El documento discute la noción moderna de felicidad y la sociedad de consumo. Señala que desde el siglo XVIII, la felicidad ha adquirido un nuevo significado y prominencia. La sociedad de consumo se basa en la idea de que la producción y consumo de bienes llevará a una mayor felicidad, pero esto ha creado problemas ambientales y una cultura superficial. Algunos argumentan que la felicidad auténtica se encuentra no a través de bienes materiales sino del perfeccionamiento espiritual, aunque otros creen que la b
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El documento discute la noción moderna de felicidad y la sociedad de consumo. Señala que desde el siglo XVIII, la felicidad ha adquirido un nuevo significado y prominencia. La sociedad de consumo se basa en la idea de que la producción y consumo de bienes llevará a una mayor felicidad, pero esto ha creado problemas ambientales y una cultura superficial. Algunos argumentan que la felicidad auténtica se encuentra no a través de bienes materiales sino del perfeccionamiento espiritual, aunque otros creen que la b
Descripción original:
Resumen capítulo 11 del libro de Gilles Lipovetsky, la alegría paradójica
El documento discute la noción moderna de felicidad y la sociedad de consumo. Señala que desde el siglo XVIII, la felicidad ha adquirido un nuevo significado y prominencia. La sociedad de consumo se basa en la idea de que la producción y consumo de bienes llevará a una mayor felicidad, pero esto ha creado problemas ambientales y una cultura superficial. Algunos argumentan que la felicidad auténtica se encuentra no a través de bienes materiales sino del perfeccionamiento espiritual, aunque otros creen que la b
El documento discute la noción moderna de felicidad y la sociedad de consumo. Señala que desde el siglo XVIII, la felicidad ha adquirido un nuevo significado y prominencia. La sociedad de consumo se basa en la idea de que la producción y consumo de bienes llevará a una mayor felicidad, pero esto ha creado problemas ambientales y una cultura superficial. Algunos argumentan que la felicidad auténtica se encuentra no a través de bienes materiales sino del perfeccionamiento espiritual, aunque otros creen que la b
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11.
- Homo Flix: Grandeza y miseria de
una utopa. Los modernos gustaba decir que ellos haban inventado la felicidad. Desde el siglo XVIII la cuestin de felicidad adquiere un significado nuevo, as como un relieve excepcional en el paisaje de la vida intelectual y cultura. Felicidad y esperanza. La sociedad de hiperconsumo se despliega en nombre de la felicidad. La produccin de bienes, los servicios, los medios, las distracciones, la educacin, la orientacin, todo se concibe, todo se organiza en principio con vistas a nuestra mayor felicidad. La felicidad venidera no se confunde con una felicidad ilusoria, pues es tambin lo que nos permite confiar en la vida, proyectarnos en el futuro con algn optimismo. Consumo destructivo y consumo responsable. El proceso incoado contra la civilizacin de la felicidad consumista sobrepasa ampliamente el marco de las desdichas subjetivas. En la fase II se conceba al consumidor como una vctima o una marioneta alineada. La fase III es aquella en que se consolida la exigencia del consumidor responsable y cvico. Es indudable que la degradacin de la biosfera y la limitacin de los recursos naturales conducirn inevitablemente a modos de produccin y consumo menos perjudiciales. Ecologa industrial, tecnologas apropiadas, pero tambin fomento del sector terciaria y desmaterializacin del consumo, fenmenos mayores que no preparan tanto la ruptura con la fase III como una configuracin de sta compatible con la durabilidad ambiental.
A veces se presentan ciertos cambios actuales de comportamiento
como indicios precursores de la superacin de la sociedad de hperconsumo. Si la fase III potencia la fiebre compradora, ve crecer al mismo tiempo a un consumidor comprometido, responsable para que la compra sea inseparable de la pregunta tica o cvica. La crtica de la produccin y el consumo desenfrenado no se considera slo algo necesario para asegurar la supervivencia del planeta. A veces se considera la nica solucin socialmente justa y la ms deseable, en funcin del ideal de ser felices y vivir mejor. Querer realizar la felicidad de los individuos a pesar suyo slo puede tener efectos calamitosos, por no decir aterradores. La sabidura o la ltima ilusin. La felicidad es el valor fundamental, el gran ideal que la civilizacin consumista celebra sin descanso. Con la fase III, la ideologa de la felicidad conoce un nuevo aggiornamento. A la divisin felicidad consumista / felicidad amorosa se suma ahora la que opone felicidad materialista y felicidad espiritual, felicidad-movimiento y felicidadequilibrio. Todo parece oponer diametralmente las dos concepciones, la felicidad material y la felicidad espiritual. Una se fija en la adquisicin de bienes materiales, la otra en el perfeccionamiento de la conciencia; una da prioridad a tener, la otra al ser. Es frecuente presentar el nuevo facto de que goza la espiritualidad religiosa y laica como una gran conmocin que nos abre las vas de la felicidad autntica. La felicidad se encuentra y no est a nuestras rdenes. La fe en la posibilidad de gestar la propia felicidad mediante la conciencia suena, pues, a una de nuestras ltimas ilusiones, una ilusin a la que la persona, probablemente, no renunciar nunca del todo.
tica y esttica: una nueva barbarie?
Al igual que la biosfera, el mundo del espritu o de la cultura aparece con otro gran continente devastado por el capitalismo de consumo. La cultura clsica tena por finalidad elevar al hombre, las industrias culturales se dedican a distraerle. Nuestra poca es testigo de una inundacin de imgenes vulgares y porogrficas. Lo es tambin de una multitud de actos colectivos y actuaciones que llevan el haz de que te plazca a su culminacin. La fase III lo que articula las actividades del ocio es cada vez ms una esttica del consumo. La fase III es contempornea de un consumo esttico de masas, de una creciente demanda de arte y belleza, de estilos y experiencias estticas en todas las dimensiones de la vida. Son legin las voces que se alzan contra el naufragio de una civilizacin en la que proliferan el egosmo del cada cual a la suya, el rey dinero, la delincuencia comn, la gran delincuencia econmica y financiera. Espritu de consumo: hasta dnde? Los ms pesimistas piensas que el desastre se ha producido ya. Es de una profundidad insondable. La autoridad de la cultura se ha venido abajo. La sociedad de hperconsumo acarrea una crisis de la cultura, la escuela, la poltica, es evidente. La fase III es escenario del xito de la mitologa de la aventura, la multiplicacin de los enfrentamientos al peligro, hazaas de todo gnero realizadas por los amigos de lo extremo. Aunque el capitalismo de hperconsumo haya trastornado las relaciones con uno mismo, con los dems y con la cultura, no ha conseguido crear una humanidad poshistrica, pues la voluntad de aprender, comprender, progresar y trascenderse est todava vigente,
aunque desigualmente repartida entre las personas, y se presenta
con aspectos completamente nuevos. El pos hperconsumo Para la fase II no significa en absoluto que sta sea una especia de fin de la historia. Cuando la felicidad se identifique menos con la satisfaccin del mximo de necesidades y la renovacin sin fin de objetos y diversiones se habr cerrado el ciclo del hperconsumo. El eclecticismo de la felicidad Son muchas las razones que permiten pensar que la cultura de la felicidad comercial no se puede considerar un modelo de buena vida. La filosofa de la felicidad debe hacer justicia a normas o principios de vida antitticos. Lo que es verdadero para la sociedad lo es para el individuo: el hombre avanza hacia un horizonte que se diluye mientras cree aproximarse, ya que toda solucin plantea nuevos dilemas. Luchamos por una sociedad y una vida mejor, buscamos incesantemente caminos que nos llevan a la felicidad.