Libro Desconectados
Libro Desconectados
Libro Desconectados
M IV
SU UT
RE EC
EJ
Desconectados
Marina Bassi
Matas Busso
Sergio Urza
Jaime Vargas
2012
Contenido
1. Con el mundo por delante ..................................................................... 1
2. Panorama laboral de los jvenes en Amrica Latina: cielo nublado ....... 3
3. El sistema educativo: cantidad sin calidad ............................................ 5
4. En busca de las claves: Dnde y cundo se forman
las habilidades cognitivas y las socioemocionales? ................................ 9
5. Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo
al mercado laboral .............................................................................. 13
6. Demanda de habilidades: las empresas tienen la palabra .....................19
7. Repensar la escuela para el mundo del trabajo actual ......................... 23
Referencias ...............................................................................................27
1
Con el mundo por delante
El futuro del mundo est en los jvenes es una oracin corta que en una
fraccin de segundo produce ms de 55 millones de resultados a travs de uno
de los motores de bsqueda en internet. Es a la vez una frase de cajn, una
verdad sabida y una sentencia que conlleva una enorme carga. Sin embargo,
en una regin como Amrica Latina y el Caribe, donde la gran mayora de los
estudiantes no llega a la universidad sino que sale de la secundaria no siempre
completa a vincularse al mercado de trabajo, cmo se est preparando hoy
en da a estos jvenes para que cumplan su funcin como integrantes plenos
del futuro del mundo?
Esta es precisamente la preocupacin que gua la presente publicacin, en
la cual se busca responder a esta pregunta abordando el tema de la transicin
de la escuela al mbito laboral para los estudiantes y egresados de la educacin
secundaria. En un mercado de trabajo complejo, exigente y globalizado qu
oportunidades tienen? Considerando que el acceso a la educacin est creciendo
en forma masiva en la regin, cmo pueden competir?
Hoy, los jvenes latinoamericanos que deciden ingresar al mundo laboral
despus de la secundaria arrancan en desventaja. Las herramientas que traen
consigo son fundamentalmente aquellas que adquirieron durante su trayecto
escolar. Y si bien es cierto que la familia tambin cumple un papel importante,
la escuela debe prestar su concurso alineando las habilidades y competencias
con aquellas relevantes para desarrollarse con xito en el mbito del trabajo y
en la sociedad en general.
El diagnstico aqu realizado indica que esto no est sucediendo. Qu
hace pensar que el sistema educativo latinoamericano no est cumpliendo bien
su funcin? Por un lado, se observa que la transicin de la escuela al trabajo
para los jvenes de hoy es ms difcil que para sus pares de hace apenas unas
dcadas. Las habilidades adquiridas en la secundaria son menos valoradas por
los empleadores, como lo demuestra la importante cada registrada en la prima
pagada a estos trabajadores vis a vis aquellos con menores niveles de educacin.
2 > DESCONECTADOS
2
Panorama laboral de los jvenes en
Amrica Latina: cielo nublado
Uno de los principales cambios observados en el mercado de trabajo de Amrica
Latina en las ltimas dos dcadas ha sido la cada en los retornos a la educacin
secundaria, ampliamente documentado en la literatura de economa laboral
para la regin1. Simultneamente se ha determinado que la prima pagada a
los trabajadores con educacin superior se ha elevado. La explicacin de estos
hechos radica, por un lado, en el aumento generalizado de la oferta relativa de
trabajadores con educacin secundaria, y por el otro, en un incremento en la
demanda de trabajadores con educacin superior que no ha sido compensado
por el crecimiento de la oferta. La mayor demanda de trabajadores ms educados se origina en avances tecnolgicos complementarios a las habilidades que
estos tienen, y en los cambios originados en la apertura comercial y en otras
reformas de polticas implementadas desde fines de los aos ochenta. Sin embargo, un factor no abordado por esta literatura ha sido la relacin que existe
entre estos hechos y la calidad educativa en la regin. Ms all de los factores
de demanda y oferta documentados, en qu medida ha contribuido la deficiente
formacin de los jvenes durante la educacin media si ha sido as a la
prdida relativa registrada para estos trabajadores? La evidencia para Estados
Unidos, donde se observ un patrn similar de crecimiento en la dispersin
de los salarios para los diferentes grupos educativos durante los aos ochenta,
sugiere que la demanda de habilidades cambi, pues la tecnologa ha ido reemplazando destrezas vinculadas a tareas rutinarias anteriormente desarrolladas
Entre los principales artculos que documentan estos hechos y los explican diferenciando movimientos de demanda y oferta de trabajo se encuentran los de Snchez Pramo
y Schady (2003), Manacorda, Snchez Pramo y Schady (2010) y Behrman, Birdsall y
Szekely (2007). Existen adems numerosos estudios para pases individuales como los
de Attanasio et al. (2005) para Colombia, Galiani y Sanguinetti (2003) para Argentina y
Pavcnik et al. (2005) para Brasil.
4 > DESCONECTADOS
por trabajadores con educacin secundaria. Por ese motivo, la estructura del
mercado de trabajo estadounidense se fue polarizando entre aquellas ocupaciones
que requieren habilidades complejas, propias de los trabajadores ms educados,
y las que requieren habilidades no rutinarias manuales, propias de trabajadores
menos educados, reduciendo as las oportunidades de los trabajadores de clase
media (Autor, Levy y Murnane, 2003; Autor, Katz y Kearney 2006 y 2008). En
Amrica Latina, adems de los cambios observados en el salario, los magros
resultados laborales para los jvenes se manifiestan en otros indicadores. Actualmente cerca del 15% de aquellos que quieren trabajar no encuentra empleo.
A principios de los aos ochenta, la desocupacin juvenil alcanzaba solo el 5%.
Entre quienes trabajan, un 54% lo hace en un empleo informal, frente al 45%
de hace tres dcadas. Para los jvenes con educacin primaria, esta proporcin
alcanza el 70% (mayor al 50% observado a principios de los aos ochenta), y
entre los egresados de la educacin secundaria los informales constituyen el
50% de quienes estn trabajando (frente a un 30% a principios del decenio de
los aos ochenta). Aqu son las instituciones y la regulacin laboral las que inciden, haciendo que los cambios en la demanda y oferta del mercado de trabajo
se traduzcan en cambios en los salarios o en el empleo (desempleo o empleo
por fuera del sector formal). Sin embargo, se desconoce en qu medida estos
problemas se originan en una desconexin entre las habilidades demandadas
y aquellas con que cuenta la fuerza de trabajo juvenil.
En este contexto, surge la necesidad de analizar la eficacia del sistema
educativo en lo que se refiere a formar jvenes que puedan insertarse de manera exitosa en el cambiante mundo del trabajo, y a dotarlos de las destrezas
requeridas para que se desempeen bien en sus carreras y en sus vidas. Aunque
existe un amplio rango de intervenciones posibles para mitigar estos problemas,
en este libro se busca entender el papel que cumple y puede cumplir la escuela
en este proceso. En el siguiente captulo se analiza precisamente el estado de
la educacin en Amrica Latina con el propsito de determinar si la oferta educativa est respondiendo o no a la demanda del mercado laboral en trminos
de las competencias y destrezas que es espera tengan los jvenes.
3
El sistema educativo: cantidad
sin calidad
En los aos sesenta, el economista Gary Becker (1964, 1993) acu el trmino
capital humano para describir ciertos activos que no por ser intangibles son
menos crticos cuando se trata de acumular bienestar econmico y social. Becker
sealaba entonces cmo la escolaridad, la capacitacin, los gastos en el cuidado
de la salud, e incluso la puntualidad y la honestidad son tambin capital en
la medida en que contribuyen a aumentar los ingresos, a mejorar la salud y
a fortalecer los buenos hbitos de las personas durante la mayor parte de sus
vidas. En tal sentido, una mayor creacin de capital humano en trminos de
cantidad y calidad, incluyendo la de uno de sus componentes fundamentales,
la educacin1, genera mejor calidad de vida para los individuos.
En la literatura especializada ha quedado documentado que existe una
relacin positiva entre la educacin (medida en aos de escolaridad) y el desarrollo econmico y, ms recientemente, entre calidad educativa (medida en
trminos de habilidades cognitivas formadas2) y desarrollo econmico (captulo
4). Existe igualmente evidencia que apunta hacia el impacto de las habilidades
cognitivas y socioemocionales (rasgos de personalidad)3 en la escolaridad, los
salarios y el empleo de las personas (Murnane, Willet y Levy, 1995; Currie y
6 > DESCONECTADOS
Thomas, 1999; Heckman, Stixrud y Urza, 2006; Cunha et al., 2006). Con el
fin de arrojar luces sobre el modo y el grado en que el sistema educativo se
constituye en un determinante de la situacin laboral de los jvenes en Amrica
Latina, tal y como se describi en el captulo 2, en este se ofrece un anlisis
sobre la situacin de los pases de la regin en trminos de la cantidad y calidad
de educacin alcanzada.
Cmo le va a la regin en trminos educativos? Hoy por hoy el 95% de
los nios latinoamericanos en la edad correspondiente al nivel de primaria est
matriculado en la escuela, proporcin muy similar al 96% de los pases de altos
ingresos de la OCDE (Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos). En secundaria la matrcula asciende al 73% de los jvenes cuya edad
corresponde al nivel, una proporcin significativamente inferior al 91% de las
economas ms pudientes de la OCDE, aunque mucho mejor que el 65% registrado en los aos noventa. Si se comparan los aos de escolaridad alcanzados,
las diferencias muestran que mientras que los habitantes de pases de la OCDE
completan en promedio 11,9 aos de educacin, los argentinos finalizan 10,5
aos, los brasileos 9,2 (en las zonas urbanas), los chilenos 11, los peruanos
10,7 y los panameos 9,93. Esto indica una diferencia de entre uno y tres aos
de escolaridad lograda para los pases comparados.
Considerando las diferencias del tiempo que pasan en la escuela, cunto logran aprender los nios latinoamericanos en comparacin con los de las
economas avanzadas? Los resultados de PISA 2009 (OCDE, 2010a) la prueba
internacional a travs de la cual se evalan las competencias bsicas que se tienen
para aplicar conocimientos de matemticas, lenguaje y ciencias a situaciones de la
vida diaria son bien ilustrativos. Entre los jvenes latinoamericanos de 15 aos
evaluados en PISA, casi el 50% no alcanz el nivel mnimo en lectura, es decir,
ms del doble del promedio de estudiantes de la OCDE en la misma situacin
(menos del 20%). En matemticas los resultados son incluso ms preocupantes.
En Amrica Latina, cerca del 65% de los jvenes no alcanz el nivel mnimo,
con lo cual triplic el promedio de los estudiantes de la OCDE que se encuentran
en el mismo nivel. Esto significa que el joven latinoamericano promedio no
cuenta con las capacidades mnimas para resolver problemas bsicos de la vida
real, al menos en los nueve pases de la regin que participaron en PISA 2009
(OCDE, 2010a). Esa proporcin es mucho menor en los sistemas educativos ms
avanzados. Si esta es la situacin de los jvenes que se encuentran dentro del
sistema educativo en Amrica Latina, ms complicado an es el panorama para
quienes abandonan sus estudios antes de finalizarlos. La tasa de culminacin
para el primer ciclo de la educacin secundaria (nueve aos) apenas supera el
Los datos de la OCDE provienen de OCDE (2010b). Los datos de los pases latinoamericanos corresponden a individuos de 15 a 24 aos de edad y provienen de la base de datos
del Socimetro (BID, 2011).
50% entre los jvenes de 15 a 19 aos. Para la secundaria completa (12 aos),
la tasa de culminacin es cercana al 40% entre los jvenes de 20 a 24 aos.
Esto quiere decir que solo uno de cada dos jvenes latinoamericanos termina
el primer ciclo de secundaria antes de los 19 aos y solo dos de cada cinco
logran completar la secundaria antes de los 24 aos (BID, 2009). No obstante
los importantes aumentos en el acceso a la educacin en la regin, todava son
ms de 50 millones los jvenes latinoamericanos que a lo sumo logran finalizar
la educacin media. Para este numeroso grupo, la escuela secundaria es el ltimo contacto con el sistema educativo y la plataforma desde la cual ingresan al
mercado laboral. Es por ello que el sistema educativo en la regin tiene el enorme
desafo de retener a los jvenes hasta culminar su formacin y de proporcionarles
las destrezas que el trabajo y la sociedad les exigirn despus.
Es evidente que las mediciones tradicionales de la educacin como las
aqu analizadas son insuficientes cuando se trata de reflejar el estado de las
destrezas que actualmente demanda el mercado laboral. Las principales pruebas consideradas apuntan a medir habilidades cognitivas y logro acadmico.
No existe medicin de habilidades no cognitivas o socioemocionales en el
sistema educativo de Amrica Latina y el Caribe, aunque tal carencia no solo
se registra en la regin. Por el momento, este tipo de pruebas se encuentra en
una fase piloto y de ensayo, en particular en pases de la OCDE 4. Obviamente,
antes de medir estas destrezas no cognitivas habr que desarrollarlas. Por
lo visto en el presente captulo, Amrica Latina exhibe en general un atraso
muy marcado frente a los pases de la OCDE en trminos de la calidad de la
educacin que est brindando a sus nios y adolescentes en lo que se refiere a
destrezas del conocimiento. A esto se suma el hecho de que en la trayectoria
educativo-laboral de los jvenes no solo cuentan tales destrezas sino tambin
las habilidades socioemocionales, como se ver en detalle en el captulo 6. De
ah la importancia de realizar esfuerzos encaminados a identificarlas y definir
estrategias orientadas a desarrollarlas, reforzarlas o complementarlas dentro
del sistema educativo.
4
En busca de las claves: Dnde y
cundo se forman las actividades
cognitivas y socioemocionales?
Las personas poseen un conjunto amplio de habilidades (destrezas y talentos)
que las diferencia e incide en su desempeo socioeconmico durante el transcurso de sus vidas. Este principio ha sido ampliamente documentado en la
abundante literatura que sobre estos temas se ha producido en los campos de
la economa y la psicologa (Borghans et al., 2008). En el presente captulo se
desarrolla el marco conceptual donde se definen estas habilidades, se procura
establecer cmo y cundo se desarrollan, para luego determinar la posibilidad
y el momento de influir en ellas.
Aun cuando son numerosas las distintas dimensiones de habilidad que
pueden caracterizar a un individuo, en la literatura especializada se ha tendido
a agruparlas en dos grandes categoras: cognitivas y no cognitivas o socioemocionales. Por habilidades cognitivas se entienden aquellas que tienen que
ver con la cognicin (correlacionadas con el coeficiente intelectual) y las del
conocimiento (matemticas y lenguaje), que son las que permiten el dominio del
saber acadmico. Entre tanto, por habilidades socioemocionales se entendern
aquellas que pertenecen al rea del comportamiento o que surgen de los rasgos
de la personalidad y que usualmente se consideran blandas.
Las investigaciones sobre este tema han demostrado que tanto en las habilidades cognitivas como en las socioemocionales inciden elementos propios
del ambiente en que se desarrolle la persona, como son las caractersticas de la
familia y la escuela. No obstante, el grado de maleabilidad de los distintos tipos
de habilidades y el momento propicio para modificarlas (ventana de oportunidad)
varan (Cunha et al., 2006). Existe adems consenso en que las diferencias en
materia de habilidades, y en los resultados que estas generen, aparecen a una
edad muy temprana, y que esa brecha puede ser reducida solo parcialmente
10 > DESCONECTADOS
5
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta
el sistema educativo al mercado
laboral
Para determinar si la situacin de los jvenes latinoamericanos con estudios
secundarios refleja en parte una brecha entre las habilidades que adquieren en la
escuela y aquellas que demandan los buenos empleos que para ellos existen en
la regin, en esta investigacin se procedi a caracterizar su situacin en materia
de habilidades (adems de aquellas medidas en las pruebas de conocimientos)
y la relacin de estas ltimas con las trayectorias educativas y laborales. Por
otro lado, se requera describir la demanda de habilidades de las empresas latinoamericanas, ms all de la evidencia anecdtica que permita intuir que la
situacin en la regin era comparable a la de las economas avanzadas en cuanto
a la importancia de las habilidades llamadas blandas o socioemocionales.
Con este propsito se disearon dos encuestas originales: una para estudiar las habilidades y trayectorias de los jvenes, es decir, la oferta laboral,
y otra para determinar la demanda de trabajo en cinco sectores econmicos
que emplean a una importante proporcin del grupo estudiado en este libro,
a saber, los jvenes con estudios de secundaria. La primera ETH (Encuesta
sobre Trayectorias y Habilidades) fue realizada en Chile y Argentina, dos
pases con sistemas educativos semejantes aunque tambin con diferencias
fundamentales que hacen valiosa la comparacin. En el caso de Chile, la encuesta fue realizada en 2008 y contiene informacin sobre 4.497 individuos de
25 a 30 aos de edad. En el caso de Argentina, la encuesta fue realizada en
2010 y contiene informacin sobre 1.800 individuos de 25 a 30 aos de edad.
La segunda EDH (Encuesta de Demanda de Habilidades) se condujo a comienzos de 2010 entre un total de 1.176 empresas en Argentina, Chile y Brasil
(en el estado de So Paulo solamente).
14 > DESCONECTADOS
Grfico 1
Promedio de habilidades cognitivas y socioemocionales por nivel de
escolaridad alcanzado (no necesariamente culminado)
Primaria
Secundaria
A. Chile
4,5
Tc. superior
Universitaria
4,2
4,0
3,5
3,5
3,4 3,5
3,1
3,0
3,5 3,4
3,2
3,3 3,4
2,8
2,4
2,5
2,0
3,4
3,1
3,1
2,0
1,5
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
B. Argentina
4,5
4,0
3,6
3,5
3,3
3,0
2,5
3,0
3,2
3,3 3,3
3,1
3,2
3,3 3,3
2,9
2,5
2,2
2,0
1,5
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
16 > DESCONECTADOS
Grfico 2
Asociacin entre habilidades y resultados laborales
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
Argentina
B. Salarios
0,12
A. Empleo
0,12
0,1
0,1
0,08
0,08
0,06
0,06
0,04
0,04
0,02
0,02
Habilidades cognitivas
Autoeficacia
Habilidades cognitivas
Autoeficacia
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados se obtienen de un modelo probit de empleo y una regresin del logaritmo
de los salarios sobre la edad, el gnero, la educacin del padre y de la madre, el ingreso del hogar
y los niveles de habilidades cognitivas y socioemocionales (no se controla por el nivel educativo
del encuestado). En ambos casos se excluyeron de la estimacin aquellos individuos que se
encontraran estudiando en el momento de la encuesta.
6
Demanda de habilidades: las empresas
tienen la palabra
La transicin de la escuela al mundo del trabajo se puede separar en dos etapas.
Durante la primera los jvenes deciden sujetos a una serie de restricciones
qu tipo de educacin quieren obtener con miras al futuro laboral que desean
alcanzar. Por lo general, estas decisiones involucran elegir el tipo de escuela
a la cual asistir (bachillerato clsico, tcnico o comercial), determinar cunto
esfuerzo dedicar al estudio, qu materias priorizar, si se va a finalizar o no la
escuela secundaria, y si se va a continuar o no con estudios superiores o universitarios. La segunda fase ocurre cuando los jvenes deciden dejar el sistema
educativo para insertarse en el mercado de trabajo a ocupar puestos que van a
marcar el futuro de su trayectoria laboral. Para aquellos jvenes que no continan
hacia la educacin superior, la escuela secundaria constituye una plataforma
desde la cual los estudiantes buscan y consiguen sus primeros empleos. Una
transicin de la escuela al trabajo exitosa requiere que el aprendizaje obtenido
en las aulas sea relevante y til para las empresas que conforman la demanda
de trabajo en el mercado laboral. Desafortunadamente, es poco lo que se sabe
sobre cmo ocurren las transiciones de la escuela hacia el mercado de trabajo
en los pases de la regin, qu factores estn asociados a una insercin laboral
ms o menos exitosa o qu tipos de habilidades y conocimientos demandan
las firmas. Con el objeto de conocer mejor cmo se inician y evolucionan estas
trayectorias, en este captulo se busca responder a las siguientes preguntas
desde la ptica de las firmas de la regin, es decir, desde la demanda de trabajo:
JJ
JJ
20 > DESCONECTADOS
JJ
JJ
Grfico 3
Valoracin de habilidades segn los empleadores
Argentina
Brasil
Chile
80
60
40
20
0
Especficas
Conocimiento
Socioemocionales
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas EDH (BID, 2010c).
22 > DESCONECTADOS
Grfico 4
Dificultad para encontrar habilidades
(%)
Pas
Sector
Tamao
Alto
Medio
Bajo
500 o ms
50 a 499
10 a 49
Ninguna
0a9
Alimentos
Financiero
Socioemocional
Hotelera
Minorista
Chile
Brasil
Argentina
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Automotriz
Conocimiento
Especfica
Tipo de salario
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas EDH (BID, 2010c).
7
Repensar la escuela para el mundo del
trabajo actual
Afirmar que los aprendizajes de los alumnos en particular de habilidades y
competencias que puedan usar en sus vidas productivas deben ser la preocupacin central de las reformas educativas en Amrica Latina y el Caribe parece
una obviedad. Sin embargo, muchas de las intervenciones, polticas y programas
realizados en la regin en el campo de la educacin no se han enfocado en
ello. La prueba est en que no existe todava un sistema efectivo para medir el
avance de los estudiantes en estos aspectos, y en que los que existen se limitan
a medir aquellas habilidades acadmicas en que las escuelas se han enfocado
tradicionalmente, dejando de lado otros desempeos que adquieren cada vez
mayor importancia en el mbito laboral actual como son los relacionados con
el comportamiento. Las habilidades cuentan tanto las del conocimiento como
las socioemocionales y son fundamentales para el desarrollo continuo de nios y jvenes en del sistema educativo y posteriormente en el mercado laboral.
El desarrollo educativo de la regin en los ltimos treinta aos presenta dos
caras ampliamente discutidas (captulo 3). Una positiva en materia de acceso, y
una negativa en cuanto a la calidad, medida sta en funcin de conocimientos
ms que de habilidades. Hoy en da es mayor el nmero de nios y jvenes que
entran al sistema educativo, aunque son todava muchos los que no terminan
y pocos los que aprenden. Los resultados de las pruebas nacionales sugieren
que no se estn obteniendo los conocimientos considerados suficientes y/o
relevantes para un desempeo futuro, mientras que la evidencia comparativa
internacional apunta consistentemente a que tampoco se estn adquiriendo las
habilidades que son valoradas en el mercado laboral global.
En este libro se ha buscado establecer, mediante datos empricos originales, si existe un desacople entre oferta y demanda de habilidades, es decir,
entre aquellas que est produciendo la escuela y las que est demandando el
mercado laboral. Los resultados muestran que tal desacople existe y no solo
24 > DESCONECTADOS
Referencias
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28 > DESCONECTADOS
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rEFErENCiAS > 29
1
Con el mundo por delante
El futuro del mundo est en los jvenes es una oracin corta que en una
fraccin de segundo produce ms de 55 millones de resultados a travs de uno
de los motores de bsqueda en internet. Es a la vez una frase de cajn, una
verdad sabida y una sentencia que conlleva una enorme carga. Sin embargo,
en una regin como Amrica Latina y el Caribe, donde la gran mayora de los
estudiantes no llega a la universidad sino que sale de la secundaria no siempre
completa a vincularse al mercado de trabajo, cmo se est preparando hoy
en da a estos jvenes para que cumplan su funcin como integrantes plenos del
futuro del mundo? Esta es precisamente la preocupacin que gua la presente
publicacin, en la cual se busca responder a esta pregunta abordando el tema
de la transicin de la escuela al mbito laboral para los estudiantes y egresados
de la educacin secundaria. En un mercado de trabajo complejo, exigente y
globalizado qu oportunidades tienen? Considerando que el acceso a la educacin est creciendo en forma masiva en la regin, cmo pueden competir?
Hoy, los jvenes latinoamericanos que deciden ingresar al mundo laboral
despus de la secundaria arrancan en desventaja. Las herramientas que traen
consigo son fundamentalmente aquellas que adquirieron durante su trayecto
escolar. Y si bien es cierto que la familia tambin cumple un papel importante,
la escuela debe prestar su concurso alineando las habilidades y competencias
con aquellas relevantes para desarrollarse con xito en el mbito del trabajo
y en la sociedad en general. El diagnstico aqu realizado indica que esto no
est sucediendo.
Qu hace pensar que el sistema educativo latinoamericano no est cumpliendo bien su funcin? Por un lado, se observa que la transicin de la escuela
al trabajo para los jvenes de hoy es ms difcil que para sus pares de hace
apenas unas dcadas. Las habilidades adquiridas en la secundaria son menos
valoradas por los empleadores, como lo demuestra la importante cada registrada
en la prima pagada a estos trabajadores vis a vis aquellos con menores niveles
de educacin. Pero, hasta qu punto es este fenmeno el resultado esperado del
2 > DESCONECTADOS
Entre los principales artculos que documentan estos hechos y los explican diferenciando movimientos de demanda y oferta de trabajo se encuentran los de Snchez Pramo
y Schady (2003), Manacorda, Snchez Pramo y Schady (2010) y Behrman, Birdsall y
Szekely (2007). Existen adems numerosos estudios para pases individuales como los
de Attanasio et al. (2005) para Colombia, Galiani y Sanguinetti (2003) para Argentina y
Pavcnik et al. (2005) para Brasil.
4 > DESCONECTADOS
En Amrica Latina, cerca del 65% de los jvenes no alcanz el nivel mnimo,
con lo cual triplic el promedio de los estudiantes de la OCDE que se encuentran en el mismo nivel. Esto significa que el joven latinoamericano promedio no
cuenta con las capacidades mnimas para resolver problemas bsicos de la vida
real, al menos en los nueve pases de la regin que participaron en PISA 2009
(OCDE, 2010a). Esa proporcin es mucho menor en los sistemas educativos ms
avanzados (vase el captulo 3).
Si esta es la situacin de los jvenes que se encuentran dentro del sistema educativo en Amrica Latina, ms complicado an es el panorama para
quienes abandonan sus estudios antes de finalizarlos. La tasa de culminacin
para el primer ciclo de la educacin secundaria (nueve aos) apenas supera
el 50% entre los jvenes de 15 a 19 aos. Para la secundaria completa (12
aos), la tasa de culminacin es cercana al 40% entre los jvenes de 20 a 24
aos. Esto quiere decir que solo uno de cada dos jvenes latinoamericanos
termina el primer ciclo de secundaria antes de los 19 aos y solo dos de cada
cinco logran completar la secundaria antes de los 24 aos (BID, 2009). No
obstante los importantes aumentos en el acceso a la educacin en la regin,
todava son ms de 50 millones los jvenes latinoamericanos que a lo sumo
logran finalizar la educacin media. Para este numeroso grupo, la escuela
secundaria es el ltimo contacto con el sistema educativo y la plataforma desde
la cual ingresan al mercado laboral. Es por ello que el sistema educativo en
la regin tiene el enorme desafo de retener a los jvenes hasta culminar su
formacin y de proporcionarles las destrezas que el trabajo y la sociedad les
exigirn despus.
Pero, cules son esas destrezas? Qu tipo de competencias buscan
actualmente los empleadores en los jvenes que contratan para sus empresas?
Si los cambios introducidos por los avances tecnolgicos han transformado la
demanda de habilidades en el mercado de trabajo, las investigaciones en el
campo de la economa inspiradas en la psicologa, abordadas en el captulo
4, han mostrado que es el desarrollo de ciertas competencias cognitivas y no
cognitivas lo que explica los resultados de los individuos tanto en el terreno
educativo como en el mercado laboral. En estos estudios se muestra que las
habilidades cognitivas (relacionadas fundamentalmente con las actividades de
cognicin y las habilidades de conocimiento) y las socioemocionales (relacionadas con los rasgos de la personalidad) son crticas en el momento de explicar el
desempeo acadmico y/o laboral de las personas (Heckman, Stixrud y Urza,
2006; Carneiro y Heckman, 2003; Urza, 2008). Estos hallazgos tambin sealan
que las habilidades esenciales relacionadas con diversos logros econmicos y
sociales van ms all de lo cognitivo, con lo cual tradicionalmente se asocia
la funcin de la escuela. En algunos casos, la responsabilidad, la autoestima y
el autocontrol son capacidades aparentemente incluso ms importantes cuando se trata de explicar las diferencias de resultados entre los individuos. Lo
6 > DESCONECTADOS
buenos empleos que para ellos existen en la regin. Para tal fin era necesario,
por un lado, caracterizar la situacin de los jvenes en materia de habilidades
(adems de aquellas medidas en las pruebas de conocimientos) y su relacin
con las trayectorias educativas y laborales. Por otro lado, se requera describir
la demanda de habilidades de las empresas latinoamericanas, ms all de
la evidencia anecdtica que permita intuir que la situacin en la regin era
comparable a la de las economas avanzadas en cuanto a la importancia de las
habilidades llamadas blandas o socioemocionales.
Con este propsito se disearon dos encuestas originales: una para estudiar las habilidades y trayectorias de los jvenes, es decir, la oferta laboral,
y otra para determinar la demanda de trabajo en cinco sectores econmicos
que emplean a una importante proporcin del grupo estudiado en este libro,
a saber, los jvenes con estudios de secundaria. La primera ETH (Encuesta
sobre Trayectorias y Habilidades) fue realizada en Chile y Argentina, dos
pases con sistemas educativos semejantes aunque tambin con diferencias
fundamentales que hacen valiosa la comparacin. En el caso de Chile, la encuesta fue realizada en 2008 y contiene informacin sobre 4.497 individuos de
25 a 30 aos de edad. En el caso de Argentina, la encuesta fue realizada en
2010 y contiene informacin sobre 1.800 individuos de 25 a 30 aos de edad.
La segunda EDH (Encuesta de Demanda de Habilidades) se condujo a comienzos de 2010 entre un total de 1.176 empresas en Argentina, Chile y Brasil
(en el estado de So Paulo solamente).
Qu dicen estos datos? En el captulo 5 los autores se concentran en
el anlisis de las trayectorias y habilidades de jvenes argentinos y chilenos
buscando responder principalmente a dos preguntas. Primero, existe una
relacin entre educacin formal y habilidades? En otras palabras, tienen tambin los individuos ms educados mayores niveles de habilidades cognitivas y
socioemocionales? Segundo, cul es la asociacin entre las habilidades y los
resultados laborales? Especficamente, qu diferencias se encuentran entre
las habilidades cognitivas y las socioemocionales en su asociacin con los
resultados laborales?
La identificacin de la relacin entre educacin y niveles de habilidades ayuda
a comprender los mecanismos que en ltima instancia explican una asociacin
positiva entre los aos de escolaridad y los resultados laborales. Los trabajadores
ms educados exhiben mejores condiciones en el mercado de trabajo (mayores
salarios, mayores tasas de empleo, menor proporcin de empleos informales).
Pero, cul es la diferencia que marca la educacin en un individuo para que
logre resultados? Cul es el aporte del sistema educativo que se traduce en una
mayor productividad de las personas ms educadas? En el captulo 5 se analiza
entonces si la educacin est asociada no solo con mayores conocimientos sino
adems con mayores niveles de otros tipos de habilidades que contribuiran a
mejorar el desempeo en el mercado de trabajo.
Las ETH incluyen una batera de pruebas para medir cuatro habilidades
para Argentina y Chile: una cognitiva (capacidad intelectual, correlacionada con
el IQ) y tres socioemocionales (habilidades sociales o capacidad de liderazgo y
de relacin del individuo con terceros; estrategias metacognitivas o capacidad
para organizarse y planificar tareas cognitivas; y autoeficacia o capacidad de
percibirse a s mismo como un estudiante o trabajador eficaz). Asimismo, las
encuestas incluyen una serie de preguntas que permiten reconstruir las trayectorias educativas y laborales de los individuos (vase el apndice A).
Uno de los primeros resultados del anlisis es que la habilidad cognitiva y aquellas de carcter socioemocional estn poco correlacionadas. Esto
significa que el nivel de habilidades socioemocionales de una persona no dice
mucho sobre su capacidad intelectual o viceversa. Por el contrario, entre las
tres habilidades socioemocionales la correlacin es mayor, lo cual es esperable
dada su naturaleza, la manera en que las afecta el entorno vis a vis los factores
genticos, y el perodo durante el cual pueden ser modificadas. Estos hallazgos
confirman lo encontrado en la literatura sobre el tema (Ardila, Pineda y Rosselli,
2000; McCrae y Costa, 1994; Stankov, 2005) e implican que las personas con
niveles ms elevados de habilidades socioemocionales tienen ventajas, ya que
probablemente tambin muestren un buen desempeo en las otras dimensiones
no cognitivas.
Anticipando los resultados sobre la relacin entre educacin y habilidades
que se registran en el captulo 5, el anlisis de las ETH (BID, 2008a y 2010b)
muestra que existe una asociacin positiva entre los niveles de escolaridad y
los de habilidades cognitivas, estrategias metacognitivas y habilidades sociales (grfico 1.1). La similitud de los patrones observados en Chile y Argentina
sugiere la robustez de los resultados. Cabe notar, sin embargo, que en el caso
de la autoeficacia se encuentra que los estudiantes con educacin universitaria presentan niveles ms bajos comparados con los que alcanzan un nivel
tcnico-profesional, lo cual puede estar relacionado con el efecto que produce
culminar el nivel de escolaridad alcanzando: quienes terminan un nivel educativo muestran mayores habilidades que quienes no lo hacen, como sugieren
los resultados presentados en el captulo 5. Esto, sumado a la alta desercin
que existe en la educacin universitaria, hace que el promedio de habilidades
de quienes culminaron y no culminaron la universidad sea inferior al promedio
que se registra en la educacin tcnica superior. El promedio de los niveles de
habilidades cognitivas y socioemocionales para distintos niveles de escolaridad
en Chile y Argentina se presentan en el grfico 1.1. En este caso el nivel de
escolaridad representa el mximo alcanzado (no necesariamente culminado).
Aun cuando los patrones son similares en los dos pases, tambin se observan diferencias en los niveles de habilidades. En el sistema educativo chileno
parece verificarse un mayor aumento en los grados de habilidades cognitivas
y socioemocionales a medida que sube el nivel de escolaridad. Una posible
8 > DESCONECTADOS
Grfico 1.1
Promedio de habilidades cognitivas y socioemocionales por nivel de
escolaridad alcanzado (no necesariamente culminado)
Primaria
Secundaria
A. Chile
4,5
Tc. superior
Universitaria
4,2
4,0
3,5
3,5
3,4 3,5
3,1
3,2
3,3 3,4
2,8
2,4
2,5
2,0
3,5 3,4
3,1
3,1
3,0
3,4
2,0
1,5
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
B. Argentina
4,5
4,0
3,6
3,5
3,3
3,0
2,5
3,0
3,2
3,3 3,3
3,1
3,2
3,3 3,3
2,9
2,5
2,2
2,0
1,5
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Grfico 1.2
Asociacin entre habilidades y resultados laborales
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
Argentina
B. Salarios
0,12
A. Empleo
0,12
0,1
0,1
0,08
0,08
0,06
0,06
0,04
0,04
0,02
0,02
Habilidades cognitivas
Autoeficacia
Habilidades cognitivas
Autoeficacia
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados se obtienen de un modelo probit de empleo y una regresin del logaritmo
de los salarios sobre la edad, el gnero, la educacin del padre y de la madre, el ingreso del hogar
y los niveles de habilidades cognitivas y socioemocionales (no se controla por el nivel educativo
del encuestado). En ambos casos se excluyeron de la estimacin aquellos individuos que se
encontraran estudiando en el momento de la encuesta.
10 > DESCONECTADOS
Grfico 1.3
Valoracin de habilidades segn los empleadores
Argentina
Brasil
Chile
80
60
40
20
0
Especficas
Conocimiento
Socioemocionales
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas EDH (BID, 2010c).
12 > DESCONECTADOS
Grfico 1.4
Dificultad para encontrar habilidades
(%)
Pas
Sector
Tamao
Alto
Medio
Bajo
500 o ms
50 a 499
10 a 49
Ninguna
0a9
Alimentos
Financiero
Socioemocional
Hotelera
Minorista
Chile
Brasil
Argentina
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Automotriz
Conocimiento
Especfica
Tipo de salario
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas EDH (BID, 2010c).
2
Panorama laboral de los jvenes en
Amrica Latina: cielo nublado
1
Este captulo est basado en los trabajos de Bassi y Galiani (2008) y Cruces, Ham y
Viollaz (2010).
2
Vase OCDE (2007b), OIT (2008) y Ryan (2001) entre otros trabajos en los que se analiza
la evidencia internacional sobre la participacin de los jvenes en el mercado laboral.
1
16 > DESCONECTADOS
Los trabajos de Autor, Katz y Kearney (2006 y 2008) y Acemoglu (2002) son ejemplos de
estudios donde se hace nfasis en los cambios tecnolgicos a favor de empleos que exigen
mayor capacitacin, mientras que Card y DiNardo (2002) asignan mayor importancia a
los cambios institucionales.
Como consecuencia, la prima salarial pagada a los trabajadores con ttulo universitario aument en un 25% entre principios de los aos ochenta y mediados de los
aos noventa (Acemoglu, 2002). Asimismo, en estudios como los de Autor, Katz
y Kearney (2006 y 2008) y Levy y Murnane (1992) se muestra cmo durante los
aos noventa los avances tecnolgicos resultaron en una especie de polarizacin
del mercado laboral en Estados Unidos, con un crecimiento en el empleo para las
ocupaciones de mayores salarios y para las de menores salarios, en detrimento
del empleo para el medio de la distribucin salarial, es decir, los empleos de clase media ocupados principalmente por trabajadores con educacin secundaria.
En la literatura aludida se arguye que los avances tecnolgicos complementaron
las habilidades cognitivas no rutinarias de los ms educados, no afectaron las
habilidades manuales no rutinarias de los menos educados y s reemplazaron
las habilidades rutinarias de los trabajadores con nivel medio de educacin. Por
su parte, Levy y Murnane (1992) sostienen que la redistribucin del empleo que
se registr en los sectores de la economa se tradujo en una cada en la demanda
de mano de obra en el sector manufacturero, tradicionalmente considerado como
el buen empleador (salarios altos) de los trabajadores menos educados, con la
consecuente reduccin de la oferta de empleos para la clase media.
Para el caso de Amrica Latina, los estudios sobre este tema documentan
una cada en los retornos a la educacin secundaria y un aumento en los retornos
a la educacin superior (Snchez Pramo y Schady, 2003; Behrman, Birdsall y
Szekely, 2007; Manacorda, Snchez Pramo y Schady, 2010) desde principios
de los aos noventa. Es decir, en la regin una dcada ms tarde tambin los
trabajadores con educacin media haban perdido terreno tanto con respecto a
los menos educados como a los ms educados.
Las causas de estos cambios en los salarios relativos de los trabajadores
con ms y menos educacin en Amrica Latina tambin han sido estudiadas.
Utilizando datos de cinco pases, Manacorda, Snchez Pramo y Schady (2010)
buscan identificar la contribucin de factores de oferta y demanda para explicar los cambios de los retornos a la educacin. Estos autores concluyen que
los patrones observados responden, por una parte, a un marcado aumento en
la oferta relativa de trabajadores con educacin secundaria que presion a la
baja los salarios de este grupo, y por la otra al crecimiento de la demanda de
trabajadores con educacin superior, pero sin que se produjera un aumento similar por el lado de la oferta. Esto ltimo se tradujo en un aumento de la prima
pagada a los trabajadores ms educados. Si bien Manacorda, Snchez Pramo y
Schady (2010) no indagan sobre los factores detrs del aumento en la demanda
de trabajadores ms educados, en otros estudios se investiga la relacin entre
las reformas relativas a la liberalizacin del comercio en Amrica Latina en los
aos noventa y la dispersin salarial (Snchez Pramo y Schady, 2003 y Attanasio et al., 2005). All se discuten por lo menos dos canales: de un lado estn
los cambios registrados en el empleo por industria que afectaron negativamente
18 > DESCONECTADOS
entre otras, las cuales inciden en que los movimientos de oferta y demanda de
trabajo se manifiesten en variaciones en los niveles de salarios o en los niveles
de empleo y desempleo. Igualmente afectan la manera en que este efecto se
distribuye entre los distintos grupos de trabajadores, ya sea por educacin o
entre trabajadores adultos y jvenes.
Como se ver ms adelante a travs del anlisis sobre la situacin laboral
de los jvenes en diez pases latinoamericanos desde fines de los aos ochenta,
a estos en general les va mal en el mercado de trabajo, y en varios aspectos
incluso les va peor que a sus pares en dcadas anteriores. Comparado con el
salario de los adultos, el de los jvenes solo ha mostrado un leve aumento en
las ltimas tres dcadas, con resultados mixtos en los pases estudiados. En
trminos reales, prcticamente no se verificaron mejoras salariales para los
jvenes en el perodo analizado.
Los jvenes latinoamericanos participan poco en el mercado laboral, incluso los que no estudian. Esa baja participacin laboral, y la alta proporcin de
jvenes que ni estudian ni trabajan (los llamados ninis) es particularmente
notoria entre las mujeres. El grupo de ninis se ha reducido en las ltimas tres
dcadas, pero todava hay cerca de 14 millones de jvenes latinoamericanos
entre 16 y 24 aos de edad que ni estudian ni trabajan5.
Aunque el desempleo juvenil se ha reducido desde principios de los aos
2000, an se encuentra en niveles histricamente altos. Existen diferencias entre
grupos educativos (los jvenes menos educados enfrentan en general mayor
desempleo), pero estas no son muy marcadas, como en el caso de los salarios.
El menor desempleo no parece ser la mayor ventaja de los ms educados, al
menos para los jvenes que estn ingresando al mercado de trabajo.
La mayora de los jvenes que trabajan en Amrica Latina lo hacen en un
empleo informal, sin beneficios de seguridad social. La informalidad es elevada
tambin entre los adultos jvenes y los adultos. Las cifras existentes sugirieren
que quienes ingresan al mercado de trabajo en un empleo informal tienen una
alta probabilidad de permanecer en ese sector durante un perodo prolongado
de su trayectoria laboral6.
Estudias o trabajas?
A partir de la visin panormica presentada anteriormente, el anlisis de esta
seccin sobre la actividad de los jvenes se basa en una muestra de siete pases
Clculos propios con base en los datos para 18 pases latinoamericanos publicados por
la OIT (2011).
6
Aunque lo ideal sera estudiar trayectorias de varios aos con datos de panel, los que
existen para los pases de Amrica Latina en general solo permiten hacer seguimiento de
los individuos durante perodos relativamente cortos.
5
20 > DESCONECTADOS
de Amrica Latina para los cuales se dispone de encuestas de hogares homogeneizadas desde principios de los aos ochenta y hasta mediados de los aos
2000: Argentina, Brasil, Chile, Mxico, Panam, Uruguay y Venezuela (BID,
2009). Las cifras provienen de SEDLAC (Socio-Economic Database for Latin
America and the Caribbean) y fueron procesadas por el CEDLAS (Centro de
Estudios Distributivos Laborales y Sociales de la Universidad Nacional de La
Plata, Argentina) y el Banco Mundial. Para algunos indicadores se analizan
tambin las cifras de Honduras, Costa Rica y El Salvador.
El grupo estudiado es el de los jvenes de 16 a 24 aos7, que en los pases seleccionados representan a ms del 70% de la poblacin juvenil de toda
la regin. En los ltimos 20 aos, este grupo ha cambiado notablemente su
actividad principal (grfico 2.1). Por un lado, est creciendo gradualmente el
segmento que permanece por fuera de la fuerza de trabajo, ya sea estudiando
o inactivo. El cambio positivo est dado por el hecho de que all son cada vez
ms los que estudian. Tambin son menos los que ni estudian ni trabajan (ninis). Por otro lado, sin embargo, dado el importante aumento en el acceso a la
educacin observado en la regin en las ltimas tres dcadas8, la cada de solo
cinco puntos porcentuales en la fraccin de jvenes inactivos fuera del sistema
escolar no representa una buena noticia, sino ms bien un problema an por
atender. Otro cambio negativo observado a partir de los datos del grfico 2.1
es el de la mayor incidencia de la desocupacin entre quienes deciden ingresar
al mercado de trabajo.
Una de las grandes transformaciones de la fuerza laboral juvenil en Amrica
Latina se relaciona con el aumento de su nivel educativo. El nmero de jvenes
que posterga su entrada al mundo del trabajo para continuar con su educacin
es cada vez mayor. Mientras que a finales de la dcada de los aos ochenta
el 54% de los jvenes entre 16 y 24 aos haba completado solo la educacin
primaria, a finales de los aos 2000 la proporcin de jvenes que solo contaba
con ese nivel educativo se haba reducido a un 26% (grfico 2.2). Entre tanto,
el segmento de jvenes con educacin superior aument en el mismo perodo
del 8% al 18%.
Sin embargo, cabe sealar que no obstante estos evidentes avances, todava ms del 80% de los jvenes de la regin cuenta apenas con educacin
secundaria o menos. Es precisamente este ltimo grupo el que constituye el
centro de atencin de la presente publicacin y el que parece haber sido afectado
de manera ms negativa por los cambios en el mercado laboral en las ltimas
tres dcadas.
Grfico 2.1
Actividad de los jvenes en Amrica Latina, 19802010
(%)
Trabaja
Desocupados
Estudia y trabaja
Estudia
No estudia ni trabaja
100
80
60
40
20
0
Finales
aos 1980
Inicios
aos 1990
Finales
aos 1990
Inicios
aos 2000
Finales
aos 2000
Grfico 2.2
Nivel educativo de los jvenes en Amrica Latina, 19802010
(%)
Primaria
Secundaria
Superior
100
80
60
40
20
0
Finales
aos 1980
Inicios
aos 1990
Finales
aos 1990
Inicios
aos 2000
Finales
aos 2000
22 > DESCONECTADOS
Cuadro 2.1
Salario por hora de jvenes y adultos
(PPA US$2005)
Inicios aos
1990
Finales aos
1990
Inicios aos
2000
Finales aos
2000
Jvenes
1,97
1,95
1,97
2,22
Adultos
3,77
3,95
3,72
4,04
Salario real
US$2,2 a finales de la primera dcada del presente siglo, apenas un 11% mayor
que el de principios de los aos noventa, que fue de US$1,97 (cuadro 2.1). En
el caso del salario de los jvenes como proporcin del de los adultos, la cifra
vara entre pases pero los cambios tampoco fueron significativos. En igualdad
de condiciones (educacin, gnero, sector econmico, etc.), los trabajadores
jvenes ganan menos que los trabajadores adultos. La experiencia laboral tiene
retornos positivos que resultan en esta brecha entre los primeros y los segundos.
En promedio, y segn los ltimos datos disponibles para la muestra de
pases aqu utilizada, los jvenes ganan un 55% del salario de los trabajadores
adultos (cuadro 2.2). Esta relacin presenta solo una leve mejora de tres puntos
porcentuales con respecto a lo que ocurra 20 aos atrs. En Venezuela, los jvenes
obtienen los niveles salariales ms altos de los pases estudiados en relacin con
los adultos. Uruguay es el pas con menores salarios relativos para los jvenes
y muestra un deterioro con respecto a la proporcin registrada a principios de
los aos noventa. Entre los 10 pases latinoamericanos que figuran en el cuadro
2.2, en cinco se observa una mejora en los salarios relativos para los jvenes y
Cuadro 2.2
Relacin salario de jvenes versus salario de adultos
(Salario por hora)
Inicios aos 1990
Variacin
Venezuela
0,62
0,74
0,12
Panam
0,50
0,60
0,10
Chile
0,49
0,56
0,07
Mxico
0,53
0,57
0,04
Amrica Latina
0,52
0,55
0,03
Brasil
0,47
0,51
0,03
El Salvador
0,69
0,67
0,02
Costa Rica
0,64
0,62
0,02
Argentina
0,65
0,62
0,03
Uruguay
0,53
0,50
0,03
Honduras
0,56
0,53
0,04
Grfico 2.3
Salario por hora para jvenes por nivel educativo y pas
(US$, ltimo dato disponible)
Primaria
Secundaria
Superior
6,0
5,0
4,0
3,0
2,0
Venezuela
Uruguay
Panam
Mxico
Honduras
El Salvador
Costa Rica
Chile
Brasil
Argentina
Amrica
Latina
1,0
24 > DESCONECTADOS
la secundaria10. Por otro lado, mientras que en Panam y Honduras los jvenes
con educacin media ganan un 53% ms que aquellos con educacin primaria,
en Chile la brecha es del 18%, la menor de esta muestra. En promedio, en este
grupo de pases un joven latinoamericano con educacin media gana un 30%
ms que un joven con educacin primaria. Al igual que en el caso de la prima
sobre la educacin universitaria, entre los adultos la diferencia entre el salario
de un egresado de secundaria y uno de primaria es mayor: 55%.
Sin embargo, como se afirm en la primera seccin de este captulo, los
retornos a la educacin han mostrado importantes cambios en el perodo estudiado. Factores de oferta (el importante crecimiento del nmero de jvenes con
educacin secundaria), combinados con factores de demanda (aumento en la
demanda laboral de trabajadores con educacin superior impulsado por cambios
en el comercio internacional, desarrollos tecnolgicos complementarios a las
habilidades de estos trabajadores y otras reformas de poltica econmica), han
resultado en una cada de los retornos a la educacin media y en un aumento
de los retornos a la educacin superior. En el grfico 2.4 se presenta la evolucin
de la prima a la educacin media (brecha salarial entre los egresados de la secundaria y los egresados de la primaria) y de la prima a la educacin superior
(brecha salarial entre los universitarios y los egresados de la secundaria) para
jvenes y adultos11.
Los datos son consistentes con las tendencias documentadas en la literatura
sobre los retornos a la educacin en Amrica Latina, especialmente entre los
adultos12. Por un lado, en el grfico 2.4 se observa una importante cada de los
retornos a la educacin secundaria. La prima que el mercado de trabajo paga
por las habilidades de estos trabajadores (con respecto a los que solo tienen
educacin primaria) ha disminuido continuamente en el perodo estudiado
(especialmente entre mediados y finales de los aos noventa). Esta tendencia se
observa tanto para los jvenes como para los adultos. La prima a la educacin
superior muestra un claro crecimiento para los trabajadores adultos, aunque con
una desaceleracin hacia finales del perodo. En cambio para los jvenes ms
educados la brecha salarial aument durante los aos noventa, y se estanc y
decreci durante los aos 2000.
Grfico 2.4
Primas salariales por grupos educativos en Amrica Latina y el Caribe
Secundaria/Primaria
A. Adultos
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0
Inicios aos 1990
Superior/Primaria
B. Jvenes
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0
26 > DESCONECTADOS
En el cuadro 2.3 se observa la variacin en las primas salariales por grupos educativos por pas (para jvenes y adultos), ordenados en forma creciente
segn la cada en la prima para la educacin secundaria de los adultos. La prima
salarial de la educacin secundaria se redujo en proporciones similares para
adultos y jvenes (cerca de 25%). La cada se observa en todos los pases entre
los adultos (excepto Panam), con reducciones mximas en Honduras y Chile,
y mnimas en Argentina y Mxico. Entre los jvenes, Chile y Brasil muestran
las reducciones ms acentuadas en la prima a la educacin media, mientras
que Argentina y Mxico muestran un aumento.
Los retornos a la educacin superior aumentaron en todos los pases para
los trabajadores adultos, excepto en Venezuela. Entre los jvenes los resultados
son mixtos: un aumento en la mayora de los pases y una cada en cuatro de
la muestra (Honduras, Brasil, Venezuela y Mxico). El mayor aumento en la
brecha salarial a favor de los universitarios se dio en Uruguay. En la muestra
completa el crecimiento de esta brecha fue del 25% para los adultos, mientras
que la cada para los jvenes fue del 8%.
Para entender las diferencias en estas variaciones entre pases sera necesario
realizar estimaciones en que se separen los efectos de la demanda y de la oferta
laboral para los diferentes grupos educativos, como lo hacen Manacorda, Snchez
Pramo y Schady (2010). Sin embargo, una simple mirada a los datos sobre las
variaciones en la oferta relativa de jvenes con diferentes niveles de educacin
aporta algunas luces. En el grfico 2.5 se muestran los cambios en la oferta relativa de trabajadores con educacin superior versus secundaria, y los cambios
en la oferta relativa de trabajadores con educacin secundaria versus primaria13.
Si bien no es posible extraer conclusiones definitivas a partir de este anlisis
sencillo, las cifras sugieren importantes aumentos en la oferta relativa de jvenes
con educacin secundaria en Brasil y Chile, por ejemplo, los cuales son consistentes con las cadas en la prima salarial para estos trabajadores (tanto jvenes como
adultos). Por otro lado, la disminucin de la oferta relativa de jvenes con educacin
superior en Uruguay (la nica observada en la muestra) podra estar relacionada con
el importante aumento en la prima salarial para los ms educados (sin considerar
los efectos de aumentos en la demanda, que actuaran en la misma direccin).
Los datos provienen de encuestas de hogares de los pases homogeneizadas y procesadas por el Socimetro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2011a). Para cada
pas se tom el ao disponible ms cercano a 1990 y ms cercano a 2009. Se consideran
solamente las reas urbanas, excepto para Venezuela. La oferta relativa fue calculada
como la relacin entre el porcentaje de jvenes que ha completado cada nivel educativo.
Esto quiere decir que la oferta relativa de jvenes con educacin media sobre primaria fue
calculada como el porcentaje de jvenes con educacin secundaria sobre el porcentaje de
jvenes con educacin primaria. Lo mismo con respecto a la oferta relativa de jvenes con
educacin superior con respecto a los jvenes con educacin secundaria. Paso seguido se
comput la variacin de esta relacin entre 1990 y 2009.
13
Cuadro 2.3
Variacin de la prima salarial por educacin (jvenes y adultos)
(%)
Jvenes
Sec/Pri
Adultos
Univ/Sec
Sec/Pri
Univ/Sec
Honduras
25
45
Chile
35
58
39
23
17
38
44
Brasil
47
36
22
Costa Rica
15
15
13
El Salvador
Venezuela
36
13
18
Uruguay
21
103
13
109
Argentina
164
10
14
19
25
19
Mxico
Panam
20
20
11
Amrica Latina
24
25
19
Grfico 2.5
Variacin de la oferta relativa de trabajadores jvenes por grupo
educativo, 19902009
Secundaria/Superior
Secundaria/Primaria
Brasil
Venezuela
Chile
Panam
Argentina
El Salvador
Mxico
Costa Rica
Uruguay
80%
60%
40%
20%
0%
20%
40%
60%
Fuente: Elaboracin propia con base en datos del Socimetro (BID, 2011a).
28 > DESCONECTADOS
Grfico 2.6
Salarios de los trabajadores con educacin secundaria
(% sobre la mediana)
Jvenes
Adultos
60
50
40
30
20
10
0
Lo anterior significa que a finales de los aos ochenta, cerca del 40% de los
egresados de la educacin secundaria ganaba ms que la mitad del total de
trabajadores remunerados, y que esa proporcin se redujo a uno de cada cinco
hacia finales de la primera dcada de los aos 2000. Considerando que entre
los jvenes el 60% tiene educacin media completa, la desventaja se hace ms
evidente. Entre los adultos se observa el mismo patrn. Al inicio del perodo, el
50% de los trabajadores con educacin media ganaba ms que la mitad de la
fuerza laboral empleada. A fines del perodo, solo el 40% de los egresados de
secundaria estaba en la mitad mejor remunerada de la distribucin.
En resumen, estos datos confirman los hechos ya documentados en la literatura para Amrica Latina sobre la evolucin de los salarios para los diferentes
grupos educativos. Los claros perdedores en este perodo han sido los jvenes
y tambin los adultos con educacin secundaria. El mercado laboral est
pagando por estos trabajadores salarios cada vez ms cercanos a los de aquellos
con menos educacin, mientras que la brecha con los trabajadores educados
aumenta. Esto reproduce lo observado en Estados Unidos durante los aos
ochenta, donde las dinmicas de oferta y demanda de trabajo resultaron en una
polarizacin del mercado laboral, con mejores condiciones para los menos y
ms educados, y peores condiciones para los trabajadores con educacin media.
la demanda de trabajo, sino que tambin inciden en los procesos de ajustes del
mercado ante cambios inducidos por otros factores (como los de la demanda y
oferta de habilidades como producto de los avances tecnolgicos, por ejemplo),
haciendo que se manifiesten en variaciones de cantidades (empleo, desempleo,
participacin) y no de precios (salarios). Es posible entonces que las dinmicas
descritas en las secciones anteriores hayan afectado tambin el desempleo, la
actividad y/o la informalidad de los jvenes, y que su impacto haya sido diferente
para los distintos grupos educativos. Sin embargo, en este libro no se busca dar
cuenta de la situacin laboral de los jvenes a travs de factores institucionales
o de regulacin laboral, sino ms bien explorar explicaciones complementarias
y menos analizadas hasta ahora, especficamente el desacople entre las habilidades que el mercado de trabajo demanda y aquellas que traen los jvenes del
sistema educativo14.
La evidencia disponible para pases desarrollados muestra que los aos
posteriores a la culminacin de la educacin formal de los jvenes estn caracterizados por transiciones frecuentes entre el desempleo, los trabajos temporarios
o de tiempo parcial, la inactividad y el reingreso al sistema educativo. Para los
pases de la OCDE, Quintini, Martin y Martin (2007) analizan datos de panel
donde se observa que los jvenes que terminan la educacin secundaria pueden
demorar entre uno y dos aos en conseguir su primer empleo. Adems, en los
primeros siete aos de su vida laboral son frecuentes los perodos de desempleo.
En Espaa, por ejemplo, el 56% de los jvenes atraviesa por lo menos por dos
episodios de desocupacin en esta fase de su vida laboral, lo cual se observa
en menor grado en pases con sistemas duales como Alemania o Austria, donde
los estudiantes pasan parte del tiempo de su formacin educativa en prcticas
laborales. Estos autores muestran que en estos dos pases el 50% de los jvenes
encuentra un empleo al concluir sus estudios secundarios.
Para Amrica Latina, Cunningham (2009) y Cunningham y Bustos
(2011) analizan datos de panel correspondientes a Argentina, Brasil y Mxico,
y concluyen que all la situacin de los jvenes es comparable a la de los de la
OCDE. Cunningham (2009) muestra cmo la mayor tasa de desempleo juvenil
en los pases estudiados responde a una mayor rotacin de los jvenes quienes
entran y salen del desempleo con mayor frecuencia que los adultos y no a una
permanencia ms prolongada en la desocupacin. En opinin de esta autora,
tal situacin refleja un proceso no lineal y dinmico propio de los primeros
aos del ciclo laboral de las personas, en los cuales el trabajador va buscando
una trayectoria estable en el mercado de trabajo. Aunque es una conclusin
importante para el presente anlisis, en el estudio aludido no se indaga sobre
14
30 > DESCONECTADOS
Los datos corresponden a 2008. En BID (2004) y en Bassi y Galiani (2009) se incluyen
cifras sobre desempleo por regiones.
15
Grfico 2.7
Tasa de desempleo y porcentaje de jvenes desempleados
% de jvenes en el total de desempleados
10
Regin
5
Honduras
20
Mxico
10
El Salvador
30
Costa Rica
15
Brasil
40
Panam
20
Venezuela
50
Argentina
25
Chile
60
Desempleo jvenes
30
Uruguay
Tasa de desempleo
Desempleo adultos
16
32 > DESCONECTADOS
Grfico 2.8
Tasa de desempleo de jvenes y adultos en Amrica Latina, 19802010
(%)
Jvenes
18,0
16,0
14,0
12,0
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0
0
Adultos
a la necesidad de encontrar el que mejor se ajuste a sus aspiraciones. Posteriormente, a medida que los trabajadores acumulan experiencia, esta aporta valiosa
informacin tanto a los empleadores como a los mismos empleados, facilitando
as el proceso de insercin laboral (Mincer y Jovanovic, 1981; Bosch y Maloney,
2010; Cunningham, 2009; Cunningham y Bustos, 2011).
Aunque por lo general se reconoce que tal rotacin es un fenmeno recurrente en los primeros aos del ciclo de vida laboral de las personas, una segunda
vertiente de la literatura especializada sostiene que los perodos prolongados de
desempleo pueden poner una marca o estigma en el trabajador, afectando de
manera ms permanente sus perspectivas de empleo futuro y consecuentemente
su flujo de ingresos (Mroz y Savage, 2001; Neumark, 2002). As pues, un desempleo excesivamente alto en esta fase podra tener consecuencias duraderas
en las trayectorias laborales de los individuos, adems de su impacto directo e
inmediato en el ingreso durante el perodo de cesanta. En los trabajos de Cunningham (2009) y Cunningham y Bustos (2011) ya citados se muestra que el alto
desempleo juvenil en Argentina, Brasil y Mxico responde a una mayor frecuencia
del fenmeno (entrada y salida al y del desempleo) y no a una mayor duracin
del mismo. Sin embargo, debido a la falta de datos longitudinales que permitan
realizar un seguimiento ms extenso, las conclusiones de estos estudios se derivan
de transiciones cortas y no consideran las posibles modificaciones en el tiempo17.
Uno los cambios ms notorios en el panorama laboral en Amrica Latina en las ltimas tres dcadas ha sido precisamente el aumento en la tasa de
desempleo, particularmente entre los jvenes (grfico 2.8). En la muestra aqu
utilizada, el desempleo se elev en cerca de cinco puntos desde inicios de la
dcada de los aos noventa. Con excepcin de dos de los pases analizados
17
Vase la nota 6.
Cuadro 2.4
Variacin de la tasa de desempleo juvenil en pases seleccionados,
19902010
(%)
Inicios aos 1990
Variacin
Argentina
16,7
21,8
5,0
Brasil
10,5
17,2
6,7
Chile
6,5
14,7
21,3
Costa Rica
8,1
13,4
5,3
El Salvador
14,2
12,4
1,8
Honduras
5,0
5,8
0,7
Mxico
8,1
8,8
0,7
Panam
20,8
17,4
3,4
Uruguay
21,1
25,3
4,2
Venezuela
11,4
18,5
7,1
Regin
10,4
15,1
4,6
34 > DESCONECTADOS
Grfico 2.9
Tasa de desempleo juvenil por nivel educativo
(%)
Primaria
Secundaria
Superior
30,0
25,0
20,0
15,0
10,0
Venezuela
Uruguay
Panam
Mxico
Honduras
El Salvador
Costa Rica
Chile
Brasil
Argentina
Amrica
Latina
5,0
que aquellos pases que presentan altas tasas de desempleo juvenil en general
(grfico 2.7) exhiben altas tasas de desempleo para todos los grupos educativos
(grfico 2.9). La magnitud del desempleo juvenil promedio no responde entonces
a diferencias en la composicin de la poblacin de jvenes (al menos no por
grupos educativos) sino a otros factores, los cuales pueden estar relacionados
con temas institucionales que afectan la manera en que se produce el ajuste del
mercado de trabajo en cada pas. Una evidencia congruente con lo expresado es,
por ejemplo, la correlacin negativa que se observa entre desempleo e informalidad, lo cual se documentar en la siguiente seccin. Pases con bajas tasas de
desempleo, como Mxico, muestran una alta proporcin trabajadores informales.
En cuanto a la duracin del desempleo entre los distintos grupos educativos,
esta vara de un pas a otro aunque las diferencias por educacin no son excesivamente marcadas. Los jvenes con educacin media suelen tener perodos de
desempleo ms cortos que el promedio, probablemente porque rotan con mayor
frecuencia entre la inactividad, el empleo y el desempleo. En promedio, la duracin
del desempleo para los jvenes de los pases de la muestra es de ocho meses,
variando de 8,8 meses para aquellos con educacin bsica, 8,0 meses para los que
tienen educacin media y 8,6 meses para aquellos con educacin superior. Aqu
las diferencias tampoco son muy marcadas entre los pases seleccionados, salvo
en el caso de Panam, donde los egresados de la educacin superior permanecen
desempleados durante perodos ms prolongados (grfico 2.10).
Nuevamente, las mayores diferencias se dan entre pases, lo cual podra
arrojar luces sobre hasta qu punto las tasas de desempleo responden a una
mayor rotacin de los jvenes en el mercado de trabajo o a un factor estructural
Grfico 2.10
Duracin del desempleo por nivel educativo entre los jvenes
latinoamericanos en pases seleccionados
(Meses)
Primaria
Secundaria
Superior
12
10
8
6
4
Venezuela
Uruguay
Panam
Honduras
El Salvador
Costa Rica
Chile
Brasil
Argentina
Amrica
Latina
del mismo. Por ejemplo, Chile muestra una tasa de desempleo juvenil alta,
mientras que la de El Salvador es mediana. Ambos pases exhiben la menor
duracin del desempleo entre los jvenes, lo cual es congruente con una alta
frecuencia de entrada y salida del mismo.
Las tendencias desde fines de los aos ochenta tambin muestran aumentos en materia de desempleo para los tres grupos educativos estudiados. En
los datos agregados, el grupo con educacin secundaria muestra el desempleo
ms alto y mantiene esa brecha durante el perodo de estudio (grfico 2.11).
Grfico 2.11
Evolucin del desempleo de jvenes por nivel educativo, 19802010
(%)
Primaria
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Inicios
aos 1980
Secundaria
Finales
aos 1980
Superior
Inicios
aos 1990
Finales
aos 1990
Inicios
aos 2000
Finales
aos 2000
36 > DESCONECTADOS
Grfico 2.12
Empleo informal de jvenes y adultos
(%)
Chile
Uruguay
Costa Rica
Brasil
Argentina
El Salvador
Venezuela
Mxico
Adultos
Honduras
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Amrica
Latina
Jvenes
20
38 > DESCONECTADOS
Grfico 2.13
Evolucin del empleo informal por nivel educativo, 19802010
(%)
Primaria
80,0
70,0
60,0
50,0
40,0
30,0
20,0
10,0
0
Secundaria
Superior
por cuenta propia parece ser una opcin deseable para algunos trabajadores de la
regin (y para quienes cuentan con el capital necesario para hacerlo), mientras que
un empleo asalariado informal aparece como una situacin temporal, una alternativa
laboral mientras se consigue un puesto en el sector formal. Entre otros indicadores,
estos autores muestran que los trabajos asalariados informales duran menos que
los formales o por cuenta propia y tienen mayor rotacin. Cabe notar que entre los
jvenes, los trabajadores por cuenta propia constituyen un grupo menor (cerca de
un tercio de los asalariados informales)21.
La informalidad afecta de manera desigual a los jvenes con distintos niveles de escolaridad, y en este caso las diferencias son marcadas. El grupo que
se encuentra claramente en desventaja es el de aquellos con educacin primaria
o menos, que son los ms afectados por la informalidad laboral en todos los
pases aqu estudiados (grfico 2.13). Asimismo, salvo en Chile y El Salvador,
en el resto de la regin la informalidad entre los jvenes y tambin entre los
adultos de todos los niveles educativos ha crecido desde fines de los aos
ochenta. En general, el aumento ha sido ms rpido para los trabajadores de
secundaria, mientras que entre los jvenes (pero no entre los adultos) ha sido
ms acelerado entre los ms educados que para el resto (cuadro 2.5). Chile es un
caso particular, pues se observa una cada de la informalidad en todos los grupos
(por edad y por educacin), salvo entre los jvenes con formacin superior. Esto
puede deberse aunque para confirmarlo habra que llevar a cabo un anlisis
riguroso a que los jvenes ms educados, y especialmente las mujeres, optan
cada vez ms por comenzar sus carreras como trabajadores por cuenta propia.
Como se dijo anteriormente, los empleos informales parecen representar
la puerta de entrada al mercado laboral para la mayora de jvenes en la regin.
21
78,3
63,7
44,8
57,2
81,4
86,6
82,2
72,0
56,5
39,6
31,1
38,9
63,1
78,5
71,0
54,4
28,8
34,7
41,7
27,6
67,1
74,8
43,0
34,7
Finales aos
2000
54,6
55,1
60,3
46,6
83,6
80,5
71,3
55,3
Finales aos
1980
Primaria
27,7
4,8
10,6
11,3
4,0
3,6
28,1
19,7
23,7
8,6
15,5
10,6
2,2
6,1
10,8
16,7
Variacin
15,1
9,1
28,0
13,5
20,8
40,3
27,9
11,0
42,3
23,9
38,4
23,8
48,3
58,8
52,9
26,2
Finales aos
1980
36,4
17,4
18,1
24,3
24,3
49,6
52,1
31,3
59,1
38,0
28,5
37,9
46,2
69,5
67,0
50,7
Finales aos
2000
Secundaria
21,4
8,3
9,9
10,8
3,5
9,3
24,2
20,3
16,8
14,1
9,9
14,1
2,1
10,8
14,2
24,4
Variacin
11,7
5,2
14,7
6,9
11,7
30,8
12,6
6,4
27,8
14,9
28,2
21,0
30,0
47,4
29,9
16,8
Finales aos
1980
17,8
9,7
10,2
8,0
9,6
31,9
26,6
18,7
40,3
30,2
32,2
21,3
28,9
62,1
47,4
41,8
Finales aos
2000
Superior
Jvenes
Argentina
Brasil
Chile
Costa Rica
El Salvador
Mxico
Venezuela
Amrica Latina
Adultos
Argentina
Brasil
Chile
Costa Rica
El Salvador
Mxico
Venezuela
Amrica Latina
(%)
Cuadro 2.5
6,0
4,5
4,4
1,0
2,1
1,1
14,0
12,4
12,4
15,3
4,1
0,3
1,1
14,6
17,5
24,9
Variacin
40 > DESCONECTADOS
Grfico 2.14
Jvenes y adultos jvenes que ni estudian ni trabajan (ninis) en
Amrica Latina
Edad 1624
Edad 2535
30
25
20
15
10
5
0
Mxico
Chile
Panam
AL
Brasil
Uruguay
Argentina
Grfico 2.15
Hombres y mujeres que ni estudian ni trabajan
(%)
Edad 1624
Edad 2535
Panel A: Hombres
50
40
30
20
10
0
Mxico
Panam
AL
Chile
Brasil
Argentina
Uruguay
Panam
AL
Chile
Brasil
Argentina
Uruguay
Panel B: Mujeres
50
40
30
20
10
0
Mxico
42 > DESCONECTADOS
Recuadro 2.1
Amrica Latina versus Estados Unidos: desempleo
alto y mujeres a la zaga
Con el fin de particularizar la situacin del mercado de trabajo para jvenes y adultos en
la regin, resulta til establecer comparaciones con las tendencias registradas en pases
desarrollados. Para ello, en este recuadro se analiza la situacin laboral de hombres y
mujeres en Amrica Latina contrastndola con la de sus pares en Estados Unidos. No
se trata aqu de explicar las brechas entre ambas economas, sino de identificar las
diferencias en las tendencias en la participacin laboral, el empleo y el desempleo para
los distintos grupos de edad.
De esta comparacin surgen dos evidencias claras. En primer lugar se verifica que las
diferencias en participacin laboral se registran entre las mujeres, en particular entre
las jvenes. Los hombres latinoamericanos muestran tasas de participacin similares
a la de sus pares en Estados Unidos, tanto entre los adultos como entre los jvenes. En
segundo lugar se observa que en el desempleo tanto de hombres como de mujeres se
verifican diferencias importantes, siendo notorio su aumento generalizado en Amrica
Latina y especialmente marcado entre los jvenes.
Ms abajo se resumen de manera grfica las tendencias de la participacin laboral, el
empleo y el desempleo en Amrica Latina y Estados Unidos para jvenes y adultos, mujeres
y hombres. En el panel A se muestra la participacin laboral para estos grupos en ambas
regiones. La baja participacin laboral de los jvenes sugiere que estos estn postergando cada vez ms su entrada al mercado de trabajo para aumentar su capital humano
invirtiendo ms tiempo en su educacin. Sin embargo, tambin puede ser consecuencia
del desestmulo que implica un alto desempleo juvenil o la existencia de oportunidades
laborales de mala calidad para este grupo. Las dificultades para encontrar un buen empleo podran terminar transformando el desempleo en una salida de la fuerza de trabajo.
La participacin laboral de los jvenes es similar en ambas regiones y menor que la
de los adultos; desde principios de los aos noventa se ha mantenido relativamente
constante, con una leve tendencia negativa entre los jvenes de Estados Unidos. La
proporcin de la participacin laboral de los jvenes y los adultos disminuy levemente (0,08) en ambos casos, aunque en Amrica Latina esta cada se explica por el
aumento en la participacin de los adultos, mientras que en Estados Unidos resulta
de la disminucin de la participacin de los jvenes.
Con todo, la diferencia ms notable de esta comparacin internacional se evidencia
entre las mujeres. En Estados Unidos, los niveles de participacin laboral femenina
son considerablemente superiores a los de Amrica Latina. A principios del perodo, la
participacin de las jvenes estadounidenses (de 16 a 24 aos) era incluso mayor a la
de las adultas latinoamericanas. Entre las jvenes de Amrica Latina, la participacin
laboral se mantuvo en niveles muy bajos, mientras que las mujeres adultas ingresaron
cada vez ms al mercado de trabajo. De hecho, en Amrica Latina solo cerca del 40% de
las mujeres menores de 25 aos participa en el mercado de trabajo versus el 60% del
mismo grupo en Estados Unidos. Esta proporcin ha aumentado apenas levemente,
en especial comparada con la de las mujeres adultas1.
Existe una abundante literatura sobre los factores que subyacen al aumento en la
participacin laboral femenina tanto en Estados Unidos y otros pases desarrollados
(contina en la pgina siguiente)
44 > DESCONECTADOS
100
Adultos EE.UU
Total
100
Jvenes ALC
Adultos ALC
80
80
80
60
60
60
40
40
40
20
20
20
100
Total
100
Panel B: Empleo
Hombres
80
80
60
60
60
40
40
40
20
20
20
30
Total
30
Panel C: Desempleo
Hombres
25
25
20
20
15
15
15
10
10
10
5
Inicios Finales Inicios Finales
aos
aos
aos
aos
1990
1990
2000
2000
Mujeres
30
25
Mujeres
0
Inicios Finales Inicios Finales
Inicios Finales Inicios Finales
aos
aos
aos
aos
aos
aos
aos
aos
LAC 2000 2000
Adultos LAC 1990 1990 2000 2000
1990Jvenes
1990
20
100
80
Mujeres
100
Fuente: Bassi y Galiani (2009) con datos de SEDLAC (2009) y CPS anual (marzo).
(contina en la pgina siguiente)
las mujeres entre los 25 y los 35 aos. El 31% de las mujeres adultas jvenes
ni estudia ni trabaja, versus solo el 4% de los hombres en el mismo segmento
etario. Entre los jvenes de 16 a 24 aos tambin predominan las ninis: el 24%
de las mujeres versus el 6% de los hombres. La proporcin de las mujeres entre
los inactivos es alta incluso cuando se compara la situacin de Amrica Latina
con el resto del mundo. Segn un informe de la OIT (2011), en la regin el
60% de los jvenes inactivos son mujeres, mientras que en la Unin Europea
y en las economas desarrolladas esta proporcin es cercana al 50%. Amrica
Latina se encuentra solo levemente por debajo del sur de Asia y en niveles
comparables a los del Oriente Medio y el Norte de frica.
La baja participacin de los jvenes en el mercado de trabajo podra considerarse un problema si en realidad acta como desempleo oculto, es decir,
si los jvenes se mantienen inactivos por falta de oportunidades en el mundo
laboral. La evidencia muestra que los niveles altos de desempleo desestimulan
la participacin de los jvenes en el mercado de trabajo (OIT, 2011). En ese
sentido, la comparacin entre la evolucin de la tasa de participacin laboral
del total de jvenes con la de aquellos que reportan estar por fuera del sistema
educativo puede arrojar luces sobre la razn del estancamiento de la participacin laboral juvenil en Amrica Latina.
En un extremo, si solo se registrara un aumento en el nmero de jvenes
que sigue estudiando (manteniendo constante la disposicin a trabajar), caera
entonces la tasa de participacin total de jvenes pero no cambiara la de aquellos que se encuentran por fuera del sistema educativo (el porcentaje de estos
jvenes sobre el total sera menor, pero no su participacin laboral). En el otro
extremo, si solo disminuyera el nmero de jvenes que se encuentra por fuera
46 > DESCONECTADOS
Grfico 2.16
Participacin laboral de jvenes en Amrica Latina, 19802010
(%)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Total jvenes
del sistema educativo que busca trabajo y se convierte en inactivo por falta
de oportunidades, se observara entonces una cada de los dos indicadores:
tasa de participacin del total de jvenes y de aquellos que no estudian. Esto
significa que la divergencia en las tendencias en la participacin de estos grupos
sugiere que predomina el efecto educacin, mientras que si ambos indicadores
se movieran juntos podra tratarse de un efecto desestmulo, es decir, de falta
de oportunidades laborales para los jvenes.
Para la muestra de pases latinoamericanos que aqu se utiliza, las cifras reflejan que en general los indicadores se han movido en forma paralela
y que se encuentran estancados. En el grfico 2.16 se observan las tendencias
agregadas. En el cuadro 2.6 se presentan las cifras por pas, las cuales muestran resultados mixtos. En Chile, Brasil, El Salvador, Honduras y Costa Rica la
brecha parece haber aumentado a raz de la cada o del estancamiento de
la participacin de todos los jvenes y de un aumento leve de la de quienes no
estn estudiando. En el caso de Brasil, ambos grupos (los que no estudian y el
total) exhiben niveles de participacin laboral muy similares y relativamente
altos (cercanos al 70%). Lo que s sorprende es el poco dinamismo generalizado
(con excepcin de Panam) de la participacin laboral de quienes permanecen
fuera del sistema educativo, que es otra manera de ver el fenmeno de los ninis
anteriormente descrito.
A la luz de lo visto anteriormente se puede concluir que existe todava un
nmero importante de jvenes latinoamericanos especialmente mujeres que
aun sin estar estudiando permanece fuera del mercado de trabajo. As pues, los
llamados ninis constituyen hoy en da uno de los grupos ms vulnerables entre
todos los jvenes y su existencia refleja el problema de su situacin laboral, que
a su vez puede estar afectada por la falta de pertinencia de las habilidades que
Cuadro 2.6
Participacin laboral de jvenes en Amrica Latina por pas
(%)
Inicios aos 1990
Variacin
Argentina
Total jvenes
57,9
54,0
3,9
78,8
74,0
4,9
Total jvenes
68,9
68,2
0,8
74,8
77,3
2,5
Total jvenes
44,3
40,2
4,1
64,9
66,2
1,3
Total jvenes
57,0
53,6
3,3
68,7
72,3
3,6
Total jvenes
52,9
50,7
2,2
63,4
66,3
2,9
Brasil
Chile
Costa Rica
El Salvador
Honduras
Total jvenes
53,6
52,6
1,0
62,2
63,3
1,1
Mxico
Total jvenes
52,8
54,1
1,3
64,7
70,8
6,1
Total jvenes
45,3
52,8
7,5
62,4
72,8
10,4
Total jvenes
64,2
57,8
6,3
83,1
77,0
6,1
Panam
Uruguay
Venezuela
Total jvenes
47,7
51,3
3,6
65,0
66,3
1,3
48 > DESCONECTADOS
3
El sistema educativo: cantidad sin
calidad
Acumulacin originaria del capital humano
En los aos sesenta, el economista Gary Becker (1964, 1993) acu el trmino
capital humano para describir ciertos activos que no por ser intangibles son
menos crticos cuando se trata de acumular bienestar econmico y social. Becker
sealaba entonces cmo la escolaridad, la capacitacin, los gastos en el cuidado
de la salud, e incluso la puntualidad y la honestidad son tambin capital en
la medida en que contribuyen a aumentar los ingresos, a mejorar la salud y
a fortalecer los buenos hbitos de las personas durante la mayor parte de sus
vidas. En tal sentido, una mayor creacin de capital humano en trminos de
cantidad y calidad, incluyendo la de uno de sus componentes fundamentales,
la educacin1, genera mejor calidad de vida para los individuos.
En la literatura especializada ha quedado documentado que existe una
relacin positiva entre la educacin (medida en aos de escolaridad) y el desarrollo econmico y, ms recientemente, entre calidad educativa (medida en
trminos de habilidades cognitivas formadas2) y desarrollo econmico (vase
Becker (1964, 1993) sugiere que la educacin es el productor ms importante de capital
humano, conocimiento y de las habilidades que posibilitan el desarrollo de la persona.
2
Con base en TIMSS (Third International Mathematics and Science Study), Hanushek y
Kimko (2000) sugieren que los resultados en matemticas y ciencias tienen un impacto
significativo, consistente y estable sobre el crecimiento econmico. Por su parte Lee y
Barro (2001), tambin a partir de TIMSS, distinguen entre cantidad (medida por los aos
de escolaridad) y calidad de la educacin (medida por resultados en pruebas internacionalmente comparables); igualmente sugieren que si bien tanto la cantidad como la calidad son
importantes para el crecimiento econmico, la calidad tiene un impacto mayor. A su vez,
en un estudio de Hanushek y Woessmann (2009) se plantea que el deficiente desempeo
econmico de la regin puede explicarse a partir de los resultados de las evaluaciones
1
50 > DESCONECTADOS
el captulo 4). Existe igualmente evidencia que apunta hacia el impacto de las
habilidades cognitivas y socioemocionales (rasgos de personalidad)3 en la escolaridad, los salarios y el empleo de las personas (Murnane, Willet y Levy, 1995;
Currie y Thomas, 1999; Heckman, Stixrud y Urza, 2006; Cunha et al., 2006).
Con el fin de arrojar luces sobre el modo y el grado en que el sistema
educativo se constituye en un determinante de la situacin laboral de los
jvenes en Amrica Latina, tal y como se describi en el captulo 2, aqu se
ofrece un anlisis sobre la situacin de los pases de la regin en trminos
de la cantidad y calidad de educacin alcanzada, y de la medida en que la
acumulacin de aos de educacin en la regin se relaciona con mayores
conocimientos por parte de los jvenes.
Se ampla el acceso
Frente a los desafos de un mercado laboral cambiante y competitivo, los indicadores del estado actual de la educacin en Amrica Latina apuntan en direcciones
opuestas: si bien la capacidad de incorporar estudiantes en el sistema educativo se
ha ampliado de manera sustancial, no se puede decir lo mismo de su capacidad
de retenerlos y desarrollar en ellos habilidades y competencias que los ayuden a
insertarse exitosamente en el mercado laboral. Cuando se compara esta situacin
con la evidencia proveniente de pases de otras regiones, se observa que mientras
que la brecha de cobertura se reduce, la de habilidades y competencias se ampla.
Es por esto que la regin confronta un serio riesgo de generar un atraso acumulativo
en materia educativa en comparacin con una buena parte del resto del mundo.
Durante las ltimas dos dcadas, los pases de Amrica Latina y el Caribe
han registrado un crecimiento significativo en los niveles de acceso a la educacin
de nios y jvenes (grfico 3.1). De hecho, el crecimiento en el acceso educativo ha sido ms rpido en la regin que en el resto del mundo. Esta expansin
ha sido consecuencia de polticas especficas y deliberadas de los gobiernos.
Por el lado de la oferta, el impulso a la ampliacin del acceso se ha basado
fundamentalmente en medidas de carcter legal, a travs de la expansin de la
obligatoriedad escolar y de aumentos en la inversin educativa; esta ltima ha
financiado la ampliacin de la oferta, y en particular la nueva infraestructura
educativa y el gasto corriente asociado a la contratacin de docentes.
El cuadro 3.1 presenta evidencia sobre el aumento en el gasto pblico en
educacin en la regin. En promedio, el gasto pblico en educacin (como porcentaje del PIB) en los 14 pases seleccionados aument de 3,66% en la segunda
mitad de los aos noventa a 3,91% hacia finales de los aos 2000. Esto incluye
TIMSS y PISA, que muestran bajos niveles de conocimiento y habilidades cognitivas en
las reas de lectura, matemticas y ciencias.
3
Tambin conocidas como habilidades no cognitivas.
Grfico 3.1
Evolucin de las tasas de asistencia en Amrica Latina y el Caribe por
grupos de edad, 19902000
(%)
45 aos
612 aos
Aos 1990
Aos 1990
Aos 2000
Aos 2000
0,0
50,0
100,0
0,0
1317 aos
1825 aos
Aos 1990
Aos 1990
Aos 2000
Aos 2000
0,0
50,0
100,0
0,0
50,0
100,0
50,0
100,0
Cuadro 3.1
Gasto pblico en educacin
(Porcentaje del PIB)
19961998
20062008
Argentina
4,04
4,93
Variacin
0,89
Bolivia
5,52
6,31
0,79
Brasil
4,87
5,08
0,21
Chile
3,43
3,40
0,03
Colombia
3,93
4,06
0,13
Costa Rica
4,87
4,74
0,13
0,69
El Salvador
2,32
3,01
Guatemala
1,56
3,04
1,48
Mxico
4,21
4,77
0,56
Panam
4,84
3,83
1,01
Paraguay
4,91
4,00
0,91
Per
3,21
2,51
0,7
Rep. Dominicana
1,23
2,19
0,96
Uruguay
2,24
2,85
0,61
ALC
3,66
3,91
0,25
52 > DESCONECTADOS
A mitad de camino
Si bien es cierto que la ampliacin del acceso en los ltimos aos ha estado
acompaada de un incremento en las tasas de culminacin en los distintos niveles educativos, estas todava son claramente insuficientes, en particular para
el caso de la educacin secundaria completa. Sin considerar por el momento el
nivel de aprendizajes, competencias y/o habilidades con que terminan los estudiantes de educacin secundaria en la regin, el bajo porcentaje de egresados
en este nivel sugiere que una proporcin importante de jvenes no alcanza si
quiera un umbral mnimo de acreditacin de estudios (credencialismo) que les
facilite la entrada al mercado laboral. Actualmente es mucho mayor el nmero
de empleos en los que se exige el diploma de secundaria (incluso para aquellos
de baja productividad y/o bajos salarios) como requisito mnimo para postular.
Cuadro 3.2
Tasas condicionales de culminacin de la educacin secundaria
(% de la poblacin de 15 a 24 aos en zonas urbanas)
Principios aos
1990
Variacin
Argentina
49
52
Brasil
60
64
Chile
67
73
6
2
Costa Rica
54
52
El Salvador
48
55
Honduras
36
38
Mxico
40
45
Panam
55
54
1
8
Uruguay
40
48
Venezuela
47
54
ALC
50
54
La evolucin de las tasas de culminacin de la educacin secundaria (condicionada a haber completado al menos el primer ao de dicho ciclo) aument en la
mayora de los pases de la regin. En el cuadro 3.2 se presenta informacin para
los 10 pases latinoamericanos analizados en el captulo 2, en la cual se registra
que en solo dos de ellos empeor levemente la tasa de culminacin de la
educacin media. Sin embargo, los avances en promedio de los ocho restantes
han sido muy moderados: del 50 al 54% entre principios de los aos noventa
y finales de los aos 2000. Esto significa que actualmente solo el 54% de los
jvenes entre 15 y 24 aos de edad que inician el ciclo secundario lo completan.
Con todo, es necesario tener presente que el promedio regional esconde una gran
heterogeneidad en la que se manifiestan realidades muy diversas: en Honduras
solo un 38% de quienes comienzan la secundaria la terminan, mientras que en
Chile ese porcentaje asciende al 73%. En algunos estudios se ha documentado
que la mayor desercin en el ciclo medio se da durante el primer y segundo aos8.
As pues, las cifras ponen de presente el hecho de que los sistemas educativos de Amrica Latina an no logran traducir en tasas de culminacin significativas el esfuerzo realizado en trminos de recursos financieros, humanos
e institucionales que ha permitido incrementar el acceso a la educacin.
Por ejemplo, De Janvry y Sadoulet (2006) y Schady y Arajo (2008) muestran las tasas de
continuacin para Mxico y Ecuador, respectivamente, donde se evidencia una cada (aumento de desercin) en los ltimos aos de la educacin primaria (sexto) y en los primeros
dos aos de la secundaria. Esto a su vez implica que los datos de desercin contando a
quienes abandonan la escuela en el primer aoseran superiores a los registrados en el
cuadro 3.2, que condicionan a haber completado al menos el primer ao.
54 > DESCONECTADOS
Las polticas por el lado de la oferta con un fuerte nfasis en infraestructura educativa y salarios docentes, complementadas con las de transferencias
condicionadas a la educacin en el caso de varios pases, no han sido suficientes
para acelerar el incremento en los niveles de culminacin, en particular en la
educacin secundaria. En otras palabras, tales inversiones han contribuido a
ampliar el acceso a la educacin en la regin pero no han logrado impedir que
se registren enormes tasas de abandono escolar entre quienes entran a la secundaria. Esto tambin podra estar sugiriendo un desbalance entre las polticas
educativas que han privilegiado el financiamiento de insumos (infraestructura y
salarios docentes), por sobre aquellas que hacen hincapi en resultados concretos como lo es la tasa de culminacin de la educacin secundaria, por ejemplo.
El hecho de que solo la mitad de los jvenes de la regin logre completar la
educacin secundaria crea adems un enorme interrogante sobre la capacidad
competitiva de los pases de Amrica Latina en cuanto a prepararlos para que
confronten los desafos de una sociedad globalizada.
Grfico 3.2
Tasas de culminacin de educacin secundaria (segundo ciclo: 12 aos de
educacin)
(% de la poblacin de 20 a 24 aos)
100
OCDE
80
60
Amrica Latina
40
Nicaragua
Guatemala
Brasil
Colombia
Costa Rica
Honduras
Uruguay
El Salvador
Paraguay
Per
Ecuador
Repblica Dominicana
Mxico
Panam
Argentina
Chile
20
sealado cmo, si bien cierto que en los ltimos 20 aos Amrica Latina y el
Caribe figuran entre las regiones de mayor crecimiento en trminos de acceso
educativo, su esfuerzo financiero a favor de la expansin de cupos escolares se
ve en buena parte frustrado por la incapacidad de los sistemas educativos de
retener a los estudiantes, con la consiguiente prdida en trminos de bienestar
futuro para las generaciones jvenes.
56 > DESCONECTADOS
Grfico 3.3
Aos de escolaridad promedio por quintil de ingreso
(poblacin de 25 aos o ms)
Quintil 5
Quintil 1
16,0
12,0
8,0
Guatemala
Nicaragua
El Salvador
Honduras
Bolivia
Per
Brasil
Panam
Mxico
Colombia
Paraguay
Costa Rica
Uruguay
Ecuador
Repblica Dominicana
Venezuela
Argentina
Chile
4,0
En Amrica Latina, las familias de mayores recursos envan a sus hijos principalmente
a escuelas privadas.
10
58 > DESCONECTADOS
Grfico 3.4
Desigualdad en los aos de educacin alcanzados
(Coeficiente de Gini, 1999)
Guatemala
Repblica Dominicana
Nicaragua
Colombia
Bolivia
El Salvador
Ecuador
Costa Rica
ALC
Honduras
Per
Brasil
Venezuela
Mxico
Uruguay
Paraguay
Panam
Chile
Argentina
OCDE
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
reportan que en siete de los ocho pases considerados las razones econmicas
figuran como las principales causas de abandono escolar. La falta de inters es
otra de las causas ms citadas por los jvenes, con mayor frecuencia que los
problemas de desempeo escolar. Para el caso de algunos pases, la informacin
originada en las encuestas de hogares tambin ofrece algunos indicios acerca de
las causas, entre las cuales figuran razones tanto de demanda como de oferta,
en consonancia con el estudio de Espndola y Len (2002).
En contraste, en un estudio sobre desercin escolar en Brasil realizado
por la Fundacin Getulio Vargas (FGV, 2009) se concluye que entre los jvenes
de 15 a 17 aos (entre los cuales se concentra la mayor desercin en la secundaria), la razn ms citada es la falta de inters. Ms del 40% de los jvenes
encuestados seal esta razn como la principal causa de la desercin escolar,
seguida por un 27% que adujo razones econmicas o bsqueda de trabajo, y
de un 11% que mencion la dificultad de acceso a la escuela (en trminos de
distancia, disponibilidad de transporte pblico, etc.).
Otros estudios sobre las causas de la desercin escolar en Amrica Latina apunta nuevamente a razones tanto de oferta como de demanda entre los
principales factores (vanse Abril et al., 2008 para Mxico y Santos, 2009 para
Chile). Tradicionalmente, las razones de demanda han servido para disear
60 > DESCONECTADOS
Recuadro 3.1
Los sistemas de evaluacin de conocimientos y desempeo acadmico en
Argentina, Brasil y Chile
Argentina, Brasil y Chile cuentan con sistemas de evaluacin del desempeo escolar y
adems participan en pruebas comparativas internacionales. Las pruebas nacionales
en Brasil y Chile son de carcter censal, mientras que la de Argentina es de carcter
muestral. El nivel de difusin de los resultados es considerablemente mayor en Brasil
y en Chile que en Argentina. Asimismo, en los dos primeros pases tales resultados se
emplean explcitamente no solo como una fuente de informacin y reatroalimentacin
sobre el desempeo de los alumnos vis a vis el sistema educativo, las escuelas, los padres
y los propios estudiantes, sino tambin como un elemento de incentivo para mejorar
los indicadores de calidad. En los sistemas de Brasil y Chile existen metas especficas,
que en el caso de Brasil se encuentran incluso alineadas con las que se tienen para
pruebas internacionales como PISA, y que sirven como punto de referencia para hacer
seguimiento de los resultados educativos. Este elemento parece estar ausente en gran
medida en el caso de Argentina. A continuacin se describen los sistemas de cada pas.
Argentina. Los Operativos Nacionales de Evaluacin (ONE) se llevan a cabo peridicamente en las 24 jurisdicciones del pas desde 1993 a travs de evaluaciones de carcter
muestral realizadas tanto en escuelas pblicas como privadas en reas rurales y urbanas.
A travs de los ONE se evalan los contenidos de matemticas, lenguaje, ciencias sociales
y ciencias naturales en los cursos tercero y sexto de nivel primario, y segundo, quinto y
sexto de nivel medio1. Los ONE se realizan con el objetivo de obtener informacin vlida
y confiable acerca del aprendizaje de los alumnos en el proceso educativo. Subyace la
idea de que este es uno de los insumos tiles para el diseo de polticas educativas y para
mejorar la gestin institucional, el proceso de aprendizaje y las prcticas pedaggicas 2.
Los resultados de los ONE se difunden con el propsito de que sirvan como insumo para
mejorar la calidad educativa. Se aspira a que tales resultados alimenten los estudios
nacionales e internacionales realizados por los actores del sistema, las universidades e
institutos de investigacin y dems agentes involucrados e interesados en los procesos
educativos. La DiNIECE (Direccin Nacional de Informacin y Evaluacin de la Calidad
Educativa) publica los resultados de los ONE y elabora documentos pedaggicos de anlisis
con recomendaciones metodolgicas, pautas pedaggicas, material de apoyo docente,
reflexiones e investigaciones que sirvan de base a docentes, directivos, profesionales
y tcnicos para mejorar el proceso de aprendizaje. En la publicacin de los resultados
de las evaluaciones se muestra el desempeo de cada jurisdiccin y de los sectores de
gestin en las distintas reas del conocimiento y cursos evaluados.
El carcter muestral de las evaluaciones permite un diagnstico representativo pero
restringe las posibilidades de devolucin de los resultados por establecimiento evaluado.
La informacin censal permitira establecer comparaciones entre las distintas disciplinas
evaluadas con respecto a la media, al mximo resultado y a un resultado deseable u ptimo que podra fijarse como meta institucional, provincial o nacional. De acuerdo con lo
establecido por la reglamentacin vigente3, la DiNIECE resguarda la identidad de alumnos,
docentes e instituciones educativas a fin de evitar cualquier forma de estigmatizacin.
(contina en la pgina siguiente)
62 > DESCONECTADOS
14
Poco se aprende
Segn los datos revelados por la prueba PISA, a los 15 aos los niveles de
aprendizaje de los estudiantes de Amrica Latina y el Caribe los ubican en el
tercio inferior de las naciones participantes y muy por debajo de la media (grfico 3.5). Para la gran mayora de los pases de la regin, la brecha de puntaje
frente al promedio de los pases de la OCDE es muy amplia. Esto ocurre tanto
para el caso de lectura, como de matemticas y ciencias (paneles A, B y C del
grfico 3.5). No obstante el avance registrado por algunos de los participantes
de Amrica Latina y el Caribe en esta evaluacin frente a perodos previos, estos
se han ubicado sistemticamente entre los peores de la muestra.
La medicin de PISA ubica a los estudiantes en distintos niveles de competencia. Estos niveles estn referidos a su capacidad de resolver situaciones
con distintos grados de dificultad y complejidad. Los resultados muestran una
altsima proporcin de estudiantes de los pases de la regin que no son capaces
de alcanzar siquiera los niveles de competencia considerados bsicos. En lectura,
el 8,2% de los estudiantes de la OCDE tuvo un rendimiento alto (niveles 5 y
6), mientras que en la regin este porcentaje es de alrededor de un 1% (panel
A, grfico 3.5). En el otro extremo, el porcentaje de alumnos de la regin que
se ubica por debajo del nivel 2 es significativamente alto y flucta entre un
44,5% (Mxico) y un 79,5% (Per). Esto indica que alrededor de la mitad los
64 > DESCONECTADOS
Grfico 3.5
Distribucin de los puntajes de PISA segn niveles de desempeo
Bajo
Medio
Alto
Panel A: Lectura
OCDE (*)
Amrica Latina
Chile
Mxico
Uruguay
Trinidad y Tobago
Colombia
Brasil
Argentina
Per
Panam
0%
20%
40%
60%
80%
100%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
Panel B: Matemticas
OCDE (*)
Amrica Latina
Uruguay
Mxico
Chile
Trinidad y Tobago
Argentina
Brasil
Colombia
Per
Panam
Panel C: Ciencias
OCDE (*)
Amrica Latina
Chile
Uruguay
Mxico
Trinidad y Tobago
Argentina
Colombia
Brasil
Panam
Per
Fuente: OCDE (2010a).
Notas: En el grfico 3.5 el nivel de desempeo bajo corresponde al porcentaje de estudiantes que
se ubicaron en el nivel 1 o por debajo del mismo segn los niveles de desempeo estimados por
PISA (en el caso de la prueba de lectura comprende debajo del nivel 1b, nivel 1b y nivel 1a). El nivel
medio comprende a los estudiantes que se ubicaron en los niveles de desempeo 2, 3 y 4. El nivel
alto incluye a los estudiantes que quedaron ubicados en los niveles de desempeo 5 y 6.
(*) El puntaje promedio de la OCDE excluye los de Chile y Mxico.
15
66 > DESCONECTADOS
Recuadro 3.2
Ejemplo de pregunta asociada al nivel 1a en la prueba de lectura en PISA
2009
El avaro y su oro
(Fbula de Esopo)
Un avaro vendi todo lo que tena y compr un pedazo de oro, el cual enterr en un
agujero en el suelo al lado de una antigua muralla e iba a verlo todos los das. Uno de
sus trabajadores observ al avaro visitar el lugar frecuentemente y decidi observar sus
movimientos. El obrero pronto descubri el secreto del tesoro escondido, cav, encontr
la pieza de oro y la rob. En su prxima visita el avaro encontr el hueco vaco y comenz a
arrancarse los pelos y lamentarse fuertemente. Un vecino, sabiendo la razn y queriendo
ayudarlo a superar la pena le dijo: por favor, no te aflijas. Toma una piedra y colcala en
el agujero e imagina que el oro an est ah. Servir exactamente para lo mismo; porque
cuando el oro estaba all tu no lo tenas, y nunca hiciste el ms mnimo uso del mismo.
Utilice la fbula El avaro y su oro en la pgina anterior para responder a las preguntas que siguen.
Lea las oraciones y numrelas de acuerdo con la secuencia de hechos descrita en
el texto.
El avaro decidi convertir todo su dinero en un pedazo de oro.
Un hombre rob el oro del avaro.
El avaro cav un hoyo y escondi all su tesoro.
El vecino del avaro le dijo que reemplace el oro con una piedra.
Fuente: OCDE (2010a).
Nota: Para recibir crdito la secuencia de hechos se debe haber organizado de la siguiente manera: 1, 3,
2, 4.
Recuadro 3.3
Ejemplo de pregunta asociada al nivel 1 en la prueba de matemticas en
PISA 2009
Tipo de cambio
Mei-ling, originaria de Singapur, se prepar para ir a Sudfrica como estudiante de
intercambio por 3 meses. Necesitaba cambiar algunos dlares de Singapur (SGd) a rand
(ZAR), la moneda de Sudfrica.
Mei-Ling averigu que la tasa de cambio entre los dlares de Singapur y los rand de
Sudfrica era igual a 1 SGD = 4.2 ZAR.
Mei-Ling cambi 3000 dlares de Singapur en rand de Sudfrica con dicha tasa de
cambio. Cunto dinero en rand de Sudfrica consigui Mei-Ling?
Fuente: OCDE (2010a).
Nota: Para recibir crdito completo en esta pregunta se deba responder 12 600 ZAR (No se requiere la
unidad).
Grfico 3.6
Distribucin de puntajes obtenidos por los estudiantes de Amrica
Latina y de la OCDE en las pruebas PISA 2009
Amrica Latina
OCDE
A. Matematicas
0,005
0,004
0,003
0,002
0,001
0,000
300
600
900
300
600
900
300
600
900
B. Ciencias
0,005
0,004
0,003
0,002
0,001
0,000
C. Lectura
0,005
0,004
0,003
0,002
0,001
0,000
Fuente: Elaboracin propia a partir de la base de datos de PISA 2009 (OCDE, 2010d).
Nota: Los pases de la regin incluidos en la muestra son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia,
Mxico, Panam, Per, Trinidad y Tobago y Uruguay.
68 > DESCONECTADOS
Grfico 3.7
Amrica Latina y los extremos en matemticas: Shanghi-China y
Kirguistn, PISA 2009
(%)
<= Kirguistn
100
0,4
0,6
36,1
36,1
Panam
Per
>= Shanghi-China
2,3
0,7
1,2
24,1
13,2
12,1
11,2
Brasil
Uruguay
Mxico
Chile
0,6
0,1
0,8
25,2
24,1
Argentina
Colombia
50
0
50
100
Fuente: Elaboracin propia a partir de la base de datos de PISA 2009 (OCDE, 2010d).
Nota: El puntaje promedio de Shanghi-China en la prueba de matemticas fue de 600 puntos,
mientras que en Kirguistn fue de 331 puntos. Las cifras que se encuentran por encima de la barra
superior indican el porcentaje de estudiantes que en cada pas obtuvo un porcentaje superior
al puntaje promedio observado en Shanghi-China. Las cifras en las barras inferiores indican el
porcentaje de estudiantes que obtuvo puntajes inferiores al promedio de Kirguistn.
Grfico 3.8
Brecha en los puntajes en la prueba de lectura, PISA 2009, segn
quintiles del indicador de nivel socioeconmico
Quintil 5
OCDE, Quintil 1
Quintil 1
650
600
550
500
450
400
Montenegro
Indonesia
Tailandia
Estados Unidos
Finlandia
Hong Kong-China
Shanghi-China
Per
Panam
Argentina
Trinidad y Tobago
Uruguay
Brasil
Colombia
300
Mxico
350
Chile
OCDE, Quintil 5
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de la prueba PISA 2009 (OCDE, 2010a)
Nota: Los quintiles estn construidos a partir del ndice de nivel socioeconmico y cultural elaborado por la OCDE para la prueba PISA. El quintil 5 representa al quintil ms rico y el quintil 1 al ms
pobre. Los pases estn ordenados de manera descendente segn el puntaje obtenido en el quintil 1.
Estas brechas muestran la marcada inequidad en los resultados educativos en Amrica Latina y el Caribe para los jvenes de 15 aos. Sin embargo,
cabe aclarar que las brechas en habilidades cognitivas aparecen mucho antes
de la adolescencia, especialmente antes de la edad escolar. Esto significa que
las diferencias observadas entre los grupos de distintos niveles de ingreso se
originan fundamentalmente en los seis primeros aos de vida (Schady, 2011).
Asimismo, otras pruebas internacionales como el SERCE, aplicada a 16
pases de Amrica Latina y el Caribe en 2006 en los niveles de tercero y sexto
bsico, tambin evidencian importantes diferencias en el rendimiento acadmico
de los nios segn los niveles de ingreso de sus familia. Por ejemplo, Duarte
el al. (2010a) analizan los datos del SERCE y documentan que mientras que la
probabilidad de alcanzar un nivel satisfactorio en matemticas en tercer grado
es del 48% en el quintil de mayores ingresos, en el quintil ms pobre apenas
llega a un 10%, situacin a todas luces preocupante. En sexto grado tambin
se registran diferencias notorias: mientras que un 66% de los nios de ingresos
ms altos (ltimo quintil) obtuvo al menos un nivel satisfactorio en la prueba
de matemticas, entre los nios del primer quintil el logro fue solo de un 26%.
Queda claro entonces que existen diferencias significativas en las habilidades
cognitivas entre los grupos de diferentes niveles de ingreso y que estas se originan temprano en el ciclo de vida.
70 > DESCONECTADOS
16
Cuadro 3.3
Evolucin de los puntajes en lectura, matemticas y ciencias en pases
participantes de Amrica Latina, 20002009
Puntajes de PISA en
lectura
Pas
Puntaje promedio de
PISA en matemticas
Puntaje promedio de
PISA en ciencias
2000 2003 2006 2009 2000 2003 2006 2009 2000 2003 2006 2009
Argentina
418
Brasil
396
Chile
410
403
422
Per
327
Uruguay
OCDE
500
398
388
412
334
384
442
449
385
413
400
410
425
387
370
292
434
413
426
500
500
493
Colombia
Mxico
376
393
500
356
381
388
396
370
386
375
415
411
421
370
381
385
406
419
422
365
333
422
427
427
500
500
493
500
390
391
401
390
405
438
447
388
402
405
410
419
438
428
427
500
500
501
369
Fuente: Figura 6.3 IPES 2008 con base en OCDE (2001, 2004, 2007a) y el resumen ejecutivo de PISA
(OCDE, 2010).
Grfico 3.9
Proyeccin de la evolucin de los puntajes (20002009) a partir de las
tasas de crecimiento observadas en Amrica Latina
Brasil
Chile
Amrica Latina
2009
2018
2027
2036
2045
2054
2063
2027
2036
2045
2054
2063
2009
2018
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados observados en las pruebas PISA 2000 a
2009 (OCDE, 2001, 2004, 2007a y 2010a).
72 > DESCONECTADOS
La acumulacin no basta
Ya se ha visto cmo Amrica Latina ha avanzado en los ltimos 20 aos en
materia de acumulacin de capital humano mediante la ampliacin del acceso
al sistema escolar. Esto es as en los pases de la regin que hacen parte de la
muestra de participantes en PISA (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Mxico
y Uruguay), cuyas tasas de culminacin del ciclo de nueve aos de educacin
oscilan entre un 76% en Chile y un 45% en Brasil, pero tambin en todos los
dems pases en relacin con la situacin que prevaleca a inicios de los aos
noventa. El problema radica en que los resultados obtenidos en la prueba PISA
sugieren que los esfuerzos e inversiones destinados a ampliar el acceso a la
educacin y a retener a los alumnos en las escuelas (especialmente centrados en
eliminar o reducir el costo de oportunidad de estudiar) guardan poca relacin
con los aprendizajes y con lo que se pueda hacer con ellos en el mercado laboral.
Al respecto, en la literatura reciente se ha dado una importante discusin en
la que se cuestionan los beneficios de la simple acumulacin en capital humano
tanto en el bienestar individual como en el desarrollo de los pases. Hanushek
(2006) afirma que las habilidades cognitivas tienen un poderoso impacto en los
ingresos individuales, la distribucin del ingreso y el crecimiento econmico,
y que en realidad la situacin educativa de los pases en desarrollo es mucho
peor de lo que sugieren los niveles de acceso y las tasas de culminacin en los
distintos niveles de escolaridad. Traducido a Amrica Latina, lo anterior significa que los avances en acceso y culminacin no tendrn el impacto esperado
mientras no se cristalicen en un desarrollo efectivo de habilidades cognitivas.
De hecho, del anlisis de resultados y su vnculo con diversas variables de
PISA (porcentajes de profesores de tiempo completo, profesores certificados de
tiempo completo, relacin computadores/estudiantes y estudiantes/profesores,
entre otras) se desprende que no existe una correlacin consistente entre la
cantidad de recursos invertidos en educacin y los resultados de las pruebas,
ya sea en trminos de gasto como porcentaje del PIB o de gasto por alumno. La
varianza considerable en los resultados entre distintos pases participantes no
puede atribuirse simplemente a la existencia de un grado de desarrollo relativo
diferente de sus economas. Si bien es cierto que la riqueza de los pases influye
Grfico 3.10
Matrcula en sptimo grado o superior entre jvenes de 15 aos y puntaje
en PISA 2009
Puntaje en la prueba de lectura
(PISA 2009)
550
500
OCDE
450
Colombia
400
350
Brasil
Per
Panam
50
60
Chile
Uruguay
Mxico
70
80
Trinidad
y Tobago
Argentina
90
100
Tasa de matrcula
Fuente: OCDE (2010a), Anexo A2, Tabla A2.1.
Nota: La tasa de matrcula se calcula con la poblacin total de estudiantes de 15 aos de edad
que estn matriculados en el sptimo grado o superior sobre la poblacin total de estudiantes de
15 aos.
74 > DESCONECTADOS
Grfico 3.11
PIB per cpita y resultados en PISA, 2009
A. Lectura
600
PISA 2009
550
LAT
500
450
COL
400
350
300
8,5
RUM
LIT
RUS
CHL
MEX
BRA URG
ARG
PAN
PER
9,0
COR
FIN
CRO
9,5
TyT
10,0
10,5
11,0
10,5
11,0
PISA 2009
550
COR
500
OCDE
450
400
COL
350
PER
300
LIT
LAT
RUS
URG
RUM
CRO
MEX
CHL
ARG
BRA
PAN
FIN
8,5
9,0
9,5
TyT
10,0
Log PIB PPA
Fuentes: Puntaje PISA 2009: OCDE (2010a); PIB per cpita en US$ PPA de 2005: Banco Mundial
(2010).
Nota: La siguiente es una lista de las abreviaturas usadas en el grfico: LAT, Latvia; LIT, Lituania;
RUS, Rusia; CRO, Croacia; RUM, Rumania; COR, Corea del Sur; FIN, Finlandia; ARG, Argentina; BRA,
Brasil; CHL, Chile; COL, Colombia; MEX, Mxico; PAN, Panam; PER, Per; TyT, Trinidad y Tobago,
y URG, Uruguay. Los puntos azules indican los pases que suelen obtener los puntajes ms altos
en la prueba PISA. Los puntos rojos indican pases con niveles de PIB comparables con los de los
pases de Amrica Latina pero que muestran mejores resultados respecto a lo esperado para
el nivel de PIB observado. Por contraste, los puntos azules indican que en Amrica Latina los
resultados en la prueba PISA son menores a lo esperado dados sus niveles de PIB.
Grfico 3.12
Gasto per cpita en educacin pblica en secundaria
URY
MEX
PER
400
BRA
PAN
300
CHL
ARG
8
10
Gasto per cpita en educacin pblica en secundaria (expresado en Log dlares, precios de 2008)
Fuentes: Puntajes en las pruebas PISA: OCDE (2010a); gasto per cpita en educacin pblica
por niveles educativos estimado usando el PIB en dlares corrientes deflactados a 2008: FMI
(2010) y Banco Mundial (2010); matrcula y porcentajes de gasto pblico total en educacin y
desagregados por niveles como porcentaje del PIB: UNESCO (2010).
76 > DESCONECTADOS
17
Un estudio reciente (Estudio piloto sobre enseanza y aprendizaje innovador realizado en Rusia, Senegal, Finlandia e Indonesia en 2009 y 2010 por un consorcio en el
que participan la UNESCO, la Sociedad Internacional de Tecnologas para la Educacin,
Microsoft y OCDE) sugiere la enorme dificultad que enfrentan los docentes en lo que se
refiere a lograr que los estudiantes adquieran nuevas habilidades consideradas necesarias
para desenvolverse en la vida cotidiana y en el trabajo. Entre estas habilidades figuran el
pensamiento crtico (procesar informacin, extraer conclusiones y tomar decisiones), el
trabajo en equipo (trabajo colaborativo con los pares), y liderazgo (capacidad de dirigir a
sus pares y tener la habilidad para comunicar sus ideas eficazmente). Los resultados de
esta prueba piloto sugieren que los profesores se encuentran en etapas muy incipientes de
la enseanza de estas habilidades. Por lo general los docentes las desconocen y carecen de
apoyo para saber cmo desarrollarlas en sus alumnos y cmo medirlas. Se sigue haciendo
nfasis exclusivamente en el desarrollo de las habilidades cognitivas ms tradicionales.
4
En busca de las claves: Dnde y
cundo se forman las habilidades
cognitivas y las socioemocionales?
Los aos de escolaridad de un individuo por lo general se interpretan como
una medida de su capacidad productiva potencial. Se esperara entonces que
mientras ms educada sea una persona, mayor sea su productividad en el mercado de trabajo. Bajo esta premisa, los individuos ms educados deberan tener
mejores condiciones laborales, una lgica simple que ha motivado gran parte
de los estudios tericos y empricos en economa. Pero, son los aos de escolaridad realmente el principal determinante de un buen acoplamiento (match)
entre empleadores y trabajadores, particularmente cuando se considera el caso
de quienes, por ejemplo, buscan empleo por primera vez? Cun informativos
son los aos de educacin respecto de las habilidades del trabajador (calidad)
cuando se trata de asegurar una exitosa transicin de la escuela al trabajo? Por
ltimo, y de manera ms general, qu papel desempean las habilidades como
determinantes del desempeo laboral del individuo? Estas son las preguntas
que se busca responder en los prximos captulos.
Las personas poseen un conjunto amplio de habilidades (destrezas y
talentos) que las diferencia e incide en los resultados socioeconmicos que
obtengan en el transcurso de sus vidas. Este principio ha sido documentado en
la abundante literatura que sobre estos temas se ha producido en los campos
de la economa y la psicologa (Borghans et al., 2008a).
Aun cuando son numerosas las distintas dimensiones de habilidad que
pueden caracterizar a un individuo, en la literatura especializada se ha tendido a
agruparlas en dos grandes categoras: cognitivas y no cognitivas o socioemocionales. En lo que sigue del libro, se entender por habilidades cognitivas aquellas
que tienen que ver con la cognicin (correlacionadas con el coeficiente intelectual)
y las del conocimiento (matemticas y lenguaje), que son las que permiten el
80 > DESCONECTADOS
82 > DESCONECTADOS
Cuadro 4.1
Los dominios de los cinco grandes rasgos de la personalidad y sus
definiciones
Factor
Definicin
Responsabilidad
Extraversin
Amabilidad
Neuroticismo (estabilidad
emocional)
84 > DESCONECTADOS
Esto es particularmente cierto en los programas diseados para retener a los estudiantes
en la escuela como son Learning, Earning and Parenting de Ohio (LEAP) y Teen Parent
Demostration (TPD). A travs de estas iniciativas se entregaba ayuda financiera a padres
en edad escolar para continuar con su educacin secundaria. Los resultados de LEAP
muestran aumentos en las tasas de culminacin de secundaria, mientras que TDP mostr
En suma, la evidencia seala que las intervenciones de diverso tipo encaminadas a fortalecer el desarrollo cognitivo deben realizarse en las edades
ms tempranas de la vida para que tengan algn efecto. Entre tanto, aquellas
que persiguen hacer lo mismo con respecto a las habilidades socioemocionales
tienen una ventana de oportunidad ms prolongada, ya que estas ltimas se
van formando paulatinamente a travs de los aos. Este es un hallazgo clave
cuando se trata de disear polticas destinadas a promover una transicin exitosa
de la escuela al trabajo mediante acciones oportunas en los entornos donde se
forman y desarrollan tanto las habilidades cognitivas como las no cognitivas.
86 > DESCONECTADOS
88 > DESCONECTADOS
Las pruebas cognitivas consideras en este estudio son la de Raven y pruebas estandarizadas de matemticas y lectura.
17
Los estudios son: (i) What Work Requires of Schools (SCANS), realizado en 1991 por el
Departamento de Trabajo de los Estados Unidos; (ii) Workplace Basics: The Essential Skills
Employers Want, realizado por la Sociedad Americana de Capacitacin y Desarrollo (ASTD
por sus siglas en ingls) con el patrocinio del Departamento del Trabajo de Estados Unidos;
(iii) The Michigan Employability Skills Employer Survey, realizado por Michigan Employability
Skills Task Force; (iv) Basic and Expanded Basic Skills, realizado por el Departamento de
Educacin del estado de Nueva York, y (v) High Schools and the Chaning Workplace: The
Employers View, realizado por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.
19
Los elementos de la taxonoma de las habilidades en el mbito laboral propuesta por
ONeil, Allred y Baker (1997) han sido tambin considerados en Maxwell (2007), CannonBowers et al. (1995), Murnane y Levy (1996), y Oliver et. al, (1997), entre otros. En particular, con base en el anlisis de casos en el rea de prcticas administrativas, Murnane
y Levy (1996) organizan las habilidades requeridas en el mbito laboral en habilidades
generales de manejo de tiempo, esfuerzo en el trabajo, actitud positiva, habilidades bsicas
(lectura, matemticas, resolucin de problemas, comunicacin) y habilidades informticas.
18
90 > DESCONECTADOS
20
92 > DESCONECTADOS
Recuadro 4.1
La visin convencional de la transicin escuela-trabajo: polticas pblicas
e institucionalidad
Las investigaciones donde se examina la transicin de la escuela al trabajo son numerosas. En ellas se pone de relieve el papel de las caractersticas individuales (escolaridad y
antecedentes familiares), del sistema educativo y de las condiciones del mercado laboral
como determinantes de los resultados laborales y educativos durante este perodo (Wolpin, 1987; Topel y Ward, 1992; Wolbers, 2003; Gangl, 2003). Otra importante corriente de
investigacin examina la funcin que desempean las intervenciones especficamente
diseadas para mejorar esta transicin, como por ejemplo las pasantas y los programas
de capacitacin.
Uno de los estudios que demuestran la importancia de las polticas pblicas y la
institucionalidad durante la transicin de la escuela al trabajo es el de Neumark y
Rothstein (2007). Estos autores analizan los efectos asociados a distintos programas de
apoyo a la transicin de la escuela al trabajo (TET) para los Estados Unidos1, haciendo
hincapi en el efecto de estos esfuerzos en la mitad olvidada ( the forgotten half ),
a saber, el 50% de los individuos con menores probabilidades de realizar estudios
postsecundarios. Esta investigacin es particularmente pertinente para el caso de
Amrica Latina, donde la mitad olvidada es significativamente superior al 50% de
la poblacin de jvenes.
Sus resultados indican que, en especial entre las mujeres, los efectos de los programas TET en el desempeo en el mercado de trabajo son usualmente positivos, siendo
particularmente importantes aquellos que ofrecen adiestramiento en la modalidad
de aprendices y a travs de pasantas. En cambio los resultados asociados a las iniciativas concentradas en la educacin postsecundaria son ambiguos: mientras que
para las mujeres son mayoritariamente negativos, entre los hombres los efectos de
estas intervenciones en los rendimientos educativos postsecundarios son usualmente positivos y significativos. En trminos prcticos, este estudio demuestra que las
varias modalidades de intervencin pueden tener distintos efectos dependiendo de
la poblacin en la que acten, lo cual representa un reto en el momento de desarrollar
polticas pblicas para la transicin de la escuela al trabajo.
1
Especficamente, los autores analizan los programas asociados a la Ley de oportunidades de la escuela
al trabajo de 1994 (School-to-Work Opportunities Act 1994 o STWOA94). Esta ley incentiv el desarrollo
de programas diseados para mejorar los resultados laborales de los estudiantes durante los ltimos
aos de la educacin secundaria. Entre ellos se encuentran: job shadowing, mentoring (alianzas entre
estudiantes y empresas), educacin cooperativa (combinacin de educacin acadmica y vocacional),
trabajos en empresas asociadas a escuelas, educacin tcnica (programas que conducen a una carrera
definida), entrenamiento como aprendices, y prcticas/pasantas.
23
En este contexto, cabe destacar el estudio de Oliver et al. (1997). Estos autores describen la reforma que probablemente representa el mayor esfuerzo llevado a cabo hasta la
fecha para desarrollar las habilidades requeridas en el mercado laboral durante el perodo
escolar: la reforma educativa implementada a partir de 1989 en el estado de Maryland,
conocida con el nombre de Habilidades para el xito (Skills for Success o SFS). En esta
reforma se hizo nfasis tanto en las habilidades acadmicas como en las habilidades generales multidisciplinarias que facilitan la transicin al mercado de trabajo. En la reforma
se consideran cinco categoras de habilidades: aprendizaje, pensamiento, comunicacin,
tecnologa y habilidades interpersonales Con ello se buscaba dotar a los estudiantes de
herramientas que les puedan ser tiles para aprender no solamente durante la etapa
escolar sino tambin durante toda su vida. Este concepto tiene adems consecuencias
fundamentales en el currculum educativo. En este sentido, el programa de estudios debi
ajustarse de manera tal que las habilidades ofrecidas pudieran aplicarse realmente a lo que
el estudiante enfrentara en el mercado laboral (uso de las matemticas como herramienta
para resolver problemas y del lenguaje como herramienta de comunicacin y pensamiento).
94 > DESCONECTADOS
En el recuadro 3.1 del captulo 3 se ofrece informacin pormenorizada sobre SIMCE y ONE.
Guzmn y Urza (2008) presentan un ejemplo de cmo utilizar test estandarizados para
analizar los determinantes del xito educativo y laboral de la poblacin. Estos autores
analizan el caso de Chile con base en datos de SIMCE y CASEN.
24
25
26
En este contexto, alfabetizacin no solo se refiere a la habilidad de leer y escribir, sino
tambin a la habilidad de comprender y usar la informacin escrita en el mbito de las
obligaciones laborales, comunitarias y del hogar. Por eso se utiliza el concepto de alfabetizacin funcional, el cual hace referencia a la calidad de la participacin de una persona
en la vida econmica y social de un pas.
96 > DESCONECTADOS
5
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta
el sistema educativo al mercado laboral
El desafo para los sistemas educativos de la regin
El anlisis presentado en los captulos anteriores describe los aspectos ms
importantes de las realidades que viven los jvenes en la regin en lo relativo
al mercado laboral y a la educacin. En primer lugar, se ha documentado que
los jvenes confrontan bajos retornos a la educacin secundaria, altas tasas de
desempleo, bajas tasas de participacin laboral y bajos salarios. Adicionalmente
se ha mostrado que durante las ltimas dcadas no se han observado mejoras
en estas variables. De hecho, la evidencia sugiere que algunas de ellas incluso
han empeorado, especialmente para algunos grupos educativos (como es el caso
de la prima salarial para los egresados de la educacin secundaria).
En segundo lugar, se ha analizado la situacin de los sistemas educativos
de la regin, documentando no solo los aumentos significativos en materia de
cobertura sino tambin un importante rezago entre los jvenes en el dominio
de conocimientos bsicos (medidos a travs de los resultados de pruebas internacionales como PISA) con respecto a los resultados obtenidos en las economas
desarrolladas e incluso en economas con niveles similares de ingreso por fuera
de la regin. La evidencia muestra entonces la necesidad de suplementar los
enormes esfuerzos realizados para ampliar la cobertura educativa con iniciativas slidas dirigidas a mejorar la calidad de la educacin en Amrica Latina.
Durante varias dcadas, la literatura econmica ha tratado de explicar los
fenmenos observados en el mercado laboral en funcin de lo que ocurre o
no ocurre en el sistema educativo. En particular, distintos estudios han
mostrado cmo el aumento de la oferta de trabajadores jvenes con educacin
media puede traducirse en un deterioro en sus condiciones laborales (Katz y
Autor, 1999 y Manacorda, Snchez Pramo y Schady, 2010 para Amrica Latina).
Esto puede verse reforzado por rigideces propias de los mercados laborales en
98 > DESCONECTADOS
JJ
JJ
JJ
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 101
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 103
Cuadro 5.1
Correlaciones entre habilidades por pas
A. Argentina
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Sociales
Cognitiva
1,0
Metacognitiva
0,097
1,0
Autoeficacia
0,103
0,482
1,0
Sociales
0,157
0,361
0,614
1,0
Cognitiva
Metacognitiva
B. Chile
Autoeficacia
Sociales
Cognitiva
1,0
Metacognitiva
0,079
1,0
Autoeficacia
0,094
0,414
1,0
Sociales
0,122
0,337
0,532
1,0
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Todas las correlaciones son estadsticamente significativas (nivel de confianza del 99%).
Educacin y habilidades
En los primeros captulos de este libro se document el hecho de que hoy en
da los jvenes tienen un mayor nmero de aos de escolaridad. Sin embargo,
Cuadro 5.2
Niveles de escolaridad en Argentina y Chile
(Muestra de individuos entre 25 y 30 aos de edad)
Nivel de escolaridad
Promedio de aos de educacin
Argentina
Chile
12,58
12,82
8,17%
9,35%
Educacin secundaria
49,86%
45,88%
Educacin tcnico-profesional
17,68%
15,86%
Educacin universitaria
24,30%
28,91%
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Las estadsticas se obtuvieron con base en el total de individuos en las respectivas
encuestas (incluye a aquellos que se encontraban estudiando al momento de las mismas).
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 105
haberlo terminado (versus 48% en el caso de Chile). En este sentido es importante tener en cuenta las posibles diferencias que surgen entre individuos que
declaran haber iniciado un nivel de escolaridad versus aquellos que efectivamente lo concluyen. Un segundo elemento que requiere atencin es la existencia
de distintas categoras de educacin secundaria en la regin. Tanto Argentina
como Chile cuentan con dos modalidades de educacin secundaria: tradicional
o cientfico-humanista (en el caso especfico de Chile) y tcnico-profesional.
Cada una tiene programas de estudios y objetivos particulares. Mientras que
el sistema tradicional o cientfico-humanista busca formar las habilidades y
capacidades requeridas para continuar hacia el sistema universitario, los establecimientos tcnico-profesionales tienen como objetivo formar habilidades
y capacidades tcnicas que puedan ser utilizadas en el ambiente laboral o en
estudios tcnicos postsecundarios. En Argentina, un 39% de los egresados de
la educacin secundaria proviene de establecimientos tcnico-profesionales,
mientras que en Chile la proporcin se eleva a 48,6%.
En el grfico 5.1 se confirma la alta correlacin que existe entre el nivel
de habilidades y el nivel de escolaridad logrado, especialmente en cuanto a
destrezas cognitivas. Cuando se observa el efecto de completar un determinado
nivel de educacin surge un patrn claro. En general, al comparar los niveles
de habilidades de aquellos individuos que alcanzan un determinado nivel de
escolaridad pero no lo culminan, con los de aquellos que no solamente lo alcanzan sino que adems se gradan, se registran diferencias significativas a
favor de estos ltimos. Esto es particularmente claro en el caso de la autoeficacia en el contexto de la educacin postsecundaria: all se observa un aumento
significativo en los niveles de esta habilidad asociado con los estudios tcnicos
superiores y universitarios. Estos resultados se constatan tanto para Argentina
como para Chile y sugieren la necesidad crear condiciones que faciliten alcanzar
y culminar mayores niveles de educacin.
El sistema educativo en cada uno de sus niveles forma habilidades o selecciona a los individuos que las poseen, de modo que aquellos ms hbiles
dentro de cada nivel educativo sern los que logren culminarlo. Independientemente de cul sea el papel de la educacin posiblemente coexistan ambos
factores, estos resultados muestran que terminar cada nivel de escolaridad
efectivamente suministra informacin sobre la dotacin de los individuos, es
decir, certifica cierto nivel de habilidades.
Otro hallazgo destacable del grfico 5.1 tiene que ver con los altos niveles de
habilidades socioemocionales asociados a la educacin tcnico-profesional tanto
en la secundaria como en la postsecundaria. En Argentina y Chile, los niveles
de habilidades socioemocionales de los egresados de la educacin secundaria
tcnico-profesional son mayores a los reportados entre quienes se gradan de
la educacin secundaria tradicional o cientfico-humanista. Adicionalmente, los
niveles de habilidades socioemocionales de quienes se gradan de la educacin
Grfico 5.1
Promedio de habilidades cognitivas y socioemocionales por nivel de
escolaridad
Secundaria incompleta
Tec. superior incompleta
Universitaria completa
Secundaria completa CH
Tec. superior completa
Secundario completa TP
Universitaria incompleta
Chile: Cognitivas
4,5
4,0
3,5
3,0
2,5
2,0
Cognitiva
Argentina: Cognitivas
4,5
4,0
3,5
3,0
2,5
2,0
Cognitiva
Chile: Socioemocionales
3,5
3,2
2,9
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
(contina en la pgina siguiente)
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 107
Secundaria completa CH
Tec. superior completa
Secundario completa TP
Universitaria incompleta
Argentina: Socioemocionales
3,5
3,2
2,9
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Cabe sealar que debido a las caractersticas de los datos no es posible medir la evolucin
de las habilidades a lo largo de las trayectorias educativas de los mismos individuos. Lo
que se reporta en los grficos 5.2 y 5.3 es el nivel de habilidades para diferentes individuos
con diferentes aos de escolaridad.
Grfico 5.2
A. Argentina
4,0
3,5
3,0
2,5
2,0
1,5
10 11 12 13 14 15 16 17 18
Aos de educacin
10 11 12 13 14 15 16 17 18
Aos de educacin
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 109
Grfico 5.3
Niveles de habilidades socioemocionales por aos de escolaridad
A. Argentina
4,0
3,75
3,5
3,25
3,0
2,75
2,5
8 9
Habilidades sociales
10 11 12 13 14 15 16 17 18
Aos de educacin
Metacognitiva
B. Chile
4,0
3,75
3,5
3,25
3,0
2,75
2,5
Autoeficacia
8 9
10 11 12 13 14 15 16 17 18
Aos de educacin
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Cabe reiterar aqu que estos resultados no implican necesariamente que las habilidades se
generen en el sistema educativo, pero s sugieren que existe una correlacin o asociacin.
educacin y habilidades. Esto quiere decir que las medias indican el nivel de
habilidades que tiene una persona tpica dentro de determinado nivel de escolaridad. En cambio la dispersin da cuenta de la homogeneidad del nivel de
habilidades de los individuos dentro de un grupo educativo. A mayor dispersin
o varianza, mayor heterogeneidad. As pues, cuanto mayor es la dispersin
de una habilidad dentro de un grupo educativo, mayores son las diferencias
entre estos individuos. Esto indica que en el mismo grupo conviven personas
con altos niveles de una cierta habilidad y personas con bajos niveles de esa
misma habilidad, teniendo el mismo nivel de escolaridad. En los grficos 5.4 y
5.5 se observan las distribuciones por cada nivel de escolaridad para Argentina
y Chile. Cuanto ms estrecha es la curva, menor es la varianza o dispersin,
es decir, ms parecidos son los individuos dentro de ese grupo educativo con
respecto a la habilidad analizada.
En el caso de las habilidades cognitivas se confirma un claro orden en
ambos pases: a mayor nivel de escolaridad, mayores son las habilidades (la
distribucin se mueve hacia la derecha). Es interesante notar adems la clara
gradualidad del aumento de las habilidades: cada nivel de escolaridad incrementa sucesivamente las habilidades intelectuales con respecto al nivel anterior.
Utilizando una lgica similar es posible estudiar los cambios en la dispersin entre los niveles de educacin para cada pas. En este caso se observa
que tanto en Chile como en Argentina los grados de dispersin de la habilidad
intelectual (cognitiva) aumentan con el nivel de escolaridad. Esto significa
que los jvenes ms educados son ms heterogneos con respecto al nivel de
habilidades intelectuales que los jvenes menos educados. Entre los jvenes
con educacin primaria, en nivel promedio de habilidad intelectual es similar.
En cambio, entre los jvenes universitarios, existen personas con un nivel muy
alto de habilidad intelectual y personas con niveles muy bajos.
Grfico 5.4
Distribucin de habilidades cognitivas por nivel de escolaridad alcanzado
Primaria
Secundaria
Tec. superior
Universitaria
B. Chile
0,25
A. Argentina
0,25
0,20
Frecuencia
Frecuencia
0,20
0,15
0,10
0,05
0
0,15
0,10
0,05
Nivel de habilidad
Nivel de habilidad
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 111
Por el contrario, se observa que en el caso de todas las habilidades socioemocionales (grfico 5.5) la dispersin disminuye o se mantiene igual a medida
que se consideran los grupos de individuos ms educados. En otras palabras, los
jvenes ms educados son ms parecidos entre s en trminos de sus habilidades
Grfico 5.5
Distribucin de habilidades socioemocionales por nivel de escolaridad
alcanzado
Tec. superior
Frecuencia
A.1. Argentina
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
1
1,5
Secundaria
Universitaria
A. Metacognitiva
A.2. Chile
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
4,0
1
Frecuencia
Primaria
2,0
2,5
3,0
3,5
1,5
Nivel de habilidad
2,0
2,5
3,0
3,5
C. Habilidades sociales
C.2. Chile
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
1
4,0
1,5
Nivel de habilidad
3,0
3,5
4,0
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
3,5
4,0
Frecuencia
Nivel de habilidad
Frecuencia
C.1. Argentina
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
1
1,5
2,5
Frecuencia
3,5
B. Autoeficacia
B.2. Chile
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
4,0
1
Frecuencia
B.1. Argentina
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
1
1,5
2,0
Nivel de habilidad
2,0
2,5
3,0
Nivel de habilidad
1,5
2,0
2,5
3,0
Nivel de habilidad
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
donde
Ti = X i + D ,i + i (1)
Ti
representa el nivel de habilidad del individuo
X i
es un vector de variables socioeconmicas
T
{D ,i } =1 es un conjunto de variables binarias que caracterizan el nivel de escolaridad
del individuo
i
es el trmino de error
Siguiendo con el anlisis anterior, se trata aqu de cuantificar la importancia de la eduT
cacin {D ,i } =1 .
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 113
Grfico 5.6
Asociacin de la educacin y los niveles de habilidades de los individuos
(controlando por otros factores)
Secundaria completa CH
Secundaria completa TP
Tc. superior
Universitaria
A. Argentina
0,35
0,3
0,25
0,2
0,15
0,1
0,05
0
0,05
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidad social
B. Chile
0,35
0,3
0,25
0,2
0,15
0,1
0,05
1E-16
0,05
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b). Para
cada tipo de habilidad, cada una de las barras indica la diferencia en el respectivo nivel educativo y el
grupo de base. La diferencia se expresa como porcentaje de una desviacin estndar en cada test.
Nota: La lista de controles incluye: edad y gnero del individuo; si al momento de la encuesta est
o no estudiando; educacin del padre y de la madre; el ingreso del hogar cuando el individuo tena
5 aos; si tuvo educacin preescolar; si alguna vez repiti un curso; meses de cesanta previos a la
encuesta y meses de inactividad previos a la encuesta.
tcnico-profesional; (iii) egresado de secundaria tradicional o cientfico-humanista, (iv) con estudios postsecundarios tcnicos superiores y (v) con estudios
universitarios. En el grfico 5.6 se presentan los valores estimados para los
coeficientes asociados a estas variables7 en Argentina (panel A) y Chile (panel
B). En las estimaciones se utiliza el nivel de estudios ms bajo (secundaria
incompleta) como punto de referencia, por lo que cada uno de los coeficientes
representa el cambio relativo a este nivel8.
De los paneles del grfico 5.6 surgen varios hallazgos. En primer lugar,
en los sistemas educativos de Argentina y Chile se registra una asociacin
positiva entre los niveles de educacin y los niveles de habilidades de la poblacin, incluso despus de controlar por las caractersticas de los individuos. As
pues, personas que en promedio tienen caractersticas similares (educacin de
los padres, edad, gnero, ingreso familiar, etc.), pero que difieren en cuanto al
nivel de escolaridad tambin difieren en los niveles de habilidades. En general,
a mayor nivel de escolaridad, mayor es el nivel de habilidades.
Por otra parte, la evidencia en ambos paneles indica que incluso despus
de controlar por el efecto de las otras variables que inciden en la formacin de
habilidades socioemocionales, se registra una alta relacin entre estas ltimas y
el nivel de secundaria tcnico-profesional. En particular, se obtienen resultados
de importante magnitud para las habilidades sociales, siendo muy similares a los
estimados para el nivel universitario. Esto confirma la importancia de concentrar
esfuerzos en esta modalidad educativa para entender causalmente cules son
los elementos de la educacin tcnica que contribuyen a que se produzca un
mayor nivel de habilidades socioemocionales. Sorprende adems la uniformidad
de los bajos coeficientes encontrados para la secundaria cientfico-humanista.
Esto puede interpretarse como una manifestacin del bajo valor agregado que
reporta este tipo de educacin (relativo al nivel de secundaria incompleta).
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 115
Cuadro 5.3
Es el promedio de habilidades mayor en Argentina o en Chile?
Nivel de escolaridad Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Sociales
Primaria
Argentina
Chile
Chile
Argentina**
Secundaria
Argentina
Chile
Chile
Chile***
Tcnica superior
Argentina
Chile
Chile
Chile***
Universitaria
Chile
Chile
Chile
Chile***
***
***
***
***
***
***
***
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Diferencias estadsticamente significativas al * 10%, ** 5% y *** 1%.
el caso, se observara que, por ejemplo, los jvenes argentinos con educacin
secundaria tienen un mayor nivel de habilidades que los jvenes chilenos con
el mismo nivel educativo.
En el cuadro 5.3 se presentan los resultados de la comparacin entre los
niveles de habilidades de Argentina y Chile por nivel de escolaridad. All se
observa que, en promedio, los universitarios en Chile tienen uniformemente
mayores habilidades que sus pares en Argentina. De hecho, este es el patrn
verificado en la mayora de las comparaciones realizadas, con excepcin del
que surge en las habilidades cognitivas.
De la misma manera se pueden comparar niveles de dispersin o heterogeneidad entre pases para un mismo grupo educativo. En el cuadro 5.4 se resume
la comparacin. En particular, se puede apreciar que dentro de cada nivel de
escolaridad existe en general una mayor dispersin de habilidades en Argentina.
Chile muestra una mayor dispersin en primaria para las habilidades
socioemocionales, y para las estrategias metacognitivas en el nivel secundario.
Argentina, por su parte, muestra claramente una mayor dispersin en habilidades
cognitivas y sociales en los niveles de educacin secundaria, y en la totalidad
de las habilidades para los niveles de educacin tcnica superior y universitaria.
Lo anterior es particularmente interesante si se recuerda que a partir del
grfico 5.2 se observ que Argentina mostraba mayores grados de homogeneidad
Cuadro 5.4
Es la dispersin de habilidades mayor en Argentina o en Chile?
Nivel de escolaridad Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Sociales
Primaria
Chile
Chile
Argentina
Chile
Secundaria
Argentina
Argentina
Argentina
Argentina
Tcnica superior
Argentina
Argentina
Argentina
Argentina
Universitaria
Argentina
Argentina
Argentina
Argentina
Total
Chile
Argentina
Argentina
Argentina
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: La comparacin se realiza con base en los coeficientes de variacin de las habilidades entre
pases para cada nivel de educacin.
entre grupos educativos que Chile. A la luz de estos resultados se puede concluir
que si bien se registran mayores diferencias entre los promedios de habilidades
para los distintos niveles de escolaridad en Chile, la dispersin de estas habilidades dentro de cada nivel es mayor en Argentina. El sistema educativo chileno
parece generar mayores diferencias entre los grupos, pero mayor homogeneidad
dentro de cada uno. En el sistema argentino parece que sucede lo contrario.
As pues, el sistema educativo chileno muestra diferencias ms marcadas
entre jvenes ms y menos educados. Dentro del mismo nivel de escolaridad,
los jvenes chilenos son ms homogneos. Ya sea por efectos de formacin o
seleccin, el sistema educativo chileno parece ser ms efectivo en cuanto a
generar diferencias en habilidades y garantizar un grupo ms homogneo. El
nivel de escolaridad alcanzado en Chile debera contener mayor informacin
sobre las habilidades de un joven que en el caso de Argentina.
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 117
Recuadro 5.1
Gnero y formacin de habilidades
Un elemento pertinente cuando se trata de entender el funcionamiento del sistema
educativo en la acumulacin de habilidades durante el proceso de formacin es el relacionado con las diferencias de gnero. En el siguiente cuadro se presentan los resultados
de comparar los niveles de habilidades promedio para hombres y mujeres por pas y nivel
de escolaridad. En el cuadro se muestra el grupo con mayores niveles de habilidad. Al
analizar estos promedios independientemente del nivel de escolaridad (vase el total),
se observa que en ambos pases los hombres presentan mayores niveles de habilidades
sociales y de autoeficacia; por su parte, las mujeres parecen tener mayores niveles de
estrategias metacognitivas (habilidad para planificar tareas). Finalmente, en el caso
de Chile los niveles de habilidad cognitiva en los hombres son mayores que los de las
mujeres, mientras que en Argentina se observa lo contrario.
Quines presentan mayores niveles de habilidades: hombres o mujeres?
Habilidad
Nivel de escolaridad
Argentina
Chile
Cognitiva
Primaria
Mujeres
Hombres
Secundaria
Hombres
Hombres
Tec. superior
Mujeres
Hombres
Universitaria
Mujeres***
Hombres
Total
Mujeres
Hombres***
Metacognitivas
Autoeficacia
Sociales
Primaria
Hombres**
Hombres
Secundaria
Hombres
Mujeres
Tec. superior
Mujeres
Mujeres***
Universitaria
Mujeres
Mujeres***
Total
Mujeres
Primaria
Hombres
Hombres***
Secundaria
Hombres
Hombres***
Tec. superior
Hombres
Hombres
Universitaria
Mujeres
Mujeres
Total
Hombres***
Hombres***
Primaria
Hombres**
Mujeres
Secundaria
Hombres
Hombres*
Tec. superior
Mujeres
Mujeres
Universitaria
Mujeres
Mujeres
Total
Hombres
Hombres*
**
Mujeres***
***
***
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Diferencias estadsticamente significativas al *10%, ** 5% y *** 1%.
Al analizar las diferencias entre hombres y mujeres por nivel de escolaridad se encuentran patrones interesantes. Para las tres habilidades socioemocionales (estrategias
metacognitivas, autoeficacia y habilidades sociales), en Argentina las mujeres muestran
mayores niveles en los grupos de mayor escolaridad (tcnica superior y universitaria),
(contina en la pgina siguiente)
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 119
Grfico 5.7
Asociacin entre los niveles educativos y la participacin laboral por pas
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
Argentina
0,25
0,2
0,15
0,1
0,05
0
Secundaria CH
Secundaria TP
Tec. superior
Universitaria
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados se obtienen de un modelo probit de participacin en el mercado laboral
sobre los niveles de educacin, la edad, el gnero, la educacin del padre y de la madre, y
el ingreso del hogar cuando el individuo tena 5 aos. En ambos casos se excluyeron de la
estimacin aquellos individuos que se encontraban estudiando en el momento de la encuesta.
Para cada barra, la lnea vertical define el intervalo de confianza asociado a cada estimador (95%).
Grfico 5.8
Asociacin entre los niveles educativos y las probabilidades de empleo
por pas
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
0,2
0,18
0,16
0,14
0,12
0,1
0,08
0,06
0,04
0,02
0
0,02
Argentina
Secundaria CH
Secundaria TP
Tec. superior
Universitaria
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 200a y 2010b).
Nota: Los resultados se obtienen de un modelo probit de empleo sobre los niveles de educacin,
la edad, el gnero, la educacin del padre y de la madre, y el ingreso del hogar cuando el individuo
tena 5 aos. En ambos casos se excluyeron de la estimacin aquellos individuos que se
encontraban estudiando en el momento de la encuesta. Para cada barra, la lnea vertical define el
intervalo de confianza asociado a cada estimador (95%).
otro pas. Mientras que en Chile la ventaja relativa en trminos de empleo por
tener educacin secundaria tcnico-profesional es tan alta como la asociada
a la educacin universitaria, en el caso de Argentina la ventaja asociada a la
educacin postsecundaria tcnico-profesional es casi el doble de la de los otros
niveles de escolaridad. Estos resultados ilustran las diferencias en los mercados
laborales de estos pases, pero tambin sugieren un alto valor de la educacin
tcnica. El caso de Chile es particularmente interesante dado el notorio aumento
que se ha observado en los ltimos aos en la oferta de tcnicos con grados
superiores y universitarios11.
Una posible limitacin de estos resultados es que podran estar influenciados por la situacin ocupacional del individuo al poco tiempo de haber dejado la educacin formal, un sesgo que puede actuar en detrimento de quienes
pasaron una mayor cantidad de tiempo estudiando. Sin embargo, se considera
que el rango de 25 a 30 aos es lo suficientemente amplio como para obviar
este problema, y que adems, independientemente de los posibles sesgos, este
perodo es fundamental para poder estudiar las trayectorias de los trabajadores
11
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 121
Grfico 5.9
Asociacin entre los niveles educativos y los salarios por pas
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
Argentina
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
0,1
0,2
Secundaria CH
Secundaria TP
Tec. superior
Universitaria
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados asociados se obtienen de un modelo de regresin lineal del logaritmo del
salario en funcin de los niveles de educacin, la edad y el gnero del individuo, la educacin del
padre y de la madre, y el ingreso del hogar cuando el individuo tena 5 aos. Se excluyeron de la
estimacin aquellos individuos que se encontraban estudiando en el momento de la encuesta.
Para cada barra, la lnea vertical define el intervalo de confianza asociado a cada estimador (95%).
jvenes y comprender cmo valora el mercado laboral el capital humano adquirido durante la educacin formal.
En el grfico 5.9 se presenta la asociacin entre los distintos niveles de
escolaridad y los salarios12. La estimacin se realiza con base en un modelo de
regresin lineal en el espritu del modelo de salarios de Mincer (Mincer, 1958;
Heckman, Lochner y Todd, 2006). El conjunto de variables de control (regresores)
que aqu se considera es similar al utilizado en el contexto de los modelos de
participacin laboral y empleo. Esto quiere decir que nuevamente se comparan
jvenes con diferentes niveles educativos pero con las mismas caractersticas13.
Igualmente, en las estimaciones se utiliza de nuevo el nivel de estudios ms
bajo (secundaria incompleta) como punto de referencia, de modo que cada una
de las estimaciones representa la asociacin relativa a ese nivel.
De la evidencia recolectada surgen nuevamente hallazgos interesantes. La
comparacin de los resultados sugiere diferencias significativas en la valoracin
que los mercados laborales argentinos y chilenos le asignan a la educacin.
La variable de inters es el salario lquido mensual en caso de estar empleado.
La informacin sobre salarios se observa solamente para aquellos individuos que trabajan. En este contexto tambin se realizaron estimaciones en donde se consider el sesgo
potencial asociado a la autoseleccin (Heckman, 1979). Aunque estos resultados no se
incluyen en el captulo, basta saber que no difieren significativamente de los considerados
en esta seccin.
12
13
A primera vista puede sorprender la baja asociacin entre los niveles de educacin ms
altos y los salarios en Argentina, un hallazgo que adems parece contradictorio en el contexto
de lo discutido en el captulo 1. Sin embargo, el fenmeno puede estar relacionado con el
hecho de que en la encuesta de Argentina, un alto porcentaje de los individuos reportan
estar estudiando. Especficamente, un 30% de los argentinos con edades entre los 25 y 26
aos declararon estar estudiando (para Chile el porcentaje es cercano al 20%), y si bien
la proporcin disminuye con la edad, es todava alta incluso en el grupo de aquellos con
edades entre los 29 y 30 aos, donde alcanza aproximadamente un 12% (en el caso de
Chile, para los individuos de 30 aos este cercano al 4%). Por lo tanto, la baja asociacin
encontrada entre educacin postsecundaria y salarios en Argentina puede originarse en las
caractersticas del grupo considerado, en particular, por un prolongado trayecto educativo
que aplaza su entrada al mercado laboral y afecta los salarios.
14
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 123
Grfico 5.10
Asociacin entre habilidades y probabilidades de participacin
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
Argentina
0,08
0,06
0,04
0,02
0
0,02
0,04
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidades sociales
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados se obtienen de un modelo probit de participacin en el mercado laboral
sobre los niveles de educacin, la edad, el gnero, la educacin del padre y de la madre, el ingreso
del hogar cuando el individuo tena 5 aos, y las habilidades cognitivas y socioemocionales
consideradas. En ambos casos se excluyeron de la estimacin aquellos individuos que se
encontraban estudiando en el momento de la encuesta. Para cada barra, la lnea vertical define el
intervalo de confianza asociado a cada estimador (95%).
Grfico 5.11
Asociacin entre habilidades y probabilidades de empleo
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
Argentina
0,1
0,08
0,06
0,04
0,02
0
0,02
0,04
0,06
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidades sociales
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados asociados al modelo se obtienen de un modelo probit de empleo sobre los
niveles de educacin, la edad, el gnero, la educacin del padre y de la madre, el ingreso del hogar
cuando el individuo tena 5 aos, y los niveles de habilidades cognitivas y socioemocionales. En
ambos casos se excluyeron de la estimacin aquellos individuos que se encontraban estudiando
en el momento de la encuesta.
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 125
tanto en Chile como en Argentina. En el caso de la habilidad cognitiva, se registra un coeficiente positivo pero de menor magnitud que el estimado para la
autoeficacia (y solamente estadsticamente significativo para Argentina). Los
resultados para las estrategias metacognitivas son cercanos a cero, mientras
que en el caso de las habilidades sociales los resultados no son significativos.
Lo anterior confirma que la habilidad de mayor impacto es la autoeficacia, lo
cual parece ser intuitivamente correcto. Esto quiere decir que son los jvenes
que ms valoran sus propias capacidades como estudiantes o trabajadores
quienes tienen mayores probabilidades de participar en el mercado laboral y
estar empleados.
En el grfico 5.12 se repite el anlisis, pero ahora para salarios. Nuevamente, para cada pas y tipo de habilidad se presenta el parmetro estimado
y el intervalo de confianza asociado. Los resultados relativos a los salarios
confirman la importancia de la autoeficacia como variable altamente correlacionada con un mejor desempeo laboral. En ambos pases, las magnitudes
de las asociaciones estimadas sugieren un aumento de al menos 10% en los
salarios por un aumento en una desviacin estndar en autoeficacia. El aumento
puede parecer marginal pero es significativo. La asociacin de los salarios con
los niveles de habilidades sociales y estrategias metacognitivas es positiva en
Chile pero de poca magnitud y negativa para Argentina. Sin embargo, en ambos
Grfico 5.12
Asociacin entre habilidades y salarios
(Trabajadores de 25 a 30 aos de edad)
Chile
Argentina
0,25
0,2
0,15
0,1
0,05
0
0,05
0,1
0,15
0,2
Cognitiva
Metacognitiva
Autoeficacia
Habilidades sociales
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados se obtienen de un modelo de regresin lineal del logaritmo del salario en
funcin de los niveles de educacin, la edad, el gnero del individuo, la educacin del padre y
de la madre, el ingreso del hogar cuando el individuo tena 5 aos, y los niveles de habilidades
cognitivas y socioemocionales. En todos los casos se excluyeron de la estimacin aquellos
individuos que se encontraban estudiando en el momento de la encuesta.
Grfico 5.13
Asociacin entre autoeficacia y salarios por nivel de educacin
(Trabajadores entre 25 y 30 aos de edad)
Chile
Argentina
0,4
0,3
0,2
0,1
0
0,1
Secundaria CH
Secundaria TP
Tec. superior
Universitaria
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados en este grfico corresponden a los coeficientes asociados a los distintos
tipos de habilidades. En todos los casos se excluyeron de la estimacin aquellos individuos que se
encontraban estudiando en momento de la encuesta.
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 127
Grfico 5.14
Porcentaje de retorno a la educacin asociado a las diferencias en niveles
de habilidades
(Trabajadores entre 25 y 30 aos de edad)
Habilidades
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Secundaria CH
Otro
Secundaria TP
Tec. superior
Universitaria
Fuente: Elaboracin propia con base en los resultados de las encuestas ETH (BID, 2008a y 2010b).
Nota: Los resultados se construyen a partir de la comparacin de las estimaciones de dos
modelos de regresin del logaritmo del salario en funcin de los niveles de educacin. El primero
excluye los niveles de habilidades cognitivas y socioemocionales, mientras que el segundo los
incluye como controles. Adems, ambos modelos incluyen como variables exgenas la edad, el
gnero del individuo, la educacin del padre y madre, y el ingreso del hogar cuando el individuo
tena 5 aos. De esta forma, la comparacin de los coeficientes asociados a los niveles de
educacin en el modelo que excluye las habilidades y aquellos obtenidos luego de incluirlas,
permite inferir el porcentaje de la asociacin entre salarios y educacin que puede ser mediado
por las habilidades.
Fbrica de destrezas? Lo que le aporta el sistema educativo al mercado laboral > 129
6
Demanda de habilidades: las empresas
tienen la palabra
Qu buscan las firmas?
La transicin de la escuela al mundo del trabajo se puede separar en dos etapas.
Durante la primera los jvenes deciden sujetos a una serie de restricciones
qu tipo de educacin quieren obtener con miras al futuro laboral que desean
alcanzar. Por lo general, estas decisiones involucran elegir el tipo de escuela
a la cual asistir (bachillerato clsico, tcnico o comercial), determinar cunto
esfuerzo dedicar al estudio, qu materias priorizar, si se va a finalizar o no la
escuela secundaria, y si se va a continuar o no con estudios superiores o universitarios. La segunda fase ocurre cuando los jvenes deciden dejar el sistema
educativo para insertarse en el mercado de trabajo a ocupar puestos que van a
marcar el futuro de su trayectoria laboral.
Como se mostr en el captulo 2, comnmente esta segunda etapa est caracterizada por una inestabilidad notoria. Tanto en los pases desarrollados como
en los de Amrica Latina, entre los jvenes que terminan la escuela secundaria
y salen directamente al mercado de trabajo se registran niveles relativamente
bajos de empleo, una rotacin alta entre puestos de trabajo, salarios bajos y
escasos beneficios laborales. Parte de esta inestabilidad refleja una bsqueda,
por parte de los trabajadores jvenes, de aquellos puestos que se ajusten mejor
a sus preferencias. Sin embargo, la misma tambin se traduce en un costo tanto
en trminos de prdida de ingreso corriente como de posible empleabilidad
futura, que puede verse afectada por un historial laboral inicialmente errtico.
Para aquellos jvenes que no continan hacia la educacin superior, la
escuela secundaria constituye una plataforma desde la cual los estudiantes
buscan y consiguen sus primeros empleos. Una transicin de la escuela al
trabajo exitosa requiere que el aprendizaje obtenido en las aulas sea relevante
y til para las empresas que conforman la demanda de trabajo en el mercado
JJ
JJ
JJ
Los resultados que aqu se presentan surgen fundamentalmente de datos recolectados a travs de la Encuesta de Demanda de Habilidades (EDH)
conducida a comienzos de 2010, en la cual se obtuvo informacin sobre casi
1.200 establecimientos en Argentina, Brasil y Chile1. Con base en los datos de
esta encuesta, en este captulo se describen, primero, las caractersticas de los
puestos de trabajo disponibles para los jvenes, centrndose en un grupo de
firmas y trabajadores especficos, para luego determinar la existencia de una
brecha o desacople entre la demanda y la oferta de habilidades y el costo de la
misma, tanto para las firmas como para los trabajadores.
En cuanto a las caractersticas de los puestos de trabajo, se estudian en
particular firmas que contratan trabajadores jvenes, con poca experiencia
laboral y con estudios secundarios completos. Con ello se busca mostrar que
en las economas de Amrica Latina s existen empresas que demandan trabajadores jvenes con educacin secundaria completa para ocupar puestos que son
relevantes para las mismas. Estos ltimos parecen estar dominados por unas
pocas alternativas y por lo general se trata de puestos de entrada. Los salarios
que all se pagan son relativamente altos y a menudo se brindan oportunidades
de crecer y hacer carrera dentro de las empresas. Especficamente se detecta un
gradiente positivo en el salario pagado que sugiere que los trabajadores tienen
posibilidades de progresar all. Existe, es cierto, mucha heterogeneidad en lo
La encuesta fue financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), diseada
por los autores del libro y conducida en el campo por la firma MBC-MORI (Argentina) y
sus asociados en Chile y Brasil.
que puede ganar un trabajador. Dentro de una misma ocupacin coexisten tpicamente trayectorias laborales muy dismiles: al ingresar a la firma todos los
trabajadores ganan aproximadamente lo mismo, pero con el paso del tiempo
algunos lograrn incrementos salariales significativos mientras que otros solo
recibirn aumentos reducidos.
Ahora bien, si todos estos jvenes poseen el mismo nivel de escolaridad
(secundaria completa), por qu a algunos les va bien mientras que a otros no?
La hiptesis que aqu se estudia es que algunos jvenes son lo suficientemente
productivos como para justificar la contratacin y retencin, mientras que otros
no. Dado que es difcil observar la productividad de un trabajador, el nfasis se
pone en el tipo de habilidades que las firmas dicen demandar. Se cree que estas
experiencias laborales diametralmente opuestas se explican por la brecha que
existe entre el tipo de habilidades que requieren las firmas y las que traen consigo los jvenes, lo cual lleva a preguntarse por el tipo de destrezas que procuran
las empresas de la regin. En este captulo se consideran tres grandes grupos de
habilidades: (i) las habilidades del conocimiento un tipo de habilidad cognitiva que pueden ser usadas en muchas ocupaciones diferentes; (ii) las habilidades
especficas, que corresponden a aquellas capacidades tcnicas que son aplicables
a una ocupacin particular; y (iii) las habilidades socioemocionales o no cognitivas, referidas a los rasgos de personalidad del individuo (vase el captulo 4).
En los ltimos cinco aos han cambiado las habilidades que demandan
los empleadores para cubrir nuevas vacantes: ms del 50% de las empresas ha
aumentado sus requerimientos en trminos de las destrezas necesarias para
realizar trabajos en ocupaciones que tienen directa relacin con su actividad
principal. Asimismo, la evidencia sugiere que las firmas estudiadas asignan una
mayor importancia a las habilidades socioemocionales por sobre las de conocimiento y las especficas del sector productivo. Estos resultados se mantienen
cuando el anlisis se realiza por pas, por sector, por tamao de la firma, por
tipo de empresa y por tipo de ocupacin. Igualmente se muestra que existe una
relacin positiva entre las habilidades demandadas y los salarios pagados por
los empleadores.
En cuanto al segundo aspecto estudiado, a saber, la existencia de una
brecha o desacople entre la demanda y la oferta de habilidades, y el costo que
la misma genera tanto para las firmas como para los trabajadores en la medida
en que se desvan recursos hacia procesos de bsqueda, seleccin y capacitacin
de personal, los hallazgos indican que solo el 12% de las empresas reporta no
tener ningn problema para encontrar las habilidades que busca. Cerca del 80%
seala que las destrezas ms difciles de encontrar son las que tienen que ver
con el comportamiento y las actitudes. Esta constatacin lleva a preguntarse
por el tipo de polticas y programas que se pueden promover tanto en el sector
educativo como en el laboral en aras de cerrar la brecha detectada y asegurar
una transicin exitosa de los jvenes de la escuela al mundo del trabajo.
Cuadro 6.1
Sector industrial donde trabajan los jvenes
(% de la poblacin joven empleada que no asiste a un establecimiento educativo)
Argentina
Brasil
Chile
Sector industrial
Automotriz
Minorista
0,3
1,6
0,1
49,4
30,0
22,9
5,3
Hotelera
3,8
4,6
Financiero
0,5
2,4
1,6
Alimentos
3,0
3,4
5,7
35,6
57,0
42,1
0,0
0,1
1,2
Agricultura y pesca
6,9
2,1
9,3
Explotacin en minas
0,1
0,4
2,6
Industrias manufactureras
11,1
17,6
7,0
0,0
0,4
1,3
Construccin
6,2
3,5
7,5
Transporte y comunicaciones
5,0
5,7
8,4
Inmobiliarias
3,1
10,2
7,1
10,7
18,0
20,1
Otros sectores
43,0
57,9
64,4
Fuentes: Argentina: INDEC (2008); Brasil: IBGE (2008); Chile: Ministerio de Planificacin (2010) y
BID (2010c).
Cuadro 6.2
Total de firmas por sector industrial
(%)
Automotriz Minorista Hotelera Financiero Alimentos
Pas
Tamao
(nmero de
empleados)
Argentina
50,0
34,2
35,6
34,8
31,4
Brasil
50,0
42,9
31,5
37,4
36,9
Chile
23,0
32,9
27,8
31,8
11,1
48,1
39,1
22,5
29,4
10 a 49
25,9
35,6
46,0
47,1
51,4
50 a 499
48,2
14,8
13,5
17,7
17,3
500 o ms
14,8
1,5
1,4
12,8
2,0
Sindicalizacin (% de los
empleados
sindicalizados)
Ninguno
29,6
16,8
15,9
11,8
14,9
Menos de la
mitad
42,6
70,2
70,6
70,6
72,9
Ms de la
mitad
27,8
13,0
13,5
17,7
12,2
Campo de
accin
Local
74,9
Total nmero
de empresas:
0a9
20,4
62,5
75,4
16,6
Regional
11,1
13,3
7,6
20,9
8,6
Nacional
40,7
18,4
12,5
43,3
11,0
Internacional
27,8
5,9
4,5
19,3
5,5
54
391
289
187
255
1.176
de la firma, nivel de sindicalizacin y campo de accin. Se busc tener representatividad para cada combinacin de sector-pas, y por ello dichas celdas
tienden a tener un tamao muestral bastante similar. Con el propsito de captar
la heterogeneidad de las prcticas laborales en los distintos sectores, la encuesta
cubre firmas de diversos tamaos, con grados variados de sindicalizacin y
cuyo campo de accin es tambin heterogneo; hay firmas con cobertura local,
regional, nacional o internacional. La industria automotriz es la que concentra
un mayor nmero de empresas de gran tamao (el 63% tiene ms de 50 empleados). Por el contrario, los sectores de comercio minorista y la industria de
alimentos se componen en su mayora de empresas pequeas (ms del 80%).
En general, las empresas de todos los sectores seleccionados exhiben un bajo
grado de sindicalizacin, excepto en el caso de la industria automotriz.
JJ
JJ
JJ
JJ
JJ
Cuadro 6.3
Distribucin del empleo de jvenes de 17 a 25 aos por tipo de ocupacin
(%)
Sector industrial
Automotriz Minorista
Hotelera
Financiero
Alimentos
Total
Profesional
6,2
6,3
2,6
Oficinista
42,9
31,7
68,4
14,1
32,2
Vendedor
32,4
1,6
21,3
13,4
14,4
Servicios
14,2
66,3
4,1
10,1
22,6
Procesos
6,6
4,3
41,2
11,0
Operador
93,4
21,2
17,4
100
100
100
100
100
100
Total
Grfico 6.1
Frecuencia con que se registran las principales ocupaciones de los jvenes
Automotriz
Soldador Herramientas
Comercio
Vendedor
Operador
Armador
Matricera
Pintor
Balancineros
Electricista
Rectificador
Tornero
Cajero
Atencin
Clientes Carnicero
Repositor
Prensista
Fundidor
Mucama
Hoteleria
Recepcionista
Gastronoma
Camarero
Cocinero
Vendedor
Financiero
CajeroAtencin
Asistente
Gestor
Clientes
Administrativo
Cocinero
Embalador
VendedorCajero
Alimentos
Clientes
Repostero
Repartidor
Atencin
Calidad
Grfico 6.2
Salarios de entrada, mensual y mximo
(US$)
Salario entrada EDH (US$)
2000
Salarios en US$
1500
1000
500
0
Automotriz
Minorista
Hotelera
Financiero
Alimentos
Grfico 6.3
Salario mensual por tipo de ocupacin
(US$)
Oficinista
2000
1500
1000
500
0
Minorista
Hotelera
Financiero
Alimentos
Minorista
Hotelera
Financiero
Alimentos
Minorista
Hotelera
Financiero
Alimentos
Vendedor
2000
1500
1000
500
0
Servicios
2000
1500
1000
500
0
Grfico 6.4
Salarios por tipo de ocupacin
Procesos
2000
Operador
2000
(US$)
1500
1000
500
0
Automotriz
Alimentos
1500
1000
500
0
Automotriz
Alimentos
Grfico 6.5
Duracin del empleo
70
60
Meses
50
40
30
20
10
0
Profesional
Oficinista
Vendedor
Servicios
Procesos
Operador
Grfico 6.6
Cambio en requerimientos de habilidades en los ltimos cinco aos
(%)
Porcentaje de valoracin
Ms habilidades
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Profesional
Habilidades diferentes
Oficinista
Vendedor
Menos habilidades
Servicios
Procesos
Operador
En los recuadro 6.1, 6.2 y 6.3 de este captulo se resumen tres extensos estudios de caso
que se incluyen en su totalidad en el apndice C de la presente publicacin. En ellos se
describen las experiencias de egresados de secundaria en los tipos de ocupaciones que
para ellos existen en el mercado laboral de Amrica Latina, a partir de 40 horas de entrevistas grabadas y de la cuantiosa informacin administrativa brindada por las empresas
que accedieron a participar, si bien no concedieron la autorizacin formal para publicar
sus nombres. All se narran historias reales de jvenes empleados en estas firmas que
ayudan a explorar y a conocer mejor, a travs de sus apreciaciones y de las de quienes
los contrataron, la naturaleza de la brecha de habilidades entre oferta y demanda. Los
nombres de los entrevistados han sido cambiados.
Recuadro 6.1
Lo que hay detrs de una lnea de ensamblaje
La inversin extranjera es uno de los principales motores de desarrollo en el mundo. En
Argentina, una empresa automotriz internacional hizo su entrada en los aos ochenta
con dos plantas de ensamblaje que crearon numerosos puestos de trabajo para gente
joven egresada de la secundaria. A mediados de la dcada de los noventa, la firma abri
un nuevo polo industrial con una capacidad de produccin de 30 automviles por hora
y una inversin total de US$270 millones. En la actualidad esta planta cuenta con una
lnea de produccin de 3,5 kilmetros de extensin que arroja un automvil cada dos
minutos. Este centro industrial tiene cerca de 4.000 empleados, en su inmensa mayora
operarios, el 70% de los cuales est entre los 18 y los 35 aos de edad. En total, la compaa suma ms de 5.500 empleos directos en sus centros de produccin en Argentina.
El centro industrial creado a mediados de los aos noventa cuenta con tres reas:
carrocera, pintura y montaje. Es en este ltimo sector donde trabajan Jorge y Martn,
dos jvenes que viven en el rea de influencia de la factora. Martn explica su inters
en vincularse a la firma: Yo vivo cerca de ac. A fines de 2007 estaba trabajando de
otra cosa, pero necesitaba algo ms seguro, pues tengo un hijo pequeo. Entonces
pas por ac y dej mi currculum. Creo que de ah al momento en que comenc a
trabajar en la planta pas un mes. Realic todas las entrevistas, las pruebas que se
hacen en planta, y me tomaron... Jorge, por su parte, haba abandonado sus estudios
de educacin fsica y no estaba conforme con su trabajo de analista de apertura de
crdito cuando decidi probar suerte en la compaa de ensamblaje de autos. Me
enter de este trabajo porque tengo tres hermanos que laboran en las dos plantas
de la empresa. Creo que me eligieron por cmo me desenvolv en las entrevistas.
Cuando habl reflej mi educacindice, aludiendo a sus modales y a su vocabulario.
Paola, supervisora de Recursos Humanos y encargada de capacitacin y seleccin
de postulantes confirma las condiciones e incentivos: Para los chicos que tienen
el secundario bsico completo la oportunidad de trabajar aqu es muy importante.
Entran con muy buenos salarios que pueden ser mayores si realizan horas extras. De
modo que hasta el momento, a la hora de reclutar gente hemos tenido muy buena
convocatoria.
Marcelo, lder coordinador del rea de Montaje con casi 15 aos de trayectoria en
la empresa, ilustra las circunstancias que ayudaron a Martn y a Jorge a encontrar
trabajo. Nosotros tuvimos un cambio cualitativo en relacin con las exigencias de
estudios secundarios. Hasta 2005 tenamos mucha gente con una antigedad de 10
aos y sin esos estudios. Pero con el lanzamiento de un nuevo modelo en ese ao se
empezaron a exigir estudios secundarios completos. En 2005 entraron 180 personas
con esas caractersticas, y en 2007 casi 400; estos ingresos cambiaron el perfil de los
operarios de planta. Hoy hay un 80% de gente con un rango de edad de 25 hasta 35
aos. Para la empresa es importante que esta gente entre con formacin tcnica,
que es tan valiosa como las habilidades manuales y la disponibilidad horaria para
rotar turnos.
Paola seala que la realidad suele ser otra: Conseguir perfiles tcnicos nos cuesta
mucho porque baj la calidad de la formacin secundaria tcnica. Por eso, cuando
arranca un proceso de seleccin, tenemos muchas reuniones con los responsables
(contina en la pgina siguiente)
Maxwell (2006) y ONeil, Allred y Baker (1997) siguen la misma lnea de clasificacin.
En la literatura especializada tambin se las conoce como nuevas habilidades bsicas,
habilidades del siglo XXI, habilidades no cognitivas o habilidades de comportamiento.
6
7
Grfico 6.7
Demanda de habilidades generales
(%)
Porcentaje de valoracin
80
60
40
20
0
Especficas
Conocimiento
Socioemocionales
Cuadro 6.4
Demanda de habilidades por tipo de firma
(% de valoracin)
Socioemocionales
Conocimiento
Especficas
Sindicalizacin
No tiene
57,4
25,8
16,8
Menos de la mitad
56,4
26,8
16,8
Ms de la mitad
53,5
30,7
15,9
Local
52,5
30,8
16,7
Regional
56,0
28,8
15,2
Nacional
53,0
31,7
15,4
Internacional
57,4
25,8
16,8
0a9
55,0
30,0
15,0
10 a 49
53,0
30,2
17,0
50 a 499
50,0
32,2
18,0
500 o ms
59,0
26,6
14,2
Campo de accin
Tamao empresa
Tipo de salario
Bajo
49,1
34,6
16,3
Medio
55,2
30,1
14,7
Alto
56,3
28,8
14,9
16,4
Pas
Argentina
55,5
28,1
Brasil
56,1
29,7
14,2
Chile
51,3
30,7
18,1
44,0
29,2
26,8
Industria
Automotriz
Minorista
57,2
29,3
13,6
Hotelera
54,4
30,5
15,1
Financiero
53,8
31,0
15,2
Alimentos
58,6
27,3
14,1
10,8
Tipo de ocupacin
Profesional
54,0
35,6
Oficinista
57,0
31,5
11,3
Vendedor
56,0
29,0
14,9
18,7
Servicios
53,0
28,3
Procesos
56,3
28,0
15,7
Operador
49,0
27,3
23,7
Grfico 6.8
Demanda de habilidades de conocimiento por tipo de ocupacin
Lenguaje y comunicacin
Lectura y escritura
Matemticas
Pensamiento crtico
45
Porcentaje de valoracin
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Profesional
Oficinista
Vendedor
Servicios
Procesos
Operador
Grfico 6.9
Demanda de habilidades socioemocionales por tipo de ocupacin
Actitudinales
Responsabilidad y compromiso
Atencin al cliente
45
Porcentaje de valoracin
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Profesional
Oficinista
Vendedor
Servicios
Procesos
Operador
Recuadro 6.2
Actitud ms que conocimientos
Uno de los sectores que ms contrata jvenes con secundaria completa en Amrica Latina
es el hotelero. En la EDH representa el 3,8%, 4,6% y 5,3% de la poblacin joven empleada
en Argentina, Brasil y Chile respectivamente (Cuadro 6.1). Los criterios de seleccin que
se utilizan en esta lnea de negocios para atraer personal joven ilustran las prioridades
y desafos que al respecto confrontan las unidades de Recursos Humanos, como se
deduce de las declaraciones de Alejandro, un psiclogo que se desempea como Jefe de
Seleccin de un hotel de gama alta en Santiago de Chile:
[] Para nosotros, antes que la formacin lo importante es la actitud de servicio.
En su bsqueda de jvenes, nuestro hotel hace hincapi en las habilidades llamadas
blandas (responsabilidad, compromiso, comunicacin, expresividad y autocontrol en
situaciones de presin): Recibimos alrededor de 800 postulaciones en cada proceso
de reclutamiento, con una eficacia de entre el 25% y el 30%. La primera fase pasa por
una entrevista a mi cargo y la segunda por Recursos Humanos. Luego se realiza la revisin de documentos y dems rutinas y, si disponemos de ms tiempo, se piden ms
referencias y antecedentes, elabora Alejandro.
En la filial del hotel de Santiago trabajaban, a diciembre de 2009, 251 personas de las
cuales 58 eran jvenes con estudios secundarios, algunos de los cuales se encontraban
cursando estudios superiores. Segn representantes del rea de Recursos Humanos
del hotel, son los jvenes que reciben a los huspedes en los distintos momentos de la
estada los que hacen realidad la promesa de servicio que diferencia nuestra marca.
En ese sentido, se trata de un rea cuyos puestos se relacionan directamente con el
negocio principal del hotel. A 2009, ocupaban este tipo de cargos clave 36 colaboradores,
principalmente jvenes entre 18 y 25 aos, quienes se desempean como ayudantes,
recepcionistas, personal de limpieza, mucamas, asistentes de garzn y de barman,
cajeros, receptores de mercadera, reponedores de frigobar y agentes especiales que
se encargan de facilitar soluciones a necesidades especficas de los huspedes.
Alejandro describe los pormenores de un proceso reciente de reclutamiento y seleccin:
En cuanto a las dificultades con que nos encontramos, la primera fue que no llegaban
jvenes, que era lo que buscbamos. Pusimos un aviso en uno de los diarios de mayor
publicacin en Chile, en ingls, para filtrar, pero se nos fue la mano [] Esperbamos conseguir 1.000 postulaciones, pero slo llegaron 350; de esas 350, la mitad medianamente
calificaba. Los que quedaban fuera generalmente era porque se trataba de gente con
mucha experiencia en hotelera, pero nosotros queramos gente joven, y esa gente no se
presentaba. Es que la bsqueda de gente joven es parte del perfil del hotel. Una vez que
dimos con los jvenes, la clave para ellos fue la actitud de servicio positiva, comprometida,
y la frescura. Buscbamos gente simptica, clida. En esa pesquisa, el gerente general y
yo quedamos como ltimo filtro. En la entrevista, los jvenes fundamentalmente deban
mostrar sus talentos, y si saban ingls, mejor. Al final qued gente de origen ms bien
humilde, con necesidad de trabajo, pensamiento crtico, calificada en lecto-escritura y
matemtica, pero carente de habilidades blandas; gente que hasta que no trabaja no
sabe qu es la presin, como tampoco sabe de qu se trata el trabajo en equipo.
En cuanto a los cambios registrados en la demanda de habilidades en el negocio
hotelero, Alejandro explica por qu es difcil encontrarlas: En los puestos clave han
cambiado las exigencias, porque el cliente es, valga la redundancia, ms exigente. Y en
(contina en la pgina siguiente)
menos porque no exige ese contacto: operarios y trabajadores vinculados a procesos productivos.
Grfico 6.10
Demanda de habilidades especficas por tipo de ocupacin
Porcentaje de valoracin
Profesional
Oficinista
Vendedor
Servicios
Procesos
Operador
Eran muy pocos los puestos de trabajo que no requeran estas destrezas.
Muchas de las preguntas fueron adaptadas de la encuesta Skills, Technology, and
Management Practices (STAMP) diseada y dirigida por Handel (2007).
12
La variable dependiente es el logaritmo natural del salario y la variable independiente
principal es el logaritmo de la valoracin de las habilidades.
10
11
Cuadro 6.5
Salarios y valoracin de habilidades (en logs)
Habilidades socioemocionales
Sin controles
Con controles
Habilidades de conocimiento
0,341***
0,324
[0,105]
[0,331]
0,397***
0,434
[0,111]
[0,369]
14
Grfico 6.11
Dificultad para encontrar habilidades
Porcentaje de valoracin o
desacople de habilidades
100
80
60
40
20
0
Valoracin
Desacople
Especficas
Valoracin
Desacople
Conocimiento
Valoracin
Desacople
Socioemocionales
DH =
j H
{D jVj }
Cuadro 6.6
Dificultad para encontrar habilidades
(%)
Pases
Argentina
Brasil
Chile
Industria
Automotriz
Minorista
Hotelera
Financiero
Alimentos
Tamao empresa
0a9
10 a 49
50 a 499
500 o ms
Tipo de salario
Bajo
Medio
Alto
Socioemocionales
Conocimiento
Especficas
22,7
29,8
16,2
8,6
12,8
4,8
3,6
5,9
3,8
20,8
28,6
24,4
25,4
16,3
10,4
9,3
7,1
11,5
7,8
14,0
2,4
4,4
1,1
3,3
15,0
19,0
22,0
27,0
4,2
6,7
8,8
10,6
1,5
3,2
6,4
3,5
20,5
23,3
26,0
6,9
8,8
9,1
2,5
3,2
3,8
Grfico 6.12
Dificultad para encontrar habilidades por tipo
Lenguaje y comunicacin
Lectura y escritura
Matemticas
Pensamiento crtico
35
30
25
20
15
10
5
0
Profesional
Actitudinales
Oficinista
Vendedor
Servicios
Responsabilidad y compromiso
Procesos
Operador
Atencin al cliente
Profesional
Oficinista
Vendedor
Servicios
Procesos
Operador
Oficinista
Vendedor
Servicios
Procesos
Operador
35
30
25
20
15
10
5
0
Profesional
Cuadro 6.7
Distribucin de la valoracin y el desacople de habilidades segn nmero
de mtodos de bsqueda y contratacin
(%)
Mtodos de bsqueda
Valoracin habilidades*
Mtodos de contratacin
0a3
4a8
0a3
4a8
Especficas
17
15
16
17
15
Conocimientos
31
27
29
30
22
Socioemocionales
Desacople de habilidades**
8 o ms
52
58
56
53
63
0a3
4a8
0a3
4a8
8 o ms
Especficas
11
13
Conocimiento
24
16
25
18
10
Socioemocionales
68
73
68
69
90
conocimiento y las entrevistas personales), mientras que otros los son menos
(el uso de referencias o la evaluacin de variables observables como educacin,
experiencia, edad, gnero, aptitud fsica o apariencia fsica). En general se verifica
que las firmas que utilizan un mayor nmero de mtodos para seleccionar al
personal son aquellas que ms valoran las habilidades socioemocionales y en las
cuales existe un mayor desacople entre la demanda y la oferta de las mismas.
Los elementos ms importantes en la seleccin de personal varan segn
el tipo de ocupacin. Por ejemplo, para seleccionar trabajadores destinados a
ocupaciones profesionales que conllevan una alta valoracin y un nivel de desacople importante en materia de habilidades de conocimiento y socioemocionales
las firmas tienden a utilizar ms la entrevista personal y las diversas pruebas.
En cambio para las ocupaciones con baja valoracin y desacople en habilidades
socioemocionales, se utiliza menos la entrevista presencial y se la reemplaza
por referencias personales. Por otra parte, para aquellas ocupaciones con alta
valoracin y desacople en habilidades especficas como la de operador, se le
asigna un mayor valor relativo a la educacin formal como criterio de seleccin.
16
Grfico 6.13
Estrategia de contratacin frente a la ausencia de candidatos con las
habilidades requeridas
Desacople de habilidades:
Especficas
Conocimiento
Socioemocionales
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Grfico 6.14
Habilidades priorizadas en la capacitacin
(Por brechas de habilidades)
Desacople de habilidades:
Especficas
Conocimiento
Socioemocionales
70
60
50
40
30
20
10
0
Especficas
Conocimiento
Socioemocionales
17
Grfico 6.15
Incorpora personal en el perodo de prueba?
Desacople de habilidades
Operador
Procesos
Servicios
Vendedor
Oficinista
Profesional
Socioemocionales
Si incorpora
Conocimiento
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Especficas
No incorpora
Tipo de ocupacin
Grfico 6.16
El papel que desempea la escuela secundaria segn las empresas
Desacople de
habilidades
Tipo de ocupacin
Operador
Procesos
Servicios
Vendedor
Oficinista
Desacople de
habilidades
Operador
Procesos
Servicios
Vendedor
Oficinista
Profesional
Operador
Procesos
Servicios
Vendedor
Oficinista
Profesional
Socioemocionales
Conocimiento
Especficas
Desacuerdo
De acuerdo
Conocimiento
Especficas
Tipo de ocupacin
Recuadro 6.3
La Oportunidad lleg en caja
Entre los sectores que ms emplean gente joven en Amrica Latina tambin figura el
financiero. En Brasil, una de las entidades bancarias ms grandes tiene a su servicio
cerca de 100.000 empleados repartidos en sucursales a lo largo y ancho del territorio
nacional. All, desde hace unos aos se exige que todo el personal vinculado al negocio
principal cuente con un perfil educativo de nivel profesional. En consecuencia, uno de
los criterios de postulacin es que los empleados hayan terminado o se encuentren
cursando estudios universitarios, lo cual indica que las edades de los aspirantes estn
entre los 18 y los 25 aos de edad.
Este requisito hizo que Fernanda, una joven de 20 aos de So Caetano do Sul (a
unos 11 kilmetros de la ciudad de So Paulo) que haba considerado a este banco
como su oportunidad para vincularse a una entidad slida, se animara a continuar su
educacin superior, condicin esta para poder ser contratada como empleada directa
y luego progresar y hacer carrera.
Entre tanto se conect con una agencia que prestaba servicios al banco, y por su
intermedio se vincul como empleada de Atencin Comercial, primero en su calidad de
tercerizada. Dentro de Atencin Comercial, durante el ao y dos meses que trabaj para
el banco a travs de la agencia, lo hice como analista de crditos para quienes queran
comprarse un auto, cuenta Fernanda. El salario era muy bueno y muchas personas
que entraron conmigo al grupo hicieron el mismo recorrido, trabajando primero para
agencias tercerizadas, que es una de las maneras de engancharse en firmas tan importantes como el banco donde estoy.
Actualmente Fernanda se desempea como cajera directamente empleada en una
de las sucursales, pero los pasos para llegar all han sido numerosos: ser estudiante
universitaria para ingresar a los puestos core de base como el de cajas; completar una
carrera para escalar en el organigrama; realizar en el nterin especializaciones sobre
asuntos relativos al cargo; no tener deudas; cumplir con las competencias pertinentes
al cargo; contar con habilidades tcnicas, iniciativa y capacidad de aprendizaje; ser responsable, y tener experiencia en recepcin y gestin de clientes, as como competencia
en materia de relaciones interpersonales y en nmeros y sistemas.
Renata, una de las cuatro encargadas de Seleccin de la entidad bancaria precisa que
el perfil de Cajas es inicial en la red de agencias. Nuestros jvenes all posicionados
saben que deben tener mucha garra y voluntad, porque al control numrico en relacin
con los pagos del da se suman la atencin al cliente y las ventas de cualquier tipo de
producto que el banco est colocando. Entonces, en la bsqueda de perfiles para esos
puestos precisamos hallar personas con perspectivas reales de crecimiento. Y agrega:
Lo que ms vemos que falta en los postulantes son cualidades de comportamiento.
Que la secundaria es insuficiente para lograr un perfil como el arriba descrito es
algo que Fernanda vivi en carne propia: En la secundaria todo es bsico; all de lo
que se trata es de aprender materias, de pasarlas, de aprobarlas, y los profesores no se
ocupan de otra cosa. Sera bueno que algunos profesores de secundaria actualizaran
sus mtodos de enseanza, puesto que los que emplean son muy atrasados para estos
tiempos. [] El profesor no est abierto al dilogo, a la explicacin; todo lo quiere hacer
rpido. Es un sistema que sirve para decorar, pero no para entender o para aprender
(contina en la pgina siguiente)
para desempearse en las tareas relacionadas con la misma. Estas cifras son
particularmente elevadas para el caso de oficinistas y operadores que requieren
habilidades muy dismiles. La mayora de las empresas considera que contar con
una oferta educativa ms especializada simplificara los procesos de bsqueda
de personal, y por lo menos un 60% declara que resuelve las deficiencias en
habilidades mediante capacitacin y formacin dentro de la empresa.
Ahora bien, es deseable que la educacin secundaria prepare a los alumnos
para el mundo del trabajo? O debe en cambio prepararlos para seguir estudiando
una carrera terciaria o universitaria? (recuadro 6.3) Los resultados del captulo 5
indican que estos objetivos no estn tan reidos entre s como se pensara a priori.
Por un lado, es cierto que las habilidades cognitivas de los jvenes con educacin
universitaria son muy superiores a las de aquellos con educacin secundaria
tcnico-profesional, la cual se supone que est orientada a preparar a los alumnos
para salir al mercado laboral. Sin embargo, cuando se comparan los niveles de
habilidades socioemocionales de jvenes con secundaria tcnico-profesional completa versus los aquellos con educacin universitaria, las diferencias son mucho
menores. En este sentido, en el captulo 5 se sugiere que la escuela secundaria
brinda hoy a los jvenes una plataforma de habilidades socioemocionales similar,
independientemente de si los mismos seguirn estudiando o deciden trabajar. Los
resultados aqu registrados indican que esa preparacin es insuficiente.
7
Repensar la escuela para el mundo del
trabajo actual
Las habilidades que cuentan
Afirmar que los aprendizajes de los alumnos en particular de habilidades y
competencias que puedan usar en sus vidas productivas deben ser la preocupacin central de las reformas educativas en Amrica Latina y el Caribe parece
una obviedad. Sin embargo, muchas de las intervenciones, polticas y programas
realizados en la regin en el campo de la educacin no se han enfocado en
ello. La prueba est en que no existe todava un sistema efectivo para medir el
avance de los estudiantes en estos aspectos, y en que los que existen se limitan
a medir aquellas habilidades acadmicas en que las escuelas se han enfocado
tradicionalmente, dejando de lado otros desempeos que adquieren cada vez
mayor importancia en el mbito laboral actual como son los relacionados con
el comportamiento. Las habilidades cuentan tanto las del conocimiento como
las socioemocionales y son fundamentales para el desarrollo continuo de nios y jvenes en del sistema educativo y posteriormente en el mercado laboral.
El desarrollo educativo de la regin en los ltimos treinta aos presenta dos
caras ampliamente discutidas (captulo 3). Una positiva en materia de acceso, y
una negativa en cuanto a la calidad, medida sta en funcin de conocimientos
ms que de habilidades. Hoy en da es mayor el nmero de nios y jvenes que
entran al sistema educativo, aunque son todava muchos los que no terminan
y pocos los que aprenden. Los resultados de las pruebas nacionales sugieren
que no se estn obteniendo los conocimientos considerados suficientes y/o
relevantes para un desempeo futuro, mientras que la evidencia comparativa
internacional apunta consistentemente a que tampoco se estn adquiriendo las
habilidades que son valoradas en el mercado laboral global.
En este libro se ha buscado establecer, mediante datos empricos originales, si existe un desacople entre oferta y demanda de habilidades, es decir,
entre aquellas que est produciendo la escuela y las que est demandando el
mercado laboral. Los resultados muestran que tal desacople existe y no solo
como resultado de la precaria formacin acadmica que reciben los estudiantes,
sino que adems se manifiesta en la carencia del grupo de habilidades socioemocionales relevantes para el trabajo, que segn los empresarios son difciles
de encontrar en la fuerza laboral juvenil.
A la luz de las investigaciones realizadas, y del anlisis presentado en los
captulos anteriores, surgen tres temas primordiales1 que subyacen al origen del
desacople de habilidades en Amrica Latina, y que a la vez sugieren los aspectos
centrales que los responsables de la formulacin de polticas debern considerar
en el momento de disear las medidas encaminadas a cerrar la brecha entre el
sistema educativo y el mercado laboral:
JJ
JJ
JJ
Claramente existen otros problemas que sin embargo exceden los objetivos de este
trabajo. Por ejemplo, varios autores han intentado medir el efecto de aumentar o cambiar los insumos de las escuelas (entendiendo por ello no solo maestros sino tambin
libros de texto y otros materiales, infraestructura, computadores, entre otros) para mejorar el aprendizaje de los alumnos. Glewwe y Kremer (2006) presentan un resumen de la
literatura sobre el tema en relacin con los pases en desarrollo. Si bien all se reconoce
que hace falta mayor investigacin para extraer conclusiones ms slidas, los hallazgos
preliminares apuntan a que la forma ms efectiva de elevar la calidad de la educacin es
logrando mejoras significativas en la calidad de los maestros.
especialmente en artes, humanidades y ciencias, y una educacin vocacional dirigida a aquella poblacin que en principio no podra aspirar a continuar
su formacin y tendra que vincularse despus de la secundaria al mercado
de trabajo (Cedefop, 2004). Sin embargo, con el fin de contrarrestar el efecto
percibido de que tal modelo reproduca las desigualdades sociales (los hijos de
padres obreros seguan siendo obreros y los hijos de padres formados accedan
a estudios superiores), se plante desde comienzos del siglo XX la necesidad
de estructurar un sistema educativo para la movilidad social, lo cual exiga
que la educacin estuviera dirigida a preparar a todos los estudiantes para la
universidad. En ese sentido, la educacin media tambin fue concebida como
el paso preparatorio para los estudios superiores (Cedefop, 2004). Es as como
en Amrica Latina ha prevalecido una inclinacin por la educacin general
pensada para la universidad, tanto entre la poblacin en general como entre
la dirigencia educativa.
En la actualidad, los estudiantes de la regin que optan por una formacin
humanista que son la mayora, pues es lo que el sistema educativo ofrece
de manera predominante parecen carecer de una comprensin clara de lo
que significa e implica el mercado laboral en general, y el desempeo en una
ocupacin o trabajo en particular. Se opera bajo el supuesto de que estos jvenes se estn formando para emprender estudios terciarios y que ser desde all
donde ocurra el acercamiento al campo productivo. La mayora de las escuelas
especialmente las de formacin humanista se encuentran desconectadas
de la esfera laboral y productiva y por lo tanto no estn en capacidad de preparar a sus estudiantes para responder a sus requerimientos. En tal sentido,
es necesario disear mecanismos de formacin que preparen a los egresados
de la secundaria para hacer una transicin exitosa al mundo del trabajo y/o
hacia diversos tipos de educacin superior mediante trayectorias educativas
que les permitan moverse entre uno u otros hasta mejorar su capital humano,
entre otras medidas.
A grandes rasgos, existen dos caminos no necesariamente excluyentes para disminuir la brecha de habilidades: uno consiste en modificar los
contenidos y la organizacin del sistema educativo, de manera que se logre una
conexin directa entre la escuela y la empresa; el otro consiste en preservar en
lo fundamental los contenidos pero modificando las pedagogas utilizadas, de
modo que se fomente la adquisicin de habilidades relevantes para el mercado
laboral.
Son varios los pases que en Europa emplean estas estrategias para
acercar la escuela al sector productivo, bien sea de manera independiente
o complementaria. Ryan (2001) presenta estadsticas de participacin para
varias naciones de la OECD. En Alemania, a mediados de la dcada de los
aos noventa alrededor de un 60% de cada cohorte de estudiantes de secundaria participaba en algn tipo de pasanta coordinada entre la escuela y
No obstante estas valiosas experiencias, cuando se piensa en la transicin de los egresados de la secundaria al mundo del trabajo queda pendiente
el problema fundamental de la calidad y la pertinencia de la educacin que la
escuela en Amrica Latina est impartiendo actualmente. Y all los esfuerzos
podran apuntar en la siguiente direccin: docentes bien preparados, sistemas
de medicin y evaluacin que generen buena informacin para surtir al sistema con el objetivo de detectar sus deficiencias y enmendarlas, incentivos
adecuados que incidan en la calidad de la formacin, y un sistema educativo
slido y conectado al entorno a travs del cual se impartan adecuadamente los
conocimientos y habilidades pertinentes.
Left Behind consolid esos esfuerzos; existe una extensa literatura que busca
medir su efecto estableciendo comparaciones entre distintos distritos escolares
(Peterson y West, 2003; Cronin et al., 2005; Dee y Jacob 2011). Carnoy y Loeb
(2002) encontraron que el aprendizaje de los estudiantes mejor una vez que
se implementaron los sistemas de informacin y de incentivos basados en los
resultados de las pruebas. Ms an, existe evidencia de que el simple hecho de
hacer pblica la informacin sobre la calidad de las escuelas puede ser beneficioso. Para el caso de Brasil, Camargo et al. (2011) encuentran que al divulgar
informacin sobre cunto aprenden los nios en las escuelas medido por una
prueba estandarizada, mejor de manera significativa el desempeo de dichos
planteles en los aos subsiguientes.
La informacin del mercado laboral tambin debera permear al sistema
educativo. En particular, urge informar a alumnos, padres y docentes sobre qu
trabajos, qu salarios y qu retornos se pueden obtener, y tambin sobre las habilidades que se necesitan para ser exitoso en diversas ocupaciones. Esto como
respuesta a los indicios que existen acerca de que cuando se brinda informacin
a los estudiantes de secundaria sobre las alternativas laborales disponibles y sus
respectivos retornos, muchos de ellos modifican su decisin de continuar estudiando y por consiguiente, su decisin implcita sobre el trabajo que buscarn
una vez finalizada la escuela6. Otro paso importante sera desarrollar un sistema
de informacin permanente que incluya resultados de pruebas, habilidades socioemocionales, trayectorias laborales e insumos relativos a la escuela secundaria.
Entre los insumos deseables figuran la informacin por escuela sobre resultados
promedio en pruebas estandarizadas de las distintas cohortes cuando estas inician el ciclo de secundaria, la cantidad de docentes y de recursos disponibles
por alumno (libros, computadores, etc.) y la infraestructura de los colegios,
entre otros. Lo mismo en lo que tiene que ver con las alternativas de educacin
postsecundaria y su potencial en trminos de retornos futuros.
Ms all de la necesidad de generar datos nuevos, existe ya en las escuelas
informacin desaprovechada sobre temas crticos como ausentismo, problemas
de conducta, notas (de pruebas no estandarizadas) en las diversas materias y
cantidad de horas efectivas de clase por ao. Si bien esta informacin no necesariamente se correlacionar positiva o negativamente con la probabilidad de
encontrar un empleo o con un mayor salario, su recopilacin, sistematizacin,
digitacin y difusin puede contribuir a hacer ms transparentes tanto a las
escuelas como al sistema educativo frente al mercado laboral. Asimismo facilitar la realizacin de un seguimiento sistemtico de su evolucin, sus avances
y especialmente de las carencias que se deban remediar para facilitar un mejor
acoplamiento entre la escuela y el trabajo.
de pago por resultados. A ello hay que agregar que en el caso de vincular
los resultados al desarrollo de habilidades socioemocionales, podran surgir
desafos adicionales como la ya mencionada preparacin de los docentes de
modo que puedan estimular el desarrollo de tales destrezas o los sistemas
de evaluacin y medicin de estas habilidades, muy avanzados en psicologa
pero menos conocidos o implementados en el mbito escolar.
La implementacin y evaluacin experimental de este tipo de programas
se encuentra en vas de consolidacin, pero la evidencia disponible revela algunos hallazgos interesantes. Estados Unidos cuenta hasta la fecha con varios
programas de pago por resultados implementados en los distritos escolares
de estados como Colorado, Florida, Michigan, Minnesota, Carolina del Sur,
Tennessee, Texas y Washington, D.C. Y aunque no todos son susceptibles de
evaluaciones rigurosas (Podgursky y Springer, 2007), en los casos que se prestan
para ello la evidencia emprica de la eficacia de los programas es ambivalente
(Lavy, 2007; Fryer, 2011).
Fuera de Estados Unidos, una de las evaluaciones pioneras fue conducida
en Israel en escuelas de nivel secundario. Lavy (2002) presenta los resultados
de un programa en el cual se ofrecieron incentivos monetarios a los docentes
con la condicin de que sus estudiantes mejoraran en tres aspectos: aumento
en el nmero de crditos en los que se matriculan, incremento en el porcentaje
de alumnos que reciben un certificado previo a los estudios universitarios y
reduccin de la tasa desercin escolar. Los incentivos ofrecidos se otorgaron
a nivel de toda la escuela. Los resultados indican que luego de dos aos de
iniciado este esfuerzo se registr un efecto positivo.
En Amrica Latina, Chile, como parte de la implementacin de un sistema
de evaluacin de desempeo de las escuelas puso en prctica un programa de
primas basadas en el rendimiento de los estudiantes. Las primas monetarias se
otorgan a los docentes y directores que logran ubicar a su plantel en los puestos
ms altos de un escalafn elaborado en funcin de los puntajes obtenidos en
pruebas nacionales estandarizadas. Una evaluacin encontr efectos positivos
y significativos luego de la introduccin del incentivo, pero no hall evidencias
de que las escuelas que ganaron en una ocasin lograran mejores resultados el
siguiente ao (Contreras y Rau, 2009).
En Mxico, con el apoyo del BID se est evaluando actualmente un programa
de incentivos de cuatro aos de duracin en escuelas de educacin secundaria
(Behrman et al., 2011). A diferencia de otros esfuerzos en el mismo sentido,
aqu se aplicaron simultneamente varios sistemas de incentivos combinados a
distintos grupos de escuelas: en un grupo se ofrecieron estmulos nicamente
a los estudiantes, en otro grupo a los docentes y en un tercer grupo tanto a los
docentes como a los estudiantes, y tambin a los directivos de la escuela. Los
resultados del primer ao son promisorios y sugieren que los estmulos a los
docentes, a los estudiantes y a sus respectivos pares generan efectos positivos
Entre los programas de incentivos que se han llevado a cabo en pases en desarrollo
fuera de la regin cabe mencionar uno en Kenia y otro en India. En el primero, Glewwe,
Ilias y Kremer (2010) evaluaron un mecanismo de incentivos en un programa piloto del
cual hacan parte 100 escuelas rezagadas. La mitad (seleccionada aleatoriamente) se benefici de un programa donde se otorgaban primas a todos los docentes en funcin de los
resultados que obtuvieran los estudiantes en unas pruebas nacionales. Durante el primer
ao el incremento de los puntajes en las pruebas fue modesto, y a partir del segundo
ao la ganancia fue sustancial. Sin embargo, para el tercer ao, cuando el programa ya
haba concluido, los resultados de las pruebas indicaron que las mejoras no persistan y
que ms bien se regresaba a los niveles observados previamente a la implementacin de
esta iniciativa. Entre tanto en India, Muralidharan y Sundararaman (2009)disearon un
experimento a ser aplicado en 100 escuelas en el estado de Andhra Pradesh, cuyo objetivo
era premiar individualmente a cada docente cuando sus estudiantes lograran elevar el
puntaje de una prueba al final de cada ao de duracin del experimento. Los resultados
fueron favorables: los puntajes en las escuelas beneficiadas fueron superiores a los de
las escuelas del grupo de control en aproximadamente 0,27 desviaciones estndar (una
magnitud considerable en contexto de un proyecto en educacin).