Castálida 57 Web
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7. Si el dictamen de una colaboracin es positivo; se le informar al autor a manera de solicitud de autorizacin para publicar antes del proceso
de formacin y diseo de la revista.
primavera-verano de 2016
4 Presentacin
6 scar Wong | Lenguaje e intencionalidad
12 Gabriel Trujillo Muoz | William Ospina, ensayista del asombro latinoamericano
15 Felipe Vzquez | Los avatares del deseo
20 Len Guillermo Gutirrez | La senda del poema
24 Roberto Zavala Ruiz | El idioma materno y la lengua prestada
30 Heber Quijano | El nombre de las dunas
33 Ramn Lpez Castro | Retazos y revires: El ensayo
37 Rubem Fonseca | Paseo nocturno
82 Carlos Olvera | En Manga de Clavo
88 Adn Echeverra | La frialdad
CLAUSTRO
40 Guillermo Schmidhuber de la Mora | Dilucidar cuatro acertijos de Sor Juana Ins de la Cruz
46 Jean-Michel Wissmer | Sor Juana: santa a pura fuerza
49 Olga Martha Pea Doria | Quin es el autor de La vida es sueo?
Presentacin
Sabemos bien que armona es equilibrio, lograr que todo confluya al unsono; en un solo tono el acorde deseado; aquel que estimule los sentidos,
nutra el intelecto y exalte el espritu. Con esta premisa, invitamos a nuestros colaboradores para participar con un tema libre, el de su eleccin; sin ms lmites que los
explcitos por la lnea editorial. Respondieron haciendo llegar excelente material, todas
las colaboraciones de brillante manufactura; que en su conjunto le dan a este nmero
un sentido heterogneo y un gusto de frescura, pero sobre todo, de armona.
scar Wong entrega un brillante ensayo sobre el manejo del lenguaje y su uso
fundamental para junto con la imaginacin, la tcnica y un amplio conocimiento del
mundo lograr una obra convincente; para esto, el autor hace un minucioso anlisis del modo y la forma en que el lenguaje fue utilizado por eruditos como Octavio
Paz, Jorge Luis Borges y George Santayana, entre otros.
La vida de Sor Juana Ins de la Cruz guarda varios enigmas, unos pertenecen a
su vida y otros a su obra, nos dice Guillermo Schmidhuber y comparte cuatro descubrimientos hechos en su vasta y acadmica investigacin: una comedia indita,
una oracin, la solucin a un antiguo acertijo encriptado dentro del Romance 50 y
finalmente, anuncia el hallazgo de quin fue el autor de un retrato de la jernima el
cual ahora forma parte del acervo del Museo de Arte de Filadelfia que, hasta hace
poco, era considerado annimo.
En un contexto distinto, desde Suiza, el sorjuanista Jean-Michel Wismer escribe acerca de dos puntos de vista antagnicos, ambos sobre la personalidad de la
Dcima Musa; el primero, la utpica visin de mujer revolucionaria, profana, librepensadora; el segundo, la imagen conservadora de la monja devota y penitente.
Jean-Michel plantea su anlisis y nos conduce hasta el relato de la frustrada intencin de Juan Ignacio de Castorena y Ursa para conseguir a principios del siglo
XVIII que la literata lograra ser santa a pura fuerza.
A Castlida llegan dos escritores sudamericanos; primero el novelista, historiador, ensayista, periodista y poeta colombiano: William Ospina; en una semblanza
de Gabriel Trujillo Muoz, donde se habla de su trayectoria, sus libros y su implacable visin acerca del mundo y la Amrica Latina; ese punto de vista que ha sido
definitivo en su obra. A su vez, tenemos una muy breve muestra del trabajo del
brasileo Rubem Fonseca, sublime escritor del gnero de la novela negra que, por
medio de su lucidez filosfica y literaria, logr darle a este gnero un sentido de
verdadera literatura.
El maestro Roberto Zavala nos acerca a Fabio Morbito, escritor nacido en Egipto de padres italianos y que, en algn momento de su vida, se decidi por ser
mexicano; porque aqu abdic del llanto y adopt el espaol como la lengua con
que escribe; aunque, dice, an suea en el idioma materno.
Adems nos enteramos cmo habrn sido los hbitos culinarios del siglo XIX
en Mxico, principalmente los del polmico don Antonio de Padua Mara Severino
Lpez de Santa Anna y Prez de Lebrn. A manera de homenaje para el maestro
Carlos Olvera (1940-2013), Castlida publica un cuento de su autora; donde describe aquellos usos y costumbres. La trama se da mediante la narracin de un
mozo de cocina, durante los preparativos del men para un exhuberante almuerzo.
Excelente relato que fue, en 1987, digno ganador del segundo lugar en la cuarta
etapa del Premio Juan Rulfo, promovido por Radio Francia.
En la plstica, la revista imprime una muestra del trabajo de tres admirables artistas representantes del arte contemporneo mexicano: Lilia Lujn, Sara Waisburd
y Renata Gerlero. As como una seleccin de grabados exhibidos y galardonados en
la Primera Bienal de Los volcanes que, en noviembre de 2015, se present en el
museo de La Estampa de la ciudad de Toluca. Finalmente, dos excelentes trabajos
fotogrficos: Guillermo Romero muestra su sentido esttico y su probada pericia
para capturar luz y sombra; y una joven creativa, la chihuahuense Anglica Chvez
Blanco, que por primera vez se presenta en Castlida como artista invitada.
Estimado lector, esto es slo una breve muestra del contenido de la presente edicin;
el equipo editorial de Castlida y, yo principalmente, esperamos que sea de su agrado.
Ensayo
Lenguaje e intencionalidad
scar Wong
Universidad Nacional Autnoma de Mxico
[email protected]
Recibido: 24 de diciembre de 2015
Aprobado: 6 de enero de 2016
[]
La pureza y la energa del corazn deben unirse
al pensamiento al momento de crear poesa, por
eso toda la vastedad del mundo real y el emotivo
adquieren una forma precisa, concreta, en el trazo
de los caracteres
scar Wong
Lenguaje e intencionalidad
dad del lenguaje. El verso vive de la metfora, precisaban anteriormente los preceptistas. Reunir, convocar los momentos
lricos es lo importante. Que se incorporen en el espacio verbal.
Por eso el poema representa un espacio privilegiado donde concurren la forma y el sentido. Es indiscutible que aqu se articulan algunas apreciaciones estticas, pero tambin se conjuga
la pericia tcnica del autor, las experiencias que representan el
acervo vivencial, la intencionalidad que se le imprime al verso
(la logopea de que habla Pound), ocurre en el campo semntico y no puede ser traducida. La capacidad esttica para con
las palabras tambin es importante, y no se puede imitar. Una
aliteracin, un problema de estructura, es una manera especial
de expresin. Contiene la esencia esttica que constituye el
dominio peculiar de la manifestacin verbal y que es imposible
encontrar en la plstica o en la msica, acota Pound (Cf. El
arte de la poesa, Mxico, 1978).
Bibliografa
Croce, Benedetto. Esttica como ciencia de la expresin
lingstica general, UAS, Culiacn, 1982, 522 pp.
Bachelard, Gaston. La tierra y las ensoaciones del reposo,
Mxico, 2006, 376 pp.
Hctor A. Murena, La metfora y lo sagrado, UAM, Colec.
Libros del Laberinto, No. 47, Mxico, 118 pp.
Graves, Robert. La diosa blanca, Alianza editorial, Madrid,
1986, 701 pp.
Borges, Jorge Luis. Siete noches, Alianza Editorial, Biblioteca Borges, Madrid, 1999, 158 pp.
Zambrano, Mara. Poesa y filosofa, FCE, Colec. Sombras
de origen, Madrid, 1987, 121 pp.
GALERA
Primera Bienal
de Los Volcanes
Lograr llevar una idea de lo
abstracto al boceto y desde ah intentar
el discurso que exprese el talento y
lo que se es, conlleva una serie de
procesos creativos donde la razn,
el conocimiento y la experiencia son
determinantes ante la posibilidad de
expresar lo deseado. Si, adems, se
logra confrontar esa idea original con un
pensamiento divergente, es muy posible
que se abra la posibilidad de crear arte.
Difundir el trabajo creativo es difcil
aun para artistas con trayectoria;
convocar al pblico para conocer
nuevas expresiones o tendencias,
lo es todava ms. Por este motivo,
presentamos una breve muestra de la
expresin grfica ms destacada de
la Primera Bienal de Los Volcanes que,
en noviembre de 2015, fuera exhibida
en el museo de La Estampa de la
ciudad de Toluca gracias al apoyo de
la Fundacin Noval, para el fomento
de la cultura y las artes A. C.,1 que dio su
autorizacin para publicar la obra y que
es la institucin promotora del evento.
Cada propuesta visual que aparece
en las pginas sucesivas representa
la distinta naturaleza de su creador;
en sus grabados es posible apreciar
el resultado de un trabajo razonado,
donde el talento no es el nico recurso,
sino la experiencia y la habilidad para
consolidar esa idea original.
Notas
Nota
1 http://www.fundacionnoval.org/resumen/
bienal-de-los-volcanes
10
GALERA
11
Ensayo
William Ospina,
Junto con Fernando Vallejo, Laura Restrepo y Toms Gonzlez, William Ospina (Colombia, 1954) se ha convertido en uno
de los principales escritores colombianos de las ltimas dcadas. Se le conoce por sus novelas histricas sobre la conquista
espaola y por ser un poeta de temas picos y culturales siempre arraigados en la vasta saga humana de nuestro continente.
Pero Ospina tambin destaca en otro gnero literario, el ensayo,
donde ha producido obras sobre escritores latinoamericanos,
la promocin de la lectura o estudios de personajes histricos
como el general Simn Bolvar. En esta veta ensaystica se ubica su libro Por los pases de Colombia. Ensayos sobre poetas
colombianos (FCE, 2011), donde se dedica a dar cuenta de los
poetas de su pas como un lector agradecido, que pondera lo
propio sin darle la espalda a lo universal, que rescata lo marginal
sobre lo cannico, lo perifrico sobre lo central.
En el prlogo de esta obra, Ospina
asegura que ms vale estar siempre
dispuestos a encontrar la belleza que
haber decidido de antemano dnde
puede estar y dnde no. En este libro,
siempre abierto al lector comn y no al
erudito, nuestro autor rene textos dedicados a poetas de su patria desde el
siglo XVI a nuestros das, llevndonos
12
13
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Resea
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Felipe Vzquez
Los avatares del deseo
16
Ya veo a antroplogos
y estudiosos de las
religiones reclamar que las
representaciones de las Venus
paleolticas y de las vrgenes
son manifestaciones de la
fertilidad, de la pureza y de
la santidad, pero si las vemos
desde el horizonte del deseo
amoroso veremos que son
proyecciones sublimadas de
la sexualidad
[]
La lectura de Esttica unisex
me hizo recordar el argumento
de un personaje de la novela
Sexus, de Henry Miller, que, sin
duda, Chavezmaya suscribira:
el sexo es una de las nueve
razones para reencarnar, las
ocho restantes no importan
Bibliografa
Marco Aurelio Chavezmaya. Esttica unisex. Antologa personal, colec. Summa de das, CEAPE,
Toluca, 2015.
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GALERA
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Cuento
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GALERA
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Resea
El idioma materno
y la lengua prestada
Roberto Zavala Ruiz
Abdicacin del llanto
[email protected]
Recibido: 29 de noviembre de 2015
Aprobado: 4 de diciembre de 2015
Fabio Morbito
24
En Mxico abdic del llanto cuando aprendi espaol y decidi escribir en esta lengua. Poco, sin embargo, le dur la extranjera. Aunque suea en materno, ha hecho del espaol su
lengua para escribir en ella su obra entera. Cultiva dos recias
debilidades: el mundo griego como sustrato, trado de su formacin temprana y de sus lecturas meticulosas, productivas, y
la capacidad de observarlo todo hasta el detalle con una mirada
por dems original, inquisitiva, sensible, que no deja resquicio
sin escudriar, ni conducta o sentimiento humano sin someterlos al microscopio de diseccin de su singular inteligencia.
Desde su primer libro dos brillantes ensayos en una prosa
de poeta se apreciaba ya su revisin de la tragedia griega,
aquella vez con Edipo en el centro, y una visin enteramente
nueva que haca visibles los puentes entre el viaje y la enfermedad, dos puestas entre parntesis que suspenden por un
tiempo lo cotidiano. Una mirada sorprendente y una prosa de
frugalidad carmelitana, cultivada en el silencio de madrugadas
en las que el fro lleva al recogimiento de la soledad vigilante
de la creacin. Ninguna palabra llega al papel sin ser medida,
pesada, aprobada por el gusto y el tacto; sin ver si embona
bien con la que le precede a la vez que sustenta la que sigue.
Acaso su extranjera lo orill a no usar un trmino sin conocer
exactamente su significado; de ah la precisin de sus frases y
su exigencia de doble va, consigo y con el lector.
Con su escritura pulqurrima y plena de asombros, Fabio Morbito ha ganado todos los premios. Con Lotes baldos
obtuvo en 1985 el premio de poesa Carlos Pellicer. De lunes
todo el ao lo hizo merecedor del premio Aguascalientes en
1991. Tiene otros dos poemarios: Alguien de lava, que Era
[]
En sus 84 textos difcilmente etiquetables pero
quin quiere etiquetarlos?, que apenas rebasan
la cuartilla, en un solo prrafo armado con solidez
de roca madre y ligereza de ala, hay un sartal de
pistas falsas, de episodios de la niez a los que
se juzga determinantes en su formacin, en su
vocacin de escritor
25
26
con los pies por delante sino el plantarse firme con vocacin,
talento y sudor ante la ausencia de musas madrugadoras.
Es preciso subrayar
Varios de sus breves y redondos textos dedica Fabio a despotricar contra los que subrayan libros. De un amigo suyo que no
abra uno sin tener en mano un lpiz para subrayarlo, concluye
lapidariamente: Ahora creo que su mana de subrayar fue una
de las causas de su esterilidad.
Es oportuno aclarar que no siempre subraya uno lo que le
gusta: remarca tambin lo que le resulta significativo, as sea
porque le molesta o porque lo desnuda y exhibe.
En cierto modo dice de su amigo, no eran [los libros]
verdaderamente suyos hasta que no tuvieran algn subrayado.
Subrayaba de manera compulsiva como un sustituto de la escritura misma. Al subrayar tanto se defenda de los libros, que
mantena a raya con sus rayas. Y cierra diciendo que aqul
nunca se anim a escribir uno, acaso porque anhelaba escribir
un libro perfecto, subrayable de principio a fin.
El duro sarcasmo de Fabio enderezado contra los subrayadores de pronto se convierte en puetazo en plena jeta:
El detenerse demasiado en una frase es signo de inmadurez: lo
que importa en un libro es el conjunto, el edificio verbal, no sus
componentes. [] El subrayado desmiente el edificio y realza el
ladrillo, el humilde tabique comprimido entre mil tabiques idnticos [] como si cada subrayado dijera: salven esta frase de las
garras del libro, liberen esta joya del pantano que la rodea.
Valga el corte de la cita originalmente subrayada por aqueste escribidor para detenerse en los tabiques del edificio verbal.
Digamos para empezar que no hay tabiques idnticos: los hacen
destacar en el conjunto su textura, el color ladrillo que guarda
recuerdos del fuego hasta volverse negro con destellos de plata,
y la textura que deja lo arenoso para convertirse en el vidriado del
recocho que se pas de tueste. Para seguir, un muro no comn
recibe de pronto intrusiones muy agradecibles y remarcables:
una botella de vino empotrada entre tabiques puede sorprender con luces tradas del exterior que rompen la monotona, un
fragmento de cantera de demolicin o de madera puede agregar
Para refrendar su alejamiento de las reiteradas recomendaciones de sus maestros de redaccin, Fabio remata: A los
alumnos habra que decirles que tengan el valor de tener estilo,
que escribir sin estilo equivale a no escribir.
Pero es que las frases claras, sencillas y breves estn peleadas con el estilo? Los prrafos cortos no pueden ser parte
de un estilo? La verdad estilstica es que optar por las frases
breves o por las extensas, correctas y equilibradas no es ms
que ejercitar una preferencia y, despus de todo, tampoco se
es tan libre al escoger unas u otras. Las lecturas empujan, determinan; la lgica propia requiere una respiracin propia tambin; el estilo se define andando. Un prrafo como los de Fabio
en esta obra es un cerrado universo autocontenido, un prrafo
de largo aliento que lo contiene todo, o a eso aspira.
Bibliografa
Fabio Morbito. El idioma materno, Sexto Piso (Narrativa),
Mxico, 2014, 178 pp.
27
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GALERA
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Ensayo
El sol es una bandera izada por el calor, un funesto designio de la sed. El sol refleja en el piso una larga lmina amarilla
que sube por su fondo azul como pincelada de un siniestro
pintor que se divierte jugando con los tonos bermejos y sepias. El sol destella y desmorona la fijeza de la mirada, que
espejea por las dunas, hurfanas de vegetacin, del desierto
de Afganistn. Puedes elegir un da cualquiera, al azar, en
cualquier lugar del mundo, con la misma losa pesada del calor y la sed enhebrando una delgada red dentro de la trquea,
mientras atisbas con el rabillo del ojo lo que hacen los transentes frente a ti, como una estatua anegada en la quietud,
imperturbable.
30
[]
La nieve es una pgina en
blanco en la que se surcan los
acontecimientos del da,
hasta que una nueva ventisca
da vuelta a la hoja. Y los
perseguidores lo saben,
la descifran con rapidez,
acostumbrados a leer en
sus lneas la respuesta a sus
preguntas
31
Heber Quijano
El nombre de las dunas
32
Retazos y revires:
El ensayo
Ramn Lpez Castro
I
El ensayo es libertad creativa bajo la disciplina de la razn y el ritmo de la retrica.
[]
Los soldados lo despiertan con
un culatazo. Cae, lastimado y
asustado. Mastica la arena que
se le mete a la boca mezclada
con sangre
II
El ensayo se escribe al deambular por conceptos, pero se lee al habitar en ellos.
III
Ante la trompeta del ensayo, los muros de
lo polticamente correcto se resquebrajan.
IV
Un ensayo puede desembocar en una novela, as como el ro termina por convertirse
en estuario; por su parte, la novela puede
ir al ensayo si sus digresiones incitan a navegar en ellas a contracorriente. Pensemos
en W.G. Sebald o en Jorge Luis Borges: sus
obras son fiordos, ros, mares y, al mismo
tiempo, arroyos intermitentes que brillan
en el desierto del tiempo: difcil encontrar
mayor alquimia que su transmutacin en
tan diversos gneros. Pero el motor de esta
transformacin est en el aliento ensaystico de sus prosas.
V
Disentir con uno mismo, querellarse con
tu alma: actividades que pueden provocar
ensayos.
pg. 48
33
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GALERA
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Grfica
Reflejos, 2012
leo sobre tela
S/T Blanco, 2014
Grabado
S/T Azul, 2014
Grabado
36
GALERA
Renata Gerlero
Demin Mondragn
Sombras, 2011
Encustica y leo sobre tela
Agua II, 2013
leo sobre tela
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Cuento
La novela negra
Rubem Fonseca naci en una poblacin llamada Juiz de Fora, perteneciente al estado de Minas
Gerais (sur de Brasil), el 11 de mayo de 1925. A la edad de siete aos su familia lo llev a vivir a
Ro de Janeiro. Ejerci diversas actividades antes de dedicarse en exclusiva al mundo literario; se
gradu en leyes, especializndose en derecho penal; en 1948 se dedic a la enseanza, fue periodista y crtico de cine, estudi administracin de empresas en las universidades de Nueva York y
Boston. El 31 de diciembre de 1952 inici su carrera en la polica, como comisario del 16 Distrito
Policial de Sao Cristovao, en Ro de Janeiro.
Ya viudo y padre de tres hijos, Fonseca, a los treinta y ocho
aos de edad, empez a destacarse en el universo editorial
cuando public Los Prisioneros, su primer libro. A partir de
all, su produccin literaria nunca se detuvo y, con el tiempo,
logr construir una extensa trayectoria con una gran cantidad
de galardones obtenidos, entre los que se destacan el Premio
Pen Club de Brasil, la distincin otorgada por la Asociacin
de Crtica de San Pablo y los premios Camoes, as como el de
Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. Su novela
Agosto (1990) versa sobre las conspiraciones que resultaron
en el suicidio de Getlio Vargas. El Salvaje de la pera (novela, 1994), Vastas Emociones y Pensamientos Imperfectos, de
1988, son, quiz, sus libros ms famosos, amn de sus tomos
de cuentos en los cuales hace alarde de sabidura del gnero.
Su literatura no slo se suscribe en el gnero negro, sino
que significa un baluarte que rebasa este tipo de escritura y
se consagra en la verdadera literatura. Rubem Fonseca es uno
de los ms grandes narradores contemporneos, quien, dada
su aversin, su desprecio a cualquier publicidad, a los medios
de comunicacin, a la entrevista televisiva, etc., se adjudic
el ttulo de escritor policaco por simple comodidad para sus
propsitos de crtica social. Y as, en su obra de erotismo,
violencia, hedonismo y corrupcin en todas sus formas se denuncia la enajenacin y el desquiciamiento del individuo contemporneo, su fatal perdicin e irremediable decadencia, porque no slo en la literatura puede aplicarse hoy ms que nunca
38
Paseo nocturno
Rubem Fonseca
Llegu a la casa cargando el portafolios lleno de papeles, oficios, estudios, investigaciones, propuestas, contratos. Mi mujer, jugando
solitario en la cama con un vaso de whisky en
el bur, dijo sin sacar los ojos de las cartas:
39
CLAUSTRO
de la
Mora
[email protected]
Recibido: 18 de noviembre de 2015
Aprobado: 25 de noviembre de 2015
La vida de Sor Juana Ins de la Cruz guarda varios enigmas, unos pertenecen a su vida y otros a
su obra. Hoy sabemos que hay obras suyas perdidas porque aunque algunos de sus contemporneos dejaron constancia que las leyeron, no llegaron hasta nuestro presente. Este artculo presenta el hallazgo de una comedia perdida y el descubrimiento de una oracin desconocida; adems,
presenta la solucin a un acertijo potico que dej encriptado la monja dentro del Romance 50; y
como cuarto logro, el descubrimiento del nombre del pintor de uno de los retratos ms apreciados de nuestra paisanita que anteriormente haba sido considerado annimo.
Comedia descubierta en 1990:
La segunda Celestina
Sor Juana dej constancia en el Segundo Sainete de su comedia Los empeos de una casa que ese mismo autor, es decir,
Sor Juana, haba escrito otra comedia calificada de la Celestina. Adems el editor del tercer volumen antiguo de Sor Juana
en 1700 dej constancia escrita que haba un un poema que
dej sin acabar y perficion la poetiza con graciosa propiedad.
Despus de haber buscado en bibliotecas mexicanas, norteamericanas y europeas, el hallazgo fue en la biblioteca de la Universidad de Pennsylvania: La gran Comedia de la Segunda Celestina.
Fiesta para los aos de la Reina nuestra seora, ao de 1676,
cuya portada ostentaba nicamente el nombre de Agustn de
Salazar. Esta comedia haba sido escrita para ser representada en
el natalicio de la reina Mariana de Habsburgo (el 22 de diciembre
de 1675), pero su autor Agustn de Salazar y Torres muri el 29
de noviembre del mismo ao, dejando la comedia inconclusa.
El descubridor es el autor del presente artculo. En seguida
lo present a Octavio Paz, quien an no ganaba el Premio Nobel.
40
Tras leer Paz una transcripcin mecanogrfica de la suelta elaborada por Olga Martha Pea Doria y Guillermo Schmidhuber,
concluy que era la obra perdida de Sor Juana, como lo ratific
en una carta suya. Enrique Krauze, entonces director de Editorial
Vuelta, y Schmidhuber firmaron un contrato de edicin de tres
mil ejemplares. El libro vio a la luz el 15 de junio de 1990. Paz escribi un prlogo titulado poticamente Azar o justicia?, con
fecha de 2 de mayo de 1990. Para esta primera edicin moderna,
su descubridor escribi un segundo prlogo en el que por vez
primera present su hiptesis de investigacin que adjudicaba la
coautora de La Segunda Celestina a Sor Juana. Editorial Vuelta
incluy un listn promocional que rodeaba el libro con un texto
que deca: La comedia perdida de Sor Juana.
41
Guillermo Schmidhuber
de la
Mora
42
[]
Quiz no logr descifrar el juego porque informa
que el nombre del conde de la Granja debe estar
escondido en su propia misiva en un acrstico (no
en el Romance de Sor Juana), opinin que, como
se ver abajo, resulta errnea
CLAUSTRO
2
OAR
3
ROA
4
RAO
5
AOR
Versos
Combinatoria
37-38
GNARAJ = GRANJA 1
47-48
RAAJGN=GRANJA 2
51-52
JNAAGR=GRANJA 3
69-72
GANRAJ=GRANJA 4
81-84
JARANG= GRANJA 5
100-103
GANARJ= GRANJA 6
117-120
GRANAJ=GRANJA 7
131-132
AJGARN=GRANJA 8
137-140
RJGANA=GRANJA 9
189-190
AJARNG=GRANJA 10
6
ARO
Texto potico
43
Guillermo Schmidhuber
de la
Mora
44
En dos ocasiones el autor de este artculo visit el Philadelphia Museum of Art para estudiar con detenimiento el
retrato. En el catlogo del Museo apareca como retrato annimo y su grado de conservacin era mediano. La peticin de
una limpieza fue atendida por el curador de artes del siglo
XVII, Mark Castro, y el Museo llev a cabo un estudio de reflectografa infrarroja para descubrir si bajo el retrato haba
trazos o algn dato que diera informacin sobre el lienzo.
La limpieza y el estudio llevados a cabo por el Museo permitieron leer en una voluta izquierda el minsculo nombre del
pintor escrito en forma vertical: Nicols Enrquez. El reporte
de Mark Castro afirma:
En el ltimo informe de conservacin encontr mencin de la
firma a la derecha a la mitad del marco oval pintado en el leo.
No es visible a simple vista, ni es visible a travs de infrarrojos,
pero slo a travs de la ayuda de un microscopio. Est firmado
por el pintor Nicols Enrquez. Una cosa de curiosidad inmediata es que esta firma est escrita verticalmente como si siguiera
la curva del marco ovalado, no conozco otro caso similar a ste.8
CLAUSTRO
Notas
El hallazgo de la Protesta de la fe fue difundido en publicaciones y congresos, tanto en los
Estados Unidos como en Mxico; sobresalen mi
artculo Hallazgo y significacin de un texto
en prosa perteneciente a los ltimos aos de
sor Juana Ins de la Cruz en Hispania (1993)
y la edicin facsimilar en el Segundo tomo de
las obras de Sor Juana Ins de la Cruz editada
por el Frente de Afirmacin Hispanista, A. C.,
en 1995.
45
CLAUSTRO
Sor Juana:
Haba de ser santa a pura fuerza?, pregunta Sor Juana a su confesor Antonio Nez de Miranda en la denominada Carta de Monterrey. Pregunta retrica porque la respuesta es obvia. Sin
embargo, esta pregunta la podramos reiterar hoy en da cuando hay cada vez ms defensores de
una visin casi beatfica de la poeta. Efectivamente, bajo la pluma de un grupo de investigadores
que llamaremos conservadores, la rebelde Sor Juana, antes casi pionera del feminismo, de la
liberacin de los gays y de la Revolucin mexicana se ha convertido de repente en monja perfecta,
penitente flagelante, modelo de obediencia catlica. Tal vez de repente no sea la palabra adecuada puesto que fue exactamente lo que pas tambin al final de su vida en el momento de su
hora ms bella para citar a Alfonso Mndez Plancarte. Para los nuevos defensores de esta visin
anglica, la persecucin de Sor Juana es pura leyenda (negra); el fantico arzobispo Francisco de
Aguiar y Seijas no fue tan malo con ella (ya que le permiti comprar su celda); el temible Nez
fue simplemente un hombre de su tiempo, y todo fue miel y rosa, as que tout est pour le mieux
dans le meilleur des mondes possibles.
Ni leyenda negra ni leyenda rosa? Recuperacin de los
dos lados? Veamos.
No quiero fastidiar al lector con los innumerables ejemplos
de la persecucin sufrida por Sor Juana, ejemplos que nos
da ella misma a lo largo de toda su obra. Son archiconocidos,
pero aqu van unas pocas citas: De que envidia no soy blanco? De qu mala intencin no soy objeto? Qu accin hago
sin temor?, escribe en la Carta de Monterrey en la que encontramos palabras como extrao gnero de martirio o pesada
persecucin. [E]ntre las flores de esas mismas aclamaciones
se han levantado y despertado tales spides de emulaciones y
persecuciones, cuantas no podr contar, dice en la Respues-
46
ta a Sor Filotea. Sin olvidar su famoso y tan revelador y ejemplar poema, En perseguirme, Mundo, qu interesas?, cuyo
ttulo lo dice todo. Tres ejemplos de textos de gnero distinto
y fechados en varias pocas, confirmando as que esta persecucin no fue cosa de un momento dado sino algo constante,
y tampoco fue una coquetera literaria, un juego estilstico o
una fantasa barroca.
Felizmente, tanto dentro del clero como dentro del mundo
poltico-civil, Sor Juana tuvo admiradores y defensores. Qu
hubiera sido de ella sin la proteccin de los virreyes? Fue la
condesa de Paredes quien public su obra en Espaa y permiti
que se salvara del olvido o de la censura. Durante la polmica
47
Jean-Michel Wissmer
Sor Juana: santa a pura fuerza
pg. 33
tha, modelo de penitencia, martirio de la fe en esas tierras lejanas y salvajes. Sera demasiado largo contar la historia de
este improbable encuentro virtual entre Sor Juana y Kateri
(las dos murieron adems un 17 de abril),3 pero slo dar
unos datos. La Vida de Kateri publicada en francs en 1717 fue
traducida al espaol en Mxico en 1724, y fue seguramente una
iniciativa de Castorena que aadi a esta traduccin un largo
apndice de 38 pginas con el propsito de defender el proyecto de un convento, l de Corpus Christi, para las indias nobles
en la Ciudad de Mxico. Cansado y frustrado por la dificultad
de hacer de Sor Juana una santa, encontr otra mujer ms
ejemplar para reemplazar a la Dcima Musa. Para decirlo sencillamente, Kateri Tekakwitha era casi una anti-Sor Juana,
frgil, analfabeta, pero con una voluntad sacrificial y penitencial sin par en este entorno de la Nueva Francia del siglo xvii.
Une valeur sre. El 21 de octubre del 2012, Kateri Tekakwitha
fue canonizada en Roma. Eso no pasar con Sor Juana, quien
nunca quiso ser santa a pura fuerza.
XVII
Luego, pues, Francia existe gracias a que
Montaigne ensay en torno a ella. Las naciones son hechos culturales: su mayora
de edad acontece cuando alguien no slo
las imagina, sino pretende explicarlas. Esa
es labor del ensayo.
XVIII
El ensayista conjura ideas, las compara
con cierta imagen de la realidad, luego las
regresa a la fragua de la creacin literaria:
el proceso se repite varias veces. Al final,
luego del calor de la metfora y el golpe
de la retrica contra la dura superficie del
yunque al cual llamamos razn, nace el ensayo: espada de argumentos que permite
cortar brumas y hacerlas retroceder.
XIX
Notas
1 Cito a Alejandro Soriano Valls: Sor Juana Ins
de la Cruz, Doncella del verbo, Hermosillo, Garabatos, 2010, pp. 299; 309; y 328.
XX
3 Ser el tema de un nuevo ensayo mo en francs: Kateri Tekakwitha. LEntre du Christ chez
les Iroquois. Voyage au cur de lAmrique indienne et coloniale (ttulo por confirmar).
48
CLAUSTRO
49
50
La confusin que Segismundo tiene entre el sueo y la realidad es debida a que cuando este personaje suea es controlado
por el dramaturgo Basilio; pero cuando est en la realidad,
se ubica en manos de Caldern. De ah que el fluctuar entre
dos mundos, uno metadramtico y otro real, sufre la confusin
entre el sueo y la realidad.
En la obra de Caldern, el espacio y el tiempo son tambin dramatizados, ya que es ficcionalizado por ser un espacio
utpico: la Polonia de Caldern no es el pas europeo, sino
un cosmos esencialmente teatral que acta como metfora de
Espaa. Asimismo, la torre y el palacio no son espacios reales
sino smbolos de la sombra y la luz. Bajo esta comprensin
del espacio, queda anulado el afamado error de Caldern al
mencionar en su obra que un mar rodea el palacio de Basilio,
al estar ubicado el palacio en un espacio esencialmente dramtico, con una geografa propia que no est condicionada por la
divisin territorial europea.
Una peculiaridad de los apartes calderonianos es su variedad
e importancia dramtica. Los apartes pueden ser clasificados en
cinco tipos: emotivos, de dilogo privado, descriptivos, volitivos
y de trama. Los apartes emotivos incluye expresiones de asombro o dolor: Astolfo es, ay de m, penas airadas (2: 721); hasta
expresiones de dicha: Gracias a Dios que llegaron! (2: 778).
Otra forma de aparte es el monlogo informativo que utiliza
Clotaldo para explicar al pblico sobre el personaje que identifica como su hijo, quien posteriormente resulta ser Rosaura
disfrazada de varn:
CLOTALDO (Aparte.)
Vlgame el cielo! Qu escucho?
Aun no s determinarme
si tales sucesos son
ilusiones o verdades.
CLAUSTRO
En otro tipo de Aparte (de carcter descriptivo), un personaje describe la actitud de otro personaje. Como ejemplo se
puede citar el Aparte de Clotaldo que informa al pblico sobre
la actitud de Basilio al salir de la torre:
Clotaldo (Aparte.)
Enternecido se ha ido el Rey
de haberle escuchado. (2, v. 1153-54)
CLOTALDO (Aparte.)
Mucho se va empeando.
Qu he de hacer, cielos, cuando
tras un loco deseo
mi honor segunda vez a riesgo veo? (2, v. 661-663)
51
52
CLAUSTRO
53
Notas
Bibliografa
Las citas de La vida es sueo estn identificadas por el nmero de la jornada y por los nmeros
de verso. As (1,395-470) significa Jornada primera, versos 395 a 470.
54
Poesa
CUARTO DE ESCRIBAS
Jos Falconi
[email protected]
Recibido: 12 de noviembre de 2015
Aprobado: 25 de noviembre de 2015
Cancin
Este poema es un cuchillo de bruma,
es una broma que brama y siembra confusin
como una flecha que atravesara una parvada.
Este poema es un cielorraso de armadillos
que cardan besos en las rodillas de la tarde;
est hecho de nada y genuflexiones de orqudeas
en las exequias de una zarigeya.
Es un guila. Se derrite en vuelo.
guila que en su levitacin
le pone ms velocidad al sueo.
Este poema es un recin cadver
que resucita entre el mito y el deseo,
es el presagio de que nada existe
y nada hay ms all del hoyo en mi zapato.
Este poema es la danza desgarbada de la muerte
en su cuchitril atvico.
O bien, es tan slo un pensamiento
que rumia ruinas y ripios en el enigma del poniente.
55
Es marzo
Se escuchan las pisadas a lo largo de la besana
Es marzo y la erre se requema de dos
a cuatro El polvillo del camino brilla frente a los ojos
Slo hay que llegar hasta el otro rbol
y sentarse a la sombra para que el viento
seque el sudor Al pie del rbol
sentarse y cerrar los ojos
y sentir el rumor pausado del mar
El viento de marzo
El viento fresco de marzo hoy se llama
zozobra A las nueve de la noche
alguien llama entre los rboles
Acaso la lechuza acaso el tordo
distrado Hay una llama
por ah entre los rboles
Ha de ser un lucero
extraviado en la bveda celeste
56
CUARTO DE ESCRIBAS
T de manzanilla
Un t de manzanilla
efusin amarilla
todas las flores a mi boca
Contrabajo simblico
Acidia zigzagueante asedia la zozobra de sesgo
medio atisbo a la media y me babea el ojo
a contrabajo simblico le toco su guitarra
en las yemas yerbe la sangre furiosa y se me sube a la cabeza
y se me cuela por las venas como la lluvia en el barro
y en la tierra reseca me muerdo el labio
y brota una gota roja
roja como la teja
ajeno ajenjo reboza amargo y crujiente
lo estrujo lo amago lo mojo
huele azul como la yerbabuena
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58
CUARTO DE ESCRIBAS
8
Siento un cansancio de cementerio,
de piedra helada. Estalactitas de humo
hieren la atmsfera del da.
Los frutos de la espiga usan al sol para secarse.
Sus pjaros de polvo vuelan dentro de m,
se comen mi savia.
Las amapolas chorrean sangre.
10
Viento golpea contra la montaa,
bajo un sol clavado en el cielo
y el mar es un espejo, bosque azul
que se pierde
entre la inercia de las horas.
Se opaca la ventana,
la humedad impide mirar el paisaje.
Como el tiempo, la poesa se desdibuja
en el salvaje mundo de los hombres:
bombardeo de miedo, llanto entre las sombras
recuerda nuestra muerte.
Acaso podemos olvidarla?
Cmo ignorar el infierno que construimos
justo ah donde soamos el paraso?
59
Carlos Pineda
UNAM
[email protected]
Recibido: 26 de noviembre de 2015
Aprobado: 4 de diciembre de 2015
60
CUARTO DE ESCRIBAS
Justo ah,
donde Dios
puso el ndice el primer da de la creacin.
Amarnos
como se aman los dioses a nuestras espaldas:
con la carne dispuesta a ser herida,
a sangrar magma.
Amarnos con los sentidos embrutecidos,
consumindonos para la resurreccin.
Amarte a gritos!
Tan slo eso,
y una leve caricia,
es todo lo que te pido.
caer el volatinero,
con las manos atadas a la nuca,
planeando el descenso
sabiendo que las sbanas son la nica red.
Dejar que nuestros cuerpos sean
violento barro,
mineral suspiro,
omnvora desnudez.
61
Santiago Montobbio
Universidad de Barcelona
[email protected]
Recibido: 15 de diciembre de 2015
Aprobado: 16 de diciembre de 2015
II
III
IX
62
CUARTO DE ESCRIBAS
Marcial Fernndez
[email protected]
Recibido: 16 de noviembre de 2015
Aprobado: 25 de noviembre de 2015
Luca
El Mago
A ella
Le gustan las alturas
guilas, jirafas, mariposas
l, ms terrenal
Descubre en ella
La esencia del vuelo
La msica de los rboles
Los misterios que transforman
l
La mira
Y piensa en esos tigres de siete vidas
Ella y l
Sienten que, tal vez,
Una de esas vidas sea para ambos
l
Se sabe afortunado
Ella
No sabe si creer
Que, en ciertos mundos,
Las palabras
Ms que palabras
Son conjuros
63
Plstica
64
GALERA
Lilia Lujn
Enfoques, 2008
Tcnica mixta
65
Lilia Lujn
Conloquium, 2015
Tcnica mixta sobre tela
66
GALERA
67
Lilia Lujn
68
GALERA
Vita, 2015
Tcnica mixta
Paz, 2014
Tcnica mixta
69
Lilia Lujn
Circus, 2015
Tcnica mixta sobre tela
70
GALERA
71
Estampa
El fugitivo
Monotipo
72
GALERA
Sara Waisburd
Una caracterstica
importante de cualquier cultura es
su alimentacin. Comenta la artista
visual Sara Waisburd que, durante la
bsqueda de sus orgenes, tom al
chile como figura y tema central para
la creacin de una llamativa serie de
monotipos, donde dej estampada su
muy particular y esttica interpretacin
de dicho fruto; la razn, el chile ha
sido una constante en la sicologa y
el lenguaje del vulgo mexicano, que
lo interpreta simblicamente como
figura flica.
Sara explica que ha encontrado en
dicho tema riqueza y expresividad;
tanto en color tono y saturacin
como en una variedad de formas
colmadas de movimiento y picarda.
Para m este es un tema lleno de
sabor, color y gracia, nos dice.
Por esta razn, aqu en Castlida,
presentamos una pequea seleccin de
su esplndido trabajo con la intencin
de, como dira Sara Waisburd, llenar de
color y sabor estas pginas.
Chile enramado
Monotipo
Chiles charros
Monotipo
73
Sara Waisburd
Chiles flacos
Monotipo
74
GALERA
Chile enramado
Monotipo
75
Sara Waisburd
Chiles dorados
Monotipo
76
GALERA
Chile independiente
Monotipo
77
Fotografa
78
GALERA
Guillermo Romero
Las figuras que Guillermo Romero ha ido recolectando en su ya larga
trayectoria, nos han confrontado con esa realidad que se oculta en
el rito de lo habitual; que se disimula en la sombra de lo cotidiano.
Su ojo avizor es crnica en la ciudad de Tolo; testigo en lontananza
de su tiempo, sus generaciones y su legado.
En esta serie fotogrfica, Guillermo reta a lo divino con la primera idea,
el dogma inicial. La mano y el barro; Dios, Adn y Llith. La pella
manipulada por la pericia del creador; transformada en la argamasa
que se vuelve objeto; se que espera recibir su soplo; el que le d vida
y lo instale, una vez ms, en lo ordinario.
79
Guillermo Romero
80
GALERA
Nota
El presente trabajo fotogrfico corresponde
al Programa de Estmulos a la Creacin y el
Desarrollo Artstico del Estado de Mxico.
Beca FOCAEM 2015-2016
81
Cuento
En Manga de Clavo
Carlos Olvera
La maana del primero de enero de 1832, el general
Carlos Olvera
Antonio de Padua Mara Severino Lpez de Santa Anna y Prez de Lebrn es, a no dudarlo, uno de los ms polmicos
personajes de la historia de Mxico. Alcanz tal gloria como
hroe independentista, que fue nombrado a la postre gobernador de Yucatn y de Veracruz; y tal su ambicin poltica,
que asest un golpe de Estado a Agustn de Iturbide, para
convertirse en Alteza Serensima de Mxico nueve aos ms
tarde. A 222 aos del nacimiento de este personaje de la historia nacional, quien vio la luz primera en Jalapa, Veracruz, el
21 de febrero de 1794,Castlidapublica uno de los cuentos
ms emblemticos de la relacin de Santa Anna con la comida, expresin depurada de su gusto y su forma de gobernar.
Con este relato escrito bajo la luz de Pars, Francia, su autor,
que firm con el nombre de Carlos E. Olvaera Avelar (19402013), gan el segundo lugar de la cuarta etapa delPremio
Juan Rulfo, correspondiente a 1987, promovido por Radio
Francia Internacional, certamen que en esa edicin tuvo ms
de 2200 participantes, de los cuales Olvera lleg a ser el
nico finalista mexicano. Como un homenaje a esa prosa narrativa de exquisita manufactura y asombroso conocimiento
culinario,Castlidarecuerda al escritor mexiquense y le rinde homenaje en sus pginas.
Porfirio Hernndez
82
[]
Se escucha la tos nerviosa de mi jefe. Seor
general, con el debido respeto le recuerdo que
usted mismo aderez con vinagre y aceite el ltimo
pescado que aqu se sirvi. La voz del general
surge borrosa, como si estuviera frunciendo los
labios, admitindolo: Es verdad, pero slo se
trataba de un experimento creativo
83
Carlos Olvera
En Manga de Clavo
84
A pesar de que el general usa el dompedro en sus habitaciones, tres o cuatro veces al da hace del cuerpo en los retretes
del patio. El seor ocupa ahora el lugar del medio, con cabeza
y pies visibles para todos nosotros, ya que la puertecilla del
gabinete slo cubre parcialmente. Una nube de moscas que
relumbran como el cobre revolotea bajo la sombra del cobertizo de palma, sobre las letrinas. El general sigue repitindonos que maana vienen importantes personajes. S, adems
del capuchino, el coronel Landero y el jefe de departamento,
Garay; Castrilln y el comandante de armas, Vzquez, y por
si fuera poco, el vicecnsul ingls, mster Wehls. Ese al que
tanto le gustan los almuerzos al estilo del pas, dice el general, con la voz apretada en un esfuerzo de vapores fermentados. El coronel Landero es gourmet y no deseo quedar mal
con l, sentencia.
Mi jefe est parado fuera de la zona sombreada, dndome
la espalda. Por su nuca corren los hilos de sudor que bajan
desde el quepis y siguen su camino, perdindose bajo el pao
del uniforme, hecho en Londres. Total, despus de todas sus
penalidades, nunca invitan a mi jefe a sentarse a la mesa del
general cuando se preparan asuntos importantes. Lo bueno es
que l, de cualquier modo, recibe su parte de todo lo que pasa
por las manos de los matarifes, cocineros y marmitones. Todos le apartan algo. Otero le guarda los ms gordos hgados
de vaca, o los mejores riones de puerco, o liebratones de los
nacidos en enero
Ha supervisado usted, Castro, la redaccin de la minuta
del almuerzo?, pregunta a boca de jarro. El comandante no
sabe qu decir. No recuerda esa comisin. El calor pica fuerte
y se pega a la piel, fijando el vaho rancio del ambiente. Permtame justificarme, responde, con un temblor en la voz. El
capitn Arruti debi coordinar eso despus de la revista de las
cocinas, hoy temprano. Yo, seor general, en esos momentos
cabalgaba de regreso de Boca de Ro, tras cumplir con un caro
deber de conciencia. S, le responde el general, de sobra
conozco lo caro de sus deberes. Luego le llam lameplatos y
otros feos nombres y orden se le leyera la minuta. Para comenzar, pescado blanco y cabeza de carnero Que aadan
una lengua de ternera en loco!, interrumpe. A continuacin,
las entradas: pato con aceitunas y una marinada a la alemana.
Como supernumerarios, budn de salchichas, embuchados a la
parrilla y una anguila gruesa a la trtara Momento. Un mo-
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Fotografa
Mujer tarahumara
Contempalcin
Cuidado con el tren
86
GALERA
Anglica Chvez
Aldea, Chuhuahua
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Cuento
La frialdad
Adn Echeverra
[email protected]
Recibido: 12 de noviembre de 2015
Aprobado: 4 de diciembre de 2015
Todo apuntaba a una historia que ocurriera como un cuento de hadas, clido en el
roce de las pieles, polvo de hadas que va cubrindolo todo con su magia, como algunos
dicen; o echarse un polvo, como igual le llaman a lo que hubiera sido la mejor manera
de mantenerse en la cordura y ahorrarse los
problemas del corazn; sexo sin compromiso
como el que se alquila o el que se oferta en la
internet, pero no, uno siempre tiene que seguir
los instintos y desobedecer flagrante las ideas
del cerebro. Echarse un polvo y no volverse a
ver era la consigna para ella, cuando termin
de baarse aquella tarde, mirarse hermosa en
el espejo y saberse plena, dispuesta para la cacera; pero en vez de eso aquella tarde intercambiaron telfonos despus del tercer caf,
seguido del Cundo nos vemos, en dnde, para
concluir en un Pasar a tu casa esta noche, y
aquel Esprame, que luego nos avienta sobre
una relacin de pertenencias y desesperaciones por verse ms seguido, porque la cacera
termina cuando las mujeres deciden mostrarse
presas para cazadores ms experimentados, y
haba que reconocer que aquel hombre lo era.
88
89
Adn Echeverra
La frialdad
90
Arruin el momento?
No pensars culpar al bebo, verdad? y el hombre cerr
la puerta.
La mujer se meti a la cama con su bebo, lo apret a su
pecho, y mientras senta y disfrutaba la respiracin calma de su
hijo, poda sentir bajo la tela del pijama, sus rozados pezones aun
ensalivados por su hombre, ese hombre escondido en su guarida
como un terrible ogro odindola; ella lo saba y se acariciaba los
pies el uno con ayuda el otro, tratando de darse algo de consuelo
para intentar entender el cambio en su pareja, el cmo era posible que no pudiera entender que el nio tiene miedo de estar
solo, claro que quiero estar con l, acaso no se da cuenta de mis
ganas?, que tambin deseo tenerlo dentro de m?, de entender
cul ha sido el motivo del disgusto de su hombre. El insomnio
daba vueltas a la casa, y no fue sino en la luz creciente de la madrugada con el amanecer colndose por las ventanas que salt
de nuevo hacia la recmara para reparar el dao con ese sexo matutino que saba que su hombre disfrutaba. Pero aquel se haba
metido de nuevo a la regadera, castigndola, y le haba gritado
que algo hiciera para el desayuno. Ella tendra que ser paciente
para sentirse de nuevo acariciada al caer la noche, para de nuevo
ser penetrada por aquel toro que le haca doblarse de rodillas.
Comer en el trabajo y sali sin darle un beso, dejando
el desayuno y la angustia servidos en la mesa.
El da pas amargo apenas, porque los juegos constantes
del nio la entretenan y le hacan olvidar de a poco el mal humor de su pareja, ella poda entretenerse en cunta cosa pudiera realizar para la casa: arreglar las cortinas, barrer, acomodar
los libros de su novio, recuperar un pequeo espacio para los
juguetes de su hijo, lavarle la ropa, cocinar siempre los platos
que sabe que l disfruta, y estar lista y baadita para cuando
l pudiera regresar.
El hombre volvi del trabajo con una caja de metal de apenas un metro y treinta centmetros por cada lado; del lado contrario de la puerta tena un mecanismo que permita abrir unos
pequeos orificios que dejaran pasar el aire; a ella le pareci
una caja fuerte extraa, hasta que l le contara para qu la
haba mandado construir. Hasta que tuvo que mirarla como la
jaula que era. No quiso preguntar ni intentar algn reclamo,
vea al hombre entusiasmado contndole y le pareca irreal. Ella
pudo decir que era una estpida idea, que cmo se haba atrevido siquiera a sugerirlo, que se poda meter la caja en el culo
o por donde mejor le cupiera pero que ella coga a su hijo y sus
pocas cosas, y ahora mismo se largaba para la calle, aunque no
tuviera a dnde ir, aunque tuviera que dar pasos de cangrejo,
doblar la cola y pedir apoyo a la familia, regresarse de nuevo al
cuartito que le prestaban, volver a conseguir empleo y pedirle otra vez a su sobrina que cuidara del pequeo mientras le
consegua de nuevo guardera. Pero tras las palabras que escuchaba de su hombre mir esa ira de animal rabioso. T fuiste
quien me busc, recurdalo bien, quera gritarle, en aquel caf
yo ni siquiera haba notado tu presencia y ahora me traes una
caja de metal para meter a mi hijo cuando te moleste, y no escucharlo cuando pida a su madre? Cmo te has atrevido, ests
enfermo. Pero la mujer baj la cabeza como un ganso envejecido, mintindose en el amor que le haca cosquillas en la nuca.
Despus de cenar juntos los tres, y de ver un poco de
televisin, el hombre puso el cuerpo dormido del nio dentro
de la caja de metal, para al fin poder gozar de su mujer sin
interrupciones. Hacerle el amor o devorarle la tica, el orgullo, el alma toda. La primera noche apenas era un sordo llanto
el que se escuchaba desde la caja, y cuando la mujer quera
atreverse a ver si el nio estaba bien, su hombre le llegaba al
fondo y ella cerraba los ojos, los odos, cerraba el corazn y
slo eran golpes mudos atorados en las fras paredes metlicas
del cubo. Sonidos todos que crecan dentro de la cabeza de la
mujer, que ya no alcanzaba los ojos blancos del orgasmo pero s
a herirse la lengua desesperada por ignorar a su hijo, porque a
pesar de todo, la mujer gozaba, para qu negarlo; y mantena la
tenue esperanza de darle gusto a su hombre; y luego del coito
salvaje, poder sacar a su hijo de aquella prisin apenas amaneca, pegrselo al pecho y llevarlo a la cama para devorarlo a
besos: Todo va a estar bien, pequeo, todo va a estar bien. Su
hombre sonrea.
Las noches se fueron repitiendo, el hombre llegaba y despus de cenar meta al dormido nio a la caja. As ocurri las
dos primeras semanas, para luego reclamarle a la mujer el Por
qu diablos no lo has metido, por qu tienes que esperar que
llegue a casa, no soporto verlo, me fastidia su presencia; Tiene
miedo, podemos dejarlo fuera esta noche?, se portar mejor,
lo puedo asegurar; pero no haba razones que pudieran admitirse. El nio pasara las noches adentro de la caja. Los das se
volvieron un desequilibrio que giraba frente a sus ojos, en el
espejo de su cama, en las noches de su angustia porque aquel
91
Adn Echeverra
La frialdad
92
Colaboradores
regresa(IMC, 2008) y el libro de ensayos Imgenes lumnicas: ocho escritores representativos en el Estado de
Mxico (1960-2010)(IMC,2011). Ha
publicado reseas, artculos, ensayos y
poemas en medios impresos nacionales
e internacionales como La Colmena,
Ciencia ergo sum, Destiempos, Norte/
Sur, Letralia, Acequias, Dilogos latinoamericanos, entre otras.
Carlos Pineda. Maestro en letras latinoamericanas y doctorando del posgrado en estudios latinoamericanos,
UNAM. Es autor de los libros de poesa Imago(UAM, 1997);Escenas en
el proscenio(UNAM, 2000);Antologa
perpleja(2004);Silencio: el silencio
(EDL, 2010);De natura sonoris (o el
Minotauro fuera de su laberinto)(CONACULTA, 2016);Eres Eros (Ostraco,
2016);Kammermusik, Pliegos de la Visin, Espaa. Las antologasAnuario de
poesa mexicana 2005 (FCE, 2006);Un
orbe ms ancho, 40 jvenes poetas
(1971-1983)(UNAM, 2005). Gan en
1996 el concurso de poesa de la UAM,
en 1998 el primer lugar en el Concurso Nacional de Poesa Rubn Bonifaz
Nuo. Ha publicado enRevista de la
Universidad, Artes de Mxico, La Jornada Semanal, Biblioteca de Mxico,
Peridico de Poesa, Casa del Tiempo,
Punto de Partida, Pauta, Tierra Adentro, Castlida yVoices of Mexico.
Celene Garca vila. Doctora en literatura hispnica por El Colegio de Mxico.
Fue miembro del Sistema Nacional de
Investigadores de 2008 a 2012. Fue profesora de espaol para extranjeros en la
93
Colaboradores
94
Gabriel Rodrguez Trinidad. Artista plstico. En 2007 fue galardonado en Acapulco, Guerrero, con el Premio al Mrito
Juvenil por 26 grabados que integran la
coleccin Un sueo en el tiempo, que
posteriormente expuso en la ciudad de
Chicago, Illinois.
Gabriel Trujillo Muoz. Poeta, narrador
y ensayista. Profesor universitario y
miembro de la Academia Mexicana de
la Lengua. Autor reconocido con premios nacionales e internacionales. Ha
publicado numerosos libros de poesa,
crnica, ensayo, as como de narrativa
policiaca, histrica, fronteriza, de ciencia ficcin y fantasa. Su obra ha sido
publicada en Espaa (Bellacqua), Argentina (Lumen), Colombia (Norma),
Canad (Les Allusifs), Italia (Feltrinelli), Francia (Gallimard) y Alemania
(Unionsverlag). En 2016 aparecer su
libro Utopas y quimeras. Gua de viajeros por los territorios de la ciencia
ficcin (Jus).
Guillermo Romero Zaraza. Trabaj en el
Colegio Nacional de Educacin Tcnica
como asistente de produccin y productor de programas de televisin y audiovisuales. Fue fotgrafo de la revista del
Instituto Politcnico Nacional Ciencia,
Arte IPN Cultura. Fue jefe de fotografa
del diario Liberacin. Es director del semanario Punto.
Guillermo Schmidhuber de la Mora. Es autor y crtico. Su bibliografa abarca 110
ttulos de libros de creacin y crtica,
individuales y compartidos, publicados en Alemania, Argentina, Colombia, Chile, Espaa, Estados Unidos,
Francia, Holanda, Mxico y Venezuela.
Sorjuanista destacado, descubridor
de dos textos perdidos de sor Juana:
Protesta de fe y La segunda Celestina (editada con un prlogo de Octa-
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Colaboradores
P/T
Linleo
Conloquium, 2015
LILIA LUJN