Cusicanqui. Violencias Reencubiertas en Bolívia
Cusicanqui. Violencias Reencubiertas en Bolívia
Cusicanqui. Violencias Reencubiertas en Bolívia
CUSICANQUI
SILVIA RIVERA
CUSICANQUI
Editorial
Piedra rota
NDICE
Claroscuro andino:
Nubarrones y destellos en la obra de Silvia Rivera Cusicanqui
Sinclair Thomson
7
25
33
39
64
111
133
175
199
221
235
CLAROSCURO
ANDINO:NUBARRONES Y DESTELLOS
E N L A O B R A D E S I LV I A R I V E R A C U S I CA N Q U I
II.
aos 1990 y 1999 fueron publicados de manera dispersa y tuvieron impactos
personal, 22 octubre 2010.
III. dEstEllos
pesino, heredero de las relaciones clientelares montadas a partir de la reforma
csutcb), y
xx.
adn)
mIr
cara humana a la fase de acumulacin de capitales en manos privadas y transuna parte de la intelectualidad boliviana, las ong
en la sociedad.
el del olvido neoliberal, por cuanto el nuevo proyecto de dominacin intenen una perspectiva histrica de profundidad2
te, era sobre todo la capacidad de reconstitucin que tienen las estructuras
de dominacin en el pas.
del proceso de sublevaciones y trastornos sociales que se dio en la primera
xxI
a primera vista en su enfoque estructuralista, pero que reconocan potencialidades de iniciativa histrica subalterna y de transformacin social profunda.
10
11
Oprimidos...
histricos.
Annales
ranza
. En la
12
13
esferas elevadas o importada desde afuera, sino de una que expresaba un conque el patriarcado es parte esencial del colonialismo interno, y que existe
Cadenas de dominacin
concepto a una visin dicotmica simplista. Mas bien, la polarizacin fun-
14
.
-
en el cual uno es tanto victimizador como vctima, tanto sujeto como objelebracin posmoderna de lo hbrido y lo fronterizo. El mestizaje entonces no
es la resolucin de la contradiccin colonial de fondo, ni tampoco un espacio
-
Los artesanos libertarios y la tica del trabajo thoa 1988), donde se analiza la discriminacin racial al interior de la
clase social de artesanos en el s. xx.
15
Esto se debe no slo a las maneras de disciplinar a los sujetos y los efectos
16
este resumen de los conceptos claves que prevalece un estructuralismo deterhistrico. Pareciera difcil que los sujetos pudieran romper con la dominacin,
17
.
Pero existe un problema terico con el estructuralismo, como con el
8
pachakuti
-
metropolitana, propusieron que el libro sirva como parte de una nueva mirada a la produccin
cin a los Estudios de la Subalternidad
18
19
20
xx
Heritage, 1991.
21
comp., Miradas chixi. Ensayos de Sociologa de la Imagen. Para sus interpretaciones sorprendentes
El siglo xix. Bolivia y Amrica Latina
22
Sinclair Thomson
2 de noviembre de 2010.
23
REFLEXIONES
y me apropio, eso s, del hilo que entreteje esas experiencias, esos actos de
los traduce en una trama narrativa, en una escritura.
novado, en el que van apareciendo nuevos personajes y otras inquietudes. El
xvIII
xIx
26
p chuyma
la
csutcb
27
llunku
Violencias Encubiertas son
una profundizacin y reelaboracin de las intuiciones ya contenidas en Oprimidos pero no Vencidos, a la luz de la crisis moral y poltica de la izquierda, de la
cob y de la csutcb
captura de la cstucb
de Potos, donde en 1989 hicimos una consultora, con un equipo del thoa,
para oxfam
xII y su labor entre los ayllus de la
y realizado en el musEf
28
por parte de las ongs, que fueron resistidas por los comunarios con la reactualizacin del mito colonial del kharisiri
en las
ong
29
VIOLENCIAS
E N C U B I E RTA S E N
BOLIVIA
INTRODUCCIN
Los temas seleccionados y su pertinencia
provenientes de la difcil articulacin entre horizontes diversos del pasado
o ciudadana en el comportamiento de los diversos sectores de la poblacin,
sa el actual sistema poltico boliviano, y todo el andamiaje de nuestra joven
nico y anticolonial, las que, lejos de disputar espacios circunscritos por una
-
como la boliviana.
Pero los cuestionamientos no terminan ah. En el curso de los ltimos
cinco aos, el sistema poltico boliviano ha visto derrumbarse el poder hasta
dado a luz a nuevas formaciones polticas que reivindican, implcita o explcicondEpa),
ucs),
xvI-xvIII
xIx,
35
36
cin de las contradicciones del pasado en el presente, cosa que, por razones
sealado, la hiptesis central que orienta el conjunto del trabajo, es que en la
contemporaneidad boliviana opera, en forma subyacente, un modo de domi-
el debate sobre reformas del Estado, hoy motivo de intensa discusin en las
orientadas a superar la crisis de representatividad y la vulnerabilidad del sistema poltico boliviano, y a superar los mecanismos de violencia estructural
que lo amenazan desde un trasfondo histrico y estructural profundo2
poltico-sociales anclados en las identidades tradicionalmente excluidas del
cultural.
37
contra su continuidad y profundizacin provienen precisamente de las persistentes contradicciones diacrnicas y mecanismos de violencia estructural que
38
PACHAKUTI:
Los horizontes histricos del colonialismo interno
te de funciones de renovacin. Implican que este mundo puede ser reversible, que el
Carlos Mamani
Entre descendientes de espaoles, fuesen peninsulares o criollos, no debamos hacer
Augusto Cspedes
to de la sociedad boliviana actual, en virtud de la persistencia de contrade diversa profundidad y duracin. Estos horizontes o ciclos histricos que
a) El ciclo colonial, que constituye un sustrato profundo de mentalidades y
b) El ciclo liberal
xIx, se asocia a un conjunto de acciones culturales civide individuacin y ruptura con pertenencias corporativas y comunales, el
del ciudadano
40
del orden colonial, como las sucesivas fases reformistas que introdujeron renode oposicin entre invasores e invadidos, se sita uno de los principales mecanismos de formacin y transformacin de las identidades en un pas como el
indio, o incluso aymara y qhichwa
son identidades que podramos llamar coloniales, pues llevan ya la huella de
41
del presente, tanto como los modos de reciclaje y renovacin de los sistemas
xvIII
42
11
22
kuti
43
takiy=
pachakuti
44
el likichiri, o kharisiri
untu
fue, en este sentido, una brutal reactualizacin del hecho colonial, como domi44
.
xvII,
pachakut
45
46
nayra
thoa,
xvIII
nayra
47
que en Espaa fue una centralizacin del aparato estatal y un ajuste de sus
dispositivos para facilitar la libre circulacin mercantil, en las colonias se
multiplicacin de barreras al comercio interno y en el bloqueo a las iniciativas
mitayos, trabajadores de
48
xvIII
poltica que ya era resultado de las realidades del mundo colonial. El uso
polis
49
manqha o ukhupacha
50
chamakpacha
nayrapacha,
del tiempo-espacio. Un pasado capaz de renovar el futuro, de revertir la
51
barbarie9.9
cultura occidental y cristiana como superior sobre la otra, por su naturaleza salvaje y
52
11 11
10
11
53
mnr)
deca haber
xIx.
xvIII
54
resonancias nacionales.
cntcb-tk
55
csutcb
kuttanipxani
ama suwa, ama qhilla, y ama llulla; no seas
ama llunku:
del indio ante la ley, reconocida tan slo al individuo despojado de todo
lazo corporativo o comunal y ni tan siquiera eso. En consecuencia, la ley
desconoci jurdicamente a la comunidad o ayllu y cre las condiciones
de individuo al de propietario, parcelando las tierras de latifundios y
obstculo
humanos del indio slo se reconocen cuando deja de ser indio y asume
csutcb
nica
En esa medida, la
58
csutcb
polticos
e intentaron permanentemente cooptar, manipular y dividir a la
csutcb,
entidad matriz .
cob- csutcb
59
xvIII,
ocup el Rey de
Espaa) .
14 14
ongs, y
60
apachita
61
xvI-xvIII
serenos, aquel amanecio tan toldado, que no se le vio la cara al sol, amenazando por todas
partes a llover, y a la hora de las doce en que estaban los caballos estirando al indio, se
62
pachakuti,
experiencia colonial .
63
MESTIZAJE COLONIAL
Una hiptesis de trabajo
ANDINO:
IntroduccIn
nos involucran, sobre los cuales no es posible discurrir framente, sin sentirnos
64
entonces ser indio, ser cholo, ser mestizo, salvo una toma de posicin a favor
histricos y socioculturales que han moldeado el mestizaje en las condiciones
aos 1880 haba sido muerto por los indios de Paria, en el contexto de la
la famosa ley de Exvinculacin. Este encuentro hubiera sido imposible dos
mnr,
cuando se
ddt
sentarse a discutir con ellos sobre las ltimas tomas de haciendas o sobre
de culpa qara,
65
que aceptar una identidad atribuida desde fuera, la paradoja de luchar por la
. En este proceso,
11
mallku coloniales en
xx
xvIII
66
xIx
67
melting pot
sr)-
68
.
Es como si en esa tercera raza-cultura, la ciencia social compartiera,
22
69
qara
indio, que con ese tercero indeseable que para todos resulta ser el cholo .
70
xvIII
Pero a decir
melting pot;
pachakuti
mestizaje de sangre,
73
sobre la prole.
podra hablarse de mestizaje cultural desde el momento en que se produce
74
pollera y el mantn
xvIII
75
emblemtica, muestra
encubiertos mecanismos normativos que limitaban los matrimonios intercolectividades diferenciadas. En este sentido, las reformas borbnicas no
cotidiana y las estructuras de habitus
contrario, introducen en la esfera poltica procesos de reacomodo nominales
xvIII
xvIII,
76
xvI
.
deformantes, las identidades articuladas en torno a lo nativo, por un lado,
xvI y xvII
en profundidad sobre los mecanismos del mestizaje colonial, podra ayudamos a explicar
77
de trabajo o no-trabajo .
que permiten a los distintos interlocutores encubrir los verdaderos criterios
III
78
qara,
qara.
xvIII
79
los
xIx
xIx
de ucs
82
83
jukeo99y muchas
conjeturar, entonces, que la jerarquizacin interna entre los diversos estratos
culturales del mundo minero y la creciente importancia que fue adquiriendo
10 10
juku
10
84
85
del tiyu ,
jukeo12.11
culturalmente al conjunto de la poblacin trabajadora en un nico molde
ciudadano, mestizo, racional y productivo. Por el contrario, reprodujo sutiles
subordinaciones y discriminaciones internas entre los diversos eslabones de
esta cadena de colores raciales y culturales, y entre ellos y el mundo ruralindio circundante .12
12 Tiyu
jukeo habra convertido el
mundo de interior mina en el reino de la esclavitud y del tiempo capitalista, y al exterior
jukeo
jukeo
86
87
ser mantenido .
Un fenmeno similar ocurre en el mundo obrero y artesanal urbano,
xx se
Machaq
mitayos
al servicio militar con la mita
thoa
88
y ucs.
thoa
xIx,
thoa
uqayku y el uqanchis
90
condEpa,
91
macizo boliviano
En su Historia de Bolivia
que la historia de la humanidad boliviana era la historia de la lucha de clases,
entre una mtica clase media
escenario de la vida, y otra no menos mtica oligarqua colonial, representante,
esencialmente, del mundo oscuro de la prehistoria. Desde esta ptica, las
conservadores en 1899, eran la expresin embrionaria de aquella clase media
mnr
el jus soli, por encima del arcaico jus sanguinis, como base de un nuevo sentido
92
sociedad18.
Y as fue que ocurri. Es sabido que la escuela, concebida por sectores de
thoa
et al, 1992). El
mnr
cIa
contra el
mnr ,
93
machaq ciudadanos
.
19 18
pero s evidencias mltiples de que all se ejercen formas de violencia recurrente, que
ocupacin invade y coloniza las mentes de los conscriptos y hace escarnio de sus cuerpos.
compaeros cholos o mestizos. Por otra parte, es de conocimiento pblico que los sectores
94
20 19
21 20
20
21 Parafraseo aqu, para mostrar la similitud entre ambas situaciones, las palabras del
Diario
el escamoteo de las luchas por la independencia, se asimil a un ayllu y se convirti en
a fundar.
95
96
y el poder del estado. Pero si la violencia abierta o sutil que acompa estos
97
universal y el clientelismo.
el voto universal pone en evidencia los sutiles mecanismos de escamoteo que la
permitido al movimiento sindical minero entrar con sus propios representantes
de formar parte de listas nicas partidistas a escala nacional, se subordinaba,
las extensas redes de clientela armadas desde el partido-Estado .22
construccin de estas redes fue facilitada con el reacomodo de los mestizos
autoridades estatales, jefes polticos locales y portadores de la buena nueva
cambiante destino de los caudillos de las distintas fracciones que se disputaban
98
de facto
compuesta por los mistis de pueblo, las autoridades estatales de menor jerarqua, las
dominante, sintetiza as las contradicciones diacrnicas no resueltas por las sucesivas
99
de bolivianos.
combinacin entre las formas coactivas y las formas paternalistas que
reviste la dominacin a partir del ciclo populista, e incluso desde el ciclo
100
101
las condiciones del ejercicio del poder, y como tal, ocupa invariablemente el
subordinados, por su parte, se disputan la mediacin y el control sobre lo
de los poderosos. El potencial de mediacin entre el Estado y la sociedad que
dominado, como de su capacidad de controlar las redes clientelares existentes
o de crear nuevas redes competitivas. En todo este proceso, la reforma y la
revolucin que liderizan estos sectores mestizos ascendentes, no alcanzan a
cuestionar la matriz colonial del poder ni el monopolio que ejerce la casta
sustentado en la nocin de patria como patrimonio: tan slo aspiran a compartir ese
nada tienen que ver con la propuesta de un nuevo pacto social sobre el cual
.24
Eplogo: El dEspojo nEolIbEral
condEpa
ucs
102
xIx
103
104
al occidental.
105
son aceptados en la esfera poltica tan slo como insumo retrico o como
-
106
ayllu
-
107
108
109
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Cuadernos de Marcha, Montevideo, 1980.
Las masas en noviembre,
114
EN
cin actual se oriente al tema de las interpelaciones identitarias en los discursos pblicos. Me interesa, en particular, el modo cmo aquellas encarnan en
polticas civilizatorias estatales, y acaban moldeando las conductas y percep-
an en descubrir.
de la sociedad, bajo la forma de conductas que oscilaron entre la exaltacin
-
116
y Rivera, 1988).
vez estructurales y super estructurales, la conducta de los sujetos no puede
Por esta misma variedad de contenidos y mezclas que se revelan en las es-
117
118
119
xvIII
exacciones coloniales.
-
torio u ocupacional.
120
xvIII,
xIx
se produjo una nivelacin tributaria para los estratos mestizos ilustrados, que
nes e impuestos indirectos de toda laya, que succionan los excedentes de sus
empresas mercantiles o artesanales.
De este modo, el advenimiento de la Repblica y la lenta crisis de las
-
121
qhuya runa
122
123
que por estos lares se sintieran los destellos de la Ilustracin, existi una
xIx
Pueblo
Enfermo
a una combinacin de criterios de exclusin que habra de afectar particu124
ayllu
del norte de Potos, para las cuales el sindicalismo no fue sino una imposicin
125
llunkhero y la formacin de clientelas se instalaron desde entonces como culEsto nos muestra que los procesos de modernizacin emprendidos por
acceso a los derechos ciudadanos para las nuevas capas rurales y urbanas que
Sangre de
mestizos,
126
se sita en una lectura poco crtica de uno de los autores que le sirve de
-
127
que contribuy a su libro desde latitudes tan diversas, no van tan lejos como
para descubrir el nexo de estos casos al parecer atpicos en el mundo explorado por ellos, con situaciones de explotacin y dominacin coloniales
o poscoloniales.
como espacios de la modernidad ilustrada, sino cuando europeos y otras mul-
xvIII
129
131
Opri-
132
133
BIBLIOGRAFA
xxI
Etnicidad, economa
134
1900-1980,
The challenge of rural democratization: Perspectives from Latin America and the
Philippines,
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difcil camino hacia la democracia, IldIs
Temas Sociales,
aos 90,
libertad.
xxI
xxI
135
D E L AY L L U :
Estas diversas miradas sobre la realidad latinoamericana, coinciden en mosde este descubrimiento, intentando destacar el efecto condicionante que tie-
econmico y poltico. Por razones que no cabe detallar aqu, esto no sucedi
polticas fueron impuestas desde fuera y no pudieron injertarse armoniosao combatiendo abiertamente los sistemas socio-econmicos impuestos. En
este contexto, la realizacin de procesos de cambio econmico y poltico por
bios sociales y econmicos resultantes. Pensemos en el milln de vctimas
138
endgenas
139
ayllu,
ciudadana, basada
asentarse las instituciones de la democracia representativa liberal.
tiempos coloniales.
140
ayllu
ayllus de la
xIx promovieron la expan-
141
los ayllus
de ciudadana, y su incapacidad estructural para brindar un espacio de expreayllus, hacIEndas y Estado En El pErIodo olIgrquIco
xIx estuvieron precedidas de
xIx
142
ayllus
143
ayllus y abandono
-
144
ayllus de esta
-
los pueblos. Esto fue posible porque buena parte de la estructura local de
mnr abandonando sus alianzas previas
norte de Potos, tenian acceso directo a tierras de puna y valle, pero muchas otras familias
accedan a los productos del valle mediante lazos de parentesco, reciprocidad, trueque y
145
comparta plenamente.
mnr
y los suce-
estatal de universalizacin del sindicato, la castellanizacin masiva y otras meEn los valles norpotosinos, los sindicatos crearon desde su inicio mo-
146
como base de apoyo a su poltica anti-obrera. Esto fue particularmente evidos ayllus, en el marco de una pelea ritual tradicional (tinku)7. Por las maniputinku se convirti en el pretexto
Runa, jaqi
147
Una dimensin comn a los sindicatos del valle y la puna fue su funayllus que se haba instalado
histricamente en las percepciones colectivas de los comunarios, resultaba
practicable cualquier acto de cortesa o aquiescencia con el Estado, siemtributaria y el statu quo territorial. En efecto, el poder de violencia simblica
cieron que la poblacin de los ayllus norpotosinos adoptase una actitud de
aparente docilidad para depositar el voto en favor de tal o cual candidato
mnr
y autoridades polticas
ayllus
sino una amenaza abierta a los proyectos de democracia popular que propone
esta percepcin no es sino fruto de una suma de incompresiones hacia la
ayllus, y hacia el modo cmo
munistas comunarios de la puna
148
cual no es capaz an de ejercer por s mismo los derechos civiles, y debe ser
cultura dominante.
-
149
una lista nica de candidatos, que es propuesta por los partidos o frentes
en su forma estamental
150
151
mrtk
csutcb
del pasado, y la lucha por un status ciudadano siempre escamoteado por las
sindicales se convirtieron as en una importante fuente de crtica a las bases
-
cuestionamientos de la estructura sindical, pero liberada de toda tutela esque ponen en la liberacin de las naciones oprimidas colonialmente, sobre la
10
152
mnr
acercamiento cauteloso entre mina y campo sobre la base de una actitud antimilitarista compartida.
153
kuraka
xvII
mnr
ayllus
personal y su capacidad de comunicarse con los comunarios y expresar sus
percepciones polticas, estimularon una masiva participacin del campe-
154
udp
pcb)
mnrI
mIr).
muchas de las tensiones que haban quedado latentes en el corto y convulfuerza. En la anterior fase, estas tensiones haban sido neutralizadas por la
-
155
fsutcnp,
12
udp
y para el equilibrio de
csutcb y del mrtk ,
controlaban para ello todas las fuentes de acceso a estas estructuras de merural. Incluso el mIr, que estaba en proceso de ruptura con la udp, contaba
con sus propias redes clientelares en el campo, sobre la base de instituciomIr
Iptk
156
los ayllus, atrapados como estaban por mltiples redes de poder local, y por
una dominacin multisecular de los sectores mestizos de los pueblos, que
polticos nacionales.
fsutcnp
con anterioridad y la misma distribucin de representaciones provinciales esdaran su voto por el candidato del mnrI
mIr
en el
mnrI
y el
pcb,
157
ojotas y lluchus
14
se a la civilizacin y por eso en las escuelas se debe ensear el castellano .
csutcb
ayllus
dental de los letrados de los pueblos, habituados a manejar los rituales del
de los mestizos y de los indios aculturados, entre quienes destaca la labor
manipuladora y paternalista de los maestros rurales.
fsutcnp
como un ejercicio soberano del libre albedro individual, sino como resultado de
14 Ojota, sandalia de cuero que forma parte del atuendo tradicional campesino en la zona
Luchu,
diseos distintivos de cada ayllu
158
ong
xII
aclo)
xx
de Potos
y
una evaluacin del funcionamiento del proyecto
thoa
realiz
praca
xII, con sede en la poblacin
xx
159
ayllus
las percepciones y demandas propias de los comunarios son estructurales, y
todos los elementos de ruptura que este movimiento introdujo con respecto
de los ayllus
-
ayllu
jatun rancho.
mnimo,
y el ptk
carItas
y Po xII
administran como por la cobertura espacial y
Iptk
160
usaId,
ayllu menor,
del Jilanqu o Jilaqata.
ayllus, en cuyo
caso el Jilanqu
ayllu
mayor, que es una unidad de territorio continuo en la puna y discontinuo en
ocho ayllus
ayllu mximo,
ayllu
zado internamente en dos mitades opuestas y complementarias, que atraviesan verticalmente el conjunto de los niveles del ayllu
ayllu le
corresponde la autoridad de dos Kurakas
Alasaya-Masaya; Patasaya-Manqhasaya u otras denominaciones locales.
familias de cada nivel del ayllu
ayllus mayores o menores
distribucin de parcelas en las mantas
ayllus mnimos, o velar por la concordia entre familias de un mismo cabildo en
el uso de tierras de manta
nivel cumplen otras funciones, como ser el cobro del tributo, la conduccin
tus tributario y el control de los deberes y derechos correspondientes a cada
originarios,
agregados o forasteros,
161
Kurakas
Jilanqu o Jilaqata, y los kantu runas
Pachaka, Qhawasiri
auxiliar, etc. En la medida en que todos los comunarios de un determinado
ayllu
ayllu menor, a una parcialidad y a un ayllu
vital, como parte de los servicios y deberes hacia su colectividad.
canismos de su eleccin, que combinan, en un sutil equilibrio, elementos de
solamente a las familias, sino a los niveles correspondientes del ayllu
ayllus menores componentes de un ayllu
Del mismo modo, en la eleccin del Jilanqu
ayllus
mantas
ayllu que recibe el turno, slo provee
162
otros
163
ayllus
164
18
curaca
autoridades no deben hacer malas costumbres que perjudican19.
de los ayllus
18
19 Conclusiones y resoluciones del iv Congreso de la Federacin Departamental Unica de Trabajadores
Campesinos de Potos, 9-11 febrero, 1987.
165
166
Por otra parte, la implantacin del sindicato, en la medida en que involucra tan slo una parte de las familias dentro de cada ayllu mnimo y slo a
ayllus mnimos de cada ayllu mayor, se convierte en una forma paralela
formas de democracia de ayllu han sido abatidas totalmente para dar curso a
-
funcionan la sociedad y la economa del ayllu, sus formas peculiares del autosui-generis,
de la democracia liberal impuesta en las sucesivas etapas de su historia.
ayllus
sas formas de resistencia y de autodefensa, que van desde la aceptacin
el acceso a los recursos productivos y reproductivos distribudos por las
instituciones privadas y el Estado, hasta una abierta hostilidad, que se maque resulta particularmente reveladora de las contradicciones diacrnicas
no resueltas por la implantacin del modelo sindical liberal en esta fase
20
169
likichiri o kharisiri
21
linterna, con las cuales hipnotizaba a sus victimas y las induca a un profundo
liki), que en la cultura andina
que sobreviene la muerte. El likichiri
likichiris ya no aparecen vestidos de curas, ni porongs
Iptk
de
aclo
170
ongs
eran
frecuentemente detenidos, los caminos bloqueados con piedras y sus ocuIptk
171
historia social nor-potosina, mostrando la existencia de una constante hispropuestas por la sociedad criollo-mestiza dominante no han hecho sino
y dos modos de ver el mundo en permanente enfrentamiento mutuo se han
vuelto a poner en tensin, desde las movilizaciones en rechazo a la reforma
xIx,
representacin sindical y el ejercicio del voto universal.
172
los colonizados tuvo como sustento las ideas tomistas en torno al alma y
del indio y su reconocimiento como ser racional. En el perodo republicano,
humana y deban someterse o perecer, por adaptacin selectiva, cediendo el
criolla, que reconoca la ciudadana formal del indio, pero no lo consideraba
arrebatarle sus tierras y convertirlo en siervo de las haciendas.
xIx.
En
ayllus y comunidades imdebatido ideal liberal de la ciudadana del indio, basado en la privatizacin de
las tierras comunales, el aprendizaje forzado del castellano y la desaparicin
poltico, a tiempo de reproducir tenaces patrones estructurales heredados del
exclusin.
173
174
dad productiva de los ayllus y acentuando aquellos males que dice combatir.
ayllus no
175
22
diferencia como derecho humano fundamental. Por lo tanto, se trata de conestructuras sociales y polticas sobre las que se ha moldeado histricamente
nuestra convivencia social.
176
BIBLIOGRAFA
III
Encuentro de Estudios
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thoa
thoa
Estado y Sociedad,
178
MUJERES Y ESTRUCTURAS DE
De la etnohistoria a la poltica
que emanan de la articulacin y simultaneidad entre diversos horizontes histencuentros entre indianistas y feministas. Mi postura personal me ha colocado,
por las ideas y esperanzas feministas, sino porque siempre he vivido la identidad
femenina desde el interior histrico y poltico del colonialismo interno, donde
cadena qara
propia colocacin en el eslabn femenino-misti de esta cadena, que he cons-
180
masculina y otra femenina, las cuales parten de una pareja de ancestros fun-
qaqa
lari
hno.m.), al
p.Esa.), del mismo
hno.Esa
hna. p.),
pero no a la madre
qaqa no
ayllu como
panaka tuvieran como referencia comn a un mismo ancestro masculino en
en realidad una pareja, no hay que perder de vista el hecho de que la mujer
aymara allu
panaka
182
pana
hijas o hermanas de los jefes de las etnias conquistadas. Una cita y un dibujo
183
184
parentesco expresaba cabalmente la complementariedad solidaria de funciones entre hombres y mujeres en el diseo de los mecanismos del poder
y el respeto a los espacios de poder de cada quien. Diferencia que implica
185
donde los hombres oprimen colectivamente a las mujeres, sea en tanto esposas, hermanas o cuadas. En la sociedad andina, por el contrario, la inexistencia de linajes corporados y el paralelismo de lneas de descendencia, permiti
cos era compartido por diversas etnias sin necesidad de un poder central
la enorme importancia de los intercambios rituales y simblicos recprocos
-
187
least
188
temente difcil la expansin estatal y debi haber implicado una alta dosis
se encontraba atravesando un momento de contradicciones internas particon ayuda del concepto andino de pachakuti, que se podra traducir como la
-
189
190
ballos, porque decan que eran personas los dichos caballos, que coman maz, como
vida de los espaoles, se espantaron de que los cristianos no durmiesen. Es que deca
porque velaban y que coman plata y oro, ellos como sus caballos. Y que traa ojotas
netes colorados. Y que de da y de noche hablaban cada uno con sus papeles, qillqa. Y
que todos eran amortajados, toda la cara cubierta de lana, y que se le pareca slo los
hermanos en el traje y hablar y conversar, comer y vestir, y una cara slo le pareci
blaba mucho con todos (Poma de Ayala 1988: 379; el texto proviene de las pp. 380-383 del
original, ortografa corregida).
plementa con la idea de una sociedad sin orden, sin poder, puesto que el
dora, implica la amenaza de un drenaje y acaparamiento unilateral de mujeres,
fuera de toda norma de intercambio, que desequilibra y hiere el corazn de la
siado elocuente en la descripcin de los episodios de violacin y abuso a las
como para mostrar el profundo abismo de crisis normativa que implic el
proceso colonial para las sociedades andinas.
191
trinas y tenientes de las ciudades y villa y provincias de este reino, con poco temor de
de las mujeres casadas, y doncellas, y hombres principales, y andan robando sus ha(Poma de Ayala
1988: 503; el texto proviene de las pp. 503-504 del original, ortografa corregida).
192
fuerza la discriminacin dentro del ayllu, puesto que no es un partido apetecible por su falta de acceso a los bienes de su patrilinaje, ni un wajcha
bien educado, que compensa su falta de patrimonio con un sentido de servi-
la sociedad colonial.
nante, mediante su participacin en ocupaciones desdeadas por los conquistadores, que abandonaron todo trabajo manual para ascender a la posicin de
tanto mecanismo de supervivencia de esas mujeres abandonadas, o recurso
193
La Chaskaawi
socialmente aceptable.
-
xvII-xvIII)
fue un
zacin del espacio rural andino, pues el nico derecho real que se reconoci
a los indios fue el de enajenar su tierra, con lo que dos terceras partes de las
comunidades que haban sobrevivido a las reformas toledanas fueron reduemblemas marcadores de etnicidad, an si los trajes y las conductas discrimiestaciones intermedias, ciertos estratos cholos reprodujeron, de forma cele-
195
xIx,
sean
noce como ciudadana ha sido un paquete cultural eminentemente civilizador
y occidental, que implica el abandono de todo rastro de identidad diferenuniformemente criolla, mestiza, cristiana, consumidora, propietaria, indivipermanente intento por quebrar la autonoma econmica de las comunidades
rurales y de los productores por cuenta propia de las ciudades, ampliando los
espacios de participacin masculina y recortando las esferas donde mujeres
e indios sobreviven y comercian manteniendo, al mismo tiempo, capacida196
197
Por fuerza casamiento que hacen los dichos padres de las doctrinas y a otros no la
quieren casar aunque lo piden y tienen depositada. Doctrina
(Poma de Ayala 1988: 573).
fof
198
sindicalistas. Eso quiere decir ser libres, tener control sobre la manera de vivir, tener
maneje (citado en Lehm y Rivera 1988:163).
ayllu
lari de la
199
200
BIBLIOGRAFA
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201
LA
NOCIN DE
DERECHO
O L A S PA R A D O JA S
D E L A M O D E R N I DA D P O S T C O L O N I A L :
1. IntroduccIn
y letrados de este proceso, que son los que han producido los documentos
conocidos como leyes de la Repblica. El derecho y la formacin histrica mo-
(droits de Lhomme).
xvIII
habitus republicano, continualos sbditos, la otra de los soberanos), que result encubierto y disfrazado
204
2. nExos
que han perdido por la crisis del pastoreo, el deterioro de la actividad textil
205
206
derechos humanos reconocidos por las leyes. Este es el marco comn que
3. El mundo masculIno y lEtrado:
la lucha por la tIErra y El tErrItorIo
despojo de casi dos terceras partes del territorio posedo por las comunidades
originarias
thoa
207
plano jurdico. Es preciso recordar que la nocin de derechos humanos se sodonde se reconoca de diversa manera las autonomas y fueros independientes locales, que desde la colonia se aplicaron a los indios bajo la nocin
de las dos repblicas
hablando, eran los habitantes del espacio conquistado, sbditos de un Estala nocin de las dos repblicas en un sentido liberador, reivindicando la auto-
ron reformar
por los caciques-apoderados
enfatiza la territorialidad
das de las comunidades afectadas por la expansin latifundista, e interpretanpacin fraudulenta de sus tierras. Eso fue, precisamente lo que sucedi en el
xvI
209
an en sus remozadas versiones actuales, ha conducido a procesos muy tenaces de exclusin, los cuales afectan con mayor intensidad a las poblaciones
tar, recortando sus implicaciones para la reforma municipal y en la descenla esperanza mestizo-ilustrada, de que el componente indio de la poblacin
soto voce)
siendo colonizada, y mientras sus sectores mestizos ilustrados no asuman con
pueblos y culturas que habitan el territorio nacional, abandonando los sueos
de conquista y saqueo que los llevan a excluirlos y minimizarlos.
-
210
csutcb
perodo, la poblacin urbana pasara de ser minoritaria, a ocupar una clara maespecialistas en base a los datos censales, tienden a subestimar a un porcentaje
difcilmente calculable de la poblacin rural, que tiene doble residencial y vive
unfpa
pnud
snaEgg
cIdob
212
213
boscosas del pas. Esperemos que no sean los aserraderos y empresas que
pululan por esos bosques, los nicos en enterarse de sus resultados.
-
214
215
xIx)
distinta forma.
-
216
talleres en base a circuitos de reciprocidad- la que permite no slo la sobreciones que pesa contra sus miembros. En todos estos contextos, la labor productiva y empresarial femenina no suele ser reconocida, y se subsume a los
217
publicado por el
pEa
cEdla,
des rurales. Uno de los pocos espacios de insercin laboral para las mujeres
218
IldIs-cEdla
1994).
-
fuera de discusin con esta transaccin entre mujeres de distinto poder eco-
ciudades, sin que hasta el momento estas poblaciones hallen espacio para
-
219
Es por ello que mientras no se plasme en el accionar estatal pero que tam-
220
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223
E X P E R I E N C I A S D E M O N TA J E C R E AT I VO :
De la historia oral a la imagen en movimiento
dramas cotidianos.
xIx, antes de la existencia
misma de esta disciplina, Melchor Mara Mercado dibujaba el paisaje social y
poder se construye sobre una ciudadana ilusoria, que slo encubre nuevas
formas de racismo y exclusin. Pues bien, todos estos procesos pueden leerse
Ukamau. Marcelino
Yanahuaya en Yawar Mallku
La
nacin clandestina. Estas individualidades trazan as los arquetipos de conductas
226
silencios culturales.
matriz colonial que cruza la contemporaneidad de la sociedad boliviana, fue
sensacin que yo tena de vivir en un pas donde los tiempos son distintos
xvIII,
listo para
227
ongs
que
crEar Es dEscubrIr
Los artesanos libertarios y la tica del trabajo es, como les dije, el nico trabajo
hecho mismo de esta autora, que parece apropiarse individualmente de un
228
los dej vivir y ese destino de sobrevivientes los colocaba en una posicin
de nuevo a la luz haciendo estallar una serie de discusiones, a veces muy
que provocaban nuestra inquietud, y otros que nos parecan ya trillados,
229
fol,
xIx
indios Mosetenes con los que termin viviendo en uno de esos perodos,
fol
pasada halla nuevos sentidos al ser confrontada con los dilemas y vivencias
del presente.
El cInE y la InutIlIdad dE la EscrItura
231
wut walanti, y
irreparable que la colectividad sufre al quedar impunes estos crmenes, y de la
Es la inutilidad de las palabras y de las denuncias, lo que me ha llevado a
232
Sueo en el
cuarto rojo, estoy intentando, esta vez en celuloide, una exploracin distinta, a
233
NOTICIA
BIBLIOGRFICA
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ilusiones y realidades
musEf).
The challenge of rural democratization: Perspectives from Latin America and the Philippines,
El
difcil camino hacia la democracia, IldIs
Escarmenar no.
Temas
Sociales,
Dilogo sobre escritura y mujeres,
Es conveniente aclarar que se respetaron en lo posible las referencias
236
en diciembre de 2010