Fechner Algunas Observaciones Sobre Los Sueños
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Gustav Theodor Fechner, Einige Bemerkungen ber Trume, Elemente der Psychophysik [Elementos de
psicofsica], b. 2, Verlag Breitkopf und Hrtel, Leipzig, 1860, pp. 519-526. Disponible en:
http://www.revistanacate.com/wp-content/uploads/2016/08/Einige-Bemerkungen-%C3%BCberTr%C3%A4ume-G.-Fechner.pdf
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Montevideo, 2016.
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Respecto al sueo, a los mltiples aspectos y formas que puede asumir, a sus momentos
causales, a sus transiciones hacia estados sonmbulos, etc., existe mucho material
disperso basado en experiencias3. Sin embargo, debo renunciar a informar ms en
detalle dada la extensin del tema, y tanto ms se me permitir hacerlo, puesto que ya
explicit que deba renunciar a la exhaustividad en todo ese campo y que desista de
ello. En este punto quisiera complementar lo dicho sobre los sueos en la pg. 462 y
anteriormente, haciendo algunos comentarios al respecto.
En base a los hechos informados en la seccin a de este captulo y a los comentarios
realizados en la seccin e, tenemos motivo para considerar el escenario de la actividad
psicofsica ligada [unterliegt] a la aparicin de las imgenes de representacin y de las
imgenes mismas, mientras se mantienen dbiles, no como un escenario aislado pero s
como uno diferente del campo de la actividad ligada a las imgenes sensoriales. Sin
embargo, las actividades en ambos campos se asocian entre s y pueden generar efectos
mutuos. Supongo tambin que el escenario de los sueos es diferente [der Schauplatz
Forma parte de las compilaciones ms extensas la de Burdach en su Physiologie [Fisiologa], III, pg.
460 y ss.; y probablemente tambin en la obra extensa que cito a continuacin, pero que no conozco
personalmente, pueda encontrarse mucho sobre el tema: [Albert] Lemoine, Du sommeil au point de vue
physiologique et psychologique [Del dormir desde el punto de vista fisiolgico y psicolgico]. 1855.
Baillire. 410 pgs. [N. de E.: Karl Friedrich Burdach, Die Physiologic als Erfahrungswissenschaft, vol. 3
de la 2a ed., 1838. Hay una traduccin francesa del texto de Burdach: K. F. Burdach, Trait de
physiologie considr comme science dobservation, J.-B. Baillire, Paris, 1838.]
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N. de E.: Citado en Sigmund Freud, La interpretacin de los sueos (1899), Obras completas, vol, V,
Amorrortu, Bs. As., 1992, p. 529.
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En trminos ms modernos, se habla de pico de la onda, lo cual se relaciona por la forma de la grfica
que se parece ms al de la montaa de cumbre puntiaguda. Lo cual no es el caso en las ilustraciones
grficas de Fechner.
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N. de E.: Citado en S. Freud, op. cit., vol. IV, p. 72.
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N. de E.: Citado en Ibd., p. 34. Freud cita otros pasajes del texto de Burdach (Ibid., pp. 74, 76 y 101).
Tambin hace referencia al texto de Lemoine: Segn Lemoine (1855), la incoherencia de las imgenes
onricas es el nico carcter esencial del sueo. (Ibid., p. 78).
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Las experiencias que podemos hacer en la vigilia en cuanto a lograr apartar la atencin
de cualquier campo, demuestran que la sola disminucin [de la onda] por debajo del
umbral principal, en el sentido de nuestro esquema, slo cambia el grado pero no la
naturaleza ni el orden de la vida consciente. Los innumerables actos que realizamos de
forma inconsciente en estado de vigilia mientras pensamos en cualquier cosa (por
ejemplo, lavarnos, vestirnos, manipular algo), se realizan en el mismo sentido y en el
mismo espritu, y son tan racionales como los que realizamos a plena conciencia y en
total conexin con aquellos. No as lo que hacemos y nos imaginamos durante el sueo:
esto no se puede explicar por el simple hecho de que al suspender los sentidos externos
ya no nos podamos orientar en el mundo exterior y que de ah empecemos a errar
tambin en nuestro interior; si as fuera, la tranquilidad de la noche y el hecho de cerrar
los ojos deberan tener el mismo xito. Sin embargo, en estado de vigilia el espritu
parece tanto ms concentrado. Ni la simple disminucin de la vida psquica consciente
por debajo del umbral principal ni el apartarla de las influencias del mundo exterior
alcanzan para explicar la peculiaridad de lo que sucede durante el sueo en relacin con
la vida de vigilia. En lugar de una simple disminucin de la actividad psicofsica por
suspensin de los sentidos exteriores, es ms bien como si la actividad psicofsica se
trasladara del cerebro de un ser racional al de un insensato9; pero como ambos cerebros,
o ms bien, partes del cerebro, estn conectadas de forma directa y como el movimiento
[o traslado] mismo se produce de forma cohesiva y progresiva, el nexo psquico
habitual que hay entre ambas tambin se sigue manteniendo.
Es indiscutible que el orden de la actividad psicofsica y de la vida de representaciones
relacionada con ella no slo depende de la predisposicin, sino tambin del desarrollo
que el rgano de esa actividad psicofsica ha experimentado bajo su propia influencia.
De ah la forma en que se asocian y se suceden unas a otras las representaciones y los
sentimientos de un adulto, alguien que ha recibido educacin: aun con la misma
predisposicin original, estn ordenados de forma muy diferente que en el nio sin
educar. Sin embargo, la naturaleza de las representaciones particulares que tenemos
ahora depende de la naturaleza de las resonancias [Nachklnge] que han dejado nuestra
vida y pensamiento pasados. Pues el lugar que ocupa la actividad psicofsica
representativa en la vigilia se ha desarrollado de tal modo bajo la plena y efectiva
influencia de una vida racional y coherente respecto a las personas y al mundo, que la
actividad psicofsica en s ha estado bajo esa misma influencia y ha organizado su lugar
de acuerdo con eso. No sucede as con el lugar de la actividad psicofsica durante el
dormir, en la cual slo las resonancias de esa vida [de vigilia] pasan por debajo del
umbral. Ms que compararlo con el cerebro de un insensato [como se ha hecho ms
arriba], y teniendo en cuenta que en realidad se trata del cerebro de un adulto, es decir,
alguien que ha recibido educacin, sera ms adecuado compararlo con el cerebro de un
nio o de un salvaje en quienes, al pasar de la vigilia al dormir y con el correspondiente
cambio de posicin [o traslado] de la cumbre de la onda de la actividad psicofsica, las
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el verdadero despertar, y que a ello le siga una nueva vigilia, diferente del despertar
habitual tras el dormir; y luego, al pasar otra vez por el dormir, a un nuevo despertar, lo
que entonces estara relacionado necesariamente con un dormirse an ms profundo del
que normalmente tiene lugar en la vida de vigilia. Este podra ser el despertar [no
comn y corriente sino el que se produce] al pasar al estado de sonambulismo.
Si la vigilia del sonmbulo parece incluso ms racional que el sueo10, ello podra
deberse a que el mundo interior, extrao y a menudo poblado de visiones, se vuelva por
s mismo ms claro, por as decirlo, ms organizado, en la ms clara conciencia del
nuevo estado de vigilia.
Sin embargo, me parece discutible pretender extender lo que uno se representa en
psicofsica sobre los fenmenos que aparecen durante el sueo a los fenmenos
particulares del sonambulismo. No es que se deba renunciar a la esperanza de que la
psicofsica pueda echar tambin a este respecto alguna luz hasta ahora desconocida, ni
que no se puedan desarrollar ideas generales sobre el tema. Pero para que ello nos
conduzca a algo seguro, antes debera garantizarse algo ms en este mbito tanto del
lado de los hechos como de las leyes psicofsicas, lo que hasta el momento no se ha
logrado.
El hecho de que las representaciones onricas puedan producir reflejos en el campo de la
actividad muscular externa y en el de las percepciones sensoriales se desprende, por un
lado, de que quienes duermen muchas veces se mueven a consecuencia de los sueos y,
por otro, de que mltiples detalles de representaciones onricas vvidas incluso pueden
proseguir en la vigilia como imgenes o sensaciones remanentes [Nachbilder,
Nachempfindungen]. Gruithuisen11 informa sobre varias experiencias propias y ajenas
de este tipo, en referencia a los sentidos de la vista, del odo y del gusto, en sus Beitrge
zur Physiognosie und Eautognosie [Aportes a la Fisiognosa y Autognosis]. 1812. pgs.
237 y ss. y 256, las que fueron reproducidas parcialmente por Burdach en su
Physiologie [Fisiologa] III, pg. 465 y por J. Mller en su escrito Ueber die
phantastischen Gesichtserscheinungen [Sobre los fenmenos fantsticos de la visin]12,
pg. 36. Los siguientes ejemplos recogidos de experiencias propias son informados por
Meyer13 en su Physiologie der Nervenfaser [Fisiologa de las fibras nerviosas], pg.
309.
En sueos, yo iba por un valle oscuro y estrecho junto a un canal, en el que el agua flua turbia y negra;
de repente apareci un perro de la calle de color amarillo claro y me ladraba fuerte amenazando siempre
con morderme; yo me defenda saltando siempre al igual que l, y volva a su lado; al hacer esto ltimo
me despert, ya era el amanecer bastante claro, y vea durante largo tiempo todava la clara imagen negra
del perro delante de mis ojos.
Como lo haca notar Freud, Cualquiera puede observar personas dormidas que realizan acciones
provistas de sentido. El durmiente no est absolutamente idiota; al contrario, puede llevar a cabo
acciones lgicas y voluntarias.. Ibd., p. 237.
11
N. de E: Franz von Paula Gruithuisen (1774-1852)
12
N. de T.: Johannes Peter Mller (1801-1858). Desde 1826 a 1840, desarroll los principales estudios
fisiolgicos: fisiologa comparada de los sentidos y estudio de los fenmenos fantsticos de la visin
(Ueber die phantastischen Gesichts-Erscheinungen: eine physiologische Untersuchung mit einer
physiologischen Urkunde des Aristoteles ber den Traum, den Philosophen und Aerzten gewidmet, 1826).
13
N. de E: Georg Hermann von Meyer (1815-1892)
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Otra vez so con un grupo de personas; era todo muy colorido, y los mozos caminaban de un lado al otro
con sus bandejas; en el momento en que haba fijado mi mirada en uno que iba a salir apurado por la
puerta, me despert, ya era el amanecer, y durante largo tiempo vi todava delante de m la imagen oscura
del mozo que sostena en postura algo inclinada la bandeja.
Igual visin tuve de un monje capuchino que sostena una pistola en sus manos. Esas imgenes
remanentes14 se me aparecan todas como sombras oscuras con bordes algo deslucidos.
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