Discurso Del Vicepresidente Del Estado Plurinacional de Bolivia
Discurso Del Vicepresidente Del Estado Plurinacional de Bolivia
Discurso Del Vicepresidente Del Estado Plurinacional de Bolivia
de Bolivia
(22 DE ENERO DE 2010)
Decía que hubo un pensador boliviano Zabaleta Mercado, que acuñó un concepto muy
importante para entender Bolivia, el concepto de Estado aparente, si a Sabaleta el
Estado aparente, el Estado ilusorio es aquel Estado que no logra resumir que no logra
sintetizar, no lograr condensar a la totalidad de la sociedad y solamente representa un
pedazo privilegiado de la sociedad.
Un Estado aparente es aquel Estado que no logra articular la territorialidad del Estado,
sus regiones, sino que solamente representa y unifica pedazos aislados, fragmentados
del territorio patrio.
Estado aparente era también para Zabaleta, gran pensador orureño, aquel Estado que no
logra incorporar los hábitos, la cultura y las formas de organización política de la
sociedad, es un Estado aparente, es un Estado parcial que solamente representa a un
pedazo de la sociedad, que solamente articula unos fragmentos del territorio, que
solamente articula ciertos hábitos políticos y deja al margen, discrimina, deja de lado a
otros sectores sociales, a otros territorios y a otras regiones y a otras prácticas políticas.
Estado aparente en el sentido zabaletiano fue lo que fue Bolivia hasta el año 2005,
desde la fundación de nuestra querida patria conquistada con la sangre de nuestros
mártires, nuestros libertadores que están acá y nuestro líderes indígenas que están acá y
otros más anónimos, desde entonces y formada la república, formado el Estado, lo que
tuvo Bolivia desde 1825 hasta el año 2005, 180 años, fue un Estado aparente.
Fue un Estado aparente porque en primer lugar excluyo a la mayoría indígena de nuestra
patria, somos un país de mayoría indígena, siempre lo fuimos, lo somos y lo seguiremos
siendo, y esa mayoría indígena no fue incorporada, reconocida en su cultura, en sus
seres, en su tradición, en su accionar político, en su presencia y en su ciudadanía.
Una segunda falla tectónica de la conformación del Estado, fue que el Estado liberal,
republicano, demócrata o dictatorial no incorporó a las regiones, centralizaba los
recursos, pero lo peor de eso, no tenia presencia en el ámbito de la territorialidad del
Estado, no ejercía presencia ni soberanía, no reconocía las regiones en su voluntad y en
su decisión y eso dio lugar a la segunda falla tectónica del Estado, la falla tectónica que
podemos denominar la falla tectónica territorial que dio lugar a lo que se ha denominado
el centralismo del Estado colonial y liberal.
Pero una tercera exclusión que practicó el Estado en todas sus formas hasta el año 2005,
fue la exclusión de la sociedad en el control de los recursos y priorizó y mantuvo el
monopolio y la propiedad hacendal de la tierra como base de la estructura política del
país.
Ni la revolución del 52 logró acabar con esta falla tectónica, con esta desigualdad de la
propiedad monopolizada por la hacienda y eso dio lugar mezclado con el colonialismo a
lo que se denomina el patrimonialismo, propiedad de la tierra y usurpación de funciones
políticas, el Estado boliviano no importa si era de caudillos, no importa si era dictatorial
o democrático, fue colonial, fue racista, su centralista y fue patrimonialista.
Y la cuarta falla tectónica de nuestra conformación estatal fue que, todos los gobiernos
construyeron una economía subordina a poderes externos, exportadora de materias
primas, exportadora de excedente económico, de riqueza y constructora de pobreza, de
miseria y exclusión.
Estas cuatro fallas tectónicas del Estado boliviano dieron lugar a un tipo de
republicanismo liberal y aparente, los últimos días estaba debatiendo sobre que ya no
hay república, falso, lo que no hay es la república aparente, ilusoria y falseada de
quienes privatizan recursos públicos.
Porque república es tres cosas: expansión del bien común, respública, bien colectivo,
bien común, bien comunitario, hay mas república cuando hay más bienes colectivos
administrados, gestionados colectivamente, hay menos república cuanto más se
privatiza lo que es de todos, la república es la administración del bien común, la
ampliación del bien común.
Se habla de una república ilusoria cuando en el fondo durante 180 años lo que hacían
era matar la república por la que pelearon nuestros héroes y nuestros libertadores.
Se habla de república cuando la sociedad civil está integrada en el Estado y durante toda
la época del republicanismo liberal, demócrata o autoritario la sociedad civil estaba
fragmentada y separada del Estado.
Tuvimos entonces desde 1825 hasta el año 2005 una república ilusoria, mutilada,
falseada que simplemente era la prolongación política de la hacienda territorial por eso
es que Bolivia nunca tuvo clases dirigentes, tuvo clases dominantes que podían
mantenerse en el poder por la coerción y por el soborno, pero nunca por el
consentimiento, nunca por la adhesión porque eran clases sociales que Vivian a espaldas
de la sociedad, de las regiones, de los pueblos indígenas y de la soberanía del Estado.
Frente a eso, el pueblo desde antes, desde nuestros héroes, desde los Vilca, desde los
kataris, desde mucho antes pasando por Belzu, pasando por los libertarios, pasando por
los Vilcas, pasando por el sindicalismo obrero, pasando por la COB, la Federación de
Mineros, las federaciones del trópico, los kataristas, y los indianistas, Marcelo Quiroga,
los mártires de la democracia, los coroneles patriotas, todos buscaron resistir esa
estrategia de destrucción de la patria, de destrucción del país, y lo hicieron a su modo,
somos herederos de esa corriente, somos herederos de esa raíz que nos alimente, la raíz
de la resistencia en defensa de la unidad, del desarrollo, de la autonomía y de la
independencia de nuestro país.
Esta historia de dominación colonial hubiera podido continuar, seguramente otros 100 o
200 años mas de no ser un hecho clave en la histórica política de Bolivia, un hecho que
marca un antes en la historia y un después de la historia ese hecho es el momento en que
los movimientos sociales, indígenas, campesinos, obreros, estudiantiles, juveniles, se
plantean un objetivo, el objetivo de la toma del poder.
A partir del año 1995 y con fuerza desde el año 2000 que la temática de la toma del
poder y la construcción del poder, asume el horizonte de los movimientos sociales, es
decir que los gobernados se asumen potencialmente como gobernantes en que los
gobernados se ven como soberanos no simplemente como mandados, y esa gran
revolución intelectual moral, política organizativa es la que se va a dar a partir del año
95 sus primeros gérmenes y el año 2000 con las grandes sublevaciones en nuestra
patria.
Pero quizás el hecho más importante de esta construcción de los pilares de la toma del
poder fue la habilidad que tuvo el movimiento indígena para tejer, para tejer alianzas,
acuerdos, acercamientos.
Por lo general el pueblo, por lo general vive dividido, y por eso una pequeña elite
siempre puede dominar al pueblo, porque el pueblos está dividido y enfrentado entre sí
mismo, pero cuando el pueblo se unifica y esas cosas suceden solamente una vez cada
100 ó 200 años de manera extraordinario, el pueblo se vuelve poder.
Y la gran virtud del pueblo indígena, campesino, popular, obrero, estudiantil, juvenil y
profesional fue la habilidad de construir alianzas, de tejer alianzas, parafraseando al
Presidente Evo de construir el gran tejido social con todos los colores que conforman
nuestra patria, el tejido de la articulación, el tejido de la suma de fuerzas para lograr una
victoria, eso es lo que se llama hegemonía, sacrificado la palabra hegemonía.
Unidad del pueblo, plantearse la toma del poder, unir al país, crear un proyecto de
sociedad y de Estado y construir el liderazgo fueron lo que los movimientos sociales
construyeron a lo largo de estos últimos 10, de estos últimos 15 años para lograr la
posibilidad de construir un nuevo Estado.
La construcción de este nuevo Estado no ha sido fácil, ha Estado marcado por varias
etapas, por varios momentos conflictivos, las clases poderosas nunca abandonan
paciente ni alegremente sus privilegios, siempre se resisten, por eso toda construcción
de un nuevo Estado es conflictiva, tensa y nuestro proceso revolucionario como
cualquier otro proceso revolucionario verdadero siempre tiene una serie de trabas
históricas.
La primera fue el momento en que se incivil iza el proyecto y la voluntad de poder del
pueblo, año 2.000, 2003.
El tercer momento fue la conquista del gobierno, no del poder sino del gobierno a través
de la conversión de esa gran capacidad de movilización de los movimientos sociales, de
tierras bajas y de tierras altas, de la ciudad y del campo en voto electoral, conversión de
la capacidad de movilización en fuerza electoral democrática, 2005 Presidente Evo gana
con el 54 por ciento del electorado y asume la presidencia de la República.
Cuarto momento, el momento definitorio de fuerza, pese a tener el Gobierno las clases
dominantes se resisten a abandonar sus privilegios e intentan todo para acabar con el
nuevo poder ascendente, lo hicieron en Bolivia intentaron derrocarnos mediante el
estrangulamiento económico y fracasaron.
Intentaron derrotarnos mediante la revocatoria del presidente con mayor votación de los
últimos 50 años, nunca hablaban de revocatoria cuando había presidentes como era el
22 por ciento, o con el 27 por ciento, pues se les ocurrió revocatorio para el presidente
que tenía 54 por ciento, quisieron tumbarlo y lo derrotamos con la democracia.
Hemos pasado de todo presidente Evo, hemos pasado de todo, y fue la fuerza del pueblo
la que convirtió cada ataque en fortaleza y en nuevo apoyo, querían revocarnos por
nuestros 54 por ciento, nos reafirmamos con el 67 por ciento, querían tumbarnos con la
guerra económica nos reafirmamos potenciando la economía del Estado, querían
derrotarnos con un golpe civil y se reafirmó la unidad del pueblo con sus instituciones,
con su fuerza y con su liderazgo.
El nuevo Estado no ha sido fácil construirlo, ha sido duras y largas batallas que se
remontan hasta nuestros héroes que pasan por la generación por la lucha por la
democracia, que pasa por la generación de la resistencia al neoliberalismo, y que
culmina con esta generación de luchadores de este proceso de cambio.
Pero ya pasó eso, no lo recordamos para vengarse de nadie, no, lo recordamos para que
los jóvenes y las nuevas generaciones que vengan, sepan lo que ha costado construir
este proceso, sacrificio, esfuerzo, voluntad, que lo que se conquista siempre es doloroso
y esforzado y que hay que cuidarlo de esta manera, hoy las cosas pueden parecer más
fáciles y van a ser mucho más fáciles, el Estado se va a consolidar, pero llegar a eso fue
costoso, y uno nunca debe olvidar a sus mártires, a sus héroes, a sus hermanos que lo
llevaron donde están, hay que ser generosos en la victoria, pero hay que ser también
leales con los que nos permitieron la victoria.
Viene un nuevo porvenir, un nuevo Estado, un Estado que no va a ser colonial porque
va a garantizar la igualdad, que no va a ser patrimonial porque va a distribuir la riqueza,
que no va a ser centralista porque va a garantizar la economía, que no va a ser mendigo
porque va a garantizar la soberanía material del Estado, vienen nuevos tiempos.
Pero qué Estado tenemos al frente, qué Estado queremos construir, permítanme recoger
los conceptos de un viejo luchador marxista, Antonio Gramsci, que estuvo también en la
cárcel, y él hablaba de concepto del Estado integral, decía que el Estado integral es
aquel Estado en el que hay una correspondencia entre la sociedad civil, entre los
ciudadanos, las regiones, los trabajadores, las clases sociales y sus representación
política estatal.
Estado integral es aquel aparato gubernamental que une y sintetiza a todos los sectores
sociales, a las clases, a los grupos nacionales, a las regiones, a las colectividades.
Y Estado integral, Estado pleno, es aquel en que hay un liderazgo moral e intelectual
político que permite unir a todos, el Estado integral es todo lo contrario del Estado
aparente que tuvimos durante 180 años, ese Estado integral de gramsciano, para darle
un nombre, es el que los bolivianos nos hemos planteado construir desde abajo.
Cuáles son los pilares de este Estado integral, plurinacional, autonomía democrática,
soberanía estatal en base al eje, soberanía estatal en base al eje estatal.
Uno no sustituye al otro como era antes, antes en este hemiciclo estaban nuestros
libertadores, pero no estaban nuestros indígenas, complementar es que estén los dos,
que estemos mestizos e indígenas juntos.
Porque si no hacemos eso, quien se lleva el excedente económico son los poderes
extranjeros como lo han hecho hace 180 años, la única manera de potenciarnos con la
economía y de impedir el colonialismo económico es un Estado fuerte.
De lo que se trata entonces a futuro es, sincerar Estado y sociedad civil, poner fin al
colonialismo, poner fin al patrimonialismo, garantizar la soberanía material.
Y eso no es poco, porque eso cambia la naturaleza del Estado, los movimientos sociales
solamente pueden ser poder si buscan gradualmente diluir el monopolio del Estado en
la propia sociedad, las clases populares solamente pueden ser poder si democratizan y
universalizan la riqueza que es de todos.
En los Estado modernos capitalistas, hay Estado de derecho pero hay monopolio de la
riqueza, hay democracia representativa pero hay monopolio de decisiones, en los
movimientos populares que toman y construyen el Estado, no, los movimientos sociales
que toman el Estado solamente pueden ser Estado si democratizan, si socializan, si
universalizan el poder y los recursos económicos.
Por eso nuestra modernidad estatal, la que vamos a construir y la que estamos
construyendo con el liderazgo popular es muy distinta a la modernidad capitalista, y hay
que ponerle nombre, nuestro horizonte estatal es un horizonte socialista.
No será fácil, quizás tardemos décadas, quizás cueste siglos, pero está claro que los
movimientos sociales no pueden ser poder sin plantearse un horizonte socialista y
comunitario para ser construido con la voluntad de todo el pueblo, en base al bienestar,
al vivir bien que ayer el presidente Evo explicaba ancestralmente en Tiwanaku, y con la
expansión del desarrollo económico.
Pero este horizonte mis hermanas y mis hermanos, va a requerir cuatro, cinco requisitos
indispensables: unidad de los pueblos, solo la unidad hace al pueblo poderoso,
invencible, solo la unidad permite derrotar las adversidades, solo el tejido de clases
sociales, de regiones, de identidades culturales y genéricas permite construir un
poderoso tejido que dure siglos, y que permite articular al país.
Tercer elemento es muy importante, ahora que tenemos una ampliación del Estado, un
gobierno y un poder de movimientos sociales expansivo que articula a sectores
empresariales, que articula a clases medias, que articula intelectuales, que articula
estudiantes en tornos al núcleo indígena, obreros y popular, necesitamos derrotar
también otras adversidades internas, dentro de nosotros, el fraccionalismo, la corrupción
y la ambición.
Los siguientes años, el pueblo unido que tiene el poder político hoy tiene que tener la
capacidad de derrotar esas tres lacras, tiene que rescatar los principios de la lucha de
nuestros héroes, de los que guiaron nuestras victorias.
En cuarto lugar, el poder del pueblo necesita irradiar y ampliarse como poder
económico y como poder cultural, como poder económico potenciando las economías
comunitarias, pequeño empresariales y empresariales que aportan al proceso de cambio,
industrializar, genera más riqueza, distribuir riqueza, se requiere más poder económico
en ese camino, y poder cultural, que las ideas que surgen de los movimientos sean las
que irradien al resto de la sociedad, solamente cuando se consolide el poder cultural, el
poder económico y político estará garantizado.
Y por último no hay revolución que triunfe si no tiene la solidaridad, el apoyo y apoya a
otras revoluciones en el mundo, el imperio es un demonio global, planetario, la única
manera de derrotar al imperio es con otra globalización, porque si no el imperio se
impone.
El siglo XXI tiene que ser el siglo de los pueblos, democráticamente, pacíficamente, en
base a la participación de sus ciudadanos.
Presidente Evo, vienen cinco nuevos años, y las tareas son muy grandes como siempre
han sido las tareas cuando uno lo acompaña a usted, yo le quiero decir en estos cinco
nuevos años me siento muy orgulloso de acompañarlo, gracias compañero por confiar
en mí.
Muchísimas gracias.