El Reduccionismo Científico y El Control de Las Conciencias - II.
El Reduccionismo Científico y El Control de Las Conciencias - II.
El Reduccionismo Científico y El Control de Las Conciencias - II.
2014;71(5):323---328
www.elsevier.es/bmhim
PALABRAS CLAVE
Reduccionismo
cientco;
Ciencias de la vida y
la salud;
Relaciones de poder y
dominacin;
Crtica;
Progreso social;
Control social de las
conciencias
Resumen En esta segunda parte se analizan los vnculos de subordinacin del quehacer cientco con lo que se designa como la lgica del poder y la dominacin, a travs de dar prioridad
absoluta a los hechos sobre las ideas y favorecer el conocimiento capitalizable por la innovacin
tecnolgica, la cual es decisiva en la rentabilidad y competitividad de las grandes empresas (los
intereses de lucro que gobiernan el planeta), y base de los mecanismos de control poltico-social
de las conciencias y de la disidencia.
La crtica del reduccionismo cientco reconoce la necesidad de otra idea de progreso humano
que reoriente a los cientcos a n de conferirle a sus saberes (ideas) un poder liberador y
cuestionador ----diluido y desvirtuado entre miradas de hechos---- imprescindible en la bsqueda
de sociedades deliberativas, pluralistas, incluyentes, igualitarias, justas y colaborativas donde
primen la dignidad humana y el respeto al ecosistema planetario.
2014 Hospital Infantil de Mxico Federico Gmez. Publicado por Masson Doyma Mxico S.A.
Todos los derechos reservados.
KEYWORDS
Scientic
reductionism;
Life and health
sciences;
Power and
domination effects;
Criticism;
Abstract In the second part of this essay, the progressive subordination of scientic endeavor
and knowledge of business and prot is pointed out. For instance, the way facts are prioritized
over concepts and ideas in scientic knowledge can translate into technological innovation, central to enterprise competitiveness and key to social mechanisms of control (military, cybernetic,
ideological).
Overcoming the scientic reductionism approach indicates recognizing the need to dene
progress in another way, one that infuses scientic knowledge with real liberating and inquisitive
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Social progress;
Social control of mind
L. Viniegra Velzquez
power. Power is essential in the search for a more collaborative, inclusive and pluralistic society
where respect for human dignity and care for the ecosystem that we live in are prioritized.
2014 Hospital Infantil de Mxico Federico Gmez. Published by Masson Doyma Mxico S.A. All
rights reserved.
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En otro plano, la conviccin reduccionista de la ciencia,
nutrida de la disyuncin y la simplicacin, es la punta de
lanza en la reorganizacin de las formas actuales de divisin del trabajo. Aqu destaca la especializacin excluyente
(EE), que va penetrando todos los espacios laborales a tal
grado que, con muy raras excepciones, es la nica forma
visible del trabajo especializado. Esta expresin de la divisin del trabajo en el mundo actual impulsa el conocimiento
terico/prctico de dominios de la experiencia cada vez
ms restringidos (reduccin y simplicacin), en los que se
desentiende o ignora el saber de otros dominios por ms que
se trate de campos anes, cercanos, relacionados o complementarios (exclusin)4 . En esta especializacin, el ncleo
de actividades tiende a separarse y aislarse del contexto
en que se encuentra (disyuncin), dado que este tipo de
especialista, cuando ejerce su labor no percibe su contexto
como objeto de indagacin. Su preocupacin y bsqueda
cognitiva se restringe a los estrechos connes de su especialidad; en las otras facetas de su experiencia, aunque tome
contacto estrecho con el mundo exterior, lo hace despojado de sus actitudes e intenciones cognitivas. Su conviccin
es que el conocimiento de su cada vez ms restringida
rea de inters y dominio solamente requiere desmenuzarse ad innitum, desentendindose de las dems que son
asunto de otros especialistas. As, como el conocimiento
del contexto social y planetario en el que est inmerso
no se percibe como una responsabilidad propia, en su afn
de bsqueda tiende a sobreestimar lo tecnolgico aplicable a sus desafos cognitivos como lo decisivo para avanzar
en el conocimiento de su circunscrito mbito de indagacin (desestimando las ideas cuestionadoras, integradoras
o comprehensivas).
La EE guarda una interdependencia progresiva con la tcnica y la tecnologa lo que, al propio tiempo, fragmenta y
asla todava ms los quehaceres sociales, al grado de que
en el desempe
no de multitud de ocios o labores especcas lo ms valorado es el dominio de ciertas tcnicas y
la operacin eciente de las tecnologas del momento. El
especialista es cada vez ms un apndice de la mquina,
y debe constantemente adecuarse (capacitarse) a los requerimientos de operacin de las tecnologas que estn en
permanente renovacin y en acelerada obsolescencia. En
medicina, por ejemplo, los estudios de laboratorio y gabinete, otrora auxiliares del mdico en el diagnstico de
los pacientes, ahora invierten su papel y el mdico se va
convirtiendo, en auxiliar de la omnipotente tecnologa5 .
La progresin de la EE perpeta y refuerza una concepcin atomizada y dispersa del mundo que se generaliza,
donde germina la idea de que cada peque
no compartimento del saber y del hacer es independiente. De la misma
manera, los nicos juicios autorizados sobre la realidad de
esos espacios solamente pueden provenir del interior, de sus
protagonistas. Todo sucede de tal modo que, una vez que el
sujeto est inmerso en una determinada rea especializada
de indagacin, esta ser la problemtica de conocimiento
donde se le reconozca cierta autoridad para opinar, juzgar,
proponer (el mito del experto) y, de manera correlativa,
estar desautorizado socialmente (excluido, controlado)
para emitir juicios con respecto a otro tipo de problemas de
la experiencia y la convivencia humana. Cabe insistir en que
la EE es la expresin de la divisin del trabajo que mejor
armoniza con los intereses que gobiernan a escala global
L. Viniegra Velzquez
por la sencilla razn de que es un efecto histrico del predominio de tales intereses. Por lo mismo, es el mecanismo
ms ecaz de control de las conciencias (escapa, como tal,
a la percepcin), aun de los que se dedican a la bsqueda
del conocimiento, por su decisiva contribucin a una idea
fragmentaria e inconexa de la realidad que se proyecta
como imperativo de la forma de entender y de actuar en
el mundo, soslayando la lgica que subyace al movimiento
social en los tiempos que corren: el poder y la dominacin
al servicio de los intereses de lucro sin medida. Tales circunstancias acrecientan la vulnerabilidad de los cientcos
a la manipulacin (si quienes generan conocimiento son presas de los mecanismos de control, qu puede esperarse de
los legos), por todo lo que no se considere asunto de su
incumbencia cognitiva. Sus saberes fragmentarios, parciales
y su conviccin reduccionista les impiden darse cuenta de
que las intrincadas conexiones, ramicaciones y jerarquas
entre los diversos procesos y rdenes de complejidad del
mundo viviente y social responden a la lgica subyacente
del poder y la dominacin.
Sostener una postura reduccionista a sabiendas conlleva
renunciar al conocimiento potencialmente liberador, que se
hace posible con un entendimiento penetrante del mundo
que nos toca vivir y la dilucidacin de su lgica organizativa
subyacente (las relaciones de poder y dominacin). Signica
tambin desentenderse del papel mercenario y legitimador
de la ciencia actual, con los intereses dominantes que nos
precipitan a una degradacin sin lmite; implica una complicidad, abierta o velada, deliberada o involuntaria, con la
opresin, la exclusin y la devastacin planetaria y, al propio
tiempo, ser vctima propiciatoria de los mecanismos de control que mantienen un estado de cosas cada vez ms adverso
y desfavorable para una vida digna de las grandes mayoras.
3. Qu hacer?
Las disquisiciones previas desvelan el entramado de interacciones que subyacen al RC como forma exclusiva del
quehacer de la ciencia ocial. Tambin revelan lo intricado
de los obstculos ante cualquier tentativa de modicar tal
situacin histrica y, a la vez, pueden suscitar una necesidad
imperiosa de idear formas de pensar e indagar divergentes
al RC que tengan viabilidad en nuestro tiempo. A este respecto, lo primero es captar que lo observado por doquier es
un punto de llegada de procesos y tendencias que han operado desde mucho tiempo atrs, penetrando y conformando
las formas de ser y de actuar de las sociedades actuales y,
en particular, de las comunidades cientcas. Es decir, nos
enfrentamos con hbitos inveterados renuentes a ser trastocados; de ah que la factibilidad de un viraje dependa,
principalmente, de la educacin de las nuevas generaciones,
tierra frtil y promisoria donde podra orecer otra forma
de ser, de concebir y buscar el conocimiento, cuyo horizonte
lejano seran ciudadanas inditas autogestionarias, capaces
de autodeterminacin progresiva, que vayan congurando
condiciones y circunstancias de convivencia regidas por el
respeto irrestricto y la salvaguarda de los derechos humanos
y sociales, y por la preservacin y el cuidado del ecosistema
global, donde sus potencialidades, anhelos, preferencias y
aspiraciones encuentren satisfaccin y salida. Tal posibilidad
histrica requiere de un tipo de educacin diametralmente
4. Eplogo
Estas reexiones acerca del RC han tenido como propsito, entre otros, mostrar que lo que nos toca vivir y que
se nos presenta como la nica realidad posible tiene races
y ramicaciones desde tiempos remotos. Esto nos permite
entender cmo lo actual es el resultado de contingencias
que en otros tiempos inclinaron la balanza de la historia
a favor de ciertas ideas que, al prevalecer sobre sus rivales y hacerlas de lado, se trasmutaron, durante la sucesin
de interminables generaciones, en creencias, convicciones,
tradiciones, formas de organizacin y en lgicas de pensamiento y de accin que, al sustraerse de la conciencia,
se experimentan como la realidad evidente para todos
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difcilmente germinara la necesidad imperiosa de ampliar el
horizonte de bsqueda, de replantearse prioridades cognitivas, de congregarse y organizarse de cara a un compromiso
social diversicado y de largo aliento, que trascienda lo
inmediato y perentorio. Tal idea de progreso es imprescindible para guiar, (re)orientar y (re)encauzar los esfuerzos
colectivos y sinrgicos en un recorrido sin trmino, plagado
de obstculos, en la bsqueda, por aproximaciones sucesivas, de sociedades pluricntricas inditas que lo hagan
posible: deliberativas, pluralistas, incluyentes, colaborativas, igualitarias, justas y cuidadosas del ecosistema global.
De la prisin mental que impone el RC al potencial liberador y crtico del conocimiento (que radica principalmente
en las ideas) no pueden surgir respuestas apropiadas a los
ingentes problemas de la humanidad, que son la degradacin omnmoda, las desigualdades y la exclusin progresiva,
cuya superacin tiene poco que ver con acelerar el paso de
la innovacin tecnolgica que est al servicio del poder y la
dominacin. Por lo mismo, el meollo del asunto no radica
en mayor desarrollo de la ciencia y la tecnologa a secas
(ms de lo mismo), sino en un viraje en nuestras ideas
acerca de lo que es el conocimiento, de sus prioridades
(primaca de todo aquello que contribuye, directa o indirectamente, con la liberacin y no con el sometimiento), de
su progreso (crtica y superacin de las ideas dominantes) y
de sus formas de apropiacin (el conocimiento como necesidad sentida por las grandes mayoras). Lo anterior signica
formas inusitadas de pensar, de indagar, de actuar, de vincularnos y de educar a las nuevas generaciones las cuales,
esgrimiendo la crtica, puedan afrontar el desafo y la incertidumbre, abrirse a la diferencia y aprender a progresar en
esa atmsfera, afanndose por construir un mundo mejor
para todos.
L. Viniegra Velzquez
Conicto de intereses
El autor declara no tener ningn conicto de intereses.
Referencias
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1982. p. 83---142.
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del entorno y la anticipacin. Mxico: Ed. del Autor; 2012. p.
653.
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University Press; 2000. p. 278---96.
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Clin. 2000;52:569---80.
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7. Viniegra-Velzquez L. Educacin y crtica. El proceso de elaboracin del conocimiento. Mxico: Paids Educador; 2002.
p. 13---55.
8. Aguilar-Meja E, Viniegra-Velzquez L. Atando teora y prctica en la labor docente. Mxico: Paids Educador; 2003.
p. 127---91.
9. Viniegra-Velzquez L, Aguilar-Meja E. Hacia otra concepcin del
currculo. Un camino alternativo para la formacin de docentesinvestigadores. Mxico: IMSS; 2003.