1.-Ensayo Sobre Teología
1.-Ensayo Sobre Teología
1.-Ensayo Sobre Teología
Facultad de Teologa
Bachillerato En Teologa
Cf. ZUBIRI, X., El hecho religioso en cuanto tal, en El problema filosfico de la historia de las religiones
(Alianza, Madrid 1993), 15-60.
Llegado a este punto, me surgen ms inquietudes que las que tena anteriormente; puede
haber genuina comunicacin de Dios con el hombre sin emplear lenguaje humano? Se
puede hablar de estricta palabra de Dios fuera de Jesucristo? Puede existir teologa fuera
del cristianismo, o ms restrictivamente, fuera de la Iglesia Catlica? Aunque por el
momento no me es posible dar una adecuada respuesta a tales interrogantes, si puedo decir,
al menos insinuar, que la teologa se gana su lugar ante la filosofa y adems lo justifica,
porque obedece a una experiencia humana distinta, es decir, constituye una bsqueda como
respuesta a un proceso que podra llamar conversin, suscitado por el don gratuito divino
que produce la fe.
Por otro lado, la pretensin de expresar mediante lenguaje humano algo sobre Dios es
tambin justificada por la propia naturaleza de este tipo de bsqueda, o sea, debido a la
etapa de escucha previa a la elaboracin intelectual teolgica, ya que es Dios quien se nos
muestra primero y nos dice algo de s mismo. Si puede hablarse de un mensaje divino
revelado es porque el hombre es capaz de acogerlo y entenderlo, as como de esclarecerlo
por medio de su razn, para as darlo a conocer a otros y para mantenerlo siempre vivo y
actual.
Ahora bien, todo esto cobra sentido si es posible identificar alguna poca o momento en la
historia en que se pueda apreciar que Dios se comunica con el hombre. Es el pueblo de
Israel quien nos hereda esta relacin? Podemos considerar otras manifestaciones divinas
en la historia fuera del judeocristianismo? Son cuestiones problemticas y que no me
parece que puedan resolverse inapelablemente, sin embargo an puedo desarrollar un par
de lneas de reflexin en torno a una teologa catlica/cristiana, es decir, aquella que
reconoce a Jess como suceso histrico y plenitud de la revelacin de Dios a los hombres.
4.- La importancia de la Cristologa
Jess fue presentado por sus apstoles y sus sucesores, es decir por la Iglesia, como Hijo de
Dios, Palabra divina hecha carne, verdadero Dios y verdadero hombre. Por tanto sus
dichos, sus actos y su vida son determinantes para la construccin de una especulacin
teolgica. Por lo que se puede intuir la importancia capital que tiene la cristologa, es decir,
el estudio riguroso de quien fue el personaje que estableci un antes y despus en la historia
de los pueblos occidentales, estudio que se constituye como rama teolgica que debe
establecer si se justifica la pretensin del kerigma de anunciar a Jess de Nazaret como
mesas y salvador, as como la fidelidad a su mensaje original vehiculado hasta nosotros
por la Iglesia.
Luego de establecido tales fundamentos cristolgicos, la teologa necesariamente tiene que
estar referida a Cristo, quien nos revela tanto la identidad de Dios como la del hombre. Es a
partir de la encarnacin que es legtimo decir algo sobre el totalmente Otro, quien ya no
se nos muestra tan ajeno, y tambin es factible alcanzar conclusiones antropolgicas que no
parecen posibles desde la sola razn humana. Cristo es la bisagra tanto para la reflexin
teolgica como para la antropolgica.
Es posible aseverar, entonces, que la especulacin trinitaria-cristolgica resulta clave para
una adecuada teologa; que Dios haya asumido la humanidad por nuestra redencin,
significa que nuestra naturaleza humana es capaz de la divinidad y, por otra parte, que
podemos acceder a esta relacin recproca trinitaria, participando en una de las tres
personas, como hijos por adopcin. Estos breves razonamientos son tan slo simientes para
lo que podra llegar a ser una fructfera reflexin en torno al hombre, su valor intrnseco y
el de sus relaciones interpersonales, junto con muchas otras lneas de reflexin que
indudablemente impactan en cmo nos vemos a nosotros mismos, al mundo y a nuestra
sociedad.
5.- Contemplacin y accin
La especulacin teolgica no puede ser una mera elucubracin conceptual que tan slo de
cuenta de lo alto que puede llegar nuestro intelecto, sino que esta ciencia debe, segn mi
parecer, tener alguna implicancia en la vida cotidiana de las personas, motivando sus
voluntades para que se obre conforme a la verdadera dignidad humana, respuesta que, por
cierto, no puede conseguir el motor inmvil de Aristteles, ni tampoco suscitar aquel
ser tan grande que nada mayor puede ser concebido que nos presenta san Anselmo, sin
con esto pretender despreciar a los mencionados filsofos, ni menospreciar su indiscutida
genialidad intelectual.
La fe, como respuesta humana ante la llamada de Dios, se manifiesta tambin por medio de
una determinada postura ante la vida; Todos estaban impresionados, porque eran muchos
los prodigios y seales realizados por los apstoles3. Por lo que una teologa no podra
estar completa si no es capaz de retornar a la realidad concreta de la cual surge, es decir,
debe ser fecunda y junto con su sofisticada elucubracin intelectual tiene que contribuir a lo
que algunos telogos del siglo XX han llamado ortopraxis4.
El mensaje transmitido por Jesucristo antes de ser una determinada doctrina conceptual fue
la invitacin a una determinada forma de vida5. Por esta misma razn, la teologa tiene que
ser ante todo una palabra salvadora que exhorte a una cierta manera de actuar y debe tener
enorme sensibilidad ante los procesos histricos que la rodean. La palabra de Dios nunca
fue tan ntida como en galilea hace un par de milenios, pero sera extrao pensar que no se
haya pronunciado antes o despus, o en algn otro espacio geogrfico, sino que ms bien, la
palabra de Dios continuamente se encarna en la comunidad de fieles, en las sociedades, en
la historia.
6.- Sabidura
Finalmente, pienso que es necesario incluir en teologa aquel tipo de inteleccin que no es
sistemtica, por clasificarla de alguna manera, sino que es ms bien vivencial.
El hombre no se comunica nicamente por medio de razonamientos matemtico-lgico,
conceptual, filosfico, sino que tambin mediante emociones, por ejemplo, las cuales
3
Hch. 2, 43.
Cf. GUTIERREZ, G., Teologa: Reflexin crtica en Teologa de la liberacin: perspectivas (CEP, Lima
1988), 13-34.
5
Cf. Jn. 1, 37-39.
4
Cf. ATANASIO, Vida de Antonio. Traducido por P. RUPREZ (Ciudad Nueva, Madrid 1995).