Don Dimas de La Tijereta
Don Dimas de La Tijereta
Don Dimas de La Tijereta
Cuando el escribano volvi a su casa, le abri la puerta nada menos que Visitacin,
que ebria de amor se arroj en sus brazos. Lilit haba encendido en ella el fuego de
Lais y la lubricidad de Mesalina.
Como no hay plazo que no se cumpla, pasaron los tres aos y Tijereta se vio
nuevamente en el cerro de las Ramas, junto a Lilit, listo para cobrarle su parte
segn rezaba el contrato. El escribano entonces comenz a desvestirse pero Lilit le
dijo
No se tome tanto trabajo, que as vestido como est me lo puedo llevar.
Pues si no me desvisto no podr pagarle le respondi don Dimas.
Haga lo que le plazca dijo Lilit que todava le queda un minuto para que se
cumplan los tres aos.
El escribano se quit el jubn interior, se lo entreg al demonio y le dijo:
Deuda pagada y venga mi documento.
Y qu quiere que haga con esa prenda? pregunt Lilit luego de haberse redo
mucho.
Esta es mi almilla, que, como reza el contrato es lo que estoy obligado a pagar.
Sino revise bien el documento.
Yo no entiendo payasadas. Guarde sus palabras para cuando est delante de mi
amo.
Y en eso se cumpli el minuto y Lilit se ech al hombro al escribano y encamin al
infierno. Durante el viaje los reclamos de don Dimas eran tan constantes que el
demonio tena que hacer de odos sordos par no perder la paciencia y sumergir al
escribano en un caldero de plomo hirviente. Ya en el cocito, Satanas, enterado de
las causas del reclamo, decidi concederle un juicio al escribano.
En breve don Dimas gan el juicio armado solamente con el Diccionario de la
lengua y los jueces ordenaron que sin prdida de tiempo se regrese a don Dimas a
la puerta de su casa. Satans, como prueba de que se cumplen las leyes en el
infierno, permiti que la sentencia se cumpla. Pero, destruido el hechizo, se enter
el escribano que Visitacin lo haba abandonado para encerrarse a un convento.
Satans, para no perderlo todo, se qued con la almilla y es fama que desde
entonces los escribanos no usan almilla y cualquier viento pequeo produce en
ellos una pulmona de padre y seor mo.
Lilit, enojado, le dijo que se deje de bromas pero don Dimas contest que se fije
bien en el contrato pues esa era la almilla. En eso se cumpli el minuto y el
demonio se lo llev en los hombros al infierno.
No s bien si don Dimas muri de buena o mala muerte, pero es bien sabido que
en el infierno le dijeron que ya no reciben escribanos. Algo as le sucedi al alma
de Judas Iscariote, y como viene a cuento su historia la apunto aqu someramente.
Refieren las crnicas que despus de suicidarse, toc en vano las puertas del
Purgatorio y otro tanto las puertas del Infierno, as que volvi a la tierra y se
introdujo en el cuerpo de un usurero. Desde entonces se dice que los usureros
tienen alma de Judas.
Y con esto y con que cada cuatro aos uno es bisiesto, pongo punto redondo al
cuento. Excelente trabajo de Alvaro Felipe
LA HISTORIA DE UN CAONCITO
Estaba don ramn en su primera poca de gobierno, y era el da de su
cumpleaos (31 de agosto de 1849). corporaciones y particulares acudieron al
gran saln de palacio a felicitar al supremo mandatario. se acerc un joven a
su excelencia y le obsequi, en prenda de afecto, un dije para el reloj.