Una Iglesia Conforme Al Corazon de Dios - Miguel Nuñez
Una Iglesia Conforme Al Corazon de Dios - Miguel Nuñez
Una Iglesia Conforme Al Corazon de Dios - Miguel Nuñez
Iglesia
DE DIOS
Conforme al
Corazn
Una
Iglesia
DE DIOS
Conforme al
Corazn
La gloria de Dios
Miguel nez
Una iglesia conforme al corazn de Dios 2011 por Miguel Nez y publicado por Editorial Portavoz, filial de Kregel Publications, Grand Rapids,
Michigan 49501. Todos los derechos reservados.
Ninguna parte de esta publicacin podr reproducirse de cualquier forma
sin permiso escrito previo de los editores, con la excepcin de citas breves
en revistas o reseas.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bblicas han sido tomadas de La Biblia de las Amricas 1986, 1995, 1997 por The Lockman
Foundation. Todos los derechos reservados.
Las cursivas aadidas en los versculos bblicos son nfasis del autor.
EDITORIAL PORTAVOZ
P.O. Box 2607
Grand Rapids, Michigan 49501 USA
Vistenos en: www.portavoz.com
ISBN 978-0-8254-1839-6
1 2 3 4 5 / 15 14 13 12 11
Impreso en los Estados Unidos de Amrica
Printed in the United States of America
Agr adecimientos
Al cuerpo de pastores y ancianos de nuestra iglesia que con tanta dedicacin y esfuerzo lucha junto conmigo para levantar una iglesia que
ame a Dios y la revelacin de su palabra. Sus nombres aparecen en el
orden en que ellos fueron agregados al equipo pastoral a travs de los
aos.
A Hctor Salcedo, por su compaa incondicional desde los primeros
aos de la congregacin, en la enseanza, predicacin y direccin de la
iglesia.
A Luis Nez, no solo por por su amor a la iglesia local y su lealtad
en el Seor, sino tambin por ayudarnos a adorar a Dios semana tras
semana.
A Joel Pea, por su pasin por ver una generacin joven que honre a
Dios no solo de palabras, sino tambin con sus vidas. Gracias por tu
espritu joven!
A Fausto Gonzlez, por amar a las ovejas del Seor y por su trabajo
incansable aconsejando a aquellos que Dios trae a nuestro redil y en
aras de los matrimonios de la iglesia.
A Jos Mendoza, por su colaboracin indispensable en el establecimiento y continuacin de nuestro instituto de formacin acadmica y
sus aportes en el pastoreo del cuerpo de Cristo.
A Felipe Castro, incorporado como anciano recientemente, por su labor
sincera y desprendida apoyando el trabajo ministerial que ocurre ms
all de las cuatro paredes de nuestra propia iglesia.
A cada una de sus esposas (Chrbela, Carolina, Anglica, Laura, Erika
y Cinthya) por prestarnos a sus esposos para ser exprimidos en aras
de la causa de Cristo. Mi esposa (Cathy) a quien agradezco su amor y
apoyo incondicional, y yo, estamos muy agradecidos del Seor de que
Dios les haya elegido para ser las compaeras de estos hombres que hoy
pastorean junto conmigo la iglesia que Dios nos ha dado.
CONTENIDO
Prlogo
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Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
PRIMER A PARTE:
LA IGLESIA Y SU FUNCIN EN EL MUNDO
Captulo 1:
Captulo 2:
Captulo 3:
Captulo 4:
El propsito de la iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El fundamento de la iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Disciplina y santidad de la iglesia . . . . . . . . . . . . . .
La iglesia y el mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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SEGUNDA PARTE:
LA IGLESIA DE NUESTROS DAS
Captulo 5:
Captulo 6:
Captulo 7:
Captulo 8:
Captulo 9:
Prlogo
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Prlogo
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que la revelacin bblica sea amada, investigada, estudiada, interpretada, y aplicada sabiamente y para que la iglesia moderna examine si es verdaderamente una iglesia conforme al corazn de Dios
y no conforme a la buena intencin humana.
Dios nunca nos decepciona y la Palabra de Dios siempre funciona. Dios prometi que su Palabra nunca volvera vaca y que
siempre cumplira el propsito para el cual fue revelada. Jesucristo
dijo que toda su Palabra, hasta la ltima tilde se cumplira y los
apstoles aseguraron que esa Palabra de Dios nos transforma, nos
corrige, nos ensea, nos exhorta y todo es verdad. Entonces, por qu
existen iglesias conforme al corazn de los hombres? La respuesta
es sencilla. Los nicos culpables de que no seamos receptores de
los beneficios que Dios ofrece son los cristianos que esperan que
Dios cumpla promesas que ellos se atribuyen, pero que no fueron
escritas para ellos, los que a pesar de su buenas intenciones realizan
errneas interpretaciones, los que tienen lderes bien intencionados,
pero equivocados, y los que entienden mal las buenas explicaciones de los lderes sabios, bblicos y que predican con responsabilidad. Actuando as, nadie puede vivir conforme al amoroso corazn
deDios.
Lo que nunca falla ni fallar es la exacta e inerrante Palabra
de Dios que siempre, con exactitud, revela la verdad. Solamente
al desarrollar nuestras congregaciones basndonos en la verdad
bblica bien interpretada, aunque no sea popular, tendremos una
iglesia tal como fue diseada, es decir, conforme al corazn de
Dios. Gracias Miguel por este manual bblico tan necesario. Te
adelantaste a mi plan de publicar mi libro sobre la iglesia, pero lo
haces tan bien que no solo me alegra que lo hayas escrito, sino que
lo recomiendo como un excelente texto de estudio.
David Hormachea
Introduccin
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estndar de la perfeccin. Cuando hablamos de una iglesia conforme al corazn de Dios estamos hablando de ver la iglesia de
Cristo a la luz de lo revelado en su Palabra, para corregir las desviaciones en las que cada uno de nosotros haya incurrido. Lo que
Dios haya revelado en su Palabra para la iglesia debe ser el patrn
que cada iglesia debiera perseguir. El estndar de Dios debe guiar la
visin y la misin de la iglesia. Cuando hablamos de visin, estamos
hablando de algo que estamos persiguiendo y que an no hemos
alcanzado. Una vez alcanzada la visin, ya deja de ser visin y pasa
a ser realidad. Esa es la razn por la que la visin de una iglesia
es algo que de alguna forma siempre pertenece al futuro. Si fuera
algo del pasado, ya no le llamaramos visin, sino logros. Esto debe
ayudarnos a entender que estamos tratando de comunicar con el
ttulo de este libro. Queremos que la revelacin de Dios para su
iglesia sea continuamente nuestro norte y aquello que perseguimos
continuamente hasta su regreso a nosotros.
Somos conscientes de que la iglesia modelo o ideal no ha existido en dos mil aos de historia, ni siquiera en los tiempos primeros; y as vemos cmo en Hechos 6 ya haban viudas que se estaban
quejando de no ser atendidas y en prcticamente todas las cartas
del Nuevo Testamento leemos acerca de problemas dentro de cada
iglesia local. Sera ingenuo pensar que una iglesia compuesta de
pecadores pudiera estar exenta de fallas, errores, actitudes y prcticas pecaminosas. Para encontrar esa iglesia tenemos que esperar
hasta la consumacin de los tiempos y la reunin de los redimidos
de nuestro Dios en los cielos. Con esto no queremos decir que cada
iglesia est tan mal parada como la otra. Sabemos que siempre han
existido iglesias apstatas; iglesias inmaduras con personas a las
que Pablo llama carnales (1 Co. 3:1) e iglesias como la de Tesalnica
a la que Pablo exhorta que continen haciendo las cosas que ya
venan haciendo. De esta ltima, Pablo tuvo extraordinarias palabras de exhortacin en 1 Tesalonicenses 1:6-8:
Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Seor,
habiendo recibido la palabra, en medio de mucha tribulacin,
Introduccin
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Introduccin
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Pr im er a pa rte
La iglesia y su funcin
enel mundo
C a pt u lo 1
El propsito de la iglesia
En l tambin vosotros, despus de escuchar el mensaje de la
verdad, el evangelio de vuestra salvacin, y habiendo credo,
fuisteis sellados en l con el Espritu Santo de la promesa, que
nos es dado como garanta de nuestra herencia, con miras a la
redencin de la posesin adquirida de Dios, para alabanza de
su gloria.
Efesios 1:13-14
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en mltiples reuniones donde los trminos reglamentos y estatutos han sido mencionados con mucha ms frecuencia que trminos como Biblia, Dios, Cristo, Espritu Santo, su Palabra, el Cuerpo
de Cristo, su causa, y palabras que la Biblia relaciona ntimamente
con la iglesia de Dios. Los documentos legales de una iglesia son
importantes, pero no le dan vida a la iglesia y, como la letra mata,
muchas veces estas cosas contribuyen a matar el espritu de esa iglesia, si no son vistas y tratadas como secundarias a la revelacin de
Dios. Algunos pueden argumentar que si los documentos fueron
inspirados en la Biblia, cada vez que nos referimos a estos documentos podemos asumir que estamos haciendo uso de la Palabra
de Dios, por lo menos de manera indirecta. Este argumento puede
ser comn, pero no es vlido. Uno de los grandes problemas es,
con frecuencia, que aquello que se asume, con el paso del tiempo
simplemente termina siendo ignorado y eso es lo que ha ocurrido
con la Biblia.
Para otros, la iglesia es un edificio y por tanto su propsito
en ocasiones se reduce a embellecer la edificacin y a actividades
que no tienen un impacto mas all de las cuatro paredes del edificio. Pero como las paredes son fras, esos lugares muchas veces se
sienten igual de fros. No podemos olvidar nunca que la gente es
la meta del plan de Dios y no las actividades, ni las tareas en s mismas. Si lo que hacemos no termina ministrando al pueblo de Dios,
hemos fracasado en llevar a cabo el propsito de redencin. Antes
de que pueda ser acusado de ser antropocntrico en mi concepto
de lo que es la iglesia, quisiera aclarar que, sin lugar a dudas, la
Palabra de Dios declara de diferentes maneras que el propsito de
la iglesia es la gloria de Dios; pero eso que glorifica a Dios tiene una
meta, y esa meta es la redencin del hombre por medio de su hijo
Jesucristo y es en ese sentido que hablamos de que la gente sus
elegidos constituyen el objetivo de la iglesia. Tenemos que cuidarnos de no usar a la gente para llevar a cabo nuestras actividades, en
vez de usar las actividades para alcanzar a la gente que est siendo
llamada.
El propsito de la iglesia
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El propsito de la iglesia
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las cosas en Cristo, tanto las que estn en los cielos, como las
que estn en la tierra. En l tambin hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados segn el propsito de aquel
que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad,
a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar
en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. En l tambin vosotros, despus de escuchar el mensaje de la verdad,
el evangelio de vuestra salvacin, y habiendo credo, fuisteis
sellados en l con el Espritu Santo de la promesa, que nos
es dado como garanta de nuestra herencia, con miras a la
redencin de la posesin adquirida de Dios, para alabanza
de su gloria (Ef. 1:4-14).
La glorificacin de Dios
Tres veces en este texto se nos recuerda que fuimos salvados para
la alabanza de su gloria y, de igual modo, varias veces se enfatiza el
hecho de que Dios nos escogi segn el consejo de su voluntad de
manera que cuando Dios se propuso formar su iglesia lo hizo con
la idea de glorificar su nombre. Y si eso es cierto y sabemos que lo
es, es importante definir qu es la gloria de Dios. En el hebreo, la
palabra gloria es kabod que viene de una raz que significa pesado,
algo que no es ligero o sencillo, y en el griego es la palabra doxa que
originalmente signific opinin. De manera que al hablar o hacer
algo nosotros, debiramos hacerlo de una manera que ensanche la
opinin que el otro tiene acerca de nuestro Dios.
Por otro lado, de la forma en que esta palabra es utilizada en algunos pasajes de la Biblia, la palabra gloria significa honor, excelencia,
reputacin. As mismo, la palabra gloria es usada para significar
luz o la brillantez que rodea a Dios como ocurre en la Septuaginta.
Cuando Dios deja ver lo que l es, lo que se manifiesta es su gloria. La gloria de Dios engloba todo lo que l es, sus atributos: poder,
gracia, amor, misericordia, omnisciencia, omnipotencia, sabidura,
eternidad El Salmo 19:1 dice lo siguiente: Los cielos proclaman
la gloria de Dios, y la expansin anuncia la obra de sus manos. La
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El propsito de la iglesia
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La motivacin de la iglesia
Cristo afirm que lo peor que le podra ocurrir sera la crucifixin, pero en vez de huir de esta experiencia le pide al Padre:
Padre Glorifica tu nombre. Cristo muere movido por la pasin
de glorificar a su Padre y a su vez el Padre tiene pasin por glorificar a su Hijo. Cuando Cristo dice: Padre, glorifica tu nombre,
el Padre responde: Yo le he glorificado y lo glorificar de nuevo.
De esa misma forma, Cristo enva a su iglesia a glorificar al Padre.
Ese era el propsito nmero uno de la venida de Cristo de manera
que la iglesia no puede hacer menos. De ah es que la pasin por la
gloria de Dios debe permear cada actividad de la iglesia de Cristo.
Frecuentemente debemos evaluar todo lo que hacemos en la iglesia
y preguntarnos por qu lo estamos haciendo. Si la respuesta no es
para la gloria de Dios, entonces deberemos revisar cul es la motivacin real: si no es Dios, es secundario. Ahora bien, las cosas no
son para la gloria de Dios, simplemente porque lo afirmemos con
nuestros labios, sino porque, al ser hechas, la imagen de Dios es
engrandecida en la mente de los dems y porque el crdito es atribuido exclusivamente a nuestro Dios y a ningn otro.
A manera de ilustracin, a continuacin aparecen algunas preguntas que pudieran ilustrar de qu manera podramos comenzar
nuestra instrospeccin:
1. Por qu enseo a los nios en la iglesia?
2. Por qu diezmo?
3. Por qu canto?
Posiblemente mucha gente que trabaja para Dios nunca se haya
preguntado por qu hace lo que hace, o cul es su motivacin principal. Desde el inicio de nuestra existencia como iglesia, adoptamos
el lema que dice: Viviendo en la Palabra para la gloria de Dios.
El propsito de la iglesia
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Igualmente, nuestra visin termina con la frase hasta que la gloria de Dios cubra la tierra. No queremos olvidar la razn para la
cual fuimos creados, perdonados, redimidos y ahora preservados.
La iglesia que Dios me ha dado el privilegio de presidir tambin
adopt una serie de valores no negociables, el primero de los cuales
dice: Nuestra motivacin para existir es conocer, amar y glorificar
a Dios. Cuando entendemos que la gloria de Dios es suprema, cuidaremos nuestro andar, las formas de hablar, de alabar, de predicar,
la metodologa al evangelizar, el modo de adorar a Dios y todo lo
relacionado a la vida de iglesia.
El hacer las cosas en la iglesia para la gloria de Dios es algo que
tiene que ser cuidado de manera muy especial. Las cosas ms importantes pueden ser desvirtuadas. Es posible utilizar la Palabra para
llenar una necesidad puramente intelectual o para llenar la necesidad del hombre de sentirse importante al ser reconocido como
maestro de la Palabra. Y otras veces la Palabra ha sido enseada
para llenar un vaco en nuestras vidas; pero, si la gloria de Dios
no es el motivo, estamos construyendo sobre la arena. La Palabra
nos instruye claramente en 1Corintios 10:31: Entonces, ya sea que
comis, que bebis, o que hagis cualquier otra cosa, hacedlo todo
para la gloria de Dios. El texto no me deja hacer absolutamente
nada que no glorifique a nuestro Padre que est en los cielos.
La iglesia no es nada de lo que mencionamos al principio de este
captulo. La iglesia es un grupo de personas que el Padre escogi;
que Cristo redimi a precio de sangre y que el Espritu Santo regener para proclamar su gloria por toda la eternidad. Cuando evangelizamos, si lo hacemos como Dios manda, glorificamos su nombre porque ponemos de manifiesto el poder de su Palabra. Cuando
discipulamos como nos instruye su Palabra, glorificamos su nombre porque contribuimos a formar la imagen de Cristo en el otro.
Cuando disciplinamos, glorificamos su nombre porque contribuimos a reivindicar su santidad.
Cuando la Novia de Cristo es vista al final de los tiempos, la
vemos haciendo exactamente lo que Dios se propuso que hiciera.
Apocalipsis 19:7 lo dice as: Regocijmonos y alegrmonos, y
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El propsito de la iglesia
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El propsito de la iglesia
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El llamado de la iglesia
El llamado a la iglesia es en dos direcciones: fuera del mundo y
hacia una intimidad con Dios. Esa intimidad requiere santidad y de
eso adolecen hoy da muchos de sus lderes y de sus miembros. Si la
iglesia de hoy quiere verdaderamente cumplir su propsito nmero
uno de glorificar a Dios, tiene que llenarse de su humildad, intensificar su confesin de pecado, su disciplina y su adoracin. Parte
esencial de nuestro llamado es la santificacin. Efesios 5:25-27 nos
habla de que Cristo am la iglesia y se dio por ella para santificarla
Por qu? Para presentarla en toda su Gloria, sin mancha ni arrugas, ni cosa semejante, sino santa e inmaculada. Entendemos lo
alto del llamado de la iglesia? l dio su vida por una iglesia que
reflejara su santidad. Resulta sumamente difcil hablar y proclamar
la Gloria de Dios si en nuestra vida no hay santidad.
Efesios 1:5-6 afirma que fuimos llamados para alabanza de la
gloria de su gracia. La gloria de Dios es su carcter como ya mencionamos a lo largo de este captulo, de manera que la mejor forma
de proclamar su gloria es revelando el carcter de Dios en nosotros,
ese es el verdadero cristianismo. Uno de los valores no negociables
de nuestra iglesia es precisamente que el carcter es ms importante que el talento. Un cristiano talentoso, pero sin santidad es
como ver el sol en un da nublado. El mundo debera poder observar la iglesia y discernir que somos diferentes por la forma en que
hablamos, vestimos, y andamos. Sin necesidad de preguntarnos, el
mundo debera poder discernir que servimos a un Dios misericordioso por la forma en que nos perdonamos unos a otros, que servimos a un Dios lleno de gracia por la forma en que nos soportamos
y nos toleramos unos y otros, que servimos a un Dios de amor por
la forma que nos servimos los unos a los otros.
A veces queremos proclamar su obra sin reflejar su carcter, y
cuando esto ocurre el mundo no cree en la iglesia de Cristo. En
Hechos 4:13 se nos dice que la gente se maravillaba cuando vean
a Pedro y a Juan y que reconocan que haban estado con Jess.
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Oraron.
Fueron llenos del Espritu Santo y el lugar tembl.
Hablaron la Palabra con valor.
La congregacin pas a tener un solo sentir.
Testificaban con gran poder.
Finalmente haba abundante gracia sobre ellos.
Primero la oracin, luego su llenura, seguido de una predicacin valiente, amparada por la unidad del cuerpo, y esto hizo que
el poder y la gracia de Dios abundaran en medio de ellos. La iglesia
de hoy necesita recobrar todo eso. El cristiano hoy da quiere poder,
pero no quiere orar, y la pobre asistencia a las reuniones de oracin es la mejor evidencia de esto. Una iglesia que predica y vive la
verdad hace que los corazones sean sacudidos. Cuando el cristiano
calla la verdad, encubre la verdad, cambia la verdad, o no acepta la
verdad, deshonra a Cristo, deshonra la verdad que predica y deshonra al pueblo que trata de ministrarle.
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Dios quiere un lugar donde las cadenas puedan ser rotas, pero
solo el conocimiento de la verdad, va la predicacin de su Palabra,
nos har verdaderamente libres (Jn. 8:32). Cuando se hace esto la
gracia de Dios abunda y es as como Dios queda mejor reflejado en
nuestras vidas.
Reflexin final
La iglesia de nuestros das necesita reencontrar las razones de
su existencia. La proclamacin del mensaje de Dios a la manera
de Dios en el poder de Dios y para la gloria del mismo Dios es
el motivo por el cual Cristo dej instituida su iglesia. Si Dios no es
el centro de su iglesia, el hombre pasar a serlo; si su Palabra no
es sobre lo que ha de descansar nuestra evangelizacin, nuestros
mtodos y estrategias lo sern; si el Espritu de Dios no ha de ser el
poder por medio del cual hacemos crecer la iglesia, la sabidura del
hombre ocupar su lugar.
La iglesia de Cristo, en muchas ocasiones, no ha tenido la credibilidad necesaria en el mundo de hoy, pero en parte se debe a que
la iglesia de hoy ha olvidado cul es su manual de instrucciones y
ha querido levantar una institucin divina a travs de concepciones
humanas. Tenemos que recobrar la confianza en la Palabra de Dios
para ver los resultados que queremos ver. Dios jams bendecir
aquello que no es conforme a su estndar.
El poder de una iglesia no radica en el hombre, sino en Dios y,
por tanto, tenemos que cuidarnos de hacer iglesia de una manera
que exalte la gloria de Dios, no solo a la hora de alabar y adorar, sino
a la hora de evangelizar. El hombre nunca puede ser el centro de
lo que Dios hace Dios s lo es. Y cuando hacemos las cosas para
levantar su nombre, ponindolo en primer lugar, nosotros somos
los primeros beneficiados.