objetivamente ese significado, es decir, a resolver si la norma fue producida de la manera determinada por el orden jurdico
y con el contenido determinado por el mismo, siendo as obligatoria para
todos. Si la decisin al respecto es tan descentralizada -y as sucede cuando
el orden jurdico, como por ejemplo, en el derecho internacional general,
no establece rganos que funcionan con base en una divisin. del trabajo,
para la produccin y aplicacin de normas jurdicas- puede que aparezcan
decisiones diferentes. Un individuo puede declarar que la norma en cuestin
es una n o m a jurdica vlida, mientras que otro le niega ese carcter. La decisin tiene, en tanto se cuestione en general la validez de una norma jurdica,
un carcter constitutivo. La norma cuestionada no es nula desde el comienzo.
Ia decisin de que es "nula", la anula con efecto retroactivo para el sujeto
que toma la decisin. Tampoco dentro de un orden jurdico estatal relativamente centralizado cabe excluir que algn individuo considere "nulo" algo
que subjetivamente se representa como una norma jurdica. Pero ese individuo
slo podra actuar as a su propio riesgo, es decir, corriendo el riesgo de que
aquello que estima nulo sea declarado norma jurdica vlida por el rgano
correspondiente, y, en consecuencia, que se ordene la ejecucin de la sancin
estatuida en esa norma jurdica.
284
HANS KELSEN
No puede negarse que hay casos en que algo -especialmente una ordenque aparece con la pretensin de ser una norma jurdica, es decir, de ser una
norma establecida por un acto conforme con la norma fundante bsica, no
necesite ser considerada tal por nadie, sin que el orden jurdico faculte al efecto
a todos, sin que se requiera en general un acto de anulacin especial previsto
por el orden jurdico. As, por ejemplo, cuando un internado en un manicomio
emite una "ley". Si se supone que en estos casos se da una nulidad a priori,
la misma escapara al dominio de lo jurdico. Puesto que no es posible en
absoluto, determinar jurdicamente estos casos. El orden jurdico no puede
fijar las condiciones bajo las cuales algo, que aparece con la pretensin de ser
una norma jurdica, tiene que valer como a priori nulo, y no como una norma
que haya de ser anulada en un procedimiento determinado por el orden jurdico. Cuando el orden jurdico, por ejemplo, determina que una norma no
establecida por el rgano correspondiente, o por un individuo que carece en
general de calidad de rgano; o que una norma que tiene un contenido excluido por la constitucin, tenga que ser considerada como nula a priori, sin que se
requiera acto alguno para suprimirla, tiene que determinar quin haya de
establecer la presencia de esas condiciones de la nulidad; y como esa comprobacin tiene un carcter constitutivo, puesto que la nulidad de la norma cuestionada es el efecto de esa comprobacin, sin que pueda afirmrsela antes de
producida esa comprobacin, resulta que esa comprobacin significa, aun
cuando se produzca con forma de una declaracin de nulidad, la anulacin
retroactiva de una norma que hasta entonces era considerada vlida. E n este
respecto, el derecho se asemeja al rey Midas. As como todo lo que aqud
tocaba se converta en oro, todo aquello a que el derecho se refiere, toma
carcter jiirdico. Dentro del orden jurdico, la nulidad es slo el grado superior
de la anulabilidad.
287
314
DEBECRO Y ESTADO
287
DERECHO Y ESTADO
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1928.
184
SS.
territoriales del Estado, la pregunta por sus lmites temporales consiste en preguntar cundo el Estado comienza su existencia, y cundo cesa, pregunta jurdica que no puede ser contestada con un conocimiento dirigido a una realidad
natural. Es, como todava veremos, el derecho internacional general el que determina el dominio de validez espacial y temporal de cada orden jurdico estatal, delimitndolos recprocamente, y haciendo jurdicamente posible tanto la
coexistencia de los Estados en el espacio, como su sucesin en el tiempo.
Se comprende casi de suyo que el llamado poder estatal, ejercido por el
gobierno del Estado sobre la poblacin del Estado dentro de su territorio, no
es simp:emente todo poder que algn hombre tenga efectivamente sobre otro
hombre, consistente en ser capaz de constreir al otro a una conducta deseada
por el primero. Hay muchas relaciones de poder efectivas semejantes, sin que
aquellos que ejercen ese poder sobre otro sean vistos como un Estado, o un
rgano estatal. Lo que diferencia a la relacin denominada poder del Estado,
de otras relaciones de poder, es la circuns:ancia de encontrarse jurdicamente
regulada, es decir, que los hombres que, como gobierno del Estado, ejercen el
poder, estn facultados por un orden jurdico a ejercer el poder mediante la
produccin y aplicacin de nomas jurdicas; que el poder del Estado tiene
carcter normativo. El llamado poder del Estado es la validez de un orden
jurdico eficaz. Que el gobierno del Estado que ejerce el poder del Estado tenga
que ser independiente, significa que no correspondera que est jurdicamente
obligado por ningn otro orden jurdico estatal; que el orden juridico estatal,
de es:ar subordinado a otro orden jurdico, slo lo est con respecto del orden
jurdico internacional.
Se suele ver en el ejercicio del poder del Estado una exteriorizacin de potencia que se considera un atributo esencial del Estado, al purito de que se designa
al Estado como una potencia, hablndose de los Estados como "potencias",
cuando no se trata de una "gran potencia". La "potencia" del Estado slo
puede mostrarse en los recursos de fuerza especficos de que disponga el gobierno: en la fortaleza y prisiones, en los caones y patbulos, en los hombres con
uniforme de polica o militar. Pero esas fortalezas y prisiones, esos caones y
patbulos son objetos muertos; slo se convierten en instrumental de la potencia
del Estado en cuanto estn a disposicin de hombres conforme a las rdenes
que les imparte el gobierno, en cuanto los policas y los soldados acatan las
normas que regulan su comportamiento. La potencia del Estado no es ninguna
fuerza o recurso mstico, oculto detrs del Estado o de su derecho. No es otra
cosa que la eficacia del orden jurdico estatal.
As el Estado queda definido, en cuanto sus elementos esenciales son la
poblacin estatal, el territorio estatal y el poder estatal, como un orden jurdico relativamente centralizado, limitado en su dominio de validez territorial y
temporal, soberano o inmediatamente determinado por el derecho internacioiial,
eficaz en terminos generales.
DERECHO Y ESTADO
295
b ) El Estado como persona jurdica El problema del Estado como una persona jurdica, es decir, como sujeto activo y como sujeto de obligaciones y
derechos, es en lo esencial el mismo problema que el del ente colectivo como
persona jurdica. Tambin el Estado es una colectividad, es decir, una sociedad
consti:uida por un orden normativo, que funciona con divisin del trabajo,
estableciendo para ello rganos designados mediata o inmediatamente para
desempeiiar sus funciones; el orden constitutivo de esa sociedad es el orden
jurdico que, a diferencia del internacional, esto es, del orden jurdico internacional, es designado como orden jurdico nacional o estatal. As como un ente
colectivo constituido mediante un estatuto, se encuentra bajo el orden jurdico
estatal que, en cuanto persona jurdica, le impone obligaciones y le otorga
derechos, tambin el Estado puede considerarse como situado bajo el orden
jurdico internacional, que, en cuanto persona jurdica, le impone obligaciones
y le otorga derechos. Y as se puede, como en el caso de las personas colectivas
puestas bajo el orden jurdico estatal, tambin distinguirse en relacin con el
Estado, como una colectividad situada bajo el derecho internacional, obligaciones y derechos exteriios e internos. Unos son estatuidos por el derecho internacional, los otros por el orden jurdico estatal. En lo que sigue, por de pronto,
se tratar solamente del problema del Estado como persona jurdica, sin tomar
en cuen:a el derecho internacional que le impone obligaciones y le otorga
derechos.
a ) El Estado como sujeto activo: el rgano estatal. Si el Estado es representado como un sujeto activo, diciendo que l ha hecho esto o lo otro, surge la
pregunta de cul sea el criterio segn el cual se atribuyen al Estado los actos
realizados por determinados hombres, calificando esos actos de actos del Estado
o de funciones estatales, o, lo que es lo mismo, por qu se considera a determinados hombres, al efectuar determinados actos, rganos del Estado. La respuesta a esta pregunta es la misma que se dio a la pregunta anloga referente
a la persona jurdica como ente colectivo situado bajo el orden jurdico estatal.
En la atribucin de la conducta de determinado individuo a la sociedad estatal constituida por el orden jurdico slo se expresa que esa conducta est determinada, por el orden jurdico constitutivo de la sociedad estatal, como condicin o consecuencia. Como el problema del Estado como persona activa y,
especialmente, como persona que cumple obligaciones jurdicas y ejerce derechos subjetivos, es un problema de imputacin atributiva, es necesario tener
conciencia de la naturaleza de esta operacin intelectual para captar el verdadero sentido del problema.
La pregunta de si determinada conducta, en especial, un acto determinado,
una determinada funcin es conducta estatal, un acto estatal o una funcin
estatal, es decir, si es el Estado el que realiza un acto como persona, o ejecuta
una funcin, no es una pregunta dirigida a verificar la existencia de un hecho,
como si se tratara de la pregunta de si determinado hombre ha realizado determinada accin. Si la pregunta tuviera ese sentido, jams podra recibir respuesta
afirmativa. Puesto que, de hecho, nunca es el Estado, sino slo siempre un
hombre determinado, el que acta. el que realiza determinado acto, el que
desempefia determinada funcih. S610 cuando el Estado, como persona activa,
es representado como una realidad diferente del hombre, como una suerte de
superhombre, es decir, cuando la construccin auxiliar de la personificacin ha
sido hi~ostasiada,puede la pregunta por la existencia de un acto estatal, de
una funcin estatal, tener el sentido de una pregunta dirigida a averiguar la
exis:encia de un hecho, y slo entonces la respuesta a esa pregunta puedg ser
que determinado acto, o determinada funcin es o no es un acto estatal O una
funcin estatal. En este sentido, por ejemplo, se plante6 en la literatura jurdica
refelente al Estado la pregunta de si la legislacin es una funcin del Estado,
contestndosela a veces afirmativamente, y a veces, negativamente. Pero como
el Estado, como persona activa, no es una realidad, sino una construccin auxiliar del pensamiento jurdico, la pregunta de si una funcin es una funcin
estatal, no est dirigida a verificar la existencia de un hecho. Si se la formula
y responde con ese sentido, estar equivocadamente planteada y errneamente
contestada. Por su sentido s6:o puede estar correctamente formulada si se
pregunta, si y bajo qu condiciones la funcin desempeada por determinado
hombre puede ser atribuida al Estado.
Desde el punto de vista de una consideracin orientada hacia el derecho, slo
puede concebirse como una funcin estatal la funcin determinada en el orden
jurdico, es decir, una funcin jurdica en el sentido estricto o lato de la palabra. Puesto que con la imputacin atnbutiva de una funcin, determinada
en el orden jurdico, desempeiada por un hombre determinado, a la persona
del Estado, slo se expresa la referencia a la unidad del orden jurdico que
determina la funcin; toda funcin determinada en el orden jurdico puede
ser atribuida al Estado, como personificacin de ese orden jurdico; es decir,
cabe afirmar -para servirse de una metfora- de toda funcin determinada
en el orden jurdico, que es desempeada por el Estado como persona. Con
ello no se dice otra cosa sino que la funcin se encuentra determinada por el
orden jurdico. Uno puede, pero no necesita, emplear esa metfora, pues que
es posible representar la situacin objetiva sin metfora; pero uno se sirve de
ella cuando, por alguna razn, se la considera til. Dado que el problema del
Estado, como persona activa, es un problema de atribucin imputativa, y dado
que esa atribucin se expresa en el uso del lenguaje, cuando se trata de responder a la pregunta de si determinada funcin es una funcin del Estado, corresponde primeramente establecer si, en ese uso del lenguaje, esa funcin puede
ser atribuida al Estado. El uso lingstico, sin embargo, no es uniforme ni
consecuente. Por lo general se representa la legislacin -para volver a la
cuestin de si constituye una funcin del Estado- como una funcin del
DERECHO Y
mm
297
narios, con el gobierno en la punta. Como este problema de la imputacin a una persona jurdica ya fue encarado en el anlisis precedente de las
personas jurdicas constituidas bajo un orden jurdico estatal, no pueden evitarse, al exponer el problema de la personalidad del Estado, ciertas repeticiones.
Pueden justificarse, en tanto la comprensin de la naturaleza de esta operacin
intelectual, que desempea un papel importante en el pensamiento jurdico,
provoca una revisin importante en las formas de ver tradicionales. Como esta
tesis destmye la representacin enteramente equvoca de la persona del Estado
como una sustancia diferente del derecho, es importante hacer conciencia de
ella con gran atencin.
Las funciones atribuidas al Estado se dividen, segn la teora tradicional
del Estado, en tres categorias: legislacin, administracin (inkluyendo al gobierno) y jurisdiccin. Las tres son, como se mostr, funciones jurdicas, sea
que se trate de funciones jurdicas en sentido estricto, de produccin y de aplicacin de derecho, o bien de funciones jurdicas en sentido amplio, que abarca
la funcin de cumplimiento del derecho. Si la legislacin, esto es, la produccin
de normas jurdicas generales (de un nivel relativamente alto) es interpretada
como una funcin del Estado, ello se debe a que esa funcin es desempeiada
por un parlamento, es decir, mediando divisin del trabajo, parlamento elegido
mediante un procedimiento determinado por el orden jurdico; cabe advertir
que los individuos que determinan la funcin legislativa, los miembros del
parlamento, no tienen la calidad de funcionarios estatales, decisiva para la atnbucin de otras funciones al Estado. Pero los individuos que eligen al parlamento, en ejercicio del derecho de voto que se les otorga, no son designados,
segn los usos comentes del lenguaje, como rganos estatales, ni su funcin es
vista como una funcin del Estado. Se dice, por cierto, que el Estado hace las
leyes, pero no se dice, que el Estado elige el parlamento, aunque podra decirse
tal cosa con igual acierto que cuando se afirma que el Estado hace las leyes.
E n lo principal, ese procedimiento se articula en dos gradas: la produccin del
rgano a travs de un proceso electoral, y la produccin de normas generales
por el rgano segn un procedimiento legislativo. Muy caracterstico de las
atribuciones imputativas que se manifiestan en los usos lingsticos dominantes, en los que reposa la representacin del Estado como una persona activa,
es el hecho de que la produccin de normas jurdicas generales por va de la
costumbre no es interpretada como funcin del Estado. El derecho consuetudinano inclusive es traido como argumento por aquellos que afirman el Estado
y el derecho como dos fenmenos entre s distintos, para sostener que el derecho
no es creado por el Estado, o no lo es necesariamente; para sostener que existe
un derecho que aparece con total independencia del Estado. Pero como la
costumbre, al igual que la legislacin, es un hecho, determinado por el orden
jurdico, que atae a la produccin general de derecho. podra atribursela, tan
bien como la legislacin, al Estado. Si la produccin del derecho consuetudi-
DERECHO Y ~ A D O
299
pp. 266
SS.
Estado en sentido estrecho, el Estado como aparato burocrtico de funcionanos con el gobierno en la punta, es una parte integrante del orden jurdico
total, que configura el Estado en sentido amplio, aquel Estado cuyos sbditos
son el dominio de validez personal, y cuyo territorio, el dominio de validez
territorial del orden jurdico, y cuyo poder es la eficacia de ese orden, resulta
que la atribucin imputativa al Estado en sentido estricto, como referencia a
la unidad del orden jurdico parcial, implica una atribucin al Estado en sentido amplio, como referencia a la unidad del orden jurdico total.
Con la transicin al Estado administrativo y la aceptacin a ello enlazada de
la importancia del aparato burocrtico, aparece relacionada cierta tendencia
a limitar el concepto de rgano estatal al rgano constituido por funcionario%
es decir, en limitar la atribucin al Estado de las funciones determinadas por
el orden jurdico cuando son desempeadas por individuos que funcionan con
divisin del trabajo y calificados como funcionarios. A esta tendencia hay
que remitirse cuando algunos autores aislados no aceptan considerar a la legislacin por va parlamentaria como una funcin estatal desempeada por rganos no compuestos por funcionarios. Pero el parlamento suele exhibir a veces
ciertos rasgos anlogos a los del funcionario: as, por ejemplo, el hecho de que
sus miembros perciban una remuneracin de la hacienda estatal. El jefe del
Estado, en la monarqua absoluta o constitucional, es considerado rgano
del Estado, aun cuando no est sujeto a ningn deber correspondiente al cargo.
El jefe del Estado en una repblica democrtica, as como el miembro del
gabinete en una monarqua o repblica, tiene que ejercer sus funciones, que
en lo esencial son funciones jurdicas, como obligaciones correspondientes al
cargo; pero stas no resultan de un derecho disciplinario general, sino de disposiciones especiales que estatuyen una responsabilidad especfica. Son tambin
rganos del Estado, no como funcionarios estatales, sino en cuanto desempean,
con una divisin del trabajo, funciones determinadas por el orden jurdico.
DERECHO Y ESTADO
303
ciones, sin excluir con todo la atribucin a la persona del Estado, es decir, sin
excluir su caracterizacin como rgano del Estado. Puesto que se suele hablar
de representacin del pueblo, en general, cuando la funcin es desempeada
por un rgano elegido por el pueblo. Pero el uso lingiistico no es consistente.
'Tambin se denomina representacin la atribucin de la funcin desempeada
por un rgano no designado mediante eleccin, y cuando no media atribucin
al pueblo, sino a otro rgano. As, se dice tambin del monarca absoluto y de
un dictador llegado al poder por usurpacin, que representan al pueblo; y en
una monarqua convertida de absoluta en constitucional, se dice que el juez
designado por el monarca, representa al monarca. "Representacin" (poltica)
significa aqu lo mismo que la representacin civil. Se dice: "El incapaz de
hecho no acta de por s, pero lo hace a travs de su representante legal."
Ello significa: "Se atribuye al incapaz de hecho los actos del representante
legal, porque &te debe realizar mediante sus actos los intereses del representado."
Cuando se dice que un rgano representa, en el ejercicio de su funcin, al pueblo, esto es: a los individuos que constituyen la sociedad estatal;
cuando se atribuye as esa funcin a esos individuos, se alude a que el individuo,
cuya funcin cabe tambin atribuir a la persona del Estado, y que, por ello,
puede ser tenido como un rgano del Estado, est obligado jurdica o bien
tambiCn moralmente, a ejercer su funcin en inters del pueblo, es decir, de
los individuos que constituyen la comunidad estatal. Puesto que en los usos
lingisticos jurdicos se identifica, ms o menos, inters con voluntad, en tanto
se supone que aquello que un hombre "quiere" es su inters, se cree ver la
esencia de la representacin poltica en que la voluntad del representante sea
la voluntad de los representados, en que el representante no ejecute con sus
actos su propia voluntad, sino la voluntad de los representados. Se trata de
una ficcin, inclusive cuando la voluntad del representante est ms o menos
ligada por la voluntad del representado, como en el caso del mandato privado
para celebrar un negocio jurfdico, o de la representacin en una constitucin
corporativa, segn cuyas disposiciones los representantes de los sectores sociales
estn obligados a acatar las instrucciones de sus electores, pudiendo ser exonerados por stos en todo momento. Ya que, aun en estos casos, la voluntad del
mandatario o del representante es una voluntad diferente de la voluntad
del mandante o del representado. Ms evidente an es la ficcin de la identidad
de la voluntad, cuando la voluntad del mandatario o del representante en forma
alguna est obligada por la voluntad del mandante o del representado, como
en el caso de la representacin legal del incapaz de heclio, o de la representacin
del pueblo en un parlamento moderno, cuyos miembros son jurdicamente
independientes en el ejercicio de su funcin; lo que se suele caracterizar diciendo que tienen un "mandato libre". La misma ficcin aparece cuando se dice
'67
Supra, p. 166.
que un juez representa al monarca en una monarqua constitucional, llegndose a veces a afirmar que el monarca se encuentra invisiblemente presente en
el momento en que el juez falla. La atribucin imputativa, como se subray
en un contexto anterior, por su propia esencia acarrea siempre una ficcin,
sea que la funcin, o la voluntad del individuo que efectivamente desempea
la funcin, o que efectivamente ejerce su voluntad al realizarla, se atribuya a
otro individuo o a una persona jurdica. El hecho de que el parlamento haya
sido elegido por el pueblo, que el juez haya sido designado por el monarca,
no altera el carcter ficticio de la atribucin efectuada mediante el concepto
de mandato o de representacin. De ah que la forma y manera como se cree
un rgano es irrelevante para la posibilidad de la atribucin de su funcin a
otro rgano. Slo es decisivo el supuesto de que la funcin tiene que ser ejercida en inters del individuo o individuos al cual, o a los cuales, se atribuye
la funcin. De ah la concepcin representada por ciertas doctrinas polticas,
de que el monarca absoluto, o el dictador, las sea el "verdadero" representante
del pueblo, una atribucin que no es ms ni menos ficticia que la aceptada
por la teora segn la cual el parlamento popularmente electo representa al
pueblo; segn la cual, donde hay parlamento semejante, las leyes son dictadas
por el pueblo; de que el derecho, como se dice en las constituciones de algunas repblicas democrticas, proviene del pueblo.
La pregunta reside solamente en establecer bajo qu condiciones correspnde,
en una exposicin cientfica del derecho, recurrir a la ficcin que implica atribuir la funcin desempeada por determinado individuo a una persona jurdica, o a otro individuo; o, con otras palabras, bajo qu condiciones es cientficamente legtimo utilizar conceptos tales como rgano, mandato o representacin. S610 lo es admitiendo que se tenga conciencia de la naturaleza de la
atribucin imputativa, y que con una atribucin a una persona jurdica - e s decir,
con el concepto de rgano- no se pretende decir ms que la referencia de esa
funcin a la unidad del orden jurdico, constituyente de la comunidad, que
la determina; que con la atribucin a otro individuo, o individuos, especialmente todos los individuos que constituyen la sociedad estatal, la poblacin
del Estado, es decir, con la nocin de mandato o representacin, no se pretenda
decir sino que el individuo que ejerce la funcin, est jurdicamente obligado,
o moral y polticamente obligado, a ejercer esa funcin en inters del individuo, o de los individuos, a los cuales, por eso mismo, se le o se les atribuye
la funcin. El uso de la ficcin es acientfico cuando la atribucin de una
funcin a una persona jurdica, es decir, la afirmacin de que la personalidad jurdica de un ente colectivo, o del Estado, cumple la funcin a travs
de un rgano, o satisface una obligacin o ejerce un derecho, se quiere
la Cf. H. Kelsen, The Political Theory of Bolshevimi, 3a. edicin, 1955, p. 51, y
"Foundations of Democracy", pp. 6 SS.
DERECHO Y ESTADO
305
decir que la persona jurdica, como titular de esa funcin, como sujeto
de la ob:igacin cumplida con la funcin, como sujeto del dereclio ejercido
mediante ella, es un ente real, diferente de los miembros del grupo
colectivo o del Estado; o cuando en caso de la representacin legal de un incapaz de hecho, se finge una capacidad jurdica, o con la representacin del
parlamento como representacin del pueblo, se oscurece la modificacin esencial que as sufre el principio democrtico de la autorrepresentacin popular,
al quedar limitada sta, por la eleccin parlamentaria, a un grupo ms o menos
extendido de ciudadanos; o cuando con la afirmacin de que un monarca absa
luto o un dictador representa al pueblo, se hace de la validez del principio
democrtico, en realidad enteramente eliminado, algo que debe ser disimulado.
De ah que la ficcin arriba sealada de que el juez independiente representa
al monarca, de ninguna manera pueda justificarse. Como con ella no puede
quererse decir, ni se afirma, que el juez tiene que ejercer su funcin en el
inters del monarca, slo puede querer afirmarse que esa funcin corresponde
propiamente al monarca que, por alguna razn, la habra delegado en el juez
que designa. Esta ficcin, empero, est ella misma en contradiccin con el
derecho positivo, cuando el mismo legislador echa mano de ella, cuando la ley
indica al juez que dice su sentencia "en nombre" del monarca. Esta ficcin
no tiene sino la finalidad poltica de elevar la autoridad del monarca al atribuirle una funcin que, en el trnsito de la monarquia absoluta a la monarquia
constitucional, expresamente le fue quitada.
y ) El Estado como sujeto de obligaciones y de derechos. Las obligaciones y
derechos del Estado, como persona jurdica, cuya estructura se investigar a
continuacin, no son aquellos impuestos u otorgados al Estado por un orden
jurdico superior, el derecho internacional; se trata de las obligaciones y derecho que estn estatuidos en el orden jurdico estatal. Las obligaciones y derechos
estatuidos por el derecho internacional, anlogos a las obligaciones y derechos estatuidos por el orden jurdico nacional a las corporaciones sujetas a esa
orden, sern tratadas en la exposicin de las relaciones entre derecho internacional y derecho estatal.
a , ) Obligaciones del Estado: Obligacin estatal
jurdicas atribuibles al Estado, sino slo una obligacin moral y poltica. As,
por ejemplo, cuando se dice que el Estado est obligado a castigar al delincuente, aunque la ejecucin de la pena enlazada al delito en el orden jurdico
no sea contenido de una obligacin, puesto que el incumplimiento de la pena no
es convertida en condicin de una sancin, estando el rgano de aplicacin
solamente facultado a llevar a cabo la sancin, pero no obligado a ello. Si tal
obligacin consistiera en una obligacin del cargo propia del rgano de aplicacin, la misma, consecuentemente, podra slo ser atribuida al Estado si tambin su violacin le pudiera ser atribuida, dado que sujeto de una obligacin
jurdica es aquel cuya conducta puede violar la obligacin, el delincuente potencial. Si la obligacin profesional de castigar al delincuente queda constituida
mediante una sancin penal y si, como es usual, ningn delito y, por ende,
ningn delito punible es atribuido al Estado, resultara, consecuentemente, que
la obligacin en cuestin tampoco le podra ser atribuida. Pero en los usos
comentes del lenguaje no se trata en general de estas obligaciones del cargo
propias del rgano las que se atribuyen al Estado. Como obligacin del cargo es
considerada como una obligacin del individuo cuya conducta es contenido
de esa obligacin. De esa manera el requisito de la presencia de un "portador" de la obligacin queda satisfecha, y no se necesita, por ende, de ninguna
atribucin imputativa a la persona jurdica estatal. De ah que con la obligacin
sancionatoria del Estado no se alude a esa obligacin profaional del rgano,
sino que con el deber sancionatono del Estado se formule slo un postulado
moral y poltico dirigido al orden jurdico: a la conducta socialmente daina
corresponde enlazar una pena como sancin.
Es corriente contraponer a los llamados derechos y libertades bsicas garantizados constitucionalmente a los sbditos del Estado, las obligaciones correspondientes del Estado, consistente en no lesionar legalmente la igualdad O la
libertad constituyente del contenido de esos derechos, o, con otras palabras,
en no intervenir en la esfera as protegida del individuo por medio de leyes
que limiten esa esfera o inclusive, que la supriman. En el ahlisis precedente
de esos derechos y libertades fundamentales, lE8 se mostr que ellos, de por
s, no constituyen derechos subjetivos; que la "prohibicin" de promuigar leyes
que lesionen la igualdad o libertad constitucionalmente protegida, no es una
obligacin jurdica de los rganos legislativos, sino que slo introduce la posibilidad de anular la ley inconstitucional en un procedimiento especial. Dado
que no existe una obligacin jurdica del rgano legislativo de no dictar leyes que lesionen la igualdad o libertad constitucionalmente garantizada, ni tampoco la posible obligacin jurdica del jefe del Estado, o de los miembros del
gabinete, de dejar de participar, mediante su promulgacin, sancin o veto, en
la produccin de esas leyes, como una obligacin que pueda considerarse de
16s Cf.
SS.
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cin estatuida, a saber: una ejecucin forzosa que es entendida como realizada
sobre ese patrimonio, pero no dirigida contra la persona del Estado. La ejecucin forzosa es dirigida contra la persona del rgano estatal que tiene la
administracin de ese patrimonio. Si ese patrimonio es atribuido al Estado,
como sujeto de los derechos que constituyen ese patrimonio, el Estado ser
responsable de los actos ilcitos que baya cometido un individuo por incumplimiento de la obligacin que deba cumplir en su calidad de rgano del
Estado. Mientras que, con respecto de las obligaciones impuestas al Estado
por el derecho internacional, se atribuyen a aqul no slo la obligacin, sino
tambin el sufrir el acto coactivo constitutivo de la obligacin, con respecto
de las obligaciones impuestas al Estado por el orden jurdico estatal se atribuye a la persona del Estado slo la obligacin, pero no el sufrir el acto
coactivo constitutivo de la misma. Segn el uso lingstico dominante, el
Estado, como persona jurdica, puede cometer un acto ilcito, al no cumplir,
y violar por ende la obligacin de alguna prestacin que le imponga el orden
jurdico estatal; pero la ejecucin forzosa en el patrimonio del Estado, que
el orden jurdico enlaza como sancin a esa ilicitud del Estado, no es interpretada como dirigida contra la persona del Estado. Es decir, el Estado no
responde con su persona, sino nicamente con su patrimonio, de los actos
ilcitos que se le atribuyan, mientras que el rgano que se hubiere comportado
en forma contraria a la obligacibn, es responsable con su persona de esa
ilicitud. Si el patrimonio estatal, como se mostrar ms adelante, puede ser
visto como el patrimonio colectivo de los miembros del Estado, la responsabilidad estatal es la responsabilidad colectiva de sus miembros.
decir, esta conducta puede ser atribuida al Estado. As sucede con ciertas
obligaciones de hacer, como, por ejemplo, con respecto de la obligacin de
prestar seMcio militar, o de pagar impuesto. El seivicio militar se presta en
los rganos militares del Estado, la percepcin del impuesto corresponde a los
rganos financieros del Estado, y esta contraprestacin constituye el contenido
de sus obligaciones burocrticas. Pero, como se suele decir, no reciben la
prestacin para s, al modo como un individuo toma para s, como empleador,
la prestacin del empleado, o un individuo como acreedor toma para s la
prestacin pecuniaria del deudor. Los rganos reciben la prestacin "para
el Estado". Es decir, que la recepcin de la prestacin es interpretada
como una funcin del Estado, es atribuida al Estado. En el caso de las
obligaciones impositivas se agrega que la prestacin pecuniaria no entra
en el patrimonio de los individuos que actan como rganos del Estado,
sino en un patrimonio que es visto como patrimonio estatal. La obligacin
de prestar servicio militar, o la obligacin de pagar impuestos son consideradas como obligaciones de derecho pblico. La misma situacin se da, sin
embargo, en el caso de obligaciones de hacer de derecho privado, creadas
mediante un negocio jurdico, en la cual interviene el Estado, es decir, determinado individuo facultado al efecto por el orden jurdico. Tambin el
ejercicio del poder jurdico consistente en iniciar los procedimientos que conducen a la ejecucin de la sancin, que el orden jurdico estatuye como reaccin ante el incumplimiento de las obligaciones tomadas en cuenta, se cumple
a travs de un individuo calificado romo rgano del Estado, y es atribuida
al Estado como funcin suya. Si se toma en cuenta que esas obligaciones
no han sido estatuidas en inters de los individuos que reciben las prestaciones y que tienen que reclamar en caso de su incumplimiento, y si se
admite que es inters del Estado lo garantizado al establecer esas obligaci*
nes, tendremos que slo se pudo haber querido decir, ya que slo hombres
vivos tienen intereses, que esas obligaciones estn estatuidas en inters de
la totalidad, es decir, de todos los individuos pertenecientes a la comunidad
jurdica. Cabe entonces atribuir la recepcin de la prestacin y al ejercicio
del poder jurdico, no a la persona ficticia del Estado, sino a los individuos
que reciben la prestacin que no son vistos slo como rganos del Estado,
sino tambien como rganos del pueblo que constituye el Estado, esto es,
de los individuos pertenecientes a la comunidad jurdica. En esa medida
es posible interpretar los derechos en cuestin como derechos colectivos de
esos individuos.
A veces se interpretan las obligaciones de no hacer (deber de omisin)
que constituyen la mayor parte del derecho penal, como obligaciones no slo
contra los hombres directamente afectados por su violacin, sino tambin
como obligaciones pendientes mediatamente en relacin con el Estado, hablndose, en consecuencia, y, en especial, atendiendo a que la reparaci6-
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Estado, existente independientemente del derecho como una realidad social, primeramente crea el derecho, para luego someterse, por decir as libremente, a
ese derecho. Slo entonces sera un Estado de derecho. Por de pronto debe
establecerse que un Estado no sujeto a derecho es impensable. Puesto que el
Estado slo existe en actos estatales, es decir, en actos realizados por hombres
que se atribuyen al Estado como persona jurdica. Y semejante atribucin slo
es posible con base en normas jurdicas que determinan esos actos de manera
especifica. Que el Estado cree el derecho slo significa que hombres, cuyos
actos son atribuidos al Estado fundndose en el derecho, producen el derecho.
Esto significa, pues, que el derecho regula su propia produccin. No se produce, ni puede producirse, un proceso en el cual un Estado, prexistente a su
derecho, cree el derecho, para luego someterse a 61. No es el Estado el que se
subordina al derecho por l creado, es el derecho el que regula la conducta de
los hombres y, especialmente, la conducta orientada a la produccin de derecho, sometindose as a esos hombres.
De una obligacin autoimpuesta del Estado slo podra hablarse en el sentido de que las obligaciones y derechos que se atribuyen a la persona del Estado, estn estatuidos justamente por el orden jurdico, cuya personificacin
es la persona estatal. Esta atribucin al Estado, es decir, la referencia a la
unidad de un orden jurdico, y la personificacin as cumplida, tiene que ser,
como siempre, subrayada nuevamente, caracterizada como una mera operacin
intelectual, un instrumento auxiliar del conocimiento. Lo que existe como o b
jeto del conocimiento es slo el derecho.
Si se reconoce en el Estado un orden jurdico, todo Estado es un Estado
de derecho, dado que esta expresin es pleonstica. En los hechos, es empleada
para designar cierto tipo de Estado, a saber aquel que corresponde a las exigencias de la democracia y de la seguridad jurdica. "Estado de derecho", en
este sentido especfico, es un orden judicial y la administracin est regida
por leyes, es decir, por normas generales, dictadas por un parlamento elegido por el pueblo, con o sin participacin de un jefe del Estado situado en la
cspide del gobierno, siendo los miembros del gobierno responsables de sus
actos, los tribunales independientes y encontrndose garantizados ciertos derechos y libertades de los ciudadanos, en especial, la libertad de creencia y de
conciencia y la libertad de expresin.
d ) Centralizacin y descentralizacin lT2
Si el Estado es concebido como un orden de la conducta Iiumana, y, por ende,
como un sistema de normas que cuentan con una validez tanto temporal como
espacial, el problema de la articulacin territorial del Estado en provincias, o en
as llamados Estados federales, es un problema especial del dominio de valida
temtotial de las nomas que constituyen el orden estatal. La representacin nor172
316
HANS XELSEN
mal del Estado parte del simple supuesto de que todas las normas que constituyen el orden estatal tienen validez de igual modo para todo el territorio del Estado, o -en tanto uno se refiere a la persona de la autoridad que impone las normas- que provienen de una nica instancia, de que una nica instancia gobierna
desde un centro sobre todo el territorio del Estado. Segn esta ltima imagen
-la correspondiente al llamado Estado unitario-, con la imagen del dominio
temtorial de validez de las normas que constituyen el orden estatal, se zntremezcla la idea de la unidad y multiplicidad de los rganos productores de
normas. Ambas ideas, sin embargo, tienen que ser ntidamente distinguidas.
Y en tanto en el concepto de "Estado unitario" se expresa la contraposicin
entre centralizacin y descentralizacin, contraponindose el Estado unitario
como comunidad jurdica centralizada al tipo de la comunidad jurdica descentralizada; la contraposicin es expuesta primariamente desde el punto de vista
de los dominios territoriales de validez de las normas constitutivas del orden
estatal - e s t o es: en forma esttica y sin recurrir al momento dinmico de la
unidad o multiplicidad de los rganos que implantan las normas.
La imagen de que las normas estatales valen idnticamente para todo el
territorio del Estado, es impulsada por el supuesto de que el orden jurdico
estatal est formado solamente por normas generales, de que el orden estatal
se identitica con las normas implantadas con forma de leyes. Puesto que el
caso en que las leyes del Estado tiene11 validez para todo el territorio del
Estado, de modo que no existen leyes estatales vlidas para slo una parte
del territorio del Estado, es bastante frecuente. Si se considera como poder del
Estado slo al poder de dictar leyes, la representacin del Estado como una
comunidad que, por su esencia, es centralizada, no choca demasiado con la
realidad jurdica histrica y los rdenes jurdicos positivos. Pero si se toman
en cuenta tambin las normas individuales, impuestas por actos administrativos y sentencias judiciales, mediante las cuales se concretan las normas legales generales, por pertenecer tanto stas como aqullas al orden estatal, resulta
que casi jams un Estado positivo ha correspondido a la idea del Estado unitario, como idea de centralizacin. Puesto que aun donde las normas legales
generales son dictadas con validez para todo el territorio estatal, por lo comn
la concretizacin de las leyes en normas individuales se produce, en algn
sentido, slo con validez para partes del territorio, dado que las normas individuales son establecidas por rganos cuya competencia para dictar normas
est territorialmente limitada a una parte del territorio. Los Estados histricos, es decir, los rdenes jurdicos positivos correspondientes a cada Estado,
no son ni enteramente centralizados, ni totalmente descentralizados; siempre
estn s610 parcialmente centralizados y, correspondientemente, parcialmente
descentralizados, aproximndose tanto ms a un tipo, o bien al otro tipo ideal.
Idealmente, una comunidad jurdica centralizada es aquella cuyo orden est
constituido, nica y exclusivamente, por normas jurdicas vlidas p a n todo el
DERECHO Y ESTADO
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DERECHO Y E S T ~
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el primero toda vez que se habla de centralizacin y descentralizacin. Mientras que desde el primer punto de vista se pone la mira exclusivamente en las
nomas que tienen validez en relacin con sus distintos dominios espaciales
de validez, la consideracin desde el otro punto de vista se orienta al modo de
creacin de los distintos dominios de validez de esas normas, al acto de implantacin de la norma y, por ende, al rgano que implanta la norma. Se distingue
si las normas con validez para todo el territorio de ese derecho, o con validez
slo para partes territoriales, han sido instanradas por un rgano nico, o por
una multiplicidad de rganos. Y si bien es posible tanto una comunidad jurdica
descentralizada, como una descentralizada (en sentido esttico), tanto con
unidad como con mnltiplicidad de rganos que producen normas, se
suele asociar preferentemente al concepto de centralizacin la representacin
de normas (con validez para todo el territorio de ese derecho) prodncidas por
un nico rgano, que constituye el centro de la comunidad, y que en alguna
manera tambin tiene sede espacial en el centro, mientras que con el concepto
de descentralizacin est asociada la imagen de una mnltiplicidad de rganos,
no situados en el centro, sino distribuidos por todo el territorio jurdico, con
competencia para dictar normas solamente vlidas en partes del territorio.
Corresponde advertir que, en este sentido dinmico, no slo puede ser centralizada o descentralizada la produccin de normas jurdicas, sino tambin su
aplicacin; ms an: pueden serlo todas las funciones estatuidas por un orden
jurdico, es decir, que puedan ser desempeadas por un rgano nico, o por
una multiplicidad de rganos. La centralizacin en sentido dinmico alcanza
su grado supremo cuando todas las funciones tienen que ser desempeadas por
un nico rgano y, en especial, cuando todas las normas de un orden jurdico,
tanto las generales como las individuales, son prodncidas y aplicadas por un
mismo individuo. La descentralizacin, en sentido dinmico, alcanza su grado
mximo cuando todas las funciones son desempeadas por todos los individuos
sujetos al orden jurdico. Se trata, en ambos casos, de situaciones lmites, que
no se presentan en la realidad social. Nunca pueden todos desempear las
funciones estztuidas por un orden jurdico, ni nunca pueden ser desempeadas
por un nico individuo.
e ) Lo disolucin del dualismo entre derecho y Estado
Si se reconoce que el Estado, como orden de la conducta humana, es un orden
coactivo relativamente centralizado, y que el Estado, como persona jurdica, es la
personificacin de ese orden coactivo, el dualismo entre Estado y derecho se disuelve en una de esas duplicaciones surgidas cuando el conocimiento hipostasia la
unidad que constituye de su objeto -y expresin unitaria tal es el concepto de
persona-. El dualismo entre persona estatal y orden jurdico aparece as, considerado desde un punto de vista epistemolgico, como paralelo al dualismo teolgi-
320
HANS ~ELSEN
m, igualmente pleno de contradiccin, enhe Dios y mundo. 17' As como la teologa afirma el poder y la voluntad como la esencia de Dios, tambin la doctrina
del Estado y del derecho considera que el poder y la voluntad constituyen la
esencia del Estado. As como la teologa afirma la trascendencia de Dios con
respecto del mundo, y simultneamente su inmanencia al mundo, la doctrina
dualista del Estado y el derecho afirma la trascendencia del Estado frente al
derecho, su existencia metajurdica, y simiiltneamente su inmanencia en el derecho. As como el Dios creador del mundo, en el mito de su conversin en
hombre, tiene que venii al mundo, someterse a las leyes del mundo -es decir,
al orden natural-, nacer, sufrir y morir, tambin el Estado, en la doctrina de
su autosumisin al derecho, tiene que sometene al derecho por 61 mismo creado.
Y as como la va a una ciencia autntica de la naturaleza justamente se abre
con el pantesmo, que identifica a Dios con el mundo, es decir, con el orden
natural, la identificacin del Estado con el derecho, el conocimiento que el
Estado es un orden jurdico, es presupuesto de una ciencia jurdica autntica.
Si se contempla la identidad entre el Estado y el derecho, se comprende que
el derecho positivo no es identificable con la justicia, sino que es el mismo
orden coactivo con que el Estado aparece a un conocimiento que no se estanca
en imgenes antropomrficas, sino que atraviesa el velo de la personificacin
para alcanzar las normas implantadas por actos humanos, y se hace imposible
enteramente entonces buscar de justificar al Estado mediante el derecho. As
como es imposible justificar al derecho por el derecho mismo, cuando esta
palabra no es empleada en un caso en el sentido de derecho positivo, y en el
otro, en el de derecho justo, de justicia. Y entonces la tentativa de legitimar
al Estado, como Estado de "derecho" se descubre como enteramente inadecuada, porque, como ya se recalc, todo Estado, en ese sentido, tiene que ser
un Estado de derecho, puesto que todo Estado es un orden jurdico. Ello no
representa, sin embargo, ningn juicio de valor poltico. La limitacin ya mencionada del concepto de Estado de derecho a un Estado que corresponda a
las exigencias de la democracia y de la seguridad jurdica, implica admitir que
slo el orden coactivo as tipificado pueda ser visto como un "verdadero"' orden jurdico. Pero tal supuesto es un prejuicio iusnaturalista. Tambin un
orden coactivo relativamente centralizado de carcter antocrtico, que no ofrezca, por su ilimitada flexibilidad, ninguna seguridad jurdica, es un orden
jurdico y -en tanto se diferencie orden y sociedad- la comunidad constituida
mediante ese orden coactivo, es una comunidad jurdica que, como tal, es un
Estado. Desde el punto de vista de un positivismo jurdico consecuente el
derecho, de igual modo que el Estado, no puede ser reconocido sino como
un orden coactivo de la conducta humana, sobre cuyo valor mora1 ;. de justicia
174
205 sr.
nada se dice con ello. Entonces cabe concebir al Estado como ni ms ni menos
jurdico que el derecho mismo.
Esta disolucin critico-metdica del dualismo entre Estado y derecho constituye de consuno la anulacin sin consideraciones de una de las ideologas
de legitimacin ms eficaces; de ah la apasionada oposicin que enfrenta,
por parte de la teora tradicional del derecho y del Estado, la tesis fundada por
la teora pura del derecho de la identidad del Estado y el derecho.
345
Lmv. New
325
"'
5s.
326
HANS KELSEN
mas generales al caso concreto. Es el Estado mismo que cree que su derecho
ha sido lesionado el que tiene que resolver si efectivamente se ha producido el
hecho ilcito del cual otro Estado es responsable. Y si el segundo Estado niega
la ilicitud afirmada, y no se logra ningn acuerdo entre las partes interesadas
con respecto a la existencia del hecho ilcito, falta una instancia objetiva que
tenga que resolver el litigio en un procedimiento jurdicamente regulado. Y
por ende es el Estado mismo, lesionado en su derecho, el facultado para reaccionar contra el Estado autor de la lesin con el acto coactivo establecido por
el derecho internacional general, con represalias o guerra. Se trata de la tcnica
de la autodefensa, de la cual tambin parti el desarrollo del orden jurdico de
los Estados particulares.
c) La construccin escalonada del derecho internacional
El derecho internacional est constituido por normas que originariamente fueron producidas mediante actos de los Estados -es decir, de los rganos competentes al respecto, conforme a los rdenes jurdicos de cada Estado-, para regular las relaciones interestatales, y ello, por va de la costumbre. Son estas las
normas del derecho intemacional general, que obliga y faculta a todos los Estados. Entre ellas, tiene especial significacin la norma que comentemente se expresa con la frmula pacta sunt servanda. La misma faculta a los sujetos de la
comunidad internacional a regular su comportaniiento recproco, es decir, a regular mediante tratados el comportamiento de sus rganos y de sus sbditos con
respecto de los rganos y sbditos de los otros Estados. El procedimiento consiste
en que, mediante la expresa conformidad de las voluntades de los rganos competentes al respecto de dos o ms Estados, se producen normas mediante las cuales se obligan y facultan los Estados contratantes. El derecho intemacional convencional (tratados) hoy vigente, prescindiendo de ciertas excepciones, tiene
slo carcter particular. Sus normas no valen para todos, sino slo para unos o
para un grupo, mayor o menor, de Estados. Constituyen nicamente comunidades parciales. Debe observarse que no debe considerarse al derecho internacional
convencional particular y el derecho internacional consuetudinario general como grupos normativos coordinados. Dado que el fundamento del primero se
encuentra en una norma perteneciente al segundo, ambos derechos se encuentran en la relacin de una grada superior a una grada inferior. Y si se toman
en cuenta tambin las normas jurdicas producidas por los tribunales intemacionales y por otros rganos internacionales creados por tratado, aparece en la
estructura del derecho internacional tambin una tercera grada. Puesto que
la funcin de tales rganos productores de derecho internacional reposa a su
vez en un tratado internacional, es decir, en una norma que pertenece a la
segunda grada del derecho internacional. Como sta -el derecho internacional producido por va de tratados internacionales- reposa en una norma del
327
329
Todo el movimiento tcnico-jurdico aqu sealado tiene, a la postre, la tendencia a borrar la lnea divisoria entre el derecho internacional y el orden jurdico
de cada Estado, de suerte que, como ltima finalidad de la efectiva evolucin del
derecho, orientada hacia una progresiva centralizacin, aparece la unidad organizadora de una comunidad universal dotada de un derecho mundial, es decir,
la constitucin de un Estado mundial. Por el momento, sin embargo, no cabe
hablar de tal cosa. Slo contamos con una unidad epistemolgica de todo el
derecho; es decir, cabe concebir al derecho internacional, junto con los rdenes
jurdicos particulares de cada Estado, como un sistema unitario de normas, de
igual modo que se acostumbra ver en los rdenes jurdicos estatales particulares una unidad.
A ello se contrapone la tesis tradicional que quisiera ver en el derecho internacional y en los derechos estatales particulares dos sistemas normativos dis-
331
Matco
VI,
24.
333
334
HANS KELSEN
La unidad entre el derecho internacional y el derecho estatal puede ser planteada, con todo, en el terreno epistemolgico, de dos maneras distintas; y si se
considera a ambos como rdenes de normas obligatorias simultneamente vlidas, ello slo puede resultar de que se concibe a ambos, de una u otra manera,
como un sistema describible en enunciados jurdicos no contradictorios.
Dos complqos normativos de tipo dinmico, como el orden jurdico internacional y un orden jurdico estatal, pueden configurar un sistema unitario en
tanto se pone un orden como subordinado al otro, en cuanto uno de ellos
contiene una norma que determina la produccin de las normas del otro, encontrando ste en aqul sil fundamento de validez. La norma fundante bsica
del orden superior constituye as el fundamento de validez del orden inferior,
pero dos complejos normativos pueden configurar tambin un sistema norma:
tivo unitario en tanto ambos rdenes estn entre s coordinados, es decir, en
cuanto aparecen recprocamente delimitados en sus dominios de validez. Ello
supone, con todo, un tercer orden superior que determine la produccin de
los otros dos, los delimite recprocamente en sus dominios de validez y, de ese
modo, los coordine. La determinacin del dominio de validez es, como surge
de lo anteriormente dicho, la determinacin de un elemento del contenido del
orden inferior por el superior. La determinacin del procedimiento de produccin puede efectuarse directa o indirectamente, sea que la norma superior
determine ella misma el procedimiento mediante al cual se produce la inferior,
sea que se limite a establecer una instancia facultada a producir normas con
validez para un determinado dominio segn su propia apreciacin. Eii ese caso
se habla de una delegacin, y la unidad en que se encuentran ligados el orden
inferior con el superior, constituye una relacin de delegacin. De ello ya deriva
que la relacin de un orden superior a varios rdenes inferiores por 61 delegados, tiene que ser de consuno la relacin de un orden total con los rdenes
parciales que l abarque. Puesto que si la norma que constituye el hndamento
de validez del orden inferior es parte integrante del superior, cabe pensar entonces a aquel como un orden parcial contenido en este, como orden total.
La norma fundante bsica del orden superior - c o m o grada suprema del orden
conjunto- constituye al fundamento de validez supremo de todas las normas,
inclusive de las de los rdenes inferiores.
Si el derecho internacional y el derecho particular de los Estados configuran
un sistema unitario, entonces sus relaciones recprocas tienen que darse en una
de las dos formas aqu desarrolladas. El derecho internacional tiene que ser
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E S i A K l Y DERECHO ~ R N A C I O N A l .
337
338
HANS KELSEN
339
es determinado por el derecho internacional. El principio jurdico de la efectividad rige el comienzo y el fin de la validez jurdica del orden estatal.
Comienzo y desaparicin del Estado constituyen as, vistos desde este punto
d e vista, fenmenos jurdicos como los de la constitucin y disolucin de
una sociedad con personalidad jurdica en el marco del derecho interno de un
Estado. Pero tambin tiene importancia el derecho internacional en relacin
con el dominio material de validez de los rdenes jurdicos estatales particulares. Dado que sus normas y, en especial, las producidas mediante tratados
internacionales, pueden abarcar todo objeto posible y, por ende, tambin
aquellos que hasta ahora fueron regulados por los rdenes jurdicos particulares de los Estados, el derecho internacional limita el dominio material de
validez de stos. Los Estados particulares guardan competencia, tambin
conforme al derecho internacional, de normar bsicamente todo; pero conservan
esa competencia slo en la medida en que el derecho internacional no se
apodera de un objeto, sacndolo as de la esfera de la libre regulacin por el
orden jurdico particular del Estado. Este no tendra ya, si se pone al derecho
internacional como un orden jurdico supraestatal, ninguna competencia suprema. Slo cuenta entonces con una pretensin de totalidad limitada por el
derecho internacional; es decir, no est limitado de antemano por el derecho
internacional a determinados objetos, como sucede con otros rdenes jurdicos
o comunidades jurdicas inmediatamente reguladas por el derecho internacional
y constituidas por tratados internacionales. El Estado aparece as determinado
en todas las direcciones en su existencia jundica por el derecho internacional,
esto es, como un orden juridico delegado por el orden juridico internacional tanto en su validez, como en su dominio de validez. Slo el orden jurkiico
internacional es soberano, y no algn orden juridico estatal. Si se designa
como "soberanos" a los rdenes jurdicos estatales, o a las comunidades
por ellos constituidas, ello significa a la postre que slo estn subordinados
al orden jurdico internacional; que dependen inmediatamente del derecbo
internacional.
Cabe esperar aqu el reproche de que no cabe concebir a un Estado particular como un orden delegado por el derecho internacional, dado que los Estados
histricos, es decir, rdenes coactivos estatales particulares, tienen que haber
precedido al surgimiento del derecho internacional general producido mediante
la costumbre de los Estados. Slo que este reproche reposa en la equivociida
distincin entrc la relacin histrica de hechos y la relacin lgica entre normas. Tambin la familia es, en cuanto comunidad jurdica, ms antigua que
el Estado centralizado que comprende muchas familias; y sin embargo, la
validez de los sistemas jurdicos familiares reposa hoy en el orden jurdico
estatal. De igual modo, la validez de un orden jurdico provincial reposa en
la constitucin federal, aunque su existencia sea posterior temporalmente a la
341
y ) La diferencia entre ambas construcciones monistas. El derecho internacional, cuyo reconocimiento por el Estado, desde el punto de vista de la
primaca del orden jurdico estatal, es la condicin para su validez para
ese Estado, y que, por lo tanto, slo vale como parte integrante de un orden
jurdico estatal, es, en cuanto a su contenido, el mismo derecho internacional
que, desde el punto de vista de la primaca del orden jurdico internacional vale
como un orden jurdico supraordenado a todos los rdenes jurdicos estatales,
que son sus delegaciones. La diferencia entre ambas construcciones monistas
de la relacin entre derecho intemacional y derecho estatal concierne solamente
al fundamento de validez del derecho internacional, y no a su contenido. Segn
la primera dc ellas, quc parte de la validez de un orden jurdico estatal, el
fundamento de validez del derecho internacional est dado por la norma
fundante bsica presupuesta, segn la cual la instauracin de la primera constitucin histrica del Estado, cuyo orden constituye el punto de partida de la
construccin, es un hecho productor de derecho. Segn la segunda, que no
arranca de un orden jurdico estatal, sino del derecho internacional, el fundamento de validez de ste es la norma fundante presupuesta, segn la cual la
costumbre de los Estados constituye un hecho productor de derecho. La costumbre de los Estados es tambin hecho productor de derecho en el marco
de un derecho internacional vlido solamente como parte integrante de un
orden jurdico estatal. Pero aqu no lo sera slo en razn de una norma presupuesta, segn la cual la costumbre de los Estados es un hecho productor de
derecho, sino en mrito a un acto de reconocimiento establecido con una norma
positiva cuyo fundamento de validez, en ltima instancia, est dado por la
norma fundante bsica presupuesta del orden jurdico estatal, que constituye
el punto de partida de la construccin y en cuyo respecto el derecho internacional vale como una parte integrante.
Como en ambos casos el derecho internacional tiene el mismo contenido,
tambin en ambos casos tiene las mismas funciones: determina a travs de
su principio de efectividad el fundamento de validez y el dominio de validez
de los rdenes jurdicos estatales. Uno de esos rdenes estatales es el que sir-
342
HANS KELSEN
343
tal en sentido estricto. Y nuevamente aqu, tenemos que el principio de efectividad de este derecho internacional no es el ltimo fundamento de validez d e
esa delimitacin. Ese fundamento est dado por la norma fundante bsica
presupuesta de ese orden jurdico estatal, que contiene como parte integrante
al derecho internacional.
En la medida en que se tome en consideracin a los restantes rdenes jurdicos estatales, desde el punto de vista del orden jurdico estatal que abarca al
derecho internacional y que constituye el punto de partida de la construcci6n,
corresponde distinguir su relacin con el derecho internacional de aquella que se
dara segn la primaca del orden jurdico internacional, en tanto el principio
de efectividad del derecho internacional no sera el fundamento ltimo de su
validez y de la limitacin de su dominio de validez; el fundamento ltimo,
visto desde el ngulo del orden jurdico estatal, que constituye el punto d e
partida de la construccin, es la norma fundante bsica presupuesta de ese
orden jurdico estatal. Este orden jurdico estatal -tomado en su sentido ms
amplio, que comprende al derecho internacional reconocido- sera, por ende,
el nico soberano en el sentido de un orden jurdico supremo sobre el cual
ningn otro es presupuesto. Pelo como, sin embargo, dentro de ese orden
jurdico estatal en sentido lato, una parte integrante, a saber: el orden jurdico
estatal en sentido estricto, est subordinada a la otra parte integrante, a saber:
al orden jurdico internacional, resulta que el orden jurdico estatal en sentido
estricto no es soberano, sino -al igual que los otros rdenes jurdicos estatales
que no constituyen punto de partida de la constmccin- un orden inmediatamente relacionado con el derecho internacional. Es mediante el derecho internacional, que es parte suya, que el orden jurdico estatal que constituye el punto d e
partida de la construccin, se convierte en un orden jurdico universal del cual
todos los restantes rdenes jurdicos estatales, que l abarca, son sus delegaciones. El resultado final es el mismo que al que conduce la primaca del orden
jurdico internacional: la unidad gnoseolgica de todo derecho vlido. Pero
mientras que el punto de partida de la construccin, en el caso de la primacia
del derecho internacional, slo puede ser este mismo, el punto de partida de
la construccin en el caso de la primaca del orden jurdico estatal puede ser
-como ya se indic- cualquier orden estatal, aunque slo uno por vez. Y si
la construccin de la relacin cntre derecho internacional y derecho estatal
parte de un orden jurdico estatal, tiene que llegar a suponer la primaca de ese
orden jurdico cstatal; ms, tiene que haber presupuesto ya esa primaca.
Como se subray, la eleccin de una u otra de ambas construcciones, referentes a la relacin entre derecho internacional y derecho estatal, no tiene influencia alguna con respecto al contenido del derecho internacional. El derecho
internacional, vlido como parte integrante de un orden jurdico estatal, es
idntico por su contenido al derecho internacional que vale como un orden
jurdico supraordinado a los rdenes jurdicos estatales. Tambin el contenido
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HANS ELSEN
345
juddico externo, el derecho internacional y los restantes rdenes jurdicos estatales, concibiendo as ese derecho externo slo como un derecho interno, como
parte integrante del orden jurdico del propio Estado. As como la interpretacin subjetivista, egocntrica del mundo conduce al solipsismo, es decir, a la
concepcin de que slo existe el propio yo como ente soberano, existiendo
todo lo dems nicamente en l y a partir de l, tambin la primaca del orden
jurdico del propio Estado lleva a que slo se pueda concebir al propio Estado
como soberano, puesto que la soberana de un solo Estado, el propio, excluye
la soberana de todos los restantes Estados. En ese sentido, puede designarse la primaca del orden jurdico del propio Estado como un subjetivismo estatal, ms, como un solipsismo estatal. As como la concepcin objetivista del
mundo parte del mundo real exterior, para poder concebir al yo, no slo al yo
propio del observador, sino a todo yo, admitiendo al hacerlo a ese yo, no como
un ente soberano, centro del mundo, sino como parte integrante del mundo.
tambin la constmccin designada como "primaca del orden jurdico internscional" parte del mundo jurdico externo, del derecho internacional en tanto
orden jurdico vlido, para concebir desde all la existencia jurdica de los
Estados particulares, admitindolos solamente, no como autoridades soberanas.
sino como rdenes jurdicos parciales imbricados en el derecho internacional.
Y as como el conocimiento cientfico del mundo de ningn modo es afectado
por esta oposicin, siendo el mundo, como objeto de ese conocimiento, el
mismo, permaneciendo las mismas leyes naturales que lo describen, sea este
mundo el mundo interior del yo, sea que el yo sea pensado como situado
dentro del mundo, tambin la oposicin entre ambas constmcciones jurdicas
no tiene influencia alguna sobre el contenido del derecho, ni en el del derecho
intemacional, ni tampoco en el del derecho estatal, permaneciendo idnticos
los enunciados jundicos con los cuales se describe su contenido, sea que el
derecho internacional sea pensado como incluido en el derecho estatal, sea que
el derecho estatal est incluido en el internacional.
Tambim cabe comparar la oposicin entre ambas construcciones jurdicas
con la oposicin que se da entre la imagen del mundo tolomeico, una imagen
geocntrica, y la imagen copemicana, heliocntrica, del mundo. As como,
segn una de las mnstmcciones, el propio Estado se encuentra en el punto
central del mundo jurdico, en la imagen tolomeica del mundo la tierra ocupa
el punto central, alrededor del cual gira el sol. As como segn la otra constmccin, es el derecho internacional el situado en el punto central del mundo
jurdico, en la imagen copernicana del mundo, es el sol el punto central alrededor del cual gira nuestra tierra. Pero esta oposicin entre dos imgenes
astronmicas del mundo es slo una oposicin entre dos sistemas distintos de
referencia. Max P l a n ~ k ' ~ seala
l
al respecto: "Si se adopta, por ejemplo, un
la1 Max Planck, Vortroge und Erinnewngen. Stuttgatt, 1949, p. 311.
347
del orden jurdico estatal. Tambin aqu tenemos una falacia, y tambin aqu
esta falacia desempea de hecho un papel decisivo en la ideologa poltica del
pacifismo.
A1 descubrir la teora pura del derecho esas falacias, al quitarles la apariencia
de demostraciones lgicas que, en cuanto tales, seran irrefutables, reducindolas a argumentos polticos, que pueden enfrentarse con contraargumentos
similares, deja la va libre para uno u otro desarrollo poltico, sin postular o
justificar ni al uno ni al otro. Puesto que, como teora, frente a ellos es totalmente indiferente.
VIII. J
k interpretacin
45. La esencia de la interpretacin. Interpretacin autentica y no autkntica
349
a) Indeterminacin relativa del acto de aplicacin de derecho 349
b) Indeterminacin intencional del acto de aplicacin de derecho 350
c ) Indeterminacin no intencional del acto de aplicacin de derecho
350
d) El derecho aplicable como un marco dentro del cual hay varias posibilidades de aplicacin 351
e) Las llamados mtodos de interpretacin 352
46. La interpretacin como acto de conocimiento o de voluntad 353
47. La interpretacin en la ciencia del derecho 355
VIII. LA INTERPRETACION
La relacin entre una grada superior y una inferior del orden jurdico, como se
da entre constitucin y ley, o entre ley y sentencia judicial, es una relacin de
determinacin o de obligacin: la nonna de grada superior regula -como ya se
varias, todas las cuales -en tanto son cotejadas solamente mn la ley que haya
de aplicarse tienen el mismo valor, aunque solo una de ellas se convertir
en derecho positivo en el acto del rgano de aplicacin de derecho, en especial,
en el acto del tribunal. Que una sentencia judicial este fundada en ley no
significa, en verdad, sino que se mantiene dentro del marco que la ley despliega; sino que es uno de las normas individuales -y no la norma individualque pueden ser producidas dentro del marco ofrecido por la norma general.
Con todo, cree la jurisp~dencia tradicional que la interpretacin no debe
limitarse a determinar el marco del acto jurdico que haya de cumplirse, sino
quepuede esperarse de ella el satisfacer otra funcin ms, inclusive se inclina
a ver en ello su funcin principal. La interpretacin debera desarrollar un
metodo que posibilite completar correctamente el marco establecido. La teora
usual de la interpretacin quiere hacer creer que la ley, aplicada al caso
concreto, siempre podra librar slo una decisin correcta, y que la "correccin" jurdicc-positiva de esa decisin tiene su fundamento en la ley misma.
Plantea el proceso de interpretacin como si slo se tratara en l de un acto
intelectual de esclarecimiento o de comprensin, como si el rgano de aplicacin de derecho s610 tuviera que poner en movimiento su entendimiento, y no
su voluntad; y como si mediante una pura actividad del entendimiento
pudiera encontrarse, entre las posibilidades dadas, una opcin correcta segn
el derecho positivo, que correspondiera al derecho positivo.
e) Los Iiamados mtodos de interfiretdcin
Slo que, desde un punto de vista orientado hacia el derecho positivo, no existe
criterio alguno con cuyo fundamento puede preferirse una posibilidad dada dentro del marco del derecho aplicable. No existe genericamente ningn mtodo
-caracterizable juridicopositivamente- segn el cual uno entre los varios significados lingsticos de una noma pueda ser designado mmo el "correcto"; suponiendo, naturalmente, que se trata de varios posibles, es decir, que se trata de
posibles interpretaciones del sentido en conexin con todas las otras normas de la
ley o del orden jurdico. Pese a todos los esfuerzos de la jurisp~denciatradicional
no se ha logrado resolver, a favor de uno u otro, en manera objetivamente
vlida el conflicto entre voluntad y expresin. Todos los mtodos interpretativos desarrollados hasta ahora llevan siempre a un resultado posible, y nunca
a un nico resultado correcto. Inclinarse a la voluntad supuesta del legislador,
dejando a un lado el tenor literal, o bien atenerse estrictamente al tenor
literal sin preocuparse por la voluntad -por lo general, problemtica- del
legislador, es, desde el punto de vista del derecho positivo, equivalente por
entero. Si se presentara el caso de que dos normas de la misma ley se contradijeran, las posibilidades lgicas, antes recordadas, de aplicacin del derecho
se encontrara, desde el punto de vista del derecho positivo, en un pie de
funcin volitiva. En tanto en la aplicacin de la ley, por aadidura de la determinacin necesaria del marco dentro del cual debe cumplirse el acto que se
efectuar, puede tener lugar una actividad cognoscitiva del rgano de aplicacin,
no se tratara de un conocimiento del derecho positivo, sino de otras normas que pueden desembocar aqu en el proceso de produccin de derecho:
normas morales, normas de justicia, juicios de valor sociales, etctera, que se
suele denominar con rtulos tales como: "bien comn", "inters del Estado",
"progreso", etctera. Desde el punto de vista del derecho positivo nada cabe
decir sobre su validez y verificabilidad. Desde ese punto de vista, tales espe
cies de determinacin slo pueden ser caracterizadas negativamente: son determinaciones que no provieiien del derecho positivo mismo. En relacin con
ellas, la realizacin del acto jurdico dentro del marco de la norma jurdica
aplicable es libre, es decir, librado a la libre discrecionalidad del rgano
llamado a efectuar el acto, como si el derecho positivo mismo delegara en
ciertas normas metajurdicas, como la moral, la justicia, etctera; pero de ese
modo esas normas se transformaran en normas jurdicas positivas.
Si hubiera que caracterizar no slo la interpretacin de la ley por parte de
los tribunales u rganos administrativos, sino en forma enteramente general,
la interpretacin del derecho por los rganos de aplicacin del derecho, habra
que decir: en la aplicacin del derecho por un rgano jurdico, la interpretacin cognoscitiva del derecho aplicable se enlaza con un acto de voluntad
en el cual el rgano de aplicacin de derecho efecta una eleccin entre las
posibilidades que la interpretacin cognoscitiva muestra. Con ese acto o bien
se produce una norma jurdica de nivel inferior, o se IIeva a cabo el acto
coactivo estatuido por la norma jurdica aplicable.
Es por ese acto volitivo que la interpretacin del derecho efectuada por el
6~gan0de aplicacin se distingue de toda otra interpretacin, en especial,
de la interpretacin del derecho por la ciencia jurdica.
La interpretacin que efecta el rgano de aplicacin del derecho es siempre
autntica. Crea derecho. Por cierto que se habla slo de interpretacin autntica cuando la misma adopta la forma de una ley, o de un tratado internacional, teniendo carcter general, es decir, creando derecho no slo para
liq caso concreto, sino para todos los casos iguales, y ello, cuando el acto
considerado como interpretacin autntica constituye la produccin de una
norma general. Pero tambin es autntica, es decir, creadora de derecho,
la interpretacin realizada por un rgano de aplicacin de derecho cuando crea
derecho para un caso concreto, es decir, cuando el rgano produce slo una
norma individual o ejecuta una sancin. Debe tenerse en cuenta que por va
de interpretacin autntica, es decir, de interpretacin de una norma por el
rgano jurdico que tiene que aplicarla, no slo puede llevarse a efecto una
de las posibilidades mostradas en la interpretacin cognoscitiva de la nomia
aplicable, sino que tambin puede producirse una norma que se encuentre
enteramente fuera del marco que configura la norma aplicable.
Mediante una interpretacin autntica semejante puede crearse derecho
no slo cn el caso en que la interpretacin tenga carcter general, es decir,
cuando se da una interpretacin autkntica en el sentido usual de la palabra,
sino tambin en el caso en que el rgano de aplicacin de dereclio produce
una norma jurdica individual; tan pronto el acto del rgano de aplicacin
de dereclio no puede ser dejado sin efecto, por haber adquirido fuerza de cosa
juzgada. Que muclias veces se cree nuevo derecho por va de semejante interpretacin autntica -especialmente por tribunales de ltima instancia- es
un hecho bien conocido.
De la interpretacin efectuada por un rgano de aplicacin del derecho,
se distingue aquella otra interpretacin que no es autntica, es decir, que no
crea ningn derecho.
Cuando un individuo acata una norma jurdica que regula su comportamiento, es decir, cuando quiere cumplir la obligacin jurdica que una norma
le impone, haciendo efectiva la conducta a cuya contraria la norma jurdica
enlaza una sancin, tambin ese individuo, cuando su conducta no se encuentra determinada unvocamente en la norma que tiene que acatar, tiene que
optar entre distintas posibilidades, pero esa opcin no es autntica. No tiene
fuerza obligatoria para el rgano que aplique esa norma jurdica, corriendo
por ende pcligro de ser vista como errnea por ese rgano, de suerte que la
conducta as llevada al cabo por el individuo puede ser juzgada como un
delito.
NOTA D E L TRADUCTOR:
Existe en castellano una tradicin bastante asentada con respecto de la forma
de traducir el lkxico y los giros del lenguaje kelseniano. Esa tradicin se remonta, quizs, a las primeras traducciones, en la dcada del 30, de Luis
Recasns Siches y Luis Legaz y Lacambra. Con respecto a las primeras versiones de este libro, esa tradicin confluye en la traduccin de la primera
versin, realizada por Jorge G. Tejerina, publicada en Buenos Aires en 1941.
La traduccin posterior de la segunda versin, tambikn publicada en Buenos
Aires, tiene el inconveniente, como la traduccin de Eduardo Garca Mynez
de la General Theory of Law and State, de ser traducciones indirectas, del
francks y el ingls respectivamente, dado que los originales no son conocidos.
Entiendo que esta respetable tradicin ha ocasionado, sin embargo, algunos
problemas, inevitables quizs, derivados de la seleccin de cierta terminologa
o de las connotaciones diferentes que los trminos tienen en alemn y en
castellano.
Baste sealar la innumerable literatura producida alrededor de la distincin
entre el "ser" y el "deber ser", traducciones usuales de los verbos sein y sollen
que Kelsen utiliza sistemticamente. Parece evidente hoy que el giro, gramaticalmente dudoso, "deber ser" no corresponde al simple verbo auxiliar sollen. En
esta traduccin se evita utilizar tal "deber ser", recurrindose, en lo posible,
al verbo moda1 castellano "deber". Ha de entenderse, pues, que cuando Kelsen
habla de das SolIen no est refirindose a una misteriosa entidad: "el Deber
Ser", de alguna suerte contrapuesta a otra entidad metafsicamente muy prestigiosa: "el Ser", sino que est utilizando simplemente el infinitivo del verbo
auxiliar "deber" como un sustantivo verbal. Lo mismo es posible, sin maysculas ni hiptesis, en castellano. Giros hay, por cierto, donde las dificultades de
traduccin se agravan, como cuando Kelsen habla de Soll-normen, como si las
hubiera sin ese sentido modal. He recurrido libremente, para traducir tales
trminos, al adjetivo "dentico" que desde los escritos de G. von Wright se
La hecho comn.
He evitado tambikn -salvo cuando expresamente Kelsen recurre a terminos
como schopfen- hablar de "creacin de derecho". Entiendo ms adecuada, y,
sobre todo, menos susceptible de interminables discusiones ideolgicas y lingstica~,la traduccin: "produccin de derecho", que inclusive qtimolgicamente se atiende a la terminologa kelseniana. En otros casos, en cambio,
como en los captulos referentes a la personalidad jurdica de entidades individuales o colectivas, no he credo necesario uniformar el variado vocabulario
que Kelsen emplea sin mayor rigor: quin podra decir cules son los matices
diferenciales entre Gemeinschaft, Verein, Korperchaft, etctera? Grundnorm es
traducido como "norma fundante", para evitar la connotacin de importante
que "findamental" tiene en castellano y disminuir la tentacin de confundir
la Grundnorm con la constitucin positiva. Zurechnen por su parte, es traducido, generalmente, por "atniuir".
Otro ejemplo al canto es la palabra bestimmt, seguramente la ms utilizada
por Kelsen. "Determina", "especifica", "define", y otras son todas traducciones
posibles. Para Kelsen, las normas "determinan" la conducta humana, la sancin "determina" el acto antijurdico, la norma superior "determina" la produccin de la inferior, la eficacia "determina" la validez, la norma fundante
bsica "determina" la validez de ciertas normas positivas, el conocimiento
terico "determina" la existencia epistemolgica de su objeto. Nadie podra
decir qu haya de entenderse estrictamente con esta palabrita mgica: bestimmt . Quizs uno de los secretos de la teora pura del derecho est en que
an no se ha revelado cul sea su idea de determinacin.
Algo ms me interesa sealar, aunque ms no fuera que como excusa. El
texto kelseniano se caracteriza por una excesiva, machacona redundancia. No
hay pgina donde no se diga una y otra vez, por ejemplo, que una "norma
jurdica enlaza una sancin, como acto coactivo, a un hecho tambiin determinado por el orden jurdico". No he credo bueno eliminar ese rasgo estilstico
que el castellano reproduce difcilmente. La prosa de Kelsen, por cierto, no
exhibe, en sus ltimas obras, una ligereza estilstica que no he intentado
introducir en la versin castellana, tercamente literal. No se busque, pues, en
castellano, lo que no est tampoco en el original alemn. Adems deseo sealar
que el lenguaje que utilizo es el usual en los medios acadmicos de mi patria
y, sin duda, exhibir regionalismos no usuales en otros paises de la lengua.
Pero creo preferible ello - c o m o el propio Kelsen lo hace con sus regionalismos
austriacos-, a recurrir a una especie de koink neutral que nadie habla. No
creo que los eventuales localismos dificulten gravemente la comprensin del
texto.
He traducido, por fin, el nombre oficial de la teora, Reine Rechtslehre,
conforme a la tradicin: Teora Pura del Derecho. Pero quizs no sea ocioso
seialar que en la primera lnea misma del texto, Kelsen distingue termino]&
gicamente entre su doctrina (Lehre) y la teora (Theorie) del derecho positivo. El matiz se pierde con la traduccin recibida, a la cual me atengo.
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