Persistencias y Transformaciones Del Sector Algodonero Tradicional Chaco
Persistencias y Transformaciones Del Sector Algodonero Tradicional Chaco
Persistencias y Transformaciones Del Sector Algodonero Tradicional Chaco
Resumen
El artculo indaga en las transformaciones del sector algodonero tradicional
en la provincia del Chaco en la Argentina. Este examen apunta a exponer la
incidencia socioeconmica y cultural de la actividad algodonera en el rea de
estudio y los esfuerzos de las polticas pblicas para la reactivacin de la misma
ante su declinacin a fines de la dcada del noventa y la expansin acelerada de
otras orientaciones agrcolas. Para ello analiza la evolucin de esta produccin
desde principios del siglo XX, hasta la profunda crisis que registr entre 1998 y
2008, ao en que la suba de las cotizaciones internacionales del textil determin
su lento resurgimiento. El tipo de investigacin es emprico-cualitativo; con una
estrategia metodolgica sustentada en entrevistas semi-estructuradas a informantes
calificados1 y anlisis de fuentes secundarias (estadstica, documental y censal).
Palabras Claves: algodn, agricultura familiar, Chaco (Argentina)
ISSN: 0326-8373
117
Se trata de entrevistas desarrolladas de manera sistemtica, a mediados y a fines de los aos 2009
y 2010 a 5 familias de productores.
118
Introduccin
El rea de estudio involucra a una jurisdiccin del Nordeste de la Argentina,
que podra caracterizarse en una primera instancia por su situacin marginal
y perifrica a los principales circuitos econmicos del pas, y por la extrema
especificidad de su especializacin primaria. En este territorio, la produccin
agrcola algodonera de secano se difundi desde la segunda dcada del siglo XX
en explotaciones familiares de 20 a 30 hectreas.
En el Chaco el algodn fue el cultivo por excelencia de los pequeos
y medianos3 productores desde 1920. A escala nacional, la provincia aport
histricamente entre un 70 % y un 85 % del total producido. A fines de siglo
XX, la actividad transit una serie de problemas que determinaron la crisis del
modelo algodonero tradicional. A pesar de ello, ciertos estratos mantuvieron sus
modalidades tradicionales de manejo, sobreviviendo merced a prcticas culturales
y hbitos histricamente sustentados por una consideracin estatal diferencial.
(Valenzuela, 2006).
Partiendo de esa realidad, el trabajo se propone exponer sucintamente los
procesos que sustentaron la consolidacin de una identidad productiva asociada
al cultivo de algodn, en el marco de la profunda reestructuracin que afect al
sector agrcola y que puso en riesgo la permanencia productiva de pequeos y
medianos agricultores familiares en esa actividad. Para ello examina el devenir de
las prcticas (individuales, colectivas, polticas e institucionales) que contribuyeron
a erigir y sostener la actividad, los problemas que la afectaron y las acciones de
ndole poltica que posibilitaron su resurgimiento reciente.
La metodologa de investigacin combin tcnicas cuantitativas y cualitativas
y la utilizacin de fuentes primarias y secundarias. La estrategia metodolgica se
sustent combinadamente en la indagacin documental y estadstica de archivo
y en la observacin en campo y el desarrollo de entrevistas semi-estructuradas a
informantes clave.
Se entrevistaron en diez oportunidades a cinco familias de productores/
as de las Colonias Agrcolas del Lote 33 Pampa Napenay y Lote 1 Colonia Jos
Mrmol (La Montenegrina) ambas colonias cercanas a la localidad de Senz Pea,
segunda ciudad del Chaco y Capital Nacional del algodn y a tres familias de
productores de la localidad de Charata, en el sudoeste provincial. Las entrevistas
en profundidad4 a los productores fueron efectuadas en los meses de junio, julio
Cabe sealar que la calificacin de pequeos y de medianos debe contextualizarse de acuerdo
con las caractersticas ecolgicas y los procesos de ocupacin del espacio en el rea de estudio. Las
extensiones asociadas a esas categoras sern explicadas ms adelante.
119
120
121
122
123
consolidaron la tradicin que gener este cultivo que se practica en la zona desde
hace ms de 100 aos. En el discurso de las familias de productores algodoneros
entrevistados se advierte la reiterada referencia a una identidad asociada al cultivo.
Somos algodoneros, Hemos visto a nuestros abuelos arrodillados frente al
cultivo, En mi familia hace 60 aos que somos algodoneros6 son algunas de
las mltiples y reiteradas respuestas a la pregunta de por qu cultiva algodn.
124
125
Fuentes:
1) Repblica Argentina. Provincia del Chaco. Ministerio de Economa Obras y Servicios Pblicos. Direccin de Estadstica y Censos. El Chaco en Cifras.
Nmeros de 1970, 1978, 1983 y 84 y 1992, 1993, 1994, 1995, 1998, 2001, 2004, 2006 , 2007 y 2010. Resistencia
2) Estimaciones agrcolas.: http://siiap.sagyp.mecon.ar
3) Villalba, Bernardo Omar. (2009). Estadsticas Algodoneras. Provincia del Chaco. Ministerio de la Produccin y Ambiente. Subsecretara de Agricultura. Direccin
de Algodn.
Figura 1
126
Algodn
Girasol
1960/61
460500
6400
15
114000
17200
1547
599662
1961/62
424400
29900
144400
16600
615300
1962/63
403400
40000
125300
15200
4400
588300
1963/64
399000
22400
113000
16700
4900
556000
1964/65
393300
56600
100900
17400
5300
573500
1965/66
378000
81300
77000
22600
11900
570800
1966/67
254500
93900
79500
23200
19000
470100
1967/68
184400
93900
84100
150900
59700
573000
1968/69
256200
75000
71500
190500
80200
673400
1969/70
267000
60300
40800
210300
58800
637200
1970/71
213000
153500
46900
163400
1920
49300
628020
1971/72
250300
155600
1000
35700
144600
3900
54800
645900
1972/73
296100
201050
2030
27550
98250
5100
59600
689680
1973/74
325200
146200
2550
19480
93200
4900
37310
628840
1974/75
280950
169400
2335
17650
89050
4700
47250
611335
1975/76
228250
246050
2670
12900
130350
4400
72100
696720
1976/77
313230
106060
1970
10430
182900
4700
8095
627385
1977/78
346240
240350
1940
29170
116650
4210
41175
779735
1978/79
444450
168860
2150
26570
151850
5450
27740
827070
1979/80
398650
250650
2855
35810
149350
3080
14200
854595
1980/81
231000
82400
40500
232550
2450
44550
633450
1981/82
286300
81950
35050
329000
3520
11630
748200
Soja
Maz
750
127
Sorgo
Arroz
Trigo
Suma
1982/83
248850
153900
2050
30100
209650
4700
33450
682700
1983/84
315000
125650
2790
20900
199000
3550
16600
683490
1984/85
287900
193100
8050
27550
147400
3180
11350
678530
1985/86
221850
220000
9680
25970
102500
3510
7350
590860
1986/87
150200
105000
10710
30720
60550
3510
8450
369140
1987/88
298550
144300
17650
27730
60300
3000
5250
556780
1988/89
288950
65760
72050
21300
55.200
1.350
1.900
506510
1989/90
296600
168350
77830
17900
32.300
3.000
13.400
609380
1990/91
429600
95000
52820
14500
60.000
1.800
27.000
680720
1991/92
374100
77650
70.000
26200
75.000
1.800
8.500
633250
1992/93
255800
95900
128.000
44400
63.000
2.000
22.000
611100
1993/94
335000
65000
149.000
35000
40.600
2.500
27.000
654100
1994/95
498000
75000
137.000
75000
30.000
3.000
41.000
859000
1995/96
613500
55000
70.500
62185
24.400
4.000
23.000
852585
1996/97
556000
47500
123.000
40000
44.700
4.100
55.300
870600
1997/98
712000
51000
130.000
65000
36.000
6.300
27.450
1027750
1998/99
395000
105000
215.000
90000
45.000
7.500
32.800
890300
1999/00
180000
170000
350.000
100000
28.000
6.000
36.400
870400
2000/01
297000
180000
410.000
95.000
38.000
5.000
85.000
1110000
2001/02
93000
180000
600.000
115.000
23.000
5.000
130.000
1146000
2002/03
85000
280000
768.000
116.000
40.000
3.000
150.000
1442000
2003/04
160.000
270400
772.000
120.000
40.000
3.000
150.000
1515400
2004 /05
252.500
170.000
664.475
87.000
73.000
3.500
15.990
1266465
2005 /06
200.000
336.830
642.309
135.100
95.200
3.000
63.600
1476039
2006 /07
265.640
352.030
710.350
164.400
114.900
4.200
130.000
1741520
2007 /08
190.000
280.900
753.750
130.500
121.700
6.000
18.850
1501700
2008 /09
195.290
153.000
703.070
95.300
101.400
6.500
3.040
1257600
2009 /10
336.300
56.670
668.600
113.300
122.800
6.500
700
1304870
Fuentes:
1) Repblica Argentina. Provincia del Chaco. Ministerio de Economa Obras y Servicios Pblicos. Direccin
de Estadstica y Censos. El Chaco en Cifras. Nmeros de 1970, 1978, 1983 y 84 y 1992, 1993, 1994, 1995,
1998, 2001, 2004, 2006 , 2007 y 2010. Resistencia
2) Estimaciones agrcolas.: http://siiap.sagyp.mecon.ar
3) Villalba, Bernardo Omar. (2009). Estadsticas Algodoneras. Provincia del Chaco. Ministerio de la Produccin
y Ambiente. Subsecretara de Agricultura. Direccin de Algodn.
128
Era la actividad con mayor incidencia de explotaciones familiares, las que llegaron a proveer
cerca del 40 % de la produccin. En la campaa 2002-2003, la superficie total con algodn del pas
era la dcima parte de la que se cultivaba hace 10 aos. Subsistieron los productores que pudieron
incorporar las nuevas variedades y la cosecha mecnica. (Aparicio 2005: 210).
129
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Figura 3
Fuentes: Elaboracin propia en base a: Censo Nacional Agropecuario, 1960 y Censo Nacional Agropecuario,
1988. INDEC. REPUBLICA ARGENTINA.
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Fuente: Elaboracin propia en base a estimaciones agrcolas. Disponoble en internet en: http//www.siiap.sagyp.mecon.ar. REPUBLICA
ARGENTINA. Secretara de Agricultura, Ganadera, Pesca y Alimentacin. Sistema integrado de informacin Agropecuaria y Pesquera.
Figura 4
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Figura 5
Fuente: Elaboracin propia en base a datos estadsticos del Censo Nacional Agropecuario 2002. INDEC. REPUBLICA ARGENTINA
Revista Universitaria de Geografa
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El ao pasado se gast alrededor de $320 por hectrea de algodn sembrado. La semilla cuesta
alrededor de $40 por hectrea: Dos litros de glifosato salieron $55; Dos litros de sipermetrina $60
( $30 por litro); 30 litros de gasoil se ocupan para todos los trabajos que requieren maquinaria. Se
sac 2000 Kg. de algodn por hectrea y tuvo un precio de $1.300 a $1.400 depende del acopiador
y de la calidad de la fibra. Para este ao se habla de $800 la tonelada y el cosechero quiere $600
o sino no va a trabajar por menos. (Pablo, 50 hectreas, Pampa Napenay).
El desmote es la etapa de transformacin agroindustrial a travs de la cual el algodn en bruto
cosechado es procesado para separar la fibra de la semilla. La fibra es prensada en fardos de 180
a 250 kg para su comercializacin en el mercado interno e internacional. La semilla se maneja a
granel y sus destinos bsicos son la industria aceitera, el uso y la simiente para siembra en el pas..
11
12
134
13
Las cosechadoras mecnicas tipo stripper con arrancadores poseen una plataforma que peina
las plantas mediante puntones colocados lado a lado, guardando entre s espacios o ranuras por las
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135
operan a 80 cm partiendo de un algodn que tiene que estar bien desfoliado. Con
este sistema los rindes en fibra son ms bajos y la fibra sale ms sucia, por lo que
vale menos. El sistema convencional de cosecha del algodn opera con mquinas
picker15 que toman al algodn con hojas como si fuera una mano.
La mecanizacin de la cosecha de algodn, que era incipiente en los ltimos
aos de la dcada del ochenta, (si bien los ensayos en la Argentina datan de principios
de la dcada de 1940) se intensific de manera significativa con la difusin masiva
de las cosechadoras mecnicas a mediados de los noventa. La cosecha mecnica
implica bajo costo por hectrea, facilidad en el manejo (menores riesgos laborales
y problemas de manejo de personal) y rapidez en la recoleccin. Sin embargo,
requiere una gran inversin inicial que luego implicar costos de mantenimiento,
quedando ligada a la disponibilidad de insumos y repuestos; precisando adems
de seguimiento tcnico especializado. Puede provocar prdidas en la explotacin
(por no recolectar el 100 %) y tambin mayores costos de desmote, por impurezas
en la recoleccin (especialmente en stripper sin limpiadores) (CONES, 2008).
Como una instancia tecnolgica intermedia, es preciso sealar a la
cosechadora de arrastre Javiy, desarrollo tecnolgico del INTA cuya fabricacin
se licenci a una empresa de Reconquista, permite abaratar los costos de la cosecha
a los pequeos productores.
La cosecha manual, como sistema prcticamente artesanal, con uso intensivo
de mano de obra16, se presenta como nica opcin en las pequeas explotaciones
familiares donde el colono chico precisa la ayuda de cosecheros para una
recoleccin exhaustiva y adaptable a un algodn desparejo. Como sealan los
mismos productores, a mano se recolecta todo y la mquina deja. Esto haca ms
rentable pagar en 2008 a un cosechero $400 por tonelada y no los $300 que
implicaba la utilizacin de la mquina. Las diferencias en la recoleccin inciden
ms profundamente en el margen de ganancias del colono chico, para quien unos
200 kilos que se pueden perder en una cosecha realizada ligeramente representan
una prdida importante, (Valenzuela y Scavo; 2008: 101). Con gente cosechs
mil kilos por da, o mil quinientosy una mquina te hace diez toneladas o doce,
(Jos, 50 hectreas, Charata, 2008).
cuales pasan las plantas despojndolos de los capullos junto a otras partes o elementos que no pasan
por las ranuras (carpelos, trocitos de ramas, frutos verdes, etc.). Los cultivos en surcos estrechos
prcticamente exigen este sistema. (CONES, 2008:26).
Las cosechadoras mecnicas con sistemas picker con husillos o pas son aptas para surcos
distanciados entre 1 y 0,70 mts.
15
16
136
137
El Picudo del algodonero (Anthonomus grandis Bh.) es la plaga insectil ms perjudicial de los
algodonales de Amrica. Su enorme potencial de destruccin se debe a la alta capacidad reproductiva
y a las numerosas generaciones que se producen en un ciclo agrcola. En: http://www.agr.unne.edu.
ar/Extension/Resumen/SanidadVegetal/saveg-013.doc . Consultado el 30 de noviembre de 2008.
18
Se estima que menos de un millar de empresas agrarias cubren el 78 % de la gran produccin
del Chaco (los triunfadores del Chaco transgnico, los nuevos ricos de la soja). De aqul millar,
casi el 80 % es de capitales de Crdoba y otras provincias, que invirtieron con buena puntera,
sacando partido de nuestras flaquezas. Se codean con ellos unos 220 productores chaqueos que
138
hoy conforman una minora privilegiada: aguantaron lo peor, retuvieron sus campos y arriesgaron
para mostrarse manejando sus 4x4, reestablecidos, potentes, envidiables (sic) .Quedan poco menos
de 14.000 productores chaqueos con explotaciones no mayores de 300 hectreas; y entre stos, los
minifundistas de hasta 50 hectreas estn fuera del campeonato de los grandes cultivos. Solamente
la apicultura, la horticultura y otros rubros diversificadores pueden darles la chance de salir de
perdedores (Diario NORTE, 23/11/03).
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hace alrededor de 20 aos que planto algodn. (Juan, 142 hectreas, 2009).
El algodn a mi siempre me gust porque es una planta que si se quiere
a un colono chico ms esperanza te d que otro grano porque a lo mejor
viene una seca y voltea toda la carga, y viene la lluvia, se compone y te d
de vuelta, y sin embargo el grano no, el grano viene una seca termina y ya
se termin, por eso a m siempre me gustaba el algodn. ()Y toda la vida.
Tengo 67. Desde el 55 yo labur y sembramos algodn todos los aos 25
hectreas. Lo dems sembrbamos maz, sorgo, zapallo (Vicente, 29
hectreas, 2007).
Con mi padre, del ao 46-47 ya sembraba algodn, hasta el 2002. ()Yo
pienso, en el Chaco, como todos dicen, el algodn es Chaqueo. (Andrs,
98 hectreas, 2007).
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21
142
Aqu se incluyen entre 8.000 y 12.000 productores, dependiendo el nmero del ajuste de padrones.
La novedad en este esquema es que el productor firma una operacin similar a la de una venta
anticipada al gobierno, como un plan canje. El beneficiario recibe el combustible necesario para
la siembra y, fundamentalmente, productos contra el picudo, la plaga ms temida. http://www.
diarionorte.com/noticia.php?numero=25621. 25 de octubre de 2008 y http://noticias.ar.msn.com/
articulo_telam.aspx?cp-.
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2011, 20, 117-150
143
144
estaciones del ao; una fuerte insercin en las cadenas de valor, maximizando las
ventajas comparativas de los sistemas productivos con adecuadas estrategias de
mercado, de manera que se concrete el desarrollo productivo y de las familias y
medidas concretas de insercin comercial, circunstancia esta ltima que apunta a
solucionar la ausencia de tramas comerciales eficientes.
Por ltimo, entre las ms recientes acciones del gobierno provincial,
restan destacar las medidas tendientes a la reduccin de los riesgos y problemas
fitosanitarios, enmarcadas en un plan de prevencin y combate al picudo, cuya base
ser la definicin de un protocolo productivo en el que se contemplen las fechas
de siembra para la nueva campaa (entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre,
segn las regiones) y los lmites para la destruccin de rastrojos23, adems de las
infracciones, dado el vencimiento de los plazos previstos para cumplir con la
prctica.
La suma de medidas reseadas persigue la recomposicin de la estructura
productiva tradicional con la promocin de sistemas de acceso al crdito,
regularizacin de la situacin financiera, apoyo tecnolgico y fortalecimiento de
las estructuras asociativas, tales como las cooperativas y los CPSR. Este rescate
de la pequea y mediana agricultura tradicional significa un avance para garantizar
la permanencia productiva de una importante proporcin de familias rurales y la
expansin de oportunidades de trabajo y crecimiento con equidad.
La antigua trama territorial del algodn se ha reestructurado progresivamente
luego de la crisis ms grave que sufriera el sector en todo el siglo XX. La nueva
trama involucra a una agricultura de tipo familiar que slo podr sobrevivir
en ciertos espacios a partir de estrategias diferenciadas de inclusin, sostn y
promocin de estos segmentos productivos como parte de una poltica algodonera
nacional que posibilite el aprovechamiento sostenible de las potencialidades de
cada territorio y la mejora en la calidad de vida de los actores que lo construyen
y transitan.
Para la construccin de una poltica algodonera nacional deben considerarse
cuestiones de diversa ndole y escala, tales como el problema fitosanitario y los
perjuicios de la plaga del picudo para toda la cadena. Es preciso adems lograr
un mercado algodonero regulado a travs del establecimiento de precios testigo
que ofrezcan a los productores un escenario previsible al momento de la cosecha.
Esto permitir prevenir canjes desiguales en circuitos informales de intercambio
que perjudican a los segmentos ms vulnerables. A ello debe sumarse una poltica
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En dicho protocolo (en elaboracin por un equipo de ingenieros agrnomos del Senasa, INTA,
Ministerio de la Produccin, Consejo Profesional de Ingenieros Agrnomos del Chaco, Fundacin
de Lucha contra el Picudo algodonero y la Asociacin Argentina de Productores en Siembra Directa
(Aapresid)) se establecen acciones previas a la siembra y recomendaciones para el monitoreo con
trampas de feromonas, y funcionar como una gua de monitoreo, manejo y estrategia de control
del picudo algodonero.
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Consideraciones Finales
En jurisdicciones como la provincia del Chaco donde la persistencia de
ciertas tradiciones productivas, asociadas en este caso al cultivo del algodn,
constituyen un factor muy importante de arraigo territorial, el sostn de los
segmentos ms vulnerables de esta produccin tradicional garantiza la permanencia
productiva de miles de familias rurales y la expansin de oportunidades de trabajo
y crecimiento con inclusin y equidad.
Los testimonios de los agricultores evidencian que el cultivo del algodn
ha sido el eje estructurador de sus vidas en el campo por ms de dos dcadas. La
persistencia de los productores fue acompaada por el poder pblico a travs de
medidas de diversa ndole, coyunturales en su mayora, pero que posibilitaron
el constante resurgimiento del cultivo del textil, hecho que es advertible en las
oscilaciones de la superficie sembrada en los ltimos 50 aos.
La crisis de fines de la dcada del noventa, que supuso una reestructuracin
del sector agrcola chaqueo llev a suponer hacia 2003, cuando la superficie
sembrada con algodn fue la ms baja en toda la historia del textil, que los sistemas
agrcolas tradicionales no podran sostenerse en el marco de la tendencia expansiva
del paquete tecnolgico de la soja genticamente modificada. Cinco aos despus y
mediando un conjunto de medidas de sostn el algodn ha recuperado parcialmente
su presencia en el contexto productivo provincial.
El examen de las acciones desarrolladas a nivel provincial y nacional para
sostener a la produccin algodonera admite dos lecturas. Por una parte revela
la elogiable intencin de promover estrategias compensatorias de enorme valor
poltico en trminos del corto plazo, a partir del reconocimiento de problemticas
que no haban sido hasta el momento suficientemente explicitadas ni atendidas
de modo sostenido a nivel de decisiones estatales. Por otra parte, en las polticas
tanto propuestas como en ejecucin- subyace una divisin que ha sido denominada
en los anlisis ms recientes de estrategias de poltica para el desarrollo rural,
como la dualidad perversa entre las polticas para los viables y las otras, para
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Bibliografa
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Para ampliar ver: Echeverri Perico y Otros. (2009). Identidad y Territorio en Brasil. Instituto
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Desarrollo Agrario de Brasil: 21. Disponible en: http://www.proterritorios.net/catalogo/tags.
php?num=1&tag=EXT
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