Historia de Vivienda en Guadaljara
Historia de Vivienda en Guadaljara
Historia de Vivienda en Guadaljara
uua historia
La vivienda social:
una historia
Universidad de Guadalajara
ORSTOM
Universidad de Guadalajara
Dr. Victor Manuel Gonzlez Romero
Rector General
Secretario Acadmico
Arq. Carlos Orozco Santilln
ORSTOM
Dr. Henri Poupon
Secretario Acadmico
Representante en Mxico
Indice
Agradecimientos
15
Prefacio
17
Introducci6n
19
20
24
27
35
37
38
46
La dimension historica
Periodo 1: La evoluci6n de la estructura juridica de la propiedad raiz.
Los sistemas de acceso al suelo y la vivienda. El papel dei
Estado (siglos XVl-XVll)
1. Fundar para repartir
2. La polftica de atribuci6n de la propiedad
3. Las mercedes reales: la piedra angular deI sistema de privilegios
4. Las mercedes reales y los mercedarios tapatfos
5. El dominio territorial y la posici6n social. El valor de los
solares urbanos
6. La estructura territorial de la ciudad y las funciones urbanas
7. El rompimiento de la estructura jurfdico-territorial de la ciudad
y su impacto en las formas de posesi6n deI sueIo
8. La propiedad deI sueIo urbano en los siglos XVI, XVII YXVII
un intenta de construcci6n tipol6gica
9. Estancamiento y vinculaci6n: Formas sui generis de propiedad
privada
10. El proceso de acumulaci6n de la propiedad eclesistica
Il. Los sistemas de acceso al suelo y a la vivienda y el derecho de
ocupaci6n
49
51
54
61
68
72
79
83
90
95
101
118
122
127
135
1~
142
149
153
159
161
166
169
174
178
1~
189
192
195
208
209
211
218
229
232
234
244
250
lli
264
269
La dimension contemporanea
Periodo IV:
Primera Parte: el desarrollo de los fraccionamientos populares y su
impacto en la vivienda (1920-1970)
1. De la colonia residencial al fraccionarniento popular: ~mutaci6n
o continuidad?
2. La producci6n dei suelo urbano en la ciudad: de la estabilidad
(1900-1940) a la expansi6n (1940-1970)
3. Un primer periodo (1900-1940): arrendamiento y lotes sin
servicios coma opciones fundamentales de vivienda
4. Un segundo periodo (1940-1970): el desarrollo de la
promoci6n inmobiliaria, genesis y evoluci6n
5. La integraci6n de la industria de la construcci6n en la
promoci6n inmobiliaria
6. El sector inmobiliario y sus estrategias promocionales
7. La crisis de la ganancia 0 la desaparici6n de los
fraccionamientos populares
Segunda Parte: las instituciones mixtas: una forma sui generis de
producci6n y gesti6n de la ciudad de Guadalajara. El papel dei
Estado en la producci6n de vivienda
1. Sin colaboraci6n no hay soluci6n
2. La evoluci6n de las formas de introducci6n de infraestructura
en la ciudad (1900-1970): dos periodos y cuatro modelos
275
275
279
281
294
313
316
323
326
326
329
338
340
347
355
357
359
363
Periodo V:
Primera Parte: la intervenci6n dei Estado central en la cuesti6n
habitacional y la promoci6n inmobiliaria local (1970-1980)
367
367
370
375
385
393
395
397
409
409
410
416
421
440
444
453
Conclusiones
1. Una contradicci6n inicial
2.l.Un historicismo dei futuro?
3. La evoluci6n de la cuesti6n habitacional, en los cuatro
diferentes paradigmas: principales conclusiones
4. La poltica social y el Estado
5. La conformaci6n de un quinto paradigma: el neoliberalismo y
la cuesti6n habitacional
Bibliografia y Fuentes
459
461
465
481
484
491
Lista de cuadros
La dimension historica
Periodo 1
Cuadro N" 1 Habitantes en Guadalajara (siglos XVI-XVIII)
Cuadro N 2 Valor dei suelo urbano y de aigunos articulos
comestibles (Guadalajara 1650)
Cuadro N 3 Las escrituras de censos (Guadalajara 1640)
Cuadro N 4 La propiedad dei suelo urbano en los siglos XVI,
XVII YXVIII
61
67
77
85
105
121
125
128
Periodo Il
Cuadro N 1 Evoluci6n de la propiedad municipal en Guadalajara
Cuadro N 2 Guadalajara. Ingreso municipal
(1840, 1841 et 1842)
Cuadro N" 3 Privatizaci6n dei suelo urbano municipal en
Guadalajara durante la Reforma. Ingresos percibidos
por cuartel (en pesos)
138
148
168
10
169
170
1173
181
184
186
187
188
190
194
197
200
Periodom
Cuadro N 1 Las colonias residenciales en Guadalajara
(1898-1923). Principales caracteristicas de los
promotores
Cuadro N 2 Las colonias residenciales en Guadalajara
(1898-1923). Caracteristicas principales de
las colonias
Cuadro N 3 Las colonias residenciales en Guadalajara
(1898-1923). Cuatro colonias: muestra
217
220
233
11
La dimension contemporanea
Periodo IV
Cuadro N" 1 Tendencias de crecimiento de la poblaci6n y
densidad de poblaci6n
Cuadro N 2 Principales urbanizadores (propietarios y
promotores, 1940-1970)
Cuadro N 3 Los conjuntos habitacionales: Patronato de la
Habitaci6n Popular e Instituto Promotor de
Vivienda (Acciones e Inversi6n)
Cuadro N 4 Principales organismos publicos de producci6n de
vivienda en Guadalajam
Cuadro N" 5 Vivienda realizada por Pensiones Civiles dei Estado
en Guadalajara
285
296
394
360
361
Periodo V
Primera Parte
Cuadro N 1 Inversi6n publica federal (1925-1974)
Cuadro N" 2 Ayuntamiento de Guadalajara. Promoci6n publica
376
395
Segunda Parte
Cuadros N 1 Inversion publica y numero de viviendas producidas.
y2 JaliscoyZMG(l989-1990)
Cuadro N" 3 Cobertura de las necesidades anuales de vivienda
por los organismos pliblicos, 1990
Cuadro N" 4 FONHAPO: Fuente de recursos aprobados por
SPP, 1991
Cuadro N 5 FONHAPO: Montos reales ejercidos en los estados
de la Delegaci6n Occidente, base 1990
Cuadro N" 6 FONHAPO: Distribuci6n de acciones y montos de
inversi6n en Jalisco, 1982-1993
Cuadro N" 7 Colonias irregulares en la Zona Metropolitana de
Guadalajara
Cuadro N" 8 Unidades concluidas e inversion ejercida seglin
programa y sub-programa, 1983-1990
Cuadro N" 9 Unidades concluidas e inversi6n ejercida seglin
programa y sub-programa, 1983-1990. Jalisco
Cuadro N" 10 Vivienda construida par los organismos publicos
1981-1991
415
420
427
430
432
438
448
449
454
12
456
51
112
113
116
117
73
Periodo II
Piano l
PIano 2
PIano 3
PIano 4
PIano 5
Grfico 1
Croquis 1
Guadalajara 1800
Privatizaci6n dei suelo urbano municipal en
Guadalajara durante la Reforma. Valor deI suelo
por ejido
Privatizaci6n dei suelo urbano municipal en
Guadalajara durante la Reforma. Valor deI suelo
por cuartel
La propiedad eclesistica en Guadalajara
(1856-1861 )
La propiedad inmobiliaria privatizada durante la
Reforma
Guadalajara, valor y extensi6n de los solares (1856)
Proceso de densificaci6n de un ejido-solar, sig10 XIX
136
176
177
185
195
142
139
Periodo III
PIano l
PIano 2
PIano 3
Guadalajara 1883
Las colonias residenciales en Guadalajara
(1898-1923)
Casa tradicional (siglo XVI-1898)
210
221
224
PIano 4
PIano 5
PIano 6
PIano 7
PIano 8
PIano 9
Recuadro A
Grfica 1
Recuadro B
RecuadroC
13
225
228
240
251
257
270
245
153
252
258
La dimension contemporanea
Periodo IV
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara
(1920-1940)
PIano 2
La apertura de la calzada Independencia
Localizaci6n de los fraccionamientos (1940-1950)
PIano 3
PIano 4
Localizaci6n de los fraccionamientos (1950-1960)
PIano 5
Localizaci6n de los fraccionamientos (1960-1970)
PIano 6
lBS y PHP. localizaci6n de conjuntos habitacionales
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara
Grfico 1
(1900-1970). Nmero de lotes urbanizados
Grfico 2
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara
(1900-1970). Nmero de hectreas urbanizadas
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara
Grfico 3
(1900-1970). Nmero de lotes urbanizados en
funci6n de la categorfa de la promoci6n
' Colonias y fraccionamientos en Guadalajara
Grfico4
(1900-1970). Lotes urbanizados por tipo de
fraccionamiento
RecuadroA Fraccionamientos en Guadalajara: consideraciones
(1,2) metodo16gicas sobre la base de datos
RecuadroB Los apartamentos: una nueva expresi6n deI hbitat
colectivo
PIano 1
291
292
309
310
311
348
293
293
301
302
282
318
14
RecuadroC
320
398
406
419
439
417
444
PERIODOV
Primera Parte
RecuadroA
Recuadro B
Segunda parte
PIano 1
PIano 2
Recuadro
RecuadroA
Grfico 1
Grfico 2
Grfico 3
Grfico 4
431
431
440
448
Agradecimientos
Una parte dei trabajo de archiva dei Periodo Uno, fue realizada por
Xochitl Ibarra Ibarra y Jaime Horta Rojas, este ultimo tuvo bajo su cargo
el hacer comprensible los textos antiguos de los "tapatios" que vivieron
en los siglos XVI, XVII YXVIII.
Quien literaimente se sumergi6 en los titulos, decretos, leyes, documentos varios, de la Reforma liberal dei siglo XIX (Periodo Dos), fue
Xochitl Ibarra Ibarra; el intercambio de ideas con eIIa, me fue muy rico
para esclarecer ciertos puntos y para considerar otros muchos nuevos.
Jos de Jesus CastiIIo, fue una pieza clave para recabar informaci6n
de archivo y notarial referente a las primeras colonias residenciales que
vieron la luz en la transici6n de este siglo (Periodo Tres). El desempolvar
los expedientes dei archiva muerto de Obras PUblicas Municipales, fue
tarea de Esther Cavazos y Adriana Fausto. Con su apoyo incondicional,
se pudo constituir una base de datos sobre los fraccionamientos populares
que se urbanizaron entre 1920 Y 1970. Olga Becerra Mercado hizo el
estudio particular dei Patronato de la Habitaci6n Popular (Periodo
Cuatro) y Jos de Jesus CastiIIo se pas6 dias haciendo el trabajo que
correspondia a los servicios tcnicos de los municipios de Tonala, Tlaquepaque y Zapopan, para determinar el numero de asentamientos irregulares y de pobladores que ahi habitan. Adriana Fausto Brito trabaj6 en la
revisi6n de la redacci6n de una parte dei texto dei Periodo Cinco.
La mayoria de los grficos electr6nicos se hicieron con la colaboraci6n de Esther Cavazos, Luis F. Alvarez y Adriana Fausto Brito. Todos
los pianos y esquemas dibujados a mana fueron gracias a la colaboraci6n
de Hctor Hernndez Serrano, quien tambin trabaj6 en la hemeroteca de
la Biblioteca PUbIica dei Estado. Entre aquIIos que leyeron, comentaron
y discutieron algunos pasajes de mi trabajo, considero especialmente a
William Siembieda, Xochitl Ibarra, Esteban Wario, Jean Rive1ois, Yves
Cabannes, Felipe Cabrales, Salvador de Alba.
El debate critico con Annik Osmont y Hermann Becker, miembros
dei colectivo Perifrico y con los "companeros de rota" -coma escribe
Bernard Declve-, me ayudaron a conceptualizar, a partir de una prcti-
16
Prefacio
18
Introducci6n
La aventura de conquista y colonizaci6n, que emprendi6 Nuiio de Guzman,1 termin6 por conferir a la ciudad de Guadalajara, uno de los rasgos
congnitos principales: autonomfa deI centro y capacidad para administrar localmente sus propios recursos. De manera mas 0 menos uniforme,
siguiendo un proceso lento, Guadalajara se conforma con una sociedad,
cuyas rafces constitutivas, se derivaron deI ejercicio de actividades burocrticas, agroganaderas y comerciales. 2
Una ciudad que nace con "vocaci6n urbana y funciones de capital"3 y
que se lanza, e1la misma, a la conquista de su regi6n inmediata usando
como armas la venta y el intercambio, y a los mercaderes como conquistadores.
Una ciudad que como muchas otras, transit6 por las diferentes fases
de la historia de Mxico y de Amrica Latina: colonizaci6n, independencia, liberalismo, modernizaci6n; y tambin, como muchas otras, fue
capaz de ir abriendo su propio camino conforme construfa una aventura
hist6rica particular.
Una ciudad semejante a las demas y al mismo tiempo diferente.
Semejante, porque en ella habita el orden y el caos, el trabajo y la pobre-
2
3
Con el objeto de competir en ~er y gloria con Hemn Corts, el conquistador Nui\o
de Guzman explora y crea el Reino de la Nueva Galicia; luego de cuatro diferentes tentativas de fundaci6n, uno de sus capitanes, Juan de Oi\ate, funda en su honor la ciudad
de Guadalajara en 1542; ciudad que en pocos ailos se convierte en la capital dei reino.
Vazquez D., "La urbanizaci6n de Guadalajara" en Capi/ulo de his/oria de Guadalajara,
Ayuntamiento de Guadalajara, 1992, p. 39.
Trmino utilizado por T. Calvo en su articulo "Guadalajara y su regi6n en el siglo
xvm" en Encuen/ro, No. 4, Guadalajara, Colegio de Jalisco, 1984.
20
Introducci6n
21
Aun a riesgo de caer en generalizaciones demasiado someras, encontramos que cuatro grandes posturas te6rico-ideologicas, intentan comprender el por qu deI dficit de vivienda y, al mismo tiempo, aportar un
c6mo, para su eventual soluci6n, ellas son:
A) La Teoria Economica de la Oferta y la Demanda, una tesis principalmente defendida por economistas, quienes consideran que la escasez
de vivienda es precisamente resultado de un desequilibrio de la oferta y la
demanda; es decir, un problema de distorsi6n deI mismo mercado habitacional.'
B) La Teoria de la Urbanizacion, aplicada al sector vivienda, seglin la
cual, el proceso acelerado de urbanizaci6n que observ6 Guadalajara, a
partir de los anos cuarenta, produjo cambios estructurales que la ciudad
no tuvo capacidad de absorber. No se trata pues de una discrepancia entre
la oferta y la demanda (como la posici6n precedente), sino de un desequilibrio sistmico provocado por la imposibilidad que tuvieron los diversos
modos de producci6n para responder al desarrollo urbano tan rapido. Sus
defensores sostienen que las altas tasas de crecimiento poblacional, su
polarizaci6n espacial en la capital deI Estado de Jalisco y la rapidez de la
urbanizaci6n, colocaron una fuerte presi6n sobre ciertos bienes de consumo como el suelo 0 la vivienda; presi6n a la que los diversos agentes respondieron en forma limitada e inadecuada. 7
5
Posici6n que ha sido defendida principalmente por los te6ricos liberales y tambin por
algunas corrientes heredadas de las teorias deI desarrollo capitalista dependiente, quienes abordan esta cuesti6n por el lado de los desequilibrios estructurales dei mercado.
Asi, investigadores como Strassman, Araud, Baon y Urquidi, seilalan que "el problema
de la vivienda en Mxico, como en varios paises en desarrollo, es en parte efecto y en
parte causa de una cadena de fen6menos sociales contenidos en el concepto de bienestaro La distribucion deI ingreso es el eje principal de todos los conceptos relacionados
con estandares de vida, entre los cuales la vivienda es de los mas prominentes. La economia no genera poder de compra para hacer deI consumidor un agente que automticamente estimule la construcci6n de vivienda; y, por otra parte, las tendencias en la distribuci6n dei ingreso derivan de procesos econ6micos y sociales que conciernen la
concentraci6n de la propiedad y de la riqueza (el ahorro), oportunidades de educaci6n
limitadas, imperfecciones dei mercado, problemas bsicos estructurales, etc. En otras
palabras, el consumidor no compra una vivienda porque carece de los medios para
hacerlo". Vase uno de sus artIculos principales: "Policy issues in housing construction"
en Studies on employment in the mexican housing industry, USA, 1972, p. 37.
Nos referimos a los trabajos de J. Camberos (1993), J. Arroyo (1991 y 1993) Y W.
Siembieda (1994), todos sobre la ciudad de Guadalajara. Y en general, a la posicion
defendida por el propio gobierno y los organismos supranacionales coma el Banco
Mundial.
De tal forma que en 20 afios (1940 a 1960) se construyeron alrededor de 30 mil casas
para 502 mil nuevos habitantes que nacieron 0 lIegaron a la capital tapatfa en ese perlodo, cuando en realidad se requerlan 91,500 viviendas. De tal suerte que el incremento de
22
C) La Teora del Bienestar PJi.blico, quienes apoyan esta tesis, sostienen que el problema de la vivienda se debe en gran parte al propio
gobiemo, cuya ineficiencia -0 falta de voluntad- ha impedido que se
desarrollen instituciones y sistemas financieros 10 suficientemente solidos
para enfrentar, decididamente, dicho problema. R Desde esta postura, el
Estado es el responsable de crear los mecanismos necesarios para redistribuir el ingreso en forma mas equitativa; para 10 cual, requiere desarrollar
polfticas regulatorias y distributivas que aseguren una repartici6n mas
amplia de ciertos bienes coma la vivienda, principal mente hacia la poblaci6n mayoritaria. 9
D) La teora de la urbanizaci6n popular, segun esta tesis, la producci6n dei espacio urbano, principal mente el destinado a la habitaci6n
popular, es producto de la acci6n que desarrollan los habitantes de bajos
recursos; la masividad de esos procesos, permite afirmar a aquIlos que
defienden esta tesis, que estos actores sociales son los principales constructores de la ciudad. ID Esta posici6n propugna por una institucionalizaci6n de las formas autogestivas y populares de producci6n de vivienda,
ya sea a travs de un reconocimiento dei Estado 0 de su imposici6n por la
misma fuerza que levantan los movimientos sociales.
la poblaci6n gener6 un dficit anual minimo de cinco mil habitaciones. Ayuntamiento
de Guadalajara, Direccion de Obras PUblicas. La Unidad Jos Clemente Orozco, Constructora Popular, 1962. Una dcada despus, se edific6 un promedio de II mil unidades
por ano, mientras que la demanda se incrementaba en 15,400 casas mas el dficit existente. La tasa de crecimiento anual de viviendas en esa etapa rue de 3.75% yel de la
poblaci6n de 4.68%. SAHOP, Jalisco, Vivienda, Desarrol/o Urbano. 1979. En los ochenta, el ritmo de producci6n de vivienda sigue estando por abajo deI crecimiento de la
poblaci6n: 4.22% contra 5.10%.
8 As! por ejemplo, durante el periodo 1950-1970, la participacion dei Estado en la produccion de casas habitaci6n en la ZMG rue muy limitada, alrededor de cinco viviendas
de cada cien rueron construidas bajo su gida; para 1977, su participaci6n se increment6
a un 15% dei total de vivienda producidas, contribucion que seguia siendo aun muy
reducida. SAHOP. Desarrol/o Urbano, Jalisco, 1979.
Es de notar tambin, por ejemplo, que en 1990, los recursos econ6micos estrictamente gubernamentales, representaron menos dei 1.62% dei total de la inversion publica
en materia habitacional en la ZMG, segun se desprende de las Estadisticas de Vivienda
publicadas por SEDUE en 1990.
9 Teorias que le conceden una relativa autonomia al Estado en relaci6n a los otros elementos de la sociedad. Quiza uno de los trabajos mas representativos sea el desarrollado
por P. Saunders en 1980 y retomado, desde una perspectiva menos teorica, por Alan
Gilbert y Peter Ward. Vase "Low-Income Housing and the State" en: Urbanization ln
Contemporany Latin America, E. Hardoy, R. Rmirez, London, 1982.
10 Empezando por los trabajos pioneros de J. Turner (1968) y enseguida los investigadores
dei CENVI y COPEvI ellia Ciudad de Mxico, Y. Cabannes (1990), entre otros.
Introducci6n
23
Il En efecto, el tratar el problema d la vivienda desde un enfoque particular, puede derivar en una actitud igualmente reductora; ese es el caso, por ejemplo, con los que defienden una posici6n "estatista". Para e110s, la polftica de vivienda se puede restringir a 10
que el gobiemo y los organismos publicos hacen en materia de vivienda y de distribuci6n de los recursos publicos.
12 Pradilla y Schteingart, cf. bibliografia.
13 Ver al respecto los trabajos de Emilio Pradilla, cf. bibliografia.
24
2. El recurso a la historio.logia l4
l,Por qu, invariablemente, el Estado aparece coma el principal (en
muchas ocasiones el unico) responsable de la falta de vivienda de los
mexicanos? En la sociedad anglosajona, por ejemplo, las carencias habitacionales pueden atribuirse a un funcionamiento ineficiente dei mercado,
y en ese sentido, sectores importantes de la misma sociedad pueden proponer -0 exigir- una intervenci6n limitada dei aparato estatal, que se restrinja a ciertas intervenciones puntuales, 0 incluso, a su no intervenci6n. 's
En otros palses, tambin de tradiciones hispanicas, el Estado responde
garantizando la igualdad en los medios y los derechos que ofrece una
economia de mercado y su intervenci6n -en ultima instancia- se hace con
el objeto de reducir solamente los desequilibrios mas agudos que el
modela de desarrollo socio-econ6mico genera. Mientras que un habitante
comun de Guadalajara, puede suponer (incluso dar por hecho) que existe
un manejo poco c1aro de los recursos gubemamentales, otro puede pensar
que el enorme aparato burocratico es la causa de la falta de vivienda y un
tercero, invocar como raz6n de los males, el acaparamiento de la riqueza
en pocas manos y la falta de mecanismos que aseguren una distribuci6n
mas equitativa de la misma. Todos, sin embargo, estarn de acuerdo, en
que la soluci6n deI problema, radica principalmente en la voluntad deI
Estado, quien es el representante y garante de los intereses de la colectividad. Ahora bien, l,c6mo un Estado que ha intervenido tan poco en la
cuesti6n habitacional y que es percibido simultaneamente coma causa y
soluci6n dei problema, puede seguir representando una opci6n -la unicapara los sectores mayoritarios de la poblaci6n y en general para todos los
habitantes? TaI interrogante situa la cuesti6n en el centro de una gran
paradoja: un Estado que hist6ricamente ha tenido poca presencia en mate14 Nos referimos a la historiologfa y no a la historiografia, porque no pretendemos recurrir
a la historia con el objeto de hacer una simple descripci6n de ella; eso equivaldrfa a subvaluar la teorfa y a desechar el manejo de un esquema conceptual mas completo. Lo que
pretendemos es captar te6ricamente la "16gica de 10 viviente" coma seiiala Anfbal Pinto
(vase su libro Latinoamerica: una vision estructurallsta, UNAM, Mxico, 199\).
15 En efecto, la tradici6n empirica y escptica de los britanicos, desconffa de las teorfas y
modelos que atribuyen una existencia real a entidades colectivas que se situan por arriba
de los pensamientos, motivaciones y propuestas de los individuos coma agentes biol6gicos. En ese sentido, para ellos, el Estado aparece como una construcci6n 0 un artificio
por abajo de la noci6n de individualidad. Vase N. Berry, "The State" en Revue /ntemationale de Philosophie, PUF, France, Vol. 45, N 119,1991, pp. 380-391. Sin ser el proveedor directo de bienestar, el Estado puede limitarse a garantizar las condiciones de
cooperaci6n civil, asi 10 desarrolla T. H. Green en su trabajo: Lectures on the Principles
ofPolitical Obligation, London, Allen and Unwin, 1941.
Inlroducci6n
2S
26
Introducci6n
27
Seguramente el trabajo que en un primer tiempo, plantebamos realizar sobre la polftica de vivienda actual, habria ganado en profundidad y
en anlisis de detalle; empero, a diferencia deI estudio hist6rico que proponemos, no nos hubiera permitido aprehender la dinamica de las transformaciones de los sistemas de producci6n y acceso al suelo y la vivienda
ni tampoco nos hubiera permitido entender los factores que las producen
y la forma en que stos evolucionan. 22
Estamos conscientes de que un estudio de tal amplitud, corre el riesgo
de resultar un analisis global --euasi panormico- que sea, por 10 mismo,
terriblemente reductor de la complejidad y realidad hist6rica de la ciudad.
Tomamos el riesgo, pretlriendo dar cuenta de la evoluci6n de las relaciones de propiedad, dei devenir de los actores, de los sistemas de producci6n y las relaciones sociales. Esto es, de un pasado que carga de historia
el presente y de un presente que se explica por el pasado. Preferimos
construir una "visi6n continua y homognea" en un s610 espacio de analisis, que es la ciudad de Guadalajara.
28
ti6n dei suelo y el papel de los agentes que, en diferentes momentos, han
producido el espacio habitacional; entre los cuales incluimos, como uno
de los principales, al Estado. 24 Ambas variables se engloban en otra gran
categoria que es el modo de producci6n de cada momento historico.
De tal forma que, en 10 que respecta a la primera de esas variables,
privilegiaremos ya sea las formas particulares de produccion 0 de transformacion dei suelo, los mecanismos de distribuci6n (que en nuestro
caso, siempre referiremos a los sistemas de acceso al suelo-vivienda)2S y
las relaciones de propiedad, principal mente, las estrategias de acumulaci6n de este bien. Mientras que en 10 que respecta a la segunda variable,
analizaremos poco las relaciones sociales y nos centraremos en las estrategias, practicas 0 poifticas, que desarrollan los agentes privados y publicos que estn implicados en el proceso de produccion y distribuci6n de
vivienda.
Tomando en consideracion que esas prcticas y polfticas estan limitadas por ciertas determinantes estructurales, fundamos nuestro analisis en
el sistema socio-polftico y economico que prevalece en cada periodo; de
esa manera, podemos dar cuenta de la evolucion general de la estructura,
y dentro de ella, de las 16gicas de accion que cada uno de esos agentes
desarrolla.
En base a una observaci6n empfrica, los cambios socio-poifticos pueden ser mejor explicados en trminos paradigmaticos.2I\ A manera de un
primer marco anaiftico general, para este trabajo identificamos cuatro
grandes paradigmas 0 modelos socio-poifticos, que se suceden en la historia de Guadalajara: la emergencia de un estado patrimonialista (siglos
XVI-XIX); la conformacion de un sistema liberal (1820-1880); el desarro24 Es de notar que ambas variables, se refieren mucho ml1s a los "productos", en el sentido
de que estudian la polftica de vivienda desde una visi6n instrumental (las formas de producci6n y su impacto) y no los "procesos"; 10 que significarfa examinar el papel de la
vivienda dentro de una poiftica social que contribuya, por ejemplo, al desarrollo de la
ciudadanfa, a la toma de conciencia en las formas de consumo colectivo de la ciudad,
deI acceso y apropiaci6n deI espacio citadino, en fin, de una mayor democracia. Aspectos que se dejan como preguntas para trabajos futuros y que en el curso de este estudio
se abordan tangencialmente como interrogantes no demostradas.
25 N6tese que dentro de las relaciones de producci6n, en muy rara ocasi6n, nos referiremos
a las prl1cticas 0 comportamientos de consumo deI espacio. Tampoco analizaremos las
caracterfsticas ffsicas 0 tcnicas de la vivienda.
26 Vase al respecto, el trabajo de Viviane Brachet-Marquez, cuya propuesta metodol6gica
intenta explicar los cambios socio-polfticos en la historia reciente de Mxico con el
desarrollo de cinco grandes paradigmas. LAR Review on Latin America. The case of
Mexico, 1980, pp. 91-157.
Introduccion
29
30
Introducci6n
31
Las lecciones dei liberalismo dei siglo XIX -palanca impulsora dei
capitaIismo-, parecen perderse en el curso de la historia, iguaImente sus
consecuencias y efectos perversos. El proyecto neo-liberaI actuaI, forrnulado por un rgimen autoritario y neo-populista, pretende desconocer, i.por
su miopia tecnocratica?, que sin una regulaci6n e intervenci6n estatal, el
sistema no funciona, 0 dicho de otra manera, funciona s610 para una elite
econ6mico-politica que se fortalece en detrimento de las grandes mayorias.
Con formas culturales y politicas diversas, muchas de ellas "prestadas" de otros paradigmas, el pensamiento liberal contemporneo integra
otras prcticas y comportamientos, fundamentaImente aqullos que resultan de un autoritarismo centralista. Combinaci6n, que coma 10 vamos a
ver, hace poco casa de algunos principios fundamentales como el respeto
a la libertad y la igualdad de los ciudadanos: principios sobre los cuales
finalmente descansa la democracia y el mismo liberalismo.
Un modelo pluralista (1920-1970): En este modelo, la sociedad
organizada es la fuente dei cambio. Los individuos se incorporan a grupos y a diversas asociaciones con la seguridad de que la representaci6n
compartida, en las instancias de decision y operativizaci6n, es necesaria
coma factor de desarrollo y de estabilidad. Se trata, sin duda, dei modelo
socio-politico que ejemplifica y hace mas especifico el casa de Guadalajara. JO En efecto, a los problemas que vive la sociedad tapatia,3' se responde con un esquema completamente local, que intenta recomponer la
sociedad en base a iniciativas de personas (que actuan en forma individual 0 representados por instituciones) y que se incorporan asi al proceso
de modemizaci6n en complementaridad con el Estado.
La complementaridad es una fusion de los intereses que compiten por
obtener mayores beneficios particulares, pero dentro de un marco de
entendimiento que resulta dei hecho de compartir objetivos y valores
comunes. 32 Su carncter pluralista 10 toma de esa fusion; sin embargo, plu30 Quiza una de Jas ciudades que haya desarrollado un modela similar, desde el punto de
vista de una cierta convergencia en las decisiones y acciones de diveras agrupaciones
sociales, sea Quertaro. Asf 10 hace notar Beatriz Garcia Paredes en su trabajo: Cambios
en el u.w y tenencia de la t1'erra y procesos sociales entre los agrupamientos en la urbanizaci6n dei Mxico moderno (Cf. bibliograffa). Sin embargo, ella misma se encarga de
precisar que el modelo desarrollado en esa ciudad, fue el resultado de designios voluntaristas de grandes grupos empresariales y no de una alianza sector privado-sector publico, como fue el casa de Guadalajara.
31 A decir de Daniel Vazquez, exdirector deI Departamento de Urbanismo dei Estado de
Jalisco, los principales problemas que se vivfan eran el fin de un gobiemo revolucionario, la cristiada, el reparlo agrario, la educaci6n socialista, la falla de recursos dei
gobierno local. Entrevista, junio 1994.
32 Viviane Brachet, Op. Cil., p. 93.
32
ralismo no es sin6nimo de democracia ni de participaci6n abierta. En reaIidad, se trata de un modeIo excluyente que mantiene estabilidad, gracias
a la dominaci6n deI mismo sistema y no a la apertuf-a de fuerzas en oposici6n. lJ
En coincidencia con una corriente nueva deI pensamiento sobre la
participaci6n ciudadana, se desarrollan formas multiples de asociaci6n y
colaboraci6n, abocadas a impulsar el proceso de urbanizaci6n e industriaIizaci6n en la ciudad. En ese sentido, la participaci6n es mas consecuencia natural de la conformaci6n de una estructura econ6mica, que de un
avance particular de la organizaci6n social. La percepci6n economicista
deI paradigma es notable; en ese sentido, se trata de una evoluci6n dei
modelo Iiberal que, impHcitamente, considera que los mecanismos de
colaboraci6n y concertaci6n contribuyen a desarrollar las capacidades
individuales en el marco de un trabajo comun.
Un Estado autoritario centralista (1970-1992): Del paradigma pluralista resultan esquemas, instituciones y dispositivos diversos, que terminan institucionalizando la colaboraci6n entre el sector publico y el privado. Nuevas necesidades e imperativos nacionales -basicamente la crisis
econ6mico-fiscal y de legitimidad deI gobiemo- llevan a adoptar medidas de indole nacional, para evitar la dispersi6n de fuerzas centrifugas
(regionales 0 estatales) que pudieran generar contrapoderes importantes.
Esos cambios implican el rompimiento 0 el abandono de los esquemas locales; en adelante, es decir, a partir de los setenta, la sociedad tapatfa funciona en base a la intervenci6n dei Estado central, en 10 que toca a
las iniciativas y poHticas de desarrollo industrial y urbano. Con fuertes
resabios patrimonialistas, el gobiemo de esos afios, impone su concepci6n sobre el desarrollo y define los modelos a seguir por arriba de los
deseos de la c1ase dominante y dominada. Es un sistema autoritario que
elige centralizar el control poHtico y la toma de decisiones, utilizando
como un mecanismo de reproducci6n deI poder y de integraci6n poHtica
y social, las viejas formas c1ientelistas (entre las cuales, el suelo y la
vivienda, se convierten en uno de los vectores principales).
A una sociedad cada vez mas polarizada, se le responde con una serie
de medidas que, en el fondo, provocan una mayor polarizaci6n. Por un
lado, se impulsa un proyecto modemizador con grandes orientaciones
macroecon6micas y de desarrollo industrial; por otro lado, se revive con
mucho mayor fuerza el fantasma dei clientelismo, por un Estado populis33 Se trata de una panicipaci6n exclusiva entre ciertos actores: los sindicatos oficiales, las
asociaciones de cornerciantes y las cmaras patronales; de ahf que, quiza, deberia IlarnU'sele un modelo corporativista.
Introducci6n
33
34
Introducci6n
35
algunas fuerzas de los diversos poderes locales. Sin su intervenci6n, diffcilmente puede instrumentarse una verdadera polftica social.
En este trabajo, 10 estudiaremos mas coma un ente en constante
recomposici6n con una cierta autonomfa que le otorga la sociedad en su
conjunto, pero que en realidad en diversos momentos hist6ricos, queda
bajo la tutela de algunos grupos particulares. Vindose influido por diversos factores, los cuales intentaremos identificar y analizar en este trabajo
de acuerdo a la manera que han evolucionado los cuatro paradigmas que
presentamos Ifneas arriba.
Esta hip6tesis nos lIeva a considerar que el anlisis de la polftica que
desarrollan el Estado y los sectores privado y social, el estudio de sus
transformaciones, de sus alianzas, etc., nos permitira comprender globalmente la polftica de vivienda social en Guadalajara.
36
lntroduccion
37
38
Los periodos elegidos son, en ese sentido, los "tiempos reales" que
experimentan los fen6menos que, a nuestro juicio, son los mas importantes, y que en el casa particular de Guadalajara, nos ayudan a explicitar
con c1aridad c6mo se constituye el campo de la investigaci6n y c6mo se
conforma la estructura dei trabajo. Su presentaci6n somera, en esta introducci6n, nos permite fundamentar su elecci6n, presentar un plan general
deI libro y esbozar algunas de las lfneas que, en 10 particular, desarrollaremos a 10 largo deI mismo. Los periodos son los siguientes:
1 La evoluci6n de la estructura juridica de la propiedad rafz, los sistemas de acceso al suelo y la vivienda, y el papel deI Estado (siglos
XVI-XVIII).
2 El liberalismo deI siglo XIX en Guadalajara, su influencia en la propiedad inmobiliaria urbana y en la vivienda.
3 El desarrollo de las primeras promociones inmobiliarias (1880-1920),
las colonias residenciales y populares, su impacto en la vivienda.
4 El desarrollo de los fraccionamientos populares y su impacto en la
vivienda (1920-1970). Las instituciones "mixtas": un modelo sui
generis de producci6n y gesti6n de la ciudad (1940-1970).
5 La intervenci6n deI Estado central en la cuesti6n habitacional y la
promoci6n inmobiliaria local (1960-1980). La polftica de vivienda
modema y el papel deI Estado (1980-1990).
La vertiente historiografica, a la que hemos venido haciendo alusi6n,
queda cubierta con los tres primeros periodos aunque, evidentemente, los
cinco conforman la historia de la vivienda en Guadalajara. Los dos ultimos, se refieren a la polftica modema, segunda vertiente deI estudio, en
que la ciudad cambia de escala y con ella la dimensi6n de los problemas
y de las respuestas que es necesario instrumentar. Nuestros dos ejes tematicos se estudian longitudinalmente a 10 largo de los cinco periodos.
Fundada Guadalajara, el gobiemo colonial adopta las ordenanzas y disposiciones legales que le marca la Corona y, simultaneamente, desarrolla
formas particulares para urbanizar y consolidar la ciudad; desde entonces,
Introducci6n
39
44 Tenemos indicios suficientes para aventurar la hiptesis de que los terrenos colectivos
que circundaban la ciudad, se privatizaron prematuramente en Guadalajara, 10 que no
fue el caso en otras muchas ciudades de origen hispanoamericano coma la Rioja y Mendoza en Argentina, Maldonado en Uruguay, la Cuenca en Ecuador (vanse las monografias de! Seminario !nternacional La Cuaddcula en la Ciudad Hispanoamericana-Un
modela urbano permanente, Salamanca. Espaiia, Quinto Centenario, 1992). Esos terrenos se entregaron en forma individual, y no colectiva, a ciertas familias, las cuales
durante muchos afios, los explotaron conservando s610 la posici6n de las mismas hasta
que les fue entregada la propiedad. Los ranchos, potreros y haciendas que nacieron de
ellos, provocaron un rompimiento en la estructura de la propiedad jurfdica dei suelo
que, a su vez, provoc6 que el Ayuntamiento perdiera los terrenos que circundaban la
periferia; terrenos que ademas de servirle coma reservas urbanas y herramientas de control dei crecimiento, le representaban un "espacio" id6neo para aplicar una polftica de
tipo social que, en 10 estrictamente habitacional, dependfa en ese entonces, de la conservaci6n de suelo de origen colectivo 0 destinado exc1usivamente a esa funci6n (ver los
Apartados 6 y 7 de este Periodo).
40
a la tierra y el uso que le daban, asf coma los derechos de ocupaci6n que
permitfan; relaci6n que estudiaremos en su caracter evolutivo. Nuestro
objetivo es el de examinar el valor que se le atribufa al suelo, coma un
elemento esencial de la polftica de colonizaci6n y poblamiento, intentando poner en clara las caracterfsticas multiples de este bien: factor de enriquecimiento econ6mico y objeto de acumulaci6n para la Iglesia y ciertos
agentes privados; factor de equilibrio social para el municipio pues a travs de l garantizaba un acceso colectivo a la ciudad; factor de legitimidad de poder para el Estado colonial quien 10 utilizaba coma una forma
de dominaci6n y de reproducci6n de las relaciones sociales; factor de
movilidad social para los habitantes de la ciudad.
El suelo era un bien patrimonial que posefa a la vez un valor mercantil y un fuerte valor social y cultural, circulaba poco y se le usaba y explotaba en forma precapitalista, con derechos de uso que eran hereditarios y
bajo sistemas de renta fija. Era un bien que cumplfa con objetivos sociales, gracias a la presencia deI poder publico municipal; la manera en que
se disponfa de l se asemejaba a una forma de polftica de habitat social
contemporanea. Bajo esa hip6tesis, queremos estudiarlo, intentando
poner en claro el papel que jug6 el Estado colonial, el gobierno y los
diversos poderes locales, en la evoluci6n que el suelo tuvo a formas de
uso mas capitalistas; evoluci6n que analizaremos en los periodos ulteriores.
Periodo 2: el liberalismo del siglo XIX en Guadalajara, su influencia en
la propiedad inmobiliaria urbana y en la vivienda.
Este periodo es, por decirlo asf, la cr6nica de un instante hist6rico: un
momento que se origina con el cambio deI modelo socio-polftico -a un
paradigma liberal- y que atafie aspectos coma la propiedad, ellibrecambio, la democracia y el federalismo.'s Los te6ricos que 10 conducen, buscan secularizar a la sociedad y al Estado, asf coma el erradicar los sistemas corporativos y los privilegios que le son inherentes, a fin de instaurar
una base legal y jurfdica de igualdad entre los hombres.
Para ellos, la propiedad rafz (tanto rural coma urbana) es un elemento
especffico estructural necesario para poder !levar a cabo esas transformaciones. De ahf que apunten sus baterfas teorico-ideol6gicas hacia ella,
procurando que la propiedad rafz eclesistica, municipal y comunal, se
privatice y homologue en propiedad privada. De hecho, su objetivo es el
Introducci6n
41
42
48 Espontaneo no debe traducirse como sin orden 0 sin rigor; por el contrario, la prolongaci6n de calles 0 manzanas se hace siguiendo un modelo racional. geomtrico y c1aro,
que se aplica cuando la misma dimimica urbana 10 requiere. de ahi que le Ilamemos de
esa manera.
Introducci6n
43
Desde el segundo nivel-de caracter particular- procuraremos profundizar la noci6n de diversidad dentro de la categorfa general de la promoci6n. En base a tres monograffas dei mismo numero de colonias, estudiaremos particularmente las caracterfsticas de cada uno de los "agentes
reformadores", las alianzas que construyeron con las diferentes instancias
de poder, las estrategias que en forma individual implementaron para
constituir sus reservas territoriales. Este ultimo punto, reviste una gran
importancia, si tomamos en cuenta que el suelo que le sirvi6 de soporte a
la promoci6n, fue el mismo que se acumul6 durante la Reforma (Periodo
II) 0 incluso antes, en los siglos XVIII y XIX (Periodo 1).
Con el estudio dei Estado -y dirfamos mas particularmente deI
gobierno local- terminamos el periodo. Examinamos, por una parte, su
polftica de vivienda y las caracterfsticas de la promoci6n publica que en
mas de cuatro dcadas di6 lugar a una sola operaci6n habitacional de
cerca de 600 unidades. Y exploramos, por la otra parte, la relaci6n que
existe entre los agentes inmobiliarios y las autoridades locales; partiendo
dei supuesto que fue, precisamente en estos afios, cuando se empez6 a
construir una relaci6n estrecha entre el sector publico y el sector privado,
que termin6 por erigir una verdadera "alianza hist6rica"; alianza que
sent6 las bases de una evoluci6n 0 transici6n hacia un modelo pluralista
que va a desarrollarse en el periodo siguiente.
44
lntroduccin
45
46
7. Adfontes
Delimitado el objeto de estudio y definidas las variables (0 ejes temticos) principales, iremos penetrando en el tema por un movimiento incesante de deducci6n y experimentaci6n. La lectura de la literatura existente, par una parte, y la constituci6n y explotaci6n de una base de datos
estadfsticos por la otra, nos hara avanzar en nuestras hip6tesis y postulados y formular otros nuevos.
Los temas que desarrollaremos en los tres primeros periodos son
completamente nuevos; de ahf que necesitemos remontar a las fuentes
originales (ad fontes). Creemos, sin falsas modestias, que ese inmenso
trabajo de archi vo constituye un aporte importante a la producci6n de
conocimientos sobre la ciudad. Asf par ejemplo, para el primer periodo,
constituimos un expediente de mas de 120 Actas Capitulares 0 Reales debidamente paleografiadas- que fueron extrafdas de diversos archivos,
entre ellos, el de Indias. Para el capftulo siguiente (Periodo Dos), elaboramos una serie estadfstica que nos permiti6 conocer, con el maximo de
detalle posible, todas las ventas y adjudicaciones de la propiedad municipal durante la Refonna (661 boletas fueron consultadas y repertoriadas
una por una).49 De igual manera, procedimos con la propiedad eclesiasti49 En cada boleta se sefiala la fecha de su adjudicaci6n 0 venta, el numero de ejido, su ubicaci6n, precio pagado y dimensi6n en varas y metros cuadrados. El 69% de las boletas
proporciona el nombre dei comprador, dato de enorme utilidad, que va permitimos inferir la magnitud dei proceso de acumulaci6n. 19ualmente importante es el valor dei suelo.
pues gracias a l, estaremos en medida de conocer c6mo se conforma el mercado de
suelo a mediados dei siglo XIX y c6mo evoluciona posteriormente.
Introducci6n
47
ca, si bien el trabajo no fue exhaustivo, por primera vez se puede contar
con un Iistado que en forma particular da cuenta de los bienes rafces e
inmobiliarios que cada una de las ordenes pudo haber posefdo en Guadalajara en ese entonces (una base de datos de 1,439 propiedades en donde
se indica su ubicaci6n y valor mercantil); tambin sobre el clero, constituimos un cuadro con las propiedades que pudimos registrar coma desamortizadas 0 nacionalizadas en el curso de 18 aiios (545 casos en los que
especificamos si la propiedad fue vendida, adjudicada 0 rematada, a favor
de quin, en d6nde se localizaba y a qu precio se celebr6 la operaci6n).
Para el Periodo Tres, trabajamos con un documento interno que presenta
las caracterfsticas principales de las colonias residenciales y de los promotores; apoyndonos en un estudio monogrfico de tres de eIlas, en el
que observamos con detenimiento la forma en que se Ilev6 a cabo la promoci6n, los valores que aicanzaron los predios, los tipos de productos
arquitect6nicos, etc., datos que son retomados en las concIusiones deI
mismo periodo, en una perspectiva de anlisis comparativo. Para el
Periodo Cuatro, de nueva cuenta preparamos una base de datos de considerable importancia que consisti6 en la sistematizaci6n deI total de los
permisos de fraccionamientos residenciales, que fueron registrados entre
1900 y 1970, en la Direcci6n de Obras Publicas deI Municipio de Guadalajara (mas de 450 operaciones en las que diferenciamos el tipo de fraccionamiento, la fecha en que fue autorizado, la superficie a urbanizar, el
numero de lotes 0 viviendas proyectado y el nombre deI promotor y deI
constructor).so Para eI Periodo Cinco, inventariamos los conjuntos INFONAVIT en la ciudad (52 unidades en que se seiiala el numero de viviendas
por conjunto, ubicacion y superficie total) y las operaciones que se IIevaron a cabo en la entidad, a travs de la modalidad de los Fraccionamientos de Objetivo Social (lOI operaciones en que se precisa el tipo de promoci6n, ubicaci6n por localidad, superficie y numero de lotes). Por
primera vez, determinamos el numero de asentamientos irregulares que
hay en cada uno de los cuatro municipios que integran la Zona MetropoIitana de Guadalajara (con una estimaci6n general dei numero de manzanas, predios y pobladores por asentamiento, y algunos datos sobre los servicios urbanos y el equipamiento bsico).
Una enorme informaci6n estadfstica que pone en evidencia que el trabajo se Ileva a cabo con una fuerte dosis de empirismo. Sin embargo, las
cifras se organizan para responder a nuestros ejes temticos y no con el
objeto de sustituirios; eventualmente, las cifras pueden dar una pista
50 Un resumen de toda esa informaci6n, aparece en los anexos, presentada bajo la forma de
una pequeila base de datos que es susceptible de ser explotada por otros investigadores
que deseen ampliar, revisar 0 continuar el trabajo.
48
Periodo 1
La evolucion de la estructura juridica de la propiedad
raiz. Los sistemas de acceso al suelo
(y la vivienda). El papel dei Estado
(Siglos XVI-XVIII)
DOMe hicieron alto. y en su p/aza se puvlico bando. de orden del teniente gobernador, para que todos los que quisieran pobJar la ciudad, comparecieran ante
dicho gobemador y Cabildo para que se formase padron y se mapease la planta
del lugar y se repartiesen los solares. 0 por suerte, 0 conforme a la calidad y mritos de cacia uno.
La Fundaci6n de Guadalajara en 1542, Mota Padilla
50
3
4
51
reaP Autoridad que puede, asf, "extenderse" hasta estas latitudes, gracias
a algunos funcionarios que representan el inmenso poder de la Corona en
una todavfa bastante vacilante ciudad. El modelo patrimonial peninsuiar
se reproduce entonces desde el mismo acta fundacional.
PIano 1
2.
As) 10 insinua Richard M. Morse en su articulo The heritage of Latin America, aparecido en ellibro de Howard Wiarda (1974: 40, cf. bibliograffa).
Nos referimos a los exidos y dehesas, que son los terrenos comprendidos entre los solares y los trminos, el limite de 10 que poona considerarse el espacio de la ciudad y su
hinterland inmediato (vase el Grfico 1, en el Apartado 6).
52
El trabajo de R. Lancaster J. explora bien el impacto que tuvieron las primeras mercedes
que se concedieron en el siglo XVI. Referirse a su libro Haciendas de Jalisco y aledaiios;1506-1821. Cf. bibliograffa.
Madrid, 26 de abril de 1563, Archivo de Indias. Cmara de Comercio de Guadalajara,
material D. Garibi, GOL, 230-100, F 140-l40v.
53
El rey ordena entonces repartir la propiedad entre "muchos"; la lectura 0 interpretaci6n que hace el Cabildo, de esa disposici6n, es repartir
"mucha" propiedad entre pocos. A pesar de la existencia de una serie de
criterios que se utilizan para distribuir el suelo en base a un sistema particular, que en el curso de este trabajo lIamaremos "sistema de privilegios",
el repartimiento no se hace en fonna abstracta ni coma un favor gratuito.
Se trata de retribuciones que el rey hace a sus subditos por servicios prestados; las cuales pueden tomar la fonna de un tftulo, una concesi6n, una
merced 0 prebendas particulares. Privilegios que se otorgan a tftulo individual y no necesariamente en una sola ocasi6n, coma Silvio Zavala
apunta: "siempre el servicio vasallo debfa ser previo y la merced venfa
luego a modo de premio proveniente de la gracia deI superior".9 En este
sistema de relaciones, los diversos grupos que componen a la sociedad,
buscan Iigarse par separado al estado patrimonial; ya que ste, en principio, les ofrece posibilidades diferenciadas de ascensi6n social y de obtenci6n de ventajas. La estructura que se confonna, termina por integrarse en
diversos cuerpos cIaramente estratificados, tanto vertical coma horizontalmente (con las corporaciones, los rangos, estados); de donde, adems
de resultar los fueros, el estatus, los privilegios, etc., se reafirma y acepta
la diferenciaci6n estamental de la sociedad. En tal universo, no resulta
diffcil de comprender que se reparta la propiedad a cada uno conforme la
calidad de su persona, y tampoco resulta extraiio que esa estratificaci6n
no solo sea aceptada sino tambin deseada.
Polfticamente, la atribuci6n de la propiedad sirve a un fin superior,
que es el contribuir a la consecuci6n de un orden social. Los individuos y
los cuerpos que hacen parte de la sociedad tienen cIaro, gracias al mismo
reparto de propiedad, cual es la jerarqufa y la posici6n que se les asigna
en el edificio social; y, en consecuencia, cuales son los deberes y obligaciones que se desprenden de su posici6n. Cuando, por alguna raz6n, no se
percibe con cIaridad esta relaci6n y se presentan problemas que atentan
en contra de ese orden, las desigualdades 0 disfunciones, solo pueden
corregirse por la intervenci6n dei Estado, a condici6n, sefiala R. Morse,1O
de que el poder supremo goce de una completa legitimidad; en casa contrario, un sistema de esta naturaleza no podria funcionar.
9 Silvio Zavala. Las instituciones jurldicas en la conquista de la Amrica Latina, Pomla,
Mxico. 1971, p. 106.
10 Vase el articulo de R. Morse. quien considera que el pensarniento dei fil6sofo neo-tomista Suarez. perdura en latinoamrica (incluso despus de la I1ustraci6n), principalmenle en
10 cultural y en 10 instilucional, con la idea, par ejemplo, de que el cuerpo polltico y la
sociedad son percibidos como un orden producido por leyes naturales y objelivas y no par
leyes subjelivas, individuales 0 de conciencias privadas. Op. Cit., p. 50.
54
En tanto que instancia gestora y propietaria deI dominio directe deI suelo,
II Asf por ejemplo, desde Aranjuez, el rey concede una merced el 26 de maya de 1560, en
los tnninos siguientes: "Oidores alcaldes mayores de la nueva audiencia Real de la probinla de la nueba galizia por parte de Francisco de Arbolancha, nuestro contador de esa
tierra, me ha sido hecha relacion que ha de residir en la iudad de guadalajara desa dicha
provinia.. e para el/o tenfa necesidad de solares. para hacer casas en que bivir y en los
trminos de ellas algunas tiras para sembrar y hazer huertas suphcandome vos mandase
que le seiialasedes los solares que hubiese menester para el dicho efecto. Por ende yo vos
mando que sin pefJuizio de los yndios no de olto tercera alguno deis al dlcho FranCISco de
A. tiras en que labre y solares en que hedifique." (Archivo de Indias, Cmara de ComerC10, D. Garibi, GDL 230, FOLS. 48V-49 (el subrayado es nuestro). Vase de! mlsmo archi
vo una merced desde Valladolid concedida el 14 de enero de 1555. Libro l, f. 4.
12 Madrid, 22 de junio de 1563, Archivo de Indias, Camara de Comercio, Archivo D. Ganbi. GDL 230, fols. 143v144 (el subrayado es nuestro).
13 Varios investigadores han abordado esta cuestion. Entre ellos, Jaime Olveda, quien hace
notar los favoritismos y el nepotismo entre las grandes familias Igualmente F. Chevalier, quien cita varios incidentes en que se percibe la corrupcion y el desacato de las
altas autoridades coloniales a las disposiciones reales. (Cf. bibliograffa).
55
56
se tiene dentro de esas huestes, sino tambin por la inversion que cada
unD de ellos haya hecho en esa gran empresa (es decir, las sumas 0
medios que aporto coma utensilios de guerra, animales, navfos, armas), y
por la clase 0 rango social que tuviera; esos tres criterios conforman el
sistema de privilegios que hemos venido evocando.'6
Con los afios, empiezan a llegar nuevos pobladores; para 1570 habfa
50 vecinos en Guadalajara, 60 un lustro despus y 173 al final dei siglo. 17
Estos habitantes, principalmente mercaderes, burocratas, artesanos, son
mal vistos por los conquistadores, quienes consideran que el apoyo que
les brinda el rey, las mercedes multiples que les otorga y los beneficios
diversos de que les hace objeto, socaban el derecho de conquista que
ellos habfan adquirido. Sin embargo, es de hacer notar que, la renovacion
de la poblacion en esta ciudad, no se hizo de manera tan conflictiva coma
en la capital de la Nueva Espafia. El clrigo Alonso de la Mota y Escobar,
asf 10 deja ver en su Descripci6n geografica de los reinos de Nueva Calicia, Nueva Vizcaya y Nuevo Leon, al escribir en 1606: "Ha venido esta
ciudad a menos en 10 que es cualidad de vecinos principales [refirindose
a los conquistadores terratenientes] porque sus primeros pobladores
tuvieron encomiendas de indios, y minas con que vivfan opulenta y honradamente, y coma 10 unD y 10 otro han faltado por muerte de los indios y
por falta de los metales, acabronse estas familias principales y sus descendientes se fueron a otras provincias, y han sucedido en su lugar nuevas gentes venidas de Espafia y otras partes".IK
Evidentemente, esta aparente transicion de pobladores no se llevo a
cabo en forma tan natural ni tampoco todos los descendientes emigraron;
muchos de los que se quedaron, se hicieron propietarios de grandes
extensiones de tierra y de minas y desempenaron cargos publicos importantes coma alcaldes, corregidores, justicias mayores. 19 Como parte domi16 Ana Valero G. de G. Solares y conquistadores, INAH, Tesis de Maestria en Etnohistoria,
1988. T. l, p. 153. La autora insiste en que el rango social era un criterio fundamental
en el repartimiento. Para apoyar su aseveraci6n, presenta un extracto de una carta de
Diego Col6n, escrita el 14 de noviembre de 1509,33 afios antes de la fundaci6n de Guadalajara: " ..de aqui en adelante los dichos solares que se seiialaren e dieren sea moderado a la calidad de las personas e dando a cada uno conforme a 10 que vos pareciere que
mereze e puede tener e aviere menester."
17 Vase el Cuadro N" l "Habitantes en Guadalajara entre los siglos XVI y XIX".
18 Mota Escobar A. De.lcripci6n geografica de los reino.l., Col. Obras Facsimilares. INAH,
1966, p.44.
19 En 1602, el alguacil mayor, Ger6nimo Conde, confirma ante el rey que de los 160 veclnos que vivian en Guadalajara, 120 desempefiaban alguna funci6n en la audiencia, en el
Cabildo eclesistico, el Ayuntamiento 0 en las Cajas Reales, citado por J OIveda, Op.
Cit., p. 23.
57
58
Con el aumento y extension de la poblaci6n y con el cambio de fisonomfa y pobladores, se lIeva a cabo una recomposici6n de la estructura
social; paulatinamente la lite terrateniente cede paso a los mercaderes,
una clase que comienza a emerger en el siglo XVII y que para fines de esa
centuria se encuentra mas 0 menos bien consolidada con la aparici6n de
gremios y comerciantes organizados. Lazaro de Arregui, consigna 22 personas con ese oficio de los 173 vecinos con que contaba la ciudad en
1606 y 40 en 1621, resaltando que bien se puede conocer la superioridad
de ese oficio en las Indias, "pues donde no hay mas de 4 6 6 labradores, 2
03 zapateros, 3 64 panaderos ... media botica y raras veces mdico hay
casi 50 mercaderes que todos ganan largo de corner teniendo la tierra provelda de todo 10 necesario y puesto en USO".23 Gran parte de los excedentes economicos que generan estos comerciantes, son canalizados al sector
inmobiliario, puesto que este tipo de bienes les ofrece dos grandes ventajas: el poder obtener circulante en el mercado de crditos (ya sea entre
ellos mismos 0 a travs de la Iglesia, para 10 cual requieren hipotecar sus
propiedades) y el adquirir estatus social por medio de la posesion deI
suelo; coma 10 veremos mas adelante (Apartado 5), el dominio territorial
conferfa una cierta hidalgufa.
Junto al inters por hacerse de propiedades rusticas y urbanas, los
comerciantes buscaron comprar, al mismo tiempo, los puestos publicos
vacantes; asf, ademas de ampliar su poder, podlan tener bajo su control
todo 10 relacionado con sus actividades econ6micas. 24 Una vez dentro dei
Ayuntamiento, tienen la posibilidad de controlar el suelo urbano y el que
se encuentra pr6ximo a la ciudad, manejando con una gran discrecionalidad las mercedes de solares y tierras. Asf por ejemplo, desde las primeras
dcadas deI siglo XVIII, el Cabildo autoriza que los funcionarios de esa
corporacion, reciban mercedes gratuitas de predios en recompensa deI
22 Espaiia, San Lorenzo el Real, 6 de abril de 1574, Archivo de Indias, D. Garibi, Cmara
de Comercio, GDL 230-351, f. 278.
23 Domingo Lazaro de Arregui en Guadalajara a travs de los tiempos, Iguiniz Juan, p.
41. Los 22 mercaderes contaban con capitales de 4 mil, 6 mil, 10 mil, 15 mil y 20 mil
pesos. De acuerdo con Mota Padilla, un pobre en esa tierra, era el que no tenla de 2 mil
pesos para arriba (cf. bibliograffa, p. 23).
24 Jaime OIveda, Op. Cit., p. 37.
59
60
61
CuadroN 1
Habitantes en Guadalajara (1542-1803)
Ano
N de habitantes
Fuente
1542
1543
1548
1554
1570
1574
1586
1600
1606
1621
1630
1651
1713
1738
1742
1750
63 vecinos'
20
35
80
50
60
100
173
180
200
600
3357
2000
12000 habitantes
12000
11000
Lebzon de Quifi6nez
1760
1770
1777
1784
1793
1803
11294
22394
21163
22163
24247
34697
1803
19500
Antonio Tello
G6mez de Mendiola
L6pez de Velasco
Jean Pierre Berthe
Mota y Escobar
Arregui Lazaro
Vzquez de Espinoza
Manuel Gallardo
Encuesta (Madrid)
Guadalajara a la consumaci6n
de la Independencia
Padr6n Eclesistico
Primer Censo
Fernando Cambre
(Notario Real)
Humboldt
4.
62
63
64
32 Es de hacer notar que, durante el siglo XVI, y en ciertos casos a principios deI XVII, aparecen solicitudes de merced a titulo gracioso. En 10 subsecuente, todas precisan que se
trata de mercedes vendidas, aiiadiendo una f6rmula de tipo "estoy prompto a servir en
aquella cantidad en que se abaluare en favor de las rentas y propios".
33 En efecto, en la resoluci6n de la demanda, no se tomaba en cuenta si se trataba de personas solas, familias nucleares 0 extendidas, hijos legltimos 0 i1egitimos ni el sexo deI
demandante. Son de seiialarse los datos que T. Calvo aporta al respecto, segun l: "la
ilegitimidad era uno de los componentes esenciales de la vida en la ciudad", sta alcanzaba el 50% en el siglo XVII y el 21 % en la segunda dcada deI XVIII. Igualmente el
hecho de que "a la cabeza de las casas casi una de cada Ires era mujer, en 1679". Cf.
Guadalajara y su region en el siglo XVll - poblacion y economi'a, Ayuntamiento de Guadalajara, 1992, Op. Cil., p. 91-92.
65
empleo el allo pr6ximo pasado, con la eficacia y empeilo que se acreditan en 10 mucha
que despache sacrificndome hasta hablar en estrados y de mas negocios."
34 Archivo Municipal de Guadalajara, Ramo Tierras. T.2, 12, 1762, paq. 2, leg. 42,7 fs (el
subrayado es nuestro).
35 Archivo Hist6rico Municipal, Ramo Tierras, T. 2, 1780, paq. 5, leg sin (el subrayado es
nuestro).
36 Archivo Hist6rico Municipal. Ramo Tierras, T.2, 1762, paq. 2, leg. 42, t fs (el subrayado
es nuestro).
37 Actas de Cabildo, 20 de maya de 1619, Op. Cit., p. 206.
38 Reiteradamente aparecen solicitudes de tipo: "si se deja yenno proporcionar sitio oportuno a muchas maldades" 0 "verificando estar el solar libre y realengo y que a nadie se le
sigue peljuicio mande que se me de. nda y seilale con linderos conocidos." Actas de Cabildo, 20 de maya de 1619, V. 1, 1607-1635, Op. Cit., p. 207 YAHM, T.2, 12, 1746-1747.
39 Archivo Hist6rico Municipal, T. 2, 1746-47, paq. 1, leg. 75, 5 fs (el subrayado es nuestro). N6tese que la obligaci6n podia ser observada con s610 cercar el lote.
66
"Isabel Navarrete, por auto dei dia 22 de mayo 1723 se simeron harced merced a los
otorgantes de un pedazo de solar de 20 varas en quadro en la calle que sale de la Plazuela
de Santo Domingo, fabric6 la otorgante un aposento y para poderlo costear se valt de
vender parte de dicho solar." (Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado, Notario M.
de Mena, Libro 16, p. 290, IOde mayo de 1728). Los subrayados son nuestros.
41 Nos referimos al documento en poder dei Archivo Hist6rico MMunicipal, T. 16451679, paq. l, leg. 7..
67
CuadroN2
Valor dei suelo urbano y de a1gunos articulos comestibles
Guadalajara 1650
Mercancla
Azucar Mexicana
Azafrn
Chocolate
Cera de Castilla
Aceite
Arroz de Castilla
Lenteja
Garbanzo de Castilla
Vino de Castilla
Suelo Urbano
Unidad
libra
onza
libra
libra
arroba
libra
mud
mud
cuartillo
V'
Costo
3
10
1
1
10
4
10
6
3
10
tomines
reales
peso
peso
pesos
reales
reales
reales
tomines
pesos
68
s.
Para los espafioles que llevaron a cabo la conquista y para los primeros
colonizadores. el acceso al suelo urbano les representa beneficios concretos de dos clases: el puramente econ6mico. que se obtiene al recibir un
bien raiz con un valor mercanti! especffico. y el social que se adquiere al
poder avecindarse en la ciudad. 10 que proporciona atributos de
hidalgula"2
En su estudio sobre el siglo XVII. Calvo hace notar que. por SI sola, la
tierra vale poco, de tal forma que su valor 10 toma mucho mas de las
construcciones 0 inversiones suplementarias que se hagan sobre el\a. 4)
Apreciaci6n que, sin dejar de ser valida. deberfa ser matizada, pues si
bien el mercado de suelo, propiamente dicho, se desarrolla hasta mediados dei siglo XIX. una heterogeneidad clara existla desde antes en relaci6n al valor que el sueio tenla en diversas partes de la ciudad (vase el
Periodo II: "la Reforma.... valor antiguo y valor nuevo dei suelo urbano).
Adems de que existen bastantes antecedentes de ventas de lotes. casas
habitaci6n, huertas, etc., que se llevaron a cabo a s610 cincuenta 0 sesenta
afios de fundada la ciudad y existen tambin numerosos antecedentes de
pleitos sobre tierras. solares y casas a partir de esa misma fecha. Comportamientos, ambos. que ponen en evidencia que desde los primeros afios
de vida de la ciudad, se empieza a conformar un verdadero sistema de
propiedad urbana que. coma todo sistema de esa naturaleza. genera valores sociales y econ6micos dentro de un proyecto de acumulaci6n de propiedad privada.
El abandono de las mercedes gratuitas por las "mercedes vendidas". a
principios dei siglo XVII," corrobora esa dinamica de transformaci6n dei
42 Ana Valero de G., Solares y conquistadores, Op. Cit., p. 151.
43 El autor hace notar el bajo valor dei suelo, al referir que en los inventarios de 16221625, el valor intrfnseco de la tierra, propiedad de los tapatfos, no excedfa el de sus
esc1avos. Op. Cil., p. 299.
44 Como ya 10 seilalamos, las primeras mercedes eran gratuitas. La merced vendida mas
remota que se encontro data de 1603, es decir, a 61 aiios de fundada la ciudad; tal vez
69
valor deI sueIo y muestra que el Municipio -al igual que los habitantes-,
ha comprendido que por muy modesto que sea el crecimiento de la ciudad y por muy bajo que sea el valor de la tierra, ste debe ser tomado en
cuenta no s610 dentro de la poltica general de poblamiento sino tambin
dentro de las estrategias de urbanizaci6n. En ese sentido es particularmente interesante el que, en 1609, los regidores Diego de Porres y Melchor de Pinedo, se nieguen a vender un solar propiedad deI Municipio,
aduciendo que por estar Ha las espaldas destas casa de cabildo [es decir,
en el centro] cada ano valdra nuis el solar... [por 10 que] se podrian edificar algunas casas y tiendas que, por poco que fuere, seria de ms consideraci6n que 10 que se podria comprar... con 10 que da el dicho Diego de
ufiiga [el comprador]:s
Ahora bien, una vez reconocido ese valor mercanti!, vale la pena
situarlo en su real dimensi6n en relaci6n con el valor social 0 de estatus.
En Guadalajara, coma en varias otras ciudades hispanoamericanas,
muchos fueron los casos en que se lIegaba al extremo de hacer Iitigios
que costaban ms que la tierra que se peleaba.46 El ideal de ganar honra y
gloria se entremezclaba con el de la riqueza; es decir, un pensamiento
renacentista coexistfa, en cierta manera, con unD mercantilista. Sin
embargo, el concepto de riqueza estaba mucho ms pr6ximo a la idea de
ascenso social que de acumulaci6n en sentido estricto. La importancia
que tenia el suelo en ese entonces, respondfa perfectamente a ambos ideales; su posesi6n era sin6nimo de prestigio, respeto y mrito pero, sobretodo, de bonhomia.
Un solar, mas que un simple predio 0 una propiedad raiz, es un bien
que se asocia a la idea de permanecer 0 residir en un lugar; es decir, es un
estado 0 calidad social de vivir en domicilio conocido -en donde se puede
haya habido a1gunas antes, pero no 10 podemos asegurar. Los antecedentes de ventas de
solares entre particulares 0 al municipio son mas 0 menos de esa misma fecha. Veamos
un ejemplo: "Se ha entendido que Doi'la Petronila de Estrada, cuya es la dicha casa y
solar, la trata de vender en el estado en que esta.... (Actas de Cabildo, 18 de agosto de
1611, Op. Cir., p. 51). Nuestra postura es que el mercado de suelo se conforma en el
curso de la misma historia y no en un periodo determinado, como fue el movimiento
Iiberal; de tal forma que la diferenciaci6n de valores en la ciudad, la accesibilidad 0
inaccesibilidad a la tierra, los factores de valorizaci6n, como la localizaci6n y usos de
suelo, existen practicamente desde que nace la ciudad y evolucionan de acuerdo a las
diversas circunstancias hist6ricas y los patrones de urbanizaci6n.
45 Don D. de ui'liga, ofreca mil pesos en oro comun por el solar. Finalmente, el Cabildo
se 10 entreg6 en censo perpetuo y no en venta como l 10 pretenda. Actas de Cabildo,
Op. Cir., p. 54. Vase al respecto el Apartado Il: "Los sistemas de acceso al suelo y la
vivienda y el derecho de ocupaci6n".
46 Woodrow Borah. ElJuzgado General de [ndias, FCE, Mxico, 1985.
70
siempre localizar una persona y, por ende, confiar en ella. Ademas de ese
reconocimiento social, los poseedores de tierra en la ciudad adquieren
atributos de hidalgufa. El Derecho Real de Castilla e Indias consigna que
uno de los tipos de nobleza era precisamente la llamada solariega,47 es
decir, la que incluia coma nobles a los duefios de un solar con casa en l.
Nobleza por linaje que concedfa ciertos privilegios, distinciones y honores en atenci6n a los mritos que algunas personas, 0 sus ascendientes,
habian contraido con la sociedad. 48
El suelo de Guadalajara se impregna de esos valores y se convierte en
un bien a conservar, en un patrimonio que es necesario proteger de todo
tipo de contingencias. e incluso, de operaciones mercantiles que, independientemente de sus altas tasas de ganancia, pudieran poner en riesgo la
seguridad deI mismo. El suelo es, por mucho. mas un bien de uso que de
cambio; un objeto a acumular que garantiza seguridad (en trminos patrimoniales y de renta)49 a sus poseedores y no un objeto que genere una
acumulaci6n directa.
Los habitantes asi 10 perciben y ven en l un Jugar de residencia fijo.
un espacio en donde construir su casa habitaci6n para, en la medida de 10
posible. perpetuarse ahi.~o puesto que de esa manera perpetuan su condici6n de bonhomia.
47 Solariega: de linaje noble. se trataba de propietarios ya fuera de una casa, terrenos 0 bienes rusticos.
48 Ana Valero, Op. Cit., p. 152. Retomado de Las instituciones de derecho real de Ca!lilla
e ltUiias, UNAM, Mxico, 1982, p. 88. La autora senala que de acuerdo con el Diccionano Universal de la Lengua Castellana, Ciencias y Arles, publicado en Madrid en 1878
por Don Nicols M. Serrano, el solar era "el suelo de la casa anllgua de donde descienden los nobles", T. IX, p. 1349. El suelo es uno de los recursos que ullhza la Corona para
incentivar el poblamiento; adjudicando una calidad nobiliaria en el grado de "hijosdalgo
de solar conocido" sobre las tierras urbanas (Ley VI, Tftulo 6 dei Libro IV) y repartiendo
tierras de labor cercanas al poblado en peonias y caballerfas (Ley VI. Titulo 12, Llbro
VI). Ver Alvarez Lenzi Ricardo. "Las Leyes de Indias en la Urbanizaci6n de la Banda
Oriental" en Actas deI Seminario, La Ciudad lberoamericana, CEHOPU, Espafia, 1985.
49 Los testamentos son un instrumenta id6neo para analizar el sentido patrimonial que
poseian los bienes rafces. Veamos el extracto de uno de ellos: "Juana Ramirez... otorg6
testamento dejando como heredero unico y universal al Br. Castillo para que se apoderase de todos sus bienes y los redujese a reales para que puesto el principal de toda su
importancia sobre fincas seguras, gozase l solo el usufructo." (Archivo de Instrumentos PUblicos dei Estado. Notario M. de Mena, Libro 17, p. 156,7 de agosto de 1729, el
subrayado es nuestro).
50 Era mas 0 menos comun, en los siglos XVI y XVII, que los peticionarios de solares senalaran que, si se les concedia la merced, construirfan su casa-habitaci6n para perpetuarse
ahL Referirse por ejemplo al registro 1645-1679 dei Archivo Hist6rico Municipal, paq.
l, \eg. 2, 62 fs. De hecho no s610 el poseer el suelo, sino tambin el transmitirlo 0 heredarlo generacionalmente, obligaba a un reconocimiento social por la capacidad de haber
podido resistir a las "vicisitudes de la forluna"; reconocimiento que se adiciona al estatus
71
Sin tener un estudio que trate sobre el origen social de los 63 hombres
que fundaron la ciudad y los que se fueron avecindando despus, podemos imaginar que ellos respondian a las caracteristicas generales dei
grupo analizado por Boyd-Bowman: 11 muy pocos hijosdalgo y clase
media, y una gran mayorfa de segundones e hijos menores, que no tenfan
la posibilidad de herencia alguna en Espafia por el sistema de mayorazgo
que prevalecfa en ese pais. Para ellos, la tierra es un elemento que permite movilidad y ascenso social, acicate fundamental para la conquista y
para los primeros poblamientos.
De esa manera, los primeros habitantes de la ciudad van a asociar en
forma estrecha la propiedad territorial y la posici6n social; esta es, el concepto de solar con el de nobleza y el prestigio. Ese valor socio-cultural va
a provocar que, con los afios, la propiedad privada circule poco, debido a
que sus propietarios 0 poseedores no 10 desean. A ese comportamiento
individual va a agregarse un impedimento legal que resulta dei estatuto
jurfdico de la propiedad dei suelo que segrega dei sistema de propiedad
absoluta una parte significativa de la ciudad. 12 Probablemente hasta
mediados dei siglo XIX, solamente un tercio de la superficie peri-urbana
se encontraba disponible en el mercado (en ocasiones s610 parcialmente
en virtud dei valor socio-cultural que evocamos), el resto era un tipo de
propiedad cuyas posibilidades jurfdicas para comunicarla 0 transmitirla
eran muy restringidas 0 incluso inexistentes.
No s610 el estatuto jurfdico de la propiedad es, pues, bastante particular, sino tambin las formas de apropiaci6n y uso. El entendimiento de
este modela es capital para comprender los mecanismos de acceso a los
diversos tipos de suelo y a la vivienda. En los apartados siguientes intentareroos hacer una construcci6n tipol6gica de la propiedad rafz urbana en
los tres primeros siglos de la colonia, tomando en consideraci6n la conformaci6n territorial de la ciudad a la fundaci6n y los sistemas de acceso
al suelo que derivan de ella.
social que la posici6n original proporcion6. N6tese que la idea de acrecentar el patrimonio de los bienes rafces, contribuye a que los habitantes se fijen simultaneamente en un
espacio urbano especffico y en el tiempo.
51 Nos referimos al Indice Geobiognifico de mas de 56 mil pobladores de la Amrica Hispanica realizado por Boyd-Bowman, FeE, Mxico, 1985. Retomado por Ana Valero,
Op. Cil., p. 149.
52 Nos referimos al modelo de ordenamiento territorial que se compone de propiedad de
origen social, publico, comunitario, vase el Apartado 8.
72
73
Grafico 1
Modelo te6rico de organizacion dei espacio en las ciudades
hispanoamericanas
4 leguas de cuadro.
Territorio y Tnninos de la ciudad.
(Libro IV-Tftulo v-r..ey VI.
f*---f-Tierras de Propios.
:';--+--Dehesas
+++-H~'ffi---+-Ejido
Libro IV
Tftulo VII
Ley VII
cisamente solares). El anlisis de la ubicacion de los ejidos que se encontraban mas proximos al centro de la ciudad (vase el Piano l, de 1883,
Periodo III), nos permite suponer que en Guadalajara, este primer cuadrado se extendfa, poco mas 0 menos, cinco manzanas en las direcciones
norte, sur y poniente a partir de un punto central coma era San Agustfn, la
Plaza Mayor 0 Fundacional. ll La dimension ffsica de este espacio, conocido tambin como Fundo LegaL, era de aproximadamente 1,000 por 800
varas (835.9 por 668.7 metros).16 Area relativamente extensa en donde,
con los afios, se podrn edificar alrededor de 88 manzanas.
55 Es a panir de este perfmetro que empiezan a aparecer los exidos de la ciudad y no antes.
Recurdese que en el siglo XVI, la ciudad propiamente dicha, no continuaba al onente
por causa dei Rfo San Juan de Dios que la atravesaba de sur a none (cf. Piano 2). Sin
embargo, antes de Ilegar al no, se habfan construido tres manzanas en esa direcci6n; de
tal manera que, el cuadrado al que hacemos a1usi6n, se componfa de Il manzanas en el
eje none-sur y solo 8 en el contrario. El nucleo de los solares estaba determinado minuciosamente por el Tftulo 7 deI Libro IV de la Recopilaci6n de Leyes de Indias, particularmente por las Leyes l, VII YXVII. Vase Alvarez Lenn Ricardo. "Las Leyes de Indias
en la urbanizaci6n de la Banda Oriental", Op. Cil., p. 139 (y el esquema presentado en
el Grfico 1).
56 Superficie que nos parece adecuada si tomarnos en consideraci6n que el Decreto Real
dei 12 de julio de 1695, definfa que el Fundo Legal de los poblados indfgenas debfa
tener una dimensi6n ffsica igual a 600 varas.
74
75
Ahora bien, (,habia s610 dos formas jurfdicas de propiedad en este primer cuadrado? Es decir, (,Ia propiedad dei suelo se dividia en una forma
tan dicot6mica al principio deI perfodo colonial? Probablemente no.
Recordemos que el Municipio -en tanto que instancia gestora y propietaria de la tierra aun no repartida, esta es, aun no privatizada- podia entregar, bajo una figura jurfdica especial Hamada censo, un cierto numero de
lotes 0 predios a algunas familias por un plazo deterrninado que podia ser
por varios afios 0 incluso una, dos 0 tres vidas. Sin duda esto da lugar a
un tipo de propiedad intermedia (,0 en transici6n? que, a nuestro modo de
ver, no es -aun- propiedad de origen social 0 en todo casa destinada a ese
fin."' Se trataba, mas bien, de una modalidad jurfdica particular que provisionalmente Hamamos "propiedad municipal"; la cual, con el tiempo,
dara lugar a diversas formas de ocupaci6n y acceso al suelo; formas que
seran analizadas ulteriormente (vase el Apartado Il de este periodo: Los
sistemas de acceso al suelo).
Sin necesidad de que se trace un perfmetro infranqueable alrededor de
este primer cuadrado, las caracterfsticas mismas dei modelo urbano y las
restricciones de acceso a la propiedad marcan, de facto, una diferenciaci6n
entre la ciudad peninsular y el mundo indigena que se extiende alrededor. 62 Fuera de la cuadrfcula puede instalarse cualquier individuo independientemente de su etnia y clase social. El espacio "racional, geomtrico,
claro y puro", que resulta al interior de este cuadrado define, desde un
momento muy temprano, un concepto que, a nuestro juicio, es basico para
poder entender la manera coma las autoridades coloniales intervendran,
posteriormente, en ese mismo espacio en relaci6n a la cuesti6n habitaciona!. Nos referimos a la ciudad "existente" y a la "inexistente". Una ubicada dentro dei primer cuadrado, y por 10 mismo reconocida y lega!. Y otra,
en la periferia pr6xima, mas desconocida y negada que ilegalY
61 Segun los registros dei Cabildo, hasta 1640, el Municipio tenfa dados s610 10 escrituras
en censo a personas de recursos desahogados, quienes no utilizaban la propiedad necesariamente con fines habitacionales. El Cuadro N" 3, presenta los nombres, tftulos y las
sumas, que la mayordomfa de propios, recogfa de los censatarios.
62 Recurdese que desde la fundaci6n, Guadalajara estaba flanqueada por Ires comunidades indfgenas: al norte, un pueblo lIamado San Miguel de Mezquitn; al sur, San Juan
B. de Mexicaltzingo; y al oriente, San Sebastin de Analco. A principios dei siglo XVII,
la poblaci6n en los dos ultimos pueblos, era dos veces mas grande que en la capital.
63 T. Calvo hace notar que, debido a que un numero significativo de personas se instalaba
fuera de la ciudad y entonces fuera de lajusticia comun,la Audiencia decide suprimir el
corregimiento de Analco "para poner esa poblaci6n bajo la fmla de autoridades mas
severas". Op. Cil., p. 22. Un siglo despus, Flix M. Calleja, explica que muchos indios
y mulatos que hufan de las demas poblaciones, se refugiaban en esta capital porque aquf
no se cobraban tributos (c. Castaiieda, El Padron de 1791, Op. Cil., p. 46). No dudamos
que muchos de ellos se instalaran irregularmente en la periferia de la ciudad. Vase el
Apartado Il.4. de este Periodo y el 2 dei siguiente: "Los asentamientos irregulares".
76
Los Exidos
Eran los terrenos contiguos a la ciudad de propiedad colectiva, destinados
al uso comlin, que no fuera agricola. Su origen romano ager publicus y su
nombre derivan de la palabra latina exitus 0 salida. El objeto principal de
los exidos era el constituir reservas territoriales para la ciudad -para el
"aumento y extensi6n de las poblaciones", seglin seiialan varios documentos- permitiendo, entretanto, que se les utilizara coma un espacio de
recreaci6n, lugar para el pastoreo de ganado y para la descarga y limpieza
de las cosechas.64
Cuando en 1605, el bispo Mota y Escobar, se refiere a un cuadrado
que tiene once cal1es trazadas de norte a sur y diez de oriente a poniente;'
imaginamos que la mancha urbana de la ciudad comienza a extenderse
sobre los exidos, dejando en su interior grandes solares vacfos y enormes
huertas. De acuerdo a la herencia de Juan de Ledezma, protocolizada por el
notario Antonio de Ayala, en 1700, es decir un siglo despus, la ciudad alin
podfa expanderse sobre terrenos ejidales a una distancia de a1rededor de un
cuarto de legua de la periferia de ese entonces. 611 Esa referencia y el examen
de la ubicaci6n de los exidos privatizados durante la Reforma, nos permite
suponer que el segundo cuadrado se extendfa sobre una superficie de alrededor de 1,130 has. 0 620 manzanas; un rea muy extensa que probablemente hasta fines dei siglo XIX, termin6 por ser completamente ocupada.
En Guadalajara el exido fue utilizado tambin en otro tipo de actividades como el pastoreo, la explotaci6n de ciertos recursos naturales coma la
madera, el agua. etc., e incluso, en el cultivo domstico que estaba terminantemente prohibido por las disposiciones reales. El acaparamiento de
tierra no se limit6 al campo 0 a la ciudad propiamente dicha, es decir, al
primer cuadrado. La enorme distancia que separaba a la Corona de las
autoridades locales, di6 pie a que stas liltimas repartieran los exidos entre
un numero reducido de familias, ya sea dndolos en renta 0 entregndolos
en propiedad privada, para ser utilizados coma ranchos -faltando asf al
principio fundamental de conservarlos coma terrenos colectivos-. Las
causas que permitieron que se pudiera transformar el concepto dei exido
y, sobre todo. el impacto que este tipo de comportamiento tuvo, seran ana64 La Ordenanza 129 de las Leyes de Indias prescribfa: "Que los exidos sean en tan competente distancia, que si creciere la poblaci6n siempre quedare bastante espacio, para
que la gente se pueda recrear, y salir los ganados sin hacer daio."
65 Mota y Escobar, Op. Cir., p. 38.
66 .....posee... en los exidos de la ciudad dos cava/lerias de tierra que estan como se ba, para
el pueblo que fue de Juancathln.., junto a un serrito.., coma un cuarto de legua poco mas
o menos de esta dicha ciudad" (Archivo de Instrumentos Pblicos de Jalisco, A. de
Ayala, Vol. 5,1700, extracto dei acta).
77
Iizados en el Apartado 7: El rompimiento de la estructura juridico-territorial de la ciudad y su impacta en las formas de posesi6n deI suelo.
CuadroN3
Las escrituras de censos
Guadalajara 1640
Nombre dei Censatario
Martin Casillas
Fernando Costilla
Diego de Cueto Bustamante
Fco. Suarez Ibarra
Ier6nimo de Ortega
Diego de ZUiiiga
Ioseph Altamirano de Cast.
Sebastian Baez Iuan de A.
Ubicaci6n
centro (cabildo)
centro (cabildo)
Molinos
Estancia Borgofia
Convento Merced
Las dehesas
Eran terrenos de matorrales y pastos naturales destinados al pastoreo
y guarda comun de ganados. Segun Ordenazas Reales, en las dehesas se
podia tambin cultivar, si habia el espacio suficiente para ello. El Articu10 130 prescribfa:
Habiendo seilalado competente cantidad de tierra para exido de la poblaci6n y su crecimiento, en conformidad de 10 provefdo, seilalen los que tuvieren facultad para hacer el
descubrimiento y nueva poblaci6n, dehesas, que confinen con los exidos en que pastar
los bueyes de labor, caballos, y ganados de la camicerfa, y para el numero ordinario de
los oteos ganados, que los pobladores por ordenanza han de tener... y 10 restante en tiecras de labor. de que hagan sueTtes. y sean tantas como los solares que hay en la
poblaci6n.
78
AI igual que los exidos y las dehesas, se trata de terrenos para el uso y
bien comun. Los trminos, que delimitan una jurisdicci6n territorial, permiten la aparici6n de una economia de subsistencia y sirven de apoyo a la
poblaci6n asentada en el nucleo urbano. En Guadalajara no se encontraron antecedentes de la existencia, forrnal 0 juridica, de estos dos ultimos
cuadrados cuya disposici6n te6rica se aprecia bien en el Grfico 1. Segun
ordenanzas, los trminos debian extenderse "quatro leguas en quadra";o,
descripci6n que se ajusta bien a varios documentos de la Real Audiencia,
que sefialan la existencia de un distrito de cuatro 0 cinco leguas a la
redonda, de la capital dei reino que se encontraba bajo el control de esa
misma instituci6n.
Los propios, por su parte, eran terrenos que debian administrarse por
el gobiemo municipal a fin de poder costear determinados gastos; la Ley
de Indias precisaba al respecto:
... de estas tierras hagan los Virreyes separar las que pareciere convenientes para propios de los pueblos, que no los tuvieren, de que se ayude 'a la paga de salarios de los
Corregidores...'"
79
80
dehesas), pone de manifiesto que el sistema de repartimiento de la propiedad urbana y rural habia derivado, desde hacia muchos afios, a una red de
favoritismos y ventajas a sectores muy reducidos de la sociedad. En su
acusaci6n, ViIIaurrutia sefiala que mientras no se recuperen los exidos
que, conforme a la ley deberia tener la ciudad, es necesario tratar con
a1gun hacendero de las inmediaciones para que le venda 0 rente un rancho "capaz de sufrir y mantener el pie de ganado necesario para el sostenimiento de un mercado y de donde pueda traerse con comodidad a esta
ciudad".71
La queja es clara y significativa: la autoridad municipal dispuso de las
tierras de uso comun que, en principio, debia conservar para el bien de la
comunidad, dndoselas a particulares (hacendatarios y rancheros principalmente)73 para que, en 10 sucesivo, las trabajaran en forma privada. El
sistema de intereses que se utiliz6 en el repartimiento de la propiedad
raiz, en el curso de los primeros siglos, termina por manifestarse en el
siglo XVIII, cuando la ciudad lIega a los limites de la propiedad colectiva;
en consecuencia, individuos como ViIIauITUtia, tienen que solicitar a los
hacendatarios y rancheros que ocupan esas propiedades, les autoricen la
utilizaci6n de una parte de ellas, con un pago de renta muy superior a la
pensi6n que hubiera demandado el Municipio, con el riesgo adicional de
que su demanda fuera denegada.
Como 10 hemos visto, las presiones para privatizar la propiedad co1ectiva remontan hasta la misma fundaci6n de la ciudad; desde entonces, se
\ibra un combate por "recuperar" los exidos con la esperanza de poder
expander hasta ahi los grandes dominios privados. Ahora bien, no son
siempre los funcionarios municipales quienes disponen de la propiedad
urbana, recurdese los conflictos que en el siglo XVI, \ibraron esa corporaci6n y la Audiencia, por tener el derecho a repartir el suelo; conflictos
que si bien se solucionaron a favor deI Municipio, no impidieron que
aquella instituci6n entregara grandes porciones de tierra a particulares (ya
sea amigos, parientes, etc.), sin que el Municipio 10 advirtiera. La venta
que hizo el Superior Gobiemo y Real Audiencia, a Luiz de Campos,
Teniente Alguacil Mayor, es un caso, entre muchos otros, que i1ustra bien
ese tipo de prcticas; en 1641, esa instituci6n le cedi6 una casa Hamada
de "La Palma", tres suertes de huertas y dos cavalierias de tierras -es
72 Archivo Hist6rico Municipal, sin numero, 28 de marzo de 1791.
73 El Rancho es el m$ pequei'io de los tipos de propiedad rural, con alrededor de 100 hectMeas, normalmente trabajadas por sus poseedores y familiares. Las Haciendas. por su
parte, son los m$ grandes dominios de propiedad privada, originalmente entregados a
los conquistadores y sus descendientes.
81
decir, una rea equivalente a 12614 manzanas dentro de la ciudad-, localizadas en los exidos. En 1813, los descendientes 74 de los propietarios de
esos terrenos, mandan "reconocer las tierras y solares que por derecho
[les] pertenecen... , [y] encuentran que esos solares ... los han estado
cobrando algunos afios h de cuenta de la ciudad". Lo que significa que el
fondo de propios consider6. durante 172 afios, que esos terrenos eran de
su propiedad. de ahf que los diera en arrendamiento a particulares.
Casos como se, propician que se pierda la posibilidad de darle un
uso colectivo al suelo que rodea a la ciudad, a pesar de que ese espacio
era un elemento fundamental de su estructura de crecimiento, de la polftica de poblamiento local y un sustento de la economfa urbana. Los efectos, en el tema que nos ocupa. son de varios ordenes:
a. el aprovechamiento exclusivo de los terrenos que "envuelven" al
n6c1eo urbano, impide que todos los habitantes que 10 deseen, puedan
salir a pastar sus ganados. Iimpiar sus cosechas, cultivar la tierra, esto es:
desarrollar todas las actividades que prescribfan las ordenanzas reales,
dada la carestfa de tierra "para todos";
b. la privatizaci6n tan temprana de grandes porciones de exidos y
dehesas. provoca una restructuraci6n deI esquema de ordenamiento territorial, ocasionando que la propiedad colectiva deja de aparecer como un
vfnculo entre la ciudad y la regi6n;
c. el acaparamiento de los terrenos que comprendfan el tercer y cuarto
cuadrado (exidos y dehesas. vase el Grfico 1), impide que el Municipio
conserve su capacidad de controlar el crecimiento ffsico de la ciudad;
cuando la ciudad llegue a esos lfmites, en la transici6n de los siglos XIX y
XX. van a aparecer nuevos agentes promotores y urbanizadores, de ellos
nos ocuparemos en el periodo III;
d. al no poder dotar de terrenos de uso com6n a los habitantes, el
Municipio adopta otra polftica; asigna solares urbanos como si fueran
exidos, con la esperanza de que stos sean utilizados como lugares de
habitaci6n y de producci6n agricola intra-urbana.
74 De los herederos de Luiz de Campos, la propiedad pas6 a Don Juan Santiago de Le6n
Garabito en 1694. quien la don6 el mismo alIo a la Congregaci6n de los Padres de Oblatos
para la erecci6n de un SanlUario a la Seilora de la Soledad. Al no realizarse ese santuario.
el predio se vendi6 al Padre Juan Gonz41ez de Villaverde en 1703. y por sus herederos.
pas6 a la seilora Rosa Casillas y Cabrera par los alios de 1707, en quien par6 ese dominio
y la posesi6n (Archivo Hist6rico Municipal. T.2.3. 1741-1815, paq. 30, leg. 7.44 fs.). La
trayectoria de esta propiedad es importante. en la medida en que ella muestra c6mo,
muchos de los bienes, pasaban a poder de la Iglesia (vase el Apartado 10). El ultimo de
los propietarios. es quien ms tarde, realizar varias ventas de terrenos sin tltulos de propiedad. Referirse al punto: Do/Ia Rosa Casillas y Cabrera, una promolOra i1egal en el siglo
XVIII (Apartado 11.4).
82
83
8.
84
85
i. La propiedad comunal
Cuadro N4
La propiedad deI suelo urbano en los siglos XVI al XVUI
Tipa de propiedad
Comunal
Colectiva
PUblica
Municipal
Social
Privada
Ubicaci6n
Comunidades indgenas Pueblo de Mezquitn
Exidos, denesas, propios. Guad. Mezquitn,Analco
y Mexical.
Guad. Mezquitn,Analco
calles y plazas
y Mexical.
Guadalajara
Solares y Exidos
Guad. Mezquitn,Analco
Propiedad 2 y 4
y Mexical.
Guad. Mezquillin,Analco
SoJares y Exidos
y Mexical.
Areade Cd *%
12-15
30-35
30
80 Cymet, David. From Ejido to Metropolis, American University Study, New York, 1993,
p.102.
81 No se hace pues referencia a la propiedad comunal en senlido estricto, esta es, aqulla
que es "comun 0 de todos". Vase al respecto: "la propiedad colectiva".
86
87
88
de suelo que signific6 que, en uri momento dado, estos ultimos perdieran
su carcter de tierra de origen socIal 0 colectivo.Mh
v. La propiedild social
En realidad no estamos seguros que se trate de un tipo especlfico de propiedad. Desde nuestro punto de vista, 10 social hace referencia a dos
acepciones diferentes. Una referida al estatuto juridico en SI y la otra a la
forma de ocupaci6n. En la primera acepci6n, sin perjuicio de ser contradictorios con 10 que comentamos en relaci6n a los solares (Apartado 6),
el caracter social estaria dado por el hecho de que se trata de un espacio
de uso comun que, adems de asegurar beneficios a todos los habitantes 0
a un sector mayoritario de la poblaci6n, favorece un proceso de socializaci6n (seria el caso, por ejemplo, con los terrenos colectivos). En la segunda acepci6n, el carcter social se a1canzaria a travs dei acceso a un cierto
tipo de suelo destinado a familias de ingresos limitados, gracias a un
mecanismo legal particular (seria el caso, par ejemplo, con los terrenos
municipales dados en censo enfitutico).
En ese sentido, podemos concluir que no existi6 un espacio especffico
de propiedad social y SI una voluntad institucional (ya sea de la Corona 0
dei gobiemo local), por preservar tierra con fines sociales. Voluntad que
se inscribe en una forma de poiftica social; de tal suerte que, el suelo, se
convirti6 en un soporte de algo que genricamente denominamos tierra
de caracter social.
89
La verdad es que, mas que privar a los particulares deI uso de sus bienes rakes, las leyes divinas y humanas limitaban las facultades deI
duefio; esta es, a la individualidad deI derecho romano se le introduce una
funci6n social que, sin dejar de reconocer el legitimo beneficio particular,
concede ciertas ventajas para la colectividad. El dominio no es, entonces,
un derecho arbitrario y sin restricciones, sino una facultad condicionada
por los intereses de la Corona y por el bienestar de la comunidad. Como
principal garante de ese bienestar, el Municipio constrifie a los habitantes
90
a aceptar ciertas obligaciones coma el mantenimiento deI predio y la conservaci6n general de la ciudad,91 en reciprocidad a los favores recibidos
directamente por el1a 0 por el poder real (favores entre los cuales, figura
como uno de los mas importantes, sin duda alguna, la concesi6n de la
misma propiedad privada).
Es dentro dei espacio de derecho urbano que puede localizarse la propiedad privada; es decir, al interior de la escala territorial que demarca el
perfmetro de urbanizaci6n de la ciudad (los solares y los exidos, una vez
que estos ultimos habian sido repartidos), mientras que la parte restante
deI modelo de ordenamiento, 10 que denominamos "ciudad-campo"
(dehesas, propios y trminos), se concibe coma un espacio colectivo destinado al uso y bien comun.
9.
En forma general, la propiedad privada asume dos grandes c1ases 0 formas, segun el tratamiento que le dan los particulares: una de el1as se
refiere a un uso "c1asico" 0 convencional, un individuo que puede comprarla, venderla, disponer de el1a; y la otra, un uso mas singular, autoriza
a personas 0 instituciones, a acaparar una propiedad 0 a vincularla, es
decir, "retirarla de circulaci6n".
La primera de estas formas, permiti6 que la propiedad privada pasara
a manos de peninsulares 0 de indigenas;92 y la segunda, facilit6 que la
propiedad pudiera acumularse por particulares o/y por instituciones. A
continuaci6n presentamos los diversos mecanismos de ocupaci6n de
suelo y los derechos de los ocupantes, en funci6n de los diversos rgimenes de propiedad privada.
A. La propiedad privada indigena
91
92
93
94
95
Con el objeto de darle la extension que no tiene esta casa tan util e interesante a la Religion y a la Sociedad... esta Novilisima ciudad.... no puede negar a un Colegio tan
necesario para la ensei'ianza de la juventud el terreno que necesita para su extension. ""
103 Probablemente. una de las donaciones mas importantes. sea la que el Ayuntamiento
hizo en 1713 y 1735. al Hospital de Beln. en la lIamada Convalescencia. Un cuadrilongo que se componfa de 9 manzanas.
104 Archivo Historico Municipal, Hacienda. avaluo de propiedades, paq. 18, leg. 41, 4 fs.
20 de marzo de 1797.
96
Fue a partir dei segundo tercio dei siglo XIX, que solicitudes coma
esa, empezaron a ser negadas por el Municipio. No obstante, en el curso
de los siglos precedentes el "derecho de conquista" constituy6 un mecanismo importante para apropiarse de terrenos urbanos libres.
b) Donaciones y herencias de particulares. Se trata principalmente de
obras pfas, terrenos y casas que particulares -en raz6n de sus creencias y
espfritu devoto-, donan 0 heredan a la Iglesia, esperando un servicio religioso 0 una retribuci6n trascendental a travs de su mediaci6n. Un buen
ejemplo, 10 constituye la compra que Maria Sebastiana B., hace al Conventa de la Merced, de un solar para edificar una casa en l para dos
exp6sitas de ella. La compradora declara que "despus de sus dfas. deja
dicha casa al Convento para 9 misas rezadas en la novena de Nuestro
Patr6n San Ram6n, serm6n y misa cantada el dfa dei santo" .IO~ A 10 largo
de su historia, la Iglesia obtuvo, y sigue obteniendo, numerosas propiedades rafces a travs de este mecanismo.
c) Dotes de los religiosos. Es la congrua 0 patrimonio que entrega al
convento la que entra a monja. Como 10 sefiala T. Calvo, pocas eran las
familias que no contaran con una hija en alguna de esas casas, de tal
forma que las dotes que se recibfan eran importantes; sin duda alguna, la
congregaci6n mas reconocida era Santa Maria de Gracia; a ella acudfan
los miembros de las familias mas acaudaladas. En 1683, el presbftero
Don Pedro Vidarte y Pardo, otorg6 a esa orden, ocho censos por concepto
de renta a favor de sus hermanas religiosas por un valor de 42,000 pesos
(el equivalente en ese entonces a mas de 1,500 lotes de tamafio medio 0
190 casas de tres recmaras). Cantidad que signific6 el 93% dei monto
total que el mismo convento percibfa por los censos que tenfa dados a
particulares, y el 21 % en relaci6n a todas las corporaciones eclesiasticas.
Este ejemplo, sin duda alguna excepcional, ilustra bien sin embargo, el
potencial que la entrega de dotes tenfa coma un mecanismo para que la
Iglesia pudiera acumular bienes y riqueza.
d) Fundaci6n de Capellanfas. Se refiere a los bienes inmuebles que
quedan sujetos al cumplimiento de misas y otras cargas pfas, por la
voluntad de particulares poseedores de dichos bienes. En cierta forma, se
trata de una donaci6n condicionada. Un casa concreto, 10 constituye el
testamento de Juan Ordofiez de Jaltenango quien dispuso. en 1720. que el
sitio nombrado de Navarro "se impusiera con el principal de 1,000 pesos
105 Archivo de Instrumentos PUblicos deI Estado. Notario BIas de Silva, Libro 2, p. 73,
1749. Los mismos clrigos podfan donar sus propiedades particulares a sus congrega-
ciones u olras instituciones religiosas; ese rue el caso, por ejemplo, con el Obispo Juan
de Lzar Santiago, quien hizo donaci6n de un solar, Ires suertes de huerta y una casa
vieja y cafda, lIamada la Palma, a la congregaci6n Domiciliaria de Oblatos en 1694,
segun 10 asienta el notario Juan R. de Macusso (Archivo de Instrumentos Pt1blicos dei
Estado, Vol. l, 170l, r. 26).
97
98
ii
iii
iv
vi
Los bienes con tOOo 10 que les pertenece quedan especialmente hipotecados a la paga dei principal y sus rditos y no los ha de poder vender hasta que sea redimido el censo. Este no pOOr venderse, dividirse
ni partir entre herederos, la Iglesia, el monasterio u otras personas
prohibidas por derecho, excepto a las que fueran legas, lIanas y abonadas y de quien se cobre dicho rdito puntualmente.
Si el deudor, sus herederos y sucesores estuviesen dos afios continuos
sin pagar los rditos de la deuda, los bienes deben venderse para su
paga, dejando a la voluntad dei acreedor [convento, orden] su ejecuci6n coma le pareciere.
Que Iodas las veces que los bienes pasen a nuevo poseedor con cualquier tflulo, estos han de ser obligados a reconocer al acreedor por
duefio y sefior dei censo y obligarse luego a la paga de su rdito dndole las escrituras para su resguardo.
Cuando el deudor haga exhibici6n real y pague la deuda con el rdito
corrido hasta aquel dfa, el acreedor ha de ser obligado a recibirlos y
otorgar escritura de redenci6n luego que sea requerido. Si no 10 hiciere se puede cumplir con la exhibici6n ante la Real Justicia u olros jueces que sean competentes cuyo testimonio les sirva por tftulo.
El deudor se desapOOera, desiste y aparta dei derecho de propiedad,
posesi6n, sefiono y otros que ha tenido sobre los bienes en cuanto al
valor de la deuda y su rdito y todo ello 10 cede, renuncia y transfiere
al acreedor.
Si por cualquier caso, pensado 0 no pensado, de agua, fuego, u otro
cualquiera que suceda, aunque no se haya visto, dichas casas 0 parte
de ellas, se perdiesen 0 destruyesen, no por eso ha de pedir descuento
ni rebaja de dicho censo, antes 10 pagara por entero y se le ha de
poder obligar a que haga nuevas hipotecas denlro dei trmino que se
le asignare.
99
den mas ampliamente los prstamos, eran aqullas allegadas a las fuentes
constantes de dinero fresco: el capftulo, los conventos de mujeres y las
capellanfas. 109 El censo y la adquisici6n de propiedades rafces, les representaba un medio eficaz para invertir el capital excedente sin mantenerlo
ocioso; de tal forma que, de cada 10 censos, 3.1 se concedfan en el sena
de esas instituciones y 7.4 por el total de las corporaciones eclesiasticas; el
resta (2.6), eran operaciones entre particulares. Segun el mismo autor, los
bienes hipotecados dentro de la ciudad (casas y tiendas principalmente), se
gravaban en promedio con un capital que iba de 700 a 900 pesos. Sobre
las casas que se encontraban en esas condiciones, y que fucron vendidas
entre 1635 y 1698 (70 ventas), casi el 60% deI valor de la superficie construida estaba hipotecado a largo plazo. La Iglesia, camo instituci6n, concluye Calvo, detenta el 53% deI capital inmobiliario de Guadalajara; porcentaje que aumentarfa a las dos terceras partes de 10 edificado, si se le
afiade la parte de los eclesisticos y las casas que son directamente de su
propiedad. Una importante aseveraci6n, sobre la cual, el investigador
desafortunadamente no aporta datos que muestren coma lleg6 a ella.
Como quiera que sea, la capacidad de acumulaci6n de la Iglesia es evidente. No eran pocas las ocasiones en que las deudas no se pagaban: ya
fuera que la operaci6n mercantil que se pensaba lIevar a cabo no resultara,
que las ganancias fueran menores a 10 estimado 0 simplemente que se presentara aigu na contingencia, el deudor, de motu propio, podfa ceder la
propiedad hipotecada llO 0 la Iglesia recuperarla sirvindose de los medios
legales, morales y econ6micos que estaban a su alcance. El discurso de
espiritualidad, amor al pr6jimo y ayuda a los necesitados, queda en entredicho con ese tipo de acciones y practicas que no dudan en aplicar medidas extremas, coma la expulsi6n e incluso detenci6n de los ocupantes que
tienen retrasos significativos en sus pagos. El oficio que en 1728 envi6
Antonio de Pedreras Canto, en nombre deI convento de Santa Maria de
Gracia, a la Real Audiencia, ilustra bien el rigor con que la Iglesia hacfa
cumplir las obligaciones que particulares habfan contrafdo con ella
Se ha de servir vuestra seftoria de mandar que se aprehenda su persona y se le embarguen todos y qualesquier bien que dentro de dicha casa tenga los que se saquen a la
100
a1moneda y se haga traerse y remate de ellos... asf mismo se de providencia para que el
susodicho deje dicha casa libre y desembarazada para que dlcho convento pueda passar
a arrendarla.'"
102
podfan resolver, de una forma u otra, sus problemas habitacionales. Amilisis que nos parece plausible, sobre todo, si tomamos en cuenta que,
hasta el siglo XVII, el acceso al suelo estaba muy poco monetarizado;
adems de que el parque de vivienda tenfa tendencia a depreciarse 0 en
todo casa a valorizarse muy poco. Factores que probablemente permitieron que, en esa poca, se dieran las condiciones hist6ricas necesarias para
que sectores amplios de la sociedad pudieran adquirir u ocupar terrenos y
casas habitaci6n.
Ahora bien, la ineficiencia deI mercado, atribufda entre otros aspectos
a un dficit de habitantes demandantes de vivienda, no significa que la
poblaci6n estuviera resolviendo, por canales "tradicionales" 0 convencionales, su problema de habitaci6n; significa, mas bien, que el mercado se
estaba especializando en un tipo de demanda y que sta se estaba diversificando. Las caracterfsticas de una poca, hacen que un fen6meno, mas 0
menos similar, tenga un origen -y efectos- diferentes. Un siglo despus,
el mercado sigue igual, 0 probablemente mas ineficiente; el padr6n que se
levanta en 1791, por encargo deI Conde de Revillagigedo, registra 981
casas vacfas 0 sin gente de un total de 4,488 casas. III Es decir, casi el
veinte por ciento deI parque de vivienda esta desocupado, mientras que,
simultaneamente, habitantes pobres saturan las vecindades y pueblan irregularmente la periferia. A diferencia dei siglo precedente, el XVIII es testigo de una polarizaci6n creciente de la sociedad, desde el punto de vista
social y econ6mico. Mayores sectores de la poblaci6n quedan fuera dei
mercado de vivienda y suelo; por mucho que se deprecie el valor de los
bienes rafces, su capacidad de compra les impide acceder a ellos. En consecuencia, el mercado tiende a diversificarse y las formas de producci6n
y consumo a segmentarse.
A continuaci6n nos ocuparemos dei analisis de esas formas, con la
esperanza de poder trazar las caracterfsticas generales de su origen y evoluci6n desde la fundaci6n hasta principios dei siglo XVIII. Un periodo en
el que inventariamos cuatro grandes modalidades de ocupaci6n de suelo y
vivienda: la propiedad plena, el arrendamiento, la renta y la ocupaci6n
irregular. Evidentemente cada una de ellas tuvo, en diferentes momentos,
su importancia relativa y su impacto particular en las condiciones habitacionales de los tapatfos.ll'
115 Castaiieda c., Op. Cil., p. 48.
116 En el Cuadro N 5, presentamos sus caracterfsticas principales, poniendo el acento en
la tercera de ellas: la renta, ya sea a corto 0 largo plazo, que es la mas importante de las
cuatro, tanto en 10 que respecta a las modalidades de ocupacin, como a las formas de
habitat propiamente dichas.
Perfodo 1.
A. La propiedad plena
AI inicio de la conquista, la mayorfa de los habitantes accede a la propiedad plena -tanto dei suelo coma de la finca que construira con los afiosprincipalmente a travs de tres medios: i) la compra directa al Cabildo via
las mercedes; de ella nos hemos ocupado extensamente ifneas arriba; ii)
la compra-venta entre particulares, una vez que este tipo de prcticas se
generalice a fines dei siglo XVI; y, iii) las donaciones y herencias tambin
entre particulares. Ulteriormente, se podra adquirir la propiedad municipal dada en censo 0 renta (cf. punto 3) cuando, par alguna razon, sus
poseedores originales pierdan el derecho de posesi6n. Este tipo de operaciones se hacen a travs de la venta en publica a1moneda una vez que el
Cabildo haya hecho los "pregones de derecho".117 Mecanismo que fue
poco utilizado, a pesar de que los propios tenfan la facultad de vender
suelo, sin que hubiera una solicitud de merced de por medio.
Invariablemente, el habitante accede a suelo y segun sus posibilidades
y capacidades construye posteriormente su casa. El proceso de auto-producci6n -asistido 0 no-, no ha sido objeto de estudios particulares. AIgunos trabajos que se han referido tangencialmente a este tema, resultan
contradictorios, asi por ejemplo, S. AIcntara estima en su articulo: "El
edn novogalaico: la calidad de vida en la etnohistoria de Guadalajara",
que la facilidad para hacer el material de construcci6n (adobe) y la simpleza dei sistema constructivo, permitian que todas las familias (173 en
ese ano), incIuso las de las comunidades indfgenas vecinas, pudieran
tener su vivienda propia" .118 Por otro lado, T. Calvo considera que "para
los particulares era muy diffcil hacer que sus viviendas se erigieran sobre
el suelo por faita de indios de repartimiento que hicieran el trabajo".119 Sin
duda alguna, los espafioles no construian ellos mismos, pues coma senala
Mota y Escobar en 1606, habia "mas servidores que servidos": 120 500
mulatos y negros esclavos y otros libres para 500 espafioles en total; es
decir, mana de obra abundante y barata para hacer erigir sin mucho problema una casa habitacion. La posibilidad de tener "un fondo propio para
117 Los pregones se hacian en un trmino de 9 0 30 dias, segun dispusiera el Cabildo. El
derecho al censo 0 pensi6n, por 10 general, se perdia por muerte sin que hubiera algun
familiar que deseara continuarlo.
118 Alcantara Sergio, Op. Cit., p. 27.
119 Calvo T., Op. Cit., p. 329.
120 Chavez H., Op. Cl/., p. 123.
104
construir una casa propia", no ira creciendo con los afios; las otras formas
de ocupaci6n vendran a tomar su lugar paulatinamente.
B. El arrendamiento
Se trataba de un mecanismo que permitia adquirir, por un precio estipulado, el aprovechamiento temporal de suelo -dentro 0 fuera de la ciudadsin que se pudiera construir en l. Terrenos que se destinaban ya sea al
cultivo, huertas, lavaderos 0 banos publicos, se entregaban en arriendo
por el Municipio, propietaria deI suelo, con contratos cortos que por 10
general no rebasaban cinco afios y excepcionalmente diez. En tanto que
figura juridica, el arrendamiento se diferenciaba de la renta por cuatro
aspectos principales: el uso se restringfa a ciertas actividades, los propietarios no eran particulares, los bienes inmuebles no se concebfan coma
espacios para la habitaci6n, e invariablemente, se trataba de predios sin
edificar y no de fincas. El pago era anual, y por concepto de renta con un
monto superior al 5% deI valor deI bien, puesto que el suelo se destinaba
a fines productivos. El concepto renta se prestaba a confusiones y hacfa
que el trmino arrendamiento se utilizara indistintamente coma alquiler,
renta 0 locaci6n. Nuestro inters por separarlos, no es con el objeto de
introducir una sutileza juridico-conceptual, sino con la prop6sito de diferenciar los estatutos juridicos y los usos deI suelo que coexistfan en Guadalajara en ese entonces.
CuadroN 5
Los sistemas de acceso al suelo y la vivienda. (Guadalajara siglos XVI-XVIII)
Forma de ocupaci6n
dei suelo
A) Propiedad plena
B) Arrendarniento
Mecanismo
de acceso
C) Renta
b. Propiedad eclesisIica
C.2) Renta a corto plazo
D) Ocupaci6n Irregular
Casas y vecindades.
Composici6n: Eduardo L6pez. 1994.
XVII
XVIII
Tipo de
producto
Tipode
propiedad
SUELO
PRIVADA
SUELO
MUNICIPAL
SUELO
MUNICIPAL
CASAS YVEC.*
CASAS YVEC.*
CLERO
PRIVADA
SUELO
MUNICIPAL
106
dad, pagando en ambos casos, una renta que equivalfa al 5% deI valor deI
inmueble.
Evidentemente, el pago deI censo -segun se tratara de un lote vacfo 0
de una casa- variaba bastante en una relaci6n que, en promedio, era de
unD a diez 0 de unD a doce. Asf por ejemplo, mientras que una casa, propiedad de la Iglesia, situada cerca de Capuchinas, reportaba 3 pesos por
mes en 1790, un lote municipal en el mismo barrio, producfa una renta
similar pero por afio. 12I La pensi6n era fija y no tomaba en cuenta el uso
dei lote 0 las condiciones econ6micas generales. El Ayuntamiento y la
Iglesia, en tanto que propietarios, percibfan una renta con caracter perpetuo; en otros trminos, las condiciones de la escritura dei censo no sefialaban una fecha lfmite que pusiera fin al contrato. En ese sentido, la posesi6n era tambin perpetua y no Iimitada en el tiempo (no se trataba de un
contrato a un trmino largo, coma 99 afios).
A diferencia de algunos pafses europeos, el duefio de la renta no podfa
ser un particular. La tierra pertenecfa a esas dos corporaciones. quienes
nc tenfan el derecho de venderla a un individuo convirtindolo en rentista. Se trataba de bienes corporativos inalienables que, cuando eran transmitidos en propiedad privada, dejaban de percibir una renta, perdindose
automaticamente la figura dei censo. En funci6n de la propiedad, el censo
podfa tener varias modalidades 0 tipos de ocupaci6n coma 10 veremos a
continuaci6n.
El censo en la propiedad municipal
108
mientras no redimiere diclw capital. Y para el mayor seguro y paga hipoteca especial
y seiia/adamente el diclw solar y casas (Archivo de Instrumentos PUblicos dei Estado.
Notario Macusso, Vol. 2, 10, 10, 1704. El subrayado es nuestro).
110
Ademas de dotar de vivienda a familias econ6micamente desprotegidas, "Las Cuadritas" permiten el sostenimiento deI templo deI Santuario l3l y el desarrolIo deI barrio con el mismo nombre. 132 En trminos conceptuales, el proyecto se adelanta al desarrollo de las colonias
residenciales, en tanto que una operaci6n urbana planificada; sin embargo, difiere sustancialmente de ellas, por el hecho de que las rentas que se
perciben no hacen parte de un proyecto de acumulaci6n de caracter capitalista (cf. Periodo III).
En efecto, coma 10 reconoce el propio c1ero, no s610 los productos de
"Las Cuadritas", sino la totalidad de las rentas que se generan, principalmente por viviendas de tipo medio, se utilizan para sostener a las instituciones de asistencia social, educaci6n y salud publica, as! coma para
afrontar los gastos de las diferentes ordenes religiosas; los recursos son
tambin reinvertidos en la edificaci6n de nuevos edificios asistenciales,
casas 0 vecindades. Se trata pues, de capitales inmobiliarios patrimoniales que se van acaparando progresivamente dentro de un proceso hist6rico de acumulaci6n, que no concibe -aun- al arrendamiento, coma una
inversi6n de capital con el objeto de reproducir mas capital.
No obstante, en tanto que un mecanismo, la renta establece las condiciones para una acumulaci6n capitalista futura. El plan para reedificar las
casas de la Catedral, propuesto en 1778 por el maestro mayor de arquitectura Don 1. Manuel Ximenez, testimonia que se evoluciona en esa direcci6n:
Parece 10 mejor agregar a las accesorias contiguas, casas allas que se extiendan sobre
cocheras y caballerizas ... 10 que resta dei plan me parece 10 mas adecuado, conforme a
la utilidad de la iglesia [yI con comodidad de los inquilinos, pues en la experiencia el
mas acomodado esparcimiento y colocaci6n de oficinas con la praporci6n que deben de
tener... el conveniente adorno y la mas saludable distribuci6n de luces y vientos, circunstancias todas que asf como hacen mas valiosa la fabrica, y apetecible la habitaci6n,
preparan mayor utilidad en sus arrendamientos ... para una fabrica que ha de ocupar la
principal situaci6n de este lugar. '"
131 Entre las 158 fincas "una de las casas fue construida para habilaci6n dei parroco, olra
para que viviera en ella el sacristan, y algunas olras, para que hicieran usa de ellas los
minislrOs dei Sanluario. Davila Garibi 1. Apuntes para la Historia de la 19lesia en Guadalajara. T. 3 (II), p. 943. El mismo documenlo seilala, que con el pago de las rentas,
se subvenfa a los gastos dei templo.
132 Las "Cuadritas" pueden considerarse como el primer ensanche que tuvo la cuadrfcula;
recurdese que la orilla norle era la mas pr6xima al centra de la ciudad. Con ellas se
inicia la urbanizaci6n de esa zona y el nacimienlo de un barrio.
133 Biblioteca PUblica dei Estado, Archivo de la Real Audiencia, 85-4-943, Guadalajara
1778 (el subrayado es nuestro).
III
112
Piano 2
Las cuadritas, vivienda comunitaria dei c1ero
Planta arquitectonica
--
PLANTA GENERAL
~
-n
! f;t
o ~0 ~
aODDDI?
Wi _
.~~~ j
D~ l-JuU~L-l ~-----..------,r-~-'
~'~
~ ~ ~
,-:r"-li-1~ ,L.-----"I
~w.lW1Hm~ ~D ~ 0
9000D ~O
OOjgdDDOmO
OOCJDDDD
C dt AIoaIo
c:==:::J.
~DDDDODD~
oDD 0 0 (] 0 D['][]
u
c.~
CROQUISK
114
A finales deI siglo XVIII, se empiezan a adaptar viviendas unifamiliares coma viviendas comunitarias, por medio de la construccion de un
cierto numero de casas junto a la principal. Practica que conduce a redensificar las zonas centrales y a concentrar los habitantes arrendatarios,
principalmente en el centra de la ciudad y en los barrios perifricos de
Analco y Mexicaltzingo. El fen6meno de concentracion se acelera en el
curso dei siglo XVIII, cuando los duefios de terrenos, e incluso, los ocupantes de propiedad compartida (los censatarios) empiezan a construir en
las partes libres de sus lotes 0 a rentar los espacios intersticiales de los
mismos.
136 Guadalajara 1796, Biblioteca Publica deI Estado, Archivo de la Real Audiencia, Ramo
Civil, 138-10-1490, barrio de los Portalitos. Segun el documento de la Audiencia, la
ocupante, viuda y pobre, acudi6 a la Real Audiencia con la esperanza de poder detener
el proceso, finalmente esta autoridad fal!6 en los trminos que solicit6 Trejo, su casero.
137 Biblioteca Publica dei Estado, Archivo de la Real Audiencia, 1505-1659 a 1799. El
Oidor de la Real Audiencia, les concedi6 pr6rroga de desalojo, hasta que la seiiora
Bravo recogiera las cosechas que habla sembrado con el "sudor de su trabajo". Es
decir, ademas de habitar, varias familias, la pequeiia casa se utilizaba tambin coma
lugar de cultivo.
116
Piano 4b
Vecindad: Venustiano Carranza 423, Guadalajara
esta ciudad en grave perjuicio de los propios", es decir, estamos en presencia de una verdadera fraccionadora ilegal deI siglo XVIII quien, bajo
juramento, declara haber vendido varios solares sin escritura, entre ellos: 141
Un pedazo de veintte varas de frentte para el orientte y treintta de fondo a Cayettano el
camisero y otros dos pedasos a Marttfn Miguel, y a su enttenado Juan Garcia, de cuya
quantidad no se acuerda, tambin para el orientte que todos tienen fabricado. Otros apenas tiene la viuda por el ponientte, no se acuerda de que quantida. Otros dos de veintte
varas uno, y de treintta otro, por el mismo vientto a Miguel Bezerra y a Gettrudis Casilias... y otros mas como consecuencia de una extensi6n que hizo de sus propiedades.
Ademas de extensiones mayores a los tltulos de propiedad que tenia en su poder.'"
Ils
mos al suyo, dividfan los dei Municipio 0 los ocupaban simplemente. 14J
Posteriormente, solicitaban una revisi6n de medidas con el objeto de
ajustar sus !inderos y el pago de la pension.
En el curso dei siglo XVIII, la irregularidad seguin! avanzando, en
gran parte, propiciada por las migraciones de indfgenas a la ciudad,l44 el
crecimiento demografico, el desarrollo de la ciudad coma centro politicoadministrativo y comercial (que impone nuevas demandas de suelo) y por
la falta de tierra asequible a las familias economicamente desprotegidas.
Este fenomeno perdurara en las dos centuri as siguientes e influira, en
mayor 0 menor medida, en la politica de suelo, asf coma en los diversos
mecanismos para acceder a la ciudad. De ahf la importancia de su analisis
en los dos perfodos subsiguientes, tomando en consideracion, particularmente, el papel que jugo el Municipio y los diversos agentes que participaron en su produccion y consumo.
119
dad: una fonna de riqueza y pobreza que expresa, en el siglo XVIII, las
contradicciones econ6micas y sociales que la ciudad es capaz de generar.
Cara a esas contradicciones, el Municipio tapatfo decide adoptar una
figura jurfdica, extrafda dei derecho civil espanol, llamada censo enfitutico. Una modalidad de ocupaci6n dei suelo que, segun nuestros antecedentes mas remotos, surge ahf par el ultimo quinto dei sig10 XVIII,141 al
parecer persiguiendo simultneamente varios objetivos:
Utilizar los inmensos terrenos municipales, que aun permanecfan
inocupados y con el riesgo de que particulares se apropiaran de ellos, sin
la autorizacion municipal correspondiente.
Percibir por ellos una determinada remuneracion economica por
concepto de renta 0 pension, cediendo en contraparte el dominio util de la
propiedad.
Densificar uniformemente la ciudad construyendo en los espacios
vacfos. Para tal efecto, los predios deben ser construidos 0 en todo casa
bardeados, en un plazo que nunca exceda los dos afios. Los tnninos en
que el sfndico de la ciudad, aprueba una solicitud para ocupar un exido,
pone en evidencia la importancia que se le acordaba al censo coma un
mecanismo para densificar y consolidar la ciudad:
[Si bien] el censo en la Corte de Madrid y en olras partes parece pemicioso, no 10 es en
esta ciudad, sino antes bien le acarrea incalculables beneficios. Ahi los enfiteutas no
quieren fabricar los solares que se les da a censo perpetuo, deformando de este modo
las ciudades, cuando en nuestro caso [el solicitante] se ofrece a fabricar una casa en
aquella heredad para el aumento de este vecindario y con arreglo a las ordenanzas de
la ciudad.'"
120
150 Los asalariados, la masa de peones, pastores, labriegos, etc., "de a real por dfa" recibfan alrededor de 30 pesos anuales. Vase Rosenzweig Fernando. "La economfa
novohispnica al comenzar el siglo XIX" en Revista de Oencias Politica. y Sociales,
IX (33), 1963, pp. 429-446.
151 Archivo de Instrumentos Pblicos dei Estado, Notario Juan R. de Macusso, V. 1, 1703,
f. 88.
CuadroN6
Superficie de lotes dados en enfiteusis
Guadalajara Siglos XVIII-XIX
Dimensi6n
T. dei Carmen
86x37
El Carmen
68x29
El Carmen
69x38
47x50
B. Mezquite
Caja de Agua
49.7x35
La Canela
41x65
El Santuario
50x45
29x59
Mercedes
El Carmen
lOOx48
El Santuario
38x18.5
52x52
El Arenal
Promedio 57.25 x43.31
Lote
Sup. varas'
2,116.0
4,828.0
720.0
2,500.0
960.0
702.0
5,712.0
3,996.0
943.0
2,208.0
2,468.5
122
124
En ese sentido es, sin duda, un mecanismo que se presta a la especulaci6n; no obstante. el hecho de que la tierra cambie poco de manos, nos
hace creer que el provecho que procuran los detentores deI censo se centra mas en la sobreexplotaci6n deI espacio, que en la transferencia de la
propiedad. IS9 La libertad que confiere la ley. a los predios en enfiteusis. se
ve en cierta forma limitada por la concepci6n hist6rico-cultural que se
tiene deI suelo: un bien para conservar dentro de un patrimonio familiar y
no una mercancfa a circular.
Hacia 1856. el promedio de ocupaci6n de 16 lotes. dados en enfiteusis.
era de un poco mas de 23 anos por familia; 160 seglin se desprende deI
mismo nlimero de contratos celebrados en diversos afios, dos de ellos. con
s610 diez afios de antigedad. De 62 exidos notificados al Ayuntamiento en
1833, por los propios enfiteutas, 20 (32%) fueron adquiridos a un primer
poseedor. una vez que ste habfa llevado a cabo dertas mejoras, coma la
construcci6n de unD 0 dos cuartos 0 ellevantamiento de bardas perimetrales, la plantaci6n de arboles frutaIes... y en 17 exidos (27.4%), los ocupantes eran "propietarios fundadores". En el primer caso. los "nuevos" censatarios tenfan alrededor de trece afios de habitar el predio; y en el segundo
caso. vivfan desde hacfa 25 anos. IOI Se trata, coma podemos ver, de un
mecanismo que fija a la poblaci6n y proporciona estabilidad a los ocupantes, gracias a un proyecto de origen social, que considera los exidos y la
figura deI censo enfitutico. coma un dispositivo eficaz para que se pueda
acceder al suelo en forma definitiva y con bajos costos (Cf. Cuadro N" 8).
total dei censo. Nos parece importante recordar la diferencia entre el arrendamiento y
el subarrendamiento; aqul era una modalidad de ocupaci6n dei suelo en sC misma, que
requeria de otras formalidades y no permitfa que los arrendatarios edificaran en el
suelo sobre el cual tenCan un derecho muy limitado y por un tiempo determinado (vase
el Apartado II). En la primera dcada dei siglo XIX, muchos de los arrendatarios, solicitan modificar su estatuto convirtindolo en censo, abriendo la posibilidad de poder
enajenar las construcciones que habCan erigido sobre el terreno, a 10 cual en principio
no tenian derecho.
159 Pocos son los casos de propietarios que tuvieron varios predios 0 ejidos en enfiteusis y,
por el contrario, muy numerosos los que dividieron el terreno entre varias familias. El
Grillco 1 dei Periodo siguiente, muestra la evoluci6n de la ocupaci6n de un solar-ejido
dado en esas condiciones; 10 que da pauta para entender el uso general de este tipo de
censo. Por las causas que apuntamos mas arriba, los exidos eran "pequeilos [y se
encontraban] desparramados por todos los cuarteles de la ciudad", excepto en el nucleo
primitivo que era el cuadrado de los solares, en donde stos no existian (Cf. Grafico 1
de este Periodo).
160 Es decir, toda una vida puesto que. seg6n las Estadfsticas Hist6ricas de Mxico, la
csperanza de vida al nacimiento, para esa fecha, era de menos de 29 ailos. INEGI (Cf.
bibliograffa: T. 1. 52). Los datos en que se basaron las calculos, se obtuvieron de!
Archivo Hist6rico Municipal examinados en varios ailos.
161 Archivo Hist6rico Municipal, varias ailos.
localizaci6n
1664
1667
1682
1682
1683
1683
1683
1684
1684
1687
1687
1687
1687
1689
1693
1693
1696
1696
1696
1696
1701
1703
1704
1704
1704
1704
1704
1705
1705
1706
1706
1706
1707
1707
1707
1708
1713
1716
San Sebastian
Analco
San Sebastian
San Sebastian
San Sebastian
San Sebastian
San Sebastian
San Sebastian
San Sebastian
?
?
San Sebastian
San Sebastian
?
Santo Domingo
?
San Francisco
San Agustn
?
?
Santo Domingo
medidas
20v
media cuadra
media cuadra
un cuarto cuadra
50v x 25v
un cuarto solar
un cuarto solar
un cuarto solar
20v x 20v
media cuadra
un octavo cuadra
50v x 50v
media cuadra
25v x 25v
un cuarto solar
un cuarto solar
35v x 18v
un cuarto solar
12v x 43v
un cuarto solar
20v x IOv
30v
31vx30v
?
40v x 21v
?
46v x 37v
?
20v x 20v
?
cerca de camicerias
24v x 12v
Santo Domingo
un cuarto solar
La Merced
36v x 26v
San Sebastian
IOv x 10v
San Sebastian
media cuadra
112 log. poniente de cd. 2 caball. 3suert. 1501.
12v
Santo Domingo
60v x 20v
San Sebastian
113 parte de 114 solar
San Sebastin
114 suerte d. huerta
S. Juan de Dios
Mexicaltzingo
superficie varas'
1,225.00
400.00
2,500.00
625.00
630.00
200.00
930.00
840.00
1,702.00
400.00
288.00
936.00
100.00
l,200.00
valor total
9.00
20.00
10.00
17.00
23.00
15.00
16.00
20.00
9.00
15.00
15.00
io.oo
12.00
32.00
12.00
20.00
9.50
25.00
30.00
40.00
130.00
134.00
90.00
90.00
40.00
20.00
50.00
20.00
20.00
200.00
12.00
27.00
250.00
15.00
25.00
15.00
70.00
34.00
126
alo
1727
1728
1728
1729
1729
1729
1745
1749
1756
1756
1756
1756
1756
1756
1757
1757
1757
1757
1757
1757
1758
1758
1758
1759
1759
1761
1761
1762
1763
1763
1763
1763
1764
1765
1765
1766
localizaci6n
medidas
de la otra banda
dei rio
Santo Domingo
Santo Domingo
Atrs de Sn. Francisco
San Francisco
San Jos de Gracia
S. Juan de Dios
Analco
S. Diego Alcala
S. Diego Alca1a
superficie varas'
25v x 25v
26v x IOv
9v x 20v
12v x 12v
23v x IOv
23v x IOv
1 suerte d. huerta
20v x 20v
valor total
20.00
400.00
700.00
1,056.00
35,400.00
900.00
4r1I21a vara
12.00
70,00
50.00
150.00
20.00
20.00
10.00
30.00
150.00
150.00
30.00
235.00
30.00
100.00
20.00
50.00
20.00
160.00
60.00
22.00
44.00
20.00
40.00
45.00
84.00
50.00
20.00
20.00
30.00
25.00
13.40
25.00
60.00
medidas
40v x 93v
Barrio la Parroquia
25v x40v
Mexica1tzingo
75v x JOOv
Caja de agua
50v x 50v
26v x 8.5v
San Francisco
San Francisco
28v x 28v
San Francisco
26v x 18.7v x 8.5v
San Francisco
28v x 28v x 18.7v
11.5v x 30v
?
Mexica1tzingo
27v x 39v
Plazuela de la Horca sldimensi6n
25.5v x 24.5v
San Agustfn
Casa en calle3a
pozos# 3
?
40v x 29v
Capuchinas
Casa en plaza
de Mexicaltzingo
?
Rancho (?) en (?)
32v x 52v
Casa de la misericordia 26.3v x 37.66v
C 5, M 120
?
localizaci6n
superficie varas'
valor total
624.00
250.00
42.00
37.40
37.40
20.00
40.00
20.00
40.00
8.50
20.20
400.00
774.00
1,160.00
30.00
122??
1,000.00
7,500.00
2,500.00
221.00
784.00
345.00
1,053.00
1,664.00
990.00
200.00
35.00
30,00
14. Conclusiones
Una vez definido el dominio territorial en donde se quiere fundar la ciudad y dividida la tierra que se va a distribuir, se requieren ciertos criterios
y reglas que sean colectivamente aceptados para determinar quin tiene
derecho a distribuirla y quin a recibirla y bajo qu modalidades. En un
primer tiempo -es decir, el tiempo de la conquista-, se utiliza un mecanis-mo de repartimiento de la riqueza (en donde se induye el suelo) que
se basa en tres criterios 0 principios fundamentales: el derecho de conquista, el reconocimiento de 10 que se invirti6 en la empresa conquistadora y el estatus social; principios que dan lugar a un sistema de privilegios
reconocido por la Corona y aceptado tcitamente por los habitantes de la
todavfa vacilante ciudad.
128
afio
1792
1815
1832
1833
1833
1833
1833
1833
1833
1833
1833
1840
1840
1841
1841
1841
1841
1841
1842
1844
1844
1844
1844
1845
1855
1855
1855
1855
1856
1861
1864
localizaci6n
medidas
varas'
pago anual
LaAlameda
?
20 reales
Barrio de la Misericordia
6 pesos
Barrio Canela
14v x 42v
588.00
20 reales
Barrio de la Masmorra 34v x 27.5v
935.00
2 pesos
?
30v x 14 112 v
435.00
12 reales
Barrio Caja de Agua
40v x 41v
1,640.00
20 reales
52v x 52v
2,704.00
El Arenal
3 pesos
Barrio la Canela
41vx65v
2,665.00
2 pesos 2 reales
Barrio Masmorra
46v x 40112 v
1,863.00
2 pesos
50v x50v
2,500.00
Barrio dei Caracol
20 reales
29v x 59v
1,711.00
Convento Mercedes
2 pesos
Costado de la
51v x 12v
612.00
3pesos
plaza toros
Mexicaltzingo (Arenal) ?
12 reales
Oarita de Buena Vista ?
6 pesos=40 reales
Oarita Zapopan
2 pesos
yCamero
?
17v x 25v
425.00
4 pesos 4 reales
Beln
Ilv x 25v
275.00
4 pesos
Beln
6 pesos
Mexicaltzingo
?
140,000.00
Tapia dei Carmen
200v x700v
3 pesos
2 pesos 4 reales
Cuartel7 Manzana 37
Mezquitan rancho
3 a 4 fanegas
8 pesos
de More
62.7v x87v x70v x 50v 4,423.48
3 pesos
Potrero de la Quinta
1peso
Arenal
10 pesos
Oarita de Mexicaltzingo ?
3 pesos
Mexicaltzingo
?
10 pesos
Calle San Diego
?
3 pesos
Cuartel 7 Manzana 54 ?
1,078.00
10 pesos
Salida de San Andrs 77v x 14v
27.3v x41.5v
C 5, M56, #100
1,446.95
1.75 pesos
x44.5v x40v
espaldas banos
800.00
10 pesos
20v x40v
Brambila
?
2 pesos
C2, M75
129
Cuadro N 8 (b)
El valor de la pension en solares dados en enfiteusis
(18641890)
ano
1864
1865
1865
1865
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1866
1876
1890
localizaci6n
medidas
varas'
pago anual
C 2, M9
32v x 6v
192.00
3 pesos
C7ArroyodelArenal58vx9lvxl64v
12reaJes
C 8, M75
55v x 47v
2,585.00
3 pesos
C 7, M45
25v x 36v
1,260.00
20 reaJes
C 3 El Retiro M70 # 4 43.3v x 58.6v
2537
20 reales
C 5, M79
52v x 32v
1,664.00
12 reaJes
C 5, M79
50v x 29v
1,450.00
12 reaJes
C 5, M90
48v x 30v
1,440.00
4 reaJes
C 7, M37
25v x 32v
800.00
1peso
C 3, M75
52.5v x 56v
2,940.00
2 pesos
C7,M8
20vx 40v
800.00 13 pesos 6 reales
C 4. M 15
29v x 14v
406.00
1peso
C 3, M70
43.3v x 58.6v
2537
20 reales
C 5, M79
50v x 29v
1,450.00
12 reaJes
C 5, M90
48v x 30v
1,440.00
4 reales
C7,GaritaSta.Ana
81vx
1,5
C 9, M74
182v x 183v x 84v x 9v 8,486.25
3 pesos
C7,M43
117.5vx66.5vxI42v
x95.3v
20,993.50
9 pesos
AI parecer a partir de esta fecha la dimensi6n aparece en metros
C 5, M54
14Mt. x 38Mt.
532,00
12 reaJes
130
131
132
modalidades, los productos.' 62 Distinci6n que contribuye a la estructuraci6n diferenciada de la sociedad en el espacio y que presupone una intervenci6n, igualmente diferente, dei Estado colonial y dei Municipio.
De esta manera, un individuo que accede unicamente al suelo, puede
ser propietario de derecho pleno 0 solamente un ocupante con derecho de
posesi6n. En el primer caso, la propiedad la obtuvo por herencia, cornpra
a un particular 0 al Municipio. El contrato de compra-venta significa, en
el fondo, una mutaci6n en la relaci6n con la autoridad, en que se pasa a
una formula de tipo: tu me das yo te vendo; no se olvide que, incluso en
una operaci6n mercantil coma esa, la venta sigue hacindose a travs de
mercedes reales, 10 que, de una forma u otra, supone un servicio vasallo
previo. Si se tiene un derecho de posesi6n, que es el segundo caso, la disposici6n dei bien puede ser a corto 0 largo plazo; unD supone una renta
variable y un uso restringido de la propiedad, y el otro, una renta fija con
un derecho de uso casi pleno con formas cornpiejas de propiedad compartida, en que el ocupante dispone ademas de un derecho hereditario. La
renta fija, Ilamada tambin pensi6n perpetua, se explica porque el cobro
no intenta responder a una ganancia dei capital, sino el adecuarse a las
necesidades de los habitantes; de ahf que el monta de la renta tenga una
variaci6n mfnima en el espacio urbano.
Tanto el duefio de la propiedad plena, coma el ocupante censatario,
requieren pasar por una etapa suplementaria: la edificaci6n de su vivienda. El hecho de que aigunos puedan mandarla construir y otros tengan
que fabricarla ellos mismos se explica, indudablemente, por la posesi6n
que se ocupa en el edificio social. No obstante, esa diferencia no encuentra una explicaci6n, si se le trata de ligar con el estatuto juridico que cada
unD de ellos posee; es decir, en el siglo XVII se podfan encontrar autoconstructores en ambas categorias. De ahf se infiere, que las restricciones
de acceso al suelo, comienzan apenas a ser visibles; de tal forma, que las
diversas modalidades de ocupaci6n no son necesariamente un factor fundamental que exprese una diferenciaci6n social.
Mientras que si se accede directamente a una vivienda, la persona
puede ser propietario de derecho pleno 0 un ocupante arrendatario de un
bien que pertenece al clero 0 a un particular. El inquilino de una casa de
la Iglesia, paga un censo similar al municipal, es decir a largo plazo y con
una tasa de un 5% dei valor dei inmueble; sus derechos de ocupaci6n son
mas lirnitados y el control de los cobros mas riguroso. En contraparte, el
arrendamiento de una casa de un particular es siempre a corto plazo, rara162 Topa1ov, op cir, p. 383.
134
Periodo II
Elliberalismo dei siglo XIX en Guadalajara,
su inf1uencia en la propiedad inmobiliaria urbana
y en la vivienda
Son sin duda muchos y numerosos los elementos que constituyen las sociedades;
pero si entre el/os se buscara un principio generador. un hecho que modijique y
comprenda a rodas los otros y dei que salgan coma de un or{gen camun todos los
fen6menos sociales que parecen aislados. ste no puede ser otro que la organizacion de la propiedtul.
M.Otero
1.
136
Piano 1
Guadalajara 1800
PONIENTE
ORIENTE
-_.-_.4 .........
_
...........
._-..-
""--
=~._=~.::---
..__..
4_
Itw_.-.-.__
Nos referimos a las iniciativas que se crearon con ese objelo en 1812, 1821, 1826, 1840
Y 1842; las cuales sern presentadas mas adelante (Apartado 3).
137
138
CuadroN 1
Evolucion de la propiedad municipal en Guadalajara
Ailo
1757
1792
1813
1823
1840
1841
1842
1845
1852
1853
1855
Num. de
Egidos
168
500
600
Percepci6n
(en pesos)
75.10
406.00
1,443.20
5,815.80
9,152.10
12,281.20
1,028.20
600-800
1,906.00
670
Asf, en la Guadalajara de mediados dei siglo XIX, uno 0 dos habitantes de cada dfez, vivfan en terrenos propiedad dei Municipio. Numero que
sin duda, podria ser mas elevado si tomamos en consideraci6n que la
figura de 600 u 800 ejidos, con que fabricamos los dos escenarios, se
tom6 en base a aqullos de los que se tenfa una noticia cierta de su existencia. Es decir, s610 los ejidos que fueron vendidos 0 adjudicados durante la Reforma. Mientras que muy probab1emente, en esos afios, un nume5
Segun el Instituto de Geograffa y Estadistica de la Universidad de Guadalajara, la ciudad contaba con 50,185 habitantes en 1850.
139
Croquis 1
El proceso de densificacion de un ejido
Proceso de densificaci6n
de un exido-solar.
Guadalajara Siglo XIX
C3M68yM69
1
1 (T.
.,
u
B
Laureano Nile z
(T. Municipal)
calle
--------
'---------------~
C Amado Gonzalez.
D Apolonia Ortega.
-... - Hnea supuesta
varas
costa
46
56
57
33
22
46(1
46(2
46 (3
46(4
177
196
188
142
130
122
108
46
74
$56.6
$70.0
$60.0
$25.0
$40.0
$19.2
$16.0
$ 6.4
$15.0
varaJ
peso
3.13
2.80
3.13
5.70
330
630
6.75
7.20
4.90
pesol
vara
32
36
31
.18
31
.16
.15
.14
.20
140
2.
Archivo Municipal de Guadalajara, Ramo Tierras 12, paq. 2, leg. 42, 1762. N6tese que
en ocasiones si bien el arrendatario no contaba con un titulo, si pagaba el censo, veamos
el caso siguiente: "Un egido frente a la caja de agua, con una garita, noria y rboles frutales no sabe las dimensiones porque nunca 10 ha medido, ha pagado su renta de cinco
pesos, no posee titulo" (Notificaciones, 1833, paq. 54, leg. 81).
7 Manuel L6pez C. Noticia circunstanciada de todos los ramas que forman el fonda municipal y su inversiOn, 1842. Archivo Municipal de Guadalajara, Paquete 64, legajo 58.
141
fin de reajustar el pago anual que se hacfa sobre el terreno. En esos casos,
el censatario seiialaba que los linderos y la superficie, no correspondian
con la cuota que estaba pagando, el Ayuntamiento nombraba una comisi6n encargada de llevar a cabo una acta de vista, si la demanda procedia,
se reajustaba la pensi6n en base a los nuevos limites deI terreno sin realizar acci6n alguna sobre la parte vendida, pues por 10 general no se contaba con los documentos que permitieran cerciorarse de la dimensi6n original deI predio, 10 que "facilitaba a los poseedores a vender 0 segregar
aiguna parte [de l] sin que se advirtiera".8 Una vez que esta corporaci6n
constata la frecuencia con que se suceden las denuncias de este tipo, decide no atenderlas. Para 1856, el Mayordomo de Propios tiene ya prohibido
la divisi6n de los terrenos "y siempre reconoce a una sola persona por
enfituta de cada uno".9 Sin embargo, la irregularidad sigue avanzando,
pues ella es la consecuencia de un modela de crecimiento que no es capaz
de atender a las familias de mas bajos ingresos y es, tambin, el resultado
de una politica de tolerancia que permite que la propiedad publica y la
propiedad colectiva se conviertan en receptaculo para la habitaci6n de
familias que asi obtienen su derecho a la vivienda y, con el tiempo, su
derecho a la ciudad.
El Municipio, por su parte, encuentra un media para mantener un
orden social que en este caso, se consigue gracias a una "concesi6n" 0 un
privilegio que ella misma otorga a esas familias bajo un principio abstracto e individual, que evita que se pueda sentar un precedente.
Con el movimiento liberal de mediados deI siglo pasado, el cual
explicaremos mas adelante, se inicia un proceso de privatizaci6n de la
propiedad municipal y eclesistica en Guadalajara. Las ventas y las adjudicaciones de solares y ejidos, provocaron que se cerraran los dos mecanismos que existian para que las familias pobres pudieran acceder en
forma individual 0 colectiva al suelo: la enfiteusis y la ocupaci6n irregular. En los aiios subsecuentes, 10 que podriamos considerar una fonna de
politica social aplicada a la vivienda, tiende a desaparecer al generalizarse u homologarse la estructura de la propiedad deI suelo.
Los terrenos de carcter social en manos deI municipio, y las fonnas
de ocupaci6n que derivan de l, llmese censos enfituticos, pensiones 0
arriendos, se pierden al "universalizarse" la propiedad ratz en favor deI
8
Idem.
Asf 10 consigna, par ejemplo, el Notario Martin Romn en 1856 (Libro N 56, foja 45),
documento en el que seftala que Secundino y Cayetano Retes, dividieron un solar que su
padre habia recibido en enfiteusis desde hacfa muchos MOS, teniendo que dividirlo y
pagar cada une dos pesos, segun 10 prescribfa el Mayordomo de Propios.
142
143
144
145
Municipio y se elaboran con una 16gica similar a los dos intentos posteriores a la independencia, pero dentro de un proyecto de transformaci6n
de la propiedad rafz y de los derechos de ocupaci6n que de ella se derivan. lO
Ambas propuestas se formulan de nueva cuenta a la Junta Departamental, apoyadas en argumentos similares que, por un lado, desacreditan
al ejido, al censatario y al mismo Municipio (principalmente en 10 que
concieme su capacidad de gesti6n de este bien); y por el otro, realzan
algunas de las ventajas que el proyecto traeria consigo.
En cuanto al ejido y los arrendatarios se insiste, por ejemplo:
Apenas producen el 5% de su valor y no se pagan con puntualidad por impedirlo la
pequelez de sus productos que no costean los gastos judiciales y la extrema pobreza en
que .e encuentran algunos poseedores.
Todos estos solares estan dentro de poblado, y por 10 mismo ya no pueden servir para
los usos a que son destinados, teniendo en consideraci6n la de que ese ramo, segun
todos los documentos que han venido a la Junta ni producen todo 10 que debilln producir ni se colecta una mitad siquiera de 10 que actualmente produciria bien
administrado."
Los arrendatarios al no pagar, ya habnln caido en la pena de comiso, faltando a las
condiciones dei contrato."
146
147
se sigan perdiendo las tierras municipales,16 pudiendo reinvertirse el capital, ya sea comprndose algunas fincas en el centro 0, coma se propone
en 1840, invirtiendo el producto de la venta en la construcci6n de puestos
en las Plazas de la Independencia y de San Agustin. Ninguno de estos
proyectos, se presenta coma una completa enajenaci6n de ejidos, sino
coma una reinversi6n de los productos en donde, en lugar de consumir se
trata de subrogar, mejorar y aumentar la renta municipal. 27
La 16gica econ6mica que fundamenta estas propuestas, fundamentalmente el proyecto de 1840, se evidencia con toda claridad en los calculos
que acompafian la demanda:
Vendidos los ejidos con un 20
27 Idem.
28 Archivo Municipal de Guadalajara, 9 de agosto de 1840. La realidad es que, desde que
se otorgaron los primeros censos en la ciudad, la pensi6n fue de un 4% 0 5% Y no un
1.5%, coma seilala el documento.
29 N6tese que esta cifra difiere de los datos proporcionados por los cortes de caja de 1840,
en donde se seiiala que, por este ramo, se perciben 5,815.00 pesos. Cf. Cuadro ND 1.
148
CuadroN 2
Guadalajara. El ingreso municipal en 1840,1841 Y1842:
el ramo de ejidos, las plazas publicas y otros
1840
IOgreso
tOlJll' Cff
85,075.4 15,16
23,000.2 4,10
17,510.5 3,12
68,679.3 12,24
68,199.0 12,15
5,716.2 1,02
23,302.6 4,15
12,689.4 2,26
2,452.7 0,44
1,324.2 0,24
206.0 0,04
4,230.6 0,75
4,087.4 0,73
4,685.3 0,83
1,622.5 0,29
0.0 0,00
0.0 0,00
86,040.7 15,33
1,440.0 0,26
1,108.5 0,20
411,370.4 73,31
1841
Ingreso
total
Cff
17,072.2 4.81
14,178.0 4.00
14,182.2 4.00
48,714.1 \3.74
50,885.0 14.35
10,707.6 3.02
17,023.4 4.80
2,966.4 0.84
1,912.6 0.54
1,426.6 0.40
301.6 0.09
4,736.4 1.34
2,400.0 0.68
3,838.4 1.08
912.0 0.26
0.0 0.00
0.0 0.00
37,643.7 10.62
1,180.0 0.33
26,115.1 7.36
256,196.5 72.25
Ramo Alumbrado
Superavit
0.0 0,00
came cecina
601.0 D,Il
harina de 61eguas
1,428.5 0,25
id. a los cerdos
60,541.6 10,79
degello reses y cam.
83,347.2 14,85
prod. locales came
1,892.0 0,34
arrend. casa matanza
154.0 0,03
ingresos extraord.
1,799.3 0,32
Ingreso Total
149,764.1 26,69
0.0 0.00
293.6 0.08
673.4 0.19
39,545.1 11.15
56,569.3 15.95
1,199.5 0.34
0.0 0.00
138.3 0.04
98,419.6 27.75
Ingresos
concepto
Superavit
derecho de fiel
id. de harina
id. de maiz
prod. de plazas
id. de ejidos
id. puestos Sn.Agustn
id. diversiones
id. sitio de coches
id. mpalidad.Sn.Pedro
id. mpalidad.Toluquilla
costas y mullas
sellos a pesas y medidas
venta de basuras
pensi6n a banos y lav.
prendas semovientes
comida de presos
1% efectos extranjeros
arrend. Alh6ndiga
ingresos extraord.
Ingreso Total
Ingreso en 2 Ramas
561,134.5 100,00
354,616.3 100.00
1842
Ingreso
total
0.0
22,986.7
21,120.4
79,932.5
82,275.1
12,282.2
23,404.6
5,534.0
2,727.7
1,370.6
449.0
6,852.4
3,207.6
6,657.3
1,625.0
108.0
0.0
80,752.1
1,440.0
14,013.2
365,739.6
0.0
710.7
2,384.2
64,651.5
87,643.0
1,660.6
0.0
40.0
157,090.4
Cff"
0.00
4.40
4.04
15.29
15.74
2.35
4.48
1.06
0.52
0.26
0.09
1.31
0.61
1.27
0.31
0.02
0.00
15.45
0.28
2.68
69.95
0.00
0.14
0.46
12.37
16.76
0.32
0.00
0.01
30.05
522,830.2 100.00
149
4.
Si tomamos en consideraci6n que un gran numero de los ejidos son ocupados por familias de bajos ingresos. Sin duda alguna, su venta habrfa
vulnerado los intereses de la mayorfa de ellos. A excepci6n de la propuesta de 1826 -en la cual se sefiala que los poseedores serfan preferidos
dndoseles el derecho de tanto-,31 en 1833, 1840 Y 1842, se insiste mas en
abrir las puertas a las pujas 0 subastas publicas. Un mecanismo coma
ste, habrfa contribuido a generar una dinmica de especulaci6n y revalorizaci6n de suelo que, a su vez, propiciarfa un incremento en las rentas de
los solares que quedaran "Iiberados" dei censo perpetuo y pasaran a una
renta a corto plazo. En ellos, probablemente se instalarfan familias con
recursos mas elevados, 10 que se traducirfa en una fuerte exclusion y en
un nuevo reacomOOo socio-espacial, pues el mismo proyecto de venta de
1842, concebfa algunos medios para ejercer presi6n sobre aquellas familias que no desearan vender:
30 Segun se puede inferir en el estudio que realiz6 el regidor Antonio Monroy en 1842; en
donde se constata que la suma percibida por este ramo, se incrementa de manera considerable, pues de un ano a otro creci6 en 2,040 pesos.
Es de hacer notar que el producto anual de las plazas representa el 16.30% en 1840 ,
19.15% en 1841 y 20.22% deI total dei ingreso municipal en 1842 (10 que equivale a
91,501.6; 67,908.4 Y16,565.6 pesos); mientras que el ramo de ejidos contabiliza s6lo el
1.02%; 3.02% Y2.35% dei total, para los mismos alios de referencia (es decir, 5,716.2;
1,534.3 Y 1,747.4 pesos). Vase al respecto el Cuadro N" 2: El ingreso municipal en el
rama de egidos -1840,1841 Y 1842.
31 Derecho de tanto, que la mayorfa de los habitantes no podrfan ejercer, pues las condiciones de venta propuestas en los documentos de 1826, 10 imposibilitaban.
150
Se dira que muchos no querran ni comprar unos ni vender otros, y que a ninguno se
puede obligar, y qu se pierde abriendo la puerta? Unos entraran luego, otros 10 harn
despus. Tambin se puede usar de medios indirectos como obligar a blanquear,
levantar tapias 0 embanquetar12
Ese tipo de estrategias, asf coma los objetivos que en el fondo se persiguen, ponen en claro que las ventas habrian traido beneficios solo para
unos cuantos de los enfiteutas y para otros muchos compradores no ocupantes de los terrenos; en ese sentido, los diferentes intentos que hubo en
este periodo, para deshacerse de la propiedad municipal, representan un
proyecto sin un verdadero contenido social, que confronta a la polftica
social que, de una forma u otra, el gobierno independiente habfa decidido
mantener hasta ese entonces.
Las consideraciones que fueron presentadas por la Junta Departamental, para rehusar la venta de los ejidos en 1840 y 1842, muestran que la
resolucion final -adems de las limitaciones que la misma ley establecfa-, no se inspiraba en una postura social. A nuestro modo de ver, se
apoyaba en dos argumentos centrales: uno, que hoy dfa podemos considerar de orden economico, y otro, de orden juridico-economico; ambos se
expresan en trminos de un costo-beneficio que resultarfa contrario a esa
corporacion.
En relacion al primero, la Junta determina que la peticion "no debe
tomarse en consideracion, mientras no se arregle convenientemente el
ramo de la Hacienda Municipal, para saber de 10 que justa y comodamente puede disponer para fines de utilidad y aumento de aquella" .JJ De
acuerdo al dictamen emitido, la Junta adopto esa posicion, porque no
encontro antecedentes relativos a la composicion y producto de los ejidos
y porque
es indispensable graduar la cantldad que podrfa proporclOnar aquella enajenaci6n ..
contraiiida a los solares de que Justamente puede disponer dicha corporaci6n y el
importe de las mejoras de que necesariamente habrfa de indemnizarse a los enfiteutas
que no quisieran entrar y que lienen mejoras realizadas .... el proyecto de luego amenaza en perjuicio dei fondo municipal, por causa de los altos costos que dichas indemntzaciones representan."
34 Idem.
151
mera vista se ha prometido". Concluyendo que "10 contrario es de temerse y que el fondo venga a perder esos productos cortos 0 no cortos sin
ninguna compensaci6n". De la posici6n que adopt61a Junta, se desprende
que la propuesta dei Municipio se enfrentaba a una contradicci6n; tener
una propiedad que generaba rentas muy bajas y requerir de mecanismos
costosos para deshacerse de ella.
Las ventas masivas de ejidos que tendrn lugar a partir de 1855, pondrn de manifiesto que, el proceso de desincorporaci6nm s610 podfa
hacerse si el Municipio transferfa sus ganancias a un sector reducido de la
poblaci6n, 10 que en principio traer coma consecuencia altos costos
sociales.
En relaci6n al segundo de los argumentos (es decir, en relaci6n a las
consideraciones jurfdico-econ6micas), la Junta Departamental determina
que los solares no pueden venderse legalmente con un avaluo aproximado
s610 fundado en conjeturas. Segun el dictmen, previamente se debe practicar una valuaci6n con toda formalidad y con el reconocimiento de un
perito, quien precisa conocer el numero total de ejidos, la situaci6n legal
de cada unD de ellos, las mejoras que se le hicieron, las dimensiones que
tiene, etc., "pues en el casa contrario existe el riesgo de que las operaciones se efectuaran en desacuerdo con las leyes que rigen la venta de bienes
de menores de cuyo privilegio no se puede desnudar a los de la ciudad".35
Evidentemente, el ajustarse a esas condiciones legales, supondrfa una
serie de gastos coma son la necesidad de preparar un inventario, hacer
diligencias de apeo y deslinde, efectuar evaluaciones rigurosas y pregonar
los remates en subasta publica. 36 Es decir; "hacer un gasto que se llevarfa
entre un quinto y un octavo del valor total de los ejidos, adems de que se
necesita de un perito hbil... el mismo que no hay ni con qu pagarlo por
10 arruinado deI fondo municipal".37
En este argumenta, se hace evidente una segunda contradicci6n que
tiene que ver con la pensi6n enfitutica y el valor dei suelo. De acuerdo
con sta, el perito que se contratarfa, tendrfa que efectuar una doble apreciaci6n. Una en relaci6n al valor real que el predio tiene en el mercado, y
otra, al capital que ste representa en relaci6n al porcentaje que se paga por
el censo. ~ Cual de ellas se tiene que privilegiar, el precio real ligado a la
35 Archivo Municipal de Guadalajara, 1842, paq. 63, leg. 21. Es de hacer notar que, desde
el 10 de diciembre de 1840, la Junta Departamental insista en que la prefectura precisaba tener una "Noticia circunstanciada de todos los egidos".
36 N6tese que la misma Comisi6n que nombr6 la Junta Departamental supone que los ejidos no serian adjudicados a sus poseedores sino vendidos al mejor poslor.
37 Archivo Municipal de Guadalajara, 1842, Idem.
152
mas
propietarios territoriales.
"Es verdad que estas porciones son tan pequei\as que a ninguno sacaran de la miseria;
pero eI derecho de propiedad trasferido a los indios les facilitara el que puedan venderlas, dando Jugar a que se formen porciones de mediana extensi6n y a que desaparezca el
153
5.
El jaliscience Mariano Otero, uno de los exponentes principales deI liberalismo, en su ensayo El verdadero estado de la cuesti6n social y polftica
que se agita en la republica, publicado en 1842, refiere c6mo la aristocracia mexicana tenia sus propiedades raices abandonadas al cuidado de
administradores, viviendo indolentemente en las capitales y gozando la
influencia que le daban sus rentas. Posteriorrnente, realiza un calculo de
las diversas propiedades que posefa el c1ero, concluyendo que, sin duda,
ste era el mas rico propietario de la republica. 4J Para l, coma para el
resta de los liberales, las riquezas, los privilegios, las prohibiciones y los
monopolios, eran los elementos centrales que debian ser atacados por el
principal estorbo que mantiene aislados a los indios dei resto de la masa nacional, dndole la homogeneidad de que carece, y que es uno de los obstculos que mas se oponen
a la regeneraci6n social. 1822, colecci6n de acuerdos 6rdenes y decretos sobre tierras.
casas y solares de los indigenas.... Op. Cit. Los subrayados son nuestros.
40 Las leyes a las que aludimos. decretaron la division de las tierras realengas entre los
indios, reservandose hacer en 10 futuro una repartici6n mas amplia y general. En 10
urbano, autorizaron la reduccion de baldios y otros lerrenos comunes a dominio particular, exceptuando solamenle los ejidos necesarios a los pueblos (4 de junio de 1813).
41 Olero M. Op. Cit., p. 36. Biblioteca Publica dei ESlado, Miscelnea N 70.
154
155
ciones y resabios coloniales, sustentndose en varios principios ideol6gicos, entre los cuales, podemos evocar los tres principales, que a nuestro
juicio, se relacionan con el tema que tratamos: (i) las teorfas de la competencia y la selecci6n natural; (ii) la armonfa espontanea de los intereses y
la repartici6n cuasi-automatica de la propiedad; y (iii) un principio universaI de igualdad.
i) Las teorias de la competencia y la seleccion natural. De acuerdo
con estas teorfas, en una sociedad que ofrece los mismos derechos, algunos individuos tienen la capacidad de distinguirse de otros; esta facultad
se explica gracias a un proceso de seleccion natural que solo puede operar
con justicia en un medio ambiente de competencia natural 0 libre.
Segun Jos Ma. Mora, uno de los indicadores principales para medir
esa facultad individual, es decir, para reconocer (y evaluar) coma se
manifiesta la selecci6n natural, es la capacidad de adquirir y poseer bienes rafces. Los detentores de esos bienes, son aqullos que pueden garantizar el orden interno de la sociedad, pues ellos mismos son quienes tienen mas inters en la preservacion, y eventualmente en la mejora, deI
status quo. 46 y puesto que la selecci6n natural, finalmente, se hace en
beneficio de la sociedad,47 es ella misma quien debe propugnar porque las
propiedades que se encuentran concentradas en algunos individuos, en el
Municipio 0 la Iglesia -es decir, en corporaciones civiles 0 eclesiasticas-,
sean liberadas y esas formas de acumulaci6n y acaparaci6n sean
abolidas'" De 10 contrario el proceso de selecci6n se imposibilitara.
El objetivo perseguido, una vez que se cumpla ese prop6sito, es el de
extender 0 repartir al maximo la propiedad, principalmente entre la clase
media, de tal manera que pueda crearse una multitud de pequefios propietarios, "los cuales, a partir de su fuerza expansiva, seran la base deI orden
publico""9
46 Mora escribe: "S610 los poseedores de propiedad individual pueden ejercer libremente
sus derechos y al mismo tiempo ser responsables con la sociedad." Citado por Ch. Hale,
Op. Cir., p. 377.
47 1. Jaksic. Op. Cir., p. 23.
48 M. Otero, 10 denuncia seiialando que, esas formas, se habian constituido por los abusos
y los privilegios de los dueiios de la propiedad, de la magistratura..., de los agentes
subaltemos de poder, dei comercio monopolizador y de la fuerza armada Op. Cir., p. 62.
49 Asi 10 concebia Jos M. Mora, Op. Cir., p. 377. Es de hacer notar, que la fuerza 0 capacidad expansiva de esta clase, era uno de los puntos centrales de las teorias liberales.
Otero, en el ensayo que hemos venido citando, insiste en seiialar la influencia de la clase
media (Op. Cir., p. 81): "todo 10 que sea aumentar el nl1mero de los propietarios particulares, que solos forman la poblaci6n de la mayor parte de las ciudades..., sera dar fuerza
a esas poblaciones, y exrender par rodas parres la vida y la ilusrraci6n; independientes
estas clases de todos los yugos que imponen la necesidad y el error..., el/as vendran a
156
157
158
les dan a todos los mismos derechos se les dan tambin las mismas posibilidades; es decir, se logra un principio universal de igualdad entre los
hombres. ss
"La sociedad", escribe Ignacio Ramirez, representante dei Hamado
liberalismo social, "no puede dar a todos sus miembros la igualdad en los
bienes positivos, pero puede garantizar la igualdad en los medios y en los
derechos para la adquisici6n de todo aquHo que constituye el bienestar y
la riqueza".S6
Consideramos que ese discurso, en el fondo es populista, porque ademas de involucrar por igual a todos los grupos que componen a la sociedad, hace pasar la idea de que las mayorias -una vez educadas y moralizadas-,S7 participarian de la misma manera en los beneficios sociales que
traeria el nuevo regimen; de tal forma que 10 que realmente se requerfa,
era enfrentar los diversos privilegios y monopolios de los cuerpos sociales, a fin de acabar con 10 que podriamos Hamar el monopolio de las ventajas sociales, a partir dei cual se generan los demas.
Una vez que se lograra ese cometido, las leyes se debfan dirigir a
garantizar a cada individuo, con el menor sacrificio posible, la satisfacci6n de sus facultades humanas. Sin embargo, para que las leyes pudieran
favorecer y proteger los derechos individuales, se requeria que fueran elaboradas con la voluntad y el inters de todos, asegurando ciertos derechos
fundamentales coma la igualdad, la seguridad personal y el derecho de
propiedad --<lue, seglin Otero, es el primera de todos en el estado social. s,
Estos principios, coma ya 10 comentamos, debfan construirse sin que
se concedieran ventajas ni monopolios que disminuyeran la pratecci6n de
los demas derechos. No obstante, coma 10 veremos mas adelante en rela55 N6tese que el movimiento liOOral se presenta coma producto de una voluntad general,
no s610 de la naci6n, sinD de la propia humanidad; esto es, como una obra de la civilizaci6n, de ah! su valor universal. AI respeclo M. Otero escriOO: "Un movimiento lento.
radical e irresistible cunda por la naci6n, con tanto mas fuerza cuanto que l no era mas
que la expresi6n de la ley general de la humanidad, de esa ley de mejora, profundamente arraigada en la naturaleza misma dei hombre y desenvuelta en nuestros dias con una
fuerza nunca vista." (Op. Cil., p.75).
56 Citado por Reyes Heroles, Op. Cil., p. 479. El pr6posito Iiberal consideraba que era
necesario el hacer circular capitales, crear excedentes, es decir; producir una abundancia
que permitirfa el desarrollo de diversos giros: agricolas, industriales..., con e1los vendrfa
el desarrollo, la prosperidad y en consecuencia, una redistribuci6n de la riqueza.
57 Los Iiberales estaban convencidos de que se requeria de reformas que permitieran desarrollar la inteligencia de la sociedad, y principalmente la de las mayorias, refirindose a
una reforma educativa que permitiera instruir a la multitud y olras que mejoraran las condiciones de los hombres y sus relaciones materiales, entre ellas una reforma de suelo.
58 Otero, Op. Cil., p. 83.
159
ci6n al proceso de desincorporaci6n de la propiedad municipal y eclesiastica, para hacer efectivo ese principio de igualdad se requeria de un equilibrio entre las diversas partes de la sociedad; sin embargo, en ese entonces, como hoy en dia, fueron las grandes diferencias las que
prevalecieron, convirtindose finalmente stas, en grandes ventajas para
ciertos grupos.
Ahora bien, es de hacer notar que, en trminos generales, el proceso
de acumulaci6n de la propiedad no representa una contradicci6n para los
te6ricos liberales. Si bien 1. Ma. Mora insiste en que, a fin de evitar que
las reformas no fueran a beneficiar a los mas ricos, la propiedad deberia
transferirse preferencialmente a favor de los ocupantes; reconoce tambin
que la propiedad corporativa debfa ser reducida 0 eliminada, mientras que
la propiedad individual no debfa de serlo. 59 Una posici6n como esa, deja
sin legislar los latifundios; los cuales, a pesar de parecer pemiciosos, no
dejaban de ser propiedad privada. 60 El mismo Jovellanos, quien habla
enfatizado los riesgos de los mayorazgos y 10 perverso que resultaria el
proceso de acumulaci6n natural a los intereses individuales, consideraba
que esa "perversi6n final mente era necesaria y capaz de establecer sus
propios limites, debido a las vicisitudes naturales de la fortuna".OI Esta
actitud hacia los latifundios, es un elemento clave que nos permite entender el concepto eIitista delliberalismo dei siglo XIX.
6.
59 Mora, citado por Ch. Hale, Op. Cit., pp. 377 Y 381. Recurdese que para los fisi6cratas,
el verdadero problema de la sociedad, no estribaba en la acumulaci6n de la riqueza, sino
eh los obstaculos que impedian que los individuos persiguieran Iibremente sus intereses.
60 Jean Bazant, nota que los legisladores dificilmente podian aplicar medidas correctivas
sobre esas grandes extensiones, debido a que la mayoria de ellos eran tambin grandes
propietarios. Vease Los bienes de la Iglesia en el tiempo de la Reforma, Colegio de
Mxico, 1977.
61 Ch. Hale, Op. Cit., p. 182.
160
62 Inc1uso los que se eneontraban ocupados irregulannente, vase el punto 2 de este periodo.
63 Recurdese que en esta misma plaza se fund6 la ciudad en 1542. AI teatro se le llam6
Alare6n y posteriorrnente Degollado.
64 Arehivo Municipal de Guadalajara, legajo 94, 1856.
65 El artieulo sptimo de la ley seiiala que: "si el fondo que SI: dedica para el teatro no
fuera bastante a eubrir el presupuesto..., se tomara la mitad de los produetos deI cobro
de las plazas". Un ano despus, debido a los bajos reeursos que se pereiben, se propone
el ineremento de los impuestos municipales vIa las garitas. Arehivo Municipal de Guadalajara, !eg. 94, agosto de 1856.
161
7.
162
pales documentos de esos aiios, coma son El libro de Actas y otros oficios deI Ramo de Tierras, las Boletas que dan cuenta de las ventas relativas a la ley deI 55, y las ventas y adjudicaciones de la ley deI 56, si bien
estan incompletas, nos acercan a un total de 651 operaciones realizadas
sobre la propiedad municipal en un periodo que cubre 18 afios (1855 a
1873)1. Numero que cubre significativamente nuestro universo de amllisis, presentando una alta fiabilidad y coherencia, principalmente si tomamos en consideraci6n la evoluci6n que ha observado este tipo de propiedad desde mediados dl siglo XVIII.
La Ley Degollado
La relaci6n de titulos de propiedad y la lista de compradores realizada por
E. Rico, administrador de las obras dei teatro, muestran que las ventas de
ejidos se empezaron a realizar inmediatamente despus de publicada la
Ley Degollado, notablemente entre enero y octubre de 1856. Segun las
bases estipuladas por la misma ley
se procedera a la venta de todos los ejidos de esta ciudad, considerando con derecho de
tanto a los actuales poseedores, siempre que hayan pagado con puntualidad sus arrendamientos anuales. 71
163
derecho. De tal forma que muchos de los solares no fueron ocupados por
quien los adquiri6, sino que continuaron siendo rentados a sus antiguos
ocupantes 0 a otros nuevos; en ocasiones bajo formas jurfdicas que resultaban demasiado complicadas, en un proceso que disuelve poco a poco
las formas de propiedad compartida, dando paso a la propiedad plena.
La Ley Lerdo
A diferencia de la dei 55, esta ley obliga a todo tipo de corporaciones, a
vender las casas y los terrenos que tienen dados en renta 0 a censo, creando las condiciones legales necesarias para que sus ocupantes se hagan de
ellas. Es decir, la ley intenta que los arrendatarios y censatarios se conviertan en propietarios y los propietarios en acreedores hipotecarios. 71
Esto puede ser posible, gracias a un mecanismo que permite que las familias a las que se les adjudica la propiedad, la adquieran en condiciones
poco gravosas pues el unico desembolso inmediato a hacer era el pago de
un impuesto por concepto de traspaso de dominio (de un 5%), mientras
que la casa 0 terreno se paga a "censo redimible, sobre las mismas fincas,
pudiendo cuando quieran los nuevos duefios redimir el todo, 0 una
parte".71
Las adjudicaciones y remates (en los casos en que las fineas no estuvieran arrendadas), debian hacerse en el trmino de tres meses; transcurrido ste, el inquilino arrendatario perdia sus derechos, pudiendo subrogarse en su lugar un subarrendatario 0 cualquier persona interesada. 74
Una parte importante de la propiedad municipal debi6 haberse vendido con motivo de la Ley Degollado (entre 250 y 300 ejidos); quiza la
mitad de 10 que restaba, se adjudic6 en favor de sus ocupantes entre los
meses de octubre y noviembre de ese mismo ano (es decir entre 250 y
300 predios), y el resta se vendi6 al mejor postor (probablemente entre
200 0 250 ventas), entre las cuales, algunas de ellas se prolongaron hasta
fines de siglo (alrededor de 70 ventas).
Un nlimero tan elevado de ventas, pudo sustituir a las adjudicaciones
que la ley preveia, por varios factores: (i) el arrendatario no tuvo los
72 Ley Lerdo, publicada en El Pais. ES de hacer notar, que las hipotecas de las fincas rernatadas 0 adjudicadas, nunca podfan volver a la propiedad de las corporaciones, stas
debfan rematarlas en almoneda al rnejor postor (Art. 21).
73 Ley Lerdo, El Pais, Art!culo Sptirno. Las deudas de arrendamiento anteriores a la adjudicaci6n, podfan ser dernandadas por la corporaci6n de acuerdo a derecho corn un
(Art.13).
74 Ley Lerdo, El Pais, Arts. 5, 9 Y 10.
164
Boleta de ejido
EJmD KUII.y
. - _....
_--
--~
..
--~
~
"'\l!'
. .. ..
..-.-..~~ 01-'0#
4J~
~... }O'J..
Fa .... ~l tjiil.......",...;I,~:;
d Glr.tl" 1Il.,I'
".. of r.. c1t.ra. ~~.
0lI/lIC
~W~IC,_d4!~
/J'/.(... "\Mo
UA ...
\OIIl~ ~',~1'O' ol
1 r...- ...
~J_ ~~
....
~ oC
..
;)tfl'lt.
J~
'7
.!
r_
__------------
fllilll
..
165
75 Esto era evidente con la propiedad rUstica, asi 10 seiiala un decreto de Lerdo de Tejada
publicado el 9 de octubre de 1856: "...gran parte de los arrendatarios de terrenos no han
podido adjudietirselos, 0 bien por falta de reeursos.... 0 bien por traba.1 que les ha puesto la eodicia de algunos espeeuladore.I... , subrogandose en su lugar, luego que pase el
tiempo designado para las adjudicaciones" (el subrayado es nuestro).
166
167
168
CuadroN 3
Privatizacion dei suelo urbano municipal en Guadalajara
durante la Reforma
Ingresos percibidos por cuartel (en pesos)
CUARTEL
Cuartel 1*
Cu artel 2*
Cu artel 3
Cuartel4
Cuartel5
Cuartel6
Cuartel7
Cuartel8*
Cuartel9
Total
ADJUDICACIDNES
Num.
Monto
Total
Percibido
VENTAS
Num.
Monto
Percibido
Total
% Monto
Adjudic.
% Monto
Ventas
13
0
50.00
1,245.57
812.84
4,658.59
1,266.27
2,708.73
0.00
379.18
3
5
53
73
118
35
60
1
29
863.33
4,180.00
3,032.07
2,867.93
6,193.84
2,641.26
4,372.70
100.00
2,053.00
0.00
1.18
29.12
22.08
42.93
32.41
38.25
0.00
15.59
100.00
98.82
70.88
77.92
57.07
67.59
61.75
100.00
84.41
284
11,121.18
377
26,304.13
29.72
70.28
1
32
22
118
30
68
Total percibido
37,425.31
Fuente: Archivo Municipal de Guadalajara. Ramo ejidos (varios legajos y varios afios).
Archivo de Instrumentos PUblicos (1856, varios notarios).
Realiz6:Xochitllbarra, Eduardo L6pez, 1993.
En efecto, el que se pudieran captar mas recursos, se debi6 a dos factores intimamente ligados: la presencia cuantitativamente superior de las
ventas sobre las adjudicaciones, y el cambio 0 conversi6n de valores antiguos a nuevos -modificaci6n que el gobemador Parrodi habia estimado
en cerca de un 50% antes de que se aplicara la ley, y que final mente
result6 de un 40%.R2 De tal forma que, por las 284 adjudicaciones, se tuvo
un ingreso deI orden de los Il,121.18 pesos y por las 377 ventas se captaron 26,304.66 pesos; mientras que si se hubiera actuado de acuerdo a la
ley, se habrian percibido 14,400 pesos por este ultimo tipo de operaciones, la diferencia entre esas cifras, es decir, los Il,843 pesos, representan
la magra utilidad que obtuvo el gobiemo deI estado al desnudar de su
contenido social a la ley federal. RJ
82 En promedio, el costo dei metro cuadrado adjudicado, fue de 5 centavos y el metro vendido de 7 centavos. En aigunos cuarteles, como el 7 y el 9, la diferencia fue deI doble y
dei triple repectivamente. Vase el Cuadro N 6: Va/or de/.~ue/o por cuarte/es.
83 A travs de las ventas, se capt6 el 70.28% dei total de los ingresos percibidos por la
desamortizaci6n de la propiedad municipal, el resta fueron adjudicaciones. Porcentaje
que si se compara con la superficie vendida, resulta muy superior, pues sta fue de solo
el 56.21 % en relaci6n al rea tfltal privatizada. Vanse los Cuadros: /nKresos percibldos
por cuarte/ (N. 3) YSuperficie privatizada por cuarte/ (N". 4).
169
CuadroN4
Privatizacion deI suelo urbano municipal en Guadalajara
durante la Reforma
Superficie privatizada por cuartel (mtsZ)
eUARTEL
ADJUDIe.
Superficie
Adjudicada
Cuartel 1
0.00
Cuartel2
276.09
67,015.20
Cuartel3
Cuartel4
29,425.23
154,604.95
Cuartel5
Cuartel6
36,573.54
Cuartel7
446,074.60
Cuartel8
20,266.61
Cuartel9
Total
754,236.22
Sup. Total privatizada
VENTAS
Superficie
Vendida
% total
Adjudic.
% total
1,606.28
18,892.32
129,615.60
150,015.29
404,106.68
44,303.42
135,353.42
0.00
1.44
34.08
16.40
27.67
45.22
76.72
100.00
98.56
65.92
83.60
72.33
54.78
23.28
84,455.72
968,348.73
1'722,585.20
19.35
43.79
80.65
56.21
Ventas
Fuente: Archivo Municipal de Guadalajara. Ramo ejidos (varios legajos y varios ailos).
Archivo de Instrumentos P6blicos (1856, varios notarios).
Realiz6:Xochitl Ibarra, Eduardo L6pez, 1993.
Ahora bien, es de notar que esa cantidad representa menos deI 15%
deI ingreso municipal total para el afio de 1856. Y si consideramos que la
venta de los ejidos se continuo hasta 1873 y que la mayoria de las operaciones se hicieron con pagos diferidos, la suma percibida no debi6 rebasar la mitad de ese porcentaje el primer afio. 84
84 De acuerdo con los registros municipales. el ingreso para 1856, fue de 81,841.60 pesos.
Archivo Municipal de Guadalajara.legajo 108.
CuadroN 5
Privatizacion dei suelo urbano municipal en Guadalajara durante la Reforma
Ventas y adjudicaciones por cuarteles - relacion con la superficie de la ciudad
CUARTEL
Extensi6n
en 18ffi
231,948.53
Cuartell"
CuarteI2**
238,023.52
Cuarte13
633,675.81
CuarteI4*** 753,734.27
Cuartel5
730.990.92
Cuartel6
448,822.43
Cuartel7
1'062,096.25
CuarteI8** l' 139,585.37
Cuarte19
780,883.01
6'019,760.11
total
Superficie
Adjudicada
ADJUDICACIONES
Sup adicional
Total
estimadao
(mts')
276.09
49,581.52
25,968.23
125,835.15
26,878.23
417,462.97
17,433.68
3,457.00
28,769.80
9,695.31
28,611.63
276.09
67,015.20
29,425.23
154,604.95
36,573.54
446,074.60
19,018.61
665,020.80
1,248.00
89,215.42
20,266.61
754,236.22
Superficie
Vendida
VENTAS
Sup. adicional
estimadao
Total
(mts')
Sup. total
Adjudic. y ventas
699.08
319.32
73,858.06
129,972.37
296,466.48
31,161.70
63,768.32
907.20
18,573.00
55,757.54
20,042.92
107,640.20
13,141.92
71,585.10
1,606.28
18,892.32
129,615.60
150,015.29
404,106.68
44,303.62
135,353.42
1,606.28
19,168.41
196,630.80
179,440.52
558,711.63
80,877.16
581,428.02
11.41
10.42
32.43
4.70
33.75
0.69
8.05
31.03
23.81
76.43
18.02
54.74
59,966.17
656,211.50
24,489.60
312,137.48
84,455.77
968,348.98
104,722.38
1'722,585.20
6.08
100.00
13.41
28.62
%de
%dei
Adj. y Venta. cuartel
0.09
l.ll
Se trata de las adjudicaciones y' ventas cuyas boletas no registran la superficie dei predio. La manera como se calcul6 el ma aparece en los cuadros "La
privatizaci6n dei suelo urbano municipal en Guadalajara durante la Reforma: adjudicaciones y ventas por cuartel" en los anexos.
(00) En estos cuarteles hubo muy pocas adjudicaciones y ventas puesto que el municipio en realidad no contaba con ejidos ahi. Debido a su numero tan reducido no las incluimos en la suma total a fin de no a1terar los calculos.
(000) Un terreno vendido, de una gran extensi6n, se encuentra parcialmente asentado en este cuartel; sin embargo figura en el cuartel 5 (referirse a la venta
(0)
171
mente a cinco manzanas en las direcciones 85 norte, sur y poniente, no contaba con ejidos; 10 que a nuestro modo de ver, delimita el perfmetro de 10
que pudo haber sido el fundo original de la ciudad. 86 En otro cuartel, el
numero ocho, tampoco hubo venta de ejidos porque el municipio de Guadalajara no posefa ninguna propiedad ahf; de hecho, los terrenos forrnaban parte de otra comarca 0 distrito cuyo corregimiento se encontraba en
el pueblo de Analco, el cual fue asimilado coma barrio de la ciudad hasta
el Ultimo tercio dei siglo XVIII.87
Poco mas de 172 hectareas de suelo urbano municipal, pudieron
haberse privatizado por la Reforma. Mas de dos tercios, el mismo ano
que apareci6 la ley (1856), y el resta en las dos dcadas siguientes. Si se
excluye la superficie de los cuarteles l, 2 Y 8, que coma 10 acabamos de
ver, en realidad no contaban con ejidos, el area que cambi6 de tenencia
jurfdica equivale al 39% de la superficie total de los cuarteles restantes.
Ahora bien, si se considera globalmente a la ciudad, las transforrnaciones
de estos anos, implican entre un cuarto y un tercio de la mancha urbana
en 1860 (28.27%).88
Tres cuarteles fueron los mas afectados por este fen6meno: 4, 5 Y 7,
los dos primeros ubicados al nor-poniente y el tercero al sur-poniente de
la ciudad.89 En ellos, se vendieron 0 adjudicaron, grandes extensiones de
terreno que no corresponden con alguna manzana en particular, pues se
trata de predios localizados en la periferia, fuera de la cuadrfcula, en las
denominadas manzanas cero. 90
Paradojicamente, en donde el valor dei suelo rematado fue igual, 0
incluso mas bajo al adjudicado, se registr6 el numero mas elevado de
compras libres 0 remates de ejidos por persona. 9J Esa apreciaci6n pierde
172
significado cuando en lugar deI numero de boletas, se toma en consideraci6n la extensi6n territorial de dichos ejidos. AI parecer, no existe correlaci6n aiguna entre el valor dei suelo y la decisi6n de que el suelo se
rematara en subasta 0 se adjudicara a los inquilinos. Por ejemplo, en los
cuarteles en donde el metro cuadmdo de suelo se vendi6 a su precio mas
alto (6, 7 Y 9)/2 la superficie de los terrenos vendidos no fue necesariamente mayor a la superficie adjudicada; por el contrario, en el 6, fue casi
la misma (54.78% contra 45.22%; en el 7, la mas baja (23.28% y la
adjudicada 76.72%); y en el cuartel 9, una de las mas altas (80.65% en
relaci6n a 19.35%, vanse los Cuadros N 5 Y6).
G1obalmente, los valores de suelo que resultan de los terrenos privatizados, no se ajustan completamente al patr6n socio-espacial de ocupaci6n
dei espacio que, desde principios dei siglo XIX, se empezaba a configurar
en la ciudad. Mas bien, ellos explican la tendencia de la dinamica de
urbanizaci6n de esos afios y las necesidades y demandas de suelo que le
son inherentes, veamos las consideraciones siguientes:
a) El cuartel 9, ubicado al oriente de la ciudad, en una de las zonas
mas desvalorizadas socialmente hablando, tiene el valor deI suelo mas
caro (10 centavos cada metro cuadrado).
b) El cuarteI6, ubicado al poniente de la ciudad, en donde se encuentran los primeros barrios residenciales perifricos, tiene tambin un valor
de suelo elevado (9 centavos cada metro cuadmdo).
Un proceso de valorizaci6n tan diferenciado, puede hallar una explicaci6n de acuerdo con la siguiente hip6tesis razonada:
En relaci6n al cuartel 9.
Los barrios que ahi se encuentmn, coma el de San Juan de Dios, tienen una gran heterogeneidad de actividades y habitantes. La concentraci6n de productos agropecuarios y artesanales, los mesones, postas y
bares, marcan, aunque sea en forma incipiente, una cierta vocaci6n
comercial y preindustrial de la zona; la cual, con la construcci6n deI Hospicio Cabanas, recibe un fuerte impulso para el desarrollo habitacionaJ.93
A mediados deI siglo XIX, esa zona acoge una parte importante dei proceso de urbanizaci6n, sirviendo coma soporte de diversas funciones urbanas. Probablemente, esa diversidad va a ejercer una fuerte presi6n sobre
el suelo, provocando efectos de valorizaci6n sobre el mismo.!l4
92 Vase los Pianos 3 y 4. El precio promedio, para cada uno de esos tres cuarteles. fue de
9, 8 Y 10 centavos por metro cuadrado. Mientras que la media de los terrenos vendldos
es de 1 centavos.
93 L6pez E. Op. Cir. pp. 11 Y81.
94 Una explicaci6n similar podria darse para el cuartel 1. ubicado en una zona populosa al
sur-poniente de la ciudad. en donde se encontraba el pueblo-barrio de Mexicaltzingo.
con costos tambin muy elevados (8 centavos el metro cuadrado, cf. Piano 6).
173
CuadroN6
Privatizacion dei suelo urbano municipal en Guadalajara
durante la Reforma
Valor dei suelo por cuartel
CUARTEL
Cuartel 1*
Cuartel2*
Cuartel3
Cuartel4
Cuartel5
Cuartel 6
Cuartel7
Cuartel8*
Cuartel9
Promedio
ADJUDICACIONES
Sup. promedio
Mis.'
Valor
dei ejido (m') pordpeso dei m'
VENTAS
Sup. promedio
Mis.'
deI ejido (m')
pordpeso
Valor
dei m'
276.09
2,155.72
1,366.75
1,338.67
1,168.64
1,475.63
5.52 8 cvos.
50.57 4 cvos.
34.57 5 cvos.
33.04 5 cvos.
29.84 5 cvos.
51.32 4 cvos.
849.54
159.66
1,893.80
2,130.69
1,225.75
1,298.40
1,580.98
3.24 63 cvos.
4.53 29 cvos.
39.77 4 cvos.
45.97 4 cvos.
34.09 7 cvos.
15.20 9 cvos.
30.89 8 cvos.
1,584.88
49.92
3 cvos.
2,306.39
51.02 IOcvos.
41.54 5 cvos.
1,739.34
36.16
1,515.05
7 cvos.
Fuente: Archivo Municipal de Guadalajara. Ramo ejidos (varios legajos y varios ailos).
Archivo de Instrumentos PUblicos (1856, varios notarios).
* En estos cuarteles hubo muy pocas adjudicaciones y ventas puesto que el municipio virtualmente no lenla propiedades ahL Debido al numero tan reducido de operaciones no
las incluimos en los promedios generales, a fin de no alterar los calculos.
Realiz6: XochitI Ibarra, Eduardo L6pez, 1993.
En relaci6n al cuartel 6.
Desde el segundo tercio dei siglo XVIII, empieza a desarrollarse el
barrio dei Pilar al sur de la Penitenciaria de Escobedo. El barrio, asi coma
el dei Carmen (al norte), vendra a ser habitado por familias con recursos
econ6micos elevados, esbozndose una nueva forma de organizaci6n
socio-espacial, diferente al modelo mas 0 menos concntrico que habla
primado hasta esa fecha. Esta nueva orientaci6n en el uso dei espacio,
genera una nueva demanda de sue10 con fines residenciales, aqullos que
10 compran estn dispuestos a pagar un precio mayor por el estatus que,
el factor localizaci6n, genera.
La presencia tan pobre de ejidos en estos dos cuarteles (l0% en relaci6n a las 172 has. privatizadas), no debe considerarse como un factor que
contribuye a aumentar el valor dei sue10 en la zona. Es decir, los ejidos no
son un elemento de desvalorizaci6n de la propiedad raiz, n6tese que en los
cuarteles 5 y 7, en donde stos tienen una extensi6n considerable, el suelo
tiene un costa superior a la media dei rea vendida en la ciudad.
174
95 Valor mercanti) que, desde un principio, incorpora valores de uso y un valor social que
determinan las caracterfsticas patrimonial.:s dei suelo. Vase el Periodo 1.
96 Varas lineales y no cuadradas. Recurdese que la medici6n se hacfa en base al perimetro
dei predio y no a su superficie, asf por ejemplo, un lote de 20 por 20 varas, medfa 40
varas lineales y no 400 varas cuadradas.
97 Archivo Hist6rico Municipal, T. 2, 13, varios legajos. Es de hacer nolar, que en realidad, el costo se determina por el frente dei solar y no tanto por su fondo.
175
Gnifico 1
Guadalajara. Valores de los solares (1856)
0.09
0.08
~
0.07
~.g 0.06
<.>1 0.05
~ c 0.04
:> d: 0.03
~ 0.02
If 0.0\
Anillo Intennedio
Periferia
o
Rango poe extensi6n en varas cuadradas
--0--
Ventas
- x - Adjudicaciones
176
Piano 2
Privatizacion dei suelo urbano municipal en Guadalajara
durante la Reforma
Valor dei suelo por ejido (1856-1874)
--.......
.... .
......
..
Fuente: Archivo Municipal de Guadalajara Ramo egidos (varios legajos y varios afios)
Archivo de Instrumentos PUblicos (1856, varios notarios).
Piano: Guadalajara en 1884.
La capacidad que en 10 sucesivo tiene el suelo para circular libremente, prepara las condiciones para la emergencia de un mercado inmobilario
capitalista futuro. En el corto plazo, la valorizaci6n que los nuevos detentores deI suel0 hacen, se limita a una explotaci6n extensiva deI suelo sin
incorporarle capital (principalmente a travs de su arrendarniento).
ii) La expresi6n de valores de suelo en base al modelo socio-espacial
prevaleciente. En efecto, la relaci6n centro-periferia que se ha conforrna-
177
PIano 3
La privatizaci6n deI suelo urbano municipal en Guadalajara
durante la Reforma
Valor deI suelo por cuarteles
Adjudicaciones
l''-'~:
Ventas
. .
i
, ...
,~ ..... \,r~'
~ Mas de 10 centavos
fI]
lIIlI 8 a 9 centavos
~ 3 a 5 centavos
6 a 7 centavos
Fuente: Archivo Municipal de Guadalajara, Ramo Egidos (varios ailos y varios legajos).
178
179
stos les habian sido adjudicados en el 56, Y por causa de los disturbios
posteriores, desafortunadamente habfan extraviado los tftulos de propiedad. Asf pues, adjudicatarios retrasados en sus pagos, censatarios que no
cubrfan sus rentas con propiedades cuyos linderos eran dudosos e inciertos, y usurpadores de terrenos, constitufan en gran parte, el panorama de
la ocupaci6n dei suelo al final de la Reforma. Situaci6n que era comprensible, segun el mismo sfndico, porque:
[el Ayuntamiento) no tiene conocimiento de los nombres de los poseedores, deI preclO y
deI trmino de las operaciones, de las caracterfsticas de los terrenos y principalmente de
las obligaciones y derechos de cada una de las partes. 101
101 Archivo Municipal de Guadalajara, 15 de febrero de 1864. Don Luis Gutierrez, hacc
notar de dos 0 Ires casos, en los cuales, "habitantes sin poseer el tulo legal correspon
diente, que no puede haberlo, han cerrado varias calles de uso publico, causando COI
esto grave perjuicio a sus vecinos". Existen, igualmente, una gran cantidad de casos d
fincas que fueron adjudicadas a mas de dos personas y de particulares que compraro
terrenos que ya habfan sido atribuidos a otros individuos, veamos un caso: "Ignaci
Soltero solicita devoluci6n de un terreno 0 importe de 60 pesos pues result6 ser d
Cleto Lozana, en el Cuartel 3, manzana 60, en la calle Herrera y Cairo, se le otorg
poseci6n a Lozana porque ya construy6 en l" (Archivo Municipal de Guadalajar
1873, legajo 75).
102 En raz6n de que varios de los ejidos estaban ocupados por una 0 varias familias. N6tl
se que el numero total de predios resulta de"la divisi6n de la superficie promed
0,627.19 mls') entre el iirea total privatizada (172 bas.)
103 AI parecer, varios de los inquilinos beneficiados por la Ley de Desamortizaci6n, fuen
incapaces de cubrir el pago dei impuesto 0 alcabala, perdiendo en consecuencia su pr
piedad; la cual, por ley, fue rematada en subasta publica. Referirse a los Decretos d
20 de mayo de 1857 de 1. Comorifort y dei 20 de noviembre de 1856 de Lerdo de'
Mxico, Impresos, Archivo Municipal de Guadalajara. De las 422 familias benefic
das, 213 fueron por adjudicaci6n y 232 por venta en remate. La diferencia se produ
por causa de 23 adjudicatarios que tambin compraron. En junio 22 de 1877, se es
blecieron nuevas bases para la venta de los ejidos entre cuyos artlculos destacan: (
las ventas se hamn por el precio que disponga un perito y (15") se avisar, cuando
trate de hacer una venta, por el peri6dico oficial.
180
Asi pues, las reformas liberales dieron pi a un fuerte proceso de acumulaci6n de la propiedad en muy pocas manos. A esta primera forma de
acumulaci6n, casi inmediatamente, le sucedi6 una segunda. Familias de
bajos ingresos, a quienes se les habia adjudicado la propiedad, transfirieron sus certificados de redenci6n, a familias presumiblemente con recursos econ6micos mas desahogados. El nuevo comprador, antes de que
venciera el plazo estipulado en el contrato, podia cubrir tanto el capital
coma los rditos, liberando la hipoteca a su nombre. 104 Muchos de los
ocupantes originales, ya fuera por presi6n deI comprador, por necesidades de diversa indole, por imposibilidad para cubrir el pago 0 simplemente por conveniencia econ6mica, dejaban pasar una posibilidad hist6rica
para conservar en propiedad el suelo y la vivienda que, en ocasiones,
habian construido con el esfuerzo de varias generaciones. 105
Desconocemos cuantas operaciones de ese tipo se llevaron a cabo una
vez adjudicadas las propiedades. Sabemos, sin embargo, que algunos
notarios dan f de un numero mas 0 menos importante de titulos traslativos de dominio, en esos afios. Sin duda alguna, las familias que se desprendieron de su propiedad recibieron un pago en efectivo 0 algun tipo de
remuneraci6n, por parte deI comprador. ll16 En principio, esa suma deberia
representar la diferencia entre el valor deI bien inmueble, a su precio de
adjudicaci6n y su costa real en el mercado, el llamado valor nuevo. Sor104 Sin duda. una sola persona pudo adquirir muchas propiedades a travs de ese mecanismo. Paradojicamente varios de los nuevos compradores. quienes en principio tenfan
una mayor capacidad econ6mica. podfan negociar posteriormente los trminos de la
adjudicaci6n con el Ayuntamiento. lIegando a arreglos que representaban mejores ventajas que las que tenfa el ocupante original.
105 Ese es el caso. por ejemplo. de Ciriaca Torres, propietaria de un ejido en la manzana 59
dei cuartel 5: "tenla la posesion desde e/40, y aun antes, ah{ nacio su padre. Vendieron parte deI egido a Mora, ahora el paga un peso y ellas doce reales". Archivo Municipal de Guadalajara. Ramo Egidos, 1866, paq. 138,leg. 90 (el subrayado es nuestro).
106 Remuneraci6n que adiciona el valor dei suelo, el deI inmueble construido y una ganancia extra por el cambio de valor, que resulta de la liberalizaci6n deI suelo. Veamos
a1gunos ejemplos de ventas de ese tipo:
- Rafael de la Pella vende a Concepci6n Murillo casa con huerta en El Arenal, cuartel
8, norte, cuadra 23, en 250 pesos y se le adjudic6 en 33.33 pesos con las mismas
dimensiones (Notario Flix Garibay, VoU, 1857-58).
- Magdalena Gonzatez tenfa una casita en un egido y 10 compr6 al Ayuntamiento en
julio de 1856, pagaba 20 reales. y 10 vendi6 a Crist6bal Ojeda en 250 pesos (Notario
M. Romn, Vol. 30, 1862).
- Leon Rojas compr6 al Ayuntamiento, con arreglo a la ley, en el cuartel 4. manzana
72,150 ,aras Iineales (41 por 34 varas) en 30 pesos el 7 de noviembre de 1871. Este 10
vendi6 al sellor Alvarez y ste al seiior L6pez en 250 pesos (Notario Hermoso, Vol.25,
1857).
181
Cuadro NU 7
Privatizacion dei suelo urbano duranle la Reforma
Principales compradores de suelo
Nombre dei
comprador
Melquiades Oirdenas
Ram6nGomez
Ignacio Schiaffino
Anastacio Asco
Eugenio Moreno
Eulalia Sta. Maria
Ram6n Salcedo
Ubicaci6n
Superficie
en mts'.
precio
en pesos
forma de
adquisici6n
Superficie
porprop.
C7MO
345,157.23
176.oo
Adjudic.
C4MO
3,854.12
45.oo
venta
C4MO
490.83
10.00
venta
C4MD
188.24
25.oo
venta
3,552.93
venta
C4MO
50.oo
venta
C4MlIO
2,348.87
93.oo
venta
C4MO
3,276.84
30.oo
venta
C4MI09
5,401.21
loo.OO
3,282.42
venta
C4MO
62.50
4,715.86
venta
C4MO
50.oo
venta
903.57
17.oo
C4M1,568.70
42.00
venta
C5MIOI
venta
C5MI09-1O 4,952.91
55.oo
70.50
venta
C4MI0
5,155.10
4,907.59
venta
C5M4O.oo
3,943.36
62.oo
venta
C5MIOI
venta
2,250.56
30.oo
C4MO
venta
12,917.72
120.oo
C4MO
venta
2,254.05
20.00
C4MO
214,340.89 1,5oo.oo
venta
C4,5Mventa
6,212.05
50.oo
C9M63
70.oo
venta
3,067.68
C9M64
6,442.13
70.00
venta
C9MO
40.oo
venta
1,926.36
C9MO
60.oo
venta
6,708.46
C9MO
15,417.18
venta
60.oo
C3M31
venta
11,407.99
100.oo
C3M70
venta
976.08
109.30
C3M44
venta
6,972.oo
C3M44
venta
501.98
C3M44
venta
C5M6,972.oo
250.oo
venta
142.61
60
C5M80*
TotaI General (en metros cuadrados)
345157,23
280.305.77
24,356.68
15,417.18
11,407.99
8,450.06
7,114.61
692,209.53
Fuente: Archivo Municipal de Guadalajara. Ramo ejidos (varios legajos y varios ailos).
Archivo de Instrumentos PUblicos (1856, varios nolaros).
(*) Superficie estimada en base al precio de compra
C3M44 = Cuartel 3, manzana N" 44.
Realiz6: Xochitl Ibarra, Eduardo L6pez, 1993.
182
183
de donaciones, herencias, dotes enajenaciones, etc.,l08 a fin de de no mantener ocioso su capital; ofreciendo su patrimonio inmobiliario, a familias
de recursos principalmente medios.
AI momento de aplicarse las Leyes de Reforma, la Iglesia contaba
con una gran cantidad de propiedades, de entre las cuales, pudimos registrar 1,396 casas y grandes terrenos 0 solares con una superficie de alrededor de 14 has. Con toda verosimilitud, este patrimonio debi6 de ser
mayor, pues ese total se construy6 a partir de una adici6n de datos proporcionados por las principales fuentes de esos afios, pero no por la consulta exhausitiva de todas. Ahf vivfan, probablemente, entre el 15% y el
20% de los habitantes de la ciudad, esta es, entre 7,720 y 10,037 personas
(cf. PIano 8 y el Cuadro N 8).
De tal forma que, alrededor de un tercio de la superficie de la ciudad
y otro tanto deI marco construido, se encontraba vinculada a dos corporaciones: el Municipio y la Iglesia. AI resta se le puede considerar coma
propiedad privada en sentido estricto. I09
De uno de los pocos estudios que tratan sobre la transformaci6n de la
propiedad eclesiastica en Guadalajara, durante la Reforma, se desprende
que en los tres meses posteriores a la publicaci6n de la ley -periodo en
que se permiten las ventas convencionales-, las corporaciones eclesisticas decidieron enajenar, a precio menos bajo, sus inmuebles ante la perspectiva que se les presentaba de vender posteriormente a un porcentaje de
capitalizaci6n de 6%, exigido por la ley. Esta conclusi6n, producto de una
extrapolaci6n que su autor, J. Bazant, hizo a partir deI anlisis de tres de
los once registros notariales de 1856, presenta una visi6n parcial deI
impacto que las leyes de desamortizaci6n debieron haber tenido sobre la
propiedad eclesistica, y en consecuencia, sobre la vivienda de la ciudad.
Basados en el estudio de diez libros de notarios y de otras fuentes,1I0
podemos concluir -a diferencia de 10 que sefial6 Bazant-, que las ventas
108 Igualmente, el c1ero se hace de varias fincas y terrenos, cuando algunas personas se
declaran incapaces de cubrir la deuda econ6mica que les fue otorgada por la misma
instituci6n, perdiendo los bienes inmuebles q'ue habian dejado en garantia en casa de
una eventual falta de pago (cf. Apartado 10, Periodo 1).
109 Tal concentraci6n de la propiedad, explica la raz6n dei proyecto liberal de privatizaci6n dei suelo. Proyecto que concernia a la mayor parte de la superficie de la ciudad, la
cual, a los ojos de los liberales, se encontraba estancada por igual e imposibilitada a
circular libremente.
110 Los libros revisados corresponden a los notarios: Juan B. Snchez, Mariano Hermoso,
Guadalupe G. Gallegos, Desiderio Mej!a, Luis G. Arreola, Francisco Brizello, Martin
Roman, Jos Maria dei Muro, Juan Riestra y Ram6n Barboza. Quedan por revisar
Jesus Duran, Jos Maria Rodrfguez Blanco, Tomas Bravo, Pedro Delgadillo, Ignacio
Gonzlez Estevez, Ferm!n GondIez Castro, Ger6nimo Gutierrez Moreno y Juan N.
Esparza. Otros documentos consultados fueron el peri6dico oficial El Pals. Los bienes
de la 19lesia..., de Bazant.
184
CuadroN 8
La propiedad eclesiastica en Guadalajara
Corporaci6n
*
***
*
*
*
*
*(**)
**
*(**)
*
**
**
**
*
**
1 Aniversario de la Catedral
2 Beaterio
3 C. Animas de Mexicaltingo
4 Capellanfas San Francisco
5 Capellanfas Vacantes
6 Capellanfas Varias
7 Cofradfa de Ntro. Arno
8 Cofradfa de Cocula
9 Cofradfa de San Antonio
10 Cofradfa de San Jos
Il Cofradfa Sr. Humildad
12 Cofradfa Sacramento
13 Cofradfa Sra. Salud Analco
14 Colecturfa de Animas
15 Colegio Clerical
16 Colegio Conciliar
17 Colegio de San Agustfn
18 Colegio de San Diego
19 Colegio de San Juan
20 Colegio Seminario
21 Convento de Jesus Ma.
22 Convento de San Francisco
23 Convento de Santa Teresa
24 Convento de Santa M6nica
25 Convento de Sto. Domingo
26 Convento de San Agustfn
27 Convento dei Carmen
28 Convento Sta. Marfa de Gracia
29 Curato de Analco
30 Curato de Mexicaltzingo
31 Curato dei Sagrario
32 Enfermerfa de San Francisco
33 Escuela de Artes
34 Fbrica de Catedral
35 Hospicio
36 Hospital de Beln
37 Hospital San Juan de Dios
38 Instituto de Ciencias
39 La Merced
40 Oratorio de San felipe
41 Santo Cenculo
42 Santos Lugares
43 Desvinculaci6n de Capellanfas
Total
Nde
propiedades
7
87
1
12
52
41
25
1
3
2
8
1
1
142
9
1
49
59
12
9
144
9
116
104
49
115
30
119
1
1
1
2
4
7
5
5
108
5
89
9
9
1
41
1,396
Valor en
pesos
23,072.00
83,455.00
100.00
8,300.00
60,958.00
18,663.48
17,150.00
3,480.00
1,233.34.00
2,650.00
4,900.00
2,000.00
94,450.69
16,100.00
5,600.00
190,950.00
96,469.00
21,900.00
56,517.88
345,875.00
9,600.00
161,154.37
139,549.65
33,600.00
73,320.00
120,350.00
316,650.00
300.00
1,200.00
1,834.00
26,800.00
69,866.00
13,359.37
6,798.23
98,148.00
31,200.00
145,888.30
53,900.00
37,773.32
1,000.00
15,468.49
2'411,584.12
Fuente: Peri6dico El Pals, 1858, nums. 82, 83, 84, 97 Y1857 N" 4.
* Datos que se agregaron de los bienes eclesisticos que se desamortizaron en 1856.
** Archivo de Instrumentos Publicos, varios notarios, 1856.
*** Jefatura de Hacienda, Jalisco, 1861.
185
Piano 4
La propiedad eclesiastica hasta la Refonna. Guadalajara 1884
Fuente: Biblioteca Pblica dei Estado y Biblioteca dei Congreso, El pals, 1856 y 1861
Archivo de Instrumentos Publicos, varios notarios, 1856.
Realiz6: Eduardo L6pez Moreno, 1994.
186
y los segundos abiertos al mejor postor. Los bienes desamortizados registrados, cubren el 22.3% (312 casos) dei patrimonio eclesiastico que logramos inventariar (Cuadro N 8). El 24% fueron ventas, el 19.5% adjudicaciones y el 56.5% remates, con un total que asciende a un poco mas de un
mill6n de pesos, 0 sea el 44.7% de la riqueza inmobiliaria dei clero que
nos es conocida (vase el Cuadro N 10).
Cuadro N. 9a
Lista de ventas convencionales en Guadalajara, 1856
Seglin el protocolo de Juan Riestra
Corporaci6n
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
Belem
Hospicio
Carmen
Carmen
Carmen
Jesus
Capellanis
Carmen
Santa Teresa
Jesus Ma.
San Juan de Dios
Jesus Ma.
Cgio. Guadalupano
Santa Teresa
Jesus Ma.
Santa M6nica
San Agustfn
san Agustfn
San Agustfn
San Agustfn
San Agustin
San Agustfn
San Agustfn
San Agustfn
San Agustfn
San Agustfn
San Agustfn
Comprador
Jos Palomar
Pedro J. Prieto
Teodosio Berrueco
Rafael!. Tapia
Evaristo 1fiiguez
Faustino G. Cevallos
Pedro Camarena
Gertrudis Sanchez P.
Miguel Gonzlez Rubio.
Juan de Dios Arredondo
Jos Maria Plancarte
Agustfn Femandez Villa
Pedro J. Prieto
Ram6n Navarro
Vicente Oftigosa
Franciisco Bemi
Benita Castro
Fco. Martinez Negrete
Fco. MarIa Oftiz
Urbano Berrueco
Fco. R. Mart{nez
Vicente Gonzlez
Juan B. Cogordaut
Clemente Mendiola
Jesus Ascencio
Dolores M. de Pacheco
Manuel Corts y V.
Total
Precio
1,200.00
60,000.00
1,800.00
95,000.00
2,000.00
2,400.00
25,000.00
2,000.00
10,000.00
8,670.00
12,000.00
10,000.00
8,000.00
8,000.00
8,000.00
3,840.00
4,300.00
13,000.00
10,000.00
9,000.00
8,000.00
12,800.00
2,000.00
5,000.00
8,000.00
3,600.00
7,200.00
340,810.00
187
CuadroN 9b
Lista de ventas convencionales en Guadalajara, 1856
SegUn el registro de varios notarios
Corporaci6n
Comprador
Precio
Jesus Maria.
4,320.00
O. San Felipe
27,800.00
Catedral
18,000.00
San Diego
11,702.00
Santa M6nica
6,480.00
Santa Teresa
7,500.00
Colegio Clerical
3,500.00
8
9-10
Cofra. Sacramento
2,000.00
1,300.00
Il
Santo Domingo
1,200.00
12
Santo Domingo
1,050.00
13,16
<4>Santo Domingo
2,080.00
4,000.00
17,22
23-24
1,000.00
25,27
4,650.00
28
Santo Domingo
Jesus Ma.
8,500.00
29
30
31
1,600.00
14,640.00
Col. Enseiianza
Santa M6nica
850.00
32
Santa Teresa
1,400.00
33
34-35
Santa Teresa
3.000.00
13,080.00
36
37,40
Santa Teresa
2,425.00
6,097.60
3,000.00
41
Col. Enseiianza
42
Santa Teresa
43
Santa Teresa
300.00
4.000.00
Total
155,474.60
188
Corporaci6n
Hospicio
Jesus Maria
Aniv. Catedral
Colecturfa de Animas
Colegio Seminario
San Juan de Dios
Oratorio de S. Felipe
Santa M6nica
Hospital de Beln
Santa Ma. Gracia
Ntra. Sra. Guadalupe
Catedral
Colegio Clerical
Col. San Agustin
La Merced
Beaterio
Colegio Sn. Diego
Capellanias
Santo Cenculo
C. San Antonio
Enf. San Francisco
Sefior de la Humildad
Instituto de Ciencias
Santa Clara
Santo Domingo
El Carmen
Colegio Conciliar
Santa Teresa
Col. San Juan
Otros**
Totales
Ventas
1
6
3
1
5
1
3
3
II
Adjudic.
9
3
3
2
1
1
3
14
1
2
7
1
5
1
8
25
8
II
3
88
1
2
1
5
66
Remate
Total
4
10
1
7
1
2
7
9
5
28
1
11
2
1
2
1
13
4
7
1
27
5
4
10
3
2
1
2
12
1
1
1
4
1
21
18
174
14
4
9
10
17
5
27
4
6
10
23
29
5
9
12
3
3
1
2
10
1
26
9
1
34
1
26
332
Valor
72,067.00
129,175.00
4,072.00
17,750.00
17,717.88
22,633.00
53,900.00
35,949.00
4,633.00
126,550.00
34,640.00
37,467.00
16,100.00
124,500.00
48,098.30
4,308.00
29,199.60
33,534.00
5,566.67
1,233.34
734.00
1,800.00
55,900.00
2,200.00
32,177.60
109,650.00
5,600.00
62,364.00
1,600.00
57,970.12
1'149,089.51
Fuente: Elaborado en base a los datos tomados de varios libros de registros notariales,
varios notarios para el ano de 1856.
Hazant (Op. Cir.) y peri6dico El PaEs numeros 89, 91,93-96 Y100, dei ano de 1856
Se registran las transacciones cuya escritura no indica c1aramente si se trata de una adjudicaci6n 6 de un remate, considerando ademas que en "remate" se ubican las adjudicaciones y remates cuando la finca no se vende al ocupante.
.. No se tiene el nombre de la corporaci6n a quien pertenecfan las fincas puestas en circulaci6n.
189
190
CuadroN 11
Venta de solares eclesilisticos por corporaci6n.
Guadalajara, 1856
Corporaci6n
Be1n
Num.
Ubicaci6n
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Il
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
C5M26
C5M22
C5M27
C5M42
C3M48
C3M47
C3M58
C5M27
C5M22
C5M22
C3M43
C5M26
C3M43
C5M 19
C3M34
C5MO
C3
C3M52
C5M27
C5M30
C3M59
C5M22
C5M30
C5M25
C5M40
C5M26
Linda hospital
Total
Hospicio
Total
Total General
1
2
3
4
5-6
6
7-12
13
14
43
C9M49
Extensi6n
450.39
696.50
627.48
464.33
557.76
1,571.48
847.09
1,314.22
614.93
292.82
833.85
488.04
439.23
370.91
1,505.95
891.02
2,963.10
971.89
317.22
1,589.61
192.42
626.78
244.71
299.09
94.12
25,323.69
44,588.63
66,652.32
1,398.58
271.90
2,509.92
697.20
348.60
803.16
100.39
Valor
20.00
75.00
85.00
75.00
27.00
43.00
105.00
122.00
35.00
130.00
100.00
100.00
65.00
105.00
31.00
82.00
62.40
82.40
61.00
65.00
90.00
34.00
60.00
85.00
140.00
42.00
85.00
20.00
55.00
2,081.80
72,782.07
200.00
800.00
50.00
80.00
100.00
50.00
294.00
46.00
66.00
1,686.00
117,370.70
3,767.80
C9M49
Fuente: Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado de Jalisco, varios notarios, mo de 1856.
Notas: superficie en metros cuadrados. valor en pesos.
terrenos que lindan con la Plaza de Toros.
C9M49 = Cuartel 9, manzana 49
Realiz6 : X. Ibarra, E. Lopez, 1993
191
192
193
pesos) dei costo total dei conjunto de transacciones que tomamos como
universo de estudio (cf. Cuadro N" 12).
Sin duda, el proceso de privatizaci6n dei suelo municipal, se reproduce
con las casas-habitaci6n propiedad dei clero. Los principales compradores
de bienes eclesiasticos se interesaban, principalmente, por las casas y
accesorias --0 tiendas-, ubicadas bsicamente en los cuarteles 1 y 2 de la
ciudad, y otras viviendas construidas junto a establecimientos religiosos.
El 28 de enero de 1858, el gobiemo conservador de Zuloaga, declara
nula la ley de desamortizaci6n y restituye de nuevo la propiedad ralZ a las
corporaciones eclesiasticas, obligando a que en las escrituras se asentara:
queda nula y sin efecto esta adjudicaci6n 0 este remate, y la finca a que ella se refiere,
continua en el dominio y posesi6n de ta! corporaci6n 0 comunidad.'"
Es de constatar, que el decreto deja fuera las ventas directas, 10 que nos
hace suponer que le resultan benficas, tanto a la Iglesia como a los grupos
ligados al nuevo gobiemo. Esta reacci6n a las Leyes de desamortizaci6n,
tuvo una vida corta, el 5 de febrero de 1861, casi tres afios despus, el Presidente Jurez nacionaliza los bienes eclesiasticos, ordenando que se les
reintegre las fincas urbanas y rUsticas a los beneficiarios legftimos de la
Ley Lerdo, llamese adjudicatarios, rematantes 0 compradores, siempre y
cuando no hubieran celebrado compras con el mismo clero durante esos
tres afios;119 conservndoseles los mismos derechos, de preferencia y sistemas de compra 0 adjudicaci6n, que fueron utilizados en el 56.
A pesar de los buenos pr6positos de la ley, un nuevo proceso de acumulaci6n de la propiedad se lleva a cabo en estos afios, amparado por los
remates y las redenciones forzadas de los capitales, que fueron asignados
desde la ley de desamortizaci6n. De 129 casos de nacionalizaci6n de
casas habitaci6n, que pudimos registrar entre marzo y mayo de 1861, un
poco mas de la mitad se concentr6 en 10 personas y una sola adquiri6 el
20% de los bienes. Mas de dos tercios dei capital total desvinculado -que
era igual a 243,065.96 peSOS,I20 favoreci6 a 19 personas, 9 de las cuales,
recibieron valores inmobiliarios por e15L94% dei capital en circulaci6n.
118 Reglamento de la Ley dei 28 de enero de 1858, Articulo Cuarto, Guadalajara 4 de abril
de 1858. Obligando a entregar a las corporaciones, los titulos de dominio en posesi6n
de los diferentes beneficiarios (Art. 5). Y con el compromiso de restituirles las sumas
que hablan cubierto a la hacienda publica por a1cabala, rditos 0 capitales, a travs de
bonos fiscales (Arts. 9" Y Hl").
119 Decreto publicado en Guadalajara, el 26 de mano de 1861, por el gobernador P. Ogazon.
120 De ellos 197,984.60 pesos, fueron por Redenci6n de 112 fincas urbanas y 30,081.36
pesos por el Reconocimiento de 17 fincas. Referirse al Anexo III, en donde presentamos los cuadros recapitulativos dei impacto de las leyes de 1861.
194
Cuadro N 12
Privatizacion de las casas habitacion propiedad deI c1ero
Guadalajara, 1856
Lista de los principales compradores
Num.
Nombre comprador
Capital
Rafaell. Tapia
Pedro L. Prieto
Manuel Ocarnpo
Jos Palomar
Pedro Carnarena
Eulogio Rico
Luis Alvarez
Ignacio de la Torre
Antonio Leataud
Juan de Dios Rosas
Pedro Ogazon
Nicolas Remus
Jos Antonio Sar
y gnacio Madrid
Vicente Gonzlez
Carlos R. Carnarena
Jos Maria Plancarte
Lzaro Prez
Agustfn Berrnudez
Fco. Maria Ortiz
Agustfn Fernandez Villa
Miguel Gonzlez Rubio
Fco. Martfnez Negrete
Total
95,000.00
60,000.00
42,799.00
29,000.00
25,000.00
24,100.00
23,600.00
22,116.00
16,600.00
14,640.00
13,800.00
13,600.00
13,366.00
13,266.00
12,800.00
12,1l6.oo
12,000.00
11,200.00
Il,702.oo
10,000.00
10,000.00
10,000.00
13,000.00
2
3
4
5
6
7
8
9
10
II
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
509,705.00
Fuente: varios libros de registros notariales, varios notarios, 1856. Peri6dico El Pats, nums.
89,91,93-96 Y100 deI alo 1856.
Nota: valores en pesos.
Realiz6: Xochit11barra, Eduardo L6pez, 1993.
121 Remitirse al Cuadro NO 12, que presenta a las principales personas, que se vieron favorecidas por la distribuci6n de la propiedad ec!esilistica en Guadalajara, a rafz de la aplicaci6n de la ley de 1861.
195
Piano 5
Guadalajara, 1884. Superficie total privatizada
por las Leyes de Reforma. (propiedad municipal y eclesilistica)
196
122 Tomando en consideraci6n, que los remates de casas que se lIevaron a cabo entre
marzo y agosto de 1861, los cuales supusieron una traslaci6n de capital por 105,322
pesos. Velise el Cuadro N" 13, de resumen.
197
CuadroN 13
Cuadro Recapitulativo: privatizacion de la propiedad deI clero
Guadalajara, 18561861
Tipo
casas
solaces
casas*
casas**
capellanias***
Total
Num.
Valor
312
43
112
17
41
525
1'078,640.00
3,767.80
197,984.60
30,081.36
18,663.48
1'329,137.24
198
199
200
Anexo
Cuartel N 5
Adjudicaciones
Num
Fecha
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Il
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
215
8
8
8.10
111
5
32
21
24
25
26
36
38
42
40
30
43
31
45
51
53
57
57
229
63
61
57
2,352.61
C5MO 3,384.00
C5MO 6,640.00
C5MO 10,000.00
C5Ml00
C5M100
338.00
48010
C5Ml00
C5Ml00
552.00
C5Ml00
651.00
C5MI2 4,18500
C5MI2 4,185.00
C5MI8
C5MI8
577 50
C5M19
655.75
C5M21
264.00
C5M23
C5M39
700.00
C5M39
648.00
C5M40
C5M40
986.00
C5M42 2,52200
C5M43 4,760.00
C5M43 1,976.00
C5M43
867.96
C5M43
66176
C5M45 2,888.00
C5M45 7,955.00
C5M45
520.00
C5M46 5,609.00
C5M46 3,03000
C5M48 1,848.00
C5M49 1,18987
C5M49 1,469.60
C5M49 2,955.90
C5M49 1,425.00
C5M50 4,650.00
C5M51
C5M51
C5M51 1,887.00
C5M54 2,173.00
C5M54 2,173.00
C5M55
Precio V'por
en pesos c1peso
Superficie
metros'
33.33
166.67
250.00
33.33
16.67
47.20
66.67
21.00
50.00
50.00
54.17
20.84
33.33
25.00
35.43
16.67
33.33
41.67
50.00
101.53
39.84
40.00
1,640.24
2,359.32
4,629.41
6,972.00
70.79
27.78
2789
0.01
0.04
0.04
20.28
10.17
8.28
31.00
83.70
83.70
235.65
33473
384.85
453.88
2,917.78
2,917.78
14.14
7.09
5.77
21.61
58.36
58.36
0.07
014
0.17
0.05
0.02
0.02
27.71
19.67
402.63
457.19
19.32
13.72
0.05
0.07
7.45
41.99
19.44
184JJ6
488.04
451.79
5.20
2928
1355
019
0.03
0.07
1972
13.75
0.07
33.33
33.33
142.81
59.29
99.57
4133
0.01
002
33.33
33.33
35.43
35.43
35.43
41.67
33.33
50.00
86.65
238.67
14.68
158.31
85.52
44.35
35.70
29.39
60.41
166.40
10.23
11038
59.63
3092
2489
20.49
0.02
001
0.10
001
002
003
004
0.05
33.00
50.00
20.84
20.84
50.00
50.00
50.00
20.84
43.18
93.00
687.44
1,758.34
3,318.67
1,37767
605.14
461.38
2,013.51
5,546 23
36254
3,910 59
2,112.52
1,288.43
82958
1,02461
2,060.85
993.51
3,241.98
30.11
64.84
0.03
0.02
37.74
43.46
43.46
1,315.62
1,515.02
1,515.02
26.31
30.30
30.30
004
0.03
0.03
201
Cuartel N 5 (continuaci6n)
Adjudicaciones
Num
Fecha
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
77
84
86
86
89
90
90
III
105
101
104
108
108
110
109
112
116
117
120
118
115
132
133
140
139
144
1'2
C5M55
C5M56
C5M56
C5M56
C5M57
C5M58
C5M58
C5M58
C5M58
C5M58
C5M59
C5M59
C5M67
C5M67
C5M76
C5M76
C5M76
C5M76
C5M76
C5M76
C5M77
C5M77
C5M77
C5M77
C5M77
C5M77
C5M77
C5M77
C5M77
C5M78
C5M78
C5M78
C5M78
C5M78
C5M78
C5M78
C5M82
C5M82
C5M85
C5M85
C5M86
C5M87
1,640.00
920.00
4,079.50
1,160.00
1,720.00
97150
937.50
937.50
1,400.00
2,150.00
1,488.00
1,462.00
899.00
592.00
1,687.74
918.00
357.00
1,202.41
2,021.25
1,680.00
960.00
920.00
1,127.50
1,000 00
2,369.00
1,368.00
2,464.50
3,030.00
1,365.00
5,557.50
2,655.50
Precio V'por
en pesos clpeso
Superficie
metros'
28.12
1,143.41
19.60
0.05
18.40
81.59
23.20
34.40
46.62
28.13
28.13
641.42
2,844.23
808.75
1,199.18
677.33
653.63
12.83
56.88
16.18
23.98
32.50
19.61
19.61
0.02
0.06
0.04
0.03
0.05
0.05
42.00
976.08
29.29
0.03
43.00
39.68
38.99
43.14
17.76
1,498.98
1,037.43
1,019.31
626.78
412.74
29.98
27.66
27.18
30.08
12.38
0.03
0.04
0.04
0.03
0.08
5064
27.54
14.28
8.91
35.30
19.20
9.96
6.21
0.03
0.05
0.10
0.16
40.32
1,176.69
640.03
248.90
838.32
1,409.22
1,171.30
28.11
0.04
28.80
2760
18.04
30.00
66.86
32.83
669.31
641.42
786.09
697.20
1,651.67
953.77
20.08
19.24
12.58
20.92
46.62
22.89
0.05
0.05
0.08
0.05
0.02
0.04
59.14
90.91
40.95
166.74
79.67
1,718.25
2,112.52
95168
3,874.69
1,851.41
41.23
63.38
28.55
116.25
55.55
0.02
0.02
004
0.01
002
58.33
20.84
41.65
50.00
50.00
50.00
50.00
20.84
33.33
33.33
41.67
33.33
33.33
33.33
33.33
50.00
37.50
37.50
20.84
33.33
16.67
29.17
29.17
33.33
33.33
25.00
\3500
41.67
20.84
33.33
33.33
62.50
33.33
35.43
41.67
50.00
41.67
33.33
33.33
33.33
33.33
~53.63
o.oa
202
Cuartel N 5 (continuaci6n)
Adjudicaciones
Num
Fecha
85
86
87
88
89
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1868
1872
1872
1872
1872
1872
1872
1872
1873
1873
1873
1873
1873
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
100
lOI
102
103
104
105
106
107
108
109
110
1I1
112
113
114
115
1I6
117
1I8
181
192
183
198
193
205
205
209
203
18
47
3
3
3
3
0
27
131
214
216
207
207
C5M87 1,232.00
C5M87 1,920.00
C5M88 1,265.00
C5M88 1,375.00
C5M9O
C5M91 12,012.00
C5M93 2,817.50
C5M93 1,681.00
C5M93
C5M95 1,295.00
C5M96 1,386.50
C5M97 1,122.00
C5M97 1,440.00
CSM98
C5M98
C5M98 2,016.00
C5M99
C5M99
C5M99
800.00
C5M99 1,998.00
C5M99 1,491.00
675.00
C5M38
C5M49 1,680.00
C5MIO
300.00
C5MIO
325.00
C5MIO
450.00
C5MIO
200.00
C5M40
392.00
C5M40
816.00
C5M82 1,224.00
C5MlOO
363.00
C5MlOO
650.00
C5M99
688.00
C5M99
672.00
Precio V'por
en pesos c1peso
Superficie
metros'
24.64
38.40
18.97
20.62
858.95
1,338.62
881.96
958.65
17.18
26.77
13.23
14.38
0.06
0.04
0.08
0.07
144.15
56.35
50.44
8,374.77
1,964.36
1,171.99
100.50
39.29
35.16
0.01
0.03
0.03
27.42
27.73
23.76
30.50
902.87
966.67
782.26
1,003.97
19.12
19.33
16.57
21.26
0.05
0.05
006
005
40.32
1,405.56
28.1I
0.04
24.00
23.97
35.78
41.77
50.41
76.53
76.47
76.53
75.47
11.76
24.48
36.72
21.78
19.50
33.03
32.26
557.76
1,393.01
1,039.53
470.61
1,171.30
209.16
226.59
313.74
139.44
273.30
568.92
853.37
253.08
453.18
479.67
468.52
16.73
16.71
24.95
29.12
35.14
53.36
53.32
53.36
52.62
8.20
17.07
25.60
15.18
13.60
23.03
22.49
0.06
0.06
0.04
0.03
0.03
0.02
0.02
0.02
002
0.12
0.06
0.04
0.07
007
0.04
0.04
33.04
1,338.67
0.05
50.00
50.00
66.67
66.67
33.33
83.33
50.00
33.33
25.00
47.22
50.00
47.22
47.22
37.40
150.00
50.00
29.17
29.17
33.33
83.34
41.67
16.16
33.33
3.92
4.25
5.88
2.65
33.33
33.33
33.33
16.67
33.33
20.83
20.83
178,476.45 4,658.59
Suma total
Costo promedio
Superficie promedio
125,835.15
47.40
203
Cuartel N 5 (continuaciOn)
Ventas
Num
Fecha
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Il
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
1856
5 C5MIO
1856
4 C5MIO
1856
1 C5MIO
218 C5MI00
1856
1856
15 C5M15
C5M38
1856
16 C5M38
1856
1856
16 C5M38
Il C5M38
1856
1856
33 C5M43
1856
45 C5M48
1856
65 C5M55
1856
73 C5M56
1856
C5M56
1856
C5M56
1856
78 C5M58
1856
80,83 C5M58
1856
C5M59
C5M59
1856
1856
88 C5M59
1856
94 C5M75
1856
106 C5M76
1856
C5M76
1856
108 C5M77
1856
116 C5M78
1856 121,124 C5M79
1856
128 C5M80
1856
125 C5M80
1856
129 C5M81
1856
136 C5M83
1856
144 C5M86
C5M9
1856
158
171 CSM94
1856
1856
172 C5M94
175 C5M95
1856
1856
176 C5M95
1856 178,179 C5M95
1856
180 C5M95
C5M97
1856
C5M97
1856
1856
186 C5M97
1856
203 C5M97
1856
188 C5M97
1856
C5M98
56.00
Precio V'por
en pesos c:Jpeso
20.00
20.00
15.00
70.00
26.00
24.00
25.00
50.00
25.00
3.73
1,039.50
2,139.00
1,003.10
1,282.50
507.00
2,150.00
Superficie
metros'
39.04
2.60
0.38
724.74
41.67
150.00
100.00
658.00
60.00
42.00
50.00
20.00
20.00
17.00
60.00
25.00
50.00
15.00
31.70
150.00
60.00
130.00
300.00
150.00
18.00
40.00
50.00
50.00
90.00
64.00
58.20
43.30
60.00
160.00
90.00
50.00
100.00
100.00
3.25
16.72
1,491.31
699.36
2.27
11.66
0.44
0.09
25.65
894.16
17.88
0.06
8.45
353.48
5.89
0.17
43.00
1,498.98
29.98
0.03
204
Cuartel N 5 (continuaci6n)
Ventas
Num
Pecha
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63.
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
1856
1856
1856
1856
1856
1856
1857
1857
1857
1857
s1a
1857
1858
1859
1859
1859
1859
1859
1859
1859
1860
1860
1860
1860
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1863
1864
1866
1866
1866
Superficie
melros'
62.64
1,091.82
4367
002
12.96
4480
31.19
25.47
119.68
158.78
5075
23.47
451.79
1,561.73
1,087.11
266.33
2,086.02
3,68958
424.59
736.24
9.04
31.23
21.74
17.76
83.44
110.70
35.38
16.36
0.11
0.03
005
0.06
0.01
0.01
003
0.06
53.76
31.90
32.00
53.25
15.42
12.04
28.52
14.11
155.71
24.14
24.14
41.60
12.38
2875
22.50
2380
46.75
40.56
27.75
185.15
4408
120.00
59.52
9123
129.16
1,686.53
68953
479.67
1,930.55
1,289.82
218.22
994.21
344.42
3,799.74
292.82
292.82
435.05
138.05
400.89
1,254.96
829.67
1,303.76
2,262.41
386.95
5,163.46
1,229.16
1,087.63
1,743.00
3,943.36
4,952.91
37.48
22.24
22.31
3713
10 75
8.39
19.88
9.84
108.56
1683
16.83
29.00
8.63
20.04
15.69
16.59
32.59
28.28
19.35
129.09
3073
83.66
41.50
63.60
90.05
0.03
0.04
0.04
0.03
009
0.12
0.05
0.10
0.01
0.06
0.06
0.03
0.12
0.05
0.06
0.06
0.03
0.04
0.05
001
0.03
0.01
0.02
0.02
001
48.38
1,517.80
1,115.52
1,450.18
33.73
003
4351
002
62.41
205
Cuartel N 5 (continuacion)
Ventas
Num
Fecha
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
100
101
102
103
104
105
106
107
108
109
110
III
1868
1868
1869
1872
1872
1872
1872
1872
1872
1872
1872
1872
1872
1873
1873
1873
1873
1874
sJa
1874
1874
1874
1874
1874
1856
l12
l13
114
Precio V'por
en pesos c1peso
33.00
56 C5M50 3,451.00
42.40
39 C5M44 5,775.75
95 C5M75
396.00
30.00
25.00
90 C5M59
266.00
21 C5M39
675.00
16.67
41.67
211 C5Mloo
805.00
14.58
107 C5M76
480.00
48
C5MO 2,920.00
33.33
56 C5M50 3,481.00
33.33
960.00
0 C5M76
50.00
0 C5M43 1,095.00
33.33
15 C5MI9 1,431.00
13.89
720.00
16.66
0 C5M55
825.00
50.00
13 C5MI9
0 C5MIO 1,200.00
33.33
33.33
0 C5MIO 1,200.00
62.22
102 C5M76
29.16
233 C5M64 1,560.00
50.00
C5M57
45.00
624.00
15.00
52 C5M50
164 C5M93 1,976.00
16.67
7 C5MI8 1,540.00
50.00
5 C5MI8 2,394.00
54.16
90 C5M59
294.09
20.84
68,69.. C5,C4MO 307,431.03 1,500.00
Suma total
117,793.41
Costo promedio
Superficie promedio
104.58
136.22
13.20
10.64
40.49
19.32
32.92
87.61
104.44
19.20
32.85
103.02
43.22
16.50
36.00
36.00
2.13
31.20
Superficie
metros'
2,406.04
4,026.85
276.09
185.46
470.61
561.25
334.66
2,035.82
2,426.95
669.31
763.43
997.69
501.98
575.19
836.64
836.64
43.38
1,087.63
0.01
0.01
0.11
0.13
0.04
0.07
0.04
0.02
0.01
0.07
0.04
0.01
0.03
0.09
0.04
0.04
0.67
0.05
41.60
435.05 29.00
118.54
1,377.67 82.64
1,073.69 21.47
30.80
1,669.10 30.82
44.20
14.11
205.04
9.84
204.95 214,340.91 142.89
0.03
0.01
0.05
0.03
0.10
0.01
6,193.84
82,125.57
34,09
48.90
0,07
1,225.75
(.) Nota: esta venta incluye 14 ejidos en los terrenos dei AIgod6n y su superficie se extiende sobre dos cuarteles (4 Y5), a fin de no a1terar los calculos no la incluimos en la suma de
totales y promedios.
() La superficie total vendida es de 117,793.41 varas cuadradas (82,125.57 metros c.), mas
la superficie de la venta num.118 de 10 que resulta un total de 385,258.41 varas cuadradas, 0
sea 268,602.17 metros cuadrados (sin embargo parte de ese total corresponde al cuarteI4).
El precio pagado por las ventas que no lienen superficie es de $3,157.53 pesos con 46 casos.
Si con un peso se compran 48.90 varas resulta una superficie eslimada en 154,403.22 varas
cuadradas; 0 sea 107,640.20 metros cuadrados adicionales.
C5M45 '" Cuartel 5, manzana N" 45.
Fuente: Archivo Muncipal de Guadalajara. Ramo ejidos (varios legajos y varios alios).
Archivo de Instrumentos Publicos (1856, varios notarios).
Realiz6: Xochitl Ibarra, Eduardo L6pez, 1993.
Periodo III
El desarrollo de las primeras promociones
inmobiliarias en Guadalajara (1880-1920)
Las colonias residenciales y populares,
su impacto en la vivienda
208
Una excepci6n la constituye la vivienda en renta que a1gunos industriales ofrecen a sus
trabajadores obreros, principalmente en fbricas como La Experiencia, Rio Blanco, Ate
majac. A pesar deI enonne inters que el tema despierta, no 10 abordaremos directamente en este trabajo, a fin de no desviarnos de nuestros ejes principales de anlisis; no obstante, las caracterfsticas ms importantes de este tipo de oferta se presentan
someramente en el Recuadro A.
Desde el ultimo cuarto deI siglo pasado, comerciantes e industriales, principalmente de origen francs, espanol y norteamericano, empiezan a
desarrollar asociaciones especiales llamadas Sociedades Mercantiles
Colectivas. Estas empresas estaban abocadas a todo tipo de transacciones
comerciales, incluyendo la compra y venta de bienes rafces. l Para la propiedad inmobiliaria en general, y la vivienda en particular, cobra importancia el que algunas de estas sociedades tuvieran un "servicio" adicional,
que consistfa en prestar dinero en efectivo, solicitando en garantfa de
pago, la hipoteca de la finca que para ta! efecto se valuaba previamente.
Operaciones de "agiotismo" como stas, se hacfan bajo una figura juridica especial denominada Retroventa. En este tipo de contrato, el vendedor
se reservaba el derecho de "retraer", es decir, recuperar la propiedad, en
un plazo que previamente fijaban las dos partes; en muchos de los casos,
ya fuera por la imposibilidad de cubrir el prstamo (debido principalmen3 Las sociedades tenfan casas comerciales como "Las Fi1bricas de Francia", "La Ciudad
de Mxico", "Las Flores", etc., que giraban principalmente en 10 textil (Iencerfa, sederfa...). Los convenios de asociaci6n facultaban a ejecutar actos de dominio sobre los bienes ralees que se tuvieran y los que se adquirieran; los cuales, se presentaban como propiedades de la misma negociaci6n.
210
Piano 1
Guadalajara en 1800
,"LAl'lO
- DE LA CIUDAD OE-
Fuente: Calca de una copia dei piano original, Instituto de Asentamientos Humanos.
Nota: El piano original contiene 4 ilustraciones en perspectiva de edificios importantes en
cada esquina.
La promoci6n inmobiliaria a la que aludimos, tiene coma fecha de nacimiento en Guadalajara, el 10 de marzo de 1898, cuando se creo la primera agencia denominada "Companfa Jalisciense de Construcciones S.A".
El capital que constitufa esta empresa era bastante heterogneo; se inte4
El vendedor, mientras conservara el derecho de retraer, ocupaba su propia fmca en calidad de arrendatario, obliglindose a mantenerla en buen estado y recibiendo los productos que sta pudiera generar. La retracci6n se hacfa cubriendo el capital, los intereses y
los costos notariales. Uno de los numerosos casos de operaciones de este tipo es el
siguiente: "La seiiora Viondi deb a la casa de comercio 'Fortoul, Chapuy y Cfa', la
cantidad de 2,125 pesos, en garantfa hipoteca la finca ubicada en 8to. Domingo N 36,
valuada por el pago de contribuciones en 2,059 pesos. La seilora Viondi se reserva el
derecho de retraer, para hacer uso de l, dentro dei trmino de 4 meses, pagando un rdito al 12% que disminuir en relaci6n a los abonos que se hagan al capital. Archivo de
Instrumentos P6blicos de Jalisco, Notario Manuel F. Chvez, Vol. 9, N 97, 3 de septiembre de 1897, roja 77-81.
212
6
7
8
9
214
216
dividido en 202 acciones. Don Justo tenfa 47 acciones de 100 pesos, 0 sea
4,700 pesos. 17
g) La Compafifa de explotaci6n deI Rfo Atemajac por Huentitn y las
Barrancas de PortiIlo e Ibarra al norte de la ciudad.
La falta de datos sobre el capital aportado en varias de esas empresas,
nos impide conocer el monta global que Femndez deI Valle tenfa colocado en el sector comercial e industrial. No obstante, el que participara en
tantas sociedades y compafifas y el que fuera nombrado presidente de la
Cmara de Comercio en 1894, nos da una idea general deI importante
papel que tuvo como empresario a fines deI siglo pasado. Sin duda alguna, para l tambin, la intervenci6n en el sector inmobiliario, a travs de
la Cfa. Jalisciense -de la cuaf era propietario de 480 acciones coma sus
socios precedentes-, represent6 una actividad completamente marginal en
reIaci6n al grueso de sus negocios y de su capital total.
4. Ernesto Fuchs, ingeniero norteamericano de ascendencia alemana,
era el unico de los socios que se dedicaba a la construcci6n y urbanizaci6n de terrenos. Su participaci6n en la compafifa constructora, era en
calidad de socio industrial encargado deI disefio y la ejecuci6n tcnica deI
proyecto y de la promoci6n inmobiliaria propiamente dicha. IK En efecto,
poseedor de s610 160 de las 1,600 acciones con que se constituy6 el capital social de la agencia constructora, funciona coma un prestador de servicios tcnicos y coma un agente encargado de asegurar la gesti6n deI
capital inmobiliario, que se intelltaba poner en circulaci6n con el desarro110 de la Colonia Francesa. Acti"ldades por las cuales, recibi6 en cambio,
una retribuci6n en especie de 2,680 pesos y la garantfa de un 10% de las
utilidades liquidas conforme se lIevaran a cabo la venta de los terrenos.
El anlisis de los cuatro socios que constituyeron la compafifa Jalisdense, pone en c1aro que se trataba de un dispositivo de reproducci6n de
capital que inaugura nuevas formas de asociaci6n entre eI mismo capital y
la tcnica, provocando, a su vez, una transformaci6n radical en el sistema
de producci6n de suelo en Guadalajara. En 10 sucesivo, el modelo "bioI6gico" de expansi6n natural, se sustituye por otro "determinista", con el
17 Archivo de Instrumentos PUblicos de Jalisco. Pro!. Notario. Andrs Arroyo de Anda.
julio de 1898. N" 21. Vol. 26. p. 19-24.
18 Sobre el Ingeniero Fuchs el Acta Constitutiva seiialaba: "encargado de la divisi6n.
medici6n y determinaci6n de las fracciones levantando los croquis 0 pIanos que se necesiten... obligndose a hacer gestiones para la venta de los lotes" (Archivo de Instrumentos Publicos de Jalisco. Prot.. Notario Manuel F. Chvez. Vol. II. N 161,15 de octubre
de 1898, p. 102-110). Mientras que el Acta de Recisi6n dei contrato, explicaba que "tres
socios capitalistas son los unicos que realmente contribuyeron con su capital para la
compra deI terreno y para los negocios de la extinta sociedad". refirindose a los socios
que precedentemente presentamos (Archivo de Instrumentos Publicos de Jalisco. Prot.
mismo notario. Vol. 13. N" 65. 10 de marzo 1899. p. 66-70).
Allo
Francesa
1898
Americana
1898
Artesanos
1903
Reforma
1903
Hidalgo
Oblatos
Modema
D. Guerra
Los Huerta
West end
1905
1905
1906
1907
1907
1907
Seattle
1908
Geo y Ham
San Carlos
AguaAzul
Jalisciense
La Perla
Somellera
Obrera
1908
1915
1916
1916
1916
1923
Promotor
Luis Fortoul, Jos Chapuy
y Augusto Bec
Luis y Antonio Gas, Eugenio
Cuzin y Benjamin Teyssier
Justo Femilndez dei Valle
Ernesto Fuchs
Daniel T. Jones
Winfield Swayze
Fco. Gonzlez Franco
Victoriano Orozco
Luis y Antonio Gas, Augusto
Bec y Benjamin Teyssier
Sabino Orozco
Jesus Gonzlez
Jos Verea y Hnos.
Ignacio Vizcafno y Hnos.
Manuel R. Vidrio
Pumell
Carlos B. Carothers
Edgardo D. Cmise
Camilo E. Pani
James B. Sparks
William A. Rogers
Eduardo D. Willing
Carlos Romero
Isaac F. Rodrfguez
R. Dawns
P. Jacobs
A. W. Parsons
George Ham
Carlos B. Carothers
Carlos B. Carothers
Mercedes M. Vda. de Larios
Carlos B. Carothers
Somellera
Gobiemo dei Estado
Profesi6n
comercianles e
induslriales
comercianles e
induslriales.
com. e induslrial
ingeniero
comercianle
Dr. en medicma
ingeniero
agricultor
comercianles
e induslriales
licenciado
comercianles
comercianle
promotor Inmob.
ingeniero
ingeniero.
ferrocarrilero
comercianle
comercianle
minero
empleado Part.
administrador
administrador
administrador
promotor Inmob.
promotor Inmob.
promotor Inmob.
comercianleS
Origen
Franceses
Franceses
Espaiiol
Estadounidense
Estadounidense
Estadounidense
Meucano
Meucano
Franceses
Meucano
Mexicano
Meucanos
Mexicano
Meucano
Meuco-americano
Estadounidense
Estadounidense
Estadounidense
Estadounidense
Estadounidense
Mexicano
Estadounidense
Estadounidense
Estadounidense
Estadounidense
Mexico-americano
Meuco-americano
Mexicana
Meuco-americano
Espaiioles
Fuenle: Col. Francesa: AMG (Archivo Municipal de Guadalajara), Obras PUblicas, exp. 43; Col. Americana: AMG, 16-12-89, P. 156; Col. Artesanos: AMG, O. PUblicas, exp. 16; Col. Reforma: AMG,
O. P. exp. 42; Col. Hidalgo, AMG, O. P. exp. 4l Col. Oblatos: AMG, exp. Il Col. Modema:
AHJ(Archivo Hist6rico de Jalisco), Decreto 1201. Col. D. Guerra: Piano IGE, UdeG (lnstiblto
de Geografia y Estadfstica, Universidad de Guadalajara). Col. los Huerta: RPP (Registro PUblico
de la Propiedad), 173-libro Il. Col. West End : AMG O. P (archivo Municipal de Guadalajara,
Obras PUblicas). exp. 5. Col. Seattle: AHJ, Boletfn III, -1985; Col. Geo y H.: Piano 1913 IGE,
UdeG, Col San Carlos: RPP, Libro 31,1915; Col. Agua Azul: AMG, exp. 55; Col. Jaliscience:
AMG, f. 11-918; Col. la Perla: AMG. O. P. exp. 48; Col. Obrera: AMG, f, 11-914.
Realiz6: Eduardo L6pez, Jesus Castillo. 1994.
218
4.
CuadroN 2
Las colonias residenciales en Guadalajara (1898-1923)
Colonia
Tipo
Localizaci6n
1
2
3
4
5
6
7
8
Francesa
Americana
Artesanos
Reforma
Hidalgo
Oblatos
Maderna**
Villaseiior
Residencial
Residencial
Popular
Residencial
Popular
Popular
Residencial-Medio
Popular-Medio
Total
Superficie
10.00 Ha.
13.80 Ha.
21.80 Ha.
48.50 Ha.
2.50 Ha.
92.90 Ha.
27.80 Ha.
56.30 Ha.
25.90 Ha.
28.10 Ha.
65.50 Ha.
41.60 Ha.
73.60 Ha.
10.00 Ha.
16.62 Ha.
14.81 Ha.
0.09 Ha.
14.30 Ha.
33.00 Ha.
25.90 Ha.
623.02 Ha.
N"
Lotes
12
40
31
54
4
90
21
83
22
36
73
12
56
25
14
22
30
2
14
60
20
721
Numero de
Parcelas
120
105-110
811
540
56
1,386
210
2,324
220
504
730
216
784
1,600
196
308
420
196
619
340
11,580
Piano 2
Las colonias residenclales en Guadalajara
Francesa
III Americana
!III West end
Il Donato Guerra
Jalisco
~ Villaseiior
Il Hidalgo
o
m
m
Maderna
Reforma
ri Obrera
~ Artesana
Tivoli
Cil SomeUera
~ SanCarios
Las Huenas
Aguaazul
f!l
Cosmopolita
IDI
I!I
La Perla
Oblatos
Geo y Harn
222
sin6nimo de esttica y el ngulo de noventa grados y las distancias iguales, en un requisito sine qua non para preservar el orden urbano. Orden
que se equipar6 inicialmente a 10 esttico, luego a 10 eficiente y por ultimo a 10 funcional, y que en tOOo ese trayecto pudo elevarse, en repetidas
ocasiones, a una necesidad de inters publico. 26
La desenvoltura que inspir6 la Cuadricula coma organizaci6n espacial, le permiti6 trascender (con ciertas irregularidades) su periOOo inicial
al servicio de la colonizaci6n, para servir de pauta al desarrollo urbano
posterior. Los agentes promotores de fines de siglo pasado, desde sus primeras operaciones, van a prefigurar una ruptura conceptual y cultural de
este modelo, con el objeto de marcar el advenimiento de una nueva era,
que al adoptar los principales conceptos dei urbanismo modemo, es capaz
de presentarse, definirse y valorizarse a SI misma (cf. Piano 2, la Colonia
Americana por ejemplo).
Para ilustrar 10 anterior, basta efectuar un anlisis somero de los pianos de la ciudad de esos afios, en donde podemos observar que en las primeras colonias deI occidente de Guadalajara, se incorporaron algunos
elementos dei plan de Paris de Haussmman y dei ensanche de Barcelona
de Cerd, nos referimos por ejemplo a:
la preocupaci6n por los espacios verdes, en particular las zonas arboladas en parques y calzadas;21
26 Muchos son los ejemplos que podrfamos evocar, a fin de apoyar esta afirmaci6n; nos
contentamos con citar algunas actas municipales de diferentes periodos hist6ricos:
1711 De ahi infiere que aun no deformara dicha calle debla mandarse desembarazar y
demoler 10 cogido de ella..., pues de 10 que se hizo merced fue de un sitio para
cuadras y un sitio son 86 varas por cada viento... como la hermosura e igua/dad
de las calles, para el prospecta dellugar es bien publico, cualquiera de la ciudad es parte legftima para pedir su observancia.... (Archivo de la Real Audienciao Biblioteca PUblica deI Estado, 13-228-171 \, f. 22 anverso).
1856 Que se derribe el tringulo que hace la espalda de la huerta deI convento de
Santa Maria de Gracia.... y que no sirve de otra cosa. sino de presentar una
deformidad bien ridlcula. casi en el centro de una poblaci6n embellecida por la
rectilinidad de sus calles, al mismo tiempo que contribuye al estrecho... para
impedir el trnsito libre". Archivo Hist6rico de Jalisco; Ramo Fomento. 1-1858,
Gua/58!).
1865 .....la rectitud y regularidad de las calles es no solamente una belleza. sino de
una utilidad incontestable..., aun mas cuando ste es indemnizado es incuestionable que obras de esta clase deben Ilevarse a cabo" (Archivo Municipal de
Guadalajara; Ramo Obras PUblicas. 1220-78-1883. Los subrayados son nuestros, vase al respecto, L6pez E. La cuadrcula Hispanoamericana - un modelo
urbano permanente, Comisi6n deI Quinto Centenario, Ayuntamiento de Salamanca. EspaDa).
27 Vase. por ejemplo. los jardines publicos de las colonias Reforma y Americana.
224
Piano 3
Casa tradicional (siglo XVI-1898)
J
1
, "
,x"
Planta alla
226
228
funda en una serie de valores e ideas que son reproducidos en forma individual, independientemente de la categorfa de que se trate; esta "racionaIidad colectiva" se explica, en gran parte, par el hecho de que finalmente
se adopt6 un sistema global, importado deI exterior, cuyas principios
generales, ademas de legitimar la acci6n de estos agentes, sentaron las
bases de la promoci6n misma.
Piano 5
Las primeras colonias en el poniente de la ciudad.1901-190S
l. _
1.
' _.J
L
.
;. 1
L ..
lm
D
<>
r---l
1.--_.1
Colonla de la Reforma (prop L.c. Sabina Orozco y L. gas & CIA. 1906-1908)
no) 190 1
4. Tanques distribuidores
5. Penitenciaria
Fuente: PIano de la coloma Reforma. 1904 y Piano de una Acta de Cabildo, 1901.
A fin de intervenir simultaneamente a nivel de la sociedad (en sus proyectos de vida, sus anhelos, valores) y a nivel dei espacio construido (calles,
plazas, manzanas), el grupo social que abandera el proyecto modernista se
sirve de un concepto clave: la colonia residencial, el cual recupera las
ideas y teorias en boga, con el objeto de valorizar dicho proyecto en relaci6n a las otras formas en que se ha producido el espacio en la ciudad.
Estas ideas y teorias -presentadas como valores y cualidades generales-, se construyen en base a un lenguaje tecnocrtico nuevo que, ideologicamente, pretende hacer creer que el proyecto de urbanizaci6n, de una
parte especffica de la ciudad, responde a una estrategia global de planeacion urbana y de transformacion social. Sin embargo, como ya 10 analizamos, el proyecto no persigue mejorar la eficacia econ6mica de la ciudad
(reformulando los fiujos humanos y de mercancfas), ni renovar el habitat
popular dei centro 0 de los barrios dei noTte y este de la ciudad (interviniendo, por ejemplo, sobre los inmuebles degradados 0 con bajos estandares 0 fijando normas mfnimas para esos sectores). Ni mucho menos,
persigue adoptar estrategias para combatir las practicas populares, que los
agentes promotores consideran negativas, y por 10 mismo, causa de los
principales problemas urbanos.
Se trata de un proyecto de caracter mercanti!, cuyos objetivos economicos se enmascaran bien dentro de varios conceptos de orden ideol6gico; entre ellos, debido a la recurrencia con la que aparecen, podemos
identificar 4 principales:
i) lA higiene, con el desarrollo de las colonias Hamadas "higinicas",
los primeros promotores publicitan el fin de la insalubridad y de los proyectos urbano-arquitect6nicos que no han favorecido los espacio verdes,
"la iluminaci6n, la ventilaci6n,y el desage (0 drenaje)" ,34 elementos que,
entre otros, son indispensables en una sociedad moderna y progresista.
34 Segun sefialan los contratos de compra venta de predios en la Colonia francesa. Referirse por ejemplo, Archivo de Instrumentos PUblicos de Jalisco, Prot. Notario E. Robles
Gil. Vol. 43, N 30, 18 de febrero de 1901. p. 18-21.
230
232
iv) lafuncionalidad, pensada en trminos de eficacia en la comunicaci6n, no buscaba conectar las colonias con el centro de la ciudad, sino
mas bien el darles cierta privacidad; reafirmando asf el sentido de la
monofunci6n, al que nos referimos anteriormente, y generando un sentimiento de seguridad. Pues a pesar de la amplitud de algunas de las vfas
de circulaci6n, se lIegaba a conformar un espacio semi-cerrado;39 proyecto que al parecer, se fundamentaba en gran parte, en una "ideologfa de la
seguridad social de los habitantes". Una acta de cabildo de 1903, asf nos
10 hace ver:
A fin de que las familias que habitan en este agradable sitio de la ciudad (Colonia Francesa), disfruten dei mayor numero posible de comodidades, entre las mas importantes
la apertura de avenidas, que haga mas eJicaz el servicio de la policfa y mas fcil el paso
de los transeuntes".40
6.
1
2
3
4
Colonia
Ano
Francesa
Americana
Artesanos
brera
1898
1898
1903
1922
ripo
Sup.*
Residencial
10
Residenclal 13.8
Popular
21.8
Popular
Lotes
Sup.lote**
100
105-110
811
600
832
2.311
200
225
Valor***
Producto
lotes y casas
lotes
lotes
lotes y casas
234
7. La ColoRia Francesa
La colonia, conocida tambin coma de la Escuela de Artes dei Espfritu
Santo, se desarroll6, precisamente, entre ellfmite poniente de la ciudad y
este centro de estudios, en dos lotes 0 fracciones de terreno, situados en la
prolongaci6n de la calle que entonces tenfa el nombre de la Merced, en el
potrero que se lIam6 sucesivamente dei Sauz, deI Zapote y deI Padre
Cruz. Tuvo coma eje central a la calle de la Merced (hoy Hidalgo), y se
formaba par 12 manzanas que estaban alineadas 6 al norte y 6 al sur de
esta avenida, la cual iniciaba al oriente en la calle deI puentecito y remataba en su extremo poniente en la escuela antes mencionada en el cuartel
V de la ciudad.'s
La Francesa fue promovida en 1898, por los sefiores "Fortoul, Chapuy y Cfa.", "L. Gas y Comp.", Ernesto Fuchs y Justo Fernndez deI
Valle, a travs de la compafifa constructora Jalisciense, de la cual nos
ocupamos precedentemente (cf. Apartado 3). El terreno en el que se asent6 la colonia, formaba parte de las reservas territoriales que, originalmente, correspondfan a los ejidos, los cuales, coma ya 10 analizamos, en el
transcurso de los afios se fueron privatizando, pasando de mana en mano,
principalmente dentro de una misma Ifnea familiar. 46
Eso sucedi6 con este predio, la informaci6n que obtuvimos en el
archivo, nos muestra que desde comienzos deI siglo XIX, era propiedad
44 Referirse al capitulo introductorio de la tesis: los obJetivos de la investigaci6n,
45 L6pez E. Op. ClI., p, 154. Ver el piano "La~ primeras colonias de Guadalajara-1903",
N"5,
46 Lo que corresponde al segundo de los cuadrados que estructuran, espacial y funcionalmente la ciudad y su regi6n inmediata. Vase el Apartado 1: "La propiedad dei suelo
urbano en el ultimo cuarto dei siglo pasado" y el Grfico 1 dei mismo perfodo,
Caracteristicas de la promoci6n
En sus primeros afios de promoci6n, la Colonia Francesa experiment6 un
fuerte fracaso que, a decir de Daniel Vazquez, principal estudioso de
ellas, se debi6 "al peso de las tradiciones y de los valores culturales arraigados en una sociedad rural";49 sin que tengamos seguridad de que hayan
sido precisamente los valores rurales, los que limitaron la expansi6n de
esta colonia, si creemos que en efecto, los agentes promotores se enfrentaron a una sociedad "pasateista" que, desde la Colonia al Mxico Independiente, habia celosamente reproducido modelos instaurados desde el
acto fundacional. En 10 urbano, a travs de una practica urbanizadora, que
como ya 10 vimos, hizo dei entramado ortogonal el unico medio para producir el espacio; y en 10 arquitect6nico, a travs de la utilizaci6n generalizada de la casa con patio central.
Modelos y/o valores que, a pesar de su origen -para nosotros citadino-, desavenian completamente dei nuevo patr6n que intentaba instaurarse, el cual, en muchos aspectos, se acercaba mas a un proyecto de sociedad diferente, que como tal, amenazaba al statu quo existente, de ahi una
reacci6n general de oposici6n. El ingeniero Fuchs, responsable dei desa47 Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado, Pro!. Escribano, Jesus Duran, Vol. 6, sin,
p.22y22v.
48 Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado, Pro!. Notario E. Robles Gil, 1898, Vol. 2,
N 71. P 352-357.
49 Vzquez, Daniel. Guadalajara - en.!aya.! de inlerprelaclon, Colegio de Jalisco, 1989.
236
rrollo y la comercializaci6n dei proyecto, seiiala dos aiios despus de iniciado ste:
Como era enteramente nueva la idea en esta Guadalajara y en el resta de la Republica,
hubo mucha oposici6n y absolutamente ningun apoyo... hubo muchos disgustos entre la
gente poco amante dei progreso y envidlosa... Batallamos en contra de la opini6n de
personas de horizontes muy limitados, al fin se disolvi6 la compaiifa original entrando
en liquidaci6n.'"
238
permite pasar de un valor de suelo promedio de 9 centavos a 24 centavos el metro cuadrado, con una tasa de ganancia directa de 166%;
Un lote con una superficie igual a 712.40 m2, adquirido el 25 de enero
de 1900, en 200 pesos, es fcaccionado en dos por su propietario, E.
Fuchs, a fin de vender una de sus partes a Elvira Gutirrez de Gonzalez Franco, en 150 pesos; maniobra que en solo 4 meses le representa
un beneficio directo dei 50%.58
El relativo xito que casi simultneamente conoce la Colonia Americana, segunda de las promociones que se llevan a cabo en la ciudad, nos
hace pensar que el tipo de "producto" que ofertaba la francesa -presentado coma selecto y progresista-, no fue la causa de su poca fortuna; valores ideol6gicos similares como la higiene y la tecnologfa, el uso de formas y espacios nuevos, en fin, la noci6n de modemidad y progreso, estn
igualmente presentes en la Colonia Americana (cf. Apartado 8). Muy probabJemente, fueron las caracterfsticas mismas de la promoci6n (en particular, el hecho de que se tratara de la primera operacion y se presentara
coma un proyecto decididamente original), asf coma las modalidades de
venta de Jos lotes, las que limitaron 0 restringieron el mercado potencial
de kl Francesa.
Las consideraciones siguientes asf nos 10 hacen creer:
todos las operaciones que se celebraron en estas dos etapas, fueron al
contado, sistema que sin duda dej6 fuera un porcentaje elevado de la
poblaci6n que, eventualmente, podfa beneficiarse con esta promocion;
todos los lotes se venden con servidumbres especiales que condicionan la edificaci6n (servidumbres frontales y laterales);l' limitaciones
de dominio de ese tipo, son enteramente nuevas y contrarias a la cul58 A la adquisici6n, el metro cuadrado fue de 28 centavos, y a la reventa de 42. Nos referimos
a la mitad occidental dei lote 9, manzana B (Archivo de Instrumentos PUblicos deI Estado,
Prot. Notario Manuel F. Chavez, Vol. 18, N" 146 dei 19 de maya de 1900, p 5 Y7).
59 rodos los contratos de compra-venta de la colonia, especifican c1aramente que las servidumbres 0 limitaciones, se deben transmitir con el cara~ter de gravamenes a los nuevos
duei'los, las principales eran: (i) el edificio que construya [el propietario] debera distar
por 10 menos 5 m dei alineamiento de la calle y 2.5 m de las fincas laterales dei lote por
los costados; (ii) la edificaci6n debera estar 30 cms. mas alto que los rieles de la calle de
la Merced; (iii) en todo el frente y 15 m hacia el fondo, en los costados, debera ponerse
enverjado; (iv) los propietarios deberan construir 10 mas pronto posible la banqueta de
enfrente. en la calle, de 2 m de anchura y con machuelo de cantera. Servidumbres que,
coma ya 10 seiialamos, se les consideraba coma relativas a "vista, luz, ventilaci6n y
desage". Vase a manera de ejemplo, Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado,
Protocolos, notario Lie. Manuel Chavez, toma 16, foja 120-123, 5 de marzo de 1900.
240
La Colonia Francesa
Il
Il
Por fincar
Nota: este piano es igual al de 1898.
Esc. 1:1000 Guadalajara, febrero 9 de 1905. Ing. Carlos F. de Landero y Ernesto Fuchs.
Calca dei original.
242
dera empresa inmobiliaria-constructora, capaz de proponer diversos servicios y productos en forma simultnea.
En consecuencia, alrededor de 1905, Fuchs y Landero estarn en
posibilidad de ofrecer lotes en venta (si es posible con un proyecto arquitect6nico a construir por ellos mismos), casas terminadas 0 por edificar,
tanto en renta coma en venta, y sobre todo, la posibilidad de adquirir
dichos bienes con facilidades financieras gracias a un plan Hamado
"amortizaci6n por rentas mensuales".61
Con esta estrategia, pretenden diversificar el mercado, abrindolo a la
construcci6n nueva, a fin de transferir la ganancia deI suelo a la edificaci6n; de tal forma que, con las pocas operaciones de terrenos que siguen
haciendo, no persiguen obtener beneficios econ6micos directos, sino densificar y consolidar la zona a fin de que, a corto y mediano plazo, se eleve
su valor inmobiliario. Estrategia que resulta evidente, si consideramos
que los lotes que enajenaron en 1905, tenfan exactamente el mismo costa
que cuando los adquirieron en 1901 (25 centavos el ml); e incluso, un
precio sensiblemente por abajo deI valor que el Catastro fij6 a la colonia
en 1902.6l Muy probablemente, de esta manera, se pensaba acercar el
valor deI suelo a un nivel similar al de la Americana; una promoci6n
inmobiliaria que, finalmente, era muy parecida. 63
El plan de amortizaci6n al que nos referimos, podemos equipararlo
con un sistema hipotecario convencional, en que Fuchs y Landero conservan el tftulo de propiedad, hasta que el comprador liquida su deuda en un
perfodo que nunca rebasa los 10 aiios. Generalmente la operaci6n no
causa intereses, de tal forma que, en el plazo estipulado, se cubre s610 el
costa de la casa habitaci6n de acuerdo al precio que convinieron ambas
partes. De esta manera, los promotores no s6lo muestran su capacidad
para adaptarse a las condiciones econ6micas de la demanda -desarrollando dos modelos diferentes de venta: al contado y crdito-, sino tambin
61 Vase el Recuadro A: "Las funciones de promoci6n-construcci6n de la sociedad Fuchs
y Landero en 1905".
62 Los compradores de lotes en esta tercera etapa, se obligaban a construir una casa-habilaci6n en un plazo m:lximo de 18 meses. En 1905, s llevaron a cabo varias operaciones
de este tipo, todas exactamente con el mismo costo de suelo y al contado, 10 que refleja
un cierto compromiso por ambas partes. Entre los compradores figuran: Ernesto Mora,
quien adquiere a Landero y Fuchs, un lote de 752.46 m' a 188 pesos; Lie. Sergio Sanchez, quien compra a Landero, un predio de 539.10 m' a 134.77 pesos; Felipe Robledo,
Director General de Rentas, adquiriente de un pequei'io terreno de 188 m' y otro de
565.30 m' a 48 y 141.08 pesos; y DtMn Kunhardt, quien se hace de un terreno de
1,540.80 m'en 377 pesos, propiedad de Landero.
63 Vase el Grafico l, que da cuenta deI valor dei suelo por metro cuadrado en ambas colonias en sus diferentes etapes.
244
En esta tercera etapa, se registra el nacimiento de la industria capitalista de la construcci6n en la que, el inmueble, se convierte en un capital
inmobiliario. La producci6n de vivienda deja de tener, coma finalidad
inmediata, un uso habitacional para buscar, a travs de la misma construcci6n, un beneficio econ6mico. Por primera vez, se establece una separaci6n entre el constructor y el ocupante, este ultimo no interviene en el
proceso de producci6n, apareciendo solo en la fase final en tanto que consumidor.
8. La Colonia Americana
AI sur dei hip6dromo y de la Colonia Francesa se desarro1l6, a fines dei
siglo pasado, la segunda colonia de Guadalajara. Situada en la prolongaci6n de los cuarteles sexto y sptimo, en el terreno que limitaba al norte
con la calle de L6pez Cotilla y predios baldfos, en donde se urbanizaron
mas tarde, las calles de Bosque (al sur) y las calles de Colonias y Robles
Gil (al poniente y oriente respectivamente).
La Americana fue promovida, precisamente, por dos norteamericanos: los senores Daniel F. Jones y W. Swayze -uno empleado y ministro
65 Vazquez, D. "Guadalajara alrededor de 1900 - Reflexiones sobre algunos mapas" en
Bolet{n dei Archivo Historico de Jalisco, 1981, V, N 3, p. 62.
Recuadro A
Las funciones de promocion-construccion de la sociedad
Fuchs y Landero en 1905
Inmobiliaria - empresa constructora- hipotecaria
Jorge Stahl, comerciante, celebra un contrato con Fuchs y Landero para
que stos le construyan su casa habitaci6n (en un predio de 28 por 37 m'),
seiialando pormenorizadamente las especificaciones de la misma. El costa
total es de $19,554 pesos con un sistema de pago en abonos: enganche de
$3,670 pesos (13.65%) y 120 mensualidades de $140.40 pesos (86.34%)
sin intereses.
Ernesto Mora, comerciante, contrata los servicios de Fuchs y Landero en
marzo de 1905, para construir una casa de dos pisos (20 por 37 m'), en el
croce de las calles Colonias e Independencia, en un plazo maximo de i3
meses! El costo de la finca es de $17,067.1 0 pesos con un enganche de
$797.50 pesos (4.67%) y 120 mensualidades de $135.58 pesos sin intereses.
Carlos Sturzel, comerciante, compra, en marzo de 1905, en 100 mensualidades de $150 pesos cada una, la casa ubicada en la Merced y Colonias;
para enero de 1906 ya habla cubierto todas las mensualidades.
Todas las operaciones con exenci6n de contribuciones fiscales deI Estado y
deI Municipio por 15 aios.
246
Grfico 1
Valor dei suelo en las diferentes etapas de promocion de las colonias
Francesa , Americana y Artesanos
Colonia Francesa
Valor dei M', primeras operaciones
046
0.45
1""-
0.40
venta
o compra
"- 'Q.34
!l 0.35
;} 0.30
........ 0.26
~025
0.28
0.25
3a etapa
1'l0.20
21 0 .15
0.10
0.05
1897
0.06
1100
1898 1899
l'etapa
1902
1 101
2'
elapa
1903
1904
1 105
sin ventas
190L
3' elapa
Fuente' Archiva Hist6rica MunicIpal y Archiva Municipal de Guadalajara varias anas Realiz6: E
LOpez, 1994
Nala' El va/ar de 1899 resulta de un pramedia de 8 aperacianes; 1900, 6 aperacianes; 190 l, 5 aperacianes y el resla das
Colonia Americana
Valor dei M', primeras operaciones
1.'
li! 1.2
1275
/
1.0
~
"
0.8
} 0.7
-;;; 0.6
51
!t 0.4
0.2
1896
./
0.97
0.83
O.ot5
1897
1898 1899
l'elapa
""
016
0.02
\900
1902
101
compras
ventas al contado
071
ventas a crdito
116.42
1903
2' etapa
1904
1905
Fuente: Archiva Hist6rica Municipal y Archiva Municipal de Guadalajara varias anas. Realiz6. E.
LOpez, 1994
Nata' El va/ar de 1901 resulta de un pramedlO de 6 aperaclanes; 1905,3 aperaclanes y el resta das.
Colonia Artesanos
Valor deI M'. primeras operaciones
0.35
0.32
~ 0.30
B 0.25
./"
0.20
1897
""'-
0.23
ventas
o compras
0.16_ 1--'
'" 0.15
~ 0.10
0.05
./
0.13
0.08
1898
1899
1900
1901
1902
1903
1904
1905
Nata En 1878 un terrena se vendi6 en 0.8 centavas En 1903 se pramediaron 19 casas de campraventa.
En 1904 se promediaron 43 casas de campraventa.
Caracterfsticas de la promoci6n
En sus tres 0 cuatro primeros aiios de promoci6n, la Americana tuvo un
desarrollo incluso mas penoso que el de su antecesora. Un solo lote ven66 Archivo Municipal de Guadalajara, Actas de Cabildo dei 16 de diciembre de 1898, p
156. Vase los Cuadros N 1 Y2 Ylos Pianos 2, 5 Y7.
67 Archivo de Instrumentos PUblicos dei Estado, Prot. Notario Manuel F. Chvez; Vol. 4,
N 6, P 63-67; Vol. 5, N" 20, dei 24 de enero y dei 3 de marzo de 1893, p 1-6 Yel Vol.
7, N 61 dei 27 de junio deI mismo afio, p 43-44.
68 Archivo de Instrumentos PUblicos dei Estado, Prot. Notario Lic. Emeterio Robles Gil,
Vol. 40, N" 125, 29 de agosto de 1897, p. 90-92.
69 AIPJ, Prot. Notario E. Robles G., Vol. 40, N 90 dei 3 de agosto de 1898, p 397-398.
248
dido en mancomunidad en diciembre de 1898/ la disoluci6n de la sociedad en maya de 1899,71 y el virtual abandono deI proyecto por parte de
sus propietarios hasta 1902. Al separarse, los dos asociados se reparten la
propiedad por mitad. 71 Swayze conserva la suya durante todos esos afios y
Jones vende en 1901, una fracci6n de sus terrenos a Juan Rowland en
1,200 pesos, y el resto, que es la parte mayor, a Guillermo B. Tovey en
5,000 pesos. 71 Con este ultimo, se inicia un proceso de compra-venta de
los predios, que termina pasando por 4 manos distintas en tan s610 3 afios;
todas ellas procedentes deI vecino pais deI norte, en un recorrido que
deprecia, finalmente, el valor deI suelo en un 20%, pues si bien B. Tovey
se deshizo de todas las manzanas por la misma suma que las adquiri6, su
comprador John F. Kellog/4 1as traspas6 en 4,000 pesos (1,000 menos), a
Clara E. Low de Jones, esposa deI propietario original, quien para ese
entonces ya habia muerto.
Evidentemente, tales cambios no responden a una estrategia de valorizaci6n de la propiedad raiz y de apertura de mercado, coma fue el casa
con la colonia Francesa en sus dos primeras etapas, ellos refiejan mas
bien, un proceso de busqueda de nuevos agentes inmobiliarios, que la
prdida de su promotor original, hace necesario.
Low y Swayze reinician la venta de lotes y manzanas a partir de 1902;
en esta segunda etapa de la promoci6n, los resultados son bastante positivos no s610 en trminos de aceptaci6n de la colonia sino tambin, y principalmente, por el alto valor que el suelo alcanza. Muy probablemente, su
xito resida en el hecho de que ellos fueron los primeros en proponer un
70 En esa fecha, Teodoro Collignon compr6 a Jones y Swayze, la manzana N 14 en 90
pesos pagados al contado (Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado, Prot. Notario
E. Robles G., Vol. 41, N 157 dei 24 de diciembre de 1898, p 123-124). Es de hacer
notar, que el costa dei metro cuadrado fue de 1 centavo; mientras que el valor dei suelo
en la Francesa, oscil6 entre 1.12 pesos y 9 centavos el mismo aiio. Vase el Grafico 1.
71 El mismo costa dei suelo, refleja el desarrollo tan negativo que experimenta la colonia
en su primera etapa. Una de sus manzanas-tipo se valuaba en 500 pesos al momento de
creaci6n de la mancomunidad y en 400 cuando se disuelve, casi un aiio despus (Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado, Prot, Notario, E. Robles G., Vol. 41, N 66, dei
16 de maya de 1899, p 250-255).
72 Idem. Swayze conserva las manzanas N" 2,3,4,5,6,7,10,11, 13, 15,21,25,27,28,
29,30,32,39,41,42 Y 43. Y Jones las N" 1, 8, 9,12,16,18,19,20,23,24,26,31,33,
34,35,36,37,38 Y40. Vase el Piano 7: "La colonia Americana".
73 La que finalmente le representa un beneficio de 2,200 pesos 0 sea un 44% en re1aci6n al
capital invertido. Como referencia, seiialamos que J. Howland compr6 las manzanas 34,
35,36 Y37 YB. Tovey el resto. Vase el Piano 7 (Archivo de Instrumentos Publicos dei
Estado, Prot. Notario E. Robles G., Vol. 43, N" 32, 138 deI 20 de febrero de 1901, p 23
Y231).
74 Kellog, propietario de los famosos cereales, residia en Battle Creek, Michigan, USA,
desde donde hizo la cornpra.
El trazo de las calles en diagonal noreste/suroeste --en abierta confrontaci6n con la malla cuadricular-, representa el primer intento por romper
con el orden urbano que hasta entonces se ha expresado a travs de la
forma. Los promotores confian en que, rompiendo ese orden, automaticamente emerger unD nuevo que es precisamente el patr6n de urbanizaci6n
que ellos proponen; el cual, como 10 hemos visto, no solamente vehicula
valores nuevos sino que se legitima con ellos. Su estrategia, en tnninos
inmobiliarios, es la de crear un marco de vida diferente, capaz de atraer
una clientela muy particular, deseosa de habitar en donde se ha materializado el progreso, la distinci6n y otros conceptos similares, propios al discurso modemista e higienista que en ese entonces circula. Para impulsar
su proyecto, que en el fondo es la apertura de un nuevo mercado de bienes raices, los propietarios dei terreno no crean una sociedad inmobiliaria
especifica, como fue el caso con la Francesa, simplemente celebran un
convenio de asociaci6n en mancomunidad que les da el espacio legal
necesario para que en fonna conjunta puedan fraccionar y vender lotes.
A pesar de dirigirse a una demanda solvente, el proyecto no se adecua
al modo, y probablemente tampoco a la capacidad de compra, de esos
sectores. AI igual que su predecesora, la Americana experimenta un
rotundo fracaso en su primera etapa de promoci6n. Sus propietarios comprenden que la oferta requiere articularse con una estrategia de mercado
diferente, que de lugar a un mecanismo de acceso mas amplio, a fin de
75 Referirse, por ejemplo, a la escritura dei Libro 44, expediente 79, protocolizada por E.
Robles Gil dei 26 de julio de 1903. Archivo de Instrumentos PUblicos dei Estado, Protocolos.
250
poder conectarse con una demanda ms real; con esa 16gica, se comienza
una segunda etapa en la que los nuevos promotores, adems de vender a
crdito, ofertan una superficie de suelo mayor;76 dos medios que aseguran
que las ventas, que en adelante se realizan individualmente, alcancen un
exito sorprendente (cf. Grfico 1).
9. La Colonia Artesanos
Desde el 10 de noviembre de 1899, el ingeniero Francisco Gonzlez
Franco, habfa expresado al Municipio, el deseo de fraccionar el terreno
ubicado al norte de la ciudad entre el costado sur dei cementerio municipal y las calles de Mezquitn, Mungufa y Ventanitas, en donde ms tarde
va a asentarse la Colonia Artesanos. 77 Originalmente, la petici6n se hizo
s610 con el objeto de "proceder a la apertura de calles en el sentido que
marca el piano expresado" y no con la intenci6n explfcita de crear una
colonia. 78
Como una colonia propiamente dicha, Artesanos fue promovida hasta
1903 por el mismo Gonzlez Franco, en asociaci6n con el agricultor Victoriano Orozco, quien era propietario de mas de la mitad dei predio en
donde se llev6 a cabo este proyecto. Por su fecha de aparici6n, Artesanos
es la tercera colonia que se desarrolla en la ciudad y no la quinta 0 sexta,
coma varios autores 10 han sefialado;79 al igual que las dos precedentes,
los terrenos en que se asienta forman parte de las reservas territoriales
que correspondfan a los ejidos. Incluso, una fracci6n de ellos result6 de la
privatizaci6n de la propiedad municipal, que se hizo durante la Reforma,
proceso que se analiz6 extensamente en el Periodo 2.
76 La superficie promedio de los lotes en la Americana es de 2,311 m', mientras que en la
Francesa es de 832 m'. A pesar de tener un costa por metro cuadrado mas elevado, el
esquema financiero de la Americana, garantiza que un segmenta mas amplio de la
poblaci6n pueda acceder a ella. El crdita y el tamaiio deI lote se convierten en factores
de peso para tomar una decisi6n. Vase el Cuadro N 3: "Caracterfsticas generales de las
colonias analizadas".
77 En el cuartel cuarto, incluyendo las manzanas numeros 56, 71, 72, 73, 74 Y87. Ntese
que las escrituras de ese predio, mencionan que existe ya la Colonia Artesanos, ubicada
en las manzanas N 13, 36, 37, 38 Y55, cuyos Iinderos eran: al oriente, las canes de
Santa M6nica y Capuchinas; poniente, la de Mezquitlin; sur las de Sarcfago y Buenavista; y norte con terreno propio dei mismo Gonzlez Franco. En realidad, se trata deI
mismo fraccionamiento desarrollado en dos tiempos diferentes. Vase el PIano 8.
78 No obstante, el proyecto se presentaba coma el desarrollo de "La Colonia Nueva".
Referirse al expediente N" 16 dei ramo Obras PUblicas dei Archivo General Municipal
de Guadalajara.
79 Ninguno de los estudios sobre este perfodo, reconoce la importancia que Artesanos tuvo
en el desarrollo de la ciudad. Investigadores coma Vazquez, Gallo Lozano, etc., no la
citan dentro de las primeras colonias urbanizadas.
~ PIano de 1906
CD
Los propietarios ceden todas las calles que dividen las manzanas de la colonia, con
excepci6n de la que limita las manzanas 27 y 28 que el Ayuntamiento permite que
formen una sola. (25/0311904)
Esta manzana segun escrituras estaba destinada para plantar en ella un jardin publico
Modificaci6n que se hizo en 1910, para que la calle quedara paralela a la vIa e1ctrica, (Archivo de Instrumentos PUblicos dei Estado-F13IBH)
Permuta de terreno en 1907 "para mejorar la vista y el trnsito quedando una glorieta
de agradable aspecto"
252
RecuadroB
Venta de terrenos en la Colonia Americana: segunda etapa
Lotes y terrenos propiedad del Dr. Swayse
Juan Kipp, comerciante norteamericano, compra la manzana 27, en forma
trapezoidal con una superficie de 2,369 m'en $4,145 pesos, el 2 de febrero
de 1905. La compra se hace a un ano con intereses anuales de 6% (por
meses vencidos), bajo el concepto de "que mientras no est totalmente
pagado ese precio, no se podr gravar ni enajenar la propiedad vendida bajo
pena de nulidad sin consentirniento expreso deI vendedor" (costo deI metro
cuadrado = 1.7 pesos).
Juan Fadas, comerciante, compra un lote de la manzana 25 (925 m') en
650 pesos, el 5 de septiembre de 1902, obligandose a pagar en 48 mensualidades sin rdito. (costo =0.70 pesos).
Guillermo de Alba, ingeniero, adquiere el lote deI ngul0 oriente de la
manzana 10, cuya superficie es de 937.5 m'en 650 pesos, que se compromete a pagar en 40 mensualidades.
Costo deI metro cuadrado = 0.69 pesos.
Federico y Guillermo Kunhardt, comerciantes, compran la manzana 21
con una extensi6n de 50 m por 65 m, 0 sean 3,250 m', el 10 de agosto de
1903, en $1,000 pesos al contado. Costo dei metro cuadrado =0.30 pesos.
Juan Keep, comerciante, compra la manzana 28 completa con una extensi6n superficial de 3,250 m', el 4 de septiembre de 1903, en $3,762 pesos,
entregando la mitad dentro de un ano y la otra rnitad dentro de dos anos.
Costo dei metro cuadrado = 1.15 pesos.
Caracterfsticas de la promoci6n
La asociaci6n que conforrnan G. Franco y V. Orozco, IIamada "por participacion", es semejante a la que en su tiempo concibieron Fuchs y los
80 Con esos dos grandes terrenos, se conforman las manzanas 13, 36, 37, 38 Y 55 de la
Colonia Artesanos. La superficie de esta segunda venta no nos es conocida (AIPJ, Pro!.
Notario Andrs de Anda, Vol. 26, N" 20,4 de agosto de 1899, foja 149-152).
81 La venta tuvo lugar el4 de mayo de 1903 sobre las manzanas N 56, 71, 72, 73, 74 Y87.
Vase el Piano 8 (Archivo de Inslrumentos PUblicos dei Estado, Pro!. Notario Manuel F.
Chavez, Vol. 29, N" 131, 5 de mayode 1903).
82 Archivo de Instrumentos Pblicos deI Estado, Prot. Notario Alberto Mndez, Vol. 8, N
34, 8 de abril de 1903, foja 171.
254
83 En efecto, el ingeniero Franco estaba encargado de los trabajos tcnicos, tales como la
realizaci6n de los pianos urbanos, el acondicionamiento de la zona que por sus condiciones topogrficas diffciles hacfa necesario el que se hicieran terraplenes y se construyeran a1gunos puentes (recordemos que Artesanos se asentaba en parte de la barranca
Hamada de Beln), y tambin de las funciones administrativas e inmobiliarias, propiamente dichas, en tanto que director y administrador de la sociedad. El 14 de marzo de
1905, se decidi6 rescindir la asociaci6n y disolver la comunidad. V. Orozco conserv6
s610 la manzana 54 y Gonzlez Franco el resto de la propiedad en forma exclusiva
(Archivo de Instrumentos Pblicos deI Estado, Pro!. Notario Manuel F. Chavez, Libro
29, pp. 119-121 dei 5 de mayo de 1903. Y el expediente 16, con la misma fecha dei
Archivo Municipal de Guadalajara).
84 Idem.
85 Los promotores proyectaban tambin vender casas chicas, segun seilalaba el convenio
de asociaci6n "disponer de hasta 2,000 pesos para la construcci6n y venta..."; sin
embargo, no existen antecedentes de que haHan concretado este objetivo. Sobre la evoluci6n de las ventas vase el Grafico 2.
86 Express Universal, revista comereial, 10 de noviembre de 1903. El subrayado es nuestro.
256
p,,1odD 111. E
l d,s
afr
._bU""""
251
258
Recuadro C
Venta de terrenos en la Colonia Artesanos
Estanislao Martfnez, comerciante, compra el 13 de abril de 1903, allng.
Francisco Gonzalez Franco y a Victoriano Orozco, el lote N 36 Y 37 de la
manzana N 38, con una extensi6n en junto de 20 m de frente por 20 m de
fondo =400 m'. A un costo de $100.00 pesos al contado.
Costo por metro cuadrado $ 0.25 centavos.
Felipe GaIvez, pintor, compra al Ing. Francisco Gonzlez Franco y a Victoriano Orozco, el lote N 21 de la manzana N 149, con una extensi6n de
10 m de frente por 20 m de fondo =200 m'. En el precio de $ 40.00 pesos,
al contado. Costo por metro cuadrado =$ 0.20 centavos. Fecha de la venta:
30 de octubre de 1903.
Victoriano Figueroa, empleado, compra a la mancomunidad, Francisco
Gonzalez Franco-Victoriano Orozco, el lote N 32 de la manzana N" 56
112, con una extensi6n territorial de 10 m por 17 m 170 m', en la cantidad
de $ 40.00 pesos que el comprador los pago al contado. El dfa 02 de mayo
de 1904. Precio dei metro cuadrado $ 0.23 centavos.
Juan Ramfrez, artesano, compra el 22 de diciembre de 1905, al Ing. Francisco Gonzalez Franco, un lote marcado con el N 19 de la manzana 137, el
cuaI mide 10 m por 20 m, haciendo un total de 200 m', en el precio de $
50.00 pesos, que el vendedor tiene recibidos a su entera satisfacci6n. El
precio por metro cuadrado es de $ 0.25 centavos.
Anastacio Gateras, maestro de obras, compra en el precio de $ 100.00
pesos al contado al Ing. Francisco Gonzalez Franco, los lotes marcados con
los numeros 13 y 14 de la manzana 153, con la siguientes medidas 20 m
por 20 m = 400 m'. El precio por metro cuadrado a $ 0.25 centavos en
fecha 14 de febrero de 1906.
Bernab Coronado, comerciante, el 02 de abril de 1907, compr6 al contado a Francisco Gonzalez Franco, los lotes con los numeros 5 y 6 de la manzana 146, a precio de $ 50.00 con las medidas siguientes 20 m por 20 m =
400 m'.
Jos R. G6mez, comerciante, compra a Francisco Gonzalez Franco, al
contado, un lote de terreno marcado con el numero 4 de la manzana 152, de
10 m por 25 m haciendo un total de 250 m', en el precio de $ 50.00 pesos.
Esta transacci6n se realiz6 el 1 de febrero de 1908.
Donaciano Sandoval, jornalero, compra el 06 de marzo de 1909, a Francisco Gonzalez Franco, la 112 fracci6n deI lote N" 5, lado sur de la manzana N" 148. Con las medidas siguientes: 6.50 m de frente por 12 m de
fondo. El valor deI terreno es de $ 20.00 pesos que el vendedor tiene recibidos a su entera satisfacci6n.
El discurso ideol6gico de los agentes "reformadores", que intenta presentar sus operaciones particulares como intervenciones globalizantes
-insertas dentro de la planeaci6n general de la ciudad-, es aceptado y
legitimado por el Gobiemo dei Estado. Mas alla de una medida que contribuya a preservar el estatus de la colonia, y con l, el valor dei suelo, no
vemos en qu, la regulaci6n dei trfico de la avenida Vallarta, haya resultado benfica para la ciudad.
Sin duda alguna, desde 1989, contando con la participaci6n activa dei
Estado, los promotores inmobiliarios se convierten en los verdaderos
agentes conductores dei desarrollo urbano en la ciudad. En adelante, la
expansion perifrica solo puede Ilevarse a cabo a travs de proyectos planeados como las colonias; proyectos cuya implementaci6n depende de la
voluntad de ciertos empresarios -eomerciantes e industriales principalmente-, y deI apoyo de las autoridades locales.
Estos empresarios, como 10 hemos visto, son en su mayoria capitaIistas extranjeros (0 administradores de ese capital ya sea extranjeros 0
nacionales), quienes han recibido todas las facilidades por parte deI
gobiemo deI presidente Porifirio Dfaz, para introducir y reproducir su
capital en nuestro pafs y para instalarse abf definitivamente, si asf 10 desean. Aqullos que optan por instalarse. con el transcurso de los aiios se
congregan entre sf, de acuerdo a sus propias nacionalidades, conformando colonias de residentes sin una referencia explicita a su lugar de habitaci6n (aludimos a la colonia de habitantes alemanes, franceses 0 americanos, en la ciudad). La voluntad de reunirse entre ellos, en un mismo
espacio ffsico que simultaneamente los afsle, "proteja" y distinga, puede
encontrarse al origen de una idea 0 un deseo retomado por los agentes
promotores, quienes 10 capitalizan en un proyecto inmobiliario con fines
mercantiles, "extendindolo" a otros habitantes que, independientemente
de su nacionalidad, posean una condici6n socio-econ6mica, las mismas
expectativas de habitaci6n y un estatus similar al de los extranjeros, con
el objeto de ampliar su clientela y mejorar sus tasas de ganancia.
260
262
plo, los derechos y las obligaciones de los colonizadores y de las autoridades-, un gran espacio de incertidumbre y ambigedad se instala, no
s610 a nivel de la implementaci6n de estos proyectos, sino de la filosofa
general que en principio deberfa sustentarlos. Si bien aIgunos promotores
consienten en introducir, por su cuenta, ciertos servicios basicos, por
ejemplo, aumentar el caudal de agua, la realidad es que:
la urbanizaci6n de cualquier colonia 0 incorporaci6n de ella a la ciudad, significa al
Ayuntamiento la adquisici6n de nuevos compromlsos pecuniarios que indispensablemente tiene que cubrir, si como es de su deber tiene que dotar a la parte nuevamente
urbanizada de los servicios de luz, de agua y saneamiento, de policfa, pavimentaci6n,
etc.'''''
Ante los promotores, el Estado se reserva un papel de instancia reguladora -coma 10 hemos visto casi siempre transigente-, preocupada mas
por cuestiones de orden esttico, pues la ciudad bella es sin6nimo de ciudad eficiente, y mientras mas "limpia" y ''transparente'' aparezca en su
trazo y disposici6n de inmuebles alineados, mas racional aparece desde el
punta de vista de su eficacia funcional. Varias Actas Capitulares de esos
aiios as! 10 asientan; veamos un dictmen de la Comisi6n encargada de
sancionar las colonias
Reconocida es la costumbre, tan inconveniente como perjudiciai que por desgracia se
viene observando desde que en esta ciudad se empez6 el trazo de las Hamadas colonias.
Por 10 cual cada propietario da a su colonia la orientaci6n que mejor le parece y mas le
conviene y acomoda, segn sea la forma y conliguraci6n de sus terrenos, las mas de las
veces muy irregulares, 10 que ocasiona que ai unirse esas colonias con el resto de la
ciudad se originan naturaimente multitud de saiientes, ancones, rinconadas, zig-zags.
Que forman un verdadero laberinto de cailes quebradas y feas por angostas y tortuosas
diffciles para la buena i1uminaci6n, para la vigilancia de la poficfa, etc".""
Esta Comisi6n de Colonias, es parte dei Departamento de Obras PUblicas dei Municipio, y su funci6n principal es la de vigilar que los promotores se obliguen a: (i) ceder los terrenos que se destinan a las vias publicas;
(ii) donar los predios que el Ayuntamiento juzgue necesarios para establecer un jardin, mercado 0 una escuela, segun el tipo de promoci6n;97 (iii)
realizar los machuelos y el embanquetado de las calles; y (iv) urbanizar
conforme a las especificaciones tcnicas y urbanisticas de los pianos
-cuando los hay.9' Ademas de que en ciertos casos, la empresa y los colonos deben atender par su cuenta, los indispensables servicios diarios de
aseo y vigilancia, mientras la colonia adquiere desarrollo y poblaci6n;
conc1uido ese trmino, los servicios pasan a cargo dei Ayuntamiento.
Debido a 10 limitado de los recursos con que cuenta el erario, su
capacidad de respuesta se circunscribe a "atender a los servicios publicos
ya establecidos y no para que stos puedan hacerse extensivos a ninguna
parte dei Municipio 0 colonia que carezca de ellos".99 No obstante, el
96 Archivo Municipal de Guadalajara, Ramo Obras Pblicas, fetra B, expediente 343.
L6pez, E. Op. Cit., p. 176.
97 El Reglamento de Edilicaci6n e Higiene Urbana, obligaba a las compailfas urbanizadoras a ceder el 10% de la extension dei terreno que proyectaran fraccionar para destinarlo
a plazas, jardfnes, mercados. etc. (Articulo 140, fracci6n 9/a).
98 Un comentario periodfstico de esos ailos asf 10 evidencia: "Se han establecido diversas
colonias en la ciudad, pero desgraciadamente, en su inmensa mayorfa sin tener de antemano un piano que dirija la construcci6n de casas, y es por ello, que la disposicion de
las cal/es es verdaderamente antiesttica y disparada. (Ellnfonnador, 15 de noviembre
de 1921. Hemeroteca dei peri6dico, el subrayado es nuestro).
99 Comisi6n de Colonias, Op. Cit.
264
Ayuntamiento sigue extendiendo autorizaciones para fraccionar y los promotores siguen ofertando lotes; muchos de ellos, sin servicios 0 con servicios mfnimos, principalmente cuando se trata de promociones de caracter popular. Ahf, las operaciones reportan tasas de ganancia, que por Jo
general son elevadas, puesto que la venta conlleva una esperanza de urbanizaci6n que, en principio, se presenta como susceptible de materializarse
en el corto plazo; sin embargo, un numero importante de colonias que se
comenzaron en la primera dcada deI siglo, diez 0 quince afios despus,
aun no cuentan con todos los servicios bsicos. La higiene, la funcionalidad, el progreso, en fin, todos aquellos valares de que eran portadoras las
colonias, no han podido rebasar un nivel ret6rico-discursivo. Parad6jicamente, varias de ellas se encuentran al origen de un proceso de urbanizaci6n bastante cuestionable, que en lugar de enfrentar "los males de la ciudad", coma de hecho 10 pretendfan, terrninaron por exacerbarlos.
En su recorrido hacia la consolidaci6n de la colonia, la responsabilidad que implica la introducci6n de los servicios, invariablemente se hace
extensiva a los habitantes que ahf residen. El Municipio descarga asf,
parte de una obligaci6n que si bien desde un principio el mismo se reconocfa imposibilitado a atender, de todos modos aceptaba, movido mas
bien, por los beneficios que a corto plazo las operaciones podfan traerle a
l y a sus "asociados" los promotores inmobiliarios.
Asf pues, el Estado no s610 contribuy6 a instituir un nuevo modelo,
sino tambin vigil6 de cerca su desarrollo. Aparte deI apoyo que brind6 a
ese sectar dominante de la poblaci6n, su intervenci6n en la producci6n de
vivienda fue nula; deI ultimo cuarto deI siglo pasado hasta la mitad de la
segunda dcada deI presente, ninguna habitaci6n se realiz6 bajo su gida.
Vacfo que es aun mas lamentable, si tomamos en cuenta que en ese
entonces, era cuando se sentfan con mayor fuerza los efectos negativos
deI movimiento liberal, debido a que los diversos canales de acceso al
suelo y, en general, la polftica social de vivienda, tenfan varios afios de
haberse suprimido.
crdito -de caracter simb6lico- para que, aqullos que resulten beneficiarios, puedan resolver su problema de vivienda.
Desde el punto de vista dei uso deI lenguaje formaI, la promoci6n se
desarrolla bajo un esquema semejante a las colonias residenciales de primera, 10 que se traduce, por ejemplo, en el uso de espados verdes en parques y calzadas, la modificaci6n de los esquemas de vialidad con la creaci6n de amplias avenidas, y con una prapuesta de lotificaci6n diferente en
los parametros modulares de las manzanas. Los valores ideol6gicos, presentes en las promociones privadas, tales coma la higiene, la tcnica, etc.,
en forma general se reproducen en esta colonia, cuyo desarrollo permite
reafirmar el nuevo modelo de segregaci6n de la ciudad, que fija de manera definitiva a la mana de obra, a 10 largo dei ferrocarril y de la industria,
que nace vinculada a l. Sin embargo, el tratamiento diferenciado de los
usos dei suelo y la busqueda de una cierta pluri-funcionalidad en el sitio,
hace que la brera se distancie de las primeras colonias, al adoptarse un
plan urbano innovador muy semejante a las "cits" obreras que agrupan
servicios, equipamientos y vivienda en el mismo lugar (vase el PIano 9).
Caracteristicas de la promocion
100 Archivo Hist6rico deI Estado, F. 11-914/F.132 Bis "G", 28 de septiembre de 1914.
Citado por E. L6pez, Op. Cir. pp. 223.
266
gar los gastos de construcci6n, pues el terreno les era cedido gratuitamente por escritura publica. lOS Las casas tenfan un costo que fluctuaba entre
los 600 y los 1,200 pesos y se abonaban a 27, 42 Y50 afios.
Las condiciones de compra son c6modas para los adquirentes; en ese
sentido, la Obrera se presentaba coma una "vocaci6n reivindicativa" dei
Gobierno Revolucionario, en respuesta a las injustas condiciones de
vivienda de los trabajadores obreros, en el que se plantea coma una de las
principales medidas, el proporcionar habitaciones aireadas e higinicas.
El mismo autor cita al respecto:
Considerando de la mayor importancia, el Gobierno deI Estado, la creaci6n de esta
colonia, con el fin de mejorar la condici6n de los obreros hasta proporcionarles c6modas viviendas en lugar sano y ventilado de 10 que siempre han carecido, con todo empeilo se ha elegido el sitio y dispuesto la formaci6n de pianos y fachadas para las viviendas que habrn de edificarse en ella.'06
268
12. Conclusiones
La mitad 0 hasta dos tercios de la superficie de la ciudad, se encontraba
bajo un estatuto jurfdico que imposibilitaba su libre circulaci6n. El resta
deI suelo, en manos de particulares, si bien se intercambia y se comercia
en eI mercado, en trminos generales se caracteriza mas por una cierta
inmovilidad, heredada de la concepci6n patrimonial de la propiedad y de
las formas perpetuas de ocupaci6n, que ven en ella, un bien a conservar y
transmitir de generaci6n en generaci6n y no a enajenar.
Rasta mediados deI siglo pasado, la propiedad rafz ha sido percibida
coma un mecanismo para preservar el capital y los excedentes deI capital,
es decir, coma un bien a acumular y no coma un objeto que genere acumulaci6n. De tal forma que, hasta antes de la Reforma, el suelo corporativo, virtualmente no tiene valor mercantil y el privado posee uno muy
bajo. El costo de un metro cuadrado construido dentro de la ciudad, por
ejemplo, equivale a un terreno urbano municipal con una superficie promedio de 690 m2 0 a 460 m2 de un terreno propiedad deI c1ero.
La liberalizaci6n de la propiedad corporativa, unificndola bajo una
modalidad jurfdica dominante, que es la privada, permite eI nacimiento
de un mercado de bienes rafces que, en el trmino de treinta afios, da
lugar a una autntica revoluci6n inmobiliaria. En menos de dos dcadas,
la ciudad tiene un crecimiento en superficie bastante significativo, que le
permite pasar de 1,130 has en 1900 a cerca de 2,000 has en 1920; es
decir, un aumento de la mancha urbana deI 56%.
A pesar -0 por causa-, de las condiciones reinantes en el pais, Guadalajara empieza a desarrollarse como un polo de atracci6n deI occidente de
Mxico, incrementando su poblaci6n con mas de 42,000 habitantes, en el
mismo perfodo, y dando inicio a un acelerado proceso de urbanizaci6n,
que se caracteriza por la introducci6n de una serie de servicios publicos y
270
Piano 9
La Colonia Obrera
Leyenda:
1
2
3,4,5
6,9
7,8
10,13
Il
12,14
Teatro
Mercado
Jardines
Fuentes
Estatuas
Kioskos de peri6dicos
Estatua a1trabajo
Grandes tibores
de infraestructura en general, y por una fuerte demanda de bienes y servicios; entre los cuales, aparece como uno de los principales, la vivienda.
Agentes promotores y constructores responden a esta demanda, ofertando alrededor de 12,300 lotes (en principio, todos con servicios para
edificar en ellos casas-habitaci6n), por medio de 21 promociones inmobiliarias de tipo popular y residencial, a 10 largo de dos dcadas. Esta oferta
generaliza la accesi6n a la propiedad privada, haciendo desaparecer definitivamente las formas de propiedad compartida y los sistemas de renta
perpetua, que prevalecieron hasta antes dei liltimo tercio dei siglo XIX.
La eficiencia dei mercado permite que todos esos lotes sean adquiridos en plazos relativamente cortos, generando una fuerte plusvaIia sobre
los bienes raices, 10 que provoca a su vez que el valor dei suelo se multiplique por dos 0 tres veces en muy pocos aDos, seglin el tipo de propiedad
en que se hagan las promociones. Parad6jicamente, el grueso de las
ganancias que reportan estas operaciones inmobiliarias no benefician a
los propietarios originales de los terrenos -nos referimos a los duefios de
los predios urbanos cntricos, de los ranchos y haciendas en la periferia
de la ciudad, etc., propiedades que se fueron acumulando hist6ricamente
o que se obtuvieron durante la Reforma-, sino mas bien a los constructores y promotores inmobiliarios que, desde fines dei siglo pasado,
comenzaron e impulsaron este nuevo mercado.
Se trata deI nacimiento dei capital inmobiliario, que se separa de la
propiedad deI suelo y que genera ganancias independientes. Es una nueva
forma de producci6n de vivienda que replantea una transformaci6n
estructural de la propiedad patrimonial. En adelante, la tierra es parte de
un capital de promoci6n, dentro de una fase de producci6n global de tipo
capitalista. Los agentes -principalmente de origen extranjero- que impulsan este mercado, son comerciantes e industriales que incursionan con
capitales relativamente modestos en el sector inmobiliario; conscientes de
que la dinmica misma de urbanizaci6n es capaz de generar valor, debido
a la fuerte presi6n que se empieza a colocar sobre el suelo urbano. La
reactivaci6n dei capital raiz, que hasta ese entonces ha permanecido ocioso, se debe en gran parte a su propia intervenci6n.
Ahora bien, las empresas que crean para ese efecto no son pequefias
sociedades familiares cuyo capital es tambin familiar. Por el contrario,
desde un principio, implementan agencias con un relativo grado de complejidad que adems de integrar varias funciones de promoci6n, asocian
capitales patrimoniales de diversas firmas 0 individuos, siguiendo una
estrategia clara de funcionamiento bajo una 16gica de complementaridad,
en particular, entre el capital y la tcnica.
272
274
Periodo IV
Primera Parte
El desarrollo de los fraccionamientos populares y su impacto en la
vivienda (1920-1970)
276
Periodo IV
277
urbanisticas y arquitectonicas vigentes hasta entonces; fueron ellos tambin, quienes crearon nuevos valores y paradigmas culturales, y quienes
terminaron implantando un modelo diferente de produccion y organizacion deI espacio. Algunas de las soluciones que proyectaron -destinadas
a los grupos representativos de la vanguardia de la dominacion social-,
generaron espacios formaI y funcionalmente independientes (la Colonia
Americana, por ejemplo); los cuales, conforme se masificaban en colonias de tipo media 0 popular, fueron simplificando al maximo los valores
y atributos que originalmente tenian.
La gran mayoria de las colonias populares terminaron por convertirse
en una "parodia" de las primeras colonias residenciales. Imperativos de
orden econ6mico y el rigor que impone el mismo capital, llevaron a que
los urbanizadores hicieran una simple division deI terreno con el objeto
de crear el numero maximo de lotes, casi siempre carentes de servicios
urbanos 0 con los estrictamente minimos, pero por 10 general funcionando deficitariamente.
A pesar de un deseo patente por reproducir 0 imitar modelos (por
ejemplo, con la uniformizaci6n de las fachadas, los alineamientos frontales), el espacio de las colonias populares pierde gran parte de los atributos
fundamentales: las dimensiones originales se reducen, desaparece el espacio semi-publico. J El fraccionar suelo se convierte en el eje de la promocion y el suelo mismo en el de la ganancia. Hasta la dcada de los sesenta,
la industria de la construcci6n no estuvo asociada a las operaciones inmobiliarias; en sentido estricto, el mercado no era todavia 10 suficientemente
moderno, si consideramos que la producci6n y la distribuci6n concemia al
suelo y no a la vivienda propiamente dicha. 4 La articulaci6n de esas dos
redes de produccion, implica una evolucion a una rama capitalista mas
desarrollada, de ella nos ocuparemos en el Apartado 5.s
Algunos investigadores que se abocan al estudio deI desarrollo inmobiliario en Guadalajara, insisten en senalar que el mercado en bienes raices y el proceso de urbanizaci6n, hasta principios de los cuarenta, se hizo
sin agentes especificos (B. Garcia, 1992) 0 por agentes no locales (VazSolinfs Noyola, German. SoC/o-loglque de la domination urbaine - la renovation urbarne Guadalajara, Tesis de Doctorado, EHESS. Paris, V. l, p. 133, 1984.
4 Garcia PeraJta, Beatnz. Cambios en el uso y tenencia de la tierra y procesos sociales
entre los agrupamientos en la urbanizaci6n dei Mxico moderno, UNAM, INS, 1992,
3
mimeo.
En realidad, fue hasta 1950-60, con el desarrollo de los sistemas financieros masivos de
vivienda y con la ampliaci6n de la demanda solvente, que se consolida un sector inmobiliano vinculado con la industna. Mutaci6n que lIeva a un cambio fundamental en el
modo de producci6n de vivienda, que deja de hacerse por "encargo", para pasar a la promoci6n privada orientada al mercado general.
278
quez, s/a)." Las evidencias muestran que el proceso de urbanizacion mercantil, que iniciaron los extranjeros en la transicion de siglo, fue rpidamente asimilado y puesto en prctica tanto por los propietarios patrimoniales coma por los promotores fraccionadores locales, e incluso por
ambos, por medio de las asociaciones ad hoc que constituyeron. La transformacion de la propiedad privada peri-urbana, en suelo susceptible de
ser construido, se hace con una inversion minima que se ve favorecida
por las rentas diferenciales que genera el propio desarrollo urbano. Estos
agentes crean una oferta relativamente homognea, restringida a un solo
producto: suelo (que, en principio, deberia ser con servicios); el cual se
dirige por igual a diversas clientelas sociales y que, en funcion de su
capacidad de compra, se adecua en tamaiio, localizacion y condiciones
generales dei marco construido (nos referimos a las zonas verdes, parques, calles y/o avenidas con que podia contar).
La diferenciacion de las colonias en popular, medio 0 "residencial", la
establecimos en funcion de categorias socioeconomicas y no de una tipificacion legal. 7 A partir de 1940, el desarrollo urbano se hace por un
media principal que es el "fraccionamiento" --en realidad la unica forma
juridicamente aceptada para producir el espacio urbano, segun 10 dispone
el Reglamento de 1944 y, posteriormente, la Ley de Fraccionamientos
Urbanos de 1953.8 Ninguno de esos dos ordenamientos contempla una
diferenciacion social especial y clasifica los fraccionamientos, de acuerdo
con el destino que se les pretende dar, en tres tipos: residencial, industrial
y campestre. El espacio destinado a la habitacion no da lugar a una c1asificacion adicional. La apropiaci6n-valorizacion que se hace dei suelo
urbano y los efectos de inclusion 0 exclusion, que genera en la estructura
urbana, no son considerados explfcitamente en esas primeras disposiciones le~ales.
La ciudad transita entonces, de colonias residenciales 0 populares
(1898-1940), a fraccionamientos residenciales de todo tipo (1940-1970).
La expresion fisica dei producto que generan, unas coma otros, es la
misma; evidentemente, a condicion de que se trate de operaciones que se
dirigen a grupos sociales similares. El espacio urbano se produce y distri6
"Los terratenientes locales necesitaron que otros les mostraran el cami no", escribe D.
Vazquez en La transformaci6n de la tierra de rural a urbana en la periferia de Guadalajara. Colegio de Jalisco, s.la, mimeo.
La clasificaci6n se hizo mucho mas en funci6n de un criterio de analisis cualitativo.
Vase en el Anexo, ellistado general de Las Colonias y los Fraccionamientos en Guadalajara (1905- 1970) Yen el Recuadro A, las caracterfsticas metodol6gicas de la explotaci6n de la base de datos.
Decreto N" 5873, Gobiemo deI Estado, 18 de agosto de 1953, peri6dico oficiai.
Per{odo IV
279
En las primeras colonias, la urbanizaci6n dei terreno no era exigida por la normatividad
vigente. Las obligaciones de los fraccionadores evolucionan en el tiempo por diversos
factores. En el Apartado 7, presentaremos las caracterfsticas principales de dicha evoluci6n, intentando hacer una pequei'ia construcci6n tipol6gica de los modos 0 paradigmas
de introducci6n de los servicios e infraestructura bsicos.
280
Periodo IV
281
van en sistemas mixtos con la participaci6n dei sector publico y dei privado; de e1los nos ocuparemos en la segunda parte de este capftulo.
La vivienda deja de ser un bien de uso que se autoconstruye 0 se hace
por encargo, coma en el periodo precedente, y se convierte -tambin- en
un producto que circula en forma de mercancfa. Los procesos productivos
se transforman y el Estado empieza a intervenir de una forma mas explfcita en la polftica habitacional, convirtindose en un demandante mas,
pero a una escala mas masiva de producci6n.
Es el inicio de un proceso de modemizaci6n y de urbanizaci6n acelerada al que se responde con un modelo sui generis en el financiamiento,
la produccion y la gestion de la ciudad en general, y de la vivienda en
particular. De su relacion con sta ultima, nos ocuparemos en la segunda
parte de este periodo.
3.
282
Recuadro A:
Fraccionamientos de Guadalajara: consideraciones
metodologicas sobre la base de datos
1. El nombre de los fraccionamientos y la clave que aparece a su
izquierda, tal coma estan escritos. fueron tomados de la "Lista de Fraccionamientos en el Municipio de Guadalajara", existente en el archiva deI
Departarnento de Obras Pliblicas deI mismo municipio.
2. Dicha lista corresponde a los trmites de urbanizaci6n efectuados en
esa dependencia; un fraccionamiento puede ser la subdivisi6n de un terreno
en cuatro lotes, la construcci6n de cientos de viviendas 0 la urbanizaci6n
de miles de lotes.
3. El concepto deI tipo de fraccionarniento, difiere un poco, seglin se
trate de urbanizaciones anteriores 0 posteriores a 1961, fecha en que apareci6 la Ley de Fraccionamientos, que defini6 coma modalidad jurfdica, la
c1asificaci6n en: popular, media y residencial. Para los analisis cuantitativos, los fraccionarnientos residencial, de primera y jardfn se han considerado coma sin6nimo.
4. Se ha tomado para el analisis, ya sea la fecha de inicio, la de autorizaci6n 0 la de regularizaci6n. puesto que muchas urbanizaciones fueron
comenzadas, e incluso terminadas. sin previo permiso escrito de las autoridades, quienes al detectar estos casos, procedfan a la regularizaci6n de las
mismas (post-urbanizaci6n), aplicando las sanciones e impuestos correspondientes 0 gestionando la introducci6n de los servicios faItantes.
Ocho 0 nueve de cada diez fraccionarnientos, eran irregulares, en la
medida en que el trmite deI perrniso de urbanizaci6n, no se ajustaba a la
norrnatividad vigente.
5. En aIgu nos casos que la informaci6n original seiialaba el numero de
viviendas construfdas, para efectos deI analisis. se han tomado stas coma
nlimero de lotes, s610 en casa de viviendas unifamiliares.
6. Como constructora, hemos seiialado las personas, empresas 0 instituciones que han lIevado a cabo la urbanizaci6n total 0 parcial, tratando de
identificar, en principio, a los urbanizadores iniciales. En los casos en que
aparece "obras por colaboraci6n", ha intervenido el Consejo de Colaboraci6n Municipal para introducir la infraestructura de agua potable, de drenaje 0 la pavimentaci6n. muchas veces en respuesta a las carencias dejadas
por el fraccionador inicial.
Per{odo IV
283
7. Para aquellos fraccionamientos en cuyo expediente no se especificaba el tipo, la superficie 0 el numero de lotes, hemos supuesto los datos faltantes basados en unD 0 ambos de los siguientes criterios:
a) el tipo de fraccionamiento se deduce por su similitud con los fraccionamientos adyacentes y/o
b) segun una densidad de 24 lotes/ha. para fraccionamientos de tipo
popular; 17 loteslha para los de tipo medio y Il loteslha para los de tipo
residencial, de primera y jardin.
Este criteria fue determinado en base a la densidad promedio de los
fraccionamientos mas representativos de cada tipo, y de los cuales se cuenta con datos completos.
284
Periodo IV
285
Cuadro N 1
Tendencias de crecimiento de la poblacion y densidsd poblacional en
Guadalajara 1900-1970
Ano
Hectareas
1900
983.63
1910 1,220.00 * 236.37
117.85
1920 1,337.85
1930 1,930.00 * 592.15
1940 1,994.00
64.00
1950 8,090.00 * 6,096.00
1,379.94
1960 9,469.94
1,535.20
1970 11,005.14
24
9
44
3
17
16
101,208
119,468
128,136
184,826
236,557
398,543
849,216
1'529,598
18,260
8,668
56,690
51,731
161,986
450,673
680,382
18
7
44
27
68
113
80
102.9
97.9
95.8
95.8
118.6
49.2
89.6
139
Fuenle: Wallon, John. Guadalajara: Crealing The Divided Cily. en "Latin American Urban
Research". p. 35
Censos de Poblaci6n y Vivienda.
(*) Camberos Garibi, 1993.
286
Per{odo IV
287
288
Per{odo IV
289
290
291
Perfodo IV
Piano 1
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara (1920-1940)
,
..
1
:'~
",il'
"
#'"
~------........
~~---J
.........
......
'.
....:--
","
",,'
........
.... ,- ....
/'
,
,,
......\
~-"'-...
... .......
"'--,
,
\
.... , ....
....
- ....
t:....
'
2'
\
\
:
1
\
\
\
\,
"
.... _--....
_--------:
,
....
"
~9
\
\
'\
, .. '
\
\
",
"
\,
"
' ...
Col. GuadaIupana
El Progreso
Somellera
Col. Morelos
Col. brera (Uni6n)
1
1
:
1
"
'\
....... , .... ,
6.
7.
8.
9.
10.
."
,
1
"",
'................ "
1.
2.
1
4.
5.
,/
,/
\./
/'-----
,," /
.. '
.\
\
\~
292
Piano 2
La apertura de la Calzada Independencia
.10
Cambio de la Iraza de 192().193S
orienle calzada
Q,D_sefracclona
1111
La Perla
Se m1uce la forma de la
Simbologla
D Cuadras nuevas
c[] Ampliaci6n 0 reduccI6n
IIIID Antenor
!Il Divisi6n
El Proyecto anlerior
,
!
Per{odo IV
293
Gnifico 1
Colonias y fraccionamientos populares en Guadalajara (1900-1970)
Numero de lotes urbanizados
80,000
73,267
60,000
'" 50,000
~
.9
4.l
"0
40,000
.'zE"
30,000
4.l
20,000
10,000
0
190011910
1911/1920
1921/1930
1931/1940
Decenios
1941/1950
1951/1960
1961/1970
Grlifico 2
Colonias y fraccionamientos populares en Guadalajara (1900-1970)
Numero de hectareas urbanizadas
2,864.68
3,000.00 .
2,500.00
2,000.00
~
l:!
'iS 1,500.00
u
4.l
:r:
1,000.00
415.40
190011910
1911/1920
192111930
193111940
Decenios
1941/1950
1951/1960
1961/1970
294
4.
A partir de la dcada de los cuarenta, la ciudad inicia un acelerado proceso de urbanizaci6n que empieza a prefigurar el nacimiento de una gran
metr6polLJo Con l, toma impulso la industrializaci6n de Guadalajara; en
realidad, es el comienzo de un movimiento ascendente en la economfa de
todo el pafs, que se ve acompafiado de importantes flujos migratorios
hacia las principales ciudades, entre las cuales, no escapa la nuestra. De
un ritmo de crecimiento anual de 3%, entre 1920 y 1940 -ritmo equivalente al nacional-, se brinca a un 6.2% y 9.2%, en las dos decenias
siguientes -una tasa superior a la media nacional. De esos porcentajes, la
inmigraci6n contabiliza par un 56% y un 60%, respectivamente; el resto
corresponde al crecimiento natural. J1
Guadalajara se consolida coma un polo de atracci6n regional que concentra poblaci6n, actividades y servicios. Son varios los trabajos que han
dado cuenta -y con gran claridad- de esa evoluci6n, sus causas y
efectos;J2 basta aquf sei'ialar, que esa capacidad centralizadora, en contraparte demanda servicios y bienes coma la vivienda. De hecho, coma 10
explica J. Revel Mouroz, los factores principales que se encuentran a la
base dei desarrollo industrial, estn ligados al crecimiento demogrfico y
a la urbanizaci6n. La industria -eentrada principalmente en la producci6n
de bienes de consuma-, se desarrolla para responder a los efectos de
aglomeraci6n y no con la intenci6n de conquistar nuevos mercados." De
Alba, incluso sugiere que la Segunda Guerra Mundial y el modelo de sustituci6n de importaciones -punto de arranque dei proceso de industrializaci6n en varias ciudades latinoamericanas-, no fue tal para Guadalajara,
sino mas bien el crecimiento demogrfico y la urbanizaci6n de la ciudad. "
En efecto, las personas que diariamente Ilegan, son gente joven; en
1960, par ejemplo, el 67% tenfan entre 10 y 24 afios de edad. Sus necesidades de vivienda, educaci6n, transporte, recreaci6n y otros servicios
publicos, coloca una fuerte presi6n sobre la ciudad, particularmente en la
demanda de trabajo.
30 Manuel Arregufn, La planeaculn urbana en Guadalajara, CEPES. N 4, 1984.
31 La poblaci6n pasa de 235 mil habitantes, en 1940, a 380 mil en 1950 y 849 mil en 1960.
Vase el Cuadro N 1.
32 Vase los trabajos de Carlos De Alba (1986), Patricia Arias (1980,1983 Y 1985); Arias
y B. Roberts (1984) y Daniel Vzquez (1984), entre otros.
33 Revel Mouroz, J. Op. Cit. P 210.
34 De Alba, Op. Cit.
Per{odo IV
295
El proceso de urbanizacion precede a la industrializacion y va creando una infraestructura de base para ella. La vialidad se adapta a nuevas
cargas de tnifico, se abren ejes importantes de comunicacion, se desarrolia la infraestructura dei transporte con la estacion dei ferrocarril (1958),
central camionera (1955) y el aeropuerto (1950); comienzan trabajos de
renovacion deI centro y una fuerte aceleracion de la producci6n de suelo
y vivienda a partir de 1940. Es, sin duda, una etapa importante para el
desarrollo urbano que, a su vez, da un impulso al mercado inmobiliario.
En tan solo treinta ailos, la superficie de la ciudad se multiplica por 5,7 y
la poblaci6n por 6.5; para atender a las mas de 7,000 nuevas familias que
cada ailo pueblan la ciudad, se producen y ofertan 18 0 19 lotes por dfa,
mientras que en el periodo precedente, la produccion no rebasaba une
diario. Jl
En una fase que requiere atender necesidades habitacionales que rpidamente se multiplican, y que de una forma u otra, acompafian el proceso
de industrializaci6n, el comercio moderno se orienta al desarrollo de la
urbanizacion mercantilista. La posibilidad de utilizar una mana de obra
no calificada, barata y abundante, atrae un numero mayor de inversionistas de capital, quienes ven factible obtener altas ganancias sin muchos
riesgos, como es el caso en el sector industrial.
Debido a que el mercado sigue produciendo principalmente lotes con
servicios, la mana de obra de los obreros de la construccion -que en su
gran mayoria son migrantes-, se ocupa en actividades de dos tipos: una,
durante el desarrollo dei fraccionamiento, con tareas ligadas a la urbanizaci6n dei sitio, y otra posterior, durante la construcci6n propiamente
dicha de las casas, ya sea al servicio de los propietarios deI predio, de un
profesionista independiente 0 de una empresa constructora. J6
35 Los calculos se presentan de la siguiente manera: en 1940, la ciudad contaba con 1,994
has., y en 1970, con 11,005.14 (cf. Cuadro N" 1); las 9,011.4 has. de crecimiento, suponen alrededor de 200 mil lotes nuevos, a condici6n de que se tome coma densidad promedio, la relaci6n que resulta de los registros dei Archivo dei Departamento de Obras
Publicas, a saber: 142,326 lotes igual a 6,419.01 has. Vase los Graficos 1 y 2.
36 "Los emigrados de origen rural encontraron en la industna de la construcci6n su fuente de
trabajo mas cornun. Para esa fecha, habla nacido el negocio deI fraccionamiento, prosperaba la edificaci6n de vivienda y edificios, y se habfan expandido las obras publicas con la
pavimentaci6n de las calles mas cntricas." Escriben al respecto, De Alba Carlos y Kruijt
Dirk, en el libro Los empresarios y la induslria de Guadalajara (Colegio de Jalisco,
1988, p. 62). Jesus Arroyo A., seiiala que "los migrantes han contribuldo fuertemente co~
su trabajo a la construcci6n de la ciudad..., sobre todo, vivienda relativamente barata"; si~
duda se refiere a una etapa mas tardla (alrededor de 1960), pues la producci6n patrimonial
de casas no incorpora aun ese valor de cambio, dei cual, Arroyo hace implfcitamente referencia. Vase, La migraci6n de los lrabajadores rurales de Jalisco hacia los ESlados Unidos, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1978, edici6n mimeografiada.
296
Nombre dei
Fraccionamiento
llpo
superficie
en m'
inicio
(aulonzac.on)
N"de
lotes
Constructora
popular
popular
popular
popular
popular
popular
popular
popular
popular
popular
1'092,275.90
66,849.80
261,160.00
166,66667
501,374.00
223,577.00
239,272.00
450,672.00
578,34000
787,252.00
Lago de Oriente
popular
popular
Rodriguez y Morquecho
Ciudad Universitaria
popular
Penal 2' zona
popular
La Huerta (Rodriguez y
Morquecho)
popular
10/11149
2414159
10/5/61
1816/65
413/66
609
85
307
400
775
286
492
1,082
857
3,574
787,252.00
2711/67
3,574
716,457.00
587.11 ha.
213/67
1,264
13,305
1212146
111152
2211154
2119/54
26112155
29/12155
323,68000
71,985.00
1013/47
777
173
Rodriguez y Morquecho
los mismos
346,809.00
10/11149
374
488,870.00 25/10150
200,000.00 apr. 1951
63,959.00
9/3/54
166,375.00 14110160
166.17 ha.
216
220
110
160
2,030
Nombre deI
Fraccionamiento
superficie
en m'
N"de
lotes
Propietarios
(aulon",cion)
2615/54
281
tipo
255,755.30
inicio
res.I'
popular
20,864.84
245,69400
9111157
27/2158
23
590
Amricas Colomos
Circunvalacin Vallarta
residencial
residencial
24,594.00
166,264.00
30/10158
14111158
44
273
297
Perfodo IV
Nombre dei
Fraccionamiento
tipo
superficie
en m'
inicio
Nde
Propietarios
(auloriZllCi6n) lotes
residencial
19,869.90
114160
62
Las Amricas
Lomas Independencia
Provldencia 2' secci6n
residencial 121,129.17
residencial 3' 49,300.00
residencial 277,982.00
13111160
13111160
31nt61
305
54
555
res. l'
102,220.13
118161
167
residencial
253,368.50 20/11163
484
El Mirador blatos
Inversiones yTerrenos
popular
resid.l'
198,584.00 13/3/64
19,870.20 21110/64
670
159
Unidad Deportiva
primera
131,914.00
2118166
578
ltalia Providencia
residencial
90,141.85
1718167
227
4,479
TOTAL
198.41 ha.
471,695.00
9/3/49
519
Ladrn de Guevara
2' secc.
residencial
401,141.00
913149
644
Ladr6n de Guevara
3' secC.
residencial
318,737.00
17/11155
351
87,269.00
1114161
220
525,457.00
180,43 ha.
2616170
193
1,926
445,976.48
145,972.00
36,620.47
8,553.35
2819161
2516168
5111/69
10/10/69
1,014
200
84
51
Lomas de Guevara
TOTAL
residencial
63.71 ha.
1,349
298
Periodo IV
299
Entre 1940-1970, la urbanizaci6n de lotes en la ciudad observa una tendencia larga, c1aramente ascendente que, sin embargo, tiene tres grandes
fluctuaciones cfclicas de una duraci6n remarcablemente similar, de cinco
a seis afios cada una (Grafico 3). Las depresiones en 1953-55 y 1962-63,
pueden explicarse a partir de dos interpretaciones diferentes. Una, es que
simplemente se trata de una informaci6n discontinua; es decir, mas que
una crisis en la producci6n, ellas son indicadores fieles de los problemas
que la administraci6n municipal tiene en la captaci6n y sistematizaci6n
de los permisos para lotificar. Y la otra, es que las curvas reproducen la
naturaleza misma de la producci6n deI suelo, con un mercado imperfecto
que requiere de una recomposici6n peri6dica dei capital y de los agentes
que intervienen. Sin que se trate de una crisis propiamente dicha, los tres
38 Segun nuestra base de datos, Rodriguez Barba realiz6 12 fraccionamientos, Ladr6n de
Guevara 5 y Villaseilor Cortina 16. Referirse al Cuadro N 2 Yallistado en Anexo.
39 La Colonia Independencia, desarrollada en 1950, fue la operaci6n de mayor envergadura en estos treinta aiios con 5,495 lotes. Como ya 10 comentamos, Daniel Vazquez piensa que esta promoci6n mostr6 el camino a los agentes locales. Empero, vale la pena
recordar que en ese entonces se habian realizado, cuando menos, 100 operaciones.
300
Periodo IV
301
Grafico 3
Colonias y fraccionamientos populares en Guadalajara (1900-1970)
Promocion publica y privada
Numero de lotes urbanizados
12,<XXl
'"
.............
1O.<XXl
8,<XXl
'"e
6.<XXl
E
'::1
Z
4,<XXl
privados
publicos
Q)
Q)
2.<XXl
0
""
..."" /
..
\ ,1"\
""
.:.
,
,,/
1~ ,
1
:~ lI.... / 1 1
:\ J: nn (::
. tt.... ~ l,t t/; 1 ~.:.
t, : \ : 1: \: ~ j t. J
,\t....P t 1(
1/
.. f\ "'rl 'J. ...,,/
M...
.. _ .
..
/1
) ,-\'
Ailo de urbanizaci6n
El tercer cielo -parece concordar con la lIegada de capitales extraregionales e intemacionales a la ciudad-," comienza en 1963 y tiene una
duraci6n de cinco 0 seis afios, como los dos anteriores, Es, sin duda, el
periodo de maxima expansi6n de fraccionamientos en la ciudad; en ese
tiempo, se realizan operaciones coma el Cerro dei Cuatro, Constituci6n,4S
Lago de Oriente, Ocho de Julio, con una producci6n promedio muy ele43 Vase los PIanos 3, 4 Y5, en donde se localizan espacialmente los fraccionamientos.
44 En esos alos, aparecen en Guadalajara, las primeras transnacionales como Kodak y
Motorola. Su localizaci6n se debe a los estudios efectuados por el Instituto Jalisciense
de Promoci6n y Estudios Econ6micos. El tejido urbano en el que se insertan, evoluciona
a 10 habitacional posteriormente.
45 En realidad, el Fraccionamiento Constituci6n, se lIev6 a cabo en el Municipio de Zapopan; por alguna raz6n, se registr6 en Obras PUblicas de Guadalajara. Recurdese que los
anlisis que presentamos, conciemen s610 a la informaci6n obtenida en este Ultimo
municipio, el cual cubre alrededor deI 72% de la superficie con que realmente creci6 la
ciudad en esos treinta alos (cf. Recuadro A: Metodologfa sobre la base de datos),
302
vada de alrededor de 7,676 lotes por afio, 10 que equivale al doble dei
promedio de producci6n anual en las tres dcadas. Es una etapa de gran
auge en el proceso de industrializaci6n, en el que se impulsa el desarrollo
de la infraestructura urbana con los sistema de drenaje (colector oeste), la
red vial y los equipamientos publicos (centros educativos y culturales,
servicios administrativos y sociales); aparecen subcentros urbanos, conformados y animados por centros comerciales. Se vive un periodo de
modemizaci6n de la ciudad con una fuerte inversi6n publica y privada; se
implantan empresas de capital intemacional y se consolida el sector
financiero bancario que otorga prstamos para la construcci6n.
Grafico 4
Colonias y fraccionamientos populares en Guadalajara (1900-1970)
Lotes urbanizados por tipo de fraccionamiento
popular
medio
residen'cial"
Aiia de urbanizaci6n
Perfodo IV
303
304
Per{odo IV
305
306
Per{odo IV
307
308
superficie mfnima de 300 metros cuadrados, mas de un tercio de la superficie sin construir y servidumbres frontales (yen ocasiones laterales),
determinan el marco construido en esa parte de la ciudad. sM
La mezc1a de un saber-hacer tcnico con un poder-hacer econ6mico,
da como resultado, formas y estilos urbanfsticos independientes a la
trama reticular que, hasta entonces, ha prevalecido en el ordenamiento deI
espacio. Desarrollos tipo Country Club, con trazos organicos adaptados a
las caracterfsticas deI terreno, separaci6n de funciones, incorporaci6n de
elementos que intentan diferenciarse de la estructura urbana, conforman
el nuevo modelo en las partes ricas de la ciudad.
"La tipologfa obedece a criterios culturales importados por arquitectos que hacen su entrada definitiva en la escena urbana a partir de la
segunda mitad dei siglo".s9 Se crean fraccionamientos con cualidades paisajistas, que buscan integrarse al medio ambiente con el disefio (Patria,
Jardfnes dei Bosque, Vallarta Poniente, Chapalita, algunos de ellos situados en la periferia como Las Fuentes); otros se conciben coma elementos
aut6nomos a la ciudad, cuasi cerrados, similares a los suburbios americanos (Lomas dei Valle, Colinas de San Javier, Country Club); se trata de
proyectos que derivan de una ideologfa de la seguridad social, cf. Apartado. 6), y fuera de la mancha urbana una parte de las tierras a comercializar, se reserva al consumo de los grupos econ6micamente privilegiados,
quienes buscan un habitat de baja densidad. 60
Lotes con una superficie que oscila entre los 140 m2 y 250 m2 en promedio, obras de urbanizaci6n con los servicios estrictamente necesarios -en
ocasiones sin ellos-, ciertos espacios libres y reas no construfdas, que
equivalen al 20% de la superficie de los lotes, conforman las caracterfsticas principales de este tipo de habitat. Con la ruptura deI modelo socioespacial concntrico, "la ciudad" de los sectores de recursos medios, deja
de situarse en un "anillo intermedio" de la mancha urbana. Solinfs escribe: "si bien es diffcil localizar1o en alguna parte de la aglomeraci6n, el
58 La obligatoriedad en el retira frontal de la construcci6n, trae como consecuencia, el
abandono definitivo de la manzana, en tanto que un envol vente continuo. Sobre los
aspectos urbanfsticos dei desarrollo vase el documenta La Cuadrlcula en el desarrol/o
hispanoamericano. L6pez, Eduardo. Op. Cit.
59 GemMi Solinis, Op. Cit., Vol. l, p. 90.
60 Solinis, Op. Cit., V. l, p.133.
309
Per{odo IV
parafso de la c1ase media, tiene una tendencia a ubicarse al sur y al sureste".61 En realidad, los fraccionamientos de este tipo de c1iente1a, se ubican
par igual en las zonas de saturaci6n urbana (recurdese las operaciones
coma San Carlos, Somel1era, Agua Azul, en la que fue ellecho dei no),
coma en la periferia de la ciudad, con proyectos puntuales coma Prados
Tepeyac, Estadio Poniente, Calzada Olfmpica (cf. Planas 3, 4 Y5).
Piano 3
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara (1940-1950)
.,
------- ........
/'~~~-.
~~",
-'
""
,1
:
..-:--........
,"
.... _ ,
11
-"
..... _
,,'
.-
................
,-"
...
13\ ,
1
1
",
,1
\
,
\
,,
--, -',,
,,
,,
------'"1
,,
\,
1
1
,,
---- ......
" ,,
_... --
"
'- .....
1. El Tepopote
2. Las Concbas
1 Obrera Carrillo Puerto
4. Vallarta Poniente
5. Country Club
6. Barranquitas Mezquitan
7. Alcaraz
"
8. Chapalita
9. Ciudad Universitaria
15.
16.
17.
18.
19.
20.
Quinta Velarde
La Federacba
La Huerta
"
310
Piano 4
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara (1950-1960)
"
" "
"
,
\
"
.
1
1
1
\
". '-. .
.
,,
,
\
.,,
\~
95
"
\.
"
Tepeyac
Aurora
Lic. Figueroa
Unidad Modelo
Llc. Figueroa
Gonzalez Fernandez
Residenclas
San Rafael
Blanco y Cuellar
Polrero Alto
Medrano
San Rafael Ayala
Arcos Vallarta
La Huerta (Baeza)
Granjas de Chapalita
Las Rores
La Capacha
Atemajac
Santa Elena
Magaiia (Medrano)
1ndependencia
Revolucin
Tepopote. Este
Agraria
'...
27
'.......
25.
26.
27
28.
29.
30.
31.
32
33.
34
35
36.
37
38
39
40.
41.
42
43.
44
45
46
47
48.
...
,,
.. ;
"'-',
1
2.
3.
4
5.
6.
7.
8.
9.
10.
li.
12.
13
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23
24
60
.................... '
/
1
,
'
, ...... '"
""
Del Sur
Monraz
Col Espaiia
Col. dei Fresno
Ruiz Gahndo. Santa Edwiges
Arcos Gahndo
SUTAJ
Lomas dei Valle
Postes Cuates
San Antonio
Vallarta Norte
San Joaqufn
Hermosa Provmcia
El Mirador
Hernandez Romo
San FranCISco
Chapultepec Country Club
San Lucas
Ladr6n de Guevara 3a. Secc
Tepopote Oeste
Alealde BarranqUillas
Behsarlo Domfnguez
Fresno Mesquitn
Santa Marra
49
50.
51.
52
53
54
55.
56.
57
58.
59.
60
61
62.
63.
64
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71
72.
Periodo IV
311
Continuaci6n mapa 4
73. Americas Colomos
74.
75.
76.
77.
78.
79.
80.
Circun. Vallarta
La paz
Jardines de los Arcos
Linda Vista
Ferrocarril deI Pacftico
Tepeyac (Casino)
Libertad
81.
82.
81
84.
85.
86.
87.
88.
Verde Valle
Docar
Veracruz
Lomas de Polanco
Oblatos
El Dean, anexo
El Dean, Col. Obrera
Clfcun. Manuel Acuiia
89.
90.
91.
92.
91
94.
95.
96.
Circun. Aml)cas
San Marcos
San Martin la y 2a secc.
Las Amricas
Lomas Independencia
Ferrocarriles
Prados Tepeyac
Colonia Guadalajara
Piano 5
Colonias y fraccionamientos en Guadalajara
(1960-1970)
'
............
--,,
\
-------~
1
1
1
1
1
.--.1.
2.
3.
4.
5.
Frac. El Dean
Jardines de San Francisco
Jardines dei Country
Circunvalaci6n Guevara
Zona Indusbial Sur
6.
7.
8.
9.
10.
Circunvalaci6n Belisario
Ex-Ejido de Oblatos
Estadio Poniente
Arregui, Fresno Oriente
Fresno, Oriente
secc.
312
Continuacion mapa 5
14. Alcalde Barranquitas 2a. 47. 2a. Unidad Pte.
81
16. Becerra
La Aurora
84
Muavalle
18. Mezquitan
secc.
El Hormiguero
86.
Higuerilla~
87
Jardines de la Paz
21
89
Oblato Pte.
22. El Oro
23. Jardines Providencia
Torres
91. Monumental
26. Numero 2
93
95
29. El zaIate
30. Col6n
97. Transito
33. PopuJar
100 La Nopalera
37. La Aorida
38
Constituci6n
41
Casa Amarilla
Il O. Dr. Arce
44. El Porvenir
77. El Mirador
113. Saracho
Perfodo IV
313
A partir de 1960, se empieza a desarrollar una segunda etapa de la promoci6n, que pasa de la viabilizacion deI suelo urbano, a la promoci6n
inmobiliaria propiamente dicha, esta es, a la construcci6n de casas habitaci6n. Esta mutaci6n supone una valorizaci6n deI sector de la construccion, que se articula con la industria de este ramo, y que da lugar a una
gran diversificacion de los modos de produccion.
En efecto, de los allOS cuarenta a los sesenta, se han incorporado a la
mancha urbana mas de 7,475 has., con el desarrollo de 146 fraccionamientos registrados por el Ayuntamiento, y el producto ofertado ha sido
casi exclusivamente suelo. Los adquirientes construyen ellos mismos 0
mandan edificar su vivienda, los productos construidos funcionan fuera
de la logica: dinero-mercancfa-dinero, que caracteriza el sistema de producci6n capitalista; en ese sentido, se puede considerar que el sector
inmobiliario no se constituye aun coma un "mercado modemo".62
La transicion a ese mercado, se ve en gran parte favorecida, par el
modo de produccion de la vivienda par encargo. Algunos de los constructores que trabajan para los propietarios de los lotes, terrninan por constituir pequefias empresas de construccion, con el objeto de responder con
mayor prontitud y eficacia a una demanda cada vez ms importante. Si
bien la vivienda no se hace aun en serie ni para un mercado an6nimo, se
empiezan a dar las condiciones para un cambio de una forma de produccion artesanal a un trabajo asalariado en el que, el constructor, deja de
percibir un pago deI usuario final con quien celebra un contrato, y en
lugar de ello, invierte su propio capital en la produccion de casas para
venta que no necesariamente se dirigen a un cliente particular.
62 En su estudio sobre el cambio en el uso y tenencia de la tierra, Beatriz Garcia P., seiiala
que el surgimiento y consolidaci6n dei sector inmobiliario, vinculado con la industria,
se hizo en los aiios 1975-1985, 10 que nos parece demasiado tardfo; basta para e110,
recordar el Programa Financiero de Vivienda, desarrollado en 1963, en el que se otorgan crditos hipotecarios para la producci6n de vivienda social con la participaci6n de
promotores privados (cf. bibliograffa).
314
Per{odo IV
315
316
Wario, por su parte, insiste en sefialar que un rasgo distintivo deI sector
inmobiliario, es su estrecha conexi6n con los sectores basicos de la economfa local, principalmente en cuanto al origen de sus capitales y todavfa
mas en particular con el comercio: "Mas dei 60%0 de las 90 empresas
constructoras mas importantes de Guadalajara, tienen sus orfgenes en el
sector comercial e industrial de bienes de consumo."OK Existen antecedentes, sin embargo, de que a finales de los sesenta, una parte de esos capitales empieza a convertirse en un capital aut6nomo, en el que los constructores tienen un peso importante en el sector. Es tambin en estos afios,
que se hace mas clara la separaci6n entre el capital inmobiliario y la propiedad patrimonial dei suelo; en gran parte, porque el mercado de tierra
se desarrolla independientemente por la presi6n que los propios promotores colocan sobre l, incrementando la renta de este bien.
6.
cion popular en Guadalajara, porque los prenos con los cuales .le pondrti a la
venta sertin los mas halos de plaza y los lotes sertin de poco metraJe con objeto de
que las personas de bajos recursos puedan adquirirlos pues ademal dei bajo precio en que .le pondrtin al mercado, .le dartin las mal liberales jacilidades de pago
Archivo Municipal de Guadalajara, cilado por D. Vzquez
Periodo IV
317
b) L1evan a cabo una urbanizaci6n por etapas en que, ademas de reducir riesgos financieros y facilitar los esquemas de inversi6n, ponen en
practica una estrategia de promoci6n-valorizaci6n dei suelo que, posteriormente, comercializaran: por ejemplo, Chapalita: ciudad campestre,
primera secci6n. Chapalita ciudad jardin, segunda secci6n:
c) Insisten en la importancia de poder acceder a una propiedad privada, coma parte fundamental de un proceso de consolidaci6n de un patrimonio familiar. Veamos un ejemplo:
El bienestar a su alcance i,Como? Si gasta usted un poco menos de 10 que gana. Si
emplea sus recursos sobrantes ventajosamente, esto es, comprando un lote en la pintoresca Colonia Reforma. Tendra una propiedad, cuya posesi6n despertarti en u.!ted sus
instintos conservadores. Se habituara a hacer ahorros y llegar a asegurarse un pequeiio
capital que le permitira comodidades, independencia y tranquilidad en su hogar. 70
318
Recuadro B
Los apartamentos: una nueva expresi6n deI habitat colectivo
A finales de los sesenta, los promotores privados desarrollan una estrategia encaminada a facilitar el acceso a sectores medios de la sociedad;
para ello, proponen formas intermedias entre la propiedad individual y el
simple alquiler: nos referimos a la construcci6n agrupada en apartamentos,
ya sea en propiedad horizontal 0 vertical. Una soluci6n que permite expander el mercado inmobiliario y que, con los aiios, provoca un cambio de
actitud en el consumo deI habitat.
Preocupados por asegurar que el capital se reproduzca sin muchos riesgos y conscientes de que el suelo es cada vez mas caro y menos disponible, los promotores buscan atraer nuevos asociados que inviertan en este
tipo de inmuebles residenciales prts habiter. Un tipo de mercado, cuyas
ventajas son multiples: Ci) si la oferta se destina al alquiler, se le da una
cierta seguridad a la inversi6n;" (ii) se trata de un mecanismo ideal para
intervenir en zonas de renovaci6n urbana; (iii) coma vivienda nueva, tiene
la posibilidad de reducir los costos de construcci6n y, en consecuencia,
ampliar la demanda; (iv) es un tipo de solucian que favorece la polftica de
accesi6n a la propiedad; (v) la industria de la construcci6n se ve igualmente favorecida, asf coma la tecnologfa constructiva, que requiere de un
grado mayor de especializaci6n."
hasta la recepci6n parcial dei fraccionamiento, dada la apremiante necesidad de habitaci6n que tienen los compradores, puesto que sus operaciones favorecen el acceso a la propiedad, y con elIo, la estabilidad social.
2. Insisten en seiialar las facilidades crediticias, que estn en medida
de otorgarle al comprador y enfatizan que se trata de un producto accesible a sus bolsillos (vase el epfgrafe que aparece al inicio dei perfodo).
3. Estos agentes tienen la habilidad de relacionarse estrechamente con
los poderes locales. El cleTO, por un lado, y los funcionarios de la administraci6n publica, por el otro. "Parece ser", escriben De Alba y Kruijt,
refirindose al primero de esos poderes, "que existe un campo de relaciones estructurales entre los empresarios y la Ig1esia, dentro de un marco
general que engloba un proyecto ticito de cooperaci6n y buen entendi72 N6tese que la construcci6n para la vivienda en alquiler no se desarrolla en este periodo.
Una parte det parque de vivienda existente se transforma para ese objeto, la que representa solamente un cambio en los modos de ocupaci6n.
73 Memoria dei Congreso Panamericano sobre la Vivienda de Inters Social (VIS), celebrado por la OEA en Venezuela en 1958.
Per{odo IV
319
miento".74 En cuanto al segundo de esos poderes, la estructura de relaciones y las alianzas que establecen los promotores, les faculta a que las
leyes sean negociadas y reinterpretadas constantemente, permitindoles
que la "cosa publica" sea sujeta a incesantes apropiaciones privadas, 10
que termina por favorecer el ejercicio de un poder de cooptaci6n y de
derogaci6n. 7s Veamos tres ejemplos que ilustran bien ese poder:
A. Un casa de derogaci6n de la Ley: la transgresi6n al primer Plan
regulador de 1943: promotores privados-gobierno del Estado-Ayuntamiento. El 19 de noviembre de 1944, el agricultor Jos Aguilar Figueroa,
solicita la aprobaci6n de un fraccionamiento situado al poniente de la ciudad, entre la via deI ferrocarril Guadalajara a Ameca al sur y al poniente
de la carretera nacional Mxico-Guadalajara, al que la Direcci6n de Planeaci6n Servicios y Obras Publicas, le contesta "que la zona esta fuera de
los limites de la ciudad y es zona de reserva, susceptible de un fraccionamiento campestre para la formaci6n de pequeiias granjas agricolas."76 El
27 de diciembre deI mismo afio, se aprueba el Fraccionamiento Chapalita,
en base a esa resoluci6n, que se apoya en 10 dispuesto en el Plan Regulador de Guadalajara. 77 Tan s610 seis meses despus, el propietario pide el
cambio de usos de suelo, de campestre a urbano, arguyendo la raz6n
siguiente:
Ya iniciados los trabajos, se hizo patente la dificultad de que el comprador de lote dotara a ste deI agua necesaria, por ser muy profundas las perforaciones y muy escasos los
medios y conocimicntos con que se cuenta actualmente para ejecutar con xito esa
clase de trabajos; pudiendo decirse 10 mismo, en cuanto a las fosas spticas necesarias
en cada lote.
Por los anteriores motivos y con la supervisi6n de la Direcci6n de Planeaci6n, Servicios Urbanos y Obras Publicas, se procedi6 a hacer las instalaciones de tuberfa para
74 De Alba y Kruijt, Op. Cit., p.236. En su libro, los autores evocan a J. Meyer, quien enfatiza la capacidad dei poder eclesistico para influir en el ambito ideol6gico y cultural,
pues el clero sigue fuertemente ligado al poder econ6mico y polftico. Por su parte, Margarita Sanchez sostiene la tesis de que las instituciones gubernamentales, la iniciativa
privada y la Iglesia, conformaron un poder triangular a fin de mantener su poder hegem6nico, controlando, por una parte, los grupos que sostienen su poder y por otra estableciendo las reglas de comportamiento social. Para eHa, la construcci6n dei espacio
urbano -a travs de los fraccionamientos populares- permite la reproducci6n de ese
poder y la consolidaci6n dei capital y el Estado. Vase Le phnomene des fractionements ... ,Op. Cit.
75 Jean Rivelois, L'influence des theories urbaines sur la pratique de la planification-Guadalajara (Mexique), ORSTOM, Paris, 1992.
76 Archivo Municipal de Guadalajara, DPSOP, 20 de octubre de 1944.
77 El Plan Regulador fue realizado por los ingenieros Jos Amezcua Rivas y Rafael Urzua,
ese mismo allo. Por diversas razones no fue puesto en practica posteriormente.
320
Recuadro C
Estrategias de la promocion*
Fraccionamientos Residenciales
Jardines dei Bosque, el fraccionamiento de categora (1957).
Lo mejor de la vida es gratis! .. para quien sabe buscarlo. Busque usted su
bienestar en Lomas dei Valle, en donde la naturaleza regala sus mejores dones:
aire puro, paisaje maravilloso, arboles, parques y jardines, flores, sol, amplias
avenidas pavimentadas, agua en abundancia, paz y tranquilidad (1957).
Ciudad dei Sol, la zona residencial de mas categoria que ofrece a usted
todas las comodidades: agua, luz, drenaje, alumbrado de vapor de mercurio, parques... (1957).
Jacarandas, paraiso para vivir. Superior a todos por estas razones: pavimentos de concreto hidraulico, instalaciones ocultas para luz y telfonos, un telfono
para cada lote, alumbrado fluorescente, agua en abundancia... (1959).
AI comprar su terreno en Chapalita, usted obtiene todo en servicio activo:
escrituras gratis, gesti6n de crdito para la construcci6n a pagar coma renta en
diez afios (1956).
Tres centavos diarios por metro cuadrado en Chapalita. El mas importante
fraccionamiento. Esto 10 demuestra:
LCuntas familias previsoras compraron sus lotes? 1,053
LCuntas frncaron ya y viven felices? 529
LCuntas estn fincando actualmente? 48.
Usted tambin puede hacer felices a los suyos y comprar hoy mismo (1955).
Terrenos la mejor inversi6n de todos los tiempos, sta es una verdad indiscutible en Fraccionamiento Chapultepec Country Club, la zona residencial mas
exclusiva ofrece el maxima de garantias en su inversi6n porque es el fraccionamiento mejor ubicado de Guadalajara con urbanizaci6n de primera (1956).
Fraccionamientos Populares
Compre su lote sin enganche, sin intereses, 72 mensualidades. A ocho
minutos dei centro, Lomas de Polanco (1959).
No se vaya a las lejanas orillas. Viva en el centro de Guadalajara. Mas que
un fraccionamiento, le estamos ofreciendo terrenos en el coraz6n mismo de la
ciudad: usted puede disfrutar de todas las comodidades dei centro. Fraccionamiento cntrico residencial Alcalde Barranquitas (1959).
Compre su lote... construya su casa y viva mejor en la Colonia Independencia (1958).
Una importante noticia... el Fraccionamiento Santa Elena Alcalde, pr6ximo
a terrninar las obras de urbanizaci6n, ofrece sus ultimos lotes chieos, sin enganche, sin intereses y cuatro largos afios para pagar (1957).
PerfodoIV
321
Al derogarse el Plan, no s610 se cambian los usos de suelo deI fraccionamiento sino de la wna completa; las mas de reserva urbana se incorporan a la ciudad, sin mayor trmite que una simple autorizaci6n de una
sola operaci6n. El fraccionador-promotor, logra asi, valorizar la propiedad en un cambio, que por si mismo, reditua enormes ganancias. 79
B. Un casa de reinterpretaci6n de la ley sobre fraccionamientos
urbanos: promotores privados-Ayuntamiento. El cielo normal: tramitaci6n-construcci6n-venta de lotes, previsto y sancionado por la Ley de
Fraccionamientos,80 y cuya duraci6n promedio es de 14 a 16 meses, es
transformado por la mayoria -sino la totalidad- de los promotores a otro
en que, simultaneamente, se lleva a cabo la producci6n y la circulaci6n
deI suelo ofertado. En muchas de las ocasiones, no se introducen posteriormente los servicios y los equipamientos que marca la ley 0 a los que
se comprometi6 el fraccionador i,C6mo es posible transgredir, durante
tanto tiempo (mas de treinta afios), y en una forma tan obvia y generalizada la ley? El estudio de 1. Rivelois, sobre la planificaci6n y la polftica
urbana en Guadalajara, aporta una buena respuesta al respecto. Segun el
investigador deI ORSTOM, la ley sirve para ratificar un consenso, pues
ella sola constituye una referencia para los actores ineluidos en el mismo,
sin que obligue a un compromiso de derecho ni a un deber para con el
cuerpo social en su conjunto. A fin de conservar ciertos margenes de
libertad, los actores implicados en dicho consenso se atribuyen, individualmente, ciertas posibilidades de transgredir las normas, contando con
el consentimiento de los otros asociados. La ley se hace pues, de manera
que pueda conservar una gran flexibilidad en su interpretaci6n, 10 que
permite actualizar constantemente las negociaciones entre los diversos
grupos sociales. En ese sentido, la ley es una cuesti6n de personas y cir78 Carla dirigida a la Direcci6n de Planeaci6n, el 6 de junio de 1945. La solicitud se aprob6 con el oficio 5800, el 14 de junio de 1945, par esa misma Direcci6n; y el 25 dei
mismo mes, par la Presidencia Municipal (Archivo de Obras PUblicas de Guadalajara).
79 N6tese que con el penniso de un fraccionamiento campestre no se requieren cumplir
ciertas exigencias necesarias para una promoci6n residencial, pensamos en particular, en
la necesidad de donar el 15% y no el 10%, de la superficie total dei terreno, el monto de
impuestos que se pagan, etc.
80 En efecto, desde la primera ley de fraccionamientos, se estipula que "los lotes... no
podrn panerse en venta... en tanto no se concluyan totalmente las obras de urbanizaci6n
y sean aprobadas par el Ayuntamiento". Prohibiciones y sanciones, Cap. VIII, Art. 52.
322
cunstancias, cuya aplicad6n se constrifie al desarrollo de ciertas estrategias que abren un espado de interpretad6n. M'
La "llave" que utilizaron durante todos estos afios, los promotores,
para abrir ese espado, fueron las llamadas "pre-ventas" 0 "promesas de
venta";M2 una figura jurfdica extra-Iegal, terminantemente prohibida por la
ley de fraccionamientos que sefiala:
Se impondr prisi6n de seis meses a seis aiios y multa de cinco mil a cien mil pesos... al
que por si 0 por interp6sita persona efectue venta de contado 0 a plazos, reales 0 simuladas, mediante contratos llamados "preparatorios" 0 "promesas" (Art. 62).
Sin embargo, multiples son los casos en que las mismas autoridades
otorgan concesiones que facilitan la venta anticipada. La Direcci6n de
Obras Publicas autoriza al fraccionador de la Colonia Chapalita "comenzar desde luego las obras respectivas... para que venda lotes comprendidos en la parte urbanizada... mientras dure el tramite";Ml en olfos muchos
casos, se conceden "permisos provisionales" 0 acuerdos verbales. Una
estrategia tan simple, pero a la vez tan eficaz, les ofrece a los promotores,
enormes ventajas camo el poder financiar parte de las obras con la venta
de los lotes, reduciendo al mismo tiempo, los riesgos de inversi6n. La
estrategia se puede simplificar remarcablemente, en una frase propia de la
cultura americana: Bui/d and sell -> Sell and bui/d.
e. Un caso de omisi6n total de la ley: funcionario publico-Ayuntamiento-gobierno deI Estado. Si bien la especulaci6n inmobiliaria, se vi6
altamente favorecida, por la alianza objetiva que se cre6 entre los representantes deI poder polftico y la iniciativa privada, existieron algunas otras
formas de producci6n de suelo, en las que la ley no s6lo es reinterpretada 0
transgredida, sino completamente ignorada. Situaci6n que solamente puede
presentarse cuando el promotor forma parte de la misma esfera de poder.
Ese es el casa con ellfder sindical, Heliodoro Hemandez Loza, quien
en 1932, lleva a cabo en forma completamente irregular, el fraccionamiento SUTAJ, para los agremiados al Sindicato Unico de Trabajadores
81 J. Rivelois, Op. Cit., p. 15.
82 La "Promesa de Venta", es de hecho, un contrato de compra a crdito. En caso de falta
de pago, norma/mente el vendedor no reembolsa la suma que se le ha entregado hasta
ese entonces, incluso la casa que el propietario dei lote edific6 forma parte dei "botfn"
que el especulador recupera. No es extraiio que algunos de e1los revendan ambos -terreno y vivienda- en un precio ms elevado, que por el que fue embargado. En el mejor de
los casos, el propietario dei predio, paga intereses moratorios que por 10 general no son
indicados en los recibos de pago, y cuando 10 son, el inters asciende a un 18% anual.
83 Archivo de Obras PUblicas de Guadalajara, expediente Chapalita-A, 15 de marzo de
1949. Otros casos similares son los de Oblatos, Lomas de Polanco, La Aurora.
Per{odo IV
323
7.
324
86 Idem. p. 184.
87 El vacfo en la oferta de opciones econ6micarnente accesib1es, explica en gran parte, la
aparici6n de los asentamientos irregu1ares en la periferia de la ciudad; de ellos nos ocuparemos en el periodo siguiente. Esta relaci6n causa-efecto deberfa, tarnbin, estudiarse en el
sentido contrario, es decir, es muy probable que cuando "la ciudad invade el ejido", como
escribi6 J. DuraJId, apareci6 un nuevo tipo de mercado -i1egal- que se constituy6 rpidamente en una opci6n y una oferta que atrajo una parte importante de la demanda que, probablemente, hubiera podido seguir siendo atendida por los fraccionadores populares.
Perfodo IV
325
e) Por la aparicion de sistemas institucionales de financiamiento: Los crditos hipotecarios -de origen privado 0 publico- que se empiezan a desarrollar a partir de los cincuenta, muestran a los promotores-constructores,
que sus propios esquemas financieros, no solo implican un alto riesgo,
sino que tambin retrasan en forma significativa la recuperaci6n dei capital patrimonial que invierten. 89 El acceso generalizado a esas nuevas fuentes financieras, lleva a producir casas y no lotes, pues con ellas se puede
financiar solamente la compra de bienes inmuebles y no de bienes ralces
coma los lotes con servicios.
326
Segunda Parte
Las instituciones "mixtas", un modelo sui generis de produccion
y gestion de la ciudad de Guadalajara
El papel dei Estado en la produccion de vivienda
Per{odo IV
327
1930, una instituci6n publica que era administrada por el sector privado y
que se abocaba a estimular el desarrollo agroindustrial en la regi6n.
El financiamiento y la producci6n de infraestructura urbana. Por
medio de dos impuestos especiales: uno llamado de "cooperaci6n", que
se refiere a la colaboraci6n de los habitantes, y otro, de "plusvalfa", que
se refiere a una imposici6n de un pago por concepto de valorizaci6n de la
propiedad rafz, como resultado de la realizaci6n de la obra publica.
Ambos impuestos pretenden establecer un sistema de participaci6n econ6mica de la comunidad coma un mecanismo de financiamiento constante dei desarrollo de la ciudad. 92
En la practica, el impuesto de colaboraci6n se utiliz6 para mejorar las
condiciones habitacionales en los barrios: aprovisionarlos de agua, drenaje, alumbrado publico, electrificaci6n y pavimentaci6n. Mientras que el
impuesto de plusvalfa financi6 obras de vialidad: apertura y ensanches de
calles y avenidas, principalmente. El primero de esos impuestos -de
hecho verdaderos sistemas de financiamiento- era administrado por el
Consejo de Colaboraci6n Municipal, y el segundo, por la Junta General
de Planeaci6n: dos organismos integrados por funcionarios publicos y
representantes dei sector privado. 9J
La planeaci6n urbana en la ciudad y el estado. Conducida por medio
de Comisiones de Planeaci6n de carncter mixto, que se crearon en 1947, y
cuya funci6n era la de atender el crecimiento y la transformaci6n fisica de la
ciudad en los afios de maxima expansi6n. Despus de 1959 -en que las
comisiones se convirtieron en la Junta General de Planeaci6n y Urbanizaci6n dei Estado, con una estructura tambin mixta-,94 sus funciones se
ampliaron de la planeaci6n propiamente dicha, a la ejecuci6n de las obras
de urbanizaci6n por los sistemas de colaboraci6n que acabamos de explicar.
El desarrollo de formas de participaci6n ciudadana. Por medio de
organizaciones vecinales que funcionan como verdaderas agencias publicas descentralizadas. Su proximidad con las instituciones municipales y
92 Existe tambin un Sistema de Convenio, que funciona cuando un grupo de propietarios
conforman un comit, a fin de realizar por su cuenta obra publica. El comit debe estar
autorizado y supervisado por las autoridades responsables de la urbanizaci6n.
93 Con los aiios, se fueron creando algunos otros organismos mixtos que participaban en la
gesti6n de infraestructura y servicios en la ciudad. Por ejemplo, el Patronato de Abasto
de Agua y dei Sistema de Alcantarillado, en 1952.
94 La Junta General de Planeaci6n y Urbanizaci6n dei Estado de Jalisco, creada por la Ley
de Planeaci6n y Urbanizaci6n, no tuvo el mismo xito que el Consejo de Colaboraci6n,
debido a los objetivos tan ambiciosos que persegufa, a la jurisdicci6n tan amplia que
cubrfa (toda la entidad) y por el esquema tan centralizado de sus decisiones.
328
A travs de l -yen general dei sistema de colaboraci6n- se construy6 mas de la mitad de la ciudad; de tal forma, que "se puede considerar
que de los afios cuarenta a los setenta, la ciudad se desarrolla casi de
manera progresiva y en forma concertada".97 La forma en que se fue "institucionalizando" esta relaci6n, se puede seguir con cierta claridad, si se
hace un analisis de los mecanismos -{) modelos- que se utilizaron para
introducir la infraestructura en la ciudad, desde las primeras promociones
(1900), hasta el final dei periodo (1970). Analisis que nos permitira comprender mejor el papel que jug6 el sector publico, los habitantes usuarios
y los agentes privados, las estrategias que uno y otro desarro1l6 y los sistemas de relaciones que fueron implementando.
95 Vase los Aparlados 4 y 5, que presenla en delalle las caraclerislicas principales de esos
dos organismos.
96 Es de hacer nolar, que duranle los aiios de auge y promoci6n de la ciudad (1959-1975),
el Consejo ejecul6 obras en Guadalajara por el equivalenle al 35.5% dellolal de los presupuestos de egresos deI Ayunlamienlo. Vazquez, D. El Consejo de Colaboraci6n, Op.
Cil., 60.
97 Esteban Wario, Subdireclor de Planeaci6n deI ESlado, enlrevisla personal, SEDEUR,
1991.
Periodo IV
2.
329
La introducci6n de infraestructura en la ciudad evoluciona, de una ausencia total de normatividad (1898-1923), a una regulaci6n urbanistica muy
general (1923-1944) y, final mente, a leyes c1aras que reglamentan el sector inmobiliario (1944 en adelante). De acuerdo a los agentes que intervienen en el proceso, a las relaciones que mantienen entre ellos, las responsabilidades que cada unD adquiere en el tiempo y las formas generales
de producci6n, podemos distinguir cuatro modelos diferentes que se suceden en dos grandes periodos 0 momentos.
Un primer periodo
En el que los fraccionamientos no se prayectan con obras de urbanizaci6n
ni stas son exigidas a los urbanizadores. Es un periodo que se circunscribe a dos fechas 0 sucesos importantes: la aparici6n de las primeras colonias en 1898 y la publicaci6n deI primer reglamento que, aunque sea en
forma general, establece ciertos lineamientos sobre la manera en que se
debian urbanizar los terrenos en la ciudad: nos referimos al Reglamento
de Edificaci6n e Higiene Urbana, publicado en 1923.98
En los primeras 25 afios, la introducci6n de la infraestructura y los
servicios, era una responsabilidad que recala directamente en el Ayuntamiento y en los duefios de los lotes. Con la aparici6n deI Reglamento, ese
mecanismo deberia haber cambiado, pues si bien en l se consagraba un
pequefio apartado sobre el desarrollo de las "Colonias", ste precisaba
con c1aridad cuales eran a1gunas de las obligaciones que los urbanizadores tenian en el desarrollo de sus promociones. Desafortunadamente, el
documento fue desconocido no solamente por los fraccionadores, sino
98 Reglamento de Edificaci6n e Higiene Urbana, H. Ayuntamiento, 15 de Agosto de 1923.
Editorial Tip Jaime, 1925. Informaci6n proporcionada por Elias Gonz1ez Corona, estudiante de doctorado en la Universidad de Guadalajara.
330
Per{odo IV
331
Como un factor para umr los nexos y lograr la salud moral de los colonos con las
autoridades municipales contribuyendo en el mejoramiento colectivo resolver la
urbanizacion de ln Colonia Ferrocarril
Juuta Vedual de Mejoras Materiales, 1931
332
Una vez introducida la infraestructura, su mantenimiento generalmente queda a cargo dei Municipio. Sin un alto nivel de apropiaci6n dei espacio, los habitantes no desarrollan aun esquemas de autogesti6n.
Un segundo periodo
Nace con el primer Reglamento de Fraccionamientos Urbanos (1944) y
termina al principio de los setenta, cuando virtualmente se dejan de realizar los fraccionamientos populares (Apartado 7, Primera Parte). En estos
afios, se crean varias leyes para normar el proceso de urbanizaci6n:
esquemas de ordenamiento, planes reguladores, instituciones especiales,
en fin, toda una racionalidad al servicio de la busqueda de un orden urbano que se implementa con muchas dificultades, debido a que el sistema
social es mas fuerte que el cuerpo jurfdico que le soporta. Es decir, la
posibilidad de derogar, reinterpretar 0 simplemente ignorar las leyes,
sigue siendo mayor a la voluntad estatal de aplicarlas, no solamente por
causa de los controles tan dbiles que existen en ese entonces, sino tambin, y principalmente, por las estrategias que los diversos agentes fraccionadores y las propios funcionarios publicos desarrollan. El analisis de
mas de 12 operaciones realizadas en esos afios, nos muestran que dichas
estrategias pueden resumirse en dos principales, ellas son:
Per{odo TV
333
334
Per{odo IV
335
Habra que terminar con esa conurbaci6n caprichosa y anarqulca y para el objeto
se esta ya concluyendo el Plan Regulador de la ciudad que dara como resultado la
transformaci6n dei viejo Guadalajara en una ciudad de tipo moderno, con la mas
perfecta distribucin de zonas y pJaneacin de servicios publicos.
Gaceta Municipal, 1943
336
El 6rgano al que nos referimos, es el Consejo de Colaboraci6n Municipal (1943); una instituci6n que cumple con dos funciones principales:
(i) actuar como un sistema de cooperaci6n y financiamiento, que permite
que el Municipio incremente su patrimonio, a fin de llevar a cabo numerosas obras de infraestructura; y (ii) una instancia de representaci6n y de
coordinaci6n de la iniciativa privada, para colaborar con las autoridades
de Guadalajara en 10 relativo a obras y servicios municipales.\07
Los agentes econ6micos plantean la creaci6n, de un sistema de cooperaci6n, que a nivel deI barrio, responde al problema de los fraccionamientos con servicios deficitarios -que parad6jicamente ellos mismos crean-,
y al nivel de la ciudad, les permite intervenir en las obras generales de
infraestructura. Es un espacio id6neo para participar en la producci6n de
la ciudad, desde una perspectiva mercantilista; "su participaci6n va desde
la sugerencia a la promoci6n, de la aprobaci6n, 0 la correcci6n, a la
reprobaci6n; 10 que equivale, en cierta forma, a compartir el poder",
escribe D. Vzquez.I\Xl Los propietarios de los lotes en los fraccionamientos, son obligados a cubrir dos veces el costo de un mismo servicio que,
por fraude 0 ineptitud, fue provisto irregularmente 0 de piano no 10 fue. w,
El Consejo s610 interviene si se tienen reunidas el 75% de las firmas
de los duefios de los predios; de ahi, que la junta de vecinos resulte fundarnental, como una instancia de mediaci6n y control. ASI por ejemplo,
los fraccionadores Rodriguez y Morquecho, solicitan al presidente municipal, que autorice que las obras de urbanizaci6n deI fraccionamiento
popular la Federacha (1949), se realicen posteriormente, a cuenta de los
futuros propietarios de lotes, considerando que
es rural y para las c1ases necesitadas y debido a su lejanfa con la ciudad, no es posible
realizar la urbanizaci6n; por 10 que sta se lIevara a cabo cuando la mancha urbana lIegue hasta esa zona, con costos directos a los compradores, pues asf se asienta en el contrato de compra-venta que hace, para ellos, la obligaci6n ineludible. '10
Per{odo IV
337
la colonia no contaba aun con agua ni drenaje: una historia que, desafortunadamente, se repite en muchas otras colonias de la ciudad." 1
De cualquier manera, es importante considerar que con este modelo,
existe una mayor capacidad de movilizaci6n de recursos y de gesti6n
local; de tal forma que, el uso de los servicios se regulariza mas rpido,
con conexiones que se hacen a las redes primarias y en base a un acceso
que comienza a ser individual. Empero, la necesidad de ir introduciendo
progresivamente la infraestructura de acuerdo con las capacidades econ6micas de los habitantes, genera ciertas discordancias en el funcionamiento; por ejemplo, la existencia de lotes abastecidos por agua, sin que existan redes de desecho de las mismas. Se crea un cuarto modela de
introducci6n de infraestructura:
Fraccionador + Asociaci6n de Vecinos
Comenzado a mediados de los cuarenta, el modela se desarrolla en
los fraccionamientos residenciales en donde, un nivel de consolidaci6n
socio-econ6mica importante, permite que los habitantes participen en la
gesti6n deI desarrollo urbano. De ser un demandante-financiador de los
servicios (modelo 3), el habitante pasa a ser un proveedor, e inclusive, un
productor-gestionario. En efecto, una vez que el fraccionador realiza los
trabajos de urbanizaci6n e introducci6n de infraestructura, la gesti6n y el
mantenimiento posterior, recae en los pobladores deI fmccionamiento, sin
que intervenga direetamente el poder municipal.
La iniciativa y el control se desplaza hacia los usuarios, quienes en
ciertas ocasiones, pueden incluso, participar a nivel de la concepci6n de
los servicios. La organizaci6n de los habitantes se hace mediante formas
de auto-administraci6n que apelan ampliamente al principio de colaboraci6n, tanto al interior de la asociaci6n coma al exterior, con las autoridades publicas. m Las asociaciones son organismos de caracter privado, que
se rigen por el derecho civil, con un sistema de membresfas que se compone por los propietarios de lotes y que establece una diferenciaci6n entre
miembros activos y coopemdores. Los servicios se cubren con las cuotas
econ6micas de los colonos. A fin de hacer obligatoria la participaci6n de
III Recurdese que el Consejo de Colaboraci6n Municipal no interviene si los pagos no
son garantizados. El reporte que el Departamento de Obras P6blicas realiza. sobre la
Federacha en 1973. seilala: el alumbrado p6blico existe s6lo en el jardin, las calles no
tienen ning6n recubrimiento, algunas vias son verdaderas barrancas, los trabajos de
nivelaci6n nunca se lIevaron a cabo, los parques y jardines son inexistentes. Con esto,
uno tiene ganas de preguntarse, cul era el rigor con que se aplicaba la ley.
112 Vase al respecto, el trabajo de Ruiz V., Guadalupe. "Modelos de participaci6n social
en el desarrollo urbano de Guadalajara" en Merropolis in Transition, Op. Ciro
338
todos los habitantes dei fraccionamiento -particularmente en 10 que concieme a los cobros-, la asociaci6n se constituye en un 6rgano descentralizado de la administraci6n publica con capacidad econ6mico-coactiva
para poder cobrar a los morosos; de 10 contrario, sus facultades quedarfan
limitadas, coma se sefiala en un documenta dei Departamento de Obras
PUblicas de 1952:
~na
A principios de los cincuenta, se integra una de las primeras asociaciones de ese tipo: la "Junta de la Colonia Arcos Vallarta"; y en 1953, la
de la "Colonia Chapalita A.c. de Mejoramiento y Bienestar", creada "con
el objeto de hacerse cargo dei suministro de los servicios municipales y
de la administraci6n de los impuestos respectivos, 10 que significa que el
Ayuntamiento puede auxiliarla con el empleo de su gesti6n econ6micocoactiva".114 Rpidamente sus funciones rebasan ese nivel y se extienden
a otros aspectos, coma la colecta de basura, la seguridad publica, e incluso, el control deI cambio de usos dei suelo en la colonia y las propuestas
dei transporte publico. Se trata de una verdadera gesti6n deI espacio, que
lleva a una reformulaci6n de las relaciones entre los habitantes y las autoridades municipales, y que cuenta con la plena aceptaci6n de estas ultimas pues de esa forma se desresponsabilizan de una parte de la ciudad.
3.
Per{odo IV
339
sos actores y fuerzas de la sociedad; sin embargo, mas alla de esa visi6n,
dos aspectos esenciales de la realidad, se esconden detrs de su estructura
y esquema de funcionamiento:
a) La exclusion de unD de los principales actores, que haeen posible la
construccion de la ciudad: los habitantes. Mediante un principio ideol6gico de participaci6n ciudadana, gracias al cual, se hace pasar la idea de
que las asociaciones de usuarios deciden, opinan, promocionan, etc.,
mientras que de facto, su participaci6n se reduce a una contribuci6n
financiera, las mas de las veces, percibida como obligatoria.
b) La representacion de una alianza: Estado-sector privado-sector
social. Tambin mediante un principio ideol6gico de colaboraci6n interc1asista, gracias al cual, los organismos mixtos tienen la capacidad de
reunir actores que, de facto, tienen intereses antag6nicos.
A diferencia dei Consejo de Colaboraci6n Municipal, que no inc1uye
en su estructura interna al Hamado sector social (habitantes, asociaciones
de vecinos.. ),m los organismos viviendfsticof (lBS y PHP) proponen por
primera vez, una direcci6n tripartita que abre un espacio a los trabajadores.
Espacio que es por demas simb6lico, pues el sector laboral se encuentra
mediatizado por las representaciones sindicales "oficialistas"; de ta! forma,
que las decisiones que les competen, quedan supeditadas a los intereses de
las cupulas sindicales y de los propios patrones. Ya sea 6rganos mixtos 0
tripartitas, ninguno es un sistema de representaci6n pluralista; sin embargo,
ellos representan esquemas viables e interesantes de financiamiento, utilizando recursos locales. Desafortunadamente, ambos institutos de vivienda,
desaparecieron a principios de los setenta, cuando se desarrollaron los
grandes fondos nacionales coma INFONAVIT y FOVISSSTE. 116 Su importancia coma verdaderos modelos de gesti6n y de auto-financiamiento, en
base a un principio de colaboraci6n: seetor publico-privado, nos motiva a
presentar un resumen de ellos, en los dos apartados siguientes.
115 La composici6n interna deI Consejo de Colaboraci6n muestra su estructura mixta, 10
integran: Por el sector pUblico, el presidente municipal, el regidor de obras publicas y
el director de obras publicas municipales. Por el sector privado, la Cmara Nacional
de Comercio, las cmaras de industrias especializadas, la Cmara Nacional de la Industria de la Construcci6n, el Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco, el Colegio de
Arquitectos de Jalisco, los Clubes de Servicio Social, la Cmara de la Propiedad Urbana de Guadalajara y.el Centro Bancario. Asf coma la Confederaci6n Revolucionaria de
Obreros y Campesinos (CROC), la Federaci6n de Trabajadores de Jalisco (FfJ-CI'M), la
Liga de Comunidades Agrarias y los sindicatos campesinos dei estado.
Es de notar, que en la misma "canasta", figuran los comerciantes, banqueros, industriales, etc., y los sindicatos y federaciones; es decir, el sector privado mercantil aparece confundido con el sector laboral.
116 Cf. Perfodo 5.
340
Tres afios despus de que la Direcci6n de Pensiones Civiles habla empezado a funcionar en Guadalajara (1954), el medio empresarial local
-encabezado por el industrial Urrea, quien era presidente dei Centro
Patronal de Jalisco-, solicit6 que los trabajadores de sus empresas pudieran tambin incorporarse a Pensiones. Luego de varias discusiones, doce
de ellas fueron autorizadas par su director, el licenciado Medina Ascencio. 118 La duplicaci6n de funciones institucionales y el hecho de que existieran relaciones diferentes entre los obreros y los patrones, y los bur6cratas y el gobierno, llev6 a pensar en la necesidad de crear una instituci6n
especializada para los primeros. En 1957 -retomando algunos de los principios de funcionamiento de Pensiones-, el Congreso dei Estado decret6
la creaci6n dellnstituto de Bienestar Social (lBS), un organismo de utilidad pblica y de inters social, destinado a la promoci6n y el financiamiento de casas habitaci6n para los trabajadores dei sector privado.1\9
117 Existen suficientes evidencias para pensar que el esquema de funcionamiento dei IBS,
inspir6 la creaci6n dei INFONAVIT; de ello nos ocuparemos en la primera parte dei ultimo periodo.
118 Francisco Medina A. fue promotor y primer director de Pensiones; posteriormente,
gobemador dei estado en 1964-1970. La docena de empresas que se afiliaron, es un
dato que l mismo nos proporcion6 en una entrevista concedida el 1 de abril de 1992.
119 En principio, el lBS podfa afiliar en igualdad de condiciones, obligaciones y derechos, a
los trabajadores y empresas de todo el estado; en la realidad, todas sus operaciones las
lIev6 a cabo en Guadalajara. Su creaci6n data Gel 5 de enero de 1957, segun el Decreto
N 7107.
Per{odo IV
341
342
Per{odo IV
343
Con un capital patrimonial tan singular, el lBS aparecia coma una instituci6n mixta; 10 cierto, es que fue unD de los primeros organismos locales de caracter tripartita, su estructura interna -agrupando los intereses de
los sectores privado, publico y social-, en realidad disimulaba un fuerte
desequilibrio en favor dei sector patronal; asi vemos que, de los ocho
miembros directivos, cinco eran representantes de las fuerzas empresariales, I~ dos de los trabajadores l21 y solo unD dei gobierno deI Estado.
344
tamente dei salario dei trabajador, al igual que las amortizaciones dei crdito. Mientras que en forma complementaria, el sistema apelaba a la
buena voluntad de los patrones, quienes libremente podian inscribir a sus
trabajadores, y en ese caso, enterar a su nombre el importe equivalente al
5% dei salario ordinario. 129 Como ya 10 comentamos, la mayoria de los
patrones no cotizaba suma alguna; situaci6n que estaba lejos de incomodar al trabajador, quien de esta manera, se vela liberado de una obligaci6n
que solo comprimia mas su salario. Mientras que para aqul10s que libremente habian consentido aportar el 5%, el pago tenia un caracter fiscal,
pero no la obligaci6n de que tOOos los patrones y trabajadores aportaran.
Las sumas que se captaban por dichas aportaciones y por los reembolsos de los crditos, eran muy reducidas; el Lic. Ceballos, gerente dei IBS,
hace notar que por esa raz6n, dos 0 tres afios despus de creado el Instituto, se vieron en la necesidad de solicitar crditos bancarios en la ciudad
de Mxico. IJO La utilizaci6n de estos fondos, representa el antecedente de
los "crditos-puente" en Guadalajara, puesto que con el1os, el Instituto
financiaba la construcci6n de las viviendas y enseguida los convertia en
crditos para el comprador.
Estos recursos extra-regionales se destinaban, exclusivamente, a hacer
prstamos hipotecarios; mientras que los que eran captados al nivellocal
(directamente en las oficinas dei Instituto y no por los circuitos de recaudaci6n de impuestos dei Departamento de Economia y Hacienda, coma
originalmente se habia previsto), se empleaban para Iiquidar los crditos
bancarios precedentes y, eventualmente, para hacer aigunos nuevos. AI
interior dei lBS existian dos grandes modalidades de prstamos:
i) Los prstamos a corto plazo
129 Si el trabajador se inscribla por su propia cuenta, se le descontaba el 5% de su sueldo; y
si habla sido inscrito por su palrn, el 2.55%. En este ultimo caso, el patr6n debla
entregar Iibremente un 5% adicional (Articulos 13 y 14 dei Decreto de creaci6n dei
lBS; 05-01-1956, Peri6dico Oficial dei gobierno). N6tese que la obligaci6n era por un
perlodo mlnimo de 5 anos. La misma ley prevela que, los trabajadores independientes
y los patrones de talleres familiares 0 de pequefias empresas 0 comercios con no mas
de 4 trabajadores, se podlan inscribir y aportar el 5% de sus ingresos dec1arados (Ley,
Cap. 8; Art. 50). Los trabajadores afiliados que 10 desearan, podlan hacer dep6sitos
extras en su propio fondo, si las sumas eran importantes, adquirlan una cierta preferencia en la asignaci6n de una vivienda.
130 "Fue a travs de este nuevo recurso que se pudieron construir la mayorla de las viviendas, pues de la otra forma no se hubiera podido hacer nada... , hablamos caldo en un
circulo vicioso: al no haber capital -no habla casas- y por 10 mismo no habla afiliaci6n... El Banco apoy6 al Instituto, debido a la seguridad que representaba el pago -a
travs dei descuento de las empresas-, y por tratarse final mente de un solo cliente: el
lBS". Entrevista Lie. 'Ceballos c., 20 de mayo de 1992.
PeriodoN
345
346
trial, Colonia Atlas, Santa Elena Estadio, Estadio Poniente, Enrique Diaz
de Leon, Josefa Ortiz de Dominguez, San Miguel de Mezquitn. 134
Las funciones promocionales
Per{odo IV
347
Segun Don R. Urrea, una vez estudiado el documento, Diaz Ordaz contest6 que consideraba que no era oportuno, cargar a las empresas, con un
5% adicional a los diversos impuestos que pagaban. Pasaron seis afios,
hasta que Luis Echeverria A., en campana presidencial, se interes6 por el
proyecto; el mismo Urrea, comenta: Ha Echeverria le pareci6 muy buena la
idea y me cit6 en el Camino Real. Hablamos extensamente sobre el proyecto y despus l nombr6 al ingeniero Javelli, para que creara una comisi6n y
estudiaran el asunto; tuvimos algunas phiticas mas aqui y en Mxico. El
resultado fue, que se cre6 el INFONAVIT, con las mismas bases dei IBS."Il9
5.
Antes de que se creara ese instituto nacional, se sefial6 que en Jalisco, los
recursos dei INFONAVIT irian directamente al lBS, al Patronato de la
Habitaci6n Popular y a Pensiones dei Estado; es decir, publicamente se
reconoci6 que no seria necesario crear una estructura especial descentralizada, de origen federal, en Jalisco. El propio Jesus Silva Herzog -primer
director deI INFONAVIT-antes de que ocupara ese cargo, coment6 en presencia dei gobemador Orozco Romero, y los Srs. Raul Urrea, Guillermo
Ramirez Valadez y Alfonso de Alba Marin -directores de los 3 organismos aludidos-, que en el Estado, el INFONAVIT funcionaria a travs de
ellos; 10 que se podia traducir coma un reconocimiento a la eficacia de los
esos organismos, y principalmente, al papel que venia jugando la iniciati-
138 Ponencia le{da ante el candidato, en su campana presidencial, en 1963. Folocopia dei
documenlo original en poder dei industrial R. Urrea.
139 Urrea, entrevista personal, Op. Cit.
348
Piano 6
Instituto de Bienestar Social y Patronato de la Habitacion Popular
,,
~-,
",
....
....
.... -
.....,
",
,,
----_..1,1
1
,
/
,/
,,
J
J
J
----
(1949-1972)
O. Huentitan
A. Zona Industrial 1
1. GonzaIez Gallo
B. Estadio Ponienle
2. Morelos
3. Presidente Madero
4. Presidenle L6pez Mateos
5. Unidad N"5
6. Electricistas
7. Unidad N7
C. Zona Industrialll
G. San Miguel
H. Av. Patria y Aquiles Serdn
1.
J.
K. San Isidro
Fuente: Informes de Gobierno, varios lIftos. Entrevistas personales y trabajo de campo.
Realiz6: E. LOpez, O. Becerra, 1994.
Per{odo IV
349
CuadroN3
Patronato de la Habitacion Popular 19491972
UNIDADES
AND
0.- Huentitn
1949
Huentitn
1950
Bld. TIaquepaque
775
348
3'154,192.38
1955
272
12'173,369.00
1958
Gigantes 388
1965
Pensador Mexicano
UBICACI6N
ACCIONES
42
Bld. Tlaquepaque
5.- Unidad N" 5
6.- Eleclricfslas
317
1968
13'563,771.88
41()
INVERSI6N
ChamizaJ y Revoluci6n
216
13'406,000.00
Mariano Escobedo
106
4' 800,000.00
2120
47'097,333.26
8.Total:
(.)= Probablemenle es una continuaci6n de la Morelos.
AllO
ACCIONES
INVERSI6N
1. Zona Induslriall
1960
2. Estadio Poniente
1964
152
123
3. Zona Induslrial Il
1964
556
2'600,128
1966
628
9'125,412
1968
44
(72 casas)
(204 casas)
6. Esteban Alatorre
32
7. San Miguel
8. Av. Palria y Aquiles Serdn
9. Giganle y Manuel Doblado
10. Fray A. de Segovia y Rfo AutMn(Atlas)
433
15'296,000
1968
27'021,540
350
Perlodo IV
351
nado a votaci6n por los miembros deI mismo-, quien tenfa voto de calidad en las decisiones.
Al parecer, el primer presidente deI patronato, fue el Lie. Roberto
Palomera, quien 10 instituy6 por encargo deI gobernador, Lie. Jesus Gonzlez Gallo; Palomera se desempefiaba entonces, como secretario deI
Supremo Tribunal de Justicia, y era a la vez secretario fundador de la Cfa.
Siderurgica de Guadalajara. Es decir, un hombre que tenla un pie en el
sector publico y otro en la iniciativa privada.
Financiamiento
El Lie. Palomera, declara que el patronato tenfa por objeto: "dar oportunidad a las personas de bajos recursos de acceder a una vivienda, con condiciones de crdito amplias y sin intereses"14l. Para hacer esto posible, el
peso financiero de las operaciones fue asumido completamente por el
sector publico que, por via deI gobierno deI estado, dot6 de 3 millones de
pesos como patrimonio para iniciar sus funciones,l44 dejando abierta la
posibilidad de incrementarlo con aportaciones publicas, privadas 0 recurriendo a operaciones de crdito. Se consideraba este fondo como revolvente, es decir, las recuperaciones que se obtuviesen de las operaciones
serian invertidas nuevamente en la construcci6n de habitaci6n popular.
De hecho, no fue sino hasta el 55, que se tramit6 un prstamo (por iniciativa deI Banco Nacional Hipotecario y de Obras Publicas), para impulsar
la obra deI patronato; hasta antes de ese afio, funcion6 con las aportaciones deI gobierno. 14l
352
Per{odo IV
353
354
COSIOS.
asf como en la
dificultad de obtener apoyo financiero para su realizacin y las elevadas tasas de inters, hacen evidente la dificultad de seguir con el programa respectivo. habida cuenta
que debido al fen6meno inf1acionario que priva actualmente en el pais, hacen patente
que los recursos que tiene a la fecha el patronato, son insuficientes para la realizacin
de nuevas acciones de vivienda...""
El ejecutivo dei estado, por su parte, asent6 en el decreto correspondiente, adems de aqullas, otras razones que nos parecen dificiles de
comprender. Consideraba por una parte, que debido a las constantes
migraciones de zonas rurales y de estados Iimftrofes, el dficit habitacionaI se habfa agravado, y por otra parte, que la modificaci6n radical en la
industria de la construcci6n, volvfa inoperantes los programas dei patronato, por 10 que se justificaba el darlos por concluidos. En realidad, una
raz6n de peso, era que existia una duplicidad de funciones con el Instituto
Promotor de Vivienda (1982) y con la Inmobiliaria de Inters PUblico deI
Estado (1978).1SI Dos organismos publicos, cuyas acciones se les atribufa
mayor proyecci6n y amplitud que las deI patronato; esto es, las institutciones mixtas habfan dejado de ser operativas desde los arios setenta.
De los cambios en la poHtica habitacional, nos ocuparemos en el
periodo siguiente. Sin embargo, para poder comprender dichos cambios,
nos parece fundamentaI el conocer primero, c6mo evolucion6 la poHtica
dei Estado durante todos estos arios (1940-1970), tanto en relaci6n al sector privado -su aliado principal- coma en relaci6n a sus propios objetivos, dentro de una l6gica de reproducci6n deI sistema polftico.
150 Acuerdo dei gobierno dei estado, publicado en el Peridico Oficial dei 19 de julio de
1986. El Patronato de la Habitacin Popular fue finiquitado por su presidente, el Lic
Guillermo Ramos Rufz, por orden dei gobernador Alvarez dei Castillo.
151 Vase el Cuadro N 3: "Los principales organismos que intervienen en la producc16n
de vivienda en Guadalajara".
Per{odo IV
6.
355
356
Periodo IV
357
habitacion de los sectores economicamente desprotegidos; iii) percibe ciertos ingresos economicos por concepto de impuestos, permisos, etc., iv)
simultaneamente fortalece su alianza con el sector privado y (v) reafirma
una presencia legal y en determinados casos exhibe un poder real.
Para ello, sin embargo, tiene que llevar a cabo una serie de acciones,
implementar programas, crear algunas instituciones, etc., en fm, desarrollar una polftica de vivienda explfcita que, en forma suscinta, presentaremos en los dos apartados siguientes (7 y 8).
7.
358
158
159
160
161
geognlficos, sociales y econ6micos, Vol. Il, 1982, p. 138. En 1947, el BANHUOP -con
vertido posteriormente en Banobras- absorbe el Banco de Fomento a la Habitaci6n
(Grafico 5), creado en 1943, con el objeto de apoyar la edificaci6n de viVlendas populares. En 1954, se crea el Fondo de las Habitaciones Populares, a fin de que el BNHUOP
"dispusiera de un mecanismo institucional especializado en operaciones y actividades
financieras relacionadas con la producci6n de vivienda (Estadf.ftlcas H,stnncas de
Mxico, INEGI, p. 123). Desafortunadamente, la mayoria de sus acciones (24,098
viviendas construidas de 1947 a 1964) se hicieron principalmente en la ciudad de
Mxico, no existen antecedentes de construcciones en Guadalajara.
Segun el Ayuntamiento de Guadalajara, 100 de esas casas, fueron realizadas por el
ISSSTE y 77 por el BNHOP. Revista Unidad Jos Clemente Orozco, publicado por la
Constructora Popular en 1962.
Invariablemente, Pensiones construye multifamiliares, un tipo nuevo de habitat en altura con una alla densidad, y ocasionalmente algunos locales destinados al comercio 0 a
escuelas preprimarias.
En efecto, Pensiones Civiles dei Estado, administraba el 5 5% dei monto de las parlldas
destinadas por el presupuesto federal a sueldos de egresos, por concepto de pensiones de
retiro de los trabajadores pblicos, utilizando parte de esos fondos para otorgar prstamos hipotecarios a sus asociados y para construir sus viviendas. Folleto de Pensiones
Civiles dei Estado "Veinte Anos".
Numero que discrepa completamente de los datos que aparecen en un folleto publicado
en 1962, por La Constructora Popular S.A., con la anuencia dei Ayuntamiento, en
donde se seiiala que, para esa misma fecha, Pensiones habia edificado 1,525 unidades
en Guadalajara con una inversi6n cercana a los 36.5 millones de pesos. El Cuadro N 4.
que presenta el numero de unidades que se realiz6 en Guadalajara en los multifamilares
que construy6 ese organismo, nos ayuda a clarificar esa cuesti6n.
Periodo IV
359
8.
El reconocimiento nacional, por un lado, de que el problema de la vivienda derivaba, en gran parte, de los escasos recursos que destinaba el Estado para satisfacer las necesidades crecientes de habitaci6n popular, 10 que
hacfa perentorio encontrar nuevas fuentes de financiamiento que pudieran
proveer los fondos necesarios para atacar el problema (PFV: 1954).164 Y el
reconocimiento internacional, por otro lado, de la importancia que la
vivienda social ten{a dentro de las polfticas de bienestar social, como un
162 Gonz:ilez Rubi, Rafael. "La vivienda: un desafio atroz" en Revista Comercio Exterior,
1984, Vol. 34, p. 7.
163 INEGl, Estadrsticas Hist6ricas, Vivienda, p. 124.
164 Antecedentes deI PFV, Mxico, 1954, p. 125. Tomado de la tesis de maestria de Guido
RomAn 5. Una Modalidad de Financiamiento para la producci6n de vivienda en
Mxico: el caso FOVI, Colegio de Mxico. Mxico. p. 85.
Cuadro N 4
Principales organismos publicos de produccion de vivienda en Guadalajara
1920
1940
1930
lillJlillJJJJll
1950
Paoonalo de la habll3Cloo
- - - - - - OrgamSlJ\O!Ux:ales
1990
1980
1%0
~lar 1 r
~~Sl~~ der~ita
OrgalllSlDll'i Feder:al~
IOIP
-:rrijHrr:
.~ ~t
., 1~"I111
1 1 1 1 1 1 1 IIPko'VIPE
RJNI\Aro
BANHOPSA
rf\
:lnrrolo .
RJVI-fOGA-FVP
'11j.. .. .,
ISSSTE
o'.0-r
~ Il el e1e
;);:~~~:1111T.I.
1930
1940
1950
1%0
-1-1- t1.I~
:.::
1
1920
INFONAVIT
FOVISSSTE
..,
... III
0::
:1
1970
:1:o1:r1:trl:r1:r1:\:r.1:rl:~ :
1980
1990
Pedodo IV
361
CuadroN 5
Vivienda realizada por Pensiones Civiles dei Estado en Guadalajara
Num. Unidad
Localizaci6n
Superficie
Unidades
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
7,600.00
3,900.00
6,900.00
9,000.00
1,800.00
112
51
36
30
35
36
32
30
26
20
24
22
13
21
31
14
8
6
6
553
II
12
13
14
15
16
17
18
19
Chamizal
Guadalupe Victoria
Zaragoza
Jos Ma. Morelos
Jos A. Torres
Independencia
Felix Palavicini
Extremadura
Reforma
Teatro Republica
Batalla de Puebla
Constituci6n
Cuauhtmoc
Venustiano Carranza
Lzaro Crdenas
Miguel Hidalgo
Mariano Matamoros
L6pezCotilia
Felipe Berriozobal
8,000.00
1,100.00
2,200.00
6,900.00
2,400.00
3,400.00
690.00
550.00
9,800.00
4,600.00
6,900.00
75,740.00
elemento que pudiera evitar eventuales conflictos, fueron factores importantes para que el gobiemo mexicano finalmente adoptara, en 1962, una
serie de reformas tendientes a "fomentar el crdito destinado a las actividades productivas, ampliar los prstamos para la adquisici6n de bienes de
consumo... y atender las necesidades de crdito para la construcci6n de
viviendas populares".16s Medidas que abrieron paso a la creaci6n dei PFV,
en concordancia con las polfticas intemacionales de la Alianza para el
Progreso que, entre varios objetivos, propugnaba por movilizar recursos
362
Periodo IV
363
9. Conclusiones
Ellnstituto Nacional de Vivienda ha creado recientemente Patronatos Saciale.t de
Vivienda en cada una de las entidades federativas, los cuales, a pesar de trabajar
en situaci6n por derntis precaria, pueden ser muy bien aprovechados par el partido, para haeer sentir al puebla su inters par el problema.
PRI. Apuntes para un Programa Nacional de Vivienda, 1963" 1
364
cible, de repente, en menos de treinta afios (1940-1970), Guadalajara despert6 convertida en metr6polis. Limitada por ciertos factores geogrficos
y en la imposibilidad de crecer desmesuradamente, a fin de respetar una
cierta proximidad a la infraestructura y los servicios existentes, la ciudad
se extendi6 coma una mancha de aceite dejando, sin embargo, verdaderos
desiertos urbanos en una geograffa que se definfa, sobre todo, por la especulaci6n y el apetito de ganancia. 17l
En la ausencia de un marco regulador eficaz, en raz6n de la flexibilidad casi infinita de las leyes, y de incesantes negociaciones que derogaban constantemente los principios y las normas deI orden publico, Guadalajara no pudo desarrollarse conforme a los deseos de los planificadores y
urbanistas; muy pronto perdi6 la memoria de su trazo original y de su
tejido socio-espacial, claramente estructurado en barrios; la ciudad se
extendi6 en detrimento de los lugares publicos, de las zonas de protecci6n
ecol6gica y de los espacios verdes, creando zonas de habitaci6n inhabitables, y alejandose cada vez mas, dei pensamiento funcionalista y deI
paradigma urbanfstico, a travs deI cual, se concebfa la ciudad de esa
poca y se le proyectaba al futuro.
Muy pronto, igualmente, la diniimica social se sobrepuso a la ciudad y
la redefini6; al este (de norte a sur), un mundo de artesanos, obreros,
comerciantes medios y pequefios, empleados, dibujan una "media luna de
pobreza"; al oeste, se instalan los profesionistas independientes, los
industriales y los comerciantes acomodados. Las diferencias sociales que
se crean desde la fundaci6n de la ciudad, sobreviven durante cuatro
siglos, y terminan por forjar el espejo moral y social de la ciudad.
Guadalajara se abandona al capital inmobiliario, que fracciona y urbaniza el suelo, desde una perspectiva mercanti!. Gran cantidad de programas de lotes y servicios fueron puestos en el mercado, coma la soluci6n
principal al problema de la vivienda, independiemtemente deI lugar que
los habitantes ocuparan en ese espectro socia!.'73 Antes de que la industria
de la construcci6n se integre al sector inmobiliario y se comiencen a
172 Las condiciones de acumulaci6n en el seClOr inmobiliario determinaron, en gran parte,
la configuraci6n espacial de la ciudad; los grandes vacios y la discontinuidad deI tejido
urbano, se e;l\plican por el hecho de que los fraccionadores apostaron al desarrollo de la
periferia, gracias al transporte colectivo, sin asumir las altas inversiones que se requerfan para instalar los servicios y el equipamiento necesarios para esas zonas. Los urbanizadores no s610 acompaiiaron la e;l\pansi6n de la ciudad, sino que ellos mismos la aceleraron.
173 Sin lugar a dudas. la producci6n deI suelo-vivienda se hizo en el marco de una politica
econ6mica liberal. pues en el curso de la etapa anterior al capitalismo industrial. la casi
totalidad de las acciones habitacionales se produjeron bajo la gida dei sector privado.
Perlodo IV
365
174 En un primer tiempo, el gobierno local fue el responsable de la instalaci6n de la infraestructura urbana (1900-1940); mas tarde, cornparte esa responsabilidad con los promotores y los usuarios, a los cuales reconoce como agentes de producci6n capaces de
generar sus propios recursos (1940-1950); final mente, alrededor de los afios sesenta,
deja de asumir esta obligaci6n, cuando decide aplicar con mayor severidad las leyes y
los reg1amentos en materia de urbanismo.
Periodo V
Primera parte
La intervencion dei Estado central en la cuestion
habitacional y la promocion inmobiliaria local
(1970-1980)
Hist6ricamente, la ciudad de Guadalajara se condujo en base a un esquema de gesti6n urbanistica original que, hasta los MOS setenta, funciono
con eficacia en el financiamiento dei desarrollo de la ciudad y en la toma
de decisiones. Muchos fueron los programas y las instituciones que se
368
crearon con ese esquema, muchas tambin las actividades para proveer
servicios, financiar y producir vivienda, e incluso, para planear el crecimiento de la ciudad. Todos ellos --en mayor 0 menor medida- involucraron un sistema de participaci6n de la comunidad y un sistema mixto de
decisi6n, que termin6 por fundar un modelo que institucionaliz6 la colaboraci6n sector publico-sector privado.
En base a l, creci6 mas de la mitad de la ciudad, de tal forma que la
concertaci6n y la progresividad fueron las caracteristicas principales dei
desarrollo urbano que trajo consigo un cierto equilibrio y relativamente
pocos conflictos. Dos factores principales -uno interno y otro externoprovocaron la ruptura de este modelo 0 paradigma pluralista, que se vi6
sustituido por un nuevo modelo centralista, en el que el Estado, interviene directamente en ciertos sectores indispensables a la acumulaci6n y en
el proceso de urbanizaci6n-industrializaci6n a nivel nacional.
El factor interno 0 nacional se manifiesta desde fines de los afios
sesenta, cuando los sistemas de colaboraci6n y de plusvalfa empiezan a
mostrar sus Ifmites coma mecanismos de integraci6n y desarrollo; habitantes de algunas de las colonias de la periferia, rehusan participar econ6micamente en la introducci6n de servicios de las zonas en donde viven;
los esquemas de auto-financiamiento se debilitan y el gobierno local se
ve en la necesidad de recurrir, cada vez mas, al uso de las obras publicas
directas 0 a "fondo perdido". La nueva polftica de subsidio, se implementa en gran parte, por la emergencia de movimientos sociales contestatarios que reivindican, por primera vez, los derechos de los pobladores en
materia de urbanizaci6n.' El factor externo-nacional se manifiesta en la
misma fecha, cuando el modela de desarrollo nacional hace crisis. Una
crisis econ6mico-fiscal, que se agrava con problemas de legitimidad dei
gobierno y con la situaci6n econ6mica internacional.
Nos referimos a los movimientos que, a fines de los sesenta, organiza la rama progresista de la Iglesia, vinculada a la teologia de la liberaci6n. Padres jesuitas, preocupados por
los intereses de las clases populares, comienzan un movimiento en la base de colonias
pobres coma Lomas de Polanco, Santa Rosa, Santa Cecilia, El Perd6n, blatos, El
Colli, Santa Elena Alcalde, San Marcos y San Vicente, etc., reivindicando los derechos
que los pobladores de esos asentamientos, tienen en materia de servicios e infraestructura; sobre todo, en los lotes que en principio adquirieron con servicios. Este movimiento
confronta la estructura local de poder, a partir de una organizaci6n que, mas alla de esas
demandas, predica el seguir ciertas Iineas deI apostolado, creando comunidades cristianas que procuren desarrollar programas de educaci6n, sistemas cooperativos, el desarro110 de habilidades manuales y de trabajos artesanales.Vase sobre ese tema, los trabajos
de Carlos Nuflez dellMDEC (1975), Juan Manuel Ramirez S:!.iz (1992), Guadalupe Ruiz
Velazco (1994), entre varios otros.
369
370
371
ci6n), por causa dei desempleo creciente, dei incremento dei subempleo y por el deterioro en el ingreso.7
Clima de incertidumbre en las expectativas de los empresarios nacionales, provocada por la crisis monetaria intemacionaLK
Esta situaci6n econ6mica se agravaba por la falta de legitimidad dei
El 40% dei total de la fuerza de trabajo, es decir, 4.5 millones de personas, eran pnicticamente desempleados y sus ingresos se hallaban por abajo dei nivel de subsistencia.
Nufiez, Oscar. Infonavit: un sistema corporativo para asalariados bajos en Ensayos
sobre el problema de la vivienda en Amrica LAtina, Pradilla Cobos (Coord.), UAM,
Mxico, 1985, p. 352. Por otra parte, Sadi Trejo R., hace notar en su artIculo Desempleo
y subocupaci6n en Mexico. que el 10% de la poblaci6n, percibfa casi la mitad deI total
dei ingreso, mientras que el 52% de la fuerza de trabajo, se encontraba en esa fecha, en
empleos en donde podfa considerarse desocupada. Vase la revista Comercio Exrerior,
maya 1972, pp. 411-416. Esa caracterfstica dual de la economfa, se oculta con la subocupaci6n. de taI fonna, que el censo de 1960, arroja una cifra de solo 100 mil trabajadores desocupados -el Hamado desempleo abierto-, para una fuerza de trabajo de Il
millones de personas. De acuerdo con el Censo de 1970, el 42% de la fuerza de trabajo
(5.2 millones de personas), manifestaron percibir, a finales de 1969, un ingreso de 500
pesos mensuales; en el otro extremo el 2.37% de la PEA, recibfa ingresos superiores a 5
mil pesos. La importancia de este fen6meno, resallll el hecho de que, ms de la mitad de
la mana de obra en Mxico, tenfa un bajo nivel de ingreso, y por 10 tanto, no participaba
de los beneficios que, en principio, debfa traer consigo el progreso econ6mico.
8 La contracci6n de la inversi6n pliblica y privada, genera efectos multiplicadores sobre la
tasa de crecimiento econ6mico; el PIB pasa de 7% en la dcada de los sesenta, a 3.1 % en
1971. Banco de Mxico, Op. Ciro
9 Recurdese que en 1933, el gobiemo cre6 el Banco Nacional Hipotecario y de Obras
Publicas (BANHUOP), actualmente BANOBRAS, al que se le asign6 la funci6n de emitir y
colocar valores y bonos hipotecarios, para captar recursos para financiar inversiones en
obras de infraestructura, servicios publicos y la construcci6n de viviendas. Posteriormente, se crearon otros varios institutos y sistemas financieros, vase el Cuadro N" 4 dei
Periodo 4.
372
ros y programas viviendisticos diversos, su impacto habia sido muy limitado, particularmente en la poblaci6n de bajos ingresos. 1O
El dficit habitacional, que se estimaba en 2.3 millones de unidades
urbanas a nivel nacional,ll y en 1000 115 mil para Guadalajara,12 y que
crecia a una tasa media anual superior al 3% y el 3.5%, respectivamente,
hablaba por si s610 de ese impacto tan limitado y dei abandono en que se
habia sumido al sector vivienda; sobre todo, si se toma en cuenta que esos
datos oficiales diferian de las cifras que proporcionaban algunos investigadores y oteas fuentes de ese entonces, y que evidentemente, eran mas
elevadas. 1J Asi por ejemplo, V. Urquidi y A. Garcia, deI Colegio de
Mxico, hacian notar que el dficit total en realidad resultaba con una
laxitud muy amplia, de acuerdo a las divergencias de tamafio que se
observaban en los tees distintos componentes utilizados para ca1cularlo:
a) hacinamiento, coma consecuencia de la acumulaci6n de dficits anteriores; b) las viviendas necesarias para satisfacer el aumento de la poblaci6n; y, c) el numero de viviendas que es necesario reconstruir total 0 parcial mente. De acuerdo con estos investigadores, la suma de los tres
componentes variaba de entre 2.3 y 4.0 millones de unidades, de las cuales, alrededor de dos tercios correspondfan al ambito urbano; 14 faltante
10 Los pocos recursos que el gobiemo les destinaba, explican el impacto tan pobre, que la
acci6n habitacional publica habfa tenido, vase el cuadro que recoge las cifras globales
de la inversi6n en este sector a nivel nacional. Vale la pena recordar, que casi todos los
programas, se dirigian a trabajadores asegurados; es decir, con cierta estabilidad laboral
y organizaci6n gremial. Un universo de derechohabientes, que en 1970, no debfa rebasar un quinto dei total de la pobJaci6n.
Il Segtln las declaraciones de Rafael Hemndez Ochoa, Secretario dei Trabajo, y Jesus
Silva Herzog, primer director dei INFONAVIT, el primera en su comparecencia ante el
Congreso de la Uni6n (5 de abril de 1972) y el segundo en la Asamblea Constitutiva dei
INFONAVIT (10 de maya de 1972). Revista Comercio Exterior, Banco Nacional de
Comercio Exterior, Mxico, 1972, y el Primer Informe de Actividades dei INFONAVIT,
1973.
12 109,569 unidades para Garza y Schteingart, vase su libro La accion habitacional dei
Estado en Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1978, p. 125.
13 En 1968, el Instituto Nacional de Vivienda, declara que el dficit acumulado, entre
viviendas inadecuadas y faltantes, era de 2.8 millones. La Coordinaci6n General dei
Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (COPLAMAR), diagnosltco
que para cubrir el dficit acumulado hasta 1970, se hubieran requerido 3.6 millones de
nuevas viviendas (1.9 para las familias sin vivienda y 1.7 para reponer totalmente las
deterioradas). En una entrevista concedida a la Cmara de la Industria de la Construcci6n, el sub-secretario de Industria y Comercio, Campillo Sainz, calculaba que el faltante de viviendas era de 3.18 millones de unidades. Siempre han sido numerosas y contrastadas las cifras que dan cuenta dei dficit habitacional, 10 que indudablemente tiene
que ver con los criterios aplicados y el uso que se le quiere dar a la informaci6n.
14 Vase Urquidi, Vfctor y Garcfa, Adalberto. "La construcci6n y el empleo en Mexico" en
Demografia y Econom(a, Mxico, Colegio de Mexico, V. 7, 1973, p.7.
373
15 Garza y Schteingart. Op. Cif., p. 125. Segun estos investigadores, el inventario total de
vivienda en la capital dei estado de Jalisco, era de 175,145 unidades en 1970.
16 Gonzalez Rubl, Rafael. "La vivienda un desafio alroz" en Comercio Exterior. julio de
1984, p. 398. Para Jalisco, el dficit por hacinamiento, era muy superior, pues el 76.3%
de las viviendas posela dos cuartlls 0 menos para una poblaci6n domicilaria igual a 7.2
personas por casa. Garza y Schteingart, Op. Cit., p. 10\.
17 Gonzalez Rubl. R. Op. Cit., p. 40\. Garza y Schteingart. Op. Cit., varios cuadros, y el
Censo de Poblacion y Viviendade 1970.
18 Idem.
19 Gonzalez R ,R Op. Cit., p. 394.
20 Discurso de toma de Posesi6n. ComerclO Exterior, diciembre 1970, p. 972. Un ailo despus, el Secretario de Hacienda declara, citando al presidente: ..... el gobiemo entiende el
374
A fin de enfrentar ese modelo desigual de crecimiento, propone cambios radicales en la polCtica econ6mica, con la adopci6n simultanea de una
politica de beneficio social. Su intenci6n es la de conseguir una participaci6n mas equitativa de la poblaci6n, 10 que traeria coma consecuencia, una
mejor redistribuci6n deI ingreso y una reducci6n deI desempleo; proponiendo. para ello, una estrategia que ademas de alcanzar esos objetivos, le
permita "reforzar la rectoria econ6mica deI Estado, disminuir los desequilibrios externos, modernizar el sector agricola y racionalizar el crecimiento industrial."21 Una polftica en gran parte influenciada por un pensamiento Keynesiano, que procura reforzar los mecanismos de intervenci6n dei
Estado, como instancia encargada de regular la actividad economica.
Ya en el poder, el presidente desarrolla un programa de reformas, que
tocan tanto a las estructuras econ6micas como polfticas; s610 unos dfas
despus de su investidura, propone medidas tendientes a reducir la balanza de pagos, recurrir menos al endeudamiento externo y a fortalecer las
finanzas publicas: 22 una reforma fiscal, un cambio en la legislaci6n para el
mayor control de las inversiones extranjeras y la propuesta de un sindicalismo independiente, es decir, un pluralismo real.
En forma esquemtica, la nueva estrategia econ6mica que empezaba a
implantarse buscaba: i) promover el ensanchamiento de bienes y servicios, como una forma para incentivar el desarrollo industrial a largo
plaw; ii) modificar los sistemas de producci6n y comercializaci6n, como
una medida para que el pais pudiera incorporarse a los mercados internacionales; y, iii) descentralizar la producci6n coma una condici6n bsica
para alentar el desarrollo regional y rural, para mejorar paralelamente la
distribuci6n deI ingreso.
En esta nueva estrategia, la vivienda social deja de ser concebida
solamente como parte de la polftica social, y empieza a considerarsele
crecimiento econ6mico, como un instrumenta al servicio dei pueblo. Considera que el
verdadero desarrollo se mide por el nivel real de productividad, el equilibrio entre los
sectores y su participaci6n en el bienestar general". Hugo B. Margin, "Discurso en la
XXXVIII Convenci6n Nacional Bancaria", abril de 1971. Documentos economicos de la
administracion publica, lI.'" 2, p.l2. Direcci6n General de Prensa, Memoria, Bibliotecas
y Publicaciones.
21 Banco Nacional de Comercio Exterior S. A, Mexico, La poUtica economica dei nuevo
gobiemo, Mexico, 1971.
22 Vase al respecto el articulo: "Aspectos econ6micos deI discurso de toma de posesi6n"
en Comercio Exterior, diciembre 1970, y los Documentos econ6micos de la administracion publica, que retoman las declaraciones dei Secretario de Hacienda y Crdito Publico, quien seflala: "Decisiones que se hablan postergado, orientadas a captar recursos
internos adicionales, para lograr el equilibrio presupuestal, la redistribuci6n dei ingreso
entre la poblaci6n y la mejor distribuci6n de los ingresos tributarios entre municipios,
estados y federaci6n:
Per{odo
V.
375
376
Cuadro 1
Inversion publica federaI19251974
millones de viejos pesos de 1950
Ano
1925 total
%
1930 total
%
1935 total
%
1940 total
%
1945 total
%
1950 total
%
1955 total
%
1960 total
%
1965 total
%
1966 total
%
1967 total
%
1968 total
%
1969 total
%
1970 total
%
1971 total
%
1972 total
%
1973 total
%
1974 cl total
%
Total
Nacional
336
100.0
402
100.0
588
100.0
887
100.0
1,329
100.0
2,672
100.0
2,848
100.0
4,420
100.0
6,575
100.0
6,045
100.0
7,945
100.0
8,603
100.0
9,373
100.0
10,289
100.0
10,155
100.0
10,604
100.0
10,646
100.0
Il,368
100.0
Beneficio Social
Beneficio
Total Serv. PUblico Hospital Educaci6n
Social
20
16
4
4.8
6.0
1.2
50
39
4
7
12.4
9.7
1.0
I.7
60
43
9
8
10.2
7.3
1.5
1.4
89
68
12
9
10.0
7.7
1.3
1.0
143
85
44
14
6.4
I.I
10.8
3.3
256
29
34
113
80
9.6
4.2
3.0
I.I
1.3
386
288
14
48
36
13.6
10.1
1.7
1.3
0.5
990
225
393
270
102
22.4
8.9
6.1
2.3
5.1
1,634
941
237
309
112
24.8
14.3
3.6
4.7
1.7
1,335
731
314
230
54
22.1
12.1
5.2
3.8
0.9
1,796
231
858
389
302
22.6
10.8
2.9
4.8
3.8
228
1,334
224
240
422
4.9
26.6
15.5
2.6
2.8
2,615
1,631
356
525
94
27.9
17.4
3.8
5.6
1.0
2,716
1,667
473
370
93
26.4
16.2
4.6
3.6
0.9
1,678
407
990
201
54
16.5
4.0
2.0
9.7
0.5
2,970
1,333
454
654
455
28.0
12.6
4.3
6.1
4.3
4,092
2,284
1,026
689
bl
38.5
21.5
6.5
9.6
4,876
2,448
924
411
928
42.9
21.5
8.2
8.1
3.6
Otras
al
35
0.5
6
0,1
24
0.3
68
0.8
9
0.1
113
I.I
26
0.3
74
0.7
93
0.9
165
1.5
377
378
caracter social. En su informe, el organismo precisaba que hasta entonces, los proyectos que derivaban de esa polftica, eran poco productivos y
generaban altos costos; sin embargo, se hacfa notar que proyectos de esa
naturaleza resultaban basicos al desarrollo econ6mico, por 10 que se les
pOO{a comparar a los gastos generales de caracter econ6mico coma el
transporte, la comunicaci6n, la energfa electrica, etc., tOOos ellos, proyectos fundamentales a un verdadero desarrollo. 29
En Mxico, con el Programa Financiero de Vivienda (PFV), desarrollado en 1963, la acci6n gubernamental en materia habitacional tuvo un
cambio significativo: pasar de un esquema de prOOucci6n de vivienda que
manejaba pocos recursos con altos subsidios y que se destinaba nada mas
a un cierto tipo de trabajadores lO a otro esquema de producci6n masiva,
que se apoyaba en un sistema de ahorro canalizado a travs deI sistema
bancario privado para un publico mas amplio (sistema Fovi-Foga).
Bajo la influencia de esos cambios, en los setenta, el Estado empieza
a servirse de la vivienda coma un mecanismo para paliar los problemas
mas agudos coma el desempleo, la ausencia de un mercado interno y, evidentemente, la cuesti6n deI mismo dficit habitacional. En 1972, se crean
dos grandes fondos solidarios para la vivienda: INFONAVIT y FOVISSSTE
-uno para los trabajadores deI sector privado y otros deI sector publico-l'
el Director General deI primero de esos organismos declara en la Asamb1ea Constitutiva:
Nos hemos apartado ya de aquella idea equfvoca que concibe a la vivienda coma un
problema social, en donde la inversi6n tiene visos de improductividad; era un concepto
puramente desarrolliSla."
379
con motivo de la creaci6n deI INFONAVIT, responde: "la rama de la construccion se ha movido en forma Hamada de picos. con f1uctuaciones de
actividad. inactividad. empleo. desempleo... con el Instituto que se esta
creando. se ha establecido una linea constante y creciente".33 Posici6n que
es reforzada por las conclusiones. que ese mismo ano. da a conocer el
Centro de Estudios Econ6micos y Demogrficos deI Colegio de Mxico;
en eHas. Urquidi y Garcia. hacen notar la fuerte presi6n que la vivienda
puede colocar sobre el aparato productivo. pues una unidad de demanda
final en vivienda. solicita de la economfa. necesidades de inversi6n global
de aIrededor de 2.3 unidades; ademas de que el efecto-valor de la producci6n de ese bien. se reparte aproximadamente en 48% en el mismo sector
y el 52% en el resta de la economfa. J4
Dentro de esta estrategia. la polftica habitacional rebasa el marco
puramente sectorial, presentndose coma un instrumenta de suma importancia para la vida econ6mica dei pals, bsicamente por su capacidad
para generar empleos (se trata esencialmente de empleos no calificados.
10 que permite absorber mana de obra proveniente deI campo). Asi por
ejemplo. con las primeras cien mil viviendas que Hevarfa a cabo. el INFONAVIT en 1972 (con una superficie media de 50 m2). se estimaba que se
podrfan generar empleos por 126 hombres/ano: 74 mil de empleo directo
y 52 mil de empleo indirecto; 10 que representaba un 25% deI incremento
probable de la fuerza de trabajo que existia en ese entonces a nivel nacionaI. De tal forma que. en teorfa. solamente la parte de empleo directo.
cubrirfa aI 100% el desempleo abierto de ese sector.3'
En conclusi6n. la vivienda se inserta plenainente dentro de la polftica
econ6mica. cuya estrategia busca apoyar la industria de la construcci6n.
con todas sus consecuencias: aumento deI trabajo. de la ocupaci6n de la
producci6n ya instaJada. generaci6n de efectos multiplicadores. expansion deI mercado interno. etc.
380
381
382
383
ii) Para la iniciativa privada, el que se retome la politica habitacional, le es benfico, al menos por cinco motivos principales: a) el impulso
decisivo que se le da a la construcci6n de vivienda nueva en el pais; pues
coma 10 sefialan N. Robinson y P. Connally, los industriales de la construcci6n tenian mas de una dcada ejerciendo presi6n al gobierno, para
que ste impulsara la construcci6n de ese tipo de vivienda;48 b) la posibilidad de ampliar el mercado interno coma una consecuencia de la creaci6n
de empleos, 10 que a su vez, generaria nuevas inversiones privadas; c) el
mejorar las condiciones de vida deI trabajador, aumentando la productividad y reducindo (todavia mas) los costos de producci6n; d) el fortalecer
el patrimonio de la clase obrera; politica que a los ojos deI sector patronal, significaba "una mayor seguridad en el empleo y una forma de contribuci6n a la paz social";49 y, por ultimo, e) el presentar los avances en
materia habitacional, coma una nueva orientaci6n en la resoluci6n de los
problemas habitacionales; estrategia que favorece el desarrollo de una
ideologia de cooperaci6n y de colaboraci6n interclasista, de donde se
evacua toda alusi6n a la lucha de clases, tan presente en esos afios.'"
47 Excelsior, peri6dico nacional, 17 de abril de 1972. Hugo B. Marg6in, Secretario de
Hacienda, Comparencia ante el Congreso. El secretario no duda en seilalar al diputado
Gasc6n Mercado, deI Partido Popular Socialista, que: "el fondo [de la vivienda] es un
fondo obrero, las casas son para los obreros, el ahorro es para los obreros y estar6n los
seilores obreros dentro deI Instituto."
48 Vase de Robinson, Nancy. The PoUties of Law Cost Housing in Mexico. a Case Study
of INFONAvrr. Thesis of Ph. D, Stanford University, 1980, mimeo., y de Connolly, P. El
problema habiJacional en la Ciudad de Mxico, COPEVI, 1976.
49 Entrevista personal a Raul Urrea, quien en ese entonces (1972), fuera presidente deI
Consejo Patronal de Jalisco. Guadalajara 7 de mayo de 1992.
50 A prop6sito de la creaci6n dellNFONAVIT la CANACINTRA sellalaba: "la expresi6n de
intereses comunes, por encima de intereses sectoriales, nunca coma ahora, se ha manifestado una base amplia de colaboraci6n seetorial y de negociaci6n social de los problemas nationales... Nos unimos a 10 que es un derecho social y no un derecho de c1ase (El
lnformador, peri6dico local, 1 de abril de 1972).
384
iii) Para el sector laboral-o mejor dicho para la cupula que representa este sector- la cuesti6n habitacional y el debate que le acompafia, le
perrnite restaurar parte de la legitimidad que habia venido deteriorandose,
por causa de negociaciones poco benficas para la c1ase trabajadora;
negociaciones que incluso, habian despertado sospechas de provenir de
acuerdos "oscuros" con los patrones y con el Estado. De ahi, que se
requiriera de acciones claras, que les permitieran enfrentar la amenaza deI
sindicalismo independiente. En su estudio sobre la clase obrera, J. Basurto sefiala
el Estado mexicano ha puesto especial cuidado en levantar unas s61idas estructuras destinadas a ejercer un estricto control sobre las organizaciones laborales; esto es, sobre
sus Ifderes, y a travs de stos, sobre los trabajadores; de manera, primero, que sus
demandas siempre han sido debidamente canalizadas. y las concesiones otorgadas, cuidadosamente dosificadas para evitar todo posible intento de rebeli6n; y segundo, para
que los directamente implicados en la ejecuci6n de tal polftica, es decir, los Ifderes,
tuvieran una amplia participaci6n. tanto desde el punto de vista polftico como, subrepticiamente, en el terreno econ6mico."
Segun este autor, para poder ejercer un control sobre los trabajadores,
es esencial un cierto grado de consenso; el cual, se consigue por dos
medios: el legal (gracias a una gran cantidad de disposiciones altamente
favorables para los trabajadores) y la corrupci6n. A estos medios, nosotros agregamos un tercero: el hecho de que los Ifderes intercedan por sus
representados en la obtenci6n de un bien, coma es la vivienda; en el casa
contrario, puede cuestionarse su acci6n con la consecuente prdida de
credibilidad.
En conclusi6n, no s610 por razones econ6micas 0 sociales, se adopta
una polftica habitacional; en realidad, ella engloba diferentes estrategias y
sistemas coma niveles de intervenci6n, puesto que existen diferentes
niveles de conflicto. Si bien, en el fondo se trata de un proyecto gubemamental, que busca una integraci6n social y una legitimidad polftica.
Una integraci6n social que, en gran parte se consigue, al utilizar a la
vivienda coma un instrumenta polftico de negociaci6n, que permite conciliar intereses contradictorios de manera institucional, presentando a los
grupos involucrados coma una federaci6n de intereses convergentes,52
que son reunidos gracias al papel unificador deI Estado.
y una legitirnidad polftica que, adems de conseguirse a travs de ese
papel unificador, se apoya en estrategias clientelistas, que terminan por
convertirse en la piedra angular deI sistema.
51 Basurto, J. Op. Cit., p.l5.
52 Nui\ez, Oscar. "Significaci6n social de la vivienda en Mxico - el caso INFNAVIT" en
385
386
387
El ex-presidente Echeverrfa, comenta veinte anos despus, que en realidad la reuni6n que se lIev6 a cabo en San Luis, se hizo en el marco de la
campana presidencial. Y, originalmente, tenfa por objeto el servir como
foro para presentar innovaciones tecnol6gicas Iigadas al sector de la
industria de la construcci6n de vivienda; de tal manera, que el caracter
polftico de que se fue revistiendo ulterionnente dicha reuni6n, fue provocado por las discuciones en torno a las reformas a los artfculos que reglamentaban el mandato constitucionaJ.S6
Nancy Robinson, investigadora de la Universidad de Stanford, sostiene en su tesis de doctorado,S7 que el INFONAVIT fue en realidad, una soluci6n post-hoc al problema que gener6 la versi6n original de la propuesta
de ley de San Luis Potosf. Es decir, por un lado, sta le atribufa completa
responsabilidad a los patrones (quienes de diversas maneras la rechazaron); y por otro lado, los trabajadores percibfan, que incluso a nivel de un
documento preparatorio, se abrfan las puertas para abordar de nuevo la
cuesti6n deI derecho a la vivienda de los trabajadores, de ahi la presi6n
que ellos ejercen para forzar su aplicaci6n. El gobiemo, en cierta forma
causante deI conflicto, y necesitando de un instrumento que le restituyera
parte de su legitimidad perdida, se vi6 en la necesidad de conciliar los dos
grupos opositores, asf el INFONAVIT aparece como la respuesta a una
eventual situaci6n de crisis. Situaci6n que habia sido provocada por una
propuesta de ley que se present6 como unfait accompli, cuya fonnulaci6n
al parecer, no consider6 suficientemente las repercuciones que
provocaria. SlI En tOOo caso, una vez que las partes involucradas lIegaron a
un acuerdo, a travs de la Comisi6n Nacional Tripartita, el gobierno se
apresura a anunciar el xito de su papel de mediador; estrategia que le permite fortalecer su imagen como "arbitro" de los conflictos sociales.
388
389
ligados al Centro Patronal de Jalisco:' Sin animo de retomar las caracteristicas principales de ese organismo, nos limitamos a recordar que el
industrial, Raul Urrea, present6 a Diaz Ordaz en 1963 y a Echeverria en
1970, el proyecto para que se crearan institutos similares en todos los
estados dei pais y para que la afiliacion de los trabajadores y, par consecuencia, la aportaci6n dei 5%, por parte de los patrones, se hiciera obligatoria. El documento en cuestion sefialaba
Es indispensable, por consiguiente, pensar en la creaci6n de un organismo, que permita
al obrero, la adquisici6n de su casa..., 10 cual, sera factible si dicho organismo cuenta
con recursos propios y suficientes, si elimina toda idea de lucro y limita el cobro de
intereses a 10 indispensable para cubrir sus gastos de administraci6n. Con este sistema,
en un plazo no mayor de quince aiios, un trabajador habra pagado, el valor de su casa
con el importe de la renta mensual ordinaria.
En Jalisco, [el] instituto de Bienestar Social, reune las caracteristicas apuntadas a grandes rasgos, y cuyo fondo. se constituye con el 5% sobre los salarios. Este fondo. esta
destinado a la construcci6n y venta de casas para obreros 0 a otorgarles prstamos hipotecarios para su adquisici6n.
No obstante la inegable bondad de los fines dei Instituto, y a pesar de los multiples
esfuerzos realizados para obtener una afiliaci6n numerosa, sta ha sido escasa, y mucha
tememos, que una idea tan noble y generosa quede sin realizaci6n practica. Por tal
motivo, con el pr6posito sincero y desinteresado de que se den soluciones practicas e
inmediatas al problema de la vivienda obrera, proponemos: que .~e realicen las rejormas legales necesarias para que sean creados Institutos de Bienestar Social en toda.~
la.~ entidades jederativas y que sea obligatorio para todo.~ lo.~ empresario.~ la afiliacin
de .~us trabajadore.~ al mismo, y consecuentemente, la aportaci6n que deben hacer los
patrones dei 5% sobre los salarios, siguiendo las caracteristicas generales deI instituto
de Bienestar Social dei Estado de Jalisco."
el segundo, de 1970 a 1971, tiene que ver con la creaci6n propiamente dicha dei INFONAVIT; es decir, con la Comision Nacional Tripartita (CNT), y mas particularrnente, con la Quinta Comision, quien e~taba
encargada de los estudios relativos al problema de la vivienda popular. h3
Los actores que dieron a luz ellNFONAVIT, hacen notar que las primeras,
61 Los empresarios eran Raul Urrea, Francisco L6pez Gonzlez, Jesus Valencia Barragn,
Francisco Medina Ascencio y Jos Herrera Rossi. Entrevista personal con R. Urrea,
maya 1992. Referirse tambin al documenta de Alba, C., Los empre.!arios y la industria
de Guadalajara, El Colegio de Jalisco, 1985.
62 Ponencia leida a los candidatos a la presidencia, licenciados Diaz Ordaz en 1963 y Luis
Echeverria en 1971. La fotocopia deI documenta original nos fue proporcionada por el
industrial Raul Urrea.
63 Grandes controversias se han suscitado, tambin, en torno a la cuesti6n de si el INFONAVIT, se inspir6 0 no, en el modelo dei Banco Nacional de Habitaciones dei Brasil
(BNH), si bien ambos organismos tienen ciertas similitudes, tambin guardan enormes
diferencias.
390
391
partita: el Patronato de la Habitacion Popular (1947), el Consejo de Colaboracion Municipal (1953) y el Instituo de Bienestar Social (1957), fueron los tres principales. 67 Estos organismos, mas que sistemas de representacion -como las comisiones tripartitas 0 el propio IMSS-, fueron
verdaderos y eficaces sistemas de gestion de la ciudad. Probablemente, el
presidente Echeverrfa, al adoptar algunos principios dei lBS, 10 hizo con
una doble optica: retomar un sistema 0 una herramienta de gestion, que
habia dado prueba de su pertinencia operativa, y servirse de l como un
instrumento de negociacion polftica, principalmente, en razon de su alta
capacidad de representacion ideol6gica. Para ello, efectuo algunos cambios y conserv6 otros elementos intactos, la descripci6n comparativa que
a continuaci6n presentamos, entre las similitudes y diferencias de ambos
institutos, nos muestra su incuestionable parentesco.
Las similitudes principales, pueden resumirse en las siguientes:
1. Los dos fondos tienen una estructura interna de representacion tripartita y su funci6n principal es la de producir vivienda social.
2. Ambos, son organismos descentralizados por servicio y tienen un
caracter fiscal autonomo. 6K El aprovisionamiento de sus recursos se hace
en base a la colecta de cotizaciones salariales (5% en los dos casos) y dei
reembolso de los crditos; 10 que les pennite crear un fondo constante.
Por ley, las aportaciones se captan a travs de los circuitos de recaudaci6n fiscal. 69
3. El lBS, al igual que ellNFONAVIT, desarrolla una serie de actividades promocionales que se complementan con su funci6n dominante, que
es el financiamiento de la vivienda.
4. Los dos fondos, financian diversas lfneas de crdito para adquirir 0
mejorar la vivienda; sin embargo, ambos ponen un especial enfasis en la
construcci6n nueva destinada a la propiedad privada.
S. Uno y otro, conjugan un fondo de ahorro con el sistema financiero
de vivienda; este fondo ofrece ciertas ventajas en relaci6n a la situaci6n
laboral inestable dei trabajador y funciona como un fondo de retiro.
Las diferencias principales, entre estos dos sistemas son:
A. Si bien los dos fondos funcionan en base a cotizaciones salariales,
el lBS aparece mas como un sistema de ahorro forzado (gran parte de los
67 Cf. Periodo 4.
68 Con la salvedad de que, en el caso deI InslilulO de Bieneslar Social, el pago dei 5% lena
ese carcler, pero solamenle para aqullos que haban libremenle consenlido en hacer
las aportaciones. Artculo 16, Cap. III de la Ley que eslablece el lBS.
69 Una facultad eXlralegal, se le concedi6 al lBS, para caplar las aportaciones direclamenle
en sus oficinas, sin sujelarse al Art. 16, Cap. 1II de su propia Ley.
392
393
5.
394
dei pafs;72 porcentaje que en 1972 (ano en que empiezan a funcionar los
fondos), era dei orden dei 14.2%. Un nivel de producci6n muy similar al
que la Secretarfa de Asentamientos Humanos y Obras Publicas consigna
para Guadalajara (14%),73 con una contribuci6n importante dei municipio, coma en la dcada pasada la tuvieron los organismos mixtos, que
analizamos en el Periodo 4. 7'
En efecto, en manos de gestores y promotores urbanos convertidos a
la funci6n publica el municipio tapatfo, modifica su papel tradicional de
instancia reguladora, y replantea el pacto contratado con la burgesfa de
negocios para IIevar a cabo, por su propia cuenta, un amplio programa de
desarrollo urbano IIamado "Proyecto Sur" y varias otras operaciones de
vivienda, que localiza preferencialmente en la periferia este; ya sea que
construya en predios de su propio patrimonio 0 que utilice la reserva
territorial que empieza a constituir en esos afios, el municipio edifica
3,871 viviendas durante la administraci6n 1971-1973 y 813 en la administraci6n siguiente, a travs de dependencias creadas ad hoc: la Direcci6n de Vivienda y Colonias Populares (1971) y la Direcci6n de Obras
Publicas y Servicios Municipales (1973), realizando grandes unidades
habitacionales coma La Hermosa Provincia (1,300 casas), Miguel Hidalgo (1,368), Beatriz Hernandez (500) y Flores Mag6n (452), entre varias
otras. 75 Con recursos de los sistemas financieros, que en principio se debfan de dirigir a la iniciativa privada (FOVI, Banco de Londres y Mxico S.
A., Banco Nacional Mexicano S. A., la Asociaci6n Hipotecaria Mexicana
S.A.), y con capital social publico, pone en circulaci6n las viviendas con
crditos especiales para el consumo. 7
72 Incrementa que se pone de manifiesto, si se analiza la evoluci6n dei gasto total dei sector publico, en relaci6n a este sector. En el Cuadro N l, se puede notar que el concepto
Bienestar Social (el cual engloba a la vivienda), pasa dei 1.7 en 1965 al 0.9 en 1970 y
brinca al 4.3 en 1972.
73 SAHOP, Diagn6stico de vivienda, Jalisco, 1972.
74 Es de notar, que durante el periodo dei gobemador Francisco Medina A. (1965-1970), la
inversi6n en el rubro Habitaci6n Popular, correspondi6 a un promedio de un 9.3% dei
total de los recursos publicos de origen federal, estatal y municipal, que se invirtieron en
la entidad (en aiios coma 1966 y 1968, que representaron un 11.9% y 16.9%, respectivamente); etapa que corresponde a los organismos mixtos coma el PHP y el lBS; mientras
que en los aiios 1971-1976, administracion dei gobernador Orozco Romero, el rubro
Habitaci6n Popular, fue deI 5.4% en promedio, en relaci6n al mismo tipo de inverSion.
Departamento de Economfa dei Estado, informes de los gobernadores de esos aiios,
Biblioteca dei Palacio Legislativo.
75 Vase el Cuadro N 2.
76 En unidades coma Flores Magon (1976), un proyecto de autoconstrucci6n que no requeria el pago de enganche, ya que el habitante aportaba la mano de obra; el crdito que se
otorgaba era hasta por 17 aiios. Por las caracterfsticas mismas dei proyecto, resultaban
costos muy bajos, pues las casas se vendfan alrededor de 68 mil nuevos pesos, mientras
que una casa similar en la ciudad, valla entre 130 y 150 mil pesos. Referirse a la revista
Construcci6n Mexicana. N 269, Mxico, febrero 1982.
395
Viviendas
Inversi6n
1971-1973
1.
2.
3.
4.
5.
P. Benito Juarez
Margarita Maza de Juarez
P. Benito Juarez (ampliaci6n)
Hermosa Provincia
Libertador Miguel Hidalgo
264
689
250
1,300
1,386
Total
3,871
1974-1975
1.
2.
3.
4.
106
370
75
500
8'662,800.00
30'001,600.00
8'428,900.00
40'925,600.00
1,051
88'018,900.00
La intervenci6n creciente dei Estado en la economfa y en aigunos sectores coma la vivienda, queda de manifiesto, por una parte, con el aumento
dei gasto publico que pasa dei 23.6% dei PIB en 1970, al 36.6% en
77 Recurdese que la ocupaci6n irregular aparece, por primera vez, a mediados dei siglo
XVl1l: se expande como fen6meno, en la primera parte dei siglo XIX, desaparece a finales de la segunda parte de esa misma centuria y reaparece de nuevo, y con mucho mayor
vigor, a principios de la dcada de los setenta de este siglo. Vase los Periodos 1 y 2 de
este trabajo.
396
1975;7R Y por la otra, con la acentuaci6n de su presencia en los mecanismos de producci6n y circulaci6n de ese bien. Acentuaci6n que ve desaparecer los organismos y los sistemas financieros locales por otros de origen federal; de tal forma, que a fines de la dcada de los setenta,
virtualmente todas las operaciones programadas de vivienda que se l1evan
a cabo en Guadalajara se formulan, deciden y supervisan desde el centro.
La fuerte retracci6n que ha tenido el sector privado tapatfo en el
financiamiento y la producci6n de vivienda popular, anuncia su desaparicion definitiva de este submercado; la intervenci6n creciente dei sector
publico y la emergencia -0 mejor dicho reaparici6n- de una forma de
producci6n aiternativa, que es la ocupaci6n ilegal, representan las nuevas
fonnas de producci6n dei espacio habitacional de esos afios.
La promoci6n social no mercantil -que es un regreso a las formas
populares de producci6n- haee dei auto-constructor un consumidor directo que, por 10 general, se asienta en terrenos de origen ilegal en condiciones habitacionales dificiles y en muchos casos deplorables; la vivienda
que autoconstruye 0 autoproduee, tiene fundamentalmente, un valor de
uso que su propietario puede valorizar mercantilmente, cuando decida
ponerla en venta 0 en renta. Es un nuevo tipo de promoci6n sin capital
inmobiliario particular, que ve emerger nuevos agentes y sistemas (sociales, econ6micos, etc.) y que, rapidamente se coloca en un segundo piano,
para convertirse con los afios, en la forma dominante de producci6n. Los
factores sociales, culturales, econ6mico-polfticos, que favoreeen su desarrollo, ameritan un examen en detalle que queda por hacer en
Guadalajara. 79
La promoci6n privada mercantil, por su parte, se orienta definitivamente a la vivienda media y residencial, as! como a la vivienda de inters
social en aceesi6n a la propiedad, con recursos bancarios que son regulados por el Banco de Mxico. Es una forma de promoci6n que se mantiene
relativamente estable y que varia en fonna coyuntural, segun las variaciones de los mercados financieros inmobiliarios. Durante la dcada siguiente, seguini siendo la forma principal de producir el espacio, como 10 habfa
78 Gribomon, C. y Rimez, M. p. 785.
79 Evidentemente, existen algunos ensayos sobre los asentamientos irregulares; la mayoria
de ellos, desde una perspectiva muy sectorial (movimientos sociales, aspectos tcnicoconstructivos, polftica urbana y poder polftico... l, 0 por el contrario, desde una vision
muy general, relacionada con el pais u olras ciudades latinoamericanas en vias de desarrollo. Pensamos, particularmente, en trabajos deI CIESAS, DESMoS, INESER ,referirse
a la bibliograffa al final dei trabajo. En la segunda parte de este periodo, 10 abordaremos
parcialmente, pero mucho mas en la 16gica de un sub-mercado de vivienda. Cf. Apartados) y 2.
397
sido los (Zltimos treinta anos, con las colonias y los fraccionamientos
populares.
La promoci6n publica, por ultimo, produce casas y aIgunos apartamentos en edificios multifamiliares, que se ponen a disposici6n de familias de bajos ingresos, quienes nunca llegan a cubrir el costo real de la
vivienda, puesto que ese tipo de programas, no persiguen beneficios econ6micos. Luego de una etapa corta de expansi6n, de alrededor de cinco
anos a partir de 1972, la producci6n se estabiliza mantenindose siempre
coma la tercera forma de produci6n de vivienda en la ciudad, con un
cuarto y en ocasiones un quinto, deI total de las unidades construidas. En
realidad, esta forma de producci6n depende de la voluntad y de la polftica
dei Estado, quien fija los flujos de inversion y las condiciones de actividad, y no deI mercado de capitales como es el casa con la promoci6n privada.
Evidentemente, la evoluci6n de estas formas de producci6n trae consigo cambios en el sistema de agentes, los flujos de capitales, las relaciones sociales, las condiciones de vivienda y los modos de acumulaci6n. En
cada unD de elios, el Estado interviene de forma diferente, de acuerdo con
las grandes orientaciones polftico-econ6micas deI momento y los instrumentos de que quiera y pueda dotarse. En el siguiente apartado, intentaremos poner en claro, cules fueron esos instrumentos, estrategias, planes,
en fin, la polftica de que se sirvi6 el Estado para enfrentar el problema
habitacional de una ciudad que llegaba a la dcada de los ochenta con 2.2
millones de habitantes, a un ritmo de urbanizaci6n que consumfa 380 has.
por ano y demandaba alrededor de 16 mil nuevas viviendas anuales. Ro
398
RecuadroA:
Una estrategia de intervencion no convencional
Con una visi6n muy pragmtica, sobre la manera de enfrentar los grandes
desafios dei desarroHo urbano en los pafses deI "tercer mundo", Mc. Namara,
presidente dei Banco Mundial, insiste' en que esos paises adopten un enfoque
no convencional que se materializa, principal mente, en tres puntos: a) la
reducci6n de las normas tcnicas de la vivienda (a fin de reducir costos y
mejorar la accesibilidad); b) la transformaci6n dei concepto de vivienda popular (que deja de ser un producto para convertirse en un proceso); y, c) la integraci6n de los habitantes en los proyectos y programas (con el objeto de hacerlos participar coma agentes activos deI proceso de producci6n). Con ese
.enfoque, se busca generalizar 0 masificar los proyectos de vivienda, creando
fondos revolventes que permitan reaplicarlos dentro de una estrategia que persigue privilegiar los modelos de matrise d'oeuvre partage, con dos grandes
tipos de operaciones: los lotes con servicios (Sites and Servicies) y las operaciones de restructuraci6n de los asentamientos irregulares existentes (Squattersium upgrading). E. L6pez: 1992.
Las grandes directrices en favor de esas politicas, son apoyadas tambin
por la Conferncia de las Naciones Unidas sobre el medio humano, lIevada a
cabo en Estocolmo en 1972, y posteriormente, por la Declaraci6n de Vancouver, publicada al final de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el habitat
(1976). En eHas se constata, de una parte, el costa financiero excesivo de las
soluciones "clasicas" de vivienda, el costa social y la pobreza que se generan
en esos asentamientos humanos; y de otra parte, se reconoce el derecho a la
ciudad y la capacidad de auto-organizaci6n de los mas pobres, aSI coma el
derecho a la existencia de los barrios espontaneos que definen, al margen de la
ciudad de derecho, la ciudad de hecho (8. Declve, 1994).
399
400
401
402
403
404
la familia (por ejemplo, contribuyendo al pago de la renta de una habitaci6n 0 ayudandole a reembolsar un prstamo).'1 La finalidad de esta
ayuda, es la de fortalecer el acceso a la vivienda y, por 10 general, a la
propiedad definitiva. Para ello, el Estado va a recurrir a una estrategia
consistente en utilizar, en forma conjunta 0 separada, dos mecanismos: a)
Mejorar las posibilidades de acceso a la vivienda, es decir, estimular la
demanda, a fin de hacerla compatible en la medida de 10 posible, con los
productos deI mercado; b) Implementar algunas medidas que modifiquen
el producto vivienda, con el objeto de hacerlo compatible con las capacidades financieras de los habitantes.'2
G1obalmente, esta estrategia representa la vertiente social de la polftica de vivienda, que apunta a una reorientaci6n deI sistema de finanzas
publicas. Sin embargo, es la especificidad deI grupo-meta que se busca y
el objeto que se persigue (ya sea vivienda social 6 popular), 10 que determina en gran parte la naturaleza de la ayuda. Asf por ejemplo, en 10 que
respecta a la vivienda social, se constata que la ayuda financiera a la
demanda no existe para el acceso a la propiedad ni para el alquiler de la
vivienda; ciertos subsidios son concedidos a los beneficiarios, a travs de
los crditos hipotecarios, con el objeto de convertirios en propietarios
inmobiliarios, subsidios que pueden ser de dos tipos diferentes:
1. Dentro de los programas de vivienda social bancaria, y en ese caso,
se procura mas bien fortalecer al sector de la construcci6n y al mercado
de la vivienda, de tal forma, que los apoyos no constituyen una verdadera
ayuda a la persona.
2. Dentro de los programas de vivienda social publica 0 parapublica y
con los programas de vivienda popular; en ese caso, se quiere efectivamente fortalecer la demanda a travs de mecanismos indirectos, puesto
que los subsidios son otorgados por los organismos financieros, a quienes
no les seran reembolsadas ciertas sumas. Los dos tipos de vivienda son
objeto de una serie de transformaciones, tanto cuantitativas coma cualitativas (reducci6n deI espacio a nivel de la superficie habitable y dei tamafio deI lote, disminuci6n de las normas constructivas y de la calidad de los
materiales de construcci6n, etc.). Estos cambios, que procuran adaptar el
producto vivienda a los medios financieros limitados de las familias,
podrfan considerarse coma una forma de ayuda a la persona si estuvieran
correctamente programados, reglamentados y supervisados. Empero, des91 Como es el caso en ciertos paises industriales, como L'APL en FranCIa, el dcrelO ley
31118 en Espaiia 0 los prstamos SCHL en Canada
92 Con la Hamada vivienda progresiva, lotes con servicios, fraccionamientos de objellvo
social.
405
406
RecuadroB:
la poJitica publica de vivienda en alquiler
En nuestro pafs, la polftica de ayuda a la persona, no concierne actualmente la
construcci6n de vivienda publica en renta ni la ayuda financiera a los arrendatarios. El Estado inlerviene solamente al nivel dei financiamiento de la vivienda, dirigida a los habitantes que desean convertirse en propietarios rentistas y
aqullos que sindolo, pretenden aumentar su patrimonio. Despus de la suspensi6n de los programas de vivienda de inters social en renta, iniciados por
IMSS, ISSSTE y Pensiones, en los afios 50 y 60, en que el Estado fungfa como
administrador de los conjuntos habitacionales, la oferta de este tipo de vivienda
se ha venido disminuyendo.
En las dos dcadas siguientes (70 y 80), sc implementaron algunas medldas
tendientes a incentivar 0 a promover la producci6n de casas y departamenlos
deslinados al arrendamienlo, particularmente a travs de dos medios: i) la conccsi6n de estfmulos fiscales, ya fuera a travs de ccrtificados lIamados de Promoci6n Fiscal (CEPROFI), que cran documentos en los que sc hacia constar cl
derecho de su lilular para acreditar su importe en conlra de cualquier impucsto
federal 0 par tftulos que permitfan disminuir la base gravable deI contribuyente
y, por lanto, su Impuesto a pagar; ii) los fondos de fomento que otorgaban
financiamientos especlales, vIa FOYI, con tasas de inters inferiores a las dei
mercado dei dnero.
Con esas medidas, lanto el sector privado como el publico. produjeron un
numero considerable de viviendas en renta. De 1983 a 1989, cl 14% dei total
de unidades conslruidas en Jalisco por los diversos organismos publicos, sc
destinaron a ese fin. FOYI -la IOstituci6n que mas apoy6 este lipo de vivlenda-.
financi6 una de cada tres unidades dentro de su polltica de habitacion en alqui1er.
AI inicio de la dcada aClual, cl financiamicnto disminuyo drasticamenle;
en 1990, alcanz6 solo cl 2.97% dei lolal de viviendas conslruidas en cl eslado
con fondos publicos. El ~eclor privado, por su parle, SIO incentivos fiscales 01
fmancieros, abandona tambln su produccion. actitud que se explica en gran
rarle ror la exislencia de allernauvas de mversion con mayor rentabilidad. que
provocan cl desplazamiento de sus capitales hacla olras actlvidades productivas 0 especulauvas.
A pesar de que la vlvienda en rcnta cumple una Importante funcion socwl.
particularmente para los sectores de bajos ingresos, y que permite ademas una
mayor movilidad social y ffsica (al mismo tlempo que canahl.a un mennr porccnlaje de su ingre~o a la obtenci6n de esle salisfaclor). /a {lo/iltca mqutiinaria
se ha vlr/ua/mente ahandonado.
407
Mientras que la poblaci6n total dei estado aument6 a una tasa media anual
de 1.94%, en la dcada de 1980-1990, la vivienda en generallo hizo a un 3.0%
en el mismo perfodo; sin embargo, la vivienda en renta observ6 una contracci6n en la tasa de crecimiento dei 0.54%. Esta disminuci6n es mas notoria si
nos referimos a la evoluci6n de las viviendas segun el tipo de tenencia; en
1980 el 59.81 % deI parque de vivienda en el estado era propia y el 28.65%
rentada. Diez afios despus. la vivienda en propiedad se increment6 a un
70.56% y la rentada se redujo a un 20.47%. En el municipio de Guadalajara,
4.2 de cada 10 viviendas se alquilaban en 1980 y una dcada despus el porcentaje bajo a 2.8.
Esta evoluci6n se puede explicar por varios factores: a) el modelo de sociedad que se ha venido implantando en los Ultimos treinta afios, el cual privilegia
c1aramente la propiedad privada sobre las otras formas de ocupar el espacio
habitacional; b) la 16gica de funcionamiento de los sistemas financieros que se
centran en el acceso a la propiedad definitiva (a travs de los crditos hipotecarios), coma forma principal para garantizar la reproducci6n deI capital; c) el
abandono de los incentivos y fomentos para la producci6n de vivienda en
renta, 10 que traduce en realidad una relegaci6n de la polftica en la materia; d)
la disminuci6n de la inversi6n privada que encuentra mas satisfactorio el producir vivienda terminada en venta, a fin de obtener mayores y mas rpidos
beneficios; e) la legislaci6n inquilinaria y las tasas impositivas, que han contribuido a frenar las inversiones; f) la transformaci6n de los usos de suelo en las
zonas centrales de varias poblaciones dei estado, en donde se 10caliza principalmente el habitat en renta (individual 0 colectivo); transformaci6n que se
hace sin que haya una polftica de controlo en todo caso, de renovaci6n deI parque habitacional de alquiJer.
Los efectos deI abandono de esta polftica, se dejan sentir de varias maneras,
particularmente en: el incremento en los indices de segregaci6n, debido a la
reducci6n de opciones de acceso a la vivienda; la proliferaci6n de viviendas
que no cuentan con los estandares minimos, en muchas ocasiones son simples
cuartos en colonias populares 0 en el centro de la ciudad; el progreso dei fen6mena de la cohabitaci6n, con los problemas que el hacinamiento trae consigo
(a nivel social, de salud, etc.); el aumento de los precios de las rentas, que se
suscita por el desequilibrio entre el oferta y la demanda y por la falta de mecanismos de regulaci6n, 10 que trae consigo una fuerte presi6n sobre las pocas
viviendas en alquiler disponibles. Efecto que tiene repercusiones inflacionistas
en la economfa en general, particularmente en las zonas 0 ciudades que estan
sujetas a un intenso crecimiento 0 que tienen una gran pobJaci6n f1otante; y el
desplazamiento de la poblaci6n de los centros urbanos a las periferias, 10 que
repercute en los costos de urbanizaci6n, de transporte.
408
94 Pensamos, particularmente, en los mecanismos de auto-finaciamlento de la obm publica, los servicios urbanos y la vlvienda, que presentamos ampliamente en el Periodo 4'
cf. las instituciones mixtas.
95 Por ejemplo, buscando transferir los SUbSldlOs de la producclon al consumo. como una
manera de reforzar la demanda, no solo dentro de una polftica de redistnbucion deI
mgreso. sino tambin dentro de la polftlca de financiamiento y Clrculacion de la vlvlenda
409
Segunda Parte
La politica de vivienda moderna y el papel dei Estado
(1980-1990)
1.
La funci6n centralizadora dei Estado de los aoos setenta --en gran parte
inspirada por un pensamiento Keynesiano, y en gran parte, impuesta por la
crisis econ6mica y de legitimidad dei gobiemo- le Hev6 a intervenir en la
cuesti6n habitacional, como unD de los varios canales para regular la actividad econ6mica y como un medio para conducir el crecimiento, dentro
de un proyecto amplio de integraci6n social y poHtico. La persistencia de
la crisis econ6mica en los ochenta, y la consecuente presi6n de los organismos supranacionales (Banco Mundial y Fondo Monetario), que en el
marco de poHticas de ajuste estructural, Bevan a cuestionar al Estado y a
redefinir sus funciones y actividades (incluso su propia naturaleza), provocaron cambios estructurales en la estrategia de intervenci6n dei sector
habitacional. Las grandes orientaciones de los gobiemos liberales (a partir
de 1982), y sobre todo, sus grandes contradicciones, determinan en forma
categ6rica, la poHtica de vivienda en la ZMG y en el pais en general.""
Por una parte, que sin duda es la mas importante por ser la mas deseada, el sector vivienda se hace objeto de una serie de regulaciones y desgravaciones, y los sistemas financieros son presa de los principios de
racionalidad financiera (en donde, par ejemplo, quedan terminantemente
prohibidos los subsidios directos en nombre de la eficiencia y la competitividad). Es el modelo liberal, que en su mas clara ortodoxia, intenta
entregar la producci6n publica de vivienda a los agentes privados, procu96 Despus de algunas acciones aisladas dei Ayuntamiento tapatfo y de un nmero insignificante de operaciones de los organismos estatales (IDIPE e IPEVI). es el gobiemo central
quien conduce y decide la polftica habitacional, pues es l, quien control a y dispone dei
destino de los recursos financieros que ahmentan los fondos de origen federal. La descentralizacin 0 desconcentracin dei poder, hacia el Municipio (1982). no rebasa el
nive! de un enunciado, yen materia habitacional, es letra muerta.
410
rando que los nuevos instrumentos gubernamentales se limiten a eficientar el mercado. 91 En este macro-uni verso econ6mico el Estado productor,
le pasa la estafeta al Estado faciLitador, para que en 10 sucesivo, ste se
encargue de generar las condiciones necesarias para que reine la economfa de mercado, en un proceso que supone el abandono progresivo de su
funci6n centralizadora y el despLazamiento definitivo de La vivienda a La
esfera de Lo economico.
Por otra parte, que sin duda es tambin muy importante por ser obligada, la vivienda y los servicios se hacen objeto de regateo e intercambio,
en un regreso c1aro al sistema primitivo dei trueque. La racionalidad
financiera pasa a un segundo pIano y los subsidios reaparecen; es el sistema c1ientelista de una sociedad premoderna, que no s610 coexiste con el
modelo moderno liberal, sino que en gran parte, le permite funcionar y
avanzar en sus fines y estrategias. Bajo esas condiciones, se hace necesario revivir al Estado central para que sea l, y nadie mas, quien atienda las
demandas -y no las necesidades- de los pobres, dentro de un sistema en
que la vivienda responde a imperativos sociales y polfticos, y no a la 16gica macroecon6mica precedente; imperativos que terminan por trabar el
proceso de descentralizaci6n y administraci6n polftica.
Asf, por una parte, el Estado se desresponsabiliza, y por otra, se ve en
la necesidad de intervenir en forma selectiva; abandonando grandes sectores de la poblaci6n a las fuerzas del mercado (ya sea formai 0 informa!), con la creencia de que una intervenci6n puntual, estratgica y compensatoria, permitira el funcionamiento eficaz deI mismo. Empero, coma
10 veremos a continuaci6n, la pretendida eficacidad no es sin6nimo de
equidad y justicia, el desequilibrio estructural entre la oferta y la demanda, obligan a una constante modificaci6n de las polfticas y estrategias
habitacionales; el estudio de ellas, su evoluci6n y tendencias, a partir de
la dcada de los ochenta, requiere de un analisis previo dei funcionamiento dei mercado. Asf comenzamos esta segunda parte, con la intenci6n de
mostrar al final de la misma, cuales son los efectos de los que se acompafia y el impacto que provocan en la poblaci6n mayoritaria.
2.
La transformaci6n de los agentes que participan en la producci6n-circulaci6n de viviendas, la emergencia de nuevos actores y la desaparici6n de
97 Las formas 0 niveles de intervenci6n dei aparato gubernamental, fueron analizados en el
Apartado 7 de la primera parte de este periodo.
411
412
ejemplo, con los constructores inmobiliarios que se agrupan en la Asociaci6n Jalisciense de Industriales Promotores de Vivienda (AlIPRVI).
Colonias de tipo habitacional medio y residencial, por 10 general bien
equipadas, asf como algunos conjuntos habitacionales aislados. representan la expresi6n ffsica deI producto que oferta este tipo de mercado; con
densidades medias y bajas, cubren una parte significativa dei espacio
urbano y atienden alrededor de un tercio de la poblaci6n tapatfa. Se trata
de un segmento que, desde el punto de vista de los flujos financieros y de
los modos de producci6n, responde a los requerimientos dei capital y a su
16gica de reproducci6n y valorizaci6n. De acuerdo con estimaciones
generales, de los tres mercados, ste participa con cerca de un cuarto dei
total de vivienda que se produce en la ZMG; si consideramos s610 la producci6n que se hace dentro de la esfera habitacional publica. en 1990, ana
mas reciente dei que se dispone de informaci6n estadfstica oficial, ste
mercado -par medio de FVI- produjo 1266 casas habitaci6n, 0 sea, el
25.12% dei total de unidades financiadas con el 16.07% de los recursos
invertidos (cf. Cuadros ND 1 Y2). HXJ
Un segundo mercado. conocido coma el sector publico propiamente
dicho, 10 integran las agencias e instituciones gubernamentales que operan financiando 0 construyendo vivienda social 0 popular. Por medio de
dos sistemas de financiamiento:
i) Un sistema de colecta de cotizaciones salariales de los trabajadores
dei sector publico y dei privado, cuyos recursos son administrados por
fondos especiales en manos de dos grandes instituciones publicas: el
FOVISSSTE y el INFNAVIT. La primera al servicio de los trabajadores
bur6cratas y la segunda de los asalariados de las empresas privadas. HII
ii) Un sistema que canaliza recursos ptiblicos provenientes dei presupuesto nacional y de los prstamos aprobados por instituciones supranacionales. coma el Banco Mundial; fondos que son administrados por
100 SEDUE. Estadstica de Vivienda, 1990. Notese que se trata de la vivienda financiada
por FOVI. a travs de financiamientos a largo plazo. para promotores-constructores con
recursos administrados por los bancos comerciales, para vlvienda de mters social y
vivienda media. Por medio dei sistema FOVI tradicionaI. se financlo el 28.14% dei total
de los recursos de este mercado, y el resto, por el sistema de subastas que comenzo a
operar desde 1989. A nivel estatal, la produccion de este submercado, fue de un poco
menos dei 20% de las viviendas producidas por los sistemas de finaciamiento pubhco,
utilizando para ello, el 15.80% dei dinero invertido (cf. Cuadro N" 1).
101 Se trata de un sistema. por medio dei cual, se captan recursos (aportaciones patronales)
sobre el 5% dei salario ordinario de los trabajadores, con el objeto de constltuir un
fondo de finaciamiento de vivienda. Sobre el ongen de estos "fondos solidarios", vanse los Apartados 3 y 4 de la primera parte de este periodo.
413
414
415
CuadrosN 1
Inversion publica y numero de viviendas producidas
en el Estado de Jalisco (1989-1990)
(millones de pesos)
Institucion
Unidades
1989
Inversion %
1989
Unidades %
1990
U
Inversi6n
1990
140,199.1 74.28
5,703 70.03
220,336.0
78.73
INFONAVIT
4,520
63.05
FOVISSSTE
527
7.35
8,822.2
4.67
488
5.99
10,877.1
3.89
0,00
3.8
0.00
0.00
0.0
0.00
FOVIMI
FOVI-Subasta
276
5.85
1,015.7
0.54
828 10.17
31,182.8
11.14
FOVI-Tradlcional 1,769
24.68
34,503.1
18.28
730
8.96
13,039.3
4.66
0.00
2,427.0
1.29
351
4.31
2,940.9
1.05
0.00
0.00
0.95
44
0.54
0.0
1,491.6
0.00
FONHAPO
IPEVIIDlPE
0.00
0.0
CFE.PEMEX
77
0.00
1,785.6
TOTAL
7,169
8144 100.00
0.53
$279,867.7 100.00
CuadroN 2
Zona Metropolitana de Guadalajara
Inversion publica y numero de viviendas producidas (1989-1990)
(millones de pesos)
Inatituci6n
Unidades
1989
Inversion
1989
Unidades
1990
Inversi6n
1990
INFONAVIT
2,868
60.79
88,958.19(')
75.93
3,704
73.51
FOVISSSTE
400
8.48
6,700.7
5.72
1.23
5413.7
3.04
0.00
3.8
0.00
62
0
0.00
0.0
0.00
FOVIMI
14,3104.42(') 80.25
197
4.18
1,015.7
0.87
828
16.43
2,0273.3
1137
1,253
26.56
18,586.8
15.86
438
869
8372.9
4.70
FONHAPO
0.00
0.00
628.3
0.35
0.00
1,896.7
0.0
1.62
IPEVI-IDIPE
0.00
0.00
0.0
0.00
CFE..PEMEX
0
4,718
0.0
0.00
100.00 $117,161.9
0.00
100.00
0
7
FOVI-Subasta
FOvl-TradiclOna
TOTAL
0.14
5,039 100,00
525.0
0.29
$178,317.6 100,00
416
3.
417
INFONAVIT en Guadalajara
Desde el comienzo de su actuaci6n en la ZMG (1972), hasta 1992, el INFONA VIT habia realizado 48,824 viviendas en 52 conjuntos habitacionales;
dos tercios de ellas en la capital deI estado (32,312 unidades en 36 conjuntos), un 25.3% en el Municipio de Zapopan (12,355 departamentos en Il
conjuntos), y el resto, en Tonala y Tlaquepaque (cf. Piano 1). La mitad de
todas esas acciones, se lIevaron a cabo en la dcada de los setenta, con una
producci6n promedio, para los veinte anos, de 2,441 unidades por ano.
Alrededor de 30 mil empresas cotizaron 204,678.4 millones de pesos en
1989, por un poco menos de 500 mil trabajadores tapatios, que laboraban
en distintos sectores de la producci6n: 43.61 % en los diversos ramos industriales (de ellos 22.31 % en la industria de capital, 15.52% en la de consumo
y 5.14% en la de la construcci6n); 15.32% en los servicios y 15.06% en el
comercio. De tal forma, que la industria, el comercio y los servicios, constituian el 70.74% deI total de los trabajadores aportantes y el 73.99% deI
total de las aportaciones.
Con una inversi6n deI orden de los 260,293.3 millones de pesos en crditos ejercidos, el fonda destinaba entre un 20% y 30% mas de los recursos
que captaba en la ZMG, hasta que se estableci6 un techo en el uso de los
mismos, en las tres principales capitales deI pais: 5%. Por otra parte, ciudades medias coma Lagos de Moreno, Puerto Vallarta y Ciudad Guzman,
disponian de hasta el doble, en relaci6n a 10 que aportaban (189.81 %).
A partir de 1976, el financiamiento y la construcci6n de vivienda, se
hizo por promociones externas; segun estudios dei IJPEE,* el 61.7% dei
total de las viviendas construidas en el Estado de Jalisco, se hizo via los
sindicatos y el resta por las camaras empresariales.
De cada diez pesos que invirti6 en vivienda, el sector publico en la entidad de 1981 a 1990, seis fueron canalizados por el INFONAVIT; con ellos,
produjo el 52.56% de las acciones de vivienda deI mismo sector. Las reformas llevadas a cabo por la administraci6n de Salinas, en 1992, son aun
muy recientes para conocer el impacto que tendran en la poblaci6n local
derechohabiente, y en general, en el sector de la habitaci6n.
Fuente: INFONAVIT, Oeparlamento de Aportaciones: Oficina dei Sistema de Catlogos, 1991. Area de Proyectos y Control de Obra, 1992.
Instituto Jaliscience de Promocion y Estudios Economicos dei Centro Empresarial de Jalisco, 1991. E. Lapez, 1994.
418
Mancha 1990
Numero de viviendas
50
Calles
Conjuntos
-=:::J Escala en Km
4
2
135
575
4,503
12,563
420
Cuadro N 3
Cobertura de las necesidades anuales de vivienda por los organismos
publicos (1990). Zona Metropolitana de Guadalajara
1. Dficit (1) acumulado en 1995
336,351
59.00%
71,053
vlvlendas
5.039
7.09%
1.49%
(1) Dficit = viviendas que por sus caractersticas de dimenSIon (hacmamiento superior a
2.5 ocupantes por cuarto) y componentes (materiales en muras y techos) no satisfacen
un minimo de bienestar de sus ocupantes (SEDUE. mtodo para calcular el dficit habitacional, 1987).
(2) Unidades de vivienda requeridas cada ano, por incremento demogrfico y deteriora dei
inventario existente, para evitar un aumento deI dficit habitacional consignado en el
punto 1.
Fuente: SEDUE 1990. AJIPROVI1990.
Realizo: Eduardo Lopez Moreno. 1994.
112 Segmento dei mercado que, al parecer, desde antes de las reformas conslltucionales de
1992, al Articulo 27. tendia a reducir sus margenes de acceso coma suelo barato; debldo
a que, segn 10 seiiaJa Alan Gilbert. se hace mas escaso y se mercantlliza cada vez mas,
en una tendencla a dejar fuera dei mismo, a los mas pobres de la cIudad. Vase el articu10: Sorne Thougths about Land Markets and Land Priees ln Third World ClIIes. Reunlones deI Encuentro de Ollford, N 8, Inglaterra, 1992. Fenomeno que, de acuerdo con P.
Ward. E. Jimnez y M. Jones. no se puede generalizar, pues en ciudades medias como
Quertaro, los pobres tienen un relativo acceso libre al suelo barato de origen social,
mientras que las posibilidades de movilidad hacia los sectores medios. es muy reducldo.
Referirse a la ponencia lItulada Residential Land Priees Changes in Mexiean Cilies and
the Affordability of Land for Low lneorne Groups, presentada en la mlsma conferencl3.
Un estudio de esa naturaleza queda por hacerse en la ciudad de Guadalajara.
4.
421
estrategias y actores emergentes" en Polfticas habitacionales y ajustes de las econom{as en los 80s, Mxico, SIAP, 1991.
422
1982
1984
1987
1987
1988
1989
1989
423
424
425
naturaleza misma de los dos sistemas financieros que 10 integran. INFONAVIT Y FOVISSSTE, los dos fondos solidarios, son literai mente "aspirados" por la logica bancaria y la racionalidad financiera que le acompana.
Mientras que el FONHAPO y el organismo promotor de vivienda local
(IPROVIPE), se mantienen mas coma instancias de inversion de vivienda
subsidiada y coma mecanismos de redistribueion dei ingreso.
En efecto, desde el nacimiento dei INFONAVIT (1972), se senalaba
que el fondo no podfa abocarse a su papel de organismo financiero, sin
antes "construir" la estructura que le permitiera consolidar a la industria
de la construccion. Desde entonces, empieza a realizar una serie de funciones y actividades, que le colocan en una cierta posicion de "esquizofrenia" funcional y operativa. Par un lado, lleva a cabo actividades de
organismo promotor: capacitacion de recursos humanos, desarrollo de
normas y manuales de trabajo, la coordinacion con diversas instituciones,
promocion social, etc. Y par otro lado, realiza actividades de organismo
financiero, pero siempre intentando tener una participacion directa en la
oferta yen la demanda de vivienda social. 1l1 Tambin desde un principio
se intenta reducir ambas funciones a una sola: crear un banco de la
vivienda que incorpore sistemas de gestion y control que se manejen dentra de los circuitos bancarios, capitalizando intereses a favor dei trabajador y financiando la industria de la construccion, es decir; se propone que
INFONAVIT funcione en base al desarrollo financiero global, notablemente a nivel macro economico. 1ll
En 1992, con el gobierno dei presidente Salinas, final mente se realizan cambios estructurales cuyos principales objetivos son:
convertir al INFONA VIT, en una autntica institucion financiera: un
Banco de "segundo piso";
capitalizar el fondo de vivienda, a travs dei Sistema de Ahorro para
el Retira (SAR), refarzando su programa crediticio, pero tambin creando condiciones para financiar el desarrollo productivo dei pafs;
consolidarse coma un sistema de ahorro y crdito para la vivienda, a
travs de cubrir rendimientos reales a los derechohabientes, y
121 Relacionado con la oferta y buscando "garantizar el control social de las obras", funge
como intermediario entre contratistas, constructores y proveedores de materiales de
construcci6n. Y relacionado con la demanda, ejerce un control de los beneficiarios.
Vase L6pez, Eduardo. "Los origenes deIINFONAVIT", Op. Cil.
122 Vase en el Recuadro: "El Banco Nacional de Habitaci6n y eIINFONAVIT", las propuestas que formul6 la Cmara de la Industria de la Construcci6n, con motivo de la
creaci6n de este organismo
426
427
CuadroN4
FONHAPO. Fuente de recursos aprobados por SPP para 1991 *
Tipo de Recursos
Fiscales
Propios
Crditas Banco Mundial
Total
Cantidad (1)
$119,522.6
$121,989.6
$239,045.2
$480,557.4
24.9
25.4
49.7
100.0
cas dei crdito. no sea factible que se concursen las obras... el FONHAPO
podrfa autorizar que las obras se realicen por administraci6n directa. 125 El
proceso de producci6n de vivienda popular. se entrega a los constructores
privados, en detrimento de las organizaciones sociales y sus grupos asesores. Con estas disposiciones, se erosiona unD de los objetivos que hicieron que FONHAPO apareciera coma una de las instituciones financiadoras
de vivienda mas innovadoras, no solo de Mxico. sino de los pafses en
vfas de desarrollo; nos referimos al objetivo que procuraba "otorgar crditos colectivos al sector social organizado a fin de fortalecer la participacion popular. l26
En 1987, FONHAPO implementa un nuevo esquema financiero. que le
permite recuperar el 50% de sus crditos; y para 1990, las Polfticas de
Operacion Crediticia de este organismo, proponen "obtener niveles de
operaci6n que permitan financiar la construcci6n de dos viviendas con los
crditos concedidos previamente a tres familias".127 Asf se responde a la
"recomendaci6n" dei Banco Mundial, que propugna porque se revisen los
mecanismos operativos. y particularmente, el sistema de reembolso de los
crditos.
Ahora bien. a este intento por racionalizar economicamente el esquema financiero, se contraponen necesidades e imperativos de caracter polltico-social. provocados por las presiones que ejercen los sectores popula125
FONHAPO.
126 Los otros dos objetivos eran (1.0 son?): (i) Atender las necesidades de vivienda de la
poblaci6n de bajos recursos, principalmente la no asalariada; y, (ii) Beneficiar en sus
programas a las familias con ingresos menores a 2.5 veces el salario minimo.
127 FONHAPO, SOC, Po/flica FmanClera, 1990.
428
res para que se les dote de vivienda. FONHAPO moviliza muy pocos recursos y enfrenta una demanda social cada vez mas creciente; ante los reclamos populares, el fideicomiso responde coma un instrumenta de control
polftico, que reparte la inversion en forma selectiva y de acuerdo con intereses no siempre coincidentes con los criterios tcnico-financieros que
procura implementar el Banco Mundial. Se trata de una contradiccion fundamental, que hace que los objetivos economico-politicos, sean poco compatibles con los objetivos polftico-sociales (cf. Apartado 5).
Los primeros, es decir, los objetivos economico-politicos, intentan
hacer que FONHAPO funcione dentro de una logica similar a la de los
fondos solidarios, y 10 mas parecido posible, al sistema bancario; en este
esquema, la vivienda forma parte de un proyecto de desarrollo con la
racionalidad de un proyecto de inversion. Trminos coma recuperacion
de costos, fondos revolventes ..., se hacen indispensables en un intento por
articular el organismo con las grandes orientaciones liberales deI gobierno y de las agencias internacionales.
Los segundos, que son los objetivos polftico-sociales, responden mas
a condiciones polfticas cambiantes; la vivienda se presenta coma parte de
un proyecto gubernamental de justicia social y de redistribuci6n de la
riqueza. Bajas tasas de inters nominal y un esquema de subsidios, distancian este "otro" FONHAPO, deI rigor que impone la reproducci6n deI
capital. La inconsistencia con la que f1uyen los recursos y la discrecionalidad con la que se haee de su usa, 10 haeen un sistema ineficiente y muy
poco equitativo.
Independientemente de esas contradicciones, FONHAPO representa
hoy dfa, la unica alternativa para la poblacion de menores ingresos
(menos de 2.5 salarios mfnimos), asalariada 0 no, que es excluida de todo
aceeso a la vivienda terminada que produce el Programa Financiero de la
Vivienda (primer segmenta deI mercado) y los fondos de cotizacion salariaI 0 fondos solidarios ("parte alta" deI segundo segmenta deI mercado);
produciendo para e1los, vivienda progresiva Hamada "pie de casa" y lotes
con servicios.
A pesar deI escaso monta de la inversion que se le destina, entre 1983
y 1988, este organismo pudo realizar el 17.6% deI total de las acciones
publicas de vivienda en el pafs, con solamente el 4.1 % de los recursos; m
10 que haee de FONHAPO, un tipo de "parte baja", de este segundo segmento deI mercado.
Debido a las sumas tan reducidas que, finalmente, se canalizan al
sector vivienda con los fondos gubernamentales, y a la polftica de distribucion de la inversi6n a nivel nacional y regional, el Estado de Jalisco y
128 SEDUE, Estadfstica de Vivienda 1990.
429
129 A nivel dei Estado, la relacion entre la inversi6n y el numero de acciones, en ciertos
anos, ha sido similar; por ejemplo, en 1990 con el 1.05% de los recursos produjo el
4.31 de las acciones (vase el Cuadro N 1).
130 En el primer caso, se trata solamente de pis de casa, y en el segundo, de los diferentes
"productos" que cubren las Ifneas de crdito de que dispone este organismo; referirse al
Grfico 1.
131 De hecho, los mismos funcionarios dei FONHAPO, reconocen que esos datos no corresponden con el numero total de viviendas que, en realidad, el FONHAPO financio; unD
de los directivos, seiiala que desde 1987, no se han lIevado a cabo nuevos proyectos, 10
que en realidad, significa que no se han construido nuevas viviendas.
132 Si hasta antes de 1987, las sumas que se le destinaban, eran completamente rebasadas
por la misma dinmica dei crecimiento de las necesidades, despus de esa fecha, la
inversion se ha reducido virtualmente a cero, sin que se lIeven a cabo nuevas acciones.
Vase el Cuadro N" 9 (Unidades concluidas e inversion ejercida...).
430
mente por tratarse deI estado deI presidente De La Madrid; inversion que
posteriormente beneficio a los estados de Michoacan y Nayarit (uno a
partir de 1988 y el otro desde 1989). Sin duda alguna, porque las presiones sociales y las necesidades de orden polftico han sido, en los ultimos
afios mas serias en esos estados deI pais.
CuadroN 5
Fondo Nacional de Habitaciones Populares
Montos reales ejercidos en los estados de la Delegacion Occidente
Base = 1990 (en nuevos pesos)
Alios
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
Colima
0.00
12'878,011.00
14'396,732.00
11'833,108 00
6' 195,427.00
15'081,504.00
3'441,714.00
1'593,025.00
3'346,240.00
0.00
TOTAL 68'765,761,00
Nayarit
0.00
000
2'015,188.00
3'062,273.00
3'564,068.00
2'698,148.00
500,055.00
10,765.00
11'843,200.00
11'595,035.00
35'288,732,00
Jalisco
0.00
9' 477 ,864.00
12'412,581.00
15'815,891.00
8' 506,072.00
26'340,876.00
7'577,729.00
2'213,998.00
2'196,700.00
l' 147,979.00
85'689,690,00
Michoacn
11'826,392.00
11 '498,879.00
21 '322,416.00
12'863,235.00
4'606,952.00
14'880,664.00
9' 168,024.00
12'647,565.00
2' 179,200.00
2' 133,839.00
103'127,166.00
TOTAL
11 '826,392.00
33'854,75400
50' 146,917.00
43'574,507 00
22'872,519.00
59'001,192.00
20'687,522.00
16'465,353.00
19'565,340.00
14'876,85300
292'871,349.00
133 La intervenci6n a prIOri, seria en ese caso, explicita 0 implicita. La primera corresponde bien a los Fraccionamientos de Objetivo Social (FOS). un dispositivo jurfdico creado
en 1984, cuyo objetivo era el ofertar suelo con servicios mfnimos a bajos costos para la
poblaci6n mayoritaria (cf. Apartado 7 de la primera parte y Apartado 4 de la segunda
parte); y la segunda, son las acciones estatales que posibilitan el ingreso deI suelo no
privado al mercado inmobiliario privado, entre ellos, los mecanismos de regularizaci6n
de los ai'los setenta-ochenta. Una estrategia, que segun E. Wario, consistfa en "regularizar superficies de terrenos mayores a las ocupadas ilegalmente, 10 que presumiblemente se hacfa con el objeto de ser aprovechada por promotores privados"; se fue el caso,
por ejemplo, con el desarrollo de fraccionamientos de tipo medio y de primera, en los
ejidos de Santa Ana Tepetitln y El Colli, en el suroeste de la ciudad y que estaban
ocupados en un 45% y 10%, respectivamente. Wario, E. Op. Cil., p. 161.
431
Grafico 1
FONHAPO. Evolucion dei numero de acciones de vivienda en el
Estado de Jalisco (1983-1991)
. 2;839
3,000
2,500
2,000 '1,749
1.,308
1,500
1,000
..1,366 ..
595
600 .
500
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
ANOS
Fuente: FONHAPO.
Elaborado: E. L6pez, G. Ruiz, C. Avila y M. Gonzalez.
Grafico 2
Grfica comparativa de montos ejercidos por FONHAPO en los
estados de la Delegacion Occidente, a precios reales base 1990
30,000'
25,000
20,000
15,000 ....
:l
. . - - Nayarit
____ Jalisco
i
~
.............. Colima
10,000 .
Michoacn
1--..,.,
5,000 ..
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990 1991
Anos ejercidos
Fuente: FONHAPO.
Elaborado: Eduardo L6pez Moreno.
432
Cuadro ND 6a
FONHAPO: distribucion de acciones y montos de inversion en la ZMG
yen el Estado (1982.1993)*
Aiio
Nombre
Jalisco
1983 Puerto Vallarta 1
1983 Puerto Vallarta II
1983 Lagos de Moreno
1983 Encamaci6n de.Diaz
1983 Puerto Val1arta
1983 Plo. Vallarta (la Loma)
1983 Cd. Guzman (AllO de
Prez)
1983 Cd. Guzmn (Colonias)
1984 Plo. Vallarta (lxlapa)
1984 Aul1an de Navarro
1984 Plo. Vallarta
(La Loma Il)
1984 Cocula
1985
1985
1985
1985
Sayu1a
Tuxpan
Teocuilatlan
Huaxlla A.HahUlscu1co
(caiieras)
1985 Plo. Vallarta (Ixtapa)
1985 Plo.Vallarta (Ixtapa)
1986 Plo. Vallarta
(Pramurva Pitillal)
1986 Plo. Vallarta (Pramurva
7 Co1onias)
1986
1986
1986
1986
1986
1986
1986
1986
1986
1986
1987
Aul1an de Navarro
Authln de Navarro
Cd. Guzman (La Paz)
La Barca
La Barca
Allos Tepatillan
Ameca
Ocol1n
Lagos de Moreno
Tomallan
Pihuamo (Plutarco
Elias Calles)
Seclor
!nslilucl6n
V.M.
V.P.
V.P.
V.P.
P.M.
V.P.
200
100
100
60
1
53
31'200,000.00
35'996,000.00
18'410,000.00
10'335,000.00
14'080,000.00
42'876,000.00
PUblico
PUbhco
PUblico
PUblico
PUblico
PUblico
IPEVI
IPEVI
IPEVI
IPEVI
IPEVI
V.P.
V.M.
V.T.
A.S.
180
67
168
0
80'660,000.00
13'958,000.00
174'714,000.00
30'225,000.00
Social
PUblico
PUblica
PUblico
Coop. DL!
V.P.
V.P
27
202
35'468,000.00
231'589,000.00
PUblico
Social
Fideicomlso
Asoc. de
Colonos
EyP
EyP
EyP
0
0
0
1'650,000.00
2'250,000.00
1'969,000.00
PUblico
PUb1ico
PUblico
IPEVI
IPEVI
IPEVI
V.P.
V.P.
LyS
224
566
800
388'207,000.00
2'757'379,200.00
1'070'579,378.00
Social
Social
Tala (caiieros)
Promolorado
V.M.
430
159' 187,000.00
Pilblico
HA Plo
Vallarta
V.M.
913
566'519,000.00
PUblico
H.A.Plo.
Vallarta
LyS
V.P.
V.P.
LyS
V.P.
A.S.
A.S.
A.S.
A.S.
A.S.
333
189
300
202
243
0
0
0
0
0
267'457,275.00
728' 488,265.00
l'453'063,000.00
416'490,064.00
2'080' 462,482.00
435'026,000.00
312'259,000.00
495'881,000.00
443' 102,000.00
97'563,000.00
Pilblico
IPEVI
PUbhco
PUbhco
IPEVI
IPEVI
Pilblico
PUblico
PUblico
Pilblico
PUbhco
IPEVI
IPEVI
IPEVI
[PEVI
[PEVI
A.S.
220'591,000.00
Social
Fidelcomiso
Plo. Vallarta
IPEVI
IDIPE
IPEVI
Umd. Col.
PRI
Total:
5,358 12'617'634,664.00
433
Cuadro N6b
FONHAPO: distribucion de acciones y montos de inversion en la ZMG
yen el Estado (1982.1993)*
Ailo
Nombre
Tipa
Aeeiones
Inversi6n""
Sector
300
150
1
839
981
0
48'000,000.00
24'000,000.00
14'082,000.00
160'000,000.00
685'840,000.00
52'406,000.00
Publieo
PUblieo
PUblieo
PUblieo
Publieo
Social
1984
1985
A.S
V.P.
0
125
6'685,000.00
243' 172,000.00
Social
Social
1985
1986
1986
5 de Mayo
Santa Maria III
Huentitn II
V.M.
V.P.
V.P.
6
125
90
4'569,000.00
158'935,000.00
0"
Social
Social
Social
1986
V.P.
126
1'091 '859,625.00
Social
1986
Santa Maria Il
V.P.
125
112'355,000.00
Social
1986
Huentitn II
V.P.
193
1'635'942,000.00
Social
1986
Santa Maria 1
A.S.
79'225,000.00
Social
1987
Urbanos Cetemistas
LyS
470
1'779'718,000.00
Social
Total:
3,531
6'096'788,625.00
Instituci6n
IPEYI
IPEYI
IPEYI
IPEYI
HA Guad.
Ind. Refresq.
A.c.
Cooperatlva
Org. de
Colonos
5 de Mayo
RFM.A.C.
Ind. Refresq.
A.C.
Coop. Atemajae
Comit
Pop. S V
Ind. Refresq.
A.C.
Col. Ferroearril
Uni6n de
Colonos
434
rio (segmento 1), que no eran parte de los fondos solidarios (segmento
2a) y que no pudieron acceder a los crditos de vivienda popular (segmento 2b), se lanzan a la construcci6n de sus propias viviendas, a travs
de procesos de producci6n y de inversi6n progresivos. Sin poder recurrir
a financiamientos institucionales, estas familias ocupan suelo que les
ofrece un mercado no legalmente regulado, por medio de la intervenci6n
de diversos agentes -muchos de los cuales mantienen lazos estructurales
con el poder polftico establecido. IJ4
Los terrenos que ocupan y los asentamientos que generan, son irregulares por tres razones fundamentales:
1. Por la tenencia juridica de la propiedad deI suelo.
2. Por la falta de adhesi6n a los cooigos y normas urbanos.
3. Por la falta total 0 parcial de la infraestructura urbana basica.
1. Por la tenencia jurCdica de la propiedad del suelo. Sin duda alguna, es la mas importante de las tres. Se trata de la propiedad de origen
social (llamese ejidos 0 comunidades indfgenas), que es incorporada al
desarrollo urbano, principal mente con fines habitacionales, por medio de
ventas i1egales. m De acuerdo con la investigaci6n que lIev6 a cabo Olga
Becerra en el Instituto de Asentamientos Humanos,1l6 de las 26,500 has.
con que cuenta la ZMG, 5,898 has. 0 el 22.25%, pertenece a este tipo de
propiedad.
En un estudio interno dei FONHAPO -desarrollado en 1988 con el
objeto de caracterizar los asentamientos irregulares de las principales ciudades dei pafs-,1l7 se puede constatar que la tierra social contabiliza, solamente, par un 75% de la superficie irregular de la ZMG; en donde el criterio si gue siendo la irregularidad por la tenencia jurfdica. Segun ese
documento, el porcentaje restante se reparte entre la propiedad privada
(21 %) Y la propiedad estatal 0 federal (4%). Ahora bien, si tomamos en
consideraci6n que en Guadalajara, virtualmente no hubo invasiones sobre
134 Ruiz V., G. YSolinis, G. 1987,54, cf. bibliografa.
135 La apropiaci6n material dei terreno, se hace sin un contrato legal de compra-venta. en
que los ocupantes pueden acceder por tres medios:
J. Compra extra-oficial al ejidatario, quien en realidad cede sus derechos.
2. Invasi6n (squallage), en realidad una pnictica muy poco frecuente en Guadalajara.
3. Compra a un promotor inmobiliario ilegal 0 a un intermediario.
136 Becerra, Olga C., Prnpiedad social dei suelo, evaluacion, tendencia y perspeclIvas,
Instituto de Asentamientos Humanos, UdeG, 1992. Vase el Mapa 1: Los ejidos y los
asentamientos irregulares en la ZMG
137 Stolarski, NoemI y Mndez, Benjamin. Caraclerimcin de los asentamientos irregulares en el paEs, Mxico, FONHAPO, 1988.
435
436
437
Con pronunciamientos coma se, se manifiesta una voluntad de intervenir a priori en el proceso de urbanizaci6n. Quiza, el ejemplo mas concreto de esa politica, 10 constituya la modificaci6n que se hizo de la Ley
de Fraccionamientos en 1984, con la creaci6n de un nuevo tipo de fraccionamiento Ilamado de "bjetivo Social" (FOS). Una modalidad especial, que a partir de un principio de asociaci6n de actores y de urbanizaci6n progresiva, buscaba ofertar suelo a precios accesibles y en forma
planeada y organizada, con el objeto de sustituir a la irregularidad. l41 De
1984 a 1991, periodo en que se desarrollaron los FOS. se Ilevaron a cabo
102 fraccionamientos en todo el Estado de Jalisco; 22 de e1los en la ZMG.
10 que permiti6 que se pudieran ofertar aproximadamente 10,730 lotes
bajo el esquema de infraestructura progresiva. Producci6n que represent6
alrededor de un 11.5%, deI crecimiento irregular que la ciudad tuvo, en
esos mismos afios.
140 El crecimiento "incontrolado", ha representado alrededor dei 60% dei crecimiento de la
ciudad, en los ultimos aiios. Es dcir, de las 700 has. con que creee por aiio la ciudad,
420 son ofertadas por el mercado informaI. Proyeeto dei Plan de Ordenamiento de la
Zona Conurbada de Guadalajara, 1990-1995. Las CondiclOnes dei Mercado de Suelo.
p.3.
141 Referirse al documento: Injrae.ttructura evolutlva y urbanizuCllJn concertada - Los
jraccionamientos de objetlvo social, L6pez Moreno, Eduardo. Centro Periferia de la
UdeG y Habitat y Desarrollo, VeL, Blgica, 1992.
438
Cuadro N 7
Asentamientos irregulares (A.I.) en la zona metropolitana de
Guadalajara
Municipio
N
A.t.
Ha. en
A.1.
Guadalajara
47
Tlaquepaque 59
53
Tonal
Zapopan
85
Total
244
1,700
3,170
3,291
3,306
11,467
Hab.
(.)
Hab/Ha.
Ha.
150
165
54
86
455
1,700
492
1,274
791
4,257
255,000
523,182
177,306
284,359
1'239,847
142 Varley, Ann. Mexico, Dilemmas oJ TrW1Sltion, Editado por Neil Harvey. (LAS. London.
439
Piano 2
Ejidos y lotificaciones irregulares
Zona Metropolitana de Guadalajara (1993)
Escala en Km
-=::J
43
Coyula
Zalatitlan
Mezquitan (1)
~ Area Urbana
Zapopan
16. Los Guayabos (2)
- Vialidad
17. Los Belenes
18. El Colli
LotiOcaciones irregulares
19. Santa Ana Tepatitlan
20.
Col. L6pez Mateos
1. Atemajac dei Valle
21. Jocotan
2. Oblatos
22. San Edwiges
3. Huentitan el Alto
23. San Juan Ocotlan (1)
4. Huentitan el Bajo
24. San Juan Ocotlan
5. Tetlan
25. San Jos Teposco
6. Tonala
26. Toluquilla
7. Los Laureles
27. La Calerilla
8. Puente de Areediana
9. San Gaspar de las Flores (1) 28. San Sebastianito
10. San Gaspar de las Flores 29. San sebastianito
30. Las juntas
II. El Rosario
~Ejidos
12.
13.
14.
15.
440
Gnifico 3
Numero de colonias irregulares por municipio
Guadalajara (47)
Zapopan (85)
34%
~II~
19%
Tlaquepaque (59)
24%
Tonala (53)
21%
Fuente: Obras Publicas Municipales, 1991.
5.
441
442
143 Allis, Paul. "Le local et la societ civile" en Espaces, jeux et enjeux. Auriac, F. y Brunet, R. (coord.), Paris. Fayard. 1986.
144 Vase al respecto el estudio dei ORET (Paris). un levantamiento sistematico de los subsidios otorgados a II paises dei Caribe. 1985; y el reporte: Document pour un dbat.
Accs au financement du logement pour les mnages les plus dmUniS. Paris. GRET.
PSH, 1991. Asf como el trabajo: Filires jormelles el informelles de finacement du
logement au Mexique. Centro Periferia. ORET. 1992.
145 Memorias dei Congreso Panamencano sobre Vivienda, OEA. 1956. p. 79. el subrayado es nuestro.
443
Una segunda definici6n, que a pesar de abordar con una mayor claridad la cuesti6n dei confort en la vivienda, adolece (como la primera), de
un compromiso social; se trata de pronunciamientos que se relacionan
con una l6gica de orden econ6mico: crear un producto barato que sea asequible a las personas de bajos ingresos. Pero ~c6mo producir ese tipo de
vivienda?, y mas que eso, ~c6mo poder contribuir a reducir las diferencias sociales? Sin duda, la polftica habitacional, y particularmente la dei
habitat social, deberfa favorecer un proceso de integraci6n socia!. B. Boubli escribe al respecto: "una vivienda social debe representar una acci6n
voluntarista que tiene una responsabilidad social particular, puesto que,
su calidad, disponiblidad, su inserci6n en las ciudades, expresa un deseo
de organizar a la sociedad, esto es, una polftica de vivienda" .146 Esa
acci6n voluntarista, s610 puede emanar dei Estado, pues es l, quien dispone de los medios para lIevarla a cabo en una l6gica clara de susituci6n
dei mercado; 10 que de hecho, supone otra concepci6n de la vivienda
social y dei papel de los poderes publicos -unicos capaces de asegurar la
integraci6n. 147 Sin embargo, la politica que funda la producci6n de ese
tipo de vivienda, al dar una respuesta a ciertas falIlilias de bajos recursos,
acentua la diferenciaci6n social existente y refuerza la exclusi6n.
En efecto, la polftica econ6mica nacional, sus grandes orientaciones y
prioridades, aSI coma la de los organismos intemacionales, han venido
polarizando la politica habitacional. La ciudad se fragmenta, cada vez
mas, en privilegiados y desprotegidos. Es parad6jico, que en lugar de
contribuir a repartir, social y espacialmente hablando, a la poblaci6n, en
una forma mas diversificada, la polftica de vivienda social contribuya a
polarizarla, a institucionalizar las diferencias.
146 Boubli, B. Le logement. Que sUIs-je? 2210,1985, p. 17.
147 De ahi que nos adheramos a la definici6n propuesta por los paises miembros de la
Comunidad Econ6mica Europea, la cual, debido a la importancia que reviste, presentamos en el Recuadro A de la segunda parte.
444
Recuadro A:
El concepto de vivienda social
Una vivienda social es un bien, cuyo nivel de producci6n y los precios de
venta, son ex6genos al mercado de la vivienda, coma resultado de una decisi6n deI Estado; la cual, se adopta dentro de una 16gica de sustituci6n dei
mismo mercado. Para ello, deben reunirse cuatro condiciones
1. La cantidad de vivienda ofertada es objeto de una programaci6n de los
poderes publicos, y no resulta dei juego dei mercado.
2. El precio que se le fije a la vivienda, debe ser tambin ex6geno al mercado yser resultado de una decisi6n de los poderes publicos.
3. La producci6n y la gesti6n, debe efectuarse en una 16gica fuera dei
mercado, de acuerdo con una reglamentaci6n especffica, que por 10 general,
derogue el derecho comun.
4. La producci6n y la gesti6n, es realizada por actores especfficos, que
actuan sin fines de lucro, en un marco reglamentario especffico a esta actividad.
La existencia de vivienda social, significa en consecuencia, que el mercado esta segmentado entre un sector libre y un sector social. Esta segmentaci6n se traduce en el hecho de que, toda evoluci6n de la situaci6n del sector
libre, no tiene una incidencia, mecanica directa e inmediata, en trminos de
precio y calidad sobre la situaci6n deI sector social. AI contrario, ademas deI
objetivo de crear una zona de "baja presi6n", caracterizada por tener un precio inferior al deI mercado, que se dirige de derecho y de hecho, a un segmento determinado de la demanda (familias de bajos ingresos), el objetivo
de un sector social consiste, igualmente, en influir indirectamente en el nivel
de precios dei sector libre por un incremento ex6geno de las cantidades globales de vivienda, que global mente son ofertadas en el mercado.
Politicas de vivienda de los Estados mlembros de la CEE" 1992.
6.
La producci6n de vivienda social, se concibe cada vez mas, como un factor de apoyo al desarrollo econ6mico deI pals y como una consecuencia
dei mismo crecimiento. En tanto que un factor de apoyo, se seiiala que
ciertos problemas agudos, coma el desempleo y la recesi6n econ6mica,
pueden ser combatidos por una Ifnea constante y creciente, que es la que
ofrece el sector de la construcci6n. Desde esa posici6n, la vivienda rebasa
el marco puramente sectorial y se presenta como un instrumento de suma
importancia para la vida econ6mica deI paIs.
445
446
447
155 Se trata de un financiamiento a largo plazo para promotores-constructores, con recursc~ que son administrados por los bancos comerciales, para casas VIS y tipo medio
-siempre vivienda nueva. Una vez que estos crditos financian la producci6n, se convierten en crditos para los consumidores.
156 World Bank. Mexico, Housing Finance Projecl. 6 de mayo 6 de 1988, reporte N"
7097-Me.
157 Nos referimos al programa VAIM (vivienda para acreditados con ingresos mfnimos),
desarrollado a partir de 1982, con el objeto de apoyar la demanda por medio de tasas
de inters preferenciales de un 14%; tasa netamente inferior a la que fijaba el Banco
Central, que era deI orden deI 21 %, el mismo afto. Se trataba de un crdito que prevefa
la construcci6n de una casa 0 apartamento en accesi6n a la propiedad, de 50 m' construidos; 10 que en ese entonces, representaba la opci6n menos cara dei mercado formaI.
El programa desapareci6 en 1986, cuando la "Banca Multiple" adopt6 otro tipo de sistema. Entrevista con el responsable de bienes rafces deI Banco Nacional de Mxico,
lIevada a cabo por Jean Rivelois dei ORSTOM y E. L6pez de la UdeG, Guadalajara,
agosto 1988.
158 Debido a que la demanda de constructores era mucho mas elevada que los recursos y
debido, tambin, a que stos se entregaban discrecionalmente, en julio de 1989, el FOVI
decide crear un "sistema de preferencias", con el objeto de afectar los recursos en
forma mas justa, por medio de "subastas abiertas al mejor postor". En realidad, es un
448
Cuadro N8
Estadistica de vivienda 1983-1990 en Jalisco. Unidades concluidas e
inversion ejercida segUn programa y subprograma
Especificaci6n
Unidades
Concluidas
Inversion
Ejercida
Vivienda terminada
En propiedad
En renta
No especificada
44,645
35,853
8,792
0
71.10
57.10
14.00
0.00
$666,233.3
$527,520.3
$41,752.0
$96,961.0
86.04
68.13
5.39
12.52
Vivienda pragresiva
3,918
6.24
$15,322.3
1.98
1,461
2.33
$5,431.3
0.70
Mejoramiento de vivienda
Otras crditos
Adquisici6n a terceras
Const. en terreno propio
Pago de pasivos
Cofinanciamiento
No especificado
7,383
5,386
3,282
476
126
1,502
0
11.76
8.58
5.23
0.76
0.20
2.39
0.00
$7,561.7
$25,621.6
$11,344.1
$1,634.8
$387.2
$12,255.5
$54,146.3
0.98
3.31
1.47
0.21
0.05
1.58
6.99
62,793
100.00
$774,316.5
100.00
Total en Jalisco
Grafico 4
Jalisco. Inversion ejercida en la vivienda (19831990)
3.31% Otras crditos ~
0.98% Mejoramiento ~
.... -''""'"''''==>..
de vivienda
Cuadro 9
Jalisco 19831990. Unidades concluidas e inversion ejercida segUn programa-subprograma
(Inversion en millones de viejos pesos)
Tipo de Vivienda
Vivienda Tenninada
Vivienda Progresiva
Lotes y Servicios
Mejorarniento de Vivo
Otros Crditos
Total
1984
1983
Unidades % Unidades %
3,361
0
0
95
497
3,953
85.02
0.00
0.00
2.40
12.57
100%
4,157 82.38
260 5.15
0 0.00
337 6.68
292 5.79
5,046 100%
1985
Unidades %
5,486 71.80
233
3.05
0.00
0
1,617 21.16
3.99
305
7,641 100%
1986
Unidades %
7.331
852
0
1.398
863
10,444
70.19
8.16
0.00
13.39
8.26
100%
1987
Unidades %
6,519
425
0
1,976
452
9,372
69.56
4.53
0.00
21.08
4.82
100%
1988
Unidades %
5,396
2,077
1,461
1,423
667
11,024
48.95
18.84
13.25
12.91
6.05
100%
1989
Unidades %
5,895 82.23
0 0.00
0 0.00
68 0.95
1,206 16.82
7,169 100%
1990
Unidades %
6,500 79.81
71 0.87
0 0.00
469 5.76
1,104 13.56
8,144 100%
450
451
voluntad de implementar mecanismos que garanticen la distribuci6n sistemtica de la riqueza. '' Con este tipo de vivienda, el Estado procura reorientar una parte de la inversi6n publica hacia las familias de ingresos
modestos y bajos, con el objeto de garantizar su acceso a la vivienda. Su
intervenci6n se hace, porque el capital privado no encuentra un nivel de
remuneraci6n que le satisfaga, dejando fuera importantes sectores de la
poblaci6n, que intentan ser cubiertos con este tipo de vivienda.
Con la VP, se procura tambin impulsar el acceso a la propiedad privada, por medio de crditos provenientes de fondos publicos y de recursos internacionales, que por 10 general, son entregados a constructoras
privadas, y muy raramente, a los individuos u organizaciones populares
autoconstructores.'2 Debido a los bajos salarios que perciben los beneficiarios -menos de 2.5 salarios mfnimos-, las polfticas crediticias les obliga a constituirse en asociaciones civiles y cooperativas, con el objeto de
adquirir una personalidad jurfdica que les reconozca su calidad de sujetos
de crdito. Si bien los crditos son suscritos nominalmente, el pago se
garantiza en forma colectiva.
La VP es financiada por un capital publico de origen fiscal, que se utiliza con el objeto de reforzar la dbil capacidad de compra de los sectores
de recursos modestos. Dos medios principales apuntalan ese objetivo:
1. Un medio financiero, concebido a partir de una estrategia convencional, cuya finalidad es hacer solvente, de una forma indirecta, a las
familias que se benefician de los programas de VP. Para tal fin, el Estado
absorbe un cierto porcentaje de las tasas de inters de los crditos que
otorga. Se trata de financiamientos que son sub-remunerados en relaci6n
al mercado de capitales. La ayuda -que se proporciona bajo la forma de
subsidios-, ha evolucionado con los ooos. Como ya 10 sefialamos, hasta
1987, representaba cerca de un 40% dei monto total de un crdito FONHAPO -la agencia gubernamental mas importante para financiar este tipo
de vivienda. Desde esa fecha, ha habido una fuerte presi6n para que se
Iiquiden progresivamente los subsidios; no obstante eso, hoy dfa, de dos
viviendas construidas en promedio, se financia una nueva.
2. Un medio tcnico-financiero, concebido a partir de una estrategia
"no convencional", cuyo objetivo es el de producir una unidad basica que
161 En 1979, el PNV se refiere, por primera vez, al concepto de Vivienda Popular (VP). distinguindolo de la VIS, e incorporando en forma sistemtica, los conceptos utilizados
por INDECO, dentro de la polftica de oferta publica de suelo.
162 A pesar de que, segun la estrategia deI PNV, para que se pueda supeditar la evoluci6n
economica al desarrollo social se requiere, entre otras cosas, "apoyar la autoconstruccion, reconocer, apoyar y legitimar las agrupaciones de autogesti6n.....
452
sea econ6micamente accesible a los grupos de recursos bajos. Para tal fin,
el Estado adopta dos mecanismos importantes. Por un lado. reducir las
normas tcnicas de la vivienda. a fin de bajar sus costos de producci6n y
venta y, por otro lado, integrar a los habitantes en los programas de VP,
coma agentes activos deI proceso de producci6n. Con el primer mecanismo, la vivienda progresiva 0 pi de casa (FON HA PO), pasa de 45 m'en
1984, a 35 m'en 1987, y alrededor de 20 m' 0 25 m'en la actualidad. Con
el segundo mecanismo, emerge el concepto de vivienda progresiva: /a
casa como producto, se convierte en /a casa como proceso; gracias a una
estrategia que busca introducir diferentes niveles de accesibilidad, con el
objeto de generalizar 0 masificar los proyectos de vivienda popular.
Los primeros pasos que se dieron, en ese sentido, se lIevaron a cabo en
1979 con el PNV -notablemente con los programas dei INDECO que fue el
organismo antecedente dei FONHAPO. Empero. es hasta 1983, en el marco
dei Programa de Mediano Plazo (PMP), de esa misma Instituci6n, que se
propusieron diferentes niveles de acceso a este bien, por medio de cinco
programas diferentes: lotes y servicios, vivienda progresiva, vivienda
mejorada, vivienda terminada'63 y apoyo a la producci6n y distribuci6n de
materiales. El PMP deI FONHAPO, senalaba en relaci6n a esos programas
En este contexto, es mas importante dar acceso al mayor nmero de familias poslble a
tierra legalizada, servicios y a un techo elemental, que les permita liberarse dei pago de
arrendamiento y abrir un proceso de consolidaci6n paulatina de la vlvienda. ""
Una propuesta de evolutividad, que no s610 se aborda desde la perspectiva de la consolidaci6n dei hbitat. Se propone tambin que los crditos que otorga el FONHAPO, tengan un carcter evolutivo -0 progresivo--,
a partir de cinco lfneas: estudios y proyectos, adquisici6n de suelo, urbanizaci6n, edificaci6n y apoyo a la autoconstrucci6n. El objeto de este dispositivo, es el de incrementar los niveles de accesibilidad a la vivienda;
en consecuencia, el mismo FONHAPO reconoce que la adecuaci6n de las
lineas de crdito, a las capacidades financieras de los beneficiarios, permiti6 que el 50% de las obras financiadas se destinaran a familias con
recursos inferiores a 1.5 salarios mfnimos. l65 De nueva cuenta, esos datos
no corresponden con los de Jalisco; ahf, la diversidad de los programas
que ofrece FONHAPO, no ha sido aprovechada. Del total de unidades con163 En las Reglas de Operaci6n y Polfllcas de Admimstraci6n Creditica dei FONHAPO. de
1990, el programa de vivienda terminada desaparece
164 FONHAPO, Programa de mediano pla;o. Problematlca habltaclOnal y estrategias.
1983, reporte interno.
165 FONHAPO, Programa de evaluacllin 1987 y La problematica de vivlenda y la aai,}/!
FONHAPO, 1988.
453
Conclusiones
La aceleracion de los procesos y las dinamicas, y la rapidez con que se
operan cambios -muchos de ellos profundos y trascendentales-, son el
signo distintivo de este quinto y ultimo periodo. Un primer cambio, que
de hecho fue una ruptura, tiene que ver con el paso de un modelo de desarrollo local, a un modelo nacional, a principios de los setenta. Nacido en
el sena de la propia cultura polftica y social de los tapatfos. el primer
modelo se concibio con el objeto de encarar el crecimiento y de avanzar
en la via hacia el modernismo; con l. se construyeron calles, se introdujeron infraestructuras y se edificaron casas, pero tambin se ordeno, dirigio y control6, tanto el espacio coma la sociedad. Es decir. se mantuvo y
se reprodujo el poder. Con el otro modelo. se enfrentaron nuevos desaffos, conflictos y necesidades, para seguir avanzando en la misma via de la
modernizacion; primero se intento ordenar y dirigir a la sociedad, para
enseguida, intervenir sobre el espacio. Cambio que implic6 una transformacion deI poder y el desplazamiento dei mismo a nuevos actores y
estructuras.
Es una ruptura que supone una mutacion radical en la forma de gobernar y gestionar la aglomeracion; una sobreposici6n de un modelo que se
implementa en forma autoritaria desde el centro y que aprisiona y limita
el "espiritu de ser" de Guadalajara. que en tan solo treinta 0 cuarenta arios
de existencia. supo darle su maxima expresion de especificidad en la historia. l66 Es la emergencia de un nuevo paradigma de un Estado autoritario
centralista. que sobre la poblaci6n dominante y dominada, impone su
166 En 30 0 40 aiios de existencia real, pero con un proceso que tard6 cuatro siglos en conformarse; n6tese que la noci6n de 10 especffico, 10 referimos a los modelos de producci6n y gesti6n dei espacio. No dudamos que, en otros campos 0 sectores, la ciudad tuvo
la habilidad de desarrollar modelos 0 esquemas igualmente originales.
Cuadro N 10
Jalisco. Vivienda construida por organismos publicos 19811991
Unidades construidas e inversion realizada (millones de pesos)
1981
Orgamsmos
INFONAVIT
FOVlSSSTE
FOVI-BANCA (PFV)(subasta)
1982
1983
Inversion
Umdades
Inversion
Unidades
Inversion
Unidades
Inversion
Umdades
Inversion
Concluidas
EJercida
ConciUldas
Ejercida
Concluidas
Ejerclda
Concluldas
Ejercida
Concluidas
Ejerclda
2,462
425
28,780
6.717
2,380
354
48,150
6,370
2,944
299
143,240
5,144
899
6.674
1,615
40.232
2,487
86,701
0
77
0
90
2,302
859
0
41
260
113
0
324
4,761
1,853
0
278
1,728
63
0
120
11,234
1.945
0
180
261
3,953
45,373
5,046
101,644
7,641
248,705
3,837
506
1'370,508
337.735
3,865
337
2'192,914
466,729
1.036
0
470,366
44.069
1,361
835,682
66
185,812
258
319,340
FOVI-BANCA (PFV)(tradicional)
FOVlFOGA
INDECO
FONHAPO
CFE
FOVIMI f1SSFAM
Sectorizado SAHOP
No sectorizado SAHOP
1985
198.1
Unidades
113
176
115
79,007
10.279
175.680
5,833
5,783
2'602,704
2'487,644
5,887
4'000,477
1986
Organismos
INFONAVIT
FOYISSSTE
FOYI-BANCA (PFV)(subasla)
FOYI-BANCA (PFV)(tradicional)
1987
1988
1989
Tata!
1990
Unidades
Inversion
Unidades
Inversion
Unidades
Inversion
Unidades
Inversion
ConclUldas
Ejercida
Concluidas
Ejercida
Concluidas
Ejerclda
Concluidas
Ejercida
4,285
170,510
3,771
523,620
3,527
842,719
984
14,073
431
30,459
192
21,783
527
276(*)
2,878
121,953
2,688
227,710
2,056
486,340
1,769
4,520 1'401,991
Ufildades
Inversion Unidades
2'203,360 37,294
88,222
488
108,771
10,157
345,031
828
311,822
730
FOYIFOGA
1,104
130,393 15,122
2,397
0
IN DECO
FONHAPO
CfE
FOYIMI 1 ISSFAM
Seclorizado SAHOP
999
38
12,272
1,405
425
0
0
912
0
24
60
90
80
81,030
1,633
4,521
51,958
52
316
48,394
4,776
38,511
406
0
77
0
(*)
360
649
(*)
24,270
17,856
351
37
29,409
8,284
9,666
481
555
38
800
373
No sectorizado SAHOP
Fideicomiso Puerto Val1arta
PEMEX
4,543
10,444
347,505
9,264
321,125
9,372
7,489
936,146
11,024 1'449,020
916,816
1'443,172
7,169 1'887,565
6,893
440
7
525
8'144
2'798,677
2'793,946
456
CuadroN 11
Caracteristicas de la vivienda de inters social y popular
Vivienda popular
Segmento 1
: FOVI - BANCA
Segmento 2 (a) : INFONAVIT
Poblacion objetivo:
Poblacion objetivo:
INFONAVIT
Banco
Objetivos de produccion:
Objetivos de produccion:
Sistema de produccion
Promoci6n publica y privada
Sistema de produccion
1 a 5 V.S.M.
5 a 12 V.S.M.
457
flictos y a los problemas deI momento, s610 puede darse a travs de una
intervenci6n masiva y directa deI Estado. Es la posici6n gubemamental
de inicio de los setenta, que apuesta a un dirigismo estatal que no es conducido por la burgesfa, sino por la clase polftica en el poder. Una concepci6n econ6mico-polftica, que define un modelo diferente dei desarrollo de
la producci6n, deI empleo y de la distribuci6n de la riqueza, a travs de la
intervenci6n y control de las inversiones y de los circuitos econ6micofiscales; una concepci6n que pregona la necesidad de un crecimiento
equilibrado y que, al reivindicar el respeto de los derechos sociales, revive al Estado, y con ello, restaura parte de su legitimidad perdida.
Es el proyecto de un Estado que procura hacer coincidir la polftica
econ6mica con la polftica de beneficio social; y que, para ello, privilegia
ciertos sectores, entre los cuales, el habitat social juega un papel fundamental dentro de la lIamada economfa mixta. En adelante, la vivienda
deja de ser una inversi6n de consumo para convertirse en una inversi6n
de desarrollo. En ese contexto, aigunos grupos que pertenecen a los estratos bajos de la clase media, se benefician con la creaci6n de los "fondos
solidarios" (INFONAVIT y FOVISSSTE), que permiten pasar a otra escala
de producci6n de vivienda en el pals; marcandose al mismo tiempo, una
diferenciaci6n tajante entre los sectores populares, pues un grupo amplio
de subocupados y "marginales al sector moderno de la economfa",167 quedan irremediablemente fuera de ese nuevo proyecto nacional.
El repoblamiento ilegal de la periferia, es la respuesta natural a esos
fen6menos de exclusi6n y segregaci6n; de nueva cuenta, la tierra de origen social se convierte en el receptaculo de la pobreza lM que, tomada de
la mana con la especulaci6n, provoca una verdadera explosi6n urbana y
una desestructuraci6n de la armadura socio-espacial. Parad6jicamente, la
intervenci6n gubernamental divide y territorializa, aun mas; falta de soluciones para todos, apela de nueva cuenta al populismo y recurre con
mucho mayor fuerza al clientelismo. Los anos de maxima intervenci6n
estatal, se saldan con resultados contradictorios: por un lado, un avance
incontestable en la acci6n habitacional publica, y por otro, na fuerte
marginalizaci6n (provocada por la inestabilidad laboral, bajos ingresos,
etc.), que obligan a amplios sectores de la poblaci6n, a autoconstruir 0
autoproducir su vivienda con sus propios recursos.
Sin abandonar totalmente la idea de que es necesaria la intervenci6n
dei Estado, en el mercado de la vivienda, pues de toda evidencia, amplios
sectores no son atendidos por l, a partir de los ochenta se perfila un ter167 Garza y Schteingart, Op. Cit.. p. 50
168 As! 10 rue desde el siglo XVlll con los ejidos coloniales: vanse los Periodos 1 y 2.
458
Conclusiones
460
ii) Una contradiccion en la implementacion de un rgimen pre-capitalista, con grandes resabios feudales, que concibe al suelo coma un bien
patrimonial destinado, principal mente, a fines sociales 0 colectivos y que,
al mismo tiempo, impulsa y apoya el desarrollo de la propiedad privada y
los procesos de acumulacion que le son inherentes. Contradicci6n que
Guadalajara vive en forma de lucha, ya sea porque se conserve una parte
deI rea de la ciudad-territorio fuera deI sistema privado de suelo (manteniendo un estatuto jurfdico que imposibilite su libre circulacion y transmision), 0 porque se extienda el dominio privado sobre la propiedad
colectiva.
Una lucha que se resuelve, dfa a dfa, en los siglos XVI y XVII, Yque
termina por Iiberar la propiedad en beneficio de unos cuantos, gracias a
un proceso de privatizacion, que opera en forma subrepticia y lenta, y que
la poblacion mayoritaria descubre cuando ha sido ya consumado en el
siglo XVlll.
Es el origen de una polmica historica, hoy dfa no superada que, en
forma por demas general, se reduce a dos grandes posiciones: una sostiene la idea de que la tierra de origen social debe conservarse coma un factor de integracion social y de equi!ibrio, y la otra, sostiene que la propiedad debe circular liberada de toda atadurta juridfca a fin de que la
sociedad la adquiera Iibremente. 2
Hi) Una contradiccion entre un pensamiento renacentista (con un ideal
de honra y gloria) y otro mercanti!ista (con un ideal de riqueza), de la que
deriva una valorizacion dicotomica de la propiedad rafz; par una parte, el
suelo se considera coma un bien de cambio con un valor mercanti!, y par
la otra, se le considera coma un bien de uso con un valor social que proparciona prestigio, respeto y bonhomfa, todo ello, sinonimo de nobleza.
Se trata de una contradiccion -0 mas bien de una coexistencia de
valores- que en gran parte, persiste hasta nuestros dfas, y que explica la
concepcion patrimonial tan particular que se tiene de la tierra coma un
bien que es necesario conservar independientemente de su capacidad
coma factor de acumulacion.
iv) Una contradiccion en la manera en que la pablacion se reparte y
ocupa el espacio urbano. A mediados deI siglo XVlll. existen dentro de la
ciudad, enormes espacios vacfos y un fenomeno muy particular: cerca dei
20% deI parque de vivienda esta desocupado;3 mientras que en la zona
2
3
Conclusiones
461
Muy probablemente dicho proceso si los agrav6, ampliando su expresi6n fenomenol6gica, como seiialamos en la introducci6n.
En el siglo XIX elliberal tapatio M. Otero present6 alliberalismo como un "producto de
una voJuntad general n ... , "la expresi6n de la ley generaJ de la humanidad ... n, una definici6n que sintetiza bien ese carcacter universal al que nos referimos.
462
Conclusiones
463
Pensamos particularmente en la poHtica original de atribuci6n de la propiedad que buscaba, entre olros varios objetivos: propiciar una ocupaci6n permanente, consolidar la
poblaci6n, favorecer el proceso de urbanizaci6n ... y tambin en el censo 0 renta a largo
plazo cuya finalidad era la de densificar uniformemente la ciudad, percibir un ingreso
por concepto de renta, utilizar el inmenso patrimonio de bienes raices en poder dei
municipio... , en ambos casos coma una consecuencia 0 segunda prioridad aparecfa la
cuesti6n habitacional propiameinte dicha.
9 Referirse al trabajo de Alan Gibert Y Peter Ward, Low income housing and the State,
Op Cil, p. 119. quienes seilalan este como una condici6n necesaria para que el Estado
intervenga en la producci6n de vivienda. En Guadalajara ese fue el casa en 1922 con las
manifestaciones inquilinarias y en 1987 con el Foro de Lucha por la Vivienda (periodos
4 y 5). Para los primeros se urbaniz6la Colonia Obrera (612 lotes) y para los segundos
el Fraccionamiento Constancio Hernndez (480 lotes), dos operaciones mfnimos en
relaci6n a la magnitud de los movimientos sociales.
10 Sin duda al ejemplo que recurrimos es muy discutible pues si bien en treinta alios los
agentes privados produjeron alrededor de 200 mil lotes, las condiciones tan precarias en
464
Conclusiones
465
3.
Fue en la transici6n de este siglo, cuando la vivienda se convirti6 definitivamente en una mercancfa, al entrar en la esfera de la producci6n capitalista inmobiliaria, que nacfa tambin en ese entonces. Y fue tambin en
este siglo, s610 que unos afios despus, cuando se empez6 a hablar por
primera vez de una polftica de vivienda social, que era conducida y aban13 As! 10 seilala Laurent Ghekiere en su libro Les politiques du logement dans l'Europe de
demam, La Documentation Franaise, Pans, 1992.
14 Con cada uno de esos paradigmas intentamos periodizar, a manera de una propuesta
metodol6gica, la evoluci6n de los cambios socio-polfticos y econ6micos que se sucedieron en la historia de Guadalajara, ellos son: la emergencia de un Estado patrimonialista
en los siglos XVI-XIX. la conformaci6n de un sistema liberal (1820-1880), el desarrollo
de un modelo pluralista (1920-1970) y la imposici6n de un autoritarismo centrahsta
(1970-1992). En la introducci6n de este trabajo hacemos una presentaci6n general de
cada unD de ellos.
466
ConcIusiones
467
468
Conclusiones
469
470
Conclusiones
471
472
nuevo paradigma, los derechos sociales aparecfan coma objetivos deseados y los derechos individuales coma objetivos categ6ricos. De tal forma,
que en este periodo, los primeros fueron constantemente aplazados, abandonados 0 sustituidos por los segundos.
El liberalismo fue entonces, un movimiento que implic6 a un cierto
tipo de clase media y a las clases altas. Su intenci6n de abolir todo tipo de
restricciones y monopolios, muestra completamente sus limites, en el
casa de Guadalajara. Igualmente, los muestra el intento de redistribuir la
propiedad, a fin de lograr un equilibrio racional de interses, que hasta
ese entonces, se vefa frustrado por la monopolizaci6n corporativaY Ocho
personas adguirieron bienes de la Iglesia, que representaban la tercera
parte deI capital total amortizado, y otras seis personas, principal mente
comerciantes, adquirieron casi 70 has. dei suelo municipal y se hicieron
propietarios de cerca dei 50% de la superficie de la ciudad, que se puso
en estado legal de venta, entre 1856 y 1874. 24
Sin duda, podemos concluir, gue la transformaci6n de la propiedad
social de origen corporativo, en propiedad privada, se hizo en detrimento
de los sectores mayoritarios, a quienes en principio se destinaba. 2S Elliberalismo fue un movimiento elitista, incapaz de establecer un mecanismo
de autoregulaci6n al proceso natural de acumulaci6n, gue permitio la
emergencia 0 consolidaci6n, de una c1ase terrateniente urbana, impidi6 la
expansion de la clase media y pauperizo, aun mas, a la clase pobre. Como
consecuencia de este movimiento, probablemente entre 800 y 1,000 familias, se vieron obligadas a abandonar 0 a ocupar, bajo otro estatuto jurfdico, las propiedades inmuebles en que vivieron por muchos afios, en ciertos casos par varias generaciones.
Las posibilidades de habitaci6n que se les ofrecieron a aqullas que
salieron de la propiedad, se limitaban a comprar un pequefio lote en la
periferia, engrosar las vecindades, cohabitar bajo un mismo techo con
23 Charles Hale, Op Cil. p. 158.
24 Adems de la concentraci6n de la propiedad en tan pocas manos y en forma directa,
obtuvimos indicios suficientes para asegurar que en un periodo relatlvamente corto
(probablemente menos de 5 aiios), un gran numero de las adjudicaciones de propiedad
que se hicieron directamenle a las familias pobres que ocupaban en arriendo los solares.
los ejidos y las casas, se transfirieron a olras familias de recursos econ6micos desahogados.
25 El hecho de que los censalarios 0 Inquilinos no supleran hacer usa de la ley y de las prerrogativas que esta les otorgaba; adems de que muchos otros en realidad no lenian la
capacidad econ6mica para hacer suya la propiedad contribuy6 a que en lugar de que se
ampliara la c1ase media se eXlendiera la ohgarquia. Pues. los liberales, por su parte,
siguiendo las leorias en voga. no lenian Inconveniente en convertirse en propletarios
acaudalados.
Conclusiones
473
otras familias, e incIuso, ocupar irregularmente predios que seguian siendo propiedad deI Municipio. Todas ellas, con un estatus jurfdico incierto.
bastante ambiguo y con derechos mas precarios. 26 Para esas familias. el
proyecto liberal representa una transformaci6n radical que. sin duda, les
fue bastante adversa; ya sea en trminos de una degradaci6n de sus condiciones de vida 0 de una multiplicaci6n repentina de sus necesidades habitacionales, en que la inseguridad en la posesi6n deI suelo, adquiere visos
de una nueva realidad social.
La circulaci6n de bienes y de riqueza deI siglo pasado, no garantiz6 la
prosperidad y el desarrollo ni fue sin6nimo de abundancia y difusi6n de
la propiedad. coma los neoliberales de hoy dia 10 suponen. 27 El proceso
de desamortizaci6n, fue en el fonda. un proceso de amortizaci6n que prepar6 las condiciones para una explotaci6n capitalista futura deI suelo;
proceso deI que nos ocupamos en los Periodos III y IV. cuando se opera
una segunda transformaci6n en el paradigma socio econ6mico.
474
hasta convertirse en una autntica revoluci6n inmobiliaria; es precisamente el nacimiento dei capital inmobiliario que se separa dei suelo y
genera ganancias independientes, a pesar de que los recursos que se
invierten son modestos y bastante marginales, en re1acin a las otras formas de acumulacin de esos agentes. l9
El estudio particular de las tres primeras colonias que se desarrollaron
en Guadalajara, nos permiti constatar que la promocin inmobiliaria no
fue el resultado de un proceso natural 0 espontneo, coma en muchas
ocasiones se ha sugerido; se trat6 de un proyecto especffico, que intentaba implementar un nuevo sistema con actores definidos y agencias especiales, que innovaron en varios campos: a) en los modos de articulaci6n
de actores y funciones (por ejemplo, con la asociaci6n de promotoresurbanizadores,3 socios capitalistas y especialistas con un saber-hacer tcnico); b) en el desarrollo de nuevas formas de promoci6n y venta; c) en
las modalidades de acceso al suelo y la vivienda, y d) en los tipos de productos ofertados.
En realidad, no se trat de un simple proceso de urbanizaci6n, sino de
una verdadera reforma urbana que se apoy6 en estrategias inmobiliarias
sofisticadas, muchas de ellas, de orden ideolgico, por ejemplo:
realizar cambios en la forma (urbana y arquitect6nica), que se presentaban coma cambios en el fondo; es decir, considerar que a partir de
una intervenci6n en el marco construido, se podfa intervenir en el comportamiento social;
emplear un nuevo lenguaje y nuevas tcnicas, coma una manera de
valorizar el suelo;
servirse de nuevos conceptos, c6digos y modelos, para romper con
10 "viejo", a fin de imponer 10 "nuevo", ya sea a nivel de ciertas prcticas
culturales, comportamientos sociales, objetos 0 ideas.
Una verdadera reforma urbana, que tuvo repercuciones importantes
en el modo de vida y en los sistemas de accin social de los tapatfos, y
que al erosionar ciertos valores culturales, produjo cambios substantivos,
entre los cuales ameritan evocarse tres principales: i) el abandono progresivo de la cuadrfcula (la trama ortogonal), coma el unico modelo ordena29 Con este tipo de operaciones urbanisticas se exploran nuevas formas de recuperaci6n de
capital. Sin embargo, no sera hasta la quinta 0 sexta dcada de este siglo cuando se
desarrolle un sector inmobiliario aut6nomo con mecanismos de acumulacion independiente.
30 Se trata de agentes encargados de la gestion dei capital inmobiliario privado que sin
embargo participan con un poco de recursos en la conformaci6n de un capital patrimonial de la empresa, de ahi que no se les reconozca como promotores inmobiliarios
"purosH.
Conclusiones
475
476
Conclusiones
477
478
Tal mutaci6n, no significa que el pensamiento liberal se haya abandonado, por el contrario, se reafirma a partir de una concepci6n economicista
de la sociedad, segun la cual, los vfnculos que la mantienen unida y trabajando, son principalmente econ6mico-productivos, y el orden que desea
establecerse es fundamentalmente econ6mico-social.
La gama tan amplia de actividades que se lIevan a cabo en colaboraci6n, no hace necesario que el poder publico se tome en un sentido estricto, sino simplemente que se ejerza a travs de la misma gesti6n de la ciudad y de la toma de decisiones que le es inherente. Asf, la
implementaci6n de sistemas de auto-financiamiento, la dotaci6n de infraestructura para el desarrollo urbano e industrial, la producci6n de vivienda, e incluso, la planeaci6n urbana, se asimilan mucho mas a la idea de
una gesti6n administrativa y no a una cuesti6n de poder 0 a una forma
especffica de polftica; en ese sentido, terminan subordinando a la autoridad municipal a la fuerza deI mismo modelo, de tal forma, que quien
finalmente gobiema en Guadalajara, es un tipo de "poder solidario" que
se institucionaliza en diversas 6rganos mixtos 0 tripartitas.
Con un modelo pluralista coma se, el Estado se convierte en un actor
mas, entre varios otros; no es l, quien hace la polftica ni quien la aplica,
sino una "asociaci6n de intereses", entre los cuales, se integra discursivamente a los habitantes 0 eillamado sector social. Lo mixto, en realidad se
compone por el sector publico y por el sector privado mercantil, cada uno
de ellos, obtiene un beneficio de acuerdo con sus propios intereses.
El Estado encuentra una fuente de legitimaci6n y de reproducci6n
dei poder en la misma idea de asociaci6n y participaci6n; pues en principio, la concepci6n dei modelo de gesti6n mixta, implica su capacidad
para dirigir el desarrollo y el buen funcionamiento deI mismo; de su
poder para coordinarlo. 39
La iniciativa privada se inserta en la esfera de poder y cogobiema en
nombre de un ideal regulador, que es el de asegurar un crecimiento con
justicia social. Sin embargo, abanderando ese ideal, termina por monopolizar las decisiones y las ventajas de ese modelo y deI crecimiento en
general; nada puede impedir que los atributos de la autoridad, la sanci6n,
el poder, etc., sean distraidos de sus fines para ser utilizados a su conveniencia.
39 La manera en que un gobemador de esos aiios presenta el lnstituto de Bienestar Social,
un organismo de vivienda de origen privado, muestra bien su poder de recuperaci6n
poHtica "una instancia fundada por el Estado y conducida por el seclor privado", en realidad este organismo fue concebido y estuvo siempre bajo la esfera decisiona! de los
empresarios.
Conclusiones
479
Los habitantes, por su parte, son simultneamente incJuidos-excIuidos dei modelo, mediante un principio ideologico de participacion ciudadana, gracias al cual, se hace pasar la idea de que eIIos deciden, opinan y
participan. Sin embargo, sus asociaciones, son integradas solo formalmente 0 mediatizadas por el sector laboral y los sindicatos oficiales. El discurso ideologico subyacente a este modelo, presupone que los objetivos economicos y las relaciones sociales que derivan de su bsqueda, hacen
posible la conciliacion pacffica de proyectos divergentes; de tal forma, que
a las demandas sociales y polfticas que formulan los habitantes y que amenazan con romper el consenso, se les puede excluir, 0 en todo caso, negar
toda posibilidad de escucharlas desde su contenido poHtico.
Es de hacer notar en ese sentido, el principio ideol6gico en que se
funda el paradigma pluralista, al pretender reunir actores que de facto,
defienden intereses antagonicos mediante un modelo aparente de colaboracion interclasista. Si pudiramos hacer abstraccion de estas ltimas consideraciones, que cuestionan un valor fundamental como es la democracia, valdrfa la pena recordar que gracias a este modelo, se acelero el
proceso de consolidacion de los fraccionamientos populares, se generaliz6 la introducci6n de infraestructura en la ciudad y se ampliaron los
esquemas de produccion de vivienda. Es decir, a pesar de 10 parad6jico
que parezca, se afianzaron los mecanismos de integraci6n social al menos
desde una perspectiva funcionalista. Una serie de beneficios y ventajas
que reflejan las bondades deI modelo y que hablan de su potencial como
una herramienta de gestion que puede contribuir al desarroIIo, desde un
enfoque mas local;40 sobre todo, si consideramos que en tan solo treinta
aiios, supo crear sus propios esquemas de financiamiento, congregar (de
una forma u otra) diversos actores, reunir esfuerzos y movilizar mltiples
recursos. Un modelo que constituy6, sin duda, una de las grandes especificidades deI desarrollo urbano en la historia de Guadalajara y que funcion6 con cierta eficacia hasta la dcada de los setenta, cuando el Estado
central interviene imponiendo un nuevo paradigma 0 modelo socio-politico y econ6mico, dei cual nos ocupamos a continuaci6n.
480
Conclusiones
481
482
de la paz social y de un proyecto global de acumulaci6n capitalista, aplic6 una polftica social, que a pesar de sus limitaciones y de su caracter
muchas veces discursivo, funcion6 relativamente bien coma un elemento
que contribuy6 a reforzar sus vfnculos con la comunidad.
De esa manera, el Estado se convirti6 a la vez ,en sfmbolo e instrumento, de un proyecto global de integraci6n y de justicia social; mucho
mas un sfmbolo, que un instrumento sin duda alguna; de ahf que pudiera
aparecer, simultaneamente, coma una de las causas deI problema de la
vivienda y coma la soluci6n principal dei mismo problema. Una fuerza 0
atributo, que adquiri6 gracias a una serie de representaciones dominantes
que supo hacer en diferentes periodos hist6ricos dei avenir de la colectividad; representaciones que le fortalecieron y legitimaron, no s610 por la
imagen que hacfa de ellas, sino tambin por la necesidad que mostraba
para que fuera l, y nadie mas, quien podfa garantizar la consecuci6n de
ese porvenir en bien de la colectividad.
Si por alguna raz6n, no se a1canzaba un objetivo social 0 econ6mico,
que permitiera avanzar en la direcci6n deseada, no era al Estado a quien
se le cuestionaba; la representaci6n deI porvenir podfa seguir siendo pertinente y gozar de un consenso, se cuestionaban los medios utilizados, los
agentes que los concebfan y ejecutaban y la manera en que se ponfan en
practica. La responsabilidad recafa en aqullos que ejercfan la acci6n
gubemamental, y eventualmente, en el gobiemo, pero no en el Estado
propiamente dicho. 44
Si el Estado no estuvo siempre al servicio de las clases dominantes,
en cierta forma, ellas sf estuvieron al servicio de l, en 10 que respecta a
la producci6n dei habitat social. Primero, el clero en el siglo XVII y
XVIII; enseguida, los industriales filantr6picos dei siglo XIX;4s y por ultimo, los comerciantes e industriales de mediados dei XX"". Todos, ya fuera
en forma independiente 0 asociados con l, participaron en el financiamiento, la producci6n 0 la distribuci6n de un cierto numero de viviendas
de tipo social. Un comportamiento que se repite en el tiempo y que, por
un lado, alivia al Estado y en cierta manera le desresponsabiliza de su
compromiso y, por otro lado, contribuye a preservar un orden social. No
fue, entonces, el "inters por las clases desprotegidas", el que hizo que se
44 Con los anos esa estrategia muda y se haee eoresponsable a la sociedad a quien se le
invita a integrarse a la soluci6n de los problemas como una forma de hacerla responsable dei origen de los mismos.
45 Quienes dotaron de viviendas a algunos de sus trabajadores, vase el caso de la Fbrica
de Atemajac, RIO Blanco .. " en el periodo dos de este trabajo.
46 Por medio de las instituciones mixtas que fueron analizadas en el periodo cuatro yeuando abordamos el paradigma pluralista en las eonclusiones.
Conclusiones
483
484
Roger Quillot
Conclusiones
485
brera (1923), una promoci6n con altos subsidios, que en realidad, encubrfa una virtual donaci6n de la propiedad a un cierto numero de trabajadores; promoci6n que por su tratamiento polftico, define el campo que en
10 sucesivo, tendra la vivienda, cuando se le maneje dentro de las necesidades y objetivos poUtico-sociales dei rgimen. l'
Con el proceso de urbanizaci6n y el desarrollo industrial, que se
empieza a vivir al final de la Segunda Guerra Mundial, las necesidades
(en habitaci6n, servicios, etc.) se masifican y los problemas se multiplicano Por primera ocasi6n, el Estado central interviene de una forma explfcita en la cuesti6n habitacional, a travs de una poUtica de accion social,
que incluye a1gunos programas de vivienda social que, con los afios, se
terminan aplicando en el Estado de Jalisco. 52
La idea de que la vivienda es un bien colectivo (cuya finalidad es eminentemente socia1), se empieza a conformar en ese entonces, con el consecuente debilitamiento de la concepci6n Iiberal que le consideraba un
bien privado. Ese cambio, favorece y legitima la intervenci6n deI Estado,
quien sin sustituir al mercado privado, abre el abanico de la oferta a sus
propios servidores, en el marco de los programas de asistencia social.
En Guadalajara, a fin de enfrentar el cambio estructural de una ciudad
que se convierte en una gran aglomeraci6n, la clase econ6mica local y el
gobierno municipal, deciden implementar simultneamente su propia
polftica habitacional (1950). Programas, instituciones y esquemas jurfdico-financieros diversos, se crean con ese objeto; a diferencia de la polftica nacional, que concibe a la vivienda, mucho mas dentro de la esfera de
"10 social" (es decir de 10 polftico-social), en la capital tapatfa se le percibe coma un bien social que debe producirse con una cierta racionalidad
econ6mica. 51 Se trata, sin duda, de un avance significativo en la idea de
que la cuesti6n habitacional puede apoyar los programas de desarrollo, a
51 En realidad la Colonia Obrera se hizo mucho ms coma una respuesta a las huelgas
inquilinarias (1922) Yno en el espfritu reivindicativo revolucionario de un rgi men que
encarnaba ese movimiento. Las dificultades econ6micas y otras prioridades de los
gobiernos subsecuentes impediran que programas como esos se puedan continuar en el
tiempo. La falta de continuidad y el inmediatismo son una de las caracaterfstcas principales de la polftica social de vivienda de esos aiios.
52 Se trata de vivienda en renta que se construye a partir de los aiios cincuenta en forma
masiva a travs de procesos fuertemente estandarizados. Es una poUtica de vivienda
social en que el valor de la renta se detcrmina independientemente de los valores econ6micos de referencia.
53 Es decir, sin que la vivienda entre en el campo estricto de la polftica econ6mica la ntervenci6n conjunta de los sectores piiblico y privado hace que la producci6n de vivienda
tome ms en cuenta criterios economicos en el uso de los recursos.
486
Conclusiones
487
488
Conclusiones
489
El gobierno se encuentra ante la disyuntiva de considerar a la producci6n coma una pieza clave dei desarrollo econ6mico nacional, imponindole la racionalidad que exigen sus propias orientaciones liberales (y la
de las agencias internacionales), 0 considerar, ante todo a la vivienda,
coma un derecho de todos los mexicanos, promoviendo su producci6n en
trminos efectivos de justicia social y de redistribuci6n de la riqueza. 6J
Es necesario pasar de la ideologfa dei crecimiento, a la necesidad de
la distribuci6n; las contradicciones que se suceden a 10 largo de la historia
de la ciudad, se materiaiizan en miles de familias sin hogar, millones de
personas viviendo sin servicios publicos, es una denuncia cotidiana y
escandalosa de la pretendida universalidad e igualdad de derechos dei
pensamiento liberal.
63 L6pez Eduardo y Fausto Adriana, La vivienda en la Zona Metropolitana de Guadalajara; en: Jalisco a Tiempo, Universidad de Guadalajara, Mxico, 1994.
Bibliografia y Fuentes
Arcbivos
Archivo dei Congreso Constitucional dei Estado de Jalisco (legajos e informes de
gobierno).
Archivo General de la Naci6n (ramo de mercedes, gravados y mapoteca).
Archivo Hist6rico dei Estado de Jalisco (secci6n "Fomento", decretos de la legislatura dei e~tado e informes de gobierno).
Archivo de Indias, Cmara de Comercio, Material D. Garibi (Actas de Cabildo y
Actas Reales).
Archivo de Instrumentos Publicos dei Estado (varios notarios).
Archivo dei Juzgado General de Bienes de Difuntos de la Nueva Galicia (fondos
especiales).
Archivo Municipal de Guadalajara (ramo de "tierras", "obras publicas" y "hacienda").
Archivo de Obras Publicas Municipales de Guadalajara (permisos de urbanizaci6n).
Archivo de la Real Audiencia (decretos y ordenanzas, ramo "civil" y "Juzgado").
Biblioteca dei Congreso dei Estado (colecci6n de decretos).
Biblioteca Publica dei Estado de Jalisco (secciones "fondos especiales", "miscelnea").
Biblioteca dei Palacio Legislativo.
Instituto de Geografia y Estadistica, Universidad de Guadalajara (mapoteca).
Referencias BibUogralicas
Aldana Rend6n, M. Desarrollo econ6mico de Jalisco 1821-1840, Guadalajara,
TES-UdeG, 1979.
"Cenit y ocaso dei Estado liberal" en Jalisco en la conciencia nacional,
Jos Maria M. et al, Ed. Gobiemo dei Estado de Jalisco y Jos Ma. Mora,
Mxico, 1987.
A1cntara, Sergio. "El edn novogalico: la calidad de vida en la etnohistoria de
Guadalajara" en Vivir en Guadalajara, Castaiieda C. (coord), Ayuntamiento de Guadalajara, Guadalajara, 1992.
492
Bibliografla y fuentes
493
1993.
494
GRET,1992.
CIDAC, Vivienda y Estabilidad Politica, Mxico, Ed. Diana, 1991.
Colegio de Arquitectos. La evoluci6n de la ciudad de Guadalajara, N 8 Y 20,
Guadalajara, 1981.
Comisi6n Nacional Tripartita, Actas de la Quinta Comision, Mxico, 1972,
mimeo.
ConnoIly, Priscilla y Romero, Gustavo. El mercado de vivienda en Mxico, Mxico, COPEVI, 1975, mimeo.
"La industria de la construcci6n y relaciones de trabajo en la producci6n
habitacional en Mxico" en Procesos habitacionales en la ciudad de Mxico, Michel Marco (comp.), Mxico, UAM, SEDUE, 1988.
Coordinaci6n de los Servicios Nacionales de Estadistica, Geografia e Informatica,
SPP, Vol. Il, 1982.
COPEVI (Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento), La produccion de
vivienda en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico, Mxico, 1976.
Comejo Franco, Jos. Obras Completas, Guadalajara, Gobierno deI Estado, 1979.
La Calle de San Francisco, Guadalajara, Banco Refaccionario de Jalisco,
1945.
Testimonio de Guadalajara, Mxico, UNAM, 1942.
Cornelius, Wayne A. "Urbanizaci6n y demandas politicas: participaci6n politica
entre migrantes pobres en las ciudades latinoamericanas" en Demografia y
Economia, Mxico, El Colegio de Mxico, Vol. VIIl, N 2, 1974.
Corts Diaz, Aurelio. Guadalajara de mis recuerdos, Guadalajara, Ayuntamiento
de Guadalajara, 1983 - 1985.
Bibliografia y fuentes
495
Coulomb, Ren. "Mxico, la poHtica habitacional en la crisis, viejas contradicciones, nuevas estrategias y actores emergentes" en PoUticas habitacionales,
y ajustes de las economias en los 80s, Mxico, IDES AC, HIC, 1990.
"PoHtica de vivienda y necesidades habitacionales" en Ciudades, N" 4 ,
Puebla, octubre-diciembre 1989.
Crouch, D. Garro, D. y Mundingo, A. Spanish City Planning North America,
Cambridge, MIT Press, 1982.
Cymet, David. From Ejido to Metropolis, American University Study, 1992.
Chvez Hayhoe, Arturo. Guadalajara de antano, Guadalajara, Banco Industrial
de Jalisco, 1960.
Guadalajara en el siglo XVI, T. 1. Guadalajara. Banco Refaccionario,
1953.
Guadalajara de Ayer, Guadalajara, Banco Industrial de Jalisco, 1956.
Chevalier, Franois. La formation des grands domaines au Mexique, terre et
societ aux XVIe-XVIIe sicles, Parfs, Harmattan, 1952.
Choay, Franoise. La rgle et le modle, Parfs, Ed. du Seuil, 1980.
Chrtien, Michel. Pour un financement autocentr de l'habitat: de la tontine
l'pargne logement, Parfs, Plan Construction, 1985.
Dau Flores, E. La conurbaci6n dei Valle de Atemajac, Guadalajara, El Colegio de
Jalisco, 1994.
Davila Garibi, Juan Ignacio. Apuntes para la historia de la Iglesia en Guadalajara, Guadalajara. Libros de Mxico S.A.. 1977.
Memorias tapatfas, Guadalajara, Banco Industrial de Jalisco, 1953.
Don Juan Cruz Ruiz de Cabanas y Crespo, Guadalajara. Banco Industrial
de Jalisco, 1925.
De Alba, Carlos. La petite industrie et les entrepreneurs dans une socit dpendante, le cas de Guadalajara, Mexique. Tesis de Doctorado, Paris, EHESS,
1987.
"La industria de Guadalajara ante la crisis" en Encuentro, Guadalajara, El
Colegio de Jalisco, Vol. 3, N 10,1988.
Y Kruijt, Dirk. Los empresarios y la industria de Guadalajara, Guadalajara, El Colegio de Jalisco, 1985.
Declve, Bernard. Habiter le changement - L'urbanisme comme cole de dmocratie, Belgique. Universit Catholique de Louvaine-Ia-Neuve, Tesis de
Doctorado, 1994.
Evaluations pluralistes - Mthodes d'valuation de programmes et projets
d'habitat, Belgique. Habitat et Dveloppement. UCL, Cahiers Pripheriques, 1992.
De la Cueva, Mario. El nuevo derecho mexicano dei trabajo. tomo II, Mxico,
Ed. Pomia Hnos. 1979.
De la Mota Padilla, Matfas. Historia de la conquista de la Nueva Galicia, Tomo
III, Mxico, Ed. dei Pais, 1984.
Departamento de Planeaci6n y Urbanizaci6n dei Estado de Jalisco, Ley Estatal de
Fraccionamientos. 1985.
496
Bibliograf{a y fuentes
497
dalajara, 1994.
Gribomont, C. y Rimez, M. La po[(tica econ6mica dei gobierno de Luis Echeverria (/97/-1976): Un primer ensayo de interpretaci6n, Mxico, FCE,
1984.
Gutirrez Ulloa, Antonio. Ensayo hist6rico dei Reino de la Nueva Galicia, Guadalajara, Gobierno deI Estado de Jalisco, 1985.
498
Hale, Charles. Mexican Liberalism in the Age of Mora, Yale University press.
1968.
Heroles, Jesus R. Elliberalismo mexicano en pocas paginas, Mxico. SEP, 1985.
- - Elliberalismo mexicano, T. 1a III, Mxico, UNAM. 1961.
Hernndez Laos, E. "El desarrollo industrial de la Zona Metropolitana de Guadalajara" en Guadalajara, Guadalajara, Centro de Desarrollo en el Occidente
de Mxico, CISE, Facultad de Economfa, 1974.
Heymann-Doat. L'Etat et le logement - Histoire compare des techniquesjuridiques, Paris, L'Arbre Verdoyant, 1987.
HIC (Coalici6n Habitat Mxico). El derecho a la vivienda adecuada en Mxico,
Mxico, 1994.
Ibaiiez, Eduardo y Vazquez, Daniel. Guadalajara: un andlisis urbano. Guadalajara, Comisi6n de Cordinaci6n Urbana dei Valle de Atemajac, 1970.
IBD,Activities, Washington, 1961-1963.
IJAH-INAH. Cr6nica de la Nueva Galicia, Guadalajara, Ayuntamiento de Guadalajara, 1963.
Igufiiez, Juan B. Guadalajara a travs de los tiempos. Relatos y Descripciones de
viajes y escritores desde el siglo XVI a nuestros dias, T. 1 YIl. Guadalajara.
Gobierno deI Estado de Jalisco. 1951.
Los gobiernos de la Nueva Galicia, Doc. para sus biograflas, Col. Historia
Serie Doc. e Investigaci6n N 4, Guadalajara, UNED Gobierno deI Estado
de Jalisco, 1981.
INEGI (lnstituto Nacional de Geograffa y Estad{stica). Censos de Poblaci6n y
Vivienda (1960-1990). Mxico.
- - Estad{sticas Hist6ricas de Mxico, T. 1, 1990.
INFONAVIT (lnsitituto Nacional deI Fondo de la Vivienda para los Trabajadores),
1nformes Anuales (1973-1993), Mxico, varios aiios.
Los primeros pasos 1et Il. Mxico, 1975.
Actas de la Asamblea Constitutiva, 1 de mayo de 1972, Mxico, 1973.
1nfonavit; 15 anos, Mxico, 1988.
500 preguntas y respuestas, folleto explicativo, Mxico, 1975.
La vivienda comunitaria en Mxico, Mxico, 1988.
Departamento de Aportaciones. marzo de 1991. Reportes internos, Guadalajara, varios aiios.
Jaksic, Ivan. The Meaning of Liberalism in Latin America. New York Buffalo
University, 1981.
Jaramillo, Samuel. "Las formas de producci6n deI espacio construido en Bogota"
en Ensayos sobre el problema de la vivienda en Amrica Latina, Pradilla
Cobos (comp.), Mxico, UAM-X. 1982.
Johnson. J. Political Change in Latin America - The Emergence of the Middle
Sector, Stanford University Press, 1958.
JGPUEJ (Junta General de Planeaci6n y Urbanizaci6n dei Estado de Jalisco),
Estudios de funciones urbanas en el Area Metropolitana de Guadalajara,
Guadalajara, 1977.
Bibliografia y fuentes
499
500
Martinez Reding, Fernando. Los tapatios - un modo de vivir, Guadalajara, Ayuntamiento de Guadalajara, 1986 - 1988.
Martinez M., Carlos. "El reparto de la riqueza" en Historia de Mxico, Mxico.
SaIvat, 1978.
Marx, C. El Capital, Mxico, FCE. Tomo 111.1974.
Massiah, Gustave. Systmes innovantes de crdit et accs au finacement du logement pour les mnages faible revenu en Asie, Synthse Resume, Paris,
UNSCAP. DAEI. 1991.
Mata Torres, Ram6n. Las garitas. los mesones y noticias varias de Guadalajara,
Guadalajara, Colegio lnternacional, 1979.
Michel, Marco A. (comp.). Procesos habitacionales en la ciudad de Mxico,
Mxico, SEDUE, UAM, 1988.
Millan, Ren. Los empresarios ante el Estado y la sociedad, Mxico, Siglo XXI,
1989.
Mora, Jos Maria. Obras Sueltas, Mxico, Ed. Porrua Hnos., 1963.
Morossi, Julio. Persistencia de la normativa indiana-variaciones a la cuadrfcula.
Salamanca, Espaiia. 1992, mimeo.
Morse, Richard. "The Heritage of Latin America" en Latin America; the distinct
Tradition, Wiarda Howard, The University of Massachusetts, 1974.
Mota y Escobar. Descripcion geogrtifica de los Reinos de Nueva Galicia, Nueva
Vizcaya y Nuevo Leon, Col. Facsimilares, Guadalajara. INAH, 1966.
Muria, Jos Maria. Historia de Jalisco. Tomo 1. Il, II/ YIV, Guadalajara, Gobierno
dei Estado de Jalisco, Unidad Editorial, 1982.
- - et al. Jalisco en la conciencia nacional, Guadalajara, Gobierno dei Estado
de Jalisco, 1987.
Naciones Unidas, Consejo Econ6mico y Social. Actas de la reunion anual, 23 de
mayode 1952, Venezuela, 1952.
Nufiez De la Pefia, Francisco. Cien aiios dei Banco Nacional de Mxico en Guadalajara, Guadalajara, El Colegio de Jalisco, 1990.
Nufiez, Oscar. "Significaci6n social de la vivienda en Mxico - el casa INFONAVIT" en El problema de la vivienda en Amrica Latina, Pradilla, Emilio
(comp.), Mxico, UAM-X, 1985.
Obras Publicas dei Muncipio de Guadalajara, Estudio dei dficit habitacional.
1990, mimeo.
OEA; Memoria dei Congreso Panamericano sobre la Vivienda de Inters Social
(VIS), Venezuela, 1956.
Olveda, Jaime. La oligarquia de Guadalajara, Mxico, CONACULTA. 1991.
Orendain, Leopoldo. Casas de viejos pape/es, III recopilaci6n, Guadalajara, Centro Bancario de Guadalajara, A. c., 1970.
Ortiz, Enrique. El derecho a la vivienda, Mxico, HIC. 1992.
Otero, Mariano. Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestion social y politica
que se agita en la Republica Mexicana, Mxico, Biblioteca Publica dei
Estado, Miscelanea N 70, 1842.
Bibliografia y fuentes
501
1951.
Guadalajara de Indias, Guadalajara, Banco Industrial de Jalisco, 1957.
y Montes de Oca, Jos. El Teatro Degollado, Guadalajara, Gobierno deI
Estado, 1964.
La Nueva Galicia a travs de su viejo Archivo Judicial, Guadalajara, Antigua Librerfa Robledo, 1939.
Parroquia, "Fray Antonio AIcalde", N 1595, Guadalajara, 1982.
Pensiones Civiles deI Estado, Fol1eto Veinte anos, 1974.
Perez Verdfa, Luis. Fray Antonio Alcalde y Prisciliano Sanchez, Guadalajara,
Biblioteca Jalisciense, 1952.
- - Historia particular dei Estado de Jalisco, Guadalajara, Gobierno deI Estado, 1952.
Pinto, AnChal. Latinoamerica: Una vision estructuralista, Mxico, UNAM, 1991.
Pradilla Cobos, Emilio. Ensayos sobre el problema de la vivienda en Amrica
Latina, Mxico, UAM-X, 1982.
- - Contribucion a la crtica de la "teoria urbana", Mxico, UAM-X, 1984.
Puente Leyva, J. "El problema habitacional" en El perfil de Mxico en 1980,
Tomo 2, Mxico, Siglo XXI, 1970.
Ramirez Flores, Jos. El Real Consulado de GlbJdalajara, Notas Historicas, Guadalajara, Banco Refacionario de Jalisco, 1952.
Razo Zaragoza, Jos Luis. Guadalajara, Guadalajara, Universidad de Guadalajara e Instituto de Jalisco de Antropologia e. Historia, 1981.
- - Historia Tematica Jalisciense, Guadalajara, Universidad de Guadalajara,
Facultad de Filosoffa y Letras, 1981.
Renaud, Bertrand. Le logement et les institutions financires dans les pays en voie
de dveloppement, Francia, Banque Mondiale, N 658 F, 1984.
Revel Mouroz, Jean. "Aspects de l'industrialisation MedelIin, Guadalajara et
Monterrey" en L'espace mexicain, questions d'actuallit, T. Il, Paris,
IHEAL, 1976.
Rivelois, Jean. L'influence des thories urbaines sur la pratique de la planification- Guadalajara (Mexique), Paris, ORSTOM, 1992, mimeo.
La dimension sociale de la planification urbaine, Tesis de Doctorado,
Paris, EHESS, 1983.
Le pouvoir clienteliste local: un canal de redistribution ncessaire ou un
blocage de changements dmocratiques, le cas du Mexique, Estocolmo,
ORSTOM, Congreso de Americanistas, 1994, mimeo.
y L6pez, Eduardo. Tratamiento de encuestas de terreno. Fraccionamientos
irregu/ares, Guadalajara, 1988, mimeo.
Rivire d'Arc, Hlne. Guadalajara y su region, Mxico, Sep-Setentas N 106,
1973.
"i,Fueron los aiios sesenta, en Guadalajara y su regi6n, los ultimos de una
sociedad mercantil y rural?" en Encuentro. Guadalajara, El Colegio de
Jalisco, Vol. l, N" 4,1984.
502
Robinson, Nancy. The Politics of Low Cost Housing in Mexico, a Case Study of
Infonavit; Stanfort University, Tesis de Doctorado, 1980.
Romn Segovia, Guido. Una modalidad de financiamiento para la producci6n de
vivienda en Mxico: el casa FOVI, Tesis de Maestrfa, Mxico, El Colegio
de Mxico, s/a.
Romo de Vivar, Joaqufn. Guadalajara, apuntes hist6ricos, biograficos. Estadisticas y descripciones de la capital dei Estado de Jalisco, Guadalajara,
Banco Refaccionario de Jalisco, 1964.
Rosas Benftez, Alberto. Hojas Sueltas, Guadalajara, Ed. Et. Caetera, 1973.
Rosenzweig, Fernando. "La economfa novohispnica al comenzar el siglo XIX"
en Revista de Ciencias Po/(ticas y Sociales, IX (33), Mxico, 1963.
Ruiz Velazco, Guadalupe y Solinfs, Germn. "Proceso de formaci6n de asentamientos irregulares en Guadalajara" en Renglones, Guadalajara, ITESO.
1987.
"Modelos de paricipaci6n social en el desarrollo urbano de Guadalajara"
en Metropolis in Transition, Siembieda, W. y L6pez, E. (coords.), Universidad de Nuevo Mxico, 1994.
Ruiz Massieu, F. "El Infonavit, un casa de organismo descentralizado por servicio" en Vivienda, N" 10, Mxico, 1977.
Sachs, Cline. "Dcentralisation des politiques de logement et participation populaire. Bilan et enjeux des Mutirao" en Pouvoir local, regionalismes, Revel
M. Jean (coord.), Paris, CREDAL, IHEAL, 1989.
SAHDP, Diagn6stico de vivienda y desarrol/o urbano, Jalisco, 1979.
Snchez, Flix. Apuntes para un programa nacional de vivienda, Mxico, PRI,
1963.
Snchez, Margarita. Le phnomne des lotissements populaires, Tesis de Doctorado, Paris, EHESS, 1985.
Santoscoy, Alberto. Obras Completas, Guadalajara, Gobierno dei Estado de Jalisco, 1984.
Schteingart, Martha. Producci6n habitacional y promoci6n inmobiliaria en la
Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico" en Procesos habitacionales,
Michel Marco (comp.), Mxico, SEDUE, UAM, 1988.
SEDUE (Secretarfa de Desarrollo Urbano y Ecologfa), Estadistica de Vivienda,
1983-1990, Mxico.
Metodologia para el calculo dei dficit habitacional, Mxico, 1988.
Bibliograf{a y fuentes
503
504
Referencias Periodisticas
Ell/ustrador Jaliscience (1836)
El Republicano Jaliscience (1847, 1848)
Primera Epoca (1850-1865)
El Porvenir (1851)
Bibliografia y fuentes
505
Documentos Iegislativos
Coleccion de Acuerdos, Ordenes y Decretos sobre Tierras, Casas y Solares, de
los Indigenas, Bienes de sus Comunidades y Fundos Legales de los Pueblos dei Estado de Jalisco, Gobierno deI Estado de Jalisco, 1849.
Coleccion de los Decretos, Circulares y Ordenes de los Poderes Legislativos y
Ejecutivos dei Estado de Jalisco, Gobierno deI Estado de Jalisco, Primera
Parte (1823-1859) y Segunda Parte (1860-1910).
Coleccion de Acuerdos Ordenes y Decretos sobre Tierras, Casas y Solares de los
Indigenas (1822), Biblioteca deI Congreso deI Estado, 1876.
Coleccion de Acuerdos sobre Bienes de Indigenas 1821-1822, Biblioteca Publica
deI Estado.
Convenios de Asociacion de los Fraccionamientos de Objetivo Social, IDTPE,
IPEVI, FONHAPO y SEDEUR, 1984-1991.
Documentos Economicos de la Administracion Publica, Direcci6n General de
Prensa, Memoria. Bibliotecas y Publicaciones.
Hugo B. Margin, Comparecencia en la Camara de Diputados, 6 de Abril
de 1972, N. 13. Mxico, 1972.
Hugo B. Margin, Reunion con empresarios, 12 de abril de 1972, N 9,
Mxico, 1972.
Hugo B. Margin, Reunion con banqueros, abril 1972, N" 19, Mxico,
1972.
506
Leyes y PIanos
Leyes y Decretas, antes dei siglo XX
Real Provis6n sobre nuevos descubrimientos y poblaciones (1573), Archivo de
Indias, Sevilla.
Ley Degollado, venta de los ejidos de la ciudad, Decreto dei 12 de diciembre de
1855, Peri6dico Oficial El Pals.
Ley Lerdo, Desamortizaci6n de bienes eclesiasticos en manos muertas, junio
1856, Peri6dico Oficial El Pals.
Decreto dei gobernador Herrera y Cairo, 26 de junio de 1856, respuesta a la anulaci6n de la privatizaci6n de los bienes ecelsiasticos con el objeto de sustraerse a la ley de secularizaci6n.
Decreto deI gobernador Jesus Camarena, 21 de octubre de 1856, sanciona los
prestanombres.
Ley Zuloaga, 28 de enero de 1858, anula la ley de secularizaci6n.
Ley Juarez, 5 de enero de 1861, nacionaliza los bienes eclesiasticos.
Bibliografla y fuentes
507