Tareas de La Edad Adulta
Tareas de La Edad Adulta
Tareas de La Edad Adulta
Resumen
Con el objetivo de mejorar la operatividad del constructo "tareas del desarrollo de la edad adulta'', se revisan las tareas propuestas para esta edad por los autores ms representativos del rea
evolutiva y del ciclo vital, se seleccionan y organizan segn un mismo nivel de categorizacin, y se
distribuyen de acuerdo con los periodos ptimos y el mbito psicosocial de presentacin. Los
resultados configuran una red de tareas, transversalmente complementarias y longitudinalmente
progresivas, que mejora, sin duda, la capacidad heurstica y operativa del constructo para ser utilizado como gua y marco de la psicoterapia del adulto.
Abstract
Key words: Adult life. Development tasks. Life span. Life cycle.
Introduccin
El trmino edad adulta no denota unos aos definidos con precisin, sino que alude, ms bien, a un
proceso que tiene lugar en la mitad de la vida y que
forma parte del proceso general de envejecimiento
que avanza fisiolgica, psicolgica y socialmente
desde el momento de la concepcin. Generalmente,
esta edad se considera como la cima, en la carrera
que va desde la niez y la juventud a la madurez;
bien como un fin en s misma -una poca con sus
propios problemas y realizaciones peculiares-, o
bien como una poca de transicin y preparacin
para la vejez (1).
Desde un punto de vista psicosocial la adultez es,
en la sociedad occidental, el estadio de la asuncin
plena de responsabilidades: procreacin y cuidado
de la familia, educacin y transmisin de las pautas
normativas de la sociedad, trabajo y produccin en
el sistema econmico que nos caracteriza, direccin
y gestin de la sociedad poltica, y bsqueda definitiva de elementos trascendentes que, dando coherencia a todas estas dimensiones, aporten sentido a
la existencia.
Aunque con el final de la edad juvenil concluye el
desarrollo propiamente dicho, el hombre sigue cambiando, corporal y psquicamente. La edad madura
es un proceso dinmico que incluye fenmenos de
crecimiento y desarrollo y no simplemente transformaciones relacionadas con el declinar. Es cierto que
en la edad adulta se alcanza, con la madurez psicofsica, un cierto equilibrio, pero no lo es menos que
en esta edad se continan produciendo cambios significativos -intelectuales, sociales y personales- de
los que pueden deducirse renovadas tendencias,
pautas y patrones evolutivos de comportamiento.
Estos patrones de desarrollo de la edad adulta
siguen una evolucin menos dependiente del paso
del tiempo que los de etapas anteriores, y estn
ms condicionados por las diversas experiencias de
la persona. Por ello, tambin puede decirse que
dichos cambios no suponen, en realidad, la aparicin de nada nuevo sino la consolidacin de lo que
la persona ya tena, en un perfilamiento cada vez
ms claro de la individualidad (2).
1.1 El ciclo vital: teoras fsicas del desarrollo
limitado de parmetros se complica ya que a medida que las personas avanzan en el curso del ciclo
vital, la situacin se vuelve ms compleja. Por otra,
dado el creciente impacto del entorno y la mayor
variacin -o desviaciones ms amplias- en las
medidas psicolgicas, fisiolgicas y de otros rdenes, no es tan fcil como en el desarrollo temprano
dilucidar los vnculos entre la fisiologa y el desarrollo mental (1).
diversa para compendiar los datos y las experiencias en simples enunciados. El "reloj social" -la
receta cultural que indica "la edad apropiada" para
dejar el hogar, empezar a trabajar, casarse, tener
hijos y jubilarse- vara de una cultura a otra y de
una poca a otra.
Con todo, son tambin muchos los autores que,
sin negar la dificultad que supone simplificar las
edades de la vida por medio de polarizaciones hipotticas de sus caractersticas, siguen utilizando el
concepto de tareas del desarrollo y confirmando la
utilidad clnica y el inters del constructo para la
investigacin emprica (10).
Aportaciones tericas
'
segundo estudio bas sus aportaciones en las respuestas a un cuestionario, dadas por 524 adultos,
de clase media, que no reciban psicoterapia.
Daniel Levinson (16, 17), psiclogo social y profesor de Yale, y sus colaboradores realizaron, durante
varios aos, un estudio transversal de una poblacin
constituida por 40 hombres, de entre 35 y 45 aiios de
edad. Los sujetos fueron divididos en cuatro grupos:
10 obreros, 10 doctores en biologa, 10 novelistas y
10 ejecutivos de dos compaas. De los 40 hombres,
el 70% haba terminado la universidad, todos se
haban casado al menos una vez, el 20% se haba
divorciado, el 80% tena hijos y el 50% era protestante. Los sujetos fueron entrevistados semanalmente
durante varios meses, y posteriormente, a los dos
aos, se les realiz una entrevista de seguimiento.
George Vaillant (18, 19), psiquiatra y profesor en la
Escuela de Medicina de Harvard, dirigi un estudio
longitudinal que se llev a cabo con 94 hombres que
se haban graduado en la Universidad de Harvard
entre 1942 y 1944. El estudio, realizado mediante
cuestionarios anuales y una entrevista final, proporcion historias pormenorizadas de los ciclos vitales
de una serie de hombres que estaban entre los mejores y ms brillantes de Estados Unidos.
Bernice Neugarten (4, 20), psicloga clnica de la
Universidad de Chicago, y sus colaboradores estudiaron una poblacin de adultos -de 40 a 90 aos
de edad-, constituida por varones y mujeres, de
raza blanca, de clase media, de mbitos no clnicos,
que vivan en una ciudad tpica de Estados Unidos
(Kansas City, Missouri). En una primera fase transversal del estudio, se sondearon las actitudes y
sentimientos de los sujetos, explorando sus estilos
de vida. La segunda fase consisti en un breve
estudio longitudinal (de 6 aos).
Las crticas a estos trabajos destacan sus evidentes deficiencias: los resultados se derivaron principalmente de estudios de segmentos de poblacin
.de clase media y media superior; los sujetos de
Gould incluan a dos grupos, uno de pacientes psiquitricos de consulta externa y otro constituido por
adultos de clase media; los sujetos de Levinson
incluan nicamente a 10 obreros, los 30 restantes
eran profesionales; los sujetos de Vaillant eran 94
hombres, todos los cuales se haban graduado en
la Universidad de Harvard; casi toda la informacin
de la investigacin de Neugarten se obtuvo en la
fase transversal del estudio. De los cuatro estudios,
slo los de Gould y Neugarten incluyeron a mujeres;
las poblaciones de Levinson y Vaillant eran completamente masculinas.
En definitiva, el claro sesgo de las poblaciones
estudiadas hace que los hallazgos slo puedan apli-
2. Material y mtodos
En primer lugar, se realiz un listado exahustivo
de todas las tareas del desarrollo de la edad adulta
TABLA l
Autores ms representativos de las tareas
de la edad adulta
1. Erikson EH............................................(3, 24, 25, 7)
2. Havighurst RJ .....................................(26, 27, 28, 9)
3. Neugarten BL.................................(4, 29 30, 31, 11)
4. Remplein H ...........................................................(2)
5. Gould RL.................................................(14, 15, 32)
6. Levinson DJ ........................... (33, 34, 16, 35, 17, 5)
7. Vaillant GE ..............................................(18, 19, 36)
8. Colarusso CA ...................................... (37, 38, 39, 8)
9. Rice FP .................................................. (40, 41, 22)
TABLA ll
TABLA III
4. Remplein H
5. Gould RL
6. Levinson DJ
7. Vaillant GE
8. Colarusso CA
9. Rice FP
3. Resultados
Las tareas bsicas del desarrollo adulto (Tabla
III) se enmarcan en el importante cambio de estructura que sufre el psiquismo durante esta edad.
Al final de la adolescencia el sentimiento disminuye en intensidad frente al pensar y al querer; los
sentimientos de la vitalidad y del propio ser individual pierden su vigor ante los sentimientos transitivos; y el mximo rendimiento de la inteligencia, que
al comienzo de la edad adulta se da en las operaciones lgico-formales, pasa despus al terreno de
la experiencia, de la crtica y de la independencia
de criterio (2).
Estos cambios de estructura constituyen la condicin indispensable para ir consiguiendo la madurez
de la personalidad que se espera del hombre conforme avanza en edad y que, trascendiendo el mero
desarrollo biolgico, exige el esfuerzo y la autoeducacin como tarea que no termina nunca. As
mismo, este cambio de estructura da lugar al fenmeno paradjico de que la curva fisiolgica del
envejecimiento no coincide con la curva psicolgica
de la maduracin: dicho cambio de estructura "compensa" la tendencia biolgica hacia la decadencia
que se hace sentir ya despus de los 30 aos, y permite, gracias a ello, que pese al descenso corporal,
se siga produciendo una elevacin psicolgica (2).
3.1 Tareas del desarrollo en la edad adulta
temprana (20-21 a 30-32 aos)
. Relaciones de intimidad
Otra tarea propia de esta edad es la de establecer relaciones de intimidad. Se trata de la capacidad para formar lazos emocionales estrechos
-identidad compartida- sin temer la prdida de la
propia identidad; de desarrollar relaciones de amistad, de cooperacin con los dems; de comprometerse en empresas comunes y afiliarse a grupos
concretos.
Conlleva la habilidad para compartir confianza
mutua, para sacrificarse y comprometerse por estar
con el otro, para ser tolerante y aceptar las diferencias percibidas en los dems. En definitiva supone
la capacidad de conferir a las necesidades y preo-
ponsabilidad de una familia. Adems, estn capacitados para acoger con tolerancia y comprensin la
distinta manera de ser y la distinta orientacin valorativa de su cnyuge", de los hijos y, en general de
todas las dems personas. "Esto ser tanto ms
fcil cuanto ms se haya realizado la citada sntesis
de idealismo y realismo." (Remplein, 1968; p 669).
Generatividad
Finalmente, el adulto medio tiene que desarrollar,
especialmente en el mbito laboral (pero tambin
en cualquier otro), el compromiso fundamental de
esta edad, que Erikson (7) resume como "generatividad" (generacin de nuevos productos, nuevas
ideas, nuevos seres -incluida la autoregeneracin-). La generatividad incluye tanto el inters
altruista por la productividad como la creatividad,
que facultan para convertirse en mentor y modelo
de la siguiente generacin, actuando como transmisor de los valores ideales.
El adulto de edad media se encuentra a caballo
entre dos generaciones a las que ha de proporcionar "apoyos" y "sustentaciones" de todo tipo (42).
Para ello cuenta con una actitud que a esta edad es
predominantemente extrovertida, es decir se
encuentra vuelto hacia el mundo exterior. "... el
hombre se siente posedo por el afn de produccin
y por los intereses objetivos...). Quiere ser eficaz y
tener xito (...) lo que le falta de fuerza de voluntad
juvenil lo suple con una mayor concentracin de la
misma: constancia, perseverancia, resistencia y fortaleza. La clara determinacin de los fines a que
aspira, junto con la seguridad, experiencia y rutina
que ha adquirido, lo capacita para el mximo rendimiento profesional, hasta tal punto que puede
hablarse del estadio de la madurez profesional. "
(Remplein, 1968; p 668).
El desarrollo de creatividad -el aportar un algo
nuevo en alguno de los campos de la existenciaproporciona al trabajo y al resto de las tareas de
esta edad alicientes de disfrute, satisfaccin de las
necesidades de sabidura y originalidad y sentimientos de plenitud y progreso personal. Por otra parte,
la creatividad favorece tambin la flexibilidad y el
desempeo equilibrado de la multiplicidad de papeles y actividades -autocuidado personal; tareas
familiares; laborales; sociocomunitarias, de ocio,
etc.-, que en esta poca recaen sobre el individuo.
La falta de creatividad en esta poca suele dar
lugar a desequilibrios, generalmente provocadores
de conflictos en alguno de los papeles o campos de
actuacin, o a cumplimientos rutinarios que predisponen al empobrecimiento personal y al estanca-
La mitad de la vida es una poca de logros y ejercicio de poder, resultado de los esfuerzos de las
edades anteriores para dominar aptitudes y adquirir
experiencia. Pero tambin el desplazamiento inevitable producido por la nueva generacin conforma
el ncleo de la experiencia en esta edad.
El "conflicto" entre transmitir poder y conocimientos a la siguiente generacin y el reconocimiento de
que con ello se acelera el propio desplazamiento,
se resuelve mediante la sublimacin y el sentido de
generatividad que permite y apoya el relevo generacional y el acceso a puestos de responsabilidad de
las siguientes generaciones.
La preocupacin "parental" por los dems -que
4.Discusin
Tal vez, la primera cuestin que podra plantearse a este trabajo sea la importancia actual del
tema estudiado. Como sugieren Whitbourne y
colaboradores (21), la relativa escasez de publicaciones durante la dcada de los 90, sobre los cambios y retos que los adultos afrontan durante su
paso por las diversas fases del ciclo vital, podra
hacer pensar que el tema o no interesa o est ya
superado.
Desde nuestro punto de vista esto no es cierto.
Tal vez las dificultades de un constructo sin la suficiente sistematizacin operativa y sin una validacin
emprica (para la que seran necesarios complicados estudios longitudinales), haya desanimado a los
investigadores; pero, como afirma Clemente (23),
"el estudio y la caracterizacin de la evidente diferenciacin cognitiva, emocional y actitudinal que se
da a lo largo de la vida adulta tiene sin duda una
proyeccin sobre el desarrollo psicolgico humano y
constituye la base para una adecuada intervencin
preventiva o de mejora del desarrollo del adulto."
(Clemente, 1996; p 25).
Por otra parte, las publicaciones ms recientes se
limitan a recopilar y comentar las tareas ya expuestas por los autores de los aos sesenta y setenta,
sin realizar ninguna propuesta de definicin operativa de las mismas. En este sentido, se podr discutir
el mayor o menor acierto de la nuestra pero no su
capacidad para delimitar y formular las tareas a un
mismo nivel de categorizacin psicolgica y con un
grado de generalizacin psicolgica y sociocultural
suficiente como para ser aplicable a cualquier individuo de cualquier cultura.
Por supuesto que nuestra aportacin no aade
nada al carcter exclusivamente heurstico del
constructo -tampoco era esa nuestra intencinpero la distribucin organizada de las tareas por
los subperiodos de la edad adulta, y la especificacin del mbito social al que pertenecen aquellas, proporciona al constructo operatividad, para el
caso de una futura validacin emprica, y efectividad a la hora de cualquier intervencin psicolgi-
ca. As, facilita la conciliacin de intereses y valores de terapeuta y paciente, de las diferentes
escuelas (que suelen acentuar aspectos diferentes
como objetivos del cambio), y de los diversos valores vividos en contextos subculturales o sociales
diferentes.
Finalmente, a la hora de organizar la edad adulta
en etapas nos hemos decidido por seguir el modelo
de desarrollo de Remplein (2). Por su perspectiva
fenomenolgica -y por lo tanto esencializadora de
los fenmenos- nos parece el ms acertado y til
en la prctica, tanto para la descripcin global y
comprensiva de las caractersticas biopsico-sociales
de la adultez, como para la divisin de la edad adulta en periodos o fases con caractersticas propias,
entre ellas las de determinadas tareas.
Otros muchos intentos sistemticos de dividir el
periodo de la madurez en subperiodos o fases
-como el del esquema evolutivo de Erikson y los de
la mayora de sus seguidores-, por ms que reconozcan los efectos de las influencias sociales y culturales sobre el desarrollo de los procesos mentales
y la importancia del conflicto normativo para la progresin del desarrollo, no dejan de ser, como afirman Zacars y Serra (13), elaboraciones y extensiones de los periodos psicosexuales freudianos
-delimitados por la activacin biolgico-maduracional de un nuevo rgano o locus de placer-, faltas
de consistencia terica.
La sntesis de Remplein, por el contrario, aunque tiene en cuenta los fundamentos anatmicofisiolgicos ms importantes del desarrollo psquico, se atiene al principio de que lo psquico no
depende exclusivamente de procesos corporales,
sino que tambin se halla sometido a leyes propias, y, por tanto, no debe explicarse slo causalmente. Por otra parte tiene tambin en cuenta que
el desarrollo psquico no es un proceso exclusivamente madurativo como el crecimiento del cuerpo,
sino un proceso sometido a la influencia del aprendizaje, cuya meta -la personalidad plenamente
desarrollada- se consigue mediante una ardua
tarea educativa.
De todo lo anteriormente expuesto, se puede Ilegar a las siguientes conclusiones:
1. Las tareas seleccionadas expresan fenmenos
universales enunciados a un mismo nivel de
abstraccin, libres de connotaciones valorativas y conceptualizaciones de escuela.
2. La distribucin de las tareas seleccionadas por
las tres edades o momentos ptimos es ms
coherente que la postulada por los autores
revisados.
3. La continuidad de las tareas, segn mbitos de
manifestacin, a lo largo de las tres subedades responde mejor a las caractersticas progresivas del
proceso del desarrollo psicosocial y facilita su comprensin.
4. Con los criterios utilizados para la seleccin de
las tareas, se evita el posible sesgo cultural de
las subedades de presentacin, ya que para la
aplicacin del sistema a otras culturas o subculturas con diferentes periodos ptimos, bastara con ajustar estos a las edades correspondientes.
5. En definitiva, los resultados muestran una red
de tareas, transversalmente (segn los mbitos) complementarias y longitudinalmente
(segn las subedades) progresivas, que mejora, sin duda, la capacidad heurstica y operativa del constructo para ser utilizado como gua
y marco de la psicoterapia del adulto.
6. Aunque el constructo ha sido depurado y dotado de operatividad, contina siendo necesaria
una confirmacin emprica de su validez y fiabilidad, para lograr una mayor garanta de eficacia tanto en la prctica clnica, como en la
labor de investigacin.
Correspondencia:
Dr. R. Zapata Garca
Dpto. de Psiquiatra y Psicologa Mdica
Clnica Universitaria
Universidad de Navarra
Avda. Po XII, s/n
E-3 1080 Pamplona
E-mail: rzapata @unav.es
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