Actualidad de La Investigacion Regional
Actualidad de La Investigacion Regional
Actualidad de La Investigacion Regional
en el Mxico central
Javier Delgadillo Macas
Y
Alfonso Iracheta Cenecorta
(coordinadores)
ndice
Presentacin
Javier Delgadillo Macas y Alfonso Iracheta Cenecorta . . . . . . . . . . . . . . . . .
PRIMERA
PARTE
El desarrollo regional como estrategia territorial
para el desarrollo nacional
Son inevitables los desequilibrios regionales en Mxico?
Angel Bassols Batalla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Vigencia y actualidad del desarrollo regional en Mxico
Javier Delgadillo Macas, Felipe Torres Torres y Jos Gasca Zarnora. . . . . .
Notas sobre desarrollo y planeacin regional en Mxico
Alfonso X . Iracheta Cenecorta .....................................
4
15
27
67
SEGUNDA
PARTE
El Mxico central. Metpolis y desarrollo regional
De megalpolis a metpolis, de metpolis a metarregin,
futuro de la regin Centro?
Jorge R. Serrano Moreno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Importancia del sistema de ciudades de la regin Centro de Mxico
AdolfoSnchezAlm~nza.......................................... 93
109
129
141 ,
195
221
TERCERA
PARTE
El desarrollo regional desde Morelos
Desde Morelos: la regin y los estudios regionales
(Un francs en Mxico entre los aos sesenta y los noventa)
Presentacin
esta Semana Acadmica y rebne, agrupadas en tres partes, la mayora de las ponencias
y escritos presentados por los participantes y actualizados en su gran mayora.
Despus de casi 20 aos de ausencia de planeacin regional en Mxico, resultado
del abandono del gobierno federal en la materia, los investigadores nos preguntamos
sobre la validez del desarrollo regional como instrumento de reflexin y accin para
resolver los desequilibrios econmicos y sociales que "naturalmente" provoca el desarrollo capitalista en el territorio.
Las contradicciones que se observan en el territorio nacional, en la distribucin de
los beneficios del desarrollo, claramente han profundizado a lo largo de las ltimas dos
dcadas las diferencias entre los mexicanos que tienen empleo e ingreso estables y
competitivos, y los que sobreviven en un mercado desequilibrado que libera todas las ,
mercancas para alcanzar precios internacionales,excepto una: el salario. A lo largo de
este tiempo, el proceso de desarrollo nacional plantea diversas cuestiones respecto a la
distribucin de los beneficios del crecimiento entre los diferentes espacios del pas.
Mxico es una constelacin de geografas, culturas y niveles de desarrollo que se
han ido afirmando a lo largo de la historia nacional. El Mxico norteo, cada vez ms
cercano a las formas de hacer de los estadounidenses, es claramente diferente del centro, caracterizado por la influencia histrica de las culturas precolombinas y el peso
posterior que tuvo la influencia hispnica; ambos aspectos se alejan de los procesos de
desarrollo suspendidos en el sur y sureste, donde las reglas de lo social parecieran ser
las que estuvieron presentes en los dos ltimos siglos en el resto del altiplano mexicano.
Estas diferencias plantean al gobierno y a la sociedad preguntas que requieren respuestas certeras, porque en ellas no slo se expresan dudas acumuladas sino la necesidad de encontrar nuevos caminos que reduzcan las diferencias anotadas. Temas clave
que debemos encontrar en estas respuestas tienen que ver con la cuestin de equidad
social y temiorial que el pas exige, que ante su ausencia han impactado la poltica y las
formas de relacionarse entre los grupos y regiones de Mxico.
Por otro lado, la nueva pluralidad y el avance democrtico observado al final de los
aos noventa es producto del trmino de un camino y una forma de hacer nacin; el
cansancio que proviene de la inmovilidad en la distribucin de la riqueza, de los excesos
en la forma de hacer poltica, donde algunos se benefician "siempre o casi siempre" del
trabajo de todos, trajo consigo el cambio tan anhelado por la mayora de los mexicanos.
Sin embargo, pasan los das y observamos una realidad sociopoltica que equivocadamente trata de explicarse slo a travs de la supuesta alternancia del poder entre partidos
polticos, dejando de lado la crtica al modelo econmico que ha sumido en crisis profundas a la poblacin y agudizado las fracturas regionales. ste no es el proceso de transformacin esperado, el cual demuestre ser algo ms que la referida "transicin democrtica".
Por lo contrario, todo parece indicar que hoy no se tiene an claridad del rumbo.
Las regiones son parte de este proceso. Las nuevas presiones autonmicas, el rescate
de lo local y la confrontacin, todava civilizada,de las autoridades locales con el gobier-
no federal, hacen evidente que los problemas acumulados y los cambios iniciados pasen
tambin por la bsqueda de equilibrios regionales y por nuevas relaciones entre las sociedades y etnias que han poblado este territorio desde hace cuando menos cinco siglos.
Pero qu son las regiones?, cules son sus realidades? Slo se puede afirmar que
sabemos poco; que estudiamos menos; que prcticamente no actuamos con visiones
regionales, especialmente el Estado.
En este libro no se resuelven las preguntas, en todo caso se plantean nuevas o se
retoman antiguas. Nuestra preocupacin no es tampoco responderlas, sino prepararlas y entender los procesos que las provocan, simplemente porque no existen respuestas finales sobre la materia. Lo que pareciera estar claro es que despus de muchos
aos de ausencia de polticas regionales en Mxico, "descubrimos" que las regiones
existen; que se requieren estrategias para ellas, y que los recursos nacionales deben
distribuirse con criterios y bajo polticas y prioridades regionales. Resulta que la frontera norte es una regin, que el sureste es una regin y que la megalpolis del Valle de
Mxico es una regin.
Para atender sus necesidades aparece la necesidad de hacer una planeacin regional,
bajo el principio de que este enfoque territorial de la accin pblica y organizacin de la
accin social es ms comprensivo que otros - c o m o por ejemplo la planeacin econmica global-, ms apegado a la realidad socio-espacial de Mxico, e incluso ms eficiente en la distribucin de los recursos para el desarrollo.
La falta de congruencia y sistematizacin en el planteamiento mexicano ha dado pobres resultados en la reorganizacin de las actividades econmicas y sociales a lo largo y
ancho del territorio nacional, y han impulsado un pensamiento crtico que exige respuestas del Estado a los desequilibrios e injusticias que se acumulan y agudizar;. en el pas.
En este libro hemos conjuntado una serie de reflexiones que, desde la academia, tratan
de mostrar los problemas y limitaciones que enfrenta la poltica regional mexicana y, en
general, el pensamiento sobre la "cuestin regional". Al mismo tiempo, se presentan diversas ideas propositivas -desde lo conceptual hasta el pragmatismo gubernamentalelaboradas por expertos de alto nivel que han incursionado en las ciencias de la economa
y la sociedad, a las que vincularon con los estudios territoriales, para conformar ideas
novedosas y tiles con el fin de recuperar este espacio del pensamiento mexicano.
La publicacin de la obra fue resultado de la suma de esfuerzos de las instituciones
participantes. Queremos agradecer de manera especial al doctor Hctor Hirm Hernndez
Bringas, director del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, y al doctor Jos Luis Palacio Prieto, director del Instituto de Geografa, por su decidido apoyo
para la consecucin de las actividades y la culminacin impresa del presente volumen,
asimismo, al maestro Flix Cadena Barqun, presidente de El Colegio de Tlaxcala, por su
inters por sumarse a los esfuerzos de coedicin del presente volumen.
Los coordinadores
Primera parte
EL DESARROLLO REGIONAL COMO ESTRATEGIA
TERRITORIAL PARA EL DESARROLLO NACIONAL
regionales en Mxico?*
ngel Bassols Batalla,
Instituto de Investigaciones
Econmicas de la UNAM
'
Los textos polmicas de Angel Bassols Batalla pueden verse en: Anuario de Geografla, FFL-UNAM,nm.
pp. 314-317, y nm. x, pp. 321-322; vease tambin "Nuevos enfoques sobre el desarrollo regional", I I E c - u ~ * ~1971,
,
y "Acerca de los beneficiarios del desarrollo regional", IIE~-UNAM, 1976.
16
11
l
'1
I
l
1
)
1
l
Geografa de la Universidad Lomonsov de Mosc, y ello principalmente por dos razones. La primera es la alta calidad de los maestros que nos impartieron ctedra en esta
rama del conocimientoy no solamente por su sabidura enciclopdica, sino porque muchos de ellos haban participado en los hechos revolucionarios que transformaron a la
vieja Rusia y por espacio de tres decenios colaboraron en los planes de desarrollo econmico, que al final de todo explican la victoria de ese pas sobre los invasores nazis. Y
adems, esos eminentes pedagogos formaron especialistas de excelente calidad en estudios sobre Amrica Latina y Mxico. Cabe recordar al menos al recientemente fallecido
doctor J. Mshbits, autor de libros importantes sobre la regionalizacin y los problemas
espaciales de nuestro pas.
Ahora bien, siempre he rechazado la falacia de pensar que quienes estudiamos en
aquellas tierras y durante ese periodo de posguerra hayamos posteriormente formulado
principios que podran considerarse consecuencia inevitable de los mtodos soviticos
aplicados al estudio del Tercer Mundo. En primer lugar debo recordar que desde antes
de mis estudios en aquella universidad, el medio familiar y educativo me llev a entender al mundo desde un punto de vista materialista, y desde mis primeros escritos, previos
a 1945, pueden seguirse ideas de ese tipo. Es obvio que recib la influencia tanto familiar como del medio social que prevaleca en el Mxico de los aos treinta y cuarenta.
Las grandes contiendas de aquellos aos, tanto en el mbito nacional como mundial, lo
mismo que la etapa del gobierno cardenista con su ambiente progresista, moldearon mi
conciencia, y por tanto la verdadera influencia de mis estudios en la Unin Sovitica
consisti en aprender a investigar la realidad natural y social, sin que con ello me sintiera maniatado ideolgicamente. De hecho, puedo agregar que cuando fui miembro de la
Comisin de mtodos de regionalizacin econmica de la Unin Geogrfica Internacional (UGI), reproch en numerosas ocasiones a los propios representantes soviticos el
que no sealaran con claridad cules eran las estructuras del subdesarrollo en el Tercer
Mundo y en el curso de nuestros seminarios no desenmascararan a fondo la sustancia de
las doctrinas idealistas que exponan 10s gegrafos de otros pases. Hubo incluso ocasiones en que debimos aliarnos con maestros europeos que sostenan principios similares, entre ellos recuerdo al gran gegrafo francs Jean Dresch.
A estas alturas contino estimando que 10s postulados ms tiles para entender la
formacin, desarrollo y transformacin del espacio regional son el pensamiento de
la dialctica, del cual destaco algunos puntos bsicos: 1 ) Los procesos crean estmcturas y es necesario comprender la gnesis de los hechos; 2) siempre existe una interrelacin
de fenmenos naturales, socioecon6micos, polticos, etc.; 3 ) en el estudio de dichos
procesos conviene siempre partir de lo cuantitativo para desembocar en lo cualitativo;
4) existen numerosos factores determinantes o que ejercen variable influencia, por lo
cual se deben seleccionar aquellos que se requieran en cada caso; 5) las contradicciones
internas son esencia ineludible, pero se expresan en distintas formas, tanto en el e s ~ a c i o
'i
pero ste vara, y crea distintas estructuras regionales, y 7) finalmente, tanto en escala
general como regional, uno de los puntos centrales del estudio debe ser la consideracin
de los conflictos internos y tambin los que se producen con otros sistemas.
Por lo que a las unidades regionales se refiere, debo recordar que nunca pretend
definir las regiones naturales de Mxico y el planeta, de tal forma que en ocasiones me
vi obligado slo a resumir conocimientos, en vista de que todava hoy no existen
regionalizaciones completas para todos los aspectos de la realidad natural. Por lo general me bas en regionalizaciones trazadas por especialistas, incluso algunos que no son
gegrafos, pero llevan a cabo distintos estudios a nivel universitario.*Ahora bien, desde
los aos universitarios lo que me interes en mayor medida fue el estudio de las regiones socioeconmicas, que con el tiempo comprend en su esencia histrica, y la posibilidad de utilizarlas para cambiar estructuras de desigualdad e injusticia espacial. El
anterior es el punto central al que he dedicado varios decenios de labor acadmica.
Lo primero que deba hacerse en 1950era conocer los materiales bibliogrficos y los
antecedentes que en Mxico y el extranjero existan hasta entonces. Aunque numerosas
narraciones, crnicas de viaje y relaciones de la poca colonial aportan conocimientos
regionales de diverso tipo, no se lleg a una verdadera sistematizacin hasta que el gran
naturalista alemn Alexander von Humboldt redact su famoso Ensayo poltico sobre
el reino de la Nueva Espaa (18 1 1- 183l).3Despus vendran las aportaciones de autores como Manuel Orozco y Berra y Antonio Garca Cubas, quienes no pudieron avanzar
en el conocimiento detallado de las regiones debido al atraso econmico y al caos social
del siglo xix. En los largos aos de la dictadura porfirista se registraron adelantos en la
aplicacin de la geodesia para el trazo de ferrocarriles y la explotacin minera, as como
por la labor de las comisiones geogrficas exploradoras, pero falt apoyo para una geografa de utilidad prctica. Esto ltimo resulta paradjico, porque a esas alturas en pases europeos se publicaban importantes obras que contenan alusiones importantes a la
realidad de Amrica Latina (entre ellas las de E. Reclus y M. Sorre). Y por otro lado, el
famoso grupo de los "cientficos" no comprendi la necesidad de aprovechar los conocimientos geogrficos para mejorar la economa nacional y regional.
Es interesante sealar que la Revolucin mexicana cre instrumentos necesarios
para conocer y explotar mejor los recursos naturales, llevar a cabo transformaciones
socioeconmicas como la reforma agraria y la renovacin educativa, la colonizacin de
nuevas tierras y el trazo de fronteras internas y externas. Se trataba de integrar con
mayor celeridad un pas cuyas regiones, en muchos casos, haban quedado aisladas, en
el mayor atraso y abandono social. El espritu renovador de la Revolucin se esforz
por superar esa situacin, sin lograrlo totalmente, pues numerosas zonas montaosas,
Vase Geografla socioecon6mica de Mxico, Mxico, Trillas, 2000, y Recursos naturales de Mxico, Mxico,
Editorial Nuestro Tiempo, 23a. edicin, 1997.
La Bibliografla geogrfica de Mxico fue editada en 1955 por la Direcci6n de Geografia y Meteorologa, s ~ o .
Debe sealarse que el autor de estas Ifneas nunca trabaj directamente con el general Crdenas, aunque convers
con 61 en numerosas ocasiones sobre los problemas del desarrollo regional y 10s logros en la Cuenca del Balsas.
Recibi su apoyo logstica para llevar a cabo un viaje de inspeccin por la cuenca, del cual result un estudio regional
del Balsas a mediados de los aos sesenta. Vase la nota 1, en la cual se sealan los textos de las pol6micas sostenidas
A partir de 1982 se hicieron evidentes los efectos de la crisis econmica, que afect
en mayor medida a los pases en proceso de desarrollo y a Mxico en particular. A pesar
de ello y por las necesidades que impona la propia crisis al incrementar el nmero de
personas en situacin de pobreza y/o pobreza extrema en el pas, los sucesivos gobiernos nacionales trataron de aplicar ciertos planes de inters regional, entre los cuales
destaca el llamado Solidaridad, al cual se le dio fuerte impulso hasta 1994. Cabe mencionar que no faltaron en ese periodo voces autorizadas que sealaban que los programas
de Solidaridad tenan ms bien inters poltico, y otros analistas insistimos adicionalmente
en que esos esfuerzos no podan traer cambios estructurales en las r e g i ~ n e s . ~
A estas alturas lo ms importante que resulta recordar es que nuestras investigaciones
regionales y urbanas no tenan por objeto solamente conocer las regiones, sino transformarlas, atacar el creciente desequilibrio y vencer los obstculos que propiciaron los
estallidos de 1994. En numerosos escritos y entrevistas sealamos lo anterior, citamos en
septiembre de 1999 las cifras publicadas en The Financia1 Times, con base en un estudio del Instituto Tecnolgico Autnomo de Mxico (ITAM) del mismo ao, donde se inform que "el promedio de empleo en Nuevo Len es tres veces ms alto que en Chiapas. El
consumo per cpita en Baja California [resulta ser] cinco veces mayor que en Oaxaca, y la
esperanza de vida, veinte aos superior en el norte de Mxico que en el
,
I
A pesar de que la crisis econmica afect en gran medida los proyectos de investigacin
que sostuvimos en la entonces llamada " h e a de desarrollo urbano y regional" del IEC,
pudieron publicarse numerosos libros y artculos sobre las regiones de Mxico y tambin de algunos pases extranjeros. Los temas tratados incluyeron los referentes a la
colonizacin de nuevos territorios; estudios de pequeas y medianas regiones, como
la costa de Chiapas y las huastecas; de entidades completas (caso de Quintana Roo) y
grandes regiones como el noroeste, el norte y el noreste. Cabe destacar los libros Zona
metropolitana de la ciudad de Mxico (1993) y los dos tomos que versan sobre las
franjas fronterizas Mxico-Estados Unidos, aparecidos entre 1998 y 1999. Las labores
del Area de desarrollo urbano y regional del IIEC fueron en muchas ocasiones colectivas
y en ellas participaron en total cerca de cincuenta acadmicos. Por otro lado, colaboramos con numerosos economistas y gegrafos extranjeros que realizaron estancias en el
Estas ideas se expresaron en la reunin celebrada en Tapachula, Chiapas, a fines de 1992, cuando presida el
evento el licenciado Luis Donaldo Colosio, m4s tarde candidato a la Presidencia de la Repblica, asesinado en Tijuana
en m a n o de 1994.
Vase mi intervencin en el seminario "La sociedad mexicana frente al tercer milenio", publicado en el libro de
1999, pp. 379-394.
mismo nombre, tomo 1, Coordinacin de Humanidades-UNAM,
Ehque Hemndez Laos ha tratado ampliamente el terna a partir de 1995, primero en Perspectivm del desarrollo regional en MJxico frente a la globalizaci6n (1995) y ms tarde en Crecimiento econdmico, distribucibn del
ingreso y pobreza en Mxico (2000).Tambin 10 sealan Javier Delgadillo Macias y Felipe Torres Torres en Lfmites
estructurales al desarrollo regional en M4xico" (2000).
24
Bibliografa
Bassols Batalla, ngel, Bibliografa geogrfica de Mxico, Direccin de Geografa y
Meteorologa, Mxico, SAG,1955.
, "Nuevos enfoques sobre el desarrollo regional", en Problemas del Desarrollo,
IIEC-UNAM, 1971.
, "Acerca de los beneficiarios del desarrollo regional", en Problemas del Desa1976.
rrollo, IIEC-UNAM,
,Recursos naturales de Mxico, Mxico, Nuestro Tiempo, 23a. edicin, 1977.
Delgadillo Macas, Javier y Felipe Torres Torres, "Lmites estructurales al desarrollo
regional en Mxico", ponencia presentada al Seminario de Economa Mexicana,
IIEC-UNAM, 2000.
Hemndez Laos, Enrique, "Perspectivas del desarrollo regional en Mxico frente a la
globalizacin", ponencia presentada al VIII Seminario de Economa Urbana, IIECUNAM,
3-5 de abril, 1995.
, "Crecimiento econmico, distribucin del ingreso y pobreza en Mxico", en
Comercio Exterior, vol. 50, nm. 10, octubre de 2000.
Muoz, Humberto (coord.), La sociedad mexicana frente a l tercer milenio, tomo 1,
Mxico, Coordinacin de Humanidades-UNAM,
1999.
1 Una versin del presente trabajo se public en la coleccin Breviarios de Economa, Instituto de Investigaciones
Econmicas, UNAM,MCxico, 2 0 1 .
27
El desarrollo de las regiones mexicanas constituye ahora la discusin en la que se entablan los proyectos que habrn de definir tanto el presente como del futuro. Esta discusin tiene que ver con la forma que asuman en las polticas de desarrollo al menos diez
componentes centrales:
a) La visin sectorizada de desarrollo regional debe considerarse agotada porque
gener centralizacin, una distorsin territorial de los procesos econmicos, un
gran rezago regional y un grave desequilibrio social que impide hoy la aplicacin
28
espacio incidsa en otro tipo de configuracionesms adaptadas a la dinmica del mercado; a] mismo tiempo, quienes sostienen esta primera postura hacen abstraccin del
espacio regional en su dimensin tradicional y contraponen como argumento la importancia de las redes virtuales, los tecnopolos, 10s distritos industriales y la integracin
bilateral de ciudades mundiales que poca relacin tendran con su entorno territorial
inmediato. Segn este supuesto, el concepto clsico de hinterland tendera a cambiar
por otro que trastoca las categoras formales de la teora espacial, sealando al espacio
como reas de influencia virtuales, o de bits como indicadores de desarrollo, intercambio y competitividad entre ciudades y empresas.
La otra posicin plantea un escenario contrario. La regin existe objetivamente y se
encuentra expuesta a las transformaciones mundiales sin que ello afecte su condicin de
espacio integrado, independientemente de su nivel de desarrollo o grado de vulnerabilidad. En esta apreciacin, seran justamente 10sprocesos de globalizacin los que vendran
a reforzar las identidades y el sentido de pertenencia regional, por lo cual, conforme a
estas posiciones, el objetivo de una estrategia integral de ordenamiento planificado del
temtofio debe considerar mecanismos y procesos de desarrollo que aprovechen la competencia mundial desde la regin y eviten rezagas y desequilibrios temtoriales generadores
de tensin social que pudieran incidir en la fragmentacin del pas. Por tanto, en ese
concepto, la regin no es una invitada ms de la globalizacin, todo lo contrano: las
regiones existen como resultado de procesos l~istricosy ocioe econmicos endgenos,
pero mantienen una influencia latente de 10s factores exgenos de distinto tipo que provocan su transformacin constante y actan Como vfnculo Con el exterior. Son delimitaciones temtoriales integradas a partir de diversos rasgos de identidad que incluyen y se
sobredeterminan por el componente social, en sob secuencia enfrentan cambios y t r a s formaciones y reproducen la estabilidad o el desequilibrio con que se orienta la poltica
econmica, principalmente a aquella que toca la canalizacin de los flujos de inversin.
Antes de tomar partido sobre una u Otra de las posiciones enunciadas, y dilucidar
qu tanto los procesos globales tenderan a afectar la integracin regional en Mxico,
resulta indispensable reconocer el tipo de desarrollo regional que ha seguido el pas,
principalmente en momentos de final de siglo e inicios de uno nuevo, en que a partir de
las diferentes propuestas de gobierno se pretende recuperar a la regin como una variable fundamental de reactivacin econmica, como un factor de equilibrio que enfrente
las imperfecciones del mercado interno e internacional y como objetivo de justicia social.
I
1
I
i
ii
Las polticas de desarrollo regional en Mxico han sido improvisadas y no estn integradas como prioridad dentro de la poltica econmica; adems, la estructura focalizada y
atemporal de la inversin sectorial impide la consolidacin de procesos regionales ms
amplios, la creacin de soportes para un desarrollo endgeno ms competitivo y la
posibilidad de conexiones interregionales que lleven a redistribuir espacial y socialmente los beneficios. Esta estructura es cuestionada ya por la apertura econmica que
exige nuevos espacios de valorizacin, pero sin invertir en desarrollo, por lo cual se
orienta hacia los nichos regionales previamente consolidados.
La decisin de tomar a la inversin como activadora del crecimiento econmico ha
propiciado el surgimiento de puntos dinmicos focalizados que en el pasado se correspondieron con la explotacin de un recurso productivo, con una posicin privilegiada
en trminos de los flujos internos del comercio, con la orientacin temtorial de los
beneficios de las polticas pblicas en el rengln de infraestructura, servicios o desarrollo turstico, o bien sigui la inercia en cuanto a la generacin de actividades para satisfacer la demanda de concentraciones histricas de poblacin en el pas.
Esa misma orientacin de las polticas econmicas de la posrevoluci6n continu
despus de la dcada de los ochenta y se mantiene a la fecha con la implantacin del
modelo de libre mercado, generando mayores desequilibrios que se agudizan a medida
que avanzan los procesos de globalizacin y no se resuelve con certeza la crisis econmica interna, particularmente en lo que se refiere a lograr mejores niveles de consumo
Sin cuestionar si las estrategias de desarrollo pasadas y actuales han sido exitosas o
no desde la perspectiva del crecimiento macroeconmico, lo cierto es que han generado
asimetras territoriales evidentes y eso mismo pone en duda el futuro de un desarrollo
ms equilibrado en trminos sociales y regionales. De no revertirse esta tendencia tendremos en perspectiva un desarrollo nacional ms desestructurador del espacio regional, definido por criterios de inversin extema y ms alejado de una poltica econmica
de largo plazo que permita un desarrollo interno menos desequilibrado entre SUS estados
y municipios. Una poltica de planificacin en cualquier nivel y definicin de tiempos
(mo, seis o 25 aos) debe partir de esta consideracin.
En las polticas de desarrollo regional recientes poca atencin se presta a 10s
desequilibrios econmicos. Se orientan a disminuir las diferencias de participacin en
la toma de decisiones de la poltica pblica entre el gobierno federal y el de las entidades federativas y municipios, mediante el federalismo y la descentralizacin fiscal, as
como a reducir la desigualdad en las oportunidades de empleo, ingreso y acceso a la
infraestructura de bienestar para la poblacin a travs de la infraestructura social (Asua&
l
1I
exterior y no interesa su grado de significancia en los conflictos internos, o en la paulatina desintegracin del espacio nacional, sea por la segregacin del desarrollo, o por sus
efectos desestructuradores al concebirse como espacios de elite. Sin embargo, no podemos abstraemos de que en los enfoques de planeacin regional el territorio se concibe
como un todo armnico y lo que en una fase son atrasos posteriormente pueden convertirse en tensiones y despus en conflictos que pueden poner en peligro la estabilidad del
fragmento espacial, independientemente de su desarrollo tecnolgico o de sus conexiones externas.
De cualquier modo, una expresin clara de estos desequilibrios es la marginacin social que deja de constituir ya un hecho ficticio o confuso y adquiere una expresin territorial muy clara que se puede apreciar a partir de cualquier indicador seleccionado (niveles
de pobreza, grados de inversin, calidad de vida, capacidad y calidad de los servicios,
niveles de violencia, parmetros nutricionales, degradacin ambiental, etctera).
Esa misma condicin impide tener certeza, no de la existencia objetiva de las regiones, sino de su configuracin futura para el desarrollo como espacios sociales construidos histricamente, porque adems de no existir las condiciones institucionales que les
ayuden a lograr los parmetros de competitividad internacional, esta misma condicin
les impide sobrevivir de acuerdo con los factores de autosubsistencia tradicionalmente
establecidos. La crisis del sector agropecuario,la degradacin ambiental, el rompimiento
de las cadenas productivas ante la competencia internacional, la eliminacin de los
mercados regionales tpicos y los cambios de la composicin demogrfica en su vertiente temtorial, son apenas parte de esa incertidumbre.
Por tanto, el desarrollo regional en Mxico se enfrenta a un problema de concepcin y
diseo instrumental para enfrentar los nuevos retos del desarrollo nacional en el escenario
mundial. Se reconoce dentro de la poltica econmica la existencia del atraso regional y la
necesidad de aprovechar las ventajas potenciales con que cuentan las regiones, pero los
programas se guan no por el imperativo econmico sino por el de la ~ivindicacinpolftico-social de grupos y reas geogrficas del pas, sobre todo las que destacan por su
condicin de pobreza extrema. El ejercicio de la planeacin regional debe trasladarse
ahora de la "competencia poltica" que establecen los gobiernos estatales para conseguir
recursos, a los instrumentos cientficos para equilibrar las desigualdades.
Otro factor de impulso ms reciente ha sido la descentralizacin de las acciones
hacia las entidades federativas, lo cual constituye un avance en s, pero todava se carece de un plan articulador que incluya las ventajas regionales reales como factor de
equilibrio entre recursos, poblacin y territorio. Esto implica un conocimiento certero
del territorio en todos sus componentes que lleven a construir tipologas regionales para
vincularlas con el desarrollo dentro de su especificidad.
De cualquier modo, el problema regional de hoy radica en conciliar el modelo de
desarrollo nacional, orientado hacia el mercado internacional, que se caracteriza por la
integracin del pas a la economa mundial, con los grandes desequilibrios econmicos
y sociales en los mbitos regional y urbano. Un reto a superar son las condiciones de
concentracin econmica y demogrfica en las regiones tradicionales que se conformaron a partir de la dcada de los setenta y que impiden hoy un desarrollo ms equilibrado
del territorio nacional (Asuad, 2000); a lo anterior hay que sumar el despoblamiento de
diversas regiones que ante la falta de opciones de sobrevivencia local deben emigrar.
Dado que la poltica econmica se sustenta en la apertura externa y en la liberalizacin y privatizacin de la economa, los programas sectoriales sealan que las regiones
deben ajustarse en funcin del mercado, y converger en el crecimiento econmico, y as
eliminar las desigualdades econmicas y sociales, de tal forma que aquellas regiones
que presentan problemas en ajuste o insercin han debido ser atendidas mediante la
poltica social, fortalecindolas a travs del federalismo fiscal.
Sin embargo ello presenta inconvenientes estructurales, ya que los planes y polticas
regionales existentes hasta ahora se caracterizan principalmente por su enfoque sectorial. Sin considerar las diferencias especficas por regin y territorio, el Plan de Desarrollo Industrial, la poltica agrcola y de desarrollo mal, as como el Programa de Desarrollo
Urbano, son ejemplos de las prioridades sectoriales, establecidas de acuerdo con planteamientos macroeconmicos en el mbito nacional (ibid.).
Una evaluacin del desarrollo en Mxico por sectores y espacios llevm'a justamente
a la conclusin de que el futuro del desarrollo regional presenta claros lmites estructurales a partir de la fragmentacin territorial acumulada desde la posrevolucin, adems
de presentar problemas para su relanzamiento a partir de los nuevos criterios de
competitividad, por lo cual son receptoras de programas sociales: sin embargo, en economas abiertas debe trascender esta situacin porque enfrentm'an un mayor rezago, y
sobre todo debido a que el Estado se n~uestrainsolvente para garantizar la estabilidad
regional con mayores asignaciones de gasto pblico.
El conjunto de indicadores anteriormente sealados constituyen el origen de los desequilibrios y distorsiones regionales, mismos que deben reorientarse en funcin del componente temtorial para resolver el problema de la desigualdad interna y conformar una
estrategia que enfrente la competencia con el resto de los espacios mundiales que compiten con relativas ventajas por la atraccin de capital y participacin en los mercados de
productos y servicios. En la habilidad para disear polticas de desarrollo regional que
permitan a las regiones ser competitivas en este rengln, estribara el reto para revertir
las categoras de perdedoras de algunas regiones del pas.
Para los propsitos del presente trabajo tomamos como referencia territorial la
regionalizacin socioeconmica planteada por ngel Bassols Batalla en sus diversos
estudios, y actualizada por l mismo con modificaciones en sus lmites espaciales en el
ao 2000 (vase el mapa 1).
En cuanto a la participacin regional dentro del PIB nacional, los datos disponibles
para 1999 reflejan los desequilibrios generados en el tiempo. La regin Centro-Este
mantiene los mayores niveles de concentracin que refleja claras desigualdades respecto al resto del territorio (vanse el cuadro 1 y el mapa 2).
Las altas tasas de concentracin del PIB en el centro del pas indican el fuerte peso que
tiene la Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico (ZMCM) en las actividades econmicas, principalmente del sector secundario y terciario. Le siguen en importancia las regiones Centro-Occidente, Norte y Noreste que observan el mismo esquema concentrador de
la actividad econmica, pero con graves distorsiones en el entorno intrarregional.
Sin embargo, una de las regiones que merecen especial atencin en la definicin
futura de planes de desarrollo regional correspondera a la regin Centro-Occidente.
Esto obedece a la generacin de un dinamismo particular que le ha permitido generar
una autonoma real respecto de la regin Noroeste donde estaba inscrita, lo cual la ubica
ya en el cuarto sitio en trminos de contribucin al PIB,de las nueve que conforman el
pas. Aunque la contribucin ms importante proviene del sector servicios, en la medida que ms que duplica a los otros dos sectores, de todas formas mantiene un buen
equilibrio de participacin entre el sector primario y el secundario, a partir de lo cual se
podra inferir un desarrollo econmico ms armnico.
El peso del PIB en las regiones sealadas como dominantes obedece en mucho a la
presencia de ciudades como Monterrey, Guadalajara, Saltillo y Ciudad Jurez, que actan en funcin de su mayor infraestructura como polos de atraccin de la inversin y
de concentracin de poblacin, que posteriormente se convierte en atractivo de mercado y del desarrollo de servicios comerciales y de toda ndole. Esto acta tambin como
una presin indirecta para contar con una mayor participacin en las captaciones fiscales y que implica reforzar las ventajas que ya de por s tienen respecto al resto del
territorio nacional.
Sin embargo, el resto de las regiones, incluyendo la oroe este, observan una participacin proporcionalmentebaja, situacin que expresa un relativo menor posicionamiento
Fuente:Regionalizacin tomada de ngel Bassols: "Investigaciones urbanas y regionales de Mxico:paraconocer o transformar una realdad?", en
Humberto Muoz (coord.), Lasociedadmemkanafrentealtercermilenia Mbxico, Miguelngel Porra-Coordinacinde humanidad es,^^^^, 1999.
en la competencia territorial, si quitamos de este escenario algunos manchones territoriales urbanos, como seran Hermosillo, la fianja Tijuana-Ensenada y las ciudades de
Villahermosa y Mrida. La dinmica econmica de las regiones ocurre hoy en las principales ciudades, lo cual es necesario considerar en una perspectiva de poltica de mayor equilibrio territorial.
La baja participacin de esas regiones es reflejo de una exclusin histrica de los
procesos de desarrollo y de la poltica econmica interna, que de seguir presentndose
dentro del proceso de globalizacin tendrn repercusiones severas en trminos de integracin y cohesin futura del pas, lo cual puede desembocar en tensiones y conflictos
regionales ms radicales. En lo econmico significa una franca desarticulacin de los
mercados regionales, con una clara dinmica regional supeditada a las decisiones
exgenas del desarrollo, lo que dificulta la integracin y el fortalecimiento de las regiones ms all de las subvenciones gubernamentales que el Estado mexicano aplica tradicionalmente desde el centro para fomentar el desarrollo, independientemente de las
distorsiones territoriales que genera.
Esa misma estructura se reproduce al analizar el destino de la inversin pblica en
las regiones, aunque con algunos cambios de comportamiento en los ltimos aos debido a las presiones originadas en el atraso social evidente del sur y del este, a partir de lo
cual el Estado mexicano ha pretendido abatir los amplios rezagos acumulados en infraestructura carretera y de servicios para el bienestar social que aparentemente esbozan
una reorientacin reciente ms equilibrada de este indicador, aunque no corresponde a
inversin productiva. La regin Centro-Este se ubica muy por encima del resto de las
regiones del pas en captacin de inversin pblica, muy a pesar de los esfuerzos de
descentralizacin que todava no logran vencer el peso de la inercia concentradora del
Centro (vanse el cuadro 2 y el mapa 3).
La regin Centro-Occidente es -despus de las regiones Sur y Sureste- la que
mayor captacin de inversin pblica registra. Esto obedece a la todava fuerte presencia de poblacin indgena en Nayarit, pero tambin debido al incremento de los niveles
de atencin social, por los incrementos de la pobreza en la zona suburbana de la ciudad
de Guadalajara.
Si bien esto ltimo podra obedecer a la necesidad de atender una mayor cantidad de
poblacin concentrada en una sola regin, lo cierto es que tambin explica el rezago, la
marginacin y el atraso de otras regiones de alto potencial, que por el uso irracional de
los recursos pblicos comienzan a quedar prcticamente excluidas de la insercin del
pas a los procesos de competencia global, donde parecieran interesar slo los mercados
urbanos de las regiones, que ya de por s presentan altos niveles comparativos de desarrollo.
Otra variable que expresa claramente la reproduccin de las distorsiones del desarrollo regional es la inversin extranjera directa (cuadro 3), lo que tambin permite
orientar una prospectiva del futuro desarrollo regional. Vista en un periodo reciente, la
Total nacional
Regin Noroeste
Regin Noreste
Regin Centro-Norte
Regin Centro-Occidente
Regin Centro-Este
Total nacional
Regin Noroeste
Baja California
Regin Noreste
Nuevo Len
Regi6n Centro-Norte
Aguascalientes
San Luis Potosl
Zacatecas
Michoacn
Distrito Federal
0.85
Quintana Roo
Nota: La regionalizacin se tom de Angel Bassols Batalla, IIEC-UNAM, 2000.
Fuente: Secofi, Direccin General de Inversin Extranjera, 1999.
42
externa es la que menores niveles de participacin capta y apenas se ubica por encima
de las regiones ms rezagadas del Sur y el Sureste. De cualquier manera, integra una
dinmica considerable en los ltimos aos, sobre todo por la presencia de la ciudad de
Guadalajara, que registra un incremento constante en el nmero absoluto de consumidores de ingresos medios y altos que atraen inversin externa cualitativamente distinta,
sobre todo en el rea de los servicios.
Como reflejo de esos desequilibrios en el crecimiento y desarrollo regional, la participacin laboral mantiene todava una estructura concentrada con pocos visos de
revertirse en el corto plazo. Ms bien es de esperarse una reproduccin de las desigualdades regionales, sobre todo si se persiste en promover procesos en los que la calificacin de la mano de obra sea un factor determinante para canalizar la inversin, sea
nacional o extranjera. Con ello quedaran slo dos perspectivas: o aumentan las migraciones fronterizas y con ello las tensiones bilaterales con Estados Unidos, o la poblacin
de las regiones ubicadas en una nueva fase de rezago generara una mayor presin hacia
las regiones y ciudades que ya de por s no tienen respuesta para las demandas laborales
de bajo nivel de capacitacin. Lo cierto es que los niveles de empleo regional se encuentran, en lo general, sumamente debilitados y acordes con la crisis que incrementa la
brecha entre regiones ganadoras y perdedoras.
La tasa de participacin laboral de la regin Centro-Este rebasa considerablemente a
la regin Centro-Occidente que se ubicara en la posicin inferior inmediata, aunque las
distancias de sta son similares respecto de la Noroeste, Norte y Noreste. Las regiones Sur, Este y Pennsula de Yucatn observan de nuevo las mismas condiciones de
rezago comparativo, difcil de revertir si no se diversifica la estructura productiva,
adecuada a las nuevas condiciones de desarrollo econmico (vanse el cuadro 4 y el
mapa 4).
En cambio, la generacin del PIB regional per cpita mantiene un relativo equilibrio.
Aunque se presentan algunas ligeras elevaciones en el caso de las regiones Centro-Este
y Noreste debido a la mayor concentracin de la actividad econmica, el resto mantiene
un comportamiento similar al promedio nacional.
Debido a que la poltica econmica se ha venido orientando con un criterio sectorizado,
con claras incidencias en las distorsiones regionales, esto mismo se refleja en la especializacin regional. Con excepcin de la regin Pennsula de Yucatn, que debido a sus
condiciones geogrficas e histricas presenta una mayor vocacin hacia la esfera de los
servicios, el resto de las regiones reproducen las condiciones estructurales que llevan al
atraso o al desarrollo. Las regiones del Centro y del Norte tienen una base productiva en
la esfera de la industria, el comercio y los servicios; en cambio en la del Sur continan
prevaleciendo las actividades primarias, aunque con un nivel de participacin muy bajo
en los totales nacionales debido a su escaso desarrollo tecnolgico; en este ltimo rengln se presenta una clara superioridad de las regiones Norte y Noroeste (vanse el
cuadro 5 y el mapa 5).
Porcentaje
38 617 511
29 193 147
75.6
Regi6n Noroeste
3 128 964
2 419 511
77.3
Regin Norte
2 631 307
2 092 225
79.5
Regin Noreste
2 689 921
2 379 699
88.5
Regin Centro-Norte
1 656 500
1 169 035
70.6
Regin Centro-Occidente
6 563 989
4 987 763
76.0
13 036 627
10 946 152
84.0
Regin Sur
4 098 513
2 071 389
50.5
Regi6n Este
3 542 495
2 175 485
61.4
1 269 195
951 888
75.0
Regin
Total nacional
Regi6n Centro-Este
?btal
~ o t aLa
: regionalizacin se tom de Angel Bassols Batalla, IIEC-UNAM, 2000.
lizacin entre las actividades que se generan en los sectores primario y secundario,
aunque difcilmente logran revertir las grandes distorsiones que genera el sector servicios, hacia donde definitivamente se orienta el desarrollo econmico.
En contraposicin a los indicadores de desarrollo, la regin Sur registra las tasas
ms elevadas en los de atraso; en este caso se ubican las mayores tasas de mortalidad
infantil y de analfabetismo, y las menores en nmero de mdicos por habitante (cuadro
6 y mapa 6).
La conjuncin de todos estos indicadores, positivos y negativos, nos llevaran a concluir que no son las subvenciones ni 10s imperativos de justicia social como acciones
aisladas los que debern orientar el futuro desarrollo regional, sino una poltica econmica gradual ms competitiva que resuelva las desigualdades espaciales e incorpore a
las regiones al mercado a partir de un nivel de potencialidad nunca antes explotado para
su beneficio.
Total nacional
Regin Noroeste
Baja California
Baja California Sur
Sinaloa
Sonora
7 817 369
569 057
70 240
28930
277 186
192 701
//
111
Total
111
Total
20.2
18.2
7.4
16.5
26.3
20.3
24.5
24.3
33.1
18.9
17.1
24.6
55.3
57.5
59.5
64.6
56.6
55.1
100
100
100
100
100
100
Regin Norte
Chi huahua
Coahuila
Durango
437 357
178 577
96000
162 780
849 184
398 778
327716
122 690
1 344 766
568 538
498815
277 413
2 631 307
1 145 893
922 531
562 883
16.6
15.6
10.4
28.9
32.3
34.8
35.5
21.8
51.1
49.6
54.1
49.3
100
100
100
100
Regin Noreste
Nuevo Len
Tamaulipas
237 342
91 128
146214
81 1 400
528 136
283264
30.2
32.8
26.2
61 .O
61.5
60.3
100
100
100
403 556
42 030
179 537
181 989
396 525
100 666
197 620
98239
2 689 921
1 608933
1080988
1 656 500
345 692
795 244
515 564
8.8
5.7
13.5
Regi6n Centro-Norte
Aguascalientes
San Luis Potos
Zacatecas
1 641 179
989 669
651 510
856 419
202 996
418087
235336
24.4
12.2
22.6
35.3
23.9
29.1
24.9
19.1
51.7
58.7
52.6
45.6
100
100
100
100
Regin centro-Occidente
Jalisco
Nayarit
Colima
Michoacn
Guanajuato
1 376 038
433 088
116151
39885
498 649
288265
1 700 364
743 449
64961
37910
303 890
550 154
3 487 587
1 586 385
232135
135675
700903
832 489
6 563 989
2 762 922
413247
213 470
1 503 442
1 670 908
21 .O
15.7
28.1
18.7
33.2
17.3
25.9
26.9
15.7
17.8
20.2
32.9
53.1
57.4
56.2
63.6
46.6
49.8
100
100
100
100
100
100
Regin Centro-Este
Querbtaro
Mbxico
Distrito Federal
Morelos
Hidalgo
Tlaxcala
Puebla
1 430 428
69 845
449 912
10799
98 156
279899
70943
450 874
3 498 557
141 432
1493 551
812 557
143 540
221 264
145 141
541 072
11.0
14.3
8.8
0.3
15.2
31.0
18.0
24.8
26.8
28.9
29.4
22.0
22.2
24.5
36.8
29.7
62.2
56.8
61.8
77.7
62.7
44.5
45.3
45.5
100
100
100
100
100
100
100
100
Regin Sur
Guerrero
Oaxaca
Chiapas
1 861 736
465 557
533 823
862 356
561 945
167227
228435
166283
1 674 832
604142
568077
502 613
4 098 513
1236926
1330335
1 531 252
45.4
37.6
40.1
56.3
13.7
13.5
17.2
10.9
40.9
48.8
42.7
32.8
100
100
100
100
Regin Este
Veracruz
Ta basco
1 251 917
1 O11 880
240 037
605 456
477 768
127 688
1 685 122
1 334252
350 870
3 542 495
2 823 900
718 595
35.3
35.8
33.4
17.1
16.9
17.8
47.6
47.2
48.8
100
100
100
249 938
74686
135 672
39 580
259 568
42 819
167 883
48866
759 689
136 58s
386 792
236312
1 269 195
254090
690 347
324758
19.7
29.4
19.7
12.2
20.5
16.9
24.3
15.0
59.9
53.8
56.0
72.8
100
100
100
100
Regin Pennsula
de Yucatn
Campeche
Yucatln
Quintana Roo
46
Regiones
Total nacional
Regin Noroeste
Regi6n Norte
Regin Noreste
Regi6n Centro-Norte
Regin Centro-Occidente
Regin Centro-Este
Regin Sur
Regin Este
Regin Peninsula de Yucatn
;Tasa de
mortalidad
infantil, indice
1995
Porcentaje de
analfabetos
(ms de 15
aos), 1998
Mdicos por
cada 7000
habitantes,
7998
32.8
28.0
28.9
26.7
33.8
31.3
31.2
46.6
38.6
34.4
10.3
5.3
5.2
4.7
8.9
10.9
10.0
23.5
13.4
12.4
0.8
0.7
0.7
0.7
0.9
0.8
0.9
1.1
0.8
0.7
50
Por otra parte, el efecto desigual de la globalizacin sobre el temtorio plantea nuevas
incgnitas sobre la permanencia o coexistencia de regiones y sistemas urbanos de tipo
tradicional, frente a fenmenos territoriales emergentes a partir de procesos globales.
Las preguntas que surgen se centran en el surgimiento de un modelo espacial emergente
que reestructura lo ya existente, o si asistimos a la coexistencia de diversos modelos en
un mismo pas y en diversas partes del mundo.
La reestructuracin territorial que resulta de la globalizacin hace pensar que pueden coincidir distintos procesos territoriales en una misma fase histrica, pero que obedecen a lgicas diferentes, dando como resultado una estructuracin territorial ms
compleja y diversificada. Tomando como referencia las distintas experiencias y fenmenos de reestructuracin territorial en el mundo, los pases ms desarrollados presentan procesos mucho ms acelerados y hasta inditos, frente a pases menos
desarrollados donde, en todo caso, los fenmenos territoriales seran inacabados y de
carcter heterogneo.
La tendencia que se perfila a futuro es que los territorios nacionales y subnacionales
manifiesten diferentes formas y capacidades de insercin y articulacin a lo global. Por
tanto, lo mismo encontraremos espacios incluidos que espacios excluidos y diversas
estrategias que darn pauta a tendencias diversas en las configuraciones territoriales,
antes de que se despliegue un modelo nico. Bervejillo (1996) seala un cierto tipo de
coexistencia entre formaciones territoriales tradicionales y emergentes, aunque con una
tendencia hacia la transformacin progresiva de los "viejos territorios", lo cual llevar
a una encrucijada entre los megaprocesos y las historias y estrategias locales.
Con el cambio en las funciones del Estado tienden a desaparecer las mediaciones
nacionales entre lo local e internacional, diluyendo la capacidad para dirigir el desarrollo regional desde los propios aparatos de gobierno. Esto trae severas implicaciones
sobre la organizacin territorial y las prcticas de planificacin regional, puesto que
tiene lugar un proceso simultneo de rearticulacin externa-desarticulacin interna de
las regiones y la generacin de un proceso de fragmentacin terrritorinl con la consecuente polarizacin de las regiones que hoy vemos en la mayora de los pases del
mundo. En este contexto se redefinen lmites regionales y se generan articulaciones
entre diferentes espacios locales y globales. As, muchas regiones hoy en da se enfrentan a un nuevo tipo de problemas que no se conocieron durante el periodo de crecimiento de la posguerra. Por ello la globalizacin replantea el debate sobre el futuro de las
regiones subnacionales y los procesos de regionalizacin supranacionales, tipo Unin
Europea, que tienden a alterar los fundamentos clsicos del desarrollo regional y la
gestin del territorio.
Este redimensionamiento del trmino de "desarrollo regional" impuesto por la
globalizacin erige a nuevos actores representados bsicamente por las empresas y las
estrategias del capital privado, las cuales definen en ltima instancia las formas, los
ritmos de crecimiento y la articulacin de los territorios. Al desaparecer los esquemas
medianas empresas con exportadoras de mayor tamao y la elaboracin de un diagnstico nacional por regiones con todos los agentes involucrados (ibid).
Persistir en la estrategia hasta ahora implementada implica desarrollar ms lo ya
desarrollado y marginar ms lo marginado. No obstante, en una estrategia diseada para
superar los lmites estructurales del desarrollo regional debe reconocerse que algunas
polticas de corte sectorial tambin han afectado positivamente, por ejemplo el proceso
de desconcentracin industrial que en alguna medida ha incidido en lo demogrfico,
algunas regiones crecen de manera vigorosa, se desarrollan nuevas ventajas comparativas basadas en el trabajo altamente calificado y las ciudades adquieren nuevos niveles
de participacin en la conduccin del desarrollo.
Con ello, el territorio mexicano ha cambiado parcialmente de fisonoma en la ltima
dcada a partir de fenmenos como la desconcentracin industrial, la hiperconcentracin
de las actividades terciarias, la rearticulacin de procesos regionales, la vinculacin de
un mayor nmero de ciudades y regiones con el exterior, la conformacin de nuevos
sistemas regionales, la rearticulacin de los flujos migratorios (en sentido positivo o
negativo), la formacin de nuevos espacios trasnacionalizados y la irrupcin de un nuevo perfil protagnico de los gobiernos en las ciudades (Perl, 2000).
El propio gobierno reconoce que las regiones rezagadas por decisiones internas ya
no tienen cabida en los procesos de globalizacin, ya que las nuevas transformaciones
econmicas del espacio no necesariamente parten de un criterio fatalista, sino que la
misma inercia de las nuevas funciones implican per se el rompimiento de los lmites
estructurales (Sedesol, 2000). La organizacin de la actividad econmica se concentra
geogrficamente con nuevas modalidades de trabajo dadas por el avance tecnolgico;
sin embargo, tambin se dispersa con una lgica de integracin dada por la globalizacin.
Al mismo tiempo que se produce la concentracin tambin ocurren procesos de descentralizacin en las regiones y dentro de las propias ciudades. Ni la centralizacin ni la
descentralizacin son dominantes (Perl, 2000).
Los procesos globales influyen en la reorientacin de la poltica econdmica interna y
los gobiernos locales actan como elementos de atraccin, ya que son reactivadores
estacionales de empleo y eso ayuda a una estabilidad poltica relativa. Estos procesos
pueden ser benficos como reactivadores del desarrollo regional, ya que la incorporacin de las nuevas tecnologas ayudara a disminuir la brecha del rezago y con una
orientacin espacial adecuada permitiran frenar la dinmica de la fragmentacin espacial del pas. Adems, tanto la variable econmica como la variable regional se encuentran ms all de los controles ejercidos tradicionalmente por los gobiernos nacionales.
En efecto, existen apreciaciones de que la globalizacin econmica ha provocado en
los gobiernos una disminucin de sus poderes para actuar sobre los procesos econmicos y sociales. El espacio es una variable menos rgida y menos esttica. Por tanto, las
regiones y ciudades son ms flexibles para adaptarse a las condiciones cambiantes de
los mercados, la tecnologa y la cultura. Presentan capacidad de respuesta para generar
VIGENCIA
Y ACTUALIDAD DEL DESARROLLO REGIONAL EN MXICO
56
medida en que posee el atributo de ser la sede de las principales empresas de capital
nacional y de las oficinas gubernamentales. Adems del centro de decisin poltica, la
ciudad de Mxico representa el vrtice financiero del pas desde donde se articulan 10s
principales movimientos de capitales; en ella se produce ms de 50% del producto intemo bmto nacional y se lleva a cabo ms de la tercera parte de la produccin industrial
del pas. Como centro especializado en servicios, comercio y negocios, la ciudad de
Mxico posee la infraestructura necesaria en telecomunicaciones y transporte que le
permite realizar diversos enlaces internacionales. En la capital del pas se ubican las
principales subsidiarias y corporativos de empresas trasnacionales, as como las embajadas de todos los pases con los que nuestro pas mantiene relaciones diplomticas y
las oficinas representativas y cmaras comerciales de pases como Estados Unidos,
Canad y la Unin Europea; adicionalmente, aqu se encuentran oficinas de representacin de estados como Texas, Califomia, Nuevo Mxico, Florida y Arizona, entre otras.
Ms all del efecto centralizador ejercido histricamente por la ciudad de Mxico y
un conjunto de centros urbanos que la circundan, se puede advertir que desde la dcada
de los ochenta la inversin extranjera directa, en las diferentes expresiones sectoriales y
territoriales que ha tenido en nuestro pas, reorient sus flujos hacia diversas ciudades
de la franja de entidades septentrionales; este fenmeno, que se reflej en la llegada de
nuevas empresas y la apertura y10 relocalizacin de plantas maquiladoras hacia el sur
de la lnea fronteriza, es posible entenderlo a partir de que las ciudades fronterizas y las
ubicadas en distintas porciones del norte, el noroeste y el centro-norte del pas fueron
utilizadas como plataformas de exportacin y como parte de estrategias de produccin
compartida con sus operaciones en el mercado estadounidense.
En este contexto, la ciudad de Monterrey se ubica como la segunda en importancia,
con una larga tradicin histrica que la llev6 a consolidar varios grupos y holdings
industriales y financieros. Su fuerza econmica y posicin en el mapa le permiten profundizar sus vnculos con el exterior; de hecho P O ~ ~ ubicar
~ O Sa un conjunto de ciudades que guardan ubicaciones cercanas a la frontera con Estados Unidos y que, adems,
tanto por los lazos histricos de vinculacin con el suroeste de ese pas como por 10s
generados a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte,
podran eventualmente posicionarse como ciudades con crecientes articulaciones hacia
el exterior, sobre todo en la medida en que se vayan consolidando los corredores y
Lasupercarreteras"transfronterizos entre Mxico Y Estados Unidos. En este caso
Monterrey formara parte de un corredor que se prolonga a los pasos internacionales de
Nuevo Laredo-Laredo y Colombia en la lnea fronteriza y de ah a Austin, San Antonio,
McAllen y Houston.
En esta misma lgica espacial podramos sealar otros centros urbanos como
Aguascalientes, Saltillo-Ramos Arizpe, Chihuahua y Ciudad Jurez, todos ellos en el
centro-norte del pas y que se articuhan al medio Oeste estadounidense, En el ~ o l def ~
Mxico podran cobrar mayor importancia internacional los puertos de Tampico-Made58
VIGENCIA
Y ACTUALIDAD DEL DESARROLLO REGIONAL EN MXICO
las ciudades y en el conjunto de los procesos productivos que se llevan a cabo en el territorio nacional. El mbito local e internacional se "vigilan" mutuamente, y por tanto las exclusiones quedan evidenciadas de tal manera que obligan a acciones inmediatas en las que
todos los niveles regionales se miran en un mismo espejo: la globalizacin.
Frente a los desequilibrios regionales acumulados a lo largo de dcadas y la polarizacin del desarrollo actual entre nichos territoriales propios de la terciarizacin de la economa en contraposicin del Mxico rural y marginado, la accin de gobernar implica hoy
promover politicas coordinadas cuyo propsito se centre en reducir las brechas entre entidades y municipios, revertir el deterioro de las condiciones sociales y del medio ambiente
regional y fortalecer el desarrollo de las regiones ms dinmicas. Ante tales retos, es
obligado reasignar funciones compensatorias al desarrollo nacional (y sectorial) que favorezcan el intercambio regional y promuevan saldos favorables para las regiones ms
atrasadas, que incidirn en el futuro tambin en una conciencia regional de parte de los
actores locales, que hoy, innegablemente se sienten excluidos de las decisiones.
Por su parte, los esfuerzos de descentralizacin que inciden en acciones regionales
deben estar atentos a cumplir con el propsito fundamental de proveer ms y mejores
funciones polticas y econmicas a los actores implicados, por medio de la corresponsabilidad del gobierno. Sin embargo deben prevenirse efectos indeseados, ya que la
descentralizacin o ciertos mtodos para descentralizar llevan riesgos y no siempre garantizan un mejor crecimiento econmico ni favorecen el desarrollo de las regiones
(Prud'homme, 1995; Heng-fu, 1996; Delgadillo, 1998).
Planificar las regiones es bsicamente un proceso en el que los protagonistas se
preparan para tomar decisiones en un mbito espacial deteminado. Las decisiones de
cierta trascendencia se basan en el poder. Por ende, la planificacin es parte del ejercicio del poder en la sociedad regional (Ingelstam, 1987). Hoy, pareciera que los procesos
de la globalizacin se contraponen a esta posibilidad de organizacin espacial, sin embargo lo que en la realidad viene aconteciendo tiene que ver, por una parte, con el
reacomodo funcional de los recursos y 10s capitales nacionales (y regionales) en un
sentido de estrategia competitiva (y bsqueda de gmancia) respecto de los capitales
externos que se apropian con una rapidez inesperada de 10s mercados locales, antes de
su propiedad, y que hoy la competencia internacional les impone caminos de asociacin
que les permitan redimensionar su participacin en el marco de la globalizacin.
En otro sentido, los cambios polticos que se vienen dando en las dos ltimas dcadas a favor de las regiones y los actores locales, han favorecido un activo papel de estos
actores que trascienden la esfera econmica y financiera, y representan indudablemente
un factor de presin real que lleva a modernizar 10s sistemas de administracin y funcin pblica en los gobiernos municipales y estatales, y establece como reto de] futuro
inmediato la necesidad de readecuar a los tiempos actuales formas y modelos de organizacin territorial que incluyan el desarrollo de las regiones en concordancia con las
dinmicas de la globalizacin.
60
permitan equilibrar la relacin globalizacin-regin: a ) el desarrollo econmico regional, b) la inclusin social, y c) la preservacin ambiental.
De acuerdo con este autor, los gobiernos locales se inscriben en una tendencia ms
general en cuanto a la creciente importancia de la accin local (grfica 1). Esta accin
local intensificada parece ser el resultado de una reaccin local frente a la globalizacin,
ante un contexto nacional permeable en el que predominan las polticas de liberalizacin econmica, de descentralizacin y de democratizacin. La accin local adopta tres
orientaciones bsicas: a) desarrollo econmico regional, con las modalidades antes apuntadas; pero tambin b) la preservacin ambiental y desarrollo sustentable, y c) inclusin
social. Estos tres tipos de accin local se ejercen con escasa relacin entre s. El debilitamiento del papel nacional en la formulacin de polticas hace que se trasladen hacia el
nivel regional local conflictos no resueltos entre estos tres grupos de objetivos.
Liberacin econmica
Descentralizacin
Democratizacin
I
1
IL ----- ----- J1
1
Accin
Gatto, Francisco, "Cambio tecnolgico, neofordismo y reorganizacin productiva. Primeras reflexiones sobre implicaciones territoriales", en Francisco Alburquerque
(coord.), Revolucin tecnolgica y reestructuracin productiva: impactos y deGEA,1990.
safos territoriales, Santiago de Chile, ILPES/ONU, Documento IEU/PUC;
Heng-fu, Zou, y Hamid Davoodi, Fiscal descentralizationand economic growth. Documento de trabajo nm. 680-02C, Banco Mundial, Departamento de Investigaciones Polticas, Divisin de Economa Pblica, 1996.
Ingelstam, Lars, "La planificacin del desarrollo a largo plazo. Notas sobre su esencia y
metodologa", en Revista de la CEPA, nm. 3 1, Santiago de Chile, 1987.
Kuri, Armando, et al., "Experiencias de desarrollo territorial en Mxico", Comercio
Exterior, vol. 49, nm. 8, Mxico, 1999.
OCDE. Territorial development infrastructures in Mexico. A new public policy for
development. T D S , Pars, 1997.
Towards a new role for spatialplanning, Pars, DT/TDPC(99)7, 1999.
Palacios, Jos, La poltica regional en Mxico, 1970-1982, Mxico, Universidad de
Guadalajara, 1989.
Perl C., Manuel, "Los nuevos procesos globales de cambio territorial y su expresin
en Mxico", Humberto Muoz et al. (coord.), La sociedad mexicana frente al
tercer milenio, Mxico, Miguel ngel Porra-Coordinacinde Humanidades, UNAM,
2000.
Prud'homme, R., "The dangers of descentralization", en The WorldBank Observer, vol.
10, nm. 2,1995.
Ruiz Durn, Clemente, "Globalizaci6n y desarrollo territorial. El caso de Europa", en
El Mercado de Valores, ao LIX,Mxico, Nafin, 1999.
Santos, Milton, Metamorfosis del espacio habitado, Barcelona, Oikos-Tau, 1996.
Sassen, Saskia, The global city, Londres-Nueva York-Tokio, Princeton University Press,
1991.
Sedesol, Mxico 2020: un enfoque territorial de desarrollo. Vertiente urbana (sntesis
ejecutiva), Mxico, Sedesol-Colegiode Arquitectos de la ciudad de Mxico, A.C.,
2000.
-Y
NOTAS
SOBRE DESARROLLO Y PLANEACI~NREGIONAL EN MXICO
NOTAS
SOBRE DESARROLLO Y PLANEACI~NREGIONAL EN MXICO
es una de las limitaciones ms importantes del sistema, con lo cual los planes y
programas se convierten en documentos indicativos que pueden ser aplicados o
no, segn las circunstancias, adems limitan la medicin de su eficiencia a la
correlacin programtica entre metas Y r~cursos.
c) Congruencia entre los documentos de planeacin y 10s procesos de toma de decisiones con relacin a la realidad social por planificar:
Los problemas que enfrenta el desarrollo son producto de las contradicciones
sociales que derivan del proceso histrico nacional y estatal. En este sentido se
ubican en el modelo de desarrollo y, por tanto, Por encima de los procesos de
planeacin. Por otra parte, la presencia o desatencin de estos problemas tambin
es producto de la insuficiente voluntad poltica para aplicar y evaluar las acciones concertadas en planes y programas, as como de inconsistencias en el propio
sistema de planeacin.
Los planes y programas como documentos que deben ser la gua para las acciones de desarrollo presentan limitaciones que en general la planeacin no ha
superado.
Si bien cada caso presenta peculiaridades, en general 10s planes no representan en su contenido de manera adecuada a 10s feMhenos y problemas por atender, pues son documentos ms bien descriptivos que analticos; no integran todas
las posiciones socio-polfticasinvolucradas, especialmente en los sectores y asuntos con posiciones sociales divergentes. Presentan limitaciones en cuanto a 10s
procesos y mecanismos de aplicacin, seguimiento Y evaluacin, dejando lagunas esenciales para que la sociedad Y el propio Estado puedan conocer de 10s
avances logrados con altos niveles de certeza; en general son documentos ngidos y por ello son rebasados por la realidad social, Y de esta manera pierden
vigencia.
La consecuencia general de estos problemas es el alejamiento de la planeacin
del proceso de toma de decisiones. Con ello, este Proceso reduce su eficacia y
congruencia al basarse ms en 10s anaisis de coyuntura para decidir qud en las
previsiones y propuestas del plan o programa respectivo.
NOTAS
SOBRE DESARROLLO Y PLANEACI~NREGIONAL EN MXICO
Es comn encontrar que cada dependencia y organismo sectorial del Poder Ejecutivo
Federal y de las entidades federativas ejercen sus atribuciones y recursos sin considerar
en su justa dimensin el impacto regional de sus acciones, y mucho menos el que provocan los dems sectores en un mismo espacio regional.
Ms an, cada dependencia y organismo, especialmente en los estados, ha establecido su propia regionalizacin, asimismo ha identificado residencias,jurisdicciones, distritos, delegaciones o coordinaciones,entre otras, sin que exista una poltica de coincidencia
entre ellas, lo que deriva en ineficiencias y costos administrativos excesivos. En el caso
federal, estas divisiones territoriales operativas coinciden generalmente con las entidades federativas.
La regionalizacin es una herramienta de la planeacin y de la administracin pblica de gran versatilidad, ya que se puede adecuar a los objetivos concretos para los
cuales se delimita. Es tambin dinmica, porque se ajusta a las transformaciones
socioespaciales y permite aplicarla de manera que cumpla con propsitos de desarrollo
para distintos plazos. As, una regionalizacinpuede cambiar y ajustarse en el tiempo, o
bien pueden coexistir varias regionalizaciones cumpliendo cada una un objetivo especifico. Su objetivo primordial es aprovechar los recursos y oportunidades que ofrece un
territorio determinado, para alcanzar propsitos de desarrollo preestablecidos por la
sociedad y su gobierno.
Administrativamente, su objetivo es establecer y mantener mecanismos de operacin que permitan, por un lado, descentralizar y desconcentrar funciones de la administracin pblica en forma permanente y, por el otro, atender coordinadamentelas demandas
de servicios de la poblacin en el menor tiempo posible y con la mayor calidad.
Bajo esta perspectiva pueden existir tantas regionalizaciones como objetivos o acciones pblicas para el desarrollo, a la vez es conveniente sin embargo establecer una
regionalizacin bsica que permita al gobierno establecer sus polticas generales de
desarrollo, coordinar sus esfuerzos sectoriales con los territoriales y orientar la inversin pblica de acuerdo con estrategias particulares en cada regin.
Una regin es por principio un espacio subnacional (o subestatal); por ello, el objetivo de la regionalizacin es subdividir el territorio de acuerdo con los propsitos especficos. Su definicin obedece a la combinacin de caractersticas geogrficas y
socioeconmicas, vocacin productiva y a los propsitos pblicos para resolver sus
problemas o poner en valor su potencial.
As, en Mxico coexisten regiones homogneas, caracterizadas por la similitud de
condiciones geoeconmicas y/o ambientales, con regiones nodales caracterizadas por
su dependencia en torno a una zona metropolitana o un centro urbano, con regiones en
las que destacan ciertas condiciones de desarrollo o la presencia de pueblos indgenas.
Desde la perspectiva de objetivos pblicos de desarrollo, pueden igualmente determinarse regiones. Es el caso de "regiones plan" para atender una estrategia de desarrollo especfica o aprovechar una "vocacin productiva" (industrial, agropecuaria, tun'stica,
etc.), o regiones administrativas para organizar la prestacin de algn servicio o la administracin de la accin pblica (distritos rentsticos, delegaciones de servicios de
salud, educativos, entre otros muchos).
Finalmente, existen tambin "mbitos territoriales de actuacin" que, sin ser regiones en sentido estricto, representan "porciones" de territorio con caractersticas peculiares que exigen de algn tratamiento particular.
Ejemplos de ello, pueden ser "corredores de desarrollo" o centros tursticos localizados en regiones diferentes pero que requieren de polticas homogneas, entre otros.
La unidad territorial de regionalizacin en el mbito nacional es el estado, y a nivel
estatal, el municipio. De ah que se entiende a la regionalizacin tambin como
subconjuntos de estados o de municipios contiguos que configuran un espacio unitario
y atienden un propsito especfico.
La propuesta de regionalizacin debe ser dinmica y adaptable y orientarse a cumplir la imagen objetivo de desarrollo que se ha planteado para el pas o, en su caso, para
un estado. En este sentido permite su aplicacin inmediata, pudiendo ajustarse a lo
largo del tiempo para facilitar la programacin de la accin pblica en el corto y mediano plazos (desde el inicio de una gestin gubernamental hasta su conclusin), a partir de
una perspectiva de largo alcance. En la determinacin de una regionalizacin debe considerarse la importancia actual, el potencial, la competencia y complementacin existente entre las regiones y sus centros nodales, Por su capacidad de atraccin de actividad
productiva y poblacin.
Un elemento fundamental a considerar es la estructura de comunicaciones y trans-
i
1
'
El desarrollo regional debe ser factor de planeacin, integracin y orden, capaz de lograr la coincidencia de acciones y recursos federales, estatales y municipales en un
mbito territorial determinado. Requiere no slo de acciones tendientes a abatir candiciones de marginacin y pobreza, sino tambin aquellas que propicien un proceso de
desarrollo de la base productiva y una continua creacin de empleos bien remunerados.
Los objetivos de la poltica regional deben ser consistentes con los retos que demanda, por una parte, la insercin de la nacin en la globalizacin y, por la otra, sus necesidades productivas y sociales -especialmente la pobreza-, los procesos crecientes de
urbanizacin y metropolizacin, as como el desarrollo de sus estructuras rurales.
De ah que los objetivos generales del enfoque regional del desarrollo sean:
a) Elevar el nivel de bienestar de la poblacin, implantando un modelo de desarrollo de la economa y un modelo de ingreso pblico integral y de largo plazo que
facilite el abatimiento de la pobreza, la reordenacin territorial, urbana y ambiental, la integracin de las actividades rurales al desarrollo y la promocin del crecimiento de la economa. En este sentido, se requiere hacer del empleo y del
bienestar social de la poblacin asentada el hilo conductor de los programas, con
el desarrollo de proyectos productivos, de infraestructura y de desarrollo social.
b ) Modificar las tendencias de localizacin de las actividades econmicas y de poblacin para disminuir la hiperconcentracin del Valle de Mxico y la que est
surgiendo en otras metrpolis, las disparidades regionales y as inducir un desarrollo regional y un sistema urbano ms equilibrado.
c) Conjuntar los esfuerzos y recursos tanto del gobierno en sus tres mbitos como
de los promotores-inversionistas y de las organizaciones sociales, con el propsito de generar un proceso de desarrollo en cada regin que sea "apropiado" y
"asumido" por su poblacin y que tenga una visin de largo plazo.
d) Promover programas de desarrollo y, en general, acciones pblicas y privadas
que tengan como meta el desarrollo regional equilibrado, tanto en lo social como
en lo territorial. Para ello es necesario realizar proyectos en las regiones y cuidar el
debido encadenamiento entre ellos adems de que sus impactos sean positivos en
la regin como un todo.
e) Conducir todas las acciones en la regin hacia su ordenamiento tenitonal y SU
sustentabilidad ambiental. Por ello, toda accin de desarrollo contemplar sus
consecuencias en el ordenamiento del tenitono en general, en el sistema urbano
y en la sustentabilidad de un ambiente renovado.
fl Ejecutar en plazos breves los programas de desarrollo de cada regin. stos se
integrarn por proyectos que iI'nWlucren a todos 10s sectores y centros de poblacin de las regiones, lo que implica crear condiciones particulares para incentivar
la procuracin y obtencin de recursos Y la aplicacin de obligaciones fiscales
para ampliar las fuentes y los montos de recursos fhancieros, considerando adems de manera vital el papel de 10s Promotores, inversionistas y productores,
para alcanzar amplios niveles de inversin en periodos cortos.
g) Propugnar por un modelo integral y de largo plazo para el desarrollo regional, con
la participacin amplia y directa de 10s actores sociales involucrados, especialmente la sociedad local y SUS organizaciones. Esto implica una amplia difusin de los
programas y proyectos regionales, altos niveles de educaci6n en la sociedad, mltiples oportunidades de capacitacin del Personal bvolucrado en su ejecucin y creciente productividad de las inversiones Para enfrentar competitivamente nuevas
actividades en cada regin, adecuadas a sus vocaciones econmicas.
que y rumbo el cumplimiento de objetivos y metas del sector correspondiente, los primeros
se orientarn a garantizar que cada accin sectorial responda a los objetivos y prioridades
de desarrollo determinados para la regin. Segn este criterio, corresponder a las dependencias y organismos sectoriales ejecutar las polticas, proyectos e inversiones, y a las
coordinaciones regionales orientarlos y coordinarlos en el mbito de cada regin.
El reto consiste en contar con programas integrales de desarrollo para cada regin,
asumidos por los gobiernos de las unidades poltico-territoriales que los integran, con
visin amplia y de largo plazo, pero que aterricen con propuestas concretas para el
periodo de administracin gubernamental.
El diseo y ejecucin de los programas implicar adems varios esquemas de coordinacin:
a) Con las polticas y acciones de desarrollo urbano y de proteccin al ambiente, en
las cuales ms que sectores son mbitos de actuacin gubernamental.
b) Entre los estados de la regin (o los municipios) para garantizar su participacin
y un verdadero enfoque interestatal (intermunicipal).
c) Entre el gobierno federal, por un lado, y los gobiernos estatales y municipales por
el otro, armonizando inversiones, prioridades, encadenamientos y plazos de actuacin, de manera que multipliquen el valor de las inversiones que cada mbito
de gobierno maneja.
d) Entre el gobierno y las empresas y organizaciones de la sociedad, para sumar
esfuerzos en la direccin de las estrategias aprobadas en el plan.
Los programas regionales deben sintetizar las previsiones, no s610 del sistema nacional (y estatal en su caso) de planeacin, sino tambin de los estatales y municipales
correspondientes; igualmente, requieren estar plenamente coordinados coii los planes y
programas urbanos y ambientales. Por lo mismo, requieren en el interior de la administracin pblica de acciones intersecretariales congruentes, y en el exterior de acciones
concertadas con los diferentes sectores.
Es de fundamental importancia establecer que los programas de desarrollo regional
deben ser tambin de ingreso pblico, ya que se orientan a fomentar y facilitar acciones
productivas en favor del empleo y del bienestar social, teniendo en mente que dichas
acciones repercuten favorablemente en la Hacienda pblica mediante la tributacin y
las aportaciones, las que a su vez derivan del desarrollo econmico y las acciones de
ordenacin territorial y ambiental.
En la elaboracin de los programas regionales ser fundamental la evaluacin de las
condiciones de cada regin para dimensionar los distintos grados de desarrollo alcanzado, sus fenmenos y problemas particulares y sus perspectivas y potencial de desarrollo
econmico, social, territorial y ambiental.
NOTAS
SOBRE DESARROLLO Y PLANEACI~NREGIONAL EN MXICO
c) El diseo de una estrategia de concertacin entre el gobierno federal y los estatales y municipales, especialmente para los proyectos, inversiones y acciones de
carcter inter o multiestatal (inter o multirnunicipal).
d) La desconcentracin de funciones y atribuciones de la administracin pblica a
las cabeceras regionales (especialmente en los estados), de acuerdo con las condiciones concretas de cada dependencia y organismo auxiliar.
e ) La programacin, presupuestacin, distribucin y aplicacin de los recursos -especialmente de inversin- y evaluacin de la accin pblica, a partir de las prioridades regionales concertadas con cada sector de la administracin. Ello implica
la conformacin de la vertiente regional en el presupuesto de egresos de la federacin (y en el de los gobiernos estatales).
f ) El diseo de estrategias de participacin de los estados (y de los ayuntamientos)
y de las organizaciones y empresas de la sociedad, en la conformacin,ejecucin y
seguimiento de las polticas y proyectos de desarrollo regional.
Segunda parte
lector el presente ttulo le parezca poco claro. Si la oscuridad se origina en el neologismo de los trminos "metpolis, metarregin", ese tipo de oscuridad
se espejar por s misma en el texto. En cambio, existe otro aspecto que es importante
aclarar de entrada, ya que da la orientacin propia al presente trabajo. Me refiero a que
ste, en vez de estar enfocado a presentar y desglosar empricamente rasgos o caractersticas que circunscriben y especifican a la Regin Centro del pas (RC)-ejercicio que
hemos hecho en nuestro libro De frente a la ciudad de Mxico (Serrano, 1996)-, lo
que le preocupa por ahora es: tratar de captar la marcha o movimiento, la punta del
hacia dnde de la RC,e incluso de las regiones en desarrollo en general, cuando se dan en
el contexto de la dinmica contempornea. Somos conscientes, por lo dems, de que
esto es un campo movedizo donde s610 tiene sentido la aproximacin. Pero creemos
que un ejercicio de este tipo, aunque practicado menos frecuentemente, puede arrojar
ciertas luces provistas de no poca utilidad.
Con ello se pretende lograr una interpretacin que ponga en su debido relieve a
cierto tipo de fenmenos caractersticos de la contemporaneidad y su posible relacin
con tradiciones an actuantes en el presente. Si se busca darles mayor relieve es para
subrayar su centralidad olvidada y su capacidad de incidencia en el desarrollo futuro de
tales regiones. En el fondo lo que se busca es una interpretacin que esclarezca situaciones susceptibles de confusin sobre lo contemporneo de regiones hoy en dinmicas de
desarrollo/subdesarroIlo.
UIZA
A ALGN
Y DESARROLLO REGIONAL
Cabe tambin decir que, en un orden vecino de ideas, nos interesa mover algunos
ngulos de observacin y reflexin sobre la RC y las regiones en desarrollo -aunque
tomando a la RC como caso tpico- en el sentido de explorar cierto tipo de lenguaje que
ha sido menos comn en el seno de la comunidad regionalista urbanloga mexicana.
Quiz influido por L. Wittgenstein (1973) y sus preocupaciones en tomo precisamente al lenguaje, parto de su premisa de que siempre estamos pensando y conociendo
dentro de los parmetros de un determinado lenguaje. ste ser entonces un ejercicio
cuyo propsito es sacar por un momento el discurso urbano regionalista en Mxico de
10s marcos tradicionales en que ha estado por 10 general movindose y que son de corte
fuertemente geosocioeconmico, marcos en 10s que yo mismo he estado con frecuencia
desenvolvindome. Es tomar ahora la idea-metfora de Wittgenstein de que mientras
estemos en los parmetros de un determinado discurso siempre estaremos pensando y
haciendo nuestras relaciones analticas dentro de un solo y mismo lenguaje, en el cual
estamos apresados como una mosca en una botella. mies bien, y qu pasara si le quitamos el tapn a la botella y la dejamos volar en la habitacin?, y si abrimos la puerta
de sta?, o qu, si no se pudiera ni siquiera quitar el tapn ni abrir la puerta?, y cmo
llegaremos finalmente a conocer mejor el potencial todo de las mltiples energas all
involucradas y sus formas varias de esmct~rarse?
Esto baste a modo de introduccin. Entremos Ya en materia, alejndonos aparentemente del ttulo -y aun de la Rc- en la primera Parte, para acercarnos de nueva
cuenta a ellos en la segunda parte. Con el fin de buscar captar la marcha o movimiento
de las regiones, el hacia dnde de las mkmas en su contemporaneidad propia, en la
primera parte discutiremos, vistos desde la problemtica regional, enfoques que pueden ser claves interpretativas menos COmunes, como son concretamente los de modernidad, posmodernidad y deconsmicci6n-En la segunda Parte volveremos sobre nuestro
ttulo y lo revisaremos, para empezar con la precisin del significado y notas distintivas de los neologismos ya aludidos, Y a~rovecharemosPara terminar las consideraciones de la primera parte. Desde luego, todo de manera breve -a riesgo de sacrificar
matizaciones de suyo importantes- pero con la ventaja de ganar en esfuerzo de panormica sintetizadora.
Primera parte
Por qu nos interesa el enfoque de la modernidad visto desde el h g u l o regional, y
viceversa? En primer lugar porque su eje 0 fulcro ha influido, ms de lo que normalmente hacemos explcito, en el trabajo academico que
sobre las regiones; y
en segundo, porque a partir de ese eje hemos de~adO
que sea penetrado nuestro campo
del anhlisis urbano-regional por un sinndmero de mitos y posiciones que cada vez ms
se han revelado como contradictorios 0 como actuando preclsamentc e" Pro de aquello
que supuestamente iban a remediar. La medicina resulta peor que la enfermedad: impide
que el cuerpo, en este caso cuerpo social, pueda actuar debidamente.
Si queremos recoger en corto lo que constituye ese eje o fulcro de la modernidad,
cul sera? Lo podramos formular as: la modernidad est anclada y adems atravesada por el sueo cartesiano de la fundamentacin; a saber, hallar la piedra angular sobre
la cual erigir el edificio firme de la razn y la voluntad de dominio que le ha ido aparejada. Tal edificio, en nuestro campo, se ha traducido en la construccin tanto de la teora
urbano-regional y su ciencia, como en entrar apoyados en ellas a la aplicacin
racionalizante de las mismas en las regiones, urbes y sus fenmenos. Es el sueo ilustrado de la razn como instrumento de la edificacin de regiones transparentes que entren
con el pie derecho por la va del progreso. En este impulso de fundamentacin
racionalizadora y de voluntad de dominio, cabe recordarlo, es donde surgieron tanto los
empeos mayores de la planeacin regional, de la creacin de polos de desarrollo, del
diseo reticular estructurado de vas de comunicacin terrestre, o de creacin de parques industriales, no menos que los de mltiples explicaciones tericas regionales y
urbanas, como aqullas de las reas concntricas,la axial y la sectorial, o las desarrollistas,
dependentistas, etctera.
As, la modernidad vista desde esta ptica, tanto de los fenmenos regionales como
de su teorizacin, refleja una concepcin del tiempo como lineal, homogneo y
cronolgicamente-por no decir implacablemente- orientado hacia adelante y abrindose hacia el progreso; e igualmente una concepcin del espacio -tanto urbano como
regional, siempre susceptible y sujeto a la geometra de una lgica de lo extensosujeta al control racionalizador. Lo cual, visto desde un ngulo claramente sociol6gico
es una modemidad que nos aparece como proceso evolutivo de diferenciacin social y
espacial de las estructuras, de la economa, del trabajo y aun de la cultura, siempre a
favor de una complejidad y funcionalidad mayores, como una fuente que se pretende
inintennitente de progreso (Soja, 1989).
Sin embargo, justamente en nuestro estudio de las regiones y ciudades hemos ido
todos constatando que esa modernidad se encuentra atravesada por una serie de fenmenos que van desmoronando uno a uno los mitos y expectativas de aqulla. Vemos
tantos parques industriales semiabandonados o destruidos como smbolos de un fracaso
slo en su silencio proclamado, polos de desarrollo que se convierten ante todo en polos
concentradores del subdesarrollo, o ejercicios sesudos de planeacin regional y urbana
momificados en archivos-cementerios llamados justamente "archivo muerto". Esto es,
nos encontramos ante un eje fundamentador de la certeza de la modernidad. Cabe entonces la pregunta: qu le ocurre a un proyecto que avanza erosionndose desde dentro
de s mismo? La supuesta fundamentacin muestra as sus presupuestos no confesados
y sus enormes dficit de reflexin.
Aqu se podra incursionar en la inmensa gama de condicionamientos oscurecedores
tado y que han llegado hasta persuadimos de una especie de teora del conocimiento
en teora social, la cual nosotros los regionalistas no parecemos dispuestos a
incorporar cabalmente a nuestra propia teora regional-urbana.
Esa tendencia de la modernidad y su influencia fuerte en los estudios y planeacin
regionales y urbanos, sin embargo, no es la nica presente en esos campos. Al lado de ella,
y en buena parte por ella, esto es, por las frustraciones enormes que fue generando, surgi
la visin de la posmodernidad, obviamente a un nivel interpretativo general, pero que
tambin ha tenido su impacto y presencia claros en nuestros campos urbano-regionales.
La posmodernidad, como visin ulterior a la modernidad, lo que subraya es sobre
todo una tendencia fuerte en los mltiples rdenes, hacia la fragmentacin. La pretensin totalizante de la razn y voluntad de dominio en la modemidad, al no cumplir las
expectativas,tiene como consecuencia frente a esta totalizacin la antpoda de la visin
de la fragmentacin.Los elementos de un enfoque totalizador que no puede sostenerse
se desagregan en sus mltiples componentes. Son stos los que realsticamente se pueden conocer, tener en mano y manejar, tanto en 10 fen0mnic0 como en lo teortico
(Hwey, 1980). Surge as la variedad de las perspectivas parciales, lo discontinuo del
tiempo (de la historia) y del espacio (de la geografa).
Una nueva conciencia entra en escena y 10 hace sin nostalgias, sin una ]&lima por los
fundamentos disueltos. La verdad transita ahora, ms que por los caminos de la lgica,
por los de la unidad de la experiencia. Una especie de regin trascendental desata la
imaginacin de lo vivido y su secuela de mitos la compone la mezcla de saberes, de
categoras cognoscitivas, de eclecticismo.
Pero desde una perspectiva sociolgica la posmodernidad nos aparece como una
serie de deconstrucciones: pierden su unidad Y empuje en la sociedad las ideologas y
los grandes relatos de la modernidad
el del progreso-; las tecnologas
inform6ticas tienden a uniformamos funcionalmente. Pero ~610con una aproximacin
mediatizada de la realidad, y Se da as una verdadera des-localizaci6n de la realidad, una
especie de simulacro de espacio y Por tanto de regin y de ciudad; una sectorializacin
progresiva del conocimiento que al especializarse reduce m8s y ms su objeto de estudio; se fortalecen la especializacin Y la metodologa que pueden convivir con una seria
debilidad del pensamiento; la anterior polaridad del mundo en superpotencias se sustituye por una inestabilidad generalizada, Y -muy digno de notarse para nuestro propsito- surge la necesidad de las identidades locales y sobre todo regionales; el mismo
poder poltico se atomiza y diluye en grandes mecanismos annimos; la voluntad de
dominio implacable estalla hecha aicos en desastres eco16gicos y de la tcnica que
destruyen cualquier altivez tecnol6gica: ~ ~ ~ k l 'corporativos
nas
trasnacionalizados deshacen fronteras en el mundo entero; la despolitizaci6n Y desorientacin social de las masas
plantean la exigencia de cercanas y proximidades espaciales y de afiliacidn,
Tanto la posmodernidad como la tendencia a la deconstrucci6n, en ambigedad,
sin embargo, contienen g6rmenes y potenciales de no poca utilidad para renovar nues-
Tal como lo anunciamos al principio, aqu rescataremos la discusin sobre nuestro ttulo. En los ltimos aos -ya desde antes de la presente dcada- la discusin acadmica sobre la RC y la ciudad de Mxico ha venido girando cada vez ms frecuentementeen
torno al tema de la megalpolis: si la ciudad metropolitana se convertir en tal, bajo qu
circunstancias, en qu periodo de tiempo, y qu implicaciones tiene ese rumbo de la
urbe en la RC (Garza, 1985; Hiemaux, 1999; Olivera, 1998). Por nuestra parte hemos
intentado, con un grupo de distinguidos colegas, dar un viraje a ese modo de circunscribir la reflexin sobre la RC, al invertir la centralidad dada tradicionalmentea la metrpoli y otorgrsela al cinturn de entidades circundantes: sera ver la RC desde la circunferencia
al centro y no del centro a la circunferencia (Serrano, 1996). Como se percibe, se trata
de un modelo de tipo espacial. Pues bien, en la ocasin presente estamos proponiendo un
viraje ms, esta vez menos explcitamente espacial y de carcter ms temporal, a saber, la
dinmica del hacia dnde de una marcha an en marcha. As, en vez de continuar la
reflexin sobre el avance de la ZMCM hacia una megalpolis, con sus requisitos y sus
condicionantes, discusin en la que como vimos antes el esfuerzo de varios autores ha
penetrado, proponemos aqu dar otros pasos moviendo el punto de inflexin presente hacia
un escenario de futuro donde la RC experimentara el fenmeno de una transformacin:
de megalpolis a metpolis, y de metpolis a metarregin.
Pero, ja qu nos referimos al hablar de metpolis y metarregin? La partcula meta
de origen griego (igual que el vocablopolis) indica un ms all, un despus, un proceso de
transformacin que lleva al concepto a que se aplica a un ms all del mismo. Entonces, si
etimolgicamente megalpolis denota una polis grande con determinadas caractersticas que definen el tipo y requisitos de dicha magnitud como para poder hablar tcnicamente de megalpolis, metpolis la denotar como una polis que se remonta a un
despus y ms all de la polis, esto es, la refiere a un proceso de transformacin que
llevar a sta ms all de s misma. Algo equivalente habr que entenderse bajo el
trmino metarregin.
Se notar que hemos preferido hablar aqu de polis en vez de ciudad. Esto tiene en la
presente discusin una connotacin importante, ya que al hablar de ciudad se suelen
perder rasgos fundamentales de lo que implica el trmino original polis. No se trata
tanto de hablar de "una ciudad que queda rebasada como ciudad" sino de una ciudad
cuya naturaleza va, por lo menos en cierto sentido, ms all de s misma. Y esta perspectiva es igualmente vlida en nuestra definicin para la metarregin, aunque la etimologa del trmino regin sea de otro tipo. Pero aquel rasgo de un ms all que cambia de
87
EL~
X I C CENTRAL.
O
METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
DE MEGAL~POLISA METAPOLIS,
DE METAPOLIS
A~TARREGI~N
89
EL~
N C O
CENTRAL. METAPOLIS Y DESARROLLO REGIONAL
a) Concentracinldispersi6n poblacional;
b) concentracin/dispersi6ndel aparato productivo;
C) crecimiento/rejuvenecimientopoblacional;
d) crecimiento/estancamientode los sistemas productivos;
e) procesos de acumulacin/procesos de deprivacin (econmica);
f) clientelismo/marginaci6n social.
Cabe aqu notar dos cosas. Primera, que en cada uno de los &es pares el primer
miembro del par se refiere a algo que fue en Parte generado o propiciado por el segundo,
pero despues sucede que ambos se van haciendo progresivamente discrepantes. como
que entran en una creciente contradiccin. Segunda, ms relevante para nuestra presente discusi6n, que los fenmenos descritos globalmente en los seis enunciados, si se
toman como un solo conjunto unitario, reflejan una dinmica englobante que es la que
puede generar derroteros indditos y diferentes sobre la transformacin en muchos de los
pases en desarrollo. En el extremo, ese conjunto de fenmenos "forzarp al gran sector
90
i' ,1'
ELMXICOCENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
Bibliografa
Aristteles, Poltica, Libro 1, Mxico, UNAM, 1963.
,
Obras, Fsica, Libro o, Madrid, Aguilar, 1977.
Delgado, Javier et al., "Dimensin regional de la ciudad de Mxico" y "Transformaciones metropolitanas de la ciudad de Mxico", en J. Delgado y D. Villarreal
(coords.), Cambios territoriales en Mxico: exploraciones recientes, Mxico,
UAM-x,1991.
Del Valle Arizpe, Arternio, Historia de la ciudad de Mxico segn relato de sus cronistas, Mxico, Ed. Pedro Robledo, 1946.
Garca Canclini, Nstor, Consumidores y ciudadanos, Mxico, Grijalbo, 1995.
Garza, Gustavo (coord.), Atlas de la ciudad de Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico,
1985.
Harvey, David, The condition ofpost-modernity, Oxford, Basil Blackwell, 1980.
Hiemaux, Daniel, "La Ciudad de Mxico y SU regin central: hacia la globalizacin?",
en Rodrguez, Salvador et al. (coords), La globalizacin y las regiones de MxiIIEC,1993.
co, tomo m, Mxico, Arnecider/cru~,UAEM,
INEGI,Encuesta de seguimiento del Programa de desarrollo infonntico 1995-2000,
Aguascalientes, INEGI, 2000.
Negrete, M., B. Graizbord y C. Ruiz, Poblacin, espacio y medio ambiente en la ~ C M ,
Mxico, CEDDU/E~
Colegio de Mxico, 1993.
Olivera, Patricia, Geografia ur%am, una propuesta de estudio en el escenario social
actual (tesis doctoral), Mxico, UNAM,
1999.
Serrano, Jorge (coord.), Defrente a la ciudad de Mxico, vols. I y n, Mxico, UAQ/CRIM,
1996.
Soja, Edward, Post-modern geography, Gran Bretaa, Verso, 1989.
Tamayo, Sergio, Poltica y movimientos sociales en la ciudad de Mxico, vol, ii, Mxico, Plaza y Valds, 1988.
Unesco, World communicationsand information report 1999-2000, pars, Unesco, 2000.
Wittgenstein, Ludwig, Tractatus logico-philosophicus,Madrid, Alianza Editoial, 1973.
-, Philosophische Untersuchungen, Barcelona, Grupo Editorial Gnjalbo, 1988.
Wong, Pablo, "Globalizaci6n y virtualizaci6n de la economa: impactos tenitonales",
en revista Este Pas, nm. 118, Mxico, 2001.
92
Introduccin
A REGIN Centro de Mxico integrada con los estados de Mxico, Puebla, Tlaxcala,
Morelos, Hidalgo, Quertaro y el Distrito Federal tiene una gran importancia para
el pas y en particular para el sistema nacional de ciudades. En este trabajo se exponen
algunas de las caractersticas de la regin en su conjunto, y se destaca el comportamiento de variables seleccionadas en los niveles estatal y municipal.
'
La delimitacin es de tipo geoeconmica y funcional respecto de la cual existe consenso, aunque otras
regionalizaciones recientes de tipo funcional tambikn incorporan los estados de Guerrero y Veracmz en la gran Regin Centro debido al incremento de las interacciones de los temtorios de estas entidades con el centro del pais.
93
tinto tipo y magnitud con otros centros urbanos de menor tamao clasificados en el
sistema urbano complementario, integrado con 224 localidades bsicamente del rango
de 15 000 a 50 000 habitante^.^
Las ciudades presentan una estructurajerrquica que refleja los procesos de concentracin y dispersin caractersticos del temtorio mexicano. En el caso del sistema urbano pficipal, los 118 lugares centrales se clasifican en cinco grupos: en el rango 1 solamente
se coloca la Zona Metropolitana del Valle de Mxico (ZMVM);en el rango 2 se encuentran otras tres grandes zonas metropolitanas: Guadalajara, Monterrey y Puebla; en el
rango 3 se ubican 16 ciudades; en el rango 4, otros 29 centros urbanos, y en el rango 5 se
agrupan los 69 restantes. La estructura y funcionamiento del sistema urbano permite a
su vez definir macrorregiones funcionales o nodales, de manera combinada con el lmite
poltico-administrativode entidades federativas completas (regin plan o programtica).
El sistema urbano nacional presenta una fuerte polarizacin asociada con desequilibrios
entre sus territorios de influencia. Esta caracterstica subsiste a pesar de que ciudades
como Monterrey y Guadalajara se han fortalecido en los ltimos aos, y ha aumentado
su capacidad para articular subsistemas urbano-regionales que funcionan en forma ms
independiente de la gran metrpoli nacional.
Cf.Sedesol, Mcfxico 2020, Un enfoque territorial del desarrollo, Vertiente urbana, MBxico, 2000.
95
regin Centro. Cabe sealar que el impacto de la crisis de 1995 fue ms severo en
Morelos e Hidalgo, mientras que Quertaro y Tlaxcala lo sortearon en mejores condiciones al contar con actividades econmicas ms dinmicas.
La relacin producto-poblacin indica que la regin Centro en conjunto se encuentra
por arriba del promedio del pas, ya que si se considera el promedio nacional del PIB por
habitante de 1993como referencia, la regin estaba en un nivel 27.5% superior, aunque la
mayor aportacin correspondi al Distrito Federal que se ubic en 158.6% por arriba, y
Quertaro 3.1%; los dems estados reportaron cifras menores: Morelos (-4.6%), Mxico
(-18.4%), Hidalgo (-34.9%), Puebla (-37.1%) y T'laxcala (47.0%). Considerando el mismo
ao base, la situacin en 1998 indica que hubo un incremento real del PEI por habitante en
el mbito nacional (6.0%), de la regin Centro (32.8%) y especialmente en el Distrito
Federal (169.8%) y Quertaro (28.5%), mientras que los dems estados se mantuvieron
por abajo del promedio nacional de referencia (vase la paca 1).
Este comportamiento se refleja y asocia con la estructura y funcionamiento del sistema urbano regional y los sistemas estatales. En general el proceso de urbanizacin en
este territorio se caracteriza por una mayor integracin funcional entre sus elementos
porque cuenta con lugares centrales de alta jerarqua, con mayor infraestmctura y
equipamiento, una elevada proporcin de caminos y carreteras respecto a su superficie
y poblacin, lo que facilita SU accesibilidad, reduciendo los costos de transportacin y
favoreciendo las actividades econmicas productivas y comerciales.
Grfica 1. Regin Centro de Mxico. ndice del crecimiento del p i ~
por habitante, 1993-1998
(promedio nacional del P ~ Bpor habitante, 1993 = 100.0)
250
200
150
100
50
O
Repblica
Mexicana
Regin
Centro
Distrito
Federal
Queretar0
Morelos
Mexico
Hidalgo
Puebla
ELWXICO
CENTRAL. N~ETAPOLISY DESARROLLO REGIONAL
(O/O)
--
Ciudad
Repblica mexicana
Estado
Municipos
1970
7980
7990
2428
100.0
144.3
137.1
177.3
101.3
73.4
132.0
109.4
103.9
91.2
60.6
111.1
78.5
97.8
79.3
65.3
69.1
77.9
72.8
51.3
52.8
229.4
154.5
109.0
220.3
137.3
149.1
128.5
100.9
130.7
99.9
162.9
111.6
112.8
115.7
91.5
124.3
229.5
182.7
163.0
172.9
158.7
130.2
123.5
130.1
125.6
120.5
128.6
97.6
97.1
109.3
97.9
86.5
74.0
64.5
19951
-130.5
D.F.-Mxico
Quertaro
Quertaro
Hidalgo
Morelos
Puebla Tlaxcala
Puebla
Hidalgo
Mxico
Morelos
Hidalgo
Puebla
Tlaxcala
Hidalgo
Mxico
Tlaxcala
Tlaxcala
Tlaxcala
75
4
1
2
6
20
1
1
8
6
1
1
8
5
1
3
1
1
86.4
88.9
215.6
183.3
172.7
135.4
132.8
125.2
121.6
114.6
110.7
101.5
100.0
93.4
89.3
89.2
88.1
76.3
68.0
56.8
Fuente: Estimaciones propias con base en Sedesol, hl.!fifo 2020, Un enfoque territorial de/ desarrollo,
Vertiente urbana, Mxico, 2000.
que forman parte del sistema regional de ciudades se dan, por ejemplo, por medio de
intensos flujos migratorios de commuters urbano-metropolitanos o rural-metropolitanos, que desde reas "dormitorio" se movilizan cotidianarnente hacia alguno de los
centros urbanos del sistema. Este tipo de migracin se combina con otros flujos de
bienes y mensajes intra-regionales. La expresin de esta reciente geografa urbana seguramente ser la consolidacin de sistemas urbano-regionales ms interactuantes.
los factores favorables para esta ciudad destacan: a ) su ndice de Desarrollo Humano
con valor de 0.853, uno de los ms altos en Latinoamrica; b ) su estabilidad poltica,
financiera y econmica; c) bajos costos por llamadas telefnicas a los Estados Unidos
de Amrica y elevado nmero de vuelos a ese pas por su cercana geogrfica; d ) rpida
incorporacin de adelantos tecnolgicos (telefona celular e intemet); e) bajo costo de
vida, y,f3 liderazgo culturaL3
Este ti$ de ventajas competitivas se concentran bsicamente en el Distrito Federal,
donde se cuenta con condiciones favorables para las inversiones como las siguientes: a )
un alto ingreso por habitante que refleja una alta productividad y representa un atractivo
mercado; b ) sistemas de infraestructura y enlaces que facilitan las comunicaciones y
transportes nacionales e internacionales y que la consolidan como lugar central de primera jerarqua en orgenes y destinos de flujos econmicos, financieros, de mercancas,
poblacin y mensajes; c ) alto nivel tecnolgico en sectores de punta como telecomunicaciones e informtica; d ) es el centro financiero ms importante del pas, con 60% de la
actividad bancaria y 75% del ahorro nacional y plaza burstil; e) sede de un elevado
nmero de empresas con participacin extranjera directa (ms de 7 000 y con ms de
5 000 millones de dlares anua1es);f) con potencial de desarrollo en sectores dinmicos
como industria manufacturera, construccin, comercio y servicios; g) recursos humanos capacitados con promedio de escolaridad superiores a la media nacional, alta capacitacin y calificacin; h) alta ocupacin laboral donde 79% de la PEA trabaj 7 o ms
horas al da, e i) patrimonio histrico y amplia oferta c~ltural.~
Las ventajas competitivas mencionadas se concentran bsicamente en la ZMVM que
tiene como ncleo al Distrito Federal, sin embargo se observan procesos de difusin,
desconcentracin y relocalizacin de de algunas actividades hacia las periferias regionales. Estos procesos se explican por varios factores tales como los cambios en la especializacin, reestructuracin y refuncionalizacin econmica del sistema regional de
asentarnientos, en el marco de los cambios en el modelo nacional de desarrollo. En el
caso de la ZMVM el crecimiento fsico es "hacia afuera", a manera de ejes concntricos
con centros urbanos y regiones especializadas en comercio, industria, habitacin o esparcimiento. Estos procesos han atendido bsicamente a los intereses privados y poco
en funcin de programas gubernamentales o de un proyecto integral deliberado con
objetivos claros de mediano y largo plazo para la metrpoli, la regin y el pas.
En trminos poblacionales, las 16 delegaciones del Distrito Federal y los 57 municipios considerados como parte de la Zona Metropolitana del Valle de Mxico, pasaron
de 9.9 millones de habitantes en 1970 a 17.3 millones en 1995, es decir, en trminos
absolutos aument en 7.3 millones de habitantes, aunque en valores relativos disminuy su participacin de 19.2 a 18.8% del total nacional. Asimismo, el escenario tendencia1
EL~
X I C CENTRAL.
O
METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
indica que para el d o 2020 alcance 23.2 millones de habitantes, lo que representara
19% del total del pafs, pero con un aumento absoluto de 4.7 millones de residentes
adicionales, Los retos demogrficos y econmicos bajo estas perspectivas son enormes
y previsibles.
En el anlisis de centralidad es posible aplicar diferentes mtodos e indicadores, pero
con la variable de interaccin de flujos telefnicos entre las ciudades del sistema urbano
se pueden elaborar algunos anlisis. Las cifras obtenidas por Telrnex en una encuesta con
muestre0 de dos semanas del ao 1990 permiti elaborar una matriz de 6'kigen-destino
entre las principales 100 ciudades del sistema urbano nacional. En esta matriz 26% de las
llamadas surgieron o se recibieron en la m.El rea de influencia de esta zona metropolitana abarca todo el pas; incluso ciudades lejanas geogrficamente como Tijuma,
Tapachula y Cancn mantienen estrechos vnculos con este lugar central. Por ejemplo, del
total de llamadas que hicieron esas tres ciudades d resto del sistema urbano nacional, el
porcentaje que destinaron a la ZMVM fue de 28,34 y 44%,respectivamente.
La ciudad de Puebla concentr 2.0% del P B nacional urbano, 3.1% de la poblacin y
3.3% de las llamadas telefnicas. Mantiene intensas relaciones con la ZMVM (ms de
60% de las llamadas telefnicas que salen de Puebla timen como destino la ciudad de
Mxico), lo que refleja su complementariedad Y su fuerza respecto al temtono de su
propia entidad, al de Tlaxcala, y hacia la porcin central del estado de Veracruz. Las
ciudades que son subsidiarias directas de Puebla son Tlaxcala, Tehuacn y Atlixco.
En el grupo de 16 ciudades que en el PAse encuentran en rango tres, las que corresponden a la regin Centro son: Cuernavaca, Toluca Y Quertaro. La mayora de este tipo
de ciudades tiene entre 500 000 y Un milln de habitantes. Las ciudades consideradas en
este rango presentan una gran capacidad de articulacin sobre localidades prximas,
por lo regular de su propio estado.
Las ciudades de Toluca y c~wnavacase integran directamente a la ZMVM que establece flujos de primer orden, 10 que Se refleja en la estn~cturacinde una regin urbana
de corte megalopolitano, con la tendencia a extenderse crecientemente hacia las ciudades de Pachuca y Quertaro. Este comportamiento indica una mayor interaccin con 10s
subsistemas urbanos de las regiones del Centro-Norte y Centro-Occidente,
Los vnculos entre los lugares centrales son de distinta magnitud y tienen una relacin directa con el tamao de su poblacin y la distancia existente entre ellos. De acuerdo con los datos de la matriz de origen-destino de trfico telefnico entre las 100 ciudades
del sistema nacional, existen s610 22 flujos entre pares de ciudades que alcanzaron ms
de 100 000 llamadas y en todos aparece la ZMVM, ya sea como origen o corno destino,
Este nivel de interacciones es el ms intenso y refleja de manera directa su noda]idad,
as como el alcance de su rea de influencia en el territorio nacional.
Destacan por su mayor volumen 10s flujos intemietropolitanos entre la ZMVM (nica
ciudad de rango l ) ,y las tres zonas metropolitanas de Guadalajara, Monterrey y Puebla
(todas de rango 2). El resto de las interrelaciones Se producen entre la ciudad de ~
1
I
IMPORTANCIA
DEL SISTEMA DE CIUDADES DE LA R E G I ~ NCENTRO
DE MXICO
Los valores resultan de un modelo de interaccin espacial de tipo gravitacional por el cual se estiman los
flujos potenciales de 100 ciudades, segn la frmula: Iij = PiPj / Dij, donde: Iij = Interaccin entre ciudades i y
j; Pi = Poblacin (masa gravitacional) de la ciudad i; Pj = Poblacin (masa gravitacional) de la ciudad j; Dij =
Distancia por carretera entre la ciudad i y la ciudad j. Elaborado con base en Telmex, Encuesta punto a punto,
Mbxico, 1990; INEOI, Xl Censo general de poblacidn y vivienda, 1990, MBxico, 1992; y, scr, Mapa de carrete-
ELWXICO
CENTRAL. METAPOLISY DESARROLLO IEGIONAL
Cuadro 3. Regin Centro de Mxico. Jerarqua de ciudades segn
poblacin y trfico telefnico, 1990
(Porcentaje)
Lugar
nacionaP
1
4
7
9
13
41
50
58
67
71
73
PIBJ
Promedio
total
a
Poblacin
total
b
Trfico
telefdnicd
42.61
2.01
1.O8
0.99
0.70
0.27
0.33
0.18
0.1 1
0.09
0.07
35.63
3.1 O
1.O7
1.11
0.96
0.43
0.28
0.35
0.15
0.1 9
0.12
25.57
3.27
2.26
2.21
1.91
0.73
0.47
0.32
0.41
0.35
0.37
34.6
2.8
1.5
1.4
1.2
0.5
0.4
0.3
0.2
0.2
0.2
Subtotal (1 1 ciudades)
48.46
43.40
37.85
43.2
51.54
56.60
62.1 5
56.8
100.00
100.00
100.00
100.0
PIB
Ciudad
ZMVM
ZM Puebla
ZM Cuernavaca
ZM Toluca
ZM Queretar0
Pachuca
Cuautla
Tehuacan
San Juan Del Rio
Tulancingo
ZM Tlaxcala
r C
normalizado
(a+b+c)/3
1 EI lugar de las ciudades de la regin Centro corresponde al que ocupan entre 100 de las
grandes
ciudades del pas.
2 Estimaciones propias con base en Telmex, "Encuesta punto a punto, 1990", Mxico, 1990.
nal, lo que confirma la existencia de fuerzas que consolidarn el proceso de megalopolizacin que ya se encuentra en una fase awnzada en esta regin central.
Ciertamente, en la regin Cenw se est llevando a cabo una reversin de la p o l d zacin en su sistema urbano. Una concentracin dispersa ocurre en las ciudades medias
y pequeas de esta regin, y la base Para un crecimiento econmico se ha desarrollado
particularniente en aquellos centros urbanos prximos a la ciudad central. Ciudades
como Toluca, Cuernavaca, Puebla y Querktaro han crecido velozmente atrayendo o reteniendo poblacin, es decir, se avanza hacia la confomacin de una regin megalopolitana.
No obstante, estas tendencias an no inciden significativamente para
la gran
masa poblacional (gravitacional) Con que cuenta la ZMVM, lo que se producida en el
IMPORTANCIA
DEL SISTEMA DE CIUDADES DE LA R E G I ~ NCENTRO
DE MXICO
largo plazo. En el mbito metropolitano, la expansin fsica de las reas perifricas sugiere el desplazamiento de poblacin, ya sea por cambios en el uso del suelo, de residencia o motivos de empleo y educacin, o ambos, desde el ncleo central de la ciudad hacia
reas suburbanas ms alejadas.
Otra forma de analizar la centralidad de la ZMVM es a travs de flujos de pasajeros y
de carga por transporte &reo. Esta variable pone de manifiesto la funcin econmica de
las ciudades y refleja los puntos nodales de mayor trfico en el sistema.
En 1988 se transportaron en todos los aeropuertos nacionales 27 millones de pasajeros, cifra que creci hasta llegar en 1998 a 70 millones de personas (con equivalencia
de carga) transportadas. El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mxico realiz el 37
y 35%, respectivamente, del total de las operaciones citadas en esos aos, lo que pone
de manifiesto su gran capacidad como centro distribuidor y receptor de personas y bienes en el pas, as se confirma su primaca en el contexto del sistema nacional de
ci~dades.~
Asimismo, el anlisis de las cifras de pasajeros y de carga (expresada en
unidades equivalentes pasajero) indica que existen dos tipos de cobertura en transportacin de pasajeros: la nacional, que refleja los puntos de inters de trfico areo entre
las ciudades del sistema urbano nacional (sistema cerrado), y la internacional, donde se
reportan los vnculos con ciudades de otros pases (sistema abierto).
En el caso de la cobertura nacional, la suma de los pasajeros transportados por avin
en operaciones regulares y de fletamento (carga) en cobertura nacional alcanz, en 1998,
la cifra de 34.1 millones. El transporte regular de pasajeros represent 97.2% del total,
mientras que la carga fue 2.8 por ciento. El volumen total fue movilizado entre 70
aeropuertos del pas, de los cuales los ubicados en 25 ciudades representaron 89.6%,
como origen y como destino de los flujos; y solamente cinco de ellos concentraron 64%
del total: Mxico (34.5%), Guadalajara (9.7%), Tijuana (8.1%), Monterrey (7.5%) y
Cancn (4.2%) (cuadro 4). Cabe sealar que varias de estas ciudades tienen un importante peso relativo Erente a las dems ciudades del sistema debido a la fuerzn de sus actividades econmicas de servicios tursticos (destacando el caso de Cancn); en otros casos
se trata de movimientos con fuerza coyuntural (como Tuxtla Gutirrez); mientras que
en otros la centralidad que ejercen a travs de esta variable de flujo es estructural y
asociada a la dinmica de sus actividades econmicas como en la ZMVM
Respecto a la cobertura internacional, el total de pasajeros transportados por avin
en vuelo regular y de fletamento en cobertura internacional, como origen ms destino, en
1998, fue de 36.7 millones de movimientos. El transporte regular de pasajeros represent 21.9% del total, mientras que la carga fue el restante 78.1%, lo que representa una
situacin opuesta a los movimientos dentro del pas, es decir, que es ms importante la
transportacin de carga en operaciones internacionales.
ras de Mxico, 1995.
Aeropuertos y Servicios Auxiliares, "lnformacin Estadistica del Sistema Aeroportuario Mexicano".
pgina de internet.
105
EL~
M C CENTRAL.
O
Origen ms destino
Ciudad
Destino
Orben
16 570 999
16 570 999
33,141 998
100.00
Regin Centro
6 141 277
5 587 990
7 7 729 267
35.39
Mxico
Cuernavaca
Puebla
Quertaro
6 O00 550
5 474 062
11 474 612
34.62
SubtotaP
7 987 488
8 490 377
76 477 805
49.72
Guadalajara
Tijuana
Monterrey
Cancn
Hermosillo
Mrida
Acapulco
Culiacn
Villahermosa
Chihuahua
Puerto Vallarta
Oaxaca
Tuxtla Gutirrez
Cd. Jurez
Del Bajo
Veracruz
Mazatln
La Paz
1 695 751
1 035 764
1 574 357
1 707 647
Total d e pasajeros
R W
2492692
2442234
4934926
7489
' Aeropuertos que participan cada uno con m6s de 1% de los pasajeros.
Se incluyen otros 45 aeropuertos del pas.
Fuente:Elaborado con base en: DGAC y ASA, DGAA, SED, gerencia de d e s i n ~ o r p o r ~ ~n~~~~~~
i 6 ~ , de pares
de ciudades competidos y no competidos por cobertura nacional en operacibn regular, 1998".
106
Este tipo de movimientos refleja la importancia relativa que tiene l a m m que cuenta
con aeropuerto de altas especificaciones (condicin que en s misma representa mayor
competitividad) en relacin con otras ciudades del mundo con las cuales mantienen vnculos. Dicha situacin permite una aproximacin a aquellas ciudades que son ms competitivas en los mercados internacionales en el contexto de la globalizacin.
En este sentido, la ZMVM moviliza uno de cada cinco pasajeros transportados desde
Mxico respecto a 176 destinos u orgenes en el mundo; le siguen Cancn que participa
con 12%, Puerto Vallarta con 4%, Guadalajara con 4% y otras ciudades de menor peso
realtivo.
La ZMVM mantiene una alta intensidad de flujos aeroportuarios con algunas ciudades
de los Estados Unidos de Amrica, entre las cuales sobresalen: Los ngeles, Dallas,
Houston, Chicago, Miami, San Francisco, Nueva York, Phoenix, Atlanta, Mi~eapolis
y San Antonio, en ese orden, son las de mayor magnitud en el total de los casos considerados. En trminos generales, se aprecia un predominio de interacciones de ciudades de
Mxico con las de la costa este de los Estados Unidos, en relacin con las de la costa
oeste, lo que confirma que la integracin del sistema urbano nacional con aquel pas se
desarrolla preferentemente por el corredor que va desde la ZMVM hacia Monterrey.
Los retos
El diagnstico y las perspectivas analizadas para la regin Centro, la megalpolis y la
indican que existen grandes retos para su desarrollo, entre los cuales se encuentran los siguientes:
ZMVM
a) Es necesario lograr el crecimiento econmico mediante la atraccin de inversiones productivas en el marco de la globalidad, manteniendo e impulsando las ventajas competitivas de la ZMVM,
as como fortaleciendo la integracin de cadenas
productivas locales, regionales y nacionales para difundir el desarrollo hacia el
resto del sistema urbano regional;
b) seleccionar industrias adaptadas a las condiciones ambientales (no contaminantes y ahorradoras de agua) de la ciudad, para lo cual se debe contar con una
cartera de proyectos de inversin;
C) promover estmulos fiscales para empresas micro, pequeas y medianas que cumplan con requisitos definidos para su operacin en la ciudad;
d) definir los sectores y actividades prioritarias para la ciudad a partir de un plan
maestro de mediano y largo plazos y en el marco de los lineamientos de estrategia
nacional:
fl
Reflexiones finales
La estructura y organizacin funcional del sistema urbano nacional refleja an condiciones de disparidad y alta concentracin en la localizacin de las actividades econmic a s ' ~la distribucin de la poblacin en el territorio, que van asociadas con fuertes
desigualdades sociales. Las brechas en el desarrollo entre las grandes regiones de Mxico, entre las entidades federativas, entre lo urbano y lo rural, entre sectores productivos
y entre grupos sociales, representan formas de inequidad. Esta situacin refleja fenmenos de desigualdad socioeconmica asociados con desequilibrios urbano regionales que
representan riesgos de fractura y polarizacin para la nacin. Ante este futuro es indispensable disear estrategias de desarrollo territorial para diferentes niveles y fomentar
la difusin del mismo en todos los sistemas urbano-regionales de la Repblica mexicana para impulsar la generalizacin de oportunidades a sus sociedades.
Intraduccin
actual presenta grandes cambios, desplazamientos y formas nuevas que
nos conducen a nuevas estructuras, dinmicas y posicionamientos. El anlisis de
estos cambios nos lleva a interrelaciones continuas, en contextos nuevos y de mayor
complejidad, y provoca que se establezcan situaciones de mayor privilegio y ventajas
de unas economas sobre otras, patrn de comportamiento que se vislumbra repetidamente en el contexto mundial.
El desarrollo de una economa se considera como un proceso discontinuo e insuficiente, pues siempre surgen nuevos horizontes que hay que superar y nuevas necesidades que
cubrir, se requieren cambios vertiginosos y complementarios que impone la economa de
mercado, especialmente en los pases en vas de desarrollo, como es el caso de Mxico.
Una de las dimensiones del proceso de desarrollo econmico es la dimensin espacial. Sin embargo, el proceso de desarrollo regional en los pases como Mxico tiene
caractersticas muy peculiares, que se han discutido mucho en la literatura regionalista
mexicana, y que son: agudas desigualdades regionales, concentracin de las actividades
en unas pocas regiones y una centralidad desproporcionada.
L MUNDO
1 Agradezco la
109
LAR E G I ~ NCENTRO:
CAMBIOS DE ESTRUCTURA Y P O S I C I ~ NEN EL CONTEXTO NACIONAL
Centro
Sur
I
Aguascalientes
Colima
Distrito Federal
Guanajuato
Hidalgo
Jalisco
Mxico
Michoacn
Baja California
Baja California Sur
Coahuila
Chihuahua
Durango
Nuevo Lebn
Sinaloa
Sonora
Tamaulipas
I
Morelos
Nayarit
Puebla
Quertaro
Tlaxcala
S. L. Potos
Zacatecas
Campeche
Chiapas
Guerrero
Oaxaca
Quintana Roo
Tabasco
Veracruz
Yucatn
I
LAR E G I ~ NCENTRO:
CAMBIOS DE ESTRUCTURA
El segundo nivel de anlisis proviene del primero y consiste en analizar algunas rela-
seis estados centrales del pas (cuadro 2) es retomada por muchos investigadores (por
ejemplo Sobrino, 1993; Delgado, 1996, 1998; o Iracheta, 1997), sin embargo se tiene
que mencionar que otros la consideran ms ampliamente, incluyendo tambin el estado
de Quertaro (Bataillon, 1997).
Cuadro 2. Las entidades federativas
de la regin Centro del pas
Mxico
Puebla
Morelos
Tlaxcala
Sin embargo, vale la pena mencionar dos de los criterios bsicos que se aplicaron en
esta clasificacin. Uno es que son los estados que colindan con el Distrito Federal. Y el
segundo proveniente del anterior, pues se supone que son estados que sufren el impacto
directo de los procesos de megalopolizacin provenientes de la interaccin con la ciudad
7950
1970
1980
1990
1995
Norte
Centro
Sur
19.74
55.76
24.50
21.1 1
56.36
22.53
19.57
58.04
22.38
21 .O7
55.58
23.35
21.36
55.47
23.17
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Total nacional
Por ltimo, se pueden analizar las tendencias referentes a la participacin de las tres
grandes regiones consolidadas en la elaboracin del producto interno bruto (PIB), lo que
presenta el cuadro 5 y la grfica 3. Lo interesante es la continua aunque lenta tendencia
a la disminucin de la participacin de la regin Centro. Mientras la participacin de la
regin Norte disminuy entre 1970y 1980, para despus crecer hasta 1995,la participacin de la regin Sur present tendencia inversa, primero creciendo para despus ir
10
O
Regibn Sur
LAR E G I ~ NCENTRO:
CAMBIOS DE ESTRUCTURA Y P O S I C I ~ NEN EL CONTEXTO NACIONAL
Cuadro 4. Participacin de las tres grandes regiones consolidadas
en la poblacin econmicamente activa (%)
Regin
7950
1970
7980
1990
1995
Norte
Centro
Sur
19.33
56.45
24.21
20.75
57.59
21.63
20.21
57.05
22.74
22.62
55.69
21.68
22.03
55.89
22.08
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Total nacional
disminuyendo todo el tiempo. En suma podemos decir que quien est ganando es la
regin Norte a expensas de las regiones Sur y Centro.
Resumiendo esta parte podemos decir que quien gan en todo este periodo y en
todos los aspectos analizados fue la regin Norte. Las regiones Centro y Sur estn
perdiendo, esta ltima de manera especialmente drstica. La regin que nos intere-
Regin Sur
115
Regin
1970*
1980*
1988"
1993**
1996**
Norte
Centro
25.29
60.51
14.18
22.80
59.28
17.59
24.63
58.1 7
17.19
26.1 3
58.67
15.21
27.04
58.1 8
14.78
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Sur
Total
Regin Norte
Regin Centro
Regin Sur
LAR E G I ~ NCENTRO:
C A ~ I O DE
S ESTRUCTURA
114
Primeros 5
ltimos 5
Primeros 3
ltimos 3
1950
1970
1980
7990
1995
64.27
70.1 9
69.3
69.67
69.65
7.96
7.78
7.47
8.39
8.67
44.68
53.20
51.52
51.71
51.79
3.99
3.83
3.68
4.23
4.43
Primeros 5
ltimos 5
Primeros 3
ltimos 3
1950
1970
1980
1990
1995
65.46
7.79
73.05
6.98
71.88
7.21
72.1 7
8.17
8.35
46.91
56.69
55.23
55.95
54.36
3.91
3.52
3.52
4.1 6
4.23
l
~itados
7970**
1980**
1988*
Primeros 5
ltimos 5
82.53
82.34
79.40
Primeros 3
ltimos 3
71.60
71.96
68.51
2.29
2.59
2 77
1996*
70
C;I
67.93
7 7 C
-~
-
'
Bl'h
Cuadro 9. ndice de Gini para la relacin entre distribucin del PIB frente
a la distribucin de la poblacin total en la regin Centro consolidado
lndice Gini
1970
1980
1990
1995
40.82
41.66
39.94
45.75
Cuadro 10. ndice de Gini para la relacin distribucin del PIB frente
a la distribucin de la poblacin econmicamente activa
en la regin Centro consolidado
ndice Gini
1970
7980
33.22
32.24
7990
32.43
7995
42.90
Fuente: Clculos propios con base en los cuadros 2 y 3 del anexo estadstico.
cin total, como para la relacin distribucin de la elaboracin del PIB frente a la distribucin de la poblacin econmicamente activa en la gran regin Centro consolidado (cuadros 9 y 10). Como podemos observar, la tendencia en ambos casos es hacia el creciente
desequilibrio entre la distribucin de la poblacin total y la poblacin econmicamente
activa y la distribucin de la elaboracin del producto interno bruto. No tan clara es la
tendencia entre 1980 y 1990, que proviene del cambio en la metodologa de calcular el
PIB. Sin embargo en el periodo ms largo, 1970-1995, la tendencia, como lo mencionamos, es clara y presenta la creciente polarizacin de los estados de la gran regin Centro
estado de Mxico (fuerte -7) y del estado de Morelos (no tan fuerte -0.5) (cuadro 11).
Sin embargo, la participacin de la regin Centro, aunque poco decisivamente,disminuye
a partir de 1980; lo anterior est de acuerdo con la tendencia de la gran regin Centro
consolidado, participacin de la cual tambin disminuye.
La misma tendencia se repite en lo que se refiere a la poblacin econmicamente
activa, sin embargo lo que vale la pena subrayar es que es muy fuerte y constante el
crecimiento de la participacin del estado de Mxico (cuadro 12).
La tendencia ya no es tan clara en lo que se refiere a la elaboracin del producto
interno bruto (cuadro 13). Parece que disminuye la participacin de la regin Centro en
la elaboracin del PIB,sin embargo con el ritmo mucho menor y con tendencias contradictorias en lo que se refiere a la participacin de las entidades federativas. Por ejemplo,
la participacin del Distrito Federal, que estaba disminuyendo en el periodo largo (entre
1970 y 1988), en el ltimo periodo analizado entre 1988 y 1996 creci. La tendencia
inversa la present el estado de Mxico, que por mucho tiempo fue creciente y sin
embargo en el ltimo periodo disminuy. Otros estados presentan tendencias variadas.
Por ejemplo la de Hidalgo es parecida a la del estado de Mxico. Sin embargo las de
Morelos, Puebla y Tlaxcala, son todo el tiempo crecientes.
Este ltimo fenmeno es muy interesante y podran buscarse diferentes explicaciones; sin embargo antes de aventurarse a algunas hiptesis, como que observamos cre-
7970
1980
1990
7995
11.83
14.25
13.42
10.14
9.31
Hidalgo
3.30
2.48
2.35
2.32
Mxico
Morelos
puebla
5.40
7.95
11.50
12.08
12.84
1.O6
1.28
1.44
1.47
1.58
6.31
5.20
5.09
5.08
5.O7
Tlaxcala
Total regional
Total Regi6n
Centro
Consolidado
1.10
0.87
0.85
0.94
0.97
29.00
32.03
34.65
32.03
32.10
55.76
56.36
58.04
55.58
100.00
100.00
100.00
100.00
Estados
Distrito Federal
Total nacional
55.47
100.00
LA R E G I ~ NCENTRO:
CAMBIOS DE ESTRUCTURA
Estados
7950
Distrito Federal
Hidalgo
7970
7980
7990
7995
13.27
17.22
15.01
12.31
10.29
3.27
2.33
2.29
2.1 1
2.21
Mxico
5.21
7.66
10.92
12.25
13.24
Morelos
1.O9
1.32
1.38
1.50
1.64
Puebla
6.54
5.25
4.90
4.61
5.05
Tlaxcala
1.O9
0.82
0.79
0.85
0.98
30.47
34.59
35.30
33.63
33.41
56.45
57.59
57.05
55.69
55.89
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Total regional
Total Regin
Centro
Consolidado
Total nacional
1980
1988
1993
7996
27.56
25.1 5
21.35
22.32
22.76
Hidalgo
1.34
1.51
1.70
1.53
1.38
Mxico
8.62
10.94
11.40
11.26
10.35
Morelos
1.O8
1.O8
1.28
1.31
Puebla
3.24
3.24
3.1 0
3.04
3.41
Tlaxcala
0.40
0.46
O. 57
0.49
0.52
Total regional
42.24
42.38
39.40
39.95
39.74
Total Regin
Centro
Consolidado
60.5 1
59.28
58.1 7
58.67
58.1 8
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Distrito Federal
Total nacional
7970
121
*,
1.32
ciente participacin de los servicios modernos en la economa nacional (lo que explicara
creciente participacin del Distrito Federal), vale la pena esperar a los resultados de
otros periodos, sobre los cuales no tendr tan fuerte influencia la crisis de 1995. Lo
interesante es que la disminucin de la participacin de la regin Centro, y que corresponde a un poco ms que 2 puntos porcentuales es casi igual a la disminucin de la
participacin de la gran regin Centro consolidado, situacin que no se repetir en el
siguiente anlisis.
Analizaremos tambin las tendencias en la elaboracin del producto interno bruto
manufacturero (cuadro 14). Aqu la tendencia hacia la disminucin de la participacin
de la regin Centro tambin se repite muy fuertemente, pero lo que es interesante es que
la disminucin de la participacin de la regin Centro es mucho mayor (casi 11.S puntos
porcentuales) que la de la gran regin Centro consolidado (6.5 puntos porcentuales).
Este ltimo fenmeno puede explicarse debido a la creciente descentralizacin industrial
hacia los estados perifricos de la gran regin Centro consolidado, lo que provoca que su
participacin no diminuya tan fuertemente. En lo que se refiere a las entidades federativas
disminuy la participacin del Distrito Federal, primero creci y despus disminuy la de
los estados de Mxico, Hidalgo y Morelos, mientras que la de Puebla y Tlaxcala creci
en todo el periodo analizado.
7980*
7988*
7993**
7996**
32.20
29.46
23.38
20.89
19.90
Hidalgo
1.50
2.19
1.85
1.85
1.53
Mxico
Morelos
Puebla
17.51
18.07
18.43
17.63
16.54
0.81
1.O5
1.47
1.41
1.31
3.14
3.78
3.08
3.28
Tlaxcala
0.38
0.48
0.76
0.68
4.12
0.72
Total regional
Total Regin
Centro
Consolidado
55.54
55.03
48.97
45.74
44.1 2
69.43
69.47
66.7
64.04
62.93
Total nacional
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Eitados
7970*
Distrito Federal
Fuente: Clculos propios con base en Sistema de cuentas nacionales de Mxico 1993, y 1993-1 996.
Conclusiones
En este trabajo se llev a cabo el anlisis en los tres niveles: la divisin del pas en tres
grandes regiones consolidadas, los procesos internos dentro de la gran regin Centro
consolidado y los procesos internos dentro de la regin Centro. Especialmente interesante nos parece un primer ejercicio para probar qu resultados pueden dar la divisin del
pas en tres grandes regiones consolidadas.
ELMBXICO
CENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
Anexo estadstico
'
Estados
Baja California
Baja California Sur
Coa huila
Chihuahua
Durango
Nuevo Len
Sinaloa
Sonora
Tamaulipas
Total regional
Aguascalientes
Colima
Distrito Federal
Guanajuato
Hidalgo
Jalisco
Mxico
Michoacn
Morelos
Nayarit
Puebla
Quertaro
San Luis Potos
Tlaxcala
Zacatecas
Total regional
Ca mpeche
Chiapas
Guerrero
Oaxaca
Quintana Roo
Tabasco
Veracruz
Yucatn
Total regional
Total nacional
1950
0.88
0.24
2.80
3.28
2.44
2.87
2.47
1.98
2.79
19.74
1970
7980
1990
1995
El. MXICO
1
Estados
1950
1970
1980
1990
1995
l
I
1'
Baja California
Baia California Sur
0.92
0.22
1.72
0.27
1.83
0.32
2.40
0.44
2.51
0.43
Chihuahua
Durango
Nuevo Len
3.1 2
2.34
2.88
3.21
1.73
3.80
3.01
1.62
3.64
3.31
1.50
4.31
3.38
Sonora
Tamaulipas
Total reaional
a
1.98
2.82
19.33
Aguascalientes
Colima
Distrito Federal
~uanaiuato
0.67
0.45
13.27
5.03
2.1 9
2.1 9
2.95
2.83
20.78
20.2 1
Regin Centro consolidado
0.67
0.72
0.53
0.49
17.22
15.01
4.34
4.43
4.20
2.40
2.95
22.62
-- - -
0.90
0.57
12.31
0.91
0.49
10.29
4.42
A A7
2.77
22.03
~alisco
Mxico
Michoacn
Morelos
Nayarit
Puebla
Quertaro
San Luis Potosi
Tlaxcala
Zacatecas
Total regional
6.68
5.21
5.26
1.O9
1.13
6.54
1.O9
3.26
1.O9
2.41
56.45
Campeche
Chiapas
Guerrero
Oaxaca
Quintana Roo
Tabasco
Veracruz
Yucatn
Total regional
Total nacional
0.47
3.45
3.48
5.55
0.10
1.27
7.87
2.02
24.21
100.00
6.93
7.66
4.20
1.32
1.14
5.25
0.99
2.54
6.41
10.92
3.96
1.38
0.95
4.90
1.O2
2.41
0.82
0.79
1.67
1.36
57.59
57.05
Regin Sur consolidado
0.55
0.61
3.1 1
3.33
2.96
3.26
4.02
3.89
0.1 9
0.36
1.52
1.48
7.72
8.14
1.56
1.67
22.74
21 -63
100.00
100.00
6.60
12.25
3.82
1.SO
0.99
4.61
1.24
2.25
0.85
1.27
55.69
6.85
13.24
3.84
1.64
0.97
5.05
1.32
2.30
0.98
1.33
55.89
0.64
3.63
2.65
3.22
0.69
1.69
7.45
1.72
21.68
100.00
0.71
3.59
2.82
3.34
0.83
1.70
7.27
1.82
22.08
100.00
1
1 1
11 1'
1
1
7970*
Baja California
Baja California Sur
Coahuila
Chihuahua
Durango
Nuevo Len
Sinaloa
Sonora
Tamaulipas
Total regional
2.63
0.37
2.79
3.4
1.4
5.88
2 -47
3.17
3.1 8
25.29
Aguascalientes
Colima
Distrito Federal
Guanajuato
Hidalgo
Jalisco
Mxico
Michoacn
Morelos
Nayarit
Puebla
Quertaro
San Lius Potos
Tlaxcala
Zacatecas
Total regional
0.56
0.43
27.56
3.37
1.34
7.13
8.62
2.54
1.O8
0.86
3.24
0.8
1.56
0.4
1.O2
60.51
Campeche
Chiapas
Guerrero
Oaxaca
Quintana Roa
Tabasco
Veracruz
Yucatn
Total regional
Total nacional
0.44
1.61
1.72
1.48
0.18
1.16
6.46
1.13
14.18
100.00
7SW*
7
W
793**
7-
2.76
0.51
3.1 8
3.83
1.45
6.66
2.16
2.8
2.78
26.13
3.1 6
0.54
3.29
4.22
1.34
6.61
2.09
2.77
3.02
27.04
0.93
0.49
22.32
3.35
1.53
6.6
11.26
2.41
1.31
0.65
3.04
1.46
1.91
0.49
0.92
58.67
1.1
0.53
22.76
3.32
1.38
6.4
10.35
2.31
1.32
0.56
3.41
1.64
1.76
0.52
0.82
58.18
1.69
1.72
1.47
1.58
0.76
1.49
5.32
1.18
15.21
100.00
1.31
1.74
1.68
1.6
1.21
1.28
4.7
1.26
14.78
100.00
7993- 7996
Fuente: Clculos propios con base en Sistema de Cuentas Nacionales de Mxico 7993, y 1993-1996,
INEGI.
ELPI.IxIco
CENTRAL.
METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
-Y
Mxico, 1999.
Mxico), Mxico, Plaza y Valds, 1997.
Pick, J. B., y E.W. Butler, The Mexico Handbook. Economic and Demographic Maps
and Statistics, Boulder, San Francisco, Oxford, Westview Press, 1994.
Polse, Mario, Economa urbana y regional. Introduccin a la relacin entre territorio
y desarrollo, Crtago, Costa Rica, LUR,
BUAP,
GIM, 1998.
Sobrino, Jaime, Gobierno y administracin metropolitana y regional, Mxico, MAP,
Posgrado de la Facultad de
Contadura y Administracin, UAQ
Mario Salgado Viveros,
Posgrado de la Facultad
de Ingeniera, UAQ
Introduccin
de 10 que hemos encontrado hasta ahora, tomando en cuenta trabajos anteriores, publicados e inditos,' sobre la organizacin espacial del centro de Mxico.
Con el objeto de identificar las principales trayectorias y mostrar los principales
enlaces urbano-regionales de la zona centro, se explora la continuidad funcional de la
estmctura urbana de la ciudad de Mxico a travs de los movimientos pendulares que se
realizan entre las distintas zonas de la ciudad capital y de los intercambios de mercancas y pasajeros que ocurren entre las ciudades capitales que rodean a la ciudad de
Mxico y sta. Con ello, se espera contribuir al conocimiento de la continuidad e
interaccin caractersticos de los complejos conglomerados espaciales del centro de
Mxico, as como sentar las bases sobre algunas lneas de investigacin futuras.
Para tal propsito, se considera que 10s movimientos de carga extienden los lmites
de los conglomerados urbanos, amalgamndolos en unidades distintas de las delimitadas fsicamente por la densidad de sus habitantes o de las actividades. Estos movirnientos median las relaciones entre distintos lugares; la interaccin econmica o cultural
entre ellos se aprecia tambin a travs de 10s balances de trfico descritos por los flujos
de mercancas transportadas y constituyen un poderoso factor que coadyuva a la organizacin espacial.
Tambin se toma en cuenta que los movimientos radiales y perifricos a la ciudad de
Mxico son parte importante de la funcionalidad global, econmica, social y cultural
del pas en trminos generales y particularmente de los conglomerados de la regin
centro del pas. Asimismo se observa que estos movimientos reflejan y en alguna medida provocan la vulnerabilidad espacial de la regin, sobre todo en el sentido de que
constituyen parte sustantiva de su estructura de circulacin, pero tambin representan
un poderoso potencial desestabilizador.
l
1 Margarita Camarena y Mario Salgado, "Flujos de transporte en el Mxico central", en Jorge Serrano, De frente a
la ciudad de Mkxico, Mxico, Gobierno del estado de Quedtaro Y CRIM-UNAM, volumen n; Margarita Camarena Luhrs,
"Dishibuci6n", ponencia presentada en el simposio '*Las ciudades del futuro, escenarios para el prximo siglow,
organizado por el Instituto de Geografa y el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, de la UNAM, el 6 de
octubre de 1997. Tambin vase Javier Delgado, Patricia Ramirez, Mano Salgado y Margarita Camarena, "Estructura
metropolitana y transporte", en Roberto Eibenzchutz Hartman (coord.), Bases para la planeacin del desarrollo
urbano en la ciudad de M6xico. M6xic0, ~~M-Xochimilco
Y GNPOEditorial ~ o m a 1997,
,
pp. 7-67; Mari0 Salgado
Viveros y Margarita Camarena Luhrs, "Transporte de carga en la zona centro de Mxico. 1991-1994", ponencia
presentada en el "Congreso Internacional Ciudad de Mxico sobre Polfticas y Estudios Metropolitanos", organizado
por el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (COMECSO),
del 10 al 14 de mano de 1996 en la ciudad de Mxico.
Con el predominio econmico del Distrito Federal, la ciudad interior creci en trminos de la atraccin de viajes, aunque este crecimiento an llegaba hasta el estado de
Mxico. El ensanchamiento de la ciudad se dio hacia el norte y con particular fuerza
hacia el oriente, de esta manera coinciden con las ampliaciones de las lneas del Metro
hacia estas direcciones y en estrecha relacin con el crecimiento de la capacidad de las
vialidades prirnaria~.~
Considerando ahora la generacin de viajes, es notable que el crecimiento de las
reas intermedias es causado ms que por la generacin por la atraccin de los viajes
hacia ellas. Esto indica "una mayor especializacin en vivienda que en actividades econmicas [...] coherente con la elevada concentracin de actividades en el centro, y de
hecho contina su tendencia expansivaW8hacia el norte, predominantemente. Con ello
Tambin es notable la ampliacin de las reas de la periferia. Tanto por su generacin como por su atraccin de viajes, esta rea slo conserva a tres de los antiguos
municipios conurbados y, en cambio, adhiere a diez nuevos en todas las direcciones
geogrficas de la ciudad. Esto sugiere la existencia de un gran arco exterior, que podra
dar lugar a un tercer anillo perifrico en el oriente.
Este crecimiento rebasa, sin lugar a dudas, el anterior esquema metropolitano. En
resumen, los comportamientos de la generacin y atraccin de viajes en la ciudad de
Mxico, sugieren que se produjo una continuidad funcional que impone un carcter
ms homogneo a las relaciones de las reas central, intermedia y penfrica,g
Actualmente, la incorporacin de zonas urbanas ms al norte y al oriente de la zona
metropolitana mediante inversiones inmobiliarias Y el rezago en la capacidad de las
redes de infraestructura de transporte, indica un incremento en el nmero de sectores de
interaccin con niveles de accesibilidad similares tanto para otros sectores de la ZMCM,
como para la regin perifrica (por ejemplo, la accesibilidad entre Ixtapaluca-Chalco y
las ciudades de Puebla-Tlaxcala es similar a la existente entre Ixtapaluca-Chalco y la
zona poniente o norte de la ZMCM; algo similar Ocurre para el poniente y Toluca, el norte
y Pachuca y el sur y Cuernavaca). En otras palabras, se observa una interaccin combinada centro-periferia, entre sectores, con centro-periferia.
132
10"Por desgracia para la ciudad [de Mxico], el mejoramiento derivado de una mayor utilizacin del transporte pblico se vio anulado por el predominio de los modos menos eficientes: el Metro disminuy su participacin relativa de 17.8% de los viajes totales en 1983, a 10.6% en 1991, los autobuses urbanos, suburbanos y
los trolebuses, con similares niveles de capacidad y eficiencia, disminuyeron en conjunto de 48.5 a 16.8% en los
mismos aos; en el otro extremo, los taxis colectivos dominaron prcticamente la movilidad de la ciudad al
pasar del 3.5% de los viajes a ms de 50% en 1991. De acuerdo con estimaciones ms recientes sobre el reparto
modal, se seala que el transporte privado recuper parte de su participacin relativa de hace 10 aos al
alcanzar casi el 20% de los viajes hacia 1993". Ibid., pp. 48 y 49; Econo Consultores, "Plan conceptual de
transporte en la zona metropolitana del Valle de Mxico", Mxico (fotocopias), s/f.
11 La exploracin de la medida en que inversiones generadas en la periferia pudieran rescatar la posibilidad de
ampliar sus interacciones con alguna capacidad de autodeterminacin, es indispensable para establecer hasta qub
punto las inversiones del centro en su periferia habrn irremisiblemente de condicionar su desarrollo, provocando
como una consecuencia casi natural la centralizacin y subordinacin creciente de las interacciones que los conglomerados de la periferia guardan respecto de la capital central.
'ZIMT, Manual estadstico, Sanfandila. Quertaro, 1994, p. 96.
ELMXICOCENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
que reciben.13 La ciudad de Mxico genera, en un balance global, aproximadamente
12% menos de lo que recibe. Los intercambios con el resto del pas oscilan entre los
extremos mencionados y el promedio que registra la capital.
Lo anterior pone de relieve tres caractersticas de la interaccin de la zona centro: 1)
el gran potencial econmico y espacial de una gran cantidad de lugares en tomo de las
rutas que le sirven tanto como canales de distribucin de su produccin como de vas de
acopio de sus medios de subsistencia,es decir, la capacidad articuladora de las circulaciones existente en la zona; 2) la capacidad centralizadora de los flujos de carga de la ciudad
de Mxico que se pone de manifiesto en los desbalances de trfico a su favor, y 3) la
infraestructura urbano-econmica en general y particularmente la del transporte terrestre, cumple una funcin decisiva en la definicin de las posibilidades y lmites de la
interaccin espacial. En esta interaccin los intercambios desempean un papel esencial.
Esta interaccin limitada y subordinada, tanto por los mayores volmenes de carga
movilizada como por la capacidad ordenadora de los flujos que ejerce la ciudad de
Mxico en la zona centro, muestra el predominio de ciertas direcciones de la expansin
econmica y territorial de la zona. Las direcciones ms dinmicas de los flujos son las
siguientes: hacia el poniente, va el estado de Mxico, y hacia el oriente por medio de
las redes tradicionales de integracin del pas, hacia el extranjero por el norte y el este
en las vas de Puebla e Hidalgo, frente a la que Quertaro cobra un menor peso en
volmenes pero conservan su fuerza estructuradora del trfico, ya que rene un mayor
nmero de puntos generados y de mayor lejana que sirven quiz6 desde principios de los
aos noventa como contrapeso del sistema territorial de la zona centro -junto con las
nuevas vas ya terminadas o an en proceso que surgen desde el estado de Mxico,
hacia el oriente y al norponiente.
"Mari0 Salgado y Margarita Camarena. "Transporte de carga en la zona centro de Mxico, 1991-1994",
op. cit., pp. 8 y 9. "El hecho de que los flujos que salen de la ciudad de Mkxico sean 43% superiores en su relacin
toneladas por vehculq significa probablemente que estos flujos se forman con productos de mayor peso y quiz
mayor grado de elaboracin." "Esta divisi6n caracterstica de 10s f l ~ j o que
s se originan especialmente en la
ciudad de Mxico se resumen en las 12.87 toneladas por vehculo en promedio de los vehculos que salen de la
ciudad y las 7.28 toneladas por vehculo que tambin en promedio corresponden a cada uno de los vehculos que
ingresan a ella", p. 10. "Si se toma en cuenta el nmero de lugares generadores y receptores registrados en cada
estacin pueden notarse caractersticas interesantes de cada una de las direcciones del trfico representadas.
Quertaro agrupa 174 lugares generadores de carga y 126 receptores; Puebla 105 generadores y 93 receptores.
Por su parte el estado de MCxico concentra a 69 lugares generadores y 67 receptores, mientras que en el estado
de Hidalgo se suman 68 puntos generadores contra 61 receptores. [...] En los extremos lo observado para
Quertaro y el estado de Mxico, para los que el doble de las toneladas de carga se generan en casi tres veces ms
lugares, indican que la dispersin o la concentracin de sitios generadores no necesariamente implica una
disminucin en las masas de valor desplazadas. Se registran en el primer caso 1 117.8 toneladas por punto
generador en promedio y de 1 416.4 toneladas en el segundo. [...] Esta cantidad de lugares asociados con el
trnsito por el lugar de aforo en las entidades federativas, slo se duplica entre los extremos contemplados en
el destino de la carga, aunque en lo que se refiere al volumen de la carga se observe un mayor aumento ya que
vara 4 veces. Como destino, Quertaro recibe en promedio para cada uno de sus 126 destinos, 1 386.7
toneladas, Puebla 740.6 toneladas, el estado de Mxico 1 530.1 toneladas, y el estado de Hidalgo, 716.8
toneladas", ibid., p. 11.
Otra estimacin del comportamiento de los flujos de transporte de carga entre las
zonas metropolitanas y ciudades de la regin centro del pas la realizamos con base en
el modelo de demanda agregada propuesto por Manheirn (1979). En l se considera que el
volumen de la carga desplazada es una funcin de las caractersticas socioeconmicas y
de la operacin de las redes de transporte,
dicho modelo implica que las toneladas diarias por kilmetro que se trasladan de una zona a
otra (TDPiJ son directamente proporcionales a las poblaciones totales de cada zona e
inversamente proporcionales al ndice de desarrollo y a la distancia entre ellas. La expresin
propuesta se basa en uno de los postulados clsicos de la teora del lugar central, a saber, que
la variable ms significativaen las TDP entre dos puntos es la distancia: cualquier decremento
en la distancia incrementar el inter~ambio.'~
Aunque la distancia entre los nodos se midi a partir de sus centroides geogrficos,
y se requiere una definicin ms representativa y completa de la concentracin relativa
de la poblacin y las actividades econmicas, sta fue la medida disponible y se consider aceptable.
Se consider que la distancia entre las distintas zonas del centro es el primer indicador de su cohesin interna o accesibilidad, de tal manera que
las zonas con menores distancias entre s tendrn una mayor accesibilidad dentro del conjunto regional. As, aun cuando la distancia promedio [...) (en la superficie que ocupa el centro
del pas sea) de 108 kilmetros, el grado de cohesin vara de acuerdo con la ubicacin de
cada zona. La de mayor accesibilidad es la ciudad de Mxico pues gracias a su centralidad
geogrfica, la distancia media entre ella y cualquier otra zona metropolitana o ncleo es de
80 kilmetros, condicin que difcilmente comparten las otras ciudades. Sin embargo, los
ncleos urbanos del Valle de Mxico, junto con el de Tepeapulco comparten casi el mismo
grado de accesibilidad que la ciudad de Mxico. En un nivel intermedio; paradjicamente
pues se trata de los menos desarroiiados, se encuentran la incipiente aglomeracin de Pachuca
y el triple ncleo de Tula, lo que indica su alto potencial pues gozan de una ubicacin estratgica dentro de la regin; mientras que las zonas con el valor ms bajo de accesibilidad son
Atlacomulco, Puebla, Cuernavaca y Apizaco, ya que sus distancias promedio al resto de la
14"La relacin se expresa asi:
TDPij =
Ello indica que las TDP tienen una elasticidad negativa respecto a la distancia, y moja un valor de :EDI,(~~~)O-1.2113,
lo que significa que si la distancia entre dos puntos disminuye un 1 por ciento, las TDP se incrementan en 1.2 por
ciento", Javier Delgado, Patricia Ramirez, Mario Salgado y Margarita Camarena, op. cit., p. 50.
regin son mayores de 120 kilmetros. La mayor distancia o visto de otra forma la menor
accesibilidad es la existente entre Atlacomulco y Puebla, de 242 kilmetro^.'^
1 ) La ciudad de Mxico genera 35.53% de los flujos de carga, seguida por las reas
metropolitanas de Cuernavaca y Toluca, y a continuacin por Puebla. Estas cuatro zonas originan ms de 77.46%. De ah que la ciudad de Mxico sea el principal origen y adopte un carcter dominante en la redistribucin de la carga.
2) La ciudad de Mxico es el principal destino de los intercambios que ocurren en la
regin centro del pas; absorbe 60.81% de los flujos generados. Le siguen las
zonas metropolitanas de Toluca, Puebla y Cuernavaca, que representan el destino
de ms de 90% de las toneladas intercambiadas en la regin.
3) Destaca el desequilibrio entre orgenes y destinos entre las zonas metropolitanas
que rodean a la ciudad de Mxico, de 77% contra 90%. Segn los movimientos
de carga entre pares origen-destino, los principales son los que ocurren entre la
ciudad de Mxico y las tres principales zonas metropolitanas.
4) A los cuatro ncleos mencionados le siguen en importancia Pachuca, y despus
destacan los ncleos urbanos de Tepeapulco y el del Valle de Mxico norte.
En lo que se refiere a los efectos territoriales de la mejora y ampliacin de la infraestructura carretera, "los ms significativos provienen de aquellos que involucran alguna
trayectoria de largo recorrido en su cruce con las reas de influencia metropolitana, de
cualquier lugar, debido a que ponen en contacto, literalmente, dimensiones y procesos
macroecon6micos con los locales, lo que potencia la sola influencia metro y megalop~litana".~~
En total, las 24 obras de infraestructura carretera proyectadas en 1994 a
corto y mediano plazo representan la construccin de ms de 1000 kilmetros, la mayor
parte de los cuales se localiza en el estado de Mxico.18
151bid., pp. 50 y 51.
161bid., p. 51.
'7 Margarita Camarena, Javier Delgado y Mario Salgado, "Modernizacin del transporte y estructuracin del temtono", en Geografia y desarrollo, Revista del Colegio Mexicano de Geografa, AC., Mxico, 1995.
l 8 Javier Delgado, Patricia Ramirez, Mario Salgado y Margarita Camarena, op. cit., p. 52. "Entre estas obras destaca el Libramiento Norte de la ciudad de Mxico, de 135 kilmetros de longitud, que unir a Huehuetoca con San
Martn Texmelucan, pero que forma parte de una de las dos trayectorias de largo recomdo ms importantes del pas,
que une el Sureste con el Pacfico. En su parte media esta carretera se incorpora con la carretera a Tuxpan lo que
refuena su carcter de enlace interregional. Por su longitud, destaca tambin el enlace entre Toluca y Alpuyeca,
que junto con las que unen a Alpuyeca con Tetela del Volcn y al este con Atlixco formarn un gran arco sur de la
TRAYECTORIAS
DE LARGO RECORRIDO Y ENLACES URBANO-REGIONALES EN LA ZONA CENTRO DE MMCO
Esto est provocando una reestructuracin del territorio de la regin centro que seguramente afectar el patr6n de intensidad y uso del suelo en los niveles megalopolitano como se ha visto en este trabajo- y nacional, ya que los cambios en los enlaces de largo
recorrido no se han hecho esperar, como se ve claramente en los movimientos hacia el
norte y los que originados en el sureste, "cruzan la regin hacia el Bajo y tienen como
punto terminal la gran regin del Pacfico con centro en Guadalajara".lg La mejora en la
accesibilidad de la regin centro pasar de 108 a 98 kilmetros de reconido promedio,
con esta reduccin de 9.2% se provocar un incremento potencial de 11%en los volmenes de carga transp~rtada.~~
En lo que se refiere a la conformacin del circuito exterior regional, ste queda
conformado por el Libramiento Norte del Valle de Mxico, que parte de la autopista de
Mxico a Quertaro a la altura de Huehuetoca y llega a San Martn Texmelucan, en la
regin metropolitana de Puebla, contina desde esa zona de alto dinamismo a travs de
la ruta Atlixco-Tetela del Volcn-Alpuyeca-Toluca. Este circuito aprovecha la carretera
existente de Toluca a Atlacomulco y se complementa con las nuevas carreteras de
Atlacomulco a Jilotepec y autopista a Quertaro y la que va desde esta carretera hasta
grandes magnitudes, afectan a toda la corona regional de la ciudad de Mxico. Es probable que la repeticin del patrn de integracin radial concentrador siga conservando
sus beneficios desigualmente: acentuando la centralidad de la capital y condicionando cada vez ms las posibilidades de intercambios directos entre los conglomerados
urbanos del centro del pas.
Por otra parte, una rpida mencin acerca de las tendencias que irn marcando el
rumbo del cambio en la organizacin espacial de la zona centro, pueden hacerse al
tomar en cuenta las siguientes proyecciones del crecimiento poblacional en los conglomerados urbanos de la zona centro.
que se une a la va de acceso a Jilotepec y de ah a Atlacomulco, pues permite la inccfrporacin del transito
proveniente del estado de Hidalgo con la va corta a Guadalajara. Esta ltima se concluye con el tramo de Atizapan
a Atlacomulco", ibid.. p. 53.
20"Sin duda, el mayor incremento en la accesibilidad se presentar en el ncleo sureste del Valle de Mxico,
seguido de Atlacomulco, paso obligado de la carretera via corta de Mxico a Guadalajara. Sin embargo, los ncleos
ubicados al norte de la aglomeracin de la ciudad de Mxico tendrn un incremento muy importante en su accesibilidad. Debido a la articulacin de las nuevas carreteras con dos brazos regionales muy importantes de la ciudad, los
nuevos nodos resultantes que se distribuyen a lo largo del Libramiento Norte formarn un impulso definitivo a la urbanizacin que es necesario prever en esquemas precisos de planificacin. El incuestionable papel como expansor
urbano que tiene la obra carretera hace temer una inminente configuracin futura de la ciudad sobre un extenso
territorio". ibid., pp. 53 y 55. Por su parte el patrn de flujos de carga en la zona metropolitana de la ciudad de
Mxico, no permite prever grandes variaciones en el corto plazo; de acuerdo con el modelo utilizado es probable un
ligero fortalecimiento de los intercambios perifncos a mediano plazo.
ELW ~ CCENTRAL.
O
METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
Distrito Federal
Ciudad de Mxico
Poblacin al 2010
;Tasa de crecimiento,
1995-20 10
Kilmetros de
carreteras, 1996
20 462 242
1.31
262.72
2 771 425
1.51
3 182.52
1 263 651
1.68
4 933.39
958 231
2.31
1 292.72
782 370
2.31
1 496.77
2 502.02
26 277 919
13 660.14
Puebla
ZM Puebla
Mxico
ZM Toluca
Quertaro
ZM Queretar0
Morelos
ZM Cuernavaca
Hidalgo
Total
Fuente: Elaboracin propia con base en Virgilio Parada Busch. "Proyeccin de poblaciones urbanas a
nivel nacional", ponencia presentada en el simposio "Las ciudades del futuro. Escenarios para el prximo
siglo". Mesa 11, "Escenarios econmico-urbanos", organizado Por el Grupo de Estudios Urbanos del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad Y el Instituto de Geografia de la UNAM, Mxico, 6 de
octubre de 1997.
intercambios de flujos de carga hacia esta direccin. Hacia el Golfo de Mxico por la
va norte, 40% existente en el desbalance de flujos podra modificarse quiz por la integracin tansversal Pacfico-Golfo de Mxico; atenundose, hacia el norte-noreste, va
Querktaro, parecera conservarse la tendencia a concentrar los flujos de carga de mayor
TRAYECTORIAS
DE LARGO RECORRIDO Y ENLACES URBANO-REGIONALES EN LA ZONA CENTRO DE MXICO
Continuidad e interaccin
Con lo estudiado confirmamos que el desarrollo regional est en funcin de la inversin
en infraestructura. Para la ciudad de Mxico, vista como ciudad regin megalopolitana,
la infraestructura vial en los conglomerados urbanos y en las carreteras del segundo y
tercer libramientos - d e Pachuca a Toluca, de Toluca a Cuemavaca, de Cuemavaca a
Puebla y de Puebla a Tlaxcala y Pachuca- dan gran fuerza a la expansin que est
ocurriendo hacia el oriente de la zona centro.
La necesidad de regionalizar el rea centro del pas es urgente e ineludible. Representa una de las tareas ms importantes en el siglo xx. No slo por el peso que ha
adquirido la zona en el conjunto de las regiones del pas, sino en el balance total del
norte del Continente, si se toma en cuenta el contexto mayor dependiente de la apertura
comercial de Mxico y de su nueva presencia en el contexto de la mundializacin.
El comportamiento de la regin urbana o megalopolitana en el futuro inmediato no
puede anticiparse constructivamente. Hoy, esta regin urbana todava se encuentra fragmentada, en gran medida porque la infraestructura urbana est pendiente de ser construida. De ah que emerja un obligado planteamiento de innovacin para el siglo XXI que
rompa con las ideas dominantes del ordenamiento espacial-administrativo, y considere la
interaccin muy amplia que se estructura entre todas las grandes regiones del pas.
En este sentido, promover la constmccin del aeropuerto de Tizayuca es ejemplo del
carcter detonador que tendra el transporte en las economas regionales, especialmente
en el caso de esta infraestructura para el transporte internacional. Se aprecia el fuerte
impacto estructurador, decisivo para el desarrollo, que tendra para un mejor aprovechamiento de los recursos del estado de Hidalgo, que de otra manera se vera relegado
una vez ms al atraso. Como este ejemplo existen otros de infraestructura que estn
pendientes, e involucran enormes sumas de inversin e inters, y que se estn concretando actualmente.
La revaloracin de lo "urbano disperso", para no hablar de lo rural, resulta obligada
en funcin del peso de las nuevas tecnologas, de la informtica, telecomunicacin y,
sobre todo, de las obras de infraestructura. La tendencia al abaratamiento relativo de
estos medios, por las economas de escala y la multiplicidad de productos y servicios
ofrecidos, han hecho que los enormes costos que representan tiendan a reducirse de
manera muy importante.
En la perspectiva integral de la planeacin de la zona centro, la interaccin
microrregional se est intensificando aceleradamente, pero no ocurre de manera independiente. Las inversiones siguen siendo del centro o como si fueran del centro hacia su
periferia, impidiendo una interaccin directa de estos conglomerados perifricos con
las entidades que estaran definidas en sus propias reas de influencia.
139
Bibliografa
Camarena, Margarita, "Distribucin", ponencia presentada en el simposio "Las ciudades del futuro, escenarios para el prximo siglo", Instituto de Geografaprograma Universitario de Estudios sobre la Ciudad, UNAM,
6 de octubre, 1997.
-y Mano Salgado, "Flujos de transporte en el Mxico central", en Jorge Serrano,
De frente a la ciudad de Mxico, Mxico, Gobierno del estado de Quertarol
volumen n, 1996.
CRIM-UNAM,
-,
Javier Delgado y Mario Salgado. "Modernizacin del transporte y estmcturacin
del territorio". Geografa y desarrollo, Colegio Mexicano de Geografa, A.C.,
Mxico, 1995.
DDF,"Esquema de uso de suelo", Programa Maestro del Metro, Departamento del Distrito Federal, Mxico, 1985.
Delgado, Javier, Patricia Ramrez, Mari0 Salgado y Margarita Camarena, "Estructura
metropolitana y transporte", en Roberto Eibenzchutz Hartman (coord.), Bases
para laplaneacibn del desarrollo urbano en aciudad de Mxico, Mxico, U A M - ~ /
Miguel h g e l Porra, 1997.
Econo Consultores (slf), Plan conceptual de t~ansporteen la zona metropolitana del
Valle de Mxico, Mxico (fotocopias).
IMT, Manual estadstico, Sanfandila, Quertaro, 1994.
Salgado Viveros, Mario, y Margarita Carnarena Luhrs, "Transporte de carga en la zona
centro de Mexico. 1991 1994", ponencia presentada en el "Congreso internacional
ciudad de Mkxico sobre polticas y estudios metropolitanos", Mxico. Comecso,
Introduccin
ELM~MCO
CENTRAL. ~ ~ T ~ P O YL DESARROLLO
I S
REGIONAL
mbitos centrales y perifricos de la regin durante la fase de auge 1970-1980. Siguiendo los mismos criterios, en la segunda parte se explora la fase de crisis 1980-1988 y el
proceso de franca desindustrializacin al que dio lugar. La tercera parte se centra en la
fase de reactivacin 1988-1993, que examina en trminos generales el papel del capital
extranjero en el proceso de transformacin industrial y regional. En la cuarta parte se
presenta una breve caracterizacin de las alteraciones productivas derivadas del retorno
de la crisis entre 1993 y 1996. Finalmente, se plantean algunas ideas que permiten recuperar la visin global y el significado del ciclo de reestructuracin industrial y territorial
de la regin Centro.
ES importante destacar que la periodizacin utilizada en el trabajo se ajusta a las
fechas de levantamiento de los censos econmicos, que son el insumo bsico para el
clculo del PIB por entidad federativa que realiza el Instituto Nacional de Estadstica,
Geografa e Informtica (INEGI). Tales fechas no delimitan exactamente el inicio y el final
de las fases de auge, crisis, reactivacin y recesin del ciclo de la industria mexicana,
pero desde una perspectiva histrica pueden considerarse representativas de ellas. Asimismo, debe mencionarse que en la fecha en que se termin el trabajo la informacin
disponible ms reciente del PIB estatal corresponda al ao 1996.
Despus de la Revolucin social que vivi Mxico en la segunda dcada del presente
siglo y de la gran depresin de finales de los aos veinte e inicios de los treinta, el proceso
de industrializacin tuvo una expansin sostenida con la estrategia sustitutiva de importaciones, pues el PIBmanufacturero nacional registr una tasa de crecimiento medio anual
de 5.0% entre 1930 y 1940, de 7.1% entre 1940 y 1950, de 7.3% entre 1950 y 1960 y de
7.8% entre 1960 y 1970. La expansin de la industria a 10 largo de estas cuatro dcadas
se revirti en los aos setenta, ya que el PIB disminuy su tasa de crecimiento a 6.3%,
marcando as un punto de inflexin en el ciclo de largo plazo de la industria manufacturera que diversos autores interpretaron como el agotamiento del modelo industrial. El
tiempo ha mostrado, no obstante, que la desaceleracin industrial de 10s setenta fue
insignificante en comparacin con la de los aos ochenta y noventa, por 10 que esa
d6cada puede considerarse representativa de la fase de expansin industrial que experiment el pas despus de la Revolucin, aunque tambin puede interpretase como un
periodo terminal de esa expansin a lo largo del cual se fraguaron "los prolegmenos de
la crisis de los aos ochenta" (cf Rueda, 1998, pp. 49-82) (grficas 1 y 2).
este
contexto, los mbitos centrales y perifricos de la regin Centro enfrentaron cambios
productivos, laborales y territoriales configurados por sus procesos de industrializacin.
142
Y DESARROLLO REGIONAL
1 LO que en adelante se denomina aglomeracin O ncleo urbano-industrial primario est conformado por el
Distrito Federal y el estado de Mxico. La agrupacin de estos dos estados en una sola unidad territorial se
justifica por la creciente expansin fisica de la Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico hacia numerosos
municipios del estado de Mxico, pero tambin por la virtual conformacin de una regin megalopolitana al
encontrarse actualmente unidas las zonas metropolitanas de las ciudades de Mxico y Toluca (mapa 1).
2Todas las cifras que se citan a lo largo del documento e s t h basadas en los cuadros que aparecen al final.
3 La tbcnica de cambio y participacin desagrega el incremento absoluto del PIB manufacturero, denominado
cambio total, en tres componentes. El componente nacional mide el cambio que hubiera tenido lugar si el
sector "i" regional hubiera tenido el mismo crecimiento que la industria manufacturera nacional. El componente sectorial compara la tasa de crecimiento nacional de la industrial ''?' con la tasa de crecimiento de la industria
nacional, por lo que indica las (des)ventajas que tiene el Brea de estudio en relacin con el crecimiento nacional
de esa industria. Finalmente, el componente regional compara la tasa de crecimiento de la industria "i" a nivel
regional con su tasa a nivel nacional, lo cual viene a ser un indicador de la posicin competitiva de las industrias
locales (cuadro 2).
Las industrias de bienes de consumo inmediato (o si se prefiere de bienes no durables) comprenden los
subsectores manufactureros 31) alimentos, bebidas y tabaco; 32) textiles, vestido y cuero, y 39) otras industrias
manufactureras. Las industrias de bienes intermedios incluyen los subsectores 33) madera y sus productos, 34)
papel, imprentas y editoriales, 35) qumicos y derivados del petrleo, 36) mineria no metlica, y 37) industrias
metlicas bsicas. Finalmente. las industrias de bienes durables y de capital esten representadas en el subsector
38) productos mettlicos, maquinaria y equipo.
144
09 DistritoFederal
13 Hidalgo
15 Mxico
17 Morelos
21 Puebla
22 Quertaro
29Tlaxcala
rero del ncleo entre 1970 y 1980. Adems, a diferencia de lo que se observa en la
produccin de bienes de consumo inmediato, su componente sectorial fue positivo debido al mayor dinamismo que tuvieron en el mbito nacional en comparacin con el conjunto
de la industna manufacturera.Asimismo, el componente regional positivo del estado de
Mxico y negativo del Distrito Federal evidencia una ventaja del primero sobre el segundo en la produccin de bienes intermedios, aunque para el ncleo en conjunto la situacin
fue de desventaja en relacin con el crecimiento nacional de estas industrias.
A su vez, las industrias de bienes durables y de capital contribuyeron con 67.2 millones de pesos (32%) al incremento total del PIB manufacturero del ncleo. De tal cantidad, 75.6% se explica por el dinamismo de la economiamexicana (componentenacional),
39% por el crecimiento nacional de las industrias de bienes durables y de capital (componente sectorial), y -14.6% por su crecimiento local (componente regional). A diferencia de la produccin de bienes intermedios, el estado de Mxico tuvo un componente
regional negativo en estas industrias, que se sum al del Distrito Federal.
El panorama anterior ilustra la prdida de competitividad que empezaron a mostrar
las reas industriales del Distrito Federal y del estado de Mxico durante la dcada de
los aos setenta, aunque tambin muestra el carcter diferencial de la desaceleracin
industrial dentro del ncleo, pues el PIB manufacturero del Distrito Federal tuvo una
tasa de crecimiento de 5.3%, en tanto que el del estado de Mxico fue de 7.1 por
ciento.
Los cambios en el crecimiento y en la competitividad del ncleo en la industria se
encuentran relacionados con las asimetras tonale al es y sectoriales de la productividad
del trabajo.' En el primer sentido se aprecia que aun cuando el ncleo urbano-industrial
registr una tasa de crecimiento del PIBmanufacturero menor a la tasa nacional y regional, la productividad del trabajo fue ligeramente superior a la tasa nacional (3.4 3.3%)
e igual a la regional. Dentro del ncleo, el crecimiento de la productividad fue mayor en
el Distito Federal (3.6%) que en el estado de Mxico (2.9%), situacin que en trminos
generales respondi al crecimiento mas rapido del empleo en este ltimo estado, como
veremos ms adelante. Asimismo, se advierte que las asimetras en el crecimiento de la
productividad del trabajo por industrias contribuyeron a configurar los cambios en la
estructura industrial de la aglomeracin, pues entre 1970 y 1980 las de bienes de consumo intermedio tuvieron una tasa de 5.8%, las de bienes durables y de capital de 3%; y las
de bienes de consumo inmediato de 1.7% (cuadro 3).
La desaceleracin industrial de la aglomeracin urbana durante los aos setenta se
expres con mayor agudeza en el terreno laboral, pues el crecimiento del empleo fue
La productividad media anual del trabajo en la industria manufacturera resulta de dividir el pie manufacturero a precios constantes de 1980 entre el personal ocupado promedio anual en la industna manufacturera.
Cuadro 3. Regin Centro: Crecimiento de la productividad del trabajo en la industria manufacturera y diferencial
respecto al promedio nacional, segn entidad federativa y grupo industrial, 1970-1993
WWadmediadnmI
de/baba/iol
(Enpesosaprecios de 1980)
1970
Nacional
Bienesde consumo inmediato
Bienesde consumo intermedio
Bienesde consumo durabley de capital
Centro
Bienesde consumo inmediato
Bienesde consumo intermedio
Bienesde consumo durabley de capital
Ncleo urbano-industrial primario
Bienesde consumo inmediato
Bienesde consumo intermedio
Bienesde consumo durabley de capital
Distrito Federal
Bienesde consumo inmediato
Bienesde consumo intermedio
Bienesde consumo durabley de capital
Estado de Mxico
Bienesde consumo inmediato
Bienes de consumo intermedio
Bienesde consumodurable y de capital
Periferia regional
Bienesde consumo inmediato
Bienesde consumo intermedio
Bienesde consumo durable y decapital
14413
19B
1B3
Bsas de mmiento
MoanwP
1970-1480
1W1488
Dife~nualre~pecto
alpromedionacionaP
15W-1993 1970
14413
15W
19.93
...continuaciin
Cuadro 4.
Peisonalocupadotot.4
pdanual
~~/
ppoiimW&I
1mO
199l
-1
1593
Querbtam
Bienerdeconsumo
13584
39802
48880
608)
14083
870
mmebiato
Bienesde comumo
mtamedio
Bieiesdeconaimo
durableydecapital
Tlaxcala
Bienesdeconsumo
imrie&ato
Bienesdeconsumo
intemdio
Bimesdeamsumo
durableydecapital
bsa de cmimiento
Tasade cminiento
incmentoneto
meduanwi
I S I B
Distnbuudnpor
entidadfederariva
1970
1
m
4.4
0.8
19
19
19
13
5.7
0.8
1.7
1.6
1.6
211
5s
47
0.2
12
15
1.6
3309
10.2
19
3.1
20
28
27
25
4773
8328
82
27
59
a6
09
10
10
5404
3421
3 694
b3
32
4.4
09
1.4
15
15
8514
3 828
-123
3497
146
43
112
0.2
0.7
Q6
09
5980
1884
1475
1137
85
46
43
OA
05
Q6
Q6
1970-1480
1S1988
19881993
1970-180
60518
26218
9078
11638
113
26
15638
20670
8015
1 555
5032
88
8179
12883
16180
7309
4704
3297
6646
17540
20359
23668
10894
2819
9269
20385
25158
33486
11116
6473
11877
15298
18992
1312
5 140
5017
1484
3368
4-
19881993
-1
1593
'En 1970induyeal personalocupadoen todas lasactividades manufacturerasdel sector Wblico. Adems, convienemencionaraueen 1980lostotales estatalesv nacionalse
o b h ~ e r o de
n la a&gacin por r a n k manufactureras, por lo que estas cifras puedendiferir ligeramentedelostotales agregacbs&r municipios o entidadesfedeiativas. bles
diferencias son producto de los aiterios de confidencialidadque se aplicaronen el censo de 1980.
Fuente:Clculos propios con datos de Secretara de Industriay Comercio (1973 y 1974); eiNEGi (1988,1992b y 1996b).
11
entre 10s estados perifricos, pues Tlaxcala present una tasa de 0.8% y Queretar0 de
-0.1 %, en tanto que Morelos e Hidalgo se ubicaron por arriba del promedio de la propia
periferia con 7.5 y 6.6%, y Puebla en un nivel muy cercano, con 4.1 %; y segundo, que la
productividad de la periferia en la industria manufacturera fue inferior a la del pas y el
ncleo (cuadro 3).
Por industrias, la productividad present un crecimiento ms homogneo en la periferia que en el ncleo, pues la de bienes de consumo inmediato report una tasa de 4.1 %,
la de bienes intermedios de 3.8%, y la de bienes durables y de capital de 4.0 por ciento.
En el plano laboral el avance de la industrializacin en los mbitos perifncos de la
regin Centro implic un importante crecimiento del empleo, pues el personal ocupado
promedio anual en la industria manufacturera de la periferia report una tasa media
anual de 5.0%, que en trminos absolutos signific la creacin de 80 7 18 empleos entre
1970y 1980. Estas cifras resultan significativas si recordamos que la tasa de crecimiento del ncleo fue de 2.5%, y que en el Distrito Federal se crearon 90 348 empleos en el
mismo periodo.
De los estados perif6ricos Puebla fue el que registr ms empleos creados con 28 130
y una tasa de crecimiento de 4.0%; le sigui Quertaro con 26 218 y una tasa de 11.3%;
luego Hidalgo con 12 358 empleos y un crecimiento de 3.6%; a continuacin Tlaxcala
con 11 116 nuevos empleos y una tasa de 8.2%; y al fmal Morelos con la creacin de 2 896
empleos y un crecimiento de 1.5%. Estas cifras ayudan a entender la baja productividad
laboral de Quertaro y Tlaxcala, y la alta productividad de Morelos.
Por grupos industriales, el personal ocupado report su crecimiento mximo en bienes durables y de capital con 8.4%, que en nmeros absolutos represent 38 464 empleos, de los cuales 84.4% se crearon en Puebla, Quertaro e Hidalgo. Le siguieron las
industrias de bienes de consumo intermedio con una tasa de 7.6% y la generacin de
25 107 puestos de trabajo, adjudicndose 83.5% Puebla, Quertaro y Morelos. Y el
crecimiento ms bajo lo tuvieron las industrias de bienes de consumo inmediato con
2.1 %, cifra que se tradujo en 17 147 empleos, de los cuales Quertaro y Tlaxcala aportaron 78.3% (cuadro 4).
Por ltimo, en relacin con los impactos territoriales que configur el proceso de
industrializacin en la periferia durante los aos setenta, es importante mencionar que
en este mbito se advierte la situacin inversa a la observada en el ncleo, pues su
participacin en el PJE manufacturero nacional ascendi de 6.9% en 1970 a 9.2% en
1980, y en el empleo de 7.9 a 9.8%. Esto tambin se aprecia por industias ya que la
periferia elev su participacin de 7.8 a 9.3% en el PIBnacional de bienes de consumo
inmediato; de 4.1 a 6.0% en el de bienes intermedios, y de 10.0 a 14.6% en el de bienes
durables y de capital. Tales cifras indican un proceso de expansin policntrica de la
industria hacia la periferia, que compens la desaceleracin y la menor participacin
159
ELM ~ I CCENTRAL.
O
METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
con la del decenio anterior (6.0%). La desindustializacin del ncleo se fragu principalmente en el Disnito Federal como lo indica la tasa negativa de su produccin industrial (2.5%), mientras que en el estado de Mxico tuvo un crecimiento de 0.6% (cuadro 1).
Pero vemos la anatoma de la desindustrializacin por industrias y sus efectos en la
posicin competitiva del ncleo.
La crisis alcanz su mxima expresin en las industrias de bienes durables y de
capital, ya que entre 1980y 1988,suPIB decreci en 36.5 millones de pesos, que a su vez
represent 81.6% del decremento total de la produccin manufacturera del ncleo. Estas industrias presentaron desventajas derivadas del menor dinamismo que tuvieron respecto a la industria manufacturera nacional, como lo indica el valor de su componente
sectorial, pero adems las condiciones locales fueron ms adversas que en el pas, como
lo muestra el componente regional? Las desventajas sectoriales y regionales ocasionaron la desindustrializacin del Distrito Federal y del estado de Mxico, aunque fueron
ms drsticas en la primera entidad (cuadro 2).
La crisis de los aos ochenta tambin afect a las industrias de bienes de consumo
inmediato, al tener un cambio negativo en su PIB de 6.6 millones de pesos, equivalente a
reportaron un componente sectorial y regional negativo en el Distito Federal generando el
retroceso de su produccin. En cambio, las ventajas locales del estado de Mxico contrarrestaron las desventajas sectoriales, lo cual hizo posible el crecimiento del producto.
Las industrias menos afectadas por la crisis fueron las de bienes de consumo intermedio, con un decremento del PIB de 1.6 millones de pesos; esto es, 3.6% del decremento
de la produccin manufacturera total del ncleo. Este grupo industrial fue el nico cuyo
crecimiento nacional fue mayor al de la industria manufacturera, por lo que el ncleo
tuvo un componente sectorial positivo. En el caso del estado de Mdxico las ventajas
sectoriales anularon las desventajas locales, esto permiti el crecimiento del PB; sin
embargo, en el Distrito Federal esto no fue posible por lo que la produccin de estas
industrias decreci.
Del estudio realizado por Ortiz (1994, pp. 142-146) para la economa mexicana puede
concluirse que el descenso de la productividad del trabajo fue uno de los pfincipales
factores determinantesde la crisis de los aiios ochenta. Este fenmenopuede constatarse
claramente en el ncleo y permite aportar ms elementos para entender y explicar su
proceso de desindustrializacindurante la crisis, ya que entre 1980 y 1988 la productividad del trabajo en la industria manufacturera tuvo una tasa de decrecimiento de -0.2%; sin
embargo, esta tasa fue inferior a la tasa de la regin Centro (-0.4) y del pas (-1.7).
Si consideramos que enbe 1980 y 1988 la produccin de bienes durables y de capital tuvo un decremento
en su PIB nacional, en este caso particular el signo negativo del componente regional no indica una "desventajaw
competitiva, sino el mayor grado de desindustrializacin de estas industrias en el ncleo que en el mbito
'1
Dentro del ncleo la productividad decreci por igual en el Distrito Federal que en el
estado de Mxico (-0.3), disipndose la ventaja que tena el primero sobre el segundo en
el decenio anterior (cuadro 3).
Por industrias, la productividad del trabajo retrocedi de forma ms drstica en las de
bienes durables y de capital al registrar un decrecimiento de -0.8%; luego en las de
bienes de consumo intermedio con -OS%, y las industrias menos afectadas por la crisis
fueron las de bienes de consumo inmediato con una tasa de -0.1 por ciento.
En el plano laboral tambin se puede apreciar palmariamente la crisis y el proceso de
desindustrializacin del ncleo. As, entre 1980y 1988el personal ocupado en la industria manufacturera registr una tasa de decrecimiento de - 1.O%, inferior a la tasa nacional
(2.6%),* y que en nmeros absolutos signific la eliminacin de 72 975 empleos. Los
recortes principalmente afectaron a las industrias del Distrito Federal, que presentaron
una tasa de -2.2% y suprimieron 99 064 puestos de trabajo; es decir, ms de los creados
a lo largo de la dcada de los setenta, por lo que la oferta de empleo en 1988 fue inferior
a la de 1970. Por el contrario, el estado de Mxico contribuy a abatir la prdida de
fuentes de trabajo en el Distrito Federal con la generacin de 26 089 plazas, aunque su
crecimiento (0.9%) se redujo notablemente respecto al del decenio anterior (4.1%). Los
cambios impuestos por la crisis a los mercados laborales industriales del ncleo se convirtieron en un importante factor de expulsin de poblacin en el caso del Distrito Federal, y de atraccin en el caso del estado de Mxico (cuadro 4).
Entre los diferentes grupos industriales se confirma que el de bienes durables y de
capital fue el ms afectado por la crisis debido a que perdi 74 847 empleos entre 1980
y 1988, presentando una tasa de decrecimiento de -3.3%; los recortes tuvieron lugar
tanto en el Distrito Federal como en el estado de Mxico, aunque en la primera entidad
se gener 82% de las prdidas y en la segunda slo 18%. Luego se ubicaron las industrias de bienes de consumo inmediato, con una tasa de decrecimiento de -0.4% y la
prdida de 9 702 puestos de trabajo, como saldo neto de la eliminacin de 25 371 empleos en el Distrito Federal y la generacin de 15 667, en el estado de Mxico. Por
ltimo, las industrias de bienes de consumo intermedio presentaron una tasa positiva de
0.4% que implic la generacin de 11 574 puestos de trabajo, aunque tal cifra fue resultado de la eliminacin de 12 576 plazas en el Distrito Federal y de la creacin de 24 150
en el estado de Mxico. Este panorama revela un importante cambio de los mercados
laborales por tipos de industrias en comparacin con los aos setenta.
Es evidente que durante la crisis de los aos ochenta el ncleo transit por un franco
proceso de desindustrializacin que se caracteriz por el decremento de la produccin,
Durante el periodo referido el crecimiento del empleo manufacturero en el mbito nacional tuvo un fuerte
impulso por parte de la industria maquiladora, as, los estados de la frontera norte fueron los ms favorecidos.
Esto explica, al menos en parte, las trayectorias divergentes del crecimiento del empleo en la regin Centro y
en el pas.
de la productividad del trabajo y del empleo en las manufacturas. Adems, la participacin del ncleo en el PIB manufacturero nacional disminuy de 48.2% en 1980 a 40.7%
en 1988, y en el empleo de 44.4 a 33.4%. Por industrias tambin se advierte una importante reduccin, ya que la contribucin del ncleo en la produccin nacional de las industrias de bienes durables y de capital descendi de 60.8 a 45.8%; en la de bienes de
consumo intermedio de 50.8 a 43.3%, y en la de bienes de consumo inmediato de 39.1 a
35.8% (cuadros 1y 4). Estos descensos, al ser generados por la propia desindustrializacin
del ncleo (es decir, por el decremento de la pro'duccin y del empleo), produjeron la
desconcentracin absoluta de la industria. La desindustrializacin del ncleo se fragu y
configur preponderantemente en el Distrito Federal, sobre todo en las delegaciones
Cuauhtmoc, Gustavo A. Madero, Benito Jutirez, Azcapotzalco y lvaro Obregn. Sin
embargo, tambin tuvo lugar en el estado de Mxico, principalmente en los municipios de
Tlalnepantla, Tultitln, Naucalpan y San Mateo Atenco (mapa 2).
ventajas locales, y el resto present desventajas. Estas industrias generaron apenas 1.O
milln de pesos de los 13.1 en que se increment el PIB manufacturero de la periferia
regional, siendo Hidalgo el estado ms beneficiado (cuadro 2).
Las continuidades de los aos setenta tambin se expresaron en las industrias de
bienes de consumo intermedio al mantener las ventajas derivadas de su dinamismo nacional, del crecimiento de la industria mexicana y de las condiciones locales. Estas ltimas, hay que subrayarlo, cobraron mayor importancia respecto al decenio anterior en
Quertaro, Morelos, Tlaxcala e Hidalgo, y slo en Puebla fueron negativas. Adems,
estas industrias aportaron 15.1 millones de pesos al incremento neto del PIB manufacturero en la periferia.
A] igual que en el ncleo, los mayores estragos de la crisis se manifestaron en las
industrias de bienes de consumo durable y de capital de la periferia regional, pues entre
1980 y 1988 experimentaron una retraccin en su PIB nacional, que se tradujo en un
componente sectorial negativo. Adems las ventajas locales que mostraron todos los
estados perifricos durante los setenta para producir estos bienes slo se mantuvieron
en Morelos, Quertaro y Tlaxcala y no lograron contrarrestar las notables desventajas
locales de Hidalgo y Puebla. En la periferia, estas industrias registraron un decremento
de 3.0 millones de pesos en su producto interno bruto.
En trminos globales la periferia regional present condiciones locales favorables
para la produccin industrial durante la crisis. Sin embargo, en trminos particulares es
evidente que hubo estadosque corrieron la misma suerte que el ncleo al desindustrializarse,
como fue el caso de Hidalgo y Puebla. Por tal razn, debe admitirse que las ventajas
locales se polarizaron respecto a los aos setenta, tanto en trminos territoriales como
industriales, pues principalmente se concentraron en las industrias de bienes de consumo
intermedio de los estados de Quertaro, Morelos y Tlaxcala.
La informacin sobre productividad del trabajo comprueba el carcter selectivo de
las ventajas locales para la produccin industrial en los mbitos perifricos de la regin
Centro, pues mientras que en Quertaro, Tlaxcala y Morelos report tasas de crecimiento de 4.0,3.8 y 1.2%, respectivamente, en Puebla tuvo un decrecimiento de -4.2%
y en Hidalgo de -1.2%.Cabe destacar que el dinamismo de la productividad del trabajo
en los tres primeros estados tambin fue opuesto al del ncleo, al de la regin Centro y al
de la industria nacional (cuadro 3).
Por industrias tambin se aprecia el carcter selectivo de las ventajas, pues en bienes de
consumo intermedio la productividad present un crecimientode 2.6%, en bienes durables
y de capital de -1.3%, y en bienes de consumo inmediato de -3.0 por ciento.
En trminos laborales los estados perifricos de la regin Centro resintieron menos
drsticamente los efectos de la crisis, pues el personal ocupado en la industria manufacturera registr una tasa de crecimiento de 2.5%, superior a la del ~m manufacturero
(1.7%).No obstante, ese ritmo de crecimiento represent la mitad del de los aos setenta Y en terminos absolutos signific la creacin de slo 46 160 empleos, es decir, 57%
de los creados en esa dcada. De los empleos generados entre 1980 y 1988 49.9% se
crearon en Puebla, 19.7% en Quertaro, 17.2% en Morelos, 10.3% en Tlaxcala y 2.9%
en Hidalgo (cuadro 4).
Entre los diferentes grupos industriales el empleo tuvo su crecimiento mximo en
bienes de consumo intermedio con una tasa de 4.0%, que signific la creacin de 17 955
empleos, 83.5% de los cuales se generaron en Puebla, Quertaro e Hidalgo. Luego se
ubicaron las industrias de bienes de consumo inmediato con una tasa de crecimiento de
3.4% y 28 374 empleos, de los cuales aport 82.4% Puebla, Morelos e Hidalgo. Finalmente, contrastandocon lo observado en los aos setenta,las industrias de bienes durables
y de capital no crecieron sino que perdieron 169puestos de trabajo debido a la prdida de
6 8 10 empleos en Hidalgo y a la generacin de 6 641 empleos en Quertaro, Tlaxcala,
Puebla y Morelos.
Finalmente, durante la crisis sigui operando la expansin policntrica de la industria
hacia la periferia regional, pero de forma menos intensa que en los aos setenta y ms
puntualmente, pues entre 1980y 1988este mbito elev su participacin en el PIB manufacturero nacional de 9.2 a 9.8%. La participacin de la periferia tambin se elev en el
PIB nacional de las industrias de bienes de consumo intermedio, de 6.0 a 8.6%; sin embargo, en las de bienes de consumo inmediato disminuy de 9.3 a 9.1%, y en las de
bienes durables y de capital de 14.6 a 13.8%. Adems, su participacin en el empleo
manufacturero nacional descendi ligeramente, de 9.8 a 9.7% (cuadros 1 y 4).
El freno de la expansin industrial hacia la periferia se explica por la recesin de
algunos estados perifricos, particularmente aquellos que tenan la impronta de la industrializacin sustitutiva de importacionesy de los proyectos industriales impulsados por la
inversin pblica federal, como Puebla e Hidalgo (cf. Palacios, 1988). Al igual que el
ncleo, estos estados transitaron por un proceso de desindustrializacin durante los aos
ochenta y sus principales reas perdedoras fueron, en el caso de Puebla, algunos municipios de la zona metropolitana de la capital, principalmente Cuautlancingo y en menor
grado San Miguel Xoxtla y Juan C. Bonilla. En el caso de Hidalgo la desindustrializacin
particularmente se fragu en el municipio de Tepeapulco donde se localiza la Ciudad
Industrial Fray Bernardino Sahagn, pero tambin tuvo lugar en Tizayuca, Pachuca y
Mineral de la Reforma.
En cambio, los estados perifricos que lograron mantener un alto dinamismo industrial
en medio de las adversas condiciones regionales y nacionales de los aos ochenta fueron
Quertaro, Morelos y Tlaxcala. En la primera entidad principalmente cobr relevancia la
industrializacinde San Juan del Ro y Corregidora, pues la ciudad capital parece haberse
mantenido estancada. En Morelos principalmente destac el avance industrial de Jiutepec,
por ser asiento de la Ciudad Industrial del Valle de Cuemavaca (Civac), y en menor grado
de Zacatepec, Cuautla y Cuernavaca. Finalmente, en el estado de Tlaxcala los municipios de Tzompantepec, Apizaco, Tepetitla de Lardizabal, Tetla y Xicotzingo fueron los
principales espacios en los que se intensific la industrializacin (mapa 2).
165
Sin embargo, cabe subrayar que entre 1980 y 1988 los estados perifricos ganadores
no lograron contrarrestar la desindustrializacin de la aglomeracin urbana, ni tampoco
de Puebla e Hidalgo, pues la regin Centro redujo su participacin en el PIB manufacturero nacional de 57.3 a 50.6%, y en el empleo de 54.2 a 43.0%, con ello se expresa la
desconcentracin absoluta de la industria en toda la regin.
9En el sexenio 1988-1994 la economa mexicana tuvo un crecimiento medio anual de 3.1% y la industria
manufacturera nacional de 3.7 por ciento.
En relacin con el dinamismo de la produccin industrial del ncleo, se aprecia un cambio significativorespecto a lo sucedido en el periodo 1980-1988,pues el PIB manufacturero tuvo un crecimiento de 4.5% entre 1988y 1993,que fue ligeramente inferior al regional
(4.6), pero mayor al nacional (3.7). Adems, a diferencia de la fase de auge de los aos
setenta, la reactivacin del ncleo principalmente la generaron las empresas del Distrito
Federal ya que el PIB manufacturero de esta entidad tuvo un crecimiento de 5.2%, mientras que en el estado de Mxico report una tasa de 3.5% (cuadro 1). Ms an, si entre
esas empresas distinguimos a las extranjeras de las nacionales, resulta que en el Distrito Federal la produccin industrial de las primeras tuvo un crecimiento de 12.7% y
en el estado de Mxico de 5.0%, en tanto que las empresas nacionales reportaron
una tasa de 1.4 y 2.6%, respectivamente. Este dinamismo del capital extranjero lo
llev a generar 73% de los 105.5 millones de pesos en que se increment el PIB
manufacturero del ncleo entre 1988 y 1993, mientras que las empresas nacionales
aportaron el 27% restante. Las cifras anteriores revelan que la reactivacin del ncleo
fue impulsada por las empresas extranjeras, principalmente las ubicadas en el Distrito
Federal (cuadro 5).
Por industrias, se aprecian nuevos escenarios del crecimiento y la posicin competitiva del ncleo. Por ejemplo, se advierte un cambio importante en las de bienes durables
y de capital, es decir, en las que la crisis gener mayores estragos, pues su PIB se elev
en 47.3 millones de pesos entre 1988 y 1993, cantidad equivalente a 44.8% del incremento total del PIBmanufacturero del ncleo; adems, 55% de ese incremento lo gener
el Distrito Federal y 45% el estado de Mxico. La reactivacin de estas industrias fue
resultado del mayor crecimiento que tuvieron en relacin con la industria manufacturera
nacional, del dinamismo de esta ltima y de las condiciones locales favorables que se
presentaron principalmente en el Distrito Federal, y en menor grado en el estado de
Mxico. Esta ltima situacin, vale la pena destacarlo, diverge de las desventajas locales
que ambos estados enfrentaron para producir este tipo de bienes durante los aos setenta y ms an durante la crisis (cuadro 2).
Otro cambio no menos importante se aprecia en la produccin de bienes intermedios.
Estas industrias elevaron su PIB en 25.0 millones de pesos, aportando as 23.7% del
incremento total del PIB manufacturero del ncleo; 70.8% de esa cifra la gener el Distrito Federal y slo 29.2% el estado de Mxico. A pesar de que estas industrias fueron
las menos afectadas por la crisis, durante la fase de reactivacin presentaron un componente sectorial y regional negativos, que indican su menor dinamismo en el mbito nacional que la industria manufacturera mexicana, as como la existencia de condiciones locales
adversas para producir estos bienes. No obstante, es importante destacar que en el
interior del ncleo el Distrito Federal present un componente regional positivo que
fue anulado por las desventajas del estado de Mxico, invirtindose de este modo la
Cuadro 5. Regin Centro: crecimiento y distribucin del PIB en la industria manufacturera por
entidad federativa, segn origen de las empresas, 1988-1993
EntiobdkdmlNay
on*n delasempmsas
Nmero de
ertaMmhnbs
Incremento
PIE'
(miUonerdepe~xs
aprwMde 1980/
mb
Tasade
crwmiento
merir,
DLmibuu5n
poronipn
ddwphl
Distnha5n
porentidad
WerairLa
d
1588
Nacional
Empresasextranjeras
138835
1#
265427
1
s
1993
1W1993
148&1993
1538
1#
1588
1993
1 059.0
1 271.O
212.0
3.7
100.0
100.0
100.0
100.0
1820
2584
318.0
3962
783
45
30.0
312
100.0
100.0
137015
262843
741.0
8747
133.7
3.4
70.0
68.8
100.0
100.0
Centro
52484
89923
535.5
670.8
1353
4.6
100.0
100.0
50.6
52.8
Empresasextranjeras
864
177.4
258.0
80.7
7.8
33.1
38.5
55.8
65.1
Empresasnaaonales
781
51 703
89059
358.1
412.7
54.6
2.9
66.9
61.5
483
472
34366
50675
431.5
537.0
105.5
4.5
100.0
100.0
40.7
423
Empresasextranjeras
660
50015
142A
219.4
76.9
9.0
33.0
40.8
44.8
55.4
Empresasnacionales
637
33729
289.1
317.7
28.6
19
67.0
592
39.0
363
Distrito Federal
22087
28059
236.5
3053
68.7
5.2
100.0
100.0
22.3
24.0
#U
300
. 69.5
1262
56.7
12.7
29.4
413
21.9
31.8
20.5
Empresasnaaunales
Empresasextranjeras
EmprerasMaunaIes
21 784
27759
167.0
179.1
12.1
1A
70.6
58.7
22.5
Estado de Mxico
12279
22616
195.0
231.8
36.8
3.5
100.0
100.0
18.4
18.2
334
383
729
932
203
5.0
EmprerasMaoMles
11945
22256
122.0
138.6
165
2.6
374
62.6
402
59.8
22.9
165
23.5
15.8
Periferia regional
18118
39248
104.0
133.7
29.8
5.2
144
204
349
38.7
3.7
2.1
100.0
33.6
100.0
28.9
9.8
11.0
10.5
9.8
17974
39044
69.0
95.1
26.0
6.6
Hidalgo
Empresasextranjeras
2 263
9
4887
18
21.1
2.9
24.7
22
3.5
-0.7
3.1
-5.7
66.4
100.0
71.1
100.0
93
2.0
10.9
1.9
EmpresasMemles
2254
4869
183
22.5
43
43
13.6
86.4
8.7
913
0.9
2.5
0.5
2.6
Empresasextranjeras
Empresasextranjeras
Empresas~ a o ~ l e s
situacin de los aos setenta, cuando dicho estado tuvo condiciones locales favorables y
el Distrito Federal adversas.
Las industrias de bienes de consumo inmediato incrementaron su PIB en 33.2 millones
de pesos, aportando 31.5% del incremento total del PIB manufacturero del ncleo; a su
vez, 75.6% de tal incremento lo gener el Distrito Federal y slo 24.4% el estado de
Mxico. ~1 igual que en los aos setenta y durante la crisis, estas industrias tuvieron un
dinamismo inferior al de la industria nacional, tal como se deduce del valor de su componente sectorial. Pero a diferencia de esas dos fases, entre 1988 y 1993 registraron condiciones locales positivas como lo indica su componente regional, particularmente en el
Distrito Federal, pues en la fase de reactivacin el estado de Mxico perdi las ventajas
locales que haba logrado durante la crisis.
En suma, las empresas manufactureras del ncleo, principalmente las extranjeras,
enfrentaron condiciones locales favorables para producir entre 1988 y 1993, a diferencia
de los aos setenta y del periodo de crisis. Sin embargo las ventajas se concentraron en
el Distrito Federal pues el componente regional del estado de Mxico fue negativo. Esta
situacin es inversa a la del decenio de los setenta, cuando las desventajas locales se
encontraban en el Distrito Federal y las ventajas en el estado de Mxico. Adems, tal
fenmeno seguramente contribuy a reactivar el crecimiento social del Distrito Federal
al inicio de los noventa.
El crecimiento de la productividad del trabajo aporta ms elementos para entender la
reactivacin industrial del ncleo, as como la variacin de las (des)ventajas locales. Por
ejemplo, la productividad del trabajo en la industria manufacturera del ncleo registr
una tasa de crecimiento de 3.3%, superior a la tasa de la regin Centro (2.1%) y a la del
pas (-0.5%).Esta ltima cifra, hay que subrayarlo, indica la existencia de dinmicas divergentes en el ncleo y el pas durante la fase de reactivacin, fenmeno que no se haba
observado en el decenio de los setenta y en el periodo de crisis, y que en cierto modo
evidencia un proceso de desconexin del ncleo respecto al pas (cuadro 3).
La distincin del crecimiento de la productividad del trabajo segn el origen de las
empresas no hace sino confirmar el argumento anterior, pues la tasa para las extranjeras
fue de 8.2% en el ncleo, de 9.0% en el Distrito Federal y de 6.6% en el estado de
Mxico. En contraste, el crecimiento de la productividad en las empresas nacionales en
cada uno de esos mbitos fue, respectivamente, de O.7,2.O y -1 .O%. Adems, la brecha
entre las empresas extranjeras y nacionales del ncleo tambin se aprecia en la relacin
que guarda su productividad con la media de la industria nacional, pues mientras que en
las ltimas fue ligeramente superior a este nivel en 1993, en las primeras fue 3.4 veces
ms alta (cuadro 6).
Pero el crecimiento de la productividad del trabajo al interior del ncleo tambin
evidencia las ventajas del Distrito Federal sobre el estado de Mxico que se refedan
arriba, pues la tasa para el primero fue de 5.2%, mientras que para el segundo slo de
1.O por ciento.
173
ELMXICO
CENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
bio, en Hidalgo y Quertaro registr tasas inferiores a ese nivel, con 3.1 y 3.2%, respectivamente (cuadro 1).
Si examinamos la composicin del crecimiento industrial de la periferia segn haya
sido generado por empresas nacionales o extranjeras, podemos advertir adems una
situacin inversa a la que imper en el ncleo, y ms especficamente en el Distrito
Federal, debido a que la produccin de las primeras tuvo un crecimiento de 6.6% y de las
segundas de 2.1%. Esta diferencia es an ms evidente por estados, ya que en Hidalgo
las empresas nacionales tuvieron un crecimiento de 4.3% y las extranjeras de -5.7%; en
Tlaxcala de 8.6 y -5.3%; en Puebla de 10.2 y 0.6%; en Quertaro de 4.6 y 1.5%; y el
nico estado donde el crecimiento de la produccin de las empresas nacionales fue
inferior al de las extranjeras, fue Morelos, con 5.2 y 19.3%. Adems, las empresas
nacionales generaron 87.6% del incremento total del PIB manufacturero de la periferia
entre 1988 y 1993, en tanto que las extranjeras slo aportaron 12.4% (cuadro 5). No
obstante el bajo dinamismo de las empresas extranjeras de la periferia, es importante
mencionar que en Quertaro generaron 44% del PIB manufacturero en 1993; en Puebla
34.2%; en Morelos 26.3%; en Tlaxcala 18.1% y en Hidalgo slo 8.7 por ciento.
De acuerdo con la tcnica de cambio y participacin, el panorama sobre el crecimiento de la produccin por industrias en los estados perifricos y sobre su posicin
competitiva es el siguiente: el menor dinamismo de las industrias de bienes de consumo
inmediato respecto a la industria nacional durante la fase de reactivacin, como lo indica
el componente sectorial, es una constante a 10 largo del ciclo que se ha venido explorando, pues tambin tuvo lugar en las fases de auge y crisis. Adems, a semejanza de lo que
sucedi durante la crisis, las condiciones locales para producir este tipo de bienes resultaron adversas, ya que todos los estados presentaron componentes regionales negativos.
Entre 1988 y 1993 estas industrias incrementaron su p m en 3.7 millones de pesos (esto
es, 12.4% del incremento total del PIB manufacturero de la periferia), de las cuales h e bla fue el estado ms beneficiado por tal incremento (cuadro 2).
Al igual que en el ncleo, las industrias de bienes de consumo intermedio presentaron
un cambio notable en la periferia respecto a las fases de auge y crisis, ya que en el
periodo de reactivacin su crecimiento nacional fue inferior al de la industria manufacturera mexicana, situacin que se tradujo en un componente sectorial negativo para todos
los estados. Aunque las condiciones locales para producir este tipo de bienes fueron
favorables en las entidades perifricas, salvo en Quertaro, tambin disminuyeron signifcativamente su importancia con relacin a las fases previas, pues slo en Puebla y
Tlaxcala lograron contrarrestar las desventajas sectoriales. Estas industrias incrementNon
su P m en 8.8 millones de pesos, es decir, aportaron 29.5% del incremento total del PB
manufacturero de la periferia.
Tambin en convergencia con lo sucedido en el ncleo, las industrias de bienes
durables Y de capital dieron cuenta de la mayor parte del incremento total del pIB manuf ~ c t ~ r ede
r ola periferia, contribuyendo con 58%, es decir, 17.3 millones de pesos. Estas
176
la productividad del trabajo de 6.3%, que contrasta con el -5.2% de las industrias de
bienes de consumo inmediato, y con el -2.4% de las de bienes de consumo intermedio.
Cabe destacar, asimismo, que todos los estados perifricos registraron tasas positivas en
bienes durables y de capital, y negativas en los otros dos grupos industriales.
La reactivacin industrial de la periferia alcanz su mxima expresin en el plano
laboral, particularmenteen la generacin de empleos, pues entre 1988 y 1993 el personal
ocupado en la industria manufacturera creci ms rpido que su produccin (6.3 vs.
5.2%), y tambin ms rpido que el empleo manufacturero nacional (4.2%) y del ncleo
(1.1%). Esa tasa de crecimiento signific la creacin de 92 148 empleos, es decir, 82.3%
ms de los creados por la industria del ncleo en el mismo periodo, y 14.2% ms de los
creados por la industria de la propia periferia durante los aos setenta. De los empleos
generados 54.4% correspondieron aPuebla, 14.1% a Hidalgo, 12.6% a Quertaro, 9.8%
a Morelos y 9.0% a Tlaxcala (cuadro 4).
Sin embargo, al dinamismo del empleo manufacturero contribuyeron marginalmente
las empresas extranjeras, pues el personal ocupado en ellas tuvo una tasa de crecimiento
de 2.296, que implic solamente la apertura de 5 707 plazas (6.2% del total de empleos
creados por la industria en la periferia regional), de las cuales Puebla y Morelos concentraron 85%. Por el contrario, el empleo de las empresas nacionales tuvo un crecimiento
de 7.2%, que signific la generacin de 86 441 puestos de trabajo (93.8% del incremento
total en la periferia), de los cuales 83% se crearon en Puebla, Hidalgo y Quertaro
(cuadro 7).
Por industrias, el crecimiento del empleo en la periferia registr el mismo patrn que en
el ncleo. As, las de bienes de consumo inmediato tuvieron la tasa mxima (7.5%) y
generaron 52 154 empleos, de los cuales 75% se crearon en Puebla e Hidalgo, seguidas
por las industrias de bienes de consumo intermedio, con una tasa de crecimiento de 6.9%
y la generacin de 26 209 puestos de trabajo, concentrndose el 81.4% en hebla, Tlaxcala
y Quertaro. La ltima posicin la ocuparon las industrias de bienes durables y de capital
(las primeras por el crecimiento de su productividad), con una tasa de 3.7% que signific
solamente la creacin de 13 785 empleos, producto de la eliminacin de 2 396 plazas en
Hidalgo y de la creacin de 16 181 en Puebla, Quertaro, Morelos y Tlaxcala.
Del panorama anterior se desprende que a partir de la crisis, y ms an durante la
fase de reactivacin, la industria manufacturera de la periferia regional super a la del
ncleo en lo que a generacin de nuevas fuentes de empleo se refiere.
Finalmente, entre 1988 y 1993 sigui operando la expansi6n policntrica de la in~i6~
dustria hacia la periferia regional, como lo indica el incremento de su ~ a r t i c i p ~en
el PB manufacturero nacional de 9.8 a 10.58, y en el empleo de 9.7 a 10.7%. La expansin principalmente comprendi a las industrias de bienes de consumo intermedio y a
las de bienes durables y de capital, ya que la contribucin de la periferia en el PD nacional de esos grupos ascendi de 8.6 a 9.3%, y de 13.8 a 15.4%, res~ectivamente:esto
ELMBXICO
CENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
Mapa 3. Centro. Cambio neto del ndice de industrializacin por municipio, 1988-1 993
' O Hasta que no se realice un ejercicio para compatibilizar la informacin de PIB estatal de la serie anual 19931996, expresada en valores bsicos y a precios constantes de 1993, con la informacin de
previos, estas
cifras deben tomarse como preliminares, pues los descensos referidos pueden estar sobrestimados por el cambio
de metodologa para calcular el PIB estatal a partir de 1993, debido principalmente a la inclusin de algunas
actividades en la industria manufacturera que antes se agrupaban en el sector minero (cf INEOI,lgg9).
182
11
l
Mapa 4. Centro. Cambio neto del indice de industrializacin por municipio, 1980-1993
ELMXICOCENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
pues la base manufacturera de este estado es una expresin histrica de los proyectos
impulsados por la inversin pblica federal, proyectos que precisamente la administracin pasada y la actual se han encargado de desmantelar.
Por el contrario, los estados de Quertaro, Puebla y Tlaxcala pudieron sostener un
significativodinamismo industrial en el contexto de la crisis de mediados de los noventa.
La primera entidad principalmente sustent su crecimiento en la produccin de bienes de
consumo intermedio y en la de bienes durables y de capital, grupo este ltimo que tambin apuntal el crecimiento de Puebla en combinacin con la produccin de bienes de
consumo inmediato. En cambio, el avance industrial de Tlaxcala fue impulsado principalmente por las industrias de bienes intermedios y en menor grado por las de bienes de
consumo inmediato.
Aunque los estados de Quertaro, Puebla y Tlaxcala contrarrestaron la desindustrializacin de Morelos e Hidalgo, el descenso relativo de la expansin industrial en la
periferia y la desconcentracin relativa de la produccin que imper en el ncleo
dieron como resultado que en la regin Centro tambin prevaleciera esta ltima tendencia, como lo indica el cambio de su participacin en el PIBmanufacturero nacional, de
52.8% en 1993 a 47.1% en 1996. Esta tendencia difiere de la observada durante la crisis
de los aos ochenta, cuando en la regin Centro predomin la desconcentracin absoluta
de la produccin y el empleo manufactureros.
Conclusiones
Partiendo de una periodizacin que nos permiti examinar el ciclo industrial y territorial
de la regin Centro, en este trabajo se compararon las principales transformaciones
productivas, laborales y territorialesdel ncleo urbano-industrial y de la periferia regional
durante las fases de auge, crisis, reactivacin y nuevamente crisis de la economa mexicana. En estas reflexiones finales interesa precisar cinco ideas sobre el significado de
este ciclo.
En primer lugar, es evidente que el ciclo de transformacin industrial y territorial de la regin Centro de Mxico se inscribe en un contexto histrico y al mismo
tiempo lo representa, ya que en l se expresan el auge y la crisis de un pacto social
cuya estrategia vertebral fue la industrializacin por sustitucin de importaciones, as como el ascenso de un "nuevo acuerdo" que ha reconfigurado el papel
del Estado e impulsado las estrategias de apertura y liberalizacin comercial. La
representacin histrica que expresa este ciclo lo hace diferir sustancialmente de las
interpretaciones cclicas derivadas de los enfoques de la ecologa humana y de la economa neoclilsica, donde las fases por las que atraviesa cualquier ciudad o regin a menudo son ineluctables y slo ocurren en un plano cartesiano.
1970- 1980
-#+
Nadod
Mxico
+Tlaxcala
1988- 1993
1980- 1988
-R-
Centro
Periferia Regional
++Puebla
+ Morekr
187
D~sbftoFederal
Nadonal
+ MBxko
+ Centro
+
Periferia Regional
* Ndeo
Urbano-lndurrrtal
Hidaigo
Nacional
+4+
Mxico
-8- TbQh
-5Centro
l-Periferia Regional
-=-Qwbu
- Mcralos
cleo principalmente fue impulsada por las empresas extranjeras del Distrito Federal y
por las industrias productoras de bienes durables y de capital, aunque las de bienes de
consumo inmediato tambin contribuyeron a ello. Asimismo, la produccin de bienes
durables y de capital propuls la expansin de la industria en la periferia regional, particularmente en las urbes de los estados de Puebla y Morelos, pues las de bienes de
consumo intermedio disminuyeron su dinamismo en este mbito. La reindustrializacin
del ncleo y el sostenimiento de la expansin industrial en la periferia dieron como resultado que en la regin Centro se elevara nuevamente el nivel de concentracin de la
produccin industrial,pero esta vez en combinacin con la desconcentracin relativa del
empleo.
Entre 1993 y 1996 la economfa mexicana retorn a la crisis. Paradjicamente, los
efectos de esta crisis sobre el crecimiento de la produccin manufacturera fueron menos severos que los generados por la de los aos ochenta. Ello se debi, probablemente,
al hecho de que el reducido conjunto de empresas extranjeras que impuls la reactivacin
del salinismo pudo sortear mejor la crisis de mediados de los noventa, aunque tambin
es posible que esta crisis se haya configurado de manera diferente a la de la dcada de
*
-8-
NBcional
Mxlco
Centro
-m
-4 Ncleo Urbano-Industrial
++ hebla
Dirtrfco Fedeni
o
-b Mor&
los ochenta, pues en trminos sectoriales parece haber afectado ms a las actividades
terciarias, destacando principalmente la desaceleracin de los servicios financieros y la
consecuente "quiebra tcnica" de la banca que tanta polmica caus en el sexenio de
Ernesto Zedillo. Pese a lo anterior, con el retorno de la crisis emergieron una vez ms las
tendencias territoriales centrfugas del proceso de industrializacin,pero a diferencia de
la crisis de los aos ochenta no las activ el colapso de la produccin de bienes durables
y de capital del ncleo, sino el de las industrias de bienes de consumo intermedio. Adems, la periferia regional se vio dividida por la desindustrializacinde Hidalgo y Morelos,
y por el auge de Puebla, Quertaro y Tlaxcala. En conjunto, la regin Centro enfrent de
nueva cuenta un proceso de desconcentracin industrial, slo que esta vez en su expresin relativa, es decir, derivada del mayor crecimiento comparativo que tuvieron otras
regiones del pais, como por ejemplo la frontera norte, cuyo auge industrial parece coincidir precisamente con la crisis del centro de Mxico (cf. Guadarrama y Olivera, 1999).
En tercer lugar, y pese al panoram que nos ofrece esta ltimu fase de crisis, es
posible concluir que las industrias de bienes durables y de capital fueron las que
fundamentalmente configuraron el ciclo de la regidn Centro al presentar una clara
tendencia prociclica en las tres primeras fases; es decir, en el periodo de auge y
cial que promovieron los organismos internacionales. Pero tambin puede enriquecerse
con la discusin planteada por Amin (1997, p. 14), con relacin a que el discurso dominante se niega sistemticamentea hacer la distincin entre equidad y expansin del mercado, aun cuando esta ltima no "lleva" necesariamente el progreso social y la democracia.
Considerando esta idea de Amin, puede sostenerse que en Mxico la economa de mercado se ha expandido en las ltimas dos dcadas, pues en efecto, un mayor nmero de
reas del ten-itorio nacional se ha incorporado a la produccin industrial. Sin embargo,
esto no es sinonimia de la expansin del mercado interno, como lo ha mostrado el funcionamiento de la industria maquiladora, ni tampoco de la difusin de los beneficios del
"progreso", o de la mayor equidad entre regiones avanzadas y atrasadas, como lo ilustra
el dinamismo ostensiblemente divergente que tuvieron las empresas extranjeras y nacionales de la regin Centro durante la fase de reactivacin.
Debe recordarse, en todo caso, que el crecimiento y la expansin territorial de la
industria crean grandes desbalances. Por tal razn, quienes vieron en el crecimiento
acelerado de las denominadas "ciudades medias" un mayor "equilibrio" territorial y urbano, soslayaron las tendencias que han caracterizado el desarrollo del capitalismo en su
larga historia y en su historia reciente: inestabilidad, diferenciacin,expansin tenitonal,
divergencia y exclusin (Storper y Walker, 1989: captulo 1; Dunford, 1997). El ciclo de la
regin Centro ilustra estas tendencias en sus diferentes fases.
Bibliografa
Amin, S., El capitalismo en la era de la globalizacin, Madrid, Paids, 1997.
Banco de Mxico, Indicadores econmicos, Acervo Histrico, Mxico, 1989.
Calva, J.L., El modelo neoliberal mexicano. Costos, vulnerabilidad, alternativas,
Mxico, Juan Pablos Editor, 1995.
Chvez, A.M., y J. Guadarrama, "La transformacin econmica y migratoria de la regin Centro de Mxico en el contexto de la crisis", EURE Revista Latinoamericana de Estudios Urbano Regionales, vol. xxv~,78, 2000. PP. 5-36.
Dunford, M., "Divergence, Instability and Exclusion: Regional Dynamics in Great Britain",
en R. Lee y J. Wills (eds.), Geographies of Economies, Reino Unido, Arnold,
1997. pp. 259-277.
Dussel, E., La economa de la polarizacin. Teora y evolucin del cambio estructural
de las manufacturas mexicam (1988-1996),Mxico, Editorial Jus / UNAM, 1997.
Garza, G., El proceso de industrializacin en la ciudad de Mxico, 1821-1970,
Mxico, El Colegio de Mxico, 1985.
-,
Dinmica mac~oeconmicade las ciudades en Mkxico, Mxico, ~ N E G I/ El
Colegio de Mxico / 11s-UNAM,
1994.
INEGI
el nuevo milenio, las naciones del mundo contemporneo estarn operando en una economa global cada vez ms interdependiente. Este proceso ha resultado ms de los avances tecnolgicos que de las afinidades polticas o culturales de las
regiones.
La brecha econmica entre pases altamente desarrollados y muchos de los pases
menos desarrollados seguir creciendo. El debate sobre el crecimiento econmico contra la calidad ambiental continuar y los pases pobres seguirn con el temor de ser
mantenidos con bajos niveles de desarrollo en una economa mundial sin crecimiento.
El proceso global de la urbanizacin continuar acompaando al crecimiento de la
poblacin. Se ha estimado que en el ao 2000 ocho de cada diez habitantes de los pases
desarrollados vivirn en los centros urbanos y sus regiones, y que la realidad de los
pases en desarrollo ser muy semejante (Flores, 1995, p. 182).
Este ensayo pretende establecer los vnculos entre urbanizacin, desarrollo regional
en la zona metropolitana Puebla-Tlaxcala y planeacin urbana segn el enfoque de las
polticas de la sustentabilidad del desarrollo. Para su mejor manejo, ha sido dividido en
cinco apartados, incluidas esta introduccin y las conclusiones y recomendaciones,
L INICIAR
' El autor agradece el apoyo del Arq. Edgar Ricafio Pelhez en la captura e impresin de esta ponencia.
195
urbanizacin y el desarrollo sustentable; se hace una revisin de las reuniones internacionales sobre asuntos de ecologa y ambiente, y una breve revisin del informe ms
reciente sobre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2000) en el
que se resalta la situacin socioeconmica de distintos pases del mundo contemporneo y su grado de desarrollo humano.
y en el desarrollo metropolitano de los estados de Fkebla y Tlaxcala. Aqu se llega a
identificar una regin funcional que une a las ciudades capital de ambas entidades
federativas e integra una veintena de localidades urbanas o en transicin urbana. Lo
ms sobresaliente de esos fenmenos es que los ltimos 25 aos han sido determinantes
en la conformacin de esta gran zona metropolitana.
En la cuarta seccin se hace una revisin de lo que establece la Ley General de
Asentamientos Humanos en materia de planeacin metropolitana; se seala la urgencia
de adoptar acciones inmediatas para regular la accin pblica de estos fenmenos y se
proponen algunas acciones a emprender, entre las que destacan la declaratoria de la
Zona Metropolitana Interestatal Puebla-Tlaxcala y la consecuente integracin de la Comisin Metropolitana Interestatal y el respectivo Programa de Ordenamiento Territorial.
Por ltimo, aparecen las conclusiones y recomendaciones derivadas de lo expuesto. Se
concluye que no puede instrumentarse ninguna accin bajo el enfoque de la sustentabilidad del desarrollo si no se considera como soporte legal la planeacin urbana
institucionalizada. En relacin con las recomendaciones, se establece la necesidad de
adoptar acciones inmediatas de coordinacin interestatal para atender parte de la compleja problemtica que aqu se presenta.
No es posible estudiar la urbanizacin sin el desarrollo econmico, pues aunque son dos
procesos, ocurren simultneamente en un tiempo y espacio (Higgins, 1968, p. 464). An
ms, hay quienes sealan que estos procesos son manifestaciones de un mismo fenmeno
y que por razones de tipo analtico se estudian por separado (Unikel, 1978,p. 327).
Particularmente en los pases subdesarrollados, los agentes econmicos actan con
una poderosa fuerza y establecen una asociacin muy fuerte entre los dos procesos,
llegando su expresin a niveles regional y subnacional (Myrdal, 1979). La urbanizacin, unida a los movimientos en la estructura industrial, al comportamiento de los
mercados y al impacto del consumo, ahorro o inversin, permiten comprender mejor el
proceso de desarrollo socioeconmico global.
La urbanizacin es un proceso que interacta con otros y por esta razn el anlisis
que de 61 se pueda desarrollar adquiere una considerable complejidad. Sin embargo se
pueden desentraar de l dos grandes fenmenos: el primero corresponde a la creciente
concentracin de la poblacin urbana, que opera a travs del crecimiento de las localidades existentes y de nuevas localidades urbanas, y el segundo, ms difcil de identificar, consiste en la evolucin de la forma de vida de la poblacin de un tipo tradicional-mal
a otro moderno-urbano (Unikel, 1968, p. 139).
Urbanizacin y desarrollo econmico, al ser procesos diferentes pero simultneos
han adquirido nuevas dimensiones y modalidades que se expresan, entre otras formas,
en la configuracin del espacio en diversas regiones, las que constituyen hoy en da el
escenario de los ms grandes problemas nacionales de los pases subdesarrollados.
La conformacin de esas regiones en la mayora de los pases de Amrica Latina ha
obedecido en buena medida al funcionamiento polarizado de la estructura econmica,
al tratamiento privilegiado que han recibido los principales centros de decisin y, en
especial, a los procesos de industrializacin internos que se han convertido en agentes
dinamizadores de las fuerzas del mercado y promotores de la concentracin espacial de
la inversin, los servicios, la mano de obra, y la infraestructura.
Existe un elevado grado de interaccin entre la ciudad que ejerce primaca Y las
reas o centros que conforman las correspondientes regiones. En este contexto, las caractersticas relevantes de una zona metropolitana, estn identificadas por su gran importancia dentro del contexto nacional, por su acelerado ritmo de cambio por encima
del resto del pas, por su elevado nivel de interaccin interna y por la relativa accesibilidad entre las subreas componentes y la ciudad ~entral.~
Las reas urbanas y las zonas metropolitanas son dos formas de definir, analizar y
describir el fenmeno urbano. Para fines analticos se puede considerar que estas formas corresponden a dos respectivos niveles de aglomeracin urbana. Las reas urbanas
2 Vase G. Geisse Guillermo y Jost Luis Coraggio, "Areas metropolitanas y desarrollo nacional", en Politicas de
desarrollo urbano y regional en Amrica Latina, Buenos Aires, Ediciones s w , 1972, p. 178.
1
I
ELMXICO
CENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
son las ciudades mismas, que por lo general cuentan con un ncleo central, usos de suelo
no agrcola, densidades de poblacin elevadas y concentracin de actividades industriales y de servicios.
Las zonas metropolitanas estn definidas, por lo general, como aquellas extensiones
territoriales que incluyen a la ciudad principal (ciudad central), en tomo a la que se
desarrollan reas contiguas con caractersticas urbanas o semiurbanas en las que tienen
lugar sitios de trabajo y reas de residencia de trabajadores dedicados a actividades no
agrcolas. Estas zonas son envolventes de las reas urbanas, con mayor nmero de habitantes, territorio ms extenso, densidades de poblacin contrastantes y actividades econmicas diversas.
La ciudad es y debe ser analizada como una totalidad; los procesos y fenmenos que
en ella tienen lugar son parte de la integracin de mltiples interacciones de todo tipo de
variables y agentes, entre las que destacan las de tipo econmico, poltico, cultural,
histrico y ambiental.
Una idea de las causas y efectos de la urbanizacin contempornea puede ser observada en el cuadro 1. En ste se indican tres causas estructurales: el crecimiento de la
poblacin urbana, la expansin fsica de las ciudades promovida por la industrializacin, la vivienda y la infraestructura urbana, y la migracin de la poblacin. En trminos de efectos se observa la existencia de dos tipos: intraurbanos e interurbanos, y su
cobertura depender de la magnitud de sus implicaciones en el territ~rio.~
Cuadro 1. Causas y efectos de la urbanizacin
7. crecimiento de la poblacin urbana
lntraurbanos
concentracin de actividades
industriales, financieras, comerciales,
culturales, politicas y administrativas
Interurbanos
Vase Luis Unikel, "Urbanizacin y urbanismo: situacin actual y perspectivas", en Jorge Montaa, Los grupos
sociales, Mxico, Edicol, 1977, p. 10.
198
Estocolmo, 1972
Vancouver, 1976
y el Desarrollo d e la ONU
Presentacin del informe d e la Comisin Mundial sobre
el Medio Ambiente y el Desarrollo d e la O N U
Estambul, 1996
Fuente:The World Commission on Environment and Development, Our CQrrImonfiture, Oxford, Nueva York, Oxford University Press, 1987. Ren Valdiviezo y Sergio Flores ~onzSlez(coords.), lmpo~anciay
perspectiva del desarrollo sustentable en Mxico, Puebla, U A T - C E D ~ ~1 996.
,
Desde la conformacin de la Comisin Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, en 1984, y hasta nuestros das, destaca la presentacin de un amplio
diagnstico en un informe de esa comisin presentado en 19874y la realizacin de tres
grandes reuniones internacionales en temas relacionados con el crecimiento econmico
4 The
World Commission on Environment and Development, Our Common Future, op. cit.
otras destaca la realizada en junio de 1997, en la que participaron representantes de 160 pases.
5 Entre
199
Desarrollo sustentable
Concepto original de la Comisin Mundial sobre
el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU:
Desarrollo sustentable es aquel que
satisface las necesidades del presente, sin
restringir las posibilidades de que las
generaciones futuras satisfagan las suyas.
Fuente:The World Commission on Environmentand Development, Our
Las reas prioritarias establecidas en el referido informe son seis: poblacin y recursos
humanos, alimentacin, especies y ecosistemas, energa, industria y el desafio urbano.
Sin duda la conciencia ambiental y la sustentabilidad del desarrollo surgen de la
necesidad de enfrentar los graves y extendidos procesos de deterioro socioambiental
provocados por los fenmenos inherentes a la urbanizacin y al desarrollo agrcola.
En atencin a la dimensin de las acciones, lo trascendente de sus implicaciones y la
200
a) Se observan enormes distancias en el ndice entre los pases con elevado desarrollo y los pases con bajo desarrollo humano. Entre los primeros destacan Canad,
Noruega y los Estados Unidos, y en los segundos se ubican Etiopa, Niger y
Burkina Faso.
b) La brecha que separa esas desigualdades entre pases, sugiere que dichas
disparidades comprenden a las grandes regiones que los contienen. Esas diferencias son de carcter inter e intrarregional.
e) An ms, el vnculo entre prosperidad econmica y desarrollo humano 110es ni
automtico ni evidente.
d) El reto que tienen frente a si, este conjunto de gobiernos nacionales, es traducir
la prosperidad econmica en un mayor nivel de vida humana.
Estas conclusiones precisan mencionar que las vicisitudes que adquiera la poltica
pblica depender en buena medida del enfoque regional que se adopte en la idea de
que la vecindad geogrfica u homogeneidad econmica, puede ofrecer mltiples ventajas competitivas.
yectos detonadores para el desarrollo. En fechas recientes fueron difundidos dos programas que atendern parte de esos impactos:
El Plan Puebla-Panam, establecido para promover el desarrollo de la regin Sursureste del pas a partir de alentar la inversin pblica en sectores estratgicos como
infraestructura econmica, formulacin de proyectos de inversin para el desarrollo,
asesora tcnica especializada y asesora para la obtencin de recursos. Este es un proyecto internacional que promover el desarrollo regional y procurar abatir los rezagos
estructurales que durante siglos ha mantenido en la pobreza y marginacin a millones
de mexicanos (Ortegn, 2001, p. 7).
El Proyecto Regional de Gran Visin (Proyecto Carretero),que consiste en renovar
el sistema carretero de la regin centro del pas y acceder a fronteras, ciudades, puertos
y aeropuertos del Golfo y el Pacfico. En este proyecto participan los gobiernos de los
estados de Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Guerrero, Hidalgo, Mxico, Morelos y Michoacn.
El liderazgo que protagoniza el gobierno del estado de Puebla muestra la visin del
largo plazo y el propsito de contribuir al abatimiento de las desigualdades regionales
con montos de inversin pblica e infraestructura econmica.
I
i'
18
r'
ll
11 ",
1;
1;
1'
II,
111
I)/
11
manera particular, la que reside en las reas urbanas, y el apoyo a importantes obras de
infraestructura econmica que modific el perfil regional de ambas entidades federativas.
Entre 1970 y 1995 los cambios ms relevantes estn asociados al aumento considerable de la poblacin, la elevada concentracin econmica en ciertos polos de la geografa regional, el aumento de las reas urbanas en nuevas latitudes y el desarrollo y
consolidacin de una estructura territorial de tipo metropolitano. El estado de Puebla
aument el nmero de sus centros urbanos de ocho, en 1970, a nueve, en 1980, a 19 en
1990 y para el ao 1995 este nmero lleg a 22. El fenmeno ms relevante de la
aparicin de stos es que 11 de ellos (50% de los centros urbanos de toda la entidad)
mantienen una relacin directa, constante e intensa con la ciudad de Puebla (cuadro 4).
A lo anterior hay que agregar que salvo la ciudad de Tehuacn, el resto de los centros
urbanos tienen cada uno menos de 100 000 habitantes, lo cual demuestra que el sistema
concentrador se ha consolidado y que la ciudad de Puebla ejerce una elevada primaca
no ~610sobre la entidad del mismo nombre, sino sobre algunas localidades del estado
de Tlaxcala. En otras palabras, durante los ltimos aos, los centros urbanos de Puebla se
triplicaron, el fenmeno ms relevante fue su aparicin y desarrollo en la periferia ms
prxima a la ciudad capital.
Con relacin al estado de Tlaxcala se observa un fenmeno similar: en 1970 slo se
registraron tres centros urbanos, pasando en 1980 a seis, en 1990 a ocho, y para 1995 este
nmero aument a nueve. En funcin de su ubicacin geogrfica y a las interacciones
econmico-funcionales, cuando menos 50% mantiene una relacin constante y directa
con la ciudad de Puebla (cuadro 5). Como se podr observar, el estado de Tlaxcala presenta en su fisonoma regional los siguientes rasgos: su poblacin no ha dejado de crecer, con
un crecimiento de carcter concentrador, pues en el periodo 1970-1995 el nmero de
centros urbanos se multiplic por tres. Cada uno de sus centros no rebasa los 100
habitantes y cuando menos la mitad de ellos, debido a su ubicacin geogrfica, se encuentra
dentro del rea de influencia de la zona metropolitana de la ciudad de puebla (@ca 1).
Naturalmente, todos los centros urbanos de Puebla y Tlaxcala mantienen diferentes
niveles de urbanizacin (Unikel, Ruiz y Garza, 1978, pp. 33- 42).
El fenmeno ms relevante de esa rpida urbanizacin es que el nmero de centros
urbanos que gravitan en tomo a la ciudad de Puebla ha aumentado, lo cual, junto con el
crecimiento de la poblacin de todos ellos integra una fase de consolidacin metropolitana. Entre 1970 y 1995 el nmero de centros urbanos que forma parte de la zona metropolitana de la ciudad de Puebla pas de 5 a 12, y su volumen de poblacin urbana se
increment de 598 000 a un milln 735 000 habitantes (cuadro 6).
Se espera que de continuar el crecimiento observado hasta ahora, en el ao 2000 esta
zona metropolitana tendr 19 centros urbanos y una poblacin de 2 043 503 habitantes.
En otras palabras, la poblacin urbana en la regin Puebla-Tlaxcala se encuentra en el
punto mas alto de su historia, con lo que problemas de tipo econ6mic0, social, poltico
y ambiental se vern incrementados de manera considerable.
=si-
-=---
499 636
47 197
41 497
23 948
23 359
21 164
16826
15399
Puebla
Tehuacn
Atlixco
San ~ a n i Texmelucan
n
lzcar de Matamoros
Choluladefh&via
Huadmiango
kiudh
Xi~~t~pecdeJurez
H@om3o
Acaizingo de Hidalgo
f!M~an
1 157 625
Hmdimqo
Amozocde Mota
Izcardehlhtamom
XicotepecdeJurez
Zadn
SanAndrs Cholub
Tecamachalco
Sanla MaMMqdzingo
kpeaca
CiudadSerdn
Huejotzingo
qialpan
Acaltingo de Hialgo
hncbnrm
San BerbadinoThxcabncingo
Total estatal
2 508 226
Total estatal
3 347 685
Total estatal
4 624 365
* Se define como localidad urbana a la ciudad que tiene cuando menos 15 000 habitantes.
Fuentes: /X Censo genera/ de poblacin, 1970, Estado de Puebla, DGSl Mxico, 1972.
X Censo general depoblacin, 1980, Estado de Puebla, vol. l. INEGI-SEP. Mxico, 1983.
X/ Censo generaldepoblacin, 1990, Estado de Puebla, INEGI, Aguascalientes, 1991.
Puebla, Tomo i. Resultados defintivos, Tabulados b6sicos. Conteo de poblaci6n y vivienda, 1995, INEGI, Aguascalientes, 1996.
7970
7980
7990
7995
Puebla
27.50
30.35
40.31
42.84
Tlaxcala
13.08
32.96
35.1 9
37.19
(''
f't
Gu = Grado de urbanizacin.
Pu = Poblacin que habita en localidades de 15 000 y mis habitantes.
Pt = Poblacin total intercensal.
100 = Constante
Fuente: Cuadros 4 y 5.
Este indicador permite realizar una comparacin gruesa del ritmo al que ha estado
creciendo la poblacin urbana. Como se desprende de este cuadro, desde 1970 ambas
entidades han tenido un acelerado crecimiento de su poblacin urbana. Sin embargo,
comparativamente hablando, Tlaxcala ha visto modificar notoriamente ese fenmeno
probablemente debido a los efectos de la industrializacin y la expansin del comercio
y los servicios durante este periodo.
A este ltimo respecto, se considera que est ms urbanizada aquella entidad cuya
poblacin reside en ciudades de mayor tamao.
ELMXICO
CENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
1
I
l
l
Constitucin
Poltica de
los Estados
Unidos Mexicanos
Ley de
Planeacin
Asentamientos
Programa Nacional
+
-
Coordinacin
intersecretarial
Nivel metropolitanb
t
4
Coordinacin
interestatal
Instrumentos
d seguimientopara
y la
evaluacin
Nivel municipal
Fuente: Elaborado con base en, Gustavo Garza, Desconcentracidn, tecnologfa y localizacidn industria/
en Mhxico, MMxico, El Colegio de Mxico, 1992, p. 54.
Programa de Desconcentracin
de las Actividades Comerciales
y de Servicios del Centro de la
Ciudad de Puebla, 1985.
Programa Regional CholulaHuejotzingo-San Martn Texme
lucan (1987).
plan de la Zona Conurbada
lntermunicipal Tlaxcala-Chiautempan-Apetatitlhn-TotolacPanotla (1981).
Planes Parciales de Apizaco y
Tlaxcala, 1985.
Totolac-Panotla y su respectivo
Plan de Ordenacin y Regulacin (1992).
Algunas de las acciones ms relevantes en el estado de Tlaxcala fueron: en el ~ e r i o do 1981-1984, la formulacin de planes municipales de desarrollo urbano; en 1981, el
Plan de la Zona Conurbada Intermunicipal Tlaxcala-Chiautempan-Apetatitln-TotolacPanotla; los planes parciales de Apizaco y Tlaxcala; en 1985, los planes ~arcialesde
centros histricos de diversos municipios de la entidad; en 1986, los planes parciales
de las reservas territoriales de Apizaco, Huamantla y Calpulalpan; en este mismo ao,
los planes parciales de San Juan Totolac, El Alto-Santa Ana Chiautempan y, en 1989, la
revisin del Plan Estatal de Desarrollo Urbano.
Durante esta etapa se han expresado con claridad los instrumentos del sector gobierno como acciones desarrolladas dentro de un marco institucional. Destaca tambin el
esfuerzo por iniciar acciones de coordinacin intermunicipal e interestatal. Dos rasgos
adicionales que se observan en este periodo son la existencia de un importante auge de
las polticas para la conservacin de los centros histricos y, en contraste, el desbordamiento del crecimiento urbano y la no correspondenciacon las expectativas de los planes y programas de desarrollo territorial.
3) Planeacin emergente, 1990-1995. En esta etapa es posible destacar la incidencia
de importantes programas nacionales que tendran efectos relevantes en ambas entidades federativas. ste es el caso del Programa Nacional de Desarrollo Urbano 1990-1994
y del Programa de las Cien Ciudades Medias. De igual forma, destacan el recientemente
difundido Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 y el Programa Nacional de DesarroEn el estado de Puebla se han registrado diversas acciones entre las que se encuentran la actualizacin del Plan Director Urbano, ahora denominado Programa de Desa-
l. La formulacin de la declaratoria de la zona metropolitana interestatal PueblaTlaxcala, que deber realizar el gobierno federal y en la que participen las entidades federativas concurrentesy los municipios respectivos. Esta declaratoria deber
estar acompaada de la formulacin del convenio correspondiente.
2. La integracin de la Comisin Metropolitana Interestatal en la que participe el
gobierno federal a travs de un representante de la Sedesol, los representantes de
los gobiernos de ambas entidades federativas y de los municipios correspondientes. Es deseable que esta comisin se integre en el plazo ms breve posible, dada
la similitud de los tiempos con que arribarn gobernadores y presidentes municipales en los estados de h e b l a y Tlaxcala.
3. Se deber formular el Programa de Ordenamiento de la Zona Metropolitana
Interestatal Puebla-Tlaxcala, que defina el rea de reservas territoriales, los espacios
para el crecimiento urbano, segn reas y sectores, la preservacin y equilibrio
ecolgico, las acciones e inversiones para la dotacin de infraestructura, equipamiento y servicios urbanos que sea comn a los centros de poblacin concurrentes, y las acciones que fortalezcan el carcter sustentable de la zona, privilegiando
la preservacin y mejoramiento de aire, agua y suelo de la regibn.
4. Se deber promover el enfoque de la Planeacin Estratgica con Base Comunitaria, en el que prevalezca, como eje de las acciones, la participacin social desde
la formulacin del convenio y la integracin de la comisin metropolitana, hasta la
elaboracin del programa de ordenamiento territorial y las acciones que de 61 se
desprenden. Se propone que se privilegien el financiamiento y la operacin de
proyectos estratgicos urbanos, habitacionales, industriales, comerciales, recreativos y tursticos. Tambin se deber promover la proteccin del patrimonio cultural
de los centros de poblacin y la preservacin y mejoramiento de los ecosistemas y
la biodiversidad en la regin.
5. El Programa de Ordenamiento Territorial de la Zona Metropolitana PueblaTlaxcala deber contener polticas, estrategias y acciones diferenciadas de acuerdo
con las caractersticas de cada uno de los centros de poblacin concurrentes; todas
ellas concebidas bajo un enfoque sustentable que haga posible aminorar la heterogeneidad interna y la homogeneidad en los estados que confluyenen este fenmeno.
Conclusiones y recomendaciones
Despus de la revisin de los elementos ms relevantes vinculados al estudio de la
planeacin urbana y el desarrollo regional sustentable en la zona metropolitana PueblaTlaxcala, es posible concluir que el sistema altamente concentrador que se observa en
el pas se reproduce dentro de cada una de las entidades federativas analizadas, proba-
Carrillo Huerta, Mario M., "Estrategias y polticas del desarrollo regional en Mxico",
en Mario M. Carrillo Huerta y Ren Valdiviezo Sandoval (coords.), Tlaxcala en
el marco de la poltica regional, Tlaxcala, Ciisder, UAT, 1998.
Comisin de Asentamientos Humanos, Nueva ley general de asentamientos humanos,
Mexico, LV Legislatura, Comisin de Asentamientos Humanos y Obra Pblica,
218
Constitucin Politica de los Estados Unidos Mexicanos, Mxico, ediciones ALF, 1995.
Flores Gonzlez, Sergio (comp.), Desarrollo regional y globalizacin econmica, h e bla, UAT-BUAP,
1995.
,
Estructura territorial en la zona metropolitana de la ciudad de Puebla, BUAP/
de Planificacin, 1993.
u ~ ~ ~ / S o c i e Mexicana
dad
-y Lawrence Altrows (eds.), Gobierno y gestin pblica de las grandes ciudades.
Las experiencias recientes en Canad y Mxico, su~p/RyersonPolytechnic
Universitylu~~,
1999.
,
Nuevosparadigmas del desarrollo regional en Mxico, Puebla, sum/Ayuntamiento
del Municipio de Puebla, 2000.
Garza, Gustavo, Desconcentracin, tecnologa y localizacin industrial en Mxico,
Mxico, El Colegio de Mxico, 1992.
-(comp.), Una dcada deplaneacin urbano regional en Mxico, 1978-1988,Mxico, El Colegio de Mxico, 1989.
Geisse Guillermo, G. y Jos Luis Coraggio, "reas metropolitanas y desarrollo nacional", en Polticas de desarrollo urbano y regional en Amrica Latina, Buenos
Aires, ediciones SIM,1972.
Higgins, Benjamin, Economic Development; Problems And Policies, Nueva York, W.W.
Norton Company, Inc., 1968.
ILPES-CEPAL,
Ensayos sobre planificacin regional del desarrollo, Mxico, Siglo XXI,
1982.
Myrdal, Gunnar, Teora econmica y regiones subdesarrolladas, Mxico, Fondo de
Cultura Econmica, 1979.
Ortegn Quintal, Desiderio, "Plan Puebla-Panam: desafos de la integracin", en Revista Tendencias. Anlisis, estrategia y prospectiva regional, ao 1, nm. 1,
febrero, Mrida, Yucatn, 2001.
Poder Ejecutivo Federal "Ley de Planeacin", en Legislacin de la administracin pblica federal, Mxico, ediciones Delma, 1995.
,
Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, Mxico, Secretara de la Presidencia,
1995.
PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano, 2000, Mxico, Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo, 2000.
The World Commission on Environment and Development, Our commonfiture, ~xford,
Oxford University Press, 1987.
Unikel, Luis,
proc&o de urbanizacin en Mxico, distribucin y crecimiento de la
poblacin urbana", en Demografla y Economa, Mxico, El Colegio de Mxico,
vol. n, 1968.
-,
"Urbanizacin y urbanismo: situacin actual y perspectivas", en Jorge Montao,
Los grupos sociales, Mxico, Edicol, 1977.
Unikel, Luis, Crescencio Ruiz Chapetto y Gustavo Garza Villarreal, El desarrollo urbaMxico, 1978.
Ciisder-UAT,
1997.
"Globalizaci6n, desarrollo sustentable y territorial", en Regiones y Desarrollo,
vol. 1, nm. 2, julio-diciembre, Tlaxcala, Ciisder-uA~,1997.
Valdiviezo Sandoval, Ren, y Sergio Flores Gonzlez (coords.), Importancia yperspec1996.
tivas del desarrollo sustentable en Mxico, Puebla, UAT-CEDSU,
220
'
222
223
EL~
X I C O
CENTRAL.
METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
el costo elevado del uso del suelo disminuye la tasa de rentabilidad buscada, esto
convirtierte a las cadenas de tiendas en ms vulnerables a la competencia.
En un segundo momento ya no interesan demasiado las condiciones anteriores. La
libre competencia y la apertura comercial obligan a un flujo constante de tiendas integradas a cadenas nuevas que sobresaturan el espacio y deben buscar localizaciones
diferentes y ms amplias para mantener los altos costos de operacin.
Ello trastoca viejos sistemas de abastecimiento y distribucin intraurbana. As, junto
con la expansin de las tiendas de la globalizacin, comienza una desaceleracin paralela
de los esquemas tradicionales de abasto. Declina el mercado pblico, entre otras razones porque el Estado neoliberal no est dispuesto a sostenerlo debido a los gastos de
mantenimiento que le implican; las pequeas tiendas de barrio desaparecen gradualmente ante la imposibilidad de competir con los precios y el monto de ofertas de las
grandes cadenas; los tianguis y mercados sobre ruedas disminuyen sus rutas e itinerarios; las carniceras, tortilleras, lecheras y otros establecimientos especializados no
pueden sostenerse porque el hipermercado cuenta, en un solo local, con todos los servicios a precios atractivos.
As, las tiendas de la globalizacin imponen un ritmo desestructurador de los procesos tradicionales con los que se ordena el territorio urbano para abastecerse y distribuir
alimentos, aparecen segmentos importantes de venta al menudeo con sus consecuentes
efectos sociales, pero de cualquier manera contribuyen a mantener la funcionalidad del
sistema y los suministros regulares bajo condiciones econmicas nuevas e intemacio-
ZMCM
mana concentra un total de 299 ubicaciones de este tipo de comercio, seguida por la
delegacin Gustavo A. Madero con 159 y Coyoacn con 101; en el otro extremo est
Milpa Alta con una, Tlhuac con 10 y Cuajimalpa con 11. Los das de mayor nmero de
ubicaciones son domingo, con 172, y sbado con 161 en toda la ciudad.
Sin embargo, cinco siglos de consolidacin de ese sistema han comenzado a
desconfigurarse en menos de dos dcadas de operacin, por un denominado sistema
moderno de abastecimiento que tiende a ser dominante, en funcin de que avanza la
apertura comercial externa y los aparatos de distribucin intraurbana de alimentos requieren conexiones ms amplias con el entorno internacional, y la demanda plantea
nuevas necesidades de acceso rpido a la oferta, diversificacin de los servicios, mayor
velocidad en el marcaje de productos para el pago, desplazamientos mnimos para realizar las compras, certidumbre en los precios, diversificacin en formas de pago (tarjetas
de crdito, cheques, etc.) y nuevos ambientes de compra de carcter ms individualizado.
Algunas estimaciones1sealan que la ZMCM demanda 226 toneladas diarias de alimentos, 30% del consumo de alimentos del pas y la cuarta parte de la poblacin total, la
cual se distribuye a travs de 3 468 establecimientos que representan 32% del total
nacional. El segmento moderno, con aproximadamente 1% de los establecimientos, concentra ya cerca de 70% de las ventas metropolitanas de alimentos, lo cual da idea de la
importancia que tiene en el abasto, pero sobre todo de sus implicaciones territoriales. En
las delegaciones centrales contina siendo predominante, pero estos espacios no tienen ya
casi importancia habitacional, por lo cual los desplazamientos ocurren hacia zonas urbanizadas donde el incremento demogrfico es ms alto, lo cual mantiene una relacin estrecha con la expansin de los aparatos de distribucin modernos.
A pesar de que las tiendas de la globalizacin (megamercados, hipermercados, supermercados, bodegas, tiendas de conveniencia, etc.) han tenido un crecimiento
exponencial en las principales ciudades del pas, la ZMCM concentra 20% de este tipo de
establecimientos y ms de 25% de la superficie de ventas.
Las concentraciones intraurbanas se orientan a zonas de mayor densidad demo&ca
si se trata de supermercados; sin embargo los megamercados e hipermercados se ubican
en vrtices espaciales desde donde puedan abarcar un espectro ms amplio de ~omumidores; por tal razn buscan zonas transicionales que pueden ser municipios conurbados
a la ciudad de Mxico, o bien delegaciones de ms reciente expansin urbana hacia
donde fluye la poblacin de ingresos medios y altos.
Otra caracterstica de las tiendas de la globalizacin es que las firmas internacionales definieron inicialmente estrategias de fusin con cadenas nacionales; algunas de
ellas permanecen bajo este acuerdo comercial pero otras han declinado, y ms bien
1 Carlos Valer0 y Nicols Mandujano, "El perfil del abasto en el Distrito Federal", revista Econonila Metropolitana, nm. 34, Mxico, Fundacibn Cambio xxr, 1995.
227
invierten de manera libre como una extensin de la firma matriz. Se trata por tanto ya no
de cadenas que se ubicaban en un pas especfico, sino de encadenamientos ms amplios que operan de manera simultnea en varios pases y bajo estrategias homogneas
de distribucin y aprovisionamiento,con lo cual trastocan esquemas locales de produccin agroalimentaria.
La ZMCM resulta con mucho la de mayor dinamismo en ese nuevo esquema de distribucin a escala nacional, ya que concentra 26% de los megamercados; 20% de los
hipermercados; 15% de los supermercados; 55% de las bodegas y 17% de las tiendas de
conveniencia. Esta dinmica de crecimiento se incrementa sobre todo en los ltimos
Las bodegas registran el mayor dinamismo con 82%, seguidas por las tiendas de
conveniencia con 40.3%, los megamercados con 24.4%, y finalmente aparecen los
hipermercados con 11%. No obstante, las bodegas y las tiendas de conveniencia son
dos formatos que durante el periodo sealado presentaron las mayores oscilaciones en
cuanto al crecimiento en el nmero de establecimientos (O en 1985, 6% en 1989, 11%
en 1993y 4% en 1995,para el caso de las bodegas; y de O en 1985,17% en 1987,18% en
1990 y 21% en 1995, para las tiendas de conveniencias). Ello contrasta con otros aos
en que tuvieron crecimientos muy altos que superan el 100% (bodegas en 1987,1990 y
1992; y tiendas de conveniencia en 1988).
Entre las bodegas ms importantes se ubica Aurrera que cuenta con 43% del total de
establecimientos de este formato, seguido por Gigante con 27%, Comercial Mexicana
con 19%, y finalmente Sixpac (en Tamaulipas, S.L.P. y Veracruz). Por lo que respecta a
las tiendas de conveniencia, stas presentan el nmero ms alto de las tiendas de autoservicio con un total de 861, el cual se conforma por tres empresas comerciales donde
sobresale Oxxo con 72% de estos establecimientos, seguido por 7-Eleven (en Nuevo
Len, Tamaulipas y ZMCM) con 23% y finalmente l b 1 2 Serviplus (en la ZMCM y S.L.P.),
con el restante 5 por ciento.
Por otra parte, los hipermercados y los supermercados, sin alcanzar crecimientos
muy altos, de 1986 a la fecha muestran ser los ms constantes que tienen oscilaciones
de muy corto margen. Los niveles ms bajos de crecimiento se dieron para los
hipermercados en 1989, 1990 y 1993 con 7%, 1994 con 6% y en 1995, 1%; mientras
que para los supermercados fueron 1985 y 1995 con un 4%, en 1993 con 5%, en 1987 y
1994 con 7%. Los aos de mayor crecimiento para los hipermercados son 1987 y 1992,
en los que alcanzaron 23 y 20% respectivamente; mientras que los supemercados tuvieron sus mejores aos en 1986, 1991 y 1992, en los cuales su crecimiento lleg6 a 15,21
y 14% respectivamente.
En la actualidad el conjunto de hipermercados suma 404 establecimientos, entre los
cuales sobresale Gigante con cerca de 38% del total, seguido por Comercial Mexicana
con 22% y Casa Ley con 18%, mientras que el restante 22% se lo reparten Sonana y
so mera. Por otra parte, 10s supermercados suman 43 1 establecimientos en todo el pas,
228
controlados por 44 empresas comerciales, en donde sobresalen Calirnax (de gran presencia en el noroeste: Baja California y Sonora) con 9%; Superarna con 8%; Comercial
V.H. (en Sonora y Sinaloa) con 7%, y Chedraui con 6% del total.
Finalmente, por lo que respecta a los megamercados, stos comienzan a aparecer al
finalizar la dcada de los ochenta, entre 1989 y 1993 su crecimiento porcentual promedio fue de 12%, contrastando claramente con 1994 y 1995, aos en los que alcanzaron
107 y 77% respectivamente. Actualmente este tipo de establecimientos suman en todo
el pas un total de 23, corresponde a Wal-Mart cerca de 83%, y el restante 17 a K-mart.
En el mbito intrametropolitano, si bien las delegaciones centrales continan registrando el mayor porcentaje de las tiendas de la globalizacin, lo cierto es que existe una
gran pulverizacin de este tipo de establecimientos, de tal manera que considerando los
altos volmenes de venta que registran y la significativa captacin de clientes, prcticamente no existe zona urbana donde el capital comercial de la apertura no mantenga ya
una presencia significativa.
En todo caso, un rasgo nuevo de la expansin y consecuente reconfiguracin del
sistema de abasto intrarnetropolitano estriba en que incorpora municipios conurbados
del estado de Mxico que antes no estaban integrados al entorno comercial de la capital
o sus lazos eran muy dbiles. Sin embargo esto obedece a dos tendencias: el desplazamiento de la poblacin de ingresos medios, altos y muy altos hacia esas reservas territoriales, y la necesidad, sobre todo de los hipennercados, de buscar economas de escala
espacial a partir de las cuales captan el mayor nmero de consumidores y ganan la
competencia en este sistema intraurbano de abasto de la globalizacin.
De esa manera, el sistema de abasto intrametropolitano, de continuar las tendencias
actuales, ser dominado por esta nueva figura del abasto, que introduce modificaciones
territoriales en el esquema debido a las estrategias de implantacin que siguen, y al
perfil de clientes que captan y fomentan.
EL~&XICO
CENTRAL. METAPOLIS
Y DESARROLLO REGIONAL
Bassols Batalla, Angel et.al. (coord.), El abasto alimentario en las regiones de Mxico, Mxico, Instituto de Investigaciones Econmicas, Programa universitario de
Alimentos, UNAM,
1994.
la ciudad de Mxi-
Thefuture of food. Long term perspectives,for the agro-food sers!or; Pars. OCDE,
Tercera parte
EL DESARROLLO REGIONAL DESDE MORELOS
la cultura de un gegrafo francs que haya sido formado en los aos cincuenta o en 1990 se basa en el estudio de las divisiones territoriales que se vislumbraban siempre en el interior de los territorios de los estados nacionales. Entre esos
gegrafos franceses, aquellos que han sido formados en los aos cincuenta han debido
innovar para tomar conciencia de que las regiones naturales, hiptesis de base que se les
haba inculcado, pertenecan a esos territorios nacionales. Actualmente, los ms jvenes deben forzar todava su imaginacin para poner en tela de juicio el hecho de que los
temtorios nacionales permanecen como hiptesis obligadas.
Debemos recordar que sas eran las investigaciones geogrficas sobre Amrica Latina que se llevaban a cabo en Francia en los aos sesenta-setenta. El punto de partida,
es decir, la cultura francesa universitaria de los investigadores, era una divisin de regiones fundadas sobre el espacio natural, al cual se le haba agregado recientemente una
IN DUDA
'
P. Monbeig, autor de la obra Pioneros y plantadores de So Paulo, Pars, Armand Coln, 1952, es el nico
gegrafo francs de su generacin que mantiene nexos con el Instituto de Estudios Politicos de Pars y con la Fundacin Nacional de Ciencias Polticas; fue colega en la Universidad de S5o Paulo (que naca en los afios treinta) de
Fernand Braudel y de Claude Lvi-Strauss. Cuando cre en 1950 el Instituto de Altos Estudios de Amrica Latina
de Pars, atrae a socilogos y economistas, sin hablar de sus colegas gegrafos. Vase "Pierre Monbieg, gographe
pionnier", en H. Thery y M. Droulers (coord.), Travawr et m6nioires de L'lnstirut des Haures tudes d'An~rique
Latine, Pars.
DESDEMORELOS:
LA R E G I ~ NY LOS ESTUDIOS REGIONALES
na, fuera de Brasil y Chile, permaneca ligada a sus tradiciones: las de la cartografapara
un inventario de los territorios nacionales. As, naci en Francia, en el caso de esos
gegrafos latinoamericanistas, una tradicin de obras colectivas, o ms bien de coloquios
que acababan en una publicacin colectiva encabezada por gegrafos, de alguna suerte
obligados por el medio latinoamericanista francs, a buscar contactos, tenias y problemticas comunes con sus vecinos de disciplinas prximas a propsito de Amrica Latina. Esos gegrafos han hecho as un aprendizaje muy precoz, muy insistente de la
pluridisciplina, en comparacin con la corporacin de gegrafos franceses de la poca.
Por su formacin, lo ms frecuentemente investigado como marco territorial para esos
dilogos es lo local y lo regional, dentro de los estados-nacioneslatinoamericanos,improvisando anlisis comparativos de caso, locales o regionales, en el seno del conjunto del
subcontinente.
La originalidad de estos trabajos de gegrafos sobre lo local y lo regional latinoarnericano consista frecuentemente en identificar a los factores sociales localizados de esta
vida local o regional: era seguir implcitamente la visin de P. Monbeig, de una geografa
que contaba -por ejemplo los plantadores de caf del estado brasileo de Silo Paulo-,
ms que analizaba, los modelos de organizacin espacial, punto de vista bajo el cual
comenzaban a trabajar los gegrafos franceses de la poca, a instigacin de sus colegas
anglosajones o de sus compaeros economistas. Esta pista cientfica dejaba escptico al
pragmtico que era P. Monbeig, poco inclinado a teorizar.
ciones de Estado-nacin han sido excepciones en el tiempo y en el espacio latinoamericano: de hecho, han sido realmente incorporados a la nacin los ciudadanos urbanos de
las clases medias, as como las capas sociales de asalariados estables, empleados u
obreros, integrados a las grandes empresas de servicios pblicos o a las grandes industrias de base o de sustitucin de importaciones creadas por el Estado, o nacionalizadas
por l, o administradas por el sector privado generalmente de capital extranjero, pero bajo
proteccin del Estado gracias al sistema aduanero. En el mejor momento de los grandes
regmenes populistas, segn el pas en los aos cincuenta, sesenta o setenta, ese mundo de
ciudadanos integrados a la nacin es ampliamente mayoritario en Argentina y Uruguay.
Tiene mucho peso en Chile o en Venezuela sin ser mayoritario y eso para los pases que
por su tamao tienen economas internas frgiles. Es numeroso, poderoso pero no mayoritario, en el caso de los dos gigantes en que se convirtieron Brasil y Mxico. Por lo
dems, no est formado ms que por islotes incrustados en mundos fragmentados por
relaciones sociales "tradicionales" donde reinan los caciques, las comunidades y los patrones, lo mismo en Amrica Central que en los paises andinos.
Tanto para Francia a principios del siglo xrx como para los "pases del Este" bajo la
direccin de un partido comunista todopoderoso (ese cuerpo de ciudadanos que representa a la nacin forma una minora privilegiada que extrae sus recursos de esta nacin;
una ficcin igualitaria que disimula las relaciones polticas de dominacin, o un proyecto
para forjar o convertirse en una nacin). No hay una respuesta objetiva simple a esta
cuestin fundamental, ni para el observador extranjero ni para aquellos que viven la
cotidianidad de los pases latinoamericanos. A lo mejor se puede enfrentar esta cuestin
en forma sesgada: como el de otros estados latinoamericanos, el temtorio mexicano
como nos lo muestra Guillermo de la Pea2es, a la vez - d e s d e el siglo xrx-, un proyecto y una ficcin. Debe haber un tratamiento poltico que lime las asperezas del territorio,
que lo homogeneice, luchando contra sus enemigos brbaros del exterior y del interior.
Subrayamos que en el continente americano los enemigos exteriores a las fronteras,
siempre evocados, son de poca importancia en comparacin con aquellos del interior,
mucho ms peligrosos porque son ms brbaros. En el caso mexicano particularmente, el
enemigo exterior potencial -Estados Unidos- es desde la mitad del siglo xrx demasiado poderoso para que un enfrentamiento sea imaginable; mientras que a la inversa, la
pequea Guatemala no es un enemigo potencial peligroso. Y al contrario, los enemigos
brbaros del interior estn presentes en el norte hasta el fin del siglo XIX, y en la pennsula
yucateca hasta los aos treinta.
Las situaciones regionales insertas en los estados-nacin populistas de Amrica Latina con frecuencia nos aparecen ms claramente a posteriori, cuando el escenario ha
Artfculo por aparecer en una obra colectiva en el Instituto de Altos Estudios de Amrica Latina: Territorios
(titulo provisional); H. Rivibre d'Arc y M.F.Schapira (coords.).
238
DESDE
MORELOS:
LA R E G I ~ NY LOS ESTUDIOS REGIONALES
cambiado. Habamos disertado en los aos sesenta sobre las regiones funcionales, fundadas sobre bases naturales y con grandes flujos econmicos gracias a los intercambios
interindustriales: esos flujos no tenan casi nada de vigor cuando las industrias, motores
de las organizaciones territoriales, tomadas bajo el control de los estados, se resguardaban esencialmente en las capitales polticas y se implantaban muy poco en las otras
ciudades. Tenamos, por lo dems, alguna dificultad para comprender la importancia
del diseo de las regiones administrativas (provincias o estados federados as como
municipios), tanto ms que la tutela de los estados populistas apenas dejaba margen
de accin a las lites locales (o bien estas lites se disimulaban en las capas del partido, o bien, las juzgbamos demasiado retrgradas o ineficaces para interesarnos); Les
que estas "regiones" polticas que son los estados federados o los municipios no nos
han parecido verdaderamente susceptibles de estudios ms que en el curso de los aos
En los aos sesenta-setenta hemos evaluado un poco mejor la importancia de las
regiones de ordenamiento territorial voluntario creadas por esos estados populistas: la
Sudene brasilea, organismo de desarrollo del nordeste pobre y deprimido; las agencias
de cuencas hidrogr@cas de Mxico, donde habamos examinado sobre todo los aspectos
naturales, tcnicos y econmicos. La ms prestigiosa, la Comisin del Tepalcatepec,
transformada en Comisin del Balsas, enlazaba grandes obras hidrulicas en un proyecto
siderrgico (que se osaba calificar entonces de industria industrializante porque diversos economistas, como los de la Unin Sovitica, pensaban que una industria de transformacin solamente poda ser slida si dependa de una "industria de base" y que sdlo
la siderrgica era la verdadera industria de base). Este respetado proyecto estaba asociado al respetado nombre de Lzaro Crdenas. Casi no queramos percibir la parte del
caciquismo regional que se incrustaba en los intersticios de estos proyectos modernistas.
Y ms an, habamos descubierto mal en la misma poca el papel de la organizacin
corporativista (regional, local, vase urbana) contenido en grandes proyectos de afirmacin nacional: como las empresas industriales que pertenecan al ejrcito argentino,
como la empresa del cobre chileno nacionalizado, que el rgimen de la dictadura no ha
privatizado debido a que una parte de sus ingresos era atribuida por ley al ejrcito.
Igualmente, hubo que esperar a los trabajos de M.F. Schapira (en particular en Impactos
regionales de la poltica petrolera mexicana, Leopoldo Allub y Marco A. Michel
(coords.), Centro de Investigaciones para la Integracin Social, 1982.) sobre Pemex,
compana petrolera del Estado mexicano, para comprender en los aos ochenta, el POdero de esta compaa estatal en el ordenamiento del temtono, en el momento mismo
en que la crisis petrolera, adems del giro neoliberal del Estado mexicano, hacan pedazos este podero. Por tanto, al fin de los aos treinta Pemex haba dirigido una poltica de
ordenacin del territorio poniendo en marcha el transporte, la transformacin y la distribucin de productos petroleros y de gas, para un naciente mercado nacional a la vez
urbano e industrial: gasoductos, oleoductos y refineras. En 10s aos setenta, el Estado
239
DESDEMORELOS:
LA R E G I ~ NY LOS ESTUDIOS REGIONALES
Y es en este nuevo contexto en el que las unidades regionales que se imponen a los
investigadores latinoamericanistasen los dos decenios de los ochenta y los noventa son
ante todo circunscripciones administrativa^.^ Aun cuando algunas interrogantes sobre
el papel organizador de los marcos poltico-administrativos aparecieron desde los aos
setenta, hay que esperar los dos decenios siguientespara que dichos marcos adquirieran
una legitimidad tranquila. Precedentemente, estudiar desde la geografa un Estado-nacin entero, o en el seno de ste una provincia administrativa,apareca como poco cientfico, intil o retrgrado, ya que el modelo de la regin era un temtorio definido por sus
aspectos naturales, organizado por flujos econmicos segn los modelos "christallerianos".
Para profundizar este tipo de investigaciones sobre una geografa de circunscripciones
administrativas se debe desde luego adquirir una cultura de derecho administrativo de los
pases estudiados. Pero eso supone adems, ms all de los moldes formales de la administracin, comprender los contenidos concretos de las prcticas administrativas y las
maneras de actuar de los administradoresmismos. Aqu, la herramienta especfica aportada por los gegrafos, al lado del derecho administrativo,es saber comparar estas situaciones concretas, en varias escalas. En efecto, el rgimen de propiedad de las tierras no
privadas (comunidad, ejido), las prcticas de urbanismo (tipos de construccin autorizados, modo de adquisicin de las parcelas para construir), las prcticas comunitarias para
los trabajos de inters colectivo (tequio), los procedimientos electorales reales a nivel
municipal, no son los mismos de un estado de la Federacin a otro, ni siquiera de un
municipio a otro en el seno de cada Estado. No es por azar que tal vez se alcanza un
nivel de anlisis muy fino de los procedimientos electorales cuando se trabaja en etnologa, cuando se tiene una vivencia del terreno grande y profunda.
En el seno de esos estados y esos municipios, las lites locales, los polticos y los
administradores luchan por aumentar sus medios; negocian junto con las autoridades
del Estado central para acrecentar su parte de redistribucin de los recursos presupuestarios, porque los recursos fiscales que provienen de los impuestos son recaudados
mayoritariamente por ese Estado central. Tambin actan -y es la gran novedadpara atraer directamente a los inversionistas extranjeros: gobernadores de los estados
mexicanos o de provincias argentinas, y tambin las autoridades de las regiones chilenas: aunque nombrados por el Estado central, estas ltimas se afanan por Uegar a acuerdos con las cmaras de comercio locales para mejorar la imagen de su territorio. Una
paradoja al respecto: las regiones creadas recientemente por el poder central chileno
tienen administradores que actan como gobernadores elegidos. Otra paradoja: no hay
3 Como investigador puedo testimoniar que esos temas, de una geografa administrativo-poltica, no me
haban parecido interesantes sino hasta principios de 10s aos ochenta, despus de algunos artculos anteriores
muy marginales. L~~ haba desarrollado de manera limitada en la nueva edicin de Las regiones geogrdficas de
~ k ~~ i ~ ~siglo
~ , XXI,
~
1988,
i pp. ~130-152,~ y despus
,
mhs ampliamente, insistiendo en los aspectos
histricos del tema en Espacios mexicanos confemp~rdneos,Mxico, PCE, 1997, capftul0 "Los tejidos del
territorio", pp. 22-50.
24 1
reivindicaciones actuales en ningn pas estudiado, de parte de las lites locales urbanas,
para crear en su beneficio una nueva provincia (haba sido creada hasta los aos setenta
en Colombia, y las subdivisiones de los estados federados continuaron ms tarde en
Brasil, en el interior poco poblado: jopciones polticas federales o reivindicaciones de
elites regionales?). Como la carta de los estados soberanos del subcontinente latinoarnericano est intacta en lo esencial desde hace ms de un siglo, la de las provincias o los
estados federados, no podra ser modificada? Si existen veleidades, tentativas o negociaciones en la materia, permanecen o quedan como un terreno virgen para la investigacin. En todo caso, cada iniciativa que conduce a la creacin de nuevas provincias es
casi todava la expresin del poder del centro de esta nueva unidad, es decir, de una
ciudad predominante. Situacin tanto ms paradjica puesto que en el nivel municipal, por el contrario, las modificaciones no faltan: por ejemplo, las creaciones son
muy numerosas en Brasil, mientras que solamente surgieron desde los aos noventa,
nuevas unidades municipales en un Mxico que ha quedado un poco paralizado desde
los aos treinta.
Pero ms all del retorno a una mayor importancia y autonoma de las grandes provincias administrativas, recordemos que los aos noventa han visto esfumarse las fronteras entre los estados, esencialmente con el TLCAN y el Mercosur: de hecho, todos los
estados de Amrica Latina -y hasta los del continente arnerican- tienen en comn
moldes administrativos del mismo origen, ideas parecidas, nacidas de "las luces" del
siglo XVIII europeo, horizontes unitarios imaginados - d e l nombre mismo de Estados
Unidos de Amrica, al sueo bolivariano-. Varios pactos interestados haban nacido
antes de los aos noventa en Amrica Central, en los pases andinos... Todos haban
abortado, mientras que los ltimos en llegar, a cargo de fuerzas poderosas, han alcanzado sin duda puntos que no permiten volver atrs.
DESDE
MORELOS:
LA R E G I ~ NY LOS ESTUDIOS REGIONALES
es casualidad que en los tres decenios 1950-1970 se publicaran muy Pocas obras sobre las regiones de
4
~ ~esoiexplica,
~ ~ sin ; duda, ]a larga duracin de vida de estas obras para una clientela limitada. Es el caso de las
mexicano interesado por el tema regional en la poca. Paralelamente, el
obras de A. ~~~~~l~Batalla, el nico
pequeo libro de C. Bataillon Las regiones geogrficas de Mkxico conocfa una f o ~ n bastante
a
sorprendente que
el autor puede contar: el libro tiene por origen un curso dado a estudiantes de historia de El Colegio del
en
1964 y 1965, publicado por la
joven casa editorial Siglo XXI en 1969, es reeditado casi cada ao, pues conoci
una actualizacin parcial en 1988. Es precisamente a partir de ese
vende muy POCO y deja de ser
reeditado, sin duda porque la produccin editorial mexicana sobre ese tema se volvi entonces abundante, nueva en
sus temfiticas y con un material informativo mucho mhs puesto a' dia.
se
243
poblacin, y, por ltimo, de estudios de urbanismo durante los aos ochenta, cuando
asustaba el gigantismo de las metrpolis.
La novedad de los aos noventa es una demanda proveniente de las autoridades
provinciales. Los gobiernos de los estados federados suscitan la creacin de centros de
investigacin o de ncleos de consultores, o bien apoyan el desarrollo de tales organismos, en el seno de las universidades de las capitales estatales. O bien, adems los estados reciben sucursales de investigacin descentralizadas por los centros universitarios
de la capital nacional (por ejemplo, el Ciesas, la Universidad de Chapingo, la UNAM). En
todos esos lugares de investigacin se estudian los temas del desarrollo regional, de la
planificacin regional, sobre la sociedad regional, las elites regionales y las culturas
regionales: de manera balbuceante en los aos ochenta y mucho ms fuerte despus.
Las colecciones editoriales son creadas a partir de la nada para recibir los trabajos
capaces de elucidar los contenidos de las identidades locales o regionales, mientras que
estas identidades se crean por trabajos que echan mano de elementos vividos y glorificados (monumentos o barrios en las ciudades, grupos sociales tpicos, practicantes de
oficios de otro tiempo), o a partir de particularidades del lenguaje, o por la puesta en
escena de los poderes locales particulares (comunidades). Hay que sealar - e n la medida que se le conoce, pero es un tema a explorar- que los portadores de esas identidades son grupos muy variados que forman segmentos complejos de la elite regional:
maestros de escuelas, msicos, historiadores locales, artesanos, pero tambin modernos
empresarios reagrupados en tal o cual cmara de comercio, porque el deseo del desarrollo es propio de esas elites regionales que, en las luchas electorales que se volvieron
inciertas con la apertura poltica de los aos noventa, buscan el bienestar de sus ciudadanos-electores. Todas estas identidades regionales o locales tienen ms cuerpo que
los ciudadanos imaginados de Escalante? Una colectividad regional no est dada como
un todo a priori, pero es una dinmica que el conocimiento del gegrafo, como el de las
otras corporaciones de las ciencias sociales, puede contribuir a construir. No intentamos constituir a la fuerza tales realidades en objetos absolutamente identificables, pero
buscamos sesgos para verlos ms de cerca, en particular por la comparacin entre ellas,
de las situaciones regionales o locales.
La bsqueda de esas nuevas identidades territoriales se complica an ms por la
intensidad de las migraciones, cada vez ms internacionales: un grupo tnicamente connotado, vase una provincia histrica, no est nicamente compuesto por sus hijos arraigados en el territorio, constituido ms o menos desde tiempos lejanos. Esas entidades
incluyen cada vez ms territorios ocupados por sus migrantes, tal vez en las nuevas
zonas de colonizacin rural como la Lacandona (el Chiapas mexicano), pero tambin
ms frecuentemente en los barrios urbanos del corazn de las grandes ciudades del
Estado-nacin concerniente, o cada vez ms en las grandes ciudades de Estados Unidos; los ciudadanos lejanos son parte constitutiva de las regiones en el occidente mexicano "ranchero", como en el estado de Oaxaca de las comunidades indgenas.
244
DESDE
MORELOS:
LA R E G I ~ NY LOS ESTUDIOS REGIONALES
Guardmonos sin embargo de creer que toda regulacin por los estados centrales ha
terminado de funcionar en Amrica Latina. Sin duda, aquellos que eran menos fuertes
de lo que se les crea en su momento ms slido estn mucho ms cerca del modelo de los
Estados Unidos que de los del Viejo Mundo. Pero cualquiera que sea el nivel de
desregulacin, cualquiera que sea el nivel de crisis que conocen las cla~esmedias, las
nuevas regiones permanecen bajo la proteccin de los estados, que continan descontando y redistribuyendo el dinero de los impuestos y que aseguran, ao bueno o malo,
una paz civil igualmente eficiente, y tal vez mejor, que en los tiempos en que la ambicin de la ordenacin territorial centralizada era mucho mayor.
"Rasgos geogr8ficos principales del estado de Morelos", en BoletfnlCentro Internacional de Estudios PedagPP. 6-8.
245
[la] ms complicada, por varias razones: primero en el eje mismo de la gran fractura, hubo
erupciones de lavas andesticas, relativamente antiguas, que la erosin esculpi en grandes
farallones con formas de ruinas, farallones que constituyeron lugares de defensa, y que dieron
un ambiente de misterio religioso a Malinalco, Chalma, Tepoztln o Tlayacapan. Por otra parte,
las llanuras estn divididas por unos largos pliegues de rocas calcreas en direccin norte-sur
que se asemejan a los de la Sierra Madre Oriental: estos cerros dividen Morelos en unos pasajes
alargados que se aprovechan para el establecimiento de carreteras y ferrocarriles [...l. Adems,
estas zonas de rocas calizas permeables almacenan el agua que brota en manantiales de caudal
abundante, como en el que da origen al Ro Amacuzac, en las grutas de Cacahuamilpa.
As, la hidrologa dependa de las reservas de agua almacenadas en la sierra del Eje
Neovolcnico, que manaban en la parte baja en manantiales que daban los caudales de
los ros. Y dichos ros se haban aprovechado desde la poca prehispnica para los
cultivos de cacao y mucho ms todava en la poca colonial para los nicos caaverales
del mundo colonial hispnico que producan blanco (y no solamente panela de trapiches) para el mayor mercado interno de aquel mundo: la ciudad de Mxico.
Tambin se poda entender visualmente lo que haba sido la concentracin capitalista y el auge econmico porfiriano en Morelos, con las chimeneas de los ingenios que
fueron la modernidad de aquel tiempo. Y luego el trauma revolucionario en la regin
corazn del zapatismo. Y luego a partir de estos aos sesenta ya se podan ver los
principios de la nueva economa morelense: desarrollo agrcola de la produccin de
arroz, de verduras, de frutas y flores que desplazaban la caa, ms rpidamente en tierras de propiedad privada, pero tambin en tierras ejidales, aunque aqullas seguan
mucho ms vinculadas con la produccin cafiera hacia el ingenio de Zacatepec.
En las zonas de temporal vea uno la permanencia de las comunidades indgenas,
que se podan conocer a travs de los estudios pioneros de la antropologanorteamericana: Redfield en los aos treinta y luego Oscar Lewis en los cuarenta y cincuenta, ambos
dedicados a estudiar a Tepoztln. Solamente ms tarde, en los aos setenta, empez en
el Morelos oriental el trabajo de los antroplogos mexicanos de la escuela de h g e l
Palerm, desde la Iberoamericana y luego desde el Ciesas: aqu empezaron Arturo Warrnan,
Guillermo de la Pea y tantos ms. De esa experiencia naci el concepto de antropologfa regional desarrollado en el mismo Ciesas.
En esos aos sesenta, lo urbano en Morelos apareca como una dependencia directa
de la sociedad rural, aunque ya con ciertos desarrollos de otro alcance. Un obispado, el
Palacio de Corts, como smbolo de la prosperidad caera temprana del Marquesado
del Valle, era el corazn de la pequea ciudad de Cuemavaca. Fuera de eso, lop monumentos pblicos del gobierno del estado eran pocos y frecuentemente aparecan como
obras inconclusas. Lo dems eran pueblos ms que ciudades, pero pueblos de gran
tamao, con alto grado de urbanizacin ya en aquel tiempo, a pesar de muchos descuidos y huellas de las destrucciones de la Revolucin.
246
DESDE
MORELOS:
LA R E G I ~ NY LOS ESTUDIOS REGIONALES
En 1964 todos los aspectos del turismo de fines de semana estaban ya establecidos:
turismo de lujo en decadencia desde que la "autopista" (de dos carriles) a Acapulco
atraa la clientela de alto nivel; turismo popular en pleno auge a medida que la
motorizacin de los chilangos creca rpidamente. No por casualidad mi artculo de
1964 ni mencionaba la zona industrial Civac y la industria automotriz: apenas se estaba
empezando la construccin, y en aquel tiempo la "descentralizacin" industrial ms
vistosa alrededor de la ZMCM era... Ciudad Sahagn.
Mi panorama de 1964 estaba en conformidad con el esquema de la regin "a la
francesa" de la poca: por suerte, el estado de Morelos formaba un marco excepcionalmente adecuado (para la informacin estadstica en particular) en relacin con una unidad "natural" representada por la asociacin de la sierra y las zonas bajas y planas que
disponan de agua para la irrigacin. En este marco se podan inscribir lgicamente una
serie de actividades agropecuarias que asociaban bosques y pastizales de la sierra, con
riego y temporal de las tierras bajas. Estas lgicas de la naturaleza tomaban cuerpo en
las etapas de la historia econmica: un mundo de la caa de azcar desde la Colonia
hasta la Revolucin a travs del Porfiriato, despus un mundo de lei modernidad dependiente de la ZMCM. As, el estado de Morelos era un ejemplo pedaggico privilegiado
para aplicar el modelo tradicional de la regin.
Las salrdas del laberinto, Joaqun Mortiz, 1995; Modernidad indiana, Planeta, 1999.
247
La trama principal del presente trabajo proviene de un texto redactado para servir de conclusin en la obra
sealada anteriormente en la nota 2; ha sido reescrito y ampliado para desarrollar la reflexin sobre el caso mexicano.
248
',
250
1900-1995
Fuentes: L. Unikel (1976); Megrete y Salazar (1986); J. Sobrino (1993); Conapo (1 994); Negrete (1994);
Censos de poblacidn 1970, 1980 y 1990, y Conteo de poblacin, 1995.
La tercera etapa comienza durante los aos ochenta, y se caracteriza por una baja en
la dinmica de crecimiento de la poblacin urbana, sin que deje de aumentar el grado de
urbanizacin, influida por una disminucin drstica de la fecundidad,as como cambios
y fluctuacionesen las tendencias dominantes de distribucin territorial de la poblacin,
que se explican con las crisis econmicas recurrentes, la reestructuracin de la economa nacional y su insercin en el mercado internacional. En los aos ochenta se registran cambios en las medidas de concentracin: dejan de aumentar e incluso se registran
crecimientos muy bajos en algunas de las grandes ciudades (que eran las que llevaban la
batuta en crecimiento y concentracin). Durante la primera mitad de los noventa, en
cambio, se presentan crecimientos ms altos que en la dcada anterior y se reanuda la
tendencia a la concentracin, si bien de manera limitada, situacin que coincide con una
reactivacin de la actividad econmica, registrada hacia fines de los ochenta y principios
de los noventa.
La regin Centro, en este contexto, ha tenido un papel preponderante, porque ha sido
la ms urbanizada, la que concentra en cada periodo la mayor parte del crecimiento
urbano, y porque ha definido, en buena medida, el ritmo y orientacin del proceso de
urbanizacin nacional. En el cuadro 1 puede observarse la elevada participacin de la
urbana en comparaci6n con las otras regiones.
regin en ]a
En el cuadro 1 se aprecia tambin la evolucin de la participacin de la regin a lo
largo del siglo. sta aumenta sostenidamente durante las cuatro dcadas de urbaniza25 1
1
I
1900
1921
1940
1960
1980
1990
1995
1437
2100
4013
13314
37563
50151
58384
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
1.2
5.9
5.5
24.1
14.5
36.2
2.4
5.7
2.0
11.5
7.9
13.5
10.5
42.2
1.3
6.5
2.7
9.6
9.1
10.6
9.6
47.7
1.5
6.2
7.2
9.7
9.5
8.6
11.1
44.4
2.3
5.1
7.3
7.8
9.2
7.9
11.1
44.6
3.3
6.5
8.2
8.3
9.0
9.6
11.9
39.1
4.7
6.5
8.6
8.2
9.0
9.7
11.8
38.2
4.9
6.5
4.4
4.6
3.0
2.2
2.3
2.8
3.1
lntegracibn de las regiones. Noroeste: Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora. Norte:
Chihuahua, Coahuila y Durango. Noreste: Nuevo Len y Tamaulipas. Centro Norte: Aguascalientes,
Guanajuato, Querbtaro, San Luis Potosi y Zacatecas. Occidente: Colima, Jalisco, Michoacn y Nayarit.
Centro: Distrito Federal, Hidalgo, Mxico, Morelos, Puebla y Tlaxcala. Pac/fico Suc Chiapas, Guerrero y
Oaxaca. Golfo: Tabasco y Veracruz. Peninsula de Yucatn: Campeche, Quintana Roo y Yucatn.
mentes: L. Unikel (1 976);Conapo (1994); Negrete y Salazar (1 986);J. Sobrino (1 993);Negrete (1 994);
Censos de poblacin, 1970, 1980 y 1990;Conteo de poblacin, 1995.
cin moderada, de 36% en 1900 a casi 48% en 1940. Durante la etapa de urbanizacin
acelerada, dicha participacin primero se mantiene en torno a 47% en 1940 y 1950, y
luego baja y se mantiene cercano a 44% entre 1960 y 1980, que son las dcadas cuando
se intensifica la dinmica de urbanizacin. Finalmente, la participacin de la regin
Centro registra descensos leves en 1990 y 1995, ya en la tercera etapa del proceso de
urbanizacin nacional.
Hay tres aspectos que caracterizan el proceso de urbanizacin reciente en la regin
Centro: la disminucin en el crecimiento de la ZMCM, el aumento en la velocidad de
crecimiento de las ciudades intermedias de la regin, y la proliferacin de pequeas
ciudades.
El comportamiento de la ZMCM contribuye considerablementea explicar la evolucin
del proceso de urbanizacin nacional y de la regin Centro en particular, ya que comprende cerca de 30%de la poblacin urbana nacional y de 80% de la poblacin urbana
de la regin. Sin embargo, el peso de la capital del pas en el proceso de urbanizacin ha
252
ido en decremento, lenta pero sostenidamente, a lo largo de siglo xx. As, tenemos que
en 1950, la ZMCM representaba 41% de la poblacin urbana nacional y 87% de la regional; para 1995, estas proporciones se haban reducido a 28% y 75%, respectivamente.
Esta disminucin refleja el aumento de la importancia de otros mbitos de desarrollo
urbano, y es particularmente causada durante los aos ochenta y noventa, es decir, en
lo que hemos llamado tercera etapa del proceso de urbanizacin; responde a un aumento
de la emigracin de esta zona metropolitana hacia diversas partes del pas, principalmente al interior de la propia regin Centro, cuya magnitud incide en una fuerte cada
de la velocidad de crecimiento de la ZMCM durante los aos ~ c h e n t a . ~
Durante la etapa de urbanizacin acelereda, la migracin originada en el Distnto
Federal estaba motivada principalmente en la expansin metropolitana de la ciudad de
Mxico. Hacia 1970, el 77% de los migrantes que salieron del Distrito Federal se dirigieron al estado de Mxico, 6% a otros estados de la regin Centro, y 17% a otros
estados de la Repblica. Para 1990, en cambio, los emigrantes se distribuan de la siguiente manera: 53% en el estado de Mxico, 13.5% en otros estados de la regin
Centro, y 33.5% en otras regiones. Si bien los datos de 1970 no son estrictamente comparables con los de 1990: permiten observar una prdida de peso en el proceso de
expansin metropolitana de la ciudad de Mxico como motor principal de la emigracin
que se origina en el Distrito Federal, as como ganancias de emigrantes capitalinos tanto
en regiones diferentes a la central, cuanto en los estados de la regin Centro diferentes
al estado de Mxico, pues duplican su participacin.
Como puede observarse en el cuadro 2, la emigracin proveniente del Distrito Federal y con destino en los estados de la regin Centro tiene una marcada preferencia por
10s destinos urbanos, particularmente las principales ciudades, que constituyen las metrpolis secundarias de la regin.
Se trata pues de un proceso regional de redistribucin de la poblacin y del crecimiento urbano, que si bien no implica una desconcentracin en trminos absolutos,
favorece sin duda el aumento en el crecimiento de las metrpolis secundarias de la
regin Centro.
Uno de los factores ms importantes que impulsan este fenmeno es la crisis econmica. Durante los aos ochenta, el desempeo de la industria manufacturera se caracte-
3 ~ ~ b ai que
d ~10s datos censales solamente registran la entidad federativa de origen de los migrantes, no es
posible contabilizara los emigrantes que salieron de 10s municipios del estado de Mxico que forman parte de la
ZMCM,
a los que salieron del Distrito Federal. Pero la informacin disponible es suficiente para tener un
panorama aproximado.
de 1970 se refieren a poblacin de 5 Y mis aos (en el momento del levanta4 h s datos del Censo de
miento) y que emigraron del Distrito Federal entre 1965 y 1970. En cambio, 10s datos del Censo de 1990 se refieren
a la poblacin de 5 y
aos de edad que en 1985 residan en el Distrito Federal. Se trata de conceptos distintos y la
diferenciaentre ellos no puede conocerse con exactitud, si bien se considera marginal.
Poblacin1del
D.E que emigr
en 1985-1990
DDtribuc/on
(N
% del total de
hmigrantes en
e/ desthd
688 367
509 305
91 245
29 902
57 91 5
100.00
73.99
13.26
4.34
8.41
58.56
71.19
38.09
36.1 9
42.03
-
Poblacin de 5 y m6s aos de edad en 1990 en el grupo de municipios sealado, que residia en el
Distrito Federal en 1985.
2Respecto al total de poblacin de 5 y ms aos de edad en 1990 en el grupo de municipios sealado,
que residan en otra entidad federativa en 1985.
Comprende las zonas metropolitanas de Puebla, Toluca, Quertaro, Cuernavaca, Cuautla, Pachuca y
Tlaxcala.
Fuente: X/ Censo general de poblacin y vivienda, 1990.
l
riz por un estancamiento generalizado tanto del producto como del trabajo. Varios esta-
l
l
1
1
i
1
1
1
I
dos del pas registraron prdidas muy importantes de empleo industrial; entre ellos, el
Distrito Federal, Nuevo Len, Jalisco y el estado de Mxico, que en las dcadas anteriores haban destacado por su dinamismo. Tan slo en el Distrito Federal se perdieron 190
302 puestos de trabajo entre 1980 y 1988 (Sobrino, 1997).
La breve recuperacin econmica de fines de los aos ochenta y principios de los
noventa (que acaba a fines de 1994 al entrar en un nuevo episodio de crisis), provoc
una recuperacin del crecimiento de la ZMCM,
que sin embargo, no alcanza los niveles de
crecimiento previos a la llamada "dcada perdida". Esto se debe en buena medida a la
reduccin del crecimiento demogrfico nacional, que es casi constante desde los aos
ochenta, y donde tienen que ver la transicin demogrfica y la continuidad de las polticas de control de la fecundidad. Cabe destacar, sin embargo, que el diferencial entre
las tasas de crecimiento demogrAfico de la ZMCM y del nacional, que fue negativo por
primera vez en el periodo 1980-1990, contina sindolo en el periodo 1990-1995: lo
cual indica que la dinmica de crecimiento de la principal zona urbana del pas no tiene
ya todo el peso que antao le caracterizara, y es probable que no se vuelva a alcanzar,
1
4
5Para el periodo 1980-1990, la tasa de crecimiento medio anual de la poblacin de la ZMCM se ubic en 0.70%,
mientras que para el pas en su conjunto fue de 2.02%. En el penodo 1990-1995, las tasas de crecimiento fueron de
Suma
y ms
a l 000000
a 500 000
a 100000
a 50000
1950
1970
7990
1995
83.9
0.0
6.6
3.3
6.2
100.0
1
1
5
1
11
19
80.6
6.9
9.6
0.5
2.4
100.0
2
2
5
3
37
49
82.2
7.2
5.4
1.0
4.2
100.0
3
2
4
5
46
60
84.6
5.7
3.6
1.5
4.6
100.0
Fuentes: Unikel et al. (1976); Salazar y Negrete (1986); J. Sobrino (1993); Negrete (1994); Conapo
(1 994), X y XI Censos de poblacin y conteo 1995.
por lo menos en el primer lustro del nuevo milenio. Esto, por la crisis econmica de la
segunda mitad de los noventa, pero tambin en el contexto de las teoras cclicas de
crecimiento urbano (Rodriguez y Olivera, 1999).
Otro factor presente en los patrones recientes de urbanizacin de la regin Centro es el
aumento en el nmero de localidades urbanas. A lo largo del siglo xx, el nmero de localidades mayores a los 15 000 habitantes se multiplic por diez veces en la regin, incremento que fue paulatino hasta 1950 y que se dispara a partir de 1970. El nmero de
ciudades aument de 12 a 19entre 1950y 1970, y de 49 a 60 entre 1990 y 1995 (cuadro 3).
Aunque las ciudades millonarias abarcaron 80.6% de la poblacin urbana regional en
1970 y 84.6% en 1995, los mayores incrementos en el nmero de ciudades entre ambos
aos corresponden a las menores de 50 000 habitantes, si bien representan solamente, de
la poblacin urbana regional, 1.5% en 1970 y 2.2% en 1995.
Poblacin no urbana
Poblacinurbana
Morelos ha sido tradicionalmente receptor de inmigrantes, y el aumento en la dinmica de urbanizacin en las ltimas tres dcadas se puede explicar, en trminos demogrficos, por el aumento en los flujos migratonos que recibe. En 1970, el 27.3% de la
poblacin del estado haba residido anteriormente en alguna otra entidad federativa.
Para 1995, la proporcin de esta poblacin ascendi a 35.4%. Los lugares de origen
preponderantes de stos migrantes son los estados vecinos del sur y centro del territorio
nacional: Guerrero, Distrito Federal, estado de Mxico y Puebla. La poblacin proveniente de dichos estados represent 73.4% del total de inmigrantes que habitaban en
Morelos en 1995.
Tradicionalmente, Guerrero ha sido la entidad de origen predominante de los
migrantes en Morelos. Como puede observarse en el cuadro 4, en las ltimas tres dcadas esa entidad ha perdido importancia como lugar de origen, para ceder lugar al Distrito Federal. As, entre 1970 y 1995, Guerrero disminuy su participacin de 39.2% a
28.3%, mientras que el Distrito Federal aument dramhticarnente, de 9.4% a 24.5% en
el mismo periodo. La relevancia de la migracin proveniente del Distrito Federal es an
mayor si se considera que de esta entidad provena 34.7% de la poblacin que migr a
Morelos entre 1985 y 1990.
En las ltimas tres dcadas, las reas urbanas del estado (definidas de acuerdo con su
estado de evolucin en 1995) han concentrado proporciones del orden de 95% de la
poblacin inmigrante en el estado. En ellas, es an ms importante el peso que viene
ganando el Distrito Federal como lugar de origen de los inmigrantes: de la poblacin
Entidad de orhen
9970
9995
Guerrero
Distrito Federal
Estado de Mxico
Puebla
Otras entidades**
No especificado
Total
39.23
9.41
17.53
10.10
23.73
28.32
24.45
14.35
6.26
23.84
0.04
100.00
100.00
257
INEGI,
que cambi de lugar de residencia a las reas urbanas del estado entre 1985 y 1990, el
35.5% provena del Distrito Federal, lo que es muy superior a 12.1% de inmigrantes con
ese origen en 1970, que cambiaron de lugar de residencia en los cinco aos anteriores.
Son tres las zonas urbanas importantes en el estado (vase el mapa 1). La mayor es la
Zona Metropolitana de Cuemavaca, seguida por la Zona Metropolitana de CuautlaYautepec, y en tercer sitio, al sur del estado, la zona que comprende las ciudades de
Zacatepec, Jojutla y Tlaquiltenango, y las localidades en su rea de influencia inmediata. Otras localidades urbanas son Puente de Ixtla, Xoxocotla y Axochiapan, que se integraron ms recientemente a la clasificacin urbana.
La Zona Metropolitana de Cuernavaca comienza a conformarse durante los aos
sesenta con la instalacin de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Civac), en el
municipio de Jiutepec, y con el crecimiento de colonias populares en este municipio y
el de Temixco. En estos municipios se registra un acelerado crecimiento durante los
aos setenta, con tasas anuales de 13% y 9%, respectivamente. Hacia 1990 se reconocen como parte de la zona metropolitana, adems de los municipios mencionados, a
Para 1995,
Emiliano Zapata y Xochitepec, y parcialmente, a Tepoztln y Huit~ilac.~
esta zona contena a una poblacin de 685 886 habitantes, ms de cinco veces la registrada en el mismo conjunto de municipios en 1970, de 128 993 habitantes (cuadro 5).
El ritmo de crecimiento de esta zona metropolitana es sin duda acelerado. En 19901995, la tasa de crecimiento medio anual ascendi a 4.5%, lo cual constituye un repunte
sobre lo registrado en los aos ochenta, pero no alcanza a igualar los ritmos de crecimiento, aun ms altos, de los aos sesenta y setenta, por arriba de 5.5%. Cabe observar el
desplazamiento sucesivo de las reas de mayor velocidad de crecimiento de la zona metropolitana hacia la periferia, comportamiento tpico de los procesos de metropolizacin.
La Zona Metropolitana de Cuautla inicia su conformacin con la integracin de
Yautepec, durante los aos setentas7En los aos noventa se consideran ya integrados los
municipios de Ayala, Yecapixtla y Atlatlahucan; este ltimo, por la existencia de localidades conurbadas con el municipio de Yaute~ec.~
Para 1995 registra una poblacin de
332 497 habitantes, que es casi cuatro veces la poblacin registrada en 1970 por el
mismo conjunto de municipios, de 87 173 personas (cuadro 6).
En estos municipios existen asentamientos conurbados con el rea urbana continua de Cuemavaca, claramente
separados de la cabecera municipal de los mismos. Aqu se supone que estos municipios tienen una relacin metropolitana, en proceso de consolidacin, por la alta probabilidad de que sus cabeceras municipales tengan relacin continua y cotidiana con el ncleo metropolitano, si bien no se tienen pruebas contundentes de que esto suceda.
De acuerdo con las estimaciones de Hctor Salazar y Ma. Eugenia Negrete (1986),hacia 1980 solamente Yautepec
mostraba un comportamiento de dependencia metropolitana respecto de Cuautla.
8Segbn las estimaciones de Jaime Sobrino (1993), la Zona Metropolitana de Cuautla en 1990 comprendla los
municipios de Cuautla, Ayala y Yautepec. Aqu se consideran Yecapixtla y Atlatlahucan porque cuentan con localidades conurbadas con la mancha urbana de Cuautla o de Yautepec, diferentes de la cabecera municipal.
rea urbana
Bsa de crecimiento
1970
1980
7990
1995
16 839
(14 438)
(8 625)
21 825
21 243
(12 770)
34 802
28 118
17 726
37 260
29 450
19 674
1.40
4.24
3.86
4.89
2.91
3.41
1.22
0.82
1.87
(36 635)
(32 081)
0.79
2.28
2.47
16839
53474
43068
75749
80646 86384
92699 100215
9.49
3.34
6.63
2.17
1.23
1.39
4.86
4.06
3.67
1.26
4.08
1.83
2.44
2.80
1.83
Zona urbana
Zaca fepec-joju fla
-Zacatepec
-Jojutla
-Tlaquiltenango
-Localidades
perifricas (3
PoblacZn urbana
en la zona:
Total en la zona (4)
Otras localidades
urbanas:
-Puente d e lxtla
-Xoxocotla
-Axochiapan
(10 435)
15 761
(6 426)
(9 702)
(8 283) (12 030)
17 81 5
(14 343)
(14 367)
20 409
16 762
15 915
Nota: Entre parentesis, la poblacin de localidades no clasificadas como urbanas (menores a los 15 000
habitantes).
(l) integra a la localidades conurbadas de Santa Rosa Treinta y Tetelpa en 1990 y 1995.
(*) integra a las localidades conurbadas de Panchimalco, Pedro Amaro e Higuern en 1990 y 1995.
(3) Se trata de diversas localidades perifricas a Zacatepec, Jojutla y Tlaquiltenango, menores a los 15 000
habitantes, algunas de ellas se han ido integrando a la mancha urbana de estas ciudades.
(4) Considera a la poblacin de las localidades mayores a 10s 15 000 habitantes, (incluidas las conurbadas).
Fuente: Censos generales de poblacidn y vivienda de 1 970, 1980 y 1 990; Conteo de poblacidn y
vivienda, 1 995.
registran tasas del orden de 1% medio anual, y los asentamientos perif6ricos, donde el
promedio de crecimiento en el mismo periodo es de 2.5% medio anual (cuadro 7),
a las otras localidades urbanas del estado, Puente de Ixtla, situada al sur
En
de la Zona Metropolitana de C~emavacay al suroeste de Jojutla y Zacatepec, constituye la tercera ciudad en importancia del sur de la entidad. Contaba en 1995 con 20 409
habitantes, con una dinmica de crecimiento demogrfico de 2.4%anual. En esta ciudad se observa una aceleracin de su crecimiento en la dkcada de los aos noventa, ya
que en la dcada anterior registr una tasa de crecimiento de 1.3% anual en promedio,
263
Por su parte, Axochiapan y Xoxocotla son antiguos poblados que rebasaron entre
1990y 1995 el umbral de lo urbano, en cuanto al tamao de su poblacin, aunque tienen
caractersticas diferentes. Axochiapan, situado en el extremo sureste del estado de
Morelos, ha crecido paulatinamente en las ltimas dos dcadas, con tasas de crecimiento del orden de 1.8% anual. Constituye un centro de servicios y comercio en una de las
zonas agrcolas importantes de Morelos, con influencia en reas subyacentes del vecino
estado de Puebla.
Xoxocotla, en cambio, ha registrado crecimientos relativamente altos en el mismo
periodo: 4.1% medio anual en 1980-1990, y 2.8% en 1990-1995. Esta localidad registra
tambin un cambio sustantivo en su base econmica en las ltimas dcadas, pues ha
pasado de ser una comunidad bsicamente agrcola, a una donde la mayora de las personas activas econmicamente se emplean en actividades secundarias y terciarias, con
frecuencia en las principales reas urbanas del estado. Baste sealar que en 1970, el
68.3% de la PEA se ocupaba en actividades del sector primario; esta proporcin, en
1990, haba bajado a 24.1 por ciento.
Cf.Roddguez H., F.(1995). Este trabajo demuestra la existencia de un avance en las condiciones de vida urbana
que tienen que ver con servicios pfiblicos, educacin y vivienda, generalizados en las ciudades del pas en el periodo
1970-1990. Una versin ms detallada de este trabajo se encuentra en A.G. Aguilar y F.Rodrlguez H. (1997).
264
1970
1990
1970
1990
1970
1990
Pob. 15+
anos sin
primaria
completa
Promedio
de
escolaridad
(1)
Viviendas
Con piso
de tierra
Con
drenaje
Usan lea
o carbn
21.1
4.6
34.4
8.9
51.3
16.7
1
I
Munliipio
Poblacin de 75
y ms aos sin
primaria completa
Viviendas con
drenaje
Cuernavaca
Jiutepec
Temixco
Emiliano Zapata
Xochitepec
TepoztlSn
Huitzilac
Cuautla
Yautepec
Ayala
Yecapixtla
Atlatlahucan
Zacatepec
Jojutla
Puente de lxtla
Tlaquiltenango
Axochiapan
62.6
20.4
35.0
21.2
13.8
9.4
10.2
90.2
80.0
76.4
65.3
53.6
57.1
54.6
60.1
32.6
8.7
3.8
2.1
79.1
63.3
53.4
45.1
53.5
52.7
53.1
20.7
8.9
11.2
86.2
78.6
59.4
43.2
50.7
10 En el ejemplo de la ciudad de Cuautla, se considera solimente el rea conurbada pincipal, o rea urbana continua, de acuerdo con su situacin aproximada en 1990. Cabe mencionar quees mfis reducida que lo que se ha considerado como Zona Metropolitana de Cuautla, la que se compone por un con~untode municipios.
267
Mapa 4. rea conurbada de Cuautla, 1990. PEA con ingreso mensual bajo, segn AGEB.
m
m
Fuente: Elaborado con base en informacin de INEGI: Cartografapor Area Geoestadisticas Bsicas (AGEB) disponible en SCINCE 1990
(Cd-Rom); XI Censo General de Poblacin y Vivienda 199Q Carta Topogrfica escala 1:50 000.
Diseo y elaboracin cartogrfica: Armando Labra y Francisco Roctguez.
De lo expuesto antes, surge como una pregunta inherente la relacin entre el avance en
aquellas condiciones de vida que se han revisado, Y la migracin, que ha alimentado
en buena medida el crecimiento urbano en Morelos, y que ha registrado cambios en la
composicin de sus flujos,de acuerdo con SU origen dominante. El origen de los migrantes
implica un perfil sociodemogrfico determinado? Puede esperarse que el aumento en la
11
de
Ambos indicadores se consmyeron con datos para las Breas geoestadfsticasbsicas (AOEB) del XI Censo general
y vivienda, de 1990. El fndice de condiciones de educacibn y vivienda incorpora la calidad de los
1 2 ~ coeficiente
1
27 1
vida. Ms que existir perfiles socioecon6rnicos homogneos de los inmigrantes, predeterminados por su origen, se trata de mayores frecuencias de poblacin de posicin
media y acomodada entre los nmigrantes que provienen de algunos estados de la Repblica, particularmente el Distrito Federal, y por el otro lado, mayores frecuencias de
poblacin de condiciones socioeconmicas precarias entre los provenientes de estados
del sur del pas, tales como Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Las caractersticas del primer
tipo de rnigrantes impactan de tal manera 10s indicadores globales, que el conjunto de
inmigrantes aparece con mejores perfiles socioeconmicos que la poblaci6n nativa, aun
cuando los inmigrantes del segundo tipo presentan condiciones de vida inferiores a la
poblacin no migrante.
13Schfeingart
(]997, p. 26) menciona tres modalidades de asentamiento para 10s pobres urbanos, en el caso
de la ciudad de Mxico: las colonias populares, el tugurio central y algunos desarrollos habitacionales financiala expansin fsica
dos por el Estado. Las colonias populares constituyen una de las modalidades que impactan
En la misma obra se menciona que al menos 50% de la vivienda urbana en Mxico est asentada
de las
en colonias populares (60% para la ciudad de Mxico).
1 4 k encuesta de Migracion Y Salud en Morelos fue levantada en 1996 por el Centro Regional de Investigaciones
con
y~coordinacin
~
~
l
~de la UNAM,
~
~ el disefio
~
~
i de la~Dra. Ana
l Marfa
i Chhvez.
~
~Los resultados
~
~ generales
no han sido publicados al momento de redactar el presente texto.
273
Calidad de construccin de la
vivienda (porcentajes horizontales)
Aceptable
Deficiente
Suma
No mlgrantes
73.2
lnmigrantes
84.4
75.9
Guerrero
Distrito Federal
Fue., Mx., Oaxaca, Chiapas
Otros (9
Total
97.1
71.7
92.O
80.1
Totaf2)
26.8
100.0
43.5
15.6
100.0
56.5
24.1
2.9
32.8
25.1
8.O
100.0
100.O
1OO.O
1OO.O
19.9
100.0
100.0
28.3
18.5
23.7
t2)
i
,
i
t
I
i
ii
l 5 En esta parte, el criterio de clasificacin para la categona de migrante es haber residido en un lugar diferente
al actual. Los datos de la encuesta permiten diferenciar tanto entidad federativa como municipio de residencia
anterior, sin embargo, en este caso se utiliz solamente la clasificacin de migrantes segn entidad federativa de
residencia anterior.
l6 Se consider como viviendas de calidad de construccin aceptable aquellas con muros de tabique o piedra,
techos de concreto, y pisos de concreto o recubiertos con materiales de acabado. Las viviendas de calidad deficiente
son aquellas construidas con materiales de poca estabilidad y duracin, o improvisadas, en techos o paredes, y/o pisos
de tierra.
ELPROCESO DE
URBANIZACI~NRECIENTE EN EL ESTADO DE
MORELOS
alcanza 84.4%, a diferencia de los no migrantes, con 73.2%. Asimismo, entre los no migrantes, las frecuencias de vivendas de calidad deficiente, que
suman 26.8%, son mayores que en el caso de los migrantes, con 15.6 por ciento.
Cuando se distingue entre los jefes de hogar migrantes, puede observarse que las
frecuencias de viviendas de calidad aceptable son mayores en los jefes de hogar provenientes del Distrito Federal, que asciende a 97.1 %, y de los estados del Golfo, Norte,
Centro Norte y Occidente del pas, que se agrupan en el rubro "otros", en los cuales la
frecuencia de viviendas de buena calidad es de 92%. Por el contrario, las viviendas de
calidad deficiente son ms frecuentes en los hogares cuyo jefe proviene de los estados
de Puebla, Mxico, Oaxaca, Chiapas o Guerrero, con frecuencias de 28.3 y 24.1 por
dad de construccin
Condicidn rnkpatorhy
entaad deprocedencia
No migrantes
37.0
63.0
100.0
43.5
51.3
48.7
100.0
56.5
17.9
67.8
35.3
43.3
82.1
100.O
100.O
100.0
100,O
32.8
25.1
18.5
23.7
6.2
74.8
100.0
Guerrero
32.2
Distrito Federal
64-7
Mxico, puebla, Oaxaca, chia~as
100.0
segn entidad de residencia anterioral total de jefes de hogar. Las cifras en cursivas se refieren al total de jefes de
Porcentaje
hogar migrantes.
Estados del Golfo, Norte, Centro Norte, Occidente y paises extranjeros.
fuente: Encuesta de Migracin y Salud en Morelos, 1996.
(1,
Condici6n ,,,igratoria
Totaf2)
Condicidn migratoria y
entidad de procedencia
Suma
Btal
No migrantes
25.4
45.5
29.0
100.0
43.5
lnmigrantes
Guerrero
Distrito Federal
Mxico, Puebla,
Oaxaca, Chiapas
Otros
30.4
35.2
9.6
40.5
51.1
40.4
29.1
13.7
50.0
100.0
100.0
100.0
56.5
32.8
25.1
53.5
25.7
27.9
37.1
18.6
37.2
100.0
100.0
18.5
23.7
Total
28.1
42.7
29.1
100.0
100.0
''1
(2'
ligeramente mejor que los inrnigrantes, ya que tienen frecuencias ms altas en el rango
intermedio y claramente menores en el rango de menor nivel educativo. Entre los jefes
de hogar inmigrantes, las mayores frecuencias de jefes de hogar sin instruccin formal
o con 1 a 3 aos de primaria, que representan poco ms de la mitad, se encuentran entre
los provenientes de los estados de Mxico, Puebla, Oaxaca y Chiapas. Los jefes de
hogar provenientes del Distrito Federal tienen las mayores frecuencias de bachillerato y educacin superior, seguidos muy de cerca por los originarios de "otras" entidades,
y puede decirse que stos cuentan con mejor formacin en promedio. Finalmente, los
originarios de Guerrero presentan frecuencias altas en los rubros 4 a 6 aos de primaria
y secundaria, sin olvidar que uno de cada tres de estos jefes de hogar no cuentan con
instruccin formal o menos de 3 aos de primaria.
El perfil socioeconmico promedio de los no migrantes y de los inmigrantes en 10s
distintos grupos de entidades de procedencia, se refleja tambin en las caractersticas
de su participacin en la actividad econmica. Se considera a continuacin el sector de
actividad econmica y la posicin en el trabajo.
Del total de jefes de hogar en las zonas metropolitanas morelenses, se observa que
los econmicamente activos representan 75.6%. Distinguiendo por gnero, se distribuyen en 81.5% de hombres y 18.5% de mujeres; son activos 80% de los varones y 56%
de las mujeres. Segn las horas de actividad laboral, 40% de los jefes laboran entre 32 y
48 horas semanales, 12% menos de 32 horas y 32% ms de las 48 horas. Entre las
mujeres activas existe ms frecuencia que los hombres de jornadas laborales normales
(40 a 48 horas de trabajo semanales) pero tambin de ocupaciones que implican hasta
24 horas de trabajo a la semana. Entre los varones, hay una mayor frecuencia de horas
trabajadas a la semana mayores a las 48 horas.
~1 sector de actividad predominante es el de la industria,17 con 32% de los jefes de
hogar activos, seguido por el de servicios sociales y personales y de la administracin
pblica, que abarca 30.4%, y el de c0mercio y transPortes, Con 26.1%. Por SU parte, el
sector
ocupa 1.3%. En los jefes de hogar no migrantes se observan mayores
proporciones de ocupacin en el Sector primario, en tanto que en 10s inmigrantes se
registra mayor proporcin de ocupacin en la industria (cuadro 13).
Considerando las entidades de procedencia entre 10sjefes inmigrantes, puede notarse
en los provenientes de los estados de Guerrero, Mbxico, fiebla, Oaxaca y Chispas
17 ~~~l~~~ a
277
Sector de actividad
Primario
Industria
Comercio y transporte
Servicios
Suma
Total (3)
No
migrantes
Subtotal
Gro., M4x.
Pue., Oax.
Chis.
D.F. y otras
entidades
o
Total
15.6
28.1
25.9
30.4
100.0
7.9
35.5
26.2
30.3
100.0
12.4
38.8
19.4
29.3
100.0
3.9
32.6
32.8
30.8
100.0
11.3
32.2
26.1
30.4
100.0
45.1
54.9
26.8
27.8
100.0
(')
Posicin en el
trabajo
Empleado, obrero
Jornalero, pen
Patrn
Cuenta propia
Total
45.5
62.9
24.3
42.2
54.4
37.0
75.8
57.8
26.2
32.8
18.9
26.4
27.8
2.6
54.5
31.1
100.0
100.0
100.0
100.0
59.6
7.2
2.6
33.2
45.1
54.9
26.8
28.1
100.0
100.0
Distrito Federal y otros estados (54.5%). Llama la atencin que los patrones provenientes de estas entidades suman una proporcin muy superior a la de patrones no migrantes.
En los datos mostrados en los ltimos cinco cuadros, se advierten mejores condiciones socioeconmicas para los jefes de hogar inmigrantes provenientes del Distrito Federal, seguidos por los originarios de estados del Golfo, Norte, Centro Norte y Occidente;
las ms adversas entre los provenientes de los estados de Oaxaca, Chispas, Mxico y
hebla, y adversas, pero menos que los anteriores, para los provenientes de Guerrero.
Destaca sobremanera el hecho de que la comparacin entre jefes de hogar no migrantes,
e inmigrantes en conjunto, sea adversa para los primeros, se explica (principal pero no
nicamente) por las caractersticas de los inrnigrantes provenientes de la capital del
pas, y adems, que los jefes de hogar provenientes de los estados del sur y colindantes
con Morelos presenten caractersticas socioecon6micas inferiores a los jefes de hogar
Comentarios finales
El sentido principal de la idea de "desarrollo urbano" es la evolucin de las condiciones
de vida hasta niveles tica y socialmente aceptables, y accesibles a toda la poblacin.
Uno de los problemas clsicos y vigentes del crecimiento urbano en Mxico, como en la
279
1
I
1
1
mayora de los pases de desarrollo incipiente o incompleto, es que las ciudades se expanden a partir de asentamientos que no cuentan con las condiciones necesarias para
una vida digna. En general, estos asentarnientos se erigen al margen de la normatividad
de ocupacin del suelo urbano y corresponden con las llamadas colonias populares. La
figura del migrante rural pobre, que llega a la ciudad a engrosar los cinturones de miseria y marginacin, a pesar de los cambios en los patrones de la migracin interna, sigue
siendo vigente, particularmente en la condicin de pobreza, y contina siendo uno de
los principales retos de los gobiernos. Por ello es significativo que la evolucin de esas
condiciones mnimas en el contexto urbano de Mxico siga un comportamiento convergente en el tiempo, aun cuando se est lejos de asegurar a la totalidad de la poblacin el
acceso a los servicios y oportunidades indispensables para una vida digna. Es tambin
necesario llevar un seguimiento de la evolucin de las condiciones de vida urbanas,
especialmente en una poca de cambios profundos.
El comportamiento del crecimiento urbano en el pas muestra una incipiente
redistribucin de la poblacin en las ciudades, en un proceso cuya prospectiva no est
an clara, pero que podra llevar a un esquema de menor concentracin relativa. Este
proceso tiene una presencia ms clara al interior de la regin Centro que en el mbito
nacional, y el efecto de esta regin en particular sobre el resto del pas es muy importante.
Como hemos visto, uno de sus principales componentes es la evolucin del proceso de
metropolizacin en la ciudad de Mxico, que se encuentra en una etapa avanzada, donde los impulsos de crecimiento y desarrollo rebasan los lmites de lo contiguo para
incidir en el crecimiento y metropolizacin de las principales ciudades cercanas, as
como en el crecimiento de localidades menores, que alcanzan as el umbral de lo considerado como urbano. Tal es el caso de las ciudades morelenses.
Estos cambios en la distribucin del crecimiento urbano de la regin se relacionan
con fenmenos econmicos que tienen que ver con el acomodo de los procesos productivos a la mundializacin de la economa, dentro de 10s cuales pueden situarse las situaciones recurrentes de crisis econmica en nuestro pas. As por ejemplo, el aumento de
la emigracin de la ZMCM,
que puede situarse tericamente en la evolucin de su proceso de metropolizacin, tambin puede relacionarse, en la dcada de los ochenta, con la
prdida de empleos en el Distrito Federal durante los aos de crisis. Tampoco debe
descartarse el efecto de la situacin medio-ambiental y los riesgos que implica para la
salud y la calidad de vida, que lejos de atenuarse, han ido en aumento, as como los
eventuales desastres naturales, como los sismos de 1985, cuyos efectos se agudizan en
contextos de alta densidad poblacional.
La capacidad de recepcin de emigrantes en las otras ciudades de la regin Centro
est relacionada con su propio potencial econmico, y con los cambios que determina la
reestructuracin productiva, si bien aqu falta mucho por dilucidar. El panorama ms
sombro es aquel en el cual la razn del crecimiento de las ciudades es puramente demogrfico, como un mecanismo espontneo de asignacin de la sobrepoblacin de acuerdo
con el tamao de las economas locales, que permite soportar actividades econmicas
informales no productivas, puramente redistributivas del ingreso. De ser as no puede
esperarse otra cosa que un declive en las condiciones de vida de las ciudades. Es por
ello que cabe preguntarse sobre la incidencia de este proceso de redistribucin del crecimiento urbano en las condiciones de vida de las otras ciudades de la regiBn Centro.
Los datos mostrados en este trabajo intentan relacionar la dinmica de crecimiento
de las ciudades morelenses, particularmente Cuernavaca y Cuautla, con la evolucin de
sus condiciones de vida, poniendo cierto nfasis en la contribucin de los inmigrantes.
Se ha mostrado que el crecimiento de stas ciudades contiene un efecto del proceso de
desconcentracin regional a partir de la Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico,
que ha cobrado importancia en los ltimos aos. Cuemavaca y Cuautla son ciudades
con procesos de metropolizacin propios, cuyas condiciones socioeconmicas, en promedio, no son ms altas que la mayora de las ciudades del pas de tamao similar, con
la nica particularidad de ser cercanas a la capital del pas.
Estas zonas metropolitanas registran a su interior diferencias de niveles socioeconmicos, que tienden a relacionarse con el periodo en que las distintas reas fueron urbanizadas o integradas a la zona metropolitana,y que por razones de espacio se ejempMcmon
en el caso de Cuautla. As, las partes centrales (a veces tambin los antiguos poblados
que fueron absorbidos por la mancha urbana), tienen las condiciones de vida ms favorables, en tanto que las reas con los niveles socioeconmicos ms bajos tienden a ser
aquellas de ms reciente urbanizacin o integracin metropolitana.
Cuando se analizan las caractersticas de la poblacin inmigrante en las zonas metropolitanas de Cuemavaca y Cuautla, puede advertirse que cuentan en general con
condiciones socioecon6micas ligeramente mejores que la poblacin nativa. Los jefes de
hogar inmigrantes tienen mejores condiciones en varios de los indicadores analizados:
mejor calidad de la vivienda y menos hacinamiento; ocupacin en los sectores econmicos ms productivos y mejores posiciones en el trabajo. No tienen, sin embargo, mejores
niveles educativos que los jefes de hogar nativos, a excepcin de los provenientes del
Distrito Federal.
Entre 10sjefes de hogar inmigrantes, los que tienen en promedio mejores condiciones
socioeconmicas son sin lugar a dudas los provenientes del Distrito Federal, as como de
otros estados del norte, centro norte, occidente y Golfo, que individualmente no tienen
un peso importante como lugar de origen en Morelos. La inmigracin proveniente de la
capital del pas ha ido en aumento en las ltimas dos dcadas, de manera que ha desplazado al estado de Guerrero como la entidad de origen ms importanteentre los inmigrantes
en Cuemavaca y Cuautla. Estos inmigrantes seguramente inciden positivamente en 10s
indicadores de condiciones de vida, pero esto no necesariamente significa mejoras para
la mayora de la poblacin. En efecto, el recibir poblacin con buena posicin
socioeconmica no implica mejoras para el resto de la poblacin, pues ello dependen de
su insercin en la economa local.
28 1
Falta dilucidar las consecuencias de la participacin de estos inmigrantes en la actividad econmica, que es donde puede encontrarse un efecto ms importante que su sola
presencia en los indicadores de bienestar. Por ejemplo, esta migracin puede responder
a nuevas inversionesproductivas que inciden en el mercado de empleo, y que potencialmente pueden significar una derrama de recursos en la economa local. Existen otros
tipos de efectos que tienen que ver con la calidad de vida. Por ejemplo, en estas ciudades, en especial en Cuernavaca, se ha desarrollado en la ltima dcada el mercado de
educacin privada bsica, media y superior, y ha progresado la oferta de servicios culturales y el comercio de bienes suntuarios, cambios que responden sin duda a una demanda con mayor nivel educativo, ms exigente y con mayor poder adquisitivo. Otro ejemplo
es el de aquellos inmigrantes dedicados a la pequea empresa, que se establecen en el
estado y constituyen fuentes de empleo y derrama econmica. En cierta manera, y ya
que se acepta universalmente que la migracin es selectiva, puede decirse que este tipo
de migracin es parte de los impulsos de desarrollo que, en el proceso de desarrollo
urbano, emanan de las ciudades centrales.
Bibliografa
Aguilar, A.G. y F. Rodrguez H., (coords.), Economa global yproceso urbano en Mxico, Cuernavaca, CRIM-UNAM, Mxico, 1997.
Alba, Francisco, "Fecundidad y salud en Mxico", Salud pblica de Mxico, vol. 31,
nm. 2 Mxico (enero-abril 1989).
Conapo. Evolucin de las ciudades de Mxico 1900-1990, Mxico, Consejo Nacional
de Poblacin, 1994.
DGE,IX Censo general de poblacin y vivienda 1970, Mxico, Secretara de Industria y
Comercio, Direccin General de Estadstica, Resumen general, Estado de Morelos,
e Integracin Territorial del Estado de Morelos, 1970.
Garza, Gustavo, y Salvador Rivera, "Desarrollo econmico y distribucin de la poblacin urbana en Mxico", en A. G. Aguilar, L. J. Castro y E. Jurez, El desarrollo
urbano de Mxico a fines del siglo xx; Monterrey, N.L., Instituto de Estudios
Urbanos de Nuevo Len y Somede, 1995, pp. 17-58.
MEGI,X Censo general de poblacin y vivienda 1980, Secretara de Programacin y
Presupuesto, Mxico, Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica,
Resumen general, Integracin Territorial y Estado de Morelos, 1980.
-,
XI Censo general de poblacin y vivienda 1990, Secretaria de Programacin y
Presupuesto, Mxico, Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica,
Resumen general, Estado de Morelos, e Integracin Territorial del Estado de
Morelos, 1990.
INEGI,
Cdice 90, Cd-Rom, Mxico, Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Infor-
Sistema integral de consulta de la informacin censal (Scince), Cd-Rom. Mxico, Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica, 1994.
Conteo 95. Cd-Rom. Base de datos de la encuesta y tabulados complementanos,
Mxico, Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica, 1995.
Conteo 95. Cd-Rom. Morelos, resultados definitivos, Mxico, Instituto Nacional
de Estadstica, Geografa e Informtica, 1995.
Negrete, Ma. Eugenia, "Evolucin de las zonas metropolitanas en Mxico", en L.
Garrocho y J. Sobrino, Sistemas metropolitanos. Nuevos enfoques y perspectivas, Zinancantepec, Mx., El Colegio Mexiquense, 1994.
Rodrguez Hernndez, Francisco, "Condiciones de vida en el rea metropolitana de
Cuemavaca", en C. Garrocho y J. Sobrino, Sistemas metropolitanos, nuevos enfoques y perspectivas, Zinancantepec, Mx., El Colegio Mexiquense, 1995.
-,
"Crecimiento urbano y condiciones de vida en Mxico: cambios en 1970-1990",
Comercio Exterior, nm. 45. Mxico, 1995.
-y Guillermo Olivera Lozano, "Urbanizacin y crisis en el ltimo cuarto del siglo
xx", en H. Hernndez, R. Tuirn y C. Menkes, Poblacin y crisis en Mxico,
Cuernavaca, Mor., CRIM-UNAM, 2000.
Salazar, Hctor y Ma. Eugenia Negrete, "Zonas Metropolitanas en Mxico", Estudios
demogrficos y urbanos, vol. 1, nm. 1, Mxico (enero-abril 1986).
Schteingart, Martha (coord.), Pobreza, condiciones de vida y salud en la ciudad de
Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1997.
Sobrino, Jaime, Gobierno y administracin metropolitana y regional, Mxico, Instituto
Nacional de Administracin Pblica, 1993.
-,
"Cambios en la localizacibn industrial", en A.G. Aguilar, y F. Rodrguez H.
(coords.), Economla global yproceso urbano en Mxico, Cuernavaca, Mor., CRIMUNAM,
1997, pp. 249-284.
Unikel, Luis, El desarrollo urbano de Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1976.
283
Introduccin
~a primera parte de este trabajo es un resumen del libro "Migracin y actividad econmica en la Regin Ceneo
de Mxico" (actualmente en dictamen), y la segunda presenta resultados preliminares del proyecto "Nuevas formasde
movilidad: la
pendular entre las ciudades de Mxico-C~ernavacaY Mxico-C~autla",financiadopor Conacyt
y
MAPA.
285
requieren de distintos mbitos territoriales, cada uno con una funcin especfica y complementaria, lo que implica la necesidad de pensar en otros conceptos para definirla.2
El concepto de ciudad se encuentra ms ligado ahora con el concepto de regin
metropolitana, la cual se puede definir como el rea de influencia directa y cotidiana de
los procesos econmicos centrados y organizados a partir de un determinado territorio
-sin tener en cuenta, obviamente los flujos mundiales telecomunicados- (Castells,
1990, p. 20). De acuerdo con Castells estas ciudades y su hinterland3 (que en trminos
de poblacin cuentan con alrededor de cinco millones de habitantes) son, por un lado,
centros de articulacin internacional, y por otro, tienen un papel estructurante interno
por ser los centros de orden superior. Las ciudades en tomo a las cuales se forman las
grandes regiones se caracterizan por la preminencia mixta de actividades financieras,
industriales y tecnolgicas que sirven a los mercados globales. En la actual organizacin de estas regiones se combina la concentracin de los servicios avanzados destinados a la empresa y al procesamiento de informacin, ya que cuentan con una mayor
modernizacin tecnolgica y una importante reestructuracin empresarial, debido al
declive de la industria bsica (incluyendo en sta a la manufactura y a los servicios
asociados).
En Mxico, la Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico (ZMCM) es la nica que
cuenta con los factores ya sealados, debido en primer lugar a la reestructuracin econmica que se presenta en ella y a los efectos que tiene sobre el resto de la economa
regional, y en segundo, a la forma que actualmente asume la movilidad intrmegional
de la poblacin y, por tanto, la actual distribucin de la poblacin en la regin.
El objetivo de este documento es presentar una serie de elementos econmicos, urbanos y, principalmente, de la movilidad de la poblacin, que muestren la tendencia de
la ZMCM a transformarse en el centro de una gran regin metropolitana que integra a las
zonas metropolitanas de Toluca, Cuemavaca, Cuautla, Quertaro, Puebla, Tlaxcala y
Pachuca, as como a las ciudades de San Juan del Ro y Tepeji del Ro, y otras que estn
en proceso de inclusin, as como a las reas rurales circundantes. Esta situacin se
ejemplifica con la movilidad de la poblacin entre las zonas metropolitanas de Cuautla
y de la ciudad de Mxico.
Con fines de exposicin, el presente documento se divide en tres partes: en la primera se sita a la regin centro de Mxico en el contexto nacional; en la segunda, se habla
del comportamiento econmico, migratorio y urbano de la regin, enfatizando los cam-
Para Martinotti (1990, p. 80), "[ ...] las definiciones territoriales especfficas de rea metropolitana sufren
siempre de algn grado de imprecisi6n y arbitrariedad que no puede ser eliminado. Quien se dispone a fijar
espacialmente un sistema metropolitano (o sea, definir los confines fsicos de un drea metropolitana) s610
puede asegurar, por un lado la minimizacin de las imprecisiones y de la arbitrariedad y, por el otro, la
transparencia en la eleccin de criterios".
Se entiende por hinterland el drea funcional y econ6mica de influencia directa de las actividades del municipio
central.
bios en la ZMCM y los posibles efectos que stos tienen en el resto de las ciudades;
finalmente, en la tercera se presentan los primeros resultados del estudio de la movilidad frecuente entre la zona metropolitana de Cuautla y la de la ciudad de Mxico.
287
Poblacin total
lnmigrantes
Emigrantes
Saldo neto
Tasa neta
7965-1970
7985-7990
7987-1992
15 931 701
664 81 2
167 142
497 670
3.12
23 739 933
438 480
592 41 1
-1 53 931
-0.65
25 165 814
472 O00
615 673
-143 673
-0.57
7990-7995
26 947 159
605 981
513 048
92 933
0.34
Fuente: SIC-DG E, lX Censo general de poblacin 7970, INEGI, XI Censo general de poblacin y vivienda
7990,INEGI, Encuesta nacionaldela dindmiw demogrdfica 1 992, INEGI, Encuesta delconteo depoblacin,1995.
289
La reestructuracin econmica y la apertura comercial del pas tuvieron efectos importantes en las decisiones migratorias de la poblacin: hasta la dcada de los setenta el
motivo principal para migrar era el econmico, pero despus de los ochenta, cuando
el problema de la concentracin de la poblacin en la ZMCM adquiere caractersticas sin
precedente, aparecen nuevos factores que condicionan a los movimientos migratorios.
Sin duda el factor econmico sigue siendo importante, pero ahora tambin influyen
aspectos ambientales, de seguridad social, de esparcimiento y de salud, entre otros, en
la decisin de migrar.
En este periodo se observan importantes modificaciones en el volumen de los flujos
migratorios de la regin Centro, as como en el origen y destino, y en sus caractersticas
mismas, adems de que aparecen nuevos flujos migratorios. En primer lugar, cambia el
"signo" migratorio de la regin, y al ser la principal receptora de migrantes ahora se
convierte en la principal expulsora de poblacin a todo el pas. En el quinquenio 19851990 recibi 438 480 inmigrantes y salieron 592 41 1 de la regin Centro con destino al
resto del pas, es decir, perdi en trminos absolutos a 153 93 1 personas con una tasa de
migracin neta de -0.65% promedio anual (cuadro 1).
Sin embargo, esta situacin parece ser coyuntural, puesto que en el siguiente quinquenio, se da una leve mejora en la economa de la nacin y la regin vuelve a ser
receptora de poblacin, al tener un saldo neto migratorio positivo de cerca de 100 000
migrantes entre 1990-1995, con una tasa neta de migracin de 0.34 por ciento.
290
292
0C)o
habitantes Y
293
un
1980-1993
Efecto
Ciudad
Total
ZMCM
ZM Puebla
Toluca
ZM Quertaro
ZM Cuernavaca
ZM Pachuca
ZM Cuautla
ZM Tlaxcala
Tehuacn
Tulancingo
San Juan del Ro
Apizaco
Teziutln
Huamantla
Tepeji
Tu la
Calpulalpan
Amecameca
Tenancingo
Actopan
Apan
Huejutla
lxmiquilpan
Ciudad Sahagn
Tezontepec
Zacatepec
Huauchinango
ltcar de Matamoros
Xicotepec
Zacatln
Jojutla
(266 580.0)
84 585.6
26 955.4
33 175.5
31 003.6
12 292.0
8 716.0
7 397.4
12 941.3
4 307.6
7 229.3
3 047.3
1 650.1
1 653.4
8 992.5
8 698.8
905.6
1 105.7
900.2
908.3
(375.8)
3 089.6
173.1
(4 719.7)
25.8
2 187.5
2 233.3
2 673.5
1 763.6
230.1
2 833.5
Diferencial
Estructural
(3 094 376.4)
(129 838.7)
41 945.3
45 101.2
29 940.2
12 707.6
773.5
8 732.4
13 203.7
3 846.6
11 181.3
1 931.2
1 929.0
641.3
10 257.4
8 471.1
1 208.4
1 189.0
627.1
635.1
(167.7)
3 090.6
(3 10.8)
1 371.9
(53.1)
1 303.0
2 147.9
2 324.2
1 850.2
329.1
2 617.9
2 827 796.4
214 424.3
(14 989.8)
(1 1 925.7)
1 063.4
(415.7)
7 942.5
(1 335.0)
(262.5)
461 .O
(3 952.0)
1 116.2
(278.9)
1 012.1
(1 264.9)
227.7
(302.8)
(83.3)
273.1
273.2
(208.1 )
(1 .o)
483.8
(6 091.6)
78.8
884.5
85.4
349.3
(86.6)
(99.0)
21 5.6
Fuente: Clculos propios con base en DGE, Censos industrial, comercio y servicios, 1980; INEGI, Censos
econmicos, 1993.
particular destacan los movimientos de poblacin familiares, con alto nivel de ingreso y
un nivel de escolaridad superior al promedio, que se dirigen a ciudades y zonas metropolitanas de mayor tamao, lo que permite continuar el crecimiento de estas ciudades
en la regin Centro.
294
1
1
Un primer aspecto a destacar es que la migracin intrarregional dup1i.A el1 .rnl----en los ltimos 25 aos: de 655 O00 personas que se movieron entre 19bJ y ir
interior de la regin, se registr una movilidad de 1 349 000 persona? -- -'
1990-1995. Esta mayor movilidad refleja un proceso de redistribucin in
la poblacin. La causa principal de esta movilidad es el cambio en el cc
migratorio de la ZMCM, que disminuy en trminos absolutos y r p l f l t i y
recibir 855 000 inrnigrantes en el periodo 1965-1970, veinte a
500 000. Lo anterior se tradujo en la disminucin de ni1 imnn
- -o----,
11
Fuente: Elaboracin propia con base en INEGI, X/ Censo general de poblacin y vivienda.
1 3 ~ ~ b ai las
d ~caracter{sticas del levantamiento de la informacin censal hasta 1990 no se puede calcular el
flujo de emigrantes de la ZMCM. Sin embargo, Se sabe que 68% de los flujos de la ZMcM salen del Distrito Federal,
por lo que stos son una buena aproximacin de la distribucin de 10s flujos emigratonos de la zona en la regi6,,
Centro.
Distrito Federal cubren prcticamente a toda la regin, aunque destaca el flujo que se
dirigi a las zonas metropolitanas, mismas que recibieron cuatro quintas partes de dichos emigrantes.
En este periodo, si se excluye a la ZMCM, tenemos que las ciudades de la regin
recibieron 2.6 veces ms inmigrantes en 1985-1990 que los que recibieron entre 19651970, al pasar de 114 700 inrnigrantes de 1965-1970 a 300 000 entre 1985-1990. De las
treinta ciudades y zonas metropolitanas consideradas en el estudio, cinco de ellas
incrementaron su participacin en la recepcin de inmigrantes,diecisis mantuvieron casi
la misma participacin con variaciones de 0.3%, y las restantes nueve perdieron irnportancia relativa, sobresaliendo Quertaro, Toluca, Tlaxcala, Pachuca y San Juan
del Ro, las que en conjunto incrementaron su participacin en siete puntos porcentuales
al pasar de 28 a 35% del total de inmigrantes de la regin. Lo anterior muestra que la
desconcentracin de la poblacin es relativa, tan solo cinco ciudades incrementaron su
participacin. Un punto importante a resaltar es que una buena parte de estos migrantes
permanentes mantienen un vnculo estrecho con la gran ciudad de donde salieron, no
slo por las redes migratorias y lazos afectivos sino porque siguen dependiendo de ella,
ya sea por motivos comerciales, de servicios, etctera.
Rsogo2
Rango4
VlNCULOS ENTRE LUGARES CENTRALES
mMUNICIPIOSMETROPOLITANOS
Fuente: Elaboracin propia con base en INEGI, /X Censo de poblacin y vivienda, 1990 y Conteo de
poblacin y vivienda, 1 99 5 .
l 5 Se entiende por rango de jerarqua en el subsistema, al orden en que se encuentran las ciudades de acuerdo
con sus atributos, como el tamao de poblacin o las actividades que en ellas se realizan y que definen su
jerarquia. (Conapo, 1991, p. 23).
l6 Algunos ejercicios para medir los viajes entre las ciudades de la regin se encuentran en Arias (1990) y en
Graizboard (2000).
LAMOVILIDAD ~~~TERIJRBANA
EN LA FORMACIN DE UNA REGIN METROPOLITANA
cin entre las ciudades de la regin, con una frecuencia de por lo menos una vez al mes,
Por ~ ~ ~ ode
n trabajo
e s
y/o estudio,'? para realizar la compra o venta de productos, o
bien, por visitas familiares, mdicas o de recreacin.
La movilidad frecuente, y de manera especfica la asociada a los procesos productivos, determina, a la vez que explica, el funcionamiento de los mercados regionales, al
mismo tiempo que influye en el comportamiento de los individuos y de las familias,
tanto de los que viajan como de los que residen habitualmente en las ciudades y zonas
metropolitanas involucradas.
Este tipo de movilidad es importante en el estudio de las regiones meh.opolitanas y
sus reas de influencia, debido a que a travs de sta se vinculan los mercados de &abajo y de bienes y servicios, entre las diferentes ciudades de la regin. Con este tipo de
movilidad se muestran en el plano espacial, las nuevas modalidades que adquiere el
proceso productivo; sin embargo, la inexistencia de informacin emprica en Mxico ha
dificultado su estudio. Por tal motivo, actualmente se trabaja en el diseo y aplicacin
de una metodologa que permita profundizar en la medicin de su volumen, en la caracterizacin de la poblacin que realiza estos viajes y en sus posibles impactos, en principio en la estructura familiar, aunque interesan de manera particular los efectos que
tienen en la planeacin de las ciudades, en la toma de decisiones de poltica fiscal,
infraestructura urbana, empleo y prestacin de servicios.
Es de notar que existe informacin de flujos de carga y de personas captada en
encuestas de origen y destino para diferentes puntos, sin embargo la informacin que
ofrecen es limitada, por lo que un primer punto de arranque para caracterizar a esta
poblacin han sido las personas que de alguna forma se encuentran cautivas, es decir,
las que viajan en autobs.
~1principal problema que se tiene para estudiar a la poblacin que viaja frecuentemente
(conocidos tambin como commuters) es la falta de inf0rInaci6n al respecto. una vez
iniciada la investigacin nos enfrentamos a diferentes problemas para su estudio, en
lugar se trata de un movimiento cclico y las estadsticas publicadas hablan de
viajes y no de personas, ademfis de que del total de personas que viajan slo una proporcin de ellas lo hace cotidianamente Y Se desconoce su perfil sociodemogrfico.
La metodologa utilizada en esta encuesta para medir la movilidad frecuente es
la principal meta lograda por el estudio, sobre todo Por la complejidad de la misma
299
a ) que el lugar de origen (de donde acaba de salir) se encuentre ubicado en la ZMCM
o en la ZM de Cuautla
b) que su lugar de destino se localice en la ZMCM O en la de Cuautla
l 8 Las lfneas de autobuses son: Autotransportes Estrella Roja, Nueva Generacin, omnibus Cristbal Coln,
Ruta 85, Sur, Volcanes y Pullman de Morelos. La ltima lnea no dio autorizacin para realizar las encuestas,
cabe decir que transporta cerca de 5% de la poblacin que viaja entre estas ciudades.
1
l
Una vez identificada esa poblacin, se dise una submuestra para aplicar un cuestionario individual que se fue construyendo con los resultados de las tres pruebas
piloto anteriores; cuyos temas principales fueron: caractersticasde la movilidad (origen-destino, costo, frecuencia, motivo y duracin del viaje, transporte alternativo y
complementario); caractersticas socioecon6micas (composicin familiar, consumo de
bienes y servicios en el lugar de origen y destino, ocupacin, nivel de ingreso y de estudios y antecedentes migratorios); y caractersticas de la residencia habitual y de sus
ocupantes.
l
l
I
I
I
I
\
1!
I
[r
Uno de los resultados ms significativos de la encuesta fue la importancia de la movilidad frecuente no slo entre las dos ciudades sino en la zona intermedia de ambas metrpolis. Se estima que el volumen total de personas transportadas durante los 16 das de la
encuesta fue de 120 000, cifra que se aproxima a la tercera parte de la poblacin de la
Zona Metropolitana de Cuautla, que en el 2000 era de 357 880 habitantes.
De las 120 000 personas transportadas, 53% viaj de Mxico a Cuautla y el resto lo
hizo en sentido contrario por las tres vas: Federal (Chalco), Xochimilco y Autopista
(Pera). Del volumen total de personas transportadas en la ruta Mxico-Cuautla 49%
hizo el viaje completo, 39% se baj en las reas rurales entre ambas zonas metropolitanas, mientras que el otro 12% tena como destino final otra entidad, principalmente de
los municipios de Puebla cercanos a Morelos. Este ltimo porcentaje incluye a las personas que bajaron en las delegaciones del Distrito Federal o municipios de la ZMCM, ya
que en este caso se utilizaba el transporte como intraurbano.
Respecto a la ruta Cuautla-Mxico, los resultados exponen que del volumen total de
personas transportadas, 70% hizo el viaje completo, 26% se qued en la zona intermedia y el resto tena su destino final en otra entidad, principalmente en Puebla o en la ZM
Cuautla, en este ltimo caso el transporte se utilizaba como local.
Estas cifras nos demuestran por una parte, la importancia que ha ido adquiriendo la
movilidad frecuente entre las metrpolis, especficamente en los espacios del commuters,
donde se dan los traslados necesarios por la disociacin entre los lugares de residencia
y trabajo, as como de comercio y de otras actividades econmicas o sociales.
Otro de los datos relevantes de esta encuesta es la deteccin y estimacin de un
volumen importante de personas que bajan en la zona intermedia que podra denominarse franja urbano-rural ya que se ubica en los lmites de ambas zonas metropolitanas
con Breas rurales que despuds del proceso de urbanizacin han quedado insertadas en
30 1
esta dinmica, donde muchas veces es difcil distinguir los lmites de cada rea debido a
que la funcionalidad establecida los ha ido borrando.
De acuerdo con la encuesta, del volumen total de personas que viaj entre Mxico y
Cuautla 39% se baj en el rea intermedia, mientras que en la ruta Cuautla-Mxico 26%
se baj en esta zona.
Este proceso en el que se han empezado a vincular las reas rurales y urbanas ha sido
abordado por otros autores como la nueva ruralidad (Lara, Chauvet y Long, 1996), la
rururbanizacin o agricultura periurbana o la agrociudad, en estos enfoques sobresale
que la manifestacin espacial de este comportamiento se constituye por la conformacin de la corona de ciudades y los espacios perifricos en los cuales se entrelazan
actividades econmicas y formas de vida que manifiestan caractersticas tanto de los
mbitos urbanos como de los rurales.
LAM
V I N~~ ~ J~ R B ~A NEN
~A LA~ FORMACIN
~
DE UNA REGIN METRO POLI TAN^
WSocial
Pendular
1;
l
\
En la actualidad la regin Centro de Mxico es objeto de un profundo proceso de reestructuracin econmica y de la poblacin. Esto se explica, en principio, por las transformaciones econmicas y demogrficas de la ZMCM, que se ha caracterizado por ser la
ciudad central y eje motor no slo de la regin sino tambin del pas.
La ZMCM es la ciudad ms desarrollada del pas, sus principales caractersticas se
asemejan cada vez ms a la de las grandes ciudades mundiales. Es decir, en sta se ve
cada vez ms un predominio de las actividades de alto nivel, como es la concentracin
de los servicios corporativos avanzados y la expansin de los servicios profesionales
que sirven a empresas industriales de la regin. El proceso anterior se presenta junto
con la disminucin de la importancia relativa de la actividad manufacturera de la ZMCM,
en especial la de alimentos y la textil. De acuerdo con Sassen (1998), tal parece que esta
descentralizacin de la actividad industrial se hace de tal forma que la ZMCM contina
controlando las actividades de gestin y control de operaciones.
Asimismo, el incremento de la migracin intrarregional, la presencia de la movilidad frecuente entre las ciudades de la regin por motivos laborales y la disociacin
entre el lugar de residencia y el lugar de trabajo y10 estudio, dan cuenta de la formacin de
una gran regin metropolitana en la ZMCM,
la cual es centro de un complejo de ciudades
que interactan y se complementan en trminos econmicos y sociales.
As, al analizar la movilidad de la poblacin entre la ZMCM y la ZM de Cuautla se
encontr que esta ltima es una forma de respuesta a los cambios en la actividad econmica y al nuevo papel regional que asume la ZMCM,
en el sentido de que las transfonnaciones econmicas y demogrficas que en ella se realicen tienen amplias repercusiones
en la vida econmica y social del resto del pas, aunque de manera especial en la regin
que la circunda, incluyendo tanto a las reas rurales como a las ciudades de menor
tamao que la rodean.
Dicho fenmeno se ejemplifica con la transformacin del oriente de la ZMCM, ya que
el anlisis de los flujos muestra que existe una gran interrelacin entre las zonas de
Mxico y Cuautla, y en la cual el rea rural que la circunda est plenamente integrada a
la actividad de ambas zonas, por lo que ya se puede pensar en trminos funcionales de
un continum, en el que los lmites de lo urbano y lo rural se pierden.
En este contexto se requiere pensar de una manera diferente el espacio, y por consiguiente tambin la forma de dar respuesta a los problemas que en l se generen; as
como crear una red de transporte ms gil y ms barata que facilite los viajes entre ellas
sin perjuicio de la salud y la economa de la poblacin que habita en la regin.
sin embargo, estos
Ahora bien, aqu slo se estudia a la regin oriente de la ZMCM;
procesos se presentan en todo el centro del pas, que segn clculos conservadores es de
cerca de 500 000 habitantes, aunque bien podra rebasar esta cifra, por lo que es importante que se realicen estudios para toda la regin, ya que la poblacin involucrada en
esto es altamente selectiva, con niveles de escolaridad ms altos que el promedio nacio-
Aguilar, Adrin Guillemo, Bons Graizbord y lvaro Snchez Crispn, Las ciudades
El Colegio de
intermedias y el desarrollo regional en Mxico, UNAM-Geografa,
Mxico, Consejo Nacional para las Culturas y las Artes, Mxico, 1996.
Arias Valds, Rafael, La delimitacin de una megalpolis, el desplazamiento diario de
305
Elliot, J.H., "Espaa y Amrica en los siglos XVI y XVII",en Leslie Bethel (ed.), Historia
de Amrica Latina, vol. 2, Amrica Latina Colonial: Europa y Amrica en los
siglos XVI,XVII,XVIII,la. reimpresin, Espaa, Cambridge University PressJCrtica, 1998.
Graizbord, Boris, y Beatriz Acua, "Movilidad cotidiana de trabajadores en el mbito
megalopolitano de la ciudad de Mxico", en Javier Delgado y Blanca Ramrez
(coords.), Transiciones, T.l, 1999, pp.195-205.
Graizbord, Boris, "Ciclos metropolitanos: notas preliminares", en Carlos Garrocho
(coord.), Sistemas metropolitanos: nuevos enfoques y prospectiva, El Colegio
Mexiquense/Sedesol, Mxico, 1995, pp. 47-62.
Hiernaux, Nicols, Daniel, "Reestnicturacin econmica y cambios territoriales en Mxico. Un balance 1982-1995", en Carlos A. De Mattos, Daniel Hiernaux Nicols y
Daro Restrepo Botero (comps.), Globalizacin y territorio, Impacto y Perspectivas, Mxico, FCE y Pontificia Universidad de Chile, Instituto de Estudios Urbanos, Chile, 1998, pp. 92-119.
Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica, Conteo de poblacin y vivienda 1995.Resultados definitivos (enumeracidn y conteo), Mxico, 1998.
,
x y XI Censo comercial, Aguascalientes, Mxico, 1989 y 1994.
,x y XI Censo de sewicios. Aguascalientes, Mxico, 1989 y 1994.
-,
xiir y XIV Censo Industrial, Aguascalientes, Mxico, 1989 y 1994.
,
xr Censo industrial, VIII Censo comercial y vrn Censo de servicios. Mxico, 1981.
, Migracin, tabulados temticos del XI Censo general de poblacin y vivienda
1990, Mxico, 1993.
,
Enadid. Encuesta Nacional de la Dinmica Demogrfica, 1992. Metodologa y
tabulados, Mxico, 1994,418 pp. y base de datos.
-,
Poblacin y vivienda. Muestra estadstica del censo, Aguascalientes, 1994 (base
de datos).
,Sistema de cuentas nacionales, producto interno bruto por entidad federativa,
1970-1993, Mxico, 1994.
,XII Censo industrial 1985, INEGI, Mxico, 1986.
,xr Censo comercial 1985, INEGI, Mxico, 1986.
,xr Censo de servicios 198.5, INEGI,
Mxico, 1986.
Lara Flores, S. y M. Chauvet (coords.), "Introduccin del volumen", en La insercin de
la agricultura mexicana en la economa mundial, Plaza y Valds, Mxico, 1996,
pp. 19-33.
Long, N,, "Globalizacin y localizacin: nuevos retos para la investigacin rural", en S.
Lara Flores, y M. Chauvet (coords.), La insercin de la agricultura mexicana en
la economa mundial, Plaza y Valds, Mxico, 1996, pp. 35-74.
Martinotti, Guido, "La poblacin de la nueva morfologa social metropolitana. Reflexiones a partir del caso italiano", en Jordi Borja, Manuel Castells, Roberto Dorado,
Muoz, H., Orlandina de Oliveira y C. Stem, Migracin y desigualdad social en la
ciudad de Mxico, Colmex UNAM,Instituto de Investigaciones Sociales, Mxico,
Ordez, Sergio, "La nueva industrializacin en Morelos de los ochentas y noventas",
Cuernavaca, Morelos, 1997, mimeo.
Pea Torres, Eulalia, "El crecimiento desordenado de la ciudad de Mxico. Algunas
notas", en ngel Bassols Batalla y Gloria Gonzez Salazar (coords.), Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico; complejo demogrfico, socioeconmico y
politico: Qufue, qu es y qu pasa, Mxico, IIEC-UNAM~DDF,
1993.
Quintana, Ignacio (eds.), Las grandes ciudades en la dcada de los noventa, Editorial
Sistema, Madrid, 1990, pp. 65-139.
Ruiz Pantoja, Teresita Elisa, Tendencias actuales de la migracin y desarrollo urbano
en Mxico, ENEP Acatln, Naucalpan, Estado de Mxico, 1997 (tesis para obtener
el ttulo de Actuario).
Sassen, Saskia. "Ciudades en la economa global: enfoques tericos y metodolgicos",
en Revista Latinoamericana de Estudios Urbano-regionales, vol. 24, nm. 71,
Santiago de Chile, 1998, pp. 1-30.
Surez Villa, Luis, "Metropolitan Evolution, Sectoral Economic Change and the City
Size Distribution", en Urban Studies, vol. 25, 1988, pp.1-20.
Unikel, Luis, El desarrollo urbano de Mxico: diagnstico e implicacionesfuturas, El
Colegio de Mxico, 2a. edicin, Mxico, 1978.
307
Introduccin
articulan en estos espacios micro, lo que consideramos son algunos de los elementos
constitutivos de una regin: 1) geogrfico-territoriales; 2) poltico-administrativos;
3) socioorganizativos, y 4) histrico-culturales. En la segunda parte, a partir de datos
empricos nos referimos brevemente a ciertos conflictos presentes en la zona que giran
en torno al control de los recursos, uno de cuyos componentes,justamente, concierne al
aspecto territorial.
Antecedentes
A finales de la dcada de los ochenta, poco ms de 37 000 hectreas de la franja norte
del estado de Morelos quedaron incluidas dentro del decreto que daba creacin al rea
natural protegida Corredor Biolgico Chichinautzin, bajo la categora de manejo de
30 de noviembre de 1988). Cincuenta aos
rea de proteccin de flora y fauna1 (DOF,
atrs, en esta misma zona, los bosques de los municipios de Huitzilac y Tepoztln haban sido objeto tambin de la poltica de conservacin a travs de los decretos que
dieron origen a los parques nacionales Lagunas de Zempoala, en el primero, y El
Con la declaratoria de 1988 los dos parques y el rea de
Tepozteco, en el ~egundo.~
proteccin se integran (conservando sus categoras), y as conforman una zona de consino en representatividad ecosistmica, ya
servacin ms vasta no ~610en e~tensibn,~
que el Corredor comprende una regin de bosques templados ubicada en los municipios
de Huitzilac, Tepoztln y Tlalnepantla, y otra ms hacia el sur de selva baja caducifolia.
Es sobre la primera en la que centraremos nuestro trabajo.
Si bien los motivos que dieron origen a ambas figuras de proteccin difieren por las
circunstancias histricas en que se enmarcan, y por las concepciones que en cada uno
de estos momentos privaba sobre la conservacin, lo cierto es que en ambos casos se
coincide en la necesidad de proteger y conservar un rico entorno natural altamente vulnerable por su cercana con las reas pobladas. Sin embargo, a diferencia de los parques
nacionales cuyos objetivos se centraban fundamentalmente en la creacin de reas de
recreo para la proteccin de suelos y bosques y la conservacin del patrimonio natural y
cultural de la regin, los objetivos que dieron origen al Corredor Biolgico Chichinautzin
son de una mayor amplitud y precisin.
l Segn lo consigna la Ley General del Equilibrio Ecolgico y la Proteccin al Ambiente, se reconocen ocho tipos de
reas naturales protegidas que implican las categoras de manejo especificas: 1 ) Reservas de Biosfera; 2) Parques nacionales; 3) Monumentos naturales; 4 ) Areas de proteccin de recursos naturales; 5) Areas de proteccin de flora y
fauna; 6) Santuarios; 7) Parques y reservas estatales, y 8) Zonas de preservacin ecolgica de los centros de poblacin.
*El parque nacional Lagunas de Zempoala fue decretado en 1936, mientras que El Tepozteco en 1937.
De acuerdo con los decretos respectivos, el rea de proteccin de flora y fauna Corredor Biolgico Chichinautzin
tiene una extensin de 37 302-40 hectreas, mientras que los dos parques nacionales suman un total de 28 790
hectreas, sumando un total de 66 092-40 hecthreas.
Segn se desprende del propio decreto, la zona en su conjunto presenta caractersticas edafolgicas, florsticas, faunsticas, de altitud y de ubicacin geoestratgica -por
tiguamiento de las tres zonas niricleo establecidas por este instrumento legal,6 a fin de
73.8% de los encuestados no haba odo hablar nunca del "Corredor" y mucho menos
del decreto; mientras que 26.2%restante indic saber que se trataba de un rea natural
protegida, pero manifest no saber las implicaciones que esto tena ni para la zona ni
para ellos. Por otro lado, a 10 largo de estos diez aos no se elabor ningn plan de
manejo, no se concertaron acciones coordinadas entre las distintas instancias gubernamentales de los tres niveles de gobierno, las organizaciones sociales de la zona y los
distintos actores involucrados para la conservacin de los recursos naturales y su apro-
Segn se desprende del decreto de 1988, la zona presenta una alta diversidad biolgica expresada por la
presencia de 350 especies de plantas Y seis tipos de asociaciones vegetales, ademis de 257 especies animales
entre las cuales se cuentan veinte de aves Y una de mamferos que son endmicas y en peligro de extincin
(DOF,30 de noviembre de 1988).
56*~0
rasgos
s
hidrolgicos ms sobresalientes del Corredor Biolgico se refieren a su importancia dentro del
balance hfdrico regional. Destaca Porque incluye las cabeceras o cuencas altas de los ros Yautepec y Apatlaco, y por
ser una de las reas con mayor capacidad de infiltracin del estado. Su extensin de aproximadamente 210 000
hectheas, 10s 1 300 millmetros de precipitacin producto de la geomorfologla y altitud (3 450 metros), as como su
elevado {ndice de infiltracin (70-80 Por ciento), le confiere una gran importancia en la recarga de acuiferos, los que
a su vez cubren las necesidades de agua de las actividades econmicas (agricultura, ganadera, industria, recreacin)
y de su uso domestico de la mayora del estado" (cis. UAEM: s/f, no publicado).
6 SegCin los artculos segundo Y tercero del mencionado decreto se establecen dentro del rea tres zonas nbcleo:
Chalchihuites, ~hichinautzin-Quiahuistepcy Las Mariposas por ser estas zonas poco perturbadas, as como por sus
caractersticas ecosistmicas: la primera y la segunda bosque templado y la tercera selva baja caducifolia. Respecto a la
zona de amortiguamiento, el artculo tercer0 establece que la misma tiene una superficie de 31 905-28-25 hectreas.
7 En 1995 le fue encomendado al CRIM-UNAM la elaboracin de un diagnstico socioeconmicodel Corredor Biolgico Chichinautzin; en 6ste se aplic6 una encuesta de tipo probabillstico a una muestra de 400 hogares, misma a la
que aqu se hace referencia.
311
CONTROL
DE LOS RECURSOS NATURALES Y CONFLICTOS TERRITORIALESEN LA ZONA DE BOSQUE TEMPLADO
En este trabajo planteamos como hiptesis principal que uno de los elementos constitutivos de estos intereses privados, que aqu preferimos llamar colectivos para distinguirlos de los individuales, se sustenta en el control territorial pues, desde nuestra
perspectiva, el tenitono y sus recursos no aluden slo a una dimensin espacial, fsica,
sino tambin a las dimensiones simblico-culturalesde los grupos que lo habitan; como
indica Yves Barel (1990, citado por Tizon, 1996, p. 21) el territorio es el "[...] lugar de
vida, de pensamiento y de accin, en el cual y gracias al cual un individuo o un gmpo se
reconoce, dota de sentido a aquello que lo rodea y se dota a s mismo de sentidos, pone
en marcha un proceso identificatorio e identitario".
Para trabajar nuestra hiptesis consideramos necesario fragmentar analticamente la
regin de bosques templados del Corredor del Chichinautzin en las diversas unidades
territoriales que la componen, y buscar en ellas los elementos culturales, poltico-administrativos, histricos y jurdicos que las definen como instancias espaciales de control
de los recursos.
indica De la pea (1991: 126): "[...] en biologa el concepto de regin esti ntimamente relacionado con el nicho ecolgico y el concepto de ecosistema [...] remite a los procesos y combinaciones por los que
o menos heterogkneo de seres vivientes coexiste y se adapta en un territorio".
conjunto
313
CONTROL
DE LOS RECLTRSOSNATURALES
Por otro lado, si bien los rasgos biogeofsicos hacen de sta una regin o subregin
ecolgica, no son los nicos elementos compartidos: la tenencia social de la tierra,
manifestada en la presencia de comunidades agrarias (Mapa 2, Tierras comunales), y la
fuerte importancia de las actividades agropecuarias, todava, como fuente de ingreso
familiar, delimitan de nuevo el espacio regional y lo distinguen, por lo menos en lo que al
tenitono morelense se refiere, de la franja industrial ubicada al sur, en los municipios
vecinos de Cuemavaca y Jiutepec (cuadro 1). Como indica Renteda: "En general se
acepta que la regin es la sntesis entre las relaciones que se establecen entre las condiciones naturales presentes en un territorio y los mecanismos de apropiacin que las
actividades humanas hacen de ellos" (2001, p. 16), lo que claramente opera para el caso
que aqu tratamos.
Finalmente, un tercer elemento que a nuestro juicio viene a configurar la regin est
dado por el hecho de que es sta una zona sujeta a conservacin bajo las figuras arriba
mencionadas: Parques Nacionales y rea de Proteccin de Flora y Fauna. As pues, de
una manera muy general podemos definir a nuestra zona de estudio como una regin, si
trazamos sus coordenadas bajo criterios ecolgicos, socioeconmicosy jun'dicos, en donde
los recursos naturales sern el eje articulador de todos ellos.
Las consideraciones anteriores nos permiten construir regionalmente nuestra zona
de estudio y hacer de ella un objeto de anlisis; el problema, sin embargo, es que tenemos slo una vista panormica: la fotografa captada en un sobrevuelo; logramos trazar
ciertos lmites y definir algunas fronteras, pero, invirtiendo aquella sabia mxima popular: "por mirar el bosque no logramos ver los rboles".
La construccin regional es la bsqueda de lo comn, de los puntos de encuentro, de
10s hilos que cruzan amarrando el tejido para darle cuerpo. Pero lo comn no es lo
homogneo, y el anlisis regional nos deber llevar forzosamente a su contrario, es
decir, a la bsqueda de lo diverso, a las especificidadesque no se suman o se restan sino
se articulan para lograr la unidad. Desde una perspectiva antropogica, esto nos lleva a
Cuadro 1. Poblacin econmicamente activa dedicada a la agricultura
en los municipios de Huitzilac, TepoztlSn y Tlalnepantla, 1991
Municipio
PEA total
PEA agr/coIa
% de la PEA agr/co/a
respecto a la
PEA t0 tal
Huitzilac
Tepoztln
Tlalnepantla
2 965
7 831
963
32.4
2 057
26.2
1 057
818
77.3
Fuente: ~NEG,,Gobierno del Estado de Morelos. Anuario estadhtico detestado de d ore los, 1991.
315
CONTROL
DE LOS RECURSOS NATURALES
Y C O N F L I ~ ST E ~ R I A L E EN
S LA ZONA DE BOSQUE TEMPLADO
Si la mirada apunta hacia lo micra, cabe preguntarse aqu cul es la unidad de anlisis
territorial y con qu criterios definirla, cuando lo que nos interesa es conocer y entender
su papel en el control de los recursos naturales? Para resolver lo anterior invertirnos el
orden de la interrogante y establecimos una serie de criterios iniciales: 1)geogrficotemtoriales; 2) poltico-administrativos;3) socio-organizativos,y 4) histrico-culturales. ~110snos permitieron descomponer lo local en tres niveles o instancias, que si bien
se hallan interconectados se distinguen claramente el uno del otro, a saber: el municipio, la comunidad agraria y la localidad 0 pueblo.
La figura municipal nos refiere a una divisin territorial definida y delimitada respecto
a su entomo, y cohesionada en su interior a partir de una organizacin poltica y administrativa con personalidad jurdica: el ayuntamiento, que es el mximo rgano de PO317
der local, constituido a partir de la eleccin popular directa de sus integrantes: presidente
municipal, sndico y regidores, auxiliados por los ayudantes municipales de cada localidad, y por profesionales, tcnicos y personal administrativo.
As, pues, la red que define lo local, desde el municipio, est dada por a) sus lmites
territoriales; b) el poder poltico otorgado por el ciudadano al ayuntamiento; c) las leyes
y reglamentos municipales que rigen la circunscripcinpoltico-administrativa,y d) los
proyectos de desarrollo que marcan la forma y distribucin de los recursos financieros,
a travs de la prestacin de servicios y el fomento de proyectos productivos. El eje en
tomo al cual se mueven estos cuatro elementos se perfila bajo el concepto de ciudadano, pues los valores que se ponen en movimiento justo son los referidos a los derechos
y las obligaciones civiles; se excluye el cruce de aspectos tales como la cultura, pues no
es ste el elemento que articula de manera necesaria al municipio, y tampoco se integran
dentro de este espectro la identidad comunitaria, el arraigo o el sentido de pertenencia,
pues son ciudadanos municipales todos aquellos que residan dentro de sus lmites territoriales, independientemente de su lugar de origen, gnero, generacin, pertenencia
tnica o actividad econmica.
Por otro lado, si bien el ayuntamiento municipal es el mximo rgano de poder local
para asuntos civiles, no es sta la instancia que controla los recursos naturales del territono, ya que en esto interviene el tipo de tenencia de la tierra que prevalezca en la entidad
y que, en el caso de la tenencia social, sea ejidal o comunal, implica tanto nuevas divisiones territoriales en el interior del municipio, como otro rgano de gobierno que es el
poder agrario. A manera de ejemplo citaremos aqu una referencia obtenida en trabajo
de campo:
Conversando con quien fuera presidente del comisariado de bienes comunales de
Huitzilac, le preguntamos cul era el papel del ayuntamiento en el manejo y conservacin de los bosques del municipio, a lo que nos respondi enfticamente: "Al ayuntamiento le corresponde ocuparse de la poblacin, de las obras, de los servicios, a nosotros,
a Bienes Comunles, nos corresponde todo lo que tiene que ver con los recursos: bosques, tiekas y aguas, en esto ellos no pueden decidir, para eso tenemos nosotros nuestra
asamblea".
La comunidad agraria
La figura de tierras de uso comn existe desde la poca prehispnica; durante la Colonia, en lo que hoy es el territorio morelense, los pueblos indgenas del Marquesado del
Valle tenan derecho a guardar los terrenos que cultivaran bajo la forma de tierra comunal, con un lmite de "300 varas a la redonda del pueblo" (Lomnitz, 1982). Este derecho
era resguardado celosamente por los pobladores ante la amenaza del marquesado de
apropiarse cada vez ms de los que denominaban "terrenos baldos" (ibid., p. 124). As
,i
CONTROL
DE LOS RECURSOS NATURALES Y CONnIcrOS TERRITORIALES EN LA ZONA DE BOSQUE TEMPLAW
se fue estableciendo la distincin entre lo que era la "tierra de indios" (comunal) y lo que
eran las fincas y haciendas de los espaoles.
La comunidad agraria tiene un referente geogrfico territorial preciso estipulado en
las resoluciones presidenciales, las cuales se remiten en algunos, aunque no en todos 10s
casos, a los que fueran ttulos virreinales. Es una forma de propiedad sobre la tierra que
implica el uso comn de los recursos por parte de todos aquellos que acrediten sus
derechos como comuneros. Este rgimen, si bien comunal, como su nombre lo indica,
no excluye el uso individual de la tierra; el campesino comunero tiene su parcela (o
parcelas) de trabajo y puede asimismo hacer uso de los bosques y aguas de su comunidad. A diferencia del ejido, cuyas caractersticas fueron modificadas con las reformas
de 1992 al artculo 27 constitucional, las tierras comunales continan siendo tierras en
usufructo, inembargables e inalienables; el comunero posee sus derechos a perpetuidad,
pero puede cederlos en vida o bien nombrar a quienes los heredarn a su muerte.
Constitucionalmente, la comunidad agraria est reconocida como una entidad jurdica; la asamblea comunal es la mxima instancia de decisin de sus integrantes y es en
ella donde se designa, a travs del voto directo, a las autoridades agrarias que forman el
Comisariado de Bienes Comunales compuesto por un presidente, un secretario y un
tesorero, as como al Consejo de Vigilancia encargado de supervisar que las actuaciones del Comisariado se ajusten a 10 dispuesto tanto en la Ley Agraria como en el reglamento interno de la comunidad. Al Consejo de Vigilancia le corresponder entonces
denunciar ante la asamblea las irreguhridades que pudieran llegar a producirse y actuar como un puente de enlace entre los representados y los representantes.
Siguiendo con el esquema anterior, encontramos que la red que define lo local desde
la comunidad agraria se compone de 10s siguientes hilos: a) su delimitacin territorial;
b) el ejercicio del derecho de uso y usufructo de la tierra y otros recursos naturales,
sobre la base de una distribucin equitativa entre todos los miembros de la comunidad
agraria, quienes generalmente son nativos del lugar; c) la estructura organizativa interna que permite el ejercicio democrtico a travs de la eleccin de representantes cada
tres aos y de la realizacin peridica de asambleas, y d ) las leyes y reglamentos que
rigen a la comunidad agraria a partir de los cuales se regula el ejercicio de los comuneros en el aprovechamiento de tierras, bosques y aguas de uso comn. Cabe hacer aqu la
aclaracin que entre estas leyes y reglamentos, la primera es de carcter general, nacional, y en el caso de los reglamentos, stos son construidos y dotados de contenido internamente, por 10que son sancionados por el colectivo.
Si bien podramos proponer aqu un paralelismo entre el concepto de ciudadano y el
de comunero, dado que este ltimo tambin existe en funcin de sus derechos y obligaciones, en este caso agrarios, lo cierto es que son cosas distintas, empezando por el
hecho de que el pnmero es un concepto inchyente, mientras el segundo no lo es, pues
s610 son comuneros aquellos que poseen tal derecho de propiedad de la tierra y ~610
ellos pueden participar en la asamblea comunal, 10 que excluye de este mbito de toma
319
Por otro lado, a diferencia del municipio, la comunidad agraria s puede perfilarse
como una instancia local que controla los recursos naturales de su territorio; de hecho,
as est estipulado constitucionalmente. Sus miembros, la mayor parte de las veces,
comparten un mismo origen y un pasado histrico comn en donde ha predominado la
lucha por la defensa tanto de su espacio territorial como de sus derechos comunales.
Entonces, si los derechos, las obligaciones y la estructura organizativa interna son la
trama del tejido comunal, la historia y los rasgos culturales manifiestos en las formas de
uso, manejo y valoracin de los recursos naturales vendrn a constituir la urdimbre.
As vista, la comunidad agraria se nos presenta como una unidad cohesionada social
y culturalmente, con un fuerte control sobre sus recursos basado en el uso que de ellos
hacen sus miembros, o bien luchando por la defensa de stos frente al acoso del exterior. Puede ser que en algunos ejemplos ste sea el caso, o por lo menos se presenten
algunas de estas caractersticas, sin embargo existen otros factores que rompen con esta
elaboracin ideal, que fraccionan a la comunidad agraria y permiten con ello que aparezca en escena lo que nosotros consideramos el nivel ms micro que concierne al control
territorial de los recursos en el mbito local: la localidad o pueblo.
La localidad
Comunidad, pueblo, localidad, son trminos que se utilizan en la bibliografa de manera indistinta para referirse a las unidades territoriales, poltico-administrativas que
componen al municipio, incluidas en stas a la cabecera municipal, y distinguidas de
otras como las colonias y rancheras que quedaran subsumidas en alguno de estos
espacios.
En ciertos municipios existe una correspondencia directa entre localidades y ncleos agrarios, tal es el caso de Tlalnepantla, que comprende una colonia y tres pueblos,
de los cuales uno, la cabecera, tiene rgimen de propiedad comunal y los otros dos son
ejidos independientes: El Viga y Felipe Neri. En los otros dos municipios objeto de nuestro estudio la situacin se presenta de manera distinta, pues Huitzilac consta de cuatro
l
l
CONTROL
DE LOS RECURSOS NATURALES Y C O N F L I ~ ~ OTERRITORIALES
S
EN LA ZONA DE BOSQUE TEMPLADO
localidades y dos comunidades agrarias: Coajomulco, que es un pueblo, y a su vez un
ncleo agrario independiente de la comunidad agraria de Huitzilac, la cual comprende a
la cabecera municipal y a las localidades de Tres Maras y Fierro del Toro. ~1 asunto se
hace ms complejo todava tratndose de Tepoztlnl1 pues en este municipio, producto
de una aberracin del Mxico revolucionario y agrarista, en el ao de 1929 sali una
resolucin presidencial que unifica a la cabecera y seis de sus pueblos (Santa Catarina,
San Andrs de la Cal, Santiago Tepetlapa, Amatlh, San Juan Tlacotenco y Santo Domingo Ocotitln) en un solo ncleo denominado Comunidad
de Tepoztlh, ignorando de un plumazo las construcciones histricas de cada una de estas localidades
y los ttulos virreinales que, aunque extraviados, se conservan muy presentes en la memoria colectiva de sus habitantes:
[...] s tenemos nosotros documentos que nos amparan, documentos testimoniales, como un
documento que se nos extravi, el ttulo primordial. Anteriormente haba, pero nosotros ya
no lo conocimos, porque dicen que 10 perdieron nuestros antepasados, porque dicen que
hubo una reunin de representantes, fue un representante de San Juan Tlacotenco ah a
Tepoztlh y ah fue que se lo quitaron, se 10 arrebataron, no se sabe cmo, pero verdaderamente el Ttulo Primordial de aqu de San Juan existe en Tepoztln, lo tienen oculto y nunca
10 muestran ese documento, y por eso mismo que se hacen dueos de todo el monte ellos.
Entre nosotros tenemos documentos testimoniales en donde dicen nuestros documentos, un
documento de 1730-31 en donde dice que el ttulo primordial se extravi; luego hay otro documento de 1902, donde tambin dice que se extravi, y hay otro documento que tambin dice
que se extravi. Son tres documentos que esth dando testimonio de los ms antepasados,
entonces qu quiere decir?, que ese d ~ ~ ~ m eesn el
t oque verdaderamente ampara nuestro
patrimonio de San Juan Tlacoten~o.'~
11
trminos de tenencia de la tierra, el municipio de Tepoztln est constituido por una Comunidad
~ que ~aglutina
a a 10sn pueblos
~ arriba mencionados y el ejido de Amilcingo, cuyas tierras fueron restituidas al
321
dad agraria local cuya figura es la de Representante de los Bienes Comunales del Pueblo ante el Comisariado de Bienes Comunales asentado en la cabecera. No sucede sin
embargo lo mismo en las otras localidades objeto de nuestro estudio, pues en Huitzilac
nos encontramos, por ejemplo, que ni el pueblo de Tres Maras ni el de Fierro del Toro
cuentan con alguna autoridad propia que los represente de manera particular en el
comisariado de su ncleo agrario.
Otro aspecto importante a resaltar en esta construccin del pueblo como espacio
local de control de los recursos naturales se refiere a su delimitacin territorial. Como
es de suponer, cuando coincide pueblo con comunidad agraria, los lmites estn claramente establecidos en su dotacin; sin embargo en el caso de un conjunto de localidades dentro de un solo ncleo agrario, esto ya no es tan claro, especialmente en lo que se
refiere a los terrenos de uso comn. Si bien nadie pone en duda lo que corresponde a la
zona urbana, y tampoco hay cuestionamientos sobre los terrenos productivos, es en el
control territorial del bosque donde afloran los conflictos y surgen las interrogantes. Y
de nueva cuenta las referencias empricas resultan ilustrativas:
Aqu en Tres Maras como comuneros no podemos normar el uso del bosque, no se puede por
los de Huitzilac, ellos son los que usan todo. A m me sacaron de la lista de comuneros [...]
Nosotros vemos las diferencias en otros lugares, por ejemplo en Ocuilan y en Coajomulco,
ellos cuidan su bosque porque son independientes en sus bienes comunales.
Esto nos dijo un comunero del pueblo de Tres Matas Otro ms, del pueblo, refiri
sobre lo mismo: "Los de Huitzilac se creen dueos de todo, siempre se han parado el
cuello, segn ellos, ellos pueden disponer".
En el pueblo de San Juan Tlacotenco las referencias al respecto son todava ms
duras pues aqu, a diferencia de la localidad de Tres Maras que fuera fundada hacia
finales del siglo xrx, los sanjuaneros evocan una ocupacin histrica de su territorio y se
sienten despojados de l por la resolucin de 1929: "En San Juan existen los derechos
desde el virreinato. Antes de esa resolucin (de 1929) San Juan ya exista [...] Nos
marginaron despus de la resolucin, antes tenamos en, 1902, ttulos virreinales, y (estaban) ms o menos marcados los lmites".
El control territorial de los recursos naturales por parte de las comunidades o pueblos se define, entonces, por los lmites del ncleo agrario al que pertenecen, pero tambin por unos en apariencia menos precisos, dictados por la historia, el sentido de
pertenencia y la identidad comunitaria. Consideramos importante resaltar esto ltimo
pues as como para el municipio, como unidad de lo local, estos elementos son irrelevantes, para las localidades constituyen el tejido bsico que perfila sus formas de organizacin interna, moldea sus usos y costumbres y regula, en buena medida, su relacin
con el exterior, por lo menos en lo que concierne a sus recursos naturales.
CONTROL
DE LOS RECURSOS NATURALES Y CONFLICTOS TERRITOWES
CONTROL
DE LOS RECURSOS NATURALESY CONFLICTOS TERRITORIALES EN LA ZONA DE BOSQUE TEMPLADO
lado de sus recursos: tierra y madera para su venta. En el caso de Tepoztln, la venta
ilegal de terrenos comunales y el fraccionamiento de reas boscosas son sin duda un
peligro en ciernes para sus bosques. En Huitzilac, la situacin es an ms complicada
pues se presentan ambos fenmenos: explotacin de recursos y venta de terrenos. Finalmente, en Tlalnepantla, es el avance agrcola sobre terrenos boscosos lo que compromete el futuro de la regin.
Las amenazas a los bosques que vienen desde su interior normalmente se vinculan
con la existencia de poderosos grupos locales que buscan el control de los recursos en
su propio beneficio, por encima de los intereses comunitarios. No abundaremos aqu
sobre el origen y la conformacin de estos grupos, lo que nos interesa resaltar es que en
el mbito local se dirimen fuertes conflictos por el control de los recursos a partir de la
existencia de grupos de poder con intereses contrapuestos, pues as como encontramos
los que propugnan por un uso mercantil del bosque, estn tambin aquellos que lo valoran como un recurso patrimonial que pertenece a y con el que se identifica el colectivo.
El caso del municipio de Huitzilac es quizs el ms ilustrativo al respecto y, sobre todo,
cuando comparamos las dos comunidades agrarias que conforman esa entidad.
Sin un afn catastrofista podemos decir que los bosques de la comunidad agraria de
Huitzilac estn severamente daados. Hace treinta aos, el avance de la frontera agn'cola para el cultivo de la avena forrajera se hizo en detrimento de grandes extensiones
forestales y permiti el enriquecimiento de algunas familias de comuneros, especialmente en el pueblo de Tres Maras, cuyos integrantes desfilaron en los cargos de presidente municipal o bien presidente del Comisariado de Bienes Comunales.
HOY la amenaza no la constituye la siembra de la avena, sino el saqueo irrestricto y
clandestino de tierra y madera, as como la venta ilegal de terrenos comunales para uso
urbano. Al Comisariado de Bienes ~omunalesle corresponde velar por el inters colectivo de la comunidad y a la Asamblea, ~Omomxima instancia de autoridad, sancionar;
pero los grupos de vigueros (10s que se dedican a hacer vigas), de tierreros (dedicados a
la extraccin de tierra de hoja y tierra de monte), o bien los que lucran con la venta
ilegal de terrenos, pueden ser tan poderosos que llegan a controlar la Asamblea y, en el
caso de ver amenazados sus intereses, logran deponer a la autoridad agraria. Desde
de este ao (1999), la comunidad agraria de Huitzilac no tiene Comisariado de Bienes
Comunales, y en las calles la gente dice que lo quitaron los mismos que lo pusieron pensando que los iba a beneficiar de manera personal si autorizaban la venta de terrenos.
gnipos de inters privado dentro de las comunidades no se dan por generacin
espontnea y tampoco las bases de SU poder. El que lleguen a imponer el beneficio
individual por encima y a costa del bien comdn en Una instancia como la comunidad
agraria, cuyo fundamento esti5 precisamente en la colectividad, nos habla de un alto
grado de descomposici6n de las instituciones internas que la fundamentan, que en este
caso podra ser la asamblea; o bien de la prdida de 10s valores que le daban sentido a la
existencia comunitaria, como, por mencionar algo, el arraigo a la tierra.
325
El tema de los conflictos, tanto externos como internos, que giran alrededor del control
de los recursos naturales es sin duda mucho ms complejo de lo que hasta aqu hemos
expuesto. No era nuestra intencin agotar la discusin en estas lneas, ni presentar una
radiografa al detalle de lo que ocurre en la regin, nuestra exposicin, como se aprecia,
dista mucho de ello. El inters de este trabajo se remiti ms bien a presentar algunas
reflexiones metodolgicas para abordar la problemtica.
El norte de Morelos, por sus caractersticas ecolgicas -altitudinales, florsticas,
faunsticas y edafolgicas-, ofrece una serie de servicios ambientales que en gran
medida subsidian la actividad productiva del resto de la entidad, tanto lo que concierne
a la agricultura de riego como a la industria y el turismo; su conservacin resulta por
tanto prioritaria para el estado mismo, pues su deterioro o prdida conlleva efectos que
trascienden las fronteras regionales. La visin de conjunto, como regin, resulta por
tanto indispensable; el reto sin embargo est en considerar las particularidades locales
sin perdemos en ellas, para lo cual habremos de buscar los puntos de articulacin. He326
CONTROL
DE LOS RECURSOS NATURALES Y C O N F L I ~ STERRITORIALES EN LA ZONA DE BOSQUE TEMPLADO
mos insistido desde el inicio, que en su dimensin ecolgica estos bosques son el mismo
y uno solo, pero a lo largo de este recorrido ha quedado ms claro que, en su dimensin
social, los pueblos que lo ocupan, sus poseedores directos, tienen formas organizativas
propias a travs de las cuales se vinculan con su entorno natural, que bien amentan ser
consideradas, y en muchos casos reconocidas, pues finalmente son stas las que inciden
de manera directa en la regin, crendola y recrendola.
Ley general del equilibrio ecolgico y la proteccin al ambiente. Delitos ambientales, Mxico, 1997.
Documento de la reunidn extraordinaria del Consejo Tcnico Consultivo Forestal
de] Estado de Morelos, julio 9, 1998.
Tizon, Philippe, "Qu' est ce que le territ~ire?",en Les territoires du quotidien. (Sous la
direction de Guy Di Mo), Pars, L'Harmattan, 1996.
327
Introduccin
L FINAL de la pasada dcada de 10s ochenta hubo un debate acalorado entre una
faccin de la disciplina de 10s gegrafos, un gremio marginado, y otros de procedencia mixta dentro de las ciencias sociales. El tema giraba sobre la importancia terica
del "espacio" en las obligadas reflexiones analticas pertinentes a las sociedades del
mundo en estos tiempos del capitalismo tardo. Entre la sobreponderacin casi fetichista
de la nocin de tiempo, entre los historicistas y la relegacin desafortunada del espacio
Argumento
'
del estado se extienden para influir en los pequeos pueblos, incluso ofrecen obras
tiles, y as crean contrapesos a la faccin dominante en las respectivas cabeceras.
Este hecho no slo se aprecia en las ltimas series de elecciones (199 1,1994 y 1997)
cuando se registra una merma de la fuerza del unipartidismo, sino tambin un desplaza-
Contexto actual
En 1977 se inici la constnicci6n del fr~~cionamient0
Lomas de Cocoyoc, hoy un consorcio de cinco empresas inmobiliarias y un espacio de 2 500 casas construidas y
aproximadamente otras 200 en construccin. Hay otros fraccionamientos, Vergeles
de Oaxtepec, por ejemplo, iniciados antes, pero este fraccionamiento es el eje del desarrollo de bienes races en esta regin. Lomas de Cocoyoc ahora se desplaza en un espacio que cubre el rincn nororiental del municipio de Yautepec y un pedazo significativo
mayor a 500 hectreas del municipio de Atlatlahucan. Significa un efecto demostrativo ante el capital disponible para el desarrollo inmobiliario en una regin cercana al
Distrito Federal, de clima templado Con vistas panorfimicasde los volcanes y los verdes
de caa y hortalizas regados con abundante agua de Fuentes Brotantes de antao
de Oaxtepec de fama prehispnica). El contraste entre las fotografas a6(el
reas de 10s aos 1970 y 1995 son documentos claros de este crecimiento y la transformacin del espacio alrededor del pueblo de Oaxtepec, en la parte oriental del municipio
33 1
de Yautepec, Morelos, y en los cuatro municipios colindantes hacia el norte. En el siguiente cuadro se aprecia el nmero de fraccionamientos actuales en estos municipios:
Cuadro 1. Nmero de fraccionamientos por municipio
Atlatlahucan
Tlalnepantla
Tlayacapan
Totolapan
les), y en el ltimo caso, distintos funcionarios de bienes comunales tras los arios han
hecho negocios con secciones de los acervos de tierra bajo su responsabilidad.
En pocas palabras, el panorama en los cuatro municipios de los altos centrales y su
Antecedentes analticos
La literatura sobre el fenmeno de los fraccionamientos incrustados en ambientes mrales es limitada en el plano internacional (Halseth, 1998; Walker, 1986), y parco tambin
en Mxico (Garca,1986; Jones y Pezoiii, 1998). Se aprecia que este fenmeno puede
analizarse desde la perspectiva analtica de la geografa contempornea, el mercado de
tierras y la ausencia de un reglamento estricto y capaz de implementarse de planeacin
municipal del uso del suelo, 10s procesos micropolticos generados por la reconstitucin de 10s espacios rurales y semiurbanos (Robinson), y las consecuentes negociacio333
nes continuas del reglamento local defacto en funcin de objetivos pblicos cruzados y
actores de peso diverso. Afortunadamente, la literatura sobre los procesos polticos en
la regin es amplia, pero corresponde a la dcada de los setenta y principios de los
ochenta (De la Pea, Ingham, 1968; Lomnitz, 1983; y Varela, 1984). En esta regin el
ritmo de la transformacin del espacio rebasa la atencin crtica de la investigacin
social.
Reconociendo las normas del proceso poltico tradicional, los actores involucrados
en los nuevos escenarios, los espacios ahora ocupados por los fraccionamientos y las
casas de los avecindados acomodados en la periferia de las cabeceras municipales, y
las dimensiones del fenmeno articuladas arriba, se requiere de un esfuerzo analtico
que abarca la geografa (y urbanismo), la antropologa poltica y el anlisis de cdigos
culturales ahora hbridos que operan con reglas indeterminadas e informacin diversa y
parcial en cada municipio. El reto metodolgico contiene distintos componentes: 1 ) una
etnografa de las administracionesmunicipales (incluyendo la ayudanta de Oaxtepec),
y los cambios de equipo en funcin de los procesos tradicionales y las elecciones y
consensos renegociados ltimamente al interior de cada espacio poltico; 2) la elaboracin de un modelo analtico, slo sugerido en su perfil general aqu, donde destaca la
falta de una coincidencia del espacio fsico con el espacio de una participacin poltica
consecuente en que se registra negociaciones emergentes entre facciones fijas y fluidas,
presentes en cada municipio, y las coaliciones endebles pero de facto entre nativos y
avecindados; 3) la elaboracin de una matriz de coordenadas de conceptos culturales
distintos vertidos por nativos y avecindados en los espacios de negociacin del control
sobre los espacios fsicos a que ahora corresponda a las distintas facciones e intereses
en cada municipio. El desglose de estos componentes constituye un plan de y una convocatoria para la investigacin a futuro.
Conclusiones
En primer lugar, esta investigacin apenas se inicia. El anlisis de los comentarios de
informantes, autoridades actuales o anteriores, en los cuatro municipios de los Altos
Centrales indica el panorama cambiante en cuanto al impacto de los fraccionamientos
en el uso del suelo, la presin sobre el recurso hdrico, y las influencias extralegales. El
cuadro resultante contiene facciones de viejo y nuevo cuo que son entrelazados con
los grupos de bandera partidaria, una matriz de defensores de los intereses tradicionales
de los pueblos, militantes de los partidos (de mayor proporcin del PRI y PRD)y grupos,
en el poder y jubilados del mismo, dispuestos a violar las normas tradicionales y legales. La cartografa indica el volumen del espacio territorial ahora ocupado por los
fraccionamientos, y su expansin es pronosticable en el corto plazo (aun tomando en
cuenta los vaivenes del mercado inmobiliario en funcin de la salud econmica nacio-
nal). La condicin ambigua de casi todos los linderos ms all de parcelas y lotes fue un
descubrimiento, y un factor que augura conflictos y riesgos en las negociaciones a futuro para el control del espacio. La carencia de un acceso a la informacin relevante por
parte de las autoridades municipales, ciudadanos inquietos sobre el manejo de su temtorial tradicional y las presiones sobre el recurso agua, y los mismos propietarios, nativos y avecindados, sugiere la urgencia de construir dicho sistema de informacin. Y en
tal sentido, a manera de eplogo de esta conclusin provisional a un proceso de investigacin inicial, se ofrece una propuesta.
dad dentro del sistema de informacin predial (normalmente por debajo del valor
-,
338
'
Durand, Jorge, La ciudad invade a l ejido, Mxico, Ediciones de la Casa Chata, Ciesas,
Mxico, 1983.
Elizondo-Mayer, Norma, Las relaciones de poder en Atlatlahucan, Morelos, tesis de
licenciatura, Departamento de Antropologa, Universidad Autnoma Metropolitana-Iztapalapa, Mxico,l984.
Fabre Zarandona, Artemia, Continuidad o Ruptura-Relaciones de poder: un conflicto poltico religioso, tesis de licenciatura, Departamento de Antropologa,
Universidad Metropolitana-Iztapalapa,Mxico, 1985.
Favier Orendain, Claudio, Ruinas de utopa: San Juan de Tlayacapan, espacio y tiempo
en el encuentro de dos culturas, Editora Regional de Extremadura, Mrida, EspaGarca Peralta, Beatrz, "La lgica de las grandes acciones inmobiliarias en la ciudad de
Quertaro", Estudios Demogrficos y Urbanos, Mxico, l(3) 1986, pp. 375Guerrero G., Manuel A., Suelos agropecuarios del estado de Morelos: Produccin y
rendimientos, UNAM/CRIM,
Cuernava~a,Morelos, Mxico, 1993.
Halseth, Greg, Cottage Countv In Transition: A Social Geography of Change and
Contntion In The Rural-Recreational Countryside. McGill Queens University
Press, Montreal, 1998.
INEGI, Atlas ejidal del estado de Morelos, Aguascalientes, Mxico, 1991.
Ingham, J.M., Culture and Personality in a Mexican Village, Berkeley, University of
Califomia, tesis doctoral, 1968.
"On Mexican Folk Medicine", American Anthropologist, 72; 1970, PP. 76-87.
"The Asymmetrical Implications of Godparenthood in Tlayacapan, Morelos",
MAN 5: 1970, pp. 281-289.
"Time and Space in Ancient Mexico: The Symbolic Dimensions of Clanship",
MAN 6: 1971, PP. 6 15-629.
Mary, Mic&el and Lucifer: Folk Catholicism in Central Mexico, Austin, Universi~
of Texas Press, Latin Arnerican Monographs, nm. 69, 1986.
339
Jones, Gareth A., "Resistance and the Rule of Law in Mexico", Development and
Change, 29,3: 1998, pp. 499-523.
Lomnitz, Claudio, "La antropologa de campo en Morelos, 1930-1983", en H. Crespo,
(coord.), Morelos: cinco siglos de historia regional, Centro de Estudios HistriCuemavaca, Morelos, Mxico, 1983.
cos del Agrarismo en Mxico/ UAEM,
,Las salidas del laberinto: cultura e ideologa en el espacio nacional mexicano,
Joaqun Mortiz/Planeta, Mxico, 1995.
Lpez Austin, Alfredo, "El mal aire en el Mxico prehispnico", en J. Litvak K. y N.
Castillo T. (comp.), Religin en mesoamrica, xrr Mesa redonda, Mxico, Sociedad Mexicana de Antropologa, pp. 399-408.
Martin, Cheryl E., "Haciendas and villages in late Colonia Morelos", Hispanic American
Historical Review, 62: 1982, pp. 407-427.
Martnez, I., S. Casarn y P. del Cid, Tlayacapan: una experiencia de telecapacitacin
~ ~ ~de~Investigacin
CO,
para la Comunicacin Macampesina, U A M - ~ O C ~Taller
siva, Mxico, 1984.
Oliveros, Arturo, Las momias de Tlayacapan, JNAH, Mxico, 1990.
"Ordenamiento Urbano del Corredor Biolgico Ajusco-Chichinautzin", Mxico, UAM/
Xochimilco, informe sin publicar, 1995.
Pezolli, Keith, Human Settlementsand Planningfor Ecological Sustainability: The Case
of Mexico City (Urban and Industrial Environments), Carnbridge, The MIT Press,
1998.
Robinson, Scott, (coord.), Tradicin y oportunismo: la eleccin de los consejeros ciudadanos en los Pueblos del Distrito Federal, Mxico, D.F., Coleccin Sbado
Distrito Federal, 1998.
Rojas Rabiela, Teresa, "La cermica contempornea de Tlayacapan, Morelos", Anales
de antropologa, Mxico,10: 1973, pp. 241-264.
,"Una relacin indita de Tlayacapan, Morelos en el siglo XVIII (1743)", Cuicuilco
1: 1980, pp. 59-62.
Romero de Terreros, Manuel, Atlatlahucan, INAH,
Mxico, 1956.
Rosas, Man'a, Tepotzln: crnica de desacatos y resistencia, Era, Mxico, 1997.
Soja, ~ d w a r dW., Postmodern Geographies: The Reassertion of Space in Critica1 Social Theory, Londres, Verso, 1989.
Thomas, Norman D., "The Mesoamencan Barrio: A Reciprocity Model for Community
Organization", en From Tzintzuntzan to the Image of the Limited Good, M. Clark,
R.V. Kemper, y C. Nelson. Berkeley (comps.), Kroeber Anthropological Society,
documentos 55-56: 1979, pp. 45-58.
Varela, Roberto, Procesos polticos en Tlayacapan, Morelos, UAM,
Cuadernos Universitarios 1, Mxico, 1984.
,
Expansin de sistemas y relaciones de poder, UAM,
Mxico, 1984.
Velasco Garca, Marcela, y Mara Luisa Blanco Chvez, Expresiones religiosas en dos
pueblos de Morelos: mayordomas en Huazulco y Tlayacapan, tesis de licenciatura, Departamento de Antropologa/ UM-Iztapalapa, Mxico, 1997 .
Walker, Gerald, An Invaded Countryside: Structures of Life on Thetoronto Fringe,
Geographical Monographs, vol. 17, dic. de 1986.
Wannan, Arturo, "La banda de Tlayacapan", comentarios en la portada del disco, La
banda de Tlayacapan. Museo Nacional de Antropologa, 08, Mxico, Secretara
de Educacin Pblica, 1970.
,
Y venimos a contradecir: los campesinos de Morelos y el Estado nacional, CISINAH, Mxico, 1976.
341
Introduccin
de asimilar diversas minidevaluaciones y la fuga de capital, propia de
cada fin de sexenio, se adelant disfrazada bajo el trmino de inversiones
mexicanas en el extranjero. El dragn asitico, despus de contaminar con sus fuegos a
los mercados emergentes como el nuestro, se recuper rpidamente y cada vez ms
alejada de las recetas fondomonethstas se est afianzando en un poderoso mercado en
el Oriente, donde habita ms de la mitad de la poblacin mundial. Sin embargo, el
conjunto del sistema financiero internacional sigue resentido. Rusia no ha podido controlar su espiral inflacionaria y la falta de organizacin en sus finanzas ptblicas afect
ya a Brasil y Ecuador, pero tampoco Argentina est fuera de una posible desestabilizacin financiera, aunque en el pasado el Consejo Monetario ha fortalecido su moneda JI
su economa. EI inversionista Soros muestra que las crisis del capitalismo son cclicas,
Aade que "en pocas de incertidumbre, el capital tiende a regresar a su lugar de origen" (1999, p.156). Ello significa que el sistema monetario golpea siempre a 10s ms
dbiles, cuando los inversores retiran sus fondos de 10s mercados emergentes. Por ello
es importante consolidar a los bancos y controlar la especulacin financiera de modo tal
que la economa interna de un pas en desarrollo tenga margen de maniobra. En Mxico,
la inestabilidad de las bolsas internacionales; las campaas polticas de los precandidat~s
a la presidencia; los posibles cambios en el gabinete; la consabida comipcin del ltimo
MCO ACABA
343
ao de gobierno; la abultada deuda externa y la creciente interna que junto con el IPAB
ascienden a casi 213 del PIB nacional, reducen peligrosamente el margen de maniobra
presupuestal. Cualquier inestabilidad macroeconmica adicional o la combinacin de
varias pequeas crisis - c o m o frecuentes bajas en el ndice de la bolsa de valores en
Nueva York- provocan fugas de capitales, que a su vez presionan sobre la estabilidad
del peso, la tasa de inters y, por ende, sobre el proceso productivo, al encarecer las
importaciones. Esto es resultado del modelo de industrializacin seguido en los ltimos
aos, generalmente llamado maquila,caracterizado por una dbil integracin vertical
de los procesos productivos. Casi no existe produccin de partes dentro del mismo pas.
En el pasado, las peridicas inestabilidades financieras se han compensado con
devaluaciones y reducciones en el poder adquisitivo de la poblacin trabajadora. El
resultado fueron tasas altas de depauperacin y creciente importacin de materias primas y partes, mano de obra barata y una dbil vigilancia ambiental, pero sin fomento de
un potencial mercado interno, mediante sueldos ms justos.
Adicionalmente, este modelo de industrializacin dej en el pas miles de toneladas
de desechos txicos, sin confinamiento alguno y menos an con reciclamiento adecuado. Las condiciones laborales inhumanas, los bajos salarios y las pocas prestaciones
sociales tampoco permitieron superar la pobreza existente. Tanto el proceso productivo
descrito, como el financiero, las condiciones laborales y los sindicatos blancos, que
presionan para reducir an ms las prestaciones laborales, pintan un panorama delicado
para el futuro del pas y especialmente, el sector marginal y asalariado.
Con el amargo sabor de las cinco crisis pasadas, cada una ms grave que la anterior,
es necesario plantear alternativas factibles que beneficiaran a largo plazo al sector marginal del pas, tanto en lo productivo como en lo social. Moralmente, tampoco es posible recortar an ms las polticas de combate a la pobreza, a la educacin, a la salud, a
la alimentacin y al fomento agropecuario, particularmente, cuando los recortes anteriores suprimieron a proyectos ejecutivos, que hubieran incidido directamente en el
bienestar y la calidad de vida de amplios sectores de los mexicanos de la escala social
ms baja. Un ejemplo patente al respecto es la reduccin de la inversin agropecuaria
que represent en trminos reales en 1999 menos de 10% (a valores de 1983). Este
presupuesto es insuficiente para siquiera mantener la infraestructura existente. El resultado es un creciente deterioro de las obras construidas en el pasado y un envejecimiento
de la infraestructura productiva y tecnolgica, incapaces de garantizar la soberana y
seguridad alimentaria en Mxico. Es precisamente en el agro mexicano donde se encuentran los niveles ms altos de desnutricin.
A su vez, el pas tampoco ha tenido xito en el manejo racional de los recursos
naturales. Ante crecientes procesos de urbanizacin; de deforestacin; contaminacin
de aguas dulces y saladas; agotamiento de los recursos hdricos; abatimiento de acuferos;
desertificacin y salinizacin de suelos; emisiones de txicos al aire con efectos negativos en la capa de ozono y en la salud humana; incremento de bixido de carbono en la
344
CUENCAS
COMO NUEVOS ESPACIOS PRODUCTIVOS.
EL CASO DE MORELOS
atmsfera y consiguiente efecto invernadero, que est alterando al clima global: cantidades de basura cada vez m l s txica; reduccin de especies faunsticas y flofisticas;
pbrdida de la biodiversidad; erosin de 85% de las reas productivas y produccin de
partculas dainas a la salud humana; aunado al agotamientode minerales en el subsuelo
y a la escasez de energticos no renovables, es tiempo de rectificar el manejo irracional
de los recursos naturales. Este panorama poco halagador se toma ms difcil ante la
creciente polarizacin social, la pobreza con inequidad y la concentracin de la riqueza
en manos de grupos cada vez ms restringidas, pero con creciente poder econmico
(Oswald, 1999).
Urbano
Ganadero
39%
Superficie 4 958km2
CUENCAS
COMO NUEVOS ESPACIOS PRODUCTIVOS. ELCASO DE MORELOS
PEA
O
iPrimario
O Secundario
0Terciario
000
Rural
Urbana
Porcentaje
Morelos
1 069
141
13.9
Peces
384
87
22.67
Anfibios
295
15
5.08
Reptiles
717
103
14.36
1 060
340
32.7
49 1
90
26 O00
2 290
Grupo
Mariposas diurnas
Aves
Mamferos
Plantas con flores
% del pak
18.33
8.8
Aprovechada
Sin aprovechar
348
CUENCAS
COMO NUEVOS ESPACIOS PRODUCTIVOS. ELCASO DE MORELOS
Guerrero, otros 1 395 millones se infiltran, y alimentan a los acuferos; y los restantes
1 395 millones de metros cbicos se evaporan (Aguilar S., 1990). Si se comparan
estas cantidades con el consumo en el estado, que es del orden de los 850 millones de
metros cbicos anuales, pudiera crearse la falsa impresin de que no existen problemas
de abastecimiento de agua entre los diferentes usuarios.
La distribucin del agua en la entidad es irregular en tiempo y espacio. La mayor
precipitacin media anual se presenta en las zonas noreste y noroeste de las sierras
septentrionales y fluctiia regionalmente. En los Irnites con el Distrito Federal llega hasta
1 700 mm. Esta precipitacin va descendiendo hacia el sur, conforme disminuye la altitud, registrndose los mnimos en el valle de Ticurnn y Axochiapan con promedios
anuales de 800 mm, concentrados entre los meses de junio y octubre y slo interrumpidos por una sequa interestivalen agosto. Junto con escasez temporal del vital lquido que
se emplea en 82% en el riego agrcola, en 15% en el servicio domiciliario y de servicio y
en 3% en el mbito industrial (grfica 6), existe una fuerte contaminacin en toda la
entidad (Oswald, 1991).
Las ciudades, las industrias, las actividades agropecuarias, la erosin del suelo (grfica 7) y otras acciones humanas aportan grandes cantidades de contaminantes a los
cuerpos de agua. Las descargas domsticas contienen materia orgnica y nutrientes, que
3%
1 000 millones de n3
Agropecuario: 82 millones de rd
Urbana: 15 millonesde m3
Industrial:3 millones de m)
349
1'
i
ELDESARROLLO REGIONAL DESDE MORELOS
Grfica 7. Superficie daada en Morelos
Erosin severa
eutrofican al llegar a los cuerpos receptores, es decir, producen una sobrenutricin que
contribuye al crecimiento de algas, microorganismos, plancton y animales bentnicos.
En caso extremo, todo el oxgeno del cuerpo de agua es consumido y se produce la
anoxia, lo cual provoca la muerte de peces y los malos olores del agua, fenmeno que
ocurre anualmente en el lago de Tequesquitengo, conocido tambin como "Mar de
Morelos" por su vocacin turstica.
Los sistemas de tratamiento de descargas residuales son insuficientes en la mayora
de los estados y en otros pases, adems de resultar con elevados costos en su operacin.
La contaminacin industrial es altamente variada, dependiendo del giro de que se trate.
Puede producir contaminantes que tengan efectos txicos crnicos, an con descargas
pequeas, otros son difcilmente detectables en los drenajes. Los ndices de cadmio,
plomo, arsnico y selenio se presentan abajo de las industrias metalrgicas y los fenoles
se usan en la fabricacin de medicamentos, colorantes, explosivos, herbicidas, insecticidas, detergentes y desinfectantes, adems de ser auxiliares en la industria textil y del
cuero. Aparecen con cada vez mayor frecuencia en el monitoreo que se hace a lo largo
de los ros y lagos de la entidad.
La contaminacin difusa o no puntual, resultado de los escurrimientos superficiales
de las ciudades, reas agrcolas, lixiviados provenientes de desechos slidos y depsitos de desperdicios en ros y lagos, se infiltran a los acuferos. Pueden causar problemas
de ms difcil control que la contaminacin puntual, anteriormente mencionada, ya que
no pueden ser enfrentados con plantas de tratamiento. Es difcil monitorear fuentes
difusas, porque frecuentemente abarcan grandes reas y en ocasiones ocurren slo du350
):
CUENCAS
COMO NUEVOS ESPACIOS PRODUCTIVOS. ELCASO DE MORELOS
rante una tormenta. La agricultura tiene una gran responsabilidad en esta contaminacin, debido al exceso en el empleo de abonos, herbicidas e insecticidas.
El crecimiento poblacional, el rezago en la infraestructura social y ambiental, la
falta de conciencia ecolgica, una excesiva e ineficienteburocracia gubernamental, afectaron de manera severa a la biodiversidad, destrozaron recursos naturales no renova-
'
graves problemas ambientales, que afectaron a todas la cuencas, la sociedad organizada, junta con el gobierno estatal, los municipales, los sectores productivos y la Comisin Nacional del Agua (CNA), empezaron a ordenar sustentablemente al estado de
Morelos. Partieron de la unidad ecolgica bisica, la subcuenca del Apatlaco que pertenece a la cuenca del Ro Balsas; una de las 11 ms contaminadas de la Repblica. LOS
otros ros que cruzan de norte al sur al estado forman las subcuencas del Yautepec,
Cuautla, Nexapa, Chalma-Tembembe y el de oeste-este es el Amacuzac que recibe todos los ros de la entidad y desemboca al Balsas en el estado de Guerrero.
Gracias a un proceso de organizacin campesina, iniciado en 1990, a fin de combatir
la contaminacin de una planta de tratamiento obsoleta (Eccaciv) que descargaba las
aguas industriales provenientes de la Ciudad Industrial del Valle de Cuemavaca (Civac),
se inici un movimiento estatal a favor del ambiente. Estas aguas sucias se descargaban
a la "Gachupina", una barranca que riega al ejido de Emiliano Zapata y que se une al sur
con el ro Apatlaco. La sociedad de esta microcuenca apoy a los productores rurales y
se enfrent a los industriales, presin aumentada por parte de las autoridades gubernamentales que exigieron el cumplimiento de las condiciones permitidas de descarga industrial. La alianza entre los ciudadanos, los tres niveles de gobierno, una consolidaci6n
al interior del sector empresarial y una planta de tratamiento moderna, permitieron resolver a mediano plazo el problema. Pero antes era necesario un proceso de privatizacin
de la vieja planta de Eccaciv, a fin de obligar a 10s industriales a asumir su responsabilidad en la contaminacin. Finalmente, una renegociacin de la deuda contrada con
Banobras, el rediseo del proyecto ejecutivo cuyos costos se haban casi triplicado por
la crisis de diciembre de 1994 y la buena voluntad de todas las partes, permiti llevar a
cabo con xito esta planta de tratamiento. Un especial nfasis se dio a las condiciones
particulares de descarga, donde se sustituy a la denitrificacin y la eliminacin de los
fosfatos, dado que el agua saneada estaba destinada al riego y ambos elementos son
nutrientes tiles en la siembra agrcola.
LOS industriales invirtieron 120 millones de pesos en esta planta y cumplieron con
los parhetros de descarga. Otros varios cientos de millones ms se utilizaron en el
de la calidad del aire y el ahorro energtico. Todas estas acciones dieron
la oportunidad de difundir las medidas anticontaminantes a toda la sociedad, mediante
visitas guiadas a las empresas. Los campesinos, por su parte, tenan interks en recibir
esta agua saneadas directamente y sin descarga previa a la barranca, de modo tal que
falta construir un canal de conduccin de aguas saneadas entre planta y campos
35 1
agrcolas. Los ciudadanos que viven en las barrancas adquirieron conciencia ecolgica y
las autoridades gubernamentales tenan resuelto el foco de mayor contaminacin en el
estado, donde en el pasado haban surgido graves problemas de salud como abortos,
las descargas clandestinas con txicos industriales al ro que posteriormente se infiltraba a los acuferos (Oswald, 1991).
Esta coyuntura poltica de conjuncin de esfuerzos, reforzada con la creacin de la
Procuradura Ecolgica y despus con la Secretara de Desarrollo Ambiental en el estado de Morelos, impuls una gestin ambiental sustentada en la regin y todos los sectores sociales. Al esfuerzo se sumaron las universidades estatales y los centros de
investigacin de la UNAM y del IMTA,a fin de efectuar un diagnstico integral de la
microcuenca. Dentro del Plan Estatal de Desarrollo 1994-2000 se aprob en el marco
del Coplade el saneamiento integral del Apatlaco. La Semarnap llev el proyecto piloto
como esfuerzo de concertacin ciudadana a la reunin de Ro + 5. Se elabor un cartel
que se distribuy en escuelas, iglesias, presidencias municipales y centros culturales; y
durante tres aos se dio un seguimiento mensual en los Coplade de Ecologa y de Agua.
11 4
4
4
\
' SP,+;
h,
loa
' 0 i
l
1
n
flores
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Forrajes
O Otros alimentos
CUENCAS
COMO NUEVOS ESPACIOS PRODUCTIVOS. ELCASO DE MORELOS
pobreza y permitieron una vida ms digna a este sector social. Por lo mismo, el modelo
pudiera seguir vigente hoy o ser reactivado. Slo con las divisas dedicadas a la impomcin de los alimentos y los programas gubernamentales de combate a la pobreza, junto
con los de creacin de empleos, se pudiera reanimar al campo. De este modo el sector
primario pudiera tener otras perspectivas productivas, al combinarse e integrase las
polticas sectoriales, de modo tal que se mejorm'an las actuales condiciones de pobreza
y se aprovechm'an los nichos ecolgicos o productivos que se potencializan con las
favorables condiciones clim6ticas. En sntesis, Morelos ofrece las siguientes oportunidades: 1 ) acuacultura, 2) desarrollo agropecuario y agricultura verde, 3) agroforestera,
4) manejo integral de los desechos slidos: orgnicos e industriales a travs de miniindustrias, 5) ecoturismo (vase cuadro 2).
Cuadro 2. Procesos productivos sostenidos ambiental y socialmente
Acuacultura:
+ Acuacultura de tilapia, carpa, bagre, langostino y langosta australiana
+ Produccin de peces de ornato
+ Produccin de alimentos balanceados a partir de desechos orgnicos
+ Aprovechamiento de esquilmos agrlcolas en la alimentacin de los peces
Agropecuario:
+ Agricultura orgnica
+ Produccin masiva de leguminosas con fijadores de nitrgeno del aire al suelo
+ Huertos familiares para hortalizas
+ Viverismo y promocin de la noche buena y otras plantas regionales
+ Produccin de plantas medicinales en huertos familiares y campos
+ Produccin de semillas libres de plagas en huertos y campos
+ Siembra de cuachalalate en selva baja caducifolia y corte anual de su corteza
+ Recuperacin de ralces medicinales extintas o raras
+ ~icropropagacinde flores nativas ornamentales
+ Micropropagacin de maguey y agroindustrializacin del mezcal
4 Exportacin de nopal, agroindustrialmente transformado en champ, cremas y otros
+ Exportacin de verduras exticas (p.e. japonesas, chinas, hierbas finas)
+ Produccin y exportacin de plantas exticas
+ Reuso de aguas tratadas en cultivos
+ Integracin horizontal y vertical del proceso productivo
+ Creacin de cajas populares, a fin de canalizar el ahorro regional al campo
+ Produccin rstica de hongos y orquldeas
Agroforesteria:
Reforestacin en el marco de los convenios internacionales de atrapamiento de CO,
+ Produccin masiva de plantas forestales con micorrisas y charolas planas extendidas
355
Acuacultura
La produccin de tilapia, carpa, bagre, langosta australiana y langostino cuenta con amplia demanda en el mercado regional y en el sector hotelero. Hoy en da cubren sus
demandas con importaciones (Oswald, 1999, pp. 155-169). Existe una amplia infraes-
CUENCAS
COMO NUEVOS ESPACIOS PRODUCTIVOS. ELCASO DE MORELOS
tnictura ociosa que pudiera ser rehabilitada, sin embargo, los altos costos de los alimentos balanceados y las medidas fitosanitarias son obstculos a este proceso. Aprovechar
esquilmos agrcolas, producidos en la zona y el manejo integral de otros desechos, permitira una integracin vertical a bajo costo del proceso productivo. La creciente aceptacin de peces de ornatos, igual o ms delicados en su manejo, contradice la afirmacin
de una falta de cultura productiva, de modo tal que con un mercado seguro y buenos
precios, no slo se pudiera mejorar la alimentacin de sectores desnutridos en el campo,
sino crear con algunas horas adicionales, excedentes econmicos requeridos entre estas
familias depauperadas. El recurso agua que existe puediera ser incrementado con ollas,
bordos o cisternas de retencin de agua pluvial. La alimentacin de los peces cuenta
con recursos locales y el manejo se puede organizar durante las horas de subempleo.
Produccin agropecuaria
La agricultura verde es una alternativa no slo demandada en los pases industriales,
sino tambin aqu. El cercano mercado capitalino aumenta la demanda de productos
naturales, s610 falta un mecanismo seguro y gil que certifique a los productos, certificado que no debera depender del extranjero sino promoverse dentro de la misma regin. La creciente demanda de productos naturales obligara a compostear los desechos
orgnicos de casas, huertas, parques y granjas. Abaratara los costos de produccin y la
agricultura mixta pudiera retroalimentar con alimentos balanceados a la produccin
pecuaria de traspatio, a partir de esquilmos y desechos orgnicos, a la vez que la agricultura orgnica aprovechara a los desechos animales. Estos ltimos pudieron ser
composteados, puestos en biodigestores que producen adicionalmente gas para luz y
estufa y as se evitaran los malos olores y la fauna nociva. Creciente aceptacin tiene la
vermicultura que desintegra rpidamente a los desechos de establos.
La generacin de semillas libres de enfermedades y plagas no s610 aumentarla a la
produccin agrcola, sino reducira o sustituira a los agroqumicos, ademAs de que
producir semillas certificadas. Una creciente preocupacin se da en tomo a
10s transgnicos. Nueva Zelanda, ante los desconocidos peligros de los mismos, decidi
prohibir toda entrada de semillas genticamente alteradas y transformar su agricultura
en orgnica. Para ella encarg a los centros de investigacin, universidades y la iniciativa privada a desarrollar tecnologas sustentables que mejoraran los rendimientos, sin
daar a 10s suelos y aumentar la produccin agropecuariaen el mediano plazo. Cuba, por
el boicot impuesto, se ha convertido en un lder de la agricultura orgnica y ha aprovechado toda la cadena de desperdicios, ahorrando energa e insumos. La agricultura mixta familiar es la ms eficiente forma de produccin en trminos ecolgicos, ya que
aprovecha la economa de escala, los desechos como insumos y abarata por ende 10s
costos de produccin, adems de generar empleos locales.
357
Mxico, junto con China, la India y las civilizaciones del Mediterrneo sistematizaron
los conocimientos teraputicas de las plantas y animales medicinales. En la actualidad
se conocen, de acuerdo a Tortoriello, 45 000 especies botnicas con propiedades medicinales. Lozoya y otros estiman la existencia de 250 000 y 750 000 especies de plantas
superiores, de ellas se estima que 10% (unas 25 000 a 75 000) se emplean en las hoy
llamadas 'medicinas tradicionales' (Lozoya, 1993, p. 255). Desgraciadamente, tambin
en Morelos la explotacin irracional de algunas especies, como el barbasco que dio pie a
los anticonceptivos y esteroides, la raz de espondio y varias ms, provenientes de la
selva baja caducifolia, estn amenazados o desaparecieron de la regin. Modernos procedimientos de micropropagacin, tradicionales cuidados de la diversidad gentica de las
plantas restantes, reproduccin sistemtica de las mismas y uso de fijadores de nitrgeno del aire al suelo, a fin de sustituir la fertilizacin qumica, son algunos de los mtodos
alternativos que permitieran conservar y utilizar al recurso natural. Transformar los alimentos y plantas en agroempresas familiares fomentara el ingreso en el sector primario
y promovera procesos curativos de bajo costo. La medicina tradicional no se puede
contemplar de manera aislada. Se acompaa con otros tratamientos como temazcal,
baos o masajes, de modo tal que el florecimiento de la medicina tradicional generara
empleos dignamente remunerados, a la vez que ofrecera oportunidades de trabajo temporal a mujeres y ancianos.
En Morelos el ecosistema original de selva baja caducifolia abarcaba ms de 70%
del estado. Es apto para promover el manejo sustentable del cuachalalate. La corteza de
este rbol se puede cortar en mayo sin daar al rbol y permite anualmente su reposicin. As los campesinos tendran anualmente la misma produccin. El IPN ha desarrollado, junto con el t que se hace de la corteza misma, una microdosis homeoptica y ha
sistematizado 27 enfermedades susceptibles a ser curadas con esta planta, algunas importantes en un mundo actual de estrs como es la lcera gstrica, el alto nivel de
colesterol o la gastritis.
Tambin la siembra y agroindustrializacin del nopal abre un panorama favorable a la
exportacin, al igual que la produccin de flores, hierbas de olor o verduras exticas, a
veces propios de hbitos culturales orientales. Ofrecen oportunidades de generar divisas,
gracias al potencial nicho de mercado. Falta tecnologa propia en la regin y adaptada al
nivel cultural campesino para aprovechar plenamente estas oportunidades, tarea que debera ser cubierta por los posgrados en Desarrollo Agropecuario de la UAEM. A SU vez la
siembra de cerros totalmente erosionados con maguey y la posterior industrializacin del
mezcal, protegido internacionalmente como el tequila, permitira recuperar suelos, detener la erosin y ofrecer a los productores depauperados del sur del Apatlaco una alternativa de vida, a la vez que mejorara al ambiente, la recarga de los acuferos y una mejor
calidad de aire por la retencin de partculas. La produccin rstica de orqudeas y hongos
abrieron a diversas familias campesinas alternativas permanentes de ingresos y de superacin a su pobreza. Ambos cultivos pueden ser atendidos al lado de otras labores.
358
ill'l
a,
$
h4
I(1I
$4
(ki
$
+"
'Y
aa:
1
B
' %i
-.
> >d*%
i,
'a+;
"l,
Existe una amplia infraestructura agropecuaria ociosa, frecuentemente abandonada, que permitira a muchas familias campesinas diversificar sus ingresos y as salir
adelante. S610 falta organizacin y decisin gubernamental para apoyar a dichas
miniempresas. Un camino existente es el uso de fondos de solidaridad, mediante el
programa Fonaes, en el que el gobierno aporta 30% como capital de riesgo y el productor da el resto en forma de tierras, instrumentos de labranza y mano de obra.
Un campo poco explorado en Mxico en trminos econmicos y ambientales es el manejo integral de los desechos slidos municipales y muchos industriales, que no pertenecen al Cretib. Centros de acopio que reciben por separado los desechos industriales
domsticos, el reciclamiento de papel y cartn o la simple venta a Packsa, empresa de
productores de subproductos, que actualmente est importando cartn de desechos de los
Estados Unidos, la transformacin de diversos metales en procesos de fundicin, el uso
del vidrio, estopa, tela, lana y otros en la produccin de artesanas o productos artsticos, abren a Morelos un panorama creativo de miniempresesas, de empleo, a la vez que
resuelve en los municipios el manejo de su basura.
Sin embargo el problema mayor en terminos de cantidad y rpida descomposicines
la basura orgnica. Composteo domiciliario,semi-industrial e industrial evitara la extraccin clandestina de la tierra de monte en el Chichinautzin, la propagacin de plagas de
ecosistemas templados hacia 10s subtropicales y la produccin en sitio de mejoradores
de suelos, capaces de cubrir la demanda actual en jardines y viveros. Adicionalmente, el
composteo profesional de lodos provenientes de plantas de tratamiento y de desechos
de rastros, granjas de pollo, cerdo, ganado vacuno y otros, impedirfa la contaminacin
por olores, de los acuferos y de los suelos, a la vez que cientficamente manejado,
proporcionara fertilizanfes con contenidos de ms de 50% de nitrgeno. Con estos
mtodos se conservara y se recuperara la calidad de los suelos, que est en franco
proceso de depauperacin y se resuelve integralmente el problema de la basura orgnica
que huele mal, produce fauna y flora nociva y contamina a suelos y acuferos.
Otra rea prometedora de la economa verde se vincula a la produccin masiva de plantas forestales, sea en el bosque templado, sea en la selva seca. En el marco del convenio
mundial del cambio climtico, existe la opcin del atrapamiento de CO, mediante el
cuidado del bosque. Los campesinos de la zona norte se pudieran corlvertir en productores de oxgeno, mediante el establecimientoy el cuidado de bosques templados o tropi359
cales. Ambos ecosistemas pudieran ser manejados de tal modo que garanticen al productor alternativas de ingreso en divisas, adems de conservar un recurso estratgico.
Las plantas forestales pudieran ser sembradas masivamente con micorrisas en el caso
del bosque templado y algunas especies de la selva baja. En otros casos se pueden
utilizar fijadores de nitrgeno del aire al suelo, como se experiment en el caso de la
liricidia, la leucaena y se est probando con pltano y caa de azcar. Todos estos
mtodos mejoraran la supervivencia de la planta, le garantizaran un crecimiento ms
rpido y le reduciran los requerimientos de nitrgeno y otros fertilizantes qumicos.
Las charolas extendidas ahorraran hasta 90% del costo de produccin, de transporte
y de siembra masiva, comparado con los mtodos tradicionales en bolsas negras. Adems, las plntulas se adaptan mejor a las nuevas circunstancias en campo y muestran
mayores niveles de supervivencia. Una vez establecidas las plantaciones en campo, el
cuidado campesino atendera rpidamente emergencias ambientales como incendios o
plagas, de modo que la supervivencia de las plntulas aumentara sustancialmente. Adems, ofrecera a los pases pobres una retribucin justa por la produccin de biomasa y
oxgeno que aportan al equilibrio planetario y, por ende, se pudiera incluir el programa de
reforestacin masiva y con especies propias de los ecosistemas, en el marco del protocolo
del cambio global y de la biodiversidad. De acuerdo con clculos efectuados, Mxico y
Morelos en particular, son competitivos a nivel mundial y con ello pudieran establecer a
largo plazo compromisos de atrapamiento de CO, y reducir los efectos negativos del calentamiento global que se empiezan a sentir bsicamente por los desastres naturales que
se presentan con mayor frecuencia y una creciente capacidad destructiva.
Un ejemplo de manejo integral del bosque representa la plantacin masiva del cedro
blanco en un espacio de 50 centmetros. El manejo de esta plantacin permiti en el
primer aos extraer diariamente ramas sobrantes que se utilizan en la floricultura ornamental. Posteriormente, en el primer ao se eliminaban los rboles ms cercanos o
enfermos y se vendan como varas de jitomate, despus como murillos, viguetas y vigas, y al cabo de seis aos qued un bosque perfectamente establecido, sano y vigoroso,
que pudiera participar en el atrapamiento de CO,.La sustitucin de los rboles navideos de importacin por propios, es otra actividad productiva que requiere por pnmera
vez slo de cuatro aos de cuidado del bosque. Despus se sembrara anualmente el
pino ayacahuite de acuerdo con la demanda.
miento de agua durante el estiaje, captura de agua pluvial, capaz de cubrir durante 8 a 10
meses sus requerimientos diarios. Complementos con ollas de agua en depresiones pudieran garantizar la autosuficiencia del vital lquido a bajos costos en las zonas altas.
Lo mismo es vlido para la retencin de agua en bordos, de tal modo que la ganadera
de traspatio y la semi-intensiva contm'an con abrevaderos permanentes. Esta captura de
agua meterica pudiera servir tambin al riego de auxilio en momentos de sequa y mejorara por ende la produccin agrcola, a la vez que permitira establecer hortalizas y cultivos de autoconsumo que incidieran en el ingreso y la dieta campesina. El uso de sistemas
de riego prehispnicos, por goteo y de rnicroaspersin permitiran ahorrar hasta 90% del
agua de riego. Adems liberm'a agua para otros procesos productivos, dado que 82% de
toda el agua usada en el estado se dedica al riego agrcola (vase grfica 6).
En cuanto al ecoturismo, Morelos cuenta con una amplia gama de alternativas productivas, desde los balnearios de agua sulfurosas y de diversin con toboganes, hasta
las excursiones en balsas en los rpidos del Amacuzac. Cuenta con casi 2 000 sitios
arqueolgicos y coloniales, varios de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad.
Integrado este ecoturismo en circuitos, clasificados por inters y grupos de edad, ofrecen diversiones excepcionales a propios y turistas. Falta desarrollar circuitos atractivos,
promoverlos, atender emergencias y garantizar la seguridad pblica, sobre todo en reas
de acampar, paseos o cabaas rsticas. Ello otorgara amplios recursos econmicos como
lo demuestra el manejo ecoturstico en Costa Rica. Adicionalmente, el turismo ejidal y
sus inmobiliarias presentaran una alternativa, donde los pobres pudieran aprovechar la
valorizacin de las tierras en fraccionamientos y casas de fin de semanas, en lugar de
dejar estas jugosas ganancias a los especuladores profesionales.
En los bosques recuperados se pueden promover algunos ranchos cinegticos,de modo
tal que se combatira a la caza furtiva, todava muy comn en Morelos. A fin de evitar la
depredacin de animales silvestres se pudieran establecer bioterios semiextensivos,donde
10s animales silvestres no protegidos tendran un campo de reproduccin permanente.
posteriormente, pudieran ser liberados en los ranchos cinegticos. Junto con ecoturismo,
paseos a caballo, bicicleta de montaa o caminatas guiadas con bilogos se pudiera
recuperar el conocimiento de la biodiversidad del estado y ofrecer a las zonas ms
deprimidas una alternativa digna de empleo. En este campo se puede considerar tambin
la produccin masiva de carne de avestruz o de venado gama. Ambos tienen demanda
en el mercado gastronmico, al igual que diversos peces, langostas y langostinos que
pueden ser producidos en pequeos estanques y alimentados con productos de la regin.
Finalmente, el manejo integral de las reas naturales protegidas, en manos de 10s
autnticos usufnictuarios de las tierras y no burocracias federales desinteresadas, frecuentemente cormptas, abre un panorama interesante de investigacin, promovido por
cientficos, pero tambin de recreo para la poblacin en general. Adicionalmente, con
programas de manejo claramente establecidos se pueden aprovechar los distintos
Bibliografa
Aguilar Femndez, Susana, El reto del medio ambiente, Madrid, Alianza Universidad,
1997.
Catton, W. R., y R.E. Dunap, "Environmental Sociology: A New Paradigm", The
American Sociologist, 13, 1978, pp. 4 1-49.
Centro de Estudios Sociolgicos, Mxico en el umbral del milenio, Mxico, El Colegio
de Mxico, 1997,
Chvez G., Ana Mara, David Moctezuma N. y Francisco Rodrguez, El combate a la
pobreza en Morelos: Aciertos o desaciertos de solidaridad, Cuemavaca, Mor.,
CRIM~UNAM,
1994.
Crespo, Horacio et al., Historia del azcar en Mxico, Azcar S.A. de C.V., 2 volmenes, FCE,Mxico, 1988.
Comisin Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, Nuestro futuro comn,
Madrid, Alianza, 1987.
Corona Cuapio, Reina, Algunas reflexiones en torno a la pobreza en el estado de Morelos,
1998 (en prensa).
Friedrich Ebert Stiftung, Desarrollo y medio ambiente en Mxico. Diagnstico. Mxico, Fundacin Universo XXI, 1990.
Gore, Al, Earth in the Balance. Ecology and Human Spirit, Nueva York, Penguin Group,
1993.
Hanison, Paul, The Third Revolution. Population,Environment and a Sustainable World,
Londres Penguin Books, 1993.
Havel, V., La responsabilidad como destino, Aguilar-Madrid, El Pas, 1991.
Hume, Patrcia, Gua para los nios que quieren salvar el Planeta, Mxico, Diana,
1991.
Instituto Nacional para la Educacin de los Adultos, Vamos a organizarnos, Mxico,
h b o l Editorial, 1982.
Jimnez Guzmn, L., Yolanda de los Reyes, Gustavo Esteva, Alexis Lpez, Carlos
Snchez Ruiz y Margarita Velzquez, (coords.), Desarrollo sustentable ~participacin comunitaria, Cuemavaca, Morelos, UNAM,
c m , 1994.
9-
9-
CUENCAS
COMO NUEVOS ESPACIOS PRODUCTIVOS. ELCASO DE MORELOS
365
Instituto de Investigaciones
Econmicas de la UNAM
CEPT LA INVITACI~Npara tomar parte en esta reunin especial de la Semana Acad-
' Intervenci6n en la
CRIM-uNAM,
367
cin en Quertaro estuvo ligado desde siempre a las necesidades de otras ramas y
empresas de la capital nacional y los municipios conurbados, por lo cual ahora forma
parte indisoluble del Centro-Este, adems de Tlaxcala, Hidalgo y otras entidades antes
mencionadas. Un paso importante para el mejor conocimiento de la cuenca de Mxico y
la zona metropolitana de la ciudad de Mxico fueron los trabajos elaborados para la
Conferencia Regional Latinoamericana de la UGI (1966), dentro de la cual adquiri gran
relevancia el Simposio sobre el Valle y Cuenca de Mxico.'
El ao de 1967 fue una especie de parteaguas en los estudios personales, ya que se
y se prepar la
public el libro La divisin econmica regional de Mxico (IIEC-UNAM)
la. edicin de la Geografia econmica de Mxico (Trillas). En la primera obra se adverta que las regiones socioecon6micas de Mxico aparecen divididas en varios niveles,
que van desde las grandes macrorregiones a las mesorregiones, estados, regiones medias, distritos y municipios, hasta llegar a las microrregiones, de tal manera que las
macrorregiones deben inevitablemente considerarse como unin de entidades diversas,
pues desde un punto de vista oficial no existen en la Repblica sino dos escalones
territoriales intermedios, a partir de la superficie total. Pero este hecho lo nico que
indica es la persistencia de un mecanismo errneo, heredado desde el siglo mx, pues tal
como sealaba el historiador Edmundo O'Gorman, los llamados "centralistas" introdujeron temporalmente una divisin del pas a base de distritos y departamentos. Su triunfo fue efmero y la Constitucin de 1857 reafirm el carcter federalista, aunque ni
entonces ni despus se ha querido aceptar la existencia de los dems niveles espaciales,
sin los cuales resulta imposible llevar a la prctica una planificacin socioecon6mica
ms o menos integral. Heredamos una defectuosa divisin federal, que no se ha deseado
cambiar, ni siquiera aprovechando el triunfo del ejrcito constitucionalista que impuso
la nueva Carta suprema de 1917. Mientras esta situacin subsista, resulta inevitable que la
planificacin econmica se base en los Estados y municipios, tal como ahora existen.
Ahora bien, conviene recordar que uno de los primeros mapas de divisin regional que
trazamos desde 1961, se refera a las llamadas regiones reales, es decir aquellas que se
integran por unin de municipios y estados con similitudes entre s.
Al correr del tiempo nos fuimos interesando en nuevos ngulos de la problemtica
regional en los centros mexicanos, incluyendo los aspectos relativos a la contaminacin
del medio en las aglomeraciones, que ya para 1968-1972 crecan con rapidez El caso de
nuestra capital lo present ante la Comisin sobre el hombre y el medio, UGI,hacia ese
ltimo ao y se convirti en captulo del libro Recursos naturales de Mxico (IIEC-ENT).
Finalmente, al comienzo de la dcada de 1990, el rea de economa del desarrollo
regional y urbano de nuestro Instituto procedi a la redaccin de una obra colectiva que
'
Vase el tomo IV de las publicaciones de la CRLA, editadas por la Sociedad Mexicana de Geografa y
Estadstica y en ella la ponencia del autor de estas lneas titulada "La ciudad de Mdxico y su regin econmica",
incluyendo una divisin en subregiones.
368
SOBRE
EL PRESENTE Y FUTURO DE LOS CENTROS DE IMXICO
SOBRE
EL PRESENTE Y FUTURO DE LOS CENTROS DE MJ~XICO
ti6 la invasin de zonas donde el medio natural no aconsejaba instalar viviendas y entre
otras reas se vendieron lotes en el lecho de antiguos lagos como los de Texcoco y
Chalco. Sobre el proceso de concentracin industrial y demogrfica slo agregar una
cita, que condensa las declaraciones hechas al autor por inversionistas de las ramas
industriales y que constan en pginas del ya mencionado libro Mxico. Formacin de
regiones econmicas (edicin de 1979). Cuando se les pregunt sobre las razones que
haban tenido para ubicarse en la zona conurbada durante los decenios de 1960 y 1970,
uno de ellos argument a nombre de todos: "Nos instalamos en el Distrito Federal y
municipios de la aglomeracin metropolitana por que as nos convena. Tenamos cerca
el mercado, ferrocarril y carreteras al interior; mano de obra abundante y calificada;
servicios e infraestructura completos... y luego todava nos dieron exenciones de impuestos por muchos aos; casi nos regalaron terrenos y compramos baratos otros... por
qu irse a Oaxaca, Chiapas, Zacatecas o Yucatn?...La desconcentracin corresponde al
gobierno y la sabe (sic) manejar: ese es cuento aparte...&Queel problema de la contarninacin crece?... (bueno) se es el precio del progreso: concentracin y contaminacin".
A partir de los aos setenta se increment el proceso de concentracin demogrfica
e industrial (a pesar de que los gobiernos de entonces acondicionaron diversos parques
industriales, dotndolos de todos los servicios), pero a falta de una planificacin apropiada, se fueron creando sistemas de ciudades que mostraron la desigualdad de la distribucin temtonal. La aglomeracin de la ciudad de Mxico sigui devorando municipios
del estado vecino y se llevaron a cabo inversiones muy fuertes en la constmccin del
Metro y otras vialidades. Las ciudades llamadas "dormitorio" como es el caso de
Nezahualcyotl, desarrollaron vertiginoso ritmo poblacional, al mismo tiempo que se
increment la invasin de nuevos terrenos sobre las cordilleras y los antiguos lagos. Un
pionero en el estudio de este fenmeno de urbanizacin fue Luis Unikel, que dej honda
huella metodolgica, ms tarde continuada por Gustavo Garza, Carlos Reyes Navarro y
otros urbanistas. En las reas centrales hubo incluso intentos de descentralizacin, que
en un principio parecieron ser solucin viable (tal fue el caso de Ciudad Sahagn, Hidalgo) y adems se registraron inversiones de cuanta para instalar numerosas empresas
en Cuernavaca, Lema, Quertaro, etc. La globalizacin irrumpi con mayor fuerza en
esos aos y sus efectos se han dejado sentir en el mbito nacional y regional.
No se trata de presentar un cuadro completo de estos cambios, parcialmente sealados en la anterior intervencin durante esta semana, pero al menos puede afirmarse que
las aglomeraciones urbanas del centro de la Repblica se ven beneficiadas con inversiones extranjeras; las maquiladoras se desplazan hacia el sur de la frontera, aunque el
grueso de ellas contina localizndose cerca de 10s lmites con los Estados Unidos.
Aprovechando las cifras del PIB total y per cpita por Estados que recientemente calcul
el Sirem, podemos obtener conclusiones preliminares para el ao 2000. Por lo que respecta a las grandes regiones (que dicha empresa no maneja en sus estudios), se reafma
lo anticipado en obras nuestras y por ejemplo, las tres agrupaciones de estados sepkn37 1
trionales aportan 27.4% del PIBnacional, mientras las centrales contribuyen con 58.7% y
las que abarcan el sur-sureste slo proporcionan 13.9%. Ahora bien, lo importante es
correlacionar el total del producto con la poblacin regional, de tal manera que se evidencia la gran desigualdad entre estados y por tanto, tambin entre zonas. Por un lado, las
entidades del Noroeste tienen participacin per cpita superior hasta en 30% a la media
nacional e igual sucede en las del Norte y Noreste (las excepciones son Sinaloa y Durango).
Por otro, los indicadores sealan niveles de pobreza relativa en los dos estados que integran el Centro-Norte (San Luis Potos y Zacatecas), y en este ltimo apenas se rebasa 50%
del promedio en PIB per cpita para el pas.
En el seno del Centro-Occidente ni siquiera Jalisco alcanza a igualar el 100 de la
cifra nacional, en tanto que la superan ligeramente Aguascalientes y Colima, pero quedan muy rezagados Michoacn y Nayarit. Las grandes regiones del Este y el Sur muestran claramente su pobreza relativa, pues incluso Tabasco y Veracruz llegan apenas a
representar 60% de la media, en tanto que es notable la gran pobreza de los estados
sureos: oscila entre 43 y 52%. Finalmente, las cifras de PIB per cpita en Carnpeche y
Quintana Roo aparecen "infladas" por la influencia de la explotacin petrolera y el auge
turstico de Cancn, en tanto que las correspondientes al estado de Yucatn son ms
cercanas a la realidad, debido a su gran poblacin rural y los bajos salarios (71%). Otra
importante conclusin de estos cuadros es que el PIB per cpita en el Distrito Federal
tericamente representa 2.6 veces del promedio en toda la Repblica, aunque entidades
como Hidalgo, Tlaxcala y Puebla muestran todava un retraso muy notable.
SOBRE
EL PRESENTE Y FUTURO DE LOS CENTROS DE MXICO
En esta intervencin dejamos de lado los anlisis sobre la otra gran regin situada en
el corazn nacional, el Centro-Occidente,pero debe insistirse al menos en que la ciudad
Sin tratar de agotar los puntos que incluye la metodologa regional de carcter
socioeconmico, debe al menos insistirse en la necesidad de conocer a fondo la organizacin de los "grupos de poder" en el centro de Mxico, particularmente en lo que se
refiere a su expansin territorial y su peso poltico, que afianzan a travs de elecciones,
por la influencia de los medios de comunicacin y centros educativos, etc. Por lo dems, existen numerosos conflictos internos en esas regiones y principalmente en
Michoacn, Nayarit y Jalisco continan sin solucionarsediversos problemas en las reas
Siglas
TLCAN
CIESAS
Civac
CRLA
@@@S@X&S!P
fm~&&@
CCPI.
4.
El p s a y g ~ tde
~ trassfarmaeide, tao anhelado por muchas y
pmclrmodm par el actual gdbicena ea el poder, nno se ha bcebs
maedstd, per el coatraak, toda ppastee indicar qql\jle as existe
daridad ea d rumba.
Lag ~ q i ~ asoni
e s partes del proc~eso:Iri ~onssUdacinde ireas
de desarrollo acordes a 10s factores que impone la globalizacin
comtrastrn con otras que mantienen ritmo# histricos de crecimiento.
..,
El presente 3ihm colajua6a esta serie de reflexiones y atras que
desde ir academia traten de mostrar Pos problemas y limitncionies
que enfrenta 1%polltiea regianal mexicana y, en general, d pensamiento sobm la "cuestin r~rgiooal'~.
Al mismo tiempo, se presentam diversas ideas ipmperitiras elabradas por expertos de alto
nivel que brai incaipsi@madlo~;
en les ciencias econmicas y socides,
~ncwl4mddslasa las astudies territsP;aJtn, esn la irptenicig de
liecwpeiair estas espacios de1pge~iisamienat@
mexicano.
O