Gilles Lipovetsky

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11.

- Homo Flix: Grandeza y miseria de


una utopa.
Los modernos gustaba decir que ellos haban inventado la felicidad.
Desde el siglo XVIII la cuestin de felicidad adquiere un significado
nuevo, as como un relieve excepcional en el paisaje de la vida
intelectual y cultura.
Felicidad y esperanza.
La sociedad de hiperconsumo se despliega en nombre de la felicidad.
La produccin de bienes, los servicios, los medios, las distracciones,
la educacin, la orientacin, todo se concibe, todo se organiza en
principio con vistas a nuestra mayor felicidad.
La felicidad venidera no se confunde con una felicidad ilusoria, pues
es tambin lo que nos permite confiar en la vida, proyectarnos en el
futuro con algn optimismo.
Consumo destructivo y consumo responsable.
El proceso incoado contra la civilizacin de la felicidad consumista
sobrepasa ampliamente el marco de las desdichas subjetivas. En la
fase II se conceba al consumidor como una vctima o una marioneta
alineada. La fase III es aquella en que se consolida la exigencia del
consumidor responsable y cvico.
Es indudable que la degradacin de la biosfera y la limitacin de los
recursos naturales conducirn inevitablemente a modos de
produccin y consumo menos perjudiciales. Ecologa industrial,
tecnologas apropiadas, pero tambin fomento del sector terciaria y
desmaterializacin del consumo, fenmenos mayores que no
preparan tanto la ruptura con la fase III como una configuracin de
sta compatible con la durabilidad ambiental.

A veces se presentan ciertos cambios actuales de comportamiento


como indicios precursores de la superacin de la sociedad de
hperconsumo. Si la fase III potencia la fiebre compradora, ve crecer al
mismo tiempo a un consumidor comprometido, responsable para que
la compra sea inseparable de la pregunta tica o cvica.
La crtica de la produccin y el consumo desenfrenado no se
considera slo algo necesario para asegurar la supervivencia del
planeta. A veces se considera la nica solucin socialmente justa y la
ms deseable, en funcin del ideal de ser felices y vivir mejor. Querer
realizar la felicidad de los individuos a pesar suyo slo puede tener
efectos calamitosos, por no decir aterradores.
La sabidura o la ltima ilusin.
La felicidad es el valor fundamental, el gran ideal que la civilizacin
consumista celebra sin descanso. Con la fase III, la ideologa de la
felicidad conoce un nuevo aggiornamento. A la divisin felicidad
consumista / felicidad amorosa se suma ahora la que opone felicidad
materialista y felicidad espiritual, felicidad-movimiento y felicidadequilibrio.
Todo parece oponer diametralmente las dos concepciones, la felicidad
material y la felicidad espiritual. Una se fija en la adquisicin de
bienes materiales, la otra en el perfeccionamiento de la conciencia;
una da prioridad a tener, la otra al ser.
Es frecuente presentar el nuevo facto de que goza la espiritualidad
religiosa y laica como una gran conmocin que nos abre las vas de la
felicidad autntica. La felicidad se encuentra y no est a nuestras
rdenes. La fe en la posibilidad de gestar la propia felicidad mediante
la conciencia suena, pues, a una de nuestras ltimas ilusiones, una
ilusin a la que la persona, probablemente, no renunciar nunca del
todo.

tica y esttica: una nueva barbarie?


Al igual que la biosfera, el mundo del espritu o de la cultura aparece
con otro gran continente devastado por el capitalismo de consumo. La
cultura clsica tena por finalidad elevar al hombre, las industrias
culturales se dedican a distraerle.
Nuestra poca es testigo de una inundacin de imgenes vulgares y
porogrficas. Lo es tambin de una multitud de actos colectivos y
actuaciones que llevan el haz de que te plazca a su culminacin. La
fase III lo que articula las actividades del ocio es cada vez ms una
esttica del consumo. La fase III es contempornea de un consumo
esttico de masas, de una creciente demanda de arte y belleza, de
estilos y experiencias estticas en todas las dimensiones de la vida.
Son legin las voces que se alzan contra el naufragio de una
civilizacin en la que proliferan el egosmo del cada cual a la suya, el
rey dinero, la delincuencia comn, la gran delincuencia econmica y
financiera.
Espritu de consumo: hasta dnde?
Los ms pesimistas piensas que el desastre se ha producido ya. Es de
una profundidad insondable. La autoridad de la cultura se ha venido
abajo. La sociedad de hperconsumo acarrea una crisis de la cultura,
la escuela, la poltica, es evidente. La fase III es escenario del xito de
la mitologa de la aventura, la multiplicacin de los enfrentamientos al
peligro, hazaas de todo gnero realizadas por los amigos de lo
extremo.
Aunque el capitalismo de hperconsumo haya trastornado las
relaciones con uno mismo, con los dems y con la cultura, no ha
conseguido crear una humanidad poshistrica, pues la voluntad de
aprender, comprender, progresar y trascenderse est todava vigente,

aunque desigualmente repartida entre las personas, y se presenta


con aspectos completamente nuevos.
El pos hperconsumo
Para la fase II no significa en absoluto que sta sea una especia de
fin de la historia. Cuando la felicidad se identifique menos con la
satisfaccin del mximo de necesidades y la renovacin sin fin de
objetos y diversiones se habr cerrado el ciclo del hperconsumo.
El eclecticismo de la felicidad
Son muchas las razones que permiten pensar que la cultura de la
felicidad comercial no se puede considerar un modelo de buena vida.
La filosofa de la felicidad debe hacer justicia a normas o principios de
vida antitticos. Lo que es verdadero para la sociedad lo es para el
individuo: el hombre avanza hacia un horizonte que se diluye
mientras cree aproximarse, ya que toda solucin plantea nuevos
dilemas. Luchamos por una sociedad y una vida mejor, buscamos
incesantemente caminos que nos llevan a la felicidad.

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