1 Juan 2.1-6

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1 Juan 2:1-6

Impedimentos para una comunin con Dios

A. Comunin y el problema del pecado.

1. (1a) Un propsito de Juan para escribir esta carta: para que no pequis.

Hijitos mos, estas cosas os escribo para que no pequis.

a. Estas cosas os escribo para que no pequis: PARA JUAN el pecado es un hecho
en la vida del Cristiano.
TAMBIEN deja claro que siempre habr perdn para un pecado confesado.
Sin embargo, Juan tambin deja claro que el Cristiano debe estar preocupado por el
pecado. Una razn para haber escrito esta carta fue para que no pequis.

i. Juan Adems rechaza la idea de que podemos llegar a ser perfectos y sin pecado (1 Juan 1:8.) Al
mismo tiempo, deja claro que no tenemos que pecar. Dios no hace que el creyente peque.

b. Para que no pequis: Este es el deseo de Dios para el creyente.


Si el pecado es inevitable, NO es porque Dios haya decretado que debemos pecar.
Todos los recursos para lograr una victoria espiritual son nuestros en Jesucristo, y esos
recursos nunca son retirados.

ii. La debilidad est en nuestra carne, la cual NO est consistentemente deseosa de depender en
Jess para lograr victoria sobre el pecado.
Dios Nos promete que algn da la carne ser perfeccionada por medio de la resurreccin.

2. (1b-2) Ayuda para el pecador y restauracin de la comunin.

Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y l
es la propiciacin por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino tambin
por los de todo el mundo.

a. Abogado tenemos: El deseo de Dios es que no pequemos.

b. Sin embargo, si lo hacemos, se ha hecho provisin Nuestro Abogado es el mismo


Jesucristo.: Jess es nuestro defensor, aun cuando pecamos ahora.

Dios no se escandaliza por nuestro comportamiento humano. l NO NOS perdon una


vez para luego decir, Mira ahora lo que hicieron! ESTO NO TIENE PERDON Su
perdn est disponible para nosotros ahora.

i. IMAGINEMOS LA ESCENA EN LA Corte Celestial


Estamos como acusados, delante de nuestro justo juez, Dios Padre.
Jess Nuestro Abogado se levanta para responder a los cargos: l es completamente culpable, su
seora. Es ms, es ms culpable de lo que se le acusa y ahora delante de usted confiesa a todo.
El mazo suena y el Juez pregunta, Cul debe ser su sentencia?
Satanaz nuestro ACUSADOR contesta: Su sentencia debe ser LA MUERTE, l merece toda la ira
de este tribunal. Y JESUS ADMITE QUE TIENE RAZON, ESO DICE LA LEY DEL PROPIO DIOS
Satans, con Esto se est divirtiendo mucho,
Somos culpables! Admitimos nuestra culpa! Podemos ver nuestro castigo!
Pero en ese momento nuestro Abogado pide acercarse al Juez. Al irse acercando, simplemente dice,
Pap, ste me pertenece. Yo pagu su precio. Yo llev el castigo y la ira que l merece.
El mazo suena otra vez, y el Juez clama, Culpable de los cargos! Castigo cumplido!
Satans Nuestro acusador empieza a enloquecer, No lo vas a poner aunque sea en libertad
condicional?
No! dice el Juez y exclama. El castigo ha sido cumplido en su totalidad por mi Hijo. No hay motivo
para ponerlo en libertad condicional.

Despus el Juez se dirige a nuestro Abogado y dice, Hijo, dijiste que ste te pertenece. Lo dejo bajo
tu cuidado. Caso cerrado!

i. Un abogado defensor humano argumenta por la inocencia de su cliente, pero nuestro Abogado.
Jesucristo, admite nuestra culpa y despus presenta Su peticin a nuestro favor como quien ha
hecho un sacrificio expiatorio por nuestra culpa.

ii. Jesucristo el justo: significa que Jess est completamente calificado para ser nuestro Abogado,
ya que el es perfecto y sin pecado. l ha pasado el examen de abogados del cielo, y est calificado
para representar clientes en el tribunal de justicia del cielo.

iii. Necesitamos a Jess como nuestro Abogado porque Satans nos acusa delante de Dios
(Apocalipsis 12:10.) Necesitamos distinguir entre la acusacin de Satans que nos condena y la
amorosa conviccin del Espritu Santo. Entre la culpa y la verdad

d. Y l es la propiciacin por nuestros pecados: Esto quiere decir que Jess es


quien expa y quita nuestros pecados, y no slo nuestros pecados, sino los de todo el
mundo.

i. En GRIEGO la propiciacin Propiciacin da la idea de ofrecer presentes a los dioses, como para
quitar el enojo de los dioses. Los griegos pensaban en esto en el sentido de que el hombre
esencialmente sobornaba a los dioses para que le hicieran favores. Pero en la idea Cristiana de
propiciacin, Dios mismo se presenta a s mismo (en Jesucristo) como aquel que quitar su justa ira
contra nuestro pecado.

e. Y no slo nuestros pecados, sino los de todo el mundo: Aunque Jess hizo
expiacin por todo el mundo, no todo el mundo es salvo ni tiene comunin con Dios.
Esto es porque expiacin no significa perdn. El Da de Expiacin del Antiguo
Testamento (Levtico 16:34) lo demuestra, cuando el pecado de todo Israel era expiado
cada ao en el Da de Expiacin, sin embargo no todo Israel era salvo.

i. Las palabras sino los de todo el mundo anuncian al mundo que Dios se ha hecho cargo del
problema del pecado por medio de la propiciacin de Jesucristo. El pecado no tiene porque ser una
barrera entre Dios y el hombre, si el hombre recibe la propiciacin que Dios ha provisto en Jess.
Pero mientras no la reciba no ser salvo.

3. (3-6) El fruto de la comunin.

Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que


dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no
est en l; pero el que guarda su palabra, en ste verdaderamente el amor de Dios se ha
perfeccionado; por esto sabemos que estamos en l. El que dice que permanece en l,
debe andar como l anduvo.

a. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos: La evidencia de que alguien


conoce a Dios, y de que tienen comunin con l, es que guardan sus mandamientos.
Una sencilla y amorosa obediencia es un resultado natural de una comunin con Dios.

b. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es Mentiroso, y


la verdad no est en l: La verdad sobre esto es tan cierta que si uno no vive una vida
marcada por la obediencia, si dicen que tienen comunin (el conocimiento por
experiencia) con Dios, puede dar lugar a duda.

i. Yo le conozco: Distingamos, sin embargo el CONOCER DE CRISTO y el CONOCER A


CRISTO. Podemos conocer mucho acerca de nuestros grandes hombres, aunque a ellos no los
conozcamos.
Nunca un alma ser salva por conocer de Cristo.
El nico conocimiento que tenemos que salva es conocerle, a l mismo y confiar en l, el
Salvador que vive, quien est ahora a la diestra de Dios.

c. Pero el que guarda su palabra, en ste verdaderamente el amor de Dios se ha


perfeccionado: Juan tambin hace la conexin entre nuestra obediencia y nuestro
amor por Dios. Un amor perfeccionado (que significa que es maduro) por Dios
mostrar obediencia y la presencia de esta obediencia y amor nos da seguridad de que
estamos en Jess (Por esto sabemos que estamos en l.)

i. ENTONCES cuando alguien se hace Cristiano, hay un cambio en su relacin con el pecado.
El pecado no es eliminado del creyente hasta que llegue a gloria,

pero su relacin con el pecado es cambiada cuando realmente se convierte.

Un Cristiano ya no ama el pecado como haca antes.


Un Cristiano ya no alardea de su pecado como haca antes.
Un Cristiano ya no recuerda su pecado con afecto como haca antes.
Un Cristiano ya no se siente cmodo con su pecado habitual como lo haca antes.

d. El que dice que permanece en l, debe andar como l anduvo:


Si permanecemos en Jess, poco a poco andaremos como l anduvo
Iremos viviendo vidas de amor y obediencia.
Cualquiera que quiera andar como l anduvo, tiene que empezar por permanecer en l.
NO VAMOS A SER FOTOCOPIAS DE JESUS. SINO QUE COMO EL iremos contruyendo una vida
espiritual de comunin y obediencia.

ii. El punto aqu es que aquel que conoce a Dios llevar ms y ms una vida justa, porque Dios es
justo. No quiere decir que ser sin pecado; Juan ya ha mostrado que cualquiera que diga esto,
miente. Simplemente significa que ir movindose en la direccin marcada por la justicia de
Dios.

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