Complejidad AF Tomo I
Complejidad AF Tomo I
Complejidad AF Tomo I
Mxico, 2011
ndice
Tomo I
Anabella Barragn Sols y
Presentacin
Pg.
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III. Gentica
Mara del Pilar Navarro Mer y
1. Antropologa molecular
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V. Somatologa y ontogenia
Sergio Lpez Alonso
Rosa Mara Ramos Rodrguez
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Presentacin
Estas tendencias influyen de manera determinante sobre las ciencias antropolgicas, pues aparecen nuevas posiciones tericas para comprender los fenmenos
emergentes e intentar explicar la nueva cotidianidad. La antropologa fsica tambin est inmersa en esta vorgine, por eso diferentes maestros han tratado de
actualizarla en las aulas con los nuevos avances, inclusive con aportes personales,
pues la mayora de la planta docente posee experiencias particulares de investigacin que imprimen un matiz especfico a la carrera que se imparte en la Escuela
Nacional de Antropologa e Historia.
Uno de los objetivos prioritarios de la Academia de la Licenciatura en Antropologa Fsica es contar con materiales que muestren a los estudiantes las tendencias generales vigentes de la disciplina. As, en 2006 los coordinadores de este
texto se proponen publicar un volumen con la experiencia adquirida por diferentes profesores de la licenciatura, esperando tambin generar reflexin y discusiones sobre las diversas maneras de construir la antropologa fsica en Mxico.
El ndice fue elaborado en aras de debatir cuestiones esenciales. Se invit a los
profesores que haban impartido cursos en la licenciatura durante los ltimos cinco
aos para que escribieran un texto donde se hicieran explcitos los vnculos de sus
enfoques especficos con la antropologa fsica, conceptos fundamentales, problemticas emergentes y formas de abordarlas. La respuesta fue entusiasta y todos los
profesores invitados aceptaron participar, inclusive algunos precisaron o puntualizaron los temas propuestos. No obstante, al final del plazo, en 2007, no todos pudieron cumplir con su propsito, debido a la carga de trabajo y a sus diversos compromisos; pero, afortunadamente, los autores que retiraron su participacin fueron
muy pocos. El proceso de revisin y dictamen de la primera versin de los textos se
prolong hasta los primeros meses de 2009. Debido a ese proceso, en cierto modo
se limit la variedad de temas tratados. Sin embargo, el volumen presenta enorme
riqueza temtica gracias a la excelente respuesta para acatar sugerencias, con lo cual
se cumple a cabalidad el objetivo del libro.
Los artculos que aqu se presentan cuentan con la calidad y originalidad para
renovar la forma de contemplar al cuerpo humano y la enseanza de la antropologa fsica, hoy inmersa en relaciones inter y transdisciplinarias, de donde emerge
el abanico de discursos, la heterogeneidad de marcos metodolgicos, su enriquecimiento desde otras disciplinas y el establecimiento de redes cada vez ms vigorosas. As, en cada participacin destaca la dinmica de relaciones conceptuales que
oscilan de la gentica a la cultura, de la clula al medio ambiente, de la prctica
ritual a la clasificacin osteolgica, del trabajo a las huellas seas, del proceso de
hominizacin a la humanizacin, del comportamiento alimentario al crecimiento, del cuerpo vivido al soma, de la percepcin a la cognicin y a la interaccin
social, de la dimensin pretrita a la cotidianidad, de las molculas a la historia
social, del hacer y del deber cientficos, del sujeto hasta la poblacin y desde sta
a la variabilidad corporal. Es sta la complejidad de la antropologa fsica, canal
en construccin permanente que se desborda hacia otros campos disciplinares,
cruza caminos aejos y profundiza su cauce para albergar en su seno miradas novedosas y nuevas generaciones. Por ello, el cuerpo de este texto debe contemplarse
en su conjunto.
Asimismo, esto nos permite aquilatar la dimensin que ofrece nuestra escuela
sobre la antropologa fsica actual, donde se congregan mltiples y diversas perspectivas, provocadas por nuevas necesidades y sensibles a los difciles retos socioeconmicos, para los cuales presentan abordajes probados por su eficacia, sin
ser modelos maestros inamovibles, porque se complejizan y enriquecen con el
devenir social y la prctica profesional.
En este trabajo se encuentran las miradas actuales, unas ancladas en la certidumbre de metodologas propias de la antropologa fsica y otras que indagan
en otros campos nuevos derroteros y caminos insospechados, los que finalmente
exigen y conforman nuevas formas de hacer antropologa.
El texto est conformado por siete secciones, en l se encuentran 32 temas
firmados por 34 autores. Los trabajos en su mayora son individuales y slo 12%
se elaboraron en equipo. Los autores que imparten clases en la licenciatura estn
inmersos en distintas reas de investigacin y pertenecen a mltiples instituciones
educativas: la propia enah tanto en licenciaturas como en posgrado, la unam, la
uam, el ipn, la Direccin de Antropologa Fsica del inah, el Instituto Nacional de
Ciencias Mdicas y Nutricin Salvador Zubirn, la Universidad Complutense
de Madrid, Espaa y Penn State University.
A continuacin se presentan breves semblanzas de cada uno de los trabajos.
La primera seccin, Historia de la antropologa fsica, abre con el interesante
trabajo de Jos Luis Fernndez Torres, Algunos aspectos de la historiografa de
la antropologa fsica en el siglo xix europeo, en el que muestra cmo, en materia
de origen y evolucin del hombre, la antigua controversia de la relacin entre organismo humano y su medio est presente a travs de la literatura decimonnica. En
este contexto, el autor distingue dos tendencias de pensamiento: una que considera
a las razas humanas con morfologa fija y otra que sostiene la nocin de plasticidad
y que la variacin humana es producto de la interaccin entre el organismo y factores ambientales diferenciales. Desde el siglo xviii estas representaciones y concepciones heredadas inciden sobre la cuestin de si los pueblos de Europa, frica, Asia
y el Nuevo Mundo eran especies separadas o slo variedades de la especie humana,
y en la primera mitad del siglo xix la esencia de este debate, que se encuentra entre
los poligenistas y los monogenistas, se transformar en el eje rector de la investigacin en antropologa fsica en el resto del siglo.
El siguiente trabajo, Algo ms que 100 aos de antropologa fsica en Mxico, a cargo de Jos Luis Vera, est concebido en tres partes. Primero reflexiona
sobre diferentes tipos de historia susceptibles de ser escritos y el autor se decide por
reproducir la cartilla doctor Nicols Len y utilizarla como emblema de la antropologa fsica tradicional. Luego discute la fase denominada Nueva Antropologa
Fsica, propuesta en 1951, cuando se supone impactada por la teora sinttica de
la evolucin, y la Ms Nueva Antropologa Fsica, denominada en Mxico antropologa molecular, que a partir de 1962 emplea tcnicas bioqumicas y genticas.
El autor expone la discordancia entre las tendencias mundiales y la ruta seguida en
Mxico con inclinaciones biosociales. La segunda parte es un conjunto de reflexiones sobre algunos temas y conceptos, ejes tericos fundamentales utilizados en la
disciplina a lo largo de su historia: el cuerpo y las etapas paradigmticas de este
objeto de estudio, el concepto de especie y el concepto de poblacin, el cambio
y la adaptacin. En la tercera parte, a manera de conclusin, considera las tareas
pendientes de la antropologa fsica en Mxico, y subraya la necesidad de abordar
acadmicamente el tema de la prctica social del racismo en nuestro pas.
En la segunda seccin, Antropologa fsica y evolucin, el trabajo de Pilar
Chiappa Los primates no humanos en el espejo del antroplogo fsico est estructurado a partir de tres preguntas: qu es un primate, cuntos hay y qu es la
primatologa. En su primer apartado refiere de manera precisa la secuencia evolutiva que origina a los mamferos; en el siguiente sintetiza tanto el origen como
la caracterizacin morfolgica de los primates pero otorga particular importancia
al cerebro y a la conducta social derivada de su condicin atricial. Luego trata
problemas taxonmicos, empresa con mltiples escollos, pues pretende colocarlos
como parte de la naturaleza, causa de muchos desencuentros, como ya lo hace
notar Vera en la exposicin anterior. A continuacin Chiappa ofrece la relacin
filtica de los primates y define a la primatologa como disciplina independiente
con numerosos temas y problemas, de donde obtiene dos relaciones con la antropologa fsica: las bases subyacentes de estudios sobre evolucin de la conducta, y
estudios sobre la conducta de los chimpancs. La autora describe resultados de casos de estudios sobre la mente, de comunicacin interespecfica de los chimpancs
con humanos y sobre comportamiento poltico intraespecfico, todo ello objeto
de debate entre antroplogos. El texto rene resultados de diversas investigaciones
para mostrar que los chimpancs en libertad despliegan conductas sorprendentes,
como aquellas que exponen sus normas sociales, actividades rituales y las que demuestran sus personalidades, hechos que abruman al antroplogo y conducen a la
autora a preguntar qu nos hace humanos?
El siguiente artculo, escrito por Juan Manuel Argelles, Elementos y consideraciones sobre evolucin humana, refiere de manera sucinta el desarrollo histrico de la paleoantropologa desde sus inicios en Europa hasta los hallazgos recientes
en el sureste asitico. El autor reflexiona y centra el origen de la cultura con la aparicin de objetos materiales manufacturados por los miembros de alguna especie.
As, la cultura nace hace 2.5 millones de aos y su maquilador es el Homo habilis.
Enseguida diserta sobre la interrogante qu es un homnido? Desarrolla sus elementos distintivos para luego deliberar sobre el modo en que ocurre la evolucin
humana, fenmeno donde abunda y del que destacan algunos elementos centrales
como el crecimiento ceflico y su correlacin directa con la complejidad social
y cultural, cuya explicacin alternativa a travs del llamado modelo de exaltacin
y adaptacin se encuentra acorde con las tendencias modernas, pues el reciclaje
de estructuras o elementos anatmicos es constante en los procesos evolutivos. Y
al final, cuando da su definicin de cultura, afirma: Lo que queda claro es que el
camino a la cultura podra tener en muchos de sus nodos razones menos culturales
que las que imaginamos. La evolucin, en muchos sentidos, consiste en explicar la
complejidad mediante los pasos ms sencillos.
Antecedentes histricos para la constitucin de la antropologa fsica evolutiva en el siglo xx es otro trabajo elaborado por Jos Luis Fernndez Torres, quien
en esta ocasin aporta una visin histrica sobre problemas evolutivos basados en
anatoma comparada, embriologa, morfologa y paleontologa, cuando se desconocan los mecanismos hereditarios mendelianos. La generacin postdarwiniana
que requiere pruebas experimentales es una importante fase del desarrollo
cientfico de la cual el autor sintetiza una serie de experimentos con embriones
y relata desde la teora del sistema equipotencial armnico hasta la teora del
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fenotipo o para aplicaciones prcticas en mltiples reas de las actividades humanas. El autor subraya la larga trayectoria de este tema de estudio, ya histrico y
parte nodal del desarrollo de la antropologa fsica. Contina su trabajo con una
breve exposicin de algunos elementos tericos y metodolgicos que se emplean
en el estudio de la forma tan diversificada como se manifiestan los rasgos peculiares y la estructura morfosomtica del cuerpo humano. Acenta que el fenotipo
corporal est determinado tanto por la herencia biolgica como por las circunstancias particulares de la vida del sujeto dentro del marco geogrfico y sociocultural de su entorno. El conjunto de estos rasgos caracterizan e individualizan a las
personas dentro de su grupo y tambin distingue a los grupos humanos entre s. El
estudio de estos rasgos con fines taxonmicos constituye la raciologa.
La biotipologa y la somatotipologa enfocan su anlisis en la estructura morfosomtica en la bsqueda de la eficiencia y el adecuado desempeo en actividades laborales, deporte, danza, ergonoma, entre otras, de las que no se pueden
soslayar las prolijas investigaciones realizadas para registrar y clasificar variaciones
humanas relevantes para las ciencias forenses. La composicin corporal atiende
el desarrollo diferencial de componentes del cuerpo como son grasa, msculo,
esqueleto y dems elementos qumicos del organismo, habida cuenta del riesgo
que implica para la salud el exceso del desarrollo graso, temtica sobre la que
regresa al concluir el texto, al afirmar que en los ltimos tiempos el incremento
de la incidencia de la obesidad a nivel mundial se ha vuelto problema de salud
pblica, y que es evidente que se trata de un fenmeno de ndole estructural y
complejo de las sociedades contemporneas, donde se involucran distintas esferas
de la individualidad y el contexto sociocultural, que reclama por tanto concurrencia transdisciplinaria para su adecuada atencin, donde resulta importante la
participacin del antroplogo fsico.
El segundo trabajo de este captulo, Crecimiento fsico y complejidad. El
devenir de la ontogenia humana, de Rosa Mara Ramos Rodrguez, desde la introduccin define a la ontogenia como el estudio de los cambios en el crecimiento
y desarrollo acaecidos a cualquier organismo, desde su concepcin hasta su muerte. Entender el desarrollo prenatal del nio, as como su ulterior desarrollo, son
aspectos abordados desde pocas distantes y se reconoce que a lo largo de su vida
el individuo experimenta cambios constantes, que para los fines de su trabajo
la autora distingue en tres grandes etapas: formativa, reproductiva y regresiva.
Afirma que establecer lmites cronolgicos al curso ontognico es un ejercicio
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restos tanto de animales como humanos, desde su muerte hasta generar depsitos
esquelticos. Tales procesos se dividen en dos tipos: bioestratonmicos y diagenticos. Tres clases de tejidos estn sujetos a transformaciones: blando, seo y exoesqueltico. El primero, en general, se descompone y se pierde, ocasionalmente se
conserva en un proceso conocido como momificacin. Se perpetan con mayor
facilidad el tejido seo y la concha, aunque tambin son alterados.
Por otro lado, el hombre resulta responsable de gran cantidad de alteraciones sobre los huesos, tanto de animales como humanos. Entre estas alteraciones se encuentran: cortes, raspados, fracturas intencionales, abrasin
por percusin, impactos, exposicin trmica, perforaciones, huesos esponjosos aplastados, representacin de elementos seos, esgrafiado y pulido. Para
cada uno de ellas seala sus caractersticas y sus inferencias. La mejor manera
de analizar alteraciones culturales es examinar las superficies seas con lente de
10x e iluminacin rasante. Despus se determina su distribucin en relacin
anatmica, lo anterior permite establecer el objetivo principal de la actividad
pretrita. Los materiales esquelticos humanos, con modificaciones causadas
por otros humanos, despiertan enorme inters porque conducen a postular canibalismo, de esta manera se sugiere antropofagia desde los homnidos
ancestrales. En el texto se discute si el hombre de Pekn fue vctima de esta
prctica. Asimismo, la autora enuncia los estudios en Mxico respecto a los
restos seos con alteraciones tafonmicas culturales, que son relativamente
numerosos, desde los ms antiguos, procedentes de Tehuacn, Puebla.
En tercer lugar aparece el texto de Lourdes Mrquez Morfn, Osteologa antropolgica. Este trabajo esboza el campo de la antropologa fsica y su estado en
Mxico a principios del siglo xxi, en particular lo realizado en la enah. Define
la osteologa antropolgica y su objeto de estudio, expone problemas sobre la investigacin de poblaciones antiguas y se plantea responder por qu estos estudios
se mantuvieron bajo enfoque biologicista; seala las dificultades para rebasarlo y
el surgimiento de otros paradigmas. En su introduccin histrica, resea varios
inventarios bibliogrficos, otros tantos intentos por presentar el estado de la antropologa fsica en Mxico durante diversas dcadas y las postrimeras del siglo
pasado. Despus refiere el desarrollo de la osteologa, desde su etapa inicial cuado su
objetivo se centraba en describir y clasificar modificaciones fsicas intencionales
en crneos y dientes, hasta cuando comprende estudios de poblaciones antiguas,
despus llamados bioarqueolgicos.
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Sobre el objeto de estudio de la antropologa fsica, sintetiza reflexiones de diferentes etapas evolutivas cuya meta era construir el campo terico metodolgico
capaz de rebasar al mbito clasificatorio. Nacen as, en Estados Unidos, la Nueva
y la Ms Nueva Antropologa Fsica. La crtica al marco biolgico, prevaleciente en
estudios anteriores a la dcada de los ochenta, oscila desde el extremo de negar
su estatus como ciencia y definirlo, en consecuencia, como campo de intervencin antropofsico, hasta proyectarlo sobre un eje, con un extremo esencialmente
biolgico y el otro eminentemente social. Respecto a los paradigmas propuestos, refiere en primer trmino aqullos explicitados en este mismo volumen por
Jos Luis Vera y posteriormente consigna la celebracin de una conferencia de la
Fundacin Wenner Green, de donde emana una publicacin trascendente porque marca nuevos derroteros para la investigacin. Despus, describe la osteologa
antropolgica y da breves antecedentes histricos, para luego exponer las limitantes a las que se han enfrentado los investigadores de poblaciones antiguas, tanto polticas como tericas, metodolgicas e interdisciplinarias. En este apartado,
de mayor extensin, destaca que la separacin de materiales arqueolgicos de su
contexto obliga a efectuar monografas esquelticas anatmicas. Enseguida hace
hincapi en las carencias especficas de la osteologa y aborda la construccin
de paradigmas en la antropologa osteolgica para distinguir, resear y ejemplificar el anlisis osteobiogrfico y el paradigma sociedad-salud. En sus comentarios finales seala las tendencias actuales de investigacin, las cuales emplean
nuevas tcnicas como anlisis del dna mitocondrial o de elementos traza y de
istopos. Puntualiza las temticas que interesan a los especialistas en esta rea de la
antropologa fsica, como el crecimiento infantil, cuyas indagaciones se empiezan
a extender hacia grupos prehispnicos.
En la ltima dcada la arqueologa y la antropologa fsica han incursionado
en los estudios de gnero, que tienen enorme relevancia para la etnologa y la antropologa social. No obstante, el tema con mayor xito durante el ltimo decenio
en la enah es la reconstruccin de actividades fsicas a travs de huellas de trabajo,
cuya impronta permanece sobre el esqueleto. El balance presentado mira hacia el
pasado sin perder la esperanza de ser modificado y enriquecido por la creatividad
de antroplogos fsicos jvenes.
En Craneometra: perspectivas desde la morfometra geomtrica. Inferencias en la historia biolgica de las poblaciones antiguas, Mirsha Quinto-Snchez
y Neus Martnez-Abadas desarrollan una amplia perspectiva histrica para situar
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el estudio de la variabilidad del crneo desde tejidos blandos y caracteres morfoscpicos, hasta incluir los restos seos. El estudio de los crneos se inicia durante
el siglo xvii pero es hasta el siglo xix cuando adquiere sentido formal para sustentar teoras racistas. Aunque desde 1859, la teora evolutiva sustituye la visin
idealista por una sntesis materialista, pues al desechar la scala naturae aristotlica
cimenta las relaciones filogenticas en rasgos morfolgicos. A principios del siglo
xx, la biologa transita del campo descriptivo al cuantitativo y el anlisis morfolgico se considera revolucin de la cuantificacin, pues se apropia de y desarrolla
varios mtodos estadsticos. La variabilidad humana conduce indefectiblemente al
concepto de raza, el cual puede resumirse en la siguiente frase: los individuos de
supuestas distintas razas difieren entre s, en la misma medida que lo haran las
de individuos de una misma raza. Aunque criticada, esta definicin de Cavalli-Sforza
expulsa connotaciones racistas, en marcado contraste con concepciones tipolgicas
clsicas. Aqu se ancla la filosofa del nuevo enfoque craneomtrico para analizar la
variabilidad intra e interpoblacional, con objeto de entender la historia biolgica de
las poblaciones humanas. Por eso emerge el fenotipo como fuente de informacin
gentico-poblacional, pues cuando se examinan diferencias geogrficas se transparenta su proceso histrico. Cambios fenotpicos y genticos se deben al interactuar
continuado del genoma individual con su entorno, y su estudio recibe el nombre
de anlisis de la heredabilidad. Para ste, la varianza, es decir, el grado en el cual los
valores individuales se apartan de la media, representa la expresin de la variabilidad
en la naturaleza. As, el anlisis de la varianza fenotpica es el objetivo por alcanzar.
Los autores postulan como hiptesis nula el modelo gentico de equilibrio poblacional de Hardy-Weinberg porque la expresin del fenotipo se encuentra vinculada con
frecuencias allicas, la migracin entre grupos geogrficamente aislados es suceso
de enorme importancia, pues los complejos gnicos de adaptacin se rompen, las
frecuencias allicas se alteran y, en general, todas las diferencias genticas se reducen. Con ese fondo terico, los autores contemplan la morfometra craneal como
fuente de investigacin para comprender la historia biolgica humana. Consideran
al crneo como la estructura con mayor informacin biolgica, pues se constituye
a partir de seales morfogenticas, respuestas plsticas y fuerzas evolutivas, y as es
posible extraer inferencias gentico-poblacionales pues esos caracteres relacionados
funcionalmente se heredan como unidad coordinada.
En el desarrollo del texto se presenta una contrastacin entre ventajas y desventajas de la morfometra clsica y la morfometra geomtrica. Ello otorga a los
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autores rigurosas bases estadsticas para combinar mtodos multivariantes y mtodos morfoscpicos. Sobre todo, sealan que el desarrollo tecnolgico permite,
con los ordenadores cada vez ms potentes, resolver clculos, reducir tiempos y
obtener imgenes de la variacin morfolgica. Se presentan dos ejemplos donde se aplica esta metodologa. De frente al futuro, consideran a los aportes de
la morfometra geomtrica con capacidad para alentar nuevos paradigmas en la
antropologa fsica, mxime en la craneometra, tan desacreditada por la carga
cultural del tipologismo.
Jorge Alfredo Gmez Valdez presenta el trabajo Antropologa dental, donde indica que, generalmente, los antroplogos fsicos atienden aspectos morfolgicos de dos tipos: caracteres continuos y caracteres discontinuos, estos ltimos
no han sido suficientemente explotados. La variabilidad morfolgica dental, en
estudios de corte gentico-poblacional ofrece ventajas para reconstruir la historia
biolgica de poblaciones pretritas porque ostenta altas tasas de heredabilidad, posee estabilidad evolutiva, su configuracin gentica es significativa, presenta bajo
dimorfismo sexual, su presin selectiva resulta limitada y se conservan durante
ms tiempo. Adems, aclara que los rasgos morfolgicos dentales, con suficiente resolucin analtica en estudios microevolutivos, son potentes marcadores. El
autor restringe el campo de la antropologa dental exclusivamente a estudios de
morfologa normal de la denticin, como marcadores genticos o de etnicidad.
Menciona numerosas investigaciones efectuadas en grupos del Mxico prehispnico, cuyos logros ms sobresalientes abarcan la distincin de componentes
poblacionales, el conocimiento de relaciones entre grupos y la identificacin de
migraciones, adems de lograr detectar reemplazos poblacionales. Tambin expone los principales sistemas metodolgicos diseados por la antropologa dental
para estudiar la variacin morfolgica dental humana y, en su ltimo apartado,
expone la aplicacin de la antropologa dental en poblaciones del Occidente de
Mesoamrica. El autor estudia los rasgos de la denticin de 160 individuos con
dientes sin desgaste severo y sin patologas, procedentes de ocho poblaciones prehispnicas del Occidente de Mesoamrica, para cuyo examen emple el Sistema
de Antropologa Dental de la Universidad Estatal de Arizona. Los hallazgos los
analiza comparativamente con diversos programas de computacin, de lo que
resultan evidencias morfolgicas diferenciales. Al final el autor expone cmo la
antropologa dental, a la par de otras ciencias biolgicas, ha atravesado paradigmas hasta abandonar casi por completo la tradicin clsica, para adquirir la
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en los Estados Unidos y Europa, donde las polticas de investigacin han comenzado a cambiar y se han abierto a una cooperacin cientfica para la investigacin multidisciplinaria de sitios arqueolgicos, con el objetivo de alcanzar mejores resultados
que permitan entender los diversos procesos culturales de las sociedades antiguas.
Despus de desarrollar estos puntos, el autor presenta, a modo de ejemplo, los
resultados del estudio de una comunidad rural virreinal de la provincia de Tlaxcala, investigacin en la que utiliz el enfoque sociolgico de la heterogeneidad y la
desigualdad social, que resalta los niveles de riqueza distribuidos entre los individuos que pertenecen a diferentes clases sociales, para lo cual se precis tambin del
anlisis de los archivos parroquiales. Con los resultados logra la caracterizacin diferencial por sexo y edad de la mortalidad, las patologas halladas en los restos seos,
y aqullas relacionadas con la actividad fsica. Los datos correspondientes al anlisis
de las ofrendas y el lugar del entierro permitieron reconocer no slo elementos de la
cosmovisin religiosa sino tambin la clase social, entre otros hallazgos.
El autor concluye su disertacin destacando que el anlisis de las prcticas funerarias es una herramienta que permite a los arquelogos y antroplogos fsicos
esbozar el panorama de vida de las personas en pocas antiguas. Por un lado, se advierte el estilo y la calidad de vida a travs del anlisis de los esqueletos, por otro, el
anlisis de los objetos que forman parte de la ofrenda y el tratamiento del cadver
proporcionan informacin sobre la ideologa y la organizacin social. Finalmente,
insiste en que la inclusin de otras herramientas como la etnografa, el anlisis de
las fuentes documentales y del entorno ambiental ampliarn el margen explicativo
de las sociedades que se estn estudiando.
El estudio de momias como parte del conocimiento del fenmeno humano,
de Josefina Mansilla Lory, aborda un tema de emergente actualidad. Nombra su
artculo tal como su objetivo, y lo desarrolla en varios apartados. Primero se refiere a la pertinencia de estudios de cuerpos momificados para la licenciatura de
antropologa fsica, y destaca a la enah como institucin pionera al incluirlos en
la formacin de estudiantes no slo en Mxico sino a nivel mundial. La investigacin sobre momias cobra cada vez mayor inters en el mbito mundial, como
lo muestra en 1992 el Primer Congreso Internacional de Estudios sobre Momias.
Este proceso plantea innumerables preguntas bio-arqueolgicas, socio-culturales y
bio-mdicas. El avance tecnolgico, de la mano con actividades transdisciplinares,
contribuye a conocer al fenmeno humano y a formar futuros investigadores. El
tratamiento del cadver reviste diferentes modalidades y transparenta concepcio-
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cepto disciplinario, H2. El enfoque de H1 se refiere a la descripcin de acontecimientos producidos en el pasado, de conocimientos obtenidos a partir de fuentes
histricas primarias. Por otro lado, H2 se refiere al anlisis de la realidad de H1,
es decir, a la reflexin terica de los resultados del anlisis de las fuentes primarias;
como nos explica Helge Kragh [1984:33]:
Del mismo modo que nuestro conocimiento [cientfico] de la naturaleza se limita a
los resultados de las investigaciones de la ciencia que no son la naturaleza, sino una
interpretacin de ella, tambin nuestro conocimiento de los acontecimientos ocurridos
en el pasado se limita a los resultados de la historia (H2) que no son el pasado, sino una
interpretacin terica del mismo.
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de las razas [Haddon, 1910]. Pritchard, que simpatizaba con la frenologa, supona
que haba correlaciones entre la humedad y el nivel social; los modos de subsistencia y el grado de civilizacin fueron construidos como agentes de mutaciones
fsicas internas que actuaron en una especie humana negra original. El concepto
de degeneracin era ampliamente usado desde la poca de las culturas griega y
romana como prdida de las cualidades de su raza; este sentido literal permaneci
hasta finales del siglo xviii en Europa. En el mbito de la historia natural, la teora
de la degeneracin era de uso constante entre naturalistas como Buffon, Lamarck
y Blumenbach, quienes lo entendan como desviacin natural de la especie. En las
ciencias mdicas aparecen degeneracin y degenerescencia con un sentido anatomoclnico preciso. En el contexto de la psiquiatra, el concepto apareci a mediados
del siglo xix e influy en prcticamente todos los temas de medicina mental y fue
empleado por Benedict Augustin Morel (1809-1873) como degradacin malsana
de la especie, con muy amplia influencia en Europa, entre 1840 y 1850 [Postel y
Quetel, 1987].
Alrededor de 1810 la reformulacin de la doctrina degeneracionista clsica de
la raza comenz a afectar la manera en la que se entenda la formacin de diferentes variedades dentro de una especie, incluso entre los monogenistas [Blanckaert,
1988].
La cuestin de la raza estaba guiada por la nocin buffoniana de historia natural del hombre, que los naturalistas poligenistas o monogenistas entendan
como el estudio zoolgico del gnero humano y no como una disciplina raciolgica. En 1800 J. J. Virey, que estudi con Montesquieu, Cabanis y Buffon, de quien
por supuesto no era seguidor, contina con la lnea demarcada por Camper y hacia
1817 acepta la existencia de dos especies, una con un ngulo facial entre 85 y 90
grados constituida por tres razas: la blanca, la morena y la amarilla; y una segunda
especie con ngulo entre 75 y 85 grados con tres razas: morena oscura, negra y
negruzca [Blanckaert, 1988].
Entre 1780 y 1830 domina el mundo romntico; los problemas del conocimiento se examinan a la luz de la razn y la imaginacin, de manera diferente a
la Ilustracin del siglo xviii. Con el romanticismo, la naturaleza se humaniza y
espiritualiza, predomina un sentido histrico que hace nfasis en las diferencias
ms que en las semejanzas entre los pueblos, en consecuencia, se crea un sentido
nacionalista en Inglaterra, Francia, pero sobre todo en Alemania [Von Aesch,
1948].
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En este proceso constitutivo de tradiciones de investigacin sobre la naturaleza humana, la anatoma y la fisiologa, el mtodo comparado exigi el empleo, la modificacin e inclusive la fabricacin de instrumentos de medicin y de
experimentacin, con el fin de poder construir los datos de la manera ms exacta
posible en el proceso de comparacin. Estas estrategias de investigacin fueron
aplicadas a los estudios raciales desde el siglo xviii de manera recurrente y hacia
fines de esa poca se constituyen en los fundamentos metodolgicos de la craneologa raciolgica del siguiente siglo.
En 1778, el mismo ao de la muerte de Linneo, J. J. Virey ocup en Gotinga
la ctedra de anatoma Johanes Frederic Blumenbach (1752-1840). Como respuesta al trabajo de Camper, se opone a lo que consideraba a la diseccin intil de
animales y se dedica al estudio morfolgico de los seres humanos.
A partir de 1795 con Blumenbach la raza se convirti, craneomtricamente,
en una transformacin degenerativa de una especie migratoria, que se crea accidental e irreversible bajo la influencia de contextos geogrficos favorables, como
una expresin renovada del pensamiento monogenista. El resultado de sus investigaciones sienta las bases para el nacimiento de la antropologa fsica racial, con su
obra magna De generis humani varieti nativa. En este libro establece un mtodo de
clasificacin racial basado en mediciones exhaustivas del crneo, para describir y
hacer notar en detalle las variaciones existentes en el crneo y la cara.
Estos estudios tuvieron como consecuencia que la incipiente comunidad cientfica de antroplogos fsicos se viera atrada por el aspecto fsico del hombre. Armados con un instrumental tcnico ms que filosfico, sin que se pudiera hablar an de
una ciencia antropolgica desarrollada, se iniciaba una tradicin de investigacin.
Por ejemplo, en 1785, Samuel Thomas von Soemmering, con base en los
estudios de Blumenbach, publica un texto de antropologa comparada entre negros y europeos [Spencer, 1986], aunque en realidad trata de casos acerca de diferentes mezclas entre personas de raza negra europea, es decir, negros nacidos en
Europa, con el fin de establecer si los negros o los europeos estaban ms cercanos
a los simios. Entre 1791 y 1796 publica en cinco volmenes De la constitucin del
cuerpo humano, que durante veinte aos fue la obra ms importante de anatoma
humana en las escuelas de medicina en Alemania.
A principios del siglo xix, la anatoma comparada mostr que las diferencias
mentales entre los primates y el hombre eran fundamentales para entender la estructura de la naturaleza humana.
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A causa de que las acciones de un pueblo estn subordinadas en ciertos lmites a sus
disposiciones fsicas; el historiador que narra, sintetiza y compara lo primero sin atencin a lo segundo, con frecuencia est temeroso de escribir sobre los efectos sin ver sus
causas; y de este viene la necesidad, bien apreciada en la actualidad, de la fisiologa, la
filologa y la historia [Blanckaert, 1988:46].
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A partir de estos experimentos Edwards concluy que la permanencia y estabilidad de caracteres cromticos estaba bien demostrada con estos experimentos. Por
otra parte, ignoro si Mendel tuvo noticia de estos trabajos en su tiempo, pero en
la primera mitad del siglo xix francs representan una muestra de la ms pura experimentacin con las leyes de la hibridacin, que hacia 1863 formalizara Gregor
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y Gegenbaur, que en la segunda mitad del siglo xix aplica los conceptos darwinianos a la anatoma humana y de manera fundamental, partir de la creacin de la
Sociedad de Antropologa de Pars, con Paul Broca al frente, con objetos de estudio
centrados inicialmente en la craneometra, no obstante tener alguna influencia de
la frenologa.
El inters de Paul Broca por la antropologa surge en 1847, cuando participa
en las excavaciones arqueolgicas realizadas en la Antigua Iglesia de los Celestinos, y hacia 1850, para preparar su reporte sobre los restos seos encontrados,
requiere estudiar textos sobre craneologa y razas humanas [Schiller, 1992]. En esta
etapa entra en contacto con la obra de Samuel George Morton y a partir de esta
primera experiencia con el conocimiento antropolgico explor otros temas.
En 1858 ley, en una reunin con la Sociedad de Biologa, un estudio sobre la
hibridacin animal y humana para defender su posicin poligenista. Esto result
contraproducente, ya que prcticamente lo expulsaron de la Sociedad, pues sus
miembros consideraron que esos temas eran cientfica y polticamente incorrectos. Su salida obedeci a que present sus ideas acerca de la hibridacin humana y
animal para fundamentar ampliamente sus ideas poligenistas sobre el origen de la
humanidad, ya que Charles Rayer, antiguo miembro de la desaparecida Sociedad
de Etnologa de Pars, pide a Broca suspenda sus presentaciones sobre el tema; estos dos acontecimientos determinaron que l, junto con un grupo de cientficos,
principalmente mdicos, se congregaran para fundar una nueva sociedad.
En estas circunstancias, en noviembre de 1858 se renen seis cientficos tanto
de la Facultad de Medicina como del College de France, para planear la fundacin de la futura sociedad antropolgica.3 Por fin el 19 de mayo de 1859 se inaugura la Sociedad de Antropologa de Pars (sap) con 19 miembros fundadores;4
y el 7 de junio del mismo ao se realiza la primera sesin oficial de la sap en la
Facultad de Medicina [Vallois, 1959]. La sap se funda con una mezcla de ideologas diversas: positivistas, materialistas, monogenistas, idealistas, poligenistas y
evolucionistas, como ya se dijo, a partir de la iniciativa de Paul Broca, quien unos
aos antes haba renunciado a la Sociedad de Biologa [Harvey, 1989]. Francis
Schiller [1992], cuenta que el sitio donde se llev a cabo la primera sesin de la
3. Eran profesores de la facultad: Follin, Robin, Verneuil y Broca; del College: Brown-Sequard y Godadd.
4. Bechard, Broca, Fleury, Pullin, Robin, Verveuil, Isidore Geoffroy Saint Hilaire, Gratiolet, Lemercier,
Brown-Sequard, De la Siauve, Rambaud, Martin-Magnon, Antelme, Bertillon, Doreste, Godadrd, Castelnau, y Grimau de Caux.
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Tanto para Haeckel como para otros investigadores, entre los que destaca en
Amrica Latina el sabio bonaerense Florentino Ameghino (1853-1911) no era
muy importante que las evidencias de la anatoma comparada fueran circunstanciales; el objetivo era construir rboles como meta explicativa.
Otro aspecto importante para el desarrollo de la paleoantropologa decimonnica europea es que la verdadera significacin antropolgica de los restos del
hombre de Neandertal fue reconocida por los especialistas hasta 1880, con el descubrimiento de otros esqueletos fosilizados encontrados en Spy, Blgica, con la
que se tena evidencia comparable para fundamentar tanto antigedad como el
desarrollo evolutivo del ser humano en el continente europeo. A partir de estos
elementos la nocin de que la poblacin autctona de Europa se haba mezclado o
haba sido sustituida sucesivamente por otras poblaciones, se convirti en el tema
central del debate prehistrico y paleoantropolgico de la poca, con el resultado
de que los investigadores quedaron convencidos que el tipo neandertal haba sido
el tipo prevaleciente en Europa durante el Pleistoceno Superior.
Mientras tanto, poco a poco se acumulaba cierta evidencia emprica con el
descubrimiento de artefactos de piedra, asociados con fsiles de fauna en depsitos geolgicos muy antiguos. Por ejemplo, el descubrimiento de John Covers, a
fines del siglo xviii, de unas piedras en forma de pera junto a un elefante antediluviano. Casi un siglo despus, John Frere descubre en terrenos arcillosos en Gran
Bretaa unas puntas de proyectil asociadas a animales extintos [Buffetaut, 1991].
Estos hechos, junto a la creacin de instituciones cientficas, generaron un clima
intelectual propicio para el desarrollo de la investigacin antropolgica con fundamentos cientficos, al comenzar el siglo xix. El uniformitarismo rechazaba la teora
catastrofista y sostena que el mundo, desde su creacin, estaba sujeto a modificaciones graduales por la accin de agentes naturales. En gran medida indiferentes
a las doctrinas religiosas, los hutonianos le asignaban una gran antigedad a la tierra, por el contrario, los catastrofistas sostenan que el registro paleontolgico mostraba una tendencia a la complejidad bitica. Estas ideas tuvieron un papel central
en el desarrollo de la teorizacin darwiniana de la evolucin [Bowler, 1992].
En el mbito de la antropologa, antes del descubrimiento de los restos seos
de Feldhofer en el Valle de Neander en 1856, la evidencia fsil sostena la existencia de hombres prehistricos, sobre la base de ciertos hallazgos de piedras primitivamente trabajadas en depsitos diluviales, que Jacqes Boucher de Perthes
y Casimir Picard en Abreville haban descubierto por separado a lo largo de la de-
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cada 1830-1840. En esa misma poca los daneses Thomsen y Woorsae elaboraron
el esquema de las tres edades para estudiar a la humanidad prehistrica: Piedra,
Bronce y Hierro. A partir de este esquema situaban a los artefactos lticos en antediluvianos y postdiluvianos. Esto demuestra claramente la idea de antigedad del
hombre; es decir, primero se encontraron evidencias de su existencia (industrias
lticas) y luego se encontraron sus propios restos seos.
A pesar de que en 1839, Lyell describe el periodo paleontolgico posterior al
Plioceno y lo define como Pleistoceno, slo se generaliz el uso del trmino Pleistoceno hasta las ltimas dcadas del siglo xix. Entre 1839 y 1890, comnmente se
hablaba en Gran Bretaa del Post-Plioceno, aunque en Francia se empleaba ms el
trmino Cuaternario. Por su parte los alemanes usaban el trmino Diluvio, que
continuaron empleando hasta los primeros aos del siglo xx.
En la dcada de 1860, el paleontlogo francs Eduard Lartet subdividi el
Pleistoceno en periodos a partir de los cambios bioculturales (flora, fauna y ltica).
En 1865, John Lubbock introduce la divisin de Paleoltico y Neoltico.
En este contexto, y en ausencia de hallazgos fsiles humanos, el descubrimiento de los restos de Feldhofer pas inadvertido hasta 1880, cuando se descubren
otros huesos humanos similares en Spy, Blgica. En el lapso de 1856 a 1880, se
discuti sobre los fsiles de Neandertal en conexin con los orgenes de las razas
de Europa. En esta polmica el tema central fue la idea de que las poblaciones autctonas de Europa haban sido sustituidas y se haban mezclado en repetidas ocasiones con pueblos asiticos en periodos postpliocnicos, y los presuntos grupos
asiticos invasores se denominaban arianos (arios). Aunque la fundamentacin
de esta hiptesis se apoyaba slo en investigaciones filolgicas.
Es de particular importancia para los historiadores de la antropologa fsica,
subrayar las peculiaridades por las que el pensamiento evolutivo del siglo xix se
distingue de los esquemas anteriores a esta poca. A principios de ese siglo la
jerarquizacin de la naturaleza se funda en el concepto de tiempo, por lo que el
biocentrismo del romanticismo alemn, con fuerza influido por el pensamiento
griego, significa un replanteamiento del pensar el tiempo [von Aesch, 1948].
Esto muestra la gran actividad antropolgica durante el siglo xix. Estaba ocurriendo una revolucin cientfica cuyo eje articulador era la teora darwiniana de
la evolucin. Este hecho fue fundamental para entender los orgenes de la humanidad y junto con los avances logrados en geologa y paleontologa, permiten el
surgimiento de la ciencia de la prehistoria. Desde 1850 tanto en Europa como en
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En 1859 Lyell anuncio que estaba preparado para corroborar las conclusiones
de Prestwich, a pesar de que no haba plena certeza de la antigedad y mucho menos
del origen de la especie humana; el hecho era que Prestwich crea firmemente que
tal antigedad se remontaba hasta la poca glacial y encontraba evidencias de
continuidad hasta el presente.
Aos despus de la publicacin de El origen de las especies se anunciaron algunos libros que proyectan la direccin y el sentido de la preocupacin por indagar
a fondo tanto el origen como la antigedad del hombre: Evidencia del lugar del
hombre en la naturaleza de Huxley en 1863, La antigedad del hombre de Lyell en
1863, Tiempos prehistricos de Lubbock en 1865. A pesar de que en esa poca se
conocan slo unos cuantos fsiles de homnidos: Engis (Blgica, 1833); Gibraltar (Espaa, 1848, y descrito hasta 1865). Feldhofer (Alemania, 1856) y Naulett
(Blgica, 1865) y hasta antes de 1885 no estaba clara la situacin filogentica de
estos restos; Quatrefages en 1882 y Mortillet en 1883 los consideraron ejemplos
morfolgicos de una raza primitiva semejante al hombre moderno que habit
durante el Paleoltico europeo. Esta posibilidad ya la haba planteado Huxley en
1863, pero no pudo llegar a su demostracin por dos razones: 1) la notoria escasez
del registro fsil, aunada a la frustracin de algunos darwinistas cuando fallaron
sus expectativas de encontrar un eslabn perdido, y 2) la gran cantidad de deficiencias tcnicas y metodolgicas que, en materia de excavacin y exploracin
geolgica y paleontolgica, existan en la poca, amn de carecer de un marco
cronolgico confiable para el Pleistoceno en el cual ubicar los materiales tanto fsiles como lticos. Estos dos obstculos, ms el desconocimiento casi absoluto de la
naturaleza de las glaciaciones, impedan que Huxley y otros cientficos de los aos
sesenta abordaran con parsimonia el estudio paleoantropolgico, propiamente dicho, de la antigedad del hombre, tanto de Amrica como en Europa.
Es importante recordar, por otra parte, que las excavaciones eran con frecuencia realizadas por aficionados y las pocas fuentes bibliogrficas existentes
hablaban de fsiles humanos y animales que se atribuan al Terciario. Hacia
1870, en Francia, Mortillet sostena que los implementos de piedra del Terciario
recuperados por el Abate Louis Burgeois representaban manufacturas de una
etapa intermedia entre el hombre y los antropoides, y a dicha criatura la llam
Antropopithecus y posteriormente Homosimius, entre 1881 y 1883 bautiz a la
ltica supuestamente asociada con este eslabn perdido como Eolitos [Leakey
y Goodall, 1978].
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Entre 1822 y 1836, Henrie Marie Ducrotay de Blainville desarroll la clasificacin de los primates que desde 1812 Geoffroy de Saint-Hilaire haba propuesto
en Platirrinos, Catirrinos y Strepsirrinos. En 1839 Bainville describi y clasific
un primate fsil que llam Pithecus antiquus, ejemplar encontrado por Lartet en
1830 y definido como Pliopithecus por Gervais.
Aos antes, en 1812, Georges Cuvier en Las revoluciones del globo esboz un
modelo catastrofista donde sostuvo que la aparicin de hombre fue precedida por
un periodo de extinciones de fauna, principalmente de vertebrados. Por ello, la
ausencia de restos humanos en depsitos fosilferos significaba que el hombre apareci en etapas posteriores a la extincin masiva de los vertebrados y mamferos,
hace unos 5 o 6 mil aos. En sus Principios de geologa, Lyell rechazo el catastrofismo de Cuvier y plantea una explicacin alternativa: todas las formas vivientes
aparecieron simultneamente en diferentes partes del planeta; tesis que aplica en
1863 en Evidencia geolgica de la antigedad del hombre, para describir los fsiles
humanos que en ese entonces se conocan en Europa y Amrica. En efecto, al igual
que Humboldt, DOrbigny y Darwin, Lyell visit el continente americano en
1840 pero, a diferencia de stos, slo conoci algunas formaciones geolgicas de
Norteamrica (Nueva Escocia), examin la pelvis de Natchez mostrando cierto
escepticismo y los huesos de Lago Monroe.
En 1865 Richard Owen, una de las grandes figuras de la paleoprimatologa,
desde 1830 hasta 1865 public mltiples estudios de osteologa comparada de primates. Estudi un fsil, procedente del Eoceno de Kent, Gran Bretaa, al que
llam Miolophus, y posteriormente Lemoine lo asign al genero Plesiadapis. En
ellos concluy que el chimpanc y el gorila tenan gran afinidad [Spencer, 1986].
Wilhem Vrohick y Jeoffries Giman sostenan que el crneo del gorila estaba
ms degradado que el de chimpanc. Esta diferencia de opiniones fue el punto
de partida de un clebre debate entre Owen y Huxley sobre el origen del antropoide de
la humanidad, que tambin apoyaba Edward Gray. Otro sabio de primera lnea,
William Henry Flower, realiza una serie de estudios neuroanatmicos entre diferentes especies de primates, con el fin de evaluar la teora de Owen. Estas investigaciones representan la sntesis de la perspectiva antropolgica del empleo de los
llamados rubicones cerebrales al finalizar el siglo xix.
Mientras tanto, el paleontlogo Edward Drinker Cope, en 1872 reconoca que algunos mamferos primitivos del terciario de Norteamrica podan ser
primates; describi y postul que el Anaptomorphus omunculus era filogentica-
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Hystory of Athropology, Londres.
59
Harvey, Roy
1989
60
Introduccin
El objetivo del texto es presentar una serie de reflexiones relacionadas con ese poco ms de un siglo de existencia de la antropologa
fsica mexicana, lo cual me lleva a hacer una pequea digresin
sobre el ttulo. Algo ms que cien aos de antropologa fsica en
Mxico hace referencia al libro que, junto con los doctores Mara
Villanueva y Carlos Serrano tuve la oportunidad de publicar hace
algunos aos [Villanueva et al., 1999]. En l, y de manera un tanto
arbitraria pero precisa, escogimos un trabajo del doctor Nicols
Len como el origen de la investigacin antropofsica nacional.
Me refiero a Anatoma y mutilaciones tnicas del sistema dentario
entre los tarascos precolombinos, publicado originalmente en 1890
en los Anales del Museo Michoacano y en la misma fecha en el
Octavo Congreso Internacional de Americanistas en Pars.
Califico de arbitrario el suceso, tanto por la fecha, como por
el personaje. Nicols Len haba publicado multitud de trabajos
previos y en el mismo periodo algunos otros investigadores podran haber reclamado tambin el ttulo de padres fundadores.
Se trata, como he dicho, de una eleccin tanto arbitraria como precisa, que posibilita y determina a la vez una manera de contar la historia de nuestra disciplina.
Empiezo aclarando el ttulo y la arbitrariedad de la eleccin para poner de
manifiesto uno de los cruces de caminos a los que se ha visto enfrentada la antropologa fsica mexicana durante su historia: su propia definicin y su insercin
en el marco ms amplio de la antropologa; la delimitacin de lo que podramos
llamar su matriz disciplinar es un tema que abordar ampliamente ms adelante
y que, por otro lado, muestra tambin la eleccin respecto a quien consideramos
nuestro padre fundador, por un lado, arbitraria, y por otro, precisa.
A diferencia de lo que ocurre en la vida cotidiana, nosotros s podemos elegir
a nuestro padre fundador de linaje. Antes de entrar de lleno en el tema, har unas
breves reflexiones.
Deca el gran E. Mayr que:
la historia de la ciencia es, entre otras cosas, una historia de los problemas de la ciencia
y sus soluciones e intentos de soluciones; pero es tambin una historia del desarrollo de
los principios que forman el marco conceptual de la ciencia. Debido a que las grandes
controversias del pasado frecuentemente llegan a la ciencia moderna, muchas discusiones actuales, no pueden ser estudiadas completamente a menos que uno entienda su
historia [Mayr, E. 1998:61].
As, la historia de la ciencia, como la ciencia misma, necesita ser revisada constantemente, por lo que en muchos casos la historia es subjetiva y efmera.
Por otro lado, tambin es importante saber quin escribe la historia y el propsito de la escritura. Existen, por ejemplo, lo que algunos autores llaman las historias
disciplinares, es decir, las escritas desde y para la disciplina que se pretende historiar. En algunos casos se trata de narraciones apologticas cuya funcin es justificar
el orden actual de las cosas al interior y exterior de la disciplina en cuestin.
Este tipo de historias cumplen tambin una funcin, una funcin ms propia
de los actos celebratorios como las conmemoraciones y los homenajes, y permiten una mayor integracin del gremio. Existen tambin las historias crticas de
las disciplinas, que en muchos casos son ignoradas por el gremio, condenando
a quien las escribe a una existencia marginal al interior de la vida acadmica. La
disidencia en las comunidades acadmicas recibe por castigo, las ms de las veces,
no la crtica, sino el olvido.
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Dice Mayr, en el trabajo antes citado, que podemos hacer historias lexicogrficas cuando describimos qu?, cundo?, dnde?, cules fueron las principales
actividades cientficas en un periodo dado del pasado?, cules fueron los principales centros de investigacin donde los cientficos ms sobresalientes trabajaron
y cmo cambiaron a travs del tiempo? Historias cronolgicas cuando el escenario
temporal es el marco que determina la narracin; historias biogrficas centradas en
los personajes; historias culturales y sociales, con nfasis en el hecho de que la ciencia se construye por sujetos sociales y que, por lo tanto, es inseparable del medio
intelectual e institucional, de un periodo dado como la condicin de posibilidad
del desarrollo de determinados campos de conocimiento o determinadas problemticas sobre otras; y por ltimo, la historia problemtica, que parte del postulado
de que la historia estudia problemas y no periodos. Existen controversias al interior de las diferentes disciplinas, cuyo cambio a lo largo del tiempo constituye el
objeto de este tipo de narraciones.
Resulta claro que, dependiendo del tipo de historia escrita y su carcter especfico, apologtico o crtico, se generan o pueden generar conflictos entre los
historiadores de la ciencia y los propios cientficos.
Primera parte
Transcribo a continuacin un breve texto donde se describe a la antropologa fsica
y se justifica su existencia como campo de conocimiento en el marco de la antropologa general y la pertinencia de la existencia de departamentos de investigacin
en el rea:
Departamento de Antropologa
1. La antropologa fsica, anatmica o somatolgica, es una de las ms importantes partes de la ciencia del reino humano. Mediante ella se estudian
las variaciones del cuerpo humano y de todas sus partes; las particulares
diferencias y variedades de ese mismo cuerpo humano, en cada regin de
la tierra, investigando sus causas y significacin; y con los resultados de esa
investigacin se puntualizan las razas, tribus, familias y grandes grupos de
la humanidad que existen y han existido desde la aparicin del hombre en
nuestro planeta.
2. El Departamento de Antropologa Fsica de este Museo se ha establecido para
ayudar a esta grandiosa labor, recogiendo, clasificando y estudiando en l, tan-
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doctor N. Len
Profesor de Antropologa y decano del Museo Nacional de Mxico
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La fase de desarrollo a la que hemos dado en llamar antropologa fsica clsica se origina en paralelo a la disciplina misma y es, en buena medida, heredera
de los fundamentos de la historia natural, en el sentido de ser fundamentalmente
descriptiva y clasificatoria. La enunciacin de Len respecto a que la antropologa
fsica se orienta principalmente a la descripcin de la variabilidad humana con el
objeto de conformar razas, tribus, familias y grandes grupos de la humanidad
inscribe su visin en el seno de la antropologa fsica clsica. Parecera que el nico
matiz posible es producto de que tal descripcin se realice en despojos esquelticos o en el hombre vivo.
Ante la imposibilidad de tratar a la antropologa fsica contempornea como
un todo homogneo, cualquier intento de generalizacin carecera de sentido, sin
embargo, es notable la presencia de ambos fundamentos (descripcin y clasificacin) como los objetivos principales de gran cantidad de investigaciones contemporneas de la antropologa fsica mexicana.
Existen, por ejemplo, frecuentes investigaciones cuyo objetivo es describir y
clasificar colecciones de crneos procedentes de hospitales psiquitricos e instituciones carcelarias, que toman a los crneos como individuos procedentes de
una poblacin biolgica, es decir, interfecunda. Dichos trabajos son claramente
herederos de las investigaciones tipolgicas de la frenologa, la fisiognmica y la
antropologa criminal del siglo xix y sus presupuestos y consecuencias siguen siendo peligrosos. Las preguntas de los autores de estos trabajos siguen enmarcndose
en el contexto de la descripcin y la clasificacin.
Resulta preocupante que despus de realizar numerosos anlisis de un famoso
crneo precermico el resultado sea, como me enter en una reciente publicacin
de distribucin masiva en nuestro pas, que tiene forma alargada y nada ms.
Hablamos por cierto de uno de los crneos ms antiguos encontrados en Mxico.
No afirmo que ese dato carezca de inters pero resulta preocupante, adems de que
sea la nica informacin obtenida, la radical falta de preguntas de investigacin.
No descarto la utilidad de la mtrica como tcnica que posibilita la obtencin de
determinada informacin, critico la utilizacin de ella como fundamento a priori
de la investigacin antropofsica.
La lectura de la siguiente cita permite percibir la postura de ciertos sectores de
historiadores de la ciencia sobre el papel de la antropometra utilizada como fin y
no como medio. Procede del famoso libro de S. J. Gould (fallecido recientemente), El pulgar del panda, publicado originalmente en 1980. Se trata de un ensayo
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puede condensarse con palabras vulgares, puesto que para abordarla con fruto es necesaria preparacin cientfica y entender el valor de su tecnicismo [...]
Aunque fue hasta 1962 cuando S. Garn public su famoso trabajo donde
anunciaba el surgimiento de una nueva etapa de la antropologa fsica a la que
denomin La Ms Nueva Antropologa Fsica, la preocupacin por la introduccin de tcnicas cada vez ms precisas, tiles para la obtencin de datos, parece
haber sido constante en la historia de la disciplina. En el caso del trabajo de Garn
se haca referencia al surgimiento de tcnicas surgidas en el campo de la gentica y
la bioqumica. Recientemente observamos la introduccin de las tcnicas surgidas
en la biologa molecular, a partir de las cuales hablamos de la existencia de una
antropologa molecular.
En este caso, la antropologa mexicana no se ha mantenido al margen. Desde
sus inicios como disciplina, ha sido constante la preocupacin por la obtencin
precisa de datos, desde la utilizacin de instrumentos para la medicin del cuerpo
y crneo, como la introduccin de escalas para caracterizar rasgos y la pigmentacin de diferentes estructuras, pasando por la utilizacin de tcnicas de valoracin
de caractersticas funcionales o incluso tests de inteligencia, hasta las tcnicas actuales de valoracin de secuencias de bases del dna o secuenciacin de aminocidos en las protenas.
Sin embargo, cabe la reflexin sobre si la sola inclusin de tcnicas sofisticadas puede ser responsable por s misma del surgimiento de nuevas etapas para
la disciplina. Se afirma que los ltimos 40 aos de la antropologa fsica mundial
no se han caracterizado por reformulaciones de su cuerpo terico, o de las preguntas formuladas por la disciplina respecto de la variabilidad fsica de las poblaciones
humanas, sino slo por la inclusin de las tcnicas mencionadas. En palabras de
Morin, la antropologa fsica ha sido vctima de lo que el autor llama una cuantofrenia antropolgica [Morin, 1984].
En todo caso, aunque tal vez sea prematuro evaluarlo ahora, el surgimiento
de la antropologa molecular s representa la aparicin de una nueva faceta de
la antropologa fsica mundial, no porque se planteen en todos los casos nuevas
preguntas (en muchos casos s se obtienen respuestas a las que no se poda acceder
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Segunda parte
El conjunto de reflexiones que plantear brevemente a continuacin se refieren
a algunos temas que considero han sido ejes o fundamentos tericos utilizados
por la disciplina a lo largo de su historia. Algunos de ellos tienen que ver con la
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enunciacin del objeto, otros con atributos de ste y algunos ms con problemas
metodolgicos derivados de la forma como hemos definido a nuestro objeto. Se
trata de categoras que vale la pena revisitar, incluso de forma breve, pues constituyen, por as decirlo, la estructura conceptual de nuestra disciplina.
El cuerpo
Se afirma que la existencia del hombre es corporal y, debido a ello, el cuerpo es
el eje de todo tipo de reflexiones que pretenden, en algunos casos, anclarlo a los
tradicionales esquemas dualistas, o integrarlo a una entidad indisoluble a la que
denominamos, no sin cierto escepticismo, individuo.
Con Vesalio y su De humani corporis fabrica (1543) se produjo una ruptura en
la episteme occidental que replante la relacin del hombre con su cuerpo e inaugur una tradicin an vigente, a la que Le Breton llama el hombre anatomizado
[Le Breton, 1995]. Se trata de penetrar en lo ms profundo del ser humano, fragmentarlo y reconocer en l un orden natural, ir ms all de la estructura visible,
abstraer al individuo, disgregarlo y finalmente reintegrarlo a partir de la suma de
sus fragmentos.
La mayora de las definiciones de antropologa fsica a lo largo de su historia
involucran, explcita o tcitamente, al cuerpo como eje rector de la labor antropofsica. Y es que el cuerpo en la antropologa fsica ha sido el elemento fundamental
en el reconocimiento de lo que nos hace humanos.
Paradjicamente, no encontramos en la Antropologa Fsica un discurso explcito sobre l. Para su evaluacin han jugado el papel de nociones paradigmticas,
un conjunto de teoras, mtodos y tcnicas, que en funcin del estado de desarrollo de la antropologa, han funcionado ya no slo como ejes analticos sino como
orientadores del quehacer de los antroplogos, en funcin de lo que se consideraba la labor fundamental de la ciencia en sus diferentes momentos histricos.
Si bien estas nociones paradigmticas pervivieron, su funcin se modific,
constituyndose en tcnicas al servicio de nuevas herramientas tericas, cuya funcin si bien involucraba a la descripcin y clasificacin, intentaba acceder al nivel
de las explicaciones, que no era ms que un intento de poner en manifiesto las
relaciones causales de los hechos de la naturaleza.
Identifico cuatro etapas paradigmticas en el estudio del cuerpo realizado por
la antropologa fsica a lo largo de su historia, se trata de etapas no excluyentes
unas de otras, con orgenes diversos [Vera, 2002]:
71
1. Paradigma anatomofuncional.
2. Paradigma dimensioproporcional.
3. Paradigma biomecnico.
4. Paradigma morfogentico.
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La variacin clinal, al menos en nuestra especie, no parece ser la forma ms comn de expresin de la variabilidad, sobre todo tomando en cuenta las caractersticas del flujo gnico, de los patrones de dispersin y de la dinmica reproductiva
de las poblaciones contemporneas.
Uno de los problemas tradicionales de las clasificaciones se refiere al reconocimiento de entidades a clasificar y su existencia en la realidad, ms all de ser, por
supuesto, categoras de clasificacin. La naturalidad de las clasificaciones ha sido
a lo largo del pensamiento taxonmico un problema fundamental, la idea de que
la categora clasificatoria tenga un referente material y no sea slo producto del
imaginario del clasificador, ha servido como motor del desarrollo de la taxonoma,
aun cuando fue hasta bien entrado el siglo xx que se establecieron claramente los
parmetros que deba tener la clasificacin para ser considerada natural: reproduccin y genealoga.
El hecho de que la mayor parte de las categoras de clasificacin utilizadas por
los antroplogos no cumplan con los criterios mencionados no las invalidan, aunque no podemos entonces considerarlas como clasificaciones naturales, se trata de
clasificaciones operativas que permiten, en el mejor de los casos, la comunicacin,
pero que en s mismas son intiles para establecer genealogas.
El concepto de especie biolgica es claramente la excepcin, aunque no su
vertiente tipolgica, que puede ser clasificada como artificial. En el mismo sentido, el concepto de raza, entendido tipolgicamente sera artificial, a menos que se
utilizara en su acepcin de subespecie, entendida como poblacin mendeliana.
El concepto de poblacin presenta su propia problemtica debido a que indistintamente ha sido utilizado como poblacin mendeliana, es decir, como un grupo de individuos relacionados por procesos de interfecundidad; como un conjunto
de individuos delimitado de otros por un descenso del flujo en la comunicacin o
incluso, como un mero agregado de individuos que excepcionalmente comparten
relaciones de sincrona y simpata.
Los conceptos de individuo tipo o poblacin tipo, tan caractersticos de las
escuelas biotipolgicas, hacen nfasis en las relaciones morfolgicas pero se trata
fundamentalmente de clasificaciones que, aunque pueden ser funcionales porque posibilitan la comunicacin y porque resaltan relaciones funcionales a partir
de relaciones morfolgicas, son artificiales en la medida que es el clasificador quien
impone los atributos que han de ser evaluados, sin permitir stos establecer relaciones de ancestra-descendencia.
73
El cambio
Empecemos por el concepto de cambio. Robert Nisbet lo define como una sucesin
de diferencias en el tiempo en una entidad persistente [Nisbet, 1979].
Utilizando tres elementos bsicos en la definicin (diferencia, tiempo y entidad
persistente) diferenciamos el cambio de lo que podra denominarse movimiento e
interaccin. Variedad, movimiento e interaccin son propiedades universales de la
vida, pero por s solas ni en conjunto presuponen necesariamente cambio.
La observacin, descripcin y cuantificacin de la diferencia o diferencias es
slo el principio de la toma de conciencia de cambio, no obstante, el mero agregado de diferencias no constituye un cambio, al menos en un horizonte sincrnico,
aunque puedan suponerlo potencialmente en trminos diacrnicos.
Para algunas corrientes de pensamiento parecera que es slo la magnitud de
cambio la que ocasiona los diferentes niveles de transformacin de las entidades,
por ejemplo, las manifestadas en nuestra especie. De esta forma, los procesos macroevolutivos no seran ms que el resultado de la acumulacin de variabilidad
intraespecfica. Esta es, claro, slo una posibilidad, la otra es aceptar que los diferentes niveles evolutivos son reales y no slo formales, y que puede existir entre
ellos algn tipo de desacoplamiento caracterizado por mecanismos y ritmos diferenciados. Esta segunda postura reconoce dos tipos de cambio:
1. El reajuste para mantener el equilibrio de un sistema.
2. El cambio de tipo como responsable de la transformacin de un sistema en otro.
En el moderno evolucionismo quedan claramente diferenciados ambos tipos
de cambio, aunque para algunos, en el fondo no sea ms que una distincin formal: el reajuste representado por el proceso de adaptacin y el segundo por la
especiacin.
En una visin como la anterior, lo que provoca el cambio de identidad no es
slo la magnitud del cambio va la acumulacin de pequeas variables, sino el tipo
de transformacin. Al considerar la existencia real de ambos tipos de cambio, los
mecanismos asociados son distintos, y son ellos los que confieren la diferencia a
tal esquema: el reajuste se asocia normalmente a procesos deterministas, lase seleccin natural, mientras que los asociados al cambio de tipo estn relacionados a
factores vinculados con el indeterminismo, en el caso del evolucionismo, asociado
a la deriva gnica.
74
75
Tercera parte
Quiero concluir este trabajo con un conjunto de reflexiones breves derivadas de
amenas charlas realizadas en el Seminario de Historia, Filosofa y Sociologa de la
Antropologa Mexicana, en particular de lo que Carlos Garca Mora llam en una
ocasin, las deudas de la antropologa fsica con la antropologa mexicana.
No estoy seguro si la palabra deuda es adecuada, podramos sustituirla por
la ms eufemstica frase de tareas pendientes de la antropologa fsica mexicana.
Podramos agrupar a stas en dos grandes bloques: tareas epistemolgicas y tareas
de compromiso social de la disciplina.
76
77
clase social que se da en nuestro pas no slo amerita sino reclama ser investigada
de un modo serio y responsable que seguramente dar a nuestra disciplina eso que
al parecer anhelaba el doctor Len: presencia en el cuadro de la cultura nacional.
Bibliografa
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78
79
Pilar Chiappa
Introduccin
Quines somos, de dnde venimos, a dnde vamos? Estas son
algunas de las preguntas que refieren a una concepcin de lo
humano, un asunto que ha perturbado a los pensadores desde
tiempos remotos. Todos aquellos que han intentado precisar los
lmites que nos distinguen del entorno han propuesto alguna
caracterstica que, en su juicio, nos hace nicos. Tan slo en la
tradicin occidental es posible hacer un recorrido para conocer las diversas propuestas que se han hecho para anclar nuestra identidad, por ejemplo, en relacin con las bestias. De este
modo aparecen la virtud, la razn, la tica, la poltica, la religin,
el mito, el smbolo, el lenguaje. O, tal vez, la compasin y los
celos; ms an, la amistad, el erotismo o la personalidad.
En paralelo a los cambios que ha sufrido la concepcin de
lo humano en el pensamiento occidental, se fueron sucediendo
ciertas transformaciones en las formas de abordar los problemas,
con lo cual se fue configurando el mundo que vivimos actualmente, donde las actividades estn altamente diversificadas. De
Pilar Chiappa
84
Al fin primates
El origen filogentico del orden Primates, en relacin con otros rdenes de mamferos, no est claro. Algunos investigadores consideran que los ancestros de los
primates son los plesiadapiformes, un grupo de fsiles de animales pequeos, con
85
Pilar Chiappa
incisivos largos, hocico prominente, cavidad nasal grande y rbitas oculares laterales, articulaciones del codo y la rodilla que indican gran movilidad y estructura
del odo interno parecida a la de los primates actuales, que vivieron hace unos 65
millones de aos.
En todo caso, los primates tienen muchas caractersticas que los diferencian
de otros grupos de mamferos, como antebrazo giratorio, dos pezones, una sola
cra por gestacin (salvo alguna excepcin), pene colgante en los machos (rasgo
que slo comparten con osos y murcilagos), uas planas (por lo menos una),
cojinetes sensitivos en el interior de los dedos, huellas dactilares, cinco dedos (o sus
reminiscencias), la mayora con el pulgar oponible tanto en las manos como en los
pies. Adems, los primates se pueden considerar animales tropicales, ya que la mayora vive en la franja subtropical alrededor del mundo. Para obtener ms detalles
de stas y otras caractersticas, se pueden consultar diversos libros especializados,
como algunos referidos en la bibliografa de este captulo: Fleagle [1999], Ember
et al. [2004].
Sin embargo, este texto resalta sobre todo las caractersticas del cerebro de los
primates, el cual se distingue de otros mamferos terrestres porque es ms grande
en relacin con el tamao del cuerpo. La eleccin de esta caracterstica est relacionada con la antropologa primatolgica, ya que en zoologa, el tamao del cerebro
generalmente se relaciona con la velocidad del desarrollo, la longevidad y con
diversas facetas del comportamiento; a mayor cerebro suele haber una maduracin
ms lenta, un periodo de juego y aprendizaje, una vida ms larga y, sobre todo,
mayor comportamiento social.
El cerebro de los primates no slo es ms grande en su conjunto sino que
adems ha sufrido una serie de diferenciaciones relativas a las formas ancestrales
o primitivas de los mamferos en ciertas estructuras. Por ejemplo, 1) el aumento del cerebelo, el cual est relacionado principalmente con la coordinacin
motora; 2) el aumento de los hemisferios cerebrales; los cuales estn involucrados en los movimientos voluntarios, el reconocimiento de las sensaciones,
la integracin de los sentidos y las funciones mentales, como la memoria, el
pensamiento y la interpretacin; 3) el aumento del rea cerebral dedicada a la
visin y su capacidad estereoscpica y, finalmente, 4) la disminucin del rea
dedicada al olfato.
Muchos animales nacen inmaduros en algunos de sus rasgos, lo cual imposibilita que realicen por s solos algunas funciones de interaccin con su am-
86
biente, como las aves que nacen sin poder volar. Esta condicin de altricialidad
implica una dependencia de otros individuos para el establecimiento de algunas
de las interacciones que satisfagan sus necesidades. Los mamferos en general
nacen con ms rasgos altriciales en comparacin con otras clases de animales,
como los reptiles. Si bien no se puede afirmar llanamente que los primates se
distinguen de otros mamferos por ser ms altriciales, se pueden destacar algunos aspectos de la altricialidad primate, como su larga duracin en proporcin
a la duracin de su vida, una gran cantidad de rasgos altriciales y el desfase
ontogentico los periodos de altricialidad de stos. Especficamente, entre los
primates no humanos hay algunos que tienen una esperanza de vida de ms de
40 aos, de los cuales dependen de su madre hasta los ocho aos, aunque slo
lacten durante uno.
Siendo primates
La evolucin de los primates ha ocurrido casi en su totalidad durante la era Cenozoica (la era de los mamferos) en los ltimos 65 millones de aos. En una escala
de tiempo evolutivo los primates son un fenmeno reciente en comparacin con
otras formas de vida, ya que hay animales que han existido sobre la tierra por ms
de 600 millones de aos o en los mamferos que tienen por lo menos 200 millones.
Por ejemplo, el equidna, que se origin en el Trisico hace unos 225 millones de
aos, o como los tiburones cuyos orgenes se remontan hace unos 350 millones,
durante el Devnico.
A pesar de todas las caractersticas que tienen en comn, los primates vivos
muestran adaptaciones muy diversas. Por ejemplo, la estructura de las manos y de
los pies de los primates vara en las diferentes especies: la mano del mono araa,
que es braquiador, no tiene un pulgar aparente; igualmente los gibones, que son
arbreos, tienen un pulgar oponible corto; los tamarinos, que rascan los rboles
para alimentarse, tienen algunos dgitos con garras.
Naturalmente, es necesario clasificar tanta diversidad, aunque ello implique
asumir ciertas constricciones (Cuadro 1).
En este texto se utiliza un lenguaje que tal vez no sea familiar para el lector,
por ello, se presenta un cuadro de la jerga primatolgica (Cuadro 3) que tiene
como punto de referencia la nomenclatura taxonmica (Cuadro 2). Est claro
que si el lector est ms acostumbrado a estos trminos podra obviar ambos
cuadros.
87
Pilar Chiappa
Cuadro 1
Existen diversas formas de clasificacin. Ninguna es mejor o peor que otra, simplemente, cada cual satisface ciertas necesidades. Por ejemplo, existen clasificaciones
parafilticas y monofilticas. Una clasificacin parafiltica del orden Primates podra
establecer una primera divisin en dos subrdenes, Prosimii y Anthropoidea, incluyendo a los tarseros en el suborden de los prosimios. Otra clasificacin parafiltica
en el orden primates agrupara a los orangutanes, gorilas y chimpancs en la familia
Pongidae e incluira a los humanos en la familia Hominidae. En comparacin, una
clasificacin monofiltica del mismo orden sera aquella que estableciera una primera
divisin entre los Strepsirrhini y los Haplorrhini, incluyendo a los tarseros, junto
con los antropoideos, entre estos ltimos. Asimismo, otra agrupacin monofiltica
reconocera mayor parentesco entre gorilas, chimpancs y humanos que entre orangutanes, gorilas y chimpancs. La primera forma de clasificar, si bien tiene un carcter
cualitativo, permite establecer ciertas diferencias adaptativas entre los grupos, como la
radiacin geogrfica de los antropoideos fuera de Madagascar o las notables diferencias entre los humanos y otros simios. En cambio, la forma monofiltica destaca las
relaciones filogenticas entre los grupos, lo cual permite dirigir de forma ms precisa
las investigaciones acerca de la evolucin de los grupos involucrados.
Durante mucho tiempo ha habido controversia alrededor del uso de las diversas formas de clasificacin. Actualmente se prefieren las formas monofilticas,
como el caso del reciente Node Pointing System, que es una forma para codificar los
cambios filogenticos o nodos en la nomenclatura. En sta, por ejemplo, Macaca
fuscata podra ser fuscata-Macaca-Papionini-Cercopithecinae-Cercopithecidae-Cercopithecoidea-Catarrhini-Simiformes-Haplorrhini-Primates [Queiroz y Gautier, 1992;
v. Groves, 2004].
Introduccin a las formas de clasificacin.
Cuadro 2
88
Cuadro 2 (continuacin)
Los taxa principales son Reino, Phylum, Clase, Orden, Familia, Gnero y Especie; aunque tambin existen subcategoras, como subclase, infraclase, superorden,
suborden, cohorte o tribu. De este modo, por ejemplo, se podra clasificar a un ser
humano de la siguiente manera:
Reino
Animalia
Phylum
Chordata
Suphylum
Vertebrata
Clase
Mammalia
Subclase
Eutheria
Orden
Primates
Suborden
Anthropoidea
Familia
Hominidae
Subfamilia
Hominae
Gnero
Homo
Especie
Homo sapiens
Subespecie
Homo sapiens sapiens
La nomenclatura taxonmica, o forma de nombrar en taxonoma, tiene terminaciones estandarizadas en los rangos familiares. Por ejemplo,
Superfamilia:
Familia:
Subfamilia:
Tribu:
Subtribu:
-oidea
-idae
-inae
-ini
-ina
De este modo, los nombres de los rangos familiares se forman a partir del principio de coordinacin, el cual consiste en considerar, a menudo arbitrariamente,
como tpico a uno de los taxa que lo componen y agregar la terminacin correspondiente. Por ejemplo, Hominidae, Cercopithecidae, Cebidae, Lemuridae. Los
nombres de un gnero suelen ser sustantivos latinizados en singular y se escriben en
itlicas o subrayadas, por ejemplo, Homo, Cercopithecus, Cebus o Lemur.
El nombre de una especie consiste en el nombre genrico y otra palabra, el
nombre especfico, el cual suele ser un adjetivo y tambin se escribe en itlicas o
89
Pilar Chiappa
Cuadro 2 (continuacin)
Cuadro 3
Los primatlogos se sienten incmodos usando la nomenclatura cientfica para comunicarse coloquialmente, pero a la vez sienten la necesidad de usar un lenguaje que
les permita cierto grado de distincin entre los grupos de primates. Por ello, usan una
jerga propia. En esta jerga primatolgica se usan algunas palabras que provienen del
lenguaje comn, como mico, mono, macaco, simio e, incluso, chango, pero stas
no tienen la sinonimia habitual ya que hacen referencia a un nivel jerrquico de la
taxonoma. Adems, en la jerga primatolgica tambin se usan palabras que provienen de los vocablos cientficos, pero stas toman diversas formas segn la lengua del
primatlogo. Por ejemplo los primatlogos hispanoparlantes usan las palabras espaolizadas cercopitcido y cercopitecino para referir a los primates de la familia Cercopithecidae y de la subfamilia cercopithecinae respectivamente. A continuacin se esboza
un glosario que puede servir para entender la forma en que se estructura esta jerga:
Prosimio: primate del infraorden Lemuriformes; son prosimios los ndridos, los
lmures, los glagos, los lorises, etctera.
Tarsero: primate del infraorden Tarsiiformes.
Mono: primate de las superfamilias Ceboidea y Cercopiithecoidea o primate antropoideo con cola.
Mono americano o mono del nuevo mundo: primate de la superfamilia Ceboidea o
del infraorden Platyrrhini; son monos americanos los primates de la familia Cebidae
y Atelidae, como el mono araa, el mono ardilla, los tites, los monos aulladores o
saraguatos, etctera.
Mono del viejo mundo: primate de la superfamilia Cercopithecoidea o de la familia
Cercophithicidae; son monos del viejo mundo los papiones, los mandriles, los colobos, los macacos, etctera.
Mono asitico: primate antropoideo cercopitecoideo o cercopitecido (mono del viejo mundo) originario de una regin asitica, como los macacos cola de mun.
90
Cuadro 3 (continuacin)
Mono africano: primate antropoideo cercopitecoideo (mono del viejo mundo) originario del continente africano, como el colobo rojo.
Simio: primate de las familias Hylobatidae y Pongidae o primate antropoideo sin
cola; son simios los gibones, los orangutanes, los gorilas y los chimpancs.
Gran simio: primate de la familia Pongidae, un simio que no es gibn; son grandes simios los orangutanes, gorilas y chimpancs.
Introduccin a la nomenclatura coloquial (a partir de Paleofreak [2004]).
Asimismo, con fines puramente referenciales, en este texto se utiliza una clasificacin taxonmica relativamente reciente (vase la seccin izquierda de la Figura
1); sin embargo, dado que esta clasificacin no expresa fielmente los resultados
de los anlisis moleculares en cuanto a las relaciones ancestrales entre los grupos de
primates, se ha esbozado un diagrama para una escala temporal de las mismas
(vase la seccin derecha de la Figura 1).
Aparte de las especies extintas que se conocen, los primates suelen ser agrupados en 237 especies; las cuales, a su vez, pertenecen a los 67 gneros, 14 familias,
seis superfamilias y dos subrdenes que aparecen en la Figura 1.
1. Por ejemplo, American Journal of Primatology, Folia Primatologica, International Journal of Primatology, Journal of Medical Primatology, Neotropical Primates, Primate Conservation, Primates, Primates
Report o Primatologie.
91
Figura 1
La complejidad de la antropologa fsica I-IMPRENTA.indb 92
Pilar Chiappa
Cuadro 4
Al igual que sucede con el resto de las personas, los primatlogos imprimen una visin
propia en su quehacer. Muchos autores han destacado los sesgos de esta disciplina
debidos al sexo y a la nacionalidad de la persona que los lleva a cabo (vase, por
ejemplo, de Waal [2003] y Fedigan [1992]). En los estudios primatolgicos se pueden
distinguir estos sesgos. Por ejemplo, en la primatologa de los aos 50 y principios de
los 60 del siglo xx, el principal objeto de estudio fueron las relaciones de dominancia
entre los machos y es difcil encontrar alguna referencia al desempeo social de las
hembras ms all de la crianza; sin embargo, en las ltimas dos dcadas de ese mismo
siglo, las feministas empezaron a publicar sus estudios y mostraron otra visin acerca
del desempeo de las hembras en los grupos de primates.
La primatologa y los primatlogos.
94
obtiene a partir del estudio de los diferentes grupos. Naturalmente, una inferencia
adquiere mayor certeza si diferentes tipos de evidencia convergen hacia el mismo
punto de origen. Por ejemplo, si el aprendizaje por imitacin est presente en humanos y en simios, es posible inferir que los homnidos tenan esta facultad.
En un segundo nivel de causalidad ltima se busca identificar una relacin
entre los cambios del entorno y de los organismos. Generalmente, esta relacin
se concibe como el resultado de un proceso de seleccin duradero, en trminos
de la interaccin del sistema orgnico y el entorno. En otras palabras, este nivel de
anlisis intenta dilucidar en qu dimensin ambiental un sistema conductual
confiri ventajas selectivas a los organismos durante generaciones. Es importante
notar que los grupos de organismos filogenticamente distantes pueden entablar
relaciones con la misma dimensin ambiental y enfrentarlas de manera similar;
de este modo, la inferencia adaptativa se obtiene de la comparacin de la conducta
entre diferentes grupos de organismos que interactan con entornos similares, as
como entre grupos de organismos filogenticamente cercanos que interactan con
entornos diferentes.
El primer paso para el anlisis adaptativo est dado por los resultados del anlisis filogentico y refiere a las tendencias esperadas en relacin con las formas
ancestrales. Por ejemplo, entre los primates el tamao del cerebro en funcin del
tamao del cuerpo rebasa la tendencia de esta proporcin que se observa entre
los mamferos, con lo que se infiere que entre los primates ha habido una presin
de seleccin sobre el tamao del cerebro. Luego se busca un grupo de organismos filogenticamente distante en el que haya una alteracin similar. Siguiendo el
ejemplo del tamao del cerebro, este grupo podra ser el de los delfines. Luego se
busca una dimensin de interaccin similar entre ambos grupos.
La inferencia sobre la funcin del tamao del cerebro es un punto que ocupa a muchos investigadores de diferentes campos del conocimiento. Hasta ahora han propuesto dos hiptesis. Una, conocida como la inteligencia de forrajeo,
que establece una relacin entre los cambios estacionales en la disponibilidad
de alimento y las capacidades cognoscitivas involucradas con la planeacin de
rutas de forrajeo eficiente. La otra hiptesis, conocida como de la inteligencia
social, relaciona la competencia y la cooperacin que enfrentan los organismos
que viven en grupo con la capacidad cognoscitiva involucrada en su balance.
Ambas hiptesis desembocan en predicciones precisas acerca del comportamiento y, aunque ambas tienen evidencia a favor, la hiptesis de la inteligencia
95
Pilar Chiappa
Sobre la taxonoma
La situacin taxonmica de los chimpancs en el nivel de familia est en discusin
hasta hoy da, ya que se sigue debatiendo su pertenencia al grupo de los pngidos
96
o al grupo de los homnidos. En el centro de esta discusin, por una parte, estn
las interpretaciones de los anlisis moleculares, los cuales pueden contabilizar desde 95% hasta 99.4% de parecido gentico, dependiendo de sus particularidades
tcnicas (vase, por ejemplo, Wildman et al. [2003]), o que pueden encontrar un
gene especfico de humanos en la microglia [Hayakawa et al., 2005]. Sin embargo,
por otra parte y ms relevante an es que dichos porcentajes todava no explican
cmo lo gentico pueda estar involucrado en ciertas facetas del ser vivo que afectan el comportamiento aprendido socialmente y las pocas propuestas que se han
hecho al respecto dejan mucho que desear, sobre todo desde los enfoques de las
ciencias sociales.
97
Pilar Chiappa
o personas que conocieron aos atrs [v. por ejemplo, Fouts, 1997 o Povinelli et
al., 1993]; 4) autoconciencia, la capacidad de hacer de sus propios estados mentales el objeto de su atencin [v. una revisin en Parker et al., 1994]; 5) la capacidad
para inferir los estados mentales (emociones y creencias) en otros, conocida como
teora de la mente o, en ingls, Theory of Mind (ToM) [v. por ejemplo, Povinelli et
al., 1992; o la revisin de Russon et al., 1999].
Hoy en da est bastante difundida la creencia de que estas dos ltimas capacidades, conocidas genricamente como precursoras de la mente, les permite,
entre otras cosas, engaar [v. por ejemplo, Premack y Woodroff 1978; Premack y
Woodroff 1979] imitar [v. Horner y Whiten, 2005; Tennie et al., 2006] o incluso
de ensear [v. Boesch 1991]. Sin embargo, tambin hay investigadores que critican
esta visin [v, por ejemplo, Heyes, 1994 y 1998] o incluso algunos que, como se
suele referir, cambiaron de bando [v. por ejemplo, Povinelli, 1998].
98
El cuarto caso es Sarah, criada por el matrimonio Premack para que aprendiera
un lenguaje con una estructura lgica no semntica, en la que por ejemplo, los
verbos se distinguan de los sustantivos por la forma. Sarah adquiri un vocabulario de 130 trminos, que usaba correctamente entre 75 y 80% de las veces una
capacidad lingstica comparable a la de un nio de dos aos y medio [Premack
y Premack, 1983].
Es interesante notar los cambios en las formas para abordar este problema. En
un principio los investigadores apuntaban la mira sobre el aprendizaje del habla,
sin embargo, algunos trabajos posteriores de morfologa comparada mostraron
que los chimpancs tienen un tracto vocal supralarngeo corto en comparacin con
los humanos adultos, por lo cual es prcticamente imposible la modulacin necesaria para el habla [Lieberman, 1972]. Esto dio lugar a los intentos por ensear
un lenguaje de signos. Sin embargo, pronto, la escuela chomskiana destac que la
estructura semntica de estos lenguajes era especficamente humana, por lo cual
la incorporacin del lenguaje no poda efectuarse igual que en humanos. As, empezaron los estudios con otra estructura. Este campo de investigacin sigue abierto
en muchos sentidos. Gua, Vicky, Washoe, Sarah, no son los nicos ejemplos;
faltara otro, como Kanzi, y el bonobo estudiado por Sue Savage-Rumbaugh,
quien por cierto, aprendi el lenguaje desde el regazo de su madre adoptiva durante las sesiones en las que se intentaba ensearle a sta y es capaz de captar el
orden de las palabras y comprender que las palabras pueden ser clasificadas en
categoras, como acciones y objetos [Savage-Rumbaugh y Lewin, 1996] (ver un
video de Kanzi en accin en Great Ape Trust of Iowa, 2006), pero creo que los
anteriores bastan para entender por qu los investigadores de esta rea piensan
que las capacidades lingsticas humanas se ubican en un continuo filogentico
(para mayor informacin consultar, por ejemplo, Hauser [2000], as como muchas otras publicaciones que relatan experiencias similares con otras especies de
primates).
Sobre la poltica
Frans de Waal estudi durante varios aos a un grupo de chimpancs comunes
cautivo en un zoolgico en Holanda. En La poltica de los chimpancs [De Waal,
1986], analiza el comportamiento de los individuos del grupo en el tiempo e infiere que los chimpancs usan tcticas para obtener y conservar el poder, haciendo
alianzas con otros individuos o traicionando a sus aliados.
99
Pilar Chiappa
100
Con esto, los chimpanzologos se dieron cuenta de que no todas las conductas
estaban presentes en todas las poblaciones y de que los infantes deben aprender
algunas de stas. Entonces, a partir de la definicin del comportamiento cultural
como aquel que se adquiere social y no genticamente, que es compartido por muchos miembros de un grupo, que persiste en generaciones sucesivas y que no resulta
de la adaptacin a diferentes condiciones locales, se sistematiz el anlisis del uso de
herramientas. Lo asombroso es que los comportamientos culturales que se han descrito en los diversos grupos de chimpancs que han sido estudiados continuamente
por un mnimo de 10 aos sobrepasan el centenar [v. Whiten et al., 2001].
Los casos ms estudiados son el cascado de las nueces y la pesca de termitas;
por ello, los referir brevemente. En la zona occidental de frica los chimpancs
cascan nueces: en Senegal, usan como martillo piedras pequeas; mientras que en
Guinea, Sierra Leona, Liberia y Costa de Marfil usan como martillo piedras ms
grandes. En otras zonas de frica habitadas por chimpancs hay nueces e incluso
algunas poblaciones las consumen pero no las cascan con la tcnica del yunque y
101
Pilar Chiappa
102
desempeo diferenciado, es decir, por qu slo algunos miembros de la comunidad cazan, y por otro, las diferentes formas de reparticin de la carne en los
diversos grupos de chimpancs [Stanford, 2006].
Sobre la compasin
Good natured [de Waal, 1996] es un libro que compendia y analiza una gran cantidad de ancdotas y de estudios controlados acerca de las conductas cooperativas
de los animales que refieren a sentimientos humanos de segundo orden, como la
compasin, la simpata o la amistad. ste inicia con la descripcin anecdtica de la
pertenencia al grupo de una macaca que naci sin movilidad en las extremida-
103
Pilar Chiappa
des posteriores por efecto de los pesticidas usados para los cultivos cercanos al
territorio de su grupo. Esta obra se podra describir como una incitacin a los
estudiosos del comportamiento animal para abordar los fenmenos conductuales
que asociamos con la bondad y la moralidad humana desde la ciencia o, tal vez,
como una provocacin al dogmatismo respecto a los modelos evolutivos del comportamiento animal.
Sobre el erotismo
Desde que a principios del siglo xx se describiera como una especie al chimpanc
enano o bonobo, su comportamiento sociosexual ha llamado la atencin tanto
de los cientficos como del pblico en general, ya que tienen encuentros sexuales
sin distincin de sexo y edad, copulan ventro-ventralmente (de frente), venden
sexo por alimento, etc. Frans de Waal encabez un artculo sobre la resolucin de
conflictos en las sociedades de los chimpancs enanos con la frase haciendo el
amor, no la guerra.
Sobre la personalidad
Cualquiera que haya trabajado con primates incluso los neurocientficos que
estudian el interior de sus cerebros est convencido de que los primates tienen
modalidades conductuales propias, es decir, que tienen algo similar a la personalidad humana, ya que despliegan, por ejemplo, su dominancia o su maternidad en
modalidades conductuales diferentes. Esta percepcin ha dado lugar a una serie de
estudios, hasta el momento muy pocos, sobre la simialidad entre los chimpancs. El
fundamento, tanto terico como tcnico, de estos estudios proviene de una rama
de la psicologa humana que considera a la personalidad como un fenotipo conformado a partir de la interaccin de componentes genticos y ambientales y que, por
tanto, puede ser estudiado a partir de la evaluacin de ciertos factores que se piensan
estables durante la vida de un individuo. Si bien hay diferentes mtodos para evaluar
la personalidad humana, uno de los ms usados es el de los cinco factores, el cual
considera que la variacin en la personalidad humana se puede describir en cinco
dimensiones calificativas independientes. Las tcnicas que se derivan de esta idea,
grosso modo consisten en cuantificar, segn la percepcin propia, la intensidad con
la cual cada adjetivo de una lista describe una persona (que bien puede ser uno
mismo) y ubicar a la persona en un punto de dicho espacio pentadimensionado.
La aplicacin de estos mtodos en chimpancs muestran que la personalidad de
104
los chimpancs est compuesta por seis factores (los cinco humanos: surgency, dependability, emotional stability, agreeableness and openness, ms uno de dominancia)
[King et al., 1997]. Adems, al igual que en humanos, se piensa que estos factores
de la personalidad puedan tener un componente heredado [Weiss et al., 2000] y
estar relacionados con el sexo [Buirski et al., 1978].
Una reflexin
La observacin de los bocetos para el autorretrato humano indica el inicio de
una composicin antropfuga pero la revisin meticulosa de los trazos indica que
persiste la pregunta: qu significa tanto parecido, dnde est la diferencia,
qu nos hace humanos?
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2. Elementos y consideraciones
sobre evolucin humana
Introduccin
Todos los seres vivos estamos relacionados por un conjunto
de interacciones que acotan y construyen el entorno en el cual
nos desarrollamos, vivimos y morimos. Nuestros esfuerzos por
permanecer vivos y reproducirnos, nuestra apropiacin de los
elementos exteriores imprescindibles para lograr dicha permanencia y nuestras conductas cotidianas, transforman y recrean
constantemente el escenario del que somos parte activa y que
conforma el ecosistema.
Pero los seres vivos tenemos otro nexo comn que es tpico de este captulo: estamos relacionados genealgicamente. Es
decir, todo organismo que ha pisado la tierra ha sido o ser antepasado y posible sucesor de otro, sin noticia de alguno cuya
existencia pueda considerarse independiente de esta gran familia
que llamamos biosfera.
Esta certidumbre se incorpor al pensamiento humano en
poca relativamente reciente, cuando Charles Darwin public
en 1859 su monumental obra El origen de las especies, a la que
sigui una avalancha de reflexiones y datos que han terminado por demostrar este
hecho ms all de toda duda razonable.
Pero si en la actualidad el estudioso de la naturaleza encuentra imposible trabajar sin esta concepcin, lo cierto es que los investigadores que precedieron al pensamiento evolutivo no tenan gran dificultad en representarse un mundo creado y
constante, en el cual las especies se pensaban como entidades discretas sin mayor
vnculo que el de la coexistencia cotidiana. As, desde Aristteles hasta Linneo, los
diferentes sistemas para clasificar a las especies se engloban en una postura fijista
que jams considera relaciones de ancestra comn entre los diferentes tipos de
seres vivientes. Sin embargo, a partir del siglo xix, con la llegada del pensamiento
evolutivo, surge de manera formal la incgnita sobre nuestro origen filogentico.
Por otro lado y desde la antigedad, el ser humano ha mostrado inquietud
por explicar la naturaleza de lo que ha dado en llamar el espritu. La filosofa, la
historia, la ciencia y el arte son manifestaciones del conocimiento humano, cuyo
sentido ltimo es el de expresarse al respecto de nuestra esencialidad.
Antropologa y evolucin
En la actualidad, la antropologa recoge estas dos inquietudes (el nacimiento de
la cultura y el origen biolgico de nuestra especie) con el anhelo de concretar una
representacin completa sobre lo que supone ser humano.
Las diferencias morfolgicas entre las especies de nuestro gnero y el evidente
hecho de que el conocimiento es acumulativo nos lleva a pensar en ambos fenmenos como procesos relacionados. No slo esto: la diferencia ms marcada
entre la evolucin humana con respecto al resto de los organismos se basa en
el reconocimiento de los productos de nuestra cultura como agentes de presin
selectiva que transforman nuestro entorno y son, por lo tanto, parte del medio
que condiciona nuestra evolucin. Por esto, cuando pensamos en los reajustes
biolgicos que han generado las estructuras que marcan nuestra singularidad comportamental, hay que concebir la complejidad social como un elemento para la
retroalimentacin positiva.
As las cosas, tal vez la pregunta medular para la antropologa siga siendo aquella planteada por Peter Wilson en su ensayo El hombre como promesa, que dice:
Qu condiciones hicieron posible que un gnero de primates desarrollara una
cultura en cierto momento, a saber, durante la era Plio-pleistocena en lo que hoy
es frica? [Wilson, 1984:14].
112
Contestar al respecto, con el rigor que exige una obra cientfica de categora,
nos lleva al anlisis de mltiples factores que van desde la fisiologa celular hasta la
historia mundial contempornea.
En el marco de la antropologa fsica, la estrategia central para responder a
semejante pregunta sin extraviarnos en la ambigedad consiste en situar
nuestra atencin en el punto que abarca desde el momento en que divergieron, a
partir de un antepasado comn, la lnea evolutiva a la que se deben los pngidos
contemporneos y la que result en la familia Hominidae (a la que pertenecemos),
hasta la aparicin de una especie con lenguaje de doble articulacin, capaz de elaborar objetos de utilidad meramente simblica.
En este momento nuestro inters se centra ms en establecer cules son las
caractersticas biolgicas no humanas, que en un contexto particular promovieron
e incrementaron un comportamiento diferente a cualquier otro existente hasta ese
momento, se trata de saber si acierta Edgar Morin cuando asevera que: El hombre no se volvi cazador, el cazador se convirti en hombre [Morin, 1972:71].
Ahora bien, para situarnos en la frontera de la cultura, tenemos que saber
medianamente a qu nos referimos cuando evocamos a sta, lo cual, por cierto, es muy
difcil. El concepto de cultura es tan variado como las mentes que lo piensan, sobre todo cuando se trata de establecer analogas comparativas entre el ser humano
y el resto de los animales. Entre las reflexiones sobre el problema para su definicin
quiz mi preferida es la expresada por el gran primatlogo Franz De Waal:
La pregunta de si los animales tienen cultura me recuerda un poco a esa otra de si las
gallinas pueden volar. En realidad, al comparar las gallinas con los albatros o con los
halcones, la respuesta sera que no, pero s tienen alas que agitan y les ayudan a encaramarse a lo alto de los rboles. Imaginen un mundo en el que no hubiera ninguna
criatura que volase excepto la gallina: estaramos muy impresionados por su vuelo y
escribiramos poemas y canciones sobre nuestro deseo de ser como ellas [De Waal,
2001:185].
113
va esencia. Por otro lado, cuando observamos la divisin del trabajo en cierto tipo
de artrpodos, el enfrentamiento grupal a la adversidad o los rituales de cortejo,
apenas se puede creer que las hormigas no realicen asambleas.
Puede ser que la capacidad de aprender comportamientos complejos sea el
punto ms adecuado para establecer un consenso interdisciplinar para la acepcin
de lo que es cultura. As, por aprendizaje entiendo la transmisin de informacin
que no est genticamente determinada y slo es adquirida, por lo tanto, mediante
la enseanza propia de actividades ldicas o de recompensa. El problema inmediato surge al ponderar cundo esta actividad deviene en el incremento y progreso
generacional del conocimiento, es decir, existe una distincin importante entre
las especies que presentan comportamientos aprendidos no decodificados genticamente, basada en la capacidad de incorporar progresivamente reajustes que
transforman y complejizan dichas expresiones. Inmediatamente salta a la vista
que la discusin sobre el problema de definir la cultura puede extraviarnos en
debates exhaustivos que no suelen llevarnos a lugar frtil alguno.
Al final, es probable que cada disciplina interesada en el comportamiento humano tenga que fijar criterios de demarcacin arbitrarios si pretende capitalizar
algo en su investigacin.
La evolucin humana
En el estudio de la evolucin humana a partir de la paleontologa es conveniente
centrar el origen de la cultura a partir de la aparicin de objetos materiales manufacturados por los miembros de alguna especie. La justificacin para utilizar este
criterio se basa en la suposicin de que para realizar dicha empresa es necesario
evocar y sostener en la mente un objeto del futuro, y esto implica un espacio de
trabajo neuronal vinculado con la abstraccin y la representacin compleja de lo
imaginado, es decir, un estado mental que permita pensar en lo que no existe y
convertirlo en realidad.
La evidencia arqueolgica ms antigua de herramienta construida deliberadamente est datada en 2.5 millones de aos de antigedad, y su maquilador es
un primate de la familia Hominidae bautizado en honor a esta capacidad como
Homo habilis. Este hallazgo centra nuestra atencin en el linaje evolutivo al que
pertenece, para estudiar en retrospectiva el contexto anterior a la aparicin del fenmeno. El xito radicar en deducir qu cambios anatmicos, transformaciones
ecolgicas, cohesiones intergrupales, hbitos alimenticios y dems acontecimien-
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Otros rasgos derivados importantes tendrn que ser aquellos que se relacionen
con un cambio de dieta ligado a un ecosistema transformado: dado que la evolucin gradual de los homnidos debe entenderse como consecuencia de los cambios
del medio, puesto que los reajustes morfolgicos son consecuentes con ste, es natural concluir que la obtencin y aprovechamiento del alimento en un ecosistema
cambiante compromete cambios morfolgicos a nivel de todo el organismo.
Aqu distinguiremos como homnidos a los miembros de una familia filogentica, que presentan rasgos derivados compartidos ausentes en los simios superiores
actuales y en sus antecesores directos. Entre estos rasgos destacan los caracteres involucrados en la bipedestacin y los cambios de dieta que se relacionan con la flora
y fauna de la sabana plio-pleistocena.
Entonces, buscamos el origen de la humanidad en los precursores de la cultura; estos fueron primates africanos de la familia de los homnidos que aparecieron
hace alrededor de 7 millones de aos. Nos interesa saber qu elementos y condiciones detonaron el posterior advenimiento de especies capaces de incorporar al
mundo objetos y conductas creadas deliberadamente para apropiarse y modificar
su entorno, inaugurando el fenmeno indito que supone la condicin humana.
Estamos listos ahora para reflexionar sobre el modo en que ocurre la evolucin humana, pero antes de proponer una solucin de compromiso hay que echar
mano de una herramienta ms: la historia de la paleoantropologa.
Cualquier evaluacin sobre el presente estado de un problema cientfico tiene
una relacin estrecha con su historia, por lo tanto, antes de discutir los problemas
propios de la teora, es conveniente revisar un poco a la primera.
116
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Tal vez la nica diferencia importante al margen de sus rencillas personales fuese la negativa por parte de Owen a considerar una continuidad evolutiva
con los gorilas, la cual, como es obvio, establece una indiscutible relacin filogentica con el resto de los primates.
El debate sostenido por estos grandes naturalistas marca la pauta en un sentido
histrico de lo que habra de convertirse en una disciplina cientfica: la paleoantropologa.
Aunque este debate inaugura la bsqueda de la continuidad evolutiva entre el
hombre moderno y sus ancestros mediante el anlisis comparativo de anatoma
y comportamiento, la verdad es que los organismos a contrastar mantienen una
distancia que presentaba el asunto ms como una mera especulacin que como un
hecho concluyente, puesto que no exista en ese momento evidencia emprica para
sustentar las conclusiones del crculo darwinista, por lo tanto, ante la carencia de
evidencia fsil el problema cay en un relativo abandono.
118
podra ser la morada del orangutn, por esto se embarc hacia Sumatra, llegando
a Java tras dos aos de desencanto; en 1891, se vio recompensado con la recuperacin de un diente, un fmur y un casquete craneano con una capacidad de 900
cc. En honor a una nomenclatura inspirada de Haeckel, bautiz su hallazgo con el
nombre de Pithecantropus erectus.
Cuando en 1895 Dubois present sus conclusiones, pocos investigadores
decidieron apoyarlo. El consenso general Haeckel incluido expres sus dudas
acerca de que los restos fsiles pertenecieran al mismo individuo. Dubois mantuvo su postura acerca de que sus especmenes representaban un estado intermedio
entre antropoide y hombre hasta 1923, cuando mediante un desencanto gradual
concluy que haban pertenecido a un gibn gigante, cuando paradjicamente
empezaba a recibir apoyo de varios grupos de estudiosos.
El comienzo del siglo xx se vio favorecido por nuevos e importantes hallazgos,
pero con caractersticas polmicas. En 1908, Otto Schoetensack anunci el descubrimiento del Hombre de Heidelberg, al que haba desenterrado en una mina en
Mauer, Alemania, al cual situ en poca anterior que los hallazgos de Neander; el
problema radicaba en la parquedad de la evidencia. Slo una mandbula ha sido
recuperada en esa localidad hasta la fecha.
En este punto de la historia de la paleontologa humana se present un hallazgo que causara, durante un tiempo sobrado, grandes problemas para la clasificacin correcta de los caminos evolutivos de todos los homnidos. En 1915, Charles
Dawson report el hallazgo de un crneo aparentemente moderno asociado a una
mandbula con caractersticas de simio, pero con un tipo de desgaste humano en
los molares, que dijo haber hallado en la localidad de Piltdown, Inglaterra, y que
fue estudiado y reconstruido por el ilustre anatomista Arthur Keith. Otro gran
paleontlogo britnico, Arthur Woodward haba recibido los primeros fragmentos del espcimen de manos de Dawson en 1912, un ao despus se recuper
la bveda craneana y un colmillo y, despus de una investigacin, finalmente se
publicaron los pormenores del descubrimiento.
Cuatro dcadas despus, el hombre de Piltdown fue expuesto como un fraude:
aunque el crneo perteneca a un hombre moderno, la mandbula result ser de
un gorila pero los cndilos y la rama mandibular haban sido retirados con el objeto de impedir revelar su imposible articulacin, adems, los dientes haban sido
limados aparentando un desgaste humano. Adems, todo el material seo haba
sido teido simulando la misma antigedad.
119
120
Con todo, hacia finales de la primera mitad del siglo xx se dispona de una
serie de ejemplares fsiles para expresar, con cierto rigor, las siguientes afirmaciones: que el continente europeo haba sido habitado por seres muy parecidos
a los humanos que no podan considerarse miembros de nuestra especie; que en
el continente africano haban existido seres que podan pensarse como estadios
intermedios entre los grandes antropoides y el hombre moderno y que los haba
por lo menos de dos tipos: unos ms grciles que otros; y finalmente, que de las
diferencias importantes entre estas especies y los grandes simios africanos se contaba con la evidencia suficiente para sospechar una postura bpeda al caminar.
Al final, y por una serie de eventos y descubrimientos imposibles de mencionar debido a la dimensin de este trabajo, el acuerdo general redujo los hallazgos
de Sudfrica a un gnero y dos especies: Australopithecus africanus para la especie
grcil de Taung, Sterkfontein y de otro yacimiento llamado Makapansgat y A.
robustus a la especie robusta encontrada en Kromdraai.2
121
contr un crneo parecido a los ejemplares robustos que Broom haba rescatado
en la localidad de Kromdraii, al sur de frica, pero de inserciones ms masivas
que incluan una cresta sagital sea y piezas dentarias ms expansivas. Las diferencias de tamao y la robustez sin igual del aparato masticatorio le bastaron a
los Leaky para colocarlo en un nuevo gnero, bautizando a su ejemplar con el
nombre de Zinjanthropus boisei.3 Como marca la tradicin, la mayora no comparta sus conclusiones.
El desacuerdo no era solamente que la masividad del crneo fuese insuficiente
para nombrar otro gnero: Leaky haba encontrado en el mismo lecho, herramientas que, supona, fueron fabricada por su nuevo ejemplar. Ahora bien, l pensaba en
los australopitcidos como una rama lateral de los homnidos que no llevaba hacia
el ser humano, por lo tanto, supona que su hallazgo representaba la lnea real de
conexin directa que une al hombre con los primates del Plioceno, y la prueba era
un ser con aspecto primitivo que tena ya la capacidad de elaborar herramientas.
Con todo, su punto de vista cambi cuando l mismo encontr al verdadero
responsable de la creacin de dicha herramienta. En la temporada de 1960, fueron
encontrados fragmentos de una bveda craneal y poco despus, dos tibias de un
homnido grcil, definitivamente bpedo y con un volumen cerebral de entre 680
y 700 cc. A stos se agregaron fragmentos de mano, crneo y mandbula que su
hijo, Jonathan Leaky, encontr a slo unos metros en el campamento vecino. Este
nuevo hallazgo pareca relacionarse, en cuanto a su esqueleto poscraneal, ms con
los australopitcidos grciles del sur que con su ejemplar robusto, pero la morfologa de su crneo lo vinculaba mucho ms a las claras con los restos de Homo erectus
encontrados por Dubois. La solucin de Leaky consisti en aceptar el grado de
australopitcido que la mayora de sus colegas le daban a su ejemplar robusto y, en
cambio, considerar al nuevo hallazgo en la clasificacin de Homo, otorgndole a
este ltimo el derecho de manufactura de la herramienta de Olduvai.
Leaky todava tuvo que pelear por esta clasificacin, que al consenso general
se le antojaba dudosa debido a la escasa cantidad de fragmentos del crneo. Pero
en 1972, su hijo, Richard Leaky, report junto con su colaborador Bernard Ngeneo el descubrimiento de un crneo completo hallado en Koobi Fora, al margen
del lago Turkana, que presentaba un volumen endocraneal de 775 cc, clasificado
3. El nombre Zidjanthropus evoca a la zona del este de frica, y Boisei era el nombre del benefactor
econmico de Louis Leaky.
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4. Las siglas que identifican a ste y muchos ejemplares son las iniciales del Museo Nacional de Kenia,
significa este de Rodolfo; Rodolfo era el nombre del lago antes de llamarse Turkana, posteriormente
viene el nmero de serie.
er
123
Durante las dcadas de 1980 y 1990 siguieron apareciendo importantes hallazgos fsiles (como A. anamensis, una especie que posiblemente sea anterior a
Lucy o el recientemente descubierto Homo floresiensis), que son imposibles de
recoger en un captulo que pretende dar un vistazo general al estudio de la evolucin humana.
El propsito de este apretado apartado histrico es el de dejar entrever el puente de evidencia emprica que se despleg desde que los seres humanos comenzamos
a cuestionar la unidad evolutiva de nuestra especie con el resto de los primates,
hasta el presente. El objetivo central, no lo olvidemos, es el de reflexionar cmo y
por qu estudiamos la evolucin humana, por lo tanto, hagamos, ahora s, algunas
reflexiones.
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coleccin de artculos previamente publicados en los que hace nfasis en la importancia fundamental que tiene el conocimiento de la anatoma comparada, tanto para
la antropologa como para la biologa general.
Pero a finales del siglo xix se manifiesta una oposicin a la determinacin
morfolgica de la evolucin orgnica por parte de un grupo de jvenes naturalistas
que buscan las pruebas del proceso evolutivo en los datos experimentales y no nicamente en los datos de la anatoma comparada; esta reaccin se caracteriz por
un profundo escepticismo hacia los resultados de la interpretacin morfolgica.
As, surge un nuevo sistema de creencias cientficas fundamentadas en pruebas
experimentales.
Pero el camino fue largo y tortuoso para el triunfo del darwinismo debido a la
reaccin de las generaciones postdarwinianas contra Huxley, Haeckel y Weissman
fundamentalmente; considero que, desde este enfoque, en la biologa del siglo xix
el control del conocimiento de la vida se ejerca a partir de las ciencias morfolgicas, anatoma, embriologa y paleontologa, representadas por Huxley, Haeckel,
Weissman, Gegenbaur, Flower, entre otros.
De tal forma que en la poca posdarwinista, el pensamiento evolutivo desarrolla
dos lneas de investigacin, por un lado, una propiamente evolutiva que se centra en
la explicacin de la filogenia de las especies, y otra lnea metodolgica que emplea
el concepto de seleccin natural como una generalizacin inductiva para explicar el
origen de stas, a causa de la fuerte influencia del pensamiento de John Hershell,
John Stuart Mill y William Whewell en la Inglaterra de la poca victoriana.
Como ya sabemos, Darwin tarda veinte aos en establecer cadenas de transformacin, es decir, en establecer desplazamientos, modificaciones y traslados de las
redes de sus intrincados intereses, que se manifiestan en su obra magna: Origin of
Species by Means of Natural Selection.
En este contexto, el caso ms notable de enrolamiento en la construccin de
cadenas de transformacin, a finales del siglo xix, ocurre en Alemania con el grupo berlins que se divida en dos vertientes: por un lado, los materialistas mdicos encabezados por Hermann von Helmholtz y Ernst Brcke, y los naturalistas,
principalmente fisilogos botnicos como Julius Sacks, maestro de Jacques Loeb
y de Hugo de Vries.
El grupo de Berln florece hacia 1880 cuando Wilhem Roux (1850-1924)
aplica los procedimientos experimentales desarrollados por la fsica, la qumica
y la fisiologa, a problemas embriolgicos y constituye un verdadero programa
132
133
La tradicin biomtrica
Como sabemos, los mecanismos de la herencia y la variacin fueron propuestos en
1865 por Gregor Mendel, a partir de dos principios, que en el siglo xx fueron postulados como leyes: la recombinacin y la segregacin independiente de caracteres.
Tambin sabemos que en 1859, sin tener conocimiento de la existencia de
Mendel, Darwin elabor una explicacin de la transmisin hereditaria que denomin teora de la pangnesis de la herencia mezclada, formulada en su trabajo
sobre la variacin de las plantas cultivadas. Esta doctrina afirma que los descendientes son el producto de la mezcla de las caractersticas de ambos padres, as la
explicaba Darwin en Nature:
Supongo que las unidades arrojan grnulos diminutos que se dispersan a travs de todo
el sistema; que estos, cuando se les proporcionan los nutrientes adecuados, se multiplican por autodivisin, y se desarrollan finalmente en unidades similares a aquellas de
las que se derivaron originalmente. Estos grnulos pueden ser llamados gmulas [...]
constituyen el sistema sexual y su desarrollo en la siguiente generacin forman un nuevo ser [...] estos supuestos constituyen una hiptesis provisional, que llamo pangnesis
[Portugal y Cohen, 1977:92].
Aunque esta teora era inconsistente puesto que si la descendencia era el producto de este fenmeno, entonces no poda haber variabilidad en la naturaleza.
Darwin no pudo resolver el problema.
Paradjicamente, su primo, Francis Galton, haba realizado experimentos de
transfusin sangunea en conejos para refutar experimentalmente la teora de la
pangnesis; pretenda alterar las caractersticas hereditarias de los animales que
reciban la sangre, pues crea que las gmulas circulaban por el flujo sanguneo.
Como esto nunca ocurri, Galton concluy que la teora de la pangnesis era
134
incorrecta y postul que la herencia entre padres e hijos sera mejor explicada
suponiendo una relacin de continuidad slo entre los factores responsables de
la produccin de las clulas germinales, ms que a partir de la continuidad de la
totalidad de un organismo a otro [Portugal y Cohen, 1977].
Sin embargo, los estudios de los biometristas fueron de fundamental inters
para la antropologa fsica, pues ellos investigaron estadsticamente el problema antes de 1900, cuando Francis Galton postul la ley de la regresin filial, segn la cual
los descendientes de cada generacin se parecen ms al promedio de la poblacin
que a la media de sus padres.
Aunque en los primeros aos del siglo xx la escuela biomtrica no segua los
preceptos darwinistas pues rechazaban la teora de la pangnesis, mucho menos
seguan a los mendelistas, digamos que los biomtricos estaban anclados en la
disciplina de la biologa humana, basndose en las mediciones antropomtricas
realizadas por el pionero Francis Galton en el laboratorio que haba creado en el
University College London [Allen, 1983; Olby, 1991].
Francis Galton (1822-1911) en Inglaterra fue el primero en aplicar mtodos
matemticos y antropomtricos a sus ideas acerca de la herencia. A partir de investigaciones realizadas en gemelos idnticos demostr la permanencia hereditaria de
las huellas dactilares y cre un sistema para su clasificacin que an se emplea en
antropologa fsica; hacia 1869 intent mostrar, con mtodos cuantitativos, que
las capacidades mentales eran hereditarias y no debidas al efecto del ambiente, y
adems crea que las capacidades deseables en el ser humano podan aumentarse
por medio de programas educativos. En 1883 acu el trmino eugenesia para
referirse a los mtodos que podan lograr tal perfeccin. A pesar del rigor cientfico
que subyace en la obra de Galton, esta disciplina se transform, en el mejor de los
casos, en una ideologa cientfica hacia finales del siglo xix.
En los primeros aos del siglo xx, Karl Pearson (1857-1936), el discpulo ms
importante de Galton, contina el programa de investigacin galtoniano para establecer lneas precisas de investigacin somatolgica, con objetivos eugensicos,
conocido como biometra.
Aunque antes de 1858 Darwin haba postulado la teora de la herencia mezclada o pangnesis, que fue rechazada, entre otros, por Francis Galton, fue necesario
que las leyes de Mendel fueran redescubiertas en 1900 para que empezara un
proceso de verificacin cuantitativa de estos principios a partir del anlisis de la
totalidad de la poblacin. En este contexto, el reconocimiento de los mecanismos
135
La sntesis evolutiva
Los aspectos sealados tanto para la teora de Darwin como para la de Mendel constituyen los rasgos fundamentales en el estudio cientfico de la evolucin biolgica,
aunque el establecimiento de la ciencia normal evolutiva, en trminos de Kuhn, se
realiza hasta principios de 1930, cuando se empieza a demostrar fehacientemente
que el darwinismo era plenamente compatible con los nuevos resultados que arrojaban las investigaciones genticas. Fue precisamente en esta poca cuando fueron
establecidas las condiciones cientficas, sociales y tcnicas para la elaboracin de
una sntesis de prcticamente todos los conocimientos biolgicos generados hasta
ese tiempo. As, la paleontologa, la ecologa, la gentica, la anatoma, la bioqumica y las matemticas se integran, bajo la vigilancia epistemolgica de la tradicin
darwinista, para producir la slida Teora sinttica de la evolucin.
La integracin de mendelismo, darwinismo y matemticas se inicia hacia
1920, cuando tambin se realiza la primera sntesis entre embriologa y gentica.
Sin embargo, es hasta 1930 cuando se dieron las condiciones cientficas necesarias para la sntesis evolutiva; inici la integracin terica del mendelismo, la
historia natural y el neodarwinismo, a partir de los avances en citologa con los de
la embriologa y la bioqumica por un lado, y los de la gentica con la ecologa,
de lo cual se construy un enfoque poblacional gracias a que se superan los obstculos epistemolgicos, generados por el antagonismo decimonnico entre naturalistas y experimentalistas. Los debates entre biometristas y mendelianos acerca de
la continuidad o discontinuidad de las variaciones como materia prima de la evolucin, y la concepcin general de que la evolucin es un cambio en los individuos
ms que en las poblaciones, eran obstculos que determinaban una concepcin de
las especies como tipos individuales.
Entre 1920 y 1930, los darwinistas an no saban cmo demostrar la necesidad de los estudios evolutivos, mientras que los biomtricos aportaron un estilo
estadstico de pensar los problemas de la herencia en grandes poblaciones, es decir,
un enfoque poblacional de la herencia; en este enfoque se manifiesta la influencia
de John Burton Sanders Haldane y de Ronald A. Fisher. Antes de 1940, exista la
creencia de que la evolucin por seleccin era un proceso demasiado lento como
136
para que lo pudiera observar un ser humano en el curso de su vida, y cuyos efectos
slo podan apreciarse en grandes tramos del tiempo geolgico [Allen, 1983].
Hacia 1937, se demuestra que esta creencia que funcionaba como una teora
poderosa y como una forma convergente de pensamiento es falsa, cuando Dobzhansky y un equipo de colaboradores se dedican a recolectar moscas de la especie
D. pseudobscura, en intervalos geogrficos regulares desde California hasta Texas y
las colocan en una urna de malla fina con ambientes que reproducen los climas naturales en las que fueron recolectadas. Gracias a esto se convierten en los elementos
traductores por excelencia, lo que vino fue el proceso de construccin de inscripciones en el laboratorio3 [Latour y Woolgar, 1986], estas inscripciones son generadas
por dispositivos o actores no humanos llamados inscriptores; es decir, la tecnologa
de una disciplina y de un laboratorio [Latour, 2001].
En 1930, Erwin Fisher construy, en su libro Genetic Theory of Natural Selection, una teora abstracta, muy axiomatizada, con un aparato matemtico ininteligible para los naturalistas, pues se haba formado en la tradicin biomtrica. En
esta obra, que el mismo Dobzhansky se declar incapaz de comprender plenamente, Fisher pone en relacin la gentica con la seleccin natural, pero no con otros
factores que intervienen en el proceso evolutivo, como migracin, aislamiento y
recombinacin de genes, en consecuencia no establece los fundamentos para relacionar a la gentica de poblaciones con la teora de la evolucin. En este contexto,
Fisher no pretenda que los modelos matemticos trataran todos los factores del
proceso evolutivo, su enfoque no era sinttico sino que le dio un tratamiento matemtico riguroso a los factores primordiales, demarc la variacin gentica y los
errores de muestreo, de las influencias ambientales. Fueron otros investigadores
los encargados de aplicar estos modelos a la gentica de las poblaciones naturales.
Por otra parte, Haldane combin los conocimientos matemticos con problemas
genticos de las poblaciones, su inters fundamental era indagar la naturaleza y origen
de la dominancia y qu factores influan en la aptitud gentica de los organismos.
Finalmente, Wright investiga la determinacin cuantitativa de los factores que
alteraban el equilibrio gentico como migracin, seleccin y emigracin, a partir
del tamao y distribucin geogrfica de las poblaciones, lo que se conoce como el
efecto Sewall Wright.
3. Latour y Woolgar, apoyados en el filsofo francs Jacques Derrida, nos dicen que una inscripcin
es el conjunto de manchas, rayas, esquemas, y en general todos los registros que emplean los cientficos,
principalmente en los laboratorios, y que no se publican tal cual.
137
138
lucin al proceso formador de especies y subespecies. Ambos procesos estn en funcin tanto del tiempo o ritmo como del modo de la evolucin [Simpson, 1944].
En la dcada de los aos cuarenta, Julian Huxley postulaba que la evolucin se
poda abordar cientficamente gracias a dos conceptos integradores de la biologa
evolutiva: organizacin y continuidad, ambos como elementos sistematizadores
de la investigacin evolutiva [Huxley, 1960]. Estos conceptos explican lo que
Simpson llam el modo de la evolucin, la direccin del cambio evolutivo mediante la seleccin natural y el aislamiento geogrfico y reproductivo que corresponda a la organizacin, mientras que la mutacin y la recombinacin gnica son
los responsables de la continuidad en la filogenia de las especies, aunque esto no
implicaba la transformacin de una planta en un animal. Para esa poca, el ritmo y
el modo de la evolucin ya formaban parte constitutiva de la Teora sinttica.4
As, la moderna biologa evolutiva se apoy ampliamente en la gentica y la
biologa molecular, pero no se confundi con estas disciplinas, slo se emplearon
como elementos ordenadores [Stebbins, 1979].
139
En esa poca, la dcada de los aos cincuenta, Washburn sostuvo que hasta
ese momento no haba gran desarrollo de la antropologa fsica debido a la persistencia de la tradicin tcnica heredada de la biometra de finales del siglo xix. Tal
estrategia basada en el cmputo de ndices y estadsticas proyectaba mtodos generalizados de observacin, comparacin y medicin; este investigador demostr
que para el estudio de cualquier tema, evolucin, crecimiento, raciologa, tipologa o morfologa, los mtodos empleados eran los mismos, es decir, predominaba
el pensamiento tipolgico de la centuria decimonnica.
Por estas razones, desde la Nueva Antropologa Fsica, el rea de inters fundamental deba ser algo ms que adoptar y adaptar la terminologa de la gentica
a la comprensin de los procesos filogenticos en los primates y las causas de
la variacin humana. Deba hacer estudios que fueran acordes con las implicaciones de la moderna teora de la evolucin, a la luz de los conocimientos que se
tenan hasta entonces:
El proceso de evolucin como es entendido por el genetista, es el mismo para todos
los mamferos. La composicin gentica de una poblacin puede ser descrita en trminos de frecuencias de genes. La modificacin de esas frecuencias resulta en evolucin que es causada por seleccin, mutacin, deriva y migraciones. Las mutaciones y
migraciones introducen nuevos elementos genticos en la poblacin. Pero la seleccin
sobre el fenotipo, adaptando a los animales a su ambiente, es la causa primaria de la
alteracin en las frecuencias de genes [] esto es posible en gran parte gracias a que
los mecanismos del cambio evolutivo son ahora entendidos, claramente formulados
y experimentalmente verificados [] por ejemplo, las razas deben estar basadas en el
estudio de las poblaciones. No hay manera de justificar la divisin de una poblacin mezclada en tipos raciales. Esto no es suficiente para establecer que las razas se deberan
basar en rasgos genticos; las razas que no puedan ser reconciliadas con la gentica no
deberan ser consideradas. Si estamos interesados con el proceso de evolucin, la tarea
del antroplogo es clara. No tiene nada que ofrecer sobre mutacin, pero puede hacer
contribuciones respecto a la migracin, deriva y seleccin [Washburn, 1972:3-4].
Para Washburn, antes de investigar la accin de la seleccin natural, es necesario saber algo de la historia de la poblacin, desde hace cunto tiempo un
pueblo ha estado en una rea determinada, y la interpretacin de la situacin
gentica demanda un entendimiento de historia cultural. Asimismo, se requiere
140
tener en cuenta que si la gente se adapta al fro por seleccin o por cambio en su
modo de vida altera completamente la interpretacin de la distribucin de sus
rasgos fsicos.
Respecto a la deriva gentica, explica que es de fundamental importancia tomar en cuenta el tamao de la poblacin y cmo est determinado por el modo de
vida; la solucin a esta dificultad requiere la colaboracin activa de arquelogos,
etnlogos, lingistas e incluso morflogos.
Cuando aborda el tema de la seleccin afirma que la adaptacin no es suficiente
para explicar que una forma es producto de la seleccin sino que el problema real
consiste en determinar la naturaleza precisa de una adaptacin particular. En esa
poca, el inters de Washburn es la morfologa funcional: la relacin forma-funcin. Postula que en la morfologa de los primates, y en particular en los humanos,
existen complejos adaptativos que pueden variar independientemente. El tema
central sobre el que se desarrollara su trabajo fue la hiptesis de que el principio
motor de la evolucin de los primates hacia la forma homnida fue la seleccin
de tres complejos funcionales. El primero, que determin la transformacin de
braquiador a no braquiador, consiste en la anatoma funcional trax-brazos; el
segundo, responsable de la adquisicin de la postura erecta en la evolucin de los
homnidos, compuesto por la modificacin morfolgica de los miembros inferiores; y el tercero, que consiste en la transformacin de la cabeza, como resultado de
la evolucin del cerebro [Washburn y Moore, 1986].
Por lo tanto, el anlisis funcional de la mandbula en la metodologa de Washburn result fundamental para demarcar sistemas independientes y mostrar cmo
estas diferencias tienen sentido en trminos de adaptaciones diferenciales. En su
intento por sacudirse el pesado lastre de la tradicin morfomtrica, hace cincuenta
aos, se tena la esperanza de que eventualmente se pudieran llegar a comprender
qu mecanismos genticos estn involucrados en la determinacin de tales complejos: Las mediciones promedian la anatoma de tal forma que es til buscar el
modo de herencia de la longitud de la mandbula como buscar los genes del ndice
ceflico [Washburn, 1972:7].
Dichos complejos, que se observan en organismos vivos, se hacen coextensivos
en el material osteolgico para determinar si en el pasado dichos complejos funcionales fueron adaptativos o no, y lo ms importante, para la antropologa fsica,
es cmo se reconocieron e interpretaron por los antroplogos de las dcadas pasadas. Dichas interpretaciones se configuran en sistemas de creencias denominadas
141
teoras paleoantropolgicas, en los ltimos aos del siglo xix, pero sobre todo en
la primera mitad del xx. Tales sistemas de creencias estuvieron rodeados de conocimientos pblicos, que no necesariamente eran creencias populares, configurados
principalmente a partir de valores no cientficos, producto de estilos culturales de
pensamiento y por sistemas de valores cientficos, provenientes de las comunidades cientficas, en un intento por explicar el problema de la evolucin humana,
mediante una estructura simtrica de conocimientos.
Desde este enfoque, un tema pertinente a la historia de la antropologa fsica
es explicar si la teora sinttica de la evolucin tradujo algo en antropologa fsica,
hacia 1950, como lo postul Sherwood Washburn, o se trat solamente de un
programa regresivo de investigacin, en el sentido que Imre Lakatos le dio a este
concepto.5 En general, se trata de saber si ocurri un proceso de traduccin de la
teora sinttica en la antropologa fsica o slo se trat de un fenmeno de difusin
en el que se agregaron algunos elementos novedosos a los hechos ya conocidos e
investigados por la antropologa fsica tradicional.6
En este contexto, como punto de partida, tenemos el caso del Simposium Burg
Wartenstein, celebrado en Austria, cuando Morris Goodman [1963] presenta los
resultados de sus investigaciones que tendan a demostrar que los pngidos africanos chimpanc y gorila estaban ms emparentados con el hombre que con el
orangutn.7 En consecuencia, Goodman propone el reacomodo taxonmico de
estas especies en la familia Hominidae y agrupa al gorila y al gibn en la familia
Pongidae [Goodman, 1963].
A partir de 1966, el antroplogo Vincent Sarich y el bioqumico Allan Wilson, con base en la constancia de las tasas de cambio en las protenas y asumiendo
la existencia de mutaciones selectivamente neutras supuesto postulado independientemente y antes de los trabajos de Motoo Kimura, construyeron un
reloj molecular de la albmina mediante la aplicacin del mtodo de fijacin de
5. Para Lakatos [1998] un programa de investigacin es regresivo si solamente reacomoda los hechos
ya conocidos en un campo de investigacin, y es progresivo si es capaz de descubrir nuevos fenmenos
y predecir hechos nuevos.
6. Por tradicional me refiero a que la antropologa fsica est inserta en una tradicin de investigacin
y, en consecuencia, cumple sus requisitos.
7. Los experimentos de Goodman con inmunoglobulinas mostraban claramente que sta y otras protenas sricas de chimpanc, gorila y hombre tienen secuencias de aminocidos muy semejantes, mientras
que las del orangutn poseen cadenas distintas, lo que sugiere un origen monofiltico entre los pngidos
africanos y el hombre.
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143
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145
III. Gentica
1. Antropologa molecular
150
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152
cin de las poblaciones humanas, es decir, la historia demogrfica humana; tambin procesos microevolutivos como migraciones, adaptabilidad y valor selectivo;
mestizaje; identificacin de subpoblaciones y/o grupos tnicos. Otras incursiones
importantes de la antropologa fsica es la identificacin de individuos para la resolucin de casos forenses, parentesco, la comprensin del significado y alcance de
la variacin fenotpica en nuestra especie, anlisis paleopatolgicos, determinacin
del sexo en restos de individuos muy jvenes, deteccin temprana de cncer, y as
podramos alargar una lista interminable, sin embargo, aqu slo se mencionan
los principales campos que se vinculan con la biologa molecular.
La antropologa molecular ha cobrado importancia a lo largo de los ltimos
50 aos, en virtud del esclarecimiento paulatino de los retos que la osteologa y
la paleoantropologa no han podido resolver, un ejemplo es la controversia que
plantea el origen de la especie humana en cuanto a tiempo y espacio. Tal controversia contempla tres hiptesis: la del Arca de No, la Multirregional o del
Candelabro y la de la Evolucin Reticulada [Watson, 1997], para estas tres
hiptesis existen crticas consistentes en relacin con la metodologa empleada,
con referencia especfica a los mtodos de datacin y estratigrafa, al anlisis de
la industria ltica y a la interpretacin de los aspectos culturales y de las prcticas
funerarias [Vandermeersch, 1996].
La antropologa molecular basada en la gentica ha contribuido al estudio de las
poblaciones humanas desde principios del siglo xx, cuando se utilizaron marcadores genticos para identificar razas humanas. A partir de entonces, los restos fsiles
dejaron de ser los nicos indicios que permiten reconstruir la filogenia humana.
El estudio de los marcadores genticos ha permitido establecer las frecuencias
gnicas y su distribucin geogrfica, la construccin de rboles filogenticos y con
ellos el establecimiento de distancias gnicas entre poblaciones, aunque cabe aclarar que las conclusiones al respecto no slo dependen de los datos, sino tambin
de los mtodos de anlisis y hasta ahora todos los estudios filogenticos han mostrado simplemente mayor variacin gentica para las poblaciones africanas, pero
no se ha podido establecer con certeza el origen del Homo sapiens sapiens [Elson,
2004], por lo que habr que mejorar los mtodos de anlisis y sus interpretaciones
conforme se vayan acumulando nuevos datos; tambin ha sido posible estudiar
los polimorfismos del dna mediante el uso de las enzimas de restriccin, se ha
realizado la secuenciacin completa del genoma humano, lo que ha permitido
hacer comparaciones y establecer la presencia de mutaciones, adems se ha logra-
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154
DNA
A-Adenina
G-Guanina
C- Citosina
T- Timina
2-desoxirribosa
A-Adenina
G-Guanina
C-Citosina
U-Uracilo
Ribosa
RNA
Azcar
(pentosa)
cido
fosfrico
H3PO4
H3PO4
155
diente de la frecuencia u orden de las cuatro bases nitrogenadas. La forma predominante de las molculas de dna es una estructura de doble hlice (o dplex)
formada por dos cadenas polinucletidas que se enrollan de manera helicoidal,
sobre un eje imaginario central (Figura 2). Las dos cadenas se disponen de forma
antiparalela (en direcciones opuestas) (Figura 1), quedando en el exterior de la
estructura los grupos que constituyen el esqueleto de la cadena (cargas negativas),
mientras que las bases nitrogenadas se encuentran apiladas en el interior y dispuestas casi perpendicularmente al eje de la doble hlice. Todas las bases de cada una
de las cadenas se encuentran interactuando con las de la cadena opuesta por medio
de puentes de hidrgeno. Las dos cadenas tienen secuencias complementarias, ya
que slo estn permitidos los apareamientos especficos entre bases, adenina con
timina (con dos puentes de hidrgeno) y guanina con citosina (con tres puentes
de hidrgeno). Los pares de bases as formados contienen una purina y una pirimidina, lo que contribuye a que el tamao de stos sea semejante.
156
Debido a que las uniones entre las dos cadenas del dna son dbiles (puentes de
hidrgeno) es posible separar (por desnaturalizacin) parcial o totalmente ambas
cadenas con un aporte bajo de energa. La separacin parcial de las cadenas se
da de manera natural durante el proceso de sntesis de cidos nucleicos, mientras
que la separacin total del dna bicatenario en disolucin se puede lograr con un
elevado pH o con la aplicacin de un calentamiento. La temperatura est directamente relacionada con el contenido de g+c, ya que a mayor proporcin de este par
de bases, mayor nmero de puentes de hidrgeno. El proceso es reversible, al restablecerse las condiciones normales las cadenas complementarias vuelven a emparejarse para formar la estructura bicatenaria, mediante el proceso de renaturalizacin.
Los cidos nucleicos estn sujetos a sntesis y degradacin; la replicacin es un
proceso previo a la divisin celular, por el cual las molculas de dna de una clula
se duplican para formar nuevas molculas, iguales a las preexistentes, las cuales se
157
van a repartir de manera equitativa entre cada una de las dos clulas hijas formadas
en el proceso de divisin celular. En este proceso se copian de manera ntegra y de
una sola vez las dos cadenas de la molcula. La replicacin tiene la tarea de transmitir la informacin gentica de clula a clula, de generacin en generacin.
La reparacin del dna consiste en la sustitucin de zonas daadas en una cadena dplex, obtenindose la informacin para regenerar la secuencia daada de la
hebra complementaria, mientras que la recombinacin consiste en el intercambio
de secuencias o fragmentos de dna entre dos molculas de dna.
En la replicacin, la reaccin bsica es la formacin de enlaces fosfodister
entre el grupo fosfato unido al carbono 5 de un nucletido y el hidroxilo de la
posicin 3 de la pentosa del otro nucletido. Existen dos posibilidades de crecimiento de la cadena polinucletidica.
La primera es un crecimiento en el sentido 5 --> 3, mientras que la segunda lo
es en el sentido 3 --> 5. Las enzimas que llevan a cabo la sntesis de cidos nucleicos (dna polimerasas y rna polimerasas) slo son capaces de hacerlo en direccin
5 --> 3. Adems, estas enzimas requieren siempre la presencia de una hebra de dna
que va a actuar como molde para la seleccin del orden en que los nucletidos se
incorporarn para sintetizar la cadena. Cada una de las dos nuevas molculas de
dna contiene una cadena vieja y una nueva, por lo que el proceso se considera
semiconservador. Las hebras de dna que se utilizan como molde deben estar desapareadas, en formas parcialmente monocatenarias, para que sus bases puedan
aparearse de manera especfica con las bases de nucletidos que van a ser polimerizados.
Debido a que el apareamiento entre cadenas slo puede ser antiparalelo, la
cadena molde es leda o recorrida por las enzimas en el sentido 3 --> 5. Las
polimerasas de cidos nucleicos son enzimas procesivas, ya que suelen catalizar
muchos ciclos de elongacin de la cadena sin separarse del molde. Las nucleasas
hidrolizan enlaces fosfodister, y de acuerdo con la posicin de estos enlaces en la
cadena polinucletidica se denominan endonucleasas (rompen enlaces internos) o
exonucleasas (rompen enlaces terminales, liberando mononucletidos). Una endonucleasa provoca un corte o incisin, pero esta reaccin puede ser revertida por
una dna ligasa que restablece el enlace entre el grupo fosfato y el hidroxilo, que
ocupan posiciones vecinas. Las topoisomerasas de dna son enzimas que poseen simultneamente actividades de endonucleasa y ligasa, que usadas alternativamente
afectan al grado de superenrollamiento del dna [Smith y Wood, 1998].
158
Satlite . Son secuencias cortas de 170 pb repetidas miles de veces a manera de tndem, se localizan en centrmeros y telmeros de los cromosomas,
llegan a representar 5% del dna total. En los telmeros existen secuencias
cortas repetidas, que son tambin caractersticas de cada especie.
Minisatlites (vntr). Son secuencias de entre 3 y 20 pb repetidas en tndem, constituyen una regin hipervariable de las que puede existir un
gran nmero de alelos diferentes en la poblacin, por lo que al digerir el
dna con enzimas de restriccin se puede obtener una coleccin de fragmentos de diferente tamao a partir de individuos diferentes, constituyendo as la huella digital de dna.
159
Microsatlites (str). Cuando la secuencia que se repite es extremadamente corta, 2 a 3 pb, por ejemplo ca que puede variar entre 4 y 40 repeticiones en unas 100 mil ubicaciones diferentes.
Secuencias intercaladas cortas (sine). Esparcidas por todo el genoma, llegando a veces hasta el milln de copias y su longitud vara entre 100 y
500 pb. La ms importante es la secuencia Alu, de la cual existe una por
cada 5 Kb en el dna.
Secuencias intercaladas largas (line). Su tamao es de varias Kb, al igual
que las anteriores se esparcen en todo el genoma [Lozano et al., 1997].
Estos aspectos de los genes determinan la individualidad gentica de una persona [Berumen, 2000] y son la base para los estudios que permiten su identificacin y/o comparacin con el material gentico de otra persona.
Para estudios de identificacin se utiliza el anlisis de la huella digital de
dna, el cual se basa en la caracterizacin de regiones variables o polimorfismos del
dna, que se definen como secuencias de dna con ms de dos formas allicas,
donde la forma ms rara debe presentarse con frecuencia mayor a 1% en la poblacin. Se considera un polimorfismo cuando la variacin va desde un simple
cambio de un nucletido en la secuencia de dna (exones, intrones o regiones
de regulacin) hasta la variacin en el nmero de repeticiones en tndem. Tales
polimorfismos se consideran marcadores genticos moleculares, los cuales deben
tener un gran poder de discriminacin, para poder diferenciar a dos individuos
[Smith y Wood, 1998].
El tipo de marcadores utilizados depende de la cantidad y grado de conservacin del dna extrado de las muestras biolgicas y del tipo de problema de estudio
[Spencer y Howe, 2004].
Por ejemplo, para el estudio de minisatlites se requiere mnimo 1 g de dna
de alto peso molecular por lo que no se puede utilizar en muestras con poco dna o
dna degradado [Berumen, 2000]. Los minisatlites se usan en casos de identificacin de cadveres recientes, paternidad, violacin, en donde se puede colectar
suficiente muestra y el material est en buenas condiciones de conservacin. En
casos donde se cuente con poco material como en la escena de un crimen o restos
160
antiguos mal conservados, donde el material est muy degradado, se usan microsatlites, mhc o mitdna.
En el caso del mitdna se usa una regin hipervariable denominada d-Loop
y su plomorfismo es del tipo de variacin de secuencia. Como es heredado slo
por la madre, se utiliza principalmente para demostrar el parentesco de personas relacionadas con la madre. En el mitdna tambin existen polimorfismos
de los fragmentos de restriccin rflp debido a variacin que afecta los sitios de
corte de las endonucleasas. Se utilizan para identificar razas, grupos tnicos, enfermedades genticas, estudios evolutivos y migraciones [Berumen, 2000; Salas,
2005].
El mitdna presenta dos tipos de polimorfismos: los de secuencia, que son
producidos por transiciones entre las bases nitrogenadas en los nucletidos de la
regin control; y los de longitud, debido a inserciones o deleciones de nuceltidos
en las regiones hvi y hvii (regiones hipervalentes en el mapa gentico del dna
mitocondrial). Adems se ha descrito un microsatlite en la regin d-loop, y polimorfismos de fragmentos de longitud (rflp), los cuales han permitido establecer
diferentes haplogrupos en las poblaciones humanas y stos a su vez al ser comparados son la evidencia de las migraciones ocurridas a lo largo de la historia [Mahli,
2002; Lpez Ramrez et al., 2006].
Como ya se dijo, el mitdna ofrece el anlisis molecular por va materna, pero
curiosamente tambin se pueden hacer anlisis moleculares por va paterna a partir del cromosoma y, el cual adems de determinar el sexo masculino presenta
una serie de marcadores moleculares ubicados en la regin no pseudo-autosmica,
genricamente se denominan haplotipos y se presentan en dos formas: los haplotipos biallicos y los strs (secuencias de dna repetido en tndem con una longitud
de 2 a 3 pares de bases). Los haplotipos biallicos permiten el estudio del origen
geogrfico del individuo que lo porta y con ello hacer el seguimiento de migraciones y dispersin de los grupos humanos. Los strs son idneos para hacer estudios
forenses, pruebas de exclusin de paternidad y anlisis de ligamiento. Ambos marcadores en conjunto contribuyen al esclarecimiento de las relaciones filogenticas
entre poblaciones [Rangel Villalobos, 2006; Kayser, 2001].
Deteccin de patologas
Los virus son la causa ms frecuente de enfermedades en el hombre y otras especies;
provocan en la especie humana aproximadamente 60% de todos los padecimientos
161
162
lo cual puede ser determinado por tcnicas de anlisis de dna y correlacionado con
la susceptibilidad o no susceptibilidad al desarrollo de cncer al estar sometido a
los agentes causales.
Finalmente, se puede determinar en restos seos la existencia de cncer si se
hace la secuenciacin de oncogenes o antioncogenes recuperando dna de material
sospechoso de ser una lesin neoplsica.
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163
164
la gentica antropolgica se distingue por la perspectiva biocultural y por un muestreo poblacional, delimitado socioculturalmente y enfocado en la variacin normal.
Aunque la gentica oficialmente nace a finales del siglo xix, el campo
de la gentica humana se desarroll en la segunda mitad del siglo xx y fue en
ese contexto cuando investigadores como Roberts, Lasker, Livingstone y Pollitzer
aplicaron la Teora de la Gentica de poblaciones a temas de inters antropolgico
[Crawford, 2000]. A mediados de la dcada de 1960 y principalmente en los setenta, diferentes investigaciones de primer nivel consolidan el campo de la gentica antropolgica, empleando para ello polimorfismos de protenas y cuantificando
otras variables fisiolgicas, geogrficas y culturales.
Cuadro 1
Gentica antropolgica
Gentica humana
Desde principios de los sesenta, James Neel y Francisco Salzano trabajaron con
mltiples grupos indgenas aislados de Sudamrica como los xavante [Neel et al.,
1964]. Su trabajo se extendi hasta el presente, y dieron a conocer los principales
patrones de variacin gentica de las poblaciones amerindias, as como aspectos
demogrficos y epidemiolgicos. Francisco Salzano sigue siendo una autoridad en
166
167
168
genoma humano [Crawford, 2000]. En la actualidad, la tecnologa de secuenciacin automtica y el desarrollo de potentes herramientas bioinformticas ha dado
un nuevo giro a la investigacin de la variacin gentica al permitir analizar miles
de polimorfismos en cientos de muestras en cuestin de horas.
Una vez que se ha construido el tema de inters, se ha determinado qu
poblacin se quiere investigar y qu marcadores genticos se van a emplear, la
investigacin en gentica antropolgica pasa por las siguientes etapas:
Diseo del muestreo. Es la parte fundamental de toda investigacin ya que de
ella depender el resto del proceso. En esta etapa debe delimitarse la poblacin o
grupo social, las caractersticas de la muestra de acuerdo con el nmero de individuos participantes, edades, sexo, parentesco, factores socioculturales, etc. Con
base en la informacin que se registrar en campo se designarn las variables y
se desarrollarn instrumentos como cuestionarios y encuestas. Los estudios que,
adems de investigar la estructura poblacional, indaguen las interacciones genesambiente en rasgos complejos, implicarn mayor inversin en el diseo.
Toma de muestras. Hay distintas opciones para la toma de muestras, se puede
trabajar con cualquier muestra que contenga dna (sangre, cabello, saliva) pero
la eleccin depender de los recursos, de los protocolos del laboratorio donde
se realice la extraccin del material gentico y de aspectos como la disponibilidad de los individuos a donar muestras mediante procedimientos invasivos. Por
cuestiones ticas son preferibles los mtodos no invasivos (cabello y saliva), sin
embargo, proporcionan una cantidad menor de material gentico. Un aspecto
fundamental de la toma de muestras es el consentimiento informado. Es importante sealar que los estudios de gentica antropolgica no implican necesaria o
exclusivamente trabajar con muestras biolgicas, ya que hay mtodos cuantitativos donde se utilizan fenotipos simples y complejos.
Trabajo de laboratorio. De la cantidad y calidad del dna que se recupere de
las muestras depender la cantidad y el tipo de polimorfismos que se pueden
analizar, pero por lo general se estima que, en condiciones ideales, a partir de
unos 5 ml de sangre se obtiene suficiente dna para analizar ms de 3 mil polimorfismos. Si las muestras de dna se tratan adecuadamente y se conservan a baja
temperatura (-70C), stas pueden permanecer estables por aos para su uso
futuro. La extraccin del dna se realiza con diferentes protocolos que pueden
usar solventes, detergentes y/o enzimas proteolticas, por lo general, el proceso
169
170
171
tioquia [Carvajal et al., 2000], se constatan patrones de flujo gnico muy diferentes para linajes paternos y maternos: en el cromosoma y 94% de los bloques genticos fueron europeos, 5% africanos y 1% amerindio, mientras que para el dna
mitocondrial la contribucin amerindia fue de 90%. Estos resultados implican
un patrn de mestizaje muy fuerte entre varones de origen europeo y mujeres
indgenas. El estudio de poblaciones indgenas en Colombia [Mesa et al., 2000]
ha revelado que con frecuencia stas tienen aportacin gentica no amerindia, lo
cual se debe principalmente al flujo gnico por va masculina, tal como lo indica
la presencia de linajes europeos y africanos en el cromosoma y.
Otro pas que destaca por una extraordinaria complejidad y diversidad es Brasil. Pena et al. [2000] estudiaron marcadores del cromosoma y y de dna mitocondrial en poblacin autoidentificada como blanca de diversas regiones de Brasil y
se compararon con datos de poblacin portuguesa. Sorprendentemente, los resultados obtenidos mostraban que slo 39% de los linajes maternos eran de origen
europeo, siendo 33% de origen amerindio y 28% de origen africano. Las frecuencias de los haplogrupos del cromosoma y fueron muy diferentes, pues mostraron
una presencia mnima de cromosomas de frica subsahariana (2%) y amerindios
(0); y una alta frecuencia de cromosomas y europeos (entre 66 y 90%). Estos
datos claramente indican un patrn de reproduccin direccional: en la poblacin
blanca brasilea la mayora de los linajes maternos son africanos o amerindios,
mientras que la gran mayora de los linajes masculinos son europeos.
En Venezuela, Castro et al. [2003] estudiaron tres poblaciones fundadas por
migrantes procedentes de las Islas Canarias. Los resultados indican tambin un
emparejamiento direccional, pues las estimaciones calculadas con datos de marcadores autosmicos demuestran que hubo mestizaje en grados variables con amerindios y africanos, pero las estimaciones obtenidas por el anlisis del cromosoma
y no indican ningn grado de mestizaje, lo que significa que los genes amerindios y
africanos fueron aportados principalmente por mujeres.
Un caso especial es el de las poblaciones de afrodescendientes las cuales muestran tambin niveles importantes de mezcla y de flujo gentico direccional, como
la introduccin de genes europeos por va masculina [Bortolini et al., 1999]. La
ciudad de Melo, en el noreste de Uruguay, es un caso de particular inters ya que
muestra la dificultad de establecer generalizaciones acerca de la composicin gentica de un pas (suele considerarse a Uruguay como un pas de eurodescendientes). Esta poblacin fue fundada en 1795 por lusobrasileos durante el dominio
172
Conceptos bsicos
Poblacin
Lo ideal sera definir una poblacin en trminos biolgicos, como un conjunto
de individuos que forman una red social en la que se pueden dar relaciones de
parentesco y que, por tener en comn cierta historia demogrfica, tienen algu-
173
na afinidad gentica. Sin embargo, dado que estos eventos no son fcilmente
observables (casi nunca se estudia la afinidad gentica sin antes haber definido
la poblacin) y que en un mismo espacio suelen convivir diversos grupos de
individuos que potencialmente pueden ser considerados como poblaciones, en
la prctica se emplean muchos criterios para definir a una poblacin, siendo casi
todos ellos de ndole cultural, como la lengua, la identidad, la clase social, etc.;
geogrfico (compartir un mismo espacio o tener un lugar de origen comn), y
biolgico (con frecuencia se recurre al fenotipo como criterio para seleccionar a
los individuos).
90
10
n/c
56
44
n/c
100
72
27.6
n/c
100
36
64.3
n/c
Autor
Poblacin
Cuadro 2
Contribucin de los componentes (%)
Marcadores autosmi- Linajes de mtdna Linajes de cromocos (dna y protenas)
soma y
Amer
Eur
Afr Amer Eur Afr Amer Eur Afr
20
65
15
57
40
14
73
13
39
61
n/c
15.5
37.6
46.9
28.7
19
52.3
5.7
64.1
30.2
46.4
53.6
0-41
5293
80
20
22.4
24.2
53.4
60
40
18 0
54
0
28 0
5.1
21.8
73.1
5-40 60-95
9.9
32.5
57.6
10
0-40
5090
30
13
1
84 1
12.8
38
49.2
20
0-60
2080
35
32
65
32
4 4 96 4
174
Cuadro 2 (Continuacin)
Curiepe,
Venezuela
(af )
Birongo,
Venezuela
(af )
Sotillo, Venezuela (af )
Panaquire,
Venezuela
(af )
Embera,
Colombia
(am)
Ingano,
Colombia
(am)
Ticuna,
Colombia
(am)
Wayuu,
Colombia
(am)
Zenu,
Colombia
(am)
Antioquia,
Colombia
6.4
23.2
70.4
0
0.4
100
20 80
0
3
3
24.6
15.3
60.1
100
93
13.4
25.6
61
56
44
51
49
26
19
55
25
75
38
62
79
21
95
0 - 5 0 - 5 75
100
14
11
69
31
96
0 4 0 - 4 80
100
20
100
100
97
82
18
100
48
46
75
18
95
0 5 0 - 5 35
100
62
90
n/c
n/c
94
33
39
28
66 2.5
90
Brasil (e)
San Antonio,
8
Venezuela
San Diego,
8
Venezuela
H. de la
Cumbre,
8
Venezuela
Valle Central, Costa
Rica
88
100
78
14
100
92
100
86
83
n/c
n/c
8
9
10
11
175
Cuadro 2 (Continuacin)
Ciudad de
Mxico,
Mxico
65
30
90.5
7.5 0
40
60
n/c
12
Mestizaje en poblaciones latinoamericanas estimado con marcadores autosmicos, de dna mitocondrial y de cromosoma y (evidencia de emparejamiento direccional).
(af ) afromestizos; (am) amerindios; (e) euromestizos.
Raza
En su sentido biolgico, se ha utilizado para clasificar a las poblaciones en grandes
reas geogrficas y su aplicacin se basa en la observacin de caractersticas fenotpicas y culturales. Sin embargo, por la historia misma del uso del concepto, ste ha
sido muy criticado y en ciertos mbitos est en desuso. En la actualidad es preferible
considerar a la poblacin como unidad de anlisis.
Mestizaje
Se define como un evento en el que al menos dos poblaciones establecen contacto
y flujo gentico, tras un periodo de aislamiento lo suficientemente largo como para
que se hayan diferenciado en sus frecuencias genticas. El anlisis del mestizaje
consiste en ecuaciones que calculan el porcentaje de contribucin de cada poblacin ancestral en la poblacin mestiza. Existen diferentes mtodos matemticos
y, aunque en esencia todos los que se usan actualmente son vlidos, puede haber
diferencias en los clculos obtenidos por un mtodo o por otro. Los resultados que
se obtienen son estimaciones que poseen un cierto rango de error. En un modelo
trihbrido se necesitan cuatro poblaciones estudiadas: la poblacin mestiza y tres
representativas de los componentes ancestrales. Obviamente, es muy importante
que los marcadores usados en cada poblacin sean los mismos.
Distancia biolgica
Es una medida que permite relacionar poblaciones intentando describir afinidades interpoblacionales basadas en variables categricas, como los somatotipos y
los marcadores genticos [Chakraborty, 1986]. Diferentes caractersticas se han
176
Marcador gentico
Secuencia de dna del que se conocen localizacin, funcin si la tiene y modo
de herencia y se utiliza para estudios de gentica a nivel individual o poblacional.
Segn los propsitos de cada investigacin se pueden usar distintos tipos de marcadores de diferentes sistemas genticos. A continuacin se presentan algunas de
las particularidades que los hacen diferentes y algunas caractersticas de aquellos
que se usan en la gentica antropolgica (con nfasis en los que han sido tiles en
el estudio del mestizaje).
A) Marcadores clsicos: se obtienen por tcnicas inmunolgicas (consistentes en
observar la reaccin ante un antisuero de anticuerpos especficos) o por tcnicas electroforticas (basadas en la distinta movilidad de las protenas debida a
su carga elctrica).
Los genes de grupos sanguneos, hemoglobinas, enzimas, inmunoglobulinas,
haptoglobinas y los del sistema hla (antgenos de leucocitos humanos), entre
otros, han sido estudiados frecuentemente con tcnicas serolgicas y electroforticas, pero en la actualidad tambin se estudian con tcnicas moleculares.
177
A continuacin se enlistan los sistemas ms usados considerados clsicos1, la informacin se obtuvo en su mayora de Lisker [1981] y Crawford
[1992], donde se pueden obtener mayores detalles de cada sistema. Algunos
de los sistemas no estn caracterizados con la informacin ms reciente (de
la era molecular), sin embargo, es sumamente til para poder interpretar los
polimorfismos clsicos.
1. Grupos sanguneos
En el Cuadro 3 se enumeran los alelos (separados por comas) y los genes
ligados2 (separados por punto y coma).
Cuadro 3
Sistema
Cr
Alelos
Comentarios
AB0:
9q
A, B, 0.
MNSs:
4q
M, N; S, s.
Rh
1p
D, d; C,
c; E, e.
1. Aunque, como se ha sealado, el calificativo de clsicos depende en ocasiones de cmo se estudien. As, aunque el hla se puede considerar como clsico por haber sido estudiado con tcnicas inmunolgicas, en la actualidad tambin se estudia con tcnicas moleculares y se ha descubierto un gran nmero
de polimorfismos.
2. Genes que por su proximidad en un cromosoma se transmiten en bloque.
178
Cuadro 3 (Continuacin)
Duffy:
fy*a,
fy*b
Diego:
di*a,
di*b
jk*a,
jk*b
Kidd:
Kell:
2p
k, k; kpa,
El gen k tiene una frecuencia entre 3 y 5% en europeos no
kpb; jsa,
mezclados y prcticamente no existe en amerindios.
jsb.
2. Hemoglobinas
Las variantes de la hemoglobina (hb) han resultado de gran inters antropolgico por su distribucin geogrfica y su relacin con ciertas enfermedades (hemoglobinopatas y talasemias), los alelos ms comunes son
los siguientes (locus en el cromosoma 11):
hb*a: codifica la variante normal de la hemoglobina humana.
hb*s: codifica una variante (hb s) responsable de la anemia falciforme.
La relacin entre la hb s y la malaria constituye el ejemplo ms claro de la
accin de la seleccin natural en humanos. Esta variante es ms frecuente
en africanos y en sus descendientes en Amrica: las frecuencias ms altas
se han reportado en Surinam, Belice y las Bahamas [Salzano, 2001:217].
Adems, es comn encontrarla en poblaciones mestizas latinoamericanas.
hb*c: codifica otra variante frecuente en africanos.
3. Enzimas eritrocitarias
Glucosa-6-Fosfato Deshidrogenasa: se conocen ms de 100 variantes,
dos de ellas son muy frecuentes a nivel mundial: b (frecuente en poblaciones mediterrneas), a (frecuente en poblaciones africanas). El gen que
codifica para esta enzima se encuentra en el cromosoma x.
4. Protenas plasmticas
Haptoglobinas: dos loci: (1) cadenas (16p), tiene los alelos hpa*1 y
hpa*2; y (2) cadenas .
Alotipos de las inmunoglobulinas: sistemas Gm (14p) y Km. El sistema
Gm es de gran inters antropolgico por la gran variabilidad en la frecuencia de sus antgenos (existen ms de 23).
179
hla
3. http://snp.cshl.org
180
181
Cuadro 4
Regin
Haplogrupos
Comentarios
frica
Europa
H, I, J, N1b, T, U, V, W, X
Asia
A, B, C, D, G, Y, Z
Amrica
A, B, C, D, X
Comentarios finales
En 2001, el Consorcio de Secuenciacin del Genoma Humano dio a conocer la secuencia completa de nuestro genoma (2.85 Gb4 y de 20 a 25 mil genes codificadores
de protenas). Sin embargo, conocer la secuencia de nucletidos de un individuo
revela poco de sus caractersticas; an hay muchas preguntas acerca de la relacin
entre la estructura y contenido del genoma y las caractersticas de los organismos;
as como la magnitud y significado de la variacin gentica individual y poblacional.
Uno de los grandes desafos de la gentica es revelar el fundamento de la variacin
funcional del genoma humano, en ese sentido, el proyecto internacional Hap Map
es una iniciativa que sin lugar a dudas aportar datos sumamente relevantes. Sin
embargo, la gentica antropolgica desempear tambin un papel importante
y crtico debido a ciertas ventajas metodolgicas del trabajo de campo y la comparacin poblacional. La gentica antropolgica tiene dos temas fundamentales:
la evolucin humana y la diversidad en las poblaciones actuales; desde estos dos
mbitos contribuye a conocer la historia del genoma y su significado funcional.
El alcance de la gentica va ms all de lo estrictamente cientfico, pues constituye ya una importante industria de alto impacto econmico. Los avances en esta
rea se deben al desarrollo biotecnolgico e informtico pero tambin al desarrollo
de slidos modelos tericos evolucionistas con fundamento matemtico. El mpetu de la gentica, su popularidad y el alto estatus que goza (capaz ahora de conocer
182
y manipular organismos a nivel del genoma), lleva a que algunos de sus juicios
puedan convertirse fcilmente en dogmas.
Los antroplogos deben tener un buen conocimiento de gentica porque 1) pueden participar crticamente en la interpretacin del conocimiento que produce y
en el debate que se pueda suscitar por sus aplicaciones, y 2) es un rea de trabajo
imprescindible para entender muchos aspectos de la variacin humana.
Al plantear estos problemas se sugiere que el estudio de la gentica es
importante en antropologa, no slo en temas clsicos y apasionantes de la antropologa biolgica, sino casi en cualquier rama antropolgica, ya que permite
una discusin profunda y seria de cuestiones humanas y adems, que los antroplogos participen con una visin crtica en las controversias suscitadas por el
deslumbrante desarrollo tecnolgico, conceptual y econmico de este campo
del conocimiento.
Pese al recelo de algunos especialistas de las ciencias humanas, quienes ven
en todo lo relacionado con la gentica el pecado del determinismo biolgico, la
gentica antropolgica constituye un campo de estudio multidisciplinario indispensable para entender el origen de la humanidad y las diferencias al interior de
nuestra especie, debido a que la variacin gentica es un componente importante
del resto de las diferencias.
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186
Antecedentes
Hacia la mitad del siglo xx, nace una disciplina en el campo de
las ciencias biolgicas: la biologa molecular, que es la resultante
de la conjuncin de tres reas muy fecundas de investigacin: la
bioqumica, la cristalografa de rayos x y la gentica microbiana.
Aunque el modelo de la doble hlice propuesto por James Watson
y Francis Crick en 1953 para la estructura del dna ha sido visualizado como el punto de arranque de la biologa molecular, desde
una dcada antes ya se estaban llevando a cabo investigaciones
en gentica microbiana y en bioqumica de cidos nucleicos y
de protenas, generndose el marco conceptual dentro del cual el
modelo de Watson y Crick adquiri todo su significado biolgico.
A partir de aqu, la naciente biologa molecular se expande en
diversas direcciones, permeando, desde la biologa celular, hasta los estudios sobre evolucin y generando nuevos programas
de investigacin y, sobre todo, nuevas formas de analizar e interpretar los fenmenos biolgicos. De esta manera, la biologa
molecular inaugura una nueva era cientfica en la cual estamos
188
189
bien, si tenemos en cuenta el hecho de que los genes contienen grandes tramos
de secuencias no codificantes (llamadas intrones), el total de dna genmico que
se expresa en forma de protenas o de ciertos tipos de rna es de apenas 2% (Figura 1). Otro 45% del genoma consiste, principalmente, de secuencias repetitivas
de diferente ndole, algunas de ellas con capacidad de transposicin, es decir, de
replicarse e insertarse en diferentes regiones genmicas. Estas unidades genticas
se denominan, en general, elementos transponibles. El restante 33% del genoma
lo constituyen secuencias intergnicas no repetitivas [ihgsc, 2001; Venter et al.,
2001]. De esta manera, observamos que los genes solamente ocupan 22% de nuestro genoma, mientras que 78% de dna restante no tiene funcin codificante para
protenas o rna. Este hecho, conocido desde hace dcadas y confirmado con la secuenciacin del genoma humano, ha llevado a ciertos investigadores a denominar
a esta fraccin no codificante como dna basura o incluso dna parsito, debido
a su carencia de funcin [Crick y Orgel, 1980]. Sin embargo, como ms adelante
se seala, este dna no codificante puede estar relacionado con caractersticas estructurales e incluso funcionales de las que apenas estamos comenzando a descifrar
su importancia. Ahora sabemos que en esta parte de nuestro genoma se encuentra
un extenso registro paleontolgico de procesos biolgicos y evolutivos que han
dejado su marca en forma de secuencias de dna [Valds Lpez et al., 2004].
Uno de los datos ms significativos del anlisis de nuestro genoma ha sido
el descubrir la cantidad de variacin que existe a nivel de nucletidos, es decir,
el nmero de diferencias puntuales por nucletido que existe entre el genoma de una persona y el genoma de otra. Esta variacin se ha detectado principalmente como la diferencia de un solo nucletido (a, t, g o c) por cada 100
a 300 nucletidos cuando comparamos dos genomas. Estas diferencias son denominadas polimorfismos de nucletidos nicos o snps (Single Nucleotides Polymorphisms). Si el genoma haploide humano consta de ms de 3 mil millones
de nucletidos y la ocurrencia de snps es aproximadamente de uno por cada 100
a 300 nucletidos, el nmero estimado de snps en el genoma humano se ubica
entre 10 y 30 millones, variaciones que en su inmensa mayora se presentan en
regiones no codificantes una consecuencia del hecho de que el genoma humano consiste en 98% de zonas sin capacidad de codificacin.1 De la breve
relacin anteriormente esbozada, surgen distintas preguntas: si compartimos un
1. www.ornl.gov/sci/techresources/Human_Genome
190
Figura 1
191
192
Dentro del linaje de los primates, aparte del genoma humano ya han sido secuenciados o estn en proceso de secuenciacin los genomas del chimpanc (Pan
troglodytes), el mono rhesus (Macaca mulatta), el orangutn (Pongo pygmaeus),
el mono pequeo sudamericano (Callithrix jacchus), el gorila (Gorilla gorilla), el
gibn (Nomascus leucogenys); y dos especies de prosimios, el lemur (Lemur catta)
y el galago (Otolemur garnettii). La comparacin de los genomas de humano y
chimpanc han mostrado que ellos comparten 99% de identidad en sus secuencias, aunque tomando en cuenta inserciones y deleciones de segmentos de dna
esta identidad slo alcanza 96%. A nivel de protenas, stas son muy similares
entre el chimpanc y el humano, y 29% muestran una identidad absoluta entre
ambos genomas. No obstante lo anterior, el nmero de diferencias nucleotdicas
entre el genoma humano y el del chimpanc es 1% mayor que entre dos genomas
humanos [Chimpanzee Sequencing and Analysis Consortium, 2005]. Entre los
genes que parecen estar cambiando a una tasa ms alta en humanos y chimpancs
respecto a otros mamferos figuran los asociados a la percepcin de los sonidos,
transmisin de seales nerviosas, produccin de esperma y transporte celular de
iones (www.genome.gov). El significado funcional de estas diferencias no est
comprendido.
Por otra parte, los genes que codifican para unas protenas llamadas factores de transcripcin las cuales regulan la expresin de otros genes muestran
evidencias de estar cambiando ms rpidamente en el genoma humano que en
el del chimpanc. Esto pudiera estar involucrado en la expresin diferencial de
genes durante el desarrollo embrionario. Al realizar la comparacin de genes
individuales, se ha observado que nuestro genoma tiene 36 genes que no estn
presentes en el genoma del chimpanc; un ejemplo de esto ltimo es el caso de
tres genes involucrados en la respuesta inflamatoria en humanos, mismos que no
estn presentes en los chimpancs [Chimpanzee Sequencing and Analysis Consortium, 2005]. En contraparte, se han identificado 80 pseudogenes en el genoma humano que tienen una contraparte funcional en el genoma del chimpanc.
Por ejemplo, el gen codificante de la enzima caspasa 12, la cual es una proteasa enzima que fragmenta otras protenas y a la que se le ha vinculado con
la patognesis de la enfermedad de Alzheimer y de cierta susceptibilidad a infecciones bacterianas, no es funcional en humanos, lo que significa que su inactividad ha
sido mantenida por seleccin natural en humanos. El significado funcional de esta
prdida de funcin en el genoma humano se desconoce.
193
194
Figura 2
195
196
Figura 3
197
dna
antiguo
Otra de las reas en que la genmica se vincula con la antropologa fsica es la concerniente al dna humano antiguo, el perteneciente a restos humanos encontrados
en sitios arqueolgicos de diversas pocas o de restos humanos fsiles. Es necesario
subrayar que despus de la muerte de un organismo, el dna comienza un proceso
de degradacin qumica y enzimtica por ejemplo, por nucleasas lisosomales
que rpidamente lo degrada. Adems, la contaminacin por bacterias u hongos
tambin favorece la degradacin de macromolculas [Pbo et al., 2004]. Bajo
condiciones excepcionales, tales como cuando un tejido se deseca rpidamente
despus de la muerte, o cuando el dna permanece adsorbido a una matriz mineral,
el dna puede escapar a los procesos ordinarios de degradacin. Solamente en estas
condiciones es posible recuperar fragmentos de dna de una longitud de entre 200
y 500 nucletidos [op. cit.]. Respecto a la antigedad del material gentico que se
ha recuperado de manera confiable y reproducible, las evidencias sealan una edad
mxima de 100 mil aos para la preservacin del dna fsil [Hofreiter et al., 2001].
Con esto en mente, hay que sealar que este nuevo campo de investigacin, al cual
tambin se le puede denominar paleoantropologa molecular, se ha desarrollado
desde 1985, cuando Svante Pbo logr clonar fragmentos de dna provenientes de
momias egipcias de ms de 4 000 aos de antigedad [Pbo, 1985].
El otro gran avance en este campo lo gener en 1997 tambin Pbo y colaboradores, al clonar y secuenciar la regin hipervariable del dna mitocondrial
de restos fsiles de un espcimen de neandertal y demostrar que su secuencia de
dna en esta regin hipervariable sale del rango de variacin del dna mitocondrial
de humanos. Este anlisis condujo a proponer una edad de 500 mil aos para la
divergencia molecular entre el dna mitocondrial de los neandertales (Homo neanderthalensis) y el de los humanos (Homo sapiens) a partir de la especie ancestral de
ambos linajes, Homo erectus [Krings et al., 1997].
Por su parte, el registro fsil indica que los neandertales y los humanos se separaron hace aproximadamente 300 mil aos, lo cual concuerda con la estimacin
de 500 mil aos para la divergencia molecular ya que esta divergencia de genes
ocurre necesariamente antes de la divergencia de poblaciones. Este esquema de
especiacin implica el que se tenga que acumular una extensa cantidad de polimorfismo o variacin gentica en la especie ancestral, en este caso, Homo erectus
[Krings, op. cit.]. Desde luego, los especmenes fsiles de neandertales examinados
tienen una antigedad menor de 100 mil aos. Los resultados de estos anlisis
198
199
200
Figura 4
La espiga del teozintle (Zea mays subsp. parviglumis) a la izquierda y la mazorca del maz
(Zea mays L.) a la derecha
El proceso de domesticacin y seleccin de caractersticas morfolgicas (incremento del
nmero y tamao de los granos en la mazorca) y bioqumicas (contenido de almidn y
amilopectinas, entre otras) a partir de eventos de cruzamientos genticos entre variedades
de teozintle (ancestro del maz actual) hace ms de 6 mil aos, condujo a la obtencin de
un alimento bsico en las civilizaciones de Mesoamrica.
Medicina genmica
Entre las justificaciones de mayor peso que se utilizaron para fundamentar el Proyecto de Secuenciacin del Genoma Humano, fue la de que el conocimiento de
la secuencia aportara datos de gran inters biomdico, principalmente la identificacin de genes relacionados con enfermedades monognicas las cuales se
201
heredan de forma mendeliana, es decir, que muestran un carcter de dominancia o recesividad bien definido [ihgsc, 2001]. Aun antes de que la secuencia
fuera publicada en forma de borrador, las bases de datos pblicas con secuencias
genmicas permitieron la rpida identificacin in silico (bsqueda mediante mtodos bioinformticos) de genes candidatos asociados a enfermedades, guiando de
manera ms racional la experimentacin biomdica. De hecho, cuando se public,
en 2001, el borrador de la secuencia del genoma humano, ya se haban clonado 30
genes ligados a enfermedades monognicas mendelianas utilizando la informacin
derivada del genoma [ihgsc, 2001]. Actualmente se conocen ms de 6 mil genes
vinculados con enfermedades de tipo monognico, las cuales tienen una prevalencia
aproximada de 1 por cada 200 nacimientos (www.ornl.gov).
La base de datos que contiene el catlogo ms completo de genes humanos y
desrdenes genticos, derivada del proyecto de secuenciacin del genoma humano, se denomina omim (Online Mendelian Inheritance in Human), y contiene ms
de 17 mil entradas de bsqueda que representan otros tantos genes identificados
en el genoma humano (www.ncbi.nlm.nih.gov).
Respecto a la relacin de los genes con los desrdenes patolgicos asociados a
ellos, es muy importante tener en cuenta el hecho de que no existen genes para
o de las enfermedades, es decir, no hay tal cosa como el gen de la anemia falciforme o los genes para la diabetes, sino que cuando los genes sufren alguna
modificacin en su secuencia de dna que inactiva o suprime su funcin normal es
cuando se pueden manifestar sus efectos en forma de enfermedades o sndromes.
Asimismo, es importante sealar que tanto en condiciones normales como en
situaciones patolgicas, la expresin de un gen puede estar relacionada con mltiples funciones en el organismo (pleiotropismo) y, de manera complementaria, una
funcin especfica puede ser el resultado de la accin de varios genes caractersticas polignicas. Lo anterior es la base para comprender por qu existen dos
tipos de padecimientos genticos: a) los mendelianos o monognicos asociados
al mal funcionamiento de uno o dos alelos de un gen y b) los padecimientos
genticos complejos o multifactoriales. En cuanto a los primeros, se transmiten
segn los patrones hereditarios mendelianos: dominante, recesivo o ligado al cromosoma x; como ejemplos de estos padecimientos figuran la distrofia muscular
de Duchenne, la hipercolesterolemia familiar (aumento del nivel de colesterol), la
hemofilia A, la neurofibromatosis tipo 1, la fenilcetonuria, la anemia de clulas
falciformes, la enfermedad de Tay-Sachs, la corea de Huntington o las diversas
202
El Proyecto HapMap
Las variaciones genmicas se pueden dividir entre mutaciones y polimorfismos.
Genticamente se define un polimorfismo como aquella variacin en el dna que
est presente en al menos 1% de la poblacin. Por ejemplo, si 95% de las personas
tiene una t (timina) en una posicin de su genoma y 5% restante tiene una g
(guanina) en la misma posicin, se dice que esto representa un polimorfismo.
Por su parte, una mutacin se define como la variacin en el dna que est presente en menos de 1% de la poblacin; de esta manera, si 99.9% de las personas
tiene una a (adenina) en una posicin de su genoma y 0.1% restante muestra una
c (citosina) en la misma posicin, esto se considera una mutacin. Dos personas
no relacionadas genticamente compartirn un porcentaje igual a 99% de sus secuencias genmicas y aun as tendrn cerca de 30 millones de nucletidos diferentes en distintas posiciones de sus cromosomas. Esta variabilidad, contenida en 1%
del genoma humano, est determinada por el cambio de un solo nucletido en
una posicin dada de las dos secuencias comparadas, correspondientes a dos individuos, y se denominan polimorfismos de nucletido nico o snps2 (Single Nucleotide Polymorphisms). Para ejemplificar lo anterior, veamos estas dos secuencias:
Persona 1
atgcctga
Persona 2
atgcatga
Mientras que la persona 1 tiene dos citosinas contiguas, la persona 2 muestra
que una de las citosinas ha cambiado por una adenina, permaneciendo igual el
2. Pronnciese snips.
203
204
cag
aca
ttc
205
Ahora bien, cmo se pueden correlacionar los haplotipos con los marcadores
genticos asociados con algn padecimiento o con regiones cromosmicas concretas? Como se seal anteriormente, el desequilibrio de enlace es el punto de
partida para descubrir si un haplotipo determinado se encuentra asociado con
un marcador gentico involucrado en el desarrollo de alguna enfermedad o si
las personas afectadas por un padecimiento presentan un haplotipo particular;
si es posible demostrar esta relacin, entonces la investigacin se puede centrar en la
bsqueda del posible gen o genes involucrados en el padecimiento, analizando las
regiones cromosmicas contiguas al haplotipo o incluso rastreando si el haplotipo
mismo se localiza dentro de un gen o en su regin reguladora.
Desde luego, la demostracin final de que la alteracin de un gen o genes
son responsables del fenotipo de la enfermedad consiste en el mapeo de mutaciones y su correlacin con los efectos fisiolgicos presentes en el padecimiento
[Botstein y Risch, 2003].
En resumen, se espera que los datos derivados del Proyecto HapMap permitan
establecer, a nivel clnico, la relacin genotipo-fenotipo y posibilitando, a mediano
y largo plazo, el desarrollo de estrategias teraputicas dirigidas a la correccin de
los defectos genticos, mejor conocidas como terapias gnicas. En esto reside el
gran potencial biomdico del Proyecto HapMap.
Conclusin
Se puede afirmar que la informacin derivada de la secuenciacin del genoma
humano, junto con la de otros genomas, est enriqueciendo considerablemente
a las ciencias biolgicas y, en el campo particular de la antropologa fsica, los estudios
genmicos han expandido y lo seguirn haciendo los mtodos, las interpretaciones y los marcos conceptuales propios de esta disciplina. Aunque aun estamos
muy lejos de comprender el mensaje funcional y mucho menos el evolutivo
contenido en el genoma humano, existe la profunda conviccin de que este mensaje, escrito en un lenguaje de 3 mil millones de nucletidos, expresa una historia
biolgica que puede iluminar el origen de las novedades evolutivas que caracterizan
a Homo sapiens: el lenguaje y la capacidad mental. El genoma humano no solamente
es un libro maravilloso de biologa, sino tambin de historia.
206
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www.hapmap.org
www.ornl.gov
www.ornl.gov/sci/techresources/Human_Genome
208
4.Topografa gentica de
las poblaciones indgenas mexicanas
210
El planteamiento bsico de utilizar el dnamt como herramienta en antropologa molecular, se centra en el hecho de que durante los procesos de herencia este
material sufre alteraciones respecto a la estructura inicial o de referencia. Estas variaciones, comnmente conocidas como mutaciones, permiten caracterizar a una
poblacin y situarla en el tiempo y en el espacio. Tcnicamente, se suele comparar
una secuencia el orden de las cuatro bases nitrogenadas que componen el dna,
Adenina (a), Citosina (c), Guanina (g) y Timina (t) de una regin determinada del dnamt con una de referencia. La secuencia de referencia es la conocida
como secuencia de Anderson, porque fue el primer investigador que public
la secuencia completa del dnamt humano en 1981. A partir de estas comparaciones se pueden agrupar las secuencias segn el tipo de diferencias que presente
respecto a la original.
211
cuencias de los haplogrupos mitocondriales entre estas dos regiones del continente
africano se deben a la existencia de una barrera geogrfica que, de alguna manera,
aisl durante algn tiempo ambas regiones, se trata sin lugar a dudas del inmenso
desierto del Sahara, que actu de barrera gentica y permiti la diferenciacin de
las poblaciones que se encontraban situadas en sus mrgenes norte y sur. Australia,
como continente aislado, representa un buen ejemplo. Por eso, al interpretar los
datos moleculares, prcticamente en su totalidad est representado por los marcadores n y p. Este ltimo tambin tiene altas frecuencias en Papua Nueva Guinea e
incluso est representado, aunque en bajas frecuencias, en Indonesia. Tambin es
interesante destacar la difusin del marcador n que se encuentra presente, aunque
en muy bajas proporciones, en poblaciones del sureste asitico. A partir del seguimiento y de las variaciones de las frecuencias de los haplogrupos y de sus variantes,
se puede construir el proceso de dispersin del hombre moderno a travs de todos
los continentes.
De forma resumida se puede afirmar que el hombre moderno se origina en
frica hace unos 140 mil aos, a partir de esta fecha se produce una rpida dispersin que culmina con la llegada del hombre moderno a Australia hace unos 60
mil aos, al oeste de Europa hace 40 mil y a Amrica hace entre 30 mil y 12 mil
aos. Estos valores son aproximados, y muchos de ellos son hoy motivo de fuertes
controversias y enfrentamientos cientficos [Schurr et al., 1990; Horai et al., 1993;
Gonzlez-Jos et al., 2003].
212
ringia durante el Pleistoceno pero existen mltiples hiptesis en cuanto al momento exacto, el nmero de migraciones y el tamao de estas poblaciones ancestrales.
Aunque el objetivo del presente trabajo no es discutir sobre este aspecto, s es
necesario tener algunas referencias sobre esta polmica. As, diversos estudios han
estimado el momento de la llegada de las poblaciones ancestrales mediante datos
de diversidad de haplogrupos [Schurr et al., 1990] y variacin de la secuencia de
la regin control [Forster et al., 1996], proponiendo una oleada migratoria [Merriwether et al., 1995; Bonatto y Salzano, 1997a; 1997b; Stone y Stoneking, 1998]
o ms [Torroni et al., 1992; 1994].
Respecto a la distribucin de los haplogrupos a nivel continental, existe cierto
consenso respecto a que el linaje a muestra una clara tendencia a disminuir su
frecuencia de norte a sur, mientras que el linaje b lo hace a la inversa [Merriwether
et al., 1995]; los linajes c y d varan ampliamente en el norte, el centro y el sur
de Amrica, aunque presentan cierta tendencia a aumentar hacia el sur [Lalueza
et al., 1997].
213
poblaciones de acuerdo con la geografa es el que se basa en el modelo de triangulacin de Delaunay [Brasel y Reif, 1979] y en los trabajos de Monmonier. Este ltimo
autor bas sus estudios en el desarrollo del algoritmo de mxima diferenciacin
que permita construir e identificar grficamente las fronteras existentes entre pares
de poblaciones de un rea determinada [Monmonier, 1973]. Es un mtodo que se
ha utilizado en mltiples estudios con datos de diferente naturaleza como apellidos
[Manni y Barrai, 2001] o marcadores genticos [Bosch et al., 2000; Comas et al.,
2000; Iriondo et al., 2003].
Para determinar la posible existencia de fronteras genticas en Mxico se han
recopilado de la bibliografa cientfica las frecuencias de los haplogrupos amerindios
de diferentes grupos indgenas. En el Cuadro 1 se enumeran las poblaciones, las frecuencias y los autores. Tambin se han estimado las posiciones geogrficas de estas
poblaciones utilizando la pgina en Internet de Global Gazetteer Versin 2.1. Sobre
esta informacin se ha aplicado el programa de libre acceso en la red llamado Barrier
[Manni et al., 2004] que permite la reconstruccin grfica de estas fronteras genticas, adems de asignar un valor numrico que indica la intensidad de estas fronteras.
214
Sonora (Mxico)
Ppagos
Hidalgo (Mxico)
Michoacn (Mxico)
Otomes
Purpechas
Guatuso
Huetar
Teribe
Centroamrica
Centroamrica
Centroamrica
Mesoamrica
Mesoamrica
Mesoamrica
Mesoamrica
Mesoamrica
Mesoamrica
Mesoamrica
Mesoamerica
Mesoamrica
Mesoamrica
Aridoamrica
Oasisamrica
Aridoamrica
Oasisamrica
20
24
27
20
29
16
107
73
50
68
27
32
107
50
50
37
16
43
0.800
0.542
0.704
0.850
0.924
0.625
0.700
0.603
0.440
0.405
0.556
0.531
0.607
0.460
0.120
0.000
0.000
0.047
0.200
0.458
0.037
0.150
0.071
0.313
0.300
0.356
0.240
0.300
0.222
0.344
0.196
0.260
0.300
0.568
0.625
0.535
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.063
0.000
0.041
0.180
0.230
0.148
0.063
0.037
0.260
0.540
0.378
0.375
0.395
0.000
0.000
0.259
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.065
0.074
0.000
0.056
0.000
0.020
0.054
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.120
0.000
0.037
0.063
0.103
0.000
0.000
0.000
0.000
0.023
Otros
Oaxaca (Mxico)
Mixteca Baja
Oaxaca (Mxico)
Mixe
Triques
Mazahuas
Campeche (Mxico)
Maya
Estado de Mxico
(Mxico)
Oaxaca (Mxico)
Estado de Mxico
(Mxico)
Nahua
Huastecos
Huicholes
Nayarit y Jalisco
(Mxico)
Hidalgo (Mxico)
Chihuahua (Mxico)
California (USA)
Kumiai
Tarahumaras
Arizona (USA)
Procedencia
Pima
Grupo
9.300
9.600
10.467
10.617
16.183
17.000
17.063
19.250
19.550
20.483
20.683
20.900
21.033
21.750
27.833
30.717
32.577
33.083
Latitud
-82.400
-82.783
-84.017
-84.783
-94.317
-96.083
-97.930
-100.250
-101.667
-99.233
-88.200
-98.200
-98.283
-103.850
-107.583
-112.150
-116.627
-111.733
Longitud
Referencia
Moreno [2006]
[2004]
Hernndez [2006]
[2004]
216
Figura 1
Distribucin geogrfica de las poblaciones y localizacin de las cuatro fronteras genticas ms importantes. Se muestra en porcentaje, estimaciones de la robustez de estas
fronteras.
dibujado slo cuatro barreras genticas, los lmites o fronteras han de interpretarse
como discontinuidad de la homogeneidad gentica de las poblaciones que habitan
una regin; as, la existencia de una barrera que asla una poblacin de otras indica
que existe una discontinuidad gentica entre ellas y, por lo tanto, que subyace
un evento poblacional lo suficientemente importante como para destacarse en la
topografa gentica.
Un ejemplo sencillo, que ayude a interpretar este mtodo, consiste en suponer una regin geogrfica deshabitada y poblada por dos olas migratorias de
orgenes genticos diferentes y distantes en el tiempo. Hay que suponer tambin que las poblaciones procedentes de la primera migracin, por una serie
de motivos, se reducen drsticamente y quedan representadas por tan slo una
poblacin, y que la segunda migracin coloniza el resto de la regin. Al aplicar el modelo de barreras genticas se obtendran unas fronteras muy marcadas
217
218
a
b
c
d
otros
Distribucin de las frecuencias de los haplogrupos mitocondriales segn la latitud de las poblaciones.
Las lneas punteadas verticales en la figura coinciden con las fronteras detectadas en el mapa, adems, estas lneas delimitan modelos genticos propios de las
tres regiones ya definidas. La regin de Mesoamrica englobada entre las dos lneas
verticales y que se extendera desde el grupo Huasteco hasta la Mixteca Baja, se caracterizara, de forma general, por una elevada frecuencia del haplogrupo a y b, as
como oscilaciones relativamente importantes del resto de haplogrupos. La regin
del norte presentara sobre todo altas frecuencias de los haplogrupos b y c, siendo
prcticamente inexistente el resto. Las poblaciones de Centroamrica tendran
219
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Global Gazetteer (Versin 2.1): www.fallingrain.com
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Introduccin
Las tcnicas moleculares y la bioinformtica han impulsado el
anlisis evolutivo a tal grado que el estudio de las enfermedades
se ha transformado en un rea de investigacin muy cercana a la
biologa evolutiva. La antropologa biolgica tambin ha contribuido a cambiar la forma de abordar la investigacin y la prctica
mdica, como consecuencia del estudio de la interaccin de la diversidad biolgica y cultural. En este trabajo se abordan aspectos
novedosos de la integracin del estudio evolutivo y gentico de
las enfermedades en poblaciones humanas y se abordan ejemplos
concretos en enfermedades infecciosas y metablicas.
Antonio Gonzlez Martn, Amaya Gorostiza Langa, Julio Granados y Vctor Acua Alonzo
ambientales. En las poblaciones humanas dentro del conjunto de factores ambientales suelen incluirse variables relacionadas con la cultura y las relaciones sociales.
Si bien es cierto que el conocimiento del papel que desempean los genes en las
enfermedades tiene alcances profundos, no hay que olvidar que, como parte de la
variabilidad humana, las enfermedades son condiciones dinmicas e interactivas
cuya relacin con la variabilidad gentica no es lineal [Jackson, 2004].
De todo el genoma humano, slo una fraccin muy pequea es variable y
tiene implicaciones a nivel funcional; sin embargo, esta variacin es cuantitativa
y cualitativamente importante, pues influye en las diferencias fenotpicas entre
individuos y entre poblaciones.
En la mayora de los casos, el factor gentico explica slo una parte de las caractersticas de la enfermedad, la cual puede entenderse como un fenotipo complejo: dinmico,
multifactorial y variable entre poblaciones; un esquema para entender la relacin genotipo-fenotipo en estos trminos sera una norma de reaccin en la que los genotipos no
son del todo determinantes (no de manera lineal), sino que en funcin de la ocurrencia
e interaccin de otros eventos de riesgo pueden resultar en diferentes desenlaces.
Cuando el componente gentico es el principal o nico determinante, se dice
que se trata de una enfermedad mendeliana o monognica. En algunos casos habr un fuerte componente gentico en la susceptibilidad, progresin y desenlace,
y en otros, el componente gentico ser slo un factor menor.
La enfermedad es un fenotipo que se relaciona de diferentes formas con los
genotipos que influyen en su expresin; por ejemplo, en la anemia falciforme el
factor gentico es fundamental, y es el principal responsable en la variacin de la
enfermedad; en contraste con algunas enfermedades, como la tuberculosis, que
se consideran fenotipos complejos, pues son influidos por mltiples factores. El
objetivo de la epidemiologa gentica es conocer el papel que desempean los
polimorfismos genticos en la etiologa, susceptibilidad, progresin y desenlace de
enfermedades, as como en la respuesta a tratamientos y frmacos.
Las formas en que un alelo se asocia con una enfermedad pueden ser de diferente naturaleza, tomando como modelo los alelos asociados al cncer, se pueden
citar por lo menos las siguientes asociaciones [Potter, 2001]:
Variantes de alto riesgo con una penetrancia variable en funcin de alelos de otros
loci y diferencias en la exposicin.
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Alelos protectores.
Una vez que se identifica el gen que aumenta el riesgo de enfermedad, hay que
hacer las siguientes estimaciones:
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simple; y en segundo lugar, el virus del vih, con una estrategia mutacional
compleja.
El virus de la gripe
El virus a de la gripe tiene un genoma formado por ocho fragmentos de rna que
codifican un total de 10 protenas, incluyendo polimerasas, protenas estructurales
y protenas de cubierta. La protena predominante de cubierta recibe el nombre
de hemaglutinina. La hemaglutinina inicia la infeccin unindose al cido silico de
la superficie de una clula husped, y es tambin la principal protena reconocida, atacada y recordada por el sistema inmunitario del husped. Con el fin de
conservarse activa, una cepa de gripe debe encontrar un suministro de huspedes nuevos que nunca hayan estado expuestos a su versin de la hemaglutinina.
Es importante centrarse en las mutaciones que alteran los lugares antignicos de
la hemaglutinina; stos son partes concretas de una protena que el sistema inmunolgico reconoce y recuerda. Las cepas de gripe con lugares antignicos nuevos
gozarn de ventaja selectiva.
Si se examinan los genes de los ltimos 20 aos de la hemaglutinina del virus
a de la gripe aislados de humanos infectados y almacenados en neveras, se puede
observar que los virus de la gripe han evolucionado un milln de veces ms rpido
que los mamferos. Las cepas de gripe acumulan sustituciones nucleotdicas en
sus genes de la hemaglutinina a un ritmo constante de 6,7x10-3 por nucletido
y por ao. Muchas de estas muestras de gripe representan en el rbol evolutivo
ramas laterales extinguidas. Por qu? Los linajes que han permanecido son aquellos que conllevaron sustituciones de nucletidos que dieron lugar a sustituciones
de aminocidos en lugares antignicos de la hemaglutinina. Parece que el sistema
inmunolgico humano ejerce realmente una fuerte seleccin sobre los genes de la
hemaglutinina del virus de la gripe y las poblaciones de los virus evolucionan en
respuesta a dicha presin de seleccin.
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que las cepas que se replican lentamente. Por ello, aumentarn su frecuencia en
la poblacin vrica total.
Coevolucin
La coevolucin es un fenmeno por el cual se producen interacciones entre especies dando lugar a adaptaciones recprocas [Freeman y Herron, 2002]. Existe,
por lo tanto, un efecto bi-direccional entre especies que acaban influyendo y
regulando, en distintos grados, su estructura gentica y poblacional. Existen interesantes ejemplos de este fenmeno en el mundo natural, algunos de los cuales
estn relacionados directamente con nuestra especie.
La coevolucin del Homo sapiens podemos tratarla desde dos amplias perspectivas: la relacin con agentes patgenos y la importancia que la cultura ha tenido
al configurar nuestra estructura gentica.
230
el funcionamiento que opera entre nosotros y algunos patgenos que presumiblemente sern decisivos en nuestra evolucin.
El presente: la tuberculosis
Es una de las enfermedades infecciosas ms prevalente en el mundo, con una
frecuencia de 245 casos por cada 100 mil habitantes. Adems, su incidencia ha
aumentado en las ltimas dcadas al asociarse con depresin del sistema inmune
causada por el virus del vih.
La tuberculosis es una de las enfermedades ms antiguas que afectan a la especie humana, su presencia documentada se puede rastrear hasta hace unos 15 mil
aos. Este es un dato interesante, ya que hace unos 12 mil aos se produjo uno de
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La inactivacin de la lactasa
Es un ejemplo representativo, y profundamente estudiado, que relaciona la evolucin del Homo sapiens y la cultura. Observando el comportamiento de los mamferos
234
adultos y comparndolo con nuestra especie, llama la atencin un detalle especialmente relevante: el hombre puede beber leche. Desde el punto de vista evolutivo
es una caracterstica anmala ya que, por lo general, un mamfero adulto no podra
incorporar la leche a su dieta de forma natural. Bajo esa perspectiva es normal que
la ruta metablica que permite la asimilacin de esta sustancia est bloqueada, de
esta manera se ahorra energa: mantener activa una ruta metablica que potencialmente no ser utilizada representa un lujo energtico. Pero esta particularidad
humana se hace ms llamativa al observar que tiene una clara distribucin geogrfica. Por ejemplo, la mayor parte de los grupos humanos de ascendencia asitica no
pueden asimilar la leche. De hecho, tres cuartas partes de los humanos no tienen
capacidad para degradar esta sustancia.
La base metablica de esta capacidad se encuentra en la enzima intestinal
lactasa deshidrogenasa (ldh), encargada de convertir la lactosa, principal
componente de la leche, en glucosa y galactosa. La ldh est activa en todos
los humanos de pocos aos de edad y se va desactivando conforme crecen y se
convierten en adultos. Un estudio detallado revela que el gen regulador de esta
enzima se encuentra en el cromosoma 2 y la sustitucin de algunos nucletidos
por otros en regiones determinadas tiene como consecuencia que la ldh est
activa durante la fase adulta [Enattah et al., 2002].
La explicacin hay que buscarla en la historia de nuestra especie, concretamente
en el periodo Neoltico. Esta fase de nuestra historia se ha caracterizado, entre otros
importantes cambios, por la domesticacin del ganado. En ese contexto, las personas
adultas con la capacidad de degradar la lactosa tendran una fuente adicional de
alimento y, por lo tanto, una ventaja frente al resto del grupo. De hecho, la desigual
distribucin de este carcter en las diferentes poblaciones humanas est asociada a los
grupos ancestrales de los que proceden: aquellos grupos humanos que explotaban el
ganado preferentemente vacuno tienen capacidad de degradar la lactosa, por
lo tanto la ldh estar activa durante toda su vida. Por otro lado, aquellos grupos
que no tuvieron ancestros dedicados a esa actividad carecen de esta capacidad
[Beja-Pereira et al., 2004]. Hay que entender este resultado como un proceso al
azar, en este caso concreto, una mutacin que fue seleccionada positivamente en
funcin de las caractersticas y circunstancias puntuales del entorno. El hbito
cultural no favoreci la aparicin de la mutacin, pero una vez producida, se vio
seleccionada favorablemente. Una innovacin cultural acaecida hace unos 12 mil
aos ha determinado un cambio biolgico a nivel mundial.
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abca1
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Clulas madre
A menudo los trastornos genticos afectan a las clulas de un tejido concreto y no
existe una solucin fcil para este deterioro, pero aunque an estamos dando los
primeros pasos, es probable que pueda llegar a desarrollarse un tratamiento usando
clulas madre. La mayora de las clulas del cuerpo nicamente son capaces de
reproducirse a ellas mismas, pero las clulas madre pueden generar una amplia
gama de clulas especializadas. El ejemplo ms simple es un vulo recin fecundado
que dar lugar a los 216 tipos de clulas humanas conocidas. La manera ms sencilla
de encontrar clulas madre es en los embriones, pero tambin podemos encontrarlas
en los adultos, aunque stas suelen carecer de la habilidad para diferenciarse en
cualquier tipo de clula.
Por ahora el tratamiento de las enfermedades genticas no es capaz de reemplazar el total de las clulas mediante la terapia con clulas madre, pero s puede reemplazar una protena ausente. El primer caso en que se aplic una terapia de este tipo
fue en 1974. El paciente presentaba la enfermedad de Gaucher, que afecta a uno de
cada 40 mil individuos, una rara afeccin del gen de la gluco-cerebroxidasa, enzima que participa en la lisis de un tipo de molcula de grasa que si se acumula daa
las clulas del cuerpo. El trastorno va acompaado de anemia y dolores seos. En
1994 una empresa de biotecnologa, Genzyme, empez a comercializar la variante
de la protena despus de numerosos y carsimos intentos de extraerla de placentas
humanas y de los primeros intentos de sntesis. Esta variante haba sido modificada utilizando mtodos de recombinacin, el tratamiento no combata la raz de
la enfermedad, pero minimizaba el efecto de la mutacin aportando al paciente la
protena vital que el gen alterado era incapaz de producir.
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Vacunas genticas
La estructura de las vacunas genticas es bastante diferente de las tradicionales;
las ms utilizadas consisten en plsmidos, pequeos anillos de dna incapaces de
producir una infeccin, que transportan genes especficos de una o ms protenas
antignicas. Suelen administrase mediante inyeccin o utilizando un dispositivo
denominado pistola gnica. En ambos casos se impulsan los plsmidos al interior de
las clulas que estn cerca de la superficie del organismo, habitualmente las de la
piel o las mucosas. Una vez en el interior de las clulas, alguno de los plsmidos
se abre camino hasta el ncleo y da instrucciones a la clula para que sintetice las
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protenas antignicas codificadas. Estas protenas pueden desencadenar la inmunidad mediante anticuerpos cuando escapan de las clulas.
Estas particularidades suscitan la esperanza de que una vez perfeccionadas para
su uso en seres humanos, las vacunas de dna conserven todos los aspectos positivos
de las vacunas tradicionales, a la vez que eviten sus riesgos. Los ensayos clnicos actuales se refieren a vacunas diseadas para prevenir diversas infecciones por el vih,
el herpes, la gripe, la hepatitis b, etc.; para reforzar la inmunidad deteriorada de
los pacientes ya infectados por el vih y para tratar una serie de cnceres (linfomas y
neoplasias de prstata y colon). Aunque el cncer no sea una enfermedad infecciosa, hay muchos datos que indican que el hacer trabajar a las defensas inmunitarias
del organismo puede contribuir a combatirlo.
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240
241
1. La antropologa demogrfica
o el estudio antropolgico
de los hechos vitales de la poblacin
Introduccin
La demografa es de particular inters para la antropologa fsica
porque permite a los investigadores acercarse a caractersticas que
se encuentran por encima del individuo, las cuales muchas veces
resultan imprescindibles para conocer la poblacin o el grupo
bajo estudio. En los prrafos siguientes se aborda una discusin
terica, pues los trminos de demografa antropolgica y antropologa demogrfica se cruzan en distintos momentos de la
historia de la antropologa y la demografa. Varios son los textos
que confunden a ambas disciplinas, aumentando el desconcierto
de los investigadores que tratan de comprender si hay uno o dos
enfoques, si son dos disciplinas distintas o slo es una confusin de enunciados: qu va primero, el trmino antropologa
o demografa, quin califica a quin? Es necesario dejar claro,
en primera instancia, que son dos disciplinas distintas y segundo,
plantear sus diferencias, porque de ello depende la pertinencia
de la antropologa demogrfica dentro de los estudios de antropologa fsica.
La demografa antropolgica
La mayora de las investigaciones antropolgicas con un enfoque demogrfico se
han desarrollado en el rea de las poblaciones contemporneas bajo el trmino de
demografa antropolgica (anthropological demography), tema de inters de la antropologa cultural que deriva de dos lneas de investigacin demogrfica. La primera
est representada por el proyecto de la Universidad de Princenton conocido en
el mbito como el Grupo de Princeton titulado Fecundidad en Europa, cuyo
objetivo era explicar el proceso de transicin demogrfica en Europa en trminos
puramente econmicos, aun cuando la evidencia emprica sealaba que el cambio
histrico de la fecundidad pudiera estar ligado a cambios culturales, definiendo el
trmino cultura como lenguaje, regin geogrfica o religin [Coale y Watkins,
1986; Knodell y Van der Walle, 1979], lo que de alguna manera forz a los demgrafos a considerar a la cultura en sus modelos para explicar el cambio demogrfico
[Roth, 2004a:12].
La segunda lnea de investigacin corresponde al trabajo del demgrafo australiano John Cadwell, quien manifest su insatisfaccin por la escasa posibilidad interpretativa de la informacin recolectada por los demgrafos, refirindose especficamente a la obtenida por la Encuesta Mundial de Fecundidad de
1980 [Cadwell, 1982, 1985], que lo llev a incursionar en el trabajo de campo
a la manera antropolgica e incorporarlo al diseo de estudios demogrficos a
pequea escala (microdemografa). Este enfoque representa un cambio radical
para un demgrafo tradicional como Cadwell, quien considera iluminador
el trabajo antropolgico y propone que el factor vital de la teora demogrfica
es la cultura [Roth, 2004a:13]. El resultado de este nuevo enfoque fue su teora sobre el flujo del beneficio (Wealth Flows Theory),1 considerado como un
parteaguas en los trabajos demogrficos de esa poca, al proponer que la alta
fecundidad en el Tercer Mundo tena una base econmicamente racional, ya
que una larga descendencia significa mano de obra para el cultivo de la tierra,
pues los hijos empiezan a trabajar desde edades tempranas. Desde este enfoque,
Cadwell considera que la cultura est representada, en la esfera poltica y en la
econmica, como una fuerza que da estabilidad al cambio demogrfico.
1. Que ms adelante se conocera como la Teora del Costo-Beneficio de la Crianza de los Hijos
[Bulatao y Lee, 1984].
246
El enfoque terico-metodolgico adoptado en un principio fue el estructuralfuncionalista, sin embargo, su adopcin literal y acrtica dio como resultado agrios
comentarios como el de Hammel, quien lamenta que el uso de la cultura en
demografa parece radicar en conceptos estructural-funcionalistas que tuvieron su
origen en la dcada de los cuarenta, por lo que la teora presenta signos de fosilizacin [1990:456].
La fosilizacin a la que hace referencia Hammel es el modo en que la demografa
manejaba algunos conceptos como el de cultura de Lvi-Strauss [1988]: un conjunto de normas sociales de carcter grupal. Segn los demgrafos, la adhesin a estas
normas se juzgaba capaz de explicar plenamente la conducta individual. Los problemas inherentes a este enfoque se ejemplifican en la crtica que Lockwood [1995]
hace a la explicacin demogrfica de Lesthaeghe [1989] sobre los tabes posparto y
los largos periodos de lactancia entre los grupos africanos subsaharianos. Este autor
utiliza los datos agregados recolectados por Murdock [1967] y los de la Encuesta
Mundial de Fecundidad, para poner a prueba el modelo gerontocrtico de Saucier
[1972] sobre los regmenes reproductivos de esta regin. Este modelo propone que
los hombres ms viejos mantienen el control sobre el trabajo de las mujeres y de los
hombres jvenes a travs de estructuras sociales como la poliginia, la descendencia
unilineal y la gerontocracia. La poligamia permite disfrutar a las mujeres de largos
periodos de abstinencia posparto, sin que esto redunde en la privacin sexual de los
varones. La interpretacin final de los resultados del modelo seala que los largos
periodos de abstinencia posparto son normas sociales que subyacen y refuerzan las
estructuras sociales adaptativas. La crtica de Lockwood a esta posicin seala que
el modelo estructural-funcionalista falla al no distinguir las normas colectivas de las
acciones individuales, pues asume que la conducta individual est gobernada por
normas dirigidas por las estructuras sociales y, si esto es as, se requieren vnculos
fuertes entre las estructuras sociales y las normas y entre las normas colectivas y las
acciones individuales, lo que es muy difcil corroborar pues durante el trabajo de
campo no se recolect informacin sobre alguno de estos aspectos. A esta crtica
se suman otros acadmicos que reconocen las fallas de esta posicin terica, ms de
carcter sociolgico que antropolgico, y abandonan este enfoque en bsqueda
de otro que realmente explique el papel de la cultura en la demografa.
El trabajo de Kertzer y Fricke, Toward to Anthropological Demography
[1997] rene todas estas experiencias tericas y bajo el consenso de los autores,
que invitan a formar parte de ese libro, describen la plataforma terica a partir de
247
La antropologa demogrfica
La antropologa demogrfica (demographic anthropology) ha sido considerada errneamente como una rama de la antropologa fsica; en realidad, es una disciplina
antropolgica que tiene una estrecha relacin con la evolucin cultural y biolgica
del Homo sapiens sapiens. Su objetivo es conocer el impacto de este proceso en las
tendencias demogrficas de las sociedades humanas a lo largo del tiempo.
La discusin, desde su reconocimiento en los aos sesenta, plantea si es que se
trata en realidad de una subdisciplina antropolgica o si slo es un enfoque til
para analizar las tendencias demogrficas de las poblaciones humanas en el pasado.
Swedlund y Armelagos [1976:56] plantean que se trata de un enfoque aplicado a
los estudios de antropologa fsica que tratan de explicar el impacto de la evolucin, biolgica y cultural, en las tendencias demogrficas del pasado. Este enfoque
se integra por cuatro elementos que establecen una relacin sinrgica entre ellos:
el aspecto evolutivo de la especie humana, la ecologa, el comportamiento cultural
y la economa poltica (Figura 1).
Zubrow [1976] y los distintos colaboradores de la obra Anthropological Demography: Quantitative Approach, comparten la misma opinin, a su juicio, la antropologa demogrfica es un enfoque que ayuda a la comprensin de las estrategias
seguidas por las poblaciones humanas para adaptarse a diferentes medios ambientes y que estn reflejadas en las tendencias demogrficas mostradas a lo largo del
tiempo. Segn estos autores, los antroplogos, al igual que los interesados en otras
disciplinas sociales, han estado alejados del enfoque descriptivo de la demografa
y estn ms dispuestos a trabajar con informacin poblacional como herramienta
auxiliar para entender fenmenos biolgicos y culturales. Es decir, mediante el
248
enfoque demogrfico podemos medir la adaptacin humana. El supuesto involucrado en esta afirmacin es que el crecimiento de la poblacin, su distribucin
y composicin, son sensibles a la influencia del medio ambiente, as como a los
cambios biolgicos y culturales. En este supuesto no est involucrado ni la causa
ni el efecto, slo aquellos componentes del cambio demogrfico que tienen una
estrecha relacin con la ecologa.
Figura 1
Esquema que muestra la relacin entre los distintos componentes del enfoque de la antropologa
demogrfica segn Swedlund y Armelagos [1976].
Por ejemplo, el proceso de seleccin natural es un mecanismo evolutivo a travs del cual el ambiente en el sentido ms amplio del trmino afecta la estructura gentica de las poblaciones. Aquellos individuos con una baja afinidad
gentica a ciertos tipos de ambientes sern menos exitosos reproductivamente que
aquellos con una afinidad positiva para el mismo rasgo. El resultado se plasmar
en diferentes niveles de fecundidad entre los distintos genotipos de la poblacin.
La comprensin de este proceso ejemplifica la importancia del anlisis a nivel poblacional para la antropologa fsica, pues el mecanismo de seleccin natural opera
a nivel individual pero los efectos del proceso slo podrn ser evaluados en trminos de la poblacin total para apreciar las diferencias en los niveles de fecundidad
y mortalidad como resultado del proceso de seleccin.
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Desde sus inicios, la antropologa ha reclamado la bsqueda de un conocimiento global sobre el hombre, sin tomar en cuenta que este hombre no es objeto
de ciencia alguna, sino ms bien es sujeto de una reflexin filosfica [SauvainDugerdil, 1991]. De hecho las diferentes ciencias antropolgicas han construido objetos propios, o bien han incorporado otros ya construidos, como parecen
sugerirlo los trminos de antropologa biolgica y antropologa demogrfica. No
se trata de impedir que existan enfoques, mtodos y tcnicas compartidos por
la antropologa y las ciencias sociales en general, sino de conservar la naturaleza
especfica de sus objetos de estudio, de sus determinaciones, de sus categoras y de
sus leyes [Sandoval, 1982:21].
Entonces por qu una antropologa demogrfica? Cul es el punto de confluencia con la antropologa fsica? Por un lado tenemos la propuesta de Dickinson y Murgua respecto a la definicin del objeto de estudio de la antropologa
fsica como el conjunto de relaciones que existen entre el desarrollo de la sociedad
y el desarrollo del soma humano [1982:52] y, por el otro, el objeto de estudio
de la antropologa demogrfica en palabras de uno de sus precursores: los procesos y tendencias demogrficas como parte intrnseca del proceso evolutivo y
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Pero qu es un archivo parroquial?, un archivo civil? En los inicios de la poca colonial, la Corona espaola exigi a sus representantes civiles y militares que
enviaran descripciones detalladas de las poblaciones que habitaban las regiones
por ellos gobernadas, as como de los recursos naturales que contenan. Estos documentos se conocen como descripciones geogrficas y son una verdadera riqueza
informativa cuando se trata de conocer cmo eran las distintas regiones geogrficas
y culturales a la llegada de los espaoles. Otro tipo de documento lo constituyen
las matrculas de tributos, aunque existen algunas que datan de la poca prehispnica, la mayora corresponden al siglo xvi, cuando los conquistadores pidieron a
los distintos caciques la relacin de individuos bajo su mando, que deban pagar
el tributo a la Corona espaola. Este tipo de documento es de suma importancia
para aquellos interesados en reconstruir la estructura por sexo y edad de una regin
o localidad especfica, y bsico para los que deseen conocer la cantidad de poblacin que haba al inicio de la Colonia y poder as calcular la magnitud del desastre
demogrfico ocasionado por la explotacin, las epidemias y el hambre.
A los religiosos que llegaron al nuevo continente tambin se les solicit informacin, pero esta vez se trataba de un proceso cotidiano y permanente. Al igual
que los realizados en Europa desde el siglo xii, se orden a las distintas rdenes
religiosas establecidas en el Nuevo Mundo el registro de los bautizos, los matrimonios y las defunciones de los habitantes de cada parroquia. Se llevaba un libro para
registrar a los espaoles y otro para los indgenas y castas. Dichos registros contienen informacin vital para la investigacin demogrfica, como edad, origen, lugar
de residencia, nombre de los padres, los padrinos en el caso de los bautizos y de
los matrimonios, condicin social y causa de muerte en el caso del registro
de defunciones [Rabell, 1990]. El objetivo que persegua la Iglesia con estos registros era controlar las uniones entre espaoles e indgenas y evitar as posibles
pleitos por herencias y juicios sobre descendencia y pureza de sangre.4 Existe otro
tipo de registro denominado informacin matrimonial, que en realidad es una
mina de oro para obtener informacin etnogrfica y demogrfica de las familias de
esa poca, pues este tipo de expediente lo armaba el prroco cuando una pareja
4. En la galera iv del Archivo General de la Nacin estn los legajos originales que contienen estos
registros, as como la documentacin que atestigua un sinnmero de juicios por propiedades decomisadas
a posibles judos y herejes. Tambin son abundantes los juicios para reclamar la legitimidad del nombre y
por supuesto de herencias de aquellos individuos cuyos padres no podan demostrar su origen noble en
el caso de los indgenas o europeo, en el caso de los espaoles que vivan en la pobreza.
255
5. Para abundar en las tcnicas de anlisis demogrficos, v. Mrquez y Hernndez [2001] para el caso
de las poblaciones antiguas, y a Hernndez Espinoza [2004] para el caso de las poblaciones contemporneas.
256
a) La nupcialidad
La nupcialidad o estudio de la formacin de parejas tiene una estrecha relacin
con nosotros los antroplogos fsicos, puesto que al ser una poblacin panmtica6
tendramos que seleccionar nuestra pareja al azar, lo cual no es as. El proceso de
seleccin de pareja est permeado por normas sociales que determinan con quin
y cundo se une una pareja.
De acuerdo con Davis y Blake, la edad de entrada a la unin no siempre inicia
la exposicin a las relaciones sexuales [1956:8]. En la mayora de las sociedades
antiguas esta edad era generalmente coincidente y precoz. La unin a una edad
temprana no implicaba necesariamente procrear una familia numerosa, porque
todos los otros medios para reducir la fecundidad entran en accin despus de
este momento. Es posible comprender mejor los mecanismos socioculturales es6. Poblacin panmtica es aquella cuyos individuos seleccionan su pareja al azar.
257
Figura 3
b) El estudio de la fecundidad
Una vez consumada la unin, se inicia la exposicin al riesgo de concebir. El estudio de la fecundidad es el ms prximo a la antropologa fsica, pues se refiere al
proceso de reproduccin biolgica de nuestra especie, proceso que est influido no
slo por la biologa sino tambin por la cultura, la ecologa y la economa poltica,
que vendran siendo los factores determinantes de la fecundidad, tal y como lo
propuso Hernndez en su modelo terico para explicar el control de este fenmeno
para las poblaciones antiguas [Hernndez Espinoza, 2002]. Los posibles temas de
investigacin son mltiples y variados, sin embargo, los que a mi juicio tienen una
258
mayor proyeccin dentro de la antropologa fsica son los relacionados con las poblaciones con rgimen demogrfico de fecundidad natural,7 es decir, que no utilizan
anticonceptivos. Dentro de este tipo de sociedades se han documentado dos tipos
de prcticas para evitar la concepcin: el coitus interruptus y la abstinencia sexual
durante los das en que la mujer es frtil, conocido tambin como ritmo.
La evidencia emprica recolectada en poblaciones rurales mexicanas seala que
estas dos formas de evitar la concepcin son las ms utilizadas principalmente
entre las parejas maduras, ya que las jvenes por lo general utilizan el condn o
preservativo [Bernal Felipe, 2007]. Hay algunos aspectos culturales relacionados
con el control del tamao de la descendencia, como el infanticidio, que ha sido
poco estudiado por la antropologa fsica. Daly y Wilson, quienes a su vez citan
el trabajo que Bugos y McCarthy [1984], en su estudio realizado entre los Ayoreo
de Paraguay, dicen:
Figura 4
Esquema que muestra algunos temas de estudio derivados de la influencia de la cultura sobre la
fecundidad.
Fuente: elaboracin propia.
Las noticias acerca de su amiga Eho, haban conmovido a Bugos y McCarthy: entre la
edad de 17 y 22 aos de edad, durante el curso de seis breves uniones, haba enterrado
a sus tres primeros hijos, dos hijos y una hija. Finalmente, a la edad de 24 aos, se haba
7. Este concepto fue elaborado por Louis Henry [1953] para describir a aquellas sociedades que no
practicaban el control deliberado de nacimientos; sin embargo, su procedencia ha sido criticada por la
comunidad antropolgica, que sostiene que las sociedades antiguas tenan diferentes estrategias para
limitar los nacimientos, lo que es evidencia de la intencin de controlar la fecundidad de sus mujeres.
259
unido [Bugos y McCarthy, 1984] nuevamente pero en una relacin estable, entonces
ella cri a cuatro hijas [Daly y Wilson, 1988:38].
En cuanto al aborto, tal y como lo explican Harris y Ross [1999], existe una
lnea muy sutil entre un aborto espontneo y el provocado. Sin embargo, su presencia es otro signo universal de control de la poblacin. Tomando en consideracin que una proporcin de embarazos, que McCormack [1982] estima en 25%,
terminan en aborto, la existencia de individuos no natos en los entierros humanos
de sociedades antiguas atestiguan su prctica.8 En la actualidad, el aborto es un
problema de salud pblica, que afecta sobre todo a las mujeres de escasos recursos
y aquellas que viven en pases en vas de desarrollo cuyas legislaciones, civiles o
religiosas, prohben su prctica.
La lactancia es, junto con el aborto y el infanticidio, una de las prcticas generalizadas entre los grupos humanos, y en algunas crnicas del siglo xvi, as como en
reportes etnogrficos, se da cuenta de ello. Por ejemplo, Daly y Wilson [1988:4041] reportan que las mujeres dobe Kung rara vez conciben durante los primeros
dos aos de lactancia. Al igual que las mujeres ayoreo del Paraguay, las madres dobe
Kung cargan a sus hijos junto a su pecho, permitindoles mamar cada vez que ellos
lo deseen durante el da y durante la noche, por lo que el itinerario de lactancia de
estos nios es distinto al observado en las sociedades industrializadas.
El estudio de cada una de estas variables y del peso que tienen en el control de
los nacimientos o del espaciamiento entre cada hijo constituyen, por s mismos,
interesantes lneas de investigacin.
c) El estudio de la migracin
La migracin es otro tema muy cercano a la antropologa fsica, que tiene que ver
con la movilidad de las poblaciones y el constante desplazamiento de individuos de
su lugar de residencia a un lugar diferente, por distintas razones, que pueden variar
desde las econmicas hasta las polticas, pasando por cambios ecolgicos radicales.
La movilidad de las poblaciones es uno de los mecanismos reconocidos por la
seleccin natural que contribuye a la renovacin del flujo gentico de una poblacin y, por ende, es el factor responsable de la variabilidad biolgica de la especie
8. En relacin con este aspecto, consultar a Serrano y Lagunas [2000], sobre los restos de no natos
exhumados de un altar del sitio de La Ventilla, en Teotihuacan.
260
d) El estudio de la mortalidad
El estudio de este fenmeno demogrfico es el ms socorrido en las disciplinas
antropolgicas y tambin en la antropologa demogrfica, pues dejando a un lado
tcnicas e indicadores, su estudio ofrece un panorama general del grado de desarrollo de una sociedad.
261
Ahora, entre los temas clsicos de la mortalidad humana, hay uno en especial
que es vital: por qu mueren los nios en el siglo xxi? Cules son los determinantes de la mortalidad infantil? Qu contribuye a que un tercio de los nacimientos
de un ao de Chiapas, Guerrero o Oaxaca mueran antes de cumplir el primer
aniversario? En realidad es el patrn humano de mortalidad? Este indicador tiene
muchos vnculos con el comportamiento cultural de las poblaciones y, como tal,
la antropologa fsica no ha dicho lo suficiente.
262
Algunas reflexiones
Las distintas dinmicas a las que estamos expuestos en la actualidad (demogrfica,
econmica, social y poltica) imponen una serie de retos para aquellos que tratamos de estudiar al hombre. Entre ellos est la construccin de propuestas tericometodolgicas imaginativas para el estudio de los complejos temas de poblacin
y su relacin con los distintos comportamientos humanos, por enumerar tan slo
algunos de ellos: el crecimiento poblacional, la reduccin de la fecundidad, el
aborto selectivo, la eutanasia, la cada de la esperanza de vida en los pases en
desarrollo, el sida en frica y en el resto del mundo, el brote de enfermedades
infecciosas supuestamente erradicadas y el problema migratorio mundial en
distintas escalas. Estos son algunos de los problemas ms inmediatos que exigen
discusin e intervencin de aquellos profesionales que se han entrenado para el
estudio biocultural de nuestra especie, los antroplogos fsicos.
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Introduccin
El estudio del comportamiento reproductivo de la especie humana se puede abordar mediante dos aspectos epistemolgicos: el
biolgico y el cultural, que caracterizan al estudio antropolgico
del ser humano. La antropologa ha estudiado la especie humana,
tratando de no disociar estos niveles. Sin embargo, el rescate del
aspecto cultural ha sido una preocupacin en el quehacer de
la antropologa fsica, al considerarlo tan importante como los
procesos biolgicos, evolutivos, ambientales, entre otros.
Cuando abordamos el control del tamao de la poblacin,
partimos de la idea de que la mayora de las sociedades practicaron algn tipo de control de la fecundidad, pero el tema a tratar
se complica cuando nos percatamos de que cada grupo humano
tiene distintas estrategias, de acuerdo con su cosmovisin e ideologa, por lo que debemos reconocer que cada sociedad tiene sus
propias prcticas y conocimientos. La regulacin del crecimiento
de las poblaciones humanas ha sido punto de discusin de diversas disciplinas y enfoques, lo que ha permitido una aproximacin
268
blemente la antropologa ha dejado de lado este punto, pues no hemos visualizado el tema en un mbito mundial.
269
cin usualmente ha sido cuestionado por diversos aspectos, entre ellos el acceso a
la informacin del contexto arqueolgico, as como su confiabilidad.
Independientemente del tipo de herramienta que empleemos, debemos de
considerar tanto el potencial como las limitantes de cada una de ellas. El tipo
de instrumento va de acuerdo con los intereses que persiga el investigador o la
profundidad con la que desee abordar el tema. Por ejemplo, los archivos parroquiales son una veta de informacin importante para el estudio de la dinmica
poblacional en el pasado y escasamente han sido empleados en antropologa fsica.
Una de las dificultades que se presenta con frecuencia en este tipo de estudio es
que las series estn incompletas.
La comprensin del estudio de la reproduccin humana es muy compleja, ya que
intervienen un sinfn de aspectos, no se trata slo de proporcionar cifras o porcentajes, sino entrelazar la informacin del contexto social de cada uno de los aspectos
involucrados, por ello creo pertinente comentar que el antroplogo fsico tiene la
necesidad de realizar trabajo de campo. En mi experiencia como antroploga fsica
he observado cmo se diluye la informacin obtenida en campo cuando se traslada a
lo escrito y viceversa. Esta preocupacin ya ha sido manifestada por diversos colegas
tanto en congresos como en aulas, sin embargo, no se ha hecho mucho al respecto.
El trabajo de campo es la fuente primaria de conocimiento, de la cual el investigador se nutre y con ello trata de explicar determinado fragmento de la realidad.
270
271
cin aportada por Davis y Blake [1956] para reconocer los factores culturales que
tienen impacto en la fecundidad. Estos autores parten de que la reproduccin
humana implica cuatro pasos: la cpula, la concepcin, la gestacin y el parto. Su
hiptesis es que existen factores culturales que afectan directamente cada una de
las etapas y proponen clasificarlos en 11 variables intermedias, es decir, aqullas
por las cuales las condiciones culturales pueden influir sobre la fecundidad. Los
factores son los siguientes:
1. Factores que afectan la exposicin al coito: el primer grupo incluye los
que rigen la formacin y disolucin de las uniones en edad frtil; edad
a la que se inicia la participacin en uniones sexuales; celibato, apartado que se refiere a la proporcin de mujeres que nunca participaron
en uniones sexuales, e intervalo de periodo reproductivo transcurrido
despus de las uniones o entre ellas. El segundo grupo incluye los factores que rigen la exposicin al coito dentro de las uniones: abstinencia
voluntaria, abstinencia involuntaria (a causa de impotencia, enfermedad,
separaciones inevitables o temporales) y frecuencia del coito (excluyendo
los periodos de abstinencia).
2. Factores que afectan la exposicin a la concepcin: fertilidad o esterilidad, por causas involuntarias, uso o no de contracepcin y fertilidad
o esterilidad afectada por causas voluntarias (esterilizacin, subincisin,
tratamiento mdico, entre otros).
3. Factores que afectan la gestacin y al parto exitoso: mortalidad fetal por
causas involuntarias y mortalidad fetal por causas voluntarias.
En 1961, Louis Henry, uno de los principales exponentes de la Escuela Francesa, define la fecundidad natural como la ausencia del control deliberado de los
nacimientos. Este concepto fue dado a conocer cuando se inici la campaa de
los anticonceptivos orales, durante la dcada de los sesenta. Posteriormente, en
1978, Bongaarts redefini la propuesta de Davis y Blake intentando responder a
la variacin de la fecundidad, as como clasificar cada factor y su potencial. Para
este autor, una variable intermedia est determinada por factores biolgicos y
de comportamiento a travs de los cuales las variables socioeconmicas, culturales y ambientales afectan la fecundidad [Bongaarts, 1978:3]. Este mismo investigador reconoce la influencia de la cultura en la regulacin de la fecundidad
272
273
Algunas investigaciones apoyan la relacin directa entre la biologa del cuerpo en su contexto cultural; ejemplo de ello son las realizadas por Ellison [1995,
2001], en particular sobre el efecto de la lactancia prolongada en la infertilidad
posparto. El autor adems identifica algunos factores culturales que condicionan
la duracin de la amenorrea posparto y su relacin con la lactancia, entre los que se
encuentran la frecuencia con que se alimenta al infante, el amamantamiento nocturno, la duracin de cada uno y la edad al destete. Sin embargo, el autor advierte
que llegar a conocer los tiempos de amamantamiento implica gran detalle, por
lo que se tendra que hacer un trabajo de campo exhaustivo.
Desde la perspectiva del materialismo cultural, Marvin Harris parte de que
los sistemas socioculturales comprenden tres fracciones [Harris y Ross, 1991]:
1) la infraestructura, que abarca el modo de produccin y reproduccin, definiendo este ltimo como las prcticas que afectan directa o indirectamente a los
procesos reproductivos y los agrupa en la atencin y el trato dados a los fetos, los
recin nacidos y los nios; la atencin y el trato a las mujeres jvenes (en menor
medida a los hombres jvenes); la frecuencia y el calendario de la lactancia, la
periodicidad y el calendario de coitos; 2) la estructura, que comprende la economa domstica y la economa poltica; 3) la superestructura, que est integrada
por las creencias y prcticas estticas, simblicas, filosficas y religiosas [Harris
y Ross, 1991].
Los mismos autores aluden al concepto de costos y beneficios de la crianza de
los hijos. Al parecer, retoman a Bulatao y Lee [1983], quienes plantean este marco
terico para interpretar el hecho de la alta fecundidad en sociedades preindustriales.
Dicha propuesta tiene una base material en la produccin de la vida domstica y
la economa. La significacin radica en la sustitucin de los productores fallecidos
o viejos por otros productores ms jvenes y vigorosos. De esta forma la fecundidad y la crianza de los hijos promueven sistemticamente que la inversin de los
hijos produzca beneficios netos para la generacin de los padres [Harris y Ross,
1991:19]. Los beneficios se pueden traducir en obtencin de ingresos, mano de
obra, proteccin y cuidado de los padres, intercambios y alianzas matrimoniales,
as como la defensa individual y de grupo. En contraparte, la crianza de muchos
hijos puede daar el equilibrio del tamao de la poblacin y del medio, por lo que
hay una estrecha relacin entre el modo de produccin y reproduccin [Harris,
1990:130].
274
Comentario final
El impulso para escribir estas lneas tuvo como origen una reflexin propia acerca
del trabajo de investigacin sobre la reproduccin humana desde la mirada de la
antropologa fsica en las dos ltimas dcadas. En investigaciones antropolgicas
de otros pases existe una tradicin acadmica, en Mxico no, lo cual me llev a
plantear un cuestionamiento sobre mi quehacer en la disciplina de la cual provengo.
Al hacer la revisin de las investigaciones realizadas en su mayora por antroplogas
fsicas, considero un aporte la metodologa peculiar de cada investigadora para explicar un hecho. Sin embargo, an nos falta una visin amplia del tema en relacin
con el mbito internacional. El trabajo de campo es una fuente de conocimiento
indiscutiblemente relegada en antropologa fsica, lo cual ya ha sido manifestado
por diversos investigadores tanto en aula de clase como en congresos, punto de
vista al cual me uno. Por todo lo anterior, quiero resaltar que el estudio de la reproduccin humana es complejo, por lo que deberamos plantear investigaciones
integrales teniendo como principio que no se trata de reducir una ciencia en otra,
sino considerar un dilogo entre disciplinas.
275
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279
V. Somatologa y ontogenia
1.Variabilidad morfolgica
del cuerpo humano
Introduccin
Estudios sobre variabilidad morfolgica del cuerpo humano en
su conjunto y de sus rasgos anatmicos especficos observables
a simple vista (fenotipo), son temas clsicos de la antropologa
fsica. Se describen, analizan y comparan estructuras, tamaos,
volmenes y proporciones externas en general y de los distintos
segmentos del cuerpo, buscando conocer la variada gama de formas y diseos que peculiarizan, distinguen o asemejan entre s a
los individuos y grupos humanos, ya sea para fines taxonmicos
o bien con el objetivo de conocer las trasformaciones evolutivas
que dieron origen a nuestro fenotipo o para aplicaciones prcticas en mltiples reas de las actividades humanas. Este tema
de estudio tiene larga trayectoria histrica y forma parte del
propio desarrollo de la antropologa fsica. Una concisa exposicin de los antecedentes y los distintos tratamientos tericos
y metodolgicos que el tema ha recibido puede encontrarse en
Mielke et al. [2006:3-21].
Con los avances tecnolgicos y cientficos del ltimo cuarto del siglo xx y lo que
va del presente, estudios sobre variabilidad del cuerpo humano, insertos en el tema
general de la diversidad biolgica humana, se han favorecido con los aportes de
la gentica humana, la paleogentica y paleoantropologa. Se establecen las bases
para comprender las caractersticas morfolgicas del cuerpo humano y sus variaciones en el contexto de las teoras de la evolucin biolgica, enfoque con que la
antropologa fsica se aproxima a la indagacin acerca de los orgenes y variaciones
somticas de nuestra especie [Lewontin, 1984]. En el contexto de estudios de antropologa fsica y salud, cobran importancia las variaciones somticas y los patrones
socioculturales que los modulan o construyen como la alimentacin, el sedentarismo y los estilos de vida, entre otros [Belcaro, 2001; Campillo, 2004], en las ciencias
forenses constituye toda una especializacin [Komar y Buikstra, 2007; Cattaneo,
2007], as como en una amplia gama de aplicaciones ergonmicas y el deporte.
284
285
del brote puberal por su estrecha relacin con los rganos reproductivos y distingue a mujeres y hombres independientemente del grupo humano de que se trate.
Existen rasgos morfolgicos que hacen distintos a los individuos entre s dentro
de un mismo grupo, conocidos como variaciones intragrupales; stas suelen, a su
vez, cobrar cierta homogeneidad en grupos humanos que conviven y se reproducen
entre s a lo largo de periodos histricos prolongados. Este hecho les otorga cierto
parecido fsico comn y los distingue de otros grupos. Se habla entonces de
variaciones intergrupales.
286
desarrollan extraordinaria movilidad. A partir de profunda especializacin, las manos llegan a constituirse en rganos de asimiento y de manipulacin muy precisos.
Se reduce de manera notoria el diente canino, lo cual realnea y reduce el sistema dentario, con la consiguiente disminucin y desaparicin casi por completo
del prognatismo facial. Adems, el neurocrneo y crneo facial se desarrollan de
manera diferencial para repercutir en el aumento relativo del primero respecto
al segundo. Aqu destaca la prdida de robusticidad del cuerpo humano en relacin con sus antecesores en la escala evolutiva, as como la tendencia a perpetuar
o conservar rasgos neotnicos. El desarrollo del lenguaje articulado se liga con
modificaciones en los tractos respiratorio y digestivo superiores, adems de su
extraordinario papel en la socializacin y desarrollo cultural del humano. Finalmente, las modificaciones del sistema piloso acabaron por dejar al cuerpo humano prcticamente desnudo, acarreando profundas y significativas modificaciones
morfolgicas y funcionales en la piel. En fin, se trata de cambios morfolgicos, de
orden filogentico, que nos diferencian de las dems especies de primates.
A muy grandes rasgos y de acuerdo con el registro fsil hasta ahora conocido,
las modificaciones morfolgicas mencionadas tuvieron inicio hacia el final del
Mioceno y principios del Plioceno (entre 15 y 6 millones de aos) cuando en
los restos fsiles aparece la reduccin de los caninos, pero la bipedestacin plena
data de alrededor de 3.5 millones de aos de acuerdo con el esqueleto y las huellas plantares fsiles del famoso Lucy, mientras que el aumento proporcional
y progresivo del cerebro se hace patente en los restos del Homo ergaster de hace
1.8 millones de aos. Por su parte, la gracilizacin del cuerpo, el aumento del
cerebro y el dominio del fuego caracterizan al Homo sapiens arcaico de hace unos
400 mil aos. Lo sealado en los prrafos previos sobre los cambios filogenticos
de la morfologa corporal puede consultarse en los captulos respectivos de Moy
Sol [2000], Cela Conde et al. [2001], Ehrlich [2005], Langdon [2005], Turbn
[2006], entre otros.
Durante el proceso de crecimiento y desarrollo humano ocurren modificaciones morfosomticas igualmente logradas a lo largo de la evolucin humana. Entre
otras, destaca el tamao de cabeza y tronco respecto a las extremidades durante los
primeros aos de la infancia, proporciones que cambian en las etapas subsiguientes de la vida. En la edad avanzada aparecen modificaciones somticas notables:
el cabello se blanquea o se pierde, la piel se arruga y disminuye su elasticidad;
los msculos pierden tonicidad y se vuelven flcidos, el cuerpo se encorva como
287
288
global, a causa de los trastornos ecolgicos y sus efectos negativos para la calidad
de vida [Moran, 2000].
Cabe precisar que el cuerpo humano presenta, adems de rasgos adaptativos,
una serie de variables que no pueden ser fcilmente atribuibles a procesos de adaptacin o que a la fecha no cumplen esa funcin. Entre stas destaca la conformacin
del crneo visto en norma superior y que dio lugar al desarrollo y empleo del ndice
Craneal Horizontal para clasificar a los grupos humanos en dolicocfalos (de cabeza alargada), braquicfalos (cabeza ancha) y mesocfalos (cabeza intermedia).
Dimorfismo sexual
Las diferencias biolgicas entre hombre y mujer se establecen durante la etapa
embrionaria, y de ello son responsables los cromosomas sexuales xx para la mujer
y xy para el hombre. Merced al establecimiento de estas diferencias biolgicas se
lleva a cabo la reproduccin de la especie.
Asunto diferente constituye la funcin social, histricamente atribuida al
hombre y a la mujer en cada cultura, y que ha dado lugar a la designacin de
gnero. La condicin sexual biolgica y la de gnero, actuando en conjunto, han
contribuido a configurar prcticamente dos modos distintos de percibir y vivir la
vida: el femenino y el masculino. A partir de las diferencias biolgicas derivadas de
esta dualidad se reconoce a la especie humana como dimrfica.
Ms all de los caracteres sexuales determinados genticamente a partir de los
cromosomas xx y xy, responsables de la dotacin de los rganos reproductivos y de
las funciones fisiolgicas propias de cada sexo, as como de los mecanismos hormonales que desencadenan la aparicin de los caracteres sexuales secundarios durante la
pubertad, pocos son los rasgos morfolgicos que pueden sugerir dimorfismo sexual
claro y definitivo. Las caractersticas fenotpicas de uno y otro sexo se aluden en trminos estadsticos. As, en trmino medio, el hombre es ms alto y corpulento que la
mujer, con lo cual se admite que tambin hay mujeres tan altas y corpulentas como
los hombres. Se seala que en el mbito mundial la diferencia promedio en la talla
entre hombre y mujer es alrededor de 10 centmetros a favor de los hombres. Esta
observacin adquiere mayor validez si se comparan hombres y mujeres del mismo
grupo social.
Quiz la tendencia del cuerpo femenino para acumular mayor cantidad de tejido adiposo subcutneo respecto del masculino, as como la distribucin diferencial del mismo en regiones corporales determinadas, sea otra caracterstica tpica
289
del dimorfismo sexual humano expuesta de manera evidente en el nivel morfolgico, pues aunque la gracilidad atribuida a la figura femenina y la robusticidad
masculina son de orden estadstico, esto no niega su existencia en el otro cuerpo.
290
torios distantes de sus lugares de origen. Estos desplazamientos causan fuerte impacto demogrfico y gentico en la estructura de las poblaciones y acarrean efectos
visibles en la morfologa corporal. El caso de la poblacin mestiza contempornea
de Mxico es claro y cercano ejemplo del impacto biolgico que tuvo la poblacin
indgena al cruzarse con la europea y en menor grado con la africana. La movilidad
de la poblacin a lo largo de la historia humana, particularmente en los ltimos
500 aos, a causa de la expansin colonialista mundial iniciada en el siglo xvi con
las guerras de conquista y dominacin, luego con el desarrollo de los medios de
transporte masivos, acarrean profundos procesos de mestizacin y la emergencia
de mltiples variaciones morfosomticas desconocidas con anterioridad.
Variaciones raciales
Clasificar seres humanos de acuerdo con sus caractersticas fsicas y rasgos culturales
prefigur a la antropologa fsica del siglo xix, condujo sus reflexiones originales y
alent sus primeras actividades cientficas. En ese tiempo, la raciologa tuvo como
prioridad registrar y describir la variacin morfolgica del cuerpo humano, con el
objetivo de elaborar una taxonoma de la especie humana capaz de explicar la distribucin geogrfica de individuos y grupos humanos con rasgos fsicos especficos
y reconocer posible filiacin biolgica entre ellos.
De este modo, grupos humanos que comparten ciertos rasgos fsicos y ocupan determinado territorio fueron reconocidos como razas humanas. El estudio
de las razas humanas, entendidas como manifestaciones adaptativas en el nivel
subespecfico, constituye una corriente de pensamiento bajo la cual se llevaron a
cabo estudios para explicar la forma tan variada como aparecen los rasgos fsicos
entre los grupos humanos y tratar de entender las relaciones biolgicas que stas
291
guardan entre s. Este proceder condujo a uno de los grandes ejes de la investigacin de antropologa fsica: la raciologa. Con ella, se desliza sobre la mesa de discusin el multifactico tema de mayor controversia cientfica que esta disciplina
ha enfrentado a lo largo de su existencia. Y que, no obstante, permiti abanderar
la lucha contra ideologas totalitarias, cuando en determinado momento histrico
se proclamaba la superioridad racial de ciertos grupos humanos sobre otros.
Por un lado, algunos antroplogos fsicos, al ubicar la disciplina dentro de las
ciencias naturales, no dudan en reconocer la existencia de razas humanas, consideradas como subespecies adaptativas forjadas a lo largo del proceso evolutivo. Por
tanto, sostienen que la diferenciacin biolgica existente entre grupos humanos es
independiente de diferencias socioculturales observadas entre ellos; pues las primeras corresponden a legalidades de orden gentico y ambiental, mientras las segundas obedecen a circunstancias histricas.
Sobre este particular, Dobzhansky precisa: En biologa y antropologa, el concepto o idea de raza tiene dos aspectos. Raza es una categora de clasificacin; tambin es un fenmeno biolgico. Esta dualidad tiene profundas races filosficas y
metodolgicas [Dobzhansky, 1972:87]. En referencia a los clebres debates sobre
raza desarrollados de 1962 a 1964 en Current Anthropology, Baker [1972:105] seala que si bien el trmino raza se ha utilizado como instrumento de investigacin,
dicho concepto se convertir en poco ms que una antigedad cientfica.
El asunto puede dar la impresin de estar concluido, sobre todo si en la
literatura cada vez parece ms escaso el uso de este concepto. Pero se complica
en grado extremo cuando surgen posiciones donde se avala la existencia de razas
humanas y se afirma que las diferencias entre ellas no slo son de orden fsicobiolgico sino que traspasan los niveles cultural, conductual y psquico de los
individuos. Lo anterior se pretende confirmar a partir de resultados de bateras
o pruebas psicolgicas aplicadas a grupos raciales, mediante los cuales se busca demostrar la superioridad de unos sobre otros. Amplia discusin sobre este
aspecto se puede consultar en el libro de Lewontin et al. [1991], intitulado No
est en los genes, porque en efecto, el problema en estos trminos cobra cariz eminentemente poltico e ideolgico; si bien es cierto que en la ciencia no se puede
mantener una posicin poltica o ideolgica neutral, tampoco se deben avalar
posiciones que pretendan justificar acciones discriminatorias contra individuos
o grupos humanos.
292
Variaciones biotipolgicas
Otra vertiente de anlisis tipolgico de la diversidad morfolgica est representada por estudios biotipolgicos y somatotipolgicos. Se trata del acercamiento
al anlisis de la diversidad de las estructuras morfofuncionales o complejo de
manifestaciones vitales de orden anatmico, humoral, funcional, psicolgico y
sociocultural, como lo enfatiz Nicola Pende, exponente destacado de la escuela
biotipolgica italiana, al definir a la biotipologa como la ciencia de la arquitectura
y de la ingeniera humana [Pende, 1947]. La atencin fundamental de esta corriente de pensamiento gravita alrededor del anlisis y sntesis de las caractersticas
morfosomticas individuales y no de grupos con afinidades biolgicas.
293
294
Anlisis poblacional
La gentica de poblaciones, desarrollada a partir de la dcada de 1930, ofrece explicaciones alternativas al enfoque tipolgico clsico acerca de las variaciones de
grupos humanos. Considera la existencia de variedades en trminos de frecuencias
diferenciales de genes en las poblaciones y las ubica en el contexto de procesos micro
evolutivos; se trata de la llamada conceptualizacin poblacional [Ayala, 1980:121]
o enfoque poblacional.
Este punto de vista niega la existencia de razas humanas y seala que no
existen medidas con validez cientfica para diferenciar entre s a las poblaciones
humanas en trminos de razas, ya que la variabilidad biolgica humana presenta
una seriacin continua que dificulta cualquier intento taxonmico. Sus seguidores concluyen que todas las clasificaciones raciales realizadas a la fecha son subjetivas y, por ello, recomiendan abandonar la prctica de clasificar a la humanidad
en razas. Si bien reconocen la necesidad de avanzar en el estudio de la diversidad
biolgica, en todo caso, deber realizarse a partir de categoras analticas desprovistas de la carga ideolgica que histricamente ha tenido que arrastrar el trmino
raza [aapa, 1996].
295
Composicin corporal
Durante largo tiempo el desarrollo metodolgico y tcnico para estudiar las variaciones corporales se centr en el examen de caractersticas somticas externas. Hacia las primeras dcadas del siglo xx el antroplogo sueco Matiegka inicia el estudio
sistemtico sobre la proporcin de distintos componentes del peso corporal: tejido
seo, tejido muscular, tejido graso y lquidos, mediante el empleo de instrumentos
antropomtricos, inaugurando lo que en su momento fue considerada una rama
especializada de la antropologa fsica: la antropometra tridimensional [Comas,
1976:268] o tambin antropologa de la cuarta dimensin [Broek, 1963].
A la fecha se ha constituido un amplio y fecundo campo de investigacin conocido con el nombre de composicin corporal, con desarrollo metodolgico y tcnico
propios [Heymsfield et al., 2005]. Los estudios de composicin corporal han cobrado enorme importancia en el campo de la salud, en particular en el de la nutricin.
El dficit en el desarrollo de los tejidos muscular y graso son excelentes indicadores
de subnutricin y desnutricin, problemas relevantes que trastocan el proceso de
crecimiento y desarrollo infantil. Por su parte, el desarrollo en exceso del tejido
graso produce igualmente riesgos de padecer el llamado sndrome x o sndrome
metablico, conjunto de enfermedades metablicas y cardiovasculares como diabetes, obesidad, dislipemia, arteriosclerosis e hipertensin, entre otras [Campillo
lvarez, 2004:15-34], las cuales amenazan en convertirse en pandemia.
A la fecha existen varios mtodos para estimar el desarrollo de los tejidos muscular y graso; el ms accesible es el antropomtrico, por la relativa facilidad con que
se obtienen los datos requeridos. Una de las formas ms breve consiste en estimar
las reas del msculo, de la grasa y total del brazo, mediante clculos que se realizan a partir del permetro del brazo y panculo del trceps. Con este procedimiento
se obtiene informacin til en investigaciones a nivel comunidad sobre el estado de
nutricin y salud de la poblacin [oms, 1995]. La tecnologa contempornea utiliza instrumentos llamados de bioimpedancia [Heymsfield, et al., 2005] mediante
los cuales se obtienen resultados expeditos sobre la composicin corporal.
296
blema de salud pblica. Considerado como uno de los problemas ocasionados por
las estrategias globalizantes, Eberwine [2003:30] lo denomina globesidad. Por su
parte Popkin [2004] lo refiere como transicin nutricional y considera que se trata
de un cambio mundial hacia la obesidad. Este fenmeno se observa desde la infancia,
con sus consecuencias negativas en la salud [Silink, 2003]. Mxico no est fuera de
riesgo, ya que se ha registrado un notable incremento de la obesidad en su poblacin
[Fausto Guerra et al., 2006].
En el mismo orden, y debido a las insaciables demandas de una sociedad enajenada acerca de los ideales de belleza, Kogan propone: considerar a los cuerpos
vigorxicos, anorxicos o bulmicos como cuerpos liminales: son los extremos de
una escala donde el eje central es el ideal corporal de esbeltez de las sociedades del
capitalismo tardo [Kogan, 2003:11].
Los trastornos acerca de la percepcin corporal, como bien se sabe, no son
nuevos en la historia de la humanidad, de ah la constante preocupacin por imprimir al cuerpo mltiples transformaciones como un todo o en sus diferentes
partes (mutilaciones, deformaciones, reducciones, depilaciones, escoriaciones, tatuajes, liposucciones, entre otras muchas), amn de aquellas ocasionadas por el
hambre, el trabajo y la pobreza, o bien las que son producto de la opulencia. Lo
cierto es que en los ltimos tiempos el incremento de la incidencia de la obesidad
a nivel mundial se ha vuelto problema de salud pblica. Es evidente que se trata de
un problema de ndole estructural y complejo de las sociedades contemporneas,
donde se involucran distintas esferas de la individualidad y el contexto sociocultural. Reclama por tanto concurrencia transdisciplinaria para su adecuada atencin,
donde resulta importante la participacin del antroplogo fsico.
Resumen
De manera breve se han expuesto algunos elementos tericos y metodolgicos
que se emplean en el estudio de la forma tan diversificada como se manifiestan los
rasgos peculiares y la estructura morfosomtica del cuerpo humano. Se enfatiza que
el fenotipo corporal est determinado tanto por la herencia biolgica como por
las circunstancias particulares de la vida del sujeto dentro del marco geogrfico y
sociocultural de su entorno. El conjunto de estos rasgos caracterizan e individualizan a las personas dentro de su grupo y tambin distingue a los grupos humanos
entre s. El estudio de estos rasgos con fines taxonmicos constituye la raciologa. La
biotipologa y la somatotipologa enfocan su anlisis a la estructura morfosomtica
297
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301
Introduccin
Entre los ejes temticos que cimientan a la antropologa fsica [Pea
y Ramos, 2003], existen dos que considero fundamentales: la filogenia y la ontogenia humanas, ambas comprendidas a la luz de la
teora antropolgica con objeto de estudiar el fenmeno humano
en su perspectiva evolutiva como especie (filogenia, del griego
, raza y , generacin) que comprende el proceso
de hominizacin como la diversidad de la especie humana y en
su perspectiva evolutiva como individuos (ontogenia, del griego
, el ser y , origen) que se refiere a los cambios en
el crecimiento y desarrollo que ocurren en un organismo desde
su concepcin hasta su muerte [Bogin, 1999a], lapso durante el
cual se gesta la variabilidad entre los sujetos, su personalizacin e
individualizacin [Lizarraga, 2000]. Sin perder la visin diacrnica, con temporalidades diferentes pero entrelazadas, Franois
Jacob afirm que cada organismo vivo hoy representa el ltimo
eslabn de una cadena ininterrumpida durante 3 mil millones
de aos. Los seres vivos son de hecho estructuras histricas. Son literalmente
creaciones de la historia [Vilard, 1997:22].
En este captulo se expone el tema de ontogenia humana elaborado desde una
perspectiva poco trabajada que considera al proceso de crecimiento humano como
un fenmeno complejo, y por ello se utilizan elementos tericos derivados de las
teoras de la complejidad para aprender-comprender dicho proceso.
304
305
aspectos de orden epidemiolgico, como la presencia de obesidad, sndrome metablico, alteraciones morfolgicas, fisiolgicas y funcionales, entre otros, asociados
con la edad; sin embargo, poca atencin se ha prestado al estudio del crecimiento y
desarrollo a lo largo del curso vital desde una perspectiva evolutiva [Bogin, 1999a,
1999b; Crews, 2003].
306
307
nentes simples que interactan entre s. Se dice que los componentes de un sistema
308
complejo son simples si su estado se puede describir con pocas variables. 2. Su estado
cambia al transcurrir el tiempo y el cambio es el resultado de una dinmica no-lineal
que usualmente tiene dos partes: una local, que modifica el estado de los elementos
como resultado de su interaccin con los elementos vecinos y una dinmica global que
obedece a las restricciones que pesan sobre el sistema y que provienen de la interaccin
de ste con el resto del universo [Miramontes, 1999:73-74].
Los sistemas complejos, entre otras cualidades, se caracterizan por la heterogeneidad de los elementos-componentes, as como por la interdefinicin y mutua
dependencia de las funciones que cumplen dichos elementos-componentes dentro del sistema total [Garca, 1994; Ramrez, 1999].
En resumen, las propiedades de estos sistemas complejos residen en el orden
relacional entre los elementos, en la interaccin entre sus componentes (red de
elementos-componentes) y en la organizacin dinmica del conjunto, esto es, en
presencia de circuitos no lineales de retroalimentacin, procesos de los que emergen las cualidades, sin que estn linealmente relacionadas con sus causas aparentes.
Cualidades emergentes predominan sobre las cantidades [Goodwin, 1998; Reynoso, 2006].
Circunscrita en esta lnea de pensamiento, me parece til retomar las ideas
bsicas de la Teora de Santiago, propuesta por Maturana y Varela [Maturana y
Varela, 1997, 1999]. En sta, definen a los seres vivos como sistemas complejos
que se caracterizan por su organizacin autopoitica, cuyo nico producto son
ellos mismos sin que exista separacin entre ste y el productor (proceso conocido
como autopoiesis).
Maturana caracteriza a los seres vivos de la siguiente manera:
Un ser vivo [...] ocurre y consiste en la dinmica de realizacin de una red de transformaciones y de producciones moleculares, tal que todas las molculas producidas
y transformadas en el operar de esa red, forman parte de la red de modo que con sus
interacciones: a) generan la red de producciones y de transformaciones que las produjo
o transform; b) dan origen a los bordes y a la extensin de la red como parte de su
operar como red, de modo que sta queda dinmicamente cerrada sobre s misma
formando un ente molecular discreto que surge separado del medio molecular que lo
contiene por su mismo operar molecular; y c) configuran un flujo de molculas que al
incorporarse en la dinmica de la red son partes o componentes de ella, y al dejar de
309
participar en la dinmica de la red dejan de ser componentes y pasan a ser parte del
medio [Maturana, 1997:14-15].
310
Ludwing Von Bertalannfy, cientfico que desarroll la Teora General de Sistemas durante los aos cuarenta del siglo pasado, comprendi que a pesar de que la
entropa4 era inevitable, los sistemas vivos existen porque
El organismo no es un sistema esttico cerrado al exterior que contiene siempre componentes idnticos: es un sistema abierto en un estado (cuasi) uniforme mantenido
constante en sus relaciones de masas en un intercambio continuo de material componente y energa; entra continuamente material del medio circundante y sale hacia l
[Bertalannfy, 2003:125].
Para describir este estado (cuasi) uniforme propuso el trmino alemn fliessgleichgewicht (equilibrio fluyente) que se caracteriza por mantenerse separado del equilibrio
verdadero y con ello estar en condiciones de realizar trabajo [Bertalannfy, 2003:147].
Se sabe que estos sistemas (abiertos) se mantienen alejados del equilibrio trmico y qumico,5 y en ellos se ha observado que cuando las condiciones son
favorables, el flujo de energa constante y rico que pasa a travs de un sistema lo
lleva a estados caracterizados por un nivel ms elevado de energa libre y un nivel
ms bajo de entropa [Laszlo, 1997:140]. Inicialmente Ilya Prigogine destac la
importancia de estos sistemas alejados del equilibrio introduciendo el concepto de estructuras disipativas, que es sin duda paradjico, ya que para mantener
el orden (estructura, patrn de organizacin, forma) deben consumir energa
y materia, hecho que produce desorden (entropa que disipan en el mbito
circundante). En estos sistemas la inestabilidad est siempre presente, pues las
fluctuaciones aumentan por rizos de retroalimentacin positiva, encaminndose aparentemente hacia un caos total (ruptura de simetras); pero el sistema tiene
un sbito cambio (fenmenos conocido como bifurcacin) que se traduce en la
emergencia de nuevas estructuras (entendidas como relaciones entre elementoscomponentes) y, en consecuencia, el sistema presentar propiedades nuevas y
311
312
313
nuestras ideas sobre la relacin entre gen y carcter han sido revisadas detenidamente, y
el fenotipo es considerado cada vez ms no como un mosaico de caracteres individuales
controlados por los genes, sino como la sntesis producto de un complejo sistema interaccionante, el epigenotipo total [Waddington, 1976:27].
Adems, Waddington precis que la caracterstica ms importante del fenotipo es que puede cambiar a travs del tiempo [Waddington, 1976].
Al respecto, progresivamente se descubren ms evidencias que demuestran el
efecto epigentico sobre el material gentico. Se entiende como tal cualquier actividad de regulacin gentica que no involucra cambios en el cdigo del dna y que
persiste a travs de una o ms generaciones [Riddihough y Pennisi, 2001:1064].
Por epigentica puede entenderse el estudio y anlisis de los cambios de las funciones de los genes que son heredables y que no involucran cambios en la secuencia original del dna; lo que significa determinar las expresiones alternas de un
mismo gen [Garca Cavazos, 2003)].
Mae-Wan Ho dice:
la nueva gentica revela una complicada red de procesos de prealimentacin y retroalimentacin que debe ser atravesada para que un gen pueda expresarse, es decir, para
producir una protena [] muchas otras protenas toman parte en la produccin de
cualquier protena individual: cortan y cambian, modifican y recodifican en una complicada red epigentica que se interpone entre los genes y la red metablica y se entrelaza con ella a la manera de una superred epigentica metablica [] la superred conecta
la expresin de cada gen con la de todos los otros [] El propio genoma, inmerso
en la superred epigentica metablica, no es en absoluto estable ni se encuentra aislado
de las exigencias ambientales [Mae-Wan Ho, 2001:79].
314
10. Sistemas metacelulares: aqullos en los cuales a partir de una clula inicial, por divisin y diferenciacin celular, generan una unidad de orden superior de segundo orden [Maturana, 1997], ya que
en stos, las clulas existen normalmente slo si tienen a otras clulas en estrecho agregamiento celular
(acopladas) como medio de realizacin de su autopoiesis. Lo que es comn en todos los metacelulares es
que incluyen clulas como elementos-componentes de sus estructuras, las cuales se organizan como una
red de procesos de produccin de componentes en su operar autopoitico.
315
Un animal cuya dinmica cultural remodela constantemente su contextualidad, mediada por la infinidad de imgenes mentales que construye y reconstruye de la realidad o
de lo que percibe (e identifica) como tal, y direccionada por sus sensaciones, transformadas stas en sentimientos y pasiones que promueve la emergencia de emociones y
obsesiones, preferencias y expectativas [Lizarraga, 2000:68].
11. Para que un hecho se convierta en experiencia debe realizarse un proceso activo de apropiacin
que est mediado tanto por la capacidades orgnico-funcionales de la especie como por el significado
cultural (que acota el proceso de asignacin de significado individual) [Aguado, 2004:38].
316
derivados,12 gracias a lo cual sufren una degradacin que libera a los nutrimentos13
y permite su absorcin. stos, durante el proceso de nutricin, una vez que ingresan en el organismo, se vuelven elementos componentes del mismo.
Es un hecho que el proceso de nutricin en lo inmediato depende de la ingesta de
alimentos y de la estructura del organismo. As, por un lado, debido a las cualidades de la dieta (conjunto de alimentos consumidos), los nutrimentos operan en
mltiples ciclos de actividad metablica recursivos y entrelazados, proporcionando energa y componentes estructurales a los tejidos, a la vez que coadyuvan con la
regulacin de los procesos metablicos del organismo, entre otros. Por otro lado,
las propiedades fsico-qumicas de los nutrimentos pueden tener un efecto directo
sobre el material gentico. Un ejemplo son los retinoles que modulan la expresin
de grupos de genes relacionados con el crecimiento y la diferenciacin celular
[Vadillo, 2004]. Pero no basta con ingerir alimentos. Dada nuestra naturaleza
humana tambin importan otros aspectos cargados de significaciones, emociones,
pasiones y sentimientos como qu, cmo, cunto, cundo, dnde y con quin
comemos?, para que los nutrimentos puedan ser aprovechados por las clulas de
la persona. Ms all de considerar la alimentacin como vehculo para allegar al
organismo materia-energa, es necesario pensarla como hecho social, portador de
informacin. Es la manifestacin cultural de todos los aspectos de su vida. Al respecto Sydney Mintz comenta:
Los alimentos que se comen tienen historias asociadas con el pasado de quienes los comen [] Y nunca son comidos simplemente; su consumo siempre est condicionado
por el significado. Estos significados son simblicos y se les comunica simblicamente;
tambin tienen sus historias [Mintz, 2003:28].
12. Puede definirse el alimento [humano] como los rganos, tejidos o secreciones de organismos de
otras especies que contienen concentraciones apreciables de uno o ms nutrimentos biodisponibles, cuya
ingestin en las cantidades y formas habituales es inocua, que por su disponibilidad y precio son ampliamente accesibles, y que sensorial y culturalmente son atractivos [Burges, 2004:479]. Cabe reservar la
palabra alimento al producto primario [ej. maz, trigo, leche] y asignar los trminos platillo o derivado a
los productos culinarios [ej. tortilla, pan] o industriales [ej. mantequilla, queso] reespectivamente [Burges,
2004:484].
13. Nutrimento. unidad funcional mnima que la clula utiliza para el metabolismo intermedio y que
es provista a travs de la alimentacin [Casanueva y Burges, 2004:442].
317
No slo se trata de aprovechar los nutrimentos, tambin tenemos que satisfacer otras necesidades como las emociones (recordemos la dimensin relacional-interrelacional) para el desarrollo de nuestra corporeidad. Tales son nuestras
necesidades afectivas14 (sentimiento-emocin) que se les ha propuesto como una
clave importantsima en el proceso de hominizacin-humanizacin [Maturana,
1999; Morin, 2000; Goldschmith, 2006].
La existencia de cada sujeto transcurre en un nicho, en el que de manera recursiva se adapta gracias a su naturaleza humana. En efecto, se trata de un ambiente
bsicamente modificado por la accin social de los seres humanos. stos en su
devenir histrico y al vivir en colectividades, se encuentran en constante transformacin y apropiacin de la naturaleza, instrumentando para ello diferentes relaciones de organizacin. La forma como interaccionan en los sistemas sociales y el
modo de operar, segn las prcticas culturales de la(s) comunidad(es) en la(s) que
transcurre su vida, en tiempos y espacios mltiples y diversos, sern sustantivos en
las trayectorias diversas que sigue el curso de vida de cada sujeto [Blanco y Pacheco,
2003; Gutirrez y Valladares, 2006], y que irremediablemente, en cada momento,
ir dejando huella en su corporeidad.
En efecto, es a travs del operar de nuestra naturaleza humana que el entorno
social se vuelca en nuestra misma naturaleza, a la vez que nos vertimos en l, de
manera tal que las relaciones recprocas entre ambiente y organismo se constituyen
en causas como en efectos.
318
neral, es semejante en todos los individuos. Con el registro sistemtico del crecimiento, y aplicando procedimientos matemticos y estadsticos, se pueden describir curvas
tericas (empleando valores centrales y su dispersin), que constituyen grficamente
canales de crecimiento o auxodromos. Waddington, desde el campo de la biologa
terica, nombr creodo a una trayectoria canalizada que acta como un atractor
para las trayectorias prximas [Waddington, 1976:31], parecera que se tratara de la
expresin del proceso en el que los atractores extraos estn presentes.
Mltiples observaciones permiten afirmar que durante la etapa formativa de
la vida, la gran mayora de los menores que han vivido bajo circunstancias favorables para un buen crecimiento y desarrollo fsico, suelen mantener su crecimiento
dentro de las mismas trayectorias, de tal forma que en su registro grfico puede
verse que siguen un mismo canal de crecimiento.15 No obstante, es necesario
precisar que los fenmenos de crecimiento y desarrollo se expresan de manera
nica en la individualidad de cada sujeto, debido a las mltiples co-determinaciones bio-psico-socioculturales que ocurren en su particular proceso ontognico.
Durante los primeros aos de vida del sujeto, dada la sensibilidad respecto a las
condiciones iniciales de todo sistema vivo (complejo), aunada a la labilidad por la
inmadurez propia del ser humano y a su capacidad de significar el mundo que le
rodea, es relativamente fcil que su trayectoria en el crecimiento y desarrollo fsico
cambie, lo que podra expresar una especie de ruptura de simetra.
Prader et al. [1963] propusieron que ante la presencia de situaciones que alteran
temporalmente el crecimiento, como enfermedades o inanicin y, aun y cuando
estos autores no lo mencionan, tambin por la carencia de estmulos emocionales
positivos, el desvo hacia uno o ms canales de crecimiento inferiores es temporal,
ya que despus de la situacin perturbadora viene un rpido crecimiento que hace
retornar al canal de crecimiento que se haba abandonado, fenmeno que definieron
como catch up growth [Tanner, 1986]. Otros trabajos reportan un comportamiento diferente en las trayectorias de los sujetos que durante la etapa formativa de la
vida tuvieron limitaciones en su crecimiento y desarrollo. Dependiendo de la edad
biolgica del sujeto, del lapso e intensidad durante el cual se presenten la serie
de circunstancias que limitan el adecuado crecimiento fsico, el organismo que
15. Esta observacin Tanner [1962] la nombr como canalizacin del crecimiento fsico. Desde las
teoras sistmicas posiblemente este fenmeno se explique dada la recursividad en la autosimilitud en los
fractales.
319
320
Al trmino de la etapa formativa de la vida, se tienen como resultado las siguientes situaciones: a) normalizacin del proceso de crecimiento de acuerdo con
la edad biolgica y tamao o masa previa; b) tamao final disminuido, pues el
tiempo perdido no se recupera, en efecto, la fuerza de la irreversibilidad del tiempo en biologa es un hecho reconocido [Maturana, 1997; Reynoso, 2006]; c) relacin segmento superior-segmento inferior alterada [Leitch, 1959; Ramos G. et al.,
1969; Ramos R., 1978, 1981b, 1986, Frisancho et al., 2001; Bogin, 2002], donde
el tronco es proporcionalmente ms largo en relacin con las piernas; y d) ajustes
en la composicin corporal [Ramos R., 1981b, 1988].
Desde otra perspectiva, se ha visto que, asociadas a los problemas de mal
crecimiento, se encuentran una serie de enfermedades que se manifiestan principalmente en vida adulta (cardiovasculares, diabetes, obesidad, entre otras). A
partir de que Barker y colaboradores [1989a, 1989b] dieron a conocer sus hallazgos en los que vinculaban el bajo peso al nacer y la mayor propensin a morir
por enfermedades cardiovasculares durante la edad adulta, estn aumentando
notoriamente las investigaciones que relacionan el crecimiento durante la etapa
formativa (tanto en vida intrauterina como en la infancia, niez y adolescencia), con patologas asociadas al incremento en la edad.18 Cameron y Demerath
publicaron un extenso artculo de revisin que trata sobre estos temas [2002].
Por ejemplo, Barker [1995] argumenta que la enfermedad coronaria en edades
avanzadas est asociada con patrones especficos de disproporcionalidad en el
crecimiento fetal que resultan de la desnutricin durante la etapa fetal media
a tarda. Ericksson y sus colaboradores [2001] reportaron que el bajo peso al
nacer y un ndice ponderal bajo estn asociados con el incremento en el riesgo
de padecer enfermedad coronaria, el cual se incrementa an ms si despus del
primer ao de edad se tiene una ganancia rpida del peso y del ndice de la masa
corporal. Esta observacin corresponde a lo descrito por Rolland-Cachera [et al.
1984; Rolland-Cachera, 1999], en el sentido de que cuando los menores son del-
18. Age-related changes are changes in physiology, structure, or function that show an increase in
the probability of occurrence with increasing age. These need not manifest in all individuals at the same
age or even occur in all prior to death. Age-determined changes include events that are invariable and
universal aspects of a species life history, but which may occur across a range of age with an accepted
mean [like]closing of cranial sutures, attainment of puberty and reproduction function, decreased
hormone production in later lifeAlthough the precise age at which such changes will occur is variable,
they will occur in all individuals who survive sufficiently long [Crews, 2003:19-20].
321
gados al nacimiento y presentan alrededor de los tres aos una ganancia rpida
del ndice de la masa corporal, tienen alta probabilidad de ser obesos en la adolescencia y adultez. Las causas que se atribuyen a estos procesos son diversas, pero
cada vez ms se explican por las modificaciones metablicas que tienen lugar en
los sujetos que fueron desnutridos al inicio de su vida [Gonzlez y Ros, 2004;
Sawaya et al., 2004], necesarias para mantenerse en autopoiesis, otras, enfatizan
la accin epigentica en estos procesos [Kaati et al., 2002; Pray, 2004; Ainsworth,
2006]. El resultado son continuas bifurcaciones en el operar del organismo como
corresponde a los sistemas dinmicos complejos.
Segn Maturana y Varela, la ontogenia [de todo ser vivo] es la historia del
cambio estructural de una unidad sin que sta pierda su organizacin [1999:64].
En efecto, para un organismo, estar vivo depende del equilibrio dinmico de relaciones recursivas que se extiende entre l mismo y su ambiente a travs de todo
su sistema fisiolgico hasta sus genes (autoadaptacin en todos sus niveles sistmicos), ocurriendo entonces cambios bioqumicos, conductuales, fisiolgicos,
genticos, morfolgicos, que se codeterminan unos a otros. Los sujetos estn en
permanente homeorresis, de no lograrlo, se manifiestan los procesos que distinguimos como enfermedad y puede ocurrir la muerte.
La ontogenia humana transcurre como un devenir constituido por continuas
correcciones de ruta de las que emergen, a cada instante, nuevas posibilidades. Las
deformaciones en la estructura de los sistemas vivos continan a lo largo de toda
su vida, por ello la historia adquiere una importancia primordial.
Reconociendo que existe una multiplicidad de tiempos, caracterizados por
sus ritmos temporales particulares, durante la ontogenia de cada persona, en todo
momento se entreteje su tiempo individual, con los tiempos histricos, grupales y familiares [Gutirrez y Valladares, 2006:61] que transcurren en los nichos
donde se desarrolla. Dnde est y cmo es ahora el cuerpo (corporeidad) de una
persona, no depender nicamente de su estructura en este momento sino tambin de un pasado que impone contingencias a la interaccin presente y futura
del vivir como humano.
Comentario final
En los apartados anteriores se ha considerado a la ontogenia humana como un
proceso complejo, el cual en una acepcin general podra definirse como el tejido
de eventos que mantienen entre s una gran variedad de relaciones (acciones, inte-
322
Bibliografa
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2004
Cuerpo humano e imagen corporal. Notas para una antropologa de la corporeidad, Mxico, unam-Instituto de Investigaciones Antropolgicas.
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enero de 2007).
329
ndice general
Tomo I
Anabella Barragn Sols y
Presentacin
Pg.
5
39
61
83
111
131
III. Gentica
Mara del Pilar Navarro Mer y
1. Antropologa molecular
149
165
187
209
225
245
267
V. Somatologa y ontogenia
Sergio Lpez Alonso
Rosa Mara Ramos Rodrguez
283
303
Tomo II
Anabella Barragn Sols y
Presentacin
39
63
89
115
147
173
197
237
251
265
289
315
333
363
393
427
453
473