El Dogmatismo Pedagogico
El Dogmatismo Pedagogico
El Dogmatismo Pedagogico
mundo. Sin embargo fue as. Carlos Marx, fue quien levanto la voz y dijo he
ah un explotado, un proletariado!, un excluido de la historia. Claro!, esto
es as porque la historia describe las hazaas de las conquistas y las victorias
de hombres semidioses, pero, y los vencidos? algn trazo sobre los
oprimidos, una nota al pie acerca de los explotados puede surcar las
pginas de algn manual?. Lo cierto es que, el discurso pedaggico al igual
que la historia sigue la misma lgica, los oprimidos son los excluidos, no hay
herosmo en sus acciones, no hay belleza en sus actos; es preciso por lo
tanto serenar sus nimos y cmo se logra apaciguar al salvaje?. La
respuesta es simple, la educacin, la educacin como dispositivo para
domesticar al brbaro. Como sealaba Freire la tarea del educador es llenar
a los educandos con los contenidos de su narracin ; un discurso que ni
siquiera le pertenece al educador, un discurso que a pesar de su extraeza
acepta dcilmente reproducindolo. Un discurso que cobija amablemente a
opresores (educador) y oprimidos (educandos), que mientras en apariencia
traza una frontera entre ambos tambin las disuelve porque los actores son
intercambiables (opresor-oprimido); ahora lo que permanece, lo que no
ingresa al trfico de comercio es el discurso, al respecto Freire afirma:
la educacin como practica de la dominacin, al mantener la
ingenuidad de los educandos, lo que pretende, dentro de su
marco ideolgico, es adoctrinarlos en el sentido de su
acomodacin al mundo de la opresin. (p. 83)
En esta cita queda claro por qu el discurso es inmodificable, de lo que
se trata es de adaptar al hombre al mundo. Un mundo donde la elite
dominante a travs un discurso anestsico disipa las dicotomas y
armoniza las contradicciones.
2.2.- La Concienciacin
Suele ocurrirme, frecuentemente, que en determinados tramos de la
escritura aparecen ciertos silencios imprevistos que irrumpen esas corrientes
de ideas que con mpetu se asoman en esa soledad en la que habito. Pero a
su vez suceden algunos eventos fortuitos que me permiten evadir esos
momentos de exasperacin que sobrevienen a la ausencia de ideas. Bueno,
esto es lo que me ocurri cuando comenc a merodear la categora
concienciacin utilizada por Freire (1975) sobre la misma sostiene:
Si adopto una posicin idealista separo la conciencia de la
realidad y hago depender a la ultima de la primera, como si la
realidad fuera el resultado de la conciencia.Sin embargo
la conciencia que los seres humanos tienen de s mismos
implica tambin su conciencia de las cosas, de la realidad
concreta en la que se encuentran como seres histricos
Seguramente Freire ley a Sartre y en sus textos encontr los elementos
conceptuales que supo administrar en su obra. Esta correlatividad
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3.- CONCLUSION
Esta seccin del escrito no se asemeja una conclusin tiene rasgos de una
confesin, una confesin agradable, ya que la lectura del texto permiti que
renunciara a ciertos prejuicios que tenia sobre el autor. La sola mencin de
su nombre precipitaba en mi mente la concurrencia de una serie de
pensamientos amarrados a cuestiones pedaggicas; las cuales me generan
cierto grado de antipata, una aversin que discurre por su apego
desmedido a los tecnicismos. Freire por el contrario, es un pesador que, sin
descuidar lo pedaggico, no se queda anclado en esa dimensin sino por el
contrario recorre un callejn estrecho y sombro que usualmente ningn
pedagogo tradicional se atreve a transitar. Se trata del campo poltico, un
extico mbito poco explorado por quienes erguidos en su soberbia solo
repiten una y otra vez sus mtodos. Finalmente espero no haber cometido
ningn exceso hermenutico en mis razonamientos, en el afn de lograr un
acercamiento amigable a Freire.
4-. BIBLIOGRAFIA
- FREIRE, P. (1970) Pedagoga del Oprimido, Uruguay, Siglo XXI Editores.
-FREIRE, P. (1975) Dialogo: Anlisis Crtico de la Desescolarizaci n y
concientizacin en la coyuntura actual del Sistema Educativo, Argentina,
Bsqueda Ediciones.
- FREIRE, P. (1985) La Naturaleza Poltica de la Educacin, Argentina, Paidos
Ediciones.
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