Los Cristianos Deberian Ser Prosperados. V.P. Wierwille
Los Cristianos Deberian Ser Prosperados. V.P. Wierwille
Los Cristianos Deberian Ser Prosperados. V.P. Wierwille
DEBERAN SER
PROSPERADOS
TABLA DE MATERIAS
Introduccin........3
El provecho en el dar...4
La mente renovada con respecto a las finanzas..8
Simple lgica...12
Por qu prosperan los no-cristianos?..................15
Introduccin
Captulo I
El Provecho en el dar
Amado, yo deseo que t seas prosperado en todas las cosas, y que
tengas salud, as como prospera tu alma. 3Juan 1:2
Muchos cristianos profesantes necesitan reconocer que este pasaje es la voluntad
de Dios para sus vidas. La voluntad de Dios en todas las cosas es prosperidad para
Sus hijos. Y que tengas salud tambin es Su voluntad pero esa no es nuestra
consideracin principal en este estudio. Sin embargo, por favor note que tanto la
prosperidad como la salud dependen de as como prospera tu alma. Muchos cristianos
profesantes creen que es malo orar por prosperidad, y an as les gustara tener
montones de dinero. Algunos inclusive llegan al punto de criticar severamente a
aquellos que parecen ser favorecidos especialmente. Dios no tiene favoritos. La
prosperidad depende de ciertas leyes determinadas que todos pueden aprender y aplicar.
Pero la ley de la prosperidad tiene que ser vista a la luz espiritual. Cuando la
prosperidad es vista en su perspectiva espiritual verdadera, entonces otros valores en la
vida caen en su orden y secuencia apropiados. Muchos cristianos profesantes y muchas
iglesias que luchan por subsistir no estn segando la abundancia de Dios por falta de
enseanza y entendimiento apropiado de la naturaleza espiritual de la prosperidad. Les
falta la perspectiva verdadera en cuanto a la prosperidad financiera. La voluntad de Dios
es que los cristianos siempre tengan en todas las cosas todo lo suficiente (2 Corintios
9:8).
Mucha gente cree que el diezmo fue instituido por Moiss, sin embargo, no
comenz con Moiss o la ley mosaica. Muchos aos antes de Moiss, en los das de
Abraham, Melquisedec, rey de Salem, bendijo a Abraham diciendo: Bendito sea
Abram del Dios Altsimo, creador de los cielos y de la tierra (Gnesis 14:19). A esta
bendicin de Melquisedec sobre Abraham se le respondi con un diezmo, la dcima
parte de todo lo que Abraham posea.
Como Abraham fue bendecido por Melquisedec bajo la inmutable ley de Dios de
la prosperidad, as bendice Dios a Sus hijos cristianos hoy. El diezmo como un pago
mnimo resulta ser una respuesta mnima a tal bendicin.
Para un cristiano, el diezmo es una manifestacin externa mnima de un
reconocimiento espiritual interno de que Dios es nuestro manantial bsico de
abastecimiento y prosperidad. Al hacer el diezmo nuestro mnimo, compartimos con
otros el conocimiento de Dios y de tal manera abrimos para nosotros mismos las
compuertas de la prosperidad.
Desde el principio se menciona y se refiere al diezmo frecuentemente como la
devolucin honrada y razonable del aumento al Seor, en reconocimiento del bien que
El dio. Siempre y cuando la gente diezmara, prosperaban en todo. Cuando retuvieron su
diezmo o trataron de substituirlo con ofrendas de segunda categora, cuando se
volvieron tacaos con Dios y rehusaron su ofrenda a El, ellos fueron afligidos,
oprimidos, enfermos y derrotados.
Cuando nosotros no nos adherimos a la ley del abastecimiento de Dios,
inmediatamente comenzamos a cerrar las compuertas para nosotros mismos y nuestros
propios beneficios. Cuando reconocemos a Dios con nuestras primicias, y con el amor
en nuestros corazones y la devocin apropiada en nuestras almas le hacemos caso a El,
entonces abrimos el camino para que la prosperidad material y financiera de Dios fluya
hacia nosotros.
El profeta Malaquas quien escribi el ltimo Libro del Antiguo Testamento y
est como conexin uniendo la era del Antiguo Testamento y la administracin del
evangelio del Nuevo Testamento, hace la bendicin de diezmar vvidamente clara:
Malaquas 3:7-12
7: Desde los das de vuestros padres os habis apartado de mis
leyes, y no las guardasteis. Volveos a m, y yo me volver a
vosotros, ha dicho Jehov de los ejrcitos. Mas dijisteis: En qu
hemos de volvernos?
8: Robar el hombre a Dios? Pues vosotros me habis robado. Y
dijisteis: En qu te hemos robado? En vuestros diezmos y
ofrendas.
9: Malditos sois con maldicin, porque vosotros, la nacin toda, me
habis robado.
10: Traed todos los diezmos al alfol y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehov de los ejrcitos, si no os
abrir las ventanas de los cielos, y derramar sobre vosotros
bendicin hasta que sobreabunde.
11: Reprender tambin por vosotros al devorador, y no os
destruir el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo ser
estril, dice Jehov de los ejrcitos.
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Diezmar es para algunos un gran misterio y paradoja de Dios; que se pueda dar
algo y ser ms rico despus de darlo que antes. Diezmar le da alas a la vida. La vida
nunca le ser aburrida despus de que comience a diezmar, porque literalmente es una
inversin para prosperidad espiritual y material. Diezmar abre la tubera no slo para la
prosperidad financiera sino tambin para la prosperidad en la salud y toda otra
bendicin fsica y material. Esto no quiere decir, sin embargo, que uno puede comprar
su entrada a la prosperidad o a otras bendiciones materiales, incluyendo los preciados
tesoros celestiales, sin primero dedicar y consagrar la moneda de nuestros corazones a
nuestro Creador.
Lo material y lo espiritual estn alineados tan estrechamente que todo el que ha
practicado la ley de dar sistemticamente ha crecido en la gracia bendita del dar.
Diezmar es el mnimo en dar con gracia, gracia en el corazn por las
inestimables ddivas de abastecimiento que Dios nos da. Diezmar es una manera
prctica por la cual nosotros mostramos nuestra buena voluntad de buscar a Dios
primero, de trabajar con EL como nuestro socio, de recibir la prosperidad que nos es
debida segn Su amor y Sus riquezas en gloria.
Diezmar es el mnimo requerido en cuanto a dar, as como confesar a Jesucristo
como seor es el requisito mnimo para la salvacin.
Diezmar es la ley mnima absoluta de Dios de libertad financiera, prosperidad y
abundancia.
El que diezma posee sus posesiones sin que sus posesiones lo posean a l.
Diezmar es nuestro seguro financiero mnimo, y seguro de salud y contra
accidentes.
Diezmar es el hombre sembrando. La cosecha est garantizada por el banco del
cielo.
Diezmar es accin de gracias por accin de dar.
Diezmar desarrolla creencia en Dios para seguridad personal, disipando la duda,
el temor, la avaricia y la vanidad.
Diezmar es un impuesto al ingreso divinamente asegurado, pagado libremente en
ofrendas con amor.
Cuando permitimos que cualquiera o que cualquier cosa, tal como nuestro
gobierno, tome de nuestros ingresos antes de que hayamos apartado por lo menos le
dcima parte para la obra del Seor, estamos sencillamente derrotndonos a nosotros
mismos e indicando por nuestras acciones que alguien o algo viene antes de Dios en
nuestra vida material.
Escrituras importantes: Malaquas 3:7-18; 2 Corintios 8:1-15; 9:6-15; Levtico
27:30
Captulo II
La mente renovada con respecto a las finanzas
O ignorisque no sois vuestros? Porque habis sido comprados por
precio. 1 Corintios 6: 19,20.
El nuevo nacimiento es la respuesta de Dios, por medio de un milagro, a la
necesidad del hombre. Diezmar es la respuesta financiera mnima del hombre en amor a
Dios. A causa del nuevo nacimiento espiritual debera haber una respuesta
correspondiente de dar con agradecimiento una vez que uno ha renacido.
La mente renovada es la parte fascinante de este crecimiento espiritual. Cada
persona tiene su manera de pensar. Esta es la razn por la cual tenemos ciertos puntos
de vista. Para renovar la mente tenemos que mandar informacin nueva o adicional por
medio de nuestros sentidos a nuestras mentes, segn la exactitud de la Palabra de Dios.
Romanos 12:2; 13:14; Filipenses 2:5; Colosenses 3:5-7.
Descubrir que cuando comience a diezmar obtendr libertad financiera. Esto es
verdad porque diezmar es el requisito mnimo de Dios para libertad financiera. Yo
desafo a quien est en servidumbre a cualquier tipo de limitaciones a que comience a
diezmar. Al hacer esto abre la puerta a una mente renovada con respecto a las finanzas y
en muchos otros aspectos de la vida.
Diezmar quita su pie de encima de la manguera, que ha estado limitando el
abastecimiento de Dios hacia usted, y le pone en el plano positivo de la receptividad.
Hay una relacin estrecha y determinada entre el reino espiritual y el material.
Simplemente no se pueden separar a estos dos porque estn inextricablemente unidos
por todos los vnculos de la vida. Lo espiritual y lo material van de la mano. La ciencia
mdica, en la rama llamada medicina psicosomtica, indica que por lo menos 70% a
80% de todas las enfermedades estn arraigadas en lo espiritual. La Biblia indica
claramente que toda manifestacin material es el resultado de nuestra actitud espiritual.
Por eso no cabe duda alguna que el hecho de dar la dcima parte, el diezmo; bendecir
los otros nueve dcimos, ms todo lo que nuestras manos toquen o hagan.
Toda persona que tiene la mente renovada con respecto a las finanzas y ha
presentado con amor el mnimo de la dcima parte para la obra del Seor a travs de un
apreciable perodo de tiempo, ha sido bendecida no slo financieramente, sino en los
mbitos de lo material, fsico y espiritual.
As como el nuevo nacimiento espiritual es de adentro hacia afuera, tambin la
mente renovada con respecto a las finanzas es algo interno; no slo dar el diezmo, sino
la actitud y el espritu con el cual es dado, no con tristeza, ni por necesidad. Diezmar
slo porque se tiene que hacer, rinde resultados indiferentes y frecuentemente convierte
al que diezma en un fariseo crtico. Como todo en la vida, aquello que es hecho con
tristeza y por necesidad trae poco gozo; lo mismo con el diezmar. Diezmar con un
sentido de obligacin nicamente, sin el mpetu puro del amor como el principio
motivador, es inconstante y superficial. Dios quiere que el corazn est correcto,
sabiendo que entonces el diezmo bendecir tanto al que da como al que recibe.
Diezmar es la mente espiritualmente renovada con respecto al dar, mediante lo
cual comenzamos a usar las bendiciones materiales de Dios de tal manera que se
produce fruto tanto para el que da como para el que recibe.
Ningn agricultor ni ningn jardinero esperaran una cosecha o una siega sin haber
primero sembrado la semilla. Sin embargo, parece que tantos cristianos esperan las
bendiciones supremas de Dios sin haber primero sembrado la semilla. Cuando tengamos
la mente espiritualmente renovada con respecto a las finanzas compartiremos de
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corazn con amor por lo menos el diezmo, de esa manera asegurados por Dios que
nuestra semilla del diezmo rendir cierto aumento determinado.
La naturaleza concede su crecimiento al generoso, al que siembra la semilla
abundantemente. Dios concede Su crecimiento al cristiano que diezma, que ha
desarrollado un deseo de corazn para dar.
Cuando diezmamos somos claros en nuestras convicciones y creencias, sabiendo
que Dios bendecir nuestros esfuerzos abundantemente. No somos ms pobres por
diezmar, sino ms ricos; el agricultor sabe que no se est empobreciendo al sembrar,
sino que a su tiempo recuperar la semilla sembrada, ms un aumento abundante.
Yo considero al diezmo una semilla. Un agricultor alegre, gozosa y libremente
utiliza la mejor semilla. Las sobras nunca se usan como semilla. El diezmo es la mejor
semilla, sembrada en la mejor tierra, en el mejor momento de siembra y con el mejor
cuidado. Esto lo hace el hombre, Dios es simplemente el dador del aumento, el que
suple en abundancia.
La mejor tierra para plantar el diezmo es con un cuerpo de creyentes que estn
esforzndose por dividir correctamente la Palabra y por darla a conocer con denuedo. El
diezmo plantado donde hay creencia en abundancia, donde se ensean, se viven, y se
magnifican los principios de Cristo, est con seguridad en tierra de abundante fertilidad.
As como el agricultor prepara la tierra antes de plantar, as tambin el creyente,
mediante creencia y amor, debe preparar tierra receptiva para la semilla del diezmo. La
creencia y el amor son los fertilizantes para una cosecha fructfera.
El mejor momento de siembra para nuestra semilla del diezmo, el mnimo, es
ahora. Cada primer da de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, segn
haya prosperado, guardndolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces
ofrendas (1 Corintios 16:2).
El mejor cuidado se le da a la semilla del diezmo cuando se le presta atencin
especial por medio de oracin y accin de gracias. Nosotros la damos voluntariamente
para bendecir e incrementar todo lo que toque. Reconocemos que nuestro diezmo ya no
pertenece a nosotros sino a Dios, y en Su nombre lo vemos partir, supliendo todo lo que
les falte a los necesitados en el Cuerpo (Hechos 4:34,35).* Cada miembro, de su
abundancia, puede suplir lo que necesita el resto del Cuerpo.
El diezmo, nuestro mnimo, llega a ser siervo de Dios a otros, rompiendo toda
cadena de limitacin en compaeros creyentes como tambin en la vida de uno mismo.
El que diezma, al dar, niega la carencia o la necesidad. El sabe que Dios es fiel
en cumplir Su promesa de un incremento abundante. El sabe que Dios est presente en
l y que donde Dios est presente para actuar, all estn presentes las ms ricas de todas
las bendiciones. El que diezma comienza a practicar consciente e intencionadamente la
presencia de Dios en sus finanzas. El decide creer que la bondad y la bendicin de Dios
vendrn no slo sobre la dcima parte, sino tambin sobre los otros nueve dcimos de
su substancia, tanto como sobre toda su vida fsica y mental.
*Victor Paul Wierwille, La Iglesia del primer siglo en el siglo xx (The American Christian Press de The
Way International, New Knoxville, Ohio 45871, U.S.A.) Este captulo del volumen II de Estudios sobre
la vida abundante exponen en una manera detallada las leyes de la prosperidad y del dar en la Iglesia del
primer siglo.
Todos los hombres que han experimentado la mente renovada con respecto a las
finanzas y han aplicado con precisin sistemtica el principio del dar proporcionado han
tenido xito materialmente. Leyes inmutables trabajan para el creyente y para el
incrdulo de igual manera. Uno no puede evitar tener xito cuando los principios del
nuevo nacimiento se aplican espiritualmente. De igual manera, uno tiene que tener xito
cuando la ley de la mente renovada con respecto a las finanzas se aplica. Caso tras caso
que demostrar esta verdad se podra dar, en cada nivel social. Los agricultores han
demostrado que sus cosechas producen un incremento superior al promedio relativo a
las granjas vecinas. Otros casos que conozco indican que an los elementos de la
naturaleza responden favorablemente al que comparte de su abundancia. El principio del
dar es el familiar Conforme a vuestra fe [creencia] os sea hecho.
Retener dinero que por derecho pertenece a Dios cierra la puerta a la abundancia
de Dios. Dios no cierra la puerta, somos nosotros los que la cerramos al rechazar
acatarnos a la ley de amor de Dios. As limitamos y atamos el abastecimiento de Dios a
nosotros mismos. Usar el 99.9% de nuestro ingreso financiero para nosotros mismos
convierte nuestro dinero e ingreso en un bumern. Recibimos lo opuesto de lo que
verdaderamente deseamos.
La ley del dar asegura el recibir a cambio la prosperidad. Segn uno da uno
recibe. Un hombre que por egosmo determinara inhalar todo el aire en sus pulmones
sin exhalar pronto estara envenenado y muerto. Vemos que segn exhalamos podemos
inhalar. Se ha dicho que la tuberculosis se debe en parte no a lo que inhalamos sino a lo
que no exhalamos. La enfermedad de la carencia y la necesidad se debe a lo que no
damos.
La gente cuyos ingresos parecen estar limitados y especialmente aquellos que
tienen una familia numerosa o que recin comienzan una vida de casados,
frecuentemente toman la actitud de que no pueden diezmar por falta de recursos. Ellos
son de la opinin que no pueden, por falta de recursos, dar una dcima parte de los diez
dcimos porque los diez dcimos son tan escasos ya para cubrir todas sus necesidades.
La verdad es que ellos no pueden darse el lujo de no diezmar. Su escasez misma indica
que estn atados por sus pensamientos limitados sobre la provisin y el incremento
abundantes de Dios. El compartir abundante erradica esa creencia y corrige el error.
Cultiva las ideas financieras de la abundancia. Toma disciplina comenzar, pero la mente
disciplinada, conociendo la justicia del dar a Dios y comprendiendo el amor de Dios,
dar el paso adelante.
La mente renovada con respecto a las finanzas le da la libertad del amor en su
dar. Sin embargo, su actitud y la cantidad dada gobiernan los resultados. El diezmo
debera ser el mnimo que da porque ha renacido espiritualmente por el poder de Dios, y
usted Lo ama a El porque El primero lo am a usted. Por lo tanto, a usted le encanta dar
su diezmo y sus ofrendas no principalmente a causa de la recompensa, pero s sabiendo
que la recompensa es segura. Dad, y se os dar; medida buena, apretada, remecida y
rebosando darn en vuestro regazo; porque con la misma medida con que meds, os
volvern a medir (Lucas 6:38).
La Palabra de Dios dice: No os engais; Dios no puede ser burlado: pues todo
lo que el hombre sembrare, eso tambin segar (Glatas 6:7). Esto absolutamente es
verdad, pues uno nunca puede cambiar la cosecha que est recogiendo excepto que
cambie la semilla que est sembrando. Por otro lado, debemos tambin recordar que
nadie recoge nunca una cosecha sin sembrar primero. Las leyes inmutables de Dios no
cambian y no fracasan. Ellas son las mismas ayer, hoy y para siempre, as como
Jesucristo permanece invariable.
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Captulo III
Simple lgica
Una de las experiencias ms alentadoras y ms satisfactorias en la vida de
cualquier cristiano, hombre o mujer, es el conocimiento de ser de utilidad en un gran
trabajo para la gloria de Dios y la exactitud de Su Palabra. El conocimiento de tener una
parte muy definida en traer los recursos del amor eterno de Dios a la realidad en la vida
de no slo una persona sino de muchas es remunerador.
Diezmar como un comienzo, un mnimo, le da a uno el sentido de estar
trabajando en armona con la voluntad de Dios, sabiendo que no solamente vendr
mucho bien a travs de usted a otros, sino a usted tambin, pues Dios reconoce las
condiciones de Su Palabra que usted lleva a cabo. Es natural para el que diezma estar
consciente instintivamente de una sociedad con Dios. Este conocimiento no es slo
palabras sino que es concreto y tangible.
Ha visto alguna vez una iglesia donde la gente tiene problemas en cubrir sus
obligaciones financieras? Ha visto alguna vez una iglesia que est perdiendo terreno
tanto en nmero de miembros como en espiritualidad? Ha visto alguna vez una iglesia
donde han tenido que celebrar toda clase de cenas especiales, fiestas, ventas
sensacionales? Ha visto alguna vez una iglesia donde han tenido que establecer cuotas
para los donativos u obtener promesas de donativos para acumular el presupuesto
estipulado? Mustreme esa iglesia y yo le mostrar los miembros de una iglesia que no
estn diezmando, porque una iglesia que diezma tiene alimento en la casa de Dios.
Una iglesia que diezma es una iglesia prspera. Una iglesia que diezma es una
iglesia que piensa en lo espiritual. Una iglesia que diezma es una iglesia que piensa en
las misiones. Una iglesia que diezma tiene todas las facilidades que necesita para
realizar el trabajo de Cristo. Una iglesia que diezma est creciendo en nmero de
miembros. Una iglesia que diezma tiene la bendicin de Dios sobre ella. Por lo tanto, la
gente est ms feliz, ms saludable y ms prspera. Segn usted diezma, as prospera.
Esto es verdad para una iglesia al igual que para un individuo. Al observar esta ley de
prosperidad trabajar uno querra dar an si no hubieran prometidas bendiciones
espirituales adicionales.
Mientras consideramos la simple lgica en esta leccin, observemos algunas de
las preguntas hechas ms frecuentemente.
Seguramente que el cristiano no tiene que diezmar, porque la ley del
diezmo es una ley antigua; no cree usted que los cristianos estn libres de toda
esclavitud de la antigua ley?
Eso es correcto, usted es libre, pero, quin lo hizo libre? Quin lo hace
prosperar? Quin es dueo de lo que usted tiene en dinero o bienes? Quin est
primero en su vida? Un cristiano desdea u obedece la antigua ley acerca del
asesinato? Un cristiano nunca est bajo la ley, est encima de ella, ms all de ella. Por
lo tanto, l hace ms de lo necesario; pero la lgica indica que para hacer ms de lo
necesario primeramente hay que hacer lo necesario. Hay que caminar primero para
luego poder correr. Un cristiano bajo el amor va ms all del diezmo, segn l es
prosperado.
No me siento como con deseos de diezmar.
Amigo, no depende de cmo usted o yo nos sintamos. Dios dijo: diezma.
Usted debe animarse a empezar a hacer lo que usted sabe que es la voluntad de Dios.
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Pone los medios por encima de los fines. Nos vemos forzados a dar conciertos
por dinero, no por la msica; llevar a cabo cenas para lucro, no para sociabilidad;
distribuir libros por una comisin, no para instruccin; y generalmente para degradar y
empobrecer el mayor oficio sobre la tierra.
Hace a la bolsa de dinero la medida de reconocimiento, e hipoteca la conciencia
de una iglesia a sus fuertes dadores.
En obtener las herramientas para el trabajo, una iglesia gasta tiempo y esfuerzo
que debieran emplearse en el trabajo mismo. (El tiempo empleado por el comit de
medios y arbitrios financieros de una de las denominaciones en el transcurso de un ao
se estima que sea equivalente al tiempo de trabajo de diez hombres por trescientos
aos.)
Con todas sus otras desventajas, algunas personas la defenderan si funcionara,
pero es un fracaso autoconfesado. Como la mquina de movimiento perpetuo en la
oficina de patentes, es altamente compleja y muy ingeniosa, pero no funciona.
Cualquiera que piense acerca de ello sabe que el pago del diezmo como
seal de administracin no tiene nada de malo consigo.
El diezmo salva el respeto de s mismo del cristiano. No necesita disculparse ya
sea de mtodos dudosos o de resultados inadecuados.
Conserva la energa de los creyentes para el verdadero trabajo de la Iglesia.
Pone fin a la necesidad de una iglesia de volverse vendedora de tortas, ostras,
helados, pastel de pollo y mercera.
Da al mundo de los sentidos una nueva estimacin para los creyentes.
Se recauda a s mismo.
De golpe decisivo a toda ostentacin y bsqueda de intereses propios en la
contribucin de uno. Nadie se envanece por pagar sus deudas.
Hace que la relacin financiera del cristiano con su iglesia sea un placer en vez
de un fastidio perpetuo.
Es la nica manera segura de probar que somos sinceros cuando decimos de
Dios que El es dueo de todo lo que poseemos.
Nos une a Dios en un compartir real y definitivo de Su trabajo.
Es el plan de nuestro Seor que aprob como mnimo.
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Captulo IV
Por qu prosperan los no-cristianos?
.. que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre
justos e injustos. Mateo 5:45
En una cantidad de ocasiones he dado el antecedente bblico de cmo Satans
obtuvo los derechos legales que tiene para controlar al hombre.
Estoy tratando con la pregunta Por qu prosperan los no-cristianos? porque
esta pregunta ha penetrado en la mente de toda persona que es cristiana y que cree en el
poder de Dios. Los Profetas de antao fueron confrontados con la misma pregunta, y
tuvieron que encontrar la respuesta en Dios.
No slo encuentra usted la prosperidad material de los malos mencionada en las
Sagradas Escrituras, sino que cuando mira a su alrededor, halla que muy a menudo los
malos parecen ser ms prsperos que los buenos. Usted ve la prosperidad de los malos
de ambos lados: ve que aquellas cosas que el malo toca se convierten en oro; por otro
lado, puede que vea volverse cenizas lo que hombres de Dios tocan. Los profetas de
antao lucharon con esta pregunta y encontraron la respuesta. Este estudio tiene esa
respuesta para usted.
Dios ha establecido leyes inmutables para toda la creacin. Las inalterables leyes
de Dios son la seal perpetua de Su amor. La infinita misericordia y el amor de Dios
hacen salir el sol sobre el malo y el bueno, sobre el justo y el injusto. Si Dios no fuera
amor, El hara que el sol brillase solamente sobre aquellos que le obedecen.
Para que Dios pudiera mostrar Su amor y misericordia incomparables,
maravillosos, El instituy ciertas leyes inmutables e inalterables. Estas leyes abarcan a
toda la humanidad y a toda la creacin. Por lo tanto, hoy el sol brilla sobre los pecadores
que estn afuera como sobre los santos dentro del Cuerpo. Esto es verdad slo por la
misericordia de Dios y el amor de Dios.
Dios est haciendo lo mejor todo el tiempo para mostrar al hombre Su
maravilloso amor, para que de ese modo el hombre pueda ser ganado para El (Romanos
2:4). Es el propsito y la voluntad de Dios ganar a todos los hombres, para que todos
puedan ser salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Es la voluntad de Dios que
todos sean salvos, pero no todo el mundo es salvo. An as, Dios hizo la salvacin
disponible para todos. De la misma manera es con la lluvia que cae sobre el justo y el
injusto, el sol que brilla sobre el malo y el bueno. Es la voluntad de Dios que Su
misericordia sea dada a conocer a toda la gente.
El no salvo, el hombre que no ama a Dios ni Le sirve, es, segn Dios y la Biblia,
un hombre injusto. El creyente cristiano es un hombre justo. La lluvia cae sobre el justo
y el injusto; s, pero hay ciertos derechos legales por encima y ms all de los procesos
de la lluvia y la luz del sol derechos legales los cuales hoy pertenecen a Satans y su
poder. Legalmente el hombre que no es justo en Cristo pertenece a Satans. El hombre
que no es cristiano, el hombre que no es un creyente, que no es un seguidor de Dios hoy
da, el cuerpo de eses hombre, su mente y su vida, pertenecen a Satans.
El cristiano pertenece a Dios; es un creyente, un hombre justo. El poder de
Satans no est sobre el cuerpo, el alma o el espritu del cristiano, legalmente hablando.
Satans tiene derechos legales absolutos sobre el incrdulo, pero no tiene derecho legal
alguno sobre el creyente. An as, Satans est constantemente tratando de operar a
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travs de la mente del creyente. El har todo lo posible para afligir al creyente en quien
no tiene derechos legales. Por otro lado, algunas veces Satans har todo lo posible para
no afligir al incrdulo quien legalmente ya es suyo. El propsito de de Satans es claro y
simple, pero estrictamente satnico, astuto como el Diablo mismo. Satans quiere que
nosotros. Los creyentes, creamos que su vida falsificada es mejor que la perfeccin de
Dios. Satans quiere que nosotros creamos que el hombre que no nombra el nombre de
Jesucristo y no conoce a Dios, es bendecido por la bondad de Satans. Vea toda la
prosperidad que muchos incrdulos tienen: cantidades de dinero, nios sanos, muchas
diversiones, familia maravillosa, y todo parece ser perfecto.
Satans puede rehusar operar sus derechos legales sobre el incrdulo. Satans
permite que la ley de Dios de la lluvia que cae sobre el justo y el injusto contine
perfectamente, tan perfectamente como sea posible. Pero sobre el creyente, Satans
traer derrota si es posible, a travs de poner pensamientos negativos en su mente
porque la mayora de los creyentes no conocen sus derechos legales en Cristo y por lo
tanto no los pueden reclamar.
Satans no tiene derecho legal alguno sobre un cristiano, pero tratar de meterse
en la mente del cristiano para hacerle creer que l es el que no tiene derecho legal
alguno en Cristo. Satans le murmura a usted que no tiene derecho legal alguno a la
felicidad, que no tiene derecho legal alguno a la prosperidad, que usted no tiene derecho
legal alguno a la bondad. El dice que usted como creyente no es lo suficientemente
bueno. El tratar de penetrar la mente del creyente y le traer toda afliccin, enfermedad
y derrota.
Por qu se ha de ocupar el Diablo con el incrdulo? Satans ya lo tiene. El
hombre injusto que no nombra el nombre de Jesucristo pertenece a la maldad y al error
y a los poderes de Satans. Satans no necesita hacer que l parezca tonto; l ya es un
tonto. Por lo tanto, para qu debera Satans afligirlo ms? Por qu debera Satans
tratar de penetrar su mente y afligir su cuerpo? Justamente lo opuesto es el propsito de
Satans pues l permitir que la ley de Dios de la lluvia que cae de igual manera sobre
el justo y el injusto, contine sin estorbos. Por otro lado, un hombre ha sido redimido y
pertenece a Dios. Si Satans puede hacer que la vida de ese creyente parezca derrotada,
Satans puede alejar a otros de Dios. Satans nunca puede tomar la vida del creyente.
Una vez que un hombre confiesa a Jess como Seor en su vida; creyendo que Dios lo
resucit de los muertos, l tiene vida eterna. Satans sabe eso. Cuando un hombre tiene
vida eterna y conoce la Palabra de Dios, l va a testificar por el Dios verdadero y vivir
la vida en abundancia. Ese creyente va a traer pecadores a la salvacin. Esto es
exactamente lo que Satans quiere evitar. El lo hace por medio de poner negativos en la
mente del creyente que no conoce o reclama sus derechos legales. Nosotros permitimos
que los negativos nos traigan resultados negativos a travs del poder de Satans.
Por qu prospera el malo? Porque la lluvia cae sobre el justo y el injusto de
igual manera, y Satans no se empea en impedir esta ley para el incrdulo. Por qu
recibe afliccin un hombre bueno? El no conoce, o no reclama, sus derechos de filiacin
legales. Satans comienza a usar todo su poder para nulificar el trabajo del creyente.
Satans no puede impedir que el creyente vaya al cielo, pero puede tratar de arruinar su
testimonio y ministerio en camino.
Sin embargo, hay una solucin maravillosa que pertenece al cristiano, que la
mayora de los creyentes nunca han reclamado. Mientras usted no reclame sus derechos
legales en Cristo, Satans usurpar la autoridad que es legalmente suya, Satans se
empear en delegar a su vida todas las cosas negativas, malas e inicuas. Los creyentes
tienen derechos legales en el nombre de Jesucristo, derecho para mandar que ninguno de
estos pensamientos negativos del Diablo sean permitidos en sus vidas. Tenemos
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menos que dar el diezmo. No toma inteligencia superior para que se le ensee a
diezmar. Toma accin.
Sabe lo que es el diezmo? Es la dcima parte de su ingreso neto. Si usted ha
ganado un dlar, usted tiene diez centavos para el Seor. Si usted gana 10.00 dlares
usted tiene 1.00 dlar, si usted tiene 100.00 dlares, es 10.00 dlares. El diezmo no es
difcil, pero Satans est presente y no quiere que usted reciba la bendicin que usted
debe recibir cuando diezma. Satans vendr a su mente y le dir: Oh, no puedes darte
el lujo de dar tanto. Debes comprar un sombrero nuevo, o un saco nuevo, o un traje
nuevo, o tu ta est enferma, tu abuela no se siente muy bien. Entonces usted comienza
a asignar su dinero. Usted paga algo aqu y all, y la semana pasa, y usted tiene que
rebuscar en el bolsillo del cambio cuando los creyentes se renen. Eso no es diezmar.
No deje que el Diablo lo prive de su bendicin legtima.
Quiero que note cuidadosamente la pura Palabra de Dios donde Dios dice lo que
l har si usted comparte el mnimo, que es el diezmo.
Malaquas 3: 6-10
Porque yo Jehov no cambio; [Si Dios no cambia entonces debe ser el
mismo.]
Desde los das de vuestros padres os habis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis. Volveos a m, y yo me volver a vosotros, ha dicho Jehov de los
ejrcitos. [Mantngase alejado de Dios y Dios tendr que mantenerse alejado de
usted.] Mas dijisteis: En qu hemos de volvernos? [Nosotros decimos: Voy a
la iglesia todos los domingos por la maana. Hago lo que es correcto. Procuro
tratar a mis prjimos justamente.]
Robar el hombre a Dios? Pues vosotros me habis robado. Y dijisteis: En
qu te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
[Por lo tanto] Malditos sois con maldicin, porque vosotros, la nacin toda, me
habis robado.
Traed todos los diezmos al alfol y haya alimento en mi casa; [Ha visto alguna
vez una iglesia pobre? Mustreme una iglesia pobre, y le mostrar una
congregacin que no est diezmando. Mustreme una congregacin que diezma,
y le mostrar una iglesia que es bendecida por Dios.]: y probadme ahora en
esto, dice Jehov de los ejrcitos, si no os abrir las ventanas de los cielos, y
derramar sobre vosotros bendicin hasta que sobreabunde.
Esta es la promesa de Dios, pero usted debe reclamar la bendicin. Dios abrir
las ventanas de los cielos en el momento que usted deposite su diezmo a los pies de los
apstoles. Todo lo que necesita hacer es recibir las bendiciones disponibles aqu y
ahora.
Malaquas 3: 11
Reprender tambin por vosotros al devorador,
El devorador es Satans y su poder. Usted tiene el derecho de reclamar la
promesa de Dios, creyendo que Dios reprender al devorador. Estas palabras son
especialmente para los agricultores.
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Malaquas 3: 11
Reprender tambin por vosotros al devorador, y no os destruir el fruto de la
tierra, ni vuestra vid en el campo ser estril, dice Jehov de los ejrcitos.
El Seor lo dijo y si el Seor lo dijo, yo creo que es correcto porque Dios no
cambia.
Nosotros hablamos del seguro para la cosecha, pero como cristianos no tenemos
seguro alguno hasta que aprendamos a confiar en el Seor y realmente creer en lo
profundo de nuestros corazones que Su Palabra es verdad. Cuando recibamos la Palabra
como verdad, las ventanas de los cielos se abrirn. Debemos reclamar nuestra herencia
legtima.
Malaquas 3:11 no es solamente para el agricultor. El devorador ser reprendido
por ustedes tambin: l no destruir el fruto de su tierra, ni tampoco destruir cualquier
otra cosa si usted permanece en la promesa de Dios y la reclama diciendo: En el
nombre de Jesucristo yo reclamo estas bendiciones, yo reclamo esta prosperidad, yo
reclamo esta bondad. Usted lo reclama con su boca mediante el creerlo en su corazn.
No ore por prosperidad si no diezma.
El diezmo como mnimo, debe venir de un corazn de amor para hacer
cualquier bien genuino. Podemos poner todos nuestros diezmos a los pies de los
apstoles, pero sin amor es superficial y vaco. Cuando amamos a Dios por lo que El
hizo por nosotros, diezmar paga grandes dividendos. Si usted aparta su dcima parte,
como un mnimo, de un corazn de amor por lo que Dios hizo por usted y por lo que El
promete que har, entonces recoger la cosecha. Es el corazn de amor que no
solamente trae el mnimo del diezmo, sino que va ms all. El verdadero creyente
reclama sus derechos legales en Cristo.*
*Victor Paul Wierwille, La Iglesia del primer siglo en el siglo XX (The American Christian Press de The
Way International, New Knoxville, Ohio 45871, U.S.A.) Este captulo del volumen II de Estudios sobre
la vida abundante trata de una manera detallada las leyes de la prosperidad y del dar en la Iglesia del
primer siglo.
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