BARRACLOUGH Introduccion A La Historia Contemporanea PDF
BARRACLOUGH Introduccion A La Historia Contemporanea PDF
BARRACLOUGH Introduccion A La Historia Contemporanea PDF
GEOFFREY BARRACLOUGH
II. ENSAYOS, 2
INTRODUCCION
LA
HISTORIA
CONTEMPORANEA
VERSION ESPA~OLA DE
"'")
FA
EDITORIAL GREDOS
MADRID
<,
PRESENTACI6N
c.
Titulo
original:
AN INTRODUCTION TO
CONTEMPORAR Y
HISTORY.
I.
PRIMERA EDICION,
7. a
1965.
REIMPRESION.
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I
I
6599.
Historia contemporanea
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REVOLUCI6N CONTRA OCCIDENTE
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potencias coloniales. El hundimiento instantaneo de los imperios europeos a partir de 1947 se debio en gran parte a
las presiones exteriores y al impacto de la politica mundial.
En Asia. ni los ingleses, ni los franceses, ni los holandeses
volvieron a recobrarse de los golpes que les asesto el Japon
entre 1941 y 1945; mientras que en Africa y en el Oriente
Medio se vieron frenados y forzados a retirarse por la presion que ejercio sobre ellos Estados Unidos directamente y
a traves de las Naciones Unidas, Ya de por S1 Norteamerica
tenia una fuerte tradicion anticolonial y adernas no queria
cruzarse de brazos mientras el colonialismo occidental lanzaba a los pueblos de Asia y Africa en brazos de la Union
Sovietica.
El nacionalismo surgio en Asia un siglo mas tarde que
en Europa. y en eI Africa negra cincuenta afios despues que
en Asia. Dos acontecimientos extemos ocurridos en los primeros afios del siglo xx estimularon poderosamente su alzamiento. El primero fue la victoria que obtuvo Jap6n sabre
Rusia en la guerra de 1904-1905 -una victoria que saludaron los pueblos dependientes de todo el mundo como un
golpe asestado al predominio europeo y como una prueba
de que las armas occidentales no eran invencibles.
Diez alios mas tarde vino a remachar el clavo el triunfo
del Japon sobre Alemania en Shantung; de la misma rnanera se celebraron como victorias asiaticas contra las potencias militares occidentales las triunfales campafias de Kemal
Ataturk contra Francia en 1920 y contra Grecia en 1922.
El segundo acontecimiento fue la revolucion rusa de 1905
-una revolucion que apenas tuvo resonancia en Europa,
pero que, considerada como una lucha de Iiberaci6n contra
el despotismo, electrizo el corazon de toda eI Asia. La ola
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4 Sobre las intrigas alernanas en Africa del Norte, vease F. Fischer, Griff nach der Weltmacht, Dusseldorf, 1961, pags, 146-147;
G. Lenczowski, The Middle East in World Affairs, Ithaca, 1952,
pags. 57-59, 73-77, refiere brevemente los tratos de los ingleses con
los nacionalistas arabes.
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Cfr. J. S. Coleman, Nigeria: Background to Nationalism, Berkeley, 1958, pag. 188; y Legum, op. cit., pags. 28-29, 133-134.
Legum denomina la conferencia de 1919 "Segundo Congreso Panafricano", teniendo en cuenta la conferencia que se habfa celebrado
antes en Londres en 1900; pero en esto se sale del uso corriente;
la rnayorfa de los african os la consideran como la primera de la
serie; asf, por ejernplo, Kwame Nkrumah, Autobiography, Edinburgh, 1959, pag, 44.
11 Vease mas abajo, pag, 215.
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mundial y de la difusi6n que alcanzaban las ideas de autogobierno y autodeterminacion, Cada golpe asestado en pro
de la independencia repercutia en un ambito cada vez mas
amplio ; parecia que se hubiese desarrollado una nueva sensibilidad en cada punto del mundo dependiente para percibir
las pulsaciones polfticas de los otros. Se siguio con viva
atencion el avance del Congreso indio, se adopto rapidamente como modelo la estrategia de la resistencia pasiva de
Gandhi y se forma ron organizaciones semejantes en Africa
y en todas partes como la solida base de la revolucion 12.
Los bolcheviques que se daban perfecta cuenta de las potencialidades revolucionarias de Asia hicieron 10 posible por
atizar el fuego. Al efecto, organizaron en Baku en 1920 el
Congreso de los Pueblos del Este, donde entablaron contacto
los delegados de 37 naciones 13. En el mundo musulman los
movimientos panislamicos establecieron un lazo de union
entre paises tan distantes entre sf como las Indias orientales
holandesas, el Africa del Norte francesa y la India. y faciIitaron la colaboracion entre los diferentes grupos nacionalistas 14.
De esta manera, los movimientos nacionalistas de Asia y
Africa fueron convirtiendose gradualmente en un , moviUn ejernplo es el Congreso de graduados sudaneses, fundado
en 1937. Como advierte Hodgkin, aquf y en toda el Africa colonial
"la palabra 'congreso' connota claras asociaciones indias" (Nationalism in Colonial Africa, London, 1956, pag. 146). Nkrumah nos
cuenta en su autobiograffa (p. vi), que, "despues de estudiar durante
meses la polftica de Gandhi", lleg6 a la conclusi6n de que "esa podia
ser la soluci6n del problema colonial".
13 Sobre la polftica de Lenin respecto a Asia vease mas abajo,
pag. 267.
14 Cfr. H. A. R. Gibb, Modern Trends in Islam, Chicago, 1947,
pags. 27-28, 32, 36, 119120.
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La historia de los movimientos naeionalistas antioccidentales en Asia y Africa nos retrotraen paso a paso hasta los
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sin perturbar las creencias y los valores tradicionales, mientras que los seguidores de Liang Chi-chao, convencidos de la
bancarrota de la tradicion china, solamente veian la salvacion en un rompimiento radical con el confucionismo 19.
Detras de estos y otros grupos intelectuales se alineaba una
masa doliente de campesinos y tarnbien -como ocurrio
en Egipto- una clase de oficiales jovenes y ambiciosos descontentos de la ineficacia militar y general del gobiemo 20.
Era una sociedad que padecia los dolores de su propio alumbramiento, sometida a presiones intemas y extemas; pero
los grupos disidentes carecian de direccion y de unidad, de
coherencia y de objetivos bien definidos. La desafortunada
reforma de los Cien Dias de 1898 dernostro la inutilidad
de intentar la renovacion dentro del sistema tradicional; asf
como el resultado del levantamiento de los boxers en 1900
puso de manifiesto las desastrosas consecuencias de atizar el
descontento popular contra los extranjeros. Hasta la misma
caida de la dinastfa Manchu en 1911 parecfa confirmar la
ineptitud de China para adaptarse al mundo modemo, pues
entre los escombros del viejo imperio se conservaban intactas
las fuerzas conservadoras, y, lejos de iniciar un cambio renovador con la proclarnacion de la republica, cayo China hecha
jirones entre los generales que la desgarraban con sus luchas
intestinas, El destronamiento del ultimo emperador manchu
Hsuan-tung solamente significo en la practica la destruccion
19 Puede verse un analisis brillante de las corrientes intelectuales
en China durante ese perfodo en J. R. Levenson, Liang Ch'i Ch'ao
and the Mind of Modern China, 2.& ed., London, 1959; cfr. tambien Confucian China and its Modem Fate, por el mismo autor,
London, 1958.
20 Cfr. W. Franke, Das Iahrhundert der chinesischen Revolution,
Munich, 1958, pags, 106-107.
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de la antigua concepcion confucionista de un imperio unitario bajo la autoridad de un monarca. Al no producir ningun cambio en la estructura social, tampoco desperto las
fuerzas constructivas en la escala correspondiente.
Queda el hecho de que 10 mismo en China que en Egipto,
que en la India y en Turquia, habia nacido un movimiento
revolucionario; y este tenia los sintomas de la modernidad,
a pesar de su confusionismo y del choque de sus elementos
dispares; y todos estos movimientos reftejaban una tendencia comun. Sus resultados inmediatos fueron con frecuencia
negativos y parecian confirmar la creencia occidental de que
los nativos eran inca paces de dar el paso decisive para
adaptarse a las condiciones modernas; pero en todos ellos
surgian grupos que miraban al futuro y que estaban decididos a rehacer su personalidad en un plan moderno y a
reconquistar su poder adoptando el idioma de los occidentales. Lo ironico de esta situacion fue que las mismas potencias europeas, al meterse en Asia y en Africa, forzosamente hubieron de fomentar y reforzar esos elementos. Al
poner a los indigenas en contacto con una economia competitiva y con formas extrafias de gobierno, minaron las
bases que sostenfan la estabilidad de las sociedades africanas y asiaticas ; y en cuanto los mismos nativos intervinieron activamente --eosa que no tardaron en hacer-,
abrieron una era de rapidos cambios sociales que a la larga
habria de volverse contra el dominio de sus colonizadores,
siguieran estes la politica que siguieran. Lo sorprendente no
es el resultado, sino la rapidez con que se produjo -favorecida, como vimos, por factores externos.
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Desde los mismos comienzos del nuevo imperialismo, en
1882, hubo ya unos cuantos individuos que conocieron a
fondo el Oriente y que predijeron este resultado. Asi, Hart
en China y el consul frances en El Cairo, avisaron a los
gobiernos occidentales de los peligros de la aventura en que
se estaban embarcando y predijeron la ferrnentacion de un
"movimiento antieuropeo" que desembocaria "en el fanatismo" y que "se traduciria en la rabia mas salvaje" 21. Al
tiempo de la penetracion francesa en Indochina en 1885,
Jules Delafosse dijo a la camara francesa que estaban "sofiando con utopias" y que antes de cincuenta alios "no
quedaria una sola colonia en Asia" 22. Pero no es Iacil ver
como ni cuando podrfan haberse detenido voluntariamente
aquellas fuerzas europeas arrastradas pendiente abajo por su
misma logica interna. Obsesionadas por sus mismas rivalidades, ninguna potencia europea estaba preparada a quedarse al margen mientras las otras extendfan sus territorios,
ni a retirarse dejando un vacfo que pudieran ocupar posibles
enemigos.
En ultimo analisis, las potencias europeas se encontraron
sin defensa efectiva contra la creciente fuerza de los nacionalismos afroasiaticos, Acaso fue este el aspecto mas paradojico de la situacion, considerando su aplastante superioridad en armas y en equipo y sus enormes ventajas tecnologicas. En ultimo termino, la explicaci6n habria que buscarla
en la demograffa. l C6mo podia Inglaterra, por ejemplo,
21 Cfr, M. Bruce, The Shaping of the Modern World, London,
1958, pag. 817; New Cambridge Modern History, vol. XI, pag. 597.
22 Romein, op, cit., pags, 12-13.
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"Se senna orgullosisimo de su color, pero se oporna reciamente a la segregacion racial en cualquier forma que fuese... La
t6nica de su rnensaje y la esencia de su mision era la cooperaci6n
entre blancos y negros, y solfa exponer su opinion diciendo: Se
puede tocar una tonadilla mas 0 rnenos insulsa sobre las teclas blancas; y 10 misrno mas 0 menos se puede tocar en las negras; pero
para construir una buena pieza arm6nica hay que utilizar las tecIas
blancas y las teclas negras" (Nkrumah, Autobiography, pag, 12).
Sin embargo, decfa Nkrumah de el : "era el hombre mas excepcional
que he conocido; yo sentia por el el mas profundo afecto".
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era "asimilar y no ser asimilados" 29. Si el gobiemo indirecto sirvi6 de momento para amortiguar el impacto del
colonialismo, tambien es cierto que, al reconocer solamente
a unos jefes 0 pnncipes y no a otros, los gobiernos coloniales tendian a crear a la larga unos moldes nuevos y
rigidos y a enajenar la voluntad de los siibditos hacia sus
gobernantes, por aparecer estes como agentes de la autoridad imperialista 30. Consiguientemente, "el regimen colonial en cualquier forma que adoptase" producia "un desplazamiento de la autoridad que actuaba en contra del gobiemo
tradicional" 31.
Donde las potencias occidentales intentaron apoyar las
dinastias reinantes como baluartes contra el nacionalismo de
la clase media --como en Egipto-, tinicamente lograron desacreditarlas y envolverlas en el colapso de la fortaleza occidental; donde se propusieron lograr la cooperaci6n de las
elites occidentalizadas, debilitaron, a los ojos de los nativos,
las iinicas fuerzas que tenian algiin interes duradero en mantener el gobierno europeo. Aun desde un punto de vista del
mas mezquino interes tenia que llegar el momenta en que
los mismos hombres de negocios occidentalizados de la
India, China 0 Africa occidental -que por algun tiempo
pudieron mostrarse dispuestos a aceptar el regimen occidental por las ventajas comerciales e industriales que les
reportaba-, habrfan de ver mas beneficioso el suplantar a
los forasteros y establecer una posici6n propia de privilegio,
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29 Cfr. A. J. Hanna, European Rule in Africa, London, 1961.
pags. 24-25.
30 Cfr. H. J. van Mook, The Stakes of Democracy in South-East
Asia, London, 1950, pag. 76.
31 F. Mansur, Proccess of Independence, London, 1962,pag. 26.
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habia minado deliberadamente la antigua lealtad de los subditos y la autoridad de los principes; habia actuado como
una gran maquina niveladora, derribando las instituciones
independientes de la vida politica local, centralizando el
poder, sustituyendo los sistemas jurfdicos y administrativos
indios por los britanicos y debilitando las tradiciones, las
creencias y las costumbres tradicionales 34.
Acaso nadie expres6 mejor su impacto en la sociedad
senciIIa y poco especializada que los altos dignatarios de
Brass en aquella declaracion ponderada y digna que hicieron
despues del incidente ocurrido en el delta del Niger, en
Akassa, el afio 1895 35 Decfan alli: primero se les habia
prohibido ganarse la vida vendiendo esclavos a los europeos,
como antes, y esta decision la habfan aceptado lealmente.
Entonces se dedicaron al comercio del aceite y pulpa de
palma, pero el gobiemo britanico abrio el comercio por igual
a los "blancos y a los negros", y se conformaron de nuevo
"viendo que no podian hacer otra cosa". Para colma se
presento, al fin, la Compafiia Africana con sus privilegios
reales que la autorizaban a hacer 10 que quisiera en la cuenca
del Niger, y el resultado fue que los nativos se vieron elirninados de los mercados "en los que nosotros y nuestros antepasados habiamos traficado durante generaciones"; entonces
se vieron forzados a sacar Iicencias y a pagar graves irnpuestos, 10 cual --concluia el relato- "equivalia a prohibimos
totalmente el comercio".
J4 Cfr. E. Stokes, The English Utilitarians and India. Oxford,
1959, pags. 249 y sigs.; 257 y sigs.; 268 y sigs.: 313 y sigs.
35 Cfr, Sir John Kirk, Report on the Disturbances at Brass (Command Paper C. 7977, Stationery Office, London, 1896), pags. 6-8.
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dominaci6n extranjera. Aparte de sus efectos obvios de difundir toda la gama de las ideas occidentales, desde el cristianismo hasta el leninismo, la educaci6n occidental tuvo
dos consecuencias principales: primeramente, cre6 una ereciente clase de asiaticos y africanos descontentos, educados
o medio educados, que se veian excluidos de los mejores
puestos -pues estos se reservaban para los europeos-, y
con frecuencia no pod ian encontrar empleo de ninguna clase
a la altura de su preparaci6n -asi los "caballeros orientales
occidentalizados" (0, en terrninos rnenos ceremoniosos, los
"fantoches" 0 wogs) de la India y los standard V /l boys
de Ghana y de Nigeria-. En segundo lugar, la educaci6n
occidental produjo bruscos y rapidos cambios en el equilibrio social. En efecto, en una sociedad en la que se
estaban derribando las barreras de su inmovilidad social,
los elementos mejor preparados por su entrenamiento europeo -sin distinciones genea16gicas- fueron desplazando
gradualmente a la clase directora antigua, menos adaptable.
Por eso es justa reconocer que la nueva elite asumi6 el
poder porque representaba mejor el nuevo tipo de fuerzas
sociales. Fue este un proceso universal, tan patente en Indochina bajo el gobiemo frances como en Africa y en la India
bajo el imperio britanico. Cosa muy parecida ocurri6 en
China, donde la aboIici6n del sistema tradicional de pruebas
en 1905 min6 la posici6n de la clase media, que durante
quince siglos habia formado la base del Estado chino.
El impacto del imperialismo europeo sobre las sociedades asiaticas y africanas les hizo sentir vivamente la necesidad imperiosa de cambiar y les sefia16 el camino hacia la
modemizaci6n mediante la asimilaci6n de las ideas, de las
tecnicas y de las instituciones europeas. Pero aiin hizo mas:
les hizo ver claro la urgencia de adoptar nuevos metodos
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y nuevas estrategias. Como era dudosisimo que las SOCledades tradicionales afroasiaticas, con su jerarqufa y su estratificacion, fueran capaces de regenerarse, se impuso la tendencia, cada vez mas fuerte a medida que pasaba el tiempo,
de combinar la transformaci6n social con la ernancipacion
polftica, ya que sin el cambio social eran muy escasas las
posibilidades de lograr la ernancipacion politica. En este
aspecto fue sintomatico que en China y en el imperio otomano, por ejemplo, casi el primer paso en el proceso de
renovacion nacional consistio en derribar las dinastias reinantes, cuyo tradicionalismo y falta de adaptabilidad tenfan
la culpa de no haber acorralado aiin a los barbaros de
Occidente. Esto nos permite considerar el nacimiento del
nacionalismo no s610 como una reacci6n contra el dominio
occidental, sino como un primer paso en la supresion de
ciertas formas de vida tradicionales que ya no estaban a
tone con las condiciones modemas. Nehru, por ejemplo,
cuenta que luch6 por la independencia "porque mi sentido
nacionalista no podia tolerar el dominic extranjero", pero
"todavfa mas, porque, a mi juicio, representaba el paso inevitable para introducir el cambio social y econ6mico": en
todos sus dicursos sobre la independencia polltica y sobre
la libertad social "propuso la primera como la base para la
consecucion de la segunda" 42.
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identificarse con el "protonacionalismo", que ya hemos considerado 43. Este se esforzaba por salvar todavia 10 que se
pudiese de la vieja herencia, y una de sus principales caracterfsticas era su proposito de revisar y rehacer la cultura
indigena a la luz de las innovaciones occidentales. La segunda fase consistio en la aparicion de un nuevo grupo
directivo de tendencias liberales, generalmente con la participacion de la clase media, un cambio de mando y de objetivos que los historiografos marxistas describieron, no sin
acierto, con el termino de "nacionalismo burgues". La tercera etapa consisti6 en la arnpliacion de la base de resistencia contra las potencias coloniales extranjeras mediante la
organizacion de una masa de afiliados entre los campesinos
y obreros y el establecimiento de vinculos entre los jefes y
el pueblo.
Noes de sorprender que este proceso se desarrollase a
distinto ritmo en diferentes paises y que pudiera complicarse
por la intervencion de personalidades excepcionales como
Gandhi, que rompia todos los moldes del caudillaje revolucionario corriente. En paises como la India, que fue a la
cabeza de las tecnicas revolucionarias, se desarrollo con mas
lentitud; en cambio, fue mas rapido en pafses donde los
movimientos nacionalistas fraguaron despues de haber empezado el proceso de descolonizacion, por 10 que pudieron
aprovecharse del precedente y del ejemplo que les habian
dado zonas descontentas desde mas antiguo. Por ejernplo. el
proceso nacionalista que duro en la India casi tres cuartos de
siglo fragu6 en Birmania en el decenio comprendido entre
1935 y 1945 44 ; mientras que en e1 Congo helga todavfa unos
Vease mas arriba, pag. 201.
Mansur, op. cit., pag. 83.
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limitaciones de esta politica "moderada". Mas tambien revelo la grandeza esencial de Sun como jefe. Traducida en
realizaciones tangibles, la actividad de Sun durante los diez
primeros alios de la Republica fue bien poco brillante; tuvo
dificultad en mantener sus posiciones en Cant6n y parecia
como si los dirigentes del movimiento del Cuatro de Mayo
fueran a asumir el papel principal en la revoluci6n. Pero
Sun era uno de esos pocos hombres -parecido en esto a
Gladstone- que se hacian mas radicales con la edad. Desencantado de las potencias occidentales y estimulado por el
entusiasmo nacionalista del movimiento del Cuatro de Mayo
y por las huelgas obreras que siguieron al 5 de junio 51, Sun
reorganiz6 su partido hacia el fin de 1919, entr6 en contacto
con los bolcheviques rusos y se puso a revisar su programa.
Desde entonces, Sun se proclam6 abiertamente antiimperialista y predic6 la resistencia pasiva al estilo indio y el boicot
contra los productos extranjeros. Y 10 mas importante es
que ahora puso la cuestion econ6mica en el articulo primero
de su programa, se ali6 con el partido comunista chino, que
estaba ocupado en organizar a los campesinos de Hunan
bajo .las ordenes de Mao Tse-tung, y reorganiz6 a fondo el
Kuomintang con el objeto de convertirlo en un partido de
masas con un ejercito revolucionario como fuerza de choque.
Esta reorganizaci6n llevada a cabo en 1924 marc6 un
cambio de rumbo en el movimiento revolucionario chino.
Representaba el advenimiento de la tercera etapa, consistente
en combinar el nacionalismo y la reforma social con la am51 EI 5 de junio fue una fecha importante por haber tenido
lugar en ella la primera huelga polftica, en la historia de China, de
los obreros de la ciudad y por simbolizar el lazo de uni6n entre los
movimientos patri6ticos de los intelectuales y de la c1ase obrera.
Sobre esta fecha, vease Chow Tse-tsung, op. cit; pags, 151-158.
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a la movilizaci6n de las masas a base de un programa econ6mico y social revolucionario- apenas se pusieron en marcha hasta que los japoneses la ocuparon entre 1942-1945,
adelantando asf lo~ acontecimientos. Por esto parece justa
afirmar que los que lanzaron a Indonesia a la independencia
fueron los japoneses, 0, al menos, que estes aceleraron 10
que de otra manera hubiera sido un proceso largo y laborioso.
.Y esto por varias razones concretas. En primer lugar, el
sistema colonial holandes dificultaba y retardaba el desarrollo de la clase media indonesica, y asf faltaba una base
solida capitalista y empresarial para apoyar el movimiento
revolucionario en su primera fase "burguesa" --en 10 cual
se diferenciaba de la India y de China 55_. Esto queria decir
que la unica base posible para que tuviera exito el movimiento nacionalista indonesico residfa en el establecimiento
de un enlace efectivo entre los intelectuales que formaban
la direcci6n nacionalista y las masas. Pero tam poco aquf
ayudaban las circunstancias. Aunque el mimero de campesinos sin tierra aument6 rapidamente durante los iiltimos
decenios del gobiemo holandes, nunca lleg6 a constituirse
un "proletariado agrario revolucionario". como el que existfa en China: las comunidades aldeanas ofrecfan todavia
cierta seguridad social basica incluso durante la depresion
de los afios treinta: y este hecho continu6 ejerciendo un
freno efectivo sobre las inquietudes polfticas 56. Mas aunt la
formaci6n relativamente tardfa de un movimiento nacionalista conscientemente antiholandes signific6 que desde el
principio se veia este envuelto en el conflicto ideol6gico des-
54 Cfr. Ping-chia Kuo, China, New Age and New Outlook, edicion revisada, Penguin Books, 1960, pag, 63.
55
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Kahin, op, cit., pags. 29, 60, 471; Hall, op. cit .. pag. 661.
Cfr. Kahin, op, cit., pags, 18-19.
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hizo diffcil el resistir a las contramedidas del gobierno holandes. La policia holandesa se apunto un buen exito disolviendo los sindicatos despues de 1929 y encarcelando a los
dirigentes -asf Sukarno fue deportado desde 1933 hasta
1942, y pronto Ie siguieron Hatta, Sjahrir y otros jefes nacionalistas de empuje-. Fracasaron casi por completo las
tentativas por establecer un contacto organico con la masa
campesina; durante el gobiemo holandes, los jefes nacionalistas nunca fueron capaces de ganarse al pueblo e incorporarlo efectivamente al movimiento nacionalista; asf que
este se apoyaba sola mente en los empleados administrativos,
en los estudiantes, en los maestros y en otros funcionarios
por el estilo 59.
Ahora bien, sin el apoyo organizado de las masas campesinas el movimiento nacionalista tenfa pocas probabilidades de triunfar contra las fuerzas represivas holandesas. Por
eso la invasion japonesa, al abatir la bandera holandesa,
marco un viraje en la polftica. Pero tarnbien es cierto que
los holandeses habfan vinculado los pueblos de varias lenguas y culturas que habitaban el archipielago indonesico :
y con eso contribuyeron a convertir unos sentimientos patrioticos de origen javanes en un movimiento nacionalista
panindonesico. Otro factor fue la gran homogeneidad religiosa predominante en Indonesia. Cuando el movimiento
nacionalista irradio desde su base original de Java, las tendencias parroquiales y los patriotismos locales, que 'de otra
manera podrfan haberse hecho fuertes entre los pueblos de
las otras islas, se vieron contrarrestados por el sentido de
solidaridad que les daba su cormin fc en el Islam 60.
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los rincones de Asia y de Africa. Entrenados en los Estados
Unidos. en Londres, en Paris y a veces en Moscii, estos
dirigentes organizaban partidos de masas calcandolos de 10
que habian observado en Occidente, a base de una piramide
de unidades que sub ian desde las ramas locales hasta las
conferencias nacionales. con sus oficinas centrales, su secretariado permanente, su prensa propia, sus emblemas, sus
banderas y sus slogans, y con sus coches, sus helicopteros,
sus camiones equipados con altavoces y todo el demas bagaje de la organizacion y propaganda politicas. Este fue el
tipo que sirvio de modelo a la C. P. P. en Ghana y tambien
al grupo de accion de Nigeria, a la union nacional africana
de Julius Nyerere de Tanganika y a la Agrupacion Democratica Africana y al Bloque Popular Senegales.
Como Nkrumah cuenta en su autobiografia, estos directivos sabfan que "cualquiera que fuese el programa que se
adoptase para la solucion de la cuestion colonial, el exito
dependia de la organizacion que se montase" 82. Y tenfan
razon, Esta vision es la que los distinguio de los jefes nacionalistas de la anterior generacion y los capacito para movilizar las fuerzas que habia desencadenado el impacto de la
occidentalizacion en los pueblos afroasiaticos, En conjunto,
podemos decir sin miedo a equivocarnos que los que pusieron en marcha las nuevas fuerzas sociales triunfaron y
los que se retrajeron y tuvieron miedo de recurrir a la agitacion de las masas y a la accion social fracasaron. i,Por que
perdio el Kuomintang la oportunidad en China y se vio
suplantado por el partido comunista chino de Mao Tse-tung
y de Chou En-lai? Esencialrnente, porque no supo abordar
el problema agrario y responder asi a las necesidades basicas
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del pueblo. i,Por que ocurrio en la India 10 contrario? Porque el Congreso, a pesar de que habfa nacido de las clases
medias como el Kuomintang, tomo contacto con los campesinos y, a traves del genio organizador de V. J. Patel, construyo una maquina de partido que movilizo las masas 10
mismo en el campo que en las ciudades, y.asi vino a apoyar
la lucha por la independencia hasta ganarla. En ultimo termino la revolucion contra Occidente, 10 mismo en Asia que
en Africa, se fundic en una revolucion aiin mayor, que fue la
revolucion contra el pasado. La independencia politica, dijo
Nkrumah, era solamente "el primer objetivo"!'; 10 que Ie dio
fuerza y Ie conquisto el apoyo arrollador del pueblo fue la
determinacion de aprovechar la independencia para construir
una nueva sociedad destinada a servir las necesidades del
pueblo dentro del mundo moderno.
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Nadie que haya estudiado las fases sucesivas en el desarrollo de los movimientos nacionalistas afroasiaticos puede
dudar seriamente de la influencia que ejercieron las practicas
y el ejemplo politico de Occidente. Pero debemos ser cautos
en sacar determinados corolarios de este hecho y muy pru-,
dentes antes de aceptar la conclusi6n, tan corriente entre los
comentaristas politicos occidentales, de que el impacto de
Europa fue el catalizador que provoc6 el resurgimiento afroasiatico, Como escribio Sir Hamilton Gibb, los efectos extemos de la extension mundial de la tecnologia y de los
progresos occidentales son tan obvios que es facil dar por
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Entre esas fuerzas, acaso la mas importante fue la decision de los afroasiaticos de conservar, rehacer 0 crear, donde
fuese necesario, su propia "personalidad". Durante algunos
periodos, particularmente en paises con fuerte tradicion hindu
o musulmana, este proposito tom6 la forma de un repliegue
hacia el pasado. Sin embargo, en conjunto, esta reaccion
conservadora, y en gran parte esteril, fue de corta duraci6n.
Pasada la primera fase, solo se opuso debil resistencia al
proceso de modernizacion ; pero la mayoria de los lideres
afroasiaticos supieron distinguir entre modemizarse --eosa
que veian era necesaria- y occidentalizarse, cosa que habia
que evitar. De hecho, casi podria decirse que el problema
esencial con que ten ian que enfrentarse era el de ver como
podian modemizarse sin occidentalizarse. Como dijo cierto
escritor refiriendose al Africa, el ideal no era "ni el africano
tradicional ni el europeo negro, sino el africano moderno",
y esto habia que lograrlo no a base de resistir ni de rechazar los "elementos europeos que exigian los tiempos modemos", sino asimilandolos, adaptandolos y combinandolos
con los elementos tradicionales del pasado africano hasta
forjar "una cultura africana modema y practicable" 86. Sin
embargo, detras de todo esto latia una conciencia viva de
ser no-europeos y de poseer una herencia cultural que no
procedfa de Occidente y que era importante conservar e integrar en la vida modema.
Esta sensaci6n de ser diferentes alentaba en el nuevo
nacionalismo afroasiatico. Se ha objetado frecuentemente que
el nacionalismo era algo extrafio a las sociedades afroasiaticas, que "no era arte ni parte del sistema social indigena",
sino "una institucion ex6tica... importada deliberadamente
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Histaria contempordnea
VII
EL DESAFfO IDEOLOGICO