Afirma La Realidad de Nuestra Propia Grandeza

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Afirma la Realidad de Nuestra Propia

Grandeza
Encabezado

En la creacin de una nueva forma de vida, debemos comenzar por el comienzo, con
nuestra propia regeneracin individual. La formacin de organizaciones, cuerpos
polticos, cuerpos religiosos, cuerpos sociales, no es suficiente. El problema que vemos
es mucho ms profundo de lo que percibimos. La revolucin esencial debe suceder
dentro de nosotros mismos. Todo depende de nuestra actitud hacia nosotros mismos,
aquello que no afirmamos dentro de nosotros mismos nunca puede desarrollarse en
nuestro mundo. Esta es la religin por la cual vivimos, porque la religin comienza en la
experiencia subjetiva, as como la caridad, comienza en casa.
Sean transformados por la renovacin de vuestra mente. (Romanos 12: 2), es la
frmula ancestral y no existe otra.
Todo depende de la actitud del hombre hacia s mismo. Aquello que l no pueda o no
quiera declarar como verdadero de s mismo, nunca podr evolucionar en su mundo. El
hombre est constantemente mirando a su mundo y preguntndose, Qu se debe hacer?
Qu suceder?, cuando debera preguntarse a s mismo: Quin soy? Cul es mi
concepto de m mismo?
Si deseamos ver al mundo como un lugar ms fino y grandioso, debemos afirmar la
realidad de un ms fino y grandioso ser, dentro de nosotros mismos. Es el mximo
propsito de mis enseanzas, sealar el camino de estas consumaciones. Estoy tratando
de mostrarles cmo el hombre interno debe reajustarse a s mismo, cul debe ser la
nueva premisa de su vida, para que as pueda perder su alma en el nivel que l ahora
conoce, y encontrarla una vez ms en el alto nivel que l est buscando.
Es imposible para el hombre, ver otra cosa que no sea el contenido de su propia
conciencia, ya que nada existe para nosotros, salvo a travs de la conciencia que
tenemos sobre ello.
El hombre ideal est siempre buscando una nueva encarnacin, pero a menos que

nosotros mismos le ofrezcamos paternidad humana, l es incapaz de nacer. Nosotros


somos los medios por los cuales, la redencin de la naturaleza de la ley de la crueldad
debe efectuarse. El gran propsito de la conciencia es efectuar esta redencin. Si
rechazamos la carga, y sealamos a la ley natural como dadora de pruebas concluyentes,
de que la redencin del mundo por amor imaginativo es algo que nunca puede suceder,
estamos simplemente anulando el propsito de nuestras vidas, al anhelar fe.
Rechazamos los medios, los nicos medios, por los cuales este proceso de redencin
debe ser efectuado.
La nica prueba de religin que vale la pena hacer es aquella que es autntica, aquella
que nace de las convicciones ms profundas del individuo, aquella que es fruto de la
experiencia interna.
Ninguna religin es merecedora de un hombre, a menos que le d un sentido profundo y
perdurable de que todo est bien, independientemente de lo que le pase a l
personalmente.
Los mtodos del conocimiento mental y espiritual son completamente diferentes, porque
conocemos una cosa mentalmente al mirarla desde afuera, al compararla con otras
cosas, al analizarla y definirla. El Seor Whitehead, ha definido a la religin como
aquello que el hombre hace en su soledad. Me gustara aadir que: yo creo que es lo que
el hombre es en su soledad. En nuestra soledad somos llevados por la experiencia
subjetiva. Entonces, debemos imaginarnos a nosotros mismos siendo el hombre ideal que
deseamos ver encarnado en el mundo.
Si en nuestra soledad, experimentamos en nuestra imaginacin, lo que
experimentaramos en la realidad si hubisemos logrado nuestro objetivo, seremos, con
el tiempo, transformados en la imagen de nuestro ideal.
Sean renovados en el espritu de sus mentes -pnganse al nuevo hombre- que cada
hombre hable la verdad con su prjimo (Efesios 4: 25).
El proceso de hacer un hecho del ser, un hecho de la conciencia, es por medio de la
renovacin de nuestra mente. Se nos dice que cambiemos nuestro pensar. Pero no
podemos cambiar nuestro pensamiento, a menos que cambiemos nuestras ideas.
Nuestros pensamientos son el flujo natural de nuestras ideas, y nuestras ideas ms
ntimas son el hombre mismo.
El fin de anhelar, es siempre SER, no hacer. Aquitate y sabe: Yo Soy, aquello que Yo
deseo.
Esmrate siempre por ser. Las reformas externas son intiles, si tu corazn no es
reformado.
Al cielo se entra, no por retener nuestras pasiones; sino por cultivar nuestras virtudes.

Una vieja idea no se olvida aleatoriamente, sino que es empujada hacia afuera por
nuevas ideas.
Desaparece cuando una completa nueva y absorbente idea ocupa nuestra atencin.
Viejos hbitos de pensamiento y sentimiento, as como las viejas hojas del roble, siguen
colgadas hasta que son empujadas por unas nuevas.
La creatividad es bsicamente una receptividad ms profunda, una susceptibilidad ms
profunda. El sueo futuro debe convertirse en un hecho presente en la mente de
cualquiera que desea cambiar su vida.
Cada gran proyeccin exteriorizada, es precedida por un perodo de profunda absorcin.
Cuando esa absorcin es llenada con nuestro ideal ms alto, cuando nos convertimos en
ese ideal, luego lo vemos manifestarse en nuestro mundo, y nos damos cuenta que el
presente no retrocede hacia el pasado, sino que avanza hacia el futuro.
As es esencialmente cmo cambiamos a nuestro futuro.
Un ahora, que est en otro lugar, no tiene sentido en absoluto para nosotros. Slo
reconocemos el ahora, cuando est al mismo tiempo, aqu. Cuando nos sentimos a
nosotros mismos dentro del estado deseado, aqu y ahora, hemos realmente
cambiado nuestro futuro. Es este Cambiar nuestro futuro, que espero poder
explicarles en totalidad el prximo domingo por la maana cuando hable para el doctor
Bailes, a las 10:30 en el Teatro Fox Wilshire en el Whilshire Boulevard cerca de La
Cinaga.
Es mi propsito removerte hacia un concepto ms elevado de ti mismo, y explicarte
claramente el mtodo por el cual, puedes lograr este concepto, as cada uno de ustedes
se irn del servicio del domingo por la maana, como seres transformados.
La gente desalentada est extremadamente necesitada de inspiracin, de grandes
principios. Debemos volver a los primeros principios, si vamos a hablar con una voz que
encender la imaginacin e incitar al espritu.
Otra vez, debo repetir, en la creacin de una nueva manera de vivir, debemos comenzar
por el comienzo, con nuestra propia regeneracin individual.
El delirio ms grande del hombre, es su conviccin de que l puede hacer lo que sea.
Todos piensan que pueden hacer, todos quieren hacer, y todos preguntan: Qu hay que
hacer?, Qu hay que hacer?
Es imposible hacer nada. Uno debe ser.

Es difcil para nosotros aceptar el hecho de que: Nosotros, por nuestra cuenta, no
podemos hacer nada.
Es especialmente difcil porque, es la verdad, y la verdad, es siempre difcil de aceptar
para el hombre. Pero, en realidad, nadie puede hacer nada. Todo sucede, todo lo que le
ocurre al hombre, todo lo que es hecho por l, todo lo que viene de l, todo esto
sucede, y sucede exactamente de la misma manera en que la lluvia cae, por resultado
de un cambio en la temperatura en las regiones ms altas de la atmsfera.
Esto es un desafo para todos nosotros. Qu concepto estamos sosteniendo de nosotros
mismos en las regiones ms altas de nuestra alma?
Todo depende de la actitud del hombre hacia s mismo. Aquello que l no afirma como
verdadero dentro de s mismo, nunca podr desarrollarse en su mundo. Un cambio de
concepto de s mismo es el ajuste correcto, la nueva relacin entre la superficie y la
profundidad del hombre.
Profundizar es, en principio, siempre posible, porque la profundidad mxima vive en
todos, y es slo una cuestin de hacernos concientes de ella. La vida demanda de
nosotros, la voluntad de morir y nacer de nuevo. Esto no significa que morimos en la
carne. Morimos en el espritu del viejo hombre, para convertirnos en el nuevo hombre,
luego vemos al nuevo hombre en la carne.
Someternos a la voluntad de Dios... es una vieja frase para ello, y no existe, creo yo,
alguna nueva que sea mejor.
En ese auto-compromiso al ideal que deseamos expresar, todo conflicto es dispersado, y
somos transformados a la imagen del ideal en quin descansamos.
Se nos dice que el hombre sin traje de boda, alcanza el Reino al pretender
inteligentemente. l no cree internamente, lo que practica externamente. l aparenta
ser bueno, amable, bondadoso. l usa las palabras correctas, pero internamente no cree
en nada. Al verse bajo la luz fuerte de aquellos mucho ms concientes que l mismo, l
deja de engaar. Un traje de boda significa un deseo de unin. l no tiene deseo de
unirse con aquello que ensea, an si lo que ensea es la verdad. Por lo tanto, l no
tiene traje de boda. Cuando somos unidos con la verdad, entonces nos sacaremos la
vieja naturaleza y seremos renovados por el espritu de nuestra mente.
La verdad desnudar a los inteligentes farsantes de su falsa aristocracia. La verdad, en
su vuelta, ser conquistada y gobernada por la aristocracia de la bondad, la nica cosa
inconquistable en el mundo

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