Comunicación #411

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Comunicacin N 4/11

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Aportes para pensar la Educacin Sexual Integral1 en el marco del Proyecto
Integrado de Intervencin

Subsecretara De Educacin
Direccin De Psicologa Comunitaria Y Pedagoga Social

En la extensin de todo el documento denominaremos ESI.

La Plata, agosto de 2011

Comunicacin N 4/11

A los Inspectores Jefes Regionales


A los Inspectores Jefes Distritales
A los Inspectores areales que supervisan la Modalidad
A los miembros de los EOE y EID

Aportes para pensar la Educacin Sexual Integral2 en el marco del Proyecto


Integrado de Intervencin
El carcter transversal y especializado de la Direccin de Modalidad Psicologa
Comunitaria y Pedagoga Social nos convoca a considerar el abordaje y tratamiento de
la ESI en las diferentes organizaciones escolares y entornos comunitarios.
Para introducirnos en el tema, es decisivo ubicarnos en el contexto sociopoltico de
nuestras intervenciones. La expansin del Derecho a la Educacin que ampla la
obligatoriedad abarcando la educacin secundaria, ha generado, a la vez, la
necesidad de complejizar y profundizar el entramado legislativo para dar cuenta de las
mltiples dimensiones que atraviesan este derecho como, por ejemplo, las
diversidades de gnero, tnicas, generacionales y de clase. Sabemos que el potencial
democrtico de la escuela depende de experiencias y oportunidades dotadas de
condiciones polticas capaces de revertir factores que limitan, niegan o condicionan en
forma desigual las posibilidades efectivas de afirmacin de este Derecho Humano
Universal.
En este sentido es que entendemos la relevancia poltica, social y cultural de la Ley
26.150 de Educacin Sexual Integral. Su sancin refuerza el carcter poltico y tico
de la ESI otorgndole visibilidad, legitimidad y encuadre integral a una dimensin de lo
humano que era abordada de manera desigual de acuerdo con las posibilidades y
perspectivas personales de cada docente, y a la voluntad de los/as que se
comprometan con la temtica.
Por otro lado, la sancin de los Contenidos Curriculares de ESI aprobados por el
Concejo Federal de Educacin en mayo de 2008 configura un marco de trabajo que
implica un abordaje transversal dndole vigor al carcter integral e institucional de la
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En la extensin de todo el documento denominaremos ESI.

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Comunicacin 4/11, DGC y E

propuesta. Debemos reconocer el aporte fundamental de la ESI a la calidad de los


procesos educativos.
Es preciso admitir que la educacin sexual no es ajena a la historia

y a las

intervenciones de las estructuras territoriales de la Direccin de PC y PS, pero es


oportuno generar el espacio institucional para reflexionar desde qu lugar, cmo y con
qu perspectiva nos hemos aproximado a la misma. Sin dudas hay un salto cualitativo
que es necesario sealar: la ESI no es una temtica que hay que abordar, sino ms
bien, una experiencia educativa que nos pone en relacin con el Otro habilitando
mltiples dimensiones de la condicin humana: lo afectivo, lo social, lo biolgico, lo
tico-poltico y lo espiritual.
Advertimos a esta altura que nuestras prcticas han girado alrededor de un eje que
renueva su vigencia con la ESI: la concepcin del Otro y las formas de relacin
poltica, cultural y pedaggica que se establecen en torno a la alteridad.
Entendemos que la experiencia del Otro, nuestra experiencia y la relacin entre
ambas, no deben ser reemplazadas por temticas que en definitiva controlan o regulan
dichas experiencias, sino ms bien, se trata de contemplar el arte de conversar con el
Otro. As intentamos habilitar el espacio subjetivo para que ese Otro se apropie de la
palabra y pueda narrar su existencia, sin transformar la misma en un tema o contenido
escolar. De esta manera evitamos clasificar, estigmatizar y estereotipar su condicin
humana.
La ESI ofrece la posibilidad de estar con el Otro adoptando nuevas configuraciones
relacionales. Siguiendo el pensamiento de Carlos Skliar, en el espacio pedaggico se
han impuesto nuestras preguntas, preocupaciones y obsesiones sin dar lugar a las
preguntas, preocupaciones y obsesiones del Otro.
A partir de este documento aspiramos a profundizar los alcances polticos de nuestras
intervenciones considerados en la Comunicacin 1/2011. Nuestra historia como
Direccin da cuenta de prcticas colectivas para la inclusin educativa que tensionan
paradigmas hegemnicos como el sexismo, la discriminacin y las desigualdades de
gnero, clase, etnia, entre otros. Nuestro desafo es promover modelos que apunten a
la promocin, reconocimiento y restitucin de derechos de cuerpos sexuados,
identidades sexuales diversas, relaciones de gnero igualitarias, diferentes modelos
de familias, infancias y juventudes, es decir, intentamos construir procesos de
enseanza y de aprendizaje que fortalezcan una propuesta curricular con justicia
social.
Es as que nos proponemos en este documento:

Reflexionar sobre el lugar de la escuela en la formacin integral de nios,


nias, y adolescentes y acompaar su desarrollo afectivo sexual.

Presentar el entramado legal que sustenta nuestras prcticas de ESI.


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Identificar los distintos enfoques vinculados con la educacin sexual y


reflexionar sobre los mismos.

Considerar los criterios que sustentan la ESI.

Contemplar y delinear estrategias de abordaje de la ESI en las estructuras de


la Modalidad (Equipos de Orientacin Escolar, Equipos Interdisciplinarios
Distritales, Centros Educativos Complementarios, Supervisores).

La escuela: espacio privilegiado para el despliegue de la ESI


La escuela es el espacio pblico donde se despliega el trabajo compartido de aprender
a vivir con otros/as y donde se producen significados colectivos y culturales que
dejan su impronta subjetiva. Es por eso que la Educacin Sexual con una perspectiva
integral demanda ser incluida en la propuesta pedaggica.
Adems, la escuela es el lugar donde podemos dar cabida a numerosos interrogantes
sobre los significados que adquiere para nios/as, jvenes y adultos habitar este
espacio social.
Nos preguntamos entonces sobre la posibilidad de pensar una escuela que contemple
las diversidades, las otredades, los derechos, los proyectos de vida en los que la
sexualidad y la afectividad no sean aspectos invisibilizados bajo el manto de
naturalizaciones culturales e histricas construidas socialmente.
Sin dudas los nios/as y jvenes construyen sus subjetividades en entornos
educativos ms amplios que superan la experiencia escolar, aunque muchas de esas
experiencias se tornan difciles de significar para ellos/as. Es en la escuela, a travs de
su propuesta y en el marco de la relacin pedaggica docente/alumnos/as y grupo de
referencia escolar, donde se tiene la posibilidad de dar sentido a todas las
experiencias que tienen los/as alumnos/as y significar aquello que los/as excede. La
escucha, la confianza, la mirada que sostiene, el espacio entre pares y adultos, las
palabras, los sentidos, los gestos, sin dudas, permiten la construccin subjetiva y los
procesos de autonoma para el alcance de aprendizajes integrales.
El entramado legal
Es importante, desde el rol docente, recorrer y apropiarse del marco legal existente
para abordar la ESI en nuestro pas. Dicho marco implica el cumplimiento de los derechos de nios, nias y adolescentes, y sostiene, a partir de la Ley N 26.150, que la
ESI es parte de nuestro accionar. Para abordar la problemtica, a diferencia de otros
tiempos, contamos en la actualidad con una amplia urdiembre legal que sustenta y
legitima nuestra prctica en el contexto escolar y comunitario.
El Marco Legislativo Internacional que Argentina posee y promueve en el campo de los
Derechos Humanos es el siguiente:
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Declaracin Universal de Derechos Humanos, 1948.

Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1948.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, la Convencin


Americana sobre Derechos Humanos, 1978.

Convencin sobre Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin


contra la Mujer- CEDAW- , 1979.

Convencin sobre los Derechos del Nio, 1990.

Convencin Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la


Violencia contra la Mujer, Ley N 24.632/96.

Protocolo relativo a la Venta de Nios, la Prostitucin Infantil y la


Utilizacin de los Nios en la Pornografa, Ley N 25.763/03.

Los antecedentes nacionales y provinciales son:

Ley de Ratificacin de la Convencin sobre la Eliminacin de todas las


Formas de Discriminacin contra la Mujer N 23.179/ 85.

Ley de Ratificacin de la Convencin de los Derechos del Nio N


24.849/97.

Ley Nacional de Salud Sexual y Procreacin Responsable N 25.673/02.

Ley Provincial sobre Salud Reproductiva y Procreacin Responsable N


13.066/03.

Ley

de Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y

Adolescentes N 26.061/05.

Ley Provincial de Promocin y Proteccin Integral de Derechos de Nios,


Nias y Adolescentes N 13.298/05.

Ley Nacional de Educacin N 26.206/06.

Ley Provincial de Educacin N 13.688/07.

Ley Nacional de Proteccin Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la


Violencia contra las mujeres en los mbitos en que se desarrollen sus
relaciones interpersonales N 26.485/09.

Para comprender aspectos generales de la ESI nos centrarnos en la Ley Nacional N


26.150 que plantea:
ARTCULO 1: Todos los educandos tienen derecho a recibir educacin sexual
integral en los establecimientos educativos pblicos, de gestin estatal y privada de
las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires y
municipal. A los efectos de esta ley, entindase como educacin sexual integral la
que articula aspectos biolgicos, psicolgicos, sociales, afectivos y ticos.
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La inclusin de la ESI en la propuesta curricular reafirma la responsabilidad del Estado


en lo que hace a la proteccin de los derechos de los nios, nias y adolescentes.
Adems, la perspectiva integral que se propone nos convoca a reflexionar sobre los
enfoques que han sustentado las prcticas escolares de Educacin Sexual.
ARTICULO 5: Las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autnoma de
Buenos Aires y municipal garantizarn la realizacin obligatoria, a lo largo del ciclo
lectivo, de acciones educativas sistemticas en los establecimientos escolares,
para el cumplimiento del Programa Nacional de Educacin Sexual Integral. Cada
comunidad educativa incluir en el proceso de elaboracin de su proyecto institucional,
la adaptacin de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a
su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros.
Este artculo en particular hace referencia a la institucionalizacin de la ESI en el
marco del Proyecto Institucional como una propuesta obligatoria dando cuenta, a la
vez, de las recomendaciones de los Diseos Curriculares de cada Nivel Educativo y
considerando los entornos comunitarios donde se despliega. De esta manera se
formalizan y sistematizan saberes que histricamente haban quedado circunscriptos a
la esfera de lo privado o a iniciativas voluntarias, dispersas y/o asistemticas.
ARTICULO 9: Las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autnoma de
Buenos Aires y municipal, con apoyo del programa, debern organizar en todos los
establecimientos educativos espacios de formacin para los padres o
responsables que tienen derecho a estar informados. Los objetivos de estos
espacios son: a) Ampliar la informacin sobre aspectos biolgicos, fisiolgicos,
genticos, psicolgicos, ticos, jurdicos y pedaggicos en relacin con la sexualidad
de nios, nias y adolescentes; b) Promover la comprensin y el acompaamiento en
la maduracin afectiva del nio, nia y adolescente ayudndolo a formar su sexualidad
y preparndolo para entablar relaciones interpersonales positivas; c) Vincular ms
estrechamente la escuela y la familia para el logro de los objetivos del programa.
Entendemos que la perspectiva comunitaria de nuestro accionar nos habilita al trabajo
articulado y sistemtico con las familias, asumiendo la diversidad de las mismas y
fortaleciendo aquellos factores protectores que suman a las relaciones democrticas
en el mbito de lo domstico. En este sentido, la escucha de las narraciones sobre lo
que las familias tienen para decir sobre s es una herramienta fundamental a la hora
de disear nuestras intervenciones.
Los tres artculos seleccionados especialmente sealan aspectos relevantes de la
perspectiva de trabajo de la Direccin de PC y PS con carcter transversal a todos los
Niveles y Modalidades, y con un abordaje especializado en operaciones comunitarias
dentro del espacio escolar. 3
Nuestro recorrido en la educacin sexual: diferentes enfoques
3

Ley de Educacin Provincial 13.688/07, Art. N 43.

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La historia de nuestras intervenciones en todos los Niveles y Modalidades da cuenta


de la preocupacin por la Educacin Sexual de nios/as y jvenes que ha tenido la
Direccin de Psicologa Comunitaria y Pedagoga Social.
Sin embargo es preciso reconocer que a lo largo de una trayectoria de sesenta aos,
esa inquietud se tradujo en una diversidad de aproximaciones a la temtica. La
atmsfera sociopoltica y cultural de cada momento histrico, sin dudas, nos interpel
desde diferentes perspectivas de trabajo lo que contribuy a dimensionar de manera
distintiva uno o ms aspectos de la sexualidad. La reflexin sobre las orientaciones
heterogneas que motivaron nuestras prcticas nos permitir reposicionarnos y
resignificar las mismas.
Podemos sintetizar los enfoques que prevalecieron o an prevalecen en las
instituciones escolares, en dos grandes grupos, aunque seguramente dejaremos
algunos aspectos por fuera de esta sntesis:
Por un lado los modelos biologistas, que enfatizan en aspectos biolgicos, fisiolgicos
y en la prevencin de enfermedades y por otro, sin dejar de entenderse con el anterior,
los modelos prescriptivos que se empean en definir conductas correctas o
inadecuadas.

Ambos

modelos

han

generado

conceptos

universales

que

homogeneizan las condiciones y caractersticas de alumnos y alumnas.


En relacin a estos dos modelos se desarrollaron y an se observan:

Intervenciones donde prevalece el aspecto de informacin cientfica para


la prevencin de embarazos no deseados, enfermedades de transmisin
sexual, anticoncepcin, todas problemticas derivadas de un concepto de
sexualidad con corte biomdico, biolgico y genital. Predomina el enfoque
de riesgo que generalmente vincula la sexualidad adolescente con
embarazos o enfermedades de transmisin sexual. Al reducir la sexualidad
a un problema bio-mdico, se habilita la presencia de profesionales de la
medicina, los/as nicos/as portadores/as de un saber tcnico. De esta
manera se efectiviza una forma de despolitizar/des-subjetivizar la
sexualidad.

Intervenciones donde prevalece la educacin para el ejercicio de una


sexualidad

restringida en convicciones de orden moral y abordada

desde una perspectiva normativa (el deber ser) por encima de los
sentimientos y prcticas reales de los/as jvenes. Tanto esta como la
primera forma de intervencin refuerzan el temor de una sexualidad
concebida como amenazante.

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En otro ncleo de prcticas prevalece el ejercicio de la sexualidad


responsable:

se

hace

hincapi

en

los

aspectos

relacionales,

comunicacionales y afectivos de la sexualidad entendida como una


dimensin constitutiva de la persona, superadora de la genitalidad. Se
enfatiza en la

informacin y se trata de promover habilidades para

fortalecer la toma de decisiones responsables en ambos miembros de la


pareja. Esta perspectiva focaliza en los derechos de los nios, nias y
adolescentes. Considera el derecho a una sexualidad plena, que no se
restringe a la procreacin.
Como podemos ver, a partir de lo considerado, cuando hablamos de educacin sexual
no siempre hablamos de lo mismo e incluso podemos hablar desde posicionamientos
muy dismiles. Cada uno de estos enfoques comprende diferentes concepciones de
sexualidad y de ser humano, por lo tanto definen abordajes distintivos. Considerando
esta diversidad de modelos resulta pertinente revisar crticamente qu significa hablar
de ESI.
En este sentido, la Ley Nacional N26.150 remarca

un abordaje integral de la

Educacin Sexual que implica considerar los distintos elementos y dimensiones


de la sexualidad entendida como un concepto complejo.
Para avanzar sobre el encuadre es el momento de definir los criterios que sustentan
la ESI, ellos son:
1. Un enfoque integral de la educacin sexual.
2. La promocin de la salud.
3. La consideracin de todas las personas involucradas como sujetos de
derecho.
4. La especial atencin a la complejidad del hecho educativo.
Desarrollaremos cada uno de ellos en funcin de la Ley N 26.150
1. Un enfoque integral de la educacin sexual
El Artculo 1 de la Ley 26.150 es nuestro punto de partida para conceptualizar la
sexualidad desde un sentido amplio, reconociendo las dimensiones: psicolgica,
biolgica, social, afectiva y tica. Esta asuncin multidimensional del concepto supone
evitar lgicas reduccionistas o binarias. De esta manera se evita dejar de lado algn
aspecto fundamental y constitutivo de lo humano o pensar en forma sesgada,
simplificada o en oposicin a otros aspectos (lo biolgico vs. lo social, lo psquico vs. lo
poltico, lo individual vs. lo colectivo). Ms bien la intencin es desarrollar
pensamientos y reflexiones que constituyan campos de tensin y no de oposicin.
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La Organizacin Mundial de la Salud define a la sexualidad como una dimensin


fundamental del hecho de ser humano. [] Se expresa en forma de pensamientos,
fantasas, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prcticas, roles y
relaciones. La sexualidad es el resultado de la interaccin de factores biolgicos,
psicolgicos, socioeconmicos, culturales, ticos y religiosos o espirituales. [] En
resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos,
pensamos y hacemos. En consonancia con la OMS y la Ley 26.150, el concepto de
sexualidad que proponemos excede ampliamente las nociones de genitalidad y de
relaciones sexuales.
Desde el marco de la Ley Nacional N 26.150 hablar de sexualidad en la escuela
conlleva a reconocer:

Que es una dimensin constitutiva de las personas que no se agota en


sus aspectos biolgicos, ni se reduce a la genitalidad, estos constituyen
solo una parte de la sexualidad.

Que est presente desde el comienzo y a lo largo de toda nuestra vida,


asumiendo diferentes y diversas manifestaciones en cada momento del
desarrollo.

Que se desarrolla a partir de un dato biolgico y por la interaccin con los


otros, en la familia, la escuela y los grupos sociales en los que actuamos
y transitamos y en la sociedad en general.

Que se trata de una construccin socio histrica por lo tanto existen


condicionantes sociales y culturales en dicha construccin que pueden
generar situaciones de desigualdad.

Que est atravesada por mltiples dimensiones interrelacionadas:


biolgica, psicolgica (afectiva), social, jurdica, tico-poltica y espiritual.

Esta perspectiva fundamenta la relacin profunda de la sexualidad con la construccin


de la subjetividad, es decir, con la forma como cada sujeto, en la interaccin con
otras/os, se va constituyendo desde pequeo/a y se convierte en un ser nico e
irrepetible.
2. Qu entendemos por promocin de la salud?
La Organizacin Mundial de la Salud la define como el completo estado de bienestar
fsico, mental y social, y no la mera ausencia de enfermedad.
Al igual que el concepto de sexualidad con el que est ntimamente ligado, el concepto
de salud es una construccin sociohistrica que puede ser entendido en el marco de
sus mltiples dimensiones. Por eso, sentirnos bien no denota solamente no estar
enfermos, sino tambin gozar de un nivel de vida satisfactorio, con acceso a la
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educacin, la vivienda y la alimentacin, y con la asistencia adecuada de nuestra


salud.
La situacin de salud o enfermedad de una persona o grupo de personas es el
resultado de diferentes factores biolgicos del entorno fsico y social, ligados a los
estilos de vida y a la organizacin de los servicios de salud.
El derecho a la salud no consiste solamente en poder ir al mdico, sino tambin en
poder vivir en una sociedad solidaria donde se respeten las diferencias entre las
personas, tanto generacionales como genricas, tnicas, de nacionalidad, orientacin
sexual u otras. Entonces conceptualizamos a la salud como:

Un proceso complejo y dinmico, con mltiples dimensiones y niveles de


determinacin. Es un derecho individual y colectivo y debe entendrsela
desde su dimensin positiva y no meramente como ausencia de
enfermedad y reduccin de riesgos.

Una construccin que implica la participacin de los sujetos en su


cuidado y en su relacin con el contexto social y cultural.

La escuela participa en el montaje de la salud de sus miembros y puede promocionarla


desde su cotidianeidad y sus prcticas.
Entendemos que la promocin de la salud es el proceso mediante el cual los
individuos y las comunidades estn en condiciones de ejercer un mayor control sobre
los determinantes de la misma. Como principio, abarca a toda la poblacin en el
contexto de su vida cotidiana. Para ello es fundamental solicitar, desde la escuela, la
cooperacin intersectorial incentivando la participacin comunitaria en el diagnstico
de los problemas, en la toma de decisiones y en el diseo de proyectos comunitarios
para modificar y mejorar los factores determinantes de la salud.
3. Qu derechos debemos asumir y garantizar en el marco de la ESI?
Derechos de nias, nios y adolescentes:
La CDN reconoce a nios, nias y adolescentes como sujetos de derecho desde su
ms temprana edad, es decir, que legitima el derecho de ellos/as a decidir, opinar y
participar en todas aquellas situaciones que los/as involucran.
Este reconocimiento supone, como seala Tedesco (2008), la centralidad estratgica
que asumen las polticas de subjetividad destinadas a garantizar condiciones
institucionales que permitan cumplir con el derecho a la subjetividad para todos. Para
lo cual se hace necesario repensar las formas de gestionar y organizar la vida escolar,
de modo que permita a los nios, nias y jvenes desarrollar esa capacidad de elegir,
optar, construir su identidad y proyecto de vida.

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Una premisa es enmarcar la Educacin Sexual Integral en una perspectiva de


ejercicio de los derechos humanos para lo cual significa considerar los siguientes
principios bsicos:
El derecho a la vida y a la salud.
El derecho a la autonoma personal.
El derecho a vivir segn las propias convicciones morales y religiosas, en tanto esa
forma de vivir la sexualidad no viole los derechos propios y ajenos.
El derecho a la libertad de eleccin.
El derecho a la informacin sobre el propio cuerpo, sobre los modos de protegerlo,
de acceder a una sexualidad plena y placentera y de buscar proteccin y asistencia
cuando se est en riesgo o cuando los derechos de las personas estn siendo
violados.
Derechos de las familias:
Las familias tienen derecho a ser respetadas en sus diferencias y a recibir un trato
igualitario que supere las mismas. Tienen derecho a recibir

informacin sobre el

proyecto educativo que incluye a sus hijos/as, y a opinar y ser escuchadas en sus
preocupaciones. A la vez tienen el derecho y la responsabilidad de participar
activamente en el proceso escolar de sus hijos/as.
Derechos de las y los docentes:
Para abordar el tratamiento de la ESI en la escuela el Estado debe facilitar espacios
de capacitacin que fortalezcan la formacin profesional y en este sentido estimulen
los procesos de construccin de autoridad pedaggica. Se trata de formar docentes
para encarar el trabajo con profesionalismo y no desde la voluntad y la propia
experiencia.
4. Cmo pensamos y asumimos la complejidad del hecho educativo de la ESI?
Pensamos en una ESI que posibilite los espacios necesarios dentro de la organizacin
escolar para:

Realizar una revisin crtica de nuestros supuestos y posicionamientos como


docentes sobre la sexualidad, para poder construir un espacio sistemtico de
saberes desde el cual desarrollar la capacidad de acompaamiento,
reconocimiento, cuidado y escucha atenta de las nias, nios y jvenes.
Hablar, preguntar y preguntarse, debatir sobre aquello que es necesario
informarse, saber y conocer.

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Reformular y repensar los modos organizacionales con una perspectiva de


gnero que posibilite relaciones ms igualitarias. Nos invita a realizar un
ejercicio de desnaturalizacin de prcticas y rutinas a las cuales la tradicin
nos ha acostumbrado. Se trata de diversos actos y escenarios que transmiten
saberes y reproducen visiones acerca de la sexualidad, de lo esperable, lo
permitido o lo prohibido. Por ejemplo: el lenguaje utilizado, el uso de los
espacios, las formas de agrupamiento habituales, las diferentes expectativas
de aprendizaje y de conducta sobre los varones y sobre las mujeres, los
vnculos establecidos entre los adultos, y entre los adultos y los nios y nias y
jvenes.

Poner en dilogo intergeneracional a adultos, jvenes y nios acerca de las


diversas maneras de ser sujetos histricos: alumnos/as, padres e hijos a la
vez, varones y mujeres en relacin. Considerar tambin las afectividades, los
cambios en el tiempo, las relaciones de desigualdad y el trnsito hacia una
sociedad ms justa que se expresan en diversas modalidades de relacionarse.

Poner palabras a los silencios para educar con respeto y responsabilidad.


Considerar y valorar la narracin de un sujeto sobre s mismo y su entorno.

Crear situaciones y relaciones de confianza, respeto, sinceridad y apertura, en


las que expongamos tanto logros como dificultades, contemplemos los
miedos, las necesidades y los deseos de todos/as, aparezcan las preguntas
que los nios/as y jvenes quieren formular.

Tener en cuenta que la escuela puede ser el espacio donde irrumpen


episodios que generan ruido y conmocionan a la organizacin escolar. En
ocasiones, estos episodios llevan a intervenir a partir de normas ya
establecidas; otras veces, movilizan a pensar en nuevas formas de
intervencin, dada la novedad y la ausencia de acuerdos o pautas para actuar.

Lneas de trabajo de las estructuras territoriales de la Direccin de Psicologa


Comunitaria y Pedagoga Social
Para los Equipos de Orientacin Escolar:
1. Con la Institucin:


Promover y participar en la construccin del diagnstico participativo.

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Participar en la formulacin, sostenimiento y ajuste de los criterios y acuerdos


organizacionales desde la perspectiva de gnero para construir un lugar ms
habitable para todos y todas.

Generar Mesas de Participacin con docentes para problematizar los saberes


previos, las representaciones y las prcticas en relacin con la sexualidad, y
para que emerjan la afectividad, los temores y dudas.

Articular proyectos y acciones conjuntas entre instituciones escolares (CEC/


escuela de origen) a modo de redes de sostn para padres, madres hijos/as.

Promover reuniones y talleres de formacin-capacitacin para docentes con


especialistas o referentes de distintos campos sociales: salud, justicia,
desarrollo social, en caso de que la comunidad docente lo demande.

Disear en forma conjunta proyectos de ESI transversales que impliquen a


todos/as los/as actores institucionales.

2. Con las Familias:




Proyectar y coordinar Mesas de Participacin comunitarias donde se aborden


problemticas que surjan por consenso: las relaciones entre varones y
mujeres, aspectos del desarrollo de la sexualidad de los/as nios/as, proyectos
de vida, violencia domstica, paternidad y maternidad adolescente, abuso
sexual, aspectos de la salud, otras.

Informar y compartir con las familias los aspectos, contenidos y enfoque con
que se trabajar en relacin a la ESI

Organizar

coordinar

talleres

con

padres/madres

docentes,

con

padres/madres e hijos/as.


Intervenir, junto a la familia y en forma asociada con otras instituciones, en


situaciones que irrumpen y vulneran los derechos de las familias, nios, nias y
adolescentes:

discriminacin

(racismo,

sexismo,

homofobia),

derechos

sexuales vulnerados, violencia sexual, enfermedades de transmisin sexual.


3. Con Instituciones y Organizaciones Sociales del sector:


Proyectar intervenciones y dispositivos que fortalezcan las diferentes


dimensiones de la ESI con Salud, Desarrollo Social, Justicia, Programas de
Poltica Socioeducativa, otras organizaciones sociales.

Para los Centros Educativos Complementarios:


En el marco de la Propuesta Curricular de CEC:

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Las acciones sern sistemticas y se debern incluir en el Proyecto


Institucional adaptando la propuesta a la realidad sociocultural y al grupo etario
al que va dirigida.

Se considerarn los lineamientos curriculares de ESI acordados por el Consejo


Federal de Educacin en mayo del 2008, segn el nivel Inicial, Primario y
Secundario.

El desarrollo de los contenidos de la ESI deben abordarse desde los ejes de


nuestra Propuesta Curricular, los que dan lugar a dichos contenidos.

Las acciones, adems, se ampliarn considerando el trabajo con las familias


de nios y nias que concurren al CEC y el trabajo intersectorial con Salud,
Justicia, Desarrollo Social y otras organizaciones de la comunidad.

Para los Equipos Interdisciplinarios Distritales:




Brindar aportes a la construccin del Diagnstico Participativo Distrital. La


informacin y las hiptesis de trabajo que surjan permitirn redefinir el accionar
de la ESI desde una perspectiva distrital.

Generar mesas de participacin con docentes, EOE, padres, madres, jvenes y


referentes locales para problematizar los saberes previos, las representaciones
y las prcticas en relacin con la sexualidad, y para que emerjan la afectividad,
los temores y las dudas.

Participar en mesas comunitarias proponiendo la ESI como una dimensin a


trabajar desde la perspectiva comunitaria.

Articular proyectos y acciones conjuntas entre instituciones escolares de una


comunidad a modo de redes de sostn para padres, madres hijos/as.

Promover reuniones y talleres de formacin y capacitacin para docentes con


especialistas o referentes de distintos campos sociales: salud, justicia,
desarrollo social (en caso de que la comunidad docente lo demande).

Disear en forma conjunta con otros EID y EOE proyectos de ESI transversales
que impliquen a todos/as los/as actores institucionales y de la comunidad.

Intervenir, junto a la familia, los EOE y en forma asociada con otras


instituciones, en situaciones que irrumpen y vulneran los derechos de las
familias, nios, nias y adolescentes: discriminacin (racismo, sexismo,
homofobia), derechos sexuales vulnerados, violencia sexual, enfermedades de
transmisin sexual.

Proyectar intervenciones y dispositivos que fortalezcan las diferentes


dimensiones de la ESI a travs de la articulacin intersectorial con Salud,
Desarrollo

Social,

Justicia,

Programas

Organizaciones Civiles, otras.

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Comunicacin 4/11, DGC y E

de

Poltica

Socioeducativa,

Para los Supervisores:




Presentar y trabajar la presente Comunicacin en Reunin Plenaria con todas


las estructuras de nuestra Direccin.

Impulsar estrategias de intervencin en el marco de la ESI.

Relevar los Proyectos de ESI en el rea de supervisin para evaluar su


desarrollo a travs de indicadores especficos y socializar los alcances de los
mismos.

Potenciar el trabajo con los IE de los distintos Niveles y Modalidades para


afianzar la institucionalizacin de los Proyectos de ESI.

Fortalecer el trabajo intersectorial con instituciones del campo de la Salud, de


la Justicia, y del Desarrollo Social, con Programas Provinciales y Nacionales y
con organizaciones de la Sociedad Civil.

Para culminar este documento rescatamos nuestro posicionamiento poltico con


respecto al Otro: posibilitar un abordaje multidimensional que, sin dudas, promueva
interacciones subjetivantes de respeto y reconocimiento donde la alteridad sea
constitutiva del proyecto educativo escolar.
Somos parte de un sistema educativo que nos solicita trabajar desde nuestra
especificidad y experiencia para ofrecer los aportes necesarios que contribuyan a una
educacin ms justa, ms democrtica y ms solidaria; y estamos dispuestos a
afrontar el desafo.

Lic. Claudia Lajud


Inspectora

Prof. Alicia Musach


Subdirectora

Prof. Mara Claudia Bello


Directora

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Bibliografa:
-Diker, G y Frigerio, G; Tiempos de Infancia, Argentina Fragmentos de 200 aos. Ed
Santillana.
-Faur, E y otros: Manual de capacitacin: Sexualidad y salud en la adolescencia.
FEIM, Marzo 2003.
-Greco, Ma. Beatrz; Material de estudio: Infancias, adolescencias, sexualidad y
derechos; Mdulo II Programa Nacional de Educacin Sexual Integral.
-Direccin de PC y PS: Comunicacin 1/2011
-Ley Nacional de Educacin Sexual Integral 26.150, Ministerio de Educacin de la
Nacin, 2006.
-Ley Provincial de Educacin N 13.688/07.
-Lineamientos Curriculares para la Educacin Sexual Integral, Res. 45/08, Ministerio
de Educacin de la Nacin.
-Marco General de Poltica Curricular, Res. 3655/07
-Morgade, G; Educacin en sexualidad desde el enfoque de gnero un antigua deuda
de la escuela en Revista Novedades educativas N 1 84, ao 2006.
-Morgade; G; Toda Educacin es sexual. Ed. La Cruja Ediciones.
-Serie Cuadernos de ESI; Educacin Sexual Integral para la educacin Primaria,
Ministerio de Educacin de la Nacin, 2010.
Skliar, Carlos; La cuestin del Otro, texto publicado en PRIGEPP: FLACSO.
-Weiss, M; Educacin sexual infantil/juvenil en Revista Ensayos y experiencias, N
38.
-Weiss, M; Discursos y perspectivas sobre la sexualidad en Revista Novedades
Educativas N 184, ao 2006.

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Provincia de Buenos Aires


Gobernador
Sr. Daniel Scioli

Vicegobernador
Alberto Ballestrini

Director General de Cultura y Educacin


Prof. Mario Oporto

Vicepresidente 1 del Consejo General de Cultura y Educacin


Daniel Laura

Subsecretario de Educacin
Lic. Daniel Belinche

Directora de Psicologa Comunitaria y Pedagoga Social


Prof. Mara Claudia Bello

DGCyE / Direccin de Psicologa Comunitaria y Pedagoga Social


Torre Gubernamental I. Calle 12 esq. 51, piso 13
(0221) 4295274
[email protected]
www.abc.gov.ar

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