Teorías Teatrales
Teorías Teatrales
Teorías Teatrales
Teatro didctico
Todo teatro es didctico cuando apunta a instruir al pblico, al invitarlo a reflexionar
sobre un problema, comprender una situacin o adoptar cierta actitud moral.
Un elemento didctico acompaa necesariamente a todo trabajo teatral, en la medida en
que el teatro no presenta comnmente una accin gratuita e instaura cierto sentido. Lo
que vara es la claridad y la fuerza del mensaje, el deseo de cambiar al pblico y de
subordinar el arte a un esquema tico o poltico. El teatro didctico strictu sensu se
constituye por un teatro moralizante (las moralidades al fin de la Edad Media) o poltico
(el Agit-prop* o los Lehrstcke brechtianos) o pedaggico (obras pedaggicas, el teatro
de tesis* o las parbolas*). Numerosos experimentos se realizaron en Europa en el
siglo XIX, y en la actualidad, en el Tercer Mundo, para dar a conocer a un pblico
desfavorecido (obreros, campesinos, pero tambin a nios que a menudo no tienen
derecho a una forma de expresin especfica) un arte a menudo difcil y cuya
contribucin a una transformacin social se espera de artistas e intelectuales (por
ejemplo, el caso de Chile durante los aos de la Unidad Popular (1970-73), donde el
teatro fue llevado a lugares donde nunca antes haba llegado, y a su vez se empleaba
como instrumento didctico, supuestamente inspirado en la praxis brechtiana).
La reivindicacin de una poesa didctica se remite a la ms remota antigedad. Aqulla
ala, en su forma clsica (Arte potica de HORACIO), lo til a lo agradable, con el
intento de elevar el nivel del pblico. La Edad Media concibe esta identificacin como
educacin religiosa, mientras que en el Renacimiento las poticas se unan en el
propsito de moralizar a travs de la literatura. En la poca clsica, en Francia como en
Espaa, es abandonada en principio, al menos en los prefacios y tratados tericos, pero
se transforma en un leitmotiv tranquilizador y a menudo limita este moralismo a un
exordio, un prlogo o un eplogo, o a una forma compacta como la mxima: 'La nica
regla que se puede establecer, es que hay que situarlas (las mximas) juiciosamente, y
sobre todo ponerlas en boca de gente que no tengan el espritu turbado, y que no sean
absorbidas por el calor de la accin' (CORNEILLE. Discurso sobre el poema
dramtico).
En el siglo XVIII, el moralismo burgus presiona a tericos como VOLTAIRE,
DIDEROT o LESSING a organizar la fbula de manera que el mensaje moral se
exprese claramente. De este modo. LES* SINO pide que el poeta 'organice su fbula de
manera que sirva para la explicacin y la confirmacin de grandes verdades morales'.
SCHILLER har de la escena una 'institucin moral'. La habilidad de BRECHT
consistir en activar al pblico y asociarlo con la fabricacin del sentido, del resultado
final y, en ltimo trmino, con el teatro ciudadano.
Nuestra poca es menos receptiva a este tipo de discurso didctico, desde que la
.poltica ha comprometido enrgicamente el arte, ya sea durante el nazismo, el
estalinismo o el arte de las democracias plenos* ticamente populares. Por otra parte, ha
llegado a ser evidente que el sentido y el mensaje jams se presentan directamente, sino
1.- La fbula narra dos Historias donde una, concreta, es slo la parbola del texto y de
la moral ms profunda.
2.- El decorado presenta el objeto que debe ser reconocido (ej.: la fbrica) y la crtica
que debe efectuarse (la explotacin de los obreros) (BRECHT, 1967, vol. 15:455-458).
3.- La gestualidad informa acerca del individuo y su pertenencia social, su relacin con
el mundo del trabajo.
4.- La diccin no psicologiza el texto, sino que restituye su ritmo y su artificialidad (ej.:
pronunciacin musical de los alejandrinos).
5.- A travs de su actuacin, el actor no encarna a su personaje; lo muestra
mantenindolo a distancia.
6.- Las apelaciones al pblico, los songs*, los cambios de decorado son otros de los
muchos procedimientos* que rompen la ilusin.
Ver Historizacin, pico, efecto de extraamiento
BARTHES, 1964 - RULICKE-WEILER, 1968 - CHIARINI, 1971 BLOCH, 1973.
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