Hora Santa Por Los Seminaristas

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HORA SANTA POR LOS SACERDOTES Y SEMINARISTAS

CANTO: OH BUEN JESS


Sim Mim SOL FA#

Oh, buen Jess! Yo creo firmemente


Sim SOL Mim FA#

que por mi bien ests en el altar,


Mim FA#7 SOL FA#

que das tu cuerpo y sangre juntamen-te


SOL Mim Sim SOL FA#

al alma fiel en celestial manjar,


SOL Mim Sim FA#7 Sim

al alma fiel en celestial manjar.

Pequ Seor, ingrato te he ofendido;


infiel te fui, confieso mi maldad;
me pesa ya; perdn, Seor, te pido,
/eres mi Dios, apelo a tu bondad./ (2)
Espero en Ti, piadoso Jess mo;
oigo tu voz que dice ven a m,
porque eres fiel, por eso en Ti confo;
/todo Seor, esprolo de Ti./ (2)

Indigno soy, confieso avergonzado,


de recibir la santa Comunin;
Jess que ves mi nada y mi pecado,
/prepara T mi pobre corazn./ (2)

Oh, buen pastor, amable y fino amante!


Mi corazn se abraza en santo ardor;
si te olvid, hoy juro que constante
/he de vivir tan slo de tu amor./ (2)
GUA: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espritu Santo.
TODOS: Amn.
PRESENTACIN AL SEOR

Eres mi Maestro, y te escucho.

Aqu me tienes, Jess.

Mi Hermano y mi Amigo, y te quiero.

Vengo a hacerte un rato de compaa.

Mi Seor y mi Rey, y te sirvo.

Para alabar contigo al Padre.

Dejo de lado por un rato mis quehaceres

Para agradecerle sus gracias sobre nosotros.

para estar a tus pies, como Mara de Betania,

Para pedir perdn por el mundo pecador.

mirndote, escuchndote, amndote.

Para suplicarle sus favores por mediacin


tuya

Despus, regresar a mis obligaciones

Creo que ests aqu presente, Seor Jess.


Y creo en ti, y te adoro y te amo.
Vengo a verte porque me ests esperando.
Porque me amas, y me quieres ver contigo.
Porque te amo, y no s pasar sin ti.

o al nido de mi hogar,
pero ser con el corazn lleno de tu alegra
y con mucho ms amor.
Jess, creo en ti.
Jess, te quiero.
Jess, te bendigo.

Eres mi Dios, y te adoro.


G: Seor ten piedad de nosotros.
T: Seor ten piedad de nosotros.
G: Cristo ten piedad de nosotros.
T: Cristo ten piedad de nosotros.
1

G: Seor ten piedad de nosotros.


T: Seor ten piedad de nosotros.
G: Seor Jess, amigo nuestro.
T: Seor Jess, amigo nuestro.
G: Seor Jess, Rey nuestro.
T: Seor Jess, Rey nuestro.
G: Seor, Jess, creemos firmemente que estas presente en la hostia consagrada, que
eres nuestro Dios, nuestro hermano y amigo.
T: Te adoramos y te bendecimos Seor Dios nuestro.
G: Alabado sea el Seor Jesucristo porque te has hecho hombre como nosotros.
T: Bendito y alabado seas por siempre Seor.
G: Bendito y alabado seas porque nos has dejado ejemplo de pobreza al hacerte uno
de los nuestros.
T: Bendito y alabado seas por siempre Seor.
G: Glorificado seas porque nos has dejado a tu Madre bajo la advocacin de nuestra
Seora de Ocotlan como Patrona de nuestra Dicesis.
T: Bendito y alabado seas por siempre Seor.
G: Glorificado seas por siempre, Jess, porque te has quedado entre nosotros como
alimento de nuestra alma en la Eucarista.
T: Bendito y alabado seas por siempre Seor.
ORACIN
Seor Jess, as como llamaste un da a los primeros discpulos para hacerles pescadores de
hombres, continua tambin ahora haciendo resonar tu dulce invitacin: Ven y Sgueme!
Da a los jvenes la gracia de responder prontamente a tu voz. Da sostn en sus fatigas
apostlicas a nuestros Obispos, sacerdotes, y Personas consagradas. Da la perseverancia a
nuestros seminaristas y a todos los que estn realizando un ideal de vida totalmente consagrado
a tu servicio. Suscita en nuestra comunidad el espritu misionero.
Manda, Seor, obreros a tus mies, y no permitas que la humanidad se pierda por la falta de
pastores, de misioneros, de personas entregadas a la causa del Evangelio.

CANTO: (YO NO ERA PROFETA)


Yo no era profeta
Ni un hijo de profeta
Yo era un pastor
Y vendedor de higos.

El seor me tomo
De detrs del rebao
Y me dijo:
Ve y profetiza.
2

Desde el alborada
De mi vida te sent
Sin que t me hablaras
Yo saba que estabas ah.

Y en el corazn
De los sencillos te sent.

Luego me seguiste
Donde quiera que yo fui
Y me protegiste
Velando siempre por m.

En la negra noche
T estabas junto a m
Fue por tu presencia
Que en el fango no ca.

Desde el alborada

Desde el alborada

En la limpia risa
De los nios yo te o

Desde el alborada
De mi vida te sent
Y ahora me consagras
Para transformarme en ti

Desde el alborada

LECTURA DEL PROFETA EZEQUIEL. 34, 11-16; 23-30.


As dice el Seor Yahv: Aqu estoy yo; yo mismo cuidar de mi rebao y velar por l.
Como un pastor vela por su rebao cuando se encuentra en medio de sus ovejas
dispersas, as velar yo por mis ovejas. Las recobrar de todos los lugares donde se
haban dispersado en da de nubes y bruma... Las pastorear por los montes de
Israel... Las apacentar en buenos pastos... Yo mismo apacentar mis ovejas y yo las
llevar a reposar. Buscar la oveja perdida, tornar a la descarriada, curar a la
herida, confortar a la enferma... Yo suscitar un solo pastor que las apacentar, mi
siervo David...; l las apacentar y ser su pastor... Ustedes, ovejas mas, son el
rebao humano que yo apaciento, y yo soy su Dios, PALABRA DE DIOS.
SEGUNDA PARTE
G: Hermanos, nos hemos reunido alrededor, de nuestro Seor Sacramentado para que
l, que es el Pastor Universal de nosotros sus fieles y el Sumo y Eterno Sacerdote de
la Nueva Alianza conceda a nuestros seminaristas y sacerdotes elegidos suyos, la
abundancia de su gracia.
T: Padre Santo, tu que has llamado de entre tu pueblo a hombres frgiles y pecadores para que
sean tus ministros, concede a nuestros sacerdotes y seminaristas, la gracia de celebrar
dignamente tus misterios, servir con fidelidad a tu Iglesia y gastar su vida en la salvacin de sus
hermanos.
G: Seor, Jess Sacramentado, ante tu presencia viva, reconocemos agradecidos el
gran don del Sacerdocio concedido a tu pueblo por el sacramento del bautismo.
Reconocemos que por tu Sangre derramada en la cruz, nos has constituido pueblo
sacerdotal y asamblea santa.
T: Tambin reconocemos, que has elegido y consagrado de entre nosotros a algunos hermanos
mediante la imposicin de las manos, para que participen de tu ministerio salvador.
3

G: Te pedimos, Seor, sacerdotes.


T: Que renueven en tu nombre, tu sacrificio redentor.
G: Que preparen a tus hijos para recibirle en la Sagrada Comunin.
T: Que fomenten la caridad en tu pueblo santo.
G: Que lo alimenten con tu palabra.
T: Que lo fortifiquen con tus sacramentos.
G: Dales, Seor, tu fuerza a los sacerdotes y seminaristas, para que consagrando tu
vida a ti y a la salvacin de sus hermanos, se esfuercen por reproducir fielmente la
imagen de tu Hijo Jesucristo y den en el mundo, un constante testimonio de fidelidad
y de amor.
T: Oh Jess, Pastor Supremo de la Iglesia, mira con bondad a estos fieles tuyos y santifica a
nuestros sacerdotes y seminaristas para que sirvan a todos con amor, especialmente a los mas
pobres, a los tristes, a los ancianos, a los enfermos y a los nios.

ORACIN
Seor Jess, Pastor Bueno de las almas, tu que conoces tus ovejas y sabes como llegar al
corazn del hombre, abre la mente y el corazn de aquellos jvenes que buscan y esperan una
palabra de verdad para su vida; hazles sentir que solo en el misterio de tu encarnacin, se
encuentra la plenitud de la luz.
Dales valor a aquellos que saben encontrar la verdad, pero que temen que tu llamada sea
demasiado exigente. Sacude el alma de aquellos jvenes que quieren seguirte, pero que no
saben como vencer las dudas y los miedos, y acaban por escuchar otras voces y seguir otros
caminos sin salida.
Tu que eres la palabra del Padre, palabra que crea y salva, palabra que ilumina y sostiene los
corazones vence con tu Espritu las residencias y dificultades de los espritus indecisos; suscita
en aquellos que tu llamas, el valor de dar una respuesta de amor y compromiso. Amen.
CANTO: Pueblo de reyes
Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal: / pueblo de Dios, bendice a tu
Seor. (Coro)
1. Te cantamos Jess, Hijo amado del Padre, / te alabamos, eterna Palabra salida de Dios. / Te
cantamos Jess, que naciste de Mara, / te alabamos a Ti, nuestro hermano, nuestro Salvador.
Coro.
2. Te cantamos a Ti, Esplendor de la gloria, / te alabamos, Estrella radiante que anuncias el da. /
Te cantamos Jess, Luz eterna de Dios, / te alabamos, Antorcha de la Nueva Jerusaln. Coro.
4

3. Te cantamos, Mesas que anunciaron los profetas, / te alabamos a Ti, el esperado del pueblo
de Israel. / Te cantamos Mesas esperado por los pobres, / te alabamos Jess, nuestro Rey de
humilde corazn. Coro.
4. Te cantamos, Mediador entre Dios y los hombres, / te alabamos, Camino de vida, Puerta del
Cielo. / Te cantamos, Sacerdote de la Nueva Alianza, / te alabamos, T eres nuestra paz por la
Sangre de la Cruz. Coro.
5. Te cantamos, Cordero de la Pascua eterna, / te alabamos, Cordero inmolado por nuestros
pecados. / Te cantamos, Jess, Templo de la Nueva Alianza, / te alabamos a Ti, Piedra bsica del
Templo de Dios. Coro.
6. Te cantamos, Pastor que nos conduces al Reino, / te alabamos, rene a tus ovejas en un solo
redil. / Te cantamos, Jess, Manantial de la gracia, / te alabamos, oh Fuente de agua viva que
apaga nuestra sed. Coro.
7. Te cantamos, oh Cristo, Man verdadero, / te alabamos, oh Pan de la vida que el Padre nos
da. / Te cantamos, Imagen del Dios invisible, / te alabamos, oh Rey de la justicia y Rey de la paz.
Coro.
8. Te cantamos, Primicia de aquellos que duermen, / te alabamos a Ti, el Viviente, Principio y
Fin. / Te cantamos, Jess, exaltado en la gloria, / te alabamos a Ti, que vendrs a juzgar la tierra.
Coro.

TERCERA PARTE
G: Que santifiques cada vez mas a nuestros sacerdotes y seminaristas segn tu
corazn.
T: Hazlos apstoles de tu Reino, Seor.
G: Que nuestros sacerdotes se consagren a predicar el Evangelio, a santificar y
apacentar al pueblo de Dios y a celebrar el culto divino.
G: Que trabajen nuestros sacerdotes y seminaristas de tal manera, que podamos
reconocer en ellos a los verdaderos discpulos de Aquel que no vino a ser servido, sino
a servir y a dar la vida por nosotros.
G: Que los diconos descubran el amor de Cristo a su Iglesia a travs del servicio. T:
G: Para que cumplan con su misin de ensear, comuniquen la palabra de Dios y
mediten la ley del seor. T:
G: Que crean de corazn lo que leen, enseen lo que creen y practiquen lo que
ensean.
G: Para que su doctrina sea verdadero alimento pare el pueblo hambriento de Dios.

G: Para que estn en una constante renovacin en su preparacin buscando la eficacia


y el servicio al pueblo de Dios.
G: Que su vida sea un estimulo para los fieles, a fin de que, con su palabra y con su
ejemplo vayan edificando la Iglesia de Dios.
G: Que sean puros y castos en sus miradas, en sus pensamientos y en sus acciones y
que siempre imiten el amor puro y sincero de Jesucristo a su Iglesia.
G: Para que guarden el celibato toda la vida por causa del reino, al servicio de Dios y
de los hombres.
G: Para que los sacerdotes ofrezcan junto con Cristo en el altar, la ofrenda del pueblo
santo y la presenten a Dios.
G: Que imiten a Jesucristo y configuren su vida con el ministerio de la cruz del Seor.
G: Que valoricen el sacrificio, la abnegacin y la pobreza a ejemplo de Cristo y de su
Iglesia.
G: Para que los sacerdotes introduzcan a los hombres en el pueblo de Dios, perdonen
los pecados en el nombre de Cristo y de la Iglesia y lleven el alivio a los enfermos.
G: Que los formadores desempeen con verdadera caridad, llenos de alegra, el
ministerio de Cristo Sacerdote, buscando solo el inters de Jesucristo.
G: Que sea un signo y un estimulo de caridad pastoral, y una fuente especial de
fecundidad apostlica en el seminario.
G: Para que cumplan la misin de Cristo, Cabeza y pastor, se esfuercen, unidos al
Obispo, en formar los pastores del futuro.
G: Por los sacerdotes que trabajan en los seminarios, para que siempre velen por la
formacin de sus alumnos y pongan al servicio de los dems los talentos que Dios les
ha dado.
G: Por los padres espirituales del seminario para que sigan siendo el instrumento del
Espritu Santo en las personas que ellos dirigen.
G: Que vivan lo sacerdotes y seminaristas a ejemplo del Buen Pastor que vino a salvar,
y a buscar a los que se haban perdido.
G: Para que sean hombres de Dios y maestros de oracin.
G: Que amen el silencio y no descuiden su meditacin.
G: Para que se entreguen al Padre como victimas obedientes hasta la muerte.
G: Que se consagren a Dios para la salvacin de los hombres en todo tiempo y lugar.

ORACIN
Oh Jess, Pastor Eterno de los fieles, que pusiste al frente de esta porcin de tu pueblo amado a
tus sacerdotes y has querido que se vayan preparando en el seminario para configurarse a ti,
santifcalos, para que en tu nombre sean buenos pastores, sabios maestros y santos sacerdotes.
T que gobiernas a tu Iglesia con solicitud de amor, concede a quienes has elegido como
ministros tuyos, ser fieles administradores de tus sacramentos, anunciar con bondad y valenta
tu Evangelio, y servir con amor y celo pastoral de tu pueblo. Te lo pedimos a ti que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amn.
Un buen pastor, un pastor segn el Corazn de Dios, es el tesoro ms grande que el
buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones ms preciosos de la
misericordia divina. Santo Cura de Ars.

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