Varela Sarmiento Alvarez - Psicologia Forense (Libro Completo) PDF
Varela Sarmiento Alvarez - Psicologia Forense (Libro Completo) PDF
Varela Sarmiento Alvarez - Psicologia Forense (Libro Completo) PDF
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Varela, Osvaldo H.
Psicologa forense ; consideraciones sobre
temticas centrales J Osvatdo H. Varela, Hctor R.
Alva1ez y Alfredo J. Sarmiento. 2. ed. - Buenos
Aires: Abeledo Perro!, 2002.
164 p.; 23xH,cm,
;:::
ISBN
950-zo-i42s-X
l. Alvarez, Hctor R. ll, Sarmiento, Alfredo .J. 111. Titulo 1. Psicologla Forense
PREFACIO"
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'"'
Todos los
derechos reservados
tD by ABELEDO-PERROT
LEX!SNEXIS ARGENTINA S.A.
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Tel. (54-11) 5382-8802 - [email protected]
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OSVALDO H. V ARELA
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. Es impor'i<lnte i.uc cda colega que se inserte en !;1 pnctica .
cspccfici, tc11,ga trna dc.<J clara y conviccio1~s firnits de s decisin, y cono~ca en for1nu acabada cada uno de los mbitos. Por
cjjo y para ellb es neccsii.1io el uesun:ol!o pleno, y su. const:rnte
dltudio. P!anibos y replanteos, avances y rctrocc~os, hallazgos Y
d~scartcs sobr~ fos mismos 'temas, sern las tcnicas que colaboren y fom.lan1'i1tcn el pkno desarrollo de fa Pscologi'a Fotense.
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es precEamcic
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OSVA.LDO H. V ARELA
12
y su permanencia en
.
Las instituciones tienen que ser objeto de un [111:lisis espec
fico no como una forma social entre otras (especialmente aqucIfas 'que tienen que ver con las transgresiones), pues d!as "separan", Y. por consiguiente pueden articular todas las formas
que tiendan a la reinscrcin soci:il.
.
Es imprescindible sei'alar que no slo se tiene que aludir a
las anomalas de la comunicacin dentro ele las instituciones, sino
taml:iin dentro de Jos campos instituidos, el "adentro" Y el
"afuera". De esta forma, si tomamos un sistema referencial objetivo la institucin aparece remarcando lo universal (contando
sien~prc con el respaldo social); as. un individuo que mantuvo in
terrelaciones constantes dentro del seno de la socicda.d, una vez
detenido encarna siempre lo negativo, "marca" que arrastrar
has1 ef ltimo de sus das. - -.
Desde un sistema rcfc.rencial subjetivo, podramos situar
a la institucin en un:i1t1\stancia donde se le va a dar una situacin
de privilegio a la particiilari<lad de la experiencia de cada hombre;
la institucin as ya
es una cosa, sino !u proyeccin de la
angustia individu;fl;y
mismo tiempo una defensa contra dicha
angustia.
Si intentamos una condensacin de estas dos lecturas, se
pondra el ~iccnto en hJ:signifcadn simblica de la institucin, y
de este modo su contc1ltlo interior necesitar para su actualizaci~n., una profunda interiorizacin en la vida social.
.
. ' Si bien de esta forma tambi~n se .entc111.lcrn las C(lllcltl<::tas
delictivas o antisociales como una violacin a las estructuras
;1ormativas de na cultr:i determinada, tambin seran, como
Tafos; 11rotucto no slo Je ttl1 disfurhio de tipo individua!, sino
~once1ie1ltes famliftfr1 "a--focfos
i!1tcgrantcs de esa dctermnnJ. sodcd,i(( pCritic1ttlo iii1i1ridl\ d las lll'Ccsi<ladcs reales del
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13
PS!COLOGJA FORENSE
14
OSVALDO H. VARELA
PSlCOLOG!A FORENSE
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(ui1 .iitrosk
se cncucntr~fucrn de sus lmites); no le permite la indvidualizaJo qw~\)11aradjiqmcnte nos re111 i te a la misma relacin arn
gue 11~antuvo el i$ujeto en las primeras etapas <le su cvolu. wr ejc~hiplo:
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1~.
La con'&.retiz:icin del pens:imicnto que se evidencia en estos
pacientes, s6ljtraducc institucionalmente en el separar y castigar a
un integrante de Ja socic<lad por el slo anlisis tk su conducta,
sin ver lo qc ellas simb6licamcnte representan.
La compnlsin a la acdn y su irnmsibilidad (fo 'tm~nder de
la experiencia, se deja entrever en la institucin por la continua y
compulsiva instrumentacin <le recetas inadecuadas. asirnismo
como el no poder aprender de esa ii.iopcrancia; siendo precisamente esa compulsin a la accin lo que ms se estigmatiza y se
etiqueta.
Las wntrndiccioncs con la realidad (refiere IJ,saglia) son
concretas y constantes, siendo la nica posibi!dau actuar sobrn
la contnidi.ccin, en una dimensin dialcti,c.a, dimensin que
contenga la alternativa de una evolucin postcl'ior; en otras
fa probkmatizacin de la realidad <:n la que el interno est
inserto, para poderofrecerle la posibilidad de salir de una dircc-
.. 15
se
111ente
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12~~s.~iiiI:~_sii!i~s~!?~ios.alicr~;1fk;~~~ 11::'m~_Jl!ta~nn.ctente,puc.de.
:.Q~!-~~5i~!-~_q'.!~.<1~:~~:1~~--~q!1-1!!J!C..~~!qq_1~e_p1[;roca.
Q)'.1,~~1~91~:Lla.~tde
una r~~:1;roca- respoiisabilizacin.
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.mbf.U.i.u:i.dicQ_eSPJ~.YiJic()
.Y/o
en~s qrg~nos
dependientes, ca.-
!ol!! .fltf.IJ.gi'l.J:!)~Ui.!!L~!e_.~s~.f!l,f.11po.
No se podra precisar con exactitud una poca determinada
para el nf;Jmi~.ruo de la ciencia cspecfica, Pero aproximadamente Ja podramos situar paralelamente C.QtLe.Li~WLl!l!!!ldiaL(lel
positivismo, ya que este pensamiento revolucion todas las cien
das de ;poca. Es as como a fines de la Edad Meda, la civlizacin resurge de la noche feudal y el saber necesita de pruebas
c.oncretas y especficas para la probanza de los fenmenos. As
pues, en el campo de la ciencia penal ocurren hechos histricos
que provocan indirectamente el cambio en su. concepcin; la
firma de la Carta Magna en Inglaterra que otorga derechos a los
sepres feudales en un mismo plano que al rey; y posteriormente,
la declaracin de Derechos del Hombre y el Ciudadano, ocurrida
en Francia con la revolucin de 1789, atribuye al hombre el
centro de la escena histric y una impo;tancia sobre su actuar.
Aqu podemos citar a personajes como Lombroso, Fcrri
Garfalo, quienes mlis all:. de los errores que se le puedan atribuir
en sus coneepciones tericas, no podemos dejar de reconocer qu'e
rescatan el aspecto humano y la importancia del hombre sobre el
actuar asptico.
i
Cesare J,Qmb.roso con su libro L 'Jlomo Delincuente ("El
Hombre Delincuente"), aporta la primera conceptualizacin psi- ~ ,., L: ,:i
colgica de la determinacin del acfar O.e!ictivo ili-li.no.-Vosque en su concepcin refiri .G.\H:i~I~iJsticiis J1\Q:psfo.olbgicas. del
ser_ Jummno. "de,linrnente" y hasta rea !iz una descripcin de
su "<l~Hn.9uente nat9": as pues se tratal;a de un hombre pequeo, muy veffudo; brazos largos que llegaban a 1u altura de las
-,
~'.
~:'19
pequeos, mandbula
en asa;
y psicolgicamente se trataba de un
de escasa
cultura, d.cfi11indo!o como un ser "atvico", cuyo de.sanoUo mental no corresponda a 1a poca que le haba tocado
y al no
poderse asimilar a fa cultura. ~n que haba nacido se transforma~
ba en un "marginal". Ntese que de acuerdo a esta
conceptu:dizacin no slo se poda "descubrir" a
Ha delitos, sino tambin practicar mtodos
y "dctcrmr a los sujetos antes de que os cometan". Seguramente fa opi-
nin general ser que este es un pensamiento irracional; i'dctcncr a alguien antes de que cometa e! delito"; pues bien, el lector
recordar que no lmce mucho tiempo, cuando todo a.quei <JI.le
se vestfa con ropa .. inadecuada" (o sea que no se ad~1>taba a una
norma impuesta), tena pelo largo, barha y bigote, era ':ms propenso a ser detenido por la polica como "probable delincuente";
inclusive
n leyes que facultaban la detencin de los adictos a dr
por considerados marginales y/o prodivcs a la comisi;1 de
os, y amren la actualidad algo similar sucede con los
1k:s, en especial d referido a la "J)rostitucjn"; an
edictos p
;; tns, ios hitos elegidos para efectuar operativos policiales son
L los barr
erifricos, pues se "presume" que en ellos viven nt<is
:, dclincue
que en otros (en honor a la verdad, mmca le conoif ddo 1.m
dincucritc econmico" que viva en una "villa de
. '
humano, ios quc.posteri~m1 :~~c1fn social para .e:Xplicar el actuar
En nes'tro " - .. ~ e. uero11 muy cnticados.1
, "' - - :------.i.'"...t<.!H.s... ~- prmc.tp1os de siglo
.
muup!~9~U1_aj..J?.Q~jtivismo ro - ... ----- cgn~_ie~~~a ~ __lle_~~! la -19
oomo Jos Ingenieros -~~-;;~;~:1f SI<:ndo so~temda por hombres '
minologfa"; o Pifie ro Y Hcu::os ~:!~do de Psico logia" Y su "Critivistas a fa psicologa de fa
~a, aportando conceptos posila psicolog{~f e11 el campo /oca. ero ~11:~QV1l.QJ1l~JJt.Qs..1o.datia
sio~rvad com - .-d-"'~~e_nse no exi~tfa com9 tal y estaba
~ ...
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en ice menor de la l d. ,---." . . .. llkutcina legal (lo
0--.--~'t - ,. . . . ~ 1~ Iclfla 1orense o la
eslOtiCi-e1ciado del ar:!glll !Ca que ~~f! ll-0 j esf; prueba de
go Penal argentino que s/~~lo 34 de Immputabilidad del Cdiantiguo en-:su conc~pto -aJ j :n se reconoce como perimido Y
pcnaf, dado que fue aprobad~ al q~~_gran parte de la legislacin
go Espru1ol (Je J 890 el cual f .e~ e ano 1921, basado en el cdiadecuacin a la realidad .
ue erogado en l 895 por su falia de
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:imperante- por pre r .
I .
ac ua es, no 11a sido reemplaz d )
s igiosos egisladores
aparece escrita Y a mi e"t d a o . s aqu1 donde la historia no
d
' '
,
o Y no se conoce
el final" eUer es porque toda via
esta succd1enque si bien existe en la Just" at? de esto a tener en cuenta es
_mdicos fore.;;;cs~-q.. u-.. -se a __11.:~a n_dac:_o~1al un cuerpo reconocido de
- "'" ' "
cupan
... ...
all.X!Jfares aseso~csde'I--}---- --~ p~r!.tar (O sea funciona'r como
a
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Juez , en las <l1stmras , ,
:n n, ~o .<:~.i~te un cuerpo de
: caus.is que lo reguieprcsenc1a slO'esi: ied l' -,; P.~~~l!?.?!~_f,?rc_~~?. como tal. Nuestra
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~mni a cargo de un gn
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e c19_ m11tac10 <le la profeadUllJ1!~.1iltIVa
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' s1.n pos1b1l!dad de firmar ni ",' .
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luS pcnc1as y sin i
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~ erec io a que el juez
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~onc}u~1ones. Es!(). en el fuei::o.
ps1cologo slo se rcdu
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Pero aqu se nos presentara u~ pr? .ema e e 01 _e 1.1 . ".
Y sera el riesgo del ".:;;;~ti~?-~i,1~ q~l1to, '.por el_ ~1~1~ m~:1;!~1~;l~~
l . libertad a una persona para su tratamiento (d,,a.1rns. .
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e preso por su bien
. y e,1 d.e ld s0 CL..
,da'l")
',
, y
lo
. . que es mas
e au n esa privacin de libertad no tendra un uempo de.ter
grav
, " estara condicionado a su " cura " .' o en Sl1 defecro
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minado pues
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.e ue des;1parezca11 las causales que hacan con~1derar .este SUJ~~.to
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acicnte lidia su internacin pues su _cor1~1encia e en ....,:.
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~1~-a, Y en') tro s,
su
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, d(!
.". ...
.
. , , . 11 ,de su e;;,, adda<l de decisin y hace necesarii la aut;:u
internacin. Po,
la
d 1'ferencia bsCiestara en que nuestro "p<icicn te" no ~ol.~c1ta la
.,
c1n 110 tiene capaci<.bd de comprensin de la mandad Y
llht::rna
1,
)
or lo tanto' de l enfermedad (si. la hu..,icre
, pern
a la vez, no se.
~~~~6~ J:Cfai~1ilia~-fiaii.i)roccdei=-a--la
e.st~,
2J
este
obstante esto, en algunas dependencias se cu~nta.con equipo. psicolgico que se ocupa de fa tarea especffici om, por ejemplo,
la llamada Comisara del Menor 4 y la Divisin de Actividades
Juveniles, lo cual ser explicado posteriormente cundo nos
refirarnos a esos mbitos.
.....
., Tambn exisrei1 ;_su vez problemticas noveJosas (y ntese
que no estoy definiendo al hecho como <lelicfr,..'sicndo que
hasta hace poco lo era --por imperio de la Ley 'LJ. T1 J s c..:: y los
legisladores, con sano criterio han revertido la sitl;acin), y refiril,J.donos a esto, cta,mos los casos de toxicornanfr1s X <lrtga{liCc~; esto es, por consider~r el hecho como /1 as1'lepto ms,
sntoxiy_<!tico de una conl"lictiya profunda subyacente, pe{o asociada a aspectos marginales, lo cual i10 fo1{1lica (jc se trate de un
delincuente (en el sentido psicolgico, s lo hubiere, sino, como
una manifestacin ms del conflicto ya referido.
Aqu cabe hacer una referencia, pues el sujeto . :dicto hasta
hace poco estba consit.lcrndo un delncuente por el solo hecho
de ingerir droga y tratado como tal, por lo qlc se k encerraba
en crceles .comunes y era tratado por sus pares coL. o perteneciente a una casta inferior, pero en la actualidad exbten JYH.<H.~s
especializados que se ocupan de la problemtica cspcd'fica y los
4
b Hsta de
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OSVALDO !-!.VARELA
24
uanto al
siniult<neamente.~ se
. lo que hacen imprescindible su conodc Derecho pblico y pnvat
r
en cuanto al tema tr.~ta . .
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trar los mbi'
''"'t1 breve introduccwn trnt,1mos e e mos
..........1..0. ~
( . on ...,s '
.
.
olog1'a
forense
nue
:no son ~
1.
pacticamos
ps1c
' i dejar
en 1os cmi1cs
,
.......... '.
. los ms representanttvos.
en esta ,,~;iprunuwu
si
. . Es
los
de !os autores
una
y si se
le aportarn una
.. . . . ..
indico es Jmramente pos1hv1sta
.,
'urdico discute una concepc1on crnm
antl'1polog1~0. d e._n.otq~1e J st" " una criminologa: moderna o "
clas1c-1 con 1ttpuc '" "'
t
d
noh~;1ca
.. '. ' ..e ' tiona la esencia n!osfica del ac uar e ..
critica en !<1 cual se cue~, . t de Ja poltica social efectuando
ldvo desde el punt~ .e ~is.,; en el caso de la psicologa forense
ens:1yos de poltl~~ -~n~~n~. teraputica a aplicar, lo que implica
seda compic:n~n. ,111~ .
s abarcativa pues tambin se oc.upa
que 1:1 especrn!id,;~ g~~~~aq1:/e se presentan en otros fuerosjud1c1a ..
de aspectos p~1co o . i. , con la criminologa, pues sta hara
les, que no tien~n 1e1~c10~
_ ,
reforcncia exclusiva al amb1to penal.
, .. ,
.
tkW" o <1e otras . . !
nws e
, . , l. . ''.,
'
!'.
(}>
qt.ie._sere1'Teri. . roria
ello menos
del
profesional.
,. .
26
OSVALDO H. VARELA
PSICOLOGIA FORENSE
' ..
Existen diversas expf:aciones del porqu de esta cifcuns- ~ j
tanda, pero lo interesante de esto fue, que en el ao i967 (durante el gobierno de fado del Gral. Ongana) se aprueba la ley
17 .132 {del Ejerdcio <le Profesionales del arte de curar, las carreras mdica y paramdicas y especialidades afines) y en la mendo~
nada legislacin se limitaba el ejercicio profesional de la Psicolo.:
ga a meros auxiliares de la medicina, que s!o podan aplicar su
saber en el dlagiiSti<:o de trastoros mentales y ta aplicacin de
test psicolgicos. Pero parakfamente a esto an se continuaba
.impartiendo en la facultad !a misma enseanza que en afios anter.iores, capaCitando al psiclogo en et ejercido de la psicoterapia
(lo cual por ley estaba explcitamente prohibido).
Y to que era peor: los psiclogos desarrollbamos nuestra
profesi11 e11 /a prctit:a llospitaltma y p1:imda bajo llls rdenes J'
estricto coutrol 1iidico .(y
nfsiquicr deba poseer especializacin p-liffrica)~-ro!.amente por el hecho de ser .rn~<J_i~o tena
la potes de orrleriar y supeiy1-~~r la .tare~ del psiclogo. Tambin ex
n mucl1:.u~j~xplicadoncs para esto, pero tengamos fundamenta ente en faenta que la medicina era una ckncia ya
establec
con un dominio social conocido, y ad~ms contaba
con el :1 yo de los laboratorios de.. especialidades medicinales
(hagmo iencin de la expresa prollibicin del psiclogo de
medicar
sea presqfir frmacos), lo cual atentaba contra sus
intereses onmico'$(1~sta, y otras causas hacen que Ja foy citada
fuera co
cionada por mdicos, en la cual los psiclogos no
fueron
iquicra invitados a dar su parecer, pero tampoco se
po<lia p
ildir de ellos pues eran los que llevaban adelante la
atencin de pacientes con cuadros psquicos en los hospitales pblicos y el "invento" de controlar su ejercicio por el profesional
mdico, posibilit no desmantelar !os servicios <le psicopatologa,
pero a la vez no reconocer !a cntcgorfa profesional que realmente
e! psiclogo posea en la prctica.
Esta rcalidnd de las cosas se ma1ttuvo por varios afios, y en
su mayor parle se sigue manteniendo en la actualidad.
Las modificaciones que ha sufrido este sistema de cosas pasa
por lo formal (sin dejar de reconocer que son ir1portantcs los
logros obtenidos); en primer lugar, <lurnnte el afio i 984 son
modificadas las incumbencias universitarias (capacitacin profe
sional y campo de accin del ejercicio de la Psicologa), por
orden del en ese momento ministro de Educacin, Dr. Akonada
Arambur, revirtiendo de esta manera ias hasta ese momento
ste
'
! '.
No as en el mbito jdicial donde la particpacii psicol!.~....i .:; gica est rcducid:i a la v~ltintad aislada de algunos jueces de re
querir nuestro consejo profesional, sin poder el psiclogo mante".~. . ner ningn tipo de reli~.<;in laqwal estable con el :n~bto) No asf
"
en Ja profesin de _1~_dicos, los cales-posccn un ~.terpo M<lico
i'
~
Fo!~nse_ establecido desde antes o por disposicin
<le la Corte Suprema. Es dable hacer notr que la nica exigencia
W
que existe para pertenecer a este cuerpo, adems de la de poseer
_ el ttulo mdico, es haber aprobado el curso de m.<l.Lc~:dE~ista,
~
es
1
,.
..
'
'.
re-acorddas
-..
. .
:~
28
OSVALDO H. VARELA
PSlCOLOGlA FORr:NSE
..
.. --~~-. .
.,,
--
tniiiii;se-ests a.e
federales,
nas: .. . , . . .Y , . .. . .
cargos por
des1gnacmn de autonades
nombramientos
da'.e~. (sin especificar en qu condiciones). Adems,
,/iza la
em1s19n,
presentacin de ceitllCados
consult.as.' ~_:;~-~~irnmiento, estudios, co1isfos, infornies~dict11e~
nes y penta_es.
.
..Hace expresa mencin de que el psiclogo podr ejercer su
~ct1v1~ad_ e1: 1()~_11~.::!.. ~~~':~~ma, intlivi<lu.al y/o integrarse a
mterd1sc1phnanos, en orma privada o instiluciones
'. :.J la VCi expresa que pedC h:rto 3 rcqucrimien 10 de>C..CC.:,LC;.'.~"~
hst.a~ de otn~s disciplinas o d personas que. fo!untariamcnte
solicitan.su. asistencia.
En forma
poddn ejercer la profos"n
posean
el ttulo de
habilitante reconocido, como as tambin
los que
extranjeros debid;ui1cntc rc;rnfidados.
prohbe el
fcsional 1. .
:'ican ('sfos
0 .lW,
por delitos, hasta dos' nlos
de
los .que pa('.czcan cnforn1cdadcs psquicas graves,
t~g10sas, nuci~trns dure el perodo de conlago.
admiuie 1.-()frt)
nstr~r ~; apJ1.c:ar 11:1c~lig~111c11l()s, ckclridd.:1.d 0
.. medio fl~~.9. y/o qumico pcslinado al 1.rat;~nienlo ~ic los pacicn-
tes. P~r,ltc1pa~ honqra.rios cntr1! psclgos co11 ::ua!quicr otro
pro'.eswnal, sm. pcrJu1do del derecho a prcscn tar honorarios en
~OnJUl~to P~r-:el tiaba~o _rcalzatlo en qpo. Anuncfar,'o hacer
~ll~nciar act!Vl~a<l proles1onal como psiclogo puL,ticando falsos
e~it~s ter~p~u.t1~os, csta(~~sticas fict\cbs, datos inexactos,
ter 1es4.ft~cios en la C\J1:ac1on o cualquier otro engaiio.
---...
~ la ve~ PP.~E~_nl~s psiclog?s ccrtil"!ca_r.l~s-iJi;;,tacioncs que
efcctu~n, y las conclusiones de diagnsticos refere;: tes Ufos estados ps1qu1c.os de las personas en consulta. Efoctua; interconsulJa~. y/o <lsr.;.v.~c.i?1~es a o~ros profesionales deii.saLd, Cuando.fa
naturaleza del problema as lo requiere; - --
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,
.
competidor
viene a ocup'"rno . ' '_s[ com~:.:un posible
menos como
, '' s '~,, pos; )je rcJ1t (m~s o
trario ").
culpable nasta que pme!.Je Jo cond e que
:JOJ
tonwmo~
:'1
'
"'"
('lH' f'r1"1le
cn de c~a ley ;ara que se reconozcn una prnfe~;frm, las rivalidativa, analizar-'
los concniihs
ck 1,1' l'; .'.: '. 11 en' a la rea e<luca
. .
., .nsrnanzn
.. "
des an .~'xisten y la lucha por fa ocupacin d.; un tenitoro
proceso t'nscilanza-nprcn,dizajc."
- ..y su,, cdu uit
ion :i 1
tambin. ':?,\dems, si bcn !os psiclogos poseemos !a ferz.a di:l
"
~ es .111 1mp!JC1chs -1 r
nuestra c~jJacilacin,, tambin es real que carecemos de una uni-vmcuw< ;1s al trabajo; S(';/cccin d,15. 1, .. ,
' ' e .!VH at es
1
1
da<l ntcr:ilii, ni siqufera estamos agrupados en un coh;gio ;n la
sonal, anHsik'tfo puestps y t;n'.<1s 0/~; ~.H~'. , Y d(:s,:~x'.-_ollo del perCapital R~Uerai que es el Jugar en el cual desarrollan su pxofepac1on<d,, i11vcstgadn Y i1rop1c',is e d~;on h:c.icrnnaJ Y ocu ..
sibn la rn~f or parte de los profesionales del pilfs, y csti:1 divisin
. inv<:)stg;1in de las caus;, ,L,' 1 ,",.,, ni. s1s.cmas de 1.1roducci11,
.
,
. ''" . . , cc1uen ('S y nrc1 ,. . , "'
se transfdrma e.n nuestro peor enemigo, pues mietras entre
mismos, estudios de fatiia v del """ . 11
, .. tt1_Jcro9 .... e los
E
"' . uc,,,Jlro o org111121t111) '
los mdicos existe una tica y unprincipio de colaboracin, de
n ehn:a <.Jr<;'nse, terna va v1"sto e11 cst.1 e~. ,~ 1"; e... cctera.
'
' spen1 lu'
esto carcC('.!l!Qll. !QU).~L~.QI(,~g(>s (es r(iaf qc somos ny Jropcnsos
1~n
el :ii:c:i illst itucioml el e t 1- ,1 . ' ' u'.
ho . . ,
.. . . .... '
s te io oc comp .. rtam11nto d J
a hablar mal dd otro cokg;, a emitir juicios apriorsti1. os sobre
m )!!2. en grupo, los grupos entre s J
. .... . ~
e
'llm
ellos, a no rcspc tar el 1iccho Je 4fJ,l' pro frsionaiidad dd. otro,
Juc(;1s de Jos grupos sochlcs y'; l' J , ,~s -~lotli!1L.1rnmes y con. .
e opinron pubi't"J el 1 1.
de l '.Is rnst1!t1ciom:s
en suma, a mant.rner una omnipotencia que se vuelve rctaliatlva
y el cschtcci111 , ! l
i. '..
. es .l/t 10
KJJ o (e o< co1flcto
,
es e intcrrnpiks rntro
'
para nosotros). Rca}mentc dcsaprovcc!tamos esta fuerza nme
Pcrsona
'
s HJ er.
11
y
. . "' '
Le.asm1s11ws
rica en servidos hospitalarios domlc la cantidad supera en JO a
por u1tuno, la tarea de doccnci'i 1. 1 ,
l Ja de otros profesionales. Existe tanta divisin interna (ya sea
liada, en su mnyora por los l:, .< t , 'l .lt o que esta es dcsarro.
ccw es egresados ccno
t
por concepcin terica, entre freudianos, fobrnfoiiOs;klcipians,
curncular, Y no como una real vocacin.
. , una arca
rogcrianos, conductistas, !rnnsaccionaks, etctera; ya sea por
en
'- .
32
licencia-,,
gos, la
lncluso es
que si
h~emm
detenidamente la reso-
normativa
de
tos cl1icos de
rte!1te efilco
nos
,-,,'
do
su desarrollo y mostrando caractersticas fsicas
res. Su continmH!or el Dr. Garfalo, introduciendo una
macin sodo-familiar a l:t cLtcstin, y llegando al Dr.
con su
exposicin terica de "h~s i.l'ipies factores" con respecto a la
crimnalidad; centrando el p.rob!cma sobre el aspecto individual,
social y telrico (temporo-geogrfico).
A principios de siglo en EE.UU. pasan a tomar un rol protagnico las teoras sociolgicas, cuyos ms destacados representantes fueron Pearson y Merton, pero ninguna de ellas logra
explicar la compleja y particular situacin a:Jordada en este
trabajo; e! cual no pretende
todas las t:xplicaciones del
"
36
PSJCOLOG!A FORENSE
OSVALDO H. VARELA
mismo.
El mtodo utilizado ha sido fundamentnlmente la observacin desde un modelo psicoanaltico en el cual hemos tratado de
terica demostradL por casos
extrafoo~' de la
en menores internados en Institutos
de
de la
Estado del Menor y la Famiy del Servicio de Adolescencia del Hospital Nacional "Jos T.
Borda". Pretenden10s mostrar y explicar la problemtica ddincomo una clasificacin nosogrfica patolgica
particular que nada tiene que ver con cuadros psicopatolgicos
conodd<;s ~tales como:
o
siendo
que
y a una ingenua observa
cin
. _37
tpo de
~.
pero la problemtica de
estos menores en su
se
orrecioras.
[f.
una
todo debe ser t~n el
es
cualquier mtodo, el
siente que
ahque gran parte de la accin delictiva
rnw. salida
pennite al joven evadirse de una situacin insostenible.
DESARROLLO
delincuente"'.\
;. ;
'1
38
39
PSICOLOGIA FORENSE
.<(
,. _J?iposfbilidarf
..... ; . ~ "de . .
lo
'
,,u,1bl1~0,
por eI acto.
'
". . ,, ":
, ..
,,
. . .
cos~s
categ'
40
PSICOLOG!A FORENSE
del
funcionamienJ0_1)~{q-qjc;o
de estos menores.
., ,
carncteristkas.
que por 5U n::ltt.:!.<ll;l"'H
y constantes.
...
.
de hogares de familias desmte~r.;a
.ur;;:.u.1-HiHN llH',lH!f!.'>
son ms
Provienen
pero no
solamente de desintegracin.
el sentio
senti?. de
id
{6)
4.1
ai
p~esen ta tlva,
;. _..._.. _ ---Otra caracterstica sobresaliente es la alternancia de disntas caractersticas opuestas, en un momento pueden se; suma-
mente P_(;fmi.!lh:m Y en otros momentos, con igual vH!enda su-mamen te .res~rictj_y_?s; ,el vinculo __ con el hijo. es muy lbil, '
estructurado e inconsistente.
-----,
Di.chas carncter:tcas son similares a las de suhUo,
porq~e
Pichn
iocffamos
ests
r.
nue~tros''''~<lolcscentes, su salida al muno y tlnn coi~
e pares, no tendr por fin los proyectos antc.ii~nHt:nte
expue s, pues s~--~~Js.la_p de sus "h9gares", no por opo:;c1on si n
por carerii.;~~-~.~-Y.~11(;~119s, y mal podra qucr<?r ~ecre1~r.. los padr
de la infancia" pues (;:Jos no fue.rnn dadore:J m grat1hcadore.s; n
tendr, (dolos, pues no habn' discriminacin con "los otrns", po
ese egocentrismo y narcisismo anteriormente expresado, no p,od
separar er.tre su Yo y elme<lio, por lo que formar grupo~.,P.~E
donde todos tendrn las mismas carencias, Y donde la ~ll1H,m d
stos no ser por el afecto sino por ("so'\ y la utilidad qu
cada miembro pueda prestar al grupo; su pdnc,~pal .objetivo d
encuentro ser el acto delictivo, pero sin planeamient,o previo,
"juntarn" y "acfriai<friff;fo elaboracin previa y por el sol
hecho de evacuar necesidades y evitar la tensin; cada miembro;
tendr valor por sus caractersticas u~il~t.arias, y cada miembr~,
que se aleje, podrii
reemplazado p_or otro que rcn? l .
ser
43
PSlCOLOGtA l<ORENSE
OSVALDO H. V ARELA
42
;onfo;~rnr
. ,
,,
suyo".
Una vez superado este primer mo111;ento pasaremos al segun-
44
OSVALDO tL V AREl,A
. .
:~
.nmmrcos Y
ADOLESCENCIA MAR.GIN AL
I
Al hablar de adolescencia marginal, automticamente pensa
en el tema.
,;
2\
46
OSVALDO H. VARELA
. 47
PSlCi.OGIA FORENSE
__
ha
rales.
1.1
la persona de este
juvenil, cm,o
ha des1uro!lado, cmll
'
;:.
.
,
.
y es en base es(<) que Ja ky considerar al margn~l 3uve
n!J como un carcnciado, y por lo mismo su respuesta sera escn
cialrncn te tutla',
Esto qu quiere decir'?: que la acttud que se va a to,n~ar
con
e1
nl'tho,
a'
_.~:
.
..
..
Piqe-aa~.m~s ia lef'cO'nsidera a este jove.-~1 conio Incapaz.. >;. p::;;;.
Incapaz en el sentido de que por ser menor no es capaz de tener / r\t. , -~ ,
una plena responsabilidad de sus actos. 'Por <!llo la plenitud del . "' ,. !"
es as((':i"e"se
r~
se
oc~par
de las caractersticas
cUea
dt
. '
\ ...
48
OSVALPO H. VARELA
PSJCOLOG!A FORENSE
t
ra ona puede tener
unpor anc1a_parn elfuturo de la persoi l"{hi . .
enorme
grosamente al jovn'a sntirse aqtiell la a 'p1e_s10nando peli
n
o que se lo ha den o .
!Of supuesto que tampoco pod
.
,
mmac o.
actuacin marginal adolescencia! mer~111111~ns tco1:s1derar la
<1ue cons
. tt
.
.
.... e como un
''JL1~st)
,,,
1 uye una patolb<>-.
" momento_
,,,ia, 0 su mamfostaci
. .- de exponer en ,su
ya, trutare
, ' u"'n "
abandono de la
de !ainfai1cia (en que to
. )Zescatemos ahora <}ue si al hablar de , . .
. " ..
gwal desdc:e!-puntodc v t ,. ,
co111p:nt.1mienton;ires determinado
y la aduei-ei el ejercicio r
-,
,_ .
,;
lS a .>OCJa! CO!llO una fonw J
ponsable.
~wn, en i.elaco'WIJ.,al ado!esceifte rnaP!1'11 1 , ..
a <e
ws
ear1ct"
.
De ah que
no exista un verdadero apartamiento
' - "_ ~ns tlcas especiales que Je hen_i,, 0 <t._ .. esa
, ., ,. .
D>d . . '
. .
SdSI!,lhltO,
un verdadero
ya que ese marco __normatvo an no
"' es e e . e11f9que, P.l>IC,?l~>gico, la presencia del
comprenqjdo
Por
que a travs {!el procei
soca'.
un ado!escnete sera un llamado
.
que md1car que .en el desarrollo ;;
.. .
,
u_na
socializacin que comienza dcsd6 d momento que el individ
"algo~' ha ocurrido ; ;~
,m ?~'.1 de ese 11~divlduo
nace, ste va recibiendo e incorporando las pautas de su cultur
. .
; - __,para que la nwni!estacin d' ,. , ".;.. ---;,
. .
surja: travcs de un hecho antisocial.
.e eile algo '
pero podemos decir que ste transgresor juvenil, por el s
hecho de ser un adolescente todava est en !.!!P.il de transici
. Sabemos que el desarrollo de la personar d f
.
birse como "una suesin de foses <lifcre. ,.' .J ,'~t puede descri-.
en uh perodo que llamarei:nos, siguiendo a Erikson, de "h1.or1i't
cualklaes .y modalidades distintas e t ,m-~.it~s ' que presentan
ria psicosocial", un perodo previo a l. 'as1,1nci11 real de los fo
estas etapas existen perodos en l s n re si. nlrc ca<la una de
y responsbidades adultas.
t . e
,
.
. '"
.
a me 11eremi1ado,
pertenccicnd
)o que .e comport11nc
n t o resul
Todava estos roles adultos que van absolutamente relaci
"' ""'".,.(,., .. .: ,. .
.
{ e1 mismo 3 etapas anteriores
!:Y'~; con lns normas, y;i qm~ implican aquello qut: b sodd
. -----' ,,.,_,.; :11hh.:1panuo crn1ductasdel , d , .
,,
i
mherentes al desarrollo de la . . . . . . ..o . normales , o
"La moratoria es un perodo de demora que se concede
aportes bsicos en el sentido ;~rsonal1rlad, estan vmculadas a los
alguien que no est listo para cumplir una obligacin o que
:a d~ esos a~)Ortes, O frente a Una~~~;~~~:c~:n z;~te a tina pcrd!
impone a aquel que debera darse tiempo a s{ mismo... ", ".
g..ncias asociadas con oportunidad. , b P mda, o ante t.:Xt
Moratoria psico~social es una demora en lo que respecta a co
En estos 1er' d
. . es <t: o tener mayores aportes
promisos adultos" (E. Erickson).
.
I JO os de cnsis, fas alteraciones que aparcce1i e1;
fasnorms
1.-1
ei:
._
50
PS!COLOGIA FORENSE
.
. idcradas como el resultado ~e la
las funciones pueden ser, codns t 'o' n ms efectiva o un aJuste
logro de
a .ip ac1
. . t'
d, un
luchaexitoso,
por el no
. . un.i
d o Por lo tanto las caractens icas e..
rev1st1en
ms
l . a como un perodo de cr1S1s,
Si consideramos a la ado este enc1 teneciendo an al iii,Uilcfo
l 1 . to se encuen ra per
.
. d. 1
en el cua e suJe
. d
desarrollo y pertenec1en o a
infantil en algunos aspectos e su
do adulto concluiemos
_,.----- ' .
o a algunas esperas del mun ------- ' d 11
l a
mismo t1emp
b' se definitivamente pue e evar. o
tamientos antisociales de.d1veren que la lucha ~or u icar
conducta.~. de -~~aJt~~te, a compor. .
.
..
sa"_ct.ofe
y moda[:Iaa.
lescencfo en e! que el individuo se
1 1..
En este perodo (e
a l.ll1o . . .
.
b , d . l logro de su 1dent1dad.
encuentra a oca o a
. , Je Erikson que cons1clera <1ue
De acuerdo con l~, concep?~~~;idad emerge como una confi
el "pro so de ~ormac101.i de 1~: ,que integra paso a paso lo dado
guraci, evolutiva, confJg~rac1~1~. des libidinalcs idlosincrticas,
t 't. wtlmente las necesHJ<l
~ ,.
lps
cons i. ! '
, j >' d hs identifcacione sigm ic;i.1vas, <t
las cap idadcs pnv~ cbia ''.s, '~
,'t as Y l11s roles r;olierci'
defcno afectivas, las subh1~ac1~:~~~a~x~o~~~ctas.~n el adolcscen
tes'',
ue podemos en ten er et error. ccJ1no intentos Y tanteo:;
d tas de <>M"Y Y
te, cu
con uc
t'dad En este perodo '1cmos C01l'11or
en la
queda
J' ,; o "1'1c ,,,,,.,fo'' cont', rcsp.:s1
1 l t .de su
"le1 den
esa.10
,
..,._,,,.,.
'
, ,,
sn (ccsichd
e ipo de
. " pro b.irse"' Y "probar a k>s dcmas sus
tas a
e
,
'd1<l de" firmacin de :::u yo.
necesi les, como una nccesi '
c"'e:J'os e! "cq antisoda!t en
1 cu"r t" estos con
<l
' ,
'J .
/.,:,
> <
,...
Es decir que en este cas,0 las "perturbaciones mesolgic.as"
originan un proeso de enfermedad del individuo.
Podemos dcdr que este pro-ceso 1Jegn a definirse, cuando la
1;crturbacn aparece tempranam~'.1.te, se mantiene, e impide al
sujeto vivir experi,cncias correctoras.\
.
Entonces s hablamos de una personalidad p4iolgica. El
,tr.astorno se man.lfiesta como corolario dCgraves Pertif)acfnes
e los primeros afos y de una consecutiva -acumulacin de difi ..
'cultaclcs,.que han acentuado la evolucin en ;er sentido desviado.
A grandes rasgos vemos al adolescente con problemas de
conduc,ta antisocial con una personalilad defensiva,, con asla
miento pscosocial, con una tendencia 2 la au topreservacin,
mieJ,ttas que en aquellos en que el acf delictivo no indica fa
'existencia de una patologfa, 'se observa una mayor reversibilidad,
tfria. abundancia 'de energa disponible y lUJ.a bsqueda de nuevas
oportunidades.
!: ,,
.
---------- .
Cuando ha-blamos del adolescente marginal desde el punto
de vista psicosoCiaI, nos referimos al individuo, pero enfocando a
ste de acuerdo al modelo conceptual de la Pskologfa Social,
"como totalidad en las situaciones concretas y en los vnculos
interpersonales", al individuo en situacin.
adolescente comprometido:e'ii hechos antisocials premiento adecuado.
t ' r s de la personalidad del joven com- senta Este
un tipo de desorganizac_{)itde la personalidad de un carcSi bien las carac ~r:s~~~ las desarrollaremos en otros ensa ter especial que lo hacen inubicable dentro de 1-:s cuadros de
ilic po'd emos decJI
'inometido
, en hechos
ncrales
que estamos ante una., nosologa clsica.
yos
en
termmos
ge
.
.
'd
". :.olog1'a" cuando los factores rnc1 en tales "pueden modificar o.,
pa,
,., ..
! Bleger, Jos, l'si;;oltigiene y Psicologa fnstitucio11al. Pads 1967,
l~
52
i
!
OSVALDO B. V ARELA
l'SICOLOG!A FORENSE
neurolgica.
.
'Difiere de 0 normal e un tipo de pertur ac_w.n que ;ne
atrever a clasificar corno una distinta entidad nosolog1ca deb.1do
a la
recurrencia y originalidad de sus caracterst1cas
Una definicin operacional de las mismas ser;<a .la siguiente.:
la accin: esta es la caractenstlca predom1~
se sei:e-compe!ido hacia la actuacin dcli~tiv
travs de lo antisocial permanentemente sus conl!ctos
una solucin de con.flictos y gratifica
necesidades~-- ..
en s
constituye slo la m~nifestacin m
dramtica de una formacin difusa de la personal~dad total. .
de rns
ver1as. .
u
'fo''o
inmediatamente, a trnv
'
qllc se siente es. que. es ahora
oe
,l)Or<me
,
nunca De ah que en gran parte la ilccin delictiva s1gm ique u
salida que permite al sujeto evadirse de Una situa~in insi.::stcnibl
Visin
P:
en-a\go
Se cambia y
!'4
53
'
~e ~qu tambin qe no pu~da haber postergacin
no ex.1ste un porvenir que d sentido a nuestm e.spe:ra
la existencia pasada.
por
mundo es vivido como
"~osi'.ic;aoo":--Esli-cinpesf-a0cosas, cosas posibles de ser
mane1adas; objetos uti!itarfos.
. .... ,._..
~1g~~es nos muestra que stas son tan fuertes, tan exiger{tes-t~~ masiva_s, jam.s saciadas en sus demandas;que inundanaTsi.)e:
.:e~;:_:::..:.;,::;-.:,
54
PSICOLOGIA FORENSE
'
13/o Vagancia
co que transcurra.
. ?a 1Oaos
lij
(,
!8% Robo/hur.to
''
-'' !3 a 16 anos
ss.
77.% Amparo
21% Vaganc.fa
i: 02% Robo/hurto
10 a !3 ailos 1:!:
:i 62% Atnpa(o
._,'.
. 20~1. Vagancia
,, s m1cian temp ,
.
,
runa.mente
mcursio
nes en
el terrno de los actos ,, 1 t'
.
p
,.
" 1 1soc1a1cs. : .
. ; . or Otfparte, las estadsticas re . . . , .
fecnico Admmistrativo sol>re l
. g1s.trad~spor. el Organismo
'
menores
t'JCos
durunte el
alo 1988, segn el ll1ot1'vo
de. os
.
.
as1s
0
m
rcso
al
S''t
S!ll discnminacin de sexo arro "'
. . is cma de Proteccin
.
'
~an os s.1gurentes datos;2
'
-:- 4 a 7 aos
87% Amparo
rilUndo.
La
27%
Amparo
33%, Vgncia
25% , Robo/hurto
eipo
07% Ampuro
30% Vagancia
~3% Robo/hurto
30%
Otros delitos
r..
o .menor alejado de fo . t d
. cu_y .1 efinicin
mora] y/o fsico" r - .
. vis a e sus padre< en peJ1'gro
'
'
2
.
ece en e Reglarnen ::i de Proce
,
N .
Dntos obtcnido,1 dd De . 1
'ac1onaJ de Proteccin del Menor ~~.~:~iW.1~e fatad{sticus )' Censos
fa Dirccci<'n
. .
:~
OSVi',LDO H. V ARELA
56
dimientos Contravenciones y Edktos Policiales, en la parte concerniente' a menres como: "Vagancia, mendicidad Y oficios
call~jero.s o perjudiciales para la salud psicofsica d(:l menor".
Por "Robo" entendemos genricamente hurto y robo, con
sus diferentes caractersticas: simple, en banda, con uso de armas,
con
en descampado,
y cuando nos referimos a "otros
hablamos en sentido general de toda clase
de hechos
ejemplo: lesiones, homicidios, vio!acones,
etctera.
Aclarados someramente los trminos empleados, veremos
los datos estadsticos de los cuales podemos extraer las siguientes
conclusiones.
I a"Robo" aparece
entre los l O Y
13 a~s, acentundose a partir de esta edad y a!canz.anclo un pic_o
mximo entre los ! 6 y 18 a'los. La pubertad y la adolesctincm.
constituyen el
donde
delito reviste mayor
importahcia,
en la primera
~
del perodo
y se
entre los 16 y 18 afi,os.
po;
PSICOLOGJA FORENSE
,',Sil
.
~-~
:!
al hecho ilcito,
ninguna consideracin de su modalidad es
r
,
ni
a
la
del
jov.
Las
i.le!
vfoctllo
las
c1 ica, m a a
rcnlalcs ser
aue los ha
En cuanto a
(infraccin}, podemos observ
rente. Una
abandnica, desinteresada
sus
que aparece tempranamente, se incrementa durante el final de
mantiene una unin n:ircisti'ca, la cnconframos en.
niez y la pubertad, para declinar ya entrada en Ja adolescenc
abandona el hogar rcalmc11tc-(clasc margiiwi),
,, que an estando permanece absorbida por otros
y empricamente comprobamos que los rnen?res_ que present
, viajes, Compromisos. clctera.
en su adolescencia problemas de conducta antisocial, han com
zado su actividad errtica desde temprana edad, alternar:do co
. Un padre host.i! es aquel que castiga a sus hijos, que se em-'
bn:.iga, que abandona el hogar (clase marginal), pero lo es tamdiversos oficios callejeros y con la mendicidad.
,
De los jvenes delincuentes extraemos la conclusin _<le q
bin aquel que es ,indiferente con sus hijos, no dc<lk.:;mloks
el hecho antisoci~il, que da el alerta de una conducta desviada,
tiempo, n.o prcst:ndolcs atencin a sus demandas, pasando In
el corolario <le su actividad, de un estilo de vida, que se ha inic
mayor pai'tc del fa fuera <le! hogar, o que espor:dicamentc
do tempranamente, actividad en la que el me1~~r ha estado ex;
reclama una obediencia que no se sustenta en el respeto por la
puesto continuamente al peligro de la concrcc1on de un hech~ autoridad (clase alta).
A travs de la observacin y coinparncin de las historias
antisocial: vagancia, asociaciones marginalcs,,etctern:
.. ~,
Observamos tambin, en las sucesivas mternacioncs, un 111.;, de jvenes con manifcslacio11cs agresivas antisociales en los
cremento de la gravedad de los hechos, con--_!:!11!.~~~~ ,lJl~!J!;F?JiJ; , dff~rentcs estratos, podemos decir que el cuadro gnosognfico
vidad, lo que marcara el progresivo deterioro de s~ persona.hda~ que describe 1 esta patologfa es v:l<lo5nra cual}ucr est1J111cnto
io recibir ~~~_en~~s._cg_r~~C:.!~ras, que le permitan una mod1 social.
Al esludiar las carnctcrsUcas de los varones'.! de las mujeres
ficadn de su conducta.
l!
58
OS VAL.O H. V A.RELA
que presentan proble1~as de co~ducta antisocial, vemos una similitud en ambos sexos.
'
Tanto en el mbito psicosocial como en el sociodinmico, observamos idnticas matric~s en el varn y en la nntier, que concluyen en una conducta desajustada.
La diferencia radica en In manifestacin de ese desajuste.
Mientras que e.n el varn se exterioriza en una reaccin abierta
contra Ja sociedad, en Ja mujer aparece en forma de un ataque
hacia s misma, a travs de la prostitucin o de una
sexual desenfrenada.
De la observacin hecha en internados de adolescentes
jcres con graves prblcrnas de conducta, con o sin causa
extraemos el :-;iguientc dato: el 99% de las menores internadas
presentan cuadros cstrcc!rnmente rclacionudos con fas pcrwrsiones: prostitucin, homosexuali<lad, violacio11cs.
P<:.~...:i' otra parte no es relevante el porce1aje de hechos delictivos q~{ prostitucin es infraccin y no delito), del tipo de
comcti,bs por vqncs, como robos y hurtos, para !us a<lokscen-
tcs mujf:rcs.
~~;
... 59
PSICOLOGJA FOR$.NSE
Ambos son sujetos carentes de aportes bsicos con una experiencia falente, que dirigen s4 ataque al vnculo,
acuerdo a
su eslrudur anatmica.
.
Peter Bloss admit tres consideraciones bsicas de fa delineuencia femenina relacinadas CQn la crisis puberal y la forma de ..
resolucin del conflicto cdpc'o. Sit:,'1lkndo el desarrollo psico- .
sexual el indivduq, parte del moment en que el varn y la
mujer toman distintos fi.iihbos.
">
de
arcaiea.
Si. ~o logra abandonar su unin pasiva con Ja madre, no
podr acceder a una posicin cdfpica que la condu'cir a una
posicin .de identificacin femenina posiHva.
.
Un padre hostil y enrgico o auscLte que no permite el ac
ceso de la nlla, puede ser el precursor r'c la vuelta a la pasividad
primaria.
Al entrar a la adolescencia observar os a la ~mjer reeditando
sus experiencias edpkas. Existe nuevtmente una tendencia a
regresar a la madre preedpica, de lo c; ..ie fo ni.fa se defiende a
60
... 61
J'SlCOLOGlA FORENSE
t)
,,\.)
,sa nn a
k)lc:> interiores de evnlpcn,.
'.<Jh:nt:alidades para ,la interaccin
con las
:Jc lo cuidan y responden a sus exigencias y con as
1.uc cs!:fo a su disposicin".
Este crcdmic1ito, parn sur eJ).itoso, debe contar coi{ la
:11t~r.i
62
OSVALOO H. VARELA
PSJCOLOG!A FORENSE
> _, 63
pautas de accin a travs de distintos desarroJlos de 1a moricidad, etc~tera. Se siente apto para pararse y desplazarse de un lado
a otr?, s1ente que pued~ retener y sqltar a su arbitrio (etapa anal).
Conuenza pues a experunentar su voluntad autnoma.
. Comienza a aprender la diferencia entre "yo" y "t" entre
lo "rno" Y lo "tuyo",, entre lo {1ue ~'me pertenece'.'~ y io que
''.te .P~rt~l"lfce". C~n~ienza el .a4tocontrol, este autocontrol que
.. s1grnflca :Joder hacer o no hacer a su propio arbitrio, p.tovocaen
los otros respuestas de aceptacin o rechazo si ese hacer o :no
hacer se inscribe dentro de ios moldes de lo cnsidexado buenoo
malo. De, aqu "la regulacin. niutua entre el adulto y el nio se
pone a prveb~,fll est~ momento del modo ms serio".
Si h~y respuesta positiva a la auto.noma incipiente del nio
de parle de. los padres,, si: ese reclamo evolutivo es comprendido y
ace~tad~), si .se <:;0~1~uce al .nifo firme pero efectiva y cabalmente
ha.eta la comprens1on de lo que es esperado y beneficioso para l
m:smo, entonces se cs.Lableee un nuevo eslabn positivo para el
n)1smo, remarcand9 su confianza en s( mismo v en. los dexrns
"Un .sentimicnf de autocontrol sin prdida tieia aut.oest.i.m~
constituye elprigen delsentimicn.to
libre al!:edrfo ".
, Si !~ i:sRu.JaciS!\ mu~a se halla perturbada, se d.:sarrolla una
propensw1.1 a fa duda y la vergenza, a la inseguridad en s mismo.
Es.te est~Jw es el' que trae aparejado la primera emancipacin del
, S\JJC:o :espccto de J;i madre, que consfitici el mocl\")IO de todas
.las s1gwe11tes formas de. autonoma
. ~.. si J resolucin ele est estn(o .es exitosa, puede dirigirse
contrn.<lo a la tarea de qu clas0 de individuo puede llegar a ser;
f~n el tercer estado, el de la i11iciatfra, el nio trata de comp~c1:der 1os pos~k~ roles futuros. Durnnt~ este c:>tadio su aprcn~l.iza;c se hace mas mtcnso. y. es fundamental.n1en~c Jn tcnslvo aleJan~l9l? de sus propias liinitaciones (etapa flica). y llevndolo
pos1bli1dadcs futuras.
de
i;
64
OSVJ\l.DOH. VARELA
l'S!COLOGIA FORENSE
...,..
vnculo !ogrndo en
uifo
Pero sera equivocado afirmar cue el
un estadfo traera aparejado necesariamente ef
de los otros.
En cualquier estado, en cuanto existen,ciementos capaces
de modificar las situaciones anteriores, se establecen\ un vnculo
diferente que podr compensar las falencias anteriores o perturbar lo logrado. Cada estado exitoso o fracasado constituir1 una
base prcdisposiciouil para el priti.mo, pero no detenniim al
mismo.
,
!
i.
66
OSVALDO H. VARELA
f
\!-'
~
:'
k
:.
."
recompone su mundo. .
.
.
Las identificacones infantiles, tiles para la mfancia, son
descartadas en su composicin ulterior (hay un proceso de desidcntificacin), y xccompuestos en nuevas identificaciones en una
nueva combinacin para obtener la propia identidad.
. .
Esta identidad no es la suma de identificaciones infanldes,,
sino una nueva estructura basada en la seleccin Y modificacin
de las identificaciones juntamente con las nuevas.
Esta fo1111idable tarea n'ecesita un tiempo para consumarse,
un "tiempo de espera" que el joven y su sociedad se toman pa.ra
que ste
ue a encontrar su lugar en algn sector de la sociedad: ". .
r eso tiene gran importancia p<1ra la formacin de la
identidad l jove.n qe reaccionen f1ente a cus logros Y le otorguen fun n y st;itt~~ como a una persona cuyo crccimien~o Y
transforn in gradual tiene sentido para aque!los que empiezan
a tener se
o para l".
Por
siguiente, fa adolescencia es un proceso con Oktivo,
mm! sino 11ormativo. El atrnversJr!o con xto depen
capacida4 de.l individuo para transformarse en una
"persona! d
Si lo que trae como bagaje ('.e su vda
infantil h <;ido negativo, ser mucho ms difdl su tr{insilo Y si
al mismo mpo falla la mutua regulacin, si el joven rechna o
no puede ser capaz de responder a aquello qn~: <le l se cspcrai
la sociedad lo reprobar sintindolo extrao e !H.Jc,-cablc.
Se habrn establecido las bases para una fut1..1a vida patolgica. Fallas en el proceso de desarrollo evolutivo o! un indiv~..
duo constituirn los factores btsicos, que umJos a otms espec1ficos encauzan la perturbacin hacia la ,patologa margin:1l.
Qu pasa con nuestro adolescente marginal en su desarrollo
psicosocial'I
.
_
.
. .
.
Lo primero que encontramos es que sus h~stonas ;nfant1les
son regularmente muy traumticas. Con pn~csin mon~tona se
descubren repetidos abandonos y rechazos, gr;.w,~s carencias Y ne
gligencias, castigos frecuentes y privaciones re:ale.s, A n:enudo
importantes perfodos de la infancia han transcurrido en 11_1st1tudoncs o en distintas casas sqstittas de su hogar, lo cual luc un
obstaculo para lograr identificaciones. No se ks ha proporciona-
operail'~a".
PS!COLOGIA FORENSE
~--67
9c ss )obrcmcntc dcsa-_
6L
OSVALDO H. V ARELA .
PS!COLOGlA FORENSE
';
--- 69
de los impulsos
los
1~~
.
Johnson y Lindner han de:<:;crlpto a padres que inconscienteJ
mente animan a sus hijos a actuar sus propios impulsos reprimi-i
dos, participando susfuUvamcnte de sus actos prohibidos,
Luego los castig<in, reprimindolos pura descargar su propia hos"
tilidad.
~,
70
OSVALDO H. V ARELA
PSlCOLOGIA FORENSE
psictica.
El Supery tambin es deficitario, prcticamente inexistente ..
Y cuando aparece tiene caractersticas muy s<licas.
Todo esto nos habla de que el vnculo entablado con el
mundo est perturbado, ya sea por Ja carencia o por la hostilidad,
habendckfalfa<lo la resolucin de todos !s estados accediendo a
la adoles'fencia con una base predisposcional negativa que unida
a los otx;~s factoresx:~munciados, derivan e1i i.ma patologfa "delincuen cial;ti.
,':'
A clntnuacin enunciaremos algunas can1cteristicas individuales, flf1il_i~res y de Jos grupos de r.c(cl'(ol1CU y pertC,J1(;rn::a que
aparccenl1otablem~n1'e reitern~las.
No~Uetie
..
, .
.. 71
sen~ido real,. porque no existe, porque es un "N.N. ": un desconoc1do, ha s1d~ una relacin ocasional de la madre, o ha vivjdo
con ella un periodo muy breve; tambin porque es una imagen de
P~.dre que no mantiene Vnculo reafcotJ su prole; no hay asunc1on del rol paterno.
.
.
. .
..
La,. configirracih familiar ti~1;e como elemento fundan~en
'.L a Ia;,~1-~gre, en rela7i6n con quien se dan todos l.os fjj,6 5 de
mt~r~cc10n. Como Ya v1m9s' en el enfoque psicosodaI, ls carac
tens~1cas. d' fa m~dre son fun?a:nientalmente "narcis:i'sticas;'; 0
que lll~phca un vrncn!o de grn dj)endencia d.cl hijo hacia ella
l~s actitudes son muy inmaduras, 1my poco elaboradas e incon:
:1ste;1t~s; ~tay formas; de actua?in pe_nna1mtes;' la elaboracin,
el pcnsamt~llto reflexivo se reemplaza por una'accin constante
. _Ad~ms es bas~ante,rig!cl (sin matics,_con poca flexib~
da. fient~ '. di:;lcrmrnadas Sltuac10nes. \)tra .ciracterstica s Ja
alternancia:
de d1'st1.ntas "~o"11d uctas.. opuestas,
.,
" en un momento
,
. . .
puede ser suma1:ie~1te perniisiva, y .en oho y con. igual valencia
sumamente restrictiva.
'
. . E! vfnt.1.1!0 coi'. c1 hjo es" muy ,l<lbil, dependiente, ,poco estructuiado .e; mcons1stente. Dichas,caracterfstcas 5011 s! 111 iJC:re" ~
)as d ') lJ . d
d ' .
.
.
' A -'' " "
;.. e . a~ia o a. oicscente marginal, porque en general ha pacJe..
cw~. fos_r~1sr'.rnsyerturbacioncs .qe su hijo, fas mfamas carencias
Ja llllsma md1scnmmacn y la misma hostHidaU..
'
" .No puc,dc. cs.tablerxr \,!na buena rel;icin',:i,~. pareja, porque
. ~HJ l~nph~a 1~1~11,;;dad, o sea p(;Sibilidad de fus'n, de t:inidad de
.dentJdfks. Solo cuando la identidad ~s :<:li<fa y firme iued,
dtrse h vcr1.1,1. 1 1
.
.
'i
.
e
, \, .. . ,u,~,;" rn im1< <H Y lnncwnar con el otro ifomo im
J,\J~ouos, ~1.11 ~. temor de perderse en el otro, i.te confund1.rse Y
pe1der sus 11 mHcs.
"'
os, o I JCll tad
en la relaciones labo111c:
.,, o Ja et
s a b'''
mdad en, un marco
social adecuado.
d:s
OSVALDO H. VARELA
72
Pero lo ms
es que en ningn nwmcnto asume
su figura de padre, dicha figura no puede ser asumida por
porque no se ha desarrollado norrnaimente en sus etapa.s con;o para
constituirse en un dador, en un formador, en un irasm1sor de
pautas de conducta consistentes; no reviste autoridad, privando
de un valioso instrumento formador de un Yo integrador
y
hostilidad.
Este
asiite'' es fcilmente suplantable por figuras
sustitutivas que
.sus :mismas caractersticas. No podra ser
de otro modo, habr
de la m.isma "patologa" en
sucesivas
que pticda realizar ta madre. Las
tivas serri indiscriminadas, con dificuJtndes de relacin, earnctc-rstlcas
integracin y bastante nconsistencia, .
A trvs de
sustitutivas se reitera la ima_~en que.
""~e"""'" positivas, pues fracasan en fa satis
de amor, esenciales para
deformacin, resultando asf un
de primitivos mecunsmos
iev1sten
PSICOLOG!A Fl\ENSE
....,...:--:.
73
74
t.t.::
,.
~f.
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;,.!".~:;.-
;.
PS!COLOG!A FORENSE
OSVALDOH. VARELA
cj
36
en
. , .
., .
los adolcse:Hes
T7
Esto nos
indicando la necosidad del vnculo
s10:
para el desarrollo exitoso del niilo. Cuando
ii:1pi<l~ ~or diversas circunstancias hace que se cree esa base 'pre:.
dispos1c1011al yara la aparicin de una patologa, en nuestro caso
la adolescencia marginal que se compromete en hechos
ciales.
ms o. menos
en este
de
terquedad; distanciamiento
y hostilidad.
Tambi~n a medida que avanzaba el
ran
d.e una .zona a
o iban cambiando de figuras, iJan intens,.
f1cando to~as sus
de carencias y abandonos. El nio no
comprendi.a que esto era por su seguridad, sino que lo que sentfa
era qu~ estaba separado de aquello que necesitaba, y que tenfo
carenera de aquello que le era propio,
el
puede haber situaciones que,
el ,grupo familiar, el
del
de trae1 aparejado la ruptura de
observa en
de un
rior,
a una mayor conviv~:ncia con !n
pl,anta, por razones econm
a un medio
recursos necesarios cotno para
non"'l
ciudad, que tiene pautas ,
'" ~
E1 choque con este medio trae
fverte situacin estresante que puede: l!cvari::I
Como por J~ ~en~ral el traslad se pr6duce por razones econmi
cas, esa fa:m1ha tiene (Uc reducirse en su hbitat. De vivir en el
campo, en una casa o.un rancho, p;:mm a hacerlo en u burio ur"
b.~no, o en una "vlhi", o en una habitacin. Igualmente la
c1on labora~ es difcil, porque vienen con ss pautas o f'ormas de
fn:portamwnto que no se adec;rn a las exigencias laborales
a ciudad. ~os fracasos en relacin al tribajo son frecuentes y en
consecue~cia el padre, que quizs no consigue el trabajo
do, que tiene ;iue hacer "changas", variar de trabajo, empieza a
e:tar_todo el dia fuera de \a casa e1~ busca de mejores condiciones,
Empieza a tener una au$~nda reah!e su hogar. Esto hace "'' !a
madre tenga
. que asunnr ;,Jtro tJ.po
de obligaciones,
. .
que 110 ""''
tena
OSVALDO H. VARELA
78
~~'
PSiCOLOGll), FORENSE
79
80
H. V ARELA
PS!COLOG!A FORENSE
hotel~
hoga~es
1:
J~
l1
82
OSYALDOH. YARELA
PSlCOLOGJA FORENSE
ca, estas cara;;te.rsticas se revelan en los primeros aos de aprendizaje. Los(fracasos' aparecen alrededor del ~LQ,__y_4t9, grado
(aunque las dif1cttades han surgido desde el l er._ grado), cuando
se incrementa el trabajo con el pensamiento. simblico. Es fre-.
cu1.i't' e11contrar aqu las primeras''(.fcscrdc>11.cs
El nio .
es escasamente estimulad() por su fa1fa:; efa-csc.uefa no aprcn-
de se. co)vi~~; eti 'co1~st~ntc repetidor y por ltimo abandona la:
es~olaridad. Su escasa tolerancia-:r1as' frustraciones, s a-~~~:it~r~s
por el J?E~.ri.gj;i.;ije 1 los incipientes problemas de conducta provo-.
ca dos por su compulsividad a Ja accin, indden en el abandono
escolar.
cscofares.
.I
U:
j
;).
vn
tfesen
83
vm
En cu~nto al proceso de socializacin, la participacin exit?s. ~le la vida en comn slo es posible para quienes comparten
convenc1onales
1zac1on
' es por ~sencia
... \111
s1a111f1cados
~
. .
. La
. socia
prnceso de comun1~ac1n, Las distintas persqnas dcsarroan gradualment~ .su ~~pac1dad de participr en grupos organi~ados y en
esta part1c1pac1011 van corrigiendo sucesivamente si(esfuerzos
hasta que son capaces de anticipar las reaceiones de los.otros de
adar,tarse a ellos.' !..A1s tendencias inicialmente carentes de organizac1011 van .~:1ume1~do de a poco mnyor coordinaci6;1 y a travs
de Ja repet1c1or se tornan autmtkas. Lo que da. forma a las
pautas de, conducta Y k1s fij~, s_on fas reacciones reitefadas y un-'
formes ~e .l~s dems persoirns. Los significados se desarro!ku~
en cada rnd1v1duo a travs de un'proceso de seleccin na tura!. Los
m?dos de conduct::t q~c. le permiten a una persona adap tarsc
~iqtos~1;1cntc a fas cond1c10nes dadas de la vida se: perpetan para
c01:ve.1 t1r~~ en una parte de su oricntaei hacia el inundo. La
s?:iahz~cwn as, co1.1stit~1ira la adaptacin contiriiw de un orgamsmo vivo a su ambiente Y a rntev~fi condiciones, Los hombres se
adaptan a fa~ conrl.icioncs ? situasio1.~~ eh que se hallan y repiten
l<:s desempcnos cx1to:;os. bn el Ciso de los seres humanos el ambiente en gran porte cs(; conccplualizado e incluye a otros seres .
lHHllanos con sus particulares demandas cawcterslirns.
. : !)ado ~_u~ -~ad ip('.ivilhro es nko y debe hacer frente a LlJJ ~
contexto h1sto1.tc.o part.ICular, las estructuras que desarrolla son
en cada caso dilcrcnles.
~>~ro los procesos de desarrollo son regula;es. y pued<:n
dcscnbmc lhedfantc un conjunto de principios generales.
. Una pcrs~n? as. es "socalizada" cuando ~e halJa en condiciones ele participar en acciones concertadas sobre la bas, de
normas convcnconaks.
e l:a estructura soda! consiste en pautas de accin concertadas. Estas pautas se rnantenen intactas y son discernibles en
t~nto que cada uno de los participantes acata las normas ccnvcn-.
cionaks, pero encontramos que detcnnin;l\los snietus se desvan
de csasno,r~1as v;!idas y vigcn tes por el comcnso.
Que implica en trminos generales la desvia jn?
. Apartarse de las normas establecidas como ;.tidas por una
socicclacl dada, normas exigdas y esperadas de 5 c.- cumplidas por
84
OSVALDO H. V ARELA
PSICOLOG!A FORENSE
...... "
85
ternalizado,
t
: ,
.b
, se carece
. . de los medios
lcitos , por 1.,~ C(
m rano paia
su o tenc101; se utilizan medios ilcitos o ilegtimos, Para Merton
la con?uc~a mnovadora es la tpica de los delincuentes.
. . Considera que sea cual fuere la tasa de criminalidad en las
d1stmtas capa~ sociales, la que se siente m<s presionada haci;;i la
con,~~c.ta desviada es la baja, por haber internalizaJo el fin cultural ex1to..dinero", Y por carecer de 1os medios sociaimente ade
cuados para obtenerlo.
:
. Ritualismo: existe abandono o reduccin de las
cul!tu
rales, at'.nq~e c:inUna obedeciendo casi compulsiv;imente a las
normas ms~1tuc1onalcs; son los perfectos burcratas.
i
, . Re~rall.nie1!to. ~xistc rechazo por los fines culturales y
rncios mshtucwnahzados para lograrlos. Ante el continuo fraca
so par~. .bte1:er am~os, el individuo resuelve el conflicto evadh~n
dos~. I ar~ Merton, este es el caso de los psicticos vagabundt~"
panas, adictos at akohoL
'
~,
. Rebelin: t>~xiste el redrnzo de los fines y de los medios
cmlment~ Pr<~scnptos, pero para un cambio total de la
de la socicd:id buscando una nueva
una
sentido opuesto a las anteriores.
.
.
La ~cora de M.erton fue objeto de crtrns por varios
por cons1d~rnrsc
cs.ab~dundada en concebir a!
do .~aptac:1on~s a! sistema sod:if en frlrnrn
sin
dei importancm . l;.1s interaccione~; cn los otros que sirvan
g~upo de 1:eforencw_ que afectan Ja respUl'Sta y
del
actor .Y ~oxquc conswcrabn las metas en forma
~-e la misma manera para todos, sin tomar en cuenta
fmcs busc~do_s .surgen las exigcnci.as multivalcnks, ante
se ven los md1v1cluos.
. . A partir- de Mcrton surgen sucesivas teoras de. la desvfaci~n;. ~. ~u~ a n?sotros. nos !ntcrcsa ver es c(imo se ubica la
margu:,11tdad Juvenil <l pMttr de estas teoras.
.
~
I:n general se considera a la adolcsccnei<t marginal como
~:na for~na de conducta _desviada, conccptualizndose a sta como
a que v10Jn las expectativas insttueionaliiadas.
t ,
Parn Peter H.ei.ntz el adolescente marginal es un fenmeno
le .m~:a P?r, opos~cin a la de!incucnci:iaulta, porque entraran
en Juego diversos factores tales como:
, l) Ema11c~paci1'. de. la Ji11nilia: el joven, por cuestiones laborales o frustrac10nes familiares, se va de su familia concct.ndosc
los
86
OSVALDO H. VARELA
PS!COLOOIA FORENSE
La
87
la:
1 /Ir
... , ;
mdJCc
se medir a trav~s<.le
. de
. su <::/ect1VJt!ad
.
..
- su:s.. 1ns t't
1 uc10nes
sus mstmmcntos ..de accin.
'
lX
, La llistoria de los pueblos nos muestra q1...e las culturas ms
E~ nuestro. pafs,las acciones prolcccionfal.as datan del ltimo. c;uarto del siglo xvm, con la creacin de la Casa de N iJios Esps1!os, por el virrey Vcrtiz.
, . Diversas Y mltiples han sido las acciones del Est:.Hio en el
ambito de la tutela minoril.
.. Lis e1_1ti~a?es de beneficencia, Ja labor d:~ Jos organsrnos
oficiales Y1ud1c1alcs, la accin de !as entidades privadas, resultan
89
l'SICOLOGlA FORENSE
.8 i
;: \canee de su accin.
~f:rv1c1os depe11<JJ~1~~cs
del Poder,
t ;.ccionista.
El organismo
a travs <le los j~1c~~sde 1r1c11ogs, trn
en
con 3quc!, va siguiendo paso a paso
'.a evolucin del
mediante entrevist:is personales i.:on s!(~S,
11
con fos informes peridicos que !e enva e1g1:~at11s
~~10 Tcnico Administrlvo. Esio k pcrm ltir al jw;z 1J~ l11~.1~~ir~~.
quien tiene el podt:r de Jccisi~J1 sobre el_jove.n, evaluar la s.1tuacin y en consccuend:i <lcta1ninar las acciones que considere .
convc.nicnte. Uno 1.l.e los Js"\ilizados co~.:i~g~stros a<lo!c~ccn1~s-lii:i'rghiales es el sistema de la\ ~~1!..~i:!~LY.!gila<l0, que se CJerce
, travs de delegados tutelares, quienes se encargarn de oricnt,ar
: joven, resi1-cCfo Jc.cu'iilqukr rea de l:.i vid~ cotidiana, tr.abajo,
:stuJio, salud, convivencia famili:.ir, ~t~tera. bl Del~~ado 1 ~telar ~
deber informar al juez de menores sobre la evo!U\l()_l~ del JOVC!l ~
n el medio y evaluar la conveniencia o no de continuar con ~
, ;te tipo de tratamiento o si Jebe ser :eemplazado l~1or o t,ro.: i..~..-i
'.'orno surge de lo expuesto, ambos orgnismos cncarp.auos. r.1e 1" ~
:.1tela de menores, deben realizar su labor en forma .imultanca Y 1!;,
{/
coordinada. 4
t: .
!
Delitos de e.stafa, extorsin. priv11cin ilegtima de la !ibihtad, no figurnn entre Jos cometidos por menores, "ello responde
cabalmente a las <liminui<las posibilidades consumativas de los
menores respecto de esta especie delictiva, as como tambin a la
exigencia de un despliegue intelectivo que el menor no se halla
en condiciones personales supcrircs n ta que habitualmente mantienen los menores de edad".
se
k
90
OSVALDO H. VARELA
I ., ,
trar en est
pos el uso de drogas.
Si bien la drogarliccin -e la Repblica Argentina com_pa
rntivamentc con otros pnses, no alcanza porce1. tajes alarmantes, es evidente que en la ltima dcada, el consu110 de drogas
. en la adolescencia se ha visto incrementado. Actualinente la drogadiccin constituye. un delito y estudios realizotlos demuestran
Ja potcncialid:id p:ira delinquir del individuo adicto. Cifras. ?i:s
elevadas pertenecen al consumo de bt~bidas <1_1col16licas por JOVC-.
nes, en especial en la clase marginal.
..
Al igual que con Ju droga, existe una estrccJa correlac1on
ent(! el alcobo!ismo y la crirninaiLl.ad.
.
Cuitlci!Cri sea fo f6i-Inidc manifestacin del delito, hacia
la propicd;id, hacia fas personas, a truv6s del uso de drog~1s, _elct~ra, nos encontramos frente a jvenes que. presentan srn11larcs
carnctcrfstcas de pcrsonaliJad, con un factor comn que es la
9l
;, PSJCOLOGlA FORENSE
. ;\
I
l
1
\
1
l
Luego de lo visto llegamos a la conclusin que ef5ad;lcsccnte antisocial era sealado como el emergente de una ehrermcdad
so_c;J~tL Dijimos que asf como la so.ci:<la<l llevaba ei~tsT.mISin
ncleos enfermos, tambin aruiiraba sistemas <le co1~Ybtc para
esos ncleos enfermos: los tipos de tnitmicnto que la comun-
dad asume para r~!i.~!?_i\g.ar y res\iffr--aql:lco. qu~ de alguna
manera la enfermedad le ha suprfrido;.. '
.,,
Sapemos que toClo el queh.cer socil de los individuos. transcurre en las inslituclqnes, es vi<la institucional. A trnvs de las
nstituciones es como el indiviJu()5.;.;,-ertcomo persona. Ln:,
. instituciones donde viven los hombres son aquellas dond<:: d
individuo se pof. en contacto ms prccozmcnt: Ja familia, Jos
amigosJ el grupo de pertenencia en general. Ta1r1binc.sTirh;JUc .
Ha~ c.on las que _d indh'i<luo se va a conectar postcriormcnfo: ~'t'
trnoa.10, el estudio, las r~creativas, dctcra, su mcdio-a'mbieHlc en
general. -
Rc7ordan1os que segn corno se d. la m.'iua regulacin
entre sucto-rnedo, inscribir<\ un tipo especial d vnculo que va
a signar el comportamiento de 1-os hombres. En el campo que nos
oclipa, el adolescente marginal, !rntamos de estu:!iar su. relacin
primaria, ese contacto primario con J:is instituciones,
vincula
cin que hu significado una relacin pcrlurbadiJ, patqJ6gica. O sea
que se ha inscripto tl11 tipo especial de vnculo r;oc' condiciona
co1:1portamicnto.s hostiles, fragmentados,
recJi;.:zo, de masiv;i
defensa que lo llevan a actitudes antisociales.
, . Cmo enc~ra la.soci-cdatl, a travs de sus instituciones espcc1f1cas el tratamiento de !os jvenc8 comprometidos en la criminalidad?
. ' Si dijimos
que de la falla en la mutua regulacin
se va crean
.
'
Go un vmculo perturbado, entonces a Jo que debe tender funda
mentalmente todo trntamiento de estos adolesccn'.cs sera a Ja
modificacin del vnculo, creando bsicamente ULI nueva relarl
cin va!ente pia s'\rdesarrollo exitoso, tbndo t'na respuesta
correcta a sus ne~~_sl,\~(lgs, llcvmlolo a la instaurnci':liid~
Yo
esa
de
PSICOLOG!A
. Lle
.
..
.. qt.';~:;-.
!arrollaren
la pob
pc esta
una se.ne
dccioncs
se \'11\ ;.t (es
.
.......nci;:n en riesgo que tiene mayores P?:ibili<~a<.k: de e'.1ferm~:1:;
.,.,cone1:" e.le
'revenc1on pnmana en 1rcfcxencd
et>. l.l1 a10 5,.v icili"ii'
f.< ' '-'-
.
l ,- .>
a :~ adolescencia marginal. Acciones como por ejem?, o , ciea
cii n de hogares sustitutos, sistemas de guarda, <ldopcion, pon.u~
sabe que el chico abandonado corre el riesgo de caer en la mar:
gluilidad por la carencia afectiva, falta de hogar, <le aportes, de
"W as etctera.
.'fambin el subsidio a la familia natural para que por razone:. econmcas no tenga que separarse del ni~o, :a~ casa l~ogare~,
la :.ducacin de los padres, el control del eJerc1c10 de .l.i patna
p lane.s, de v1v1
'endi' '..
etceten'',.,
Es
pc'estad, campanas <le salud,
dc.:ir, todo aqueilo que est en relac10n con la apanc1.n de esta
p2 ;o logia.
__ ......................i".;;;(,:.::.....r1
estara constituida por una serie
Li ,pi'evencin.
tk acciones que se
a ejercer cua1.1d-0 y~J1.... _:1p~r~cido el
no se intensifique y se haga retroc_~~~r
l\",stomo, parn que
n
J;i enfermedad,
. .
.)
;:ertenencia etctera .
.'
La prdve1icit1.JC.r.~iria c~t constituida por todas iH~icl l~-~
Jcdones que act~n una vez instaurado el. t~.<is.t.9_rno, o sea l '
;ez que ste ya est dcfniuo:Estarfan dirigi~~s a .restaL~r~ir al
inJividuo de la enfermedad que padece, ar.~hab1htarlo. Al mrs1:10
.. ., ti::!:'.l '.'!'J:t
a pre'V"111r
is
1!:mp0 esta rd,;ib1!it:ic1Q!1
"
.... S"CUdas
....._... . ael
trastorno, con lo cual ya se constituira en una pn.~v~1c1on pr!1m\:
:i;:i, ya que al trabajar sobre la futura consecuencia, so esta ac"
1u~ndo frente a !a aparicin de mayores trastprnos.
..
.
Es decir, podemos establecer un crculo: prcv1.m~1on i;nnrn"
ria sera el comienzo de un tratamiento que s? contmuaria co 1.1
la secundaria y la terciara, y all comcnzana nuevamente la
i;rlmaria.
ahora en e! tratamiento ~specfico
'
Trataremos <'.e
l
FOl~ENSE
' "'
: ..........
debe trn tar. Cuando un chico llega a la institucin con gran hos!ii'.1
94
._ . . . 95
PSICOLOGIA FORENSE
OSVALDO H. V ARELA
(.
ca, hay que ir a buscar al paciente, esta etapa 1icne como objetivo
el control de la actuacin y que el terapeuta se constituya para el
pacente en algo prximo y ~onria.fe-qe le brinde permanente
segurldacl. ~. --- ----El paciente [~?te los esfue.tzos del terapeuta y la cpnrnnicacin se da a nivel dt~ las acciones; no de las ijalabras. L pone a
prueb~.-~.2.!_1J::J!li.rn1ente con el rechazo fa indiferenchi: --- ---~. -2) -Adiiii'iiiento inasi10: (etapa simbitica). Aflota la avidez y necesl(Iil(C<le:-c;c;1tacto nisivo--por-carencias msivas. El,
paciente
que necesita constantes su-
ministros. Afloran comportamientos regresivos que dcl;>,en sr
permitidos (neccsida9 de contactos, caricias, cerc,nas); la meta'
en esta ctar>a es ~ue el paciente se sienta graJflf..do Y..~~EL~o,
que cuando neccsna se le da. Comienza la sens:icin de un mundo
"bueno", relaciones significativas, y comienza la auioestima.
3) Elaborac.iQ,n: (principio de. la 1diyicl~t<!Erni::fr?n). Aparece
la depresiii. El paci)?.Jitc comienza u controlar su conducta se
reduce la ac!tmln, }' es }irogresivnrncntc ;;i;;;;: de c;]Cfclci; de
l.a rclacn ciltre su's scntili1cntos y comportamiento. Tiende u la
verbalizacin tk sus conflictos. Comienza una verdadera relaciil
teraputica.
~, ' '
"'
l d
1 Jorl'l
\~cspccialidad~~eber ii proporc!ornimlo os nio.' e os -~ c:)n , '.miento que~l adolescente va 111corporando ~oc la ni1~nrn 1i1,weru
que unJ buena nwm hace con su pcqueiio n1i\o).
.
...
La estructura del intt:rnado, bien contrnlada, '~rat~_li.ca el
deseo oral dependiente de ser atendido, esta fase es 'it1!1c1cntc
para disminuir la frustracin y la agresin Y corn~nzar ~l pr~c~~?
de cap 2 citar al paciente para darse cuenta de que el nos rnt.c1es.1
La terapia integral ofrece el marco adecuado a.la ps1cotcra"
pla. D:ontro de este tratamiento, el rol del psiclogo .tiene carncle
rsticas particulares. La psicoterapia debe tender a Jllsl.rn1:ar (o a
corregir los defectos) de! _.Yo. para que rcsult.e operatwo, cnpaz
clli'"fo:ilizacin dd mundo realstico. El tralam1cnto es un pro;cso
de p<.iula1inos cambios, que nicamente puede lognirse a t'.avc.s de
una estrategia y procedimientos adecuados. Podemos thv1dirlo::
en cu:.;trn ctap;,is: . .
.
.
.
- J Rcs(strncia_:.,, d padcn te.'.!:~ tiene_~onc:~ncia. de tstar'.~!~
formo. Nl:1c;i-foi s mismo reclamar la atcnc1on ps1coterapeutl-
la
r,;( (,;.;
se corportacoi110u11 beb
96
OSVALDO H. V ARELA
.,:
pcrnute
. 1a rncorporac1
.
"6 i 1 "
r!
.
1v1'duo que
. .... Jos. dhlamicn' . ,
.ic un me i
,
t tlllnt.lo no
tos y las interpretaciones. Como esto aqu1 r:o es 'tll;~ ; ..es;w:' el
existe un Yo constituido slidamente, el ..~~ 1.~P~~
l;' ::fo de
Yo que llO tiene el adolescente, se constituid. en uni'ril:~1incor
Yo sustituto el modelo a travs del cual el cl11co poc
t . .
.. .. ' . . 1.
1' dalidades normas, compor armen
pornndo -~~~f.<!!f~~~-~ ~1:1es, '. '. . . ,. ' "ria cantidad de roles
t . ~dptados El tcrapcma lfJUgando u
................ --.........1...d
os a "
l
m el pap .ia autorn a ,
necesario~; para su pac1ent~: ~er, a nlrn ' , " ecto~ al tratamien,.,
el amigo Esto es smnlar en a gunos a.. p
.
'~ con psicticos.
Es un trabaJO
. .lento' d e ir
p 0 eo 'a poco s1g111 t
to
i.
cu~rn.io
el ac:olcscent.~ es
C<lDaz de ver al terapeuta como algu1<~n chstint.o. y perso:rn.L Es. el
. ' ,, 1to en que l ha puesto en fnndonam1en to sus :pwprns
mo,n,,i
., de orgamzacton
,.. Y <.e
, r'lac16n
con
posibilidades de coo:rdinacmn,
e
el mundo, es decir cuando aparece un:'!_?.. ()Per~_tivo.
'11
Ll.
98
L/ \..-'
Q
\
. PS!COLOGlA FORENSE
~.99
cumplrnento de condiciones de
des entre Jos 4 y 18 . 1i'l .
egreso, etc.). oscilando sus eda. a entre Jos
3 Y 6 meses promedio. os, Y su permanencii' gr,1. d u.ic
A su ingreso se efecta un rofu .
..
litiad apuntando a medir suco, P t . ndo estnd10 de su personacin, ndices de org'micidad cw!i e mtelectual, nivel de madura-.
~ut
t
' quantum
de :agres1v1'd
d
'
". opun1 1va, historia vital
, ,
.
a. >'capacidad
noro.
' carern;:ias fam1frnres Y iuvcl de dcfo~
,
Existen casos asl:idos que JOr
..
., .
sible ~abordaje <tru>1! Ja1, t. su problcrnat1ca hac~n impo. ..
"'
' '
, es os c-1 sos s ,
t 11
Hh iv:(lu;l, que trnlnJ1 h 1 .~, -: J '. . e es a) t'ce un abordaje
' '
os1 .lJ it ad de h en.
..
l.i11n... ,sos agresivos sochles
y t 1 .
' . n cncwn de sus .
Para con1plet;;r ci 11:11'1 e~i.t ~ncrns ~aislamiento.
, ....
de los inlcrnados 'l'll "l'llJ),t)S' ltll1c11. ~e rncluycn ;i Jos fon1iliarcs
T
.
crapcut . r T .
'
y1~1rcs. feunindose dt~~ante uwi s , ... ic~s ami iarcs Y mullifamLas respuestas o6tcnichs poi- ' . ~s1ofn semanal de J 20 111 nutos
serv;ndosc una compl~la , . 1 ))nr e et' las familias es dispar ob~
Poco significat10 1::r1. st.. ~o a JOracin en un n1l!cro es'i.so "
' - 1 g1 an may
''"' ,
tc~rados por alcj<llllicnto ~le ! t'.. o~ia ~e trata c~c ncleos dcsinn11co bajo, <le conrJ . "
a i.,um paterna, n1v~I socioecon"f ,,..
os1cw11 numerosa Y , . "
u CCdVO entre sus 1111'c
1
la 11J )d . j'' j j CSC.l~O COlll)lfl)llll.'"O
111 )fOS
"
siempre utilitaria, donde el n1', . _< .. H l de contacto es c:.isi
den1 J
"
liso de dronus hs iunt::i ,'
, .1r, ;: act1v1dac rn:1ni1rd d
" ' , ,
, s con pares de su msnl;l p&obk,;111: ..1
M
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osv"ALDO H. V ARELA
100
PSICOLOG!A f'ORENSE
vacin.
't9!
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: , :10.,
">
'
El mtodo propuesto no es
.
"
.
do en los hospitales psiquitricos ~uev~~ mcluso ha mio practicat:o pas, y desde tiempo antes e~ ~~.t~ de lo~ afios 60' en n~es
~1endo el rntodo ms a ro" iad . . tJ. y E.uropa, pero sigue
?problemtica, pues pe~mife la~ P?r,i e'. ab~rd::J~ de esta complc.ll1gada con la prctica jurd. . b<1c16n tcrapeu t1~<1 constante, consociedad.
ic.1, ase de 1a organizacin de nuestra
.@
.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE MENORES
> ..
~ .
A partir del afio I 978, con la modificacin de 1a Ley de Menores de edad (22.278), por la que se bajaba la edad de imputabilidad de los meno.tes de 18 a 16 afos -por motivos polticos
ms que realmente :por la alarma social que poda producir. e!
actuar marginal rnnoril-, las unidades carcelarias comienzan a
alojar menores por causas delictivas. Si bien es pcrto que Ja ley
contempla el alojamiento de los mismos en establecimientos que
fueran cspcdficos para su contencin, condicionado a qta: stos
no tuviesen contacto con adultos procesados ni condenados, esto
en Ja pnctica no pudo ser posible. Aquf se plante el p.rimcr pro
blema para los encargpdos de la gu:mla y tutela, pues no existan
Jugares con estas cadcterstii::is por lo q uc hubo que adaptar los
ya existentes. De esl<~I manera se habilit un pabelln especial, en
una unidad de m:~xim(1 scgurid<lll, el que se intent fuese <1sludo,
sin, contacto coll h)s adultos alojados; esto no dio n,ulrado y las
co1h~<:ucncias fue on sutcsivo~ motines, en los que indtiso Jrnbo
rellenes entre el personal profesional, que concluy con la paulatina destruccin tic hts instalaciones hasta su cierre definitivo y
traslado <le los menores.
Las succsivus moo:ncaciones en la legislacin, transformaron
las concepciones en e tia 1 to a la eda<l, pero no. as respecto del
lugar de alojamiento, pcni1ilcndo a cualquier ente, estatal o privado, su guarda, mientras obedezca el espritu contenido en la
ley.
~
Es una costumbre Je nuestros lcgsladores elaborar primero
la nrma, sin tener en cuenta los medios parn su implementacin,
creyendo que ese slo aspecto la hace practicable y crea, por si
sola, e! <tnbito de pnktica. Nada nts alejado de la realidad pues
grafic:ndolo: "se pone el carro ucl;.intc de los caballos''. Como
ejemplo slo baste mencionar la llim:i. lcgi~lacin sobre Estupefacientes -reprcsn contra el tnfk:c il~ito-- que contempla
i
1
< .. ] 05
OSVALDO H. VARELA
PSICOLOGlA FORENSE
04
- 1
su tratamiento.
. .. .
. .
e;;
:.
)
burneanos"2 ).
2
_ Auburncanos.. Sistema Panptico de alojamiento de internos implementado
--l 07
l'SlCOLOGIA FORENSE
106
da y concreta.
[fe ccladore~;qL!e es quien ms tkmpo pasa en contac!fro con los nlnores, y qien ms deberan conoclrlos.
]J
6) Losl1bitos de co_nducta y la .socia!iz<tn~n s~n m.1 '.tpren~1dizaje Jento~quc se constituye a partir de exprncncias vividas Y
imodclos vul~rados dg!los de ser imitados. !\ esto debe lcndcr et
~:fu11co11amiq$to rt:'ul dela organzacill; apuntar a ~onsfiluirsr? en
,~'!.l!l refcrcntlf;dador, qut; a la vez contenga lm; ansiedades de !os
,~Jll alojadoi~ a 1ravs de la escucha y la dcvoludn verbalizada ;5
''de sus concll~tus.
\
7) El ti!rn1 e Ja seguridad debed ser ki'c!G como una parte ~%
de un concierto mayor lue upuntc al objetivo claro de la inscr- i~
cin social. Si la seguridad es implementada. como un objcl ivo :v;:
bsico y 110 como medio de !legada, diffcilmcnte L1an lugar a {
implemcnt;ir cualquier tipo de teraputica ni trabajo t'c aprend- ~V
zajc; si to<lo est sometido a la viglancia_ y a la evtan de la 'iiL
fuga se transforma en un sistema paranoide, en donde todo lo .;~
que ~st al servicio de este objetivo, st.'l';~ _sospechado Y climi_nado ~Z'
<le la organizacin. A la vez, toda rcaccwn que tenga la sociedad :;
en aras de moJficar el sistema ltad que la institucin se cierre, ;:::
se repliegue sobre s misma (y en estas nsti.tucionc.s'cslo csyosible dado que hablarnos de sistemas cerrados y tolaks), haciendo
"oJos sordos" a Jos intentos <le afuera.
~icl personal
108
PS!COtOGA FORENSE
n~
. 109
-
:~
'
110
OSVALDO H. VAJ\ELA
cin particular, <lado que casi siempre las expectativas con las
cuales se ingresa no condicen con la realidad de la prnctica. Los
inconvenientes son muchos, y van desde los propios de lascarencias imperantes a causa de la precaria stuacin econmica actual,
que hace que no se cuenten con los ms e'.cmentales. materiales
para un efectivo ejercicio (gasas, vendas, cinta adhesiva, sueros,
medicamentos, etc., en el caso de los mdicos y enfermeros; prue
bas psicomtricas y proyectivas pora los psiclogos; elementos de
consultorio para los odontlogos; papel y mqumt de escribir
para los abogados; y lugar fsico en general para desarrollar Ja
tarea para todos). A esto se suma la falta de informacin en la
tarea que se rcaliz.a en el rea profesional, por parte del personal
de seguridad, el cual, al no tener claro el objetivo al que se tiende
en Ja institucin, hace que diversas funciones aparezcan como
desvalorizadas y confusas, y por tanto obran como resistencias
para el dcsat~'pllo de Ja funcin cspccffi<:a'. Pci;o adem;~, y lo que
Jiace ms grfc cJ problema, es que Jos mismos profcs1011a!cs no
~tienen clara $'i funcin;~; 110 qucren tenerla, pues se escudan Cll
lstas difcuJ't\{ks para '.''iio realizarlas. Acms, y debido a los
~;ijos sucldoj en alg:un~s .casos se !kga a situa.cioncs de "t.ran?ac;'fiones pcrvel.;Jlas", convmicndo con el prolcs1onal una d1sm111u
~n de las l~ras de labor, o Ja asistencia de una menor can!idad
das lo 4~al ayuda n que el tr;ibajo se rcsicn(a, y la funcin
~e dcsvirtc~ttf;ido qucttil no haber personal e'.)pccializ;ido para
lrectuarla,
es dcsa:ollada en forma de "parcl1c" pl>r quien
i'\o posee fa .~rcparncin 11i los conocimicn tos aJccuados. y liacc
que el rcc.mp'4hantc piense que es fcil dcscmpcfiarfa y <uc puede
prescindir del profesional.
Es i111porta11le cmpcz:1r a pensar cwl es la nal fui1ci11 social
que cscmpefia esta organizacin. Si es realmente el son objetivo
de mantener a la gente en eiH.:icrro, con lo cual 110 hara ia!t<1 ningn tipo de planificacin, salvo la mnima indicada por la seguridad para la evitacin de la fuga. O si C$, necesario adecuada a un
requerimiento soci:ll ni:ls ambicioso que tienda a proveer los elementos necesarios para una ;idecuada insercin soci~1l. Aqu pues
aparece expuesia la disyuntiva b;sica a delirnitar par;run akcuado dcscmpdio insli!ucional.
No \L'llernos dudas que el kclor, por l;t ra?Jin que ~ca (ideolgico-poltica, humanitaria, o social), se indir!ar; por b segunda,
aunque todo indica que es mucho m;s scncilia Ja eleccin de fa
primera (toda vez qul' la sociedud en su conjunto parece elegir
Be
la
l'SfCOLOG!A FORlNSE
111
~sta. co1!10 vlida). Por algo el personal que trabaja en este tipo~~le
1~1~trtuc1ones es considerado como marginal, o en ocasiones, idcntifica(:o ~on los aspectos ms represivos del ser humano. Incluso
o:ga1:1zat1v.amente aparecen relegados en cuanto al status comu
ni tan o, :- rncluso en ~I reconocimiento econmico por la tarea
que rc~l.1za, y en este aspecto los profesionales no consti!uyen Ja
excep~wn. Esto hace que el profesional que desarrolla su la!'ca
en unidades carcelarias, pregona constantemente que sUinsercin
es purn1.nente profesion,al, evitando el ser confundido e identificado ~011 1~c.ol_ogas represivas, y constantemente tiende a separi1rse,
110 1clc1'.t1f1c~ndose con el Personal de segridad, al que visualiza
como "mferior"
'1
. E,sto es c.,;1parable con la historia del verdugo, quien era el
e~1~:'.rg.1d~ d~ 7Jccutar )a pe:rn; como el reproche o s:idn social
liacia 111~ m~1v1duo que habia trasgredido la ley de la comunidad
Y que au1~ siendo "pagado" por la comunidad, se consideraba 'un:;
t:irca dc111g'.a~1tc, e incluso deba viajar a Ju comuni<Jad que rcqucrw sus serv1c1os solo unas lloras antes de Ja e.kcudn de Ja pena
Y aba1~dom1rla en forma inmediata una vez rcalizadiJ.
'
.
E~, C<~;1,10 ,s! soci~-~lad ic'.e1'. liricam a rstc. sujc:io con sus inst1,nt<~s. n~.i~ ~;.i1os , 1:w~ rcp~;m;dos, no queriendo ac(ptar que
sc tral.i de la rnano e1ccutora de su prnpi<1 ley.
. , ~ :~1. \'.ez: ~! sent'.]~ de fa "~npuch<i" :1e1 vt:du~;o no L'S p;ira
que c./ t:Jecut.it.c) no \c,1 el 10.st10 Je su :::jccuiur, suio para oue
:o.s a:-:1slcnk~ al curnpli1~1icnto de la pena irnpucsia, asimilen riuc
~on .~Hos mismos lo$ CJCCU!ores (lrccho que por ser reprimido,
J<llll<ls se Ilep,a a aceptar).
.
~~Jtcsc .Por ejemplo que en J<Js fusilamientos, el pd~ti1 :de
CJec1.1c10n lo componen ,personas a los cuc prev;amente les fue
cn,~n:gado un proyectil a cada uno, pero uno de .21/os es de "salv.a , P'.n lo. cual. ninguno de Jos <,:01i1poacnles sabe a cem:ia cierta
si fu~ el. quien dispar un cariucl10 inofemvo, con Jo cual se Lrala
de cl1mrnar la "culpa" que podra ocasionar el c1.: mp!micnto de
esta orden.
!;;,
lL:lccio.1~ soc1.1I con la ac!1tut1 que tomaban Jos t',0rdtos del rt'y
i;crsa Sno, con el regimiento Je "Los lnmorlak>": siendo que
OSVALl)O H. V ARELA
PSJCOLOGlA FORENSE
estratos ms
para luego "matarlos" con d a.islamiento
con aquellos que fueron nrnrginados de la sociedad?
Si bien no ha sido por casualdad que se ha dado esta
digamos "natural", es importante analizar cmo hacer para
rcvertrla. En este punto
toca al personal profesional, tal vez
se lo pueda equiparar a seleccin que debe .hact~rse con todo el
,"personal que cpnforma la institucin.
,
Tal vez .falsamente se
que el persqnal novel, con poca
experiencia, quien debe conformar los cuadros, pues ''a priori"
se opina que parn una
tan detedornnte es importante contar
con la energa y
propias del "recin recibido". Es nues
tra opinn que esta
se efecta:
,
a) por los
el profesional con experienda no
es
se lo pue<le in.o!- .
actuales de !a organizacin, estimando
coodmientos que son m;is dfficul-
l 13
insercin socai
, t
-'
'
.
1
t , .
._
, '" c;i~~- 0 md~' aun la presencia de "improvisados"
q le pictcn<lcn engn::.c '.;n poseedores del saber" por el slo
hecho, d? su pcnnanencia, cuando a poco de flndar en 'ia ')llc"ti.
en
d e' su supuesto
.
' '
. practica
f .
saber, no.> damos cuenta que trabajan
sm unc~arnentos, Y Jo que es peor, estos fracasos, dan como con
slecue.ncm los, desbordes Y estallidos que tanta alarma social
e.tuccn,., ademas de los de st rozos que ocas10nan
'
" "'
" , ~
.
"conom1ctl que p,idecen. Nos preguntanin"
es
castigar a quienes, como repU('Sta
" i., 1'11e't:'
....... : .< '1
' ";"
_, ,... '. w.~ruan
ce t'Sl''
mai:cra, ::uando a los que provocan esta situacin ni
~ ,,
los rnve:~tiga para cstabfocer su grado de responsabilidad'?
De~emos tener en cfaro
que cuando se !raba1'a con me110
res margmales no
' ,
,,
f: ,
, se pue( e n.1 se debe experimentar, porque cada
iacaso produce en estos SUJetos un mayor deteric)to ;,.,
ll egi un n1 11 10
pens:r '..:onllcv;c
que el espedallsta
tcsos de modificar, y no convenientes para ese sistema.
centrarse en la f}atologa e
cambiar h
J:)
. e .,
'
.
~'
"
. '-'l ,,
.
. J . lp o a fl'Sls.te. ncm de .los jueces tue entiende "11 C'l'1'1,.
<l e menores , l' e- . l
.
. .
'" .. ' "' ,,
r.
""
, . en a .1pJtd
,'
de denominarse "jueces de
"
1
I
. , , ,,
e, ser nombrados como jueces de
nstiucc.
ton
o
Sentencia
In
este
eeta
Jo
d,
.
,
.
! t
.
t d . , .
,
,
" e
e cosas a arca tambin
t;~~l. e ': des~a~?r:zars~, .tal vez porque no se limita a la visin es". Ldn:cnte JUt 1t.l 1ca, smo que abarca en gran parte aspectos socia1cs que no pueden ser v;.Jlorndos cuantitativamente, y por lo tanto
;.,
114
115
~~ga~s pr~..: .
vo!unta~! .t:el
t~~
15
EL
INTRODUCC{ON
En los ltimos al'os se ha conocido en el mundo cientfico
una nueva enfermedad, la. cual fue definida como Sndrome de
i11mu110-deficiencia adquirida, cuya sigla es SJ.D,A. En un
dpio !.as personas afectadas se detectaron en comunidades homosexuales (por lo que fue definida como enfennedad de los llomo-sexuales o enfermedad rosa por las petequias <l!.! ese color que
inaparecen en la piel), y posteriormente entre adctos a
yectables.
I'SlCOLOGIA fO}(ENSE
OSVAl.DO H. V ARELA
118
frccin a travs del piquete del mosquito',' e.l cual; 'por {~l,et' succionado sangre de un infectado, pudiese trnnsmitirla a personas
~~nas, pero afortundamente esto fe descartatlo por Jos cientlicos.
La r7alidad es que se trata de una enfermedad nueva que
p~nc en nesgo de muerte a toda Ja humanidad, sin respetar razas
m. estrntos !;ocialcs, as pues, ante enfermedades peligrosas et
sujeto elabora sus propios mecanismos defensivos o de evitacin
del conta~io,. at~mentan las medidas de higiene y asepS,~ii, y se
trata de d1smrnmr al mximo las posibHidades de infocci!L
f'.'ero ante el S.LD.A. el sujeto se muestra indefenso y teme
tdo hace muchos ai1os ante la patologa produci<la nor la "Esde Schaudin" (o sfilis), antes que ~1 Profesor
~rllch pudt(:se colorear.la al microscopio y apareciera la pcnici
hna como !:irnrnco curativo. .. .
;
Como ya mencionamos, ante el desconocimiento de fo
cnfermc~l.'.ld, las fntas{<1s dc ti::mor de las personas se enrqucc:.:n,
~.r~queta ~llda
- esp1o1lma
- sali~~
- lgr(t\las
.
Esta i~vcladn est Jada por la cntdad de kucocitos
que contc{'a cada fl~i,j<lo,.Y esto sgnifc~1 que no todo infectado
fHV+ trarl'mite su irrfoccin por t{;dos sus glbulos bl'.rncos, sin~
slo en aql.lellos que traspase y estos estn contaminados, as1
pues, imsfJn sangre, menos en c.sperma, pocos c1 saliva Y muy
escasos en 'lagrimas.
.
.
A Ja vez todo contacto con un infec!ado de S.LD.A. en
estos niveles no hace necesariamente contraer al contac!:rnlc de la
enfermedad, e incluso existen pacientes infectados qu..: no pre~
sentaban la patologa S.LD.A., pero s se detectaba en ellos un
fV+,1 lo cual hace pensar que se puede vivir con el virus ~n ~I
or"anlsmo, sin que ste sea necesariamente mortal para csctndl
viduo (ta! el caso de los "portadores asintomticos").
. .
l\~se a esto las medidas preventivas en los pases c1wnt1tat1vamente ms afectados son cada vez rns rgidas y,a la ve1, crean .
una psicosis generalizada por la cual se exageran .la:'_ formas .de
contagio, y como ejemplo se lleg a pensar la postbihdad de 111
l l{V+. Portador asintomtico del Sndrome de lnmunoderciencia Adquirida.
i l9
gtD
.n
!20
OSVALDO H. VARELA
sanitarios, detectando en especial enfermedades infectoconlagiosas y aislando previamente y hasta su sanidad a quien la padece.
Aqu se presenta el primer problema pues la forma de deteccin del SJ.D.A. requiere anlisis muy costosos, y la legislacin
vigente no prev la obligatoriedad de los mismos. As pues, el sometimiento a estos
por ahora depende de la voluntad del
tornando dificultosa su realizacin,
las estadsticas muestran un marcado y crecknte
aurncnto en la poblacin carcelaria. No se poseen nmeros confiables a nivel de unidades penitenciarias, pero en establccirnen
tos de tutela de menores con trastornos de conducta antisocial,
los guarismos marcaron un 5% de la poblacin contaminada
como portadores. Este tema, a la vez, crea conflictos a nivel inter
institucional, pues hay establecimientos carcelarios y clnicas
psiquitricas que no aceptan yacientes con virus
lo cual
fuerza a las instituciones a negar fa enfermedad, e incluso a
suspender los anlisis y
para que no existan antecedentes y poder efectuar
e intemadones.
De alguna manera
denota los intentos institucionales
por defenderse de la
utilizando el mecanismo manfa..
co de que: "lo
no se
no existe", convirtindose en lo que
podrnn.ws llamar "g islamic:f1tO institucional".
Lo certo es que las,;_iusttuciones no poseen una poltica
adecuada para contener laiproblcmtca, algunos por desconocimiento y otros por preservacin, luchan por mantenerse aislados
,
de las personas infectadas.
A nivel mundial existen dos posturas: l) la norteamericana
(llamada tambin: "temtica dura"), onsistentc en el aislamiento
compulsivo del infectado en unidades speciaks condicionadas a
tales efectos con asepsia y ,dis~anda en,los contact?s; .I) la P?S
tura holandesa
(o "tematica blanda'), la cual si b1en ren!1za
anfsis a toda ln poblacin carcelaria, no separa a !os infocta<los
d.: los sanos, sino que slo comunica' a los HlV + de su padecirnien'':J, y los asla si pregonan su infeccin o la utilizan como
mto fo de coercin hacia otros internos o autori<la<fks del esta
b!cch:1iento..
PS!COLOGJA FORENSE
121
122
PSICOLOG!A FORENSE
st
1
'!~!
Estudios de la OMS.
Las perspectivas de la OMS son que en l 992 u.i milln de
personas estarn infectadas de S.l.D.A. en lodo el ni.rndo, a la
ve.z que el nmero de infectados ascender a 100.000.000. Para
esta misma fecha se calcula que. en Jos EE.UU. el nmero de casos
ascender a entre 360.000 y 450.000, to cual casi cuadruplica las
bajas en la guerra de Vietnam, afectando a una poblacin ~imilar.
En la actualidad el Sndrome de lnrnunodcficiencia.Adqu1nda es
la principal causa <le 1ucrte en San Francisco e.n los va'.ones solteros de entre 25 y 40 aos, y la segunda -para el m1s1110 gmpo-, en Nueva York.
En la Argentina, los primeros casos de S. l.D.A. son de tlos
en(ermos, residentes en el exterior que vinieron a rnonr Junto a
~!;
123
124
OSVAL.00 H. VARELA
l'SlCOWGl./\ lORENS)~
CENERALJDADES
El
;,
se diferencia el S. L D.A.
otrns enfermedades'?, su
que es provocado por un virus
y que por ser contagioso requiere ciertos mtodos preventivos
hasta tanto se invente en los prximos aos alguna droga o
vacuna.
Pero su historia ya comienza con un rasgo que marca una <li~
fon::ncia: su contagio fundamentalmente es posible a travs tlc la
sar;;;re y las relaciones sexuales.
En un primer momento Ia poblacin infectada y que
~,\
que
controlabfo: el
y el goce.
'
':,
126
l'S!COLOGIA FORENSE
s~stema p~m~ly penit~n.ciario que exigir debates, estudios y soluciones pra~t1~as y ongmales a partir del di<logo entre.Juristas y
expertos tccnicos en el sistema,
'
EL S.I.D.A. EN LA ARGENTINA
.,
, , .
En ambos casos se trata de individuos,.iovcncs Yen cdftl ptoduc tiva, lo ele genera un dao econmi~o extra P~~ lucr{o .~~
~nntc y que ~agrega al,J~asto que <lemanoa su ~':nc10n ~1,1:d1~a.
~CbCll10S pr~pararnOS efi lo que !JaCC ;: gcrlCf:lC10l1 de lt:Cl~f~OS
~con6micos, l}tunanos y'de nl"racstructura para atender a la lu~u~1 demanda,
udsimportante es lod? lo que se 1n,1cc hacer
~ara evitar qt\~ el nmero de portadQrcs siga mc_~:-.rn~nl;~mlo.'>c.
M
Esta iu~9dn puede ser prcvlnida con el 1cac1a si se toman
iln cucn ta 'mllid:is de prevencin, y rccorda ndo que no tendre
ij10 s una vac~tna cfectivti:a~it~s de 5 a lO anos y que los trntal:iientos anti-~dicos son paliativos:
.
.,
.
'
El au"cf~c la drogadcpcndcnda y su v1111:ulacmn con el dd1!o har qu~ JZ incremente paulatinamente el nmcr~ d~. portado..
res que inrcsan a unidades i:arcd:1rias, con el cons1~~u1c1Jlc tras
torno en el manejo de la poblacin internada.
,. .
.
Sern necesarios csludios profundos para ver que ;cllknc1as
tiene la vida carcelaria sobre la evolucin de la nfoccn P<:~ el
rnv, lo que puede oblig;ir a adopt:ir otras f?nn:~s de 0:1_11rn~
micnlo en caso de comprobarse que la actual actenora el sist~ma
inmunolgico y favorece la progresin hacia la enfermedad. I.:sto
deber balancearse con el hecho que ya estamos ob.~ervando Y
que consiste en el uso de la situacin de infeccin p;,ra lograr
nienores pcns o cxcarcclaconcs que c.k otra forma no se logra..
ran. Esto puede llevar a una suerte Je "industria dct.s.LD.A.",
por parle de los penados para lograr una supuesta "rnnrnmdad
l.ero
penal".
-127
..
Esta situacin se 1liantuvo hasta qUc l nmero fue crcciend~, por lo ~~al se opt por la poltica norteamericana del aislanuento, hab1htando un pabelln especi::ll en el piso J 7 de la Unidad Carcelaria l.
.
,'
. Cuando la poblacin aument a un llmcro aproximado de
mternos y, debido a problemas de convivencia entre ellos, los
pisos ~onde se alojaba1 aumentaron al 16 o l 7, las autoridades
de la tlcparticin resQlvieron el traslado de los infectados al Centro de D~lencin de SJ.D.A" en una sub-unidad dcpcndicnle de
~'.1 Colorn_~ Penal de Ez.ciz.<~'. siendo este un predio especial, sepa
rndo ,del H.sto de la pobl:Jc1on del Penal, para su alojamit.!nto.
~Sta clec:!l de aislamiento de Jos infec!aJos IlIV prOVOC
reaccwncs soc1aks, Y determinados sectores comenzaron tlclevar
su voces respecto' de una "doble segregacin" que se aplicaba por
parle de la sociedad hacia los individuos infectados,
.;
Lo cierto es que el sujeto infectado no poda convivir con el
rc~lo de la poblacin general del penal, pues al tomar conocnucnto los otros internos de la situacin del sujeto, lo u>rcdan
Y hasta podan terminar mat:ndolo.
"'
'
La i:icdida de sep;uacin no result la solucin, pues los in:crnos. akclados comenzaron a querer utilizar su cnfcrmcdall
como mstnimc1:to coercitivo para obtener beneficios, e incluso
llegaban a agredirse ("corlarse") y arrojar su sangre al person;il cncargal:o de, su custodia, cuando no eran satisfechas sus demandas.
6?
{~<:....-.
;I:
128
PS!COLOG!A FORENSE
de
129
, '
cm.ntra nmguna legislacin al n~spe.cto.
En ,s:ncral se puede decir que an no se ha implementadd
~n~ P?h tica clara al respecto, pero las diferentes opciones se
fast~n .m~e~,tando, Y se siente Ja preocupacin de la direccin de
partic10n para hallarla, dado que t~s de prever que sta deber
;~~r de dentro de la propia fuerza, siendo que el exterior no coa ?ra en. dar respuestas, reafirmando el mensaje de segregacin
socrn! hacia los internados.
()
ALGUNAS CONSIDERACIONES
SOBRE EL ACTUAR MARGINAL FEMENINO
La propaganda, a travs de la comunicacin, ha logrado que
la sociedad entienda con el trmino "delincuencia": aquellos
hechos que producen alarma e intranquilidad social. S bien en
gran parte esto sera verdad, pues tcnicamente la ley reprime
conductas que son nocivas; la prctica lleva a que se prohfpa lo
que atente contra Ja vida y la propiedad privada, y fundamentalmente sta ltima.
As pues, en las noticias radiales y televisivas, slo se ven
informaciones de robos y homicidios como temas delictivos
excluyentes. Aqu corresponde detenernos a efectuar algunas
consideraciones; si bien e! Cdigo Penal es muy profuso en ia
cuestin de proJ1ibir conductas, muchos artculos carecen de
efocto real en Ja pdctica, tal el c;iso del adulterio que prev una
pen:t de prisin, siendo que seguramente pocos de nosotros conoc
cernos a quienes hayan sido penados por este delito en esa forma,
Al parecer slo los delitos de caractersticas activas-agresivas
son reprimidos, y estos, no por casualidad son provocados en su
mayora por personas del sexo masculino, lo que a prima facie nos
llamara 1 pensar que slo los hombres comc<cn delitos; por
supuesto {111e esto es una falacia, dado que sabemos que no es
as. Aqu debemos detenernos y rescatar aquello de que la sode
dad custodia fundamentalmente Jos bienes de propiedad, pero las
leyes son instrnmentos de control social elaboradas por los hombres como fundan tes de una organizacin, y no "mandatos divinos
de seres superiores". De all que cada vez son 1ms las leyes que
regulan y fonitan la actividad humana.
El hombre, por sus caractersticas psicofs.;cas, tiene una
manera conducta! activo-agresva-heteroagresiva, de reacciones
ms violentas en su actuar. Debido a esto, lodo el aduar margina!
del sujeto masculino va a estar teido de estas caractersticas, que
130
OSVALDO H. V ARELA
b)
Curso~
l'SlCOLOGlA FORENSE
poblacin si
unica su padecimiento al resto del penal, o lo
utili;'.a como
todo de coercin. Es de prever que una mayor
contencin de este tipo haga disminuir la necesidad de conten
dn qumica y/o pscofarmacolgica.
j) Dado que el problema de las prcticas sexuales dentro de
las Unidades no puede ser controlable, y seda muy dificultosa la
implementacin de la "visita higinica de rclaciones;'sexuales"
con esposas o concubinas, es aconsejable el reparto de preservativos entre la poblacin de internados, como rne<lida preventiva.
k) Dictado de cursos de esclarecimiento entre la poblacin
i1; "ectada y sana, para evitar las fantasas respecto de la enferme
<hd, y aplicar una correcta prevencin.
1) Cursos de esclarecimiento para el personal de suboficiales,
oriciales y profesionales que estn en contacto con pacientes
infectados, para que conozcan las caractersticas de la enferme
dad, y a la vez esto sirva para que 1os infectados no utilicen como
"anna" su pad.ecimiento. Esto servir a la vez para que el perso-
t:r.
,_..~
J31
"'.
,,
134
OSVALDO H. VARELA
...
son a la vez las que producen la mayor alarma social y de all que
sean reprimidas. Pero la mujer, que demuestra caractrsticas
pasivo-receptivasautoagresivas, por ellas, en su actuar marginal
no demuestra actitudes que provoquen esa alarma social.
En una experiencia que nos refiere E. Erickson en su Jibro:
"Identidad, Juventud y Crisis", relata sobre la ~leccin de 100
nifios (50 mujeres y 50 varones), a Jos cuales se les sugiri qe a
travs de una actividad ldica con diferentes elementos, edificaran. una escena de juegos. Los resultados feron que los varones
edificaron sus juegos en espacios abiertos y de ca.ractersticas
activas, mientras que las nias lo hicieron en espacios cerrados
(habitaciones de una casa por ejemplo), con caractersticas
pasivas. De aqu podemos extraer que mientras los varones son
"expansivos" en su actuar, las mujeres son "receptivas", denotan
do lo que Erickson dio en llamar "espacio interior", refirindose
al espacio que pq~ee la mujer que le permite la recepcin y gesta
dn a travs de~~~ depositacin gentica y la capacidad de procreatin de lo cttal carece eUiornbre. Si esto Io comparamos con -.-.-.
la a~tua~in marlinal (no dhlictiva) d_e la mujer, vemos que durant~ muchos as fue considerada a travs de la prostitucin, y
hoy;]~n dase col;tina considerando esta actividad como criminge,ha (proclive 'il delito). El ejemplo vale en cuanto a que en "
Argcptina, depei."diente del Servicio Prnitenciario Fechn1l,
exist.~n 32 uniducl:es carcelarius; 31 de ellas para alojamiento de
men~res, jvenes:1:i.adultos y" mayores varones,. tanto procesados
com& condenados;} alojando slo unas mujeres (menores, jvenes
adL11tas y mayoiks, tanto procqadas como condenadas), y
mientras el nmero total de hombres alojados asciende a casi
9.000, en mujeres la cifra no supera las 250.
Tambin en los Institutos Minoriles, depeidientes de la
Secretara de Estado de Desatrollo Humano y Familia de la
Nacin, sucede algo similar, pues para el alojamiento <le menores
varones con graves trastornos de conducta antisocial el Estado
cuenta con ms de cuatro instituciones especficas, dado que su
nmero es aproximadamente de 300 sujetos, mientras que el
",
nmero de inujeres no sobrepasa las 40.
Recogiendo nuev.amente el concepto de delito, y sumndolo
a esta comparacin nos encontramos con que la alarma social
ms marcada es producida por varones, mientras que las mujeres
slo producen esto cuando estn asociadas a Jos varones y en
muy pocas oportunidades sucede. Asf pues, vemos que el mayor
'
PSICOLOGIA FORENSE
135
~
,.
.1?1Yona. provmnen de hogares desintegrados
o con ~sca"a valoracwn afectiva entre sus miembros independiei1temente de l~. posicin sodo~econmka de sus inte~ni.n.tes. Puede
tr~t~.'.~~ de h11os no d~sei:dos, o._producto de relaciones circun.s
h1,1c.rnJcS de sus progenitores. '
_Por l.o tanto, Y ~na ve~ .explicitada esta situacin que hace
~ l~ e~enc1a de la conlormacwn de la personalidad, trataremos de
rncvrsi~nar sobr? ~a histori,a de vida de este sujeto, infontando
rescata1 caractensticas generales.
..:
El !tcle? del que ~rovienen no est delimitado po~ elnvel
econm1~~ s1 no ms bien por las relaci.ones interpersoxiales del
seno. far_nlliar, .en los que_ generalmente aparece una figura paterna
desd1bu1ada, sin poder e1ecutar su rol real, y sin posibilidades de
ensay?r la puesta de lmites sobre su hija; confrontndose con
u~a figura materna dominante hacia su pareja, que exije de sta
mas de l~ que pu~cle dar (triunfos sociales, mejoras econmicas,
m~yor nivel de vida, etc.), que lo desvaloriza constantemente
qu~t4ndol~ el poder del "no", el cual en una conste!acJ.n familia 1'.
umversaJ siempre es patrimonio paternc.
e .Est:. situaci?,n se transfonna en deforman te de una relacin
d~pica normal : po: la cual la mujer debe desprenderse del
ob1eto de amor prnnano (la ni.adre), pasando al padre .Y pudiendo
amar a los hombres de la misma manera que la ma'te ama al
136
OSVALDO H. VARELA
PS!COLOG!A FORENSE
''
.
esfuerzos y prebendas.
Es comn ver en este tipo de parejas el esposo complaciente,
que a la vez es nlimado por su esposa, pero que simultneamente
con esto, le es inposbk ocupar el papel de gua familiar, rol que
).
:mjetos
marginales,
..;
:i;.:
j
1
1
.i
.. '
'
..
. ,,.
:~
.;
~-
,J
G-+1
....,.,..:~
fa prostitucin, y a ..
e mcluso mantengan una profunda ligazn, aunque esfos mantengim largos perodos de tiempo privados de la libertad, siendo que
en muchos casos se lee un ndice de salud, el que las mujeres
abandonen a estas figuras nocivas, e!egda; a travs de una predesamoroso.
.tinaci6n familiar en la aceptad6n del
Pienso que a partir .de lo
se 'puede comenzar a
pensar en un estudio ms profundo tomando 'como
vlido la relacin existente entre el ;jercicio de la prostitucin y
la prctica delncuencial marginal.
137
;,
INSTITUCIONES CERRADAS
--
cra1u~E111jn;idos, ya fuera suprimindolos fsicamente, o expulsfodolos de su seno. Es evidetife-qe alir crecendo las sociedades
y hacendose ms r~oidas y fluidas las. comunicaciones, lo cual
r. eleccin:
140
Re.scatando Ja conceptualizacin efectuada por Ul!m;, debemos. pensar a estas instituciones dentro de los cuatro ordenes
explicitados, pues en la insti~t!~i()1~_t_?,!'.1l el h.0111bre ~pre11.~-~-'.-~_ra
baja, estt1\,lja, y necesariamente posee espaci~s " -~!~Jl.~P.(>..,J.~1.:.f;
pues se trata de or~!J._!!l~--~2.!~es "p_~_r._a.~~~ci~1,lcs ~ m_eta~so.c1-~~::~ ,
es decir que est1 "_al I~~i!?_" d_e la sociedad, unidas a ella P?r _un
frgil eslabn. A Ja veit tambin cumplen un q,9~!<:.QQl~-~-yo
soal: por un lado el )!~_4esc_1Jpto, y por otro,_ ;e:d.fic.~r ..~_?,!1:1?
"controladores sociales" a. sujetos de una estracc1on soc1~I s1m1fr a la
aq1.~~ffos. ~i ios q~::prctende aislar, SGpa,r<j9s slo por
el delgado Hm_itg,lie la transgresin.
.
Para ejemplificar esto, tomemos las construcciones de las
ciudades, en
cuales el' su centro y con mayor proteccin se
elaboran las edificaciones de los poderosos, o "los que viven en
et centro"~ el centro de dnde?; de la ciudad, ~or supuesto-. A
medida que este crculo se va agrandando, conHenza~ a apare~er
construcciones medias correspondientes a las dascs mtermedias
o clases de produccin (obreros, artesanos, profesionales, etc.), Y
el exterior es ocupado por las clases perifricas o de menores recursos (en otrns sociedades ms sofisticadas las clases militares
de baja graduacin tambin ocupaban mnas perifricas en barrios
cdlcados a tales efectos, y en algunhs como en l romana, el
ejrcito tena prohibida la entrada en la ciudad con armas, tpico
ejemplo de que los hombres armados slo estaban p,ara defender.
las ci1.:dades de los ataques externos):
\!tese que en esta organizacin el objetivo que aparece claro
es la e'aboracin de una proteccin para aquellos que viven "en el
centr::Ji". As pues, en un principio, las crceles tambin ocupaban
territorios aislados de tas comunidades, por ejemplo cite1~1os la
"fsh del Diablo'' {)ara recluir a los marginales franceses, situada
'
'
~-_,,.,
,.. \
de
.'
.J.
141
PSt(:OLOGIA FORENSE
!;is
. ,i
i'
..
142
lo
se
todas
143
hu1na110. Cuando la comunicacin intra~instituciot}~I falla, Ja articulacin se conviert-"i fraclUra, y aqu se depositi'i-fas ansiedades paranoides de los miembros ms dbiles de la institucin, y
comienza a aparecer otro tipo de comunicacin (fracturada)
corno puede ser el "chiste" o el "rumor", o las inscrip~iones en
las paredes. Este ndice nos marca la .car(!n~a de una ~JJ.~m._99municacin entre las reas de la organizacin, pues la m~hcionada
sio se efecta en forn1~ nldirecdcirial, sin retorno .'.los estamentos que la producen.
--
Y .
Tomando a la institucin cerrada y total, podems ver que
(en la mayora de los casos, stas son de tipo rnilit<!.ri.zads) ms
an cuando hablamos de institncones encargadas de la custodia y
seguridad de la comunidad, como si esta seguridad tuviese que ser
. sustentada slo por la fuerza y sometimiento de aquellos a los
que se piensa como nocivs pcligrqsos.sociales.
Histricamente estas instituciones' dependan del Ministerio
de Educacin, pero luego pasaron a depender de la rbita de
Justicia. En un principio esto signific un cambio que fue bien
recibido por los integrantes de las instituciones, pero a fo vez pro.
dujo una rivald;1d con otra instlucin muy poderosa socialmente
como es la judicial, rivalidad en la que rpidamente se observ
una lucha de poder, representada a travs de quin era el que
posea el control del producto alojado en !a institucin.
Es chlro que la institucn judicial representa uno de los
tres. poderes del Estado, sobre el cual descansa el derecho punitivo qe Ja sociedad y a travs del que se ejecuta el reproche social al
trasgresor de las normas, y si esto no es maneja'do ecwniijiernentc
y con salud, puede lleviir a creer al juzgador que es duefi de vida
y bienes del agresor socil, dependiendo el castigo de su voluntad.
Pero tambin no es menos cierto quefla institucin carcelaria es
la encargada de velar tJOr e! cuidado, la guarda y la tu.t;fo del
trasgresor, lo cual tanpin, si no es manejado con prudencia,
puede llevar a creer a la instilucin que el sujeto allf alojado es
un "desperdicio social", y por ende a esa socicd;id no le preocupa
mayormente Jo que pueda ocurrirle a ese individuo; por lo tanto,
.en Jugar de cumplir el rol para el cual fue pensada, se erige en el
encargado de "materializar el castigo" del marginado)/Se crea de
esta manera una confluencia y una crisis de objetivos, ia cual
aparece dilucidada a travs de la organizacin administrativa, as
pues, durante el proceso dd sujeto,(l0c nica funcin qrn.: cumple
la institucin carcelaria es, en el caso que eJ magislr;ido lo indique,
OSVALDO H. V ARELA
144
'.'SlCOLOG!A FORENSE
contener al sujeto alojado en eHa para9u~_r\O__ s.eJt~-~~1c, lo al!111c.n.si.i salud psicofsica {lo que trnduc1clo se puede
lc-~r -~:)1110: "brindarle un hospedaje forzado"); pero el tema
cambia una vez que{el individuo es encontrado ~~.!E~ile ~ condenado a la privacin de libertad por un tiempo detem:rn~do,~
pues aqu Oa institucin carcelaria pasa a ocupar unrg\~~tl~()
slo se encargar de "bridarle el alojamiento forzado al s~ijeto "
sino quetadems deber arbitrar los ~11.~qjg_s_para.que el mismo se
tey--resgard
i;?
cosa'qe
'\
,/
)'
l 45
su funcin especfica.
, .
Toda la organizacin del si.stcma descansa sobre un regimcn
de seguridad acorde a lo que, aparc.ntemcntc, la sociedad preten-dc la 'institucin, y dentro de cc;tc precepto de seguridad, sin que
el mismo sea violado, hacer. por el internado "lodo lo que se
pueda" lo que hace que los 1ue trabaj:\mos dentro de la institucin n<;s preguntemos: "qu~ es lo que podemos hacer?''. As!
pues, La degenl~racin del sist~ma a travs de la impQtencia, lle~a
a agudizar las fracturas, y a que sus integrantes s<~ agrup_cn, _sm
tener en cuenta su funcionalidad, dejando de lado su rol mshtucional, y hacindolo en funcin de sus necesidades bsicas. .
De este modo se crea la falacia de pensar que el prnfeswnal.
.-uc no tiene una pertenenca afectiva haca el objetivo de. ,la
i'.;situci6n, se limite a cumplir su funcn desde su formacwn
\.
46
mnos.
mucho . ,
. :. .. ' . m, egre en este proceso en fomia
t' ,
mas partic1p.it1va a travcs de sus "fuerzas viv1s'') . . .
. ira a la vez una suerte de prevencio' l\ e11 la ;a a ' 'd' pe1rn1.11t 1
.,
/1:1c.
:t
}4':/i
..
{jj)
<.
PS!COLOG!A FORENSE
OSVALDO H. VARELA
150
para ello. A esto se agrega, posteriormente, el celo de Jos abogads de las partes; no sostenemos que ste no sea el pape! que
debe representar el profesional, porque tal vez eso sea lo que
demanda su representado, pero quizs sera conveniente que se
comience a pesar el verdadero motivo de la demanda. Es cierto
que probablemente, si se logra encontrar este motivo oculto, el
caso no llegue hasta los estrados judiciales, con el correspondiente perjuicio econ6m co de la tarea especficamente legal no
realizada, pero s se habr cumplido con el principio de la solu
cin del conflicto.
Comprendemos que de alguna. manera, con este planteo se
''~\ est jugando una actitud utpica, pero creemos que entre las dos
posiciones, se puede arribar a una alternativa viable, dado que en
muchos casos, por la nGccsidad de "ganar", se llega a! sacrificio
de los menores -los hijbs- que asisten como c.spectauores, sin
posibilidad de participain, a una pelea desangrantc de quienes
son sus padres, cuando no son incluidos en el pleito y obligados a
tomar parte por uno de r.llos en detrimento del otro, lo que en
muchos casos provoca que el menor, al crecer, opta por el aleja
miento d ambos padres, como mecanismo de defensa contra la
agresin. Visto de otra muncrn, los hijos son utilizados como instrumentos para librar la batalla entre ellos, con lu cual les quitan
la poslbilidad de ser personas -son dcspcrsonaliv1dos--, para ser
transformados en "cos;~f que deben. hacer y sentir de acuerdo
n la voluntad de sus pr<.j>gcnitores. EJi muchos casos nos encontram9s con chicos e incltiso adokscentcs que pronuneian discursos "aprendidos" que se aprecia coJJ facilidad no es el jiropo.
Es como si las partes quisieran que sus hijos sientan lo misrno que
eilos, cosa que no sera posible porque implicara que los meno res dejasen su rol de hijos para convertirse en parte de sus pro' genitores, lo cual dara como resultado la illiposibilidad de crecer
y despegarse, o el alejamiento aorupto acompaiiado del rechazo;
ambas malas alternativas y nocivas para el \ksarrollo del 111enor.
Ahora nos proponemos plantear algum.s recomendaciones,
tanto para los abogados de las partes, como para los colegas a
quienes competa actmr corno peritos de p<lrles o de oficio, lo
que permitir una mejor atencin de suclier..c al primero, y una
mejor tarea a desanollar por el segundo.
a) El escuchar al (1ue sufre no es slo L:rea del profesional
ele la conducta, siuo
todos aquellos que rnn conrnltados por
ocup;ir un lugar de "supuesto saber", y es deber de l'stos inten
En
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14
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OSVALDO H. V ARELA
PSJCQLOG!A FORENSE
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PENA DE MUERTE
PSICOLOGIA FORENSE
56
sino
se oomienza t1 depurar la tcnillevando a concebir diferentes formas de matar
no slo de acuerdo al delito que
sino
tambin hacia q11ien iba dirigida la ofensa.
De esta :manera se llega a concebir un
ejemplar a
157
pado", todas ellas basando su funcionamiento en la tarea productiva del sujeto, incluso como "mano de obra barata" pues la
compensa por la produccin era mnima, bajo Ja excusa de "esta:r
re-
en
no
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159
OSVALDOH. VARELA
PSICOLOG!A FORENSE
t o 1rnns'
gresor. Parecera que la propia socied;1d
1 n ::pnrato de
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...
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\., \..-
v encierra
pma ~u conlrol
Y v1g1iancm concreta una parle <le estos c;;(ratos, cun 10 cual hace
que determinada franja social se rnntroie a s misma. De otra
mane~: o sea castigando la viofacin con la pena de muerte, xo
es suhcientc para mantener al estrato confilado.
. Es aq\1f doudi; cobia, tln papel importantsimo !a presencia
de la psicologa Y la psiqufatrfa, en su especfo!idad fo reme. En un
principio estas ciencias eslaban encargadas de desarrollar perfiles
d.e conducta e~i ..sujctos que habancomctido transgreRio11tcs, pero
solo para c!as1[Jcarlos (es dedr: "separnr a los buenos de Jos
malos"); luego elaborar un perfil ele conductas socialmente peligrosas._ Y COll Ull criterio preven!ivo, separar, a qucnes po~ean
potencialmente eslc perfil y aisl;:irlos antes de que puedan conv-
trs.c
en. sujetos
pehg:osidad no se aplica luego de haberse manifestado lo que dcnomrnaiJ~rnos "confleto", sino antes de que ste se nrnnifieste,
per? aqm nos damos cuenla de que, con este crilerlo pro1.ectivosocial, lo que t:)gramos es violarlos derechos individuales <le los
ciudadanos, con lo cual lo que logramos es despertar fa reaccin
de tod?s los niembws tle la sociedad. Fuq necesario entonces
que quien detectaba el podr (cJase dominante), se valiese de crite'.'fo_s. tcnico-cientficos para poder fundamentar su poltica
cnmu.m1, y rara ello, qu mejores servidores podra tener que Jos
estudiosos de las conduelas immanas, que baj un manto de "supuesto saber", i;~giHmahan los criterios de proteccin de esta
clase. Hasta a~1m todo podfa consider:irse un xito del sistema,
pero en sf mismo continuaba siendo insuficiente, pues funcionaba en el c.riterio de encierro, pero a Ja vista de fa comunidad
no satisfaca las espectativas de rehabilitacin, es decir la devo~
lucin a la sociedad; del transgresor, nuevamente ntegr;do a ella
de maneta productiva. As pues las cosas, estos lcnicos-cientfficos comenzaron a intentar la tarea desde dos pticas diferentes:
160
OSVALDO H. VARELA
respuesta
qu~!
y ~edms:
~-
"
Silvia UomO\{~ttc
y Carin;a Kaplan (coords.)
.
~-
esigua.ldad
ec.1ucatJ.va
-
... 0