Tiene Que Ser El Arte Bello

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BELLEZA Y BELLAS ARTES

Tiene que ser el arte bello?

Resumen: Valoracin del concepto de belleza en la actualidad haciendo un breve repaso a sus
cambios a lo largo de la historia. Se comienza en el periodo de la Grecia clsica para ir
avanzando y comprobando los cambios en la recepcin de la belleza dentro del arte. Se hace
hincapi en la nocin de Beaux-Arts para concluir en cmo se recibe hoy en da la belleza en
su relacin con el arte.
Palabras clave: Belleza; esttica; filosofa; historia; arte.

Abstract: Assessment of the concept of beauty today with a brief overview of its changes
throughout history. It starts in the classical period to go forward and seeing the changes in the
reception of beauty in art Greece. It emphasizes the notion of Beaux-Arts to conclude as today
receives beauty in its relationship with art.
Key words: Beauty; aesthetics; philosophy; history; art.
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NDICE
Introduccin.
La belleza en el periodo clsico.
Evolucin de la idea de belleza.
Aparicin del concepto de las bellas artes.
La belleza en la actualidad.
Conclusin.
Bibliografa.

INTRODUCCIN

En 1957 publica Roland Barthes su obra Mithologies, en ella, hace un repaso a una serie de
mitos en Francia. En uno de los artculos que componen la obra analiza el Citron DS, tambin
conocido como el Citron Sapo o el Citron Tiburn. Comienza el ensayo referido diciendo: Creo
que los automviles hoy son casi el equivalente a las grandes catedrales gticas. Quiero decir, la
suprema creacin de una poca, concebida con pasin por artistas desconocidos, consumida en su
imagen, si no en su uso, por todo un pueblo que se apropia de ella como si un objeto puramente
mgico. (Barthes, 1957: 92). Esta comparacin de un objeto actual con las majestuosas catedrales
gticas me lleva a reflexionar acerca de la idea de la belleza. De cmo originalmente se daba a
la belleza un componente de utilidad para luego prevalecer el sentimiento esttico, la excitacin
de los sentidos y de nuevo, ahora, volver a valorar la utilidad. Son innumerables las obras que
tratan sobre la belleza, por lo que con este pequeo trabajo no aspiro ms que a dar unas pequeas
pinceladas.
Comenzar haciendo un pequeo anlisis de lo que era la belleza en la Grecia clsica, Platn,
Aristteles. A continuacin har un somero repaso a la evolucin del concepto. Posteriormente
analizar la introduccin de la idea de las Bellas Artes en la ilustracin siguiendo a Tatarkiewicz,
a continuacin veremos cmo se entiende hoy la belleza apoyndome en algunos filsofos
contemporneos para concluir como de nuevo, en la actualidad, se produce una disociacin entre
la forma de valorar la belleza en particular, y el arte en general, entre las lites que dominan y
dirigen el mundo del arte y la gente de a pie
Como veremos la belleza y el arte son trminos que pueden presentar distintos significados
dependiendo fundamentalmente de la poca en que se produzca, por tanto, el sentido de ambas

vendr dado segn la perspectiva histrica desde la que se valore, es decir el significado depender
de las ideas estticas de cada poca.
Aunque la belleza se tienda a vincular esencialmente con el arte, en realidad se puede relacionar
con cualquier otro mbito, as pues, parece poco apropiado o no preciso considerar la belleza como
esencia del arte.
En la antigedad no se entenda que fuese necesaria la presencia de la belleza en las obras de arte
porque estas tenan una funcin de comunicacin con las divinidades, lo bello perteneca al
campo de las ideas. Ms adelante sigui la funcin comunicativa del arte con la divinidad buscando
la piedad y fomentando la obediencia, pero no el deleite del observador. La vinculacin de
la belleza al arte es posterior. Fue Kant en su tercera Crtica o Crtica del Juicio el que considera
lo bello como una necesidad imprescindible en la obra de arte.
La coincidencia de lo bello con la nocin de objeto artstico se da a partir del siglo XVIII, antes
de la aparicin de la nocin de gusto, lo bello no era una cualidad de los objetos producibles. Por
el contrario, con Hegel lo bello ya no era un elemento necesario en la obra de arte. Para Hegel la
belleza no puede ser captada por el entendimiento pero de ello no se deduce que no tenga nada que
ver con el conocimiento o la verdad como propone el planteamiento kantiano. Hegel se propone
sacar la belleza del mbito de la sensibilidad restableciendo una reconciliacin entre lo subjetivo y
lo objetivo, relacionando la belleza con el conocimiento o la verdad. Establece los derechos de una
filosofa del arte frente al planteamiento esttico de Kant.

LA BELLEZA EN EL PERIODO CLSICO

Para Tatarkiewicz el periodo clsico de Grecia y Roma conoci seis clasificaciones de las artes.
La primera corresponde a los sofistas y la basaban en los objetivos de las artes. La segunda
clasificacin es la de Platn y Aristteles y trata de la relacin de las artes con la realidad. La
tercera la hace Galeno y es por el esfuerzo fsico que exigan las artes. La cuarta es la de Quintiliano
y es por los productos de las artes. La quinta, la de Cicern, se centra en los valores de las artes.
Y la sexta, la que hace Plotino, se sustenta en el grado de espiritualidad. Esta clasificacin est
hecha en cuanto a habilidades humanas y no hacen referencia ni dividen lo que son las artes, ni tan
siquiera separa las artes en artesanas y bellas artes, concepto este ltimo que no se populariz,
como veremos ms adelante, hasta el siglo XVIII.
Para los sofistas haba dos tipos de artes: las que tenan una utilidad por s mismas y las que se
hacan por el placer que producan. En estas ltimas tena gran importancia la belleza. Esta
clasificacin fue aceptada de manera general durante mucho tiempo.
Para Platn la belleza es una de las ideas o arquetipos que existen en el mundo de la Ideas, por lo
tanto era difcil definirla, por eso al intentar representarlas el resultado son aproximaciones
porque el concepto ideal de belleza, al igual que la justicia, y otras solamente puede existir en el
mundo de las ideas. La belleza tangible, que es una sombra de la realidad, se manifiesta a los
hombres de diversas maneras, pero siempre como reflejo de lo bello en s y est relacionado con el
bien. Las cosas bellas son buenas y las feas son malas. La idea de las cosas bellas implica utilidad
y placer prevaleciendo lo primero sobre lo segundo. Para Scrates, lo ms hermoso que puede
contemplar una persona es la sabidura. Vemos que Platn relaciona la belleza con aspectos
morales y cognoscitivos.

Son muchos los dilogos donde Platn habla de la belleza, por ejemplo, en el Banquete escribi
que si hay algo por lo que vale la pena vivir, es por contemplar la belleza; y aunque este dilogo
trate sobre la belleza, tiene por subttulo Sobre el bien. Lo bello en tanto que se va alejando de
lo sensible va depurndose hasta alcanzar la idea del bien, es decir, lo que los griegos entendan
como kalokagathia . En Hipias Mayor trata de llegar al concepto universal de belleza. Dice que
lo bello es lo til, lo provechoso, lo adecuado. A partir del anlisis y funcionalidad de los objetos
se llega a vislumbrar la idea de belleza, es una parte del camino para llegar a conocer la belleza
ideal. En Fedro nos dice que el alma de los filsofos pudo aproximarse al fulgor de la belleza,
acercndonos a su teora de la reminiscencia. En Timeo, de clara influencia pitagrica, la belleza
es resultado de la armona y de la simetra. En La Repblica reconoce que si los objetos bellos son
armoniosos, entonces la belleza puede afectarnos y puede producirnos placer por afinidad con
nuestra propia armona interna. En Filebo afirma que hay elementos, figuras que no son de una
belleza relativa, sino que son siempre bellas por s mismas.
Platn, en definitiva, se plantea un concepto cosmolgico y cuantitativo de lo bello con
significativas implicaciones ticas y ms alejado de la techne. La belleza tiene una existencia
autnoma al margen del soporte fsico en el que se expresa.
Aristteles menciona la belleza en pocos textos, especialmente lo hace en la Metafsica, en la tica
y en Sobre la Poesa. A diferencia de Platn diferenciaba la belleza del bien, ya que, si la primera
se puede hallar en objetos inmviles, el bien es referido a la conducta, a la practicidad. La
definicin que da en su libro de la Retrica acerca de la belleza es que lo bello es lo que, siendo
preferible, por s mismo sea laudable, o lo que, siendo bueno, sea agradable porque es bueno. Las
principales formas de la belleza son el orden, la simetra y la precisin; as, por ejemplo, en las
ciencias matemticas sin mencionar expresamente la belleza habla de ella.

Debido a que para Aristteles el arte aspira a imitar la naturaleza, su esencia es la mmesis, el
artista, que es el creador de la belleza, debe remontarse ms all de las contingencias y
singularidades que desvaloran el esplendor del original. Los poetas tienen que actuar como los
buenos pintores que adems de representar a los hombres semejantes a como son tambin los
embellecen. Como curiosidad sealar que el estagirita no se refiere nunca a la lrica como una de
las artes dentro de la Potica.
La belleza dota de resplandor a la verdad. No puede limitarse a expresar lo pasajero, tiene que
trascender al tiempo y al espacio. El artista debe reflejar la verdad/belleza imperecedera, lo
eterno. Lo que parece bello es objeto de apetito y el primer objeto del apetito racional es lo
bello; lo deseamos porque nos parece bello, no es que nos parezca bello porque lo deseamos. En la
cumbre de la metafsica, la verdad y la belleza se encuentran sustanciadas en un acto pursimo, la
belleza sera, por tanto, mayor cuanto ms se acercar a este ideal de los ideales. Los valores
estticos ejercen una funcin purificadora, y la liberacin o purificacin produce placer en el
individuo.
Esta consideracin por parte de Aristteles de considerar lo bello como un resplandor de lo
bueno y verdadero y que atribuye al arte una misin purificadora, otorga al artista una misin
educativa; as lo esttico se convierte en valor pedaggico. Se recalca su utilidad.
Es en este periodo en el que se conforma la Gran Teora de la esttica europea, iniciada con las
ideas pitagricas de armona, proporcionalidad y simetra referidas principalmente al mundo de los
nmeros y luego al de los sonidos. Pensaban haber encontrado la perfeccin, tanto es as, que
algunas melodas se consideraban como leyes o normas. Esta teora tuvo validez durante ms de
dos mil aos. Fue aceptada durante toda la Edad Media. Se mantuvo durante el renacimiento,
lgicamente no poda ser de otro modo. Tambin continu en vigor durante el barroco, llegando

su declive con el romanticismo al afrontar en ese momento de distinta manera la idea de belleza
y perder fuerza la concepcin del arte clsico.

EVOLUCIN DE LA IDEA DE BELLEZA

Con la llegada e implantacin del cristianismo en el mundo occidental la cultura latina se impregna
del pensamiento bblico. Con los primeros cristianos se produce una dura reaccin contra el mundo
antiguo declarando falsa y vana la filosofa humana. Taciano, Arnobio, Lactancio y, sobre
todo, Tertuliano cargaron contra ciertas formas artsticas como el arte pagano que haba exaltado y
adorado idoltricamente el cuerpo humano. Para Orgenes, la belleza no pertenece a la carne, que
no es sino fealdad.
De todos los conceptos matemticos griegos, en la Edad Media se acepta como un principio
metafsico fundamental, con reminiscencias pitagricas, el de la proporcin. As San Agustn, en
sus escritos aparece una concepcin objetiva de la belleza de influencia platnica, ligada a una
apreciacin de la medida y el nmero llegando al concepto de simetra y armona en las partes.
Aunque l compuso un libro Sobre lo bello, no se ha conservado y tan solo nos han llegado
pasajes esparcidos por otras obras suyas. l parte de las referencias literarias del Antiguo
Testamento y aparecen tambin numerosas citas de la mstica pitagrica acerca de los nmeros y
de la idea de un universo sinfnico basado en la proporcin numrica. No obstante ese concepto
pitagrico de la proporcin es tomado por San Agustn en un sentido cualitativo que le lleva a
distanciarse de una esttica cuantitativa y matemtica. La belleza nace de los opuestos, de la mutua
relacin entre las partes. Esta relacin produce una conveniencia y orden creando as la unidad. El
cuerpo humano es un microcosmos a semejanza del macrocosmos que Dios cre en
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perfecta regularidad, y es en esa regularidad en la que se basa la belleza que ha de captarse por
nmeros, medidas o proporciones. Tambin afirma que lo bello tiene por s mismo (per se
ipsum) un valor propio como lo til. Como el lenguaje de San Agustn no ha llegado an al rigor
y precisin de la escolstica, y adems no ha desarrollado una teora de la belleza, no es fcil
averiguar si consideraba a la hermosura como objeto del amor propiamente dicho o de la
inteligencia.
Para el Pseudo-Dionisio lo hermoso es lo mismo que lo bueno, y toda criatura tiene una parte de lo
bueno y hermoso que aspira a la bondad y la belleza, de la que participan las cosas no existentes y
solo posibles. Esta belleza identificada como el bien no se encuentra en el mundo de las ideas
platnicas, sino predicndose de Dios como se predican la verdad y el bien.
Tras el concilio de Nicea del ao 787, se restableci el uso de las imgenes contra el rigorismo
iconoclasta. Los telogos carolingios no se opusieron a esa decisin pero realizan unas
observaciones muy matizadas sobre la naturaleza del arte y de las imgenes, sealando que tan
estpido ser adorar una imagen sagrada como el destruirla por considerarla peligrosa. Las
imgenes no poseen cualidades sobrenaturales, no hay ningn ngel guiando la mano del artista.
Las imgenes no tienen valor porque representen a un santo, sino porque est bien hecha y
compuesta por un material precioso. En ellas no hay nada que adorar o venerar y su belleza ser
mayor o menor segn el ingenio del artista.
Para Santo Toms de Aquino, la bondad es uno de los trascendentales de su metafsica y es
predicable a todos los seres y se encuentra en todas las categoras aristotlicas. Lo agradable o lo
placentero es una de sus cualidades. La belleza es aquello que agrada a la vista y su percepcin
es un tipo de conocimiento. Y como el conocimiento es abstraer la forma que hace a un objeto
ser lo que es, entonces la belleza depende de la forma. As, por la va de lo ntico, se puede
comprender la relacin entre la belleza y el ser.

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El aquinate nos dice que existen tres elementos que se requieren para la belleza: La integridad, la
proporcin y la claridad. Lo bello requiere integridad y esto supone que no tenga defectos, que
no carezca de ninguna de las partes que le competen y que est exento de mutilaciones, adems
implica tambin perfeccin. De ascendencia pitagrica se tiene a la proporcin como elemento
indispensable de la belleza. A Boecio se deben las definiciones corrientes de proporcin y cierta
sistematizacin de la misma, convencido como estaba de que Dios haba hecho las cosas conforme
a exactas proporciones y medidas. Los principales conceptos de la proporcin eran los de simetra,
armona y ritmo. Aunque la proporcin incluya la integridad, tampoco puede decirse que fuera el
elemento definitivo de lo bello. Se necesita otro elemento superior que la dirija. La disposicin
ordenada de estos elementos precisa de un orden que por fuerza debe estar en conexin con el ser
a quien compete la belleza. Este sera la claridad. En principio se entiende en relacin con la luz
y el sentido de la vista, la luz es clarificadora. Otra interpretacin de la claridad es la de
compararla con el sentido intelectual: Entender es anlogo a ver. La tradicin oriental religiosa y
potica veneraba la luz en el sentido en que lo recoga Plotino de que lo bello necesita claridad y
esplendor intelectual. Santo Toms admite la luz fsica como principio de belleza corporal y para
l de entre todas las cosas corpreas no hay ninguna comparable en belleza a los rayos del sol.
Lo bello en algo concreto implica una pluralidad de elementos, su distincin y desigualdad en
cuanto que es compuesto, pero incluye unos principios de orden.
En la Edad Media hablan de la belleza de todo el ser. As como este periodo histrico est lleno
de sombras y contradicciones, la imagen del universo que nos llega a travs de los escritos de sus
tericos est llena de luz y optimismo. La tradicin bblica junto a la clsica concurren en
reforzar esta visin esttica del universo. La belleza del mundo es un reflejo de la imagen de la
belleza ideal al modo platnico.
Con Kant se llega a un entendimiento subjetivo de la belleza y es el hombre el que se encarga de
relacionar los conceptos de gusto y belleza dentro de la sociedad. Las cosas pueden ser tiles o
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agradables para un individuo, pero no tienen por qu serlo para otro, en cambio con lo bello lo
que causa satisfaccin a uno, lo causar tambin en los dems. Esta universalidad lleva a que la
belleza es una propiedad de las cosas. Por el contrario, Hume afirma que la belleza no es una
cualidad que tengan las cosas, sino que est en la mente de quien las contempla, y cada mente es
diferente y percibe la belleza de modo diferente. Para Kant el gusto en lo bello es la nica
satisfaccin desinteresada y libre.
Kant diferencia lo bello de lo agradable y de lo bueno. Lo agradable es aquello que procura
placer a los sentidos. Si un objeto es agradable, expresa un inters mediante la sensacin. El placer
obtenido por lo agradable supone la relacin de su existencia con el efecto que produce a quien le
agrada. Tenemos que lo agradable lo es por inters, mientras que lo bello no es bello por inters,
luego lo agradable no es bello. Tambin en lo bueno hay un inters. En lo que es bueno se puede
distinguir lo bueno para algo, lo til, y lo bueno en s, aquello que gusta por s mismo. En ambos
casos est presente el concepto de un fin y la relacin de la razn con un querer; por lo que podemos
concluir que en lo bueno tambin est siempre presente una satisfaccin en la existencia de un
objeto, o lo que es lo mismo, un inters.
Tambin distingue Kant lo bello de lo sublime, esto, al igual que lo bello tambin proporciona
una satisfaccin desinteresada al observador. En el caso de lo sublime el placer se da tras la
representacin de cosas grandiosas e impresionantes de la naturaleza aunque tambin pueden llegar
unidas al terror o la melancola. Si lo sublime es siempre grande, lo bello puede ser pequeo, pero
en ambos casos producen placer a quien lo contempla; y si una conmueve, la otra encanta. Un
paisaje puede ser bello pero una catstrofe que lo arrase puede ser sublime. En la filosofa kantiana
lo sublime se encuentra en un nivel superior a lo bello y se nos presenta al contemplar un fenmeno
extraordinario. Ante lo sublime somos conscientes de nuestra pequeez. En ello estn
intrnsecas las realidades negativas. Si lo bello es una plcida

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contemplacin, lo sublime agita el espritu. En ambos casos puede ser una experiencia
placentera, pero lo son de modo diferente.
Distingue Kant entre dos tipos de belleza. La belleza libre, que se corresponde con el juicio del
gusto puro y se basa en la mera contemplacin de la belleza del objeto y no se encuentra atada a
ningn concepto, los objetos son bellos en s; y la belleza adherente que se corresponde con el
juicio aplicado. Est condicionada y se rige bajo una serie de conceptos determinados a relativos
a la forma o figura y slo puede ser juzgada por la razn. Posteriormente, la esttica idealista
reconoci solo la belleza adherente.
Durante la Ilustracin y la Restauracin la idea de autonoma tuvo gran importancia, aunque tras
la publicacin de la tercera crtica de Kant fue perdiendo relevancia. El capitalismo se ha servido
de ella utilizndola a pesar del peligro que conlleva. Por eso en La Repblica de los Fines,
Claramonte seala que la autonoma esttica est condenada a ser una idea tan fcilmente
esterilizable como llena de potenciales peligrosos para la estabilidad poltica (Claramonte,
2010: 85)
Hegel afirma que lo bello se da solo en un momento histrico preciso, que es el de la Grecia clsica,
ya que antes y despus carece de importancia. Con Hegel se produce una transicin desde la
idea kantiana en la que prevalecen las condiciones subjetivas del juicio esttico a una filosofa del
arte en el que tienen preponderancia las condiciones objetivas de la obra bella. La importancia est
en los sentimientos que suscita la obra. La belleza no puede limitarse al mundo de la subjetividad
que no podra realizarse a travs de una objetividad. Tampoco al de una objetividad ajena a la
subjetividad. Habr de ser la unin de ambos puntos de vista. Ha de haber una unidad de lo
subjetivo y lo objetivo, entre entendimiento y sensibilidad. El arte reconcilia y supera estas
oposiciones. Es por tanto, la obra de arte, la reunin de lo sensible y lo espiritual en tanto en ella
la verdad aparece como belleza. Es decir, la belleza como presencia de la idea en la

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obra de arte, es un modo de aparicin de la verdad. Belleza y verdad son, por una parte, lo
mismo. Esta verdad no es la verdad lgica objeto de la metafsica, es la realidad concreta y real
presente bajo la forma artstica. Como lo bello es una forma de saber, comporta una necesidad
que implica verdad, y esta tiene una relacin directa con la idea de libertad que ha impelido al ser
humano a realizar en su vida.
Para Hegel lo bello se averigua a travs de la esttica y la llama filosofa del arte o, mejor, filosofa
del bello arte, y trata de lo bello en el arte. Por medio de la reflexin se puede alcanzar la verdad
de ese arte bello. Dice Hegel que lo bello es la idea de lo bello, as pues, para captarlo es necesario
percibirlo como idea bajo una forma determinada, o sea, como ideal. La belleza es la
manifestacin sensible de la Idea, pero no queda ah, va ms all de lo emprico y de lo material.
La Idea es un todo y la belleza surge de la conjugacin dialctica entre apariencia y esencia para
configurar una realidad nica. Esta Idea, con el arte no se convierte en una simple apariencia
sensible, sino que a travs de lo sensible se crea una apariencia a modo de representacin y se llega
a un pensamiento ideal: el hombre ha aprendido a pensar con y a travs del arte.
En definitiva, Hegel nos presenta la ntima relacin entre lo sensible y lo espiritual en la obra bella,
es la primera manifestacin de la Idea y, a diferencia de Platn, la Idea no es bella en s misma,
sino que se hace bella cuando se manifiesta de manera sensible. Afirma que lo bello debe integrar
tanto la universalidad de lo metafsico como la particularidad de lo real.

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APARICIN DEL CONCEPTO DE LAS BELLAS ARTES

Como hemos visto la belleza ha estado ntimamente unida a la idea del arte, y en este su esencia
era la de la utilidad, el deleitar. Ello llevaba a que existiesen distintos tipos de artes, en principio
las artes se dividieron entre las que deleitaban y las que eran tiles, tambin se podan clasificar
entre las que eran mimticas o inventivas. La intencin de unificar las artes en un solo Arte fue una
pretensin filosfica desde Platn. Wagner fue uno de los primeros que plante el reunir todas
las artes en una obra de arte total como intent hacer con su tetraloga Beyreuth. A finales del siglo
XV, en el renacimiento italiano, se hace por primera vez la distincin entre el artesano y el artista,
donde el primero produce obras mltiples y el segundo produce obras nicas. En este periodo se
crea un lenguaje articulado para referirse al exterior y no a la representacin formal y se clasifican
las artes en tres oficios: escultores, pintores y arquitectos. La consideracin de Bellas Artes
como una disciplina en la que existe una divisin que las clasifica ya haba sido utilizada en el siglo
XVI por Francesco de Hollanda. Francis Bacon propuso en el siglo XVII aislar las bellas artes
diferencindolas de aquellas disciplinas que se basaban en la razn y la memoria. En este grupo de
las Bellas Artes, que se basan en la imaginacin, incluy tan solo la poesa, ya que el resto de
disciplinas artsticas las consideraba como una habilidad como poda ser la medicina.
El concepto moderno de Bellas Artes, aparece por primera vez en 1746 en el libro de Charles
Batteaux que clasifica las Bellas Artes Lex Beaux-Arts rduits un mmeprincipe (Las bellas artes
reducidas a un mismo principio). En l pretenda unificar las numerosas teoras sobre la belleza y
el gusto. En principio incluy a la danza, la escultura, la msica, la pintura y la poesa. Ms tarde
aadira tambin la arquitectura y la elocuencia. Con posterioridad otros autores

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modificaran la lista aadiendo o quitando elementos, por ejemplo, en 1911 Ricciotto Canudo
introdujo el cine calificndolo como el sptimo arte.
Las Bellas Artes centran su inters en la esttica. Las consideradas artes decorativas, o artes
aplicadas, como la cermica, la metalistera, el mobiliario, el tapiz y el esmalte suelen ser artes
de carcter utilitario y durante cierto tiempo estuvieron degradadas al rango de oficios. Como en
la Escuela de Bellas Artes de Pars slo se imparta la enseanza de las principales artes visuales,
a veces el trmino se utilizaba de modo restringido para referirse slo al dibujo, la pintura, la
arquitectura y la escultura.
Kant introdujo en su Crtica del Juicio en el final del siglo XVIII una separacin entre las artes y
las bellas artes. Dividi las artes entre mecnicas y estticas, y estas a su vez, entre placenteras y
bellas. Las bellas las dividi entre las artes de la verdad y en las de la apariencia, o tambin
segn traten sobre objetos que estn en la naturaleza o que son creaciones. Tambin propuso una
divisin en funcin de las maneras de expresar y transmitir las ideas y los sentimientos que hay
en el hombre, y son de tres maneras: las que utilizan las palabras que corresponden a la poesa y
la retorica, las que utilizan los sonidos que sera la msica y por ltimo, las que utilizan los
gestos que incluyen la pintura, arquitectura y escultura.
En ocasiones se confunde el concepto de Bellas Artes teniendo por estas solo a la pintura sin
incluir a otras formas artsticas. Actualmente como Bellas Artes se denomina al conjunto de
manifestaciones artsticas de naturaleza creativa y con valor esttico. Es decir, todas aquellas
formas artsticas que buscan la representacin esttica de la belleza o de la realidad
independientemente de su funcionalidad o de su objetivo prctico. El trmino de Bellas Artes se
utiliza en general con cierto sentido acadmico, quedando fuera las formas artsticas que suelen ser
consideradas expresiones alternativas, no tradicionales, aquellas expresiones artsticas urbanas,
modernas y rebeldes como el arte callejero, los grafitis, las instalaciones, las

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performances, etc. No obstante desde mediados del siglo XX, el mayor inters por las tradiciones
populares no occidentales y la importancia del trabajo individual por parte de una sociedad
mecanizada ha hecho que la vieja diferenciacin fuese cada vez menos clara y que se consideren
artes a ambas.
Aunque hoy en da el arte se ha cuestionado debido a los planteamientos de artistas
vanguardistas, recordemos el mingitorio de Duchamps que poco parece tener que ver con la belleza,
actualmente la belleza est asociada a las "Bellas Artes".

LA BELLEZA EN LA ACTUALIDAD.

Menciona Aza que la muerte del Arte como concepto ha venido acompaada de la explosin de
las artes, sealando la diferencia entre el uso de la mayscula y la minscula. Con la
globalizacin se ha pasado de un mundo del arte entendido para una lite, a una realidad en la
que todo el mundo globalizado es considerado cliente de una cultura de masas. La diferenciacin
entre los trminos artesano y artista es relativamente reciente. Hasta el siglo XV se usaba la palabra
artista en el sentido de artfice. En los siglos XVII y XVIII los artistas no se diferencian mucho de
los artesanos. Con el paso del tiempo se van separando los significados de ambas palabras hasta
llegar al diferente sentido que tienen en la actualidad. Se traslada ahora a la diferente forma de
ganar dinero que tienen, si antao prevaleca la habilidad de realizar algo, hoy tiene ms
importancia la individual propiedad privada de una idea. Los artistas ya no buscan la belleza, sino
que buscan la idea de belleza.
As como desde la ilustracin hasta principios del siglo XX la belleza estaba inextricablemente
unida al arte, en el vanguardismo se da una notoria ausencia de belleza. Roger Fry afirmaba que
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lo feo sera as hasta que se empezase a considerar como bello, pero para eso hace falta una
preparacin, una educacin esttica, requiere un esfuerzo para ver aflorar la belleza. Llegamos, por
tanto, a un punto en el que la belleza no tiene por qu estar unida al arte. Se retoma la teora del
gusto de Hume: La belleza ya no depende solo de la cosa observada sino de quien la observa. La
hermosura ya no reside en la proporcin armnica, como defendan los cnones clsicos, sino
que est en el sujeto que la contempla. Las cualidades sensibles no estn en los cuerpos sino en los
sentidos que las aprecian.
En el siglo XVIII lo bello y lo sublime eran la principal cualidad esttica tenida en cuenta por los
artistas, pero al llegar el siglo XX la belleza pierde su estatus dentro del mundo artstico y parece
que se la rehye llegando a considerarla un estigma. Lo bello pasa a ser una expresin vacua,
desconceptualizada, utilizada con un sentido de admiracin y no descriptivo. Si hasta en el siglo
XIX lo que se buscaba en el arte convencional era producir cosas bellas, en la actualidad es lo
contrario. Igualmente si antes se buscaba el producir sentimiento de agrado en el espectador,
ahora lo que se busca es provocar, provocar sentimientos y sensaciones que lo involucren.
Parece que ya no es vlida la definicin de belleza como ptimo modal coincidente con el arte,
donde ya no se busca la belleza ni la imitacin de la naturaleza y el modo de hacerlo. Ahora parece
tener ms sentido el trmino de experiencia esttica para hablar del Arte donde los calificativos
que lo describen no son de ndole valorativo, sino que son trminos psicolgicos que describen
emociones y sentimientos que provocan en el ser humano que lo experimenta.
La alta consideracin del arte podra ser la herencia de una visin exaltada de la belleza. Como
seala Danto el arte ha sustituido a la religin en la conciencia contempornea. Pero es un arte
que no slo renuncia a la belleza, parece que tambin abjura de ella. Pero al hablar del arte como
con voluntad propia, mas bien hay que referirse a los profesionales del arte que son quienes
elaboran el discurso elitista que pretende dogmatizar acerca de lo que es y no es arte. Dentro de

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ese conjunto de profesionales del arte hay que sealar a los crticos de arte que en palabras de Felix
de Aza: El crtico, a diferencia del sabio que lo sabe todo y del profesor que no sabe algo,
no sabe absolutamente nada, pero est informado. Su informacin le permite dar cuenta (a favor o
en contra, nunca objetivamente, nunca informativamente) de lo que se va produciendo. Su
informacin atiende a lo actual: es un experto en actualidades. Si una obra de arte le parece actual
dice que es buena; si le parece inactual dice que es mal. Con ello consigue alabar tan solo aquello
que carecer de inters al cabo de un par de meses (Aza diccionario pp. 104-106)
Esto nos lleva al desinters en la obra de arte, de Theodor W. Adorno, aunque el desinters del
espectador, no ya del crtico, por la obra de arte ha de ir acompaado de cierto inters, inters
ms salvaje, porque si no es as, no sera posible obtener la satisfaccin de la contemplacin de la
representacin del objeto, es decir, la total falta de inters supondra tambin la indiferencia. Y
es que tras esa satisfaccin de la contemplacin est el desinters kantiano y una resistencia a la
colaboracin porque si el desinters fuera una finalidad, entonces se caera en un disfrute hedonista.
En su publicada pstumamente Teora Esttica, comienza diciendo Ha llegado a ser obvio que
ya no es obvio nada que tenga que ver con el arte, ni en l mismo, ni en su relacin con el todo,
ni siquiera su derecho a la vida (Adorno, 2004: 9), poniendo as en claro su pensamiento.
Para adorno las obras de arte son algo vivo y por tanto son tambin contingentes y son deudoras
de la poca en que nacen. Al ser como un ser vivo, adems de nacer, inevitablemente envejecen
y mueren. En la poca de las vanguardias las obras de arte tienen consideracin de mercancas, son
objetos que tienen un valor econmico y que pueden comprarse y venderse, y estn sujetas a los
vaivenes de los medios de comunicacin de masas que inducen el comportamiento de la sociedad
burguesa. La salvacin de la obra de arte solo es posible si es capaz de vencer la

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dificultad que resulta de unir el proceso creativo con la fuerza de abstraccin para que la obra de
arte no se encuentre sometida a conceptos abstractos ni a ideas generales como la belleza.
Hace una interpretacin de la dialctica de Hegel basndose en la situacin relacional de las
realidades, constituyendo la lgica dialctica que tiene tres momentos: La afirmacin, que sera
la enunciacin de un concepto. La negacin, que viene a ser el objeto particular concreto con sus
propias determinaciones y lo denomina pensamiento identitario. Y la negacin de la negacin,
donde se niega la independencia de los dos momentos anteriores mantenindose como una
instancia superior, se captan los momentos opuestos. Ahora bien, el momento crtico en la
dialctica es el segundo, ya que el tercero reconcilia a los primeros que anteriormente estaban en
conflicto, permitiendo esta reconciliacin renunciar a la realidad o al menos eso es lo que se nos
quiere hacer creer, que se ha producido la reconciliacin entre el concepto y el objeto.
La teora esttica de Adorno trata de superar el gran error de la tradicin esttica de intentar
establecer un conjunto de normas estticas de carcter general y absoluto que siten a la esttica
como disciplina. Para Adorno las obras de arte nacen del mundo emprico, la sociedad, creando
otro mundo contrapuesto a la realidad de la que salieron, de tal forma que parecen tener consistencia
ontolgica propia, aunque no es un hecho cerrado, sino que est abierto a la posibilidad de cambio.
El arte es definido por este movimiento de pndulo entre lo que es, su realidad emprica y lo que
no es, su opuesto; as su propia definicin se considera como circunstancial por su transcurrir
histrico y exgena por pertenecer al mundo de lo emprico.
A la hora de exponer la delimitacin formal de lo bello y lo feo, lo hace vinculndolo al proceso
de la ilustracin y al dominio subjetivo del arte. No lo define slo desde un punto de vista formal
de acuerdo al proceso de diferenciacin, sino que tambin tiene un aspecto social, como por
ejemplo cuando vincula lo feo con lo oprimido y lo proscrito. Si lo feo es lo disonante, lo bello
sera la instancia integradora, representa aquello esencial del arte que posibilita la separacin del

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mundo emprico y la formacin identitaria de la obra como objeto formal. Utiliza la idea de
disonante en cuanto a no elaborado y as lo feo puede ser un momento del arte y no lo que est
fuera de l. Y dada su presencia en el arte es necesaria tambin la de su opuesto, lo bello.

CONCLUSIN.

Si durante muchos siglos el arte fue la capacidad de hacer cosas bellas, desde las vanguardias se
pens de manera opuesta, as el lema de el arte ha muerto se refiere al anterior concepto de
arte, aquel que realizaba el artista que posea la habilidad y la pericia que era objeto de
admiracin por su belleza. Despus de la desacreditacin a que fue sometida la idea de la belleza
como ideal burgus, esta rebota con fuerza inundndolo todo, ya no queda constreida al arte, ahora
est en todos los procesos humanos, la belleza prevalece sobre todo lo cotidiano. Ya el valor
artstico no depende de la belleza, ni la percepcin del valor artstico es la percepcin esttica de
la belleza. As mismo, el arte puede ser practicado por cualquiera, de lo que se trata es de llamar la
atencin. Para los conceptualistas cualquier cosa puede ser arte, e igualmente, cualquier persona
puede ser artista.
Si anteriormente el arte se caracterizaba por producir cosas bellas en vez de cosas nuevas, hoy se
invierten los trminos y lo que se valora en el artista es la produccin de cosas nuevas obviando
la belleza. Parece que sus obras no estn destinadas a la masa comn, es un arte para artistas que,
utilizando una palabra muy en boga hoy en da, puede decirse que se han convertido en casta.
Ya criticaba Ortega y Gasset la posicin del arte nuevo, diciendo que no es para muchos, sino para
una pequea minora. Se puede pensar que los artistas buscan crear obras de arte revolucionarias,
provocativas como si tratasen de romper con las reglas y los cnones heredados

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y con el fin de obtener honores y riqueza, siendo unas obras de arte que tan solo pueden ser
comprendidas por los propios artistas, ajenas a la gente comn.
Aunque tampoco se puede decir que el arte realizado hoy no posea un discurso, ya que la
provocacin puede ser un discurso en s misma, la cuestin es que llegue a ser comprendido y
que no quede como una ptina que no hace ms que recubrir una esfera hueca, ausente de contenido.
Tambin podemos llegar a la idea de falsificacin de Aza, porque volviendo al inicio de este
trabajo y a la consideracin del Citron DS por parte de Roland Barthes como una obra de arte
comparable a una gran catedral, entonces si se hace la relacin de que el coche de lujo es una
obra de arte nos encontramos con que en realidad tal coche no resulta tan lujoso como
aparentaba y su duracin, su permanencia en el tiempo, es bastante reducida, sobre todo si lo
comparamos con la de la catedral. Por tanto, si una parte de la afirmacin es falsa, puede igualmente
serlo la otra y as llegamos a la falsificacin de la obra de arte de vanguardia. Todo esto podra
suponer que las personas que se presentan como artistas, tal vez tampoco lo sean si aplicamos la
anterior idea de falsificacin..
La concepcin de los museos ha variado, ahora si no exponen obras de artistas vivos son
considerados meros depsitos documentales. Quien otorga el estatus de obra de arte son las galeras
de arte, si bien puede ser algo efmero. Hay objetos que comienzan a ser considerados como obras
de arte en el momento en que se presentan como tal en la galera, pero tambin deja de serlo cuando
se clausura la exposicin y sale de ella. Estas galeras son mercados, y como cualquier otro
mercado, solo pueden regular el precio de los productos con los que se mercadean. Lo mismo que
en un mercado de frutas no es ste el que dictamina la calidad de una manzana, sino que dentro de
l nicamente adquiere un valor crematstico que podr ser utilizado posteriormente con el objeto
de una posible transaccin. En el mercado de arte la galera no

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regula el mrito o valor artstico de la obra, tan solo el valor econmico. Es por esto por lo que este
mercado est llevado por profesionales de las finanzas y la gestin y no necesariamente por
profesionales que estn capacitados para la valoracin artstica.
De lo anterior se desprende que si la consideracin de obras de arte depende de su presencia en
la galera, y ello conlleva la fijacin de un precio, entonces para definir lo que es obra de arte ya
no hay que hacer referencia a la belleza o la habilidad para su construccin que los haca diferentes
a los dems, sino que hay que relacionarlo con los trminos econmicos que el mercado y
la galera establecen, ya que sin ellos no existe la obra de arte. A lo largo de la historia se
fueron alejando entre s los conceptos de tcnica y arte llegando ahora a la situacin de su total
independencia entrando en juego otro tipo de juicios para la consideracin de la obra de arte como
es el del dinero.
Esto nos ha puesto en una situacin de disociacin entre el vulgo, el hombre corriente, y la lite
artstica, esto es, los gurs que tienen evidentes intereses econmicos despreciando otro tipo de
consideraciones. Es difcil ver un museo o una galera de arte con largas colas de personas
esperando a entrar para contemplar o adquirir los objetos expuestos, sin embargo es frecuente ver
largas colas, incluso con gente acampando en el exterior para entrar los primeros en otro tipo de
recintos donde se exponen objetos que son considerados bonitos, bellos, tiles, verdaderas obras
de arte y no meros instrumentos de trabajo u ocio por una gran cantidad de personas. Pensemos
en lo que ocurre cada cada vez que se anuncia la salida al mercado de un nuevo producto de
Apple en una Apple Store. Toda la gente que quiere contemplarlo, muchos adquirirlo. Aqu sera
de aplicacin la definicin de belleza que hizo en el Quatroccento Len Battista Alberti, de que
lo bello es la conveniencia razonada de todas sus partes, es decir, que no se le puede aadir o
sustraer nada sin causarle perjuicio.

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Si antes las artes eran histricas y no eran propiedad de nadie, sino que pertenecan al pueblo, ahora
ese pueblo devuelve la belleza al arte aunque ste difiera de los dictados marcados por los, cada
vez ms lejanos, gurs del arte. Parecera que aquella idea de definir lo que son las Bellas Artes se
ha quedado coja respecto a las consideraciones actuales.
Respondiendo a la pregunta que se haca en el subttulo de este trabajo, parece que hoy en da la
cuestin no es tanto si el arte debe de ser bello, sino lo ms espinoso sera tratar de dilucidar qu
es arte y quin es el que lo debe considerar como tal. De aqu podramos seguir interrogndonos
acerca de la legitimidad de quien se reviste de la autoridad para hacer las anteriores consideraciones
y, por supuesto, de quienes a su vez critican dicha autoridad. Por ahora, concluir
refirindome a que sigue siendo de aplicacin el pensamiento de Hegel: Todos somos hijos de
nuestro tiempo, pero es tarea de los filsofos comprender la suya en trminos de pensamiento.

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BIBLIOGRAFA:

ADORNO, Theodor W. (2004): Teora esttica. Ediciones Akal, Madrid


AZUA, Flix (1995): Diccionario de las artes. Planeta, Barcelona
BARTHES, Roland (1957): Mithologies. Siglo veintiuno de Espaa editores, S.A., Madrid
CLARAMONTE, Jordi (2010): La repblica de los fines. Cendeac, Murcia
DANTO, Arthur C. (2005): El abuso de la belleza. Paids, Barcelona
ECO, Umberto (1987): Arte y belleza en la esttica medieval. Editorial Lumen, S.A., Barcelona
ECO, Umberto (2004): Historia de la belleza. Editorial Lumen, S.A., Barcelona
KANT, Inmanuel (2010): Crtica del juicio. Editorial Gredos, S.A., Madrid
PLATN (2010): Obras. Editorial Gredos, S.A., Madrid
TATARKIEWICZ, WIadisIaw (1976): Historia de seis ideas. Editorial Tecnos, Madrid

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