El Renacimiento Historia PDF
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En el resto de Europa, el Renacimiento no surgir hasta finales del siglo XV, mientras que en
Espaa tendremos que esperar al reinado de Carlos I (1517-1556) para que, con la revolucin
esttica que implic la obra de Garcilaso y Boscn, el Renacimiento triunfase plenamente.
Las ideas de Erasmo fueron el germen de la Reforma protestante de Lutero. Con Lutero que
defenda el libre examen (o interpretacin personal de la Biblia) y la vuelta a una religiosidad
primitiva se rompe en 1519, la unidad del Cristianismo: muchos cristianos de diferentes pases
europeos (Alemania, Pases Bajos, Suiza, Inglaterra...) se apartan de la iglesia catlica
A la Reforma Protestante, la iglesia de Roma responde con la Contrarreforma, que se inicia
en el Concilio de Trento (1545-1563) y es
firmemente apoyada por la monarqua espaola.
La Contrarreforma, ante el pnico que provoca el
contagio de las ideas protestantes, promulg una
serie de medidas represivas. Pondremos dos
ejemplos:
Sin
embargo,
con
la
Contrarreforma y la aparicin
del
ndice
de
libros
prohibidos en 1559, el libro
libre, que deca Gngora,
desaparece. Desde entonces
todas las obras que se
publican tienen que pasar por
un censor.
b) Los planes de
enseanza
En el siglo XVI se disea un
meditado
Plan
de
Estudios, que pretende
formar personas con una
preparacin slida y divulgar
al mximo el saber.
En la escuela primaria generalmente mantenida por los ayuntamientos los nios
aprenden a leer y a escribir, y la doctrina cristiana. Las nias iban a la Amiga, donde
sobre todo se les enseaba las labores domsticas y principios de la economa familiar.
Aunque el grado de analfabetismo global sigue siendo muy alto (a principios del siglo XVI
slo un 10 % de la poblacin saba leer y escribir), se consigue que en muchas ciudades la
alfabetizacin alcance el 65%.
Los mejores estudiantes (y los ms ricos) pasaban a las escuelas de latinidad, una
especie de bachillerato en el que se aprenda latn, gramtica y se lea a los autores
griegos y latinos. Se consideraba que la gramtica (la competencia en el uso del
lenguaje) deba ser la base de la actividad educativa, pues el pensamiento se manifestaba
a travs de la palabra. Casi todas las villas de ms de 5000 habitantes tenan una de esas
escuelas de latinidad, en la que enseaban importantes humanistas. Su legado cultural fue
importantsimo.
Con la Contrarreforma, estas escuelas de enseanza media fueron controladas por los
jesuitas que impusieron la Ratio Studiorum, su propio plan de estudios: se impulsa el
estudio de la literatura clsica, la retrica y el teatro, como eficaz medio de moralizacin y
aprendizaje (el gran teatro barroco deriva en gran parte de estos modelos escolares).
Ms tarde, unos pocos privilegiados pasaban a la Universidad. Primero se cursaban
estudios humansticos generales (Gramtica, Retrica, Dialctica...), para pasar ms tarde
a las especialidades: Medicina, Teologa, Derecho... Sin embargo, los nuevos intelectuales
renacentistas sienten poca atraccin por las universidades, pues consideran que la
enseanza escolstica (sistema de instruccin basado fundamentalmente en Aristteles y
los padres de la iglesia) las ha paralizado como centros de saber y conducido a un callejn
sin salida. Surge, entonces, la necesidad de crear nuevos centros de enseanza con una
orientacin ms humanstica y acorde con los tiempos: la Universidad de Cambridge, el
Colegio de Francia, la Universidad de Alcal...
Los pintores y escultores se apasionan por el estudio del cuerpo humano y, en sus
obras, tratan de plasmarlo en toda su belleza. La obsesin de algunos artistas por
trasladar el cuerpo humano al lienzo o reproducirlo fidedignamente en piedra, es
paralela a los progresos de los estudios anatmicos, que tanto influyeron en el
desarrollo de la medicina. En 1543 se publica el que podemos considerar el primer
tratado de Anatoma: De humanis corporis fabrica de Vesalio.
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS:
-
1492. La conquista del paraso. Pelcula dirigida por Ridley Scott (1992):
http://www.youtube.com/watch?v=fWK969rxQrY
Lutero. Pelcula alemana del ao 2003, dirigida por Eric Till: http://www.youtube.com/watch?v=FZjAL2h4xAk
Los Tudor, serie televisiva que cuenta la historia de la familia Tudor, la primera temporada habla del Reinado
de Enrique VIII hasta su ruptura con la Iglesia.
El hereje. Novela de Miguel Delibes (1998). Traza con mano maestra un vivsimo retrato del Valladolid de la
poca de Carlos V, de sus gentes, sus costumbres y sus paisajes. El hereje es ante todo una indagacin en
las relaciones humanas en toda su complejidad; un canto apasionado a la tolerancia y la libertad de
conciencia. Es tambin la historia de unos hombres y mujeres de carne y hueso en lucha consigo mismos y
con el mundo que les toc vivir; una novela inolvidable sobre las pasiones humanas y los resortes que las
mueven.
Pervive, sin embargo, una tendencia tradicionalista en poetas que, encabezados por
Cristbal de Castillejo, se resisten aceptar las innovaciones que vienen de Italia.
Encuadraramos aqu la obra de poetas que empezaron a escribir en el siglo XV, como
Juan del Encina o Gil Vicente.
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Religiosidad: Una nueva actitud ante el hecho religioso dar lugar a nuevos
movimientos espirituales como el Ascetismo y el Misticismo.
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4. EL RENACIMIENTO
PROBLEMAS
EN
ESPAA:
ALGUNAS
PECULIARIDADES
En Espaa, durante los reinados de Carlos I y Felipe II, pueden reconocerse muchos de las
caractersticas del Renacimiento a las que hemos aludido antes:
-
Espaa ejerce una importante hegemona en Europa (Alemania, Pases Bajos, buena
parte de Italia...) y el descubrimiento de Amrica (1492) la convierte en la principal
potencia de ultramar.
Sin embargo, subsisten viejos problemas que condicionan el desarrollo del Renacimiento en
Espaa:
-
El desmoronamiento del sistema feudal fue mucho ms lento que en otros pases de
Europa: La nobleza segua manteniendo un poder extraordinario (un ejemplo: el Duque
del Infantado era dueo, en 1525, de 800 aldeas y 90.000 vasallos), la poderosa Mesta
exporta lana a los Pases Bajos en lugar de fomentar la industria textil autctona, el
desarrollo de la burguesa es lento, las riquezas que vienen de Amrica se utilizan para
financiar guerras exteriores (por motivos de religin muchas veces) y para la
importacin de productos manufacturados, la explotacin de los campos es muy
rudimentaria y deficiente (en 1506 Castilla llega a importar trigo!).
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Los llamados judos si no son convertidos debern ser expulsados de el Reino (...)
Nosotros ordenamos adems en este edicto que los Judos y Judas cualquiera edad que
residan en nuestros dominios o territorios que partan con sus hijos e hijas, sirvientes y
familiares pequeos o grandes de todas las edades al fin de Julio de este ao y que no
se atrevan a regresar a nuestras tierras y que no tomen un paso adelante a traspasar de
la manera que si algn Judo que no acepte este edicto si acaso es encontrado en estos
dominios o regresa ser culpado a muerte y confiscacin de sus bienes.
Edictodeexpulsindelosjudos,Granada,1demarzode1492
La universalidad. Se cultivan con acierto todos los gneros y se tratan todos los
temas: dilogos filosficos, ficcin imaginativa, ficcin utpica, historia, teatro y, sobre
todo, poesa lrica.
La gran influencia de Petrarca. El influjo de la obra del gran humanista italiano es muy
importante (en el siglo XVI se hicieron 160 ediciones de sus obras) y se manifiesta en
una doble direccin: por un lado, la influencia del Petrarca filsofo y moralista que
escribe en latn (muy evidente ya en La Celestina (1499) de Fernando de Rojas), por
otro, la del Petrarca poeta lrico, sin el que no hubiese sido posible la revolucin
esttica de Boscn y Garcilaso.
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Teniendo como base el endecaslabo surgieron nuevas estrofas (terceto encadenado, lira,
octava real, estancia), nuevos poemas (soneto, silva) y se cultivan diferentes gneros poticos
(cancin, madrigal, gloga, epstola, elega...).
ESTROFAS
Terceto
encadenado
Serie de tercetos que se encadenan
por la rima ABA BCB CDC.
Esta estofa se utiliza sobre todo en
las Elegas, Epstolas, Stiras y
glogas (Garcilaso la utiliza en la
gloga II)
Lira
Estancia
Octava real
Dcima o
Espinela
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POEMAS
Soneto
Poema de 14 versos,
formado por dos cuartetos y
dos tercetos. La rima de los
cuartetos es fija ABBA ABBA
y la de los tercetos es libre.
Los esquemas mtricos ms
frecuentes de los sonetos de
son CDC CDC, CDE CDE,
CDC DCD
El tema amoroso es el
dominante en el soneto (lo
como vemos en los 38
sonetos que escribi
Garcilaso), est abierto mite
todos los gneros: epitafio,
mitolgico (XXIX, XVII, XIII),
panegrico, epistolar (XXXV).
El soneto es el poema ms
emblemtico de la poesa
culta espaola y, junto a
nuevos caminos y cdigos,
se sigue cultivando en la
poesa contempornea,
como vemos en: Sonetos del
amor oscuro de Federico
Garca Lorca, 100 sonetos
de amor de Pablo Neruda o,
recientemente, el innovador
Sonetos del tero de scar
Curieses.
Silva
Soneto XIII
A Dafne ya los brazos le crecan 11A
y en luengos ramos vueltos se mostraban; 11B
en verdes hojas vi que se tornaban 11B
los cabellos que el oro oscurecan; 11A
de spera corteza se cubran 11A
los tiernos miembros que an bullendo estaban; 11B
los blancos pies en tierra se hincaban 11B
y en torcidas races se volvan. 11A
Aquel que fue la causa de tal dao, 11C
a fuerza de llorar crecer haca 11D
este rbol que con lgrimas regaba. 11E
Oh miserable estado, oh mal tamao, 11C
que con llorarla crezca cada da 11D
la causa y la pasin por que lloraba! 11E
Garcilaso de la Vega
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GNEROS POTICOS
Cancin
Madrigal
Hgate temerosa
el caso de Anajrete, y cobarde,
que de ser desdeosa
se arrepinti ms tarde;
y as su alma con su mrmol arde
Estbase alegrando
del mal ajeno el pecho empedernido
cuando abajo mirando,
el cuerpo muerto vido
del miserable amado all tendido
Garcilaso de la Vega. Cancin V
gloga
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Epstola
Elega
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Los motivos mitolgicos (los poetas seleccionan aquellos que mejor permiten explorar
los sentimientos amorosos: Hero y Leandro, Orfeo y Euridice, Dafne y Apolo, Venus y
Adonis, Faetn, caro, Anaxarete..)
Los poetas tradicionalistas dirigieron sus crticas tambin a la temtica de los poetas
italianizantes. Se rieron, por ejemplo, de que Boscn y Garcilaso volcaran tan abiertamente su
intimidad en los poemas, pues pensaban que esta poesa de corte intimista slo poda interesar
a las mujeres, a las que consideraban un pblico inferior. A este reproche contest as Boscn:
Quin ha de gastar el tiempo en responderles? Tengo yo a las mujeres por tan sustanciales
(...) que quien se pusiese a defenderlas, las ofendera.
La revolucin potica encabezada por Garcilaso fue asumida por otros poetas del siglo XV,
algunos de ellos muy interesantes: Hernando de Acua, Hurtado de Mendoza, Gutierre de
Cetina, Francisco de Figueroa, Andrs Fernndez de Andrada, Francisco de Aldana y
Francisco de Herrera.
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7. GARCILASO DE LA VEGA
La vida de Garcilaso de la Vega
(Toledo, 1501-Niza, 1536) responde
claramente al modelo propuesto por
Baltasar de Castiglioni en El
Cortesano: un valiente hombre de
armas y un exquisito hombre de
letras.
Miembro de la ms distinguida
nobleza, Garcilaso particip en
numerosas campaas militares y
lleg a ocupar destacados cargos al
servicio
del
emperador.
Sin
embargo, sus poemas no revelan
una inclinacin por el mundo de las
armas. Slo en un soneto dirigido a
Boscn, el XXXV, hay una
referencia significativa a la guerra,
pero es una guerra pasada
(significativamente de la poca
clsica: la destruccin de Cartago) y
se alude a ella como metfora de
los peligros ntimos de la guerra de
amor.
Garcilaso posea un espritu refinado y una esmerada educacin: saba griego, latn, italiano,
francs... Durante su estancia en Npoles se impregn con plenitud del espritu renacentista
italiano.
Se cas, por consejo del emperador Carlos V, con Elena Ziga, con la que tuvo seis hijos.
Pero el gran amor de su vida fue Isabel Freyre, dama portuguesa a la que conoci en las bodas
del emperador y a la que consagr casi toda su obra. La indiferencia de Isabel que se cas
con otro hombre en 1529 y su temprana muerte de parto, en 1534 estn en el origen de la
experiencia de amor imposible, del doloroso sentir que tanto conmueve al lector en los
versos de Garcilaso.
En 1531, Garcilaso acude como testigo a la boda de un sobrino, cuyo padre haba liderado la
guerra de los comuneros. Garcilaso desobedece con ello las rdenes expresas del emperador
Carlos V, por lo que es detenido y condenado al destierro. Un destierro que cumple primero en
una isla del Danubio y, posteriormente, en Npoles. De esta cada en desgracia hay curiosas
referencias en sus versos: Muerte, prisin, no pueden ni embarazos/ quitarme de ir a
veros (Soneto IV) Con manso ruido/ de agua corriente y clara/ cerca del Danubio una
isla (Cancin III),
En Npoles, Garcilaso se relaciona con los intelectuales renacentistas de la poca y alcanza su
madurez expresiva. Es entonces cuando escribe sus mejores versos (las glogas I y III, la
cancin V...). A esta poca se atribuye su fugaz idilio con una dama napolitana, que reflejar en
algunos sonetos (XXVIII, XXX).
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En 1535, Garcilaso de la Vega parece haber recuperado de nuevo el favor real y participa en
diferentes batallas. A consecuencia de las heridas recibidas en una de ellas (el asalto a la
fortaleza de Muy, en Provenza) muere todava muy joven, a los 35 aos
7.1. LAS BASES DE LA POESA DE GARCILASO: EL AMOR CORTS Y EL DOLCE STIL
NUOVO.
En la poesa de Garcilaso se funden de manera muy sutil dos tradiciones poticas: el Amor
corts de la poesa de los Cancioneros del XV (ltima manifestacin de una larga corriente de
la poesa culta, que arranca de los trovadores provenzales del siglo XIII) y la apuesta
renovadora el Dolce Stil Nuovo de la poesa italiana del Renacimiento.
7.1.1. EL AMOR CORTS
Algunos rasgos del Amor Corts, especialmente patentes en la primera etapa de la obra de
Garcilaso son:
El amor imposible
Garcilaso hereda de la poesa cancioneril el motivo del silencio y del secreto, tan caracterstico
del cdigo amoroso de los trovadores, por ello no desvel nunca la identidad de su amada. La
ley del secreto le lleva a Garcilaso a tantear diferentes procedimientos de ocultacin, algunos
ya muy cercanos al arte dramtico. As, en la gloga I, Garcilaso se desdobla en dos pastores
(Salicio y Nemoroso), que lamentan sus desdichas por su ingrata dama: Isabel, oculta y
desdoblada en dos nombres (Galatea y Elisa). Garcilaso descubre as las inmensas ventajas
de las mscaras. Por ejemplo: Salicio, al quejarse de la cruel indiferencia de Galatea, lamenta
que su canto no sea capaz de conmoverla, aunque como el de Orfeo haya sido capaz de
enternecer a la naturaleza entera: a las piedras, a los rboles, a las aves, a las fieras. Sera
capaz Garcilaso de afirmar directamente eso mismo de su canto, de su poesa?
Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan
los rboles parecen que se inclinan;
las aves que me escuchan, cuando cantan
con diferente voz se condolecen
y mi morir cantando me adivinan;
las fieras se reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado
sueo para escuchar mi llano triste.
T sola contra m te endureciste,
los ojos ni siquiera volviendo
a lo que t hiciste
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Salicio y Nemoroso son y no son Garcilaso. Son dos pastores, pero tambin espectros
simblicos de un momento de la relacin de Garcilaso e Isabel Freyre: Salicio es el amante
desdeado (Garcilaso, de 1526 a 1533), mientras que Nemoroso representa a Garcilaso
destrozado por el dolor tras la muerte de su amada en 1534.
Galatea y Elisa son, como decamos, un desdoblamiento de Isabel Freyre. Galatea es el
nombre que Tecrito le da a la amada imposible del cclope y tambin el nombre de una de las
heronas de Virgilio. Elisa es un anagrama que, suprimiendo la b y ordenando las letras de
manera distinta, oculta el nombre de Isabel.
El cdigo corts del silencio y la reserva amorosa aparece tambin en la cancin V y en
diferentes sonetos, como el XXVIII:
De tan hermoso fuego consumido nunca fue corazn. Si preguntado soy lo
dems, en lo dems soy mudo
En la Poesa del Amor Corts hay una proyeccin de la relacin de vasallaje a la experiencia
amorosa. La mujer pertenece a un estadio muy superior al del hombre: es la seora. En
diferentes sonetos, Garcilaso se refiere a la amada como seora (De cualquier mal pudiera
socorrerme/ con veros yo, seora, soneto II) Ante ella el amante debe comportarse como si
fuera un humilde vasallo y, en un principio, es obligacin de la amada-seora despreciar
cualquier seal de amor que el enamorado muestre. El enamorado debe hacerse merecedor
del amor de la amada: con infinita paciencia deba emprender un largo proceso de servicio,
durante el cual la amada pone a prueba la profundidad de su amor.
El rechazo, el desprecio, la cruel indiferencia de la amada provocan en el enamorado un
profundo dolor que, paradjicamente, le perfecciona espiritualmente. Para conseguir los
favores de la amada, el poeta debe ser cada vez mejor: vivir con plenitud el amor (ya slo en
amar es mi ejercicio, dir San Juan de la Cruz) y saber manifestarle a la amada-seora su
adoracin (lo que dota de un nuevo sentido la creacin potica), conjugar la pasin con la
mesura (que no era sinnimo de castidad sino de moderacin y serenidad), estar dispuesto
por la amada a perder la libertad, a ser siervo, a estar cautivo, a enfermar, a enloquecer e
incluso a morir.
El amado se entrega a su dama que, como el seor feudal con sus vasallos, puede hacer lo
que quiera con l: recompensarlo y corresponder a su amor (con la entrega simblica de
alguna prenda de amor o galardn, equivalente al anillo del pacto vasalltico), castigarlo sin
piedad e, incluso, conducirlo a la muerte (a vuestras manos he venido/ do s que he de
morir tan apretado, soneto III).
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La idealizacin de la mujer
La poesa de influencia petrarquista ensea a los hombres el arte del buen amor: se ensalza
el amor como una actitud espiritual, que va ms all de la pasin inmediata y puramente
impulsiva, aunque la llama incontenible de los cuerpos sobrevive entre los rescoldos del fuego
aparentemente amortiguado. En esta religin del amor que perfecciona al enamorado, la mujer
se convierte en gua espiritual del poeta (Beatriz para Dante, Laura para Petrarca, Isabel para
Garcilaso...). Ya no es slo la seora, sino la divinidad materializada (Divina Elisa, llama
Garcilaso a la amada en la gloga I), cuya voz es capaz de amansar a los vientos airados:
La autenticidad
Pese a que Garcilaso contina una tradicin literaria (Amor Corts, Dolce Stil Nuovo,
Neoplatonismo...), pese a que en algunos poemas sean evidentsimas las huellas de Ausias
March o Petrarca, el amor literario de la poesa de Garcilaso presenta numerosos paralelismos
con su propia experiencia amorosa y es eso, precisamente, lo que ms nos conmueve de su
poesa: la impresin de verdad y vida, la manera en que algunos versos transmiten una
emocin personal. Sera difcil entender, por ejemplo, el dolor y la desesperacin que refleja
Oh dulces prendas por m mal halladas (soneto X) sin conocer que estn escritas tras la
muerte de Isabel Freyre, a la que dedic su obra y su vida.
Del mismo modo, sera inconcebible comprender la emocin del soneto XXV, sin saber que
esta composicin fue escrita con motivo de una visita del poeta a la tumba de la amada muerta.
De la emocin que sinti Garcilaso surgen versos tan duros como Cortaste el rbol con
manos daosas, que parecen alejarse del delicado y contenido doloroso sentir que
caracteriza su poesa. Tras la ofrenda de lgrimas a la amada muerta: Las lgrimas que en
esta sepultura se vierten (...) recibe, conmueve la afirmacin de amor ms all de la muerte
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del segundo terceto: hasta que aquella eterna noche escura/ me cierre aquestos ojos que
te vieron/ dejndome con otros que te vieran.
Las nuevas formas mtricas y estrficas (ver 5:La revolucin mtrica del
Renacimiento).
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del mundo y de la mujer, el enamorado se siente atrado hacia la perfeccin suprema de una
esfera superior de la existencia (concepto que se deriva de la interpretacin renacentista del
mito de la caverna de Platn).
Como dice Gonzalo Sobejano, incluso en los ltimos poemas (en los que objetiva su
experiencia amorosa y la proyecta en otros personajes: las tres glogas, los sonetos XI, XIII,
XIX, que son de tema mitolgico), el mundo interior de Garcilaso se despliega ante el lector en
mltiples y variadas vertientes, que podemos reducir a tres motivos: dulzura, tristeza y
gravedad.
7.2.2 La naturaleza
El mundo, para el hombre renacentista, es un locus amoenus: un lugar lleno de bellezas
incomparables, que invita a la contemplacin y al gozo: las montaas, los bosques, los prados,
los ros... aparecen por primera vez como protagonistas de la poesa.
Garcilaso se une a este descubrimiento y revaloracin de la naturaleza inspirndose en dos
obras decisivas: Las buclicas del poeta clsico latino Virgilio y La Arcadia del poeta
renacentista Sannazaro.
La naturaleza que aparece en los poemas de Garcilaso es, evidentemente, una naturaleza
idealizada, depurada de todas las imperfecciones y fealdades. Aunque el fondo de estas
descripciones es un paisaje real: el de su Toledo natal, especialmente las orillas del Tajo.
El tema de la naturaleza, que aparece siempre unido al sentimiento amoroso, irrumpe sobre
todo en el estilizado mundo pastoril de las glogas, donde adquiere tambin un significado
neoplatnico: como la amada, esos paisajes bellsimos son tambin espejo de la perfeccin
divina. Esta perfeccin intrnseca a los diferentes elementos que componen la naturaleza
quedar subrayada por los eptetos: verde hierba, fresco viento, blanco lirio, rosa roja/
colorada.
La naturaleza aparece, a menudo, subjetivizada y es una muda interlocutora del poeta. As en
la gloga I las piedras, los rboles, las aves y las flores escuchan el canto del pastor Salicio y
se compadecen de su dolor. Se produce entonces una perfecta fusin espiritual entre el mundo
exterior y el sufrimiento ntimo del poeta.
De acuerdo a la concepcin antropocntrica del mundo, se trata tambin de una naturaleza
vulnerable. As vemos, tambin en la gloga I, como la naturaleza se contagia del caos que
provoca la unin de Galatea con un hombre indigno de ella: La cordera paciente/ con el
lobo hambriento/ har su ayuntamiento. Al hacer juntar lo diferente el mundo se
convertir en un lugar inhabitable, un locus eremus, tpico que aparece tambin en la Cancin
V y en el soneto XXIX.
7.2.3 La mitologa
La mitologa en la poesa de Garcilaso es, en primer lugar, una manifestacin del clasicismo
renacentista: los hroes y dioses paganos de la antigedad clsica irrumpen con fuerza en sus
versos como un componente culto y embellecedor de la realidad. Sin embargo, no debemos
entender los temas mitolgicos como un mero adorno erudito: Garcilaso utiliza diferentes mitos
griegos como metforas de la realidad o como proyeccin simblica de su experiencia ntima.
Como seala ngel Prieto: Pocas veces un tema externo y lejano resulta tan
poticamente verdadero.
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A veces se da una total identidad entre un elemento de la realidad y el mito. El mito acta
entonces como metfora pura: el mar es el hmido reino de Neptuno, las guerras son las
armas del sangriento Marte, la muerte es el estigio lago, el amor se explica por la
vengativa mano de Cupido.
Otras veces los mitos aluden, explcita o implcitamente, a vivencias interiores del poeta que se
proyectan en seres mitolgicos como: Apolo y Dafne (soneto XIII y gloga III, bordado de la
ninfa Dinmene), Orfeo y Euridice (soneto XV y gloga III, bordado de la ninfa Filodoce),
Venus y Adonis (gloga III, bordado de la ninfa Climene), Hero y Leandro (soneto XXIX),
Anaxrate (Cancin V).
En algunos poemas, un ser o un elemento natural se divinizan o mitifican. As en la elega I, el
ro Tormes se escapa de su curso y se derrama por las arena para llorar la muerte de Don
Bernardino o en la gloga III, la ninfa Nise, que no quiso poner nicamente en los pasados
casos la memoria, teje la historia de Elisa. Al ponerla en el mismo plano que a Venus, Euridice
o Dafne, Garcilaso eleva a Isabel Freyre/ Elisa a la categora de mito,
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Armona y equilibrio
La bsqueda de la armona es un ideal esttico fundamental del Renacimiento que est my
presente en la poesa de Garcilaso. De l nacen algunos de sus recursos ms caractersticos:
- La estructura bimembre de los versos: Oh miserable estado, oh mal tamao!
(soneto XIV)
- La duplicacin o triplicacin de elementos: ardiente, honesto, mueve, esparce
y desordena (soneto XXIII).
- Los paralelismos: vuelve y revuelve amor mi pensamiento/ hiere y enciende el
alma temerosa (soneto XXXIII)
- Las anforas: Ay, cuanto me engaaba!/ Ay, cuan diferente era! (gloga I)
- Los quiasmos: La dulce vida/ entre la hierba verde (gloga III)
- La abundancia de anttesis y contrastes; da/noche, clama/ tormenta, esto/invierno
- La estructura binaria de los poemas (como en los sonetos X y XIII).
Musicalidad
El tono melanclico
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- El uso de eptetos, adjetivos y adverbios relacionados con los sentimientos: dulces prendas,
memorias tristes, triste y solitario da, quejarse dulce y blandamente, amada hiedra, blanda
Filomela, son lloroso...
- La introduccin de imgenes plsticas de simbolismo afectivo: la hiedra y la parra arrancadas
con violencia, el ruiseor al que han separado el nido...
- La ficcin pastoril y mitolgica como recurso de distanciamiento y atenuacin del dolor.
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Referencias
biogrficas
-Estancia en Npoles
-Neoplatonismo
-Nostalgia de la amada muerta
Rasgos formales
-Clasicismo
-Objetivacin de la propia experiencia
(desaparicin de la 1 persona)
-Dominio del lenguaje potico (maestra
en el uso del epteto)
-Nuevos gneros lricos (glogas,
epstolas, elegas)
Poemas
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Soneto XXIII
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1. Localizacin
En tanto que de rosa y azucena una de las composiciones ms clebres del Renacimiento
espaol- es uno de los 40 sonetos que escribi Garcilaso de la Vega (1501-1536), durante los
diez aos escasos que dur su vida de escritor.
Fue escrito cuando Garcilaso - tras su destierro en Npoles, lo que le permite el contacto
directo con los humanistas italianos- ha alcanzando ya su plenitud creadora. En el soneto
aparecen algunos de los rasgos formales de su etapa de madurez literaria, como el clasicismo
el poema parte de los modelos clsicos de Horacio y Ausonio- o la desaparicin de la primera
persona.
Se trata, como hemos dicho, de un soneto, una de las composiciones del Renacimiento
italiano, que aclimataron al castellano definitivamente Garcilaso de la Vega y su amigo Juan
Boscn, tras la conversacin de este ltimo con el embajador veneciano Andrea Navagero en
1526. El poema presenta los rasgos ms caractersticos del soneto: versos endecaslabos,
rima consonante perfecta, cuartetos con la estructura mtrica preceptiva ABBA ABBA y los
tercetos con un esquema de rima bastante habitual en Garcilaso: CDE DCE.
2. Tema
El tema de En tanto que de rosa y azucena no es original del autor, sino que es una variacin
del clebre tpico latino del Carpe Diem (aprovecha el momento), proveniente de una oda de
Horacio y de un poema de Ausonio, que es la composicin que parece haber dejado huellas
ms visibles en las imgenes y metforas del poema: Collige, virgo, rosas: corta muchacha las
rosas/ en tanto que est fresca la flor/ y fresca tu juventud.
El Carpe Diem se convertir en el tpico emblemtico de la nueva actitud vitalista del
Renacimiento, lejos ya del lamento medieval y de su concepcin asctica del mundo como un
camino de transicin para esa otra vida que es morada sin pesar. Garcilaso, como hombre del
Renacimiento, ver el mundo (y la juventud y la belleza que nos ofrece) como una aventura
que merece la pena ser vivida. Como es propio en los poemas que abordan este tema, En
tanto que de rosa y azucena se convertir en una invitacin al goce, una invitacin apremiante
porque Garcilaso sabe, al igual que los poetas que le precedieron y que le sucedern, que
vendr el viento helado (el tiempo) y con l, la muerte. Sin embargo, esa certeza no convierte
en despreciable el mundo (como suceda en algunas obras medievales y suceder luego en
algunos poemas estoicos del Barroco). Para el optimismo renacentista, la brevedad de la vida
es un argumento ms del vitalismo: una razn ms para vivir la vida con intensidad y no dejarla
escapar.
En los dos primeros cuartetos aparece, asimismo, una descripcin de la belleza femenina
(tpico de la Descriptio puellae) que, como es habitual en la poesa del siglo XVI, se limita al
rostro y seguir los cnones de la esttica del Renacimiento; cabello rubio, tez blanca y
sonrosada, cuello blanco y erguido, mirada ardiente y honesta. Es sorprendente el paralelismo
de la descripcin de Garcilaso con la tmida y a la vez insinate diosa de Botticelli en El
nacimiento de Venus.
3. Estructura externa y interna
En tanto que de rosa y azucena es un poema tcnicamente muy perfecto que presenta una
estructura muy trabada y meditada. Se me ocurren dos esquemas estructurales:
32
El primero coincidira con la estructura externa del poema y los dos ncleos temticos de los
tpicos: los cuartetos desarrollaran el tpico de la Descriptio puellae y los tercetos, el tpico
del Carpe Diem.
Sin embargo, si atendemos a las pistas que nos ofrece la sintaxis, descubriremos otro
esquema estructural: la primera parte la formaran las tres primeras estrofas, la segunda parte,
el ltimo terceto.
La primera parte es la que propiamente desarrolla el tpico del Carpe Diem. Formalmente se
trata de una larga oracin compuesta: la proposicin principal, y a la vez ncleo semntico del
poema, es el primer terceto. Es all donde aparece la invitacin al goce con el preceptivo
imperativo (Coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto) del tpico. Los dos cuartetos
(unificados por la significativa anfora en tanto que) son dos subordinadas adverbiales de
tiempo. La larga oracin, con la cadencia rtmica y grave que le dan las anforas, sugiere el
transcurrir pausado (la oracin es prolongada y lenta), pero inevitable del tiempo: en tanto que
el rostro, el mirar, el cabello y el cuello muestren indicios de juventud y belleza, aprovchalas,
disfrtalas: coged el dulce fruto.
La segunda parte (el ltimo terceto) es una meditacin sobre el tiempo, en la que Garcilaso
prescinde de la muchacha-interlocutora a la que dirige toda la primera parte (otra convencin
de los poemas del Carpe Diem). A Garcilaso le interesa ahora la generalizacin filosfica
(obsrvese el tono casi de sentencia de futuro, que adopta el verso 12: Marchitar la rosa el
viento helado). Garcilaso evita, de esta forma, recrearse en los efectos concretos de la
degradacin y la vejez, tan destacados en las mucho ms desesperanzadas versiones
barrocas del tpico del Carpe Dem: la enumeracin espeluznante con que acaba, por
ejemplo, el soneto de Gngora Mientras por competir con tu cabello (En tierra, en humo, en
polvo, en nada) o el ltimo diente de una vieja sepultado en unas natas en la letrilla satrica
Mozuelas las de mi barrio.
4. Estilo
En tanto que de rosa y azucena es asimismo un poema muy logrado tcnica y
estilsticamente. Los ideales estticos del Renacimiento (naturalidad, armona, musicalidad),
as como el tono melanclico que caracteriza la poesa de Garcilaso aparecen muy bien
plasmados en este poema de su etapa de madurez.
Naturalidad en el lenguaje que utiliza, un lenguaje elegante, pero sobrio, que busca las
palabras ms usuales y conserva, por ello, gran modernidad: slo un 5% de las palabras que
utiliza no las utilizaramos hoy da. nicamente la palabra enhiesta puede plantear una cierta
dificultad. Naturalidad tambin en las metforas que aparecen en el poema con ms profusin
de lo que es habitual en Garcilaso:
Rosa y azucena -------- tonalidades del rostro
Cabello rubio ------------ oro
Primavera --------------- juventud
Dulce fruto -------------- placeres, gozos
Nieve -------------------- canas, pelo blanco
Cumbre ------------------ cabeza
33
Estructura bimembre del soneto, dividido en dos tpicos (Descriptio Puellae/ Carpe
Diem. Cuartetos frente a tercetos).o en dos planos (concreto tres primeras estrofas-,
frente a abstracto dos ltimas estrofas-).
Paralelismo (aunque no exacto) entre las dos primeras estrofas, reforzado por la
anfora (En tanto que).
La musicalidad est sugerida sobre todo por los encabalgamientos (especialmente expresivos
son los de los versos 1-2 y 9-10), que contribuyen al ritmo lento y reflexivo del poema.
Hay que destacar, finalmente, la maestra en el uso del epteto, que es seguramente el recurso
ms caracterstico de la etapa de plenitud de Garcilaso: dulce fruto, alegre primavera, viento
helado, edad ligera. El epteto le sirve a Garcilaso para subrayar la perfeccin y la belleza
intrnseca de todo aquello que le rodea, expresado en este caso a travs de metforas o de la
personificacin en edad ligera.
5. Conclusin
Pocos poemas recogen mejor En tanto que de rosa y azucena el espritu (clasicismo,
vitalismo, racionalismo, optimismo) y la esttica (naturalidad, armona, sencillez, musicalidad...)
del Renacimiento, que fueron tambin las seas de identidad de la poesa de Garcilaso en su
etapa de madurez y plenitud potica.
34
Soneto V
Escrito est en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribiste, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo de esto.
En esto estoy y estar siempre puesto,
que aunque no cabe en m cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nac sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida:
por hbito del alma misma os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nac, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.
Soneto X
Oh dulces prendas, por mi mal halladas,
dulces y alegres cuando Dios quera!
Juntas estis en la memoria ma,
y con ella en mi muerte conjuradas.
Quin me dijera, cuando en las pasadas
horas en tanto bien por vos me va,
que me habais de ser en algn da
con tan grave dolor representadas?
Pues en un hora junto me llevastes
todo el bien que por trminos me distes,
llevadme junto al mal que me dejastes.
Si no, sospechar que me pusistes
en tantos bienes porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.
35
Cancin V
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,
y en speras montaas
con el save canto enterneciese
las fieras alimaas,
los rboles moviese,
y al son confusamente los trajese;
no pienses que cantado
sera de m, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teido;
ni aquellos capitanes
en las sublimes ruedas colocados,
por quien los alemanes
el fiero cuello atados,
y los franceses van domesticados;
mas solamente aquella
fuerza de tu beldad sera cantada,
y alguna vez con ella
tambin sera notada
el aspereza de que ests armada,
y cmo por ti sola,
y por tu gran valor y hermosura,
convertido en viola,
llora su desventura
el miserable amante en tu figura.
Hablo de aquel cautivo,
de quien tener se debe ms cuidado
que est muriendo vivo,
al remo condenado
en la concha de Venus amarrado.
Por ti, como sola,
del spero caballo no corrige
la furia y gallarda,
ni con freno la rige,
ni con vivas espuelas ya le aflige;
36
37
Oh ltima terneza!
Cmo te sucedi mayor dureza?
Los ojos se enclavaron
en el tendido cuerpo que all vieron;
los huesos se tornaron
ms duros y crecieron
y en s toda la carne convirtieron;
las entraas heladas
tornaron poco a poco en piedra dura;
por las venas cuitadas
la sangre su figura
iba desconociendo y su natura,
hasta que finalmente,
en duro mrmol vuelta y transformada,
hizo de s la gente,
no tan maravillada
cuanto de aquella ingratitud vengada.
No quieras t, seora,
de Nmesis airada las saetas
probar, por Dios, agora;
baste que tus perfectas
obras y hermosura a los poetas
den inmortal materia,
sin que tambin en verso lamentable
celebren la miseria
de algn caso notable
que por ti, pase triste, miserable.
2. Anlisis de la Cancin V
38
1. Garcilaso introduce por primera vez en Espaa la estrofa renacentista que conocemos con el
nombre de lira en A la flor de Gnido, la Cancin V:
a. Analiza la mtrica y la rima de la primera estrofa
2. Al igual que sucede en algunos sonetos, la cancin V tiene una estructura dialgada, pues
Garcilaso se dirige a un interlocutor mudo:
a. Quin es el que escucha en el poema? Cmo es la dama que aparece en el poema?
Cmo se relaciona con el ideal femenino del Renacimiento?
b.
Como sabes, en Garcilaso se funden a menudo vida y literatura. Investiga: Quin era
en la realidad el t literario de la cancin V ?
3. En muchos poemas Garcilaso hace suyo el cdigo del silencio, propia de la poesa del Amor
Corts Cmo se refleja esta idea en la Cancin V?
5. Como sucede en las glogas, la cancin V tiene un claro ncleo narrativo. Resume los
acontecimientos que cuenta.
6. Explica la estructura externa e interna del poema.
8. Qu poder atribuye Garcilaso a la poesa? Cmo se relaciona esta idea con el contenido
del poema? En qu mito griego aparecen imgenes parecidas? En qu otros poemas insiste
Garcilaso en esta idea?
39
11. Las referencias a los mitos grecolatinos y a personajes de la antigedad son una
manifestacin del Clasicismo renacentista, muy presente en la etapa de madurez de Garcilaso
a la que pertenece este poema.
a. Localiza todas las referencias mitolgicas que aparezcan en el poema y explica
brevemente esos mitos.
b. Con qu intencin utiliza Garcilaso estas referencias y narraciones mitolgicas?
Detente y explcalo en cada caso concreto
12. Explica, con ejemplos y recursos concretos, la manera en que Garcilaso consigue plasmar
en el poema los ideales estticos del Renacimiento que definen su obra: Naturalidad y
sencillez, Armona y equilibrio, Musicalidad y Tono melanclico.
13. En este poema, Garcilaso introduce todo un campo semntico de palabras relacionadas
con la msica. Localzalas y comntalas.
14. Localiza en el poema por lo menos un ejemplo de los siguientes recursos y explica su
funcin expresiva: enumeracin, paralelismo, quiasmo, anfora, comparacin, metfora,
epteto, anttesis.
40
41
42
Aqu la envidia y mentira me tuvieron encerrado. Dichoso el humilde estado del sabio que se
retira de aqueste mundo malvado, y con pobre mesa y casa, en el campo deleitoso con slo
Dios se compasa y a solas su vida pasa, ni envidiado ni envidioso.
Fray Luis de Len sali de la crcel con ms vigor y energa moral que antes, pero con la salud
muy quebrantada. Tras obtener en 1580, la deseada ctedra de Sagrada Escritura de la
Universidad de Salamanca y ser elegido provincial de Castilla de la Orden Agustina, muere en
el convento de San Agustn de Madrigal de las Altas Torres (vila).
43
Tendencia a la concentracin conceptual (no debis olvidar que Fray Luis de Len era,
sobre todo, un filsofo).
Como deca Azorn, a diferencia de la poesa intemporal de San Juan de la Cruz, la actualidad
halla ecos en los versos de Fray Luis, que recogen acontecimientos cercanos como la batalla
de Lepanto, el descubrimiento de nuevas zonas del continente americano, la invencin de la
artillera (la bola tudesca, un fuego hecha) o la muerte de Don Juan de Austria.
Su poesa Len est, asimismo, llena de referencias autobiogrficas y duras stiras contra sus
enemigos inquisitoriales y eclesisticos. Tal vez por eso, no pudo publicar su obra potica en
vida. La poesa de Fray Luis de Len se edita por primera vez en 1631, gracias a Quevedo,
que lo considera uno de sus maestros.
44
Qu descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
Qu presta a mi contento,
si soy del vano dedo sealado,
si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
Oh monte, oh fuente, oh ro!
Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navo
a vuestro almo reposo,
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueo,
un da puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceo
vanamente severo
de quien la sangre ensalza o el dinero.
Despirtenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido,
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio est atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera,
45
Glosario: senda (4), enturbiar (6), jaspes (10),pregonera (12), lisonjera (14), desalentado (19),
deleitoso (22), vanamente (29), ensalzar (30), arbitrio (35), atenido (35), codiciosa (46),
sosegada (51), orear (56), cetro (60), cierzo (65), brego (65), porfa (70), lauro (82), plectro
(85)
46
Comentario de texto
1. Localizacin.
Autor, poca, movimiento literario, influencias clsicas...
2. Tema.
- Enunciacin y comentario del tema principal. De qu tpico literario parte?
- Enunciacin de los temas secundarios. Tpicos literarios ligados a ellos.
3. Estructura.
- Estructura externa
- Estructura interna. Partes del poema relacionadas con el tema principal y con los temas
secundarios. Explicacin del poema.
4. Estilo.
- Rasgos generales del estilo de la Oda a la vida retirada
- Comentario de las figuras retricas relacionndolas con el tema, la estructura y el estilo del
poema.
5. Algunos aspectos de las liras
Lira 1
-
Uso de la exclamacin.
Significado de la escondida senda. Por qu piensa fray Luis de Len que es propio de
sabios seguir este camino secreto?
Qu tpicos literarios anuncia?.
Lira 2 y 3
-Cul es el significado del verso 6? -Qu preocupaciones mundanas dejan atrs los que
optan por la escondida senda? --Localiza un hiprbaton y reconstruye el orden lgico.
Lira 4
-
Lira 5
-
47
Liras 6 y 8
-
Liras 5, 7, 9, 10, 11 y 12
-
Comenta los elementos del locus amoenus que aparece en estas liras.
Qu ideas de la concepcin renacentista de la naturaleza se refleja en estas estrofas?
Localiza y comenta la anttesis y la sinestesia de la lira 7.
Liras 12 a 17
-
Qu tpico literario desarrolla en esta parte final del poema? Resume todos los elementos
temticos que Fray Luis de Len enlaza para desarrollar el tpico.
Liras 13 y 14
-
Fjate en la oposicin del paisaje que aparece en estas dos liras, respecto al locus
amoenus de las liras anteriores. A qu otro tpico literario responde este paisaje?
Qu metfora que ya haba aparecido anteriormente se desarrolla ahora?
Liras 15 y 16
La oposicin entre los dos estilos de vida todava queda ms claramente expuesta en estas
dos liras ltimas. Qu imgenes utiliza para ilustrar cada uno de ellos?
Lira 17
La Oda termina con una alusin a la msica. Qu explicacin encontraras para este final?
puesto el atento odo al son dulce, acordado,
48
Recoge ya en el seno
el campo su hermosura, el cielo aoja
con luz triste el ameno
verdor, y hoja a hoja
las cimas de los rboles despoja.
Ya Febo inclina el paso
al resplandor egeo; ya del da
las horas corta escaso;
ya olo al medioda,
soplando espesas nubes nos enva;
ya el ave vengadora
del bico navega los nublados
y con voz ronca llora,
y, el yugo al cuello atados,
los bueyes van rompiendo los sembrados.
El tiempo nos convida
a los estudios nobles, y la fama,
Grial, a la subida
del sacro monte llama,
do no podr subir la postrer llama;
alarga el bien guiado
paso y la cuesta vence y solo gana
la cumbre del collado
y, do ms pura mana
la fuente, satisfaz tu ardiente gana;
no cures si el perdido
error admira el oro y va sediento
en pos de un bien fingido,
que no ans vuela el viento,
cuanto es fugaz y vano aquel contento;
escribe lo que Febo
te dicta favorable, que lo antiguo
iguala y pasa el nuevo
estilo; y, caro amigo,
no esperes que podr atener contigo,
que yo, de un torbellino
traidor acometido y derrocado
del medio del camino
al hondo, el plectro amado
y del vuelo las alas he quebrado.
Glosario: Seno (v1), Aojar (v.2), Yugo (v.14), Sacro (v.19), Postrer (v.20), Collado (v.23),
49
Comentario de texto
1. La Oda XI Al licenciado Juan de Grial de Fray Luis de Len es una epstola. Explica en
qu consiste este gnero potico y comenta, refirindote a fragmentos concretos, por qu
esta oda es claramente un ejemplo del gnero epistolar. Destaca aquellos fragmentos del
poema en los que el gnero quede ms claro y comenta ese tono tan especial
caracterstico de las epstolas.
2. En las tres primeras liras, Fray Luis de Len describe, con temblorosa emocin, la llegada y
el transcurrir del otoo. Comenta las imgenes que enlaza el poeta y los recursos retricos
(enumeracin, anfora, prosopopeya, metfora, calambur, hiprbaton, aliteracin...) con los
que consigue impregnar al lector de la melanclica tristeza del otoo.
3.
En la lira 4 (y luego lo confirma la estrofa 8) descubrimos que Fray Luis no habla slo del
otoo estacional, que habla adems del otoo de la vida. Qu dice de esa etapa de la
existencia humana? Cmo la siente ntimamente? Relaciona ese sentimiento con estas
palabras de Avelino Hernndez en Mientras cenan con nosotros los amigos, en los que
seguramente hay ecos de estos versos de fray Luis: Ya es el otoo en nosotros, Marta
Por qu ocuparnos en otros menesteres que los de la vendimia?. Apoya tus reflexiones
en citas comentadas del poema.
4. En la Oda XI, Fray Luis de Len introduce varias alusiones a mitos clsicos. Localzalas,
comenta brevemente lo que simbolizan estos personajes mitolgicos y qu funcin
desempean estos mitos en el poema. Qu revelan de la personalidad de Fray Luis.
5. Qu le aconseja Fray Luis de Len a su amigo Grial? Con qu argumentos defiende esa
idea?
6. En la estrofa 7, Fray Luis de Len parece consciente de que viven en una poca de
cambios y de que est naciendo un nuevo estilo. Comenta detenidamente este aspecto.
7. En las dos ltimas estrofas, la Oda adquiere inesperadamente un tono confesional que
sobrecoge y conmueve al lector. Qu percepcin tiene fray Luis de Len de s mismo?
Alude a algunas circunstancias y episodios de su vida?
8. Qu ideas y conceptos renacentistas se recogen en el poema?
9. Despus de este recorrido colectivo por la oda XI, enuncia sus temas principales y la
estructura externa e interna del poema.
10. Comenta el estilo del poema, comentando aquellos rasgos y recursos retricos que te
parezcan especialmente significativos (mucha atencin a los hiprbatos, a las
paranomasias, a las aliteraciones y a las metforas).
50
Glosario: bienandanza (2), prpura (6), honda (9), cayado (9), hato (10), pacer (12), deleitar
(25), rabel (26), envilecer (28), sestear (37), errada (40)
51
Comentario de texto
Comenta, guindote por el siguiente esquema de comentario de texto, la oda XIII de Fray Luis
de Len La vida en el cielo
1.
2.
3.
Tema o temas (la idea o ideas sobre las que reflexiona el poema)
4.
Estructura interna (las diferentes partes en las que el autor, para desarrollar el
tema, estructura el poema).
5.
Estilo: caractersticas del estilo del autor que se reflejen en el poema, recursos
Retricos (funcin expresiva de dichos recursos y su relacin con el tema)
6.
Conclusin
52
53
54
55
56
nuestro lecho florido (16). de flores y esmeraldas/ en las frescas maanas escogidas/
haremos las guirnaldas/ en tu amor florecidas (22), que est ya florecida nuestra via/
en tanto que de rosas/ hacemos una pia (26)
Obsrvense tambin el caudal de sugerencias, algunas claramente sexuales, de todos los
smbolos que, en diferentes registros, se asocian al vino y a sus incontrolables efectos:
placer, euforia, embriaguez, enajenacin, desfallecimiento: al adobado vino, emisiones
de blsamo divino (17), en la interior bodega/ de mi amado beb, y cuando sala/
por toda aquesta vega ya cosa no saba (18), y el mosto de granadas gustaremos
(37).
3. La fuerte carga de emotividad de la poesa de San Juan de la Cruz explica el frecuente
tono exclamativo de sus versos, en los que abundan exclamaciones, apstrofes,
interrogaciones retricas. Por ejemplo, 7 de los 45 versos de Noche oscura del alma
son exclamativos: Oh noche que guiaste!,/Oh noche amable ms que la alborada!;
Oh noche que juntaste Amado con amada/ amada en el Amado transformada! (fjate
en que tambin hay una apstrofe).
4. San Juan de la Cruz es asimismo un maestro de la musicalidad potica (por eso ha sido
tan y tan bien musicado: Federico Mompou, Carmelo Bernaola, Amancio Prada, Paco
Ibez, Cecilia Todd, Los Planetas...).
5. Gracias a un muy personal sentido del ritmo potico, en el Cntico Espiritual, por ejemplo,
se suceden cadencias muy distintas: el agitado desasosiego de la bsqueda (o de la va
purgativa), la quietud extasiada del encuentro (o de la va iluminativa), donde se suprimen
prcticamente los verbos y se sucede una oleada de sintagmas nominales, reforzados por
la enumeracin, los paralelismos y las esticotimias) o el entusiasmo desbocado de la
unin amorosa (donde abundan los imperativos que invitan al goce, el asndeton, las
anforas). Es notable tambin el sugerente manejo que hace San juan de las
aliteraciones. As en la lira 3: ni coger las flores,/ ni temer las fieras,/ y pasar los
fuertes y fronteras (obsrvese aqu tambin el polisndeton).
6. En cuanto al lxico, sorprende el original contraste entre trminos populares y cultos. En
los versos de San Juan conviven con descaro palabras muy populares e incluso rsticas
(majadas, raposas, pia, bodega, arrabales, bodega... y diminutivos muy cercanos, como
tortolica o palomica), junto a evocadores cultismos (otero, ninfas, blsamo, nsula, adamar,
liras...). Hay que destacar, asimismo, el dominio apabullante de los sustantivos, pues basta
con nombrar las cosas para decribir la belleza del mundo. Los adjetivos son bastantes
escasos y muy sencillos, pero en San Juan adquieren una inslita capacidad de
sugerencia: los valles solitarios, las nsulas extraas, la msica callada, la soledad
sonora. Hay que subrayar asimismo su acertadsimo manejo de las sinestesias: me
ense ciencia muy sabrosa, los dulces brazos del amado.
57
La esposa
1
Adnde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habindome herido;
sal tras ti, clamando, y eras ido. 5
2
Pastores, los que fuerdes
all, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aqul que yo ms quiero,
decidle que adolezco, peno y muero. 10
3
Buscando mis amores,
ir por esos montes y riberas;
ni coger las flores,
ni temer las fieras,
y pasar los fuertes y fronteras. 15
58
La esposa
6
Ay, quin podr sanarme!
Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme
de hoy ms ya mensajero,
que no saben decirme lo que quiero. 30
7
Y todos cuantos vagan,
de ti me van mil gracias refiriendo.
Y todos ms me llagan,
y djame muriendo
un no s qu que quedan balbuciendo. 35
8
Mas cmo perseveras,
oh vida, no viviendo donde vives,
y haciendo, porque mueras,
las flechas que recibes,
de lo que del amado en ti concibes? 40
9
Por qu, pues has llagado
aqueste corazn, no le sanaste?
Y pues me le has robado,
por qu as le dejaste,
y no tomas el robo que robaste? 45
10
Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshacellos,
y vante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y slo para ti quiero tenellos. 50
11
Descubre tu presencia
y mteme tu vista y hermosura;
mira que la dolencia
de amor que no se cura
sino con la presencia y la figura
59
12
Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados,
formases de repente
los ojos deseados,
que tengo en mis entraas dibujados! 55
13
Aprtalos, amado,
que voy de vuelo!
El esposo
Vulvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma,
al aire de tu vuelo, y fresco toma. 60
La esposa
14
Mi amado, las montaas,
los valles solitarios nemorosos,
las nsulas extraas,
los ros sonorosos,
el silbo de los aires amorosos; 65
15
la noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la msica callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora; 70
16
nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en prpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado! 75
17
A zaga de tu huella,
las jvenes discurran al camino;
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de blsamo divino. 80
60
18
En la interior bodega
de mi amado beb, y cuando sala,
por toda aquesta vega,
ya cosa no saba
y el ganado perd que antes segua. 85
19
All me dio su pecho,
all me ense ciencia muy sabrosa,
y yo le di de hecho
a m, sin dejar cosa;
all le promet de ser su esposa. 90
20
Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya slo en amar es mi ejercicio. 95
21
Pues ya si en el ejido
de hoy ms no fuere vista ni hallada,
diris que me he perdido;
que andando enamorada,
me hice perdidiza, y fui ganada. 100
22
De flores y esmeraldas,
en las frescas maanas escogidas,
haremos las guirnaldas
en tu amor florecidas,
y en un cabello mo entretejidas: 105
23
En slo aquel cabello
que en mi cuello volar consideraste;
mirstele en mi cuello,
y en l preso quedaste,
y en uno de mis ojos te llagaste. 110
24
Cuando t me mirabas,
tu gracia en m tus ojos impriman;
por eso me adamabas,
61
y en eso merecan
los mos adorar lo que en ti van. 115
25
No quieras despreciarme,
que si color moreno en m hallaste,
ya bien puedes mirarme,
despus que me miraste,
que gracia y hermosura en m dejaste. 120
26
Cogednos las raposas,
que est ya florecida nuestra via,
en tanto que de rosas
hacemos una pia,
y no parezca nadie en la montia. 125
27
Detnte, cierzo muerto;
ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacer el amado entre las flores. 130
El esposo
28
Entrado se ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobres los dulces brazos del amado. 135
29
Debajo del manzano,
all conmigo fuiste desposada,
all te di al mano,
y fuiste reparada
donde tu madre fuera violada. 140
30
A las aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores
y miedos de las noches veladores, 145
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por las amenas liras
y canto de sirenas os conjuro
que cesen vuestras iras
y no toquis al muro,
porque la esposa duerma ms seguro. 150
La esposa
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Oh ninfas de Judea,
en tanto que en las flores y rosales
el mbar perfumea,
mor en los arrabales,
y no queris tocar nuestros umbrales. 155
33
Escndete, carillo,
y mira con tu haz a las montaas,
y no quieras decillo;
mas mira las compaas
de la que va por nsulas extraas. 160
El esposo
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La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado,
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado. 165
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En soledad viva,
y en soledad he puesto ya su nido,
y en soledad la gua
a solas su querido,
tambin en soledad de amor herido. 170
La esposa
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Gocmonos, amado,
y vmonos a ver en tu hermosura
al monte o al collado
do mana el agua pura;
entremos ms adentro en la espesura. 175
37
Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos,
que estn bien escondidas,
y all nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos. 180
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All me mostraras
aquello que mi alma pretenda,
y luego me daras
all t, vida ma,
aquello que me diste el otro da: 185
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El aspirar del aire,
el canto de la dulce filomena,
el soto y su donaire,
en la noche serena
con llama que consume y no da pena; 190
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Que nadie lo miraba,
Aminadab tampoco pareca,
y el cerco sosegaba,
y la caballera
a vista de las aguas descenda. 195
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1. Dmaso Alonso, otro poeta de la Generacin del 27, recomendaba leer a San Juan de la
Cruz desde esta ladera. Desde esta perspectiva, que es la de un lector de poesa, Noche
oscura del alma se nos presenta como una cancin de amor cantada por una mujer, una de
esas canciones de amigo tan caractersticas de la Lrica Tradicional.
Comenta:
a. La voz potica o el yo lrico femenino.
b. La historia de amor que cuenta
c. Como es caracterstico de la lrica tradicional, el amor que se describe en Noche oscura del
alma destila sensualidad y culmina con la unin fsica de los amantes. Cmo transmite
este tono y esta experiencia San Juan de la Cruz?
d. Qu otros elementos comunes encuentras entre Noche oscura del alma y las canciones
de amigo tradicionales?
2. Seala la estructura externa y, teniendo en cuenta el doble significado del poema (una
historia de amor y una experiencia mstica), delimita tambin la estructura interna.
3. Reconoce y comenta los siguientes rasgos formales. Escribe asimismo un comentario sobre
el estilo del poema:
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
h.
i.
j.
La presencia de los verbos de movimiento y el tiempo verbal con que los utiliza
El estilo nominal
Las perfrasis con que se nombra al amado.
Las aliteraciones
Las anforas
Los paralelismos
Las personificaciones
Los apstrofes y paralelismos
La polisndeton
Otros recursos que creas significativos.
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