A 30 Años Del Espacio Escultorico PDF
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del Espacio
Escultrico
Joaqun Snchez Macgrgor
Este acceso a la verdad de una magna obra de arte emblemtica consiste en un plan de trabajo, en funcin de
un objeto de estudio concreto, en este caso, el llamado
Espacio Escultrico.
Forma parte del patrimonio de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM). Su emplazamiento
se da, como el resto de la magna Ciudad Universitaria,
en medio del ocano de lava volcnica, conocido bajo el
nombre de Pedregal de San ngel, cuyo origen prehispnico se atribuye a la erupcin del volcn Xitle, hoy
apagado, aun cuando su cono, cubierto de vegetacin, se
pueda admirar hasta la fecha en las laderas de la serrana
del Ajusco, la esplndida montaa que domina la Ciudad de Mxico, en direccin del sudponiente y que la
contaminacin, con su manto fnebre, la ha vuelto casi
invisible, salvo en das excepcionales de cielo despejado.
Existen otros espacios escultricos en muchos pases.
Sin ir ms lejos, est el famoso de la Fundacin Sebastin,
en Isla Mujeres, en el Caribe mexicano. Algunos podrn
ser monumentales, e igualmente transitables, como lo es
el del Pedregal de San ngel, pero ningn otro es emblemtico, por sus peculiaridades. Y conste que la palabra
/ peculio / tiene el significado filosfico de / esencia /,
segn lo ensea el maestro Garca Bacca.
Lo peculiar tiene que darse primero al nivel del significante, es decir, lo visible, para lo cual conviene enumerar los datos elementales con respecto a las estructuras,
las medidas, los materiales de construccin, a fin de poder
entrar de lleno en materia.
Para esta parte inicial de datos, se aprovechan los textos del catlogo correspondiente que publicara la UNAM
en 1980.
El Espacio Escultrico es una superficie del terreno natural del Pedregal libre de toda vegetacin [el desmonte y
la limpieza, que incluy la de los nidos de vbora de cascabel y de escorpiones, fue una de las hazaas de Hrcules]
y encerrado por una plataforma envolvente de forma circular, que comprende dos niveles: una plataforma de desplante y una serie de mdulos geomtricos colocados sobre
la misma.
El dimetro exterior de la plataforma envo l vente mide
120 metros y el dimetro interior 92.78 metros, lo que
hace un ancho de la plataforma de: 13.61 metros [que da,
justamente, el camino transitable, en el crculo y entre los
mdulos].
La plataforma est construida con base en dos muros
de piedra volcnica, a junta seca, que contiene un relleno de balastra con objeto de lograr un piedrapln permeable. La altura de estos muros es variable, dada la particular
topografa de la zona, que oscila entre 0.50 metros y 9 met ros. La superficie de la plataforma est acabada en grano
de tezontle planchado, con objeto de mantener la permeabilidad [o sea, que no se encharque a causa de aguaceros
prolongados] y proporcionar un toque de color. [Conviene decir que en lo relativo a este admirable basamento o
soporte, jug un papel decisivo el arquitecto Ral Kobe,
de la Direccin General de Obras, en una tarea que, en
Lo cual ha sido interpretado por Dan Russek, alumno, en 1984, de mi Seminario de Esttica, vinculando
las 64 grandes piezas con las 64 posibilidades de combinacin de los ocho signos bsicos del I Ching o Libro
de las mutaciones, catecismo adivinatorio de la cultura
china antigua, libro divulgado en Occidente por Jung.
Las posibles situaciones de los cambios de la sociedad y
los individuos, sus contradictorias direcciones, el Cambio que se sucede indefinidamente, se encuentra cifrado,
Matas Goeritz
Quienes participamos en el proyecto universitario del Espacio Escultrico hemos intentado poner en prctica principios olvidados por cientos de aos: buscar hacer del art e
un gran acontecimiento para todos y para siempre, superando, al menos en esta experiencia, el voluntarismo individualista autosuficiente y caduco.
Si a los artistas que formamos este equipo de trabajo no
le sobre v i vealguna de sus obras, el Espacio Escultrico, por
todo lo que tiene de oculto y annimo, habr de perdurar
como el intento colectivo de arte pblico ms importante
de los ltimos aos.
Sebastin
nacimiento, por las tendencias individualistas cuya aspiracin mxima es el reconocimiento a la genialidad.
Bu rc k h a rdt lo expuso ampliamente, en su libro ms
famoso; Hegel, en la Fenomenologa del espritu, se apoy a
en el deseo de reconocimiento (An e rk e n n u n g) juzgando que es el motor de la actividad creativa. El Espacio
Escultrico va pues contra la corriente, al pretender subordinar las ambiciones personales a una idea colectiva,
integradora. No en balde su nombre original fue Centro
del Espacio Escultrico.Hay incontables espacios escultricos, pero aqu se encuentra algo difere n t e .
Eso con relacin a la autora porque, adems, est la
figuracin geometrista, adoptada en la propuesta del
Espacio Escultrico a fin de imprimirle alcances insospechados.
En efecto, gracias a tal figuracin se le da un giro
radical a las tradiciones escultricas ms arraigadas en
la historia de las civilizaciones, la tradicin gloriosa de las
tallas escultricas animalistas y antro p o m o rfas que muchas veces favorecan el acceso a lo sagrado, a la divinidad,
aprovechando siempre las calidades de piedras nobles
(mrmol, piedra basltica, etctera), maderas recias o
preciosas, o materias primas sui generis, ya en la edad de
las fundiciones modernas.
El estilo geometrista del Espacio Escultrico se abre de
lleno a la armona o unidad de opuestos con la Physis que
circunvala. En ambos, se experimenta lo monumental,
porque ste no depende del tamao del objeto, segn
multitud de ejemplos que se dan en la historia del arte:
las diosas-madre o venus calipgicas de la prehistoria; las
estatuillas de la etapa cicldica del arte griego antiguo;
las tanagras; las figurillas de barro cocido en el arte prehispnico: Jaina, Tlatilco, etctera. Son miniaturas que
convocan, evocan o invocan a su opuesto aparente: la monumentalidad, cuya verdadera dimensin se descubre
ms all del tamao, ms all del significante. En efecto,
a nivel del significado oculto, se experimentara esa monumentalidad que induce y seduce, al abrir las puertas
del Misterio, sea de la Naturaleza (el interior del Espacio
Escultrico), sea del ritmo pitagrico o chino-esotrico
de los 64 poliedros circundantes. Cabe recordar aqu la
etimologa de la palabra / misterio /: del griego / myo /
(my, ypsilon, omega), que significa ocultar. De donde se
obtiene un trampoln para saltar a prrafos ilustrativos
de quien culmina la metafsica occidental: Heidegger.
Este reposo de la obra extrae de la roca lo oscuro de su soportar tan tosco y pujante para nada. En pie hace frente
a la tempestad que se enfurece contra l y as muestra la
tempestad sometida a su poder. El brillo y la luminosidad
de la piedra aparentemente debidas a la gracia del sol, sin
embargo, hacen que se muestre la luz del da, la amplitud
del cielo, lo sombro de la noche. Su firme prominencia
hace visible el espacio invisible del aire. Lo inconmovible
de la obra contrasta con el oleaje del mar [aqu se trata del
oleaje de la lava petrificada] y por su quietud hace resaltar
su agitacin.2
FCE,
Federico Silva
Hersa
En sus inicios, ste fue teorizado en mdulos, despus abocetado en dibujos y cartoncillos, dando lugar a
una serie de maquetas, de las cuales, la definitiva apuntaba ya unas mediciones preliminares para la ejecucin
y los clculos de construccin que correran a cargo de
la Direccin General de Obras, de la UNAM, y, sobre
todo, del arquitecto Ral Kobe.
La paternidad concreta de los mdulos fue siempre
cuidadosamente ocultada por los escultores, de ah que
nadie haya tomado en serio la adjudicacin, sin pruebas,
hecha en favor de Hersa (por cierto, el de menor trayectoria en el grupo) por un crtico de la poca: el peruano Juan Acha, avecindado en Mxico.
Lo innegable, en cambio, fue el consenso establecido
entre ellos, no slo en ese aspecto medular, sino tambin
ante la idea de Felgurez para que se desyerbara la lava
solidificada. Su propsito era la develacin de la naturaleza primordial del sitio.
El cumplimiento de esta finalidad llev a los art i stas
a solicitar de la UNAM dos investigaciones cientficas en
apoyo de la obra. Intervinieron, con tal motivo, los acadmicos comisionados por los Institutos de Geologa y
Biologa: Salvador Enciso de la Vega y Vctor Corona
Nava, botnico ste, gelogo aquel.
Sus informes fueron notables porque suministraban
los datos ambientales que requera el marco ecologista
del proyecto. As es como se hizo posible saber bien sobre
qu clase de suelo se asentara la obra magna:
La zona de Pedregal cubre una extensin irregular de unos
80 kilmetros cuadrados que abarca desde las faldas del
Ajusco hasta los alre d e d o res de Huipulco [ste en la zona
de hospitales del sur de la ciudad]. El desarrollo urbano de
la Ciudad de Mxico [y, tambin, de la Ciudad Universitaria] ha disminuido el rea aflorante de basalto (...) el
Helen Escobedo