Desventajas Del Aluminio

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Qumica Viva

E-ISSN: 1666-7948
[email protected]
Universidad de Buenos Aires
Argentina

Nesse, Alcira; Garbossa, Graciela; Prez, Gladys; Vittori, Daniela; Pregi, Nicols
Aluminio: culpable o inocente?
Qumica Viva, vol. 2, nm. 1, abril, 2003, pp. 9-16
Universidad de Buenos Aires
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=86320103

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Revista QumicaViva- Nmero 1, ao 2, abril 2003- [email protected]

Revista QumicaViva
Nmero 1, ao 2, abril 2003

ISSN 1666-7948

[email protected]

www.quimicaviva.qb.fcen.uba.ar

ALUMINIO: CULPABLE O INOCENTE?


Alcira Nesse, Graciela Garbossa, Gladys Prez, Daniela Vittori, Nicols
Pregi.
Laboratorio de Anlisis Biolgicos, Departamento de Qumica Biolgica, facultad de Ciencias
Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.

Recibido 15 de marzo 2003


Aceptado 2 de abril de 2003

El aluminio fue considerado, durante mucho tiempo, virtualmente inocuo para los seres
humanos. Sin embargo, su impacto sobre los sistemas biolgicos ha sido objeto de mucha
controversia en las dcadas pasadas y una profusa investigacin ha demostrado que puede
producir efectos adversos en plantas, animales acuticos y seres humanos.

BREVE HISTORIA
El arte de la elaboracin de la cermica fue desarrollado en Asia Menor hace ms de 6000
aos y la arcilla empleada para producir el bizcocho de mejor calidad consista, en gran parte,
de silicato hidratado de aluminio. Algunos compuestos de aluminio fueron utilizados
extensamente en Egipto y Babilonia desde 2000 aos AC en tintes vegetales y con propsitos
medicinales, pero era conocido en el mundo antiguo como "el metal de la arcilla". Por miles de
aos la separacin de sus aleaciones fue tan costosa que era considerado un metal precioso.
El elemento, designado aluminio (Al) por Davy en 1807 no fue aislado en forma reconocible
hasta que ersted y luego Wohler, lograron producir pequeas muestras del metal en el
laboratorio. Fue recin hacia fines del siglo XIX que comenz "la era del Al", cuando se logr
un procedimiento ms sencillo y econmico para su obtencin. Durante el siglo XX, la qumica
moderna de los compuestos organometlicos enfoc su atencin en el empleo de reactivos de
Al como catalizadores y en la preparacin de materiales. De esta manera, el elemento
estructural ms abundante y ms verstil para ser usado por el hombre, qued liberado al
mundo.

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DNDE EST, PARA QU SE USA?


El Al se encuentra ampliamente distribuido en la naturaleza. Una proporcin natural de 8% de
la superficie terrestre lo ubica en el primer lugar de abundancia relativa entre los metales y el
tercero entre todos los elementos de la corteza. La combinacin de su disponibilidad con
propiedades mecnicas y elctricas nicas, aseguran a la qumica del Al un futuro brillante y
en constante expansin.
Se obtiene principalmente de la bauxita, un mineral muy abundante, que fue descubierto en Le
Baux, Francia, en el siglo XIX.
El Al es liviano, fuerte en aleacin con otros metales y muy dctil y maleable, tanto, que puede
ser estirado hasta su transformacin en alambre o ser extendido hasta constituir una lmina
extraordinariamente delgada. Estas propiedades lo convierten en un elemento con numerosas
aplicaciones industriales. Una industria que lo ha adoptado es la aeronutica, en la cual el Al o
sus aleaciones constituyen el material ms adecuado para la construccin de aerstatos,
fuselajes, alas o aviones de estructura ntegramente metlica. Un dato curioso es que
aproximadamente el 70% del peso de un avin corresponde a Al y a sus aleaciones s in contar
el motor, por supuesto!
Tiene una elevada conductividad elctrica (conduce la misma cantidad de corriente elctrica
que el cobre con la mitad del peso) lo que lo hace apto para la fabricacin de conductores para
lneas de baja, media y alta tensin.
Es resistente a la corrosin atmosfrica y qumica debido a que forma rpidamente una capa
fina, densa, dura y translcida de su xido que impide el ataque posterior por el oxgeno. La
industria nutica lo emplea en la construccin de cascos de barcos y botes. Tambin es usado
en silos, electrodomsticos, antenas de televisin, radares y radios.
El 14 % de la produccin mundial se destina a la fabricacin de utensilios de cocina y envases
para contener alimentos. Es tambin cada vez ms utilizado en arquitectura, tanto con
propsitos estructurales como ornamentales, en paredes, columnas, plataformas, ventanas,
puertas, marquesinas, cerramientos, pasamanos, tanques, caeras, muebles, etc.
La industria pesada lo emplea en la produccin y montaje de maquinarias, trenes y vagones de
carga y la industria automotriz en casas rodantes, armadura externa de motores, acoplados y
semi remolques.
Las aplicaciones del aluminio son muy diversas. El espectro de industrias que lo incorporan a
procesos productivos abarca desde la simpleza de la elaboracin de un papel decorativo o una
hoja de papel para envolver un regalo, hasta la complejidad tecnolgica necesaria para
construir espejos reflectores para proyectores y telescopios, sin descuidar aplicaciones tan
desarrolladas como la manufactura de envases industriales, equipos deportivos, armaduras de
bobinas, materiales refractarios o el empleo como catalizador.

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FUENTES DE EXPOSICION
Exposicin ambiental
El Al natural se encuentra en el suelo formando parte de la estructura qumica de los
aluminosilicatos presentes en muchos minerales y rocas. Estos compuestos son muy estables
y, por lo tanto, insolubles en el medio ambiente natural. La accin combinada de factores
atmosfricos promueve cambios fsicos y qumicos que suscitan la ruptura de las rocas
superficiales. As se originan minerales arcillosos que luego se transforman en xidos e
hidrxidos de aluminio, ms solubles. Por otra parte, debe considerarse que, debido a la
accin del hombre, el Al puede existir en altas concentraciones en los alrededores de los sitios
donde se desechan residuos de ciertas industrias, refineras, fundiciones, canteras y minas. Se
ha calculado que un 70% de las tierras cultivables tienen suficiente acidez como para
ocasionar problemas de toxicidad originada por la solubilizacin de Al.
El polvo desprendido de los minerales y materiales rocosos es la fuente ms grande de
partculas portadoras de Al en la atmsfera. Por el contrario, las concentraciones en el agua
natural no presentan variaciones importantes, con excepcin de aquellas zonas en las que las
lluvias cidas modifican el pH de lagos y aguas subterrneas, provocando aumento en la
concentracin de Al.
La lluvia cida constituye un aporte significativo de Al al medio ambiente, principalmente, en
vastas zonas de Amrica del Norte, Alemania y pases escandinavos. En nuestro pas, este
efecto est atenuado por varios factores: a) la circulacin de los vientos en el hemisferio norte,
de oeste a este, impide que la densa contaminacin de esa zona se desplace hacia el sur, b)
el petrleo utilizado tiene bajo contenido de azufre lo que disminuye la formacin de especies
cidas contaminantes y c) la naturaleza calcrea del suelo tiene efecto neutralizante.
En trminos de contaminacin ambiental, es importante resaltar que, desechar una lata,
significa generar un residuo por 500 aos. En cambio, el proceso de reciclado del metal reduce
en un 95% la contaminacin ambiental generada durante su fabricacin y requiere menos del
10% del consumo elctrico necesario para obtener la misma cantidad de Al a partir de bauxita.

Exposicin por la dieta


Muchos vegetales incorporan Al del suelo en el que son cultivados. Cuando el pH del suelo es
menor que 5, este metal es solubilizado en el agua y absorbido por las races de las plantas.
El contenido de Al en los comestibles es altamente variable debido a su empleo generalizado
no slo en la manufactura sino tambin durante el almacenamiento en latas y envoltorios. Los
alimentos que contribuyen en mayor proporcin al Al dietario son cereales, quesos procesados
y sal, ya que contienen compuestos de Al agregados como aditivos. Durante el procesamiento
industrial de conservas de frutas y cerveza se agregan ciertas sales de Al, las que tambin son
componentes

habituales

de

polvos

de

hornear,

conservantes,

aditivos

agentes

emulsionantes. Las hojas de t tienen, en general, un elevado contenido de Al. La

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incorporacin al organismo es mayor en los individuos acostumbrados a beber infusiones con


limn, ya que el anin citrato favorece la absorcin intestinal de Al.
Las latas de bebida y los utensilios de cocina constituyen fuentes adicionales de Al en la dieta.
Afortunadamente, la mayora de los alimentos no disuelve cantidades importantes del catin
pero tanto el calor suministrado durante la coccin como la adicin de soluciones cidas y
salinas, aumentan considerablemente su disolucin.
Los estudios dietarios muestran gran variabilidad con respecto a las cantidades de Al que
pueden ser incorporadas a travs de comidas y bebidas: entre 3 y 100 mg Al/da.
La presencia de Al en el agua de bebida deriva de su fuente natural y de los mtodos
empleados para la potabilizacin que incluyen una etapa de clarificacin qumica con
aluminato de sodio, aluminato de amonio o sulfato de Al. La cantidad del metal que permanece
en solucin en el agua de la red urbana depende no slo de la concentracin residual sino
tambin de otras variables regionales como el pH y la coexistencia de otras sustancias. A
pesar de que, en comparacin con otras, esta fuente de exposicin representa una pequea
proporcin de la ingesta diaria de Al, la presencia de un porcentaje elevado de especies
solubles del metal, de bajo peso molecular, qumicamente reactivas y, posiblemente, ms
fcilmente absorbibles, sera responsable de la mayor disponibilidad del catin en ese medio.

Exposicin iatrognica
En los pacientes en estadio terminal de enfermedad renal, tanto la ingestin de compuestos de
Al, prescriptos para contrarrestar la hiperfosfatemia, como la hemodilisis utilizando agua con
elevado contenido del metal, han sido asociadas con alteraciones seas y con la aparicin de
signos de anemia y demencia. Si bien en la actualidad se tiende a disminuir la concentracin
de Al en los lquidos de dilisis a travs del tratamiento del agua por smosis reversa,
numerosos pacientes manifiestan an sntomas de "demencia alumnica". Asimismo, el Al
contina siendo uno de los mayores agentes causantes de alteraciones seas en esos
pacientes.
Por otra parte, el riesgo de toxicidad por Al no est limitado a los pacientes con enfermedad
renal terminal, ya que otros pacientes con funcin renal normal, y an individuos sanos, estn
expuestos al metal. El motivo principal de esta exposicin se halla en el extenso uso del
elemento en medicina, en la industria farmacutica, en la elaboracin de vacunas, soluciones
nutritivas, etc.
Entre los medicamentos que contienen Al figuran anticidos, aspirinas tamponadas,
suplementos de calcio, productos antidiarreicos y antihemorroidales, muchos de ellos de venta
libre, los cuales son comnmente usados y pueden contribuir a la severidad de la exposicin al
metal.
El acetilsalicilato de Al es el analgsico y antipirtico de eleccin por aquellos individuos a
quienes la aspirina ocasiona irritacin de la mucosa gstrica. Los anticidos contienen

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dihidroxi-glicinato, dihidroxi-alantoinato o hidrxido de aluminio y su ingestin cotidiana


constituye una de las mayores fuentes del metal. Las dosis frecuentemente prescriptas a
consumidores regulares de anticidos, segn distintos autores, oscilan entre 0,5 y 13 mmol
Al/kg peso corporal. Ello implica un consumo diario que puede alcanzar el orden de gramos del
catin.
Las vacunas que proveen inmunidad contra difteria, ttanos, hepatitis, rabia y ntrax contienen
como adyuvante compuestos de aluminio.
Como contaminante, el catin se encuentra, frecuentemente, en soluciones intravenosas y
parenterales. Las vctimas ms vulnerables de la intoxicacin aguda con el metal se hallan
entre los neonatos prematuros alimentados por va intravenosa y los pacientes que han sufrido
graves quemaduras sometidos a nutricin parenteral.
Aunque mucho se ha avanzado en la identificacin del impacto del Al sobre la salud humana,
lo concreto es que se desconocen los lmites de seguridad para la ingestin oral o
administracin endovenosa de compuestos de Al, y la circunstancia ms preocupante es que
tampoco existen pautas indicativas del control del metal en las diferentes fuentes de
exposicin.

Exposicin ocupacional
La exposicin a Al es inevitable debido al incremento de su uso en la vida diaria y en las
industrias. El riesgo es potencialmente mayor entre ciertos grupos ocupacionales como, por
ejemplo, trabajadores de refineras, fundiciones, canteras, minas, imprentas, concesionarias de
automotores, estaciones de servicio y personal involucrado en la fabricacin de productos
metlicos. La exposicin se produce en estos casos por el ingreso del metal a travs de la piel
o por inhalacin de polvos, vapores y humos.

Otras fuentes de exposicin


La exposicin a Al tambin puede ser el resultado del uso de compuestos del metal en la
manufactura de cosmticos y productos de higiene personal. El lactato de Al es utilizado en
cremas dentales para dientes sensibles. El clorhidrato de Al, ampliamente usado en la
composicin de antitranspirantes, acta suprimiendo el sudor por formacin de un precipitado
de hidrxido o desnaturalizando queratina en la capa crnea que rodea los ductos de las
glndulas. A pesar de que ninguno de estos mecanismos provoca una absorcin significativa,
no debera ser ignorada la posibilidad de que el metal contenido en estos productos afecte la
salud, ya que se ha comprobado que los compuestos pueden atravesar la barrera de la piel.

ALTERACIONES PATOFISIOLOGICAS INDUCIDAS POR ALUMINIO


Debido a la abundancia natural del Al y a su creciente utilizacin en la industria y en la vida
moderna, es prcticamente improbable no encontrar trazas de Al en alguna clula de un ser

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vivo. Hasta ahora, no se ha demostrado un rol fisiolgico para el metal, por lo que su presencia
en el organismo constituye un riesgo de toxicidad.
La biodisponibilidad del metal y, en consecuencia, su toxicidad, se ven influenciadas por la
identidad qumica de la especie reactiva (dependiente del pH del medio) y por la capacidad de
otros ligandos para interferir en la esfera de hidratacin del ion metlico. El pH fisiolgico del
entorno celular de los mamferos oscila levemente alrededor de 7,4. Por lo tanto, los conceptos
de biodisponibilidad y toxicidad potencial del Al slo tienen sentido a la luz del conocimiento
del comportamiento qumico del metal en soluciones acuosas neutras.
En el medio extracelular, el Al forma complejos con especies de bajo peso molecular que
poseen tomos de oxgeno donantes de electrones, entre ellas, citrato, hidrxido, fosfato, ADP
y ATP. Estos ligandos mantienen en estado soluble al catin en suficiente cantidad y por el
tiempo necesario para producir una respuesta txica, a nivel celular primero y en todo el
organismo luego.
Si bien la toxicidad del Al ha sido bien documentada, los mecanismos por los cuales acta
todava no han sido totalmente esclarecidos. Se han demostrado acciones perjudiciales del
catin en sistemas celulares y sobre distintos rganos tales como cerebro, hgado, hueso,
msculo esqueltico, corazn y mdula sea. A ttulo de ejemplo, en este artculo, slo sern
mencionados algunos de los efectos demostrados sobre los sistemas eritropoytico y nervioso.

Aluminio y sistema eritropoytico


Las primeras observaciones que permitieron asociar la sobrecarga de Al con el desarrollo de
anemia fueron detectadas en pacientes con encefalopata dialtica.
La anemia fue inducida experimentalmente mediante la administracin de compuestos de Al.
Cuando ratas y ratones, sin carencia de hierro, fueron sobrecargados oralmente con citrato de
Al en forma crnica, los animales mostraron inhibicin del desarrollo de clulas progenitoras
eritroides de mdula sea (ms detalles en la referencia Vittori y col. 1999). La observacin de
que el metal se deposita en el tejido seo sustenta la hiptesis de un efecto citotxico local
lento sobre clulas progenitoras eritroides en su nicho habitual de la mdula sea.
Los efectos perjudiciales del Al sobre el sistema eritropoytico trascienden su accin sobre las
clulas inmaduras, manifestndose tambin en eritrocitos maduros de sangre perifrica. Ya en
1929, se reportaron cambios morfolgicos en glbulos rojos de conejos que haban sido
sobrecargados con el catin y, recientemente hemos observado por microsocopa electrnica
de barrido, las alteraciones inducidas por el metal en glbulos rojos de ratas tratadas
crnicamente, a las cuales se les administr citrato de Al en forma oral, as como en glbulos
rojos humanos sometidos a un proceso de envejecimiento in vitro en presencia de compuestos
de Al (referencias Vittori y col. 1999 y 2002) (ver FOTOS).
En vista de las alteraciones hematolgicas detectadas, diseamos experimentos para
determinar los mecanismos mediante los cuales el metal ejerce su toxicidad. Hemos

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observado una asociacin entre alteraciones de la integridad de protenas de la membrana


eritrocitaria y la aparicin de anomalas morfolgicas (ver referencia Vittori y col. 2002). Por
otra parte, hemos demostrado que el Al, el cual comparte con el hierro la protena de
transporte transferrina, interfiere con los mecanismos celulares de captacin de hierro y con la
sntesis de hemoglobina (ver referencias Prez y col. 1999 y 2001) (ver FIGURA).
Nuestra lnea actual de trabajo nos conduce a ensayar la hiptesis sobre la posible
interferencia del Al con la funcin de la eritropoyetina, hormona responsable de la proliferacin,
diferenciacin y supervivencia celular.

Aluminio y Sistema Nervioso


Actualmente, se considera que el cerebro constituye un sitio importante de acumulacin de Al,
independientemente de la va por la cual el mismo ingresa al organismo. Diversas
manifestaciones neurolgicas en el ser humano han sido atribuidas a la intoxicacin por Al:
prdida de la memoria, temblores, depresin de la movilidad motora, prdida de la curiosidad,
ataxia y convulsiones generalizadas con estado epilptico. Por esta razn, el Al es
considerado un elemento neurotxico. En nios pequeos, la neurotoxicidad se manifiesta por
regresin de las aptitudes verbales y motoras.
Numerosos estudios epidemiolgicos y experimentales han sugerido una posible conexin
entre la neurotoxicidad producida por Al y la patognesis de la enfermedad de Alzheimer.
Aunque esta relacin todava es motivo de controversia, no se puede ignorar la participacin
de la intoxicacin alumnica en el desarrollo de severas manifestaciones neurolgicas.

Cul es la perspectiva?
En el caso particular de los seres humanos, dado el extraordinario incremento del uso del Al,
es de esperar que la exposicin al metal aumente a medida que se eleva el promedio de vida
de la poblacin. Debido a la creciente biodisponibilidad del metal y a sus efectos sobre los
seres vivos (de los cuales slo unos pocos han sido mostrados en este artculo), surge la
necesidad de investigar los mecanismos por los cuales el Al es incorporado a diferentes
clulas, modificando su metabolismo y morfologa, as como tambin determinar cules son las
especies del catin involucradas en tales acciones. Los estudios podran revelar, en los
prximos aos, importantes interacciones de este elemento no esencial para el organismo con
mecanismos de organizacin y funcionamiento celular, permitiendo as conformar un
panorama ms completo de la actividad del Al en los seres vivos. Mientras tanto, conviene
evitar o disminuir al mnimo la exposicin al metal.

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Lecturas sugeridas
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Crichton RR , Wilmet S, Legssyer R, Ward RJ. M olecular and cellular mechanisms of iron
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2002.
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Harris WR, Berthon G, Day JP, Exley C, Flaten TP, Forbes WF, Kiss T, Orvig C, Zatta PF.
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Journal of Inorganic Biochemistry 69 (3) 1998, 76 (2) 1999 y 87 (1-2) 2001. Nmeros
nd
rd
th
dedicados a trabajos discutidos en 2 , 3 and 4 Keele Meetings on Aluminium, Stoke-onTrent, Gran Bretaa.
ltimas publicaciones del laboratorio sobre el tema
Prez G, Garbossa G, Sassetti B, Di Risio C, Nesse A. Interference of aluminium on iron
metabolism in erythroleukemia K562 cells. J Inorg Biochem. 76:105-112, 1999.
Vittori D, Nesse A, Prez G, Garbossa G. Morphologic and functional alterations of erythroid
cells induced by long term ingestion of aluminium. J Inorg Biochem. 76:113-120, 1999.
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Vittori D, Garbossa G, Lafourcade C, Prez G, Nesse A. Human erythroid cells are affected by
aluminium. Alteration of membrane band 3 protein. Biochim Biophys Acta 1558:142-150, 2002.

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